Curso: TBS031-1 Sinópticos - Profesor: Eduardo Pérez Cotapos Estudiante: J. Fernando Jimenez Mocobono Fecha: 28/08/2018 Síntesis de la Crítica de las Fuentes La crítica de las fuentes o juicio sobre las fuentes es un intento analítico de dar solución al llamado problema sinóptico que plantea interrogantes sobre las relaciones existentes entre los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, sus coincidencias y diferencias y las probables interdependencias entre ellos. Son preguntas que surgen de observaciones cuantitativas sobre la materia compartida, además de ciertas coincidencias de orden, concordancias y divergencias a nivel de estilo y de vocabulario del texto. Esto fue evidenciada por los Padres en la Antigüedad, pero es atendida de forma más seria desde la Edad Moderna. La solución propuesta, entre otras más complejas, es la llamada La teoría de las dos fuentes. Esta teoría, aunque no resuelve totalmente el problema, explica los detalles de forma sencilla y con verosimilitud. Se basa en dos principios fundamentales. Por un lado, afirma que Mc tiene prioridad sobre Mt y Lc. Sería el evangelio más antiguo y la fuente principal de material para éstos. Y, por otro lado, dice que existe una relación de dependencia indirecta entre Mt y Lc. Ambos dependerían de una hipotética fuente común compartida denominada Q, inicial de la palabra alemana que significa fuente. En consecuencia se tiene, según su fuente o procedencia, tres tipos de texto incluidos en los evangelios sinópticos: los de la triple tradición, encontrados tanto en Mc, como Mt y Lc; los de la doble tradición, presentes sólo en Mt y Lc; y los que son materia propia o exclusiva de cada evangelio. Esto, sin negar el uso de la tradición oral de la Iglesia como fuente que tiene en su origen a Jesucristo mismo, seguramente el recurso básico para la elaboración de la materia propia. La triple tradición consta de material de carácter narrativo. Es un intento de entender a Mc como fuente de Mt y Lc, aunque tiene algunas objeciones como la exclusión de algunos textos de Mc. Probablemente los omitieron porque resultaron incómodos o por otros motivos razonables. Porque sugieren falta de respeto hacia Jesús, señalan actitudes poco comprensibles o edificantes, son palabras chocantes, difíciles de entender, excesivas o contradictorias, son hechos anecdóticos, resultan triviales para su propósito, etc. Esto contradice la teoría de las dos fuentes, aunque deja pendiente algunas explicaciones. Otra objeción está relacionada al vocabulario, palabras que no coinciden a la letra. Se justificaría afirmando que tanto Lc como Mt corrigen a Mc en el uso del lenguaje. Un paso de formas del lenguaje vulgar a uno más culto. En consecuencia se encuentra en Mt y Lc cambios de palabras incorrectas, tiempos verbales del habla coloquial, frases gramaticalmente poco felices y algunos posibles equívocos presentes en el texto Mc. Se añade el hecho de un resumen a modo de poda del lenguaje de Mc por parte de Mt y Lc, y, aún, otra posible objeción bastante menor: correcciones coincidentes entre Mt y Lc al texto de Mc, denominadas “acuerdos menores”, que podrían hacer pensar en la posibilidad una fuente común más allá de Mc. Ante esto, se afirma que lo más probable es que se trate la tradición oral. Menos probable sería un proto Mc o una dependencia subsidiaria entre Mt y Lc. A favor de la triple tradición, en la línea de la teoría de las dos fuentes, se cuenta que en el orden del material tomado de Mc por Mt y Lc: ambos conservan, en lo fundamental, el orden del material común como en Mc. Y respecto al material que no es común, cada cual sigue su orden propio, al parecer, motivados por la finalidad de su redacción. Continuando, se observa que la doble tradición, o fuente Q, está casi exclusivamente constituida por material de discursos y palabras del Señor. Aunque no hay certeza de si se trata de una fuente oral o es más bien una fuente escrita, se tiende a entenderla como un texto escrito recogido originalmente en arameo y luego traducido al griego en una o más versiones, de extensión exacta desconocida. Se consideran como sus características las siguientes: sería una colección de dichos del Señor, procedentes de la etapa pre-pascual, que se habría consolidado durante los primeros decenios dentro de la comunidad palestinense, transmitida al principio de forma oral. Su carácter palestinense estaría dado por la vinculación que hace de Jesús con el Bautista, un interés por la controversia con los Fariseos y que no contiene referencias a la universalidad del mensaje. Su carácter pre-pascual porque su temática principal es el Reino y porque hay una fuerte referencia a la venida del Hijo del Hombre, que no parece ser Jesús. No sería un evangelio, pues no contiene un relato de la pasión. Sí sería cronológicamente anterior a Mc, porque proporciona a Lc y Mt una teología de elaboración más antigua a la del primero. A favor de la existencia de Q, tenemos el orden del material. Se cree que está mejor conservado en Lc, pues lo usa en dos inserciones, una pequeña y otra grande. Mt lo ordena temáticamente, principalmente en discursos. Y, aunque existen otros textos comunes a Mt y Lc que presentan la misma temática, por su divergencia lingüística no se consideran como Q. También a favor se encuentran los dobletes, textos paralelos conservados por Mc y Q, que aparecen en dos versiones tanto en Mt como en Lc, evidenciarían las dos fuentes. Un detalle en contra es la existencia de ciertos textos, más o menos semejantes, compartidos entre Mc y Q, que podrían ser considerados prueba de la existencia de un texto autónomo. La materia propia de Mt y Lc, por su parte, está constituida por relatos y detalles que los evangelistas recogieron y elaboraron en conformidad con el destino de su obra. En este material tenemos los evangelios de la infancia en sus dos versiones, las parábolas propias de cada uno, y relatos y detalles con focos diversos. En Mt de carácter mucho más ético, legal, eclesial y petrino. Y en Lc mucho más misionero, universalista e interesado en los pobres. Como conclusión podemos afirmar que la teoría de las dos fuentes responde razonablemente al problema sinóptico pero, por sus limitaciones, no se la puede absolutizar sino simplemente usarla como hipótesis de trabajo.