Fuerzas Armadas de Orden y Seguridad públicas en Chile

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CAPÍTULO I. CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL.
“Artículo 95. Habrá un consejo de seguridad nacional, presidido por el
presidente de la República e integrado por los presidentes del senado y de la corte
suprema, por los comandantes en jefe de las fuerzas armadas, por el general director
de carabineros y por el contralor general de la República.
“Participarán también como miembros del Consejo, con derecho a voz, los
ministros encargados del gobierno interior, de las relaciones exteriores, de la defensa
nacional y de la economía y finanzas del país. Actuará como Secretario el jefe del
estado Mayor de la defensa Nacional.
“El Consejo de Seguridad Nacional podrá ser convocado por el Presidente de
la República o a solicitud de dos de sus miembros y requerirá como quórum para
sesionar el de la mayoría absoluta de sus integrantes. Para los efectos de la
convocatoria al Consejo Y del quórum para sesionar sólo se considerará a sus
integrantes con derecho a voto. Los acuerdos se adoptarán por la mayoría absoluta
de los miembros en ejercicio con derecho a voto.
“Artículo 96. Serán funciones del Consejo de Seguridad Nacional:
“a) Asesorar al Presidente de la República en cualquier materia vinculada a la
seguridad nacional en que éste lo solicite;
“b) Hacer presente, al Presidente de la República, al Congreso Nacional o al
Tribunal Constitucional, su opinión frente a algún hecho, acto o materia que, a su
juicio, atenté gravemente en contra de las bases de la institucionalidad o pueda
comprometer la seguridad nacional:
“c) Informar, previamente, respeto de las materias a que se refiere el número
13 del artículo 60;
“d) Recabar de las autoridades y funcionarios de la administración todos los
antecedentes relacionados con la seguridad exterior e interior del Estado. En tal
caso, el requerido estará obligado a proporcionarlos y su negativa será sancionada en
la forma que establezca la ley, y
“e) Ejercer las demás atribuciones que esta Constitución le encomienda.
“Los acuerdos u opiniones a que se refiere la letra b) serán públicos o
reservados, según lo determine para cada caso particular el Consejo.
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“Un reglamento dictado por el propio Consejo establecerá las demás
disposiciones concernientes a su organización y funcionamiento.”
1.1. Ideas Generales.
Sin perjuicio de las funciones que antes se han señalado a propósito del
Consejo de Seguridad Nacional, el artículo 96 de la Carta Fundamental dispone que
a éste le corresponde asesorar al Presidente de la República en cualquiera materia
vinculada a la seguridad nacional en que éste lo solicite; hacer presente al Jefe de
Estado, al Congreso Nacional o al Tribunal Constitucional su opinión frente a algún
hecho, acto o materia que, a su juicio, atente gravemente en contra de las bases de la
institucionalidad o pueda comprometer la seguridad nacional; informar previamente
respecto de los proyectos de ley que fijan las fuerzas de aire, mar y tierra que han de
mantenerse en pie en tiempo de paz o de guerra, y las normas para permitir la
entrada de tropas extranjeras en el territorio de la República, como, asimismo, la
salida de tropas nacionales fuera de él; recabar de las autoridades y funcionarios de
la administración todos los antecedentes relacionados con la seguridad exterior e
interior del Estado. En tal caso, el requerido estará obligado a proporcionarlos y su
negativa será sancionada en la forma que establezca la ley. Finalmente, le
corresponde ejercer las demás atribuciones que la Constitución le encomienda.
A este último respecto, cabe recordar que, como se ha consignado
anteriormente, dentro de tales atribuciones está, por ejemplo, el declarar el estado de
asamblea, el estado de emergencia y el estado de calamidad pública e informar el
estado de sitio, acordando éste mientras el Congreso se pronuncia sobre tal
declaración; elegir como senadores a un ex Comandante en Jefe de las Fuerzas
Armadas y un ex General Director de Carabineros, y elegir dos ministros del
Tribunal Constitucional.
Todo lo anterior configura—desde el punto de vista de la actual constitución
del Consejo de Seguridad Nacional—que si bien las misiones que le encomienda la
Carta Fundamental tienen un carácter político, el propósito del constituyente es que
no sean ejercidas en una perspectiva mayoritariamente partidista.
A la luz de las funciones del Consejo de Seguridad Nacional antes señaladas,
cómo no anotar los riesgos que pueden significar eventuales modificaciones
constitucionales destinadas a eliminar la inamovilidad de los Comandantes en Jefe
institucionales y el agregar a la actual composición del Consejo de Seguridad
Nacional un nuevo miembro. En efecto, la primera proposición transformará a la
mitad de sus miembros en servidores públicos de la confianza del Jefe de Estado, lo
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que afectaría a dicho organismo en sus funciones al otorgarle al Jefe de Estado
cuatro votos adicionales al suyo para declarar, por ejemplo, los estados de excepción
constitucionales. Más aún, le pudiera entregar al Presidente de la República—en los
hechos—el quórum necesario para aprobar todos los acuerdos que estime
convenientes, como, por ejemplo, la designación de los senadores institucionales y
dos de los ministros del Tribunal Constitucional. A lo anterior, habría que agregar
que la segunda proposición contribuiría a desnaturalizar el Consejo de Seguridad
Nacional al romper el equilibrio constitucional aprobado plebiscitariamente el año
1989. Con ello no sólo la mayoría de sus integrantes podría estar manejada por el
Jefe de Estado, sino los especialistas en las materias que les son propias serían
minoría, dejando, de esta manera, de ser las Fuerzas Armadas y Carabineros la
instancia constitucional en caso de conflictos insuperables entre los poderes públicos
o situaciones que afecten gravemente la institucionalidad o comprometan la
seguridad nacional.
1.2. Composición del Consejo.
El Consejo de Seguridad Nacional está compuesto por ocho miembros, a
saber, el Presidente de la República, quien presidirá el Consejo, el Presidente del
Senado, el Comandante en Jefe del Ejército, el Comandante en Jefe de la Armada, el
Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, el General Director de Carabineros y el
Contralor General de la República.
También participarán, con derecho a voz, los Ministros del Interior, de
Relaciones Exteriores, de Defensa Nacional, de Economía, Fomento y
Reconstrucción y Hacienda.
Actuará como Secretario el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
1.3. Convocatoria de Reuniones.
El Consejo de Seguridad Nacional podrá ser convocado por el Presidente de
la República o a solicitud de dos de sus miembros y requerirá como quórum para
sesionar el de la mayoría absoluta de sus integrantes. Para los efectos de la
convocatoria al Consejo y del quórum para sesionar sólo se considerará a sus
integrantes con derecho a voto.
Los acuerdos se adoptarán por la mayoría absoluta de los miembros en
ejercicio con derecho a voto.
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1.4. Quórum.
El quórum es el número mínimo de votos necesarios en casos determinados
para dar validez a una elección o a un acuerdo. Así, por ejemplo, el quórum
requerido para los efectos de sesionar en el Consejo de Seguridad Nacional es de la
mayoría absoluta de sus integrantes.
1.5. Reglamento.
Artículo 1°
El consejo de Seguridad Nacional estará presidido por el
Presidente de la República e integrado por las siguientes Autoridades:
El Presidente del Senado
El Presidente de la Corte Suprema
El Comandante en jefe del Ejército
El Comandante en jefe de la Armada
El Comandante en jefe de la Fuerza Aérea
El General Director de Carabineros
El Contralor General de la República.
Participarán también como miembros del Consejo, con derecho a voz, los
Ministros del Interior, de Relaciones Exteriores, de Defensa Nacional, de Economía,
Fomento y Reconstrucción y Hacienda.
Actuará como Secretario del Consejo el jefe del Estado Mayor de la Defensa
Nacional.
Artículo 2° Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 9 ° del presente
reglamento, respecto del Presidente de la República, los demás miembros y el
Secretario del Consejo serán subrogados en cada caso de impedimento temporal, sea
por enfermedad, ausencia del territorio u otro grave motivo, por las autoridades que
correspondan, de acuerdo a lo que establezcan las respectivas leyes orgánicas o
reglamentación correspondiente de los órganos o instituciones que presidan,
comanden o dirijan.
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Artículo 3° El Consejo tendrá su sede en la ciudad donde deba residir el
presidente de la República.
Artículo 4° El Consejo se reunirá cada vez que sea convocado por el
Presidente de la República o cuando lo soliciten, a lo menos, dos de sus miembros
con derecho a voto
Para tal efecto el Presidente de la República o los miembros que hayan
solicitado la convocatoria, según corresponda, señalarán día y hora de la reunión,
mediante oficio dirigido al Secretario del Consejo, quien practicará las citaciones
correspondientes.
Artículo 5° Las consultas que el Presidente da la República formulen al
Consejo, así como los debates e informes que ellas generen, tendrán el carácter de
reservados, a menos que el Presidente de la República proponga lo contrario y así lo
acuerde en cada caso el Consejo.
Los acuerdos que se adopten por el Consejo u opiniones que se emitan por
éste, serán públicos o reservados. La eventual difusión se efectuará en los términos
que determine para cada caso el Consejo.
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CAPITULO II. LAS FUERZAS ARMADAS, DE ORDEN Y SEGURIDAD
PUBLICA.
“Artículo 90. Las Fuerzas dependientes del Ministerio encargado de la
Defensa Nacional están constituidas única y exclusivamente por las Fuerzas
Armadas y por las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
“Las Fuerzas Armadas están integradas sólo por el Ejército, la Armada y la
Fuerza Aérea, existen para la defensa de la patria, son esenciales para la seguridad
nacional y garantizan el orden institucional de la República.
“Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están integradas sólo por
Carabineros e Investigaciones, constituyen la fuerza pública y existen para dar
eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la
forma que lo determinen sus respectivas leyes orgánicas. Carabineros se integrará,
además, con las Fuerzas Armadas en la misión de garantizar el orden institucional de
la República.
“Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son
esencialmente obedientes y no deliberantes. Las fuerzas dependientes del Ministerio
encargado de la Defensa Nacional son además profesionales, jerarquizadas y
discipinadas.
“Artículo 91. La incorporación a las plantas y dotaciones de las Fuerzas
Armadas y de Carabineros sólo podrá hacerse a través de sus propias Escuelas, con
excepción de los escalafones profesionales y de empleados civiles que determine la
ley.
“Artículo 92. Ninguna persona, grupo u organización podrá poseer o tener
armas u otros elementos similares que señale una ley aprobada con quórum
calificado, sin autorización otorgada en conformidad a ésta.
“El Ministerio encargado de la Defensa Nacional o un organismo de su
dependencia ejercerá la supervigilancia y control de las armas en la forma que
determine la ley.
“Artículo 93. Los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la
Fuerza Aérea, y el General Director de Carabineros serán designados por el
Presidente de la República de entre los cinco oficiales de mayor antigüedad, que
reúnan las calidades que los respectivos estatutos institucionales exijan para tales
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cargos; durarán cuatro años en sus funciones, no podrán ser nombrados para un
nuevo período y gozarán de inamovilidad en su cargo.
“En casos calificados, el Presidente de la República con acuerdo del Consejo
de Seguridad Nacional, podrá llamar a retiro a los Comandantes en Jefe del Ejército,
de la Armada, de la Fuerza Aérea o al General Director de Carabineros, en su caso.
“Artículo 94. Los nombramientos, ascensos y retiros de los oficiles de las
Fuerzas Armadas y Carabineros, se efectuarán por decreto supremo, en conformidad
a la ley orgánica constitucional correspondiente, la que determinará las normas
básicas respectivas, así como las normas básicas referidas a la carrera profesional,
incorporación a sus plantas, previsión, antigüedad, mando, sucesión de mando y
presupuesto de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
“El ingreso, los nombramientos, ascensos y retiros en Investigaciones se
efectuarán en conformidad a su ley orgánica.”
2.1. Ideas Generales.
2.1.1. Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas.
La Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas, ley Nº 18.948,
publicada en el Diario Oficial el día 27 de febrero de 1990, dice:
“Artículo 1°.- Las Fuerzas Armadas, dependientes del Ministerio encargado
de la Defensa Nacional, están integradas sólo por el Ejército, la Armada y la Fuerza
Aérea, constituyen los cuerpos armados que existen para la defensa de la patria, son
esenciales para la seguridad nacional y garantizan el orden institucional de la
República. La consecución de los fines anteriores es permanente y descansa en un
adecuado nivel de alistamiento del personal y del material y en el cumplimiento del
juramento de servicio a la patria y defensa de sus valores fundamentales. Derivado
de las particulares exigencias que impone la función militar y la carrera profesional,
los organismos y el personal que la desarrollan, así como sus institutos de formación
profesional, se ajustarán a normas jurisdiccionales, disciplinarias y administrativas
que se establecen en esta ley y en la legislación respectiva. El personal que infrinja
sus deberes u obligaciones incurrirá en responsabilidad administrativa conforme lo
determinen los reglamentos de disciplina y las ordenanzas generales de las
respectivas Instituciones, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pueda
afectarle.
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“Artículo 2°.- El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, como cuerpos
armados, son esencialmente obedientes, no deliberantes, profesionales,
jerarquizados y disciplinados. El personal que integra las Fuerzas Armadas no podrá
pertenecer a partidos políticos, a organismos sindicales, ni a instituciones,
organizaciones o agrupaciones cuyos principios u objetivos se contrapongan o sean
incompatibles con lo dispuesto en el inciso anterior o con las funciones que la
Constitución Política y las leyes de la República encomiendan a las Fuerzas
Armadas.
“Artículo 3°.- Sólo el personal del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea podrá
hacer uso de los uniformes, insignias, condecoraciones, emblemas y distintivos que
para ellos se establecen en el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas y
Reglamentos respectivos.
“Artículo 4°.- El personal de las Fuerzas Armadas estará constituido por el
personal de planta, el personal a contrata y el personal de reserva llamado al servicio
activo. El personal de planta está constituido por:
— Oficiales
— Cuadro Permanente y de Gente de Mar
— Empleados Civiles
“Artículo 5°.- Quedará sometido a la jerarquía y disciplina de las Fuerzas
Armadas y demás que determinen las leyes, el siguiente personal:
a.- Los conscriptos, y
b.- Los Subalféresces, Cadetes, Grumetes, Aprendices y Alumnos de las
Escuelas Institucionales que no formen parte del personal de planta.
“Artículo 6°.- Los Oficiales, los Empleados Civiles y el personal del Cuadro
Permanente y de Gente de Mar se clasificarán y agruparán en escalafones en la
forma y en los grados que determine la ley. Los escalafones estarán estructurados
jerárquicamente en razón de la antigüedad de sus integrantes. Sin embargo, podrán
consultarse plazas de Empleados Civiles que no formen escalafón, cuando se trate
de funciones que deban ser desempeñadas por profesionales o especialistas
calificados. Podrán existir escalafones de complemento integrados por personal de
oficiales o del Cuadro Permanente y de Gente de Mar que deba abandonar sus
escalafones de origen para satisfacer necesidades institucionales. El ingreso a estos
escalafones se hará con el grado que invistan, su permanencia en ellos será definitiva
e irrevocable. El cambio de escalafón sólo procederá en casos debidamente
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calificados por la respectiva autoridad institucional. Podrá solicitarse por el
interesado o disponerse por necesidades del servicio, de acuerdo con los requisitos y
en la forma que establezca el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas.
“Artículo 7°.- Los nombramientos, ascensos y retiros de los Oficiales se
efectuarán por decreto supremo expedido a través del Ministerio de Defensa
Nacional, a proposición del respectivo Comandante en Jefe Institucional. Los
nombramientos, ascensos y retiros de los Empleados Civiles y personal a contrata se
efectuarán por resolución del respectivo Comandante en Jefe Institucional. Los
nombramientos, ascensos y retiros del Cuadro Permanente y de Gente de Mar se
harán por resolución de la respectiva Dirección del Personal o Comando del
Personal, en su caso.
“Artículo 8°.- Serán designados mediante decreto supremo, expedido a
través del Ministerio de Defensa Nacional, a proposición del Comandante en Jefe
Institucional respectivo:
a) Los Comandantes y Vicecomandantes de Unidades de
Armas
Combinadas, Comandantes en Jefe de Fuerzas Operativas, Comandantes de
Unidades Operativas, los Comandantes de Fuerzas, Unidades Independientes,
Buques, Grupos de Aviación, Bases, Alas, Directores de Academias y Escuelas,
Jefes de Estado Mayor y Jefes de Reparticiones.
b) Los Edecanes Militares, Navales y Aéreos de la
República o de personalidades Extranjeras.
Presidencia de la
c) Los que cumplan comisión al extranjero.
d) El Oficial General en servicio activo de la Armada que integre la Corte
Marcial de la Armada, y
e) Los Oficiales de Justicia de las Fuerzas Armadas que integren los
Tribunales Militares en calidad de Ministro de Corte Marcial, Auditor de Juzgado o
Fiscal Militar, según el caso.
“Los Jefes y Subjefes de los Organismos interinstitucionales, serán
designados por el Presidente de la República, a proposición del Ministro de Defensa
Nacional, quien deberá consignar la del respectivo
Comandante en Jefe
Institucional. El Obispo Castrense será nombrado en conformidad a la ley N° 2.463,
y tendrá a su cargo el Servicio Religioso del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Los
restantes nombramientos y destinaciones serán resueltos por el Comandante en Jefe
de cada Institución a proposición de la autoridad Institucional que corresponda.”
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2.1.2. Principios y Valores.
El formar parte de los cuerpos armados exige para sus integrantes, participar
y practicar un conjunto de principios y valores, única garantía de que el uso de las
fuerzas que les está permitido sea con fines legítimos, conforme a las misiones que
se les han encomendado.
A tal respecto, los tradicionalmente considerados en los textos
constitucionales han sido la obediencia y la no deliberancia de los Institutos
Armados. A partir de la reforma a la Constitución de 1925 se reconoció a nivel
constitucional el que las Fuerzas Armadas son profesionales, jerarquizadas,
disciplinadas, obedientes y no deliberantes, criterio que mantiene la Constitución de
1980. En efecto, el inciso 3º del artículo 90 de la Carta Fundamental, expresa que
“las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son esenciamente
obedientes y no deliberantes. Las fuerzas dependientes del Ministerio encargado de
la Defensa Nacional son además profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.”
La norma transcrita permite advertir que el constituyente sólo considera
cuerpos armados a las Fuerzas Armadas y a Carabineros y no así a Investigaciones,
que también está dentro de las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa.
Ahora bien, en tanto cuerpos armados y, por lo tanto, únicos detentadores de la
fuerza en el Estado, las Fuerzas Armadas y Carabineros son esencialmente
obedientes, es decir, subordinados al poder político en términos que les está vedado,
sin comprometer al estado de Derecho, condicionar las determinaciones de los
órganos del poder.
Lo anterior es sin perjuicio de la función que se les tiene asignada
constitucionalmente de ser garantes del orden institucional de la República. Es por
esto que pueden requerir la adopción de las medidas necesarias para que se respete,
tanto por las autoridades como por los administrados, la normalidad en el
funcionamiento de la vida jurídica, política y social del Estado. Esta función—que
alguien pudiera superficialmente considerarla en contraposición a la obligación de
obediencia que pesa sobre los institutos armados—es, sin embargo, una reafirmación
del compromiso que éstos tienen de servir al Estado y al régimen constitucional, por
lo que mal podrían al ejercerla poner en peligro su subsistencia. A mayor
abundamiento en este aspecto, cabe tener presentes también que el constituyente ha
establecido la instancia del Consejo de Seguridad Nacional, en el que participan los
Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros
de Chile, con el objeto de hacer presentes aquellas situaciones que atenten
gravemente en contra de las bases de la institucionalidad. Ello les da a los referidos
mandos una tarea de carácter político, naturalmente no partidista, que permite
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advertir—adicionalmente—que las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile no son
neutrales en tal materia.
Como ya hemos dicho, se establece en la Constitución de 1980 que los
institutos armados no pueden deliberar, lo que significa que ni ellos en su conjunto,
ni los diversos cuerpos o reparticiones que los forman, ni tampoco sus miembros—
éstos invocando su calidad de tales—pueden debatir acerca de los asuntos de política
contingente con el propósito de uniformar opiniones o cordinar actitudes que
importen felicitaciones o críticas a los órganos del poder político. Esta prohibición
de deliberar se funda también en la inluencia o condicionamiento que en la conducta
de los órganos del poder puede significar el poderío que ostentan las Fuerzas
Armadas. Por ello es que un acto de esta naturaleza sería nulo y acarrearía las
responsabilidades y sanciones establecidas por la ley, conforme al artículo 7º, inciso
2º de la Carta Fundamental.
Como se habrá advertido, cabe precisar, sin embargo, que la prohibición
comentada no obsta a que cada uno de sus integrantes, individualmente considerado,
goce de los derechos civiles y políticos que le corresponden a todo ciudadano, según
se advierte del exámen del artículo 13 de la Carta Fundamental. En efecto, aquél
tiene los mismos derechos que cualquier persona. Por lo tanto, tiene, por ejemplo,
derecho a sufragio, guardando, por cierto, la prudencia que su condición exige. No
puede, en cambio, participar en actividades político-partidistas, como las de
integrarse como miembro de un partido político, grupo independiente o participar en
asambleas, concentraciones o reuniones de tal naturaleza.
Se agrega, por la disposición constitucional que se analiza, que las fuerzas
dependientes del Ministerio de Defensa, con lo cual se incluye esta vez a
Investigaciones, son profesionales. Esta condición tiene directa relación con las ya
comentadas de la obediencia y no deliberancia y quiere significar que estas fuerzas
cumplen sus funciones con dedicación y responsabilidad, velando siempre por su
perfeccionamiento y eficiencia, prescindiendo de cualquier tipo de consideraciones
que puedan afectar su vocación y dedicación al servicio.
Estas fuerzas son, además, jerarquizadas, carácter que es de la escencia de los
institutos armados en orden a la consecución de las finalidades que les son propias,
lo que sólo puede hacerse en forma coordinada y supone la dirección en el mando de
las mismas. El que las Fuerzas Armadas y Carabineros sean jerarquizados significa
que están estructurados sobre la base de escalafones ordenados en grados
jerárquicos, bajo la dirección y mando de sus respectivos Comandantes en Jefe, o
General Director en su caso, sin perjuicio del mando que sobre sus subordinados
ostentan el resto de los miembros de los institutos armados en sus respectivos
niveles.
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Finalmente, las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa Nacional son
disciplinadas, principio que constituye otro valioso pilar de estas instituciones,
puesto que ninguno de los anteriores valores analizados podría cumplirse sin éste.
En efecto, la disciplina es la que permite que se logre la unidad en la acción que
debe desarrollarse por estas fuerzas en el cumplimiento de sus funciones; es la que
permite el ejercicio del mando, el respeto y la camaradería entre sus miembros y la
unidad de principios y valores de que son partícipes.
2.1.3. Forma de Incorporación.
A partir de la reforma de la Carta Fundamental de 1925, efectuada el año
1971, se reguló con rango constitucional la forma en que debe producirse la
incorporación a las plantas y dotaciones de las Fuerzas Armadas y Carabineros. Esta
materia está tratada hoy día en el artículo 91 de la Constitución de 1980 y, en su
virtud, ella sólo puede hacerse a través de sus propias Escuelas, con excepción de los
escalafones profesionales y empleados civiles que determine la ley. En
consecuencia, y por regla general, tal incorporación debe hacerse mediante sus
Escuelas Matrices. El fundamento de esta norma está en la necesidad de proteger el
profesionalismo de la carrera militar, sobre la base de los valores que son inculcados
desde los inicios de la misma en dichas Escuelas. Se pretende de esta manera, evitar
que pueda incorporarse personal ajeno a la carrera militar y con fines también ajenos
a la función profesional de las Fuerzas Armadas y Carabineros. Como se ha
señalado, sólo hacen excepción a esta regla, por razones obvias, los escalafones
profesionales—esto es, los universitarios y religiosos—y los escalafones de
empleados civiles, a todos los cuales, naturalmente, al momento de su ingreso se les
efectúan los cursos de formación militar correspondiente.
2.1.4. Exclusividad en la Posesión de las Armas.
Constituye una base constitucional de las Fuerzas Armadas y Carabineros el
que se les haya reservado el uso exclusivo y monopólico de las armas en el país. Por
esto el constituyente establece, en el artículo 92 de la Carta Fundamental, la
prohibición respecto a toda persona, grupo u organización de poseer o tener sin
autorización armas u otros elementos similares que señale la ley. Además, se entrega
al Ministerio encargado de la Defensa Nacional o a un organismo de su dependencia
la misión de supervigilar y llevar el control de las armas en la forma que determina
la ley.
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Al respecto, cabe señalar que si es a las Fuerzas Armadas y Carabineros—en
tanto instituciones profesionales—a quienes corresponden en forma exclusiva las
misiones que antes se han consignado, se prohíba a cualquier persona, grupo u
organización ajena a ellas poseer armas, puesto que se podrían poner en peligro la
convivencia pacífica de la nación, sea por ataque a las personas, sea para subvertir el
orden, sea incluso intentando enfrentar las referidas instituciones, como ocurrió en
una época ya superada.
2.1.5. Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de
Carabineros.
Esta materia está tratada en los artículos 93, 94 y disposición Octava
transitoria de la Carta Fundamental. Ella constituye otra base fundamental del
ordenamiento constitucional chileno. Ha sido incorporada por el constituyente de
1980 con el definido propósito de evitar que tanto en la selección de los
Comandantes en Jefe y General Director de Carabineros, como en la de sus
oficiales, se utilicen criterios y valorizaciones que no sean los estrictamente
profesionales.
La materia, así regulada, viene a sustituir las reglas del ordenamiento
fundamental que regían con anterioridad al 11 de septiembre de 1973. En su virtud:
a) El Presidente de la República designa a los Comandantes en Jefe del
Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y al General Director de Carabineros de
entre los cinco oficiales generales de mayor antigüedad que reúnan las calidades que
los respectivos estatutos institucionales exijan para tales cargos.
b) Del mismo modo, el Presidente nombra, asciende y llama a retiro a
oficiales de las Fuerzas Armadas y Carabineros por decreto supremo en
conformidad a la ley orgánica constitucional correspondiente.
c) En cuanto a los Comandantes en Jefe y General Director de Carabineros en
su caso, se establece en la Carta Fundamental el plazo de cuatro años de
permanencia en sus cargos no pudiendo ser nombrados para un nuevo período,
dentro del cual gozarán de inamovilidad relativa, pues en casos calificados, el
Presidente de la República, con acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional, los
llama a retiro.
Comentando más tarde esta norma, uno de los autores de la Carta
Fundamental de 1980, almirante don José Toribio Merino Castro, expresó en el
discurso que pronunciara el 17 de marzo de 1988 en la Reunión Inaugural del
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Período Legislativo 1988-1989, que presidía: “El término de la discrecionalidad
presidencial en esta materia jugará también como otro de los contrapesos
institucionales al enorme poder de que goza el Jefe de Estado, impidiéndole incurrir
en la tentación de pretender instrumentalizar a las Fuerzas Armadas en beneficio del
crecimiento de su influjo y de su poder personal. A los críticos de este sistema,
entonces, bien valdría la pena recordarles que a estas instituciones armadas
apolíticas y jerarquizadas, como lo quiere el constituyente, les podría corresponder
la tarea de salvar a la democracia si, en un futuro hipotético, se adueñaran del poder
personas o grupos que, haciendo tabla rasa de la legalidad, sometieran a sus
caprichos a una civilidad doblegada e indefensa.”
Durante el período presidencial que comenzó a regir a contar de la vigencia
de la Constitución Política de 1980 y que terminó el 10 de marzo de 1990, la
inamovilidad de los Comandantes de las Fuerzas Armadas y del General Director de
Carabineros se rigió por la regulación que contemplaban sus disposiciones Octava,
en su inciso segundo, Décimotercera y Vigésimanovena transitorias.
d) Respecto del ascenso de los oficiales a los grados de coroneles y capitanes
de navíos y a la jerarquía de oficiales generales, se ha reemplazado el requisito del
“pase” que debía entregar al Senado para tales ascensos, por el “pase” que queda
reservado a la Junta de Oficiales Generales de las propias instituciones, conforme a
la normativa de tal carácter que se analizará más adelante.
Las normas que antes se han expuesto en materia de nombramiento y
permanencia de los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General
Director de Carabineros, de nombramientos, ascensos y retiros de sus oficiales
tienen por objeto garantizar la autonomía profesional que dichas instituciones
requieren hoy día. En efecto, en el Estado moderno, la complejidad técnica de las
instituciones armadas obliga a que sus miembros estén reslviendo con el mayor
profesionalismo y sin interferencias externas, la preparación y entrenamiento de la
fuerza armada, de manera que el conductor político, cuando disponga su empleo, lo
haga con la certeza que tales actores serán los más adecuados al cometido que les
encomienda. Esto requiere selecciones técnicas y no selecciones debidas a factores
externos al cuerpo armado, y la única manera de que así sea, es evitar que los retiros
se efectúen sin considerar fundamentos objetivos, puesto que ello traería resultados
desastrosos. Por esto, tanto el Alto Mando de una Institución Armada como sus
oficiales, no se improvisan. Es por ello que el constituyente de 1980, después de casi
siete años de profundos estudios, considerando tanto la experiencia nacional como
lamentables realidades externas y previniendo la evolución futura, incorporó, con
objetividad en la Carta Fundamental, las funciones que deben cumplir en la sociedad
contemporánea las Fuerzas Armadas. Dicho constituyente comprendió que
difícilmente las Fuerzas Armadas podrían permanecer impasibles ante los peligros a
que se encuentra expuesto el cuerpo social, del cual son parte, y buscó la forma de
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que puedan hacer su aporte, como corresponde a todo miembro de una sociedad,
dentro del marco fijado por la institucionalidad.”
2.2. Composición.
“Artículo 90. Las Fuerzas dependientes del Ministerio encargado de la
Defensa Nacional están constituidas única y exclusivamente por las Fuerzas
Armadas y por las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
“Las Fuerzas Armadas están integradas sólo por el Ejército, la Armada y la
Fuerza Aérea, existen para la defensa de la patria, son esenciales para la seguridad
nacional y garantizan el orden institucional de la República.
“Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están integradas sólo por
Carabineros e Investigaciones, constituyen la fuerza pública y existen para dar
eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la
forma que lo determinen sus respectivas leyes orgánicas. Carabineros se integrará,
además, con las Fuerzas Armadas en la misión de garantizar el orden institucional de
la República.
“Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son
esencialmente obedientes y no deliberantes. Las fuerzas dependientes del Ministerio
encargado de la Defensa Nacional son además profesionales, jerarquizadas y
discipinadas.”
2.3. Ejército.
2.3.1. Oficiales y Suboficiales.
2.3.1.1. Misión de la Escuela Militar.
La misión fundamental de la Escuela Militar, es la formación integral del
oficial que se incorpora al Ejército de Chile, el cual, cimentado sólidamente en los
principios de la moral y del honor, ha logrado ser un hombre de carácter,
disciplinado, leal, equilibrado afectivamente y con una preparación intelectual,
física, técnica y militar.
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Todo esto, permite que el oficial pueda desenvolverse en forma eficiente y
profesional, tanto en el ejercicio del mando como en su rol de educador, instructor y
administrador, habilitándolo para completar su formación especializada inicial en las
respectivas escuelas de las armas y centros de instrucción de los servicios.
Estos imperativos motivan el currículum de la Escuela Militar, el cual está
estructurado para que, a través de los cinco años de formación integral, se vayan
logrando progresivamente los cambios conductuales requeridos para alcanzar el
perfil del Oficial de Ejército.
A través del tiempo y especialmente en los umbrales del siglo XXI, los
medios, la tecnología y las doctrinas varían en forma permanente. La única
constante en la evolución del Ejército, es la habilidad para armonizar las
complejidades de los hombres y de las armas en el impredecible campo de batalla.
El liderazgo es, en consecuencia, la mayor arma del Ejército tanto en la
guerra como en la paz. Lo que nunca ha cambiado es la calidad de los líderes que
forma el Ejército de Chile, los cuales se encuentran inspirados a partir de la
concepción del fundador del "Alcázar de las Cien Aguilas", expresada en su máxima
imperecedera: Para ser oficial no se exigen más pruebas de nobleza que las
verdaderas que forman el mérito, la virtud y el patriotismo.
2.3.2. Ingreso de Oficiales y Suboficiales.
2.3.2.1. Requisitos.
Los requisitos son:
1.- De Carácter General.
2.- De Estudios y Exámenes de Admisión.
1.- De Carácter General.
— Ser chileno, nunca casado y sin hijos.
— Pertenecer a una familia de honorables condiciones morales.
— Tener salud y constitución física compatibles con las exigencias de la vida
militar.
2.- De Estudios y Exámenes de Admisión
Postulante al I. Año de Escuela (masculino)
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— Promoción definitiva al 3er. Año de Enseñanza Media o estar cursando 2do. año
de Enseñanza Media Científico-Humanista.
— Edad máxima 18 años al 10 de enero del año de ingreso.
— Examen de castellano, matemática, historia y geografía, inglés y capacidad física.
Postulante al III. Año de Escuela (masculino)
— Licencia de Enseñanza Media Científico-Humanista o estar cursando 4to. año de
Enseñanza Media.
— Edad máxima 21 años al 10 de enero del año de ingreso
— Examen de castellano, matemática, historia y geografía, inglés y capacidad física.
Postulantes al Curso de Aspirantes a Oficiales Femeninos.
— Licencia de Enseñanza Media Científico-Humanista o estar cursando 4to. año de
Enseñanza Media.
— Edad máxima 21 años al 10 de enero del año de ingreso.
— Examen de castellano, matemática, historia y geografía, inglés y capacidad física.
2.3.3. Graduación de Oficiales y Suboficiales.
2.3.3.1. Clase Magistral de Augusto Pinochet Ugarte.
Clase Magistral, Escuela Militar, 2 de Septiembre de 1991.
LA NOBLE PROFESIÓN DE LAS ARMAS
“En este «Mes de las Glorias del Ejército» entrego a mis camaradas de armas
estas reflexiones sobre la profesión militar, que he ejercido gran parte de mi vida.
“Así, desde los primeros pasos como Cadete de la Escuela Militar, hasta
alcanzar el grado más alto de la jerarquía militar, he aprendido a amar y considerar
la grandeza de esta profesión. Y cuando alguien emplea términos peyorativos para
referirse a ella, siento una profunda desilusión, aunque comprenda que ello se debe a
prejuicios, ineptitud o simplemente ignorancia.
