Subido por Cyntia Inamine Raul del Busto

el espacio magico entre las cosas -reflexiones y refracciones

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“La verdadera belleza solamente llega a descubrirla aquel que mentalmente completa lo incompleto.”
Kakuzo Okakura – El libro del té
…
El espacio sólo puede ser experimentado a través del tiempo, debe ser recorrido.
Durante este desplazamiento, todo se transformará, aunque no sea aparente.
No sólo se transformarán los escenarios, sino que el individuo que los recorra también mutará con ellos, se
impregnarán, se relacionarán mutuamente, de instante a instante.
Cada persona traerá consigo su particular registro, su subjetividad, su tiempo personal, donde convergen distintos
planos de su ser, lo cual hará que la experiencia en cada espacio-tiempo y frecuencia sea individual y por ende, única
e intransferible.
De esa interacción, contenedor-contenido, se destilará esta especie de éter, que llamamos atmósfera.
Quizás el espacio y la atmósfera que se genera sea sólo un reflejo exotérico de la mente del individuo, que al ser el
observador, puede intuir-recordar que también es el tiempo, y que también es ilusión narrada por un perfume
cósmico, y es entonces, en ese recuerdo futuro, una puerta que antes siempre fue invisible, se hace ahora evidente.
*Sugerencia al lector: escuchar esto mientras se lee:
https://www.youtube.com/watch?v=DX60jNPdDX8
(repetir cuantas veces sea necesario)
El espacio (mágico) entre las cosas
Reflexiones y refracciones de un policial metafísico.
Entre lo real, lo imaginario y lo simbólico se sitúan los umbrales interdimensionales, desde esos no-lugares, se gesta
la atmósfera, que es un espacio mental-dimensional, un lugar psicológico, un plano de significación, una especie de
burbuja psico-cinestésica que opera en la estructura del sujeto cultural, dándole múltiples niveles y planos de
contexto y significado.
La construcción de una atmósfera responde a distintas variables e intenciones, depende de su naturaleza y su
función. Los disparadores emocionales, sensoriales y simbólicos son los instrumentos que ayudarán a la inmersión
al plano inconsciente, la introyección hacia lo subliminal, hacia lo desconocido, a la conversión dirigida hacia un
estado perceptivo que se abre a una arquitectura del ánima, de naturaleza hiperdimensional, una especie de
construcción oniro-laberíntica, entre ecos, reflejos y fractales potenciados en su complejidad denotativa y
connotativa que es proyección en la vigilia y materia activa y reactiva de observación y percepción.
La creación de un multiverso que tomando la excusa del registro de lo real y aparentando moverse en la superficie,
deja una cavidad, un punto de entrada a lo imaginario, a lo emotivo, y a lo simbólico, a lo mental, en la que el
individuo-espectador pueda ingresar y llenarla de su propia emoción, de su propio pensamiento, de su propia
presencia, transformándose en un agente integrativo, exhalando su mayor poder en la sugestión.
La intención es clara, dialogar anhelando el lenguaje de los pájaros, creando un flujo de energía, una sintonía de
frecuencias mentales-perceptivas que se muevan en los terrenos del ultra, del infra, del supra, del intra, del extra,
del trans, del hiper, del micro, del macro, ser partícipes voluntarios de un viaje multidireccional y psicodimensional,
tanto individual como colectivo, tanto en los planos luminosos del consciente, como en los planos de oscura
luminiscencia del inconsciente, lugar donde se encuentra lo anhelado, el íntimo deseo oculto, la posibilidad del
encuentro esencial.
La pared que muta a puerta, la puerta que se transforma en puente, el puente que se transmuta en abismo, y el
abismo que integra al vacío, en los campos de las frecuencias mentales sería el proceso inmersivo al mundo onírico
consciente, la eterna representación de los mitos, iniciando el proceso en un viaje a través de beta, alpha, theta,
delta y gamma, delineando así patrones, fisuras, enlaces, ritmos, tempos, mesetas y picos anímico-narrativos,
sumergencias y emergencias en un mar psíquico que deviene a través de lo proyectado, y derritiendo los límites,
volviéndolos difusos en la identificación del yo narrativo y en su subjetiva interpretación resignifica la consciencia en
sus distintos despertares: vigílico, onírico, autoconsciente y objetivo.
Un director de cine que planea realizar un policial, una obra que se va creando y recreando constantemente, pero
que amenaza con nunca existir, una selva roja que se manifiesta desde lo increado, una visión de la rubedo, de la
obra al rojo, un proyecto cinematográfico que lucha contra el suicidio, el realizador debe alquimizarse a sí mismo
para que el detective aparezca en el plano de la manifestación, el rostro del designio astrológico, la travesía
arquetípica en busca de la piedra oculta, en un azaroso viaje psicodimensional, de allí que su tinte sea metafísico.
Un detective intoxicado por su mundo, corriendo peligro de ser fagocitado por su entorno y de sucumbir en algún
ataque epiléptico, que busca lo inefable, la búsqueda del silencio mental y la muerte ilusoria, que a través de su
particular afición, la construcción de silenciadores para pistolas de mediano alcance, busca de forma inconsciente
descifrar la sabiduría del número 3, el mundo más allá del número 1 y el 2, más allá de lo dual, de los opuestos, un
instante de quietud dentro de la vorágine del mundo, un psico-espacio-temporal que no está en la línea
trascendente, sino en la zona inmanente, un territorio propio, de síntesis, una plaza liberada, de oposición
estratégica, donde el otro, el mundo externo, no amenaza con fagocitar, sino que se resignifica, una metamirada
que escucha los colores, que puede tocar y ver los sonidos, que observa y esculpe los pensamientos, un oído, un
tercer oído que mira los olores y huele las visiones, que traspasa realidades, a través de laberintos antropomorfos,
penetrando con los dotes taumatúrgicos de aquel que se atrevió a construir el atanor y establecer comunicación con
aquello que le fue oculto y desconocido, y sólo así se develaron pasadizos, se abrieron puertas, portales y umbrales
dejaron de ser invisibles, se tendieron puentes y se presenciaron abismos de cada mundo de memoria y de
expectativas, para luego dejar voluntariamente y sin apego que se disuelva todo, sin ser fagocitado en el proceso.
La historia empieza donde finaliza, lo mismo que la salida del laberinto es su propia entrada.
Links:
https://vimeo.com/69714183 (película completa)
https://www.youtube.com/watch?v=VhAw6Gc2rWg (trailer)
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