Violencia Institucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos Módulo 1- Introducción a los Derechos Humanos y a los principios de Igualdad y No Discriminación Índice de contenido Introducción ........................................................................................................................ 2 Los Principios de Igualdad y No Discriminación ................................................................. 2 ¿Violencia Institucional o Violaciones a los Derechos Humanos? ...................................... 7 El Principio de Igualdad y las luchas contra todas las formas de discriminación ............. 10 Metadatos: Título del curso / Módulo 1 clase N° 1 / publicado: viernes, 9 de agosto de 2019 Palabras clave: educación, derechos humanos, estado, sociedad, violencia institucional, principio de igualdad y no discriminacion, violaciones a los derechos humanos páginas: 13 / palabras 3548 / caracteres 20362 / imágenes 2 / tablas 1 Nombre del archivo: Clase 1_2018 1 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos Introducción Les damos la bienvenida al primer módulo del curso. Este módulo apunta a presentar los núcleos centrales de la reflexión respecto de las nociones de derechos humanos, igualdad y no discriminación. En este sentido, esperamos poder brindarles elementos para comprender la relación intrínseca que existe entre promoción y defensa de los derechos humanos, equidad y lucha contra la discriminación. La perspectiva central de esta unidad se orienta a sentar las bases para una reflexión en profundidad sobre los diversos aspectos puestos en juego desde el paradigma de los derechos humanos. Los Principios de Igualdad y No Discriminación Cuando hablamos de Derechos Humanos partimos de la premisa de que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es así como llegamos a decir que el paradigma de los derechos humanos se organiza alrededor de los principios de igualdad y no discriminación. Sumado a ello, hablar de derechos humanos supone tener presente que todos los derechos humanos son “universales, indivisibles e interdependientes”, no hay jerarquías entre ellos, son progresivos y se encuentran en constante expansión. En este sentido, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993 estableció que: “la comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso. Debe tenerse en cuenta la importancia de las particularidades nacionales y regionales, así como de los diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero los Estados tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades 1 fundamentales.” 1 Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993): Declaración y Programa de Acción de Viena, punto 5. 2 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos Estas consideraciones nos llevan a la necesidad de repensar y problematizar la noción de comunidad. Una primera aproximación a la noción de comunidad podría remitirnos al vínculo que establecemos con otros/as. Sin embargo, es importante considerar que la noción de comunidad no involucra simplemente instancias de intersubjetividad (es decir, los intercambios discursivos, simbólicos, económicos concretos y situados) sino que su análisis requiere reponer aquella trama más densa que hace posible la inscripción social de dichas situaciones de intersubjetividad. En el mismo sentido, debemos estar atentos a las limitaciones propias de pensar la comunidad meramente como conjunto de personas que pueden ser caracterizas a partir de determinados rasgos dados en común (entre otros, como señala Nancy, sangre, sustancia, filiación, esencia, origen, naturaleza, consagración, elección, identidad orgánica o mística2): en estos casos, nos encontramos ante la puesta en escena de los presupuestos de teorías que plantean una homogeneidad intrínseca para cada comunidad. En todo caso, resulta de importancia tener presente que al reflexionar sobre la comunidad no hacemos referencia a ella como un ‘valor’ sino como la condición y el carácter propio de la existencia humana. Desde el paradigma de los derechos humanos, pensar la comunidad implica reflexionar sobre el lazo social que hace posible la vida-en-común de todas y todos; esto es, el desarrollo sobre bases equitativas de las expectativas de vida buena y plena, libre de condicionamientos y desigualdades. La idea de bien común o de vida buena, que es lo que desde el paradigma de los derechos humanos sustenta la idea de comunidad, no puede desconocer las desigualdades sociales y mucho menos desatender el hecho de que esas desigualdades tienen consecuencias diferenciales para distintas personas y grupos de personas. Como veremos más adelante, tanto las situaciones socioeconómicas de pobreza y exclusión social como el género operan como variables amplificadoras de las desigualdades. Dentro de este marco, las violaciones y 2 NANCY, Jean-Luc. 1999. “Conloquium”.En ESPOSITO, Roberto. 