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Odontologia de peque os animales

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Odontología de Pequeños Animales
First edition
Cecilia Gorrel, BSc MA VetMB DDS MRCVS HonFAVD DipEVDC
European and RCVS Recognized Specialist in Veterinary Dentistry
Saunders
Copyright
Edición en español de la primera edición de la obra original en inglés
Small Animal Dentistry
Copyright © MMVIII by Saunders, an imprint of Elsevier Inc.
Revisión científica:
Dr. Fidel San Román
Catedrático de Cirugía. Departamento de Medicina y Cirugía Animal
Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid
© 2010 Elsevier España, S.L.
Travessera de Gràcia, 17-21 – 08021 Barcelona, España
Fotocopiar es un delito. (Art. 270 C.P.)
Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo (autores, traductores,
dibujantes, correctores, impresores, editores…). El principal beneficiario de ese esfuerzo es el
lector que aprovecha su contenido.
Quien fotocopia un libro, en las circunstancias previstas por la ley, delinque y contribuye a la
«no» existencia de nuevas ediciones. Además, a corto plazo, encarece el precio de las ya existentes.
Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual. Cualquier uso,
fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal.
Esto se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro
sistema de recuperación de almacenaje de información.
ISBN edición original: 978-0-7020-2871-7
ISBN edición española: 978-84-8086-500-5
Traducción y producción editorial: Diorki Servicios Integrales de Edición
Advertencia
La veterinaria es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad estándar, a medida que
aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los
fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada
fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad
ineludible del médico determinar la dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente en función de su experiencia y del
conocimiento de cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran
generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra.
El editor
Agradecimientos
Me gustaría dar las gracias a:
• Graeme Blackwood (mi media naranja) por el estímulo continuo y por sus correcciones y ayudas con las ilustraciones.
• Sue Vranch (de soltera Derbyshire) por sus correcciones meticulosas y sus críticas constructivas.
• Mis amigos, en especial Jacqueline Hosford y Carole Hulbert, por su apoyo y estímulo.
• Mi socio Peter Southerden y el resto del equipo de odontología y cirugía maxilofacial (Sue Vranch, Lisa Milella y Alex
Smithson) por su participación en el tratamiento de la mayor parte de los casos clínicos expuestos.
• Todos los veterinarios que me han referido casos clínicos.
¡Este libro no podía haber sido escrito sin ellos!
Introducción
Fred Nind
Editor de la colección
La colección Soluciones Saunders en la Práctica Veterinaria representa una nueva variedad de
libros de texto que se convertirán en una minibiblioteca durante los próximos años que abarcará las
principales disciplinas de la práctica veterinaria en el ámbito de los animales de compañía.
No está dentro de la intención de los autores cubrir todo lo conocido sobre cada tema. De
hecho, los libros de la colección Saunders no son obras de referencia al uso. Más bien tratan de
proporcionar información práctica sobre las enfermedades observadas con más frecuencia en un
formato accesible y basada en casos de la vida real. Abarcan desde cuadros rutinarios hasta los que
requieren la derivación al especialista. Estos libros ayudarán a los clínicos con intereses particulares
en un tema y a aquellos que preparan los exámenes de especialización. Los casos están ordenados
por el signo de presentación más que por la enfermedad subyacente, ya que es así como los verán en
la práctica los cirujanos veterinarios.
Cada caso también incluye descripciones del trastorno subyacente y detalles de los cuidados
requeridos, tanto en la clínica veterinaria como en el domicilio. Por tanto, también se espera que los
libros resulten de interés para estudiantes de últimos cursos de veterinaria y para enfermeras
veterinarias.
El programa de formación continuada británico (continuing professional development, CPD)
es obligatorio para muchos veterinarios y una práctica recomendada para otros. La colección
Saunders proporcionará una fuente de información para el CPD a la que puede accederse de forma
económica, compartirse con otros compañeros y usarse en todas partes. También proveerá a los
siempre ocupados veterinarios de un acceso rápido a información documentada sobre el diagnóstico
y tratamiento de casos interesantes y desafiantes. La cubierta se ha diseñado especialmente resistente
a las engorrosas sustancias encontradas en las clínicas veterinarias porque es ahí donde esperamos
que se usen estos libros.
Joyce Rodenhuis y Mary Seager han sido el motor de esta colección, y tanto el editor como
cada uno de los autores les están agradecidos por su previsión en la implementación de la colección
y su asesoramiento y apoyo indefectible durante la producción.
ODONTOLOGÍA
Cuando me licencie en veterinaria, la odontología era una especialidad poco desarrollada y de
escaso interés. La cirugía dental era básica, traumática e impopular.
Ahora, la especialidad ha evolucionado mucho. Los altos niveles de dolor asociados con
algunas formas de enfermedad dental han sido bien reconocidos. Cuando a un paciente que lleva
mucho tiempo con alguna patología oral muy dolorosa le realizamos un tratamiento odontológico
eficaz e indoloro y éste mejora y vemos cómo tiene más calidad de vida, nos inunda una satisfacción
difícil de explicar y que no se olvida rápidamente.
La instrumentación ha sido desarrollada para hacer los procedimientos dentales más fáciles, y
la gama de los procedimientos que pueden ser realizados de forma regular se ha ampliado mucho.
Los veterinarios se han encargado de recibir y aplicar todos estos cambios, reconociendo que
los casos clínicos dentales forman una parte muy importante del número de casos de cualquier
veterinario clínico. Deseamos que este libro ayude a los veterinarios a tratar estos casos de un modo
eficaz, reduciendo al mínimo las frustraciones y decepciones provocadas por una técnica
inadecuada. El libro también ayudará a identificar qué es posible y fácil de realizar para el
veterinario clínico y qué casos es preferible remitir a un veterinario especialista en odontología.
Nota del autor
Cecilia Gorrel
La salud oral es importante para la salud general y el bienestar de los perros y gatos. Los
propietarios a menudo no son conscientes de que sus animales están sufriendo o padeciendo algún
tipo de dolor. Sólo cuando la enfermedad ha sido tratada, ellos notan una diferencia en el
comportamiento de su mascota. Aunque yo siempre he sabido que las enfermedades orales influyen
negativamente en la salud general y el bienestar del animal, al recopilar información y casos clínicos
para la redacción de este libro ha sido cuando he comprendido las repercusiones reales que los
efectos perjudiciales de las enfermedades orales y dentales pueden tener sobre el paciente. La mejoría
espectacular después de los tratamientos orales y dentales hace que la odontología y la cirugía
maxilofacial sean especialidades de gran importancia.
El objetivo de este libro es facilitar la comprensión de la odontología veterinaria, y mejorar así
el tratamiento de las enfermedades orales y dentales frecuentemente encontradas en la clínica canina y
felina. Este libro no pretende ser un único manual de referencia en esta especialidad y no cubre toda
la información existente en odontología y cirugía maxilofacial veterinaria.
El formato del libro es mediante la descripción de un breve resumen de la etiología y la
patogenia de las enfermedades más comunes, seguidas de exposiciones de casos clínicos. Los casos
descritos se presentarán estableciendo los procedimientos diagnósticos, opciones de tratamiento,
problemas derivados y evolución de los mismos. En ocasiones hay diferentes tratamientos para un
mismo problema y la elección dependerá de varios factores, como la salud general del paciente, el
cumplimiento por parte del propietario de los cuidados en casa o el tipo de función del perro (p. ej.,
perros de trabajo o mascotas). El objetivo de la odontología veterinaria es un animal cómodo con
una mordida funcional, y la estética es sólo una consideración menor.
La odontología estudia las enfermedades de todas las estructuras de la cavidad bucal, como los
dientes (tejido duro y tejido periodontal), la mucosa oral, las glándulas salivales, etc. Algunas
enfermedades pueden ser tratadas de forma satisfactoria por un veterinario clínico de medicina
general, pero a veces es necesario remitir el caso a un especialista. El veterinario clínico tiene que
saber reconocer las enfermedades, llegar a un diagnóstico e intentar tratarlo en su clínica o referirlo.
Las enfermedades orales son un desafío diagnóstico, pues hay diversos signos clínicos que están
presentes en varias enfermedades y son indicativos de un problema en la cavidad oral pero no son
específicos de una enfermedad en particular, como la halitosis, los cambios en la forma de comer del
animal y las disfagias. Las lesiones a menudo no son descubiertas mediante el examen del animal
consciente y es necesario un examen completo oral y dental incluyendo la radiografía dental bajo
anestesia general para el diagnóstico de la enfermedad y evaluar el tipo de tratamiento. En mi
experiencia, es frecuente que un animal sea remitido a mi consulta con un diagnóstico que no es la
causa del problema. La importancia de un examen oral bajo anestesia general no puede ser
subestimada, y esta técnica debería ser realizada en todos los animales con sospecha de enfermedad
oral.
En resumen, el diagnóstico oral y dental y la elección del tratamiento no deberían estar basados
en la presentación de los signos clínicos, pues el riesgo de diagnósticos erróneos y tratamientos
incorrectos es alto. Los animales con sospecha de enfermedades dentales y orales requieren un
examen completo oral bajo anestesia general.
Como una referencia rápida, la tabla 1 indica los hallazgos clínicos encontrados bajo anestesia
general en un paciente con enfermedad oral y dental en los casos clínicos expuestos en este libro.
Las secciones 1 y 2 de este libro describen la anatomía oral y dental más importante y explican
cómo realizar el examen oral, el registro dental y la radiografía. El desarrollo es idéntico para todos
los casos clínicos y está diseñado para detectar los signos que pasen inadvertidos y no los más
evidentes, que son la raíz del problema del paciente. Todos los resultados deberían ser anotados en un
registro dental u odontograma, y de esta forma todos los hallazgos clínicos podrían ser utilizados
para investigaciones futuras. También la radiografía dental es imprescindible en la mayoría de los
casos.
Tabla 1 Hallazgos clínicos encontrados bajo anestesia general del paciente
Cavidades
Capítulo 20: Lesiones clínicas y signos de malestar
Capítulo 21: Reabsorción radicular idiopática canina
Capítulo 39: Caries
Diente decolorado
Capítulo 21: Reabsorción radicular idiopática canina
Capítulo 34: Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Fístulas de drenaje
Capítulo 32: Fractura de la corona no complicada con complicaciones periapicales
Capítulo 35: Lesiones dentarias iatrogénicas
Displasia del esmalte
Capítulo 38: Displasia del esmalte
Desg aste excesivo dental (atrición y/o abrasión)
Capítulo 34: Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Capítulo 37: Desgaste dentario excesivo
Ging ivitis
Capítulo 6: Evolución natural de la enfermedad
Capítulo 7: Periodontitis en un gato
Capítulo 8: Importancia de la profundidad del sondaje periodontal (PSP)
Capítulo 9: Efectos sistémicos de la periodontitis
Capítulo 10: Lesiones iatrogénicas
Capítulo 12: Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Capítulo 15: Gingivoestomatitis crónica que responde parcialmente a las extracciones dentarias
Capítulo 18: Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular
Capítulo 20: Lesiones clínicas y signos de malestar
Capítulo 21: Reabsorción radicular idiopática canina
Capítulo 23: Persistencia de los dientes primarios
Capítulo 24: Extracciones interceptivas
Capítulo 27: Tallado dentario y terapia endodóntica
Capítulo 28: Tallado dentario y terapia endodóntica: exodoncia
Capítulo 29: Extracciones de dientes permanentes
Capítulo 30: Maloclusiones iatrogénicas
Capítulo 32: Fractura de la corona no complicada con complicaciones periapicales
Capítulo 33: Fractura de la corona complicada con enfermedad periapical
Capítulo 34: Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Capítulo 35: Lesiones dentarias iatrogénicas
Capítulo 36: Fractura de la corona complicada en un diente inmaduro
Capítulo 37: Desgaste dentario excesivo
Capítulo 38: Displasia del esmalte
Capítulo 39: Caries
Ging ivoestomatitis
Capítulo 12: Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Capítulo 13: Gingivoestomatitis crónica asociada al FeLV y al FIV
Capítulo 14: Gingivoestomatitis crónica idiopática que responde a las extracciones dentarias
Capítulo 15: Gingivoestomatitis crónica que responde parcialmente a las extracciones dentarias
Capítulo 16: Gingivoestomatitis crónica canina
Tumoración dura (ósea)
Capítulo 33: Fractura de la corona complicada con enfermedad periapical
Capítulo 35: Lesiones dentarias iatrogénicas
Fractura mandibular
Capítulo 9: Efectos sistémicos de la periodontitis
Capítulo 10: Lesiones iatrogénicas
Maloclusión
Capítulo 23: Persistencia de los dientes primarios
Capítulo 24: Extracciones interceptivas
Capítulo 27: Tallado dentario y terapia endodóntica
Capítulo 28: Tallado dentario y terapia endodóntica: exodoncia
Capítulo 29: Extracciones de dientes permanentes
Capítulo 30: Maloclusiones iatrogénicas
Dientes perdidos o ausentes
Capítulo 6: Evolución natural de la enfermedad
Capítulo 18: Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular
Capítulo 19: Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular en el edentulismo casi total
Capítulo 20: Lesiones clínicas y signos de malestar
Capítulo 21: Reabsorción radicular idiopática canina
Capítulo 34: Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Capítulo 35: Lesiones dentarias iatrogénicas
Zonas de extracciones dentarias sin cicatrizar
Capítulo 7: Periodontitis en un gato
Capítulo 13: Gingivoestomatitis crónica asociada al FeLV y al FIV
Fístulas oronasales
Capítulo 9: Efectos sistémicos de la periodontitis
Periodontitis
Capítulo 7: Periodontitis en un gato
Capítulo 8: Importancia de la profundidad del sondaje periodontal (PSP)
Capítulo 9: Efectos sistémicos de la periodontitis
Capítulo 10: Lesiones iatrogénicas
Capítulo 12: Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Capítulo 37: Desgaste dentario excesivo
Persistencia de los dientes primarios
Capítulo 23: Persistencia de los dientes primarios
Restos radiculares
Capítulo 7: Periodontitis en un gato
Capítulo 9: Efectos sistémicos de la periodontitis
Capítulo 10: Lesiones iatrogénicas
Capítulo 12: Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Capítulo 13: Gingivoestomatitis crónica asociada al FeLV y al FIV
Fractura de la corona dentaria
Capítulo 12: Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Capítulo 21: Reabsorción radicular idiopática canina
Capítulo 27: Tallado dentario y terapia endodóntica
Capítulo 32: Fractura de la corona no complicada con complicaciones periapicales
Capítulo 33: Fractura de la corona complicada con enfermedad periapical
Capítulo 34: Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Capítulo 36: Fractura de la corona complicada en un diente inmaduro
Lesiones traumáticas en tejidos blandos (labio y/o mucosa oral)
Capítulo 7: Periodontitis en un gato
Capítulo 18: Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular
Capítulo 25: Técnica del juguete de goma y alveoloplastia
Capítulo 26: Técnica del juguete de goma y aplicaciones ortodónticas
Capítulo 27: Tallado dentario y terapia endodóntica
Capítulo 28: Tallado dentario y terapia endodóntica: exodoncia
Capítulo 29: Extracciones de dientes permanentes
Se sugiere que los lectores de este libro se familiaricen con las secciones 1 y 2 antes de seguir
con las secciones 3-7.
Las secciones 3-7 tratan de las siguientes enfermedades:
• Enfermedad periodontal.
• Gingivoestomatitis crónica.
• Reabsorción de la raíz.
• Maloclusión.
• Pulpa y enfermedad periapical.
Para cada enfermedad hay un resumen breve de la etiología y la patogenia y luego descripciones
de casos clínicos. Las descripciones incluyen desde casos sencillos a los más complejos. Cada caso
también contiene un repaso de la teoría, que permite que cada uno sea leído como un informe clínico
independiente. Inevitablemente, esto incurre en alguna repetición de la teoría dentro de casos
diferentes.
Para conseguir el máximo aprovechamiento del libro, es necesario leer las secciones 1 y 2 en su
totalidad. Los casos de las secciones 3-7 pueden ser usados como una guía de referencia para ayuda
al diagnóstico preciso y el plan terapéutico. Los casos son presentados de tal forma que el lector
puede preparar su propia lista de problemas y el plan de tratamiento basado en mi examen oral
completo con hallazgos clínicos, y luego compararlos.
Table of Contents
Copyright
Agradecimientos
Introducción
Nota del autor
1: ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
El diente y el tejido periodontal
Oclusión
2: TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS
Examen oral e historia clínica
Radiología
3: ENFERMEDAD PERIODONTAL
Introducción a la enfermedad periodontal
Evolución natural de la enfermedad
Periodontitis en un gato
Importancia de la profundidad del sondaje periodontal (PSP)
Efectos sistémicos de la periodontitis
Lesiones iatrogénicas
4: GINGIVOESTOMATITIS CRÓNICA
Introducción a la gingivoestomatitis crónica
Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis y lesiones iatrogénicas
Gingivoestomatitis crónica asociada al FeLV y al FIV
Gingivoestomatitis crónica idiopática que responde a las extracciones dentarias
Gingivoestomatitis crónica que responde parcialmente a las extracciones dentarias
Gingivoestomatitis crónica canina
5: REABSORCIÓN RADICULAR
Reabsorción radicular: introducción
Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular
Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular en el edentulismo casi total
Lesiones clínicas y signos de malestar
Reabsorción radicular idiopática canina
6: MALOCLUSIÓN
Introducción a la maloclusión
Persistencia de los dientes primarios
Extracciones interceptivas
Técnica del juguete de goma y alveoloplastia
Técnica del juguete de goma y aplicaciones ortodónticas
Tallado dentario y terapia endodóntica
Tallado dentario y terapia endodóntica: exodoncia
Extracciones de dientes permanentes
Maloclusiones iatrogénicas
7: ENFERMEDAD PULPAR Y PERIAPICAL
Introducción a la enfermedad pulpar y periapical
Fractura de la corona no complicada con complicaciones periapicales
Fractura de la corona complicada con enfermedad periapical
Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
Lesiones dentarias iatrogénicas
Fractura de la corona complicada en un diente inmaduro
Desgaste dentario excesivo
Displasia del esmalte
Caries
APÉNDICES
Apéndice 1: Cuidados en casa: mantenimiento de la higiene oral
Apéndice 2: Equipos e instrumentos
Apéndice 3: Antibióticos y antisépticos
Apéndice 4: Endodoncias
Lecturas complementarias
Índice alfabético
1
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
1
El diente y el tejido periodontal
EL DIENTE
Algunos puntos fundamentales en los dientes de pequeños animales son los siguientes:
• La anatomía básica se parece a la humana.
• Hay diferencias en el número de dientes.
• Existen diferencias en la forma de los dientes:
• Las coronas son más estrechas.
• Tienen superficies cortantes.
• Cuentan con menos superficies masticatorias.
• Hay diferencias en la localización de los dientes:
• Los dientes están más separados.
• Los puntos de contacto de los dientes son pequeños.
Las partes anatómicas del diente son:
• Corona: generalmente encima de la encía.
• Raíz(ces): normalmente debajo de la encía.
• Esmalte.
• Dentina.
• Cemento.
• Pulpa (sistema endodóncico).
La figura 1.1 representa la estructura básica de un diente y su periodonto.
Figura 1.1
Anatomía básica del diente y del periodonto.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Esmalte:
• Es más delgado que el esmalte humano.
• Constituye el tejido más duro y mineralizado del organismo.
• Está formado por un 96-97% de contenido inorgánico.
• Es un tejido sin vascularización ni inervación.
• No tiene ninguna capacidad reparativa o rege-neradora.
Dentina:
• Constituye la mayor parte del diente maduro.
• Las cantidades inorgánicas suponen el 70% de peso húmedo.
• Tiene una estructura tubular.
• Durante toda la vida del animal se va depositando lentamente una dentina llamada «dentina
secundaria».
• Como respuesta a un traumatismo sobre el diente se forma rápidamente una dentina
denominada «dentina terciaria» o «reparativa».
Cemento:
• Es un tejido avascular parecido al hueso.
• Está menos calcificado que el esmalte o la dentina.
• Durante toda la vida del animal se va depositando lentamente.
• Puede desarrollar procesos de reabsorción y de reparación.
Pulpa:
• Está formada por tejido conjuntivo.
• La delimitan odontoblastos.
• La cámara pulpar es la cavidad contenida en la corona.
• El canal radicular constituye la sección de raíz que contiene el tejido pulpar.
• El ápice radicular es el lugar donde el canal radicular se abre en los tejidos periapicales:
• Hay una abertura única y amplia en el diente inmaduro o de leche.
• Existen numerosas aberturas o foraminas en el diente maduro.
EL TEJIDO PERIODONTAL
El periodonto o tejido periodontal es una unidad anatómica que sirve para insertar y sujetar el diente
a la mandíbula y a la maxila y proporciona un aparato suspensorio resistente a las fuerzas normales
de masticación y el uso de los dientes.
El periodonto está formado por:
• Encía.
• Ligamento periodontal.
• Cemento.
• Hueso alveolar.
Encía:
• Forma un revestimiento alrededor de cada diente:
• Encía libre.
• Encía adherida.
• El margen de la encía libre forma una invaginación entre diente y encía denominado «surco
gingival».
• La profundidad normal del surco es de 1-3 mm en perros y de 0,5-1 mm en gatos.
Las figuras 1.2, 1.3 y 1.4 representan las estructuras básicas de la encía y el surco gingival.
Figura 1.2
Líneas visibles en la encía clínicamente normal. EA = encía adherida; EL = encía libre; MA = mucosa alveolar; PI =
papila interdental; UMG = unión o línea mucogingival.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Figura 1.3
La encía. La superficie de la mucosa oral está limitada por un epitelio de células escamosas queratinizadas llamado
«epitelio oral gingival». El surco gingival lo delimita el epitelio oral sulcular, estrechamente relacionado pero no adherido al diente. El
epitelio de unión o unión epitelial se halla adherido a la superficie del diente. Tanto el epitelio sulcular como el de unión están formados
por células epiteliales escamosas no queratinizadas.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Figura 1.4
Surco gingival. Es la medida desde el borde gingival libre hasta la base del surco gingival; esta medida se realiza con
una sonda periodontal.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Ligamento periodontal:
• Es el tejido conjuntivo que ancla el diente al hueso.
• Actúa como un ligamento suspensorio para el diente.
• Está en un estado continuo de actividad fisiológica.
Cemento:
• Es un tejido vascular parecido a un hueso.
• Está menos calcificado que el esmalte o la dentina.
• Se deposita lentamente a lo largo de toda la vida.
• Puede desarrollar procesos de reabsorción y de reparación.
Hueso alveolar:
• Se trata de rebordes de la mandíbula y la maxila que alojan los dientes.
• Los dientes están contenidos en depresiones profundas (alveolos dentales) en el hueso.
• Está formado por cuatro capas:
• Periostio.
• Hueso compacto.
• Hueso esponjoso.
• Lámina cribiforme o lámina dura (líneas en los alveolos dentarios).
• Los vasos y nervios perforan la lámina cribiforme para vascularizar e inervar el ligamento
periodontal.
• Se desarrolla durante la erupción del diente.
• Sufre una atrofia con la pérdida del diente.
• Responde (por lo general se reabsorbe) fácilmente a las influencias externas y sistémicas.
• El margen de la cresta del hueso alveolar normalmente está localizado 1 mm por debajo de la
unión de cemento-esmalte.
FÓRMULA DENTAL
Perro:
• Dientes primarios o de leche: 2 × {I 3/3 : C 1/1 : P 3/3} = 28.
• Dientes permanentes: 2 × {I 3/3 : C 1/1 : P 4/4 : M 2/3} = 42.
Gato:
• Dientes primarios: 2 × {I 3/3 : C 1/1 : P 3/2} = 26.
• Dientes permanentes: 2 × {I 3/3 : C 1/1 : P 3/2 : M 1/1} = 30.
EL DESARROLLO DEL DIENTE Y LA MADURACIÓN
• La formación de la corona (en los dientes primarios y permanentes) ocurre dentro del hueso
alveolar.
• La formación del esmalte se completa antes de que el diente erupcione.
• La formación de la dentina solamente comienza cuando el diente erupciona.
• El desarrollo de la raíz se da principalmente después de la erupción del diente.
Los dientes primarios empiezan a formarse en el útero y erupcionan entre las 3 y las 12 semanas
de edad. Las coronas permanentes lo hacen poco después del nacimiento y su mineralización se
completa alrededor de las 11 semanas. La reabsorción y exfoliación de los dientes primarios y el
reemplazo por la dentición permanente ocurren entre los 3 y los 7 meses de edad en el perro y entre
los 3 y los 5 meses en el gato. Una vez que las coronas de los dientes permanentes han erupcionado,
el desarrollo de la raíz sigue durante varios meses. La tabla 1.1 muestra la edad aproximada de
erupción de los dientes en perros y gatos.
Tabla 1.1 Edad aproximada (en semanas) de la erupción de los dientes en perros y gatos
Una vez que el esmalte se ha formado, los ameloblastos (las células que producen la matriz del
esmalte) desaparecen y el esmalte no se vuelve a desarrollar. La única forma natural de reparación
que puede tener el esmalte tras la erupción es la mineralización superficial por la deposición de
minerales, principalmente de la saliva, en la capa superficial del esmalte. Aunque la formación de
esmalte se ha terminado en el tiempo en el que el diente erupciona, la formación de la dentina
comienza en este mismo momento. Además, el desarrollo de la raíz dentaria (p. ej., el crecimiento en
la longitud y la formación del ápice radicular) en ningún caso se completa en el momento de la
erupción. La figura 1.5 representa la maduración de un diente permanente después de la erupción.
Figura 1.5
Maduración de un canino permanente después de la erupción. La formación del esmalte se completa en el momento de
la erupción; en cambio, la producción de la dentina y el desarrollo de la raíz (elongación de la raíz y formación del ápice) comienzan
en este mismo momento. El foramen apical de un diente inmaduro tiene una única y amplia abertura. Con la edad, el ápice se va
cerrando (apexogénesis) por la deposición continua de dentina y cemento hasta que el diente madura completamente y el ápice
radicular queda formado por numerosas y pequeñas aberturas o foraminas, que permiten el paso de vasos sanguíneos, linfáticos y
nervios.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
ANATOMÍA NORMAL RADIOGRÁFICA
• Todos los detalles normales anatómicos no se aprecian sobre las radiografías dentales.
• Es importante familiarizarse con ellos para identificarlos e interpretarlos correctamente
cuando se visualizan.
• Hay también grandes variaciones estructurales dentro de los límites normales.
• Siempre se deben realizar radiografías contralaterales para su comparación.
Los dientes y sus tejidos de soporte
Esmalte:
• Es una delgada línea radiodensa que cubre la corona.
• Termina en una línea fina en el margen cervical del diente.
• A menudo se visualiza de forma incompleta en las radiografías.
Dentina:
• Representa la mayor parte de los tejidos duros del diente maduro.
• Es menos radiodensa que el esmalte.
Cemento:
• Es una capa fina que cubre la raíz.
• Resulta aún menos radiodensa que la dentina.
• Sólo es visible radiológicamente cuando se ha sufrido una hiperplasia; por ejemplo,
normalmente no se ve en las radiografías.
Cavidad pulpar:
• Está formada por la cámara pulpar (en la corona) y el canal pulpar en la raíz.
• Se visualiza como un espacio continuo radiolúcido en el centro del diente.
• El tamaño y la anchura de la cámara pulpar y el canal pulpar de la raíz varían con:
• La edad del animal.
• Si hay enfermedad pulpar (inflamación o necrosis).
Periodonto:
• La lámina dura representa la pared del alveolo dentario.
• Se aprecia como una línea radiodensa que discurre paralela a la raíz del diente.
• No siempre se ve en las radiografías, pero una rotura en la línea de la lámina dura por lo
general implica una patología periodontal.
• El espacio de ligamento periodontal se representa por medio de una fina línea radiolúcida
situada entre la lámina dura y la raíz del diente.
• El hueso cortical sobre la cresta del arco alveolar se continúa con la lámina dura.
Canales nutrientes
• Se aprecian como unas líneas radiolúcidas de anchura uniforme con bordes más o menos
radiodensos.
• Contienen los vasos sanguíneos y los nervios que vascularizan e inervan los dientes, los
espacios interdentales y la encía:
• Incisivo.
• Infraorbital.
• Mandibular.
• Los canales más pequeños que se extienden en los espacios interdentales.
• Los canales más pequeños que se comunican con el foramen periapical.
Forámenes
Los forámenes o agujeros más importantes son:
• Foramen anterior palatino (incisivo).
• Foramen infraorbital.
• Forámenes mentonianos.
2
Oclusión
«Oclusión» es el término usado para describir cómo los dientes contactan unos con otros (ocluyen
unos con otros). La maloclusión es la posición anormal de los dientes. Puede ser el resultado de la
desigualdad entre la longitud y/o la anchura de la mandíbula (maloclusión esquelética), de la
malposición dentaria (maloclusión dental) o una combinación de ambas. Constituye una patología
común en el perro, pero también se da en gatos. La significación clínica de la maloclusión es que a
veces puede causar malestar y dolor. En algunos casos puede ser causa directa de una patología oral
grave. Por esta razón es importante el diagnóstico precoz de la maloclusión, ya que de esta forma se
pueden tomar medidas.
El desarrollo de la oclusión está determinado por factores genéticos y ambientales. Además, los
mecanismos genéticos específicos que regulan la maloclusión son conocidos; un mecanismo
poligénico explica por qué no todos los hermanos de generaciones sucesivas están afectados por el
mismo grado de maloclusión. Con un mecanismo poligénico, la gravedad de los signos clínicos está
ligada al número de genes defectuosos.
Se sabe que son hereditarios los siguientes:
• Longitud de la mandíbula.
• Posición del germen dentario.
• Tamaño de los dientes.
El desarrollo del maxilar, la mandíbula y los dientes se regula de manera independiente
genéticamente. La falta de armonía en la regulación de estas estructuras produce una maloclusión. La
alteración del crecimiento de la mandíbula por desorden hormonal, traumatismo o modificación
funcional puede derivar también en una maloclusión esquelética. Aunque la posición del germen
dentario se hereda, algunos acontecimientos durante el desarrollo y el crecimiento pueden alterar la
posición definitiva de los dientes.
OCLUSIÓN NORMAL
La forma de la cabeza (mesocefálico, dolicocefálico o braquicefálico) afecta a la posición de los
dientes.
PERRO MESOCEFÁLICO
La mandíbula es más corta y menos ancha que la maxila. Esto significa que:
• Hay una mordida en tijera de los dientes incisivos (fig. 2.1).
• Existe una interdigitación de los dientes caninos (fig. 2.2).
• Hay una mordida en tijera de los incisivos y la interdigitación de los caninos forma un
entrelazado que coordina el crecimiento rostral del maxilar y la mandíbula.
• Se da una interdigitación de los premolares (fig. 2.3).
• Hay relaciones premolares y molares (fig. 2.4).
Figura 2.1
Perro mesocefálico: mordida en tijera de los dientes incisivos. Los incisivos superiores son rostrales a los inferiores,
con los bordes incisales o cortantes de los incisivos mandibulares contactando con el cíngulo de los incisivos superiores.
Figura 2.2
Perro mesocefálico: interdigitación de los dientes caninos. El canino inferior ocluye en la diastema (espacio) entre el
tercer incisivo superior y el canino superior, no tocando a ninguno; por ejemplo, debería haber un espacio igual en todos los lados de la
corona del canino inferior.
Figura 2.3
Perro mesocefálico: interdigitación de los premolares. El primer premolar inferior debería ser el más rostral de todos
los premolares. Las cúspides de los premolares ocluyen en los espacios interdentales de la arcada opuesta, con el primer premolar
inferior situado más rostralmente. Esta interdigitación se denomina efecto cizalla (pinking shear).
Figura 2.4
Relaciones entre los premolares y los molares en el perro mesocefálico. La superficie mesiovestibular del primer
molar inferior ocluye con la superficie palatal del cuarto premolar superior y la superficie distal oclusal del primer molar inferior
ocluye con la superficie oclusal palatal del primer molar superior.
GATO MESOCEFÁLICO
La oclusión de dientes incisivos y caninos es la misma que en el perro. La oclusión de premolares y
molares difiere de la oclusión (fig. 2.5) de los perros en lo siguiente:
• El premolar más rostral es el segundo premolar maxilar (el gato no tiene el primer premolar
maxilar y los dos primeros premolares mandibulares).
• La superficie vestibular del primer molar mandibular ocluye con la superficie palatina del
cuarto premolar maxilar.
• El primer molar maxilar está localizado distopalatalmente al cuarto premolar maxilar y no
ocluye con ningún otro diente.
• El gato no presenta ningún diente con superficie oclusal.
Figura 2.5
Relaciones entre premolares y molares en el gato. El premolar más rostral es el segundo premolar superior. La
superficie vestibular del primer molar inferior ocluye con la superficie palatal del cuarto premolar superior. El primer molar superior
está localizado distopalatinamente al cuarto premolar superior y no ocluye con ningún otro diente.
PERRO Y GATO BRAQUICEFÁLICO Y DOLICOCEFÁLICO
Los animales braquicefálicos tienen el maxilar más corto de lo normal (fig. 2.6), y los
dolicocefálicos un maxilar más largo de lo habitual (fig. 2.7). En ambos casos, la mandíbula no es
responsable de ninguna discrepancia rostrocaudal. Todos tendrán algún grado de maloclusión si se
comparan con un animal mesocefálico (figs. 2.8 y 2.9).
Figura 2.6
Los animales braquicefálicos tienen más corto el maxilar que la mandíbula. Un maxilar corto causa una reducción en
los espacios interdentales, produciéndose rotación y/o superposición de los dientes.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Figura 2.7
Las razas dolicocefálicas tienen el maxilar más largo de lo normal. La longitud del maxilar aumentada hace que los
espacios interdentales sean más amplios de lo normal.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Figura 2.8
Mordida prognata mandibular. La mandíbula es demasiado larga respecto al maxilar.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Figura 2.9
Mordida braquignata mandibular. La mandíbula es demasiado corta en relación con el maxilar.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
2
TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS
3
Examen oral e historia clínica
El examen oral con el animal consciente limita su información a:
• Anomalías que pueden detectarse a simple vista.
• Evaluación de la oclusión.
El examen definitivo de la cavidad oral requiere anestesia general:
• Deben anotarse todas las anomalías encontradas.
• El registro clínico y el odontograma resultan esenciales.
EXAMEN DEL ANIMAL CONSCIENTE
• Técnica cuidadosa.
• Inspección visual limitada y alguna palpación digital.
• Evaluación de la oclusión con el animal consciente.
El examen consiste en valorar la cavidad oral y también en la palpación de:
• Cara (huesos faciales y arco cigomático).
• Articulación temporomandibular.
• Glándulas salivales (mandibular y sublingual); las glándulas parótidas sólo se palpan si están
aumentadas de tamaño.
• Ganglios linfáticos (mandibular y cadena cervical).
La boca se explora primero agarrándola cerrada y elevando los labios (no tirando de ellos para
retraerlos) para observar los tejidos blandos y el aspecto de los dientes. Éste es el momento óptimo
para evaluar la oclusión.
El protocolo de exploración para evaluar la oclusión es el siguiente:
• Simetría de la cabeza.
• Relación de los incisivos.
• Oclusión de los caninos.
• Alineación premolar.
• Oclusión distal molar/premolar.
• Posición individual de los dientes.
Finalmente se abre la boca del animal. La mayoría de los animales permiten al menos una
inspección cuidadosa de la cavidad oral una vez que las mandíbulas han sido abiertas. La mucosa de
la cavidad oral debe examinarse, al igual que los dientes.
Membranas mucosas:
• Color y textura.
• Evidencia de problemas de sangrado (petequias, púrpura y equimosis).
• Signos de traumatismo.
• Evidencias de vesículas y/o ulceraciones.
Dientes y periodonto:
• Número de dientes.
• Fractura de los dientes.
• Retracción gingival.
• Exposición de la furca.
Si es posible, hay que realizar también el examen de la orofaringe (paladar blando, arco
glosopalatino, criptas tonsilares, tonsilas y fauces).
EXAMEN DEL ANIMAL BAJO ANESTESIA GENERAL
La orofaringe debe examinarse antes de la intubación endotraqueal. Las características anatómicas de
la cavidad oral han de identificarse e inspeccionarse. En las siguientes listas se describen las
estructuras que hay que examinar.
Orofaringe:
• Paladar blando.
• Arco glosopalatino.
• Fosas tonsilares.
• Amígdalas.
• Proceso hamular de la apófisis pterigoides.
• Fauces.
Labios y mejillas:
• Unión mucocutánea.
• Vestíbulos.
• Filtro.
• Frenillos labiales (maxilar y mandibular).
• Glándulas salivales (parótida y cigomática).
Membrana oral mucosa:
• Mucosa alveolar.
• Unión mucogingival.
• Encía adherida.
• Encía libre.
Paladar duro:
• Papila incisiva.
• Apertura de los conductos incisivos.
• Rafe palatino y pliegues palatinos.
Suelo de la boca y lengua:
• Carúncula sublingual.
• Frenillo lingual.
• Glándula salival lingual (gato).
• Papilas linguales (tipos y distribución).
Dientes:
• Dentición de leche o primaria, permanente o mixta.
• Dientes ausentes y/o supernumerarios.
• Anomalías en tamaño y forma.
• Anomalías en angulación y/o posición.
• Patrón de masticación (abrasión y atrición).
• Patologías (caries, hipoplasia del esmalte y fractura dental).
Periodonto
El periodonto de cada diente necesita valorarse para:
• Identificar la presencia de enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis).
• Diferenciar entre gingivitis (inflamación de la encía) y periodontitis (inflamación de los
tejidos periodontales que origina la pérdida de fijación de los dientes).
• Identificar la precisa localización de los procesos patológicos.
• Valorar la extensión de la destrucción de los tejidos donde hay periodontitis.
Los instrumentos que se utilizan son:
1. Sonda periodontal.
2. Explorador dental.
3. Espejo dental.
Los índices y criterios que deben valorarse para cada diente son los siguientes:
1. Gingivitis e índice gingival.
2. Profundidad de sondaje periodontal (PSP).
3. Retracción gingival.
4. Afectación de la furca.
5. Movilidad.
6. Nivel de la unión periodontal/clínica (NUP/NUC).
En animales con importantes depósitos dentales (placa y cálculos) es importante eliminarlos para
realizar una correcta valoración.
Gingivitis e índice gingival
La presencia y el grado de gingivitis se valora basándose en:
• Enrojecimiento.
• Inflamación.
• Presencia o ausencia de sangrado al sondar el surco gingival.
Hay varios índices que podrían utilizarse para dar un valor numérico al grado de la inflamación
presente. En la clínica diaria, el grado de sangrado es el más útil (fig. 3.1):
• Se introduce una sonda periodontal suavemente en distintas localizaciones alrededor del
agujero que rodea cada diente; se clasifica como grado 0 cuando no hay sangrado y como grado
1 cuando la sonda provoca el sangrado.
Figura 3.1
Grado de gingivitis mediante el «índice de sangrado». Se introduce con cuidado una sonda periodontal en el surco
gingival en varias posiciones alrededor de la circunferencia entera de cada diente; se da una puntuación de 0 si no hay ningún sangrado
y de 1 si el sondaje provoca el sangrado de la encía.
También puede emplearse un índice basado en la inspección visual y el sangrado, denominado
«índice gingival modificado de Löe y Silness» (tabla 3.1). Es más seguro que el índice de sangrado,
pero requiere más tiempo. Se trata del índice comúnmente utilizado en investigación.
Tabla 3.1 Índice gingival modificado de Löe y Silness
Índice
gingival 0
Encía clínicamente sana
Índice
gingival 1
Gingivitis leve: enrojecimiento leve e inflamación del borde gingival; ningún sangrado cuando se pasa la sonda
periodontal por el surco gingival
Índice
gingival 2
Gingivitis moderada: el borde gingival está rojo e inflamado; al pasar la sonda periodontal por el surco gingival hay
sangrado
Índice
gingival 3
Gingivitis grave: el borde gingival está muy inflamado y con un color de rojo a rojo azulado; hay hemorragia
espontánea y/o ulceración del borde gingival
Profundidad de sondaje periodontal (PSP)
La PSP mide la profundidad del surco (fig. 3.2):
• Se introduce cuidadosamente una sonda periodontal graduada en el surco gingival hasta
encontrar resistencia.
• La profundidad desde el margen libre de la encía hasta la base del surco se mide en milímetros
en distintos sitios de la circunferencia del diente. La sonda se mueve cuidadosa y
horizontalmente a lo largo del fondo del surco.
Figura 3.2
Profundidad del sondaje periodontal (PSP). De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner,
con permiso de Elsevier.
a) La PSP se mide insertando una sonda periodontal en el surco gingival hasta encontrar una
resistencia. La distancia desde el borde gingival libre hasta el fondo del surco o bolsa es la
medida o sondaje de la profundidad periodontal. Debe medirse y registrarse en varios puntos
alrededor de la circunferencia de cada diente.
b) La sonda se ha colocado sobre la superficie de la encía para representar la profundidad
alcanzada.
La profundidad del surco gingival es de 1-3 mm en el perro y de 0,5-1 mm en el gato. Valores
superiores indican que existe periodontitis, lo que ocurre cuando el ligamento periodontal se ha
destruido y el hueso alveolar se ha reabsorbido; ello permite que la sonda periodontal penetre a
mayor profundidad. El término que se usa para describir esta situación es «bolsa periodontal». Todos
los sitios en los que se ha detectado deben anotarse con exactitud. La inflamación gingival provoca
edema o hiperplasia de la encía libre; por supuesto, esto origina un incremento de los valores de
profundidad, que superan los normales. En estos casos se usa el término «seudobolsa», ya que el
ligamento periodontal y el hueso permanecen intactos (p. ej., no hay evidencia de periodontitis) y el
incremento de la PSP se debe a la inflamación de la encía.
Retracción gingival
Es la distancia en milímetros desde la unión amelocementaria hasta el margen libre de la encía. Ésta
se mide (fig. 3.3) con una sonda graduada periodontal. En los puntos en los que existe retracción
gingival, la PSP puede encontrarse en los valores normales, a pesar de la pérdida de hueso alveolar
provocada por la periodontitis.
Figura 3.3
La retracción gingival es la medida desde la unión del cemento-esmalte (unión amelocementaria) hasta el borde
gingival mediante una sonda periodontal graduada. El primer incisivo superior derecho tiene una extensa (la mayor parte de la superficie
de la raíz está expuesta) retracción gingival que afecta a su superficie vestibular.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Afectación de la furca
Se refiere a la situación en la que el hueso interradicular se encuentra destruido debido a la
periodontitis (fig. 3.4). Las furcas de los dientes multirradiculares deben examinarse con una sonda
periodontal o un explorador dental curvo. El grado de afectación de la furca se muestra en la tabla
3.2.
Figura 3.4
Afectación de la furca. Los sitios de la furca de los dientes multirradiculares deben examinarse con una sonda
periodontal o con un explorador dental de tal manera que se pueda clasificar el grado de afectación de la furca. El segundo premolar
superior derecho tiene una afectación de grado 3; es decir, el explorador o la sonda pueden pasarse desde vestibular hasta palatal.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
Tabla 3.2 Grado de afectación de la furca
Grado
0
No existe afectación
Grado
1
Comienzo de la afectación furcal: la furca puede intuirse con la sonda o el explorador, pero la pérdida de tejido horizontal
es menos de un tercio de la anchura de la furca
Grado
2
Afectación parcial pulpar: es posible explorar la furca, pero la sonda o el explorador no pueden pasar a través de la furca
desde palatal hasta vestibular. La destrucción de tejido horizontal es más del tercio de la anchura de la furca
Grado
3
Afectación furcal completa: la sonda o el explorador dental pueden pasar a través de la furca desde vestibular hasta
palatal/lingual
Movilidad del diente
Los grados de movilidad dental se encuentran en la tabla 3.3:
• Esta movilidad se valora con el instrumental adecuado, como el extremo final del asa del
espejo dental o de la sonda.
• No hay que valorar con los dedos directamente porque la movilidad podría quedar
enmascarada por los tejidos blandos de los dedos.
Tabla 3.3 Grado de movilidad dental
Grado 0
No hay movilidad
Grado 1
Movilidad horizontal de 1 mm o menos
Grado 2
Movilidad horizontal de más de 1 mm*
Grado 3
Movilidad vertical y horizontal
* Obsérvese que los dientes multirradiculares están afectados más gravemente y la movilidad horizontal de más de 1 mm se considera
grado 3 aunque no haya movilidad horizontal.
Nivel de la unión periodontal/clínica (NUP/NUC)
El nivel de la unión periodontal mide la distancia entre la unión amelocementaria (o desde un punto
fijo del diente) hasta la base o la extensión de la bolsa periodontal:
• La NUP puede medirse con una sonda periodontal.
• Puede calcularse, por ejemplo, como: PSP + la retracción gingival/PSP − hiperplasia gingival.
• Es un método más seguro para valorar la pérdida de tejido en la periodontitis que la PSP.
Historia clínica dental
Ha de anotarse la información obtenida tras el examen y cualquier tratamiento aplicado. Una historia
dental básica consiste en una recopilación de los hallazgos clínicos. Las pruebas de diagnóstico y las
radiografías adicionales se incluyen como se indica.
Un odontograma es una representación gráfica de la dentición, donde la información (hallazgos
clínicos y tratamiento) puede introducirse como notas o como dibujos. Sin embargo, sólo se trata de
un registro que debe complementarse con notas, radiografías, etc., para obtener una historia dental
completa.
Las fichas dentales para perro y gato que usamos en nuestra clínica se describen en la figura 3.5a y
b. La parte frontal de la ficha se utiliza para escribir los hallazgos clínicos y la parte posterior para el
diagnóstico, el plan de tratamiento y el tratamiento establecido. La enfermera que realiza el examen
clínico completa la página frontal. El veterinario detecta los hallazgos clínicos e interpreta las
radiografías tomadas y después rellena la parte posterior del registro. La figura 3.5a describe una
ficha de registro en blanco y la figura 3.5b muestra una ficha de registro rellena.
Figura 3.5
Fichas dentales de la historia clínica.
a) Hoja de registro en blanco.
b) Hoja completada de registro.
De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
Nosotros nombramos los dientes usando el sistema de Triadan modificado, que representa cada
diente con tres dígitos. El primero indica el cuadrante de la boca y si el diente forma parte de la
dentición primaria o permanente (tabla 3.4).
Tabla 3.4 Sistema Triadan modificado o sistema de numeración de tres dígitos
Dentición permanente
Superior derecho = 1
Superior izquierdo = 2
Inferior derecho = 4
Inferior izquierdo = 3
Dentición primaria
Superior derecho = 5
Superior izquierdo = 6
Inferior derecho = 7
Inferior izquierdo = 8
El segundo y el tercer dígito indican el tipo de diente. En los perros, los dientes se numeran
consecutivamente desde la línea media rostral hasta el final caudal de cada cuadrante. En los gatos,
donde el número de dientes es menor (faltan el primer premolar maxilar y el segundo premolar
mandibular), algunos números no son consecutivos en la región premolar.
En la ficha dental felina completa (fig. 3.5b), la acumulación de placa y cálculos puede anotarse
como media, moderada o grave. Nosotros habitualmente no punteamos el grado de acumulación de
cálculo o placa porque se eliminan durante el tratamiento periodontal.
Puede apreciarse que sólo las alteraciones pueden anotarse en el odontograma. La gingivitis se
anota usando el índice gingival modificado de Löe y Silness. Los lugares donde se aumenta la
profundidad se marcan en la vista oclusal.
Las abreviaturas se usan cuando se rellenan el registro dental y el odontograma. Es importante
tener una lista con el significado de cada abreviatura. En la tabla 3.5 se aprecia una lista de las más
usadas.
Tabla 3.5 Abreviaturas más frecuentes
SAD
sin alteraciones detectables
LRO
lesión reabsortiva odontoclástica
RG
retracción gingival
HG
hiperplasia gingival
FCNC
fractura de la corona no complicada
FCC
fractura de la corona complicada
FCNCFR
fractura de la corona no complicada y fractura radicular
FCCFR
fractura de la corona complicada y fractura radicular
D
tipo de desgaste (abrasión o atrición)
4
Radiología
La radiología es un instrumento diagnóstico muy importante en la odontología veterinaria. Las
radiografías son necesarias para:
• Alcanzar un diagnóstico.
• Planificar el tratamiento óptimo.
• Desarrollar ciertos procedimientos.
• Evaluar el resultado del tratamiento realizado.
Se necesita la anestesia general para la radiología. Idealmente, el examen clínico y el registro
dental de-berían preceder a la evaluación radiográfica. También resulta útil limpiar los dientes antes
de hacer cualquier radiografía. El sarro dental, como es radiodenso, puede oscurecer o enmascarar
lesiones patológicas sobre una radiografía.
RADIOGRAFÍA DENTAL
Para que una radiografía dental sea diagnóstica, debería ser una representación exacta del tamaño y
de la forma del diente, sin la superposición de las estructuras adyacentes (fig. 4.1). Las técnicas
radiográficas intraorales (la película dental se coloca dentro de la boca y el haz de rayos X se dirige
desde fuera de la boca atravesando el diente y las estructuras adyacentes) requieren el conocimiento
de unas técnicas específicas. Las dos técnicas básicas son:
1. Técnica de paralelización para los premolares y los molares inferiores.
2. Técnica de bisección para el resto de los dientes.
Figura 4.1
Radiografía diagnóstica. Para que una radiografía dental sea diagnóstica es necesario que se representen de forma
precisa el tamaño y la forma del diente, sin superposición con estructuras adyacentes. La colocación intraoral de la película y la técnica
de paralelización permiten representar de forma precisa el tercer y cuarto premolar inferior y el primer molar, además de los detalles
del hueso mandibular del gato. En esta radiografía, las estructuras que componen el diente y los tejidos de soporte están bien definidas.
El esmalte se aprecia como una banda radiodensa incompleta que recubre la corona y que se adelgaza en el cuello del diente. La
dentina es menos radiodensa que el esmalte y forma la mayoría de los tejidos duros del diente. El cemento no se ve. La cavidad pulpar
constituye un espacio radiolúcido en el centro del diente que se extiende desde la porción coronal hasta el ápice radicular. La pared de
la bolsa alveolar dental (la lámina dura) es una línea radiodensa que discurre paralela a la raíz dental. El ligamento periodontal
constituye una estrecha línea radiolúcida entre la lámina dura y la raíz dental. El hueso cortical del borde del alveolo dentario es una
continuación de la lámina dura. El canal mandibular se ve claramente.
Las radiografías contralaterales (los mismos dientes del lado opuesto) han de efectuarse de forma
rutinaria para su comparación.
RADIOGRAFÍAS COMPLETAS DE TODA LA BOCA
Representan cada diente de forma exacta al menos con una vista. Una serie radiográfica completa de
toda la boca proporciona una información muy valiosa, pero esto no siempre es posible o
económicamente viable. Sin embargo, resulta muy recomendable que todos los gatos adultos tengan
estas series de radiografías como parte del examen oral y dental. Las lesiones reabsortivas
odontoclásticas son comunes en los gatos, y el examen clínico sin la radiografía sólo descubrirá
lesiones en estadios finales.
En los gatos hay que realizar un mínimo de 8 proyecciones, aunque se recomiendan 10, para
asegurar que todos los dientes se visualizan correctamente. Éstas son las proyecciones radiológicas
esenciales:
• Proyección de los incisivos maxilares.
• Proyección lateral para cada uno de los caninos maxilares.
• Proyección de premolares y molares maxilares derechos e izquierdos.
• Proyección de incisivos y caninos mandibulares.
• Proyección de premolares y molares mandibulares derechos e izquierdos.
La proyección radiológica recomendada es la:
• Proyección lateral para cada canino mandibular (además de las 8 vistas esenciales).
La elección del tamaño de la película dental para cada proyección es subjetiva. Debe elegirse la
película más pequeña que represente el área de interés para facilitar su colocación dentro de la boca.
El tamaño de la película periapical del adulto puede usarse para todas las proyecciones en el gato.
En el caso de los perros, las series radiográficas completas de toda la boca hay que efectuarlas
sobre todo en el primer examen. Si no es posible, las radiografías deberían tomarse basándose en el
hallazgo clínico encontrado durante el examen oral del animal. En el caso de estas series completas
radiológicas, el tamaño y el número de las películas dentales dependen de la raza del perro y de su
morfología craneal.
EQUIPO Y MATERIALES PARA LA RADIOGRAFÍA CONVENCIONAL
INTRAORAL
• Aparato de rayos X.
• Película radiográfica.
• Sistemas de revelado.
• Soportes o sobres para el almacenamiento de las radiografías.
La unidad de rayos X
Es preferible un aparato de rayos X dental (fig. 4.2) a uno veterinario. La mayoría de los equipos de
rayos X veterinarios pueden usarse para las radiografías dentales, pero la distancia foco-película
tiene que estar ajustada entre 30 y 50 cm.
Figura 4.2
Idealmente, hay que instalar una unidad de radiología dental en el quirófano dental. Estas unidades están disponibles
como estructuras independientes o instaladas en la pared. Es preferible el montaje en la pared para ahorrar espacio.
Película radiográfica
Para permitir la colocación intraoral de la película y alcanzar altos niveles de definición deben usarse
películas dentales (fig. 4.3). La película dental es sólo la película con la emulsión, no tiene pantalla y
está disponible en tres tamaños (oclusal, periapical adulto y periapical infantil o pediátrica) y en
velocidades diferentes. Se halla envuelta en un sobre de papel o plástico y forrada por un papel negro
y en la parte posterior tiene una hoja delgada de plomo que reduce la radiación dispersa.
Figura 4.3
Tamaños de la película dental. Las películas dentales están disponibles en tres tamaños, denominados oclusal (5 × 7
cm), periapical (3 × 4 cm) y pediátrico (2 × 3 cm). Debe usarse la película más pequeña que represente el área de interés que se pueda
colocar fácilmente en la boca.
Orientación
Asegura que sea el lado correcto de la película el que esté expuesto al haz incidente de rayos X; el
sobre que envuelve la película dental está marcado o etiquetado. Si la película dental se ha expuesto
por la parte posterior del sobre, la hoja de plomo absorberá la mayor parte del haz de rayos X,
creando una radiografía subexpuesta con el patrón de la hoja de plomo impreso en ella.
Cada película tiene un punto elevado en una esquina que ayuda con la orientación cuando se
montan y ven las radiografías dentales si se observa el siguiente procedimiento. En primer lugar, el
punto debería enfrentarse al rayo incidente. En segundo lugar, la película tendría que colocarse en la
boca de manera que el punto siempre esté orientado hacia una dirección específica. Nosotros
colocamos el punto de modo que siempre se oriente hacia adelante en la boca. Otra manera de
hacerlo es asegurando que la película se coloca de forma que el punto esté siempre en la misma
posición, por ejemplo orientado hacia adelante en la boca sobre un lado y hacia atrás en la boca
sobre el lado opuesto o contralateral.
Ajustes de exposición
La película dental requiere ajustes de exposición más altos que las películas con pantalla, pero da
mejor definición. Los ajustes requeridos varían con el equipo de rayos X, con la distancia focopelícula y con la velocidad o el tipo de película dental usada.
Las unidades de radiología dentales proporcionan unas guías de exposiciones para pacientes de
distintos tamaño y tipo de dientes. El equipo de rayos X dental debe colocarse tan cerca como sea
posible del diente que se va a radiografiar; así, no es necesario ajustar la distancia foco-película.
Si se emplean un equipo de radiología veterinario y una película dental de velocidad D, hay que
poner la distancia focal de 30 a 50 cm y utilizar las exposiciones siguientes:
Gato y perro pequeño
60-70 kV
20-25 mA
Perro mediano/grande
70-80 kV
20-25 mA
Conejo/cobaya
50-60 kV
10-20 mA
Chinchilla
50-60 kV
5-15 mA
Independientemente del tipo de equipo de radiología disponible, es aconsejable realizar unas
exposiciones de prueba sobre animales de tamaño diferente para tener muestras antes de realizar las
radiografías dentales sobre los pacientes.
Procesado de la película dental
Las reveladoras automáticas están disponibles para el procesado de las películas dentales, pero se
pueden obtener resultados excelentes usando una caja de revelado manual (fig. 4.4).
Figura 4.4
Caja de Rinn. Un «cuarto oscuro» de sobremesa constituye un método simple y barato de procesar o revelar las
películas dentales. Después del revelado y fijado debe aclararse cuidadosamente bajo el agua corriente (tocando la película dental
con cuidado hasta que deje de tener un tacto jabonoso) para evitar la aparición de manchas.
Manipulado y montaje de las películas dentales
Es importante manipular y montar las radiografías dentales reveladas con cuidado. Las huellas
pueden dañar la emulsión de la película y rayarla. Después de aclarar abundantemente, hay que dejar
un tiempo de secado suficiente de la película antes del montaje para evitar que se peguen. También
resulta importante archivar las películas de tal manera que puedan recuperarse e identificarse
fácilmente. Cabe recordar que estas películas forman parte de las fichas médicas del paciente.
Las radiografías dentales se ven y montan como si se estuviera enfrente del animal y se examinara
su boca (figs. 4.5 y 4.6). El punto levantado o en relieve debe estar frente a nosotros cuando vemos la
radiografía. Basándose en la anatomía de la mandíbula y el maxilar y de los dientes es posible
identificar las proyecciones de la mandíbula y del maxilar. Si las películas se exponen siempre con el
punto localizado en la esquina anterior/superior, todas las sobreproyecciones del lado derecho
tendrán el punto en una posición diferente del lado izquierdo (fig. 4.5). Si las películas siempre se
exponen con el punto en la misma posición, todas las proyecciones sobre un lado tendrán el punto
sobre la cara distal de los dientes y el otro lado sobre la cara medial de los dientes (fig. 4.6).
Figura 4.5
Montaje cuando las películas se exponen con el punto frente a la boca. Las radiografías dentales se visualizan y
montan como si se estuviera delante del animal y se examinara su boca. El punto elevado o en relieve debería mostrarse cuando se
esté viendo la radiografía. Basándose en la anatomía del maxilar y de la mandíbula y de los dientes, es posible identificar las
proyecciones del maxilar y de la mandíbula. Si las películas siempre se exponen con el punto frente a la boca, todas las vistas sobre el
lado derecho tendrán el punto en una posición diferente de las vistas del lado izquierdo. Este diagrama representa cómo montaríamos
nosotros una serie completa de radiografías orales en el gato cuando todas las películas se han expuesto con el punto frente a la boca.
Se trata de nuestro método preferido.
De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
Figura 4.6
Montaje cuando las películas se exponen con el punto en la misma posición. Si las radiografías se exponen siempre
con el punto en la misma posición, todas las vistas de un lado tendrán el punto sobre la cara distal de los dientes y las vistas del otro
lado lo tendrán en la cara medial de los dientes. Este diagrama representa cómo montaríamos nosotros una serie completa de
radiografías orales en el gato si las películas se han expuesto con el punto siempre en la misma posición.
De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
TÉCNICAS RADIOGRÁFICAS INTRAORALES
La película se coloca intraoralmente y el haz de rayos X incide directamente a través del diente hacia
la película:
• La técnica de paralelización se usa en la radiografía de los premolares y molares mandibulares
(fig. 4.7).
• Todos los demás dientes se radiografían usando la técnica de bisección (fig. 4.8).
Figura 4.7
Técnica de paralelización. De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de
Elsevier.
a) Con el paciente en decúbito lateral (con el lado que va a ser radiografiado encima), la
película se coloca entre la lengua y los dientes y se empuja tan profundamente como permita la
fosa sublingual.
b) El haz de rayos X se dirige desde lateral hasta medial perpendicularmente al eje largo del
diente.
Figura 4.8
Técnica del ángulo bisectriz. Para evitar reducir o alargar la imagen, se dibuja un plano imaginario en la mitad de la
distancia entre el plano de la película dental y el plano del eje largo del diente, por ejemplo en el ángulo bisectriz, y el haz de rayos X
se dirige perpendicularmente a este plano imaginario bisectriz. De este modo, los dos lados de los triángulos formados son de la misma
longitud y la imagen radiológica del diente es de un tamaño similar al verdadero diente.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
La técnica de paralelización:
• El paciente se coloca en decúbito lateral (con el lado que va a ser radiografiado encima).
• La película se pone entre la lengua y los dientes y se empuja tan lejos como sea posible en la
fosa sublingual.
• El haz de rayos X se dirige de lateral a medial perpendicularmente al eje largo del diente.
La técnica de bisección:
• La película se coloca en un ángulo detrás del diente.
• Se dibuja un plano imaginario en la mitad del ángulo que forma el plano de la película con el
plano del eje longitudinal o largo del diente, por ejemplo en el ángulo bisectriz, y el haz de
rayos X se dirige en perpendicular a este plano bisectriz; esto es importante para evitar reducir o
alargar la longitud de los dientes en la radiografía.
Para conseguir la colocación correcta se requiere una imagen mental de la orientación, longitud y
morfología de las raíces del diente. Pueden emplearse dos depresores linguales, los dedos o unos
instrumentos para visualizar estos planos fuera de la boca y así posicionar correctamente la
colocación del rayo X. Un problema común consiste en «perder el ápice» de un diente (sobre todo el
de los caninos) debido a que no se han valorado bien la longitud de la raíz o su posición.
Puede servir de ayuda colocar al paciente de la siguiente forma:
• Decúbito esternal para los incisivos superiores o maxilares.
• Decúbito lateral o esternal para los caninos, premolares y molares superiores.
• Decúbito dorsal para los incisivos inferiores o mandibulares.
• Decúbito dorsal o lateral para los caninos inferiores.
Las proyecciones de premolares y molares superiores en el gato son difíciles. A menudo, el arco
cigomático se superpone sobre las raíces y los ápices de los dientes. La colocación de una cuña de
espuma o un pequeño saco de arena bajo la nariz inclina la cabeza de forma que el arco cigomático
quede paralelo a la mesa, lo que evita este problema.
Otro problema frecuente es la superposición de las raíces mesiovestibulares y mesiopalatinas del
cuarto premolar superior en perros y en gatos. A menudo hay que realizar más de una proyección
cambiando el ángulo de incidencia ligeramente (rostral o caudalmente); así es posible visualizar
ambas raíces por separado.
COLOCACIÓN DE PELÍCULAS EXTRAORALES
Las proyecciones extraorales no son las ideales para el examen dental debido a la superposición del
lado opuesto, que oscurece la imagen y la distorsiona. Sin embargo, se pueden obtener radiografías
diagnósticas del maxilar y de premolares y molares mandibulares mediante la colocación de las
películas intraorales, sobre todo en perros con amplios cráneos. Algunos profesio-nales usan
habitualmente este sistema para la radiografía de los premolares y los molares maxilares del gato. La
técnica está representada en la figura 4.9.
Figura 4.9
Colocación de una película extraoral. La película dental se coloca sobre la mesa y el animal se sitúa en decúbito
dorsolateral, con el lado que va a ser radiografiado (p. ej., el lado inferior de la cabeza) lo más cercano posible a la película. La boca
se mantiene abierta mediante un dispositivo radiolúcido (p. ej., una capucha de plástico de una aguja). La inclinación de la cabeza sitúa el
lado contralateral lejos de la película dental, y con la boca abierta, el haz de rayos X pasará sólo por los tejidos blandos de este
lado. La inclinación colocará los dientes superiores casi paralelos a la película dental, pero el haz de rayos X todavía requerirá el
ajuste según la técnica del ángulo bisectriz para reducir la distorsión de la imagen.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con permiso de Elsevier.
EL EFECTO DE PARALELISMO
Como una radiografía es bidimensional, no es posible saber cuál de dos objetos en la imagen está
próximo al observador. Es necesario saber a qué profundidad se encuentra un objeto, por ejemplo en
la localización de un diente ectópico no erupcionado. Cuando se realiza una segunda imagen, después
de la rotación de la posición del haz de rayos X alrededor del eje del objeto, su imagen se moverá en
relación con otras estructuras. Cuando el objeto parece moverse en la misma dirección que el cambio
en el tubo de rayos X, éste aparece colocado lingualmente (más cerca de la película); si se mueve en
sentido opuesto, estará más vestibularmente (más lejos de la película dental). Esta técnica también
resulta útil para separar e identificar dos raíces superpuestas, como las mesiovestibulares y palatinas
de la muela carnicera superior de los carnívoros.
La regla de SLOB (siglas del inglés same lingual, opposite buccal, que significan: igual dirección
lingual, opuesta dirección vestibular) puede ayudar a recordar el efecto del paralelismo. Para usar
esta regla hay que conocer la posición de los rayos original y secundario. Un objeto que se ha
movido en la misma dirección en la que lo ha hecho el tubo de rayos X aparece localizado
lingualmente; por el contrario, si se ha movido en la dirección opuesta en la que lo ha hecho el tubo
de rayos X aparece localizado vestibularmente.
Una manera fácil de visualizar esto es colocando dos objetos de tamaño similar uno delante del
otro ante una pared blanca. En una habitación o un cuarto semioscuro, nos colocamos enfrente de los
dos objetos, tomamos una linterna y los iluminamos fijándonos en la posición de las sombras sobre
la pared. Movemos la linterna de izquierda a derecha y observamos cómo las sombras de los objetos
se mueven una en relación con la otra.
EQUIPO Y MATERIALES PARA LA RADIOGRAFÍA DIGITAL INTRAORAL
• Equipo de rayos X.
• Captadores digitales.
• Ordenador y software.
Tanto los sistemas digitales directos como los indirectos están disponibles en el mercado para la
radiografía intraoral. El sensor o captador digital sustituye a la película dental. Las ventajas de usar la
radiografía digital incluyen la velocidad, la reducción de los valores de exposición y el más fácil
almacenamiento de los datos de los pacientes. Yo recomiendo invertir en un sistema de radiología
digital.
INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA
Las radiografías deberían verse sobre un negatoscopio con la menor luz posible periférica y usando
un sistema de ampliación o magnificación. Las radiografías de las estructuras contralaterales se usan
para comparar los resultados. Se requiere un buen conocimiento del aspecto radiográfico de las
estructuras normales de la mandíbula y del maxilar para evitar diagnósticos erróneos. Los hallazgos
normales radiográficos (dientes y hueso) se describen en el capítulo 1 y los hallazgos patológicos
radiográficos en las secciones 3-7.
3
ENFERMEDAD PERIODONTAL
5
Introducción a la enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal es el resultado de la res-puesta inflamatoria a la placa dental, esto es, a
las bacte-rias orales, y está limitada al periodonto. Probablemente constituye la enfermedad más
común en la clínica de pequeños animales; la mayoría de los perros y gatos mayores de 3 años tienen
un grado de esta enfermedad que requiere intervención.
La enfermedad periodontal es un término aplicado a un grupo de lesiones de tipo inflamatorio que
afectan al periodonto. El término «infección» hace referencia a la presencia y multiplicación de
microorganismos en los tejidos orgánicos. La gingivitis es la inflamación de la encía; si no se trata,
evoluciona a una periodontitis. Las reacciones inflamatorias en la periodontitis originan la
destrucción del ligamento periodontal y el hueso alveolar, de manera que, si ésta no se trata, en
último término puede producirse la pérdida del diente afectado. Además, la gingivitis es una
inflamación no asociada a la destrucción del tejido conjuntivo y resulta reversible, en contraste con la
periodontitis, que es una inflamación en la que el diente ha perdido una parte importante de sus
estructuras de soporte y es irreversible.
La infección del periodonto puede causar malestar a los animales infectados. Hay evidencias de
que el foco de infección en la cavidad oral puede ser el origen de patologías en otros órganos. En
consecuencia, la prevención y el tratamiento de la enfermedad periodontal es, al contrario de lo que
se cree, no un problema estético, sino un tema de salud general y, por consiguiente, de bienestar.
ETIOLOGÍA
La causa primaria de la gingivitis y la periodontitis es la acumulación de la placa dental sobre las
superficies de los dientes. Los cálculos (sarro) son sólo un factor etiológico secundario.
Experimentos clásicos han demostrado que la acumulación de placa sobre la superficie de los
dientes induce una respuesta inflamatoria en tejidos asociados a la encía y que retirar la placa dental
hace que tiendan a la desaparición los signos clínicos de esta inflamación.
Placa dental
La placa dental es una biopelícula compuesta por agregados bacterianos y sus subproductos,
componentes salivales, detritus orales y ocasionalmente células epiteliales e inflamatorias. La
acumulación de la placa comienza a los pocos minutos sobre la superficie de un diente limpio. La
acumulación inicial de placa se da supragingivalmente, pero se extiende en el surco gingival y
poblará la región subgingival si se deja.
La formación de placa implica dos procesos: la adhesión inicial de bacterias y luego su
acumulación continuada por una combinación de multiplicación bacteriana y la nueva agregación de
bacterias a las células que ya están unidas. Tan pronto como un diente se expone a la cavidad bucal,
sus superficies se cubren por la película (una capa amorfa de proteínas salivales y glucoproteínas),
que altera la carga y la energía libre de las superficies del diente, lo que aumenta la eficacia de la
adherencia bacteriana. Ciertas bacterias específicas, como Streptococcus sanguis y Actinomyces
viscosus, pueden adherirse directamente a esta película. Estas bacterias producen polisacáridos
extracelulares, que son agregados por otras bacterias que de otra manera no podrían adherirse.
La placa asociada con una encía sana está compuesta fundamentalmente por bacterias anaerobias
facultativas y aerobias. Según se desarrolla la gingivitis, la placa se extiende subgingivalmente. Los
microorganismos aerobios consumen oxígeno, creando un bajo potencial redox, que adecua el
ambiente al crecimiento de especies anaerobias. La población aerobia no disminuye, pero con el
incremento de anaerobios se reduce la relación aerobio/anaerobio. La flora subgingival asociada con
la periodontitis es predominantemente anaerobia y consiste en los géneros Porphyromonas spp.,
Prevotella spp., Peptostreptococcus spp., Fusobacterium spp. y espiroquetas. Los altos niveles de
Porphyromonas spp. y espiroquetas se asocian con el progreso de la periodontitis en el perro. La
flora bacteriana de los gatos con y sin gingivitis y la periodontitis se parecen a las encontradas en los
humanos y perros en condiciones similares.
En resumen, las primeras bacterias que se adhieren a la película son organismos aerobios Gram
positivos. En los perros y gatos, las bacterias principales en la placa supragingival son Actinomyces y
Streptococcus spp. Cuando la placa aumenta, madura y se extiende más lejos del surco gingival, el
ambiente se hace favorable para el crecimiento de organismos anaerobios, bacterias móviles y
espiroquetas.
Cálculo dental
El cálculo dental es la placa mineralizada. Sin embargo, una capa de placa siempre cubre los cálculos.
