Subido por Estefani Montiel Reyes

EXCOMBATIENTES

Anuncio
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Estrategias de afrontamiento de personas desmovilizadas de los Grupos Armados Organizados
al Margen de la Ley en su proceso de reintegración a la vida civil en Colombia
Cristian Ramírez Moreno, Estefany Montiel Reyes y María Fernanda Romero
Estudiantes de sexto semestre de la facultad de Ciencias Humanas y Sociales, programa de
psicología de la Universidad de San Buenaventura
Bogotá, D.C., Mayo de 2017
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Contenido
Resumen, 3
Introducción, 4
Objetivos
Objetivo general, 15
Objetivos específicos, 15
Categorías orientadoras, ejes de indagación y definiciones, 16
Método, 23
Tipo de estudio, 23
Muestra, 23
Instrumento, 23
Procedimiento, 23
Consideraciones éticas, 25
Mapeo, 26
Referencias, 27
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Resumen
Después de varias décadas de constante violencia marcada por la violación de los derechos
humanos de la población colombiana, el conflicto armado está llegando a una resolución a través
de los acuerdos de paz. Lo que da paso a un periodo de posconflicto que se caracteriza por la
desmovilización de actores armados y su reinserción a la vida civil. Este proceso de
reintegración representa un reto para los excombatientes debido que la exposición al conflicto
constituye afectaciones físicas, emocionales y afectivas que tienen un impacto directo en su salud
mental. Por esto, es importante conocer e identificar los recursos psicológicos, como las
estrategias de afrontamiento, de los que se vale esta población en su proceso de integración a la
vida civil. El presente estudio busca identificar las estrategias de utilizadas en el área familiar,
educativa/laboral y social por excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en
Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil.
Palabras clave: Afrontamiento, excombatientes, reinserción, posconflicto.
Abstract
After decades of constant violence characterized by the violation of the Colombian people’s
rights, the armed conflict its coming to an end trough the peace agreements. This leads the
country to a new period of post-conflict that revolves around the demobilization of armed actors
and their reinsertion to the civil life. This process represents a challenge for the ex-combatants,
considering the physical, emotional and affective repercussions that come with their participation
in the conflict and have an effect on their mental health. That’s why it’s important to know and
identify the psychological resources, like coping strategies, used by ex-combatants in their
process of reintegration to the civil life. This study seeks to identify the coping strategies used by
illegal ex-combatants in their familiar, educative/working and social context during their
reinsertion to civil life.
Keywords: Coping, ex-combatants, reinsertion, post-conflict.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Estrategias de afrontamiento en ex-combatientes de grupos ilegales del conflicto armado
en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil
El conflicto armado en Colombia es un fenómeno que debe ser considerado desde diferentes
puntos de vista. Teóricamente, se puede decir que Colombia entró en un período de guerra civil
en el año 1948, del cual nunca ha emergido por completo, durante el cual se han presentado una
serie de factores que ha contribuido al conflicto, como lo fue la creación de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia –FARC-, cuya participación en él arremete principalmente en el
tráfico de drogas y en hechos de violencia contra personas (Ospina, Marks y Ucko, 2016).
El caso colombiano es atípico en el contexto internacional debido a que es uno de los pocos
países en el que se ha desarrollado un plan de Desarme, Desmovilización y Reintegración –
DDR- en medio de la violencia armada que ejercen grupos armados ilegales. Hasta agosto de
2006, el gobierno ejecutaba la política de reincorporación diseñada y coordinada por el Programa
de Reincorporación a la Vida Civil –PRVC- del Ministerio del Interior y de Justicia, con el
apoyo de la oficina del alto comisionado para la paz, esta política era de corto plazo y
desarrollaba actividades de tipo asistencial y humanitaria para que las estrategias se adaptaran al
constante incremento de la población desmovilizada y para preparar al país a la desmovilización
total de los grupos armados ilegales y la consecuente construcción de estrategias para la
consolidación de la paz, se crea a alta consejería para la reintegración (Consejo Nacional de
Política Económica y Social, 2008).
Entendiendo por reintegración el proceso a través del cual los desmovilizados adquieren un
estatus civil y consiguen un empleo e ingreso económico de manera sostenible, y por reinserción
la asistencia ofrecida a integrantes de grupos armados durante la desmovilización pero antes del
proceso de reintegración (Consejo Nacional de Política Económica y Social, 2008).
Transición a la vida civil
Este conflicto ha llegado a considerarse como una crisis humanitaria que convierte a la
población colombiana en víctima de diferentes actores estatales y no estatales, y a situaciones
como desplazamientos forzados, masacres, asesinatos selectivos, minas, secuestros, atentados
con explosivos, abusos sexuales, amenazas, confinamiento, detenciones arbitrarias y
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
desapariciones forzadas, teniendo estas efectos psicosociales en la vida de todas las personas que
son partícipes de ellas de una u otra forma.
Afectaciones a personas por conflicto armado
De modo que en Colombia, este conflicto armado interno que ha evidenciado numerosos
enfrentamientos militares de grupos legales e ilegales ha emergido en una compleja dinámica
social, política, familiar y personal de quienes han participado de alguna manera de él (Médicos
Sin Fronteras, 2013).
Cambiar introducción a salud mental
Sin embargo, antes de entender las afectaciones psicológicas de un conflicto armado en la
salud mental de un pueblo, es necesario entender que la salud mental se considera uno de los
pilares para el bienestar subjetivo, pues está asociada a la auto-eficacia percibida, la autonomía,
la competencia y la auto-actualización del potencial intelectual y emocional propio (World
Health Organization, 2001). Pese a ello, de acuerdo con Martín-Baró (1990), ésta concepción de
salud mental estaría incompleta dado que este autor plantea que el bienestar individual está
relacionado con la concepción del ser histórico que es cada persona, cuya existencia se elabora
en la telaraña de las relaciones sociales.
Esta definición de salud mental que posee una dimensión de las relaciones entre las personas
y grupos, más que un estado individual, permite visualizar la importancia de conocer el impacto
que pueden tener los acontecimientos que afectan sustancialmente las relaciones humanas, como
lo son las guerras o conflictos armados (Martín-Baró, 1990). Dicho impacto debe ser entendido
teniendo en cuenta la noción de que la guerra se traduce en un ambiente de mentira, desquiciado
por la polarización social, en el cual no hay terreno para la racionalidad, donde la violencia llena
los aspectos de la vida de tal forma que se llega a pensar que la violencia es la única solución al
problema que ella misma genera (Friedrich Hacker, citado por Martín-Baró, 1990); tal deterioro
en la convivencia social llega a tener repercusiones directas en la precipitación de numerosas
crisis y trastornos personales, las cuales dependen de la clase social, el involucramiento en el
conflicto y la temporalidad de las víctimas afectadas (Martín-Baró, 1990).