2003.Communitas: origen y destino de la comunidad, Amorrortu, Buenos Aires 3 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos vulneraciones de derechos se intensifican para aquellas personas que, en determinado momento, presentan determinaciones existenciales marcadas por estas variables3. Las prácticas sociales discriminatorias, lejos de ser un problema de ‘minorías’ (noción que desde el paradigma de los derechos humanos resulta problemática en tanto hace pensar en la variable numérica como criterio para el acceso y garantía a derechos), aparecen ligadas inseparablemente a las condiciones sociales de existencia. En el contexto latinoamericano, estas condiciones están claramente marcadas por fuertes desigualdades e inequidades sociales. El principio de igualdad anclado en el paradigma de los derechos humanos no se orienta a suprimir y/o desconocer las diferencias que existen entre las personas sino a sentar las bases para que ellas –se trate de diferencias de sexos, culturas, colores de piel, de lenguas, orientaciones sexuales, religiosas, entre otras– dejen de ser el presupuesto sobre las que se fundan y legitiman formas de dominación, jerarquías sociales, prácticas sociales discriminatorias y otras formas de desigualdad social. En este contexto, resulta de suma importancia comenzar a abordar toda cuestión social y política desde un horizonte que permita dar cuenta del trasfondo de las prácticas sociales discriminatorias. Es así prioritario enfatizar una concepción de comunidad no homogénea, donde las diferencias no sean presentadas como ‘elementos extraños’ que requieren ser ‘segregados’, ‘expulsados’, ‘valorados’ y/o ‘preservados’ sino como la estructura constitutiva de lo comunitario. Es en este marco que debemos reflexionar sobre las diversas formas de negación en el acceso a derechos y, en particular, sobre las vulneraciones y violaciones concretas que ocurren de forma cotidiana. Es en este escenario que la “violencia institucional” se presenta como principal obstáculo para el ejercicio pleno de los derechos humanos. Pero, ¿qué es la violencia institucional? 3 VVAA. (2005): Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación, Buenos Aires, INADI.Pág. 67 4 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos Hablamos de violencia institucional para hacer referencia a un amplio conjunto de situaciones que, ejercidas desde instituciones públicas por medio de sus funcionarios/as, tienen como consecuencia la vulneración y violación de derechos de las personas. Si quisiéramos precisar las formas más graves que adoptan estas prácticas en la actualidad haríamos referencia a graves violaciones a los derechos humanos, abusos e ilegalidades que van desde detenciones arbitrarias y torturas hasta asesinatos por “gatillo fácil”. Estas prácticas se desarrollan de forma sistemática y estructural (como acciones y omisiones) y tienen como resultado retardar, obstaculizar o impedir el acceso y garantía a los derechos humanos. En la próxima clase centraremos la reflexión en la forma en que se desarrollan estas prácticas. Al intentar puntualizar de qué hablamos al decir “violencia institucional” debemos enfrentarnos al problema de caracterizar estas prácticas: no es lo mismo hablar de un asesinato que de un mal trato verbal. Es por ello que es importante y complejo establecer el alcance de las prácticas consideradas como “violencia”, en tanto se trata de un término polisémico y ambiguo que da cuenta de “acciones tanto individuales como colectivas, organizadas como espontáneas, ritualizadas o rutinizadas, legales o ilegales, intencionales o no intencionales”4. Nuestra mirada parte de considerar que el paradigma de los derechos humanos nos brinda un horizonte para abordar, analizar y modificar prácticas sociales que establecen valoraciones distintas para distintos grupos de personas. Este tipo de prácticas se fundamentan en distintos “motivos” que varían a lo largo del tiempo y los lugares: el color de la piel, el lugar de nacimiento, los ingresos familiares, el sexo y la identidad sexual, etc. Todas estas formas de violencia tienen como presupuesto la consideración de que todos los seres humanos no son igualmente dignos. La violencia institucional se caracteriza por