Tanto la placa supragingival como la subgingival llegan a mine-ralizarse. El cálculo supragingival
en sí no ejerce un efecto irritante sobre los tejidos gingivales. La importancia principal del cálculo en
la enfermedad periodontal parece que es su papel como una superficie retentiva de placa. Esto está
contrastado con animales bien controlados y los estudios clínicos han demostrado que la retirada de
la placa subgingival sobre el cálculo subgingival producirá la curación de las lesiones periodontales
y el mantenimiento de tejidos sanos periodontales.
PATOGENIA
Los mecanismos patógenicos implicados en la enfermedad periodontal son:
• Lesión directa por los microorganismos de la placa.
• Lesión indirecta por microorganismos de la placa vía inflamatoria.
La flora microbiana que se encuentra en la bolsa periodontal está en un estado continuo de flujo; la
periodontitis es una infección dinámica causada por la combinación de agentes bacterianos que
cambian con el tiempo. Por consiguiente, los acontecimientos moleculares que inician y mantienen
las reacciones inflamatorias cambian constantemente. Muchos productos microbianos no tienen o
tienen escasos efectos tóxicos sobre el hospedador. Sin embargo, poseen potencial para activar
reacciones inmunitarias y no inmunitarias de naturaleza inflamatoria que causan daños tisulares. Se
acepta que la respuesta del hospedador a la placa microbiana, más que la virulencia del
microorganismo, es la que provoca de forma directa la lesión tisular.
En la gingivitis, la inflamación inducida por la placa se limita al tejido blando de la encía. La
profundidad del surco gingival es normal (es decir, la profundidad normal del sondaje periodontal en
perros es de 1-3 mm y en gatos de 0,5-1 mm). Cuando aparece la periodontitis, la destrucción
inflamatoria de la parte coronal del ligamento periodontal provoca la migración apical del epitelio
de unión y la formación de una bolsa periodontal (es decir, la profundidad de la bolsa periodontal
aumenta). Si la enfermedad inflamatoria progresa, la porción de la cresta del proceso alveolar
empieza a reabsorberse. El tipo de destrucción del hueso alveolar y la extensión se diagnostican
radiográficamente. La reabsorción del hueso puede avanzar apicalmente en un nivel horizontal. La
destrucción ósea horizontal a menudo se acompaña de retracción gingival, por lo que pueden no
formarse las bolsas periodontales. Si no hay retracción gingival, la bolsa periodontal es
supraalveolar, es decir, está sobre el nivel del margen alveolar. El patrón de destrucción de hueso
también puede seguir en una dirección vertical a lo largo de la raíz para formar defectos angulares.
La bolsa periodontal ahora puede ser intraalveolar o subalveolar, es decir, estar por debajo del nivel
del margen alveolar.
La progresión de la enfermedad es un hecho concreto más que progresivo. La destrucción tisular
se inicia de forma progresiva como consecuencia de una patología aguda seguida de períodos de
inactividad. Clínicamente, el inicio agudo se caracteriza por un aumento progresivo de la
profundidad de la bolsa periodontal a medida que las fibras del ligamento y el hueso alveolar se
destruyen por el proceso inflamatorio. La fase de quiescencia no está asociada a evidencias clínicas o
radiológicas del avance de la enfermedad. Sin embargo, la curación total no tiene lugar durante esta
fase, ya que la placa subgingival permanece en la superficie de las raíces y la inflamación persiste en
los tejidos conjuntivos. La fase de inactividad puede prolongarse durante largos períodos de tiempo.
Otras condiciones, como el estrés físico o psicológico y la malnutrición, pueden reducir las
respuestas de tipo protector, como la producción de antioxidantes y proteínas de fase aguda,
agravando la periodontitis aunque sin destrucción de tejido. Hay una predisposición genética a la
periodontitis en algunos individuos.
Significación
La acumulación continua de la placa causa gingivitis. Mientras que algunos individuos con gingivitis
sin tratar desarrollarán periodontitis, no todos los animales con gingivitis sin tratar la desarrollan.
No se puede predecir qué individuos con gingivitis desarrollarán periodontitis. Sin embargo, los
animales en los que la encía se mantiene clínicamente sana no desarrollarán periodontitis. Por
consiguiente, el objetivo en la prevención de la enfermedad periodontal y su tratamiento es establecer
y mantener la encía clínicamente sana para prevenir la periodontitis.
TRATAMIENTO
Consideraciones generales
El tratamiento de la enfermedad periodontal está encaminado al control de la causa de la inflamación,
es decir, la placa dental. El tratamiento conservador o relacionado con la causa periodontal consiste
en la eliminación de la placa y el cálculo y en cualquier otro procedimiento requerido, bajo anestesia
general, en combinación con el mantenimiento diario de higiene bucal. En otras palabras, el
tratamiento de la enfermedad periodontal tiene dos componentes:
1. Mantenimiento de la higiene oral.
2. Tratamiento periodontal profesional.
El mantenimiento de la higiene oral lo realiza el propietario y a menudo se llama «cuidados en
casa». Su eficacia depende de la motivación, la capacidad técnica del propietario y la cooperación del
animal.
El tratamiento periodontal profesional se hace bajo la anestesia general e incluye la limpieza
supragingival y subgingival, el raspado radicular y el pulido de la corona del diente.
El término «profilaxis dental» se ha usado para definir la combinación de la exploración clínica y
el tratamiento periodontal profesional. Este término es engañoso ya que la profilaxis real, es decir,
los pasos que hay que seguir para prevenir el desarrollo y la progresión de la enfermedad, no es la
terapia profesional periodontal realizada bajo anestesia general, sino el régimen de cuidados diarios
en casa para eliminar la placa. Si no se establece un sistema de cuidados en casa, la placa se formará
rápidamente después de efectuar un tratamiento periodontal profesional. El propietario debe ser
informado de que los cuidados en casa son tan importantes en la prevención como el tratamiento
periodontal.
El objetivo del tratamiento se diferencia si el paciente tiene gingivitis sólo o si hay también
periodontitis.
Gingivitis
Es, por definición, reversible. La eliminación o la reducción adecuada de placa restaurarán la salud
de la encía. Una vez que la encía esté clínicamente sana, puede mantenerse en este estado mediante la
higiene diaria de la boca y de los dientes. En resumen, el tratamiento de la gingivitis consiste en
devolver la salud a los tejidos inflamados y mantener las encías sanas. El objetivo del tratamiento
profesional periodontal en el paciente con gingivitis consiste en eliminar los depósitos dentales,
principalmente los cálculos (que no se pueden quitar con el cepillado de los dientes). Una vez que los
dientes estén limpios, el propietario ha de eliminar la placa que se deposita de nuevo diariamente.
Resumen para el tratamiento de la gingivitis:
• Educación del propietario para que entienda la enfermedad.
• Entrenamiento y motivación del propietario para realizar los cuidados diarios.
• Establecimiento de un cuidado diario en casa por parte del propietario (idealmente el cepillado
de los dientes con un dentífrico, junto con un producto de higiene dental).
• Tratamiento periodontal profesional (limpieza supragingival y subgingival y pulido) bajo
anestesia general para quitar depósitos dentales (placa y cálculo).
• Revisiones regulares para confirmar que el propietario sigue nuestras recomendaciones y para
motivarle.
Periodontitis
La gingivitis no tratada puede progresar a periodontitis. En la mayoría de los casos, la periodontitis
es irreversible. Cabe recordar que este proceso constituye una patología específica de lugar, es decir,
puede afectar a uno o varios puntos de uno o varios dientes. El objetivo del tratamiento consiste, por
tanto, en prevenir el desarrollo de nuevas lesiones en puntos distintos y la posterior destrucción de
tejido en localizaciones ya afectadas.
El tratamiento periodontal profesional elimina los depósitos dentales por encima y por debajo del
margen gingival. Es labor del propietario asegurar que la placa no se acumulará de nuevo. El control
meticuloso de la placa supragingival, mediante el cepillado diario de los dientes y el uso de
antisépticos, prevendrá la migración de la placa debajo del margen gingival. Si las superficies de
diente subgingival se mantienen limpias, el epitelio del surco de la encía volverá a fijarse.
En pacientes con sospecha de periodontitis recomiendo el cepillado diario, si el animal lo permite,
3 o 4 semanas antes del tratamiento profesional periodontal. Esto causará menos inflamación de los
tejidos afectados en el momento de la intervención y posibilitará valorar la habilidad del propietario
para llevar a cabo el cuidado en casa. Si el cuidado de casa no es posible, el tratamiento profesional
tendrá que ser más radical (p. ej., la extracción de los dientes que potencialmente podrían haber sido
conservados con el cuidado óptimo en casa).
La «cirugía periodontal» es el término usado para ciertas técnicas específicas cuyo objetivo es la
conservación del periodonto o su reparación. Las técnicas de cirugía incluyen raspado cerrado,
gingivoplastia, varias técnicas de colgajos, cirugía ósea, regeneración tisular guiada y, por supuesto,
implantes. Las técnicas crean la accesibilidad para la limpieza profesional y el pulido y establecen
una morfología gingival que facilita el control de la placa por los regímenes de cuidados en casa.
Algunas técnicas son objetivo de la regeneración de la unión periodontal perdida, esto es, la
regeneración tisular guiada.
La cirugía periodontal nunca es el primer tratamiento de la enfermedad periodontal. El tratamiento
conservador de la enfermedad periodontal (p. ej., limpieza supragingival y subgingival y pulido), en
combinación con el cuidado diario meticuloso de casa, constituye siempre el primer paso. La cirugía
periodontal debería hacerse cuando el pro-pietario ha demostrado la capacidad de mantener la boca
limpia. Si un cliente no puede mantener las medidas de higiene bucal óptimas en su animal doméstico,
pensando en el bienestar del animal no hay ninguna indicación para la cirugía.
Resumen para el tratamiento de la periodontitis:
• Educación del propietario para entender la evolución de la enfermedad.
• Entrenamiento y motivación del propietario para realizar los cuidados diarios en casa.
• Instauración de un régimen de limpieza de los dientes diario por parte del propietario.
• Tratamiento periodontal profesional, que incluye limpieza supragingival y subgingival y
pulido, raspado radicular y extracción de dientes insalvables bajo anestesia general.
• Revisiones regulares para asegurar que el propietario sigue las recomendaciones y motivarle.
• La cirugía periodontal debe estar indicada (si el propietario ha mostrado capacidad para
mantener un adecuado control de la placa).
6
Evolución natural de la enfermedad
PRESENTACIÓN INICIAL
Halitosis.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza whippet macho de 14 meses y castrado.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro fue visitado en su consulta veterinaria habitual por un problema no oral (sutura de una
laceración en la piel después de correr cerca de una alambrada de púas persiguiendo conejos). Los
propietarios estaban preocupados por una posible infección oral porque el perro tenía una fuerte
halitosis. Estaban preocupados por el posible riesgo de contagiar a sus hijos cuando el perro les
lamía la cara.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro lo permitió; se confirmó la halitosis y una gingivitis generalizada.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Para ver los detalles de los hallazgos clínicos orales, ver la ficha dental (fig. 6.1a) y su página
posterior para los detalles del tratamiento que se va a aplicar (fig. 6.1b).
Figura 6.1
Partes anterior (a) y posterior (b) de una historia dental.
a) Todos los hallazgos clínicos están anotados en la parte anterior de la historia dental. La PSP
normal no se ha anotado para evitar el desorden. Este perro no tuvo un incremento del sondaje
periodontal. Además de la gingivitis generalizada, las otras anomalías detectadas fueron la
ausencia de los dientes 105, 305 y 405. De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry
for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
b) Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental. El
tratamiento consistió en terapia dental (limpieza supragingival y subgingival y pulido de las
coronas). Se realizaron radiografías que confirmaron que los dientes 105, 305 y 405 estaban
ausentes.
De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
En resumen, el examen bajo anestesia general confirmó una gingivitis generalizada moderada (fig.
6.2a, b). No había evidencias de periodontitis, esto es, no existía retracción gingival (RG) ni se había
incrementado la profundidad de la bolsa periodontal en ningún sitio (fig. 6.3). Había una acumulación
moderada de cálculos, especialmente en la superficie vestibular del cuarto premolar superior y en el
primer molar de ambos lados (fig. 6.2a).
Figura 6.2
Fotografía lateral de la región de los premolares y los molares superiores izquierdos (a) y de la mandíbula derecha
(b).
a) Apréciense el enrojecimiento y la inflamación del borde gingival, que indica la inflamación
de moderada a grave de la encía en respuesta al acúmulo de placa. La superficie vestibular de
los dientes está cubierta por depósitos dentales (placa y cálculos).
b) Los depósitos dentales se han eliminado. La inflamación gingival es evidente, especialmente
interproximal entre el 408 y 409.
Figura 6.3
Fotografía lateral del sondaje periodontal del surco del 107. La sonda se introduce en varios sitios alrededor de la
circunferencia de cada diente para medir la profundidad del sondaje periodontal. En este perro, la sonda no puede introducirse a una
profundidad mayor de 1-2 mm en ningún sitio alrededor del diente, esto es, se registró una profundidad de surco normal. Es un caso de
gingivitis sin evidencia de periodontitis.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se hicieron radiografías en los sitios de los premolares que faltaban (105, 305 y 405) para confirmar
que era por una agenesia dental congénita.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis generalizada, no complicada con una periodontitis.
2. Ausencia congénita de 105, 305 y 405.
REPASO DE LA TEORÍA
Enfermedad periodontal es un término general que engloba un grupo de lesiones inflamatorias
inducidas por la placa bacteriana y que afectan al periodonto.
En la gingivitis, la inflamación inducida por la placa se limita al tejido blando de la encía. La
profundidad del surco gingival es normal (es decir, la profundidad normal del sondaje periodontal en
perros es de 1-3 mm y en gatos de 0,5-1 mm). Cuando aparece la periodontitis, la destrucción
inflamatoria de la parte coronal del ligamento periodontal provoca la migración apical del epitelio
de unión y la formación de una bolsa periodontal (es decir, la profundidad de la bolsa periodontal
aumenta). Si la enfermedad inflamatoria progresa, la porción de la cresta del proceso alveolar
empieza a reabsorberse. El tipo de destrucción del hueso alveolar y la extensión se diagnostican
radiográficamente. La reabsorción del hueso puede avanzar apicalmente en un nivel horizontal. La
destrucción ósea horizontal a menudo se acompaña de RG, por lo que pueden no formarse las bolsas
periodontales. Si no hay RG, la bolsa periodontal es supraalveolar, es decir, está sobre el nivel del
margen alveolar.El patrón de destrucción de hueso también puede seguir en una dirección vertical a
lo largo de la raíz para formar defectos angulares. La bolsa periodontal ahora puede ser intraalveolar
o subalveolar, es decir, estar por debajo del nivel del margen alveolar.
El diagnóstico de enfermedad periodontal depende del examen clínico del periodonto en el animal
anestesiado. Además, es obligatorio realizar radiografías para valorar el tipo y la extensión de la
destrucción de hueso alveolar si hay evidencias de periodontitis en el examen clínico. Resulta
esencial diferenciar entre la gingivitis y la periodontitis para instaurar el tratamiento apropiado. En
los pacientes con gingivitis el objetivo consiste en restaurar los tejidos a su estado saludable,
mientras que en los pacientes con periodontitis el objetivo consiste en prevenir la evolución de la
enfermedad.
Los siguientes parámetros tienen que evaluarse y registrarse para cada diente en todos los
pacientes:
1. Gingivitis e índice gingival.
2. Profundidad del sondaje periodontal (PSP).
3. RG.
4. Afectación de la furca.
5. Movilidad.
6. Nivel de la unión periodontal/clínica (NUP/NUC).
La PSP, la RG, el grado de afectación de la furca y la movilidad miden la extensión de la
destrucción del periodonto, es decir, valoran la presencia y la gravedad de la periodontitis.
Cabe recordar que la PSP no está necesariamente correlacionada con la gravedad de la pérdida de
la unión. La hiperplasia gingival puede contribuir a una bolsa más profunda (o seudobolsa, si no hay
pérdida de unión), mientras que la RG puede producir falta de la bolsa periodontal pero también un
remanente de epitelio de unión mínimo. El NUP mide la distancia desde la unión amelocementaria (o
un punto de fijación del diente) hasta la base de la prolongación apical de la bolsa patológica. Es, por
tanto, la valoración más exacta de la pérdida de tejido en la periodontitis. El NUP también puede
medirse directamente con una sonda periodontal o calcularse (es decir, PSP + RG).
En este caso, la inflamación estaba limitada a la encía (p. ej., gingivitis).
CONSEJOS CLÍNICOS
• Es muy importante instaurar el control de la placa en los cuidados en casa (lo ideal es un cepillado dental diario).
• Hay que diferenciar entre gingivitis y periodontitis para elegir el tratamiento adecuado.
• El sondaje de la profundidad periodontal no siempre se correlaciona con el grado de NUP.
• Las soluciones reveladoras de placa dental son muy útiles para valorar la eficacia del cepillado de los dientes.
• Deben realizarse radiografías de los sitios donde no se aprecien dientes para determinar si se trata de una agenesia dental
congénita o un fracaso en la erupción.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
El tratamiento adecuado para la gingivitis es una combinación de un tratamiento periodontal
profesional regular (retirar los depósitos dentales establecidos) y el cuidado en casa diariamente
(para minimizar la acumulación de sarro).
TRATAMIENTO APLICADO
El tratamiento periodontal (limpieza supragingival y subgingival y pulido dental de las coronas) para
retirar la placa y los cálculos proporciona un ambiente limpio (el propietario puede mantenerlo con
cepillados dentales diarios).
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Cepillado dental diario.
• Suministro de una dieta dental o añadir diariamente comestibles higiénicos dentales a la comida (kibble o comida en lata).
• Revisión del perro mediante una exploración consciente 1 mes más tarde.
Se enseñó a los propietarios y a la hija mayor (15 años de edad) a cepillar los dientes del perro. Se
les suministró un cepillo de dientes y pasta dental y se les aconsejó cepillar los dientes diariamente.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 1 mes más tarde, los propietarios informaron de que no había halitosis. El perro había
aceptado fácilmente el cepillado dental y la hija mayor cepillaba los dientes del perro todas las
noches. El perro no quería comer la dieta dental y no había mostrado ningún interés en los
comestibles para la higiene dental (los enterraba en el jardín). El examen clínico con el animal
consciente reveló que la encía estaba sana (fig. 6-4) y la solución reveladora de placa no evidenció
sarro sobre los dientes (la hija había cepillado los dientes justo antes de la cita).
Figura 6.4
Fotografía lateral de la cavidad rostral oral. La encía no muestra evidencia clínica de inflamación, es decir, está de
color rosa pálido y no hay sangrado durante el cepillado o sondaje cuidadoso. El cepillado diario durante 1 mes resolvió la gingivitis.
Se revisó al perro (examen consciente) cada 6 meses durante 3 años. La hija realizaba
meticulosamente el cepillado dental y la encía estaba clínicamente sana. El perro fue anestesiado para
suturar una laceración de piel cuando tenía 4 años. Durante todo este tiempo el examen oral reveló
que la encía estaba clínicamente sana con sondajes de profundidad periodontal de 1 mm o menos en
todos los sitios, esto es, no había evidencia de periodontitis. Se decidió revisar al perro una vez al
año.
Se llevó nuevamente al perro a mi consulta 9 meses más tarde por un problema de halitosis. La hija
mayor se había ido de casa para estudiar en la universidad y los padres no habían estado cepillando
los dientes. El examen clínico consciente mostró la presencia de depósitos dentales y gingivitis
generalizada, complicada con una periodontitis (fig. 6.5a, b). Basándonos en los hallazgos
encontrados en el examen consciente, se instauró nuevamente el cepillado dental diario y se citó al
perro para un examen oral bajo anestesia general y un tratamiento periodontal 3 semanas más tarde.
Figura 6.5
Fotografías anterior (a) y lateral (b) de la cavidad rostral oral. Hay una acumulación evidente de depósitos dentales y
una respuesta de gingivitis marginal. Obsérvese la RG que afecta al 101, 201, 202, 203, 204 y todos los incisivos inferiores. También
se aprecia una fractura de la corona no complicada (FCNC) del 203.
El examen 3 semanas después indicaba la reducción de la gravedad de la gingivitis (fig. 6.6a, b). El
examen oral con anestesia general confirmó la periodontitis en varios sitios. De hecho, algunos
incisivos inferiores habían perdido mucha unión periodontal (fig. 6.7a, b) y tuvieron que ser
extraídos. Después del tratamiento periodontal y las exodoncias, los propietarios volvieron al
cepillado dental diario y la gingivitis se resolvió. Véase la parte delantera del registro dental para los
detalles de las lesiones o los hallazgos (fig. 6.8a) y la parte posterior para los detalles del tratamiento
(fig. 6.8b).
Figura 6.6
Fotografías anterior (a) y lateral (b) de la cavidad rostral oral. Obsérvese la reducción de la gingivitis (la encía está
menos edematosa y enrojecida) después de 3 semanas de cepillado dental diario sin la eliminación de los depósitos dentales. Siempre
que sea posible es de gran utilidad cepillar los dientes diariamente antes de un tratamiento profesional periodontal. Se producirá una
reducción de la gingivitis y el perro se acostumbrará al cepillado diario dental, lo cual es muy importante inmediatamente antes del
tratamiento periodontal.
Figura 6.7
Vista anterior de los incisivos inferiores.
a) La sonda periodontal se introduce in situ en la superficie vestibular distal del 301.
b) La sonda periodontal se ha extraído de la bolsa y colocado en la superficie de la encía para
demostrar el registro de la medida de la profundidad. En este sitio había una profundidad de 5
mm y una RG de 3 mm. El NUP es de 8 mm.
Figura 6.8
Partes anterior (a) y posterior (b) de la historia dental.
a) Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. Cabe
recordar que la periodontitis es una enfermedad específica localizada en un sitio del diente. Las
PSP se anotan en la vista oclusal de los dientes en la historia dental, por lo que se pueden
identificar fácilmente los sitios precisos de esta enfermedad. La PSP no se anota en la historia
para evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la RG, las PSP siempre se registran y el
NUP puede calcularse (RG + PSP) y anotarse en el sitio preciso de la historia dental en color
verde. El NUP es la valoración más exacta de la pérdida de unión. En este caso había suficiente
espacio en la historia para anotar los sitios precisos de NUP, por lo que se anotaron en la parte
posterior de la historia en color verde en la sección de «Periodoncia». De Gorrel C,
Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de
Elsevier.
b) Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental. El
tratamiento consiste en terapia periodontal (limpieza supragingival y subgingival y pulido de
las coronas) y exodoncia abierta del 301, 302, 401 y 402. Los colgajos de encía se suturan con
Monocryl 5/0. Se hicieron radiografías de todos los dientes afectados de periodontitis para
valorar la extensión completa de la enfermedad. Se realizó una radiografía en el 203 (fractura
de la corona no complicada) para valorar la pulpa y el estado de salud periodontal. También se
efectuaron radiografías después de las extracciones.
De Gorrel C, Derbyshire S (2005): Veterinary Dentistry for the Nurse and Technician, con permiso de Elsevier.
Después de este tratamiento, el perro se incluyó en un programa de revisión anual durante 5
años. Durante este tiempo fue revisado bajo anestesia dos veces. Los propietarios cepillaban los
dientes diariamente y nunca más se requirió otra intervención. La encía se mantenía clínicamente sana
y no progresaba la periodontitis (los sitios afectados se estabilizaron y no aparecieron nuevas
lesiones).
PRONÓSTICO
El perro admitió bien los cuidados en casa, esto es, el cepillado de los dientes diario, lo que dio como
resultado el mantenimiento de una encía clínicamente sana y la prevención de la periodontitis.
Durante todo el tiempo que los propietarios continúen con el cepillado diario, la salud periodontal se
mantendrá. Si reducen la frecuencia de los cepillados o dejan de hacerlos, la periodontitis se
desarrollará rápidamente.
COMENTARIOS
El perro tiene ahora 10 años. Mantiene sana la encía y no ha desarrollado periodontitis. Su historia es
una descripción perfecta de la evolución de la enfermedad periodontal, esto es, los resultados de la
acumulación de sarro producen una gingivitis y ésta, si no se trata, evoluciona hacia una
periodontitis. En un individuo con predisposición a la periodontitis, su desarrollo puede ocurrir
rápidamente.
En resumen, cuando tuvo 14 meses se presentó con una gingivitis debido a una acumulación de
sarro. Durante 3 años se mantuvo la encía clínicamente sana por los cuidados de la hija, quien
cepillaba sus dientes diariamente. Se le dejó de cepillar y 9 meses más tarde el perro tenía una
molesta acumulación de sarro y una periodontitis (lo suficientemente grave como para requerir la
extracción de varios dientes). Se reanudó el cepillado dental diario y durante 5 años no padeció
gingivitis ni periodontitis.
La educación es de importancia primordial en la prevención y el tratamiento de las enfermedades
periodontales. El paso más importante y que debe hacerse diariamente consiste en el cepillado dental.
El efecto del tratamiento profesional periodontal dura en la mayoría de los casos sólo 3 meses. La
alimentación con una dieta dental o con huesos o golosinas comestibles dentales reduce la
acumulación del sarro y del cálculo, pero no sirve para mantener una encía clínicamente sana ni para
prevenir una periodontitis.
En este caso, debido a que la hija había estado cepillando los dientes, los propietarios no se
percataron de lo importante que era el cepillado dental diario. No se dieron cuenta hasta que se cesó
en el cepillado y la enfermedad periodontal evolucionó rápidamente.
Las soluciones reveladoras de placa son una herramienta útil para comprobar la eficacia del
cepillado de los dientes. Yo enseño a los propietarios cómo hay que hacer el cepillado de los dientes
correctamente y cómo se aplica después la solución reveladora de placa sobre ellos; de esta forma se
pueden apreciar los restos de placa que han quedado y que deben cepillarse de nuevo para
eliminarlos. Lo ideal sería que los propietarios usaran estas soluciones reveladoras de placa para
valorar la eficacia del cepillado frecuentemente, esto es, al principio una vez al día y después una vez
a la semana.
Hay que considerar que la halitosis resulta a menudo una señal de enfermedad periodontal, aunque
la gingivitis y la periodontitis pueden estar presentes sin halitosis.
Es prudente tomar radiografías de los sitios donde los dientes están ausentes para determinar si se
trata de una agenesia dental congénita o de un fracaso en la erupción dentaria. Se ha descrito el riesgo
de formación de quistes con los dientes no erupcionados. El quiste folicular resultante (dentígero)
puede causar una amplia reabsorción del hueso alveolar cuando aumenta de tamaño. Estos quistes se
dilatan y crecen porque se forma un gradiente osmótico entre la luz del quiste y los tejidos
circundantes. La presión del quiste expandiéndose produce una reabsorción ósea. Los quistes
foliculares pueden llegar a ser muy grandes y producir extensas reabsorciones de todo el tejido
alrededor del hueso alveolar. Por consiguiente, los dientes no erupcionados que aparezcan deben
controlarse regularmente mediante radiografías para identificar el desarrollo precoz de los quistes
foliculares. El tratamiento consiste en la extracción del diente no erupcionado y el quiste. Algunos
veterinarios extraen los dientes que no han erupcionado como medida preventiva.
Se ha descrito radiográficamente una fractura coronal no complicada del 203 y no hay afección
pulpar ni desarrollo de enfermedad periodontal, por lo que no está indicado su tratamiento.
7
Periodontitis en un gato
PRESENTACIÓN INICIAL
Sitio de extracción dentaria no cicatrizado y ulceración labial.
DETALLES DEL PACIENTE
Hembra de gato doméstico de pelo corto esterilizada de 7 años de edad.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
La gata había recibido tres tratamientos periodontales en los últimos 4 años, que habían consistido en
limpieza dental, pulido y extracciones (los propietarios no recuerdan qué dientes se habían quitado ni
las causas). Seis meses antes de ser referida se apreciaba que la cavidad de extracción del canino
superior izquierdo no había curado. La gata había recibido algunos antibióticos sin mejoría. También
el canino inferior izquierdo contactaba con el labio superior, lo que había producido una úlcera.
La gata se nos remitió para el tratamiento de la extracción no cicatrizada y de la lesión del labio.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La gata toleraba relativamente bien un examen rápido consciente, que mostró los siguientes
hallazgos:
1. Ausencia de dientes (presumiblemente extraídos).
2. Gingivitis generalizada de moderada a grave.
3. Cavidad de extracción del 204 no cicatrizada.
4. Úlcera en el labio superior izquierdo (debido a la oclusión traumática del 304).
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se pueden consultar en la parte anterior de la historia dental (fig. 7.1) los detalles de los hallazgos.
Figura 7.1
Historia dental. Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. Cabe recordar que
la periodontitis es una enfermedad específica localizada en un sitio del diente. Las PSP se anotan en la vista oclusal de los dientes en el
registro dental, por lo que se pueden identificar fácilmente los sitios precisos de esta enfermedad. La PSP no se anota en el registro para
evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la RG, las PSP siempre se registran y el NUP puede calcularse (RG + PSP) y
anotarse en el sitio preciso del registro dental en color verde. El NUP es la valoración más exacta de la pérdida de unión.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Ausencia de dientes (103, 109, 201, 203, 204, 209 y 409).
2. Gingivitis generalizada de moderada a grave.
3. Cavidad de extracción del 204 no cicatrizada (fig. 7.2).
4. Cavidad de extracción del 409 no cicatrizada (fig. 7.3).
5. Úlcera del labio superior izquierdo.
6. Retracción gingival (RG) que afectaba al 104, 107 (fig. 7.4a, b), 108, 207, 208, 304, 309, 404 y
408.
7. Afectación de la furca de grado 1 del 207.
8. Afectación de la furca de grado 3 del 107 (fig. 7.4a, b), 309 y 408.
9. Movilidad de grado 3 del 408.
Figura 7.2
Vista oclusal de la cavidad de extracción no cicatrizada del 204.
Figura 7.3
Foto lateral de la cavidad de extracción no cicatrizada del 409.
Figura 7.4
Periodontitis avanzada.
a) La pérdida de hueso y la RG han provocado una exposición de la furca de la superficie
palatina del 107.
b) El diente 107 tiene una afectación de la furca de grado 3, esto es, la sonda puede pasar a
través de la furca.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías completas de la boca (10).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías revelaron una pérdida generalizada horizontal de hueso alveolar que era más grave
en el maxilar (fig. 7.5). Había una extensa pérdida ósea en la furca del 107 (fig. 7.5), 309 (fig. 7.6) y
408 (fig. 7.7). La pérdida ósea en el 408 tenía un componente vertical (también horizontal) y una
fractura patológica de la raíz mesial (fig. 7.7). Además, la raíz del 204 (fig. 7.8) extraído y la raíz
distal del 409 extraído estaban retenidas.
Figura 7.5
Periodontitis avanzada. La radiografía muestra la pérdida extensa y generalizada de hueso horizontal y la pérdida del
hueso de la furca del 107.
Figura 7.6
Figura 7.7
Periodontitis avanzada. La radiografía muestra la pérdida de hueso horizontal y la afectación de la furca del 309.
Periodontitis avanzada, fractura radicular patológica y retención radicular tras una extracción. La radiografía muestra
la pérdida de hueso horizontal y la reabsorción radicular externa del 408. Cabe recordar que la reabsorción radicular inflamatoria es
un rasgo típico de la periodontitis y necesita diferenciarse de la reabsorción radicular idiopática. La pérdida de hueso en la furca del
408 es grave. Apréciese la fractura patológica de la raíz mesial del 408, lo cual explica el grado de movilidad 2 registrado en este
diente. También se puede ver la raíz distal retenida tras la extracción del 409, que ha evitado la cicatrización de la cavidad dentaria.
Figura 7.8
Extracción parcial. Apréciese la retención radicular tras la extracción del 204. Esto explica por qué la cavidad no
cicatrizó. El diámetro de la pulpa de la raíz retenida es mucho más grande que el del diente opuesto o contralateral. De hecho, el
diámetro pulpar es compatible con un diente inmaduro. Por consiguiente, el daño que ha causado la necrosis pulpar y el cese del
desarrollo del diente se han producido antes del primer año de edad del gato.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis generalizada.
2. Periodontitis moderada en 104, 108, 207, 208, 304 y 404.
3. Periodontitis avanzada en 107, 309 y 408 (fractura patológica de la raíz mesial).
4. Restos radiculares de extracciones previas (204 y raíz distal del 409).
5. Úlcera del labio superior izquierdo (debido a la oclusión traumática del 304).
REPASO DE LA TEORÍA
Enfermedad periodontal es un término general que engloba un grupo de lesiones inflamatorias
inducidas por la placa bacteriana y que afectan al periodonto.
En la gingivitis, la inflamación inducida por la placa se limita al tejido blando de la encía. La
profundidad del surco gingival es normal (es decir, la profundidad normal del sondaje periodontal en
perros es de 1-3 mm y en gatos de 0,5-1 mm). Cuando aparece la periodontitis, la destrucción
inflamatoria de la parte coronal del ligamento periodontal provoca la migración apical del epitelio
de unión y la formación de una bolsa periodontal (es decir, la profundidad de la bolsa periodontal
aumenta). Si la enfermedad inflamatoria progresa, la porción de la cresta del proceso alveolar
empieza a reabsorberse. El tipo de destrucción del hueso alveolar y la extensión se diagnostican
radiográficamente. La reabsorción del hueso puede avanzar apicalmente en un nivel horizontal. La
destrucción ósea horizontal a menudo se acompaña de RG (como en este caso), por lo que pueden no
formarse las bolsas periodontales. Si no hay RG, la bolsa periodontal es supraalveolar, es decir, está
sobre el nivel del margen alveolar. El patrón de destrucción de hueso también puede seguir en una
dirección vertical a lo largo de la raíz para formar defectos angulares. La bolsa periodontal ahora
puede ser intraalveolar o subalveolar, es decir, estar por debajo del nivel del margen alveolar. La
reabsorción radicular inflamatoria también puede ocurrir en la periodontitis. Este tipo de reabsorción
radicular externa debe diferenciarse de la reabsorción radicular idiopática (v. cap. 17).
El diagnóstico de enfermedad periodontal depende del examen clínico del periodonto en el animal
anestesiado. Además, es obligatorio realizar radiografías para valorar el tipo y la extensión de la
destrucción de hueso alveolar si hay evidencias de periodontitis en el examen clínico. Resulta
esencial diferenciar entre la gingivitis y la periodontitis para instaurar el tratamiento apropiado. En
los pacientes con gingivitis el objetivo consiste en restaurar los tejidos a su estado saludable,
mientras que en los pacientes con periodontitis el objetivo consiste en prevenir la evolución de la
enfermedad.
Los siguientes parámetros tienen que evaluarse y registrarse para cada diente en todos los
pacientes:
1. Gingivitis e índice gingival.
2. Profundidad del sondaje periodontal (PSP).
3. RG.
4. Afectación de la furca.
5. Movilidad.
6. Nivel de la unión periodontal/clínica (NUP/NUC).
La PSP, la RG, el grado de afectación de la furca y la movilidad miden la extensión de la
destrucción del periodonto, es decir, valoran la presencia y la gravedad de la periodontitis.
Cabe recordar que la PSP no está necesariamente correlacionada con la gravedad de la pérdida de
la unión. La hiperplasia gingival puede contribuir a una bolsa más profunda (o seudobolsa, si no hay
pérdida de unión), mientras que la RG puede producir falta de la bolsa periodontal pero también un
remanente de epitelio de unión mínimo. El NUP mide la distancia desde la unión amelocementaria (o
un punto de fijación del diente) hasta la base de la prolongación apical de la bolsa patológica. Es, por
tanto, la valoración más exacta de la pérdida de tejido en la periodontitis. El NUP también puede
medirse de manera directa con una sonda periodontal o calcularse (es decir, PSP + RG).
El examen detallado del espacio del ligamento periodontal y del margen alveolar interproximal
requiere usar la técnica de la radiografía intraoral. Los cambios relacionados con la enfermedad
periodontal incluyen reabsorción del margen alveolar, aumento del espacio periodontal, ruptura en la
línea o pérdida de la radiopacidad de la lámina dura y una destrucción del hueso alveolar, lo que
produce bolsas supraóseas o infraóseas. Con radiografías con la técnica paralela se pueden
demostrar con más exactitud las características de la periodontitis porque esta técnica permite una
mejor vista del margen alveolar y revela con más precisión la extensión verdadera o la profundidad
de la lesión periodontal en relación con la raíz del diente. Las radiografías realizadas con la técnica
de bisección parecen demostrar una destrucción más grande del hueso alveolar de la que realmente
existe porque el rayo central se dirige oblicuamente al eje largo de los dientes y se produce una
distorsión en las dimensiones. Además, con la técnica de bisección los cálculos subgingivales pueden
aparecer superpuestos al hueso alveolar y no ser detectados. Las placas efectuadas con la técnica de
paralelización pueden demostrar los depósitos de cálculos subgingivales y los defectos del cemento,
pero no cubrir el área suficiente para demostrar lesiones extensas de periodontitis. En el maxilar y en
la mandíbula anterior pueden necesitarse las vistas con la técnica del ángulo bisectriz y paralela para
observar con más exactitud la extensión de la destrucción tisular.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La destrucción horizontal de hueso a menudo se acompaña de RG y pueden no formarse bolsas periodontales.
• Hay que intentar diferenciar la reabsorción radicular inflamatoria de la reabsorción radicular idiopática.
• El tratamiento de la periodontitis establecida consiste en intentar prevenir su progresión.
• La PSP no siempre se correlaciona con la pérdida de la unión.
• Las radiografías con las técnicas de paralelización demuestran con más exactitud la periodontitis.
• Si los cuidados en casa no se toleran o ciertos dientes no son accesibles a la limpieza, puede requerirse realizar extracciones
más tarde.
• Las extracciones deben confirmarse radiográficamente.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción de todos dientes afectados por la periodontitis. La ausencia o falta de control
frecuente (diario) de la placa provoca periodontitis. La gran mayoría de los gatos adultos no
permiten el cepillado dental y a menudo la extracción de todos los dientes que muestran
evidencias de pérdida de unión constituye el tratamiento de elección.
2. Extracción de los dientes más afectados y luego cuidados en casa para tratar de prevenir y que
aparezca lo más tarde posible la destrucción periodontal. El propietario estaba muy interesado
en mantener el mayor número posible de dientes. Además, la gata era dócil y de buen carácter y
el propietario estaba seguro de que aceptaría el cepillado de los dientes.
TRATAMIENTO APLICADO
Se pueden apreciar los detalles del tratamiento aplicado en la parte posterior del registro dental (fig.
7.9):
1. Tratamiento periodontal de retirar el sarro y los cálculos y proporcionar un ambiente limpio.
2. Extracción abierta de los restos radiculares (204 y raíz distal del 409). La extracción correcta
se confirmó radiográficamente.
3. Extracción abierta del 107, 309 y 408. La extracción correcta se confirmó radiográficamente.
4. Acortamiento, tratamiento endodóncico y restauración del 304 para solucionar la oclusión
traumática y, por tanto, permitir que cure la úlcera del labio.
Figura 7.9
Historia dental. Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Aplicar diariamente clorhexidina durante 3 semanas.
• Citar para un examen clínico consciente a las 3 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 3 semanas después, el propietario informó de que no había supuesto ningún problema
la administración de clorhexidina. Todos los sitios de extracción habían curado sin complicaciones.
Se enseñó al propietario cómo cepillar los dientes, se le dio pasta de dientes y cepillo y se le citó para
revisión al mes.
En la revisión de 1 mes después, el propietario informó de que estaba cepillando los dientes de la
gata diariamente. Sin embargo, no permitía acceder con facilidad a los dientes posteriores del
maxilar. Las encías de todos dientes excepto del 108, 207 y 208 aparecían clínicamente sanas. Había
una gingivitis del 108, 207 y 208. El propietario estaba muy animado en perseverar con el cepillado
dental.
Se vio a la gata 6 meses después para un examen bajo anestesia y para la valoración radiográfica
de la endodoncia del 304. Este examen demostró una encía clínicamente sana de la mayoría de los
dientes, excepto del 108, 207 y 208, que tenían gingivitis moderada y RG adicional (esto es, la
periodontitis estaba avanzando). Las radiografías confirmaron el éxito del tratamiento endodóncico
del 304. El tratamiento complementario consistió en la extracción abierta del 108, 207 y 208. Se
decidió poner a la gata en un programa de revisión anual, es decir, examen bajo anestesia y
radiografías una vez al año.
En la revisión un año después, la gata tenía la encía clínicamente sana y no había pruebas de la
evolución de la periodontitis (la RG estaba igual).
PRONÓSTICO
Esta gata está admitiendo bien los cuidados en casa, esto es, el cepillado dental diario. Todavía
necesitará tratamientos profesionales periodontales a intervalos regulares, que se determinarán en
función de la eficacia de los cuidados en casa. Debería ser suficiente para esta gata una revisión anual.
COMENTARIOS
En mi experiencia, la mayoría de los gatos adultos no permiten el cepillado de los dientes. Sin
embargo, en las situaciones en las que el propietario tiene confianza en que puede hacerlo les otorgo
el beneficio de la duda. Si los cuidados en casa son exitosos, como en este caso, el pronóstico resulta
excelente. Los lugares afectados por periodontitis no se regeneran, pero la enfermedad puede
detenerse. Si el cuidado de casa no se tolera o ciertos dientes no son asequibles para la limpieza, más
tarde se precisará hacer extracciones.
8
Importancia de la profundidad del sondaje periodontal (PSP)
PRESENTACIÓN INICIAL
Gingivitis recurrente y halitosis.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra castrada de 8 años de edad de raza golden retriever.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
No había problemas dentales ni orales hasta hace 8 meses, cuando apareció una grave gingivitis
localizada en los dientes caninos superiores. Antes, en tres ocasiones se había realizado un
tratamiento periodontal profesional (limpieza, pulido y extracción de algunos dientes) bajo anestesia
general durante los últimos 6 meses y la perra había recibido un tratamiento corto de antibióticos
después de cada limpieza dental. La encía se mantenía sana durante unas 3 semanas después de cada
limpieza y ciclo de tratamiento de antibióticos, pero la inflamación de la encía volvía a aparecer de
nuevo.
Se nos remitió a la perra para que la tratásemos de una gingivitis recurrente que afectaba a los
caninos superiores. El propietario no se dio cuenta de que la inflamación de la boca afectaba al estado
general de la perra (es decir, interés en los paseos y en la comida) y no apreció la halitosis.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La perra era relativamente sensible al examen oral consciente, que mostró lo siguiente:
1. Ausencia de dientes (extraídos anteriormente).
2. Gingivitis moderada generalizada.
3. Gingivitis más grave alrededor de los caninos superiores.
4. Retracción gingival (RG) en la superficie vestibular del 104 y 204.
5. Trayectos de drenaje gingival en la superficie vestibular del 204.
6. Halitosis.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Para ver los hallazgos clínicos, consúltese la parte anterior del registro dental (fig. 8.1).
Figura 8.1
Historia dental. Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. Cabe recordar que
la periodontitis es una enfermedad específica localizada en un sitio del diente. Las PSP se anotan en la vista oclusal de los dientes en el
registro dental, por lo que se pueden identificar fácilmente los sitios precisos de esta enfermedad. Las PSP no se anotan en el registro
para evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la RG, las PSP siempre se registran y el NUP puede calcularse (RG + PSP) y
anotarse en el sitio preciso del registro dental en color verde. El NUP es la valoración más exacta de la pérdida de unión.
En resumen, en el examen bajo anestesia general se identificó lo siguiente:
1. Ausencia de los dientes 101, 102, 110, 202, 205, 210, 311 y 411.
2. Gingivitis generalizada de moderada a media (fig. 8.2a, b).
3. Gingivitis grave en los caninos superiores (fig. 8.3a, b).
4. RG en la superficie vestibular (fig. 8.3a, b) y palatal del 104 y 204.
5. Trayectos gingivales de drenaje vestibular en el 204 (figs. 8.2b y 8.3b).
6. RG en la superficie vestibular y lingual del 304 y 404.
7. RG y afectación furcal (grado 3) del 206 (figs. 8.2b y 8.3b).
8. RG vestibular sobre la raíz distal del 109 (fig. 8.4) y 209.
9. Aumento de la profundidad del sondaje periodontal (PSP) del 104, 204, 109, 209, 304 y 404
(se puede ver el odontograma para precisar la localización).
10. Fractura de la corona no complicada (FCNC) del 208 (fig. 8.2b).
Figura 8.2
Fotografía lateral de los maxilares derecho (a) e izquierdo (b). Es evidente una gingivitis generalizada de media a
moderada.
a) Apréciese la RG en la superficie vestibular del 104 y sobre la raíz distal del 109.
b) Obsérvese la RG en la superficie vestibular del 204 y 206. La fístula gingival localizada en la
superficie vestibular del 204 es evidente, así como la afectación furcal del 206. También se
aprecia la fractura coronal del 208.
Figura 8.3
Fotografía lateral centrada sobre el canino superior derecho (a) y el izquierdo (b).
a) La encía del 104 está inflamada y hay RG vestibular.
b) Las encías del 204 y 206 están inflamadas y el borde gingival ha retrocedido apicalmente.
Son evidentes tres fístulas gingivales en la encía vestibular del 204. La furca del 206 está
claramente afectada por la enfermedad.
Figura 8.4
Fotografía lateral del maxilar caudal derecho. La encía ha retrocedido para exponer la mayor parte de la superficie
vestibular de la raíz distal del 108. Apréciese la localización de la papila cigomática y parótida.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 104, 204, 206, 109 y 209 para medir la extensión y la gravedad de las
periodontitis. También se tomó una radiografía simple del 208 (FCNC) para medir el estado
periapical y pulpar.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías del 104 y 204 confirmaron el diagnóstico clínico de periodontitis. Había una
reabsorción del margen alveolar y un aumento del espacio periodontal. La radiografía del 104
mostró la gran pérdida ósea que se extendía más allá del vértice (fig. 8.5).
Figura 8.5
Radiografía del 104. Apréciese la extensa pérdida ósea de la superficie vestibular que se extiende más allá del ápice.
La radiografía del 206 evidenció pérdida del hueso horizontal y una afectación de la furca (fig.
8.6), que de nuevo confirmó el diagnóstico clínico de la periodontitis avanzada.
Figura 8.6
Radiografía centrada en el 206. Es evidente la marcada pérdida ósea y la afectación furcal del 206.
Las radiografías del 109 (fig. 8.7a) y 209 (fig. 8.7b) demostraron una destrucción periapical
notable en la raíz palatina.
Figura 8.7
Radiografía centrada en el 109 (a) y el 209 (b). Apréciese la destrucción ósea periapical (de origen periodontal)
alrededor de la raíz palatina de ambos dientes.
La radiografía del 208 (FCNC) no mostró pruebas de patología periapical o pulpar.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis generalizada.
2. Periodontitis en el 104, 204, 206, 109, 209, 304 y 404.
3. Absceso periodontal lateral en el 204.
4. Lesiones de clase II (periodónticas-endodónticas) del 109 y 209.
REPASO DE LA TEORÍA
En la gingivitis, la inflamación inducida por la placa se limita al tejido blando de la encía. La
profundidad del surco gingival es normal (es decir, la profundidad normal del sondaje periodontal en
perros es de 1-3 mm y en gatos de 0,5-1 mm). Cuando aparece la periodontitis, la destrucción
inflamatoria de la parte coronal del ligamento periodontal provoca la migración apical del epitelio
de unión y la formación de una bolsa periodontal (es decir, la profundidad de la bolsa periodontal
aumenta). Si la enfermedad inflamatoria progresa, la porción de la cresta del proceso alveolar
empieza a reabsorberse. El tipo de destrucción del hueso alveolar y la extensión se diagnostican
radiográficamente. La reabsorción del hueso puede avanzar apicalmente en un nivel horizontal. La
destrucción ósea horizontal a menudo se acompaña de RG, por lo que pueden no formarse las bolsas
periodontales. Si no hay RG, la bolsa periodontal es supraalveolar, es decir, está sobre el nivel del
margen alveolar. El patrón de destrucción de hueso también puede seguir en una dirección vertical a
lo largo de la raíz para formar defectos angulares. La bolsa periodontal ahora puede ser intraalveolar
o subalveolar, es decir, estar por debajo del nivel del margen alveolar.
Hay varios caminos de comunicación entre la pulpa y el periodonto: a través de los túbulos de la
dentina, de canales de pulpa laterales y/o accesorios y del foramen apical. Por consiguiente, una
lesión periapical podría tener un origen periodontal y una lesión periodontal tipo podría originarse
desde la pulpa. Otra posibilidad es que la lesión sea el resultado de una combinación de una patología
endodóntica y periodontal. En este caso, las lesiones periapicales son la consecuencia de la extensión
de la infección periodontal con la que se afecta el tejido de la pulpa, con el desarrollo de una
enfermedad endodóntica secundaria como complicación.
La clasificación de las lesiones de acuerdo con la etiología es la siguiente:
• Lesión de clase I o lesión endodóntica-periodóntica: se origina en el endodonto, es decir, la
patología comienza en la pulpa y avanza para afectar al periodonto.
• Lesión de clase II o lesión periodóntica-endodóntica: se origina en el periodonto, es decir, se
trata de una patología que comienza en el periodonto y progresa para afectar a la pulpa.
• Lesión de clase III o lesión combinada verdadera: es una fusión de lesiones endodónticas y
periodónticas independientes.
El pronóstico de las retenciones de los dientes durante mucho tiempo se basa en la siguiente
clasificación: las lesiones de clase I tienen mejor pronóstico, pues el tratamiento endodóncico
soluciona la extensión de la inflamación periodontal; en contraste, las lesiones de las clases II y III
requieren endodoncia, así como una amplia terapia periodontal, y la destrucción periodontal a
menudo resulta demasiado extensa para que responda al tratamiento, siendo muchas veces necesaria
la extracción de los dientes.
Un absceso periodontal es una exacerbación aguda del proceso que ocurre en una bolsa
periodontal crónica, generalmente en forma de obstrucción parcial o completa del orificio de la
bolsa. El absceso periodontal agudo puede producir una pérdida ósea rápida y extensa. En algunos
casos, la pérdida de hueso se extenderá más allá de los ápices de las raíces de los dientes.
El diagnóstico de la enfermedad periodontal depende del examen clínico del periodonto en el
animal anestesiado. Además, es obligatoria la radiografía si hay evidencias de periodontitis en el
examen clínico. Resulta esencial para diferenciar entre gingivitis y periodontitis y para instaurar el
tratamiento adecuado. En individuos con gingivitis, el objetivo consiste en restaurar los tejidos para
que estén sanos; en individuos con una periodontitis establecida, el objetivo de la terapia estriba en
prevenir el progreso de la enfermedad.
Los siguientes parámetros tienen que evaluarse y registrarse para cada diente en todos los
pacientes:
1. Gingivitis e índice gingival.
2. Profundidad del sondaje periodontal (PSP).
3. RG.
4. Afectación de la furca.
5. Movilidad.
6. Nivel de la unión periodontal/clínica (NUP/NUC).
La PSP, la RG, el grado de afectación de la furca y la movilidad miden la extensión de la
destrucción del periodonto, es decir, valoran la presencia y la gravedad de la periodontitis.
Cabe recordar que la PSP no está necesariamente correlacionada con la gravedad de la pérdida de
la unión. La hiperplasia gingival puede contribuir a una bolsa más profunda (o seudobolsa, si no hay
pérdida de unión), mientras que la RG puede producir falta de la bolsa periodontal pero también un
remanente de epitelio de unión mínimo. El NUP mide la distancia desde la unión amelocementaria (o
un punto de fijación del diente) hasta la base de la prolongación apical de la bolsa patológica. Es, por
tanto, la valoración más exacta de la pérdida de tejido en la periodontitis. El NUP también puede
medirse directamente con una sonda periodontal o calcularse (es decir, PSP + RG).
Como ya se comentó, la radiografía mide el tipo y la extensión de la destrucción del hueso
alveolar y es obligatoria en pacientes con periodontitis. Los cambios radiográficos asociados con la
enfermedad periodontal incluyen la reabsorción del margen alveolar, el aumento del espacio
periodontal, la rotura de la estructura o la pérdida de la radiopacidad de la lámina dura y la
destrucción de hueso alveolar que produce bolsas supraóseas o infraóseas.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La limpieza supragingival no afecta a la inflamación por debajo del margen gingival ni tiene efecto sobre la periodontitis.
• Resulta esencial el sondaje periodontal en algunos sitios alrededor de cada diente.
• Hasta que una enfermedad oral no se ha tratado, a menudo el propietario no nota diferencia en el comportamiento de su
animal.
• Los abscesos periodontales laterales y las úlceras en las membranas mucosas son muy dolorosos.
• Es obligatoria la radiografía si hay pruebas de periodontitis en el examen clínico.
• El absceso periodontal agudo podría producir una pérdida ósea rápida y extensiva.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
La extracción del 104, 204, 206, 109 y 209 es el único tratamiento posible. Necesita cuidados diarios
en casa para prevenir la progresión de la periodontitis (304 y 404) y el desarrollo de nuevas lesiones
en otros sitios.
TRATAMIENTO APLICADO
La perra recibió el siguiente tratamiento (v. la página posterior del registro dental en la fig. 8.8):
1. Limpieza periodontal para retirar el sarro y los cálculos y dejar la encía limpia.
2. Extracción abierta de 104, 204, 206, 109 y 209, que se realizó con éxito y fue confirmada
radiográficamente antes de suturar los colgajos (fig. 8.9a, b). Las figuras 8.10 a 8.14 muestran la
extensión total de la periodontitis de estos dientes.
Figura 8.8
Figura 8.9
Historia dental. Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental.
Fotografía lateral del sitio de extracción del 104 (a), 204 y 206 (b). La extracción exitosa se confirmó
radiográficamente antes del cierre. El colgajo vestibular se suturó a la encía palatina (con un patrón de sutura simple interrumpida) con
sutura absorbible monofilamento de 5/0 (Monocryl). La sutura se realizó sin tensión.
Figura 8.10
Fotografía del 104 extraído. Apréciese la extensa pérdida del ligamento periodontal y la acumulación subgingival
de cálculos en la superficie mesiopalatina del diente.
Figura 8.11
Fotografía del 204 extraído. Apréciese la extensa pérdida del ligamento periodontal y la acumulación subgingival
de cálculos en la superficie mesiopalatina del diente.
Figura 8.12
Fotografía del 106 extraído. El diente se seccionó en dos unidades de una sola raíz antes de la extracción.
Apréciese la pérdida de la unión y la acumulación de cálculos subgingivales en la furca.
Figura 8.13
Fotografía del 109 extraído. El diente se seccionó en tres unidades de una sola raíz antes de la extracción. Las
raíces distal y palatina han perdido virtualmente todos sus soportes y están cubiertas de cálculos; en cambio, la raíz mesial ha perdido
muy poca unión y está cubierta por un ligamento periodontal sano. Cabe recordar que la periodontitis es una enfermedad específica de
un sitio.
Figura 8.14
Fotografía del 209 extraído. El diente se seccionó en tres unidades de una sola raíz antes de la extracción. Las
raíces distal y palatina han perdido virtualmente todos sus soportes y están cubiertas de cálculos; en cambio, la raíz mesial ha perdido
muy poca unión y está cubierta por un ligamento periodontal sano. Cabe recordar que la periodontitis es una enfermedad específica de
un sitio.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Aplicar clorhexidina diariamente durante 1 semana.
• Empezar el cepillado dental diario.
• Citar para revisión consciente al mes.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión de 1 mes después el propietario nos informó de que estaba cepillando los dientes a
diario a su perra y ésta colaboraba. También nos dijo que la perra estaba más activa y juguetona que
antes de las extracciones.
Todos los lugares de extracción curaron bien y no había halitosis. La solución reveladora de placa
no detectaba sarro (porque el propietario había cepillado los dientes 1 h antes de la cita). La encía
estaba clínicamente sana.
En la revisión 3 meses más tarde se hizo un examen bajo anestesia para asegurarse de la eficacia de
los cuidados en casa y se repitieron las radiografías del 208 para revisar su estado periapical y
pulpar.
PRONÓSTICO
La perra está permitiendo un cuidado en casa óptimo, es decir, el cepillado de los dientes diariamente.
Se está alimentando con una dieta especial para los dientes y se le dan golosinas que cuidan su
higiene dental. Requerirá tratamiento profesional a intervalos regulares basándose en la eficacia de
los cuidados en casa. Cuanto más tiempo se mantengan los cuidados efectivos en casa, ¡el pronóstico
para esta perra será excelente!
COMENTARIOS
En los seres humanos la gingivitis no complicada generalmente no se asocia con malestar y dolor. De
hecho, es un proceso insidioso y el paciente podría no ser consciente de su existencia. La gingivitis
que no se trata puede desarrollar periodontitis.
Basándose en los pacientes humanos, la periodontitis no complicada no se asocia con un dolor
intenso o malestar, a diferencia de lo que ocurre en las complicaciones, como el desarrollo de un
absceso periodontal lateral o las úlceras en la mucosa, que son muy dolorosos.
En el examen inicial, el propietario no percibió que la enfermedad oral estuviera causando
malestar o dolor. Sin embargo, en la revisión 1 mes después de la extracción de los dientes comentó
que la perra estaba muy activa y juguetona. De hecho, lo describió como que «siente como si fuera un
cachorro otra vez». En mi experiencia, hasta que una condición oral no se ha tratado, el propietario
no nota diferencias en el comportamiento.
El propietario estaba preocupado por la halitosis y el veterinario que nos refirió a la perra se lo
atribuyó a la gingivitis. Este caso demuestra la importancia de un examen periodontal para detectar
una enfermedad periodontal. Resulta esencial el sondaje periodontal en varios puntos alrededor de
cada diente. El veterinario que nos envió el caso no llevó a cabo el sondaje periodontal y la causa de
la halitosis se diagnosticó mal, así como la gingivitis de dos dientes (104 y 204), cuando había una
periodontitis avanzada en cinco (104, 204, 206, 109 y 209) y una moderada en dos (304 y 404). Una
vez diagnosticada la periodontitis, son obligatorias las radiografías. En este caso, las radiografías
revelaron lesiones periodónticas-endodónticas (109 y 209) que no se detectaron en un examen
periodontal clínico.
Resulta esencial diferenciar entre gingivitis y periodontitis para establecer el tratamiento
apropiado. La limpieza supragingival y el tratamiento con antibióticos no abordan la inflamación
debajo del margen gingival y no tienen ningún efecto sobre la periodontitis.
9
Efectos sistémicos de la periodontitis
PRESENTACIÓN INICIAL
Historia de empeoramiento progresivo de tos durante 10 meses.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza yorkshire terrier de 12 años esterilizado.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro se trató de una neumonía séptica, con afectación del lóbulo pulmonar craneal izquierdo,
probablemente secundario a una enfermedad periodontal. También tuvo una traqueítis y un colapso
traqueal. Se nos refirió para tratar la enfermedad periodontal. No hay antecedentes de enfermedad
oral o dental ni se realizó ningún tratamiento anterior.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro era colaborador y permitió el examen facial y oral consciente, que reveló los siguientes
hallazgos clínicos:
1. Ausencia de dientes (probablemente extraídos, pero también podrían faltar por una agenesia
dental congénita); no había ningún diente en el maxilar, con ausencia de incisivos inferiores,
caninos y algún premolar.
2. Comunicación oronasal en 104, 108 y 204.
3. Acumulación grave de depósitos dentales en premolares y molares inferiores (sospechosos de
periodontitis avanzada).
4. Marcada pérdida de hueso rostral del maxilar y la mandíbula.
5. Separación de la sínfisis mandibular; las hemimandíbulas derecha e izquierda se movían
libremente.
Además, había una moderada secreción ocular, una secreción nasal derecha y un aumento del
ganglio linfático mandibular derecho.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se pueden apreciar los detalles de los hallazgos clínicos en la parte anterior de la historia dental (fig.
9.1).
Figura 9.1
Historia dental. Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. La PSP no se anota
en la historia para evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la RG, las PSP siempre se registran. La verdadera pérdida de unión
es la suma de la retracción y profundidad medida. Cabe recordar que la periodontitis es una enfermedad específica localizada en un
sitio del diente. Las PSP se anotan en la vista oclusal de los dientes en el registro dental, por lo que se pueden identificar fácilmente los
sitios precisos de esta enfermedad.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Ausencia de dientes (todos los dientes del maxilar, todos los incisivos inferiores, los caninos y
306, 310, 311, 405, 406 y 410).
2. Periodontitis avanzada en el 305, 307, 308, 309, 407, 408, 409 y 411. La pérdida de unión se
manifestó clínicamente, así como la retracción gingival (RG) y la exposición de la furca.
3. Marcada pérdida del hueso rostral de la mandíbula, con separación de la sínfisis; las
mandíbulas derecha e izquierda se movían libremente (fig. 9.2).
4. Comunicación oronasal en el 104, 108 (fig. 9.3) y 204 y restos radiculares en la comunicación
oronasal del 108.
Figura 9.2
Pérdida extensa del hueso alveolar. Los incisivos inferiores y los caninos estaban ausentes y había una gran pérdida de
hueso. De hecho, el hueso perdido había producido una destrucción y separación de la sínfisis mandibular y las hemimandíbulas
derecha e izquierda se movían libremente.
Figura 9.3
Fotografía oclusal que muestra la comunicación oronasal (como resultado de la grave periodontitis) en el 104 y 108.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
1. Se realizan unas radiografías de toda la boca (14 placas).
2. En el lugar de la pérdida grave del hueso rostral de la maxila y de la mandíbula (de la encía,
del tejido conjuntivo subyacente y del hueso) se hizo una biopsia de la mandíbula rostral y se
envió para su estudio anatomopatológico.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías mostraron lo siguiente:
1. Pérdida grave del hueso alveolar del maxilar rostral (fig. 9.4) y de la mandíbula rostral (fig.
9.5).
2. Resto radicular del 108 (fig. 9.4).
3. Periodontitis avanzada en el 305, 307, 308, 309, 407, 408, 409 y 411 (figs. 9.6 y 9.7).
Figura 9.4
Radiografía del maxilar. El único resto radicular es el de la raíz del 108. Apréciese la atrofia del hueso alveolar
como resultado de la pérdida del diente.
Figura 9.5
Radiografía de la mandíbula rostral. El hueso alveolar asociado a los incisivos y caninos se ha reabsorbido. La
sínfisis mandibular está virtualmente destruida por el proceso inflamatorio. El diente 305 ha perdido la mayoría de su hueso de soporte.
Figura 9.6
Radiografía de la mandíbula izquierda. La periodontitis avanzada se manifiesta por una pérdida del hueso horizontal y
por la exposición de la furca de los dientes restantes. Nótese la delgada lámina del borde ventral de la mandíbula.
Figura 9.7
Radiografía de la mandíbula derecha. La periodontitis avanzada se manifiesta por una pérdida del hueso horizontal y
por la exposición de la furca de los dientes restantes. Nótese la delgada lámina del borde ventral de la mandíbula.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Comunicación oronasal del 104, 108 (con retención de restos radiculares en la fístula) y 204.
2. Periodontitis en el 305, 307, 308, 309, 407, 408, 409 y 411.
3. Separación de la sínfisis mandibular.
REPASO DE LA TEORÍA
Enfermedad periodontal es un término general que engloba un grupo de lesiones inflamatorias
inducidas por la placa bacteriana y que afectan al periodonto.
En la gingivitis, la inflamación inducida por la placa se limita al tejido blando de la encía. La
profundidad del surco gingival es normal (es decir, la profundidad normal del sondaje periodontal en
perros es de 1-3 mm y en gatos de 0,5-1 mm). Cuando aparece la periodontitis, la destrucción
inflamatoria de la parte coronal del ligamento periodontal provoca la migración apical del epitelio
de unión y la formación de una bolsa periodontal (es decir, la profundidad de la bolsa periodontal
aumenta). Si la enfermedad inflamatoria progresa, la porción de la cresta del proceso alveolar
empieza a reabsorberse. El tipo de destrucción del hueso alveolar y la extensión se diagnostican
radiográficamente. La reabsorción del hueso puede avanzar apicalmente en un nivel horizontal. La
destrucción ósea horizontal a menudo se acompaña de RG, por lo que pueden no formarse las bolsas
periodontales. Si no hay RG, la bolsa periodontal es supraalveolar, es decir, está sobre el nivel del
margen alveolar. El patrón de destrucción de hueso también puede seguir en una dirección vertical a
lo largo de la raíz para formar defectos angulares. La bolsa periodontal ahora puede ser intraalveolar
o subalveolar, es decir, estar por debajo del nivel del margen alveolar. El resultado final de la
periodontitis es la pérdida del hueso. La porción crestal del hueso alveolar experimentará una atrofia
una vez que el diente se pierda.
El diagnóstico de enfermedad periodontal depende del examen clínico del periodonto en el animal
anestesiado. Además, es obligatorio realizar radiografías para valorar el tipo y la extensión de la
destrucción de hueso alveolar si hay evidencias de periodontitis en el examen clínico. Resulta
esencial diferenciar entre la gingivitis y la periodontitis para instaurar el tratamiento apropiado. En
los pacientes con gingivitis el objetivo consiste en restaurar los tejidos a su estado saludable,
mientras que en los pacientes con periodontitis el objetivo consiste en prevenir la evolución de la
enfermedad.
Los siguientes parámetros tienen que evaluarse y registrarse para cada diente en todos los
pacientes:
1. Gingivitis e índice gingival.
2. Profundidad del sondaje periodontal (PSP).
3. RG.
4. Afectación de la furca.
5. Movilidad.
6. Nivel de unión periodontal/clínica (NUP/NUC).
La PSP, la RG, el grado de afectación de la furca y la movilidad miden la extensión de la
destrucción del periodonto, es decir, valoran la presencia y la gravedad de la periodontitis. Las
radiografías deben realizarse en cualquier diente que muestre signos de periodontitis.
Cabe recordar que la PSP no está necesariamente correlacionada con la gravedad de la pérdida de
la unión. La hiperplasia gingival puede contribuir a una bolsa más profunda (o seudobolsa, si no hay
pérdida de unión), mientras que la RG puede producir falta de la bolsa periodontal pero también un
remanente de epitelio de unión mínimo. El NUP mide la distancia desde la unión amelocementaria (o
un punto de fijación del diente) hasta la base de la prolongación apical de la bolsa patológica. Es, por
tanto, la valoración más exacta de la pérdida de tejido en la periodontitis. El NUP también puede
medirse directamente con una sonda periodontal o calcularse (es decir, PSP + RG).
Se ha demostrado que una grave infección en la cavidad oral, como una periodontitis generalizada,
producirá una migración de bacterias durante la masticación. De hecho, se ha demostrado la relación
entre la enfermedad periodontal y los cambios histológicos en riñones, miocardio e hígado. La
relación entre la enfermedad periodontal grave y la enfermedad respiratoria se acepta en odontología
humana; en cambio, no se puede demostrar que la traqueítis, el colapso traqueal, la bronconeumonía
séptica y la consolidación del lóbulo pulmonar izquierdo, diagnosticados en este perro, fueran
directamente causados por la periodontitis. Por lo menos, la comunicación entre la cavidad oral y la
nasal complicaría la resolución de la enfermedad respiratoria. Hubo que considerar resolver las
fístulas oronasales y eliminar el foco de la infección (periodontitis) para permitir la resolución de
los problemas respiratorios.
CONSEJOS CLÍNICOS
• El diagnóstico de la enfermedad periodontal se basa en el examen del periodonto cuando el animal está anestesiado.
• Se requieren radiografías si hay evidencia de periodontitis en el examen clínico.
• Hay que diferenciar entre gingivitis y periodontitis para instaurar el tratamiento adecuado.
• Una grave infección en la cavidad oral, como una periodontitis generalizada, producirá una migración de bacterias durante la
masticación.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
La reparación de las fístulas oronasales y la extracción de todos los dientes restantes constituyen el
tratamiento que necesita este perro. La separación de la sínfisis mandibular, como no causa molestias,
no precisa tratamiento.
TRATAMIENTO APLICADO
Para los detalles del tratamiento aplicado, ver también el registro dental (fig. 9.8):
1. Extracción abierta de los dientes restantes. La extracción correcta se confirmó
radiográficamente (figs. 9.9 y 9.10).
2. Extracción abierta del resto radicular del 108. La extracción correcta se confirmó
radiográficamente.
3. Reparación de la fístula oronasal en el 104, 108 y 204. Se realizó un cierre en una sola capa
(fig. 9.11).
Figura 9.8
Historia dental. Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental.
Figura 9.9
Radiografía de la mandíbula izquierda. La radiografía postextracción confirma la correcta exodoncia de todos los
dientes.
Figura 9.10
Radiografía de la mandíbula derecha. La radiografía postextracción confirma la correcta exodoncia de todos los
dientes.
Figura 9.11
Fístula oronasal resuelta. La fotografía muestra el cierre simple en una capa usado para la solución de la
comunicación oronasal. Los colgajos se suturaron con Monocryl 5/0.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Continuación del tratamiento con antibióticos y corticoides para la enfermedad respiratoria.
• Clorhexidina diariamente durante 3 semanas.
• Dieta blanda.
• Revisión del animal consciente a las 3 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión clínica 3 semanas más tarde, la fístula oronasal reparada y los sitios de extracción de
los dientes estaban bien cicatrizados. El informe histopatológico de la biopsia de la mandíbula rostral
era compatible con una periodontitis, es decir, el hueso tenía características reactivas y sin evidencias
de neoplasia. El perro tosía menos y su aspecto era mejor, comía bien y había ganado algo de peso.
Aún estaba tomando antibióticos y corticoides para su problema respiratorio.
Se dio cita para un examen consciente 1 mes más tarde. Se comprobó que todas las localizaciones
quirúrgicas de la boca estaban completamente cicatrizadas. El perro estaba activo y alerta y, aunque
aún tosía, lo hacía sólo cuando se excitaba. El veterinario informó de que la bronconeumonía séptica
se había resuelto.
PRONÓSTICO
No deberían presentarse más problemas en la cavidad oral (edéntulo y sin comunicaciones
oronasales). Este perro siempre necesitará comida blanda. La separación de la sínfisis mandibular no
produce ninguna molestia o agravamiento de la función restante y no precisa intervención.
La bronconeumonía séptica se resolvió, pero es probable que el perro manifieste síntomas
derivados del colapso traqueal y de la consolidación lobular pulmonar.
COMENTARIOS
La periodontitis puede producir una pérdida grave de hueso. En este perro, la porción anterior del
maxilar y la mandíbula se ha perdido. Ha sido uno de los casos más graves de pérdida de hueso como
consecuencia de una periodontitis que he visto. Por consiguiente, realicé una biopsia para un estudio
histopatológico, aunque no es habitual en una periodontitis.
