Subido por Andrés Lomelí

LA PROBLEMATICA TERICA DE LA ECONOMIA DE SERVICIOS.

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c0Hfrt!uct0t{Et
La p ro blem ática teúrica
de la econornía de servicios
Guillermo lbarra E.*
Revi;fa:
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s común que al estudiar los serr.icios la reoria
económica sea tomada con reser!,as por las limitaciones que tiene al e5tar inscrita en una tradición de análisis cuyo cenrro primordial de arención ha
sido la iábrica. Por ello. en algunos esrudios que inrenlaron crear nuevos marcos de análisis para la economía
de los servicios en los Esrados Unidos se delerminó la
necesidad de poner gran arención a las nue\.as evidencias del desarrollo para una reconcepruación teórica del
tema;r otros'consideran innecesario profundizar en los
problemas teóricos de su definición y optan por recurrir
¡
. i e¡i-o s con vaaci ort¿l i s¡n os q u€ per"ritn ü ¡ U zar lag d iferenres estadísticas disponibles para su análisis en la
mayoria de los paises.: A continuación revisamos_las
interpretaciones principales sobre los procesos de producción terciaria y la naturaleza de los bienes que genera
para establecer un paralelismo entre diferenres modelos
de desqrrollo de la economia de servicios.
'lnrestigador de la maesrria en Historia de la Universidad
Autónoma de Sinaloa y miembro del Scminario de Economía
Urbana y Regional del docrorado en Economía dc la DEp.FEUNAM. EI presente ¡cxro es pane de los rrabajos de la tesis
doctoral, "Los scrvicios cn el sistema de ciudades de Sinaloa", que realizó bajc ia asesoría de Cusravo Garzz, a quien
agradezco sus obs¿rvaciones, dejándolo exento de responsabilidad por las límiracionx de esre ensayo.
3r
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c0xftl¡uctoNt3
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Antecedcntes
Er u na trqd-1qp¡_li.siocrárica considcrar improducrivos
losscr.icioiD.rd¡rsl"r,m.rri.t.lii¡amft ,=§i-.;;:
rjtás-di l-os sec_rores producr jvos, pol.
.¡*plo
la de N.
Ba<Jcau ( I 767),'se les agrupó entrc las acr¡vidades ,,esté-
rllcs". Adam Smirh lcs arribuyó poca importancia y un
caracter improductivo. para Malthus, sólo tenían rá r._
lor econémico cuando se ínsumÍan en la producción de
bienes ma(eriales. J. Say disringuió .nrri bi.r., *"t.riales e inmareriales, siendo los segundos improducrivos
(Susan CIark Livinsron, 1987).
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trlarx tui.o una concepción más acabada de
./ tosCarlos
sc,r\,rcros, que ha sido poco desarrollada, quiá porI q,u. al propro aulor no le
para vislumbrar el papet
I clar e^q¡(' (cndrÍan en lassirvió
erapas maduras del capitaíisI
"
mo. 5u argumento básico es el siguiente: todo valor de
N
uso q.uc-sartslaga una necesidlad, brote ésta del ,,estóma!,.1 go o l,a lanrasia",
es mercancía, ¡,el rrabajo que lo crea,
II
sr \ atorrza el capital, tiene carácter productivo.t El
I (,ran:porre,y el
almacenamiento, por ejemplo, son pro/ oucr.r\ os. El comercio,
/ cambiar de dueño las en cuanto servicio para hácer
mercancíast era improductivo, pe_
/ ro poOrla €Dr9l1's¡ procesos
de produccion conexos a
I
ese cambio que sí eian produirir,os. Con
la aplicación
\ permanenre.de Ia ciencia
a la producción, el caiitalismo
producción de servicios fue Iimitada. En
I converrira el rrabajo humano
una segunda
en simple supervisor de Ia e-lapa, al crecer la industria y.elevarse
I maqu.rna, creando
el
ingreso
promeI de v¿16¡, quedandoasí limlres absolutos a Ia producción djo, se expande la den¡anda de productos no csenciales.
