CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO “PREHISTORIA DE CANARIAS” El término prehistoria se aplica a los extensos periodos de la historia de la humanidad, con ausencia de testimonios escritos; pero en determinados lugares de la Tierra, por razones específicas, los hechos prehistóricos se confunden y se funden con los históricos; pongamos por caso la prehistoria de los pueblos de América del Norte, que entran en la historia en el siglo XVII de nuestra era, durante su colonización se escribía sobre sus costumbres y sus culturas siendo conocidas durante el tiempo que duró la colonización, ¿los nativos vivían en la historia o en la prehistoria, puesto que se escribía sobre ellos?. La importancia del testimonio escrito, puede radicar en poder conocer la cultura y valores de un pueblo, a través de éste, pero si ese conocimiento nos llega a través de un testimonio escrito o visual de elementos ajenos al propio pueblo, ¿podremos decir que pertenece a la prehistoria porque desconocen la escritura?, ¿no podríamos considerar la valoración de otra vía de comunicación diferente a la escrita?. El pueblo maya siempre se ha considerado prehistórico y sin embargo tenía “memoria histórica” para narrar sus hechos con jeroglíficos. En el caso de nuestra prehistoria podríamos hacernos algunas reflexiones; ya antes de las conquistas tenemos datos sobre las Islas y sus habitantes: -el viaje del genovés Lancellotto en 1336 y su estancia en Lanzarote... -el portulano de Angelino Dulcert en 1339... -en 1341 Angiolino del Tegghia encabezará una expedición encargada por Alfonso IV de Portugal cuyo piloto Nicolosso da Recco nos describirá las Canarias y sus habitantes... -en 1344 el papa Clemente VI constituyó a las Islas como reino, bajo la soberanía de Luis de la Cerda que tomó el título de Príncipe de la Fortuna. La teoría política de entonces de tipo teocrático, atribuía a la Santa Sede la autoridad suprema y capacidad de tomas de decisiones de investiduras de poder o reino, en tierras de infieles. -están constatadas expediciones de catalanes y mallorquines a Canarias para su evangelización, con la constitución de un obispado en Telde en 1352. A esta consideración podríamos añadir otra , la producida por la duración de las conquistas; entre la finalización de la conquista bethencuriana de 1404 y el inicio de la conquista realenga en 1482 transcurrieron 78 años; esos años ¿las islas que se llamarán luego realengas vivían en la prehistoria y las señoriales en la historia? Y si tenemos en cuenta las inscripciones líbico-bereberes y romanas encontradas, aún podríamos dudar más sobre la terminología que usamos. Pero en beneficio de la didáctica, evitando la complicación de la minuciosidad, de la misma forma que dividimos la historia en “edades“ de forma arbitraria, para poder clasificar y ordenar los hechos históricos, también haremos uso de esa arbitrariedad, que realmente domina todas las delimitaciones históricas cronológicas y culturales; para clasificar la historia pasada de las islas Canarias referidas al período de nuestro estudio. Asociaremos el término “prehistoria de Canarias” a la etapa anterior a las respectivas conquistas de las islas, siendo de más larga duración en las de realengo, la bethencuriana transcurriría entre los años 1402-1404 de nuestra era, en que se conquistarían Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro y con la colonización pasarían a la historia; las realengas que se conquistarían entre 1482-1496 de nuestra era, pasarían a la historia durante su larga conquista en este orden, Gran Canaria, La Palma y Tenerife, quedando por tanto un período de entreconquistas, que se conceptualizará como histórico para las islas señoriales y prehistórico para las islas realengas. La arbitrariedad que usamos sería obligado resaltarla, pues el término prehistórico lo asociaremos a las islas, más por el modo de vida cultural y social de tipo neolítico, que por la ausencia de escritura, porque escritos sobre las islas los hubo antes y durante las conquistas; consideración que se hace más marcada con la “prehistoria” de las islas realengas en período de entreconquistas, pues con unas islas señoreadas y europeizadas tan cercanas y un contacto importante con europeos; antes de la “conquista realenga”, -en 1427 los portugueses intentarían tomar Gran Canaria con Fernando de Castro ... -en 1445 Guillen de Las Casas intentó tomar Gran Canaria... -Diego de Herrera realizaría intercambios comerciales con los insulares en 1464... -Diego de Silva y su suegro Diego de Herrera en 1468 pactaron la conquista de Gran Canaria que no conseguirían y que obligaría al portugués Silva prometer no volver a la isla al Guanarteme... Sería poco riguroso aceptar la terminología de ”etapa prehistórica”, para las islas realengas, sin tener en cuenta estos datos. Por lo tanto, considerando las arbitrariedades, tomaríamos para la prehistoria de Canarias desde la fecha de su posible poblamiento hasta 1402, para las islas llamadas de señorío y la fecha de 1482 para las islas llamadas de realengo. La fecha de su posible poblamiento la tomaremos sobre las últimas investigaciones realizadas en El Bebedero (Lanzarote), por los profesores P. Atoche, J. A. Paz, Mª A. Ramírez y Mª E. Ortiz, dándole una cronología al poblamiento sobre el siglo V antes de Cristo. La terminología en cuanto a pre-conquista, conquista o post-conquista, que también se podría usar, la consideramos más complicada al tener que clasificar dos conquistas, por lo que hemos adaptado la terminología expuesta anteriormente. CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO “COLONIZACIÓN DE CANARIAS” Primeramente entraríamos a considerar el “Medievo europeo” en que las islas de señorío serían conquistadas por Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, y con su colonización entraría en la historia del continente. La noción de Edad Media hace su aparición en Italia en la segunda mitad del siglo XV, como etapa entre la Antigüedad clásica y el renacimiento de esa Antigüedad, la fundamentarían los humanistas, destacando la diferencia entre el modo de escribir latín en su época; en que se vuelve a escribir latín clásico a diferencia del periodo anterior considerado por ellos bárbaro o medieval en que se escribía latín en forma vulgar. El concepto plantea límites cronológicos y el ámbito geográfico aplicable. Los límites cronológicos se hacen empezar con la caída del mundo antiguo y la fragmentación política y cultural del Imperio Romano, hacia el s. V de nuestra era y se hacen terminar hacia fines del s. XV; con el esplendor del Renacimiento italiano, entre varias referencias para su inicio, la del año 476 después de Cristo, fecha de la caída del último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, es la más aceptada en los manuales de historia. Aunque las etapas de la Historia se hacen coincidir con cambios importantes, en ocasiones esos cambios considerados como tales, no lo han sido, H. Pirenne demostró con sus “trabajos históricos” que la tradición catastrofista del mundo medieval no lo era tanto; y que las invasiones germánicas no acabaron con lo esencial de la cultura romana, ni la unidad mediterránea del mundo antiguo, pero esta tesis tendrá también sus detractores. Actualmente existe una tendencia generalizada a situar el punto de partida de la Edad Media occidental entre fines del s. III y del V después de Cristo; durante el proceso de crisis política del Imperio, es un punto de vista compartido por “occidentalistas” y “materialistas históricos”. Al tratar de delimitar las etapas históricas de la colonización en Canarias, hemos tratado de buscar algún elemento definidor o distintivo y hemos propuesto la fecha de 1402 después de Cristo, por ser el inicio de la “conquista bethencuriana” como entrada de la Edad Media en Canarias y la distinguiremos de la conquista realenga o “moderna” por las siguientes razones: Consideramos que la conquista bethencuriana se realizó con características medievales porque la ceremonia de “pleito-homenaje” en que se contrató fue típicamente señorial, según las crónicas francesas de la conquista, escrita por los frailes Bontier y Le Verrier, cuando Bethencourt rinde homenaje al rey de España Enrique III de Castilla, buscando compensación económica, emplea estas palabras: “...Señor, vengo a solicitar vuestro amparo y es que os plazca darme licencia para conquistar y reducir a la fe cristiana unas islas que se llaman las Islas de Canarias, en donde estuve y he empezado, y tanto que he dejado allí a algunos de mi compañía, quienes de día me esperan; y he dejado allí a un buen caballero llamado el señor Gadifer de la Salle... ....y el rey le dijo que estuviese con buena esperanza y que estaba dispuesto a todo cuanto él le pedía; y recibió su homenaje y le otorgó el señorío... ...el rey le dio licencia de hacer moneda en el país de Canarias...” Renovaría el pleito-homenaje con Juan II de Castilla en 1412, estando las islas señoreadas. Así se conquistarían y señorearían las islas de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro; el resto aunque señoreadas desde un punto de vista legal, no habían sido ocupadas. Para el termino final entre “Medievo” y “Modernidad”, la historiografía tradicional propondría una serie de cronologías coincidentes con acontecimientos significativos en el proceso histórico. La fecha de 1453, conquista de Constantinopla por los turcos, propuesta por Cristóbal Keller, fue muy significativa para tres grandes regiones históricas, Occidente, Bizancio y el Mundo islámico, fecha no eurocéntrica. Otra sería 1492, año del descubrimiento de América o 1517 año de la querella luterana. La historiografía moderna trata de unificar esa frontera en torno al s. XV asistida del espíritu renacentista, enamorado de la libertad, que rechazaba la estricta obediencia cristiana, con los primeros viajes del descubrimiento y la expansión del capitalismo. Para nuestro tema de estudio nosotros propondríamos la fecha de 1482, diez años antes del descubrimiento de América, por la relación que la conquista realenga guarda con la llamada expansión atlántica que tendría la misma; que se verificaría antes y durante el descubrimiento de América. Consideramos que esta periodización medieval, arbitraria, consigue traer las etapas de la historia europea, a nuestro espacio y a “nuestro tiempo”. La tarea de elaborar nuestra propia historia dándole una coherencia con la historia europea, no es motivo de satisfacción por la forma tan lamentable en que se realizó para el pueblo aborigen canario, razón por la cual nos cuesta tanto averiguar algunos aspectos de su historia, pero se hace necesario afrontar los hechos -”A las depredaciones y daños previos y paralelos a la conquista, a la ruptura inevitable de sus cuadros sociales y culturales, se habrían añadido una esclavización general e inmisericorde de acuerdo con la práctica que seguían en las luchas contra el infiel islámico”. (M.A. Ladero, 38)-con madurez histórica al tiempo que los reivindicamos para nuestra memoria. En el mundo occidental la Edad Media se subdivide en periodos “alta”, “media” y “baja”; génesis de la sociedad feudal, expansión y plenitud y crisis, respectivamente, pero no son etapas históricas inflexibles y los historiadores de diversos países introducen algunas fases dignas de consideración, en sus historiografías respectivas, al igual hemos intentado hacer nosotros para nuestra historia regional; introduciendo una Edad Media sin tipificar, tomando al pie de la letra las palabras de M. A. Ladero: “La formación de un concepto geográfico es siempre base para definir realidades humanas y, por lo tanto, puede serlo de realidades históricas más complejas”. La Edad Moderna la hemos hecho coincidir con la conquista realenga porque consideramos la empresa englobable en las características típicas de la época. -La entrada de un capitalismo comercial vinculado a la conquista. -El intento de los Reyes Católicos de lograr la unidad territorial disminuyendo en lo posible el poder de los señores, por lo que se aprovecharía la rebelión de los lanzaroteños contra el señorío en 1476, pidiendo la sumisión al trono para averiguar quienes eran los auténticos señores de las islas y comprar el derecho a conquistar Gran Canaria, La Palma y Tenerife. -Se pretendía una expansión territorial hacia las posesiones atlánticas en la que entraría Canarias, provocando