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“También estimo conveniente expresar que desde el año 1933 hasta la fecha,
he ocupado todos los cargos y puestos institucionales a los que he sido designado,
tanto en el país como en el exterior o el más alto cargo de la República, que me
entregó la ciudadanía, lo que me otorga un cabal conocimiento de sus exigencias y
de los fenómenos propios de los sucesos militares y de la acción política. En este
largo caminar de más de medio siglo por la senda militar, recuerdo las ideas y las
orientaciones de mis superiores en cada ocasión que necesitó de su resolución para
superar alguna dificultad o para recordar la solución que se adoptó por problemas
subalternos.
“Esto lo digo porque el camino de las armas jamás ha s
ido fácil ni
grato, y son muchas las ocasiones en que el profesional debe enfrentar obstáculos,
grandes y pequeños. En muchas ocasiones ha sido necesario sufrir, en silencio, el
amargo sabor de las incomprensiones, y cuando algún hecho pudo ser grave, éste se
supera con la franqueza y la cohesión que les otorgan sus mismos compañeros de
armas, constituyendo éste el lenitivo que permite que no se quiebre la fe y
prevalezca como siempre el amor y el cariño por la profesión elegida.
“Ante estos sucesos siempre prima el deseo de solucionarlos, y no varía el
afán de continuar por la senda elegida que, si bien es de sacrificio y de estoicismo,
los que la han preferido por vocación sincera aprenden a quererla.
“Esta es fuerza estimulante de la «vocación-profesión»; ella es insobornable y
es fundamental en la vida del ser humano. Es esa fuerza interior, que aparece
normalmente antes de abrazar cualquier carrera, que lo atrae hacia sí. Es vigor en el
ingreso e inicio de una actividad; es fortaleza, mientras ésta se desarrolla y avanza, y
es estímulo, al final de los días de la vida.
“No se pretende, en estas reflexiones, convencer a algún errado en asuntos
militares, ni tampoco hacer acopio de todas las nociones, preceptos y principios tan
abundantes en la función militar.
“Para comprender la profesión del soldado tendremos que mirar brevemente
los conceptos de Patria, Nación y Estado, cuya defensa necesita de organismos que
constituyen las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Instituciones
integradas por personas que cumplen un cometido de ricas dimensiones, como es la
noble carrera de las armas. Nobleza determinada por la alcurnia o altura de las
realidades y valores que conforman su objetivo último, que es la Patria. Por la
dignidad y asimilación a ella de los órganos encargados de su defensa. Y por el
grado de entrega y de exigencias personales de todo orden que significa el llevar a
cabo esa carrera.
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“Señores y Señoras:
“Así como nadie viene al mundo sin padres, tampoco se nace fuera del lugar
y del tiempo. El hombre se posa en el suelo en que sus padres vivían antes que él
llegara al mundo, y se encuentra con una sede de vínculos que ya le están dados.
Conjunto de realidades espirituales y materiales concretos, gracias a las cuales puede
desarrollarse.
“Pero estos vínculos de intercambio humano, como la religión, la historia y el
idioma no son accidentales. Vienen a ser su "segunda naturaleza", le son
connaturales.
“El hombre adeuda lo que por nacimiento ha recibido, y queda obligado, para
siempre, a ir saldando esa obligación.
“Así como siempre se debe estar con los padres, aun de manera más
comprometida
“¿Y qué es la Patria?
“En su sentido más profundo y genérico, la Patria es la tierra de los padres.
La que cubre sus huesos y los de sus antepasados. Es la tierra que interrelaciona las
sucesivas generaciones, la Familia con los antepasados, y es la base vigorizante de
los hijos nacidos en ella.
“Esta realidad crea una mancomunión esencial entre el hombre y la tierra en
que se nace. Por eso se ha podido decir que la Patria es la primera condición de la
vida.
“De la familia, el hombre recibe una herencia de la que no puede
desprenderse. Usos y costumbres que se han traído del pasado hada & presente. Es
la "tradición", que enriquece a la comunidad viviente.
“De igual manera sucede con el patriotismo, virtud social que nos ordena
amar con predilección el lugar donde hemos nacido y cuidar con celo ese patrimonio
que se nos ha legado.
“El patriotismo engendra, también, un sentimiento primario y espontáneo,
que se anida en el corazón mismo del ser humano, que nos lleva a procurar el bien
de los que están más cerca, de nuestros compatriotas. Es una actitud que se entabla
con los consanguíneos, los conciudadanos y los amigos de la Patria, en ese orden.
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“Al vínculo vitalicio de amor a la Patria no se renuncia. Tampoco se delegan,
ni en la humanidad, ni en una clase social, cualquiera que ésta sea. Menos aún quien
lo hace ante ideologías foráneas, ya que con ello traiciona a su propio pueblo.
“Luego, existe una relación de analogía entre la familia y la Patria, dado que
aquella es una extensión y complemento de ésta.
“La familia, expresión de la persona en su dimensión social básica, no puede
bastarse a sí misma, ya que necesita insertarse en tina comunidad más amplia, que
asegure al individuo las condiciones indispensables para su desenvolvimiento
intelectual, moral, social y económico. "Después de Dios - como dice Tomás de
Aquino, ellas son también principios de nuestro ser y gobierno - los padres, ya que
de ellos hemos nacido, y la Patria, puesto que en ella nos hemos criado. Por tanto concluye el filósofo - después de Dios, a los padres y a la Patria es a quienes más
debemos.
“El amor a la Patria responde a una inclinación natural del individuo, que lo
mueve a amar de modo especial a quienes están más íntimamente unidos a él.
“Amor a la Patria es en verdad una extensión del amor a la familia. No en
vano llamamos madre a nuestra Patria y hermanos a nuestros compatriotas.
“La Patria es la dimensión espiritual de la Nación.
“Nación viene de "nacere", nacer, y es una suma integrada de individuos que
viven juntos en un territorio que les pertenece y que ha sido de sus padres.
“Cada uno de ellos es la Nación, pero a la vez todos juntos forman un solo
cuerpo, una sola alma, un solo destino.
“A esa unidad debe tratársela como la proyección de quienes la conforman y
reconocerle una personalidad propia, aplicándole categorías y valores de las
personas, familias y asociaciones humanas que han llegado a conformarla. Por eso
una Nación tiene inteligencia, voluntad, vocación, destino, deberes, necesidad de
defenderse, desarrollarse, convivir con otros seres.
“La experiencia también señala lo irreductible de las auténticas naciones, que
son aquellos grupos de individuos que, unidos por los factores que componen la
nacionalidad, resisten la pretensión del tiempo y de los avatares por someterla.
“La Nación personificada es de derecho natural y, como sucede con las
personas, su ida de relación y su interdependencia con olas naciones, en términos
sanos y adecuados, reafirman y afianzan su identidad individual.
20
“Históricamente, las naciones forjaron en sus territorios sociedades
jurídicamente organizadas -los Estados - para que sus hombres se ayudaran
mutuamente en procura de su desarrollo, perfección y, en definitiva, de su bien
común.
“El Estado así configurado llegó a ser depositario de la calidad soberana de la
Nación, es decir, dueño de sí mismo y de su libertad.
“Esta calidad soberana es indivisible e intransferible. El Estado o es soberano
o no es tal Estado
“Tenemos, pues, que Patria, Nación y Estado son dimensiones
complementarias de una misma realidad y, en gran medida, conceptos
intercambiables y equivalentes.
“El Hombre y la sociedad que organiza deben conservar su ser,
perfeccionarlo y desarrollarlo.
“Sin embargo, todo organismo individual y todo organismo colectivo, como
la Nación-Estado, están permanentemente sometidos a la amenaza de una agresión
destructiva, física y moral. Esto es de la naturaleza de las cosas, sobre todo cuando
se encuentran en la necesidad de coexistir hombres y naciones en un mismo medio.
La amenaza existe siempre, aun cuando puedan cambiar los sujetos y modalidades
de ella.
“Ahora bien, frente a ese asedio destructivo del ser, deben potenciar su
capacidad defensiva para su subsistencia como individuos y como comunidad.
Por ello decimos que un fin permanente del Estado es la seguridad, de sí
mismo y de quienes lo componen. La inseguridad socava los propios cimientos del
Estado.
“Luego, un deber primario del Estado es tener capacidad de defenderse de sus
agresores. Debe ser capaz de subsistir. Es como en el individuo el derecho a la vida
y su obligación de no dejar que se atente contra ella. Un Estado al defenderse no
debe olvidar que comprende no sólo a quienes lo conforman hoy, sino también a
quienes formarán parte de él en el futuro.
“El Estado, para cumplir sus fines, debe ante todo preocuparse de su ser y de
la subsistencia como tal. Por ello, la necesidad de defensa del Estado viene a ser un
imperativo para que se cumplan sus demás fines.
21
“Por tanto, la seguridad, tanto externa como interna, es misión irrevocable e
irrenunciable del Estado.
“Todo Estado debe impedir que en la convivencia ciudadana vaya a primar la
inseguridad o el caos del crimen organizado. Por ello, el ciudadano que aporta al
Estado trabajo, producto, impuestos y financiamiento a la defensa, exige del Estado
una responsable seguridad para sí y los suyos.
“Las Fuerzas Armadas son parte integrante del Estado. Son la Nación misma
en su función defensiva armada. Luego concluyen la piedra angular que ampara la
unidad y la cohesión de la Patria.
“De nada servirá postular como fin permanente del Estado la unidad de la
Patria, si no hubiera algún estamento, preparado y especializado, para hacer frente al
compromiso de esta unidad. De allí que la existencia y el mantenimiento de las
Fuerzas Armadas constituyen un deber ineludible del Estado libre y soberano.
“Las Fuerzas Armadas son, pues, una parte fundamental del Estado. Y
nuestra Carta Fundamental así lo consagra en atención a lo expuesto, puesto que
ellas «existen para la defensa de la Patria, son esenciales para la Seguridad Nacional
y garantizan el orden institucional de la República».
“Los Ejércitos son tan antiguos como la humanidad. Sus orígenes corren a
parejas con los de la Nación, la Patria y el Estado; de la necesidad y fines de éstos se
deduce la de los Ejércitos. Y es tal su fuerza de presencia que si una Nación no
advierte que su máxima expresión de independencia se sostiene en las Fuerzas
Armadas, encamina su destino hacia su autodestrucción.
“Una amenaza capaz de interrumpir el ser de la Patria, o su desarrollo natural
y necesario, puede comprender tanto el ámbito material, como el de su ser moral y
cultural. E incluso llegar a dañar hasta el núcleo mismo de su identidad histórica.
“Como la sociedad es proyección de los individuos que la integran, al igual
que ocurre en éstos, el esquema defensivo de un Estado es el derecho natural. En las
personas, su capacidad defensiva existe en todo los componentes de su ser, físicos,
sociológicos y espirituales. Si el individuo tiene todos los atributos protectores,
¿cómo no los va a tener la comunidad que integra?.
“La defensa, por ello, atañe a todos y cada uno de los miembros de la
comunidad, especialmente a quienes la dirigen.
“A las Fuerzas Armadas les corresponde actuar cuando fracasa la acción
defensiva que una sociedad debe hacer respeto de cualquiera de las agresiones que
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les son letales. En tal caso requiere en forma ineludible la opción del uso de la
fuerza.
“Mientras no se llegue a esa instancia, a las Fuerzas Armadas les corresponde
una función de alerta, respecto a la condición en que se hallan todos los ámbitos que
concluyen el Estado, para estar en condiciones de actuar en forma oportuna y eficaz.
Ello entraña una exigente y consciente preparación profesional.
“El avance tecnológico y su velocidad han dinamizado a un ritmo antes
insospechado las exigencias para mantener en todo momento en un pie operativo
eficaz el poder defensivo de la Patria.
“En este orden de ideas, unas Fueras Armadas ajenas al conocimiento de los
distintos factores que están interviniendo en la vida de una Nación, a los hechos y
sus proyecciones, no podrían cumplir su misión específica si llega a la instancia
suprema de la fuerza. Pues carecerían de suficiente convicción y estímulo, y se les
dificultaría adecuarse a las características de la agresión que se enfrenta.
“Como el peligro para la vida o subsistencia de un estado puede ser externo o
interno, en ambos casos seda necesaria la concurrencia de la Fuerzas Armadas. No
obstante ser prioritario el de carácter externo, esta preparación debe abarcar ambos
campos.
“La interdependencia del mundo moderno ha hecho que los agentes agresores
de un país puedan tener ambas dimensiones interna y externa a la vez. Es decir, con
capacidad para causar un perjuicio en el interior por un acto verificado en el
extranjero, o bien -a partir de un acto interno - con aptitud para generar una reacción
externa que se revierta en contra del mismo país. Como sucedió en Chile durante
los momentos más críticos de la "guerra irregular", cuando se magnificaron sucesos
internos para impresionar en el exterior, dañando con ello la imagen del país y por
ende su seguridad.
“En los conflictos internos, el uso de la fuerza corresponderá normalmente a
otras formas de protección de la sociedad, distintas de las Fuerzas Armadas, como
son las de carácter policial. Pero sin duda que, llegado un cierto nivel de peligro
doméstico, hay un momento en que se requiere del potencial defensivo de la Patria
misma, como son las Fuerzas Armadas, para enfrentarlo y conjurarlo.
“No es posible comprender entonces la esencia de la Fuerzas Armadas y la
noble profesión de las armas sin adentrarse en un profundo alcance del concepto de
mando militar.
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“En ello hay un elemento que lo diferencia de toda otra clase de autoridad
temporal y que está determinado por la naturaleza del objetivo supremo
institucional, que es la defensa de la Patria, con los sentidos y alcances que se han
señalado. De allí que en la
“Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas se haya mantenido el
concepto de que el Mando Militar tiende a la consecución de los objetivos de esas
instituciones.
“Como las Fuerzas Armadas representan la organización que la Nación se ha
dado para cuidar de su desenvolvimiento, el mando militar está revestido de
características singulares y de alta calificación, tanto para quien lo ejerce como para
quien debe subordinársele.
“Dicha Ley Orgánica específica que el mando militar es total, se ejerce en
todo momento y circunstancia y no tiene más restricciones que las expresamente
establecidas en las leyes y reglamentos.
“Hay algo de sagrado en la relación jerárquica que caracteriza a lo castrense,
teniendo en verdad un nivel de requerimiento como el que recae sobre el Hombre en
el orden religioso.
“La potestad militar, como se ha dicho, se distancia de la que fluye de los
otros tipos de autoridad, de carácter meramente contractual y en las que el servicio
del dependiente está limitado en el tiempo y a determinadas obras.
“La razón de la amplia competencia del mando deriva de la envergadura del
cometido de la función militar, que es, ni más ni menos, el resguardo del ser y de la
vida de la Nación. Frente a ello, no caben interposiciones ni relatividades.
“La Patria no puede en caso alguno dejar de defenderse. Ningún interés o
afecto personal por legítimo o sublime que sea, puede anteponerse al imperativo de
su defensa.
“Cuando el Estado debe acudir a su poder militar, requiere del empeño de
todas las energías y virtudes de que es capaz el hombre dedicado a la noble misión
de las armas. El que aceptó hasta la ofrenda de su vida para tal empeño
“El ejercicio del mando militar en los momentos supremos pone en juego la
tensión dramática de la vida y de la muerte. Esta es la fuente de lo sublime. El
arquetipo de héroe, así como el de mártir, se plasma en torno a este profundo sentido
de contraste. En esos instantes supremos, el cumplimiento de una orden puede
significar la inmolación de quien la ejecuta, al mismo tiempo que la muerte del
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agresor contra quien se ejerce la defensa. De la vida del militar está dependiendo, ni
más ni menos, la vida de la Patria. El soldado que muere, muere por todos sus
compatriotas.
“En caso alguno el mando militar puede tener carácter unilateral, es decir, que
sólo se considere desde la perspectiva de quien ejerce este tipo especialísimo de
autoridad y, por consiguiente, hacer recaer sus efectos y demandas sólo sobre quien
es su sujeto pasivo.
“El que el mando militar sea total afecta al mando mismo, porque quien lo
ejerce está también sujeto a una entrega sin límites, y a la práctica de cualidades tan
sustantivas como la sabiduría, la prudencia y la justicia.
“El que manda y el que obedece eran unidos por una consagración común, de
igual compromiso con la Patria.
“La función del mando militar implica el cultivo y desarrollo de exigentes
cualidades, merecimientos y responsabilidades, tanto del superior como del
subalterno. Y la adquisición y mantenimiento de estos atributos requieren un
ordenamiento ascético de la vida de ambos, cuyo constante ejercicio y superación
asegure que la Patria contará en todo momento con un alto grado de disponibilidad
eficiente de quienes han seguido la noble vocación de las armas.
“La vocación es un llamado. La de las armas, es un llamado de la Patria.
“La vocación militar es un servicio. El acto de servir es uno de los deberes
más característicos de la carrera. Es un compromiso ético con el Estado y la Patria.
“La carrera de las armas tiene por objeto prestar un servicio de defensa de la
vida de la Patria, en su más amplia y rica acepción. Ello incluye - como se ha
expresado el ser nacional su derecho a subsistir y su derecho a hacer efectivas sus
capacidades para desarrollarse y procurar el bien común de quienes lo conforman.
“Este servicio llega a su momento culminante cuando - como se ha advertido
- los componentes de la Patria se hallan amenazados y no existe otra instancia capaz
o posible para preservarlos sino la fuerza.
“El soldado de carrera debe tener una acendrada vocación de paz.
Precisamente por conocer mejor que todos los horrores y desastres que trae la
guerra, lo que no le impide acudir a su encuentro cuando la Patria se lo demanda.
“Esta vocación militar embarga y compromete todas las facultades del
individuo sobado. Nada de la persona humana puede estar desvinculado a ella.
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“La carrera de las armas es una vida, más que una profesión. Pero una vida
que requiere un nivel profesional específico, cada vez más exigente. El militar, ante
todo, debe conocer la Patria en los aspectos que la constituyen. Su exigencia
profesional se extiende a realidades históricas, sociales, económicas, culturales y
científicas.
“La entrega militar es una consagración de la persona a algo superior,
equivalente a la del sacerdocio. Por eso compromete tan profundamente sus fibras
más nobles.
“El grado de entrega es correlativo a la importancia del bien que se protege.
Lo que se ofrenda es el ser y la existencia de una persona, incorporada a un cuerpo
armado para efectuar u orientar todas sus acciones y potencialidades, a fin de estar
en todo momento presto para cumplir con tal cometido y ofrendar, si es necesario, la
propia vida.
“La vocación de las armas es un servicio libre. Y la libertad lleva consigo la
responsabilidad. Esta es inherente a la libertad con que se sigue esa vocación.
“El que acepta el llamado de la vocación militar asume, y acata, un código de
responsabilidades.
“Y ocupa un lugar destacado el hecho de aceptar en forma libre la vocación,
para llevar hasta sus últimas consecuencias la responsabilidad que se ha asumido
libremente con el Estado y la Patria.
“Por lo mismo que es libre, cada militar es protagonista del servicio de
custodia de la seguridad de su prójimo. El cual ha cargado sobre sus hombros con la
parte más dura y decisiva de esa acción defensiva.
“El militar está consciente de que su profesión está impregnada de una alta
responsabilidad social. Si el ejercicio de la vocación militar entraña el uso y
regulación de un aparato de fuerza, no es menos cierto que esa fuerza se utiliza para
la tutela y seguridad de la sociedad.
“La defensa nacional se articula como una actividad trascendente, no
individualista, y se inspira en el firme convencimiento de la hermandad entre todos
los componentes de la Nación, con un destino que ha de ser compartido. Ella hace
tabla rasa de las rivalidades políticas o ideológicas, porque en definitiva, cuando los
intereses superiores de la defensa están en juego, se hace necesario desplegar—por
todos—toda suerte de sacrificios.
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“En esa libertad y responsabilidad se afinca una de las grandezas de carrera
de las armas. Las gestas en todo orden se han debido a la entrega humana, libre y
voluntaria, identificada con el objeto último de sus afanes.
“Luego, la entrega conlleva una verdadera identificación de la persona con el
bien superior al que se entrega, en este caso la Patria y el prójimo.
“No hay vocación militar sin amor a la Patria.
“Su defensa sólo es posible cuando el cuerpo castrense está cohesionado por
lazos comunes de amor a la Patria. Este amor es el supuesto para ser patriota. A la
Patria, se ha dicho, debe amársela con pasión, con emotividad, sentirla muy dentro y
vibrar con su recuerdo y memoria; ensaña la máxima capacidad de sacrificio y de
entrega de que es capaz un ser humano.
“El patriota vibra con el símbolo de la Patria; desea para ella la grandeza, la
prosperidad, la gloria. No pide nada para sí; su exaltación y sacrificio lo conducen
hacia el bien común.
“Los símbolos de la Patria son algo sagrado, porque representan el espíritu de
la Nación y son su encarnación
“Sus emblemas—la Bandera, el Escudo de Armas de la República y el Himno
Nacional—deben ser objeto de particular devoción; nunca se peca por exceso de este
amor.
“Tampoco hay vocación militar sin apego al territorio. El territorio es uno de
los objetos básicos de la defensa nacional. De él depende nuestra supervivencia.
“Hay que defenderlo con todas nuestras fuerzas y energías, cueste lo que
cueste, y pese a todas las circunstancias adversas que haya que soportar. La
supervivencia del Estado y de la Patria está amalgamada a la cohesión del territorio.
“La disciplina es esencial en la articulación de los ejércitos. No es la multitud
de las tropas, ni un valor ciego y sin principios. "El premio del triunfo está en la
disciplina", dice Renato Vegecio, uno de los clásicos del arte militar, cuando se
refiere al ejército romano que dominó el mundo antiguo.
“Está reconocido que la disciplina es algo objetivo y no está sujeta a
caudillismos. Este carácter nace de una predisposición del hombre a ponerse al
servicio del mando para así llegar al cumplimiento de los fines institucionales.
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“Por lo mismo, si el Ejército es el garantizador—en último término—de todo
derecho, será también consustancial a él, la observancia de la disciplina.
“La disciplina exige un verdadero programa de moral militar, que debe
cumplir tanto el que ejerce el mando como el subordinado.
“La disciplina genera un verdadero ascetismo militar, comprendiendo todas
aquella virtudes y renunciamientos que hacen posible, a través de la carrera militar,
ir alcanzando, sostenida y permanentemente, mejores niveles de perfección
profesional. Y ello, con el sin de satisfacer las exigentes metas que demanda la noble
vocación de las armas.
“Esta virtud impone una prolongada y común disciplina corporal y espiritual,
a fin de cultivar valores y hábitos inseparables de la carrera de las armas. Entre
ellos, ocupa lugares insustituibles el sentido y cumplimiento del deber; el espíritu de
sacrificio y deseo de ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga; el
honor, la lealtad, el espíritu de cuerpo, el carácter, el estudio, el celo y rigor en el
cumplimiento de las obligaciones; la iniciativa, el culto por la verdad, la puntualidad
y esmero y la honradez profesional. Llevan muchas veces a personas que
desconocen la profesión a creer que han tomado contacto con un mundo de
ingenuos.
“La disciplina, espíritu y alma de todo ejército, requiere de la obediencia.
Ella es correlativa a la organización jerarquizada del ejército y esencial para su
eficiencia. "Un ejército pequeño pero obediente ha derrotado - como lo demuestra
la historia - a ejércitos mucho más numerosos".
“La anarquía es la destrucción y la desintegración del ejército.
“Las necesidades del mando hacen imprescindible el deber de la obediencia y
cuanto más íntegro es el primero y más rigurosa la segunda, más perfecta la
disciplina.
“Con la obediencia el hombre realmente se inmola, porque ella nace de la
decisión libre de su voluntad, que ha elegido identificarse con el bien de la Patria por
sobre sus propios pareceres e intereses, por legítimos que sean. No hay héroes a la
fuerza.
“Ahora bien, la obediencia es la expresión más concreta de la profesión
militar. Su ejercicio es a menudo áspero y difícil. No pocas veces exige sacrificios,
pero es el único camino realizable para el militar que tiene conciencia de la dignidad
de la misión que la Patria le ha confiado. Cumplir con tibieza, por fórmula, es cosa
que pugna con el verdadero espíritu de la profesión castrense.
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“En las ordenanzas militares se censura con dureza al oficial que "se
conforma con cumplir su deber sin aportar su propia iniciativa para mejorar su
actuación". En su propio honor debe encontrar el soldado, por el contrario, el
estímulo necesario para cumplir con exceso las misiones que recibe.
“También es una condición previa para afrontar las grandes exigencias de la
vocación militar el valor. Este lleva al cumplimiento de un deber sin miedo a los
peligros.
“Es el valor indudablemente, una primordial cualidad militar. Entraña el
desprecio de la vida material en cumplimiento de un deber y hace desarrollar la
capacidad de superar el miedo. La guerra en el corazón del soldado es siempre una
lucha entre el valor y el miedo. El miedo hace comprender la importancia de los
riesgos que debe afrontar.
“Por ello, el valor debe forjarse, puesto que es instintivo del hombre huir del
peligro. La disciplina, la reflexión, el amor propio, el amor a la Patria y sobre todo
el honor hacen vencer la repugnancia natural hacia el peligro. También el valor se
alimenta con sentimientos muy nobles, como son el amor a la familia, a los demás y
a la Patria.
“Pero no basta la mera valentía para la defensa nacional, si no va
complementada con un sentido moral y un espíritu de abnegación. De ambas
depende la voluntad de la defensa. Una moral alta, junto al orgullo de sentirse
ciudadano de una Nación y de su tradición histórica, enmarcan y tonifican esa
voluntad de defensa.
“La profesión militar otorga trascendencia a quien la asume. Lo sitúa en
niveles de nobleza y grandeza superiores, en razón de la causa militar, que él como
individuo difícilmente alcanzaría. Asimismo, la carrera de las armas le da una
permanencia en el tiempo a la vida militar. La profesión recorre las generaciones y
va mucho más allá que una corta existencia individual. La grandeza y dimensiones
temporales y cualitativas de esta profesión la hacen, pues, un noble camino para
quien busca realizarse a través de altos ideales.
“Por ello, la carrera militar produce un enriquecimiento espiritual de la
persona, es fuente de extraordinarias y gratas compensaciones y, en su momento, de
nostálgicas añoranzas. A través de su jalonado y jerárquico transcurrir vocacional va
acumulando experiencias, recuerdos y testimonios que lo nutren y lo funden en la
amistad con la familia militar y con sus compatriotas. Hay una misteriosa ley en que
la felicidad está unida a la generosidad, y el mayor saber a la intensidad de una
acción.
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“Por cuanto la carrera no se inicia por la cabeza sino desde abajo, siempre
está como ejemplo la respuesta de Alejandro Fariseo a las palabras de don Juan de
Austria, que lo reprendió delante de los jefes y oficiales de sus tropas por haber
arriesgado su vida en una de las batallas de la guerra en Flandes, puesto que debía
quedarse en el Cuartel General y no salir a luchar en primera línea:
“«Yo procedí así porque creo que no puede llegar a ser buen Capitán el que
antes no haya sido un valeroso guerrero».
“Es decir, sólo puede mandar bien quien se inició bien en los grados
subalternos.
“En definitiva, todos estos factores son momentos de crecimiento del ser, de
su perfeccionamiento y de su felicidad. Así es como la carrera de las armas, como
muy pocas, brinda particulares posibilidades en esta expectativa de logros humanos.
“Mientras más responsabilidad se emplea en el cumplimiento del deber, más
perfecta será la realización de la profesión. Pues así se compromete, en mayor
medida, la mente, el espíritu, el alma y el corazón del militar.
“El tener noción suficiente de todas estas dimensiones hace que el militar sea
capaz de emplearlas para el cumplimiento de sus deberes.
“La satisfacción que da el deber cumplido; haber mantenido inmaculado un
honor; haber preservado bienes fundamentales de la Familia, de las asociaciones
intermedias y de la Nación misma; de haber sabido ejercitarse en una ascética dura;
haber dominado la pasividad o propósitos subalternos y, en fin, haber desarrollado
todas sus capacidades, constituyen la realización plena del militar.
“El profesional de las armas, que va avanzando en los distintos estadios de su
carrera, aprecia cómo, a medida que adelanta, sus conocimientos y experiencias le
van abriendo más amplios horizontes, haciéndolo capaz de cumplir cada vez más
complejas y elevadas funciones institucionales.
“Va aprendiendo cómo los aspectos difíciles, que en un primer momento a
muchos arredran, como son los que provienen de los imperativos de la obediencia,
disciplina, responsabilidad y de la posibilidad hasta de perder la vida, pasan a ser
liviana cruz y adquieren el carácter de ser meros medios para realizaciones de orden
superior.
“La nobleza de la carrera de las armas no la da el poder que éstas otorgan,
sino que el señorío profesional de quien las maneja y que es capaz de transformar el
30
instrumento material de destrucción en una condición de paz, de seguridad, de
desarrollo y de bien común. Y ello porque somete la administración del instrumento
de muerte a los dictados del profesionalismo y de las virtudes militares, basados en
la libertad, en la razón y en el control profesional, y en la conducción del
cumplimiento de su misión bajo los parámetros de la regulación de las virtudes
militares.
“Para el militar la fuerza no es el derecho, no obstante que lo garantiza. Ella
hace posible que la convivencia ciudadana, pacífica y próspera del país, no se lleve a
cabo por un abuso de la fuerza. En el fondo, la fuerza en manos de un profesional
de las armas es un catalizador de la paz.
“Al concluir estas reflexiones, señalo que:
“Para comprenderla profesión militar debemos considerar debidamente los
conceptos de Patria, Nación y Estado, cuya defensa necesita imperativamente a las
Fuerzas Armadas, Instituciones que cumplen una misión esencial basada en la noble
carrera de las armas.
“La Patria es la tierra de nuestros padres, la tierra que nos vio nacer y cuyo
núcleo básico lo constituye la familia.
“De la familia, el hombre recibe una herencia de la que no puede
desprenderse. Es lo que se ha traído del pasado hacia el presente.
“La Patria es la suma de los individuos que viven juntos en un territorio que
les pertenece y que los hace sentirse integrando una gran comunidad.
“Un fin permanente del Estado es la seguridad, de sí mismo y de quienes lo
componen. La inseguridad socava los propios cimientos del Estado.
“Un deber fundamental del Estado es tener capacidad de defenderse de sus
agresores.
“Esta responsabilidad recae principalmente en las Fuerzas Armadas que son
la Nación misma en su función de defensa mediante las armas.
“La enorme trascendencia del empleo de la fuerza como continuación de la
política internacional del Estado, demuestra que las materias militares merecen la
atención de quienes dedican sus mejores esfuerzos al llegar al alto mando, atención
que debe traducirse en meditación y estudio de los temas inherentes al empleo del
poder militar y así como no se improvisa un economista, tampoco se forma un
general de la noche a la mañana.
31
“La actual complejidad del mundo ha hecho que los agentes
país puedan considerar una amenaza interna y externa a la vez.
capacidad para dañar en el interior mediante un acto realizado en
bien - a partir de un acto interno - generar una reacción externa
contra el mismo país.
agresores de un
Es decir, tener
el extranjero, o
que se vuelque
“De la vida del militar depende, en último término, la vida de la Patria.
Repito: El soldado que muere, muere por todos sus compatriotas.
“El que manda y el que obedece se han consagrado a un deber común: su
compromiso con la Patria.
“Las necesidades del mando hacen fundamental el deber de la obediencia;
cuando más íntegra es esta relación, más perfecta resulta la disciplina.
“Por último, una condición previa para afrontar las grandes exigencias de la
educación militar es el valor. Este lleva a enfrentar sin miedo los peligros.
“El que acepta el llamado de la vocación militar asume un código de
responsabilidad que lo obliga incluso a dar su vida por la Patria, si fuere necesario.
“Por último, aquel verso que lo dice todo:
“«Caudal de sencillos soldados
de buena o mala fortuna,
la milicia no es más que una
religión de hombres honrados».
“GRACIAS.”
Clase Magistral, Escuela Militar, 2 de Septiembre de 1991.
2.4. Armada.
2.4.1. Oficiales y Suboficiales.
2.4.1.1. Informaciones Generales.
32
Una vez ingresados como cadetes de la Escuela Naval, los Padres deberán
pagar mensualmente los saldos deudores de las Cuentas Corrientes de sus hijos.
Estos saldos corresponden a reposición del equipo de vestuario, calzado y
reparación del mismo, medicamentos y otros gastos de responsabilidad del Cadete,
entre estos últimos se pueden contar la reposición de vidrios, armamento deteriorado
o extraviado, servicio de mesa perdido o quebrado, libros de biblioteca extraviados,
etc.
Además, los Padres deberán cancelar una Cuota de Colegiatura Mensual de
6,5 UF, para cubrir los gastos de operación de la Escuela. Esta cuota deberá ser
cancelada 11 meses al año.
Los Cadetes reciben Atención de Médica Gratuita a través del Sistema de
Salud Naval.
Los Cadetes ingresan a Primer Año Naval. El programa de estudios
contempla 2 años de Plan Común y 2 años de Especialidad, egresando de la Escuela
Naval con el grado de Guardiamarina IM de la Armada.
Luego de aprobar el segundo año deberás optar a la especialidad de Oficial de
Infantería de Marina. Los Oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina conducen y
participan en las operaciones anfibias y acciones subsecuentes en tierra. También
cumplen misiones en la defensa de la costa.
En sus primeros años como oficiales, ellos ejercen el mando de pequeñas
unidades de combate a lo largo del país.
Los conocimientos y experiencias adquiridas en esa etapa complementan sus
capacidades para titularse, después de aprobar el curso respectivo en la Academia
Politécnica Naval, como Ingenieros de Ejecución en Armas con mención en
Sistemas Anfibios.
Lograda su especialidad, quedan en condiciones de conducir unidades
fundamentales de combate, tanto de infantería como de artillería.
Posteriormente, de acuerdo a las necesidades del servicio, pueden subespecializarse
en:
— Comando
— Ingeniería de Combate
33
En el transcurso de su carrera, los Oficiales de Infantería de Marina adquieren
mayores responsabilidades, ejercen el mando de fuerzas de asalto anfibio, integran
sus estados mayores, comandan destacamentos de infantería de marina y otras
unidades operativas, hasta alcanzar el grado máximo de Contraalmirante.
Los Cadetes ingresan a Primer Año Naval. El programa de estudios
contempla 2 años de Plan Común y 2 años de Especialidad, egresando de la Escuela
Naval con el grado de Guardiamarina. Luego de aprobar el segundo año deberás
optar a las siguientes especialidades:
Oficial Ejecutivo de Cubierta.
Título de Ingeniero en Armas con mención en:
— Guerra de Superficie
— Guerra Submarina
— Guerra Antisubmarina
— Guerra Electrónica
— Guerra Aeronaval
Oficial Ingeniero Naval.
