ANTOLOGIA POETICA DE LA GENERACION DEL 27 La Generación del 27, nombre con el que se identifica al grupo de escritores españoles ligados históricamente por el homenaje a Luis de Góngora, al cumplirse, en 1927, el tricentenario de su muerte. En la generación del 27 se produce un encuentro entre ciertos principios de las vanguardias literarias y la poesía española clásica, desde la lírica popular (Gonzalo de Berceo), hasta poetas barrocos, como Góngora, En efecto, como muy bien definiera al grupo del 27 uno de sus poetas representativos, Rafael Alberti, ellos eran "vanguardistas de la tradición". Tienen incluso una actitud de reconocimiento hacia la generación del 98, el filósofo José Ortega y Gasset, aporta con La deshumanización del arte (1925) una visión crítica y en cierto modo descriptiva de la estética del 27. Además de la recuperación de Góngora y de la influencia del pensamiento de Ortega y Gasset, la generación del 27 tuvo especial admiración por Juan Ramón Jiménez, sobre todo por su idea de la poesía pura, que implicaba, en su afán de superar las formas del realismo. Su poesía tambien se ve influenciada por Ramón Gómez de la Serna, las vanguardias plásticas y literarias, las consecuencias del influjo surrealista y del compromiso político o social de algunos escritores. LOS COMPONENTES Pedro Salinas, nació en Madrid y se doctoró en Filosofía y Letras. Fue lector de español en la Universidad de La Sorbona, París (1914-1917), catedrático de Literatura en la Universidad de Sevilla (1918-1926) y posteriormente en la de Murcia. Viajó por casi toda Europa y el norte de África y ejerció como lector en la Universidad inglesa de Cambridge (1922-23), siendo profesor de la Escuela Central de Idiomas, de Madrid, colaborador del Centro de Estudios Históricos y fundador y secretario de la Universidad Internacional de Santander (1933-1936). Se exilió debido a la Guerra Civil española y trabajó como profesor en las universidades de Wellesley y Baltimore, Universidad de Puerto Rico. Murió en Boston. No. Tengo que vivirlo dentro, me lo tengo que soñar. Quitar el color, el numero, el aliento todo fuego, con que me quemó al decírmelo, convertir todo en acaso, en azar puro, soñándolo. Y asi, cuando se desdiga de lo que entonces me dijo, no me morderá el dolor de haber perdido una dicha que yo tuve en mis brazos, igual que se tiene un cuerpo. Creeré que fue soñado. Que aquello tan de verdad, Estados Unidos, y en la no tubo cuerpo, ni nombre. Que pierdo una sombra, un sueño mas. En este poema de Pedro salinas podemos apreciar el intento por desechar de la poesía todo lo que no es estrictamente artístico, no nos habla de su dicha, no cuenta que es lo que la produce, si no que se centra en lo emocionalmente artístico. Jorge Guillén, (1893-1984). Nació en Valladolid y fue catedrático de Literatura en las universidades de Murcia y Sevilla. Se exilió a raíz de la Guerra Civil española y enseñó en diversas universidades estadounidenses y de Hispanoamérica. Regresó a España después del fallecimiento de Franco (1975), instalándose en Málaga, donde murió. Obtuvo el Premio Cervantes en 1976. El vencedor No mas desgana displicente. Que el maravilloso deseo Te impulse por la gran pendiente Donde triunfaras como Anteo. No hay contacto que desaliente. Alegría del sol hermana ¿Ya nunca se despertara? ¿Hoy no vale mas que mañana? ¿Aca no puede mas que allá? Tu vences si el deseo gana. Este poema de Jorge Guillén es de Homenaje, y en el se puede ver el afán de pureza estética, como Guillén condensa las emociones que quiere transmitir en dos estrofas, de cinco versos y con rima en pares e impares entre sí. Gerardo Diego, (1896-1987), nació en Santander y simultaneó sus estudios de bachillerato con los de piano. A los 13 años realiza sus primeros intentos poéticos. Doctor en Filosofía y Letras, en 1920 obtiene una cátedra de instituto y publica su primer libro de poemas, El romancero de la novia. Gana el Premio Nacional de Literatura en 1925 por su libro Versos humanos. Comienza a publicar las revistas Carmen y Lola, de carácter vanguardista, en 1927. En 1932 recopila la influyente antología Poesía española contemporánea (1915-1932), e inicia sus tareas como crítico musical en varios diarios. En 1939 se traslada al instituto Beatriz Galindo de Madrid donde permanecerá hasta su jubilación en 1966. Es elegido por unanimidad miembro de la Real Academia Española en 1947. Vuelve a obtener el Premio Nacional de Literatura en 1956. En 1980 se le concede el Premio Cervantes. Muere en Madrid en 1987 y es sepultado en el cementerio de Pozuelo de Alarcón. En mitad de un verso Murio en mitad de un verso, cantándole, floreciéndole, y quedo el verso abierto, disponible para la eternidad mecido por la brisa, la brisa que jamas concluye, verso sin terminar, poeta eterno. Quien se