impactar sobre personas y grupos de personas marcadas por determinadas características como “la 4 GARRIGA ZUCAL J. y NOEL G. 2010. "Notas para una definición antropológica de la violencia: un debate en curso", Publicar, año VIII N° IX. 5 condición http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos socioeconómica, el encierro, las afecciones en la salud mental, la edad, el género, la identidad sexual, la migración irregular, entre otros”. Las personas y grupos de personas que resultan mayormente victimizadas por éstas prácticas suelen encontrar numerosas restricciones para acceder a una protección efectiva por parte de la administración pública y acceso a la justicia5. A pesar del avance de la conciencia democrática, su difusión y aceptación por parte de la sociedad seguimos naturalizando diversas formas de desigualdad y legitimando la limitación de derechos. Los medios de comunicación, entre otros actores, favorecen la construcción y difusión de imaginarios y estereotipos que avalan y legitiman la violencia contra aquellas personas que son conceptualizadas como “el Otro”. Nuestro objetivo es poder desnaturalizar tanto las prácticas discriminatorias y violentas perpetradas por agentes policiales y de seguridad como su difusión por parte de los medios de comunicación. 8 de mayo Día Nacional de lucha contra la Violencia Institucional El 8 de mayo de 1987 ocurrió la llamada “Masacre de Budge”, en la que la policía bonaerense mató a tres chicos. Ese día los jóvenes Oscar Aredes (de 19 años), Agustín Olivera (de 20 años) y Roberto Argañaraz (de 24 años) fueron asesinados por efectivos de la policía bonaerense en la localidad de Ingeniero Budge, Provincia de Buenos Aires. Ese día tres suboficiales de la Policía asesinaron a balazos a estos tres amigos que conversaban y tomaban una cerveza en una esquina. Agustín recibió doce balazos (siete en la espalda), Roberto, diez y Oscar, siete. Trece años más tarde, los policías recibieron la primera condena. Sin embargo, el juicio fue anulado por un error técnico. Tras un nuevo juicio, en 1994, los tres policías fueron condenados a 11 años de prisión por homicidio simple. Aun así, recién en el año 2007 los policías fueron efectivamente apresados y enviados a prisión. El 28 de noviembre de 2012 se instituyó el 8 de mayo como “Día Nacional de la Lucha Contra la Violencia Institucional” por medio de la sanción de la Ley N° 26.811. En esta línea la prevención y la erradicación de la violencia institucional implican diversas líneas de acción, entre ellas: 5 Resolución PGN N°455/13 Procuración General de la Nación, creación de la "Procuraduría de Violencia Institucional" 6 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos 1. Empoderamiento de las personas para que puedan conocer y ejercer sus derechos; 2. Diseño de estrategias institucionales para que los/as perpetradores/as no violen los derechos de las personas 3. Fortalecimiento de estrategias institucionales y judiciales para prevenir la impunidad; 4. Diseño de estrategias institucionales para el acceso a la justicia; 5. Fortalecimiento del rol de la justicia para investigar y sancionar a los/as culpables de este tipo de hechos, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición de estos hechos. ¿Violencia Institucional o Violaciones a los Derechos Humanos? Al analizar cuestiones relativas a los derechos humanos uno de los aspectos centrales a tener en consideración se refiere a la tipificación de determinados hechos como “violaciones a los derechos humanos”. Como sabemos, los/as agentes, funcionarios/as y autoridades públicas, son quienes tienen la responsabilidad concreta de respetar, garantizar, proteger y velar por el real cumplimiento de los derechos y libertades fundamentales que estamos analizando6. El trabajo que estas personas desarrollan, cada una de sus acciones u omisiones, es considerado como una acción del Estado y ello significa que estas acciones acarrean responsabilidad para el Estado. Ante la ocurrencia de situaciones que vulneren derechos consagrados en un instrumento internacional de derechos humanos, la cuestión central es determinar si la situación de vulneración implica también una responsabilidad por parte del Estado. Es únicamente el Estado quien está obligado a respetar y garantizar la vigencia de los derechos humanos y, en tal sentido, es el único que puede violarlos. Es por ello que cuando un/a funcionario/a público/a incumple sus obligaciones o abusa del poder que le 6 En este punto vale la pena recordar que, siguiendo la definición propuesta por Max Weber, la característica distintiva del Estado moderno es monopolizar la violencia física legítima; esto es, que toda forma de violencia legítima se concentra en sus instituciones. Sin embargo debemos resaltar que esto no significa que la única forma de acción posible sea el uso de la fuerza sino que mayormente la función del aparato represivo se ejerce de esta forma. Véase WEBER, Max. 1967.El político y el científico, Alianza, Madrid. 