J Ilarx previó el sistema en su frontera histórica.. En una tercerai con ta etevación dc la productiviaaJ, y
no
la capacidad del sistema para generar al reducirse
I rerolug¡6nes
el empleo en los sectores piimario y *.rndel
I de producción consunto que crearían nuevas esferas dario, y elevarse el ingreso, surge l:r p'osibilidad para
el
de valores de uso que no satisfacen nece_ desarrollo y
I srdades
demanda de serviciós qui permirirían al terdel "esrómago',, que ampliarian la base de la ciario asimilár
I acumuiación..
la mano de obra expulsada de aqué[os.
No obstante, sigue vigente su cuestiona- Destaca, asimismo,
I mrenro:
lá influencia de la m
i.que pasará cuando Ia producción de servicios ingrcso dc la demanda
I cstc tan auromatizada
de servicios oue
I\ los oaises desarrnll¡dnclcomo lo esrá hoy la industria en -f-
f,
Lo teorio de las lres etqpas
En este siglo, el análisis económico enfocó la atención
sobre el rerciario con mayor deta[e. La formulación
más común fue establecer etapas sulesivas de superioridad en el uso de fuerza de tra-bajo en los sectorei,
de Ia
agriculrura a Ia industria y de éita a los servicioi, y
su
lormulación clásica es la de Allen G.B. Fischer
«f
ó¡Sl y
Colin Clark (1940). para el primero, en tas etapas inicía.
Ics.del desarrollo, al predominar Ia agricuttura
tradicio_
nal, ingreso promedio bajo, y al estai la demanda bási_
camente compuesta por alimentación y vivienda, ta
plcc¡sa oos caus:§ del proceso: a) el cambío de la
estructura del consumo cuando el ingreso nacional y
personal aumentan, transformando la producción y
Iá
distribución de la mano de obra; á) Ia elcvación de la
productividad, que hace emigrar la mano de obra
de los
sectores de mayor a los de menor produoividad.
se hizo clfuica con ta tipologÍa de
_ Esta concepción
$os¡9w (¡960) sobre las etapas delcrecimienro que conduciría a la sociedad a la etapa del atto consumo de ma_
sas. Al analizar las dimensiones históricas det desarrollo
e.conómico, por medio de una teoría dinámica
de la pro_
ducción, atendiendo la evolución de Ia inversión
sáto_
rial y los componenres de la oferta y la dimanda,
au_
tor establece una scric. de etap¡is subsecuentes elhasta
llegar a una en Ia cual la abundancia del consumo
se co-
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rrr:sponde con una alta productividad que propicia que
gran p"rt. de la mano de obra se establezca en activida'
des terciarias.r Incluso llega a presuponer como tendencia un ocio y bienestar crecientes' "¿Qué viene des'
Pregunta-.¿Qué acontecerá
-se
el ingreso pueda proporcionar
cuandó
socicdades
pués?
en
las
a todo
el mundo tan buenos alimentos que por su propia gran
catidad susciten controverslas sobre salud pública, alo-
gente.no se sienta incli.iamicntos de tal care Soria que la
nada ¿ esforzarse mucho en mejorarlos?"' ¿Creará el
diabto trabajo para los desempleados?" Con estas reflexiones úlrimás ic ubica en la misma perspectiva de lvlan
frenrc al fururo del caprtalismo, aunque desde una post'
ción no comunisto.
Desde la óptica del progreso técnico surgieron olras
versiones similares a ésta (Fourasti¿, 1952' l96l; P' Naville, l9ól). Para Fourastii, el desarrollo de la producti'
vidad tiende a largo plazo a una igualdad relativa entre
los scctores y cn lás fases intermcdias, el terciario, el de
más lenta producrrvidad. absorberá la población que se
desocupa áe los orros. La evolución del consumo refor'
zará esta tendencia.
Un primer argumcnto es la cxistencia de una le y econóntica del progreso técnico qu! tiende a igualar la producrividad percápita en los tres tipos de actividad: primaria, secundaria y terciaria. Así como el hombre x ha
liberado en gran partc del trabajo agrícola, lo mismo
ocurrirá con el trabajo industrial, gracias al incremento
continuo dc la produc¡ividad, dando lugar a una expan'
sión de los scrvicios.'