rivalidad con los portugueses, que propiciarían el Tratado de Alcacovas en 1479, por el que Portugal renunciaría a Canarias a cambio de que los castellanos renunciasen al comercio con Guinea. El mecanismo de financiación fueron las capitulaciones. Rumeu de Armas las define así: “Casi todas las empresas de la conquista ultramarina se acometieron durante el s. XV por capitulaciones con la Corona, (que unas veces ayudaba económicamente, y otras no, en la proyectada operación) y por “concierto” subsiguiente del titular descubridor o conquistador-cuando no poseían bienes y rentas propias- con distintos socios, mercaderes, asentistas, prestamistas, que aportaban en su nombre o en colaboración con el titular de la empresa, el numerario suficiente para montar la misma, a cambio de obtener más adelante el reintegro de su dinero, con pingües réditos o beneficios, o participar con mayores riesgos y más hipotéticas ganancias, en el reparto de botín de guerra”. IMPORTANCIA DE LAS CIENCIAS AUXILIARES QUE NOS CONFIRMAN EL CONOCIMIENTO DE NUESTRAS FUENTES Existen una serie de ciencias que auxilian a nuestras fuentes históricas, verificando su identidad, veracidad, localización, etc., y que contribuyen por tanto de forma importante a la reconstrucción de nuestra historia, durante los periodos de la prehistoria y colonización, estos periodos participan de los mismos tipos de fuentes, por lo que las planteamos en un único grupo, nosotros recurrimos por igual a un objeto en un yacimiento, que a un documento sobre la conquista para averiguar hechos de la prehistoria por lo que las ciencias que auxilian a la arqueología, las consideraremos por igual que a las ciencias que auxilian a las ciencias escritas, puesto que en ambos casos tendríamos que verificar la autenticidad de dicha fuente para conocer un mismo periodo histórico. Entre las ciencias auxiliares más asociadas a las fuentes que nosotros usamos para nuestro tema de estudio, consideraríamos: La Paleografía como ciencia de las escrituras antiguas, que se ha ido definiendo gradualmente e independizándose de la Diplomática, Epigrafía y Codicología, para dedicarse al estudio exclusivo de los manuscritos; para los que se necesita un dominio del conocimiento del latín medieval y diferentes tipos de escritura de la época con sistema de abreviaturas, hoy en día la técnica también ayuda a resolver problemas antes insalvables, con empleo de microfilms, infrarrojos, ultravioletas y la informática, permiten la lectura de manuscritos que están en muy mal estado de conservación, aumentando o disminuyendo la intensidad de la tinta, aislando los caracteres, etc. La Diplomática es otra de estas ciencias que estudian las reglas formales que se aplican a los actos escritos y documentos asimilados; su estudio le permite al diplomático valorar los diplomas con su correcta datación, identificando los nombres propios que se presenten, determinando su autenticidad o falsedad, así como la mentalidad de la época a través del examen de sus cláusulas formularias. La Epigrafía o ciencia de las inscripciones, es otra de excepcional importancia para nuestra prehistoria, su trabajo no se limita a la lectura de las mismas y restitución del texto en caso de mutilación, sino a su explicación lingüística, filológica y a la valoración de su contenido. La búsqueda de las inscripciones, su limpieza y la independización de su texto, su descripción, la preparación de sus transcripciones y calcos, eventualmente la reproducción del monumento que las contiene, todo esto exige una serie de conocimientos técnicos propios de esta especialidad. La Numismática es una disciplina científica que tiene como objeto de estudio, las piezas monetarias como instrumento de pago y medida de valor. La Heráldica y la Sigilografía facilitan los elementos comparativos para el análisis de las características externas de la moneda. La Sigilografía es la ciencia de los sellos. La Genealogía y la Heráldica tienen por objeto el estudio de la afiliación de las personas y de la sucesión de las generaciones, lo cual ha permitido en nuestra historia conocer los procesos de asimilación de minorías aborígenes de “clases altas”, con clases dirigentes de los conquistadores, siguiendo la evolución de apellidos y nombres castellanizados. La Heráldica nos ha permitido a través de escudos y sus símbolos, conocer fauna, flora, vestidos, personajes históricos, algún suceso, etc. La Lingüística es una disciplina importantísima para nuestros conocimiento del pasado, tanto para averiguar la significación de palabras aborígenes como para distinguir las voces castellanas, portuguesas, italianas de las auténticamente aborígenes; y por medio de la Filología comparar las voces aborígenes, con las de otros pueblos prehistóricos actuales o pasados, para estudiar su posible relación. También es muy importante la interpretación que de las fuentes escritas medievales o modernas se haga, interpretando el sentido exacto de la terminología que se usaba en su momento, pues existe el riesgo de distorsionar un hecho al tratar de encontrar una palabra actual como equivalente a otra en desuso. También se han transcrito palabras aborígenes en diferentes formas y con distinta significación. Por ejemplo, para Sedeño “Guanarteme” significaba “rey” en Gran Canaria, para Marín y Cubas significaba “hijo de Arthemi o Artamy”, y el mismo nombre de Sedeño en su manuscrito se escribía con “c” (Cedeño). La Antroponímia nos asocia a la consideración del hombre o mujer que lleva un nombre, su procedencia, características físicas, humanas, valores que en su momento se consideraban, etc. Así hemos podido saber características físicas de Doramas por su nombre “ancha nariz” o Adargoma “espalda de risco”. La Geografía es inseparable del estudio histórico de las Islas, no solo por la adaptación que los primeros pobladores canarios tuvieron que hacer al espacio geográfico en que se encontraron y que pudo condicionar muchos aspectos de su cultura, sino la propia dinámica de la conquista que se desarrolló a expensas de la geografía insular, si el número de islas hubiera sido menor, la duración de la conquista no se hubiera dilatado tanto, ni se hubiera encarecido, pero el hecho de realizar entradas por barco a cada una de ellas, fue un costo que hoy todavía los canarios asumimos y la propia geografía insular alargaría la conquista, por las dificultades que presentaba para los conquistadores el dominio de la lucha en territorio volcánico. La Toponímia es una ciencia auxiliar de la historia unida de la mano de la Geografía, importantísima fuente de información para nuestra prehistoria y colonización, que nos pone en contacto por igual con un antiguo manantial de aguas que con un hecho histórico. La Cartografía es un supuesto metodológico que partiendo de la Geografía ayuda de manera importante en el trabajo del prehistoriador o historiador de Canarias, con los primeros portulanos nos acercamos a nuestras desfiguradas Islas canarias, apareciendo con sus nombres confusos al lado de un continente siempre más desconocido que el europeo hasta bien entrada la Edad Moderna . La cultura europea será la que nos reproduzca por primera vez en su geografía histórica. Ptolomeo en la antigüedad y Angelino Dulcert con las insignias de Génova, debidas a Lancelotto Malocello, en época medieval. También con los primeros planos de los asentamientos después de la conquista, nos acercamos a las transformaciones que los territorios insulares van desarrollando. NATURALEZA DE LAS FUENTES PARA EL CONOCIMIENTO DE LA PREHISTORIA Y COLONIZACION DE CANARIAS. SU CLASIFICACION. ¿Qué es una fuente histórica? Para el historiador polaco S. Koscialkowsky es “cualquier resto de la experiencia o la actividad humana en el pasado; en otras palabras, cualquier resto de un hecho histórico que sirve para adquirir información sobre el hecho y para reconstruirlo”. El valor de una fuente viene dado por su autenticidad y veracidad. Son las fuentes las que ponen en relación al sujeto con el objeto, si no hay fuentes, el conocimiento del pasado se hace imposible; cuando las hay, nuestro conocimiento depende de lo explícitas, exactas, abundantes y minuciosas que sean. La tarea de un prehistoriador o de un historiador consistirá en reconstruir, mediante su relato, el pasado humano, de un modo inteligible e imparcial, a partir del estudio lo más científico posible de las fuentes, capaces de dar a luz acerca de dicho pasado. El hallazgo de nuevas fuentes, podrá dar lugar a una nueva reconstrucciòn de los hechos y a un nuevo orden de los mismos en el tiempo histórico. Para el pasado de los aborígenes canarios, tenemos respuestas pendientes, como: ¿cuándo llegaron? ¿usaron el metal y al llegar al medio insular lo olvidaron? ¿de qué lugares procedían? ¿hubo comunicación entre las islas alguna vez? ¿no la hubo nunca? ¿siempre hubo algún contacto esporádico? ¿por qué no concuerda la categoría de sus discursos orales con un tipo de cultura neolítica? Estas y otras preguntas tratan de contestarse con la ayuda de las fuentes que tenemos para el estudio de la Prehistoria y Colonización de Canarias y que las podremos clasificar según su naturaleza en: -fuentes escritas, se nos presentan en inscripciones, relatos, obras literarias, crónicas, censos, documentos papales, datas, testamentos, libros de cuentas, libros de historia, etc., se pueden presentar en diferentes soportes, como piedra en caso de las inscripciones o papel en caso de las crónicas, por lo que su técnica de realización puede ser muy diferente. -fuentes orales, que se sostienen por la tradición y son realizadas con la memoria y las palabras de los sujetos, son de este tipo, las leyendas, las canciones, los “dichos populares”, la información de un topónimo, etc., (nosotros consideramos que una grabación o un programa de T.V. son “medios” en que se puede mostrar una fuente oral, pero no la fuente en sí). -fuentes plásticas, que pueden tener diferentes soportes como la piedra, la pared, la cerámica, el papel y sus técnicas de realización habrán sido diferentes, según se trate de grabados, pinturas, dibujos, portulanos, etc. (Nosotros diferenciamos la fuente plástica, del medio en que se representa la misma, ya que en algunos manuales, las cintas de vídeos y diapositivas, se clasifican como fuentes plásticas, para nosotros es el “medio” que podemos usar para mostrarlas, que también se les suele llamar “medios audiovisuales”). -fuentes arqueológicas, pueden referirse a cualquier elemento del pasado, prehistórico o histórico, pero hasta el momento en nuestras Islas, las fuentes arqueológicas más valoradas e investigadas han sido las prehistóricas, pueden ser: fragmentos de cerámica, ornamentos, cenizas, piedras trabajadas, etc. FUENTES ORALES “No pueden juzgarse la oralidad y la memoria con el patrón de lo que representan en las sociedades que utilizan la escritura para todo lo que es importante... ...llamaremos tradición oral a todo cuanto se transmite por la boca y la memoria... ...en cuanto este saber posea un contenido relativamente estable y delimitado, distinto como tal y utilizado en circunstancias determinadas, o más aún si su forma es fija, se puede hablar de documentos, de obras y distinguirlos por géneros: relatos, genealogías y demás listas de nombres precedentes y principios jurídicos, fórmulas, poesías, códigos, cuentos, rituales, etc...”, Henri Moniot (1984) Nosotros podríamos clasificar las fuentes orales en prehistóricas e históricas. Serían prehistóricas, los relatos o leyendas referidas al tiempo en que las Islas aún no habían sido conquistadas, hechos tan significativos para los aborígenes canarios, que los mantuvieron en su tiempo y ha llegado hasta nosotros, podríamos tener como ejemplo de leyenda ”Gara y Jonay” y como relato “La ascensión social de Doramas”. La leyenda a que nos referimos tuvo tanta incidencia que aún se mantiene en el topónimo “Garajonay”, sería positivo investigar sobre las posibilidades de que tal hecho hubiera sido o no posible, con la incidencia que la comunicación entre islas se hubiera llevado a cabo, ¿hubo contactos afectivos esporádicos?. En las Islas canarias, la orografía siempre ha ido ha favor de las fuentes orales, ha sido ella que con sus montañas y barrancos ha atesorado palabras, dichos y costumbres de los aborígenes canarios y episodios de las conquistas, e incluso muchas veces nuestros pastores y campesinos