7 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos fue conferido –negando derechos o dejando de hacer lo necesario para garantizarlosnos encontramos frente a una violación de derechos humanos. Cuando una persona resulta víctima de cualquier tipo de agresión, abuso o violencia puede recurrir a las autoridades, quienes determinarán si se trata de un delito y cuál es la sanción que corresponde a ese tipo de acción. Para estos casos (delitos cometidos por particulares), los Estados han desarrollado diversas medidas para prevenirlos y sancionarlos: cada país dispone de legislación donde se especifican las acciones consideradas delictivas y, a su vez, cuenta con normativa relativa a la investigación, juzgamiento y sanción de dichos actos. Mientras que los delitos cometidos por particulares reciben este tipo de tipificación, las acciones u omisiones de los/as funcionarios/as públicos/as que vulneran un derecho consagrado en un instrumento internacional de derechos humanos reciben el tratamiento de “violación de derechos humanos”. Esto significa que, en los casos en que el agresor es la propia autoridad estatal, hablamos de violación a los derechos humanos. Sin embargo, debemos tener presente que existen casos en los que un particular también puede cometer una violación a los derechos humanos: esto ocurre cuando esta persona o grupo de personas actúan en complicidad, en conexión o bajo órdenes de agentes estatales. Un punto importante a considerar es que la noción de “violación de derechos humanos” no se aplica a una determinada clase de actos (como la tortura, la desaparición forzada o el asesinato, entre otros) sino a la comisión de estos actos por el Estado o sus agentes. El hecho de que esta acción u omisión comprometa la responsabilidad del Estado a nivel internacional es lo que habilita el funcionamiento de los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos, constituyendo un control externo de la conducta y actuación de los/as funcionarios/as estatales. El motivo por el cual existen estas instancias de control supranacional es que los Estados han considerado necesario que exista una garantía para que, en caso de verse afectados 8 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos derechos fundamentales, el/la damnificado/a pueda contar con una instancia de protección supranacional con capacidad de verificar el respeto a estos derechos. Retomemos, en este sentido, algunos aspectos señalados por Nikken: “Las ofensas a la dignidad de la persona pueden tener diversas fuentes, pero no todas configuran, técnicamente, violaciones a los derechos humanos. (…) La nota característica de las violaciones a los derechos humanos es que ellas se cometen desde el poder público o gracias a los medios que este pone a disposición de quienes lo ejercen. No todo abuso contra una persona ni toda forma de violencia social son técnicamente atentados contra los derechos humanos. Pueden ser crímenes, incluso gravísimos, pero si es la mera obra de particulares no será una violación de los derechos 7 humanos.” Vale la pena destacar que esta calificación (“violación a los derechos humanos”) se utiliza en todos los países que han incorporado a su legislación interna el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Cuando hablamos de tratados internacionales hacemos referencia a pactos entre gobiernos. Es en este sentido que destacamos que los sujetos obligados por los pactos internacionales de derechos humanos son los Estados, no las personas ni organizaciones privadas. Resulta pertinente avanzar en este punto respecto de los aspectos centrales de los marcos e instrumentos jurídicos internacionales. El marco internacional de los Derechos Humanos establece obligaciones y deberes que los Estados deben respetar. Al firmar y ratificar los distintos instrumentos internacionales, los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar (abstenerse de interferir o limitar el disfrute de los derechos humanos, sea por acción u omisión), proteger (impedir todo tipo de abusos y violaciones de los derechos humanos) y garantizar (adoptar medidas de todo tipo tendientes a promover y asegurar el ejercicio de los derechos humanos) los derechos humanos. En este contexto, cuando por conductas imputables al Estado –es decir relativas a la acción u omisión de sus agentes, realizadas al amparo de su carácter oficial, aún si actúan fuera de los límites de su competencia– se violan derechos fundamentales y no 7 Nikken, Pedro, 1994. “El concepto de Derechos Humanos”, en: VVAA, Estudios Básicos de Derechos Humanos, T.I, San José, C.R., IIDH, Pp. 27-28. 