Subido por Brus Leguás Contreras

LA HISTORIA DE LA INTERPOLACIÓN DE 1 JUAN 5,7,8

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Los “tres que dan testimonio” —LA HISTORIA DE LA INTERPOLACIÓN DE 1 JUAN 5:7, 8,
Brus Leguás Contreras.
Un vistazo a la controversia relacionada con la interpolación del Comma Johanneum en el
texto bíblico del pasaje de 1 Juan 5:7,8, basado en el examen de textos y manuscritos
antiguos y en el textimonio de diversos escriturarios y autores desde el período pre-Niceno.
Los textos que se citan de las Escrituras provienen de las ediciones, traducciones y
versiones que se identifican en cada caso. Cuando no hay una identificación específica,
debe entenderse que se trata de una cita proporcionada por el autor que se cita. Y, a
menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas provienen de La Santa Biblia,
antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por Cipriano de Valera (1602),
edición revisada de 1909, texto en el dominio público.
Las imágenes que aparecen en estas páginas corresponden a material de libre uso y a
reproducciones de obras cuyos derechos ya han caducado desde al menos el siglo pasado,
mediante fotografías, escaneos y/o capturas de pantallas de obras actualmente en el
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La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
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Brus Leguás Contreras
PRESENTACIÓN
Desde hace muchos años he dedicado tiempo y esfuerzos al estudio de las
Escrituras. Me interesa, apasiona y atrae desde muchos puntos de vista.
Personalmente, creo que es la Palabra inspirada e infalible de Dios y que,
como está escrito, es útil en todos los aspectos de la vida. Pero se debe
acercar uno a la Biblia con una mente abierta, libre de prejuicios y sin ningún
preconcepto ni ideas ni dogmas, porque demasiado a menudo uno hallará
que sus concepciones religiosas no tienen apoyo en la Palabra.
Desde el punto de vista de la historia, la geografía, la arqueología, la
genealogía, la paleontología, la etnología, la arquitectura y casi toda
experiencia humana, incluso la poesía y el derecho, uno puede hallar una
mina inagotable e insospechadamente rica y valiosa para estudiar y de la cual
derivar conocimiento.
Varios han sido los temas que desde que recuerdo me han atraído y a los
cuales he dedicado mucho tiempo, como, por ejemplo, la historia, la
geografía, la transmisión del texto, los idiomas en que fue escrita, la
escritura, entre otros, pero también me he sentido fuertemente atraído a
estudiar las doctrinas y enseñanzas que contiene la Escritura.
La Escritura sagrada no es un libro de historia, ni un manual de geografía o de
geología. Pero cuando habla de historia uno encontrará que es histórica, y
que cuando habla de botánica o de anatomía es exacta. Uno se equivoca
cuando pretende encontrar en ella un manual de cada cosa, o que diga lo que
uno quiere que diga. Y muchos no creen en su importancia como texto
antiguo simplemente porque suponen que representa a un credo en
particular o, peor todavía, porque no representa a un Dios que no les resulta
“funcional” para sus anhelos y deseos, ya que asumen que Dios debería
solucionarles sus problemas personales y no entienden que los asuntos
humanos tienen que ser resueltos en la esfera de lo humano, que es donde
se crean.
El presente escrito representa el resultado de un estudio que comenzó como
una simple y mera curiosidad, luego de haber leído, a principios de 1971, en
la versión Regina, una versión católica, apenas una frase justificando que su
lectura de 1 Juan 5:7, 8 no concordaba con la que presentada la Reina-Valera
Revisada de 1960 en ese mismo pasaje, y que era la versión que por esos
años yo aceptaba sin ninguna clase de reparos, en el buen entendido de que
se trataba de la Palabra de Dios.
Años de leer, estudiar y analizar diversos puntos de vista, finalmente me
convencieron de la importancia de este texto. Claro, yo habría esperado, en
aquella oportunidad, que ambas lecturas fueran cuando menos
concordantes, y no que hubiera una tan grande diferencia, porque veía que
el texto quedaba “mutilado” tal como lo presentaba la versión Regina.
3
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Con el tiempo, me di cuenta de que muchas otras versiones y traducciones
concordaban con la versión Regina y negaban apoyo a la versión Reina-Valera
Revisada de 1960. Consulté varios comentarios y leí numerosos artículos en
pro y en contra del texto tal como aparece en la Reina-Valera. Y conocí el
punto de vista de los “solo Reina-Valera”, personas que pertenecen
mayormente a iglesias pentecostales y bautistas, y que fanáticamente se
imaginan que esa versión ha sido traducida bajo inspiración divina y la
veneran como tal. De hecho, las subsecuentes y más modernas revisiones de
dicha versión han gozado de poca o escasa aceptación debido a la posición
determinante de los “solo Reina-Valera” que, al igual que los “solo King
James Version” en el mundo de habla inglesa, han elevado a un sitial artificial
de adoración a la Reina-Valera y al Texto Recibido, en el cual se basa, como la
mayoría de las versiones y traducciones hasta el segundo tercio del siglo XIX.
El punto de vista fundamentalista de los “solo Reina-Valera”, como de los
“solo King James Version”, ha hecho no solo demorar, sino obstaculizar, todo
intento de avance en el campo de la escriturística al asumir opiniones
fanatizadas y ultraconservadoras.
Finalmente, he logrado reunir un abundante y muy bien documentado
material sobre este asunto, y sobre muchos otros más, que es la base de lo
que expongo en estas páginas con la finalidad no de poner punto final a esta
controversia sino de interesar a más personas a que estudien y entiendan
mejor su Biblia, que la usen y utilicen no solo para demostrar que creen en
ella, sino para que se formen una idea lo más completa posible de su
importancia determinante como lo que verdaderamente es, la Palabra
inspirada e infalible de Dios.
Brus Leguás Contreras
Quilpué, 9 de agosto de 2015
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Brus Leguás Contreras
Los “tres que dan testimonio”
—LA HISTORIA DE LA INTERPOLACIÓN DE
1 JUAN 5:7, 8—
INTRODUCCIÓN
“¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de
Dios? Este es Jesucristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente,
sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio: porque el
Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el
Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y tres son los que
dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres
concuerdan en uno. Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio
de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de
su Hijo.” (1 Juan 5:5-91.).
En este pasaje, como se lee en la versión Reina-Valera de 1909, así como en
las ediciones revisadas de 1960 y de 1995, y en otras versiones antiguas y
modernas, los creyentes en el dogma de la trinidad han hallado un gran
apoyo, y es a menudo citado en apoyo del dogma como es definido y
entendido de acuerdo a la declaración del concilio de Nicea del año 325 y a
otras precisiones posteriores. Lo básico, y que ha servido para apoyar el
dogma trinitario dentro de las iglesias protestantes de habla hispana, que son
las que mayoritariamente utilizan la versión Reina-Valera, son las palabras “el
Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.” (1 Juan 5:7.). El
contexto inmediato ha sido usado para fulminar anatemas en contra de
quienes no aceptan el dogma trinitario: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene
el testimonio en sí mismo: el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso;
porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo. Y
este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en
su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no
tiene la vida. (1 Juan 5:10-12.).
A partir de dicha cita se ha considerado como una torre inexpugnable al
dogma trinitario dentro de las iglesias, sectas, movimientos y
denominaciones protestantes hispano hablantes.
Sin embargo, algunas traducciones y versiones modernas al castellano, como
la versión católica romana de los misioneros claretianos Pedro Franquesa y
1
Santa Biblia, Versión Reina-Valera, edición revisada de 1909.
5
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
José María Solé2 y la llamada Traducción del Nuevo Mundo de las Santas
Escrituras alegando basarse en mejores manuscritos bíblicos
neotestamentarios no han vacilado en omitir una parte del texto que
comúnmente se halla en 1 Juan 5:7, 8 tanto en la Versión Reina-Valera en
español, como en la Versión Autorizada o Versión del Rey Jaime, en inglés3. La
omisión que se presenta en la primera versión no ha sido criticada en
absoluto, pero sí lo ha sido vehementemente la omisión en la segunda
versión, aunque se ha señalado que se trata de una oposición general y a
todo evento en contra de esa traducción debido a consideraciones que no
tienen nada que ver con la traducción misma sino con antagonismos
doctrinales de antigua data y que no viene al caso profundizar aquí.
2
Sagrada Biblia, versión católica-romana, preparada por Pedro Franquesa y José María
Solé, misioneros claretianos, edición manual, 1968, publicada por Editorial Regina,
Barcelona, España.
3 Estas dos son las más populares y comúnmente conocidas traducciones de la Biblia hasta
ahora mismo utilizadas. La Iglesia católica romana utiliza traducciones que mayormente se
han hecho de la Vulgata Latina.
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Brus Leguás Contreras
En la página anterior, reproducción de la página 1939 de la Sagrada Biblia, versión
católica-romana publicada por Editorial Regina, Barcelona, España. Esta versión católica
omite la interpolación de 1 Juan 5:7,8, y proporciona una explicación sobre este pasaje.
Asimismo, los doctos y escriturarios modernos reconocidos no vacilan en
omitir de sus traducciones de la Biblia el pasaje señalado. Después de las
palabras “Porque hay tres que dan testimonio”, este pasaje agregado dice:
“en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y hay
tres que dan testimonio sobre la tierra.”4
Comentando sobre estas palabras, el famoso docto y prelado B. F. Westcott
expresó: “Las palabras que están interpoladas en el texto griego común en
este pasaje ofrecen una ilustración instructiva de la formación e introducción
de una glosa en el texto apostólico.”5
Es decir, ya en el siglo XIX se tenía plena conciencia de que las palabras en el
cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y hay tres que
dan testimonio sobre la tierra nunca formaron parte del texto sagrado sino
que, como reconocen la mayoría de los escriturarios, originalmente pudo
haber sido una nota marginal y, con el tiempo, alguien consideró que debían
ser parte del texto verdadero y, de este modo, esas palabras pasaron del
margen al cuerpo del texto.
Y, como adelanto, cabe señalar que la principal prueba en contra de este
pasaje es que no aparece en ninguno de los manuscritos griegos antiguos: es
solo en traducciones al latín que comienzan a aparecer, pero muchísimo
después del tiempo de Jerónimo, el traductor de la Biblia del griego al latín,
traducción a la que se conoce hasta ahora como Vulgata Latina.
En las páginas que siguen, se presenta una breve historia de lo que hay
detrás de este texto y cómo ha mostrado la crítica textual que éste no forma
parte de la Palabra inspirada de Dios sino que, al contrario, se trata de un
pasaje espurio que se introdujo en el texto principal de esa carta del apóstol
Juan.
4
Estas palabras son omitidas en la Versión Americana Normal, Una Traducción Americana,
la Versión Revisada Inglesa, la versión Phillips, la versión Rotherham, la Versión Normal
Revisada, así como por las versiones de Schonfield, de Wade, de Wand, de Weymouth, la
Hispano-Americana, la Bover-Cantera, la Nácar-Colunga, etc., además de las ya señaladas
anteriormente.
5 The Epistles of John, B. F. Westcott, 4a. edición, 1902, página 202.
7
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
La Historia de la Interpolación
La Primera Aparición del Pasaje Espurio
Con la apostasía que se produjo desde fines del siglo I d. de J.C. entre quienes
afirmaban ser cristianos, surgió mucha controversia con respecto a la nueva
doctrina de la trinidad que se fue formulando desde fines del siglo II d. de J.C.
por lo menos. No obstante, aunque estas palabras hubieran sido sumamente
pertinentes para establecer la verdadera doctrina, los escritores de la Iglesia
cristiana primitiva jamás las usaron. Los versículos del seis al ocho del
capítulo cinco de la Primera carta de Juan son citados por Hesiquio, León el
Grande y Ambrosio entre los latinos; y Cirilo de Alejandría, Oecumenio,
Basilio, Gregorio de Nacianzo y Niceto entre los griegos, para nombrar
apenas unos cuantos, pero las palabras en cuestión nunca aparecen en las
citas que ellos hacen.
Sobre todo, es interesante notar que en el I concilio de Nicea, citado y
presidido por el emperador Constantino I el Grande como pontifex maximus
imperial nadie citó estas palabras, a pesar de que, en la forma en que
actualmente se conoce el pasaje, habría sido, per se, dirimiente final en la
controversia que venía dividiendo a la Iglesia imperial desde hacía tiempo.
Atanasio, el celebrado obispo de Alejandría de Egipto, paladín de la posición
que defendía el dogma de la trinidad, habría tenido en este pasaje la
autoridad final que precisaba para dar el golpe final al partido contrario,
liderado por Arrio. Y no habría habido necesidad de acudir a la autoridad de
un emperador todavía pagano, en lo formal cuando menos, para que
dirimiera la llamada controversia arriana.
Cipriano y el Pseudo-Cipriano
La obra anónima titulada De rebautizare6, escrita alrededor del año 256 d. de
J.C., dice: “Porque Juan enseñándonos dice en su epístola (1 Juan 5:6, 7, 8)
‘Este es el que vino por agua y sangre, aun Jesucristo: no solo por agua, sino
por agua y sangre. Y es el espíritu el que da testimonio, porque el espíritu es
verdad. Porque hay tres que dan testimonio, el espíritu, y el agua, y la sangre;
y estos tres convienen en uno’.”7
“19. Yo pienso que hemos seguido plenamente lo anunciado por Juan el
bautista, de donde comenzamos nuestro discurso, cuando dijo a los Judíos:
‘Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento; pero el que viene
detrás de mí es más grande que yo, cuya correa de correa de su calzado no
soy digno de desatar. Él os bautizará con Espíritu Santo y con fuego.’8 Por
6
Es decir, Sobre Rebautizar.
Lardner, Nathaniel, The Works of Nathaniel Lardner, 1838, volumen 3, página 68.
8 Nota 5486, en Schaff, Philip, Ante-Nicene Fathers, volumen 5, Fathers of the Third
Century: Hippolytus, Cyprian, Caius, Novatian, Appendix, 1885, [a Treatise on Re-Baptism
7
8
Brus Leguás Contreras
otra parte, también pienso que no hemos puesto adecuadamente en orden
la enseñanza del Apóstol Juan, quien dijo que ‘tres dan testimonio, el
Espíritu, y el agua, y la sangre; y estos tres son uno.’9 Y, a menos que me
equivoque, también hemos explicado que nuestro Señor dijo: ‘Juan
ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo.’10 Por otra parte, pienso que no hemos dado ninguna razón como la
causa de la costumbre. Tengamos cuidado, aunque lo hacemos un lugar más
adelante, que ninguno puede pensar que estamos provocando el debate
actual de un solo artículo; aunque esta costumbre incluso solo debería, entre
los hombres que tienen temor de Dios, y son humildes, tener un lugar
principal.”11
Prisciliano
Es interesante notar aquí que algunos sectores trinitarios fundamentalistas
no trepidan, en su afán por tratar de dar sustento a sus dogmas no bíblicos,
en citar a autores a quienes la ortodoxia tradicional ha catalogado como
herejes y en buscar apoyo en fuentes extrabíblicas, como los escritos de
autores diversos que ni citan de la Escritura ni tampoco son fuentes para la
Escritura.
Prisciliano, también conocido como Prisciliano de Ávila, aparentemente nació
en la provincia romana de Gallaecia, hacia el año 340 d. de J.C., y murió en
Civitas Treverorum12, en el año 385 d. de J.C.
Llegó a ser obispo de Abula13, y fue ejecutado junto a otros amigos y
discípulos suyos. En la historia de la cristiandad, esta parece haber sido la
primera ejecución a muerte por herejía. Prisciliano fue ejecutado por el
orden de Magno Clemente Máximo, aunque varios obispos de Occidente,
liderados por Martín de Tours y Juan Crisóstomo, en Oriente, protestaron
contra tal decisión. El propio obispo de Roma, Siricio, criticó en términos
by an Anonymous Writer, antiguamente atribuido a Cipriano, obispo de Cartago, y que
hoy se suele atribuir a un Pseudo-Cipriano], página 1585: “Luke iii.16 [Lucas 3:16].”
9 Nota 5487, en Schaff, Philip, Ante-Nicene Fathers, volumen 5, Fathers of the Third
Century: Hippolytus, Cyprian, Caius, Novatian, Appendix, 1885, [a Treatise on Re-Baptism
by an Anonymous Writer, antiguamente atribuido a Cipriano, obispo de Cartago, y que
hoy se suele atribuir a un Pseudo-Cipriano], página 1586: “1 Juan v. 8 {1 Juan 5:8}. [Es de
destacar que cita la fórmula latina, y no la griega (εἰς τὸ ἕν εἰσιν). Ahora, el latín,
repitiendo (en el versículo 8) la fórmula que pertenece a la prótasis dudosa (hi tres unum
sunt), es hasta ahora la única evidencia de que existió un verso en el griego antiguo. Es
Importante notar que el latín no se ajustaba a la fórmula recibida del apódosis, 'los tres
concuerdan en uno.'].”
10 Nota 5488, en Schaff, Philip, Ante-Nicene Fathers, volumen 5, Fathers of the Third
Century: Hippolytus, Cyprian, Caius, Novatian, Appendix, 1885, [a Treatise on Re-Baptism
by an Anonymous Writer, antiguamente atribuido a Cipriano, obispo de Cartago, y que
hoy se suele atribuir a un Pseudo-Cipriano], página 1586: “Acts i.5 [Hechos 1:5].”
11 Schaff, Philip, Ante-Nicene Fathers, volumen 5, Fathers of the Third Century: Hippolytus,
Cyprian, Caius, Novatian, Appendix, 1885, [a Treatise on Re-Baptism by an Anonymous
Writer, antiguamente atribuido a Cipriano, obispo de Cartago, y que hoy se suele atribuir a
un Pseudo-Cipriano], páginas 1585, 1586.
12 La actual Tréveris, en la Alemania occidental.
13 La actual Ávila, en España.
9
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
duros el proceso14. La sentencia y la ejecución escandalizaron a muchos,
quienes lo consideraban un hombre piadoso y entregado al culto a Dios15.
De acuerdo a Próspero de Aquitania, nació en el entorno de una familia
senatorial16. Pero, por las referencias a su origen noble, es probable que haya
nacido no en Gallaecia sino en Baetica o en Lusitania, provincias donde había
mayor desarrollo de fundus aristocráticos que en Gallaecia, aunque hay
autores que han señalado una mayor importancia de este tipo de latifundios
en el noroeste de Hispania17.
En torno al año 370 llegó a Burdigala18 para estudiar con el retórico
Delphidius19. A las afueras de esta ciudad de la Galia fundó una comunidad
de tendencia rigorista junto a su maestro y a la mujer de él, Eucrocia. Se le
reconoce una relación con la Prócula, hija de ambos, aunque Jerónimo
menciona a una mujer de nombre Gala como su pareja oficial20.
Su principal adversario fue Itacio de Ossonoba21, quien atribuyó sus
conocimientos de astronomía y magia a un cierto Marcos de Memphis22.
Hacia 379, durante el consulado de Ausonio y de Olybrio, volvió a Gallaecia y
comenzó su período de predicador23.
Prisciliano fundó una escuela ascética rigorista, de talante libertario,
precursora del movimiento monacal, opuesta a la creciente opulencia de la
jerarquía eclesiástica imperante en el siglo IV. Tal vez los aspectos más
polémicos, en cuestiones formales, fueron el nombramiento de maestros o
doctores a laicos, la presencia de mujeres en las reuniones de lectura y su
marca carácter ascético. Sus ideas fueron de mucho éxito, en especial entre
las mujeres y las clases populares24, por su rechazo a la unión de la Iglesia con
el Estado imperial romano y su rechazo a la corrupción y el enriquecimiento
de las jerarquías. Ante la rápida difusión de sus enseñanzas, Higinio, sucesor
de Ossio, envió una carta a Hidacio25, informándole de la situación como
obispo que era de Augusta Emerita26.
14
Piñero, Antonio, Los cristianismos derrotados, III edición, Madrid, Editorial Edaf, 2008
[2007], página 268.
15 Drepanio, Panegyricus Latini, XII, 29, 2.
16 “...ab his Priscillianus est institutus, familia nobilis, praedives opibus, acer, inquies,
facundus, multa lectione eruditus, disserendi ac disputandi promptissimus...”, Sulpici
Severi, Chronica 46, 3.
17 Fernández Conde, Francisco Javier, Prisciliano y el priscilianismo. Historiografía y
realidad, Clio & Crimen,1, 2004, páginas 43-85.
18 La actual Burdeos, en el suroeste de Francia.
19 Attius Tiro Delphidius rhetor, en http://www.intratext.com/IXT/LAT0574/_P1A.HTM,
consultado el 18 de noviembre de 2015.
20 Jerónimo, Carta a Ctesifonte, en Epístolas, 133,4.
21 Itacio Claro, San Isidoro de Sevilla, Viris illustribus.
22 Este nombre parece remitir a un mago alejandrino dl siglo I d. de J.C. citado por Ireneo
en su Adversus Haereses.
23 Consta esta fecha por el Cronicón de Próspero de Aquitania.
24 En un contexto social de revueltas campesinas: bagaudas, circumcelliones...
25 También llamado Itacio.
26 La actual Mérida, en España occidental, que entonces era capital de la Dioecesis
Hispaniarum.
10
Brus Leguás Contreras
Estos dos obispos, junto a Itacio de Ossonoba, convocaron el concilio de
Caesaraugusta27 en el año 380, aunque otras fuentes lo sitúan en el año
37828, con la finalidad de condenar las ideas de Prisciliano. A este sínodo
acudieron dos obispos de Aquitania y diez de Hispania, lo que pareciera
indicar una fuerte y rápida extensión del movimiento ascético iniciado por
Prisciliano. Pero, la ausencia de los dos principales obispos acusados de
priscilianismo, Instancia y Salviano, evitó la condena a firme. Las actas dicen
que el obispo de Asturica29, Simposio30, abandonó el concilio al segundo
día31. El obispo Valerio, anfitrión del sínodo, acogió las recomendaciones de
Dámaso, por entonces obispo de Roma, en cuanto a evitar la condena in
absentia. Poco después, Instancio y Salviano elevaron a Prisciliano a la sede
vacante de Abula, la actual Ávila.
Intentando acercar posiciones, los obispos Instanio y Salviano fueron a
Augusta Emerita, con la finalidad de entrevistarse con el obispo Hidacio, pero
fueron obligados a huir ante el ataque de una turba de fundamentalistas
arengada por el obispo metropolitano. A continuación se produjo un nutrido
cruce de acusaciones epistolares entre los priscilianistas y sus opositores. Ha
de tenerse en cuenta que la difusión de las enseñanzas de Prisciliano ocurrió
en todos los estratos sociales, incluyendo a muchas familias influyentes de
casi todas las provincias de Hispania. Finalmente, una carta que Hidacio envió
a Ambrosio, obispo de Mediolanum32, donde para entonces se encontraba
instalada la corte imperial, convenció al obispo milanés para obtener del
emperador Graciano un rescripto en que se le excomulgaba y desterraba de
sus sedes, tanto a Prisciliano como a sus seguidores33.
En el año 382, Prisciliano viajó a Roma para defenderse, pero Dámaso, obispo
de Roma34, quien era de familia originaria de Hispania, se negó a recibirle
27
La actual Zaragoza, en España.
En las actas de este Concilio se menciona únicamente un 4 de octubre como fecha de
celebración, sin indicarse el año: Conc. Caesar. I (378/380), Rodríguez, página 292. Frente
a la datación tradicional de este concilio en el año 380, M. V. Escribano, en Iglesia y
Estado, páginas 218-220 y EAD., En torno a una ley de Graciano contra la herejía (CTh. XVI,
5, 4), en Estudios en homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez, Zaragoza, 1986, páginas
833-849, propone —aunque, como ella misma indica, la cuestión sigue sin estar
definitivamente resuelta— el año 378 a partir de la identificación del rescripto de
Graciano contra los pseudoobispos y maniqueos, Codex Theodosius, 16, 5, 4 (376 [378?]).
Mommsen-Meyer, I, 2, página 856 y la mención de Prisciliano como obispo por Próspero
de Aquitania en el año 379: Prosper, Epit. Chron., a. 379, MGH aa 9, Chronica minora 1,
página 460. Para más detalles, puede verse a J. Vilela Un obispo-pastor de época
teodosiana.
29 La actual Astorga, en el norte de España.
30 Este obispo fue padre de Dictinio, quien años más tarde ocuparía esa sede obispal.
31 Este obispo ocuparía, años más tarde, una posición relevante entre los discípulos de
Prisciliano.
32 La actual Milán, en el norte de Italia.
33 Nótese que en esta época la injerencia y prevalencia de lo que determinara el
emperador romano era lo que determinaba una condena por herejía.
34 Dámaso se encontraba enfrascado en una fuerte pugna para establecer la primacía
oficial de la sede romana sobre las demás sedes primadas, que eran Constantinopla, la
nueva Roma; Alejandría, Jerusalén y Antioquía de Siria.
28
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La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
aduciendo que no tenía competencia para anular el rescripto en que el
emperador le excomulgaba y exiliaba.
Prisciliano, al final, se trasladó a Mediolanum, y, aprovechando la ausencia
del emperador Graciano, convenció a su magister officiorum Macedonio de
anular el anterior decreto imperial.
Entonces, regresó a Hispania, reafirmando la situación de su grupo y
consiguiendo, de paso, que Itacio fuera acusado de perturbador de la Iglesia.
El procónsul Volvencio ordenó la detención del obispo Itacio, quien huyó a
Civitas Treverorum y se puso bajo el amparo del obispo Britto.
En el año 383, Magno Clemento Maximo, gobernador de Britania, cruzó el
canal y desembarcó en Galia con ciento treinta mil soldados, haciendo huir a
toda prisa al emperador Graciano, a quien al final dio muerte en una
emboscada en los bosques de Lugdunum35. Sus soldados lo proclamaron
nuevo imperator de Occidente, lo que no fue visto con buenos ojos por
Teodosio, emperador de Oriente. Esta delicada situación, le obligó a buscar
apoyos en la Iglesia imperial, la que a su vez necesitaba amparo institucional
para enfrentarse a los numerosos movimientos disidentes que la
atormentaban36.
