TEMA 3: LA DECISION VOCACIONAL “DECIDO ... NO DECIDO....” Motivación: El tema de la decisión vocación es importante. Es la culminación del proceso de discernimiento que se viene realizando. No son buenas ni la precipitación ni la abstención. Además, en el momento de la decisión, suelen darse circunstancias que pueden frustrarla. Empezamos con un ejercicio sencillo para tomarnos el pulso en nuestras decisiones. Se distribuye la hoja de trabajo “Decido…no decido” y cada uno la realiza... Resonancia en común: - Se comparten las decisiones importantes que han tomados y se valoran.... CONDICIONES PARA DECIDIR La decisión vocacional es una de las opciones más importantes que se toman en la vida. Conviene por tanto precisar en qué consiste. Por lo que se pone en juego en ella, hay que tener en cuenta en esa decisión tres condiciones: Saber qué se elige, desearlo y ser capaz de elegirlo. Lo vemos detenidamente. a. SABER-CONOCER: Ante todo se trata de que cuando la joven elija, conozca suficientemente y con la mayor claridad posible lo que elige. Debe ser una decisión global y suficiente, de forma que evite futuras sensaciones de decepción y de autoengaño... Este conocimiento debe hacerlo desde la fe, es decir, no desde gustos o intereses propios, sino desde las preferencias del Señor, desde su experiencia de amistad personal con El. b. QUERER-DESEAR: Este es el momento afectivo de la decisión vocacional. El deseo supone tres elementos necesarios 1. Tener suficiente libertad para elegir: ello requiere varias cosas, entre otras: * Cuidar las influencias que pueden desactivar la libertad para elegir lo que Dios quiere. * Conocer los miedos que se tienen, darle nombre, para trabajarlos desde la confianza en Dios. * Contar con las circunstancias que afectan de hecho a la decisión vocacional: La preparación personal, edad, circunstancias familiares, el paso concreto a dar. 2. Sentir gusto permanente al decidirse: La elección vocacional es correcta si lleva al joven a experimentar una sensación profunda de paz, de alegría y de satisfacción, aún cuando haya de asumir el dolor propio de las rupturas y obstáculos que le supongan. 3. Estar bien motivado: La decisión vocacional debe estar motivada desde los valores del Reino, es decir, desde las preferencias del Señor. Ello exige que el joven se pregunte y se deje confrontar acerca de los porqués de su decisión. c. PODER-SER CAPAZ: Para que elija adecuadamente debe considerar además las posibilidades reales con que cuenta para asumir con ciertas garantías la decisión. Ello supone verificar que cuenta con cualidades personales que hacen posible su decisión. Oracion : EN ESTA EDAD QUE TENGO… Reflexión personal; ¿Qué me dice Jesús?... ¿qué estoy pensando y sintiendo para mi futuro? Motivación: Señalemos un dato de la experiencia. Hoy el animador vocacional tiene que armarse de paciencia por la especial dificultad de los chicos en sus procesos de maduración y de libertad. Existen fuertes factores ambientales que demoran esos procesos. Entre otros, podemos señalar: * Un contexto familiar y social excesivamente permisivo, que propicia la toma de decisiones basada solamente en la propia apetencia egocéntrica, sin más referencias. * Las secuelas del consumismo que provocan un debilitamiento psicológico en los chicos: menor idealismo, menor resistencia a la frustración, menor constancia en conseguir metas que no sean de consumo inmediato. * La moratoria que la sociedad otorga a los jóvenes para asumir responsabilidades sociales es demasiado larga, agudizada por el paro juvenil y las dificultades de especialización profesional. Esta moratoria en asumir responsabilidades produce una inmadurez en lo que respecta a la capacidad de tomas decisiones vocacionales. * Por la quiebra de “lo definitivo” en opciones “de por vida”. Uno de solos signos de nuestra cultura es la invitación a instalarse en lo provisorio, a vivir el día a día ... * El proceso mismo de maduración de los jóvenes que aún no ha asegurado el asentamiento en la madurez y fortaleza de su personalidad. Su vida se va tejiendo con las experiencias más variadas, a las que falta el criterio y el orden. * La historia personal misma con sus altibajos por los que cada joven ha de ir construyendo el camino de su vida, enfrentándose a las diferentes alternativas, más o menos importantes, que aparecen y ante las que deben pronunciarse. Algunas de ellas marcan de manera definitiva su futuro (una amistad, una carrera, un vicio...) Retroalimentación: Hacer caer en la cuenta de que: * Hay que elegir ante cada encrucijada. Pararse es otra decisión que afecta a todo el proceso. * Aunque se crea no haber optado, eso es ya una opción, quizás la más cómoda o la más fácil. * Hay varias formas de decidirse, según la encrucijada o la pregunta. * Verificar si ha faltado en muchos momentos el consejo o la palabra de ánimo de un amigo o del acompañante. * Jesús, en su época, no se quedaba en medias tintas; invitaba a sus discípulos a plantearse o una cosa u otra. O Dios o el dinero, o el Reino o el mundo. JESÚS INVITA A LA OPCIÓN Se proclama la lectura de Mateo 22,1-9 del banquete de boda. Se trabaja en equipo... Resonancia en plenario -A raíz de esta proclamación intentamos que los jóvenes descubran qué les ha llegado de la lectura, y si le encuentran relación en sus decisiones y opciones, si les denuncia, les interpela o simplemente les deja igual.