VI CONCURSO INTERNACIONAL DE ENSAYO Vida y obra de VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE CARLOS ESPÁ VÍCTOR MANUEL IBÁÑEZ AVALOS CLAUDIO A. SELAMÉ ADOLFO OSWALDO ACEVEDO BORREGO LUIS ALVA CASTRO EDITOR Sexto Concurso Internacional de Ensayo Vida y obra de Víctor Raúl Haya de la Torre Carlos Espá/Víctor Manuel Ibáñez Avalos/Claudio A. Selamé./ Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego. Primera edición: Lima, febrero del 2010 Portada: Fotografía archivo Instituto Víctor Raúl Haya de la Torre Cuidado de la edición: Instituto Víctor Raúl Haya de la Torre Diseño de carátula: Silvia Vásquez Diagramación:Litho&ArteSAC Fotografías: Archivo del Instituto Víctor Raúl Haya de la Torre © Instituto Cambio y Desarrollo ©Instituto Víctor Raúl Haya de la Torre [email protected] Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2010-03067 Impreso en Perú ÍNDICE GENERAL Haya de la Torre una historia que no termina Luis Alva Castro 15 I. China o el vuelo de la crisálida Carlos Espá 21 23 27 31 33 34 36 39 48 51 54 57 59 63 69 Introducción 1. Negación, ambivalencia y relativismo 2. Intencionalidad de la respuesta 3. Campos gravitacionales 4. Conciencia histórica y modernización 5. Dialéctica y global ización 6. Tesis: Aislacionismo y desintegración 7. Antítesis: Intervencionismo e integración 8. Un paso atrás, dos adelante 9. Las cuatro modernizaciones 10. A la sombra de Tian’anmen 11. Síntesis: La quinta modernización Notas Bibliografía II. La influencia de la Revolución Mexicana en la formación 75 ideológica y doctrinaria del aprismo. Víctor Manuel Ibáñez Avalos Introducción Breve referencia histórica 1. La larga dictadura de Porfirio Díaz 2. El Partido Nacional Antirreeleccionista 77 85 85 88 La Revolución Mexicana en tres etapas 1. Emiliano Zapata y el Plan de Ayala 2. El bandolero Villa y sus dorados 3. Venustiano Carranza y su gobierno reformista. 4. La Constitución de Querétaro (5 de febrero de 1917) 5. Final de “La revolución social o democrático-burguesa” 90 92 95 96 97 99 A José Vasconcelos, ¡gracias a quien puedo trabajar! Análisis hayista ¿Cuál es el concepto final de la Revolución Mexicana? Final Notas 101 109 112 117 121 III. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de laTorre: El hombre que puso a pensar a América. Claudio A. Selamé, Ph.D. 127 Introducción Génesis en Indoamérica 129 131 Indoamérica y la dialéctica 1. El imperativo moral 2. El origen filosófico del pensamiento de Haya de la Torre 3. La relación entre el amo y el esclavo. 4. La dialéctica en la naturaleza 5. Las anti-soluciones europeas 135 138 145 148 151 155 6. La teoría de la plusvalía o valor agregado y la teoria del trabajo de Marx y Engels 7. La plusvalía o valor agregado 8. ¿Quién es el trabajador? 9. ¿La fuerza laboral es una mercancía? 10 La lucha de clases 11. El asunto del Estado 12. El Estado como controlador de los medios de producción 157 La solución dialéctica de Haya de la Torre 1. El pensamiento de Haya de la Torre en nuestros días 168 170 Notas 173 159 162 163 165 166 167 IV. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 177 Introducción El concepto del relativismo de Haya 1. Las diversas interpretaciones del relativismo Una parte del todo, no es el todo Interlocutores, no intérpretes Discípulos no intérpretes 2. Configurando la teoría, desde sus fuentes Las cuatro dimensiones Completando el modelo relativista de Haya 3. Entendiendo las coordenadas del modelo relativista Para elaborar un eje de coordenadas Las coordenadas del modelo relativista 4. Una reflexión simple sobre mitología aprista 179 183 183 183 184 185 185 185 186 188 188 189 190 192 192 194 195 Relativismo y teoría administrativa 1. Haya dentro del pensamiento administrativo 2. El enfoque relativista y el desarrollo de la sociedad 3. El relativismo en las corrientes de dirección 4. Las filosofías de la dirección de personal Las perspectivas de la dirección El líder como agente de cambio Otras visiones apristas del mundo La visión del mundo según FMQC Lo pequeño es hermoso Relativismo y praxis administrativa 1. La operacionalización empresarial del concepto relativista 2. El relativismo en la praxis de la ingeniería Los elementos de ingeniería de los sistemas industriales Macrocambio y filosofías de incremento de la productividad 3. La relatividad del tiempo en las decisiones directivas 4. La gestión del cambio en la empresa Ambiente, trabajo, trabajador 1. Trabajo manual, trabajo intelectual Todo trabajo es manual e intelectual Los principios de administración económica Las funciones intelectuales y manuales en la empresa 2. Ambiente de trabajo e interfaz hombre-máquina El elemento máquina y el ambiente El elemento humano La interfaz hombre-máquina El cronograma de tarea 3. Las preguntas clave para la mejora del trabajo 4. El trabajo intelectual de la dirección de empresa La perspectiva de la estabilidad La perspectiva del cambio La perspectiva de la tarea productiva La perspectiva de trabajador 195 196 197 198 198 199 200 200 201 202 202 204 205 208 208 208 209 209 210 210 210 210 211 211 212 213 213 213 214 Modelo sociotécnico y modelo relativista 1. El eje social y el eje técnico del modelo sociotécnico 2. Los componentes tangibles del modelo sociotécnico El componente estructural El componente de procesos El componente de personas El componente de momento 3. El concepto de desarrollo: una muestra parcial del modelo sociotécnico Una visión sociotécnica del desarrollo El enfoque de moda en cada etapa del desarrollo Enfoque de estructura Enfoque de proceso Enfoque humano Enfoque del cambio 4. La importancia del modelo sociotécnico 215 215 217 217 218 219 220 222 Tipos de aprista 1. Como se ve a los apristas, desde afuera 2. El proceso de convertirse en aprista Las dimensiones definidas por Haya El ciclo de crear conciencia histórica El ciclo de convertirse en aprista Aprista de partido 3. El partido es hechura de sus fundadores Los cuatro campos gravitacionales Los cuatro perfiles de apristas Complementariedad de los perfiles apristas 4. La contingencia de los perfiles apristas La postura dirigencial en el tiempo El Eros y el Tanatos del perfil aprista El futuro, ¿partidario o cliente? 227 227 228 228 230 230 231 232 232 234 235 235 235 235 237 239 241 245 A modo de conclusiones Notas Bibliografía 222 222 223 223 224 224 225 HAYA DE LA TORRE, UNA HISTORIA QUE NO TERMINA Luis Alva Castro E l pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre es tan actual y tan vigente en estos días del siglo XXI como lo era cuando insurgió en los años posteriores a la primera guerra mundial. La misma admiración –y a veces el mismo encono– pueden advertirse en la forma cómo fue recibido entonces y en los comentarios que despierta ahora. En nuestros días, la aparición simultánea de varios libros sobre el tema demuestra que la discusión no ha terminado. Al mismo tiempo que dirigente político, Haya de la Torre fue, a lo largo de su vida, líder estudiantil, miembro de un grupo literario, agitador de las conciencias jóvenes del continente, intelectual latinoamericano en Europa, periodista combativo, fundador de un partido y de una filosofía, refugiado político, académico, estudioso de los cronistas y, por fin, estadista y gestor de la Carta Fundamental del Perú, la Constitución de 1979. En vida de Haya de la Torre, como lo hacen en nuestros días, científicos sociales de todas las latitudes han recogido y estudiado sus escritos y su tarea. Es increíble la forma en que siempre suscitó admiración y pasiones encontradas. Y al igual que, luego de los terribles días de la barbarie desencadenada contra el APRA, una madre le llevó a sus hijos para decirle que ellos serían los luchadores del futuro, hubo un gobierno que no tan sólo lo persiguió sino que incluso le retiró por decreto la nacionalidad peruana. 18 Luis Alva Castro En los diez años que apenas tiene nuestro siglo se han publicado ya varios libros y decenas de artículos académicos y periodísticos sobre el tema. Todo da a entender que el estudio de Víctor Raúl y la Alianza Popular Revolucionaria Americana continuarán interesando a los que estudian la historia, las ideologías y las ciencias sociales. Todo hace ver, además, que, a casi una centuria de formulado, el pensamiento aprista continúa presente y no cesa de ser futuro. El Instituto Víctor Raúl Haya de la Torre promueve un concurso anual de ensayos sobre el tema, y el evento lleva ya seis ediciones. Cada año se han publicado libros con los trabajos ganadores. A la fecha, el Instituto ha recibido, en los diferentes concursos, un total de 2119 trabajos para los concursos, y ha premiado y publicado varias decenas de los mismos. El libro que en estos días presentaremos abarca la obra de los ganadores del VI Concurso de Ensayos “Vida y obra de Víctor Raúl Haya de la Torre”. Los mismos son: Carlos Espá, peruano, periodista, abogado y máster en Ciencia Política, egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú y The American University, Washington DC., preside este volumen con su ensayo “China o el vuelo de la crisálida”. Víctor Manuel Ibáñez Avalos, peruano; ingeniero industrial y autor de varias publicaciones, nos ofrece su ensayo “La influencia de la Revolución Mexicana en la formación ideológica y doctrinaria del Aprismo”. Claudio A. Selamé, chileno, doctor en Sicología Clínica y licenciado en Filosofía, egresado de la Universidad Católica de Chile y del Saint John’s Seminary College – California, activo miembro de Taller de Estudios Sociales y Políticos “Antenor Orrego”; nos presenta su ensayo “La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre: El hombre que puso a pensar a América” Un aporte singular e interesante nos presenta Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego, peruano, Ingeniero Industrial, con estudios de Derecho y CC.PP, con su ensayo “El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa”. En esta edición del concurso participaron como jurados eminentes personalidades de la vida académica en las Américas. Son ellos Luis Jaime Cisneros, peruano, lingüista de amplio desempeño como escritor y docente; Haya de la Torre, una historia que no termina 19 Eugenio Chang-Rodríguez, peruano, historiador y lingüista de destacada trayectoria en las universidades de los EE.UU; Julio María Sanguinetti, uruguayo, prestigioso abogado, historiador, periodista y ex Presidente de la Republica Oriental del Uruguay, Jeffrey Klaiber, nacido en los EE.UU., catedrático, sacerdote jesuita, teólogo e historiador de los movimientos religiosos y sociales de América Latina; Eduardo Gonzalez-Viaña, escritor, novelista y catedrático en la Western Oregon University; y Hugo Vallenas Málaga, historiador y arqueólogo de destacada trayectoria. En su memorable discurso de diciembre de 1933, Víctor Raúl Haya de la Torre dijo que “la historia de nuestra lucha ha sido la historia más intensa, más sorprendente, más dolorosa del Perú republicano.” Y añadió que el APRA recién formada había vivido en dos años la historia que otros partidos vivían en cincuenta, puesto que contra ese movimiento popular “el oro y el hierro organizaron su acción y fueron despiadados y no tuvieron siquiera la noción humana del respeto a los derechos fundamentales” Se refería a la barbarie con que se pretendió borrar del mapa la insurgencia aprista en 1932. No lo sabía Haya de la Torre, pero lo predecía, que el movimiento de hombres y de ideas iniciado por él tendría una vida muy extensa y que sus geniales acercamientos a la realidad del continente continuarían vigentes todavía un siglo después. La historia aprista así como la evolución del ideario de Haya de la Torre son los temas de los cuales tratan los ganadores del concurso cuyas obras publicamos. Desde diferentes ópticas y disímiles disciplinas Carlos Espá, Víctor Manuel Ibáñez, Claudio Selamé y Adolfo Acevedo se han involucrado cada uno en una tarea que tiene el sabor de ser esos ensayos que todo el tiempo le exigen continuación a su propio autor. Se muestran en estos textos de calidad pareja e impecable y de estilo diferente un renovado interés académico y la obsesión por la historia del peruano más fulgurante del siglo XX. No dejó aquél mayor herencia que su ejemplo y que sus libros, no recibió mayor salario que un sol mensual por su tarea como presidente de la Asamblea Constituyente, no llegó a ser ni alcalde ni diputado ni presidente, pero, su influencia es –como se puede apreciar en el momento en que aparece este libro– determinante y sigue suscitando la misma fascinación y las mismas pasiones. 20 Luis Alva Castro Decía Haya de la Torre que: “Quienes han creído que la única misión del Aprismo era llegar a Palacio están equivocados. A Palacio llega cualquiera, porque el camino a Palacio se compra con oro o se conquista con fusiles. Pero la misión del Aprismo era llegar a la conciencia del pueblo antes que llegar a Palacio.” Y ese es justamente el lugar donde encontramos en nuestros días el mensaje aprista. La lucha por la conquista de la justicia social en el Perú y en todo el ámbito de la América Latina reconoce en el fundador del Aprismo a uno de sus forjadores más decisivos. Esa historia se sigue escribiendo… y haciendo. La historia y las ideas de Haya de la Torre, al ser revisadas, dejan un sabor de inconclusas… Y lo son porque son permanentes. Lima, febrero del 2010 CHINA O EL VUELO DE LA CRISÁLIDA Carlos Espá Introducción E ran las 9 de la noche de un jueves del verano de 1978. En el local del Partido Aprista, sector Miraflores, Víctor Raúl Haya de la Torre ofrecía uno de los últimos coloquios de su vida. A la edad de 83 años, lo hacía con vehemencia y lucidez intactas ante una audiencia compuesta en su mayoría por hombres de condición humilde, sobrecogidos, anonadados al punto de la hipnosis, que miraban al estrado como si éste fuera un altar y a quienes, en tono paternal pero al mismo tiempo no exento de solemnidad, explicaba con paciencia de sabio, con una generosidad intelectual sin límites, los fundamentos de la dialéctica y sus tesis de frente único e integración continental. En el jardín posterior de aquella antigua casa de color blanco y techo a dos aguas que era el local partidario convertido en ágora y bajo la atenta mirada de Ramiro Prialé, Jorge Idiáquez y Luis Alvarado, Haya de la Torre refutaba a Lenin y a Euclides y se explayaba en las dialécticas de Heráclito, Platón y Hegel. Haya de la Torre señalaba: 1. – Lo único permanente es el cambio y éste es gradual, evolutivo y dialéctico. 2.– La dialéctica es desarrollo y progreso inmanente. Es movimiento propio del pensamiento y del ser. Por ello es que la historia va hacia 24 Carlos Espá adelante; es decir, hacia la libertad. En ese sentido, la búsqueda de la libertad, no la lucha de clases, es el motor de la historia. 3.– Lo importante de la dialéctica es la transición de lo uno a lo otro; de cómo lo uno se convierte en lo otro. Dicha transición no es formal, matemática o mecánica. Dicha transición es dialéctica. 4.– Todas las cosas son en sí contradictorias. Por ejemplo, la naturaleza del imperialismo es ambivalente: avasalla y civiliza. En los países atrasados, es “fase inicial” del capitalismo, no “superior” ni “última”. Es reto, desafío, y por tanto conlleva una respuesta potencialmente forjadora de desarrollo: challenge-response, en la línea de Arnold Toynbee. Torna imperativo el paso del pequeño horizonte de los estados-nación al gran horizonte de la unión continental. Tras la prolongada disertación de aquella noche se procedió a la estación de preguntas. Una giraba en torno a los denominados “capitalismo de Estado” y “social-imperialismo”. A manera de colofón, alzando el índice derecho, Haya de la Torre agudizó la voz y pronunció la siguiente admonición: No le extrañe a usted, compañero, no le extrañe que, a diferencia de la Unión Soviética, China acabe convirtiéndose en tabla de salvación del sistema capitalista mundial. Digo tabla de salvación del sistema capitalista mundial, no de la civilización occidental. Claro que yo no viviré para verlo pero usted seguro que sí. Hubo sonrisas de aprobación y, de inmediato, el estruendo de palmas apristas y el coro de lemas sellaron la velada memorable. De esa suerte de premonición política, de provocadora profecía casi herética, China tabla de salvación del sistema capitalista mundial, han transcurrido poco más de treinta años. Al cumplirse éstos el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, afirma con contundencia: “El crecimiento de China sacará al mundo de la recesión”. Distintivamente, sobre lo que fueron polvorientas calles infestadas de roedores y bicicletas, se ha registrado en China un cambio demográfico China o el vuelo de la crisálida 25 de rural a urbano que, en cuanto a escala y rapidez, no tiene parangón en la historia del mundo. Entre 1980 y el 2005, la población aumentó en 370 millones de personas. En 1980 China tenía menos de 200 ciudades. Hoy tiene cerca de 7001. China ha construido la más impresionante red de carreteras que, cual intrincado sistema cardiovascular, atraviesan su vasta geografía. No es de extrañar que la industria automovilística china haya crecido a ritmo de entre 20 y 30 por ciento anual desde el 2005 y que, en enero del 2009, haya superado en número de unidades vendidas a los Estados Unidos. Tampoco es de extrañar que, a la quiebra de General Motors, una de sus divisiones emblemáticas, la fabricante de vehículos todo terreno Hummer, fuera a parar a manos de la empresa de maquinaria industrial pesada china Sichuan Tengzhong. Junto a los Audi, Buick y Cadillac que ya son fabricados en territorio chino, ahora las Hummer adornarán las anchas, no alamedas sino autopistas, de un país que se da el lujo de imponer los estándares de rendimiento automotor más estrictos del mundo y no descuidar el desarrollo de coches híbridos. El hilo de la madeja dialéctica, del tránsito del bambú a la nanotecnología, del Salto Hacia Adelante o Leap Forward experimentado por China en estos treinta años se encuentra, precisamente, en 1978, año de la muerte de Mao Tse Tung. Dos años antes se le había adelantado Chou En-lai. Pero, en tan inicial etapa, sus fallecimientos abrían muchas puertas pero cerraban ninguna. La denominada Revolución Cultural era reciente. Los seguidores de la Banda de los Cuatro aún maniobraban en las altas jerarquías de la burocracia china. La apuesta de Deng Xiaoping constituía, entonces, un atisbo experimental de algo subyacente jamás ensayado; una apuesta intrépida de laboratorio. Deng Xiaoping, en suma, no pasaba de ser un signo de interrogación pintado en la pizarra de la historia o, a lo más, una grieta en la pared. La visión de Haya de la Torre, sin embargo, trascendía la mera coyuntura; era una visión dialéctica de ciclos históricos, estructural y compleja, la que le permitía ensayar tan intencionadamente hiperbólico y certero rótulo: China tabla de salvación del sistema capitalista mundial. Hoy analistas, politólogos, economistas y científicos sociales se muestran confundidos ante China; esa China que es historia, geografía, 26 Carlos Espá civilización y no sólo conducción política o precipitada aceleración económica. Incompletos son los instrumentos necesarios, el marco teórico adecuado a la globalización, a la instantaneidad de los datos, a la comunicación y a la velocidad tecnológica, que les permita ponerse de acuerdo acerca de lo que ocurre en esa parte del mundo y de los estructurales cambios que anuncia la crisis económica y financiera internacional. ¿Puede el socialismo convertirse en capitalismo? ¿Puede el capitalismo conducir al socialismo? ¿Puede China responder al reto de la globalización? ¿Puede la globalización responder al reto de China? Hay quienes, sea desde la cuantitativa orilla de Wall Street o desde la del materialismo idealizado de ciertas capillas universitarias, se afanan en encorsetar a los continuadores de Deng Xiaoping en un paradigma de “capitalismo planificado” o de mero engranaje del “capitalismo internacional” según los cartabones del siglo XIX. Otros enfatizan, a través del prisma occidental, la centralización política, la subordinación del Estado al Partido Comunista y el irrespeto de derechos humanos para así cuestionar la viabilidad o sostenibilidad del “capitalismo autoritario” o “estalinista” del modelo chino en oposición al del Sudeste Asiático de post guerra. Unos más, en su defecto, argumentan la aproximación ineludible de China al modelo estadounidense de grandes corporaciones vigorizadas por la innovación de pequeñas firmas2. Por último, no faltan quienes llegan al extremo de sostener que China, tras el trauma de la Plaza de Tian’anmen, involuciona de la sociedad primordialmente rural pero vibrante y de millones de micro emprendedores de la década del ochenta, a una cada vez más urbana y controlada por la burocracia del nuevo milenio3. Hace treinta años, en cambio, desde su concepción doctrinaria y filosófica relativista, einsteniana y dialéctica, Haya de la Torre elaboraba, enunciaba y pronosticaba con llamativa exactitud acerca del proceso evolutivo chino, de las grandes tendencias del mundo del nuevo milenio y del rol que, en semejante contexto, correspondería desempeñar al gigante asiático. Recordemos que en aquel entonces, pese a que el “campo socialista” mantenía superioridad armamentista en Europa y se mostraba expansivo en la periferia del tercer mundo: desde Medio Oriente hasta Afganistán, China o el vuelo de la crisálida 27 Angola, Centroamérica y, particularmente Asia –Indochina y Corea– el cisma sino-soviético auguraba nuevos desenvolvimientos en las relaciones mundiales de la Guerra Fría. Atrás había quedado la Guerra de Corea y las latentes cuestiones de Hong Kong, Macao y Taiwán eran temas no para el campo de batalla sino para la mesa de negociaciones. Occidente había abandonado la Doctrina Containment y el “largo telegrama” de George Kennan en favor de la Detente de Henry Kissinger quien ya en 1971 había viajado secretamente a Beijing a fin de pactar la alianza contra la Doctrina Brezhnev. Un año después ésta había quedado plasmada en el Comunicado de Shanghai durante la histórica visita a China del presidente Richard Nixon. 