La migración es un complejo fenómeno relacionado con múltiples aspectos económicos, sociales y de seguridad que inciden en nuestra vida cotidiana en un mundo cada vez mas interconectado. El termino migración engloba una gran diversidad de un movimiento y situaciones que afectan a personas de cualquier condición y origen social. En la actualidad la migración afecta a todos los países y a toda la población mundial. La migración ha contribuido a mejorar la vida de las personas tanto en los países de origen como en los de destino y ha brindado a millones de personas en todo el mundo la oportunidad de tener una vida plena. En los últimos años, se ha observado un aumento de las migraciones y los desplazamientos provocados por conflictos, persecuciones, situaciones de degradación y de cambio ambiental, la falta de oportunidades y la seguridad. Desde fines de siglo XIX hasta nuestros días se pueden identificar cuatro momentos significativos sobre el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe: el primero se vincula con las migraciones transoceánicas; el segundo, con las migraciones internas, producto de la crisis económica en las décadas de 1930 y 1940; un tercero, con las transfronterizas; y un cuarto, con las que se producen con la globalización, objeto de este trabajo. La primera, desde fines de siglo XIX hasta mediados del XX, movilizó a 55 millones de europeos aproximadamente y actuó como válvula de escape, posibilitando la organización o reorganización de los estados europeos. La segunda, consecuencia de la crisis económica de 1930, afectó al ámbito rural, generando una migración del campo a las ciudades. La tercera, producto de conflictos políticos, económicos y sociales, generó una migración entre países fronterizos desde la década de 1960. La cuarta se produce en las últimas dos décadas del siglo XX hasta la actualidad y, según algunas estimaciones, ha movilizado en todo el mundo a más de 150 millones de personas que actualmente no residen en su país de origen. Según la Cepal (2004), para el año 2000 vivían fuera de sus países de origen 20 millones de latinoamericanos. Aun que en Europa los desplazamientos de la población constituyen un fenómeno histórico de larga historia de tradición, su importancia a aumentado significativamente en los últimos 150 años como consecuencia de las transformaciones sociales, económicas demográficas y políticas que se han caracterizado. Durante la colonización Hasta el siglo XVIII, las principales migraciones en Europa, con flujos tanto de entrada como de salida, se encuentran relacionadas con los procesos de conquista realizados por cada civilización, aunque también se producen desplazamientos pacíficos como las colonizaciones agrarias impulsadas por los monarcas europeos en Prusia, Hungría o Siberia, destinadas a ocupar zonas deshabitadas y a consolidar la ocupación de territorios. En periodo de guerra El período de entreguerras se caracteriza por los procesos de limpieza étnica y los desplazamientos forzados por razones políticas y religiosas. La Primera Guerra Mundial y los cambios derivados del conflicto en el mapa político europeo provocaron el reasentamiento obligado de más de seis millones de personas. Poco después, la revolución soviética y el ascenso al poder del nazismo en Alemania dieron continuidad a este proceso. Durante la Segunda Guerra Mundial, las migraciones internacionales por motivos económicos quedaron detenidas, siendo sustituidas por las deportaciones y los éxodos masivos de población en busca de refugio. En Europa, entre 25 y 30 millones de personas se desplazaron durante el conflicto, principalmente en Alemania y la Unión Soviética, mientras que en los años posteriores a la guerra, y hasta la construcción del muro de Berlín en 1961, unos cuatro millones de refugiados alemanes pasaron de la República Democrática a la República Federal. Flujos migratorios en América latina El período de entreguerras se caracteriza por los procesos de limpieza étnica y los desplazamientos forzados por razones políticas y religiosas. La Primera Guerra Mundial y los cambios derivados del conflicto en el mapa político europeo provocaron el reasentamiento obligado de más de seis millones de personas. Poco después, la revolución soviética y el ascenso al poder del nazismo en Alemania dieron continuidad a este proceso. Durante la Segunda Guerra Mundial, las migraciones internacionales por motivos económicos quedaron detenidas, siendo sustituidas por las deportaciones y los éxodos masivos de población en busca de refugio. En Europa, entre 25 y 30 millones de personas se desplazaron durante el conflicto, principalmente en Alemania y la Unión Soviética, mientras que en los años posteriores a la guerra, y hasta la construcción del muro de Berlín en 1961, unos cuatro millones de refugiados alemanes pasaron de la República Democrática a la República Federal.