Título de Ingeniería Naval con mención en:
— Mecánica
— Eléctrica
— Electrónica
Los Oficiales Ejecutivos, luego de cumplir un servicio general a bordo como
Oficiales Ayudantes de División, Navegación, Telecomunicaciones, Armamentos o
como Segundos Comandantes de buques menores, y aprobar el Curso de
Especialidad en la Academia Politécnica Naval, pasan a desempeñarse
profesionalmente en diferentes buques y reparticiones de la Armada, ejerciendo el
mando durante su carrera.
Los Oficiales Ingenieros Navales, luego de cumplir un servicio de ingeniería
a bordo como Oficiales Ayudantes de División, Propulsión, Calderas, Electricidad o
Control de Averías, y aprobar el Curso de Especialidad en la Academia Politécnica
Naval, pasan a desempeñarse en diferentes buques y reparticiones de la Armada en
tareas de operación, preparación, planificación y diseño del material naval.
34
El programa de estudios contempla 2 años de Plan Común y 2 años de
especialidad, egresando de la Escuela Naval con el grado de Guardiamarina LT de la
Armada.
Luego de aprobar el segundo año deberás optar a la especialidad de Oficial de
Litoral.
El Servicio del Litoral tiene la misión de velar por la seguridad de la
navegación, la protección de la vida humana en el mar y la cautela de los intereses
marítimos de la nación.
Para cumplir su misión debe desarrollar los siguientes roles:
— Ejercer la Policía Marítima en las aguas jurisdiccionales de la nación.
— Operar los Centros de Búsqueda y Rescate Marítimo.
— Controlar la contaminación de las aguas jurisdiccionales mediante los Centros de
Descontaminación Marítima.
— Exigir el cumplimiento de todas las leyes y reglamentos inherentes a las
actividades marítimas.
— Controlar la idoneidad profesional de los Oficiales y Tripulantes de la Marina
Mercante Nacional.
Para ello, el Servicio del Litoral cuenta con Gobernaciones Marítimas,
Capitanías de Puerto, Lanchas Patrulleras y Lanchas de Búsqueda y Rescate a lo
largo del país.
Por la complejidad de estas funciones, que para su cumplimiento requieren
una acabada formación profesional, la Armada de Chile prepara a los Oficiales del
Litoral por intermedio de la Escuela Naval.
Al finalizar el curso de especialidad en la Academia Politécnica Naval, los
Oficiales de Litoral obtienen el título profesional de Ingeniero de Ejecución en
Armas con mención en Administración Marítima.
La Carrera del Oficial del Litoral culmina en el grado de Capitán de Navío.
Los Cadetes ingresan a Primer Año Naval. El programa de estudios
contempla 2 años de Plan Común y 2 años de Especialidad, egresando de la Escuela
Naval con el grado de Guardiamarina AB de la Armada.
Luego de aprobar el segundo año deberás optar a la especialidad de Oficial de
Abastecimiento.
35
La función específica de los Oficiales de Abastecimiento es administrar los
recursos financieros y materiales que la Armada requiere, tanto a bordo como en
tierra. El cumplimiento eficiente de esta función logística proporciona a la Armada
los medios necesarios para lograr el máximo potencial bélico alcanzable.
Durante su servicio general a bordo, además de cumplir las funciones que les
son propias, los Oficiales de Abastecimiento desarrollan una importante labor de
apoyo en el Puente de Mando y en la Central de Informaciones de Combate.
En tierra, otorgan el apoyo logística que requieren las Unidades Operativas y
Reparticiones Navales.
Luego de egresar de la Escuela Naval y de servir algunos años en distintas
Unidades a Flote, Reparticiones y Direcciones Técnicas estos Oficiales prosiguen
sus estudios en la Escuela de Abastecimiento, donde obtienen el Título Profesional
de Ingeniero de Ejecución en Abastecimiento. Este grado académico es reconocido
oficialmente a través de la Ley Orgánica Institucional de Enseñanza Nº 18.962.
Posteriormente estos Oficiales, dada la formación académica recibida, podrán optar
a la homologación de ramos en las carreras de Ingeniería Comercial y Contador
Auditor ingresando a Tercer Año de Universidad.
Asimismo, de acuerdo a las necesidades institucionales, efectúan cursos de
Diplomado en las áreas de Finanzas, Administración de Empresas o Informática.
La carrera de los Oficiales de Abastecimiento culmina en el grado de
Contraalmirante.
2.4.1.2. Grados Jerárquicos de la Armada.
Los grados jerárquicos en la Armada se dividen en dos niveles:
1.- De personal de Gente de Mar.
2.- De oficiales.
1.-Grados jerárquicos de Personal de Gente de Mar.
36
Los grados jerárquicos de Personal de Gente de Mar, se distinguen por las insignias
o galones que usan. Desde Marinero a Sargento 1º se usan insignias en la manga, en
el brazo. El Suboficial y el Suboficial Mayor usan galones en la bocamanga.
En orden ascendente, los grados de Personal de Gente de Mar son los siguientes:
Marinero o Soldado. Es el primer grado al egresar de las Escuelas Matrices
(Escuela de Grumetes, Escuela de Infantería de Marina, Escuela de Artesanos
Navales, Escuela de Abastecimiento y Servicios de la Armada y Escuela de Sanidad
Naval ) e ingresar al servicio Naval. Su permanencia mínima en el grado es de tres
años.Durante su primer año permanece embarcado en los diferentes buques de la
Armada. Las 70 primeras antigüedades se embarcan en el Buque Escuela Esmeralda
y realizan el tradicional viaje de instrucción a diferentes países del mundo. En los
dos años restantes, debe efectuar su curso de especialidad.
Cabo 2º. El Marinero o Soldado con al menos 3 años en el grado asciende a
Cabo 2º y su permanencia mínima en el grado es de seis años. Durante su primer
año, en algunos casos, debe continuar sus estudios de una especialidad
complementada, como Aviación Naval o Submarinos. Durante este grado, la
generalidad de las promociones permanece embarcada, desempeñándose como
especialista.
Cabo 1º. El Cabo 2º con al menos seis años en el grado asciende a Cabo 1º y
su permanencia mínima en este grado es de seis años. Entre mediados de su tercer
año en el grado y la mitad del quinto, es destinado a efectuar el Curso de
Perfeccionamiento y Mando.
Sargento 2º. El Cabo 1º con al menos seis años en el grado asciende a
Sargento 2º y su permanencia mínima en el grado es de cinco años. Durante el
período debe desempeñarse en funciones de especialidad, mando y administración
intermedia.
Sargento 1º. El Sargento 2º con al menos cinco años en el grado asciende a
Sargento 1º y su permanencia mínima en el grado es de cinco años. Entre el año y
medio en el grado y la mitad de su tercer año, es destinado a efectuar el Curso
Técnico Administrativo. El resto del tiempo debe cumplir funciones de su
especialidad o en puestos administrativos o asesorativos en Direcciones Técnicas y a
bordo.
Suboficial. El Sargento 1º con al menos cinco años en el grado asciende a
Suboficial.y su permanencia mínima en el grado es de cuatro años. El personal que
adquiere este grado ha sido seleccionado rigurosamente por sus condiciones de
mando, profesionales y personales. Usa galón en la bocamanga. En este grado debe
37
desempeñarse en puestos administrativos o asesorativos en Direcciones Técnicas y a
bordo.
Suboficial Mayor. El Suboficial con al menos cuatro años en el grado puede
ascender a Suboficial Mayor. Es el mayor grado que puede aspirar el Personal de
Gente de Mar, que hace una carrera regular. Quien lo adquiere, posee excepcionales
virtudes militares y personales y ha sido seleccionado rigurosamente entre muchos
postulantes. Su permanencia en el grado depende de sus calificaciones anuales y
puede permanecer en él hasta que cumpla 35 años de servicio. Usa el galón en la
bocamanga.Durante su primer año en el grado debe efectuar el Curso de
Condestable Mayor, que lo capacita para desempeñarse el resto del tiempo, como
Condestable Mayor o en Ayudantías de 2ª Comandancias y Jefaturas.
2.-Grados jerárquicos de Oficiales.
Los oficiales usan galón en la bocamanga.
Guardiamarina. Es el grado que invisten los alumnos que egresan de la Escuela
Naval e ingresan al servicio naval como Oficiales y es el más bajo de su escalafón.
Permanecen un año en el grado, durante el cual efectúan un viaje de instrucción en
el Buque Escuela "Esmeralda" a diferentes países del mundo.
Subteniente. El Guardiamarina con al menos un año en el grado asciende a
Subteniente y permanece en el grado un tiempo mínimo de tres años.En este grado,
el oficial se desempeña dos años a bordo y uno en la Academia Politécnica Naval
recibiendo educación especializada de Título y Grado.
Teniente 2º. El Subteniente con al menos tres años en el grado asciende a
Teniente 2º y permanece en el grado un tiempo mínimo de cinco años. En este
grado, el oficial permanece dos años en la Academia Politécnica Naval recibiendo
educación especializada de Título y Grado y tres años a bordo desempeñándose en
una de las especialidades de la Armada.
Teniente 1º. El Teniente 2º con al menos cinco años en el grado asciende a
Teniente 1º y permanece en el grado un tiempo mínimo de seis años y durante éste,
el oficial se desempeña como especialista a bordo o en tierra y efectúa Cursos de
Postgrado, según necesidades específicas, en el país o extranjero. Igualmente debe
seguir un Curso de educación a distancia de preparación para el Curso General de
Estado Mayor en la Academia de Guerra Naval, en el grado posterior.
Capitán de Corbeta. El Teniente 1º con al menos seis años asciende a Capitán
de Corbeta y permanece en el grado un tiempo mínimo de cinco años. En este grado,
el oficial debe seguir el Curso General de Estado Mayor en la Academia de Guerra
38
Naval, de duración de un año y el resto del tiempo desempeñarse como Oficial Jefe
a bordo o en tierra.
Capitán de Fragata. El Capitán de Corbeta con al menos cinco años en el
grado asciende a Capitán de Fragata y permanece en el grado un tiempo mínimo de
cinco años. En este grado, el oficial puede seguir el Curso Regular de Estado Mayor
o un curso de educación de postítulo y postgrado, con duración de un año. El resto
del tiempo debe desempeñarse a bordo o tierra como Oficial Jefe.
Capitán de Navío. El Capitán de Fragata con al menos cinco años en el grado
asciende a Capitán de Navío, grado que constituye la culminación de la carrera naval
normal. Permanece en el grado un tiempo mínimo de cinco años. En este grado debe
desempeñarse tres años como Oficial Superior, tanto a bordo como en tierra. En el
cuarto año debe seguir el curso de Alto Mando en la Academia Nacional de Estudios
Políticos y Estratégicos, A.N.E.P.E. Durante el quinto año puede ser seleccionado
para alcanzar el Alto Mando de la Armada.
Contraalmirante. El Capitán de Navío con al menos cinco años en el grado
puede ascender a Contraalmirante y permanece en el grado un tiempo mínimo de
dos años. El Oficial que accede a este grado es un Capitán de Navío que es
rigurosamente seleccionado por el Alto Mando en base a sus condiciones
profesionales, morales y personales, y propuesto su ascenso a S.E. el Presidente de
la República, quien lo aprueba en última instancia. Durante la permanencia en el
grado se puede desempeñar como Comandante en Jefe de una Zona Naval o
Director de alguna de las Direcciones de la Armada.
Vicealmirante. El Contraalmirante con al menos dos años en el grado puede
ascender a Vicealmirante. Es el grado más alto de la carrera naval. Accede a este
grado el Contraalmirante que es seleccionado por el Comandante en Jefe de la
Armada y su ascenso propuesto a S.E. el Presidente de la República, quien lo
aprueba en última instancia. Durante la permanencia en el grado se desempeña como
Comandante en Jefe de la Escuadra o Director de alguna de las Direcciones
Generales de la Armada o Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional o Jefe del
Estado Mayor General de la Armada. Puede permanecer en el grado hasta cumplir
40 años de servicio naval.
Almirante. Es el grado que inviste el Oficial designado por S.E. el Presidente
de la República, seleccionado dentro de las 5 primeras antiguedades de la institución
para dirigir a la Armada, como Comandante en Jefe de la Armada. Permanece en su
cargo hasta cumplir cuatro años desde su nombramiento.
2.4.2. Ingreso de Oficiales y Suboficiales.
39
2.4.2.1. Oficiales Marina Mercante.
2.4.2.1.1. Requisitos Mínimos.
— Edad hasta 20 años 6 meses al 1 de Enero del año de ingreso.
— Estar cursando o haber aprobado 4º año medio.
Los Cadetes ingresan a ler. Año Pilotos o a ler. Año Máquinas, y luego de 3 ó
4 años de estudios se gradúan de Guardiamarinas de Reserva de la Armada.
Posteriormente, después de un período de instrucción a bordo de naves de la
Marina Mercante y cumpliendo los requisitos exigidos por la Dirección General del
Territorio Marítimo, obtienen el título de Piloto 3º o de Ingeniero 3º
respectivamente.
Dicho titulo les permite contratarse como Oficiales en las diferentes
compañías navieras nacionales y extranjeras.
Los Oficiales de Puente pueden llegar a ser Capitanes de cualquier tipo de
naves de la Marina Mercante.
Los Oficiales de Máquinas pueden alcanzar el grado máximo de Ingeniero
Jefe de Máquinas y desempeñarse en cualquier tipo de naves de la Marina Mercante
o ejercer como Ingeniero Superintendente en las Compañías Navieras.
2.4.2.1.2. Requisitos Comunes.
Para postular a la Escuela Naval "Arturo Prat" se deben cumplir los siguientes
requisitos comunes:
— Ser chileno, sexo masculino de acuerdo a los Nº 1, 2 y 3 del Art. 10 de la
Constitución Política de 1980.
— Ser soltero, sin hijos.
40
— Tener salud y constitución física compatible con las exigencias de la carrera.
— Poseer antecedentes personales intachables y provenir de una familia honorable.
— Presentar a su debido tiempo toda la documentación exigida.
2.4.2.1.3. Requisitos Especiales.
Para Primer Año Naval.
— No tener más de 18 años 6 meses, al 1º de enero del año de ingreso.
— Estar cursando o haber aprobado el 2º año de enseñanza media, científica
humanística o equivalente.
Para Primer Año de Marina Mercante.
— No tener más de 20 años 6 meses, al 1º de enero del año de ingreso.
— Estar cursando o haber aprobado el 4º año de enseñanza media, científica
humanística o equivalente.
2.4.2.1.4. Requisitos Académicos.
Sólo serán aceptados los postulantes que hayan efectuado sus estudios en
Escuelas, Colegios y Liceos Nacionales debidamente reconocidos por el Ministerio
de Educación, o del extranjero según la equivalencia establecida por dicho
ministerio y en su defecto por la que determine la propia Escuela Naval.
2.4.2.1.5. Medidas Antropométricas.
La siguiente tabla indica las medidas mínima que deben tener los postulantes
para ser aceptados como candidatos a cadetes:
Edad
Talla
Peso
(años)
(metros)
(kilos)
Tórax
(metros)
41
15
1.56
48
0.80
16
1.59
51
0.81
17
1.65
53
0.82
18
1.68
54
0.84
19
1.70
55
0.85
2.4.2.1.6. Concurso.
La admisión de nuevos cadetes se realiza anualmente mediante un concurso
competitivo.
La Dirección de la Escuela efectúa el llamado a Concurso para llenar las
vacantes a Oficiales, de acuerdo a las necesidades de la Armada y Marina Mercante,
a partir del mes de Mayo de cada año.
El concurso consta de tres etapas:
— Examen de Antecedentes
— Preselección
— Selección Final
2.4.2.1.6.1. Examen de Antecedentes.
Consiste en la presentación de los antecedentes exigidos, donde se acredita
que el postulante reúne las condiciones requeridas por la Escuela Naval.
El plazo de recepción de estos antecedentes vence el mes de Septiembre de
cada año.
2.4.2.1.6.2. Preselección.
42
Esta etapa se efectúa en la segunda quincena de octubre, en fechas que se
indican oportunamente, en Centros que se establecen en Iquique, Antofagasta,
Valparaíso, Talcahuano, Valdivia, Puerto Montt y Punta Arenas.
Los postulantes pueden presentarse a rendir sus exámenes en cualquiera de
estas sedes, no importa que no corresponda a su residencia, para lo cual debe
indicarlo expresamente en la Solicitud de Admisión.
Consiste en:
a) Exámenes de conocimientos en:
— Matemáticas
— Castellano
— Historia (incluye nociones de Historia Naval chilena)
— Inglés
b) Apreciación Personal
c) Sicológico
2.4.2.1.6.3. Selección Final.
Finalizada esta Etapa los postulantes preseleccionados deben rendir los
siguientes exámenes.
— Examen Médico para verificar que el candidato posee salud compatible con el
servicio naval
— Examen Dental para comprobar que el candidato tiene su dentadura en perfectas
condiciones higiénicas y fisiológicas.
— Examen de Capacidad Física.
Esta etapa se realiza a contar de la segunda quincena de Diciembre,
únicamente en las dependencias de la Escuela Naval.
2.4.2.1.7. Resultados.
Al término de cada etapa la Dirección de la Escuela comunicará a cada
postulante el resultado obtenido. Si es favorable, se le indicarán las instrucciones
43
para la etapa siguiente. En caso contrario, se le devolverán los documentos
presentados.
2.4.2.1.7.1. Documentos Exigidos.
Los candidatos deberán enviar al Jefe de la Oficina de Admisión, hasta la
segunda semana de Septiembre, la siguiente documentación:
— Autorización Compromiso, otorgada ante Notario por el Padre o el tutor Legal
(Formulario Nº 1).
— Certificado de Honorabilidad (Formulario Nº 2).
— Hoja de Datos Personales (Formulario Nº 3).
— Hoja de Control del Postulante (Formulario Nº 4).
— Certificado de Nacimiento (Formulario Nº 10 del Registro Civil).
— Certificado de Matrimonio Civil de sus Padres (de fecha reciente y vigencia no
mayor a 1 año).
— Certificado de Notas del año anterior (1º año de E. Media para Primer Año Naval
y 3º año de E. Media para Marina Mercante).
— Certificado Provisorio de Notas del Curso Actual.
— Certificado de Defunción de los Padres, cuando corresponda.
— Certificado de Inscripción Militar, todos los postulantes mayores de 18 años o
que los cumplan el año de postulación.
Los candidatos que no presenten oportunamente alguno de los documentos
exigidos podrán solicitar ser aceptados al concurso en carácter condicional, siempre
que la omisión sea transitoria y debidamente justificada.
La Libreta de Familia no podrá ser aceptada para certificar la fecha de
nacimiento del postulante ni el matrimonio de sus padres, por cuanto en el caso de
quedar aceptado los certificados respectivos quedarán definitivamente en poder de la
Escuela Naval.
Con todos los documentos presentados por el postulante se le formará un
expediente personal, cuyo número corresponderá al orden de recepción de la
solicitud de ingreso. Dicho número servirá para la confección de todas las listas de
candidatos.
El Carnet de Identidad le será exigido a cada postulante al presentarse a
rendir sus exámenes de Preselección.
Terminada la etapa de preselección, los postulantes preseleccionados deberán
presentar en fecha que se les comunicará oportunamente los siguientes antecedentes:
44
— Certificado Odontológico
— Certificado Oftalmológico
— Certificado Audiométrico
— Radiografías de Caderas y Columna Vertebral
— Teleradiografía de Tórax
— Ficha de Antecedentes Deportivos
— Electrocardiograma de reposo
— Hematocrito y Hemoglobina
— VDRL
— Creatinemia
— Glicemia
— Radiografías de senos paranasales y mastoides
— Test de Elisa o VIH
— Enfermedad de Chagas
— Hepatitis B
— Uremia
El Certificado Final de Notas del curso exigido para el ingreso deberá ser
presentado por el postulante al momento de rendir las pruebas de capacidad física.
2.4.2.1.8. Equipo de Ingreso.
El equipo reglamentario de vestuario, ropa de cama y artículos de librería que
es necesario para el ingreso del Cadete a la Escuela Naval tiene un costo aproximado
de 90 UF.
La Comandancia en Jefe de la Armada ha dispuesto el otorgamiento de becas
de colegiatura para hijos de miembros de las Fuerzas Armadas y de Carabineros en
servicio activo, así como para los 30 primeros aceptados a Primer Año Naval.
A los Cadetes que ingresan a Primer Año Naval, el fisco les paga el 30% del
valor de su equipo, debiendo sus Padres cancelar el 70% restante.
A los Cadetes que ingresan a Primer Año de Marina Mercante, el fisco les
paga el 65% de su equipo, debiendo sus padres cancelar el 35% restante.
El valor real del equipo se fijará definitivamente en Enero de cada año, de
acuerdo a los precios que rijan a esa fecha.
45
El porcentaje que les corresponde pagar a los padres debe ser cancelado
estrictamente al contado y su plazo vence a las 12:00 horas del día en que el Cadete
ingrese a la Escuela Naval.
Al tomar conocimiento de la aceptación definitiva de los postulantes, los
padres deberán concurrir a la Oficina de Contabilidad Comercial del Plantel, para
recibir los formularios y la información referente a la Póliza de Fianza y cancelar el
valor que les corresponde pagar por el equipo de sus hijos.
2.4.2.1.9. Póliza de Fianza.
Los Padres o Tutores de los Cadetes deben tomar una Póliza de Fianza a
favor de la Escuela Naval, para garantizar su permanencia en el plantel y cubrir las
deudas contraídas con la Escuela en el caso de su retiro antes de su graduación como
Oficial.
Para tal efecto, los Padres o Tutores Legales deben pagar una sola vez al año
el monto de la prima anual, que es equivalente a un 24 por mil del monto total de la
Póliza.
El monto de la Póliza de Fianza es equivalente a 120 sueldos vitales
mensuales por el primer año, aumentando proporcionalmente cada año. En
consecuencia, dicho monto será determinado en base al valor que tenga el sueldo
vital en Enero de cada año.
En caso de retiro voluntario o por fracaso, el Cadete debe reintegrar el costo
debidamente actualizado del equipo que recibió al momento de su ingreso a la
Escuela, gastos de permanencia aproximadamente 10 UF por cada año de estadía,
además de cancelar las deudas pendientes que pudieran existir en su Cuenta
Corriente.
2.4.3. Graduación de Oficiales y Suboficiales.
La Armada de Chile tiene como misión fundamental, participar
permanentemente en la seguridad exterior y la defensa militar del país en
resguardo de su soberanía, de la integridad territorial y del orden
institucional.
En cumplimiento de esta misión, y atendiendo a la importancia capital que ha
tenido el mar en la vida republicana y la proyección que tiene para el futuro, la
46
Armada de Chile realiza las actividades que damos a conocer en estas páginas, las
que tienen como finalidad:
Difundir nuestra historia y nuestras tradiciones, para que las actuales y futuras
generaciones tengan un ejemplo de entrega al servicio público, que les sirva de
inspiración para que en su trabajo diario, dediquen sus mejores esfuerzos para
llevar a nuestra Patria al sitial que todos los chilenos queremos.
Defender su derecho a vivir en un país soberano, libre de amenazas tanto
internas como extranjeras.
Defender la integridad territorial de nuestro país.
Proteger el patrimonio marítimo para asegurar a Ud. y su familia , que a sus
descendientes no les faltarán los alimentos marinos en el futuro.
Regular las actividades marítimas para que los productos de exportación
producidos por nuestros compatriotas puedan llegar a sus puertos de destino.
Asegurar a las naves de todas las banderas que la navegación por nuestras
aguas jurisdiccionales está apoyada por una señalización adecuada y por
cartografía exacta, para que de esta manera sus productos puedan llegar a su
destinatario final para satisfacer las necesidades de la industria , la población y
de Ud. mismo.
Cooperar al desarrollo nacional, fomentando la construcción naval y el
establecimiento de plantas de mantención y reparaciones navales.
Apoyar a las necesidades de las comunidades de sectores costeros aislados, a
través de los transportes de la Armada.
Cooperar con la investigación científica oceánica , ya sea independientemente
o en conjunto con instituciones dedicadas al estudio del mar.
Promover la práctica de los deportes náuticos, para acercar a la ciudadanía al
mar.
Preservar el patrimonio histórico y tradiciones navales, a través de los Museos
Navales y actividades culturales internas como de extensión.
Garantizar el orden institucional del país.
47
2.5. Fuerza Aérea.
2.5.1. Oficiales y Suboficiales.
2.5.1.1. La Formación en la Escuela de Aviación
El proceso de formación de los oficiales de la Fuerza Aérea de Chile se inicia
en la Escuela de Aviación. Durante los cuatro años de permanencia reciben la
denominación de Cadetes de Aviación. Los planes de estudio han sido diseñados
para lograr una formación profesional integral en las diferentes áreas del
conocimiento y en aspectos valóricos y morales.
a) Área Académica.
Entrega los conocimientos necesarios en las materias académicos científicas
tradicionales, para incrementar una sólida base teórica y práctica, que le permita al
futuro oficial situarse con reales posibilidades de éxito frente a estudios posteriores,
en disciplinas de un creciente nivel de complejidad. Los programas de estudio se
desarrollan en un marco de alta exigencia académica, orientados fundamentalmente
a incentivar en el alumno metodologías científicas y tecnológicas y una sólida base
en las ciencias exactas, que le permitan obtener al final el Grado de Bachiller en
Ciencias Básicas.
b) Área Profesional Especializada.
Comprende el estudio de materias técnico aeronáuticas específicas
relacionadas con el ambiente aeronáutico y de defensa. Se contemplan estudios de
Aerodinámica, Electrónica, Planificación, Reglamentación, Administración de
Recursos y Personal, Logística , Economía , etcétera.
c) Área Físico Militar.
Preparación física para enfrentar las exigencias de la vida del aviador militar.
En lo deportivo, se lo entrena en aquellas disciplinas más adecuadas a sus
habilidades, pudiendo formar parte de las selecciones de la Escuela: Esgrima,
Natación, Atletismo, Tiro y Pentatlón Militar, entre otros. En el ámbito militar,
reciben instrucción como combatientes individuales, contemplando materias de
48
supervivencia en distintos ambientes, empleo de armamento, técnicas de orientación,
combate terrestre y paracaidismo militar, etc.
d) Área Ético Moral.
Profundiza el conocimiento y la asimilación de los aspectos valóricos y
morales, matizando la teoría con las experiencias y vivencias en la Escuela, como
orientación en la adopción de un modelo de conducta que integre la lealtad, el honor,
la rectitud de pensamiento y obra y su compromiso irrenunciable con la verdad,
como elementos naturales de su modo de ser, a fin de crear y reforzar los valores
necesarios para desempeñarse como líder en ambientes de alta complejidad.
e) Área Cultural.
Para cumplir con el objetivo de lograr la formación integral de un Oficial, el
área cultural comprende su preparación para desenvolverse en ambientes de
compromisos sociales y protocolares. Por otra parte, la asistencia a exposiciones de
arte, obras de teatro, ballet, conciertos y visitas de tipo profesional a empresas
privadas o públicas, permiten la creación e incentivación de aptitudes en esta área.
Su participación en clubes culturales de música, literatura, aeromodelismo, coro,
vuelo a vela, etc, le entregan los elementos necesarios para que los Cadetes puedan
desempeñarse como oficiales, con un nivel acorde y complementario a su formación
profesional.
f) Proceso de Formación de un Oficial.
Los planes de estudio se han estructurado de manera tal de impartir
armónicamente una formación militar y académica de nivel superior, mediante un
modelo que en forma progresiva entregue a los Cadetes responsabilidades tras el
logro de una sólida formación integral, acorde con el perfil profesional esperado.
El primer año de Escuela equivale al programa de 4° año de enseñanza
media, culminando con la obtención de la Licencia de Educación Media respectiva,
acompañado de un proceso de nivelación en materias científicas y de formación
como Cadete de Aviación.
El segundo y tercer año comprenden materias de orden científico aeronáutico
y profesional sustentadas en una preparación de ciencias básicas.
El cuarto, y último año, y de acuerdo a sus preferencias, aptitudes y
rendimiento, inician su formación especializada en los diferentes escalafones de la
Fuerza Aérea, egresando a su término con el grado de Alférez obteniendo el grado
de Bachiller en Ciencias.
49
Posteriormente, ya como Oficiales, deberán continuar su formación para
completar su malla curricular, a fin de obtener su título profesional de la siguiente
forma:
— Rama del Aire, Ingeniero de Ejecución en Sistema de Armas, mención Piloto de
Guerra al aprobar la Escuela Táctica ( 1año).
— Ingeniería Aeronáutica, Ingeniero Aeronáutico, al aprobar la Academia
Politécnica Aeronáutica ( 4 años), también se puede optar a la mención de Ingeniería
Electrónica.
— Defensa Aérea, Ingeniero de Ejecución en Sistema de Armas, en las menciones
de Artillería Antiaérea y Comunicaciones y Electrónica, al aprobar la Academia
Politécnica Aeronáutica ( 2 años).
— Ingeniería en Administración, Ingeniero en Administración, al aprobar la
Academia Politécnica Aeronáutica ( 3 años).
2.5.2. Ingreso de Oficiales y Suboficiales.
2.5.2.1. Proceso Actual de Selección para el Ingreso de Cadetes a la Escuela de
Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”
El proceso de selección de Cadetes está compuesto de una serie de etapas
progresivas, en las cuales los postulantes deben aprobar los requisitos establecidos
para cada una de ellos. Estos son evaluados a través de instrumentos de medición
especialmente elaborados para tal efecto complementados con una entrevista
personal que muestra aspectos que no pueden ser observables en una prueba.
a) Requisitos Básicos.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Tener nacionalidad chilena
Ser soltero (a), nunca casado(a) y sin hijos
Tener antecedentes personales intachables
Estar cursando o haber aprobado el Tercer año de enseñanza media
Estaturas mínimas:
Varones: menor de 18 años 1,67 y mayores de 18 años 1,70 mts.
Damas : 1,60 mts.
Tener entre 16 y 21 años al 31 de enero del año de ingreso.
50
7.
Salud compatible con el Servicio en la Fuerza Aérea de Chile
b) Exámenes Psicológicos, Académicos y Capacidad Física.
1.- Psicológicos
El aspecto psicológico es muy importante en la Fuerza Aérea de Chile dada
las actividades que debe realizar un Oficial.
La selección psicológica está orientada a evaluar los diferentes aspectos
como: inteligencia, personalidad, y capacidad intectual.
En relación a la inteligencia, ésta debe ser normal o superior a lo normal.
2.- Académicos y Físicos.
La importancia de medir el nivel de conocimientos académicos se debe a que
los programas de instrucción para el primer año de Cadetes están elaborados sobre la
base de los objetivos exigidos por el Ministerio de Educación para el Tercer Año de
enseñanza media y a los objetivos determinados por la Escuela de Aviación, que
aseguren una sólida base para las exigencias de estudio de los años profesionales
restantes.
Para tal efecto se deben rendir los exámenes de conocimientos específicos,
que están orientados a medir el nivel del postulante durante su última etapa de
enseñanza básica y la primera etapa de enseñanza media. Estas pruebas
corresponden a las asignaturas de matemáticas, castellano, física, historia, geografía
de Chile e inglés.
Con respecto a la evaluación física el objetivo de este examen es evaluar en el
postulante su capacidad física que le permitirá a futuro desempeñarse en buena
forma como un combatiente terrestre.
c) Entrevista Personal.
Los antecedentes personales y familiares del postulante son de vital
importancia, ya que se deben calificar las carácteristicas y cualidades que posee el
postulante, como también verificar la configuración de su núcleo familiar, ya que la
constitución de ésta es muy importante en caso de que el postulante requiera el
apoyo de sus padres en los momentos difíciles de su instrucción y además de las
51
exigencias sociales que debe realizar como miembro de la Escuela de Aviación y
como futuro Oficial.
d) Examen médico y dental
Para ingresar como Cadete de la Escuela de Aviación, se exige al postulante
una salud compatible con el servicio. Para conocerla, se deben realizar exámenes de
carácter médico y dental y su objetivo es determinar si la aptitud física y de salud
son compatibles con las exigencias de la vida aeromilitar los que se llevan a cabo en
el Hospital Clínico de la Fuerza Aérea de Chile.
Una vez realizados estos exámenes se podrá determinar si el postulante se
encuentra apto para la Rama del Aire, para la Rama Terrestre o es rechazado.
2.5.2.2. Etapas del Proceso de Selección.
El proceso de postulación comienza con la difusión y programación,
actividades que se realizan a través de conferencias en colegios, visitas a la Escuela
de Aviación y publicidad en los diferentes medios de comunicación.
Los prospectos se entregan en las unidades de la Fuerza Aérea de Chile a lo
largo de todo el país, en aeropuertos, aeródromos y cantones de reclutamiento. Una
vez recepcionados los antecedentes, estos se procesan y posteriormente a realizar la
evaluación académica física y psicológica.
Terminado este proceso se continua con una preselección de postulantes
quienes son entrevistados personalmente. Finalmente se realiza la selección
definitiva de acuerdo a su puntaje final en el Concurso de Admisión y a las
vacantes existentes.
2.5.3. Graduación de Oficiales y Suboficiales.
2.5.3.1. Escuela de Perfeccionamiento de Suboficiales.
Esta Escuela fue creada el año 1981, con el nombre de Grupo de Instrucción
de Suboficiales (G.I.S), y posteriormente el 15 de abril de 1993 se le cambió a su
52
actual nombre y es el organismo responsable de ejecutar el proceso educativo del
Personal del Cuadro Permanente, a través de cursos, exámenes, y supervisión del
proceso de Entrenamiento en el Trabajo (E.E.T), asimismo, estructurar, coordinar y
supervisar las actividades de Capacitación Laboral de Soldados Conscriptos de la
Institución.
Los principios educacionales permiten a esta Escuela orientar su accionar hacia el
desarrollo integral del ser, del saber y del saber hacer, del personal de la Fuerza
Aérea de Chile.
Se efectúan los siguientes cursos :
Cursos Regulares : Orientados a satisfacer las necesidades institucionales
referidas al perfeccionamiento de su personal, dentro de su progresión profesional.
Estos cursos se dictan en dos modalidades. Presenciales en las instalaciones de la
Escuela, y en Unidades, utilizando los recursos de los lugares habituales de
desempeño del personal. Entre estos se encuentran los cursos para Suboficial Mayor
y de Supervisión.
Cursos Especiales : Orientados a satisfacer las necesidades institucionales en
lo referido a la capacitación y perfeccionamiento de su personal, en su desempeño
específico. Estos cursos se dictan en las modalidades descritas previamente,
contándose entre ellos el de Supervisor Educacional, Inspector de Mantenimiento,
Instructor Técnico, Seguridad Aeroespacial, Sistemas Digitales y
Microprocesadores, y otros, según requerimiento.
