Fuentes históricas canarias

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CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO
“PREHISTORIA DE CANARIAS”
El término prehistoria se aplica a los extensos periodos de la
historia de la humanidad, con ausencia de testimonios escritos;
pero en determinados lugares de la Tierra, por razones específicas,
los hechos prehistóricos se confunden y se funden con los
históricos; pongamos por caso la prehistoria de los pueblos de
América del Norte, que entran en la historia en el siglo XVII de
nuestra era, durante su colonización se escribía sobre sus
costumbres y sus culturas siendo conocidas durante el tiempo que
duró la colonización, ¿los nativos vivían en la historia o en la
prehistoria, puesto que se escribía sobre ellos?.
La importancia del testimonio escrito, puede radicar en poder
conocer la cultura y valores de un pueblo, a través de éste, pero si
ese conocimiento nos llega a través de un testimonio escrito o
visual de elementos ajenos al propio pueblo, ¿podremos decir que
pertenece a la prehistoria porque desconocen la escritura?, ¿no
podríamos considerar la valoración de otra vía de comunicación
diferente a la escrita?.
El pueblo maya siempre se ha considerado prehistórico y sin
embargo tenía “memoria histórica” para narrar sus hechos con
jeroglíficos.
En el caso de nuestra prehistoria podríamos hacernos algunas
reflexiones; ya antes de las conquistas tenemos datos sobre las Islas
y sus habitantes:
-el viaje del genovés Lancellotto en 1336 y su estancia en
Lanzarote...
-el portulano de Angelino Dulcert en 1339...
-en 1341 Angiolino del Tegghia encabezará una expedición
encargada por Alfonso IV de Portugal cuyo piloto Nicolosso
da Recco nos describirá las Canarias y sus habitantes...
-en 1344 el papa Clemente VI constituyó a las Islas como
reino, bajo la soberanía de Luis de la Cerda que tomó el
título de Príncipe de la Fortuna. La teoría política de
entonces de tipo teocrático, atribuía a la Santa Sede la
autoridad suprema y capacidad de tomas de decisiones de
investiduras de poder o reino, en tierras de infieles.
-están constatadas expediciones de catalanes y mallorquines
a Canarias para su evangelización, con la constitución de un
obispado en Telde en 1352.
A esta consideración podríamos añadir otra , la producida por
la duración de las conquistas; entre la finalización de la conquista
bethencuriana de 1404 y el inicio de la conquista realenga en 1482
transcurrieron 78 años; esos años ¿las islas que se llamarán luego
realengas vivían en la prehistoria y las señoriales en la historia?
Y si tenemos en cuenta las inscripciones líbico-bereberes y
romanas encontradas, aún podríamos dudar más sobre la
terminología que usamos.
Pero en beneficio de la didáctica, evitando la complicación de
la minuciosidad, de la misma forma que dividimos la historia en
“edades“ de forma arbitraria, para poder clasificar y ordenar los
hechos históricos, también haremos uso de esa arbitrariedad, que
realmente domina todas las delimitaciones históricas cronológicas
y culturales; para clasificar la historia pasada de las islas Canarias
referidas al período de nuestro estudio.
Asociaremos el término “prehistoria de Canarias” a la etapa
anterior a las respectivas conquistas de las islas, siendo de más
larga duración en las de realengo, la bethencuriana transcurriría
entre los años 1402-1404 de nuestra era, en que se conquistarían
Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro y con la
colonización pasarían a la historia; las realengas que se
conquistarían entre 1482-1496 de nuestra era, pasarían a la historia
durante su larga conquista en este orden, Gran Canaria, La Palma y
Tenerife, quedando por tanto un período de entreconquistas, que se
conceptualizará como histórico para las islas señoriales y
prehistórico para las islas realengas.
La arbitrariedad que usamos sería obligado resaltarla, pues el
término prehistórico lo asociaremos a las islas, más por el modo de
vida cultural y social de tipo neolítico, que por la ausencia de
escritura, porque escritos sobre las islas los hubo antes y durante las
conquistas; consideración que se hace más marcada con la
“prehistoria” de las islas realengas en período de entreconquistas,
pues con unas islas señoreadas y europeizadas tan cercanas y un
contacto importante con europeos; antes de la “conquista
realenga”,
-en 1427 los portugueses intentarían tomar Gran Canaria
con Fernando de Castro ...
-en 1445 Guillen de Las Casas intentó tomar Gran Canaria...
-Diego de Herrera realizaría intercambios comerciales con
los insulares en 1464...
-Diego de Silva y su suegro Diego de Herrera en 1468
pactaron la conquista de Gran Canaria que no conseguirían
y que obligaría al portugués Silva prometer no volver a la
isla al Guanarteme...
Sería poco riguroso aceptar la terminología de ”etapa
prehistórica”, para las islas realengas, sin tener en cuenta estos
datos.
Por lo tanto, considerando las arbitrariedades, tomaríamos
para la prehistoria de Canarias desde la fecha de su posible
poblamiento hasta 1402, para las islas llamadas de señorío y la
fecha de 1482 para las islas llamadas de realengo.
La fecha de su posible poblamiento la tomaremos sobre las
últimas investigaciones realizadas en El Bebedero (Lanzarote), por
los profesores P. Atoche, J. A. Paz, Mª A. Ramírez y Mª E. Ortiz,
dándole una cronología al poblamiento sobre el siglo V antes de
Cristo.
La terminología en cuanto a pre-conquista, conquista o
post-conquista, que también se podría usar, la consideramos más
complicada al tener que clasificar dos conquistas, por lo que hemos
adaptado la terminología expuesta anteriormente.
CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO
“COLONIZACIÓN DE CANARIAS”
Primeramente entraríamos a considerar el “Medievo
europeo” en que las islas de señorío serían conquistadas por Jean
de Bethencourt y Gadifer de la Salle, y con su colonización entraría
en la historia del continente.
La noción de Edad Media hace su aparición en Italia en la
segunda mitad del siglo XV, como etapa entre la Antigüedad
clásica y el renacimiento de esa Antigüedad, la fundamentarían los
humanistas, destacando la diferencia entre el modo de escribir latín
en su época; en que se vuelve a escribir latín clásico a diferencia del
periodo anterior considerado por ellos bárbaro o medieval en que
se escribía latín en forma vulgar.
El concepto plantea límites cronológicos y el ámbito
geográfico aplicable.
Los límites cronológicos se hacen empezar con la caída del
mundo antiguo y la fragmentación política y cultural del Imperio
Romano, hacia el s. V de nuestra era y se hacen terminar hacia fines
del s. XV; con el esplendor del Renacimiento italiano, entre varias
referencias para su inicio, la del año 476 después de Cristo, fecha
de la caída del último emperador romano de Occidente, Rómulo
Augústulo, es la más aceptada en los manuales de historia.
Aunque las etapas de la Historia se hacen coincidir con
cambios importantes, en ocasiones esos cambios considerados
como tales, no lo han sido, H. Pirenne demostró con sus “trabajos
históricos” que la tradición catastrofista del mundo medieval no lo
era tanto; y que las invasiones germánicas no acabaron con lo
esencial de la cultura romana, ni la unidad mediterránea del mundo
antiguo, pero esta tesis tendrá también sus detractores.
Actualmente existe una tendencia generalizada a situar el
punto de partida de la Edad Media occidental entre fines del s. III y
del V después de Cristo; durante el proceso de crisis política del
Imperio, es un punto de vista compartido por “occidentalistas” y
“materialistas históricos”.
Al tratar de delimitar las etapas históricas de la colonización
en Canarias, hemos tratado de buscar algún elemento definidor o
distintivo y hemos propuesto la fecha de 1402 después de Cristo,
por ser el inicio de la “conquista bethencuriana” como entrada de la
Edad Media en Canarias y la distinguiremos de la conquista
realenga o “moderna” por las siguientes razones:
Consideramos que la conquista bethencuriana se realizó con
características
medievales
porque
la
ceremonia
de
“pleito-homenaje” en que se contrató fue típicamente señorial,
según las crónicas francesas de la conquista, escrita por los frailes
Bontier y Le Verrier, cuando Bethencourt rinde homenaje al rey de
España Enrique III de Castilla, buscando compensación
económica, emplea estas palabras:
“...Señor, vengo a solicitar vuestro amparo y es que os plazca
darme licencia para conquistar y reducir a la fe cristiana unas islas
que se llaman las Islas de Canarias, en donde estuve y he
empezado, y tanto que he dejado allí a algunos de mi compañía,
quienes de día me esperan; y he dejado allí a un buen caballero
llamado el señor Gadifer de la Salle...
....y el rey le dijo que estuviese con buena esperanza y que
estaba dispuesto a todo cuanto él le pedía; y recibió su homenaje y
le otorgó el señorío...
...el rey le dio licencia de hacer moneda en el país de
Canarias...”
Renovaría el pleito-homenaje con Juan II de Castilla en 1412,
estando las islas señoreadas.
Así se conquistarían y señorearían las islas de Lanzarote,
Fuerteventura, La Gomera y El Hierro; el resto aunque señoreadas
desde un punto de vista legal, no habían sido ocupadas.
Para el termino final entre “Medievo” y “Modernidad”, la
historiografía tradicional propondría una serie de cronologías
coincidentes con acontecimientos significativos en el proceso
histórico.
La fecha de 1453, conquista de Constantinopla por los turcos,
propuesta por Cristóbal Keller, fue muy significativa para tres
grandes regiones históricas, Occidente, Bizancio y el Mundo
islámico, fecha no eurocéntrica.
Otra sería 1492, año del descubrimiento de América o 1517
año de la querella luterana.
La historiografía moderna trata de unificar esa frontera en
torno al s. XV asistida del espíritu renacentista, enamorado de la
libertad, que rechazaba la estricta obediencia cristiana, con los
primeros viajes del descubrimiento y la expansión del capitalismo.
Para nuestro tema de estudio nosotros propondríamos la fecha
de 1482, diez años antes del descubrimiento de América, por la
relación que la
conquista realenga guarda con la llamada expansión atlántica que
tendría la misma; que se verificaría antes y durante el
descubrimiento de América.
Consideramos que esta periodización medieval, arbitraria,
consigue traer las etapas de la historia europea, a nuestro espacio y
a “nuestro tiempo”.
La tarea de elaborar nuestra propia historia dándole una
coherencia con la historia europea, no es motivo de satisfacción por
la forma tan lamentable en que se realizó para el pueblo aborigen
canario, razón por la cual nos cuesta tanto averiguar algunos
aspectos de su historia, pero se hace necesario afrontar los hechos
-”A las depredaciones y daños previos y paralelos a la conquista, a
la ruptura inevitable de sus cuadros sociales y culturales, se habrían
añadido una esclavización general e inmisericorde de acuerdo con
la práctica que seguían en las luchas contra el infiel islámico”.
(M.A. Ladero, 38)-con madurez histórica al tiempo que los
reivindicamos para nuestra memoria.
En el mundo occidental la Edad Media se subdivide en
periodos “alta”, “media” y “baja”; génesis de la sociedad feudal,
expansión y plenitud y crisis, respectivamente, pero no son etapas
históricas inflexibles y los historiadores de diversos países
introducen algunas fases dignas de consideración, en sus
historiografías respectivas, al igual hemos intentado hacer nosotros
para nuestra historia regional; introduciendo una Edad Media sin
tipificar, tomando al pie de la letra las palabras de M. A. Ladero:
“La formación de un concepto geográfico es siempre base para
definir realidades humanas y, por lo tanto, puede serlo de
realidades históricas más complejas”.
La Edad Moderna la hemos hecho coincidir con la conquista
realenga porque consideramos la empresa englobable en las
características típicas de la época.
-La entrada de un capitalismo comercial
vinculado a la conquista.
-El intento de los Reyes Católicos de lograr la
unidad territorial disminuyendo en lo posible el poder
de los señores, por lo que se aprovecharía la rebelión
de los lanzaroteños contra el señorío en 1476, pidiendo
la sumisión al trono para averiguar quienes eran los
auténticos señores de las islas y comprar el derecho a
conquistar Gran Canaria, La Palma y Tenerife.
-Se pretendía una expansión territorial hacia las
posesiones atlánticas en la que entraría Canarias,
provocando rivalidad con los portugueses, que
propiciarían el Tratado de Alcacovas en 1479, por el
que Portugal renunciaría a Canarias a cambio de que
los castellanos renunciasen al comercio con Guinea.
El mecanismo de financiación fueron las capitulaciones.