La detección precoz (sondaje periodontal y radiografías) y el tratamiento de la enfermedad
periodontal (terapia periodontal y extracciones) podrían haber evitado la grave pérdida de hueso y el
establecimiento de las comunicaciones oronasales y además podrían haber prevenido el desarrollo de
la grave enfermedad respiratoria.
10
Lesiones iatrogénicas
PRESENTACIÓN INICIAL
Fractura mandibular.
DETALLES DEL PACIENTE
Shih-tzu macho esterilizado de 10 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro se nos remitió para la solución de una fractura iatrogénica mandibular ocurrida durante la
extracción del canino inferior izquierdo. El veterinario que lo remitió nos informó de que podía
haber dejado algunos restos radiculares de otras extracciones.
El perro había sido tratado con analgésicos toda la noche, se hallaba extremadamente incómodo y
los propietarios muy angustiados. Ellos no habían sido conscientes de que podrían darse
complicaciones relacionadas con lo que pensaban que era una «simple limpieza dental y
posiblemente alguna extracción». El perro había recibido tratamientos periodontales y extracciones
(solamente se extrajeron algunos dientes) varias veces durante su vida sin complicaciones. El perro
había sido tratado por una de las enfermeras y no por el veterinario; el veterinario que nos remitió el
caso se había negado, aparentemente, a hablar a los propietarios. En pocas palabras, había ocurrido
una desagradable falta de comunicación.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro estaba demasiado incómodo para intentar el examen oral consciente.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Para los detalles de los hallazgos clínicos, ver la parte anterior de la historia dental (fig. 10.1).
Figura 10.1
Historia dental. Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. La PSP no se anota
en la historia para evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la RG, las PSP siempre se registran. La verdadera pérdida de unión
es la suma de la retracción y profundidad medida. Cabe recordar que la periodontitis es una enfermedad específica localizada en un
sitio del diente. Las PSP se anotan en la vista oclusal de los dientes en el registro dental, por lo que se pueden identificar fácilmente los
sitios precisos de esta enfermedad.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Fractura de la mandíbula izquierda en el ápice del 304 extraído.
2. Periodontitis avanzadas en el 404 (retracción gingival [RG] y aumento de la profundidad del
sondaje periodontal [PSP]) y del 409 (RG, aumento de la PSP y afectación de la furca de grado
III). Los dientes 404 y 409 eran los únicos que se mantenían.
3. Las aperturas de los sitios de extracción (de la cirugía del día anterior) se rellenaron con
coágulos (fig. 10.2).
4. La raíz mesial del 309 estaba todavía en la apertura.
5. Laceraciones en los tejidos blandos orales, especialmente en la superficie ventral de la lengua
(fig. 10.2).
Figura 10.2
Fotografía oclusal de la mandíbula izquierda. Los alveolos de las extracciones del 304, 308 y 309 se rellenan con
un coágulo, pero la raíz mesial retenida del 309 es evidente. Apréciese la laceración en la lengua, que podría haber sido causada por
un uso no cuidadoso del luxador o elevador dental.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de las hemimandíbulas derecha e izquierda. El maxilar no tenía ningún
diente y el hueso estaba cubierto por mucosa sana, por lo que no era necesario radiografiarla.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Se requirió realizar 8 radiografías para visualizar las hemimandíbulas izquierda y derecha.
Las radiografías indicaron lo siguiente:
1. Mandíbula izquierda fracturada, con las líneas de fractura extendiéndose desde la región del
ápice del 304 extraído hasta el borde ventral de la mandíbula (fig. 10.3).
2. Vestigio de la corona del 305 (fig. 10.3).
3. Extracción parcial del 309; la raíz mesial aún estaba en el alveolo (fig. 10.4).
4. Extracción parcial del 408; había restos de raíces mesial y distal (fig. 10.5a, b).
5. Periodontitis (pérdida de hueso alveolar y exposición de la furca) del 409 (fig. 10.5b).
Figura 10.3
Radiografía de la fractura mandibular izquierda. La fractura se origina en el ápice del diente 304 extraído. Hay una
línea de fractura a través del hueso alveolar y dos líneas de fracturas que se extienden a lo largo del borde ventral de la mandíbula.
Apréciese la porción coronal retenida del 305.
Figura 10.4
Figura 10.5
Radiografía de la raíz mesial retenida del 309. Esta raíz era también evidente en el examen clínico.
Radiografías del diente 408 parcialmente extraído. Mientras los restos radiculares de las raíces mesial y distal son
evidentes en la radiografía (a), se hizo una segunda radiografía (b) para ver completamente la raíz distal retenida. Esta vista representa
claramente la retención de la raíz distal del 408 y del 409. Apréciese la pérdida de hueso horizontal y la exposición furcal del 409.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Fractura iatrogénica de la mandíbula izquierda.
2. Periodontitis avanzada en el 404 y 409.
3. Restos radiculares del 309 (raíz mesial) y del 408 (raíces mesial y distal).
4. Vestigio de corona del 305.
REPASO DE LA TEORÍA
Los dientes afectados por una periodontitis avanzada necesitan extracciones. Muchas extracciones
atribuibles a la periodontitis son relativamente fáciles de llevar a cabo porque la mayoría de las
estructuras de unión del diente se han perdido por el proceso de la enfermedad. Cabe recordar que la
periodontitis es una enfermedad específica de sitio (la pérdida de la unión periodontal puede afectar a
uno o varios sitios alrededor de la circunferencia del diente, con otros sitios que no están afectados
por la pérdida ósea), y por tanto algunas extracciones pueden resultar difíciles a pesar de que la
enfermedad esté en un estado avanzado.
Las posibles complicaciones de las extracciones dentarias son las siguientes:
Lesión térmica del hueso. Es obligatorio usar agua en cantidad suficiente para la refrigeración de
los instrumentos rotatorios (si se emplea una pieza de mano de alta o baja velocidad). El
sobrecalentamiento producirá daños en el tejido blando y el hueso. La necrosis térmica del hueso
genera el desarrollo de un secuestro óseo que necesita resolverse quirúrgicamente en un segundo
procedimiento.
Fractura del diente. La extracción puede producir una fractura del diente, de la corona o de la
raíz. La fractura de la corona generalmente es atribuible a una fuerza excesiva en el uso de los
elevadores y/o los fórceps dentales. Si la raíz está en una sola pieza y puede visualizarse, se retira con
luxadores pequeños y elevadores para cortar los restos de fibras del ligamento periodontal. En esta
situación resulta útil la elección de un pequeño luxador (2 mm) o una punta de raíz. La visibilidad es
esencial para poner instrumentos en el espacio del ligamento periodontal. Hay que utilizar espray de
agua para retirar la sangre. Si hay fracturas radiculares, es obligatorio realizar una radiografía para
valorar cuánta raíz hay y su posición. Basándose en los hallazgos radiográficos, la extracción puede
planearse. Puede necesitarse una extracción abierta para acceder al resto radicular. Si la raíz no puede
extraerse, el propietario debe ser informado y la mandíbula afectada se monitorizará clínica y
radiográficamente para evidenciar patologías.
Comunicación oronasal. Puede darse una comunicación entre un alveolo de un diente maxilar y la
cavidad nasal. La fístula establecida está cubierta por un epitelio y no suele curar espontáneamente.
Las tres causas más comunes en la formación de una fístula oronasal que afecta al área de los
alveolos maxilares son:
• Enfermedad periodontal avanzada.
• Lesiones periapicales.
• Iatrogénica.
Una fístula oronasal en la región del diente canino generalmente es el resultado de la enfermedad
periodontal en estado avanzado, donde el proceso causó la destrucción de la pared ósea medial de los
alveolos. Las patologías periapicales de los caninos maxilares y de los premolares también pueden
causar perforación de la pared medial del hueso de los alveolos. Asimismo, la extracción de un
canino maxilar puede provocar una perforación de la pared ósea medial cuando se realiza con una
técnica incorrecta. Una perforación iatrogénica pequeña cicatrizará probablemente bien si el colgajo
de encía se coloca y sutura. Los grandes defectos o las fístulas oronasales crónicas producen signos
clínicos como descarga nasal, impactación de comida e infección crónica y deberán resolverse.
Enfisema. Puede aparecer si la pieza de mano de alta velocidad se coloca de tal manera que el aire
que expulsa entra en el hueso y los tejidos blandos. El uso continuado del aire de secado,
especialmente si se dirige dentro de los alveolos, también puede producir un enfisema. Parece que los
gatos son particularmente propensos y en la recuperación tienen una hinchazón a través de la base de
la nariz y en la frente. Hay unas crepitaciones evidentes sobre la palpación de la hinchazón. Por otra
parte, el suelo de la boca aparece hinchado. La condición se resuelve durante horas o días
generalmente. Los propietarios se preocupan frecuentemente y es mejor evitarlo.
Edema sublingual. El traumatismo de la lengua puede producir un edema sublingual. Si es grave,
puede requerir el tratamiento médico con antiinflamatorios y a veces diuréticos. Este problema se
puede evitar usando una técnica cuidadosa.
Fractura de mandíbula. Una enfermedad periodontal avanzada alrededor de los caninos inferiores
debilitará la mandíbula y pueden provocarse fracturas. Se debe tener una precaución extrema en
perros ancianos pequeños y en razas pequeñas, pues son más propensos a este problema. Las
radiografías preoperatorias antes de todas las extracciones son muy recomendadas.
Algunas fracturas mandibulares no necesitan fijación quirúrgica, particularmente aquellas donde
las líneas de fractura están dentro de las áreas de inserción de los músculos de la masticación, debido
a que los músculos estabilizan eficazmente la fractura durante la curación. Las fracturas mandibulares
necesitarán repararse si causan:
• Maloclusión.
• Inestabilidad.
Las fracturas estables, si están causando maloclusión, necesitan repararse para conseguir un cierre
normal de la boca.
En muchas situaciones, un bozal de cinta durante 3-4 semanas puede suministrar la suficiente
estabilidad para que la fractura cicatrice. También puede usarse como soporte temporal o en
asociación con otros métodos de fijación.
Hemorragia. Los defectos de la coagulación pueden no aparecer hasta que se ha extraído un diente,
cuando la hemorragia no para después de algunos minutos, sino que continúa abundantemente y
puede poner en peligro la vida de animal. Puede ser de ayuda suturar la encía, poner una gasa
hemostásica o taponar el alveolo dentario.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Uso apropiado de agua de refrigeración para los instrumentos rotatorios de alta y baja velocidad. La necrosis térmica del
hueso normalmente produce el desarrollo de secuestros óseos que necesitan resolverse quirúrgicamente en una
segundaintervención.
• Algunas extracciones dentarias pueden ser muy difíciles a pesar de tener una enfermedad periodontal avanzada.
• Si hay fracturas radiculares, es necesario hacer radiografías para averiguar cuánta raíz queda en el alveolo y cuál es su
posición.
• Los sitios de extracción deben ser radiografiados preoperatoriamente.
• Si la raíz no puede extraerse, el propietario ha de ser informado y la mandíbula afectada debe monitorizarse clínica y
radiográficamente para evidenciar patologías.
• La fístula oronasal establecida está cubierta por un epitelio y no suele curar espontáneamente.
• Una perforación iatrogénica pequeña cicatrizará probablemente bien si se coloca y sutura el colgajo de la encía.
• Se debe tener precaución cuando se extraen dientes en perros viejos pequeños y en razas pequeñas, ya que son más propensos
a este problema. Las radiografías preoperatorias antes de todas las extracciones son muy recomendables.
• Las fracturas mandibulares deben resolverse si causan maloclusión o inestabilidad.
• Suturar la encía con una gasa hemostásica o taponar el alveolo dentario pueden ayudar en el control de la hemorragia.
• La fractura de la mandíbula no es una complicación poco frecuente en la extracción de los caninos inferiores. Los propietarios
siempre deben ser conscientes de este riesgo.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Hay que extraer los restos radiculares y los dientes restantes enfermos. El manejo de la fractura
mandibular requiere fijación quirúrgica sólo si la fractura es inestable después de la reducción. El
perro es edéntulo, así que la oclusión no es la cuestión.
TRATAMIENTO APLICADO
El perro recibió el siguiente tratamiento (v. la parte posterior de la historia dental indicada en la fig.
10.6):
1. Se levantó un gran colgajo mucoperióstico vestibular y lingual que se extendió desde la línea
media hasta distal al 309. Se retiró el vestigio de la corona del 305 y 309 (la raíz mesial). El
hueso irregular se fresó usando una pieza de alta velocidad con una fresa de diamante. La
fractura se redujo y el colgajo vestibular se suturó al colgajo lingual. El colgajo co-locado
mantuvo la fractura en una posición de reducción estable. Como consecuencia, no se necesitó la
fijación quirúrgica de esta fractura.
2. Extracciones abiertas del 404 y de los restos radiculares mesiales y distales del 408.
Figura 10.6
Historia dental. Los detalles del tratamiento se anotan en la parte posterior de la historia dental.
Las extracciones y la fijación de la fractura (fig. 10.7) se verificaron radiográficamente antes de
colocar los colgajos.
Figura 10.7
Radiografía de la mandíbula rostral. La radiografía se realizó para confirmar el éxito en la extracción del 404 y
controlar que la fractura en el 304 se había reducido. Apréciense el delgado hueso ventral y la incipiente línea de fractura en el hueso
alveolar del 404.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Analgésicos.
• Dieta blanda.
• Hay que poner siempre un bozal de cinta con una apertura de 1 cm, suficiente para comer y beber.
• Revisión del animal consciente a los 2 días y después a las 4 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión a los 2 días de la cirugía, el perro parecía cómodo. Comía bien y no le molestaba el
bozal de cinta. La fractura estaba reducida y parecía estable. Se le administraron analgésicos durante
10 días y al propietario se le aconsejó alimentarle solamente con comida blanda y conservar puesto
el bozal de cinta en su lugar durante 3 semanas.
Se vio al perro otra vez 1 mes después. Los propietarios informaron de que había vuelto a su
estado normal. Comía bien y había ganado un poco de peso. Se podía palpar un callo a lo largo del
borde ventral de la mandíbula izquierda y no había pruebas de inestabilidad dentro de la línea de
fractura. Se informó a los propietarios de que se necesitaría dieta blanda porque no había ningún
diente.
PRONÓSTICO
El perro no tiene ningún diente restante y la fractura ha cicatrizado. No necesita ningún tratamiento
complementario.
COMENTARIOS
La fractura de la mandíbula no es una complicación poco frecuente en la extracción de los caninos
inferiores. Los propietarios siempre deben ser conscientes de este riesgo.
Las radiografías preoperatorias suministran información sobre la extensión de la periodontitis y la
integridad del resto del hueso alveolar y permiten planear los procedimientos de extracción para
evitar la fractura, como levantar un gran colgajo y retirar más hueso alveolar en los casos donde el
borde ventral mandibular es una fina capa. En mi opinión, la extracción de los caninos inferiores con
periodontitis avanzada resulta la más difícil de todas. De hecho, tengo planes para la reparación de la
fractura siempre en mi mente antes de que empiece la extracción. Son fundamentales una técnica
cuidadosa y la retirada del hueso alveolar vestibular y lingual.
4
GINGIVOESTOMATITIS CRÓNICA
11
Introducción a la gingivoestomatitis crónica
La gingivoestomatitis crónica (GEC) describe un síndrome clínico caracterizado por una
inflamación local o difusa de la encía y de la mucosa oral. Esta enfermedad aparece con más
frecuencia en gatos, aunque también puede darse en perros.
GATOS
Los hallazgos clínicos descritos en gatos que padecen GEC incluyen una elevación de las
inmunoglobulinas (Ig) en el suero (IgG, IgM e IgA). Los gatos tienden a tener elevadas las
concentraciones en la saliva de IgG e IgM, pero las concentraciones de IgA están reducidas. No está
claro si el patrón descrito es una causa o un resultado de la enfermedad inflamatoria. El examen
histológico de la mucosa oral muestra un infiltrado inflamatorio de la submucosa consistente en
células plasmáticas, linfocitos, macrófagos y neutrófilos.
Numerosos autores han descrito que las globulinas elevadas en el suero en los gatos afectados y la
naturaleza del infiltrado inflamatorio de la submucosa pueden tener un origen inmunológico. Hasta la
fecha no se ha identificado ninguna causa inmunológica intrínseca en gatos afectados por GEC; sin
embargo, puede haber una base inmunomediada. Estudios clínicos han señalado la acción potencial
de varios agentes virales, el calicivirus felino (FCV) en particular, y también especies de bacterias
Gram negativas anaerobias. No obstante, los intentos para reproducir la enfermedad con estos
supuestos agentes etiológicos no han tenido éxito.
El signo más común en la infección por virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) es una
inflamación oral. La mayoría de los gatos con GEC son negativos al test de la FIV, pero aun así éste
se debe realizar para excluir la enfermedad. El virus de la leucemia felina (FeLV) también necesita
excluirse en el trabajo inicial. El papel del FCV en el desarrollo de la GEC no está muy claro. El FCV
se ha aislado casi en el 100% de los casos de GEC comparándolo con el 25% de la población sana, lo
que indica que el estado del portador puede ser un requisito previo para la inducción de la estomatitis
crónica.Sin embargo, el FCV que se ha aislado en gatos con GEC e inoculado en gatos libres de
patógenos específicos produce signos de calicivirus pero no de GEC, lo que sugiere que hay otros
factores que contribuyen al desarrollo de la inflamación oral. El hecho de que a menudo la GEC se
resuelve en los gatos positivos al FCV y después de la reducción de la placa dental, sugiere que
existen otros estímulos antigénicos implicados en la patogenia de esta enfermedad. Es posible que la
suma de la estimulación antigénica de la placa bacteriana y la acción de los virus resulte significativa
en el desarrollo de la GEC.
Históricamente, la naturaleza incurable de la enfermedad, en combinación con los escasos
conocimientos que se tenían de la misma y de la etiopatogenia de la GEC, ha derivado en la
aplicación de una gran variedad de regímenes de tratamiento empíricos sintomáticos.
Las recomendaciones de tratamiento más frecuentes para gatos son una combinación del
tratamiento periodontal y un régimen de cuidados en casa mediante el cual se mantenga en el mínimo
la acumulación de placa. En algunos casos, esto puede producir una reducción de la inflamación.
Pero la mayoría de los gatos no cooperarán adecuadamente con los cuidados en casa, por lo que la
placa volverá a los niveles críticos iniciales. Estos gatos necesitan la extracción de los dientes
molares y premolares. La extracción de todos los molares y premolares ha dado los resultados más
positivos, con cerca del 80% de los gatos que se ha curado clínicamente o mejoró significativamente.
El 20% de los gatos que no respondió a la extracción de los dientes puede tratarse con antisépticos,
antibióticos intermitentes o interferón.
El aislamiento del FCV debería realizarse siempre antes de usar el interferón y también controlar
el estado viral como una consecuencia del tratamiento. El interferón también ha de usarse en los
gatos positivos al calicivirus en los que la extracción de todos los premolares y molares no haya
producido su curación. Utilizar el interferón sin un tratamiento quirúrgico (extracción) no ha
mostrado tener ningún beneficio.
Los gatos con estomatitis crónica requieren un examen exhaustivo previo al tratamiento. El
objetivo no es alcanzar un diagnóstico per se, sino intentar identificar las posibles causas
subyacentes. El examen clínico incluye la realización de test frente a FIV y frente a FeLV, hematología
rutinaria, perfil bioquímico y un examen oral y dental (incluidas radiografías de la boca completa
para identificar la presencia de periodontitis, lesiones reabsortivas, dientes retenidos remanentes u
otras lesiones). Las enfermedades sistémicas, como el fallo renal crónico y la diabetes mellitus, que
predisponen al desarrollo de graves inflamaciones gingivales en presencia de placa dental, deben
excluirse antes del inicio de cualquier tratamiento. Los exámenes adicionales incluyen test para el
FCV y en algunos casos biopsias y estudios microscópicos de los tejidos afectados. Nosotros
rutinariamente no hacemos el test de calicivirus; sólo si el gato no responde al tratamiento de la
extracción de todos o algún diente. Únicamente los gatos positivos al test (virtualmente el 100%) se
tratan con terapia con interferón. Los exámenes histopatológicos y las biopsias de los tejidos
afectados se realizan sólo si las lesiones son asimétricas. Se han descrito casos de carcinoma de
células escamosas en desarrollo en gatos con GEC. Nosotros hemos visto un caso en el cual la
cirugía produjo la curación. Dos años después del tratamiento curativo se localizó una inflamación
intensa de la mucosa glosopalatina derecha (el resto de la mucosa oral está sano). La biopsia y el
examen histopatológico de la mucosa afectada revelaron un carcinoma de células escamosas.
PERROS
La GEC es menos común en los perros que en los gatos. Se piensa que ello se debe a una respuesta
inapropiada a los antígenos orales, en concreto la placa bacteriana presente sobre la superficie de los
dientes. Además, las enfermedades subyacentes vesiculobullosas, como pénfigo, penfigoide o lupus
eritematoso discoide (LED), no pueden excluirse; resulta esencial hacer un control de la placa antes
de que estas causas puedan investigarse.
En el perro, la aproximación a la GEC es como sigue:
1. Perfil bioquímico y hepatología para excluir las enfermedades sistémicas, como desórdenes
endocrinos y renales, que pueden predisponer al desarrollo de una enfermedad gingival grave
en presencia de la placa.
2. Examen oral meticuloso para identificar una posible razón de la intensa respuesta
inflamatoria, vestigios de raíces retenidas, periodontitis u otra patología dental.
3. Tratamiento periodontal (limpieza y pulido) y de las lesiones patológicas, es decir,
extracciones de los restos radiculares y extracción de los dientes afectados por la periodontitis.
4. Cuidados diarios en casa (control mecánico y químico de la placa).
5. Valoración de la respuesta al tratamiento.
En la gran mayoría de los casos, los resultados consiguen acercarse a la completa curación; en
algunos, el propietario no es capaz de mantener el adecuado control de la placa y se realiza una
extracción selectiva (extracción de los dientes que el propietario no pueda limpiar). Esto suele ser
generalmente suficiente. A un perro agresivo que no nos permitía el cuidado de la boca en casa se le
extrajeron todos los dientes para que fuera más saludable la mucosa oral.
La mucosa oral se mantiene sana con un cepillado diario y con tantos enjuagues de clorhexidina
como sean necesarios. Si se consigue mantener el control de la placa, el pronóstico es muy bueno;
sin embargo, si los propietarios llegan a relajarse con la eliminación de la placa, la
gingivoestomatitis reaparecerá a las pocas semanas. Esto es crucial que los propietarios lo entiendan.
12
Gingivoestomatitis crónica como consecuencia de una periodontitis
y lesiones iatrogénicas
PRESENTACIÓN INICIAL
Inapetencia y babeo asociados con gingivoestomatitis.
DETALLES DEL PACIENTE
Gata doméstica de pelo largo castrada de 9 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
No hay historial de enfermedad oral ni tratamiento dental o periodontal hasta hace 2 años, cuando la
gata se sometió a «extracciones dentales debido a una acumulación grave de placa y cálculo».
Después de 2 semanas de tratamiento presentaba inapetencia y sialorrea y el cirujano veterinario que
nos remitió el caso diagnosticó gingivoestomatitis.
En los 2 años anteriores la gata había pasado por cinco episodios de tratamiento periodontal que
habían consistido en limpieza dental, pulido y extracciones (no había registro sobre qué dientes se
habían extraído). La gata había mejorado inmediatamente después de cada tratamiento (empezaba a
comer), pero la reacción inflamatoria había aparecido otra vez en pocas semanas (no quería comer).
Algunos ciclos de tratamiento con antibióticos y la administración de corticoides de efecto
prolongado mostraron una mejoría inicial, pero luego reaparecieron las lesiones a las pocas
semanas. La última inyección de corticoides de efecto prolongado no había mostrado beneficio. Se
nos remitió la gata para el tratamiento de la gingivoestomatitis crónica (GEC), pero antes de ser
referida pedimos una hematología y bioquímica sanguínea y unas pruebas del virus de la leucemia
felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), que realizaría su cirujano veterinario.
La gata resultó negativa al FIV y al FeLV; la única anomalía sanguínea que se encontró fue un
aumento de las globulinas plasmáticas.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La gata estaba sumamente incómoda y no permitía hacer el examen consciente de su cara o de la
cavidad oral.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Para los detalles de los hallazgos clínicos, ver la parte anterior de la historia dental (fig. 12.1).
Figura 12.1
Todos los hallazgos clínicos se registran en la parte anterior de la historia dental. Cabe recordar que la periodontitis
es una enfermedad específica localizada en un sitio del diente. Las profundidades del sondaje periodontal (PSP) se anotan en la vista
oclusal de los dientes en el registro dental, por lo que se pueden identificar fácilmente los sitios precisos de esta enfermedad. Las PSP
no se anotan en el registro para evitar el desorden. Sin embargo, cuando aparece la retracción gingival (RG), las PSP siempre se
registran y el nivel de la unión periodontal (NUP) puede calcularse (RG + PSP) y anotarse en el sitio preciso del registro dental en
color verde. El NUP es la valoración más exacta de la pérdida de unión.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis de moderada a grave en incisivos y caninos.
2. Ausencia de todos los premolares y los molares.
3. Gingivoestomatitis grave en la mucosa alveolar, vestibular y glosopalatina.
4. Hiperplasia marcada de la mucosa glosopalatina inflamada (fig. 12.2).
5. Fractura de la corona complicada (FCC) del 204.
6. Retracción gingival del 104, 204, 304 y 404.
7. Aumento de la profundidad del sondaje periodontal del 104, 204, 304 y 404.
Figura 12.2
Fotografía rostrocaudal de la orofaringe. Apréciense la hiperplasia y la inflamación intensa de los pilares
glosopalatinos.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías completas de la boca (10 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías identificaron retención de restos radiculares (presumiblemente de las extracciones
previas) del 108 (fig. 12.3), 208, 307 (fig. 12.4a), 308 (fig. 12.4a) y 309 (fig. 12.4a) y la raíz mesial del
408 y 409.
Figura 12.3
del 108.
Figura 12.4
Radiografía lateral de las regiones premolar y molar superior derecha. Apréciense los restos radiculares retenidos
a) Radiografía preoperatoria de las regiones premolar y molar mandibular izquierda. Las
raíces de todos los dientes de este cuadrante (307, 308 y 309) están retenidas como
consecuencia de extracciones previas. Esto debería denominarse «extracción parcial».
b) Radiografía postoperatoria de las regiones premolar y molar mandibular izquierda. La vista
postoperatoria muestra los alveolos vacíos de las extracciones, confirmándose la extracción de
todos los restos radiculares. Apréciese la lámina dura intacta de todos los alveolos, que
confirma que la integridad del canal mandibular (donde está alojado el tejido neurovascular de
los dientes y los tejidos blandos) no se ha afectado durante el procedimiento de extracción.
La pérdida ósea periodontal que afectaba a los colmillos también era evidente (figs. 12.5a, b, 12.6a
y 12.7a).
Figura 12.5
a) Radiografía rostrocaudal del maxilar superior. Apréciese la pérdida de grosor del hueso
alveolar asociada a los caninos. La proliferación de la placa ósea vestibular es también un
indicador de periodontitis. La fractura coronal del 204 resulta obvia. El diámetro del canal
pulpar del 204 es mayor que el del 104, lo que indica la necrosis pulpar del 204.
b) Radiografía lateral del 104. Apréciese la pérdida de grosor del hueso alveolar alrededor del
104.
c) Radiografía lateral del sitio de extracción del 104. El alveolo del 104 está vacío y la lámina
dura, intacta. También se confirma en esta radiografía la exitosa extracción de los restos
radiculares retenidos del 108.
Figura 12.6
a) Radiografía lateral del 204. La pérdida de grosor del hueso alveolar alrededor del 204 es
evidente. Apréciese la FCC del 204.
b) Radiografía lateral del sitio de extracción del 204. El alveolo del 204 está vacío y la lámina
dura, intacta.
Figura 12.7
Radiografía rostrocaudal de la mandíbula rostral preextracción (a) y postextracción (b).
a) Apréciese la pérdida del borde alveolar asociada a la periodontitis de los dos caninos.
b) Los alveolos están vacíos y la lámina dura está intacta, lo que confirma la extracción exitosa
de los incisivos y los caninos mandibulares.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis de moderada a grave en incisivos y caninos.
2. Gingivoestomatitis grave en la mucosa alveolar, vestibular y glosopalatina.
3. Hiperplasia marcada de la mucosa glosopalatina inflamada.
4. FCC del 204.
5. Restos radiculares del 108, 208, 307, 308, 309, 408 (raíz mesial) y 409.
6. Periodontitis avanzada del 104, 204, 304 y 404.
REPASO DE LA TEORÍA
La GEC describe un síndrome clínico caracterizado por una inflamación focal o difusa de la encía y
de la mucosa oral. Puede ocurrir en perros, pero es más frecuente en gatos.
Los hallazgos clínicos comúnmente descritos en gatos con GEC incluyen aumento de globulinas
del suero, predominantemente hipergammaglobulinemia y un infiltrado inflamatorio submucoso
formado por células plasmáticas, linfocitos, macrófagos y neutrófilos. Varios autores han sugerido
que el incremento de las globulinas del suero en los gatos afectados y la naturaleza del infiltrado
inflamatorio submucoso podrían tener una base inmunológica. Hasta la fecha no se ha identificado
ninguna alteración inmunológica intrínseca en los gatos afectados por GEC; sin embargo, esta
condición podría ser inmunomediada. Estudios clínicos han implicado la participación potencial de
varios agentes virales, el calicivirus en particular, así como bacterias Gram negativas anaerobias. Sin
embargo, intentar reproducir la enfermedad usando estos agentes etiológicos ha sido un fracaso.
Los gatos con estomatitis crónica requieren un examen minucioso antes de cualquier tratamiento.
El propósito del examen no es llegar a una diagnóstico per se, sino intentar identificar las posibles
causas subyacentes. Tal examen incluye: prueba para FIV y FeLV, hematología rutinaria y bioquímica
sanguínea y a veces una biopsia y un examen microscópico de los tejidos afectados. Es necesario un
examen oral y dental meticuloso, que incluya radiografías completas de toda la boca para identificar
la presencia de periodontitis, lesiones reabsortivas, restos radiculares retenidos u otras lesiones. Las
enfermedades sistémicas, como el fallo renal crónico y la diabetes mellitus, pueden predisponer al
desarrollo de inflamaciones gingivales graves en presencia de sarro y también deben excluirse antes
de iniciar cualquier tratamiento.
En este caso se identificó una causa subyacente probable para la reacción inflamatoria de la
mucosa oral, concretamente los restos radiculares de extracciones previas y periodontitis en un
diente canino. La extracción de los dientes afectados y de los vestigios radiculares produjo una
curación completa.
En resumen, los gatos con GEC están generalmente muy incómodos. Cada intento debe ir
encaminado a identificar y eliminar o tratar cualquier causa subyacente de inflamación intensa de la
cavidad oral. Las radiografías constituyen un componente obligatorio del diagnóstico.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los gatos con estomatitis crónica necesitan un examen minucioso, que incluye test de FeLV y FIV, antes de cualquier
tratamiento para identificar cualquier causa subyacente de esta condición.
• Es necesario realizar radiografías completas de toda la boca.
• El éxito de las extracciones dentarias debe confirmarse radiográficamente.
• Los gatos sin ningún diente pueden requerir ayuda para el acicalamiento.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracciones de todos dientes afectados por la periodontitis y de los restos radiculares si es
necesario.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Extracción de los restos radiculares (108, 208, 307, 308, 309 y raíz mesial del 408 y 409) con
una técnica abierta. Se suturaron los colgajos con Monocryl 5/0. El éxito de las extracciones se
confirmó radiográficamente.
2. Extracción del 104, 204, 304 y 404 con una técnica abierta. Se suturaron los colgajos con
Monocryl 5/0. El éxito de las extracciones se confirmó radiográfica-mente.
En las figuras 12.4b, 12.5c, 12.6b y 12.7b se pueden apreciar algunas de las radiografías
postoperatorias realizadas.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Un ciclo de 10 días de tratamiento con antibióticos (los primeros 3 días posquirúrgicos el veterinario debe administrar
diariamente una inyección del antibiótico y después usar gotas palatables que se puedan mezclar con la comida).
• Analgésicos durante 3 días (Vetergesic a través de una jeringa).
• Se citará para un examen consciente al mes.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 1 mes después, todos los sitios de extracción habían cicatrizado correctamente y no
había ninguna evidencia de gingivoestomatitis.
PRONÓSTICO
Las causas de la inflamación (periodontitis y retención de restos radiculares previas a las
extracciones) se habían eliminado y no hubo necesidad de otro tratamiento odontológico.
COMENTARIOS
La GEC en este caso la causaron numerosos vestigios radiculares de extracciones dentarias, es decir,
fue iatrogénica. Las extracciones cuidadosas con radiografías podrían haber prevenido el problema.
El gato también tenía periodontitis en los caninos, pero no había evidencia de gingivoestomatitis en
el incisivo o en la región de los caninos. La gingivoestomatitis estaba localizada en la mucosa
alveolar (recubriendo los restos radiculares retenidos) y se extendía lateralmente para afectar a la
mucosa vestibular y distalmente a los pliegues glosopalatinos. De hecho, éstos estaban inflamados e
hiperplásicos.
El éxito de la extracción dentaria debe confirmarse radiográficamente. Idealmente hay que extraer
todo el diente. Si no se puede, el propietario ha de saber que hay un resto radicular que puede que
necesite retirarse en una segunda cirugía.
En un significativo número de gatos que se nos han referido podemos identificar una causa
subyacente de la inflamación, pues a menudo se conservaban vestigios radiculares de las extracciones
previas. En mi opinión, a cualquier gato anestesiado para un procedimiento dental se le deberían
hacer unas radiografías completas de la boca para identificar patologías y permitir los tratamientos
adecuados. También las extracciones han de valorarse radiográficamente, especialmente en el gato.
Los gatos sin dientes pueden requerir ayuda para el acicalamiento. Esta gata de pelo largo requería
el cepillado diario del pelo.
13
Gingivoestomatitis crónica asociada al FeLV y al FIV
PRESENTACIÓN INICIAL
Inapetencia, babeo y ausencia de la cicatrización en los alveolos de extracciones previas.
DETALLES DEL PACIENTE
Gato adulto de aproximadamente 7 años castrado y de pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Se trata de un gato extraviado que había estado con sus propietarios durante 6 años y cuando tenía 1
fue adoptado. Vivía en una casa con muchos gatos (otros ocho). Todos los gatos estaban dentro y
fuera de la casa.
Diez semanas antes de ser remitido, el gato había recibido un tratamiento rutinario dental en el que
se le habían extraído algunos dientes, aunque no se registró cuáles. Se anotó en la ficha dental que
algunos dientes se habían fracturado durante la extracción y habían sido fresados. A la semana del
tratamiento, el gato empezó a babear y dejó de comer. Los alveolos de extracción no cicatrizaron y el
gato recibió varios ciclos de tratamiento antibiótico sin resultado. El gato nos fue referido 10
semanas después del tratamiento inicial.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El gato permitió el examen clínico general, pero no el examen consciente de la cara y la cavidad oral.
Se realizó extracción de sangre para hematología, bioquímica y test del virus de la leucemia felina
(FeLV) y del virus de inmunodeficiencia felina (FIV). Se decidió no esperar a los resultados de los
análisis para realizar la anestesia porque el gato en el examen clínico general estaba sano. El
propietario era consciente de que podía estar infectado del FeLV y del FIV.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral profundo que incluyó la investigación de los parámetros periodontales, y
todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Pérdida de los dientes 204, 208, 209, 107, 108, 109, 309 y 409 (presumiblemente se extrajeron
10 se-manas antes).
2. Alveolos de las extracciones del 204 (fig. 13.1a), 309 y 409 (fig. 13.2a) sin cicatrizar.
3. Gingivoestomatitis asociada con el alveolo de extracción del 204 (fig. 13.1a).
4. Gingivoestomatitis de la mucosa alveolar y vestibular en la región premolar y molar y
edéntula superior (fig. 13.3).
Figura 13.1
Fotografía oclusal (a) y radiografía rostrocaudal (b) del alveolo no cicatrizado de la extracción del 204.
a) El alveolo no ha cicatrizado después de 10 semanas de la extracción del 204; de hecho, el
propietario nos dijo que el defecto era más grande que inmediatamente después de la
extracción.
b) La radiografía muestra un alveolo vacío sin evidencia de resto radicular.
Figura 13.2
Fotografía lateral (a) y radiografía (b) del cuadrante mandibular derecho.
a) Apréciese la ausencia de cicatrización del alveolo de extracción del 409.
b) La radiografía revela que las raíces mesial y distal del 409 no se han extraído. Apréciense las
áreas radiolúcidas donde se realizaron las atomizaciones (fresados del material radicular).
Figura 13.3
Fotografía oclusal de la maxila superior. Apréciese la gingivoestomatitis que afecta a la mucosa vestibular y
alveolar sobre la región edéntula de premolares y molares bilateralmente.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías completas de la boca (10 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías revelaron que no existía evidencia de restos radiculares retenidos en el maxilar (fig.
13.1b). En la mandíbula se encontraron restos radiculares del 309 (fig. 13.4) y del 409 (fig. 13.2b).
Figura 13.4
Radiografía lateral de las regiones premolar caudal y molar izquierda. La radiografía revela la retención de las dos
raíces del 309. Apréciese el área radiolúcida en la raíz mesial como consecuencia de la atomización.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivoestomatitis bilateral en la región premolar y molar y edéntula superior (no se asocia
con las raíces de los dientes retenidos de extracciones previas).
2. Gingivoestomatitis y no cicatrización del alveolo del 204 (no se asocia con un resto radicular
retenido).
3. Gingivoestomatitis y no cicatrización del alveolo del 309 con restos radiculares retenidos.
4. Gingivoestomatitis y no cicatrización del surco del 409 con restos radiculares retenidos.
En este tiempo, los resultados de los análisis de sangre estaban disponibles. La única alteración
sanguínea encontrada fue la elevación de las globulinas y una desviación hacia la izquierda de la
fórmula leucocitaria. Sin embargo, el gato fue positivo a FeLV y FIV.
REPASO DE LA TEORÍA
La gingivoestomatitis crónica describe un síndrome clínico caracterizado por una inflamación local
o difusa de la encía y de la mucosa oral. Esto ocurre en perros, pero es más frecuente en gatos.
Los gatos con estomatitis crónica requieren un examen minucioso antes de cualquier tratamiento.
El propósito del examen no es llegar a una diagnóstico per se, sino intentar identificar las posibles
causas subyacentes. Tal examen incluye: prueba para FIV y FeLV, y posiblemente también FCV,
hematología rutinaria y bioquímica sanguínea y a veces una biopsia y un examen microscópico de
lostejidos afectados. Es necesario un examen oral y dental meticuloso, que incluye radiografías
completas de toda la boca para identificar la presencia de periodontitis, lesiones reabsortivas, restos
radiculares retenidos u otras lesiones. Las enfermedades sistémicas, como el fallo renal crónico y la
diabetes mellitus, pueden predisponer al desarrollo de inflamaciones gingivales graves en presencia
de sarro y deben también excluirse antes de iniciar cualquier tratamiento.
En este caso se identificó una causa subyacente de la respuesta inflamatoria de la mucosa oral y de
la no cicatrización de los alveolos de las extracciones, en concreto una infección de FeLV y FIV. La
presencia de restos radiculares de extracciones previas del 309 y 409 contribuyó a la no cicatrización
de los alveolos.
El hecho de que este gato fuera positivo a FeLV y FIV creó una situación complicada. El gato
formaba parte de un colectivo de gatos y había que tener en cuenta el riesgo de infección a los demás.
Este gato fue restringido a una vida dentro de casa para evitar la diseminación de la enfermedad.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los gatos con estomatitis crónica requieren un examen minucioso, que incluye test de FeLV y FIV, antes de cualquier
tratamiento para tratar de identificar las causas de esta enfermedad.
• La mejor manera de eliminar los vestigios radiculares es levantando un colgajo mucoperióstico y fresando cuidadosamente un
poco lejos de la tabla ósea vestibular para permitir la inserción de un luxador o elevador dentro del espacio del ligamento
periodontal; de esta forma, la raíz se extrae de la manera convencional.
• Los gatos infectados con FeLV y FIV necesitan estar restringidos a un estilo de vida interno o casero para prevenir la
extensión de la infección.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Eutanasia. El gato es contagioso para el resto de los gatos del colectivo.
2. Tratamiento sintomático (extracción de los restos radiculares del 309 y 409, desbridamiento
del alveolo del 204 y administración de antibióticos y antiinflamatorios). También debería
considerarse hacer una biopsia del alveolo no cicatrizado del 204. Siguiendo este tratamiento
sintomático, el gato necesitaría estar restringido a un estilo de vida dentro de casa para prevenir
la potencial diseminación del FeLV y el FIV. En el resto de los gatos se hace análisis de FeLV y
FIV para actuar de forma apropiada.
TRATAMIENTO APLICADO
Se discutió durante mucho tiempo con el propietario por teléfono la influencia del gato positivo a
FeLV y FIV sobre el resto del colectivo. El propietario solicitó el tratamiento sintomático mientras
pensaba en la trascendencia del estado viral. Se organizó con su cirujano ve-terinario para realizar
las pruebas a los otros ocho gatos.
El tratamiento aceptado consistió en lo siguiente:
1. Tratamiento periodontal.
2. Extracción abierta de los restos radiculares del 309 y 409. Los colgajos de acceso de los sitios
de extracción se suturaron con Monocryl 5/0. Las radiografías postoperatorias se realizaron
para confirmar el éxito de las extracciones.
3. Raspado del alveolo del 204.
4. Biopsia del alveolo no cicatrizado del 204.
Pensándolo bien, el propietario decidió optar por la eutanasia, que se realizó inmediatamente.
COMENTARIOS
Los gatos con FeLV y/o FIV tienen una respuesta inmunitaria alterada. Una inflamación grave de la
cavidad oral podría ser una manifestación de ello. Constituye una buena práctica evaluar FeLV y FIV
en todos los gatos que manifiesten inflamación oral. La mayoría de los gatos con enfermedades
inflamatorias orales son negativos a estas pruebas virales, pero hay que realizarlas para poder
excluir la infección por estos virus.
La presencia de infección de FeLV y/o FIV no es una indicación para la eutanasia. Muchos gatos
están bien con el tratamiento sintomático, es decir, un control del sarro estricto, generalmente la
extracción radical y el tratamiento médico (antibióticos y antiinflamatorios) si las fases agudas se
desarrollan. Sin embargo, los gatos infectados tienen que estar restringidos solamente a un estilo de
vida interno o casero para prevenir la extensión de la infección.
Se tomó la decisión de tomar una biopsia en el alveolo no cicatrizado del sitio de extracción del
204 porque algunos estudios han informado sobre el desarrollo de un carcinoma de células
escamosas en gatos con gingivoestomatitis crónica. El diagnóstico histopatológico en este caso fue
de una inflamación crónica sin evidencias de neoplasia.
La atomización de los restos radiculares, como se hizo en este caso, es improbable que consiga el
objetivo de retirar los restos de raíces. Es imposible diferenciar entre diente y hueso y retirar de
forma selectiva los restos dentarios usando una fresa. El resultado más probable, como en este caso,
consiste en perforar los canales en las raíces. La mejor manera de quitar los vestigios radiculares es
levantando un colgajo mucoperióstico y fresando cuidadosamente un poco lejos de la tabla ósea
vestibular para permitir la inserción de un luxador o elevador dentro del espacio del ligamento
periodontal; de esta forma, la raíz se extrae de manera convencional.
14
Gingivoestomatitis crónica idiopática que responde a las
extracciones dentarias
PRESENTACIÓN INICIAL
Inapetencia y babeo.
DETALLES DEL PACIENTE
Gato doméstico de 6 años castrado de pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
No había historia clínica de enfermedad oral hasta hace 1 año, cuando el gato se presentó con
inapetencia y babeo. El propietario indicó que quería comer, pero cuando se acercaba a la comida
retrocedía porque tenía dolor. La mucosa oral estaba muy inflamada. Había sido tratado
intermitentemente con antibióticos y corticoides (seis tratamientos en total) durante el año pasado.
Inicialmente, la combinación de un ciclo corto de antibióticos y corticoides de efecto prolongado
había producido una mejoría clínica y el gato había empezado a comer. El efecto duró solamente de 4
a 6 semanas y cada vez reaparecía antes después de cada tratamiento. El último ciclo de antibióticos y
corticoides de efecto prolongado había resultado inútil. No había historia de examen oral/dental bajo
anestesia general o de tratamientos periodontales. El veterinario que nos remitió el caso nos informó
de que el gato era negativo al virus de la leucemia felina (FeLV) y al virus de la inmunodeficiencia
felina (FIV). La única alteración sanguínea encontrada fue un aumento de las globulinas plasmáticas y
una desviación a la izquierda en la fórmula leucocitaria.
El gato se nos remitió para el tratamiento de la gingivoestomatitis crónica (GEC).
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El gato no permitió el examen consciente de la cara o de la cavidad oral.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral minucioso, que incluyó la investigación de los parámetros periodontales,
y todos los hallazgos clínicos se anotaron sobre el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó una grave inflamación oral generalizada.
La encía de la mucosa vestibular y de los pliegues glosopalatinos estaba muy inflamada (fig. 14.1a-c).
Había cantidades moderadas de placa y cálculos en la superficie vestibular de los premolares
superiores. Todos los dientes estaban presentes y no mostraban evidencias de periodontitis.
Figura 14.1
Fotografías lateral derecha (a), izquierda (b) y rostrocaudal (c) de la cavidad oral.
a) La inflamación afecta a la encía libre y adherida y se extiende distalmente dentro de la
mucosa vestibular.
b) Apréciese la extensión de la inflamación que afecta a la mucosa vestibular.
c) La reacción inflamatoria se extiende caudalmente afectando a los pliegues glosopalatinos.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías completas de toda la boca (10 placas).
Se hizo un frotis de la mucosa glosopalatina y la muestra se envió para el aislamiento del
calicivirus felino (FCV).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
No pudo identificarse ninguna patología obvia (fig. 14.2a, b) en las 10 radiografías.
Figura 14.2
Radiografías lateral izquierda (a) y derecha (b) de las regiones premolar y molar mandibular. Todos los dientes
están presentes y no hay evidencia de enfermedad dental o periodontal. Esto se aprecia en las 10 radiografías realizadas.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
GEC idiopática.
REPASO DE LA TEORÍA
La GEC describe un síndrome clínico caracterizado por una inflamación focal o difusa de la encía y
la mucosa oral. Ocurre en perros, pero es más frecuente en gatos. Se piensa que puede deberse a una
respuesta inapropiada a los antígenos orales, concretamente la placa bacteriana, presente en la
superficie de los dientes.
Es útil dividir la GEC en tres tipos, que se pueden solapar. En el primer tipo, la causa subyacente
que explica la respuesta inflamatoria (aunque no la intensidad) puede identificarse. Las causas más
comunes son la retención de restos radiculares de extracciones previas, la periodontitis u otra
patología dental. En el segundo tipo puede identificarse una enfermedad concurrente que modifica la
respuesta del animal para producir una respuesta inflamatoria apropiada. Las enfermedades
sistémicas, como el fallo renal crónico y la diabetes mellitus, pueden alterar la respuesta inmunitaria
y predisponer al desarrollo de una inflamación gingival grave en presencia de placa. Los gatos
infectados con FeLV y/o FIV también son incapaces de producir una respuesta inmunitaria apropiada
a la presencia de placa en la superficie de los dientes. Los gatos infectados con FCV también pueden
tener una respuesta inmunitaria modificada. En el tercer tipo pueden no identificarse patología dental
obvia alguna o incompetencia inmunitaria subyacente, es decir, es idiopática.
Los gatos con GEC requieren un examen minucioso antes de cualquier tratamiento. El propósito
del examen no es llegar a una diagnóstico per se, sino intentar identificar las posibles causas
subyacentes. Tal examen incluye: prueba para FIV y FeLV, algunas veces análisis de infección de FCV,
hematología rutinaria y bioquímica sanguínea y a veces una biopsia y un examen microscópico de
los tejidos afectados. Es necesario un examen oral y dental meticuloso, que incluye radiografías
completas de toda la boca para identificar la presencia de periodontitis, lesiones reabsortivas, restos
radiculares retenidos u otras lesiones. Las enfermedades sistémicas, como el fallo renal crónico y la
diabetes mellitus, pueden predisponer al desarrollo de inflamaciones gingivales graves en presencia
de sarro y deben excluirse también antes de iniciar cualquier tratamiento.
En este caso no se identificó ninguna causa para la reacción inflamatoria en la mucosa oral. Por lo
demás, el gato estaba sano, basándose en el examen clínico y en los resultados analíticos sanguíneos.
En los análisis de FeLV y FIV dio negativo y el FCV no pudo cultivarse de las muestras orales. Todos
los dientes estaban presentes, sin evidencias de periodontitis ni lesiones reabsortivas.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los gatos con GEC requieren un examen minucioso, que incluye FeLV (quizá FCV) y FIV, antes de cualquier tratamiento para
tratar de identificar la causa subyacente de esta enfermedad.
• La clorhexidina es el mejor agente antiplaca.
• La extracción de todos los premolares y molares produce una cura aproximadamente en el 80% de los gatos.
• Es necesario realizar radiografías para comprobar los sitios de las extracciones.
• Después de las extracciones masivas, los gatos han de ser hospitalizados para la administración controlada de analgésicos y
antibióticos hasta la recuperación.
• Si las suturas intraorales producen inflamación, tienen que eliminarse bajo anestesia general una vez que la herida ha
cicatrizado.
• Valorando el resultado del tratamiento, la reacción inflamatoria oral tiene que estar asociada con el comportamiento clínico.
En algunos casos, los gatos no muestran pruebas de molestia oral a pesar de tener una inflamación oral residual.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Tratamiento conservador, es decir, tratamiento periodontal avanzado seguido por los cuidados
en casa diarios (enjuague con clorhexidina y cepillado dental). En teoría, una vez que los
depósitos dentales se han retirado, si el propietario controla la acumulación de sarro, la reacción
inflamatoria debe disminuir. El control de la placa por parte del propietario consistiría en
retirarla diariamente usando un cepillo de dientes (eliminación mecánica de la placa) y en
enjuagar la cavidad oral con el mejor agente antiplaca estándar, llamado clorhexidina (control
químico de la placa). Este régimen tendría que aplicarse diariamente durante toda la vida del
animal para mantener la encía y la mucosa oral sana. En la práctica resulta difícil convencer a un
gato adulto con los tejidos blandos orales inflamados para que acepte cualquier clase de
cuidados en casa. En algunos gatos seleccionados hemos podido controlar el sarro con
enjuagues con clorhexidina dos veces al día y hacer un tratamiento con antibióticos
postoperatorios durante 3 semanas inmediatamente después del tratamiento periodontal
profesional. De esta forma se consiguió un nivel de salud gingival y de la mucosa oral que
permitió cepillar los dientes sin producir malestar. La salud de la encía y de la mucosa oral se
mantuvo con el cepillado dental y después con unos enjuagues con clorhexidina, es decir, los
propietarios podían apreciar cuándo las encías empezaban a parecer más inflamadas y usar la
clorhexidina durante varios días. Este gato no admitió el examen oral consciente y el propietario
estaba completamente seguro de que no podría llevar a cabo cualquier cuidado en casa. Por
consiguiente, el tratamiento conservador no se consideró apropiado para este gato.
2. Extracción de todos los premolares y molares, que da como resultado un porcentaje de
curación del 80% de los gatos. Ésta es la alternativa de elección para este gato. Se informó al
propietario de que podría no haber una cura completa y de que podrían ser necesarias las
extracciones adicionales (todos los dientes) y el tratamiento médico asociado (antibióticos
intermitentes o interferón).
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal de los incisivos y los caninos.
2. Extracción abierta de todos los premolares y molares; los colgajos se cerraron con Monocryl
5/0. Se realizaron radiografías postoperatorias para confirmar las extracciones correctas en
todos los sitios.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Se planeó hospitalizar al gato durante 3 días para administrarle antibióticos y analgésicos por inyección hasta que empezara a
comer. Se le tentó con comida blanda palatable.
• El gato empezó a comer el día después de la cirugía y se le dio de alta sin medicación.
• Se dio cita para un examen consciente 1 mes más tarde.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 1 mes después, el propietario nos informó de que el gato estaba sano y alerta y comía
bien. Estaba tomando dieta blanda, pero había empezado a robar pienso de otro gato. Permitió el
examen oral consciente, que reveló que los sitios de extracción estaban curando bien; solamente
había una reacción al material de sutura. El gato fue anestesiado y se retiraron los restos de suturas.
En la revisión a las 3 semanas después de retirar los restos de suturas, todos los sitios de
extracción estaban curados y no había evidencia de inflamación en la encía o en la mucosa oral (fig.
14.3a, b).
Figura 14.3
Fotografías oblicua oclusal (a) y oclusal (b) del maxilar.
a) En la revisión 1 mes después de la extracción todos los sitios de extracción han cicatrizado
correctamente, pero hay una reacción al material de sutura.
b) Los restos de sutura se han extraído.
En la revisión 6 meses después de las extracciones, el propietario informó de que el gato estaba
muy bien y en el examen consciente se apreció una cavidad oral sana (fig. 14.4). El gato no se resintió
por el manejo y el examen oral y se recomendó al propietario que intentara cepillar los dientes
incisivos y caninos para evitar que se acumulara el sarro. También se recomendó que el gato fuera
revisado bajo anestesia general a intervalos regulares, por ejemplo anualmente, para controlar el
estado de los dientes restantes.
Figura 14.4
Fotografía rostrocaudal de la cavidad oral. Apréciese la saludable cavidad oral 6 meses después de la extracción
de todos los premolares y molares.
PRONÓSTICO
El hecho de que no haya ninguna evidencia de gingivoestomatitis 6 meses después de las extracciones
es prometedor. Si el propietario se las arregla para cepillar los dientes restantes y mantener la encía
sana, puede que este gato no necesite nunca extracciones adicionales. Sin embargo, si se permite que
se acumule la placa y la gingivitis/periodontitis o gingivoestomatitis se desarrollan, los dientes
restantes necesitarán ser extraídos. Es recomendable hacer chequeos profesionales frecuentes y las
intervenciones tan pronto como se requieran.
COMENTARIOS
El tipo idiopático de GEC se trata mediante la extracción de premolares y molares. Resulta esencial
que todo el diente se extraiga, así como los restos radiculares retenidos, pues pueden producir una
respuesta inflamatoria. Hay que hacer radiografías de todos los sitios de las extracciones.
Incluso cuando las extracciones han sido correctas, el resultado es difícil de predecir. En el 80% de
los casos en los que se han extraído los premolares y molares se produjo una reducción en la
inflamación. En el 20% restante se necesitaron tratamientos complementarios, es decir, la extracción
de los dientes restantes y la administración intermitente de antibióticos e interferón. Resulta esencial
que el propietario sea consciente de todo esto desde el principio.
Valorando el resultado del tratamiento, la reacción inflamatoria oral tiene que estar asociada con el
comportamiento clínico. En algunos casos los gatos no presentan molestias orales, esto es, comen,
beben y se cuidan, a pesar de que en el examen oral haya evidencias de inflamación, si bien no tan
graves como antes de la extracción. Yo he visto casos exitosos como éste y no interfieren a menos
que se desarrollen signos clínicos o molestias.
Yo recomendaría enérgicamente la hospitalización para controlar la administración de analgésicos
y de antibióticos después de procedimientos extensivos de extracciones. Nosotros normalmente
hospitalizamos a estos pacientes hasta que comen y beben. Generalmente necesitan 1-3 días en el
hospital.
No es infrecuente encontrar que 3-4 semanas después de la cirugía los sitios de extracción están
curando bien, pero las suturas se han hecho superficies retentivas de placa y están causando una
respuesta inflamatoria. Si esto ocurre, el animal debe anestesiarse y los restos de suturas han de
retirarse.
15
Gingivoestomatitis crónica que responde parcialmente a las
extracciones dentarias
PRESENTACIÓN INICIAL
Rechazo de la comida, apatía progresiva y pérdida de peso.
DETALLES DEL PACIENTE
Gata doméstica de 8 años esterilizada de pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Se nos remitió la gata para el tratamiento de una inflamación oral crónica de 2 años de duración. Los
síntomas que presentaba eran rechazo progresivo a la comida, apatía y pérdida de peso. Durante el
primer año había sido tratada con antibióticos y corticoides intermitentemente (cinco tratamientos en
total). Inicialmente, la combinación de un ciclo corto de antibióticos y un corticoide de efecto
prolongado había producido una mejoría clínica y la gata empezó a comer. El efecto había durado
solamente de 3 a 6 semanas y cada vez la enfermedad reaparecía más pronto. En el último año, la gata
había recibido un tratamiento periodontal profesional con extracciones en dos ocasiones, así como
cuatro ciclos de tratamiento con antibióticos y corticoides de efecto prolongado. Había habido unos
cortos períodos de mejoría después de cada tratamiento. En el segundo tratamiento periodontal se
anotó qué dientes se habían retirado (108, 208, 309 y 409 y restos radiculares de extracciones previas)
y se confirmaron radiográficamente las extracciones. El procedimiento lo había llevado a cabo un
veterinario con un interés especial y formación en odontología. Nos organizó la carta de
recomendación e hizo un análisis de sangre prequirúrgico y pruebas virales. La gata era negativa al
virus de la leucemia felina (FeLV) y al virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), pero positiva al
calicivirus felino (FCV).
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La gata permitió el examen oral consciente, que reveló la falta de todos los premolares y molares y
una gingivoestomatitis de la mucosa que recubre el hueso alveolar, así como de la mucosa vestibular
y de los pliegues glosopalatinos.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral minucioso, que incluyó la investigación de los parámetros
periodontales, y todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Ausencia de todos los premolares y molares.
2. Gingivoestomatitis (mucosa alveolar, vestibular y glosopalatina) que afectaba a la región de
los premolares y molares de los cuatro cuadrantes (fig. 15.1).
3. Gingivitis moderada asociada con los caninos (fig. 15.1).
4. Ninguna gingivitis relacionada con dientes incisivos (fig. 15.1).
Figura 15.1
Fotografía rostrocaudal de la cavidad oral. Ésta es la apariencia clínica de la mucosa oral inmediatamente antes del
tratamiento con interferón omega felino. Apréciese que los incisivos superiores no tienen evidencia clínica de gingivitis y los caninos
superiores sólo muestran una moderada inflamación gingival.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías de toda la boca (10 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
No pudo identificarse ninguna patología obvia. No había evidencias de resto radicular de
extracciones previas.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis moderada (caninos).
2. Gingivoestomatitis crónica (GEC) recurrente (regiones premolares y molares en los cuatro
cuadrantes).
REPASO DE LA TEORÍA
La GEC es una enfermedad común en el gato caracterizada por una inflamación intensa de la mucosa
oral gingival y no gingival. Se piensa que puede deberse a una respuesta inapropiada a los antígenos
orales, concretamente a la placa bacteriana presente en la superficie de los dientes. Los gatos
afectados pueden mostrar desde leve a grave disfagia hasta un rechazo total a la comida. La
disminución en el consumo de comida produce apatía progresiva y pérdida de peso.
Es útil desde el punto de vista clínico dividir la GEC en tres tipos diferentes, que se pueden solapar.
En el primer tipo, la causa subyacente que explica la respuesta inflamatoria (aunque no la intensidad)
puede identificarse. Las causas más comunes son la retención de restos radiculares de extracciones
previas, la periodontitis u otra patología dental. En el segundo tipo puede identificarse una
enfermedad concurrente que modifica la respuesta del animal para producir una respuesta
inflamatoria apropiada, como el fallo renal crónico, la diabetes mellitus o infecciones virales (FeLV,
FIV y FCV). En el tercer tipo no pueden identificarse patología dental obvia o incompetencia
inmunitaria subyacente, es decir, es idiopática.
Los gatos con GEC requieren un examen minucioso antes de cualquier tratamiento. El propósito
del examen no es llegar a una diagnóstico per se, sino intentar identificar las posibles causas
subyacentes. Como mínimo, el examen debe incluir pruebas para FIV y FeLV y una hematología
rutinaria y bioquímica sanguínea. Es necesario un examen oral y dental meticuloso, que incluye
radiografías completas de toda la boca para identificar la presencia de periodontitis, lesiones
reabsortivas, restos radiculares retenidos u otras lesiones. Las enfermedades sistémicas, como el
fallo renal crónico y la diabetes mellitus, pueden predisponer al desarrollo de inflamaciones
gingivales graves en presencia de sarro y deben excluirse también antes de iniciar cualquier
tratamiento.
El tipo idiopático de la GEC es refractario al tratamiento médico. Las extracciones de todos los
premolares y molares han obtenido en su mayoría resultados fiables, con un porcentaje del 80% de
gatos que se han curado clínicamente o han mejorado.
En este caso no se identificó ninguna causa subyacente para la respuesta inflamatoria de las
membranas mucosas orales, es decir, se clasifica como una GEC idiopática, pero la gata dio positivo
al cultivo de FCV en un frotis de la mucosa orofaríngea. El papel del FCV en el desarrollo de la GEC
no está muy claro. El FCV se ha cultivado aproximadamente en el 100% de los gatos con GEC, en
comparación con el 25% de gatos en una población sana, lo que indica que el portador podría ser un
requisito esencial para la inducción de la GEC. Sin embargo, el FCV aislado de gatos con GEC que se
inocula en gatos libres de agentes patógenos produce signos de una infección aguda de calicivirus
pero no una GEC, lo que sugiere que tiene que haber otros factores que contribuyen al desarrollo de
la inflamación oral. El hecho de que la GEC frecuentemente se resuelve en gatos positivos a FCV
después de las extracciones de la mayoría de los dientes, y por consiguiente de la reducción de la
placa dental, sugiere que están involucrados en la patogenia de la enfermedad otros estímulos
antigénicos. Es posible que la suma de todos los estímulos antigénicos de la placa bacteriana y de los
virus actúe significativamente en el desarrollo de la GEC.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los gatos afectados por GEC pueden mostrar desde leve a grave disfagia hasta un rechazo total a la comida.
• Los gatos con estomatitis crónica requieren un examen minucioso previo a cualquier tratamiento.
• El tipo idiopático de la GEC es resistente al tratamiento médico.
• La extracción de todos los premolares y molares ha obtenido el resultado más fiable, con cerca del 80% de los gatos
curados clínicamente o con mejoría evidente.
• El papel del FCV en el desarrollo de la GEC resulta incierto.
• El uso del tratamiento con interferón aún se está evaluando.
• El interferón sólo debe usarse en gatos FCV-positivos después de que las extracciones de todos los premolares caudales y
los molares no haya producido la curación.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Tratamiento conservador, es decir, tratamiento periodontal avanzado seguido por los cuidados
en casa diarios (enjuague con clorhexidina y cepillado dental). La gata sólo tenía incisivos y
caninos y había una gingivitis moderada en estos dientes. El tratamiento conservador, por
consiguiente, fue inapropiado.
2. Extracción de los dientes restantes. Los incisivos y caninos no estaban afectados de
periodontitis y no había evidencias de inflamación oral en la porción rostral de la boca. La
extracción de estos dientes se consideró que no podría tener muchos efectos beneficiosos sobre
la inflamación caudal.
3. Tratamiento médico. La gata ya había recibido nueve ciclos de antibióticos y corticoides de
efecto prolongado en los últimos 2 años. El efecto beneficioso de cada tratamiento cada vez
duraba menos.
4. Interferón. Se trata de citoquinas que tienen efectos antivirales, antiproliferativos e
inmunomoduladores directos e indirectos sobre las células diana. Algunos estudios han
demostrado que el interferón acorta la duración de la infección aguda del calicivirus en gatos
infectados experimentalmente. Podría, por tanto, ser eficaz en el tratamiento de gatos con GEC
en los que la infección con FCV es un factor asociado.
TRATAMIENTO APLICADO
Se administraron cinco dosis de una megaunidad/kg s.c. de interferón omega recombinante felino
(FeIFN) (Virbagen; Virbac) en días alternos. Después de la quinta dosis se dieron 10.000 UI v.o. de
FeIFN en 2 ml de solución salina isotónica una vez al día durante 2 meses y después en días alternos
en el tercer mes. No se dio otro medicamento.
REVISIONES CLÍNICAS
Se revisó a la gata y se tomaron muestras orales para el aislamiento de FCV después de 6, 10 y 14
semanas. Hubo una reducción significativa de la inflamación oral (fig. 15.2) y no se aisló ningún
FCV.
Figura 15.2
Fotografía rostrocaudal de la cavidad oral. Se observa una gran reducción de la inflamación oral 6 semanas después
del tratamiento con interferón omega felino.
Seis meses después se examinó a la gata bajo anestesia general. No había inflamación de la mucosa
oral (fig. 15.3). Se tomaron muestras de las criptas tonsilares y de las tonsilas para el cultivo de FCV
y el resultado fue negativo.
Figura 15.3
Fotografía rostrocaudal de la cavidad oral caudal. La mucosa oral no está inflamada. Esta fotografía se realizó 6
meses después del tratamiento con interferón omega felino.
PRONÓSTICO
El uso del tratamiento con interferón para GEC todavía está valorándose. Nosotros hemos tratado
más de una docena de casos (todos eran positivos a FCV, negativos a FeLV y FIV y habían tenido
extracciones completas de los premolares y molares) y todos mejoraron, excepto uno. El protocolo
exacto de tratamiento está en desa-rrollo. Nosotros hemos tratado algunos casos usando el mismo
protocolo descrito para este caso; otros casos se han tratado con un protocolo ligeramente distinto
siguiendo el tratamiento inicial de cinco dosis en inyecciones de 1 megaunidad/kg s.c. en días
alternos y a continuación este mismo régimen de inyecciones 30 días después de la primera
inyección; el FeIFN v.o. no se dio. También estamos valorando la inyección intra-lesional como
posible protocolo.
La mejora clínica vista en estos casos sugiere que la terapia con interferón puede ser útil en los
casos donde haya resistencia al tratamiento quirúrgico.
COMENTARIOS
La GEC se resuelve en muchos FCV positivos realizando unas extracciones radicales de toda la boca
sin ningún tratamiento antiviral específico. En el 80% de los casos en los que se realizaron
extracciones de todos los premolares y molares se produjo una cura o una reducción de la
inflamación. En el 20% restante se necesitó algún tratamiento complementario, es decir, la extracción
de los dientes restantes, antisépticos (enjuagues diarios con clorhexidina), antibióticos intermitentes e
interferón. Resulta esencial que el propietario sepa que su gato puede estar incluido en el 20% de los
casos que no responden al tratamiento quirúrgico.
Valorando el resultado del tratamiento, la reacción inflamatoria oral tiene que estar asociada con el
comportamiento clínico. En algunos casos los gatos no muestran pruebas de ninguna molestia oral,
esto es, comen, beben y se cuidan, a pesar de que en el examen oral haya evidencias de inflamación,
si bien no tan graves como antes de la extracción. Yo he visto casos exitosos como éste y que no
interfieren, a menos que se desarrollen signos clínicos o molestias.
Debe saberse que los antisépticos o los antibióticos intermitentes administrados después del
tratamiento quirúrgico (extracción de por lo menos todos los dientes premolares y molares)
producen mejoría en algunos pacientes.
En este caso, la extracción de los dientes restantes no fue apropiada y se probó la administración
intermitente de antibióticos. Se eligió la inmunomodulación usando interferón. El aislamiento de
FCV debe llevarse a cabo previamente siempre que se vaya a usar interferón y también para
monitorizar el estado viral como consecuencia del tratamiento. El interferón debería usarse sólo en
gatos FCV-positivos donde la extracción de por lo menos todos los dientes premolares y molares no
ha conseguido la cura. El empleo del interferón sin el tratamiento quirúrgico (extracción) no ha
demostrado producir beneficio.
16
Gingivoestomatitis crónica canina
PRESENTACIÓN INICIAL
Halitosis y apetito selectivo.
DETALLES DEL PACIENTE
Galgo de 6 años castrado.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro había sido un galgo de carreras. Había estado con los propietarios durante 3 meses y en esta
época fue llevado al veterinario que nos remitió el caso. Los propietarios estaban preocupados por la
halitosis y sus hábitos alimentarios. El perro comía una mezcla de pienso seco con comida en lata
húmeda, pero solamente quería la comida húmeda y además no comía todos los días ni en grandes
cantidades. Había perdido 2 kg en 3 meses. Su veterinario diagnosticó «enfermedad periodontal
grave» y el perro recibió un tratamiento periodontal (limpieza y pulido), seguido de un ciclo breve
de antibióticos. Esto produjo una reducción de la inflamación oral y un aumento del apetito durante
varias semanas, después de las cuales tanto la halitosis como los problemas de alimentación
reaparecieron. El perro nos fue remitido para su investigación y tratamiento. Los análisis de
hematología y bioquímica resultaron normales.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Se admitió el examen oral, que reveló una halitosis intensa y una gingivoestomatitis (fig. 16.1a). Los
nódulos linfáticos mandibulares estaban aumentados de tamaño y dolorosos a la palpación.
Figura 16.1
Fotografía lateral de la región premolar de la mandíbula derecha (a) y fotografía oblicua lateral del maxilar rostral
derecho (b). La encía libre y adherida está intensamente inflamada. Apréciese la clara demarcación entre la encía y la mucosa oral.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral minucioso, que incluyó la investigación de los parámetros periodontales,
y todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Inflamación grave de la encía libre y adherida (fig. 16.1a, b).
2. Inflamación de la mucosa vestibular (fig. 16.2).
3. Inflamación de la mucosa lingual.
4. Acumulación moderada de placa y cálculos en las superficies vestibulares de los premolares y
molares superiores (fig. 16.2).
5. Ninguna evidencia de periodontitis (pérdida de la unión periodontal), es decir, no hay aumento
de la profundidad de sondaje periodontal (PSP) o de retracción gingival (RG).
Figura 16.2
Fotografía lateral oblicua de la maxila derecha. Hay sólo un acúmulo moderado de placa y cálculos. Apréciese la
inflamación de la mucosa vestibular, así como de la encía.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Todos los dientes estaban presentes y no había señal clínica de periodontitis, por lo que las
radiografías no mostraron nada en este caso.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
Gingivoestomatitis crónica (GEC).
REPASO DE LA TEORÍA
La GEC describe un síndrome clínico caracterizado por una inflamación focal o difusa de la encía y
la mucosa oral. Es más común en gatos, pero también puede ocurrir en perros.
Se cree que puede deberse a una respuesta inapropiada a los antígenos orales, concretamente a la
placa bacteriana presente sobre la superficie de los dientes. Una enfermedad vesiculobullosa
subyacente, como pénfigo y penfigoide o lupus eritematoso discoide (LED), puede causar esta
gingivoestomatitis, pero resulta esencial hacer un control del sarro antes de investigar esta causa.