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
En primer lugar se encuentra la clase social, debido a que la guerra no afecta de la misma
manera a los diversos sectores de una sociedad, es importante recalcar que los sectores
mayormente afectados son los sectores más humildes de la sociedad, entre los que se encuentran
los combatientes y los campesinos. La segunda diferenciación se hace a partir del
involucramiento en el conflicto entre aquellos que han participado en los combates y aquellos
que han sufrido la guerra como civiles; donde resulta mayormente afectado el soldado que está
sometido a situaciones de tensión y peligro en el campo de batalla, así como también los
problemas que enfrenta para readaptarse a la vida normal. De igual modo, la población civil está
sometida a un sentimiento de vulnerabilidad, peligro, indefensión y terror que también representa
amenazas a su salud mental, donde se encuentran como principales víctimas los grupos de
desplazados. Finalmente, en lo que respecta a la temporalidad, encontramos los efectos que se
pueden esperar a corto, mediano o largo plazo, pues en cuanto más larga sea la guerra, más
profundos serán sus efectos.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el objetivo de este proyecto se sitúa en la fase después del
conflicto y la manera en que es vivida por aquellos excombatientes de grupos al margen de la
ley, es necesario hacer antes una introducción al concepto de posconflicto, el cual se entiende
como la fase que viene después de la firma definitiva de los acuerdos de paz, en la que se supone
se debe hacer una restauración de la sociedad en la que están incluida la desmovilización de
actores armados y su reinserción a la vida civil, la seguridad ciudadana y el desarrollo de los
acuerdos de paz (Gómez-Restrepo, 2003).
Reinserción a la vida civil
De acuerdo con lo planteado por Jiménez (2009), el posconflicto se distingue en dos
situaciones: el posconflicto parcial y el posconflicto total, donde el primero, para las Fuerzas
Militares, equivale al cese de su participación en las confrontaciones pero éstas siguen
presentándose, mientras que en el segundo se da por terminado el conflicto bélico.
Este tránsito hacia el posconflicto y búsqueda de la paz constituye la transformación de
conflictos sociales violentos en conflictos no violentos, razón por la cual hay otros factores
involucrados diferentes a los mencionados anteriormente, que se le suman debido a su
importancia en el contexto actual, estos factores están agrupados como todos los efectos
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
intangibles de una cultura de violencia, como la desconfianza mutua que se creó a raíz del
conflicto, los bajos niveles de tolerancia política y la desaparición parcial o total de liderazgos
sociales a causa de la fuerza (Azpuru, 2007).
Sin embargo, éstos son sólo algunos ejemplos de los impactos que un conflicto de la magnitud
del que se vive en Colombia, podría tener, pero más específicamente, hay consecuencias
psicosociales que deben ser tenidas en cuenta para entender la afectación en la salud mental que
deja ésta tragedia. Antes que nada, vale la pena aclarar que los impactos psicosociales que puede
tener un conflicto se miden en términos de la frecuencia y la calidad de exposición a los factores
de riesgo que el mismo suscita y a los que la persona haya sido expuesta; existen cuatro tipos de
factores de riesgo (Médicos Sin Fronteras, 2013).
a.) Condiciones médicas, tales como enfermedades físicas altamente estigmatizantes u otras
condiciones médicas graves, embarazos no deseados, antecedentes de trastorno psicológico o
psiquiátrico; b.) Violencia, tales como violencia sexual al interior o fuera de la familia,
situaciones de combate, encarcelación, secuestro o reclutamiento forzado por grupos armados,
deportación, víctima de amenazas, víctima de trata de personas, desplazamiento forzado,
marginalización, miembro de la familia asesinado o desaparecido, pérdida o destrucción de la
propiedad; c.) Separación o pérdida, entre los que se encuentran los menores huérfanos o sin
acompañamiento y la pérdida de ingresos familiares; d.) Desastres, bien sean naturales o
accidentes.
Por lo tanto, dependiendo del tipo de factores de riesgo y la cantidad de veces a las que una
persona haya sido expuesta tendrá diversos impactos psicosociales. Entre los casos más
frecuentes que ha encontrado Médicos Sin Fronteras (2013) en su labor en diversas zonas
afectadas, podemos ver que las personas que han estado expuesto únicamente a un factor de
riesgo suelen presentar problemas cognitivos, psicosomáticos o comportamentales, entre los que
se encuentran fallas en la memoria, falta de concentración, agresividad, aislamiento social,
dolores de cabeza, dolores de estómago, dificultad para dormir.
Por otro lado, quienes han estado expuestos a dos o más situaciones de conflicto armado
pueden llegar a presentar trastornos psicológicos, entre los que los más frecuentes son la
depresión, asociada mayormente a los factores de separación o pérdida, la ansiedad, asociado con
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
mayor frecuencia a condiciones médicas, y síntomas de estrés postraumáticos, tales como flashbacks sobre lo ocurrido, miedo excesivo, fobias, sentimientos de amenaza, así como también
evitación de personas, lugares, actividades o sucesos que recuerden el evento, reducción de la
cohesión familiar, tristeza, desesperanza, culpa u odio a sí mismo, y comportamientos que
expresan irritabilidad, ira, pensamientos que evidencian aislamiento, intrusión, reducción e
incluso problemas sexuales como disfunción eréctil y disminución del deseo sexual, los cuales se
experimentan más frecuentemente en personas que han estado expuestas a factores de riesgo
asociados a la violencia (MSF, 2013).
Todo lo anterior evidencia que un conflicto armado representa un riesgo para la salud mental
tanto individual como colectiva a mediano y a largo plazo, generando afectaciones físicas,
emocionales y afectivas (Rodríguez, De La Torre y Miranda 2002; Lira, 2010). Dicho riesgo en
la salud, como se ha mencionado, tiene efectos en todas las personas que han sido partícipes de
algún modo del conflicto, razón por la cual es necesario incluir a la población combatiente,
quienes representan uno de los sectores con mayor exposición a factores de riesgo asociados a la
violencia.