Un segundo argurnento es la /ey de lo evolución de lo
pobtación activo,ligada a los fenómenos del consumo,
que ilevará también
al desarrollo de la actividad
terciaria.? Así, cl futuro de Ia humanidad estará ligado
al trabajo a través de las actividadcs tcrciarias, que
auanzará más lentamente en el incremcnto de sus rendi'
mientos, a la vez que reunirá condiciones para una cul'
tura intelectual de masas como resultado del c¡eciente
tiempo libre del que ie dispondrá.¡
Las tendencias de crecimiento del empleo y del producto sectorial, de acuerdo a la teoría de las trcs erapas,
quedaría gráficamente así:
Evolución de la grticiPación
scctorial en
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En una primera etapa, se observa que el primario em- ción de bienes materiales.
pieza a declinar en su participación en favor de l¿s actiDiferentcs investigaciones empíricas han dererminavidades secundarias y terciarias, siendo la industria la do que el cambio estructural que
se presenta al elevarse
que ocupará el mayor dinamismo por la elevación de su la productividad moviliza la mano
de obra enrre las diproducrividad y el empleo. En una segunda etapa, cor¡ti- ferentc acrividades de manera menos
esquemárica. por
núa con mayor énfasis la declinación de Ia agricultura, ejemplo, Víctor Fuchs (1968) analiza economérrjcameny la superioridad de la industria respccto a tos scrvicios te la tendencia \í5|¿i¡isqdefos
sslades ülidos y ofr¿s.
S¿'<)r-srla, hasfa que se rgualan oespués de que la indus- paíscs de la OCDE, relacionando parricipación
sictorial
tria llega a un máximo de expansión y decae igual que en el empleo contra ingreso percápita, y concluye que cl
la primera. Finalmente, el terciario se convierte en el empleo primario cae mfu rápidamcnte en las etapas inisector productivo motliz, que incrementa su participa- ciales del desarrollo, presentáridose rápidos
incrementos
ción en el empleo y cl producto total, mientras el resto en Ia participación de los orros sectores. Cuando se acede acrividades declina.e
lera el desarrollo, es más lenta Ia declinación de la
Sc ha cuestionado, con razón, cl caráctcr esquemáti- participación primaria, aunque tieade asintótica¡nente
a
co y ahistórico de estas conccpcioncs. Sc cririca cl gra- ubicarsc en un 390 del toral, en t¡rnto quc Ia industria y
dualismo en el que presentan cl desa¡rollo económico, los servicios se acercan asintóticamente a 57To ,t 40E;,
señalándosc que en la actualidad, sobre rodo en los paí- respcctivamente (ver diagrama 2). Por
su parte, N.
scs en desa¡rollo, el flujo de fucrza dc trabajo sucede enGcmmcll (¡9E2) ofrece una evidencia de alternativa y
tre la agricultura y los servicios; estos úkimos, adcmfu, considera que el cambio estructural oct¡rre así:
cl emno son importantes únicamentc para cl capitalismo cn la pleo industrial y de servicios crecen a cxpcnsas
de la
fase posindustrial, sino en sus ongenes. Además, actual- agricultura, aI elevarsc el.ingreso percápita,
sólo que
mente la productividad, cuando menos en los sectóres cuando la participación primaria ha caído
dcm¿siado
dc punta, parece ser más dinámica en los scrvicios ¡!
continúa haciéndolo- los scrvicios comienzan a cxproductor, y de ahÍ sc propaga a los procesos de produc- pandirsc e costa de las industrias (ver
diagrama 3).
-y
34
r-
4
*-=*e-*i.il"E;é-áFl*ifí
;,;;;;A;;4ffi
coHlltBucl0xtS
{
esia forma, es posible afirmar quc no existe un
l'i-*
pattOn general de le evolucion de la economía de servi'
Jl
-ll ii*.
y sólo la experiencia histórica puede ofrecer ele'
I I rn.nrot para explicar las tendencias
I L orperiencia de desarrollo nacional.