En el perro, yo abordo la GEC de la siguiente manera:
1. Hematología y bioquímica sanguínea para excluir las enfermedades sistémicas, como los
trastornos endocrinos o renales, que podrían predisponer al desarrollo de una inflamación
grave en presencia de placa.
2. Examen oral meticuloso con tantas radiografías como sean necesarias para identificar una
razón posible para la intensa respuesta inflamatoria, como restos radiculares retenidos,
periodontitis u otra patología dental.
3. Tratamiento periodontal (limpieza y pulido) y de lesiones patológicas, es decir, extracción de
restos radiculares y de dientes afectados por la periodontitis.
4. Cuidados diarios en casa (control mecánico y químico de la placa).
5. Valoración de la respuesta al tratamiento.
En la gran mayoría de los casos, el enfoque anterior produce una curación completa. En algunos
casos, el propietario no es capaz de mantener el control adecuado de la placa y se tienen que realizar
unas extracciones dentarias selectivas (se extraen los dientes que el propietario no puede mantener
limpios, generalmente los posteriores). Esto suele ser suficiente. En un perro agresivo, que no
admitió los cuidados en casa, se extrajeron todos los dientes. Esto produjo una mucosa oral sana.
En este perro no había evidencias de enfermedad sistémica subyacente que predispusiera a la
inflamación oral y todos los dientes estaban presentes y periodontalmente sanos, es decir, no había
pérdida clínica de la unión.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Es esencial realizar un control de la placa antes de que cualquier enfermedad vesiculobullosa subyacente pueda investigarse.
• El control de esta condición depende más de los cuidados que el propietario pueda hacer en casa para mantener el nivel
mínimo de la placa que del tratamiento periodontal profesional.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
El tratamiento de elección para este caso fue conservador, es decir, tratamiento periodontal
meticuloso seguido por el cuidado diario en casa (enjuague con clorhexidina diario y cepillado
dental). En teoría, una vez que los depósitos dentales se han retirado, si el propietario controla la
acumulación de sarro, la reacción inflamatoria debe disminuir. El control de la placa por parte del
propietario debería consistir en la retirada diaria usando un cepillo de dientes (retirada mecánica de
la placa), que aumenta su acción con el enjuague diario de la cavidad oral con el mejor agente
estándar antiplaca, concretamente la clorhexidina (control químico de la placa). Este régimen
necesitaría efectuarse diariamente el resto de la vida del animal para poder mantener una encía y una
mucosa oral sanas.
TRATAMIENTO APLICADO
El tratamiento periodontal, es decir, la limpieza meticulosa supragingival e infragingival y el pulido
dental.
El propietario recibió las instrucciones de cómo cepillar los dientes y aplicar los enjuagues con
clorhexidina. Se le proporcionaron un cepillo de dientes y pasta dentífrica, así como algodones
reveladores de placa para que pudiera verificar la adecuada retirada de la placa.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Cepillado dental diario.
• Enjuagues diarios con clorhexidina.
• Ciclo de tratamiento con antibióticos de 10 días.
• El perro se citó para un examen oral consciente al mes.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 1 mes después, los propietarios informaron de que el perro estaba contento y alerta y
comía bien (tanto el pienso como la comida húmeda). No habían tenido ningún problema con el
cepillado dental. Podían abrir su boca y cepillar las superficies palatinas y linguales de los dientes tan
bien como la superficie bucal. No había halitosis. El examen oral bajo anestesia general no reveló
depósito dental y la encía estaba relativamente sana (fig. 16.3). Los dientes se hallaban brillan-tes. El
enjuague con clorhexidina se interrumpió y se aconsejó al propietario continuar con el cepillado
diario meticuloso usando pasta de dientes.
Figura 16.3
Fotografía lateral del lado derecho 1 mes después del tratamiento inicial. La inflamación de la encía libre y adherida
se ha reducido mucho. Los dientes se pulieron y los propietarios siguieron con el cepillado dental diario.
En las revisiones 3 y 6 meses después del tratamiento periodontal, el examen consciente no mostró
depósito dental y la encía estaba clínicamente sana como resultado del continuo cepillado dental
diario.
Nueve meses después de la terapia inicial, los propietarios se fueron de vacaciones durante 2
semanas y el perro fue llevado a una residencia, donde no se le hizo el cepillado de los dientes
durante este período de tiempo. Cuando ellos regresaron, la gingivoestomatitis apareció de nuevo.
Empezaron con el cepillado diario de los dientes y los enjuagues con clorhexidina y después de 10
días la mucosa oral no estaba más inflamada.
Un año después del tratamiento inicial, el perro se anestesió para un examen oral y tratamiento
periodontal si fuera necesario. Un examen oral minucioso reveló que no había pruebas clínicas de
periodontitis, es decir, no había un aumento de la PSP ni de la RG. Existía una acumulación de placa
mínima y prácticamente no había cálculos. Era evidente en algunos sitios (fig. 16.4) una gingivitis
moderada. Los dientes fueron limpiados y pulidos.
Figura 16.4
Fotografía lateral del lado derecho 1 año después del tratamiento inicial. Después de 1 año del cepillado dental
diario hay una acumulación mínima de depósitos dentales y una moderada gingivitis marginal. La mucosa oral no está inflamada.
Se aconsejó a los propietarios continuar con el cepillado dental diario. También se les recordó que
el perro podía necesitar algún tratamiento profesional periodontal más. Se dio cita para revisión al
año.
PRONÓSTICO
Mientras los propietarios continúen con el cuidado diario en casa, el pronóstico para este perro será
excelente. Sin embargo, si los propietarios no retiran la placa, la gingivoestomatitis reaparecerá al
cabo de pocas semanas. Esto ocurrió cuando se fueron de vacaciones durante 2 semanas. Al reanudar
diariamente el cepillado dental diario, la mucosa oral volvió a estar sana.
COMENTARIOS
Hemos visto muchos casos similares con el paso de los años y todos han respondido al control de la
placa meticuloso y a la extracción selectiva en algunos casos (es decir, de dientes posteriores cuando
el propietario no los puede mantener limpios). Yo no he identificado trastorno autoinmune
subyacente en ninguno de estos casos.
El control de esta condición depende de lo que el propietario pueda hacer en casa para mantener el
control de la placa al mínimo más que de un tratamiento profesional periodontal. El propietario debe
comprender esto y estar preparado para llevar a cabo los cuidados en casa desde el principio. En mi
experiencia, la mayoría de los propietarios están preparados para tomar esta responsabilidad y,
dándoles las instrucciones correctas y la motivación, hacen un muy buen trabajo. Esto requiere un
refuerzo continuo.
5
REABSORCIÓN RADICULAR
17
Reabsorción radicular
Introducción
Los tejidos duros están protegidos de la reabsorción por sus capas de superficie de células
blásticas. Durante todo el tiempo que estas capas de células permanecen intactas no puede darse la
reabsorción. Aunque el hueso, la dentina y el cemento son tejidos mesenquimatosos mineralizados
compuestos principalmente de colágeno e hidroxiapatita, difieren marcadamente en sus
susceptibilidades a la reabsorción.
Dos mecanismos están implicados en la reabsorción de los tejidos duros:
1. Un factor desencadenante.
2. Una razón para que la reabsorción continúe.
El mecanismo desencadenante en la reabsorción radicular es una superficie de la raíz desprendida
de su capa protectora de células blásticas. El desprendimiento podría seguir a cualesquiera de las
capas blásticas protectoras. Para que la reabsorción continúe, es necesario un estímulo, como una
infección o una fuerza continua mecánica.
La reabsorción radicular siempre empieza en la superficie; se califica como interna si procede de
la pared del canal radicular y como externa si lo hace de la superficie radicular.
La reabsorción interna resulta rara en dientes permanentes. Radiográficamente se caracteriza por
una forma oval que aumenta el espacio del canal radicular. El examen histológico revela la
reabsorción del aspecto interno de la raíz por células gigantes multinucleadas adyacentes a la
granulación de los tejidos en la pulpa. Hay diferentes teorías respecto al origen de la granulación de
los tejidos de la pulpa, incluida una reabsorción interna. La explicación más lógica es que el tejido
pulpar está inflamado porque hay un espacio pulpar infectado de la corona. Además del
requerimiento de la presencia del tejido de granulación, la reabsorción radicular ocurre sólo si las
capas de odontoblastos y predentina están perdidas o alteradas.
Tradicionalmente se ha descrito un diente rosa como un signo patognomónico de la reabsorción
interna de la raíz; el color rosa lo causa el tejido de granulación en la dentina coronal debajo del
esmalte de la corona. Sin embargo, un diente rosa también puede ser signo de un tipo específico de
reabsorción externa de la raíz denominado reabsorción radicular inflamatoria periférica (se detalla
más tarde en este capítulo), que debe descartarse antes de un diagnóstico de reabsorción radicular
interna. Un diente rosa también puede deberse a una hemorragia pulpar.
Se han descrito en el hombre diferentes formas de reabsorción radicular externa. Se ha explicado
el mecanismo subyacente de algunas; otras formas todavía no se han explicado y se consideran
idiopáticas. Se ha propuesto en el hombre un sistema de clasificación para las reabsorciones externas
radiculares con mecanismo conocido:
1. Reabsorción de superficie.
2. Reabsorción por reemplazo asociada con anquilosis.
3. Reabsorción inflamatoria.
Este sistema de clasificación también sirve para la reabsorción radicular externa de perros y gatos.
REABSORCIÓN DE SUPERFICIE
Se inicia después del daño de las capas de células cementoblásticas. La superficie radicular es atacada
por células clásticas, que reabsorberán el cemento durante el tiempo que se prolongue la acción de
los factores activadores de osteoclastos en el lugar de la lesión, habitualmente unos pocos días.
Cuando se para la reabsorción, las células del ligamento periodontal pueden proliferar y poblar el
área reabsorbida, produciendo con ello un depósito de tejido dental reparador (nuevo cemento).
Se cree que pequeños traumatismos causados por la masticación involuntaria de objetos duros, el
bruxismo, etc., pueden provocar un daño local al ligamento periodontal desencadenando este tipo de
reabsorción. El proceso es autolimitante y reversible.
REABSORCIÓN DE REEMPLAZO
Produce la sustitución del tejido dental duro por hueso. Cuando una reabsorción de superficie cesa,
las células del ligamento periodontal proliferan y colonizan el área reabsorbida. Si la reabsorción es
grande, se necesitará un poco de tiempo para que estas células puedan cubrir la superficie entera. Las
células del hueso cercano pueden llegar primero y establecerse sobre la superficie reabsorbida. El
hueso será moldeado directamente sobre el tejido dental duro produciendo una fusión entre hueso y
diente, es decir, una anquilosis. Esto puede verse como una forma de curación; el hueso habría
aceptado el tejido duro dental como parte de sí y el diente entraría a formar parte del proceso de
renovación ósea. Así, durante la remodelación del hueso tanto el hueso como el tejido dental duro
serán reabsorbidos. Cuando el proceso reabsortivo ha terminado, los osteoblastos moldearán el
hueso en el área reabsorbida. De este modo, los tejidos dentales serán progresivamente reemplazados
por hueso. En pocas palabras, la anquilosis es una forma de curación de reabsorción de la superficie
radicular, lo cual, desde un punto de vista clínico, podría no ser deseado.
REABSORCIÓN INFLAMATORIA
Además de la reabsorción radicular apical causada por una periodontitis apical como consecuencia
de la necrosis pulpar, hay dos formas principales de reabsorción externa asociadas con la
inflamación de los tejidos periodontales:
1. Reabsorción radicular inflamatoria periférica (RRIP).
2. Reabsorción radicular inflamatoria externa (RRIE).
Ambas formas las provoca la destrucción de cementoblastos. En la RRIP los factores activadores
de osteoclastos, que mantienen el proceso reabsortivo activo, se originan a partir de una lesión
inflamatoria que tiene lugar en los tejidos periodontales próximos. En la RRIE, por el contrario, se
recibe el estímulo por la reabsorción continua de una pulpa necrótica infectada. En otras palabras, el
factor común para estos dos tipos de reabsorción es la inflamación en los tejidos adyacentes.
Mientras que la RRIP necesita que la inflamación perirradicular per se propicie que el proceso
reabsortivo ocurra, el estímulo para la RRIE es la inflamación perirradicular causada por productos
liberados desde la necrosis pulpar a través de los túbulos dentinarios expuestos por la reabsorción.
Reabsorción radicular inflamatoria periférica (RRIP). Una superficie radicular cervical dañada
(debido a un trauma o a un exceso de limpieza) generalmente se cubre por un epitelio de unión. A
veces esto no ocurre y el área deteriorada se repuebla de tejido conjuntivo. En presencia de una
lesión periodontal se provoca el inicio de un proceso reabsortivo. Es concebible que las células
inflamatorias en la lesión reconozcan los factores activadores de los osteoclastos en la superficie
desnuda de la raíz y además se inicie y mantenga la actividad clástica. Esta reabsorción se encuentra
inmediatamente apical a los tejidos marginales y además está situada cervicalmente, por lo que se ha
denominado reabsorción radicular cervical. Sin embargo, la ubicación está relacionada con el nivel
de los tejidos marginales y la profundidad del surco y puede, por tanto, no tener siempre una
localización cervical.
Reabsorción radicular inflamatoria externa (RRIE). Este tipo de reabsorción radicular es una
complicación que puede surgir como consecuencia de un traumatismo dental. Comienza como una
reabsorción de superficie debido a un daño del ligamento periodontal en conjunción con la lesión
traumática. La pulpa está también deteriorada y se puede necrosar. Cuando la superficie de
reabsorción llega a la dentina, los osteoclastos pueden llevar su actividad reabsortiva y tanto la
necrosis como la posible infección pulpar pueden llegar a través de los túbulos dentinarios expuestos.
Entonces, los productos de pulpa pueden mantener el proceso inflamatorio en el tejido periodontal
adyacente, lo que provocará la continuación de la reabsorción.
Las lesiones reabsortivas odontoclásticas (LRO) representan la enfermedad dental más comúmente
vista en el gato. Existe una gran proporción de casos clínicos en la práctica clínica veterinaria. Es
probable que las lesiones sean tanto RRIP (provocadas por la inflamación de los tejidos
periodontales) como reabsorción de reemplazo (idiopática).
Clínicamente presentan una cavidad en la unión amelocementaria del diente. Sin embargo, los
estudios que incluyen radiografías han demostrado que la reabsorción puede ocurrir en cualquier
parte sobre las superficies radiculares (p. ej., no necesariamente en la unión amelocementaria). Las
lesiones pueden detectarse por una combinación de una inspección visual y un examen táctil con un
explorador dental y radiografía.
La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental identifican lesiones en un estadio
final (p. ej., cuando el proceso involucra la corona y ha dado como resultado una cavidad obvia). La
radiografía identifica lesiones que se han localizado en las superficies de la raíz dentro del hueso
alveolar, que no serían detectadas por los métodos clínicos. Por consiguiente, se precisa la
radiografía para la diagnosis de LRO. De hecho, se recomiendan para todos los gatos que se
presenten a una terapia dental las radiografías completas (usando técnicas radiográficas intraorales).
La mayoría de los estudios han demostrado que la incidencia aumenta con el incremento de la
edad. Se han sugerido diferencias según la susceptibilidad de cada raza en algunos estudios. Las
diferencias en la edad media entre grupos de raza distintos hacen las comparaciones de importancia
sospechosa. Las lesiones también se han mostrado tanto en fieras como en gatos salvajes, así como
en otras especies (p. ej., hombre, perro y chinchilla).
En un estudio reciente que investigó la incidencia de LRO en una población clínicamente sana de
228 gatos jóvenes (con una edad media de 4,92 años) usando una combinación del examen clínico y
la radiografía, se encontró una incidencia en conjunto del 29% y un aumento con la edad. Los
terceros premolares mandibulares (307 y 407) eran los dientes más afectados y el patrón del
desarrollo de la lesión reabsortiva odontoclástica resultaba simétrico en la mayoría de los gatos. Los
gatos con ausencia clínica de dientes son más proclives a padecer LRO. Las castraciones, el sexo, la
edad al castrar o la gingivitis en toda la boca no afectaron a la incidencia de LRO.
Actualmente, los métodos sugeridos para el tratamiento de las lesiones reabsortivas
odontoclásticas son:
1. Tratamiento conservador.
2. Extracción del diente.
3. Amputación coronal.
Históricamente, la restauración de la superficie dental está indicada para el tratamiento de lesiones
accesibles que se extienden hasta la dentina sin alcanzar la pulpa. Sin embargo, algunos estudios han
mostrado que la reabsorción dental continúa y que las reconstrucciones se pierden. Por consiguiente,
la reconstrucción de las lesiones odontoclásticas no puede recomendarse como tratamiento de
elección.
Tratamiento conservador. Consiste en el seguimiento de las lesiones clínica y radiográficamente.
Esta medida se recomienda cuando las lesiones no son evidentes en la exploración clínica, es decir,
sólo se observan en las radiografías y no hay signos de malestar o dolor. En la práctica diaria la
mayoría de las lesiones sólo se diagnostican cuando la patología se ha extendido, y el tratamiento
conservador raramente resulta una opción.
En la mayoría de los casos se aconseja la extracción o amputación coronal del diente afectado. Se
precisan radiografías preoperatorias para elegir el tratamiento más adecuado.
Extracción. Los dientes con LRO son muy difíciles de extraer, ya que la raíz se ha reabsorbido y
ha sido sustituida por tejido tipo óseo. Además hay áreas de anquilosis (fusión de hueso y tejidos
dentales a lo largo de la superficie radicular). En suma, hay que realizar radiografías preoperatorias
para detectar la existencia de lesiones y determinar el tratamiento más adecuado y se requieren
radiografías postoperatorias que confirmen la extracción completa del diente.
Los dientes afectados por LRO pueden extraerse usando una técnica cerrada, pero la técnica abierta
es generalmente menos traumática para los tejidos y más fácil.
Amputación de la corona. Las indicaciones para realizarla se han documentado bien y el
procedimiento se recomienda para casos seleccionados, pero se aconseja un seguimiento
radiográfico postoperatorio regular que asegure que el proceso de reabsorción y la curación son
correctos.
En resumen, la técnica supone levantar un colgajo gingival por ambos lados, vestibular y
palatino/lingual, para exponer el margen del hueso alveolar. La corona del diente afectado se extrae
mediante una fresa redonda y pequeña. También se extrae una pequeña cantidad de tejido radicular,
pero solamente la cantidad justa para asegurar que las raíces retenidas intencionadamente son
apicales al borde alveolar. El colgajo gingival se recoloca en su posición original y se sutura.
En resumen:
• Las LRO son muy comunes.
• Las lesiones son progresivas.
• El diagnóstico requiere radiografías.
• El objetivo del tratamiento consiste en aliviar el dolor y el malestar. En la mayoría de las
ocasiones, la extracción del diente o la amputación de la corona son las opciones de tratamiento
más adecuadas.
• La extracción con éxito y la cicatrización sin complicaciones necesitan una monitorización
clínica y radiográfica.
18
Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular
PRESENTACIÓN INICIAL
Úlceras bilaterales en el labio superior.
DETALLES DEL PACIENTE
Gato doméstico de 7 años y pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Los caninos superiores se habían extraído hace unos pocos meses. Después de la extracción los
caninos inferiores contactaban con el labio superior (éste se quedaba entrampado bilateralmente entre
las crestas alveolares maxilares y los caninos inferiores) produciendo lesiones ulcerosas. Las
lesiones labiales generaban molestias y disminución en el consumo de comida, y el gato se tocaba la
cara con la pata para liberar el labio superior entrampado. El caso se nos refirió para el tratamiento
de las lesiones labiales. Las causas por las que se extrajeron los caninos superiores no se anotaron en
la ficha dental.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El propietario nos indicó que las lesiones labiales habían aparecido a las pocas semanas de las
extracciones de los caninos superiores. No estaba seguro de las causas de las extracciones de estos
dientes, pero pensaba que podrían haber estado «rotos».
El gato admitió el examen consciente de la cabeza y la cavidad oral y se identificó lo siguiente:
1. Herida ulcerosa profunda bilateral en el labio superior donde ocluyen los caninos inferiores.
2. Resto de la oclusión dentaria normal.
3. Ausencia de los dientes 106 y 206.
4. Gingivitis moderada, localizada, bilateral, en los premolares y molares superiores.
El gato estaba muy molesto y durante el examen se pasó varias veces la pata por la cara para
liberarse el labio superior entrampado.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral minucioso, incluida la exploración de los parámetros periodontales; todos
los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Herida ulcerosa profunda bilateral en el labio superior donde ocluyen los caninos inferiores.
2. Ausencia de los dientes 106 y 107.
3. Gingivitis moderada, localizada, bilateral, en los premolares y molares superiores.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías completas de toda la boca (10 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
1. Los alveolos de las extracciones del 104 y 204 habían cicatrizado y no había evidencias de
retención de restos radiculares.
2. Faltaban los dientes 106 y 206, con algo de material similar al diente en el alveolo, pero los
dientes estaban casi completamente reabsorbidos y reemplazados por hueso alveolar.
3. Reabsorción radicular externa del diente 307 (fig. 18.1a, b).
Figura 18.1
Radiografía (a) y fotografía lateral (b) del premolar y del molar inferior izquierdo.
a) Apréciese la extensa reabsorción de las dos raíces del 307, con el proceso extendiéndose
dentro de la dentina de la corona. El espacio del ligamento periodontal no es aparente y resulta
difícil diferenciar entre la sustancia radicular y el hueso.
b) Clínicamente, el premolar y el molar izquierdo parecen sanos. La encía está clínicamente
sana y no hay evidencia de enfermedad del tejido duro dental. El proceso reabsortivo que afecta
a las raíces y a la corona del 307 podría no haberse detectado sin la radiografía.
REPASO DE LA TEORÍA
La reabsorción dentaria es frecuente en los gatos domésticos. También se han identificado dientes
reabsorbidos en gatos salvajes y grandes felinos (fieras).
Las lesiones reabsortivas odontoclásticas (LRO) constituyen un tipo de reabsorción radicular
externa «idiopática» en la que el tejido duro de la superficie radicular es destruido por la actividad de
los odontoclastos. La superficie radicular destruida es reemplazada por un tejido similar al cemento
o hueso. Este proceso comienza en el cemento y progresa involucrando a la dentina, donde se
extiende a través de los túbulos dentinarios y llega a afectar a la dentina de la corona y de la raíz. La
dentina peripulpar es relativamente resistente a la reabsorción y la pulpa sólo se afecta en los estadios
finales de esta enfermedad. El proceso se extiende a través de la dentina de la corona, alcanzando a
veces al esmalte, que puede ser reabsorbido o fracturado, y deja una cavidad sobre el diente muy
evidente desde el punto de vista clínico. En ausencia de radiografía convencional, las lesiones se
identifican inicialmente como una cavidad en la corona, sobre todo en la unión amelocementaria
(UAC). La primera manifestación clínica de LRO es una lesión en estado final. En muchos casos, la
destrucción progresiva de la dentina con LRO debilita y socava tanto la corona en extensión que un
traumatismo mínimo (p. ej., durante la masticación) produce una fractura y pérdida de la corona,
quedando la raíz en el hueso alveolar. Los restos radiculares reabsorbidos normalmente están
cubiertos por encía sana, pero en algunos casos la encía puede estar inflamada.
La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental deberían identificar solamente
lesiones en estados finales, es decir, cuando el proceso afecta a la corona y ha producido una cavidad
muy evidente. La radiografía debería identificar lesiones localizadas en las superficies radiculares
dentro del hueso alveolar (como en este caso), que no se detectarían con los métodos clínicos. En
realidad, sólo con las radiografías se puede valorar e identificar la extensión de los procesos
reabsortivos. La selección del mejor tratamiento depende también de la radiografía. De hecho, habría
que hacer una serie completa de radiografías de toda la boca (la técnica se describe en el cap. 4) a
todos los gatos candidatos a un tratamiento odontológico. Si esta serie radiológica completa no se
puede realizar (p. ej., por problemas económicos), por lo menos se debería hacer una radiografía de
cada región premolar/molar mandibular. Los dientes terceros premolares mandibulares son los más
frecuentemente afectados y se ha demostrado que en 9 de cada 10 gatos con lesiones reabsortivas el
proceso puede identificarse con estas dos radiografías. Si muestran reabsorción en estos dientes, se
hará la serie completa de toda la boca.
Todavía no está claro cómo las LRO provocan molestias o dolor a quienes las padecen. Basándose
en que la inflamación pulpar ocurre al final del proceso de la enfermedad, se ha observado que las
lesiones limitadas a las superficies radiculares, y que no están comunicadas con el ambiente oral, son
asintomáticas. Sin embargo, una vez que la dentina está muy destruida y el proceso se extiende a la
pulpa y/o se comunica con la cavidad oral (cuando el esmalte ha sido reabsorbido o fracturado y
expone la dentina a la cavidad oral), las molestias y el dolor son muy frecuentes. Algunos gatos
pueden mostrar signos clínicos que indican malestar o dolor, como cambios en las preferencias de
las comidas (dieta blanda en lugar de pienso) y reducción del apetito; en cambio, en otros gatos esto
puede no ocurrir.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La reabsorción dentaria es frecuente en los gatos domésticos.
• La primera manifestación clínica de lesiones reabsortivas odontoclásticas es una lesión en estado final.
• La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental deberían identificar solamente lesiones en estados finales.
• Debería efectuarse una serie completa de radiografías de toda la boca para todos los gatos candidatos a un tratamiento
odontológico.
• Los dientes terceros premolares mandibulares son los más afectados.
• Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de las lesiones
odontoclásticas reabsortivas.
• Los gatos con lesiones reabsortivas diagnosticadas pueden desarrollar lesiones complementarias con el paso del tiempo.
• La amputación coronal necesita monitorizarse clínica y radiológicamente.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de la
enfermedad de LRO. Parece insólito que se puedan aplicar los tratamientos sin conocer la causa de la
patología. En la actualidad, los métodos sugeridos para el tratamiento de las LRO son:
1. Tratamiento conservador.
2. Extracciones dentarias.
3. Amputación coronal.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio.
2. Amputación coronal del 307. Se realiza una radiografía postoperatoria como referencia para
controles futuros de la reabsorción continua.
3. Acortamiento dentario, endodoncia y restauración del 304 y 404 para eliminar la oclusión
traumática y favorecer la cicatrización de las úlceras labiales.
4. Desbridamiento de las heridas del labio (eliminación del epitelio con un bisturí y
favorecimiento de la cicatrización por segunda intención).
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Enjuagues con clorhexidina durante 1 semana.
• Se citó al gato para un examen oral consciente después de las 3 semanas y también para un examen bajo anestesia general y
serie radiográfica completa de la boca (para monitorizar el desarrollo del tratamiento endodóncico del 304 y 404, controlar la
reabsorción continuada de los restos radiculares intencionadamente retenidos del 307 y valorar las lesiones reabsortivas
futuras) 6 meses más tarde.
REVISIONES CLÍNICAS
En el examen consciente 3 semanas más tarde, el propietario nos dijo que el gato no se tocaba la cara
con la pata y había recuperado el apetito. La lesión del labio había cicatrizado. La restauración del
304 y 404 estaba en su lugar y el diente no estaba descolorido. La encía que cubría los restos
radiculares intencionadamente retenidos del 307 estaba sana y sin evidencias de inflamación.
El examen bajo anestesia general y las radiografías completas de la boca 6 meses después
confirmaron el éxito de las endodoncias del 304 y 404 y mostraron la reabsorción continua en los
restos radiculares del 307 (fig. 18.2) y la identificación del desarrollo de una reabsorción radicular
del 407 (fig. 18.3a-c). El tratamiento consistió en la amputación coronal de la raíz distal y en la
extracción abierta de la raíz mesial del 407.
Figura 18.2
Radiografía de la mandíbula izquierda 6 meses después de la amputación coronal del 307. El resto radicular
intencionadamente retenido del 307 está cubierto por encía sana y la radiografía confirma la continuación de la reabsorción de las
raíces.
Figura 18.3
Fotografía lateral (a) y radiografías (b, c) de la mandíbula derecha.
a) La lesión reabsortiva que afecta al 407 es evidente en el examen clínico.
b) La radiografía confirma la extensa reabsorción radicular de la raíz distal y la corona del
407. Apréciese que la raíz mesial no se está reabsorbiendo con la misma extensión y el espacio
del ligamento periodontal puede detectarse. El tratamiento consistió en la amputación coronal
de la raíz distal y una extracción abierta de la raíz mesial.
c) La radiografía se realizó 6 meses antes; en ella no hay evidencia de reabsorción radicular
del 407. La importancia de la radiografía como parte de un examen oral completo no debería
ignorarse. Si las radiografías no se realizaran, las patologías no podrían detectarse.
En el examen consciente 3 semanas después, la encía sobre el 407 había cicatrizado y no había
evidencias de inflamación. El gato se citó dentro de 1 año para un examen bajo anestesia general y
una serie de radiografías completas de toda la boca para monitorizar el desarrollo de la amputación
coronal del 307 y 407 e identificar y tratar cualquier nueva lesión reabsortiva que empezara a
desarrollarse.
PRONÓSTICO
Los gatos con lesiones reabsortivas diagnosticadas pueden desarrollar lesiones asociadas con el paso
del tiempo que pueden afectar a cualquier diente, pero el patrón de desarrollo suele ser simétrico, es
decir, si un gato tiene reabsorción radicular del 307, es cuestión de tiempo que el 407 empiece a
afectarse.
Los exámenes regulares (normalmente anuales) bajo anestesia general y la realización de una serie
completa de radiografías de toda la boca están indicados para todos los gatos con diagnóstico de
lesiones reabsortivas.
En particular, este gato tiene garantizado el desarrollo de las lesiones reabsortivas en otros dientes
y necesitará durante toda la vida controles radiográficos e intervenciones (amputación coronal o
extracción) cuando sea necesario. Resulta esencial que el propietario sea consciente de las
necesidades de los controles continuos y de las intervenciones cuando se requieran.
COMENTARIOS
La reabsorción radicular externa que afecta sólo a la superficie de las raíces generalmente no
produce signos clínicos de molestias o dolor. La pérdida del apetito experimentada en este gato era
más atribuible al dolor de las úlceras labiales causadas por la oclusión de los caninos inferiores que a
la reabsorción radicular.
La amputación coronal tiene un buen índice de éxito si se realiza siguiendo las indicaciones
correctas, concretamente que haya una pérdida evidente de sustancia radicular y una falta clara del
espacio del ligamento periodontal en la radiografía (es decir, que no se pueda identificar una raíz
nítida del hueso alveolar que la rodea). En cambio, está contraindicada cuando no hay evidencia
radiológica de reabsorción radicular, es decir, la raíz tiene un contorno liso y está claramente
delimitada por el espacio del ligamento periodontal. En este gato, la raíz distal del 407 fue claramente
reabsorbida, mientras que la raíz mesial estaba menos afectada. Por consiguiente, este diente se trató
con una amputación coronal de la raíz distal y una extracción abierta de la raíz mesial.
La amputación coronal precisa controlarse clínica y radiográficamente. La cicatrización de la
encía sobre las raíces retenidas intencionadamente necesita revisarse entre 3 y 4 semanas después de
la cirugía. Si la encía no ha cicatrizado o hay una evidente inflamación, puede requerirse una cirugía
complementaria para extraer la sustancia radicular dentaria. La continua reabsorción radicular
necesita evaluarse radiográficamente, por lo general 6 meses después de la cirugía inicial.
19
Ausencia de signos clínicos de reabsorción radicular en el
edentulismo casi total
PRESENTACIÓN INICIAL
Inapetencia y disfagia.
DETALLES DEL PACIENTE
Gata doméstica de 14 años y de pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
La gata siempre había tenido un apetito muy bueno, hasta hace 1 mes, cuando empezó a tener
problemas al comer. Tenía apetito pero tenía problemas al tragar y dejaba de comer después de
algunos bocados. En las 2 últimas semanas no había estado comiendo nada y apenas bebía. Babeaba
constantemente. Se nos remitió para la evaluación y el tratamiento.
La gata nunca había tenido ningún problema oral o dental. Nunca había tenido los dientes limpios y
pulidos. El propietario fue muy claro y nos dijo que, por problemas económicos, sólo aceptaría el
tratamiento si se garantizaba un buen resultado con el menor gasto posible.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La gata estaba angustiada y solamente permitía un examen superficial de la cara y de la cavidad oral.
Estaba prácticamente edéntula; tenía sólo el diente canino superior derecho. Todas las áreas edéntulas
estaban cubiertas por encía clínicamente sana. Se resentía enérgicamente a todos los intentos para
abrir la boca, por lo que se desestimó.
El propietario no permitió realizar un análisis de sangre prequirúrgico.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Confirmó que el 104 era el único diente presente. No había pruebas de ninguna patología que afectara
al 104 basándose en la inspección y la exploración táctil con un explorador dental. No había
inflamación de la encía ni de las mucosas orales. Sin embargo, se identificó una gran masa tonsilar
derecha. El propietario no quiso hacer ningún tratamiento adicional (por la probabilidad de ser un
carcinoma de células escamosas de mal pronóstico) y la gata fue eutanasiada.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Yo di permiso para realizar unas radiografías completas de toda la boca y enviar una sección de la
masa tonsilar para su estudio histopatológico por mi interés propio, y el propietario no tuvo que
pagar nada. Quería confirmar que la masa era un carcinoma de células escamosas y estaba interesado
en los hallazgos dentales.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
La serie de radiografías completa (8 placas) identificó numerosos dientes en diferentes fases de
reabsorción (figs. 19.1 a 19.5 para ver los detalles de los hallazgos radiográficos).
Figura 19.1
Radiografía rostrocaudal (a) y lateral derecha (b) del maxilar rostral.
a) Los incisivos superiores y los caninos están en diferentes estados de reemplazamiento
reabsortivo. Las raíces de los incisivos aún se pueden identificar como «raíces», pero la
ausencia del espacio del ligamento periodontal indica reabsorción radicular externa y
sustitución del tejido perdido por hueso. Estas raíces están anquilosadas, es decir, hay una
fusión entre las raíces y el hueso. La corona del 104 está aún en su lugar, pero la mayoría de la
raíz está siendo reabsorbida y reemplazada por hueso. El diente 204 ha sido casi
completamente reabsorbido y sustituido por material similar al hueso. Es imposible diferenciar
claramente entre resto radicular y hueso.
b) Los incisivos, el canino superior derecho y algunos premolares están en diferentes estados
de reemplazamiento reabsortivo. La vista lateral confirma los hallazgos identificados en la
vista rostrocaudal. Apréciese que la raíz del 104 está más intacta que como aparece en la vista
rostrocaudal. Diferentes proyecciones de la misma zona dan generalmente una vista más clara
de la extensión de esta patología que en una vista simple. También había evidencia de
reabsorción de restos radiculares en la zona premolar. Su posición exacta se aprecia mejor en
la radiografía lateral de la región premolar y molar (fig. 19.2).
Figura 19.2
Radiografía lateral del maxilar derecho centrada en la región premolar y molar. Esta vista obtiene una tercera
proyección del 104, donde se aprecian más detalles de la patología radicular. No hay evidencia del 106, 107 y 109, pero los restos
radiculares reabsorbidos del 108 son evidentes. Clínicamente, todas las áreas edéntulas estaban cubiertas por encía sana.
Figura 19.3
Radiografía rostrocaudal de la maxila rostral. Clínicamente no hay evidencia de los dientes y las áreas edéntulas
están cubiertas por encía sana. El reemplazamiento reabsortivo de los incisivos y caninos inferiores resulta evidente. También hay
evidencia de reabsorción de restos radiculares en las regiones premolares y molares bilateralmente. Su posición exacta se aprecia mejor
en la radiografía lateral de la región premolar y molar (figs. 19.4 y 19.5).
Figura 19.4
Radiografía lateral de la región premolar y molar mandibular izquierda. El diente 307 ha sido completamente
reabsorbido y reemplazado por hueso. La raíz mesial del 308 y las porciones apicales de las dos raíces del 309 aún se identifican
como «raíz» experimentando reabsorción activa. Apréciense los evidentes forámenes mentonianos y mandibular.
Figura 19.5
Radiografía lateral de la región premolar y molar mandibular derecha. Solamente la porción apical de la raíz mesial
del 408 es aún identificable como «diente». Apréciense el foramen dental evidente.
HISTOPATOLOGÍA
La histopatología de la biopsia tonsilar confirmó la sospecha clínica del carcinoma de células
escamosas.
REPASO DE LA TEORÍA
La reabsorción dentaria es frecuente en los gatos domésticos. También se han identificado dientes
reabsorbidos en gatos salvajes y grandes felinos (fieras).
Las lesiones reabsortivas odontoclásticas (LRO) constituyen un tipo de reabsorción radicular
externa «idiopática» en la que el tejido duro de la superficie radicular es destruido por la actividad de
los odontoclastos. La superficie radicular destruida es reemplazada por un tejido similar al cemento
o hueso. Este proceso comienza en el cemento y progresa involucrando a la dentina, donde se
extiende a través de los túbulos dentinarios y llega a afectar a la dentina de la corona y de la raíz. La
dentina peripulpar es relativamente resistente a la reabsorción y la pulpa sólo se afecta en los estadios
finales de esta enfermedad. El proceso se extiende a través de la dentina de la corona, alcanzando a
veces al esmalte, que puede ser reabsorbido o fracturado, y deja una cavidad sobre el diente muy
evidente desde el punto de vista clínico. En ausencia de radiografía convencional, las lesiones se
identifican inicialmente como una cavidad en la corona, sobre todo en la unión amelocementaria
(UAC). La primera manifestación clínica de LRO es una lesión en estado final. En muchos casos, la
destrucción progresiva de la dentina con LRO debilita y socava tanto la corona en extensión que un
traumatismo mínimo (p. ej., durante la masticación) produce una fractura y pérdida de la corona,
quedando la raíz en el hueso alveolar. Los restos radiculares reabsorbidos normalmente están
cubiertos por encía sana, como en este caso. Sin embargo, a veces la encía puede estar inflamada.
Todavía no está claro cómo las LRO felinas provocan molestias o dolor a quienes las padecen.
Basándose en que la inflamación pulpar ocurre al final del proceso de la enfermedad, se ha
observado que las lesiones limitadas a las superficies radiculares, y que no están comunicadas con el
ambiente oral, son asintomáticas. Sin embargo, una vez que la dentina está muy destruida y el proceso
se extiende a la pulpa y/o se comunica con la cavidad oral (cuando el esmalte ha sido reabsorbido o
fracturado y expone la dentina a la cavidad oral), las molestias y el dolor son muy frecuentes.
Algunos gatos pueden mostrar signos clínicos que indican malestar o dolor, como cambios en las
preferencias de las comidas (dieta blanda en lugar de pienso) y reducción del apetito; en cambio, en
otros gatos esto puede no ocurrir.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La reabsorción de los dientes es común en los gatos domésticos.
• La primera manifestación clínica de las lesiones reabsortivas odontoclásticas es una lesión en estado final.
COMENTARIOS
Esta gata había pasado por todas las fases del proceso reabsortivo, donde se había producido la
pérdida de la mayoría de los dientes, y nunca había manifestado ninguna señal de malestar oral. De
hecho, nunca había dejado de comer hasta el último mes de su vida. La disfagia y la inapetencia que
padeció el último mes eran más atribuibles al carcinoma de células escamosas tonsilar que al extenso
proceso reabsortivo.
20
Lesiones clínicas y signos de malestar
PRESENTACIÓN INICIAL
Cavidades en la superficie vestibular de algunos dientes.
DETALLES DEL PACIENTE
Gata doméstica de 5 años de pelo corto.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
La gata no tenía historia previa de enfermedad oral o dental. Se había presentado al veterinario
referente con signos de molestias orales, es decir, disminución del apetito y caprichos, de comida
blanda. En el examen clínico consciente, su veterinario identificó cavidades en la superficie vestibular
de algunos dientes y nos remitió a la gata para su evaluación y tratamiento.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La gata no permitió de ninguna manera el examen de la cabeza y de la cavidad oral. Los hallazgos
encontrados fueron los siguientes:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis moderada generalizada, más grave en la superficie vestibular de los premolares
superiores.
3. Cavidades evidentes en la superficie vestibular del 307 y 404.
4. Pequeña cavidad en el margen gingival vestibular del 204.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral minucioso, incluida la investigación de los parámetros periodontales;
todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis moderada generalizada, sobre todo en la superficie vestibular de los premolares
superiores.
2. Cavidades evidentes en la superficie vestibular del 307 (fig. 20.1a) y 404 (fig. 20.2a).
3. Pequeñas cavidades en el margen gingival vestibular del 204 (fig. 20.3a) y 107 (fig. 20.4). La
lesión del 107 sólo fue evidente después de quitar el cálculo.
4. Faltaban los dientes 106, 206, 207 y 407. La encía en estos sitios no estaba inflamada, excepto
sobre el 407, que estaba sumamente inflamado.
Figura 20.1
Fotografía lateral (a) y radiografía lateral (b) del cuadrante izquierdo inferior.
a) Apréciese el tejido blando que rellena la cavidad de la superficie vestibular del 307.
b) La radiografía muestra que la reabsorción radicular externa ha causado una destrucción y
reemplazamiento óseo de la raíz mesial. En cambio, la raíz distal no está afectada
radiográficamente. El proceso reabsortivo se ha extendido afectando a la corona, produciendo
con ello una lesión clínica evidente. Una vez que esta lesión es clínicamente evidente, es decir,
la cavidad se ha formado, la reabsorción radicular se extiende. La primera manifestación
clínica de las lesiones reabsortivas odontoclásticas es una lesión en estado final.
Figura 20.2
Fotografía lateral del canino inferior derecho (a) y radiografía del maxilar rostral (b).
a) Apréciese la gran cavidad rellenada por un tejido blando en la superficie vestibular del 404.
b) Las dos raíces de los caninos inferiores derecho e izquierdo están afectadas por un
reemplazamiento reabsortivo.
Figura 20.3
Fotografía lateral del canino superior izquierdo (a) y oblicua lateral del maxilar rostral izquierdo (b).
a) Apréciese la pequeña cavidad rellenada por un tejido blando en la superficie vestibular del
204.
b) El reemplazamiento reabsortivo del 204 es evidente. Apréciense los trayectos radiolúcidos
de reabsorción dentro de la dentina dentaria. Los dientes 206 y 207 estaban ausentes en el
examen clínico. Las radiografías no muestran evidencia del 206, pero las raíces reabsorbidas
del 207 son evidentes.
Figura 20.4
Fotografía lateral del 107. Apréciese la pequeña cavidad vestibular.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizó una serie de radiografías completa de toda la boca (10 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los siguientes dientes estaban afectados por una reabsorción radicular externa: 304 (fig. 20.2b), 307
(fig. 20.1b), 404 (fig. 20.2b), 104 (fig. 20.5), 107 y 204 (fig. 20.3b).
Figura 20.5
Radiografía lateral oblicua del maxilar rostral derecho. El reemplazamiento reabsortivo del 104 es evidente.
Apréciense los trayectos radiolúcidos de reabsorción dentro de la dentina dentaria. El diente 106 estaba ausente en el examen clínico y
las radiografías mostraban que se estaba reabsorbiendo.
En los sitios de los dientes clínicamente ausentes 106 (fig. 20.5), 206 (figs. 20.3b y 20.6), 207 (figs.
20.3b y 20.6) y 407 (fig. 20.7) había algún material similar al diente, pero la mayor parte del tejido
dental había sido reemplazado por hueso alveolar.
Figura 20.6
Radiografía lateral centrada en los premolares superiores izquierdos. Los dientes 206 y 207 estaban ausentes en el
examen clínico. La encía sobre estos sitios estaba clínicamente sana. No hay evidencia en la radiografía del 206. Lo más probable es
que haya sido completamente reabsorbida y reemplazada por hueso. Las dos raíces del 207 están reabsorbiéndose.
Figura 20.7
Radiografía lateral de los premolares y molares mandibulares derechos. El diente 407 estaba ausente en el examen
clínico y la encía de la zona estaba muy inflamada, con fragmentos coronales que estaban protruyendo.
REPASO DE LA TEORÍA
Las lesiones reabsortivas odontoclásticas (LRO) constituyen un tipo de reabsorción radicular externa
«idiopática» en la que el tejido duro de la superficie radicular es destruido por la actividad de los
odontoclastos. La superficie radicular destruida es reemplazada por un tejido similar al cemento o
hueso. Este proceso comienza en el cemento y progresa involucrando a la dentina, donde se extiende
a través de los túbulos dentinarios y llega a afectar a la dentina de la corona y de la raíz. La dentina
peripulpar es relativamente resistente a la reabsorción y la pulpa sólo se afecta en los estadios finales
de esta enfermedad. El proceso se extiende a través de la dentina de la corona, alcanzando a veces al
esmalte, que puede ser reabsorbido o fracturado, y deja una cavidad sobre el diente muy evidente
desde el punto de vista clínico. En ausencia de radiografía convencional, las lesiones se identifican
inicialmente como una cavidad en la corona, sobre todo en la unión amelocementaria (UAC). La
primera manifestación clínica de LRO es una lesión en estado final, como en este caso. En muchos
casos, la destrucción progresiva de la dentina con LRO debilita y socava tanto la corona en extensión
que un traumatismo mínimo (p. ej., durante la masticación) produce una fractura y pérdida de la
corona, quedando la raíz en el hueso alveolar. Los restos radiculares reabsorbidos normalmente
están cubiertos por encía sana, pero en algunos casos la encía puede estar inflamada.
La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental deberían identificar solamente
lesiones en estados finales, es decir, cuando el proceso afecta a la corona y ha producido una cavidad
muy evidente. La radiografía debería identificar lesiones localizadas en las superficies radiculares
dentro del hueso alveolar, que no se detectarían con los métodos clínicos. En realidad sólo con las
radiografías se puede valorar e identificar la extensión de los procesos reabsortivos. La selección del
mejor tratamiento depende también de la radiografía. De hecho, debería efectuarse una serie
completa de radiografías de toda la boca a todos los gatos candidatos a un tratamiento odontológico.
Si esta serie radiológica completa no se puede realizar (p. ej., por problemas económicos), por lo
menos se debería hacer una radiografía de cada región premolar/molar mandibular. Los dientes
terceros premolares mandibulares son los más frecuentemente afectados y se ha demostrado que en 9
de cada 10 gatos con lesiones reabsortivas el proceso puede identificarse con estas dos radiografías.
Si muestran reabsorción en estos dientes, se hará la serie completa de toda la boca.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La primera manifestación clínica de las lesiones reabsortivas odontoclásticas es una lesión en estado final.
• La destrucción progresiva de la dentina debilita y socava tanto la corona en extensión que un traumatismo mínimo, por
ejemplo durante la masticación, produce una fractura y pérdida de la corona, quedando la raíz en el hueso alveolar.
• La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental solamente identifican lesiones en estados finales.
• Las radiografías son esenciales para identificar la extensión de los procesos reabsortivos.
• Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de las lesiones reabsortivas
odontoclásticas.
• Si se puede identificar el espacio del ligamento periodontal en los dientes afectados, se deberían hacer extracciones.
• Resulta esencial que el propietario de un gato con lesiones reabsortivas entienda que tiene garantizado el desarrollo de
reabsorciones radiculares en otros dientes y precisará controles radiográficos e intervenciones (amputación coronal o
extracciones) durante toda su vida.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de la
enfermedad de LRO. Parece insólito que se puedan aplicar los tratamientos sin conocer la causa de la
patología. En la actualidad, los métodos sugeridos para el tratamiento de las LRO son:
1. Tratamiento conservador, que consiste en limpieza, pulido y monitorización clínica
(evolución de la enfermedad) y radiológica. Es apropiado para lesiones que sólo afectan a las
superficies radiculares, es decir, no hay comunicación oral establecida. Normalmente sólo
resulta aplicable a los dientes grandes, concretamente a los caninos.
2. Extracciones dentarias. Si el espacio del ligamento periodontal puede identificarse, se
deberían hacer extracciones.
3. Amputación coronal, apropiada para los dientes que en el momento del diagnóstico han
sufrido una extensa reabsorción (el espacio del ligamento periodontal no puede identificarse
radiológica o clínicamente).
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio.
2. Amputación coronal del 107, 204, raíz distal del 307, 404 y 407 (sólo hay un pequeño
fragmento de resto de corona). Se realizan radiografías postoperatorias de todos los sitios como
referencia para controles futuros de la reabsorción continua.
3. Extracción abierta de la raíz mesial del 307. Se hacen radiografías postoperatorias para
confirmar la extracción completa de la raíz.
4. Tratamiento conservador del 104 y 304.
5. Acortamiento dentario del 304 sin entrar al canal pulpar para prevenir el trauma en el labio
superior (porque se extrajo la corona del 204).
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Dieta blanda.
• Enjuagues con clorhexidina durante 1 semana.
• La gata se citó para revisión oral consciente 3 semanas después y también para un examen bajo anestesia general y
radiografías de toda la boca (para controlar el tratamiento conservador del 104 y 304, la reabsorción continua de las raíces
intencionadamente retenidas del 204, la raíz distal del 307, 404 y 407, así como valorar nuevos fenómenos reabsortivos en
otros sitios) 6 meses más tarde.
REVISIONES CLÍNICAS
En el examen consciente 3 semanas más tarde, los sitios de las extracciones y la amputación coronal
habían cicatrizado, es decir, se habían cubierto de una encía clínicamente sana. El propietario dijo que
la gata estaba muy contenta y comía muy bien.
El examen bajo anestesia general y las radiografías completas de la boca 6 meses después
confirmaron la reabsorción continua de las raíces de los dientes que habían sido tratados con la
amputación coronal, concretamente el 107, 204, 404, la raíz distal del 307 y las dos raíces del 407.
Estos sitios estaban cubiertos por una encía clínicamente sana. También las raíces del 104 y 304
estaban reabsorbiéndose progresivamente, pero las lesiones aún estaban localizadas en las superficies
radiculares, sin formación de ninguna cavidad evidente en el borde gingival.
El examen bajo anestesia general y la serie de radiografías completa de la boca 6 meses después (1
año después del diagnóstico inicial y tratamiento) confirmaron la reabsorción continua de las raíces
que habían sido intencionadamente retenidas, concretamente del 107, 204, 404, la raíz distal del 307 y
las dos raíces del 407. Los sitios estaban cubiertos por una encía clínicamente sana. Durante este
tiempo había una obvia comunicación oral, con pequeñas cavidades en el borde gingival lingual y
vestibular del 104 y 304, y se realizó la amputación coronal. Además se desarrollaron nuevas
lesiones en el 108 (fig. 20.8), 308 y 408. Estos dientes también se trataron con la amputación coronal.
Todos los sitios de las amputaciones coronales cicatrizaron sin problema.
Figura 20.8
Radiografía lateral del maxilar derecho. El diente 108 muestra signos de reabsorción radicular extendiéndose dentro
de la corona. Apréciese el reemplazamiento continuo reabsortivo del 107 (se hizo una amputación coronal 1 año antes).
La gata se citó dentro de 1 año para un examen bajo anestesia general y una serie de radiografías
completa de toda la boca para monitorizar el desarrollo de las amputaciones coronales e identificar y
tratar cualquier nueva lesión reabsortiva que empezara a desarrollarse. El propietario se pondrá en
contacto con nosotros tan pronto como la gata manifieste signos de molestias orales o vea el
desarrollo de cavidades en cualquier diente restante.
PRONÓSTICO
Las lesiones reabsortivas son progresivas. Las lesiones diagnosticadas pueden progresar y aparecer
nuevas lesiones. Los exámenes regulares bajo anestesia general y la realización de una serie
completa de radiografías de toda la boca están indicados para todos los gatos con diagnóstico de
lesiones reabsortivas.
En particular, esta gata tiene garantizado el desarrollo de las lesiones reabsortivas en otros dientes
y necesitará durante toda la vida controles radiográficos e intervenciones (amputación coronal o
extracción) cuando sea necesario. Además, los dientes caninos que se han tratado de manera
conservadora pueden necesitar una amputación coronal o extracción.
COMENTARIOS
Algunos gatos con lesiones reabsortivas pueden no mostrar signos clínicos, especialmente si la
patología está limitada a la superficie radicular. Sin embargo, una vez que la destrucción de la dentina
ha avanzado tanto en extensión que este proceso invade la pulpa y/o establece una comunicación con
la cavidad oral (cuando el esmalte se ha reabsorbido o se ha fracturado saltando, exponiendo la
dentina a la cavidad oral), es probable que aparezcan el malestar y/o el dolor. Esta gata manifestó
señales de malestar en la reducción del apetito y la elección de comida blanda de forma selectiva.
Esto solamente ocurrió cuando la reabsorción estaba en un estado final, es decir, las cavidades
clínicas eran evidentes.
Resulta esencial que el propietario de un gato con lesiones reabsortivas entienda que tiene
garantizado el desarrollo de reabsorciones radiculares en otros dientes y precisará controles
radiográficos e intervenciones (amputación coronal o extracciones) durante toda su vida.
En este caso, el tratamiento conservador del 104 y 304 produjo que estos dientes pudieran
mantenerse durante 1 año más.
21
Reabsorción radicular idiopática canina
PRESENTACIÓN INICIAL
Fractura coronal complicada del 404.
DETALLES DEL PACIENTE
Mestizo de 9 años castrado.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro nos fue remitido para el tratamiento endodóncico de una fractura coronal complicada del
404. El veterinario referente había visto en el momento de la vacunación el diente fracturado. No
había historial de ningún tratamiento dental previo. El propietario no se dio cuenta de que el diente
estaba fracturado y no apreció que fuera causa de ninguna molestia.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era un perro con buen temperamento que admitió el examen consciente de la cabeza y la boca. Se
identificaron los siguientes hallazgos:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada moderada.
3. Los dientes 101, 102, 201, 202, todos los incisivos inferiores y el 304 estaban ausentes.
4. Fractura coronal complicada del 404.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral minucioso, incluida la determinación de los parámetros periodontales;
todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Los dientes 101, 102, 201, 202, 110, 210, todos los incisivos inferiores, 304, 305, 310, 311,
405, 410 y 411 estaban ausentes.
2. Gingivitis generalizada moderada.
3. Fractura coronal complicada del 404.
4. Cavidad (rellena de tejido blando) en la superficie lingual cervical justo por encima del borde
gingival del 404.
5. Cavidad (rellena de tejido blando) en la superficie vestibular cervical justo por encima del
borde gingival afectando al 104, 109 (fig. 21.1), 208, 306, 307, 308, 309, 406, 407, 408 y 409.
6. Decoloración rosada de los dientes 108, 109, 208 y 209 (fig. 21.1).
Figura 21.1
Fotografía lateral oblicua del 108 y 109. Las dos piezas presentan una decoloración rosácea como consecuencia de
la destrucción del tejido duro dental extendiéndose dentro de la corona y afectando a la pulpa, la cual «brilla a través» del delgado
esmalte. Apréciese la cavidad rellenada de tejido blando en la superficie vestibular del 109.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizó una serie de radiografías completa de toda la boca (14 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
La serie de radiografías mostró una reabsorción de sustitución de todos los dientes restantes (figs.
21.2 a 21.9 para ver los detalles de los hallazgos).
Figura 21.2
Radiografía rostrocaudal del maxilar rostral. Clínicamente no hay evidencia del 101, 102, 201 y 202, y el área
edéntula está cubierta por una encía sana. La radiografía muestra que estos dientes están experimentando una reabsorción y siendo
reemplazados por hueso.
Figura 21.3
Radiografía lateral del maxilar derecho. El diente 103 tiene un claro espacio del ligamento periodontal y una línea
exterior lisa radicular, es decir, no hay evidencia radiográfica de reabsorción radicular. Se puede identificar en el 104 un claro espacio
del ligamento periodontal separando el diente del hueso alveolar, pero las líneas verticales radiolúcidas en la raíz indican el
desarrollo de la reabsorción de la dentina. Las raíces del 105, 106, 107 y 108 muestran un extenso reemplazamiento reabsortivo. Es
difícil identificar un claro ligamento periodontal y las raíces tienen apariencia de hueso en lugar de dentina.
Figura 21.4
Radiografía lateral del 108 y 109. La corona de estos dientes ha perdido sus raíces y están solamente unidos al
maxilar por tejidos blandos. Clínicamente hay una cavidad llena de tejido blando en la superficie vestibular del 109 justo encima del
borde gingival, y los dos dientes tienen una decoloración rosácea como consecuencia del proceso reabsortivo que se difunde en la
corona de los mismos.
Figura 21.5
Radiografía lateral del maxilar izquierdo. Las raíces del 205, 206, 207 y 208 muestran un extenso reemplazamiento
reabsortivo. Es difícil identificar un claro ligamento periodontal y las raíces tienen apariencia de hueso en lugar de dentina. Apréciense
los procesos reabsortivos difundiéndose para afectar la corona del 207 y 208.
Figura 21.6
Radiografía lateral del 207, 208 y 209. Las coronas de estos dientes se han perdido y están solamente unidos al
maxilar por tejidos blandos. Clínicamente, el 208 y el 209 tienen una decoloración rosácea debido a la progresiva destrucción de la
dentina de la corona, lo que permite que la pulpa «brille a través» del delgado esmalte.
Figura 21.7
Radiografía rostrocaudal del maxilar rostral. Clínicamente, la región incisiva edéntula está cubierta por encía sana.
La radiografía muestra que estos dientes han comenzado a experimentar reabsorción y están siendo reemplazados por hueso. El diente
304 estaba clínicamente ausente. La radiografía muestra sus raíces desarrollando reemplazamiento reabsortivo. La encía de la zona
estaba intacta y no inflamada. La raíz del 404 está desarrollando fenómenos reabsortivos y la destrucción del tejido duro dental afecta
a la corona. Clínicamente, este diente tiene una cavidad rellenada por un tejido blando en la superficie vestibular justo encima del borde
gingival. El diente también tenía una fractura coronal complicada. De hecho, el perro nos fue referido para el tratamiento endodóncico
de este diente.
Figura 21.8
Radiografía lateral centrada en el 308 y 309. Ambos dientes están afectados por un extenso reemplazamiento
reabsortivo que afecta a la corona y las raíces. Clínicamente, ambos dientes tienen unas cavidades llenas de un tejido blando
vestibularmente y justo encima del borde gingival.
Figura 21.9
Radiografía lateral centrada en el 408 y 409. Ambos dientes están afectados por un extenso reemplazamiento
reabsortivo que afecta a la corona y las raíces. Clínicamente, ambos dientes tienen unas cavidades llenas de un tejido blando
vestibularmente y justo encima del borde gingival.
REPASO DE LA TEORÍA
La reabsorción de los dientes es común en los gatos domésticos. También se han identificado dientes
reabsorbidos en gatos salvajes y grandes felinos (fieras), y se han descrito en humanos y en perros.
Las lesiones reabsortivas odontoclásticas (LRO) constituyen un tipo de reabsorción radicular
externa «idiopática» en la que el tejido duro de la superficie radicular es destruido por la actividad de
los odontoclastos. La superficie radicular destruida es reemplazada por un tejido similar al cemento
o hueso. Este proceso comienza en el cemento y progresa involucrando a la dentina, donde se
extiende a través de los túbulos dentinarios y llega a afectar a la dentina de la corona y de la raíz. La
dentina peripulpar es relativamente resistente a la reabsorción y la pulpa sólo se afecta en los estadios
finales de esta enfermedad. El proceso se extiende a través de la dentina de la corona, alcanzando a
veces al esmalte, que puede ser reabsorbido o fracturado, y deja una cavidad sobre el diente muy
evidente desde el punto de vista clínico. En ausencia de radiografía convencional, las lesiones se
identifican inicialmente como una cavidad en la corona, sobre todo en la unión amelocementaria
(UAC). La primera manifestación clínica de LRO es una lesión en estado final. En muchos casos, la
destrucción progresiva de la dentina con LRO debilita y socava tanto la corona en extensión que un
traumatismo mínimo (p. ej., durante la masticación) produce una fractura y pérdida de la corona,
quedando la raíz en el hueso alveolar. Los restos radiculares reabsorbidos normalmente están
cubiertos por encía sana, pero en algunos casos la encía puede estar inflamada.
La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental deberían identificar solamente
lesiones en estados finales, es decir, cuando el proceso afecta a la corona y ha producido una cavidad
muy evidente. La radiografía debería identificar lesiones localizadas en las superficies radiculares
dentro del hueso alveolar, que no se detectarían con los métodos clínicos. En realidad, sólo con las
radiografías se puede valorar e identificar la extensión de los procesos reabsortivos. La selección del
mejor tratamiento depende también de la radiografía.
Todavía no está claro cómo las LRO provocan molestias o dolor a quienes las padecen. Basándose
en que la inflamación pulpar ocurre al final del proceso de la enfermedad, se ha observado que las
lesiones limitadas a las superficies radiculares, y que no están comunicadas con el ambiente oral, son
asintomáticas. Sin embargo, una vez que la dentina está muy destruida y el proceso se extiende a la
pulpa y/o se comunica con la cavidad oral (cuando el esmalte ha sido reabsorbido o fracturado y
expone la dentina a la cavidad oral), las molestias y el dolor son muy frecuentes. Algunos animales
pueden mostrar signos clínicos que indican malestar o dolor, como cambios en las preferencias de
las comidas (dieta blanda en lugar de pienso) y reducción del apetito; en cambio, en algunos gatos
esto puede no ocurrir.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La primera manifestación clínica de las lesiones reabsortivas odontoclásticas es una lesión en estado final.
• La inspección visual y el examen táctil con un explorador dental deberían identificar solamente lesiones en estados finales.
• La radiografía resulta esencial para identificar la extensión de los procesos reabsortivos.
• Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de las lesiones reabsortivas
odontoclásticas.
• Es frecuente que el propietario informe sobre la mejoría notable en el bienestar general del animal una vez que se ha
recuperado del tratamiento odontológico.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Hasta la fecha no hay ningún tratamiento conocido que prevenga el desarrollo y/o la progresión de la
enfermedad de LRO. Parece insólito que se puedan aplicar los tratamientos sin conocer la causa de la
patología. En la actualidad, los métodos sugeridos para el tratamiento de las LRO son:
1. Tratamiento conservador.
2. Extracciones dentarias.
3. Amputación coronal.
TRATAMIENTO APLICADO
Se lavó la cavidad oral con 10 ml de clorhexidina preoperatoriamente para crear un medio limpio
para la cirugía, que consistió en:
1. Amputación coronal del 105, 106, 107, 108, 109, 205, 206, 207, 208, 209, 306, 307, 308, 309,
404, 406, 407, 408 y 409.
2. Exodoncias abiertas del 103, 104, 203 y 204. Todos los colgajos se suturaron con sutura
reabsorbible sintética de 5/0 (Monocryl).
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Limpieza diaria con clorhexidina durante 1 semana.
• AINE durante 5 días.
• Dieta blanda.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen consciente 6 semanas después del tratamiento inicial reveló una correcta cicatrización en
los sitios de extracción y amputación coronal. La encía que cubría los bordes del hueso alveolar no
estaba inflamada. El propietario nos dijo que el perro había tenido un considerable cambio en su
comportamiento, es decir, estaba mucho más contento, más sociable y más interesado en caminar. A
pesar de no tener dientes, actualmente comía tan bien como la comida blanda.
El examen bajo anestesia y la serie de radiografías completas de la boca 6 meses después del
tratamiento inicial revelaron que la encía que cubría los márgenes del hueso alveolar no estaba
inflamada y las raíces continuaban con fenómenos reabsortivos.
No se requirió ningún tratamiento complementario.
PRONÓSTICO
Los sitios de extracción deberían curar sin problema. La encía en los sitios donde se realizó la
amputación de la corona tendría que curar y las raíces continuar reabsorbiéndose. La reabsorción
radicular continua ha de controlarse radiológica y clínicamente.
COMENTARIOS
Los únicos dientes no afectados por la reabsorción radicular externa son el 103, 203 y 204. Nosotros
elegimos extraer éstos porque era casi seguro que desarrollarían esta patología en un
futuro. Además, estos tres dientes no tienen antagonistas y no proporcionan un beneficio funcional.
Un animal edéntulo no tiene ningún problema con la comida. Algunos necesitarán comida blanda,
pero muchos pueden comer pienso a pesar de no tener dientes.
Es frecuente que el propietario informe sobre la mejoría notable en el bienestar general del animal
una vez que se ha recuperado del tratamiento odontológico. En la consulta inicial, el propietario
sentía que el perro no tenía ninguna señal de malestar oral; en la revisión 6 semanas después de la
cirugía, lo primero que dijo era que el perro estaba como nuevo: «un cachorro otra vez».
6
MALOCLUSIÓN
22
Introducción a la maloclusión
Por definición, la maloclusión es una anomalía en la posición de los dientes. Resulta común en el
perro, pero también puede ocurrir en gatos. Su significado clínico estriba en que puede causar
malestar y a veces dolor al animal. En algunos casos puede ser la causa directa de una patología oral
grave. Por consiguiente, es importante diagnosticar la maloclusión a comienzos de la vida del animal
para que puedan tomarse las medidas preventivas.
La maloclusión puede producirse por una discrepancia en la longitud y/o anchura del maxilar y de
la mandíbula (maloclusión esquelética), por una malposición dentaria (maloclusión dental) o por una
combinación de ambas. El desarrollo de la oclusión está determinado por factores genéticos y
ambientales. Se desconocen los mecanismos genéticos específicos que regulan la maloclusión. Sin
embargo, un mecanismo poligénico es una causa probable y explicaría por qué todos o casi todos los
hermanos de generaciones sucesivas están afectados por el mismo grado de maloclusión. Con un
mecanismo poligénico, la gravedad de los signos clínicos se vincula con el número de genes
defectuosos.
El enfoque más razonable para valorar si la maloclusión es hereditaria o adquirida es el siguiente:
• La maloclusión esquelética se considera hereditaria a menos que se pueda identificar
fiablemente una causa de su desarrollo.
• Respecto a la maloclusión dental pura, no está tan claro que tenga una predisposición racial o
familiar; debe otorgarse el beneficio de la duda y no considerarse hereditaria.
La idea general sobre las clases más comunes de maloclusión es la siguiente.
MALOCLUSIÓN ESQUELÉTICA
Los perros braquicefálicos tienen un maxilar más corto que el normal y los dolicocefálicos más
largo; en ambos casos, la mandíbula no es responsable de ninguna discrepancia rostrocaudal.
Oclusión mandibular prognática. La mandíbula es más larga que el maxilar, y algunos o todos los
dientes mandibulares son rostrales a su posición normal. Si la interdigitación dental previene que la
mandíbula crezca rostralmente según su potencial genético, puede darse un arqueamiento lateral o
ventral de la misma para acomodarse a la longitud, lo que produce una mordida abierta que se
caracteriza por un aumento del espacio de los vértices de las cúspides de los premolares. Además, el
ángulo posterior de la mandíbula es caudal a la articulación temporomandibular para acomodarse a
la longitud extra de la mandíbula.
Oclusión mandibular braquignática. Se da cuando la mandíbula es más pequeña de lo normal.
Mordida torcida (wry bite). Ocurre si un sitio de la cabeza crece más que el otro. En su forma más
leve puede desarrollar una mordida prognática o braquignática en un solo lado. En los casos más
graves se desarrollan una cabeza y una mordida cruzada con una desviación de la línea media.
También puede darse una mordida cruzada en la región de los incisivos que provoque que los dientes
afectados se desplacen verticalmente y no ocluyan.
Oclusión mandibular estrecha. En algunos animales la mandíbula es demasiado estrecha respecto
al maxilar, con lo que los caninos inferiores afectan a la encía maxilar o al paladar duro en lugar de
ocluir en el diastema entre el tercer incisivo superior y el canino superior de cada lado. El animal no
puede cerrar completamente la boca y se produce una lesión en la encía o mucosa palatina. En los
casos graves sin tratar se puede desarrollar con el tiempo una comunicación oronasal. Esto puede
ocurrir tanto en la dentición primaria (decidua) como en la permanente. La persistencia de los
caninos primarios puede complicar la situación y hacer que los caninos permanentes erupcionen
medialmente a sus homólogos primarios en la mandíbula. La oclusión dental incorrecta puede
interferir con el crecimiento normal en anchura y longitud del desarrollo de la mandíbula. Esta
condición también puede ser causada por la persistencia de caninos mandibulares primarios en una
mandíbula de anchura normal.
MALOCLUSIÓN DENTAL
Es una malposición de los dientes donde no existe ninguna anomalía esquelética evidente, es decir, no
hay discrepancia entre la longitud o la anchura del maxilar y de la mandíbula.
Mordida cruzada anterior. Término clínico usado para describir una oclusión en tijera inversa de
uno, varios o todos los incisivos. Puede ser secundaria a una persistencia de incisivos primarios. Sin
embargo, probablemente hay un origen esquelético porque los animales afectados a menudo
desarrollan una mordida mandibular prognática. En otras palabras, una mordida cruzada anterior en
un animal inmaduro puede constituir la primera señal de un prognatismo mandibular en desarrollo.
Es frecuente en perros de razas medianas y grandes donde la persistencia de los dientes primarios
resulta menos frecuente. La causa puede ser por cualquier maloclusión dental (es decir, linguoversión
de los incisivos superiores) o por una maloclusión esquelética (esto es, prognatismo mandibular o
braquignatismo maxilar).
Maloclusión de los dientes caninos. Las dos anomalías más comunes en la posición de los dientes
caninos son:
• Desplazamiento rostral de los caninos maxilares. La persistencia de los caninos primarios
podría ser la responsable de esta condición. Se ha descrito predisposición racial en el perro
pastor de Shetland.
• Desplazamiento medial de los caninos inferiores. La persistencia de los caninos mandibulares
primarios puede ser la causa de esta condición. Sin embargo, no es común en razas pequeñas, en
las cuales la persistencia de los dientes primarios resulta habitual. Esta maloclusión es muy
común es razas dolicocefálicas, en las que el origen es esquelético al tener la mandíbula más
pequeña que el maxilar.
Maloclusión de los premolares y los molares. La mordida cruzada posterior se usa para describir
una relación anómala entre las muelas carniceras; se ve frecuentemente en razas dolicocefálicas, en
las que la relación vestibulolingual normal está invertida.
MALOCLUSIÓN ASOCIADA A LA PERSISTENCIA DE DIENTES PRIMARIOS
Los dientes primarios persistentes, es decir, los que se hallan aún en su localización cuando sus
permanentes homólogos están empezando a erupcionar, pueden interferir con la erupción de los
mismos. Normalmente, las razas pequeñas son las más afectadas. El modo de herencia se desconoce,
pero puede ser familiar. Las tres zonas más afectadas son los caninos inferiores, los caninos
superiores y los incisivos.