han sido guías de lugares de interés arqueológico. De muchas de estas informaciones, que llamaremos fuentes históricas, han sido elaboradas por muchos historiadores aspectos de nuestra prehistoria y colonización. La memoria oral, era valorada por los propios aborígenes, de ahí que Espinosa se quejara de haber obtenido información de “guanches viejos” con mucho trabajo, ”porque consideraban que decirlo era menoscabo de su nación”. Hasta el momento presente, las fuentes orales han sido mas apreciadas y trabajadas, en la enseñanza no universitaria que en la universitaria y consideramos que las investigaciones se deberían de dirigir hacia todas sus fuentes. FUENTES PLASTICAS La fuentes plásticas para nuestra prehistoria y colonización, también las podríamos clasificar en dos grupos, prehistóricas, las realizadas por los aborígenes antes de las conquistas e históricas las realizadas durante o posteriormente a las mismas. Las fuentes plásticas prehistóricas las formarían grabados y pinturas (salvo las inscripciones que las consideramos fuentes escritas). Los grabados se caracterizan por se generalmente geométricos, con una temática muy diferenciada entre las Islas, espiraliformes y meandriformes en La Palma, podomorfos en Fuerteventura, triángulos en Gran Canaria al igual que figuras esquemáticas, etc. Las pinturas hasta ahora encontradas únicamente en Gran Canaria, también de motivos geométricos, triángulos, cuadrados, rombos, figuras humanas esquemáticas; apreciamos con estos datos, unos elementos culturales muy insulares, que parecen negados a contaminarse entre sí, pero no a comunicarse. Las fuentes plásticas históricas las forman cantidad de dibujos y bocetos realizados por distintos cronistas e historiadores, forman parte de ellas por igual un dibujo de “Le Canarien”, como uno hecho por Torriani en época moderna, sobre un elemento de la cultura aborigen. Los aborígenes canarios realizaron casas o adoratorios en superficie, sus elementos constructivos eran piedra sin argamasa, por lo que con las colonizaciones se destruirían con facilidad, las pocas que quedaron y que fueron dibujadas, hoy no existen, y esos terrenos han recibido diferentes usos al igual que las propias piedras, por lo que resulta imposible averiguar algo sobre ellos sin esa fuente de información, por lo que también tendríamos que usarlas dándoles más valor que el que se les ha dado hasta ahora. FUENTES ESCRITAS ANTIGUAS La Islas canarias han figurado en textos de griegos y romanos, así en la Geografía de Ptolomeo, aparecerá en un mapa con seis islas, número que se mantendrá hasta 1375. Se las llegó a considerar formada por dos archipiélagos; las Afortunadas: Canaria y Nivaria (Archipiélago Central) y las Gorgonas: Fuerteventura, Lanzarote, La Graciosa y Alegranza (Archipiélago Oriental), Ptolomeo las estimaba las tierras mas occidentales del mundo, en la cartografía ptolemaica del siglo II de nuestra era, aparecen las Islas en formación lineal de norte a sur, el lugar más cercano a Europa lo ocupa Aprositos nesos y el más lejano Ningowaria, en medio quedaban Heres, Plovalia, Kapraria y Kanaria. Al estar situadas más allá de las columnas de Hércules, el tener un clima agradable y bellos paisajes, hace que en sus descripciones se mezcle la fantasía con la realidad, resultando las distancias y localizaciones confusas. De entre los escritores griegos que las mencionaron en sus obras están: Homero en el siglo IX antes de C. en la Odisea, en los “Trabajos y los días” de Hesíodo; Píndaro las cita en la Oda II de sus “Olímpicas”. Herodoto en el siglo V antes de C. alude a las Islas de los Bienaventurados en sus “Historias”. Diodoro de Sicilia en su “Biblioteca Historia” las llama Hespérides y las describe en el libro V de esta obra. Salvo Hesíodo que las pluraliza, los demás hablan de una isla, sería Estrabón quien conozca la existencia de más de una. La primera descripción más aproximativa, la realiza Plutarco en “Vidas paralelas”. La mitología y la literatura griegas, también serían asimiladas por los romanos, entre los escritores latinos que mencionan a las Canarias como islas míticas, encontramos a Plauto en el siglo II de nuestra era. Luego Salustio en el siglo I antes de C. en el libro I de los Fragmentos de sus Historias. Las canta Horacio y Virgilio en el siglo I de nuestra era, las citan Pomponio Mela y Plinio el Viejo en sus obras “De Chorographia” e “Historia Natural”, respectivamente. Plinio utilizaría las fuentes de Estacio Seboso y Juba II, el primero era un naturalista y viajero incansable, el segundo era hijo de Juba I de Numidia, que se quitó la vida antes que ser prisionero de Julio César, desde los cinco años fue llevado a Roma donde recibió una esmerada educación humanista, quiso conocer las costas del Imperio y sus recursos naturales, enviando marinos expertos que recorrieran el Atlántico, exploran Canarias y es la primera vez que recibirán este nombre. Juba tenía una gran biblioteca, pero sus escritos se perdieron, hablaba latín, púnico, griego y beréber. Seboso y Juba dan noticias fidedignas sobre Canarias, éste último indicaba que para llegar a las Afortunadas había que navegar 350 millas desde las islas Purpurarias (Mogador), la primera que menciona es Ombrios, al parecer Fuerteventura. Los datos que no suelen ofrecer dificultades de identificación, serán referidos a Nivaria (Tenerife), por la nieve del Teide y Canaria (Gran Canaria) por la presencia de canarii (abundancia de pájaros o perros). Varios cronistas e historiadores han tratado de interpretar las descripciones que se hacen sobre las Islas en estos escritos y muchos de ellos las han encontrado, llenas de contradicciones y poco veraces. Esta geografía mítica greco-latina ha sido difícil de precisar, por lo que los historiadores Núñez de la Peña y F. José de Sosa asocian el nombre de Ombrion para El Hierro, mientras que para Berthelot y Chil y Naranjo se trata de La Palma. Capraria sería para Núñez de la Peña Lanzarote, mientras que para Osuna y el Doctor Chil se trataría de Fuerteventura. Para el profesor Cruz Andreotti, las fuentes mitológicas sobre Canarias, no fueron hechas por griegos o romanos, con la finalidad de construir el entorno geográfico, sino con la intención de buscar relatos “escapistas” y reconstruir una zona a partir de una geografía mítica, resulta metodológicamente inadecuado en relación al entorno en que aparece la mención. Pero nosotros pensamos, que, salvando las dificultades que las descripciones nos ofrecen, las Islas fueron descritas desde un punto de vista geográfico, así lo demuestra las recientes excavaciones realizadas en El Bebedero (Teguise, Lanzarote), por los profesores Atoche, Paz, Ramírez y Ortiz que han encontrado fragmentos de cerámica, tras cuyos análisis, petrográficos, metalográficos y de microscopía, es decir, conociendo la composición de su arcilla y la proporción en que aparecen sus elementos, han podido asociarla a sus lugares de origen, Túnez, Bética e Italia, con una cronología, entre el siglo I antes de C y el siglo III después de C. La ausencia de elementos metálicos entre los restos arqueológicos aborígenes, negaban la posibilidad de un comercio entre éstos y fenicios, griegos o romanos. Hacia 490 a. de C., mientras los griegos podían circular libremente por el Mediterráneo, los fenicios de Cádiz y los cartagineses lo hacían por los mares de más allá de las Columnas de Hércules. Luego Roma, heredera de Grecia en el Mediterráneo, intentaría romper este compromiso y sería cuando Juba II de Mauritania descubra y explore las Canarias. Al haberse encontrado en El Bebedero, también asociado a los fragmentos de cerámica, elementos de bronce, cobre, hierro y vidrio, la presencia de pueblos de la Antigüedad por nuestras costas, resultaría probada. Otro acontecimiento muy importante de la Antigüedad fue el periplo de Hannón, descrito por Polibio. La flota constaba de una expedición de 60 navíos y 30.000 hombres y mujeres, la cifra ha sido muy discutida así como sus objetivos, la pregunta es si pasarían por Canarias., para el profesor Casariego, la navegación fue siempre costera y no divisaron algún archipiélago atlántico, sin embargo el régimen N.E. del alisio y la corriente de las Canarias obligaría a las naves a acercarse a las Islas. Podríamos concluir este apartado considerando que durante la Antigüedad europea, las Canarias eran conocidas y estaban habitadas. FUENTES ESCRITAS MEDIEVALES Fuentes anteriores a la conquista bethencouriana. Fuentes árabes: Los historiadores árabes medievales, concentraron su atención en el gobernante y en su corte, y en cierta medida en la élite urbana. Las actividades de los ciudadanos privados, especialmente las clases humildes, sólo las mencionan incidentalmente. Una fuente dudosa es el relato de Ben Farrouck, lo realizó Osuna basándose en un manuscrito encontrado en la Biblioteca de París, pero al no ser encontrado posteriormente por otros historiadores, se duda de su veracidad ;en él se relataba el viaje de Ben Farrouck con 130 hombres a Canarias, su desembarco por Gando, el encuentro amistoso que tuvo con el Guanarteme de Gáldar y sus guayres. Berthelot sí confió en la veracidad del relato, (999 d. C. ). Otra fuente árabe nos la relata Viera, su autor fue El-Edrisi llamado el Geógrafo de Nubia que hacia 1170 d. C., en su libro “El deseo de peregrinar la tierra”, narra los hechos sobre una expedición, que se cree partió de Lisboa y hubo de ser antes de 1147 d. C., pues saldrían de Portugal antes de que los cristianos recuperasen aquel lugar, los moros eran depositarios de la ciencia que había en Europa y conocían las Canarias con el nombre de al-Yezair al-Jalidat (Islas Afortunadas), de su relato obtenemos los siguientes datos. “Ocho hombres emparentados entre sí, habiendo fabricado un navío mercante..., mudaron de rumbo y navegaron doce días hacia el Sur, hasta descubrir una isla llena de cabras que en innumerables manadas vagaban sin pastor... Después de haberse vuelto a embarcar y navegando otros doce días siempre al Sur, divisaron a corta distancia otra isla, que parecía cultivada y adornada de habitaciones... se vieron repentinamente rodeados de barcas, prisioneros y conducidos con su navío a cierto pueblo... hasta tanto que levantándose el viento Oeste, los embarcaron en una chalupa con los ojos vendados y después de tres días de navegación, llegaron al continente... Al llegar a tierra en tan lastimero estado, les preguntaron la causa y ellos respondieron que viajaban desde hacía dos meses y el jefe exclamó: ¡Va Asfi! (¡Ah, cuánto hemos padecido!) y desde entonces se llamó aquel puerto Asfi, que es una rada en la costa occidental de Africa, (Safi cerca del cabo Cantín). La conclusión que podemos deducir del relato, es que los habitantes de las islas, conocían perfectamente el arte de navegar y los vientos propicios, ¿cómo asociarlo a los aborígenes canarios? Fuentes europeas: Durante los últimos siglos de la Edad Media española, desde fines del s. XIII al s. XV, la vitalidad económica y cultural es constante por todo el Mediterráneo y Europa occidental, en cuyo desarrollo tiene un papel importante la Corona de Aragón, más que la castellana. Entre fines del s. XII y mediados del s. XV, Barcelona fue la ciudad más importante de España y una de las más importantes del Mediterráneo, compitiendo con Génova y Florencia, la ciudad era prácticamente autónoma y gozaba de un privilegio real emanado del rey aragonés, su independencia era debida al gran poder financiero y a su comercio exterior, los ingresos por sus impuestos municipales, superaba a los de la corona; producía armas, hierro forjado, productos textiles y cuero, fabricaba todo lo necesario para el equipamiento de barcos, junto con Génova, fue entre los s. XIII y s. XIV el mayor centro de construcción de barcos para el tráfico con el Norte de Africa y el Oriente Próximo. Mallorca tuvo también gran importancia por su escuela de cartógrafos judíos, que elaboraron los portulanos, (mapas que mostraban la forma de las costas, e indicaban las rutas entre los puertos principales). Dominaba también pequeños principados musulmanes de la costa septentrional de Africa: Túnez, Bujía y Tremecén y sus mercancías atravesaban el Sáhara y llegaban hasta el Sudán, cuyo oro llegó a ser la base de la moneda catalana en el s. XIV. En esta época no había una clara distinción entre comercio y piratería. En este ambiente, nos