En esta alianza de conveniencias encuadra el posterior desarrollo de los
acontecimientos. La Iglesia imperial se enfrentaba a un movimiento popular
bastante extendido por la mayor parte de Hispania y buena parte de las
Galias. Máximo, por su parte, deseaba ofrecer una mano tendida en la forma
de la condena oficial del priscilianismo. Sin embargo, la aplicación de una
sentencia por herejía conllevaba la confiscación por parte del Estado de todas
las iglesias de la secta, lo que no puede interesar que suceda a la jerarquía
eclesiástica, y tampoco sirve a los intereses del nuevo emperador. Entonces,
se diseñó un modelo judicial ad hoc que pretendía condenar a los obispos
priscilianos por maleficium37. Esta sentencia, más favorable a las arcas del
nuevo emperador, incluyó la requisa de todas las propiedades personales de
los acusados, quienes, no debe olvidarse, pertenecían a muy ricas familias
hispanas, y sin afectar al patrimonio eclesiástico.
Entonces, se convocó un nuevo concilio en Burdigala, al que acuden
Prisciliano y varios de sus seguidores, en el que se le condena de nuevo, pero
del que solo se obtiene de facto la deposición de instancio de su sede obispal.
Durante la celebración de este concilio una multitud fanatizada y enloquecida
lapida a Irbica, una discípula de Prisciliano. Este abandona la reunión y se
dirige al norte, a Civitas Treverorum, en la Germania Superior, donde Maximo
había establecido su corte, para convencer al emperador de que interceda a
favor de su grupo, sin saber que Itacio de Ossonoba ya había tejido la red de
maquinaciones que culminaría con su ejecución, en el año 385.
35
La actual Lyon, en el sur de Francia.
Entre esos movimientos estaban los arrianos, los rigoristas, los binionitas, los
patripasianos, los novacianos, los nicolaítas, los ofitas, los maniqueos, los homuncionitas,
los catáfrigos, los borboritos y los propios priscilianos, entre otros.
37 Esto es, brujería.
36
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Brus Leguás Contreras
Habiendo llegado a Civitas Treverorum, Prisciliano es acusado, por medio de
Evodio, el prefecto del emperador, de practicar rituales mágicos que incluían
danzas nocturnas, el uso de hierbas abortivas y la práctica de la astrología
cabalística.
Se le arrancó una confesión mediante tortura y fue decapitado junto a sus
seguidores Felicísimo, Armenio, Eucrocia38, Latroniano, Aurelio y Asarino.
Estos fueron los primeros heterodoxos ajusticiados por una institución civil a
instancias de obispos de la Iglesia imperial.
Prisciliano y la Coma de Juan
La interpolación llamada Comma Johanneum o Coma de Juan39, aparece por
primera vez en las obras de Prisciliano, originador y líder de la secta que de él
fue llamada priscilianos, originada en Hispania cerca del fin del siglo IV d. de
J.C. En efecto, el primer pasaje conocido que menciona a los tres testigos en
los cielos, se debe a Prisciliano, quien escribió: “Ipse est enim qui fui test et
futurus est et uisus a saeculis uerbum caro factus inhabitauit in nobis et
crucifixus deuicta norte uitae heres effectus est ac tertia die resurgens factus
futuri forma spem nostrae resurrectionis ostendit et ascendens in caelos
uenientibus ad se iter construit totus in patre et pater in ipso. ut
manufestaretur quod scribtum est: gloria in excelsis deo et pax hominibus in
terra bonae uoluntatis: sicut Iohannes ait: tria sunt quae testimonium dicunt
in terra aqua caro et sanguis et haec tria in unum sunt, et tria sunt quae
testimonium dicunt in caelo pater uerbum et spiritus et haec tria unum sunt
in Christo Iesu.”40
La traducción de este pasaje, hecha por Manuel José Crespo Losada: “En
efecto, él es quien ha sido, es y será41 y contemplado por los siglos, verbo
hecho carne, habitó entre nosotros42 y crucificado, fue constituido heredero
de la vida43 una vez derrotada la muerte y, resucitando al tercer día, mostró,
hecho figura de lo venidero44, la esperanza de nuestra resurrección, y,
ascendiendo a los cielos, construyó el camino para quienes se dirigen hacia
él, todo él en el padre y el padre en él45, para que se manifieste lo que está
escrito: gloria a dios en los cielos y paz a los hombres en la tierra de la buena
voluntad46. Como dice Juan: tres son las cosas que dan testimonio en la tierra:
38
Viuda de Delphidius.
También se conoce a este pasaje espurio como Paréntesis de Juan, Paréntesis Juánico,
Como Joánica, Coma Juánica, Cláusula Juánica, Apócrifo Juánico, y de otras maneras.
40 Crespo Losada, Manuel José, Traducción y Comentario Filológico del ‘Tractatus Primus’
de Prisciliano de Ávila, intitulado ‘Liber Apologeticus’, Memoria para optar al grado de
Doctor, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología, Departamento de
Filología Latina, bajo la supervisión de los doctores Juan José Ayán Calvo y José Joaquín
Caerols Pérez, Madrid, 2009, [Liber Apologeticus 5,20-6,9] páginas 48, 50.
41 Nota en el original, ibídem, página 49: “Ap. 1.8.” (Apocalipsis 1:8.).
42 Nota en el original, ibídem, página 49: “Jn. 1.14.” (Juan 1:14.).
43 Nota en el original, ibídem, página 49: “Cf. 1Pe. 3.22, Hb. 1.2.” (Véase, 1 Pedro 3:22;
Hebreos 1:2.).
44 Nota en el original, ibídem, página 49: “Rom. 5.14.” (Romanos 5:14.).
45 Nota en el original, ibídem, página 50: “Cf. Jn. 14.11.” (Véase, Juan 14:11.).
46 Nota en el original, ibídem, página 50: “Luc. 2.14.” (Lucas 2:14.).
39
13
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
el agua, la carne y la sangre, y estas tres están en uno solo, y tres son las que
dan testimonio en el cielo: el padre, el verbo y el espíritu, y estos tres son uno
solo en Cristo Jesús47.”48
En primer lugar, es interesante notar que el texto espurio in comento, como
aparece en el Liber Apologeticus de Prisciliano, está en orden inverso, porque
primero menciona las cosas en la tierra, para enseguida nombrar lo del cielo.
En segundo lugar, los tres testigos en la tierra son “el agua, la carne y la
sangre”, sustituyendo la lectura de “el Espíritu, y el agua, y la sangre” que se
lee normalmente en el texto sagrado. Y, en tercer lugar, al agregar la frase
“en Cristo Jesús”, Prisciliano favorece una interpretación modalista49 del
pasaje y de su obra.
E igualmente interesante es lo que expresa el ya citado Manuel José Crespo
Losada en su Memoria sobre el Liber Apologeticus de Prisciliano, que cito in
extenso por su importancia:
“98. Tria sunt quae testimonium dicunt in terra aqua caro et sanguis et haec
tria in unun sunt, et tria sunt quae trstimonium dicunt in caelo pater
uerbum et spiritus et haec tria unum sunto in Christo Iesu: en esta cita de
1Jn.5.7.8 se inserta la famosa interpolación de Vetus Latina50 conocida como
47
Nota en el original, ibídem, página 50: “Cf. 1Jn. 5.8.7 (Vulg. 1Jn 5.7.8).” (Véase, 1 Juan
5:8, 7 (Vulgata, 1 Juan 5:7, 8.).
48 Crespo Losada, Manuel José, Traducción y Comentario Filológico del ‘Tractatus Primus’
de Prisciliano de Ávila, intitulado ‘Liber Apologeticus’, Memoria para optar al grado de
Doctor, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología, Departamento de
Filología Latina, bajo la supervisión de los doctores Juan José Ayán Calvo y José Joaquín
Caerols Pérez, Madrid, 2009, [Liber Apologeticus 5,20-6,9] páginas 49, 50.
49 El modalismo es un concepto acuñado en el siglo XIX por opositores a la trinidad, tal vez
siguiendo la fisolosofía de Baruch Spinoza, para describir una posición, según sus
seguidores, que es estrictamente monoteísta y que estaría presente no sólo en los
cristianos de los primeros siglos de la historia de la Iglesia, sino en toda la historia de la
misma. Dios es definido como un Espíritu Único e Indivisible, que se manifiesta al hombre
de diversos modos (Hebreos 1:2; 1 Timoteo 3:16; 2 Corintios 5:19; Juan 14:8, 9), y que se
manifestó en la carne en Jesucristo con el propósito de redimir al hombre. (1 Timoteo
3:15, 16.). Antes de la invención del término modalismo, de donde modalista, esta
doctrina había sido conocida bajo los términos de monarquianismo, que era la creencia en
un solo Monarca, que es Dios; o sabelianismo, enseñanza contra la que en el siglo IV se
enfrentó Basilio Magno. Los Pentecostales del Nombre de Jesucristo defiende la teoría
modalista, aunque prefieren utilizar el término Unicidad de Dios.
50 Vetus Latina o Latina Antigua, es la designación colectiva que se da a los textos bíblicos
en latín que fueron traducidos desde el siglo II d. de J.C. a partir de la Septuaginta o
Versión griega de los Setenta para la mayor parte de los libros del Antiguo Testamento, y
desde los originales griegos para los del Nuevo Testamento, antes de que Jerónimo
produjera la traducción conocida como Vulgata Latina, la que finalmente se convertiría en
la traducción normal para la cristiandad de habla latina de la sección occidental del
Imperio. No se trata de una traducción única. Existe una gran colección de textos bíblicos
en forma de manuscritos que contienen testimonios de traducciones latinas de las
Escrituras anteriores a Jerónimo. Tras comparar Lucas 24:4-5 en manuscritos de la Vetus
Latina, el escriturario Bruce M. Metzger contó no menos de veintisiete lecturas distintas.
Antes de estas traducciones latinas, todo el Occidente usó las Escrituras en griego, que era
el idioma internacional hablado desde Hispania hasta la India y desde el Ponto Euxino
(mar Negro) hasta Etiopía. Pablo mismo escribió a la comunidad cristiana en Roma en
14
Brus Leguás Contreras
comma joánico.51 Se presentan a continuación por su interés para el
comentario, el texto latino de la edición de Beuron —el subrayado destaca la
interpolación o Comma— y el texto griego de la edición de Nestle-Aland:
“VetLat tipo C
“tres sunt qui testimonium dicunt in terra 8spiritus et aqua et sanguis et
hi tres unum sunt in Christo Iesu 7et tres sunt qui dicunt in caelo pater
uerbum spiritus et hi tres unum sunt
“griego (Nestle-Aland)
ὅτι τρεῖς εἰσιν οἱ μαρτυροῦντες, 8τὸ πνεῦμα καὶ τὸ ὕδωρ καὶ τὸ
αἷμα, καὶ οἱ τρεῖς εἰς τὸ ἕν εἰσιν.
“La interpolación de la tríada celestial denominada comma (cf. Tres sunt qui
testimonium dicunt in caelo, pater et uerbum et spiritus, et in christo iesu
unum sunt) aparece por primera vez en cuatro textos, de los cuales el
primero podría ser éste de Prisciliano. El resto lo integran dos pasajes
pertenecientes a un tratado sobre la Trinidad de autoría incierta —quizá
Eusebio de Vercelli— y, según algunos, de posible origen hispano (Dattino
1976: 120), recogidos en la edición de Bulhart (Ps. Euseb. Vercell. Trin.1.412,
10.397); otro pasaje perteneciente al opúsculo contra el diácono arriano
Varimado, atribuido a Itacio Claro, obispo de Ossonuba (cf. CPL 364, donde
Idacius; var. Ithacius, cf. Sulp.Seu.Chron.2.47.3), o a Vigilio de Tapso
(Ps.Vig.Th.Varim.1.5.14). De todos ellos, el más cercano al texto de
Prisciliano, desde el punto de vista formal, es el perteneciente a la refutación
contra Varimado, ya que, además de la tríada celestial, el pasaje cita los tres
elementos terrígenos priscilianeos, aunque con leve modificación del orden:
aqua, sanguis et caro.
“Según los estudiosos, el comma se trata de una más que probable glosa
marginal, inspirada en un pasaje de Pseudocipriano (Rebapt.15 y 19), que
aparece en cierto momento de la tradición escriturística de Vetus Latina y
que termina incorporándose al texto latino de la epístola joánica, afectando
incluso a manuscritos griegos tardíos del Nuevo Testamento con clara
influencia latina (cf. Ayuso Marazuela 1947).
“El objetivo del presente comentario pretende ilustrar el sentido del pasaje
de Prisciliano a la luz de sus paralelos patrísticos. Desde el punto de vista
sintáctico, es claro que la cita —entiéndase, con la interpolación admitida ya
como parte del texto escriturístico— presenta dos partes relacionadas de
modo paralelo. Así lo indican los elementos comunes: por una parte tria sunt
quae testimonium dicunt y por otra haec tria. También aparecen
relacionados, si bien ya con elementos en contraste, de un lado in terra con
griego su carta conocida actualmente como Romanos. Y mientras estuvo en Roma,
escribió cartas en griego también.
51 De acuerdo al comentario de la versón Nácar-Colunga, la interpolación no es original de
la Vetus Latina, sino que se habría formado en el círculo priscilianista probablemente bajo
la influencia del comentario de PseudoCipriano quien, sin embargo, no emplea la fórmula
completa del texto espurio. Véase, A Treatise on Re-Baptism by an Anonymous Writer, 15,
19, en Ante-Nicene Fathers, Philip Schaff, editor, volumen 5, 1885, páginas 1582, 1585,
1586; también, Apéndice II.
15
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
in caelo, que establecen dos ámbitos a los que se asignan los distintos
elementos, y de otro lado, las dos series trimembres —la primera, aqua, caro
et sanguis, pertenece al ámbito in terra; la segunda, Pater, Verbum et
Spiritus, adscrita al ámbito in caelo—. En la última relación, el paralelismo del
pasaje da pie al contraste de elementos: mientras el agua, la carne y la
sangre in unum sunt, esta fórmula aparece amplificada —unum sunt in
Christo Iesu— cuando se trata de la unidad del Padre, del Verbo y del
Espíritu.
“A la vista de esta disposición, surgen dos cuestiones respecto al sentido del
pasaje. La primera es saber a ciencia cierta cuál es el sustantivo que está tras
el pronombre en la expresión in unum sunt. Cabe pensar que el pronombre
unum esté en género neutro. En ese caso, ¿cuál es el sentido de que tres
realidades que dan testimonio en la tierra estén en una sola? Más aún, así
entendido, ¿qué relación guarda el ‘tres en uno’ terreno con la tríada
celestial? Téngase en cuenta que el texto de los Tratados acostumbra a
utilizar el neutro como género sustitutivo de realidad abstractas o
inmateriales, independientemente del género de los sustantivos que las
designen. Sirvan como ejemplos: 7:83.20 imago et similitudo dei, quod estis
uso, 5.63.18 hoc (cs. Mundus) malum indicant. Lo mismo sucede para
realidades personales espirituales: 1.13.16s. ollud ese quod fera dicitur, deum
autem ese quod Christus Iesus est, 1.18.5 nihil aliut potest ese quam zabolus,
6.81.12 mensura hominis quod est angelus. De ahí el uso, en esta cita, del
neutro por el masculino en tria y quae (un procedimiento semejante en
Aug.Trin.4.20 pater et filius unum sunt … spiritus sanctus unum cum eis ets
quia haec tria unum sunt). Pese a todo lo dicho, es más probable que el
empleo del neutro unum no responda a una cuestión de concordancia
peculiar, sino que sea una fórmula para expresar unidad (cf.
Tert.Adu.Prax.22.11 cum duo masculini generis unum dicit neutrali uerbo,
quod non pertinet ad singularitatem sed ad unitatem).
“Otra opción es pensar que el pronombre unum esté en masculino, ante lo
cual parece lógico suponer que el sustantivo referente es Cristo, presente en
el segundo miembro. Esta hipótesis nos lleva ahora a preguntarnos el
sentido de la presencia en Cristo de tres elementos como el agua , la carne y
la sangre y en qué medida dan testimonio en la tierra.
“La segunda cuestión respecta al significado del pasaje surge ante la
necesidad de saber cómo se relacionan los elementos terrenos con los
celestiales. A nuestro entender existen dos posibilidades razonables. Por un
lado, se puede establecer una correlación individual entre los elementos de
ambas ternas. Respetando la secuencia de los elementos, quedarían
emparejados agua – Padre, carne – Verbo, y sangre – Espíritu. Ahora bien,
cabe igualmente la posibilidad de pensar que los elementos sólo se
relacionan por el número, tres en la tierra, tres en el cielo, y que la clave de
sentido no está en el emparejamiento sino en un elementos externo común a
amabas ternas. Desde esta óptica aparece de nuevo Cristo como el eslabón
que las vincula.
16
Brus Leguás Contreras
“Antes de continuar, es preciso poner de relieve que, dado el contexto de
defensa o descargo del primer Tratado, los pasos argumentales que propone
Prisciliano en su texto no son saltos en el vacío, ni a la hora de exponer su
pensamiento (por ello resulta tan difícil la lectura de un texto tan ambiguo y
sibilino) ni, sobre todo, en el empleo de las citas de la Escritura que sustentan
sus afirmaciones dogmáticas. En virtud de esta situación, es razonable pensar
que la versión de 1Jn.5.7.8 que está manejando no debía resultar chocante
en absoluto al tribunal que le juzgaba. Nuestro autor se puede permitir citar
la epístola joánica con la interpolación de los elementos celestiales sin que
ello perturbe los oídos de los beatissimi sacerdotes. Es más, puede que
incluso la iglesia en Hispania considerara la hoy polémica cita como un
argumento probatorio incuestionable contra ciertas ideologías desviadas.
Sirva como hipótesis justificativa de lo dicho el hecho de que, de los primeros
pasajes que son testigos del Comma, tanto los textos sobre la Trinidad
editados por Bulhart como el tratado contra Varimado, emplean 1Jn.5.7.8
como argumento escriturario antiarriano (cf. Ps.Euseb.Vercell.Trin.2.86,
Anonym.Trin.10.265, Trin.11.1, Ps.Vig.Th.Varim.1.1.91). Téngase en cuenta
también la probable localización hispánica de todos ellos, mostrada más
arriba (cf. P. 233).
“Ahora bien, el que Prisciliano esté sirviéndose de materiales que inspiran
confianza en el auditorio no implica necesariamente que también exista
coincidencia en lo relativo a la interpretación y al mensaje final. A pesar de
ello, dado que la cita joánica formaba parte significativa del acervo
escriturístico de la época, como hemos visto, no estaría de más detener la
mirada en las exégesis que de ella circulaban, con objeto de acercarnos en la
medida de lo posible al sentido que le otorga Prisciliano.
“En primer lugar, hemos de constatar con decepción que los primeros
pasajes —arriba citados— que presentan la interpolación no aportan luz en
este sentido. Ni siquiera el más cercano formalmente, el pasaje del tratado
contra Varimado (aqua sanguis et caro), va más allá de insertar la cita entre
una nube de testimonios para afirmar la unidad de naturaleza divina entre el
Padre y el Hijo, sin menoscabo en la de éste, y la no procedencia en el tiempo
del Hijo respecto del Padre. El contexto es, sin duda, antiarriano, como ya
hemos mencionado, pero el pasaje no ofrece pistas en orden a la
comprensión del texto de Prisciliano.
“Es preciso recordar que estos autores citan como elementos terrenos el
agua, la sangre y el espíritu. Aparte de los ya mencionados, el grupo de
paralelos más elocuentes lo encabeza Euquerio de Lión (siglo V), quien en un
pasaje de la opúsculo exegético dedicado a su hijo Salonio, plantea dos
interpretaciones. La primera explicación para tria sunt quae testimonium
perhibent, aqua, sanguis, et spiritus (Jn.5.8) que recoge Euquerio se apoya en
dos datos que encontramos en el relato joánico de la pasión: Cristo en la
cruz, tras inclinar la cabeza, entregó el espíritu (Jn.19.31); luego, traspasado
su costado por la lanza, salió sangre y agua (Jn.19.34-35). Con esta base
escriturística, afirma Euquerio, algunos piensan que el agua significa el
bautismo, que la sangre simboliza el martirio de la crucifixión, y que el
espíritu se refiere al propio Cristo que transita al Señor por el martirio:
17
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
“EucherInstr.1.181.1717
“Quidam ergo ex hoc ita disputant: aqua baptismum, sanguis uidetur
indicare martyrium, spiritus uero opse est qui per martyrium transit ad
Dominum.
“Parecida interpretación aparece ya recogida por Ambrosio, con una
referencia clara a la resurrección:
“Ambr.Exp.Luc.10.473
“tres enim testes sunt, aqua, sanguis et spiritus, aqua ad lauacrum,
sanguis ad pretium, spiritus ad resurrectionem.
“Interesa dejar claro que en esta primera exégesis no aparece referencia
alguna a los tres testigos celestes.
“Pero después de ésta, Euquerio recoge otra explicación (interpretatio
mystica) de la que también se limita a dejar constancia, sin manifestar su
adhesión: muchos entienden este pasaje como símbolo de la misma trinidad
que, al parecer, da perfecto testimonio de Cristo, de modo que el agua indica
al Padre (con apoyo de Jer.2.13), la sangre a Cristo y con el espíritu se pone
de manifiesto el Espíritu Santo:
“Eucher.Instr.1.181.1719
“Plures tamen hic ipsam interpretatione mystica intelligunt Trinitatem,
eo quod perfecta ipsa perhibeat testimonium Christo.
“Por último, Euquerio expone su propia opinión al respecto: en el Evangelio
aparecen dos lugares donde indiscutiblemente el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo dan testimonio de Cristo. Y aporta como ejemplo dos citas para cada
una de las personas divinas (Eucher.Instr. 1.181.1724-29).
“El pasaje del agua, la sangre y el espíritu es motivo de exégesis en dos
comentarios a la primera epístola de Juan, de época más tardía, procedentes
del área irlandesa. En uno de ellos, el realizado por un anónimo irlandés,
vuelven a aparecer las dos exégesis del texto de Euquerio. Destacamos, por
su interés, la primera de ellas, que vincula, en la tríaa terrena, el agua con el
bautismo, la sangre con el martirio y el espíritu con la vida de Cristo. Sobre
este último elemento, el irlandés ofrece una explicación algo más extensa, a
saber, que el espíritu alude a
“Scot.Anonym.1Joh.210s.
“’la vida de Cristo, según la carne, que entregó por nuestra vida’.
“La noticia de Casiodoro viene a confirmar la trendencia a interpretar en
clave cristológica y a contextualizar en la pasión este versículo cuando
aparecen solamente los elementos terrígenos. Concretamente al pasaje del
evangelio de Juan en el que, como efecto de la lanzada, del cuerpo muerto
de Jesús salió al punto sangre y agua:
“Jn.19.34 en cf. Cassiod.Compl.1Joh.10.1373
18
Brus Leguás Contreras
“cui rei testificantur in terra tria mysteria: aqua, sanguis et spiritus,
quae in passione Domino leguntur impleta: in coelo autem Pater, et
Filius, et Spiritus sanctus; et hi tres unus est Deus.
“Obsérvese cómo la fórmula tria mysteria de Casiodoro puede iluminar el
enigma que se esconde tras el tria sunt de nuestro autor. También Casiodoro
es ejemplo de la tendencia a interpretar los tres celestiales vinculados al
tema de la unidad de substancia y la trinidad de personas en Dios cuando la
cita presenta las dos ternas:
“Cassiod.Instit.2.4.8
“in essentia siquidem Diuinitatis monas intellegitur, in personis uero
trinitas comprobatur; legitur enim in epistula Iohannis: Tria sunt quae
testimonium perhibent, aqua, sanguis et spiritus.
“Una muestra de que la terna aqua, caro et sanguis circuló durante siglos en
las versiones que manejaban los hispanos puede ser la práfrasis que nos
ofrece Beato de Liébana en su libro con Elipando:
“Beat.Adu.Elip.1.26
“Quis est, qui uicit mundum, nisi qui credit, quoniam Ihesus est Filius
Dei? Hic est, qui nenit per aquam et sanguinem, Ihesus Christus; non in
aqua solum, sed in agua et sanguine et carne. Et Spiritus est, qui
testificatur, quoniam Christus est ueritas, quia tres sunt, qui
testimonium dant in terris: aqua et sanguis et caro. Et tria haec unum
sunt. Et tres sunt, qui testimonium dicunt in caelo: Pater, Verbum et
Spiritus, ‘¿quién es el que ha vencido al mundo sino quien cree que
Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que viene por medio del agua y de la
sangre: Jesucristo; no sólo en el agua, sino en el agua, la carne y la
sangre. Y el espíritu es el que testifica, pues Cristo es la verdad, que son
tres los que dan testimonio en la tierra: el agua la sangre y la carne. Y
estas tres cosas son una sola. Y tres son los que dan testimonio en el
cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu’.
“Sea cual sea la interpretación de los elementos terrígenos, lo cierto es que la
tendencia a asociar en este versículo el misterio de Cristo, Dios y hombre, y el
misterio trinitario del dios cristiano se extiende, al menos, hasta la Edad
Media tardía:
“Bonau.Coll.Hexaem.1.11
“In iis tribus omnia miracula radicantur et cognitio deitatis et
humanitatis sunt coniunctae. Non enim cognoscitur incarnatio nisi
praecognita discretione personarum sabellius enim personas non
distinguens habet necesse sentiré patrem incarnatum et passum. Nec
trinitas cognoscitur sine incarnatione quia etiam tres sunt qui
testimonium dant in terra scilicet spiritus hoc est deitas aqua hoc est
caro sanguis hoc est anima si autem trinitatem uis congnoscere sine
incarnatione tunc non uis habere testimonium in terra sed tantum in
caelo, ‘en ellos tres radican todos los milagros y se aúnan el
conocimiento de la divinidad y el de la humanidad. En efecto, no se
19
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
conoce la encarnación si no hay conocimiento previo de la distinción de
personas, pues Sabelio al no distinguir las personas, necesariamente
tiene que entender que el Padre se encarnó y padeció. Tampoco se
conoce la trinidad sin la encarnación, pues son tres los que dan
testimonio en la tierra, a saber, el espíritu, o sea, la divinidad, el agua,
o sea, la carne, la sangre, o sea, el alma. Pero si quieres conocer la
trinidad sin la encarnación, entonces no quieres tener un testimonio en
la tierra, sino sólo en el cielo’.