Caninos mandibulares. Los caninos mandibulares permanentes empiezan a erupcionar
medialmente a su homólogo primario. En cuanto el diente primario se ha perdido, el canino
permanente se desplaza lateralmente para ocupar el diastema entre el tercer incisivo y el canino
superior. Si el canino primario no se pierde, el permanente puede ser forzado a seguir erupcionando
medial al homólogo primario persistente y contacta con el paladar duro, causando dolor, inflamación
y posiblemente con el tiempo una fístula oronasal.
Caninos maxilares. El canino permanente maxilar erupciona rostral a su homólogo primario. Si el
diente primario es retenido, puede forzar a que el diente permanente erupcione en el diastema que
debería ocupar el canino mandibular. Pueden desarrollarse las siguientes situaciones de maloclusión:
• El canino maxilar o mandibular pueden llegar a impactar, es decir, no erupcionar
completamente.
• El canino mandibular puede empujar al tercer incisivo superior o al canino superior en una
dirección labial/vestibular.
• El canino mandibular puede ser forzado a erupcionar medial al canino maxilar, impactando así
en el paladar duro, con la posible formación de una comunicación oronasal si se deja sin tratar.
Incisivos. Los incisivos permanentes erupcionan caudalmente a sus primarios homólogos. La
retención de uno o más dientes primarios puede interferir con la oclusión en tijera de los diente
permanentes, con los incisivos superiores ocluyendo por detrás de los incisivos mandibulares, es
decir, una mordida cruzada anterior, que puede producir un traumatismo localizado en los tejidos
blandos.
ANOMALÍAS INDUCIDAS POR LA INTERDIGITACIÓN DENTAL
Puede darse maloclusión por la interdigitación dental cuando hay un crecimiento rápido de la
mandíbula o maxila coincidiendo con la erupción de los caninos e incisivos primarios o permanentes
que interactúan para constituir el entrelazado dental. Una vez que se ha establecido, la maxila y la
mandíbula son forzadas a crecer rostralmente al mismo ritmo, sin tener en cuenta la información
genética. Por ejemplo, los caninos mandibulares que están bloqueados rostralmente por los terceros
incisivos superiores causarán una mordida mandibular prognática no hereditaria; los caninos
mandibulares que se encuentran entrelazados medialmente y más caudalmente de lo normal pueden
causar una mandíbula estrecha y una mordida mandibular braquignática.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA MALOCLUSIÓN
La prevención es siempre mejor que el tratamiento. El reconocimiento precoz de un problema resulta
esencial para evitar las molestias y el dolor al animal y prevenir el desarrollo de una patología grave.
La maloclusión que afecta a la dentición primaria puede requerir una ortodoncia interceptiva; si
afecta a la dentición permanente, puede no necesitar tratamiento si no causa malestar al animal o
cualquier patología oral; pero si la maloclusión causa molestias y patología, siempre se requiere
tratamiento.
MALOCLUSIÓN QUE AFECTA A LA DENTICIÓN PRIMARIA
Los dientes primarios involucrados en una maloclusión deben extraerse tan pronto como se pueda, es
decir, a las 6-8 semanas de edad. Esto permitirá al maxilar y a la mandíbula que desarrollen su
potencial genético completo independientemente antes de la interdigitación de la dentición
permanente. La extracción de los dientes primarios que ocasionan maloclusión antes de la erupción
de sus homólogos permanentes se denomina «ortodoncia interceptiva» y previene el desarrollo de la
maloclusión debida a una interdigitación dental incorrecta. Si la maloclusión desarrollada tiene un
origen esquelético, el valor de la ortodoncia interceptiva es insignificante, ya que los dientes
permanentes formarán una interdigitación incorrecta.
Los dientes primarios persistentes deben extraerse tan pronto como se pueda para prevenir la
maloclusión.
Las raíces de los dientes primarios son más largas y estrechas que las de los permanentes. La
extracción requiere cuidado y paciencia para evitar la fractura del diente. Resulta esencial no
fracturar la raíz porque un vestigio radicular puede producir una desviación en la erupción del diente
permanente. Cada intento debe realizarse para minimizar el riesgo del daño iatrogénico a los dientes
permanentes en desarrollo. Siempre hay que hacer radiografías preoperatorias para determinar la
anatomía del diente primario, pero también la posición y el estado de desarrollo de su homólogo
permanente.
MALOCLUSIÓN QUE AFECTA A LA DENTICIÓN PERMANENTE
Si no hay pruebas de malestar/dolor o ninguna patología oral asociada, podría no necesitarse
tratamiento; sin embargo, la maloclusión que causa molestias y patología siempre requiere
tratamiento. Las opciones de tratamiento disponibles son ortodoncia, acortamiento dentario o
extracciones. En muchos casos, el acortamiento del diente o la extracción son preferibles a la
ortodoncia sobre los fundamentos éticos. El acortamiento dentario a menudo precisa la exposición
pulpar. En esta situación, el tratamiento endodóncico del diente acortado es obligatorio.
El desplazamiento lingual de los caninos mandibulares en perros jóvenes puede corregirse
estimulando que los perros jueguen a menudo, tanto como sea posible, con juguetes de goma de un
tamaño y una forma apropiados.
CONSIDERACIONES ÉTICAS
En el hombre, los problemas médicos (predisposición a las enfermedades periodontales), funcionales
(alteración de la masticación o del habla) y psicológicos (alteración de la estética) relacionados con
la maloclusión son la razón principal para el tratamiento ortodóntico. En ortodoncia humana, aunque
la maloclusión sea hereditaria o adquirida, no es una consideración que haya que tenerse en cuenta
cuando se planifica el tratamiento. Esto contrasta con la ortodoncia veterinaria, donde la estética y los
asuntos éticos están unidos y el tratamiento no puede alentarse para el único propósito de la
exposición de perros o gatos. El objetivo de cualquier tratamiento es mantener al animal cómodo; la
estética constituye una consideración secundaria.
Resulta esencial determinar si la maloclusión presentada es hereditaria o no. La corrección
ortodóntica de una maloclusión está contraindicada cuando sea hereditaria, a menos que el animal
también se castre. La razón fundamental radica en evitar la extensión de una maloclusión heredada
dentro de una raza.
MANEJO DE CASOS DE MALOCLUSIÓN EN LA CONSULTA GENERAL
La evaluación de la oclusión es una parte del examen oral básico de un animal consciente. Para hacer
una evaluación, el profesional necesita poder identificar la oclusión normal de las especies y razas y
conocer la etiología y patogenia de la maloclusión, como se ha detallado anteriormente en este
capítulo. Resulta esencial determinar si la maloclusión es esquelética, dental o una combinación de
ambas. Las medidas preventivas (como el juego controlado con un juguete de goma apropiado, la
ortodoncia interceptiva o la extracción de los dientes primarios persistentes) deben efectuarse a
comienzos de la vida del animal. En la mayoría de los ejemplos, aparte de la prevención, es mejor
dejar el tratamiento a un veterinario con experiencia.
RESUMEN
La maloclusión es frecuente y puede causar dolor, malestar y una patología oral grave. Resulta
esencial diagnosticar precozmente la maloclusión: constituye la mejor forma de tratamiento. Las
maloclusiones esqueléticas y los dientes primarios persistentes son hereditarios. El tratamiento
ortodóntico de una maloclusión hereditaria sólo debería realizarse en animales castrados. En la
mayoría de los ejemplos, aparte de la prevención, es mejor dejar el tratamiento a un veterinario con
experiencia. El objetivo de cualquier tratamiento consiste en mantener al animal cómodo con una
mordida funcional; las consideraciones estéticas son de importancia secundaria.
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Persistencia de los dientes primarios
PRESENTACIÓN INICIAL
Dientes primarios persistentes y desarrollo de maloclusión.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra de raza yorkshire terrier de 20 semanas.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El propietario estaba preocupado porque «tenía demasiados dientes» y poco apetito y no comía más
que pollo a la plancha cortado en trocitos. El caso se nos remitió para poner el tratamiento.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
A la perrita no le gustaba que se le manipulase la cabeza. Era delgada (pesaba 1,8 kg) y resultaba muy
difícil manejarla adecuadamente. Se hizo un examen con el animal consciente que reveló lo siguiente:
1. Dentición mixta con numerosos dientes persistentes primarios.
2. Gingivitis generalizada de moderada a grave.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental profundo, incluida la investigación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Relación esquelética:
• El maxilar y la mandíbula tenían una longitud y anchura normales para la raza.
2. Persistencia de los dientes primarios:
• Los incisivos superiores primarios estaban muy fijos (sin movilidad) en su sitio y los
permanentes homólogos erupcionaban caudales a ellos (fig. 23.1).
• Los incisivos inferiores primarios se habían perdido y los incisivos inferiores
persistentes erupcionados ocluían entre los incisivos superiores primarios y permanentes
(es decir, oclusión en tijera inversa de los incisivos permanentes).
• Los cuatro caninos primarios estaban sólidamente en su sitio. El diastema entre el tercer
incisivo superior y el canino superior estaba ocupado por el canino superior erupcionado
frente al canino persistente primario bilateralmente (fig. 23.2). Los caninos inferiores
permanentes se encontraban atrapados medialmente a los caninos primarios persistentes y
ocluían con la mucosa palatina traumatizada.
• Los primeros premolares primarios persistentes en todos los cuadrantes causaban el
apiñamiento y la rotación de los permanentes sucesores.
3. Gingivitis generalizada de moderada a grave:
• La gingivitis era más grave en las regiones donde habían estado los dientes primarios
persistentes además de los dientes permanentes (fig. 23.2).
Figura 23.1
Oclusión de los incisivos. Los incisivos permanentes superiores han erupcionado completamente caudales a los
incisivos primarios superiores. Los incisivos primarios inferiores se han perdido completamente y los permanentes homólogos han
erupcionado completamente y están ocluyendo entre la fila de los incisivos superiores.
Figura 23.2
Oclusión de los caninos. Los caninos permanentes superiores están erupcionando delante de los caninos primarios
superiores bilateralmente, lo que provoca el cierre del diastema donde deberían ocluir los caninos inferiores. Apréciese la grave
gingivitis (enrojecimiento, inflamación y hemorragia espontánea del borde gingival).
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se tomaron radiografías de todos los dientes caninos primarios persistentes para determinar la
anatomía de los dientes primarios y la posición y el estado de desarrollo de sus homólogos
permanentes.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los dientes primarios estaban desarrollados al completo con los ápices cerrados. Todos los dientes
permanentes estaban en un desarrollo precoz (alrededor de la mitad de la longitud total de la raíz
formada en los incisivos, alrededor de un tercio de la longitud total de la raíz formada en los caninos
y alrededor de dos tercios de la longitud total de la raíz formada en los premolares).
REPASO DE LA TEORÍA
Los dientes primarios persistentes, es decir, los dientes primarios que están todavía en el lugar
cuando el homólogo permanente empieza a erupcionar, pueden interferir con el desarrollo de la
erupción normal de los permanentes homólogos. Las razas pequeñas están más afectadas por este
problema. El modo en el que se hereda no se conoce, aunque parece un problema familiar. Los tres
tipos de dientes más afectados son los caninos superiores, los caninos inferiores y los incisivos.
Los caninos mandibulares permanentes empiezan a erupcionar mediales a sus dientes primarios
homólogos. Una vez que se ha perdido el diente primario, el diente canino permanente sale
lateralmente para ocupar el diastema entre el tercer incisivo superior y el canino superior. Si el
canino primario no se ha perdido, el canino permanente puede ser forzado para continuar
erupcionando medialmente al homólogo primario persistente y éste afectará al paladar duro
causando dolor, inflamación y posiblemente con el tiempo una comunicación oronasal.
Los caninos permanentes maxilares erupcionan rostrales a su homólogo primario. Si el diente
primario es retenido, puede forzar a que el diente permanente erupcione dentro del diastema previsto
para el canino mandibular permanente. Entonces pueden desarrollarse las siguientes situaciones de
maloclusión:
• El canino mandibular o maxilar puede llegar a impactarse, es decir, no erupciona
completamente.
• El canino mandibular puede empujar al tercer incisivo superior o al canino superior en
dirección labial o vestibular.
• El canino mandibular puede ser forzado para erupcionar medialmente al canino maxilar,
afectando además al paladar duro, con una posible formación de una comunicación oronasal si
se deja sin tratamiento.
Los incisivos permanentes erupcionan caudales a sus primarios homólogos. La retención de uno o
más dientes primarios puede interferir con la oclusión en tijera de los dientes permanentes, con los
incisivos superiores ocluyendo detrás de los incisivos mandibulares, es decir, una mordida cruzada
anterior, que puede producir un trauma de los tejidos blandos.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los dientes primarios persistentes pueden interferir con el desarrollo de la erupción normal de los permanentes homólogos.
• El modo en el que se hereda no se conoce, aunque parece un problema familiar.
• Extracción de todos los dientes primarios persistentes como tratamiento de elección.
• El propietario debe ser consciente de que siempre existe un riesgo de daño iatrogénico en el desarrollo de los dientes
permanentes cuando se realizan las extracciones de los dientes primarios.
• El propietario ha de saber también que pueden estar indicados tratamientos posteriores en las maloclusiones de los dientes
permanentes.
• La extracción de los dientes primarios persistentes es difícil.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Esperar a que los dientes primarios se hayan cambiado. La mayoría de los dientes persistentes
primarios están fijos en su sitio y las radiografías muestran pequeñas evidencias de la
reabsorción de los dientes primarios. En resumen, es raro que se exfolien y su presencia
continua tiende a la maloclusión de incisivos y caninos, así como a una predisposición a la
periodontitis. Por consiguiente, esto no supone una buena opción.
2. Extracción de todos los dientes primarios persistentes. Es la opción de elección. El propietario
necesita ser consciente de que siempre existe un riesgo de daño iatrogénico en el desarrollo de
los dientes permanentes, pero una técnica cuidadosa bajo control radiográfico (las radiografías
preextracción y postextracción son obligatorias, así como una intraextracción si hay
complicaciones) lo minimiza. El propietario ha de saber también que pueden estar indicados
tratamientos posteriores para las maloclusiones de los dientes permanentes. Sin embargo, resulta
más probable que la maloclusión de los dientes permanentes sea más grave si los dientes
primarios persistentes se dejan en su lugar.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y proveer un ambiente limpio
para las extracciones e informar al propietario para que empiece con los cuidados en casa
(cepillado dental diario).
2. Extracción de los dientes persistentes primarios 501, 502, 503, 504, 506, 601, 602, 603, 604,
606, 704, 706, 804 y 806 usando una técnica abierta y teniendo mucho cuidado de no interferir en
el desarrollo de las raíces de los dientes permanentes (figs. 23.3a, b y 23.4a, b). Los colgajos se
suturan con Monocryl 5/0.
3. Raspado de las lesiones palatinas.
Figura 23.3
Radiografías del canino superior derecho y de la región premolar rostral.
a) Previa a la extracción de los dientes persistentes 504 y 506. El canino primario persistente
tiene una larga y fina raíz con el ápice cerrado. Es una pequeña evidencia de algún desarrollo
de la reabsorción radicular. La raíz del 506 se ha reabsorbido y solamente la corona está aún en
su lugar. Apréciese que el diastema entre el 103 y 104 es estrecho, lo que provoca una
desviación medial de la erupción del 404, que ocluye con la mucosa palatina.
b) Radiografía postextracción. El diente persistente 504 se ha eliminado satisfactoriamente.
Apréciese el espacio vacío en el alveolo de extracción. El resto coronal del 506 también se ha
extraído.
Figura 23.4
Radiografías del canino superior izquierdo y de la región premolar rostral.
a) Previa a la extracción de los dientes persistentes 604 y 606. El diente 604 tiene una larga y
frágil raíz con una pequeña evidencia de algún desarrollo de la reabsorción radicular. El diente
persistente 606 también posee el ápice cerrado y ninguna evidencia de desarrollo de la
reabsorción radicular. Apréciese que el 206 está rotado 90° debido a la disminución del
espacio. El diastema entre el 203 y 204 es aún más estrecho que en el lado derecho.
b) Radiografía postextracción. Los dientes persistentes 604 y 606 se han eliminado
satisfactoriamente.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Enjuagues diarios con clorhexidina.
• Citado para examen consciente 3 semanas después.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión a las 3 semanas después de las extracciones de todos los dientes primarios persistentes
era evidente que la oclusión en tijera inversa de los incisivos resultaba permanente. Sin embargo, la
oclusión de los dientes caninos era normal, aunque tenían una ajustada oclusión. Todos los sitios de
las extracciones habían cicatrizado. Al propietario se le mostró cómo tenia que cepillar los dientes y
se le recomendó el cepillado diario.
PRONÓSTICO
Es probable que la oclusión en tijera inversa de los incisivos permanentes se quede permanente.
Similarmente, la maloclusión del 304 y 404 también puede quedarse establecida debido a que no
existe suficiente diastema entre el tercer incisivo superior y el canino superior en cada lado para
permitir que los caninos erupcionen correctamente. Sin embargo, hay probabilidad de que la rápida
extracción de los caninos primarios persistentes permita el desarrollo de los dientes permanentes
para alcanzar una posición normal o casi normal y su correcta oclusión.
COMENTARIOS
La extracción de dientes primarios persistentes es difícil (son dientes largos, con raíces frágiles, a
menudo con una reabsorción) y el riesgo de que un daño iatrogénico altere el desarrollo de los
dientes permanentes es relativamente alto. De hecho, los propietarios deben ser conscientes de ello. El
cirujano necesita estar familiarizado con las técnicas radiográficas y su interpretación, así como ser
un experto en las técnicas de extracción. Se aconseja referir estos casos a un especialista.
En este caso, la extracción rápida de los dientes primarios persistentes no evitó el establecimiento
de una maloclusión de los incisivos, pero sí el desarrollo de la maloclusión de los caninos. La
maloclusión de los incisivos no causa un trauma ni al diente ni al tejido blando y la perra no requiere
un tratamiento complementario.
24
Extracciones interceptivas
PRESENTACIÓN INICIAL
No hay signos presentes.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro pastor alemán de 8 semanas.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Yo vi a este perro cuando estaba trabajando en la consulta general. Lo llevaron a mi consulta para la
primera vacunación; era un cachorro sano con una grave maloclusión esquelética que había pasado
totalmente desapercibida al propietario.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era un cachorro obediente que permitió un examen cuidadoso consciente, que mostró lo siguiente:
1. Todos los dientes primarios estaban presentes.
2. Maloclusión esquelética:
• El maxilar era extremadamente largo y estrecho respecto a la mandíbula, que tenía una
longitud y anchura normal para la raza, es decir, braquignatismo mandibular relativo.
• Los caninos primarios inferiores estaban distales a los superiores y ocluían en la mucosa
palatina.
• Los incisivos primarios inferiores también ocluían con la mucosa palatina.
3. Gingivitis moderada generalizada.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la investigación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos encontrados se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Maloclusión esquelética:
• El maxilar era extremadamente largo y estrecho respecto a la mandíbula, que tenía una
longitud y anchura normal para la raza, es decir, braquignatismo mandibular relativo.
• Los caninos primarios inferiores ocluían en la mucosa palatina, distales a los caninos
superiores, produciendo heridas ulcerosas profundas.
• Los incisivos primarios inferiores ocluían con la mucosa palatina causando pequeñas
heridas no ulceradas. También había pequeñas heridas no ulceradas en la mucosa palatina
donde ocluían las muelas carniceras inferiores primarias.
2. Gingivitis moderada generalizada.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de la maloclusión de los dientes caninos inferiores primarios para
determinar la anatomía dentaria, la posición y el estado de desarrollo de su homólogo permanente.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los caninos inferiores primarios estaban completamente desarrollados con los ápices cerrados y los
caninos permanentes en la posición normal respecto a los primarios (los permanentes superiores
estaban rostrales a los primarios y los permanentes inferiores linguales a los primarios). El
desarrollo radicular de los caninos permanentes estaba en etapas precoces, con la formación
solamente de una tercera parte de la longitud total de la raíz. Como cabía esperar, los caninos
permanentes todavía estaban dentro del hueso alveolar, es decir, no habían erupcionado.
REPASO DE LA TEORÍA
Los dientes primarios involucrados en una maloclusión deben extraerse tan pronto como se pueda, es
decir, a las 6-8 semanas de edad. Esto permite al maxilar y a la mandíbula que desarrollen su
potencial genético completo independientemente, antes de que erupcionen los dientes permanentes y
la forma de interdigitación dental. La extracción de los dientes primarios que ocasionan maloclusión
antes de la erupción de sus homólogos permanentes se denomina «ortodoncia interceptiva». Previene
el desarrollo de la maloclusión debida a una interdigitación dental incorrecta. Si la maloclusión
desarrollada tiene un origen esquelético (como en este caso), los dientes permanentes formarán una
interdigitación incorrecta cuando erupcionen. Si la maloclusión causa molestias y dolor, siempre
necesitará tratamiento; la ortodoncia interceptiva puede eliminar estas molestias o los dolores.
Las raíces de los dientes primarios son más largas y estrechas que las de los dientes permanentes.
También pueden reabsorberse, lo que hace que sean estructuras frágiles al manipularlas. La
extracción requiere cuidado y paciencia para evitar la fractura del diente. Resulta esencial no
fracturar la raíz porque un vestigio radicular puede producir una desviación en la erupción del diente
permanente. Cada intento debe realizarse para minimizar el riesgo de daño iatrogénico a los dientes
permanentes en desarrollo. Siempre hay que realizar radiografías preoperatorias para determinar la
anatomía del diente primario, pero también la posición y el estado de desarrollo de su homólogo
permanente.
Este tipo de maloclusión, es decir, donde los dientes malocluyentes se deben a la discrepancia en el
tamaño del maxilar y la mandíbula, es hereditario; este perro no debería emplearse para la
reproducción.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Los dientes primarios involucrados en una maloclusión deben extraerse tan pronto como se pueda.
• Si la maloclusión desarrollada tiene origen esquelético, los dientes permanentes formarán una interdigitación incorrecta
cuando erupcionen.
• Resulta esencial no fracturar la raíz porque un vestigio radicular puede producir una desviación en la erupción del diente
permanente.
• Las maloclusiones debidas a la discrepancia en el tamaño del maxilar y la mandíbula son hereditarias y los animales
afectados no deberían emplearse para la reproducción.
• Resulta poco probable que la ortodoncia interceptiva para las maloclusiones esqueléticas sea el único tratamiento requerido.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Ningún tratamiento. ¡Ésta es la elección incorrecta! Aunque los caninos primarios puedan
quedar sólo durante un breve período de tiempo (deben desaparecer y los caninos permanentes
empezar a erupcionar entre las 12 y las 16 semanas de edad), los caninos inferiores primarios
causarán heridas graves y úlceras en la mucosa palatina que son muy incómodas. Además, estos
caninos inferiores evitan cualquier potencial genético del crecimiento rostral de la mandíbula y
pueden contribuir al desarrollo de una maloclusión más grave de los dientes permanentes.
2. Ortodoncia interceptiva. Implica la extracción inmediata de los dientes caninos primarios
inferiores que causan la maloclusión. Se trata de la opción preferida. El propietario necesita ser
consciente de que es una maloclusión esquelética y es probable que los dientes permanentes
tengan también maloclusión. La probabilidad del tratamiento complementario (probablemente
acortamiento y tratamiento endodóncico de los caninos inferiores permanentes) resulta casi
segura; sin embargo, es muy posible que la maloclusión de los dientes permanentes sea siempre
más grave si los dientes primarios malocluyentes se dejan en su sitio.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio para la
cirugía y para empezar a enseñar al propietario los cuidados en casa (cepillado dental diario).
2. Extracción de los caninos inferiores primarios usando una técnica abierta y teniendo mucho
cuidado para no interferir con el desarrollo de los caninos permanentes durante el proceso de la
extracción. Se realizaron radiografías preoperatorias y postoperatorias. Los colgajos se
cerraron con Monocryl de 5/0.
3. Raspado de las lesiones ulcerosas palatinas.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Cepillado dental diario.
• Se citó al perro para el examen consciente 8 semanas más tarde (cuando los dientes permanentes deberían estar
erupcionando).
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión 8 semanas después del tratamiento de la ortodoncia interceptiva era evidente que la
erupción de los caninos permanentes inferiores contactaba con la mucosa palatina (figs. 24.1 y 24.2).
Había habido un crecimiento rostral de la mandíbula y los caninos permanentes inferiores estaban
localizados palatinamente a los superiores en vez de distales a ellos (fig. 24.2). Por consiguiente, la
ortodoncia interceptiva había permitido el crecimiento rostral de la mandíbula. El propietario era
consciente de que era necesario un tratamiento complementario.
Figura 24.1
Fotografía lateral de la cabeza a las 16 semanas de edad. Es evidente la longitud del maxilar. No hay que mirar los
dientes para saber que este perro tiene una maloclusión.
Figura 24.2
Fotografía lateral de la oclusión a las 16 semanas de edad. Los incisivos inferiores y los caninos ocluyen con la
mucosa palatina. Cuando el perro tenía 8 semanas, los caninos primarios mandibulares estaban distales a los caninos maxilares. A las
16 semanas, los caninos mandibulares son palatales a los caninos maxilares. Por consiguiente, la extracción de los caninos primarios
inferiores permitió el crecimiento rostral de la mandíbula.
Se dio el crecimiento mandibular adicional; cuando el perro tenía 8 meses, los caninos
mandibulares estaban rostrales a los maxilares, pero se entramparon medialmente causando un
trauma palatino (fig. 24.3). A esta edad se hizo un acortamiento dentario y un tratamiento
endodóncico (pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y restauración; esto se hace cuando
las raíces del diente no están completamente formadas y hay que conservar la vitalidad pulpar para
que pueda continuar el desarrollo dental de la raíz) de los dientes 304 y 404. También se castró al
mismo tiempo. Seis meses después, cuando los dientes estaban relativamente maduros (ápices
cerrados y buen grosor de la dentina secundaria), se hizo un tratamiento endodóncico convencional
(pulpectomía, relleno pulpar y restauración) (fig. 24.4). Las radiografías postoperatorias 6 meses
después del tratamiento convencional endodóntico confirmaron el éxito del tratamiento, es decir, no
había ninguna prueba de complicaciones periapicales. Los incisivos inferiores y los caninos
acortados ocluían con la mucosa palatina causando una pequeña herida no ulcerada. En pocas
palabras, el perro tenía una mordida funcional y confortable y no se requirió tratamiento
complementario.
Figura 24.3
Fotografía lateral de la oclusión a los 8 meses de edad. Apréciese que se ha permitido un crecimiento
complementario rostral de la mandíbula; los caninos inferiores están ahora rostrales a los caninos superiores. Los caninos inferiores con
maloclusión causan heridas ulcerosas profundas en la mucosa palatina y se realizó una intervención (acortamiento dentario y
tratamiento endodóncico). El perro se esterilizó al mismo tiempo. Para mantener la vitalidad pulpar y permitir el desarrollo de la raíz,
el tratamiento endodóncico en este momento consistió en una pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y restauración.
Figura 24.4
Fotografía oclusal del acortamiento dentario a los 14 meses de edad. Cuando el perro tenía 14 meses, los caninos
inferiores eran relativamente maduros (ápices cerrados y buen grosor de la dentina), por lo que se aplicó el tratamiento convencional
endodóntico (pulpectomía, relleno radicular y restauración). Apréciese que el material de restauración usado es amalgama de plata.
Debido a los riesgos asociados con el depósito de mercurio, yo hace mucho tiempo que no uso la amalgama. Actualmente, el material
de restauración de elección para este tipo de procedimientos es composite o compómero.
PRONÓSTICO
Esta maloclusión es de origen esquelético y resulta probable que los dientes permanentes se
desarrollen con el mismo problema. Se precisarán tratamientos complementarios.
COMENTARIOS
Es muy poco probable que las ortodoncias interceptivas para las maloclusiones esqueléticas
constituyan el único tratamiento requerido. Los dientes permanentes estarán posiblemente
involucrados en la maloclusión y casi siempre se necesitará un tratamiento adicional. Sin embargo,
es muy probable que la maloclusión de los dientes permanentes sea siempre más grave si los dientes
primarios malocluyentes se dejan en su sitio. Este tipo de maloclusión es de origen genético, es decir,
se hereda. Por consiguiente, es importante que el propietario no permita criar al perro afectado.
25
Técnica del juguete de goma y alveoloplastia
PRESENTACIÓN INICIAL
Maloclusión. Los caninos inferiores erupcionaban en la mucosa palatina.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza collie barbudo de 6 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El propietario participaba en exposiciones caninas, y por tanto estaba preocupado por la maloclusión.
Estaba más preocupado por la estética que por las patologías que se podrían desarrollar (trauma
palatino). El perro no mostraba signo evidente de malestar. Estaba muy activo y disfrutaba jugando
con juguetes. El caso se nos refirió para su evaluación y tratamiento.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro permitió el examen oral minucioso y la evaluación de la oclusión, lo cual reveló lo
siguiente:
1. Gingivitis generalizada moderada.
2. Longitud normal del maxilar y de la mandíbula para esta raza.
3. La mandíbula era extremadamente delgada respecto al maxilar.
4. Los caninos inferiores no habían erupcionado completamente.
5. Los caninos inferiores ocluían en la encía del diastema entre el tercer incisivo superior y el
canino superior bilateralmente causando heridas e hiperplasia gingival (fig. 25.1a, b).
6. El diastema entre el tercer incisivo superior y el canino superior tiene el tamaño suficiente
para el canino inferior bilateralmente (fig. 25.1a, b).
Figura 25.1
Fotografía lateral (a) y oclusal (b) de la maloclusión. El canino inferior derecho ocluye con la mucosa gingival del
diastema. La maloclusión es igual en el lado izquierdo.
a) Apréciese la encía hiperplásica inflamada.
b) Apréciese la indentación, así como la encía hiperplásica inflamada.
REPASO DE LA TEORÍA
En algunos animales, la mandíbula es demasiado estrecha respecto al maxilar. El resultado es que los
caninos inferiores afectan a la encía maxilar o al paladar duro en lugar de ocluir en el diastema entre
el tercer incisivo superior y el canino superior de cada lado. El animal no puede cerrar
completamente su boca y se produce una lesión en la encía o mucosa palatina. En los casos graves sin
tratar (esto es, cuando los caninos inferiores están rectos y ocluyen más con la mucosa palatina que
con la encía del diastema) se puede desarrollar con el tiempo una comunicación oronasal.
Esta maloclusión se ha visto tanto en la dentición primaria (decidua) como en la permanente. La
persistencia de los caninos primarios puede complicar la situación y hacer que los caninos
permanentes erupcionen medialmente a sus homólogos primarios en la mandíbula. La oclusión
dental incorrecta puede interferir con el crecimiento normal en anchura y longitud del desarrollo de
la mandíbula. Esta condición también puede causarla la persistencia de los caninos mandibulares
primarios en una mandíbula de anchura normal.
En este caso, el maxilar y la mandíbula eran de longitud normal; la mandíbula era más estrecha
respecto al maxilar, pero había suficiente diastema para los caninos inferiores como para permitir
una correcta colocación de los mismos si se desplazaban ligera y lateralmente.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La oclusión dental incorrecta puede interferir con el crecimiento normal en anchura y longitud del desarrollo de la mandíbula.
• La maloclusión se ha visto tanto en la dentición primaria (decidua) como en la permanente.
• El uso de un aparato de ortodoncia removible («técnica del juguete de goma») ha resultado exitoso en la corrección de la
maloclusión a las 4 semanas.
• El diastema entre el tercer incisivo y el diente canino del maxilar debe ser lo suficientemente amplio como para acomodar el
canino inferior en su posición normal.
• Los objetos más apropiados para usar son los juguetes con forma redonda u ovalada.
• El tamaño correcto del juguete ha de ser aquel que se coloca entre y justo detrás de los dientes caninos y es más grande que
la distancia entre los dientes mandibulares caninos.
• Si no se observa ningún movimiento después de 3 semanas, se deben considerar otros métodos de tratamiento.
• Las fotografías (rostral, visualizaciones izquierdas y derechas) siempre han de hacerse para registrar la extensión de la
maloclusión previa al tratamiento.
• El tiempo requerido para la corrección es más largo cuando los dientes han erupcionado completamente.
• Esta condición es probablemente hereditaria. Debería evitarse usar a los animales afectados para la reproducción.
TRATAMIENTO APLICADO
El examen oral bajo anestesia general no estaba indicado en este caso.
Para que la oclusión de los caninos sea normal, los caninos inferiores necesitan desplazarse
lateralmente.
Se aconsejó al propietario jugar con el perro durante 15 minutos de tres a cuatro veces al día con
una pelota de goma dura del tamaño y la forma apropiados («técnica del juguete de goma») para
permitir a los caninos inferiores que se desplazaran lateralmente. También se dieron instrucciones al
propietario sobre el cepillado de los dientes y se le aconsejó que lo hiciera diariamente. Se citó al
perro para la evaluación y el posible tratamiento complementario al mes.
La «técnica del juguete de goma»
El desplazamiento lingual de los caninos inferiores en los perros jóvenes puede corregirse
estimulándolos a que jueguen tanto como sea posible con juguetes de goma específicos de un tamaño
y una forma apropiados. En los casos debidamente seleccionados (perros jóvenes sin discrepancias
importantes mandibulares), el uso de un aparato de ortodoncia removible («técnica del juguete de
goma») ha resultado exitoso en la corrección de la maloclusión tras 4 semanas en la mayoría de los
casos. La técnica también apoya el desarrollo de un vínculo fuerte entre el propietario y el animal
durante el curso del tratamiento.
Como en cualquier técnica, el diagnóstico correcto es crítico para el éxito del tratamiento. No ha
de estar presente ninguna discrepancia muy importante entre el maxilar y la mandíbula. El diastema
entre el tercer incisivo y el diente canino del maxilar debe ser lo suficientemente amplio como para
acomodar el canino inferior en su posición normal. En otras palabras, el único movimiento
ortodóntico requerido es el movimiento lateral de los caninos mandibulares, y han de tener suficiente
espacio disponible entre el tercer incisivo y el canino superior como para que se coloquen en su
posición correcta.
Los objetos más apropiados para usar son los juguetes con forma redonda u ovalada. El tamaño es
importante. El tamaño correcto del juguete ha de ser aquel que se coloca entre y justo detrás de los
dientes caninos y es más grande que la distancia entre los dientes mandibulares caninos. El juguete,
por tanto, aplicará primariamente una presión lateral en los dientes mientras el perro juega. Un
juguete demasiado pequeño se situará más caudalmente en la boca y no ejercerá ninguna fuerza
lateral sobre los dientes caninos; en cambio, un juguete demasiado grande podría causar la intrusión
en vez de la colocación lateral. En los perros que prefieren agarrar un juguete entre los dientes
carniceros en lugar de los dientes caninos puede requerirse un juguete muy grande. Tiene que ser tan
grande que no pueda colocarse entre los dientes carniceros. La colocación rostral y lateral de los
caninos mandibulares sucede con un juguete grande.
La composición y la consistencia del juguete son importantes. Debe ser de goma dura y
deformarse ligeramente al masticar. Si el juguete es demasiado blando, puede no crear la suficiente
presión para la inclinación lateral de los caninos mandibulares; si es demasiado duro, el resultado es
un daño en el diente debido a la abrasión. El juguete ha de tener una superficie suave para evitar la
abrasión excesiva.
Lo mínimo recomendado es el juego activo durante 15 minutos tres veces al día. Son preferibles
episodios más largos y frecuentes y se debe recomendar al propietario jugar con el perro tanto como
pueda para llevarse todos los demás juguetes. Asumiendo una fase de aprendizaje de 1 semana, se
necesitan 2 semanas adicionales antes de apreciar cualquier mejoría. Si no se observa ningún
movimiento después de las 3 semanas, hay que considerar otros métodos de tratamiento.
En este caso, la probabilidad de conseguir la oclusión normal de los dientes caninos después de las
4 semanas era muy alta.
Las fotografías (rostral, visualizaciones izquierdas y derechas) deben hacerse siempre para
registrar la extensión de la maloclusión previa al tratamiento.
Una vez que los caninos mandibulares están en su posición correcta, la interdigitación establecida
debe evitar la recaída. Sin embargo, es recomendable continuar jugando con el juguete durante varios
meses. Esto puede producir un pequeño riesgo de sobrecorrección (labioversión) de los dientes
caninos. La técnica trabaja tanto en los dientes que están erupcionando como en los que están
completamente erupcionados. Sin embargo, el tiempo requerido para la corrección es más largo
cuando los dientes han erupcionado completamente.
REVISIONES CLÍNICAS
El propietario telefoneó después de 3 semanas para decirnos que se había producido la oclusión
normal de los caninos. Se aceptó reprogramar la cita de revisión a las 8 semanas en lugar de a las 4
del inicio del tratamiento.
La evaluación consciente después de 8 semanas reveló la normalidad de la interdigitación de los
caninos, sin evidencia de trauma en la encía (fig. 25.2). El perro aceptaba el cepillado dental diario y
la encía estaba clínicamente sana. Se aconsejó al propietario continuar jugando con el perro y el
juguete durante 3 meses más para prevenir la recaída.
Figura 25.2
Fotografía lateral de la oclusión de los caninos (lado derecho) después de 8 semanas de tratamiento. La oclusión
correcta de los caninos se ha establecido bilateralmente. Apréciese el aspecto normal de la encía del diastema, es decir, no hay
evidencias de inflamación o hiperplasia. Una vez que el trauma se ha eliminado, la encía toma rápidamente una apariencia normal.
Una conversación telefónica después de 3 meses nos informó de que la normalidad en la oclusión
de los caninos se había mantenido. El propietario planificó continuar jugando con el perro y ambos
disfrutaron de la interacción. El cepillado dental diario también se estaba llevando a cabo y era
fácilmente aceptado por el perro.
PRONÓSTICO
La técnica del juguete de goma trabaja especialmente bien en los dientes que aún están erupcionando
y donde la colocación lateral directa es el único movimiento requerido.
COMENTARIOS
Para conseguir la presión principalmente lateral en los dientes mientras el perro juega, es crítico
elegir el tamaño correcto del juguete. Como aparece en la figura 25.3, el juguete necesita ser más
grande que la distancia entre los dientes caninos mandibulares, y cuando el perro lo sujeta en su boca
el juguete ha de estar justamente colocado entre y detrás de los dientes caninos. Un juguete demasiado
pequeño se situará más caudalmente en la boca y no ejercerá ninguna fuerza lateral sobre los dientes
caninos; uno demasiado grande podría causar la intrusión en vez de la colocación lateral.
Figura 25.3
«Técnica del juguete de goma». El tamaño correcto del juguete es crítico para ejercer una presión lateral en los
dientes mientras el perro juega. Como se muestra aquí, el juguete ha de ser más grande que la distancia entre los caninos mandibulares,
y cuando el perro lo agarra con su boca ha de colocarse entre y justamente detrás de los dientes caninos.
(Fotografía cortesía del Dr. Leen Verhaert, quien describió esta técnica.)
Esta técnica es sumamente útil y debería emplearse lo antes posible cuando se necesite el
movimiento lateral de los caninos inferiores. Si la corrección completa no se consigue, realizar una
alveoloplastia del diastema (fig. 25.4a, b) puede ser suficiente. En los casos más graves puede
precisarse ortodoncia, acortamiento dentario y endodoncia.
Figura 25.4
Fotografía lateral del procedimiento de alveoloplastia (a) y su desarrollo (b). En este perro (caso diferente), la
«técnica del juguete de goma» ha permitido la oclusión normal de los caninos del lado izquierdo, pero el canino inferior derecho no
estaba completamente desplazado lateralmente (tocaba la encía del diastema). Se realizó un procedimiento de alveoloplastia para
corregir la maloclusión mínima restante. El procedimiento consiste en levantar un colgajo mucoperióstico de espesor completo y
remodelar el hueso donde el canino inferior ocluirá. El colgajo después se avanza para cerrar el defecto y suturarlo en su lugar sin
tensión.
a) Postoperatorio inmediato. Apréciese que no hay tensión en el cierre.
b) Seis semanas después de la cirugía. El canino inferior está en posición lateral y no causa
daño a la encía.
Aunque se trata de una maloclusión menor, tiene un origen esquelético y, por tanto, es probable
que se herede. Se aconsejó al propietario no utilizar a este perro para la cría.
26
Técnica del juguete de goma y aplicaciones ortodónticas
PRESENTACIÓN INICIAL
Maloclusión. El canino inferior izquierdo ocluye con el paladar.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra collie barbudo de 6 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El caso se nos refirió para la evaluación y el tratamiento de la maloclusión. La propietaria
participaba en exposiciones caninas y, por tanto, estaba preocupada por la maloclusión. Aunque la
propietaria estaba preocupada por la patología en desarrollo (el trauma palatino), lo estaba más por
la estética y el efecto que podría tener en la carrera profesional de la perra. Se mostraba muy firme
en que no fuera una opción el acortamiento dentario.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Ésta era una de las perras más dóciles y cooperativas que he conocido. Admitió fácilmente un examen
oral minucioso y una evaluación de la oclusión, que identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada moderada.
2. Espacio amplio de los dientes superiores que demostraba que el maxilar era largo (fig. 26.1).
3. Mandíbula ligeramente más corta y estrecha respeto al maxilar (fig. 26.2).
4. Los caninos inferiores aún no habían erupcionado completamente.
5. El canino inferior derecho ocluía lateralmente y estaba encajado en el diastema entre el 103 y
104 (fig. 26.1).
6. El canino inferior izquierdo estaba en posición recta ocluyendo con el paladar duro medial al
canino superior, causando con ello una herida no ulcerada y obstaculizando el cierre completo
de la boca (fig. 26.2).
7. El diastema entre el 203 y 204 era del tamaño adecuado para que se colocara el 304 (que
estaba ligeramente desplazado rostral y lateralmente).
Figura 26.1
Fotografía lateral oblicua de la oclusión rostral derecha. El maxilar es largo (como se puede ver con el aumento del
espacio entre los dientes y la anchura del diastema) y la mandíbula corta respecto al maxilar. El diente 404 está en posición caudal,
pero desplazado lateralmente y ocupa el espacio en el diastema entre el 103 y 104.
Figura 26.2
Fotografía frontal de la oclusión rostral. Mientras el 404 está lateral y ocupando el espacio en el diastema, el 304
está entrampado medial al 104, ocluyendo así con el paladar y evitando el cierre completo de la boca.
REPASO DE LA TEORÍA
La maloclusión puede estar provocada por una discrepancia entre la longitud y/o la anchura del
maxilar y de la mandíbula (maloclusión esquelética), una malposición dentaria (maloclusión dental)
o una combinación de ambas. Este caso corresponde a una maloclusión esque-lética (braquignatismo
mandibular) y, por tanto, hereditaria.
Se da la mordida braquignática mandibular cuando la mandíbula es más corta de lo normal. El
grado de maloclusión varía de la siguiente manera:
• Los incisivos superiores son rostrales a los incisivos inferiores por 0,5 mm a 5 cm o más.
• Los caninos superiores son caudales, pero tocan a los caninos mandibulares estando al mismo
nivel o rostrales a ellos.
• Los premolares mandibulares están desplazados caudalmente en relación a los premolares
maxilares, interrumpiendo así el efecto de «tijera dentada». El grado de desplazamiento resulta
similar al de los incisivos y los caninos.
Este caso se clasificó como un moderado braquignatismo mandibular relativo, es decir, la
mandíbula era demasiado corta (y estrecha) respecto al maxilar. La causa de la maloclusión era un
maxilar más largo. El canino inferior izquierdo causaba un trauma al paladar duro. Las
maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La maloclusión puede estar provocada por una discrepancia entre la longitud y/o anchura del maxilar y de la mandíbula
(maloclusión esquelética), una malposición dentaria (maloclusión dental) o una combinación de ambas.
• El espacio amplio de los dientes superiores puede indicar que el maxilar es demasiado largo.
• El tratamiento ortodóntico no siempre resulta sencillo.
• El mantenimiento de la higiene oral es muy importante mientras esté colocado el aparato ortodóntico.
• El tratamiento ortodóntico puede causar lesiones iatrogénicas.
• El efecto del tratamiento ortodóntico tiene que monitorizarse clínica y radiográficamente.
• Esta condición es probablemente heredable. Debe evitarse cruzar a los animales afectados.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción del diente malocluyente, es decir, el 304. Esto es mejor evitarlo. Los caninos
inferiores contribuyen a dar fuerza al hueso mandibular y deben conservarse siempre que se
pueda. También hay un verdadero riesgo de producir una fractura iatrogénica mandibular
cuando se extraen los caninos inferiores. Además, en este caso la extracción estaba en
contradicción directa con los deseos que la propietaria nos había expresado claramente.
2. Acortamiento y tratamiento endodóncico del 304. Es una buena opción para disminuir las
molestias, pero la propietaria era inflexible y pensaba que este tratamiento terminaría con la
carrera profesional de la perra en las exposiciones.
3. Movimiento ortodóntico del 304. Se trata de la mejor opción para esta perra porque el
movimiento requerido es relativamente pequeño. Aunque el movimiento ortodóntico de los
dientes es posible en cualquier edad, resulta más fácil de conseguir y más rápido en el animal
joven. Para conseguir la oclusión normal de los caninos, los caninos inferiores necesitan
moverse un poco rostralmente y luego desplazarse lateralmente.
TRATAMIENTO APLICADO
Para conseguir la oclusión normal de los caninos, los caninos inferiores necesitan moverse un poco
rostralmente y luego desplazarse lateralmente. El plan para conseguir esto se realizará en dos etapas:
se empezará usando la «técnica del juguete de goma» (v. cap. 25) y luego un aparato ortodóntico si es
necesario.
Para conseguir tanto el desplazamiento rostral como lateral de los caninos mandibulares, el
juguete ha de ser muy grande para que no pueda quedar encajado entre las muelas carniceras.
La composición y la consistencia del juguete son importantes. Debe ser de goma dura y
deformarse ligeramente al masticar. Si el juguete es demasiado blando, resulta improbable que pueda
crear la suficiente presión para la inclinación lateral de los caninos mandibulares. Si es demasiado
duro, el resultado es un daño en el diente debido a la abrasión. El juguete ha de tener una superficie
suave para evitar la abrasión excesiva.
El examen oral bajo anestesia no estaba indicado en este estadio. Se aconsejó al propietario jugar
con el perro durante 15 minutos de tres a cuatro veces al día con una pelota de goma dura del tamaño
y la forma apropiados («técnica del juguete de goma») para permitir a los caninos inferiores que se
desplazaran rostral y lateralmente. Se seleccionó una pelota de goma dura de dimensiones apropiadas
y se dieron instrucciones a la propietaria sobre el cepillado de los dientes, que se aconsejó que
hiciera diariamente. Se citó a la perra para la evaluación y el posible tratamiento complementario al
mes.
REVISIONES CLÍNICAS
La propietaria nos telefoneó después de 1 semana para decirnos que la perra no jugaría con la pelota.
Pasamos entonces al estadio 2 del tratamiento planificado y construimos un plano de mordida
acrílico intraoral maxilar bajo anestesia general (fig. 26.3). También tomamos las impresiones e
hicimos el registro de mordida y los modelos de la oclusión (fig. 26.4). Se envió la perra a casa y se
le proporcionaron a la propietaria las instrucciones sobre cómo limpiar el aparato (enjuague con
clorhexidina y cepillado dental diario). Se citó a la perra para revisión 3 semanas más tarde.
Figura 26.3
Fotografía de la placa de acrílico reforzada con alambre colocada en el maxilar. Apréciese la diferencia entre los
surcos derechos e izquierdos. El surco derecho está diseñado para mantener la oclusión del 404 y el izquierdo para mover el 304
rostral y lateralmente al masticar. Este tipo de aplicación sólo resulta efectiva si el perro mastica.
Figura 26.4
Modelo de yeso de la oclusión que muestra la extensión de la maloclusión al comienzo del tratamiento y sirve de
ayuda para diseñar aparatos de ortodoncias apropiados. El modelo está montado en un articulador para simular el movimiento de la
boca.
En la revisión de las 3 semanas era evidente que el aparato no estaba funcionando y la perra no
podía cerrar la boca. Durante estas 3 semanas se había negado a tomar comida dura. Este aparato
impedía que la masticación fuera eficaz, es decir, cada vez que la perra masticaba, como los caninos
inferiores contactaban con el plano de mordida, estaban forzados rostral y lateralmente. Como la
perra no masticaba, el aparato no hacía ningún efecto.
Se puso otra vez bajo anestesia general a la perra; se le retiró el plano de mordida acrílico maxilar
y se tomaron las impresiones y los registros de mordida para la fabricación de un dispositivo
ortodóntico mandibular. Se realizaron radiografías como punto de partida del 304 y 404 (los
movimientos ortodónticos de los dientes pueden producir una enfermedad pulpar/periapical
iatrogénica, así como una reabsorción radicular externa). El dispositivo de expansión mandibular
(fig. 26.5) se cementó en su lugar 2 semanas después, otra vez bajo anestesia general. Al cabo de 4
semanas, los caninos casi estaban en una oclusión normal y el dispositivo de expansión se hallaba al
límite, es decir, no podía causar ningún movimiento adicional del diente (fig. 26.6). El perro se las
arreglaba bien con el aparato en su lugar. Estaba comiendo bien y ganando peso. El dispositivo se
dejó en su lugar durante 4 semanas, más para conservar los caninos en su correcta oclusión. Ocho
semanas después de la colocación inicial del dispositivo mandibular de expansión, se puso a la perra
otra vez bajo anestesia general para retirar el aparato. El resultado se refleja en las figuras 26.7 y
26.8. Se realizaron de nuevo radiografías del 304 y 404. No se detectaron anomalías en el desarrollo
de las raíces dentarias ni signos de reabsorción radicular. Se hizo una alveoloplastia del diastema
izquierdo (fig. 26.9) para asegurar que el canino izquierdo estuviera con seguridad posicionado
lateralmente.
Figura 26.5
Fotografía del dispositivo de expansión mandibular colocado en su lugar en la mandíbula. El dispositivo presiona
lateralmente los dos caninos inferiores. Es activado cada 3 o 4 días insertando una llave. Es crucial que el animal coopere.
Figura 26.6
Fotografía lateral del dispositivo de expansión mandibular colocado en su lugar. Después de 4 semanas, el
dispositivo de expansión llegó al límite y el 304 aún no estaba completamente desplazado lateralmente para ocupar el diastema.
Apréciese la encía inflamada e hiperplásica donde está ocluyendo el 304.
Figura 26.7
Fotografía lateral de la oclusión rostral izquierda en el momento de la retirada del dispositivo de expansión
mandibular. El canino inferior izquierdo está ahora ocluyendo con la encía en el diastema en lugar de la mucosa palatina.
Figura 26.8
Modelo de la oclusión en el momento de la retirada del dispositivo de expansión mandibular. El canino inferior
izquierdo está ahora ocluyendo con la encía en el diastema en lugar de la mucosa palatina. Es prudente hacer modelos de desarrollo
del tratamiento.
Figura 26.9
Fotografía lateral de la alveoloplastia. Se realizó la alveoloplastia (levantar un colgajo mucoperióstico, remodelar
el hueso alveolar y recolocar el colgajo) del diastema izquierdo para asegurar que el canino inferior izquierdo se quedara con
seguridad posicionado lateralmente.
Se revisó a la perra después de 6 meses en un examen consciente y bajo anestesia general. La
oclusión de los caninos era normal y las radiografías no indicaban evidencias de complicaciones
pulpares/periapicales o reabsorción radicular.
PRONÓSTICO
Si la perra acepta jugar con la pelota de goma, se puede conseguir rápidamente en una perra tan
joven la oclusión normal o casi normal de los caninos.
COMENTARIOS
El tratamiento ortodóntico no siempre es sencillo. La revisión del plan de tratamiento inicial no
resulta infrecuente y el éxito total no está garantizado. La propietaria necesita ser consciente de esto y
de que se requerirán múltiples episodios de anestesia general. También ha de saber que puede haber
cierto grado de malestar durante el tiempo que el dispositivo esté en su lugar. Es muy importante el
mantenimiento de la higiene oral (cepillado dental diario y enjuague con clorhexidina) mientras esté
colocado el aparato. Además, no se permitirá a la perra acceder a juguetes y sus paseos deben
supervisarse (para que no pueda recoger objetos para masticar) durante el período que el aparato de
ortodoncia esté en su lugar. En pocas palabras, hay que restringir al animal a un estilo de vida algo
anormal para una perra.
El tratamiento ortodóntico también puede causar lesiones iatrogénicas, como complicaciones
pulpares y periapicales y reabsorción radicular. Por tanto, el efecto del tratamiento ortodóntico tiene
que monitorizarse clínica y radiográficamente. Los aparatos que proporcionan la fuerza suficiente
para lograr el movimiento requerido tienen que seleccionarse.
Inicialmente, yo pensé que este movimiento de diente ortodóntico sería rápido y fácil en este caso,
pero no ocurrió así. Mirando hacia atrás, el acortamiento y el tratamiento endodóncico del diente
podría haber sido una buena opción desde el punto de vista del animal, pero la propietaria no estaba
de acuerdo con ello; además, en la evaluación inicial no había sido el tratamiento de elección. Sin
embargo, la perra no parecía estar incómoda durante las 8 semanas que llevó el dispositivo de
expansión mandibular en su lugar y el resultado fue un éxito.
Es un caso de maloclusión esquelética moderada y probablemente hereditaria. Se aconsejó a la
propietaria no hacerla criar.
27
Tallado dentario y terapia endodóntica
PRESENTACIÓN INICIAL
Imposibilidad del cierre de la boca.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza collie barbudo de 11 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El propietario era consciente de que el perro no podía cerrar completamente la boca y babeaba
constantemente. Tampoco podía jugar con juguetes y sólo comía dieta blanda.
El perro estuvo involucrado en un accidente a baja velocidad con un automóvil cuando tenía 6
meses (el propietario dio marcha atrás y chocó accidentalmente con el perro). Había parecido ileso
entonces. El problema con el cierre de la boca se apreció bruscamente 1 mes después del accidente y
había empeorado progresivamente.
El perro fue visto por su veterinario, quien nos refirió el caso para su evaluación y tratamiento.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era un perro con buen carácter que permitió el examen oral minucioso y la evaluación de la oclusión
(figs. 27.1 y 27.2).
Figura 27.1
Mordida torcida (wry bite) (vista rostral en el animal consciente). La oclusión se examina mejor con el animal
consciente. El perro no puede cerrar completamente la boca y babea continuamente. Es evidente que la saliva está retenida en el pelo.
Apréciese la desviación de la línea media de los incisivos. El diente 404 ocluye fuera y hay un espacio en el diastema entre el 103 y
104 para que este diente encaje en su oclusión normal si la boca puede cerrarse.
Figura 27.2
Mordida torcida (vista lateral izquierda de la oclusión rostral en el animal consciente). El diente 304 está
entrampado medialmente, ocluyendo así con la mucosa palatina, causando de este modo una herida ulcerada profunda.
Se registró lo siguiente:
1. El pelaje alrededor de la boca estaba empapado y teñido por la saliva.
2. No se conseguía el cierre completo de la boca.
3. Gingivitis generalizada.
4. Fractura de la corona complicada (FCC) del 101.
5. La oclusión:
• El maxilar era más largo en el lado izquierdo que en el derecho.
• La mandíbula era de longitud y anchura normales para su raza.
• Había una evidente desviación de la línea media de los incisivos.
• El diente 304 estaba en posición más recta y ocluía con el paladar causando una herida
ulcerada de 14 mm de profundidad.
• El diente 404 erupcionaba lateralmente y estaba encajado dentro del diastema entre el 103
y 104.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la investigación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada.
2. FCC del 101.
3. La oclusión:
• El maxilar era más largo en el lado izquierdo que en el derecho, con una evidente
desviación de la línea media.
• La mandíbula era de longitud y anchura normales para su raza.
• El diente 304 estaba en posición más recta y ocluía con el paladar causando una herida
ulcerada de 14 mm de profundidad que estaba rellenada con restos.
• El diente 404 erupcionaba lateralmente y estaba encajado dentro del diastema entre el 103
y 104.
Se identificó que la maloclusión del 304 evitaba el cierre completo de la boca. No había evidencia
de traumatismos asociados con la oclusión de cualquier otro diente.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 101 (FCC), 304 y 404.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
1. El diente 101 (FCC) tenía un aumento de la anchura del diámetro pulpar y el ápice abierto.
2. Los dientes 304 y 404 poseían un cierre completo del ápice y una cantidad considerable de
formación de dentina secundaria.
REPASO DE LA TEORÍA
La maloclusión pueden producirla una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar y de la
mandíbula (maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una
combinación de ambas. La maloclusión vista en este caso se denomina mordida torcida y es
consecuencia de la discrepancia en la longitud entre el maxilar izquierdo y el derecho, es decir, se
trata de una maloclusión esquelética. Se da la mordida torcida si un sitio de la cabeza o del maxilar
crece más que el otro. En su forma más leve puede desarrollar una mordida prognática o
braquignática en un solo lado; en los casos más graves se desarrollan una cabeza y mordida cruzada
con una desviación de la línea media. También puede darse una mordida cruzada en la región de los
incisivos que provoque que los dientes afectados estén desplazados verticalmente y no ocluyan.
La maloclusión esquelética se considera hereditaria a menos que pueda identificarse fiablemente
una causa que la provoque. En este caso, el incidente traumático a los 6 meses podría explicar la
mordida torcida. El trauma podría haber causado el cese del crecimiento del lado derecho durante un
período de tiempo. La fractura complicada del 101 respalda la hipótesis de que era un trauma
localizado en el lado derecho. El maxilar y la mandíbula izquierdos siguieron creciendo a su ritmo
normal. Por eso, a esta maloclusión esquelética se le debería otorgar el beneficio de la duda y no
considerarla hereditaria.
Las maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La maloclusión puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar y de la mandíbula
(maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una combinación de ambas.
• Las maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
• El objetivo de cualquier tratamiento estriba en que el animal esté cómodo; la estética es una consideración secundaria.
• El diente relativamente maduro con una buena capa de dentina secundaria y el cierre del ápice pueden tratarse con la
endodoncia convencional (pulpectomía, rellenado del canal radicular y restauración).
• El diente inmaduro debe tratarse con pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y restauración.
Las opciones de tratamiento disponibles son ortodoncia, acortamiento dentario o extracción. El
objetivo de cualquier tratamiento consiste en que el animal esté cómodo; la estética es una
consideración secundaria.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción del 304. Los caninos inferiores son grandes, funcionalmente importantes y
contribuyen a dar fortaleza al hueso de la mandíbula. El mantenimiento del 304 debería ser
beneficioso para este perro.
2. Tallado para su acortamiento y tratamiento endodóncico del 304. Es probablemente la mejor
opción para este caso. Se sacarían los caninos fuera de la oclusión y se permitiría el cierre
completo de la boca. El defecto palatino curaría rápidamente una vez que el trauma que lo
provoca se eliminara.
3. Ortodoncia. Ninguna opción de ortodoncia es aplicable en este caso.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y el cálculo y proveer un ambiente limpio para la
cirugía; al propietario se le dan instrucciones para empezar a aplicar los cuidados en casa
(cepillado dental diario).
2. Tallado y tratamiento convencional endodóntico (pulpectomía, rellenado del canal radicular y
restauración) del 304. El diente 304 se cortó a la altura de los incisivos inferiores.
3. Raspado de las lesiones palatinas.
4. Extracción del 101 (FCC). Se realizaron radiografías preextracción y postextracción.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Cepillado dental diario.
• El perro se citó para un examen oral y radiografías del 304 (para valorar el estado periapical) bajo anestesia general a los 6
meses.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión a los 6 meses después del tratamiento inicial, el propietario nos informó de que el
perro no estaba babeando ya y estaba tomando comida seca y unos comestibles para la higiene dental.
Sus dientes se cepillaban casi diariamente. El examen oral consciente reveló que el perro tenía un
cierre de boca completo y no había mancha de saliva o tinción del pelo de la boca. El examen oral
bajo anestesia general identificó una gingivitis moderada asociada con los premolares y molares,
donde el propietario tenía dificultad para conseguir el acceso con el cepillo de dientes. El defecto
palatino asociado con el 304 había curado y no había evidencia de trauma en los tejidos blandos
asociados a algún diente. La restauración del 304 estaba intacta y el diente no se encontraba
decolorado. Las radiografías confirmaron el resultado óptimo en el tratamiento endodóncico
realizado en el 304 (fig. 27.3). No será necesario ningún tratamiento complementario a menos que la
restauración se dañe o pierda. Se dieron al propietario instrucciones para el cepillado dental y se le
recomendó que lo realizara todos los días.
Figura 27.3
Radiografía 6 meses después del tratamiento endodóncico convencional. La terapia endodóntica requiere
radiografías (generalmente 6 meses más tarde) para valorar la evolución. Esta radiografía demuestra el éxito del tratamiento y no hay
evidencia de destrucción periapical, es decir, el espacio del ligamento periodontal resulta uniforme en su diámetro, la raíz del hueso
alveolar está claramente delimitada y no hay evidencia de áreas radiolúcidas alrededor del ápice.
PRONÓSTICO
El acortamiento del 304 eliminó el traumatismo, y la curación de la herida palatina debería ser
rápida. El perro puede cerrar la boca y debería tener una oclusión sin dolor, así como una función
aceptable.
El tratamiento endodóncico convencional tiene un alto índice de éxito. Mientras la restauración del
304 se quede en su lugar, el pronóstico será excelente. El éxito del tratamiento endodóncico necesita
confirmación radiográfica 6 meses después del tratamiento inicial.
COMENTARIOS
El acortamiento dentario y el tratamiento endodóncico constituyen un método muy útil para tratar
ciertas maloclusiones. Si el diente que requiere acortamiento es relativamente maduro (buena capa de
dentina secundaria y cierre del ápice), es preferible la endodoncia convencional (pulpectomía,
rellenado del canal radicular y restauración) a la pulpectomía parcial, el recubrimiento de la pulpa
directa y la restauración. La técnica última debe estar limitada a los dientes inmaduros, donde el
objetivo es conservar la pulpa viva para que continúe el desarrollo de la raíz. Debe considerarse un
procedimiento temporal y la endodoncia convencional sólo ha de efectuarse cuando el diente es
maduro.
La maloclusión esquelética en este caso no se consideró hereditaria porque se pudo identificar
claramente una causa. La reproducción en este perro se consideró aceptable.
28
Tallado dentario y terapia endodóntica
Exodoncia
PRESENTACIÓN INICIAL
Maloclusión. Los dientes caninos inferiores erupcionan dentro de la mucosa palatina causando heridas y úlceras.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra de raza gran danés de 6 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El propietario estaba preocupado por las heridas y ulceraciones causadas por la maloclusión de los
caninos inferiores. La perra mostraba señales de malestar por la maloclusión (no jugaba con
juguetes, seleccionaba la comida blanda en lugar de la dura, no comía bien, etc.). La había revisado su
propio veterinario, quien nos refirió el caso para su evaluación y tratamiento.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La perra tenía buen carácter, pero se mostraba nerviosa cuando se exploraban su cabeza y boca. Era
evidente el mal olor de la boca. El examen oral superficial reveló que el maxilar era de la longitud y
anchura normales para la raza, pero la mandíbula resultaba demasiado corta y estrecha. Los caninos
ocluían con la mucosa palatina causando heridas ulceradas profundas que estaban rellenadas con
restos.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron sobre la ficha dental. En resumen, el examen
bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Maloclusión esquelética. El maxilar era de longitud y anchura normales, con la mandíbula
corta y estrecha, es decir, braquignatismo mandibular. Los incisivos inferiores ocluían con la
mucosa palatina, pero no causaban lesión en los tejidos blandos. Los caninos inferiores ocluían
con la mucosa palatina, distales a los caninos superiores, causando heridas ulcerosas profundas
(12 mm) que estaban rellenadas con restos. También había lesiones no ulcerosas en la mucosa
palatal donde ocluían las muelas carniceras inferiores.
2. Gingivitis generalizada moderada.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 304 y 404 para determinar el estado de desarrollo.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los dientes 304 y 404 eran inmaduros (como cabía esperar en una perra de 6 meses), con los ápices
abiertos y solamente una capa fina de dentina secundaria formada.
REPASO DE LA TEORÍA
La maloclusión puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar
y de la mandíbula (maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una
combinación de ambas. Este caso corresponde a una maloclusión esquelética hereditaria. Las
maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
Las opciones de tratamiento disponibles son ortodoncia, acortamiento dentario o extracción. El
objetivo de cualquier tratamiento consiste en que el animal esté cómodo; la estética es una
consideración secundaria.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La maloclusión puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar y de la mandíbula
(maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una combinación de ambas.
• La maloclusión esquelética es hereditaria. Los perros afectados no deberían emplearse para la reproducción.
• El objetivo de cualquier tratamiento estriba en que el animal esté cómodo; la estética es una consideración secundaria.
• Las maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
• Es importante monitorizar radiográficamente la pulpectomía parcial, el recubrimiento pulpar directo y la restauración.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción de todos los dientes con maloclusión. Los caninos inferiores son los dos dientes
que causan patología. En cambio, los incisivos y las muelas carniceras inferiores que ocluyen
con la mucosa palatina sólo causan heridas pequeñas no ulceradas. Los caninos inferiores son
grandes y funcionalmente importantes y contribuyen a dar resistencia al hueso de la mandíbula.
Su mantenimiento resulta beneficioso para esta perra.
2. Acortamiento y tratamiento endodóncico de los caninos inferiores. Es probablemente la mejor
opción para este caso. Se sacarían los colmillos fuera de la oclusión y de esta forma se
permitiría la cicatrización de los defectos palatinos.
3. Ortodoncia. No es práctica para este caso. En teoría se podría llevar a cabo una cirugía de
alargamiento mandibular, pero no sería humanitaria.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y el cálculo y proveer un ambiente limpio para la
cirugía; al propietario se le dan instrucciones para empezar a aplicar los cuidados en casa
(cepillado dental diario).
2. Acortamiento y tratamiento endodóncico (pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y
restauración) del 304 y 404. Ambos dientes se cortaron a la altura de los incisivos inferiores.
3. Raspado de las lesiones palatinas.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Antibióticos durante 5 días.
• Cepillado dental diario.
• La perra se citó para examen oral y radiografías del 304 y 404 (para valorar el estado periapical) bajo anestesia general
después de 6 meses.
REVISIONES CLÍNICAS
La perra no volvió a su revisión de los 6 meses debido al desarrollo de otros problemas más graves
que ponían en peligro su vida y que necesitaron tratarse con una ovariohisterectomía. Yo no revisé a
esta perra de nuevo hasta 1 año después del acortamiento dentario y del tratamiento endodóncico. En
ese momento, el propietario estaba preocupado por la halitosis y las señales de malestar (no comía
bien).
El examen oral bajo anestesia general 1 año después del tratamiento inicial mostró que las heridas
palatinas causadas por los caninos mandibulares habían curado, pero ahora había unas úlceras
profundas palatinas en los incisivos inferiores (fig. 28.1), que estaban rellenadas por pus, con el
consiguiente intenso mal olor. Las heridas palatinas provocadas por las muelas carniceras inferiores
eran superficiales y no estaban ulceradas. Las restauraciones del 304 y 404 estaban intactas y los
dientes no se hallaban decolorados. Sin embargo, las radiografías revelaron el fracaso del
tratamiento endodóncico: ambos dientes tenían la cavidad pulpar muy amplia y una destrucción
periapical relacionada con el 404 (figs. 28.2 y 28.3). El tratamiento consistió en la extracción abierta
de los incisivos y caninos mandibulares (fig. 28.4) y el raspado de las lesiones palatinas. Se dio de
baja a la perra con antibióticos durante 1 semana y se aconsejó que fuera a su veterinario a las 3
semanas para la revisión de la cicatrización de los sitios de exodoncias y de las heridas palatinas.
Figura 28.1
Fotografía oclusal del paladar duro. Los incisivos inferiores malocluyentes causan heridas profundas e infectadas en
la mucosa palatina. La halitosis es intensa. Apréciese el pus rebosando de las heridas.
Figura 28.2
Radiografía lateral del 304. La radiografía revela el fallo del procedimiento endodóntico (pulpectomía parcial,
recubrimiento pulpar directo y restauración) realizado hace 1 año. Como consecuencia de la enfermedad pulpar (inflamación y necrosis)
cesó el desarrollo del diente, como se evidencia con el aumento del diámetro de la cavidad pulpar y el ápice abierto.
Figura 28.3
Radiografía lateral del 404. La radiografía revela el fallo del procedimiento endodóntico (pulpectomía parcial,
recubrimiento pulpar directo y restauración) realizado hace 1 año. Como consecuencia de la enfermedad pulpar (inflamación y necrosis)
cesó el desarrollo del diente, como se evidencia con el aumento del diámetro de la cavidad pulpar y el ápice abierto. Apréciese el
puente de tejido duro separando la pulpa del material del recubrimiento pulpar directo. Esto indica que la inflamación y la necrosis
pulpar ocurrieron después del tratamiento inicial. Apréciese también la destrucción periapical.
Figura 28.4
Fotografía oclusal de los sitios de extracciones. Los incisivos y caninos mandibulares se extrajeron usando una
técnica abierta. Se realizaron radiografías preextracciones y postextracciones. El colgajo se suturó con Monocryl 5/0.
El propietario nos remitió a las 6 semanas una encantadora tarjeta de agradecimiento indicándonos
que la perra estaba feliz y funcional. Los sitios de las extracciones y las heridas palatinas habían
cicatrizado sin problema.
PRONÓSTICO
El acortamiento de los caninos inferiores eliminará el traumatismo y permitirá la curación de las
heridas palatinas. La perra debe tener una oclusión sin dolor y también una función aceptable.
La pulpectomía parcial, el recubrimiento pulpar directo y la restauración son procedimientos
temporales usados en los dientes inmaduros. El propósito del procedimiento consiste en mantener la
pulpa vital para permitir el desarrollo del diente. Una vez que éste es más maduro, se requieren
pulpectomía total, relleno radicular y restauración. Aunque la pulpectomía parcial, el recubrimiento
pulpar directo y la restauración tienen un buen índice de éxito, siempre puede existir la posibilidad de
que la pulpa se inflame y el desarrollo del diente cese. Si se da patología pulpar (inflamación y
necrosis), se desarrollará patología periapical. Si esto ocurre, el diente requiere cualquier extracción
o un tratamiento endodóncico convencional (pulpectomía, relleno radicular y restauración).
COMENTARIOS
No se precisa tratamiento complementario para la maloclusión.