Esto último se ve evidenciado en una investigación realizada por Arístizabal (2015), quien al
entrevistar a 35 excombatientes que hacían parte de grupos armados ilegales que se han inscrito
en el programa de la Agencia Colombiana para a Reintegración (ACR) en la ciudad de
Barranquilla, y quienes ingresaron a tales grupos en condiciones de forzamiento, buscó entre los
diferentes discursos los elementos comunes que pudieran estar relacionados a un trauma
ocasionado por la violencia y los síntomas asociados a él, y encontró que en relación a los
factores de riesgo o eventos que se identificaron como la causa del trauma se mostraron como los
más comunes: los asesinatos, bien sea cometidos hacía sus familiares, conocidos o compañeros
de fila, o cometidos por ellos mismos cunado se veían forzados a realizarlos; los combates, cuyos
traumas están asociados a ruidos ensordecedores, falta de visibilizar al enemigo y técnicas
atroces; y las minas antipersonas, entre los que se encontraban factores de exposición a daños
corporales severos de sus compañeros y aturdimiento ante las mismas.
Con base en dichas causas, los investigadores ahondaron en los síntomas que estas personas
desarrollaron en relación al trauma, entre los que se encontraron la repetición de la experiencia
traumática con pensamientos recurrentes e involuntarios, cadenas de pensamiento involuntarias
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
asociadas a su militancia en los grupos armados, sentimientos de imposibilidad de estar
tranquilos, imposibilidad en conciliar el sueño, también imposibilidad en controlar la ira, la
frustración y la irritabilidad, y actos asociados al retraimiento social (Aristizábal, 2015).
Se mostrará ahora la teoría relacionada a las estrategias de afrontamiento, siguiendo el
objetivo del estudio. De acuerdo con la teoría del estrés y afrontamiento desarrollada por Lazarus
y Folkman (1984), antes de actuar frente a cualquier situación, se realizan dos evaluaciones
cognitivas por parte de la persona; en la evaluación primaria se determina si la situación
representa un riesgo o un beneficio potencial para ella, sus intereses o el bienestar de personas
cercanas a ella; en la evaluación secundaria, la persona determina si es posible hacer algo para
prevenir o minimizar las repercusiones negativas que representen los riesgos, o aumentar los
beneficios que trae la situación. A partir de esta evaluación cognitiva, la persona puede
identificar si la toma de acción es relevante para su bienestar, y si es así, de qué manera le podría
afectar.
Una vez la persona ha hecho la evaluación cognitiva se da el afrontamiento, definido como
esfuerzos de tipo cognitivo o conductual realizados por un individuo con el fin hacer frente a una
situación que le genere estrés debido a que las demandas que exige son percibidas como muy
altas, estando por encima de los recursos que el individuo posee; estos esfuerzos cambian
constantemente y están determinados tanto por factores asociados a la persona como al contexto.
(Lazarus y Folkman, 1986).
Lo anterior da lugar a que exista una vasta cantidad de estrategias de afrontamiento, las cuales
han sido clasificadas en distintos tipos por varios autores; sin embargo, no se ha llegado a un
acuerdo en cuanto a esta clasificación Folkman, Lazarus, Dunkel, DeLongi y Gruen (1986). En
esta investigación se empleará la categorización realizada por Tobin, Holroyd, Reynolds, Kigal
(1989), desde la cual se identifican tres niveles, donde permiten ubicar las diferentes estrategias
de afrontamiento.
En el nivel más general se encuentran las estrategias orientadas a la evitación o a la
aproximación. Las estrategias de evitación muestran un intento consciente de alejarse de la
fuente del problema, generalmente los individuos la utilizan cuando la situación es considerada
incontrolable, los recursos para enfrentarse a ella son limitados, no se dispone de tiempo
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
suficiente o hay pocas probabilidades de lograr una aproximación efectiva, esta estrategia es la
más desadaptativa en situaciones de estrés, ya que un método de afrontamiento incorrecto y
pasivo puede aumentar la intensidad de la respuesta de estrés percibida y provocar repercusiones
negativas en el aspecto emocional y en el rendimiento (Martínez, Inglés y Piqueras, 2011). Por
otro lado se encuentran las estrategias de aproximación, que tienen como objetivo mejorar la
compresión o el control de la situación estresante o en su defecto mejorar los recursos para
enfrentarse a ella, este tipo de estrategia suele utilizarse cuando la situación se considera
controlable, se tiene el tiempo suficiente para resolverla y la persona muestra confianza con sus
capacidades para enfrentarse a la misma (Márquez, 2005).
En el segundo nivel se encuentran las estrategias centradas a la emoción o al problema, estas
se dividen a partir de la clasificación anterior, por tanto se encuentran: estrategias de
aproximación focalizadas al problema o focalizadas a la emoción, y estrategias de evitación
focalizadas al problema o focalizadas a la emoción (Tobin, 1984).
a.) Estrategias de aproximación focalizadas al problema, implican técnicas cognitivas y
conductuales para cambiar la situación o los significados de la situación para el individuo, estos
mecanismos se centran principalmente en la situación estresante en sí; b.) Estrategias de
aproximación focalizadas a la emoción, en esta se refleja una comunicación abierta de los
sentimientos del individuo a los demás y una mayor participación social, especialmente con
familiares y amigos, estos esfuerzos de afrontamiento se centran en la reacción emocional del
individuo a la situación estresante; c.) Estrategias de evitación focalizadas al problema, estas
reflejan negación, evasión e incapacidad a mirar la situación de forma diferente, los individuos
que muestran este tipo de afrontamiento, utilizan estrategias cognitivas y conductuales para
evitar la situación estresante; d.) Estrategias de evitación focalizadas a la emoción, implica el
cierre del individuo a sus propios sentimientos y a los sentimientos de las demás personas,
además se relaciona el criticarse o culparse a sí mismo por lo sucedido o por la situación que él
atraviesa.
Por último en el tercer nivel se encuentra, a.) Resolución de problemas y b.) Reestructuración
cognitiva que hacen parte de las estrategias de aproximación focalizadas al problema, c.)
Expresión de emociones y d.) Apoyo social que se encuentran en las estrategias de aproximación
focalizadas a la emoción, e.) Evitación de problemas y f.) Pensamiento fantasioso, que hacen
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
parte de las estrategias de evitación focalizadas al problema, g.) Auto-criticismo y h.)
Aislamiento social que hacen parte de las estrategias de evitación focalizadas a la emoción
(Tobin, 1984).
a.) Resolución de problemas, se entiende por solución a una respuesta de afrontamiento que es
eficaz en alterar una situación problemática y/o reacciones personales de los individuos ante la
misma, de modo que ya no es percibida como un problema, y al mismo tiempo maximiza otros
beneficios y minimiza los costos, por tanto se entiende por resolución de problemas un proceso
cognitivo-afectivo-conductual mediante el cual una persona intenta identificar una solución o
respuesta de afrontamiento eficaz para un problema particular (Bados y García, 2014).
