Subido por Raisa M Tapia

Version acortade La importancia de la nutrición materna durante la lactancia

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Tema:
La Nutrición Materna Durante La Lactancia
Sustentantes:
Raisa Tapia
Matriculas:
01-017
Asignatura:
Nutrición en Salud
Profesor:
Dra. Ideini Martinez
Santo Domingo, R.D.
29 de Abril 2019
INDICE
I.
INTRODUCION………………………………………………………………………...2
II.
JUSTIFICACION………………………………………………………………………..3
III.
OBJETIVOS……………………………………………………………………………...3
IV.
METODOLOGIA……………………………………………………………………….3
V.
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………..5
V.(III)
Requerimiento de una madre post-parto.…………………………………..5
V.(IV)
Influencia de la nutrición materna en la lactancia………………………...8
V.(VI)
La Dieta Materna…………..…………………………………………………15
VI. CONCLUSIONES………………………………………………………………………...23
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………...25
1
INTRODUCION
La Nutrición Materna Durante La Lactancia
La leche materna debe garantizar la adecuada nutrición del lactante como continuación
de la nutrición intrauterina. Está contiene proteínas, minerales, vitaminas y grasa en la
proporción exacta que el bebé necesita y posee miles de agentes protectores, factores de
crecimiento y células que combaten las infecciones, que contribuyen al desarrollo
cerebral del bebé y sientan las bases de su salud futura.1
Las necesidades nutricionales del recién nacido son más altas que en cualquier otra
etapa de su desarrollo, y existe evidencia de que la composición de la leche se modica
a lo largo del tiempo según las necesidades cambiantes del niño.
Todavía no
conocemos en su totalidad las fabulosas propiedades de la leche materna. Varios
equipos de investigación se dedican a su estudio, están realizando descubrimientos y
desarrollando nuevos métodos para investigar y analizar todos sus componentes.​1​ `
La leche materna es más que un simple alimento ya que durante las primeras semanas,
protege al recién nacido y comienza a desarrollar sus sistemas digestivo e inmunitario.
En la actualidad se siguen descubriendo nuevas hormonas en la leche materna que
parece que ayudan a prevenir la obesidad en períodos posteriores de la vida.
Estudios de la Food and Agricultural Organization (FAO) han demostrado que incluso
en situaciones en las que la madre está enferma su cuerpo producirá leche materna que
contiene más anticuerpos y leucocitos para ayudar a combatir la infección.5
Los citoblastos encontrados en la leche materna son unas células increíbles, ya que
tienen la capacidad de autorregenerarse y convertirse en distintos tipos de tejidos. Los
científicos aún no han conseguido descifrar las funciones y los beneficios de estas
2
células en la leche materna. No obstante, algunos estudios hechos en ratas 2 sugieren
que podrían pasar a los huesos, el tejido adiposo, el hígado y el cerebro del bebé, y
ofrecerle algún tipo de protección. Dando menos posibilidades de desarrollar diabetes
de tipo 2.
3
JUSTIFICACION
Entendiendo ya la importancia de la lactancia para el infante, la intención es ver cómo el
estado nutritivo materno y su alimentación pueden inuir en la composición de la
leche. Entender el efecto que tiene la malnutrición materna y cómo esta influye en el
desarrollo de lactancia.
OBJETIVOS
Objetivo General:
Conocer los requerimientos necesarios para la realización una alimentación balanceada
que promueva la producción de leche por tiempo prolongado (1 año).
Objetivos específicos:
➔ Describir cómo se forma la leche materna y que la compone.
➔ Enunciar las necesidades alimenticias de una madre lactante
➔ Identificar la influencia de la nutrición en la madre lactante
➔ Describir qué puede tener efectos negativos para la lactancia
METODOLOGIA
Se llevó a cabo una búsqueda electrónica en Google de documentos y estudios
clínicos publicados por
distintas entidades como Food and Agriculture
Organization (FAO), La Organización Mundial De la Salud, La Sociedad de
Pediatría de España, al igual que las revistas Elsevier y Scielo. También se
realizaron revisiones de literaturas online como “La Increíble Ciencia De La
Leche Materna de la compañía Mandela” el Manual de CAPPA Latinoamérica en
su certificación
de Doula Posparto y
La liga de la leche Ecuador/Estados
Unidos.