Educación Continua : Proceso educativo en los lugares de desempeño
habitual, sobre la base del sistema de Entrenamiento en el Trabajo, en el cual esta
Escuela tiene la responsabilidad de orientar, supervisar, controlar y evaluar, el logro
de la instrucción desarrollada en las especialidades de las Áreas de Defensa Aérea,
Armamento, Apoyo a las Operaciones Aéreas, Administrativa, Servicios Generales
y Servicios Auxiliares.
Capacitación Laboral : Programa tendiente a entregar, a los Soldados
Conscriptos de la Institución, una capacitación que les permita obtener un nivel de
desempeño como mano de obra semicalificada, en oficios relacionados con el
quehacer de la Fuerza Aérea y de la vida civil, efectuándose en las Unidades en que
realizan su Servicio Militar Obligatorio y, en algunos casos, en organismos externos
de capacitación.
Educación de Adultos : Actividades educacionales que, de acuerdo a la
legislación vigente permite al personal y sus familiares acceder a la completación de
sus estudios de Enseñanza Media, a través de clases presenciales efectuadas en este
Instituto.
53
2.6. Carabineros.
2.6.1. Oficiales y Suboficiales.
2.6.1.1. Derechos y Obligaciones.
El artículo 31 del Título II, “de la Carrera Profesional”, de la Ley Orgánica
Constitucional de Carabineros de Chile dispone que sólo la autoridad respectiva de
Carabineros puede destinar al personal en los diversos cargos y empleos según los
requerimientos de la función policial.
“Artículo 31.- Corresponde sólo a la autoridad respectiva de Carabineros
destinar al personal en los diversos cargos y empleos según los requerimientos de la
función policial.”
Su artículo 32 ordena que las comisiones para desempeñar funciones ajenas al
cargo—tanto dentro del territorio nacional como fuera de él—serán dispuestas por
decreto supremo expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional, a
proposición del General Director.
“Artículo 32.- Las comisiones de servicio para desempeñar funciones ajenas
al cargo, tanto dentro del territorio nacional como fuera de él, serán dispuestas por
decreto supremo, expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional, a
proposición del General Director.”
Su artículo 33, de cinco incisos, señala primeramente que el personal de
Carabineros tiene derecho, como retribución por sus servicios, al sueldo asignado al
grado de su empleo y demás remuneraciones adicionales, asignaciones,
bonificaciones, gratificaciones y estipendios de carácter general o especial que
corresponda. En seguida, que en caso de enfermedad o accidente ocurrido en el
servicio, el personal gozará de su sueldo íntegro, hasta la recuperación de la salud. A
continuación, que las remuneraciones serán inembargables, salvo por resolución
firme en juicio de alimentos hasta por un 50%. Luego, que además gozará de los
derechos que establezca la ley, tales como el feriado anual, permiso con o sin goce
de remuneraciones, licencias o subsidios, vestuario, equipo y alimentación fiscal,
como asimismo tendrá derecho asistencia médica y a los beneficios de medicina
curativa y preventiva, de conformidad a las normas legales vigentes. Por último,
prescribe que el sistema de salud que asegure el otorgamiento de las aludidas
54
prestaciones se financiará con los recursos que establezcan las leyes y con las
cotizaciones del personal.
“Artículo 33.- El personal de Carabineros tiene derecho, como retribución por
sus servicios, al sueldo asignado al grado de su empleo y demás remuneraciones
adicionales, asignaciones, bonificaciones, gratificaciones y estipendios de carácter
general o especial que correspondan.
“En caso de enfermedad o accidente ocurrido en el servicio, el personal
gozará de su sueldo íntegro, hasta la recuperación de su salud. Las remuneraciones
serán inembargables, salvo por resolución ejecutoriada en juicio de alimentos hasta
por un 50%.
“Además, gozará de los derechos que establezca la ley, tales como el feriado
anual, permiso con o sin goce de remuneraciones, licencias o subsidios, pasajes y
fletes, viáticos, asignaciones por cambio de residencia, vestuario, equipo y
alimentación fiscal.
“El personal de Carabineros tendrá derecho a asistencia médica y a los
beneficios de medicina curativa y preventiva, de conformidad a las normas legales
vigentes.
“El sistema de salud que asegure el otorgamiento de estas prestaciones se
financiará con los recursos que establezcan las leyes y con las cotizaciones del
personal.”
Su artículo 34 declara que el personal que se accidentare en actos del servicio
o se enfermare a consecuencia de sus funciones, tendrá derecho, previa resolución
administrativa fundada, a que sean de cargo fiscal todos los gastos de atención
médica, hospitalaria, quirúrgica, dental, ortopédica y demás similares relativos a su
tratamiento clínico, hasta ser dado de alta definitiva o declarado imposibilitado para
reasumir sus funciones, derecho este que será regulado en la forma y condiciones
que determine el Estatuto del Personal. Su inciso segundo y final dispone que serán
de cargo fiscal, igualmente, los gastos de transporte del herido o enfermo, desde el
lugar en que se encuentra hasta el centro hospitalario en que será atendido, como los
causados con ocasión de controles y exámenes médicos posteriores.
“Artículo 34.- El personal que se accidentara en actos de servicio o se
enfermare a consecuencia de sus funciones, tendrá derecho, previa resolución
administrativa fundada, a que sean de cargo fiscal todos los gastos de atención
médica, hospitalaria, quirúrgica, dental, ortopédica y demás similares relativos a su
tratamiento clínico, hasta ser dado de alta definitiva o declarado imposibilitado para
reasumir sus funciones.
55
“Este derecho será regulado en la forma y condiciones que determine el
Estatuto del Personal. Serán de cargo fiscal, igualmente, los gastos de transporte del
herido o enfermo, desde el lugar en que se encuentra hasta el centro hospitalario en
que será atendido, como los causados con ocasión de controles y exámenes médicos
posteriores.”
Su artículo 35 establece que l personal tendrá derecho a años de abonos de
servicios computables para el retiro por accidente en acto del servicio o a
consecuencias del mismo; por desempeñarse en lugares de trabajo aislados; por
trabajar en actividades perjudiciales o nocivas para la salud, y por toda otra causal
que haga procedente este beneficio en la forma que determine la ley.
“Artículo 35.- El personal tendrá derecho a años de abono de servicios
computables para el retiro por accidentes en actos del servicio o a consecuencia del
mismo; por desempeñarse en lugares aislados; por trabajar en actividades
perjudiciales o nocivas para la salud, y por toda otra causal que haga procedente este
beneficio, en la forma que determine la ley.”
Su artículo 36 declara que la potestad disciplinaria será ejercida por las
autoridades institucionales competentes a través de un racional y justo
procedimiento administrativo. Su inciso segundo y final prescribe que el personal
que infrinja sus deberes u obligaciones incurrirá en responsabilidad administrativa,
conforme lo determine el Reglamento de Disciplina, sin perjuicio de la
responsabilidad civil o penal que pueda afectarle.
“Artículo 36.- La potestad disciplinaria será ejercida por las autoridades
institucionales competentes a través de un racional y justo procedimiento
administrativo. El personal que infrinja sus deberes u obligaciones incurrirá en
responsabilidad administrativa conforme lo determine el Reglamento de Disciplina,
sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pueda afectarle.”
Su artículo 37 y final ordena que le personal de Carabineros estará sujeto a
todas aquellas obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que se establezcan
en el Estatuto del Personal y demás normal legales y reglamentarias.
“Artículo 37.- El personal de Carabineros estará sujeto a todas aquellas
obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que se establezcan en el Estatuto
del Personal y demás normas legales y reglamentarias.”
2.6.1.2. Antigüedad.
56
El artículo 45 del Título III, “de Antigüedad, Mando y Sucesión de Mando”,
de la Ley Oránica Constitucional de Carabineros de Chile define la antigüedad como
el tiempo de permanencia de un funcionario en un grado, conforme a la fecha de
nombramiento, ascenso, escalafón o años de servicios.
“Artículo 45.- La antigüedad es el tiempo de permanencia de un funcionario
en un grado, conforme a la fecha de nombramiento, ascenso, escalafón o años de
servicios.”
El artículo 46 prescribe que dentro de cada escalafón la antigüedad se
determinará por el grado, y a igualdad de éste, se atenderá a la fecha de ascenso o de
nombramiento, según corresponda. Si los ascensos o nombramientos se produjeren
con la misma fecha, la antigüedad se fijará para todos los ascendidos por aquella que
tenía en el grado inferior, y para los nombrados, por el orden que determine el
decreto o resolución respectivo.
“Artículo 46.- Dentro de cada Escalafón, la antigüedad se determinará por el
grado. A igualdad de grado, se atenderá a la fecha de ascenso o nombramiento,
según corresponda. Si los ascensos o nombramientos se produjeren con la misma
fecha, la antigüedad se fijará, para los ascendidos, por aquella que tenían en el grado
inferior, y para los nombrados, por el orden que determine el decreto o resolución
respectivo.”
El artículo 47 establece que para el nombramiento de subtenientes de Orden y
Seguridad y de Intendencia, la antigüedad se fijará de conformidad al promedio de
notas obtenidas en los cursos de aspirantes a oficiales.
“Artículo 47.- La antigüedad para el nombramiento de los Subtenientes de
Orden y Seguridad y de Intendencias se fijará de conformidad al promedio de notas
obtenidas en los cursos de Aspirantes a Oficiales.”
El artículo 48 fija la antigüedad entre los oficiales pertenecientes a diferentes
escalafones y al efecto establece que en igualdad de grados jerárquicos ella se
determinará conforme al siguiente orden de precedencia:
— Oficiales de Orden y Seguridad masculinos;
— Oficiales de Orden y Seguridad femeninos;
— Oficiales de Intendencia, y
— Oficiales de los Servicios.
Con todo, los oficiales de Intendencia ocuparán dentro de cada grado el lugar
que les corresponda, conservando el orden de precedencia de las respectivas
promociones de egreso de oficiales de la Escuela de Carabineros.
57
La antigüedad de los oficiales de los Servicios se determinará, en igualdad de
grado, conforme al orden de prelación asignado a los distintos escalafones.
La antigüedad, los grados jerárquicos y el rango se darán exclusivamente
entre el personal de Carabineros, pero lo anterior es sin perjuicio de las
equivalencias que la ley determine—para efectos económicos—con el personal de
las Instituciones de la Defensa Nacional.
“Artículo 48.- La antigüedad entre Oficiales pertenecientes a diferentes
escalafones, en igualdad de grados jerárquicos, se determinará conforme al siguiente
orden de precedencia: 1°) Oficiales de Orden y Seguridad masculinos; 2°) Oficiales
de Orden y Seguridad femeninos; 3°) Oficiales de Intendencia, y 4°) Oficiales de los
Servicios. Con todo, los Oficiales de Intendencia ocuparán dentro de cada grado el
lugar que les corresponda, conservando el orden de precedencia de las respectivas
promociones de egreso de Oficiales de la Escuela de Carabineros. La antigüedad de
los Oficiales de los Servicios se determinará, en igualdad de grados, conforme al
orden de prelación asignado a los distintos escalafones. La antigüedad, los grados
jerárquicos y el rango se darán exclusivamente entre el personal de Carabineros. Lo
anterior es sin perjuicio de las equivalencias que la ley determina, para efectos
económicos, con el personal de las Instituciones de la Defensa Nacional.”
Finalmente, el artículo 49 define al rango como el conjunto de prerrogativas
que le corresponde al oficial de Carabineros por el grado que inviste o el cargo que
desempeña.
“Artículo 49.- El rango es el conjunto de prerrogativas de orden protocolar
que le corresponde al Oficial por el grado que inviste o el cargo que desempeña.”
2.6.1.3. Mando.
El artículo 50 del Título III de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile define al mando como el ejercicio de la autoridad que la ley y los
reglamentos otorgan a los oficiales y demás personal de Carabineros sobre sus
subalternos o subordinados por razón de destino, comisión, grado de jerárquico o
antigüedad. El inciso segundo de este artículo prescribe que el mando policial en
Carabineros corresponde por naturaleza al oficial de Orden y Seguridad, y al de otro
escalafón por excepción, sobre el personal que le está subordinado en razón del
cargo que desempeña, o de comisión asignada y que tiende directamente a la
consecución de la misión encomendada a Carabineros de Chile. El mando es total,
58
se ejerce en todo momento y circunstancia y no tiene más restricciones que las
establecidas en leyes y reglamentos.
“Artículo 50.- Mando es el ejercicio de la autoridad que la ley y los
reglamentos otorgan a los oficiales y demás personal de Carabineros sobre sus
subalternos o subordinados por razón de destino, comisión, grado jerárquico o
antigüedad. El mando policial en Carabineros corresponde por naturaleza al Oficial
de Orden y Seguridad, y al de otro escalafón por excepción, sobre el personal que le
está subordinado en razón del cargo que desempeña, o de comisión asignada y que
tiende directamente a la consecución de la misión encomendada a Carabineros de
Chile. Es total, se ejerce en todo momento y circunstancias y no tiene más
restrincciones que las establecidas expresamente en las leyes y reglamentos.”
El artículo 51 dispone que el mando policial superior de la Instituión recaerá
siempre en un oficial general de Orden y Seguridad, designado por el Presidente de
la República, en la forma establecida en el artículo 93 de la Constitución Política, el
que con el título de General Director de Carabineros ejercerá su dirección y
administración.
“Artículo 51.- El mando policial superior de la Institución recaerá siempre en
un Oficial General de Orden y Seguridad, designado por el Presidente de la
República en la forma establecida en el artículo 93 de la Constitución Política de la
República, el que, con el título de General Director de Carabineros, ejercerá su
dirección y administración.”
El artículo 52 consigna las facultades del General Director de Carabineros de
Chile.
El Tribunal Constitucional declaró, al igual que respecto de las facultades de
los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, que distintas atribuciones del
General Director—tales como las consignadas en las letras e), f), i), k), m) y ñ)—
tienen el carácter de ley común.
En otro aspecto, cabe traer a la memoria que también son atribuciones del
General Director de Carabineros y del Director de Logística de esta Institución, las
normas simplemente legales contenidas en el Decreto Ley Nº 1.113, de 1975,
modificado por la Ley Nº 18.872, y en la Ley Nº 18.928.
“Artículo 52.- Son facultades del General Director:
“a) Proponer al Presidente de la República, por intermedio del Ministro de
Defensa Nacional, la designación del General Inspector que desempeñará el cargo
de General Subdirector de Carabineros.
59
“b) Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Defensa
Nacional, la disposición, organización y distribución de los medios humanos y
materiales, de acuerdo a las funciones que la Constitución Política de la República y
las leyes encomienda a Carabineros.
“c) Formular la doctrina que permita la unidad de criterio en el ejercicio del
mando.
“d) Proponer al Ministro de Defensa Nacional el Presupuesto Institucional.
“e) Autorizar el armado, las reparaciones, las transformaciones y las
modificaciones del material policial que forme parte o se encuentre afecto al servicio
de la Institución, sin perjuicio del cumplimiento de las demás normas legales que
pudieren regular estas materias.
“f) Celebrar en conformidad a la ley los actos, contratos y convenciones para
que se adquiera, se dé o tome en uso y se enajenen bienes muebles e inmuebles, que
sean necesarios para el funcionamiento de Carabineros, los que se harán por
intermedio de la Dirección de Logística; como asimismo contratar los servicios
necesarios, incluso sobre la base de honorarios, para el cumplimiento de la
correspondiente misión institucional.
“g) Aprobar la adquisición, el retiro del servicio, la enajenación de
armamento conforme a los criterios técnicos institucionales, sin perjuicio de las
disposiciones legales sobre dichas materias.
“h) Aprobar y disponer el uso y aplicación de todas las publicaciones
oficiales internas de su Institución y los textos de estudio de sus planteles.
“i) Representar extrajudicialmente a Carabineros de Chile en conformidad a
la ley en la celebración de actos, contratos y convenciones de cualquier naturaleza
que sean necesarios para el logro de su misión.
“j) Delegar, mediante resolución, parte de sus atribuciones meramente
administrativas u obligaciones o deberes de carácter protocolar en otras autoridades
institucionales, incluyendo la facultad de firmar en determinados actos sobre
materias específicas.
“k) Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Defensa
Nacional, la designación del Edecán de Carabineros de la Presidencia de la
República o para personalidades extranjeras, la que se efectuará por decreto supremo
60
en conformidad con las atribuciones decisorias que la Constitución Política confiere
al Presidente de la República.
“l) Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Defensa
Nacional, la designación del Auditor General de Carabineros y de los Oficiales de
Justicia que integren la Corte Marcial.
“m) Autorizar la salida de los Oficiales al extranjero, por razones de carácter
particular en uso de feriados, permisos o licencias de acuerdo al Estatuto del
Personal.
“n) Proponer al Presidente de la República la Comisión de Servicio al
Extranjero del Personal de Planta.
“ñ) Disponer la creación de comisiones administrativas destinadas a
conservar, mantener adquirir, vender, usar o producir bienes y servicios para las
Altas Reparticiones, Reparticiones o Unidades de la Institución.
“o) Disponer la inversión de fondos que se destinen por ley a la Institución y
de los recursos que se obtengan por enajenaciones y ventas a que se refieren las
letras anteriores. Estos últimos recursos constituirán ingresos propios de Carabineros
y no ingresarán a rentas generales de la Nación.
“p) Todas las demás que otorguen la ley y los reglamentos institucionales.”
El artículo 53 establece que el General Director podrá delegar, mediante
resolución sujeta a toma de razón, parte de sus facultades y atribuciones
institucionales en el oficial general que desempeñe el cargo de General Subdirector.
“Artículo 53.- El General Director podrá delegar, mediante resolución sujeta
a trámite de toma de razón, parte de sus facultades y atribuciones institucionales en
el Oficial General que desempeñe el cargo de General Subdirector.”
2.6.1.4. Sucesión de Mando.
El artículo 54 del Título III de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile declara que se entiende por sucesión de mando el orden de precedencia
para asumir las funciones, responsabilidades y atribuciones inherentes al mando.
“Artículo 54.- Se entiende por sucesión de mando el orden de precedencia
para asumir las funciones, responsabilidades y atribuciones inherentes al mando.”
61
El artículo dispone que la sucesión de mando recaerá siempre, sin excepción,
en un miembro de Carabineros de idéntico escalafón subordinado a dicho mando y
se materializará en cualquier momento en que el que lo ejerza esté impedido o
inhabilitado temporal o circunstancialmente. Su inciso segundo ordena que en caso
de ausencia, impedimento o inhabilidad temporal, el General Director será
subrogado por el General Subdirector u oficial general de Orden y Seguridad más
antiguo en la sucesión de mando.
“Artículo 55.- La sucesión de mando recaerá siempre, sin excepción, en un
miembro de Carabineros de idéntico escalafón subordinado a dicho mando, y se
materializará en cualquier momento en que el que lo ejerza esté impedido o
inhabilitado temporal o circunstancialmente.
“En caso de ausencia, impedimento o inhabilidad temporal, el General
Director será subrogado por el General Subdirector u Oficial General de Orden y
Seguridad más antiguo en la sucesión de mando.”
El artículo 56 agrega que el Estatuuto del Personal contemplará las demás
normas sobre mando y sucesión.
“Artículo 56.- El Estatuto del personal contemplará las demás normas sobre
mando y sucesión de mando.”
2.6.2. Ingreso de Oficiales y Suboficiales.
2.6.2.1. Ingreso.
La materia del ingreso está tratada en los artículos 9º a 16º de la Ley Orgánica
Constitucional de Carabineros.
El artículo 9º establece los requisitos que se requieren para pertenecer a la
planta de Carabineros. Su inciso primero dispone que se debe ser chileno, “tener
salud compatible con el ejercicio del cargo; haber aprobado la educación básica y
poseer el nivel educacional o título profesional o técnico que por la naturaleza del
empleo corresponde; no haber sido condenado ni encontrarse declarado reo por
resolución judicial ejecutoriada en proceso por crimen o simple delito y no haber
cesado en un cargo público por medida discipinaria o calificación deficiente”. La
frase que se ha puesto entre comillas corresponde a la redacción final que debió
dársele por la Ley Nº 18.973 a este artículo, en atención a que la sentencia del
62
Tribunal Constitucional del 21 de febrero de 1990 había estimado inconstitucional la
referencia genérica que se hacía en este artículo a “cumplir los demás requisitos que
establece el Estatuto del Personal”. Sin perjuicio de lo anterior, la referencia “a
encontrarse declarado reo” debe entenderse hoy día a “procesado”, en atención a lo
dispuesto en la Ley Nº 19.047, que reemplazó la expresión “reo” por “procesado”.
Los incisos restantes del artículo 9º disponen que la incorporación a la planta
de Carabineros de los oficiales y del personal de nombramiento institucional sólo
puede hacerse a través de las Escuelas Institucionales, con excepción de los oficiales
de los escalafones de los servicios. El ingreso a dicha planta debe hacerse en el
último lugar del grado más bajo del escalafón respectivo, con excepción de los
empleados civiles que sean nombrados para ocupar plazas que no forman escalafón.
“Artículo 9.- Para pertenecer a la Planta de Carabineros se requiere ser
chileno.
“La incorporación a la Planta de Carabineros de los Oficiales y del personal
de nombramiento institucional sólo podrá hacerse a través de las Escuelas
institucionales, con excepción de los oficiales de los escalafones de los servicios.
“El ingreso a la Planta se hará en el último lugar del grado más bajo del
escalafón respectivo, con excepción de los empleados civiles que sean nombrados
para ocupar plazas que no formen escalafón.”
El artículo 10 ordena que los nombramientos, ascensos, reincorporaciones y
retiros del personal de nombramiento supremo se efectuarán por Decreto Supremo
expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional, a proposición del General
Director. Respecto de las reincorporaciones, debe respetarse la norma que más
adelante se señala a propósito del artículo 14. En cuanto a la provisión de los
diferentes empleos existentes en Carabineros, ella se hará mediante nombramiento o
reincorporación, sin perjuicio de las normas sobre ascenso.
“Artículo 10.- Los nombramientos, ascensos, reincorporaciones y retiros del
Personal de Nombramiento Supremo, se efectuarán por decreto supremo expedido a
través del Ministerio de Defensa Nacional, a proposición del General Director. La
provisión de los diferentes empleos existentes en Carabineros se hará mediante
nombramiento o reincorporación, sin perjuicio de las normas sobre ascensos.”
El artículo 11 prescribe que los subtenientes de fila serán nombrados
exclusivamente de entre los aspirantes a oficiales egresados de la Escuela de
Carabineros que hayan aprobado el curso correspondiente. Este plantel efectuará la
selección de los alumnos de acuerdo a su propia reglamentación, y según las leyes
vigentes. Respecto del nombramiento de los oficiales de Justicia, Sanidad, Sanidad
63
Dental y Veterinaria, éste se hará previa selección entre los postulantes, quienes
deberán poseer título profesional universitario correspondiente.
“Artículo 11.- Los Subtenientes de Fila serán nombrados exclusivamente de
entre los Aspirantes a Oficiales egresados de la Escuela de Carabineros que hayan
aprobado el curso correspondiente. Este plantel efectuará la selección de los
alumnos de acuerdo a su propia reglamentación, y según las leyes vigentes. El
nombramiento de los Oficiales de Justicia. Sanidad, Sanidad Dental y Veterinaria se
hará previa selección entre los postulantes, quienes deberán poseer el título
profesional universitarios correspondiente.”
El artículo 12 ordena que el personal de nombramiento institucional de fila
será nombrado en sus respectivos escalafones exclusivamente de entre los
carabineros alumnos que hayan aprobado los cursos de formación policial
correspondiente.
“Artículo 12.- El Personal de Nombramiento Institucional de Fila será
nombrado en sus respectivos escalafones exclusivamente de entre los Carabineros
Alumnos que hayan aprobado los cursos de formación policial correspondiente.”
El artículo 13 prescribe que el personal que el personal civil de nombramiento
supremo e institucional se incorporará a la planta como profesional técnico o
administrativo.
“Artículo 13.- El Personal Civil de Nombramiento Supremo e Institucional se
incorporará a la Planta como profesional, técnico, o administrativo.”
El artículo 14 establece que el personal de planta de Carabineros que se
encuentre en situación de retiro temporal podrá reincorporarse por decreto supremo
o por resolución de la Dirección General, según corresponda. Tal reincorporación se
hará dentro del escalafón respectivo, con el mismo grado que tenía el interesado al
momento de su retiro.
A propósito de este artículo, el Tribunal Constitucional, en su antes citada
sentencia del 21 de febrero de 1990, ordenó eliminar la frase “en las condiciones que
determine el Estatuto del Personal”, que estaba en su inciso primero, y la oración.
“Para los efectos de determinar la antigüedad, se atenderá a las reglas que contiene
el Estatuto del Personal”, que corría en su inciso segundo, por estimarlas
inconstitucionales.
“Artículo 14.- El personal de planta de Carabineros que se encuentre en
situación de retiro temporal podrá reincorporarse por decreto supremo o por
resolución de la Dirección General, según corresponda. La reincorporación se hará
64
dentro del escalafón respectivo, en el mismo grado que tenía el interesado al
momento de su retiro.”
El artículo 15 dispone que el cambio de escalafón procederá sólo en casos
debidamente calificados por el General Director. Podrá solicitarse por el interesado
o disponerse por necesidades del servicio, en la forma y condiciones que establezca
el Estatuto del Personal.
“Artículo 15.- El cambio de Escalafón procederá sólo en casos debidamente
calificados por el General Director. Podrá solicitarse por el interesado o disponerse
por necesidades del servicio, en la forma y condiciones que establezca el Estatuto
del Personal.”
El artículo 16 estipula que el General Director, en casos calificados, a
petición del interesado y cuando las necesidades institucionales así lo requieran,
podrá proponer al Presidente de la República llamar a servicio hasta por un período
de tres años al personal de fila de Orden y Seguridad que se encuentre en situación
de retiro temporal, en la foma y condiciones que determine el Estatuto. Este personal
no se integrará a la planta, y mientras permanezca en servicio se regulará por las
normas que ya señalamos al referirnos al artículo 2º de esta ley.
“Artículo 16.- El General Director, en casos calificados, a petición del
interesado y cuando las necesidades institucionales así lo requieran, podrá proponer
al Presidente de la República, quien por decreto supremo podrá llamar al servicio
hasta por un período de tres años al personal de fila de Orden y Seguridad que se
encuentre en situación de retiro temporal, en la forma y condiciones que determine
el Estatuto del Personal. Este personal no se integrará a la Planta y, mientras
permanezca en servicio, estará sujeto a lo dispuesto en el artículo 2° de esta ley.”
2.6.2.2. Desarrollo Profesional.
El artículo 17 del Título II de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
señala que Carabineros mantendrá un sistema de desarrollo profesional para todo el
personal, tendiente a obtener, completar, actualizar y perfeccionar sus
conocimientos, destrezas y aptitudes, pudiendo además actuar como organismo
técnico de capacitación.
“Artículo 17.- Carabineros de Chile mantendrá un sistema de desarrollo
profesional para todo el personal, tendiente a obtener, complementar, actualizar y
perfeccionar sus conocimientos, destrezas y aptitudes, pudiendo además actuar
como organismo técnico de capacitación.”
65
El artículo 18 estableceque la Institución estará facultada para planificar y
realizar estudios y cursos de nivel superior en los ámbitos inherentes a sus
respectivos quehaceres profesionales policiales, como asimismo otorgar al personal
los correspondientes títulos técnicos, títulos profesionales y grados académicos en
los referidos ámbitos, en la forma que determine la ley. Agrega que los títulos
profesionales, grados académicos y títulos técnicos de nivel superior que se otorguen
en los respectivos planteles de educación de Carabineros serán equivalentes para
todos los efectos legales a los de similar carácter conferidos por las demás
instituciones de nivel superior reconocidas por el Estado, tales como Universidades,
Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica.
“Artículo 18.- Carabineros de Chile estará facultado para planificar y realizar
estudios y cursos de nivel superior en los ámbitos inherentes a sus respectivos
quehaceres profesionales policiales, como asimismo para otorgar al personal los
correspondientes títulos técnicos, títulos profesionales y grados académicos en los
referidos ámbitos, en la forma que determine la ley. Los títulos profesionales, grados
académicos y títulos técnicos de nivel superior que se otorguen en los respectivos
planteles de educación de Carabineros, serán equivalentes para todos los efectos
legales a los de similar carácter conferidos por las demás instituciones de nivel
superior reconocidas por el Estado, tales como Universidades, Institutos
Profesionales y Centros de Formación Técnica.”
El artículo 19 faculta a la Institución para otorgar becas de estudio al
personal, si las actividades de capacitación o perfeccionamiento contempladas en los
programas comprenden la realización de determinados cursos que no se impartan en
Carabineros. El personal que cuente con el respectivo patrocinio institucional tendrá
acceso, además, en condiciones de igualdad con los funcionarios de la
Administración del Estado, a los diferentes programas de becas de
perfeccionamiento o de capacitación en el país o en el extranjero.
“Artículo 19.- La Institución podrá otorgar becas de estudio al personal, si las
actividades de capacitación o perfeccionamiento contempladas en los programas
comprenden la realización de determinados cursos que no se impartan en
Carabineros. El personal que cuente con el respectivo patrocinio Institucional tendrá
acceso, además, en condiciones de igualdad con los funcionarios de la
Administración del Estado, a los diferentes programas de becas de
perfeccionamiento o capacitación, en el país o en el extranjero.”
El artículo 20 dispone que el desarrollo profesional comprenderá cursos
habilitantes para el ascenso, perfeccionamiento y especialización del personal.
Agrega que para tales fines el General Director podrá celebrar convenios con
instituciones públicas o privadas, nacionales o extranjeras.
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“Artículo 20.- El desarrollo profesional comprenderá cursos habilitantes para
el ascenso, perfeccionamiento y especialización del personal. Para los fines
precedentes, el General Director podrá celebrar convenios con instituciones públicas
o privadas, nacionales o extranjeras.”
El artículo 21 ordena que el presupuesto de la Nación deberá consultar
anualmente los recursos necesarios para dar cumplimiento a los programas de
capacitación que se han mencionado a propósito de los artículos 18 y 19 de esta ley.
Para estos efectos el General Director propondrá al Ministerio de Defensa Nacional
las necesidades presupuestarias para cumplir con los programas de capacitación
aprobados.
“Artículo 21.- El Presupuesto de la Nación deberá consultar anualmente los
recursos necesarios para dar cumplimiento a los programas de capacitación
contemplados en los artículos 18 y 19 de esta ley. Para estos efectos, el General
Director propondrá al Ministerio de Defensa Nacional las necesidades
presupuestarias para cumplir con los programas de capacitación aprobados.”
2.6.2.3. Calificaciones.
El artículo 22 del Título II de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile dispone que el desempeño profesional se evaluará a través de un sistema de
calificación y clasificación; que la decisión que se emita se fundará preferentemente
en los méritos y deficiencias acreditados en la hoja de vida que debe llevarse a cada
funcionario, observación personal, cualidades profesionales, morales, intelectuales y
capacidad física; que los órganos de selección y apelación son soberanos en cuanto a
las apreciaciones que emitan sobre la idoneidad, eficiencia profesional y condiciones
personales de los calificados, no correspondiendo a otros organismos ajenos a la
Institución la revisión de los fundamentos de sus decisiones.
“Artículo 22.- El desempeño profesional se evaluará a través de un sistema de
calificación y clasificación. La decisión que se emita se fundará preferentemente en
los méritos y deficiencias acreditados en la Hoja de Vida que debe llevarse de cada
funcionario, observación personal, cualidades profesionales, morales, intelectuales y
capacidad física. Los órganos de selección y apelación competentes son soberanos
en cuanto a las apreciaciones que emitan sobre la idoneidad, eficiencia profesional y
condiciones personales de los calificados, no correspondiendo a otros organismos
ajenos a Carabineros la revisión de los fundamentos de sus decisiones.”
El artículo 23 establece que para los efectos del ascenso y de la permanencia
en la Institución el personal será calificado anualmente, con excepción de los
67
oficiales generales y del personal que se encuentre en determinadas situaciones que
señale el Estatuto del Personal, a los cuales les será válida su última calificación
para todos los efectos legales.
“Artículo 23.- Para los efectos del ascenso y de la permanencia en la
Institución, el personal será calificado anualmente, con excepción de los Oficiales
Generales y del personal que se encuentre en determinadas situaciones que señale el
Estatuto del Personal, a los cuales les será válida su última calificación para todos
los efectos legales.”
El artículo 24 prescribe que el proceso de clasificación del personal, como
asmismo las autoridades y órganos encargados de aquél, su omposición,
funcionmiento y atribuciones se ajustarán a las disposiciones contenidas en el
Estatuto del Personal y reglamentación pertinente. Agrega que el sistema de
calificación y clasificación del personal deberá contemplar los recursos de
reconsideración, reclamación y apelación.
“Artículo 24.- El proceso de clasificación del personal, como asimismo las
autoridades y órganos encargados de aquél, su composición, funcionamiento y
atribuciones se ajustarán a las disposiciones contenidas en el Estatuto del Personal y
reglamentación pertinente. El sistema de calificación y clasificación del personal
deberá contemplar los recursos de reconsideración, reclamación y apelación.”
2.6.2.4. Ascensos.
El artículo 25 del Título II de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile dispone que la promoción del personal se realizará exclusivamente
mediante el ascenso al grado inmediatamente superior. Para tales efectos servirán de
base los escalafones o roles respectivos. El ascenso del personal podrá disponerse
con la misma fecha de la vacante respectiva.
El Tribunal Constitucional en su referida sentencia del 21 de febrero 1990
ordenó eliminar la frase que corría en su inciso primero “en la forma que determina
el Estatuto del Personal”, por estimarla inconstitucional.
“Artículo 25°.- La promoción del personal se realizará exclusivamente
mediante el ascenso al grado inmediatamente superior. Para tales efectos servirán de
base los Escalafones o Roles respectivos.
“El ascenso del personal de Carabineros podrá disponerse con la misma fecha
de la vacante respectiva.”
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El artículo 26 ordena que el ascenso al grado inmediatamente superior se
conferirá previo cumplimiento de los requisitos, entre los cuales, en todo caso,
deberá contemplarse tiempo de permanencia en el grado respectivo y lista de
clasificación. El General Director puede dispensar del cumplimiento de uno o más
requisitos de ascenso, con excepción de los antes señalados. No obstante, en el caso
de existir plazas vacantes de tenientes y de profesionales para cuyo desempeño se
requiera título universitario, el General Director queda facultado para dispensar al
personal del requisito de tiempo en el grado para los efectos de su ascenso.