1. Negación, ambivalencia y relativismo Atento observador de los acontecimientos mundiales y forjador de una doctrina latinoamericanista, desde muy joven Haya de la Torre vio en China reflejos históricos del Perú en cuanto cuna de una civilización quebrada, extraviada, pero al mismo tiempo con potencial y destino en su propia reivindicación. A inicios del siglo XX, cuando Haya de la Torre echaba a andar sus proyectos políticos, notó el extraordinario paralelismo entre el Perú y China –feudalismo y fragmentación social y política, vastedad geográfica como escenario de una civilización desintegrada, jalonada entre los raptos violentistas y el adormecimiento inducido, fuese mediante el alcohol y la coca o por el opio, intromisión extranjera y desmembramientos territoriales– sumían a uno y otro en la anomia y señalaban el imperativo republicano y unionista. En el Perú el intento de restauración civilista, lo fútil de la añoranza de una vuelta a la república aristocrática, sería a sangre y fuego bajo la tiranía del comandante Sánchez Cerro. En China el intento de restauración imperial llevaría la impronta de la traición del general Yuan Shikai. Así también, en el Perú y China, los nombres de Haya de la Torre y Sun Yat-sen confluyeron no sólo en su visión de la acción política sino en la paradojal alianza de adversarios –Comunismo, militarismo y oligarquía– a cuya confabulación tendrían que enfrentarse sus proyectos modernizadores. 28 Carlos Espá Tan tempranamente como 1928 en El antiimperialismo y el Apra, Haya de la Torre apelaba al ejemplo de China y al de Sun Yat-sen para explicar los alcances del frente único y el rol de las clases medias que en el APRA estaban llamadas a desempeñar –junto al obrero, al campesino, al artesano o al comerciante–, los trabajadores intelectuales: el estudiante, el profesor, el literato, el artista o el maestro. Sería necio –decía Haya de la Torre– negar la influencia del intelectual, del universitario, del profesor, profesional o estudiante, en la obra libertadora del mundo moderno; “especialmente en el caso de China, país agrario, donde los intelectuales, han cumplido una tarea memorable”. En varias oportunidades he aludido a la semejanza del movimiento antiimperialista chino con el movimiento antiimperialista nuestro. En un discurso pronunciado durante la cena conmemorativa de la Revolución China en Londres, el 11 de octubre de 1926, hice hincapié en que el único frente antiimperialista semejante en su origen al chino es el indoamericano y el único Partido Antiimperialista del tipo que tuvo el Kuomintang al fundarse es el APRA. El Kuomintang no fue fundado como partido de clase sino como un bloque o Frente Único de obreros, campesinos, clases medias, organizado bajo la forma y disciplina de partido, con programa y acción política concretos y propios. Sun Yat Sen , uno de los más ilustres espíritus creadores de nuestros tiempos, vio bien claro en su época que no era posible establecer en China un partido puramente de clase –socialista– o exclusivamente comunista más tarde. Lo admirable de la concepción política de Sun Yat Sen estuvo en su realismo genial4. Asimismo, ya en el propio Antiimperialismo y el Apra, Haya de la Torre esbozaba nítidamente la tesis del Espacio-Tiempo histórico en su alcance dual: perspectiva histórica y conciencia de ella5. Citando el AntiDühring de Engels, en la Nota Preliminar a la primera edición, Haya de la Torre concluía: Y no sólo producirá lugares comunes de la mayor vulgaridad quien pretenda sujetar a las mismas leyes las realidades económico- China o el vuelo de la crisálida 29 sociales de la Tierra del Fuego y de Inglaterra sino también quien intente identificar las leyes de ésta con las de cualquiera de los veinte estados que quedan inmediatamente al norte de la Tierra del Fuego. Ese es, justamente, el punto fundamental del Aprismo en su análisis y estimativa de la realidad indoamericana. Saber que entre la Tierra del Fuego, parte de Indoamérica, e Inglaterra, parte de Europa, hay una serie de fases de la producción y del cambio que hace utópico todo intento de aplicación de las mismas leyes económicas y sociales de esas dos zonas del mundo. Reconocer la relación de Espacio y Tiempo para apreciar esas fases o grados de evoluciones es imperativo6. No se limitaba Haya de la Torre a recusar al marxismo en su quietismo y parálisis, en su “sólita actitud de inmóvil ubicación y miraje europeos”, en la pretensión de exportar conceptos que la ortodoxia comunista consideraba “absolutos, estáticos e inviolables” tales como el de la tesis leninista del imperialismo fase superior del capitalismo. Lo que de manera explícita y puntual pretendía Haya de la Torre, en El antiimperialismo y el Apra, era aplicar el principio dialéctico de la “negación de la negación” a fin de confrontar la realidad indoamericana con las tesis que Marx había postulado para Europa7 e incorporar un margen de duda, de relativismo metodológico, de uncertainty of measurement, en su propio análisis. La “negación de la negación” está contenida en la Ley de la Contradicción, una de las cuatro de la dialéctica. Las otras tres son la Ley del Cambio o del movimiento continuo, la Ley de la Acción Recíproca o del encadenamiento de los procesos y la Ley de la Transformación de la Cantidad en Calidad o del progreso por saltos. La “negación de la negación”, principio al que tantas veces aludiría Haya de la Torre, es el movimiento que impulsa las cosas hacia fuerzas de vida y, al mismo tiempo, hacia fuerzas de muerte. Cada cosa se contiene a sí misma y a su contrario. Yin, en la simbología Sínica primeriza, representaba el agua, la blandura, la sombra, la quietud, la esencia negativa; Yang, el fue- 30 Carlos Espá go, la dureza, el movimiento, la iluminación, la esencia positiva. Yin es contracción y Yang expansión; pero entre ellos existe una continuidad, ínsita, constante: no es frecuente encontrarlos separadamente en estado puro. Los une una relación vital del latido; entrambos están traslapados. Que no son sustancias materiales sino los contrarrelatos abstractos del movimiento del principio fundamental del universo, Li, el cual se asienta sobre el Yin y el Yang tal como un jinete sobre su caballo8. La verdad, incluida su desviación estadística, se transforma en error. La historia surgida de la mitología se desvela como literatura de ficción. Así como el grano de trigo es negado por la espiga, la crisálida por la mariposa, la pérdida de sangre que simboliza muerte también simboliza vida al momento de parir. Así también los procesos humanos, los sistemas políticos o económicos, son ambivalentes, dice Haya de la Torre, no sólo porque acarrean exacción e imposición y, a la vez, innovación o avance, sino porque dan pie al consenso o al disenso, a la sujeción o al acomodo, al crecimiento o al decaimiento, a la unión o al fraccionamiento, a la integración o a la secesión. La vida no es más que una contradicción albergada en las cosas y en los fenómenos y que se está produciendo y resolviendo incesantemente. Al cesar la contradicción, cesa la vida y sobreviene la muerte9. De ese movimiento en que lo único permanente es el cambio incesante, vital y per se tanático, o sea dialéctico, la afirmación, denominada tesis, surge de la negación. La negación de la negación, es decir, la negación de la antítesis, es la síntesis, punto de partida de una nueva negación. Negar dialécticamente no es “extender una carta de defunción” a lo que se niega, que tal cosa sería matar y no negar. Es conservar y superar al mismo tiempo; es negar y continuar. Y así, antes de Hegel, todo el proceso de la evolución del pensamiento filosófico, China o el vuelo de la crisálida 31 como todo el proceso de la evolución social de la Historia, de la naturaleza y de la ciencia, que aquel pensamiento refleja, es una sucesión de negaciones y superaciones determinadas por el hecho de que “todas las cosas son en sí contradictorias”10. 2. Intencionalidad de la respuesta Los hallazgos relativos al ADN y al genoma humano, al comportamiento molecular, las sinapsis cerebrales, las aplicaciones de quimioterapia, el universo de posibilidades que aguarda detrás de la clonación y las células madre, agregan valor, elevan el sentido, afirman la trascendencia de los postulados de las triadas dialécticas. Desde lo más pequeño a lo más grande, desde lo microscópico a lo inconmensurable, en la química, la física, la biología, la astronomía, la economía o la sociología, el cambio evolutivo dialéctico es omnipresente. El principio de “la negación de la negación” se manifiesta asombrosamente en cosas y procesos. El avance de las ciencias permite observarlo y comprobarlo empíricamente. Es el caso del célebre ejemplo hegeliano de la metamorfosis de la crisálida en mariposa. La bióloga Elisabet Sahtouris, ha encontrado que la transformación de la crisálida empieza cuando aparecen en su cuerpo pequeñas células cuya agregación da la forma de disco y que no son reconocidas por su sistema inmunológico el cual, por tanto, las rechaza y busca eliminarlas. Sin embargo, a medida que estas células aumentan en número, empiezan a juntarse, a vincularse, a asociarse, hasta que terminan por hacer colapsar el cuerpo de la crisálida; éste literalmente se derrite en el vano esfuerzo por destruir a las células extrañas. Entre tanto, los discos celulares multiplicados en respuesta al sistema inmunológico construyen la mariposa a partir del material derretido, el desecho de lo que fue la propia crisálida11. La intencionalidad de la respuesta ha sido empíricamente comprobada. La actividad genética de las plantas aumenta cuando éstas son sometidas a situaciones de tensión: frío, calor, viento, exceso o falta de luz, ruido, movimiento. Existen hallazgos de laboratorio que sugieren que los electrones saltan intencionalmente de órbita. Similar actividad 32 Carlos Espá intencional es detectada por microbiólogos a nivel sistémico, celular y molecular de ADN. Los descubrimientos sobre cambios genómicos demuestran que la evolución se da en respuesta al medio ambiente y que dicha evolución se acelera cuando está sometida a stress. Es más, la evolución, desde la perspectiva del tiempo lineal, se desarrolla en ciclos que se mueven constantemente hacia arriba y reflejan los complejos senderos espirales de los planetas, las estrellas y las galaxias. Cada ciclo empieza con determinada forma de unidad que se divide en diversidad lo cual conduce al conflicto. Este conlleva negociaciones y resolución a un nivel más alto de unidad cooperante12. En los últimos treinta años los acontecimientos mundiales han mostrado cuán inconducente y a la vez terrible fue la aplicación mecánica del constructivismo marxista –ruptura violenta, abrupto cambio de sistema– y cuán costosas las implicancias de la ingeniería social y el colectivismo. De la revolución comunista llamada a acabar con un “modo de producción de control clasista del mercado laboral” y poner fin a la “apropiación de la plusvalía del trabajador” quedó nada entre los escombros del Muro de Berlín. Ya no nos infundirán respeto esas antítesis irreductibles de lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo idéntico y lo distinto, lo necesario y lo fortuito. Sabemos que estas antítesis sólo tienen un valor relativo: que es lo que hoy refutamos como verdadero encierra también un lado falso, por ahora oculto, que saldrá a la luz más tarde, del mismo modo que lo que ahora reconocemos como falso guarda su lado verdadero gracias a lo cual fue acatado como verdadero anteriormente13. En el caso del cerebro humano, investigadores de la Universidad de Brooklyn, Nueva York, han comprobado de manera empírica cuán difusa, sutil y relativa puede ser inclusive la autoconciencia individual; con mayor razón la colectiva. Imágenes por resonancia magnética indican que, al envejecer, cambia la parte del cerebro dedicada a los recuerdos negativos. En los jóvenes esos recuerdos son procesados en un área del tejido cerebral dedicada a los sentimientos pero, en la gente mayor, China o el vuelo de la crisálida 33 surgen de un centro de pensamiento racional. Lo que en la juventud fue negativo, crónico, adictivo o traumático, en la madurez adquiere un cariz distinto: reflexivo y apaciguado. Desde inicios y hasta finales del siglo XX, el largo trajinar partidario y doctrinal permitieron a Haya de la Torre volver una y otra vez a la dialéctica y enriquecer la filosofía política del Aprismo. Tan precozmente como durante su rebeldía auroral en el exilio o la clandestinidad de Incahuasi o tan avanzado como durante la reflexiva madurez de su quinquenio bajo asilo colombiano, Haya de la Torre apeló a ella y consiguientemente a su tesis del Espacio-Tiempo histórico como fundamento de teorización y de acción política. 3. Campos gravitacionales Siendo que el capitalismo de los siglos XIV y XV no es equiparable al de la Crisis de los Tulipanes, al de la Inglaterra imperial del siglo XIX, al del industrialismo tecnológico y de las grandes corporaciones del siglo XX o al de la instantaneidad financiera del siglo XXI, los procesos de las revoluciones en la Unión Soviética y China y sus sucedáneos sociales tampoco pueden ser analizados al margen de sus propias historias, de sus decursos civilizacionales, de sus peculiaridades geográficas y epocales: estructura económica, instituciones estatales, conceptos legales, arte e, inclusive, religión. Cada nación, sostiene Haya de la Torre, va conformándose de acuerdo a la conciencia que alcanza respecto de sí misma, proceso que se registra en su propio y particular campo gravitacional o escenario de su historia. Hay también un Espacio-Tiempo histórico integrado por el escenario geográfico, (campo objetivo) y por el “tiempo subjetivo” que el hombre concibe en relación a ese espacio; ambos a su vez con un ritmo dado de tiempo objetivo o económico que socialmente deviene tiempo histórico. El escenario geográfico, base del “concepto espacio histórico”, está condicionado por todas las características físicas que ofrece cada una de las regiones habitables del planeta Carlos Espá 34 pero, además de éstas, por la distancia entre una y otra región, especialmente por la que media entre las menos civilizadas y aquellas que han avanzado más en su evolución y que marcan el índice máximo del progreso14. En ese sentido, Haya de la Torre ve a través del prisma del proceso chino y proyecta su desarrollo en el espacio-tiempo histórico del siglo XX: desde la irrupción de Sun Yat-sen y la instauración de la república hasta la ascensión de Deng Xiaoping. Se trata de un proceso dialéctico y agudamente complejo, en el que cada uno de los autores refleja las condiciones de tensión extrema entre las tendencias en pugna. Son parte de ese proceso dialéctico las tribulaciones de Sun Yat-sen , médico, intelectual, conspirador y revolucionario, sus devaneos ideológicos, sus fluctuantes alianzas y aproximaciones, ora con Estados Unidos, ora con la Unión Soviética o con Japón, o la postrer decisión de designar sucesor a su protegido, el pragmático y espartano Señor de la Guerra, Chiang Kai-shek. También lo son los sucesivos exilios y las rehabilitaciones políticas de Deng Xiaoping, la relación de Chou En-lai y Mao Tse Tung o el cisma institucional del Partido Comunista Chino, la denominada Banda de los Cuatro y el impulso aluvional del PCC a las reformas de Deng. Hay dialéctica en el aislacionismo y la evolutiva marcha hacia la apertura; en el feudalismo y la evolutiva marcha hacia la república; en el agrarismo y la evolutiva marcha hacia el industrialismo; en el ruralismo y la evolutiva marcha hacia el cosmopolitismo; en el centralismo y la evolutiva marcha hacia la descentralización; en el ideologismo y la evolutiva marcha hacia el consumismo; en el autocratismo y la evolutiva marcha hacia la libertad, proceso, éste último, dicho sea de paso, cuya condición sine qua non es el sometimiento del poder militar al civil. 4. Conciencia histórica y modernización En la intimidad epistolar o en la multitudinaria plaza pública, en lo ideológico, doctrinario o político, en lo nacional o mundial, en lo contemporáneo o histórico, en lo consensual o contencioso, la agudeza de las China o el vuelo de la crisálida 35 observaciones de Haya de la Torre, la precisión de sus análisis, estuvieron invariablemente imbuidas en una visión dialéctica y relativista de los procesos, vale decir, en su tesis de Espacio-Tiempo histórico. Dirigiéndose a Luis Alberto Sánchez en 1952, en circunstancias en que el Apra era anatema y él perseguido, acusado, sus ideas farisaicamente tergiversadas una vez más por aquella alianza contra natura que fue la del militarismo oligárquico y el comunismo, Haya de la Torre afirma: Es falso que hayamos abandonado ninguna idea germinal y que debamos volver a ellas. La figura es infeliz: el árbol no regresa a ser semilla para sentirse más árbol. Da nuevas semillas, después de negar –justo, figura de Hegel– a la semilla, de crecer, evolucionar, transformarse. Las ideas germinales son, como su nombre lo indica, gérmenes. Y en política más. Nuestras ideas germinales fueron semillas magníficas que fecundaron, enraizaron, formaron troncos, frutos, sombra. Pero que evolucionaron sobre un terreno, en un clima dado y arrastraron vendavales, hachazos, desgajes, sin que el árbol muriera. Ahí está ahora echando nuevas semillas: nuevas15. La tesis del Espacio-Tiempo histórico motivó, es verdad, diatribas y defecciones atribuibles, cuando no a la mala voluntad, a la incomprensión de lo complejo y profundo de un pensamiento adelantado. Lo cierto, sin embargo, es que el Espacio-Tiempo histórico aportó sustento filosófico a una concepción unionista de Indoamérica en cuanto raíz e imperativo de desarrollo y al rechazo del eurocentrismo historiográfico mediante una redefinición del propio concepto de la historia en sus dimensiones globales. No obstante, enfatiza Haya de la Torre, “para que un Espacio-Tiempo histórico devenga determinador en la dialéctica de la historia, debe existir no sólo como escenario geográfico y pueblo que lo habite; no sólo como continente y contenido histórico en movimiento, sino como plena función vital de su conciencia social del acontecer de la historia. En otras palabras, como la capacidad psicológica de un grupo social para realizar su historia y para interpretarla desde su propia realidad”16. Carlos Espá 36 La simbiosis entre el “grado de conciencia” platónico y la Teoría de la Relatividad y los Campos Gravitacionales de Einstein es uno de los puntos de encuentro entre Haya de la Torre y el gran filósofo del vitalismo historiográfico, el británico Arnold Toynbee, quien aludía a la “perspectiva del historiador” y a las civilizaciones como cuerpos “cuatri dimensionales” que se extienden en el espacio y el tiempo. Otro punto de encuentro es la afirmación de la geometría curva allende los perímetros menores vis a vis las fronteras estatales y sus correspondientes fracturas: nacionalismos, parroquialismos de comarca y militarismos que para Toynbee son síntomas de decadencia civilizacional y para Haya de la Torre manifestación de “subdesarrollo mental y pigmeismo”. En el caso de los pueblos de Indoamérica –Pueblo-Continente para el filósofo Antenor Orrego–, Haya de la Torre exigía superar dichas fracturas a través de la unidad continental. La convergencia entre la teoría toynbeana del Reto-Respuesta como crucial factor forjador de civilizaciones y el Espacio-Tiempo histórico de Haya de la Torre que niega el europeísmo historicista, el egocentrismo industrialista, y afirma la conciencia histórica enlazada a la acción política, permite una aproximación más compleja a la naturaleza ambivalente de los procesos en sus diferentes manifestaciones. Allí donde confluyen Haya de la Torre y Toynbee, el imperialismo, por ejemplo, no sólo no es exclusivamente “fase superior” o “fase última”. Para los países industrializados puede ser también antesala de otra etapa bajo los principios de la “negación de la negación” o del “encadenamiento de los procesos”. Puede conducir a la desintegración y decadencia como puede también anticipar integración y expansión: un leap forward, el “progreso por saltos” de la transformación de la cantidad en calidad. 