4
MARCO TEÓRICO
Requerimiento de una Madre Post-parto.
En el embarazo, la madre y el infante están íntimamente ligados y la placenta es el
órgano que se encarga de la transferencia de sustancias nutritivas, hormonas y factores
inmunológicos, así como del intercambio de gases. La sobrevida y crecimiento
intrauterino dependen de la función placentaria normal.​14
En el período post-parto vivimos una etapa de transición en la que madre y su infante
pasan de esta estrecha relación que hay durante el embarazo hacia un período de mayor
autonomía para ambos. En este período ocurren cambios importantes en la fisiología de
la madre, hasta que retorna a una condición semejante a la que tenía antes del
embarazo. 14
​
Si bien la madre experimenta la recuperación de su aparato genital en las primeras
semanas, no pasa lo mismo con los aspectos fisiológicos, endocrinos y nutricionales.
Mientras una mujer está amamantando, permanece en un estado endocrinológico muy
diferente al del embarazo y que difiere también de su condición previa al embarazo. 14
​
En este periodo de lactancia se mantiene una demanda nutricional semejante a la del
embarazo debido a la secreción de leche. La forma de vida de la madre experimenta
cambios profundos en relación a las demandas de afecto y cuidado del infante. Por eso
se ha de considerar como post-parto todo el período que la madre necesita para
recuperar la condición endocrina y nutricional que tenía antes de embarazarse y toda la
etapa de transición en que el infante sea partícipe de una lactancia prolongada (1 a 4
años) o corta (de 6 meses) 9​ ​. Este período es variable y puede durar algunos meses y
aún más de un año si la lactancia es prolongada.
5
Los cambios que experimenta la madre en la primera etapa post-parto permiten que se
establezca la lactancia y facilitan su recuperación fisiológica. Durante los primeros días
después del parto, desaparecen de la circulación materna, las hormonas que se
producían en la placenta durante el embarazo y que mantenían inhibida la secreción de
leche. 6​
Se inician la producción de grandes cantidades de prolactina y de oxitocina. El ovario
está deprimido, ya que la hipófisis (glándula que regula el trabajo del ovario) no
produce suficientes hormonas para estimularlo. Esta inhibición del ovario dura sólo
algunas semanas en las mujeres que no amamantan, estas presentaran la primera
ovulación entre cuatro y ocho semanas después del parto.​6
En cambio, en la mujer que amamanta, el ovario se mantiene inhibido por un período
más prolongado que puede durar semanas o meses. Mientras dura la lactancia, el
estímulo de la succión mantiene la fisiología de la madre en sintonía con las necesidades
del infante, mantiene la producción de leche e inhibe la función ovárica y la
recuperación de la fertilidad por un tiempo variable.​14
La interacción entre la madre y su infante cambia paulatinamente con el tiempo, a
medida que disminuye la frecuencia de succión y el lactante comienza a recibir otros
alimentos.
Hemos vistos que hay una pérdida de calcio en los huesos o pérdida de masa ósea
durante el embarazo y la lactancia. Esta pérdida se recupera entre seis y doce meses
después del destete, siempre que la madre reciba calcio suficiente en la dieta. 5​
6
Durante toda esta etapa la madre requiere cuidados especiales, nutrición adecuada a los
requerimientos y apoyo del personal de salud. La madre se recupera paulatinamente
del desgaste nutricional del embarazo y la lactancia.​9
En esta etapa está siempre presente el cansancio físico debido al gasto de energía que
significa la lactancia y a la falta de sueño suficiente por las demandas del lactante
durante la noche. 6​
7
Influencia De La Nutrición Materna En La Lactancia
De acuerdo con uno de los conceptos de la Liga de La Leche, “una buena alimentación
significa una dieta variada y equilibrada, compuesta por alimentos servidos en el estado
más próximo a su estado natural”.​10
Estos indican que “el período de lactancia es muchas veces la ocasión perfecta para el
cambio en la dieta: ya sea porque algunos alimentos parecen generar reacciones
indeseables en el bebé (cólicos, alergias…), o porque hay una toma de conciencia acerca
de los beneficios de mejorar la alimentación de la familia, que habrán de redundar en
todos sus miembros.”​10
Estudios de la FAO han correlacionado el estado nutricional o variables del estado
nutricional materno con la lactancia exponiendo que “El estado nutricional materno al
inicio del embarazo (medido por el índice peso/talla) influye en el volumen de la leche
producida y en su contenido graso, ambos son mayores en las mujeres mejor nutridas.”
