Caries radicular La caries radicular se mide separadamente de la coronal. Sus principales signos clínicos son el color, la textura y el brillo. Para medirla disponemos de un índice específico desarrollado por Katz (1996) (ICR). Entre las críticas a este índice se encuentra el hecho de que muchos cuellos radiculares han sido obturados por razones de sensibilidad y no de caries. El ICDAS II también recoge criterios específicos para su diagnóstico.Se calcula mediante el sumatorio del número de superficies radiculares cariadas más obturadas, dividido por el sumatorio de cariadas más obturadas más sanas, multiplicado por 100. MEDICIÓN DE LA ENFERMEDAD PERIODONTAL El término «enfermedad periodontal» agrupa diferentes procesos ligados entre sí que afectan al sistema de soporte del diente, que podemos agrupar en dos grandes grupos: gingivitis y periodontitis. Son procesos infecciosos que, en muchas ocasiones, están ligados a la salud general. Elementos de medición de la enfermedad periodontal Los elementos esenciales en la medición de las enfermedades periodontales son la acumulación de placa y cálculo, la inflamación (asociada o no a sangrado) y la destrucción de tejido periodontal (profundidad de bolsa [PB] y pérdida de inserción [PI]). La medida debe ser tomada en varias zonas de cada diente (normalmente se utilizan cuatro o seis zonas). La sonda periodontal es el instrumento principal para evaluar la salud/enfermedad de los tejidos periodontales. Está calibrada en milímetros, y se debe utilizar con suma suavidad. La sonda CPI (o CPITN) lleva una bola en el extremo con una banda oscura entre los 3,5 y 5,5 mm y marcas a los 8,5 y 11,5 mm. La fuerza ejercida, ya sea para valorar el sangrado al sondaje o para medir la profundidad de una bolsa, debe ser suave y no debe exceder los 0,25 N; ha sido demostrado que fuerzas superiores dan falsos positivos y pueden traumatizar los tejidos. Una forma práctica de medir la fuerza ejercida con la sonda es colocarla bajo la uña y hacer presión hasta que esta se ponga blanca; otros autores recomiendan realizar ejercicios sobre una balanza, tanto para evitar presiones excesivas como para medir la reproducibilidad de un examinador. Gingivitis La gingivitis es un proceso inflamatorio en el que la unión del epitelio permanece en su sitio y no se produce pérdida de soporte periodontal. Los dos parámetros principales para medir la gingivitis son la inflamación y el sangrado al sondaje; este último es un elemento diagnóstico básico, es de primera importancia, forma parte de gran variedad de índices periodontales y es utilizado como un indicador del grado de inflamación. La inflamación se puede medir también mediante los signos conocidos de cambio de color (enrojecimiento) y tumoración, y son subjetivos. El índice más utilizado es el índice gingival (IG) . Mide el grado de inflamación de la encía en cuatro puntos del diente, mediante inspección visual y sondaje, a través de una escala de 0 a 3. Se obtiene sumando las puntuaciones y dividiendo por el número de superficies. Otros índices son el índice gingival modificado (IGM), el índice de sangrado de papila (PBI, del inglés Papilla-Bleeding-Index) o el índice de sangrado al sondaje (BOP, del inglés Bleeding on Probing) . Todos ellos han demostrado su fiabilidad y reproducibilidad. Son índices más utilizados en ensayos clínicos que en encuestas poblacionales. Periodontitis Los dientes o zonas afectados por periodontitis presentan, además de inflamación gingival (más o menos evidente), pérdida de soporte periodontal con migración en sentido apical del epitelio de unión del diente. Esta pérdida o destrucción de tejido periodontal puede afectar a todas las piezas de la boca. Para medir el grado de periodontitis, por tanto, es necesario medir la destrucción de tejidos periodontales. Esta destrucción se mide por: 1) (profundidad de bolsa [PB] 2) y pérdida de inserción[PI]). ENFERMEDADES PERIODONTALES El riesgo de gingivitis y enfermedad periodontal se incrementa debido a la radioterapia, no solo por un daño directo en el periodonto, sino también por los cambios que acontecen en la microbiota subgingival, secundarios a una reducción del flujo salival. ● Prevención y control. El estado periodontal debe ser evaluado antes, durante y después del tratamiento del cáncer y, si es necesario, tomar medidas terapéuticas antes de iniciar la terapia del tumor. El mantenimiento de la higiene oral, especialmente dirigida al control de placa subgingival, es esencial en estos pacientes y se debe prolongar de forma indefinida después de la radioterapia. OSTEORRADIONECROSIS Existe osteorradionecrosis cuando se observa la presencia de hueso expuesto al menos durante 3 meses en un área que ha sido previamente irradiada y que no presenta recurrencia de tumor. Es una de las complicaciones más serias de la radioterapia de cabeza y cuello. Se debe a un compromiso vascular, junto a una remodelación MALOCLUSIONES Y APARIENCIA ESTÉTICA La maloclusión es, por su misma naturaleza, difícil de definir. Desde los años sesenta a los noventa del pasado siglo, se desarrollaron numerosos índices para medir las maloclusiones, pero ninguno de ellos ha sido ampliamente utilizado, lo que demuestra, en parte, la dificultad de su medición. En la actualidad, la medición de las maloclusiones tiene que ver tanto con la malposición dentaria y/o discrepancia esquelética como con la necesidad de una estética acorde con las demandas sociales actuales. De todos los índices solo dos han tenido impacto en los últimos años. Brook y Shaw (1989) desarrollaron el índice IOTN para identificar a los individuos que más pueden beneficiarse del tratamiento ortodóncico, diferenciando dos componentes: uno funcional (DHC) y otro estético (AC). Para una valoración más puramente estética, el Dental Aesthetic Index (DAI) mide aspectos como la falta de dientes en sectores visibles, apiñamiento de incisivos, separación entre incisivos, diastema medio, irregularidades visibles en los sectores anteriores superior e inferior y defectos de mordida (abierta, cruzada, etc.). Es el índice adoptado por la OMS para encuestas poblacionales.