9 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos se garantizan las medidas adecuadas de protección (por ineficacia, imposibilidad o retardo), las personas pueden interponer acciones ante órganos internacionales. Este tipo de recurso supone que, en el caso de que el sistema jurídico nacional no brinde recursos judiciales efectivos a las víctimas, puedan ponerse en funcionamiento los mecanismos de protección internacional. Ampliaremos este tema en la Clase 2 del próximo módulo. El Principio de Igualdad y las luchas contra todas las formas de discriminación Cuando hablamos de discriminación hacemos referencia a un amplio conjunto de prácticas sociales, acciones y procedimientos que, sobre la base de la asignación de atributos estereotipados, tienen como resultado menoscabar, restringir o anular la capacidad de las personas para poner en práctica y gozar plenamente de sus derechos. Estas prácticas incluyen desde la difusión de estereotipos hasta el hostigamiento y maltrato de personas, incluyendo el establecimiento de distinciones jurídicas. Entre los presupuestos sobre los que se asientan las prácticas sociales discriminatorias podemos dar cuenta de la vigencia de nociones que postulan la valencia diferencial de las personas (basadas en conjuntos cambiantes de atributos, sociohistóricamente delimitados) y que tienen como presupuesto la consideración de que todos los seres humanos no son igualmente dignos. Asimismo, encontramos creencias que presuponen la existencia de una correspondencia entre una determinada sociedad humana y un conjunto poblacional definido por un cierto conjunto de características, sean estas simbólicas, aspectuales o de otro tipo. Desde esta perspectiva, la encarnación, portación y/o exhibición de estas características resultaría un criterio básico para delimitar la pertenencia a esa determinada sociedad, estableciendo un 'nosotros' en contraposición a unos 'otros' que resultan caracterizados de acuerdo a otros aspectos, generalmente negativos. Esta idea de comunidad se construye sobre un presupuesto y una pretensión de homogeneidad (biológica y/o social) que no responde (ni podría responder) a la realidad y diversidad del género humano. En la mayoría de los 10 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos casos, lo que encontramos son sociedades que, sobre la base de esta pretendida homogeneidad, segmentan a su población distribuyendo prerrogativas a quienes ostentan caracteres considerados positivos y negando derechos a quienes no lo hacen. En este sentido, como hemos visto, el paradigma de los derechos humanos nos habilita la reflexión respecto del carácter constitutivamente no homogéneo de cualquier sociedad y comunidad humana. Desde una perspectiva de este tipo las diferencias entre las personas no son vistas como rasgos salientes de una pretendida homogeneidad de base sino como elementos constitutivos de lo humano. Por tanto, sobre la base del abandono de las representaciones binarias en relación a la pertenencia comunitaria (‘nosotros - los otros’), el paradigma de los derechos humanos sienta las bases para desarmar matrices discriminatorias basadas en estereotipos identitarios esencialistas. De forma similar, podemos decir que la vigencia de prácticas sociales discriminatorias da cuenta de la existencia de matrices que, para cada momento sociohistórico, regulan los intercambios e interacciones entre las personas. Estas matrices operan sobre la base de la reproducción de estereotipos, a la vez que habilitan construcciones de sentido respecto de los roles socialmente asignados y las expectativas vitales de las personas. Los estereotipos son imágenes, ideas o referencias de contenido reduccionista que resultan comúnmente aceptadas en el seno de las sociedades sobre la base de la naturalización de los contenidos transmitidos. Estas referencias proponen pautas de identificación y caracterización para distintos grupos de personas (generalmente sobre la base de caracteres atribuidos y asociados a valoraciones negativas), reduciendo la complejidad social a un aspecto saliente vinculado a prejuicios y “lugares comunes”. Los