5
Vemos que en mujeres que amamantan con frecuencia, su estado nutricional y el
incremento de peso durante el embarazo influyen en la duración de la lactancia. El
estado nutricional de la embarazada y el incremento de peso durante el embarazo
influyen en el peso de los niños al nacer. Por ende los niños de mayor peso tienen más
posibilidades de tener una lactancia prolongada.
La ingesta de la madre durante la lactancia influye en el contenido de aminoácidos,
ciertos ácidos grasos y vitaminas hidrosolubles de la leche, pero no en el contenido de
proteínas totales y el calcio. 16
​
8
El costo energético de la mujer para producir leche es de alrededor de 700 Kcal por día
en el primer semestre y 500 Kcal por día en el segundo semestre según estudios
realizados por las instituciones, Food and Agriculture Organization (FAO), La
Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de las Naciones Unidas (ONU)
en el 1985. Describen qué alrededor de 200 calorías por día provienen de la reserva y
las otras deben provenir de la dieta de la mujer.​5
El tema de la nutrición durante el embarazo y la lactancia es complejo ya que existen
diferencias entre individuos y poblaciones, en cuanto a la cantidad de nutrientes que
asegura la integridad y buen funcionamiento del organismo.​5
Esto dificulta el cálculo del requerimiento nutricional de cada embarazada. Por esto, los
organismos de salud hacen recomendaciones generales para grupos o poblaciones de
características semejantes.
La concientización de la vulnerabilidad nutricional de la mujer durante estas etapas y
adecuar las recomendaciones al estado nutricional basal de ella y a su nivel de actividad
física.
Se recomienda una ingesta calórica de alrededor de 2,300 Kcal. por día desde el
segundo trimestre del embarazo y de alrededor de 2,500 Kcal por día durante la
lactancia, para sustentar los procesos de la Lactancia sin desnutrir la madre.5
Estas recomendaciones debe adaptarse al estado nutricional de la mujer y a su actividad
física. En general, significa la adición de alrededor de 300 Kcal. a la dieta de la mujer
embarazada, las que se pueden reducir a 200 Kcal en las mujeres eutróficas con poca
actividad física. 17
​
9
Se debe evaluar la disponibilidad de recursos alimentarios, optimizando el uso de
alimentos más abundantes y económicos, para aportar las calorías adicionales como
panes y cereales.
Vemos que en las mujeres bien nutridas, el requerimiento adicional de proteínas
durante el embarazo es de 10g por día. Durante la lactancia se considera que una
ingesta alcance alrededor de 65g a 70g por día. Las mujeres desnutridas requieren un
aporte mayor, por lo que hay que educarlas, para que ingieran proteínas en alimentos
de menor costo económico que los de origen animal como las habichuelas, la soya, etc...
cuando los recursos son escasos.
Las madres deben ingerir abundante líquido. Se recomienda como práctica que beban
un vaso de líquido como agua, leche, infusiones, sopas, etc... cada vez que amamantan.
17
Además de las calorías y las proteínas, hay otros nutrientes que deben ingerirse durante
elembarazo y la lactancia, ya que su carencia puede afectar la salud de la madre o el
desarrollo del infante.