El Tribunal Constitucional, en su aludida sentencia del 21 de febrero de 1990,
ordenó eliminar la frase de su inciso primero: “que determine el Estatuto”, por
estimarla inconstitucional, conforme a su reiterado criterio en la especie.
“Artículo 26.- El ascenso al grado inmediatamente superior se conferirá
previo cumplimiento de los requisitos, entre los cuales, en todo caso, deberá
contemplarse tiempo de permanencia en el grado respectivo y lista de clasificación.
El General Director podrá dispensar del cumplimiento de uno o más requisitos de
ascenso, con excepción de los señalados en el inciso precedente. No obstante, en el
caso de existir plazas vacantes de Tenientes y de profesionales para cuyo desempeño
se requiera título universitario, el General Director de Carabineros quedará facultado
para dispensar al personal del requisito de tiempo en el grado para los efectos de su
ascenso.”
El artículo 27 dispone que no podrá ascender tanto el personal propuesto para
el retiro como aquel cuyo decreto de retiro se encuentre en trámite, al igual que el
incluido en el Escalafón de Complemento, aunque a la fecha de la respectiva
resolución de la autoridad institucional exista la vacante y el funcionario tenga los
requisitos cumplidos.
La actual redacción de este artículo fue dada por la Ley Orgánica
Constitucional Nº 18.973 con el objeto de incluir en sus disposiciones al personal
propuesto para retiro.
“Artículo 27.- No podrá ascender el personal propuesto para el retiro incluido
en el Escalafón de Complemento o aquel cuyo decreto de retiro se encuentre en
trámite, aunque a la fecha de la respectiva resolución de la autoridad institucional
exista la vacante y el funcionario tenga los requisitos cumplidos.”
El artículo 28 prescribe que los ascensos de los oficiales y empleados civiles
de nombramientos supremo, expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional,
a proposición del General Director, considerando los requisitos y disposiciones que
se establecen en esta ley y el Estatuto del Personal.
69
“Artículo 28.- Los ascensos de los Oficiales y Empleados Civiles de
Nombramiento Supremo se efectuarán por decreto supremo, expedido a través del
Ministerio de Defensa Nacional, a proposición del General Director, considerando
los requisitos y disposiciones que se establezcan en esta ley y el Estatuto
respectivo.”
El artículo 29 tiene tres incisos. El primero señala que los oficiales generales
ascenderán por antigüedad; los coroneles y tenientes coroneles, por mérito, y los
demás oficiales por mérito y antigüedad, lo que constituye una diferencia con el
régimen de las Fuerzas Armadas, en que se asciende sólo por antigüedad. El inciso
segundo establece que el General Director podrá disponer ascensos extraordinarios
del personal de nombramiento institucional para premiar acciones de excepcional
abnegación o como reconocimiento póstumo. El inciso tercero dispone que el
personal que no hubiere podido ascender por encontrarse sometido a proceso o a
sumario administrativo, recobrará todos sus derechos cuando una sentencia
ejecutoria lo absuelva o sobresea definitivamente o cuando la resolución final del
sumario administrativo anule la sanción o imponga otra que no le impida ascender.
En todo caso, al disponerse la promoción recuperará, para todos los efectos legales y
reglamentarios, el tiempo que habría servido en su nuevo grado a no mediar la
causal de impedimento.
“Artículo 29.- Los Oficiales Generales ascenderán por antigüedad; los
Coroneles y Tenientes Coroneles, por mérito, y los demás Oficiales, por mérito y
antigüedad. El General Director podrá disponer ascensos extraordinarios del
personal de Nombramiento Institucional para premiar acciones de excepcional
abnegación o como reconocimiento póstumo. El personal que no hubiere podido
ascender por encontrarse sometido a proceso a sumario administrativo, recobrará
todos sus derechos cuando una sentencia a firme lo absuelva o sobresea
definitivamente o cuando la resolución final del sumario administrativo anule la
sanción o imponga otra que no le impida ascender. En tal caso, al disponerse la
promoción recuperará, para todos los efectos legales y reglamentarios, el tiempo que
habría servido en su nuevo grado a no mediar la causal de impedimento.”
El artículo 30 establece que en casos calificados, y por disposición del
General Director, los coroneles de Orden y Seguridad que, encontrándose en
condiciones de ascender no fueren promovidos al grado superior ni ingresaran al
Escalafón de Complemento, podrán permanecer en su respectivo escalafón hasta por
cuatro años más.
“Artículo 30.- En casos calificados, y por disposición del General Director,
los Coroneles de Orden y Seguridad que, encontrándose en condiciones de ascender,
70
no fueren promovidos al grado superior ni ingresaren al Escalafón de Complemento,
podrán permanecer en su respectivo escalafón hasta por cuatro año más.”
2.6.3. Graduación de Oficiales y Suboficiales.
2.6.3.1. Término de la Carrera.
El artículo 38 del Título II de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile declara que el personal de Carabineros dejará de pertenecer a la Institución
por retiro o fallecimiento, pudiendo ser tal retiro temporal o absoluto.
“Artículo 38.- El personal de Carabineros dejará de pertenecer a la Institución
por retiro o fallecimiento. El retiro puede ser temporal o absoluto.”
El artículo 39 ordena que los decretos supremos y resoluciones que concedan
o dispongan el retiro de los oficiales generales, coroneles y suboficiales mayores,
fijarán la fecha en que se harán efectivos, la cual no podrá ser posterior en más de
seis meses a la de dichos decretos o resoluciones. Su inciso segundo señala que
iguales normas regirán para el personal civil con treinta o más años de servicios que
ocupen el grado más alto de su escalafón. Su inciso final prescribe que las vacantes
respectivas podrán ser ocupadas desde la fecha del decreto o resoluciónque conceda
o disponga el retiro.
“Artículo 39.- Los decretos supremos y resoluciones que concedan o
dispongan el retiro de los Oficiales Generales, Coroneles y Suboficiales Mayores,
fijarán la fecha en que se harán efectivos, la cual no podrá ser posterior en más de
seis meses a la de dichos decretos o resoluciones. Iguales normas regirán para el
personal Civil con treinta o más años de servicios que ocupe el grado más alto de su
escalafón. Las vacantes respectivas podrán ser ocupadas desde la fecha del decreto o
resolución que conceda o disponga el retiro.”
El artículo 40 regula el retiro temporal de los oficiales y el personal civil de
nombramiento supremo, estableciendo que él corresponderá a quienes se encuentres
en algunos casos específicos.
“Artículo 40.- Serán comprendidos en el retiro temporal los Oficiales y el
Personal Civil de Nombramiento Supremo que se encuentren en alguno de los
siguientes casos:
“a) A quienes el Presidente de la República conceda o disponga su retiro, a
proposición del General Director;
71
“b) Que hubieren permanecido tres meses sin destino;
“c) Que se hallaren en disponibilidad por más de tres meses;
“d) Que fueren llamados a calificar servicios, y
“e) Que contrajeren enfermedad curable que los imposibilite temporalmente
para el servicio.”
El artículo 41 regula el retiro absoluto de los oficiales y el personal civil de
nombramiento supremo prescribiendo que él corresponderá a los que se encuentren
en algunos casos particulares.
“Artículo 41.- Serán comprendidos en el retiro absoluto los Oficiales y el
Personal Civil de Nombramiento Supremo que se encuentren en alguno de los
siguientes casos:
“Que opten por el retiro voluntario después de cumplir 30 años de servicios
efectivos en Carabineros;
“Los que hubieren permanecido tres años en retiro temporal. No obstante,
respecto del Oficial procesado cuyo retiro se hubiere dispuesto por los hechos
materia del proceso, el plazo se prolongará hasta la terminación de la causa;
“Que fuesen separados del servicio o suspendido por medidas disciplinarias
administrativas o por sanciones penales impuestas conforme al Código de Justicia
Militar;
“Que contrajeren enfermedad declarada incurable y que les imposibilite para
el servicio o que estuvieren comprendidos en alguna de las causales de invalidez
establecidas en el Estatuto del Personal;
“Los que cumplieren 38 años de servicios efectivos como Oficiales o 41
computables para el retiro. No obstante, el Presidente de la República podrá rechazar
la solicitud de retiro del Oficial que se encuentre desempeñando como titular el
cargo de General Subdirector de Carabineros, pudiendo mantenerlo en servicio hasta
tres años más, a proposición del General Director.
“Que cumplido el doble del tiempo mínimo en el grado no tuviere los
requisitos legales para el ascenso, y
72
“Que deban ser eliminados por lista de clasificación o sanción disciplinaria de
carácter expulsivo establecida en proceso administrativo.”
El artículo 42 se refiere al retiro temporal del personal de fila y civil de
nombramiento institucional.
“Artículo 42.- El retiro temporal del personal de Fila y Civil de
Nombramiento Institucional procederá por las causales siguientes:
“Por resolución del General Director;
“Por enfermedad curable que imposibilite temporalmente para el servicio, y
“Por necesidades del servicio.”
El artículo 43 regula el retiro absoluto del personal de fila y civil de
nombramiento institucional.
“Artículo 43.- El retiro absoluto del personal de Fila y Civil de
Nombramiento Institucional procederá por las siguientes causas:
“Por cumplir treinta años de servicios efectivos en Carabineros. No obstante,
en casos calificados, el General Director podrá autorizar al personal de
Nombramiento Institucional de Orden y Seguridad para continuar en servicio activo.
Al completar treinta y cinco años de servicios efectivos, el retiro será forzoso;
“Por haber permanecido tres años en retiro temporal. No obstante, para el
personal procesado cuyo retiro se hubiere dispuesto por los hechos materia del
proceso, este plazo se prolongará hasta la terminación de la causa;
“Por enfermedad declarada incurable que les imposibilite para continuar en el
servicio o por alguna de las causales de invalidez señaladas en el Estatuto del
Personal;
“Por haber sido eliminado por lista de clasificación o sanción disciplinaria de
carácter expulsivo, en proceso administrativo;
“Por petición voluntaria de los que enteraren veinticinco años de servicios
efectivos, y
73
“Por haber sido condenado por delito de deserción o a alguna pena aflictiva o
degradación o pérdida del estado militar, de acuerdo con el Código de Justicia
Militar.”
El artículo 44 establece que la renuncia al empleo, cuando fuere aceptada por
la autoridad respectiva en conformidad a la ley, será considerada como causal de
retiro temporal, con derecho a pensión, si se cumpliere con los demás requisitos
legales.
“Artículo 44.- La renuncia al empleo, cuando fuere aceptada por la autoridad
respectiva en conformidad a la ley, será considerada como causal de retiro temporal,
con derecho a pensión, si se cumpliere con los demás requisitos legales.”
2.6.3.2. Pensión de Retiro.
El artículo 57 del Título IV de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile establece que tendrá derecho a pensión de retiro el personal cuando acredite
20 o más años de servicios efectivos afectos al régimen de previsión que contempla
este título.
“Artículo 57.- El personal de Carabineros tendrá derecho a pensión de retiro
cuando acredite veinte o más años de servicios efectivos afectos al régimen de
previsión que contempla este título.”
El artículo 58 dispone en su inciso primero que dicha pensión se computa
sobre la base del 100% de la última remuneración imponible de actividad, en razón
de una treinta ava parte por cada año de servicio. En el segundo, que la fracción de
cada año correspondiente a cada mes completo se determina a razón de un doceavo
de treinta avo y la fracción de seis meses o más se computará como año completo.
Asimismo, la pensión se calculará con trienio cumplido si al interesado le faltaren
seis meses o menos para enterarlo al momento de hacer efectivo su retiro. En el
tercero, que la pensión de retiro del personal femenino con 25 años de servicios o
veinte años de servicios y 55 de edad, se calculará con un aumento de dos años si
son viudas y de un año por cada hijo. En el cuarto, que el personal que se
reincorpore al servicio en su mismo empleo o plaza pierde el goce de la pensión de
retiro concedida, pero tiene derecho a que el tiempo anterior de servicios le sea
abonado para los efectos de su posterior retiro. En el final, que el personal que
vuelve al servicio en otras plazas o empleos de Carabineros, Fuerzas Armadas o
Policía de Investigaciones, tendrá derecho a que su pensión sea reliquidada en los
términos establecidos en el Estatuto del Personal.
74
“Artículo 58.- La pensión de retiro se computará sobre la base del 100% de la
última remuneración imponible de actividad en razón de una treinta ava parte por
cada año de servicio. La fracción de año correspondiente a cada mes completo se
computará a razón de un doce avo de treinta avo y la fracción de seis meses o más se
computará como año completo. Asimismo, la pensión se computará con trienio
cumplido si al interesado le faltaren seis meses o menos para enterarlo al momento
de hacer efectivo su retiro. La pensión de retiro del personal femenino con 25 años
de servicios o 20 años de servicios y 55 años de edad, se calculará con un aumento
de dos años si son viudas y de un año por cada hijo. El personal que se reincorpore
al servicio en su mismo empleo o plaza, pierde el goce de la pensión de retiro
concedida, pero tiene derecho a que el tiempo anterior de servicios le sea abonado
para lo efectos de su posterior retiro. El personal que vuelva al servicio en otras
plazas o empleos de Carabineros, Fuerzas Armadas o Policía de Investigaciones
tendrá derecho a que su pensión sea reliquidada en los términos indicados en el
Estatuto del Personal.”
El artículo 59, complementando las reglas del artículo anterior, agrega como
será determinada definitivamente la pensión de retiro. Su inciso siguiente prescribe
que, con todo, el monto de la pensión no podrá exceder del 100% de la última
remuneración recibida en actividad. El inciso final de este artículo señala que para
los efectos del título que se está analizando—a saber, “de la Previsión”—, se
entenderá por remuneración en actividad la que represente el total de los haberes.
“Artículo 59.- No obstante lo anterior, la pensión de retiro será determinada,
en definitiva, según el mayor valor que resulte entre:
“La pensión que obtendría el interesado tomando como base de cálculo la
última remuneración imponible de actividad, en conformidad a las normas generales
de determinación establecidas en el artículo anterior y en el Estatuto del Personal, o
“El monto que corresponda por una remuneración imponible equivalente a la
última de actividad, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de le ley
N° 18.224 ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad otorgado con
posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de pensiones
concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de 1979, a contar
del 1° de octubre de 1992, inclusive, y hasta la fecha de su otorgamiento.
“Con todo, el monto de la pensión no podrá exceder del 100% de la última
remuneración recibida en actividad, en relación con el número de años computados,
fijándose como pensión, respecto de la que pudiere exceder esa remuneración, la que
corresponda, en la proporción señalada, al monto de la última remuneración.
“Para los efectos de este título, se entenderá por remuneración en actividad la
que represente el total de los haberes, excluidas las asignaciones familiares, de
75
movilización, pérdida de caja, de máquina, rancho o colación, casa, de zona y de
cambio de residencia, viáticos, horas extraordinarias y gratificaciones especiales.”
El artículo 60 extiende el derecho a pensión de retiro a los alumnos de las
Escuelas Institucionales que no son personal de planta, pero que se inutilizaren
como consecuencia de un accidente en acto de servicio.
“Artículo 60.- Tendrán, asimismo, derecho a pensión de retiro los alumnos de
las Escuelas Institucionales que no son personal de planta, que se inutilizaren como
consecuencia de un accidente en acto de servicio, la que será siempre de cargo fiscal
y se determinará sobre los sueldos de los siguientes empleos:
“Aspiraciones a Oficiales masculinos y femeninos: Teniente.
“Carabineros alumnos masculinos y femeninos: Cabo 2°.”
El artículo 61 define los servicios efectivos que se prestan en Carabineros.
“Artículo 61.- Son servicios efectivos en Carabineros los prestados por el
personal en cualquiera de las Instituciones de la Defensa Nacional en el ejercicio
activo de sus respectivos empleos, afectos a la Dirección de Previsión de
Carabineros o Caja de Previsión de la Defensa Nacional o en las comisiones que el
Presidente de la República le confíe, aunque sean ajenas a las funciones de dichos
empleos.
“Asimismo, serán servicios efectivos todo el tiempo de permanencia como
Aspirante a Oficial en la Escuela de Carabineros y como Carabinero Alumno en los
planteles de formación institucional; el primer año de estudio en las Escuelas
Institucionales de las Fuerzas Armadas, aprobado por Valer Militar, respecto de
quienes ingresen a dichas escuelas sin haber hecho el Servicio Militar; los dos
últimos años de estudio en la Escuela Militar, Naval, de Aviación, de Servicio
Femenino Militar, de la Policía de Investigaciones, de las Escuelas de Ingenieros de
la Armada y Pilotines, Escuela de Suboficiales, de Armas en el Ejército, la Escuela
de Grumetes, la Escuela de Artesanos y otras en que funcionen cursos de grumetes
de la Armada y de la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea, o el tiempo
efectivo que durante ese lapso el alumno permanezca o haya permanecido en el
respectivo establecimiento, y el tiempo servido como conscripto y aprendiz de las
Fuerzas Armadas.
“Se considerarán también servicios efectivos los dos últimos años o 4 últimos
semestres de estudios profesionales de los Oficiales de Justicia, Sanidad, Sanidad
Dental, Veterinaria y del Servicio Religioso de los escalafones de Carabineros. Las
76
imposiciones correspondientes serán de cargo de los interesados y se
calcularánsobre el sueldo base del grado 14 de la escala de sueldos de Carabineros.
“El tiempo computable en las calidades mencionadas en los dos incisos
anteriores no podrá exceder, en ningún caso, de tres años en total.”
El artículo 62 se refiere a los servicios que son considerados computables
para el retiro.
“Artículo 62.- Serán computables para el retiro los servicios prestados en las
Instituciones afectas al régimen de la Dirección de Previsión de Carabineros de
Chile. Serán, asimismo, computables los servicios válidamente prestados en
cualquier organismo de la Administración del Estado, siempre que no sean paralelos
y no se hayan considerado para otra jubilación o retiro. Se computarán igualmente
para el retiro los años de abonos otorgados al personal por accidentes sufridos en
actos del servicio. También se computará el tiempo reconocido en conformidad a la
ley N° 10.986, sobre continuidad de la previsión y el declarado compatible para el
retiro o jubilación para todos los efectos legales por cualquier ley de carácter general
o particular. Los servicios a que se refiere este artículo no se computarán para
completar los veinte años de servicios efectivos requeridos para impetrar pensión de
retiro.”
El artículo 63 define al accidente en acto del servicio como aquel que sufre el
personal a causa o con ocasión de servicio.
“Artículo 63.- Accidente en acto del servicio es aquel que sufre el personal a
causa o con ocasión del servicio, o en el desempeño de sus funciones o que se
produzca con motivo de una intervención policial que en cumplimiento de sus
deberes permanentes tenga que realizar, aun cuando se encuentre en calidad de
franco.
“Se considerarán también accidentes en actos de servicio los que sufra el
personal cuando se dirija al lugar donde deberá desempeñar sus funciones, como
asimismo los que le ocurran en el trayecto de regreso entre el lugar habitual u
ocasional de trabajo y su morada. Para estos efectos, se entiende por morada el lugar
de permanencia habitual u ocasional del personal, con ánimo manifiesto de habitar,
alojar o pernoctar en él.
“El accidente que sufra el personal a bordo de naves o aeronaves policiales se
considerará siempre como acto del servicio.”
El artículo 64 entrega exclusivamente a la Comisión Médica Central de
Carabineros el examen del personal.
77
“Artículo 64.- A la Comisión Médica Central de Carabineros corresponderá
exclusivamente el examen del personal, a fin de establecer su capacidad física para
permanecer en el servicio o determinar la afección que lo imposibilita para continuar
en él. En caso de invalidez, el General Director resolverá en definitiva la
clasificación de la misma, previo informe técnico evacuado por la referida
Comisión, en conformidad a la ley.”
El artículo 65 dispone que el personal que se inutilizare como consecuencia
de un accidente en un acto del servicio tendrá derecho a una pensión de invalidez, la
que podrá ser de primera, segunda o tercera clase.
“Artículo 65.- El personal que se inutilizare como consecuencia de un
accidente en un acto del servicio tendrá derecho a una pensión de invalidez, la que
podrá ser de primera, de segunda o de tercera clase. Estas pensiones de calcularán,
según su clase, sobre la base de las alternativas que a continuación se indican,
fijándose en definitiva aquella que resulte mayor entre ellas. Una vez determinada,
se estará a lo dispuesto en el artículo 66.”
“a) Invalidez de primera clase.
“Una pensión de retiro correspondiente a una remuneración equivalente a la
última de actividad, en relación a los años de servicio, aumentada en un 10% del
sueldo del respectivo empleo, sin que su monto pueda exceder de éste. Al personal
con menos de 20 años de servicios se le considerará como en posesión de dicho
mínimo.
“Una pensión de retiro correspondiente a una remuneración equivalente a la
última de actividad, en relación a los años de servicio, aumentada en un 10% del
sueldo del respectivo empleo, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12
de la ley N° 18.224, ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad
otorgado con posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de
pensiones concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de
1979, a contar del 1° de octubre de 1982, inclusive, y hasta la fecha de su
otorgamiento. Al personal con menos de 20 años de servicios se le considerará como
en posesión de dicho mínimo. En todo caso, esta pensión no podrá exceder a la
remuneración que perciba su similar en servicio con igual número de años de
servicios computables.
“b) Invalidez de segunda clase .
78
“Una pensión de retiro equivalente a una suma igual al sueldo y demás
asignaciones y bonificaciones de que disfruten sus similares de igual grado y años
de servicios en actividad, excepto el rancho.
“El monto correspondiente a una suma igual al sueldo y demás asignaciones y
bonificaciones de que disfruten sus similares de igual grado y años de servicios en
actividad, excepto el rancho, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de
la Ley N° 18. 224, ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad
otorgado con posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de
pensiones concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de
1979, a contar del 1° de octubre de 1982, inclusive, y hasta la fecha de su
otorgamiento. Con todo, su monto no podrá exceder en un 20% de la última
remuneración recibida en actividad, respecto de la que recibe su similar en servicio
activo, que corresponde al total de sus haberes con igual número de años de
servicios computables.
“c) Invalidez de tercera clase.
“Una pensión equivalente al sueldo, asignación y bonificaciones de que
gozan sus similares de igual grado y años de servicios en actividad.
“Una pensión total equivalente al sueldo, asignaciones y bonificaciones de
que gozan sus similares de igual grado y años de servicios, en actividad, excepto el
rancho, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de la ley N° 18.224, ni
ningún reajuste general de remuneraciones de actividad otorgado con posterioridad,
pero incrementado en los porcentajes de reajustes de pensiones concedidos por
aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de 1979, a contar del 1° de
octubre de 1982, inclusive, y hasta la fecha de su otorgamiento. El monto de esta
pensión así calculada no tendrá límite en relación con las remuneraciones de
actividad. En ningún caso la pensión de retiro de los inválidos se computará,
tratándose de los oficiales, sobre un sueldo inferior al grado de Teniente, y respecto
del personal de nombramiento institucional, sobre un sueldo inferior al grado de
Sargento 2°. El personal afectado de una enfermedad profesional o una invalidante
de carácter permanente tendrá derecho, en conformidad a la ley, a ser considerado
como afectado de invalidez de segunda clase para todos los efectos legales. Las
pensiones de invalidez de segunda y de tercera clase tienen el carácter de
indemnización para todos los efectos legales.”
El artículo 66 establece el principio de la reajustabilidad automática de las
pensiones de retiro.
“Artículo 66.- La pensión de retiro, una vez otorgada y sin perjuicio de los
reajustes especiales, se reajustará automáticamente en el 100% de la variación
79
experimentada por el costo de la vida, determinada por el Instituto Nacional de
Estadísticas o por el organismo que lo reemplace, entre el mes anterior al último
reajuste concedido y el mes en que dicha variación alcance o supere el 15%. El
nuevo reajuste regirá a contar del primer día del mes siguiente a aquel en que se
cumpla dicha variación. Estas pensiones no podrán alcanzar, con motivo de los
reajustes que corresponda otorgarles, una cantidad superior a la remuneración del
similar en servicio activo que corresponda al total de sus haberes, con igual número
de años computables, teniendo derecho a recibir por concepto de reajustes sólo
aquellas cantidades que no excedan dicho límite. Este límite se aumentará en un
20% para los reajustes de las pensiones por invalidez de segunda clase. Lo señalado
en el inciso segundo no se aplicará a las personas que perciban pensión de retiro por
invalidez de tercera clase.”
En el artículo 67 define a la enfermedad profesional como la causada de una
manera directa por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realiza el personal y
que le produce la incapacidad para continuar en el servicio o la muerte, agregando
que el respectivo reglamento determinará las enfermedades profesionales.
“Artículo 67.- Enfermedad profesional es la causada de una manera directa
por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realiza el personal y que le produce
la incapacidad para continuar en el servicio, o la muerte. El reglamento respectivo
determinará las enfermedades profesionales. Enfermedad invalidante de carácter
permanente es aquella que inutiliza a los afectados para continuar desempeñándose
en el servicio y que les significa la pérdida de la capacidad de trabajo para
desempeñar un empleo o contrato de trabajo remunerativo, así calificado por la
Comisión Médica Central de Carabineros.”
El artículo 68 declara que el personal afectado por una enfermedad
profesional tendrá derecho a ser considerado como tal por una invalidez de segunda
clase para todos los efectos legales.
“Artículo 68.- El personal afectado de una enfermedad profesional, como
asimismo el que haya sido o sea llamado a retiro en el futuro por padecer de una
enfermedad invalidante de carácter permanente, tendrá derecho en conformidad a la
ley a ser considerado como afectado por una invalidez de segunda clase para todos
los efectos legales.”
El artículo 69—que llevaba el número 70 y cuyo contenido fue eliminado en
razón de haber sido declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional—
declara que las pensiones de retiro por invalidez de segunda o tercera clase tienen el
carácter de indemnizaciones para todos los efectos legales.
80
“Artículo 69.- Las pensiones de retiro por invalidez de segunda o de tercera
clase tienen el carácter de indemnizaciones para todos los efectos legales.”
2.6.3.3. Montepío e Indemnizaciones.
Los artículos 70 bis, 71 bis y 72 bis fueron agregados por la Ley Nº 18.973
para superar algunos problemas suscitados por la sentencia del Tribunal
Constitucional del 21 de febrero de 1990.
El artículo 70 bis establece los signatarios de montepío.
“Artículo 70 bis.- La pensión de montepío inicial que se otorgue en
conformidad con esta ley, consistirá en el 100% de la pensión de retiro de que estaba
en posesión o que correspondía o le pudiere corresponder al causante.”
El artículo 71 dispone que el montepío del personal fallecido a consecuencia
de un acto del servicio se liquidará o reajustará sobre la base del 100% de las
remuneraciones del grado superior de que gozaba o le podría corresponder al
causante.
“Artículo 71.- El montepío del personal fallecido a consecuencia de un acto
del servicio se liquidará o reajustará, según proceda, sobre la base del 100% de las
remuneraciones del grado superior al correspondiente sueldo de que gozaba o le
podría corresponder al causante, cualesquiera que sean sus años de servicios. En
ningún caso el montepío será inferior al sueldo de un Sargento 2° de Carabineros.
Lo dispuesto en el artículo 66 se aplicará al reajuste de todas las pensiones de
montepío.”
El artículo 71 bis establece una indemnización a favor de los asignatarios del
personal que fallezca en un accidente a consecuencia de un acto determinado del
servicio, ascendiente al equivalente a dos años de sueldo imponible del causante, sin
perjuicio de la pensión de retiro o montepío.
El artículo 72 regula la situación del personal de Carabineros que sufra
cualquier clase de inutilidad en acto del servicio o la muerte como consecuencia
directa de su desempeño durante un estado de excepción constitucional.
“Artículo 72.- El personal de Carabineros que durante algunos de los estados
de excepción constitucional y desempeñándose en actos del servicio que sean directa
y precisa consecuencia de tales situaciones, lo que calificará el General Director,
falleciere o sufra cualquier clase de invalidez, tendrá derecho a los beneficios que
81
otorga el Estatuto del Personal, ampliados en la forma que a continuación se
expresa:
“Se le considerará en posesión de 30 años de servicios efectivos para los
efectos de sueldos, mayores sueldos y trienios, cualquiera que haya sido el tiempo
real de su desempeño, y su desahucio será equivalente a dos años de su última renta
imponible.
“Se le aumentará la indemnización a un monto equivalente a tres años del
sueldo imponible que al causante le correspondería percibir con arreglo a las
disposiciones legales vigentes y a lo prescrito en el número que antecede. De iguales
derechos gozará el personal que, rigiendo o no un estado de excepción
constitucional, fuere muerto o invalidado, víctima de atentados por su sola condición
de miembro de Carabineros de Chile, esté o no en el desempeño de un acto de
servicio, o en un procedimiento estrictamente policial en que participe en el
cumplimiento de su deber, todo lo cual será calificado por el General Director.”
El artículo 72 bis señala que los asignatarios de montepíos cuyos causantes
fallecieren en servicio activo antes de cumplir los 20 años de servicios efectivos y
por ende sin derecho a tener pensión de retiro a la devolución de las imposiciones
hechas por el causante. El cese del sueldo de actividad a dichos causantes se
expedirá al cumplirse 6 meses contados desde el día 1º del mes siguiente en que
ocurra el fallecimiento.
2.6.3.4. Desahucio.
El artículo 73 del Título IV de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile establece el derecho a percibir desahucio al personal que se retire con
derecho a pensión equivalente a un mes de la última remuneración hasta enterar 30
mensualidades.
“Artículo 73.- El personal que se retire con derecho a pensión percibirá una
suma global a título de desahucio, cuyo monto ascenderá a un mes de la última
remuneración sobre la cual se hubieren efectuado imposiciones al respectivo Fondo
de Desahucio, por cada año o fracción igual o superior a seis meses de servicios
efectivos válidos para este efecto, y hasta enterar 30 mensualidades.”
El artículo 74 da derecho a percibir tal desahucio a los asignatarios del
montepío cuando el causante no lo hubiere percibido.
82
“Artículo 74.- Si el fallecimiento ocurriere en actos de servicio, el desahucio
será de 30 meses de remuneración, cualquiera sea el tiempo servido en la Institución
por el causante. El monto en que se reduzcan los sueldos y pensiones por concepto
de imposiciones para el desahucio estará exento de todo impuesto a la renta.”
El artículo 75 regula el derecho a gozar de un segundo desahucio al personal
que goce de pensión y que sea reincorporado o vuelto al servicio.
“Artículo 75.- El personal con goce de pensión reicorporado o vuelto al
servicio, en cualquier calidad o clasificación funcionaria, podrá gozar de un segundo
desahucio, pero sólo en relación a los nuevos años de servicios que acredite, siempre
que cumpla los requisistos que fije el Estatuto del Personal.”
El artículo 76 dispone que las pensiones de retiro y de montepío, el desahucio
y demás beneficios previsionales e indemnizatorios se considerarán fijados en forma
definitiva e irrevocable por la resolución que los conceda.
“Artículo 76.- Las pensiones de retiro y de montepío, el desahucio y demás
beneficios previsionales e indemnizatorios se considerarán fijados en forma
definitiva e irrevocable por la resolución que los concede, salvo causa legal o error
manifiesto reparable de oficio por la respectiva Subsecretaría o a petición del
interesado dentro de los dos años siguientes a la fecha en que se concedieron. Ello,
sin perjuicio de las disposiciones legales sobre reajustes y reliquidaciones de
pensiones.”
El artículo 77 declara la inembargabilidad de las pensiones, el desahucio y las
devoluciones e indemnizaciones.
“Artículo 77.- Las pensiones, el desahucio, las devoluciones e
indemnizaciones serán inembargables, salvo por pensiones alimenticias decretadas
judicialmente, hasta el 50% de su monto.”
2.6.3.5. Régimen Previsional y de Seguridad Social.
El artículo 78 del Título IV de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros
de Chile caracteriza al régimen de previsión y de seguridad social del personal de
planta de Carabineros, como autónomo y armónico con la progresión de su carrera
profesional.
Al contrario de lo que ocurre con el personal de las Fuerzas Armadas, la
Institución cuenta con una Dirección de Previsión de Carabineros, que es un
83
organismo funcionalmente descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio
propio, que se relaciona con el Presidente de la República a través del Ministerio de
Defensa Nacional, por intermedio de la Subsecretaría de Carabineros y otorga los
beneficios que señala su respectiva ley orgánica. A este respecto, hasta el 11 de
enero de 1975 existió la Caja de Previsión de Carabineros de Chile, organismo que
por el Decreto Ley Nº 844, de dicho año, fue reemplazado por el Departamento de
Previsión de Carabineros de Chile, cuya dirección y administración pasó a ser
ejercida por un oficial general designado por el Ministro de Defensa a propuesta del
General Director. Este departamento, ulteriormente, pasó a denominarse Dirección
de Previsión de Carabineros de Chile, en virtud del Decreto Ley Nº 1.468, de 1975.
“Artículo 78.- El régimen de previsión y de seguridad social del personal de
planta de Carabineros es autónomo; además, es armónico con la progresión de su
carrera profesional, la que exijió una renovación períodica de las diferentes
promociones. Comprende básicamente los beneficios de pensión de retiro y
montepío, desahucio, indemnización por fallecimiento, prestaciones de salud,
prestaciones sociales y demás beneficios de seguridad social que la ley establezca.
La Dirección de Previsión de Carabineros de Chile es un organismo funcionalmente
descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que se relacionará
con el Presidente de la República a través del Ministerio de Defensa Nacional, por
intermedio de la Subsecretaría de Carabineros, y otorgará los beneficios que señale
su respectiva ley orgánica. La administración del sistema de salud del personal de
planta en servicio activo estará a cargo de la Institución.”
El artículo 79 establece que el fisco efectuará anualmente un aporte suficiente
a los organismos que corresponda para cubrir el pago de los beneficios previsionales
y de seguridad social que establece esta ley.
“Artículo 79.- El Fisco efectuará anualmente un aporte suficiente a los
organismos que corresponda para cubrir el pago de los beneficios previsionales y de
seguridad social que establece esta ley, el que se consultará en el presupuesto de la
Nación y se pagará mensualmente por duodécimos anticipados. Sin perjuicio de lo
anterior, concurrirá al pago de las pensiones iniciales que se otorguen, en un
porcentaje no inferior al 75% de ellas, y a la totalidad de todo reajuste o aumento de
ellas que se disponga.”
El artículo 80 declara que la asistencia médica en general del personal afecto
al régimen previsional de la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile será de
cargo de dicha Dirección.