Se puede distinguir dos tipos de personas para las que puede ser útil la técnica de resolución
de problemas, una son aquellas que normalmente se manejan bien, pero no lo están haciendo así
en el momento presente debido a la situación por la que están pasando, y otras son aquellas
personas que tienen pocos recursos para desenvolverse. Además se han distinguido dos
componentes en el proceso de resolución de problemas, por un lado el de orientación o actitud
hacia los problemas, que refleja una actitud general hacia ellos, y por otro lado el de habilidades
básicas de resolución de problemas, en el cual primero se define y formula el problema y
segundo se generan soluciones alternativas, se toman decisiones, se aplica la solución y se
comprueba su utilidad (Bados y García, 2014).
b.) Reestructuración cognitiva, supone el uso de estrategias cognitivas que alteran el
significado de la situación estresante, de forma que resulta menos molesta o preocupante (Felipe
y León del Barco, 2010). Otra definición de este concepto es que consiste en que el individuo
identifique y cuestione sus pensamientos desadaptativos, de modo que queden sustituidos por
otros más apropiados y se reduzca o elimine así la perturbación emocional y/o conductual
causada por los primeros (Bados y García, 2010).
El modelo cognitivo en que se basa la reestructuración ha sido denominado modelo A-B-C,
siendo “A” una situación, suceso o experiencia activadora de la vida, por ejemplo ser criticado
por una persona muy querida o fracasar en una tarea importante; “B” se refiere a las cogniciones
apropiadas o inapropiadas del individuo acerca de “A”, estas cogniciones pueden ser conscientes
o no, la palabra cognición hace referencia tanto al contenido de ella –productos cognitivos,
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
supuestos, creencias nucleares- como a los procesos cognitivos –percepción, atención, memoria,
razonamiento e interpretación-, los supuestos y las creencias que tiene una persona facilitan la
ocurrencia de ciertos sesgos y errores en el procesamiento de la información tales como atención
selectiva, memoria selectiva, sobregeneralización o pensamiento dicotómico; y por ultimo “C”
que se refiere a las consecuencias emocionales, conductuales y físicas de “B”, por ejemplo sentir
miedo, temblar y salir corriendo al interpretar de modo amenazante la aparición de un perro que
se aproxima ladrando. En el modelo A-B-C las cogniciones siempre preceden a la emoción, sin
embargo, la emoción puede existir por unos momentos sin cogniciones previas, de todos modos,
se piensa que las cogniciones son necesarias para el mantenimiento de la emoción (Bados y
García, 2010).
c.) Expresión de emociones, la utilización de esta estrategia permite al individuo reducir el
impacto negativo que genera el estrés, ya que requiere de un trabajo de introspección que facilita
la reflexión y el procesamiento de las emociones (Kennedy-Moore, Eileen., Watson, Jeanne
2001). De igual manera, la expresión las emociones tiene un efecto en sus relaciones
interpersonales, permitiendo que estas se adapten en función de lo que sienten los individuos,
además de promover el apoyo emocional por parte de otras personas (Laura Carstensen, citada
por Snyder y Lopez, 2002).
d.) Apoyo social, se estima que esta estrategia se valora como la más importante, ya que la
percepción del apoyo social con la que el individuo cree contar, puede hacer una situación que
inicialmente era amenazadora resulte menos problemática, en este sentido el apoyo social juega
un papel importante en el proceso del afrontamiento, siendo capaz de mantener las emociones
bajo control, de manera que el apoyo social percibido va a actuar mediando los posibles efectos
dañinos que para la salud pudiera proporcionar el encontrarse prolongadamente en una situación
estresante (Riquelme, Buendía y Rodríguez, 1993). Las estrategias de búsqueda de apoyo social
incluyen: el apoyo instrumental –médicos-, el apoyo social y emocional -amigos y familiares-, y
el apoyo espiritual (Espada y Grau, 2012).
e.) Evitación de problemas, en este tipo de estrategias el individuo tiende a desconectarse
mentalmente del problema, lo que implica un esfuerzo por desengancharse o estar lejos de la
situación estresante o de un entorno que no es contingente con las necesidades y metas de la
persona. El resistirse a aceptar lo ocurrido, el uso de alcohol y drogas para olvidar el problema,
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
son formas de afrontamiento de evitación que siendo desadaptativas a largo plazo, son frecuentes
en el momento mismo de lo ocurrido y sirven para minimizar la respuesta afectiva en el
momento de una situación estresante, además de esto los individuos también pueden mostrar un
distanciamiento a través del volcamiento en el trabajo para olvidarse de todo (Campos, Iraurgui,
Páez y Velasco, 2004).
f.) Pensamiento fantasioso, esta estrategia está relacionada con la negación, puesto que
pretende disminuir los sentimientos negativos reemplazándolos por fantasías, lo que conlleva a
distraer al individuo de los pensamientos, pero aumenta la aflicción psicosocial, disminuye la
percepción de la calidad de vida y la aflicción psicológica, este afrontamiento se da a partir de un
distanciamiento cognitivo y afectivo de la realidad que implica la construcción de una nueva
realidad presente o futura que concuerde con las expectativas y valores del individuo (Ventura,
2004).
g.) Auto-criticismo, es un factor frecuente entre las personas que reportan altos niveles de
estrés, esta estrategia de afrontamiento es un rasgo de la personalidad asociado a numerosas
conductas desadaptativas; las características motivacionales, cognitivas e interpersonales de la
autocrítica interactúan dinámicamente con los factores ambientales para aumentar y mantener
una vulnerabilidad a la psicopatología en los individuos que usan esta estrategia. Se ha
encontrado que ante un evento estresante, los rasgos desadaptativos de la autocrítica se asocian
con la sintomatología depresiva (Crăciun, 2013).
h.) Aislamiento social, se refiere al conjunto de respuestas orientadas a aislarse del entorno
social, a ocultar sus sentimientos y protegerse evitando contacto con otros o prevenirse de que
otros sepan sobre la situación estresante o sus efectos emocionales (Espada y Grau, 2012).