El hierro que forma parte de la hemoglobina, es la molécula que transporta el oxígeno
por la sangre, es de un requerimiento elevado para las madres lactantes. El depósito de
hierro puede ser de 500 mgen el embarazo, en hemoglobina y depósitos fetales, masa
muscular y reservas de lamadre. 29
​
La FAO recomienda una ingesta diaria de alrededor de 30 mg durante el embarazo y de
10 mg o más durante la lactancia. Es importante adicionar hierro en dosis terapéutica a
las embarazadas y madres con anemia ferropriva (si la hemoglobina es menor de 11 o
10
12 g/100 mL), parece ser propicio recomendar alimentos ricos en vitamina C y evitar el
té y el café por la influencia que tienen en la absorción del hierro.​5
Con el Calcio se estima que el 30% del calcio fetal proviene del esqueleto de la madre y
el 70%de su ingesta. Durante el embarazo se recomienda una ingesta de 1000 mg por
día, lo que se mantiene en el período de lactancia, dado el alto contenido de calcio de la
leche.​6
Un estudio realizado en Chile mostró que hay una pérdida mínima de masa ósea si la
madre consume esta cantidad de calcio diariamente, y que esta pérdida se recupera
rápidamente al suspender la lactancia. Lo que indica qué se debe mantenerse un
elevada ingesta de calcio después del destete ya que en este período se forma nueva
masa ósea. 5​
Las Vitaminas en especial en las mujeres vegetarianas estrictas es necesario
suplementarse con complejo vitamínico B y ácido fólico. Estas recomendaciones se
resumen en lo que se ha llamado ración modelo para la mujer embarazada y la madre.​19
También la sabiduría popular ha recomendado desde la antigüedad alimentos
especiales durante el embarazo y la lactancia. En muchas culturas se regalan ciertos
alimentos rituales a la mujer madre, que generalmente son ricos en proteínas, nutrientes
y calorías.
Un aspecto práctico es que algunos alimentos son más nutritivos juntos que
separados, como la combinación de leguminosas, cereales y vitamina C o la
combinación de leche más cereales y frutas. 19
​
11
En ciertos casos habrá alimentos que afectarán al lactante por ende la madre debe
evitar los alimentos meteorizantes cuando inducen cólicos en el lactante.
En el balance entre el gasto de energía y nutrientes, la ingesta y el estado
nutricional de la madre, influyen varios factores. Uno de estos es la reserva grasa
acumulada durante el embarazo, que le permite disponer de calorías
adicionales.​6
Otro, es la ingesta de alimentos ricos en energía, proteínas, calcio y hierro que le
asegura una protección contra el daño que puede experimentar por el aumento
continuo de la demanda. Existen además algunos mecanismos adaptativos. En
ciertas circunstancias biológicas aumenta la eficiencia del organismo, es decir,
para iguales funciones disminuye la energía requerida por el individuo. Esto
ocurre en el embarazo y la lactancia. 6​
Otro mecanismo es la amenorrea que acompaña a la lactancia exclusiva y que
constituye un ahorro de energía, nutrientes y hierro. Un estudio realizado por el
Instituto Chileno de Medicina Reproductiva ICMER, con madres en lactancia
exclusiva durante los primeros 6 meses postparto, mostró que experimentaron
pocas variaciones en su estado nutricional en esta etapa. 14
​
Destacaron como las madres lograron la reducción del peso corporal alrededor
de 3 Kg y una reducción importante de los pliegues cutáneos. Se estimó una
pérdida del 9% de la masa grasa y de sólo el 3% de la magra. Las mujeres que
iniciaron la lactancia con un índice peso/talla más alto o que tenían sobrepeso al
término del embarazo, experimentaron una pérdida mayor que las demás.
12
En este estudio se habla de mujeres con buen estado nutricional basal y que
mantuvieron una ingesta de alrededor de 2750 Kcal por día, de acuerdo a la
recomendación para mujeres eutróficas. 14
​
En casos donde se tratan a mujeres mal nutridas vemos que pueden tener una
lactancia prolongada, con niños creciendo en mejores condiciones que los
destetados precozmente. Ya que ellas producen leche que es similar en muchos
aspectos a la de mujeres normales. Esto beneficia sin duda a los niños, evitando
las enfermedades nutricionales severas que se presentan después del destete. 19
​
El aumento del gasto nutricional durante la lactancia en las mujeres con
deficiencias nutricionales insuficientes se hace a costa de sus propios nutrientes.