“Podemos concluir que no cabe ninguna duda de que los tres elementos
celestiales de 1Jn.5.8.7 tienen un significado trinitario que es compartido por
nuestro autor. Prisciliano añade la puntilla unum sunt in Christo Iesu, lo cual
favorece la interpretación de la cita en clave modalista. Respecto a los
elementos terrígenos, transformados, a partir de spiritus et aqua, en caro et
sanguis, con sustitución de spiritus por caro y reordenación de la terna,
parecen encerrar una referencia cristológica. Dada la lectura literal que el
autor hace de los elementos celestiales, puede ser más adecuado conservar
el mismo plano de interpretación para los terrígenos. Dichos elementos
evocan el relato de la pasión, cuando el soldado abre el costado de Cristo
(caro) ‘y al punto salió sangre y agua’ (Jn.19.34), un pasaje de riquísima
simbología que recuerda el nacimiento de la Iglesia y los sacramentos que la
fundamental, bautismo y eucaristía. El orden puede explicarse por motivos
retóricos, de modo que el cuerpo de Cristo (caro) quede situado en el texto
entre los dos fluidos que de él manan (aqua, sanguis). Téngase en cuenta que
la vinculación de los elementos terrígenos con la pasión (aunque sin
sustitución de spiritus por caro) está presente en algunas exégesis como la
propuesta por Casiodoro, para quien el agua, la sangre y el espíritu son tres
misterios en la tierra que alcanzan su plenitud en la pasión de Cristo. Desde la
primera patrística, el pasaje de la lanzada forma parte del argumentario con
que la Católica defiende la verdadera humanidad de Jesucristo (cf.
Iren.AduHart.3.22.1)52. Bien puede ser ésta la interpretación de los
elementos terrígenos que Prisciliano hace en el pasaje joánico. Con ello,
volveríamos a encontrarnos con una perspectiva cristológica que afecta, en
nuestro autor, al modo de comprensión de Dios. Así, confluyen en Cristo dos
unidades: la unidad divina, sin distinción de personas, que se manifiesta una
en la naturaleza divina de Cristo (haec tria unum sunt in Christo Iesu), y la
unidad indivisible de la humanidad de Cristo, símbolo visible de la unidad de
Dios invisible. El triple testigo humano de la tierra y el triple testigo divino
celestial. La plenitud de Dios da testimonio de la plenitud del hombre en
Jesucristo.”53
A estas alturas de la revisión de lo que parece ser la primera aparición del
texto espurio conocido como Comma Joánica y de otras maneras semejantes,
tiene que entenderse que es necesario revisar con mayor profundidad los
52
Ireneo, Adversus Haereses (Contra los Herejes) 3, 22, 1.
Crespo Losada, Manuel José, Traducción y Comentario Filológico del ‘Tractatus Primus’
de Prisciliano de Ávila, intitulado ‘Liber Apologeticus’, Memoria para optar al grado de
Doctor, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología, Departamento de
Filología Latina, bajo la supervisión de los Doctores Juan José Ayán Calvo y José Joaquín
Caerols Pérez, Madrid, 2009, páginas 232-238.
53
20
Brus Leguás Contreras
textos antiguos. Porque, además, esta cita de Prisciliano está relacionada con
un escrito, al que se hace referencia como Libro Apologético de Prisciliano, en
que él no expone doctrina en un plan de enseñanza, sino como tratando de
presentarse a sí mismo como parte integrante de la ortodoxia de su tiempo,
haciendo protestas de fidelidad a las mismas cosas a las que adhería la Iglesia
a través de todo el mundo en ese tiempo.
Reproducción de 1 Juan 5:7, 8, en la Sagrada Biblia, en latín y español, Versión de Galván,
Primera Edición Mejicana, enteramente conforme a la cuarta y última edición francesa del
año 1820, tomo XXIII, página 418; Méjico, Imprenta de Galván a cargo de Mariano
Arévalo, 1833 [Esta Traducción es Propiedad de Mariano Galván Rivera].
Los estudiosos, sin embargo, encuentran que su inclusión de dicha cita
obedece más bien a un intento de justificarse y presentarse como defensor
de la ortodoxia tradicional y aceptada, aunque en el trasfondo el lenguaje
21
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
pueda dar para interpretar su posición en términos modalistas54 y hasta
patripasianos55, con no poca influencia gnóstica56 y mandeísta57.58
54
Modalismo es un término acuñado en el siglo XIX por opositores trinitarios, quizá si
siguiendo la filosofía de Baruch Spinoza, para describir un punto de vista, según sus
seguidores, absoluta y estrictamente monoteísta y presente no solo en los cristianos de
los primeros siglos sino a través de toda la historia del cristianismo. Dios es definidio como
un Espíritu Único e Indivisible que se manifiesta a la humandad de diversas maneras
(Hebreos 1:2; 1 Timoteo 3:16; 2 Corintios 5:19; Juan 14:8, 9) y que se manifestó en la
carne como Jesucristo para redimir a la humanidad. (1 Timoteo 3:15, 16.). Antes de la
invención del término y el concepto de modalismo, esa enseñanza había sido conocida
como monarquianismo (la creencia en un solo Rey o Monarca, que es Dios) y sabelianismo
(nombre que se deriva del obispo Sabelio, que la sostuvo y enseñó), contra quienes se
enfrentó en el siglo IV Basilio Magno. Los Pentecostales del Nombre de Jesucristo
defienden la doctrina modalista, aunque prefieren utilizar el término Unicidad de Dios.
55 El patripasianismo, término que se deriva del latín pater, patris, esto es, padre, y de
passus, padecer, fue una doctrina monarquianista que floreció en los siglos II y III d. de
J.C., la que negaba el dogma trinitario al considerarla como tres manifestaciones de un
Dios único, opinando que fue el mismo Dios Padre quien se había encarnado y había
sufrido en la cruz bajo la apariencia del Hijo. Esta enseñanza, condenada como herética en
el concilio de Alejandría en el año 261 d. de J.C., se conoce también como sabelianismo,
porque el obispo Sabelio se distinguió como su principal defensor.
56 El gnosticismo era un conjunto de corrientes o escuelas sincréticas filosófico-religiosas
que permearon al judaísmo y al cristianismo, convirtiéndose en una corriente de
pensamiento que finalmente fue declarada herética, después de una etapa de cierto
prestigio entre los intelectuales cristianos. El término proviene del griego Γνωστικισμóς
(gnostikismós); de Γνωσις (gnosis): ‘conocimiento’. En resumidas cuentas, según esta
doctrina, las personas no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Jesucristo,
sino que se salvan mediante la gnosis, esto es, el conocimiento introspectivo de lo divino,
que es superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte sacrificial de Jesucristo bastan para
salvarse. Pero la persona es autónoma para salvarse a sí misma. Es, en pocas palabras, una
mística secreta de la salvación, donde se mezclan sincréticamente creencias orientales e
ideas de la filosofía griega, principalmente del platonismo. Y, asimismo, es un sistema
dualista: el bien contra el mal; el espíritu contra la materia; el Dios supremo contra el
Demiurgo; el espíritu contra el cuerpo.
57 El mandeísmo, palabra que proviene del arameo ‫עַ דְ ַנמ‬, manda, que significa nosotros
sabemos, fue una secta gnóstica que se habría desarrollado durante los siglos I y II d. de
J.C. a orillas del río Jordán. Después, admitió otros elementos por sincretismo. En la
actualidad todavía hay algunos mandeístas en algunas áreas de Iraq e Irán. Las
persecuciones del integrismo islámico, sobre todo en Iraq, han provocado una gran
emigración y dispersión de los mandeos. Estaba dirigido este movimiento por la casta
sacerdotal de los nasoreanos (nombre por el que también se les ha conocido). Todavía
utilizan un dialecto arameo oriental que, a estas alturas de la historia, solamente
entienden los sacerdotes. El alfabeto mandeo guarda el más estrecho paralelismo con las
inscripciones elymaicas de Tang-i-Sarwäk, Khuzistán, que datan del siglo II d. de J.C. En
términos generales se suele decir que el núcleo del mandeísmo es un mito ligado al
antiguo misterio iranio de la redención, mito que aparece con distintas expresiones en los
sistemas gnósticos refutados por los Padres de la Iglesia antigua y por los polemistas
cristianos, como, por ejemplo, Hipólito e Ireneo, y en diversos vestigios gnósticos, como
Pistis sophia, las Odas de Salomón, los Hechos de Tomás y en la literatura hermética. El
mito y los misterios son precristianos y están en el fundamento o base del cristianismo
gnóstico. Asimismo, se afirma que el ritual y el mito mandeos fueron, de hecho,
formulados, por Juan el Bautizante, y que los mandeos del siglo VIII y siguientes serían los
sucesores de la secta bautista a la que se alude en el pasaje del libro canónico de los
Hechos de los Apóstoles 18:24-19:7. Y, entonces, desde ese punto de vista, el cristianismo
habría surgido de esa secta bautista, y sus miembros habrían sido llamados nazoreos,
nombre con que se autodesignan los mandeos en sus escrituras sagradas. Para algunos,
los mandeos son los últimos gnósticos antiguos que quedan: su religión y sus ideas son
22
Brus Leguás Contreras
Incluso, el propio Jerónimo no tuvo estas palabras en su traducción de la
Biblia al latín, la Vulgata59. Se ha demostrado sobradamente que un prólogo
atribuido a él en que se defendía el texto espurio es falso.
Obviamente que si estas palabras hubieran sido genuinas y, por lo mismo,
hubieran formado parte del texto canónico de 1 Juan 5:7, 8, habrían sido
citadas en la controversia arriana que se presentó en el concilio de Nicea, en
el año 325 d. de J.C., y con esas palabras se habría zanjado la cuestión sin
más.
Pero nadie las citó en dicho concilio en contra de Arrio, quien negaba, con las
Escrituras, la trinidad60, lo que, cuando menos, tiende el manto de la duda
sobre dichas palabras. Y no se puede aducir que en ese momento de la
historia no se conocía la primera carta de Juan, o que el texto fuera
disputado, ni nada por el estilo.
La Primera carta general del apóstol Juan, dirigida a la Iglesia en su conjunto,
a quien llama señora escogida, estaba en circulación desde hacía mucho
tiempo y disfrutaba de aceptación general desde por lo menos mediados del
siglo II d. de J.C.
La mayoría de los catálogos del cuadro que sigue a continuación son listas
específicas que muestran cuáles eran los libros que se aceptaban como
canónicos. Los de Ireneo de Lugdunum, Clemente de Alejandría, Tertuliano y
Orígenes se completan con las citas que ellos hicieron, y que revelan cómo
bastante similares a la gnosis y, en todo caso, mandeo deriva de la palabra aramea manda,
que significa conocimiento o, más literalmente, nosotros conocemos, como la palabra
griega gnosis. Otros especialistas en historia de las religiones afirman que los mandeos son
los últimos restos de los esenios. Y, finalmente, no es necesario insistir en la afirman de
ciertas escuelas esotéricas que dicen que Jesucristo perteneció a los esenios y a los
nasoreanos. Pero ninguna de estas afirmaciones presenta pruebas.
58 Por lo anterior, mal se pudiera citar a Prisciliano como apoyo para mantener el texto
espurio de la coma joánica, visto que en realidad se le considera oficialmente como
desviado de la ortodoxia de su tiempo y fundador de una corriente de pensamiento
religioso que ha venido a ser clasificada como secta.
59 La Vulgata, también conocida como Vulgata Latina, es una traducción de las Escrituras
sagradas al latín, realizada a fines del siglo IV por Jerónimo de Estridón por encargo del
obispo Dámaso I de Roma. El nombre se deriva de la frase vulgata editio (edición
divulgada, edición de divulgación), haciendo referencia también al hecho de que se
escribió en un latín común y corriente, vulgar, en contraposición con el latín clásico de
Cicerón, que Jerónimo dominaba. El objetivo era hacer asequibles las Escrituras a la gente
común, tal como el griego que se usó para la escritura original de los textos
neotestamentarios era el koiné o común, y no el de los filósofos y eruditos griegos.
Además de tenerse como objetivo el que fuera más fácil entender las Sagradas Escrituras
se deseaba contar con una traducción más exacta que sus predecesoras latinas, conocidas
colectivamente como Vetus Latina, y que fueron los primeros intentos de proporcionar a
los hablantes de latín una traducción para su beneficio.
60 Es más que obvio que si las palabras que se conocen como Comma Johanneum hubieran
existido o se hubieran conocido, nunca hubieran dado lugar para el surgimiento de la
controversia arriana, y de haber surgido, el solo haber mostrado estas palabras habría sido
derrotado estrepitosamente el partido arriano y la verdad se habría impuesto por sobre el
error. El hecho de que no se citaran de forma o manera alguna significa que no se las
conocía y que, por lo tanto, esa interpolación fue formulada en un tiempo posterior,
aunque sin duda para intentar aplastar al arrianismo.
23
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
consideraban los escritos a que hacen referencia. A estos se añade la
información que suple Eusebio de Cesarea en su obra.
Catálogos Antiguos del Nuevo Testamento Referidos a 1
Juan
Fecha
170
180
190
207
230
320
348
365
367
368
370
370
383
394
397
397
Autoridad
Fragmento Muratoriano, Milán, Italia
Ireneo de Lugdunum61
Clemente de Alejandría
Tertuliano, Cartago, África septentrional
Orígenes, Alejandría, Egipto
Eusebio de Cesarea, Palestina
Cirilo de Jerusalén
Lista de Cheltenham, Norte de África
Atanasio de Alejandría, Egipto
Epifanio, Palestina
Gregorio Nacianceno, Asia Menor
Anfiloquio, Asia Menor
Filastro, Italia
Jerónimo, Italia
Agustín, Cartago, Norte de África
III concilio de Cartago, Norte de África
Parecer
A
A
ƒ
A
A
A
A
A
A
A
A
A
A
A
A
A
Símbolos utilizados
Símbolo
A
ƒ
Significado
Aceptado sin reservas como canónico
Dudado en algunos lugares, pero el
catalogador lo aceptó como bíblico y
canónico.
61
Corresponde a la actual ciudad francesa de Lyon. A menudo se hace referencia a Ireneo
como Ireneo de Lyon.
24
Brus Leguás Contreras
La Consolidación de la Coma de Juan
Durante el siglo V se incluyó en una confesión de fe presentada a Hunerico,
rey de los vándalos, y se cita en las obras latinas de Vigilio de Tapso, en
diversas formas. Se encuentra en la obra titulada Adversus Varimadum,
escrita entre 445 y 450, y poco después la usó Fulgencio, un obispo africano.
“Item ipse ad Parthos: Tres sunt, inquit, qui testimonium perhibent in terra,
aqua, sanguis et caro, et tres in nobis sunt (I Joan. v,8). Et tres sunt qui
testimonium perhibent in coelo, Pater, Verbum, et Spiritus, et ii tres unum
sunt (I Joan. v, 7, 8). Nos itaque in natura deitatis, qua unum sunt, Patrem, et
Filium credimus: nec Patrem aliquo tempore praecessisse ut major sit Filio,
nec Filium posiea natum ese, ut deitas Patris minoretur in Filio.”62
Hasta entonces, la interpolación había aparecido solamente como una
interpretación de las palabras genuinas registradas en el versículo octavo,
pero cuando ésta había llegado a establecerse así, en seguida comenzó a ser
insertada como glosa en el margen de los manuscritos bíblicos latinos63. Pero
una glosa marginal fácilmente puede interpretarse como una omisión del
texto genuino, y por eso, en manuscritos posteriores está interlineada, y
luego finalmente llegó a ser parte integrante del texto latino, aunque su
posición, por consecuencia, varía, y a veces está antes del versículo octavo y
a veces después de él.64 Un interesante estudio que se hizo hace ya bastantes
años sobre doscientos cincuenta y ocho manuscritos bíblicos latinos en la
Biblioteca Nacional de París mostró la absorción progresiva de esta
interpolación a través de los siglos.
Siglo
IX
X
XI
XII
XIV-XVI
Número de Manuscritos que
omiten la interpolación
7 de 10
3 de 4
3 de 5
2 de 15
1 de 106
Porcentaje
70%
75%
60%
13%
1%
El texto espurio recibió mayor promoción en un concilio celebrado en el año
1215 por el papa Inocencio III cuando se condenó una obra del abad Joaquín
62
Vigilii Tapsensis, Contra Marivadum Arianum Diaconum, sub nomine Idacii contra
Varimadum, iii, 6 (página 360), en el sitio de Documenta Catholica Omnia, Contra
Marivadum
Arianum
Diaconum
Libri
Tres,
en
http://www.documentacatholicaomnia.eu/30_10_0518-0518-_Vigilius_Tapsensis.html,
consultado el 12 de marzo de 2015.
63 Pero nunca aparece en los manuscritos griegos. Recuérdese que el Nuevo Testamento
se escribió originalmente en griego, salvo el Evangelio de Mateo que, de acuerdo a los
testimonios antiguos, fue escrito por Mateo en hebreo y que después se tradujo al griego.
64 Por ejemplo, en el Nuevo Testamento de Juan Wesley el versículo séptimo sigue al
octavo.
25
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
de Fiore sobre la trinidad65. El entero pasaje con la interpolación se citó de la
Vulgata Latina66 en las actas del concilio, que se tradujeron del latín al griego.
De aquí algunos escritores griegos adoptaron el texto, notablemente Calecas
en el siglo XIV y Bryenno en el siglo XV.
Erasmo y Estéfano
La invención de la imprenta dio lugar a una producción muy aumentada y
aumentante del texto bíblico original. La interpolación de 1 Juan 5:7, 8 fue
omitida en los textos griegos de Erasmo de 1516 y 1519, de Aldo Manucio de
1518 y de Gerbelio de 1521. Desiderio Erasmo fue atacado violentamente
por no incluir el texto, tanto por Eduardo Lee, más tarde arzobispo de York,
Inglaterra, como por J. L. Stunica, uno de los editores de la Políglota
Complutense, que se había impreso en 1514 pero que todavía permanecía
encerrada bajo llave en el depósito, esperando la aprobación papal. La
oposición a Erasmo se basaba en el punto de vista que le expresó en una
carta que le enviara Martín Dorp en cuanto a que la Vulgata Latina era la
Biblia oficial y por este solo expediente no podía estar equivocada.
Confiando en que ningún manuscrito griego contenía el texto espurio de la
coma de Juan, Erasmo, en respuesta, declaró temerariamente que si tan solo
pudiera hallarse un manuscrito griego que incluyera las palabras él las
insertaría en su siguiente edición. Le hablaron del llamado Códice Británico,
mejor conocido en la actualidad como Códice Montforciano (Núm. 61), de a
principios del siglo XVI d. de J.C. Cumpliendo con su promesa, Erasmo insertó
las palabras espurias en la tercera edición de 1522 de su Nuevo Testamento
griego, aunque agregó una larga nota argumentando en contra de la adición.
65
En el IV Concilio de Letrán (1215-16), se condenaron algunas de sus opiniones respecto
a la Trinidad, la creación, Cristo Redentor y los Sacramentos; sin embargo no se atacó a su
persona, pues ya se había extendido la fama de santidad entre el pueblo. En 1220 el papa
Honorio III lo declaró perfectamente católico y mandó divulgar esta sentencia. Los
seguidores de Joaquín de Fiore enviaron una relación de milagros atribuidos a él, con
vistas a la canonización.
66 La Vulgata original no contiene las palabras que aquí se comentan, pero aparece en una
edición tardía de la misma, conocida como Recensión Clementina, que se debe al papa
Clemente, quien ordenó publicaciones en 1592, 1593 and 1598. Sin embargo, ya había
copias anteriores, pero tardías, que contenían el texto espurio.
26
Brus Leguás Contreras
En la página anterior, reproducción del Comma Johanneum en el Codex Britannicus (Códice
Británico), actualmente conocido como Codex Montfortianus (Códice Monforciano]. Sobre
la base de este códice del siglo XVI, Erasmo se vio obligado a incluir el pasaje discutido en
su tercera edición de su texto griego del Nuevo Testamento67.
El Codex Montfortianus68 fue el primer manuscrito griego que se descubrió
que contenía el Comma Johanneum en 1 Juan 5:7, 8. Este fue copiado de un
antiguo manuscrito que no contenía la interpolación conocida como Comma.
El texto espurio fue insertado desde el latín69. Su primer dueño conocido fue
Froy, un fraile franciscano, y luego pasó a manos de Thomas Clement (1569),
enseguida a William Chark (1582) y más tarde a Thomas Montfort, de quien
deriva el actual nombre del manuscrito; después pertenció al arzobispo
Ussher, quien fue responsable del cotejo que se hizo que aparece en la
Políglota de Walton en Mateo 1:1; Hechos 22:29; y Romanos 1, y presentó el
manuscrito al Trinity College70. Fue descrito por Wettstein71 y Orlando
Dobbin. C. R. Gregory lo vio en 188372. En la actualidad, se conserva en el
Trinity College, en Dublín, Irlanda73.
Un examen más cuidadoso del Códice Montforciano revela algunos hechos
interesantes de tener en cuenta. Su cotejador, O. T. Dobbin, escribió que la
interpolación de 1 Juan 5:7, 8 “no solo difiere del texto acostumbrado, sino
que está escrita en un griego que manifiestamente revela una traducción del
latín.”74 Por ejemplo, debido a que el latín no tiene el artículo “el” antes de
cada una de las palabras “Padre”, “Hijo” y “Espíritu Santo”, no se le ocurrió al
traductor que el griego lo necesitaría. Por eso, cabe preguntarse de cuánto
valor es este códice como manuscrito griego. La misma falta se halla en la
otra autoridad a que se hace referencia a veces, el llamado Códice
Ottoboniano 298 (Núm. 629) en latín y griego. En su cuarta edición de 1527,
Erasmo insertó los artículos definidos en el texto espurio para hacerlo
gramaticalmente más exacto75.
67
"Codex Montfortianus (Comma)" by Roy or Froy - Codex Montfartianus, minuscule 61
(Gregory-Aland). Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons https://commons.wikimedia.org/wiki/File:
Codex_Montfortianus_(Comma).jpg#/media/File:Codex_Montfortianus_(Comma).jpg.
68 O, Códice Montfortiano o Monforciano.
69 Metzger, Bruce M, y Bart D. Ehrman, The Text of the New Testament: Its Transmission,
Corruption and Restoration, Oxford University Press, 2005, páginas 88, 147.
70 Tregelles, S. P., An Introduction to the Critical study and Knowledge of the Holy
Scriptures, Londres, 1856, páginas 213, 214.
71 Wettstein, J. J., Novum Testamentum Graecum editionis receptae cum lectionibus
variantibus codicum manuscripts, Amsterdam: Ex Officina Dommeriana, 1751, página 52.
72 Gregory, Caspar René (1900). Textkritik des Neuen Testamentes, 1, Leipzig, Hinrichs,
1900 páginas 142, 143.
73 Aland, Kurt, y M. Welte, B. Köster y K. Junack, Kurzgefasste Liste der griechischen
Handschriften des Neues Testaments, Walter de Gruyter, Berlin, Nueva York, 1994, página
50.
74 Dobbin, O. T., The codees Montfortianus, un cotejo, 1854, página 9.
75 Es obvio que si el texto hubiera sido escrito originalmente por el apóstol Juan no
adolecería de faltas tan obvias. En Juan 1:1, el apóstol escribió perfectamente bien los
artículos definidos ante las palabras para Dios y para Verbo o Palabra cuando
correspondía. Es por eso que no puede asumirse que escribió con esa notabilísima falta en
este pasaje. Y peor todavía es enterarse que recién mil quinientos años después, Erasmo
27
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Desde entonces en adelante la interpolación apareció en otros textos griegos
cuyos autores siguieron las ediciones de Erasmo. Luego, en 1550 hubo
confusión adicional por medio de la edición de Roberto Estéfano que se
publicó en ese año76. Esta nueva edición incluía un aparato crítico que da
varias lecturas de quince manuscritos y en 1 Juan 5:7 un semicírculo dirige al
lector al margen, donde se citan siete manuscritos como autoridad para la
omisión de solo tres palabras. Los críticos han demostrado que este
semicírculo se colocó fuera de su sitio, así como lo fueron muchos signos a
través de esta edición, y que debería haber incluido para ser omitida la
entera coma de Juan. Pero, peor todavía, debido a que solo se citaron siete
manuscritos, muchas personas ignorantes asumieron que todo el resto de los
manuscritos de Estéfano sí incluían la interpolación, porque no
comprendieron que los manuscritos restantes no incluían las epístolas de
Juan. Por eso, de posiblemente cien por ciento, es decir, siete manuscritos, ni
uno solo incluía las palabras disputadas.77
Ahora solo faltaba un corto paso para introducir el texto en traducciones a
otros idiomas y lenguas. Ya había aparecido en la versión inglesa de Wiclef de
1380, porque él tradujo del latín, no teniendo conocimiento del griego. Pero
enseguida esta interpolación apareció en traducciones hechas del griego,
como las de Tyndale y de Cranmer, aunque se imprimió en letra cursiva y se
colocó dentro de corchetes.
pudo darse cuenta y corrigió el pasaje. El latín no tiene los artículos definidos, pero el
griego sí.
76 Roberto Estéfano, conocido como Robert Estienne y como Stephanus, fue un impresor
de París. Publicó cuatro ediciones del Nuevo Testamento griego, en 1546, 1549, 1550 y
1551, la última de las cuales en Ginebra, Suiza. Las primeras dos ediciones están entre los
más hermosos textos griegos conocidos, que generalmente son referidas como O
mirificam. La tercera edición, en tanto, incluye un instrumental crítico en el que se citan
manuscritos en relación con el texto, marcados por símbolos, desde α hasta ις. Utilizó la
Polyglotta Complutense, a la que simbolizó con α y quince manuscritos griegos, entre los
que incluyó el Codex Bezae, el Codex Regius y los Minúsculos 4, 5, 6, 2817, 8 y 9. Esta
edición fue el primer paso hacia la moderna crítica textual, siendo conocida como Editio
Regia. La edición de 1551 contiene la traducción latina de Erasmo y la Vulgatae introdujo
por vez primera la división del Nuevo Testamento en versículos. La tercera edición fue
usada por Theodore Beza, quien la editó nueve veces, entre 1565 y 1604. En el aparato
crítico de la segunda edición incluyó entre los manuscritos utilizados el llamado Codex
Claromontanus y el Nuevo Testamento Siriaco publicado por Emmanuel Tremellius en
1569.
77 Hoy no faltan quienes asumen que porque un escritor habló del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, definitivamente estaba haciendo referencia a este pasaje espurio o que al
menos lo estaba teniendo en mente. Y, en vez de prestar atención al hecho de que los
manuscritos bíblicos antiguos realmente no contienen la interpolación, esperan por
pruebas en cuanto a por qué no aparecen en esos manuscritos griegos antiguos, o bien se
aferran a supuestas referencias o citas en escritos de diverso origen, pero que no son los
que debieran exhibirse como prueba. Porque, la verdad, hay que repetirlo, es que no
existen manuscritos antiguos y anteriores al siglo X que contengan esas palabras. Lo cierto
es que, como se ha dicho en otro lugar, si las palabras las escribió Juan, se habrían usado
como la principal evidencia en el concilio de Nicea para aplastar a los arrianos sin más.