5. Dialéctica y globalización Desde el punto de vista económico, lo que hoy llamamos globalización es adviento de una nueva fase del capitalismo caracterizado por la profundización de los principios del libre mercado; principios rectores de las políticas económicas e instituciones mundiales que acarrean el libre China o el vuelo de la crisálida 37 movimiento de capitales pero que, en la escala mayúscula del mundo en que se mueven, demandan regulación. El curso de colisión entre los organismos financieros y comerciales mundiales y prácticas violatorias de la propiedad intelectual, medio ambiente o transparencia financiera a través de paraísos fiscales, es sólo una de las múltiples manifestaciones de la transición dialéctica que vive el mundo. Desde el punto de vista político la globalización conlleva también el sino de la dialéctica: proliferación de estados-nación que tienden a la configuración de bloques y que se encuentran entrelazados y vinculados por un régimen común, una red, una asociación de tratados, acuerdos, y relaciones que, aunque reconocen la soberanía de los Estados, limitan y canalizan la autoridad de los gobiernos junto a otras redes formales e informales, legales e ilegales, conocidas y subrepticias, de organizaciones no gubernamentales que complementan o compiten con el poder de los propios Estados. La globalización da lugar a la explosión de ONG anti-globalización; las empresas transnacionales financian campañas que buscan neutralizarse las unas a las otras; armamentismo y pacifismo, ambientalismo, conservacionismo e indigenismo, son apenas fumarolas de una definición en ciernes Desde el punto de vista cultural la globalización se traduce dialécticamente en inmigración y en diáspora, integración y desintegración, tolerancia e intolerancia, agnosticismo y fundamentalismo, cosmopolitismo y xenofobia, asociación y ruptura, inclusión y exclusión, homogenización y radicalismo, espiritualismo y tribalismo, expansión y contracción. Con el telón de fondo de las comunicaciones instantáneas, la globalización es compresión de la información pero también del espacio y el tiempo. La globalización empequeñece al mundo; lo reduce a sound-bites. Es la aldea global, mediatizada en toda la extensión de la palabra. Al mismo tiempo, sin embargo, la globalización intensifica la conciencia del mundo como un todo que abarca desde el deshielo polar, los fondos marinos o la capa de ozono hasta las protestas en Davos, el bombardeo de las cuevas de Afganistán, frontera con Pakistán, el desafío de los monjes tibetanos o la ablación genital en tribus africanas. Es un todo en tiempo real, en directo, vía satélite, live. El mundo de la globalización se vuelve más próximo y más ajeno; se encoge y se ensancha. La 38 Carlos Espá globalización acelera los procesos y acorta tiempos y distancias pero a la vez profundiza las diferencias entre Estados y al interior de los países. Para las naciones emergentes, sociedades atrasadas, la globalización del siglo XXI, implica un reto-respuesta. Se trata de un reto-respuesta ante un dato de la realidad puesto que en ellas –parafraseando a Haya de la Torre– la globalización es “fase inicial” del capitalismo; hoy más extensiva y profundamente. El capitalismo, conforme la historia demuestra, es a su turno etapa inevitable en el camino al desarrollo. El sistema capitalista… su hasta hoy insuperado contenido de progreso técnico y de su calidad civilizadora que jerarquizan su misión histórica…17. En el fenómeno de los retos del contorno humano, del reto-respuesta, en el imperativo de la unidad política de América Latina de Haya de la Torre, Indoamérica se encuentra en posición de hallar las claves de reivindicación civilizacional. También lo están otras civilizaciones. Es el caso de China. En esa lucha siempre empeñosa, Toynbee distingue “uno de los dramáticos encuentros espirituales que renuevan la obra de creación, llevando la vida del universo fuera del estancamiento del otoño, a través de los dolores del invierno hacia el fermento de la primavera”. Por la secesión de la sociedad paterna… se realiza el acto dinámico con que se responde al reto de la minoría dominante y se da lugar al tránsito de Yin a Yang. Así nace la civilización con parentesco18. Con similar contundencia, el tiempo y los hechos han demostrado cuán cierta es la refutación de Haya de la Torre a Hegel respecto de la afirmación “el Sol sale de Oriente y la Historia Universal va de Oriente a Occidente” o de aquella otra en el sentido que “Europa es absolutamente, el término de la Historia Universal y Asia es el principio”19. No es verdad que haya una sola historia. No es cierto que los períodos correspondientes al Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia sean aplicables a todos los China o el vuelo de la crisálida 39 confines del orbe. La historia no es lineal como tampoco lo es el proceso de crecimiento. Occidente no es la meta final de las aspiraciones humanas. “En lugar de tener por bárbaras las culturas no europeas, empezaremos a respetarlas como estilos de confrontación con el cosmos equivalente al nuestro. Hay una perspectiva china tan justificada como una perspectiva occidental”20. 6. Tesis: Aislacionismo y desintegración Naturalmente una de las veintiún civilizaciones entre “paternas y filiales” a las que radiografía Toynbee en su monumental obra A Study of History21, es China. No en vano la civilización Sínica es, en cuanto a continuidad, la más antigua del planeta. Se remonta 3,500 años y con elementos unificadores profundamente arraigados en sus más de 1,320 millones de habitantes: desde el budismo y neo taoísmo como religión y el confucionismo como ideología subyacente estatal, hasta una lengua escrita común, el Mandarín o Putonghua, que se superpone a los muchos lenguajes y dialectos locales desperdigados en una vasta y disímil geografía con climas que varían desde lo tropical en el Sur hasta lo subártico en el Norte. En Haya de la Torre, China inspira apasionamiento no sólo político sino intelectual y filosófico; una fascinación cierta que se remonta a sus juveniles arrestos de desafió al statu quo, a los ya mencionados símiles feudales y semi-feudales presentes en el Perú y en aquella, y a su admiración por Sun Yat-sen , hombre al que es imprescindible ubicar en su tiempo, en su inconmensurable determinación de acometer la colosal tarea de liderar a 450 millones de personas en el tránsito del feudalismo a la república en un país asfixiado, desmembrado, y literalmente tomado de rehén. Cuenta Felipe Cossío del Pomar que, a la pregunta de un periodista estadounidense “¿A qué se asemeja el Apra?”, Haya de la Torre respondió: Probablemente el término aprismo es de por sí solo suficiente. Pero si por medio de una comparación es posible comprender mejor nuestro movimiento, diría que se parece al Kuomintang. Estamos 40 Carlos Espá en el período crítico de la transición que ha experimentado China. La revolución china lleva a cabo la transformación dialéctica de las normas. Son normas adquiridas a través del desarrollo gradual de 5,000 años. De hecho, lo que hace Sun Yat-sen es designar el rumbo de los nuevos ideales; se trata de una nueva cultura cuyo principio es un nuevo nacionalismo que considera todos los estados soberanos como formas semifinales de la sociedad humana22. No está del todo claro dónde nació Sun Yat-sen. La versión más generalizada ubica en Choyhung, Kwangtung, cerca de la colonia portuguesa de Macao, su lugar de nacimiento el 12 de noviembre de 1866. Hay creíbles versiones, sin embargo, acerca de que nació en Hawai, Estados Unidos. Lo cierto es que en 1904 Sun Yat-sen se acogió a la ciudadanía estadounidense y le fue otorgado pasaporte norteamericano. Este sólo hecho es lo bastante simbólico para retratar al personaje profundamente complejo y contradictorio, al pugnaz nacionalista que en su frenética búsqueda de aliados que le ayudaran a derrocar a los manchúes de la dinastía Qing, en medio del acoso de todos los poderes, apeló a las tácticas más disímiles incluida su aproximación a las sociedades secretas chinas; al joven que a punto estuvo de convertirse al cristianismo; al médico que abandonó la práctica profesional para convertirse en infatigable revolucionario y conspirador; al activista fuertemente influenciado por las reformas Meiji de Japón y por las ideas de Charles Louis de Montesquieu, Alexander Hamilton y Abraham Lincoln; al republicano que no dudó en buscar alianzas tácticas con el militarismo japonés o al demócrata que cedió a la infiltración comunista de la Unión Soviética. En la coyuntura de inicios del siglo XX, atravesando una crisis tan profunda en su continuidad territorial e, inclusive, nacional, China se asomaba al abismo. A la sombra de la Primera Guerra del Opio de 1839 a 1842, la geométrica demasía en el maltrato a la fibra de las relaciones sociales chinas había desatado fuerzas centrífugas y centrípetas extremas que conducían a la descomposición. Alemania había ocupado el puerto de Tsingtao. Rusia se había adueñado de Port Arthur en Manchuria. Francia se había apropiado de Kwangchow-wan. Para 1894 la isla de Taiwán era colonia japonesa. El mejor posicionado era Gran Bretaña China o el vuelo de la crisálida 41 que se había apoderado de Weihaiwei y que, con la isla de Hong Kong en sus manos, controlaba el movimiento comercial de Cantón. A ello se sumaba la concesión que había obtenido para construir fortificaciones en los puertos chinos lo cual le aseguraba el control del inmenso comercio en Shangai y la región de Yangtze. En las fuentes de la conducta soviética, George F. Kennan resume la dramática situación. A fines de 1897 y principios de 1898, había un temor real y justificable de que China se partiera. Por esos meses fue que los rusos hicieron evidente su determinación de tener una posición especial en Manchuria, incluida una base naval en Port Arthur y un puerto comercial en el actual Dairén, ambos conectados por vias férreas con el nuevo Transiberiano; que los alemanes consolidaran su control sobre el puerto de Tsingtao y su influencia en la península de Shantung y que los franceses, que venían del sur, de la actual Indochina, exitosamente negociaron con el gobierno chino el arriendo de un puerto, concesiones ferroviarias, la designación de un ciudadano francés como jefe de los servicios postales chinos y otros favores. Estos acontecimientos naturalmente causaron especial preocupación en Londres. Hasta ese momento, los británicos habían sido los amos indudables del comercio chino. Tenían el 80 por ciento de él23. Sin ejército y sin armas, la contenida y ciega violencia del pueblo chino se tradujo en la Revolución de los Boxers avalada por edicto imperial el cual ordenaba la matanza de blancos y chinos conversos al cristianismo. En el verano de 1900, cientos de extranjeros, hombres, mujeres y niños, junto a muchos más chinos conversos, fueron asesinados. La reacción internacional sobrevino de inmediato. Tropas de ocho potencias tomaron Beijing. La corte imperial huyó a las montañas rumbo a Sian. Hubo extensos saqueos de casas y palacios. Los gobiernos acreedores exigían indemnizaciones exorbitantes imposibles de pagar24. En China la pureza del cuerpo de la mujer sirve de metáfora y metonimia de la pureza de la nación. Los cuerpos de mujeres chinas 42 Carlos Espá violadas por invasores foráneos –mongoles, manchúes, japoneses, portugueses o británicos– eran símbolo y parte del cuerpo nacional violado por estos extranjeros25. En octubre de 1911, en la provincia de Hubei, un levantamiento militar de oficiales inspirados en las ideas de Sun Yat-sen ponía en marcha la Revolución Republicana. En enero de 1912, tras la abdicación del emperador Pu Yi, el último monarca Qing, dinastía que había regido China por más de doscientos sesenta años, se instauraba la república. Sin embargo, tan sólo dos años después, Sun Yat-sen, quien para entonces ya se había desempeñado como presidente provisional, marchaba al exilio tras la disolución del Parlamento y la fugaz restauración imperial del general Yuan Shikai. La muerte de éste en 1916 produjo el colapso de la república y China se sumergió en una guerra civil no declarada entre poderosos señores de las guerras locales e inestables coaliciones provinciales trenzados en sucesivos enfrentamientos y sangrientas rivalidades. Campeaba la anarquía. A inicios de la década del veinte Sun Yat-sen organiza el Partido Nacionalista Popular Chino, Kuomintang, y establece su base revolucionaria en la región sur para, desde allí, lanzar su gran proyecto de unificación nacional. Por entonces en China –al igual que en India, Corea, Indonesia, Filipinas, Vietnam, Burma o Egipto– la presencia de potencias foráneas se traducía en intervencionismo militar. En tales contextos, nacionalismo y antifeudalismo podían darse la mano y dar lugar a movimientos pluriclasistas o de frente único. Lo que para China fue el Kuomintang, para América Latina fue el Apra. Estos movimientos eran antagónicos a los nacionalismos tradicionales –oligárquicos y militaristas– en igual medida que lo eran respecto del exclusivismo proletario de los partidos comunistas. En China el Kuomintang se erigió en opción progresista llamada a enfrentar –en un complicado plan táctico y estratégico del que finalmente no saldría bien librado– al enemigo externo, a la piratería intervencionista y opiónoma, al militarismo expansionista japonés, a la dúplice penetración ideológica y política estalinista de la Unión Soviética, y al interno: los señores feudales Manchu y el Partido Comunista Chino (P.C.C.). China o el vuelo de la crisálida 43 El nacionalismo de Sun Yat-sen tuvo un carácter decididamente progresista al movilizar a las masas en la lucha contra las fuerzas feudales… Este tipo de nacionalismo tiene una justificación histórica… Su oposición a los señores Manchu, sus postulados acerca de que la nación China debía luchar por su liberación y de que debería haber igualdad para todas las nacionalidades dentro del país conllevan una doctrina de revolución nacional que llama al levantamiento del pueblo y a la unidad en una lucha común…26 Al igual que Sun Yat-sen, Haya de la Torre hizo de la acción política, basada en la observación de las fuerzas sociales e históricas en movimiento, el impulsor del pensamiento político. En la coyuntura de entreguerras ambos encarnaron un nacionalismo democrático radical porque, tanto en China como en el Perú imperaban relaciones sociales arcaicas, visiones premodernas del mundo por un lado, e insurgencia de nuevos actores, por el otro: movimientos obrero, estudiantil y clases medias. El radicalismo de las consignas políticas no emanaba, como simplistamente se ha pretendido, de los ecos de la revolución bolchevique. Tal radicalismo se hallaba impregnado, por sobre todas las cosas, de una virulencia antioligárquica y por tanto antimilitarista plenamente justificada por decenios de expoliación y abuso y por la inmensidad de la tarea impuesta: desmontar la mole imperial Quing, en el caso chino, y la mole civilista, en el caso peruano, ambas edificadas sobre la exclusión de la mayoría de la población. A lo que, en suma, apuntaban el Kuomintang y el Apra en los años veinte era a una revolución democrática o, según se ha afirmado, a “una revolución antioligárquica nacionalista” equivalente histórico y teórico de la “revolución democrático-burguesa” de Europa27. Con singular paralelismo es posible aplicar a la sociedad china de entonces el diagnóstico que de la sociedad peruana formula Haya de la Torre: La consolidación de la clase feudal tuvo como consecuencia la constitución de un “indefinido y bamboleante” aparato estatal, pues, a diferencia de lo ocurrido en los países europeos, donde el Estado “es el producto de una clase”, en el Perú ha sido la expresión de un pequeño grupo, de una oligarquía donde predominaban “personas 44 Carlos Espá que tienen algo del caníbal y del señor civilizado”. Un Estado débil e inestable, extraño a las mayorías nacionales y representando únicamente a una minoría “no es una institución definida, una máquina lista”. Por ello, la vida política del país sería la permanente guerra civil entre caudillos, civiles o militares28. En las circunstancias descritas, independizar y unificar China, país de mayor extensión y población que toda Europa, era el gigantesco objetivo que Sun Yat-sen se había trazado. En su Discurso Programa de 1921, el líder chino explica los Tres Principios populares del Kuomintang: Nacionalismo, Democracia y Justicia Social. El propio Sun Yat-sen advierte que estos principios se encuentran influidos por el confucionismo y por la filosofía de un “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” que Abraham Lincoln había esbozado en Gettysburg, Pennsylvania, el 19 de noviembre de 1863 durante la Guerra de Secesión estadounidense: Nos encontramos en una guerra civil que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y dedicada, puede prevalecer en el tiempo. Nos encontramos en un gran campo de batalla en esa guerra. Hemos venido a dedicar una porción de ese campo para que sea punto de descanso final para aquellos que aquí dieron la vida a fin de que la nación pueda vivir… Pero corresponde a nosotros estar aquí dedicados a la gran tarea que tenemos pendiente; que de estos muertos que honramos tomamos mayor devoción a la causa por la que ellos ofrendaron la última medida de devoción; que aquí nos comprometemos a que estos muertos no hayan muerto en vano; que esta nación, bajo Dios, tendrá un nuevo nacimiento de libertad y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra29. Para Sun Yat-sen , el primero de los Tres Principios populares, Minzú, implicaba poner fin a las concesiones extranjeras, a los tratados portuarios y esferas de influencia y establecer un gobierno de la mayoría Han con representación de las minorías manchú, tibetana, tártara y Mongol simbolizado por la bandera de cinco colores de la Primera República China o el vuelo de la crisálida 45 (1911-1928). El segundo principio, Minquán, convocaba a elecciones legislativas para una Asamblea Nacional, derecho de revocatoria de autoridades electas, referéndum e iniciativa legislativa por acción popular. El tercero, Minsheng, consagraba la redistribución de la riqueza y el protagonismo central, no del Estado, ni el individuo ni las asociaciones, sino de la familia. En su libro Diplomacy, Henry Kissinger señala que el confucionismo es una filosofía esencialmente jerarquizante y elitista y que enfatiza la lealtad a la familia, a las instituciones y a la autoridad. “Ninguna de las sociedades influidas por el confucionismo ha producido hasta el momento un sistema pluralista, siendo Taiwán a partir de la década del noventa la que más se aproxima”30. La razón de semejante excepcionalidad puede hallarse en el desarrollo institucional de los Tres Principios populares de Sun Yat-sen. Así lo avizoró Haya de la Torre: Importa para enterarse y explicarse bien el progreso de esta república (Taiwán), tener en cuenta sus normas institucionales. A tenor de la doctrina política de Sun Yat-sen que aquí se cumple, la Constitución del Estado se basa en la coherencia de cinco poderes o yuans. El supremo de su democracia representativa es la Asamblea Nacional que completa su yuan o poder Legislativo… El yuan o poder Ejecutivo comprende al presidente y vice-presidente y varios ministerios más un Consejo de Estado… Empero, además de estos dos poderes y del yuan o poder Judicial, existen dos más: el yuan o poder Examinador que concursa todos los empleos públicos sin excepción y el yuan o poder de Control que viene a ser el supremo Fiscal del Estado... En esta coordinación de los cinco poderes radica el equilibrio democrático-funcional de la república31. En aparente paradoja, los Tres Principios populares de Sun Yat-sen, serían reivindicados en igual medida tanto por el Kuomintang nacionalista de Chiang Kai-shek, durante los veinte años de guerra civil y, seguidamente, en Formosa, Taiwán, cuanto por el Partido Comunista Chino bajo la égida de Mao Tse Tung, primero, y Deng Xiaoping, después, hasta llegar a Hu Jintao. La paradoja es sólo aparente. Un análisis dialéctico del 46 Carlos Espá proceso chino, empero, permite entender cómo y por qué la figura de Sun Yat-sen fue elevada al unísono por comunistas y nacionalistas a la máxima devoción popular. En ella está también la clave de la convivencia de “un país, dos sistemas” y de una futura y probable reunificación china. En junio de 1966, durante su tercer viaje al Asia, Haya de la Torre esbozó un paralelo entre “ambas Chinas”: Taiwán es la negación y la antítesis de la China continental sometida al imperio comunista. Y es la respuesta experimental de un ordenamiento democrático-social que corresponde a los principios y programas del Kuomintang fundado por el aquí venerado doctor Sun Yat Sen , el creador de la república. Empero, a fin de posibilitar la aplicación de su doctrina y darle un contenido y dinámica modernos, los hombres de Taiwán han debido luchar con una adversa realidad geo-climática en mucho diferente de la anchurosa, varia y rica de la gran China que hoy regenta Mao Tse Tung. Y de aquí precisamente el merito y significado de la obra de Chiang Kai Shek y de sus hombres porque ellos han transformado un pequeño territorio en un campo de avanzada experimentación y gigantesco esfuerzo que para muchos países dimensionalmente pequeños o económicamente subdesarrollados, aparece como un aprovechable paradigma32. A la muerte de Sun Yat-sen en 1925, Chiang Kai-shek asume el control del Kuomintang y bajo las banderas del nacionalismo anti-japonés y anticomunista logra extender un endeble dominio en las regiones sur y centro de China. El rompimiento con el Partido