Las estrategias mencionadas anteriormente son utilizadas por los individuos en diferentes
aspectos de su vida durante su proceso de reintegración, aspectos que son categorizados por la
Agencia Colombiana para la Reintegración (2014) como dimensiones, a partir de las cuales se
busca explicar la constitución de la integralidad del sujeto, así como considerar las dificultades
que se puedan presentar al ejercer su ciudadanía. Por motivos de conveniencia y aplicabilidad en
este proyecto de investigación, se rescataron las siguientes cinco de las ocho dimensiones
propuestas por la Agencia Colombiana para la Reintegración:
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
a)
La dimensión personal incluye aspectos relacionados al bienestar y la calidad de vida del
individuo, desde los cuales se incluyen las prácticas que tenga para mantener su salud física,
emocional y mental; y su relación con la sociedad a partir de sus círculos e interacciones
interpersonales e intergrupales. En esta dimensión se deben considerar las posibles limitaciones
que suponga su entorno social, económico y cultural, ya que estos aspectos están fuertemente
ligados a la salud mental del individuo e influencian su capacidad para trabajar de forma
productiva y contribuir a su comunidad.
b) La dimensión productiva abarca todas aquellas condiciones básicas necesarias para
alcanzar un nivel de vida adecuado que permitan garantizar el cumplimiento del derecho a la
dignidad humana. Condiciones que incluyen la capacidad para la toma de decisiones y el
ejercicio de sus libertades que le permitan a la persona desmovilizada adquirir una nueva
identidad como ciudadano colombiano que le brinde la oportunidad de trabajar en la legalidad y
de disfrutar de su libertad y sus derechos económicos sociales y culturales. Se considera que esta
dimensión también se compone de capacidades que le permitan superar situaciones de
vulnerabilidad que dificultan su inserción exitosa mediante la generación de ingresos para su
sostenimiento y el de su familia.
c)
La dimensión familiar se enfoca en el rol que cumple el individuo en la construcción o
reconstrucción de sus vínculos familiares, teniendo en cuenta cómo se da la convivencia familiar
y cuál es su rol dentro en el cumplimiento de las responsabilidades que ésta supone. Todo esto
partiendo de que este vínculo es vital importancia en su desarrollo humano, y que la familia del
individuo es considerada como un entorno protector en su proceso de reintegración.
d) La dimensión educativa es entendida como el rol activo que tiene el individuo en cuanto
a su integración a un proceso educativo en función de su proyecto de vida, siendo esta una
estrategia que le permita obtener las herramientas necesarias para ser un ciudadano productivo,
funcional y participativo en su comunidad.
e)
La dimensión ciudadana hace referencia al proceso a partir del cual el individuo
desarrolla capacidades que faciliten y promuevan el cumplimiento de su rol como ciudadano
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
reconocido a nivel social y jurídico, desde el cual sean respetados sus derechos y deberes como
miembro de una comunidad.
En resumen, el conflicto armado en Colombia es un hecho de tal magnitud que llega a afectar
muchos aspectos, representando un riesgo para la salud mental tanto individual como colectiva a
mediano y a largo plazo, generando afectaciones físicas, emocionales y afectivas (Rodríguez, De
La Torre y Miranda 2002; Lira, 2010). Dicho riesgo en la salud, como se ha mencionado, tiene
efectos en todas las personas que han sido partícipes de algún modo del conflicto, razón por la
cual es necesario incluir también a la población combatiente, quienes representan uno de los
sectores con mayor exposición o dada su alta frecuencia de exposición a factores de riesgo
asociados a la violencia.
A partir de lo mencionado, cabe destacar que la base de este estudio radica en que el conflicto
armado en Colombia, el cual es responsable del 19,1% de las muertes violentas, convirtiendo así
a Colombia en el cuarto país del mundo con más muertes de este tipo, es una crisis humanitaria
que expone a las personas que participan de él a diferentes situaciones que perjudican su salud
mental con síntomas que aparecen o se incrementan durante y después de dicho conflicto y
generan efectos psicosociales en las vidas de todos sus partícipes, pero que varían en función de
la calidad y cantidad de exposición dicha población a los factores de riesgo asociados al conflicto
(MSF, 2013; MSF, 2015; Rodríguez, De La Torre y Miranda, 2002). En el caso de la población
excombatiente, se pueden identificar impactos psicosociales asociados a síntomas de estrés
postraumático, desarrollados a raíz de su interacción con la violencia, los cuales podrían entrar
en interacción en su proceso de reintegración a la vida civil, pues se ha planteado que retornar a
la vida cotidiana podría ser una fuente de problemas serios, dada la relevancia de adaptarse a una
nueva vida en sociedad bajo un contexto diferente, donde debe responder a las expectativas y
demandas de su comunidad (Naciones Unidas, 2007). Por tanto, se considera de vital
importancia para esta población conocer e identificar los recursos psicológicos con que cuenta en
su proceso de reintegración, como lo son las estrategias de afrontamiento, lo que se suma al
hecho de que constituye un fenómeno que ha sido poco evaluado hasta ahora en Colombia
(Hewitt, et. al, 2016). Es por todo lo expuesto anteriormente que en el presente estudio se
buscará responder la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las estrategias de afrontamiento en
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en su proceso de
reintegración a la vida civil?
Objetivos
Objetivo general
Identificar las estrategias de afrontamiento en excombatientes de grupos ilegales del conflicto
armado en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil.
Objetivos específicos
Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales
del conflicto armado en Colombia en el área familiar.
Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales
del conflicto armado en Colombia en el área educativa/laboral.
Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales
del conflicto armado en Colombia en el área social.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Categorías orientadoras y ejes de indagación matriz y definiciones.
Figura 1.
Categorías orientadoras
Afrontamiento
en
la
Ejes de indagación
dimensión
productiva. Se entiende como la manera en
que
la
persona
problemáticas
que
enfrenta
puedan
aquellas
afectar
sus
condiciones básicas necesarias para alcanzar
un nivel de vida adecuado y garantizar el
cumplimiento del derecho a la dignidad
humana,
tomando
como
base
las
capacidades que le permitan a la persona en
proceso de reintegración superar situaciones
de vulnerabilidad que dificultan su inserción
exitosa mediante la generación de ingresos
para su sostenimiento y el de su familia.
Afrontamiento
ciudadana.
S
en
la
dimensión
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Método
Tipo de estudio
Se realizó un estudio de corte transversal con metodología cualitativa en el que se empleó la
teoría fundamentada, puesto que este método permite crear teorías fundamentadas en los datos
obtenidos de manera sistemática y analizados en el proceso de investigación y no necesariamente
basadas en los conceptos de otras realidades diferentes a las de los desmovilizados en el conflicto
de Colombia (Strauss y Corbin, 2002), además se llevó a cabo un método fenomenológico,
debido a que este estudia los fenómenos o experiencias tal como se presentan y la manera en que
se vive por las personas a las que le suceden (Heidegger citado por Trejo, 2012).
Se realizó un proceso de interpretación de los datos a partir de las verbalizaciones del sujeto
entrevistado con el fin de identificar las estrategias de afrontamiento presentes en su proceso de
reintegración
a
la
vida
civil
en
sus
diferentes
dimensiones.