Pero el concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d. de J.C., finalmente tuvo que apelar al
peso de la figura del emperador pagano Constatino, como pontifex maximus de la religión
del Imperio, y quien había citado y presidido dicho concilio, para imponer la opinión de
Atanasio y su facción. Y, lo que es paradójico, al final, en su lecho de muerte, Constantino
se hizo bautizar por Eusebio, un obispo arriano.
28
Brus Leguás Contreras
En tanto, para el tiempo de la traducción de Ginebra de 1557 aun esta
distinción desapareció y el pasaje se imprimió en tipo ordinario sin corchetes.
De este modo la interpolación se coló directa y disimuladamente en la
llamada Versión del Rey Jaime o Versión Autorizada de 1611, y de ahí pasó a
las revisiones de dicho texto hasta la actualidad. Algo parecido sucedió con la
Versión de Reina y la revisión de ésta efectuada por Valera poco después, y
se ha mantenido hasta el día de hoy.
El Resurgimiento de la Controversia
Quizá pareció que con la introducción de las palabras espurias en el texto de
las afamadas y ampliamente difundidas y aceptadas versiones Authorized
Version o King James Version, en inglés, y la Reyna y la revisión conocida
como Reina-Valera, en español, se había dicho la última palabra a este
respecto y que la cuestión quedaba definitivamente zanjada.
Reproducción de 1 Juan 4:13-5:16, Códice Vaticano78. Aquí, como puede verse, tampoco
aparece la interpolación conocida como Comma Johanneum.
78
Bibliorum Sacrorum Graecus Codex Vaticanus, auspice Pio IX. Pontifice Maximo, collatis
studiis Caroli Vercellone Sodalis Barnanitae et Iosephi Cozza Monachi Basiliani editus, sin
fecha de publicación, folio 207. El Codex Vaticanus o Códice Vaticano, también conocido
por el número 1209, es uno de los más antiguos manuscritos conservados de la Biblia,
ligeramente anterior al Codex Sinaiticus, y probablemente copiado, como aquél, durante
el siglo IV. Está escrito en griego, en pergamino, con letras unciales en formato scriptio
29
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Asimismo, es posible que haya parecido que a medida que avanzaba el siglo
XVII, dominado por las versiones oficiales que contenían la interpolación ya
no quedaba argumentos en contra de esas palabras agregadas, y que dicha
adición debía considerarse en adelante y sin ninguna clase de
cuestionamiento como texto establecido. Pero la verdad es que las
murmuraciones jamás cesaron y que la búsqueda del misterioso Códice
Británico continuó, porque éste desapareció después que se le habló de él a
Erasmo. Hacia fines del siglo, nada menos que el afamado sir Isaac Newton
dirigió la atención de su mente científicamente entrenada a este texto. En
1690 envió a John Locke el tratado titulado “Un relato histórico de dos
notables corrupciones de la Escritura”. El tratado manifestó claramente las
razones que había para rechazar el texto interpolado como espurio y varias
copias circularon entre los amigos de Newton, pero nunca se publicó sino
hasta sesenta años más tardes y entonces solo imperfectamente.
Mientras tanto la crítica textual cobraba nuevo ímpetu. Richard Simon atacó
el texto, y el Dr. John Mill reunió la evidencia contra el pasaje, aunque —
paradojalmente— siguió siendo su defensor. Pero Thomas Emlyn aceptó la
evidencia de Mill e instó a ambas cámaras de la Asamblea reunida en 1717 a
eliminar las palabras completamente, porque dijo: “No se eliminarán
justamente hasta que sean quitadas de nuestras copias impresas.”79 En muy
poco tiempo, Emlyn fue atacado por Martin, pastor de la Iglesia Francesa de
Utrecht, cuya respuesta voluminosa y sutil pareció terminar definitivamente
la batalla. La respuesta de Emlyn hizo que Martin lanzara una segunda
andanada en su contra. Pero Emlyn ganó muchos partidarios, aunque los
giros tortuosos de la controversia a menudo hicieron sumamente difícil
averiguar de qué se trataba todo en realidad.
Reproducción parcial de 1 Juan 5:7,8, en The KAINHS DIAQHKHS APANTA, Nouum
IESV Chrifti D. N. Testamentum, ex Bibliotheca Regia, Lvtetiae [París], Roberti Stephani 80,
continua, y se conserva en la Biblioteca Vaticana. Se llama Códice Vaticano por el lugar en
que se conserva, aunque nadie sabe cómo llegó hasta allí.
79 Emlyn, T., A Full Inquirí into the Original Authority of the Text, 1 John 5:7 […], segunda
edición, 1717, página 72.
80 O, Robert Estienne, Robertus Stephanus, Roberfo Stephano, o D’Etienne, nacido en
París, Francia, en 1503 y muerto en Ginebra, Suiza, el 7 de septiembre de 1559. Fue un
celebrado impresor y humanista francés. En 1539 llegó a ser impresor y librero del rey en
hebreo y latín, y desde 1544 también para el griego. Empezó a usar los caracteres griegos
30
Brus Leguás Contreras
M.D. L. [1550]. En esta edición del texto griego se incluye el pasaje de la Comma
Johanneum.
En 1729 se publicó en Inglaterra una versión bilingüe del Nuevo Testamento,
obra de Daniel Mace. En una nota de catorce páginas él alistó los manuscritos
griegos y latinos, las versiones antiguas, los escritores primitivos griegos y
latinos que omitían la coma de Juan y la quitó con esta conclusión: “En dos
palabras, si esta evidencia no basta para probar, que el texto controvertido
en San Juan es espurio; ¿por qué evidencia puede probarse, que algún texto
en San Juan es genuino?”81
Después de eso, otras traducciones inglesas comenzaron a omitir las palabras
discutidas, como, por ejemplo, la versión de William Whiston (quien es bien
conocido por su traducción al inglés de las obras del historiador judío Flavio
Josefo) de 1745 y la de John Worsley, de 1770.
Si Edward Gibbon pensó que se había finiquitado el asunto cuando publicó su
famosa obra The Decline and Fall of the Roman Empire en 1781, se equivocó.
Con su sarcasmo acostumbrado denunció el pasaje como un “fraude
piadoso”. Surgió otro defensor del texto espurio, George Travis, un
archidiácono, que apresuradamente entró al campo del debate para
defender el texto espurio como legítimo. Sus declaraciones extremistas
provocaron respuestas aplastantes de parte del profesor Richard Porson, que
llegó hasta más de cuatrocientas páginas, y de Heribert Marsh, un obispo. Al
fin la interpolación quedó expuesta a la luz pública de manera minuciosa y
sumamente exacta.
reales, de muy gran claridad, ejecutados por Claude Garamond a partir de la caligrafía de
Angelo Vergerio.
81 Mace, Daniel, The New Testament in Greek and English, 1729, tomo 2, página 934.
31
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
El Cambio de Posición de la Iglesia Católica
Romana
Después de las eruditas exposiciones de Porson y Marsh hubo poco que
agregar. La mayoría de los doctos del siglo XIX consideraron zanjado el
asunto de manera definitiva, pero quedaba una plaza fuerte que no se rendía
a la evidencia que los eruditos de todas las confesiones, fes y tendencias
ideológicas habían sacado a la luz y expuesto de manera inequívoca y sin
contrapeso alguno, la Iglesia católica romana. Por un asunto de dogma, la
Iglesia católica romana no podía simplemente aceptar la evidencia y
reconocer la falsedad del coma joánico. Debía producirse un larguísimo y
engorroso procedimiento para siquiera pensar en quitar de las copias de la
Vulgata Latina las palabras espurias.
Reproducción de la página 259 de La Sagrada Biblia, versión católica de Torres Amat,
edición de 183682. Aquí se muestra claramente la Coma de Juan y se presenta una
interesante nota explicativa (4).
82
La Sagrada Biblia, nuevamente traducida al español é ilustrada con notas por Don Felix
Torres Amat, edición reimpresa de la segunda de Madrid, tomo XIV, París, 1836.
32
Brus Leguás Contreras
Una obra de consulta católica-romana, expresa, en la primera parte del siglo
XIX:
“En la primera de estas tres epístolas hay un pasage que llegó a ser célebre
por las disputas que sobre él se sucitaron, y por la importancia de su objeto.
En el cap. 5, v. 7 se dice lo siguiente: ‘Tres son los que dan testimonio en el
cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son una misma cosa.’
Y en el v. 8, ‘tres son los que dan testimonio sobre la tierra, el Espíritu, el
agua y la sangre, y estos tres son una misma cosa.” Embarazados los
socinianos con el v. 7, sostienen que no estan en el original el testo de San
Juan, y que fue añadido: 1o porque falta en los mas de los manuscritos
antiguos griegos y latinos: 2o porque no fue citado por los santos Padres que
disputaron contra los arrianos, y no hubieran dejado de valerse de él si le
hubiesen conocido: 3o porque muchos críticos católicos convienen en que fue
interpolado.
“Respondemos, 1.o que si este pasaje falta en muchos manuscritos, se
encuentra en otros libros muy antiguos, y los críticos no pueden probar que
se hecha menos en los manuscritos de mas antigüedad, aunque es cierto que
en algunos estan los dos versículos trastrocados. 2.o Como estos dos
versículos comienzan y acaban con las mismas palabras pudieron muy
facilmente los copiantes confundir las últimas palabras del v. 7 con las del 8,
y saltar así de uno á otro: cometido una vez este error pasó de manuscrito en
manuscrito de este modo se multiplicaron los ejemplares alterados ó
defectuosos. Es mucho mas facil concebir esto que suponer que el v. 7 fue
añadido al testo con pleno conocimiento y de mala fé, y que despues fue
adoptado sin mas examen83. 3.o En el siglo III antes del nacimiento del
arrianismo cita San Cipriano el v. 7 en el libro de Unit. Eccles. Et Epist. Ad
Jubas.
Reproducción parcial de la página 770 de The Greek Testament, por el Rev. S. T.
Bloomfield, D.D., 1855, con la Coma de Juan84.
“Tertuliano parece que tambien alude á él en su libro ad Praxeam, cap.25. 4.o
Se equivocan en decir que este versículo no le alegaron los santos Padres
83
Y en realidad eso fue lo que, en resumen, ocurrió: el pasaje espurio fue añadido al texto
sagrado con pleno conocimiento de lo que estaban haciendo, que había sido
originalmente escrito en el margen de alguna copia y que, de allí, desde el margen, fue
pasado al texto principal84 Bloomfield, S. T., The Greek Testament, with English notes, Critical, Philological, and
Exegetical, especially adapted to the use of theological students and ministers, novena
edición en dos volúmenes, Londres, Inglaterra, 1855.
33
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
contra los arrianos; al contrario, lo alegaron espresamente el año 484 en una
profesion de fé presentada a Hunnerico, rey de los vándalos, y protector del
arrianismo por cuatrocientos obispos de África. Vict. Vit., lib. 3 de
persecutione vandal. Si los padres griegos del siglo IV no le citaron, fue
porque tenian ejemplares defectuosos. Desde mas de quinientos años fue
mirado por los griegos como auténtico, igualmente que por los latinos y los
protestantes le admiten lo mismo que los católicos. Biblia de Aviñon, tomo
16, pág. 461.
“Sobre esta materia hay tambien una disertacion á lo último del comentario
del P. Ardouin sobre los Evangelios.”85
Tan tarde como en 1897 se expidió un decreto papal prohibiendo a los fieles
católicos romanos el dudar de la coma de Juan. En parte, dicho documento
dijo:
“Secretariado de la Congregación del Santo Oficio de la Inquisición.
Concerniente a la autenticidad del texto de 1 Juan V. 7. (Miércoles, 12 de en.°
de 1897).
“En una Congregación General de la Santa Inquisición Romana [...] se
presentó la siguiente cuestión dudosa:
“‘Si podemos negar o no sin peligro, o siquiera tratar como asunto de duda,
la autenticidad de este texto (1 Juan V.7) [...]’
“Habiéndose examinado y considerado muy diligentemente todo, y
habiéndose tomado la opinión de los señores consultores, los susodichos
eminentísimos cardenales dieron a saber que ‘la respuesta es negativa.’ El
viernes 15 del mes y año susodichos, en la audiencia acostumbrada
concedida al reverendo padre señor asesor del Santo Oficio, después de
haber hecho él un informe exacto de los procedimientos susodichos a
nuestro Santísimo Señor Papa León XIII, Su Santidad aprobó y confirmó la
resolución de estos eminentísimos padres [...]”86
Pero el papa León pronto comprendió que se habían aprovechado de él, y en
1902 estableció una comisión para estudiar la Escritura más detenida y
cuidadosamente, dirigiéndola a comenzar con 1 Juan 5:7, 8. Debido a que el
informe fue desfavorable para el decreto más temprano, éste tuvo que
descartarse, muy sutilmente, pero el papa continuó preocupado por la
situación hasta su muerte.
Algunos doctos católicos romanos comenzaron a pasar por alto el decreto
papal en apoyo de la coma de Juan. El Dr. Vogels la omitió de su Testamento
Griego publicado en 1920. Otros al principio fueron más cautos.
85
Bergier, Abate, Diccionario Enciclopédico de Teología, tomo 5, Madrid, 1832, páginas
446-448.
86 Acta Sanctae Sedis, tomo 29, 1896-1897, página 637.
34
Brus Leguás Contreras
En la página anterior, reproducción de la página 658 de The Greek New Testament,
Tregelles, 1857-187987. Esta edición del texto griego no contiene la Coma de Juan.
En la Versión Westminster, católica romana, del Nuevo Testamento publicada
en 1931 la nota al pie de la página sobre 1 Juan 5:7, 8, después de llamar la
atención a su omisión en el texto original, continúa: “Hasta que se emprenda
acción adicional por la Santa Sede no tienen derecho los editores católicos a
eliminar las palabras de una versión hecha para el uso de los fieles.”88 Pero
en la misma versión que se volvió a publicar como un solo volumen en 1947
simplemente se omite la interpolación, sin más . El editor Cuthbert Lattey cita
el texto griego publicado por el docto jesuita A. Merck, que también la omite.
Y, a medida que fue avanzando el siglo XX, nuevas versiones católicas fueron
avanzando en esta materia. Así, por ejemplo, la Versión Straubinger,
publicada a mediados de ese siglo en La Plata, Argentina, puso las palabras
entre corchetes.
87
The Greek New Testament, edited from Ancient Authorities, with their various readings
in full, and the Latin Version of Jerome, por Samuel Prideaux Tregelles, LL.D., Londres,
Inglaterra, 1857-1879.
88 The Westminster Versión of the Sacred Scriptures, tomo 4, página 146.
35
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
En una interesante nota a pie de página, se explica:
“7. Lo que va entre corchetes no está en el antiguo texto griego y falta
igualmente en muchos mss. latinos, habiendo sido muy discutida su
autenticidad con el nombre de comma johanneum. Hoy ‘casi todos los
autores, aun los católicos, niegan que haya sido escrito por el Apóstol S. Juan’
(P. Hoepfl) y algunos lo consideran agregado por Prisciliano (año 380) que
habría fundado en él su herejía unitaria. El controvertido pasaje fué
finalmente objeto de dos resoluciones del Magisterio eclesiástico que refiere
así el P. Bonsirven: ‘El 13 de enero de 1897 la Sagrada Congregación de la
Inquisición había declarado, en un decreto confirmado el 15 por León XIII,
que no se podía negar ni poner en duda que I Juan 5, 7 sea auténtico.
Muchos autores explicaron que el decreto no tenía más valor que un valor
disciplinario que prohibía tachar caprichosamente de la Biblia el texto
controvertido. El 2 de junio de 1927 el Santo Oficio aseguraba que el decreto
sólo había sido dado para oponerse «a la audacia de los doctores privados
que se atribuyen el derecho de rechazar la autenticidad del comma
johanneum o en último análisis al menos ponerlo en duda, pero que en
manera alguna quería impedir a los escritores católicos que investigasen más
ampliamente la cuestión y que, ponderados los argumentos con la
moderación y templanza que la gravedad del asunto requiere, se inclinaran a
la sentencia contraria a la autenticidad con tal que mostrasen estar
dispuestos a atenerse al juicio de la Iglesia a la cual fué confiado por
Jesucristo no sólo el don de interpretar las Sagradas Letras sino también de
custodiarlas fielmente» (Ench. Bibl. 120 s.; Denz. 2198). Desde otro punto de
vista es de observar que el testimonio de las tres divinas Personas está
implícitamente comprendido en el del agua y de la sangre y del Espíritu,
pues, como vimos en la nota del v. 6 en la primera dio testimonio el Padre y
en la segunda el mismo Hijo (cf. Juan 8. 18), después de cuya Muerte y
Ascensión el que da testimonio es el Espíritu (cf. Juan 7, 39).”89
Asimismo, la Versión Regina omite las palabras en el texto principal, y explica
brevemente:
“Es una adición de origen africano que pasó a varios códices griegos y
latinos.”90
Reproducción parcial de la página 349 de La Santa Biblia, Versión de Mons. Juan
Straubinger, Nuevo Testamento, con las palabras espurias entre corchetes.
89
Nota sobre 1 Juan 5:7, en La Santa Biblia, Versión de Mons. Juan Straubinger, Nuevo
Testamento, página 349. Véase, https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Straubinger,
consultado el 10 de enero de 2015.
90 Sagrada Biblia, preparada por Pedro Franquesa y José María Solé, misioneros
claretianos, edición manual, 1968, publicada por Editorial Regina, página 1939, nota para
1 Juan 5:5-13.
36
Brus Leguás Contreras
Por eso, la expectativa contemplada por el profesor J. Scott Porter en 1848 se
ha realizado. Él escribió después de resumir la evidencia acerca de 1 Juan 5:7,
8: “Se espera que pronto vendrá el tiempo en que los que tengan la
responsabilidad de preparar ediciones de la Biblia para circulación general se
avergonzarán de presentar como una porción del texto sagrado una
interpolación conocida.”91
Reproducción de H KAINH DIAQHKH [El Nuevo Testamento], de la Sociedad Bíblica
Británica y Extranjera, página 61692.
91
Porter, J. Scott, Principles of Textual Criticism, 1848, página 510.
H KAINH DIAQHKH [El Nuevo Testamento], Text with Critical Apparatus, published by
the British and Foreign Bible Society, Londres, Inglaterra, 1904.
92
37
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
En tiempos recientes el descubrimiento y estudio de manuscritos bíblicos
tales como el llamado Códice Sinaítico93 ha confirmado que este versículo en
particular no fue nunca jamás parte de la inspirada Palabra de Dios.
93
El llamado Codex Sinaiticus o Códice Sinaítico es un manuscrito uncial del siglo IV d. de
J.C., escrito en scriptio continua, entre los años 330 y 350 d. de J.C. Originalmente contuvo
la totalidad de ambos Testamentos, pero lo que se conserva de él comprende solamente
trozos de la Septuaginta (o Versión griega de los Setenta, LXX), la totalidad del Nuevo
Testamento, la carta de Bernabé y fragmentos de El Pastor de Hermas. Estos dos escritos
eran leídos en las iglesias, a pesar de no ser canónicos y quizá debido a eso los editores del
Codex lo incluyeron. Junto con el Codex Alexandrinus y el Codex Vaticanus, es uno de los
manuscritos de mayor valor para la crítica textual del Nuevo Testamento griego, al igual
que para la Septuaginta. En su mayor parte, concuerda muy estrechamente con el Codex
Vaticanus y con el Codex Ephraemi Rescriptus, confirmando un tipo de texto alejandrino,
aunque en Juan 1:1-8:38 muestra una mayor coincidencia con el Codex Bezae, el que tiene
mayores afinidades con un tipo de texto llamado occidental. Algunos, sin embargo,
guiados por un celo digno de mejor causa, consideran a este manuscrito como de inferior
calidad que los manuscritos latinos tardíos, lo que es, a todas luces, un despropósito.
Actualmente se conserva en la Biblioteca Británica, en Londres, Inglaterra. También se le
conoce como ‫( א‬Aleph) o 01.
38
Brus Leguás Contreras
En la página anterior, reproducción de The New Testament in the Original Greek, texto
revisado por Brooke Foss Wescott, D.D., y Fenton John Anthony Hort, D.D., volumen I,
1881, página 34294.
En breve resumen pueden citarse las palabras del bien conocido crítico
textual F. H. A. Scrivener: “Sin vacilación podemos declarar nuestra
convicción de que estas palabras disputadas no fueron escritas por San Juan:
de que originalmente se introdujeron del margen, donde se les había
colocado como una glosa piadosa y ortodoxa sobre el V. 8, a copias latinas
del África: de que del latín se introdujeron furtivamente en dos o tres códices
griegos posteriores, y de allí en el texto griego impreso, un lugar al cual no
tenían ningún derecho legítimo.”95
94
The New Testament in the Original Greek, texto revisado por Brooke Foss Wescott, D.D.,
y Fenton John Anthony Hort, D.D., volumen I, Cambridge y Londres, 1881.
95 Scrivener, F. H. A., Plain Introduction to the Criticism of the New Testament, 4a. edición,
1894, tomo 2, página 407.
39
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Puntos de Vista Tardíos en Defensa de la
Interpolación
Aunque las principales plazas que se oponían a quitar las palabras espurias
del texto principal de la Biblia han tenido que ceder ante el peso de la
evidencia, en la actualidad pervive todavía una dura resistencia a quitar el
texto falso.
Se trata de elementos mayormente protestante, de la vertiente evangélica,
quienes han desarrollado un punto de vista fundamentalista y fanatizado al
grado de afirmar que la Versión Reina-Valera Revisada de 1960 tiene el
carácter de traducción inspirada directamente por Dios. Es por eso que, a
pesar que se han producido varias ediciones revisadas de la versión ReinaValera, persisten en apegarse al texto de la edición revisada de 1960. Y esto,
a pesar de los errores de traducción que se evidencian al primer examen.
Reproducción parcial del Novum Testamentum Graece, Constantinus Tischendor, editio
octava critica maior, volumen II, Lipsiae, 1872, página 33796. Esta edición no contiene la
coma juánica debido a que no aparece en el Códice Sinaítico, en el cual se basa.
En general, se entiende que las traducciones de la Biblia no gozan del
carácter de inspiradas por Dios, que son trabajos humanos y que, como tales,
están sujetas a los humanos errores. Se entiende que algunas traducciones
son parafrásticas, porque no se sujetan estrechamente al texto original
hebreo, arameo y griego. Otras son literales porque se ajustan lo más
estrechamente posible al texto original. Hay algunas traducciones que se han
hecho para apoyar tal o cual doctrina o dogma específicos o puntos de vista
particulares de personas o de grupos de personas.
Y, en el análisis final, se entiende que se necesitan más y nuevas
traducciones, así como revisiones de las ya existentes, a objeto de
beneficiarse de una mejor comprensión de los idiomas originales.
Desde el siglo XIX hasta la actualidad se ha avanzado muchísimo en el trabajo
de traducir la Biblia a los idiomas modernos. Ya no es cierta la afirmación
nonagenaria de que la Biblia no estaba traducida correctamente debido a la
ignorancia prevaleciente con respecto a los idiomas bíblicos.
96
Novum Testamentum Graece, ad Antiquissimos testes denuo Recensuit, Apparatum
Criticum omni Studio Perfectum, apposuit Commentationem Isagogicam, praetexuit
Constantinus Tischendor, editio octava critica maior, volumen II, Lipsiae, 1872. Véase el
comentario en las páginas 337-341 del mismo volumen.
40
Brus Leguás Contreras
Sin embargo, poco a poco, continúan disminuyendo los números de quienes
se han atrincherado en la Versión Reina-Valera Revisada de 1960 para
oponerse a quitar de sus puntos de vista las palabras espurias que aquí se
comentan.
Reproducción de la página 296 de The New Testament, traducción al inglés efectuada por
H. T. Anderson del manuscrito del Códice Sinaítico97. Basada en un texto griego de los
primeros siglos del cristianismo, tampoco contiene la Coma Joánica.
Una interesante línea argumentativa la presenta el sitio web de la Sociedad
Bíblica Trinitaria, donde se argumenta ya no sobre razones bíblicas, sino que
afirma:
97
The New Testament, translated from the Sinaitic Manuscript discovered by Constantine
Tischendorf at Mt. Sinai, por H. T. Anderson, 1918.
41
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
“Pero hay extensas razones académicas para la inclusión de 1 Juan 5:7-8, y
muchos estudiosos que han aportado esas razones. Por eso citamos obras de
tres de ellos. Gran parte de esta información se reproduce textualmente de
sus escritos, y será de carácter técnico; sin embargo, el lector podrá seguir los
puntos principales de la posición, y hallará una bendición en los comentarios
de estos hombres sobre la Palabra de Dios.”98
Reconoce este artículo:
“Nos rodea la argumentación académica contra la inclusión de este pasajes.
“Como dice John Stott del versículo 7:
“Esto en su totalidad debe considerarse como una glosa, al igual que las
palabras en la tierra en el versículo 8…
“Las palabras no están en ningún manuscrito, versión ni cita en griego
anterior al siglo XV. Aparecen por primera vez en un oscuro manuscrito latino
del siglo IV, y lograron entrar a la Versión Autorizada (VA) porque Erasmo,
con reticencia, los incluyó en la tercera edición de su texto. Están
correctamente ausentes del margen de la Versión Revisada (VR) y de la
Versión Revusada Estándar (VRE).99
“El académico de Griego Bíblico del Seminario Teológico de Princeton B. M.
Metzger señala que:
“un manuscrito del Nuevo Testamento completo que data de fines del siglo
XV o principios del XVI… es el primer manuscrito griego descubierto que
contiene el pasaje relativo a los Tres Testigos Celestiales (1 Juan 5 vers. 78).”100
En seguida, la línea argumentativa de los autores de este artículo, G. W. y D.
E. Anderson, se dirige no a la evidencia bíblica, sino a los usos de fórmulas
similares o análogas en otras fuentes:
“En primer lugar, debe decirse que la afirmación de Metzger, a primera vista,
podría hacer que uno piense que 1 Juan 5:7-8 no aparece en ningún escrito
anterior al 1500. No obstante, el MS61 fue el primer manuscrito griego
descubierto que contiene el pasaje. No es el manuscrito más antiguo en
contener el pasaje, sino simplemente el primer manuscrito hallado que lo
incluía.101 Metzger admite posteriormente que la Coma Juanina aparece
98
Por
qué
1
Juan
5:7-8
está
en
la
Biblia,
en
http://sociedadbiblicatrinitaria.org/web/2015/02/18/por-que-1-juan-57-8-esta-en-labiblia/, consultado el 1 de julio de 2015.