Rumeu de Armas las define así: “Casi todas las empresas de la
conquista ultramarina se acometieron durante el s. XV por
capitulaciones con la Corona, (que unas veces ayudaba
económicamente, y otras no, en la proyectada operación) y por
“concierto”
subsiguiente
del
titular
descubridor
o
conquistador-cuando no poseían bienes y rentas propias- con
distintos socios, mercaderes, asentistas, prestamistas, que
aportaban en su nombre o en colaboración con el titular de la
empresa, el numerario suficiente para montar la misma, a cambio
de obtener más adelante el reintegro de su dinero, con pingües
réditos o beneficios, o participar con mayores riesgos y más
hipotéticas ganancias, en el reparto de botín de guerra”.
IMPORTANCIA DE LAS CIENCIAS AUXILIARES QUE
NOS CONFIRMAN EL CONOCIMIENTO DE NUESTRAS
FUENTES
Existen una serie de ciencias que auxilian a nuestras fuentes
históricas, verificando su identidad, veracidad, localización, etc., y
que contribuyen por tanto de forma importante a la reconstrucción
de nuestra historia, durante los periodos de la prehistoria y
colonización, estos periodos participan de los mismos tipos de
fuentes, por lo que las planteamos en un único grupo, nosotros
recurrimos por igual a un objeto en un yacimiento, que a un
documento sobre la conquista para averiguar hechos de la
prehistoria por lo que las ciencias que auxilian a la arqueología, las
consideraremos por igual que a las ciencias que auxilian a las
ciencias escritas, puesto que en ambos casos tendríamos que
verificar la autenticidad de dicha fuente para conocer un mismo
periodo histórico.
Entre las ciencias auxiliares más asociadas a las fuentes que
nosotros usamos para nuestro tema de estudio, consideraríamos:
La Paleografía como ciencia de las escrituras antiguas, que
se ha ido definiendo gradualmente e independizándose de la
Diplomática, Epigrafía y Codicología, para dedicarse al estudio
exclusivo de los manuscritos; para los que se necesita un dominio
del conocimiento del latín medieval y diferentes tipos de escritura
de la época con sistema de abreviaturas, hoy en día la técnica
también ayuda a resolver problemas antes insalvables, con empleo
de microfilms, infrarrojos, ultravioletas y la informática, permiten
la lectura de manuscritos que están en muy mal estado de
conservación, aumentando o disminuyendo la intensidad de la
tinta, aislando los caracteres, etc.
La Diplomática es otra de estas ciencias que estudian las
reglas formales que se aplican a los actos escritos y documentos
asimilados; su estudio le permite al diplomático valorar los
diplomas con su correcta datación, identificando los nombres
propios que se presenten, determinando su autenticidad o falsedad,
así como la mentalidad de la época a través del examen de sus
cláusulas formularias.
La Epigrafía o ciencia de las inscripciones, es otra de
excepcional importancia para nuestra prehistoria, su trabajo no se
limita a la lectura de las mismas y restitución del texto en caso de
mutilación, sino a su explicación lingüística, filológica y a la
valoración de su contenido. La búsqueda de las inscripciones, su
limpieza y la independización de su texto, su descripción, la
preparación de sus transcripciones y calcos, eventualmente la
reproducción del monumento que las contiene, todo esto exige una
serie de conocimientos técnicos propios de esta especialidad.
La Numismática es una disciplina científica que tiene como
objeto de estudio, las piezas monetarias como instrumento de pago
y medida de valor.
La Heráldica y la Sigilografía facilitan los elementos
comparativos para el análisis de las características externas de la
moneda.
La Sigilografía es la ciencia de los sellos.
La Genealogía y la Heráldica tienen por objeto el estudio de
la afiliación de las personas y de la sucesión de las generaciones, lo
cual ha permitido en nuestra historia conocer los procesos de
asimilación de minorías aborígenes de “clases altas”, con clases
dirigentes de los conquistadores, siguiendo la evolución de
apellidos y nombres castellanizados.
La Heráldica nos ha permitido a través de escudos y sus
símbolos, conocer fauna, flora, vestidos, personajes históricos,
algún suceso, etc.
La Lingüística es una disciplina importantísima para nuestros
conocimiento del pasado, tanto para averiguar la significación de
palabras aborígenes como para distinguir las voces castellanas,
portuguesas, italianas de las auténticamente aborígenes; y por
medio de la Filología comparar las voces aborígenes, con las de
otros pueblos prehistóricos actuales o pasados, para estudiar su
posible relación.
También es muy importante la interpretación que de las
fuentes escritas medievales o modernas se haga, interpretando el
sentido exacto de la terminología que se usaba en su momento,
pues existe el riesgo de distorsionar un hecho al tratar de encontrar
una palabra actual como equivalente a otra en desuso.
También se han transcrito palabras aborígenes en diferentes
formas y con distinta significación. Por ejemplo, para Sedeño
“Guanarteme” significaba “rey” en Gran Canaria, para Marín y
Cubas significaba “hijo de Arthemi o Artamy”, y el mismo nombre
de Sedeño en su manuscrito se escribía con “c”
(Cedeño).
La Antroponímia nos asocia a la consideración del hombre o
mujer que lleva un nombre, su procedencia, características físicas,
humanas, valores que en su momento se consideraban, etc. Así
hemos podido saber características físicas de Doramas por su
nombre “ancha nariz” o Adargoma “espalda de risco”.
La Geografía es inseparable del estudio histórico de las Islas,
no solo por la adaptación que los primeros pobladores canarios
tuvieron que hacer al espacio geográfico en que se encontraron y
que pudo condicionar muchos aspectos de su cultura, sino la propia
dinámica de la conquista que se desarrolló a expensas de la
geografía insular, si el número de islas hubiera sido menor, la
duración de la conquista no se hubiera dilatado tanto, ni se hubiera
encarecido, pero el hecho de realizar entradas por barco a cada una
de ellas, fue un costo que hoy todavía los canarios asumimos y la
propia geografía insular alargaría la conquista, por las dificultades
que presentaba para los conquistadores el dominio de la lucha en
territorio volcánico.
La Toponímia es una ciencia auxiliar de la historia unida de
la mano de la Geografía, importantísima fuente de información
para nuestra prehistoria y colonización, que nos pone en contacto
por igual con un antiguo manantial de aguas que con un hecho
histórico.
La Cartografía es un supuesto metodológico que partiendo
de la Geografía ayuda de manera importante en el trabajo del
prehistoriador o historiador de Canarias, con los primeros
portulanos nos acercamos a nuestras desfiguradas Islas canarias,
apareciendo con sus nombres confusos al lado de un continente
siempre más desconocido que el europeo hasta bien entrada la Edad
Moderna .
La cultura europea será la que nos reproduzca por primera vez
en su geografía histórica. Ptolomeo en la antigüedad y Angelino
Dulcert con las insignias de Génova, debidas a Lancelotto
Malocello, en época medieval.
También con los primeros planos de los asentamientos
después de la conquista, nos acercamos a las transformaciones que
los territorios insulares van desarrollando.
NATURALEZA DE LAS FUENTES PARA EL
CONOCIMIENTO DE LA PREHISTORIA Y
COLONIZACION DE CANARIAS. SU CLASIFICACION.
¿Qué es una fuente histórica?
Para el historiador polaco S. Koscialkowsky es “cualquier
resto de la experiencia o la actividad humana en el pasado; en
otras palabras, cualquier resto de un hecho histórico que sirve
para adquirir información sobre el hecho y para reconstruirlo”.
El valor de una fuente viene dado por su autenticidad y
veracidad.
Son las fuentes las que ponen en relación al sujeto con el
objeto, si no hay fuentes, el conocimiento del pasado se hace
imposible; cuando las hay, nuestro conocimiento depende de lo
explícitas, exactas, abundantes y minuciosas que sean.
La tarea de un prehistoriador o de un historiador consistirá en
reconstruir, mediante su relato, el pasado humano, de un modo
inteligible e imparcial, a partir del estudio lo más científico posible
de las fuentes, capaces de dar a luz acerca de dicho pasado.
El hallazgo de nuevas fuentes, podrá dar lugar a una nueva
reconstrucciòn de los hechos y a un nuevo orden de los mismos en
el tiempo histórico.
Para el pasado de los aborígenes canarios, tenemos respuestas
pendientes, como:
¿cuándo llegaron?
¿usaron el metal y al llegar al medio insular lo olvidaron?
¿de qué lugares procedían?
¿hubo comunicación entre las islas alguna vez? ¿no la hubo
nunca?
¿siempre hubo algún contacto esporádico?
¿por qué no concuerda la categoría de sus discursos orales
con un tipo de cultura neolítica?
Estas y otras preguntas tratan de contestarse con la ayuda de
las fuentes que tenemos para el estudio de la Prehistoria y
Colonización de Canarias y que las podremos clasificar según su
naturaleza en:
-fuentes escritas, se nos presentan en inscripciones,
relatos, obras literarias, crónicas, censos, documentos
papales, datas, testamentos, libros de cuentas, libros de
historia, etc., se pueden presentar en diferentes soportes,
como piedra en caso de las inscripciones o papel en caso de
las crónicas, por lo que su técnica de realización puede ser
muy diferente.
-fuentes orales, que se sostienen por la tradición y son
realizadas con la memoria y las palabras de los sujetos, son de
este tipo, las leyendas, las canciones, los “dichos populares”,
la información de un topónimo, etc., (nosotros consideramos
que una grabación o un programa de T.V. son “medios” en
que se puede mostrar una fuente oral, pero no la fuente en sí).
-fuentes plásticas, que pueden tener diferentes soportes
como la piedra, la pared, la cerámica, el papel y sus técnicas
de realización habrán sido diferentes, según se trate de
grabados, pinturas, dibujos, portulanos, etc.
(Nosotros diferenciamos la fuente plástica, del medio en que
se representa la misma, ya que en algunos manuales, las cintas de
vídeos y diapositivas, se clasifican como fuentes plásticas, para
nosotros es el “medio” que podemos usar para mostrarlas, que
también se les suele llamar “medios audiovisuales”).
-fuentes arqueológicas, pueden referirse a cualquier
elemento del pasado, prehistórico o histórico, pero hasta el
momento en nuestras Islas, las fuentes arqueológicas más
valoradas e investigadas han sido las prehistóricas, pueden
ser: fragmentos de cerámica, ornamentos, cenizas, piedras
trabajadas, etc.
FUENTES ORALES
“No pueden juzgarse la oralidad y la memoria con el patrón
de lo que representan en las sociedades que utilizan la escritura
para todo lo que es importante...
...llamaremos tradición oral a todo cuanto se transmite por la
boca y la memoria...
...en cuanto este saber posea un contenido relativamente
estable y delimitado, distinto como tal y utilizado en circunstancias
determinadas, o más aún si su forma es fija, se puede hablar de
documentos, de obras y distinguirlos por géneros: relatos,
genealogías y demás listas de nombres precedentes y principios
jurídicos, fórmulas, poesías, códigos, cuentos, rituales, etc...”,
Henri Moniot (1984)
Nosotros podríamos clasificar las fuentes orales en
prehistóricas e históricas.
Serían prehistóricas, los relatos o leyendas referidas al tiempo
en que las Islas aún no habían sido conquistadas, hechos tan
significativos para los aborígenes canarios, que los mantuvieron en
su tiempo y ha llegado hasta nosotros, podríamos tener como
ejemplo de leyenda ”Gara y Jonay” y como relato “La ascensión
social de Doramas”. La leyenda a que nos referimos tuvo tanta
incidencia que aún se mantiene en el topónimo “Garajonay”, sería
positivo investigar sobre las posibilidades de que tal hecho hubiera
sido o no posible, con la incidencia que la comunicación entre islas
se hubiera llevado a cabo, ¿hubo contactos afectivos esporádicos?.
En las Islas canarias, la orografía siempre ha ido ha favor de
las fuentes orales, ha sido ella que con sus montañas y barrancos ha
atesorado palabras, dichos y costumbres de los aborígenes canarios
y episodios de las conquistas, e incluso muchas veces nuestros
pastores y campesinos han sido guías de lugares de interés
arqueológico. De muchas de estas informaciones, que llamaremos
fuentes históricas, han sido elaboradas por muchos historiadores
aspectos de nuestra prehistoria y colonización.
La memoria oral, era valorada por los propios aborígenes, de
ahí que Espinosa se quejara de haber obtenido información de
“guanches viejos” con mucho trabajo, ”porque consideraban que
decirlo era menoscabo de su nación”.
Hasta el momento presente, las fuentes orales han sido mas
apreciadas y trabajadas, en la enseñanza no universitaria que en la
universitaria y consideramos que las investigaciones se deberían de
dirigir hacia todas sus fuentes.