\:
que asume en cada
En esta sociedad, la dominación social adopta tres
nuevas formas: l) forma dc integración sociol, pues el
individuo actúa desdc un sistema de podcr que lo indu'
ce, no sólo a participa¡ en el uabajo directo, sino tam'
bién en el consumo y cn las fonnas de los sistemas orga'
nizativos quc los movilizan: 2l lorma de manipulación
cultural, porque las condicioncs del crecimiento no se
ubican exclusivamente en la producción, y se actúa soLos
bre las neccsidadcs y las aaitudes hacia el trabajo; 3)
porque es una "socie-,-{1l
Pa¡alelamente a los diferentes intentos de la teoría de las forma de dominio iorporativor
grandes organizacio- \¡
por
dominada
t1es ctapas para discernir el predominio de la economía dad de aparatos",
vez más al
dc scrvicios, desde los sescnta se insiste en que a [a socie- nes económico-políticas, orientadas cada
aliena'
"sociedad
ello,
es
una
Por
posinlo
social.
de
control
dad industrial de posguerra la relevó una sociedad
social
al
actor
qLle
integra
manipula
e
seduce,
, más
da",
dustrial.
vinculaLa
estrecha
direct¿s.
que
cocrcioncs
imponerle
carácter
el
sobre
versiones
simplistas
Refutando las
y
de los nuevos tipos de sociedades, Alan Tourainc (1965) ción entre la producción, la información el consumo
programado
de
manipulación.
plantea que las sociedades posindustriales'0 no son or' posibilita este sistema
De esta forma, lo que sc encuentra detrás de una es'
ganizaciones sólo prccxupadas por el consumo o el
tiempo libre, sino de una sociedad con mayor integra' tructura productiva que provec al mercado mayores
cién entre la dominación política, la acumulación, el cantidades de servicios es una sociedad integrada con
orra lógica a la industrial.
trabajo productivo y la cultura.
enfaq ues ñacrosocioló gicos
Relación catn ingrao
X*rblu ''
y participocicin x¡oriol cn el cmpla--1-.{rr=i*r
*.i.'-..,'
ivcnión de Gcmn¿tt) :.'i:.iJ.=.'
*
del
empleo
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35
5
coxllltucl0xt¡
8'ran sÍntesis
/i) AIvin -j'of 0cr-{1980, 1990) intenta unaversión
dc las
y
su
con
tipo'
este
I a. los enT-oques de
la
qfe-vra
sۖala
civilización"rr
Cue
la
de
"grandes
ol¿s
9
'
":;;;;
d:
T.-,.';; ore-.r.". . r,"'üi
y traba¡aaores de servicios
I
,J
s
ffi:;
;ñp"rrdo-r¡-rasiñcacióndevueloscomerciales,et'
céteia. Como su concepción dc las olas es más de ruplu.'
ra que de continuidad, recfu¡'a la noción posindustrial'
por lo cual considera que [a tcrciarización' más qu9 ul
ensanchamiento preocupante Ce la estructura econom¡ca, es una parte constiiutiva de la nueva civilización'
Así, el descenso del porccntajc de trabajadores en la
"fatricación" y el inciemento de trabajadores que "§u'
ministran servióios y manipulan símbolos" no signif rca
que las naciones se conviertan en sociedades de servicios
o economías de información, es decir' productores inmateriales, sino que son indicador de una revolución en
ias formas de pioducción.r: "El nuevo sistema para
=l
autor en sÚ último librocrear riqueza
-dice el mismo
depende por completo de la comunicación y la distribución instantáneas de datos, ideas, simbolos y simbolismos.\ Es una economía supcrsimbólica, en el sentido
exacto del término."
Álgrno, estudios empíricos intentan dar evidencia de
eánrÉlsición. Para el c¿so de los Estados Unidos'
loñí xaisbitthgaz, 1990) estudia las grandes tendenciai\uc-ec'rsrí/tuyen una "gran época de paréntesis"
esa
(
que fleva de una era a olra en et desarrollo social''r
La transición a un nucvo tipo dc economía, la economía de servicios e información' scgún este autor, se hace
visible por el creciente dominio de las ocupaciones de inrol*".ians+rp las de {akie¡ciéa & bie-¿tes r ks íer.ficios tradicioirales; la innovación en comunicaciones y
tecnología dc computación, que produce el derrumbe de
ta flotai:ión dc información (al recoñar el tiempo dc
emisión y recepción de información); la aplicación de la
nueva tetnoloiia de información para revolucionar, no
sólo el cómo si produce, sino lo quf se produce; la in'
tensificación de la educación no formal y continua.en
todos los ámbitos, y el desptazamiento dc la cducación
formal; la adaptación del cómportamiento humano a la
alta tecnología, etcétera.