Muestra
El estudio se realizó en un desmovilizado, que hace parte de la agencia para la reintegración. El
individuo en su momento de reinserción y reintegración se encontró en acompañamiento
psicológico, además se determinó que no estuviera involucrado actualmente en ninguna actividad
delictiva. La recolección de datos se realizó a partir de un muestreo de caso típico, que se utiliza
cuando la persona o grupo al que se va a investigar pueda representar a la comunidad total
(Muñiz, 2012). La participación del individuo fue voluntaria y se le aclaró que cualquier
pregunta que no quisiera responder estaba en su derecho de no hacerlo.
Instrumento
Se diseñó una guía de entrevista semiestructurada con 75 preguntas abiertas dirigidas a su
afrontamiento en la dimensión Familiar, Educativa/Productiva, Ciudadana y Personal. Además
de esto se hizo uso de grabadoras para la obtención de la información, todo lo anterior bajo el
consentimiento del sujeto.
Procedimiento
Fase de construcción del instrumento:
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Se realizó una guía de entrevista en la cual se abordó el tema teniendo en cuenta las categorías
orientadoras, ejes de indagación y definiciones de conceptos.
Fase de acercamiento a los participantes:
En esta fase los investigadores tuvieron el primer acercamiento con el participante, se le
expusieron los objetivos de la investigación y se aclaró que no se buscaba información de su vida
como combatiente sino como desmovilizado. Se le presentó al individuo el consentimiento
informado donde se le explicaba el procedimiento que se llevó a cabo, los riesgos y la libertad
que este tenía de retirarse en cualquier momento de la investigación, además de esto se le
aseguró que su identidad sería confidencial.
Fase de aplicación de la entrevista:
Se realizó la aplicación del instrumento, esto se hizo en compañía de la pareja del individuo pues
fue una condición para realizar la entrevista.
Fase de análisis de los resultados:
Se hizo el análisis de los datos a través del software ATLAS.ti versión 7.5, generando tres
niveles de codificación -abierta, axial y selectiva-.
Fase de generación de informe:
Se realizó el informe final en el cual se mostraron los resultados obtenidos a través del software
mencionado anteriormente, además de esto se hizo la interpretación de los mismos.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
RESULTADOS
En respuesta al objetivo general de la investigación, el hallazgo central fue que las estrategias de
afrontamiento identificadas en la persona desmovilizada están dirigidas principalmente a
aproximarse al problema, teniendo así pocas estrategias de evitación del mismo; y a evitar la
emoción, utilizando pocas estrategias de aproximación a la emoción (véase figura 1). A
continuación se describirán entonces las estrategias de afrontamiento identificadas.
Figura 1. Estrategias de afrontamiento.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
Figura 2. Estrategias de afrontamiento de aproximación focalizada al problema.
En primer lugar, se encuentran las estrategias de aproximación dirigidas al problema, buscando
la resolución de los mismos y la reestructuración cognitiva. En el primer caso, se pudo
evidenciar la voluntad de actuar en pro de resolver el problema en situaciones como realizar
actividades que busquen el bienestar de la comunidad, al pertenecer a la defensa civil, organizar
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
actividades de recreación en la comunidad, tomar cursos de primeros auxilios o participar en
labores como la siembra de árboles, siendo todas ellas una fuente de satisfacción para la persona,
pues como lo expresa: “es como una forma de pagar lo que uno hizo, ayudando a las personas
que de verdad lo necesiten”.
En segundo lugar, otra de las estrategias que se presentó con mayor frecuencia fue la agresividad
para expresar inconformidad, la que se utilizó en situaciones como: discusiones con su jefe, en
las que se sentía humillado por su trato y a pesar de no agredirlo física y directamente, arrojó de
manera violenta su implemento de trabajo; otra de ellas fue una disputa con un policía quien lo
señaló por su condición de desmovilizado haciendo un comentario ofensivo, ante lo cual la
persona respondió violentamente; ahora, dadas las características que tienen en común estas
situaciones, vale la pena resaltar que resultaba aversivo para la persona que las figuras de
autoridad que lo rodean le exigieran cosas, y más si ésta exigencia se hacía señalando su
condición de desmovilizado. Un aspecto muy relevante de ésta estrategia es que el participante
destacó que hacía uso de la misma únicamente durante la primera fase de la reintegración, es
decir, en el proceso inicial de su reinserción, pero pasados los años y acercándose a la
finalización de su proceso de reintegración, ha dejado de usar ésta técnica, reemplazándola por
una evitación voluntaria de las situaciones que puedan desembocar en una discusión, alejándose
del problema hasta que su emoción se haya disipado.
Por otro lado, pese a las limitaciones que el medio y su condición de desmovilizado
representaban en el ámbito laboral, el participante mostraba una disposición positiva para
trabajar, manteniendo así perseverancia en la conducta de buscar oportunidades laborales, lo que
se evidenció en la expresión: “hay que trabajar en lo que salga”.
Adicionalmente, se identificó una resolución efectiva de los problemas al cumplir con las
obligaciones asignadas por la Agencia Colombiana para la Reintegración buscando las mejores
alternativas, horarios y espacios para conseguirlo. Y del mismo modo, cuando estas obligaciones
correspondían a actividades grupales, el participante mostró liderazgo en el grupo, monitoreando
a los demás desmovilizados y buscando actividades. También es importante destacar que esta
estrategia supuso una restructuración cognitiva, ya que el participante llegó a ser líder al interior
grupo a pesar de que en un principio le costaban mucho las tareas que implicaran socialización,
cambiando la visión que tenía del problema.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Figura 3. Estrategias de afrontamiento de evitación focalizadas al problema.
En congruencia con el hallazgo central de que el participante tiene un afrontamiento dirigido a
aproximarse a sus problemas para solucionarlos, se puede ver en la figura 3 que son muy pocas
las ocasiones en las que usa estrategias de afrontamiento para alejarse del mismo. En primera
instancia, evitar prestar atención al estímulo que le genera miedo solo fue utilizada frente a
estímulos aversivos relacionados a su salud, como la aplicación de inyecciones y tratamientos
quirúrgicos que representen una experiencia dolorosa, lo que lo lleva a alejarse del tratamiento
médico prefiriendo así seguir con sus aflicciones físicas sin ser tratadas.