encontramos dos fuentes italianas de excepcional importancia, para el conocimiento de nuestro “tema”. La primera será el viaje de Lancellotto Malocello, para unos historiadores, su estancia en la isla se fecha hacia 1312 y residió 20 años en ella, para otros historiadores, el viaje se realizó sobre 1336 y contó con apoyo mallorquín y catalán, su origen genovés, quedará atestiguado en el portulano de Angelino Dulcert, en 1339, que reproducirá de forma incompleta a las Islas, con su insignia sobre la isla de Lanzarote. En las crónicas francesas, de la conquista de Lanzarote, se mencionan los restos de la fortaleza en que vivió Lancellotto. La segunda será el fragmento de un diario de Giovanni Bocaccio, que transcribe una carta de ciertos mercaderes florentinos, que informaban sobre una expedición organizada por Alfonso IV de Portugal, capitaneaba la expedición Angiolino del Tegghia y el piloto era Nicolosso da Recco, la expedición había salido de Lisboa en 1341, de la declaración del piloto , podemos realizar un doble análisis, por un lado el que nos interesa para el conocimiento de la prehistoria de los aborígenes canarios y por otro el que nos interesa para conocer características de la época. Respecto a la información sobre la Prehistoria de Canarias, aporta los siguientes datos: - Algunas islas estaban deshabitadas y otras diferentemente pobladas, Canaria era la más poblada. - Había hermosos árboles, aprovechaban las condiciones climáticas porque cultivaban mejor el Norte que el Sur, abundaban las cabras, carneros y cerdos. - Sus vestidos eran cosidos habilidosamente, éste diferenciaba su status social y el estado social de las mujeres, usaban pinturas para colorear sus vestidos, (azafrán y encarnado en Canaria y Lanzarote). - Eran respetuosos entre ellos, obedecían y respetaban a sus jefes, se repartían los alimentos, eran alegres y risueños, cantaban y bailaban. - Eran excelentes nadadores, estaban acostumbrados a estar en un barco, (puesto que cuatro de ellos se subieron a la nave sin permiso), no tenían embarcaciones, pero en el relato se les posibilita la comunicación con otras islas a nado. - El habla era rápida y usaban diferentes lenguajes. - Tenían casas de piedra con cubiertas de madera, realizaban otros edificios diferentes a casas. - Estaban acostumbrados a comerciar, lo hacían con pieles y sebo; también lo estaban al saqueo (ya que los marineros tuvieron que forzar las puertas de algunas casas para apriopiarse de alimentos) - No conocían el uso de monedas, perfumes, alhajas, espadas o sables. -Conocían un sistema de numeración. Respecto a la información que obtenemos sobre la cultura medieval europea en el momento en que se realiza la expedición, obtenemos los siguientes datos: - Los reyes de entonces, como Alfonso IV de Portugal, encargaban expediciones como ésta, con un objetivo claro, de posesionarse del territorio, por lo que llevaban armas de guerra y caballos, pero al no tener las Islas elementos de su interés abandonaron el objetivo. En estas empresas se empleaban personas de diferentes países, florentinos, genoveses, castellanos; importaba que conociesen el arte de la navegación. - Lisboa y Sevilla eran dos ciudades importantes, que acogían a mercaderes interesados en negocios de la navegación. - Los marineros conocían perfectamente la localización del Archipiélago, apreciaban el buen calado de sus puertos para anclar y abastecerse de agua en sus calas. - Aprecian que los aborígenes canarios eran menos salvajes que muchos españoles. - Nicolosso, el piloto genovés, no quiso contar otras muchas cosas que vio. Otras fuentes de información serán las expediciones misionales y piráticas. Diferentes expediciones de mallorquines y catalanes, están constatadas con diferentes fines, políticos, de conquista o evangélicos, promovidas por reyes o papas, que solían llevar “lenguas” (antiguos esclavos canarios conocedores de la lengua catalana). Los “lenguas” serían por tanto los primeros traductores de Canarias, es posible que alguno/a hubiese escrito sobre su pueblo, es decir, sobre la prehistoria de los aborígenes canarios, pero hasta ahora, no contamos con algún documento que muestre esa posibilidad. Según el profesor Romeu de Armas ”En 1351 vivían y se educaban en Mallorca doce aborígenes grancanarios, conocedores del idioma catalán, instruidos en la fé de Cristo y prestos a convertirse en apóstoles de sus propios coterráneos”. La preocupación misionera de los papas se fraguó unos años antes, en 1344, cuando Clemente VI constituyó a las Canarias como reino, bajo la soberanía de Luis de La Cerda, que tomó el título de “Príncipe de la Fortuna”, esta potestad se respaldaba por la doctrina de la Curia Romana, según la cual, la jurisdicción de los papas se extendía a tierras habitadas por “infieles”, por lo que los Sumos Pontífices podían disponer del dominio político de sus tierras, trasladándolo a determinados príncipes cristianos con el deber ineludible de predicar la fe de Cristo, la cancillería papal expidió bulas de recomendación para diversos reyes, comunicándoles tal investidura y demandando licencias para recabar de sus reinos aquellos navíos, soldados, armas y utensilios precisos para la empresa, pero el príncipe murió antes de tomar posesión de tal privilegio. Al cabo de siete años se pasaría del Principado de la Fortuna al Obispado de las Afortunadas abandonándose el intento de conquista armada por una misión de paz, el primer obispo sería el carmelita Fray Bernardo, la Bula de su nombramiento se expidió en 1351. Se conserva una fuente árabe perteneciente a Ibn Jaldún, sobre una expedición de mallorquines a Canarias con fines depredadores: “Ha llegado a nuestra noticia-léese-que unos barcos de francos pasaron por la Islas a mediados de este siglo VIII de la Hégira, o sea, hacia 1370 y que habiendo combatido con sus habitantes, raptaron y cautivaron algunos de ellos parte de los cuales vendieron más tarde en las costas del Magrib al-Aqua. Estos cautivos vendidos(pasados al servicio del Sultán)una vez que aprendieron la lengua árabe, dieron noticias de sus islas...” Según el profesor Rumeu, los árabes llamaban francos a los hombres de la frontera superior, a los súbditos del rey de Aragón, los mallorquines en ocasiones intercambiaban baratijas por orchilla y ganados, en otras ocasiones organizaban razzias para cazar esclavos, la mercancía más codiciada en el Mediterráneo. Existen otros documentos de nombramientos de Obispos y también dudas de sus posibles asentamientos en el Obispado de Telde. Cuando en 1393 la importancia de la navegación se traslada de Aragón a Castilla, en la Crónica de su rey Enrique III escrita por Pedro López de Ayala sobre la depredación de corsarios vascos y andaluces nos relata... “E los marineros salieron de la isla de Lancarote e tomaron el Rey e la Reina de la isla, con ciento e sesenta personas, en un lugar, e trajeron otros muchos de los moradores de la dicha isla, e muchos cueros de cabrones e cera e ovieron muy grand pró los que allá fueron. E enviaron a decir al Rey lo que allí fallaron, e cómo eran aquellas islas ligeras de conquistar. . . ” Según el profesor Ladero con estas empresas de saqueo finaliza la presencia catalano-mallorquina. En torno a 1393 se sitúa la eliminación por los indígenas de Gran Canaria, de los últimos misioneros, arrojados por la fosa de Jinámar, aunque el motivo fundamental de la retirada de los mallorquines, sería la crisis económica del siglo XIV, serán los navíos portugueses y castellanos, los que ocupen estas rutas y penetren incluso hasta el Mediterráneo. FUENTES DE LA CONQUISTA BETHENCOURIANA Los relatos sobre la conquista bethencouriana, llamada también señorial, se encuentran en dos crónicas, bajo el nombre de “Le Canarien”, una de ellas se le atribuye a Gadifer de la Salle, el compañero de Bethencourt en la empresa, (este alegato se publicaría casi 500 años después de la conquista, en la cual Gadifer manifiesta que Bethencourt le engañó y que él llevó el peso de la misma). Y la otra se le atribuye a un sobrino de Bethencourt que se había hecho con una copia de dicho texto y mandó hacer un manuscrito con carácter de crónica familiar ilustrada con numerosos dibujos. Realmente los autores de todos los relatos que se presentan fueron los frailes que les acompañaban en la empresa, el franciscano Pedro Bontier y el presbítero Juan Le Verrier, que escribieron los hechos casi a diario desde que salieron de Francia, del puerto de La Rochela, les acompañaban también dos esclavos Alfonso e Isabel, que les servirían de intérpretes. En las crónicas se informan de hechos ocurridos antes de la conquista. Crónica de Gadifer... ”Entonces reunieron gran cantidad de cebada y la metieron en un viejo castillo que Lanceloto Maloisel había hecho hacer mucho tiempo atrás cuando conquistó el país... ”, (en Lanzarote) En Gran Canaria... ”Y hemos encontrado el testamento de los frailes cristianos, a quienes mataron hace doce años, los cuales eran trece personas porque, según dicen los canarios, habían enviado cartas a tierras de cristianos contra ellos, los cuales habían permanecido allí siete años... Y de hechos ocurridos durante la conquista... - Desavenencias entre los hombres de la tripulación. - El buen recibimiento del rey de Lanzarote a los normandos. - La traición de Bertín de Berneval a Gadifer y a los aborígenes, a los que esclavizó y vendió después de prometerles amistad. Crónica de Gadifer. “...y de allí en adelante empezó la guerra entre ellos y nosotros, y hemos cogido y muerto gran cantidad de ellos, y hemos cogido mujeres y niños, y los demás están en tal condición, que se van escondiendo por las cuevas y ninguno se atreve a mostrarse... y nos esforzamos cuanto podemos para coger gentes, porque esto es nuestro único consuelo de momento, para que, si viene alguna nave de España o de otra parte, podamos cambiar esclavos por víveres... y hemos vivido con un poco de cebada que hemos encontrado en el país, que los canarios habían reservado para sembrar, porque les hacemos siempre una guerra tan fuerte, que no han podido labrar...” - La traición del indígena Asche al rey de Lanzarote. - El rendimiento de pleito homenaje de Bethencourt al rey Enrique III de Castilla. - El pleito con Gadifer que creía tener derecho a algunas islas. Crónica de Bethencourt. “Bethencourt al ser señor de las Islas Canarias se pregonó por Sevilla especialmente, que nadie podía venir a Canarias sin licencia de Bethencourt, por lo que Gadifer se molestó al no tener parte en dicho botín...” - Se relatan las conquistas de Fuerteventura (que ante la guerra que soportaron los mahoreros y la inutilidad de su lucha se bautizarían, Guize con 42 de sus hombres y Ayoze con 47, en enero de 1405. El Hierro (en la que el esclavo Augerón hermano del jefe Armiche tendría un importante papel sirviendo de intérprete) y La Gomera (cuya ocupación fué un tanto especial, porque los gomeros fueron asimilando la ocupación lentamente) así como los intentos infructuosos de conquistar Gran Canaria, La Palma y Tenerife. - También se incluye un catecismo que se pensaba enseñar a los aborígenes canarios bautizados. - En la Crónica de Gadifer se relata la información de un libro de un fraile mendicante, que indicaba lugares de la costa africana y sus gente, ellos querían usar esta información, para, desde Canarias, conquistar estos lugares en provecho del rey de Francia. - También apreciamos el beneplácito de la Iglesia con estas empresas. - Crónica de Bethencourt. “Se presentó al papa y le entregó las cartas que le enviaba el rey de España... También me escribe el rey de España que habéis entrado al interior del país de Guinea por lo menos 10 leguas y que habéis matado y capturado sarracenos de aquel país... y lo que me pedís, que tengàis un prelado y un obispo, vuestra razón y voluntad es justa... Las bulas fueron hechas tales como debían hacerse y el señor Alberto de Las Casas fue obispo de todas las islas Canarias.” Nosotros consideramos necesario, consultar ambas crónicas para informarnos de cualquier aspecto que interese, pues siempre pueden haber diferencias o hechos dudosos, así: En el capítulo III de la Crónica de Bethencourt leemos, ”bajó a tierra y fue preso y conducido a Sevilla”; (esto ocurrió porque los genoveses, placentinos e ingleses los habían acusado de saqueadores de sus naves) y lo mismo relata la Crónica de Gadifer, con los cual nos quedamos