Naisbitt fl"nt., el dilema de la reindustrialización'
una nueva división-i
dustriales". mientras
reto principal consistiría en entrenar a la gente "-i*'o'
jar en la era de la información"
La idea de analizar macrotendencias en lorm¿ t
rica tuvo repercusiones en América Latina' El caso
la informalidad urbana ¡' la expansión del sector
cios ha prctendido verse como una macrotendenr a
algunas naciones latinoamericanas' Para el caso dc fr
rú] Hernando de Soto (1986) intentó demostrar c
i,riurmat¡oao, le;os oe represeniar pobreza y marg i''\¿
Jaa, significa una iniciariva empresarial de lasr'fL
t
esponttneas de la sociedad contra el Estado,
t"ndo el esfuerzo personal de sobreponerse al cole
p;
De csta forma se postula una reforma al Estado
económica'
golizor la informalidad
Desiguol desarrollo
de la economía de servicios
La nueva división del trabajo señalada por Naisb
I
ta cual los países dcsarrollados s€ encargan de las
y
subdesarrollados
,t** de lbs servicios los hoy
manufactura§' es una idca que sc ha utilizado ac
comer
*.nt. para justifrcar Ia libcralización adelmediano
beneficio
como
rittiádt, qui traeria
tecnológca y prdudiva entre
,nt
"on"*gencia
6
c0xTtttucloHE§
desieuales. Realmente, sus difcrcncias difíciimente faciiitan la eonvergencia con bencflcios para los pzriscs
e
I
,,,,
-tÚ gt crecimiento
riel proá,acto y cl empleo en scrv'icics
en c'.ii¡ulado por larápida urbanización, quc ocurrió
desarrollo. mas ac.-lcradamentc quc cn los países industrials, sin
En los paises desarrollados, ei esquema.dt exfrapción ac-otrpaigllj 9g ug=Aflig¡iglfllelui"ctura" diE
no avanzTá rlIñ-os-tál-es que püd*iñá-l6sorffiIá-I[erza
dflg.rr.§sairjrs fue cl siguienrc: d-. Ifili*ili¡r¡.rr*r¡.f
y¡¡¿- de trabajo expulsada de las actividades primarias.
.¡¡n*9"r,
des "o
tradiclonaies oara socializar en ia vida urtana aJ ex./
, :-'--.'
cE6Fd-població-¡, sel¡ansitó a los serr,'icíos_pglgelales 4CLa rápida urbanización y el incremento que esta profue
I '::4I!!gqg!g1,d..'.o4{.@Lj!d$rj&lF§vocaertlporcentajcdelempleoyt!prciiucic,dese¡-vr(
\
1'
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c6Irfrváltes¿aciusller'óáesto'pL'..anivelescerCano5alosdelos
rviqio<|l'lhlicos,paísesdesarrollados,p€roconunae5truciuradistinta;
co.Corrlr:screc!entesenlasprirnerasesbajoclcrecimientodelosseniciosa]
.r,@i!.q.lajndusrria y cl incremenro dcl ingreso prociuctor, prero elevado e¡ ios-¡ervicios al consurnlCor
percápira" j:si¡dg¡¡C§_dg_§gglqiq$g_hfierr-in ¡¡{5 gr*- tradicio:ra}e¡ y con una ¿1¿,paficipaciéi de Io:.1t1;tlgs
pára
,j§r@tj,n
bonsurr¡o masi.,o,
,prorñññáo
cics púbiicos,
q,-re
han servido Ce arnortiguaCor d¿l de-
*onoIi.r,lf"ilor.r"ión (^
r-§Ce&as sempieo (asi como el sector infcrmal, especiaimenie
¡@),ccbranrjopresertciaenlasúl.coner9ioambuiante).
el
tiraas etapas servicinq emoresariales de al:a lecnolqgía,
I
conl[ládElalo*out,.ffioi€fEl.o*Borlamientoie!ossen'icio;comtinmenteha
I
"h"
etcérela'@uo!,s-lán&los¡c'-berlamanorjeol¡raexnuisadaenlarecesión.y,lrnal.