“Artículo 80.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 33, la asistencia
médica, dental, hospitalaria, curativa, ambulatoria y de rehabilitación del personal en
servicio activo, en retiro y de los beneficiarios de montepío del personal afecto al
84
régimen previsional de la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile, como
asimismo la de las personas que sean causantes de asignación familiar en
conformidad a la ley, aun cuando no perciban dicho beneficio económico, será de
cargo de dicha Dirección en la forma que fija su ley orgánica y con las limitaciones
que determinen sus disponibilidades presupuestarias.”
El artículo 81 prescribe que el personal acogido al régimen previsional y de
seguridad social que establece la ley contribuirá a los fondos comunes de beneficios
de la Dirección de Previsión de Carabineros con las imposiciones que determine la
ley.
“Artículo 81.- El personal acogido al régimen previsional y de seguridad
social que establece esta ley, en actividad o en retiro, contribuirá a los fondos
comunes de beneficios de la Dirección de Previsión de Carabineros con las
imposiciones que determine la ley, sin perjuicio de los aportes fiscales y otros
ingresos de fuente pública o privada. Corresponderá a este organismo el pago de las
pensiones de retiro y montepío, de las indemnizaciones por fallecimiento y de la
cuota funeraria, así como el otorgamiento de los beneficios que se contemplan en su
ley orgánica.”
El artículo 82 señala que los hospitales institucionales estarán destinados a
prestar asistencia médica de todo orden.
“Artículo 82.- Los hospitales institucionales, incluido en esta denominación
el de la Dirección de Previsión de Carabineros, estarán destinados a prestar
asistencia médica de todo orden, preferentemente al personal en servicio activo, en
retiro, beneficiarios de montepío y a sus familiares. Sus aranceles serán
determinados por la Dirección General conforme a las proposiciones que le
formulen las Direcciones de esos establecimientos asistenciales. La Dirección de
Bienestar de Carabineros podrá celebrar los convenios que posibiliten el
otorgamiento de atenciones de salud en los hospitales de Carabineros a terceros
ajenos a dicha Institución.”
El artículo 83 previene que el personal contratado quedará afecto al sistema
de capitalización individual (Decreto Ley Nº 3.500, de 1980).
“Artículo 83.- El personal contratado, en lo referente a los beneficios
previsionales, quedará afecto al sistema de capitalización individual; y en lo relativo
a las prestaciones de salud, se regirá por la legislación común.”
El artículo 84 previene que los fondos para hospitales de Carabineros y de la
Dirección de Previsión de Carabineros se regirán por las normas legales que los
crearon. A este respecto, y por vía del ejemplo, puede mencionarse el Decreto Ley
85
Nº 1.812, de 1977, que creó el “Fondo Hospital del Imponente de la Dirección de
Previsión de Carabineros de Chile”, y dispuso, en su artículo 3º, que dicho Hospital
dependerá, administrativamente, de la Dirección de Previsión de Carabineros de
Chile, determinándose de común acuerdo con la Dirección General de Carabineros
los aspectos relativos a la política de salud que deberá cumplir el establecimiento.
“Artículo 84.- Los fondos para hospitales de Carabineros y de la Dirección de
Previsión de Carabineros se regirán por las normas legales que los crearon.”
2.7. Dependencias de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública
Según se desprende del artículo 90 de la Carta Fundamental, las Fuerzas
Armadas, de Orden y Seguridad Pública son Instituciones permanentes del Estado
que constituyen en forma exclusiva las fuerzas dependientes del Ministerio
encargado de la Defensa Nacional.
Al señalarse por el constituyente que dichas fuerzas son dependientes del
referido Ministerio, se está reconociendo constitucionakmente el principio de
subordinación de las Fuerzas Armadas y Carabineros al poder civil, en el sentido
que las misiones y los objetivos propios de ellas se enmarcan dentro de las políticas
del Estado, fijadas por la autoridad civil—el Presidente de la República—, a quien la
Constitución le encomienda el gobierno y la administración del Estado, en los
términos establecidos en el artículo 24 de la Carta Fundamental.
En cuanto a la dependencia misma de las Fuerzas Armadas y Carabineros del
Ministerio de Defensa Nacional, ella dice relación con sus aspectos administrativos,
ya que—al tenor de lo dispuesto en el artículo 35 de la Carta Fundamental—las
decisiones del Jefe de Estado se manifiestan a través de decretos firmados por el
Presidente de la República y el Ministro respectivo, y no serán obedecidos sin este
esencial requisito. Los decretos e instrucciones podrán expedirse con la sola firma
del Ministro respectivo, por orden del Presidente de la República, en conformidad a
las normas que establezca la ley. A lo anterior debe agregarse que—al tenor del
artículo 32, Nº 19 de la Carta Fundamental—, correspondiendo al Presidente de la
República disponer de las Fuerzas Armadas, organizarlas y distribuirlas de acuerdo
con las necesidades de la seguridad nacional, no se advierte cómo—dada dicha
particular relación entre ellas y el Jefe de Estado—pueda el Ministro de la Cartera de
Defensa Nacional tener, de suyo, un tipo de mando respecto de las Fuerzas
Armadas. Corrobora la interpretación que se viene dando la circunstancia que el
citado artículo 90 de la Constitución no se refiere al “Ministro”, sino al “Ministerio”,
lo que confirma la idea que la dependencia que se viene analizando respecto de
86
dicho secretario de Estado es, como se ha dicho, sólo para los fines administrativos
antes indicados.
En lo que a la integración de las Fuerzas Armadas se refiere, debe agregarse
que el artículo 90 de la Carta Fundamental señala que ellas están constituidas
exclusivamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, en tanto que las
Fuerzas de Orden y Seguridad Pública lo están también en forma exclusiva, por
Carabineros e Investigaciones. Lo anterior significa que no se reconocen por el
constituyente otras fuerzas o cuerpos armados al margen de los expresados, por lo
que su eventual surgimiento importaría una infracción al orden institucional, cuyos
efectos están descritos en el artículo 7º de la Constitución (nulidad de todo acto que
se realice en contravención a dicho artículo, el que originará las responsabilidades y
sanciones que la ley señala). Ello es sin perjuicio de las actuaciones que
constitucionalmente corresponde asumir al Consejo de Seguridad Nacional, relativas
a hacer presente a las autoridades correspondientes el que se estaría atentando
gravemente en contra de las bases de la institucionalidad o comprometiendo la
seguridad nacional; todo ello sin perjuicio, además, del papel que corresponde a las
propias Fuerzas Armadas y Carabineros en su misión de garantes del orden
institucional de la República.
2.8. Misión de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública
2.8.1. Introducción.
Para estudiar esta materia es necesario previamente referirse a un concepto
que está estrictamente vinculado a ella y que dice relación con la seguridad nacional.
Respecto de este concepto, puede decirse que consiste en la capacidad que tiene el
Estado para lograr los fines de la Nación, no obstante las acciones y presiones que—
tanto desde su vida interna como de su relación con otros Estados—se realicen en su
contra, sea para retardar, frenar o, eventualmente, detener su evolución natural.
Dada la importancia del referido concepto, la Carta Fundamental de 1980 le
da particular relevancia. Así, por ejemplo, dispone en su artículo 1º como uno de los
deberes del Estado el resguardar la seguridad nacional; incluye dentro de las
limitaciones de algunas garantías constitucionales—tales como la libertad de
enseñanza y el derecho de propiedad—la necesidad de respetar dicha seguridad
nacional, y agrega entre los deberes de todos los habitantes de la República el de
contribuir a preservar la seguridad nacional. Más adelante, y ya al referirse a las
Fuerzas Armadas y a las de Orden y Seguridad Pública, dispone en su artículo 90
que las Fuerzas Armadas son esenciales para la seguridad nacional, que las Fuerzas
87
de Orden y Seguridad Pública existen para, entre otros conceptos, garantizar la
seguridad pública interior. Finalmente, la Constitución Política vigente entrega en su
Capítulo XI, al Consejo de Seguridad Nacional el preocuparse, entre otras materias,
de todo hecho o acto que comprometa gravemente la seguridad nacional en forma
directa, o mediante la indirecta de socavar las bases de la institucionalidad.
Sobre las bases antes señaladas se pasará a indicar las misiones de las Fuerzas
Armadas y las de Carabineros de Chile.
2.8.2. Misiones Fundamentales.
2.8.2.1. Las Fuerzas Armadas.
Al contrario de los ordenamientos constitucionales anteriores, la Carta
Fundamental de 1980 ha descrito en forma precisa cuáles son las misiones asignadas
a las Fuerzas Armadas, expresando en su artículo 90, inciso 2º, que éstas existen
para la defensa de la patria, son esenciales para la seguridad nacional y garantizan el
orden institucional de la República.
El objetivo primordial o la razón de ser de las Fuerzas Armadas es la defensa
de la patria, lo que exige que ellas estén siempre preparadas para acudir en
protección del Estado, su soberanía, sus nacionales, sus valores y sus tradiciones,
respecto de cualquier amenaza o agresión, sea interna o externa.
La circunstancia de ser las Fuerzas Armadas esenciales para la seguridad
nacional significa asumir la tarea de velar y contribuir a la coordinación de todas las
actividades del Estado que permitan desarrollar sus potencialidades sea en los
campos económicos, social, político o cultural, con vistas al bien común.
La misión de garantizar el orden institucional de la República significa, para
las Fuerzas Armadas, el velar por el normal funcionamiento de las instituciones del
Estado, es decir, que en el país rija efectivamente un estado de Derecho. Ello exige
que tanto los titulares de los órganos actúen dentro del campo propio de su
competencia en la forma que establece la Constitución y la ley, como que los
gobernadores se desenvuelvan con libertad, pero con respeto y acatamiento de las
decisiones de la autoridad, adoptadas en la forma expresada.
La vigencia efectiva del estado de Derecho en el país exige, a su vez, que las
Fuerzas Armadas adopten las medidas necesarias para evitar situaciones de
88
alteración de la normalidad institucional y superarlas con el fin de restablecer el
orden constitucional.
2.8.2.2. Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
En cuanto a Carabineros de Chile, sus misiones a este respecto están configuradas en
el inciso segundo del artículo 90 de la Carta Fundamental y dicha institución, con
Investigaciones, constituyen la fuerza pública y existen para dar eficacia al derecho,
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo
determinen sus respectivas leyes orgánicas.
En lo que se refiere, sin embargo, al orden institucional de la República, sólo
a esta última institución le corresponde una tarea sobre el particular, cual es la de
integrarse con las Fuerzas Armadas para el cumplimiento de dicha misión.
2.8.3. Otras Misiones Constitucionales.
Al margen de las tareas fundamentales encomendadas a las Fuerzas Armadas
y Carabineros de Chile en la forma que se ha expresado anteriormente, el
constituyente les ha encargado la realización de otras misiones. Tal es el caso, por
una parte, de la tarea de garantizar el orden público durante la realización de los
actos electorales y plebiscitarios, función que por lo demás vienen cumpliendo desde
hace muchos años en términos que han significado una efectiva contribución a la
corrección y pureza de estos actos de expresión de la voluntad ciudadana. Por otra,
han recibido la tarea de asumir el mando y el control del orden interno durante la
vigencia de los estados de excepción constitucional, a través de los jefes de la
Defensa Nacional que el Jefe de Estado designe. Así lo ordenan los artículos 18,
incisos 2º y 41, Nº 6 de la Carta Fundamental.
2.9. Nombramientos y Ascensos.
Como se expresará al describirse la estructura de esta ley orgánica
constitucional, su Título II está dividido en cinco párrafos, por lo que el análisis
correspondiente se hará a propósito de cada uno de ellos.
89
2.9.1. Ingreso.
Este párrafo trata las normas que regulan el ingreso del personal que
pertenece a las Fuerzas Armadas, compatibilizando las normas constitucionales en
materia de incorporación sólo a través de las propias Escuelas institucionales. Sin
embargo, los dos últimos artículos de este párrafo no se refieren en particular al
ingreso, sino que regulan aspectos que dicen relación con la carrera profesional
propiamente tal, como es el derecho del personal a percibir sueldo y lo relativo a las
cauciones que debe rendir en el desempeño de determinadas funciones.
El artículo 9º, con el que se inicia este párrafo, exige como requisito para
pertenecer a las Fuerzas Armadas el ser chileno de origen, esto es, por haber nacido
en territorio chileno, o ser hijo de padre o madre chilenos, nacidos en el extranjero,
estando cualquiera de ellos al servicio de la República al momento del nacimiento o
de no ser así, por avecindarse por más de un año en Chile. Se excluyen por
consiguiente, los nacionalizados en Chile, es decir, los que hubieren obtenido carta
de nacionalización, con excepción sólo de los oficiales del servicio religioso,
quienes, no obstante lo anterior, sí pueden ingresar al servicio de las Fuerzas
Armadas.
“Artículo 9°. Para pertenecer a la planta de las Fuerzas Armadas, se requiere
ser chileno en conformidad a los números 1°, 2°, o 3° del artículo 10 de la
Constitución Política de la República de Chile, con excepción de los Oficiales del
Servicio Religioso, quienes podrán ser chilenos nacionalizados.”
El artículo 10 reitera la norma del artículo 91 de la Constitución, en orden a
establecer que la incorporación a las plantas y dotaciones de oficiales y personal del
Cuadro Permanente y Gente de Mar, sólo podrá hacerse a través de sus propias
Escuelas Matrices. Conforme lo autoriza el propio texto de la disposición
constitucional (y así también lo hacía la reforma de 1971 a la Carta Fundamental de
1925), se exceptúan de esta obligación los oficiales del servicio religioso y los
oficiales pertenecientes a escalafones de los servicios profesionales, quienes deberán
acreditar encontrarse en posesión del título correspondiente al respectivo escalafón.
“Artículo 10.- La incorporación a las plantas y dotaciones de Oficiales y
Personal del Cuadro Permanente y de Gente de Mar, sólo podrá hacerse a través de
sus Propias Escuelas Matrices.
“Se exceptúan de lo anterior, los Oficiales del Servicio Religioso y los
Oficiales pertenecientes a Escalafones de los Servicios Profesionales. Estos últimos
deberán acreditar encontrarse en posesión del título profesional correspondiente al
respectivo Escalafón.”
90
En el caso de los empleados civiles, el artículo 11 establece que ellos podrán
ingresar a la planta como profesionales, técnicos o administrativos.
“Artículo 11.- Los Empleados Civiles ingresarán a la planta como
profesionales, técnicos o administrativos.”
El artículo 12 dispone que el ingreso a la planta se hará en el último lugar del
grado más bajo del escalafón respectivo, exceptuándose los empleados civiles
nombrados para ocupar plazas que no formen escalafón. Se siguió, en esta materia,
el mismo criterio de los funcionarios civiles del Estado, regulados por el Estatuto
Administrativo, que cumple en este aspecto el mandato del artículo 38 de la
Constitución Política, que garantiza la existencia de una carrera funcionaria.
“Artículo 12.- El ingreso a la planta se hará en él último lugar del grado más
bajo del escalafón respectivo, con excepción de los Empleados Civiles que sean
nombrados para ocupar plazas que no formen Escalafón.”
Del mismo modo que lo hace dicho Estatuto Administrativo, también se
faculta a las Fuerzas Armadas, por el artículo 13, para contratar, temporalmente,
personal civil, chileno o extranjero, cuando las necesidades del servicio lo requieran
y no exista en la institución personal con los conocimientos adecuados.
“Artículo 13.- Las Fuerzas Armadas podrán contratar, temporalmente ,
personal civil, chileno o extranjero, cuando las necesidades del servicio lo requieran
y no exista, en la Institución, personal con los conocimientos adecuados.”
En seguida, los el artículo 14 encomienda a los propios planteles el efectuar la
selección de los postulantes a alumnos de las Escuelas Matrices y, en el caso de los
postulantes a los escalafones de servicios profesionales, empleados civiles y
personal a contratar, se entrega su selección a las Direcciones del Personal o
Comando del Personal, en su caso.
“Artículo 14.- La selección de los postulantes a alumnos de las Escuelas
Matrices de las Fuerzas Armadas Corresponderá a dichos planteles. Los postulantes
a los escalafones de los Servicios Profesionales, incluidos los del Servicio
Religioso, los Empleados Civiles y él personal a contrata, serán seleccionados por
la Dirección del Personal o Comando del Personal, en su Caso.”
El artículo 15 se refiere a la posibilidad que cabe al personal de las Fuerzas
Armadas, que se encuentre en situación de retiro temporal, de ser reincorporado
dentro de sus respectivos escalafones, con el mismo grado que tenía al momento de
obtener su retiro. Este derecho se confiere también a quien hubiere sido
91
reincorporado como consecuencia de un sumario en que se hubiere comprobado el
error incurrido por la autoridad al disponer su retiro, caso en el cual no se les
descontará el tiempo que estuvo alejado de las filas y recuperará el lugar que tenía
en el escalafón.
“Artículo 15.- Los Oficiales, los Empleados Civiles y el personal del Cuadro
Permanente y de Gente de Mar que se encuentren en situación de retiro temporal
podrán ser incorporados, dentro de sus respectivos escalafones, con los mismos
grados que tenían al obtener su retiro y ocuparán el lugar siguiente al del personal
que tenga igual o mayor tiempo de servicio en ese cargo. No obstante, a quienes
obtengan su reincorporación como resultado de un sumario en que se compruebe el
error en que incurrió la autoridad al disponer su retiro, no se les descontará el tiempo
de ausencia de las filas y recuperarán el lugar que tenían en el escalafón. Si no
existiere la vacante, se aumentará transitoriamente la planta en el grado
correspondiente.”
Cabe señalar, con la relación a esta materia, que el texto aprobado por la
Junta de Gobierno contemplaba un artículo 16, que disponía que para la
incorporación y reincorporación a las Fuerzas Armadas deberán cumplirse, además
de los requisitos particulares que se establecen en esta ley, aquellos que señale el
Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas. Esta norma fue estimada
inconstitucional por el Tribunal Constitucional y debió eliminarse, por cuanto,
conforme al artículo 94 de la Constitución, las normas básicas que deba contener
esta ley, son las que deben regular la incorporación a las plantas de las Fuerzas
Armadas y no remitir tal regulación al Estatuto Personal de las Fuerzas Armadas.
El artículo 16, referido no ya al ingreso a las plantas y dotaciones de las
Fuerzas Armadas, reconoce al personal el derecho que tiene todo el que sigue una
carrera funcionaria a recibir, como retribución por sus servicios, el sueldo y demás
remuneraciones adicionales. Se le reconoce además los derechos que establezca la
ley, tales como feriado anual, permisos con o sin goce de remuneraciones, licencias
y subsidios, pasajes y fletes, viático, asignación por cambio de residencia, vestuario,
equipo y alimentación fiscal.
“Artículo 16.- El personal tendrá derecho, como retribución por sus
servicios, al sueldo y demás remuneraciones adicionales. Además, gozará de los
derechos que establezca la ley, tales como feriado anual, permisos con o sin goce de
remuneraciones, licencias y subsidios, pasajes y fletes, viáticos, asignación por
cambio de residencia, vestuario, equipo y alimentación fiscal.”
Finalmente, el artículo 17 declara que las cauciones que daba rendir el
perosnal se regirán exclusivamente por las normas que contemple el Estatuto del
Personal de las Fuerzas Armadas y los reglamentos respectivos, entregando a los
92
Comandantes en Jefe la creación de un sistema de adscripción a fondos especiales
por los cuales podrán sustituirse las cauciones y las modalidades de su
funcionamiento.
Esta norma tiene su fundamento en la circunstancia que el régimen de
cauciones, si bien se encuentra establecido en los reglamentos institucionales, la
fijación de sus modalidades, su funcionamiento está entregado a la Contraloría
General de la República, a la que correponde, además, su control, según lo dispone
el artículo 73 de la ley Nº 10.336, orgánica de dicho servicio. Se deseó, en
consecuencia, excluir del ámbito de la Contraloría General de la República el
sistema de cauciones en las Fuerzas Armadas, porque éste tiene modalidades
especiales.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional, de acuerdo con su razonamiento
contenido en el considerando 6º, estimó que la norma del artículo 17 no tiene el
rango de ley orgánica constitucional, sino el de una ley simple. Por esta razón el
Poder Legislativo aprobó ulteriormente la Ley Nº 18.974, que en su artículo único
modificó el artículo 73 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la
República, para establecer una excepción al régimen común de cauciones, en el
sentido que tratándose de las Fuerzas Armadas, las cauciones se regirán por las
normas que contemplen sus propios estatutos y los reglamentos de cada institución.
Como esta modificación incidía en la Ley Orgánica de la Contraloría y, por lo tanto,
era orgánica constitucional, se remitió al Tribunal Constitucional para su examen de
constitucionalidad, con la salvedad de su frase “que contemple sus propios estatutos
y los reglamentos de cada institución”, que consideró norma de rango de ley simple.
“Artículo 17.- Las cauciones por desempeño funcionario o por permanencia
en las Instituciones, que deba rendir el personal se regirán exclusivamente por las
normas que contemplen el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas y los
reglamentos respectivos, cualquiera sea su calidad jurídica y aún cuando no esté
afecto a dicho Estatuto. La obligación de rendir caución podrá ser sustistida por la
adscripción a fondos especiales, cuya creación y modalidades de funcionamiento
corresponderá a los respectivos Comandantes en Jefe, con arreglo al referido
Estatuto y a la reglamentación institucional que al efecto dicten.”
2.9.2. Formación, Perfeccionamiento y Capacitación.
En este párrafo se agrupan las normas que dicen relación con la formación,
perfeccionamiento y capacitación del personal de las Fuerzas Armadas. Tales
normas constituyen la expresión práctica, tratándose de dichas instituciones, del
derecho que corresponde a quienes siguen una carrera profesional funcionaria que,
93
al mismo tiempo, es una exigencia de la misma. Al efecto, se dispone que la
respectiva institución, de acuerdo a sus propios planes y programas, fijará los
procedimientos y requisitos que deben cumplirse para estos propósitos.
El artículo 18 reconoce que la formación y perfeccionamiento es impartido
por la respectiva institución, de acuerdo con sus planes y programas de estudio.
Cabe tener presente que esta norma fue declarada por el Tribunal
Constitucional como ley simple y no de rango orgánico constitucional, por no
regular materias consideradas de tal carácter.
En relación con esta disposición, el Tribunal Constitucional determinó que su
rango era el de ley simple y no el de una ley orgánica constitucional.
“Artículo 18.- La formación y perfeccionamiento del personal de planta de las
Fuerzas Armadas será impartida por las respectivas Instituciones de acuerdo con sus
propios planes y programas de estudio.”
El artículo 19 consagra la necesidad que se reconozca a las Fuerzas Armadas
su autonomía en materia de educación y enseñanza conforme a las particulares
características de la profesión militar. En esta virtud se dispone por este artículo la
facultad que las respectivas instituciones tienen para planificar y realizar estudios y
cursos de nivel superior en los ámbitos inherentes a sus respectivos quehaceres
profesionales y grados académicos en los referidos ámbitos y en la forma que
determine la ley. Finalmente se reconoce en ella la equivalencia, para todos los
efectos legales, de los títulos profesionales, grados académicos y títulos técnicos de
nivel superior que otorguen sus Escuelas, Academias e Institutos, a los de similares
características que otorguen otras instituciones de educación reconocidas por el
Estado, como Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación
Técnica.
Al respecto, cabe consignar que hasta antes de la publicación de esta ley, sólo
estaba reconocida por ley la equivalencia de ciertos títulos de los otorgados por las
Academias y Escuelas institucionales. En el caso de la Armada, por ejemplo, el
ingeniero naval y el de especialista en Estado Mayor, sin perjuicio del
reconocimiento de los estudios conducentes a obtener la licencia secundaria
impartidos por las Escuelas Matrices.
Los conceptos antes señalados dicen relación de un modo particular con la
carrera profesional, por lo que haciendo una digresión de carácter general, nos
apartaremos del examen particular del artículo 19 de la ley que estamos analizando y
examinaremos esta materia, incluyendo a Carabineros de Chile, por tratarse de un
aspecto común con las Fuerzas Armadas. En efecto, y como se ha dicho
anteriormente, otra de las características propias de las Fuerzas Armadas y
94
Carabineros de Chile está constituida por su condición de profesionales de las
ciencias que profesan, es decir, que como integrantes de los cuerpos armados deben
cumplir con las funciones propias del carácter para el cual están concebidas.
Asimismo, para sus integrantes constituye la actividad permanente y exclusiva que
les corresponde desarrollar dentro de la comunidad. Para estos efectos, se establece
una carrera que determina la forma de su ingreso, formación, ascenso y retiro.
Es, entonces, un hecho el profesionalismo con el que se desenvuelven las
Fuerzas Armadas—y Carabineros de Chile—en lo relativo a la educación, el
perfeccionamiento y la capacitación de su personal. Al hacerlo, han demostrado un
alto nivel de preparación, por lo que se justificaba plenamente el reconocimiento
hecho por la respectiva ley orgánica constitucional en la materia. En este sentido no
es posible ignorar que el inciso primero del artículo 38 de la Carta Fundamental
ordena a una ley orgánica constitucional regular la organización básica de la
Administración Pública y garantizar la carrera funcionaria y los principios de
carácter técnico-profesional en que debe fundarse, lo que evidencia que el derecho
constitucional chileno actual ha establecido como pilar fundamental para el ejercicio
de la función pública la existencia de dicha carrera. Esta exige, entre otros aspectos,
considerar procedimientos de acceso, promoción, cesación en la función,
predominantemente reglados, vale decir, desprovistos de toda actuación en que
pueda primar la mera voluntad o discrecionalidad de la autoridad llamada a resolver.
Así, por ejemplo, para poner término al ejercicio de un cargo público, la ley
exige que concurra alguna causa fundamental en factores objetivos que alejen toda
eventual arbitrariedad, como sería el caso de una mala calificación basada en
procesos debilmente regulados, o bien, la comisión de una actuación o
comportamiento reprochable, acreditado a través de una investigación sumaria, con
suficientes garantías que aseguren el derecho de defensa.
Para constatar lo anterior, basta examinar las normas que se contemplan en la
Ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración
del Estado, y en la Ley Nº 18.834, que aprobó el Estatuto Administrativo. Ambos
cuerpos legales se aplican, en lo pertinente, al personal de las Fuerzas Armadas.
En relación con lo anterior, no puede dejar de mencionarse el hecho que,
junto a los principios generales expuestos, tanto la propia Constitución Política en su
artículo 32 Nº 12, como la citada Ley Nº 18.575, han precisado y regulado la
existencia de una muy particular calidad funcionaria, cual es la denominada de
exclusiva confianza, que se caracteriza por entregar a la autoridad la facultad de
efectuar con entera libertad la designación del funcionario y su remoción del
respectivo cargo. Sin embargo, las mismas disposiciones que consagran esta figura
se han encargado de limitar su aplicación a niveles jerárquicos o cargos pecisos y
residuales dentro de la estructura del órgano respectivo, por cuanto se trata de cargos
95
públicos de relevancia como los de Ministros de Estado, subsecretarios o jefes de
servicios, los que, normalmente, son proveídos con personas ajenas a la carrera
funcionaria. Sus designaciones y remociones—por su naturaleza—corresponden a
cargos de confianza y no están insertos en el principio rector que gobierna la función
pública, cual esel de la carrera funcionaria.
Tal situación no es la de los oficiales y del personal de las Fuerzas
Armadas—y de Carabineros de Chile—, quienes por razones vocacionales y grados
de especialización van cumpliendo los requisitos necesarios para dar forma a su
carrera en su respectiva institución. Es por esto que no podría ser, por ejemplo,
oficial general un extraño a dicha carrera y, en consecencia, ella no puede ser
análoga a la de un funcionario de exclusiva confianza, como ocurre con un jefe de
serviio o un subsecretario.
Ahora bien, la realidad que presentan las Fuerzas Armadas—y Carabineros
de Chile—es similar, en su esencia, a la que caracteriza al resto del personal de la
administración civil del Estado, toda vez que al igual que este último, pero con
mayor estrictez, su ingreso, permanencia y retiro se fundan en una carrera
profesional íntegramente reglada y basada en el cumpliminto de requisitos
establecidos en la ley y en los reglamentos. De esta forma y como acontece respecto
de toda carrera profesional, en el ámbito de la Fuerzas Armadas—y Carabineros de
Chile—también se consagra la estabilidad en la función así como mecanismos que
aseguran un desempeño ascendente y gradual, como del mismo modo, formas de
ponerle término que eviten el uso de prerrogativas que puedan resultar, en su
aplicación práctica, discrecionales. Las consideraciones antes indicadas conducen a
temer que más allá de los comprensibles propósitos políticos que pudiera tener una
iniciativa destianada a entregar a la facultad exclusiva del Presidente de la República
el nombramiento, ascenso y el retiro de estos servidores, ella—en sus resultados—se
apartaría de los principios ya señalados y dejaría en manifiesta precaridad el
propósito del constituyente, toda vez que tornaría discrecional la permanencia o el
cese en el ejercicio de la función militar. Ello debilitaría una de las características
esenciales de toda carrera profesional: la estabilidad en el empleo y el término de
éste por causales legales no fundadas en la sola discrecionalidad de la autoridad. Se
correría el riesgo de introducir de este modo la inseguridad funcionaria como
característica de la actividad de las Fuerzas Armadas—y Carabineros de Chile—,
desmotivando a quienes integran dichas instituciones y debilitando la moral de su
personal.
La constatación de lo anteriormente expuesto conlleva consecuencias que
debilitarán el régimen de dichas instituciones, pues todos sus integrantes adquirirían
la calidad de servidores de la exclusiva confianza del Jefe de Estado; no tendrían
seguridad de permanencia en ellas y la inestabilidad del ejercicio de su función
pudiera llegar a ser la regla general.
96
En otro aspecto, cabe agregar que el reconocimiento hecho a la labor
educativa profesional de las Fuerzas Armadas guarda perfecta armonía con las
disposiciones de la Ley Nº 18.962, Orgánica Constitucional de Enseñanza, que
consagra la autonomía que tienen las Fuerzas Armadas—y Carabineros de Chile—
en la materia.
Volviendo al examen particular del artículo 19 de la Ley Orgánica de las
Fuerzas Armadas, el Tribunal Constitucional, conforme con el criterio consignado
en su considerando 7º, estimó que la frase “y en la forma que determine la ley”
constituye una remisión a otro cuerpo normativo, por lo que no puede tener el rango
orgánico constitucional, sino el de ley simple.
“Artículo 19.- Las Instituciones de las Fuerzas Armadas estarán facultadas
para planificar y realizar estudios y cursos de nivel superior en los ámbitos
inherentes a sus respectivos quehaceres profesionales, como asimismo, para otorgar
al personal los correspondientes títulos técnicos, títulos profesionales y grados
académicos en los referidos ámbitos y en la forma que determine la ley.
“Los títulos profesionales, grados académicos y títulos técnicos de nivel
superior que otorguen las Escuelas, Academias e Institutos de las Fuerzas Armadas
serán equivalentes, para todos los efectos legales, a los de similares características
que otorguen las otras instituciones de educación reconocidas por el Estado, como
Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica.”
El artículo 20 establece una exigencia a las propias instituciones, como es la
de mantener programas de capacitación de su personal acordes con las necesidades
institucionales, pudiendo aquéllas actuar como organismos técnicos de capacitación,
con lo cual se ajustan a los planes de incentivo a la capacitación que desarrolla el
Estado, pudiendo obtener, por esta vía, un financiamiento adecuado.
En lo que se refiere al inciso segundo de esta disposición, esto es, que las
instituciones pueden actuar como organismos técnicos de capacitación, el Tribunal
Constitucional estimó, conforme a lo razonado en su considerando 6º, que él aborda
materias propias de ley común o simple.
“Artículo 20.- Sin perjuicio de las actividades de formación y
perfeccionamiento, las Fuerzas Armadas deberán mantener programas de
capacitación de su personal acordes con sus necesidades institucionales, con el
propósito de obtener, desarrollar, complementar o actualizar sus conocimientos,
destrezas y aptitudes. Las referidas Instituciones podrán actuar, además, como
organismos técnicos de capacitación.”
97
Los artículos 21 y 22 se refieren a la posibilidad de otorgar becas de estudio
al personal que se esté capacitando al interior de la respectiva institución, y en
condiciones de igualdad con los funcionarios de la Administración del Estado, a los
diferentes programas de becas tanto de perfeccionamiento como de capacitación, en
el país o en el extranjero, siempre que cuente con el patrimonio institucional.
Al igual que en el caso del artículo 20, el Tribunal Constitucional, conforme
al considerando 6º de su sentencia, determinó que ambos artículos trataban materias
propias de ley simple y no de aquellas consideradas orgánicas constitucionales
básicas.
“Artículo 21.- Si las actividades de capacitación contempladas en los
programas comprenden la realización de determinados cursos, podrán otorgarse
becas de estudio al personal.”
“Artículo 22.- El personal que cuente con el correspondiente patrocinio
institucional, tendrá acceso, además, en condiciones de igualdad con los
funcionarios de la Administración del Estado, a los diferentes programas de becas
tanto de perfeccionamiento como de capacitación, en el país o en el extranjero.”
Por último, el artículo 23 grava al presupuesto de la Nación en el sentido de
que anualmente deberá consultar los recursos necesarios para dar cumplimiento a los
programas de capacitación, proponiendo, cada Comandante en Jefe, al Ministerio de
Defensa Nacional las necesidades presupuestarias mínimas para este efecto.
“Artículo 23.- El presupuesto de la Nación deberá consultar, anualmente, los
recursos necesarios para dar cumplimiento a los programas de capacitación
contemplados en los artículos 19, 20 y 21 de esta ley. Para estos efectos, los
respectivos Comandantes en Jefe propondrán al Ministerio de Defensa Nacional las
necesidades presupuestarias mínimas para cumplir con los programas de
capacitación aprobados.”
2.9.3. Calificaciones.
En este párrafo se aborda uno de los aspectos que son consustanciales a la
carrera militar, cual es la calificación del desmpeño de los oficiales y personal, que
permite a los mandos, junto con el desarrollo de las funciones propias del quehacer
militar, formarlo e instarlo en el cumplimiento de sus obligaciones, en especial por
cuanto integra cuerpos armados y, como tales, obedientes, no deliberantes,
profesionales, jerarquizados y disciplinados, atributos que ya han sido analizados.
98
El artículo 24, en su primer inciso, dispone la existncia de un sistema de
calificaciones por el cual se evaluarán, anualmente, el rendimiento y la capacidad
para el ejercicio de las funciones que corresponden a quienes sirven en la respectiva
institución, basándose en los aspectos contenidos en las respectivas hojas de vida.