FUENTES PLASTICAS
La fuentes plásticas para nuestra prehistoria y colonización,
también las podríamos clasificar en dos grupos, prehistóricas, las
realizadas por los aborígenes antes de las conquistas e históricas las
realizadas durante o posteriormente a las mismas.
Las fuentes plásticas prehistóricas las formarían grabados y
pinturas (salvo las inscripciones que las consideramos fuentes
escritas).
Los grabados se caracterizan por se generalmente
geométricos, con una temática muy diferenciada entre las Islas,
espiraliformes y meandriformes en La Palma, podomorfos en
Fuerteventura, triángulos en Gran Canaria al igual que figuras
esquemáticas, etc. Las pinturas hasta ahora encontradas
únicamente en Gran Canaria, también de motivos geométricos,
triángulos, cuadrados, rombos, figuras humanas esquemáticas;
apreciamos con estos datos, unos elementos culturales muy
insulares, que parecen negados a contaminarse entre sí, pero no a
comunicarse.
Las fuentes plásticas históricas las forman cantidad de
dibujos y bocetos realizados por distintos cronistas e historiadores,
forman parte de ellas por igual un dibujo de “Le Canarien”, como
uno hecho por Torriani en época moderna, sobre un elemento de la
cultura aborigen. Los aborígenes canarios realizaron casas o
adoratorios en superficie, sus elementos constructivos eran piedra
sin argamasa, por lo que con las colonizaciones se destruirían con
facilidad, las pocas que quedaron y que fueron dibujadas, hoy no
existen, y esos terrenos han recibido diferentes usos al igual que las
propias piedras, por lo que resulta imposible averiguar algo sobre
ellos sin esa fuente de información, por lo que también tendríamos
que usarlas dándoles más valor que el que se les ha dado hasta
ahora.
FUENTES ESCRITAS ANTIGUAS
La Islas canarias han figurado en textos de griegos y romanos,
así en la Geografía de Ptolomeo, aparecerá en un mapa con seis
islas, número que se mantendrá hasta 1375. Se las llegó a
considerar formada por dos archipiélagos; las Afortunadas:
Canaria y Nivaria (Archipiélago Central) y las Gorgonas:
Fuerteventura, Lanzarote, La Graciosa y Alegranza (Archipiélago
Oriental), Ptolomeo las estimaba las tierras mas occidentales del
mundo, en la cartografía ptolemaica del siglo II de nuestra era,
aparecen las Islas en formación lineal de norte a sur, el lugar más
cercano a Europa lo ocupa Aprositos nesos y el más lejano
Ningowaria, en medio quedaban Heres, Plovalia, Kapraria y
Kanaria.
Al estar situadas más allá de las columnas de Hércules, el
tener un clima agradable y bellos paisajes, hace que en sus
descripciones se mezcle la fantasía con la realidad, resultando las
distancias y localizaciones confusas.
De entre los escritores griegos que las mencionaron en sus
obras están: Homero en el siglo IX antes de C. en la Odisea, en los
“Trabajos y los días” de Hesíodo; Píndaro las cita en la Oda II de
sus “Olímpicas”.
Herodoto en el siglo V antes de C. alude a las Islas de los
Bienaventurados en sus “Historias”.
Diodoro de Sicilia en su “Biblioteca Historia” las llama
Hespérides y las describe en el libro V de esta obra.
Salvo Hesíodo que las pluraliza, los demás hablan de una isla,
sería Estrabón quien conozca la existencia de más de una. La
primera descripción más aproximativa, la realiza Plutarco en
“Vidas paralelas”.
La mitología y la literatura griegas, también serían asimiladas
por los romanos, entre los escritores latinos que mencionan a las
Canarias como islas míticas, encontramos a Plauto en el siglo II de
nuestra era. Luego Salustio en el siglo I antes de C. en el libro I de
los Fragmentos de sus Historias. Las canta Horacio y Virgilio en el
siglo I de nuestra era, las citan Pomponio Mela y Plinio el Viejo en
sus obras “De Chorographia” e “Historia Natural”,
respectivamente.
Plinio utilizaría las fuentes de Estacio Seboso y Juba II, el
primero era un naturalista y viajero incansable, el segundo era hijo
de Juba I de Numidia, que se quitó la vida antes que ser prisionero
de Julio César, desde los cinco años fue llevado a Roma donde
recibió una esmerada educación humanista, quiso conocer las
costas del Imperio y sus recursos naturales, enviando marinos
expertos que recorrieran el Atlántico, exploran Canarias y es la
primera vez que recibirán este nombre. Juba tenía una gran
biblioteca, pero sus escritos se perdieron, hablaba latín, púnico,
griego y beréber.
Seboso y Juba dan noticias fidedignas sobre Canarias, éste
último indicaba que para llegar a las Afortunadas había que
navegar 350 millas desde las islas Purpurarias (Mogador), la
primera que menciona es Ombrios, al parecer Fuerteventura. Los
datos que no suelen ofrecer dificultades de identificación, serán
referidos a Nivaria (Tenerife), por la nieve del Teide y Canaria
(Gran Canaria) por la presencia de canarii (abundancia de pájaros o
perros).
Varios cronistas e historiadores han tratado de interpretar las
descripciones que se hacen sobre las Islas en estos escritos y
muchos de ellos las han encontrado, llenas de contradicciones y
poco veraces.
Esta geografía mítica greco-latina ha sido difícil de precisar,
por lo que los historiadores Núñez de la Peña y F. José de Sosa
asocian el nombre de Ombrion para El Hierro, mientras que para
Berthelot y Chil y Naranjo se trata de La Palma. Capraria sería para
Núñez de la Peña Lanzarote, mientras que para Osuna y el Doctor
Chil se trataría de Fuerteventura.
Para el profesor Cruz Andreotti, las fuentes mitológicas sobre
Canarias, no fueron hechas por griegos o romanos, con la finalidad
de construir el entorno geográfico, sino con la intención de buscar
relatos “escapistas” y reconstruir una zona a partir de una geografía
mítica, resulta metodológicamente inadecuado en relación al
entorno en que aparece la mención.
Pero nosotros pensamos, que, salvando las dificultades que
las descripciones nos ofrecen, las Islas fueron descritas desde un
punto de vista geográfico, así lo demuestra las recientes
excavaciones realizadas en El Bebedero (Teguise, Lanzarote), por
los profesores Atoche, Paz, Ramírez y Ortiz que han encontrado
fragmentos de cerámica, tras cuyos análisis, petrográficos,
metalográficos y de microscopía, es decir, conociendo la
composición de su arcilla y la proporción en que aparecen sus
elementos, han podido asociarla a sus lugares de origen, Túnez,
Bética e Italia, con una cronología, entre el siglo I antes de C y el
siglo III después de C.
La ausencia de elementos metálicos entre los restos
arqueológicos aborígenes, negaban la posibilidad de un comercio
entre éstos y fenicios, griegos o romanos.
Hacia 490 a. de C., mientras los griegos podían circular
libremente por el Mediterráneo, los fenicios de Cádiz y los
cartagineses lo hacían por los mares de más allá de las Columnas de
Hércules. Luego Roma, heredera de Grecia en el Mediterráneo,
intentaría romper este compromiso y sería cuando Juba II de
Mauritania descubra y explore las Canarias.
Al haberse encontrado en El Bebedero, también asociado a
los fragmentos de cerámica, elementos de bronce, cobre, hierro y
vidrio, la presencia de pueblos de la Antigüedad por nuestras
costas, resultaría probada.
Otro acontecimiento muy importante de la Antigüedad fue el
periplo de Hannón, descrito por Polibio. La flota constaba de una
expedición de 60 navíos y 30.000 hombres y mujeres, la cifra ha
sido muy discutida así como sus objetivos, la pregunta es si
pasarían por Canarias., para el profesor Casariego, la navegación
fue siempre costera y no divisaron algún archipiélago atlántico, sin
embargo el régimen N.E. del alisio y la corriente de las Canarias
obligaría a las naves a acercarse a las Islas.
Podríamos concluir este apartado considerando que durante
la Antigüedad europea, las Canarias eran conocidas y estaban
habitadas.
FUENTES ESCRITAS MEDIEVALES
Fuentes anteriores a la conquista bethencouriana.
Fuentes árabes: Los historiadores árabes medievales,
concentraron su atención en el gobernante y en su corte, y en cierta
medida en la élite urbana. Las actividades de los ciudadanos
privados, especialmente las clases humildes, sólo las mencionan
incidentalmente.
Una fuente dudosa es el relato de Ben Farrouck, lo realizó
Osuna basándose en un manuscrito encontrado en la Biblioteca de
París, pero al no ser encontrado posteriormente por otros
historiadores, se duda de su veracidad ;en él se relataba el viaje de
Ben Farrouck con 130 hombres a Canarias, su desembarco por
Gando, el encuentro amistoso que tuvo con el Guanarteme de
Gáldar y sus guayres. Berthelot sí confió en la veracidad del relato,
(999 d. C. ).
Otra fuente árabe nos la relata Viera, su autor fue El-Edrisi
llamado el Geógrafo de Nubia que hacia 1170 d. C., en su libro “El
deseo de peregrinar la tierra”, narra los hechos sobre una
expedición, que se cree partió de Lisboa y hubo de ser antes de
1147 d. C., pues saldrían de Portugal antes de que los cristianos
recuperasen aquel lugar, los moros eran depositarios de la ciencia
que había en Europa y conocían las Canarias con el nombre de
al-Yezair al-Jalidat (Islas Afortunadas), de su relato obtenemos los
siguientes datos.
“Ocho hombres emparentados entre sí, habiendo
fabricado un navío mercante..., mudaron de rumbo y
navegaron doce días hacia el Sur, hasta descubrir una
isla llena de cabras que en innumerables manadas
vagaban sin pastor... Después de haberse vuelto a
embarcar y navegando otros doce días siempre al Sur,
divisaron a corta distancia otra isla, que parecía
cultivada y adornada de habitaciones... se vieron
repentinamente rodeados de barcas, prisioneros y
conducidos con su navío a cierto pueblo... hasta tanto
que levantándose el viento Oeste, los embarcaron en una
chalupa con los ojos vendados y después de tres días de
navegación, llegaron al continente... Al llegar a tierra en
tan lastimero estado, les preguntaron la causa y ellos
respondieron que viajaban desde hacía dos meses y el
jefe exclamó: ¡Va Asfi! (¡Ah, cuánto hemos padecido!) y
desde entonces se llamó aquel puerto Asfi, que es una
rada en la costa occidental de Africa, (Safi cerca del
cabo Cantín).
La conclusión que podemos deducir del relato, es que los
habitantes de las islas, conocían perfectamente el arte de navegar y
los vientos propicios, ¿cómo asociarlo a los aborígenes canarios?
Fuentes europeas: Durante los últimos siglos de la Edad
Media española, desde fines del s. XIII al s. XV, la vitalidad
económica y cultural es constante por todo el Mediterráneo y
Europa occidental, en cuyo desarrollo tiene un papel importante la
Corona de Aragón, más que la castellana.
Entre fines del s. XII y mediados del s. XV, Barcelona fue la
ciudad más importante de España y una de las más importantes del
Mediterráneo, compitiendo con Génova y Florencia, la ciudad era
prácticamente autónoma y gozaba de un privilegio real emanado
del rey aragonés, su independencia era debida al gran poder
financiero y a su comercio exterior, los ingresos por sus impuestos
municipales, superaba a los de la corona; producía armas, hierro
forjado, productos textiles y cuero, fabricaba todo lo necesario para
el equipamiento de barcos, junto con Génova, fue entre los s. XIII y
s. XIV el mayor centro de construcción de barcos para el tráfico
con el Norte de Africa y el Oriente Próximo.
Mallorca tuvo también gran importancia por su escuela de
cartógrafos judíos, que elaboraron los portulanos, (mapas que
mostraban la forma de las costas, e indicaban las rutas entre los
puertos principales).
Dominaba también pequeños principados musulmanes de la
costa septentrional de Africa: Túnez, Bujía y Tremecén y sus
mercancías atravesaban el Sáhara y llegaban hasta el Sudán, cuyo
oro llegó a ser la base de la moneda catalana en el s. XIV.
En esta época no había una clara distinción entre comercio y
piratería.
En este ambiente, nos encontramos dos fuentes italianas de
excepcional importancia, para el conocimiento de nuestro “tema”.
