Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. Posgrado en Ciencias Biológicas ESTRUCTURA GENÉTICA DE Vanilla planifolia Andrews SILVESTRE EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO: IMPLICACIONES PARA LA CONSERVACIÓN DE LA ESPECIE Tesis que presenta SARA VILLANUEVA VIRAMONTES En opción al título de DOCTOR EN CIENCIAS BIOLÓGICAS Opción Recursos Naturales Mérida, Yucatán, México 2017 Este trabajo se llevó a cabo en la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán, y forma parte del proyecto titulado Diversidad genética de Vanilla planifolia y sus parientes silvestres, en el que participé bajo la codirección del Dr. Jaime Martínez Castillo y la Dra. Mariana Hernández Apolinar. AGRADECIMIENTOS. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca otorgada para realizer los estudios de Doctorado (Becaria: 255722). A mis codirectors de tesis el Dr. Jaime Martínez Castillo y la Dra. Mariana Hernández Apolinar por su dirección, apoyo y confianza en la realización de este trabajo de investigación. A los técnicos Ing. Alfredo Dorantes Eúan y Gabriel Rolando Dzib por su apoyo en la exploración y colecta botánica; Biól. Verónica Limones Briones y QFB. Matilde Ortiz García por su apoyo en la estandarización de los protocolos de laboratorio. A los miembros de mi comité tutorial: Dr. Germán Carnevali Fernández-Concha y Dra. Luz María Calvo Irabien por su apoyo, consejos y observaciones para el enriquecimiento de este trabajo. A los miembros de mi comité evaluador: Dra. Mariana Chávez Pesqueira, Dr. Javier Orlando Mijangos Cortés, Dr. Rodrigo Duno de Stefano y Dr. Rubén Humberto Andueza Noh. DEDICATORIAS. A Dios, por darme vida, por su amor y protección. A mi esposo Carlos Fernando Regla Márquez, por su amor, apoyo y motivación día con día. A mis hijos Dante y Dania por alegrar y motivar mi corazón. A mis padres María Yolanda Viramontes Saldivar y Gerardo J. Villanueva Cuevas, y mis hermanos Gerardo y David que siempre me han brindado su amor y apoyo. Nada tiene sentido en la evolución si no es a la luz de la Genética de Poblaciones M. Lynch, 2007. INTRODUCCIÓN. 1 CAPÍTULO I 4 ANTECEDENTES. 4 1.1 ESTADO DE CONSERVACIÓN GENÉTICA DE ESPECIES VULNERABLES. 4 1.2 ESPECIE DE ESTUDIO: Vanilla planifolia Andrews. 10 1.3 ÁREA DE ESTUDIO: PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO (PYM). 20 JUSTIFICACIÓN. 25 HIPÓTESIS. 26 OBJETIVO GENERAL. 27 OBJETIVOS ESPECÍFICOS. CAPÍTULO II 27 28 WILD Vanilla planifolia AND ITS RELATIVES IN THE MEXICAN YUCATAN PENINSULA: SYSTEMATIC ANALYSES WITH ISSR AND ITS. 28 2.1 INTRODUCTION. 28 2.2 METHODS. 32 2.3 RESULTS. 40 2.4 DISCUSSION. 50 CAPÍTULO III 56 ESTRUCTURA Y DIVERSIDAD GENÉTICA DE Vanilla planifolia SILVESTRE EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO. 56 3.1 INTRODUCCIÓN. 56 3.2 MATERIALES Y MÉTODOS. 59 i 3.3 RESULTADOS. 66 3.4 DISCUSIÓN. 81 CAPÍTULO IV 88 DISCUSIÓN GENERAL. 88 4.1 ESTADO DE CONSERVACIÓN DE Vanilla planifolia SILVESTRE. 88 4.2 CONCLUSIONES. 95 4.3 PERSPECTIVAS. 97 BIBLIOGRAFIA. ii 98 LISTADO DE FIGURAS. Figura 1.1. Vanilla planifolia silvestre. Fotos de Villanueva-Viramontes, S....................... 13 Figure 2.1. Flowers and vegetative structures of the Vanilla species reported for the Yucatan Peninsula and used in the analysis with ISSR molecular markers. A V. planifolia wild (both photographs by Sara Villanueva [SV]). B V. insignis (flower photography by Leon Ibarra González, and leaves photography by SV). C V. odorata (flower photography by Manfred Speckmaier, and leaves photography by SV). D V. sp. nov. aff. V. phaeantha (both photographs by SV). E V. pompona (both photos by Verónica Borbolla).......................................................... ¡Error! Marcador no definido. Figure 2.2. Assignment test of 88 wild individuals of Vanilla spp. collected in the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers with Structure. A) Kóptima = 5. B) Kóptima = 7. ......................................................................... 43 Figure 2.3. Neighbor-Joining dendrogram based on Jaccard similarity index (Jaccard, 1908) of 88 wild individuals of the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers. The color in the branches is according to Fig. 2.2-A. .......................................................................................................................... 44 Figure 2.4. Principal Coordinates Analysis (PCoA) of 88 wild individuals of Vanilla in the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers. The color points are according to Fig. 2.2-A. ............................................................... 46 49 Figure 2.5. Vanilliodeae phylogeny. Tree with the highest posterior probability resulting from the Bayesian phylogenetic inference. ML bootstrap values to the left of the diagonal; Parsimony jackknife values to the right of the diagonal; and posterior probability values above the branches. The phylogram in the lower left corner shows the length of the branches. Trees were obtained from multiple sequence alignments of nucleotides of Vanilla species using ITS...................................................................... 49 iii Figura 3.1. Sitios de colecta de Vanilla planifolia. 1, 2 y 3 corresponden a los sitios donde se colectaron los ejemplares de referencia (cultivados). 4 – 25 corresponden a los sitios donde se colectó material vegetal de ejemplares silvestres de V. planifolia en la MYP. .................................................................................................................................... 62 Figura 3.2 Patrón de agrupamiento de 7 individuos cultivados y 89 individuos silvestres de Vanilla planifolia de la Península de Yucatán, México, mediante la determinación de Kóptimas con el método de Evanno et al. (2005) y 14 loci de microsatélites. .................. 70 Figura 3.3. Mapa de distribución de las poblaciones de Vanilla planifolia y los subgrupos genéticos en la MYP. La codificación de colores es de acuerdo a las Kóptimas de los análisis de Structure.................................................................................................... 71 Figura 3.4. Análisis de Coordenadas Principales (PCoA) de Vanilla planifolia en la MYP. La codificación de colores es de acuerdo a las Kóptimas de los análisis de Structure. .... 73 Figura 3.5. Prueba de Mantel. Aislamiento por distancia entre 89 individuos de Vanilla planifolia silvestre en la Península de Yucatán, México............................................... 77 Figura 4.1. Distribución de Vanilla planifolia en México y Provincias biogeográficas de México (Morrone, 2005). Puntos azules: registros de Soto-Arenas (2009; 1999) y Cibrián (1999); puntos verdes registros de Villanueva-Viramontes et al., 2017. Mapa tomado de Morrone, 2005: 1, California; 2, Baja California; 3, Sonora; 4, Altiplano Mexicano; 5, Tamaulipas; 6, Península de Yucatán; 7, Sierra Madre Occidental; 8, Sierra Madre Oriental; 9, Eje Volcánico Transmexicano; 10, Cuenca del Balsas; 11, Sierra Madre del Sur; 12, Costa Pacífica Mexicana; 13, Golfo de México; 14, Chiapas. .................................................................................................................................... 91 Figura 4.2. Distribución de Vanilla planifolia silvestre en México y Áreas Naturales Protegidas-SIMEC. Círculos azules: registros de Soto-Arenas (2009; 1999) y Cibrián (1999); círculos verdes: población VERDE-K2 y círculos rojos: población ROJO-K2 (exploración botánica del presente estudio). .............................................................. 94 iv v ABREVIATURAS ISSR Inter Simple Sequence Repeats ITS Interal Transcribed Spacer MYP Mexican Yucatan Peninsula NOI Nivel de Organización Interno PYM Península de Yucatán, México SSR Simple Sequence Repeat vii RESUMEN En la conservación y el uso sustentable de los recursos genéticos, un aspecto importante es evaluar los niveles de diversidad genética y conocer como esta diversidad está organizada en el área de distribución natural de las especies. La presente tesis se centra en el análisis de la diversidad y estructura genética de la vainilla (Vanilla planifolia Andrews) a través de marcadores moleculares microsatélites, con el objetivo de aportar conocimiento sobre el estado de conservación de sus poblaciones silvestres presentes en la Península de Yucatán, México. Esta región presenta características ecológicas distintas a otras áreas de México en donde se han encontrado individuos silvestres de V. planifolia, lo cual puede proporcionar información valiosa de referencia sobre diversos aspectos relacionados con el estado de conservación y el manejo de este importante recurso forestal no maderable. Hasta antes del presente trabajo, no existían estudios que incorporaran un número grande de individuos silvestres, lo que no permitía abordar los procesos micro-evolutivos que han ocurrido en las poblaciones naturales de V. planifolia y que afectan directamente el futuro de las mismas. Este es el primer estudio que logra determinar la existencia de dos poblaciones silvestres de V. planifolia con base en un número mayor de individuos silvestres (89); lo que permitió, además, observar una subestructura compleja al interior de estas poblaciones, logrando determinar hasta 10 subgrupos. Por otra parte, el presente estudio contribuye a la correcta determinación molecular (usando marcadores moleculares ISSR e ITS) de tres especies de Vanilla reportadas previamente en la Península de Yucatán (V. planifolia, V. odorata C. Presl y V. insignis Ames), así como un nuevo registro (V. pompona Schiede) y una nueva especie (V. sp. nov. aff. V. phaeantha). Además, los resultados contribuyen a la dilucidación de la filogenia de las especies de Vanilla encontradas en la Península de Yucatán, México, con respecto a algunas especies de Las Antillas, África y Asia. Los resultados del presente trabajo aportan elementos que pueden ser utilizados para generar estrategias de conservación y manejo sustentable de V. planifolia y de sus parientes silvestres, tanto en su distribución natural como en el cultivo de todas las especies productoras de vainilla. ABSTRACT In the conservation and sustainable use of genetic resources, an important aspect is to evaluate the levels of genetic diversity and to know how this diversity is organized in the natural range of the species. The present thesis focuses on the analysis of the diversity and genetic structure of vanilla (Vanilla planifolia Andrews) through molecular-markers microsatellites with the objective of contributing knowledge about the conservation status of its wild populations present in the Yucatán Peninsula, Mexico. This region presents different ecological characteristics to other areas of Mexico where wild individuals of V. planifolia have been found, which can provide valuable information of reference on diverse aspects related to the state of conservation and the management of this important nontimber forest resource. Before the present study, there were no studies that incorporated a large number of wild individuals, which did not allow to address the micro-evolutionary processes that have occurred in the natural populations of V. planifolia and that directly affect their future. This is the first study to determine the existence of two wild populations of V. planifolia based on a greater number of wild individuals (89); which allowed, in addition, to observe a complex substructure within these populations, managing to determine up to 10 subgroups. On the other hand, the present study contributes to the correct molecular determination (using molecular markers ISSR and ITS) of three Vanilla species previously reported in the Yucatan Peninsula (V. planifolia, V. odorata C. Presl and V. insignis Ames), as well as a new record (V. pompona Schiede) and a new species (V. sp. nov. aff. V. phaeantha). In addition, the results contribute to the elucidation of the phylogeny of Vanilla species found in the Peninsula, with respect to some Afro-Caribbean and Asian species. The results of the present work provide elements that can be used to generate strategies for the conservation and sustainable management of V. planifolia and its wild relatives, both in their natural distribution and in the cultivation of all vanilla producing species. INTRODUCCIÓN. INTRODUCCIÓN. En las últimas décadas se ha producido un enorme interés por la diversidad, evolución y recuperación del género Vanilla Mill. (Cameron, 2011; Havkin-Frenkel y Belanger, 2011; Odoux y Grisoni, 2010; Bory, et al., 2008a). En parte, este interés se debe a que dentro de este género se encuentra la segunda especia de mayor importancia comercial a nivel mundial: la vainilla (Cameron, 2011). Esta especia se puede obtener de diferentes especies de Vanilla e híbridos (Menchaca, 2009). Sin embargo, el 95% de la producción mundial de vainilla se centra en una especie (Sasikumar, 2010; Lubinsky et al., 2008a): Vanilla planifolia Andrews. En Mesoamérica, los frutos de Vanilla planifolia fueron utilizados desde tiempos prehispánicos para una variedad de propósitos: tributo, fragancia, condimento del cacao y medicinal, entre otros (Hágsater et al., 2005). Inicialmente, la producción de vainilla dependía de la cosecha de los frutos silvestres resultantes de la polinización natural (Hernández-Apolinar, 2002). Posteriormente, esta producción formó parte de los periodos de barbecho generados por el sistema milpa, derivando en el manejo de agro-bosques de vainilla (Toledo et al., 2003). Actualmente, la producción de vainilla se basa en la propagación vegetativa, la polinización manual (Bory et al., 2007) y el uso excesivo de fungicidas y plaguicidas (Soto-Arenas, 2006). Estas condiciones han traído consigo gastos de inversión altos y una disminución alarmante en la variación genética de los cultivares como resultado de la casi nula emergencia de individuos provenientes de la recombinación sexual (Cameron, 2011; Bory et al., 2008a; Soto-Arenas, 2006), llevando a enlistar a la especie en la categoría de alto grado de erosión genética (FAO, 1995). Vanilla planifolia es originaria de las selvas tropicales de México y América Central (Hágsater et al., 2005; Soto-Arenas, 2003). En México, las poblaciones silvestres de V. planifolia han sido severamente afectadas por la colecta excesiva e ilegal para el establecimiento de plantaciones, al punto de llevar a la especie al borde de la extinción en su hábitat natural (SEMARNAT, 2010; Soto-Arenas, 2006). Incluso, algunos autores han aseverado que sólo existen cerca de 30 individuos silvestres (probablemente genotipos), la mayoría de éstos distribuidos en el sureste de México y un par en Costa Rica (SotoArenas, 2006; Schlüter, 2002; Cibrián, 1999). Estas aseveraciones se basan en registros de herbarios y muestras obtenidas en cultivo, la mayoría de éstos erróneamente 1 INTRODUCCIÓN. determinados (Soto-Arenas, 2009); así como en muestras obtenidas únicamente de cultivos (Cibrián, 1999; Smith, et al., 1992; Purseglove et al., 1981) o en el uso de un número reducido de individuos silvestres (Soto-Arenas, 1999); por lo que pueden representar limitaciones en el muestreo. Aun así, actualmente se considera que las poblaciones silvestres de V. planifolia se encuentran amenazadas a nivel mundial debido a su número reducido, por lo que han sido clasificadas en la categoría de Protección Especial (CITES, 2017; SEMARNAT, 2010). El presente trabajo tiene como objetivo central conocer el estado de conservación de la diversidad genética de las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia presentes en la Península de Yucatán, México. Puesto que en la naturaleza los miembros de Vanilla tienen una escasa floración que dificulta la correcta determinación de especies con características vegetativas similares, y considerando que en la Península de Yucatán crecen simpátricamente al menos cuatro especies de Vanilla, en esta investigación se empleó como estrategia experimental el uso de información molecular para la correcta determinación de los individuos silvestres de V. planifolia y su posterior selección para el estudio de diversidad y estructura genética de esta especie. El Capítulo 1 de la tesis presenta el marco teórico de esta investigación, se señala la importancia de la diversidad genética y del uso de marcadores moleculares para la conservación de las especies silvestres, se presenta a la especie de estudio y su problemática, así como el área de estudio y la justificación del trabajo, para por último establecer las hipótesis y los objetivos de la investigación. El Capítulo 2 presenta el uso de marcadores ISSR e ITS como herramientas para la determinación de individuos silvestres de Vanilla. Los resultados muestran que estos marcadores permitieron no solo diferenciar entre las especies de Vanilla reportadas para la Península de Yucatán, sino también ayudaron a identificar un nuevo registro de Vanilla para la región y una nueva especie para la ciencia. El Capítulo 3 presenta un análisis poblacional de V. planifolia usando marcadores microsatélites y 89 individuos silvestres. Los resultados arrojaron la presencia de dos poblaciones ubicadas en zonas diferentes de la Península y mostraron una estructura genética compleja al interior de estas poblaciones. El Capítulo 4 presenta una discusión general sobre el estado de conservación de V. planifolia, integrando los 2 INTRODUCCIÓN. resultados de los Capítulos 2 y 3, y discutiéndolos a la luz de los diferentes estudios realizados en México, derivando en las conclusiones generales del trabajo y perspectivas. 3 CAPÍTULO I CAPÍTULO I ANTECEDENTES. 1.1 ESTADO DE CONSERVACIÓN GENÉTICA DE ESPECIES VULNERABLES. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) establece que la biodiversidad, entendida como la variedad de vida en la Tierra, puede abordarse desde tres perspectivas: la diversidad de especies, la variación genética al interior de las especies y la diversidad de los ecosistemas (McNeely et al. 1990). Con la finalidad de impulsar estas tres perspectivas, fue aprobada la “Estrategia mundial para la conservación de las especies vegetales” (Estrategia Mundial para la Conservación Vegetal) en el 2002, en la Sexta reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB); misma que fue ratificada y actualizada a través de la decisión X/17 (periodo 2011‐2020), en la versión X de 2010 de dicha Conferencia y Convenio. En esta decisión, se define a la Estrategia mundial como un “impulsor para el trabajo conjunto a todos los niveles de expresión de la diversidad, cuyo fin es comprender, conservar y utilizar de manera sostenible la inmensa riqueza de la diversidad mundial de especies vegetales, y al mismo tiempo promover la concientización y crear la capacidad necesaria para aplicarla”. La diversidad genética, es decir, la variación genética al interior de las especies es una de las formas de la biodiversidad que deben ser conservadas (McNeely et al. 1990), la cual se define como las variaciones heredables que ocurren en cada organismo, entre los individuos de una población y entre las poblaciones dentro de una especie (Piñero et al., 2008). Es decir, que lo que conocemos como biodiversidad se deriva de los procesos evolutivos que operan sobre esas variaciones. Bajo este contexto, es de vital importancia tanto para la conservación de los ecosistemas como para el bienestar social del hombre, el conocimiento y comprensión de dicha variabilidad al interior de las especies (Piñero et al., 2008), es decir, entre las las poblaciones y los individuos que las conforman. Dado que los análisis genéticos proporcionan una fuente única de información sobre las características biológicas de las especies (Esparza-Olguín, 2004; Abadie y Berretta 2001), dichos análisis pueden guiar las estrategias de conservación y manejo de 4 CAPÍTULO I los organismos enlistados en las diferentes categorías de protección especial (i.e. NOM059-SEMARNAT-2010; IUCN, 2017-1). De acuerdo con Lowe et al. (2005), Frankham et al. (2002), Amos y Balmford (2001) y Raijmann et al. (1994), en el análisis de la diversidad genética de las especies es importante tomar en cuenta otros elementos, tal es caso de los factores genéticos de las poblaciones remanentes, los tamaños poblacionales efectivos, la diversidad genética intra e inter poblacional y la distribución de la especie en estudio, particularmente para las especies de distribución restringida y en peligro de extinción. Estos aspectos, robustecen, a través de distinta información, la evaluación de los efectos que tienen la fragmentación del hábitat y los cambios ambientales sobre los genotipos de las poblaciones de las especies raras y/o en riesgo. En lo relativo a la diversidad genética intrapoblacional, tanto para especies comunes como raras o en riesgo, ésta es transcendental para la persistencia de las poblaciones a largo plazo (Kahilainen et al., 2014). Esta importancia radica en dos atributos primordiales: 1) en el potencial adaptativo de las poblaciones y 2) en la variación genética neutral al interior de las poblaciones naturales. El primero es un reflejo de la variación fenotípica que está determinada genéticamente (e.g. Hoffmann y Sgrò, 2011; Bell y Collins, 2008; Blows y Hoffmann, 2005), cuya importancia será mayor a medida que mayor sea el potencial adaptativo. El segundo atributo es un reflejo de la posible reducción de la viabilidad genética, cuya importancia será mayor a medida que los procesos de endogamia y deriva génica al interior de poblaciones sean mayores (O’Grady et al., 2006; Frankham, 2005a; Spielman et al., 2004; Puurtinen et al., 2004; Reed y Frankham, 2003). Este último caso, cobra mayor relevancia cuando se toma en cuenta el tamaño efectivo de la población [número de individuos reproductivos que contribuyen tanto demográficamente como genéticamente a la siguiente generación (Hedrick, 2000)] de las especies raras o en peligro de extinción, debido a que la diversidad genética neutral asociada a dicho tamaño poblacional puede reflejar la capacidad evolutiva y el potencial adaptativo a largo plazo en este tipo de especies (Lanfear et al., 2014; Willi et al., 2006; Frankham, 2005b; Robertson, 1960). Cabe señalar que, no se puede esperar que esta diversidad sea directamente equiparada con la variación particular de cualquier característica fenotípica (Reed y Frankham, 2001). En este contexto, la reducción de la diversidad genética intrapoblacional, ya sea neutra o adaptativa, está relacionada con el aumento del riesgo de extinción en las poblaciones silvestres. 5 CAPÍTULO I En la conservación de las poblaciones silvestres, rara vez se ha considerado abordar explícitamente la diversidad genética, a pesar de que este aspecto influye en su viabilidad a largo plazo y el funcionamiento de los ecosistemas (GEO BON, 2011; Walpole et al., 2009; Mace y Purvis, 2008). En México la aplicación de este enfoque ha sido limitado, a pesar de que el 4.46% de sus especies vegetales están en peligro de extinción (Royo-Márquez et al., 2014). En parte, esto se debe a que la información está dispersa, ya que los factores ambientales y genéticos que afectan directamente a la demografía de las poblaciones están siendo evaluados con diferentes marcadores moleculares, por lo que existe la necesidad de contar con un marco de referencia acerca de las técnicas disponibles para el estudio genético de las poblaciones naturales en el país (CanalesDelgadillo et al., 2015). Una forma de abordar la diversidad genética se plantea en la Estrategia Española para la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos forestales de España (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/politica-forestal/recursos-geneticosforestales/rgf_estrategias_conservacion.aspx). Esta estrategia se basa en el establecimiento de “Unidades de Conservación Genética”, cuya delimitación se basa en la información de la diversidad genética de cada una de las especies que la conforman. Por ello, la disponibilidad de datos genéticos (genotípicos y/o fenotípicos) es de vital importancia para su elección. Sin embargo, en los casos en los que no existan datos genéticos disponibles, la variación espacial y ecológica de la especie en cuestión es tomada en cuenta, siendo conscientes de que éstas son solamente indicadores (con la necesidad de validación) de la variación genética. Cabe señalar que estas unidades de conservación genética deben aportar algún valor adicional a la red de conservación de la biodiversidad en dicho país. De ahí que, para valorar este aporte se considera su contribución a la diversidad genética de la especie (variabilidad y diferenciación) y/o aportación al estado de conservación de la especie. Esta caracterización debe ser común para las unidades de cada especie; por lo que, en los planes específicos se deben fijar aspectos como los parámetros a estimar, tipo e intensidad de muestreo, marcadores moleculares y caracteres adaptativos a evaluar, 6 CAPÍTULO I métodos de análisis de los datos, entre otros (Plan Nacional de Conservación de Recursos Genéticos Forestales, 2009). 1.1.1 Enfoques en el estudio del estado de conservación genética: marcadores moleculares. Todas las actividades de conservación de los recursos genéticos requieren la caracterización de la diversidad presente, tanto en las pozas génicas como en los bancos de genes (Karp et al., 1997). Dicha caracterización se ha llevado a cabo principalmente mediante la aplicación de marcadores moleculares - segmentos de ADN claramente identificables con posiciones conocidas en el genoma que permiten entender y conservar la biodiversidad (Godoy, 2009; Freeland, 2005; Karp et al., 1997; Avise, 1994). A través de éstos se ha permitido documentar los cambios genéticos que las poblaciones han sufrido como consecuencia de la fragmentación y destrucción de sus hábitats; confirmando así, las consecuencias negativas que los disturbios pueden tener en la viabilidad poblacional y la evolución adaptativa (Godoy, 2009). A su vez, la aplicación de marcadores moleculares, junto con la teoría evolutiva, aporta información sobre la historia evolutiva (Avise, 2000), la demografía, la ecología y el comportamiento de las especies, la cual puede ayudar en la evaluación de riesgos, la asignación de prioridades, la delimitación de unidades y el diseño de estrategias de conservación ad hoc (Frankham, 2005; Crandall et al., 2000; Moritz, 1994). Un aspecto relevante de los marcadores moleculares es que permiten observar diferencias reales entre secuencias homólogas del ADN. Estas diferencias surgen por cambios o re-arreglos (translocaciones, inversiones, inserciones y deleciones) entre las pares de bases que constituyen la molécula de ADN (Valadez y Kahl, 2000). La importancia de estos marcadores, por tanto, radica en la detección directa de variaciones que experimenta un determinado organismo a nivel de ADN (Demey et al., 2003; Valadez y Kahl, 2000). Es así como, las técnicas moleculares aportan métodos para la asignación de muestras a especies (López-Giraldez et al., 2005; Gómez-Moliner et al., 2004; Palomares et al., 2002), poblaciones o individuos (Mank y Avise, 2004; Berry et al., 2004), de igual forma para la identificación de variedades y el rastreo de las relaciones entre 7 CAPÍTULO I plantas y su linaje (Martínez-Castillo, 2007). De esta manera, estos enfoques moleculares aportan herramientas eficientes para la conservación y la gestión de especies amenazadas (Godoy, 2009). Particularmente, en esta investigación se usaron marcadores moleculares microsatélites, ISSR e ITS, a continuación, se profundiza en éstos. 1.1.2 Microsatélites. Los microsatélites o SSR (Secuencias Simples Repetidas) forman parte de un grupo mayor de marcadores moleculares llamados VNTRs (Repeticiones en Tandem de Número Variable) (FAO 2010). Son secuencias de ADN simples y cortas, cuyo motivo (secuencia aleatoria de bases nitrogenadas) se encuentra repetido en serie a lo largo del genoma de los organismos (Glaubitz y Moran, 2000). La unidad básica se conforma aproximadamente de 2-10 pares de bases. Estas secuencias son altamente variables en el número de unidades que las integran, por lo que su análisis para la búsqueda de polimorfismos es muy valioso (Valadez y Kahl, 2000). Las SSR se caracterizan por ser marcadores altamente polimórficos, considerablemente informativos dado el alto nivel de polimorfismo y codominancia (Rentería-Alcántara, 2007). Además, tienen un alto poder de discriminación, el número de fragmentos o loci obtenidos es alto con respecto a otros marcadores, la transferencia de fragmentos se da incluso dentro de subgéneros, la reproducibilidad es muy alta y trabajar con ellos es de fácil a moderado (Glaubitz y Moran, 2000). Bory et al. (2008), aislaron y caracterizaron 14 loci de microsatélites en Vanilla planifolia en ejemplares cultivados en la Isla Reunión. Estos fueron monomórficos dentro de accesiones cultivadas, como se esperaba del probable único origen clonal de este cultivo y los estudios genéticos anteriores. Estos marcadores fueron transferibles a V. tahitensis y once loci fueron polimórficos entre estos dos taxones estrechamente relacionados. Además, algunos de estos marcadores fueron transferibles y polimórficos a través de otras quince especies americanas, africanas y asiáticas silvestres y revelaron relaciones consistentes entre las especies, junto con un fuerte patrón de diferenciación del género entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo. Además de la utilidad para resolver los patrones filogeográficos del género, la evaluación de la transferibilidad de estos microsatélites en otras especies del género se llevó a cabo para determinar si estos marcadores podrían ser útiles para otras cuestiones como la aparición de hibridaciones interespecíficas naturales (Nielsen, 2000; Nielsen y Siegismund, 1999). 