Esto puede producir depleción tisular, qué es un deterioro que se intensifica a
medida que avanza la lactancia. 17
​
Este impacto es siempre evidente, lo que sugiere que podría haber también otros
mecanismos adaptativos, además de los mencionados. La adaptación al déficit
nutricional actuaría más bien, disminuyendo el volumen de leche que alterando
la calidad. 17
​
Al producir un volumen de leche menor, llega un momento en que esta no es
suficiente para los requerimientos nutricionales del lactante, los que van en
aumento. Por esto un mecanismo compensatorio sería, en algunos casos una
lactancia más corta, en lo que influiría los niveles más bajos de prolactina que se
han descrito en la madres desnutridas.​17
Es importante considerar, cuando es realmente eficiente una intervención
nutricional destinada a proteger a la madre, al infante y a la lactancia. Un estudio
13
realizado en Gambia demostró que la suplementación durante la lactancia no
alteró de modo significativo la duración de la lactancia. Sí se vio una marcada
prolongación en el tiempo de lactancia cuando la intervención nutricional se hizo
durante el embarazo, ésta fue aún mayor cuando se acompañó de educación a la
madre.​17
14
La Dieta Materna
Como ya hemos expresado anterior mente existe un aumento en el consumo de los
hidratos de carbono, segun la Guía alimentación saludable. SENC, 2004, estos deben
suponer entre el 45 y el 60% del valor calórico total de la dieta. Esta especifica que es
aconsejable incrementar el consumo de fibra total a 29 g por día.5
Las recomendaciones nutricionales de la mujer lactante son un tanto empíricas y se
basan fundamentalmente en la cantidad y composición de la leche producida. En los
primeros 6 meses después del parto se producen unos 750 ml de leche al día y 100ml de
leche materna aporta una media de 70 kcal de energía al hijo.5
La energía requerida para producir un litro de leche se estima que es de
aproximadamente 700 kcal. Pero según el Comité de Lactancia Materna de la
Asociación Española de Pediatría ​14 el cálculo de los requerimientos de una madre
lactante no se debe realizar simplemente sumando las necesidades de una mujer adulta
que no lacta más las suministradas al hijo a través de su leche, ya que muchos
nutrientes almacenados durante la gestación están disponibles para apoyar la
producción de leche.​5
Expresan como un tercio del gasto extra (±150 kcal/día) proviene de la movilización de
las reservas 14. Se desaconsejan las dietas para adelgazar que aporten menos de 1.800
kcal diarias, ya que cuando la ingesta es inadecuada pueden afectarse las reservas
maternas. Ingestas inferiores a 1.500 kcal/día pueden producir fatiga y disminuir el
volumen de leche. Si se quiere perder peso más rápidamente es recomendable combinar
la restricción dietética con el ejercicio físico.​5
15
El consumo calórico materno recomendado durante la lactancia es de 2.300-2.500 cal al
día para alimentar un hijo y de 2.600-3.000 cal para la lactancia de gemelos.
Las Proteínas además de las pautas de ingesta de proteínas de referencia para la
población general, la European Food Safety Authority (EFSA) de la Unión Europea
aconseja una ingesta adicional de 19 g de proteína al día durante primeros los seis
meses de lactancia y a partir de los seis meses, aumentar en unos 13 g de proteína por
día al pasar los 6 meses.7
Vemos que el aumento de las necesidades de proteínas durante la lactancia es mínimo
en comparación con el de las calorías. Pero en casos donde el consumo de energía es
bajo, la proteína se utiliza para la reemplazarla. Los requisitos adicionales durante la
lactancia pueden ser satisfechos por los alimentos ricos en proteínas por ejemplo, un
huevo o 25 g de queso o 175 g de leche.​20
Ciertas circunstancias donde no se ingiere una cantidad suficiente de proteínas la
concentración de caseína en la leche puede ser insuficiente. La caseína es un
componente nutricional importante de la leche, y es necesaria para la absorción de
calcio y fosfato en el intestino del lactante y funciones inmunomoduladoras.​17-20
De igual forma vemos que la resistencia a la insulina va a depender de la calidad de la
proteína aportada por la dieta más que de su cantidad, y así, la ingesta de proteínas
derivadas del pescado durante la lactancia parece tener efectos favorecedores sobre la
regulación y la sensibilidad a la insulina a largo plazo 16​
​ .