sin saber quién fué el protagonista del hecho. Durante el periplo que realiza Gadifer por la islas, cuando llega a Gran Canaria leemos: ”Desembarcó Gadifer en un puerto entre Telde y Agüimes, vinieron cerca de 500 canarios, les trajeron higos y sangre de drago, cambiaban por anzuelos de pesca y viejas herramientas de hierro y agujas para coser.” En la Crónica de Bethencourt, meciona “cuchillitos” en lugar de herramientas de hierro y omiten “agujas para coser”. De este periodo histórico, contamos con las crónicas de la conquista y documentos papales. Benedicto XIII expidió en 1403 dos bulas relacionadas con la empresa conquistadora, en la primera concedía indulgencias y “gracias” a los colaboradores, en la segunda autorizaba a cada uno de los capitanes de la conquista, Bethencourt y Gadifer para designar un sacerdote con todas sus atribuciones, excepto la de confirmar que era de obispos, para El Rubicón. La bula de 1404, no dejaría dudas sobre la extinción del antiguo Obispado de Telde, al conceder a El Rubicón jurisdicción sobre las Islas, sujetándose la Diócesis al Arzobispado de Sevilla, al perder el carácter misional que ligaba la Diócesis de Telde a la Curia pontificia, por el de colonizador. Estos hechos se narrarán en las crónicas e historiografía posterior, con Torriani, Abreu, Viera... que siempre contendrán sus matices personales, así Darias Padrón comenta que, la admiración que Viera sentía por “lo francés”, hizo que sus relatos ensalzaran injustamente a Bethencourt. FUENTES DE ENTRECONQUISTAS En este período se combinan los documentos relativos a las complicadas cesiones, ventas y litigios de las islas señoriales, con los intentos portugueses de conquistar las isla que se encontraban aún en la prehistoria, (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) y los relatos de viajes de Azurara y Cadamosto. Las islas de señorío serían repobladas con colonos y las familias que ostentarán el mismo, sucediendo a Maciot, (sobrino de Bethencourt), estarán entroncadas con la pequeña aristocracia sevillana, los “Las Casas”, ”Peraza”, ”Herrera”, interesadas en el negocio marítimo y en monopolizar cargos. En 1418, a Bethencourt se le presenta un dilema con la guerra franco-inglesa, como vasallo del rey Carlos V de Francia, no podía ser leal al rey de Castilla aliado al soberano inglés y como feudatario de Castilla no podía guardar fidelidad al rey de Francia, por lo que dió poder a Maciot de Bethencourt (su sobrino) para que donase las Islas al Conde de Niebla, vasallo del rey de Castilla, con el aspecto de transacción falsa, con lo cual tendrían un señor aparente que no se preocupaba del gobierno y un señor real que no podía intervenir en la administración. En 1420 Juan II de Castilla dona a Alfonso de Las Casas los derechos de la islas por conquistar, con lo que Maciot y el Conde Niebla litigaron por el señorío durante diez años, en 1430, el Conde, tras una transacción, cede las Islas a Guillén hijo de Alfonso de Las Casas, Maciot (que siempre señoreó Lanzarote) en 1448 llega a alquilar la Isla a los portugueses, durante dos años, Hernán Peraza, marido de Inés de Las Casas, , temiendo por su señorío hizo que el rey lo reconociese como único señor de las Canarias, con lo que apresó a Maciot que sería liberado por los portugueses, Maciot vendería sus derechos sobre la Isla a D. Enrique el Navegante, que aunque no poseyera la legitimación del rey de Castilla, quiso tomar la Isla, que aunque no pudo, la pirateó, al fin, bajo la amenaza de Juan II de renovar sus pretensiones sobre Guinea, los portugueses abandonan momentáneamente las Islas. Años más tarde, don Enrique IV de Castilla, cedería el derechos de conquistar Gran Canaria, Tenerife y La Palma, a unos condes portugueses, estos vendieron los derechos al infante Don Fernando sobrino de Don Enrique el Navegante, así en 1466 se armó un flota al mando de Diego de Silva, que desolaron Lanzarote y Fuerteventura y se dirigieron a Gando, el rey revocaría la donación en 1468, pero ya habían pactado Diego de Herrera con Diego de Silva, haciéndolo su yerno, proyectaron ambos la conquista de Gran Canaria, en la que fueron derrotados por los aborígenes y Diego de Silva prometió al Guanarteme de Gáldar no volver jamás a la Isla, después que el Guanarteme le hubo perdonado la vida y conducido por la hoy famosa Cuesta de Silva ayudándole a embarcar. Los portugueses realizarán otro intento durante la conquista de Gran Canaria. Los señores de las islas, ante su incapacidad para ocupar las islas que estaban sin conquistar, cederían a los Reyes Católicos en 1477, el derecho de conquista. Será en 1479 con el Tratado de Alcacovas, cuando los portugueses renuncien definitivamente a las Canarias, a cambio de que los castellanos lo hicieran con el comercio con Guinea. Podríamos concluir este apartado de las fuentes medievales, constatando que a través de su estudio, podemos averiguar la ausencia de derechos que tenían los aborígenes canarios al igual que las poblaciones africanas, en una sociedad que valoraba la religión cristiana al punto de considerar a los no cristianos, seres inferiores, considerando con normalidad la esclavitud de los mismos, también podemos constatar, que la posición geográfica de las Canarias, era codiciada por los países que querían extender sus dominios (Francia, Castilla y Portugal) hacia Africa. FUENTES ESCRITAS MODERNAS De la conquista y colonización castellana. La islas llamadas de realengo se conquistarán durante el reinado de los Reyes Católicos, en el último tercio del siglo XV, hacia el año 1470 una importante fuente de ingresos había perdido su importancia anterior, el oro sudanés, que llegaba a través de los tributos del reino de Granada, por lo que resulta fácil de entender el interés que los Reyes tendrían en las Canarias como puente hacia Africa, las conquistas de estas Islas se efectuarían entre los años 1478 y 1496, por lo que paralelamente se desarrollarían la guerra de Granada, entre los años 1481 y 1491 (en la que hubo un ejército de 30000 hombres adiestrados en la destrucción de cultivos, muchos de los cuales desarrollarían esa técnica en las conquistas de las islas realengas) y el descubrimiento de América, por lo que se suele decir que la conquista de Canarias sirvió de “campo de experimentación” de lo que sería la conquista de los territorios americanos. Desde que se inició la conquista realenga, se realizaron una serie de documentos que forman parte de las fuentes de información de la misma, como los contratos llamados “capitulaciones”, entre los socios que se comprometían a aportar dinero para la conquista a cambio de determinados beneficios... “del quinto de esclavos, e cuero, sebo, armazón, presas, rescates y demás cosas que puedan corresponder a la Corona de Castilla” La concesión de bulas papales, por la que se recaudaba dinero para la empresa al considerarla evangélica, a cambio de obtener indulgencias los fieles comprometidos con las mismas, disposiciones, ordenanzas, etc., y las llamadas “crónicas de la Conquista”. Estas crónicas, al igual que las referidas anteriormente de la conquista señorial, aportan una información etnohistórica e histórica, es decir, por una lado nos informan de aspectos referidos a la cultura y economía de los aborígenes canarios y por otro lado nos informan de aspectos históricos, referidos propiamente a hechos de la conquista, como la mentalidad y relaciones entre los conquistadores, las diferentes batallas llevadas a cabo en las diferentes islas con los personajes de uno y otro bando y aspectos de la colonización, esto es, la forma en que los conquistadores fueron ocupando los territorios insulares. Celso M. de Guzmán distingue dos círculos entre las crónicas realizadas, las redactadas en la Península, u “oficiales” por ser de encargo regio, a las que pertenecen: Palencia (1481), Valera (1488), Bernáldez (1513), López de Gómara (1552) y Zurita (1552) y las redactadas en las Islas: Matritense (1526), Ovetense (1639), Lacunense (1666), Sedeño (1640) y Escudero (1639); las tres primeras llamadas así por encontrarse respectivamente en esas ciudades, Madrid, Oviedo y La Laguna, a las dos últimas, Morales Padrón las llama “relaciones”, incluyendo entre los cronistas insulares a López de Ulloa (1646). El hecho de que las informaciones dadas por los cronistas sean en ocasiones contradictorias o se omitan en algunos, datos que otros realzan y valoran, ha dado lugar a investigaciones para saber cual ha sido la “crónica madre”, es decir la original, de la que los demás cronistas han realizado copias. Morales Padrón, en la Introducción de su obra “Canarias:Crónicas de su Conquista” nos informa” ...Por el momento la copia “Ovetense” es la que más se acerca al primitivo original. Copia como también se observa en las otras a la que se le han hecho unos añadidos posteriores y finales. La “Lacunense” es una copia tardía del siglo XVII. La “Matritense es un extracto realizado a mediados del siglo XVI.Las relaciones de Sedeño y Gómez Escudero son recreaciones del siglo XVII; son ampliaciones de la crónica madre con notables amplificaciones y aportaciones.” El investigador se valió para estas deducciones, especialmente en el contenido de las escrituras, así, cuando el cronista se expresa en primera persona y leemos”yo lo he visto”, (refiriéndose a la puerta de madera que guardaba la entrada de la cueva del rey guanarteme de Gáldar), se da por sentado que ha sido testigo presencial del hecho, al contrario que otros cronistas, que omiten esa expresión. Nosotros pensamos que la veracidad de los hechos, no siempre está ligada a la presencialidad de los mismos, pues la subjetividad siempre puede estar presente en el cronista, e incluso la falsedad de sus palabras, por el contrario una copia de un manuscrito, puede contener unos datos añadidos, que aunque sean de segunda o tercera mano pueden ser veraces, por lo que consideramos que cualquier asunto de las mismas, debería ser consultado a través de todas las crónicas posibles, para que nuestros alumnos no universitarios puedan realizar sus análisis con más aportes informativos. ¿De qué aspectos podremos informarnos a través del contenido de las crónicas? Podremos averiguar las divisiones administrativas de las Islas en su prehistoria, así como las características de su organización social imperfecta. “Ovetense”, cap.XXII, (Gran Canaria) “...Y de ellos se supo sus trajes, costumbres y usos, principalmente de cómo aquella isla estaba dividida en dos partes y era de dos señores y reyes llamados los Guanartemes , que era lo mismo que decir reyes, el uno tenía la población del lugar de Gáldar, y Agaete con otros lugares adyacentes y el otro tenía el lugar de Telde y Agüimes con otras estancias comarcanas.Estos tenían en cada lugar jueces que administraban justicia y mandaban azotar y ahorcar al que lo merecía y para el efecto tenían verdugos que acudían a todo lo que se les mandaba, los cuales no podían tocar los alimentos de otros y había entre ellos nobles y villanos...” Que los aborígenes canarios tenían asumido los conceptos de :amistad, religión, autoridad, gobierno y número. “Escudero”, cap.XX (Tenerife) “...El rey le dijo al lengua ”Decid al capitán mayor que me diga su intención en la venida a estas tierras” le respondió que a ser amigos o perecerían todos y que venía a pedir tres cosas: la primera paz la segunda que recibiese la ley de gracia la tercera obediencia al Rey de España Las dos primeras oyeron de buena gana la tercera los hizo bravear y jurar por el antiguo mirlado Gran Tinerfe que primero morirían mil veces...” Constatamos cómo la conquista plantea contradicciones a los propios aborígenes, que reflexionan con profundidad. Sedeño, cap.XIV.Cuando el aborigen canario Maninidra interviene en la conquista de Tenerife. “Antes de acometer estaba Maninidra temblándole el cuerpo, le dijo el adelantado, ¿cómo que le afeaba la acción de temblar? Respondió:”las carnes son las que tiemblan porque sienten a donde las ha de meter el corazón”. Conocemos que los aborígenes canarios tenían guerras entre ellos y las armas que usaban. Ovetense, cap.XV, “...se sabe que hacían guerras, que había habido entre ellos, el rey Guanarteme de Telde con el de Gáldar, donde se sabe que uno de ellos puso en guerra campo contra el otro 10000 hombres de guerra...” Escudero, cap.XVI, “...y fue marchando hacia la ciudad que hoy se dice San Cristóbal de La