La primera será el viaje de Lancellotto Malocello, para unos
historiadores, su estancia en la isla se fecha hacia 1312 y residió 20
años en ella, para otros historiadores, el viaje se realizó sobre 1336
y contó con apoyo mallorquín y catalán, su origen genovés,
quedará atestiguado en el portulano de Angelino Dulcert, en 1339,
que reproducirá de forma incompleta a las Islas, con su insignia
sobre la isla de Lanzarote. En las crónicas francesas, de la
conquista de Lanzarote, se mencionan los restos de la fortaleza en
que vivió Lancellotto.
La segunda será el fragmento de un diario de Giovanni
Bocaccio, que transcribe una carta de ciertos mercaderes
florentinos, que informaban sobre una expedición organizada por
Alfonso IV de Portugal, capitaneaba la expedición Angiolino del
Tegghia y el piloto era Nicolosso da Recco, la expedición había
salido de Lisboa en 1341, de la declaración del piloto , podemos
realizar un doble análisis, por un lado el que nos interesa para el
conocimiento de la prehistoria de los aborígenes canarios y por otro
el que nos interesa para conocer características de la época.
Respecto a la información sobre la Prehistoria de Canarias,
aporta los siguientes datos:
- Algunas islas estaban deshabitadas y otras
diferentemente pobladas, Canaria era la más poblada.
- Había hermosos árboles, aprovechaban las condiciones
climáticas porque cultivaban mejor el Norte que el Sur,
abundaban las cabras, carneros y cerdos.
- Sus vestidos eran cosidos habilidosamente, éste
diferenciaba su status social y el estado social de las
mujeres, usaban pinturas para colorear sus vestidos,
(azafrán y encarnado en Canaria y Lanzarote).
- Eran respetuosos entre ellos, obedecían y respetaban a
sus jefes, se repartían los alimentos, eran alegres y
risueños, cantaban y bailaban.
- Eran excelentes nadadores, estaban acostumbrados a
estar en un barco, (puesto que cuatro de ellos se subieron
a la nave sin permiso), no tenían embarcaciones, pero en
el relato se les posibilita la comunicación con otras islas a
nado.
- El habla era rápida y usaban diferentes lenguajes.
- Tenían casas de piedra con cubiertas de madera,
realizaban otros edificios diferentes a casas.
- Estaban acostumbrados a comerciar, lo hacían con
pieles y sebo; también lo estaban al saqueo (ya que los
marineros tuvieron que forzar las puertas de algunas
casas para apriopiarse de alimentos)
- No conocían el uso de monedas, perfumes, alhajas,
espadas o sables.
-Conocían un sistema de numeración.
Respecto a la información que obtenemos sobre la cultura
medieval europea en el momento en que se realiza la expedición,
obtenemos los siguientes datos:
- Los reyes de entonces, como Alfonso IV de Portugal,
encargaban expediciones como ésta, con un objetivo
claro, de posesionarse del territorio, por lo que llevaban
armas de guerra y caballos, pero al no tener las Islas
elementos de su interés abandonaron el objetivo.
En estas empresas se empleaban personas de
diferentes países,
florentinos, genoveses, castellanos; importaba que conociesen
el arte de
la navegación.
- Lisboa y Sevilla eran dos ciudades importantes, que
acogían a mercaderes interesados en negocios de la
navegación.
- Los marineros conocían perfectamente la localización
del Archipiélago, apreciaban el buen calado de sus
puertos para anclar y abastecerse de agua en sus calas.
- Aprecian que los aborígenes canarios eran menos
salvajes que muchos españoles.
- Nicolosso, el piloto genovés, no quiso contar otras
muchas cosas que vio.
Otras fuentes de información serán las expediciones
misionales y piráticas.
Diferentes expediciones de mallorquines y catalanes, están
constatadas con diferentes fines, políticos, de conquista o
evangélicos, promovidas por reyes o papas, que solían llevar
“lenguas” (antiguos esclavos canarios conocedores de la lengua
catalana). Los “lenguas” serían por tanto los primeros traductores
de Canarias, es posible que alguno/a hubiese escrito sobre su
pueblo, es decir, sobre la prehistoria de los aborígenes canarios,
pero hasta ahora, no contamos con algún documento que muestre
esa posibilidad.
Según el profesor Romeu de Armas ”En 1351 vivían y se
educaban en Mallorca doce aborígenes grancanarios,
conocedores del idioma catalán, instruidos en la fé de Cristo y
prestos a convertirse en apóstoles de sus propios coterráneos”.
La preocupación misionera de los papas se fraguó unos años
antes, en 1344, cuando Clemente VI constituyó a las Canarias
como reino, bajo la soberanía de Luis de La Cerda, que tomó el
título de “Príncipe de la Fortuna”, esta potestad se respaldaba por
la doctrina de la Curia Romana, según la cual, la jurisdicción de los
papas se extendía a tierras habitadas por “infieles”, por lo que los
Sumos Pontífices podían disponer del dominio político de sus
tierras, trasladándolo a determinados príncipes cristianos con el
deber ineludible de predicar la fe de Cristo, la cancillería papal
expidió bulas de recomendación para diversos reyes,
comunicándoles tal investidura y demandando licencias para
recabar de sus reinos aquellos navíos, soldados, armas y utensilios
precisos para la empresa, pero el príncipe murió antes de tomar
posesión de tal privilegio.
Al cabo de siete años se pasaría del Principado de la Fortuna
al Obispado de las Afortunadas abandonándose el intento de
conquista armada por una misión de paz, el primer obispo sería el
carmelita Fray Bernardo, la Bula de su nombramiento se expidió
en 1351.
Se conserva una fuente árabe perteneciente a Ibn Jaldún,
sobre una expedición de mallorquines a Canarias con fines
depredadores:
“Ha llegado a nuestra noticia-léese-que unos
barcos de francos pasaron por la Islas a mediados de
este siglo VIII de la Hégira, o sea, hacia 1370 y que
habiendo combatido con sus habitantes, raptaron y
cautivaron algunos de ellos parte de los cuales
vendieron más tarde en las costas del Magrib al-Aqua.
Estos cautivos vendidos(pasados al servicio del
Sultán)una vez que aprendieron la lengua árabe, dieron
noticias de sus islas...”
Según el profesor Rumeu, los árabes llamaban francos a los
hombres de la frontera superior, a los súbditos del rey de Aragón,
los mallorquines en ocasiones intercambiaban baratijas por orchilla
y ganados, en otras ocasiones organizaban razzias para cazar
esclavos, la mercancía más codiciada en el Mediterráneo.
Existen otros documentos de nombramientos de Obispos y
también dudas de sus posibles asentamientos en el Obispado de
Telde.
Cuando en 1393 la importancia de la navegación se traslada
de Aragón a Castilla, en la Crónica de su rey Enrique III escrita por
Pedro López de Ayala sobre la depredación de corsarios vascos y
andaluces nos relata...
“E los marineros salieron de la isla de Lancarote e
tomaron el Rey e la Reina de la isla, con ciento e sesenta
personas, en un lugar, e trajeron otros muchos de los
moradores de la dicha isla, e muchos cueros de cabrones
e cera e ovieron muy grand pró los que allá fueron.
E enviaron a decir al Rey lo que allí fallaron, e
cómo eran aquellas islas ligeras de conquistar. . . ”
Según el profesor Ladero con estas empresas de saqueo
finaliza la presencia catalano-mallorquina.
En torno a 1393 se sitúa la eliminación por los indígenas de
Gran Canaria, de los últimos misioneros, arrojados por la fosa de
Jinámar, aunque el motivo fundamental de la retirada de los
mallorquines, sería la crisis económica del siglo XIV, serán los
navíos portugueses y castellanos, los que ocupen estas rutas y
penetren incluso hasta el Mediterráneo.
FUENTES DE LA CONQUISTA BETHENCOURIANA
Los relatos sobre la conquista bethencouriana, llamada
también señorial, se encuentran en dos crónicas, bajo el nombre de
“Le Canarien”, una de ellas se le atribuye a Gadifer de la Salle, el
compañero de Bethencourt en la empresa, (este alegato se
publicaría casi 500 años después de la conquista, en la cual Gadifer
manifiesta que Bethencourt le engañó y que él llevó el peso de la
misma). Y la otra se le atribuye a un sobrino de Bethencourt que se
había hecho con una copia de dicho texto y mandó hacer un
manuscrito con carácter de crónica familiar ilustrada con
numerosos dibujos.
Realmente los autores de todos los relatos que se presentan
fueron los frailes que les acompañaban en la empresa, el
franciscano Pedro Bontier y el presbítero Juan Le Verrier, que
escribieron los hechos casi a diario desde que salieron de Francia,
del puerto de La Rochela, les acompañaban también dos esclavos
Alfonso e Isabel, que les servirían de intérpretes.
En las crónicas se informan de hechos ocurridos antes de la
conquista.
Crónica de Gadifer... ”Entonces reunieron gran cantidad de
cebada y la metieron en un viejo castillo que Lanceloto Maloisel
había hecho hacer mucho tiempo atrás cuando conquistó el país...
”, (en Lanzarote)
En Gran Canaria... ”Y hemos encontrado el testamento de los
frailes cristianos, a quienes mataron hace doce años, los cuales
eran trece personas porque, según dicen los canarios, habían
enviado cartas a tierras de cristianos contra ellos, los cuales
habían permanecido allí siete años...
Y de hechos ocurridos durante la conquista...
- Desavenencias entre los hombres de la tripulación.
- El buen recibimiento del rey de Lanzarote a los normandos.
- La traición de Bertín de Berneval a Gadifer y a los
aborígenes, a los que esclavizó y vendió después de
prometerles amistad. Crónica de Gadifer. “...y de allí en
adelante empezó la guerra entre ellos y nosotros, y hemos
cogido y muerto gran cantidad de ellos, y hemos cogido
mujeres y niños, y los demás están en tal condición, que se
van escondiendo por las cuevas y ninguno se atreve a
mostrarse... y nos esforzamos cuanto podemos para coger
gentes, porque esto es nuestro único consuelo de momento,
para que, si viene alguna nave de España o de otra parte,
podamos cambiar esclavos por víveres... y hemos vivido con
un poco de cebada que hemos encontrado en el país, que los
canarios habían reservado para sembrar, porque les
hacemos siempre una guerra tan fuerte, que no han podido
labrar...”
- La traición del indígena Asche al rey de Lanzarote.
- El rendimiento de pleito homenaje de Bethencourt al rey
Enrique III de Castilla.
- El pleito con Gadifer que creía tener derecho a algunas islas.
Crónica de Bethencourt. “Bethencourt al ser señor de las
Islas Canarias se pregonó por Sevilla especialmente, que
nadie podía venir a Canarias sin licencia de Bethencourt,
por lo que Gadifer se molestó al no tener parte en dicho
botín...”
- Se relatan las conquistas de Fuerteventura (que ante la
guerra que soportaron los mahoreros y la inutilidad de su
lucha se bautizarían, Guize con 42 de sus hombres y Ayoze
con 47, en enero de 1405. El Hierro (en la que el esclavo
Augerón hermano del jefe Armiche tendría un importante
papel sirviendo de intérprete) y La Gomera (cuya ocupación
fué un tanto especial, porque los gomeros fueron asimilando
la ocupación lentamente) así como los intentos infructuosos
de conquistar Gran Canaria, La Palma y Tenerife.
- También se incluye un catecismo que se pensaba enseñar a
los aborígenes canarios bautizados.
- En la Crónica de Gadifer se relata la información de un libro
de un fraile mendicante, que indicaba lugares de la costa
africana y sus gente, ellos querían usar esta información, para,
desde Canarias, conquistar estos lugares en provecho del rey
de Francia.
- También apreciamos el beneplácito de la Iglesia con estas
empresas.
- Crónica de Bethencourt. “Se presentó al papa y le entregó
las cartas que le enviaba el rey de España... También me
escribe el rey de España que habéis entrado al interior del
país de Guinea por lo menos 10 leguas y que habéis matado y
capturado sarracenos de aquel país... y lo que me pedís, que
tengàis un prelado y un obispo, vuestra razón y voluntad es
justa... Las bulas fueron hechas tales como debían hacerse y
el señor Alberto de Las Casas fue obispo de todas las islas
Canarias.”
Nosotros consideramos necesario, consultar ambas crónicas
para informarnos de cualquier aspecto que interese, pues siempre
pueden haber diferencias o hechos dudosos, así:
En el capítulo III de la Crónica de Bethencourt leemos, ”bajó
a tierra y fue preso y conducido a Sevilla”; (esto ocurrió porque los
genoveses, placentinos e ingleses los habían acusado de
saqueadores de sus naves) y lo mismo relata la Crónica de Gadifer,
con los cual nos quedamos sin saber quién fué el protagonista del
hecho.
