Subido por Gianfranco Espino

EL ALCOHOLISMO FAMILIAR

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El Alcoholismo Familiar
Bryan Gianfranco Jiménez Espino
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo
Facultad de Humanidades
Escuela de Comunicación
02 de Julio del 2019
Plan de Redacción
1. Definición………………………… (Bolet, pg. 25-26) (Biolatto, pg. 50)
2. Causas
2.1. Macro factores…………………………………… (Biolatto, pg. 50)
2.1.1. Hedonismo
2.1.2. Búsquedas personales o surgidas de grupo de pares
2.1.3. Integración grupal a través de rituales de ocio……… (pg. 50)
2.2. Intraindividualismo ……………………………… (Biolatto, pg. 50)
2.2.1. Predisposiciones Individuales
2.2.2. Factores Motivacionales
2.3. Factores Microsociales ……………………… (Biolatto, pg. 50-51)
2.3.1. Refuerzo Social
2.3.2. Modelos Negativos
2.3.3. Presión Social
2.4. Factores de carácter contextual ………………… (Biolatto, pg. 50)
2.4.1. Modelo Sociocultural
2.4.2. Disponibilidad del alcohol
2.4.3. Publicidad
2.5. Influencia de la pareja……………………… (Lloret, pg. 115-116)
3. Consecuencias
3.1. Percusiones en la familia ………………………… (Jiménez, pg. 5)
3.1.1. Falta de expresión de sentimientos
3.1.2. Falta de comunicación
3.1.3. No confiar en otros
3.2. Percusiones en la pareja ………………………… (Lloret, pg. 117)
3.2.1. Violencia Física
3.2.2. Violencia Psicológica
3.3. Percusiones sobre los hijos………………………… (Lloret, pg. 119)
3.3.1. Personalidad de hijos
3.3.2. Traumas psicológicos
3.4. Salud del Alcohólico………………………………… (Bolet, pg. 26)
4. Tratamiento y prevención …………….………………… (Mayo Clinic)
EL ALCOHOLISMO FAMILIAR
En la actualidad, uno de los problemas más comunes y más conflictivos es el alcoholismo.
Sabemos que esta droga llega a poner inconsciente al individuo que se sumerge en ella.
Sin embargo, este problema se hace más grave cuando el alcohólico forma parte de una
familia formada y dependiente de él. En consecuencia, el vínculo existente entre los
miembros familiares se ve afectada y tiende a debilitarse, creando así una alteración en
las relaciones que se establecen. Por esa razón, el alcoholismo es un factor que afecta
gravemente la integridad de una familia en distintos aspectos.
La OMS define el alcoholismo como “un trastorno conductual crónico manifestado por
ingestas repetidas de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la
comunidad que acaban interfiriendo en la salud o las funciones económicas y sociales del
bebedor” (citado en Bolet, 2003, p. 25). En otras palabras, una persona se vuelve
alcohólica cuando empieza a perder el autocontrol y, por lo tanto, abusa de sustancias
etílicas. Este problema trae consigo conflictos sociales y económicos, afectando la vida
social y privada del sujeto. Aunque, la vida de la persona enferma llega a ser tormentosa
y abrumadora, también llega a serlo para los que se correlacionan con él. En ese sentido,
el alcoholismo es un problema sustancial que debilita e incluso destruye la identidad del
bebedor.
El estilo de vida y las experiencias que cada uno de nosotros tenemos puede influir mucho
y llevarnos por un camino que tiene como destino perderse en el alcohol. El sentirse bien
es algo que muchos buscamos, y más aún cuando estamos rodeados de bastantes
problemas que nos llevan a un decaimiento emocional. Asimismo, el alcohol, para
muchos se vuelve la opción más fácil de tomar para lograr una alegría o estabilidad
temporal. Del mismo modo, tener amigos que beben o incitan a tomar alcohol es una
desventaja si no se tiene la voluntad de negarse a consumir. No obstante, el querer
compartir experiencias con nuestros amigos o incluso ampliar el circulo social puede
dificultarnos el rechazo de la idea de que empezar a beber y abusar del alcohol se vea
como un problema crítico.
En otros casos, el deseo de consumir alcohol por razones de una supuesta superación
personal, hace que las advertencias que se nos imponen se vean reducidas e ignoradas.
Destacar en un grupo social o sentirnos como el mejor de todos es otro motivo por el cual
se puede iniciar el mal hábito de beber. En las fiestas, donde se generan mayor circulación
de personas y grupos sociales, el alcohol cumple un papel muy importante. No todos, pero
sí la mayoría de adolescentes y adultos piensa que se necesita de estar alcoholizado para
poder gozar más el momento y facilitar la socialización. Este hecho, hace pues, que estar
ebrio se vea como un beneficio y una ventaja para lograr sentirse superior o creerse la
estrella del grupo y no como un problema.