Los Lípidos o las grasa ingerida por la dieta deben estar entre un 20% y 35% del valor
calórico total. Las ingestas recomendadas son semejantes a las indicadas para mujeres
gestantes, así como los valores de referencia para los ácidos grasos esenciales. 25
16
Los lípidos de la leche proporcionan la fracción más importante de calorías en la leche
materna; sin embargo, son los componentes más variables en su contenido y calidad. La
desnutrición materna se relaciona con niveles más bajos de lípidos en la leche. La
distribución del espectro de los ácidos grasos en la leche materna también es sensible a
la dieta de la madre.​25
El ácido docosahexaenoico es un nutriente con una biosíntesis endógena limitada, por
lo que su aporte a través de la dieta es necesario, ya que es el componente más
importante para el desarrollo óptimo del cerebro, la retina y el oído. El contenido de
colesterol en la leche materna es muy variable y guarda relación con el tiempo de
lactancia, la edad de la madre, la alimentación, la estación del año y el lugar de
residencia.26
Según la FAO la ingesta de grasa durante la lactancia, en proporción a la ingesta total
de energía, debe ser la misma que la recomendada para la población general. Los
alimentos que la aportan deben ingerirse en cantidades adecuadas. Algunos estudios
han demostrado que el consumo materno de pescado y aceites de pescado mejora el
peso al nacer y presenta un menor riesgo de parto prematuro, e incluso mejora el
neurodesarrollo.​5
Se recomienda a las mujeres en edad fértil el consumo de una a 2 raciones de pescado
de mar por semana, incluyendo los pescados grasos o azules de pequeño tamaño, como
las sardinas, para no superar la ingesta tolerable de los contaminantes ambientales. El
consumo de algunas especies de gran tamaño, como el pez espada y el atún, debe ser
reducido, ya que pueden tener mayor contenido en mercurio.​20-23
La lactosa es el hidrato de carbono predominante en la leche materna y es esencial para
la nutrición del cerebro del niño. Aunque la concentración de lactosa es menos variable
17
que la de otros nutrientes, la producción total se reduce en las madres con desnutrición
grave.​20
El agua representa entre el 85 y el 95% del volumen total de la leche. Existe la creencia
popular de que al aumentar el consumo de agua aumenta la producción de leche, pero
diversos estudios han demostrado que forzar la ingesta de líquidos por encima de la
requerida por la sed no tiene ningún efecto beneficioso para la lactancia.​20-25
La concentración de sodio en el calostro es mayor que en la leche madura. No se ha
demostrado relación entre el consumo de sal durante la lactancia y la concentración de
sodio de la leche materna. En cualquier caso, es recomendable tomar poca sal y siempre
enriquecida con yodo (sal yodada).​20-25
Los micronutrientesen el período de lactancia, también son de especial relevancia en la
dieta de la madre La concentración de algunas vitaminas en la leche depende de su
nivel en la madre, por lo que una deficiencia materna puede condicionar una deficiencia
en el lactante.​29
Esto es de especial importancia para la tiamina (B1), la riboflavina (B2), la vitamina B6,
la B12, la E y la A, y como consecuencia se recomienda un aumento de la ingesta
durante la lactancia.​33
La Vitamina A está implicada en las reacciones fotoquímicas en la retina, es
antioxidante y tiene propiedades anti-infecciosas. El contenido de vitamina A en la
leche disminuye a medida que progresa la lactancia. La cantidad obtenida con una dieta
equilibrada es adecuada y la suplementación no es necesaria. Sin embargo, en países en
vías de desarrollo se recomienda que todas las madres tomen una única dosis de
suplemento de 200.000UI de vitamina A tan pronto como sea posible después del
parto.​29
18
Las deficiencia de vitamina D en las embarazadas y lactantes es frecuente. Las madres
que han restringido la ingesta de alimentos, como los vegetarianos estrictos, y las que
tienen una exposición limitada a la luz solar pueden tener niveles plasmáticos muy
bajos. 27-28
​