Durante el periplo que realiza Gadifer por la islas, cuando
llega a Gran Canaria leemos: ”Desembarcó Gadifer en un puerto
entre Telde y Agüimes, vinieron cerca de 500 canarios, les trajeron
higos y sangre de drago, cambiaban por anzuelos de pesca y viejas
herramientas de hierro y agujas para coser.”
En la Crónica de Bethencourt, meciona “cuchillitos” en
lugar de herramientas de hierro y omiten “agujas para coser”.
De este periodo histórico, contamos con las crónicas de la
conquista y documentos papales.
Benedicto XIII expidió en 1403 dos bulas relacionadas con la
empresa conquistadora, en la primera concedía indulgencias y
“gracias” a los colaboradores, en la segunda autorizaba a cada uno
de los capitanes de la conquista, Bethencourt y Gadifer para
designar un sacerdote con todas sus atribuciones, excepto la de
confirmar que era de obispos, para El Rubicón.
La bula de 1404, no dejaría dudas sobre la extinción del
antiguo Obispado de Telde, al conceder a El Rubicón jurisdicción
sobre las Islas, sujetándose la Diócesis al Arzobispado de Sevilla,
al perder el carácter misional que ligaba la Diócesis de Telde a la
Curia pontificia, por el de colonizador.
Estos hechos se narrarán en las crónicas e historiografía
posterior, con Torriani, Abreu, Viera... que siempre contendrán
sus matices personales, así Darias Padrón comenta que, la
admiración que Viera sentía por “lo francés”, hizo que sus relatos
ensalzaran injustamente a Bethencourt.
FUENTES DE ENTRECONQUISTAS
En este período se combinan los documentos relativos a las
complicadas cesiones, ventas y litigios de las islas señoriales, con
los intentos portugueses de conquistar las isla que se encontraban
aún en la prehistoria, (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) y los
relatos de viajes de Azurara y Cadamosto.
Las islas de señorío serían repobladas con colonos y las
familias que ostentarán el mismo, sucediendo a Maciot, (sobrino de
Bethencourt), estarán entroncadas con la pequeña aristocracia
sevillana, los “Las Casas”, ”Peraza”, ”Herrera”, interesadas en el
negocio marítimo y en monopolizar cargos.
En 1418, a Bethencourt se le presenta un dilema con la guerra
franco-inglesa, como vasallo del rey Carlos V de Francia, no
podía ser leal al rey de Castilla aliado al soberano inglés y como
feudatario de Castilla no podía guardar fidelidad al rey de Francia,
por lo que dió poder a Maciot de Bethencourt (su sobrino) para
que donase las Islas al Conde de Niebla, vasallo del rey de Castilla,
con el aspecto de transacción falsa, con lo cual tendrían un señor
aparente que no se preocupaba del gobierno y un señor real que no
podía intervenir en la administración.
En 1420 Juan II de Castilla dona a Alfonso de Las Casas los
derechos de la islas por conquistar, con lo que Maciot y el Conde
Niebla litigaron por el señorío durante diez años, en 1430, el
Conde, tras una transacción, cede las Islas a Guillén hijo de
Alfonso de Las Casas, Maciot (que siempre señoreó Lanzarote) en
1448 llega a alquilar la Isla a los portugueses, durante dos años,
Hernán Peraza, marido de Inés de Las Casas, , temiendo por su
señorío hizo que el rey lo reconociese como único señor de las
Canarias, con lo que apresó a Maciot que sería liberado por los
portugueses, Maciot vendería sus derechos sobre la Isla a D.
Enrique el Navegante, que aunque no poseyera la legitimación del
rey de Castilla, quiso tomar la Isla, que aunque no pudo, la pirateó,
al fin, bajo la amenaza de Juan II de renovar sus pretensiones sobre
Guinea, los portugueses abandonan momentáneamente las Islas.
Años más tarde, don Enrique IV de Castilla, cedería el
derechos de conquistar Gran Canaria, Tenerife y La Palma, a unos
condes portugueses, estos vendieron los derechos al infante Don
Fernando sobrino de Don Enrique el Navegante, así en 1466 se
armó un flota al mando de Diego de Silva, que desolaron Lanzarote
y Fuerteventura y se dirigieron a Gando, el rey revocaría la
donación en 1468, pero ya habían pactado Diego de Herrera con
Diego de Silva, haciéndolo su yerno, proyectaron ambos la
conquista de Gran Canaria, en la que fueron derrotados por los
aborígenes y Diego de Silva prometió al Guanarteme de Gáldar no
volver jamás a la Isla, después que el Guanarteme le hubo
perdonado la vida y conducido por la hoy famosa Cuesta de Silva
ayudándole a embarcar.
Los portugueses realizarán otro intento durante la conquista
de Gran Canaria.
Los señores de las islas, ante su incapacidad para ocupar las
islas que estaban sin conquistar, cederían a los Reyes Católicos en
1477, el derecho de conquista.
Será en 1479 con el Tratado de Alcacovas, cuando los
portugueses renuncien definitivamente a las Canarias, a cambio de
que los castellanos lo hicieran con el comercio con Guinea.
Podríamos concluir este apartado de las fuentes medievales,
constatando que a través de su estudio, podemos averiguar la
ausencia de derechos que tenían los aborígenes canarios al igual
que las poblaciones africanas, en una sociedad que valoraba la
religión cristiana al punto de considerar a los no cristianos, seres
inferiores, considerando con normalidad la esclavitud de los
mismos, también podemos constatar, que la posición geográfica de
las Canarias, era codiciada por los países que querían extender sus
dominios (Francia, Castilla y Portugal) hacia Africa.
FUENTES ESCRITAS MODERNAS
De la conquista y colonización castellana.
La islas llamadas de realengo se conquistarán durante el
reinado de los Reyes Católicos, en el último tercio del siglo XV,
hacia el año 1470 una importante fuente de ingresos había perdido
su importancia anterior, el oro sudanés, que llegaba a través de los
tributos del reino de Granada, por lo que resulta fácil de entender el
interés que los Reyes tendrían en las Canarias como puente hacia
Africa, las conquistas de estas Islas se efectuarían entre los años
1478 y 1496, por lo que paralelamente se desarrollarían la guerra
de Granada, entre los años 1481 y 1491 (en la que hubo un ejército
de 30000 hombres adiestrados en la destrucción de cultivos,
muchos de los cuales desarrollarían esa técnica en las conquistas de
las islas realengas) y el descubrimiento de América, por lo que se
suele decir que la conquista de Canarias sirvió de “campo de
experimentación” de lo que sería la conquista de los territorios
americanos.
Desde que se inició la conquista realenga, se realizaron una
serie de documentos que forman parte de las fuentes de
información de la misma, como los contratos llamados
“capitulaciones”, entre los socios que se comprometían a aportar
dinero para la conquista a cambio de determinados beneficios...
“del quinto de esclavos, e cuero, sebo, armazón, presas,
rescates y demás cosas que puedan corresponder a la
Corona de Castilla”
La concesión de bulas papales, por la que se recaudaba
dinero para la empresa al considerarla evangélica, a cambio de
obtener indulgencias los fieles comprometidos con las mismas,
disposiciones, ordenanzas, etc., y las llamadas “crónicas de la
Conquista”.
Estas crónicas, al igual que las referidas anteriormente de la
conquista señorial, aportan una información etnohistórica e
histórica, es decir, por una lado nos informan de aspectos referidos
a la cultura y economía de los aborígenes canarios y por otro lado
nos informan de aspectos históricos, referidos propiamente a
hechos de la conquista, como la mentalidad y relaciones entre los
conquistadores, las diferentes batallas llevadas a cabo en las
diferentes islas con los personajes de uno y otro bando y aspectos
de la colonización, esto es, la forma en que los conquistadores
fueron ocupando los territorios insulares.
Celso M. de Guzmán distingue dos círculos entre las
crónicas realizadas, las redactadas en la Península, u “oficiales” por
ser de encargo regio, a las que pertenecen: Palencia (1481), Valera
(1488), Bernáldez (1513), López de Gómara (1552) y Zurita
(1552) y las redactadas en las Islas: Matritense (1526), Ovetense
(1639), Lacunense (1666), Sedeño (1640) y Escudero (1639); las
tres primeras llamadas así por encontrarse respectivamente en esas
ciudades, Madrid, Oviedo y La Laguna, a las dos últimas, Morales
Padrón las llama “relaciones”, incluyendo entre los cronistas
insulares a López de Ulloa (1646).
El hecho de que las informaciones dadas por los cronistas
sean en ocasiones contradictorias o se omitan en algunos, datos que
otros realzan y valoran, ha dado lugar a investigaciones para saber
cual ha sido la “crónica madre”, es decir la original, de la que los
demás cronistas han realizado copias.
Morales Padrón, en la Introducción de su obra
“Canarias:Crónicas de su Conquista” nos informa” ...Por el
momento la copia “Ovetense” es la que más se acerca al primitivo
original. Copia como también se observa en las otras a la que se le
han hecho unos añadidos posteriores y finales. La “Lacunense” es
una copia tardía del siglo XVII. La “Matritense es un extracto
realizado a mediados del siglo XVI.Las relaciones de Sedeño y
Gómez Escudero son recreaciones del siglo XVII; son
ampliaciones de la crónica madre con notables amplificaciones y
aportaciones.”
El investigador se valió para estas deducciones,
especialmente en el contenido de las escrituras, así, cuando el
cronista se expresa en primera persona y leemos”yo lo he visto”,
(refiriéndose a la puerta de madera que guardaba la entrada de la
cueva del rey guanarteme de Gáldar), se da por sentado que ha sido
testigo presencial del hecho, al contrario que otros cronistas, que
omiten esa expresión.
Nosotros pensamos que la veracidad de los hechos, no
siempre está ligada a la presencialidad de los mismos, pues la
subjetividad siempre puede estar presente en el cronista, e incluso
la falsedad de sus palabras, por el contrario una copia de un
manuscrito, puede contener unos datos añadidos, que aunque sean
de segunda o tercera mano pueden ser veraces, por lo que
consideramos que cualquier asunto de las mismas, debería ser
consultado a través de todas las crónicas posibles, para que
nuestros alumnos no universitarios puedan realizar sus análisis con
más aportes informativos.
¿De qué aspectos podremos informarnos a través del
contenido de las crónicas?
Podremos
averiguar
las
divisiones
administrativas de las Islas en su prehistoria, así
como las características de su organización social
imperfecta.
“Ovetense”, cap.XXII, (Gran Canaria)
“...Y de ellos se supo sus trajes, costumbres y usos,
principalmente de cómo aquella isla estaba dividida en
dos partes y era de dos señores y reyes llamados los
Guanartemes , que era lo mismo que decir reyes, el uno
tenía la población del lugar de Gáldar, y Agaete con
otros lugares adyacentes y el otro tenía el lugar de Telde
y Agüimes con otras estancias comarcanas.Estos tenían
en cada lugar jueces que administraban justicia y
mandaban azotar y ahorcar al que lo merecía y para el
efecto tenían verdugos que acudían a todo lo que se les
mandaba, los cuales no podían tocar los alimentos de
otros y había entre ellos nobles y villanos...”
Que los aborígenes canarios tenían asumido
los
conceptos
de
:amistad,
religión,
autoridad, gobierno y número.
“Escudero”, cap.XX (Tenerife)
“...El rey le dijo al lengua ”Decid al capitán mayor
que me diga su intención en la venida a estas tierras” le
respondió que a ser amigos o perecerían todos
y que venía a pedir tres cosas:
la primera paz
la segunda que recibiese la ley de gracia
la tercera obediencia al Rey de España
Las dos primeras oyeron de buena gana la tercera los
hizo bravear y jurar por el antiguo mirlado Gran Tinerfe
que primero morirían mil veces...”
Constatamos cómo la conquista plantea
contradicciones a los propios aborígenes, que
reflexionan con profundidad.
Sedeño, cap.XIV.Cuando el aborigen canario Maninidra
interviene en la conquista de Tenerife.
“Antes de acometer estaba Maninidra temblándole
el cuerpo, le dijo el adelantado, ¿cómo que le afeaba la
acción de temblar?
Respondió:”las carnes son las que tiemblan porque
sienten a donde las ha de meter el corazón”.
Conocemos que los aborígenes canarios
tenían guerras entre ellos y las armas que
usaban.
Ovetense, cap.XV,
“...se sabe que hacían guerras, que había habido
entre ellos, el rey Guanarteme de Telde con el de Gáldar,
donde se sabe que uno de ellos puso en guerra campo
contra el otro 10000 hombres de guerra...”