Es infrecuente que los incisivos causen grandes daños en los tejidos blandos en este tipo de
maloclusión. Normalmente son sólo los dientes caninos los que causan patología grave. En otras
palabras, el acortamiento y el tratamiento endodóncico de los caninos mandibulares producen la
curación de las heridas ulceradas en el paladar, la desaparición del dolor y una mordida funcional.
Este caso pone de relieve la importancia de la monitorización de los procedimientos de la
pulpectomía parcial, el recubrimiento pulpar directo y la restauración radiográficamente; de esta
forma, el tratamiento interceptivo (la terapia endodóntica adicional o la extracción) puede realizarse
precozmente.
29
Extracciones de dientes permanentes
PRESENTACIÓN INICIAL
Maloclusión. Maxilar largo que produce braquignatismo mandibular relativo.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra de raza weimaraner de 7 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El propietario estaba preocupado por la «larga nariz curvada» y la obsesiva masticación de juguetes,
muebles, etc. Su propio veterinario apreciaba que la mandíbula era demasiado corta respecto al
maxilar y la perra se nos remitió para la evaluación y el tratamiento de su maloclusión.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La perra era muy obediente y permitió el examen consciente, que reveló lo siguiente:
1. Maloclusión esquelética:
• El maxilar era extremadamente largo y estrecho respecto a la mandíbula, que era de
longitud y anchura relativamente normales para esta raza, es decir, un braquignatismo
mandibular relativo.
• Los caninos inferiores ocluían con la mucosa palatina, distal a los caninos superiores,
causando heridas profundas en el paladar.
• Los incisivos inferiores ocluían con la mucosa palatina, causando heridas menos graves.
2. Gingivitis generalizada.
3. Fractura de la corona no complicada (FCNC) del 204.
La pulpa no parecía estar expuesta al ambiente en el examen visual. No se intentó hacer la
exploración porque tocando la pulpa expuesta se producirían un dolor muy intenso y un
comportamiento potencialmente agresivo.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Maloclusión esquelética:
• El maxilar era extremadamente largo y estrecho respecto a la mandíbula, que era de
longitud y anchura relativamente normales para esta raza, es decir, un braquignatismo
mandibular relativo.
• Los caninos inferiores ocluían con la mucosa palatina, distal a los caninos superiores,
causando heridas profundas en el paladar (fig. 29.1).
• Los incisivos inferiores ocluían con la mucosa palatina, causando heridas no ulceradas
(fig. 29.1). También había úlceras en la mucosa palatina donde ocluían las muelas
carniceras inferiores.
2. Gingivitis generalizada moderada (fig. 29.1).
3. FCNC del 204.
Figura 29.1
Lesiones traumáticas en la mucosa palatina. El maxilar es largo y estrecho; en cambio, la mandíbula es de anchura y
longitud normales para esta raza. Por consiguiente, los dientes no ocluyen normalmente. Apréciense las heridas ulceradas creadas por
la maloclusión de los caninos inferiores (ocluyen con la mucosa palatina medial a los caninos superiores). Obsérvense también las
heridas en la mucosa palatal donde ocluyen los incisivos inferiores. Hay una gingivitis generalizada, como se evidencia por el
enrojecimiento y la inflamación del borde gingival alrededor de la circunferencia de todos los dientes.
El examen cuidadoso con un explorador dental no mostró comunicación con la pulpa.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 204 (FCNC) y del 104 (diente sano contralateral).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
La forma y el diámetro del sistema pulpar del 104 (diente sano contralateral) y del 204 (FCNC)
coincidían. Ambos eran dientes inmaduros, como cabía esperar en una perra de 7 meses.
No había evidencias de patología periapical del 204 (FCNC).
REPASO DE LA TEORÍA
La maloclusión puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar
y de la mandíbula (maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una
combinación de ambas. Este caso es una maloclusión esquelética y debería considerarse hereditaria.
Las maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
Las opciones de tratamiento disponibles son ortodoncia, acortamiento dentario o extracción. En
algunos casos, el acortamiento dentario o la extracción son preferibles a la ortodoncia por
consideraciones éticas.
En ortodoncia humana, aunque la maloclusión sea hereditaria o adquirida, no es una consideración
que haya que tenerse en cuenta cuando se planifica el tratamiento. Esto contrasta con la ortodoncia
veterinaria, donde la estética y los asuntos éticos están unidos y no puede alentarse el tratamiento con
el único propósito de la exposición de perros o gatos. El objetivo de cualquier tratamiento consiste
en mantener al animal cómodo; la estética es una consideración secundaria.
Resulta esencial determinar si la maloclusión presentada es hereditaria o no. La corrección
ortodóntica de una maloclusión está contraindicada cuando es hereditaria, a menos que el animal
también se castre. La razón fundamental es evitar la extensión de una maloclusión heredada dentro de
una raza.
Las fracturas coronales se clasifican como complicadas si la línea de fractura expone la pulpa al
ambiente oral y como no complicadas si no involucran la exposición pulpar. Las fracturas de la
corona son visualmente obvias. Sin embargo, con el tiempo puede ser difícil determinar si la pulpa
está expuesta por la línea de fractura y será necesario hacer un examen bajo anestesia general con un
explorador dental y una radiografía.
Una fractura coronal no complicada generalmente requiere un tratamiento mínimo, como la
eliminación de los bordes cortantes con una fresa y el sellado de la dentina expuesta con un adhesivo
apropiado o un material de restauración. Sin embargo, estas fracturas requieren controles (el examen
clínico y la radiografía) a intervalos regulares
CONSEJOS CLÍNICOS
• La maloclusión puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o la anchura del maxilar y de la mandíbula
(maloclusión esquelética), una malposición de dientes (maloclusión dental) o una combinación de ambas.
• La maloclusión esquelética es hereditaria. Los perros afectados no deberían emplearse para la reproducción.
• Las maloclusiones que causan molestias y patologías siempre necesitan tratamiento.
• Las opciones de tratamiento disponibles son ortodoncia, acortamiento dentario o extracción.
• Es difícil determinar si la pulpa que está expuesta es una fractura coronal.
• Las FCNC normalmente requieren un tratamiento mínimo, pero es muy importante controlarlas.
para asegurar que la pulpa que queda es vital. Si se desarrollan enfermedades pulpares y periapicales,
el diente requerirá una extracción o un tratamiento endodóncico.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Tallado y tratamiento endodóncico de los caninos inferiores. Es una opción posible para
reducir el malestar, pero todavía habrá heridas y posiblemente úlceras relacionadas con la
maloclusión de los incisivos. En otras palabras, no se produciría una curación completa de los
defectos palatales y la perra podría estar todavía incómoda.
2. Tallado y tratamiento endodóncico de los caninos inferiores y extracción de los incisivos
inferiores. Constituye la mejor opción. Se podría eliminar la oclusión traumática y la mucosa
palatina curaría. Además, no se debilitaría el hueso de la mandíbula por la extracción de los
caninos inferiores. Hay que realizar un control radiográfico del tratamiento endodóncico
(radiografías 6 meses después). Por consiguiente, se necesitarán dos episodios de anestesia
general.
3. Extracción de los caninos e incisivos inferiores. Es una elección aceptable en este caso porque
los incisivos inferiores causaban heridas profundas palatinas. Este procedimiento se realiza en
una sola fase, a diferencia de la opción 2, que precisa un control radiográfico del resultado del
tratamiento endodóncico.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y mantener un ambiente limpio.
2. Fresado de los bordes afilados y sellado de los túbulos dentinarios. Como las radiografías no
indicaban enfermedad pulpar/periapical del 204, no había necesidad de tratamiento endodóncico.
3. Extracción de los incisivos y caninos inferiores. El propietario quería una solución rápida
para el problema y no quería regresar para las radiografías de control del tratamiento
endodóncico. Los dientes se extrajeron usando una técnica abierta (figs. 29.2 a 29.4). El colgajo
se cerró con Monocryl 5/0. Se hicieron radiografías preoperatorias y postoperatorias.
4. Se llevó a cabo el raspado de las lesiones palatales.
Figura 29.2
Extracción abierta. El colgajo de acceso mucoperióstico vestibular se extiende desde la superficie mesial del 305
hasta la superficie mesial del 405, con unas incisiones breves y verticales en estas localizaciones. El hueso vestibular y lingual se
eliminó para facilitar la extracción (luxación y elevación) de los incisivos y caninos inferiores. Se realizaron radiografías preextracción
y postextracción.
Figura 29.3
Cierre del colgajo. Una vez que las radiografías postoperatorias confirmaron el éxito de las extracciones de los
caninos e incisivos, los alveolos de las extracciones se cerraron suturando el colgajo vestibular a la encía lingual (que se elevó del
hueso para proveer un tejido donde suturar) con Monocryl 5/0. Para una óptima cicatrización, el cierre del colgajo debe hacerse libre
de tensión.
Figura 29.4
Dientes extraídos. Apréciese que todas las raíces dentarias aparecen intactas. Las radiografías confirmaron el éxito
en las extracciones y la ausencia de bordes afilados óseos.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Cepillado dental diario.
• La perra se citó para un examen consciente 4 semanas más tarde.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen consciente 4 semanas después indicaba que las ulceraciones palatinas y todos los sitios de
extracción habían curado. Las heridas pequeñas donde ocluían las muelas carniceras inferiores aún
estaban presentes, pero no eran profundas y estaban completamente epitelizadas. El propietario
cepillaba los dientes diariamente y la encía estaba clínicamente sana. El propietario nos informó de
que la perra ya no buscaba sin descanso objetos para masticar.
El propietario no quería regresar para los controles radiográficos de la pulpa y del estado
periapical del 204 (FCNC). Se decidió que su veterinario le hiciera las radiografías de control del 204
cuando la castrara 3 meses después.
PRONÓSTICO
La extracción de los incisivos y los caninos inferiores malocluyentes permitió la curación de las
heridas palatinas y la eliminación de las molestias (fig. 29.5). La perra debería tener una oclusión
libre de dolor, así como una función aceptable.
Figura 29.5
Fotografía lateral después de las extracciones dentarias. La discrepancia en la longitud entre el maxilar y la
mandíbula es evidente. La extracción de los caninos e incisivos inferiores puede eliminar la oclusión traumática y permitir la curación de
las lesiones palatinas. La perra no tenía dolor y, relativamente, poseía una oclusión funcional.
La maloclusión es hereditaria y no debería emplearse al animal para la reproducción.
Las FCNC requieren controles (el examen clínico y la radiografía) a intervalos regulares para
asegurar que la pulpa remanente es vital. Si la enfermedad pulpar y periapical se desarrolla, el diente
requiere extracción o tratamiento endodóncico.
COMENTARIOS
No se requirió tratamiento complementario para la maloclusión.
Podrían darse complicaciones pulpares/periapicales con 204 (FCNC). Se avisó al propietario para
que controlara el color del diente y avisara a su veterinario si empezaba a decolorarse (rosa o gris).
30
Maloclusiones iatrogénicas
PRESENTACIÓN INICIAL
Un perro que no puede cerrar la boca, con atrofia de los músculos de la masticación en el lado izquierdo de la cara.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza springer spaniel de 5 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro se nos refirió para el manejo de las complicaciones en la curación de una fractura
mandibular. Los antecedentes del caso no se nos proporcionaron. El propietario nos indicó que el
perro había sufrido un accidente de tráfico 6 semanas antes. Se había fracturado la mandíbula, así
como múltiples dientes. La fractura mandibular se había estabilizado con un cerclaje de alambre en
forma de ocho doble alrededor de los caninos inferiores (el cerclaje estaba en su lugar pero suelto) y
se habían extraído algunos dientes. Las extracciones adicionales se habían realizado 3 semanas antes
de ser remitido. El perro había sido incapaz de cerrar la boca desde el accidente (hacía 6 semanas) y
el propietario había notado que los músculos del lado izquierdo de la cara (por encima del ojo)
estaban desarrollando atrofia. El perro comía bien, pero seleccionando comida blanda en vez de
pienso.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Éste era un perro muy alegre, pero que no cooperaba lo suficiente para el examen oral minucioso.
Los hallazgos encontrados en el examen superficial fueron los siguientes:
• Babeo continuo.
• Apertura normal de la boca, pero con incapacidad para realizar el cierre completo (figs. 30.1 a
30.3).
• Mandíbula desviada a la derecha (figs. 30.1 a 30.3).
• Incisivos en mordida cruzada anterior (figs. 30.1 a 30.3).
• Diente 404 colocado lateralmente al 103 (fig. 30.2).
• Diente 304 colocado medialmente al 203 (fig. 30.3).
• Ausencia de dientes (fig. 30.1).
• Dientes fracturados (fig. 30.1).
• Pérdida muscular marcada de los músculos de la masticación (temporal, masetero y
pterigoides) del lado izquierdo.
Figura 30.1
Fotografía frontal de la oclusión rostral. La mandíbula está desviada hacia la derecha y el perro no puede cerrar la
boca debido a la maloclusión iatrogénica (fractura mandibular estabilizada sin considerar la oclusión); el 404 es lateral al 103 y el
304 está atrapado medial al 203. Hay también una oclusión en tijera inversa de los incisivos, que podría estar presente antes de la
fractura mandibular. Apréciense también los dientes ausentes (303, 401 y 403) y los fracturados (202 y 402).
Figura 30.2
Fotografía lateral derecha de la oclusión rostral. La desviación de la mandíbula hacia la derecha y la oclusión
traumática del canino inferior derecho (el 404 ocluye con la superficie lateral del 103) es evidente, así como la oclusión en tijera
inversa de los incisivos.
Figura 30.3
Fotografía lateral izquierda de la oclusión rostral. La desviación de la mandíbula hacia la derecha y la oclusión
traumática del canino inferior izquierdo (el 304 ocluye con la superficie palatina del 203) proporcionan una obstrucción mecánica al
cierre completo de la boca evidente, así como la oclusión en tijera inversa de los incisivos.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Mientras que la oclusión se valora mejor en el animal consciente, cuando no es posible el examen
oclusal con el animal despierto será necesario realizarlo bajo anestesia general. La lengua tiene que
plegarse caudalmente durante la evaluación para no entorpecer con el cierre normal de la mandíbula.
La intubación a través de una faringostomía en lugar de la intubación orotraqueal resulta útil cuando
se precisa hacer una evaluación de la oclusión.
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron sobre la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. La fractura mandibular había curado. La mandíbula era estable y había un callo óseo palpable
en el borde ventral derecho e izquierdo de la mandíbula a la altura de los ápices de los dientes
caninos.
2. La apertura de la boca era normal.
3. El cierre completo de la boca no era posible debido a la obstrucción mecánica por la
maloclusión (figs. 30.1 a 30.3):
• El diente 404 estaba colocado lateralmente al 103.
• El diente 304 estaba colocado medialmente al 203.
4. No había inflamación, movimientos anómalos o crepitaciones de la articulación
temporomandibular (ATM) en la apertura o el cierre parcial de la boca. Cuando se valora la
ATM, resulta útil colocar al animal en decúbito dorsal y manipular la apertura de la boca,
cerrando y haciendo movimientos laterales mientras una segunda persona sujeta la cabeza y el
maxilar en una posición fija. La lengua tiene que plegarse caudalmente para no entorpecer con el
cierre normal de la mandíbula.
5. Había una marcada atrofia de los músculos de la masticación en el lado izquierdo.
6. Había una fractura de la corona complicada (FCC) del 202 y 402 (fig. 30.1).
7. Había una fractura de la corona no complicada (FCNC) del 204.
8. Había un resto radicular retenido del 403.
9. Los alveolos de extracciones del 108, 208 y 309 no estaban completamente cicatrizados (se
extrajeron 3 semanas antes).
10. Había una gingivitis generalizada moderada.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de lo siguiente:
1. Sitios de la fractura mandibular.
2. ATM derecha e izquierda.
3. Incisivos superiores.
4. Incisivos inferiores.
5. Sitios de extracción del 108, 208 y 309.
6. Dientes 204 (FCNC) y 104 (contralateral sano).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
• La fractura curó con la formación de un callo evidente.
• Las radiografías de la ATM no revelaron anomalías (fig. 30.4a, b).
• Los dientes 202 y 402 tenían FCC, sin evidencia aún de enfermedades pulpares o periapicales.
• El alveolo del 403 contenía un resto radicular.
• Los alveolos de extracciones del 108, 208 y 309 estaban vacíos.
• El diente 204 (FCNC) no indicaba ninguna evidencia de enfermedad pulpar o periapical (en
comparación con el diente sano contralateral 104).
Figura 30.4
Radiografías dorsoventrales (DV) de las articulaciones temporomandibulares (ATM) derecha (a) e izquierda (b). No
hay evidencia de afectación patológica de la ATM. Apréciense la suave superficie condilar y los claros espacios articulares de similar
anchura.
REPASO DE LA TEORÍA
La maloclusión en este caso se ha producido por una elección inapropiada de la técnica de reparación
de la fractura mandíbular, que no permitía una oclusión normal. La fractura se había estabilizado con
los dientes en maloclusión (el 404 colocado lateralmente al 103 y el 304 colocado medialmente al
203, es decir, con la mandíbula desviada a la derecha). La fractura había sido estable en esta posición
y había curado, dando como resultado una incapacidad para cerrar completamente la boca debido a la
obstrucción mecánica de los dientes caninos mandibulares.
La atrofia de los músculos de masticación del lado izquierdo puede atribuirse a cualquier daño
neurológico en el momento del accidente o ser el resultado del desuso durante más de 6 semanas.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La oclusión se valora mejor en el animal consciente.
• La intubación a través de una faringostomía en lugar de la intubación orotraqueal es útil cuando hay que hacer una evaluación
de la oclusión.
• La atrofia de los músculos de masticación puede atribuirse a cualquier daño neurológico o ser el resultado del desuso.
• Las FCNC normalmente requieren un tratamiento mínimo, pero es muy importante llevar a cabo un control.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción selectiva de los dientes que dificultan el cierre de la boca. Es la mejor elección en
este caso porque sólo se requiere la extracción del 103 y 203. También puede precisarse en el
lado izquierdo una alveoloplastia vestibular.
2. Acortamiento y tratamiento endodóncico de los caninos inferiores. Resultan innecesarios
porque se puede conseguir el cierre de la mandíbula extrayendo dientes más pequeños y
funcionalmente menos importantes, como el 103 y 203.
3. Movimiento ortodóntico de dientes. Aunque en teoría resulta posible, no es aplicable en este
caso. Se necesitarían múltiples anestesias y causaría molestias prolongadas al animal.
4. Refracturar la mandíbula y estabilizarla en una correcta oclusión. En teoría resulta posible,
pero causaría molestias al animal durante un período relativamente largo de curación. La opción
1 proporciona al animal un alivio inmediato y es, por consiguiente, la preferible.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y el cálculo y proveer un ambiente limpio para la
cirugía y dar instrucciones al propietario para empezar los cuidados en casa (cepillado dental
diariamente).
2. Retirada del cerclaje de alambre ortopédico (figura en ocho doble alrededor de los caninos
inferiores).
3. Fresado y alisado de los bordes cortantes y sellado de los túbulos dentinarios del 204 (FCNC).
4. Extracción abierta del 202 (FCC) y 402 (FCC).
5. Extracción abierta del resto radicular del 403.
6. Extracción abierta del 103 (fig. 30.5a, b) y 203 (fig. 30.6a, b).
7. Alveoloplastia vestibular del 203.
Figura 30.5
Radiografías preextracción (a) y postextracción (b) del 103.
a) El tercer incisivo superior tiene la raíz larga y curvada, lo cual dificulta la extracción usando
una técnica cerrada.
b) Extracción exitosa, es decir, aunque todo el diente se ha extraído, siempre debe confirmarse
radiográficamente.
Figura 30.6
Radiografías preextracción (a) y postextracción (b) del 203.
a) Debido a la longitud y curvatura de la raíz del tercer incisivo superior, yo normalmente
prefiero usar una técnica abierta.
b) Extracción exitosa, es decir, aunque todo el diente se ha extraído, siempre debe confirmarse
radiográficamente. Si se ha empleado una técnica de extracción abierta, se deben hacer
radiografías antes de colocar el colgajo en su sitio y suturarlo.
Se realizaron radiografías de los sitios de extracción. Los colgajos se suturaron con Monocryl 5/0.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Enjuagues con clorhexidina en días alternos.
• El perro se citó para revisión consciente al mes.
REVISIONES CLÍNICAS
La revisión consciente 1 mes después reveló la curación de las extracciones y de la alveoloplastia. El
perro podía cerrar la boca completamente y tenía una mordida funcional. Ahora tomaba comida seca
tan bien como la blanda. La atrofia de los músculos de la masticación del lado izquierdo permanecía
igual. Se citó al perro para un examen bajo anestesia y radiografías del 204 (FCNC) a los 3 meses.
En el examen consciente 4 meses después del tratamiento inicial no había pruebas de atrofia
muscular en el lado izquierdo (fig. 30.7). Los músculos de la masticación se habían recuperado
completamente, confirmando la opción de que la atrofia era atribuible al desuso en lugar del daño
neurogénico. El propietario nos informó de que el perro no tenía dolor ni problema para cerrar la
boca (fig. 30.8a, b). Mordía juguetes y disfrutaba con comestibles para la higiene dental. Los
propietarios también cepillaban sus dientes diariamente. El examen bajo anestesia reveló una encía
clínicamente sana como consecuencia del cepillado dental diario. Había una oclusión traumática de
los restantes incisivos superiores con los incisivos inferiores y la mucosa lingual. La maloclusión
causaba retracción gingival lingual y desgaste del 301 e inflamación de la mucosa lingual (fig. 30.9).
Todos los incisivos restantes se extrajeron. Las radiografías del 204 (FCNC) no revelaron evidencia
de enfermedad periapical ni pulpar (en comparación con el diente sano contralateral 104 y las
radiografías previas del 204 tomadas 3 meses antes).
Figura 30.7
Fotografía frontal de la cabeza tomada 4 meses después del tratamiento inicial. El perro estaba sin dolor y con una
oclusión funcional y no había evidencia de atrofia de los músculos de la masticación. El hecho de que la atrofia del lado izquierdo de
los músculos de la masticación fuera reversible refuerza la idea de que era consecuencia de un desuso más que de una lesión
neurogénica ocurrida en el momento de la fractura.
Figura 30.8
Fotografía oblicua lateral de la oclusión rostral izquierda (a) y de la oclusión rostral derecha (b). El perro puede
cerrar la boca completamente ahora que la oclusión traumática se ha eliminado. Apréciense el aspecto limpio de los dientes y la encía
sana como consecuencia del cepillado dental diario.
Figura 30.9
Fotografía oclusal de los incisivos inferiores. Los incisivos superiores restantes causan un trauma a los incisivos
inferiores y a la encía lingual. Apréciense la retracción gingival y la superficie de desgaste del 301. El tratamiento consistió en la
extracción de todos los incisivos restantes.
El perro se mandó a casa con la recomendación de continuar con el cepillado dental diario. Una
FCNC normalmente requiere un tratamiento mínimo, como la retirada de los bordes cortantes con
una fresa y el sellado de la dentina expuesta con un adhesivo o un material de restauración. Podría
haber aún complicaciones pulpares/periapicales de la FCNC del 204. Se aconsejó a los propietarios
que se pusieran en contacto inmediatamente con nosotros si el 204 empezaba a decolorarse o el perro
mostraba señales de malestar, como selección de la comida, dejar de jugar con juguetes, etc. Sería
aconsejable hacer radiografías del 204 (p. ej., después de 1 año), porque podría aparecer una
enfermedad pulpar y periapical en ausencia de una decoloración del diente. El perro se citó al año,
pero sin prever realizar tratamiento complementario.
PRONÓSTICO
La extracción del 103 y la extracción y alveoloplastia vestibular del 203 produjeron un cierre
completo de la boca. El perro debería tener una oclusión libre de dolor, así como una función
aceptable.
La pérdida de músculo podría ser neurogénica o debida al desuso. Si es lo último, cabe esperar un
poco de recuperación.
COMENTARIOS
El método de reparación de la fractura de mandíbula escogido en este caso produjo la curación de la
fractura pero creó maloclusión. Aunque es necesario estabilizar la fractura para conseguir la
curación, el mantenimiento de la oclusión resulta primordial. La oclusión puede usarse para
conseguir la estabilización de la fractura. Un dispositivo diferente, como una férula intraoral acrílica,
podría haber suministrado suficiente estabilidad para la cicatrización ósea mientras mantenía la
oclusión.
La técnica usa los dientes para entablillar la fractura. Las ventajas de esta técnica son:
• No es invasiva.
• La oclusión perfecta se mantiene.
• Es técnicamente fácil de hacer.
• Se trata de un procedimiento rápido, por lo que solamente requiere un tiempo anestésico
pequeño.
Los resultados son excelentes y la técnica resulta muy recomendable.
7
ENFERMEDAD PULPAR Y PERIAPICAL
31
Introducción a la enfermedad pulpar y periapical
El traumatismo de un diente (mecánico, químico, térmico e infectivo) a menudo produce una
inflamación pulpar (pulpitis). Dependiendo del tipo del trauma, su gravedad o duración, las pulpitis
pueden ser reversibles, pero esto frecuentemente no ocurre y la inflamación llega a ser irreversible.
El resultado de las pulpitis irreversibles sin tratar es la necrosis de la pulpa, seguido de la extensión
de la inflamación que afecta al periodonto apical (periodontitis apical) y al hueso periapical, lo que
produce destrucción delhueso alrededor del ápice de la raíz (enfermedad periapical).
Un diente afectado por enfermedades pulpares y periapicales debe tratarse siempre, nunca
ignorarse. Hay dos opciones de tratamiento disponibles: la extracción del diente o el tratamiento
endodóncico y la conservación del diente. El tratamiento endodóncico es un procedimiento
especializado y no ha de realizarse sin el suficiente entrenamiento y una experiencia supervisada. Los
principios del tratamiento endodóncico, que permite que un diente se mantenga, se desarrollan en el
apéndice 4.
REACCIONES PULPARES
El diente inmaduro tiene una cavidad pulpar amplia. Cuando el diente madura, la dentina secundaria
se va depositando y la cavidad pulpar se va estrechando. Se aprecia que los contornos de la cámara
pulpar imitan la forma de la corona; así, los cuernos de la pulpa están siempre relativamente cerca de
la superficie. Por consiguiente, las fracturas de la corona con mucha frecuencia provocan la
exposición de la pulpa tanto en animales viejos como en jóvenes.
Cuando el animal envejece, es normal que haya una reducción en el tamaño de la cavidad pulpar
debido al depósito continuo de dentina secundaria. Hay condiciones que aceleran el índice de
deposición de dentina secundaria, produciendo con ello una disminución prematura del tamaño de la
cavidad pulpar. La atrición y abrasión son dos condiciones frecuentes que provocan un
estrechamiento de la cavidad pulpar. Las lesiones, fuerzas ortodóncicas y enfermedades pueden
cambiar y disminuir la cámara pulpar y los canales. En los casos extremos, las lesiones de los dientes
pueden producir una destrucción completa de la cámara pulpar y los canales. Más excepcionalmente,
la destrucción resulta parcial, con la cámara pulpar conservando el tamaño y la forma que tenía en el
momento de la lesión y los canales radiculares que empiezan a destruirse completamente. En otros
casos, las lesiones que causan inflamación y degeneración/necrosis de la pulpa también pueden
originar cavidades pulpares anormalmente grandes debido a que la producción de dentina cesa
cuando la pulpa está crónicamente inflamada o necrótica.
LESIONES PERIAPICALES
La patología en el área subyacente al ápice de una raíz, es decir, la patología periapical, es
frecuentemente una consecuencia de la pulpitis crónica o necrosis pulpar. El origen de la infección
puede ser a través de la sangre, pero estos casos son infrecuentes. La evidencia radiográfica más
precoz de las patologías periapicales es el ensanchamiento del espacio del ligamento periodontal en
la región apical, atribuible a la inflamación del ligamento periodontal apical. Si no se trata, la
periodontitis apical avanza para implicar al hueso circundante, produciendo con ello una destrucción
del hueso, que es reemplazado por tejido blando. Esto se evidencia en una radiografía como una
rarefacción apical. El tejido blando puede ser un tejido de granulación (granuloma periapical), un
quiste (quiste radicular o periapical) o un absceso (absceso periapical). La diferenciación definitiva
entre estas tres posibilidades requiere una histopatología del tejido. En odontología veterinaria, la
histopatología de las lesiones periapicales rara vez se realiza. El tratamiento para las tres entidades es
el mismo, es decir, tratamiento endodóncico o, si hay factores complicantes, como periodontitis
avanzada, extracciones. Es importante recordar que no todas las rarefacciones apicales son
patológicas en perros y gatos. El hueso periapical de los caninos normales aparece a menudo
radiolúcido en el perro. La comparación debe hacerse siempre con otros dientes del mismo tipo en el
mismo animal. Sin embargo, un área radiolúcida claramente redonda es generalmente patológica. A
veces puede verse la esclerosis periapical, en lugar de la radiolucidez, como consecuencia de una
inflamación crónica/necrosis pulpar.
El quiste periapical generalmente ocurre como una consecuencia de un granuloma periapical. Se
trata de un quiste verdadero y la lesión consiste en una cavidad patológica, a menudo llena de líquido,
tapizada por un epitelio. Los quistes periapicales aumentan debido al gradiente osmótico entre la luz
del quiste y los tejidos fluidos en el tejido conjuntivo circundante. Estas lesiones pueden llegar a ser
muy grandes y extenderse en el tejido óseo adyacente, que es reabsorbido debido a la presión del
quiste.
Un absceso periapical sin tratar puede producir complicaciones como osteomielitis y celulitis a
través de la extensión de la infección. Pueden desarrollarse trayectos fistulosos que se abren en la piel
o en la mucosa oral.
Las lesiones periapicales pueden ser completamente asintomáticas o extremadamente dolorosas. El
granuloma periapical y el quiste periapical raramente causan molestias graves, pero pueden sufrir
una exacerbación y desarrollar un absceso periodontal, lo cual generalmente es una afección
extremadamente dolorosa. Los signos clínicos indicativos de patología periapical son a menudo
insidiosos y no apreciados por el propietario. Frecuentemente sólo se aprecian después de la
terminación del tratamiento porque el propietario informa de una mejoría brusca en el estado general
de comportamiento del animal. Por consiguiente, las lesiones periapicales confirmadas
radiográficamente deben tratarse aunque el animal no muestre señales obvias de dolor o malestar. De
forma semejante, los dientes con cambios de coloración y una necrosis pulpar necesitan tratarse antes
de que la patología periapical se desarrolle. Una vez diagnosticados, los pacientes con necrosis
pulpar y patología periapical deben recibir tratamiento endodóncico (referido) o se les ha de extraer
el diente afectado lo antes posible.
COMBINACIÓN DE LESIONES PERIODÓNTICAS Y ENDODÓNTICAS
Hay varias vías posibles de comunicación entre la pulpa y el periodonto. Esta comunicación puede
ocurrir a través de los túbulos dentinarios expuestos, los canales pulpares laterales y/o accesorios y
el foramen apical. Por consiguiente, una lesión periapical podría tener un origen periodontal y una
lesión de tipo periodontal podría originarse en la pulpa. Otra posibilidad es que la lesión sea el
resultado de una combinación de patologías periodontales y endodónticas. Las lesiones se clasifican
según la etiología de la siguiente manera:
• Lesión de clase I o lesión endodóntica-periodóntica: es endodóntica en el origen, es decir, la
patología comienza en la pulpa y avanza para afectar al periodonto.
• Lesión de clase II o lesión periodóntica-endodóntica: es periodóntica en el origen, esto es, la
patología comienza en el periodonto y avanza para afectar a la pulpa.
• Lesión de clase III o lesión combinada verdadera: se trata de una fusión de lesiones
independientes periodónticas y endodónticas.
El diagnóstico depende del examen clínico y la radiografía. El pronóstico para la retención a largo
plazo del diente está basado en la clasificación anterior. Las lesiones de clase I tienen mejor
pronóstico porque el tratamiento endodóncico puede producir la resolución de la extensión
periodontal de la inflamación. En cambio, las lesiones de las clases II y III requieren tratamiento
endodóncico tan extensivo como la terapia periodontal y a menudo la destrucción periodontal resulta
demasiado grave para realizar el tratamiento.
Los dientes con destrucción grave del periodonto deben extraerse independientemente de la causa
original. Otras opciones de tratamiento son el tratamiento endodóncico y/o el tratamiento periodontal
dependiendo de la clasificación. Conviene remitir el caso a un especialista.
OSTEOMIELITIS
La osteomielitis de los maxilares no es particularmente una enfermedad común en perros y gatos. La
infección de origen dental no es la única causa de osteomielitis en el maxilar o en la mandíbula, pero
sí probablemente la causa más frecuente. Por consiguiente, la osteomielitis ocurre por una extensión
de una patología pulpar y periapical. La enfermedad puede ser aguda, subaguda o crónica y presenta
un curso clínico diferente dependiendo de su naturaleza.
La osteomielitis puede ser muy difícil de diferenciar de las lesiones óseas neoplásicas en las
radiografías. La biopsia y el estudio histopatológico del hueso constituye la única manera de llegar a
un diagnóstico definitivo. Una vez diagnosticada, la osteomielitis se trata eliminando la causa
(extracción o posible tratamiento endodóncico de los dientes con enfermedad pulpar y periapical), en
combinación con terapia antibiótica. La elección del antibiótico debe estar basada en los resultados
del cultivo y antibiograma. La duración del tratamiento antibiótico generalmente resulta más larga
que en otras infecciones orales.
32
Fractura de la corona no complicada con complicaciones
periapicales
PRESENTACIÓN INICIAL
No hay signos clínicos.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra mestiza springer esterilizada de 9 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Este caso se vio como un nuevo paciente cuando estaba en la consulta general.
El propietario estaba interesado en el cuidado oral y la perra había recibido una limpieza de boca y
pulido dental anual desde que tenía 2 años (siete procedimientos de tratamiento periodontal bajo
anestesia general). La perra tomaba una dieta dental y le daban diariamente masticables para la
higiene dental. El propietario notaba que estaba molesta cuando le tocaban la cara. Había admitido
previamente el cepillado dental, pero no durante el último año.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La perra se mostraba agresiva cuando nos acercábamos a la cabeza y no fue posible el examen oral
consciente.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral minucioso, incluida la investigación de los parámetros periodontales,
y todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Acumulación de depósitos dentales de leve a moderada.
2. Gingivitis generalizada de leve a moderada.
3. Fractura de la corona no complicada (FCNC) del 108 y 208 (fig. 32.1).
4. Trayecto fistuloso en la unión mucogingival mesial al 208 (fig. 32.1).
Figura 32.1
Fotografía lateral del 208. La FCNC afecta al vértice de la cúspide principal y puede apreciarse en esta fotografía
como un acortamiento de la cúspide principal. Obsérvese la fístula en la línea mucogingival mesial al 208.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 108 y 208.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
El diámetro del sistema pulpar del 108 era amplio y los ápices de las raíces estaban abiertos, lo que
demostraba que el daño ocurrió durante el desarrollo del diente en el primer año de vida. También
había inflamación periapical con destrucción ósea y reabsorción radicular externa (v. fig. 32.2 para
los detalles de los hallazgos radiográficos del 108).
Figura 32.2
Radiografía del maxilar caudal superior derecho. Apréciese el aumento del diámetro de la cámara pulpar y del canal
de la raíz distal del 108, que indica la necrosis pulpar y el cese en la producción de dentina. La patología periapical es evidente. Hay
una significativa destrucción periapical de la raíz distal del 108 y el segmento apical es rugoso e irregular, lo que indica una
reabsorción externa radicular inflamatoria. Se realizó una segunda radiografía para visualizar las raíces mesiales, que también tienen
reabsorción radicular externa y destrucción ósea periapical.
El diámetro del sistema pulpar del 208 era estrecho y los ápices estaban cerrados, es decir, se
trataba de un diente maduro, como cabía esperar en una perra de 9 años. Había inflamación periapical
con destrucción ósea. La fístula se originaba en la raíz mesiopalatina (v. fig. 32.3a, b para los detalles
de los hallazgos radiográficos del 208).
Figura 32.3
Radiografía centrada en el 208.
a) El diente 208 es maduro, con los ápices cerrados y los canales radiculares estrechos, como
cabría esperar en una perra de 9 años. Las áreas radiolúcidas alrededor de las tres raíces, que
indican una destrucción ósea periapical, constituyen el resultado de la necrosis pulpar.
b) Una punta de gutapercha insertada en el trayecto de drenaje muestra que el origen está en la
raíz mesiopalatina.
REPASO DE LA TEORÍA
Las FCNC exponen los túbulos dentinarios y permiten la comunicación entre la pulpa y el ambiente
oral, lo cual puede producir una inflamación o necrosis pulpar. Una FCNC generalmente requiere el
tratamiento mínimo, por ejemplo la eliminación de loss bordes agudos con una fresa y el sellado de
los túbulos dentinarios expuestos con un barniz apropiado o un material de restauración. Sin
embargo, estas fracturas requieren controles (examen clínico y radiografías) a intervalos regulares
para asegurarse de que el resto de la pulpa está sana. Si la enfermedad pulpar y periapical se
desarrolla, el diente requiere extracción o tratamiento endodóncico.
El diente inmaduro tiene una cavidad pulpar amplia. Cuando el diente madura, la dentina
secundaria se va depositando y la cavidad pulpar se va estrechando. Las lesiones que causan
inflamación y degeneración/necrosis de la pulpa también pueden producir cavidades pulpares
anormalmente grandes debido a que la producción de dentina cesa cuando la pulpa está crónicamente
inflamada o necrótica. Los dientes inmaduros necróticos requieren un tratamiento endodóncico si se
van a conservar. Sin embargo, se necesitan varios episodios de anestesia general y, por consiguiente,
en la mayoría de los casos es preferible realizar la extracción del diente inmaduro con necrosis
pulpar en una sola sesión.
Los dientes inmaduros pueden estar presentes en un animal adulto si un traumatismo causa la
inflamación/necrosis durante el período del desarrollo. El tratamiento de los dientes inmaduros es
siempre el mismo a pesar de la edad actual del animal.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Una FCNC generalmente requiere el tratamiento mínimo, pero es importante la realización de controles.
• Las lesiones que causan inflamación y degeneración/necrosis de la pulpa también pueden producir cavidades pulpares
anormalmente grandes debido a que la producción de dentina cesa cuando la pulpa está crónicamente inflamada o necrótica.
• Los dientes inmaduros pueden estar presentes en un animal adulto si un traumatismo causa la inflamación/necrosis durante el
período del desarrollo.
• Las enfermedades pulpares y periapicales podrían ser completamente asintomáticas o espantosamente dolorosas.
• Las señales clínicas indicativas de la enfermedad resultan a menudo insidiosas y no son apreciadas por el propietario.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico del 108 y 208.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal profesional para retirar la placa y los cálculos y crear un ambiente
limpio.
2. Extracción abierta del 108. Los dientes inmaduros necróticos requieren un tratamiento
endodóncico si se quieren conservar. Si hay una patología extensa (fig. 32.2), y para evitar los
múltiples episodios anestésicos necesarios para el tratamiento endodóncico de un diente
inmaduro, es mejor realizar una extracción dentaria.
3. Tratamiento endodóncico (pulpectomía, rellenado radicular y restauración) del 208 (fig. 32.4).
El diente era maduro y no estaba afectado por periodontitis y el diente antagonista estaba
presente y sano. Además, el propietario estaba preparado para tratar de restablecer el cepillado
dental diario. Se decidió mantener el diente.
4. Desbridamiento de la fístula a través de una disección cuidadosa desde el orificio de la unión
mucogingival hasta la raíz mesiopalatina, que permitió la granulación.
Figura 32.4
Radiografía centrada en el 208. Este diente ha recibido un tratamiento endodóncico (pulpectomía y desbridamiento
de los tres canales radiculares, seguido de obturación del canal radicular). Esta radiografía se realizó para confirmar la adecuada
obturación de los canales radiculares antes de la colocación de la restauración final.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Enjuagues diarios con clorhexidina durante 1 semana.
• Reintroducción del cepillado dental diario al cabo de 1 semana.
• El perro se citó para un examen consciente a las 3 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión, 3 semanas después, el propietario informó de una mejoría espectacular en el
comportamiento general de la perra, con aumento del apetito, ganas de jugar con juguetes y ausencia
de molestias si se le tocaba la cara. También admitía el cepillado dental.
La perra no mostraba signos de agresividad al aproximarse a su cabeza y permitió el examen oral.
El sitio de extracción del 108 había curado bien. La restauración del 208 estaba intacta, sin evidencias
de decoloración de cualquier diente o restauración. El trayecto de drenaje había cicatrizado. Había
una acumulación de placa mínima sobre los dientes y la encía estaba clínicamente sana. Se citó a
revisión a los 6 meses para el examen bajo anestesia general y radiografías para valorar el resultado
del tratamiento endodóncico del 208.
El examen bajo anestesia general y las radiografías realizadas 6 meses más tarde confirmaron el
éxito en el tratamiento endodóncico del 208 (el hueso periapical se había regenerado). Había
acumulación de sarro mínimo sobre los dientes y la encía estaba clínicamente sana.
PRONÓSTICO
Es excelente debido a que la perra está admitiendo bien el cuidado de los dientes en casa, es decir, el
cepillado dental diario. También está tomando una dieta dental y diariamente se le dan masticables
para la higiene dental. Sin embargo, todavía requerirá tratamientos profesionales a intervalos
regulares; el tipo de tratamiento se decidirá basándose en la eficacia de los cuidados en casa.
COMENTARIOS
Basándose en el estado del desarrollo del diente (amplio diámetro del sistema pulpar y ápices
abiertos), la FCNC del 108 que produjo una necrosis pulpar y la enfermedad periapical habría
ocurrido a los 9 meses. Aunque la perra recibió un tratamiento periodontal profesional anualmente
(siete veces), la FCNC del 108 no se apreció y la enfermedad pulpar y periapical se desarrolló
durante 8 años. La FCNC del 208 era más reciente porque el diente era maduro.
La enfermedad pulpar y periapical podría ser completamente asintomática o espantosamente
dolorosa. Las señales clínicas indicativas de la enfermedad son a menudo insidiosas y no apreciadas
por el propietario. Con frecuencia, solamente después de la terminación del tratamiento (en este caso
la extracción del 108 y el tratamiento endodóncico del 208) el propietario informa sobre una mejoría
espectacular en el comportamiento general del animal, incluido el temperamento.
33
Fractura de la corona complicada con enfermedad periapical
PRESENTACIÓN INICIAL
Inflamación bilateral en el borde ventral de la mandíbula.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza pastor alemán esterilizado de 3 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
¡Se trataba de un perro extremadamente agresivo que solamente toleraba a sus propietarios!
Necesitaba ser amordazado siempre que estaba en público. Las primeras señales de agresividad se
apreciaron cuando el perro tenía 16 semanas. La agresividad había empeorado progresivamente con
la edad. El propietario notó un cambio en el comportamiento del perro al comer en los últimos
meses. En primer lugar, dejó de comer durante unos días y luego empezó a devorar la comida sin
masticarla. Entonces notó una hinchazón en la mandíbula ventral aproximadamente 1 mes antes de
vernos. El propietario consultó con su veterinario, quien lo remitió para el examen y tratamiento. El
veterinario de referencia no había sido capaz de llevar a cabo ningún examen.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
No se pudo realizar el examen consciente de este perro sumamente agresivo.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron sobre la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada de leve a moderada.
3. Fractura de la corona complicada (FCC) de los cuatro dientes caninos.
4. Inflamación dura bilateral en el borde ventral de la mandíbula (extendiéndose desde el primer
premolar hasta la superficie distal del tercer premolar).
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de los cuatro dientes caninos.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los cuatro caninos eran dientes maduros con los ápices cerrados. La destrucción periapical y la
reabsorción radicular externa eran evidentes en todos. Las lesiones periapicales eran más extensas en
la mandíbula (fig. 33.1) y habían producido un adelgazamiento y la expansión del hueso cortical
ventral.
Figura 33.1
Radiografía rostrocaudal de la mandíbula anterior. Apréciese la extensa lesión periapical que afecta al 304 y 404.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
Una FCC que produce inflamación pulpar y enfermedad periapical que afecta a los cuatro caninos.
REPASO DE LA TEORÍA
La fractura de la corona ha expuesto la pulpa, dando como resultado una inflamación pulpar. Los
dientes son maduros, es decir, los ápices están cerrados. El daño debe haber ocurrido cuando el perro
tenía más de 1 año. La respuesta inflamatoria se ha extendido para afectar la región periapical,
produciendo con ello la destrucción del hueso periapical. Esto se evidencia en una radiografía como
una rarefacción apical. El defecto óseo es rellenado con tejido blando, que puede ser un tejido de
granulación (granuloma periapical), un quiste (quiste radicular o periapical) o un absceso (absceso
periapical). La diferenciación definitiva entre estas tres posibilidades requiere la histopatología del
tejido. El quiste periapical generalmente ocurre como consecuencia de un granuloma periapical. En
un quiste verdadero, la lesión consiste en una cavidad patológica, a menudo llena de líquido, tapizada
por un epitelio. Los quistes periapicales aumentan debido al gradiente osmótico entre la luz del quiste
y los tejidos fluidos en el tejido conjuntivo circundante. Estas lesiones pueden llegar a ser muy
grandes y extenderse en el tejido óseo adyacente, que es reabsorbido debido a la presión del quiste.
Las lesiones periapicales pueden ser completamente asintomáticas o extremadamente dolorosas. El
granuloma periapical y el quiste periapical raramente causan molestias graves, pero pueden sufrir
una exacerbación y desarrollar un absceso periodontal, lo cual generalmente constituye una afección
extremadamente dolorosa.
La enfermedad periapical es una consecuencia de la inflamación pulpar y se trata retirando la pulpa
inflamada. Esto puede conseguirse con cualquiera de las dos siguientes técnicas: con tratamiento
endodóncico (la pulpa se retira, el conducto radicular desbridado se rellena y la cavidad de acceso se
restaura, con lo que se mantiene el diente) o mediante la extracción del diente afectado (todo el diente
extraído). La presencia de enfermedad periapical no es una contraindicación para el tratamiento
endodóncico. Una vez que la pulpa inflamada se ha eliminado, el hueso periapical puede regenerarse
y cicatrizar el defecto.
CONSEJOS CLÍNICOS
• El defecto óseo se rellena con tejido blando, que puede ser un tejido de granulación, un quiste o un absceso. La diferenciación
definitiva entre estas tres posibilidades requiere la histopatología del tejido.
• Las lesiones periapicales pueden ser completamente asintomáticas o extremadamente dolorosas.
• La presencia de enfermedad periapical no constituye una contraindicación para el tratamiento endodóncico.
• El tratamiento endodóncico de los dientes con necrosis pulpar generalmente se realiza en dos o más etapas.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico de los cuatro caninos.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio.
2. Tratamiento endodóncico del 104 (fig. 33.2), 204 (fig. 33.3), 304 y 404 (fig. 33.4). Debido a la
naturaleza agresiva del perro, el tratamiento endodóncico y la restauración de los cuatro dientes
se realizaron en una sola sesión.
Figura 33.2
Radiografía lateral centrada en el ápice del 104. Se tomó para confirmar el adecuado relleno del canal radicular
desbridado y el desinfectado del 104 previo a la colocación de la restauración final.
Figura 33.3
Radiografía lateral centrada en el ápice del 204. Se tomó para confirmar el adecuado relleno del canal radicular
desbridado y el desinfectado del 204 previo a la colocación de la restauración final.
Figura 33.4
Radiografía rostrocaudal de la mandíbula anterior. Se tomó para confirmar el adecuado relleno del canal radicular
desbridado y el desinfectado del 304 y 404 previo a la colocación de la restauración final.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Antibióticos durante 10 días.
• AINE durante 5 días.
• El perro se citó para revisión bajo anestesia a los 6 meses.
REVISIONES CLÍNICAS
Se sometió al perro a anestesia general para examen oral y radiografía 6 meses después del
tratamiento inicial. No hubo ninguna mejoría en el temperamento.
Las restauraciones estaban intactas y no había pruebas de decoloración del diente. El borde ventral
de la mandíbula tenía un contorno normal. Las radiografías mostraron la cicatrización de los
defectos periapicales.
PRONÓSTICO
Durante todo el tiempo que las restauraciones estén en su sitio, no necesitará tratamiento
complementario.
Se informó al propietario de que, en caso de que el perro necesitara anestesia general por
cualquier otra razón, se realizarían unas radiografías de los caninos.
COMENTARIOS
El tratamiento endodóncico de los dientes con necrosis pulpar generalmente se hace en dos o más
etapas. La razón estriba en que es improbable que se pueda conseguir la limpieza adecuada del
conducto radicular en un único procedimiento anestésico. La primera etapa consiste en la
pulpectomía y el desbridamiento (limado y lavado), seguido del rellenado del canal radicular con
material antiséptico temporal y de la colocación de un material de obturación (para sellar el canal
radicular del ambiente oral). La segunda etapa consiste en retirar la obturación temporal y el material
de endodoncia de la raíz y el desbridamiento adicional del canal radicular. Si dicho canal está limpio,
se rellena con un material de endodoncia permanente y el diente se obtura; si aún no se halla limpio,
se coloca de nuevo el material de relleno radicular antiséptico temporal y la obturación y el
tratamiento final se hace en una tercera etapa. Generalmente son suficientes dos sesiones separadas de
3-6 semanas.
Debido a la naturaleza agresiva de este perro, se decidió llevar a cabo el tratamiento endodóncico
(pulpectomía, desbridamiento, relleno del canal radicular y restauración) en una sola sesión. El
procedimiento completo, incluidos examen y radiografía, se realizó en unas 5 horas.
Nosotros no administramos antibióticos postoperatorios rutinariamente después del tratamiento
endodóncico. Sin embargo, en este caso, debido a la extensa destrucción periapical y a que el
tratamiento endodóncico se llevó a cabo en una sola sesión, nos pareció prudente usar antibióticos.
No deberían haber sido necesarios.
La elección de efectuar la terapia endodóncica y la restauración en lugar de la extracción se basaba
en que los dientes caninos son funcionalmente importantes si no hay evidencia de periodontitis.
Además, la extracción implica el riesgo de fractura iatrogénica de mandíbula debido a la pérdida
ósea preexistente.
No hubo mejoría en el temperamento después del tratamiento. Aunque el propietario no sabía
cuándo habían ocurrido las fracturas, las radiografías mostraban dientes maduros, así que el perro
debería tener más de 1 año y el comportamiento agresivo empezó a las 16 semanas. Por consiguiente,
los dos no se correlacionan. Se aconsejó al propietario que consultara con un especialista en
comportamiento animal para el tratamiento de la agresividad.
34
Fracturas dentarias múltiples y del hueso maxilar y mandibular
PRESENTACIÓN INICIAL
Vacilación y ansiedad al morder y múltiples dientes fracturados.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro policía de raza pastor alemán de 6 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El paciente era un perro policía activo que había empezado a vacilar durante el agarre algunos meses
antes. Primeramente parecía vacilante al morder, y por consiguiente no sujetaba la manga. Se le había
quitado del entrenamiento en varias ocasiones debido a la vacilación y el titubeo.
Su propio veterinario identificó algunos dientes fracturados en el examen consciente y nos refirió
el caso. No había historia previa de problemas dentales u orales.
El entrenador nos informó de que el perro tenía obsesión en morder cuando estaba enjaulado y era
probable que los dientes se hubieran fracturado en el último año, es decir, no se trataba de una lesión
nueva, pero su trabajo de agarre había sido bueno hasta hacía algunos meses.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era un perro sumamente obediente que admitió un cuidadoso examen que mostró lo siguiente:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada.
3. Desgaste generalizado de los dientes.
4. Fractura de la corona complicada (FCC) del 103, 104 y 203.
5. Decoloración del 102.
6. Ausencia del 405 y 308.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se realizó un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada leve.
2. Desgaste generalizado de los dientes (atrición y abrasión).
3. Una FCC del 103 (fig. 34.1), 104 (fig. 34.1) y 203 (fig. 34.2a).
4. Decoloración del 102 (fig. 34.1).
5. Fractura de la corona no complicada (FCNC) del 105 y 107.
6. Ausencia del 405, 411, 308 y 311.
Figura 34.1
Fotografía oblicua lateral del maxilar rostral derecho. Apréciese la FCC del 103 y 104 y la decoloración del 102.
Figura 34.2
Fotografías y radiografías centradas en el 203.
a) Fotografía lateral oblicua de la maxila rostral izquierda. Es evidente la FCC del 203.
Apréciese la superficie de desgaste en la cara distal del 204 debido a la costumbre de morder la
jaula.
b) Radiografía rostrocaudal centrada en el 203. Apréciese la fractura del premaxilar a la altura
del ápice del 203.
c) Radiografía rostrocaudal del alveolo de extracción del 203. La línea de fractura es aún más
evidente después de la extracción del 203.
d) Fotografía lateral oblicua del sitio de extracción. El colgajo usado para suturar el alveolo
cerrado proporcionará estabilidad durante la cicatrización de la fractura maxilar.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 102 (decolorado), 103 (FCC), 104 (FCC), 203 (FCC), 204
(contralateral sano), 105 (FCNC) y 107 (FCNC), y también de las regiones del 405 y 308 (donde
faltaban los dientes).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Lo más significativo que se encontró fue una fractura de la premaxila (fig. 34.2b) a la altura del ápice
del 203 (FCC).
No había evidencia de patología periapical del 102 (decolorado), 103 (FCC), 105 (FCNC) o 107
(FCNC), pero sí periodontitis apical y reabsorción radicular externa del 104 (FCC); tampoco existía
evidencia de dientes no erupcionados o restos radiculares de las regiones del 405 o 308.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Fractura de la premaxila a la altura del ápice del 203.
2. Gingivitis generalizada moderada.
3. Desgaste generalizado dentario (atrición y abrasión).
4. Una FCC del 103, 104 y 203.
5. Patología periapical asociada al 104.
6. Decoloración del 102 (sin evidencia de patología periapical).
7. Una FCNC del 105 y 107 (sin evidencia de patología pulpar/periapical).
8. Ausencia del 405, 411, 308 y 311 (sin evidencia de dientes no erupcionados o restos
radiculares).
REPASO DE LA TEORÍA
La fractura de un diente puede afectar a la corona y a la raíz o sólo a la raíz.
Las fracturas de la corona se clasifican como complicadas, si la línea de fractura expone la pulpa
al ambiente oral, y como no complicadas, si no producen la exposición de la pulpa. Las fracturas de
la corona son visualmente evidentes. Sin embargo, a veces puede ser difícil determinar si la pulpa
está expuesta por la línea de fractura y es necesario realizar un examen bajo anestesia general con un
explorador dental y una radiografía.
Las FCC siempre necesitan tratamiento. Una pulpa expuesta puede inflamarse y al final sufrir
necrosis. La inflamación puede extenderse por la pulpa para implicar al área periapical. Un diente
primario con FCC debe extraerse para evitar el daño en el desarrollo del diente permanente
adyacente. Un diente permanente, si no está afectado por la enfermedad periodontal, puede tratarse
por medio del tratamiento endodóncico. Si el diente tiene periodontitis o la fractura es demasiado
extensa, la extracción constituye el tratamiento de elección. Es preferible la extracción de un diente
con una FCC antes que no aplicar ningún tratamiento.
Las FCNC pueden también requerir tratamiento cuando los túbulos de la dentina están expuestos
permitiendo la comunicación entre la pulpa y el ambiente oral y puede darse la inflamación o
necrosis de la pulpa. Una FCNC generalmente requiere un tratamiento mínimo, como eliminar los
bordes cortantes con una fresa y sellar los túbulos dentinarios expuestos con un barniz o un material
de restauración. Sin embargo, tales fracturas precisan monitorización (examen clínico y radiografía)
a intervalos regulares para asegurar que la pulpa que queda es vital. Si se desarrolla una enfermedad
pulpar y periapical, el diente requiere extracción o tratamiento endodóncico.
Los dientes con cambio de color normalmente tienen una necrosis pulpar y posiblemente también
enfermedad periapical. Las radiografías son obligatorias. Si hay enfermedad pulpar/periapical, los
dientes necesitan extracción o tratamiento endodóncico.
Los dientes ausentes en el examen clínico siempre precisan investigación radiográfica. Es posible
que haya restos radiculares de extracciones previas (improbable en este caso porque no había
historial previo de tratamiento dental) que podrían necesitar retirarse o que los dientes no hayan
erupcionado. Los dientes no erupcionados pueden estar involucrados en el desarrollo de quistes
foliculares (dentígeros) que pueden causar una destrucción masiva de hueso cuando van ampliándose.
Un diente no erupcionado debería extraerse o ser controlado radiográficamente (para el diagnóstico
precoz del quiste) a intervalos regulares.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Las FCC siempre necesitan tratamiento.
• Un diente primario con una FCC debe extraerse para evitar el daño en el desarrollo del diente permanente adyacente.
• Una FCNC generalmente requiere un tratamiento mínimo.
• Los dientes con cambios de color normalmente tienen necrosis pulpar y posiblemente también enfermedad periapical.
• Los dientes ausentes en el examen clínico siempre necesitan una investigación radiográfica.
• Un diente no erupcionado debería extraerse o ser controlado radiográficamente.
• Los caninos superiores son unos dientes funcionalmente importantes y deben mantenerse siempre que se pueda.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico y restauración del 102, 103, 104 y 203.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y proveer un ambiente limpio.
2. Extracción del 102, 103 y 203. Como estos dientes no son funcionalmente importantes, se
eligió la extracción en un solo procedimiento en lugar del tratamiento endodóncico y la
restauración, que requieren radiografías después de los 3 y 6 meses. Se realizó una técnica de
extracción abierta para permitir una cicatrización primaria. Las radiografías confirmaron la
extracción exitosa en todos los sitios (fig. 34.2c). El colgajo suturado sobre el alveolo de
extracción también suministró soporte durante la cicatrización de la fractura maxilar (fig. 34.2d).
3. Tratamiento endodóncico (pulpectomia, relleno del conducto radicular y restauración) del
104. Los caninos superiores son dientes funcionalmente importantes y deben mantenerse
siempre que se pueda. Esto resulta especialmente importante en un perro que trabaja como perro
policía, pues los dientes caninos se usan para sujetar la presa. No había evidencia de
periodontitis y sí más del 50% de la altura de la corona original, así que se trataba de un diente
ideal para el tratamiento endodóncico y la restauración.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Cepillado dental diario.
• Dieta blanda durante 3 semanas.
• No realizar trabajo de manga durante 3 semanas.
• Analgésicos durante 3 semanas.
• El perro se citó para el examen consciente después de 3 semanas.
• También se citó para examen oral y radiografías del 104 (para valorar el desarrollo del tratamiento endodóncico), 105 y 107
(para controlar el estado periapical) bajo anestesia general después de 6 meses.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen consciente 3 semanas después de la cirugía mostró que los sitios de extracción habían
curado bien. El entrenador nos informó de que el perro estaba más contento y había dejado de
morder la jaula.
Una llamada telefónica del entrenador a las 6 semanas nos informó de que había regresado
completamente y en muy buen estado a su trabajo normal de manga.
La revisión de los 6 meses para monitorizar el desarrollo del tratamiento endodóncico del 104 y el
estado periapical del 105 y 107 se realiza en el tiempo previsto.
PRONÓSTICO
La fractura estable del premaxilar debe cicatrizar en 3 o 4 semanas. El tratamiento endodóncico y la
restauración se asocian con un índice de éxito alto. El perro debe estar disponible para regresar al
trabajo en 3 o 4 semanas.
COMENTARIOS
La vacilación y ansiedad con la manga probablemente se debían a la fractura del premaxilar en lugar
de a la fractura de los dientes. El acto de morder la jaula podría haber sido un reflejo del
malestar/dolor oral.
35
Lesiones dentarias iatrogénicas
PRESENTACIÓN INICIAL
Inflamación de la mandíbula rostral izquierda y fístula de drenaje en el borde ventral de la mandíbula rostral izquierda.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro de raza labrador esterilizado de 6 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Cinco años antes se había resuelto una fractura mandibular rostral, cuando el perro tenía 1 año, en un
centro especialista con experiencia ortopédica. Las notas clínicas y las radiografías se habían
«perdido», así que los detalles del tratamiento no estaban disponibles.
Había una fístula en el borde ventral de la mandíbula izquierda desarrollada 3 años después de la
reparación de la fractura mandibular. El perro se remitió entonces al mismo centro especialista. Se
realizaron radiografías que mostraron radiolucidez periapical asociada con el 304 y se diagnosticó
como «absceso apical». Esta condición se trató con antibióticos durante mucho tiempo. El problema
se resolvió, pero apareció de nuevo a los 3 meses de terminar el tratamiento antibiótico. El perro
entonces se trató intermitentemente con antibióticos durante más de 2 años antes de sernos remitido.
La terapia antibiótica produjo mejora, pero la fístula continuó y empezó a drenar a las pocas semanas
de finalizar el ciclo de tratamiento antibiótico.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro era sumamente obediente y permitió el examen consciente cuidadoso de la cabeza y la boca,
que reveló lo siguiente:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada.
3. Ausencia de todos los incisivos mandibulares.
4. Ausencia de algunos premolares mandibulares.
5. Inflamación dura de la mandíbula rostral izquierda (ninguna reacción a la palpación firme).
6. Fístula de drenaje en el borde ventral de la mandíbula izquierda (fluido amarillo y pastoso).
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales, y todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada leve.
2. Inflamación dura de la mandíbula rostral izquierda (fig. 35.1).
3. Fístula de drenaje en el borde ventral de la mandíbula izquierda (fig. 35.1).
4. Todos los incisivos mandibulares, así como el 307, 308, 406 y 408, estaban ausentes.
5. Inflamación gingival en la región del 406 ausente.
Figura 35.1
Fotografía ventrolateral oblicua de la mandíbula izquierda. El borde ventral de la mandíbula izquierda está duro e
inflamado, con un trayecto de drenaje. El trayecto de drenaje tiene su origen en la inflamación periapical del 304.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de la mandíbula rostral del 304 y 404 y en los sitios de los desaparecidos
307, 308, 406 y 408.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Los siguientes eran evidentes sobre las radiografías:
1. Inflamación ósea con nuevo hueso perióstico en la mandíbula rostral izquierda.
2. Los dientes 304 y 404 eran inmaduros, con un amplio diámetro del sistema pulpar y un cierre
incompleto del ápice (fig. 35.2a-c).
3. Radiolucidez alrededor del ápice del 304 (fig. 35.2a).
4. Radiolucidez circular en la mitad de la raíz del 304 (fig. 35.2a, c) y 404 (fig. 35.2a, b).
5. Vestigios radiculares del 307 (fig. 35.2c) y del 406 (fig. 35.2b).
6. Ausencia de los dientes 308 y 408.
7. Ausencia de todos los incisivos mandibulares.
Figura 35.2
Radiografías de la mandíbula rostral.
a) Vista rostrocaudal. Aunque el perro tiene 6 años, el 304 y 404 son dientes inmaduros (amplia
cavidad pulpar y cierre incompleto apical). El desarrollo de estos dientes es compatible con un
perro joven de 1 año. Por consiguiente, la inflamación pulpar y la necrosis (que detuvieron el
desarrollo complementario del diente) debieron de haber ocurrido sobre los 9 meses.
Apréciense las radiolucideces circulares en la mitad de la raíz del 304 y 404, compatibles con
los agujeros taladrados para introducir una aguja o un tornillo para reparar la fractura
mandibular rostral. La inflamación pulpar y la necrosis del 304 empezaron a afectar el tejido
periapical, como se evidencia radiográficamente por la zona radiolúcida alrededor del ápice de
la raíz. El nuevo hueso perióstico formado en el lado izquierdo es consecuencia de la
enfermedad pulpar y periapical del 304.
b) Vista lateral de la mandíbula rostral derecha. Apréciese la radiolucidez circular en la mitad
de la raíz, compatible con un orificio de taladro, y el diente inmaduro 404. Los orificios
taladrados a través de los dientes pueden causar pulpitis y necrosis pulpar y el cese del
desarrollo del diente, como se ve en el 404. Clínicamente hay una inflamación gingival sobre el
diente ausente 406. La radiografía muestra restos radiculares como la causa probable de la
inflamación gingival.
c) Vista lateral de la mandíbula rostral izquierda. Apréciese la radiolucidez circular en la mitad
de la raíz, compatible con un orificio de taladro, y el diente inmaduro 304 con destrucción
periapical. Los orificios taladrados a través de los dientes pueden causar pulpitis y necrosis
pulpar y el cese del desarrollo del diente y, con el tiempo, el desarrollo de complicaciones
periapicales, como se ve en el 304. Apréciense también los restos radiculares del 307. La encía
sobre los restos radiculares no estaba inflamada.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Gingivitis generalizada leve.
2. Enfermedad pulpar y periapical del 304 y 404 (radiolucidez apical del 304; la fístula de
drenaje en el borde ventral de la mandíbula izquierda y la proliferación ósea de la mandíbula
rostral izquierda eran consecuencia de la enfermedad pulpar del 304).
3. Todos los incisivos mandibulares estaban ausentes.
4. Restos radiculares del 307 y 406.
REPASO DE LA TEORÍA
El desarrollo del 304 y 404 estaba incompleto, compatible con un perro joven de 1 año. Por
consiguiente, la inflamación pulpar y la necrosis (que detuvieron el desarrollo del diente
complementario) debieron de haber ocurrido sobre los 9 meses.
Las radiolucideces circulares en las raíces de ambos dientes eran compatibles con los orificios del
taladro para una aguja o un tornillo usados en la reparación de la fractura mandibular rostral. El
taladro a través de la raíz de un diente causará inflamación de la pulpa, necrosis y, con el tiempo (de
meses a años), complicaciones periapicales.
La radiolucidez periapical relacionada con el 304, así como la inflamación ósea con proliferación
perióstica y la fístula de drenaje en el borde ventral de la mandíbula izquierda, eran complicaciones
debidas a la necrosis pulpar. En este caso pasaron 3 años antes de que las consecuencias del daño
iatrogénico fueran evidentes clínicamente. La reparación de la fractura mandibular causó la lesión de
los dientes, con el desarrollo consiguiente de complicaciones periapicales. Cabe recordar que las
enfermedades pulpares/periapicales están relacionadas con molestias y dolor.
La enfermedad periapical como consecuencia de la necrosis pulpar se trata eliminando la causa de
la inflamación, en este caso la necrosis pulpar. Una vez que la causa de la reacción inflamatoria se ha
eliminado, el defecto óseo y la fístula de drenaje pueden cicatrizar. La necrosis pulpar puede retirarse
de una o dos maneras: mediante un tratamiento endodóncico y restauración (la pulpa se retira, el
canal radicular se desbrida y rellena, el sitio de acceso se restaura y el diente se mantiene) o con la
extracción del diente afectado (todo el diente se retira). En este caso, los agujeros taladrados a través
de los dientes excluyen el tratamiento endodóncico porque resulta técnicamente imposible retirar
pulpa adecuadamente y rellenar el canal radicular (el material radicular de sellado puede dispersarse
dentro del tejido periodontal alrededor del diente). Por consiguiente, la extracción de los dientes es la
única alternativa posible con la patología periapical.
Los dientes ausentes en el examen clínico siempre necesitan una investigación radiográfica. Es
posible que haya restos radiculares de extracciones previas que podría ser necesario retirar o que los
dientes no hayan erupcionado. Los dientes no erupcionados pueden estar involucrados en el
desarrollo de quistes foliculares (dentígeros) que pueden causar una destrucción masiva de hueso
cuando van ampliándose. Un diente no erupcionado debería extraerse o ser controlado
radiográficamente (para el diagnóstico precoz del quiste) a intervalos regulares.
Este perro había perdido todos los incisivos mandibulares clínica y radiográficamente. Es
probable que estos dientes se extrajeran en la época de la reparación de la fractura mandibular. Los
restos radiculares del 307 y 406 podrían deberse a las fracturas dentarias ocurridas al mismo tiempo
que el traumatismo que causó la fractura mandibular, pero también podrían haberse extraído
incompletamente en el mismo momento de la reparación de la fractura. La ausencia del 308 y 408
(clínica y radiográficamente) se consideró congénita.
CONSEJOS CLÍNICOS
• El taladro a través de la raíz de un diente causará inflamación de la pulpa, necrosis y, con el tiempo (de meses a años),
complicaciones periapicales.
• Las enfermedades pulpares/periapicales están relacionadas con molestias y dolor.
• Los dientes ausentes en el examen clínico siempre necesitan una investigación radiográfica.
• Un diente no erupcionado debería extraerse o ser controlado radiográficamente (para el diagnóstico precoz del quiste) a
intervalos regulares.
• Las técnicas ortopédicas normales, como las agujas y las placas, no están recomendadas para la reparación de las fracturas
mandibulares rostrales.
• Los antibióticos solos no curarán la enfermedad periapical.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
La extracción del 304 y 404 era la única alternativa.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y los cálculos y suministrar un ambiente limpio
para la extracciones.
2. Extracción abierta del 404 (fig. 35.3a-c) y del 304 (fig. 35.4). Los colgajos se suturaron con
Monocryl 5/0.
3. La fístula de drenaje se desbridó y se permitió la cicatrización por segunda intención.
4. Los restos radiculares del 406 se extrajeron porque había inflamación de la encía que los
cubría. En cambio, no había evidencia de inflamación de la encía que cubría la zona del resto
radicular del 307 y por consiguiente se dejó en su sitio.
Figura 35.3
Fotografía lateral durante la extracción del 404 (a), fotografía del diente extraído 404 (b) y radiografía
postextracción (c).
a) Se elevó un colgajo mucoperióstico de espesor completo. Apréciese el orificio de taladro.
b) Apréciese el orificio taladrado en el diente extraído 404.
c) La radiografía confirma el éxito de extracción del 304 y 404.
Figura 35.4
Fotografía del diente extraído 304. Apréciese el orificio de taladro.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• Cepillado dental diario.
• Analgésicos durante 5 días.
• El perro se citó para revisión consciente después de 3 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen consciente a las 3 semanas de la cirugía mostró que los sitios de extracción habían curado
bien y no había evidencia de trayecto fistuloso en el borde ventral de la mandíbula.
PRÓNOSTICO
Es excelente. La causa de la patología se ha eliminado.
Una vez que los sitios de extracción han curado, el perro no sufre molestias ni dolor y tiene una
mordida funcional.
COMENTARIOS
Las técnicas ortopédicas normales, como las agujas y las placas, no están recomendadas para la
reparación de las fracturas mandibulares rostrales. La probabilidad de dañar los dientes y las
estructuras anatómicas orales (p. ej., el canal mandibular) es totalmente inaceptable y el animal
sufrirá molestias y dolor por el daño iatrogénico causado por estas técnicas. En este caso, el perro
vivió con un foco de infección que le causaba malestar y posiblemente dolor durante 5 años.
