Subido por Monica Rodriguez

VICTIMOLOGIA

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VICTIMOLOGIA
FACTORES DE RIESGO Y VULNERABILIDAD
Criminologia y Criminalistica
Rafael Salvador Torres.
Lic. Criminología y Política Criminal.
Cd. Juárez, Chihuahua, México.
Victimología factores de riesgo y vulnerabilidad
Hace una semana, en este mismo espacio comentaba un poco lo que es la victimología, esta
disciplina tan importante dentro de la criminología, sus estudios y aportes científicos nos
ayudan a entender un poco más, esta relación que existe entre “victima-victimario” en un
hecho criminal, todo obviamente desde un punto de estudio conductual de la víctima.
Para entender este hecho, dentro de la victimología encontramos la “Victomogénesis”, que
se encarga del estudio de los diversos factores que influyen para que ciertas personas sean
más propensas a ser víctimas de algún delito
Manzanera (2008) Hay diversas formas de clasificar los factores victimógenos, así, si
consideramos a la víctima como un ente biopsicosocial, los factores pueden ser biológicos,
psicológicos y sociológicos; otra forma es considerarlos como endógenos y exógenos, o de
manera más dinámica como predisponentes, preparantes o desencadenantes; puede también
hablarse de factores victimo-impelentes y victimo-repelentes.
Un ejemplo excelente del tratamiento de los factores en nuestro tema lo podemos encontrar
en Hilda Marchiori, que nos ilustra cómo la víctima puede ser elegida por:
a) Circunstancias personales.
b) Circunstancias de lugar.
c) Circunstancias de tiempo.
Las circunstancias personales son las características físicas, psíquicas y sociales que
presenta la víctima, que son atendidas por el autor para realizar el delito.
Las circunstancias de lugar se refieren al sitio donde se encuentra la víctima (o futura
Víctima), que propicia la victimización, y las de tiempo hacen referencia al momento que
más facilite el delito.
Hace unos días, se dio el homicidio de una mujer de 18 años, esto ocurrió en Ecatepec
Estado de México, lugar que se ha convertido en una zona de alto riesgo para las mujeres,
al grado que el mismo Gobierno les recomendó “evitar caminar sola por calles poco
transitadas” ya que más de 600 mujeres han sido salvajemente asesinadas en Ecatepec en el
último lustro. (PlayGround Noticias)
Aproximadamente a las 9:00 de la mañana, Mariana Joselín Baltierra se dirigió a hacer
unas compras a una tienda que quedaba apenas 200 metros de su casa pero ya no volvió.
Los padres al notar la desaparición de Mariana hicieron la denuncia e improvisaron carteles
con la esperanza de localizarla. La policía activo su alerta de género y realizo un operativo
de búsqueda. Horas después, encontraban a Mariana en el interior de una carnicería a pocos
metros de la tienda a la que fuera a comprar víveres. Su cuerpo se encontró semidesnudo,
estaba tendido sobre el piso con el abdomen abierto, desangrándose, parte de los intestinos
colgaban fuera del vientre.
Aquel jueves, como cada último de mes, Carnicasa estaba cerrada al público. Aquella
mañana algunos testigos vieron a un joven tomando el fresco junto a la puerta del comercio.
Mariana le conocía de vista, sabía que llevaba un par de semanas trabajando en la
carnicería. Ojos achinados, pecas, veintimuchos años, con un aire reservado y extraño. El
dueño le había alojado en una habitación que quedaba sobre el comercio. Poco más se sabía
de aquel chico en el barrio. Según la policía, el joven habría abordado a Mariana cuando
esta volvía de la tienda rumbo a casa. La forma en la que se encontraron los víveres que ella
había comprado, esparcidos de forma desordenada por un pasillo que daba acceso a la
carnicería, invitan a pensar que la introdujo en el local por la fuerza. Después de violarla, le
rajó el vientre y la destripó (PlayGround Noticias).
Aquí podemos observar varios factores que probablemente tomara en cuenta el victimario
para elegir a Mariana, como lo pueden ser el lugar, poco transitado idóneo para cometer el
hecho criminal, su vulnerabilidad, ya que al encontrarse sola y por su complexión
comparada con el de su victimario ofreciera poca resistencia, su sexo ya que en un 90% las
mujeres son las principales víctimas de crímenes sexuales, todo lo anterior favoreciendo o
facilitando la conducta criminal, tomando en cuenta que la zona es considerada de alto
riesgo.
Cuestiones como estas no se pueden dejar pasar por alto, precisamente como uno de los
objetivos de la victimología de la mano con la criminología, es generar prevención y
conociendo los factores de riesgo y vulnerabilidad en los que nos encontramos dentro de
nuestro entorno, se podrá disminuir las cifras de criminalidad y se podrá evitar en muchas
maneras ser víctimas.
HILDA MARCHIORI CRIMINOLOGIA TEORÍAS Y PENSAMIENTOS 2004, Editorial
Porrua.
Luis Rodriguez Manzanera. (2008). LA ELECCIÓN DE LA VÍCTIMA. agosto 3, 2017, de
EGUZKILORE Sitio web:
http://www.ehu.eus/documents/…/2176658/07+Rodriguez.indd.pdf
Oscar Castillero Mimenza. (2017). Victimología: ¿qué es y cuál es su objeto de estudio?.
agosto 3,2017, de Psicología y Mente Sitio web:
https://psicologiaymente.net/forense/victimologia#!
Una vez hecha la propuesta de estudiar a los testigos (directos o indirectos) de las
violaciones a los derechos humanos, pasemos a la propuesta de estudiar a los
victimarios. Para ello recurriremos al enfoque criminológico conocido como teoría
de la neutralización. Los creadores de este enfoque, Gresham Sykes y David Matza,
sostienen que la conducta de los delincuentes, como la mayoría de las conductas
sociales, es aprendida en la interacción social y van más allá al afirmar que:
La desaprobación que emerge de las normas internalizadas y de la conformidad de
los otros en el medio social es neutralizada, retrotraída o minimizada con antelación.
