Subido por Bayron Pérez

CELEBREMOS EL ESPIRITU SANTO

Anuncio
“PLENAS EN EL ESPIRITU SANTO”
EFESIOS 5:18
INTRODUCCIÓN: La orden que El Señor Jesucristo les dio a los 120, entre ellos hombres y
mujeres fue apremiante “No hagan nada hasta que no sean investidos del poder de lo
alto” esa era la promesa del Espíritu Santo y el día del Pentecostés se cumplió. Y la Biblia
dice que todos fueron llenos del Espíritu Santo.
De la misma manera el 13 de abril de 1,932 en Chuicaca, Totonicapán; descendió el fuego
pentecostal sobre un grupo de hermanos de condición humilde entre ellos hombres y
mujeres que buscaban y esperaban esa promesa del Espíritu Santo. Y así nace la Iglesia de
Dios de Guatemala de un mover del Espíritu.
Cuando hablamos de plenas es hacer referencia a algo que esta completo, lleno. Debemos
reconocer la importancia y grandeza del Espíritu Santo en la vida de la mujer cristiana. Y
esto debe incentivarnos a mantenernos unidas y en armonía para que esta promesa se
cumpla en nosotras hoy. Porque de esta manera manifestaremos lo siguiente:
I.
LLEVANDO UNA VIDA EN EL ESPIRITU ROMANOS 8:9; GÁLATAS 5:25.
Es vivir bajo la guianza y dependencia del Espíritu. Es estar convencidas de que el
Espíritu puede darnos el poder para manifestar el fruto de Él. Gálatas 5:22-23. Esto
permitirá que nuestra presencia afecte positivamente el ambiente en el cual nos
encontremos.
II. CAMINANDO SIEMPRE EN EL ESPIRITU
ROMANOS 8:1; GALATAS 5:16
El Espíritu Santo es una Persona y debemos aprender a caminar por medio de él
quien habita en nosotras; y caminar en fe para superar todos los obstáculos que se
nos presenten en nuestro diario vivir y así llevar a cabo la tarea que el Señor nos a
encomendado, escuchando su voz y obedeciéndole fielmente.
III. SIRVIENDO EN EL ESPIRITU HECHOS 1:8; ROMANOS 12:6-8; 1CORINTIOS 12:4; 710;
Jesús dejo claro a sus discípulos que se requería una habilidad divina para cumplir
la gran comisión. Esa investidura de poder desde lo alto nos permite funcionar con
efectividad para testificar de Cristo, y manifestar los dones del Espíritu Santo que
hayamos recibido y así convencer a los incrédulos y difundir el Evangelio.
CONCLUSIÓN:
La promesa de Joel 2:28 empezó a ser cumplida el día de Pentecostés cuando fue
derramado el Espíritu Santo. Esta manifestación de su gracia divina continúa en nuestros
días. Debemos rendirnos para que el Espíritu Santo nos llene con su plenitud cada día, y
que nuestras vidas reflejen su resplandor llevando una vida en el Espíritu, caminando
siempre en el Espíritu y sirviendo constantemente en el Espíritu.
MAYRA LEONORA MARIN GALLARDO DE RODAS
COORDINADORA TERRITORIAL MINISTERIO DE LA MUJER
Descargar