Comunista Chino (P.C.C.) es saldado con la ejecución de muchos de los líderes comunistas. Estas ejecuciones abrieron un vacío que sería ocupado por Mao Tse Tung. Bajo su nuevo liderazgo, los remanentes del PCC huyen a las montañas desde donde, en 1934, iniciarían la Larga Marcha hacia la provincia de Shaanxi. Entre 1931 y 1945, durante los catorce años que duró la ocupación japonesa de China, el “frente único” formado en 1937 entre el Kuomintang y los comunistas enmascaró una lucha sorda entre ambos bandos; una lucha atizada por el masivo financiamiento soviético a Mao y por las China o el vuelo de la crisálida 47 sucesivas traiciones de la oligarquía feudal siempre dispuesta a venderse al mejor postor conforme el viento de la coyuntura soplaba en favor de una u otra dirección. La derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial marcó el término de la ocupación japonesa. Aquella sería una victoria pírrica para los nacionalistas chinos. Baste recordar que la Declaración de Postdam del 26 de julio de 1945 –diez días antes de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima– y que exhortaba a Japón a avenirse a una rendición incondicional, llevaba la firma de Chiang Kai-shek junto a las del Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, y del recién electo primer Ministro de Gran Bretaña, el laborista Clement Attlee. El avance del Ejército Rojo ante el mar de contradicciones, infiltración y corrupción en la que se sumió la feble coalición nacionalista fue avasallador. La retirada japonesa, la declinación británica y la ascensión de la Unión Soviética en la configuración bipolar del mundo, agudizaron las larvadas contradicciones internas. El 20 de abril de 1949, el ejército comunista compuesto por un millón doscientos mil efectivos cruzó el Río Yangtze con dirección Sur hacia las últimas provincias controladas por Chiang Kai-shek. Prácticamente no halló resistencia. Se comprobó que, en el lado nacionalista, había demasiados generales para tan pocos soldados. Para China fue el fin de una convivencia envenenada y el inicio de una nueva era. Conforme lo había anunciado tres años antes el general George Marshall, en un alegato más que desesperanzado, desesperado, la caída de los nacionalistas chinos no sólo era previsible, implícita e inevitable sino, sobre todo, inminente El 4 de agosto de 1949, el presidente Truman dio a conocer la posición del Departamento de Estado con relación a China (United States Relations with China: UIT Special Reference to the Period 1944-1949). En el prefacio de dicho documento, el Secretario de Estado, Dean Acheson, destacó que Estados Unidos había destinado 2 mil millones de dólares en apoyo a Chiang Kai-shek desde el día de la victoria sobre Japón. Tan abultada suma de dinero en efectivo o en armas no había sido suficiente. La razón residía, según Acheson, en la decadencia interna del régimen nacionalista, la corrupción rampante, la falta de liderazgo, su indiferencia a las aspiraciones del pueblo chino. “La lamentable pero ineludible certeza es que el ominoso resultado de la guerra civil en China Carlos Espá 48 estaba más allá del control de Estados Unidos. Fue producto de fuerzas internas, fuerzas que nuestro país quiso influenciar pero no pudo”33. Dos meses después, el 1º de octubre de 1949, Mao Tse Tung aparecía en lo alto de la Puerta de Tian’anmen, frente a la Ciudad Prohibida para proclamar la fundación de la República Popular China, el más grande Estado comunista del mundo con una quinta parte de la población del planeta. Cientos de asesores soviéticos se encontraban ya en China. Según la biógrafa de Mao, Jung Chang, se estaba construyendo un Estado estalinista antes, inclusive, de que Mao hubiera asumido el poder34. De allí la rapidez en la implantación del modelo comunista. Mao Tse Tung llevaba años estableciendo soviets en su estrategia por subvertir el orden y el país, exhausto tras dos generaciones en guerra, disolución e hiperinflación, pasó precipitadamente del mandarinato feudal a la republica y de ésta al Comunismo. No se trató, sin embargo, del triunfo de una ideología. Fue más bien la derrota de un sistema que implosionó a consecuencia de sus propias contradicciones. El Imperio de la dinastía Qing colapsó bajo el peso de su esclerosis, del comercio impuesto, primero a través del té, después del opio bengalí, de la corrupción, de las concesiones y exacciones, de los privilegios heredados, de la odiosamente injusta tributación, de la infraestructura en abandono, del desprecio civilizacional pero, sobre todo, del hambre del pueblo. Bajo la República, ese viejo orden imperial fue reemplazado por la anarquía sobreviniente básicamente de febles coaliciones y del intervencionismo soviético y japonés. 7. Antítesis: Intervencionismo e integración Siguiendo el modelo soviético, China emprendió masivos programas de planificación económica, restablecimiento de comunicaciones y reconstrucción de industrias y, sobre todo, imposición de hierro del Estado bajo la conducción del PCC presente en cada una de las organizaciones de masas: sindicales, asociativas, educativas y de la mujer. La velocidad de la movilización comunista tomó a muchos por sorpresa: al que más, al general estadounidense, Douglas MacArthur, quien el 15 de octubre de China o el vuelo de la crisálida 49 1950, al ser convocado por el presidente Harry Truman para consultas sobre la Guerra de Corea había sostenido: No hay por qué temer una intervención china en Corea. Los chinos tienen 300,000 efectivos en Manchuria. De éstos, probablemente no más de entre 100,000 y 125,000 están distribuidos a lo largo del Río Yalu. No tienen Fuerza Aérea. Ahora que nosotros contamos con bases aéreas en Corea, si los chinos intentaran dirigirse hacia Pyongyang se produciría la más grande masacre35. Tan equivocado pronóstico enunciado por el más talentoso general estadounidense del siglo XX sería el anticipo de un cuasi desastre al cruzar el paralelo 38 y encontrarse con la reacción china. En palabras de Henry Kissinger, “cuando se produjo el ataque del Ejército Popular Chino, el shock de sorpresa indujo una atropellada retirada de las tropas norteamericanas de Yalu hacia el sur de Seúl, la cual fue abandonada por segunda vez en seis meses”36. Obviamente, conforme avanzó el conflicto, quedó claro que los iniciales éxitos chinos habían sido producto de la sorpresa y de la dispersión de las fuerzas estadounidenses. Quedó claro también que China carecía del poder de fuego para atravesar las líneas de defensa norteamericanas. Sin embargo, en su fúrica reacción, Mao sorprendió literalmente al mundo, tanto a MacArthur como a Stalin, y demostró que su ambición y potencial político-militar podía proyectarse más allá de sus fronteras. Este fue el germen de la ruptura con la Unión Soviética, el gran perdedor de la Guerra de Corea. A partir de entonces, fue traslúcida la determinación china de despercudirse de la subordinación a la URSS. En la primavera de 1969, la serie de enfrentamientos militares entre fuerzas chinas y soviéticas en su frontera a lo largo del río Ussuri en Liberia y en Mongolia, antes que hechos aislados, serían reflejo de una creciente tensión que, inclusive, condujo a la jerarquía del Kremlin a entretener la idea de invadir China. En política, las percepciones valen tanto o más que los datos. En la coyuntura de la Guerra de Corea, Mao escribió: “un bloqueo en forma de serpiente va tomando forma contra China. Partiendo de Corea del Sur, se extiende a Japón, las Islas Ryukyuo, Taiwán, las Filipinas y da la vuelta 50 Carlos Espá a Vietnam”37. Después de la Guerra de Corea e íntegramente durante el curso de la Guerra Fría no habría más enfrentamientos militares entre China y Estados Unidos. Sí los habría con la Unión Soviética y con aliados de ésta, particularmente a partir de la invasión a Checoslovaquia en 1968. Hubo choques fronterizos con India y, a finales de la década del setenta, los intentos de Vietnam de establecer gobiernos subrogados en Laos y Camboya desembocarían en una guerra breve pero cruenta. La invasión soviética a Afganistán, su apoyo a Vietnam y su concentración de tropas a lo largo de la frontera sino-soviética prolongarían el enrarecimiento de relaciones lo cual, a la larga, serviría de telón de fondo para la aproximación de China a Estados Unidos. En retrospectiva, en 1989 Deng Xiaoping confió a Mijail Gorbachov: De todas las potencias extranjeras que han invadido, acosado y esclavizado a China desde la Guerra del Opio en 1842, Japón fue la que le inflingió el mayor daño; pero, al final, el país que mas se ha aprovechado de China ha sido la Rusia zarista, incluyendo la Unión Soviética durante un cierto período38. En cualquier eventualidad, a pesar de la masiva transferencia tecnológica militar y científica de la URSS, incluidos la bomba atómica, todo tipo de armas convencionales, una fuerza aérea completa y capacidad satelital, para 1958 Mao dictaminó la ruptura con el modelo de planificación soviético y anunció el Gran Salto Adelante el cual, entre 1960 y 1961, provocó, literalmente, la más terrible hambruna de la historia y causó la muerte de 38 millones de seres humanos. Con el objetivo de acelerar la producción industrial y agrícola y pretender desconocer las leyes del mercado, Mao implantó cientos de miles de diminutas factorías para fabricar acero, sujetas a directivas políticas. Millones de campesinos abandonaron las labores agrarias. El modelo colapsó y hasta las tierras más fértiles, las más feraces, se convirtieron en eriazas. El descomunal fracaso indujo un cisma al interior del PCC. Mao fue desplazado y confinado a roles meramente ceremoniales. Una rebelión partidaria de más de 7,000 altos funcionarios del Estado chino liderada por Liu Shaoqi y su protegido, el Secretario General del PCC, Deng Xiaoping, tomó China o el vuelo de la crisálida 51 las riendas de la conducción económica, e introdujo ciertas reformas y pragmatismo. Aunque la iniciativa fue de corta duración pues la reacción de Mao llegaría en la primavera de 1966 bajo el cartabón de Gran Revolución Cultural Proletaria, aquella tímida apertura reformista implementada por Deng Xiaoping calaría en un amplio sector de la jerarquía china. Pero aquel año de 1966 era aún hora temprana. Acusado por Mao y su ministro de Defensa Lin Biao, de pretender un “retroceso al capitalismo”, Deng Xiaoping tuvo que marchar al exilio: una vuelta más de tuerca en su agitada existencia. Su patrocinador, Liu Shaoqi, corrió peor suerte: fue muerto por disposición de Mao. 8. Un paso atrás, dos adelante Decía Haya de la Torre: “En la historia del Viejo Mundo hay dos tipos de revolucionario. Por un lado está el jacobino que dice “fierro a fondo” y que cree que profundizar la revolución es irse contra la pared. Es el tipo de revolucionario que epiloga el Thermidor francés de los que inventaron la guillotina como instrumento de gobierno y perecieron en ella. Por otro lado está el revolucionario que se rectifica y dice “un paso atrás para poder dar dos adelante”39. Y en sus refutaciones al dogmatismo, Haya solía agregar: “Lo auténtico de un verdadero revolucionarismo es buscar la solución dentro del problema y el problema dentro de la realidad y la realidad dentro de la geografía y la historia”40. Comunista ilustrado, en sus años de juventud Deng Xiaoping se había aliado a Sun Yat-sen contra el Imperio. Había sido dos veces amigo y dos veces enemigo del Kuomintang. Con la Revolución Cultural Deng, junto al resto de líderes reformistas, sufrió la dureza del ostracismo de La Gran Purga: fue apartado, ridiculizado, jaloneado por el vulgo. Su hijo, Deng Pufang, quedaría parapléjico tras ser arrojado desde una ventana por la turba de Guardias Rojos que lo acusaron de “derechista”. Inusitadamente el cisma entre las “dos líneas” del Partido Comunista fue llevado a las calles. Una de esas líneas, la que se oponía al cambio, buscó apoyarse en las masas para atacar a la otra. Nuevamente la anarquía 52 Carlos Espá amenazaba con sumir a China en la desintegración en tanto que miles de radicalizados jóvenes, con Mao de gran titiritero entre bambalinas, pugnaban por “depurar” violentamente a la sociedad china de todo vestigio burgués. Para Henry Kissinger el costo en vidas que acarreó la Revolución Cultural es comparable al de las purgas estalinistas41. De manera gradual, no obstante, la tormenta de linchamientos populares, asesinatos, masacres, ajusticiamientos y verbenas revolucionarias en las que, en medio de cánticos y repetición infinita de mantras contenidos en el Libro Rojo, se humillaba a funcionarios públicos de todo nivel, empezó a amainar. La situación política se estabilizó al expedirse dialécticamente carta de ciudadanía a la “coexistencia de dos líneas” al interior del PCC. En septiembre de 1971 el ministro de Defensa, Lin Biao, principal aliado de Mao, segundo en la jerarquía china y su proclamado sucesor, cae súbitamente en desgracia. Se le acusa de conspirar para asesinar a Mao y de pretender liderar un golpe de estado. Lin Biao muere bajo extrañas circunstancias. La versión oficial alude a un accidente de avión en Mongolia. Su fallecimiento es seguido en 1973 por el retorno y rehabilitación de los camaradas que habían sido exiliados siete años antes: en primer lugar entre ellos está Deng Xiaoping quien, para 1975, ya ostentará concurrentes y vitales cargos que van desde miembro del Politburó hasta brazo derecho del premier Chou En-lai en condición de vice Premier. Bajo el lema: Los hierbajos del socialismo son mejores que las cosechas del capitalismo, los enemigos de la reforma, empero, la “línea ortodoxa” de la Banda de los Cuatro, coaligados en torno a la esposa de Mao, Jiang Ping, lanzan una incendiaria campaña de folletos y periódicos murales contra “la línea heterodoxa” que encarna Deng Xiaoping. Mediante altisonantes dicterios, extensas diatribas panfletarias, buscan desacreditarlo, destruirlo moral y políticamente acusándolo de “revisionista”, “derechista”, “quinta columnista” y “pequeño burgués”. En enero de 1976, el gran protector de Deng, el premier Chou En Lai, muere víctima de cáncer a la vejiga. Fue un éxito para Mao quien, por más de dos años, había retrasado su permiso para que Chou pudiera internarse e impedido que recibiera tratamiento hospitalario para dicha enfermedad con el fin de asegurarse de que muriera antes que él42. China o el vuelo de la crisálida 53 El fallecimiento de Chou En-lai desencadenó un proceso sin precedentes en la China comunista. Surgió, por vez primera, el concepto de “corrientes de opinión pública”. Más de un millón de personas desfilaron para despedir a su Premier. Nunca antes en el sistemático culto a la personalidad edificado en torno único y exclusivamente a la figura de Mao se había registrado semejante y multitudinario hecho. Tres meses después otra espontánea manifestación popular en la Plaza de Tian’anmen durante el Festival de Qingming rinde tributo mediante coronas de flores y poemas a la memoria de Chou En-lai. De manera imprevista, sin embargo, casi instantáneamente la demostración se transforma en una ola de rechazo a la Revolución Cultural y de apoyo a las reformas de Deng Xiaoping. Hay desórdenes callejeros, quema de algunos vehículos policiales y apedreamiento de locales de la milicia comunista que no llegan a la categoría de desborde social. No obstante, los manifestantes son duramente reprimidos y Deng es culpado; se le sindica instigador de acciones desestabilizadoras y contrarrevolucionarias. Por segunda vez en una década Deng es blanco de una purga ordenada por Mao; se le despoja de todo cargo y es recluido bajo arresto domiciliario. Deng Xiaoping encuentra refugio en el sur de China bajo la protección del líder militar Wei Guoqing. En esta ocasión, sin embargo, el destierro duraría poco. La salud de Mao Tse Tung se deteriora rápidamente. A inicios de 1976 Mao había sufrido ya un masivo infarto. La parálisis muscular invade sus órganos vitales. Cada vez le resulta más difícil ingerir alimentos. Por fin, el 8 de septiembre de 1976, Mao Tse Tung muere. Podrá decirse muchas cosas acerca de sus veintisiete años en el poder. Lo incontrovertible es que su égida trajo consigo la muerte de más de 70 millones de chinos en el más monumental y fallido proyecto colectivista que registra la historia del mundo. Hua Guo Feng es confirmado como sucesor de Mao. Un mes después la viuda, Jiang Ping, y su séquito de la Banda de los Cuatro son arrestados. En agosto de 1977 el Décimo Primer Congreso del PCC rehabilita y devuelve todos los cargos y distinciones a Deng Xiaoping quien, a su turno, coloca a viejos aliados suyos, reformistas y veteranos miembros del partido y del ejército, en puestos clave del Estado. Desde allí lanza la más radical ola de reformas económicas llamadas a transformar China Carlos Espá 54 y a cambiar el mundo. El punto de partida de éstas se registra en 1977 con la Primavera de Beijing, un llamamiento de Deng para repudiar la Revolución Cultural y permitir al pueblo expresarse libremente acerca de los excesos y sufrimiento causados durante aquel período. Al mismo tiempo, se elimina los límites a la contratación de empleados y se autoriza el ingreso de empresarios al Partido Comunista Chino. En 1980 el PCC proclama oficialmente que la Revolución Cultural de Mao ha sido una catástrofe. Deng Xiaoping se asegura de ir cambiando de manera sistemática a los líderes chinos por funcionarios cada vez más reformistas. Hua Guo Feng junto a su alto mando es reemplazado en el premierato en 1980 por Zhao Ziyang y en la secretaría general del partido en 1981 por Hu Yaobang. Rápidamente el pueblo chino abraza la apertura económica: importantes sectores de trabajadores urbanos y rurales empiezan a gozar de los beneficios del industrialismo y la diversificación agrícola (aumento en los salarios, plazos más largos en el alquiler de tierras, mejores precios para los productos agrícolas). China, sin embargo, no será ajena de los desajustes del crecimiento y la modernización. Rising expectations y empoderamiento de jóvenes universitarios e intelectuales que claman por acelerar las reformas económicas y por liberalizar el sistema político se topan con la resistencia de un creciente número de funcionarios del PCC que cuestiona los objetivos de largo plazo de las reformas y se muestra alarmado por la pérdida de control centralista y por la amenaza de la inestabilidad. 9. Las cuatro modernizaciones Encauzar la modernización de la economía a través del Partido Comunista Chino, el cual en su seno aún albergaba importantes sectores reacios al cambio y cuya estructura obedecía a los viejos usos estalinistas, implicaba una transformación compleja. Deng Xiaoping elaboró la teoría de las Cuatro Modernizaciones: 1. 2. Agricultura Industria China o el vuelo de la crisálida 3. 4. 55 Ciencia y tecnología Defensa Para alcanzarlas, el Estado se abocaría a promover el ingreso de la inversión extranjera en las denominadas Zonas Económicas Especiales con gran flexibilidad laboral y tributaria y a extender las empresas comunitarias que, a nivel local, allanarían el camino para una economía mixta en las áreas rurales. A manera de contrapeso dialéctico, Deng Xiaoping proclamó, al mismo tiempo, los Cuatro Principios Cardinales, un llamamiento a mantener el control, la mística, la conducción y dirección del Partido Comunista sobre el Estado. Al explicar las Cuatro Modernizaciones Deng Xiaoping enfatizaba que “socialismo no es compartir pobreza sino crear riqueza” una frase reminiscente del viejo dictum de Haya de la Torre quien el 20 de mayo de 1945 proclamaba en la Plaza San Martín ante la más grande manifestación jamás registrada en la historia del Perú: Aunque parezca mentira hay todavía ingenuos que creen que nosotros tenemos un concepto de reparto europeo de la riqueza. En Europa hay un fenómeno de saturación poblacional. Se entiende que en Europa los planes socialistas hayan trazado un nuevo método o sistema de reparto de la riqueza pero ese no es el problema aquí: en el Perú no se trata de quitar riqueza al que la tiene sino de crear riqueza para el que no la tiene. ¿Por qué vamos a circunscribir nosotros el programa del Partido del Pueblo al reparto de la pequeña riqueza del Perú? Eso sería concebir los ideales apristas con un radio de visión de pigmeos43. En la coyuntura de finales de la década del setenta Deng Xiaoping acuña la que quizás sea su más célebre frase: no importa de qué color sea el gato sino que cace ratones44. Obviamente aludía a la eficiencia en la asignación de los recursos, la tecnología y el aprovechamiento de las ventajas comparativas por parte del Estado chino. Que una política fuese calificada de “capitalista” o “socialista” resultaba irrelevante. Para Deng lo relevante era el desarrollo: 56 Carlos Espá La planificación y las fuerzas de mercado no son la diferencia esencial entre socialismo y capitalismo. Una economía planificada no es la definición del socialismo pues hay planificación bajo el capitalismo; la economía de mercado ocurre también bajo el socialismo. La planificación y las fuerzas del mercado son dos maneras de controlar la actividad económica45. Treinta y cinco años antes, Haya de la Torre había formulado un enunciado semejante. Así lo consigna Alan García en La revolución constructiva del Aprismo: En 1945 Haya de la Torre continuó saludando la nueva voz. “El New Deal es el primer intento de planificación democrática dentro del nuevo capitalismo; primer intento de planificación económica en que el Estado afirma su carácter de factor de la producción y con el que Estados Unidos nos anuncia la posibilidad de una economía planificada”46. Deng Xiaoping tenía muy claro las lecciones de las reformas a mano: las exitosas en los vecinos Japón, Taiwán y naciones del Sudeste Asiático tales como Malasia, Singapur y Corea del Sur. Las lecciones frustradas provenían de Yugoslavia y Hungría. Pero el fracaso mayor era el más próximo: la exhausta Unión Soviética en la que la tímida Perestroika y la temeraria Glasnost de Mikhail Gorbachev precipitarían el fin del monopolio comunista del PCUS. Mientras las reformas impulsadas por Gorbachev provenían de directivas burocráticas y por ende rígidas y direccionadas de arriba hacia abajo, las de Deng consistían en liberar las fuerzas del mercado, diseminar los joint ventures, introducir incentivos y utilizar la inversión extranjera y la tecnología: No debemos tener miedo en adoptar los avanzados métodos de administración aplicados en países capitalistas. La verdadera esencia del socialismo es la liberación y el desarrollo de los sistemas productivos. Socialismo y economía de mercado no son incompatibles. Debemos preocuparnos por las desviaciones de derecha pero, por China o el vuelo de la crisálida 57 sobre todas las cosas, debemos preocuparnos por las desviaciones de izquierda47. El “infantilismo de izquierda” y los horrores de la Revolución Cultural eran muy recientes al igual que los estropicios del voluntarismo del Gran Salto Adelante. Los conceptos de Deng Xiaoping se asemejan grandemente a los que venía planteando Haya de la Torre a lo largo de la década del setenta. Por ejemplo, a sus críticas al “desarrollo hacia adentro” que enarbolaban quienes, aupados a la dictadura del general Juan Velasco, pretendían “que países atrasados puedan insurgir del subdesarrollo sin auxilio de nadie y por obra y gracia de una espontánea generación de capitales salidos del fondo de la tierra… Es una verdad que nadie puede negar hoy en día que ningún país subdesarrollado podrá salir del atraso sin la ayuda económica y tecnológica de los países avanzados”48. 