99 Stott, J. R. W., The Epistles of John, Wm. B. Eerdmans Publishing Company, Grand
Rapids, MI, EE. UU., 1979, página 180.
100 Metzger, Bruce M., The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption, and
Restoration, Oxford University Press, Nueva York, EE.UU., 1992, página 62. [MS61].
101 “Este tipo de información, que ha llegado a ubicarse en los márgenes en muchas
ediciones de la Biblia, ha provocado mucha confusión en nuestro tiempo, y de ese modo
42
Brus Leguás Contreras
también en manuscritos del siglo XII, del siglo XIV y del siglo XVI. ‘La mención
más antigua de la Coma está en un tratado en latín del siglo IV titulado Liber
apologeticus.’102
Obviamente, aquí se está trasladando la discusión de la evidencia desde el
campo bíblico al campo de los escritos que no son la Biblia. La evidencia tiene
que corresponder precisamente a manuscritos bíblicos griegos, que son la
única y verdadera autoridad, ya que todos los primeros siglos de la Iglesia
fueron en griego, no en latín. Y los manuscritos más antiguos que se conocen
son griegos, como el Códice Alejandrino, el Códice Sinaítico o el Códice
Vaticano. Ni siquiera el Occidente latino usó otra cosa sino los manuscritos
griegos hasta bien tarde. Y las primeras traducciones que se produjeron para
beneficio de los cristianos que no hablaban ni entendían griego fueron la
Vetus Latina y más tarde, de la mano de Jerónimo, la Vulgata Latina. Y, como
es evidente, ninguna de estas traducciones latinas presenta la Coma de Juan.
Continuando con su argumentación, los autores del artículo publicado en el
portal de la Sociedad Bíblica Trinitaria sostienen:
“Edward Hills admite que para este pasaje no hay tanto respaldo en
manuscritos griegos como lo hay para muchos otros pasajes del Nuevo
Testamento. Sin embargo, hay abundancia de evidencias de otros
manuscritos antiguos en su apoyo. Como dice Hills, ‘Las primeras menciones
incuestionadas de la Coma Juanina aparecen en los escritos de dos obispos
españoles del siglo IV … En el siglo V, la Coma Juanina fue citada por varios
escritores africanos ortodoxos para defender la doctrina de la Trinidad contra
las negaciones de los Vándalos, que … adherían fanáticamente a la herejía
ariana’. ‘En las versiones latinas y en los escritos de los Padres de la Iglesia
confusión entre los cristianos en cuando a la validez del pasaje. En 1993, la Ryrie Study
Bible manifestó que ‘el versículo 7 debería terminar con la palabra testigo. El resto del
vers. 7 y parte del vers. 8 no están en ningún manuscrito griego antiguo, sólo en
manuscritos posteriores latinos’ (pág. 1918). La New International Version [Nueva Versión
Internacional] de 1984 sostiene que los vers. 7-8 provienen de ‘manuscritos tardíos de la
Vulgata’ y que ‘no se encuentran en ningún manuscrito griego anterior al siglo XVI’ (pág.
906). La New American Standard Bible original dice que ‘en unos pocos [manuscritos]
tardíos aparece’ el pasaje cuestionado (pág. 1066). La New Revised Standard Version dice
que ‘en unas pocas autoridades se leen (con variaciones)’ los versículos (pág. 261). La
Amplified Version tiene las palabras cuestionadas en bastardillas, pero no proporciona
anotación alguna con respecto al porqué (pág. 380). La Scofield Reference Bible afirma
que ‘por lo general se acepta que el vers. 7 no tiene autoridad real, y ha sido insertado’
(pág. 1325); la New Scofield Reference Bible reitera esta opinión. Incluso la New King
James Version indica que el pasaje no merece la condición de Escritura [‘NU, M omiten las
palabras desde en el cielo (vers. 7) hasta en la tierra (vers. 8). Solo cuatro o cinco
manuscritos muy tardíos contienen estas palabras en griego’ (página 1346). Pero con la
edición continua de estas versiones de la Biblia en inglés, estas notas están sujetas a
cambios.” (Nota número 6, en Por qué 1 Juan 5:7-8 está en la Biblia, en
http://sociedadbiblicatrinitaria.org/web/2015/02/18/por-que-1-juan-57-8-esta-en-labiblia/, consultado el 1 de julio de 2015.).
102 “Metzger enumera a Greg. 88 del siglo XII, Tisch. w 110 del siglo XVI y Greg. 629 del
siglo XIV como manuscritos que contienen 1 Juan 5:7 (Ibid., págs. 101-102).” (Nota
número 7 en Por qué 1 Juan 5:7-8 está en la Biblia, en
http://sociedadbiblicatrinitaria.org/web/2015/02/18/por-que-1-juan-57-8-esta-en-labiblia/, consultado el 1 de julio de 2015.).
43
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
latina se encuentra evidencia de la existencia temprana de la Coma Juanina’.
Entre ellos se encuentran Cipriano (c. 250) y Casiodoro (480-570), así como
también un manuscrito del siglo V o VI en latín arcaico, y en el Speculum, un
tratado que contiene un texto en latín arcaico. También se la encuentra en la
gran masa de los manuscritos posteriores de la Vulgata y en la edición
clementina de la Vulgata.”103
Lo que no dice el autor de esta ponencia en favor de la interpolación espuria
de 1 Juan 5:7, 8, es que los “manuscritos posteriores de la Vulgata” son
copias corrompidas, en las cuales, como dice la nota en la versión católica
romana de Franquesa y Solé, se trata simplemente de “una adición de origen
africano que pasó a varios códices griegos y latinos.”104 Y, la recensión
clementina de la Vulgata, obviamente, no pudo estar ajena a esta
interpolación porque, como es bien sabido, la Vulgata Sixto-Clementina, o
simplemente, Vulgata Clementina, data de 1592, y fue preparada por
instrucciones del papa Clemente VIII. Mal puede citarse esta revisión de la
Vulgata como prueba, porque data de fines del siglo XVI. Y, las copias tardías
de la recensión anterior, la que originalmente había producido Jerónimo por
instrucciones del obispo Dámaso I, originalmente no contiene el texto
espurio, pero sí lo contienen todas o casi todas las ediciones tardías. De tal
manera, la Vulgata Latina, en cualquiera de sus ediciones, no es prueba real y
efectiva a favor de la interpolación del texto espurio de la Coma de Juan y,
por lo tanto, citar tal testimonio es, cuando menos, una impropiedad, pero,
sobre todo, una desproporcionada falta de honradez.
103
“Los obispos son Prisciliano e Idacius (Hills, Edward F., The King James Version
Defended [Des Moines, Iowa, EE.UU.: The Christian Research Press, 1984], págs. 209-10).
(Nota número 8 en Por qué 1 Juan 5:7-8 está en la Biblia, en
http://sociedadbiblicatrinitaria.org/web/2015/02/18/por-que-1-juan-57-8-esta-en-labiblia/, consultado el 1 de julio de 2015.).
104 Sagrada Biblia, preparada por Pedro Franquesa y José María Solé, misioneros
claretianos, edición manual, 1968, publicada por Editorial Regina, página 1939.
44
Brus Leguás Contreras
A modo de conclusión
Indudablemente que la historia de la interpolación del texto espurio de 1
Juan 5:7, 8 es interesante, e ilustra, primero que nada, cómo una glosa
marginal finalmente fue introducida en el texto principal de la Primera Carta
del Apóstol Juan en copias tardías de la Vetus Latina y luego de la Vulgata
Latina a partir de la afirmación que hizo Prisciliano en su Libro Apologético,
que se dice se basó en ciertas interpretaciones que hizo un autor anónimo
del Norte de África hacia los siglos III o IV d. de J.C., aunque nunca contiene el
fraseo posteriormente conocido del llamado Comma Johanneum.
Pero fue solo cuando Erasmo de Rotterdam publica, en 1516 y en 1519, sus
dos primeras ediciones críticas del texto griego del Nuevo Testamento que
comienza un período de controversia y de agrio debate entre quienes se
aponen al texto y quienes lo defienden como canónico.
Este debate, que finalizó recién en el siglo XX con la rendición de los últimos
bastiones de la interpolación, sin embargo, ha hecho surgir defensores
modernos encarnados en quienes dogmáticamente creen que el Textus
Receptus105, al que también llaman Texto Mayoritario, y por lo mismo
asumen con rigor dogmático que tanto la King James Version o Authorized
Version, en inglés, como la Versión Reina-Valera, en castellano, son versiones
inspiradas y que su texto debe ser aceptado a pie juntillas. Pasan por alto el
hecho de que se trata solamente de versiones, traducciones que presentan
los mismos problemas que las demás. Y, como consecuencia de su fe ciega en
esas traducciones y en la base textual que es el Texto Recibido, creen que el
texto espurio de la coma joánica es escritura inspirada y canónica, negándose
a la sola posibilidad de estudiarlo.
Las argumentaciones actuales de algunos sectores protestantes minoritarios
a favor de la interpolación espuria no ofrecen novedades en realidad. Se
limita a repetir antiguos argumentos y a presentar razones académicas sobre
la pertinencia de esas palabras, sin basarse en autoridad alguna de los
manuscritos, todo lo cual ya ha sido superado por los escriturarios católicos y
protestantes de las corrientes principales. Y, sesgadamente, como antaño
ocurrió generalmente, pueden presentar el testimonio a favor de diversos y
diferentes autores de los siglos III en adelante que pudieron haber tenido en
105
Textus Receptus es una frase latina que significa Texto Recibido, y es el nombre que se
da al texto griego del Nuevo Testamento editado por Erasmo de Rotterdam. Erasmo
imprimió por primera vez su texto crítico en 1516 y luego en 1519. Normalmente, esta
designación se suele reservar para la edición corregida de 1522 y las subsiguientes de
1527 y 1533, en que se vio obligado a insertar la Coma de Juan, luego de que le
presentaran el Códice Británico, actualmente conocido como Códice Motforciano. Este
texto representa a un conjunto de manuscritos griegos del Nuevo Testamento, de los
cuales los más antiguos datan de aproximadamente el siglo X, y son la base de muchas
traducciones clásicas y de gran difusión de la Biblia, como la Versión Autorizada, e inglés, y
la Versión Reina-Valera, en español, así como diferentes traducciones en otros idiomas
anteriores a 1881. Buenaventura y Abraham Elzevir introdujeron el término Textus
Receptus, es decir, Texto Recibido, como parte del Prefacio a su edición del texto en 1633.
(Metzger, Bruce M., y Bart D. Ehrman The Text Of The New Testament: Its Transmission,
Corruption and Restoration, Oxford University Press, 2005, página 152.).
45
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
mente el texto, una elucubración que no resiste el menor análisis, debido a
que no se presentan pruebas reales y efectivas. Y, por otra parte, el citar a
Tertuliano, al Pseudo-Cipriano o a Prisciliano, también se hace mañosamente,
porque el primero y el último de los nombrados no son representativos de la
ortodoxia del momento, y el segundo es un escrito falsamente adscrito.
Por lo demás, bien puede asumirse que el texto espurio del Paréntesis de
Juan bien pudo haberse elaborado en África a partir de diferentes puntos de
vista y opiniones, tanto aceptadas por la ortodoxia dominante como por
grupos heterodoxos. De ahí se formularía la frase en cuestión, la que empezó
a escribirse al margen de algunos manuscritos que se originaron o que se
utilizaron en algún momento en el área. Con el tiempo, nadie recordaba ya
que fue primeramente enunciado por Prisciliano para probar su opinión
sobre la unicidad de Dios, como dicen algunos por ahí, y no para apoyar el
dogma de la trinidad. Y, como se ha dicho en otros lugares, no habría sido
difícil que alguien asumiera que esa nota marginal debía pertenecer al texto
principal y lo agregó en una copia, visto lo cual se fue agregando en otras
copias occidentales.
Pero los manuscritos griegos, es decir, de la sección oriental del Imperio, no
contuvieron nunca esas palabras por siglos, ya que se basaban en la tradición
original y antigua del texto griego, el que es avalado, por ejemplo, por los
códices actualmente conocidos como Vaticano, Sinaítico y Alejandrino.
Erasmo sabía que no había códices griegos antiguos que contuvieran la
interpolación: por eso no dudó un instante en desafiar a sus oponentes a que
le mostraran siquiera un solo manuscrito griego antiguo para incluir la coma
joánica en su siguiente edición del texto griego del Nuevo Testamento.
Finalmente, le presentaron el que fue conocido como Códice Británico, copia
de un manuscrito más antiguo. Y no tuvo más que cumplir con su palabra,
aunque incluyó una extensa nota explicativa en contra de la adición.
El texto espurio se introdujo entonces en el texto sagrado y fue aceptado por
casi todo el mundo.
Las controversias que se suscitaron a partir del mismísimo siglo XVI,
finalmente determinaron a que el último bastión que insistía en mantener el
texto probadamente espurio, cediera. Y hoy en día ningún traductor serio de
las Escrituras incluye el texto controvertido en el texto principal. Algunos
traductores y revisores agregan notas explicativas sobre por qué no se
incluyen esas palabras.
Sin embargo, unos pocos, influenciados por un celo digno de mejor causa,
persisten en considerar que la interpolación forma parte del texto original
inspirado.
Muchas son las variantes que se dice que existen en los diferentes
manuscritos del Nuevo Testamento. Esto ha hecho que algunos se pregunten
cuánta variación sustancial existe en realidad, es decir, diferencias que
verdaderamente sean de importancia. Es del todo iluminador enterarse de lo
46
Brus Leguás Contreras
que expresaron Westcott y Hort, editores del texto griego del Nuevo
Testamento en cuanto al asunto en su Introduction to the New Testament:
“En cuanto a la gran cantidad de las palabras del N.T. [...] no hay variación ni
otras razones para duda. [...] La proporción de las palabras que virtualmente
se aceptan por todos como puestas más allá de toda duda es muy grande, no
menos, por cálculo aproximado, que siete octavas partes del total. La
restante octava parte, por lo tanto, formada en proporción considerable por
cambios de orden y otras trivialidades comparativas, constituye toda la
región de la crítica. Si los principios que se siguen en la edición actual son
sólidos [y generalmente se les acepta como sólidos], esta región puede
reducirse muchísimo. Reconociendo plenamente el deber de abstenernos de
decisión de preferencia en casos es que la evidencia deja en suspenso el
juicio entre dos o más maneras de leer lo escrito, descubrimos que, poniendo
a un lado las diferencias de ortografía [modo de escribir], las palabras que en
nuestra opinión todavía quedan sujetas a duda componen solo
aproximadamente una sexuagésima parte del entero Nuevo Testamento.
“En este segundo cálculo, la proporción de variaciones comparativamente
triviales es inmensurablemente mayor que en el primero; de modo que la
cantidad de lo que en cualquier sentido se puede llamar sustancial es solo
una pequeña fracción de toda la variación residual, y difícilmente puede
formar más de la milésima parte de todo el texto. Puesto que hay razón para
sospechar que reina una impresión exagerada en cuanto al grado de posible
corrupción en el N.T., lo que pudiera parecer confirmado por el lenguaje que
aquí y allí se usa en las páginas siguientes, deseamos que de antemano se
entienda claramente cuánto del N.T. queda sin necesidad de las labores de
un crítico textual.”106
De nuevo, la crítica textual ha ayudado a que quienes estudian y siguen los
lineamientos de la Biblia puedan estar tranquilos por el hecho de que el
descubrimiento de manuscritos antiguos y el estudio sincero y honrado de la
fuente documental, además de las ediciones críticas del texto bíblico,
aseguran que, pese a todo lo que se diga, hoy en día se puede contar con un
texto casi idéntico al original y que las diferencias que se pueden hallar no
afectan el mensaje, en modo alguno, porque se refieren mayormente a
cuestiones gramaticales y ortográficas.
El estudio de la historia de los pasados quinientos años de esta controversia y
el incontestable testimonio de la historia de la Iglesia y de la Biblia, así como
el aplastante peso de la evidencia que se puede citar, no dejan lugar a duda
alguna en cuanto a que el famoso pasaje de la interpolación que hasta hoy
aparecen en versiones como la King James Version, en inglés, y la Versión
Reina-Valera, en español, son indiscutiblemente palabras espurias, que no
pertenecen al texto original de la carta juánica en que se encuentran y que,
en vista de la evidencia que se ha puesto de manifiesto, hoy en día los
traductores de la Biblia a los idiomas modernos las han dejado fuera, en la
medida en que se puede disponer de más y mejores textos maestros pero,
106
Westcott, Brooke Foss y Fenton John Anthony Hort, The New Testament in the Original
Greek, Introdution and Appendix, Nueva York, 1882, páginas 2, 3.
47
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
sobre todo, porque se ha podido examinar la evidencia de los manuscritos
griegos más antiguos.
Al sopesar la evidencia arrojada por los cientos, cientos y cientos de
manuscritos que existen y que han salido a la luz a través de concienzudas
investigaciones, si se es honrado y sincero, no hay razón alguna para adoptar
la posición fanáticamente fundamentalista de imginar que las versiones King
James Version y Versión Reina-Valera, basadas en el Textus Receptus han
sido directamente inspiradas por Dios y que son intocables en su forma y en
su fondo.
Obviamente, no puede asumirse que estas palabras conllevan una condena o
una desautorización de esas y otras versiones que durante los pasados
quinientos años sí incluyeron el texto espurio. Esas versiones fueron, en su
momento, lo mejor que la erudición bíblica pudo producir y produjeron
mucha esperanza y consuelo a cientos de miles de personas que se
beneficiaron de su lectura y de su estudio.
Pero el lenguaje es esencialmente cambiante. A través del tiempo, incluso en
el corto tiempo, cambia y varía, y las traducciones y versiones de la Biblia
deben adaptarse a estos cambios en el idioma. Es por eso que siempre se
necesitan revisiones de las versiones ya existentes y nuevas versiones y
traducciones que vayan recogiendo los avances en el campo de los idiomas
de la Biblia.
Y no solo eso, sino que es necesario que se realicen cotejos y colaciones del
texto traducido, confrontándolo con los nuevos manuscritos que se van
descubriendo para determinar si se ajustan al texto original o si han sufrido
alguna clase de manipulación. Y, en tal caso, hacer los ajustes necesarios para
que las traducciones y versiones reflejen lo más estrechamente posible el
contenido del texto original, independientemente de si afectan o no a algún
dogma religioso.
En este caso en particular, el texto interpolado no puede aparecer en el texto
principal de una traducción porque no tiene la autoridad para estar allí. El
traductor tiene que liberarse de sus propias creencias y sistema de dogmas
personal para dedicarse a su labor, traducir. El tratar de entender y explicar
el significado de cada palabra o frase en particular, corresponde al expositor
o exégeta, no al traductor.
Por lo tanto, si el expositor entiende que 1 Juan 5:7, 8 establece el dogma de
la trinidad como doctrina básica del cristianismo, tiene absoluta libertad para
exponerlo y enseñarlo, apelando a las bases escriturísticas que crea que
apoyan su opinión o punto de vista. Pero el traductor no puede darse la
libertad de insertar palabras o frases en el texto sagrado, porque eso es una
manipulación que no puede ser tolerada. Y esta es la razón por la que el
texto espurio que se interpoló en 1 Juan 5:7,8 mediante un engaño a Erasmo,
no puede seguir en ese sitio, ni en ningún otro.
48
Brus Leguás Contreras
APÉNDICE I
“DISERTACION
“SOBRE
“EL
FAMOSO PASAJE
“DE LA EPISTOLA PRIMERA DE S. JUAN,
“CAP. V. V 7107
“Tres sunt qui testimonium dant in coelo, Pater, Verbum et Spiritus Sanctus,
et hi tres unum sunt. Tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el
Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres no son mas que uno.
_____________
“No es raro hallar variedad de lecturas en los libros sagrados del Antiguo y
del Nuevo Testamento; pero no es común que sean de tanta importancia
como las que hay en el capítulo quinto de la epístola primera de S. Juan. La
mayor parte de las otras diferencias no son mas que sobre ciertas palabras
puestas en lugar de otras, y ciertos términos omitidos ó añadidos: rara vez
interesan estas variedades á la religion ó miran á la fé. Pero aquí se trata de
un periodo entero que falta en muchos ejemplares, y cuya omision es de muy
gran consecuencia, porque los enemigos de nuestra fe se prevalen de ella
para atacar la creencias de la Iglesia sobre la Trinidad, y apoyar sus opiniones
erróneas contra la divinidad del Hijo y del Espíritu Santo, y contra la igualdad
y consustancialidad de las personas divinas.
“No son los enemigos de la Trinidad los únicos que han pretendido que este
pasage no sea auténtico y legítimo, sino que tambien le han atacado muchos
de los que como nosotros creen en aquel misterio: sea que el gran número
de ejemplares en que no se leía antiguamente hiciera impresion en su
espíritu, sea que el deseo de distinguirse y el prurito de criticar los hubiesen
extraviado, lo cierto es que no hablaron de este asunto con toda la
circunspección que seria de desear. Erasmo, por ejemplo, suprimió este
pasage en las primeras ediciones que dió del Nuevo Testamento en griego y
107
El texto que aquí se reproduce se ha tomado de la Sagrada Biblia, en latín y español,
Versión de Galván, Primera Edición Mejicana, enteramente conforme a la cuarta y última
edición francesa del año 1820, tomo XXIII, Méjico, Imprenta de Galván a cargo de Mariano
Arévalo, 1833 [Esta Traducción es Propiedad de Mariano Galván Rivera], páginas 387-404.
(La ortografía es la de la época.). Las notas que vienen en el texto original se mantienen
con su numeración propia, mostrándose entre comillas, con indicación de la página
correspondiente.
49
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
en latín (1)108. Lutero tampoco le puso en su traducción alemana. Ni se halla
en un buen número de impresiones (2)109 hechas por católicos de quienes no
se debe sospechar que quisieran ofender á la fe de la Iglesia sobre la
Trinidad.
“M. Simon (3)110, conocido por sus críticas del Viejo y del Nuevo Testamento,
ha sostenido expresamente y con extension, que aquel pasage estaba
añadido en nuestros ejemplares de la Biblia, y que S. Juan no le escribió.
Cristóval Sandio, sociniano, ha reunido con gran cuidado todo le que podía
hacer sospecho á este pasage. Algunos han pretendido que los arrianos le
suprimieron; otros han creido que los católicos le insertaron en el texto, y
Grocio sospechó que los mismos arrianos le pusieron en el texto de S. Juan.
“Pero la mayor parte de los críticos mas sabios y juiciosos, tanto católicos
como protestantes, le han reconocido por auténtico. Stunica (1)111, el P.
Alejandro (2)112, M. Mille (3)113, el P. Bukentop (4)114, M. Ketner (5)115, Selden
(6)116, el P. Martianay (7)117, M Schmith, y por último, Mr. Rogerio (8)118 han
escrito expresamente defendiendo el pasage en cuestion. No hay para que
hablar de los comentadores, que casi todos han defendido ser verdadero y
autentico. Para instruir completamente al lector sobre esta cuestión,
referirémos las razones que se á favor y en contra, con lo que se pondrá en
estado de sacar las consecuencias justas con pleno conocimiento de causa.
“ARTICULO I.
“Pruebas alegadas por los que disputan la autenticidad del V 7, cap. v. de la
epístola primera de S. Juan
108
Nota al pie de la página 387, en el original: “An. 1516 et 1519. Basileae.”
Nota al pie de la página 387, en el original: “Edit. Aldi, Venet. 1518. Volfii, Argentor. an.
1524. Colinaci, Paris, an. 1534. Vide et editionem Lavaniens. Lugd. An. 1562.”
110 Nota al pie de la página 387, en el original: “Simon, crítica del Nuevo Testamento, y en
su Disertacion al fin de esta crítica.”
111 Nota al pie de la página 388, en el original: Stunica adversus Erasmum in 1.Joan. v. 7.
Compluti, 1519.
112 Nota al pie de la página 388, en el original: Natal. Alex. In N.T. t. i, art. De epistolis
canonicis.
113 Nota al pie de la página 388, en el original: Millius Dissert. In Joan. v. 7. Ad cal. cem. var.
lect. In ep. 1.Joan.
114 Nota al pie de la página 388, en el original: Bukentop, Lux de luce, I.ii.p.306.
115 Nota al pie de la página 388, en el original: Ketner, Defensione hujus loci, Dissert.
singulari.
116 Nota al pie de la página 388, en el original: Selden. Lib. ii. de Synedriis, cap iv. P. 133. et
seqq.
117 Nota al pie de la página 388, en el original: Martianae Not. in Prolog. epist. cathol. p.
1669. 1670. t. i. nov. ed. S. Hieronymi.
118 Nota al pie de la página 388, en el original: Roger, Dissert. critico-theolog. In hunc loc.
Paris. 1713.
109
50
Brus Leguás Contreras
“Pueden dividirse en tres clase los ejemplares tanto manuscritos como
impresos. Unos omiten del todo este pasage; otros le ponen como lo
tenemos hoy en la Vulgata, y otros varian. De estos últimos muchos lo leen al
márgen, y otros en el cuerpo del texto, pero con la diferencia de que algunas
veces el V 8 se pone ántes del 7 de esta suerte: Tres sunt qui testimonium
dant (ó dicunt) in terra, spiritus, aqua et sanguis: et hi tres unum sunt. Et tres
sunt qui testimonium dicunt in caelo, Pater, Verbum, etc Spiritus: et hu tres
unum sunt (9)119. Otros ejemplares no ponen mas que estas palabras: Tres
sunt qui testimonium dant in caelo, Pater, Verbum et Spiritus: et tres unum
sunt (10)120, y omiten lo que sigue: Tres sunt qui testimonium dant in terra
&c. Otros en el V 8 (11)121 leen: Et tres sunt qui testimonium dant in terra,
spiritus, aqua et sanguis, y omiten: Et hu tres unum sunt. Y Santo Tomas
(12)122 sostiene que estas últimas palabras no se hallan en los verdaderos
ejemplares. Lorin, Lúcas de Brúges y Hessel, reconocen que no se hallan en
muchos ejemplares latinos. No se leen tampoco en el griego ni en el latin de
la biblia poliglota complutense, ni en el manuscrito alejandrino, ni en el de
Inglaterra, de que habla Erasmo, ni en los dos de S. German Des-Pres,
numeros 43 y 44. Otros añaden (13)123: Et hi tres unum sunt in Christo Jesu,
como para retiras la idea que se tendria de que el espíritu, el agua y la sangre
son una sola cosa, de la manera misma que el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo. Los ejemplares griegos, en lugar de: Et tres unum sunt, del V 8, dicen:
Et tres in unum sunt. Vigilio de Tapso y el autor de la falsa epístola de Hygin,
leen así: In nobis sunt.