estereotipos son el resultado de una selección de predicados posibles que, por fuerza de la costumbre y de las representaciones dominantes de la cultura, termina instalándose como la forma natural de pensar. En este contexto debemos tener presente que tanto las costumbres (hábitos, tradiciones, rituales, etc.) como las instituciones sociales (familias, organizaciones 11 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos sociales, órganos estatales) vehiculizan y reproducen estos patrones de interacción social. Asimismo, sobre estas bases se sustenta la reproducción de las relaciones de dominación vigentes para una sociedad. En este sentido, podemos decir que estas instituciones pueden contribuir a afirmar o a contrarrestar los procesos discriminatorios que se dan en cada sociedad. Desde el siglo XVIII, con la conformación de los Estadosnacionales, podemos dar cuenta de un despliegue de la idea de homogeneidad que ha sido en gran medida responsable de la configuración de las matrices discriminatorias actualmente vigentes. En este contexto, hablamos de construcciones ideológicas para hacer referencia a estas formas sutiles de construcción de relatos y representaciones que hacen que las personas interpreten su propia realidad de manera fragmentaria8. Esta construcción (elaboración o reelaboración) de representaciones fragmentarias se vincula de forma directa con las prácticas discriminatorias. Estas construcciones tienen una larga vigencia y es a través de ciertas instituciones que estas representaciones – puestas en funcionamiento a través de un conjunto de discursos y tópicos discursivos dominantes– permean, se naturalizan y se perpetúan en el seno de una sociedad. La internalización progresiva de conductas, significados y representaciones respecto de los roles socialmente asignados tiene como resultado la reproducción de diferencias de trato entre las personas, ya sea entre varones y mujeres, entre ciudadanos y no ciudadanos o entre las muchas dicotomías discriminatorias posibles. Estas prácticas se asientan en pautas sutiles, micro-prácticas, que analizadas desde una perspectiva macro pueden adquirir sentidos que los propios actores y actoras desconocen o no alcanzan a valorar en su justa medida. Desde el paradigma de los derechos humanos, una de las premisas para pensar la vigencia actual del principio de igualdad y la lucha contra todas las formas de 8 Al hablar de discursos socialmente dominantes (o hegemónicos) hacemos referencia a un amplio conjunto de significados que circulan a nivel de la sociedad, sin desconocer que existen otros discursos posibles y efectivamente circulantes. Una prevención que debemos tener en nuestro análisis es que, en la mayoría de los casos, no se trata de discursos construidos con la direccionalidad y finalidad explícitas de perpetuar prácticas sociales discriminatorias. Esto es lo que Rita Segato llama “racismo automático”. Véase, Segato, .Óp. Cit. 12 http://campusdh.gov.ar/ Curso Violencia Insttucional, Discursos Sociales y Derechos Humanos discriminación se asienta en poner en cuestión el reduccionismo implicado en discursos de este tipo: pensar los derechos humanos implica tener presente que toda identidad se estructura sobre la base de una multiplicidad de variables. Las pautas discursivas y los patrones de interacción social permeados por las diversas formas de racismos y discriminaciones restringen la posibilidad de pensar en términos de identidades múltiples, donde la conformación identitaria de las personas se vincula a diversos campos de experiencia, sean políticas, culturales, sociales u otras. Volviendo sobre las citas con las que comenzamos el módulo, vemos que pensar la igualdad requiere siempre pensarla en el marco de la comunidad, ya que es la comunidad la que nos permite dar sentido, contenido y alcance a aquello que entendemos por igualdad. El desafío es, entonces, pensar y desarrollar el principio de igualdad ante las condiciones actuales de cada comunidad. Asimismo, resulta de importancia notar que es sobre esta base que el “derecho a tener derechos” – planteado por Arendt y retomado por Lechner, entre otros– deviene tanto una máxima para orientar la intersubjetividad (esto es, que toda instancia de interacción plena requiere del reconocimiento de nuestro/a interlocutor/a como par) como un requisito de configuración de lo social, en la medida en que la pertenencia comunitaria es la que hace posible la protección de todas las personas o grupo de personas frente a la posibilidad de ser colocado/as en condición de inferioridad y/o discriminación. 13