Escudero, cap.XVI,
“...y fue marchando hacia la ciudad que hoy
se dice San Cristóbal de La Laguna donde esperaban los
guanches muy armados con dardos, piedras y montantes
de palo de acebuche y sabina, que partían a un hombre y
a un caballo...”
Sabemos sobre sus técnicas de momificación.
Crónica de Ulloa, cap.XXII.
“El modo de sus entierros era extraordinario:en
muriendo uno no lo enterraban debajo de tierra, sino le
abrían por un costado y le sacaban las tripas y las partes
que reciben corrupción, y luego todos aquellos huecos y
vacíos los llenaban de manteca y volvían a coser muy
sútilmente las partes abiertas, y de esta manera en pie
los entraban en unas cuevas que tenían para este efecto y
allí les tapaban la puerta y se secaban y mirlaban los
cuerpos y aseguro que el año 1644 vi traer un cuerpo de
aquellos entero, sin faltarle ninguna parte del seso,
habiendo pasado de la conquista hasta este tiempo 204
años, que parece cosa que admira y de esta forma hay
mucha infinidad de cuerpos el día de hoy.La gente noble
no se enterraba con la villana, sino que cada especie de
esta tenía su lugar señalado, el noble se enterraba con
las insignias de tal y el noble también”.
Localizaremos
batallas.
lugares
geográficos
Crónica de Ulloa, cap.XXIII.
“...Hasta que se hicieron fuertes en un cerro que
hoy llaman La Matanza, y hechos en él fuertes cada día
por momentos les venía socorro de la tierra adentro,
tanto que llegó a haber para cada uno de los españoles
más de 20 guanches...
...y aquel día el dicho don, Alonso de Lugo hizo
consejo con los demás caballeros conquistadores que le
ayudaban y acompañaban en aquella conquista...
...y aunque hubo muchos pareceres que se
retirasen y embarcasen porque sería temeridad querer
vencer con tan poca gente tanta muchedumbre de
guanches”.
y
Captamos la mentalidad de la época en el
alabo a los conquistadores.
Crónica de Bernáldez, cap.CXXXII.
“Alonso de Lugo, caballero de Sevilla, de noble
generación, hombre pacífico de buena condición y sana
conciencia, agudo y de buen corazón e ingenio,
cuidadoso de ganar honra y servir a Dios y a Sus Altezas
en conquistar las gentes bárbaras e idólatras,
ignorantes y enemigas de la fe católica:este fue un
capitán, con Pedro de Vera el Gobernador , en ganar la
isla de Gran Canaria.
...demandó al rey y la reina la conquista de la isla
de La Palma...
...y conquistola el año MCCCCXCIII, ...
...y obtuvo de las cabalgadas y despojos 1200
ánimas, varones, mujeres, chicos y grandes y 20000
cabezas de ganado cabruno y ovejuno...”
Podemos conocer diferentes aspectos de las
colonizaciones señorial y realenga, así como la
crueldad de los colonizadores.
Ovetense, cap.XXII.
...en especial que premiase a todos los
conquistadores que la habían ganado en particular a los
caballeros nobles que habían servido , sin sueldo, con
sus personas , armas, caballos y peones... Sus altezas lo
consideraron todo y dieron su cédula y provisión real al
gobernador Vera para que hiciese los repartimientos
conforme a la calidad y servicios de ellos...
...y se plantaron por toda la isla muchísimos
cañaverales, que luego comenzaron a dar infinito azúcar
muy bueno...
Ovetense, cap.XXIV.
“Estando el Señor Hernán Peraza en su isla de La
Gomera con su esposa Beatriz de Bobadilla...
...habían cuatro bandos que se nombraban unos
los de Anaga, otros los de Arone, otros los de Pala y
otros los de Amulaga, y todos se juntaban en sus fiestas y
regocijos y se ayudaban en pendencias.
De estos dos bandos últimos era la hermosa
Yballa, de la cual se aficionó el señor de la isla Hernán
Peraza...
...sintiéndose afrentados de los demás bandos
trataron de vengarse...
...ellos le esperaron y aguardaron una noche que
entrase y que estuviese con ella y al salir le mataron...
...y así acordó enviar una carta al gobernador de
Canarias Pedro de Vera en la cual se hacía saber que
sus vasallos le habían muerto a su marido...
...comenzó el dicho Gobernadosr Vera con la
señora Bobadilla a hacer pesquisas...y hallaron que los
matadores eran de los bandos de Pala y Amulaga...
...los mandó cercar con su gente y los tomaron y
prendieron a fuerza de armas con muerte de muchos de
ellos, los cuales fueron traídos y sentenciados a muerte,
todos de quince años para arriba...
...y a unos arrastraban y descuartizaban después
de muertos se les cortaban los pies y las manos y a otros
vivos se las cortaban y a otros ahorcaban y a otros los
ataban de pies y manos y con pesgas en los pescuezos los
echaban al mar y a los que no llegaban a quince, Vera
cargó un navío y los llevó a vender por esclavos
aprovechándose del dinero para gastos de la guerra.
Como algún gomero de ellos que en Canaria
estaba, habían aconsejado a los de La Gomera, llegado
a Canaria los hizo prender, a unos ahorcó, a otros echó
a la mar con pesgas en la garganta, a todos los culpables
castigó, ninguno escapó de sus manos”.
Con la colonización de las islas realengas, se sustiruiría en
Canarias la economía de tipo neolítico, basada en agricultura,
ganadería y recolección, por otra de mercado, incorporándose
nuevas técnicas y capitales, creándose instituciones que marcarán
la pauta de la nueva gobernación que se impondría en las islas.
Los indígenas de clases altas recibieron mejor trato,
entroncaron con familias de los conquistadores, recibieron buenas
tierras, muchos de ellos siguieron con sus actividades pastoriles, la
asimilación se hizo difícil para algunos que se mantenían en la
condición de “alzados”, con el convencimiento de que las tierras y
ganados eran de sus abuelos, por lo que fueron perseguidos por las
instituciones colonizadoras y también ayudados por los aborígenes
integrados.
A través de los Cabildos, Audiencias y Ayuntamientos por
un lado y el Obispado y Tribunal de la Inquisición por otro,
acabarían sujetándose y transformándose los territorios insulares y
la antigua población.
La política hacendística de los Reyes, fue favorable al
poblamiento, al contrario que en las islas señoriales, en la que el
privilegio de los señores pervivirían hasta las Cortes de Cádiz, en
que son abolidos los señoríos.
La estructura colonial de las islas se hará notar en el
comercio, importador de manufacturas y exportador de productos
naturales.
A partir de las crónicas, durante los siglos XVI y XVII se
realizará una historiografía en la que se aportan más datos
documentales o de procedencia oral sobre los aborígenes que, en
ocasiones, no se contiene en las crónicas; Estos historiadores serán:
Abreu (1602), Espinosa (1594), Torriani (1592), Sosa (1678) y
Marín y Cubas (1657), su consulta se hace muy necesaria
especialmente para las islas de Tenerife y La Palma, ya que las
crónicas no aportan tantos detalles sobre la vida de los aborígenes y
su respectivas conquistas como con la isla de Gran Canaria.
Y en los siglos XVIII y XIX la historiografia se engrosará con
Castillo (1737), Viera (1773), Chil y Naranjo (1876) y Millares
(1893).
Para el conocimiento de las conquistas y colonizaciones tanto
de las islas señoriales como realengas, contamos con historiadores
actuales como Aznar, Lobo, Ladero, Morales Padrón y Morales
Lezcano.
HISTORIOGRAFIA
Entre las fuentes escritas para el conocimiento de la
Prehistoria y Colonización de Canarias, contamos con libros de
Historia, en muchos casos, el objetivo de sus autores, no fue
directamente realizar una Historia sobre el pasado de Canarias,
pero por diversos motivos, religiosos, profesionales o personales,
tuvieron acceso al conocimientos de diversos aspectos de nuestro
pasado y sintieron la necesidad de elaborar sus respectivas
Historias, que han contribuido al conocimiento de nuestro tema de
estudio.
De Leonardo Torriani, tenemos su obra escrita en 1592
“Descripción de las Islas Canarias”, este italiano, ingeniero de
Felipe II, fue enviado a las Islas para estudiar sus sistemas
defensivos, por lo que dejó, una colección de mapas, esquemas,
planos y dibujos, que suponen un trabajo histórico.
En su informe sobre los antiguos pobladores de Canarias,
describe pervivencias de los antiguos canarios, (alguna muy
interesante sobre el uso de la navegación en el capítulo XXXIV) y
sobre las colonizaciones.
Fray Alonso de Espinosa, era un fraile dominico, natural de
Alcalá de Henares, muy influenciado por la obra de Fray Bartolomé
de Las Casas, defensor de los indígenas americanos, llevó a cabo
una investigación sobre la historia y milagros de la Virgen de
Candelaria, e indagando como se había desarrollado dicho culto en
la Isla, recopiló datos para su Prehistoria y Colonización de
Tenerife”, que se publicarían en su obra titulada ”Historia de
Nuestra Señora de la Candelaria”, aunque obtuvo información de
archivos, su principal fuente, según él mismo expresa, la obtuvo de
“guanches viejos”.
“Esto es lo que de las costumbres de los naturales, he podido
con mucha dificultad y trabajo acaudalar y entender; porque son
tan cortos y encogidos los guanches viejos que, si las saben no las
quieren decir, pensando que divulgarlas es menoscabo de su
nación”.
Su obra se encuentra dividida en cuatro partes, la primera
dedicada al estudio del marco geográfico e histórico de los
“antiguos” de Tenerife. Una segunda parte la dedica a las
apariciones de la Virgen de la Candelaria. La tercera parte la dedica
a la narración de la conquista de la Isla ( en el capítulo primero, se
queja de la poca atención que Torriani prestó a la Isla en su
Historia, con las muchas cosas que había que decir de ella).
Su personalidad nos resulta un tanto contradictoria, pues
mientras escribe:
“...Cosa averiguada es, por derecho divino y humano, que la
guerra que los españoles hicieron, así a los naturales de éstas islas
como a los indios en las occidentales regiones, fue injusta, sin
tener razón alguna de bien en que estribar; porque ni ellos poseían
tierras de cristianos, ni salían de sus límites y términos, a infestar
ni molestar las ajenas. Pues decir que les traía el Evangelio
había de ser con predicación y amonestación, y no con tambor y
bandera...”
Su intransigencia religiosa llevaría al capitán Hernando de
Velasco ante el Tribunal de la Inquisición en 1590, con sus
acusaciones por blasfemo.
Fray Juan de Abreu Galindo, era un franciscano andaluz,
que anduvo por todas las Islas, e indagó con los más ancianos sobre
los antiguos, para elaborar su obra: ”Historia de la conquista de
las siete islas de Canaria”, publicada en 1602, en cuya narración se
capta un cariño muy especial por Gran Canaria, su obra sería una
primera síntesis de Canarias, un siglo después de la conquista.
Antonio de Viana, era natural de La Laguna, realizó su obra
”Antigüedades de las islas Afortunadas de la Gran Canaria,
conquista de Tenerife y aparición de la Santa Imagen de
Candelaria”, en verso suelto y octava rima, se publicó en Sevilla
en 1604.
Fray José de Sosa era franciscano, su obra “Topografía de la
isla Afortunada Gran Canaria, cabeza del Partido de toda la
Provincia.” Se publicaría en 1678, esta obra la hizo su autor en
contestación a la realizada por Núñez de la Peña, en cuya historia se
dedicaría casi en exclusiva a Tenerife, así Sosa haría lo propio con
Gran Canaria en la suya.
Marín y Cubas nacido en Telde y aunque médico de
profesión siempre tuvo inclinación por los estudios históricos,
escribió su Historia de Canarias entre 1678 y 1690. En su Historia,
nos narra como novedoso, la existencia de un “Gineceo”, seminario
de doncellas, hijas de nobles, que de toda la Isla venían allí para
aprender como escuela, y al parecer la causa de matar los canarios a
los mallorquines y faltar al comercio, fue el que les codiciaban las
hembras para robarlas.
Nos preguntamos sobre el significado de “faltar al comercio”,
¿es que los aborígenes grancanarios comerciaban con los
mallorquines, antes de que las Islas fueran conquistadas?
(1342-1352?).
Viera y Clavijo realizaría su obra en la segunda mitad del
siglo XVIII, era natural de Tenerife (Realejo Alto), aunque recibió
formación tomista, se inclinó hacia la razón y la crítica,
aficionándose a la lectura del P. Feijoo, a su carácter ilustrado se le
suma una preocupación pedagógica que le impulsa a difundir sus
ideas.