Su inciso segundo se refiere a quiénes están exceptuados de ser calificados,
como el caso de los oficiales generales y, excepcionalmente y en forma temporal, el
personal que se encuentre en determinadas situaciones que señale el Estatuto del
Personal de las Fuerzas Armadas, a los cuales les será válida su última calificación
para todos los efectos legales.
En esta parte, y por hacerse una remisión a otro cuerpo normativo, el Tribunal
Constitucional, conforme al razonamiento contenido en su considerando 7º, no se
pronunció sobre su carácter, porque no estando incluidas tales normas regulatorias
de esta ley, entiende que no pueden tener el rango de orgánicas constitucionales,
sino de otro orden.
El inciso final de esta disposición contempla normas de procedimiento
tendientes a proporcionar al calificado mecanismos de defensa en relación con el
proceso de evaluación de su rendimiento, cuales son los recursos de reconsideración,
de reclamación y de apelación.
“Artículo 24.- El desempeño del personal sé evaluará, anualmente, a través
de un sistema de calificaciones que considerará el rendimiento y la capacidad para
el ejercicio de sus funciones, basándose para ello en los conceptos contenidos en las
correspondientes hojas de vida.
“Sólo quedan exentos del proceso de calificación los Oficiales Generales y,
excepcionalmente y en forma temporal, el personal que se encuentre en
determinadas situaciones que señale el Estatuto del Personal de las Fuerzas
Armadas, a los cuales les será válida su última calificación para todos los efectos
legales.
“Este sistema de calificaciones deberá contemplar los
reconsideración, reclamación y apelación.”
recursos de
El artículo 25 es el complemento indispensable de lo regulado por el artículo
7º de esta ley, en orden a garantizar la autonomía de la carrera profesional de los
oficiales de las Fuerzas Armadas, estableciendo que el Presidente de la República, a
proposición del respectivo Comandante en Jefe, determinará el número o cuota de
oficiales que anualmente deban acogerse a retiro o ingresar al escalafón de
complemento, de acuerdo con las necesidades de cada institución.
99
Es éste uno de los aspectos que se tuvieron en especial consideración por el
constituyente al disponerse la dictación de esta ley orgánica constitucional en
relación con las Fuerzas Armadas. En efecto, sin el requisito de contar con la
proposición del Comandante en Jefe para que el Presidente de la República llame a
retiro a oficiales, se corre el riesgo, en determinadas circunstancias, que pueda
repetirse la uitlización de criterios ajenos al estrictamente profesional militar en el
retiro indiscriminado de oficiales que anteriormente se había producido en nuestro
país, con las graves alteraciones que ello significó al interior de las respectivas
instituciones. En 1906, las Fuerzas Armadas pasaron inexorablemente a ser una
hijuela pagadora más para los jefes partidistas y los parlamentarios. En efecto, para
nombrar un cadete, un profesor o un escribente, o para la destinación de nuevos
oficiales, muchos senadores y diputados y también los jefes de las agrupaciones
políticas influían y hacían cuestiones de partido, y si, como era frecuente, los
comandos superiores no defendían sus facultades, se atropellaban a diario las
atribuciones de los jefes. Consecuencia de esto, algunos oficiales empezaron a
establecer contacto con quienes, por sus relaciones sociales y más que nada
políticas, podían ampararlos, conseguirles ascensos, mandos, destinaciones en
Europa, etcétera. Franqueadas así las puertas a los políticos, éstos se convirtieron en
constante paño de lágrimas para el sector militar que se les había abierto. La
intromisión partidista en los destinos, envíos a Europa y, sobre todo, ascensos de la
oficialidad, fueron de las más graves consecuencias. Sin padrinos políticos, estos
ansiados beneficios no se obtenían o se conseguían bajo dilatada espera.
Posteriormente, durante la vigencia de la Constitución de 1925, se produjeron
similares experiencias, las cuales con frecuencia dieron origen a lamentables
situaciones.
Al efecto, basta recordar lo ocurrido, por ejemplo, durante la segunda
presidencia de don Carlos Ibáñez del Campo (1952-1958), oprtunidad en la cual se
dispuso el retiro de la casi totalidad de los altos mandos de las Fuerzas Armadas.
En la Armada, en particular, sólo permanecieron en su grado de oficial
general los tres menos antiguos, habiendo sido llamados a retiro los once restantes,
incluido el Comandante en Jefe de la época. Tal situación fue superada sólo luego
del transcurso de varios años, peíodo que requirió la institución para solucionar los
problemas producidos con ocasión del descabezamiento del alto mando. A tal punto
llegó la gravedad de la situación, que el nuevo omandante en Jefe al ser designado
por el referido gobierno no reunía los requisitos reglamentarios para desempeñar tan
elevado cargo.
La crisis antes señalada se vio potenciada en esta última época, porque en la
medida en que el militar chileno—en un sentido genérico—se perfecciona
profesionalmente obedeciendo al desafío tecnológico propio de la guerra moderna,
100
en esa misma medida el sistema establecido para regular su carrera profesional se
colapsa. En efecto, quienes debían decidir sobre los nombramientos, ascensos y
retiros, fueron quedando cada vez más ajenos a la posibilidad de apreciar el real el
cumplimiento de las experiencias profesionales de los militares. De esta manera,
aumentó en el oficial la incertidumbre respecto de su carrera. Ello lo indujo a
insistir, con frecuencia, en gestiones ante quienes resolvían sobre su destino
institucional. Más aún, a auscultar cuál sería el color político de quienes debían
intervenir en su ascenso o retiro, comenzando por el respectivo subsecretario o
Ministro de Defensa de la época.
Volviendo al análisis del artículo 25 de la Ley Orgánica Constitucional de las
Fuerzas Armadas, en virtud de esta disposición que—como se ha dejado constancia,
reitera lo consagrado por su artículo 7º—se requiere como condición básica esencial
la proposición de cada Comandante en Jefe para los llamados a retiro o colocación
en el Escalafón de Complemento de los oficiales, condición cuyo cumplimiento
deberá fiscalizar la Contraloría General de la República, al momento de tomar razón
del decreto disponiendo el retiro o el ingreso al Escalafón de Complemento, según
corresponda.
Tratándose del personal del Cuadro Pemanente y de Gente de Mar y
empleados civiles, es facultad del Comandante en Jefe respectivo determinar el
número de retiros y de ingresos al Escalafón de Complemento.
El artículo 26 regula con detalle el proceso calificatorio general del personal
de las Fuerzas Armadas por las Juntas de Selección institucionales, ordinarias o
extraordinarias, las que deben reunirse anualmente para conocer, estudiar y valorar
las calificaciones del personal, para elaborar las listas de clasificación, formar el
Escalafón de Complemento y lista anual de retiros y considerar las solicitudes de
reincorporación. Tal disposición, además, encomienda a estas mismas Juntas de
Selección establecer las bases de selección de aquellos que serán propuestos para el
ascenso al grado jerárquico superior u otorgar el respectivo pase para el ascenso,
según corresponda.
El mismo artículo se refiere a la eistencia de las untas de Apelación, a las
cuales se les reconoce el carácter de soberanas en cuanto a las apreciaciones que
emiten sobre idoneidad, eficiencia profesional y condiciones personales de los
calificados, estableciendo una prohibición a cualquier organismo ajeno a la
institución, en orden a revisar los fundamentos de sus desiciones. Como
complemento de ello se establece el secreto de las sesiones y actas de tales juntas.
Finalmente, el artículo que se comenta entrega al Estatuto del Personal de las
Fuerzas Armadas el establecimiento de las disposiciones complementarias en
materia de calificaciones, juntas y recursos que procedan. A este respecto, también
101
el Tribunal Constitucional, siguiendo el criterio consignado en el considerando 7º
del fallo del 15 de febrero de 1990, no se pronunció respecto de la naturaleza
orgánica constitucional de este inciso séptimo, por cuanto la referencia hecha a otro
cuerpo normativo importa entender que no se trata de normas orgánicas
constitucionales básicas, propias de esta ley orgánica constitucional, sino que de
normas de rango simplemente legal.
“Artículo 26.- En cada Institución se convocarán y constituirán, anualmente,
Juntas de Selección, ordinarias o extraordinarias, conformadas por Oficiales, para el
conocimiento, estudio y valorización de las calificaciones del personal, elaboración
de las listas de clasificación, formación del Escalafón de Complemento y la Lista
Anual de retiros y consideración de las solicitudes de reincorporación. Estas mismas
Juntas podrán establecer bases de selección de aquellos que serán propuestos para el
ascenso al grado jerárquico superior u otorgar el respectivo pase de ascenso, cuando
corresponda. Se convocarán y constituirán, además, Juntas de Apelación,
conformadas por Oficiales Generales o por Oficiales Superiores y Jefes, según
corresponda. La Junta de Apelación para Oficiales será presidida por cada
Comandante en Jefe y estará conformada exclusivamente por Oficiales Generales de
la respectiva Institución. Las Juntas de Selección y Apelación de las Fuerzas
Armadas son soberanas en cuanto a las apreciaciones que emiten sobre la idoneidad,
eficiencia profesional y condiciones personales de los calificados, no
correspondiendo a otros organismos ajenos a las respectivas instituciones castrenses
la revisión de los fundamentos de sus decisiones. Las sesiones y actas de las Juntas
serán secretas. El Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas establecerá las
disposiciones complementarias sobre calificación del personal, la organización y
funcionamiento de las diferentes Juntas que se constituyan en cada Institución, como
asimismo su competencia específica y los recursos que procederán en contra de sus
determinaciones.”
El artículo 27, que cierra el párrafo, dispone que al término del proceso
calificatorio, el personal debe ser clasificado, de conformidad con la ley, en listas
que reflejan su capacidad y rendimiento. Al igual que ocurre con el artículo anterior,
el Tribunal Constitucional estimó la referencia a la ley como hecha a un cuerpo
normativo de rango simplemente legal y no orgánico constitucional.
“Artículo 27.- Al término del proceso de calificación, el personal será
clasificado, de conformidad con la ley, en Listas que reflejen su capacidad y
rendimiento.”
102
2.9.4. Ascensos.
En este párrafo se regulan otros de los aspectos fundamentales encomendados
por el constituyente a esta Ley Orgánica Constitucional, cual es lo relativo a los
ascensos, como parte del desarrollo de la carrera profesional del personal de las
Fuerzas Armadas. Al respecto cabe tener especialmente en cuenta lo dispuesto en el
artículo 7º de este cuerpo normativo, ya analizado, en el sentido que los ascensos
sólo pueden decretarse por el Presidente de la República, mediante decreto supremo
expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional, a proposición del
Comandante en Jefe institucional, condición esta última esencial—como se ha
dicho—cuya existencia debe ser fiscalizada por la Contraloría General de la
República, al momento de tomar razón del mencionado decreto supremo de ascenso.
Se consigna por el artículo 28 el principio de que nadie puede ascender si no
es al grado inmediatamente superior en el respectivo escalafón, con lo que se
protege a las Fuerzas Armadas—y Carabineros de Chile—, uno de cuyos pilares es
la jerarquía, de los intentos de ser alterada la línea de mando mediante ascensos al
margen de esta regla y que no respondan a criterios estrictamente profesionales.
“Artículo 28.- La promoción del personal se realizará, exclusivamente,
mediante el ascenso al grado inmediatamente superior dentro del respectivo
escalafón.”
Por su parte, el arículo 29 establece que los ascensos se concederán siguiendo
el orden de antigüedad y considerando los requisitos, disposiciones y excepciones
que se establecen en esta ley y en el estatuto correspondiente, con lo cual se está
reconociendo el carácter profesional militar con el que ha de procederse en esta
materia. Esta norma, en cuanto hace referencia al estatuto correspondiente, fue
declarada por el Tribunal Constitucional, conforme al considerando 7º de su
sentencia, norma de rango simplemente legal.
“Artículo 29.- Los ascensos se concederán en los respectivos escalafones,
siguiendo el orden de antigüedad y considerando los requisitos, disposiciones y
excepciones que se establecen en esta ley y en el Estatuto correspondiente. Con
todo, no podrá ascender el personal propuesto para ingresar al escalafón de
complemento, para formar la lista de retiro o cuyo decreto de retiro se encuentre en
trámite, aunque a la fecha de la proposición o decreto tenga la vacante y los
requisitos cumplidos.”
El artículo 30 impone dos condiciones que no deben omitirse al establecerse
los requisitos para el ascenso, cuales son el tiempo en el grado y la lista de
clasificación. Tan fundamentales se estiman estas condiciones para la carrera militar,
103
que el artículo 31, al entregar facultades a los Comandantes en Jefe institucionales
para dispensar uno o más requisitos de ascenso, hace expresa excepción de aquéllas,
esto es, requisitos de tiempo en el grado y de lista de clasificación.
“Artículo 30.- Los requisitos de ascenso que se contemplen deberán
consultar, en todo caso, tiempo en el grado y lista de clasificación.”
“Artículo 31.- Los Comandantes en Jefe Institucionales podrán dispensar el
cumplimiento de uno o más requisitos de ascenso, con excepción del tiempo en el
grado y el de lista de clasificación.”
El artículo 32 entrega a las Juntas de Selección de cadainstitución la facultad
de recomendar los Oficiales Superiores que podrán ser propuestos por el respectivo
Comandante en Jefe para el ascenso al grado de Brigadier General, Contraalmirante
o General de Brigada Aérea. Esta situación no ocurre tratándose del ascenso al grado
de Mayor General o sus equivalentes, oportunidad en la que se reserva dicha
facultad al Comandante en Jefe. Como se recordará, esta recomendación
corresponde a lo que en el régimen de la Constitución de 1925 se denominaba el
“Pase” que otorgaba el Senado.
Por último, dicho artículo encomienda al Estatuto del Personal de las Fuerzas
Armadas la posibilidad de contemplar el acuerdo de la Junta de Selección como
requisito para el ascenso a otros grados jerárquicos, norma que como podrá
advertirse, por lo expresado ya tantas veces, en cuanto hace referencia a un cuerpo
normativo diferente a esta ley orgánica constitucional, fue declarada de rango
simplemente legal por el Tribunal Constitucional.
“Artículo 32.- Corresponderá a la Junta de Selección de cada Institución
recomendar los Oficiales Superiores que podrán ser propuestos por el respectivo
Comandante en Jefe para el ascenso al grado de Brigadier General o sus
equivalentes.
“El ascenso a Mayor General, o grados equivalentes,
exclusivamente por los respectivos Comandantes en Jefe.
será propuesto
“El Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas podrá contemplar el
acuerdo de la Junta de Selección como requisito para el ascenso a otros grados
jerárquicos.”
El artículo 33 contiene una norma de remisión al Estatuto del Personal de las
Fuerzas Armadas, permitiendo, en la forma y condiciones expresadas por este
Estatuto, que el personal no propuesto para el ascenso ni incluido en la Lista de
Retiros o en el Escalafón de Complemento, permanezca en su respectivo escalafón.
104
Esta norma también fue declarada como de rango simplemente legal por el Tribunal
Constitucional, por las mismas razones expresadas precedentemente.
“Artículo 33.- Aquellos Oficiales Superiores que no fueren propuestos para el
ascenso ni incluidos en Lista de Retiro o en el Escalafón de complemento podrán
permanecer en sus respectivos escalafones, en la forma y condiciones previstas en el
Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas.”
Finalmente, el artículo 34 autoriza el que pueda ascender el personal desde la
misma fecha en que se produzca la vacante, a condición que a esa fecha se hayan
cumplido todos los requisitos o hubiere habido dispensa de alguno de ellos.
“Artículo 34.- El ascenso del personal podrá disponerse desde la misma fecha
de la vacante, siempre que a esa fecha se hayan cumplido todos los requisitos o
hubiere habido dispensa de alguno de ellos.”
2.9.5. Jerarquía, Grado, Antigüedad y Rango.
Este párrafo contiene los conceptos de lo que se entiende por jerarquía, grado,
antigüedad y rango; luego establece la escala jerárquica y su equivalencia entre las
instituciones, y las normas para determinar la antigüedad entre el personal
perteneciente al mismo escalafón, entre aquél perteneciente a diferentes escalafones
y entre los que pertenecen a diferentes instituciones.
El artículo 35 define la jerarquía como el ordenamiento del que deriva la
autoridad inherente de todo superior en razón de su grado o antigüedad. Da primacía
sobre quienes tengan grado o antigüedad inferior e implica respeto y obediencia del
subalterno. Agrega que no interfiere ni se ontrapone al mando militar.
“Artículo 35.- La jerarquía es el ordenamiento del que deriva la autoridad
inherente de todo superior en razón de su grado o antigüedad. Da primacía sobre
quienes tengan grado o antigüedad inferior e implica respeto y obediencia del
subalterno. No interfiere ni se contrapone al mando militar.”
Por su parte, el artículo 36 define el grado como la categoría militar que se
posee y corresponde a una determinada ubicación dentro de la escala jerárquica.
Señala, a continuación, la escala jerárquica de los oficiales y su equivalencia entre
las distintas instituciones. Cabe mencionar a este respecto la creación del grado de
Teniente General, el de Almirante y el de General del Aire, que es el que ostentarán,
respectivamente, los Comandantes en Jefe institucionales. Hasta antes de la
105
dictación de esta ley orgánica constitucional, sólo correspondía a una denominación,
pero no a un grado.
“Artículo 36.- El grado es la categoría militar que se posee y corresponde a
una determinada ubicación dentro de la escala jerárquica. La escala jerárquica de
los Oficiales y su equivalencia entre las Instituciones será la siguiente:
Ejército
Armada
Fuerza Aérea
a) OFICIALES GENERALES
-Teniente General
- Almirante
- General del Aire
- Mayor General
- Vicealmirante
- General de Aviación
- Brigadier General
- Contralmirante
- General de Brigada Aérea
b) OFICIALES SUPERIORES
- Coronel
- Capitán de Navío
- Coronel de Aviación
-Teniente Coronel
- Capitán de Fragata
- Comandante de Grupo
- Mayor
- Capitán de Corbeta
- Comandante de
Escuadrilla
c) OFICIALES JEFES
d) OFICIALES SUBALTERNOS
- Capitán
- Teniente 1°
- Capitán de Bandada
- Teniente
- Teniente 2°
- Teniente
- Subteniente
- Subteniente
- Subteniente
- Alférez
- Guardiamarina
- Alférez”
106
“Artículo 37.- La escala jerárquica de Personal del Cuadro Permanente y de
Gente de Mar y su equivalencia entre las Instituciones será la siguiente:
Ejército
Armada
Fuerza Aérea
A) SUBOFICIALES
-Suboficial Mayor
- Suboficial Mayor
- Suboficial Mayor
- Suboficial
- Suboficial
- Suboficial
- Sargento 1°
- Sargento 1°
- Sargento 1°
B) CLASES
-Sargento 2°
- Sargento 2°
- Sargento 2°
- Cabo 1°
- Cabo 1°
- Cabo 1°
- Cabo 2°
- Cabo 2°
- Cabo 2°
- Cabo
- Marinero y Soldado
- Cabo”
El artículo 38 define la antigüedad como la preeminencia del personal de
oficiales y el Cuadro Permanente y de Gente de Mar, fundada en razones de
nombramiento, ascenso, grado, escalafón, años de servicio o institución a que
pertenece.
“Artículo 38.- La antigüedad es la preeminencia del personal de Oficiales y
del Cuadro Permanente y de Gente de Mar, fundada en razones de nombramiento,
ascenso, grado, escalafón, años de servicio o Institución a que pertenece.”
Para concluir con las definiciones, el artículo 43 entiende por rango el
conjunto de prerrogativas de orden protocolar que le corresponden al oficial por el
grado que invista o el cargo que desempeña.
“Artículo 43.- El rango es el conjunto de prerrogativas de orden protocolar
que le corresponden al Oficial por el grado que inviste o el cargo que desempeña.”
Los artículos 39 a 42 regulan la forma de determinar la antigüedad en las
diferentes situaciones que pueden producirse, sea al interior de la respectiva
institución, o en relación con el personal de diferentes instituciones. De este modo el
artículo 39 dispone que cada institución establecerá el procedimiento respecto de la
antigüedad para el nombramiento de alféreces, guardiamarinas y oficiales
107
provenientes de los escalafones del personal del Cuadro Permanente y de Gente de
Mar.
“Artículo 39.- La antigüedad para el nombramiento de los Alféreces y
Guardiamarinas y de los Oficiales provenientes de los escalafones del Personal del
Cuadro Permanente y de Gente de Mar será determinada de acuerdo con el
procedimiento que cada Institución establezca.”
A su vez, el artículo 40 establece que dentro de cada escalafón, a igualdad de
grado, la antigüedad queda determinada por la fecha de ascenso o nombramiento y,
en el caso de que sean varios los nombramientos simultáneos, la antigüedad se
fijará, para los nombrados, por el orden que determine el correspondiente decreto o
resolución y, para los ascendidos, por la antigüedad en el grado anterior.
Cabe tener presente en relación con esta disposición que su texto original
contemplaba un inciso final que estatuía que, con todo, la antigüedad de los oficiales
subalternos podrá ser modificada en los casos y condiciones que determine el
Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas. Este inciso del artículo que se
comenta fue declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional y debió
suprimirse, por cuanto la antigüedad es una de aquellas materias orgánicas
constitucionales básicas que deben estar reguladas en esta ley orgánica
constitucional y no quedar entregadas a la regulación de una norma legal de menor
rango.
El criterio seguido por el Tribunal Constitucional significó dejar—por la
supresión de la norma—sin regular una situación que afectaba especialmente a la
Armada, por cuanto en ella se modifica la antigüedad de los oficiales al momento de
ascender a los grados de subteniente, teniente 2º y teniente 1º, momento este último
en que se fija definitivamente la antigüedad de dichos oficiales. Por esta razón debió
corregirse el vacío que se provocaba, en el proyecto de ley modificatorio de la Ley
Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas antes mencionado, que se aprobó
como la Ley Nº 18.967.
Es así que por la letra b) del artículo 2º de la mencionada ley modificatoria se
agregó en este artículo 40 un nuevo inciso final que dice: “Con todo, la antigüedad
de los oficiales subalternos podrá ser modificada al ascender a subteniente, a
teniente y a capitán, o sus equivalentes, en las demás instituciones, de acuerdo con la
nota media general de promoción al grado superior y en conformidad al
procedimiento que cada institución establezca”. De esta forma se cumple con el
mandato del constituyente de regular en esta ley orgánica constitucional las normas
básicas sobre antigüedad, norma que sometida al examen de constitucionalidad ante
el tribunal respectivo no fue observada como contraria a la Carta Fundamental.
108
“Artículo 40.- Dentro de cada escalafón, a igualdad de grado, la antigüedad,
queda determinada por la fecha de ascenso o nombramiento. Si son varios los
nombrados o ascendidos simultáneamente, la antigüedad se fijará, para los
nombrados, por el orden que determine el correspondiente decreto o resolución y,
para los ascendidos, por la antigüedad en el grado anterior.”
Por su parte, el artículo 41 establece el procedimiento para determinar la
antigüedad del personal perteneciente a diferentes escalafones, disponiendo que en
ese evento, a igualdad de grado, se estará a la fecha del último nombramiento o
ascenso y entre los de igual grado y fecha de ascenso, conforme a la precedencia de
los escalafones que establezca el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas. El
Tribunal Constitucional declaró en base a los términos del considerando 7º de su
sentencia, que esta norma era de rango simplemente legal y no orgánico
constitucional.
“Artículo 41.- Entre los diferentes escalafones, la antigüedad será
determinada, a igualdad de grado, por la fecha del último nombramiento o ascenso,
y entre los de igual grado y fecha de ascenso, conforme a la precedencia de
escalafones que establezca el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas.”
El artículo 42 regula la antigüedad entre los oficiales de diferentes
instituciones, estableciendo que ella será determinada, a igualdad de grado, por la
fecha del último nombramiento o ascenso, y entre los de igual grado y fecha de
nombramiento o ascenso, por el total de años de servicios efectivos como oficial. A
igualdad de todo lo señalado, concluye el artículo, la antigüedad será determinada
por el orden de precedencia Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
“Artículo 42.- La antigüedad de los Oficiales de diferentes instituciones será
determinada, a igualdad de grado, por la fecha del último nombramiento o ascenso,
y entre los de igual grado y fecha de nombramiento o ascenso, por el total de años de
servicios efectivos como Oficial. A igualdad de todo lo señalado, la antigüedad será
determinada por el orden de precedencia Ejército, Armada y Fuerza Aérea.”
El artículo 44 cierra el párrafo con una norma que limita la aplicación de las
normas de antigüedad, grados jerárquicos y rango, y sus respectivas equivalencias,
exclusivamente, entre el personal de las Fuerzas Armadas, excluyéndose así el
personal perteneciente a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, esto es,
Carabineros de Chile e Investigaciones.
Es necesario consignar, antes de terminar el análisis de las normas de este
párrafo, que el proyecto original aprobado por la Junta de Gobierno contenía un
artículo 44 que remitía al Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas la
determinación de la antigüedad entre el personal del Cuadro Permanente y de Gente
109
de Mar, perteneciente a diferentes instituciones, disposición que fue declarada
inconstitucional por el Tribunal Constitucional, conforme al razonamiento que hace
en los considerandos 18º y 19º de su sentencia. Al efecto, sostuvo que la antigüedad
es una materia cuyas normas básicas deben estar contenidas en la ley orgánica
constitucional, conforme al texto expreso del artículo 94 de la Constitución, por lo
que al hacerse remisión a un cuerpo normativo de rango legal para regular una
materia relativa a la antigüedad, se ha contrariado la Carta Fundamental.
La eliminación de esta norma por inconstitucional produjo un problema a este
respecto, por lo que también se consideró su solución incorporando la norma en la
Ley Nº 18.967, antes citada, que modificó, como se ha dicho, la Ley Orgánica
Constitucional de las Fuerzas Armadas. Corresponde esta norma a la letra c) del
artículo único, que agrega como inciso segundo al artículo 42 el siguiente: “La
antigüedad del Cuadro Permanente y de Gente de Mar entre las diferentes
instituciones se determinará en igual forma que la indicada en el inciso anterior”,
esto es, la norma aplicable a los oficiales.
“Artículo 44.- La antigüedad, los grados jerárquicos y el rango, y sus
respectivas equivalencias, se darán exclusivamente entre el personal de las Fuerzas
Armadas.”
2.10. Retiro de sus Integrantes.
2.10.1. Término de la Carrera Profesional.
En este título se tratan como normas básicas de la carrera profesional del
personal de las Fuerzas Armadas el término de la misma, que puede tener lugar por
fallecimiento o por retiro, sea temporal o absoluto, según lo dispone el artículo 52 de
la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas.
“Artículo 52.- El personal deja de pertenecer a las Fuerzas Armadas por retiro
o fallecimiento. El retiro puede ser temporal o absoluto.”
El artículo 53 regula las causales por las que procede el retiro temporal,
siendo de destacar la de su letra e), que considera en tal hipótesis a quienes el
Presidente de la República conceda o disponga su retiro a proposición del
Comandante en Jefe respectivo. Cabe reiterar a este propósito la concordancia que
existe entre esta norma y la básica en la materia, cual es la del artículo 7º, esto es,
que la condición esencial de la proposición del Comandante en Jefe respectivo para
un acto que significa resolver el término de la carrera de un oficial debe ser
110
fiscalizada por la Contraloría General de la República con ocasión del trámite de
toma de razón del decreto respectivo.
“Artículo 53.- Serán comprendidos en el retiro temporal los Oficiales que se
encuentren en alguno de los siguientes casos:
“a) Que contrajeren enfermedad curable que los imposibilite temporalmente
para el servicio;
“b) Que hubieren permanecido tres meses sin destino o comisión de servicio;
“c) Que se hallaren en disponibilidad por más de tres meses;
“d) Que fueren llamados a calificar servicios, y
“e) A quienes el Presidente de la República conceda o disponga su retiro a
proposición del Comandante en Jefe respectivo.”
El artículo 54 trata de las causales de retiro absoluto de los oficiales. Interesa
señalar en relación con estas causales de retiro, que el texto original aprobado por la
Junta de Gobierno contemplaba una última causal, a saber: “f) Quines deban ser
eliminados de acuerdo con las disposiciones legales que rijan al efecto”. Esta causal
fue declarada contraria al texto constitucional por el Tribunal Constitucional,
conforme a lo razonado en el considerando 2º de su sentencia, por cuanto el retiro de
los oficiales de las Fuerzas Armadas es una materia cuyas normas básicas deben
estar incorporadas en la ley orgánica respectiva, según lo ordena el artículo 94 de la
Constitución Política.
Para superar el problema creado por la supresión de la norma, como
consecuencia de su declaración de inconstitucional, la Ley Nº 18.967, que, como se
ha dicho, modificó la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas, por la
letra d) de su artículo único agregó al artículo 4º la siguiente letra f):
“f) Quienes deban ser eliminados de acuerdo a las resoluciones que adopten
las respectivas Juntas de Selección y de Apelación, en su caso, como consecuencia
del proceso de calificación que establece esta ley.”
De esta manera se superó la observación del Tribunal Constitucional,
regulándose en la propia ley orgánica constitucional las causales de retiro y no
remitiendo su determinación a otro tipo de normas.
Además, el Tribunal declaró que la frase “ni a los oficiales que se encuentren
desempeñando los cargos o funciones que señale el Estatuto del Personal de las
111
Fuerzas Armadas” corresponde a una norma de rango simplemente legal, conforme
lo analizado en el considerando 7º de su sentencia.
“Artículo 54.- Serán comprendidos en el retiro absoluto los Oficiales que se
encuentren en alguno de los siguientes casos:
“a) Que contrajeren enfermedad declarada incurable o que estuviere
comprendido en alguna de las inutilidades señaladas en esta ley.
“b) Que opten por el retiro voluntario después de haber cumplido treinta años
de servicios válidos para él retiro.
“c) Que fueren separados o suspendidos en atención a medidas disciplinarias,
administrativas o a sanciones penales conforme al Código de Justicia Militar.
“Con respecto a los separados, el decreto de retiro se dictará de oficio y, a
más tardar, dentro de los treinta días, contado desde la notificación de la sentencia
judicial dictada en última instancia.
“Con respecto a los suspendidos, el decreto de retiro se dictará sólo cuando
cumplida la sanción no obtuviere nuevo destino en el plazo de treinta días, contado
desde el día en que se cumplió las suspensión.
“d) Que hubieren permanecido tres años en retiro temporal. No obstante, para
el Oficial procesado, este plazo se prolongará hasta la terminación de la causa.
“e) Que cumplieren treinta y ocho años de servicio como Oficiales o cuarenta
y un años efectivos computables para el retiro. Lo dispuesto en esta letra no se
aplicará a los Comandantes en Jefe ni a los Oficiales que se encuentren
desempeñando los cargos o funciones que señale el Estatuto del Personal de las
Fuerzas Armadas.”
El artículo 55 contempla las causales de retiro temporal de los empleados
civiles, remitiéndose para ello a las aplicables a los oficiales, con dos excepciones, y
las causales de retiro absoluto, que serán las que afecten a éstos. Cabe tener presente
que esta norma, en tanto no corresponde a una de las básicas según el mandato del
artículo 94 de la Constitución, fue considerada como ley simpe por el Tribunal
Constitucional conforme lo que expresa el considerando 6º de su sentencia.
“Artículo 55.- El retiro temporal de los Empleados Civiles de las Fuerzas
Armadas procederá por las mismas causales de los Oficiales, con excepción de las
letras b) y d) del artículo anterior, y el retiro absoluto, por las que afectan a éstos.”
112
El artículo 56 establece las causales de retiro temporal del personal del
Cuadro Permanente y de Gente de Mar y el artículo 57, las causales de retiro
absoluto del mismo personal. Respecto de esta última disposición, el Tribunal
Constitucional determinó que la causal contenida en su letra e), “por estar
comprendido en las disposiciones legales y reglamentarias que rigen las
eliminaciones”, corresponde a una norma de rango simplemente legal.
“Artículo 56.- El retiro temporal del personal del Cuadro Permanente y de
Gente de Mar, procederá por alguna de las siguientes causales:
“a.- Por enfermedad curable que lo imposibilite temporalmente para el
servicio.
“b.- Por necesidades del servicio.
“c.- Por resolución del Comandante en Jefe respectivo.”
“Artículo 57.- El retiro absoluto del personal del Cuadro Permanente y de
Gente de Mar, procederá por alguna de las siguientes causales:
“a.- Por padecer de enfermedad declarada incurable o sufrir de alguna
inutilidad de las señaladas en esta ley.
“b.- Por petición voluntaria después de haber cumplido treinta años de
servicios válidos para él retiro.
“c.- Por enterar treinta y cinco años de servicios efectivos.
“d.- Por haber permanecido tres años en retiro temporal.
“No obstante, para el personal procesado, este plazo se prolongará hasta la
terminación de la causa.
“e.- Por estar comprendido en las disposiciones legales y reglamentarias que
rigen las eliminaciones.
“f.- Por haber sido condenado por el delito de deserción o a una pena aflictiva
o degradación o pérdida del estado militar, de acuerdo con el Código de Justicia
Militar.”
El artículo 58 introdujo otra innovación en materia de causales de retiro,
permitiendo que la renuncia voluntaria, que hasta antes de la publicación de esta ley
orgánica constitucional hacía perder los derechos previsionales al solicitante, sea
113
considerada, ahora, cuando fuere aceptada por la autoridad respectiva en
conformidad a la ley, como una causal de retiro temporal con derecho a pensión, si
se cumpliere cn los demás requisitos legales. Se está aquí ante una importante norma
de protección de los derechos previsionales del personal de las Fuerzas Armadas,
quienes, no obstante solicitar su retiro voluntario tendrán derecho a que sea
reconocido su derecho a pensión, cuando ello proceda, en consideración al tiempo
servido durante, al menos, veinte años.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional, de acuerdo a lo expuesto en el
considerando 7º de su sentencia, declaró que las frases “en conformidad a la ley” y
“si cumpliere con los demás requisitos legales”, constituían normas de rango
diferente al de las normas orgánicas constitucionales, según su naturaleza. Por esta
razón y tratándose de materias relativas a la seguridad social, ellas deben ser
consideradas como ley de quórum calificado, esto es que requieren para su
modificación o derogación de la voluntad de la mayoría absoluta de diputados y
senadores en ejercicio.
“Artículo 58.- La renuncia al empleo, cuando fuere aceptada por la autoridad
respectiva en conformidad a la ley, será considerada como causal de retiro temporal
con derecho a pensión, si se cumpliere con los demás requisitos legales.”