8 CAPÍTULO I 1.1.3 ISSR. Las ISSRs (Inter-Secuencias Simples Repetidas) son otro tipo de marcadores moleculares que permiten evaluar los niveles de variación genética en las regiones internas de los microsatélites, las cuales se encuentran dispersas en varios genomas; particularmente en el nuclear (González y Aguirre, 2007). Estos marcadores consisten en un motivo repetido de dos o tres nucleótidos, que son complementarios a la secuencia del microsatélite. Este motivo está diseñado para ensamblarse a las secuencias repetidas de di y trinucleótidos, evitando los mononucleótidos del cloroplasto (Rocha-Munive et al., 2014). Además de las secuencias repetidas, los iniciadores de ISSR incluyen un par de bases arbitrarias en el extremo 3’. Estos nucleótidos extras juegan un papel muy importante, ya que sirven como anclas, asegurando que la amplificación se lleve a cabo siempre desde el extremo 5’ del microsatélite, en donde el iniciador (oligonucleótido) sitúa dos regiones separadas por una secuencia genómica amplificable del ADN blanco. La molécula generada, con un tamaño particular (peso molecular), se considera un “locus”, que representa el segmento de ADN entre los microsatélites (Bornet y Branchard, 2001; Zietkiewics et al., 1994). El resultado final de la reacción de PCR es un patrón variable de bandas, las cuales representan las regiones amplificadas, detectando de esta manera, el polimorfismo entre individuos de la misma población, ya que el análisis es sensible a la presencia/ausencia del elemento genómico reconocido por el iniciador y a las diferencias en la longitud de la secuencia intermedia amplificada (Zietkiewicz et al., 1994). Este patrón característico de fragmentos se considera la “huella digital genética” de cada individuo analizado. 1.1.4 Regiones ITS y el gen 5.8S. Las secuencias de nucleótidos de los espaciadores transcritos internos (ITS) 1 y 2 de la región nuclear del ADN ribosómico (ADNr) 18S-26S, son secuencias repetidas que están organizadas en series sucesivas (i.e. tándem) en las regiones organizadoras del nucléolo de los cromosomas de todos los eucariotas. Los ITS (espaciadores transcritos internos) han sido ampliamente utilizados en análisis filogenéticos en los niveles de especie y género, al proporcionar una valiosa fuente de caracteres variables (Pridgeon et al. 1997) y 9 CAPÍTULO I al permitir estimar las relaciones intragenéricas (Bateman et al., 1997). Debido a las tasas de evolución relativamente rápidas de los ITS, las secuencias de ADN de los ITS1 e ITS2 (presentes en la unidad de transcripción del ARN ribosomal: ARNr) han demostrado ser útiles para resolver las relaciones filogenéticas de taxones estrechamente relacionados y para distinguir especies dentro de estos (Oliverio et al., 2002; Weekers et al., 2001; Mai y Coleman, 1997; Schlotterer et al., 1994; Baldwin, 1992). Además, el ITS proporciona algunas señales que guían las regiones de codificación ribosómicas cuando se procesan en ARNr 18S, 5.8S y 28S mediante la estructura de plegado de transcripción (van Nues et al., 1995; van der Sande et al., 1992). En los estudios filogenéticos es importante ordenar la alineación de secuencia fiable basada en estructuras secundarias, esta alineación puede ser posible mediante el potencial para predecir la estructura plegable de los ITS (Michot et al., 1999). 1.2 ESPECIE DE ESTUDIO: Vanilla planifolia Andrews. El género Vanilla, es uno de los linajes más primitivos en la familia Orchidaceae (62 millones de años, Cameron, 2011; 2003; Soto-Arenas, 1999). Se trata de plantas hemiepífitas que constituyen el único grupo de esta familia con hábito trepador (Carnevali, 2012; Anilkumar 2004; Soto-Arenas, 2003; Augstburger et al., 2000; Hernández-Apolinar, 1997). El género presenta una distribución pantropical, con alrededor de 110 especies (Bory et al., 2008; Portères, 1954), y se cree que tuvo su origen en América (Bouetard et al., 2010; Ramírez et al., 2007; Cameron, 2000; Cameron, 1999; Portères, 1951). Particularmente, Vanilla planifolia (Figura 1.1) es originaria de las selvas tropicales de México y América Central (Hágsater et al., 2005; Soto-Arenas, 2003; Portères, 1954). Se desarrolla en selvas altas perennifolias y medianas subperennifolias contiguas a sabanas inundables, generalmente sobre terrenos kársticos muy accidentados, frecuentemente en la cima de lomeríos (Soto-Arenas, et al., 2009). La especie se localiza desde el nivel del mar hasta aproximadamente los 1100 metros. de altitud (HernándezApolinar, 1997). Esta especie se distribuye en climas cálido-húmedos, generalmente con una gran proporción de lluvia en el verano (Soto-Arenas, et al., 2009). En el caso particular de la Península de Yucatán, V. planifolia se encuentra en clima cálido subhúmedo con temperatura media mensual del mes más frío mayor de 18 °C, con lluvias en verano y estación seca en el invierno (al menos un mes con menos de 60mm de 10 CAPÍTULO I precipitación anual acumulada) con un porcentaje de lluvia que va entre 5 y >10.2 mm de la anual, y un índice de Lang (estimador de eficiencia de la precipitación en relación con la temperatura) entre <43.2 y 55.3 (Soto-Arenas y Solano-Gómez, 2007; Carnevali et al., 2001). Además, se encuentra fuertemente asociada a cuerpos de agua dulce (cenotes, aguadas, rejolladas). Con base en Soto-Arenas et al. (2009), a continuación, se describen las características taxonómicas de Vanilla planifolia. Esta orquídea presenta tallos cilíndricos de 6.5-12 (-13) mm de grosor y 120 m de largo, suculentos, flexibles, de color verde oscuro y lisos; los cuales están formados por entrenudos de 6-15.5 cm de largo. La planta posee hojas elípticas-oblongas subsésiles a subpecioladas de 8.5-23 x 2-7.6 cm, con márgenes frecuentemente paralelos, base obtusa o redondeada, abruptamente acuminada o subacuminada en el ápice; coriáceo-carnosa, haz verde intenso a pálido, lustroso, envés más pálido; con pecíolo acanalado, de 8-18 x 7-9 mm. La inflorescencia en la especie llega a medir de 4-26.5 cm de largo, es un racimo helicoidal, muy raramente ramificado, candelabriforme, con 7-35 flores; pedúnculo 1.5-5 cm de largo, 5-7 mm de grosor, carnoso, con brácteas subdísticas, cimbiformes, recurvadas, triangular-ovadas, subagudas, marginadas, raramente subfoliosas, hasta de 13 (-50) x 9 (-20) mm; raquis 3.5-21 cm de largo, 7-8 mm de grosor. Brácteas 5-10 x 3-4 mm, sésiles, ampliamente ovadas o triangular-ovadas, agudas abajo, las distales obtusas-redondeadas, cóncavas, carnosas y rígidas. Ovario 40-57 mm de largo, 3.5-4 mm de grosor, arqueado en la base, recto, liso, verde, blanco en la base, con nectarios extraflorales. Flores de 39 mm de ancho, sucesivas, algo vistosas, de 1-2 (-3) flores abiertas a la vez, segmentos variablemente extendidos, más frecuentemente con los tépalos formando un ángulo de 40° respecto a la columna, efímeras, tépalos verde pálido a verde blanquecino, brillantes, labelo amarillo pálido-crema con café ocre en la garganta y las papilas, o totalmente verde-crema, papilas distales verdes, columna verde-blanquecina; fragancia débil, herbácea, con notas a canela o similar a las flores nocturnas (Hymenocallis) (SotoArenas, et al., 2009). La floración de V. planifolia es gregaria, principalmente durante marzo-abril. Cada flor permanece abierta aproximadamente de las 7:00 a las 15:00 horas. Sin embargo, en la Península de Yucatán se ha observado que la apertura floral es a partir de las 19:00 hrs a las 13: 00 hrs (obs. personal). V. planifolia es raramente visitada por insectos, aunque se han visto abejas del género Euglossa, visitar las flores y portar 11 CAPÍTULO I polen de esta especie (Hernández-Apolinar et al. 2016). Estas abejas son bien conocidas como polinizadores a larga distancia (hasta 1700 metros, Tonhasca et al. 2003). Se ha reportado también que las euglosinas permiten el mantenimiento de especies con poca diferenciación morfológica, pero con distintas fragancias florales (Williams, 1982). La baja visitación y la escasa producción de frutos (1 en 100-1000) y flores, sugieren la existencia de un mecanismo de polinización por engaño lo cual ha sido planteado como característico de poblaciones con muy bajas densidades (Ackerman, 1986). Las semillas de las vainillas son probablemente dispersadas por murciélagos (Soto-Arenas, et al., 2009) o algún otro animal que frecuente las copas de los árboles como monos araña, saraguatos o aves (observaciones personales). V. planifolia parece ser una especie bien adaptada a la hiperdispersión de sus poblaciones (Soto-Arenas, 1999), pudiéndose encontrar 1 o hasta 10 individuos en un radio de 1 kilómetro, y encontrar otro(s) individuo(s) en más de 57 kilómetros. 12 CAPÍTULO I Figura 1.1. Vanilla planifolia silvestre. Fotos de Villanueva-Viramontes, S. 13 CAPÍTULO I 1.2.1 Breve historia del cultivo de la vainilla. Hágsater et al. (2005), señalan que, en Mesoamérica, los frutos de la vainilla, principalmente Vanilla planifolia, se han utilizado desde tiempos prehispánicos para una variedad de propósitos: tributo, fragancia, condimento del cacao, medicinal, etc. por diversos grupos indígenas, como los mayas, los aztecas y totonacas entre otros. Dicha producción de vainilla dependía de la cosecha de los frutos silvestres, misma que era resultado de la polinización natural de abejas endémicas de Mesoamérica (HernándezApolinar, 2002). A partir de esta información, es posible suponer que V. planifolia pudo haber sido más abundante en aquel tiempo, e incluso que las condiciones ambientales pudieron haber favorecido una mayor producción de frutos. Con el pasar del tiempo, esta producción formó parte de los periodos de barbecho existentes en el sistema de agricultura de roza, tumba y quema conocido como milpa, derivando esto en el manejo de agro-bosques de vainilla (Toledo et al., 2001; Medellín-Morales, 1988; Kelly et al., 1952). Algunos autores (Bory et al., 2008; Lubinsky et al., 2008; Hágsater et al. 2005; Fouché y Jouve, 1999) indican que alrededor del Siglo XIX, Vanilla planifolia fue llevada desde México a otros países tropicales de Asia y África en donde, en un principio, su cultivo no fue exitoso por falta de polinizadores. Los totonacas fueron los primeros y únicos exportadores de vainilla en el mundo por casi 200 años (Hágsater et al., 2005). Sin embargo, el monopolio mexicano de la vainilla se vino abajo con el descubrimiento en Bélgica (1836) de un método para su polinización manual, lo cual permitió a otros países convertirse en productores de vainilla (Kourí, 2004). Actualmente, Indonesia es líder en la producción de vainilla, mientras que México se encuentra en el cuarto lugar (después de Madagascar y China) aportando el equivalente al 5.9% de la producción mundial (FAOSTAT, 2010). La producción de vainilla en México está distribuida entre los estados de Veracruz (51% de la producción nacional), Oaxaca (20%), Puebla (21%), San Luis Potosí (6%), y los estados de Hidalgo, Chiapas y Quintana Roo que en conjunto producen solo un 2% (SIAP, SIACON, SAGARPA, 2011). 14 CAPÍTULO I 1.2.2 Estudios de diversidad y relaciones genéticas en Vanilla planifolia que incluyen individuos silvestres en México. Existen varios estudios de diversidad genética en Vanilla planifolia cultivada tanto en México como en el resto del mundo, en los cuales se han utilizado distintos marcadores moleculares (Borbolla-Pérez et al., 2016; Ramos-Castella et al., 2016; Busungu, 2009; Lubinsky et al., 2008; Bory et al., 2008; Sreedhar et al., 2007; Besse et al., 2004; Cibrián, 1999). En resumen, en las plantaciones estudiadas prácticamente no existe diversidad genética (ver resumen abajo), lo cual es acorde con el modo vegetativo de dispersión de la vainilla y la historia de reciente introducción en las regiones de cultivo. Se considera que la mayoría de las accesiones cultivadas en el mundo se derivaron de una única accesión, posiblemente el cultivar mexicano “Mansa” (Bory et al., 2008). Una de las principales razones de que esto haya sucedido pudo ser la extensa propagación vegetativa de este cultivar, eliminando de esta manera los clones autoincompatibles y no productivos en las plantaciones (Soto-Arenas, 2009). La magnitud de la dispersión de este único cultivar ha sido tan amplia que, actualmente, se encuentran individuos escapados y/o naturalizados con igual información genética en todas las áreas tropicales del mundo (Lubinsky et al., 2008), lo que obstaculiza el reconocimiento de ejemplares silvestres; particularmente, en áreas fuera de su distribución natural. A continuación, se presenta un resumen de los estudios realizados en el país sobre diversidad genética de Vanilla planifolia, en los que resaltan su enfoque y zona de estudio para los fines de la presente investigación: a) Cibrián (1999), usando 7 loci de isoenzimas analizó una pequeña muestra de individuos silvestres de Vanilla planifolia, así como la diversidad y estructura genética de cultivares mexicanos de la misma especie colectados en los estados San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Un aspecto importante en el análisis de esta autora es que, estos individuos no representan poblaciones naturales, ya que fueron colectados muy pocos individuos silvestres (solitarios) en regiones muy diferentes y distantes. Los niveles de diversidad genética en este estudio fueron comparados con el promedio de la variación genética encontrado en otras especies de plantas, cuyo análisis también se basó en isoenzimas (Hamrick y Godt, 1989; Loveless y Hamrick, 1984; Hamrick et al., 1979). Cibrián 15 CAPÍTULO I reportó valores altos (87.5%) de loci polimórficos en las plantas provenientes de Oaxaca, siendo los individuos silvestres aquellos que presentaron mayor variación. En general, todas las localidades presentaron valores bajos de heterocigosidad (HO=0.000 a 0.078), siendo los cultivares de Veracruz las menos variables. Por otro lado, los análisis FST, fenéticos (UPGMA) y de parsimonia indicaron una estructura genética al interior de las muestras de V. planifolia revisadas (Φ=0.18). Estos niveles de diferenciación sugirieron que tanto la endogamia como la deriva génica juegan un papel fundamental en la estructura genética de esta especie. De la misma manera, el cultivar “Oreja de Burro”, el cual se caracteriza por ser autoincompatible, fue uno de los más heterócigos. Estos resultados sugieren que la polinización manual practicada en las plantaciones podría aumentar los niveles de endogamia, al no existir un intercambio genético como el generado por la reproducción sexual. Por otra parte, se observaron dos grupos que excluyen a los individuos silvestres (i.e. individuos aislados de localidades de Tabasco, del Este de Oaxaca y Chiapas), uno de los cuales correspondió al norte de Veracruz y el otro al norte de Oaxaca. Cibrián concluyó que los valores de diversidad genotípica no reflejan la existencia de una extensa propagación clonal y sugiere que las técnicas de electroforesis sobre estimaron el número de genotipos existente. b) Soto-Arenas (1999) analizó las relaciones filogenéticas de las especies mexicanas de Vanilla, usando caracteres moleculares de la región ITS de los genes ribosomales. Este autor encontró que las 10 especies de vainillas que se desarrollan en México pertenecen a linajes distintos del género. Ocho de estas especies forman parte del clado que incluye a las especies económicamente más importantes (V. planifolia y V. pompona), las cuales representan una parte significativa de los recursos genéticos de este cultivo. Mediante la evaluación de la variación de los ITS, se determinó que son una herramienta útil para el reconocimiento de material estéril dentro de este grupo. Los recursos genéticos primarios de vainilla fueron conformados por los cultivares y especímenes silvestres de V. planifolia. Con el objetivo de colectar datos que permitieran establecer una genealogía en esta especie, así como para conocer el origen, diseminación y procesos de domesticación en este cultivo, el autor obtuvo secuencias nucleotídicas de regiones genómicas hipervariables. Sin embargo, 16 CAPÍTULO I la variación detectada resultó insuficiente para realizar un análisis que brindara mayor información sobre la historia de V. planifolia. Basándose en los resultados de los análisis con marcadores ITS, este estudio propone hipótesis que cuestionan la clasificación infragenérica de Vanilla, la cual establece que un complejo de especies y poblaciones estrechamente relacionadas no corresponde con la clasificación taxonómica de las mismas, en otras palabras, que la clasificación generalmente aceptada del género [Aphyllae (donde las plantas tienen brácteas parecidas a hojas) y Foliosae (donde los bejucos tienen hojas desarrolladas), Portéres, 1954] es incompatible con la filogenia. De esta manera, el autor afirma que existen tres linajes que han divergido considerablemente entre las especies mexicanas de Vanilla. Asimismo, sugiere que el origen monofilético del grupo debe ser evaluado con un muestreo más extenso en el que se incluyan especies de otras regiones. Se concluye que gran parte de los recursos genéticos secundarios (especies estrechamente relacionadas genéticamente) de V. planifolia se encuentran en México (sitio de origen y domesticación de esta especie, Soto-Arenas, 1999), siendo el área más probable de diversificación del clado que comprende a V. planifolia. Por otra parte, debido a la frágil condición de conservación en que se encuentran los recursos genéticos primarios de V. planifolia (los individuos silvestres y cultivados), las especies cercanas representan una fuente de rasgos aún más importante que para otros cultivos. Los ITS de las vainillas permitieron utilizar esta región genómica para análisis filogenéticos, pero no genealógicos. Asimismo, estos análisis permitieron rastrear la distribución de los cultivares y algunos especímenes silvestres en México. c) Schlüter et al. (2007) analizaron la variación y estructura genética de Vanilla planifolia en México, usando marcadores de RAPD (Random amplified polymorphic DNA - Fragmentos de ADN polimórficos amplificados al azar). Este estudio incluyó 37 individuos de Vanilla distribuidos de la siguiente forma: 27 de V. planifolia, 17 procedentes de cultivo [diez individuos de los cultivares: “Variegata” (dos) de Florida y Veracruz, “Oreja de Burro” (dos) de Veracruz, y “Mansa” (seis) de Veracruz y de San Luis Potosí (uno); e individuos cultivados (siete) de origen desconocido: de Oaxaca (cinco),Tabasco (uno) y Costa Rica (uno)], seis individuos 17 CAPÍTULO I silvestres: de Chiapas (uno), de Oaxaca (uno) y de Quintana Roo (cuatro), y cuatro individuos cultivados de origen silvestre de Oaxaca (tres) y de Costa Rica (uno), o escapados de cultivo. El resto comprendió un híbrido de V. planifolia x V. odorata (de Costa Rica), dos individuos silvestres de Vanilla cf. helleri Hawkes, dos individuos silvestres de V. insignis, dos individuos silvestres de V. odorata y tres individuos cultivados de Vanilla tahitensis Moore (la cual, actualmente se sabe que es un híbrido entre V. planifolia x V. odorata, Lubinsky et al., 2008b; Soto-Arenas y Dressler, 2010). Los autores encontraron un fuerte componente geográfico relacionado a la variación de los RAPD dentro de los ejemplares muestreados de V. planifolia, con plantas que se desarrollan en Costa Rica separadas de las plantas que se desarrollan en México. Para México se describieron dos grupos principales de vainilla cultivada: el norte y el sur. El grupo norte consistió en su mayoría de plantas cultivadas al norte de la Faja Volcánica (norte de Veracruz), aunque también se incluyen algunas plantas cultivadas de Oaxaca. El grupo del sur de México contenía plantas silvestres y cultivadas de origen silvestre del sur de la Faja Volcánica (Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo). Estos datos sugieren que las plantas cultivadas del sur encontradas en el grupo norte "cultivado", pudieron haber sido tomadas deliberadamente de Veracruz con el propósito de establecer nuevas plantaciones. Por otra parte, al quitar los individuos traslapados se observa una diversidad genética significativamente mayor al sur de la Faja Volcánica, en comparación con el norte de México. Además, los nombres de los cultivares (“Mansa”, “Oreja de Burro” y “Variegata”) utilizados en V. planifolia no parecen reflejar los grupos definidos genéticamente. Las plantaciones en la región de Veracruz se cree que son muy antiguas; y la mayoría de las plantaciones de Oaxaca se establecieron a finales de la década de 1980, a partir de ejemplares silvestres principalmente (Soto-Arenas, 1999). Los resultados de este estudio sugieren que V. planifolia cultivada en México, se divide principalmente en dos grupos genéticos: 1) al norte de la Faja Volcánica, el cual es un pequeño remanente de individuos que fueron de origen silvestre en el pasado, y 2) al sur de México, el cual es de origen silvestre e incluye a los especímenes silvestres restantes. Los autores concluyen que el patrón básico de la distribución de la diversidad genética de esta especie (de norte a sur) se ha complicado por el movimiento mediado por el humano. De la misma manera concluyen que la 18 CAPÍTULO I ausencia de estructura geográfica entre las muestras de Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca, donde cientos de kilómetros pueden separar diferentes genets, puede ser el resultado de la migración de polen a larga distancia por las abejas euglossine y la dispersión de la fruta por murciélagos. d) Ramos-Castella et al. (2016), evaluaron la variabilidad molecular de los cultivares “Mansa” y “Variegata” de Vanilla planifolia y de tres especies silvestres [V. odorata (un individuo), V. insignis (tres individuos) y V. pompona (un individuo)], mediante marcadores ISSR. Como V. planifolia es una especie establecida por esquejes, es común que se observe la presencia del mismo genotipo en una plantación e incluso en varias plantaciones. Debido a esto, los autores utilizaron la metodología de agrupaciones genéticas o pozas génicas (i.e. ADN de un individuo por sitio o la mezcla del ADN de tres a cinco individuos por sitio) para detectar la variación genética entre los sitios de muestreo en los estados de Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo. Dentro del muestreo, se incluyeron dos pozas génicas silvestres provenientes de Oaxaca (únicamente un individuo) y Quintana Roo (tres individuos). El análisis molecular indicó 99.3% de polimorfismo entre todas las especies y 70.45% dentro de V. planifolia. Al interior de esta última, se observaron tres subgrupos. Las pozas génicas más diferenciadas de V. planifolia fueron del cultivar “Rayada” y la poza génica silvestre de Oaxaca, seguida de la poza génica silvestre de Quintana Roo. Todas las pozas génicas comerciales de V. planifolia del cultivar “Mansa” constituyeron un solo grupo. El análisis de estructura genética diferenció entre V. planifolia y las tres especies silvestres y entre las pozas génicas de los cultivares “Mansa” y “Rayada” y las pozas génicas silvestres. Este análisis también indicó la presencia de individuos mixtos. Los resultados sugieren de esta manera, que las pozas génicas silvestres de V. planifolia (las más diferenciadas) constituyen una de las fuentes primarias de variabilidad genética de la especie más importantes para aumentar el acervo genético. Además de que es necesario priorizar la conservación de estas pozas génicas debido a que son las más amenazadas por la destrucción del hábitat y por ser reemplazadas por el cultivar “Mansa”. 19 CAPÍTULO I 1.3 ÁREA DE ESTUDIO: PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO (PYM). En México, algunos sistemas de clasificación de la vegetación han reconocido hasta 50 tipos diferentes (González-Medrano, 2003; INEGI, 1989; Miranda y Hernández-X., 1963); y se han definido provincias biogeográficas de acuerdo con los enfoques fisiográficos (Ferrusquía-Villafranca, 1993), fitogeográficos (Rzedowski, 1978) y zoogeográficos (Goldman y Moore, 1946; Moore, 1945). El número de provincias identificadas para el país ha variado de acuerdo a los grupos biológicos en cuestión; sin embargo, la Península de Yucatán (PYM, Península de Yucatán-México) siempre ha sido reconocida como una unidad relativamente homogénea, independientemente del criterio elegido. La PYM es una amplia planicie que se caracteriza por su relativamente reciente identidad geológica (resultado de la emersión de la Placa del Caribe; Espinosa y Ocegueda, 2008), su clima tropical, los tipos de suelos presentes, así como por su flora y fauna (Espadas, 2004). Esta planicie rebasa los 200 m de elevación sobre el nivel del mar solo en su extremo sur, además de que su carácter peninsular le confiere cierto grado de aislamiento. Debido a que parte de la península se encuentra en el Golfo de México, y también a la trayectoria de los grandes sistemas de vientos y subsidencias (Espinosa y Ocegueda, 2008), la PYM es dominada por una corriente marina cálida que representa un aporte significativo y constante de vapor de agua. Además, a pesar de su relativa pobreza florística, la flora presenta una proporción considerable de especies endémicas. La vegetación de la PYM ha sido descrita por Flores y Espejel (1994), Rzedowski (1978) y Miranda (1958). La mayor parte de la superficie que comprende el estado de Yucatán y en menor proporción en Campeche y Quintana Roo, está cubierta por selvas bajas caducifolias. Cerca de la costa de los tres estados de la península se desarrolla la vegetación halófila típica de la línea de costa, la duna costera y el matorral de duna costera. En esta zona también son frecuentes varios tipos de manglar y marisma que corresponden a un conjunto heterogéneo de todos los tipos anteriores de vegetación incluyendo además al petén y a las sabanas húmedas. Los petenes son lugares cerca de la costa donde aflora el drenaje subterráneo creando un oasis de aguadulce en una matriz de suelos y vegetación halófita. Otro tipo de vegetación bastante frecuente son las selvas bajas inundables, que forman grandes parches en varias zonas de la parte sur de la península, sin embargo, también se encuentran parches dispersos en algunos lugares 20 CAPÍTULO I más al norte. Las selvas bajas inundables son de varios tipos, esto según el tipo de planta que las domina en biomasa y estructura: pucteales (dominados por Bucida buceras L.), mucales (dominados por Dalbergia sp.) y, más frecuentemente, tintales (dominados por Haematoxylum campechianum L.). Este tipo de vegetación tiene elementos florísticos distintivos y estructurales, y está caracterizado notablemente por la gran biomasa y diversidad de plantas epífitas. Las selvas alta subperennifolia y alta perennifolia ocupan las áreas más húmedas en los estados de Campeche y Quintana Roo, y muestran diferencias florísticas importantes que se reflejan en diversos esquemas biogeográficos basados en clima, fisiografía y plantas (Lundell, 1934), aves, mamíferos y plantas (Goldman y Moore, 1946), anfibios, aves, peces, mamíferos no voladores y reptiles (Barrera, 1962), anfibios y reptiles (Lee, 1980) y árboles y sus endemismos (EspadasManrique et al., 2003; Ibarra-Manríquez et al., 2002). Se han hecho varias propuestas de regionalización interna que reconocen desde dos hasta cinco subunidades dentro de la PYM (Ibarra-Manríquez et al., 2002) y una de las más consistentes divide a la región en una región norte seca y otra al sur, más húmeda. Entre la selva baja caducifolia y la selva alta perennifolia, hay asociaciones intermedias que se conocen como selva mediana. Éstas que pueden ser caducifolias o subperennifolias. En general la altura y fisonomía son intermedias, así como también la distribución espacial, ocupando una franja intermedia entre el extremo seco del norte y el extremo húmedo al sur. Por otra parte, existen tipos de vegetación que ocupan áreas menos extensivas en la PYM, las cuales están asociadas a fenómenos o condiciones edáficas o geomorfológicas especiales. Entre estos tipos de vegetación se incluyen varios tipos de comunidades vegetales que habitan suelos casi permanentemente saturados y con una cobertura predominantemente herbácea, tales como los tulares, dominados por Typha angustifolia L. y los carrizales, dominados por Phragmites communis Trin. Algunas variantes de estos ecosistemas poseen plantas arbóreas que les confieren una fisionomía distintiva, como lo son los tasistales, dominados por Acoelorraphe wrightii (Griseb. y H. Wendl.) H. Wendl. ex Becc., y los "corchales" de Annona glabra L. De la misma manera, en lugares donde hay pequeños desniveles se forman las "rejolladas" (n. f. Americanismo. Depresión notablemente circular y muy fértil, resultado del derrumbe, siglos o milenios atrás, de la bóveda de un cenote, en cuyo subsuelo permanece el agua de manera subterránea; Montipedia, 2005), en los puntos más bajos del relieve. Por último, se 21 CAPÍTULO I encuentran las llamadas sabanas, por su contribución a la diversidad de especies de la provincia. En el sureste de Quintana Roo se encuentra la llamada Sabana del Jaguactal, una sabana muy húmeda, establecida sobre suelos orgánicos ácidos donde hay comunidades de Pinus caribaea Morelet (Flores y Espejel, 1994). Existe un fenómeno muy distintivo de la PYM, el cual está estrechamente asociado al drenaje cárstico típico del área, y es la formación de "cenotes". Estos son lugares donde el techo de una gruta o caverna subterránea se ha desplomado, exponiendo una lámina de agua permanente del drenaje subterráneo. Debido a la permanente humedad que les está asociada, los alrededores y las paredes de estas oquedades, suelen estar habitadas por comunidades diferentes de la matriz de vegetación circundante (usualmente más seca). Asimismo, enclaves de vegetación húmeda más permanente, además de los cenotes, tales como los petenes y las aguadas, también constituyen los hábitats de muchas especies que en la región sólo crecen en estos ambientes. Por ello, todos estos tipos de vegetación, aun cuando ocupan áreas relativamente restringidas de la península, contribuyen substancialmente a la riqueza de especies de esta. Es además importante destacar que, en cuanto a la conservación de esta provincia, la península enfrenta serios problemas de deforestación. González-Iturbe et al. (1999) estimaron que el estado de Yucatán se ha transformado cerca del 70% de la vegetación original en áreas de cultivo y vegetación secundaria, en tanto que en los estados de Campeche y Quintana Roo se ha transformado en vegetación secundaria aproximadamente el 50% de sus selvas. Datos de CONAFOR del 1993 al 2002 indican que los estados de Campeche y Yucatán tuvieron pérdidas de cobertura forestal de 30,968 y 23,007 ha/año respectivamente (CéspedesFlores y Moreno-Sánchez, 2010). Sin embargo, estas estimaciones no contemplan la transformación de grandes extensiones de selva en el sur del estado de Quintana Roo en cañaverales (observaciones personales, 2014). La PYM resulta ser un área idónea para abordar la distribución y la diversidad genética de la vainilla. En esta región existen condiciones ecológicas y fisiográficas particulares que han permitido el desarrollo de cinco especies de Vanilla: V. insignis, V. odorata, V. inodora, V. sp. nov. aff. V. phaeantha y V. planifolia, cuya presencia se ha constatado en la península (obs. pers., Soto-Arenas, 2009; Carnevali et al., 2001) e, incluso se ha observado que sus poblaciones pueden establecerse de manera simpátrica (obs. pers.). Centrándose en V. planifolia, existen condiciones para su desarrollo en la 22 CAPÍTULO I PYM, las cuales son contrastantes con las zonas de alta producción de vainilla en México, y que tienen gran relevancia en términos de la conservación, el uso y el manejo de esta especie. Entre estas se destacan: 1) La existencia de individuos silvestres de Vanilla planifolia que no se han contemplado en la distribución de la especie. Algunos de estos ni siquiera figuran entre las colectas de herbarios y/o jardines botánicos. 