Su vida transcurrió entre Las Palmas, La Laguna y Madrid
por diversos motivos laborales y culturales, también viajó por
Europa, donde recopilaba libros y documentos para sus obras.
Sus últimos veinte años transcurrieron en Las Palmas donde
se le había concedido la canonjía del Arcedianato de Fuerteventura
en la catedral de Las Palmas, (donde reposan sus restos
actualmente), padeció varias denuncias de la Inquisición, escribió
obras dedicadas a los jóvenes, su obra monumental fue el
“Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias”
publicado en 1799; por lo que además de tener un lugar muy
especial en nuestra historia, los tiene en nuestro “Jardín Canario”.
Fue poeta, químico, naturalista, historiador, pedagogo,
moralista, periodista y traductor.
La excelente calidad de su obra de “Historia de Canarias”, la
hace insustituible para el conocimiento del tema que nos ocupa.
Viera fue el primer historiador que aceptó con autoridad la obra de
Abreu.
Para la profesora Yolanda Arencibia , es la personalidad más
importante de la Ilustración canaria.
Según su hermana, cuando estaba próxima su muerte,
mostraba indiferencia por las cosas del mundo, ”menos por sus
compañeros los libros, que no los apartó de sus manos, sino para
postrarse a morir”.
Millares Torres, perteneciente a la segunda mitad del siglo
XIX, fue casi tan polifacético como Viera, al igual que éste también
se inclinó por la historia y la docencia, por lo que elaboró su
“Historia general de las islas Canarias”, al igual que Viera,
valoraba la instrucción como medio del progreso de los pueblos
LA ARQUEOLOGIA PREHISTORICA
Sabino Berthelot era natural de Francia al igual que Verneau,
ambos ocupan un lugar destacado entre las personalidades
históricas de nuestras Islas, ambos se preocuparon de averiguar
aspectos relacionados con los antiguos habitantes de las Islas
canarias.
Berthelot vino a Canarias al ser nombrado cónsul en 1848 y
durante su estancia realizó su labor investigadora, la obra más
consultada por él en sus trabajos arqueológicos fue “Compendio de
Historia de Canarias“ de Manuel de Osuna escrita en 1844.
Berthelot da por válido el controvertido texto de Ben Farrouck,
sobre un posible viaje de éste árabe a Canarias que llega a dialogar
con el Guanarteme de Gáldar, hacia el 999 de nuestra era, pero al
no encontrarse posteriormente el manuscrito en que Osuna se
informó, otros historiadores lo consideran falso.
Según el profesor Martínez de Guzmán su principal mérito
descansa en incluir a los aborígenes canarios en el contexto
bereber-norteafricano.
Su libro “Antigüedades canarias”, editado un año antes de su
muerte, tiene un contenido que se puede considerar claramente
arqueológico.
VERNEAU vino a Canarias en misión científica, becado por
el Ministerio de Instrucción Pública francés por dos años, pero
aunque tiene una primera estancia en el Archipiélago entre 1876 y
1878 en la que Diego Ripoche, le sirve de gran ayuda facilitándole
documentación, vuelve en una segunda estancia entre 1884 y 1887
ya iniciado el Museo Canario con lo que el ambiente científico es
más propicio para su labor.
Su obra “Cinco años de estancia en las Islas canarias”, consta
de XXV capítulos, los cinco primeros de valor etnográfico y
arqueológico dedicados a los antiguos canarios, presenta 42
figuras, 4 grabados y mapas. El campo específico que le interesó
fue el de la antropología física.
SOCIEDADES CIENTIFICAS.
Entre los años 1860 y 1870 se crearon en Gran Canaria,
Tenerife y La Palma, ”sociedades” promovidas por intelectuales,
con el objetivo de recopilar restos de los aborígenes canarios, para
conocer mejor su modo de vida.
En 1877 se funda en Tenerife el Gabinete Científico, con una
sección de Antropología y Arqueología prehistórica de Canarias.
Su responsable sería Bethencourt Alfonso, que mantuvo contactos
con Berthelot y Verneau y recopiló gran numero de piezas de
arqueología.
Su obra “Historia del Pueblo Guanche” realizada en 1912 ha
sido editada recientemente al ser rechazada tradicionalmente por la
historiografia canaria, por su línea de trabajo basada en la tradición
oral.
Critica a Viera y Clavijo por el “Invento de la crucifixión del
pueblo guanche” porque según él, ”Los caracteres físicos y
fisiológicos de los guanches pueden estudiarse en la actual
población rural mejor que en los cronistas...”.
Nosotros pensamos que ambos pudieron tener razón, porque
la lucha planteada en las islas fue diferente, la conquista fue más
dura y sangrienta para los aborígenes en Gran Canaria, mientras
que en Tenerife antes de la conquista ya habían “bandos de paces”,
que facilitarían la misma y por tanto la pervivencia mayor de sus
aborígenes en sus menceyatos, a diferencia que de Gran Canaria
donde se presentaron batallas hasta el fin de la conquista, su
exterminio sería mayor y la represión posterior también,
considerando además que muchos aborígenes canarios fueron a la
conquista de Tenerife y allí quedaron tras el reparto de tierras
posterior a la misma, como el caso de Realejo Alto y Bajo, por estas
razones pensamos que la supervivencia tuvo más facilidades en
Tenerife, también las pervivencias serían mayores en la Gomera
que en Fuerteventura, por la forma en que se desarrollaron los
hechos de la conquista.
En 1879 se funda en Las Palmas la sociedad “El Museo
Canario” cuyo director fue Dr. Gregorio Chil y Naranjo que
rompió con los prejuicios de los isleños que consideraban la
historia de Canarias pobre y marginal y consideraban la historia de
las Islas a partir de la conquista castellana.
Fue autor de una obra documental “Estudios históricos
climatológicos y patológicos de las Islas Canarias”.
En Sta. Cruz de la Palma se crearía en 1881 La Sociedad La
Cosmológica con objeto de fundar un museo de la historia natural y
etnográfico para el estudio del material científico
La gestión comenzó 1887 y no llegó más que a realizar un
acopio de piezas arqueológicas y antropológicas.
La contrapartida negativa de este primer período de nuestra
arqueología canaria fue que salieron al extranjero piezas
arqueológicas y restos antropológicos, produciéndose en ocasiones
expolios con el daño irreparable para la reconstrucción de aspectos
del pasado aborigen.
HOOTON en 1925 publicaría su tesis doctoral en Harvard
“The Ancient Inhabitant of the Canary Islands” (Los antiguos
habitantes de las islas canarias) basados en estudios de
antropología, biología y análisis de la cultura general, fue
reconocido como un trabajo documental, de erudición combinando
antropología física, etnohistórica, lingüística y arqueología.
Influenciado por las ideas difusionistas de la época y sobre las
bases de sus evidencias disponibles postulaba 4 inmigraciones
hacia las Islas Canarias que originaron su poblamiento.
Estas 4 oleadas serían: la 1ª de individuos de procedencia
mediterránea con atribución de domesticación de la cabra y de la
oveja, con un nivel industrial precerámico y desconocedor de la
agricultura, procederían del área meridional de Marruecos,
sobreviviría relativamente sin mezclas en El Hierro; la 2ª serían
conocedores de la cerámica y de la agricultura, se inscribirían en el
Neolítico Pleno asegurando su presencia en Tenerife, Gran Canaria
y La Gomera. Introducirían el cultivo de la cebada y serían
portadores de distintas creencias en torno al “culto al perro”,
procediendo del Atlas y el anti-Atlas, con un idioma semejante al
beréber; la 3ª desde Marruecos y Argelia de talla elevada a los que
se les atribuye las practicas de trepanación, alcanzaría a todas las
islas menos a El Hierro. Para Hooton, éstos eran una mezcla de
braquicéfalos con los de larga cabeza, negroides mediterráneos que
fundidos formaron la cultura guanche; y la 4ª afectaría más al
archipiélago oriental, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria,
sería el tipo que Verneau identificaba como “semita”,
mediterráneo, dolicocéfalo, de cerámica refinada con pintaderas,
estructuras arquitecturales y al parecer responsables de la
superioridad cultural de Gran Canaria, con linaje de línea
femenina.
Para el profesor C.M. de Guzmán fue la 1ª obra concebida
con criterio arqueológico y cultural y en muchos aspectos no ha
sido superada por la bibliografía posterior.
WOLFELL. El aporte más valioso del profesor austríaco lo
constituye la obra lingüística “Monumenta Linguae Canariae”,
publicada en 1965; entre los años 1920 y 1930, investigó en el
Archivo Vaticano, con el objetivo de averiguar las supervivencias
indígenas, con documentos que refutaban o contradecían la leyenda
negra en Canarias y afirmó que la misma era una elocuente mentira,
como se podía probar por los procesos sobre libertad de los
canarios hechos esclavos contra todo derecho...
A nosotros nos parece una ingenuidad tal aseveración, porque
el propio contenido de los documentos nos mueven a pensar en la
necesidad de su emisión por la demanda de los mismos.
También consideramos que en las crónicas e historiografías
hay suficientes datos aportados que contradicen su opinión.
La esclavitud existía en al Península en el siglo XV, era uno
de los negocios más lucrativos de entonces, por ello a pesar de la
protección teórica de la corona castellana, se vivió un coto de caza
humano.
Hay documentos transcritos por el doctor Serra, que
corroboran el visto bueno de las autoridades a la venta de esclavos
aborígenes canarios, al ser éstos condenados por herejes.
Pero la labor de Wölfell en torno al estudio de la lengua
aborigen canaria, junto a Marcy y Alvarez Delgado es indiscutible.
SERRA. El profesor Serra , natural de Menorca, vino a La
Laguna como catedrático de Historia de España en 1926, realizaría
una importante tarea de investigación junto con el rumano
Cioranescu, editando “Le Canarien”, las crónicas de la conquista
franco-normanda; la mayor parte de sus investigaciones las centró
en los viajes de mallorquines y catalanes a Canarias antes de las
conquistas normanda y castellanas.
LAS COMISARIAS DE EXCAVACIONES
En 1940 se crearían en las Islas, Comisarías de Excavaciones
con el propósito de organizar las excavaciones arqueológicas y
recopilar sus materiales; se nombró al profesor Serra como
comisario de zona, a cuya influencia se uniría Martínez
Santaolalla quien dirigiría personalmente algunas campañas, e
inculcó un método y un objetivo y ordenar las evidencias
materiales según esquemas tipológicos, para distribuirlos
cronológicamente y otorgarle a la prehistoria canaria una visión
secuencial.
Sebastián Jiménez Sánchez como responsable de la
provincia de Las Palmas, desarrolló una intensa labor de
prospección. Luis Diego Cuscoy intentó reconstruir la vida del
guanche en relación con su “medio”, enfocándolo a través de la
etnología comparada.
El aborigen canario era un pastor que se comportó de forma
similar al cabrero canario, a través de la línea de comportamiento
de uno y otro, combinando métodos empíricos e intuitivos,
reconstruye su estrategia de investigación; siempre se interesó más
por el mundo funerario y colaboró estrechamente con la
investigadora I. Schwidetzky.
Los arqueólogos actuales no han juzgado positivas las
actuaciones de dichos comisarios, por considerar que la falta de
especialización les llevó al deterioro de algunos yacimientos.
ETAPA ACTUAL DE LA ARQUEOLOGIA CANARIA
La Arqueología interpreta los elementos del pasado que son
su objeto de estudio, estos elementos son “las fuentes
arqueológicas”, formando parte de ellas los restos encontrados en
excavaciones de forma prioritaria, pero también restos
constructivos como: túmulos, almogarenes, huecos naturales o
fosas de los barrancos para almacenar agua, cazoletas, silos,
concheros, canteras, etc.
Los arqueólogos actuales consideran que la Arqueología está
totalmente ligada a la conducta de los individuos, ello es, que
cualquier objeto de estudio tendrá que ser más explicativo que
descriptivo.
Esta ciencia está altamente tecnificada, ya que muchos de sus
restos son analizados de forma específica por un personal muy
especializado, razón por la que las Ciencias Naturales y
Físico-Químicas se asocian a la Arqueología para completar el
estudio e interpretación de sus elementos de análisis, también la
informática presta sus servicios a la Arqueología, auxiliándola en
la realización de calcos de grabados de gran precisión, en la
elaboración de datos estadísticos, etc.