I
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saiélites,Eiññlde la más
.qli!§€§j-é-&-§irtrtifi.", seguido un ciclo inverso ai de l¿ manufactura. al absor-
vtcros.
¿-Ellos países crr desarrollo, la industria de servicios
mente, creando ine¡cias de crccimienio más por el lad'o
de la oferta que de Ia Cemanda.
sq impone de manera difercnte; en ello inl-iuye el efectc
dlmostración del consumo difundido por lo:. rnedios de
comunicacirin, acenruado por la urbanización y las politicas de desar¡ollo tendientcs a comperir en cl merc¿do
mundial, que propicia irnpoitacioles rle tecnología cic
sen.icios. creando áreas marginaies de productividad
rncd¿rna. Los ricsgos, ventajas, conveniencias o inconveniencias de esta vía es Io que se prelendc atender con
ta liberalización del comercio de seruicics.t,
La participación del PiB y cl empleo en lo: países tn
rir:ar¡ollo se acerca en la actualida.J a los niveles d: lcs
parscs de+arroriaoos, supeianoo §uro, pot tc (lue sus orferercias en e! proceso de terciari;aciói¡ provicne, nc
ta¡to de la magnitud que ha alcanzado o pucds alcanz¡r, sino de la forma en que este sector se inscribe en ia
Lransformación de Ia estructura econgrnica.
[-os servicios en los oaises en desarrollo evoluciona-
las grandes economÍas caprtaltstas,
dle, 1986; UNCTAD,
I989fl
y
9ry{q_§_U§-B58qL
(D. I. Rid-
--+ ú En h mayor pa¡1e de eslos países, los servicios ref'le-
jan la huella de la dorninación colonial, y el tipo dc scrvicios y su distribución geográfica respondieron en sus
iaicios a los requerimientos de las economias de exportación de produc.tos agropecuarios y mincros (transporte, finarzas, etcétcra).
,,/
5 Actualmente,
la ma)'or pane dc los países en desarro- 1
prcsenta
déficit en el conrercio internacional de scrvi- i
llo
y
a Ia revolución de los scrricios I
incorporación
cios, su
cs insigniflca¡'¡le; ade más, sus vcnla-ias cornparativas pa- 1
ra cornpetir en esle tipo de comercio sc circunsc¡iben a
una o dos activiciades, turisnlo o transportación ma¡íii- \
A
mar por cjcmplo. No obsun¡e, recier,tcmente, algunos
para
el
hacer
funcion4
cstralegias
han venido trazendo
scctor serrticios a la moderniz¡ción dc la ..ono*;". E-rre
I
es
tambien'iláió
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'''Con
l¿ crcli::rlc
¡-,omia ce América
de,N{áxico
ln:cgri;ión ú: :i'-li::::c pris a la ecuc*l Nort: ¡ia lrb.'r;c:trr 43: .ornitcic
ie sen'ic¡oc que E€ irricia con gran celeridad.
despuÉs Cc
un iargo periodo .jc rcsistencias para ello, se hace neccsario pontr atencióx en la Prculiar forma de desarrollo
dcl tcrciario cie nues!rc ¡aís, para qui su incorPcrración
aJ mereCo dc ec:r¡lonrias más desarrolladas no repro
duzca fon¡as dc cie¡:<edcn:ia que provccó el modelo de
!a induslria Si hien cxislen grandes bc¡eñcios en el co.
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las nuestra-r para lencr ac{6.l t las nuevas tccnolcgías \,
que ha gcncrado l¿ rsvol'-'ciÓn dc los scrvicio¡' i1g3¡:: gventajas compaoj¡cionatizg:ión dcl Trtor f ias csca-sas
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pueden
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ric¡'tir
los países desarrolladcs
y
esas venrajas e¡r términos ecoaónicos
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