El paso de la vitamina D materna a la leche es pobre, por lo que se recomienda
suplementar a todos los lactantes menores de un año alimentados al pecho con 400
UI/día de vitamina D, iniciando su administración en los primeros días de vida. Estos
suplementos se mantendrán hasta que el niño ingiera un litro diario de fórmula
enriquecida en vitamina D. 27-28
​
La concentración de vitamina E en la leche materna es sensible a la ingesta materna, por
lo que se debe revisar la alimentación materna y dar suplementos si no es adecuada. 27-28
​
Si la dieta es adecuada, la madre lactante no precisa suplemento de vitamina K. Ya que
esta también es elaborada por las bacterias que recubren el tracto gastrointestinal. Los
recién nacidos normalmente tienen niveles bajos de vitamina K; no se moviliza
fácilmente a través de la placenta, y la flora bacteriana del recién nacido no es suficiente
para su síntesis en los primeros días de vida. 27-30
​
Después del nacimiento se recomienda la administración de 1mg de vitamina K IM para
prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido. Si los padres deciden no
administrar la inyección de vitamina K IM se les ofrecerá la pauta oral que será
administrada en dosis de 2mg de vitamina K oral al nacimiento seguidos. Para estos
que son lactados al pecho total o parcialmente, se le complementará con 1 mg oral
semanalmente hasta la semana 12.​27-30
De igual forma la concentración de las vitaminas hidrosolubles en la leche depende
mucho de su nivel en la madre, por lo que una deficiencia materna puede condicionar
una deficiencia en el lactante.​27-30
19
En las primeras semanas de vida, las reservas de vitamina B6 acumuladas durante la
gestación son de gran importancia para mantener niveles adecuados en los niños
alimentados al pecho. Los síntomas en los lactantes dependen también de la gravedad
de la deficiencia, aunque, por lo general, se presentan síntomas neurológicos y
diferentes variedades de dermatitis.​27-30
Las concentraciones de vitamina B12 en la leche son bajas en mujeres vegetarianas
estrictas, madres desnutridas o con anemia perniciosa, incluso si la madre no muestra
signos de deficiencia. En estos casos es importante que la madre reciba un suplemento
de vitamina B12 durante toda la lactancia, ya que la deficiencia de esta vitamina en el
lactante puede tener efectos neurológicos a corto y largo plazo.​30
En fumadores, las concentraciones plasmáticas y tisulares de vitamina C son más bajas
que en personas que no fuman, por lo que se recomienda aumentar los aportes en
madres lactantes fumadoras. Por su parte el nivel recomendado de ácido fólico en la
leche materna puede ser alcanzado fácilmente con la dieta o con la suplementación, si es
necesaria.​27-30
A diferencia de las vitaminas, la mayoría de los minerales no parecen estar
correlacionados con la ingesta materna, excepto el hierro y el yodo. Las concentraciones
de cobre y cinc parecen estar estrechamente relacionadas con las reservas hepáticas de
la madre durante el tercer trimestre del embarazo y la ingesta materna tiene muy poco
efecto sobre ellas, aunque su biodisponibilidad en la leche es muy elevada. El yodo, el
hierro, el cobre, el magnesio y el zinc tienen una alta biodisponibilidad en la leche
materna. El contenido en selenio está fuertemente influido por la alimentación de la
madre.​27-30
20
En ciertos países se recomienda la suplementación con hierro para recuperar las
pérdidas durante el parto, pero esto es innecesario en mujeres lactantes que no pierden
que presentan amenorrea mientras lactan. Se podría decir, por lo tanto, que la lactancia
tiene un efecto protector de la deficiencia materna de hierro.​5
El calcio es esencial durante la lactancia y existe una regulación específica que incluye
una mayor absorción, una disminución de la excreción renal y una mayor movilización
del calcio óseo. Para satisfacer las necesidades maternas de calcio, la Academia
Americana de Pediatría recomienda que la madre lactante consuma 5 porciones diarias
de cualquier alimento rico en calcio, como yogur bajo en grasa y queso, y otros