El artículo 59 regula el procedimiento aplicable para la fijación de la fecha de
retiro en los decretos supremos, en el caso de los oficiales, y de las resoluciones,
tratándose de empleados civiles y personal del Cuadro Permanente y de Gente de
Mar, y la fecha en que se hará efectivo el retiro, la que en ningún caso podrá exceder
en más de seis meses a la fecha fijada para éste. Se establece, como consecuencia
del procedimiento descrito, el derecho a ser ocupadas las vacantes desde la fecha de
la inclusión en la lista de retiro o del otorgamiento del mismo, aumentándose
transitoriamente las plantas correspondientes para permitir el ascenso de los grados
inferiores.
El Tribunal Constitucional declaró norma de ley simple, conforme al
considerando 6º de su fallo, la frase “ y para los empleados civiles con treinta o más
años de servicios que ocupen el grado más alto del escalafón”, en el inciso segundo,
en el sentido de que se les aplicarán iguales normas que las de los oficiales en
materia de fijación de fecha de retiro en las resoluciones correspondientes y fecha de
retiro efectivo.
“Artículo 59.- Los decretos supremos o resoluciones que incluyan al personal
en Lista de Retiro o concedan el retiro a Oficiales Generales, Oficiales Superiores o
Suboficiales Mayores, deberán fijar la fecha del retiro y aquella en que se hará
efectivo. Esta última, en ningún caso, podrá exceder en más de seis meses a la fecha
114
del retiro. Iguales normas regirán para los Oficiales que provengan de los
escalafones del Cuadro Permanente y de Gente de Mar con treinta o más años de
servicios y para los Empleados Civiles con treinta o más años de servicios que
ocupen el grado más alto de su escalafón, cuando se les conceda o disponga su
retiro. Las vacantes respectivas podrán ser ocupadas desde la fecha de la inclusión
en lista de retiro o del otorgamiento del mismo, aumentándose transitoriamente las
plazas correspondientes a fin de que pueda ascender el personal de los grados
inferiores.”
Finalmente, el artículo 60 establece la facultad de hacer llamar al servicio
activo al personal en retiro, como personal de reserva para fines de movilización,
instrucción, desempeño en la institución o cumplimiento de requisitos de ascenso.
En cuanto a la reincorporación, la disposición sólo reconoce este derecho al personal
que se encuentre en retiro temporal, previa solicitud del interesado y sin perjuicio de
las disposiciones que rijan sobre el particular.
En lo que es relativo a esta última referencia, el Tribunal Constitucional,
siguiendo el criterio ya explicado, determinó que ella era norma de rango
simplemente legal y no orgánica constitucional básica.
“Artículo 60.- El personal en retiro podrá ser llamado al servicio activo como
personal de reserva para fines de movilización, instrucción, desempeño en la
Institución o cumplimiento de requisitos de ascenso. Sólo el personal que se
encuentre en retiro temporal podrá ser reincorporado, previa solicitud del interesado,
sin perjuicio de las demás disposiciones que rijan sobre el particular.”
2.10.2. Pensión de Retiro.
El artículo 77 de la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas
determina los requisitos para que el personal goce de pensión de retiro,
estableciendo como regla básica que éste sólo corresponde a aquel que acredite
veinte o más años de servicios efectivos afectos al régimen de previsión que
contempla este título. En los restantes incisos esta disposición regula la forma en que
se estima cumplida la exigencia de los años de servicios efectivos. La frase “y
demás que determine la ley” del inciso segundo de este artículo no fue declarada
como norma de rango oránico constitucional por el Tribunal Constitucional, sino
como norma de otro carácter, aunque, como se trata de una materia de seguridad
social, también debe estimársela de aquellas con quórum calificado.
115
“Artículo 77.- El personal tendrá derecho a pensión de retiro cuando acredite
veinte o más años de servicios efectivos afectos al régimen de previsión que
contempla este título.
“Para estos efectos serán servicios efectivos los prestados en cualquiera de las
Instituciones de la Defensa Nacional en el ejercicio activo de sus respectivos
empleos, afectos a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional o a la Dirección de
Previsión de Carabineros de Chile, o en las comisiones que el Presidente de la
República les confíe, cuando ellas sean ajenas a las funciones de dichos empleos,
como asimismo los correspondientes servicios efectivos afectos a los regímenes de
los citados organismos previsionales, distintos de los anteriores, y los demás que
determine la ley.
“Asimismo, serán servicios efectivos el primer año de estudio en las Escuelas
Institucionales de las Fuerzas Armadas aprobado con valer militar, respecto de
quienes ingresen a dichas Escuelas sin haber hecho el Servicio Militar, los dos
últimos años de estudios en las Escuelas Militar, Naval, de Aviación, de Servicio
Femenino Militar, de Carabineros, de la Policía de Investigaciones, de las Escuelas
de Ingenieros de la Armada y Pilotines, Escuela de Suboficiales, de Armas en el
Ejército, la Escuela de Grumetes, la Escuela de Artesanos y otras en que funcionen
cursos de Grumetes de la Armada y la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea
o el tiempo efectivo que durante ese lapso el alumno permanezca o haya
permanecido en el respectivo establecimiento, y el tiempo servido como conscripto
y aprendiz en las Fuerzas Armadas.
“Se considerarán también servicios efectivos los dos últimos años o cuatro
últimos semestres de estudios profesionales de los Oficiales de Justicia, Sanidad,
Sanidad Dental, Veterinaria y del Servicio Religioso de los escalafones de las
Fuerzas Armadas. Las imposiciones correspondientes serán de cargo de los
interesados y se calcularán sobre el sueldo base del grado 14 de la escala de sueldos
de las Fuerzas Armadas. El tiempo computable en las calidades mencionadas en los
dos incisos anteriores no podrá exceder, en ningún caso, de tres años en total. Igual
carácter tendrá el tiempo servido por el personal de la reserva llamada al servicio
para desempeño en la Institución, para lo cual deberá efectuar las imposiciones
respectivas.
“Los Oficiales de los escalafones Prácticos e Inspectores de los Servicios
Marítimos de la Armada tendrán derecho a computar los tiempos servidos en la
Marina Mercante Nacional con anterioridad a su ingreso a la Armada, para enterar el
mínimo de veinte años de servicios efectivos para tener derecho a gozar de pensión
de retiro, siempre que hayan prestado un mínimo de cinco o diez años de servicios
efectivos en esas calidades, respectivamente. Sin embargo, si alguno de los Oficiales
de los Servicios Marítimos indicados en el inciso anterior fallece o sufre enfermedad
116
profesional o invalidante de carácter permanente incompatible con el servicio,
previamente calificada por la comisión de Sanidad de la Armada, no regirán los
mínimos de cinco y diez años allí exigidos. En todo caso, el personal abonará los
descuentos legales o traspasará los fondos correspondientes.”
El artículo 78 considera computables para el retiro, y no así para enterar los
veinte años de servicios requeridos para impetrar pensión de retiro, todos los
servicios prestados en cualquier organismo o institución de la Administración del
Estado, siempre que se reúnan las condiciones allí expresadas.
“Artículo 78.- Serán computables para el retiro todos los servicios prestados
en cualquier organismo o institución de la Administración del Estado, siempre que
no sean paralelos ni se hayan considerado en otra jubilación o retiro, y los
reconocidos en virtud de la ley N° 10.986. Los servicios mencionados en este
artículo no se computarán para completar los veinte años de servicios requeridos
para impetrar pensión de retiro.”
Los artículos 79 y 80 fijan el procedimiento para calcular la pensión de retiro.
La referencia que se hace en el último de ellos al Estatuto del Personal de las
Fuerzas Armadas fue declarada como norma de rango simplemente legal por el
Tribunal Constitucional.
“Artículo 79.- La pensión de retiro se computará sobre la base del 100% de la
última remuneración imponible de actividad en razón de una treinta ava parte de
cada año de servicios. La fracción de año correspondiente a cada mes completo se
computará a razón de un doce avo de treinta avo y la fracción de seis meses o más se
computará como año completo. Asimismo, la pensión se computará con trienio
cumplido, si al interesado le faltaren seis meses o menos para enterarlo al momento
de hacer efectivo su retiro. La pensión de retiro del personal femenino con
veinticinco años de servicios o veinte de servicios y cincuenta y cinco de edad, se
calculará con un aumento de dos años, si son viudas, y de un año por cada hijo.”
“Artículo 80.- No obstante lo anterior, la pensión de retiro será determinada,
en definitiva, según el mayor valor que resulte entre: a) La pensión que obtendría el
interesado tomando como base de cálculo la última remuneración imponible de
actividad, en conformidad a las normas generales de determinación establecidas en
el artículo anterior y en el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas, o b) El
monto que corresponda por una remuneración imponible equivalente a la última de
actividad, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de la ley N° 18.224
ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad otorgado con
posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de pensiones
concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de 1979, a contar
del 1° de octubre de 1982 inclusive, y hasta la fecha de su otorgamiento. Con todo,
117
el monto de la pensión no podrá exceder el 100% de la última remuneración recibida
en actividad, en relación con el número de años computados, fijándose como
pensión, respecto de la pudiere exceder esa remuneración, la que corresponda, en la
proporción señalada, al monto de la última remuneración. Para los efectos de este
Título se entenderá por remuneración en actividad la que represente al total de sus
haberes, excluidas las asignaciones familiares, de movilización, pérdida de caja, de
máquina, rancho o colación, casa, de zona y de cambio de residencia, viáticos, horas
extraordinarias y gratificaciones especiales contempladas en el artículo 118 del
D.F.L. (G) N° 1, de 1968.”
El artículo 81 regula las pensiones de inutilidad a que tiene derecho el
personal que se accidentare en un acto determinado del servicio. Dichas pensiones
puden ser de inutilidad de primera, de segunda o de tercera clase, determinándose
respecto de cada una de ellas la forma en que se calcula.
“Artículo 81.- El personal que se inutilizare como consecuencia de un
accidente en un acto del servicio, tendrá derecho a una pensión de inutilidad, la que
podrá ser de primera, segunda o tercera clase. Estas pensiones se calcularán, según
su clase, sobre la base de las alternativas que a continuación se indican, fijándose en
definitiva, aquellas que resulte mayor entre ellas. Una vez determinada, se estará a lo
dispuesto en el artículo 83.
“Inutilidad de primera clase.
“Una pensión de retiro correspondiente a una remuneración equivalente a la
última en actividad, con relación a los años de servicio, aumentada en un 10% del
sueldo del respectivo empleo, sin que su monto pueda exceder de éste. Al personal
con menos de veinte años de servicios se le considerará como en posesión de dicho
mínimo.
“Una pensión de retiro correspondiente a una remuneración equivalente a la
última en actividad, con relación a los años de servicio, aumentada en un 10% del
sueldo del respectivo empleo, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12
de la ley N° 18.224, ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad
otorgado con posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de
pensiones concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de
1979, a contar del 1° de octubre de 1982, inclusive y hasta la fecha de su
otorgamiento. Al personal con menos de 20 años de servicios se le considerará con
posesión de dicho mínimo. En todo caso, esta pensión no podrá exceder a la
remuneración que perciba su similar en servicio activo con igual número de años de
servicios computables.
118
“Inutilidad de segunda clase.
“Una pensión de retiro equivalente a una suma igual al sueldo y demás
asignaciones y bonificaciones de que disfruten sus similares de igual grado y años
de servicios en actividad, excepto el rancho.
“El monto correspondiente a una suma igual al sueldo y demás asignaciones y
bonificaciones de que disfruten sus similares de igual grado y años de servicios en
actividad, excepto el rancho, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de
la ley N° 18.224, ni ningún reajuste general de remuneraciones de actividad
otorgado con posterioridad, pero incrementado en los porcentajes de reajustes de
pensiones concedidos por aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de
1979, a contar del 1° de octubre de 1982 inclusive, y hasta la fecha de su
otorgamiento. Con todo, su monto no podrá exceder de un 20% de la última
remuneración recibida en actividad, respecto de la que recibe su similar en servicio
activo, que corresponde al total de sus haberes con igual número de años de
servicios computables.
“Inutilidad de tercera clase
“1) Una pensión equivalente al sueldo, asignaciones y bonificaciones de que
gozan sus similares de igual grado y años de servicios, en actividad, excepto el
rancho.
“2) Una pensión total equivalente al sueldo, asignaciones y bonificaciones de
que gozan sus similares de igual grado y años de servicios, en actividad, excepto el
rancho, sin considerar el reajuste otorgado por el artículo 12 de la ley N° 18.224, ni
ningún reajuste general de remuneraciones de actividad otorgado con posterioridad,
pero incrementado en los porcentajes de reajustes de pensiones concedidos por
aplicación del artículo 2° del decreto ley N° 2.547, de 1979, a contar del 1° de
octubre de 1982 inclusive y hasta la fecha de su otorgamiento. El monto de esta
pensión así calculada, no tendrá límite en relación con las remuneraciones de
actividad. En ningún caso, la pensión de retiro de los inutilizados se computará,
respecto de los Oficiales, sobre un sueldo inferior al del grado de Teniente de
Ejército o equivalente en las otras Instituciones, y respecto del resto del personal,
sobre un sueldo inferior al de Sargento 2°. El personal afectado por una enfermedad
profesional o una invalidante de carácter permanente, tendrá derecho, en
conformidad a la ley, a ser considerado como afectado de inutilidad de segunda
clase para todos los efectos legales. Las pensiones de inutilidad de segunda y tercera
clases tienen el carácter de indemnización para todos los efectos legales.”
Las pensiones así determinadas—a menos que otra ley les otrogue un reajuste
especial—tendrán, al igual que las demás pensiones de retiro, un reajuste automático
119
cuyo límite consiste en que no podrán superar a la remuneración del similar en
servicio activo. Así lo dispone, además, en relación con el artículo 83.
“Artículo 83.- La pensión de retiro, una vez otorgada y sin perjuicio de los
reajustes especiales que se otorguen por ley, se reajustará, automáticamente en el
100% de la variación experimentada por el costo de la vida, determinado por el
Instituto Nacional de Estadística o por el organismo que lo reemplace, entre el mes
anterior al último reajuste concedido y el mes en que dicha variación alcance o
supere el 15%. El nuevo reajuste regirá a contar del primer día del mes siguiente a
aquél en que se cumpla dicha variación.
“Estas pensiones no podrán alcanzar, con motivo de los reajustes que
corresponda otorgarles, una cantidad superior a la remuneración del similar en
servicio activo que corresponda al total de sus haberes, con igual número de años
computables, teniendo derecho a recibir por concepto de reajustes sólo aquellas
cantidades que no excedan dicho límite.
“Este límite se aumentará en un 20% para los reajustes de las pensiones por
inutilidad de segunda clase.
“Lo señalado en el inciso segundo no se aplicará a las personas que perciban
pensión de retiro por inutilidad de tercera clase.”
El artículo 82 extiende el derecho a pensión de retiro a los alumnos de las
Escuelas Institucionales que no sean personal de planta, al personal del Servicio
Militar Obligatorio y al personal de reserva llamado al servicio activo que se
inutilizare como consecuencia de un accidente en actos del servicio, y establece la
equivalencia para la determinación de su monto.
“Artículo 82.- Tendrán, asimismo, derecho a pensión de retiro los alumnos de
las Escuelas Institucionales que no son personal de planta, el personal del servicio
militar obligatorio y el personal de reserva llamado a servicio activo, que sé de
reserva llamado a servicio activo, que se inutilizaren como consecuencia de un
accidente en actos de servicio, la que será siempre de cargo fiscal y se determinará
sobre los sueldos de los siguientes empleos:
“a) Alumnos de las Escuelas Militar, Naval o de Aviación: Subtenientes:
Aspirantes a Oficiales Femeninos de Línea: Subtenientes: Aspirantes a Oficiales
Femeninos de los Servicios: Tenientes.
120
“b) Reservistas llamados al Ejército, Armada y Fuerza Aérea: los grados o
rentas de que estén en posesiónconscriptos, aprendices, grumetes: C2°: Alumnas de
la Escuela del Servicio Femenino Militar del Ejército Aspirantes a Clases: C2°.”
El artículo 84 dispone la pérdida del derecho a gozar de pensión de retiro
respecto del personal que se reincorpore al servicio en su mismo empleo o plaza,
aunque le reconoce el derecho a abonar el tiempo anterior de servicios, para su
posterior retiro. Si este personal se reintegra en otras plazas o empleos de las
Fuerzas Armadas, Carabineros de Chile o Investigaciones, tendrá derecho a que su
pensión le sea reliquidada, sólo si cumpliere con los requisitos indicados en el
Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas y en la forma allí establecida. Esta
última frase no fue considerada como norma de rango orgánico constitucional, sino
como de otro carácter. En este aspecto y por tratarse de una materia relativa a la
seguridad social, debe también estimársela de aquellas de quórum calificado.
“Artículo 84.- El personal que se reincorpore al servicio en su mismo empleo
o plaza pierde el goce de la pensión de retiro concedida, pero tiene derecho a que el
tiempo anterior de servicios le sea abonado para los efectos de su posterior retiro. El
personal que vuelva al servicio en otras plazas o empleos de las Fuerzas Armadas,
Carabineros o Policía de Investigaciones, tendrá derecho a que su pensión sea
reliquidada sólo si cumpliere los requisitos indicados en el Estatuto del Personal de
las Fuerzas Armadas y en la forma allí establecida.”
2.10.3. Pensión de Montepío.
En el párrafo 4º del Título V de la Ley Orgánica Constitucional de las
Fuerzas Armadas, que comprende los artículo 85 a 88, se regula el monto de las
pensiones de montepío, y sus normas de reajustes, que son las mismas de las
aplicables a las pensiones de retiro.
El artículo 85 dispone que la pensión de montepío inicial consistirá en 100%
de la pensión de retiro de que está en posesión o que corresponda o le pudiera
corresponder al causante.
“Artículo 85.- La pensión de montepío inicial que se otorgue en conformidad
con esta ley, consistirá en el ciento por ciento de la pensión de retiro de que está en
posesión o que corresponda o le pudiere corresponder al causante.”
El artículo 86 agrega que el montepío del personal fallecido como
consecuencia de un acto determinado del servicio consistirá en el 100% de las
remuneraciones del grado superior al correspondiente al sueldo que gozaba o habría
121
correspondido al causante, cualquiera que haya sido el tiempo servido. En ningún el
montepío será inferior al sueldo de sargento 2º.
“Artículo 86.- El montepío del personal fallecido como consecuencia de un
acto determinado del servicio, consistirá en el 100% de las remuneraciones del
grado superior al correspondiente al sueldo que gozaba o habría correspondido al
causante, cualquiera que haya sido el tiempo servido. En ningún caso el montepío
será inferior al sueldo de Sargento 2°.”
El artículo 87 dispone que el reajuste automático a que se refiere el artículo
83 se aplicará, también, a todas las pensiones de montepío.
“Artículo 87.- Lo dispuesto en los incisos primero y segundo del artículo 83
se aplicará al reajuste de todas las pensiones de montepío.”
El artículo 88, se refiere al cese del personal que fallezca en servicio activo
antes de cumplir 20 años de servicios efectivos y, por lo mismo, sin derecho a
pensión. Al respecto se dispone que él se expedirá una vez cumplidos 6 meses
contados desde el primer día del mes siguiente en que ocurra el fallecimiento. A lo
anterior, y por la vía ilustrativa, cabe agregar que el Estatuto del Personal reconoce a
dichos asignatarios el derecho a percibir la devolución del monto de los descuentos
previsionales que se le efectuaron al causante, sin intereses.
“Artículo 88.- El cese correspondiente al personal que fallezca en servicio
activo antes de cumplir 20 años de servicios efectivos y las demás condiciones que
le hubieren permitido obtener pensión de retiro se expedirá al cumplirse seis meses
contados desde el primer día del mes siguiente en que ocurra al fallecimiento.”
Sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar en relación con este párrafo relativo
al montepío, que el Tribunal Constitucional declaró contrario al texto constitucional
el artículo 89 original, esto es, del texto aprobado por la Junta de Gobierno que
disponía que “Los asignatarios de montepío, el orden y la forma en que dicho
beneficio otorgará, serán determinados en el Estatuto del Personal de las Fuerzas
Armadas”. Igual declaración hizo respecto del inciso primero del artículo 91 e inciso
primero del artículo 93, ambos del texto original aprobado por la Junta de Gobierno
y que también se refieren a los asignatarios de la pensión de montepío.
Respecto de las tres disposiciones antes indicadas el Tribunal Constitucional,
conforme al razonamiento hecho en el considerando 24 de su sentencia, considera
que la determinación de las personas que gozarán de los beneficios previsionales es
una materia básica que debe figurar en el texto de esta ley orgánica constitucional y
no en otros preceptos de una ley distinta, como es el Estatuto del Personal de las
122
Fuerzas Armadas, porque de hacerse así se estaría quebrantando el mandato del
artículo 94 de la Constitución Política.
Para superar el problema creado por la supresión del artículo 89 y de los
incisos primero de los artículos 91 y 93 del texto original del proyecto aprobado por
la Junta de Gobierno, la Ley Nº 18.967, que modificó la Ley Orgánica
Constitucional de las Fuerzas Armadas, antes citada, incorporó por la letra e) de su
artículo único, un artículo 88 bis, que regula con detalles quiénes son los
asignatarios con derecho a montepío, estableciendo órdenes de prelación y la forma
de participar de dicha pensión en caso de existir varios de ellos llamados en el
mismo grado.
2.10.4. Desahucio.
El artículo 89 de la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas
establece el derecho a percibir desahucio al personal que se retire con derecho a
pensión y determina su monto, consistente en treinta mensualidades como el límite.
“Artículo 89.- El personal que se retire con derecho a pensión percibirá una
suma global a título de desahucio, cuyo monto ascenderá a un mes de la última
remuneración sobre la cual se hubieren efectuado imposiciones al respectivo fondo
por cada año o fracción igual o superior a seis meses de servicios efectivos válidos
para este efecto, y hasta enterar treinta mensualidades.”
El artículo 90, en su inciso primero, declara que el desahucio del personal que
fallezca en servicio activo corresponderá a los asignatarios de la respectiva pensión
de montepío y se calculará sobre la base de los valores de la escala de sueldos de las
Fuerzas Armadas vigentes a la fecha en que se dicte la correspondiente resolución o
decreto de pago. Agrega, en su inciso segundo, que las sumas correspondientes a los
descuentos sobre sueldos y pensiones destinados a incrementar el Fondo de
Desahucio estarán exentas de toda clase de impuestos, incluido el de la renta.
El inciso primero del artículo 90 antes referido fue agregado por la Ley Nº
18.967 para dar cumplimiento a la observación del Tribunal Constitucional, relativa
a eliminar la referencia que se hacía en el artículo 93 inciso primero del texto
original, al Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas.
“Artículo 90.- El desahucio del personal que fallezca en servicio activo
corresponderá a los asignatarios de la respectiva pensión de montepío y se calculará
sobre la base de los valores de la escala de sueldos de las Fuerzas Armadas vigentes
a la fecha en que se dicte la correspondiente resolución o decreto de pago.
123
“Las sumas correspondientes a los descuentos sobre sueldos y pensiones
destinadas a incrementar el Fondo de Desahucio estarán exentas de toda clase de
impuestos, incluso el impuesto a la renta.”
El artículo 91 regula el derecho a gozar de un segundo desahucio al personal
que goce de pensión y que sea reincorporado o vuelto al servicio, pero sólo en
relación con los nuevos años de servicio que acredite y siempre que compruebe los
requisitos que fija el Estatuo del Personal de las Fuerzas Armadas. Esta referencia
no la consideró el Tribunal Constitucional como norma de rango orgánico
constitucional, sino como de otro carácter, la que, por tratarse de materias relativas a
la seguridad social, debe estimársela de aquellas de quórum calificado.
El personal de reserva llamado a servico activo no podrá obtener más de un
desahucio por los servicios prestados en tales condiciones.
“Artículo 91.- El personal que goce de pensión, reincorporado o vuelto al
servicio, o que se reincorpore o vuelva al servicio, en cualquier calidad o
clasificación funcionaria, podrá gozar de un segundo desahucio, pero sólo con
relación a los nuevos años de servicios que acredite, siempre que cumpla los
requisitos que fija el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas. El personal de
reserva llamado al servicio activo no podrá obtener más de un desahucio por los
servicios prestados en tales condiciones.”
El artículo 92 establece la inembargabilidad de las pensiones de retiro y de
montepío, el desahucio, las devoluciones y las indemnizaciones. Sin embargo, si se
trata de deudas que provengan de pensiones alimenticias decretadas judicialmente,
podrán embargarse hasta en un cincuenta por ciento de las mencionadas
prestaciones. Esta disposición, asimismo, por no tratarse de una norma orgánica
constitucional básica, fue declarada como de rango de ley común u ordinaria, por el
Tribunal Constitucional.
“Artículo 92.- Las pensiones de retiro y de montepío, el desahucio, las
devoluciones y las indemnizaciones serán inembargables. Sin embargo, tratándose
de deudas que provengan de pensiones alimenticias decretadas judicialmente,
podrán embargarse hasta el 50% de las prestaciones precedentemente señaladas.”
124
CONCLUSIÓN
Varios estudios recientes de organismos públicos y privados indican, una vez
más, que la lógica del sistema mundial está orientada hacia la producción, desarrollo
y compraventa del material bélico antes que a las prioridades sociales de
alimentación. A pesar de las declaraciones de los estados a favor del desarme, la
realidad es que el orden mundial continúa basándose en un “sistema de guerra” que
proporciona importantes beneficios económicos e ideológicos a los países
poderosos. De hecho, la carrera de armamentos prosigue su curso casi sin alteración,
la amenaza nuclear no ha desaparecido y el comercio de armas en el Tercer Mundo
constituye un negocio boyante mientras se provoquen conflictos bélicos a la medida
de las necesidades del complejo “industrial-militar” de los países más desarrollados.
Si bien es cierto que se ha producido una ligera reducción, más simbólica que real,
los presupuestos militares continúan llevándose la mayor parte de la riqueza
mundial.
Muchos nos preguntamos cómo remediar esta situación. “No se puede hacer
nada”, se suele contestar. Pero esta también suele ser una respuesta que interesa al
sistema establecido: “Mejor no meterse, la tarea es tan compleja que nos
corresponde a nosotros, a los capacitados, a los expertos, a los gobiernos, a las
instituciones encargadas de ello”. Se trata, en realidad, de una falsedad, porque las
instituciones, los propios gobiernos y el propio sistema mundial están formados por
individuos y dependen de ellos.
La solución, por tanto, comienza por cambiar la perspectiva según la cual
juzgamos los problemas que afecten a nuestro mundo. Si queremos hacerles frente,
hay que adoptar una visión universalista, global y no egoista ni nacional de los
intereses que a todos nos afectan y, sobre todo, no eludir la participación y de la
responsabilidad moral de uno mismo como “ciudadano” del sistema mundial.
El gasto militar en 1994 fue de 767.000 millones de dólares, de los cuales,
125.000 millones correspondieron a los países del Tercer Mundo. Dicho gasto
equivale al ingreso de casi la mitad de la población mundial.
Para ese mismo periodo, el informe de la ONU sobre el desarrollo humano
contiene datos como estos:
125
— 1.000 millones de personas carecen de asistencia médica.
— 192 millones de niños están gravemente desnutridos.
— Más de dos millones de niños mueren de enfermedades contagiosas que se
pueden prevenir.
— 900 millones de personas no saben leer ni escribir.
— 80 millones de niños no asisten a la esuela primaria.
— 1.300 millones de personas no tiene agua potable.
Hay muchos más datos igualmente escalofriantes. Y lo verdaderamente
grave, desde el punto de vista moral, es que todo ello se podría haber solucionado
con tan sólo el 16% del gasto militar.
El comercio de armamentos influye fuertemente sobre la pauta de
organización mundial. Los gobiernos, como las empresas industriales, venden
armas, y Estados Unidos y la ex Unión Soviética dominan el comercio de
armamentos en la actualidad. Varias de las principales potencias industriales
occidentales son también exportadoras de armamentos, incluyendo especialmente a
Francia y Gran Bretaña. Los países del Tercer Mundo que compran armamento a los
países industrializados suelen hacerlo al precio de poner una gran tensión sobre sus
economías. Para ello, el comercio de armas tiene consecuencias desafortunadas, se
detraen recursos económicos que podrían emplearse para otros proyectos, como la
compra de maquinaria agrícola, plantas de energía o tecnología manufacturera.
Con respecto a Chile, y cambiando radicalmente de tema, podemos decir que,
en los largos períodos de paz, el Ejército ha desempeñado múltiples misiones en
beneficio de la comunidad nacional, sin restar su preparación profesional, sino más
bien complementándola, marcando su presencia en las más variadas actividades del
quehacer ciudadano.
La extensa y amplia gama de sus múltiples tareas inciden e intervienen desde
el control de calidad aplicado a los alimentos que consumen los chilenos y el
vestuario que diariamente usan, hasta los más complejos proyectos de investigación
y programas de desarrollo, que se realizan en conjunto con organismos técnicos y
universidades, tanto públicas como privadas, instituciones nacionales y extranjeras,
gubernamentales y particulares, todas las cuales van en apoyo directo e indirecto de
la ciudadanía, de manera que no hay un sólo ciudadano de la República que no se
haya beneficiado y sentido los efectos de la labor que a través de su larga trayectoria
han realizado distintos organismos del Ejército.
De igual forma se inscriben las acciones que permanentemente efectúa el
Ejército en auxilio de la ciudadanía, en las emergencias públicas, que con carácter
de catástrofe han azotado a determinadas puntos del territorio nacional, laborando
126
junto las autoridades y diversas entidades, para apoyar a los ciudadanos más
afectados en las situaciones de emergencia que han azotado a nuestro país.
Para estos cometidos los diversos organismos profesionales y técnicos del
Ejército han entregado históricamente su aporte satisfaciendo las múltiples
necesidades ciudadanas y de adelanto general. Sin perjuicio de la acción de otras
Unidades y reparticiones del Ejército en esas tareas, se presentan en este acápite una
síntesis de organismos que han tenido relevante participación en el desarrollo
nacional.
127
BIBLIOGRAFÍA
CONCHA Cruz, Alejandro y otros.
“Historia de Chile”
Impresos Universitaria S.A.
Octava edición, julio de 1996.
CUMPLIDO Cereceda, Francisco .
“Teoría de la Constitución”
Alborada S.A.
Segunda edición, mayo de 1990.
DUVAUCHELLE Rodríguez, Mario
“Las Fuerzas Armadas y Carabineros de
Chile: su Regulación Constitucional y
Orgánica Constitucional”
Editorial Jurídica de Chile.
Primera edición, octubre de 1994.
MUJICA Bezanilla, Fernando
“Constitución Política de la República de
Chile”
Editorial Jurídica de Chile.
Séptima edición, marzo de 2000.
PINOCHET Ugarte, Augusto
“La Noble Profesión de las Armas”
http://www.ejercito.cl/noticias/frameset3.htm
Septiembre de 1991.
SANDOVAL Precht, María y otros.
“Educación Cívica”
Editorial Antártica S.A.
1997.
128
129
ANEXOS
“EL CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL”
— IDEAS GENERALES
— COMPOSICIÓN DEL CONSEJO
A) INTEGRANTES :
- PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA (PRESIDENTE DEL CONSEJO)
- PRESIDENTE DEL SENADO
- PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA
- COMANDANTE EN JEFE DEL EJÉRCITO
- COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA
- COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AÉREA
- GENERAL DIRECTOR DE CARABINEROS
- CONTRALOR GENERAL DE LA REPÚBLICA
B) MIEMBROS CON DERECHO A VOZ:
- MINISTRO DEL INTERIOR
- MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES
- MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL
- MINISTRO DE ECONOMÍA, FOMENTO Y RECONSTRUCCIÓN
- MINISTRO DE HACIENDA
C) SECRETARIO:
- JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA NACIONAL
— CONVOCATORIA DE REUNIONES
— QUÓRUM
— REGLAMENTO
130
“LAS FUERZAS ARMADAS DE ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA”
— IDEAS GENERALES
— COMPOSICIÓN
— OFICIALES Y SUBOFICIALES
A) OFICIALES GENERALES:
EJÉRCITO
TENIENTE
GENERAL
MAYOR
GENERAL
BRIGADIER
GENERAL
ARMADA
ALMIRANTE
VICEALMIRANTE
CONTRALMIRANTE
FUERZA AÉREA
CARABINEROS
GENERAL DEL
AIRE
GENERAL DE
AVIACIÓN
GENERAL DE
BRIGADA
GENERAL
DIRECTOR
GENERAL
INSPECTOR
GENERAL DE
CARABINEROS
CORONEL DE
AVIACIÓN
CORONEL DE
CARABINEROS
COMANDANTE
DE GRUPO
COMANDANTE
DE
ESCUADRILLA
TENIENTE
CORONEL
MAYOR DE
CARABINEROS
B) OFICIALES SUPERIORES:
CORONEL
CAPITÁN DE
NAVÍO
C) OFICIALES JEFES:
TENIENTE
CORONEL
MAYOR
CAPITÁN DE
FRAGATA
CAPITÁN DE
CORBETA
131
D) OFICIALES SUBALTERNOS:
EJÉRCITO
ARMADA
CAPITÁN
TENIENTE 1º
TENIENTE
SUBTENIENTE
ALFÉREZ
TENIENTE 2º
SUBTENIENTE
GUARDIAMARINA
FUERZA AÉREA
CARABINEROS
CAPITÁN DE
BANDADA
TENIENTE
SUBTENIENTE
ALFÉREZ
CAPITÁN DE
CARABINEROS
TENIENTE
SUBTENIENTE
SUBOFICIAL
MAYOR
SUBOFICIAL
SARGENTO 1º
SARGENTO 2º
CABO 1º
CABO 2º
CABO
SUBOFICIAL
MAYOR
SUBOFICIAL
SARGENTO 1º
SARGENTO 2º
CABO 1º
CABO 2º
CARABINERO
E) SUBOFICIALES:
SUBOFICIAL
MAYOR
SUBOFICIAL
SARGENTO 1º
SARGENTO 2º
CABO 1º
CABO 2º
CABO
SUBOFICIAL
MAYOR
SUBOFICIAL
SARGENTO 1º
SARGENTO 2º
CABO 1º
CABO 2º
MARINERO Y
SOLDADO
— DEPENDENCIAS
— MISIÓN
— NOMBRAMIENTOS Y ASCENSOS
- ASCENSOS
- JERARQUÍA
- GRADO
- ANTIGÜEDAD
- RANGO
— RETIRO DE SUS INTEGRANTES
- TÉRMINO DE LA CARRERA PROFESIONAL
- PENSIÓN DE RETIRO
- PENSIÓN DE MONTEPÍO
- DESAHUCIO
132
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