Otras ciencias afines a la Arqueología son: la Geología, que
nos permite conocer los cambios o alteraciones que la corteza
terrestre ha experimentado, por agentes externos o internos, por
ello sabemos que algunos yacimientos aborígenes han sido
sepultados por erupciones volcánicas, por otro lado, la lava nos
sirve para fechar elementos del pasado asociado a la misma; la
Paleontología que estudia los seres orgánicos que se hallan fósiles,
es decir petrificados en las capas terrestres; la Etnografía cuya
ciencia tiene por objeto el estudio de la descripción de las
diferentes razas humanas; la Etnología estudia los diferentes
pueblos o razas, su loscalización, manifestaciones culturales, pero
no se limita a describir como la Etnografía, sino que recoge los
materiales que aporta, los estudia y relaciona desde un punto de
vista científico, es decir estudia comparativamente los pueblos y las
culturas y siempre ha estado ligada a la Lingüística y a la
Antropología.
Para los profesores Tejera y Antón; Berthelot se adelantaría
casi un siglo en utilizar esta línea de trabajo, preferida por los
investigadores actuales de la prehistoria de Canarias, comparando
elementos culturales del pueblo aborigen canario con pueblos
beréberes africanos, actuales o del pasado.
Estas comparaciones son tentadoras, pero arriesgadas, pues
culturas alejadas en el espacio y en el tiempo, con medios
biológicos diferentes, difícilmente pueden ser comparables con
rigor, puede haber desfase entre la cultura material y la espiritual de
una sociedad.
Nosotros consideramos, que en el pueblo aborigen canario,
existía un desfase entre la cultura espiritual (superior) y la
material (inferior), al contrario que en nuestra cultura actual, en la
que la espiritual es inferior y la material es de una superioridad
galopante.
Si en un futuro se intentara comparar los restos materiales de
nuestra cultura, (ordenadores, cohetes espaciales, teléfonos, etc.),
con otra hipotética de restos materiales similares, no lo podríamos
hacer con rigor, porque esa otra cultura, podría haberse
desarrollado espiritualmente en forma superior a la nuestra, o tal
vez muy inferior.
Al no desarrollarse en los pueblos la cultura material paralela
a la espiritual, por múltiples condicionantes, nos parece que ese
método comparativo puede en ocasiones no ser riguroso, lo cual no
implica que pensemos que sea una línea de investigación
desechable, sino que se ha de plantear con mucha rigurosidad y no
“alegremente”.
La Cronología es otra ciencia que tiene por objeto determinar
el orden y fecha de los sucesos históricos, puede ser absoluta,
cuando medimos la cantidad de C14 existente en cualquier materia
orgánica, ya sea hueso, madera, etc., que al morir ha ido
desprendiendo ese isótopo radiactivo, al medir esa “pérdida” se
obtiene la “antigüedad” del elemento y relativa, cuando se datan
unos hechos relacionándolos con otros, así los elementos
encontrados en una misma capa o estrato, de una excavación, que
no haya sufrido alteración, tendrán todos la misma antigüedad.
En Canarias, debido a las reutilizaciones que han sufrido los
asentamientos aborígenes, el método no siempre resulta útil,
porque los materiales a veces se han contaminado con filtraciones
de materias orgánicas, produciéndose a veces mayor antigüedad
para restos de superficie que para otros situados en mayor
profundidad, en una estratigrafía sin alterar; o fechas de antigüedad
diferentes para elementos encontrados en un mismo estrato.
La termoluminiscencia es otro método de datación apropiado
para piezas de cerámicas, o líticas que sufrieron combustión, ya que
el mismo consiste en medir las radiaciones del elemento que se
liberan en forma de luz al calentarse. También es un método muy
apropiado para restos de cerámica, el magnetismo, porque la arcilla
retiene magnetismo remanente y da testimonio del campo
magnético en la época y lugar en que se enfrió, el campo magnético
varía de año en año y de siglo en siglo, pudiéndose reconstruir la
curva de sus variaciones, partiendo de la cerámica de época
conocida y como estamos en la “era de la electrónica”, también se
utilizan métodos muy sofisticados para analizar las cerámicas, con
microscopios que son capaces de aumentar en gran medida los
elementos que componen las arcillas y la proporcionalidad en que
estos elementos se mezclan, pudiendo así relacionarlos con otros
fragmentos lejanos en el espacio y en el tiempo, estableciendo las
relaciones oportunas.
La excavación es la tarea fundamental del arqueólogo y en su
desarrollo se efectúan varias fases.
La primera es la prospección, que consiste en valorar la
configuración ecológica del lugar, para reconstruir la zona en torno
a los recursos potenciales del momento, teniéndose en cuenta:
acuíferos, vegetación, canteras de piedras, situación al sol o a la
umbría, etc.
Cuando en los años 60, se creó en la Universidad de La
Laguna, el Departamento de Arqueología, Prehistoria y Etnología,
el profesor Pellicer, trazó varios objetivos a cumplir. Entre ellos el
de realizar prospecciones de los yacimientos conocidos por
bibliografía, así como prospectar zonas desconocidas hasta aquel
momento y la realización de la “Carta arqueológica del
Archipiélago Canario”, que sería una representación objetiva de los
yacimientos, dicha labor se sigue realizando por los profesores de
Prehistoria de ambas universidades canarias.
En la excavación propiamente dicha se levanta el terreno en
forma planimétrica y según el tipo de terreno se elige un método de
trabajo, por áreas o cuadrículas, se organiza en torno a dos ejes
principales, perpendiculares entre sí. Todos los hallazgos se
registran en torno a un eje de ordenadas, otro de abscisas y la
referencia a la profundidad.
La ubicación tridimensional permite tener idea exacta de la
aparición de los objetos y su relación entre sí y las capas
estratigráficas.
La estratigrafía es la base del trabajo, se van excavando las
capas hasta llegar a la más inferior, virgen, la tarea fundamental
será identificar cada estrato con sus materiales y atribuirles una
cronología.
Las investigaciones llevadas a cabo en este sentido, por los
profesores J. F. Navarro y E. Martín, plantearon para La Palma,
un poblamiento en dos horizontes.
HORIZONTE A. Con una cronología sobre el primer milenio
a.C., con una procedencia del N.O. de Marruecos.
Los asentamientos se efectuarían por el este y nordeste
palmeros. Con actividades de recolección, cerámica tosca y
grabados con ideogramas geométricos.
A través de los restos cerámicos se han constatado tres fases,
quiere decir, que las características de unos mismos restos
cerámicos asociados a los restos del mismo estrato, hacen suponer
que las actividades de estos pobladores evolucionaron, en una
primera fase recolectaban productos marinos y terrestres y
practicaban la agricultura, en una segunda fase, asociado a la
elaboración de cerámica de metopas (espacios libres, alternados
con acanaladuras verticales), actividades ganaderas y una tercera
fase asociadas a ideogramas geométricos (esto es, que expresaban
sus ideas a través de signos geométricos).
HORIZONTE B. Con una cronología semejante a la del
anterior horizonte, primer milenio a. C., pero a continuación del
mismo, caracterizado por: diferentes estilos cerámicos e
incremento poblacional, que tal vez pudo dar lugar a la distribución
en “capitanías” prehistóricas que conocemos.
En Gran Canaria, C.M. de Guzmán, a través de su
investigación propuso tres horizontes culturales (pendientes de
definir su relación temporal).
HORIZONTE ARCAICO. De gentes cromañoides, hábitat en
cuevas, momificación e industria lítica.
HORIZONTE FORMATIVO. Formado por la “cultura de la
Cueva Pintada”, de gentes mediterranoides, con hábitat en cuevas
artificiales, decoradas con pinturas, cerámica ídolos y pintaderas y
la “cultura de los túmulos” con poblados y enterramientos en
superficie.
HORIZONTE EPIGONAL. Se relega hacia el interior de la
Isla al grupo arcaico afianzándose una estructura protourbana en la
costa.
Consideramos que estos dos ejemplos son suficientes para
constatar los “universos culturales” que se desarrollaron en las
Islas, podremos deducir que existía una diferenciación importante
entre ellas, pero que tal vez la hubo en el interior de cada una.
La última fase es la de Laboratorio, después de seleccionar
los elementos relevantes, que se envían a analizar a laboratorios
específicos, en esta fase los materiales se lavan, siglan, y restauran,
se realiza una síntesis de la historia del yacimiento y se puede hacer
la fase cultural de una región, mediante la comparación de sus
resultados con los obtenidos en otros yacimientos de la misma área
geográfica.
Como dice el profesor Pellicer, se hace necesario un “número
suficiente de yacimientos”, con estratigrafía en cada isla, para
realizar un estudio de estratigrafía comparada, para averiguar la
sucesión de culturas en cada isla y sus respectivas cronologías, es
decir, consideramos que el número de excavaciones realizadas
hasta el momento, no forman un número relevante, para obtener
conclusiones para cada isla y posteriormente para la región,
tomando como referencia la numerosa población aborigen.
PROCEDENCIA Y CRONOLOGIA.
Para los profesores Del Arco, J. Gómez y J.F. Navarro, las
poblaciones aborígenes del Archipiélago se enmarcan en dos tipos
humanos diferentes, que a su vez se combinan en otras variantes;
los tipos son: cromañoide y mediterranoide, el primero con cráneo
mesocéfalo (intermedio entre el braquicéfalo, de cráneo redondo y
dolicocéfalo de cráneo alargado) y en menor proporción
dolicocéfalo, de cara ancha y baja, órbitas rectangulares más
anchas que altas, pómulos pronunciados y estatura en torno a 1’65
m., con frecuencia de ojos, cabellos y piel claros, emparentado con
el hombre Mechta-Afalou y Mechta-El-Arbí o cromañoide
norteafricano, donde está presente desde el epipaleolítico
iberomauritano.
Y el segundo, el mediterranoide, de cráneo dolicocéfalo, cara
proporcionada, larga y estrecha, pómulos menos proporcionados,
labios gruesos y piel, ojos y cabellos oscuros, de estatura elevada,
1’70 m., su origen está en el protomediterráneo norteafricano,
hombre epipaleolítico capsiense que va imponiéndose
progresivamente hasta en el neolítico, superan al mechtoide
persistiendo hasta la actualidad con mestizaje entre los beréberes
actuales.
Este problema entropológico de los primitivos pobladores del
Archipiélago canario, ha interesado vivamente a muchos
investigadores como: Verneau, Hooton, Fischer, Falkenburger,
Camps, Balout, Tarradell, Schwidetzky, Fusté...
Un argumento que ha usado el profesor Pellicer para
demostrar el tardío poblamiento del Archipiélago fue, que según el
profesor francés Balout:
- Las etnias prehistóricas del Sáhara y del Magreb,
practicaban la avulsión dental (extirpación total de un diente),
desapareciendo esta práctica en tiempos protohistóricos.
- En los enterramientos se posicionaban los cadáveres
decúbito lateral flexionado, abandonando esta práctica
tardíamente.
- El abandono de la domesticación del buey por estas etnias
en el siglo V a. C., (los aborígenes canarios no utilizaban este
animal).
- La presencia en estas etnias de una industria lítica
especializada.
Como entre los aborígenes canarios estas prácticas culturales
no se efectuaban, se hacía depender de estos factores la fecha de
poblamiento, pero al hallarse en las Islas un ritual semejante
(decúbito lateral flexionado), y otros de cremación y algunas
prácticas de avulsiones dentarias, así como la presencia de una
industria lítica en todas las Islas, se hacen necesarios nuevos
planteamientos, (aunque la ausencia del rojo funerario en las
tumbas, práctica muy usual en esas etnias, y la ausencia de la
misma entre los aborígenes canarios, a pesar de contar con el
material necesario para su elaboración, sigue siendo una
incógnita).
También para el profesor Pellicer, los grabados en laberinto,
círculos, espirales, etc., de La Palma, El Hierro, Gran Canaria y
Lanzarote que han sido relacionados con el bronce atlántico de
Portugal, Galicia, Bretaña, I.Británicas y Escandinavia por Santa
Olalla y su escuela, para el profesor Pellicer proceden del Sáhara y
Marruecos protohistórico, abandonando la idea del bronce
atlántico, los sitúa en el grupo líbico bereber, con cronología entre
200 a.C. hasta 700 d. C.
Nosotros pensamos que el prehistoriador procesa las fuentes
según su teoría y así sus seguidores.
Para Balout, “el doble origen africano que es el más
probable, no elimina totalmente un posible papel de la Península
Ibérica, comprobado, por otra parte, por la Arqueología”.
Consideramos que las influencias atlánticas y mediterráneas
deberían ser más consideradas en las investigaciones.
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