El entorno en el que nos desarrollamos y del cual aprendemos comportamientos tiene, así
como un lado bueno, también un lado negativo y oscuro. En el ámbito familiar, tener
parientes que consuman alcohol, sea habitualmente o no, puede hacer que los miembros
aun jóvenes perciban el alcohol como una droga no peligrosa y, por lo tanto, volverse más
vulnerables. Claro está, siempre y cuando los adultos responsables no presenten ningún
tipo de reforzamiento de valores en contra del alcohol. Del mismo modo, como ya se
mencionó antes, se no presentan los grupos de amigos con el que nos relacionamos y
compartimos experiencias. De las cuales, muchas de estas supuestamente necesitan
incluir a las drogas para que el disfrute sea mayor y que la hazaña quede como algo
memorable. Sumando estos dos factores, la familia y los amigos, el volverse adicto se
hace algo más fácil y posible y, obviamente puede terminar en algo no deseable.
En la sociedad, las políticas públicas de regulación también tienen un rol fundamental en
el moldeado social que puede favorecer o no el consumo de alcohol. Si bien es cierto, las
políticas públicas pueden actuar normalizando las ventas de sustancias alcohólicas, ya sea
poniendo límites de edad para su adquisición o regulando su disponibilidad. Es el hecho
de que a nuestra sociedad le falte criterio y responsabilidad que hace que las leyes se vean
minimizadas y pasada por alto. Por otro lado, tenemos la publicidad que en ocasiones
llega a ser una ventaja y en otras, una desventaja, variando según su finalidad. Los
anuncios que nos presentan las empresas productoras de bebidas alcohólicas ponen en sus
afiches los supuestos beneficios que genera consumirles y también, por cuestiones de
reglamentación agregan una pequeña advertencia que, poco casi nada se aprecia y por
ende ignoramos. Por lo tanto, las posibilidades de que en nuestra sociedad se presenten
más casos de alcoholismo aumentan.
El comportamiento de un alcohólico también puede ser influida por su pareja y en la
forma en que esta reaccione a su ebriedad. Es evidente que el cónyuge también se ve
afectado por este problema, puesto que tiene una cercanía emocional con el enfermo. No
obstante, ella o él, también puede ser uno de los motivos por el cual la pareja decida optar
por consumir alcohol. De este modo, según el comportamiento que tenga la pareja sobre
el problema de su esposo(a), puede llevar al alcohólico a actuar de distintas maneras, ya
sea disminuyendo o intensificando su hábito de beber. Para ilustrar un poco, si el cónyuge
reacciona de manera en que muestra un rechazo ante el problema de su compañero, puede
generar dos tipos de desenlace. Por un lado, puede impulsar a que el enfermo intensifique
su consumo ya que logre ver al alcohol como una salida fácil y como un refugio. Y, por
otro lado, puede ser un punto a favor del cambio, puesto que, el miedo de perder a alguien
especial que nosotros queremos y apreciamos nos lleva a actuar de cierto modo en que
tengamos que hacer algo para evitarlo, en el caso del alcohol, disminuir su consumo.
En una familia que está encabezada por un alcohólico se presentan problemas graves y
muy impactantes en las relaciones que se establecen dentro de ella. Principalmente, los
que más afectados se ven son los hijos, sobre todo los menores, quienes aún están en
crecimiento y por lo tanto en un desarrollo. El primer problema, y uno de los más
importantes, es que se pierde la comunicación entre todos los miembros familiares. Esto
se debe a que se crea un nivel de desconfianza y, a veces temor de expresarse debido a
que la respuesta que esperamos varíe según el estado en el que se encuentran nuestros
padres. Rechazo o simplemente ignorar nuestras ideas es algo que comúnmente padres
ebrios entregan y, que induce a, como mencionamos antes, perder la confianza. Esto lleva
a que reprimamos sentimientos y que nos genere un decaimiento emocional, llevando
finalmente a una depresión por falta de atención. Y claro, esto también puede inducir a
que utilicemos el alcohol como una salida o una solución.