2) El reciente establecimiento de plantaciones de vainilla, cuyo material vegetativo proviene de poblaciones silvestres; particularmente por las comunidades locales (e.g. la plantación Sr. Escárcega en Quintana Roo), desconociéndose el grado de explotación. 3) La ausencia de un sistema de cultivo intensivo de vainilla, lo que sugiere una baja extracción (ilegal) de plantas del medio natural. Estas condiciones podrían asegurar niveles altos de variabilidad genética en las poblaciones silvestres y tasas bajas de introgresión con los cultivares. 4) El buen estado de conservación de la vegetación de algunas zonas de la península, lo que podría estar asegurando tasas altas de crecimiento de sus poblaciones silvestres y, por consiguiente, niveles altos de variabilidad genética; 5) El desarrollo simpátrico de poblaciones de las otras especies de vainilla presentes en la península (obs. pers.), lo que podría estar favoreciendo niveles altos de hibridación que a su vez podrían ser usados en programas de mejoramiento genético de esta especie (porcentaje de producción, tamaño de la vaina, calidad en los aceites esenciales, entre otros). Por otra parte, existe incertidumbre en la determinación de la especie cultivada. Dado el parecido fenotípico de las especies que habitan la región, es posible que Vanilla planifolia no sea la especie que esté siendo cultivada. Con base en todo lo expuesto, se plantea evaluar el estado de conservación genético de Vanilla planifolia silvestre en la Península de Yucatán. Para el primer acercamiento, se 23 CAPÍTULO I evalúa la clasificación taxonómica del material vegetal de los individuos encontrados mediante marcadores moleculares ISSR e ITS, para asegurar el análisis genético exclusivo en V. planifolia. Posteriormente, mediante el análisis de la diversidad y estructura genética de las poblaciones silvestres de V. planifolia, utilizando marcadores microsatélites, se determina el número de poblaciones silvestres presentes en la región y el nivel de variación presente en estas. Por último, se discuten los resultados genéticos con base en la distribución de las poblaciones y la conservación y destrucción de su hábitat. Bajo este contexto, se esperan niveles altos de estructura genética debido a la distribución geográfica, a la hiperdispersión de los miembros de las poblaciones silvestres de V. planifolia en la PYM y a bajos niveles de flujo génico entre estas. Además, se espera encontrar niveles altos de diversidad genética comparados con los observados en las plantaciones y a lo reportado en estudios previos, debido al buen estado de conservación de algunas zonas de la PYM. 24 CAPÍTULO I JUSTIFICACIÓN. Con base en la información anteriormente vertida se reconoce que México es uno de los países Mesoaméricanos de origen de Vanilla planifolia y el lugar donde se inició su cultivo. Sin embargo, hoy día sólo es el 4º productor mundial, muy por debajo de los productores líderes. Más preocupante aún es el vacío de información existente sobre el estado de conservación actual de las poblaciones silvestres de esta especie, las cuales representan un importante acervo genético que podría ser muy útil en el mejoramiento del cultivo. Ante esta problemática, se deben abordar aspectos relevantes como la determinación de poblaciones naturales de esta especie mediante análisis moleculares, así como la evaluación de los niveles de diversidad genética y como ésta está distribuida en las poblaciones silvestres presentes en las áreas de distribución natural de la especie, como es el caso de la PYM. Abordar estos enfoques aportará conocimiento sobre el estado de conservación genética de V. planifolia en su hábitat natural. Además, la información generada permitirá diseñar planes efectivos de conservación y uso de las poblaciones silvestres de V. planifolia que reduzcan su probabilidad de extinción local y proponer planes de mejoramiento genético del cultivo. Su importancia es aún mayor si se considera la acelerada pérdida de la biodiversidad en la PYM debida, principalmente, a la destrucción y fragmentación del hábitat por actividades como el crecimiento de las ciudades, la ganadería y la agricultura, las cuales han desplazado gran parte de la vegetación original de esta parte de México. 25 CAPÍTULO I HIPÓTESIS. 1. La distribución geográfica discontinua y el distanciamiento espacial entre las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia presentes en la PYM generan niveles altos de estructura genética, aspecto que también se ve favorecido por bajos niveles de flujo genético y procesos de aislamiento por distancia. 2. Considerando el buen estado de conservación de algunas zonas de la PYM en donde se desarrolla Vanilla planifolia, sus poblaciones silvestres presentan niveles de diversidad genética altos comparados con los reportados en cultivares en estudios previos. 26 CAPÍTULO I OBJETIVO GENERAL. Analizar el estado de conservación genético de las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia presentes en la Península de Yucatán, México. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. 1) Evaluar la capacidad de los marcadores ISSR para discriminar entre individuos silvestres de Vanilla planifolia y los que pertenecen a otras especies de Vanilla presentes en la PYM. 2) Contrastar los resultados de los ISSR con los obtenidos de un análisis filogenético realizado con ITS. 3) Determinar el número de poblaciones silvestres genéticamente diferentes presentes en la PYM. 4) Determinar la estructura y diversidad genética de Vanilla planifolia silvestre de la PYM. 5) Discutir las implicaciones en el estado de conservación genética de Vanilla planifolia en el contexto de la distribución de sus poblaciones silvestres presentes en la PYM. 27 CAPÍTULO II CAPÍTULO II WILD Vanilla planifolia AND ITS RELATIVES IN THE MEXICAN YUCATAN PENINSULA: SYSTEMATIC ANALYSES WITH ISSR AND ITS. Vanilla planifolia SILVESTRE Y SUS PARIENTES EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO: ANÁLISIS SISTEMÁTICOS CON ISSR E ITS. Sara Villanueva-Viramontes1, Fernández-Concha 1, 3, 4 Mariana Hernández-Apolinar2, Germán Carnevali , Alfredo Dorantes-Euán , Gabriel R. Dzib , Jaime Martínez1 1 Castillo1, *. 1 2 Centro de Investigación Científica de Yucatán, A. C. (CICY). Mérida, Yucatán, México. Departamento de Ecología y Recursos Naturales, Facultad de Ciencias, UNAM. Cd. México, México. Herbario CICY, Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. Mérida, Yucatán, México. 3 Orchid Herbarium of Oakes Ames, Harvard University Herbaria, 22 Divinity Avenue, Cambridge, Massachusetts 02138, U.S.A. 4 * Corresponding author: [email protected] Este es un artículo publicado en Botanical Sciences. Vol 95, No 2 (2017). 169-187. 2.1 INTRODUCTION. The genus Vanilla Mill. is composed of possibly more than 150 species. In 1954 Portères reported 110 distinct taxa but much more have been described since (e.g., Soto-Arenas & Dressler, 2010), and several more still await formal taxonomic recognition. The genus features a Pantropical distribution and it probably originated in America (Bouetard et al., 28 CAPÍTULO II 2010; Ramírez et al., 2007; Cameron, 2000). Vanilla taxonomy has hampered by several factors, including the following: The difficulty of finding and collecting individuals with fertile structures in the field as a result of the ephemeral, gregarious flowering that usually happens high in the canopy of the forests (Soto-Arenas & Dressler, 2010; Schlüter, 2002). Flowers, which are fundamental for identification of species, are poorly preserved in herbaria. Usually, herbarium species are sterile or include a single flower, often poorly preserved and irretrievably flattened (or altogether glued to the herbarium sheet) flower. The rarity or inaccessibility of many of the species. The fact that many species are vegetatively indistinguishable. The enormous vegetative variation and phenotypic plasticity associated with the hemiepiphyte growth habit including leaves of different morphologies and sizes in the same individual as a response to age, vegetative development, and light exposure (Ray, 1990; Putz & Holbrook, 1986). Vanilla planifolia Andrews has great economic importance, being the source of approximately 95% of the world’s vanilla extract production (Lubinsky et al., 2008a). The vanilla is the second-most important spice in gastronomy and the cosmetic industry and is one of the most popular flavorings (Álvarez et al., 2013; Cid-Pérez & López-Malo, 2011). Vanilla cultivation typically features vegetative propagation and hand-pollination, which ensures fruit production, albeit seeds are never harvested, and plants are never raised from seeds. Vegetative reproduction, plus the lack of new genotypes incorporated via seed, have in combination drastically reduced genetic variation in vanilla plantations (Minoo et al., 2008; Soto Arenas, 1999; Smith et al., 1992). Because of this, FAO (1995) lists cultivated V. planifolia as species with a high degree of genetic erosion. Furthermore, wild populations of V. planifolia have been severely damaged by natural habitat destruction and illegal extraction for replenishment of commercial plantations, nearly driving the species to the brink of extinction, at least locally (Menchaca, 2010; Soto-Arenas & Solano-Gómez, 2007; Soto-Arenas, 2006). Due to this, V. planifolia has a “special 29 CAPÍTULO II protection” status (SEMARNAT, 2010) in Mexico. As a member of the Orchidaceae, it is included in Appendix 2 of CITES (CITES, 2017). Vanilla planifolia is reported as native from southeastern of Mexico, Guatemala, Belize, and Costa Rica. However, a clear picture of its distribution is still uncertain (SotoArenas, 1999) because relatively few wild individuals have apparently been collected (fewer than 30 individuals, according to Schlüter et al., 2007 and Soto-Arenas, 2006). There are also several vegetatively similar species. To make matters worse, flowers in the herbaria are difficult to reconstruct; thus, a significant portion of specimens are probably misidentified as V. planifolia in many herbaria (Soto-Arenas & Dressler, 2010; SotoArenas, 2009). These errors of identification have also been reported in vanilla plantations in Mexico, as we have been able to corroborate in the Mexican states of Quintana Roo (Villanueva-Viramontes, pers. obs.), and Oaxaca (M. Hernández-Apolinar, pers. obs.). The literature also reports this from other countries, such as Ecuador and Guatemala (SotoArenas & Dressler, 2010). Some of these plantations include, along with true V. planifolia, individuals of species such as V. insignis Ames, V. cribbiana Soto Arenas, V. odorata C. Presl., V. pompona Schiede, and V. sp. nov. aff. V. phaeantha (Soto-Arenas & Dressler, 2010). In the Mexican Yucatan Peninsula (MYP), wild individuals of V. planifolia have been collected, but only a few of them have been included in previous studies of this species (Schlüter et al., 2007; Cibrián, 1999). Furthermore, at least four additional species of the genus have been reported as growing actually or potentially sympatric with V. planifolia in this region: Vanilla insignis, Vanilla odorata, Vanilla inodora Schiede, and Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha (Soto-Arenas, 2009; Carnevali et al., 2001). This sympatry complicates sampling of wild individuals of V. planifolia whenever fertile structures are wanting. During the last few decades, DNA markers have proven to be a powerful tool for accurate taxonomic determination (Nagy et al., 2012). The ISSR (Inter Simple Sequence Repeats; Zietkiewicz et al., 1994) is one of these markers. They are especially robust because allow discriminating between individuals of genetically close species or between varieties of the same species (Reyes-Alemán et al., 2013; Elmeer & Almaki, 2011; Pharmawati et al., 2005). Also, the ISSR, compared with others molecular tools, generate 30 CAPÍTULO II a high number of molecular markers with little effort; and is a relatively simple, costeffective technique (Bornet et al., 2002; Godwin et al., 1997). Verma et al. (2009) used 10 ISSR primers to assess the genetic relationships of seven species and two hybrids of Vanilla: V. albida Blume, V. aphylla Eggers, V. andamanica Rolfe, V. planifolia, V. wightii Lindl. ex Wight, V. parishii Rchb. f., V. walkeriae Wight, V. x tahitensis J.W. Moore and the hybrid V. planifolia♀ V. wightii♂. They found low levels of variation among individuals of V. planifolia, V. tahitensis and V. aphylla, suggesting close relationships whereas there was also high affinity among V. planifolia and V. tahitensis, and between V. albida and V. aphylla. Vanilla andamanica was only distantly related to the other species, possibly reflecting a distant phylogenetic relationship. Ramos-Castella et al. (2016), using five of the same ISSR primers of Verma in three species of Vanilla from Mexico, found a clear differentiation between V. planifolia and the other three cultivated species from the wild (V. pompona, V. insignis and V. aff. odorata). On the other hand, the sequences of the ITS (Internal Transcribed Spacer) 1 and 2 of the region 18S - 26S ribosomal DNA, usually display a high variability that allows for the broader molecular identification of organisms (Coleman, 2003). ITS have been used in several molecular phylogenies of Vanilloideae (Soto-Arenas & Dressler, 2010; Poeaim et al., 2011; Cameron, 2009), providing a rich source of variable characters at several taxonomic levels, including species. Wild populations of Vanilla planifolia are of utmost importance for the species’ conservation and its genetic improvement. As discussed earlier, the preservation of this species (and of related taxa) is currently hindered by the difficulties associated with identifying the species of Vanilla in the wild. Taking into account that ISSR molecular markers are apparently easy to use and powerful in genetic discrimination, they may provide accurate determinations of non-fertile, wild-collected individuals of Vanilla taxa, as well as of V. planifolia populations and varieties. Thus, the objectives of this study were the following: 1. To assess the power of ISSR markers to discriminate between wild individuals of V. planifolia and those belonging to other species growing naturally in the Mexican Yucatan Peninsula. 31 CAPÍTULO II 2. Contrast the results with those of a phylogenetic analysis of Vanilla ITS sequences. 2.2 METHODS. 2.2.1 Plant material. Leaves of 88 wild specimens of Vanilla spp. from the MYP were considered in this study (Table 2.1). These samples were deemed wild because they were collected in natural settings without evidence of human management. Hereafter, these samples will be referred to as MYP, followed by an identifying consecutive numbering plus a key to the region where they were collected (Table 2.1). Of all specimens studied, only two of them were found fertile and positively confirmed as V. planifolia (“MYP1-CY” and “MYP2-CY”, both from the same population) (Fig. 2.1-A). The other specimens were infertile and only leaves were collected from them. However, we could observe morphological differences in leaf and stem in some of these samples. The detailed information about the collecting sites of the samples is not provided for protection reasons. Sterile vouchers were collected by location and deposited in the herbarium of CICY. In the ISSR analysis, we included 11 cultivated individuals as controls (standard samples) (Table 2.1). These individuals belong to the four species of Vanilla reported for the MYP and distributed as follows: 1. Three individuals of Vanilla planifolia, originating from Puebla and Veracruz [“varieties” “Mansa” (M), “Variegata” (V) and “Oreja de Burro” (OB)]. 2. Two individuals of Vanilla insignis [one from Puebla (P), another from CICY’s Jardín Botánico Regional Roger Orellana (JBR-RO) – Fig. 2.1-B]. 3. A single individual of de Vanilla odorata from Veracruz (Fig. 2.1-C). 4. Four individuals of Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha grown at the JBR-RO (Fig. 2.1D). These have locality data and have been documented in bloom. This taxon still awaits formal description. Also, a single individual of Vanilla pompona originally from the state of Puebla (Fig. 2.1-E), a species that could potentially occur in the MYP. 32 CAPÍTULO II Table 2.1. Geographical origin and description of the control samples and wild specimens of Vanilla collected in the MYP. Species V. planifolia var. Mansa var. Variegata var. Oreja de Burro Code Number of samples M V 1 1 OB 1 1 1 V. pompona V. odorata V. insignis V. sp. nov. aff. V. phaeantha V. spp. 2 4 MYP 88 Origin Taxonomic characteristics Puebla; MH Puebla; MH Veracruz; MH Soto-Arenas, 2009 Puebla; MH Veracruz; C-AR Puebla; MH /JBR*; GC CY- JBR; GC CY, CQ, SQ, SC y SET; SV No taxonomic determination Note: JBR: Jardín Botánico Regional Roger Orellana. MPY: Mexican Yucatan Peninsula. Regions: CY: Center of Yucatan; CQ: Center of Quintana Roo; SQ: Southern Quintana Roo; SC: South Campeche; and SET: Southeastern Tabasco. *: Unknown origin. MH: Mariana Hernández Collection. SV: Sara Villanueva Collection. GC: Germán Carnevali Collection. AR: Alma Ramos Collection. 33 CAPÍTULO II Figure 2.1. Flowers and vegetative structures of the Vanilla species reported for the Yucatan Peninsula and used in the analysis with ISSR molecular markers. A V. planifolia wild (both photographs by Sara Villanueva [SV]). B V. insignis (flower photography by Leon Ibarra González, and leaves photography by SV). C V. odorata (flower photography by Manfred Speckmaier, and leaves photography by SV). D V. sp. nov. aff. V. phaeantha (both photographs by SV). E V. pompona (both photos by Verónica Borbolla). 34 CAPÍTULO II 2.2.2 DNA extraction and ISSR technique. Total genomic DNA was extracted from fresh leaves following a modification of Dellaporta et al. (1983) procedure, which involved a single protein washout using phenol:chloroform:isoamylic. DNA was quantified with an ND1000 spectrophotometer (Nanodrop, USA) and its quality assessed by 0.8% agarose gel electrophoresis (Sambrook et al., 1989) and by PCR amplification of the 18S constitutive gene. Three of the 10 ISSR primers specifically designed for Vanilla by Verma et al. (2009) were employed in this study: C07, C09 y T06. Amplifications were performed in a total volume of 20 µl, including 20 ng/µl of DNA, 200 mM of dNTPs (Invitrogen), 1.5 mM MgCl2, 60 pg. of primer, 2.5 µl buffer 10x of Taq DNA polymerase, and 1.5 U Taq DNA polymerase (Invitrogen). Amplification conditions were as follows: an initial step of 5 minutes at 94°C, followed by 35 cycles, each consisting of 30 seconds at 94°C for denaturing, 90 seconds at 50-54°C (depending upon primer used) for aligning and 90 seconds at 72°C for elongation, and 5 minutes at 72°C for final extension. Amplifications were performed at least twice and only reproducible products (bands) were considered for data analyses. Amplified PCR products were screened by agarose gel electrophoresis with 1.5% buffer TBE 0.5X (pH 8.3) and finally stained with ethidium bromide (Sambrook et al., 1989). Resulting gels were photographed and visually read with a 1 kb molecular marker as a reference for fragment length assessment. 2.2.3 Genetic relationships based on cluster analysis of the ISSR. Both monomorphic and polymorphic bands considered for analyses and only well-defined bands (color intensity and reproducibility) were included. The basic assumption was that bands of identical molecular weight regardless of whether belonging to individuals of the same or different population/species, represented the same allele. We compiled a database for each primer, recording the presence/absence of particular bands as 1or 0, respectively. We performed a clustering analysis of both the standard samples as well as the MPY samples. Three different approaches followed for analyses: 1) An assignment test of individuals using a Bayesian approach implemented in Structure 2.3.1 (Pritchard et al., 2000). Because individuals included in the analyses were referable to several species, the program was run under the no- 35 CAPÍTULO II admixture model. This model assumes that all of the genetic material of a particular individual comes from a single genetic pool (i.e. that no individual is hybrid). Based on this, we used the sampling location as LOCPRIOR in all analyses performed (Tucker et al. 2012). The program ran under the following specifications: independent allelic frequencies, burn-in a period of 100,000, and 200,000 iterations after this period to allow the Markov chain reach stationarity. Because there are at least four different Vanilla species reported for the MYP (see above), the analysis tested several values of K (K= 4 through K=10). The most likely K value (K optimal1) was estimated according to Evanno et al. (2005) implemented in Structure-Harvester program (Earl & vonHoldt, 2012). Graphics output from Structure was edited in Microsoft PowerPoint 2013. 2) A Neighbor-Joining analysis (Saitou & Nei, 1987) to generate similarity clusters with Jaccard’s Similarity Index (Jaccard, 1908). A frequency tree (Hampl et al., 2001) was constructed with the program FreeTree 0.9.1.50 (Pavlícek et al., 1999), with a bootstrap resampling of 1000 iterations. The output trees visualized in FigTree versión 1.4.2 (Rambaut, 2006-2014). 3) A Principal Coordinates Analysis (PCoA), which allows for the recognition of spatial clustering of genotypes, without altering data and only inputting the genetic similarity matrix. This analysis conducted in GenAlEx 6.2 (Genetic Analysis in Excel) (Peakall & Smouse, 2006). The two-dimensional PCoA graphic constructed with the Gnuplot 3.7 freeware <http://www.gnuplot.info/>. 2.2.4 Phylogenetic inference based on ITS. With the goal of obtaining an independent corroboration of the clustering patterns emerging from the ISSR analyses, we performed a phylogenetic analysis of the nuclear ITS (ITS 1 and 2) region. This study included all the individuals considered in the ISSR analysis and relevant outgroups (see below), representing both tribes (Pogonieae and Vanilleae) of Subfamily Vanilloideae (Chase et al., 2015). 36 CAPÍTULO II Taxon sampling, consisting of 121 terminals putatively representing 25 species, was devised to test the following three hypotheses: a) Vanilla is monophyletic. b) The Vanilla’s Afro-Caribbean Clade (Cameron, 1999) is monophyletic and sister to the rest of the genus. c) That all individuals tentatively referred to V. planifolia (on morphological grounds or ISSR data) fall in a clade. To polarize phylogenetically informative character states, a species of the distantly related genus Cleistes Rich. ex Lindl. (tribe Pogonieae), Cleistes paranaensis Schltr. was employed a functional outgroup. This taxon was identified as basal in a recent phylogenetic analysis of the genus (Pansarin et al., 2008). The outgroup of the phylogenetic analysis consisted of the following taxa (Table 2.2): 1) Two species of Cleistes (Tribe Pogonieae): C. uliginosa Pabst and C. pusilla Pansarin. 2) Three species of Epistephium Kunth: E. lucidum Cogn., E. subrepens Hoehne, and E. parviflorum Lindl. 3) The single species of Clematepistephium N. Hallé: C. smilacifolium (Rchb. f.) N. Hallé. The ingroup of the analysis consisted of several different Vanilla species, representing both morphological variation and geographical distribution of the genus, although Neotropical taxa thought to be related to V. planifolia constitute the bulk of the sample. Species included are: 1) Five members of the Afro-Caribbean clade of Vanilla: V. roscheri Rchb. f., V. africana Lindl., V. siamensis Rolfe ex Downie, V. imperialis Kraenzl. and V. barbellata Rchb. f. 2) Two taxa occurring in Asia: V. shenzhenica Z.J. Liu & X. Qi Chen and V. aphylla. 37 CAPÍTULO II 3) Nine Neotropical taxa occurring in the continental mainland: V. sp. (Venezuela), V. grandiflora Lindl. (Panama), V. dressleri Soto Arenas (Panama), V. cribbiana Soto Arenas (Panama), V. planifolia (Puebla-Veracruz; and Genbank’s clone 19), V. pompona (Puebla; Genbank’s clone 8), V. odorata, V. insignis, V. sp. nov. aff. V. phaeantha. 4) The hybrid Vanilla x hirsuta M.A. Clem. & D.L. Jones (V. odorata × V. planifolia). 5) All the wild-collected Vanilla individuals also analyzed in the ISSR study. The ITS region was amplified following Poeaim et al. (2011), and using primers ITS1 and ITS4 (White et al., 1990). Amplification reactions performed in 30 µl containing 50 ng/µl of DNA, 1.25 nm of dNTPs, 3 mM of MgCl2, 20 pmol of each primer, 1.5 U Taq polymerase, and the buffer provided by the manufacturer (Qiagen). The PCR protocol was as follows: an initial denaturalizing at 95°C for 5 minutes, followed by a sequence of 30 cycles consisting each of 1.5 minutes of denaturalizing at 94°C, 2 minutes of annealing at 55°C, and 1 minute of extension at 72°C, ending in a 10-minute final extension period at 72°C. PCR products amplified were screened and evaluated in an agarose gel stained with ethidium bromide, using a molecular weight marker of 100 pb. PCR products were later sent for sequencing at Macrogen (http://www.macrogen.com). DNA sequences were edited with Sequencher 5.3 <http://www.genecodes.com> (accessed:14, 2015). Alignments were performed with Muscle (Edgar, 2004) with the default parameters as available at the CIPRES Science Gateway (Miller et al., 2010). Afterward, the resulting alignment was visually refined in BioEdit v. 5.0.6 (Hall, 2001). Average sequence length was 746 bp. To select the model of nucleotidic substitution that best fit the data, jModelTest2 (Darriba et al., 2012; Guindon & Gascuel, 2003) was employed. The model selected was GTR + G. 38 CAPÍTULO II Table 2.2 GenBank specimens used as outgroups in the analysis of ITS. Accession Species EU498152.1 C. paranaensis EU498153.1 C. pusilla EU498158.1 C. uliginosa FJ425836.1 E. lucidum FJ425837.1 E. subrepens FJ425828.1 E. parviflorum FJ425838.1 C. smilacifolium FJ425835.1 V. barbellata FJ425830.1 V. imperialis FJ425834.1 V. africana FJ425840.1 V. roscheri GQ867246.1 V, planifolia - clone 19 GQ867237.1 V. pompona – clone 8 AF151006.1 V. aphylla JF825978.1 V. siamensis JF796930.1 V. shenzhenica AF391785.1 V. hirsuta C-GC V. grandiflora C-GC V. dressleri C-GC V. cribbiana Reference Pansarin et al., 2008 Cameron, 2009 Belanger y Havkin-Frenkel, 2011 Cameron y Chase,1999 Li et al., 2011 Clements et al., 2002 Panamá; Germán Carnevali Collection, 2016. Note: C-GC: Germán Carnevali Collection. Nucleotide sequence data of the ITS region used for phylogenetic inference were analyzed under three different paradigms: Bayesian Inference, Maximum Likelihood, and Maximum Parsimony. The first two were implemented through at the CIPRES Science Gateway (Miller et al., 2010). Conditions for each analysis were as described below: 1. Bayesian inference (Yang & Rannala, 1997): This analysis was conducted in MrBayes 3.2.6 (Ronquist et al., 2012). Two independent threads of four chains each 39 CAPÍTULO II were run with MCMC chain length of 50.000,000 generations. Parameters and convergence of trees were assessed with Tracer v.1.6 (Rambaut et al., 2014). 2. Maximum likelihood: Implemented in RAxML 8 (Stamatakis, 2014). The support for nodes were assessed with 1,000 bootstrap iterations. 