10. A la sombra de Tian’anmen En el mes de abril de 1989 dos hechos, aparentemente desconectados, expondrían las irresueltas contradicciones de la convivencia entre centralización política y descentralización económica: la llegada en visita oficial a Beijing del líder soviético Mikhail Gorbachev y la muerte del dirigente de tendencias liberales, Hu Yaobang, ex Secretario General del PCC. Como había ocurrido trece años antes a raíz de la muerte de Chou En-lai, cientos de miles de estudiantes, intelectuales y trabajadores urbanos volvieron a confluir en la gigantesca Plaza de Tian’anmen, esta vez para despedir a Hu Yaobang. Y, como había sucedido durante el Festival de Qingming, las muestras de condolencia rápidamente se tornaron en exigencia de mayor rapidez en las reformas económicas y respeto a las libertades consagradas en la Constitución así como en protestas contra la inflación y la corrupción de funcionarios. En otros puntos del país tales como Shangai, Guangzhou y Shengdu se registró similares concentraciones. En estas circunstancias el dubitativo premier Zhao Ziyang es obligado a renunciar y un representante del ala dura, Li 58 Carlos Espá Peng, asume el poder y se dispone a liderar la represión. El 20 de mayo de 1989 es impuesta la ley marcial. Tras varias semanas de negociaciones, ante la perpleja mirada del mundo entero a través de las grandes cadenas televisivas estadounidenses, en la madrugada del 4 de junio soldados y tanques del Ejército Popular de Liberación trasladados de zonas remotas perpetran la Masacre de Tian’anmen. En pocas horas retoman el control de la plaza y dispersan a la multitud. El número de muertos es indeterminado: los cálculos van desde entre 400 y 800 según The New York Times hasta 2,600 según la Cruz Roja. En medio de las tribulaciones previas a la represión, a Deng Xiaoping se atribuye la ignominiosa frase: mata a doscientos mil para obtener veinte años de paz49. Sin embargo, una vez restablecido el orden, no es el premier Li Peng a quien se llama a suceder al depuesto Zhao Ziyang en la secretaría general del partido sino el alcalde de Shangai, Jiang Zemin. Las protestas de Tian’anmen tuvieron un efecto contrario al que sus organizadores imaginaron. En medio de unánime condena internacional, en las semanas y meses subsiguientes se intensificaron la represión, los encarcelamientos, los juicios sumarios y las “campañas de reeducación”. La línea burocrática anti-refoma del PCC reapareció con nuevos bríos. No sería sino hasta la primavera de 1992 que Deng Xiaoping recobraría el impulso. Lo hizo con inusitada fuerza y dramatismo. En el mes de septiembre, a la edad de 88 años, emprendió su célebre visita de inspección al sur. Recorrió Guangzhou, Shenzhen y Zhuhai y celebró el año nuevo en Shangai, ciudad en la que inauguró Pudong a fin de consolidarla como hub de la economía china. Obtuvo masivo apoyo de muchedumbres que acudían a escuchar sus discursos en los que los convocaba a profundizar las reformas, a cultivar el espíritu empresarial y la inventiva. Avizoró que ciertas regiones, particularmente las ciudades costeras, obtendrían más rápidos beneficios de la reforma pero que la riqueza iría percolando hacia el interior a medida que millones de chinos se incorporasen a la modernidad. El reflujo reformista y la apertura económica adquirieron características definitivas en el Decimocuarto Congreso del PCC. Líderes y funcionarios más jóvenes ascendían en las jerarquías partidarias y preparaban la transición para una economía de mercado pluralista y la profundización de las cuatro modernizaciones. China o el vuelo de la crisálida 59 El 19 de febrero de 1997, a la edad de 92 años, murió Den Xiaoping. Su legado es trascendental. Impulsó una de las más grandes revoluciones de la historia humana. Liberó la energía que durante miles de años había acumulado China y convirtió a su país, símbolo de comunismo rural y campesino, en una potencia destinada a convertirse, según Haya de la Torre, en tabla de salvación del capitalismo internacional. Al tiempo de normalizar relaciones con Occidente, Deng recobró para China la soberanía sobre Hong Kong y Macao y estableció las bases para la previsible reunificación con Taiwán. 11. Síntesis: La quinta modernización ¿Qué falta completar? Obviamente la quinta modernización. Falta la libertad. El experto sinólogo, Jeffrey N. Wasserstrom, recuerda que hace treinta años, recién acaecida la muerte de Mao, el activista opositor Wei Ping Sheng escribió el célebre Manifiesto de 1978 en el cual insistía sobre la necesidad de una quinta modernización para China. Se refería naturalmente a la democracia. Ella debía complementar las otras cuatro modernizaciones de Deng Xiaoping. Sostenía Wei que sin la democracia el desarrollo económico quedaría trabado e incompleto50. Se trataba, por tanto, de una búsqueda por perfeccionar el sistema, por propiciar su avance y profundización; un llamamiento de continuidad. Al igual que entonces, hoy los ciudadanos chinos reclaman más voz para influir en la toma de decisiones. Es un reclamo sistémico. No es un reclamo antisistema. No puede por tanto confundírsele con movilizaciones tales como las registradas en Filipinas, Polonia o Europa del este. Tampoco son susceptibles de comparación China y la Unión Soviética de Brezhnev o Gorbachev. A diferencia de la URSS, China no se encuentra embarcada en una carrera armamentista impagable, sus minorías étnicas apenas llegan al 6 por ciento de la población total y su configuración política no es la de una federación de repúblicas con derecho constitucional de secesión51. Y, fundamentalmente, a diferencia del sistema comunista soviético en bancarrota, el chino es un ejemplo inacabado, incompleto, pero, sobre todo, exitoso. 60 Carlos Espá La conciencia sobre los derechos humanos en China constituye la más reciente expresión de la antigua conciencia normativa que ha sido recurrente en las protestas chinas a lo largo de los siglos. Así como los manifestantes durante la era Imperial invocaban el mandato celestial, en el período republicano aludían a los Tres Principios de Sun Yat-sen , y en la época de Mao citaban la línea revolucionaria y el “derecho a rebelarse”, en la actualidad enmarcan sus demandas en términos de “derechos legales” que son promulgados y publicitados por el Estado contemporáneo chino52. La democratización está en marcha en China. Es un proceso quizás poco perceptible pero de cualquier modo indefectible, ineludible, dialéctico. No es el Partido Comunista Chino el que está en cuestión sino la tradicional estructura del Estado-nación. Como si se tratara de un contagio epidémico, la democratización toma la forma de redes, autopistas de asfalto y autopistas de la información. China ocupa el primer lugar en el mundo en número de usuarios de internet y teléfonos celulares. Se trata de un proceso comparable a la agregación de partículas a nivel molecular y de órbitas a nivel planetario. Llega de la mano de la tecnología y de las fuerzas de la globalización. Desemboca en la plena conciencia de la propia nación en la historia. Así lo anticipó Haya de la Torre en 1957: Los inminentes paradigmas de China e India son asimismo probatorios de la recuperación acelerada de los ritmos de una conciencia espacio-temporal otrora brillantemente manifiesta y después perdida53. Y, en tiempo tan lejano como el 23 de agosto de 1931, durante la memorable manifestación de la Plaza de Acho, Haya de la Torre había explicado: La transformación de la conciencia de la nación es la ampliación de su horizonte, es la elevación de su sentido democrático, de su significación como conductora de una civilización…Tenemos en China o el vuelo de la crisálida 61 primer término que habituarnos a esta nueva forma de conciencia. Vivimos en un mundo interdependiente y no podemos sino pensar orientando nuestro pensamiento a esa nueva dimensión mundial que nos obliga, primero, a organizarnos continentalmente y, después, a coordinar nuestra vida continental con las de otras naciones del mundo54. La nueva generación de líderes del PCC no es ajena a los desafíos de la globalización. Hu Jintao representa a la cuarta generación de dirigentes chinos. El vicepresidente Xi Jinping emerge a la cabeza de la quinta generación. En la superficie, la prioridad es luchar contra la corrupción y extender las reformas económicas. En lo profundo, sin embargo, saben bien que la prioridad es encauzar la quinta modernización, la de la democracia. En palabras de Haya de la Torre: De manera que lo que nos importa no es el pan sin libertad de los prisioneros o de los esclavos, o de los animales domésticos bien tenidos. El pan sin libertad es el pan de los totalitarios. Nosotros necesitamos pan con libertad. O libertad con pan. Libertad para escoger nuestro camino. Libertad para levantar nuestro brazo y protestar. Libertad para organizarnos. Libertad para educarnos. Y, cuando venga un tirano de abajo o de arriba, diciéndonos “aquí tienes el pan” respondámosle con la frase del Evangelio: No sólo de pan vive el hombre. No. ¡Pan con libertad! ¡Democracia con Justicia! Eso es lo que queremos. Eso es lo que pueden realizar los partidos fuertes. Eso es lo que pueden cumplir los ciudadanos con conciencia clara55. Notas 1. FREEMAN, Carla. “Urban Revolution and Social Change in Contemporary China”. The SAIS Review of International Affairs, Volume XXIX, Number 1, p. 121. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. 2. BAUMOL William, LITAN Robert, SCHRAMM Carl. Good Capitalism, Bad Capitalism and the Economics of Growth and Prosperity. Yale University, Boston, 2007. 3. HUANG, Yash. The Long March Backwards. The Economist, London, 2008. 4. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El antiimperialismo y el Apra, pp. 68-69. Ercilla, Chile, 1936. 5. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica, p. 151. Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. 6. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El antiimperialismo y el Apra, p. 26. Ercilla, Chile, 1936. 7 Ibíd., p. 117. 8. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano, p. 115. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. 9. ENGELS, Federico. El Anti-Dühring, p. 147. Ediciones Costes, Uruguay, 1960. 10. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Y después de la Guerra ¿qué?, p. 177. Editorial PTCM, Lima, 1946. 64 Carlos Espá 11. LONDON, Scott. Understanding Change: The Dynamics of Social Transformation, pp. 1-10. Copyright by Scott London, 1996. 12. SAHTOURIS, Elisabet. Living Systems in Evolution, pp. 1-10. Symposium At Home in the Universe, Capetown, 1999. 13. ENGELS, Federico, Ludwig Feuerbach: Obras escogidas, Tomo II, p. 361. Ediciones Socialistas, Moscú, 1952. 14. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico, pp. 8-9. Ediciones La Tribuna, Lima, 1948. 15. SÁNCHEZ, Luis Alberto. Correspondencia Luis Alberto SánchezHaya de la Torre, Tomo II, pp. 14-24. Mosca Azul, Lima, 1982. 16. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico. Introducción de la sinopsis filosófica del Aprismo, pp., 46-61. Cuadernos Americanos, México, 1945. 17. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica, p. 153. Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. 18. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano, p. 193. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. 19. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico: Cinco ensayos y tres diálogos, 189 pp. Comité Ejecutivo Departamental, Lima, 1948. 20. ORTEGA Y GASSET, José, “El Tema de Nuestro Tiempo”, Cita en HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano, p. 206. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. China o el vuelo de la crisálida 65 21. TOYNBEE, Arnold. A Study of History. Abridgement of Volumes I-VI by D.C.Somervell. Oxford University Press, London, 1946. 22. COSSÍO DEL POMAR, Felipe. Haya de la Torre, el indoamericano, pp. 136, 137. América, México, 1939. 23. KENNAN, George. Las fuentes de la conducta soviética, p. 38. Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1991. 24. BUCK, Pearl. El hombre que cambió a China, pp. 33-40. Plaza & Janes, Barcelona, 1976. 25. DUARA, Prasenjit. Rescuing History from the Nation, Questioning Narratives of Modern China, p. 11. The University of Chicago Press, Chicago and London, 1996. 26. SHAOQI, Liu. “Internationalism and Nationalism, The Progressive Character of Bourgeois Nationalism in Given Historical Conditions and the Marxist-Leninist Attitude Toward Such Nationalism”, cap. V. Marxist Archive, 1952. 27. QUIJANO, Aníbal. “Revolución democrático-burguesa y revolución antioligárquica nacionalista. El proceso del Estado en el Perú”. Homines 1-2, pp. 167-184, Lima, 1983. 28. GERMANÁ, César. “Manuel González Prada y Víctor Raúl Haya de la Torre. De la democracia liberal al nacionalismo radical”, p. 90. Ponencia presentada en Colloque Internacional Manuel González Prada a Bordeaux, Université Michel de Montaigne, Bordeaux, 2005. 29. MURPHY, Jim. The Long Road to Gettysburg, p. 97. Clarion Books, New York, 1992. 30. KISSINGER, Henry. Diplomacy, p. 638. Simon & Schuster, New York, 1994. 66 Carlos Espá 31. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Hechos que Sorprenden en la China Libre. De Viaje por Oriente”, 1966, en Víctor Raúl periodista, Teodoro Rivero Ayllón, p. 312. Gráfica Espinal, Lima, 1996. 32. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Una Democracia Social en Trabajo. De Viaje por Oriente”, 1966, en Víctor Raúl periodista, Teodoro Rivero Ayllón, p. 316. Gráfica Espinal, Lima, 1996. 33. MCCULLOUGH, David. Truman, p. 743. Simon & Schuster, New York, 1992. 34. CHANG, Jung, HALLIDAY, Jon, Mao. La historia desconocida, p. 404. Santillana, Madrid, 2006. 35. MCCULLOUGH, David. Truman, p. 804. Simon & Schuster, New York, 1992. 36. KISSINGER, Henry. Diplomacy, p. 481. Simon & Schuster, New York, 1994. 37 HASTINGS, Max. The Korean War, p. 133. Simon & Schuster, New York, 1987. 38. CHANG, Jung, HALLIDAY, Jon. Mao. La historia desconocida, p. 439. Santillana, Madrid, 2006. 39. GARCÍA PÉREZ, Alan, La revolución constructiva del Aprismo, teoría y práctica de la modernidad, p. 85. Sin Editor, Lima, 2008. 40. HILDEBRANDT, Cesar. Cambio de palabras, p. 51.Tierra Nueva Editores, Lima, 2008. 41 KISSINGER, Henry. Diplomacy, p. 719. Simon & Schuster, New York, 1994. China o el vuelo de la crisálida 67 42. CHANG, Jung, HALLIDAY, Jon. Mao. La historia desconocida, pp. 761 y 1026. Santillana, Madrid, 2006. 43. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Obras Completas, Tomo I, p. 304, Tomo V, p. 146. Editorial Juan Mejía Baca, Lima, 1977. 44. GARCÍA PÉREZ, Alan y ESPÁ, Carlos. Perú Visión, p. 123. Gráfica Biblos, Lima, 2008. 45. GITTINGS, John. The Changing Face of China, p.51. Oxford University Press, Oxford, 2005. 46. GARCÍA PÉREZ, Alan. La revolución constructiva del Aprismo, teoría y práctica de la modernidad, p. 66. Lima, 2008. 47. CAEIRO, Antonio. Pela China Dentro, p. 269. Dom Quixote, Lisboa, 2004. 48. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Obras Completas, Tomo VII, p. 349, Tomo VII, p. 333. Editorial Juan Mejía Baca, Lima, 1977. 49. BÉJA, Jean-Philippe. “The Massacre´s Long Shadow”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3, p. 5. The Johns Hopkins Universiy Press, Baltimore, 2009. 50. WASSERSTROM, Jeffrey. “Middle Class Mobilization”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3, p. 32. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. 51. NATHAN, Andrew. “Authoritarian Impermanence”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3, p. 39. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. 52. PERRY, Elizabeth. “A New Rights Consciousness?” Journal of Democracy, Volume 20, Number 3, p. 19. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. 68 Carlos Espá 53. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano, p. 219. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. 54. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción, p. 213. Ediciones Pueblo, Lima, 1961. 55. Ibid., p. 222. Bibliografía BAUMOL William, LITAN Robert, SCHRAMM Carl. Good Capitalism, Bad Capitalism and the Economics of Growth and Prosperity. Yale University, Boston, 2007. BÉJA, Jean-Philippe. “The Massacre’s Long Shadow”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. BUCK, Pearl. El hombre que cambió a China, pp. 33-40. Plaza & Janes, Barcelona, 1976. CAEIRO, Antonio. Pela China Dentro. Dom Quixote, Lisboa, 2004. COSSÍO DEL POMAR, Felipe. Haya de la Torre, el indoamericano. América, México, 1939. CHANG, Jung, HALLIDAY, Jon. Mao. La historia desconocida. Santillana, Madrid, 2006. CHANG, Jung, HALLIDAY, Jon. Mao. La historia desconocida. Santillana, Madrid, 2006. 70 Carlos Espá DUARA, Prasenjit. Rescuing History from the Nation, Questioning Narratives of Modern China. The University of Chicago Press, Chicago and London, 1996. ENGELS, Federico. El Anti-Dühring. Ediciones Costes, Uruguay, 1960. ENGELS, Federico, Ludwig Feuerbach. Obras escogidas, Tomo II. Ediciones Socialistas, Moscú, 1952. FREEMAN, Carla. “Urban Revolution and Social Change in Contemporary China”. The SAIS Review of International Affairs, Volume XXIX, Number 1. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. GARCÍA PÉREZ, Alan. La revolución constructiva del Aprismo – Teoría y práctica de la modernidad. Sin Editor, Lima, 2008. GARCÍA PÉREZ, Alan y ESPÁ, Carlos. Perú Visión. Gráfica Biblos, Lima, 2008. GERMANÁ, César. “Manuel González Prada y Víctor Raúl Haya de la Torre, De la democracia liberal al nacionalismo radical”. Ponencia presentada en Colloque Internacional Manuel González Prada a Bordeaux, Université Michel de Montaigne, Bordeaux, 2005. GITTINGS, John. The Changing Face of China. Oxford University Press, Oxford, 2005. HASTINGS, Max. The Korean War. Simon & Schuster, New York, 1987. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El antiimperialismo y el Apra. Ercilla, Chile, 1936. China o el vuelo de la crisálida 71 HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción. Ediciones Pueblo, Lima, 1961. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico. Ediciones La Tribuna, Lima, 1948. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico: Cinco ensayos y tres diálogos. Comité Ejecutivo Departamental, Lima, 1948. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico – Introducción de la sinopsis filosófica del Aprismo. Cuadernos Americanos, México, 1945. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Hechos que sorprenden en la China Libre, De Viaje por Oriente”, 1966, en Víctor Raúl periodista, Teodoro Rivero Ayllón. Gráfica Espinal, Lima, 1996. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica. Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Obras Completas. Editorial Juan Mejía Baca, Lima, 1977. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Una Democracia Social en Trabajo, De Viaje por Oriente, 1966”, en Víctor Raúl periodista, Teodoro Rivero Ayllón. Gráfica Espinal, Lima, 1996. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Y después de la Guerra ¿qué? Editorial PTCM, Lima, 1946. 