Las fracturas mandibulares se reparan mejor usando técnicas como el cerclaje de alambre
ortopédico, la fijación externa o férulas intraorales acrílicas. Estas técnicas permiten el
mantenimiento de la oclusión y la fijación de la fractura sin dañar los dientes y las estructuras
anatómicas orales.
Los antibióticos solos no curarán la enfermedad periapical. Pueden reducir las señales clínicas (p.
ej., detienen los drenajes de las fístulas) durante un período de tiempo, pero mientras haya necrosis
pulpar la enfermedad recurrirá y progresará. En este caso, los antibióticos se usaron
intermitentemente durante 2 años, cuando el tratamiento apropiado hubiera sido la extracción.
Este caso señala la importancia del conocimiento de la fisiopatología pulpar/periapical a la hora de
elegir la opción de tratamiento correcta.
36
Fractura de la corona complicada en un diente inmaduro
PRESENTACIÓN INICIAL
Diente 404 fracturado con exposición pulpar sangrante.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro mestizo entero de 7 meses.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El perro volvió de una carrera sangrando por la boca. Los propietarios lo llevaron a su veterinario,
quien identificó una fractura de la corona complicada (FCC) del 404. El perro se trató con
analgésicos y se nos refirió. Lo vimos al día siguiente de ocurrir la lesión.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era un perro muy nervioso pero no agresivo y permitió el examen consciente de la cara y un examen
rápido de la cavidad oral.
La oclusión era normal y había una gingivitis generalizada moderada. La punta de la corona del
404 estaba fracturada y la pulpa expuesta.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada moderada.
2. Una FCC del 404.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 404 (FCC) y del 304 (contralateral sano).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las radiografías confirmaron que tanto el 304 como el 404 eran dientes inmaduros, como cabía
esperar en un perro de 7 meses.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Una FCC en un diente inmaduro.
2. Gingivitis generalizada moderada.
REPASO DE LA TEORÍA
Una pulpectomía parcial y un recubrimiento pulpar directo constituyen el tratamiento indicado para
una fractura de la corona reciente de un diente con exposición pulpar en los dientes inmaduros. Un
diente inmaduro tiene una capa fina de dentina y un ápice abierto, lo que permite un buen suministro
de sangre a la pulpa. El tratamiento está encaminado a mantener la pulpa viable y esto es necesario
para que continúe el desarrollo de la raíz.
Para optimizar el resultado, la pulpectomía parcial y el recubrimiento pulpar directo necesitan
hacerse tan rápido como se pueda después de que haya ocurrido la lesión. El caso remitido debe
concertarse como urgente.
Una vez que el desarrollo de la raíz es completo, es decir, el ápice está cerrado y se ha depositado
suficiente dentina, ha de llevarse a cabo el tratamiento endodóncico convencional (pulpectomía y
rellenado radicular).
CONSEJOS CLÍNICOS
• Una pulpectomía parcial y un recubrimiento pulpar directo es el tratamiento indicado para una fractura de la corona reciente
de un diente con exposición pulpar en los dientes inmaduros.
• Para optimizar el resultado, la pulpectomía parcial y el recubrimiento pulpar directo necesitan efectuarse tan rápido como se
pueda después de que haya ocurrido la lesión, por lo que si el caso es remitido debe considerarse una urgencia.
• El propósito de una pulpectomía parcial y del recubrimiento pulpar directo es mantener la pulpa viva para que termine el
desarrollo radicular.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico (pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y
restauración) del 404.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal de retirar la placa y los cálculos y proveer un ambiente limpio.
2. Pulpectomía parcial, recubrimiento pulpar directo y restauración del 404 (fig. 36.1).
Figura 36.1
Radiografía lateral del 404. Se realizó después de la pulpectomía parcial y del recubrimiento pulpar directo.
Apréciense la delgada capa de dentina y el cierre incompleto del ápice.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Enjuagues diarios con clorhexidina durante 1 semana.
• Comienzo rápido del cepillado dental.
• El perro se citó para examen y radiografía y para el tratamiento complementario requerido (endodoncia convencional) 6
meses después del tratamiento inicial; se avisó al propietario de que contactara con nosotros lo antes posible si el diente
empezaba a decolorarse.
REVISIONES CLÍNICAS
Debido a circunstancias personales, el propietario fue incapaz de asistir a la cita de revisión de los 6
meses. Las conversaciones telefónicas revelaron que el perro estaba bien, la restauración permanecía
intacta y el diente no se había decolorado. Se dio una nueva cita 9 meses después del tratamiento
original.
El examen y las radiografías en este momento mostraron un buen resultado de la pulpectomía
parcial y del recubrimiento pulpar directo. La obturación estaba intacta, sin prueba de filtración
menor (es decir, sin mancha alrededor de los bordes de la restauración). La radiografía (fig. 36.2)
mostraba el desarrollo de la raíz, con paredes de dentina gruesas y ápice cerrado. Se llevó a cabo el
tratamiento convencional endodóncico (pulpectomía total, desbridamiento, rellenado del canal
radicular y restauración).
Figura 36.2
Radiografía lateral del 404. Se realizó 9 meses después de la pulpectomía parcial y del recubrimiento pulpar directo
indicado en la figura 36.1. Apréciese la continuación del desarrollo radicular, con deposición de dentina y cierre del ápice. En este
momento se realizó una pulpectomía total y un relleno radicular.
Una revisión con radiografía a los 6 meses después del tratamiento convencional endodóncico no
mostró evidencia de patología periapical (fig. 36.3) y confirmó el buen desarrollo del procedimiento.
Figura 36.3
Radiografía lateral del 404. Se realizó 6 meses más tarde, después del procedimiento de pulpectomía total y relleno
radicular. La radiografía indica el buen resultado del procedimiento endodóncico y no hay evidencia de enfermedad periapical. No será
necesario un tratamiento complementario durante el tiempo en el que la restauración se mantenga intacta.
PRONÓSTICO
No será necesario un tratamiento complementario a menos que la obturación sea dañada o perdida.
Se avisó al propietario de que contactara con nosotros inmediatamente si esto ocurría.
COMENTARIOS
El propósito de una pulpectomía parcial y del recubrimiento pulpar directo es mantener la pulpa viva
para que termine el desarrollo radicular. Cabe recordar que una pulpa viva no es necesariamente una
pulpa saludable. Puede estar inflamada y pueden desarrollarse una necrosis pulpar y una enfermedad
periapical. Por consiguiente, necesitan monitorizarse radiográficamente una pulpectomía parcial y un
recubrimiento pulpar directo y, una vez que se haya completado el desarrollo radicular, el diente
tiene que tratarse con una endodoncia convencional (pulpectomía total, desbridamiento y rellenado
del conducto radicular), que tiene un índice más alto de éxito a largo plazo que una pulpectomía
parcial y un recubrimiento pulpar directo.
En este caso se realizaron tres anestesias generales y 1,5 años antes estaba claro que el diente
podría mantenerse. Esto está justificado para unos dientes funcionalmente importantes y
periodontalmente sanos, como los caninos.
37
Desgaste dentario excesivo
PRESENTACIÓN INICIAL
Dientes gravemente desgastados.
DETALLES DEL PACIENTE
Perro mestizo esterilizado de 6 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
No había historial previo de enfermedades orales y dentales o tratamientos. El propietario estaba
preocupado porque los dientes estaban más cortos y parecía que se iban acortando rápidamente. El
cirujano veterinario estaba preocupado por la posible exposición pulpar como resultado del desgaste
excesivo y nos refirió el caso para su tratamiento.
El perro no manifestaba pruebas de molestias o dolor. Comía bien y no había habido cambios en el
comportamiento al comer o masticar. El propietario hacía ejercicio diariamente en la playa lanzando
pelotas de tenis al perro para que las recuperara. También tenía una selección de juguetes que mordía
en el jardín.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
El perro tenía un buen temperamento y permitió el examen consciente de la cara y de la cavidad oral.
Los hallazgos fueron los siguientes:
1. La oclusión era normal.
2. Se observó una gingivitis generalizada.
3. Había un desgaste excesivo de todos los dientes. Los incisivos habían llegado casi al nivel del
margen gingival. Todos los dientes tenían expuesta la dentina, con una evidente formación de
dentina reparadora. No había exposición pulpar obvia en ningún diente.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral y dental minucioso, incluidos los parámetros periodontales. Todos
los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada leve.
2. Desgaste excesivo de todos los dientes (fig. 37.1a, b).
3. Exposición pulpar del 404. La exploración con un explorador dental puntiagudo permitió la
entrada dentro de la cámara pulpar.
4. Periodontitis del 109 y 409. Ambos dientes tenían un aumento de la profundidad del sondaje,
así como una retracción gingival.
Figura 37.1
Fotografías clínicas.
a) Fotografía rostrocaudal centrada en los incisivos y caninos superiores. Los incisivos estaban
desgastados a la altura de la encía.
b) Fotografía lateral de los caninos y premolares superiores e inferiores derechos. Todos los
dientes están afectados por un grave desgaste.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías del 404 (con exposición pulpar), 304 (contralateral sin exposición pulpar),
109 (con periodontitis) y 409 (con periodontitis).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
El diámetro del conducto radicular del 404 era más amplio (exposición pulpar) que el del 304
(contralateral, sin exposición pulpar), lo que demostraba la necrosis pulpar y el cese de la producción
de dentina del 404. Además había una destrucción ósea periapical y reabsorción radicular externa del
404. La figura 37.2 muestra la importancia de los hallazgos radiográficos asociados al 404.
Figura 37.2
Radiografía oblicua rostrocaudal centrada en el 404. El desgaste excesivo ha producido una exposición pulpar del
404. Apréciese que el canal radicular del 404 es más ancho que el del 304, lo que indica la necrosis pulpar y el cese de la producción
de dentina en el 404 como consecuencia de la exposición pulpar. También hay destrucción ósea periapical y reabsorción radicular
externa del 404.
Los dientes 109 y 409 mostraban una extensa destrucción del margen del hueso alveolar.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Desgaste excesivo dentario que produce exposición pulpar, necrosis pulpar y complicaciones
periapicales del 404.
2. Periodontitis avanzadas del 109 y 409.
REPASO DE LA TEORÍA
Además de la reducción en el tamaño de la cavidad pulpar, lo que está relacionado con el depósito
continuo de dentina secundaria a medida que el animal va envejeciendo, también hay condiciones que
aceleran el índice del depósito de dentina secundaria produciendo el cierre prematuro del tamaño de
la cavidad pulpar. La atrición y abrasión son dos condiciones frecuentes que originan el
estrechamiento de la cavidad pulpar.
La atrición es la pérdida de sustancia del diente como consecuencia del desgaste que se da al
ponerse en contacto entre sí dientes opuestos, es decir, dientes que tienen contacto oclusal. La atrición
también se llama «desgaste oclusal». El desgaste incisal es el término usado cuando se describe el
desgaste de la región de los incisivos. Hay un desgaste progresivo que se incrementa con la edad,
produciendo con ello una erosión de las cúspides y la exposición de la dentina. El depósito de dentina
secundaria avanza con la pérdida de sustancia del diente y casi nunca hay exposición pulpar. La pulpa
de la corona podría terminar con la destrucción. La atrición es un acontecimiento fisiológico que
ocurre en grados diferentes en todos los individuos. Factores como pérdida de dientes, maloclusión y
hábitos como masticar piedras pueden producir una atrición excesiva; es decir, si la atrición resulta
demasiado rápida, la formación de dentina secundaria no puede ir al mismo tiempo y se puede
producir la exposición de la pulpa.
La abrasión es el desgaste de la estructura del diente no causado por el desgaste incisal u oclusal:
se trata del desgaste de las superficies del diente que no están en contacto. En el hombre, la causa más
común de la abrasión es el incorrecto uso del cepillo de dientes, que produce una abrasión de las
superficies vestibulares del diente, generalmente justo por encima del margen gingival. En el perro,
la causa de abrasión más común es morder las jaulas. Los tejidos duros de la superficie distal de los
dientes caninos maxilares se pierden progresivamente, debilitando el diente hasta que las coronas se
fracturan (generalmente con exposición pulpar).
En este caso, el desgaste excesivo (principalmente atrición) se debía a morder pelotas de tenis
recubiertas de arena. Una pelota de tenis seca resulta ligeramente abrasiva, pero cuando se empieza a
humedecer (saliva) y se recubre de arena, se vuelve sumamente abrasiva y causa una pérdida rápida
del tejido duro cuando los animales la muerden.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La atrición y la abrasión son dos condiciones frecuentes que producen el estrechamiento de la cavidad pulpar.
• La atrición es un acontecimiento fisiológico que ocurre en grados diferentes en todos los individuos.
• La abrasión es el desgaste de la estructura del diente que no está causada por el desgaste incisal u oclusal.
• Las medidas para prevenir la atrición y la abrasión excesivas deben instaurarse tan pronto como haya pruebas de desgaste
excesivo.
• La masticación de piedras y jugar con una pelota sobre una superficie arenosa son causas comunes de desgaste excesivo.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico y restauración del 404 y extracción del 109 y 409.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio.
2. Tratamiento endodóncico convencional (pulpectomía, desbridamiento y relleno del conducto
radicular y restauración de la cavidad de acceso) del 404 (fig. 37.3).
3. Extracción abierta del 109 y 409. Los colgajos se suturaron con Monocryl 5/0. El éxito de la
extracción se confirmó radiográficamente.
Figura 37.3
Radiografía oblicua rostrocaudal centrada en el 404. La radiografía muestra el tratamiento endodóncico completo.
La pulpa se eliminó, el canal radicular se desbridó y rellenó y la cavidad de acceso se restauró.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Comenzar el cepillado dental diario.
• Detener el juego con pelotas de tenis en la playa; si al perro le gusta perseguir pelotas, se aconseja usar pelotas de goma
blanda (menos abrasivas si se cubren con un poco de arena) en sustitución de las de tenis en vez de eliminar el juego
completamente.
• El perro se citó para examen y radiografía del 404 a los 6 meses.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen oral a los 6 meses después del tratamiento inicial reveló una encía clínicamente sana (el
propietario había cepillado los dientes diariamente) y no hubo desgaste adicional de los dientes. El
propietario había dejado de lanzar pelotas al perro. Había comprado un cachorro y los dos jugaban
juntos enérgicamente, por lo que el lanzamiento de la pelota no era necesario para hacer ejercicio. La
restauración del 404 estaba intacta y las radiografías revelaron que no había más reabsorción
radicular y el defecto apical estaba relleno con un nuevo hueso.
El perro se citó para examen oral y radiografías del 404 al año.
PRONÓSTICO
Espero ver la curación completa del hueso de la lesión periapical en el 404 en la próxima revisión
dentro de 1 año. No ha de ser necesario un tratamiento complementario.
Si la curación total no ha ocurrido, la inflamación periapical persiste y se necesitarían opciones de
tratamiento complementarias, como el tratamiento endodóncico (volver a hacer el tratamiento
convencional endodóncico, posiblemente en combinación con la endodoncia quirúrgica) o la
extracción del 404. Sin embargo, el resultado más probable es la curación completa y ningún
tratamiento adicional.
COMENTARIOS
Las medidas para prevenir la atrición y la abrasión excesivas deben instaurarse tan pronto como haya
pruebas de desgaste excesivo. La masticación de piedras es causa común de desgaste excesivo. Otra
causa es jugar con una pelota sobre una superficie arenosa, pues la pelota se moja y se cubre con
arena o arenilla y cuando el animal la muerde los dientes se desgastan excesivamente. La prevención
en tales circunstancias consiste en restringir el acceso a las piedras y en juegos con una pelota en un
ambiente donde pueda cubrirse con material abrasivo.
La periodontitis avanzada con la extensa pérdida ósea del 109 y 409 fue una condición distinta (es
decir, no es una consecuencia de la abrasión por la que el perro se nos refirió inicialmente) e ilustra
la importancia de un examen oral completo en todos los casos.
38
Displasia del esmalte
PRESENTACIÓN INICIAL
Dientes con cambio de coloración y con esmalte defectuoso.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra pastor de Shetland esterilizada de 6 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
Los dientes permanentes parecieron normales cuando erupcionaron. Sin embargo, a los pocos meses
parecían desconcharse secciones de esmalte y los dientes empezaron a cambiar de color. La perra
había recibido tratamiento periodontal profesional (limpieza y pulido) en dos ocasiones sin evidente
mejoría. Tuvo un buen carácter hasta los 4 años, momento en el que empezó a evitar que le tocaran la
boca y se volvió progresivamente más precavida y agresiva. Ahora era imposible revisarle la boca.
No hubo ningún problema con el examen general completo y su comportamiento sólo era agresivo
cuando nos acercábamos a su cabeza.
El propietario estaba preocupado por la interacción de la perra con sus niños pequeños.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
La perra no admitía el acceso a su cara en absoluto, por lo que el examen oral consciente no se llevó
a cabo.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se hizo un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en la ficha dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada leve.
3. Displasia del esmalte generalizada (fig. 38.1).
Figura 38.1
Fotografía lateral del lado izquierdo de la boca. Apréciese la displasia del esmalte generalizada. El esmalte está
parcialmente perdido en todos los dientes.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron unas radiografías completas de toda la boca (16 placas).
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Todos los dientes, excepto los incisivos y los caninos, estaban afectados por una patología pulpar y
periapical (v. fig. 38.2).
Figura 38.2
Radiografías seleccionadas. Todos los dientes (excepto los incisivos y los caninos) están afectados por enfermedad
periapical. Apréciense las distintas radiolucideces periapicales. La inflamación y la necrosis de la pulpa de estos dientes han propagado
la aparición de inflamación y destrucción del hueso periapical.
a) Vista lateral del 208 y 209.
b) Vista lateral del 305, 306 y 307.
c) Vista lateral del 309.
d) Vista lateral del 409.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Displasia del esmalte generalizada.
2. Enfermedad pulpar y periapical de todos los dientes, excepto los incisivos y los caninos.
3. Gingivitis generalizada leve.
REPASO DE LA TEORÍA
La displasia del esmalte (hipoplasia) puede definirse como una formación incompleta o defectuosa de
la matriz orgánica del esmalte del diente. El resultado es un esmalte defectuoso (blando y poroso).
Puede causarse por factores locales, sistémicos o hereditarios. Dependiendo de la causa, la condición
puede afectar a uno o a algunos dientes (forma localizada) o a todos los dientes en la dentición
(forma generalizada). Cabe recordar que la displasia del esmalte ocurre solamente si el defecto se da
durante la etapa de formación del esmalte, es decir, durante la amelogénesis. Por tanto, el defecto
sucede antes de que el diente erupcione en la cavidad oral. La formación de la corona dura del día 42
de gestación al día 15 posparto para la dentición primaria y de la segunda semana al tercer mes
posparto para los dientes permanentes de perros y gatos. Dependiendo de la época del daño, la
displasia del esmalte puede afectar a dientes primarios y/o permanentes. Solamente las áreas de
esmalte que están experimentando la formación activa durante el período del daño pueden ser
afectadas. Esto se puede ver clínicamente como bandas de esmalte displásico rodeando la corona, con
áreas de esmalte normal en otro lugar del diente.
Los dientes con displasia del esmalte pueden aparecer normales en el momento de la erupción,
pero rápidamente empiezan a cambiar de color cuando el esmalte defectuoso (poroso) empieza a
absorber pigmentos (de comida, tierra, etc.). En los dientes más gravemente afectados, el esmalte
defectuoso puede desprenderse con el uso. En muchos casos graves, el esmalte es visiblemente
deficiente, decolorado en parches o parcialmente perdido alrededor del tiempo de la erupción.
Como ya se dijo, las displasias del esmalte pueden estar causadas por factores locales, sistémicos o
hereditarios. Los factores locales incluyen el traumatismo de la corona en desarrollo, por ejemplo un
golpe en la cara o una infección. Generalmente sólo uno o pocos dientes están afectados. Los factores
sistémicos incluyen deficiencias nutricionales, trastornos febriles, hipocalcemia y consumo excesivo
de flúor durante el período de formación del esmalte. Generalmente, la mayoría de los dientes están
afectados. Históricamente, la displasia del esmalte en los perros ocurría por la infección del
moquillo. Esto hoy resulta infrecuente porque la mayoría de los perros se vacunan contra el
moquillo. Los tipos hereditarios de displasia del esmalte se han descrito en seres humanos, pero la
incidencia en gatos y perros se desconoce.
La dentina mal protegida o expuesta es dolorosa. Los dientes afectados empiezan a ser sensibles
con la edad creciente del animal, ya que la dentina secundaria se deposita constantemente junto a la
pulpa. Otra consideración es que la displasia del esmalte favorece la placa dental.
En los casos graves de hipoplasia de esmalte generalizada, donde la dentina está expuesta a la
cavidad oral eficazmente, puede darse enfermedad pulpar crónica y potencial enfermedad periodontal
debido a la irritación pulpar a través de los túbulos dentinarios pobremente protegidos o expuestos.
CONSEJOS CLÍNICOS
• La displasia del esmalte (hipoplasia) puede definirse como una formación incompleta o defectuosa de la matriz orgánica del
esmalte del diente. El resultado es un esmalte defectuoso (blando y poroso).
• La displasia del esmalte puede ser causada por factores locales, sistémicos o hereditarios.
• La displasia del esmalte ocurre solamente si el defecto se da durante la etapa de formación del esmalte.
• La dentina mal protegida o expuesta es dolorosa.
• En los casos graves de hipoplasia de esmalte generalizada, donde la dentina está expuesta a la cavidad oral eficazmente,
puede ocurrir enfermedad pulpar crónica y potencial enfermedad periodontal. Se requieren monitorización y valoración
radiológica.
• En el tratamiento de los pacientes afectados por hipoplasia del esmalte, la higiene oral es de importancia primordial.
• En animales jóvenes que presentan señales de malestar, la aplicación tópica de flúor puede ser beneficiosa.
• El desbridamiento del defecto y el reemplazamiento del tejido perdido con un material de relleno apropiado resulta útil para
las lesiones más pequeñas.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
Extracción o tratamiento endodóncico y restauración de todos los dientes, excepto de los incisivos y
los caninos.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para retirar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio. Los
cálculos se retiraron cuidadosamente usando instrumentos de mano (raspadores y curetas)
porque los instrumentos mecánicos podrían producir una eliminación del esmalte blando
restante. La eliminación de la placa y el pulido de las superficies del diente se consiguieron con
una copa de pulido de goma blanda y una pasta de grano fino.
2. Extracción abierta de todos los dientes, excepto los incisivos y los caninos. Los colgajos de
acceso se suturaron con Monocryl 5/0. El éxito de la extracción se confirmó radiográficamente.
La figura 38.3 muestra la apariencia clínica de la enfermedad periapical.
Figura 38.3
Fotografía del diente 409 extraído. Apréciese el tejido blando adherido a los ápices radiculares. Histológicamente,
este tejido es probablemente un tejido de granulación que reemplaza el hueso periapical destruido.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Antibióticos durante 10 días.
• Comida blanda.
• La perra se citó para el examen bajo anestesia general (porque no permitía el examen oral consciente) después de 3 semanas.
REVISIONES CLÍNICAS
En la revisión a las 3 semanas, el propietario nos informó de un cambio drástico en el
comportamiento. La perra llevaba mucho tiempo sin estar preocupada porque le tocaran la cara.
Permitió el examen consciente de la cavidad oral (así que el examen bajo anestesia general no se
requirió), que reveló la curación de todos los sitios de extracción. No le molestaba el cepillado dental
suave de las superficies vestibulares de los incisivos y los caninos. Se mostró al propietario cómo
cepillar los dientes y se le aconsejó que lo hiciera diariamente. Se citó para revisión a los 3 meses.
En la revisión de los 3 meses, la perra tenía la encía clínicamente sana y los dientes limpios (se
aplicó la solución reveladora de placa). El propietario informó de que los dos disfrutaban con el
cepillado dental diario. Se concertó una revisión anual.
Las revisiones anuales (examen bajo anestesia general y radiografías) durante 4 años no indicaron
pruebas de enfermedad pulpar/periapical en los dientes restantes. El propietario cepillaba los dientes
diariamente.
PRONÓSTICO
Con el cepillado dental diario es muy poco probable que la perra desarrolle problemas adicionales.
COMENTARIOS
En el tratamiento de los pacientes afectados por hipoplasia del esmalte, la higiene oral es de
importancia primordial. La retirada diaria del sarro promoverá la salud periodontal y reducirá la
posible irritación pulpar. Los animales afectados requieren la valoración y monitorización
radiográfica para detectar las complicaciones, como la enfermedad pulpar y periapical. Está indicada
la realización de radiografías completas de toda la boca a intervalos regulares. En animales jóvenes
que presentan señales de malestar, la aplicación tópica de flúor puede ser beneficiosa, pues aumenta
la remineralización del esmalte y lo endurece. El efecto principal del flúor dentro del esmalte es
hacerlo más resistente a la disolución ácida que ocurre con la caries. Cabe recordar que el flúor es
potencialmente tóxico, y el riesgo de administración sistémica de productos fluorados usados para
aplicaciones tópicas resulta más grande en el perro y el gato porque se los pueden tragar. El uso de
barnices aplicados de manera profesional y geles relacionados con un aumento moderado de
concentración de flúor en el plasma puede ser más seguro que el empleo diario de pastas de dientes
con flúor. Es útil la aplicación de barnices fluorados o geles a intervalos regulares. La mejor manera
de hacer esto es después de una limpieza dental. El producto se aplica mientras el animal aún está bajo
anestesia general y el exceso del producto se quita antes de que se recupere.
En los casos gravemente afectados, el esmalte es tan blando que se elimina en la limpieza. En estos
pacientes, los acúmulos groseros de cálculos se eliminan cuidadosamente con instrumentos de mano
(un raspador o una cureta) en lugar de con limpiadores potentes (sónicos o ultrasónicos). Las
coronas se pulen con una pasta de profilaxis de grano fino (para reducir la abrasión). La restauración
del esmalte perdido, es decir, el desbridamiento del defecto y el reemplazamiento del tejido perdido
con un material de relleno apropiado, resulta útil en las lesiones más pequeñas para proteger la
sensibilidad de la dentina. No es práctico en las lesiones extensas y generalizadas. La restauración
requiere referir el caso a un especialista.
39
Caries
PRESENTACIÓN INICIAL
Ninguna.
DETALLES DEL PACIENTE
Perra de raza staffordshire bull terrier esterilizada de 6 años.
ANTECEDENTES CLÍNICOS
El veterinario que la refirió apreció caries mientras estaba realizando un tratamiento anual
periodontal.
EXAMEN ORAL CONSCIENTE
Era una perra nerviosa pero con buen carácter y permitió el examen consciente, que identificó lo
siguiente:
1. Oclusión normal.
2. Gingivitis generalizada.
3. Acumulación moderada de depósitos dentales.
4. Áreas oscuras en las superficies de masticación de los dientes molares.
EXAMEN ORAL BAJO ANESTESIA GENERAL
Se llevó a cabo un examen oral y dental minucioso, incluida la determinación de los parámetros
periodontales. Todos los hallazgos clínicos se anotaron en el registro dental.
En resumen, el examen bajo anestesia general identificó lo siguiente:
1. Gingivitis generalizada de leve a moderada.
2. Caries en las superficies oclusales del 109, 209, 309, 409 y 410.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Se realizaron radiografías de todos los dientes molares.
HALLAZGOS RADIOGRÁFICOS
Las caries oclusales del 109, 209 y 410 se extendían dentro de la dentina, pero no había pruebas de
afectación pulpar y periapical.
La caries oclusal del 409 se extendía dentro de la cámara pulpar, pero no había afectación
periapical definitiva.
La caries oclusal del 309 había producido una pérdida de sustancia del tejido duro dental y se había
extendido dentro de la cámara pulpar, con afectación periapical definitiva.
LISTA DE PROBLEMAS ORALES
1. Caries (que afectan a la dentina pero no se extienden dentro del sistema pulpar) del 109, 209 y
410.
2. Caries del 409 que se extiende dentro de la pulpa, pero sin complicaciones periapicales.
3. Caries del 309 que se extiende dentro de la pulpa y con enfermedad periapical.
4. Gingivitis generalizada de leve a moderada.
REPASO DE LA TEORÍA
Las caries generalmente afectan a los dientes que tienen verdaderas superficies oclusales,
concretamente a los molares.
Mientras que tanto la enfermedad periodontal como la caries son causadas por la acumulación de
la placa dental sobre las superficies del diente, la patogenia de las dos enfermedades es
completamente diferente. La enfermedad periodontal consiste en una inflamación del periodonto
inducida por la placa, y la caries es una destrucción de los tejidos duros del diente inducida por la
placa. La caries empieza como una desmineralización inorgánica del esmalte. La desmineralización
ocurre cuando las bacterias de la placa usan carbohidratos fermentables (normalmente azúcar) de la
dieta como fuente de energía. Los productos de fermentación producidos son ácidos que
desmineralizan el esmalte. Una vez que el esmalte se ha destruido, el proceso se extiende en la
dentina, donde se acelera como una descomposición orgánica y afecta a la pulpa, produciendo con
ello una pulpitis y al final la necrosis de la pulpa y/o la patología periapical. Las caries dentales
estimulan la formación de dentina secundaria sobre la superficie de la pared pulpar, que está
directamente debajo de ella. Si la lesión cariósica va avanzando lentamente, la deposición de dentina
secundaria puede ir al mismo ritmo que su avance y prevenir la exposición de la pulpa dental.
La desmineralización inorgánica inicial puede ser interrumpida durante todo el tiempo en el que el
proceso no ha alcanzado la unión esmalte-dentina. Sin embargo, si el proceso ha llegado a la dentina,
llega a ser irreversible y progresivo. El tratamiento (restauración o extracción) es obligatorio. En el
perro, las caries se diagnostican muy rara vez en un estado precoz de desmineralización del esmalte.
Normalmente sólo se diagnostican cuando el proceso ya involucra la dentina, la pulpa está expuesta o
hay patología periapical. Las razones por las que las caries se diagnostican rara vez en el estado de
desmineralización del esmalte en los perros son dobles: en primer lugar, las superficies oclusales
generalmente no suelen explorarse con un explorador dental durante el examen clínico; en segundo
lugar, el esmalte del perro es mucho más fino que el humano y, por tanto, resulta más probable que el
proceso se extienda hasta la dentina más rápidamente.
Las caries pueden ocurrir sobre cualquier superficie del diente. Sin embargo, las superficies
oclusales de los dientes molares parecen estar predispuestas en los perros. Clínicamente, las caries se
manifiestan como unas manchas blandas, a menudo decoloradas (marrón oscuro o negro), en el
esmalte. Un explorador dental se «engancha» en la superficie blanda cariósica del diente. Un defecto
pequeño del esmalte cubre una cavidad grande de dentina podrida. Pero no todas las lesiones están
excesivamente decoloradas en las superficies oclusales; estén o no decoloradas, deben revisarse
meticulosamente con un explorador dental. Si éste se engancha en la superficie del diente, hay
sospecha de caries y deben realizarse radiografías. Radiográficamente se ven unos defectos
radiolúcidos en el área afectada de la corona. Las radiografías también dan información de cuán
cerca de la cámara pulpar se extiende la lesión de caries (la extensión de formación de dentina
secundaria y la cantidad y el grosor de la dentina que separa la pulpa de la lesión cariósica), lo que
permite la selección del tratamiento más apropiado. Las áreas decoloradas duras y difíciles de
enganchar con el explorador no son caries. Podrían ser dentina expuesta debido a la atrición o una
mancha.
Las caries diagnosticadas requieren tratamiento. Las opciones son la extracción o la remisión a un
especialista para la restauración (si el proceso afecta al tejido pulpar, será necesario un tratamiento
endodóncico previo a la restauración). Si el proceso ha dado como resultado una pérdida grave de la
sustancia del diente en la época del diagnóstico, la extracción constituye la única alternativa. Las
medidas para impedir nuevas lesiones deben instaurarse en los animales con diagnóstico de caries.
Además de los cuidados en casa y de las modificaciones de la dieta, como se detalla en el apéndice 1,
estos perros se pueden beneficiar de las aplicaciones profesionales regulares de flúor, que aumentan
la remineralización y hacen al esmalte más resistente a la disolución ácida que ocurre con la caries.
CONSEJOS CLÍNICOS
• Las caries generalmente afectan a los dientes que tienen verdaderas superficies oclusales, los molares.
• El tratamiento de las caries es obligatorio.
• Un explorador dental se «engancha» en la superficie blanda cariósica del diente.
• Un defecto pequeño de esmalte cubre una cavidad grande de dentina podrida.
• Radiográficamente se ven unos defectos radiolúcidos en el área afectada de la corona.
• Las áreas decoloradas duras y difíciles de enganchar con el explorador no son caries.
• Las opciones de tratamiento son extracción o remisión a un especialista para la restauración.
• Las medidas para impedir nuevas lesiones deben instaurarse en los animales con diagnóstico de caries.
OPCIONES DE TRATAMIENTO
1. Extracción de todos los dientes afectados.
2. Desbridamiento y obturación del 109, 209 y 410 y extracción del 309 y 409.
3. Desbridamiento y obturación del 109, 209 y 410; desbridamiento y tratamiento endodóncico
(pulpectomía, desbridamiento del conducto radicular, relleno radicular y obturación) del 409;
desbridamiento y tratamiento endodóncico (pulpectomía, desbridamiento del conducto radicular
de la raíz mesial, relleno radicular de la raíz mesial, hemisección y extracción de la raíz distal y
restauración) del 309.
TRATAMIENTO APLICADO
1. Tratamiento periodontal para eliminar la placa y los cálculos y crear un ambiente limpio.
2. Desbridamiento y restauración del 109 (fig. 39.1a, b), 209 (fig. 39.2a, b) y 410 (fig. 39.3a, b).
3. Tratamiento endodóncico del 409 (fig. 39.4).
4. Tratamiento endodóncico de la raíz mesial del 309 y hemisección y extracción de la raíz distal
del 309 (fig. 39.5a, b).
5. Aplicación de un barniz fluorado a todos los dientes.
Figura 39.1
Desbridamiento y restauración del 109.
a) La sustancia cariósica dental se ha eliminado y la cavidad se ha preparado para aceptar la
restauración.
b) Superficie dental oclusal restaurada.
Figura 39.2
Desbridamiento y restauración del 209.
a) La sustancia cariósica dental se ha eliminado y la cavidad se ha preparado para aceptar la
restauración.
b) Superficie dental oclusal restaurada.
Figura 39.3
Radiografías laterales del 410.
a) La caries se manifiesta radiográficamente como una zona radiolúcida en la dentina.
Apréciese que el proceso no se extiende dentro del sistema pulpar.
b) La sustancia cariósica dentaria se ha eliminado y la cavidad se ha restaurado.
Figura 39.4
Radiografía lateral del 409. La radiografía confirma que los canales radiculares desbridados se han rellenado
adecuadamente con material de relleno radicular inerte.
Figura 39.5
Radiografías laterales del 309.
a) Previa al tratamiento endodóncico. Apréciese la extensa caries en la superficie oclusal distal
que claramente se extiende a la pulpa.
b) Después del tratamiento endodóncico. La raíz mesial recibió un tratamiento endodóncico
convencional (pulpectomía, desbridamiento del conducto radicular, relleno radicular y
restauración); el diente se seccionó y la corona distal y su segmento radicular se extrajeron.
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
• AINE durante 5 días.
• Comida blanda.
• No acceso a comestibles o galletas con azúcar; al preguntar al propietario durante el tiempo de baja, nos confirmó que la
perra había recibido galletas digestivas y chocolate a intervalos regulares diariamente.
• Enjuague con clorhexidina una vez al día.
• Empezar el cepillado dental diario.
• Se citó a la perra para revisión (examen bajo anestesia y radiografía) a los 6 meses.
REVISIONES CLÍNICAS
El examen bajo anestesia general 6 meses después del tratamiento inicial reveló una gingivitis
generalizada leve (el propietario había encontrado difícil realizar el cepillado dental). Todas las
obturaciones estaban intactas (fig. 39.6a, b) y no había mancha en los dientes o en los márgenes de las
restauraciones. Las radiografías confirmaron el éxito del tratamiento endodóncico del 409. La
radiografía del 309 mostraba que la radiolucidez periapical era más pequeña en tamaño y estaba
rellena con hueso. Se citó a la perra para revisión 6 meses después para controlar la cicatrización
periapical de la raíz mesial del 309.
Figura 39.6
Fotografías del 309 después del tratamiento endodóncico. El segmento radicular de la corona mesial del 309 no
muestra evidencia de periodontitis, es decir, no ha aumentado la profundidad del sondaje periodontal ni hay retracción gingival;
solamente se observa una gingivitis leve. Las restauraciones están intactas, sin evidencia de decoloración.
a) Vista lateral.
b) Vista oclusal.
PRONÓSTICO
Con las recomendaciones alimentarias continuas y el cepillado dental diario, la perra es improbable
que desarrolle lesiones de caries adicionales. La lesión periapical de la raíz mesial del 309 necesita
una monitorización complementaria. Si las radiografías a los 6 meses no muestran una curación ósea
completa debajo de la línea, el diente probablemente será extraído.
COMENTARIOS
En términos simples, las caries existen cuando las bacterias de la placa usan los carbohidratos
fermentables (principalmente azúcar) de la dieta como fuente de energía. Los subproductos de la
fermentación son ácidos y desmineralizan el esmalte. Las caries pueden, por tanto, prevenirse
eliminando las bacterias (cepillado dental) en combinación con la retirada de su sustrato (azúcar y
otros carbohidratos fácilmente fermentables). Los perros no deben comer bollos humanos ni
confitería porque tienen un alto contenido en azúcar.
Había tres alternativas de tratamiento para este caso. La extracción de todos los dientes afectados
habría sido la menos costosa; requería solamente un episodio de anestesia general y habría dado
como resultado una perra confortable con una mordida relativamente funcional. La segunda
alternativa habría sido el desbridamiento y la obturación del 109, 209 y 410 y la extracción del 309 y
409. De nuevo, éste habría sido un procedimiento en una sola fase y menos caro que la tercera
alternativa: desbridamiento y obturación del 109, 209 y 410; desbridamiento, tratamiento
endodóncico y restauración del 409, y desbridamiento, tratamiento endodóncico, hemisección y
restauración del 309. El propietario no quería que la perra perdiera los dientes si las otras opciones
eran viables. Por consiguiente, la tercera alternativa fue la elegida. Es más costosa y requiere varios
episodios anestésicos, pero la perra podrá tener una oclusión posterior funcional. Además, la
oportunidad para llevar a cabo y controlar la dieta y los protocolos higiénicos hace improbable que
la perra pueda desarrollar lesiones cariósicas adicionales en otros dientes.
PEM (preguntas de elección múltiple)
1. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto al esmalte canino y felino es falsa?:
(a) Es una capa más fina en comparación con la del hombre.
(b) No tiene nervio o suministro sanguíneo.
(c) Se deposita constantemente durante toda la vida.
(d) Su contenido inorgánico supone del 96 al 97% de su peso.
(e) Es el tejido más duro y mineralizado del cuerpo.
2. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la dentina canina y felina es falsa?:
(a) Comprende la mayor parte del diente maduro.
(b) El contenido inorgánico asciende al 70% del peso húmedo.
(c) Tiene una estructura tubular.
(d) La formación de la dentina está completa cuando el diente erupciona.
(e) Se deposita rápidamente en respuesta a un trauma.
3. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto al cemento canino y felino es falsa?:
(a) Es un tejido similar al hueso avascular.
(b) Está menos calcificado que el esmalte o la dentina.
(c) Se deposita constantemente durante toda la vida.
(d) Es capaz de procesos reabsortivos y reparativos.
(e) Lo producen los odontoblastos.
4. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) Los ameloblastos producen la matriz del esmalte.
(b) Los ameloblastos depositan el esmalte mineralizado.
(c) Los odontoblastos producen la dentina y la matriz del cemento.
(d) Los odontoblastos producen todos los tejidos duros dentales.
(e) Los odontoclastos destruyen la dentina de forma selectiva.
5. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) El sistema pulpar está delimitado por los odontoblastos, que producen dentina
constantemente a lo largo de toda la vida.
(b) En un diente multirradicular, cada raíz tiene su propio sistema de pulpa distinto.
(c) La raíz y su sistema pulpar están completamente desarrollados durante el tiempo que el
diente erupciona en la cavidad oral.
(d) La cámara pulpar es el tejido pulpar contenido en las raíces.
(e) Un diente maduro tiene una amplia apertura en el ápice radicular.
6. ¿Cuál de las siguientes declaraciones respecto al periodonto es verdadera?:
(a) El periodonto es una unidad anatómica (consta de encía, ligamento periodontal, cemento
y hueso alveolar) que funciona para fijar el diente a la mandíbula/maxila y proveer unos
aparatos suspensorios elásticos resistentes a las fuerzas funcionales normales.
(b) El periodonto es una unidad anatómica (consta de encía, ligamento periodontal, cemento
y hueso alveolar) que funciona para fijar el diente a la mandíbula/maxila rígidamente.
(c) El periodonto es una unidad anatómica (consta de encía, ligamento periodontal, dentina
y hueso alveolar) que funciona para fijar el diente a la mandíbula/maxila y proveer unos
aparatos suspensorios elásticos resistentes a las fuerzas funcionales normales.
(d) El periodonto es una unidad anatómica (consta de encía, ligamento periodontal, dentina
y hueso alveolar) que funciona para fijar el diente a la mandíbula/maxila rígidamente.
(e) El periodonto no tiene capacidad para reparar.
7. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es falsa?:
(a) La encía forma un manguito alrededor de cada diente.
(b) Los surcos gingivales son las invaginaciones que forma el borde de la encía libre con el
diente.
(c) La profundidad normal del surco es de 1-3 mm en perros y de 0,5-1 mm en gatos.
(d) El ligamento periodontal es un tejido conjuntivo que fija el diente al hueso.
(e) El cemento está más calcificado que el esmalte y/o la dentina.
8. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) El perro tiene 26 dientes primarios y 40 dientes permanentes.
(b) El perro tiene 28 dientes primarios y 42 dientes permanentes.
(c) El perro tiene 28 dientes primarios y 32 dientes permanentes.
(d) El perro solamente tiene 42 dientes permanentes.
(e) El perro tiene 26 dientes primarios y 30 dientes permanentes.
9. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) El gato tiene 26 dientes primarios y 40 dientes permanentes.
(b) El gato tiene 28 dientes primarios y 42 dientes permanentes.
(c) El gato tiene 28 dientes primarios y 32 dientes permanentes.
(d) El gato solamente tiene 42 dientes permanentes.
(e) El gato tiene 26 dientes primarios y 30 dientes permanentes.
10. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es falsa?:
(a) Los dientes primarios empiezan a formarse en el útero y erupcionan entre las 3 y las 12
semanas de edad.
(b) La reabsorción y exfoliación de los dientes primarios y la sustitución por los dientes
permanentes ocurre entre los 3 y los 7 meses de edad en el perro.
(c) La reabsorción y exfoliación de los dientes primarios y la sustitución por los dientes
permanentes ocurre entre los 3 y los 5 meses de edad en el gato.
(d) La formación del esmalte está completa antes de que el diente erupcione.
(e) El desarrollo radicular ocurre durante la erupción del diente.
11. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) El desarrollo de la oclusión está determinado exclusivamente por factores genéticos.
(b) Los mecanismos genéticos específicos que gobiernan la oclusión son conocidos.
(c) El desarrollo de la oclusión está determinado solamente por factores ambientales.
(d) La longitud de la mandíbula/maxila, la posición de los dientes y el tamaño de los dientes
no son hereditarios.
(e) El desarrollo de maxilar, mandíbula y dientes se regula genéticamente de forma
independiente.
12. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) En el perro mesocefálico, la mandíbula es más corta y estrecha que la maxila.
(b) En el perro mesocefálico, la mandíbula es más corta y ancha que la maxila.
(c) Los animales braquicefálicos tienen una mandíbula más corta de lo normal.
(d) Los animales dolicefálicos tienen una mandíbula más larga de lo normal.
(e) La oclusión de un gato mesocefálico es igual que la del perro.
13. La sonda periodontal se usa para:
(a) Valorar la caries.
(b) Valorar los defectos de esmalte/dentina.
(c) Evaluar las profundidades del sondaje periodontal y las lesiones de la furca.
(d) El sondaje de los cálculos subgingivales.
(e) Evaluar las lesiones odontoclásticas reabsortivas.
14. ¿Cuál de las siguientes declaraciones respecto al explorador dental es falsa?:
(a) Se usa para valorar la caries.
(b) Se emplea para valorar los defectos del esmalte/dentina.
(c) Puede utilizarse para sondar los cálculos subgingivales.
(d) Es un instrumento terminado en punta.
(e) Está diseñado para usarse para valorar la profundidad de la bolsa periodontal.
15. ¿Cuál de las siguientes declaraciones es verdadera?:
(a) La gingivitis sin tratar avanza siempre a periodontitis.
(b) Un individuo con una encía clínicamente sana no desarrollará una periodontitis.
(c) Una encía clínicamente sana puede conseguirse con el uso diario de una dieta dental o
masticable para la higiene dental.
(d) La acumulación de cálculos es la causa principal de la enfermedad periodontal.
(e) La gingivitis resulta irreversible.
16. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es falsa?:
(a) La gingivitis es una inflamación inducida por la placa.
(b) La gingivitis sin tratar podría avanzar a periodontitis.
(c) Una encía clínicamente sana puede conseguirse con el cepillado dental diario.
(d) El cepillado dental es el método sencillo más eficaz para eliminar la placa.
(e) Todos los masticables para la higiene dental tienen una textura dura.
17. El cuidado en casa se define como el conjunto de medidas tomadas por el propietario
para retirar/reducir la acumulación de depósitos dentales y, por tanto, promover la salud
periodontal. ¿Cuál de los siguientes no es cuidado en casa?:
(a) Cepillado dental.
(b) Alimentar con dieta de higiene dental.
(c) Alimentar con masticables de higiene dental.
(d) Limpieza dental.
(e) Cepillado dental y dieta de higiene dental o masticable.
18. ¿Cuál de las siguientes opciones es la mejor para tratar la gingivitis?:
(a) Cepillado dental en asociación con limpieza profesional.
(b) Limpieza profesional y uso diario de dietas dentales o masticables para la higiene
dental.
(c) Limpieza profesional.
(d) Cepillado dental solamente.
(e) Dieta de higiene dental o masticables solamente.
19. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es falsa?:
(a) La cirugía periodontal es el tratamiento de primera elección para la enfermedad
periodontal.
(b) La cirugía periodontal debe realizarse solamente cuando el propietario haya
demostrado su habilidad para conservar la boca del animal limpia.
(c) El tratamiento conservador de la periodontitis, en combinación con los cuidados
meticulosos en casa, constituye la primera opción de tratamiento.
(d) La cirugía periodontal se realiza bajo anestesia general.
(e) La placa tiene que retirarse diariamente en un paciente con periodontitis.
20. Si la película dental se coloca intraoralmente (en el plano oclusal y tan angulada como sea
posible respecto al diente que se va a radiografiar) y el haz de rayos X se dirige en ángulo
recto al plano de la película, ¿cuál de las siguientes opciones ocurrirá?:
(a) Alargamiento de la imagen.
(b) Acortamiento de la imagen.
(c) Reproducción exacta de la imagen.
(d) Magnificación y alargamiento de la imagen.
21. Si la película dental se coloca intraoralmente (en el plano oclusal y tan angulada como sea
posible respecto al diente que se va a radiografiar) y el haz de rayos X se dirige en ángulo
recto al eje longitudinal del diente, ¿cuál de las siguientes opciones ocurrirá?:
(a) Alargamiento de la imagen.
(b) Acortamiento de la imagen.
(c) Reproducción exacta de la imagen.
(d) Magnificación y escorzo de la imagen.
22. Si la película dental se coloca intraoralmente (en el plano oclusal y tan angulada como sea
posible respecto al diente que se va a radiografiar) y el haz de rayos X se dirige en ángulo
recto a la línea bisectriz, ¿cuál de las siguientes opciones ocurrirá?:
(a) Alargamiento de la imagen.
(b) Acortamiento de la imagen.
(c) Reproducción exacta de la imagen.
(d) Magnificación y alargamiento de la imagen.
23. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relacionadas con la persistencia de dientes primarios
es incorrecta?:
(a) Es probable que afecte a la dirección de la erupción del diente permanente.
(b) Una maloclusión es un resultado probable.
(c) La comida y el pelo entrampado entre los dientes primarios y permanentes pueden
producir una lesión periodontal localizada.
(d) Deben extraerse en los comienzos de la vida del animal.
(e) Solamente deben extraerse cuando el animal haya llegado a la madurez esquelética.
24. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta?:
(a) La fractura de la corona complicada sin tratar producirá inevitablemente una patología
pulpar.
(b) La patología pulpar puede ser dolorosa.
(c) Las fracturas de las coronas complicadas siempre requieren tratamiento.
(d) Las fracturas de las coronas complicadas no requieren tratamiento.
(e) La opción de tratamiento preferida para un diente periodontalmente sano y
funcionalmente importante con una fractura de la corona complicada es el tratamiento
endodóncico.
25. ¿Cuál de las siguientes no es una complicación que puede ocurrir durante la extracción
dentaria?:
(a) Fractura de la corona del diente.
(b) Fractura de la raíz del diente.
(c) Fractura mandibular.
(d) Hemorragia.
(e) Formación de un absceso.
26. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la gingivoestomatitis crónica felina es
falsa?:
(a) Los gatos afectados tienen un aumento de las inmunoglobulinas (Ig) salivales y séricas.
(b) Los gatos afectados frecuentemente tienen elevadas las inmunoglobulinas séricas (IgG,
IgM e IgA) y las IgG e IgM salivales, pero disminuidas las IgA.
(c) Está poco claro si el patrón de las Ig es causa o resultado de la enfermedad inflamatoria.
(d) El examen histológico de la mucosa oral afectada muestra un infiltrado submucoso
formado por células plasmáticas, linfocitos, macrófagos y neutrófilos.
(e) No se ha identificado anomalía inmunológica intrínseca subyacente en los animales
afectados.
27. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la gingivoestomatitis crónica felina es
falsa?:
(a) La extracción de todos los premolares y molares ha dado los resultados más fiables, con
un 80% de gatos clínicamente curados o mejorados significativamente.
(b) El calicivirus felino (FCV) se ha aislado en casi el 100% de los casos de
gingivoestomatitis crónicas, en comparación con el 25% de gatos de una población sana.
(c) El aislamiento del FCV en gatos con gingivoestomatitis crónica y después la
inoculación en gatos libres de agentes patógenos produjeron señales de infección aguda del
calicivirus, pero no de gingivoestomatitis crónica.
(d) El aislamiento del FCV en gatos con gingivoestomatitis crónica y después la
inoculación en gatos libres de agentes patógenos produjeron gingivoestomatitis crónica.
(e) El signo más común del virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) es la inflamación
oral, pero la mayoría de los gatos con gingivoestomatitis crónica son negativos a FIV.
28. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la gingivoestomatitis crónica canina es
verdadera?:
(a) La gingivoestomatitis crónica es más común en el perro que en el gato.
(b) La causa más probable es una enfermedad vesiculobullosa subyacente de la piel.
(c) La inflamación oral está generalmente causada por enfermedades sistémicas, como una
alteración endocrina o renal.
(d) Se piensa que puede deberse a una respuesta inapropiada a la placa bacteriana presente
en la superficie del diente.
(e) El control de la placa es poco probable que tenga algún efecto beneficioso.
29. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la reabsorción dentaria es falsa?:
(a) Los tejidos duros están protegidos de la reabsorción por su capa superficial de células
blásticas.
(b) La reabsorción de los tejidos duros requiere un estímulo y luego una razón para que la
reabsorción continúe.
(c) La reabsorción radicular interna comienza en la pared del canal radicular.
(d) La reabsorción radicular externa comienza en la superficie radicular.
(e) La reabsorción radicular interna es frecuente en los dientes permanentes.
30. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones en relación a la reabsorción radicular externa es
falsa?:
(a) Una superficie de reabsorción se inicia por la lesión de la capa de cementoblastos.
(b) La reabsorción de superficie es autolimitante y reversible.
(c) La reabsorción de reemplazo produce una sustitución del tejido duro dental por hueso.
(d) Hay dos formas principales de reabsorción radicular externa asociadas con la
inflamación del tejido periodontal: la reabsorción radicular inflamatoria periférica y la
reabsorción radicular inflamatoria externa.
(e) La reabsorción radicular externa es poco común en el gato.
31. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la reabsorción radicular en el gato es
falsa?:
(a) Los gatos con dientes clínicamente ausentes tienen más probabilidad de padecer
reabsorción.
(b) Los dientes 307 y 407 son los más frecuentemente afectados.
(c) El patrón de la distribución de las lesiones reabsortivas es sorprendentemente simétrico.
(d) La esterilización, el sexo y la edad de esterilización no afectan a la incidencia de las
lesiones reabsortivas.
(e) El índice de gingivitis oral está directamente relacionado con la incidencia de las
lesiones reabsortivas.
32. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto al tratamiento de la reabsorción radicular
en el gato es verdadera?:
(a) Las lesiones accesibles que se extienden hasta la dentina y no afectan a la pulpa se tratan
mejor con la restauración.
(b) El tratamiento conservador, es decir, la monitorización clínica y radiográfica, está
indicado cuando hay solamente una cavidad pequeña en el diente.
(c) La amputación de la corona está indicada siempre que no haya evidencia radiográfica de
desarrollo de reabsorción radicular.
(d) La amputación de la corona está indicada siempre que haya evidencia radiográfica de
desarrollo de reabsorción radicular.
(e) La amputación de la corona no requiere control radiográfico.
33. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la reabsorción radicular en el gato es
falsa?:
(a) Las lesiones reabsortivas son comunes.
(b) La prevención no es posible.
(c) Las lesiones no son progresivas.
(d) El diagnóstico generalmente requiere radiografías.
(e) La extracción y/o amputación de la corona son las opciones de tratamiento preferidas.
34. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a las maloclusiones es falsa?:
(a) Es una anomalía en la posición de los dientes.
(b) Puede estar producida por una discrepancia en la longitud y/o anchura de la mandíbula y
la maxila.
(c) Puede estar provocada por una malposición de los dientes.
(d) Los mecanismos genéticos específicos reguladores de la maloclusión son
desconocidos.
(e) Es probable un mecanismo poligénico, que explicaría por qué todos los descendientes
de sucesivas generaciones están afectados por maloclusión en distintos grados.
35. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la oclusión y la maloclusión es
verdadera?:
(a) El maxilar y la mandíbula de animales braquicefálicos son más cortos de lo normal.
(b) El maxilar y la mandíbula de animales dolicocefálicos son más largos de lo normal.
(c) Los animales braquicefálicos tienen un maxilar más corto de lo normal y los animales
dolicocefálicos lo tienen más largo de lo normal.
(d) Una oclusión prognática mandibular se da cuando la mandíbula es más pequeña de lo
normal.
(e) En una oclusión braquignática mandibular, la mandíbula es más larga que el maxilar.
36. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la maloclusión es verdadera?:
(a) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular, la mordida torcida y la
mandíbula estrecha son maloclusiones dentales.
(b) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular, la mordida torcida y la
mandíbula estrecha son maloclusiones esqueléticas.
(c) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular y la mandíbula estrecha son
maloclusiones dentales.
(d) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular y la mordida torcida son
maloclusiones dentales.
(e) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular y la mandíbula estrecha son
maloclusiones esqueléticas, pero la mordida torcida es una maloclusión dental.
37. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es falsa?:
(a) Los incisivos permanentes erupcionan caudales a sus homólogos primarios.
(b) Los caninos permanentes maxilares empiezan a erupcionar mediales a sus homólogos
primarios.
(c) Los caninos permanentes maxilares empiezan a erupcionar rostrales a sus homólogos
primarios.
(d) Los caninos mandibulares permanentes empiezan a erupcionar mediales a sus
homólogos primarios.
(e) Los dientes primarios persistentes son más frecuentes en razas pequeñas.
38. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la enfermedad periodontal es verdadera?:
(a) La causa principal de la enfermedad periodontal es la placa dental.
(b) La causa de la enfermedad periodontal es el cálculo dental.
(c) La gingivitis y la periodontitis están asociadas con la destrucción del tejido de soporte.
(d) La gingivitis es irreversible.
(e) La periodontitis es generalmente reversible.
39. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a la placa dental es falsa?:
(a) Es un biofilm.
(b) La acumulación empieza en unos minutos sobre una superficie limpia del diente.
(c) La acumulación inicial es supragingival.
(d) La placa supragingival se extenderá dentro del surco y colonizará la región subgingival
si no se hace nada para evitarlo.
(e) La acumulación empieza a los pocos días sobre una superficie limpia del diente.
40. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativas a los cálculos dentales es verdadera?:
(a) Solamente la placa supragingival se llega a mineralizar.
(b) Solamente la placa subgingival se llega a mineralizar.
(c) Los cálculos subgingivales constituyen la causa principal de la periodontitis.
(d) El cálculo dental siempre se cubre por una capa de placa.
(e) Los cálculos supragingivales constituyen la causa principal de la gingivitis.
41. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera?:
(a) La periodontitis siempre está asociada con un aumento de la profundidad del sondaje
periodontal.
(b) La retracción gingival no está asociada con la pérdida de unión.
(c) La hiperplasia gingival está siempre asociada con la pérdida de unión.
(d) La pérdida de hueso horizontal está a menudo acompañada por retracción gingival y
por consiguiente pueden no formarse bolsas periodontales.
(e) La evolución de la enfermedad es un proceso lento y continuo.
42. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es falsa?:
(a) La enfermedad periodontal es un término general usado para inflamaciones del
periodonto inducidas por la placa.
(b) Un individuo con una encía clínicamente sana no desarrollará una periodontitis.
(c) Un individuo con gingivitis siempre desarrollará una periodontitis.
(d) Un individuo con gingivitis puede desarrollar o no una periodontitis.
(e) El objetivo del tratamiento de la enfermedad periodontal es estabilizar y mantener una
encía clínicamente sana para prevenir la periodontitis.
43. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones relativa a la pulpitis es falsa?:
(a) La pulpitis es una inflamación de la pulpa.
(b) La pulpitis está siempre relacionada con un dolor intenso.
(c) Puede estar asociada con dolor, pero también puede ser asintomática.
(d) La pulpitis crónica sin tratar evolucionará a una necrosis.
(e) La pulpitis crónica puede causar complicaciones periapicales.
44. ¿Cuál de las siguientes es una emergencia real, es decir, necesita un tratamiento tan
pronto como sea posible si se quiere salvar el diente?:
(a) Fractura de la corona complicada de un diente permanente en un perro de menos de 1
año (es decir, en un diente permanente inmaduro).
(b) Fractura de la corona complicada en un diente permanente en un perro adulto (es decir,
en un diente permanente maduro).
(c) Fractura de la corona y radicular complicada en un diente permanente en un perro
adulto (es decir, en un diente permanente maduro).
(d) Fractura de la corona no complicada en un diente inmaduro.
(e) Fractura de la corona no complicada en un diente maduro.
45. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es la mejor opción de tratamiento para un perro con
un diente canino periodontalmente sano con una fractura de la corona complicada?:
(a) No se requiere tratamiento.
(b) Extracción.
(c) Remitir el caso para un tratamiento endodóncico para mantener el diente.
(d) Restauración sin tratamiento endodóncico.
(e) Control radiográfico.
46. ¿Qué opción de tratamiento requiere un diente con una fractura de la corona no
complicada?:
(a) No requiere ninguno.
(b) Alisado de todos los bordes afilados (posiblemente restauración) y control
radiográfico.
(c) Extracción.
(d) Amputación de la corona.
(e) Fijación con una férula.
47. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la patología periapical es falsa?:
(a) La patología periapical es una consecuencia de la pulpitis crónica.
(b) La patología periapical es una consecuencia de la necrosis pulpar.
(c) Se manifiesta radiográficamente como una zona radiolúcida distinta alrededor del ápice
del diente.
(d) La lesión periapical puede ser un granuloma, un quiste o un absceso.
(e) Un quiste puede diferenciarse claramente de un granuloma o un absceso en una
radiografía.
48. Una patología periapical diagnosticada debería tratarse con una de las siguientes
alternativas:
(a) No se requiere tratamiento.
(b) Un ciclo largo de antibióticos.
(c) Administración de analgésicos.
(d) Extracción o tratamiento endodóncico del diente afectado.
e) Corticoides para reducir la respuesta inflamatoria.
49. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la combinación de lesiones endodónticas y
periodónticas es falsa?:
(a) Una lesión de clase I (endodóntica-periodóntica) es endodóntica en origen, es decir, la
patología comienza en el periodonto y avanza afectando a la pulpa.
(b) Una lesión de clase II (periodóntica-endodóntica) es periodóntica en origen, es decir, la
patología comienza en el periodonto y avanza afectando a la pulpa.
(c) Una lesión de clase III (combinación verdadera) es una fusión de lesiones
independientes endodónticas y periodónticas.
(d) Las lesiones de clase I tienen mejor pronóstico que las de las clases II o III; el
tratamiento endodóncico puede producir una solución de la extensión periodontal de la
inflamación.
(e) Aunque las lesiones de las clases II y III requieren tratamiento endodóncico y
periodontal, tienen mejor pronóstico que las lesiones de clase I.
50. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a la osteomielitis del hueso mandibular es
falsa?:
(a) No es particularmente común en perros y gatos.
(b) La infección de origen dental (como una extensión de la enfermedad pulpar y
periapical) es probablemente la causa más frecuente.
(c) Hacer una biopsia y un examen histopatológico es la única manera de alcanzar un
diagnóstico definitivo.
(d) La osteomielitis se diferencia fácilmente de las lesiones óseas neoplásicas en la
radiografía.
(e) Una vez diagnosticada, la osteomielitis se trata eliminando la causa (extracción o
posible tratamiento endodóncico de los dientes con enfermedad pulpar y periapical) en
combinación con la terapia antibiótica.
PEM: Respuestas
1. (c) Se deposita constantemente durante toda la vida.
2. (d) La formación de la dentina está completa cuando el diente erupciona.
3. (e) Lo producen los odontoblastos.
4. (a) Los ameloblastos producen la matriz del esmalte.
5. (a) El sistema pulpar está delimitado por los odontoblastos, que producen dentina
constantemente a lo largo de toda la vida.
6. (a) El periodonto es una unidad anatómica (consta de encía, ligamento periodontal, cemento y
hueso alveolar) que funciona para fijar el diente a la mandíbula/maxila y proveer unos aparatos
suspensorios elásticos resistentes a las fuerzas funcionales normales.
7. (e) El cemento está más calcificado que el esmalte y/o la dentina.
8. (b) El perro tiene 28 dientes primarios y 42 dientes permanentes.
9. (e) El gato tiene 26 dientes primarios y 30 dientes permanentes.
10. (e) El desarrollo radicular ocurre durante la erupción del diente.
11. (e) El desarrollo de maxilar, mandíbula y dientes se regula genéticamente de forma
independiente.
12. (a) En el perro mesocefálico, la mandíbula es más corta y estrecha que la maxila.
13. (c) Evaluar las profundidades del sondaje periodontal y las lesiones de la furca.
14. (e) Está diseñado para usarse para valorar la profundidad de la bolsa periodontal.
15. (b) Un individuo con una encía clínicamente sana no desarrollará una periodontitis.
16. (e) Todos los masticables para la higiene dental tienen una textura dura.
17. (d) Limpieza dental.
18. (a) Cepillado dental en asociación con limpieza profesional.
19. (a) La cirugía periodontal es el tratamiento de primera elección para la enfermedad
periodontal.
20. (b) Acortamiento de la imagen.
21. (a) Alargamiento de la imagen.
22. (c) Reproducción exacta de la imagen.
23. (e) Solamente deben extraerse cuando el animal haya llegado a la madurez esquelética.
24. (d) Las fracturas de las coronas complicadas no requieren tratamiento.
25. (e) Formación de un absceso.
26. (a) Los gatos afectados tienen un aumento de las inmunoglobulinas (Ig) salivales y séricas.
27. (d) El aislamiento del FCV en gatos con gingivoestomatitis crónica y después la inoculación
en gatos libres de agentes patógenos produjeron gingivoestomatitis crónica.
28. (d) Se piensa que puede deberse a una respuesta inapropiada a la placa bacteriana presente en
la superficie del diente.
29. (e) La reabsorción radicular interna es frecuente en los dientes permanentes.
30. (e) La reabsorción radicular externa es poco común en el gato.
31. (e) El índice de gingivitis oral está directamente relacionado con la incidencia de las lesiones
reabsortivas.
32. (d) La amputación de la corona está indicada siempre que haya evidencia radiográfica de
desarrollo de reabsorción radicular.
33. (c) Las lesiones no son progresivas.
34. (e) Es probable un mecanismo poligénico, que explicaría por qué todos los descendientes de
sucesivas generaciones están afectados por maloclusión en distintos grados.
35. (c) Los animales braquicefálicos tienen un maxilar más corto de lo normal y los animales
dolicocefálicos lo tienen más largo de lo normal.
36. (b) El prognatismo mandibular, el braquignatismo mandibular, la mordedura torcida y la
mandíbula estrecha son maloclusiones esqueléticas.
37. (b) Los caninos permanentes maxilares empiezan a erupcionar mediales a sus homólogos
primarios.
38. (a) La causa principal de la enfermedad periodontal es la placa dental.
39. (e) La acumulación empieza a los pocos días sobre una superficie limpia del diente.
40. (d) El cálculo dental siempre se cubre por una capa de placa.
41. (d) La pérdida de hueso horizontal está a menudo acompañada por retracción gingival y por
consiguiente pueden no formarse bolsas periodontales.
42. (c) Un individuo con gingivitis siempre desarrollará una periodontitis.
43. (b) La pulpitis está siempre relacionada con un dolor intenso.
44. (a) Fractura de la corona complicada de un diente permanente en un perro de menos de 1 año
(es decir, en un diente permanente inmaduro).
45. (c) Remitir el caso para un tratamiento endodóncico para mantener el diente.
46. (b) Alisado de todos los bordes afilados (posiblemente restauración) y control radiográfico.
47. (e) Un quiste puede diferenciarse claramente de un granuloma o un absceso en una
radiografía.
48. (d) Extracción o tratamiento endodóncico del diente afectado.
49. (e) Aunque las lesiones de las clases II y III requieren tratamiento endodóncico y periodontal,
tienen mejor pronóstico que las lesiones de clase I.
50. (d) La osteomielitis se diferencia fácilmente de las lesiones óseas neoplásicas en la
radiografía.
APÉNDICE 1
Cuidados en casa: mantenimiento de la higiene oral
EDUCACIÓN DEL CLIENTE
La causa (placa dental) y los efectos (dolor, molestias, pérdida de dientes, foco de infección crónico y
consecuencias sistémicas) de la enfermedad periodontal deben explicarse profundamente a los
propietarios de la mascota, quienes han de ser conscientes de que el cuidado en casa constituye el
componente esencial en la prevención y el tratamiento de la enfermedad periodontal. La
responsabilidad del mantenimiento de la higiene oral, es decir, el mantenimiento de la acumulación
de la placa a un nivel compatible con la salud periodontal, depende del propietario de la mascota. Una
vez instituidos, los regímenes de los cuidados en casa necesitan controles continuos y refuerzo. El
auxiliar veterinario puede desempeñar un papel vital en la educación del cliente, revisando la
conformidad y el refuerzo que necesitan los cuidados en casa.
Sin embargo, el propietario debe darse cuenta de que aunque los cuidados en casa se realicen, la
mayoría de los animales necesitan limpiezas profesionales periódicas de los dientes. Hay que
determinar los intervalos entre las limpiezas profesionales para cada animal. Con un buen cuidado en
casa, el intervalo de las limpiezas puede ser prolongado. Si se estableciese una analogía con la
situación en humanos, la mayoría de nosotros nos cepillamos los dientes diariamente y aún
requerimos exámenes dentales y tratamientos periodontales profesionales (una mínima limpieza y un
pulido) a intervalos regulares.
CEPILLADOS DENTALES
El cepillado de los dientes se ha demostrado como el único método efectivo para eliminar la placa
dental. Éste es el mejor sistema para el control de la placa. Cada esfuerzo debe ir encaminado a
persuadir a los propietarios para que cepillen los dientes de su mascota todos los días. El éxito del
cepillado depende de la colaboración de la mascota, la motivación del propietario y la habilidad
técnica. El cepillado de los dientes ha de introducirse gradualmente y tan pronto como se pueda en la
vida del animal. Los gatos adultos generalmente son menos manejables para la introducción del
cepillado que los perros adultos, pero con paciencia y persistencia muchos aceptan en algún grado
los cuidados en casa. En contraste, los gatitos a menudo aceptan el cepillado más rápidamente que los
perritos. En ambas especies es mucho más fácil introducir el cepillado en edades precoces que más
tarde.
Cepillos de dientes
Hay disponibles innumerables diseños y tamaños de cabezas de cepillo y mangos de cepillos de
dientes de humana y de veterinaria, pero no existen suficientes evidencias para recomendar uno u
otro. La elección del cepillo debe estar basada en la efectividad del control de la placa en cada
individuo. En general se recomienda un cepillo de nailon de textura de blanda a medio blanda de un
tamaño apropiado para que a las mascotas les sea lo más confortable posible. Muchos propietarios
nos comentan que ellos usan cepillos eléctricos de humana con buenos resultados; los cepillos
eléctricos no están disponibles para perros y gatos (fig. A1.1).
Figura A1.1
Cepillo de dientes eléctrico (Petosan Silentpower) para perros y gatos. Lo ha lanzado Petosan AS Norway
(www.petosan.com). Imagen por cortesía de Petosan AS.
Una gasita doblada sobre un dedo o un cepillo de goma «de dedo» pueden ser más cómodos
para los animales y propietarios, pero resultan menos efectivos (se remueve menos placa) que un
cepillo de nailon. El uso de un cepillo de dedo o de una gasa durante la fase de entrenamiento es útil,
pero cada intento debe hacerse para conseguir que el animal acepte un cepillado dental adecuado.
Pasta de dientes
Se recomienda el uso de una pasta de dientes sabrosa que no sea espumosa, pero no es
imprescindible. Es la acción mecánica del cepillado lo que remueve la placa. Además, el cepillado
con el cepillo humedecido con agua aún hace el trabajo. La pasta de dientes de las mascotas sabe muy
bien, y por consiguiente la mascota permitirá al propietario que le cepille durante más tiempo y así
removerá más placa. La pasta debe presionarse dentro de las cerdas para mantenerlas dentro del
cepillo o el animal la lamerá.
El uso de pasta de dientes humana no está recomendado, principalmente por su alto contenido en
flúor, que puede crear problemas de toxicidad frecuentemente crónicos, aunque también pueden ser
agudos, pues nuestras mascotas no se enjuagan ni saben escupir pero pueden tragar la pasta.