3. Maximum Parsimony: The shortest trees were estimated with NONA (Goloboff, 1999) through the Winclada 1.00.08 shell (Nixon, 1999-2002). 1,000 iterations of the Parsimony Ratchet (Vos, 2003; Nixon, 1999) algorithm were run. Characters were coded as unordered and of uniform weight (Fitch parsimony); gaps coded as missing characters. Support for clades was assessed with 1,000 iterations of a Jackknife analysis (Felsenstein, 2004). The primary objective of the three analyses was the qualitative assessment of the degree of congruence between the topologies yielded by them. Consensus trees were visualized in FigTree and edited with Paint of Microsoft Windows version 1511 to include clade support values 80% or higher of posterior probabilities, parametric bootstrap, and Jackknife. 2.3 RESULTS. This section will present the results of the ISSR analyses first and then the phylogenetic ITS analysis, along with a description of their congruence or lack thereof. 2.3.1 Genetic relationships based on cluster analysis of the ISSR. 84 loci amplified with the three ISSR primers. Evanno’s method estimated a K = 5, which correlate with the following color-coded aggregations (Fig. 2.2-A): 1. “YELLOW”: This group aggregated some of the standard samples of Vanilla planifolia (the "Mansa” and “Variegata” cultivars) along with 31 wild-collected specimens from the MYP (including the MYP1-CY y MYP2-CY specimens identified as V. planifolia using floral structures). These individuals share characteristics in leaf morphology (elliptic-obtuse in shape) and smooth stem-like V. planifolia. Within this group, the individuals MYP24-SQ and MYP80-CQ presented some degree of “green” ancestry (75% and 62% respectively). 40 CAPÍTULO II 2. “GREEN”: This group aggregated the standard sample of Vanilla planifolia var.” Oreja de Burro” along with 23 additional wild specimens from the MYP. This group has the same leaf morphological characteristics of the “yellow” group. 3. “RED”: This color signaled the standard samples of Vanilla odorata, V. insignis, and V. pompona, along with 14 wild-collected individuals. Within this group differences in leaf (falcate-lanceolate, linear, and elliptic) and stem (rough, thick, smooth, thin) morphology were found. 4. “BLUE”: This color category characterized the JBR-RO cultivated specimens of Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha (originally from central Yucatan) and an additional seven wild individuals. All member of this group share characteristics in leaf shape (linear) and stem surface(rough-thick) morphology. 5. “FUCHSIA”: This group consisted of 13 wild specimens. These specimens have a morphology similar to individuals assigned to V. planifolia. According to Meirmans (2015), considering different values of K may reflect different genetic and demographic processes and thus ensure a better biological interpretation of the data. In this study, we found that the second-highest K value was 7 (Figure 2.2-B): 1. “BLUE”: In this group, the yellow and fuchsia previous color categories (K = 5; Figure 2.2-A) were aggregated, including the standard samples of the “Mansa” and “Variegata” cultivars of V. planifolia. 2. “OCHRE”: This group is practically equal that former green group (K = 5; Figure 2.2-A) including standard sample of variety “Oreja de Burro” of V. planifolia. Within this group appear the wild individuals MYP24-SQ and MYP80-CQ, which have a higher degree “ochre” ancestry (45% and 30% respectively). 3. “AQUA”: This color signaled the standard sample of V. odorata with five wildcollected individuals. Three of these (MYP82-SC, MYP83-SC, and MYP84-SC) individuals present different degree of “green” and “yellow” ancestry (i.e. admixed individuals). All these individuals were present in the former red group (K = 5; Figure 2.2-A). 41 CAPÍTULO II 4. “YELLOW”: This color category is composed by V. insignis specimens and two wild-collected individuals. These individuals also were grouped in the former red category (K= 5; Figure 2A). 5. “RED”: This group consisted of the standard sample of V. pompona and seven wild specimens. In the same way, these individuals are grouped into the former red category (K = 5; Figure 2.2-A). 6. “FUCHSIA”: This group is maintained as in the K = 5 (the old blue group). 7. “GREEN”: An unknown wild genotype that composes part of the ancestry of three individuals, namely MYP82-SC, MYP83-SC, and MYP84-SC (i.e. admixed individuals). These individuals were assigned to the “aqua” group according to their high ancestry coefficient derived from this group. The Neighbor-Joining analysis aggregated the genotypes analyzed in two (A and B) highly supported (100% bootstrap) major clusters (Figure 2.3), within which several subgroups were retrieved; these are color coded according to with the observed in the Structure analysis (Figure 2.2-A): 1. The A cluster aggregated all the standard samples of Vanilla planifolia and 67 wild MYP specimens. Three subclusters contained: A1 (13 individuals), A2 (13 individuals, including MYP2-CY, identified as V. planifolia), and A3 (41 wild individuals along with the standard samples of the three varieties of V. planifolia, and the MYP1-CY, also identified as V. planifolia using floral material). 2. The B cluster consisted of the remaining standard samples and further wild MYP specimens. Two highly supported subclusters were included: B1 (86% support by the bootstrap) this subcluster contained the standard samples of V. odorata, V. pompona, and V. insignis, along with 14 wild specimens. B2 (99% bootstrap) included the JBR individuals of V. sp. nov. aff. V. phaeantha and seven wild MYP samples. 42 CAPÍTULO II Figure 2.2. Assignment test of 88 wild individuals of Vanilla spp. collected in the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers with Structure. A) Kóptima = 5. B) Kóptima = 7. 43 CAPÍTULO II Figure 2.3. Neighbor-Joining dendrogram based on Jaccard similarity index (Jaccard, 1908) of 88 wild individuals of the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers. The color in the branches is according to Fig. 2.2-A. 44 CAPÍTULO II The PCoA analysis identified four principal clusters (Figure 2.4). Also, color coded is according to Figure 2.2-A. These clusters were mostly “pure-colored”; except an assortedcolor (yellow/fuchsia) cluster. The YELLOW/FUCHSIA group included the “Mansa” and “Variegata” cultivars of Vanilla planifolia and 44 wild-collected MYP specimens, the MYP1CY and MYP2-CY among them. The GREEN group comprised the standard samples of V. planifolia var. “Oreja de Burro” and 23 wild MYP individuals. The BLUE group contained the standard samples of V. sp. nov. aff. V. phaeantha and seven wild MYP individuals. Lastly, the RED group included V. pompona, V. odorata, and V. insignis with the remaining (14) wild individuals. These groups feature morphological coherence, except for the red group. The principal coordinates 1 and 2 explained 38.69% and 12.77% of total variation, respectively. In summary, the three clustering methods identify genetic relationships with relatively congruent patterns where there are at least four genetic groups and Vanilla planifolia isolated from the other species that occur wild in the MYP. It also identifies a genetic group that appears to correlate with morphologically distinctive plants and that will eventually be proposed as a new taxon (V. sp. nov. aff. V. phaeantha). 45 CAPÍTULO II Figure 2.4. Principal Coordinates Analysis (PCoA) of 88 wild individuals of Vanilla in the Mexican Yucatan Peninsula and 11 standard samples of Vanilla, using ISSR markers. The color points are according to Fig. 2.2-A. 46 CAPÍTULO II 2.3.2 Phylogenetic inference of Vanilla based on ITS. Including gasp, the matrix analyzed consisted of 1,018 sites with an average of 698 pb per taxon. We feature here the the Bayesian inference majority (80%) consensus tree (Fig. 2.5). Including the bootstrap values from the ML analysis and jackknife values exceeding 80% from the parsimony analysis (589 informative sites [57.7%], L: 3775, CI: 35, RI: 54). Basal nodes were fully resolved and strongly supported. However, there was not resolution within the American Vanilla taxa, due to collapse/lack of support for several clades. In our analyses, the most highly supported topology retrieves Vanilla as monophyletic (1.0:87/88) and sister to Clematepistephium (1.0), being both members of tribe Vanilleae, in congruence with previous analyses (e.g., Bouetard et al., 2010; Cameron, 2009). The Afro-Caribbean clade, represented in this analysis by Vanilla aphylla, V. shenzhenica, V. imperialis, V. siamensis, V. africana, V. roscheri, and V. barbellata, is strongly supported (1.0:97/100). This clade is sister to the remainder of the genus, composed in this study only of American species, hereafter referred to as the American Clade (AC). The Afro-Caribbean clade includes West Indian taxa as well as Paleotropical taxa, mainly from Africa and tropical Asia, some of which are aphyllous. The AC resolved as a trichotomy in our analyses, including Vanilla bahiana in an isolated position, along with a highly supported (p.p. 1.0) metaphyletic complex (i.e., monophyletic but lacking interal resolution) composed of V. grandiflora, V. pompona (Puebla and clone 8) and several MYP wild, sterile genotypes most likely attributable to V. pompona (1.0:93/95). This clade is vegetatively characterized by succulent plants with large, massive leaves. It roughly corresponds with the “RED” group identified by the ISSR analysis. It is noteworthy that V. pompona has not been reported from the MYP, and if eventually confirmed by flowering material, it would constitute a first report for the area. The third clade contains all the remaining species, represented by one or several samples, in the analysis. Within the third clade, two sister groups are readily identifiable. One of these clades is formed only by V. dressleri + V. cribbiana (DC-clade), composed of tropical rainforest, shade-loving species with thinly textured leaves and narrow stems. The DC-clade is sister to a poorly supported, metaphyletic group, consisting of four clades, one lacking support, whereas the other three have posterior probabilities equal or smaller than 47 CAPÍTULO II 0.85. Each of these clades roughly corresponds to additional four species of Vanilla known from the MYP. Similarly, these clades correspond with the color-coded groups recovered by the ISSR analyses. They are described below: The first, or BLUE-clade, includes all the samples positively identified as Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha, along with six wild MYP individuals, which most likely represent the same species. This clade includes a sample of a Venezuelan species (Carnevali s.n, CICY), also closely related to V. phaeantha but differing in floral details. RED-clade A: This highly supported (1.0:98/97) clade aggregates the standard sample of V. odorata, along with three wild MYP individuals (MYP76-CQ, MYP75-CQ, and MYP74-CQ). The analysis retrieves V. hirsuta as sister to the core of this clade. Vanilla hirsute is thought to be a hybrid of V. odorata and V. planifolia. This relationship, however, is poorly supported. RED-clade B. This clade contains the two standard samples of Vanilla insignis and receives an intermediate to moderately high level of support (0.85: /95). GREEN-YELLOW/FUCHSIA clade: This moderately supported (0.82) clade includes individuals positively identified or presumed to be Vanilla planifolia. Two subclades are retrieved, the first of which (green) includes the standard samples of V. planifolia var. “Oreja de Burro” along with 24 wild MYP individuals. Support is high at 0.96. The second subclade (yellow/fuchsia) contains the standard samples of the “Mansa” and “Variegata” cultivars of V. planifolia. It also includes 47 wild individuals, two of which are noteworthy (MYP1-CY, and MYP2CY) because these have been seen in bloom and positively identified as V. planifolia. 48 CAPÍTULO II Figure 2.5. Vanilliodeae phylogeny. Tree with the highest posterior probability resulting from the Bayesian phylogenetic inference. ML bootstrap values to the left of the diagonal; Parsimony jackknife values to the right of the diagonal; and posterior probability values above the branches. The phylogram in the lower left corner shows the length of the branches. Trees were obtained from multiple sequence alignments of nucleotides of Vanilla species using ITS. 49 CAPÍTULO II 2.4 DISCUSSION. There is currently a void in our knowledge of the genus Vanilla. This vacuum ranges from basic biology including aspects of its systematics, phylogenetics, ecology and physiology through more applied aspects such as the conservation status of its species (AzofeifaBolaños et al., 2014; Herrera-Cabrera et al., 2012; Gigant et al., 2011). At the most basic level, the identity, distribution, and circumscription of Vanilla taxa constitute the cornerstone to addressing problems related to the successful conservation and sustainable exploitation of the species of the genus. Recently, it has become apparent that DNA molecular markers are powerful to help in the characterization of Vanilla species. These markers provide a tool from the population to the species-level identification of individual plants (Nagy et al., 2012). This characteristic is particularly useful in this genus where plants are most frequently collected sterile, are intrinsically variable and phenotypically plastic according to growing conditions, are difficult to the get established and flowered in cultivation, and many species are vegetatively very similar or practically identical. In Vanilla, only 47 of about 110 species recognized in the genus, have been included in any molecular analysis, and most of them only in phylogenetic studies (SotoArenas & Dressler, 2010; Soto-Arenas & Cribb, 2010; Minoo et al., 2008; Soto-Arenas, 2003). A few studies have included purported Vanilla species (e.g. V. tahitensis; Besse et al., 2004) that were later more correctly identified as hybrid taxa (e.g., Lubinsky et al., 2008b). In other cases, these hybrids had proposed as new species only to be later more correctly recognized as nothotaxa (e.g. V. hirsuta; Soto-Arenas & Dressler, 2010). Molecular characterization for Vanilla species is particularly relevant for V. planifolia, the most commonly cultivated taxon of the genus and upon which most of the world’s commercial production of vanilla based (Bory et al., 2008a; Lubinsky et al., 2008a). Furthermore, this characterization is very important because natural populations of this species have become severely threatened due to illegal extraction of wild individuals for introduction into plantations, both historically and recently (Soto-Arenas, 2006). Moreover, destruction of natural habitats has recently become an even larger threat to the continued 50 CAPÍTULO II wild survival of V. planifolia. This study is the first to employ molecular markers to characterize a relatively large number of wild V. planifolia individuals, along with its sympatric congeners in an area of its natural distribution, the MYP. 2.4.1 Clustering pattern of Vanilla species in the MYP. The several approximations used in this study with ISSR markers retrieved largely congruent clustering patterns. Vanilla planifolia and V. sp. nov. aff. V. phaeantha were clearly identified with the ISSR markers. The standard samples of V. pompona, V. odorata, and V. insignis were closely related to each other, probably because only a few individuals per species were tested. Three individuals of V. odorata identified by vegetative morphological features (mainly the narrow, falciform leaves), upon analyses, demonstrated to have a close genetic relationship with the group constituted by V. pompona - V. insignis - V. odorata. These individuals were included in the clade of V. odorata in the ITS phylogeny. The small number of wild-collected individuals in the MYP referable to these species suggest they are extremely rare in the area. It is interesting to notice that the second highest delta K value obtained revealed a K= 7. These seven genetically different groups of individuals are ascribable to (and contain standard samples of) species previously known from the MYP (V. planifolia, V. insignis, V. odorata, and V. sp. nov. aff. V. phaeantha). In the fifth group, a few wild MYP individuals clustered together with the V. pompona standard sample, and if morphologically confirmed, it would constitute the first record for this species that mainly known from the western drainage of Megamexico. Vanilla planifolia var. “Oreja de Burro” was retrieved in the sixth group. And finally, the seventh ancestral genotypic contribution (20-35%, “green”, as a yet unidentified wild genotype) is present in three individuals (MYP82, MYP83, and MYP84) from southern Campeche. These individuals include in their genetic makeup about 50% V. odorata and a smaller genetic contribution from V. insignis. However, in the PCoA, these individuals are not genetically close to V. odorata even though featuring an ancestry coefficient exceeding 50%. Similarly, this K= 7 brings together two wild individuals to V. insignis (MYP86-SC and MYP87-SC), which are placed by the PCoA closest to V. pompona. Interestingly, although there is no clear evidence that V. pompona occurs natively in the MYP (Soto-Arenas, 2009; Carnevali et al., 2001), seven MYP wild individuals were identified as this species by the K=7 (Fig. 2.2-B). We identified these 51 CAPÍTULO II sterile individuals as V. planifolia relying upon their vegetative structures. These two species are vegetatively similar, especially when juvenile, but eventually, V. pompona develops larger, heavier, much thicker leaves than those commonly found in V. planifolia (Fig. 2.1-A and E). Floral features of course, readily diagnose both species. Regarding Vanilla planifolia, the finding of three subgroups within this species is probably attributable to the inclusion of a larger number of samples with a similar vegetative morphology, and therefore a greater probability of identifying an increased number of genotypes referable to the species and thus of detecting genetic or phylogenetic structure within the species. It is known that both self-compatible and selfincompatible individuals occur in V. planifolia. The last type, includes the entity commonly referred to as “Oreja de Burro” (Soto-Arenas, 2009). Although the literature describes significate morphological features for the “Mansa” and the “Oreja de Burro” entities (Castillo & Engleman, 1993), we were unable to identify wild MYP morphotypes unambiguously referable to them. However, the standard sample “Oreja de Burro” morphotype was retrieved widely apart from the standard samples of the “Mansa” and “Variegata” morphotypes in the Structure and the PCoA analyses, thus suggesting phylogenetic structure within V. planifolia. A noteworthy finding from both the ISSR and the phylogenetic analyses was the precise identification of a group of individuals morphologically referred to Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha. This entity, albeit closely related to the West Indian V. phaeantha and initially identified as such (Soto-arenas & Dressler, 2010) is easily differentiated by the presence of several prominent, deep yellow rows of teeth emerging the labellum throat and reaching the labellum margin, which is also slightly fimbriated (Figure 2.1-D). This new taxon is in the process of being formally proposed. Although the ISSR markers displayed high efficiency for the discrimination of individuals as belonging to clades or genetic groups associated with standard samples of species involved in the study, some individuals were difficult to assign. A preliminary classification based on stem and leaf macro-morphology indicated that some wild iindividuals possibly belong to Vanilla insignis but the genetic analysis indicates they are best referred (or genetically closer) to V. sp. nov. aff. V. phaeantha, and secondly a cluster of eight individuals similar to V. planifolia but genetically related to the group comprised by 52 CAPÍTULO II V. pompona -V. odorata - V. insignis. These examples reveal how the comparison of individuals at different stages of development can be misleading in this genus, where plants are phenotypically plastic according to age and exposition, as previously pointed out by Putz and Holbrook (1986) and Ray (1990). 2.4.2 Phylogenetic relationships of the Vanilla species in the MYP. The most probable cladograms obtained in our phylogenetic inferences retrieved clades whose composition was entirely coherent with patterns of aggregation identified in the ISSR analysis. An example of this is the recovery of clades consisting Vanilla sp. nov. aff. V. phaeantha and V. planifolia (Figs. 2.4 and 2.5). This finding reinforces the notion that ISSR markers are robust as species-level discriminators of taxa, in this particular case in Vanilla. Only a fraction of the species of the genus have been included in phylogenetic inferences, and there has not been an exhaustive phylogenetic analysis of Vanilla to date (Poeaim et al., 2011), the closest being the one by Soto-Arenas and Dressler (2010), which included only 15 species-level taxa. Furthermore, novelties within the genus are still being reported (e.g. V. rivasii Molineros, R. T. González, Flanagan & J. T. Otero, Molineros-Hurtado et al., 2014; V. labellopapillata A.K. Koch, Fraga, J.U. Santos & Ilk.Borg., Koch et al., 2013; V. paludosa Pansarin, J.M. Aguiar & A. C. Ferreira, Pansarin et al., 2012). The resolution of the clades with different methods evaluated agrees with that reported by Soto-Arenas and Dressler (2010), Cameron (2009), Pansarin et al. (2008), Cameron and Molina (2006). It is important to note that Vanilla hirsuta is synonymous with V. tahitensis J.W. Moore, which has a recent hybrid origin (V. planifolia x V. odorata; SotoArenas & Dressler, 2010). Therefore, its proximity to the individual genetic relationship of the standard sample of V. odorata and wild individuals identified as belonging to this species, is not surprising. Moreover, V. bahiana described in Brazil, appears to be very similar, both morphologically and genetically, with V. phaeantha (Soto-Arenas, 2009). However, in each of the methods evaluated in this study, this species showed a closer relationship with V. pompona, which strengthens the hypothesis that V. sp. nov. aff. V. phaeantha is a different species to V. phaeantha. 53 CAPÍTULO II Except for V. planifolia “Oreja de Burro” (in the parsimonious analysis), all the specimens referred by us to V. planifolia on morphological grounds constituted a monophyletic assemblage. Flowers of this entity have yet to analyze by us to confidently assess its relationships. Other individuals remained unidentified at this stage and placed at intermediate positions. The phylogenetic analysis retrieved a clade consisting mainly of specimens of V. planifolia. However, nested within it there were three individuals assigned to the V. pompona-V. odorata-V. insignis group (red group in K= 5) by the STRUCTURE analysis of the ISSR data. This same analysis (but with K= 7) grouped two of these individuals with V. odorata (red group). The remaining genotype is possibly a complex hybrid containing in its ancestry V. odorata (50% aqua of its genetic makeup), V. sp. (35% green) and V. insignis (15% yellow), where the unknown taxon is likely to be a wild genotype of V. planifolia. From this perspective, individuals were retrieved in intermediate or conflicting positions could be interpreted either as belonging to additional Vanilla especies. Yet to be formally identified (with floral material) in our area, or interspecific hybrids. Natural hybridization has long been known to be frequent in several groups of the Orchidaceae (e.g., Adams & Anderson, 1958) including Vanilla (Lubinsky et al., 2006). Examples include introgression of V. claviculata (W. Wright) Sw. with V. barbellata Rchb.f in Puerto Rico (Nielsen, 2000; Nielsen & Siegismund, 1999). Also, AFLP and SSR markers have suggested the possibility of interspecific hybrids between Neotropical species of Vanilla such as V. bahiana, V. planifolia, or V. pompona (Bory et al., 2008b ; Bory, 2007). So, interspecific hybridization may be common whenever closely related taxa occur in sympatry (Bory et al., 2008b). Nevertheless, not all morphological variation (or polymorphisms) within Vanilla species is to be attributable to interspecific hybridization. As in other species, this variation could be due to genetic drift, disruptive selection, or even directional selection resulting from an evolutionary response to local conditions (Ackerman et al., 2011). Also, there is a component of this variation associated with phenotypic plasticity arising from differences in life stages and different growth conditions (van Kleunen & Fischer, 2005). 2.4.3 Implications for the conservation and sustainable use. Wild relatives of crops constitute an imperative source of genes associated with the resistance to pests and 54 CAPÍTULO II diseases or with higher yields under a variety of conditions (Fisher, 2012; Hunter & Heywood, 2011; Hajjar & Hodgkin, 2007). They are also relevant as a source of nutrients, medicine and other traditional uses for communities and for the maintenance ecosystemic services (Hoyt, & Brown, 1992). However, before these wild relatives can be utilized in a sustainable manner, it is first necessary to determine to which species belong. In concordance with Verma et al. (2009), our study showed that the ISSR can be used to identify Vanilla species presents in the MYP. We found higher levels of genetic variation in wild samples than commonly found in vanilla plantations and that might be a result of sexual reproduction and generation from seed, as indicated by the presence of pods in some of the wild populations studied. This point is an indicative of the relevance of these reservoirs of potentially important alleles for the improvement of V. planifolia as a crop, and as such, they should be protected. Thus, the MYP, where the species is still plentiful (yet occurring as small, widely dispersed populations) should be considered of utmost importance for the conservation of V. planifolia as a genetically healthy wild taxon, and as a source of alleles for its improvement as a crop. Acknowledgments. The authors thank Biol. Veronica Limones Briones for their collaboration in lab work, and Ana Maria Hernández Hernández and Carlos Fernando Regla Márquez in the edition of graphics, and Verónica Borbolla, Manfred Speckmaier (Universität Wien, Core Facility Botanischer Garten) and Leon Ibarra González (Research of the Brigada de Educación para el Desarrollo Rural no. 3 (DGETA) and the Fundación Produce, A.C., Quintana Roo) for the pictures of the vanillas. The first autor thanks the National Council for Science and Technology (CONACYT) for the scholarship for postgraduate studies. 55 CAPÍTULO III CAPÍTULO III ESTRUCTURA Y DIVERSIDAD GENÉTICA DE Vanilla planifolia SILVESTRE EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN, MÉXICO. 