Laguna donde esperaban los guanches muy armados con dardos, piedras y montantes de palo de acebuche y sabina, que partían a un hombre y a un caballo...” Sabemos sobre sus técnicas de momificación. Crónica de Ulloa, cap.XXII. “El modo de sus entierros era extraordinario:en muriendo uno no lo enterraban debajo de tierra, sino le abrían por un costado y le sacaban las tripas y las partes que reciben corrupción, y luego todos aquellos huecos y vacíos los llenaban de manteca y volvían a coser muy sútilmente las partes abiertas, y de esta manera en pie los entraban en unas cuevas que tenían para este efecto y allí les tapaban la puerta y se secaban y mirlaban los cuerpos y aseguro que el año 1644 vi traer un cuerpo de aquellos entero, sin faltarle ninguna parte del seso, habiendo pasado de la conquista hasta este tiempo 204 años, que parece cosa que admira y de esta forma hay mucha infinidad de cuerpos el día de hoy.La gente noble no se enterraba con la villana, sino que cada especie de esta tenía su lugar señalado, el noble se enterraba con las insignias de tal y el noble también”. Localizaremos batallas. lugares geográficos Crónica de Ulloa, cap.XXIII. “...Hasta que se hicieron fuertes en un cerro que hoy llaman La Matanza, y hechos en él fuertes cada día por momentos les venía socorro de la tierra adentro, tanto que llegó a haber para cada uno de los españoles más de 20 guanches... ...y aquel día el dicho don, Alonso de Lugo hizo consejo con los demás caballeros conquistadores que le ayudaban y acompañaban en aquella conquista... ...y aunque hubo muchos pareceres que se retirasen y embarcasen porque sería temeridad querer vencer con tan poca gente tanta muchedumbre de guanches”. y Captamos la mentalidad de la época en el alabo a los conquistadores. Crónica de Bernáldez, cap.CXXXII. “Alonso de Lugo, caballero de Sevilla, de noble generación, hombre pacífico de buena condición y sana conciencia, agudo y de buen corazón e ingenio, cuidadoso de ganar honra y servir a Dios y a Sus Altezas en conquistar las gentes bárbaras e idólatras, ignorantes y enemigas de la fe católica:este fue un capitán, con Pedro de Vera el Gobernador , en ganar la isla de Gran Canaria. ...demandó al rey y la reina la conquista de la isla de La Palma... ...y conquistola el año MCCCCXCIII, ... ...y obtuvo de las cabalgadas y despojos 1200 ánimas, varones, mujeres, chicos y grandes y 20000 cabezas de ganado cabruno y ovejuno...” Podemos conocer diferentes aspectos de las colonizaciones señorial y realenga, así como la crueldad de los colonizadores. Ovetense, cap.XXII. ...en especial que premiase a todos los conquistadores que la habían ganado en particular a los caballeros nobles que habían servido , sin sueldo, con sus personas , armas, caballos y peones... Sus altezas lo consideraron todo y dieron su cédula y provisión real al gobernador Vera para que hiciese los repartimientos conforme a la calidad y servicios de ellos... ...y se plantaron por toda la isla muchísimos cañaverales, que luego comenzaron a dar infinito azúcar muy bueno... Ovetense, cap.XXIV. “Estando el Señor Hernán Peraza en su isla de La Gomera con su esposa Beatriz de Bobadilla... ...habían cuatro bandos que se nombraban unos los de Anaga, otros los de Arone, otros los de Pala y otros los de Amulaga, y todos se juntaban en sus fiestas y regocijos y se ayudaban en pendencias. De estos dos bandos últimos era la hermosa Yballa, de la cual se aficionó el señor de la isla Hernán Peraza... ...sintiéndose afrentados de los demás bandos trataron de vengarse... ...ellos le esperaron y aguardaron una noche que entrase y que estuviese con ella y al salir le mataron... ...y así acordó enviar una carta al gobernador de Canarias Pedro de Vera en la cual se hacía saber que sus vasallos le habían muerto a su marido... ...comenzó el dicho Gobernadosr Vera con la señora Bobadilla a hacer pesquisas...y hallaron que los matadores eran de los bandos de Pala y Amulaga... ...los mandó cercar con su gente y los tomaron y prendieron a fuerza de armas con muerte de muchos de ellos, los cuales fueron traídos y sentenciados a muerte, todos de quince años para arriba... ...y a unos arrastraban y descuartizaban después de muertos se les cortaban los pies y las manos y a otros vivos se las cortaban y a otros ahorcaban y a otros los ataban de pies y manos y con pesgas en los pescuezos los echaban al mar y a los que no llegaban a quince, Vera cargó un navío y los llevó a vender por esclavos aprovechándose del dinero para gastos de la guerra. Como algún gomero de ellos que en Canaria estaba, habían aconsejado a los de La Gomera, llegado a Canaria los hizo prender, a unos ahorcó, a otros echó a la mar con pesgas en la garganta, a todos los culpables castigó, ninguno escapó de sus manos”. Con la colonización de las islas realengas, se sustiruiría en Canarias la economía de tipo neolítico, basada en agricultura, ganadería y recolección, por otra de mercado, incorporándose nuevas técnicas y capitales, creándose instituciones que marcarán la pauta de la nueva gobernación que se impondría en las islas. Los indígenas de clases altas recibieron mejor trato, entroncaron con familias de los conquistadores, recibieron buenas tierras, muchos de ellos siguieron con sus actividades pastoriles, la asimilación se hizo difícil para algunos que se mantenían en la condición de “alzados”, con el convencimiento de que las tierras y ganados eran de sus abuelos, por lo que fueron perseguidos por las instituciones colonizadoras y también ayudados por los aborígenes integrados. A través de los Cabildos, Audiencias y Ayuntamientos por un lado y el Obispado y Tribunal de la Inquisición por otro, acabarían sujetándose y transformándose los territorios insulares y la antigua población. La política hacendística de los Reyes, fue favorable al poblamiento, al contrario que en las islas señoriales, en la que el privilegio de los señores pervivirían hasta las Cortes de Cádiz, en que son abolidos los señoríos. La estructura colonial de las islas se hará notar en el comercio, importador de manufacturas y exportador de productos naturales. A partir de las crónicas, durante los siglos XVI y XVII se realizará una historiografía en la que se aportan más datos documentales o de procedencia oral sobre los aborígenes que, en ocasiones, no se contiene en las crónicas; Estos historiadores serán: Abreu (1602), Espinosa (1594), Torriani (1592), Sosa (1678) y Marín y Cubas (1657), su consulta se hace muy necesaria especialmente para las islas de Tenerife y La Palma, ya que las crónicas no aportan tantos detalles sobre la vida de los aborígenes y su respectivas conquistas como con la isla de Gran Canaria. Y en los siglos XVIII y XIX la historiografia se engrosará con Castillo (1737), Viera (1773), Chil y Naranjo (1876) y Millares (1893). Para el conocimiento de las conquistas y colonizaciones tanto de las islas señoriales como realengas, contamos con historiadores actuales como Aznar, Lobo, Ladero, Morales Padrón y Morales Lezcano. HISTORIOGRAFIA Entre las fuentes escritas para el conocimiento de la Prehistoria y Colonización de Canarias, contamos con libros de Historia, en muchos casos, el objetivo de sus autores, no fue directamente realizar una Historia sobre el pasado de Canarias, pero por diversos motivos, religiosos, profesionales o personales, tuvieron acceso al conocimientos de diversos aspectos de nuestro pasado y sintieron la necesidad de elaborar sus respectivas Historias, que han contribuido al conocimiento de nuestro tema de estudio. De Leonardo Torriani, tenemos su obra escrita en 1592 “Descripción de las Islas Canarias”, este italiano, ingeniero de Felipe II, fue enviado a las Islas para estudiar sus sistemas defensivos, por lo que dejó, una colección de mapas, esquemas, planos y dibujos, que suponen un trabajo histórico. En su informe sobre los antiguos pobladores de Canarias, describe pervivencias de los antiguos canarios, (alguna muy interesante sobre el uso de la navegación en el capítulo XXXIV) y sobre las colonizaciones. Fray Alonso de Espinosa, era un fraile dominico, natural de Alcalá de Henares, muy influenciado por la obra de Fray Bartolomé de Las Casas, defensor de los indígenas americanos, llevó a cabo una investigación sobre la historia y milagros de la Virgen de Candelaria, e indagando como se había desarrollado dicho culto en la Isla, recopiló datos para su Prehistoria y Colonización de Tenerife”, que se publicarían en su obra titulada ”Historia de Nuestra Señora de la Candelaria”, aunque obtuvo información de archivos, su principal fuente, según él mismo expresa, la obtuvo de “guanches viejos”. “Esto es lo que de las costumbres de los naturales, he podido con mucha dificultad y trabajo acaudalar y entender; porque son tan cortos y encogidos los guanches viejos que, si las saben no las quieren decir, pensando que divulgarlas es menoscabo de su nación”. Su obra se encuentra dividida en cuatro partes, la primera dedicada al estudio del marco geográfico e histórico de los “antiguos” de Tenerife. Una segunda parte la dedica a las apariciones de la Virgen de la Candelaria. La tercera parte la dedica a la narración de la conquista de la Isla ( en el capítulo primero, se queja de la poca atención que Torriani prestó a la Isla en su Historia, con las muchas cosas que había que decir de ella). Su personalidad nos resulta un tanto contradictoria, pues mientras escribe: “...Cosa averiguada es, por derecho divino y humano, que la guerra que los españoles hicieron, así a los naturales de éstas islas como a los indios en las occidentales regiones, fue injusta, sin tener razón alguna de bien en que estribar; porque ni ellos poseían tierras de cristianos, ni salían de sus límites y términos, a infestar ni molestar las ajenas. Pues decir que les traía el Evangelio había de ser con predicación y amonestación, y no con tambor y bandera...” Su intransigencia religiosa llevaría al capitán Hernando de Velasco ante el Tribunal de la Inquisición en 1590, con sus acusaciones por blasfemo. Fray Juan de Abreu Galindo, era un franciscano andaluz, que anduvo por todas las Islas, e indagó con los más ancianos sobre los antiguos, para elaborar su obra: ”Historia de la conquista de las siete islas de Canaria”, publicada en 1602, en cuya narración se capta un cariño muy especial por Gran Canaria, su obra sería una primera síntesis de Canarias, un siglo después de la conquista. Antonio de Viana, era natural de La Laguna, realizó su obra ”Antigüedades de las islas Afortunadas de la Gran Canaria, conquista de Tenerife y aparición de la Santa Imagen de Candelaria”, en verso suelto y octava rima, se publicó en Sevilla en 1604. Fray José de Sosa era franciscano, su obra “Topografía de la isla Afortunada Gran Canaria, cabeza del Partido de toda la Provincia.” Se publicaría en 1678, esta obra la hizo su autor en contestación a la realizada por Núñez de la Peña, en cuya historia se dedicaría casi en exclusiva a Tenerife, así Sosa haría lo propio con Gran Canaria en la suya. Marín y Cubas nacido en Telde y aunque médico de profesión siempre tuvo inclinación por los estudios históricos, escribió su Historia de Canarias entre 1678 y 1690. En su Historia, nos narra como novedoso, la existencia de un “Gineceo”, seminario de doncellas, hijas de nobles, que de toda la Isla venían allí para aprender como escuela, y al parecer la causa de matar los canarios a los mallorquines y faltar al comercio, fue el que les codiciaban las hembras para robarlas. Nos preguntamos sobre el significado de “faltar al comercio”, ¿es que los aborígenes grancanarios comerciaban con los mallorquines, antes de que las Islas fueran conquistadas? (1342-1352?). Viera y Clavijo realizaría su obra en la segunda mitad del siglo XVIII, era natural de Tenerife (Realejo Alto), aunque recibió formación tomista, se inclinó hacia la razón y la crítica, aficionándose a la lectura del P. Feijoo, a su carácter ilustrado se le suma una preocupación pedagógica que le impulsa a difundir sus ideas. Su vida transcurrió entre Las Palmas, La Laguna y Madrid por diversos motivos laborales y culturales, también viajó por Europa, donde recopilaba libros y documentos para sus obras. Sus últimos veinte años transcurrieron en Las Palmas donde se le había concedido la canonjía del Arcedianato de Fuerteventura en la catedral de Las Palmas, (donde reposan sus restos actualmente), padeció varias denuncias