Frecuencia del cepillado
La recomendación clínica más frecuente es que se realice el cepillado diariamente para establecer y
mantener la salud de la encía durante toda la vida del animal. Los cepillados menos frecuentes no son
suficientes para mantener la encía clínicamente sana.
Técnica del cepillado
No existe ningún método correcto de cepillado; el más adecuado es aquel que en cada caso remueva
la placa efectivamente sin dañar los dientes y la encía. La preferencia individual, la destreza y la
morfología variable dentogingival que ocurre en diferentes estados de la enfermedad no determinan
el mejor método. En la mayoría de los casos, una combinación del cepillo y de una técnica de
minilimpieza alcanza el objetivo.
Los dientes y el margen gingival se han de cepillar en movimientos circulares de lado a lado. El
cepillo es angulado 45° sobre la superficie de los dientes; así, las cerdas entran en el surco gingival
(fig. A1.2). El movimiento circular debe asegurar que todas las grietas y hendiduras que hay dentro y
alrededor del diente se limpian.
Figura A1.2
Técnica del cepillado dental. Los dientes y el margen gingival se cepillan con un movimiento circular de lado a
lado. El cepillo se coloca en un ángulo de 45° sobre las superficies del diente para que las cerdas entren en el surco gingival. El
movimiento circular debe asegurar que todas las fisuras y grietas dentro y alrededor de los dientes se limpian.
Algunas sugerencias prácticas que damos a los propietarios son las siguientes:
• Empezar a cepillar tan pronto como se pueda en la vida para prevenir el desarrollo de
enfermedades posteriores. Los dientes primarios se exfolian y reemplazan por los definitivos.
Consecuentemente, el beneficio de introducir el cepillado a una edad precoz no beneficia a los
dientes primarios, pero el procedimiento se acepta cuando los dientes primarios erupcionan.
• Hacer que el animal esté cómodo y acercarse a él mejor por su lateral que por el frontal.
• Empezar sólo con unos pocos dientes (premolares y molares en vez de incisivos; generalmente
los animales aceptan la retracción de los labios; además, a muchos no les gusta tener la nariz
levantada) y gradualmente incrementar el número de dientes limpiados cada tiempo hasta que se
pueda limpiar toda la boca en una sola sesión.
• Inicialmente, la boca no necesita ser abierta. Hay que concentrarse en cepillar las superficies
vestibulares de los dientes, especialmente el margen gingival.
• Cuando el animal está cómodo teniendo las superficies bucales de todos sus dientes cepilladas,
se debe intentar abrir la boca y, cuidadosamente, cepillar las superficies linguales y palatales de
los dientes (fig. A1.3). Si esto no se acepta, se debe continuar con un cepillado dental diario de
las superficies vestibulares. Sin embargo, aparecerá gingivitis en las superficies palatal y lingual
si no se cepillan y se dará periodontitis en estos sitios; esto explica la necesidad de hacer
revisiones profesionales a intervalos regulares.
• Ofrecer una recompensa al final del procedimiento, como un paseo o un juego.
• Incluir el cepillado como parte de la rutina diaria de limpieza. El cuidado diario es más
probable que se acepte en una mascota mayor si se introduce como una extensión de una rutina
preestablecida, como cena, paseo y cepillado. Resulta más fácil que el propietario recuerde una
rutina preestablecida.
• Los propietarios pueden sentar a los gatos y perros pequeños sobre su regazo mientras los
cepillan al tiempo que les acarician para disminuir su aprensión; alternativamente, una persona
puede acariciar y sujetar al animal mientras una segunda realiza el cepillado de los dientes.
Algunos animales pueden aceptar mejor el uso de una típica situación de «mesa de
acicalamiento».
Figura A1.3
Técnica del cepillado dental. Cuando el animal está cómodo con las superficies vestibulares de todos sus dientes
cepilladas, debe intentarse abrir la boca y cepillar cuidadosamente las superficies linguales y palatales de los dientes.
DIETAS DENTALES Y MASTICABLES DENTALES
El uso de productos (dietas dentales, masticables dentales y galletas) ayuda a aumentar la actividad de
la masticación; están diseñados con unas propiedades de textura que maximicen el efecto de limpieza
y son beneficiosos para reducir la acumulación de depósitos dentales y consecuentemente el grado de
gingivitis desarrollado.
Ninguno de estos productos es tan eficaz como el cepillado dental diario. Por tanto, su uso no
puede conseguir o mantener una encía clínicamente sana en ausencia del cepillado dental.
Se debe intentar asegurar que diariamente el propietario realiza el cepillado; las dietas producen
una reducción de los depósitos dentales y, por consiguiente, disminuyen la gravedad de la gingivitis,
por lo que constituyen una medida muy recomendada. En la selección de una dieta dental apropiada o
masticables dentales para los pacientes, yo recomendaría usar un producto que ha mostrado su
eficacia en publicaciones revisadas o uno que ha sido galardonado con el sello de aprobación del
VOHC*.
CONTROL QUÍMICO DE LA PLACA
Además del control mecánico de la placa, su control químico tiene un papel en el tratamiento de la
periodontitis. No está indicado para prevenir o tratar la gingivitis.
RESUMEN
No hay una dieta mágica con la que se pueda alimentar a las mascotas para prevenir la enfermedad
periodontal. El cepillado dental diario supone el método más efectivo para restaurar la encía
inflamada y mantener clínicamente su salud. La conformidad puede ser una cuestión, pero el fallo en
ella no se ha investigado críticamente en la odontología veterinaria; sin embargo, no es difícil
imaginar que muchos factores pueden prevenir que los propietarios cepillen los dientes de sus
animales. Se incluyen la falta de destreza, los beneficios dudosos percibidos, lo desagradable del
procedimiento y el estilo de vida (falta de tiempo). Nuestra experiencia es que la combinación de la
educación del cliente, los refuerzos continuos y las llamadas individuales es determinante para
valorar la eficacia de los rendimientos con una buena conformidad.
*
The Veterinary Oral Health Council (VOHC). El sello de aceptación es un sistema que identifica productos que se conoce que
cumplen los estándares de prevención de la acumulación de la placa dental y los cálculos (sarro). Se trata de un sistema de
reconocimiento de eficacia del producto, sin función reguladora, limitado a considerar productos diseñados para el control del sarro
y los cálculos.
APÉNDICE 2
Equipos e instrumentos
CONSIDERACIONES GENERALES
Muchos procedimientos dentales originan la creación de un aerosol bacteriano, por lo que lo ideal es
disponer de un quirófano separado diseñado sólo para procedimientos dentales y orales con
ventilación y luz adecuadas. Se precisa una luz brillante y es obligatorio invertir en una luz dental.
Una buena iluminación dental resulta cara, pero al final supone un ahorro económico.
Las consideraciones ergonómicas son de suma importancia en el campo de la cirugía dental.
Todos los equipos e instrumentos deberían estar al alcance de la mano del cirujano. La postura es
muy importante. Lo ideal es que el cirujano esté sentado.
Resulta esencial proteger al cirujano y a su equipo. El veterinario y su ayudante deberían llevar
mascarillas y protección apropiada para los ojos (gafas o pantallas especiales) para protegerlos de
los aerosoles bacterianos y otros residuos. Existe también un riesgo de infección a través de heridas
cutáneas si se trabaja sin guantes en un ambiente sucio o contaminado. La cavidad oral nunca
constituye un sitio estéril, por lo que el uso de guantes quirúrgicos está recomendado.
Las consideraciones importantes para el paciente son las siguientes:
• Resulta esencial la anestesia general con intubación endotraqueal. Esta medida previene la
inhalación de aerosoles bacterianos (y otros residuos) y la asfixia por los fluidos o las
soluciones de irrigación.
• También es recomendable un paquete de gasas faríngeo durante los tratamientos dentales y
orales. ¡Recuerde quitar el paquete de gasas antes de la extubación! El paciente debe colocarse
sobre una superficie que permita el drenaje y evite de esta forma la humedad, que podría ser la
causa de un estado de hipotermia. Esto puede conseguirse mediante una bandeja con rejilla o
colocando la cabeza del animal sobre una toalla o un empapador desechable. La mayoría de los
animales se beneficia de una almohadilla caliente.
Algunas consideraciones importantes respecto a los equipos e instrumentos son las siguientes:
• Hay que tener disponible para cada paciente el instrumental limpio y esterilizado. Idealmente,
se deben tener disponibles varios kits preparados con los instrumentos necesarios para distintos
tratamientos, por ejemplo examen, tratamiento periodontal y extracción.
• Los equipos dentales requieren un mantenimiento regular (diario o semanal) en la clínica y
revisiones regulares por el servicio técnico del proveedor. Diseñe unos programas de
mantenimiento para estas tareas. Verifique el mantenimiento y los servicios técnicos con el
proveedor.
EQUIPOS E INSTRUMENTOS PARA EL EXAMEN ORAL Y DENTAL
Hay disponible en el mercado una amplia gama de equipos y de instrumental dental. Mi
recomendación es que identifique sus necesidades e invierta un poquito más en lo que considere que
va a necesitar. Cuanto mejor desempeñe su trabajo en odontología y cirugía dental, más exigirá de su
equipo. También es importante la preferencia personal; valore las distintas posibilidades antes de
tomar una decisión. Finalmente, debe estar preparado para actualizarse.
Los detalles de cómo realizar un examen oral y su registro están indicados en la sección 2,
capítulo 3. A continuación se indican el equipo y los instrumentos necesarios. Las preferencias
personales se han insertado como una guía donde son apropiadas.
Sonda periodontal
Es un instrumento graduado, con un extremo estrecho de sección redonda o plana y no afilado.
Debido a su extremo desafilado, puede introducirse en el surco gingival sin causar daño (fig. A2.1).
La sonda periodontal se utiliza para:
• Medir la profundidad periodontal.
• Determinar el grado de inflamación gingival.
• Evaluar el grado de afectación de la furca.
• Evaluar el grado de movilidad dental.
Figura A2.1
La sonda periodontal es un instrumento graduado con el extremo romo que puede insertarse en el surco gingival sin
causar lesiones.
Mi elección es una sonda de sección estrecha mejor que plana y redonda (p. ej., Williams B n.°
14), ya que resulta más fácil introducirla en el surco gingival sin producir lesiones, especialmente en
gatos, donde es imposible utilizar la sonda plana.
Explorador dental
El explorador o sonda dental es un instrumento con la punta muy afilada que se usa para:
• Determinar la existencia de caries dental.
• Explorar otros defectos del esmalte y de la dentina (p. ej., fracturas y lesiones reabsortivas
odontoclásticas).
El explorador también resulta útil en el examen táctil de la superficie dental subgingival. De esta
manera se pueden identificar los cálculos subgingivales y las lesiones reabsortivas odontoclásticas.
Los exploradores dentales pueden ser rectos o curvos (fig. A2.2) y tener uno o dos extremos
útiles, normalmente combinados con una sonda periodontal, es decir, un extremo termina en un
explorador y el otro en una sonda periodontal. Yo prefiero el explorador n.° 6, que tiene un solo
extremo útil y recto.
Figura A2.2
El explorador dental puede ser recto o curvo (en forma de gancho). A mí no me gusta el explorador/sonda
terminado en dos extremos activos, debido al riesgo de producir un daño inadvertido al animal con el extremo que no se está usando en
la cavidad oral.
Espejo dental
Es un instrumento necesario, aunque raramente se utiliza de forma habitual. Permite al dentista
visualizar las superficies lingual y palatina, desviando la luz hacia las áreas de interés; además retira
y protege el tejido blando. La orientación puede causar confusión, y el uso del espejo requiere
práctica. El tiempo empleado para aprender el manejo del espejo supone una buena inversión. Para
prevenir la condensación en el espejo, puede pasarse antes de usarlo por las superficies de las
membranas mucosas. Los espejos dentales se pueden encontrar en varios tamaños. Se debería
disponer de varios de ellos: uno pequeño (pediátrico) para gatos y perros pequeños y otro mayor
para perros de tamaño grande o pequeño.
Fichas de historia dental
Las historias y las fichas dentales se revisan en la sección 2. Se requiere un registro completo por
motivos terapéuticos y diagnósticos y también por razones médico-legales.
EQUIPOS E INSTRUMENTOS PARA LA TERAPIA PERIODONTAL
Raspajes
El raspaje describe el procedimiento por el cual se eliminan los depósitos dentales (placa, pero
principalmente cálculos) de las superficies supragingivales y subgingivales de los dientes. Los
raspajes pueden realizarse por procedimientos manuales o mecánicos o por una combinación de
ambos.
Instrumentos manuales de raspaje. Los raspadores y las curetas (fig. A2.3) se usan para
eliminar los depósitos de las superficies dentales.
Figura A2.3
Raspador (arriba) y cureta (abajo). El raspador sólo puede emplearse para eliminar los depósitos dentales
supragingivales. La cureta se usa para eliminar los depósitos subgingivales y restaurar la suavidad de las superficies radiculares y
también para retirar los depósitos dentales supragingivales.
Raspadores. Se utilizan para eliminar los cálculos supragingivales. Un raspador tiene la punta de
trabajo afilada, por lo que sólo puede emplearse supragingivalmente. Si el raspador se usa
subgingivalmente, el resultado es la laceración del margen gingival. El raspador debe extraerse
siempre desde la encía hacia el extremo de la corona dental. Los raspadores requieren afilados
frecuentes para mantener sus superficies cortantes.
Curetas. Se emplean para eliminar los depósitos dentales subgingivales y alisar las superficies
radiculares. También se pueden utilizar supragingivalmente. El extremo de trabajo de una cureta es
más delgado que el del raspador. Además, la parte posterior y la punta son redondeadas para
minimizar las lesiones gingivales. Las curetas también requieren afilados frecuentes.
Las diferencias entre un raspador y una cureta se resumen en la figura A2.4.
Figura A2.4
Diseño del raspador y de la cureta. Cada uno tiene un mango, un gancho y un extremo activo. El extremo activo de
un raspador es más robusto que el de la cureta. Las curetas son menos voluminosas, con la parte posterior y la punta redondeada, para
su uso en las bolsas gingivales. Ambos, raspadores manuales y curetas, necesitan afilados frecuentes para mantener sus bordes
cortantes.
De Gorrel C (2004): Veterinary Dentistry for the General Practitioner, con autorización de Elsevier.
Se precisa una selección de curetas. Mi preferencia son las Gracey 7/8 y las Columbia 13/14. No
recomiendo un raspador separado, ya que las curetas pueden usarse sobre y debajo de la encía,
mientras que el raspador está limitado al uso supragingival.
Instrumentos mecánicos de raspado. Los raspadores mecánicos o eléctricos permiten la
eliminación rápida y fácil de los cálculos. Sin embargo, si no se utilizan correctamente, pueden
provocar lesiones iatrogénicas. Hay tres tipos de raspadores mecánicos: sónicos, ultrasónicos y
rotatorios. Los grandes depósitos de cálculos supragingivales se eliminan mejor con los
instrumentos manuales (raspador o cureta) que con equipos de raspado mecánico.
Raspadores sónicos. Trabajan por aire comprimido, por lo que necesitan una unidad dental de
aire comprimido para funcionar. El extremo oscila a una frecuencia sónica y es eficiente en la
eliminación de los cálculos dentales. Los raspadores sónicos son menos efectivos que los
ultrasónicos, pero generan menos calor y su uso resulta más seguro. Dependiendo del diseño del
extremo del raspador, puede usarse para raspados supragingivales o subgingivales. Es recomendable
el empleo de una punta delgada y afilada, en ocasiones llamada perio, hoz o inserto universal.
Raspadores ultrasónicos. Se usan habitualmente en la práctica veterinaria. La punta oscila a
frecuencias ultrasónicas. Se originan por un micromotor, por lo que no necesitan una fuente de aire
comprimido para funcionar. La vibración del extremo se genera por un mecanismo
magnetorrestrictivo o un mecanismo piezoeléctrico en la pieza de mano. La oscilación ultrasónica de
la punta provoca una cavitación del líquido utilizado como refrigerante que permite la eliminación de
cálculos en la superficie de los dientes. Los raspadores ultrasónicos generalmente están diseñados
para su uso supragingival, pero también hay puntas diseñadas para el raspado subgingival. Se
recomienda para su uso supragingival una punta delgada y afilada. Sólo las puntas diseñadas para el
uso subgingival se aconsejan para el raspado subgingival.
Yo no tengo preferencia entre los limpiadores ultrasónicos o sónicos y uso ambos.
Raspadores rotatorios. Es mejor evitarlos, aunque los citemos aquí. En este sistema, las fresas
rotatorias se insertan en la pieza de mano de alta velocidad de la unidad dental de aire comprimido.
Se denominan puntas «no cortantes»; cuando se aplican sobre los cálculos, provocan su disgregación
y el líquido refrigerante arrastra los residuos. En el hombre, este método está asociado a un fuerte
dolor postoperatorio. No se usan para raspados. Además del dolor postoperatorio, las fresas
rotatorias pueden causar daños graves en el esmalte dental; por tanto, no se recomienda su uso en
odontología veterinaria.
Fórceps para eliminar cálculos dentales
Los fórceps para cálculos se han diseñado para ayuda en la eliminación de los grandes cálculos de la
superficie dental. Resulta esencial utilizarlos con mucho cuidado y según la manera descrita, ya que
su uso inapropiado puede fracturar el diente. Este tipo de fórceps no debe emplearse para la
extracción dental.
Pulido
Elimina la placa y devuelve a la superficie raspada de los dientes su suavidad, que retendrá menos
placa. Después de rasparse, los dientes han de pulirse. Se sugiere con frecuencia que los dientes se
«pulan» a mano con un cepillo dental y pasta de profilaxis. Este método es ineficiente y, por tanto, no
recomendable. Un pulido eficiente ha de realizarse usando tanto una pasta de profilaxis con una copa
de pulido como un cepillo en una pieza de mano contraángulo a baja velocidad o mediante un chorro
de partículas (pulido por aire).
Pasta de profilaxis en copa/cepillo con pieza de mano de contraángulo a baja velocidad. La
velocidad de rotación de la copa o el cepillo puede regularse. Para minimizar la cantidad de calor
generado, la copa de profilaxis o el cepillo no deben girar más rápido de 1.000 revoluciones por
minuto (rpm).
Pulido por aire (chorro de partículas). Esta técnica, basada en el principio del chorro de arena,
se usa para pulir las partes supragingivales de los dientes. Las partículas usadas (p. ej., bicarbonato de
sodio) pulirán la superficie dental sin dañar el esmalte. Resulta esencial proteger los tejidos blandos
(encías y mucosa oral) durante el pulido por aire. Una forma simple de hacerlo consiste en cubrir
estos tejidos blandos con una gasa.
Pasta de profilaxis. Está disponible en el mercado en botes o en tubos individuales. Estos
últimos son más caros, aunque deberían emplearse para prevenir la contaminación y transmisión
iatrogénica de agentes patógenos.
EQUIPOS E INSTRUMENTOS PARA LA EXTRACCIÓN DENTAL
Instrumental manual
Luxadores y elevadores. Se necesita una selección de luxadores y elevadores dentales de varios
tamaños. Mis preferidos se muestran en la figura A2.5.
Figura A2.5
Luxadores y elevadores. Mis luxadores y elevadores favoritos están indicados en esta fotografía. A la izquierda
hay cuatro luxadores Svensk (mangos coloreados) y a la derecha cuatro elevadores de Coupland de diferentes tamaños.
Los luxadores y los elevadores se utilizan para cortar/romper el ligamento periodontal que fija
el diente al alveolo. Los diferentes tamaños se eligen de acuerdo con el tamaño de la raíz. Siempre se
comienza con el elevador más pequeño y se usan después elevadores mayores a medida que se va
creando más espacio entre el diente y el hueso alveolar. Los luxadores tienen extremos de trabajo
muy fino y se emplean para cortar el ligamento, pero no para hacer fuerza porque se podrían romper.
Los elevadores tienen un gancho relativamente grueso. Se utilizan para romper el ligamento
periodontal mediante la combinación de presión apical y fuerza de palanca. La extracción puede
empezarse con el luxador y completarse con el elevador. Un luxador muy pequeño (2 mm) o un
elevador de raíces ayudan a la extracción de raíces fracturadas y deberían estar disponibles para todas
las intervenciones por lo que pudiera ocurrir.
Elevador de periostio. Se requiere (fig. A2.6) en las extracciones abiertas (quirúrgicas) para
exponer el hueso alveolar realizando un colgajo mucoperióstico. Sin embargo, aunque se haya usado
en una técnica de extracción cerrada (no quirúrgica), la encía debe suturarse sobre el hueco de
extracción. En esta situación, un elevador del periostio resulta de gran valor para liberar la encía al
permitir la sutura sobre el hueco de extracción sin tensión.
Figura A2.6
Equipo para la extracción de dientes. Se muestran mis elevadores de periostio preferidos y un kit de sutura (se
necesitan instrumentos pequeños). Los dos elevadores de periostio representados en la izquierda son el P24GSP fino (para gatos) y el
Howard P9H (para perros). También resultan útiles para los perros el Molt P9 y el Periosteal n.° 9. La hoja de bisturí n.° 15 es mi
favorita.
Fórceps de extracción. Aunque pueden ser de ayuda para romper el ligamento mediante la
rotación de la pieza dental, es muy fácil partir la corona si se hace excesiva fuerza. Hay algo de
verdad cuando se dice que el único fórceps de extracción necesario es el dedo. Si el diente no se
puede extraer mediante los dedos, el ligamento periodontal no se ha roto adecuadamente.
Resumiendo, no se precisan fórceps de extracción, pero si se van a utilizar, debería disponerse de una
colección de distintos tamaños que se adapten a las dimensiones de las raíces de los dientes que se van
a extraer.
Equipos eléctricos
Sonútiles para realizar odontología y cirugía oral. Resulta esencial su mantenimiento regular para
evitar los problemas derivados de los fallos del equipo.
Unidad micromotora. Se puede utilizar para pulir y seccionar los dientes. Para seccionar los
dientes, el micromotor debe usarse a la máxima velocidad (30.000 rpm). Las unidades de micromotor
generalmente no incluyen un sistema de refrigeración por agua para el cabezal, por lo que será
necesaria una fuente externa que evite el daño por temperatura (es decir, el auxiliar puede aplicar
agua de forma continua para refrigerar los tejidos).
Unidad dental de aire comprimido. La unidad básica de aire comprimido consiste en una pieza
de mano de alta velocidad con agua como refrigerante, una pieza de mano de baja velocidad (con o
sin agua refrigerante) y una jeringa de aire y agua (fig. A2.7). La pieza de alta velocidad, aunque no
resulta esencial para seccionar dientes multirradiculares antes de la extracción, facilita el proceso y
permite una apropiada aplicación de agua refrigerante. Invertir en una pieza de mano de alta
velocidad con luz por fibra óptica es muy recomendable. La pieza de mano de baja velocidad se
acopla al contraángulo usado en el pulido dental. La jeringa de tres vías puede suministrar agua,
spray (agua y aire) o únicamente aire. Se emplea para irrigar/lavar la boca (agua o spray de
aire/agua) o para secar los dientes (sólo aire). Algunas unidades tienen dos salidas de alta velocidad
(fig. A2.7) y una puede utilizarse como raspador sónico. En algunas unidades, la aspiración también
es posible (fig. A2.7).
Figura A2.7
Unidad dental de aire comprimido. Esta unidad (IM3/Kruuse) tiene aspiración, una jeringa triple, una salida de baja
velocidad (con una pieza de mano de profilaxis acoplada), una salida de alta velocidad (con una pieza de mano de alta velocidad con
luz de fibra óptica acoplada) y una luz para la transiluminación de los dientes.
Es aconsejable invertir desde el principio en una unidad dental de aire comprimido. La pieza de
mano de alta velocidad facilita enormemente la sección de los dientes y la jeringa de tres vías (para
lavados y secado) ayuda a eliminar el detritus y a mejorar la visibilidad durante el examen y
cualquier procedimiento. La aspiración constituye una opción extra. Investigue las distintas
posibilidades de mantenimiento y el servicio técnico antes de elegir un equipo determinado.
Fresas dentales. Están hechas de diferentes materiales, incluidos acero inoxidable, acero al
carburo de tungsteno y «diamante». Hay una amplia selección de fresas disponibles para ambos tipos
de pieza de mano de alta y baja velocidad (fig. A2.8). Se necesita una selección de fresas redondas, de
cono invertido, planas y de fisura recta para seccionar el diente y eliminar el hueso alveolar.
Figura A2.8
Selección de fresas de carburo de tungsteno. A la izquierda se muestran las fresas redondas, de cono invertido y de
fisura para la pieza de mano de alta velocidad. A la derecha aparecen las fresas redondas y de fisura rectas de corte cruzado para la
pieza de mano de baja velocidad.
Las fresas de «diamante» raspan más que cortan y resultan más seguras si las usa alguien
inexperto.
MISCELÁNEA
Afilado
Raspadores, curetas, luxadores y elevadores requieren un afilado frecuente. Hay disponibles kits para
afilado de instrumentos dentales (piedras y aceite) con instrucciones de uso en tiendas de productos
veterinarios.
Los raspadores y las curetas deben afilarse antes de cada empleo, es decir, después de la
limpieza y esterilización. La esterilización deteriora el filo de los instrumentos y el afilado de éstos
tras su uso contamina la piedra. El afilado se realiza manteniendo un ángulo de 70-80° entre la
superficie de afilado y la lateral del extremo de trabajo.
Los luxadores y los elevadores necesitan afilarse regularmente, por lo general después de cada
uso, con una piedra cilíndrica de Arkansas. Si cualquiera de ellos se ha dañado al final del trabajo,
debe afilarse profesionalmente.
Bisturí
Su utilización para liberar la unión del diente con la encía se recomienda en los dos tipos de técnicas
de extracción: abierta y cerrada. Es ideal usar una hoja de bisturí del n.° 15 o del n.° 11 (fig. A2.6).
Material y kit de sutura
Hay que disponer siempre de un kit de suturas de instrumental pequeño (oftálmico) (fig. A2.6). En la
cavidad oral debe utilizarse siempre material reabsorbible. Habitualmente, yo elijo como material de
sutura el Monocryl.
Aspiración
Tiene un gran valor. El exceso de agua y los restos pueden retirarse fácilmente, mejorando la
visibilidad del cirujano y aumentando la seguridad del paciente (reduciendo el riesgo de aspiración).
Además, las pérdidas de sangre pueden estimarse con más seguridad. Invierta en una unidad de aire
comprimido que incluya la aspiración (fig. A2.7) o en una unidad de aspiración separada.
APÉNDICE 3
Antibióticos y antisépticos
Los antibióticos y los antisépticos tienen un papel en el tratamiento de las enfermedades orales,
pero su uso debe ser selectivo y limitado. Se han de aplicar estrategias y regímenes de dosis que
lleven a la optimización de la eficacia de los antibióticos.
ANTIBIÓTICOS
Pueden utilizarse como terapia médica o preventiva.
Uso preventivo de los antibióticos
El objetivo principal de los antibióticos es el tratamiento preventivo (profilaxis) de las bacteriemias.
El tratamiento periodontal, la extracción dental y los tratamientos quirúrgicos de traumatismos orales
son causas de bacteriemias considerables que generalmente se evidencian a los 20 minutos. El
tratamiento preventivo o profiláctico con antibióticos únicamente resulta necesario en pacientes en
los que tratamientos instaurados frente a la bacteriemia no vayan a ser efectivos.
Los animales que deben recibir la administración preventiva de antibióticos son:
• Geriátricos o debilitados.
• Con enfermedades cardíacas preexistentes y/o enfermedades sistémicas.
• Con inmunosupresión.
Además del tratamiento preventivo de la bacteriemia inducida, la administración preventiva de
antibióticos ayuda al control de la infección de la herida. Por consiguiente, los animales que pueden
beneficiarse de la administración preventiva de los antibióticos son los afectados por:
• Infecciones graves.
• Estomatitis crónicas.
La elección de un protocolo antibiótico profiláctico y de un protocolo preciso es controvertida.
Se encuentra en la flora de la cavidad oral y de la saliva gran variedad de microorganismos. La
profilaxis antibiótica requiere medicamentos con una actividad antimicrobiana frente a
grampositivos y gramnegativos aerobios y anaerobios. El tiempo de administración de un antibiótico
es muy importante. Generalmente se acepta que los antibióticos se han de administrar 2 horas antes de
la cirugía y no continuar más de 4 horas después de la cirugía. Además, los antibióticos tienen que
darse a una dosis suficientemente alta como para alcanzar en los tejidos cuatro veces la CMI del
organismo causante. Numerosos estudios han mostrado que la ampicilina, la amoxicilina-ácido
clavulánico, ciertas cefalosporinas y la clindamicina tienen los mismos requerimientos en perros,
gatos y humanos.
En nuestra clínica de referencia en el Reino Unido nosotros usamos uno de estos protocolos.
En presencia de una infección grave empleamos 20 mg/kg i.v. de ampicilina antes de la cirugía
(en el momento de colocar el catéter para la anestesia). Esta dosis se repite cada 6 horas si el catéter
se mantiene. El metronidazol se administra junto con la ampicilina intravenosamente para asegurarse
un amplio espectro contra anaerobios.
Administramos dos veces la dosis terapéutica de amoxicilina o amoxicilina-ácido clavulánico
intramuscularmente en el momento de la premedicación para la anestesia. Esto aporta un margen de
20-30 minutos para la dispersión del antibiótico antes de que el animal sea anestesiado y se empiece
la intervención quirúrgica. En animales irritables, que no toleran la inyección intramuscular, se puede
aplicar el antibiótico después de la inducción anestésica. El examen y la preparación del paciente
aseguran un tiempo de 20 minutos necesario para que el antibiótico haga su efecto antes de iniciar el
procedimiento quirúrgico.
Uso terapéutico de antibióticos
Está indicado en pacientes que presentan signos locales y sistémicos de que la infección se ha
establecido, como casos de inflamación evidente, formación de pus, fiebre, linfadenopatía y
leucocitosis. El juicio clínico es importante a la hora de emitir el diagnóstico de infección y decidir
sobre la terapia antibiótica que se va a aplicar. La administración de antibióticos solamente «estáen el
lado seguro» si se hace un uso prudente de los antimicrobianos.
Principios para el uso prudente de la terapia de antibióticos:
1. El agente causal debe identificarse y se ha de determinar la sensibilidad a los antibióticos. En
la cavidad oral, los organismos implicados se han definido bien y se conocen; incluyen una
flora mixta de bacterias grampositivas y gramnegativas aerobias y anaerobias. Se acepta el
tratamiento empírico de antibióticos basado en estudios previos de susceptibilidad. La
amoxicilina-ácido clavulánico, la clindamicina y las menos usadas cefalosporinas proveen un
amplio espectro de acción antibacteriana frente a las infecciones orales en perros y gatos. El
cultivo está indicado en las infecciones que no responden al tratamiento inicial, en las
recurrentes y en las postoperatorias de las heridas y en la osteomielitis.
2. Debe usarse el antibiótico con el espectro más reducido posible. Esto minimiza el riesgo de
fenómenos de resistencia bacteriana.
3. Se desaconsejan las combinaciones de antibióticos. La excepción a esta norma es la
combinación de amoxicilina o cefalosporinas con metronidazol en infecciones mixtas graves en
las que los microorganismos anaerobios desempeñan un papel muy importante.
4. Es preferible un antibiótico bactericida a otro con efecto bacteriostático. Los antibióticos
bactericidas (amoxicilina, cefalosporinas y metronidazol) son preferibles a los bacteriostáticos
(clindamicina), principalmente porque dependen menos de las reacciones inflamatorias e
inmunitarias del hospedador. Otras consideraciones incluyen la toxicidad del antibiótico y el
historial del paciente de reacciones alérgicas previas a estos agentes.
5. El antibiótico elegido debe administrarse en la dosis adecuada y en los intervalos de tiempo
correctos. Se ha de referir a lo especificado en los Compendios Actuales de Información de
Productos Veterinarios sobre la dosificación correcta y los intervalos de tiempo; en general
basta un tratamiento de 7 días de antibióticos. La osteomielitis requiere un período más
prolongado de tratamiento, a menudo 21-28 días. Las dosis subóptimas y/o el tratamiento
pulsátil no están recomendados.
6. El paciente debe monitorizarse para valorar la respuesta al tratamiento y detectar el
desarrollo potencial de reacciones adversas. Se precisa la revisión del diagnóstico si no se
observa respuesta al tratamiento. En estos casos está indicada la realización de un cultivo con
antibiograma. Pueden ocurrir ocasionalmente reacciones menores adversas (es decir, efectos
secundarios gastrointestinales e inapetencia debido a los cambios en la flora intestinal por los
tratamientos sistémicos con amoxicilina y clindamicina).
ANTIBIÓTICOS Y ENFERMEDAD PERIODONTAL
En la práctica veterinaria, los antibióticos se usan a menudo indiscriminadamente (diagnósticos
incompletos, dosis e intervalos de administración incorrectos y seguimiento inapropiado de la
respuesta al tratamiento) en los pacientes con enfermedad periodontal.
La indicación para el empleo preventivo (profiláctico) de los antibióticos en animales con
gingivitis y/o periodontitis está bien definida (indicada para individuos que no puedan cooperar con
el tratamiento efectivo para la bacteriemia). En contraste, la indicación para el uso terapéutico de
antibióticos en el tratamiento de la enfermedad periodontal no está bien definida. Se necesita un
conocimiento más profundo de la etiología y la patogenia de la enfermedad periodontal (limitado y
selectivo) para discriminar el uso terapéutico de antibióticos. La enfermedad periodontal es un
término clínico para describir la inflamación del periodonto causada por la acumulación de la placa
dental (biofilm de origen bacteriano) en la superficie del diente. Resulta esencial diferenciar entre
gingivitis (inflamación limitada a la encía) y periodontitis (inflamación que afecta al ligamento
periodontal y al hueso alveolar) antes de instaurar cualquier tratamiento.
Gingivitis
En ella, la eliminación mecánica diaria de la placa dental (cepillado de dientes) devuelve la salud a la
encía inflamada y una eliminación regular de la placa mantiene la encía sana. Los antibióticos no se
recomiendan en el tratamiento de la gingivitis. Puede estar indicado en algunos pacientes el uso
adicional de antisépticos.
Periodontitis
El papel de los antibióticos en el tratamiento de la periodontitis no está claro y requiere
investigaciones adicionales. Hay dos preguntas principales que deben contestarse antes de instaurar
cualquier tratamiento: ¿pueden los agentes antimicrobianos mejorar los efectos de la eliminación
mecánica de la placa?, y ¿pueden ser una sustitución para tales tratamientos?
¿Pueden los agentes antimicrobianos mejorar los efectos de la eliminación mecánica de la
placa? Hay muchas similitudes entre la enfermedad periodontal humana y la canina.
Consecuentemente, la información disponible a la especie humana puede ser relevante en el
tratamiento de esta enfermedad en la especie canina.
En odontología humana se conoce que los tratamientos antimicrobianos son de importancia
secundaria en el tratamiento de la periodontitis en comparación con el tratamiento periodontal
conservador, que consiste en una limpieza profesional (raspaje supragingival y pulido, raspaje
subgingival y alisado radicular) en combinación con una eliminación meticulosa de la placa por
parte del paciente. Cuando los mecanismos siguientes del control mecánico de la placa se instauran
exitosamente (después de la limpieza profesional), no se ha podido demostrar que la aplicación de
una terapia antimicrobiana en combinación con el desbridado mecánico profesional tenga efectos
ventajosos respecto a la eliminación de la placa sola. No hay estudios similares de este tipo en perros
y gatos.
Se han verificado varios regímenes de antibióticos en el tratamiento de pacientes humanos que
no habían respondido al tratamiento periodontal conservador. Aunque se han obtenido efectos
positivos a corto plazo, la respuesta observada entre los pacientes ha sido muy variable. Se ha
apreciado el resurgimiento de supuestos patógenos, que se han considerado la causa de la recidiva de
la enfermedad. En los perros en los que no se realizan cuidados dentales en casa se ha visto que la
terapia antimicrobiana aplicada en un período breve de tiempo ha sido efectiva en el retraso de la
aparición de la placa. La última evidencia de la eficacia de los antibióticos sistémicos debe obtenerse
con la aplicación de tratamientos a largo plazo en animales con periodontitis. Actualmente, esta
información no está disponible.
En resumen, la reducción de la carga bacteriana postoperatoria puede obtenerse mediante el
control mecánico de la placa. El uso de antibióticos sistémicos combinado con el tratamiento
periodontal conservador puede retardar la aparición del proceso morboso.
¿Puede la periodontitis tratarse sólo con agentes antimicrobianos? Hay algunas
características específicas de la enfermedad periodontal que sugieren que el tratamiento sólo con
antimicrobianos, es decir, en ausencia de un tratamiento periodontal profesional y cuidados en casa,
no resulta suficiente. Primero, porque generalmente en la enfermedad periodontal no existe invasión
bacteriana de los tejidos. Las bacterias de la placa subgingival ejercen su acción sobre los tejidos en
los que se hospedan incluso sin penetrar en ellos. Además, para que el agente microbiano tenga su
efecto, es requerimiento necesario que se encuentre en una concentración elevada en el entorno
subgingival fuera de los tejidos periodontales. En segundo lugar, porque las bolsas periodontales
contienen un gran número de diferentes bacterias, lo que puede causar problemas para que los
agentes antimicrobianos funcionen adecuadamente porque pueden ser inhibidos, inactivados o
degradados por otras bacterias que no son objeto de su acción. En tercer lugar, la placa subgingival
es un biofilm y, como se sabe, los biofilms protegen efectivamente las bacterias de los agentes
antimicrobianos. Por último, la mayoría de los microorganismos asociados con la enfermedad
periodontal pueden detectarse frecuentemente en un bajo número en ausencia de enfermedad. En el
tratamiento de las infecciones oportunistas, la eliminación no supone un objetivo realista. Los
patógenos que son eliminados con éxito pueden multiplicarse si las condiciones ecológicas del
medio (p. ej., bolsas periodontales profundas) persisten. Por tanto, se requiere el control continuo de
factores ecológicos antes del tratamiento inicial.
Es importante entender que los tests in vitro no pueden correlacionarse directamente con la
eficacia clínica, ya que no reflejan las condiciones reales encontradas en las bolsas periodontales.
Particularmente, no tienen en cuenta el efecto del biofilm. La demostración in vitro de la
susceptibilidad, por tanto, no prueba que este agente trabaje en el tratamiento de la enfermedad
periodontal.
Con nuestro nivel de conocimientos, la terapia antibiótica sistémica no puede recomendarse
como prevención o elección en el tratamiento de la enfermedad periodontal de cualquier tipo, y desde
luego nunca en ausencia de una terapia periodontal mecánica. La terapia periodontal profesional
seguida de un control meticuloso de la placa por parte del propietario del paciente es la opción más
apropiada en el tratamiento de la periodontitis. En algunas situaciones muy específicas, como
infección grave local o en un paciente con enfermedad sistémica o inmunodeprimido, los antibióticos
pueden ser de utilidad como terapia de apoyo. Sin embargo, el uso conjunto de antisépticos en vez de
los antibióticos consigue el mismo efecto con menos riesgo (p. ej., desarrollo de resistencia). En
resumen, los antibióticos no previenen la periodontitis, aunque tienen un papel significativo en el
tratamiento.
Administración de antibióticos. En las pocas situaciones específicas donde se aplican
antibióticos como apoyo terapéutico adicional, hay que determinar el método de administración. Los
agentes antibióticos pueden depositarse directamente en la bolsa periodontal (vía local o tópica) o
por vía sistémica. Cada método de administración tiene ventajas específicas e inconvenientes.
La terapia local permite la aplicación del agente a una concentración que no se puede obtener
mediante la administración sistémica. Esta aplicación puede ser particularmente exitosa si el
tratamiento frente a microorganismos identificados puede limitarse a las lesiones visibles.
Por el contrario, la administración sistémica de agentes puede alcanzar los microorganismos
que se han extendido ampliamente. Estudios realizados en el hombre han demostrado que en algunos
pacientes las bacterias periodontales pueden distribuirse por toda la cavidad oral, incluidas zonas no
dentales, como el dorso de la lengua y/o las criptas tonsilares. Las desventajas de la terapia sistémica
con antibióticos radican en que el medicamento se dispersa por todo el organismo y sólo una
pequeña parte de la dosis alcanza la flora subgingival. Además, pueden darse reacciones adversas,
como resistencias, cuya probabilidad de producirse se incrementa cuando se administran por vía
sistémica.
ANTISÉPTICOS
Tienen dos funciones muy importantes en odontología y cirugía oral veterinaria:
1. Reducir el número de bacterias en la cavidad oral previo a la intervención o durante la misma.
2. Sustituir el control mecánico de la placa.
Es una buena práctica realizar un lavado bucal con antisépticos antes o durante una intervención
quirúrgica oral. Esto reduce el número potencial de patógenos, suministrando así un ambiente limpio
de trabajo y disminuyendo la bacteriemia generada durante el procedimiento y la secundaria al
aerosol producido por el equipo dental, como los limpiadores dentales. Esto resulta beneficioso para
el cirujano y su asistente.
El gluconato de clorhexidina es una solución acuosa no alcohólica generalmente considerada el
desinfectante oral de elección en animales. Debe usarse en su correcta concentración. La
recomendada más segura es del 0,2%, pero puede utilizarse una solución al 0,05% si la mucosa oral
ya se ha tratado durante la intervención. Debe tenerse mucho cuidado con los ojos.
Numerosos agentes químicos se han evaluado para sustituir el control mecánico de la placa
dental. Los agentes efectivos antiplaca se caracterizan por una combinación de su actividad intrínseca
antibacteriana y unas buenas propiedades de retención oral. Los agentes que se han evaluado incluyen
clorhexidina, aceites esenciales, triclosán, sanguinarina, fluorados, agentes oxigenantes, compuestos
de amonio cuaternario, sustitutos aminoalcohólicos y enzimas. De todos, el mayor efecto en la
reducción de la placa y de la gingivitis lo logra la clorhexidina, considerada el producto de
referencia frente al cual se verifican todos los agentes antiplaca. Los agentes antiplaca desarrollados
desde las pastas dentales, los geles o los colutorios orales pueden aumentar la higiene oral mecánica
y controlar la formación de la placa supragingival y el desarrollo de una precoz enfermedad
periodontal. Debe enfatizarse que ninguno de estos agentes previene por sí mismo la gingivitis, es
decir, sin la eliminación mecánica de la placa. Por otra parte, todos estos agentes están asociados a
efectos colaterales adversos que varían con el agente químico; se incluyen mal sabor, sensación de
quemazón o entumecimiento de la mucosa oral, tinción de tejidos blandos y dientes y reacciones
alérgicas. El uso de los agentes químicos antiplaca debería aplicarse junto con un tratamiento
mecánico de eliminación de placa.
Algunos ejemplos de las situaciones en las que la aplicación tópica de clorhexidina es
beneficiosa son:
• Inmediatamente al postoperatorio, cuando las molestias ocasionadas por el tratamiento
(desbridamiento subgingival profundo y extracciones múltiples) desaconsejan la eliminación
mecánica de la placa con un cepillo.
• Administración intermitente cuando se inicia un proceso inflamatorio (p. ej., en los gatos con
gingivoestomatitis crónica).
• Como ayuda al cepillado de dientes cuando no se realiza de forma correcta (p. ej., el animal no
permite el cepillado apropiado o el propietario no es capaz técnicamente de realizar un cepillado
correcto).
El gluconato de clorhexidina está disponible como solución acuosa y como gel semilíquido.
Puede aplicarse mediante una jeringa, un trozo de gasa o un cepillo.
Mi método preferido de administración de la clorhexidina es el uso de una solución acuosa
como enjuague oral una o dos veces al día (dependiendo de la gravedad de la inflamación). La
solución se pone dentro de la cavidad oral mediante una jeringa. Hay que enseñar a los propietarios a
elevar el labio para exponer los dientes y las encías y a aplicar suavemente la clorhexidina como un
enjuague. Esto se hace en ambos lados de la boca. Para gatos y perros pequeños nosotros
recomendamos 3 ml para cada lado (un total de 6 ml); para perros medianos, 5-8 ml para cada lado, y
para perros grandes, 10 ml para cada lado.
RESUMEN
La prevención y el tratamiento en la enfermedad periodontal dependen del control mecánico de la
placa. Si un propietario es incapaz o está poco dispuesto a eliminar la placa dental, ha de darse cuenta
de que puede producirse una periodontitis o la pérdida de los dientes. Nuestras mascotas requieren
intervención profesional en intervalos regulares y los dientes afectados por la periodontitis necesitan
extraerse.
APÉNDICE 4
Endodoncias
La endodoncia es el tratamiento de la pulpa del diente (endo- = dentro; -doncia = diente). El
tratamiento endodóncico es un procedimiento de especialista y no debe realizarse sin un adecuado
entrenamiento y una experiencia supervisada. Lo descrito a continuación resume los tratamientos
endodóncicos más comunes que se efectúan en la odontología de pequeños animales.
Hay tres tratamientos pulpares, cada uno con unas indicaciones específicas:
1. Recubrimiento pulpar.
2. Pulpectomía parcial con recubrimiento pulpar directo.
3. Terapia del canal radicular.
El tratamiento convencional del canal radicular es el más común como tratamiento endodóncico.
Incluye la eliminación total del tejido pulpar, es decir, pulpectomía total, limpieza y llenado del canal
de la raíz, seguido de la obturación dentaria.
El tratamiento del canal radicular está indicado cuando existe o puede existir una patología de
pulpa irreversible (p. ej., pulpitis generalizada o necrosis pulpar, a menudo en combinación con
afecciones periapicales) en el diente permanente. Los dientes inmaduros permanentes tienen una
consideración especial, por lo que se estudian de forma separada.
Los objetivos del tratamiento convencional del canal radicular son:
• Limpiar y desinfectar la cavidad pulpar y los canales radiculares.
• Rellenar el(los) canal(es) radicular(es) con un material antibacteriano no irritante de forma que
el ápice quede sellado.
• Cerrar los puntos de acceso y de exposición con el material de reconstrucción apropiado.
Hay muchos métodos para la preparación y el llenado de los canales radiculares. En términos
generales, el tratamiento del canal radicular supone la eliminación de la pulpa al reemplazarla por un
material inerte y la reconstrucción del diente. La pulpa muerta o inflamada se extrae usando unas
limas especiales. Una vez extraída la pulpa, el canal radicular se limpia mecánicamente con una lima,
pero también químicamente con un desinfectante. El canal de la raíz limpio y desinfectado se rellena a
continuación con un material inerte y la corona se restaura con un material de obturación apropiado.
El diente no se reconstruye con su tamaño y forma originales, ya que la fuerza de mordida de los
perros es mucho mayor que la de los humanos y la restauración podría fracasar.
El procedimiento debe realizarse bajo anestesia general con un estricto control radiográfico y
lleva mucho tiempo, pues cada paso se debe realizar meticulosamente para asegurar un buen
resultado.
El resultado del tratamiento convencional del canal radicular debería monitorizarse
radiológicamente durante los 6-12 meses postoperatorios. Este proceso también requiere anestesia
general. Las evidencias de enfermedad alrededor del extremo de la raíz en ese momento indican la
necesidad de un tratamiento endodóncico complementario o la extracción del diente. El tratamiento
endodóncico complementario consiste generalmente en rehacer la terapia del canal radicular, a
menudo en conjunción con endodoncias quirúrgicas (generalmente eliminando el ápice de la raíz y
sellando el canal radicular desde esta dirección).
CONSIDERACIONES ESPECIALES CON LOS DIENTES INMADUROS
Una pulpectomía parcial y el recubrimiento pulpar directo están indicados para tratar fracturas de las
coronas recientes con exposición pulpar en los dientes inmaduros. Un diente inmaduro tiene una
pared de dentina fina y un ápice abierto, lo que permite un buen aporte sanguíneo a la pulpa. El
tratamiento se dirige a mantener la pulpa viable, lo que es necesario para que continúe el desarrollo
de la raíz.
El diente inmaduro necrótico requiere un tratamiento endodóncico si se quiere mantener. El
procedimiento consiste en una adaptación del tratamiento convencional del canal radicular ya
descrito para el diente maduro permanente. El tejido pulpar necrótico se elimina con sumo cuidado y
la cámara pulpar y el canal radicular se limpian minuciosamente. Es importante eliminar todo el
tejido necrótico, que normalmente se extiende discretamente bajo el ápice abierto, confirmándolo
radiográficamente. La pasta o el polvo de hidróxido de calcio estéril se introducen dentro del canal
de la raíz y se extienden justo bajo el ápice. Puede estimularse un grado de apexogénesis (desarrollo
del ápice y de la longitud de la raíz normal) o apexificación (cierre de la raíz estimulado por el
tratamiento) si se realiza el tratamiento. La zona de exposición se sella con material restaurativo. El
diente se controla y el recubrimiento de hidróxido de calcio se cambia aproximadamente cada 6
meses, ya que un recubrimiento fresco resulta más efectivo en la estimulación de la apexogénesis y la
apexificación. Cuando no puede verse desarrollo radicular adicional radiográficamente y el ápice
está cerrado, se debe realizar un tratamiento convencional del canal radicular. Si el ápice está todavía
abierto y el cierre no puede estimularse mediante la colocación repetitiva de recubrimiento de
hidróxido cálcico, es posible efectuar un sellado del ápice utilizando un abordaje quirúrgico y
colocando un relleno en la raíz de forma retrógrada.
Se necesitan varios episodios de anestesia general y en la mayoría de los casos la mejor opción
es la extracción de un diente inmaduro con necrosis pulpar. Los procedimientos anteriormente
descritos están indicados en dientes permanentes estratégicos que han sufrido algún grado de
maduración.
Debe tenerse en cuenta que los dientes inmaduros podrían aparecer en un animal adulto si el
traumatismo causó la necrosis pulpar durante el período de desarrollo. El tratamiento de estos dientes
es el mismo que si fuese un diente inmaduro, sin considerar la edad del animal.
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Índice alfabético
Notas
Los números de página en negrita se refieren a las figuras y a las tablas. Se remite a los
lectores a publicaciones específicas de cada raza para estudios reales sobre cada una de las
patologías descritas en esta obra.
La información de repaso de la teoría puede localizarse para cada enfermedad dentro de cada
capítulo.
A
abrasión, 195
absceso periapical, 171, 172
alimentación selectiva, 98
alveolar, hueso, 4–5
pérdida, 63, 64
alveoloplastia, 144, 144, 149
amoxicilina-ácido clavulánico, 227, 228
ampicilina, 227
amputación coronal (corona), 107, 111, 112, 119, 120
anestesia general
examen oral, 13–16, 21
hallazgos clínicos, xii–xiii
anquilosis, 106
antibióticos, 227–30
administración, 229–30
enfermedad periapical, 189
preventivo/profilaxis, 227
uso terapéutico, 227–8
antisépticos, 230
aspiración, 226
atrición, 194
atrofia muscular, 162–5
B
babeo, 79, 89, 150
bearded collie
babeo, 150
maloclusión, 141–53, 142
acortamiento dentario, tratamiento endodóncico, 150–3
aparatos ortodóncicos, 146–9
examen oral, 141, 145, 150
mordida torcida, 151, 151
revisiones, 143, 147
técnica del juguete de goma, 142–9
tratamiento, 142, 146–7
bisturí, hoja, 226
bola, juegos, 193, 195, 196
braquicefálicas, razas
maloclusión, 129
oclusión, 9, 9
C
cálculos, 32, 99, 214
fórceps, 224
calicivirus felino (FCV)
gingivoestomatitis crónica, 77
interferón, 77, 78
positivo, 97
caninos, 54, 194
maduración, 6
maloclusión, 130, 135
oclusión, 133, 134
superiores, 135, 136, 184
caninos mandibulares
maloclusión, 134
dientes primarios persistentes, 130
técnica del juguete de goma, 142–3, 144
permanentes, 134
caninos maxilares, 130, 134
carbohidratos, fermentables, 204
carburo de tungsteno, fresas, 226, 226
carcinoma de células escamosas, 78, 113, 115
caries, 201–5
esmalte, desmineralización, 202
fermentables, carbohidratos, 204
cavidad oral, 116, 117, 118
cefalosporinas, 228
cemento, 3, 4, 209
anatomía radiográfica, 5–6
cepillado dental, 218
frecuencia, 219
técnica, 219, 219–20, 220
cepillos dentales, 218, 219
clindamicina, 228
clorhexidina, 91–2, 100, 230
consideraciones éticas, maloclusión, 131
corona, amputación, 107, 111, 112, 119, 120
corona, formación, 198
corona, fractura, 122, 177
clasificación, 159
complicada See fractura de la corona complicada (FCC)
no complicada See fractura de la corona no complicada (FCNC)
cuidados en casa, 211, 218–20
cepillado dental See cepillado dental
cepillos de dientes, 218
dieta dental, 220
educación del cliente, 218
pasta de dientes, 218–19
químico, control de la placa, 220
v. también enfermedades específicas; razas específicas
cureta, 223, 223
raspador frente a, 223
D
dental, cálculo, 32, 99, 214
dental, dieta, 220
dental, explorador, 210, 222, 222
dental, fórmula, 5
dental, película, 211
dental, registro, 21, 222
abreviaturas, 21
gatos, 19–20
perros, 17–18
sistema de numeración, 21, 21
dentición permanente, 21, 131
dentígeros (foliculares), quistes, 44, 186
dentina, 3, 209
anatomía radiográfica, 5
caries, 202, 204
túbulos, 173
desbridamiento, 175, 202, 203
destrucción ósea, 173
diagnósticas, técnicas, 11–28
examen oral See oral, examen
radiografía See radiografía
registro radiográfico, 17–20, 21
diastema, encía, 142, 143, 143
diente(s)
acortamiento, 140, 150–7
anatomía, 2–9
anatomía radiográfica, 5–6
ausencia, 182, 186
cavidad oral, 116
decoloración, 105, 182, 197, 198
estructura, 3, 4
extracción See extracción dentaria
fisiología, 2–9
fracturas, 71, 181–4
grado de movilidad, 16, 16
inmaduros See inmaduro, diente
limpieza, 222–4
maduración, 5, 6
no erupcionado, 182
permanentes
acortamiento dentario, 131
extracción, 158–61
fractura de la corona complicada, 182
maloclusión, 131
primarios See primarios, dientes
pulido, 224
taladrado radicular, 186
v. también dientes específicos; tejidos específicos
dientes primarios, persistencia de, 211–12
desarrollo de la maloclusión, 133–6
extracción, 135, 136
disfagia, 113
dolicocefálicas, razas
maloclusión, 129
oclusión, 9, 9
drenaje, fístula, 185
E
edema, sublingual, 71
elevadores, 224–5, 225
encía, 3, 4
diastema, 142, 143, 143
lingual, 167
manguito, 3, 4
saludable, 167
surco, 3, 4
endodoncia, 231–2
acortamiento dentario, 150–3
diente inmaduro, 231–2
fases, 179–80
fractura dentaria, 184
maloclusión, 154
necrosis pulpar, 179
radiografía postratamiento, 152, 205
v. también tratamientos específicos
endodóncicas, lesiones
clasificación, 172
periodontal, combinación, 172, 215
enfisema, 71
equipo, 221–6
afilado, 226
consideraciones del personal, 221
dental, 221–2
oral, 221–2
paciente, consideraciones, 221
v. también equipo/instrumentos específicos
esmalte, 3, 209
anatomía radiográfica, 5
desmineralización inorgánica, 202
displasia (hipoplasia), 197–200
decoloración del diente, 198
definición, 197–8
tratamiento, 200
espejo dental, 222
esquelética, maloclusión, 129–30, 151, 154
heredabilidad, 151
ortodoncia interceptiva, 137, 140
estomatitis, 95
eutanasia, 87
extracción, fórceps, 225
extracción dentaria, 59, 77, 184, 212
cierre del colgajo, 160
complicaciones, 70–2
equipo, 224–6, 225
fórceps de extracción, 225
instrumentos, 224–6
interceptiva, 137–40
no cicatrización, 47
odontoclástica reabsortiva, lesión, 107
técnica abierta, 160
v. también enfermedades específicas; razas específicas
F
fermentables, carbohidratos, 204
fístula
drenaje, 185
oronasal, 66
flúor
caries, 202
esmalte, displasia, 200
folicular (dentígero), quiste, 44, 186
foramina, anatomía radiográfica, 6
fórceps
cálculos, 224
extracción, 225
fractura de la corona complicada (FCC), 159, 182, 182, 183
dientes inmaduros, 190–2
dientes permanentes, 182
dientes primarios, 182
enfermedad periapical, 177–80
fractura de la corona no complicada (FCNC), 159, 174, 182, 215
complicaciones periapicales, 173–6
fractura mandibular, 70
iatrogénica, maloclusión, 162
fresas, 226, 226
furca, afectación, 16, 16, 55
G
gato(s)
erupción dentaria, 5, 5
fórmula dental, 5
pelo corto See pelo corto, gatos
pelo largo, gingivoestomatitis crónica, 79–84
examen oral, 79, 81
hallazgos radiográficos, 79, 81, 81–3
registro dental, 80
tratamiento, 83
registro dental, 19–20
gingival, colgajo, 107
gingival, índice
evaluación, 14–15
sistema de puntuación, 15
gingival, retracción, 15–16, 16
gingivitis
antibióticos, 228
cepillado dental, 100, 101
definición, 31
halitosis, 35, 38, 52, 54
índice de sangrado, 14, 14
Löe y Silness, índice modificado, 14–15, 15
patogenia, 32
periodontitis, 35, 228
recurrente, 52, 54
tratamiento, 33, 211
gingivoestomatitis crónica (GEC), 75–101
idiopática, 89–93
lesiones iatrogénicas, 79–84
periodontitis, 79–84
revisiones, 92, 92–3
virus de la inmunodeficiencia felina, 85–8
virus de la leucemia felina, 85–8
v. también razas específicas
golden retriever
extracción dentaria, 59
gingivitis recurrente, 52, 54
halitosis, 52, 60
periodontitis
examen oral, 52, 54
hallazgos radiográficos, 54, 55–6
registro dental, 53, 58
tratamiento, 57
gran danés
extracción dentaria, 155
maloclusión, 154–7
endodóncico, procedimiento, 156
revisión, 155–6
tratamiento, 155
greyhound, gingivoestomatitis crónica, 98–101, 99, 100
revisión, 100, 100–1
H
halitosis
gingivoestomatitis crónica, 98
golden retriever, 52, 60
whippet, 35, 39, 41
hemorragia, 72
higiene, masticables, 220
horizontal ósea, destrucción, 48, 55
I
iatrogénicas, lesiones, 68–74
gingivoestomatitis crónica, 79–84
lesión dentaria, 185–9
inapetencia, 79, 89, 113
incisivos
inferiores, 41
maloclusión, 130
oclusión, 133, 134
permanentes, dientes primarios persistentes, 134–5
reversa, oclusión en tijera, 136, 163
superiores, 194
inflamación
dientes inmaduros, 174
tejido periodontal, 106–7
inmaduro, diente, 174
endodoncia, 231–2
fractura de la corona complicada, 190–2
inflamación, 174
necrosis, 174
instrumentos, 221–6
consideraciones del personal, 221
examen dental, 221–2
examen oral, 221–2
extracción dentaria, 224–6
paciente, consideraciones, 221
tratamiento periodontal, 222–4
v. también instrumentos específicos
interceptivas, extracciones, 137–40
interceptivas, ortodoncias, 131, 138
interdigitación dental, maloclusión, 130–1
interferón
calicivirus felino, 77, 78
gingivoestomatitis crónica, 96
omega recombinante felino (FeIFN), 96
intraoral, plano de mordida acrílico maxilar, 147, 147
intraoral, radiografía
bisectriz, técnica del ángulo, 26, 26–7, 49
definición, 22
equipo, 22–3, 23
factores de exposición, 24
materiales, 22–6
orientación, 23–4
periodontitis, 49
rayos X, película See rayos X, película
rayos X, unidad See rayos X, unidad
sistema digital, 28
técnica paralela, 26, 26, 49
J
jaulas mordidas, 181, 184
L
labio, úlcera
periodontitis, 45
superior, 108
labrador retriever, daño dentario iatrogénico, 185–9
examen oral, 185
hallazgos radiográficos, 185–6, 186
tratamiento, 189
lesión reabsortiva odontoclástica (LRO), 106–7, 109
limpiador dental, 223
cureta frente a, 223
limpiadores rotatorios, 224
limpieza dental, 222–4
instrumentos manuales, 222–3, 223
instrumentos mecánicos, 223–4
v. también instrumentos específicos
Löe y Silness, índice gingival modificado, 14–15, 15
luxador, 224
M
maloclusión, 7, 127–67, 213
acortamiento dentario, tratamiento endodóncico, 150–3
alveoloplastia, 141–4
braquicefálicas, razas, 129
consideraciones éticas, 131
dental, interdigitación, 130–1
dentición permanente, 131
dentición primaria, 131
desplazamiento, grado de, 145
esquelética See esquelética, maloclusión
extracción de diente permanente, 158–61
iatrogénica, 162–7
interceptivas, extracciones, 137–40
manejo, 131–2
persistencia de dientes primarios, 133–6
prevención, 131
técnica del juguete de goma, 141–4
tratamiento, 131
mandíbula
estrecha, 129–30, 144
fístula, drenaje, 185, 186
hinchazón, 185, 186
periodontitis, 64
fractura, 72, 181–4
maloclusión iatrogénica, 162–7
mandibular, dispositivo de expansión, 147, 148
mandibular braquignática, mordida, 129, 145
mandibular prognática, mordida, 129, 130
mesocefálicas, razas, 7, 8, 9
oclusión, 7, 8
mestizos
bola de juego, 193, 195, 196
desgaste excesivo, 193–6
examen oral, 193
hallazgos radiográficos, 193, 194
revisiones, 196
fractura de la corona complicada, 190, 191
examen oral, 190, 191
revisiones, 191, 192
metronidazol, 227
micromotora, unidad, 225
molares, 90
extracción, 77
maloclusión, 130
morder, trabajo de, 181, 184
mordida cruzada anterior, 130
mordida torcida, 129, 151, 151
mucosa palatina
heridas infectadas, 155
maloclusión, 141
N
necrosis, 174
nivel de unión clínica (NUC), 21
nivel de unión periodontal (NUP), 38–9
no cicatrizado, sitio de extracción, 45
nutrientes, canales, 6
O
oclusión, 7–9, 213
odontoclastos, 109
oral, examen, 13–21
anestesia general, 13–16, 21
animal consciente, 13
equipo, 221–2
instrumentos, 221–2
registro, 17–20, 21
v. también enfermedades específicas; razas específicas
orofaringe, 81
oronasal, comunicación, 71
mandíbula estrecha, 129–30
oronasal, reparación de fístula, 66
ortodoncia(s)
aparatos, 145–9
humana, 131, 159
interceptiva, 131, 138
tratamiento, 149
veterinaria, 131, 159
osteomielitis, 172, 215, 228
P
partículas, chorro (pulido por aire), 224
pasta de dientes, 218–19
pastor alemán
dientes, fracturas, 181–4
fractura de la corona complicada con enfermedad periapical, 177–80
examen oral, 177
hallazgos radiográficos, 177, 178
revisiones, 179
tratamiento, 178, 179
interceptivas, extracciones, 137–40, 139
examen oral, 137
tratamiento, 138
mandíbula, fractura, 181–4, 182
trabajo de mordisco, 181, 184
película, 31
pelo corto, gatos
gingivoestomatitis crónica, 85–97
examen oral, 85, 86–7, 89, 94, 95
extracción dentaria, 89–97
hallazgos radiográficos, 85, 86–7, 90
idiopática, 89–93, 95
revisiones, 96, 96–7
tratamiento, 87–8, 96
periodontitis, 45–51
examen oral, 45, 47
hallazgos radiográficos, 45, 48
lista de problemas orales, 47
registro dental, 46, 50
revisiones, 51
tratamiento, 49, 51
radicular, reabsorción, 108–15
hallazgos radiográficos, 108–9, 109, 111
revisiones, 110, 111
PEM, 209–17
periapical, enfermedad, 169–205
antibióticos, 189
fractura de la corona complicada, 177–80
inflamación pulpar, técnicas de extracción, 178
necrosis pulpar, 186
patología, 215
v. también enfermedades específicas
periapical, esclerosis, 171–2
periapical, granuloma, 171–2, 178
periapical, inflamación, 173
periapical, lesión, 56, 171–2
periodontal, absceso, 56, 178
periodontal, bolsa, 48
periodontal, cirugía, 33–4
periodontal, enfermedad, 29–74, 214
antibióticos, 228–30
antimicrobianos, agentes frente a retirada mecánica de la placa, 228–9
caries, 201–5
definición, 201–2
dental, cálculos, 32
dental, placa, 31–2
etiología, 31–2
humano frente a canino, 228–9
lesiones iatrogénicas, 68–74
patogenia, 32
progresión natural, 35–44
tratamiento, 33–4
equipo, 222–4
instrumentos, 222–4
v. también enfermedades específicas
periodontal, ligamento, 4
periodontal, sonda, 210, 221–2, 222
periodónticas-endodónticas, lesiones, 172, 215
periodontitis, 182
antibióticos, 228, 229
apical, 171
avanzada, 48
cepillado dental, 33
definición, 31
extracción dental, 71
gingivoestomatitis crónica, 79–84
hallazgos radiográficos, 48
intraoral, radiografía, 49
patogenia, 32
signos/síntomas
gingivitis recurrente, 52
halitosis, 35, 39, 41, 52
labio ulcerado, 45
no cicatrizado, sitio de extracción, 45
tos, 61
sistémicos, efectos, 61–7
tratamiento, 33–4, 229
periodonto, 3–5, 4, 209, 216
anatomía radiográfica, 6
estructura, 3–4, 4
examen oral, 14–16, 21
v. también tejidos específicos
periostio, elevador, 224–5
perro(s)
agresión, 177, 180
erupción dentaria, 5, 5
forma de la cabeza v. formas específicas
fórmula dental, 5
gingivoestomatitis crónica, 78, 212
registro dental, 17–18
v. también razas específicas
placa dental, 31–2, 99, 214
control químico, 220
premolares, 90, 194
extracción, 77
maloclusión, 130
rostral, 135, 136
primaria, dentición, 21, 131
primarios, dientes
fractura de la corona complicada, 182
maloclusión, 131, 138
persistentes See dientes primarios, persistencia de
raíces, 131, 138
profilaxis, pasta, 224
profilaxis dental, 33
profundidad del sondaje periodontal (PSP), 15, 15, 38, 52–60
pulido, 224
por aire (chorro de partículas), 24
pulpa, 3
cavidad
anatomía radiográfica, 6
diente inmaduro, 174
enfermedad, 169–205
reacciones pulpares, 171
v. también enfermedades específicas
inflamación, 109, 182
necrosis, 171, 186
pulpar, recubrimiento directo, 190, 191, 231–2
pulpectomía, 179
parcial, 190, 191, 231–2
pulpitis, 171, 214
Q
químicos, control de la placa, 220
quiste(s)
folicular (dentígero), 44, 186
periapical, 171, 172, 178
radicular, 171
R
radicular, extracción de resto, 88
radicular, quiste, 171
radicular, reabsorción, 113–15, 212
ausencia de signos clínicos, 108–12
diente rosado, 105
externa, 213
idiopática, 122–6
lesiones clínicas, 116–21
mecanismo de gatillo, 105
pronóstico, 120
sistema de clasificación
de reemplazo, 105–6
de superficie, 105
inflamatorio, 106–7
tejido duro, 105
virtualmente edéntulo, 113–15
radicular, tratamiento del canal, 231
radiografía, 22–8
colocación extraoral, 27, 27
de toda la boca, recomendaciones, 22
dental, 22, 23
interpretación, 28
intraoral See intraoral, radiografía
paralelaje, efecto, 27–8
referencias anatómicas, 5–6
vista diagnóstica, 22, 23
v. también enfermedades específicas
rayos X, película, 23
manejo, 24–6
montaje, 24–6, 25
procesado, 24
tamaños, 24
rayos X, unidad, 23, 23
tiempos de exposición, 24
reabsorción radicular externa, 182
reabsorción radicular inflamatoria externa (RRIE), 106
reabsorción radicular inflamatoria periférica (RRIP), 106
recubrimiento pulpar directo, 190, 191, 231–2
respiratoria, enfermedad, 64
restauración, 179, 180, 202, 203
reversa, oclusión en tijera, 136, 163
Rinn, caja, 24
rostral, desplazamiento, 130
rostral, premolar, 135, 136
S
shetland pastor ovejero
diente decolorado, 197
esmalte, displasia, 197–200, 199
manejo, 200
tratamiento, 198–200
shih-tzu, fractura mandibular, 68–74
examen oral, 68
hallazgos radiográficos, 68, 70–1
registro dental, 69, 73
revisiones, 74
tratamiento, 72
sónicos, limpiadores, 223
springer cross, fracturas coronales no complicadas, 173–6
examen oral, 173
hallazgos radiográficos, 173, 174
periapicales, complicaciones, 173–6
revisiones, 175–6
tratamiento, 175
springer spaniel, maloclusión iatrogénica, 162–7
examen oral, 162–3
fractura mandibular, 162
hallazgos radiográficos, 164, 164, 166
revisiones, 165–6, 167
tratamiento, 165
staffordshire bull terrier, caries, 201–5
examen oral, 201
hallazgos radiográficos, 201
tratamiento, 202–3, 205
sublingual, edema, 71
sutura, material de, 226
T
técnica del juguete de goma
maloclusión, 141–9
tamaño del juguete, 143
tejido duro, reabsorción radicular, 105
temporomandibular, articulación (ATM), 163, 164
térmica, lesión ósea, 70–1
tos, 61
tratamiento conservador, 119
Triadan, nomenclatura, 21, 21
U
úlcera, labio superior, 108
ultrasónicos, limpiadores, 223–4
unidad dental de aire comprimido, 225, 225–6
V
Virbagen, 96
virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), 77, 85–8
virus de la leucemia felina (FeLV), 77, 85–8
W
weimaraner, extracción diente permanente, 158–61, 161
examen oral, 158
genéticos, 161
hallazgos radiográficos, 158–9, 159
tratamiento, 160
whippet, halitosis, 35–44
examen oral, 35–41, 38
registro dental, 36–7, 42–3
revisiones, 39–41, 39–41
tratamiento, 39
Y
yeso, modelo, 147, 148
yorkshire terrier
periodontitis, 61–7
examen oral, 61, 63
hallazgos radiográficos, 61, 63, 63–4
registro dental, 62, 65
tratamiento, 66, 66
persistencia de dientes primarios, 133–6
examen oral, 133
revisiones, 136
tratamiento, 135
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