3.1 INTRODUCCIÓN. Uno de los objetivos centrales para la conservación a largo plazo de las especies amenazadas es asegurar la persistencia de su diversidad genética, al señalarse que altos niveles de diversidad promueven una mayor capacidad de adaptación ante cambios ambientales (Kahilainen et al., 2014). Dado que las especies amenazadas presentan tamaños poblacionales reducidos, se ha convocado a que en la planificación de estrategias de conservación se tomen en cuenta explícitamente a los procesos evolutivos que afectan la diversidad genética de estas especies en alguno de sus niveles de análisis (i.e. individual, entre e intrapoblacional) (Ponce-Reyes et al. 2014; Vasconcelos et al., 2012; GEO BON, 2011; Laikre, 2010; Mace y Purvis, 2008). Sin embargo, este enfoque se ha considerado en un número reducido de especies amenazadas, tal es el caso de especies de interés económico (Sarukhán et al., 2009), domesticadas (Walpole et al., 2009), comunidades forestales de edad avanzada (Hamrick et al., 2006), recursos genéticos animales (Segura-Correa y Montes-Pérez, 2001) y Agave victoria-reginae (Eguiarte et al., 1999). Vanilla planifolia Andrews es una especie Neotropical, hemiepífita de la familia Orchidaceae, uno de los grupos más grandes y antiguos de plantas con flores con una edad evolutiva calculada entre 80 y 120 millones de años (Cameron, 2011), donde el género Vanilla es el único grupo con plantas totalmente trepadoras (Carnevali, 2012; Havkin-Frenkel et al., 2011). La distribución original de V. planifolia no se conoce con precisión (Soto-Arenas, 2009); sin embargo, parece tener una distribución restringida al sureste de México y Centro América (Kew, 2016; Soto-Arenas y Dressler, 2010; SotoArenas, 2009). En la naturaleza, esta especie presenta poblaciones hiperdispersas con baja densidad de individuos (Soto-Arenas, 2009; 1999; Cibrián, 1999). V. planifolia raramente es visitada por insectos (Soto-Arenas, 2009); no obstante, se han observado abejas del género Euglossa visitar las flores y portar polen de esta especie (Hernández- 56 CAPÍTULO III Apolinar obs. pers.). Cabe mencionar que no se conoce con certeza a los dispersores de semilla de V. planifolia (Soto-Arenas et al., 2009). Vanilla planifolia posee gran importancia económica a nivel internacional, ya que de su cultivo se obtiene uno de los saborizantes más populares del mundo, la vainilla. De esta especie se obtiene el 95% de las vainas de vainilla comercializadas en el mundo (Lubinsky et al., 2008a). V. planifolia está amenazada de extinción local en su hábitat natural por la destrucción del mismo y por la extracción excesiva de individuos para el establecimiento de plantaciones (CITES, 2017; SEMARNAT, 2010; Soto-Arenas, 2009, 2006; Duval et al., 2006). Pese a este riesgo de extinción y a la importancia que podrían significar sus poblaciones silvestres en el mejoramiento genético del cultivo, existe un vacío de conocimiento sobre la biología y el estado conservación de esta orquídea en su hábitat natural (Azofeifa-Bolaños et al., 2014; Herrera-Cabrera et al., 2012; Gigant et al., 2011). Muy pocos proyectos de conservación han considerado la importancia de conocer la diversidad genética de las poblaciones silvestres de V. planifolia. Azofeifa-Bolaños et al. (2014) realizaron una propuesta para la conservación de las especies de Vanilla (incluida V. planifolia) presentes en Costa Rica. Esta propuesta contempló la colecta de germoplasma silvestre, su caracterización mediante marcadores moleculares de ADN y la generación de un sistema de producción de semillas para el establecimiento de un banco de germoplasma. En México, centro de origen del cultivo de la vainilla (Soto-Arenas, 2009), se han llevado a cabo propuestas prácticas de conservación de sus cultivares; ya sea: quimiotipos (Salazar-Rojas, et al., 2011) o germoplasma (explantes y esquejes; Bello-Bello et al., 2015; García-Núñez, 2013). Asimismo, el Gobierno Federal estableció la Red Vainilla (SINAREFI-SAGARPA) que tiene como fin rescatar y conservar el género Vanilla en sus diferentes niveles: a) bancos de germoplasma, b) conservación in-vitro y c) crioconservación (SAGARPA, 2012). Sin embargo, en estos esfuerzos de conservación no se ha contemplado el estudio de la diversidad genética de la especie en su hábitat natural, particularmente la de sus poblaciones silvestres. En México se han colectado individuos silvestres de Vanilla planifolia en Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Yucatán (Villanueva-Viramontes et al., 2017; Soto-Arenas, 2009; Schlüter, 2007; 2002; Soto-Arenas, 2006; 1999; Cibrián, 1999) 57 CAPÍTULO III y probablemente Veracruz (Soto-Arena, 2009). Se conoce que esta especie ha sido ampliamente cultivada desde el Siglo XVIII en Veracruz, Puebla y San Luis Potosí (Menchaca, 2009). Sin embargo, hoy en día se especula que las poblaciones silvestres de V. planifolia de estos lugares han desaparecido, o bien, que las plantaciones de esta especie en estos lugares provienen de otras regiones, como el sureste de México (SotoArenas, 2009; Lubinsky et al. 2008). Por otra parte, se ha señalado que el cultivar “Mansa” actualmente se encuentra escapado y/o naturalizado en las áreas tropicales en donde se ha llevado a cabo su cultivo (Soto-Arenas, 2009; Lubinsky et al., 2008a; Schlüter et al., 2007), aspecto que obstaculiza el reconocimiento de ejemplares silvestres. La Península de Yucatán, México (MYP), es uno de los hábitats naturales donde aún se pueden encontrar individuos silvestres de Vanilla planifolia (Villanueva-Viramontes et al., 2017; Soto-Arenas, 2009; Schlüter, 2007). En esta región aún existen grandes extensiones forestales con buen estado de conservación (dentro de los ejidos) y Áreas Naturales Protegidas (SEDUMA, 2012), lo que podría estar asegurando tasas altas de crecimiento de las poblaciones silvestres de V. planifolia, y con ello, niveles altos de variabilidad genética intrapoblacional. De acuerdo con Kahilainen et al. (2014), la diversidad de especies dentro de una comunidad y la diversidad genética intrapoblacional están positivamente correlacionadas, debido a las influencias paralelas de las características ambientales (área, conectividad y heterogeneidad ambiental) en ambos niveles de diversidad. En la MYP existen condiciones ambientales particulares, siendo un centro de endemismo importante para muchas especies vegetales (Rzedowski, 1978) y una de las regiones de México donde es posible encontrar mayor riqueza de especies (Sánchez y Pérez-Hernández, 2005; Escalante et al., 1998). La correlación positiva entre diversidad de especies de una comunidad y la diversidad genética intrapoblacional puede proporcionar información útil para la conservación de las especies, al considerar las diferencias de la composición entre las localidades, ya que los mecanismos que hay detrás también pueden impulsar las correlaciones entre la diferenciación de la comunidad y composiciones genéticas de las poblaciones silvestres (Kahilainen et al., 2014); en este caso, las de V. planifolia. Aunado a lo antes señalado, el desarrollo simpátrico de poblaciones de las otras especies de vainilla presentes en la MYP como V. odorata C. Presl, V. insignis Ames, V. 58 CAPÍTULO III sp. nov. aff. V. phaeantha (Sara Villanueva, obs. pers.), también podría estar favoreciendo niveles altos de hibridación inter-específica y con ello, niveles de diversidad genética altos en V. planifolia. Por último, la MYP presenta condiciones contrastantes con las zonas de alta producción de vainilla en México, ya que no existe un manejo comercial intensivo de vainilla, por lo que esta región tiene gran relevancia en términos de la conservación, el uso y el manejo de esta especie. En el contexto antes señalado, los objetivos de este trabajo fueron: 1) determinar el patrón de agrupamiento genético de los individuos silvestres de V. planifolia colectados en la MYP; 2) evaluar los niveles de diversidad genética de los grupos identificados (poblaciones genéticas) y, 3) comparar la diversidad genética encontrada en V. planifolia silvestre de la MYP con lo reportado en la literatura. 3.2 MATERIALES Y MÉTODOS. 3.2.1 Material vegetal y extracción de ADN. Un total de 89 individuos silvestres de Vanilla planifolia fueron colectados en veintitrés sitios en la MYP (Cuadro 3.1, Figura 3.1). Estos fueron considerados como silvestres (“W”) debido a la ausencia de evidencias de manejo humano y por encontrarse en áreas de selva alejadas de comunidades humanas. La colecta de material vegetal consistió en dos hojas por individuo (método no invasivo). La mayoría de los individuos fueron colectados sin estructuras reproductivas que permitieran su adecuada identificación taxonómica, por lo que su pertenencia a V. planifolia fue avalada con información molecular (Villanueva-Viramontes et al., 2017). La colecta se realizó entre 2013 y 2015. La ubicación exacta de los individuos colectados se reserva por motivos de conservación. A cada individuo se le asignó una clave de identificación, la cual hace referencia al número identificador del individuo, a la región (norte: N; centro: C; y sur: S) y al sitio donde éste fue colectado (e.g. “W”1-N4, individuo silvestre 1 de la región norte de la MYP del sitio 4, ver Figura 3.1). Siete individuos cultivados pertenecientes a los cultivares “Mansa” (“M”), “Variegata” (“V”) y a la variedad “Oreja de Burro” (“OB”), la cual se caracteriza por ser autoincompatible, fueron incluidos en el análisis como grupo externo para polarizar los datos (Cuadro 3.1, Figura 3.1). Las muestras de estos individuos se colectaron en Veracruz (sitio 1), Puebla (sitio 2) y Oaxaca (sitio 3), ya que aparentemente estas regiones son diferentes genéticamente de la MYP 59 CAPÍTULO III (Schlüter et al., 2007). La extracción y cuantificación de ADN se realizó de acuerdo a la metodología descrita por Villanueva-Viramontes et al. (2017). 3.2.2 Técnicas de SSR. Se aplicaron 14 iniciadores de loci microsatélites (SSR, por sus siglas en inglés) (Cuadro 3.2) que demostraron su utilidad en un estudio previo para Vanilla (Bory et al., 2008c). Las condiciones para la amplificación por PCR se establecieron de acuerdo a Bory et al. (2008c), usando un termociclador GeneAmp PCR System 9700 (Ampplied Biosystems). La electroforesis se realizó en geles desnaturalizantes de poliacrilamida al 5%. Se utilizaron marcadores de peso molecular de 10 pb, 50 pb y 100 pb como referencia, dependiendo del tamaño del fragmento esperado. La visualización de los productos amplificados se llevó a cabo con la técnica de tinción con plata (Christensen et al., 1999). Las bandas de peso molecular idéntico se tomaron como el mismo alelo, debido a que los alelos correspondientes a un locus marcan las regiones cromosómicas homologas a las que se encuentran ligados (Rallo et al., 2002; Katzir et al., 1996). 60 CAPÍTULO III Cuadro 3.1. Origen geográfico y número de muestras por sitio de colecta de los ejemplares de referencia y de los ejemplares silvestres de Vanilla planifolia. Variedad “M” “OB” “M” “V” “M” “W” “W” “W” Región Sitio Veracruz 1 Puebla 2 Oaxaca 3 3 1 1 1 1 MYP 4 5 6 7 31 3 1 9 Centro 8 9 10 11 12 1 1 1 6 4 Sur 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 1 3 2 1 1 4 1 5 2 4 2 2 4 Norte Numero de muestras “M”: var. “Mansa”; “V”: var. “Variegata”; “OB”: var. “Oreja de Burro”; “W”: silvestre. 61 CAPÍTULO III Figura 3.1. Sitios de colecta de Vanilla planifolia. 1, 2 y 3 corresponden a los sitios donde se colectaron los ejemplares de referencia (cultivados). 4 – 25 corresponden a los sitios donde se colectó material vegetal de ejemplares silvestres de V. planifolia en la MYP. 62 F: TGGATGTGCATTTGTG; R: CGCATTCATTCACTTGT F: TATAGATGCACACGAGC; R: TCACATCCCTACATGC F: TTTGCTTGAACGTATGTC; R: GCAAACATAGAAATGCAC F: GCACATAAATACCTTACACC; R: GTTCACGTCAGTGTGCT F: AGTGTCTTTGTGTGCCT; R: TAGATAGTAAACCCATACTCAC F: TATGTGTGAGAGGGTGC; R: CAATTAGTCACATCCATAAAC F: AAGTGCCCAATCTATC; R: TGGATTCACCATGAC F: CAAAACACAAGGAAATGC; R: TGCAAGCCCACAAGT F: GTGTAGCGGTTCATACAA; R: CATTCATGGAAGTGGAG F: GCACATACATGCTTATTG; R: CATGTTCTTATTTGAGTGG F: AACATGCACAAGAAAG; R: TTTATGCACCTTGTTAG F: ATTTCCTCCCTCACTGTA; R: AATCTCAGGTGCTATTGG F: CATGCTTACATCTTTGTGTT; R: TAATGGACATGCACACTC F: CTATGTGCGCTTTGG; R: CACTCAAGAACATGCAAC mVplCIR002 (TG)7 (GT)6 Nx (TG)7 (TG)9 (CA)9 (CA)9 (TG)8 (CA)9 (TG)9 (TG)9 (TG)6 Nx (TG)7 Nx (TG)6 (CA)7 Nx (CA)6 Nx (CA)10 (TG)9 (CA)7 (TG)8 Motivo repetido 224 301 346 190 223 231 197 222 320 280 346 259 349 222 Tamaño / clone (pb) 63–55 63–55 60–53 60–53 63–55 63–55 60–53 60–53 60–53 60–53 60–53 60–53 60–53 60–53 T / alineamiento (8C) EF486657 EF486656 EF486655 EF486654 EF486653 EF486652 EF486651 EF486650 EF486649 EF486648 EF486647 EF486646 EF486645 EF486644 Accesión / GenBank El motivo repetido y el tamaño en número de pares de bases se refieren a los alelos de los clones secuenciados. También se dan la temperatura (T) de alineamiento para la PCR, y los números de acceso del GenBank. Tomado de Bory et al. (2008c). mVplCIR050 mVplCIR047 mVplCIR031 mVplCIR028 mVplCIR026 mVplCIR025 mVplCIR022 mVplCIR019 mVplCIR016 mVplCIR015 mVplCIR010 mVplCIR005 mVplCIR003 Secuencias de los iniciadores (5’ – 3’) Locus SSR Cuadro 3.2. Secuencias de 14 loci de microsatélites en Vanilla (F para el cebador directo y R para el cebador inverso). CAPÍTULO III 63 CAPÍTULO III 3.2.3 Análsis de datos. 3.2.3.1 Patrón de agrupamiento y estructura genética. Como paso inicial, se evaluó el patrón de agrupamiento de los individuos mediante dos enfoques: 1) Una prueba de asignación de individuos mediante un enfoque bayesiano implementado en Structure 2.3 (Pritchard et al., 2010), el cual asigna genotipos individuales a un número predeterminado de poblaciones (K) que cumplen con los requisitos en términos de Hardy-Weinberg y de equilibrio de ligamiento (MartínezCastillo et al., 2014). El programa se ejecutó bajo el modelo admixture (Pritchard et al., 2000), el cual supone que cada individuo extrae alguna fracción de su genoma de cada una de las poblaciones, asignándose probabilísticamente a una población o conjuntamente a dos o más poblaciones si sus genotipos indican que se mezclan (Martínez-Castillo et al., 2014). Utilizamos el sitio de colecta como LOCPRIOR en todos los análisis realizados (Tucker et al. 2012; Hubisz et al., 2009), ya que esto permite al programa usar información sobre ubicaciones de muestreo para ayudar a agrupar con datos débiles, para detectar migrantes o para predefinir algunas poblaciones. El programa se ejecutó bajo las siguientes especificaciones: frecuencias correlacionadas, período de quema de 100,000 y 200,000 iteraciones después de este período para permitir que la cadena de Markov alcanzara la estacionalidad. Debido a que hay 25 sitios de colecta diferentes, el análisis probó varios valores de K (K = 1 a K = 25). El valor más probable de K (Kóptima) se estimó de acuerdo con el método de Evanno et al. (2005) implementado en el programa Structure-Harvester (Earl y vonHoldt, 2012). La gráfica resultante del análisis de asignación de individuos fue editada en Microsoft Power Point 2013. 2) Un análisis de coordenadas principales (PCoA, Principal Coordinates Analysis). Este análisis permite el reconocimiento de la agrupación espacial de los genotipos, sin alterar los datos con sólo introducir la matriz de similitud genética. Se delimitaron los grupos genéticos con base en los coeficientes de ancestría definidos en los análisis de agrupamiento bayesiano. Este análisis se realizó en GenAlEx 6.2 (Genetic Analysis in Excel) (Peakall y Smouse, 2006). 64 CAPÍTULO III A partir de este momento, llamaremos población a cada uno de los grupos genéticos identificados mediante estos enfoques (Kóptima, Structure y PCoA). Una vez determinado el patrón de agrupamiento, se determinó la estructura genética de las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia identificadas en la MYP, mediante los siguientes análisis: 1) Se estimaron los valores de RST entre las poblaciones. 2) Se realizó un análisis de varianza molecular de tipo jerárquico (AMOVA, Analysis of molecular variance; Excoffier et al., 1992), considerando dos niveles: entre las poblaciones y entre los individuos dentro de las poblaciones. 3) Se evaluó el aislamiento por distancia, mediante la prueba de Mantel (Sokal, 1979; Mantel, 1967), utilizando las matrices de distancias genéticas de Nei (1978) y distancias geográficas de los sitios de colecta. Su significancia fue probada con 1,000 permutaciones. Estos tres análisis se llevaron a cabo en GenAlEx 6.2 (Genetic Analysis en Excel) (Peakall y Smouse, 2006). 3.2.3.2 Diversidad genética. En primera instancia, se realizaron pruebas para determinar la presencia de alelos nulos y errores de puntuación en cada población (de acuerdo con la Kóptima obtenida) con el programa MICROCHECKER (Van Oosterhout et al., 2004), y de esta manera evaluar la calidad de los datos de SSR utilizados. Se aplicó el ajuste de Bonferroni para comparaciones múltiples (Rice, 1989). La diversidad genética se determinó para cada población y subgrupos observados al interior de estas, con base en los siguientes estimadores: porcentaje de loci polimórficos (%P), número de alelos (A); número efectivo de alelos (Ne); Heterocigosidad esperada (HE) y observada (HO); y el coeficiente de endogamia (FIS). Los programas usados fueron Arlequin 3.5.2.1 (Excoffier, 2010) y GenAlEx 6.2 (Peakall y Smouse, 2006). 65 CAPÍTULO III 3.3 RESULTADOS. 3.3.1 Patrón de agrupamiento y estructura genética. Prueba de asignación de individuos. Se estimó la primer Kóptima= 2, la cual señaló la existencia de las siguientes agrupaciones codificadas por colores según el programa Structure (Figura 3.2; Cuadro 3.3): 1. ROJO-K2: Este grupo agregó todas las muestras de referencia de Vanilla planifolia (los cultivares "Mansa", "Variegata" y “Oreja de Burro”), junto con 55 individuos silvestres colectados en los sitios de colecta N4-7 y C8-12. De éstos, 33 individuos presentaron el 100% de ancestría “ROJO-K2”, el resto presentó diferentes niveles de ancestría “VERDE-K2” menores al 50%. 2. VERDE-K2: En este grupo se agregaron el resto de los individuos (34), de los sitios C11, S13-25, además de dos individuos del sitio 4 (MYP1-CY y MYP5-CY). Díez individuos (incluidos los individuos del sitio 4) presentaron el 98% de ancestría “VERDE-K2”, mientras que el resto presentó diferentes niveles de ancestría “ROJO-K2” (menores al 50%). Ambos grupos presentan una distribución geográfica bien delimitada (Figura 3.3). El grupo ROJO-K2 se encuentra a partir del centro hacia el norte de la PYM, mientras que el grupo VERDE-K2 se encuentra en la franja sur de la misma. El sitio 11 es el único donde están presentes individuos de ambos grupos. Considerando lo señalado por Meirmans (2015), que valores diferentes de Kóptima pueden reflejar diferentes procesos genéticos y demográficos que nos permitan mejorar la interpretación biológica de los datos, se realizó un segundo análisis partiendo de la primer K (2 - 25). Este segundo análisis mostró dos valores de K bien definidos: K=5 y K=11 (Ver Figura 3.2 y Cuadro 3.3): K= 5 (grupos definidos por Structure por categoría de color): a) Rojo-K5: este grupo consistió de 21 individuos silvestres (pertenecientes a los sitios C11, S13-22, S24-25). De éstos, 4 individuos presentaron el 100% de ancestría “Rojo-K5” y el resto con diferentes niveles de ancestría (desde 40% al 2%) “Azul-K5”, “Verde-K5”, “Fucsia-K5” y “Amarillo-K5”. 66 CAPÍTULO III b) Verde-K5: en esta categoría de color se agruparon 22 individuos silvestres (pertenecientes a los sitios N4, N6-7, C8-10, C12 y S25). De estos individuos, 8 presentaron el 100% de ancestría “Verde-K5”, el resto presentaron diferentes niveles de ancestría (desde el 40% al 2%) “FucsiaK5”, “Rojo-K5”, “Azul-K5” y “Amarillo-K5”. c) Azul-K5: 37 individuos fueron agrupados en esta categoría [incluidos los individuos de referencia de los cultivares “Mansa”, “Variegata” y “Oreja de Burro” de Veracruz (3) y Puebla de Vanilla planifolia]. Los individuos silvestres en este grupo (32) pertenecen a los sitios N4-5, C11 y S20 (la mayoría de los individuos del sitio 4 con un 100% de ancestría “Azul-K5”). De estos individuos, 12 presentaron diferentes niveles de ancestría (desde el 40% al 4 %) “Verde-K5”, “Fucsia-K5”, “Amarillo-K5” y “Rojo-K5”. d) Amarillo-K5: en este grupo se incluyeron 8 individuos silvestres pertenecientes a los sitios N4-5, C11 y S20. De éstos, solo 2 presentaron el 100% de ancestría “Amarillo-K5”, el resto presentó diferentes niveles de ancestría (del 45% al 2%) “Azul-K5” y “Rojo-K5”. e) Fucsia-K5: esta categoría agrupó a 6 individuos silvestres pertenecientes a los sitios S18, S22-23, y a 2 individuos de referencia del cultivar “Mansa” de Veracruz y Oaxaca. Todos estos individuos presentaron diferentes niveles de ancestría (desde 35% al 1% “Azul-K5”, “Verde-K5” y “Rojo-K5”). La mayoría de estos grupos presentaron un patrón bien delimitado y aparentemente continuo en su distribución geográfica a excepción del grupo Azul-K5, el cual parece brincar algunos de los sitios del subgrupo Verde-K5 (Figura 3.3). Sin embargo, todos los grupos K5 se mantuvieron dentro de los límites correspondientes a los grupos K2. K= 11 (grupos definidos por Structure por categoría de color de más del 30% de ancestría; Figura 3.2; Cuadro 3.3): a) rojo-K11: este grupo consistió de tres individuos silvestres pertenecientes a los sitios S22 y S25 (con más del 75% de ancestría “rojo-K11”). Los tres 67 CAPÍTULO III individuos presentaron niveles bajos (muy similares) de ancestría “ocreK11”, “turquesa-K11”, “aguamarina-K11”, “púrpura-K11” y “amarillo-K11”. b) verde-K11: en esta categoría de color se agruparon 4 individuos silvestres de los sitios N5, C11 y S20 con coeficientes de ancestría muy similares entre ellos (entre 55% y 60% de ancestría “verde-K11”), con 30% de ancestría “siena-K11”, de 4% a 10% de ancestría “púrpura-K11”, y de 1% a 5% de ancestría “fucsia-K11”. c) azul-K11: este grupo se constituyó por 5 individuos silvestres de los sitios C11, S13, S15-17. Todos con más del 30% de ancestría “azul-K11” y diferentes niveles de ancestría (del 30% al 1%) “ocre-K11”, “amarillo-K11”, “turquesa-K11”, “rojo-K11”, “verde-K11”, “fucsia-K11” y “púrpura-K11”. d) amarillo-K11: 3 individuos silvestres (pertenecientes a los sitios S15, S1819) conformaron este grupo con más del 60% de ancestría “amarillo-K11”. Estos individuos presentaron diferentes niveles de ancestría (desde 25% al 1%) “azul-K11”, “roja”, “turquesa-K11”, “ocre-K11”, “siena-K11”, “verde-K11” y “púrpura-K11”. e) fucsia-K11: en este grupo se colocaron 7 individuos silvestres (incluidos en el grupo “Amarillo-K5”) de los sitios N4, C11 y S20. Estos individuos presentaron más del 40 % de ancestría “fucsia-K11” y diferentes niveles de ancestría (desde el 25% al 1 %) “verde-K11”, “siena-K11” y “púrpura-K11”. f) aguamarina-K11: los 5 individuos silvestres (pertenecientes a los sitios S22-23) que conformaron este grupo presentaron más del 80 % de ancestría “aguamarina-K11” con diferentes niveles (desde el 15% al 1%) de ancestría “turquesa-K11”, “siena-K11”, “azul-K11”, “verde-K11” y “rojo-K11”. Este grupo mantienen la misma relación que el grupo “Fucsia-K5”. g) ocre-K11: esta categoría agrupó a 5 individuos silvestres de los sitios S18, S24-25, con más del 50% de ancestría “ocre-K11” y diferentes niveles de ancestría (desde el 15% al 1%) “rojo-K11”, “turquesa-K11”, “amarillo-K11”, “siena-K11”, “púrpura-K11”, “verde-K11” y “azul-K11”. 68 CAPÍTULO III h) púrpura-K11: en esta categoría se agruparon 5 individuos silvestres (de los sitios S14 y S21) con un porcentaje de ancestría “púrpur-K11” mayor al 60. Estos individuos presentaron diferentes niveles de ancestría (del 30% al 1%) “verde-K11”, “siena-K11”, “rojo-K11” y “turquesa-K11”. i) siena-K11: este grupo se mantuvo prácticamente igual al grupo “Azul-K5” con 34 individuos. En este grupo se incluyeron 4 individuos de referencia de los cultivares “Mansa”, “Variegata” y “Oreja de Burro” (Veracruz y Puebla) de Vanilla planifolia con diferentes niveles de ancestría “siena-K11” que van desde el 98% al 28%, y diferentes niveles de ancestría (desde 2l 40% al 1%) “verde-K11”, “gris-K11”, “fucsia-K11” y “azul-K11”. 21 individuos silvestres (de los sitios N4-5, C11, S18 y S20) presentaron el 100% de ancestría “siena-K11” (la mayoría del sitio 4), mientras que el resto presentó diferentes niveles de ancestría (del 30% al 1%) “fucsia-K11”, “verde-K11”, “turquesa-K11”, rojo-K11”, “amarillo-K11”, “azul-K11” y “grisK11”. j) turquesa-K11: Con 22 individuos silvestres (de los sitios N4, N6-7, C8-10, C12 y S25), este grupo se mantuvo prácticamente igual que el grupo “Verde-K5”. Todos los individuos presentaron una ancestría “turquesa-K11” del 50% al 99% y diferentes niveles de ancestría “siena-K11”, “rojo-K11”, “aguamarina-K11”, “azul-K11”, “amarilla-K11”, “púrpura-K11”, “verde-K11” y “fucsia-K11” (del 30% al 1% respectivamente). k) gris-K11: este último grupo fue constituido por 3 de los ejemplares de referencia de la variedad “Mansa” de Vanilla planifolia de Veracruz y Oaxaca, con más del 80% de ancestría “gris-K11” y diferentes niveles de ancestría (desde el 10% al 1%) “siena-K11”, “púrpura-K11”, “turquesa-K11”, “amarillo-K11”, “verde-K11” y “rojo-K11”. Los subgrupos de K11 no presentaron un patrón geográfico definido, ya que hay por lo menos un miembro de estos grupos presentes en varios sitios, e incluso brincan los límites de los grupos K2 y K5 (Figura 3.3). 69 CAPÍTULO III Figura 3.2 Patrón de agrupamiento de 7 individuos cultivados y 89 individuos silvestres de Vanilla planifolia de la Península de Yucatán, México, mediante la determinación de Kóptimas con el método de Evanno et al. (2005) y 14 loci de microsatélites. 70 CAPÍTULO III Figura 3.3. Mapa de distribución de las poblaciones de Vanilla planifolia y los subgrupos genéticos en la MYP. La codificación de colores es de acuerdo a las Kóptimas de los análisis de Structure. 71 CAPÍTULO III Análisis de Coordenadas Principales. El PCoA mostró la existencia de dos grandes grupos (líneas entrecortadas; Figura 3.4): “ROJO-K2" y “VERDE-K2” (codificados con el color de las Kóptimas del análisis de Structure, Figura 3.2). Ambos grupos son acordes con la K= 2 del análisis de Structure. El grupo “ROJO-K2” contiene dos nubes de puntos más compactas, las cuales corresponden a los grupos “Azul-K5” y “Verde-K5” (grupos K5 corresponden a las líneas punteadas, Figura 3.4) del análisis de Structure, y tres individuos del grupo “Fucsia-K5, de los cuales dos son ejemplares de referencia del cultivar “Mansa” (Veracruz y Oaxaca), y el tercero pertenece al sitio 18. El grupo “VERDEK2” presenta una nube de puntos más dispersa, en la cual se observan los grupos “Amarillo-K5”, “Rojo-K5” y el resto de los individuos del grupo “Fucsia-K5”. En este análisis de PCoA, dos individuos del grupo “Azul-K5” (de los sitios 4 y 5) del análisis de Structure, se encuentran dentro del grupo “VERDE-K2”. Las coordenadas principales 1 y 2 explicaron el 22.92% y el 13.15% de la variación total, respectivamente. A continuación, se presentan los subgrupos K11 (círculos codificadas por colores de acuerdo a la K= 11 de la Figura 3.2) anidados en las poblaciones K5 de la siguiente manera (Cuadro 3.3, Figuras 3.3 y 3.4): Los subgrupos “siena-K11” y “verde-K11” se encuentran dentro del grupo “Azul-K5” El subgrupo “turquesa-K11” corresponde al grupo “Verde-K5”. El subgrupo “fucsia-K11” corresponde al grupo “Amarillo-K5” Los subgrupos “púrpura-K11”, “amarillo-K11”, “ocre-K11”, “rojo-K11” y “azul-K11” se encuentran dentro del grupo “Rojo-K5”. 72 El subgrupo “aguamarina-K11” se encuentra dentro del grupo “Fucsia-K5”. CAPÍTULO III Figura 3.4. Análisis de Coordenadas Principales (PCoA) de Vanilla planifolia en la MYP. La codificación de colores es de acuerdo a las Kóptimas de los análisis de Structure. 73 CAPÍTULO III Cuadro 3.3. Individuos silvestres de Vanilla planifolia agrupados por poblaciones y subpoblaciones según los valores de K. La codificación de colores es de acuerdo a las Kóptimas de los análisis de Structure. ID K2 OB M1 V M4 W89-N W2-N W3-N W4-N W6-N W7-N W8-N W9-N W10-N W11-N W12-N W13-N W14-N W15-N W16-N W17-N W18-N W19-N W20-N W21-N W22-N W23-N W24-N W25-N W26-N W36-S W31-N W39-C K5 K11 Sitio ID 1 1 2 2 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 20 5 11 W40-C W41-C W30-N W35-S M2 W54-N W55-N W56-N W57-N W45-N W46-N W47-N W48-N W49-N W50-N W51-N W52-N W53-N W59-N W66-C W67-C W68-C W69-C W70-C W73-C W74-C W63-S M5 M3 W75-S W76-S W77-S K2 K5 K11 Sitio ID 11 11 5 20 1 4 4 4 4 7 7 7 7 7 7 7 7 7 6 8 12 12 12 12 9 10 18 3 1 22 22 22 W78-S W79-S W71-S W29-N W1-N W5-N W32-S W33-S W34-S W37-C W38-C W27-S W28-S W42-S W43-S W44-S W61-S W62-S W64-S W65-S W72-S W84-S W83-S W58-S W60-S W85-S W86-S W80-S W81-C W82-S W87-S W88-S K2 K5 K11 Sitio 23 23 25 5 4 4 20 20 20 11 11 21 21 14 14 14 15 19 18 22 25 25 25 24 24 18 18 15 11 16 13 17 Variedades de Vanilla planifolia: OB: Oreja de Burro; M: Mansa; V: Variegata; W: silvestre. Regiones de la PYM: N: norte; C: centro; S: sur. 74 CAPÍTULO III Combinando los resultados de estos análisis (Kóptima, Structure y PCoA), podemos selañar la existencia de grupos genéticos bien definidos de Vanilla planifolia silvestre en la PYM. Estos grupos fueron identificados en cada nivel de organización interno (NOI), los cuales llamaremos de la siguiente manera: K= 2, “poblaciones”; K= 5, “subpoblaciones”; y K= 11, “familias”. Cabe señalar que la familia “gris-K11” se retiró de los análisis por corresponder al grupo de los cultivados. Estructura genética. El coeficiente de diferenciación genética RST varió de 0.023 a 0.466 entre cada NOI de Vanilla planifolia (Cuadro 3.4), con un valor medio de 0.28, mostrando una alta estructura genética al interior de los tres NOI. El AMOVA reveló que, a nivel de poblaciones, el 6% de la variación genética se repartió entre estas y el 94% se encuentra dentro de las mismas. En general, se observó un mayor porcentaje de variación genética al interior de cada uno de los NOI (Cuadro 3.4). También, se pudo observar que cuando más se profundiza en los NOI, la estructura genética aumenta. Se detectó un efecto significativo de aislamiento por distancia a nivel de las poblaciones y a nivel de las familias, ya que la correlación entre distancias genéticas y geográficas fue altamente significativa en todos los NOI (P > 0.010), como lo demostró una prueba de Mantel (ver valores de R2 en la figura 3.5). 75 CAPÍTULO III Cuadro. 3.4. Análisis de varianza molecular en los diferentes niveles de organización interna (NOIs) de Vanilla planifolia silvestre de la Península de Yucatán, México, e índice de diferenciación genética (RST), usando 14 loci de microsatélites. Fuente de variación Suma de los cuadrados Componentes de la varianza Porcentaje de variación RST K2 Entre las poblaciones 40042.39 397.18 6% 0.059 Dentro de las poblaciones 1109560.66 6304.32 94% Total 1149603.06 6701.50 100% 197994.620 1337.464 20% 930284.931 1128279.551 5377.370 6714.834 80% 100% 309338.572 1857.056 27% 824617.652 1133956.225 4908.438 6765.495 73% 100% K5 Entre las subpoblaciones Dentro de las subpoblaciones Total 0.199 K11 Entre las familias Dentro de las familias Total 76 0.274 CAPÍTULO III Figura 3.5. Prueba de Mantel. Aislamiento por distancia entre 89 individuos de Vanilla planifolia silvestre en la Península de Yucatán, México. 