72 Carlos Espá HILDEBRANDT, Cesar, Cambio de palabras. Tierra Nueva Editores, Lima, 2008. KENNAN, George. Las fuentes de la conducta soviética. Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1991. KISSINGER, Henry. Diplomacy. Simon & Schuster, New York, 1994. LONDON, Scott. Understanding Change: The Dynamics of Social Transformation. Copyright by Scott London, 1996. MCCULLOUGH, David. Truman. Simon & Schuster, New York, 1992. MURPHY, Jim. The Long Road to Gettysburg. Clarion Books, New York, 1992. NATHAN, Andrew. “Authoritarian Impermanence”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. ORTEGA Y GASSET, José. “El Tema de Nuestro Tiempo”, Cita en HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Compañía Editora y Distribuidora del Plata, Buenos Aires, 1957. PERRY, Elizabeth. “A New Rights Consciousness?” Journal of Democracy, Volume 20, Number 3. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. QUIJANO, Aníbal. “Revolución democrático burguesa y revolución antioligárquica nacionalista. El proceso del Estado en el Perú”. Homines 1-2. Lima, 1983. China o el vuelo de la crisálida 73 SAHTOURIS, Elisabet. Living Systems in Evolution. Symposium At Home in the Universe, Capetown, 1999. SÁNCHEZ, Luis Alberto. Correspondencia Luis Alberto Sánchez-Haya de la Torre, Tomo II. Mosca Azul, Lima, 1982. SHAOQI, Liu. “Internationalism and Nationalism, The Progressive Character of Bourgeois Nationalism in Given Historical Conditions and the Marxist-Leninist Attitude Toward Such Nationalism”. Marxist Archive, 1952. TOYNBEE, Arnold. A Study of History, Abridgement of Volumes I-VI by D.C.Somervell. Oxford University Press, London, 1946. WASSERSTROM, Jeffrey. “Middle Class Mobilization”, Journal of Democracy, Volume 20, Number 3. The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 2009. LA INFLUENCIA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN LA FORMACIÓN IDEOLÓGICA Y DOCTRINARIA DEL APRISMO Aspectos de la obra de Víctor Raúl Haya de la Torre en sucesos y escenarios de interés internacional. Víctor Manuel Ibáñez Avalos Introducción La Revolución Mexicana es nuestra revolución. Es nuestro más fecundo campo de ensayo renovador. Sus aciertos y sus errores, sus retrocesos y sus éxitos, sus contradicciones y sus impulsos constructivos han de derivar para nuestros pueblos las más aprovechables lecciones. Víctor Raúl Haya de la Torre El antiimperialismo y el Apra México, 1928. U no de los antecedentes más importantes que influenciaron a la formación ideológica, doctrinaria y programática de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (A.P.R.A), es sin duda, la Revolución Mexicana. El propio Víctor Raúl Haya de la Torre, lo reconoce al prologar la primera edición de sus Obras Completas, desde Vitarte, en enero de 1977, escribiendo que la Reforma Universitaria y la Revolución Mexicana, dos sucesos latinoamericanos, cuyos escenarios históricos fueron en la Argentina y México –presentaron una relativa simetría histórica, por desarrollarse una en el sur y la otra en el norte del continente indoamericano– fueron los antecedentes de la fundación del Apra, el 7 de 78 Víctor Manuel Ibáñez Avalos mayo de 1924, “Día de la entrega, en México, de la bandera unionista de nuestros pueblos a su Federación de Estudiantes”1. Claro que, 23 años antes, en 1954, ya había escrito en su analítico libro, Treinta años de Aprismo que la Reforma Universitaria y la Revolución Mexicana eran “dos sobresalientes sucesos continentales de este siglo, ambos precursores del aprismo”2. Para no caer en la abundancia de citas bibliográficas, sobre la Revolución Mexicana, como antecedente ideológico, doctrinario y programático de la fundación aprista, solo vamos a reproducir dos de ellas. En su discurso conmemorativo del quincuagésimo aniversario de la fundación del Apra, pronunciado el 7 de Mayo de 1974, expresaría “El proceso fundacional del Apra comienza en México con la entrega a la juventud estudiantil de ese país hermano, reserva y esperanza de su gran revolución, de la bandera integracionista de América Latina que nosotros los apristas llamamos Indoamérica…”3 y dos años después, Haya de la Torre, en similar ceremonia vuelve a pronunciar que: “El Apra fue y es un movimiento de emancipación cabal inspirado en la experiencia social de la revolución mexicana, apasionante movimiento que inspiro más cercanamente nuestra decisión de luchar por la libertad y la unión de los pueblos indoamericanos…”4. Toda la gama de estudios que se han realizado y realizan, sobre las influencias en la concepción y fundación del Aprismo, nos conducen a esa afirmación inicial, incluso, desde las perspectivas doctrinarias adversas al Apra, como por ejemplo, solo para citar un caso, Eudocio Ravines, inicialmente aprista y cercano a Haya de la Torre, por los años de 1920-1930, luego de renunciar al Apra se convirtió en conspicuo antiaprista, fundador y secretario general, por largo años, del Partido Comunista en el Perú, y luego proditor del Comunismo peruano, en su libro publicado en 1956 “América Latina un continente en erupción”, escribe: En el Perú, un movimiento inspirado en el proceso mexicano –se refiere a la revolución mexicana, nota nuestra– se organizo bajo el nombre de Alianza Popular Revolucionaria Americana, bajo la dirección de Víctor Raúl Haya de la Torre y con el designio de La influencia de la Revolución Mexicana... 79 extender su organización y autoridad a toda la América Latina o, por lo menos, a la América hispana5. Ahora bien, nos preguntamos: ¿Cuales fueron esas influencias, ideológicas, doctrinaria y programáticas –si lo hubieron– y de qué manera la Revolución Mexicana influenció en la fundación del movimiento aprista y si a la fecha, se mantienen como parte integrante del Aprismo? Este es el propósito del presente ensayo, responder a las preguntas formulada y descubrirlas, analizando sus acciones, personajes, hechos, consecuencia, entornos y proyecciones. Sin tener el propósito de historiarla, sino brevemente, para poder contextualizarla y ubicarla como antecedente determinante en la germinación del Aprismo. Claro está, que por esos años hubieron otras corrientes políticas y conceptos doctrinarios que alimentaron la facundia intelectual del joven Víctor Raúl Haya de la Torre –dicho sea de paso, era incansable lector–, pero, nuestra tarea específica es, exclusivamente, analizarla en relación a la Revolución Mexicana como suceso internacional. Con su profundo contenido agrarista, antifeudal, antigamonalista y denominada como la primera revolución social –no socialista– del siglo XX en América Latina, que se desarrollo mayormente, entre 1910 y 1917, en las puertas del imperialismo norteamericano: “Es acaso la mayor hazaña ideológica de la historia de México” a escrito Héctor Aguilar Camín, al prologar un conjunto de ensayos sobre La interpretación de la Revolución Mexicana, convocado por la Universidad Autónoma de México, a través de su Facultad de Economía, en junio de 1977. La primera cuestión es analizar y precisar, la información que tenia Víctor Raúl Haya de la Torre, de la Revolución Mexicana, antes de su arribo a México, en noviembre de 1923. Debe indicarse que en 1923, el joven trujillano –frisaba los 28 años de edad–, ya era un líder importante, a pesar de su procedencia estudiantil y aún sin formación política, gozaba de prestigio nacional e internacional, era requerido por la prensa y sus opiniones se difundían rápidamente. Quizás el cargo más importante, en 1919, fue el de presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, desde donde impulsó la realización del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y su prédica 80 Víctor Manuel Ibáñez Avalos de acercamiento con líderes estudiantiles de otros países, su cercanía con los estudiantes reformistas, proletarios y anarquistas limeños, con quienes reclamó la vigencia de las 8 horas de trabajo para todo el proletariado nacional, la implementación de la reforma universitaria, la fundación y funcionamiento de Universidades Populares, tanto en Lima, como en provincias, publicaciones de revistas de corte contestataria, estudiantilobrera como Claridad y la gesta cívica liberal del 23 de mayo de 1923, enfrentándose al gobierno leguista, representante del gamonalismo nacional e internacional y a la propia iglesia, que dejo un saldo de muertos y heridos entre ellos un estudiante y un obrero. Un año antes, en 1922, había visitado países como Bolivia, Argentina, Uruguay y Chile –conocidos como América Austral– que le dio una visión más real de los problemas continentales, especialmente de su integración, dependencia política y económica, aparte, naturalmente, de conocer la realidad nacional. Se compenetró con el interior del Perú, como Trujillo, de donde procedía, Cajamarca, Lima, Arequipa, Cusco (ciudad que visitó dos veces), Puno y Apurímac, aparte de una cultura debidamente cultivada, debido a las intensas lecturas que realizaba diariamente. Sin lugar a dudas, en Latinoamérica y de su generación, si no el mejor, era uno de los estudiantes más cultos y él más representativo. Su destierro, el 8 de octubre de ese año de 1923, lo llevó a Centroamérica, primero a Panamá, luego a Cuba y finalmente anclaría en México. Desde Panamá, el 22 de octubre, escribía a sus amigos latinoamericanos: Voy a México, invitado por los estudiantes, por el maestro Vasconcelos, por todo lo que hay de libre y de revolucionario en esa gran tierra de libertad6. Pero, en realidad, formulemos otra pregunta: ¿Que conocía sobre México y su Revolución? La respuesta puede estar en una carta del 29 de abril de 1923, que desde Chorrillos, Haya de la Torre le envió al intelectual cusqueño, Luis Velasco Aragón. Esta carta no aparece en sus Obras Completas, editadas en Lima por primera vez en 1977, sino en un folleto titulo Dos cartas La influencia de la Revolución Mexicana... 81 de Haya de la Torre, que circuló en Lima, agosto de 1923, editada por el grupo “Claridad” y que a la postre viene a constituirse en la primera obra de su vasta producción intelectual publicada. Citémoslo: Sé que en el discurso de Usted, su palabra de admonición reveló al pueblo lo que ha costado a México extirpar el porfirismo y afirmar la transformación ejemplar que hoy sitúa a la nación azteca, como una de las más avanzadas de la tierra, en orden a reformas sociales. Ningún ejemplo más bello ni más vigoroso. En México se ha llegado a la división total de la gran propiedad, a la extirpación del gamonalismo, a la amplia socialización de las tierras, a la casi destrucción del analfabetismo y a la disminución progresiva de la burocracia militar y civil, pero a costa de la vida de medio millón de hombres que han sabido sacrificarse serenamente por el ideal porvenirista de su pueblo. Y esto si puede llamarse una revolución en el altísimo sentido del vocablo y tal la invocó don Manuel González Prada, maestro y apóstol cuya siembra florecerá a riesgo de sangre7. Como se podrá apreciar del texto citado, la información inicial del joven estudiante trujillano, sobre la Revolución Mexicana es muy frágil, hasta errónea, porque en esa fecha, en México, “aun no se había extinguido el gamonalismo”, el analfabetismo del pueblo mexicano aún era una lacra, a pesar de los esfuerzos educativos de los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, tampoco hubo “transformación ejemplar”, ese fue un proceso que duró muchos años, probablemente, por la escasez de información y la lejanía del espacio geográfico que dificultaba la comunicación y la propaganda adversa que llegaba al país. México es vecino fronterizo de los EE.UU., incluso, el país imperialista le quitó o arrebató grandes extensiones de territorio, como el estado actual de Nuevo México, sin embargo, el joven Haya, a pesar de estas carencias, se permitían formular estas opiniones. Pero, no dejaba de mostrar su admiración por la gran revolución. Es incorrecto lo que afirma, que “se ha llegado a la división total de la gran propiedad”; el latifundismo y gamonalismo mexicano conti- 82 Víctor Manuel Ibáñez Avalos nuaron aun después, ni la socialización de la tierra se había producido y la burocracia militar estaba lejos de disminuir, naturalmente, que después, de su estancia en México, de aproximadamente ocho meses, entre noviembre de 1923 y junio de 1924, de recorrer pueblos, cohabitar con los campesinos-soldados y con conocimiento pleno del proceso revolucionario, va a corregir los enunciados citados; su libro de 1928, El antiimperialismo y el Apra, lo demuestra, donde escribe sobre errores, aciertos, contradicciones de la revolución, la falta de una doctrina y programa, además de su aislamiento continental, salvado por el espíritu indómito y valiente de los campesinos mexicanos y luego; en 1954, vuelve a reiterarlos en otro libro, Treinta años de Aprismo. Pero, nuestro propósito anunciado líneas arriba, es identificar los aportes e influencias ideológicas, doctrinarias y programáticas de la Revolución Mexicana, en 1924, fecha fundacional simbólica del Apra y como metodología vamos a ubicarnos en ese contexto, sin dejar de reconocer que –lo volvemos a anotar– hubieron otras influencias en la formación del aprismo, como la reforma universitaria, el anarco sindicalismo, etc. Pero, regresando a la pregunta inicial, hay otros documentos de esa época, que vale la pena citar, por ejemplo la carta publicada en el diario de Trujillo, La Industria, edición del 8 de enero de 1923, a propósito de un reclamo que hace el joven Haya sobre la visita del maestro mexicano José Vasconcelos, personaje más autorizado y querido por los estudiantes indoamericanos, a decir de Luis Alberto Sánchez8, a países como Brasil, Uruguay, Argentina y Chile y no al Perú, allí escribe: José Vasconcelos, ex rector de la Universidad de México y ministro actual de educación política –debe decir publica, anotación nuestra– de ese gobierno que después del de Rusia es seguramente el de más sinceras tendencias comunistas del mundo…9. Nótese el concepto de “gobierno comunista” que usa, para comparar a México con Rusia. El 6 de febrero de 1923, Víctor Raúl envía carta al señor Alfredo C. Manucci, presidente de la sociedad de preceptores de La Libertad y el diario La Industria, lo publica en su edición del 20 de febrero: La influencia de la Revolución Mexicana... 83 Don José Vasconcelos, el hombre extraordinario a quien México ha confiado la cartera de instrucción pública, resorte de la futura grandeza de su pueblo, acaba de aprobar la elevación del presupuesto de educación de veinte millones a cuarentaicinco de pesos de oro. A la vez México ha reducido su presupuesto de guerra en quince millones10. Como se podrá notar, la información es mas referida la labor educativa de Vasconcelos en el Ministerio de Educación, que a la revolución misma, inclusive, la cita donde compara a México con Rusia y el Comunismo, se explican, que en esa etapa formativa, el joven Haya, admiraba la Revolución Rusa de 1917, a sus protagonistas como Lenin, Trotsky, Zinoviev, Lunacharsky, etc., y lo exponía en cuanto auditorio tenia, lo que, incluso, motiva la carta familiar, de su tío paterno, Agustín de la Torre González, del 16 de abril de 1921, a su padre, Raúl Edmundo, sobre las ideas comunistas de su hijo Víctor Raúl, allí le dice: Cualquier persona está expuesta a la influencia de una teoría novedosa y concebir por ella exasperada pasión tan violenta y ciega… para Víctor Raúl al menos Lenin es divino, creo que iría gustoso a servirle y es su gran aspiración, ser el Lenin peruano… Así le escribe el exaltado tío y luego su padre, le envía carta, pidiéndole que “recapacite y no se deje llevar por teorías novedosas” y el joven Haya le responde a su padre: Tío Agustín desconocen en absoluto el gigantesco proceso de la obra de los rusos… yo no me arrepiento de sentirme devoto decidido de estos anhelos…11. Queda claro, que en esta etapa formativa de su pensamiento ideológico y doctrinario, había una simpatía por la Revolución Rusa y no es nuestro propósito adentrarnos sobre el tema, las cita expuestas corroboran lo que afirmamos. 84 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Con estos antecedentes, Víctor Raúl Haya de la Torre, arribaría a México, el 20 de noviembre de 1923, a conocer en el terreno mismo sobre su legendaria Revolución. Pero, previamente, con la finalidad de poder contextualizar y mejor ubicar la evolución del pensamiento del joven líder trujillano, se hace imprescindible una somera revisión de los hechos y actores del proceso histórico-social, la primera de Latinoamérica o Indoamérica, denominada Revolución Mexicana. Breve referencia histórica México, fue centro del primer virreinato español creado en 1522 y estuvo bajo dominio colonial durante largos 300 años. En 1861, surge en su historia la figura de Benito Juárez, que combatió al emperador europeo, Fernando Maximiliano de Austria; que aparecía como máximo gobernante, puesto por la corona española y con apoyo de Napoleón III, desde 1864, hasta que en 1867, fue derrocado por las fuerzas nacionalistas, y fusilado junto a su esposa Carlota, en la histórica ciudad de Querétaro, declarándose la independencia mexicana, asumiendo el gobierno, Benito Juárez. La muerte repentina del patriota Benito Pablo Juárez García –nombre completo de Benito Juárez–, ocurrido el 18 de julio de 1872, motivó que el caudillo Porfirio Díaz; –que a la edad de 19 años había combatido como soldado contra la invasión de EE.UU. en 1847, por la revolución liberal y nacionalista, contra los franceses que invadieron México, siendo considerado héroe nacional–; asuma la presidencia de la Republica Mexicana. Era, sin duda, el más indicado. 1. Larga dictadura de Porfirio Díaz Durante 34 años, el general, Porfirio Díaz iba a gobernar México –País agropecuario y minero, con una economía caracterizada como feudal– 86 Víctor Manuel Ibáñez Avalos convirtiéndose en dictador, haciéndose reelegir hasta en 9 oportunidades, en elecciones amañadas y falsas, gracias a una reforma constitucional que él mismo promovió12. Sin resolver los problemas fundamentales del campesino y la tenencia de la tierra; traicionó los principios por los cuales combatió inicialmente, entregándose a las clases latifundistas y terratenientes que sostenían su gobierno feudal y se alió con el imperialismo norteamericano, con una creciente dependencia económica, a pesar de que empresas norteamericanas explotaban la producción minera y petrolera mexicana, especialmente, a partir de 1901 cuando el petróleo fue descubierto en gran escala, correspondiéndole al presidente Porfirio Díaz otorgar las principales concesiones para su explotación, en condiciones verdaderamente leoninas para su pueblo. No cobraba impuestos ni aranceles por la importación de maquinaria, ni derechos por su exportación, incluso, los campos con ricos yacimientos petrolíferos tenia precios tan bajos, como si fueran de cultivos o tierras áridas. Si bien es cierto, que la gestión gubernamental logro algunos avances, propios del desarrollo capitalista de inicios del siglo XX, como la construcción de vías férreas, obras urbanas, el saneamiento de la economía –producto de los ingresos, especialmente del petróleo–, además del crecimiento de su minería e industria petrolera, azucarera y la casi eliminación del bandolerismo, estas no fueron suficientes. El campesinado continuaba en su estado de postración social, económica y cultural, sometida a una explotación brutal –no son dueños ni de la tierra que pisan, decía el Plan de Ayala– sin oposición, con la prensa silenciada y obligado a votar por el porfirismo. Algunas cifras nos darán la idea clara del problema fundamental de México. En 1910, el 97% de la tierra se concentraba en manos de los hacendados y rancheros. Los pequeños propietarios apenas tenían el 25%, y el pueblo mayoritario, apenas el 1% y el 96% de la población rural estaba integrada por peones. Eran, entonces, doce y medio millones de habitantes, de los cuales cerca de 11 millones no sabían leer ni escribir. En 1894, Porfirio Díaz, emitió una Ley de Apropiación de las Tierras Comunales, permitiendo que los grandes hacendados ampliaran La influencia de la Revolución Mexicana... 87 exageradamente sus posesiones, monopolizando la tierra y el agua. El juicio preciso de José Carlos Mariátegui: La dictadura de Porfirio Díaz produjo en México una situación de superficial bienestar económico, pero de hondo malestar social. Porfirio Díaz, fue en el poder, un instrumento, un apoderado y un prisionero de la plutocracia mexicana 13. El latifundismo, la concentración de la propiedad agrícola y el gamonalismo, fueron problemas no resueltos por el largo gobierno porfirista; por el contrario, lo acentuó y permitió el abuso y la marginación de millones de campesinos mexicanos, a quienes se les obligaba a trabajar hasta 18 horas diarias y cuyo salario no compensaba el costo de vida, inclusive la iglesia, el clero, tenia enormes intereses, era parte del sistema opresor y gozaba de propiedades en desmedro de la clase campesina. Al respecto, Enrique Semo a escrito que: La primera corporación feudal en América Latina en el siglo XIX era la iglesia, no solamente detentaba las propiedades rurales, el capital de préstamo, las propiedades urbanas en gran cantidad, sino que utilizan todas estas propiedades en función de una tarea ideológica que ella cumple dentro de la sociedad14. Aparte de la aristocracia civil gobernante –denominado “los científicos”– y el aparato militar que lo respaldaban. Al respecto citemos al peruano y ex aprista, Esteban Pavletich, en su pormenorizado libro, publicado en 1932, El mensaje de México: El latifundismo mexicano, no solamente había estrangulado a los pueblos y comunidades, expropiando, empobreciendo y envileciendo a millones de hombres, sino que se mostraba incompetente para llenar siquiera las más apremiantes urgencias del consumo interior15. Finalmente, el concepto de otro estudioso de la Revolución Mexicana, Arnaldo Córdova: Víctor Manuel Ibáñez Avalos 88 La ideología oficial del porfirismo, por supuesto, expresaba sin medios términos la decisión del régimen oligárquico de promover y proteger la concentración de la riqueza en unas cuantas manos...16. 