IMPORTANCIA DE LA ORATORIA EN LA COMUNICACION Cuando hablamos de la oratoria estamos hablando del arte de la palabra, de cómo una persona es capaz de transmitir un mensaje hablando, comunicando a un público, a un grupo de personas o un individuo. La clave está en la capacidad del emisor para convencer a un receptor. Por un lado son importantes los conocimientos que tenga la persona sobre el tema o mensaje que se quiere transmitir. La técnica de la oratoria se basa en cierto tipo de técnicas para que el auditorio centre la atención en la persona que habla. Por un lado el orador ha de transmitir su mensaje utilizando siempre la segunda persona, lo que hace que quien escucha se sienta más cercano a quien habla. Por otro lado, otro de los elementos que se usa mucho son las frases hechas, que hacen que la persona se sienta más identificada no sólo con el orador, si no lo que se dice, asociándola con la cultura popular, muy importante en cualquier sociedad. A esto también hay que añadir el uso de un buen tono de voz, modularla de manera inteligente, etc., es decir utilizar todos los recursos que le aporta la lengua, la lingüística y la dicción. Así mismo, se debe tener siempre en cuenta al auditorio, a su público y, sobre todo a las personas como individuos únicos. Esto es importante ya que, en muchas ocasiones del discurso, se dirigirá a una persona en concreto para realizar preguntas de tipo retórico, llamada de atención, guiños, etc., lo que conseguirá mantener la atención del espectador. Lo importante es que el mensaje que se transmita sea creíble para el auditorio que lo escucha y que éste sea convencido No comunicarse correctamente influye negativamente en el interlocutor y nos imposibilita conseguir los objetivos deseados. Por ello la importancia de conocer la Oratoria, para comunicarnos correctamente, poder convencer a los demás y proyectar una imagen positiva. Las personas nos comunicamos con otras a través de palabras, gestos o miradas; en el resultado de esa interacción influyen las características distintivas de cada persona como, el timbre y tono de voz, la edad, el sexo, la personalidad, la utilización de las manos, entre otras. El primer paso para mejorar nuestra capacidad de comunicación es conocernos a nosotros mismos, nuestras fortalezas y debilidades en el arte de hablar con elocuencia. Es preciso reconocer y trabajar en cada uno de los elementos que intervienen en la comunicación interpersonal. Debemos estar al tanto de la importancia de la preparación del orador y hacernos preguntas y buscar respuestas sobre, dónde me paro, cómo muevo las manos, cómo debo organizar mi discurso, cómo puedo controlar el miedo que me inmoviliza. Para poder entender este concepto, lo primero que debemos tener en cuenta es su significado. En principio, este concepto se define como una actividad social que ejerce por ejemplo un maestro o profesor al dar clase. Es obvio que al docente le va a influir la formación académica, la escuela en la que ejerza, y el país en el que viva. Además, está determinada por el contexto social, histórico e institucional. En la práctica docente, se han de desarrollar soluciones espontáneas, funciones pedagógicas y un escenario social. Lo que se pretende indicar con todo lo dicho anteriormente es que un profesor no sólo es una persona que está en una clase y dicta, es decir, que lee lo que está escrito en un texto o, simplemente, le dice a los alumnos que hagan una serie de tareas. De lo que estamos hablando es que un profesor tiene que ser un comunicador de su asignatura, o de la especialidad de la que este profesional haya hecho su carrera. Es importante entender que la práctica docente de la que estamos hablando, entonces, tiene dos elementos fundamentales: por un lado tenemos al comunicador, el profesor, y por otro lado el receptor, que es el alumno.