77 CAPÍTULO III 3.3.2 Diversidad genética. El análisis de MICROCHECKER indicó la presencia de alelos nulos en algunos loci en los dos NOI superiores de Vanilla planifolia (en las poblaciones y en algunas subpoblaciones; e.g. loci mVplCIR010). Sin embargo, a nivel de familias no fueron detectados alelos nulos. Con base en esto, se propone el uso de estos catorce loci de SSR como un conjunto adecuado para evaluar la diversidad genética al interior de Vanilla planifolia. Se identificaron un total de 110 alelos en los catorce loci analizados. El locus con mayor número de alelos fue el mVplCIR026 (14), mientras que el locus con menor número de alelos fue el mVplCIR003 (3). Se detectaron diferentes loci monomórficos entre los NOI. El porcentaje de loci polimórficos fue del 14.29% al 100% dentro de cada NOI, siendo la población “VERDE-K2”, la subpoblación “Rojo-K5” y la familia “azul-K11” las que tienen el 100%, y la familia “verde-K11” la que tiene el menor valor. El número promedio de alelos entre los loci entre NOIs varió de 2.31 (± 0.10) a 5.571 (± 0.59), siendo la población “VERDE-K2”, la subpoblación “Rojo-K5” y la familia “azul-K11” las que presentaron los valores más altos (Cuadro 3.5). El número efectivo de alelos osciló entre 1.114 y 3.722. La heterocigosidad observada varió entre los NOI de 0.107 a 0.743, siendo la familia “azul-K11” la que tuvo el valor más elevado, y la familia “verde-K11” la que tuvo el menor valor; mientras que la heterocigosidad esperada varió entre los NOI de 0.063 a 0.646, siendo la población “VERDE-K2” la que tuvo el mayor valor, y la familia “verde-K11” la que tuvo el menor valor. Resumiendo, la población “VERDE-K2”, la subpoblación “RojoK5” y la familia “azul-K11” parecen ser los NOI con niveles de diversidad mayores. El coeficiente de endogamia mostró valores positivos de endogamia para los dos NOI superiores (poblaciones: 0.313 y subpoblaciones: 0.190), mientras que, para el nivel de familias el valor fue negativo (-0.130). 78 CAPÍTULO III Cuadro 3.5. Resumen estadístico de la diversidad genética de Vanilla planifolia silvestre, en los tres niveles de estructura genética en la MYP hallados en este estudio, usando 14 loci de microsatélites. Número de alelos (Na); número de alelos efectivos (Ne); heterocigosidad observada (HO); heterocigosidad esperada (HE); el coeficiente de endogamia (FIS); y porcentaje de loci polimórficos (%P). ES = error estándar. Na K2 (Poblaciones) ROJO Promedio 3.714 ES 0.539 Ne 1.596 0.213 HO 0.172 0.056 HE 7.429 0.817 3.722 0.506 0.419 0.045 0.646 0.057 Total Promedio ES 5.571 0.599 2.659 0.338 0.295 0.043 0.454 0.057 K5 (Subpoblaciones) Amarillo Promedio 3.286 ES 0.474 2.596 0.366 0.265 0.077 0.487 0.080 Fucsia Promedio ES 2.286 0.412 2.571 0.429 1.393 0.155 1.925 0.303 0.178 0.075 0.279 0.083 100.00% 0.313 0.060 64.29% 71.43% 0.342 0.075 4.929 0.633 2.950 0.403 0.510 0.064 0.575 0.056 Verde Promedio ES 2.786 0.366 1.307 0.128 0.162 0.067 0.169 0.053 Total Promedio ES 3.171 0.234 2.034 0.149 0.279 0.035 0.354 0.034 89.29% 10.71% 78.57% 0.198 0.061 Rojo Promedio ES %P 78.57% 0.262 0.069 VERDE Promedio ES Azul Promedio ES FIS 100.00% 78.57% 0.190 0.072 78.57% 5.98% 79 CAPÍTULO III Cuadro 3.5 - continuación. Na K11 (Familias) aguamarina Promedio 2.143 ES 0.345 amarillo Promedio ES azul Promedio ES 2.357 0.248 2.714 0.221 Ne 1.752 0.279 2.011 0.187 2.407 0.220 HO 0.279 0.087 0.619 0.098 0.743 0.077 HE 0.253 0.081 0.456 0.077 ocre Promedio ES 2.500 0.251 2.123 0.213 0.544 0.099 0.453 0.063 rojo Promedio ES 1.786 0.155 1.617 0.180 1.574 0.131 0.243 0.113 0.429 0.106 78.57% 85.71% 57.14% 0.281 0.072 71.43% 0.305 0.058 siena Promedio ES 3.000 0.445 1.410 0.139 0.198 0.073 0.219 0.058 turquesa Promedio ES 2.786 0.366 1.307 0.128 0.162 0.067 0.169 0.053 verde Promedio ES 1.143 0.097 1.114 0.080 0.107 0.077 0.063 0.043 Total Promedio ES 2.314 0.103 1.772 0.073 0.358 0.032 0.322 0.022 80 100.00% 0.541 0.038 2.401 0.352 1.857 0.254 85.71% 0.440 0.057 2.857 0.430 %P 64.29% 0.290 0.074 fucsia Promedio ES púrpura Promedio ES FIS 78.57% 78.57% 14.29% -0.130 0.074 71.43% 7.38% CAPÍTULO III 3.4 DISCUSIÓN. Los marcadores moleculares de ADN, como los microsatélites, han sido frecuentemente utilizados para resolver cuestiones relacionadas con la conservación de la diversidad genética y la determinación de la estructura poblacional, principalmente de aquellas especies que se encuentran amenazadas (González, 2003). En el presente trabajo se estudia por primera vez la diversidad y estructura genética de poblaciones silvestres de Vanilla planifolia, especie en peligro de extinción en su hábitat natural (Soto-Arenas, 2009, 2006; Duval et al., 2006). Gracias al número alto de individuos analizados (89) en comparación con los estudios anteriores en esta especie (Ramos-Castella et al., 2016; Schlüter et al., 2007; Cibrián, 1999), este trabajo logró identificar poblaciones naturales y una subestructura al interior de las mismas (subpoblaciones y familias), a pesar de la distribución híperdispersa de los individuos, lo cual es un aspecto típico del comportamiento poblacional de esta especie. Por otro lado, la presencia de individuos mezclados (admixed) en la amplia muestra estudiada, dificultó la determinación precisa de los límites geográficos de las subpoblacionales y familias encontradas. Patrón de agrupamiento y estructura genética. En el presente trabajo fue posible determinar dos poblaciones de Vanilla planifolia silvestre al interior de la MYP: 1) Nornoreste-centro (“ROJO-K2”) con al menos 55 individuos distribuidos en 4 localidades del norte y 5 localidades del centro de la península. 2) Sursuroeste (“VERDE-K2”) con al menos 34 individuos distribuidos en 14 localidades. En las regiones abarcadas por ambas poblaciones existen reportes de otros sitios de colecta de V. planifolia. Sin embargo, para este estudio no se pudo acceder a estos sitios durante la exploración botánica y con ello constatar la presencia de la especie, lo cual fue debido a las inclemencias del clima, presencia de lagartos y a la inseguridad en las localidades colindantes a las fronteras con Belice y Guatemala. La mayoría de las localidades de la población del Nornoreste-centro tienen una distribución a manera de parches con una distancia máxima de 127.70 km (N6 – N7) y mínima de 44.29 km (C9 – C11) entre localidades, con una densidad de individuos menor 81 CAPÍTULO III a diez por localidad. Por otra parte, las localidades de la población del Sursuroeste presentaron una densidad de individuos menor a cinco por localidad. Los individuos de esta población tienen una distribución aparentemente más continua en la región, con una distancia máxima de 98.17 km (S24 – S25) y mínima de 6.92 km (S13 – S21) entre localidades. Cabe señalar que las localidades en la MYP donde se colectaron los ejemplares silvestres de V. planifolia utilizados en este estudio, se encuentran cercanas a cuerpos de agua (lagunas, cenotes, zonas inundables) en un rango de 100 a 400 metros, en matrices de selvas mediana subcaducifolia, mediana subperennifolia y alta perennifolia, a excepción de las localidades N4 y N7 que se encuentran dentro de rejolladas rodeadas de selva baja subcaducifolia. Las dos poblaciones de Vanilla planifolia silvestre reportadas en este trabajo presentan una subestructura compleja. Se encontraron cinco subpoblaciones en la PYM: dos en la región norte-centro (“Verde-K5” y “Azul-K5”) y tres en la región sur (“AmarilloK5”, “Fucsia-K5” y “Rojo-K5”). Dentro de estas subpoblaciones se encontraron 10 familias. Es importante señalar que la familia “gris-K11”, no se detectó al interior de la PYM al estar compuesta por las plantas de referencia del cultivar “Mansa” de Veracruz (M2 y M3) y Oaxaca (M5), sin embargo, los individuos de esta familia tienen una estrecha relación genética con las subpoblaciones “Fucsia-K5” (M3 y M5) y “Azul-K5” (M2). La familia con la distribución más amplia fue la “turquesa-K11”, cuyos individuos se localizaron en tres localidades del norte (4, 6, 7), cuatro localidades del centro (8, 9, 10, 12) y una del sur (25, la más distante). Las familias “púrpúra-K11”, “aguamarina-K11” y “amarillo-K11” presentaron una distribución restringida en el centro de la población Sursuroeste. La manera en la que están distribuidos los individuos de las 10 familias de Vanilla planifolia silvestre encontradas en la MYP parece indicar, por un lado, una dispersión ocasional de semillas y/o polen de esta especie a larga distancia [Euglossa, murciélagos (Soto-Arenas, 2009; Schlüter et al., 2007)], u otros animales que visitan la copa de los árboles hospederos de manera ocasional (e.g. monos araña, saraguatos o aves; Sara Villanueva Viramontes, observaciones personales). Por otro lado, esta distribución disyunta de las familias parece indicar una distribución más amplia de V. planifolia en la MYP en el pasado reciente, la cual se ha visto afectada por la destrucción de su hábitat durante las últimas cinco décadas (Zamora-Crescencio et al. 2011; Allen et al., 2003), 82 CAPÍTULO III provocando la posible extinción de individuos y/o familias intermedias entre las localidades estudiadas. Los estudios que contemplan el análisis de estructura genética en Vanilla con los cuales podemos hacer una comparación, a groso modo, por incluir plantaciones de V. planifolia (entre otras especies analizadas) y algunos pocos individuos silvestres de esta especie en México, se presentan a continuación: - Cibrián (1999), usando siete loci de isoenzimas, analizó la estructura genética de 96 individuos de Vanilla planifolia de 26 cultivares mexicanos en San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Seis de estos cultivares con origen silvestre (Oaxaca) y dos individuos silvestres de Tabasco. Esta autora reportó valores altos de endogamia y una fuerte diferenciación (FST= 0.826) entre las localidades, además de la existencia de dos grupos entre las muestras: 1) la región de Veracruz: Puntilla Aldama y Papantla; y 2) la región de Oaxaca: Oaxaca y Tabasco. - Schlüter et al. (2007), usando marcadores RAPD, analizaron la estructura genética de Vanilla planifolia con 17 muestras de tres cultivares: “Variegata”, “Mansa” y “Orjeja de Burro” de Florida, Veracruz, San Luis Potosí, Oaxaca, Tabasco, y Costa Rica; seis muestras de individuos silvestres de Chiapas, Oaxaca y Quintana Roo; y cuatro muestras en cultivo de supuesto origen silvestre de Oaxaca y Costa Rica. Los autores reportaron una fuerte estructuración al interior de las muestras, identificando dos grandes grupos mediante un PCoA: 1) Costa Rica; y 2) México. El grupo México, a su vez se dividió en dos subgrupos: Norte de la faja volcánica en México (plantas cultivadas del norte de Veracruz); y Sur de la faja volcánica en México (en su mayoría plantas silvestres del norte de Oaxaca); no se encontró una distinción entre los cultivares estudiados (Mansa, Variegata y Oreja de Burro). Estos resultados parecen indicar que la estructura encontrada puede estar influenciada por un mayor número de clones incluidos entre las plantas cultivadas, además de un número de muestras muy reducido, en especial de las silvestres. 83 CAPÍTULO III - Ramos-Castella et al. (2016), usando marcadores ISSR, analizaron la diferenciación genética de Vanilla planifolia en el sureste de México con 14 pozas génicas comerciales (variedades “Mansa” y “Variegata”) de Veracruz, Oaxaca y Quinta Roo; y dos pozas génicas silvestres de Oaxaca y Quintana Roo. Mediante un UPGMA, los autores reportaron tres grupos al interior de V. planifolia: 1) “Variegata”, 2) Quintana Roo (silvestres), y 3) “Mansa”. De acuerdo a lo señalado por estos autores, los ISSR fueron capaces de diferenciar entre los cultivares analizados de V. planifolia. Los trabajos de Ramos-Castella et al. (2016), Schlüter et al. (2007) y Cibrián (1999), sugieren la existencia de dos grupos genéticos de Vanilla planifolia silvestre en México y uno en Centroamérica: 1) Sur de México (Oaxaca, Chiapas y Tabasco), 2) Sureste de México (Quintana Roo); y 3) Costa Rica. Sin embargo, es posible que estos grupos no sean poblaciones reales de esta orquídea, en primer lugar, debido al tamaño limitado de la muestra utilizada en los estudios antes citados y en segundo porque en el presente trabajo se encontraron dos poblaciones (Norte: Yucatán-Quintana Roo y Sur: CampecheQuintana Roo) de V. planifolia en la zona núcleo de la Provincia Biótica Península de Yucatán. Asimismo, la presencia de las dos poblaciones encontradas en el presente trabajo sugiere que probablemente los tres grupos genéticos descritos entre México y Costa Rica contengan más de una población; de haber más individuos silvestres. Por otro lado, cabe señalar que al igual que en los estudios mencionados anteriormente, en el presente se encontró una marcada diferenciación genética entre los individuos silvestres y los cultivados. Diversidad genética. En general, se observó un mayor porcentaje de variación genética al interior de cada una de las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia, indicando que tiene bajos niveles de variación genética entre estas y una estructura poblacional muy pequeña. Sin embargo, la diversidad genética promedio de estas poblaciones tuvo una tendencia a ser mayor (HO= 0.295, %P= 89.29%; Cuadro 3.5) que la reportada en las plantaciones de los diferentes cultivares (e. g. Ho= 0.0 – 0.12, en las plantaciones del cultivar “Mansa” en Veracruz, Cibrián, 1999; I= 0.0, en las plantaciones del cultivar “Mansa” en Veracruz y Quintana Roo, Ramos-Castella et.al, 2016). Dado que la variabilidad genética en esta especie se ha descrito a través de distintos protocolos, no es 84 CAPÍTULO III posible la comparación directa de los resultados, sin embargo, los estudios de diversidad genética en Vanilla con los cuales podemos hacer a groso modo una comparación de los niveles de variabilidad genética, son los mismos antes mencionados. - Cibrián (1999), reporta que, a pesar de incluir pocos individuos silvestres, estos fueron los más diversos. Cabe señalar, que las isoenzimas pueden subestimar la diversidad clonal de las poblaciones de plantas (Silander, 1985), lo cual puede deberse a que existe la posibilidad de que la actividad de las enzimas estudiadas puede estar afectada por el ambiente celular. En Vanilla, las hojas son sensibles a los cambios de pH (debido al metabolismo CAM), lo cual podría afectar la expresión de las isoenzimas, dependiendo del momento del día en que se colectó la hoja y de su longevidad (Cibrián, 1999). Por otra parte, la variedad “Oreja de Burro” fue de los grupos con más heterocigotos. Los resultados de este estudio sugieren que la polinización manual practicada en las plantaciones aumenta los niveles de endogamia, pues no existe un intercambio genético como el generado por el entrecurzamiento de diferentes individuos, ya sea de individuos autoincompatibles o no. - Schlüter et al. (2007), reportan que tanto el grupo del norte de la faja volcánica como el grupo del sur de esta, tienen valores del índice de diversidad de Shannon muy elevados con marcadores RAPD. Sin embargo, no se indica el número de marcadores (bandas) encontrados exclusivamente en Vanilla planifolia. Es importante señalar que los marcadores dominantes como los RAPD, no permiten distinguir el heterocigoto del homocigoto dominante, además una banda del mismo tamaño en dos individuos no representa necesariamente el mismo fragmento de ADN (co-migración) (Heinz, 2016), por lo cual no son los marcadores más adecuados para examinar la variabilidad genética, especialmente en aquellas especies que tienen tasas altas de reproducción clonal y de autocompatibilidad como lo es V. planifolia. - Ramos-Castella et al. (2016), reportaron valores muy pequeños del índice de diversidad de Shannon utilizando marcadores ISSR. Sin embargo, la utilización de pozas génicas limita la determinación de la diversidad genética real, ya que 85 CAPÍTULO III los individuos dentro de las pozas se enmascaran unos a otros. Además de que el número de pozas génicas silvestres fue muy reducido. Implicaciones para la conservación y uso sustentable de la especie. La importancia de las poblaciones silvestres en el manejo, conservación y mejoramiento de sus parientes cultivados radica en su acervo genético, el cual puede aportar a los cultivos características de importancia agronómica (IUCN, 2010). Se ha visto a nivel mundial que la diversidad genética al interior de las plantaciones de Vanilla planifolia es prácticamente nula (Borbolla-Pérez et al., 2016; Ramos-Castella et al., 2016; Busungu, 2009; Lubinsky et al., 2008; Bory et al., 2008; Sreedhar et al., 2007; Besse et al., 2004; Cibrián, 1999), lo que es acorde con el modo vegetativo de propagación y la reciente introducción histórica del cultivar “Mansa” en las regiones donde se cultiva (Soto-Arenas, 2009; Bory et al., 2008; Lubinsky et al., 2008). Con base en los estudios realizados sobre la diversidad genética de Vanilla planifolia y a los resultados del presente estudio, podemos señalar que las poblaciones silvestres de V. planifolia presentes en la PYM constituyen una de las fuentes primarias de variabilidad genética más importantes para aumentar el acervo genético de las plantaciones de vainilla, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, es importante señalar que estas poblaciones silvestres de V. planifolia corren riesgo de extinción a corto plazo, ya que gran parte de la vegetación primaria de la Península de Yucatán ha sido transformada y sustituida por diferentes usos de la tierra, fuego y huracanes (Zamora-Crescencio et al., 2011; Allen et al., 2003) y son pocos los sitios donde existe vegetación madura, la cual muestra signos de perturbación humana (Rico– Gray y García–Franco, 1992). Incluso, la PYM presenta casi en su totalidad vegetación secundaria (Rico–Gray y García–Franco, 1991). Estos cambios han provocado modificaciones en la estructura de la vegetación, composición florística (Carnevali et al., 2003), diversidad, abundancia y frecuencia de las especies (Von–Gadow et al., 2004; Sánchez–Aguilar y Rebollar–Domínguez, 1999; Ramírez–Marcial et al., 1998), siendo V. planifolia una de las especies afectadas. Cabe señalar que, en la exploración botánica realizada en el presente estudio, se pudo constatar la desaparición de individuos registrados en años anteriores por Soto-Arenas (2009) en 17 localidades, debido al establecimiento de cañaverales en su mayoría en el sur de Quintana Roo. 86 CAPÍTULO III Conforme se ha avanzado en la tecnología en materia de marcadores moleculares y bioinformática para el estudio de genética de poblaciones, se ha podido comprobar que V. planifolia silvestre alberga aún un nivel de variabilidad genética considerable, a pesar de la desaparición de individuos, e incluso poblaciones, como consecuencia de la destrucción de su hábitat y la extracción ilegal de estos para el establecimiento de plantaciones. Bajo este contexto, aún estamos en un momento oportuno para establecer estrategias de conservación y uso sustentable de esta especie tan importante. Por otra parte, con base en nuestras observaciones en la PYM, se espera que haya más poblaciones silvestres en otras regiones del sur de México (Oaxaca, Chiapas) y Centro América aún por descubrir. 87 CAPÍTULO IIV CAPÍTULO IV DISCUSIÓN GENERAL. 4.1 ESTADO DE CONSERVACIÓN DE Vanilla planifolia SILVESTRE. El progreso de la civilización humana a lo largo de los últimos dos siglos ha dado lugar a un proceso de transformación de inmensas áreas naturales en paisajes antropogénicos, alterando de esta manera la estructura, distribución y funcionamiento de la mayoría de los ecosistemas naturales (Millennium Ecosystem Assessment, 2005; Saunders et al., 1991). Las consecuencias inmediatas de este proceso incluyen la pérdida de hábitat, la formación de parches de hábitat remanentes (de formas y tamaños variados), la reducción del tamaño de las poblaciones silvestres y un aumento en el grado de aislamiento de las mismas, sumergiéndolas en una matriz antropogénica (PNUMA, 2010; Fahrig, 2003; McGarigal y Cushman, 2002). A estos fenómenos persistentes, actualmente se les reconoce como las principales fuerzas impulsoras de la pérdida de la biodiversidad en los ecosistemas terrestres de todo el planeta (Sala et al., 2000). La Lista Roja de la UICN (versión 2016-3) contempla que 25,000 especies están amenazadas de extinción, de las 85,000 especies evaluadas a nivel mundial. Además, se ha determinado que la principal amenaza para el 85% de todas las especies descritas es la pérdida y degradación del hábitat (IUCN, 2015). Cabe señalar que, el comercio ilícito y las especies invasoras son también importantes factores de disminución poblacional (CONABIO, 2009). En el caso particular de México, existe la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, la cual lista las especies y subespecies de flora y faunas silvestres y acuáticas en peligro de extinción, amenazadas, raras y sujetas a protección especial, estableciendo especificaciones para su protección. En esta Norma, se encuentran enlistadas casi 2,800 especies de flora y fauna que habitan en territorio nacional (SEMARNAT, 2016), las cuales se encuentran bajo alguna categoría de riesgo debido a la actividad humana (Informe de actividades 2012-2014 CONABIO; NOM-059SEMARNAT-2010). Ante la falta de una revisión exhaustiva, la lista real podría ser mucho mayor. No obstante, la inclusión de una especie en la lista no garantiza que se tomen las medidas necesarias para su recuperación y conservación. Dicha Norma debería constituir una plataforma de la cual partir para diseñar estrategias de manejo de recursos para su 88 CAPÍTULO IV preservación. Sin embargo, el tráfico nacional e internacional de ejemplares de especies protegidas indica que esta Norma no es respetada (Luna-Plascencia et al., 2011). El Diario Oficial de la Federación, lista 985 especies de plantas en alguna categoría de amenaza, de las cuales 187 son miembros de la familia Orchidaceae (NOM-059SEMARNAT-2010). Muchas de estas especies de orquídeas tienen poblaciones dentro de áreas naturales protegidas (ANP) o reservas. Cuando la especie está dentro de una ANP o dentro de una reserva de tamaño grande, generalmente implica la existencia de poblaciones viables a largo plazo. Pero cuando la especie sólo se halla en reservas pequeñas, su persistencia a largo plazo no está garantizada (Calderón-Saenz, 2006), ahora menos si se encuentran fuera de las ANP y reservas. Vanilla planifolia es una de las orquídeas mexicanas enlistadas en la NOM-059SEMARNAT-2010. Esta planta es ampliamente cultivada debido a su importancia económica a nivel mundial y su forma silvestre se encuentra clasificada en la categoría de Protección Especial (Pr). A pesar de estas características importantes, no se habían realizado estudios de esta especie en su hábitat natural desde el 2009 (i.e. Soto-Arenas, 2009), por lo que los resultados del presente estudio representan un aporte importante para esta especie. En este trabajo, la mayoría de las áreas de distribución de las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia presentes en la PYM se encontraron en franjas remanentes de vegetación primaria de selva alta perennifolia y selva mediana subperennifolia en el oeste y sur de la PYM. Esta especie se desarrolla de manera natural en zonas con suelos húmedos y ricos en materia orgánica, bajo el dosel de árboles con fuste entre 15 y 150 cm de diámetro. No se encontró preferencia por algún hospedero, pudiéndose verla crecer encima de rocas, de miembros de las familias: Arecaceae, Sapotaceae, Burseraceae, Anacardiaceae, Annonaceae, Fabaceae, etc. Los sitios de colecta de V. planifolia encontrados en el norte de la PYM, los cuales aparentemente se encuentran aislados del resto de los otros puntos de colecta, se encuentran inmersos en una matriz remanente con elementos de vegetación primaria de selva mediana subcaducifolia, asociados a cuerpos de agua permanentes como lo son los cenotes y las rejolladas. En varias de sus publicaciones, Soto-Arenas (2009; 2006; 1999) refirió a Vanilla planifolia como en peligro de extinción en su hábitat natural, debido al escaso número de 89 CAPÍTULO IIV individuos encontrados en sus exploraciones botánicas en el Centro, Sur y Sureste de México. Por medio de la exploración botánica realizada en el presente estudio en todo el territorio de la Península de Yucatán, se pudo constatar la desaparición de 14 individuos registrados en diferentes colecciones botánicas (Herbario CICY; Herbario AMO, SotoArenas, 2009). Lo anterior, podría ser consecuencia de la fragmentación y destrucción del hábitat, así como de la extracción ilícita de algunos ejemplares (comunicación personal del Sr. Escárcega, productor de vainilla en Chetumal, Quintana Roo, y habitantes del poblado San José de la Montaña, Quintana Roo), ya que al acudir a los sitios georreferenciados se encontraron grandes extensiones de cañaverales, cultivos de calabazas, soya, potreros, etc., principalmente en el sur de Quintana Roo. En contraparte, se realizó el registro de individuos nuevos (varios de ellos solitarios) en diferentes sitios de la PYM. Entre 1999 hasta 2009, Cibrián y Soto-Arenas reportaron entre 13 y 16 localidades de México con individuos silvestres, la mayoría de ellos solitarios y 8 localidades con individuos de los que se desconoce su origen (silvestre o escapado de cultivo). Estos registros, junto con los nuevos registros generados en el presente estudio, reflejan una distribución a manera de “U” abierta en el territorio mexicano, extendiéndose hacia el sur de la PYM por Centro América (Schlüter et al., 2007) y formando una “Y” zigzagueante abierta (Figura 4.1). Con base en el total de registros de observaciones de V. planifolia existentes hasta ahora, se puede determinar la distribución natural de esta especie en tres de las 14 Provincias Biogeográficas de México propuestas por Morrone (2005): Península de Yucatán, Golfo de México y Chiapas. Los individuos silvestres de Vanilla planifolia reportados en estudios anteriores (Ramos-Castella et al., 2016; Soto-Arenas, 2009; Schlüter et al., 2007; Cibrián, 1999), suman en total 41 individuos. Es importate mencionar que varios de estos autores trabajaron en colaboración, lo que pudo haber generado un sesgo en la información del número de registros de V. planifolia, ya que algunos pudieron haber trabajado sobre el mismo material de herbario o las mismas colectas de material botánico. Considerando esto, se desconoce con certeza que efectivamente sean individuos diferentes los analizados en estos estudios. Suponiendo que sean diferentes, que el muestreo haya sido extensivo y que todos los individuos registrados hace diez años aún vivan (situación poco 90 CAPÍTULO IV probable), la suma de estos registros junto con los nuevos registros generados por la exploración botánica del presente trabajo da un número aproximado de solamente 241 individuos silvestres observados en su hábitat natural. Figura 4.1. Distribución de Vanilla planifolia en México y Provincias biogeográficas de México (Morrone, 2005). Puntos azules: registros de Soto-Arenas (2009; 1999) y Cibriáan (1999); puntos verdes registros de Villanueva-Viramontes et al., 2017. Mapa tomado de Morrone, 2005: 1, California; 2, Baja California; 3, Sonora; 4, Altiplano Mexicano; 5, Tamaulipas; 6, Península de Yucatán; 7, Sierra Madre Occidental; 8, Sierra Madre Oriental; 9, Eje Volcánico Transmexicano; 10, Cuenca del Balsas; 11, Sierra Madre del Sur; 12, Costa Pacífica Mexicana; 13, Golfo de México; 14, Chiapas. Con base en el argumento de Calderón-Sáenz (2006), quien señala que “… de encontrarse las poblaciones dentro de reservas de tamaño grande, la viabilidad a largo plazo de las poblaciones tiene mayor probabilidad de ocurrir…”, se realizó la sobre posición de los registros en los polígonos de las ANPs (Figura 4.2) del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación para la Conservación (SIMEC). En el SIMEC únicamente se cuenta con registros de Vanilla planifolia en la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas y en la Reserva de la Biósfera Selva El Ocote 91 CAPÍTULO IIV (https://simec.conanp.gob.mx/especies.php), sin embargo, se desconoce el número de individuos presentes en ambas Reservas. De los registros de Soto-Arenas (2009; 1999) y Cibrián (1999), solamente se encuentran dos sitios dentro de ANPs: en el Parque Nacional Palenque al noreste del estado de Chiapas y en la Reserva de la Biosfera Montes Azules al este del estado del mismo estado. De acuerdo con el trabajo de tesis de Cibrián, cada uno de estos sitios mantiene un individuo solitario. Con relación al presente trabajo, únicamente seis sitios registrados en la exploración botánica (18 individuos) se encontraron dentro de ANPs (la mayoría en los límites de éstas): - ROJO-K2: el sitio 10 en el Centro de la PYM en el Área de Protección de Flora y Fauna Bala’an K’aax con un individuo. - VERDE-K2: cuatro sitios en el Sur de la PYM en la Reserva de la Biosfera de Calakmul (14, 15, 18 y 23), con tres, dos, cuatro y tres individuos respectivamente, y un sitio en el Sur de la PYM en el Área de Protección de Flora y Fauna Cañon del Usumacinta (25-S) con cuatro individuos. Es importante resaltar que la población VERDE-K2 tiene mayor diversidad (HO= 0.419), y que probablemente esté relacionada con un mayor número de sitios dentro de ANPs: sitios 14, 15, 18 y 25 pertenecen a la subpoblación Rojo-K5 (con individuos de las familias: púrpura-K11, amarillo-K11, azul-K11, ocre-K11, siena-K11, rojo-K11 y turquesaK11) y el sitio 23 pertenece a la subpoblación Fucsia-K5 (con individuos de la familia aguamarina-K11). Sin embargo, se señala que el sitio 10 dentro de ANP, no representa una fracción significativa de la diversidad de la población ROJO-K2. Este sitio pertenece únicamente a la subpoblación Verde-K5 (un individuo de la familia turquesa-K11). Con base en lo anterior, observamos que únicamente están representadas dentro de ANPs tres de las cinco subpoblaciones con ocho familias representadas por un par de individuos, de las diez subfamilias encontradas en la PYM. Por otra parte, también es importante señalar que se encuentra fuera de ANPs (Figura 4.2) el sitio 4 al Norte de la PYM, el cual tiene la mayor densidad de individuos (superior a la reportada en la literatura) en un área de aproximadamente 300 m2, en 92 CAPÍTULO IV donde se ha observado floración y producción de frutos de manera natural por los polinizadores locales. Este sitio pertenece a la población ROJO-K2 (subpoblación AzulK5: con individuos de las familias fucsia-K11, turquesa-K11, siena-K11), y está en peligro de extinción local por la modificación y destrucción de su hábitat desde el año 2013 (observación personal), ya que el ejido donde se encuentra ha abierto carretera a escasos 10 metros del inicio de esta población de V. planifolia. Aunque los habitantes de este ejido tienen la intención de hacer un manejo de la especie para la producción de vainilla, no se asegura el éxito del proyecto por falta de capacitación. Además, la aplicación de fungicidas y plaguicidas para el control de la producción de vainilla, pueden afectar tanto a las micorrizas necesarias para la germinación de las semillas (Menchaca et al., 2011; Soto-Arenas, 2006), como a los polinizadores locales (Coro, 2009). Por otra parte, la modificación en el microclima donde se desarrolla la especie puede verse afectado por la apertura de claros en el dosel por el establecimiento de la carretera, así como en la interrupción en el flujo del agua de temporal, ya que por encontrarse en una rejollada depende de las escurrentías. De la misma manera, el resto de los sitios que albergan individuos de todas las subpoblaciones y familias, están en peligro de extinción local, ya que se encuentran fuera de las ANPs y próximos a cañaverales, zonas de cultivo donde se clarea (limpia) el “monte” y carreteras. Estos sitios representan el 79.77% de la diversidad genética de las poblaciones silvestres de V. planifolia presentes en la zona núcleo de la Provincia biótica Península de Yucatán (Cortés-Ramírez et al., 2011). Con base en todo lo expuesto anteriormente, podemos recalcar la necesidad de mover a Vanilla planifolia a la categoría de “en Peligro de extinción” en la NOM-059SEMARNAT-2010, considerando los factores reales y potenciales que producen la disminución de los tamaños poblacionales, del número de poblaciones viables y de las áreas de distribución, así como también el deterioro genético, los factores que causan el deterioro y la modificación del hábitat, los antecedentes del estado de la especie y en este caso, de las poblaciones y sus hábitat, y los efectos nulos de las medidas de protección que han sido aplicadas. 