“El primer argumento de los que niegan la autenticidad de este pasage, es
que no se halla en los antiguos manuscritos griegos que son los originales, ni
en la version siriaca que es la mas antigua de las versiones orientales, ni en la
árabe, ni en la etiope, ni en muchos antiguos ejemplares latinos. El segundo y
mas fuerte argumento es que este pasage no se cita en los antiguos padres
griegos y latinos que han escrito contra los errores de Arrio, ni por los
concilios celebrados contra este heresiarca, cuando aquel pasage era uno de
los mas fuertes y expresos que podian alegarse contra él; y así la omision no
pudo provenir sino de que era desconocido. Ahora bien: si en la mas remota
antigüedad, y en los siglos mas ilustrados de la Iglesia no se conocio aquel
pasage, esto indica que no estaba en los primeros originales, y que se insertó
muchos siglos despues de S. Juan.
“Se cita el manuscrito alejandrino y el del Vaticano que pasan por ser muy
antiguos, y que son tal vez los mas viejos que hay en el mundo: en ellos se lée
119
Nota al pie de la página 388, en el original: Vi. de Cod Corbei. n. 23, apud Martianae. p.
1675. Ita et Eugen. Carthag. I de Cathol. Fide. Vide et Idacium advers. Varimand. et
Fulgentium Resp. contra Arianos Et multa Vulgatae exemplaria Roger. p. 128.
120 Nota al pie de la página 388, en el original: Ita Cod. duo Murbac. et unus Compend. a
me visi. Et alii quidam.
121 Nota al pie de la página 388, en el original: Omittit Cimplut. et Cod. Britannic. Codd.
Lat. Lovan. 15.
122 Nota al pie de la página 388, en el original: D. Thom. opuscul. 24.
123 Nota al pie de la página 388, en el original: Ita Clem. Alex. in latinis Cassuidiru Ambros.
I. v. c. ii. de Spiritu Sancto. Vigil. Taps. seu alius lib. de Fide ad Theoph. lib. de unic. Deitate
Trinitatis.
51
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
simplemente: Hay tres que dan testimonio, el espíritu, el agua y la sangre, y
estos tres no son mas que uno, y se omite todo lo demas. La misma omision
se ve en quince ó diez y seis manuscritos griegos citados por M. Mille. M.
Simon cita cinco de la biblioteca del rey, y seis de la de M. Colbert, en que se
nota lo mismo. M. Burnet, obispo de Salisbury, ha visto tambien dos en la
biblioteca de Bala, y uno de Venecia. Otro manuscrito de la biblioteca del
emperador, uno de la de Leicester, y otros muchos omiten estas palabras: In
caelo Pater, Verbum, et Spiritus Sanctus; et hic tres unum sunt; el tres sunt qui
testimonium dant in terra.
“La edición griega de Alda, hecha en Venecia en el año 1518, las de Bala por
Erasmo en 1519 y 1519, la de Haguenau en 1521, la de Estrasburgo en 1524,
la de Paris por Simon Cotiné en 1534, tambien las omiten. Robert Estévan en
su bella edicion griega del Nuevo Testamento en 1550, puso en el texto todo
el pasage tal como se lée hoy en la Vulgata, y en los ejemplares griegos
impresos después de ella; pero al márgen pone la observacion de que no se
halla esta lectura sino en la única edicion complutense; de suerte que de
siete ejemplares griegos manuscritos de las epístolas canónicas, no habia
mas que uno (1)124 en que se leyera este pasage como lo tenemos en
nuestras biblias.
“En cuanto a la edicion complutense que Roberto Estévan tuvo por
conveniente seguir en este pasage, se hace ver que su autoridad no es
grande. El cardenal Jimenez que procuró la edicionde la políglota de Sevilla,
no tenia otro manuscrito griego sino el de Rodas, y algunos otros de Roma,
que se le habian enviado por el papa Leon x; y se sabe que ninguno de estos
manuscritos tenia el pasage de que se trat. Santiago Lopez Stúnica, que habia
visto los ejemplares griegos que sirvieron en Sevilla, no pudo, en la disputa
que tuvo sobre esta materia con Erasmo, citar ningún ejemplar que
contuviese aquel pasage. Y cuando en tiempo del papa Urbano VIII se quiso
trabajar una nueva edicion griega del Nuevo Testamento, y se reunieron al
efecto con gran cuidado todos los manuscritos que habia en Roma, tanto en
la biblioteca del Vaticano como en la de los Barberini, no se hallaron mas que
ocho que contuviesen las epístolas canónicas y ninguno de ellos tenia el
pasage de que hablamos(1)125.
“El manuscrito que M. Seidel llevó del Oriente á Berlin, y de que habla M.
Kúster en su nueva edicion del Nuevo Testamento de M. Mille en 1710,
omite el versículo de que se trata. M. Simon asegura que no ha visto ningun
manuscrito en la biblioteca del rey que tuviera ese famoso pasage, aunque
consultó á lo ménos ocho, y entre aquellos manuscritos griegos hay muchos
muy modernos, lo cual hace juzgar que los Griegos modernos así como los
antiguos, no le reconocen por auténtico. M. Rogerio cita otros tres
manuscritos de la misma biblioteca del rey (2)126, dados á ella por M. le
124
Nota al pie de la página 389, en el original: “Vide Rogeri Dissert. § 3. p. 9. Et seqq. Estos
siete manuscritos son los 4, 5, 7, 9, 10, 11, 13.”
125 Nota al pie de la página 390, en el original: “Vide praef. Joannis Matthaei Caryophylli ad
calcem Caten. Graec. edit. Patri Possini in Marc. Romae, 1673.”
126 Nota al pie de la página 390, en el original: “Codd.2242, 2869, 3425.”
52
Brus Leguás Contreras
Tellier, arzobispo de Reims, y que son del todo iguales á los otros en cuanto á
la omision del pasage.
“Los manuscritos latinos son mas conformes á la Vulgata; sin embargo en
muchos de ellos no está el pasage en cuestion. El autor del prólogo sobre las
epístolas canónicas, que lleva el nombre de S. Gerónimo, y de que se hablará
despues con mas extension, se queja de que los traductores no han puesto
con exactitud este pasage en sus ejemplares, de donde se infiere que habia
entónces un gran número en que no se leia. Este prólogo parece que no es de
S. Gerónimo, pero no puede ser ménos que del siglo octavo; y se halla en
manuscritos de mucha antigüedad (3)127.
“Erasmo cita dos ejemplares latinos de la biblioteca de S. Donaciano de
Burges en que no se lée este pasage. Mr. Mille cita dos siguiendo á Mr.
Gilbert Burnet, uno de la biblioteca de Bala, y el otro de Zuric, que él crée
tener mas de ochocientos años de antigüedad; y cita otros dos Estrasburgo
de la misma edad, ó todavía mas viejos. Cinco manuscritos citados por los
doctores de Lovaina en el margen de su biblia, un antiguo manuscrito de la
biblioteca de Bodley, tres de San German-des-Pres, uno de S. Aubin de
Anyers, y otro de S. Sergio de la misma ciudad, estos dos venerables por su
antigüeda;d; la hermosa biblia de Ludovico Pio en la biblioteca de Mr.
Colbert; un manuscrito de S. Martin de los Campos escrito en tiempos de
Cárlos el Calvo; el antiguo Correctorio de la biblia, citado por Lúcas de Bruges;
y en fin otros latinos omiten del todo las palabras de que se trata.
“Hay latinos que las omiten en el cuerpo de la obra ó del texto; pero las
ponen al márgen, como el manuscrito de los Franciscanos de Anvers citado
por Erasmo, el de la biblioteca del rey, marcado con el número 3584, de que
habla Mr. Simon, y que añade al márgen estas palabras: In caelo Pater,
Verbum, et Spiritus; et tres sunt qui testimonium dant in terra; et hi tres unum
sunt; y otro de la biblioteca de Mr. Colbert número 158 á cuyo márgen, en
frente de estas palabras: Tres sunt qui testimonium dant, se lée: In caelo,
Pater, Verbum, et Spiritus; et tres sunt qui testimonium dant in terra, sanguis,
aqua et caro. En la biblioteca de San German Des-Pres, hay un antiguo
manuscrito, á cuyo márgen, y á lo largo se halla escrito el V 7 de la mano
misma que lo demas del manuscrito. Hay otros varios manuscritos griegos y
latinos, en que se hallan tambien al márgen adiciones que no siempre son
uniformes en cuanto á los términos, pero que convienen en cuanto al
sentido.
“Ya hemos advertido ántes que hay manuscritos latinos en que el V 8 está
ántes del 7; pero esta variacion no se opone á la lectura recibida hoy en la
Iglesia. Todas las versiones orientales omiten este pasage, ménos la armenia
que le pone. La siriaca, la árabe, la etiope, la rusa, la cofta ponen solamente
el V 8: Hay tres testigos, el espíritu, el agua, y la sangre, y estos tres no son
mas que uno, sin leer, en la tierra, como se lée en el griego y en la Vulgata.
127
Nota al pie de la página 390, en el original: “Se ve en las dos biblias manuscritas de S.
Aubin y de S. Sergio de Angera, de las cuales la primera tiene novecientos años, y la otra
ochocientos á lo ménos de antigüedad. Se ve asimismo en otras antiguas biblias escritas
en tiempo de Cárlos el Calvo.”
53
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Tremelio suplió en V 7 en su edicion de la version siriaca, que publicó en
1569; pero no se atrevió á ponerle en el texto, y se contentó con escribirle al
márgen. Gutbirio fue mas atrevido, pues le insertó en el texto. Es cierto por
tanto, que no se halla ni en los manuscritos, ni en la primer edicion del Nuevo
Testamento en siriaco por Vidmanstad en 1562.
“Los antiguos padres griegos y latinos en su mayor parte no han leído el V 7
en cuestion; á lo ménos no le citan en los lugares en que la materia de que
trataban, y la necesidad de la causa que defendian, demandaban que le
citasen. S. Ireneo (1)128 queriendo probar la divinidad de Jesucristo, cita con
frecuencia esta epístola de S. Juan, y aun el cap. v, y sin embargo no hace
ninguna mencion del V 7. S. Dionisio, obispo de Alejandría, escribiendo á
Pablo de Samosate, emplea en las de un pasage el V 8. del cap. v de esta
epístola sin tocar el V 7. que era decisivo para la divinidad de Jesucristo, y
para la Trinidad que defendia.
“M. Mille no crée que alguno de los padres griegos que vivieron ántes del
concilio de Nicea citase jamas el pasage de que se trata. San Atanasio que
estuvo toda su vida ocupado en combatir el arrianismo y los errores que
tienen relación con él, no le usó jamas, aunque no se olvidó de ninguno de
los que parecian propios para la defensa de su causa. Otro tanto puede
decirse de San Epifanio, de los padres del concilio de Sárdica, de San Basilio el
Grande, de S. Alejandro, obispo de Alejandría, de San Gregorio Niceno, de
San Gregorio Nacianzeno, de Didimo, de San Juan Crisóstomo, de San Cirilo
de Alejandría, de otros muchos, que es inútil citar, de los que empeñaron en
las disputas contra los enemigos de la divinidad de Jesucristo, ó del Espíritu
Santo, y en la obligacion de sostener la fe de la Iglesia sobre la Trinidad y la
consustancialidad, sin haber citado, nunca un pasage tan preciso, formal y
decisivo para la causa que defendían. Se puede concluir por tanto que
seguramente no le habia en sus ejemplares, pues por poco que se sepa cual
era su método, se comprenderá que no hubieran descuidado la ventaja cierta
é indudable que habrian sacado de este pasage.
“Los padres latinos parece que no le conocian mucho mas que los griegos. El
autor del tratado del bautismo de los hereges, entre las obras de San
Cipriano, y cuta antigüedad nadie disputa, junta los versículos 6 y 8 de este
capítuli v, y omite el 7 que es el de que se trata. Novaciano en su libro de la
Trinidad reune un gran número de pasages para probar la divinidad del
Verbo, y no dice una palabra de aquel, que basta para decidir la cuestion. San
Hilario que ha escrito tanto sobre la Trinidad y la consustancialidad, ha hecho
lo mismo. Lucifer de Cagliari tampoco le cita en su tratado sobre que no se
debe tener comercio con los herejes, ni en otros en que tenia tan bella
ocasion de hacerlo.
“San Ambrosio (1)129 no solamente no le cita, sino que junta los versículos 6 y
8, y omite el 7, de esta manera: Per aquam et spiritum venit Christus Jesus.
Non solum in aquam, sed per aquam, et sanguinem; et spritus testimonium,
128
129
Nota al pie de la página 391, en el original: “Iren. I. iii. c. 18. N. 16. in nov. edit.”
Nota al pie de la página 392, en el original: “Ambros. I. iii. de Spiritu Sancto, c. 11.”
54
Brus Leguás Contreras
quoniam spiritus est veritatis. Quia tres sunt testes, spiritus, aqua, et sanguis:
et hi tres unum sunt in Christo Jesu. San Febadio, obispo de Agen, y Faustino
que escribieron sobre la Trinidad y contra los arrianos, no hacen mencion
ninguna del pasage de que se trata. San Gerónimo no le alega, ni San Agustin.
Y aun este último insinúa que no estaba en sus ejemplares (2)130, porque
despues de haber citado estas palabras Hay tres que dan testimonio, el
espíritu, la sangre y el agua, añade que estas tres cosas indican al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo; y lo prueba con pasages de la Escritura traidos de
otros lugares con bastante violencia. Si su pasage hubiera dicho Hay tres que
dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, ¿se hubiera
olvidado de servirse de él en esta ocasion y en todas las otras en que quiere
probar la divinidad del Hijo y del Espíritu Santo y su consustancialidad con el
Padre?
“El gran San Leon no habló de este pasage una palabra, teniendo ocasion de
hacerlo en su epístola a Flaviano. Facundo, obispo de Hermiana (3)131,
despues de haber citado el V 8, le explica diciendo que el espíritu significa el
Padre, según el texto Dios es espíritu (4)132; que el agua significa el Espíritu
Santo, de quien está escrito: El que recibiere al Espíritu Santo producirá un
rio de agua viva (5)133; y la sangre designa á Jesucristo que se revistió de
nuestra carne: explicación sacada de San Agustin y que se ha hecho despues
bastante comun. ¿Y habria buscado estos rodeos, si hubiese visto el versículo
7 en sus ejemplares? Cerealis en su obra contra Maximino, en que se
esfuerza por probar la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, no
refiere este pasage, aunque infinitamente mas favorable á su causa que los
otros muchos que cita.
“Por último, el venerable Beda, y los demas que han escrito expresa ó
casualmente sobre esta epístola de S. Juan, no han hablado de aquel famoso
versículo; y eso no puede ser sino porque no estaba en sus ejemplares. Ni
Dídimo, ni S. Clemente de Alejandría, ni Oecumenio en sus comentarios, ni
seis cadenas griegas manuscritas que Mr. Simon ha consultado de propósito
sobre este pasage, traen en V 7. S. Euquerio en sus Cuestiones sobre el
Nuevo Testamento explica estas palabras: Hay tres que dan testimonio, el
agua, la sangre y el espíritu, diciendo que el agua designa al Padre, la sangre
á Jesucristo, y el espíritu al Espíritu Santo, que es como las han explicado S.
Agustin y Facundo; en lugar de citar el V 7 que habria debido estar
inmediatamente ántes del que citaban, y que hubiera sido tan preciso y tan
decisivo por su propia opinion.
“De todo lo que acabamos de decir aparece que hasta los siglo séptimo y
octavo no se leia este versículo ni en las iglesias de Oriente, como se ha visto
por los padres griegos y los manuscritos de esta lengua, ni en la iglesia siria;
ni en las otras que no hablan el griego, cuyas Biblias no le tienen todavía hoy;
ni en la iglesia romana, como se infiere de lo que hemos dicho de S. Leon y de
130
Nota al pie de la página 392, en el original: “Aug. I. ii. contra Maximin. c. 22. n. 3. p.
726.”
131 Nota al pie de la página 392, en el original: “Facund. I. i. c. 2.”
132 Nota al pie de la página 392, en el original: “Joan. iv.21.”
133 Nota al pie de la página 392, en el original: “Joan. vii. 38. 39.”
55
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Novaciano; ni en la iglesia de Africa, como se ve por S. Agustin, Cerealis,
Funilio y Facundo; ni en la de Milan como se infiere del silencio de S.
Ambrosio; ni en la de Francia, como resulta de que S. Hilario, S. Febadio y S.
Euquerio no le han citado, y de que no se halla en el antiguo Leccionario que
se usaba antiguamente en aquella iglesia y que ha sido publicado por el R. P.
Mabillon. En fin, Lucifer de Cagliari testifica por lo tocante á la iglesia de
Cerdeña, y el venerable Beda por lo tocante á la de gran Bretaña, que este
pasage no se halla en sus Biblias. Hay pues toda probabilidad de que fué
añadido primero á manera de glosa en el márgen de algunos ejemplares, de
donde se pasó despues al texto.
“Esta consecuencia se funda en un prueba de hecho indudable, y es que el
pasage en cuestion se halla en el márgen de un gran número de manuscritos
latinos bastante antiguos. Y como se tiene la experiencia de que otras
muchas cosas han pasado así de los márgenes al texto de los libros, se tiene
derecho para inferir que lo mismo ha podido hacerse aquí. Algunos católicos
celosos viendo la ventaja que se podia sacar de este pasage contra los
arrianos, los macedonios y otros enemigos de la Trinidad, y hallándole al
márgen de sus ejemplares, le insertaron probablemente en el texto, lo cual
no se hizo en tiempo del ardor de las disputas; porque los arrianos lo habrian
percibido, y hubieran clamado contra la corrupcion; pero se verificó hácia el
siglo noveno ó décimo en que se comenzó á ver pasar insensiblemente este
pasage al texto.
“No se puede sospechar con razon que los arrianos le hubiesen separado del
texto, porque los católicos no hubieran dejado de quejarse de ello, y de
clamar contra la mala fe. Ademas los arrianos no eran dueños de los
ejemplares que se conservaban en las grandes y principales iglesias de
Oriente y Occidente, y no hubieran podido con todo su crédito suprimir una
sola palabra, que se hubiera creido ser del texto de S. Juan.
“Grocio ha sospechado de ellos, no que separaron, sino que añadieron este
versículo 7 para favorecer su heregía, y manifestar que la union del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo no es la unidad de sustancia ó esencia, sino una
conformidad de testimonio, como la que hay entre el espíritu, el agua y la
sangre, señaladas en el versículo 8. Pero esta conjetura no tiene ningun
fundamento; el pasage de que se trata es sin comparación mas contrario que
favorable á los arrianos. No hay antiguo que haya formado contra ellos la
sospecha que Grocio les imputa. Los arrianos no han empleado jamas este
pasage á favor de su dogma; y los padres mismos que han escrito contra
ellos, se sirven del V 8, en que se habla del testimonio del espíritu, del agua y
de la sangre, para probar la unidad de la esencia en la Trinidad. Con mas
razon se hubieran ellos valido para esto del otro pasage, que es tan positivo y
formal.
“Se cita un famoso pasage atribuido á S. Gerónimo, en que se dice que los
intérpretes que han traducido la epístola de S. Juan del griego al latin,
cometieron una gran infidelidad, omitiendo el testimonio del Padre, del
Verbo y del Espíritu Santo, que es tan ventajoso á la fe católica, y establece
de una manera tan fuerte la consustancialidad y divinidad del Padre, del Hijo
56
Brus Leguás Contreras
y del Espíritu Santo: In qua ab infidelibus translatoribus multum erratum ese
fidei veritate comperimus tria tantum vocabula, hoc est aquae, sanguinis, et
spiritus in sua editione ponentes; et Patris, Verbique, ac Spiritus testimonium
omittentes. In quo maxime et fides catholica roboratur, et Patris, et Filii, ac
Spiritus Sancti, una divinitatis substantia comprobatur [1]134. Si este pasage
fuese verdaderamente de S. Gerónimo, nos daria un gran campo para
absolver á los primeros autores de la variedad que se observa en los
manuscritos. Deberia ponerse á cargo de los copiantes descuidados ó de los
intérpretes poco exactos, que habrian omitido lo mas esencial é importante
de este capítulo.
“Pero críticos muy hábiles creen que este prólogo no es de S. Gerónimo.
Erasmo habia sospechado ya que era falso, pues dice (2)135 que se ignora el
autor de los prólogos de los libros que están despues del Evangelio. M. Simon
ha pretendido tambien que este prólogo llevaba falsamente el nombre de S.
Gerónimo; y el P. Martianay en su nueva edicion de este Santo (3)136 apoya
aquella opinión en las cinco razones siguientes.
“1.a El autor del prólogo llama canónicas á las siete epístolas, y S. Gerónimo
las llama católicas. 2.a Dice que el orden de estas epístolas no es el mismo
entre los Griegos ortodoxos que entre los Latinos: Non idem ordo est apud
Graecos qui integre sapiunt, et fidem rectam sectantur, epistolarum septem
quae canonicae nuncupantur, qui in latinis codicibus invenitur; lo cual dice
que es un error de que S. Gerónimo no era capaz, pues el concilio de
Laodicea (4)137, Eusebio (5)138, S. Cirilo de Jerusalén (6)139, S. Atanasio (7)140, S.
Gregorio de Nacianzo (8)141, S. Juan Damasceno (9)142, y los manuscritos
griegos las colocan en el mismo orden que nosotros. Pero esto no es lo que
quiere decir el autor del prólogo, sino indicar que los ejemplares latinos de su
tiempo eran diferentes de los griegos en la colocacion de estas epístolas, y
que él reformó este abuso y restituyó las cosas á su orden natural, á
imitacion de los Griegos. El hecho que asienta es indudable, y ya hemos
manifestado en el prefacio que S. Agustin, y otros con él y S. Gerónimo,
seguian el modo antiguo de colocar las epístolas canónicas, muy diverso del
que siguen hoy los Griegos y los Latinos.
“3.a Aquel autor se jacta como de una importante restitucion, de haber
repuesto las siete epístolas canónicas en el órden antiguo y primitivo. Es una
cosa, se dice, de tan pequeña importancia, que S. Gerónimo no hubiera
querido hacer vanidad de ella. 4.a Se observa en este prólogo alguna
diferencia de estilo comparado con las verdaderas obras de D. Gerónimo. 5.a
Se dice que S. Gerónimo mismo no colocaba las epístolas canónicas como
134
Nota al pie de la página 394, en el original: “Vide Prolog. Vulgatum D. Hieronymi in
epístolas canonicas.”
135 Nota al pie de la página 394, en el original: “Erasm. Cens. praefat. in Joan.”
136 Nota al pie de la página 394, en el original: “Tom. 3. Epist. Hieronym.”
137 Nota al pie de la página 394, en el original: “Concil. Laodic. can. 60.”
138 Nota al pie de la página 394, en el original: “Euseb. I. iii. Hist. cap. 25.”
139 Nota al pie de la página 394, en el original: “Cyrill. Jerosolym. Catech. 4.”
140 Nota al pie de la página 394, en el original: “Athanas. […] et in Synopsi.”
141 Nota al pie de la página 394, en el original: “Greg. Nazianz. Carm. de Genui. Script.”
142 Nota al pie de la página 394, en el original: “Damasc. lib. iv. de Fide orthodox. c. 18.”
57
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
están en los manuscritos, pues Casiodoro (1)143, dando el catálogo de los
libros santos segun S. Gerónimo, pone primero las dos epístolas de S. Pedro,
despues las catorce de S. Pablo, luego las tres de S. Juan, la de Santiago, y por
último la de S. Judas. Todas estas razones no tienen igual fuerza; pero
reunidas bastan á lo ménos para hacer dudar de la verdad del prólogo en
cuestion. Y lo que le hace todavía mas sospechoso es que S. Gerónimo en sus
obras indudables no cita jamas el pasage disputado de la epístola primera de
S. Juan.
“Mas Erasmo (2)144, á quien siguieron Socinio, M. le Clerc (3)145, M. Ketner
(4)146 y el P. Bukentop (5)147 sostienen que el prólogo de que se acaba de
hablar es verdaderamente de S. Gerónimo, y cada uno saca de ahí
consecuencias conformes á sus designios é intereses, aunque muy diferentes
entre sí. Erasmo, Socinio y M. le clerc acusan ó sospechan de mala fe á S.
Gerónimo por haber avanzado, que los antiguos ejemplares griegos tenian el
pasage de los tres testigos como le tenemos en nuestras Biblias, aunque
debia saber lo contrario (6)148. M. Ketner y el P. Bukentop infieren que desde
el tiempo de S. Gerónimo los buenos y sinceros manuscritos griegos leen
como nosotros el versículo 7 del cap. v de la epístola de S. Juan, aunque
hubiese un gran número de ejemplares de que le habian separado los
copiantes descuidados é infieles.
“En cuanto á nosotros, queremos más bien desechar el prólogo como una
pieza sin autoridad, que admitir una ú otra de estas consecuencias. S.
Gerónimo era ciertamente muy hábil para ignorar lo que contenian los
manuscritos de su tiempo; era muy sincero para mentir; y muy sabio y
humilde para jactarse de una cosa que no hubiera hecho. Así pues, nos
atenemos á lo que hemos dicho primero y en indudable, á saber, que el
mayor número de los manuscritos griegos y latinos y las versiones orientales
no tienen el pasage que examinamos, que la mayor parte de los padres tanto
de Oriente como de Occidente no le han conocido; que no se puede
convencer á los arrianos, ni aun sospechar de ellos racionalmente que le
añadiesen ó quitasen; que no se puede tampoco imputar á los católicos la
falta. Pero ántes de sacar una conclusion absoluta, favorable ó adversa á la
autenticidad y verdad del pasage, vamos á examinar lo que se alega en su
favor, así como hemos referido lo que le es contrario.
143
Nota al pie de la página 395, en el original: “Cassiodor. lib. de Institutione Divin. Lit.
cap. 18.”
144 Nota al pie de la página 395, en el original: “Erasm. Censur. praef. In Joan.”
145 Nota al pie de la página 395, en el original: “Bilbioth. univers. an. 1689, pag. 153 et in
Quaestionib. Hieronym.”