Es lógico pensar que el alcoholismo no solo tiene como víctima al alcohólico, sino
también a los que lo rodean, como es el caso de su familia. Estudios demuestran que el
alcohólico en una familia llega a ser el hombre en el mayor de los casos y que del mismo,
hay un alto porcentaje que presenta un maltrato doméstico contra su pareja. De este modo,
es como se va creando una disfunción familiar, con el simple hecho de que el alcohol
hace que el padre pierda la razón y que, por cualquier mínimo estímulo, se ponga furioso
y lo libere con violencia contra los más indefensos. Es ahí donde entra la pareja que, por
reprocharle su estado, es víctima de maltrato, y no solo eso, en muchas ocasiones por
defender a sus hijos del abuso puede tener el mismo desenlace. Así se crea y, mejor dicho,
se va rompiendo el hilo de confianza existente, a través de las humillaciones, gritos e
insultos. No obstante, el maltrato también se puede dar de mujer a varón en la minoría de
los casos, que por vergüenza a quedar como inferior no se dice nada, pero este es otro
tema aparte.
Por parte de los menores, es decir, en los hijos se presenta una inestabilidad emocional
muy grave, que con el transcurso se pueden convertir en desventajas para el joven. En la
mayoría se presenta la depresión, algo que muchos hemos sentido y sabemos que no es
nada agradable; también problemas como ansiedad y sobre todo una autoestima baja.
Estos aspectos de personalidad influyen en el desarrollo de su vida, tanto personal como
socialmente; así como afecta en el desempeño en sus estudios, también lo hace
dificultando en las relaciones que puede establecer con los demás. Asimismo, estos
problemas, como ya hemos mencionado antes, pueden influir de alguna forma para que
el joven opte por el alcohol como solución y finalmente crear una dependencia. No
obstante, estudios han demostrado que tener progenitores alcohólicos puede causar un
aumento en el rechazo del alcohol, por la misma razón de que ven a este como el causante
de sus problemas y prefieren alejarse lo más posible para no repetir el ejemplo de sus
padres.
Y, por si fuera poco, a los problemas familiares que el alcohol produce, le podemos sumar
la propia salud del bebedor. Si bien es cierto, el alcohol trae muchas consecuencias, y
entre ellas enfermedades como hígado graso y desnutrición, por mencionar a los más
comunes. De este modo es muy perjuicioso tanto como para la familia como para el
alcohólico, puesto que, son ellos quienes se hacen cargo de velar por la salud y seguridad
del enfermo, cosa que no ocurriría si se estuviera dispuesto a dejar la ebriedad. Y para el
alcohólico, pues corre riesgo de muerte por sus decisiones equívocas y pone en peligro
de dejar una familia sin padre y esposo. Como podemos notar, todo se conecta para
generar desventajas en una familia, y todo parte desde un solo ejemplar, el padre como
alcohólico.
El alcohol es una enfermedad que no dispone de una cura farmacéutica y que, si bien
cierto, existen medicamentos para evitar el consumo en un plazo de tiempo, pero que, no
llegan a curar del todo, pues, en muchos casos estudiados el hábito de beber regresa al
alcohólico en otro lapso de tiempo. Además, muchas investigaciones demuestran que el
trastorno de alcoholismo es un problema psicológico y que puede ser tratado, a través de
programas de tratamiento de salud mental, practicas espirituales, apoyo familiar y social,
que llegaría a ser el más importante por su influencia; y entre otros. Igualmente, puede
ser prevenido a temprana edad cuando los adolescentes presentan los primeros indicios
de este mal hábito, como la falta de interés en muchas actividades, calificaciones bajas,
cambios de humor frecuentes y problemas de coordinación, etc. La prevención, más que
nada, es importante que surja desde la familia para lograr alejar el riesgo de que
empecemos a beber. Asimismo, lograr disminuir el abuso de alcohol en un padre o madre
también depende de su propia voluntad; el querer superarse por el bienestar de su familia
y así, alejarse de esta droga. Por eso, cabe resaltar que, el apoyo familiar es muy
fundamental para el tratamiento de esta enfermedad.
Para finalizar, está claro que el alcoholismo es un factor que afecta gravemente la
integridad de una familia, haciendo que esta se destruya desde dentro. De este modo, es
una de las principales razones por las que existen familias disfuncionales en donde sus
miembros se ven afectados en los distintos aspectos de sus propias vidas involucrando su
desarrollo. Asimismo, es importante tener en cuenta que el alcohol es un inconveniente y
que, de alguna u otra forma va a interferir en el crecimiento como familia. Es importante
pensar en el cambio, si es que se quiere fortalecer y mantener vivos los vínculos existentes
en nuestro hogar. Es necesario que se piense en ellos antes que en uno mismo.
Referencias
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problemático de alcohol: modalidades y ámbitos de aplicación. Promocion de la Salud
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Bolet, M., & Socarrás, M. (2003). El Alcoholismo, Consecuencias y Prevención. Cubana Invest
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Rodriguez, O., Baldo, R., & Cardoso, S. (2000). Alcoholismo y Rasgos Psicológicos de la
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