93 CAPÍTULO IIV Figura 4.2. Distribución de Vanilla planifolia silvestre en México y Áreas Naturales Protegidas-SIMEC. Círculos azules: registros de Soto-Arenas (2009; 1999) y Cibrián (1999); círculos verdes: población VERDE-K2 y círculos rojos: población ROJO-K2 (exploración botánica del presente estudio). Por otra parte, la NOM-059-SEMARNAT-2010, considera: - la rareza (Vanilla planifolia es considerada una especie rara, cuyas poblaciones son biológicamente viables, aunque escasas de manera natural, y restringidas a hábitat muy específicos); - la singularidad o relevancia taxonómica, ecológica; - el endemismo o el aislamiento genético, como atributos intrínsecos de la especie. Además de subir de categoría a Vanilla planifolia y de hacer valer la Norma, es necesario el apoyo y la capacitación para el manejo y conservación de esta especie en las comunidades humanas, la integración de fragmentos de individuos clave en los bancos de germoplasma y jardines botánicos como el Jardín Botánico Regional Roger Orellana 94 CAPÍTULO IV (JBR-RO) para su conservación, y la integración de V. planifolia en las estrategias de propagación para la conservación. 4.2 CONCLUSIONES. Por más de 20 años y hasta el 2009, Soto Arenas, experto botánico de orquídeas y vainillas, exploró el sur de México buscando especímenes silvestres de Vanilla planifolia. Él encontró menos de treinta especímenes silvestres (Bory et al., 2008; Ecott 2004), debido a que fue pionero en el estudio de esta orquídea y no se contaba con información suficiente de su biología. Gracias al detalle de los registros y de la información que logró recopilar Soto-Arenas, en el presente trabajo fue posible localizar un mayor número de individuos y con ello determinar por primera vez poblaciones naturales de tan importante orquídea, las cuales representan una fuente importante de diversidad genética. También, esto ayudo para aportar conocimiento sobre el estado de conservación genética de las poblaciones silvestres de V. planifolia, y que consideramos está “en peligro de extinción”, como bien suponía Soto-Arenas (2009; 2006). Tal estado de conservación parece estar relacionado a la destrucción del hábitat de V. planifolia, al número bajo de individuos y a la hiperdispersión de los mismos, lo cual limita el entrecruzamiento con mayor frecuencia entre éstos. En este trabajo, el uso de marcadores ISSR permitió discriminar entre individuos silvestres de Vanilla planifolia y los pertenecientes a otras especies de Vanilla presentes en la MYP, y de esta manera ayudó a asegurar una correcta determinación molecularde la especie. Además, mediante el uso de marcadores microsatélites, fue posible la determinación de dos poblaciones al interior de la PYM (Norte y Sur), así como observar una subestructura compleja al interior de las mismas. Las conclusiones respecto a las hipótesis planteadas al inicio de esta investigación son las siguientes: 1. La distribución geográfica discontinua y el distanciamiento espacial entre las poblaciones silvestres de Vanilla planifolia presentes en la MYP generan niveles altos de estructura genética, aspecto que también se ve favorecido por bajos niveles de flujo genético y procesos de aislamiento por distancia, resultó 95 CAPÍTULO IIV verdadera. Se observó una estructura compleja al interior de las dos poblaciones encontradas en la PYM, pudiéndose rastrear 10 grupos genéticos íntimos (familias). A través de la exploración botánica realizada en la presente tesis, se confirmó que V. planifolia mantiene una hiperdispersión (Soto-Arenas, 2009) de los individuos en las poblaciones encontradas, lo que promueve la subestructuración al interior de las poblaciones. Los patrones de distribución geográfica encontrados en V. planifolia pudieran ser explicados por los corredores biológicos de los posibles consumidores ocasionales de los frutos de esta especie (monos araña, saraguatos, murciélagos, aves, los cuales se observaron en varios sitios del sur de la PYM). 2. Considerando el buen estado de conservación de ciertas zonas de la MYP en donde se desarrolla Vanilla planifolia, sus poblaciones silvestres presentaron niveles de diversidad genética con una tendencia a ser más altos comparados con los observados en los cultivares analizados reportados en estudios previos, fue verdadera. Es necesario resaltar el papel clave de las ANPs en la conservación de los recursos genéticos, como en el caso de V. planifolia, la cual presentó mayores niveles de diversidad genética en la población Sur, varios de sus individuos se encontraron en dos ANPs en la PYM. A pesar de que la mayoría de los sitios donde se encontró a V. planifolia están fuera de las ANPs, cada una de las poblaciones encontradas en la PYM tienden a tener mayor diversidad genética que los cultivares reportados en estudios previos (Borbolla-Pérez et al., 2016; RamosCastella et al., 2016; Busungu, 2009; Lubinsky et al., 2008; Bory et al., 2008; Sreedhar et al., 2007; Besse et al., 2004; Cibrián, 1999). Es importante resaltar que Vanilla planifolia está seriamente amenazada en la naturaleza, por lo que mantener en secreto las localidades precisas de los pocos individuos silvestres conocidos es de vital importancia para la conservación de este importante recurso fitogenético. 96 CAPÍTULO IV 4.3 PERSPECTIVAS. Es necesario continuar con el estudio de la biología de Vanilla planifolia, es decir, su fenología, los polinizadores, los dispersores; así como continuar con el estudio de su distribución. Todo esto con el fin de seguir conociendo el estado de conservación de esta especie en México. Por otra parte, durante la exploración botánica y mediante el análisis para la discriminación de V. planifolia (Villanueva-Viramontes et al., 2017), se observó que no solamente V. planifolia se encuentra en peligro de extinción en la PYM, sino también otras cuatro especies más (V. odorata, V. insignis y V. inodora), las cuales se encontraron en menor cantidad, no así V. sp., nov. aff. V. phaeantha, la cual se encontró en mayor número que V. planifolia. Cabe mencionar, que durante la exploración botánica se encontró un solo individuo de V. inodora, el cual no fue posible preservar, ni tampoco pudo llevarse a cabo la extracción de su ADN. Con base en lo anterior, se propone continuar con el estudio de la diversidad y estructura genética del resto de las especies silvestres de vainilla presentes en la PYM y el resto de México, para su evaluación e inclusión en la NOM-059-SEMARNAT-2010. 97 CAPÍTULO IIV BIBLIOGRAFIA. Ackerman, J.D. (1986). Mechanisms and evolution of food-deceptive pollination systems in orchids. Lindleyana, 1, 108-113. Ackerman, J.D., M. Morales y R. Tremblay (2011). Darwin’s orchids: their variation, plasticity, and natural selection. Lankesteriana, 11, 179-184. Adams, H. y E. Anderson (1958). A conspectus of hybridization in the Orchidaceae. Evolution, 12, 512–518. Abadie, T. y A. Berretta (2001). Caracterización y evaluación de recursos fitogenéticos, en: Berretta y Rivas, coord. Estrategia en recursos fitogenéticos para los países del Cono Sur. PROCISUR. Documentos. Uruguay. pp. 91-99. Allen, E.B., M.F. Allen, H.A. Violi y A. Gómez-Pompa (2003). Restoration of tropical seasonal forest in Quintana Roo, en: The Lowland Maya Area: Three Millennia at the Human- Wildland Interface, Gómez-Pompa A., M.F. Allen, S.L. Fedick y J.J. Jiménez-Osornio (eds). Food Products, Nueva York. pp. 587-598. Álvarez, C.L., N.W. Osorio y M. Marín-Montoya (2013). Identificación molecular de microorganismos asociados a la rizosfera de plantas de vainilla en Colombia. Acta Biológica Colombiana, 18, 293–305. Amos, W. y A. Balmford (2001). When does conservation genetics matter? Heredity, 87, 257-65. Anilkumar, A.S. (2004). Vanilla cultivation: A profitable agri-based enterprise. Kerala calling, 2, 26-29. Augstburger, F., J. Berger, U. Censkowsky, P. Heid, J. Milz, y C. Streit. 2000. Vanilla. Agricultura Orgánica en el Trópico y Subtrópico. Guías de 18 cultivos Asociación Naturland, Grafelfing, Alemania. Avise, J.C. (1994) Molecular Markers, Natural History and Evolution. Chapman & Hall. First Publication. New York, USA. 511 p. 98 CAPÍTULO IV Avise, J.C. (2000) Phylogeography: The History and Formation of Species. Harvard University Press, Cambridge, MA. 447 p. Azofeifa-Bolaños, J.B., A. Paniagua-Vásquez y J.A. García-García (2014). Importancia y desafíos de la conservación de Vanilla spp. (Orchidaceae) en Costa Rica. Agronomía Mesoamericana, 25, 189–202. Baldwin, B. (1992). Phylogenetic utility of the internal transcribed spacers for nuclear ribosomal DNA in plants: an example from the Compositae. Molecular Phylogenetics and Evolution, 1, 3–16. Bateman, R.M., A.M. Pridgeon, M.W. Chase (1997). Phylogenetics of subtribe Orchidinae (Orchidoideae, Orchidaceae) based on nuclear ITS sequences. 2. Infrageneric relationships and taxonomic revision to achieve monophyly of Orchis sensu stricto. Lindleyana, 12, 113–141. Barrera, A. (1962). La Península de Yucatán como provincia biótica. Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, 23, 71-105. Belanger, F.C. y D. Havkin-Frenkel (2011). Molecular analysis of a Vanilla hybrid cultivated in Costa Rica, En: Havkin-Frenkel, D. y F.C. Belanger (eds). Handbook of Vanilla Science and Technology. Oxford: Wiley-Blackwell. pp. 256–265. Bell, G. y S. Collins (2008). Adaptation, extinction and global change. Evolutionary Applications, 1, 3–16. Bello-Bello, J.J., G.G. García-García y L. Iglesias-Andreu (2015). Conservación de vainilla (Vanilla planifolia Jacks.) bajo condiciones de lento crecimiento in vitro. Revista Fitotecnia Mexicana, 38, 165–171. Berry, O., M.D. Tocher y S.D. Sare (2004). Can assignment tests measure dispersal? Molecular Ecology, 13, 551–561. Besse, P., D. Da Silva, S. Bory, M. Grisoni, F. Le Bellec y M.F. Duval (2004). RAPD genetic diversity in cultivated Vanilla: Vanilla planifolia, and relationships with V. tahitensis and V. pompona. Plant Science, 167, 379–385. 99 CAPÍTULO IIV Blows, M.W. y A.A. Hoffmann (2005). A reassesment of genetic limits to evolutionary change. Ecology, 86, 1371–1384. Borbolla-Pérez, V., L.G. Iglesias-Andreu, M. Luna-Rodríguez y P. Octavio-Aguilar (2016). Perceptions regarding the challenges and constraints faced by smallholder farmers of vanilla in Mexico. Environmental Develop and Sustainability, pp. 1-21. Bornet, B. y M. Branchard (2001). Nonanchored Inter Simple Sequence Repeat (ISSR) markers: reproducible and specific tools for genome fingerprinting. Plant Molecular Biology Reporter, 19, 209-215. Bornet, B., C. Muller, F. Paulus y M. Branchard (2002). High informative nature of InterSimple Sequence Repeat (ISSR) sequences amplified with tri- and tetra-nucleotide primers from cauliflower (Brassica oleracea var. botrytis L.) DNA. Genome, 45, 890–896. Bory, S. (2007). Diversité de Vanilla planifolia G. Jackson dans I ocean Indien et de ses especies apparentées; aspects genétiques, cytogénetiques et epigénétiques. Tesis de Doctorado. Faculty of Science and Technology, University of Reunion. Francia. 177 p. Bory S., Grisoni M., Duval M.F. y Besse P. (2007). Biodiversity and preservation of vanilla: present state of knowledge. Genetic Resources and Crop Evolution, 55:551-571. Bory, S., M. Grisoni, M.F. Duval y P. Besse (2008a). Biodiversity and preservation of Vanilla: present state of knowledge. Genetic Resources and Crop Evolution, 55, 551–571. Bory, S., P. Lubinsky, A.M. Risterucci, J.L. Noyer, M. Grisoni, M.F. Duval y P. Besse (2008b). Patterns of introduction and diversification of Vanilla planifolia (Orchidaceae) in Reunion Island (Indian Ocean). American Journal of Botany, 95, 805–815. Bory, S., D. Da Silva, A.M. Risterucci, M. Grisoni, P. Besse y M.F. Duval (2008c). Development of microsatellite markers in cultivated vanilla: Polymorphis and transferability to other vanilla species. Scientia Horticulturae, 115, 420–425. 100 CAPÍTULO IV Bouetard, A., P. Lefeuvre, R. Gigant, S. Bory, M. Pignal, P. Besse y M. Grisoni (2010). Evidence of transoceanic dispersion of the genus Vanilla based on plastid DNA phylogenetic analysis. Molecular Phylogenetics and Evolution, 55, 621–630. Busungu, C. (2009). Genetic diversity study of Vanilla planifolia G. Jackson, syn. V. fragrans crop grown in Tanzania using molecular techniques. Tesis de Maestría. Sokoine University of Agriculture, Morogoro, Tanzania. 92 p. Calderón-Sáenz, E. (ed.) (2006). Libro Rojo de Plantas de Colombia. Volumen 3: Orquídeas, Primera Parte. Serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Bogotá, Colombia. Instituto Alexander von Humboldt - Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 828 p. Cameron, K.M. (1999). Biogeography of Vanilloideae (Orchidaceae). XVI International Botanical Congress, Abstracts, St. Louis, Missouri. 749 p. Cameron, K.M. (2000). Gondwanan biogeography of Vanilloideae (Orchidaceae). Program and Abstracts. New Zealand: Southern Connections Congress. Cameron, K.M. (2003). Vanilloideae, en: Genera Orchidacearum: Orchidoideae, Pridgeon, A.M., P.J. Cribb, M.W. Chase y F.N. Rasmussen (eds), USA: Oxford University Press. pp. 281-285. Cameron, K.M. (2009). On the value of nuclear and mitochondrial gene sequences for reconstructing the phylogeny of vanilloid orchids (Vanilloideae, Orchidaceae). Annals of Botany, 104, 377–385. Cameron, K. M. (2011). Vanilla Orchids: Natural History and Cultivation. Timber Press, Portland, OR. 212 p. Cameron, K.M. y M.W. Chase (1999). Phylogenetic Relationships of Pogoniinae (Vanilloideae, Orchidaceae): An Herbaceous Example of the Eastern North America-Eastern Asia Phytogeographic Disjunction. Journal of Plant Research, 112, 317–329. 101 CAPÍTULO IIV Cameron, K.M. y M.C. Molina (2006). Photosystem II gene sequences of psbB and psbC clarify the phylogenetic position of Vanilla (Vanilloideae, Orchidaceae). Cladistics, 22, 239–248. Canales-Delgadillo, J., L. Chapa-Vargas, L. Scott-Morales y M. Cotera-Correa (2015). La Genómica en la investigación y gestión de Vida Silvestre en México. Revista Mexicana de Ciencias Forestales INIFAP, 6 (39), 6-19. Carnevali, G. (2012). Las enredadas vainillas de la Península de Yucatán. Desde el Herbario CICY, 4, 45-47. [Online] Disponible en: http://www.cicy.mx/sitios/desde_herbario/ [Acceso 22 junio 2012]. Carnevali, G., J.L. Tapia-Muñoz, R. Jiménez-Machorro, L. Sánchez-Saldaña, L. IbarraGonzález, I.M. Ramírez y M.P. Gómez (2001). Notes on the flora of the Yucatan Peninsula II: A synopsis of the orchid flora of the Mexican Yucatan Peninsula and a tentative checklist of the Orchidaceae of the Yucatán Peninsula Biotic Province. Harvard Papers in Botany, 5, 383–466. Castillo, M.R. y E.M. Engleman (1993). Caracterización de dos tipos de Vanilla planifolia. Acta Botánica Mexicana, 25, 49–59. Céspedes-Flores, S. y Moreno-Sánchez, E. (2010). Estimación del valor de la pérdida de recurso forestal y su relación con la reforestación en las entidades federativas de México. Investigación Ambiental 2 (2), 5-13. Chase, M.W., K.M. Cameron, J.V. Freudenstein, A.M. Pridgeon, G. Salazar, C. Van den Berg y A. Schuiteman (2015). An updated classification of Orchidaceae. Botanical Journal of the Linnean Society, 177, 151–174. Christensen, M., L. Sunde, L. Bolund, T.F. Orntoft (1999). Comparison of three methods of microsatellite detection. Scand. J. Clin. Lab. Invest., 59 (3), 167-77. 102 CAPÍTULO IV Cibrián, J.A. (1999). Variación genética de Vanilla planifolia en México. Tesis de Pregrado. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México. 60 pp. Cid-Pérez, T.S. y A. López-Malo (2011). Extractos de vainilla: una mezcla de componentes químicos de aroma y sabor. Temas Selectos de Ingeniería de Alimentos, 5, 51–63. CIPRES Science Gateway, 2016 [Online]. Disponible en: http://www.phylo.org/portal2 [Acceso marzo 2016]. CITES - Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (2017). [Online]. Disponible en: https://cites.org/esp/app/appendices.php [Acceso 20 abril 2017]. Clements, M.A., D.L. Jones, I.K. Sharma, M.E. Nightingale, M.J. Garratt, K.J. Fitzgerald, A.M. Mackenzie, B.P.J. Molloy (2002). Phylogenetics of Diurideae (Orchidaceae) based on the internal transcribed spacer (ITS) regions of nuclear ribosomal DNA. Lindleyana, 17, 135–171. Coleman, A.W. (2003). ITS2 is a double-edged tool for eukaryote evolutionary comparisons. Trends in Genetics, 19, 370–375. CONABIO (2009). ¿Por qué se pierde la biodiversidad?. [Online]. Disponible en: http://www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/porque.html. [Acceso julio 2016]. Coro, M. (2009). La crisis de los polinizadores. CONABIO. Biodiversitas, 85, 1-5. 103 CAPÍTULO IIV Cortés-Ramírez, G., A. Gordillo-Martínez y A.G. Navarro-Sigüenza (2012). Patrones biogeográficos de las aves de la península de Yucatán. Revista Mexicana de Biodiversidad, 83, 530-542. Crandall, K.A., O.R.P. Bininda-Emonds, G.M. Mace y R.K. Wayne (2000). Considering evolutionary processes in conservation biology. Trends in Ecology and Evolution, 15, 290-295. Darriba, D., G.L. Taboada, R. Doallo y D. Posada (2012). jModelTest 2: more models, new heuristics, and parallel computing. Nature Methods, 9 (8), 772. Dellaporta, S.L., J. Wood y J.B. Hicks (1983). A plant minipreparation: Version II. Plant Molecular Biology Reporter, 1, 19–20. Demey, J.R., A.Y. Zambrano, F. Fuenmayor y V. Segovia (2003). Relación entre las características moleculares y morfológicas en una colección de yuca. Interciencia, 28, 684-689. Duval, M. F., S. Bory, S. Andrzejewski, M. Grisoni, P. Besse, S. Causse y otros. (2006). Diversité génétique des vanilliers dans leurs zones de dispersion secondaire. Les Actes du BRG, 6, 181-196. Earl, D.A. y B.M. vonHoldt (2012). Structure Harvester: a website and program for visualizing Structure output and implementing the Evanno method. Conservation Genetics Resources, 4 (2), 359–361. Ecott, T. (2004). Mexican money, en: Vanilla: Travels in search of the Luscious Substance. Penguin books, London (GB) Edgar, R.C. (2004). MUSCLE: multiple sequence alignment with high accuracy and high throughput. Nucleic Acids Research, 32, 1792–1797. Eguiarte, L. E., J. Larson-Guerra, J. Nuñez-Farfán, A. Martínez-Palacios, K. Santos del Prado y H. T. Arita (1999). Diversidad filogenética y conservación: ejemplos a diferentes escalas y una propuesta a nivel poblacional para Agave victoriae— 104 CAPÍTULO IV reginae en el desierto de Chihuahua, México. Revista Chilena de Historia Natural, 72, 475-491. Elmeer, K. y A. Almalki (2011). DNA fingerprinting of Prosopis cineraria and Prosopis juliflora using ISSR and RAPD techniques. American Journal of Plant Sciences, 2, 527–534. Evanno, G., S. Regnaut y J. Goudet (2005). Detecting the number of clusters of individuals using the software Structure: a simulation study. Molecular Ecology, 14, 26112620. Escalante, P., A.G. Navarro y A.T. Peterson (1998). Un análisis geográfico, ecológico e histórico de la diversidad de aves terrestres de México, en: Diversidad biológica de México: orígenes y distribución, Ramamoorthy, T.P., R. Bye, A. Lot y J. Fa (eds). Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Biología, México. pp. 279304. Espadas-Manrique, C.M. (2004). Estudio fitogeográfico de las especies endémicas de la península de Yucatán. Tesis de doctorado. Centro de Investigación Científica de Yucatán. México. 155 p. Esparza-Olguín, L. (2004). ¿Qué sabemos de la rareza en especies vegetales? Un enfoque genético-demográfico. Boletín de la Sociedad Botánica de México, 75, 1732. Espinosa, D., S. Ocegueda et al. (2008). El conocimiento biogeográfico de las especies y su regionalización natural, en: Capital natural de México, vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México. pp. 33-65. Excoffier, L., P. Smouse y J. Quattro (1992). Analysis of molecular variance inferred from metric distances among DNA haplotypes: application to human mitochondrial DNA restriction data. Genetics, 131, 479-491. Excoffier, L. y H.E.L. Lischer (2010). Arlequin suite ver 3.5: A new series of programs to perform population genetics analyses under Linux and Windows. Molecular Ecology Resources, 10, 564-567. 105 CAPÍTULO IIV Fahrig, L. (2003). Effects of habitat fragmentation on biodiversity. Annual Review of Ecology, Evolution and Systematics, 34, 487-515. FAO, Food and Agriculture Organization of the United Nations. (1995). International Technical Conference on Plant Genetic Resources. Report of the Sub-Regional: Preparatory Meeting for Central America, Mexico, and the Caribbean. San José, Costa Rica. FAOSTAT (2010). Food and Agriculture Organization of the United Nations. Recuperado el 8 de noviembre de 2012, de País por producto: http:// faostat.fao.org/ FAO (2010). Agricultural Statistics of the Food and Agriculture Organization of the United Nations, Rome. www. FAO.org. Felsenstein, J. (2004). Inferring phylogenies. Massachusetts. Sinauer Associates, Inc. Ferrusquía-Villafranca, I. (1993). Geología de México: una sinopsis, en: Diversidad biológica de México: Orígenes y distribución, Ramamoorthy T.P., R. Bye, A. Lot y J. Fa (eds). Instituto de Biología, UNAM., México D. F. pp. 3-108. Fisher, M. (2012). Crop wild relatives and their potential for crop improvement (Crops, Soils, Agronomy) CSA News. American Society of Agronomy. Flores, J.S. e I. Espejel (1994). Tipos de vegetación de la península de Yucatán. Etnoflora Yucatanense. Fascículo 3. Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán. 135 p. Fouché, J.G. y L. Jouve (1999). Vanilla planifolia: history, botany and culture in Reunion island. Agronomie, 19 (8), 689-703. Frankham, R., D.A. Briscoe y J.D. Ballou (2002). Introduction to conservation genetics. Cambridge University Press, New York, New York, USA. Frankham, R. (2005a) Genetics and extinction. Bioliological Conservation, 126, 131-140. Frankham, R. (2005b) Stress and adaptation in conservation genetics. Journal of Evolutionary Biology, 18, 750-755. 106 CAPÍTULO IV Freeland, J. (2005). The evolution of population biology: past, present and future. Journal of Biogeography, 32, 2039-2040. García-Núñez, J. (2013) Exploración etnobotánica y alternativas de conservación de la vainilla (Vanilla planifolia J.) en la Sierra Nororiental de Puebla, México. Tesis de Licenciatura. Universidad Intercultural del Estado de Puebla. 87 p. GEO BON (2011). Adequacy of Biodiversity Observation Systems to Support the CBD 2020 Targets [Online]. Disponible en: http://www.earthobservations.org/documents/cop/bi_ geobon/2011_cbd_adequacy_report.pdf. [Acceso 10 abril 2017]. Gigant, R., S. Bory, M. Grisoni y P. Besse (2011). Biodiversity and evolution in the Vanilla genus en: Grillo, O. (ed) The dynamical processes of biodiversity: case studies of evolution and spatial distribution. Environmental Sciencies. pp. 1-26. Glaubitz, J.C. y G.F. Moran (2000). Genetic tools: the use of biochemical and molecular markers. (Chapter 4), en: Young, A., D. Boshier y T. Boyle (eds) Forest Conservation Genetics: Principles and Practice. CABI Publishing, New York. pp. 39-59. Godoy J.A. (2009). La genética, los marcadores moleculares y la conservación de especies. Ecosistemas, 18, 23-33. Godwin, I.D., E.A. Aitken y L.W. Smith (1997). Application of inter simple sequence repeat (ISSR) markers to plant genetics. Electrophoresis, 18, 1524–1528. Goldman, E.A. y R.T. Moore (1946). The Biotic provinces of Mexico. Journal of Mammalian, 26(4), 347-360. Goloboff, P. (1999). NONA ver. 2. Tucumán: Fundación e Instituto Miguel Lillo. Gómez-Moliner, B.J., M.T. Cabria, J. Rubines, I. Garin, M.J. Madeira, A. Elejalde, J. Aihartza, P. Fournier y S. Palazón (2004). PCR-RFLP identification of mustelid 107 CAPÍTULO IIV species: European mink (Mustela lutreola), American mink (M. vison) and polecat (M. putorius) by analysis of excremental DNA. Journal of Zoology, 262, 311-316. González, A. y X. Aguirre (2007). Chapter 19: Inter Simple Sequence Repeats (ISSRs), en: SEMARNAT (Instituto Nacional de Ecología, México) y CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la biodiversidad, México). Ecología Molecular, Comps. Eguiarte L.E., Souza V. and Aguirre X. México D.F., IEPSA, Mexico. pp. 567–571. González-Medrano, F. (2003). Las comunidades vegetales de México. Instituto Nacional de Ecología, México. 77 p. González-lturbe, J. A., J. Granados, F. Tun-Dzul e I. Olmsted (1999). Mapa de los Tipos de Vegetación de la Península de Yucatán. Escala 1: 1 400 000 Centro de lnvestigación Científica de Yucatán, A. C., Mérida, Yucatá. Guindon, S. y O. Gascuel (2003). A simple, fast and accurate method to estimate large phylogenies by maximum-likelihood. Systematic Biology, 52, 696–704. Hágsater, E., M.A. Soto-Arenas, G.A. Salazar-Chávez, R. Jiménez-Machorro, M.A. LópezRosas y R.L. Dressler (2005). Las orquídeas de México. México: Instituto Chinoín. 304 p. Hajjar, R. y T. Hodgkin (2007). The use of wild relatives in crop improvement: A survey of developments over the last 20 years. Euphytica, 156, 1–13. Hall, T. (2001). BioEdit: Biological sequence editor for Windows. Ibis Biosciences. California. [Online]. Disponible en: http://www.mbio.ncsu.edu/BioEdit/bioedit.html [Acceso 10 febrero 2016]. Hampl, V., A. Pavlícek y J. Flegr (2001). Construction and bootstrap analysis of DNA fingerprinting-based phylogenetic trees with the freeware program FreeTree: 108 CAPÍTULO IV application to trichomonad parasites. International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology, 51, 731–735. Hamrick, J.L., M.J.W. Godt (1989). Allozyme diversity in plant species, en: Plant population genetics, breeding and genetic resources, Brown, H.D., M.T. Clegg, A.L. Kahler (eds). Sunderland, MA: Sinauer Associates, Inc. pp. 43–46. Hamrick J.L., Y.B. Linhart y J.B. Mitton (1979). Relationships between life history characteristics and electrophoretically detectable genetic variation in plants. Annual Review of Ecology and Systematics, 10, 173-200. Hamrick, J.L., M.J.W. Godt y E. Gonzales (2006). Conservation of genetic diversity in oldgrowth forest communities of the southeastern United States. Applied Vegetation Science, 9, 51-58. Havkin-Frenkel, D. y F.C. Belanger (2011). Handbook of Vanilla Science and Technology, Wiley-Blackwell. Hedrick, P.W. 2000. Genetics of populations. Jones & Bartlett Publishers. Boston. Heinz, R. (2016). Marcadores moleculares [Online]. Disponible en: http://www.fbmc.fcen.uba.ar/materias/agbt/teoricos/2011_12%20Marcadores%20M oleculares.pdf/at_download/file [Acceso febrero 2016]. Herbario CICY (2010). Flora de la Península de Yucatán [Online]. Disponible en: http://www.cicy.mx/sitios/flora%20digital/ [Acceso julio 2015]. Hernández-Apolinar, M. (2002). History and ecology of Vanilla. Voices of Mexico (septiembre). CISAN y UNAM. 109 CAPÍTULO IIV Hernández-Apolinar, M. (1997). Crecimiento y Reproducción de Vanilla planifolia (Orchidaceae) en Usila, Oaxaca. Tesis de Maestría. Facultad de Biologia, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Mexico. 105 p. Herrera-Cabrera, B.E., V.M. Salazar-Rojas, A. Delgado-Alvarado, J. Campos-Contreras y J. Cervantes-Vargas (2012). Use and conservation of Vanilla planifolia J. in the Totonacapan Region, México. European Journal of Environmental Sciences, 2, 43– 50. Hoffmann, A.A. y C.M. Sgrò (2011). Climate change and evolutionary adaptation. Nature, 470, 479–485. Hoyt, E. y S. Brown (1992). Conservando los parientes silvestres de las plantas cultivadas. Delaware: Addison-Wesley Iberoamericana. 