146 Nota al pie de la página 395, en el original: “Dissert. in hunc loc.”
147 Nota al pie de la página 395, en el original: “Bukentop. Lux de luce, lib. ii. p. 306.”
148 Nota al pie de la página 395, en el original: “M. Le Clerc en su crítica reconoce que este
prólogo no es de S. Gerónimo. J. Clerici. Art. Crit. Part. iii. sect. i. c. xiv, n. 15. p. 243, tom. ii.
Ainstel, 1700.”
58
Brus Leguás Contreras
ARTICULO II.
Pruebas para fundar la autenticidad del pasage de que se trata.
“Para probar que el pasage de que se trata es canónico, y que ha estado
desde el principio en el texto de S. Juan, se alega la autoridad de los
manuscritos, de las versiones, de los padres y de los concilios, á que se
añaden razones de conveniencia y de verosimilitud, apoyadas en los hechos
que se han expuesto. Los manuscritos antiguos en que no se halla el pasage
son mas en número que los otros en que se halla; pero de estos últimos los
hay muy antiguos, y en bastante número en que se halla en el texto ó al
márgen. Erasmo que primero le había quitado de las dos primeras ediciones
que publicó del Nuevo Testamento griego y latino, le repuso en la tercera
sobre la fe del manuscrito de la Gran Bretaña. (1)149.
“Los teólogos empleados por el cardenal Jiménez en la edicion de Sevilla, le
pusieron en el texto, fundados sin duda en la autoridad de algunos buenos
manuscritos; pues no se debe sospechar que le pusieran á su antijo, despues
de haber dicho en su prefacio que habian seguido en su edicion manuscritos
muy antiguos, á los que no era permitido dejar de creer: Exemplaria
antiquissima, quibus fidem abrogare nefas videbatur.
“Roberto Estévan le puso en su edicion de 1550, que no emprendió sino
despues de reunir manuscritos antiguos muy venerables, antiquissima et
vetustatis specie pene adoranda, de diversas bibliotecas, particularmente la
del rey. Los sabios se han dividido sobre el número de manuscritos que siguió
en las epístolas canónicas. Muchos han creido que la lectura de que se trata
se hallaba en todos los siete que tuvo á la mano. Pero M. Rogerio (2)150 me
parece haber demostrado, que aquel no siguió en este pasage mas que la
edicion complutense. puede añadirse á estas ediciones de 1516 y 1519, fué
quien autorizó á los demas para imitarle, como lo hizo la de Manuce en 1518,
porque la de Haguenau hecha en 1521, la de Estrasburgo en 1524 y la de
Paris por Coline en 1534, parece que no se hicieron sobre manuscritos, pues
no se habla de ellos por los impresores ó editores que las hicieron; sino que
son simples reimpresiones de las ediciones primeras.
“Es por tanto inútil citar otras que se han hecho despues sobre aquellas.
Estas últimas no deben considerarse sino como una sola, porque son simples
copias de las primeras de Erasmo ó de Manuce. Ya se advirtió que Erasmo
habia rendido por fin homenaje á la verdad haciendo imprimir todo el pasage
en su tercera edicion hecha en 1522, y en las que le han seguido; bien que
despues no acredito bastante constancia en su sentir, pues procuró destruir
ó á lo ménos debilitar, la autoridad del manuscrito de Inglaterra que primero
habia seguido con tanto respeto.
149
150
Nota al pie de la página 396, en el original: “N. T. edit. 3. an. 1522.”
Nota al pie de la página 396, en el original: “Roger. Dissert. § 3. p. 9 et seqq.”
59
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
“M. Simon (1)151, por mas contrario que es al versículo 7 de que hablamos,
confiesa que los manuscritos en que falta del todo, son de ménos de
seiscientos años de antigüedad, y que en muchos antiguos se lée al márgen.
En cuanto á la iglesia griega de hoy es decisivo para su aprobacion de este
pasage, el hallarse todo entero en su Leccionario ó coleccion de las epístolas
que se leen en la iglesia, y qe ellos llaman el Apóstol, Apóstolos, impreso en
Venecia en 1602; y la Rúbrica manda que se lea en el jueves de la semana
trigésima quinta despues de pascua. En la última confesión de fe que los
Griegos enviaron, declaran creer que las tres personas de la Trinidad no
tienen mas que una esencia, y lo prueban alegando expresamente el pasage
en cuestion.
“No hablo de los manuscritos del marques de Vélez, pues hay toda
probabilidad de que han sido reformados segun la Vulgata; y así no pueden
servirnos para fundar la lectura de que se disputa. Tambien se halla este
pasage en un manuscrito griego bastante moderno de que habla el P. Long
del Oratorio (2)152 y en un fragmento griego del concilio de Letran, celebrado
en tiempo de Inocencio III, fragmento que es una traducción de una decision
ó instruccion de aquel concilio á que se sabe que los Griegos asistieron. La
version armenia (3)153 tiene nuestro pasage, como lo hemos observado, y
tambien la traduccion italiana de Bruttioli hecha sobre el griego é impresa en
Venecia, 1532.
“En los manuscritos latinos la lectura que examinamos es mas comun que en
los griegos. Erasmo cita dos manuscritos latinos de Constancia, y otro
manuscrito de Bala en que aquella lectura estaba. Juan Gerard y Ketner
hablan de dos manuscritos de la academia de Iena y Lúcas de Bruges de otro
manuscrito de S. Andres en que tambien se encontraba. Está en un
manuscrito muy bello del convento grande de los Padres domínicos de Paris,
que se dice haber sido escrito en 1234 por órden de Jordan, general del
Orden de Santo Domingo. Se ve asimismo en un antiguo correctorio de
Sorbona escrito en el siglo décimo, según crée M. Simon.
“Lúcas de Bruges, que por disposición de los teólogos de Lovayna habia
comparado la edicion Vulgata con treinta y tres manuscritos, solo nota cinco
en que aquel versículo faltaba. Es verdad que acaso muchos de aquellos
ejemplares no contenian las Epístolas canónicas; mas era muy difícil que solo
cinco las contuvieran.
“Se lée nuestro pasage, aunque con algunas cortas variaciones en un
manuscrito antiguo de la abadía de S. German des-Pres, escrito en 809 (1)154.
Se halla tambien al márgen de otros muchos antiguos manuscritos de la
151
Nota al pie de la página 397, en el original: “Simon, Dissert. critic. De Mss. N.T.”
Nota al pie de la página 397, en el original: “Bibliot. Sacrae, tom. i pág. 672. Vide et
Roger. Dissert. in hunc loc. pag. 120.121.”
153 Nota al pie de la página 397, en el original: “Mill. ex Guillelmo Gisio.”
154 Nota al pie de la página 398, en el original: “He aquí lo que dice este manuscrito: Sunt
tres qui testimonium dant, spiritus, aqua, et sanguis, et tres unum sunt; et tres sunt qui de
caelo testificantur, Pater, Verbum, et Spiritus, et tres unum sunt. Se le han añadido
encima de la línea las palabras In terra, despues de testimonium dant.”
152
60
Brus Leguás Contreras
biblioteca del rey y de M. Colbert. Asimismo se encuentra en muchos
antiguos misales, segun refiere Hesselio; y antiguamente se cantaba, segun
se canta hoy, como último responsorio de maitines en las domínicas, desde la
Trinidad hasta el adviento (2)155. Por último, se lée en muchos ejemplares de
la Vulgata, tanto impresos como manuscritos (3)156; pero en algunos están
fuera de su lugar los versículos 7 y 8, esto es, el 8 está ántes del 7, de esta
manera (V 8): Tres sunt qui testimonium dant in terra, spiritus, aqua, et
sanguis; et hi tres unum sunt. [V 7]: Et tres sunt qui testimonium dant in
caelo, Pater, Verbum, et Spiritus Sanctus; et hi tres unum sunt.
“Aunque Lutero, como ya se ha dicho, suprimio el versículo 7 en su
traduccion alemana, fundado probablemente en algunas ediciones griegas de
aquel tiempo en que no se halla, como la de Haguenai de 1521, ó la de Alda
de 1518, sin embargo los luteranos sus sectarios lo repusieron despues en
sus Biblias, y no han tenido dificultad en reconocer (4)157 que Lutero mismo,
si hubiera vivido mas tiempo, y visto la edicion de Roberto Estévan, hubiera
dejado de insertarle en el texto: tanta era su consideracion y deferencia á
aquel famoso impresor.
“Los calvinistas no han variado sobre este versículo, que han conservado
constantemente en sus Biblias. Teodoro de Beza que no ignoraba su falta en
muchos ejemplares griegos, sostiene sin embargo que no se debe mudar. Y
Diodati en su traduccion italiana le conservó segun está en nuestra Vulgata.
“Pasemos al testimonio de los padres. Antes de todo, es bueno hacer aquí
con Bossuet (5)158 una observacion general sobre su autoridad, á saber, que
ella es mucho mas fuerte y mas expresa que la de los manuscritos, por dos
razones: la primera, porque los padres son casi todos mas antiguos que los
manuscritos mas viejos que han llegado hasta nosotros; porque ¿dónde hay,
por ejemplo, un manuscrito del tiempo de Tertuliano, ó de S. Cipriano? La
segunda es que el testimonio de los padres se halla ligado con la historia de
su siglo y de sus personas, y con el testimonio de la Iglesia de su tiempo, lo
cual les da un nuevo grado de fuerza y superioridad. Si San Cipriano y
Tertuliano citan este pasage, es porque estaba en los ejemplares de su
tiempo y de su pais, y contenia la doctrina y la fe de su iglesia. Porque en fin,
este pasage no trata de una materia indiferente y comun, sino de uno de los
155
Nota al pie de la página 398, en el original: “En un breviario romano manuscrito de
cuatrocientos años, no se halla el versículo en cuestion en ninguno de los nueve
responsorios de maitines del dia de la Trinidad, ni tampoco en las domínicas siguientes, en
que se advierte que se repetirán los responsorios al tercer nocturno. Pero en el dia de la
Trinidad la capítula de tercia es: Spiritus est qui testificatur, quoniam Christus est veritas:
quia tres sunt qui testimonoium dant in caelo, Pater, Verbum, et Spiritus Santus, et hi tres
unum sunt.”
156 Nota al pie de la página 398, en el original: “Cod. S. Andreae a Luc. Brug. Citatua Codd.
2. Constantiens. ab Erasmo laudati Cod. Dominicanorum Paris Codd. 5. Bibl. Bodleianae.
Cod. S. Germ. ann. 809. Codex Argentorat. Cod. Venet. et Cod. florent. Visis. Gilberto
Burneto. Idacius contra Varimand. et alii”
157 Nota al pie de la página 398, en el original: “Tubingens. Lutherani contra Sherrerum et
Soherrer, ipse apud Serra. quaest. 1. in c. 6 Libri Judith, et Compent. in 1. Joan. v. 7. Vide
Roger. Dissert. p. 132.133.”
158 Nota al pie de la página 398, en el original: “Censura contra el N. Testam. De M.
Simon.”
61
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
puntos mas importantes de nuestra creencia. No era fácil separarle de los
ejemplares en que se hallaba, ni de añadirle en los que no le contenian.
“Tertuliano [1]159 alude á él en lo que dice contra Praxeas, sobre que la union
del Padre en el Hijo, y del Hijo en el Espíritu Santo hace que estas tres
personas así reunidas no sean mas que una sustancia en tres personas, y no
una sola persona: Ita connexus Patris in Filio, et Filii in Paraclito, tres efficit
cohaerentes alterum ex altero, qui tres unum sunt, non unus: quomodo
dictum est Ego et Padre unum sumus: ad substantiae unitatem, non ad
numeri singularitatem.
“San Cipriano (2)160 queriendo probar que el bautismo de ciertos hereges era
nulo, discurre de esta suerte: Si él ha podido recibir válidamente el bautismo
entre los herejes, tambien ha podido recibir el perdon de sus pecados: si ha
recibido el perdon de sus pecados, ha recibido la gracia santificante, y ha
llegado á ser templo de Dios. ¿Y de qué Dios? ¿Del Criador? ¿Y cómo, no
creyendo en él? ¿De Jesucristo? ¿Y cómo si niega que es Dios? ¿Del Espíritu
Santo? pero no siendo las tres personas mas que una sustancia, ¿cómo el
Espíritu Santo puede habitar en quien es enemigo del Padre y del Hijo?Si
Spiritus Sancti? Cum tres unum sint, quomodo Spiritus Sanctus placatus ese ei
potest, qui aut Patris aut Filii inimicus est? En su libro de la Unidad de la
Iglesia, obra que nadie le disputa, esta mas expreso, pues dice formalmente
que la Escritura dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, no son mas que
una misma sustancia: Dicit Dominus: Ego et Pater unum sumus; et iterum de
Patre, et Filio et Spiritu Sancto, scriptum est: Et hi tres unum sunt.
“M. Simon (3)161, conociéndose embarazaso con este pasage tan expreso de
San Cipriano, ha prtendido que este santo mártir quiso citar no el versículo 7
en cuestion, que comprende el testimonio que el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo dan en el cielo, sino el 8 que dice: Hay tres que dan testimonio sobre la
tierra, el espíritu, el agua y la sangre, y estos tres no son mas que uno. El crée
que entendia al Padre bajo el nombre de espíritu, al Hijo, en el de sangre, y al
Espíritu Santo en el de agua. Funda su conjetura en el testimonio de Facundo
(4)162, obispo de Hermiana, ciudad de la provincia de Bizacena en Africa, que
escribia en el siglo sexto, quien despues de haber citado el versículo 8 y
dádole la explicacion de que acabamos de hablar, confirma su sentir con la
autoridad de San Cipriano, de quien dice que le dio la misma inteligencia.
“Pero sin recurrir á las diferentes soluciones que se han procurado dar á esta
dificultad, pienso que no se puede sostener. Facundo no leia en su ejemplar
de la epístola de San Juan el versículo 7 que forma la dificultad de este
pasage, sino el 8 que nadie disputa. Y como veia que San Cipriano para
probar la unidad de esencia de las tres personas de la Trinidad habia
empleado estas palabras: Et hi tres unum sunt, que no se hallan en otro lugar
de la Escritura sino en el versículo 8 del cap. v. de la epístola primera de San
Juan, tomó de San Agustin una explicacion figurada de este versículi,
159
Nota al pie de la página 399, en el original: “Tertull. Contra Praxeam, c. 25.”
Nota al pie de la página 399, en el original: “S. Ciprian. epist. ad Jubaiam.”
161 Nota al pie de la página 399, en el original: “Simon, Hist. Crit. del N. T. c. 18.”
162 Nota al pie de la página 399, en el original: “Facund. 1. i. c. 3, de tribus Capitalis.”
160
62
Brus Leguás Contreras
acomodada a la Santísima Trinidad, y creyó darle un gran precio apoyándolo
en el nombre de San Cipriano.
“San Agustin (1)163 y Facundo eran den la sustancia de la misma creencia que
San Cipriano sobre la Trinidad; y como no conocian el pasage de que este
Santo se habia servido para probar su sentir, tomaron otro que se
acomodase al propio misterio. Pero hay mucha diferencia entre la fuerza, la
energía y precision de los términos de San Cipriano, y las de la explicacion de
San Agustin y Facundo. El primero prueba su sentir con una palabra porque
su texto es expreso. Los otros apoyan su explicacion en otros diversos
pasages reunidos, porque el texto que citan no es expreso, y las explicaciones
figuradas ó acomodadas no deciden en materia de fe.
“Si se quieren testigos de la misma iglesia de Africa, y mas antiguos y en
mayor número que los que acabamos de citar, se puede producir á S.
Fulgencio, obispo de Ruspe, á Eugenio, obispo de Cartago, á Vigilio de Tapso,
y á cuatrocientos obispos católicos de la misma iglesia que citan el V 7 en
cuestion para probar su creencia sobre la Trinidad. ¿Quién es mas digno de
fe, Facundo que escribió en Constantinopla tan distante de su pais, su
Tratado contra los tres capítulos, y que hace hablar á S. Cipriano contra su
costumbre, porque se sabe que este santo obispo fué muy reservado en
aplicaciones alegóricas y figuradas; ó S. Fulgencio, Eugenio y Vigilio y
cuatrocientos obispos que escriben en medio de la Africa de una manera
sencilla, natural y sin figura? Estos cuatrocientos obispos hablan así, no en
una obra obscura y sin objeto, sino en una profesion de fe que presentaron
en 484 á Hunerico, rey de los Vándalos. He aquí sus palabras como las refiere
Víctor de Vite: Et ut adhuc luce clarius unius divinitatis ese cum Patre et Filio
Spiritum Sanctum doceamus, Joannis evangelistae testimonio comprobatur;
ait namque: Tres sunt qui testimonium perhibent in caelo, Pater, Verbum et
Spiritus Sanctus; et hi tres unum sunt [2]164. Luego este pasage se hallaba en
los ejemplares de las Escrituras de la iglesia de Africa; y le reconocian por
auténtico todos los obispos que suscribieron la profesion de fe formada por
Eugenio de Cartago. No solamente los católicos, sino tambien los arrianos
súbditos de Hunerico le debían tener en su ejemplar y reconocerle por
canónico; de otra suerte, ¿á qué se hubieran expuesto los obispos defensores
de la fe de la Iglesia, bajo un príncipe arriano y rodeado de obispos de su
comunion?
“S. Fulgencio no le cita solo una vez y de paso, sino en tres diferentes obras
contra los arrianos (3)165, y asegura en una de ellas que el santo mártir
163
Nota al pie de la página 400, en el original: “Aug. contra Maximin, 1. ii. c. 22.”
Nota al pie de la página 400, en el original: “Victor. Vitens. 1. iii de Persecutiones
Vandal.”
165 Nota al pie de la página 400, 401, en el original: “Fulgent. lib. de Trinit. cap. 4. Ego,
inquit, et Pater, unum sumus; unum ad naturam referre nos decet, sumus. ad personas;
similiter et illud: Tres suntqui testimonium dicunt in caelo, Pater, Verbum, et Spiritus, et hi
tres unum sunt. Idem in defensione fidei adversus Pintam. Item in 1. Responsionum
contra Arianos. Resp. 10. Bestus enim Joannis apostolus testatur dicens: Tres sunt qui
testimonium perhibent in caelo, Pater, Verbum, et Spiritus, et tres unum sunt. Quod etiam
beatissimus Martyr Cyprianus in Epistola de unitate Ecclesiae confidetur dicens….. Dicit
164
63
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Cipriano le citó ántes que él y en el mismo sentido. Vigilio de Tapso que vivia
en el siglo sexto en Africa, alega el propio pasage, como tambien el autor de
las falsas decretales atribuidas á Higin y al papa Juan ii. El que forjó estas falas
piezas parece que vivia en el siglo octavo.
“No repetiré lo que dije ántes sobre el pasage del autor del prefacio que lleva
el nombre de S. Gerónimo, sobre las epístolas canónicas. Este autor vivia mas
ha de novecientos años, pues se halla este prólogo en manuscritos que
tienen esta edad. Se halla en términos expresos el V 7 de que hablamos, en la
obra de Idacio (1)166 contra Virimando; ya sea esta obra de Vigilio de Tapso
que escribia en el siglo sexto, como han creido diversos sabios, sea que se le
atribuya á Idacio, español y obispo en la provincia de Galicia, que vivia hácia
la mitad del siglo quinto, como lo ha manifestado el P. de Montfaucon (2)167.
Vigilio de Tapso, en una obra que no se le ha disputado (3)168 y se atribuyó
antiguamente á S. Atanasio, cita sin dificultad el pasage de que tratamos. He
aquó bastantes testigos de la iglesia latina; pasemos á la griega.
“El autor de la Disputa contra los arrianos sostenida en el concilio de Nicea y
atribuida á S. Atanasio, cita estas palabras como de S. Juan para probar la
unidad de naturaleza de las tres personas de la Trinidad: Y estas tres
personas no son mas que uno solo (4)169. Se sabe que el autor de esta pieza
no es S. Atanasio; pero se conviene en que es antiguo. El autor del tratado De
única Deitate Trinitatis, entre las obras del mismo S. Atanasio, cita todo el
pasage en estos términos: Dicente Joanne evangelista in epistola sua: Tres
sunt qui testimonium dicunt in caelo, Pater, Verbum et Spiritus Sanctus.
“Los padres del concilio de Letran en tiempo de Inocencio iii á que asistieron
en persona los patriarcas de Constantinopla y de Jerusalén, y por medio de
legados los de Alejandría y Antioquía, con muchos obispos de Grecia
sufragáneos suyos, formaron una instruccion en que se cita este pasage (5)170
como reconocido por las dos iglesias y empleado para confirmar un dogma
de su fe. En este mismo lugar se dice que las palabras, y los tres no son mas
que uno, se hallaban en algunos ejemplares despues del V 8. Lo cual no
aprobaron aquellos padres, como tampoco Inocencio iii ni Sto. Tomas de
Aquino, ni creían que se leyera en los buenos ejemplares de aquella epístola.
Manuel Calecas (6)171 en su libro de los Principios de la fe católica, cita el
mismo pasage como canónico. El vivia en el siglo décimo tercero y asistió al
concilio de Lion.
Dominus: Ego et Pater unum sumus; et iterum de Patre, et Filie, et Spiritu Sancto scriptum
est: Et tres unum sunt.”
166 Nota al pie de la página 401, en el original: “Idatius, 1. i. c. 5. contra Varimand.”
167 Nota al pie de la página 401, en el original: “D. Bernard. de Montfaucen. Admonit. in
libb. de Trinit. Athanasio suppositos. ”
168 Nota al pie de la página 401, en el original: “Vigil. Altercat. adversus Arium, Sabellium,
et Photinum, lib. ii. n 45.”
169 Nota al pie de la página 401, en el original: “Author. Disput. in Concil. Nicaeno, inter
opera Athanas.”
170 Nota al pie de la página 401, en el original: “Fragment. concil. Lateran. iv. in edit. cancil.
Labbacana.”
171 Nota al pie de la página 401, en el original: “Manuel Calecas, lib. de Princip. fidei cathol.
apud. Combefis. Auctuar. pag. 519.”
64
Brus Leguás Contreras
“Dicho todo lo que hay en contra y á favor de este famoso pasage, tratemos
ahora de sacar las consecuencias, y determinarnos á reconocerle como
canónico, ó á desecharle como falso y supuesto. Mas para quitar toda
equivocacion, conviene observar que hay respecto de las divinas Escrituras
dos clases de autenticidad: una intrínseca con relacion á los originales de los
libros santos; esta se deriva de la inspiracion del Espíritu Santo que los dictó;
y las copias de estos originales, como tambien sus versiones, participan de
aquella autenticidad cuando están conformes á sus originales. Pero al mismo
tiempo hay otra autenticidad extrínseca con relacion á las copias y á las
versiones de los originales; y esta se deriva de la autoridad de la Iglesia que
las declara auténticas, adoptándolas como fieles, exactas, ó que nada
contienen opuesto á la fe ni á las buenas costumbres.
“Así pues en cuanto al pasage de que se trata, si se busca su autenticidad
intrínseca, el cierto que todo consiste en saber si estaba originalmente en la
epístola de S. Juan, porque si no lo estaba, ninguna autoridad podría hacerle
reconocer por auténtico en aquella autenticidad que se deriva de la
inspiracion. La Iglesia puede declararnos cuáles son las Escrituras sagradas,
pero no puede formarlas, ni hacer auténtico en este sentido lo que no lo es.
“Al contrario, la Iglesia puede dar la autenticidad extrínseca que se deriva de
su propia autoridad, y entónces todo consiste en saber, no si este pasage se
hallaba originalmente en la epístola de S. Juan, sino si la Iglesia le ha
declarado auténtico adoptandole. Y aquí es donde se puede introducir como
prueba la decision del concilio de Trento, que declaró (1)172 sagrados y
canónicos todos los libros así del Antiguo como del Nuevo Testamento, con
todas sus partes, de la manera que la Iglesia católica los lée en la edicion
latina de la Vulgata; y como este pasage hace parte del cap. v. epíst. i. de S.
Juan en los ejemplares de la Vulgata, es necesario recibirle como á lo demas
por auténtico. Sobre esto hay dos cosas que observar: el concilio nos obliga á
recibir la epóstola i. de S. Juan como Escritura sagrada y canónica, es decir,
como auténtica, con aquella autenticidad intrínseca que se deriva de la
inspiracion del Espíritu Santo; pero ademas nos obliga á recibir la version
Vulgata de la misma epístola como sagrada y canónica, es decir, como
auténtica, con aquella autenticidad extrínseca sacada de la autoridad de la
Iglesia que discierne y adopta las copias y las versiones de las Escrituras
sagradas como fieles, exactas, y que nada contienen contra la fe y las buenas
costumbres. Porque segun el testimonio de Salmeron que asistió al concilio
de Trento (2)173, la intencion de este al declarar auténtica la Vulgata fue solo
decidir que entre las versiones latinas de las divinas Escrituras, aquella era la
única que adoptaba la Iglesia, como que era la mejor y la mas segura, y no
contenia nada contrario á la fe, ni a las buenas costumbres.
“Así aun cuando la autenticidad intrínseca del pasage en cuestion pudiera ser
dudosa, no por eso seria ménos cierta la extrínseca, que está asegurada por
la decision del concilio de Trento. Pero aun la intrínseca está reconocida por
172
Nota al pie de la página 402, en el original: “Concil. Triden. sess. 4. Si quis autem libros
ipsos integros cum ómnibus suis partibus, proit in Ecclesia catholica logi consueverunt, et
in veteri vulgata editione habentur, pro sacris et canonicis non susceperit…. Anatema sit.”
173 Nota al pie de la página 402, en el original: “Salmero. Prolegom. 3.”
65
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
la mayor parte de los escritores católicos que admiten este pasage, como
comprendido originalmente en la epístola de S. Juan, fundados en que
muchos antiguos padres le han citado como de aquel apóstol; en que toda la
Iglesia de Africa le adoptó como tal en un acto solemne y público presentado
á un rey arriano en el siglo quinto; y por último en que se halla en muchos
ejemplares antiguos griegos y latinos.
“Los protestantes, así luteranos como calvinistas, le admiten como nosotros,
fundados únicamente en la autoridad de los monumentos antiguos de los
padres y de los ejemplares en que se le cita. Los socinianos y los que á
ejemplo de ellos disputan la verdad de aquel pasage, defienden que nunca
estuvo en el original griego de S. Juan. ¿Pero cómo es que le citan Tertuliano,
S. Cipriano, S. Fulgencio, Vigilio de Tapso, Eugenio de Cartago y toda la iglesia
de Africa escribiendo contra los arrianos que tenian tanto interes en
disputarle, y que jamas se han atrevido á declararse contra él? ¿Como se
introdujo en el antiguo manuscrito de Inglaterra, y tantos otros latinos de
una tan respetable antigüedad? ¿De dónde viene que se halla puesto por
suplemento en los márgenes de aquellos en que no estaba?