muriera asi al aire de una sílaba. Y al conocer esa muerte de poeta, recordé otra de mis oraciones. "Quiero vivir, morir, siempre cantando y no quiero saber porque ni cuando." Sí, en el seno del verso, que le concluya y me concluya Dios. Este poema esta incluido en Cementerio Civil, lo he elegido porque representa un mundo incoherente, de versos y sílabas, en el que el poeta tiene una muerte distinta de la de los demás, esto es un rasgo característico de esta generación. Federico García Lorca, (1898-1936), nació en Fuente Vaqueros (Granada). Estudió bachillerato y música en su ciudad natal y, entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí, del cineasta Luis Buñuelo y del también poeta Rafael Alberti, entre otros. Viajó a Nueva York y Cuba en 1929-30. Volvió a España y escribió obras teatrales que le hicieron muy famoso. Fue director del teatro universitario La Barraca, conferenciante, compositor de canciones y tuvo mucho éxito en Argentina y Uruguay, países a los que viajó en 1933-34. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil española, en Granada, donde le fusilaron. Sorpresa Muerto se quedo en la calle con un puñal en el pecho. No lo conocía nadie. ¡Como temblaba el farol! Madre. ¡Como temblaba el farolito de la calle! Era madrugada. Nadie pudo asomarse a sus ojos abiertos al duro aire. Que muerto se quedo en la calle, con un puñal en el pecho y que no lo conocía nadie. Rafael Alberti, poeta y dramaturgo español, nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz). Inicialmente se dedicó a la pintura. Se trasladó a Madrid con su familia, y en 1924, se le concedió el Premio Nacional de Literatura, por el primer libro que publicó, Marinero en tierra. Su surrealismo le lleva a introducir asuntos personales en el ámbito de las cuestiones históricas, lo que supuso en él una inclinación hacia el anarquismo, como demuestra su elegía Con los zapatos puestos tengo que morir, de 1930. Posteriormente se afilió al Partido Comunista español, y con su compañera, la también escritora María Teresa León, se vio obligado a exiliarse después de la derrota de la República en la Guerra Civil española. Vivió en Argentina hasta 1962. A partir de ese año residió en Roma, y no regresó a España hasta 1977, siendo elegido diputado por la provincia de Cádiz. Ha recibido muchos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Lenin de la Paz, en 1966, y el Premio Cervantes, en 1983. Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo; que la noche la mañana Se equivocaba. Que las estrellas, rocío; que la calor la nevada. Se equivocaba. Que tu falda era tu blusa, que tu corazón su casa Se equivocaba. (Ella se durmió en la orilla, tu en la cumbre de una rama.) Este poema es de Muelle del reloj, y me ha gustado especialmente de entre todos los que he leído, porque ademas de ser una visión original de la realidad se nota la tendencia al individualismo, y la preocupación estética, y refleja una sensación concreta, de confusión, de haberse equivocado. Dámaso Alonso, (1898-1990). Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras. Antes de la Guerra Civil española estudió en el Centro de Estudios Históricos de Madrid y participando a la vez en las actividades literarias e intelectuales de la Residencia de Estudiantes donde coincidió con: Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí. Colaboraba en la Revista de Occidente y en la poética Los Cuatro Vientos. Para reivindicar la poesía de Góngora preparó todo un aparato teórico en su edición crítica de las Soledades (1927), cuya fecha de publicación da nombre a la generación de 27. Fue catedrático de la Universidad de Valencia y posteriormente catedrático de Filología Románica en la Universidad de Madrid. En 1945 ingresó en la Real Academia Española, de la que llegó a ser director, y en 1959 en la Academia de la Historia. También recibió el Premio Cervantes. Oración por la belleza de una muchacha Tu le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu hondura, y en dos enormes cauces de negrura, simas de infinitud, luz de dia; Esos bultos de nieve, que bullía al soliviar del lino la tersura, y, prodigios de exacta arquitectura dos columnas que cantan tu armonía. ¡Ay, tú señor, le diste esa ladera que en el lave dulce se derrama, miel secreta en el humo entredorado! ¿A qué tu poderosa mano espera? Mortal belleza eternidad reclama. ¡Dale la eternidad que le has negado! Este poema es de Oscura noticia y lo mas destacable que encuentro en el es la gran riqueza de lengua je poético que emplea Dámaso Alonso en el poema. Ademas tambien se preocupa mucho por la estética del poema, nada mas decir que es un soneto. Vicente Aleixandre, (1896-1984), poeta español que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1977. En 1934 ya había conseguido el Premio Nacional de Literatura