2. El Partido Nacional Antirreeleccionista En 1910, se convocan a elecciones presidenciales para renovar el cargo de presidente de la Republica Federal mexicana, después de casi 33 años de vigencia exclusiva porfiriana. Se formaron varios partidos políticos de oposición, como el Partido Democrático. El más importante fue el Partido Nacional Antirreeleccionista, que el 15 de abril de ese mismo año, designó como candidato presidencial al liberal, de condición agricultor, cuya familia eran terratenientes y con poder económico, Francisco Ignacio Madero González, joven de 37 años, nacido el 30 de octubre de 1873, en Coahuila, municipio Porras de la Fuente, educado en Francia y EE.UU. en comercio y agricultura. Él iba a competir con el trajinado general Porfirio Díaz, denominado como “El Presidente de Hierro”, que postulaba a la novena reelección, con su propio partido denominado Nacional Porfirista. Dos años antes, en una célebre entrevista periodística a un corresponsal norteamericano, James Creelman, había anunciado su pase al retiro y dedicarse a la vida privada, apenas termine su gestión presidencial en 1910, argumentando que México estaba en condiciones de afrontar un verdadero proceso electoral democrático, sin peligro de producirse revoluciones armadas. Sin embargo, parece que sectores gamonalistas, ligados a emporios comerciales externos que detentaban el poder, lo convencieron de una nueva reelección. Por su parte, ya en plena campaña, Francisco I. Madero, se dirigía a las masas diciendo: Del gobierno no depende aumentaros el salario ni disminuir las horas de trabajo, y nosotros que encarnamos vuestras aspiraciones, no venimos a ofreceros tal cosa, porque no es eso lo que vosotros deseáis; vosotros deseáis libertad, deseáis que se respete La influencia de la Revolución Mexicana... 89 vuestros derechos…vosotros no queréis pan, queréis únicamente libertad, porque la libertad os servirá para conquistar el pan... Los que piden pan son hombres que no saben luchar por la vida, que no tienen energía suficiente para ganarlo, que esta atenidos a un mendrugo que les dé el gobierno17. Pese a todo, Madero, fue acogido con entusiasmo por los campesinos mexicanos y su candidatura lograba consensos en las masas ávidas de tener tierra para su cultivo. Donde quiera que se presentara y generaba una corriente de intensa oposición al porfirismo. Intuyendo el general Porfirio Díaz –prácticamente anciano, sin la energía necesaria y al borde de los setenta y tres años–, del gran peligro que corría su gobierno y clase dominante a la que defendía, decide encarcelar a Madero en la ciudad San Luis de Potosí, donde éste se entera que el fraude electoral se ha consumado una vez más. Desde su encierro el caudillo, Madero redactó “El Plan de San Luis”, convocando al pueblo a tomar las armas y derrocar al gobierno ilegitimo de Porfirio Díaz. Citemos algunos párrafos del Plan, insertados en el libro citado de Pavletich: Abusando de la Ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos, por acuerdos de la Secretaria de Fomento o por fallos de los tribunales de la República, siendo de toda justicia, restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declaran sujetos a revisión tales disposiciones y fallos y se les exigirá a los que adquirieron de un modo tan inmoral o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagaran también una indemnización por los perjuicios sufridos18. La Revolución Mexicana en tres etapas ¿Qué tiempo o etapas dura el proceso de la revolución? Indudablemente, que hay bastante polémica. Para algunos estudiosos, solo son tres momentos, desde 1910 hasta la promulgación de la Constitución de Querétaro en 1917; para otros, se extiende hasta 1920, con el triunfo electoral del general Álvaro Obregón, como sostiene, Adolfo Gilly, intelectual argentino, radicado en México, “la revolución se desarrolla en siete etapas”, coincidiendo con otro estudioso de la Revolución Mexicana, Enrique Semo. Vamos a intentar homogeneizar su derrotero, dejando indicado que años antes hubo continuos reclamos y movimientos insurgentes contra el porfiriato. Pero todos están de acuerdo que la primera etapa de la gloriosa revolución mexicana, comienza en el estado de Chihuahua, el 20 de noviembre de 1910, y es conocido como Periodo de Romanticismo Democrático, caracterizado por “La lucha por conseguir los derechos electorales suprimidos brutalmente por la larga dictadura porfiriana”19. El lema de combate era: “Sufragio Efectivo y no Reelección”. También reclamaba por la libertad de culto y libertad de prensa. Esta primera etapa concluye el 25 de mayo de 1911, con la firma de los tratados de la ciudad de Juárez, en la que se pactó la renuncia del general Porfirio Díaz, quien capituló y partió a Europa en el barco alemán “Ipiranga”. Fallece en 1915, a los 82 años de edad. La influencia de la Revolución Mexicana... 91 En un artículo, escrito desde Berlín en 1924, Haya de la Torre, se refiere a la figura del caudillo-dictador mexicano en los siguientes términos: Porfirio Díaz no se atrevió a glorificar a Cortés, porque el pueblo mexicano tiene muy arraigada el amor a su raza indígena y el odio a sus verdugos que vinieron de España. Pero si hubiera podido, Díaz, que tuvo la fiebre de levantar palacios y pavimentar calles y erigir monumentos –característica de una clase de tiranos, según Bunge–, habría elevado una estatua magnifica a Cortés, que, según las crónicas fue más culto y clemente que Pizarro…Y no se olvide que Díaz era medio indio, y en una época, indudablemente gloriosa de su vida, cuando la guerra contra los franceses, represento la defensa de su raza20. En este periodo que dura apenas seis meses de lucha armada, los revolucionarios no alcanzaron mayor cohesión. Francisco I. Madero no logró constituir un verdadero ejército, sumó masas de combatientes contra el régimen opresor de Díaz, pero sin identidad con él, que a la postre le sería fatal –como vamos a ver más adelante–, además, era enemigo de derramar sangre. Generoso y optimista, pactó y aceptó que el ministro porfirista de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, asumiera la Presidencia interina para pacificar el país y convocar a elecciones generales. El 7 de junio, Madero, ingresó apoteósicamente a la ciudad de México. Las elecciones se realizaron el 15 de octubre de 1911, siendo el triunfador, Francisco I. Madero, por mayoría abrumadora, con el 99 % de los votos a favor. Aunque debe indicarse que el triunfo electoral expresaba también el apoyo del imperialismo yanqui, que a posterior le va a traer funestas consecuencias. El 7 de noviembre del mismo año, se proclama presidente Constitucional y asume la jefatura del Estado mexicano. Cabe indicar que la prensa jugó un rol importante y con el nuevo Presidente se mantuvo en completa libertad, a diferencia del “porfiriato” donde la mordaza era función gubernamental. 92 Víctor Manuel Ibáñez Avalos 1. Emiliano Zapata y el Plan de Ayala En esta primera etapa de la revolución, aparece la figura legendaria de Emiliano Zapata –Haya lo llamó “El Adelantado del Comunismo Agrario Mexicano”–, luchador revolucionario de origen campesino, valiente defensor de los indios del sur, “El Espartaco de México”, a decir de Mariátegui21, se unió en 1910 a la revolución Maderista que derroco al general Díaz, reclamando como lo prometía el Plan de San Luis, que las tierras serian reintegrados a los campesinos para trabajarlos. Uno de sus más famosos colaboradores o lugarteniente fue el “general” García Aragón, y sus hombres se denominaban “generales” porque habían combatido en el campo contra Porfirio Díaz, indudablemente, que no eran un ejército profesional, sino hombres de campo, que querían justicia, cogieron armas y estaban ligados al agro. Sin embargo, al comprobar que el presidente Madero, en el ejercicio gubernamental, solo remozaba a los funcionarios porfiristas, copado por elementos burgueses, ávidos de poder, realizaba tibias reformas en el orden político, intrascendentes, como elegir un vicepresidente de la República, debilitaba la acción revolucionaria y se entregaba a las clases feudales y al imperialismo yanqui, incumpliendo el programa agrarista. Emiliano Zapata, tomó nuevamente las armas –se había negado entregar las armas, desacatando la orden de Madero, intuyendo, probablemente, que podía ser traicionado– y lanzó el Plan de Ayala, cuyo autor fue el maestro de escuela y gran revolucionario, Otilio Montaño, iniciando el segundo periodo o etapa de la Revolución Mexicana –desde noviembre de 1911 hasta febrero de 1913–, con el golpe de Estado del general Victoriano Huerta y el asesinato de Francisco Madero. Su caracterización de esta etapa, es más bien por el alzamiento de las masas campesinas contra la clase que gobierna, ya no solamente por derechos electorales. Sus lemas fueron: ¡Abajo haciendas, viva pueblos!, y otros como: ¡Qué ley ni que ley, la tierra es para quien la trabaja!; ¡Tierra y libertad!; ¡Tierra libre para todos! El Plan de Ayala –sustitutorio del Plan de San Luis, conteniendo el programa de la revolución–, en realidad fue firmado en la Villa de Ayala, por una junta de jefes revolucionarios del sur convocados por Emiliano Zapata, el 25 de noviembre de 1911. Previamente, en dicha La influencia de la Revolución Mexicana... 93 reunión, Francisco Madero, fue desconocido como presidente mexicano, acusado de debilidad, ineptitud e incapaz de realizar y cumplir con los postulados agraristas de la revolución. En una parte del documento reza: “Somos partidarios de los principios y no de los hombres”, marcando diferencia sobre la individualidad. “La tierra para quien la trabaja con sus manos”. Los analistas y estudiosos de la revolución se han fijado, de modo preferencial, en el punto 5 del Plan, que configuraría la verdadera propuesta de los agraristas zapatistas, por lo que debemos transcribirlo y que a la letra dice: En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadano mexicanos, no son dueños ni de la tierra que pisan, y sin poder mejorar en nada su condición social, ni poder dedicarse a la industria y a la ganadería, por estar monopolizada en unas cuantas manos, las tierra, montes y aguas, por esa causa se expropiarán, previa indemnización, la tercera parte de esos monopolios a los poderosos propietarios de ellas, a fin de que los pueblos y ciudadanos de México, obtengan ejidos, colonias, feudos legales para pueblos o campos de sembradíos o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad para los mexicanos. Es la etapa del violento empuje social de las masas campesinas, en un movimiento de franca reivindicación económica y eminentemente agrarista. El presidente Madero, a fin de controlar el alzamiento campesino, envió tropas federales al mando del feroz general, Juvencio Robles, para combatir a Emiliano Zapata y sus agraristas, denominándolo “bandido agrarista”, a su antiguo aliado rebelde, que conjuntamente con sus huestes, habianse apropiado y parcelado haciendas en el estado de Morelos, hacienda donde había nacido el célebre general, también llamado el “Tigre de Morelos” y se proyectaba por todo México al grito de: Tierra sin capataces y sin amos. El líder agrario, Emiliano Zapata, cuando llegaba a las haciendas, fusilaba a los hacendados y repartía la tierra a los campesinos. Naturalmente que no conocía –era analfabeto–, que en el Plan de Ayala, figuraba 94 Víctor Manuel Ibáñez Avalos la “expropiación, previa, indemnización y solo de la tercera parte de las tierras encerradas en las vastas haciendas”, por eso que Madero, férreo defensor de la propiedad latifundista, enfilo sus armas contra el líder campesino y general de la revolución, que había desbordado los límites de la ley que amparaba a los latifundistas mexicanos. El presidente Francisco I. Madero había confiado como comandante militar de la ciudad de México al general Victoriano Huerta (hombre de 68 años de edad perteneciente al ejercito de Porfirio Díaz, de carácter brutal y alcohólico, pero experimentado en revueltas) que en 1913, como era de suponer, lo traiciona y dispuso el asesinato de Madero y su vicepresidente, usurpando la presidencia de la republica, con el apoyo de negociantes petroleros británicos –desde el 19 de febrero de 1913–, sin conseguir poner autoridad y más bien ensangrentando más a su País, intentó restituir la dictadura y no tuvo escrúpulos para aliarse con la propia iglesia católica, que estaba dolida por la expropiación de sus tierras. El juicio final sobre el presidente Francisco I. Madero, lo califica como patriota y sacrificado por la Revolución, “El Presidente Mártir” que quiso que los campesinos pobres tuvieran los mismos derechos políticos que los hacendados, como una aspiración utópica que no pudo cumplir. Para el escritor William C. Townsend: Madero fue un apóstol de la democracia y ofreció este sistema como una panacea para los males de México. Desgraciadamente formó un gabinete con elementos del viejo régimen porfirista, en coalición temporal con los reformadores que les había seguido y dirigió con mano poco firme…cuatro levantamientos estallaron, durante su Presidencia, su caída era inevitable22. Su cruel asesinato, cuando aún no cumplía los 40 años de edad, horrorizó a los mexicanos, era la etapa cruenta y desgarrada de la revolución, donde la ambición que empuñaba el fusil, no reparaba ni perdonaba personajes. Venustiano Carranza, hombre de carácter fuerte, que había sido gobernador de Coahuila y senador durante el gobierno del general Porfirio Díaz, también con experiencia política, a pesar de no ser soldado La influencia de la Revolución Mexicana... 95 de formación, se levanta en armas. Anteriormente había participado apoyando la revolución antireleccionista de Francisco Madero, pero esta vez, encontró la oportunidad para desarrollar su propio proyecto político, pero cometió un grave error, se alió con el imperialismo yanqui, con el apoyo del presidente norteamericano Wilson, que le suministro armas y tropas, encabeza la resistencia armada, contra el feroz dictador Victoriano Huerta, dando origen a lo que él llamo la Revolución Constitucionalista. Formó su Partido Constitucional, anunciando El Plan de Guadalupe, el 26 de marzo de 1913, en la hacienda de Guadalupe y denomino a su ejército como “Los Constitucionalistas” teniendo como general de campo al legendario revolucionario, Pablo González Garza, iniciándose la última etapa de la Revolución Mexicana, caracterizada como: La acción conjunta de las masas de la ciudad y el campo. La lucha se vuelve cruenta, los campesinos, los obreros y clases medias empobrecidas se juntan en la contienda, Francisco Villa, Emiliano Zapata y Álvaro Obregón, joven ranchero de 33 años de edad, son los principales jefes revolucionarios. Las mujeres, tuvieron un lugar preponderante, lucharon con valor y coraje similar a los varones, “las soldaderas”, mujeres-soldados, acompañaban por millares a sus hombres, incluso con sus hijos, cargados en sus espaldas, muchas fueron fusiladas, incluyendo a niños. Para Gilly, solo es un tercer momento, desde marzo de 1913, con el lanzamiento del Plan de Guadalupe, hasta la batalla de Zacatecas en junio de 191423. 2. El bandolero Villa y sus dorados Francisco “Pancho” Villa, a diferencia de Emiliano Zapata, era forajido y ladrón de ganado –inicialmente se unió a Madero para derrocar a Porfirio Díaz– en el norte con su ejército “División del Norte” obtiene rotundos triunfos en Torreón –la ciudad de Juárez y Tierra Blanca–, era violento hasta cruel, pero su don de mando era excepcional. Sus acompañantes recibieron el mote de “dorados”. Zapata, reorganizó sus fuerzas formando La Junta Revolucionaria del Centro y Sur de la República, consolidando su ejército, integrados 96 Víctor Manuel Ibáñez Avalos principalmente por campesinos de las haciendas que huían y buscaban su liberación, luchando por disolver los latifundios y repartir la tierra entre aquellos que las trabajen, eran analfabetos en su mayoría, pero tenían una maravillosa intuición y un sentido de la justicia verdaderamente admirable, debiendo precisarse como limitante, que los “zapatitas” no cuestionaron el poder del Estado y solo luchaban por reivindicar a los campesinos, dotándolos de la tierra que trabajaban para los ricos hacendados. Es cierto, que se negaron a entregar las armas y a disolver el ejército, como lo pedía Madero, mientras no se repartiera la tierra, y son los que prolongan la revolución, que se va a debilitar, con el asesinato premeditado y a mansalva del verdadero general de la Revolución, Emiliano Zapata. Haya de la Torre, cuando el 10 de abril de 1924 visitó la tumba de Emiliano Zapata, acompañando a los campesinos agraristas, escribiría como homenaje: El campesino es lo más noble del país, limpio de cuerpo y alma, el hombre de campo es el más valiente soldado de la revolución24. En junio de 1914, Francisco Villa obtiene la victoria definitiva en Zacatecas, logrando que renuncie Victoriano Huerta, y Álvaro Obregón toma el control de la ciudad de México. 3. Venustiano Carranza (1859-1920) y su gobierno reformista El 15 de julio de 1914, Victoriano Huerta, se exilia a Europa y fallece dos años después, a los 71 años de edad. Venustiano Carranza, asume el poder Ejecutivo, sin embargo, en la localidad de Aguas Calientes, en octubre del mismo año –para Gilly, es la cuarta etapa, que dura hasta diciembre de 1914, en que el ejercito campesino ocupa México– se realiza una Convención Militar, eligiendo como presidente provisional al general Eulalio Gutiérrez, pidiéndose la renuncia de Carranza, la mayoría de delegados de la Convención eran sus contrarios. A pesar que en acto desesperado, Carranza, ofrece renun- La influencia de la Revolución Mexicana... 97 ciar a la presidencia “ a fin de avanzar en la organización de un nuevo gobierno que realizara en definitiva las reformas económicas y políticas que demandaban el pueblo mexicano”, puso como condición que Zapata y Villa, también renunciaran a sus mandos militares y en todo caso deberían ocupar cualquier puesto público; ambos caudillos rechazaron la propuesta, por lo que Carranza, tiene que abandonar la ciudad de México, con el apoyo militar de Obregón, trasladándose a Veracruz. La lucha se vuelve feroz y las acciones revolucionarias dejan bajas y muertos se dan en ambos lados. En las acciones armadas se unen las tropas de Villa y Zapata. Inclusive, interviene el general norteamericano, Pershing, en apoyo a Obregón y Carranza, con tropas bien pertrechadas, trata de vencer al general del pueblo, Francisco “Pancho” Villa, sin lograrlo. En abril de 1915, Obregón toma la ciudad de pueblo México y derrota a Pancho Villa en Celaya, obligando a Eulalio Gutiérrez abandonar la Ciudad de México. La Convención de Aguas Calientes es disuelta, el gobierno de Venustiano Carranza se fortalece, triunfan sus huestes y decreta la Reforma Agraria, firma un pacto con los sindicatos y acuerda defender sus derechos, incluso, les promete recuperar las riquezas en manos de compañías extranjeras, enfrentándose a las transnacionales norteamericanas, sus aliados iniciales, que a la postre, le significaría la muerte y convoca a un Congreso Constituyente –Quinta etapa, según el esquema de Gilly– a realizarse en la ciudad de Querétaro que debía formula la nueva Constitución, recogiendo las aspiraciones proclamadas en los planes iniciales de la gesta revolucionaria. 