de la Inquisición, escribió obras dedicadas a los jóvenes, su obra monumental fue el “Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias” publicado en 1799; por lo que además de tener un lugar muy especial en nuestra historia, los tiene en nuestro “Jardín Canario”. Fue poeta, químico, naturalista, historiador, pedagogo, moralista, periodista y traductor. La excelente calidad de su obra de “Historia de Canarias”, la hace insustituible para el conocimiento del tema que nos ocupa. Viera fue el primer historiador que aceptó con autoridad la obra de Abreu. Para la profesora Yolanda Arencibia , es la personalidad más importante de la Ilustración canaria. Según su hermana, cuando estaba próxima su muerte, mostraba indiferencia por las cosas del mundo, ”menos por sus compañeros los libros, que no los apartó de sus manos, sino para postrarse a morir”. Millares Torres, perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX, fue casi tan polifacético como Viera, al igual que éste también se inclinó por la historia y la docencia, por lo que elaboró su “Historia general de las islas Canarias”, al igual que Viera, valoraba la instrucción como medio del progreso de los pueblos LA ARQUEOLOGIA PREHISTORICA Sabino Berthelot era natural de Francia al igual que Verneau, ambos ocupan un lugar destacado entre las personalidades históricas de nuestras Islas, ambos se preocuparon de averiguar aspectos relacionados con los antiguos habitantes de las Islas canarias. Berthelot vino a Canarias al ser nombrado cónsul en 1848 y durante su estancia realizó su labor investigadora, la obra más consultada por él en sus trabajos arqueológicos fue “Compendio de Historia de Canarias“ de Manuel de Osuna escrita en 1844. Berthelot da por válido el controvertido texto de Ben Farrouck, sobre un posible viaje de éste árabe a Canarias que llega a dialogar con el Guanarteme de Gáldar, hacia el 999 de nuestra era, pero al no encontrarse posteriormente el manuscrito en que Osuna se informó, otros historiadores lo consideran falso. Según el profesor Martínez de Guzmán su principal mérito descansa en incluir a los aborígenes canarios en el contexto bereber-norteafricano. Su libro “Antigüedades canarias”, editado un año antes de su muerte, tiene un contenido que se puede considerar claramente arqueológico. VERNEAU vino a Canarias en misión científica, becado por el Ministerio de Instrucción Pública francés por dos años, pero aunque tiene una primera estancia en el Archipiélago entre 1876 y 1878 en la que Diego Ripoche, le sirve de gran ayuda facilitándole documentación, vuelve en una segunda estancia entre 1884 y 1887 ya iniciado el Museo Canario con lo que el ambiente científico es más propicio para su labor. Su obra “Cinco años de estancia en las Islas canarias”, consta de XXV capítulos, los cinco primeros de valor etnográfico y arqueológico dedicados a los antiguos canarios, presenta 42 figuras, 4 grabados y mapas. El campo específico que le interesó fue el de la antropología física. SOCIEDADES CIENTIFICAS. Entre los años 1860 y 1870 se crearon en Gran Canaria, Tenerife y La Palma, ”sociedades” promovidas por intelectuales, con el objetivo de recopilar restos de los aborígenes canarios, para conocer mejor su modo de vida. En 1877 se funda en Tenerife el Gabinete Científico, con una sección de Antropología y Arqueología prehistórica de Canarias. Su responsable sería Bethencourt Alfonso, que mantuvo contactos con Berthelot y Verneau y recopiló gran numero de piezas de arqueología. Su obra “Historia del Pueblo Guanche” realizada en 1912 ha sido editada recientemente al ser rechazada tradicionalmente por la historiografia canaria, por su línea de trabajo basada en la tradición oral. Critica a Viera y Clavijo por el “Invento de la crucifixión del pueblo guanche” porque según él, ”Los caracteres físicos y fisiológicos de los guanches pueden estudiarse en la actual población rural mejor que en los cronistas...”. Nosotros pensamos que ambos pudieron tener razón, porque la lucha planteada en las islas fue diferente, la conquista fue más dura y sangrienta para los aborígenes en Gran Canaria, mientras que en Tenerife antes de la conquista ya habían “bandos de paces”, que facilitarían la misma y por tanto la pervivencia mayor de sus aborígenes en sus menceyatos, a diferencia que de Gran Canaria donde se presentaron batallas hasta el fin de la conquista, su exterminio sería mayor y la represión posterior también, considerando además que muchos aborígenes canarios fueron a la conquista de Tenerife y allí quedaron tras el reparto de tierras posterior a la misma, como el caso de Realejo Alto y Bajo, por estas razones pensamos que la supervivencia tuvo más facilidades en Tenerife, también las pervivencias serían mayores en la Gomera que en Fuerteventura, por la forma en que se desarrollaron los hechos de la conquista. En 1879 se funda en Las Palmas la sociedad “El Museo Canario” cuyo director fue Dr. Gregorio Chil y Naranjo que rompió con los prejuicios de los isleños que consideraban la historia de Canarias pobre y marginal y consideraban la historia de las Islas a partir de la conquista castellana. Fue autor de una obra documental “Estudios históricos climatológicos y patológicos de las Islas Canarias”. En Sta. Cruz de la Palma se crearía en 1881 La Sociedad La Cosmológica con objeto de fundar un museo de la historia natural y etnográfico para el estudio del material científico La gestión comenzó 1887 y no llegó más que a realizar un acopio de piezas arqueológicas y antropológicas. La contrapartida negativa de este primer período de nuestra arqueología canaria fue que salieron al extranjero piezas arqueológicas y restos antropológicos, produciéndose en ocasiones expolios con el daño irreparable para la reconstrucción de aspectos del pasado aborigen. HOOTON en 1925 publicaría su tesis doctoral en Harvard “The Ancient Inhabitant of the Canary Islands” (Los antiguos habitantes de las islas canarias) basados en estudios de antropología, biología y análisis de la cultura general, fue reconocido como un trabajo documental, de erudición combinando antropología física, etnohistórica, lingüística y arqueología. Influenciado por las ideas difusionistas de la época y sobre las bases de sus evidencias disponibles postulaba 4 inmigraciones hacia las Islas Canarias que originaron su poblamiento. Estas 4 oleadas serían: la 1ª de individuos de procedencia mediterránea con atribución de domesticación de la cabra y de la oveja, con un nivel industrial precerámico y desconocedor de la agricultura, procederían del área meridional de Marruecos, sobreviviría relativamente sin mezclas en El Hierro; la 2ª serían conocedores de la cerámica y de la agricultura, se inscribirían en el Neolítico Pleno asegurando su presencia en Tenerife, Gran Canaria y La Gomera. Introducirían el cultivo de la cebada y serían portadores de distintas creencias en torno al “culto al perro”, procediendo del Atlas y el anti-Atlas, con un idioma semejante al beréber; la 3ª desde Marruecos y Argelia de talla elevada a los que se les atribuye las practicas de trepanación, alcanzaría a todas las islas menos a El Hierro. Para Hooton, éstos eran una mezcla de braquicéfalos con los de larga cabeza, negroides mediterráneos que fundidos formaron la cultura guanche; y la 4ª afectaría más al archipiélago oriental, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, sería el tipo que Verneau identificaba como “semita”, mediterráneo, dolicocéfalo, de cerámica refinada con pintaderas, estructuras arquitecturales y al parecer responsables de la superioridad cultural de Gran Canaria, con linaje de línea femenina. Para el profesor C.M. de Guzmán fue la 1ª obra concebida con criterio arqueológico y cultural y en muchos aspectos no ha sido superada por la bibliografía posterior. WOLFELL. El aporte más valioso del profesor austríaco lo constituye la obra lingüística “Monumenta Linguae Canariae”, publicada en 1965; entre los años 1920 y 1930, investigó en el Archivo Vaticano, con el objetivo de averiguar las supervivencias indígenas, con documentos que refutaban o contradecían la leyenda negra en Canarias y afirmó que la misma era una elocuente mentira, como se podía probar por los procesos sobre libertad de los canarios hechos esclavos contra todo derecho... A nosotros nos parece una ingenuidad tal aseveración, porque el propio contenido de los documentos nos mueven a pensar en la necesidad de su emisión por la demanda de los mismos. También consideramos que en las crónicas e historiografías hay suficientes datos aportados que contradicen su opinión. La esclavitud existía en al Península en el siglo XV, era uno de los negocios más lucrativos de entonces, por ello a pesar de la protección teórica de la corona castellana, se vivió un coto de caza humano. Hay documentos transcritos por el doctor Serra, que corroboran el visto bueno de las autoridades a la venta de esclavos aborígenes canarios, al ser éstos condenados por herejes. Pero la labor de Wölfell en torno al estudio de la lengua aborigen canaria, junto a Marcy y Alvarez Delgado es indiscutible. SERRA. El profesor Serra , natural de Menorca, vino a La Laguna como catedrático de Historia de España en 1926, realizaría una importante tarea de investigación junto con el rumano Cioranescu, editando “Le Canarien”, las crónicas de la conquista franco-normanda; la mayor parte de sus investigaciones las centró en los viajes de mallorquines y catalanes a Canarias antes de las conquistas normanda y castellanas. LAS COMISARIAS DE EXCAVACIONES En 1940 se crearían en las Islas, Comisarías de Excavaciones con el propósito de organizar las excavaciones arqueológicas y recopilar sus materiales; se nombró al profesor Serra como comisario de zona, a cuya influencia se uniría Martínez Santaolalla quien dirigiría personalmente algunas campañas, e inculcó un método y un objetivo y ordenar las evidencias materiales según esquemas tipológicos, para distribuirlos cronológicamente y otorgarle a la prehistoria canaria una visión secuencial. Sebastián Jiménez Sánchez como responsable de la provincia de Las Palmas, desarrolló una intensa labor de prospección. Luis Diego Cuscoy intentó reconstruir la vida del guanche en relación con su “medio”, enfocándolo a través de la etnología comparada. El aborigen canario era un pastor que se comportó de forma similar al cabrero canario, a través de la línea de comportamiento de uno y otro, combinando métodos empíricos e intuitivos, reconstruye su estrategia de investigación; siempre se interesó más por el mundo funerario y colaboró estrechamente con la investigadora I. Schwidetzky. Los arqueólogos actuales no han juzgado positivas las actuaciones de dichos comisarios, por considerar que la falta de especialización les llevó al deterioro de algunos yacimientos. ETAPA ACTUAL DE LA ARQUEOLOGIA CANARIA La Arqueología interpreta los elementos del pasado que son su objeto de estudio, estos elementos son “las fuentes arqueológicas”, formando parte de ellas los restos encontrados en excavaciones de forma prioritaria, pero también restos constructivos como: túmulos, almogarenes, huecos naturales o fosas de los barrancos para almacenar agua, cazoletas, silos, concheros, canteras, etc. Los arqueólogos actuales consideran que la Arqueología está totalmente ligada a la conducta de los individuos, ello es, que cualquier objeto de estudio tendrá que ser más explicativo que descriptivo. Esta ciencia está altamente tecnificada, ya que muchos de sus restos son analizados de forma específica por un personal muy especializado, razón por la que las Ciencias Naturales y Físico-Químicas se asocian a la Arqueología para completar el estudio e interpretación de sus elementos de análisis, también la informática presta sus servicios a la Arqueología, auxiliándola en la realización de calcos de grabados de gran precisión, en la elaboración de datos estadísticos, etc. Otras ciencias afines a la Arqueología son: la Geología, que nos permite conocer los cambios o alteraciones que la corteza terrestre ha experimentado, por agentes externos o internos, por ello sabemos que algunos yacimientos aborígenes han sido sepultados por erupciones volcánicas, por otro lado, la lava nos sirve para fechar elementos del pasado asociado a la misma; la Paleontología que estudia los seres orgánicos que se hallan fósiles, es decir petrificados en las capas terrestres; la