Los controles sociales que sirven para verificar o inhibir patrones motivacionales
desviados se hacen inoperantes y el individuo es liberado para delinquir sin serio
daño a su imagen. En este sentido, el delincuente se sale con la suya porque si bien
sigue aceptando el sistema normativo dominante, condiciona de tal manera sus
imperativos que las violaciones son por lo menos ‘aceptables’, si no ‘correctas’. Así,
el delincuente representa no una oposición radical a la sociedad respetuosa de la
ley, sino algo así como un fracaso en el remordimiento, a menudo alguien a quien
se le atribuye el pecado por los otros antes que pecador en sí mismo. Denominamos
a estas justificaciones de desviación en la conducta, técnicas de neutralización
(Sykes y Matza, 1989: 121).
Aun cuando estas técnicas suelen ser utilizadas por el delincuente común para
justificar su conducta, y por el criminólogo para entenderla, Stanley Cohen sugiere
que estas mismas técnicas de neutralización son utilizadas por los delincuentes de
Estado cuando tratan de justificar las violaciones a los derechos humanos. Este
razonamiento es un segundo aporte de la criminología al discurso de los derechos
humanos. Veamos cómo utilizan los delincuentes estatales las técnicas de
neutralización cuando tratan de justificar las violaciones a los derechos humanos.
i) Negación del daño. Los victimarios suelen argumentar que su intención no era
lastimar a la víctima: “sólo le queríamos dar una calentadita”, “se queja por unos
cuantos moretones”.
ii) Negación de la víctima. Aquí la responsabilidad del hecho se le atribuye a la
víctima: “ellos iniciaron la agresión”, “nosotros les dijimos que entregaran las armas,
pero empezaron a disparar”, “nosotros sólo nos defendimos”.
iii) Negación de la responsabilidad. Aunque se reconoce el hecho, se niega la
responsabilidad moral bajo el argumento de la obediencia: “yo sólo seguí órdenes”,
“yo sólo cumplí con mi deber”. Para ofensores individuales como el soldado común,
o colectivos como las fuerzas armadas, este es el más evasivo y poderoso
mecanismo de negación.
iv) Condena a los condenadores. Consiste en criticar a los acusadores por no ver
sus propias culpas. Para el Estado moderno es la técnica más eficaz cuando se
trata de proteger su imagen pública: “sí hay violaciones, pero en otros países son
más graves”, “por qué no se ocupan de los problemas de sus países”, “son turistas
revolucionarios que en sus países no pueden generar problemas y vienen a crearlos
aquí”, “sólo quieren desprestigiar al país”.
v) Apelación a lealtades superiores. En este caso las violaciones a los derechos
humanos se justifican apelando a las más altas causas: al ejército, a la nación, a la
revolución, a la patria, a la pureza del Islam, a la libertad.
En conjunto, el uso de estas técnicas de neutralización impulsan la espiral de
negación que hace girar el discurso oficial que justifica las violaciones a los
derechos humanos. Según Cohen, la negación oficial sigue los siguientes pasos:
Primero se intenta el “eso no pasó” (no hubo tal masacre, nadie fue
torturado). Pero cuando los medios, los organismos de derechos humanos y las
víctimas muestran que sí está pasando (aquí están las tumbas; tenemos las
fotografías; vean los reportes de las autopsias); entonces se tiene que decir que lo
que sucedió no fue lo que parece ser, sino que fue algo realmente diferente: “un
movimiento de población”, “un daño colateral”, “autodefensa”. Y al final –el subtexto
crucial– “lo que pasó, como haya sido, fue completamente justificado” (para proteger
la seguridad nacional, como parte de la guerra en contra del terrorismo). En
resumen: Eso no pasó aquí. Y si pasó, es algo diferente. Incluso, si eso es lo que
usted dice que es, eso está justificado (Cohen, 1998: 34).
5. Conclusiones
La propuesta de utilizar elementos del discurso criminológico para fortalecer el
discurso científico de los derechos humanos es básicamente de carácter
metodológico. Sin embargo, en el fondo también es una propuesta de carácter
práctico. En la medida en que los organismos de promoción y defensa de los
derechos humanos fundamenten su discurso y sus acciones con argumentos
científicos, las probabilidades de influencia serán mayores, tanto en su trabajo con
la ciudadanía como en su relación con el gobierno y sus funcionarios. Esta
afirmación es válida tanto para organismos gubernamentales como no
gubernamentales. La discusión sobre derechos humanos rebasa ampliamente los
marcos de referencia teórico-conceptuales de la criminología, y no obstante es clara
la importancia de vincular ambos discursos con el afán de avanzar en el
conocimiento y en las prácticas de respeto y promoción que sobre este tema se
tienen en México.
Bibliografía
Álvarez H., Luis (1997), “Los derechos humanos en los albores del siglo
XIX”,
en
Revista del Senado de la República, vol. 3, núm. 8, México, julio-septiembre.
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IA
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Londres.
Amnistía Internacional (1995), Informe 95, Editorial AI, Madrid.
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1990-1996, México.
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Polity Press, Londres.
–––– (1998), “Derechos humanos y delitos de Estado: la cultura de la negación”,
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Neuman, Elías (1994), Victimología: el rol de la víctima en los delitos convencionales
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Sykes, Greham y David Matza (1989), “Técnicas de neutralización: una teoría sobre
la delincuencia”, en Revista Cenipec núm. 12, Caracas.
Enviado: 19 de octubre de 2001
Aceptado: 4 de diciembre de 2001
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