alimentos no lácteos que aportan calcio, como el pescado que se consume con espinas
(por ejemplo, sardinas en lata), el salmón, el brócoli, las semillas de sésamo y las coles,
que pueden proporcionar los 1.000-1500mg que constituye el aporte diario
recomendado durante la lactancia. 17
​
Especifican qué es esencial para el crecimiento, la inmunidad celular y para la
formación de enzimas. Si bien las concentraciones de cinc en la leche materna no son
altas, son suficientes para satisfacer las necesidades del niño debido a su alta
biodisponibilidad. Se recomienda aumentar la ingesta de cinc en un 50% durante la
lactancia.​17-19
Con el selenio qué es un mineral que interviene en el sistema inmune, el metabolismo
del colesterol y la función de la tiroides vemos que se encuentra en la leche materna es
3 veces mayor que en fórmulas artificiales.​3
En el estudio de Suplementación con yodo durante el embarazo y la lactancia de la
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición exponen como las necesidades de
yodo en la mujer lactante son casi el doble de las de un adulto sano, ya que además de
cubrir sus propias necesidades tiene que garantizar que el bebé reciba a través de la
leche el yodo que necesita para la síntesis de hormonas tiroideas. 38-39
​
21
La leche materna contiene una cantidad variable de yodo, dependiendo de la ingesta
materna. En las zonas yodo suficientes, el contenido de la leche materna puede llegar a
ser de 200 μg/l en el calostro y de 100-150 μg/l en la leche madura.​38
Puesto que las necesidades del lactante son del orden de 90μg/día, y el volumen de
leche ingerido de 600 a 1.000ml/día, la concentración mínima de yodo en la leche
materna debería ser de 100μg/l. Para conseguirlo, la madre debe ingerir en total al
menos 250 μg de yodo al día.​38-39
La sal de mesa yodada (es la fuente de yodo recomendada para todo el mundo) aporta
tan solo la mitad de las necesidades durante el período de lactancia; por otro lado, el
consumo de sal puede estar reducido en ese período. 38-39
​
La American Thyroid Association aconseja que las mujeres que amamantan reciban un
suplemento de 200μg de yodo al día en forma de yoduro potásico. 38-39
​
22
CONCLUSIONES.
Hemos visto qué en la lactancia, al igual que ocurre en la gestación, para alcanzar el
aporte adecuado de nutrientes es fundamental que la dieta de la mujer sea variada y
equilibrada, incluyendo todos los alimentos de la pirámide nutricional y respetando el
número de raciones y el peso.
Si la dieta no es equilibrada ni variada, esta tendrá déficit de nutrientes, lo que va a
repercutir en la cantidad de la leche materna y por tanto en el correcto desarrollo del
niño. Esto sin contar que la desnutrición también afecta a algunas reservas de nutrientes
maternos, pudiendo afectar al estado de salud de la madre impidiendo una lactancia
prolongada.
La intencion sera incrementar los requerimientos energéticos diarios unas 500 kcal,
aproximadamente sobre el metabolismo basal . Para garantizar una correcta producción
de leche, se debe asegurar el aporte diario extra de 700 mg de calcio, que equivale a 4 a
6 raciones de lácteos.
Es recomendable el consumo de alimentos ricos en vitaminas hidrosolubles (frutas,
verduras, etc.), para que la leche incluya estas sustancias en su composición nutricional.
Es imprecindible el incremento de la ingesta de líquidos para la mantenerlos
hidratados. Obviamente se debe evitar el tabaco, alcohol, cafeína y la automedicación.
Podemos encontrar algunos alimentos que modifiquen el sabor o el color de la leche
materna. Entre ellos se encuentran las cebollas, pimientos, espárragos, alcachofas,
nabos, apio, puerro, ajo, coles, legumbres, etc. Es importante controlar la reacción del
bebe ante estas modificaciones de sabor, aunque no es necesario eliminar dichos
alimentos si el bebe los acepta bien.
23
Es recomendable el consumo de alimentos ricos en vitaminas hidrosolubles (frutas,
verduras, etc.), para que la leche incluya estas sustancias en su composición nutricional.
24
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