Si bien son pocas las estrategias empleadas para evitar el problema, se identificó que alejarse de
posibles discusiones sin resolverlas fue una estrategia utilizada con bastante frecuencia y en
diferentes dimensiones: En las discusiones familiares la persona desmovilizada expresó: “no
hablamos, esperamos hasta que se nos pase el malgenio para volver a hablar”; lo mismo ocurre
en el contexto laboral, en donde reporta que al sentir enojo: “me voy y no le pongo cuidado a
nada”; e igualmente en la dimensión educativa ante la presencia de posibles discusiones prefiere
dejar a la persona discutiendo sola y alejarse de la situación. Es necesario mencionar que ésta
estrategia fue la que reemplazó a la agresividad para expresar inconformidad.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Figura 4. Estrategias de afrontamiento de evitación focalizada a la emoción.
Ahora bien, la figura 4 muestra las estrategias de afrontamiento utilizadas para evitar la emoción
suscitada por un problema. Por un lado, se identificó aislamiento social en situaciones donde no
usaba sus redes de apoyo, como la atención médica para sí mismo o para su familia, a menos de
que fuese estrictamente necesario; también al evitar la búsqueda de apoyo social, considerando
que cada persona debe “ir por su lado” y “cada quien debe resolver sus propios problemas”, así
como también la baja iniciativa para pedir ayuda a sus amistades, transmitir sus problemas y
socializar, pues describió que su círculo de amistad es muy reducido y de poca cercanía.
Es preciso señalar que las anteriores estrategias se podrían dar como resultado de querer
mantener un perfil bajo y mentir con el fin de ocultar su condición de desmovilizado en la
comunidad, lo que está expresado en frases como: “toca siempre mantener el perfil bajo porque
usted se pone a decir no, es que yo era de tal lado o yo era de tal lado, usted no sabe quién está
andando al pie suyo”, o “así sea el más amigo, uno nunca debe contarle de donde viene uno”.
Por otro lado, se encuentran las estrategias enmarcadas en la categoría de aceptación resignada,
que no estaba contemplada en el marco teórico precedente, sino que emergió con el fin de
caracterizar aquellas situaciones en las que se presenta una evitación cognitiva que conlleva a la
aceptación resignada de la situación problemática, sin cambiar el significado que tiene la misma
para la persona. El uso de ésta estrategia se identificó en situaciones como la baja iniciativa para
pedir ayuda del Gobierno, ya que sus expectativas de obtener un resultado positivo de ello son
muy bajas por las experiencias que ha tenido; cumplir con actividades impuestas por la Agencia
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Colombiana para la Reintegración, dentro de las cuales se encontraban actividades académicas y
de socialización entre desmovilizados y civiles. Inicialmente, éstas fueron llevadas a cabo por
obligación y con dificultad debido a que no le gustaban: en las actividades académicas, porque
los horarios se cruzaban con los de su trabajo, y en las de socialización, porque requerían tener
contacto con la comunidad, lo que representaba un problema, evidenciado en la expresión: “lo
más difícil fue darle la cara a la comunidad”.
Adicionalmente, se identificó resignación a las oportunidades y condiciones laborales, dado que
por su condición de desmovilizado, la persona tenía opciones limitadas, los trabajos requerían de
actividades en las que no tenía experiencia y tenía problemas con sus figuras de autoridad. Por
último, se encuentra la estrategia de resignarse a las condiciones económicas difíciles y a aceptar
que no hay un fácil acceso a una mejoría en estas condiciones para sí y para su familia.
Figura 5. Estrategias de afrontamiento de aproximación focalizada a la emoción.
Llegados a este punto, sólo falta describir las pocas estrategias identificadas que se focalizaban
en aproximarse a la emoción, donde se encuentra el apoyo social, que se identificó en dos
situaciones: la búsqueda de nuevas relaciones en las reuniones de las actividades de la ACR y la
búsqueda de apoyo del Gobierno, cuando consideraba que se podrían obtener beneficios de ello.
DIMENSIONES
Con el fin de dar respuesta a los objetivos específicos, se hará una descripción de las estrategias
de afrontamiento encontradas en cada una de las dimensiones evaluadas.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Figura 6. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión productiva.
En primer lugar, se encentra la dimensión productiva descrita en la figura 6, donde se puede
observar que el afrontamiento empleado principalmente está dirigido a evitar la emoción y el
problema, al alejarse de las discusiones, mantener oculta su condición, con una alta disposición
para trabajar y aceptar condiciones laborales. Debido a la alta frecuencia con que se dieron estas
citas, se puede decir que en los contextos laborales, el participante tiende a resolver los
problemas evitando la emoción que ellos suscitan.
Figura 7. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión familiar
En la dimensión familiar lo que prevalece es evitar afrontar el problema y la emoción negativa
que el mismo genera, pues como se mencionó con anterioridad, en las discusiones familiares se
evita el diálogo y la confrontación. Sin embargo, también se presentan situaciones en las que el
participante hace consciente a su familia de las condiciones difíciles buscando un cambio en la
percepción que se tiene del problema.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Figura 8.
Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión educativa
En el ámbito educativo se presentan situaciones en las que el participante se aproxima a
solucionar el problema y desarrolla estrategias para evitar la emoción generada por el mismo. Un
ejemplo de ello fue lograr cumplir con las labores asignadas por la ACR, pasando por alto las
emociones negativas que le generaban estas actividades debido a que no eran de su interés.
Figura 9. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión personal
En la figura 9 se pueden apreciar tres tipos de afrontamiento, sin embargo, el que más se
presentó fue el de evitación focalizado a la emoción con la categoría de aislamiento social,
puesto que, aunque algunos de sus códigos también se presentaban en otras dimensiones, la
personal obtuvo una frecuencia más alta que las demás en este afrontamiento.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Figura 10. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión ciudadana
Finalmente, la figura 10 muestra que en la dimensión ciudadana se presentaron sólo tres tipos de
afrontamiento, teniendo dos de aproximación y uno de evitación. La resolución del problema fue
el afrontamiento que más utilizó, teniendo un papel activo en la construcción de su ciudadanía al
participar en actividades voluntarias en pro de la comunidad y con un sentido de retribución a la
misma, lo cual también conllevaba un beneficio personal ya que el participante reportó que al
participar en ellas disminuía su estrés.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Consideraciones éticas
Las consideraciones éticas de esta investigación se fundamentan en la ley 1090: Por la cual se
reglamenta el ejercicio del psicólogo (2006), resaltando como fundamental para esta
investigación
los
derechos,
deberes
y
obligaciones
del
mismo,
que determinarán
la práctica profesional y estarán orientados a mantener y proteger la confidencialidad de los
sujetos de estudio. Los participantes de la investigación firmarán un modelo de consentimiento
informado en el cual serán informados del objetivo de la investigación, de su papel en ella, y de
la protección de su identidad en todo momento durante el análisis de los datos, a parte se les
informará que su participación en el estudio es voluntaria y por ende pueden retirarse del mismo
en cualquier momento. Además de acuerdo a los principios establecidos en la Resolución No
008430 de 1993 del ministerio de salud, este estudio representa un riesgo mínimo para los
participantes, debido a que no se hará una manipulación de la conducta de los participantes, ni se
utilizarán medicamentos de ningún tipo.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Mapeo
30
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Referencias
Agencia Colombiana para la Reintegración. (2014). Evolución del proceso de reintegración:
fortaleza institucional basada en la experiencia y lecciones aprendidas. Bogotá.