52 p. Hubisz, M.J., D. Falush, M. Stephens y J.K. Pritchard (2009). Inferring weak population structure with the assistance of sample group information. Molecular Ecology Resources, 9, 1322–1332. Hunter, D. y V. Heywood (eds) (2011). Parientes silvestres de los cultivos: manual para la conservación in situ. Bioversity International. Roma. 531 p. Ibarra-Manríquez, G., J.L. Villaseñor, R. Durán y J. Meave (2002). Biogeographical analisys of the tree flora of the Yucatan Peninsula. Journal of Biogeography, 29, 17-29. INEGI (1989). Carta climática. Escala 1:1,000,000. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. México, D. F. IUCN (2010). Red List of Threatened Species. International Union for Conservation of Nature and Natural Resources [Online]. Disponible en: http://www.iucnredlist.org/. [Acceso julio 2014]. 110 CAPÍTULO IV IUCN (2015). Actualización de la Lista Roja de la UICN: éxitos de conservación ensombrecidos por más declive de las especies [Online]. Disponible en: https://www.iucn.org/node/18048. [Acceso julio 2016]. Jaccard, P. (1908). Nouvelles recherches sur la distribution florale. Bulletin de la Société vaudoise des sciences naturelles, 44, 223–270. Kahilainen, A., I. Keränen, K. Kuitunen, J.S. Kotiaho y K.E. Knott (2014). Interspecific interactions influence contrasting spatial genetic structures in two closely related damselfly species. Molecular Ecology, 23, 4976-4988. Karp, A., S. Kresovich, K. Bhat, W. Ayad y T. Hodgkin (1997). Molecular tools in plant genetic resources conservation: a guide to the technologies Rome: IPGRI. 47 p. Katzir, N., Y. Danin-Poleg, G. Tzuri, Z. Karchi, U. Lavi y P.B. Cregan (1996). Length polymorphism and homologies of microsatellites in several Cucurbitaceae species. Theoretical and Applied Genetics, 93, 1282-1290. Kelly, I. y A. Palerm (1952). The Tajin Totonac: Part I. History, Subsistence, Shelter and Technology. (S. U. Institution, Ed.) Institute of Social Anthropology Publication, 13, 369. Koch, A.K., C. Nicoletti de Fraga, J. Ubiratan M dos Santos y A.L. Ilkiu-Borges (2013). Taxonomic notes on Vanilla (Orchidaceae) in the brazilian amazon, and description of a new species. Systematic Botany, 38 (4), 975-981. Kourí, E. (2004). A pueblo divided: business, property, and community in Papantla, Mexico. Stanford University Press, Stanford, C.A. Laikre, L. (2010). Genetic diversity is overlooked in international conservation policy implementation. Conservation Genetics, 11, 349–354. Lanfear, R., H. Kokko y A. Eyre-Walker (2014) Population size and the rate of evolution. Trends in Ecology & Evolution, 29, 33-41. 111 CAPÍTULO IIV Lee, J.C. (1980). An ecogeographic analysis of the herpetofauna of the Yucatan peninsula. Miscellaneous publication - University of Kansas, Museum of Natural History. 67 p. Li, J.H., Z.J. Liu, G.A. Salazar, P. Bernhardt, H. Perner, Y. Tomohisa, X.H. Jin, S.W. Chung y Y.B. Luo (2011). Molecular phylogeny of Cypripedium (Orchidaceae: Cypripedioideae) inferred from multiple nuclear and chloroplast regions. Molecular Phylogenetic and Evolution, 61, 308–320. López-Giráldez, F., B.J. Gómez-Moliner, J. Marmi y X. Domingo-Roura (2005). Genetic distinction of American and European mink (Mustela vison and M. lutreola) and European polecat (M. putorius) hair samples by detection of a species-specific SINE and a RFLP assay. Journal of Zoology, 265, 405-410. Loveless M.D. y J.L. Hamrick (1984). Ecological determinants of genetic structure in plant populations. Annual Review of Ecology and Systematics, 15, 65-95. Lowe AJ, Boshier D, Ward M, Bacles CFE, Navarro C. 2005. Genetic resource impacts of habitat loss and degradation; reconciling empirical evidence and predicted theory for neotropical trees. Heredity 95:255–273. Lubinsky, P, M. van Dam y A. van Dam (2006). Pollination of Vanilla and evolution in Orchidaceae. Lindleyana, 75, 926–929. Lubinsky, P., S. Bory, J. Hernández-Hernández, K. SeungChul y A. Gómez-Pompa (2008a). Origins and dispersal of cultivated Vanilla (Vanilla planifolia Jacks. [Orchidaceae]). Economic Botany, 62, 127–138. Lubinsky, P., M.K. Cameron, M.C. Molina, M. Wong, S. Lepers-Andrzejewski, A. GómezPompa y S.C. Kim (2008b). Neotropical roots of a Polynesian spice: the hybrid origin of Tahitian vanilla, Vanilla tahitensis (Orchidaceae). American Journal of Botany, 95, 1040–1047. Luna-Plascencia, R., A. Castañón-Barrientos y A. Raz-Guzmán (2011). La biodiversidad en México su conservación y las colecciones biológicas. Ciencias, 101, 36-43. 112 CAPÍTULO IV Lundell, C.L. (1934). Preliminary sketch of the Yucatan Peninsula. Carnegie Institute of Washington Publications, 436, 257-321. Mace, G.M. y A. Purvis (2008). Evolutionary biology and practical conservation: bridging a widening gap. Molecular Ecology, 17, 9–19. Macrogen [Online] Disponible en: http://www.macrogen.com [Acceso febrero 2016]. Mai, J.C. y A.W. Coleman (1997). The internal transcribed spacer 2 exhibits a common secondary structure in green algae and flowering plants. Journal of Molecular Evolution, 44, 258-271. Mank, J.E. y J.C. Avise (2004). Individual organisms as units of analysis: Baysianclustering alternatives in population genetics. Genetics Research, 84, 135-143. Mantel, N. (1967). The detection of disease clustering and a generalized regression approach. Cancer Research, 27, 209-220. Martínez-Castillo, J., D. Zizumbo-Villareal, P. Gepts y P. Colunga-GarcíaMartín (2007). Gene flow and genetic structure in the wild-weedy-domesticated complex of Phaseolus lunatus L. in the mesoamerican center of domestication and diversity. Crop Science, 47, 58-66. Martínez-Castillo, J., L. Camacho-Pérez, S. Villanueva-Viramontes, R.H. Andueza-Noh y M.I. Chacón Sánchez (2014). Genetic structure within the Mesoamerican gene pool of wild Phaseolus lunatus L. (Fabaceae) from Mexico as revealed by microsatellite markers: Implications for conservation and domestication of the species. American Journal of Botany, 101 (5), 851-864. McGarigal, K. y S.A. Cushman (2002). Comparative evaluation of experimental approaches to the study of habitat fragmentation effects. Ecological Applications, 12, 335-345. 113 CAPÍTULO IIV McNeely, J.A., K.R. Miller, W.V. Reid, R.A. Mittermeier y T.B. Werner (1990). Conserving the world’s biological diversity. IUCN, World Resources Institute, Conservation International, WWF-US, World Bank, Washington. 193 p. Medellín-Morales, S.G. (1988). Arboricultura y silvicultura tradicional en una comunidad totonaca de la Costa de Veracruz. México. Tesis de Maestría. Instituto Nacional de Investigaciones Sobre Recursos Bioticos (INIREB), Xalapa. 347 p. Meirmans, P.G. (2015). Seven common mistakes in population genetics and how to avoid them. Molecular Ecology, 24, 3223–3231. Menchaca, R. (2009). La vainilla. Revista de divulgación científica y tecnológica de la Universidad Veracruzana, 21 (1). Menchaca, R. (2010). Obtención y caracterización morfológica de híbridos de Vanilla planifolia G. Jackson in Andrews y V. pompona Schiede. Tesis de Doctorado. Center for Tropical Research, Universidad Veracruzana. 108 p. Michot, B., N. Joseph, S. Mazan, J.P. Bachellerie (1999). Evolutionarily conserved structural features in the ITS2 of mammalian pre-rRNAs and potential interactions with the snoRNA U8 detected by comparative analysis of new mouse sequences. Nucleic Acids Research, 27, 2271-2282. Millennium Ecosystem Assessment (2005). Ecosystems and human well-being: Biodiversity synthesis. World Resources Institute, Washington, D.C. Miller, M.A., W. Pfeiffer y T. Schwartz (2010). Creating the CIPRES Science Gateway for inference of large phylogenetic trees” in Proceedings 2011. TeraGrid Conference: Extreme Digital Discovery. Art. 41. Utah. Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, 2017. Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de los Recursos Genéticos Forestales. Planes y programas nacionales. [Online]. Disponible en: http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/politica- forestal/recursos-geneticos-forestales/rgf_estrategias_conservacion.aspx 114 CAPÍTULO IV [Acceso 18 febrero 2017]. Minoo, D., V.N. Jayakumar, S.S. Veena, J. Vimala, A. Basha, K.V. Saji, K. Nirmal Babu y K.V. Peter (2008). Genetic variations and interrelationships in Vanilla planifolia and few related species as expressed by RAPD polymorphism. Genetic Resources and Crop Evolution, 55, 459–470. Miranda, F. (1958). Estudios acerca de la vegetación, en: Los recursos naturales del sureste y su aprovechamiento, Beltrán, E. (ed). Publicaciones del Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables, 2, 215-271. Miranda, F. y E. Hernández-X (1963). Los tipos de vegetación de México y su clasificación. Boletín de la Sociedad Botánica de México, 28, 29-179. Molineros-Hurtado, F., R.T. González Mina, N.S. Flanagan y J. Tupac-Otero (2014). Vanilla rivasii (Orchidaceae), a new species from the Colombian Pacific region. Lankesteriana, 13 (3), 353—357. Montipedia, (2005). Rejollada. [Online] Disponible en: http://www.montipedia.com/diccionario/rejollada/ [Acceso enero 2017]. Moore, R.T. (1945). The Transverse Volcanic biotic province of Central Mexico and its relationships to adjacent provinces. Transactions of the San Diego Society of Natural History, 10 (12), 217-236. Moritz, C. (1994). Defining ‘Evolutionarily Significant Units’ for conservation. Trends in Ecology and Evolution, 9, 373-375. Morrone, J.J. (2005). Hacia una síntesis biogeográfica de México. Revista Mexicana de Biodiversidad, 76, 207-252. Nagy, S., P. Poczai, I. Cernák, A.M. Gorji, G. Hegedüs y J. Taller (2012). PICcalc: an online program to calculate polymorphic information content for molecular genetic studies. Biochemical Genetics, 50, 670–672. 115 CAPÍTULO IIV Nei, M. (1978). Estimation of average heterozygosity and genetic distance from a small number of individuals. Genetics, 89, 583-590. Nielsen, R.L. (2000). Natural hybridization between Vanilla claviculata (W.Wright) Sw. and V. barbellata Rchb.f. (Orchidaceae): genetic, morphological, and pollination experimental data. Botanical Journal of the Linnean Society, 133, 285–302. Nielsen, R.L. y H.R. Siegismund (1999). Interspecific differentiation and hybridization in Vanilla species (Orchidaceae). Heredity, 83, 560–567. Nixon, K.C. (1999). The parsimony ratchet, a new method for rapid parsimony analysis. Cladistics 15, 407–414. Nixon, K.C. (1999-2002). WinClada ver. 1.0000 Ithaca: publicado por el autor. Odoux, E. y M. Grisoni (2010). Vanilla. In: Medicinal and Aromatic Plants: Industrial Profiles (Ed.) ^(Eds.) Taylor and Francis Group. pp. 387. O’Grady, J.J., et al. (2006). Realistic levels of inbreeding depression strongly affect extinction risk in wild populations. Biological Conservation, 133: 42-51. Oliverio, M., M. Cervelli y P. Mariottini (2002). Congruence with the phylogeny of muricid neogastropods (Caenogastropoda, Muricoidea). Molecular Phylogenetics and Evolution, 25, 63-69. Palomares, F., J.A. Godoy, A. Píriz, S.J. O'Brien y W.E. Johnson (2002). Faecal genetic analysis to determine the presence and distribution of elusive carnivores: design and feasibility for the Iberian lynx. Molecular Ecology, 11, 2171-2182. Pansarin, E.R., A. Salatino y M.L.F. Salatino (2008). Phylogeny of South American Pogonieae (Orchidaceae, Vanilloideae) based on sequences of nuclear ribosomal (ITS) and chloroplast (psaB, rbcL, rps16, and trnL-F) DNA, with emphasis on Cleistes and discussion of biogeographic implications. Organisms Diversity and Evolution 8 (3), 171–181. 116 CAPÍTULO IV Pansarin, E.R., J.M.R.B.V. Aguilar, A.W.C. Ferreira (2012). A new species of Vanilla (Orchidaceae: Vanilloideae) from São Paulo, Brazil. Brittonia, 64, 157-161. Pavlícek, A., S. Hradá y J. Flegr (1999). Free-Tree-freeware program for construction of phylogenetic tres on the basis of distance data and bootstrap/jackknife analysis of the tree robustness. Application in the RAPD analysis of genus Frenkelia. Folia Biológica, 45, 97–99. Peakall, R. y P.E. Smouse (2006). GenAlEx 6. Genetic analysis in Excel. Population genetic software for teaching and research. Molecular Ecology Resources, 6, 288– 295. Pharmawati, M., G. Yan, P.M. Finnegan (2005). Molecular variation and fingerprinting of Leucadendron cultivars (Proteaceae) by ISSR markers. Annals Botany, 95, 1163– 1170. Piñero, D., et al. (2008). La diversidad genética como instrumento para la conservación y el aprovechamiento de la biodiversidad: estudios en especies mexicanas, en Capital natural de México. Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México. 1,437-494. Plascencia, R.L., A. Castañón-Barrientos y A. Raz-Guzmán (2011). La biodiversidad en México su conservación y las colecciones biológicas. Ciencias, 101, 36-43. Plan Nacional de Conservacion de Recursos Genéticos Forestales, 2009. Unidades de conservación genética: Criterios para la aprobación de las unidades, su identificación, seguimiento y gestión. [Online]. Disponible en: http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/politica- forestal/rgf_comite_criterios_UCRGFs_2009_tcm7-279705.pdf. [Acceso 18 febrero 2017]. PNUMA, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2010). Anuario: Avances y progresos científicos en nuestro cambiante medio ambiente. UNEP, 80 p. 117 CAPÍTULO IIV Poeaim, S., A. Poeaim, K. Soytong (2011) Determination of the genetic relationship of Vanilloideae (Orchidaceae) based on the sequence of the Internal Transcribed Spacer of ribosomal DNA. Research Magazine:7-11. Disponible en: http://ird.rmutto.ac.th [Acceso 2 October 2015]. Ponce-Reyes, R., Ponce-Reyes, S.M. Clegg, S.B. Carvalho, et al. (2014). Geographical surrogates of genetic variation for selecting island populations for conservation. Diversity & Distributions, 20, 640-651. Portères, R. (1951). Le problème des migrations végétales transpacifiques d'Asie en Amérique à l'Epoque Tertiaire et la distribution des espèces de Vanilliers. Revue internationale de botanique appliquée et d'agriculture tropicale, 31 (342), 290-294. Portères, R. (1954). Le genre Vanilla et ses espèces, en: Bouriquet G. Le vanillier et la vanille dans le monde. Paris: Lechevalier. pp. 94–290. Pridgeon, A.M., R.M. Bateman, A.V. Cox, J.R. Hapeman y M.C. Chase (1997). Phylogenetics of subtribe Orchidinae (Orchidoideae, Orchidaceae) based on nuclear ITS sequences. 1. Intergeneric relationships and polyphyly of Orchis sensu lato. Lindleyana, 12, 89–109. Pritchard, J.K., M. Stephens y P. Donnelly (2000). Inference of population structure using multilocus genotype data. Genetics, 155, 945–959. Pritchard, J.K., X. Wen y D. Falush (2010). Documentation for STRUCTURE software. [Online]. Disponible en: http://pritch.bsd.uchicago.edu/structure.html. [Acceso 10 marzo 2015]. Purseglove, J.W., E.G. Brown, C.L. Green y S.R.J. Robbins (1981). Spices. Longman. Londres. 2, 439. 118 CAPÍTULO IV Putz, F.E. y N.M. Holbrook (1986). Notes on the natural history of hemiepiphytes. Selbyana, 9, 61–69. Puurtinen, M. et al. (2004). Genetic variability and drift load in populations of an aquatic snail. Evolution, 58: 749-756. Raijmann, L.E.L., N.C. Van Leeuwen, R. Kersten, J.G.B. Oostermeijer, J.C.M. Den Nijs, S.B.J. Menken (1994). Genetic variation and outcrossing rate in relation to population size in Gentiana pneumonanthe L. Conservation Biology, 8, 1014-1026. Rallo, P., Belaj, A., De la Rosa, R., Trujillo, I. 2002. Marcadores moleculares (en línea). Córdoba, España. Disponible en: http://www.extremadura21.com/caudal/hemeroteca/mayojunio_2000/almazara/almazara.htm [Acceso agosto 2013] Rambaut, A. (2006–2014). FigTree, Tree Figure Drawing Tool Version v1.4.2. Disponible en: http://tree.bio.ed.ac.uk/software/figtree/ [Acceso: 2 October 2015]. Rambaut, A., M.A. Suchard, D. Xie y A.J. Drummond (2014). Tracer v1.6. Disponible en: http://beast.bio.ed.ac.uk/Tracer [Acceso 11 febrero 2016]. Ramírez, S.R., B. Gravendeel, R.B. Singer, C.R. Marshall y N.E. Pierce (2007). Dating the Origin of the Orchidaceae from a Fossil Orchid with Its Pollinator. Nature, 448, 1042–1045. 119 CAPÍTULO IIV Ramírez-Marcial, N., S. Ochoa-Gaona, M. González-Espinosa y P.F. Quintana-Ascencio (1998). Análisis florístico y sucesional en la estación biológica Cerro Huitepec, Chiapas, México. Acta Botanica Mexicana, 44, 59-85. Ramos-Castella, A.L., L.G. Iglesias-Andreu, J. Martínez-Castillo, M. Ortiz-García, R.H. Andueza-Noh, P. Octavio-Aguilar y M. Luna-Rodríguez (2016). Evaluation of molecular variability in germplasm of vanilla (Vanilla planifolia G. Jackson in Andrews) in Southeast Mexico: implications for genetic improvement and conservation. Plant Genetic Resources, 15 (4), 310-320. Ray, T.S. (1990). Metamorphosis in the Araceae. American Journal of Botany, 77, 15991609. Reed, D.H. y R. Frankham (2001). How closely correlated are molecular and quantitative measures of genetic variation? A meta-analysis. Evolution. 55, 1095-1103. Reed, D.H. y R. Frankham (2003). Correlation between fitness and genetic diversity. Conservation Biology, 17: 230-237. Rentería-Alcántara, M. (2007). Breve revisión de los marcadores moleculares, en: Ecología molecular. Eguiarte, L.E., V. Sousa y X. Aguirre (eds) Semarnat-INEUNAM-Conabio. México. pp. 541-566. Reyes-Alemán, J.C., E. Valadez-Moctezuma, L. Simuta-Velázco, A.F. Barrientos-Priego, C. Gallegos-Vázquez (2013). Distinción de especies del género Persea mediante RAPD e ISSR de ADN. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 4 (4), 517-529. Rico-Gray, V. y J.G. García-Franco (1991). The maya and the vegetation of the Yucatan Peninsula. Journal of Ethnobiology, 11, 135- 142. Rico-Gray, V. y J.G. García-Franco (1992). Vegetation and soil seed bank of successional stages in tropical lowland deciduous forest. Journal of Vegetation Science, 3, 617624. Rice, W.R. (1989). Analyzing tables of statistical tests. Evolution, 43, 223-225. 120 CAPÍTULO IV Rocha_Munive, M.G., A. González-González y X. Aguirre-Dugua (2014) AND polimórfico amplificado al azar (RAPD) y regions intermedias entre secuencias simples repetidas. En: Cornejo-Romero A., A. Serrano-Díaz, B. Rendón-Aguilar, M.G. Rocha-Munive (compiladoras). Herramientas moleculares aplicadas en ecología: aspectos teóricos y prácticos (2014). Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) - Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) - Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I), pp. 101-125. Robertson, A. (1960). A theory of limits in artificial selection. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 153, 234-249. Ronquist, F., M. Teslenko, P. van der Mark, D.L. Ayres, A. Darling, S. Hohna, B. Larget, L. Liu, M.A. Suchard y J.P. Hueslsenbeck (2012). MrBayes 3.2: Efficient Bayesian Phylogenetic Inference and Model Choice Across a Large Model Space. Systematic Biology, 61, 539–42. Royo-Márquez, M. H., A. Melgoza-Castillo y G. Quintana-Martínez (2014). Especies vegetales en peligro, su distribución y estatus de conservación de los ecosistemas donde se presentan. Revista Mexicana de Ciencias Forestales, 5 (2), 86-103. Rzedowski, J. (1978). Vegetación de México. Editorial Limusa, México. 432 p. Saitou, N. y M. Nei (1987). Neighbor-Joining method: A new method for reconstructing phylogenetic trees. Molecular Biology and Evolution, 4, 406–425. SAGARPA (2012). Formalización de la Colección Nacional de Vainilla. [Online]. Dispponible en: http://snics.sagarpa.gob.mx/prensa/boletines/Paginas/2012- B012.aspx [Acceso 15 enero 2017]. Sala, O.E., F.S. Chapin, J.J. Armesto, E. Berlow, J. Bloomfield, R. Dirzo, E. Huber– Sanwald, L.F. Huenneke, R.B. Jackson, A. Kinzig, et al. (2000). Global biodiversity scenarios for the year 2100. Science, 287, 1770-1774. 121 CAPÍTULO IIV Salazar-Rojas, V.M., B.E. Herrera-Cabrera, A. Delgado-Alvarado, M. Soto-Hernández, F. Castillo-González y M. Cobos-Peralta (2011). Chemotypical variation in Vanilla planifolia Jack. (Orchidaceae) from the Puebla-Veracruz Totonacapan region. Genetic Resources and Crop Evolution, 59, 875-887. Sambrook, J., E.F. Fritschi y T. Maniatis (1989). Molecular cloning: a laboratory manual. New York: Cold Spring Harbor Laboratory Press. 1120 p. Sánchez, O. y R. Pérez-Hernández (2005). Historia y tabla de equivalencias de las propuestas de subdivisiones biogeográficas de la región Neotropical, en: Regionalización biogeográfica en Iberoamérica y tópicos afines. Primeras Jornadas Biogeográficas de la Red Iberoamericana de Biogeografía y Entomología Sistemática (RIBES XII.I-CYTED), Llorente-Bousquets J. y J.J. Morrone (eds). CYTED/ UNAM/ CONABIO. México, D. F. pp. 145-169. Sánchez-Aguilar R.L. y S. Rebollar-Domínguez (1999). Deforestación en la Península de Yucatán, los retos que enfrenta. Madera y Bosques, 5, 3-17. Saunders, D.A, R.J. Hobbs y C.R. Margules (1991). Biological consequences of ecosystem fragmentation: a review. Conservation Biology, 5, 18–32. Sarukhán, J., P. Koleff, J. Carabias, J. Soberón, R. Dirzo, J. Llorente Bousquets, G. Halffter, R. González, I. March, A. Mohar, S. Antes y J. De la Manza (2009). Capital Natural de México: Conocimiento actual, evaluación y perspectivas de Sustentabilidad. Síntesis. México: Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, 100 p. Sasikumar, B. (2010). Vanilla breeding - A review. Agricultural reviews, 31 (2), 139-144. Schlüter, P.M. (2002). RAPD variation in Vanilla planifolia Jackson (Orchidaceae) and assessment of the putative hybrid Vanilla tahitensis Moore. Tesis de Maestria. University of Oxford. Reino Unido. Schlüter, P.M., M.A. Soto-Arenas y S.A. Harris (2007). Genetic Variation in Vanilla planifolia (Orchidaceae). Economic Botany, 61, 328–336. 122 CAPÍTULO IV Schlotterer, C., M.T. Hauser, A. Von Haeseler y D. Tautz (1994). Comparative evolutionary analysis of rDNA ITS regions in Drosophila. Molecular Biology and Evolution, 11, 513-522. SEDUMA, Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (2012). Estrategia Regional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+). [On line]. Disponible en: http://www.seduma.yucatan.gob.mx/cambio-climatico/redd.php [Acceso mayo 2016]. Segura-Correa J.C. y R. Montes-Pérez (2001). Razones y estrategias para la conservación de los recursos genéticos animales. Revista Biomédica, 12,196-206. SEMARNAT (2010). Norma Oficial Mexicana de Protección especial de especies nativas de México de Flora y Fauna silvestres. Diario Oficial de la Federación. [Online]. Disponible en: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5420810&fecha=21/12/2015 [Acceso 9 febrero 2016]. SEMARNAT (2016). México logra la inclusión de diversas especies amenazadas en los listados de la CITES. [Online]. Disponible en: https://www.gob.mx/semarnat/prensa/mexico-logra-la-inclusion-de-diversasespecies-amenazadas-en-los-listados-de-la-cites. [Acceso julio 2016]. Smith, N.J.H., J.T. Williams, D.L. Plucknett y J.P. Talbot (1992). Tropical Forests and Their Crops. Ithaca: Cornell University Press. 584 p. 123 CAPÍTULO IIV SIAP, SIACON, SAGARPA (2011). Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera. Recuperado el 12 de noviembre de 2012, de Cierra de la Producción Agrícola por Estado de Vainilla 2011. Sokal, R. (1979). Testing statistical significance of geographic variation patterns. Systematic Zoology, 28, 227–323. Soto-Arenas, M.A. (1999). Filogeografía y recursos genéticos de las vainillas de México. Instituto Chinoin AC. Reprote final SNIB-CONABIO proyecto No. J101. Soto-Arenas, M.A. (2003). Vanilla (generic treatment), en: Orchidoideae (Part two), Vanilloideae, Pridgeon, A.M., P.J. Cribb, M.W. Chase y F.N. Rasmussen (eds). Genera Orchidacearum volume 3, Oxford University Press. Oxford. pp. 321-334. Soto-Arenas, M.A. (2006). La vainilla: retos y perspectivas de su cultivo. CONABIO Biodiversitas, 66, 1–9. Soto-Arenas, M.A. (2009). Recopilación y análisis de la información existente sobre las especies mexicanas del género Vanilla. Instituto Chinoín, A.C., en: “Generación y recopilación de información de las especies de las que México es centro de origen y diversidad genética”. SEMARNAT, CONABIO. Soto-Arenas, M.A. y A.R. Solano-Gómez (2007). Ficha técnica de Vanilla planifolia, en: Soto-Arenas, M.A. (comp.). Información actualizada sobre las especies de orquídeas del PROY-NOM-059-ECOL-2000. Instituto Chinoin A.C., Databases SNIB-CONABIO. Project No. W029. México. Soto-Arenas, M.A. y P.J. Cribb (2010). A new infrageneric classification and synopsis of the genus Vanilla Plum. ex Mill. (Orchidaceae, Vanillinae). Lankesteriana, 9, 355398. Soto-Arenas, M.A. y R.L. Dressler (2010). A revision of the Mexican and Central American species of Vanilla plumier ex Miller with a characterization of their it region of the nuclear ribosomal DNA. Lankesteriana, 9, 285–354. 124 CAPÍTULO IV Spielman, D., B.W. Brook y R. Frankham (2004). Most species are not driven to extinction before genetic factors impact them. Proceedings of the National Academy of Sciences. USA, 101, 15261-15264 Sreedhar, R., K. Roohie, L. Venkatachalam, M. Narayan y N. Bhagyalaksmi (2007). Specific PretreatmentsnReduce Curing Period of Vanilla (Vanilla planifolia) Beans.Journal of Agricultural and Food Chemistry, 55, 2947-2955. Stamatakis, A. (2014). RAxML Version 8: A Tool for Phylogenetic Analysis and PostAnalysis of Large Phylogenies. Bioinformatics, 30, 1312-1313. Toledo, V.M., B. Ortiz-Espejel, L. Cortés, P. Moguel y M.D.J. Ordoñez. (2003). The multiple use of tropical forests by indigenous peoples in Mexico: a case of adaptive management. Conservation Ecology, 7, 9-21. Tonhasca, A., G.S. Albuquerque y J.L. Blackmer (2003). Dispersal of euglossine bees between fragments of the Brazilian Atlantic Forest. Journal of Tropical Ecology, Cambridge, 19, 99-102. Tucker, K.P., M.E. Hunter, R.K. Bonde, J.D. Austin, A.M. Clark, C.A. Beck, P.M. McGuire y M.K. Oli (2012). Low genetic diversity and minimal population substructure in the endangered Florida manatee: implications for conservation. Journal of Mammalogy, 93, 1504–1511. Valadez, E. y G. Kahl (2000). Huellas de ADN en genomas de plantas. Mundi-Prensa, Universida Autonoma de Chapingo, México. 147 p. van der Sande, C.A., M. Kwa, R.W. van Nues, H. van Heerikhuizen, H.A. Raue y R.J. Planta (1992). Functional analysis of internal transcribed spacer 2 of Saccharomyces cerevisiae ribosomal DNA. Journal of Molecular Biology, 223, 899–910. van Kleunen, M. y M. Fischer (2005). Constraints on the evolution of adaptive phenotypic plasticity in plants. New Phytologist, 166, 49–6. 125 CAPÍTULO IIV van Nues, R.W., J.M. Rientjes, S.A. Morre, E. Mollee, R.J. Planta, J. Venema y H.A. Raue (1995). Evolutionarily conserved structural elements are critical for processing of Internal Transcribed Spacer 2 from Saccharomyces cerevisiae precursor ribosomal RNA. Journal of Molecular Biology, 250, 24–36. Van Oosterhout, C., W.F. Hutchinson, D.P.M. Wills y P. Shipley (2004). MICRO– CHECKER: software for identifying and correcting genotyping errors in microsatellite data. Molecular Ecology Notes, 4, 535-538. Vasconcelos, R., J.C. Brito, S.B. Carvalho, et al. (2012). Identifying priority areas for island endemics using genetic versus specific diversity—the case of terrestrial reptiles of the Cape Verde IslandsBiol. Conserv., 153, 276-286.Verma, P.C., D. Chakrabaarty, S.N. Jena, D.M. Mishra, P.K. Singh, S.V. Sawant y R. Tuli (2009). The extent of genetic diversity among Vanilla species: Comparative results for RAPD and ISSR. Industrial Crops and Products, 29, 581-589. Verma, P.C., D. Chakrabaarty, S.N. Jena, D.M. Mishra, P.K. Singh, S.V. Sawant y R. Tuli (2009). The extent of genetic diversity among Vanilla species: Comparative results for RAPD and ISSR. Industrial Crops and Products, 29, 581-589. Villanueva-Viramontes S., M. Hernández-Apolinar, G. Carnevali, A. DorantesG. Dzib y J. Martínez-Castillo (2017). Wild Vanilla planifolia and its relatives in the Mexican Yucatan Peninsula: systematic analyses with ISSR and ITS. Botanical Sciences, 95 (2), 1-19. Von-Gadow, K., S. Sánchez-Orois y O.A. Aguirre-Calderón (2004). Manejo forestal con bases científicas. Madera y Bosques, 10, 3-16. Vos, R.A. (2003). Accelerated likelihood surface exploration: the likelihood ratchet. Systematic Biology, 52, 368-373. Walpole, M., R.E.A. Almond, C. Besançon, et al. (2009). Tracking progress toward the 2010 biodiversity target and beyond. Science, 325, 1503–1504. Weekers, P.H.H., J.F. De Jonckheere y H.J. Dumont (2001). Phylogenetic relationships inferred 126 from ribosomal ITS sequences and biogeographic patterns in CAPÍTULO IV representatives of the genus Calopteryx (Insecta: Odonata) of the west Mediterranean and adjacent West European Zone. Molecular Phylogenetics and Evolution, 20, 89-99. White, T.J., T. Bruns, S. Lee y J.W. Taylor (1990). Amplification and direct sequencing of fungal ribosomal RNA genes for phylogenetics, en: PCR Protocols: A Guide to Methods and Applications, Innis, M.A., D.H. Gelfand, J.J. Sninsky, T.J. White (eds) New York. Academic Press, Inc. pp. 315-322. Willi, Y., J. Van Buskirk y A.A. Hoffmann (2006). Limits to the adaptive potential of small populations. Annual Review of Ecology, Evolution, and Systematics, 37, 433-458. Williams, N.H. (1982). The biology of orchids and euglossine bees, en: Orchid Biology: Reviews and Perpectives II, Arditti J. (ed.). Cornell UniIthaca, N.Y. pp. 119-171. Yang, Z. y B. Rannala (1997). Bayesian phylogenetic inference using DNA sequences: a Markov chain Monte Carlo method. Molecular Biology and Evolution, 14, 717-724. Zamora-Crescencio, P., M.R. DomínguezCarrasco, P. Villegas, C. GutiérrezBáez, L.A. Manzanero-Acevedo, J.J. Ortega-Haas, S. Hernández-Mundo, E.C. Puc-Garrido, y R. Puch-Chávez (2011). Composición florística y estructura de la vegetación secundaria en el norte del estado de Campeche, México. Boletín de la Sociedad Botánica de México, 89, 27-35. Zietkiewicz, E., A. Rafalski y D. Labuda (1994). Genome fingerprint by sequence repeat (SSR)-anchored polymerase chain reaction amplification. Genomics, 20, 176-183. 127 CAPÍTULO IIV 128