“Se confiesa que, á excepcion de la iglesia de Africa, parece que los antiguos
padres griegos y latinos no le conoceros, ni leyeron en sus ejemplares, y que
hasta los siglos séptimo y octavo es raro hallarle en los padres, y en los
manuscritos; pero esto es probablemente porque algunos de los primeros
ejemplares copiados del original, resultaron defectuosos por decuido ó
precipitación de los copiantes, y la mayor parte de las copias que se sacaron,
y despues las traducciones hechas sobre estas copias imperfectas, se
extendieron por todas partes; y el respeto que se tenia por la antigüedad y la
imposibilidad que habia de confrontar las copias con los originales, hicieron
que se desconfiase aun de los ejemplares mas correctos en que se hallaba el
pasage, de suerte que pasaron muchos siglos ántes que pudiera conocerse el
defecto ó el error. No se reconoció este sino con el discurso del tiempo, de
donde vino que muchos no le pusieran sino al márgen de sus ejemplares. Por
último, se aclaró poco á poco la verdad, y hace mas de quinientos y cincuenta
años (1)174, las dos iglesias griega y latina están enteramente de acuerdo en
este artículo.
“Lo que suponemos de la corrupcion fortuita de muchas de las primeras
copias, no es increible ni extraordinario. Hay en la Escritura del Antiguo
Testamento faltas de los copiantes que subsisten allí hace muchos siglos, y
que no vienen mas que de la ignorancia, ó descuido de aquellos (2)175. Esto
sucede todos los dias, y mas cuando se trata de copiar textos en que una
misma palara se halla mas de una vez; hay mucho peligro de equivocarse, á
no ser que se ponga una atencion extraordinaria ó que se haga una revision
174
Nota al pie de la página 403, en el original: “Calmet en su edicion de su colección de
Disertaciones en 1720 decia en este lugar doscientos cincuenta años, sin señalar la época
de que los contaba; pero haciéndolo desde el concilio iv. de Letran en 1215, cuyo
testimonio se alega ántes, pueden contarse hasta 1833, seiscientos diez y ocho años.”
175 Nota al pie de la página 403, en el original: “Véase al P. Martianay, notas al prólogo de
S. Gerónimo sobre las epístolas canónicas; y á M. Rogerio, Disertacion sobre este pasaje. §
30. P. 171.”
66
Brus Leguás Contreras
muy exacta. En este pasage el escritor halló dos veces las palabras: Tres sunt
qui testimonium dant; y saltó del primer lugar en que se hallan, al segundo; y
como esto no interrumpe el sentido, no se percibió el defecto hasta despues
de mucho tiempo, cuando se compararon unas con otras las antiguas copias.
“Por lo demas no se debe imaginar que en los primeros tiempos fueses muy
comunes las copias de las epístolas canónicas. Todavía hoy son bastante
raras en los antiguos manuscritos. los primeros tiempos del cristianismo
fueron muy agitados por las persecuciones. Aquellas epístolas no eran tan
necesarias, tan públicas ni generales como las otras cuya mayor parte habian
sido escritas á grandes iglesias. La primera de S. Juan en particular fué
dirigida á los Partos segun los antiguos, es decir, á los Judíos convertidos de
mas allá del Eufrátes, y no era fácil sacar copia de aquellos paises tan
remotos y enemigos del imperio romano.”176
176
Sagrada Biblia, en latín y español, Versión de Galván, Primera Edición Mejicana,
enteramente conforme a la cuarta y última edición francesa del año 1820, tomo XXIII,
Méjico, Imprenta de Galván a cargo de Mariano Arévalo, 1833 [Esta Traducción es
Propiedad de Mariano Galván Rivera], páginas 387-404.
67
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
APÉNDICE II
“Integridad de la 1 Jn.
“El texto griego ofrece pocos problemas textuales. Sin embargo, la Vulgata
nos presenta un pasaje que plantea un grave problema de crítica textual. El
texto suena así: ‘Quoniam tres sunt qui testomonium dant in cáelo: Pater,
Verbum et Spiritu Sanctus, et hi tres unum sunt. Et tres sunt qui testimonium
dan in térra: Spiritus et aqua et sanguis, et hi tres unum sunt.’177 Las palabras
subrayadas han recibido el nombre de Comma Ioanneum. Este texto no se
encuentra en ningún manuscrito griego, excepto en cuatro tardíos. Falta
también en todas las versiones orientales antiguas. Y aunque se encuentra en
la mayor parte de los manuscritos latinos, sin embargo, falta también en los
mejores y más antiguos Mss de la Vetus Latina y de la Vulgata. Los códices
más a ntiguos de la Vulgata (AmiatinuSy Fuldensis, Armachanus,
Sangermanensis, Vallicellanus) no tienen el Comma. Lo tienen, en cambio los
códices posteriores al siglo IX (Cavensis, Lemovicensis, Complutensis,
Toletanus). Por lo dicho se puede suponer con fundamento que el Comma no
se leía en la Vulgata primitiva.
“Antes de Prisciliano, obispo de Ávila (f 380), ningún Padre de la Iglesia, sea
griego o latino, aduce este texto; lo cual resultaría inexplicable si se hallase
en la 1 Jn. ya que lo habrían utilizado, a no dudarlo, en las controversias
trinitarias.
“La primera atestación segura del Comma se encuentra en un escrito
priscilianista español llamado el Liber Apologeticus, atribuido a Prisciliano por
muchos autores178; otros, siguiendo a dom G. Morin179, lo atribuyen a
Instancio, discípulo de Prisciliano. En el texto priscilianista los testimonios
terrestres están delante de los celestes: ‘Sicut Iohannes ait: tria sunt quae
testimonium dicunt in térra aqua, caro et sanguis, et haex tria in unum sunt,
et tria sunt quae testimonium dicunt in cáelo Pater, Verbum et Spiritus, et
haec tria unum sunt in Christo Iesu.’180 Después de Prisciliano los tres
testimonios celestes son citados frecuentemente en los documentos
españoles y africanos.
“Los estudios modernos sobre la autenticidad del Comma llevan a las
conclusiones siguientes:
“a) El Comma no es auténtico, sino una interpolación en el texto latino de la
Vulgata. En la Iglesia primitiva era desconocido tanto en Oriente como en
Occidente.
177
Nota 82: “1 Jn 5:7b-8a.”
Nota 83. “El Liber Apologeticus ha sido publicado por Sheps en el corpus Scriptorum
Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) 18.”
179 Nota 84: “Études, Textes, Documents I (París 1946) 440-444.”
180 Nota 85: “Tractus 1:4; CSEL 18:6.”
178
68
Brus Leguás Contreras
“b) En Oriente nunca fue aceptado; en cambio, en Occidente, sí. Pero hay que
distinguir dos épocas: en la primera época es desconocido por todos los
testimonios (Vetus Latina, Tertuliano, San Cipriano, San Hilario, San
Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín, Lucífero Cal.), excepto en España, en
donde comienza a aparecer.
“c) En España revistió dos formas, una ortodoxa, a través de la Vetus Latina, y
otra con elementos heréticos, bajo la influencia de Prisciliano. La forma
priscilianista tal vez dependa de la exégesis alegórica de San Cipriano, sobre
los tres testigos terrestres nombrados por San Juan.
“d) Al principio debió de ser probablemente una nota marginal existente en
los manuscritos latinos de la 1 Jn. Hacia mediados del siglo IV pasó del
margen al texto en algún códice de la Vetus Latina copiado en España. En el
siglo v entró en la Vulgata, como nota marginal, en la recensión de San
Peregrino. En el siglo VII San Isidro de Sevilla lo trasladó del margen al texto.
A partir del siglo XII fue introducido en las demás recensiones de la Vulgata
debido a la influencia y difusión del texto hispánico de la Vulgata, a la
autoridad de un prólogo a las epístolas católicas atribuido falsamente a San
Jerónimo y a la naturaleza teológica del texto, de tanta utilidad para las
demostraciones escolásticas181.
“Sobre la autenticidad del Comma se comenzó a disputar ya en el siglo xvi.
Erasmo de Rotterdam lo suprime de las primeras ediciones de su Nuevo
Testamento griego (1516-1519). Pero la controversia se agudizó
sobremanera en el siglo xix cuando todas las ediciones críticas del Nuevo
Testamento lo excluían basándose en razones críticas. Muchos católicos, sin
embargo, lo defendían, apoyándose en razones teológicas, principalmente en
el decreto del concilio de Trento, según el cual han de ser recibidos todos los
libros íntegros, con todas sus partes, tal como se leen en el texto de la
Vulgata182.
“La Iglesia católica, ante las dudas de algunos católicos, respondió con un
decreto del Santo Oficio (13 de enero de 1897), en el que declaraba que no
se podía negar tuto sin peligro, ni siquiera poner en duda la autenticidad del
texto de la I Jn. 5:7. Sin embargo, seis meses después, el cardenal Vaughan,
deseoso de pacificar ciertos ambientes ingleses excitados por la decisión del
Santo Oficio, obtuvo de personas autorizadas la seguridad de que la Sagrada
Congregación no había intentado cerrar el debate183. Y, en efecto, varios
autores católicos prosiguieron el estudio crítico del Comma. El arzobispo de
Friburgo, en Brisgovia, concedió el Imprimatur para la publicación de una
181
Nota 86: “A estas conclusiones llega Téofilo Ayuso Marazuela en su trabajo Nuevo
Estudio sobre el ‘Comma Johanneum,’ acompañado de la edición crítica del cap. 5 de la
primera epístola de S. Juan: Bi 28 (1947) 83-112.216-235; 29 (1948) 52-76; cf. De
Ambroggi, o. c. p.212; M. Del Álamo, Los tres testificantes de la i Ep. De Juan; CultBi 4
(1947) 11-14; DBS 2:67-73; W. Thie-Le, Beobachtungen zum Comma Iohanneum (i Jn
5:7b)’-ZNT W 50 (1959) 61-73.”
182 Nota 87: “Cf. EB 58-60.”
183 Nota 88: “Cf. RB (1898) p.149.”
69
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
memoria de K. Künstle184 en la que negaba el origen joánico del Comma y lo
atribuía a Prisciliano. Las discusiones continuaron. Y, finalmente, el 2 de junio
de 1927, el Santo Oficio publicaba una interpretación oficial del decreto de
1897, en la que precisaba: ‘Este decreto fue dado para frenar la audacia de
los doctores privados que se arrogaban el derecho de recha zar enteramente
la autenticidad del Comma joánico, o, al menos, la ponían en duda con un
juicio definitivo. No quiso de ninguna manera impedir que los escritores
católicos examinaran el asunto más profundamente y se inclinaran, después
de haber ponderado bien en todas sus partes los argumentos con la
moderación y prudencia que requiere la gravedad de la cuestión, hacia la
sentencia contraria a la autenticidad, con tal de que se mostrasen dispuestos
a someterse al juicio de la Iglesia, a la cual fue confiado por Jesucristo el
encargo no sólo de interpretar las Sagradas Escrituras, sino también el
custodiarlas con fidelidad.’185 Con esta declaración la controversia quedó
resuelta. Y hoy día los exegetas se pronuncian unánimente en contra de la
autenticidad joánica del Comma. El decreto del concilio de Trento, que define
‘sagrados y canónicos los libros íntegros con todas sus partes en la medida en
que fueron usados por la Iglesia en el decurso de los siglos y pertenecen a la
Vulgata Latina’186, no se opone a la manera de pensar de los escrituristas. En
efecto, la Iglesia griega y las Iglesias orientales nunca admitieron el Comma. Y
éste no se encontraba en la verdadera Vulgata de San Jerónimo.”187
184
Nota 89: Das Comma Iohanneum auf seine Herkunf untersucht (Friburgo in Br. 1905).
Véanse otros trabajos citados por E. Tobac en su estudio Le comma Oihannis: collectanea
Mechliniensia (1930)p.5ss.”
185 Nota 90: “EB 136.”
186 Nota 91. “EB 60; 0784.2
187 Biblia Comentada, texto de la Nácar Colunga, volumen VII, Epístolas católicas y
Apocalipsis, páginas 5390-5392.
70
Brus Leguás Contreras
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BIBLIAS Y TEXTOS BÍBLICOS
Biblia de Referencia Thompson, edición de la Versión Reina-Valera Revisada
de 1960, con versículos en cadena temática, con los tipos proféticos, las
profecías mesiánicas y las palabras de Cristo en rojo; sistema de estudio
bíblico original y exhaustivo de Thompson, un sistema numérico de
referencias en cadena, análisis de libros, estudios bosquejados e ilustrados,
armonías, mapas, concordancia y descubrimientos arqueológicos, compilado
y redactado por Frank Charles Thompson, Doctor en Divinidad, Doctor en
Filosofía; The B. B. Kirkbride Bible Company, Inc. y Editorial Vida, quinta
impresión, 1989, Editorial Vida.
Bibliorum Sacrorum Graecus Codex Vaticanus, auspice Pio IX. Pontifice
Maximo, collatis studiis Caroli Vercellone Sodalis Barnanitae et Iosephi Cozza
Monachi Basiliani editus, sin fecha de publicación.
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publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas.
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Mundial del Hogar.
El Nuevo Testamento, traducción del ilustrísimo doctor don Félix Torres
Amat, revisada y corregida según el texto de la Vulgata Latina e ilustrada con
notas prácticas por iniciativa y orden del Episcopado chileno en las
Conferencias Episcopales del año 1933, impreso en 1940 (?).
H KAINH DIAQHKH [El Nuevo Testamento], Text with Critical Apparatus,
published by the British and Foreign Bible Society, Londres, Inglaterra, 1904.
H KAINH DIAQHKH, Novum Testamentum Graecum, editionis receptae,
cum Lectionibus Variantibus codicum MSS, Editionum Aliarum, Versionum et
Patrum, nec non Commentario Pleniore ex Criptoribus Veteribu Hebraeus,
Graecis et Latinis, Historiam et Vim Verborum Illustrante, Opera et Studio
Joannis Jacobi Wetstenil, Amstelaedami, 1751.
La Biblia VULGATA LATINA, traducida al español y anotada conforme al
sentido de los Santos Padres y Expositores Católicos, por el Ilustrísimo Señor
Obispo de Segovia Don Phelipe Scío de San Miguel, ex Provincial del Orden de
las Escuelas Pías de Castilla, y Preceptor de Nuestro Augusto Monarca Don
Fernando VII, siendo Príncipe de Asturias, Dedicada al Rey Nuestro Señor,
Tercera Edición, Madrid, Imprenta de Sancha, 1815.
La Sagrada Biblia, nuevamente traducida al español é ilustrada con notas por
Don Felix Torres Amat, edición reimpresa de la segunda de Madrid, tomo XIV,
París, 1836.
La Sagrada Biblia, Emblem Interactive, Inc., versión católica romana
preparada por Terranova Editores, trabajo de revisión
del texto,
simplificando y actualizando el lenguaje, redactando totalmente las
introducciones a cada uno de los libros y a las diversas secciones de libros,
presentados en una estructuración moderna, de acuerdo con los últimos
estudios bíblicos a partir de la traducción de Félix Torres Amat; Colección
Emblem, edición electrónica en CD-Rom, Enciclopedia Multimedia, EE.UU.,
1996.
La Santa Biblia, antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por
Cipriano de Valera (1602), edición revisada de 1909.
La Santa Biblia, antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por
Cipriano de Valera (1602). Revisión de 1960. Con Referencias y Concordancia.
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dirección del Dr. Evaristo Martín Nieto, décimoquinta edición, 1971,
publicada por Ediciones Paulinas.
La Santa Biblia. El Nuevo Testamento, segunda edición, versión católicaromana de la Vulgata Latina por el Ilustrísimo Doctor Don Félix Torres Amat,
con notas intercalares y marginales, revisadas por el R. P. Florentino Ogara, S.
J., bajo los auspicios del Ilustrísimo y reverendísimo Señor Doctor Don
Prudencio Melo y alcalde, obispo de Vitoria, 1923, La Editorial Vizcaína,
Bilbao, España.
Novum Testamentum Graecum editionis receptae cum lectionibus
variantibus codicum manuscripts, J. J. Wettstein, Amsterdam, 1751.
Novum Testamentum Graece, ad Antiquissimos testes denuo Recensuit,
Apparatum Criticum omni Studio Perfectum, apposuit Commentationem
Isagogicam, praetexuit Constantinus Tischendor, editio octava critica maior,
volumen II, Lipsiae, 1872.
Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español con el texto griego de Nestle.
Traducción literal al castellano y notas lingüísticas marginales por Francisco
Lacueva, Editorial Clie, Terrassa (Barcelona), España, 1984, edición de 1990.
Nuevo Testamento Puebla, versión católica romana, traducción presentada y
comentada para las comunidades católicas latinoamericanas, con los
auspicios del Departamento de Catequesis del CELAM y la Federación Bíblica
Católica Mundial, tercera edición, 1981, publicada por Ediciones Paulinas y
Editorial Verbo Divino, Madrid, España. A esta versión se hará referencia en
el cuerpo de la obra como Puebla.
RVA El texto bíblico designado RVA es de LA SANTA BIBLIA, VERSION REINAVALERA ACTUALIZADA. Copyright 1982, 1986, 1987, 1989 de la Casa Bautista
de Publicaciones. Todos los derechos reservados. El texto computarizado de
la RVA para LA BIBLIA COMPUTARIZADA no puede ser modificado ni copiado
sin permiso por escrito por la Casa Bautista de Publicaciones. (1989 RVA
Version, Oct. 1995.). Edición electrónica.
Sagrada Biblia, en latín y español, Versión de Galván, Primera Edición
Mejicana, enteramente conforme a la cuarta y última edición francesa del
año 1820, tomo XXIII, Méjico, Imprenta de Galván a cargo de Mariano
Arévalo, 1833 [Esta Traducción es Propiedad de Mariano Galván Rivera].
Sagrada Biblia, versión católica-romana, preparada por Pedro Franquesa y
José María Solé, misioneros claretianos, edición manual, 1968, publicada por
Editorial Regina, Barcelona, España.
Santa Biblia, Versión Reina-Valera, edición revisada de 1909.
Santa Biblia, antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por
Cipriano de Valera (1602). Revisión de 1995. Con Referencias, Introducciones,
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Notas al Pie de las Páginas, Mapas y Concordancia Temática, impresa en
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The Emphatic Diaglott, containing the Original Greek Text of what is
commonly scyled the New Testament (According to the Recension of Dr. J. J.
Griesbach, with an Interlineary Word for Word English Translation, a new
Emphatic Version, por Benjamón Wilson, Nueva York, EE.UU.
The First Epistle of John, A new translation from the Greek, David Robert
Palmer, edición de 2014.
The Greek New Testament, tercera edición revisada y corregida del texto
original del Nuevo Testamento, en griego, para traductores, editado por Kurt
Aland, Matthew Black, Carlo M. Martini, Bruce M. Metzger y Allen Wikgren
en colaboración con el Instituto Para la Investigación Textual del Nuevo
Testamento (Münster, Westfalia, Alemania), bajo la dirección de Kurt Aland y
Barbara Aland, 1984, Sociedades Bíblicas Unidas, Stuttgart, Alemania.
The Greek Testament, with English notes, Critical, Philological, and
Exegetical, especially adapted to the use of theological students and
ministers, novena edición en dos volúmenes, S. T. Bloomfield, Londres,
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The Greek New Testament, edited from Ancient Authorities, with their
various readings in full, and the Latin Version of Jerome, por Samuel Prideaux
Tregelles, LL.D., Londres, Inglaterra, 1857-1879.
The Greek New Testament, tercera edición, revisada y corregida del texto
original del Nuevo Testamento, en griego, para traductores, editado por Kurt
Aland, Matthew Black, Carlo M. Martini, Bruce M. Metzger y Allen Wikgren
en colaboración con el Instituto Para la Investigación Textual del Nuevo
Testamento (Münster, Westfalia, Alemania), bajo la dirección de Kurt Aland y
Barbara Aland, con introducción en español y diccionario griego-español,
1985, Sociedades Bíblicas Unidas, Stuttgart, Alemania.
The Holy Bible, edición de la Versión Autorizada o del Rey Jaime [Santiago],
conocida en inglés como King James Version o Authorized Version,
originalmente traducida de las lenguas originales por especial mandato del
rey Jaime (o Santiago) de Inglaterra, en 1611, pero posteriormente revisada y
cotejada, 1979, publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días, Salt Lake City, Utah, EE.UU.
The Holy Bible, conocida en inglés como American Standard Version [Versión
Americana Normal], revisión de la Versión Autorizada efectuada por el
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de 1881, producido por el obispo Brooke Foss Westcott y el erudito Fenton
John Anthony Hort, reimpresión de 1948; (2) The New World Translation of
the Holy Scriptures, edición revisada de 1961, publicado por Watchtower
Bible & Tract Society, Inc. e International Bible Students Association;
Brooklyn, Nueva York, EE. UU.; y (3) una traducción palabra por palabra al
inglés bajo el texto de Westcott y Hort, de 1969; 1969, segunda impresión;
Watchtower Bible & Tract Society, Inc., Brooklyn, Nueva York, EE.UU.
The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures, edición de tres
textos del Nuevo Testamento: (1) The New Testament in the Original Greek,
de 1881, producido por el obispo Brooke Foss Westcott y el erudito Fenton
John Anthony Hort, reimpresión de 1948; (2) The New World Translation of
the Holy Scriptures, edición revisada de 1984, publicado en 1985 por
Watchtower Bible & Tract Society, Inc. e International Bible Students
Association; Brooklyn, Nueva York, EE.UU.; y (3) una traducción palabra por
palabra al inglés bajo el texto de Westcott y Hort, de 1969; edición revisada,
1985, Watchtower Bible & Tract Society, Inc., Brooklyn, Nueva York, EE.UU.
The New Testament in the Original Greek, texto revisado por Brooke Foss
Wescott, D.D., y Fenton John Anthony Hort, D.D., volumen I, Cambridge y
Londres, 1881.
The New Testament, translated from the Sinaitic Manuscript discovered by
Constantine Tischendorf at Mt. Sinai, por H. T. Anderson, 1918.
The New Testament in Greek and English, Daniel Mace, 1729.
The Westminster Versión of the Sacred Scriptures, tomo 4.
Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras—Con Referencias,
Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo, edición revisada, 1987,
Watchtower Bible & Tract Society, Inc., Brooklyn, Nueva York, EE.UU.
VA Las Sagradas Escrituras, 1569, Version Antigua, Revised 1999. Copyright
(c) 1999, Colombia Para Cristo. Please make copies for your friends. Las
Sagradas Escrituras Versión Antigua Traducida de los Textos Originales en
Hebreo y Griego al Español por Casiodoro de Reina (1569) Apoyada en el
Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas (1543) y en el Nuevo Testamento
con Salmos y Proverbios de Juan Pérez de Pineda (1556)y cotejada
posteriormente con la revisión de Cipriano de Valera (1602) y con
subsiguientes revisiones con el fin de actualizar la ortografía y la gramática
sin perder el sentido de la traducción original. "La Palabra del Dios nuestro
permanece para siempre". (Isaías 40:8). Copyright (c) 1999, Russell Martin
Stendal. Esta Biblia puede ser usada libremente siempre y cuando su
79
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
contenido no sea alterado. Primera Edición Marzo de 1996 Impreso en
Colombia.). Edición electrónica.
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de1909, la Versión Reina-Valera de 1960, la Versión Reina-Valera de 1995,
edición de estudio con diccionario, la versión Dios Habla Hoy, edición
interconfesional de estudio, el Nuevo Testamento — Versión en Lenguaje
Sencillo, la Contemporary English Version, la Today's English Version (Good
News), la King James Versión, la Biblia Hebraica Stuttgartensia (texto hebreo
del Antiguo Testamento), el texto griego del Nuevo Testamento de NestleAland, la Septuaginta, según el texto de Rahlfs, la Biblia Sacra Vulgata,
además de muchas ayudas adicionales en la forma de libros, diccionarios,
comentarios, guías, fotografías, mapas, atlas, concordancia, manual, historia
del canon, etc., edición electrónica en CD-Rom, Sociedad Bíblicas Unidas,
2000.
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Rick Meyers. All rights reserved worldwide. e-Sword is a fast and effective
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is copyrighted software. This Software (In the beginning was theWord,
abbreviated theWord) is copyrighted. © 2003-2012 - Costas Stergiou.
Disponible gratuitamente en http://www.theword.net.
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82
Brus Leguás Contreras
ÍNDICE
PRESENTACIÓN ……………………………………………………………………………………………………….
3
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………………………………
5
La Historia de la Interpolación …………………………………………………………………………………
8
La Primera Aparición del Pasaje Espurio …………………………………………………………………..
8
Cipriano y el Pseudo-Cipriano …………………………………………………………………………………
8
Prisciliano ……………………………………………………………………………………………………………….
9
Prisciliano y la Coma de Juan ………………………………………………………………………………….
13
Catálogos Antiguos del Nuevo Testamento Referidos a 1 Juan ………………………………
24
La Consolidación de la Coma de Juan ……………………………………………………………………
25
Erasmo y Estéfano ………………………………………………………………………………………………….
26
El Resurgimiento de la Controversia………………………………………………………………………..
29
El Cambio de Posición de la Iglesia Católica Romana ………………………………………………
32
Puntos de Vista Tardíos en Defensa de la Interpolación …………………………..…………….
39
A modo de conclusión…………………………………………………………………………………………….
45
APÉNDICE I:
“Disertación Sobre el Famoso Pasaje de la Epístola Primera de S. Juan, Cap. V. V
49
7”………………………………………………………………………………………………………………………………
50
Artículo I ………………………………………………………………………………………………………………….
59
Artículo II …………………………………………………………………………………………………………………
APÉNDICE II:
“Integridad de la 1 Jn.” ……………………………………………………………………………………………
68
BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………………………………………………
71
Obras Generales ……………………………………………………………………………………………………..
71
Biblias y Textos Bíblicos ………………………………………………………………………………………….
75
83
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Software Bíblico ……………………………………………………………………………………………………..
80
Recursos en Internet ………………………………………………………………………………………………
81
ÍNDICE …………………………………………………………………………………………………………………….
83
84
Brus Leguás Contreras
85
La Historia de la Interpolación de 1 Juan 5:7, 8
Ediciones Cadquitipay
Impreso en los Talleres Gráficos del Cerro del Chancho,
Hacienda de Chavalongo s/n
Chircana,
Quilpué, Chile
Primera edición, 2.000 ejemplares.
86
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