Aristizábal, E. (2015). Traumas asociados a violencia en excombatientes de grupos armados
ilegales. Revista de psicología Universidad de Antioquia. 7 (1), 21-34.
Azpuru, D. (2007). Construyendo la democracia en sociedades posconflicto. Un enfoque
comparado entre Guatemala y El Salvador. Centro Internacional de Investigaciones para el
Desarrollo (IDRC). Guatemala. Agosto de 2007.
Bados, A. & García-Grau, E. (2010). La técnica de la reestructuración cognitiva. Universidad de
Barcelona, Barcelona.
Bados, A. & García-Grau, E. (2014). Resolución de Problemas. Universidad de Barcelona,
Barcelona.
Campos, M., Iraurgui, J., Páez, D. & Velasco, C. (2004). Afrontamiento y regulación emocional
de hechos estresantes un meta-análisis de 13 estudios. Boletín de Psicología, 82, 25-44.
Consejo Nacional de Política Económica y Social (2008). Política nacional de reintegración
social y económica para personas y grupos armados ilegales. Bogotá D.C, Colombia.
Crăciun, B. (2013). Coping Strategies, Self-Criticism and Gender Factor in Relation to Quality
of Life. Procedia-Social and Behavioral Sciences, 78, 466-470.
Espada, M. & Grau, C. (2012). Estrategias de afrontamiento en padres de niños con cáncer.
Psicooncología, 9 (1), 25-40.
Felipe, E. & León del Barco, B. (2010). Estrategias de afrontamiento del estrés y estilos de
conducta interpersonal. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 10
(2), 245-257.
Folkman, S., Lazarus, R., Dunkel, C., DeLongis, A. & Gruen, R. (1986). The dynamics of a
stressful encounter. Cognitive appraisal, coping, and encounter outcomes. Journal of
Personality and Social Psychology, 50 (5), 992-1003.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Gómez-Restrepo (2003). El Posconflicto en Colombia: Desafío para la psiquiatría. Revista
Colombiana de Psiquiatría, 32 (2), 130-132.
Hewitt Ramírez, N., Juárez, F., Parada Baños, A., Guerrero Luzardo, J., Romero Chávez, Y. M.,
Salgado Castilla, A. M. & Vargas Amaya, M. V. (2016). Afectaciones psicológicas,
estrategias de afrontamiento y niveles de resiliencia de adultos expuestos al conflicto armado
en Colombia. Revista Colombiana de Psicología, 25 (1), 125-140.
Jiménez, W. (2009). Salud mental en el posconflicto colombiano. Revista Criminal, 51 (1), 179192.
Kennedy-Moore, E., Watson, J. (2001). How and when does emotional expression help?. Review
of General Psychology, 5, 187-212.
Lazarus, R. & Folkman, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Springer Publishing Company.
Lazarus, R. & Folkman, S. (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Ediciones Martínez
Roca.
Lira, E. (2010). Trauma, duelo, reparación y memoria: atención psicosocial del sufrimiento en el
conflicto armado. Lecciones aprendidas. Revista Universidad de Los Andes, 36, 14-28.
Márquez, S. (2005). Estrategias de afrontamiento del estrés en el ámbito deportivo: fundamentos
teóricos e instrumentos de evaluación. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 6 (2), 359-378.
Martín-Baró, I. (1990). Psicología social de la guerra: trauma y terapia. UCA Editores. San
Salvador, El Salvador.
Martínez, A., Inglés, C. & Piqueras, J. (2011). Relaciones entre inteligencia emocional y
estrategias de afrontamiento ante el estrés. Alicante: Universidad de Alicante.
Médicos Sin Fronteras (2013). Las heridas menos visibles: Salud mental, violencia y conflicto
armado en el sur de Colombia.
Médicos Sin Fronteras (2015). Informe de Misiones MSF-E 2014. Acción médico-humanitaria
independiente en un mundo de cambio.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Mejía, L. (2014). La reintegración social y económica de los grupos armados ilegales en
Colombia: reflexiones a partir de la trayectoria de nueve excombatientes. Universidad
Colegio mayor de nuestra señora del Rosario. Bogotá D.C, Colombia.
Muñiz, M. (2012). Estudios de caso en la investigación cualitativa. Facultad de Psicología,
División de Estudios de Posgrado, Universidad Autónoma de Nuevo León.
Ospina, C., Marks, T. & Ucko, D. (2016). Colombia and the War-to-Peace Transition.
Cautionary lessons from other cases. Military Review.
Riquelme, A., Buendía, J. & Rodríguez, M. (1993). Estrategias de afrontamiento y apoyo social
en personas con estrés económico. Psicothema, 5 (1), 83-89.
Rodríguez, J., De La Torre, A. & Miranda, C. (2002). La salud mental en situaciones de conflicto
armado. Biomédica, 22, 337-346.
Snyder, C., Lopez, S. (2002). Handbook of positive Psychology. Oxford University Press.
Strauss, A., & Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos
para desarrollar la teoría fundamentada. Bogotá, Colombia: CONTUS-Editorial Universidad
de Antioquia.
Tobin, D. (1984). Users manual for Coping Strategies Inventory. Ohio: University Press.
Tobin, D., Holroyd, K., Reynolds, R. & Kigal, J. (1989). The hierarchical factor structure of the
Coping Strategies Inventory. Cognitive Therapy Resesearch, 13, 343-361.
Torjesen, S., (2013). Towards a theory of ex-combatant reintegration. Stability. International
Journal of Security and Development, 2 (3): http://doi.org/10.5334/sta.cx
Trejo, F. (2012). Fenomenología como método de investigación: Una opción para el profesional
de enfermería. Enfermería Neurológica, 11 (2), 98-101.
United Nations (2007) Integrated Disarmament Demobilization and Reintegration Standards
(IDDRS). New York: United Nations.
AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES
Ventura, J. (2004). Vulnerabilidad al estrés y afrontamiento en familiares de adictos a sustancias
psicoactivas. Instituto superior de ciencias médicas de la Habana.
World Health Organization (2001). The world health report. Mental health: New understanding,
new hope. World Health Organization, France.
Descargar