y desde 1949 fue miembro de la Real Academia Española. Nació en Sevilla, pasó la infancia en Málaga y a los trece años se trasladó a Madrid. Estudió Derecho y Comercio y fue profesor de Derecho Mercantil de 1920 a 1922. En 1925, durante una grave enfermedad, empezó a escribir poesía. El primer libro que publicó fue Ámbito, de 1928, donde muestra interés por la naturaleza y ofrece el conocimiento que posibilita la pasión. En los siguientes, Espadas como labios, de 1932, y Pasión de la tierra, de 1935, incorpora plenamente el surrealismo a la poesía castellana y el poeta aparece como el que transmite los mensajes del cosmos. Niñez Giro redondo, gayo, vertiginoso, suelto, sobre la arena. Excusas entre los tiernos fresnos. Sombras. La piel, despierta ojos -sin mar- risueños. Verdes sobre la risa. Frente a la noche negros. Iris de voluntades. Palpitación. Bosquejo. Por entre lonas falsas una verdad y un sueño. Fuga por galería, sin esperar. Diverso todo el paisaje. Sumo, claro techando, el cielo. Me ha gustado en especial este poema de Ámbito, por como constituye ese equivalente artístico de la realidad, que buscaban los miembros de la generación del veintisiete. Ademas este mundo es abstracto e incoherente, todo ello conseguido conservando la estética del poema. Luis Cernuda, (1902-1963), nació en Sevilla, hijo de un padre militar, y se educó en un ambiente de rígidos e intransigentes principios. Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Sevilla y allí conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor. En los años veinte se traslada a Madrid, donde entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará Generación del 27. Pasa un año como lector de español en la Universidad de Toulouse. Al proclamarse la República, la recibe con ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Durante la Guerra Civil participó en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia, y en 1938 fue a dar unas conferencias a Inglaterra, de donde ya no regresó a España, iniciando un triste exilio: Inglaterra, Escocia y, desde 1952, México. Su primera obra, Perfil del aire (1927), estaba en la línea de la poesía pura. De su estancia en Francia surgió Un río, un amor (1929), influido por el surrealismo. Donde habite el olvido (1934) es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Desde 1936 agrupa toda la poesía que va produciendo bajo el título La realidad y el deseo, al que va añadiendo poemas. En el exilio publicó Las nubes (1940), Con las horas contadas (1950-1956) y Desolación de la quimera (1962). También escribió interesantes ensayos literarios y colaboró en revistas y periódicos mexicanos como Excélsior o Novedades. Murió en la ciudad de México. Peregrino ¿Volver? Vuelva el que tenga, Tras largos años, tras un largo viaje, Cansancio del camino y la codicia De su tierra, su casa, sus amigos, Del amor que al regreso fiel espere Mas, ¿tú? ¿volver? Regresar no piensas, Sino seguir libre adelante, Disponible por siempre, mozo o viejo, Sin hijo que te busque, como ha Ulises, Sin Ítaca que te aguarde, y sin Penélope Sigue, sigue adelante y no regreses, Fiel hasta el fin del camino y tu vida No hechas de menos un destino más fácil, Tus pies sobre la tierra aun no hollada, Tus ojos sobre lo antes nunca visto. Extraído de Desolación de la Quimera, representa un fragmento del mundo, el de un viajero, en el que refleja solo emociones artísticas. Emilio Prados, (1899-1962), nació en Málaga en 1899. Después de estudiar en la Residencia de Estudiantes de Madrid y de su estancia en Suiza y sus viajes por Francia y Alemania, vuelve a Málaga, donde funda con Manuel Altolaguirre la revista de poesía Litoral en noviembre de 1926. Con el triunfo de Franco, se exilió en México. ...Un acorde de nubes, suspende sobre el cielo al rumor incoado de la voz que termina. Todo el azul, presenta su belleza, ante el fuego que va a nacer... (¿Contemplo a Dios?...) ¡Vuelvo mi alma! Este poema extraído de Río Natural es surrealista, y esta exento de toda "anécdota humana", solo tiene conceptos artísticos. Manuel Altolaguirre, (1905-1959), poeta español, nacido en Málaga, cuya poesía irradia una gran espiritualidad. Ligado a la generación del 27, en su poesía se advierten influencias iniciales de Juan Ramón Jiménez y de Pedro Salinas y, posteriormente, de Emilio Prados, Vicente Aleixandre y, sobre todo, Luis Cernuda. Es la tierra de nadie No es color turbio, ni perdida forma ni luz difusa, débil, la que parte a inmensidad del campo, su hermosura. No es un otoño entre el calor y el frío, no se ve ni se siente, no se sueña la fatídica franja divisoria Pero allí esta, como un reptil, inmóvil: es la tierra de nadie, de mi España. Poesía extraída de Nube temporal, es abstracto y solo podemos leer en ella aspectos y emociones estrictamente artísticos.