APARATO DIGESTIVO El aparato digestivo que comienza en la boca (orificio de entrada de sustancias al organismo) y termina en el ano (orificio de excreción de los productos de desecho o heces), tiene una longitud de 10 a 12 m, encontrándose intensamente replegado a partir del estómago. El aparato digestivo está formado por diversos órganos: La boca: compartida con el sistema respiratorio, en el sistema digestivo junto con las glándulas salivares, sirve para la masticación y la insalivación de los alimentos, iniciando la digestión principalmente de los hidratos de carbono, antes de la deglución del bolo alimenticio a través de la faringe. Esófago: empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al abdomen a través del orificio esofágico del diafragma. El esófago llega a medir 25 cm y tiene una estructura formada por dos capas de músculos, que permiten la contracción y relajación en sentido descendente del esófago. De hecho, sus paredes están separadas solo cuando pasa el bolo alimenticio hacia el estómago. Es la primera parte del tubo digestivo que permite la llegada del alimento al estómago, primera gran caldera de la digestión. Estómago: en forma de saco está unido al resto del tubo digestivo a través de 2 válvulas. Los cardias que controla el paso del bolo alimenticio al estómago y el píloro que controla el paso del quimo (alimentos parcialmente digeridos) al intestino delgado. Tiene forma de “J” y mide aproximadamente 25 cm de los cardias al píloro y el diámetro transverso es de 12 cm. Su forma varía en función de la cantidad de contenido en el estómago. Es el encargado de hacer una parte importante de la digestión, que realmente ya ha empezado de forma mecánica y por la acción de los enzimas de la saliva, mediante la transformación química del bolo alimenticio por medio de los jugos gástricos. Los jugos gástricos contienen básicamente ácido clorhídrico (HCl), el factor intrínseco, una glucoproteína utilizada en la absorción de vitamina B12 en el intestino delgado; además contiene pepsinógeno, precursor enzimático que se activa con el HCl formando 3 pepsinas cada uno, que son enzimas hidrolíticas. La secreción de jugo gástrico está regulada tanto por el sistema nervioso como el sistema endocrino, proceso en el que actúan: la gastrina, la colecistoquinina (CCK), la secretina y el péptido inhibidor gástrico. En el estómago se realiza principalmente la digestión de proteínas (principalmente a través de las pepsinas) y lípidos. No tiene lugar la digestión de carbohidratos. Otras funciones del estómago son la eliminación de posibles bacterias que viene con los alimentos por acción del ácido clorhídrico. Intestino delgado: comienza en el píloro y termina en la válvula ileocecal, por la que se une a la primera parte del intestino grueso. Su longitud es variable y su calibre disminuye progresivamente desde su origen hasta la válvula ileocecal y mide de 6 a 7 metros de longitud. Se suelen diferenciar 3 partes comenzando con el duodeno, seguido del yeyuno y el íleon que comunica con el intestino grueso. En el intestino delgado se completa la digestión de proteínas, lípidos e hidratos de carbono y ácidos nucleicos, mediante la secreción pancreática y de bilis y también tiene lugar la absorción de los nutrientes y micronutrientes. Intestino grueso: Tras el ciego, la del intestino grueso es denominada como colon ascendente con una longitud de 15cm, para dar origen a la tercera porción que es el colon transverso con una longitud media de 50cm, originándose una cuarta porción que es el colon descendente con 10cm de longitud. Por último, se diferencia el colon sigmoideo, recto y ano. El recto es la parte terminal del tubo digestivo. El Intestino grueso se inicia a partir de la válvula ileocecal en un fondo de saco denominado ciego de donde sale el apéndice vermiforme y termina en el recto. Desde el ciego al recto describe una serie de curvas, formando un marco en cuyo centro están las asas del yeyuno íleon. Su longitud varía entre 120 y 160 cm, y su calibre disminuye progresivamente, desde los 6-7 cm en el ciego hasta los 3 cm en la región donde se une al recto. Problemas digestivos I: Alteración de la flora intestinal “disbiosis” La flora intestinal se puede considerar como un ecosistema en simbiosis con el tracto gastrointestinal que comprende millones de bacterias y levaduras que en perfecto equilibrio favorecen el proceso digestivo y la asimilación de nutrientes y micronutrientes. Cuando este equilibrio se altera bien por déficit o sobrecrecimiento de una o varias especies, bien de bacterias o de levaduras se ve comprometida la mucosa intestinal y se alteran los procesos de digestión y asimilación de nutrientes. Puede ser detectada mediante el análisis de determinados ácidos orgánicos en orina. Problemas digestivos II: Síndrome de colon irritable, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn Síndrome de colon irritable: El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno crónico intestinal. El SII no provoca inflamación ni afecciones más graves. En casos de SII, los músculos del colon no funcionan normalmente y se producen espasmos y se suele presentar alternancia entre la colitis y el estreñimiento. Se desconoce la causa exacta. En general todas las personas que lo padecen presentan intolerancias alimentarias y reacciones adversas a muchos medicamentos. Además, en la mayoría de los casos existe una disbiosis por levaduras o bacteriana. El SII también puede aparecer después de padecer gastroenteritis, tras una situación de estrés prolongada o como consecuencia de la ingesta de ciertos medicamentos, especialmente antibióticos. Colitis ulcerosa: se define como una inflamación difusa del colon, con compromiso del recto, y que se extiende de manera proximal y continua, localizándose el proceso inflamatorio habitualmente en mucosa y submucosa colónica. La lesión histopatológica característica es la presencia de abscesos en las criptas, con un infiltrado inflamatorio de neutrófilos, células plasmáticas y eosinófilos en la lámina propia. Se desconoce la causa exacta. En general todas las personas que lo padecen presentan intolerancias alimentarias y reacciones adversas a muchos medicamentos. Además, en la mayoría de los casos existe una disbiosis por levaduras o bacteriana que empeoran la situación y dificultan la remisión de la enfermedad. Enfermedad de Crohn: es una inflamación crónica y transmural (que comprende a todas las capas del intestino) y que, a diferencia de la colitis ulcerosa, puede afectar a uno o varios segmentos del tracto digestivo, con compromiso predominante en íleon terminal, colon y región perianal. Los tramos entre las zonas afectadas histológicamente son normales. Se desconoce la causa exacta. En general todas las personas que lo padecen presentan intolerancias alimentarias y reacciones adversas a muchos medicamentos. Además, en la mayoría de los casos existe una disbiosis por levaduras o bacteriana que empeoran la situación y dificultan la remisión de la enfermedad. Problemas digestivos III: Dispepsia Dispepsia: presencia de malestar o de dolor persistente o recurrente que se centra en la parte superior del abdomen o el epigastrio. Otros síntomas pueden ser pirosis, saciedad temprana y náuseas. Generalmente se debe a desajustes en las secreciones digestivas.