Etnografía cuya ciencia tiene por objeto el estudio de la descripción de las diferentes razas humanas; la Etnología estudia los diferentes pueblos o razas, su loscalización, manifestaciones culturales, pero no se limita a describir como la Etnografía, sino que recoge los materiales que aporta, los estudia y relaciona desde un punto de vista científico, es decir estudia comparativamente los pueblos y las culturas y siempre ha estado ligada a la Lingüística y a la Antropología. Para los profesores Tejera y Antón; Berthelot se adelantaría casi un siglo en utilizar esta línea de trabajo, preferida por los investigadores actuales de la prehistoria de Canarias, comparando elementos culturales del pueblo aborigen canario con pueblos beréberes africanos, actuales o del pasado. Estas comparaciones son tentadoras, pero arriesgadas, pues culturas alejadas en el espacio y en el tiempo, con medios biológicos diferentes, difícilmente pueden ser comparables con rigor, puede haber desfase entre la cultura material y la espiritual de una sociedad. Nosotros consideramos, que en el pueblo aborigen canario, existía un desfase entre la cultura espiritual (superior) y la material (inferior), al contrario que en nuestra cultura actual, en la que la espiritual es inferior y la material es de una superioridad galopante. Si en un futuro se intentara comparar los restos materiales de nuestra cultura, (ordenadores, cohetes espaciales, teléfonos, etc.), con otra hipotética de restos materiales similares, no lo podríamos hacer con rigor, porque esa otra cultura, podría haberse desarrollado espiritualmente en forma superior a la nuestra, o tal vez muy inferior. Al no desarrollarse en los pueblos la cultura material paralela a la espiritual, por múltiples condicionantes, nos parece que ese método comparativo puede en ocasiones no ser riguroso, lo cual no implica que pensemos que sea una línea de investigación desechable, sino que se ha de plantear con mucha rigurosidad y no “alegremente”. La Cronología es otra ciencia que tiene por objeto determinar el orden y fecha de los sucesos históricos, puede ser absoluta, cuando medimos la cantidad de C14 existente en cualquier materia orgánica, ya sea hueso, madera, etc., que al morir ha ido desprendiendo ese isótopo radiactivo, al medir esa “pérdida” se obtiene la “antigüedad” del elemento y relativa, cuando se datan unos hechos relacionándolos con otros, así los elementos encontrados en una misma capa o estrato, de una excavación, que no haya sufrido alteración, tendrán todos la misma antigüedad. En Canarias, debido a las reutilizaciones que han sufrido los asentamientos aborígenes, el método no siempre resulta útil, porque los materiales a veces se han contaminado con filtraciones de materias orgánicas, produciéndose a veces mayor antigüedad para restos de superficie que para otros situados en mayor profundidad, en una estratigrafía sin alterar; o fechas de antigüedad diferentes para elementos encontrados en un mismo estrato. La termoluminiscencia es otro método de datación apropiado para piezas de cerámicas, o líticas que sufrieron combustión, ya que el mismo consiste en medir las radiaciones del elemento que se liberan en forma de luz al calentarse. También es un método muy apropiado para restos de cerámica, el magnetismo, porque la arcilla retiene magnetismo remanente y da testimonio del campo magnético en la época y lugar en que se enfrió, el campo magnético varía de año en año y de siglo en siglo, pudiéndose reconstruir la curva de sus variaciones, partiendo de la cerámica de época conocida y como estamos en la “era de la electrónica”, también se utilizan métodos muy sofisticados para analizar las cerámicas, con microscopios que son capaces de aumentar en gran medida los elementos que componen las arcillas y la proporcionalidad en que estos elementos se mezclan, pudiendo así relacionarlos con otros fragmentos lejanos en el espacio y en el tiempo, estableciendo las relaciones oportunas. La excavación es la tarea fundamental del arqueólogo y en su desarrollo se efectúan varias fases. La primera es la prospección, que consiste en valorar la configuración ecológica del lugar, para reconstruir la zona en torno a los recursos potenciales del momento, teniéndose en cuenta: acuíferos, vegetación, canteras de piedras, situación al sol o a la umbría, etc. Cuando en los años 60, se creó en la Universidad de La Laguna, el Departamento de Arqueología, Prehistoria y Etnología, el profesor Pellicer, trazó varios objetivos a cumplir. Entre ellos el de realizar prospecciones de los yacimientos conocidos por bibliografía, así como prospectar zonas desconocidas hasta aquel momento y la realización de la “Carta arqueológica del Archipiélago Canario”, que sería una representación objetiva de los yacimientos, dicha labor se sigue realizando por los profesores de Prehistoria de ambas universidades canarias. En la excavación propiamente dicha se levanta el terreno en forma planimétrica y según el tipo de terreno se elige un método de trabajo, por áreas o cuadrículas, se organiza en torno a dos ejes principales, perpendiculares entre sí. Todos los hallazgos se registran en torno a un eje de ordenadas, otro de abscisas y la referencia a la profundidad. La ubicación tridimensional permite tener idea exacta de la aparición de los objetos y su relación entre sí y las capas estratigráficas. La estratigrafía es la base del trabajo, se van excavando las capas hasta llegar a la más inferior, virgen, la tarea fundamental será identificar cada estrato con sus materiales y atribuirles una cronología. Las investigaciones llevadas a cabo en este sentido, por los profesores J. F. Navarro y E. Martín, plantearon para La Palma, un poblamiento en dos horizontes. HORIZONTE A. Con una cronología sobre el primer milenio a.C., con una procedencia del N.O. de Marruecos. Los asentamientos se efectuarían por el este y nordeste palmeros. Con actividades de recolección, cerámica tosca y grabados con ideogramas geométricos. A través de los restos cerámicos se han constatado tres fases, quiere decir, que las características de unos mismos restos cerámicos asociados a los restos del mismo estrato, hacen suponer que las actividades de estos pobladores evolucionaron, en una primera fase recolectaban productos marinos y terrestres y practicaban la agricultura, en una segunda fase, asociado a la elaboración de cerámica de metopas (espacios libres, alternados con acanaladuras verticales), actividades ganaderas y una tercera fase asociadas a ideogramas geométricos (esto es, que expresaban sus ideas a través de signos geométricos). HORIZONTE B. Con una cronología semejante a la del anterior horizonte, primer milenio a. C., pero a continuación del mismo, caracterizado por: diferentes estilos cerámicos e incremento poblacional, que tal vez pudo dar lugar a la distribución en “capitanías” prehistóricas que conocemos. En Gran Canaria, C.M. de Guzmán, a través de su investigación propuso tres horizontes culturales (pendientes de definir su relación temporal). HORIZONTE ARCAICO. De gentes cromañoides, hábitat en cuevas, momificación e industria lítica. HORIZONTE FORMATIVO. Formado por la “cultura de la Cueva Pintada”, de gentes mediterranoides, con hábitat en cuevas artificiales, decoradas con pinturas, cerámica ídolos y pintaderas y la “cultura de los túmulos” con poblados y enterramientos en superficie. HORIZONTE EPIGONAL. Se relega hacia el interior de la Isla al grupo arcaico afianzándose una estructura protourbana en la costa. Consideramos que estos dos ejemplos son suficientes para constatar los “universos culturales” que se desarrollaron en las Islas, podremos deducir que existía una diferenciación importante entre ellas, pero que tal vez la hubo en el interior de cada una. La última fase es la de Laboratorio, después de seleccionar los elementos relevantes, que se envían a analizar a laboratorios específicos, en esta fase los materiales se lavan, siglan, y restauran, se realiza una síntesis de la historia del yacimiento y se puede hacer la fase cultural de una región, mediante la comparación de sus resultados con los obtenidos en otros yacimientos de la misma área geográfica. Como dice el profesor Pellicer, se hace necesario un “número suficiente de yacimientos”, con estratigrafía en cada isla, para realizar un estudio de estratigrafía comparada, para averiguar la sucesión de culturas en cada isla y sus respectivas cronologías, es decir, consideramos que el número de excavaciones realizadas hasta el momento, no forman un número relevante, para obtener conclusiones para cada isla y posteriormente para la región, tomando como referencia la numerosa población aborigen. PROCEDENCIA Y CRONOLOGIA. Para los profesores Del Arco, J. Gómez y J.F. Navarro, las poblaciones aborígenes del Archipiélago se enmarcan en dos tipos humanos diferentes, que a su vez se combinan en otras variantes; los tipos son: cromañoide y mediterranoide, el primero con cráneo mesocéfalo (intermedio entre el braquicéfalo, de cráneo redondo y dolicocéfalo de cráneo alargado) y en menor proporción dolicocéfalo, de cara ancha y baja, órbitas rectangulares más anchas que altas, pómulos pronunciados y estatura en torno a 1’65 m., con frecuencia de ojos, cabellos y piel claros, emparentado con el hombre Mechta-Afalou y Mechta-El-Arbí o cromañoide norteafricano, donde está presente desde el epipaleolítico iberomauritano. Y el segundo, el mediterranoide, de cráneo dolicocéfalo, cara proporcionada, larga y estrecha, pómulos menos proporcionados, labios gruesos y piel, ojos y cabellos oscuros, de estatura elevada, 1’70 m., su origen está en el protomediterráneo norteafricano, hombre epipaleolítico capsiense que va imponiéndose progresivamente hasta en el neolítico, superan al mechtoide persistiendo hasta la actualidad con mestizaje entre los beréberes actuales. Este problema entropológico de los primitivos pobladores del Archipiélago canario, ha interesado vivamente a muchos investigadores como: Verneau, Hooton, Fischer, Falkenburger, Camps, Balout, Tarradell, Schwidetzky, Fusté... Un argumento que ha usado el profesor Pellicer para demostrar el tardío poblamiento del Archipiélago fue, que según el profesor francés Balout: - Las etnias prehistóricas del Sáhara y del Magreb, practicaban la avulsión dental (extirpación total de un diente), desapareciendo esta práctica en tiempos protohistóricos. - En los enterramientos se posicionaban los cadáveres decúbito lateral flexionado, abandonando esta práctica tardíamente. - El abandono de la domesticación del buey por estas etnias en el siglo V a. C., (los aborígenes canarios no utilizaban este animal). - La presencia en estas etnias de una industria lítica especializada. Como entre los aborígenes canarios estas prácticas culturales no se efectuaban, se hacía depender de estos factores la fecha de poblamiento, pero al hallarse en las Islas un ritual semejante (decúbito lateral flexionado), y otros de cremación y algunas prácticas de avulsiones dentarias, así como la presencia de una industria lítica en todas las Islas, se hacen necesarios nuevos planteamientos, (aunque la ausencia del rojo funerario en las tumbas, práctica muy usual en esas etnias, y la ausencia de la misma entre los aborígenes canarios, a pesar de contar con el material necesario para su elaboración, sigue siendo una incógnita). También para el profesor Pellicer, los grabados en laberinto, círculos, espirales, etc., de La Palma, El Hierro, Gran Canaria y Lanzarote que han sido relacionados con el bronce atlántico de Portugal, Galicia, Bretaña, I.Británicas y Escandinavia por Santa Olalla y su escuela, para el profesor Pellicer proceden del Sáhara y Marruecos protohistórico, abandonando la idea del bronce atlántico, los sitúa en el grupo líbico bereber, con cronología entre 200 a.C. hasta 700 d. C. Nosotros pensamos que el prehistoriador procesa las fuentes según su teoría y así sus seguidores. Para Balout, “el doble origen africano que es el más probable, no elimina totalmente un posible papel de la Península Ibérica, comprobado, por otra parte, por la Arqueología”. Consideramos que las influencias atlánticas y mediterráneas deberían ser más consideradas en las investigaciones. FUENTES CONSULTADAS ABREU GALINDO, F.J.: 1977 “Historia de la conquista de las siete islas de Canaria”. Goya. Sta. C. de Tenerife. 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