4. La Constitución de Querétaro (5 de febrero 1917) El Congreso sesionó durante dos meses, desde el 1º de diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917, en la ceremonia de clausura, se firmó la Carta Magna, que fue promulgada el 5 de febrero de ese año y el 26 de abril, Venustiano Carranza fue declarado Presidente Constitucional. De inspiración nacionalista y profundamente social, recoge las principales propuestas sociales de la revolución, fortalece el régimen Víctor Manuel Ibáñez Avalos 98 federalista, como estructura de gobierno, es anticlerical, instituye la jornada laboral de las ocho horas, el salario mínimo, el arbitraje en los conflictos laborales y abolió el peonaje, limitó el trabajo de la mujeres y niños, entre otros. Citemos solo algunos artículos: En su Artículo 1º se estableció el otorgamiento de garantías o derechos individuales a toda clase de personas, sin discriminación de ninguna índole. Se prohibió la esclavitud, según reza en su Artículo 2º. El Artículo 3º se refiere a la enseñanza, gratuita en las escuelas oficiales como obligación de Estado. Contiene además, las garantías individuales, derechos fundamentales de los obreros y campesinos, el laicismo en la enseñanza y la propiedad de los recursos naturales en manos del Estado. La libertad de trabajo fue consagrada en el Artículo 4º. “El Artículo 27º precisa que comprende como riquezas naturales a la tierras mismas sobre la cual establece una legislación básica que no tiene ninguna constitución latinoamericana, orientado a poner fin al feudalismo con su expresión latifundista y repartir las tierras a quienes las trabajan, propiciando una democrática y justa distribución de las mismas. La norma constitucional legisla sobre los minerales y en particular el petróleo, los cuales pueden ser entregados a concesión solo a los mexicanos y a los nacionalizados en los casos en que las concesiones sean entregadas a particulares”25. El Artículo 123º reglamenta sobre el trabajo y establece la jornada de 8 horas, la protección de la mujer, así como la prohibición del trabajo de niños menores de 12 años. Sobre el salario mínimo especificó que será el que se considere suficiente, para satisfacer las necesidades de la vida del obrero, su educación, sus placeres honestos, considerándolo como jefe de familia”26. Esta Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, es tan importante para Víctor Raúl Haya de la Torre, que los artículos Nº 27 y 123, La influencia de la Revolución Mexicana... 99 los incluyó como anexo final en su libro El antiimperialismo y el Apra que escribió en 1928 en México. 5. Final de “La revolución social o democrático-burgesa” El 10 de abril de 1919, siendo presidente Venustiano Carranza, muere a la edad de 36 años el legendario Emiliano Zapata, asesinado cobardemente, víctima de una emboscada en la hacienda Chinameca, preparado por los “carrancistas”, culminando así la vida del campesino indomable que nunca claudicó ni se doblegó, combatiendo por los explotados y oprimidos. Es la figura revolucionaria más importante, como escribió Haya de la Torre, poco conocido en América, pero amado en México. Sin perder el didáctico esquema de Gilly, la penúltima etapa de la revolución, seria desde la convocatoria al Congreso de Querétaro hasta el asesinato de Zapata, en abril de 1919. El 24 de abril de 1920, los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se rebelan contra el gobierno de Venustiano Carranza, que tiene que abandonar la ciudad de México para trasladarse a Veracruz y reestablecer su gobierno, cediendo ante los hacendados, la aristocracia militar, el clero y la iglesia, alejándose de las reivindicaciones campesinas y más bien convirtiéndose en dictador. Posteriormente, en Tlaxcalantongo –pueblo sobre el camino– ese mismo año, es asesinado a sangre fría, en la sierra del Estado de Puebla, donde intentaba refugiarse. Culminando así la vida de un caudillo, a la edad de 59 años, que desde joven se enroló a los ejércitos revolucionarios, motivado por las justas luchas campesinas, pero fue doblegado por el poder de los latifundistas, el militarismo ávido de poder, al principio aliado del imperialismo yanqui al que luego se les rebeló. Cuando intentó nacionalizar las tierras y minas, fue combatido duramente, también, por la iglesia, que se había apropiado de tierras en cantidades exorbitantes. Sin embargo, para la historia de México, Venustiano Carranza, llamado “el varón de cuatro ciénegas”, era un hombre culto y sereno, según sus biógrafos como Leticia Barragán López –ver la Revolución 100 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Mexicana– y Rocío Helena Homue Medina, pero a la vez enérgico, celoso de su autoridad y hasta inflexible y en ocasiones obstinado. Fue el presidente que firmó la Constitución de Querétaro, desde esa fecha, la más importante de Latinoamérica, incluso, desarrollo una prédica de rechazo a la intromisión extranjera en su país y a la convocatoria unionista con los países latinoamericanos, que se conoce como la Doctrina Carranza. Adolfo de la Huerta, ocupa interinamente y por breve tiempo la presidencia, solo seis meses, que era el tiempo que le faltó a Carranza antes de ser asesinado. Francisco Villa se retira a la vida privada, gracias al regalo de una hacienda y es asesinado en Parral en 1923. Álvaro Obregón, convertido en el más popular de los generales de la revolución, gobierna México, al ser elegido en elecciones generales de noviembre de 1920, asume la jefatura del Estado Federal Mexicano, desde el 1º de diciembre de 1920 –aquí termino la última etapa de la revolución (abril-diciembre de 1920)– hasta 1924. Su gobierno se caracterizó por el empeño que le puso al reparto de tierras, recibiendo el apoyo de los campesinos; reorganizo el ejército, dio vida al movimiento obrero y combatió duramente al analfabetismo, como el mayor de sus logros. El 20 de noviembre de 1923, arribó a México el joven estudiante, Víctor Raúl Haya de la Torre, desterrado de su patria, e invitado por el maestro José Vasconcelos, ministro de educación del gobierno mexicano. En 1924, el general de la revolución, Plutarco Elías Calles, maestro de escuela en su juventud, es electo presidente cuando contaba con 47 años de edad, había nacido en 1877, y gobernaría hasta 1928 bajo la influencia del Plan de Agua Prieta. A diferencia de sus contemporáneos, se convirtió en un verdadero patriarca y consejero de la Republica Federal de México, murió en 1945 a los 68 años de edad. A José Vasconcelos, ¡gracias a quien puedo trabajar! La estancia del joven Haya de la Torre en tierra mexicana es entre noviembre de 1923 y junio de 1924, antes de partir a EE.UU, rumbo a Rusia. En ese momento de su arribo, era presidente de México, Álvaro Obregón, ranchero, nacido en el estado de Sonora, que desde su juventud se enroló en los ejércitos revolucionarios, primero con Madero luego con Carranza y se volvió contra este último cuando comprobó la dictadura y tiranía que quiso imponer. Durante su gobierno, Obregón hizo notable labor, especialmente, en el campo educativo. Solicitó al maestro José Vasconcelos su colaboración en el Ministerio de Educación. El estudioso Cossío Villegas en su libro La crisis de México, al referirse a la labor educativa y trascendencia del maestro de la juventud indoamericana, escribe: José Vasconcelos personificaba en 1921 las aspiraciones educativas de la revolución como ningún hombre llegó a encarar, digamos la reforma agraria o el movimiento obrero, era un intelectual, hombre de libros y de perspectivas inteligentes27. Sobre la relación entre el joven Haya de la Torre y Vasconcelos, vamos a recurrir a tres artículos escritos por el fundador del Apra, treinta años después, en el diario El Tiempo de Bogotá, luego del largo asilo que padeció en la embajada colombiana de su propia patria y que 102 Víctor Manuel Ibáñez Avalos han permanecidos casi inéditos, (no fueron publicados en las Obras Completas de 1977, si no once años después, en 1988, en el libro Víctor Raúl en el Tiempo de Luis Alva Castro. Los textos son: “Reencuentro con México”, fechado el 21 de agosto de 1954; “Reencuentro con Vasconcelos” del 5 de setiembre de 1954 y “Cuentas con el Pasado” escrito el 18 de marzo de 1955. A poco de la llegada de Haya de la Torre a México, el secretario privado de Vasconcelos, Yuco del Río renunció. El clima de violencia era insoportable, Adolfo de la Huerta, se levantó en armas contra el gobierno de Obregón, ensangrentando aun mas al pueblo mexicano, optando mucha gente por salir del país y ponerse a buen recaudo, es entonces, que se produce la vacante del secretariado y el ministro no vio mejor candidato que al joven Haya de la Torre para cubrir el puesto. El propio Víctor Raúl, lo recuerda: Fui a la sazón secretario de Vasconcelos, y tan singular coyuntura me unió muy estrechamente a una de las obras creadoras de gobierno más profundas y bellas que se han realizado en Indoamérica, y a la figura, sin duda, más insigne que en el campo intelectual dio la revolución mexicana. Esta entrañable relaciona ahondó con mi respetuosa amistad, mi lealtad admirativa por el estadista y por el hombre. Pues Vasconcelos –estadista y filósofo que no político– me atrajo por su fuerte sentido humano, por su honestidad intachable, por su talento fulgurante y por su ancha ternura viril28. Cabe agregar que Haya de la Torre, tuvo como compañero de labores en la misma oficina –la Secretaría de Educación o Ministerio de Educación Pública, edificio ubicado en la calle Argentina– a José Ángel Ceniceros, que en 1954, fue Ministro del gobierno mexicano. También compartió labores con la poetiza chilena, Gabriela Mistral, (su verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga) que en 1945 sería galardonada con el Premio Nobel de Literatura. Cuando llegó la poetiza a México tenía 34 años de edad e hizo gran amistad con el joven Víctor Raúl Haya de La influencia de la Revolución Mexicana... 103 la Torre, incluso, se asegura que entre ellos surgió un romance. Otros amigos fueron Carlos Pellicer, Roberto Montenegro y otros artistas, escultores y pintores, como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros –la triada máxima del muralismo mexicano–, Revueltas y otros colaboradores del Ministro Vasconcelos, que por esa fecha tenía 42 años de edad y era considerado maestro de la juventud, y su relación con los estudiantes peruanos, sobre todo trujillanos, era muy estrecha, incluso, algunos años antes estuvo deportado en el Perú. Unos años antes, el 13 de febrero de 1924, Vasconcelos, escribió un largo mensaje a los estudiantes trujillanos, que se habían dirigido a él, en nombre de los estudiantes peruanos, allí recordaba que: No puedo olvidar tampoco lo que debo personalmente al Perú en los días en que era libre y yo arribe allá perseguido sin más titulo que el de ser un mexicano que había sido perseguido por todos los dictadores de su patria… Obras de verdadera importancia social no puede ejecutarla un tirano. Un tirano es capaz de abrir avenidas para ponerle su nombre, pero las empresas útiles y silenciosas de la civilización, solo lo realizan los pueblos en masa, no son producto de un hombre, sino de una generación que ha podido vivir laboriosa y libre,… Pero en México, la revolución puso al pelado, al hombre de campo, al humilde en condiciones de azotar el rostro del hacendado (gamonal) y de dictarle la ley…29. Esta carta pública fue citada por Haya de la Torre en un texto denominado “Mensaje de Haya de la Torre a los estudiantes cubanos”, fechado en México, abril de 1924, y que, curiosamente, no aparece en la compilación de su libro Por la emancipación de América Latina, publicada en 1927, en Buenos Aires, Argentina, por la editorial Gleizer, que reúne sus escritos, discursos, cartas y mensajes, desde 1923 hasta 1927, gracias a la diligencia de Oscar Herrera, Eudocio Ravines, Enrique Cornejo Koster, Luis F. Heysen, Manuel Seoane y Francisco Acero, todos miembros del comité aprista de Buenos Aires y con la ayuda de Gabriel del Mazo, líder de la Reforma Universitaria argentina y amigo personal del trujillano. Tampoco fue incluida en sus Obras 104 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Completas de 1977 y de 1984, publicadas por el editor lambayecano Juan Mejía Baca. No conocemos otra publicación de Haya de la Torre con el texto citado. Recién en el tomo I de Haya de la Torre, peregrino de la unidad continental publicado por Luis Alva Castro entre los años 1985-1990 (no podemos precisar la fecha exacta, porque el libro no registra fecha de edición), a través del Fondo Editorial “Víctor Raúl Haya de la Torre”, Lima, Perú; allí se da a conocer este texto que originalmente fue publicada en mayo de 1924, en la revista Juventud órgano de difusión de los estudiantes renovadores de la Universidad de la Habana, fundada en 1923, por Julio Antonio Mella, presidente de la Federación de Estudiantes cubanos y amigo y “camarada” del desterrado Haya de la Torre, durante su estancia en Cuba, citémoslo: La solidaridad con nosotros los estudiantes del Perú, revelada magníficamente, una vez más con motivo de la carta admirable del maestro Vasconcelos –invocación que hallará eco en todo corazón bien puesto en nuestra América–, me enorgullece y me alegra, y me obliga a sentirme más que nunca, hermano de ustedes…30. José Vasconcelos renunció a la Secretaría de Educación es en junio de 1924, apartándose del gobierno de Álvaro Obregón. Esta renuncia fue al mismo tiempo que la de su secretario, Víctor Raúl Haya de la Torre. Citemos la fuente indicada, aunque sea larga la cita, pero es necesaria: Una buena tarde en que casi delante de mis ojos vi caer victimado a tiros al senador delahuertista Fiel Jurado –cuyo fresco cadáver había contemplado estupefacto en la avenida– llegue con paso firma a la mesa de trabajo de Vasconcelos y le dije sin más, que me marchaba, que dejaba el buen empleo y su honrosa compañía, porque no podía seguir sirviendo a un gobierno que en mi sentir autorizaba con la impunidad tamañas atrocidades. Vasconcelos, me escuchó. Siguió mi relato con los ojos brillantes y fijos en los míos. Cuando hube terminado se puso de pie, vino hacia mí y me La influencia de la Revolución Mexicana... 105 dijo secamente, como quien reta –pues el que se va soy yo. O nos vamos juntos. Yo le doy la razón, pero tampoco puedo servir a un gobierno que hace matar a la gente en las calles– y allí redactó su célebre renuncia, yo modestamente escribí la mía y en ella le tribute el irrestricto homenaje de mi devoción personal31. José Vasconcelos era un intelectual de primer nivel, incluso, por los años de 1913, ya había fundado la Universidad Popular Mexicana, junto a Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y Alfonso Reyes. En 1925, publicó su famosa obra La raza cósmica. Cabe agregar que, desde su juventud, a los 28 años de edad, fue uno de los grandes protagonistas de la Revolución Mexicana, se unió a Madero para luchar contra Porfirio Díaz y se le conoció como uno de los siete sabios mexicanos. Falleció en 1959, los 71 años de edad. En 1955, cuando Haya de la Torre, salió de su asilo en la embajada colombiana en el Perú y llegó a México, lo primero que hizo, fue visitar a su antiguo maestro, y el reencuentro fortaleció su amistad, cariño y agradecimiento hacia el hombre que le tendió la mano, en una etapa muy difícil para el joven desterrado y así lo recordaría siempre. Pero, volviendo al tema sobre la estancia del joven Haya de la Torre en tierras mexicanas, como en el resto de lugares donde visitaba, cumplía a diario una rutina de intensas actividades académicas, disertaba, visitaba gremios estudiantiles, obreros, campesinos, frecuentaba amistades con líderes y dirigentes políticos, círculos culturales, estudiaba su realidad política, económica, social y cultural, también escribía intensamente para diversos medios periodísticos del continente, para subvencionar sus viajes, además de las cartas personales que cursaba a sus numerosos amigos. Debiendo agregar que mucho de este material aun se encuentra inédito y para conocer su pensamiento íntegro, completo, es necesario conocerlo. Revisando su bibliografía, para acotar las actividades que cumplió, verificamos que en los, aproximadamente ocho meses que vivió en el barrio residencial de San Ángel, ex hacienda, al sur de la ciudad de México, en esta primera visita, escribió siete artículos difundidos en varias publicaciones de América Latina como: 106 Víctor Manuel Ibáñez Avalos “El primer mensaje del destierro a la juventud del Perú”, noviembre de 1923, en homenaje al tercer aniversario de la fundación de la universidad popular. “La Unidad de América Latina es un imperativo revolucionario del más puro carácter económico”, diciembre de 1923. La revista argentina Córdova, lo publica el 20 de febrero de 1924. La lectura del texto, nos confirma la maduración visionaria del problema imperialista de Estados Unidos del Norte sobre América Latina, que desde Perú, aun no podía precisarse en toda su dimensión, como sí en México, por eso el joven Haya escribe: Debo declarar también que la conciencia del peligro imperialista norteamericano es en mi nueva. En 1917 ingrese a la Universidad de Lima y aunque la época era la mas impropicia para apreciar el sentido conquistador del gobierno de los Estado Unidos… la realidad dolorosa del avance imperialista la percibí más tarde… y la he comprendido en toda su amenazadora magnitud al llegar por imperativos del destierro, a Panamá, Cuba y México…. el imperialismo yanqui es de recia médula capitalista… porque es la juventud y solo la juventud que puede escuchar el llamamiento y acometer la obra de destruir fronteras, desintoxicar de patriotismo hostil a los pueblos y destruir la explotación erigida peligrosamente en nuestra América, como el mejor campo para los avances del Imperialismo. Pero esto no lo harán jamás la diplomacia ni los gobiernos actuales32. Su “Mensaje a la Universidad Popular ‘José Martí, la Habana’”, en febrero de 1924, agradeciendo a la docencia de esta Universidad por su apoyo a los estudiantes dirigentes de la revista Claridad del Perú, vejados por el gobierno de Augusto Bernardino Leguía y en un acápite escribe: Es necesario que obreros y estudiantes de todos los pueblos de Indoamérica nos unamos, para lavar manchas, castigar culpables, defender la justicia, salvarnos del barbarismo capitalista yanqui, La influencia de la Revolución Mexicana... 107 que, como la Alemania de otros días, tiene la ingenuidad de creerse, civilizador y dueño del mundo por derecho divino33. En febrero de 1924, Víctor Raúl Haya de la Torre escribe un mensaje a los estudiantes peruanos, “Carta al grupo redactor de la Revista Claridad del Perú”, que viene a ser premonitorio de la conducta de un revolucionario, leamos un párrafo: El pueblo no debe olvidar que a la sombra de nuestras banderas de cruzada no hay presupuestos, ni diputaciones, ni negociaciones; hay un noble agitarse de conciencias que se enfrentan a las sombras y que tienen el estremecimiento heroico de salvar abismos34. Otro texto de singular importancia es, indudablemente, su “Emiliano Zapata, apóstol y mártir del agrarismo mexicano”, subtitulado, como apuntes de viaje, 1924, donde hace un amplio estudio sobre el comportamiento de los campesinos durante la Revolución Mexicana, enfatizando en el recuerdo del líder agrario Emiliano Zapata. El 10 de abril de 1924, acompañó al candidato presidencial, general, Plutarco Elías Calles, a rendir homenaje a la tumba del indómito defensor de los campesinos mexicanos, en Cuatlua, capital del Estado de Morelos donde reposan los restos del bravo revolucionario. Y su carta “A los estudiantes y obreros de Panamá”, del 14 de mayo de 1924, a propósito de un plebiscito en Panamá, impulsado por el gobierno americano, para decidir si quedaba semilibre o si pasaba definitivamente como colonia yanqui, es uno de los textos más esclarecidos sobre su óptica de la dependencia imperial a que están sometidos los pueblos indoamericanos, tiene ya una definición madura, de imperialismo. Citemos un pequeño párrafo: El imperialismo yanqui, máquina siniestra del capitalismo opresor, avanza tentacularmente sobre nosotros. Los gobernantes de nuestros pueblos, temerosos o vencidos, no alcanzan a comprender el crimen de traición de que son responsables, al entregar nuestra 108 Víctor Manuel Ibáñez Avalos libertad a cambio de la llamada higiene o de un torpe concepto de civilización por el dólar. Afortunadamente la nueva generación de estudiantes y trabajadores va comprendiendo el peligro, lo siente, lo palpa y está dispuesta a luchar contra él35. Además del texto –mensaje a los estudiantes cubanos– descrito líneas arriba, debe agregarse finalmente, que esta colección de seis documentos se compilan en su obra Por la emancipación de América Latina, citado anteriormente. Análisis hayista De esta heroica revolución campesina Haya de la Torre extrajo el concepto agrarista, de fuerte influencia en la doctrina aprista, por eso manifestaba: La Revolución Mexicana es nuestra revolución. En el discurso que pronunció el 29 de junio de 1925 en París, durante la asamblea antiimperialista latinoamericana convocado por José Ingenieros, recalcó: La revolución mexicana es un gran ejemplo del empuje libertador de un pueblo en lucha constante contra enemigos de dentro y de fuera. México, todos los latinoamericanos lo sabemos bien, es el salvaguarda de nuestra libertad…la lucha del pueblo mexicano es nuestra lucha, debe ser nuestra lucha, su causa es nuestra causa…36. Era necesario puntualizar que la revolución fue protagonizada por grandes masas de campesinas, “fue una gigantesca guerra campesina por la tierra –afirma el trotskista mexicano, Adolfo Gilly– , que llevado por su propia dinámica pone en cuestión el poder y la estructura del estado, controlado hasta entonces por un bloque de poder en la cual la hegemonía indiscutible la detentaban los terratenientes”37, pero estuvo secundado por la clase obrera, que no fue mayoritaria, la Confederación Regional Obrera Mexicana (C.R.O.M.) recién se fundó en 1918, por su máximo dirigente Luis Morones y con participación de elementos de clase media, como 110 Víctor Manuel Ibáñez Avalos rancheros, quienes tenían pequeñas haciendas. Nuevamente citamos a Arnaldo Córdova, que nos dice: “El proletariado industrial apareció, por entonces y en pocos años, sobre todo con el régimen de la revolución, se convirtió en la principal clase popular del país, si bien no por su número, si por el motor estratégico que llegó a jugar en la vida nacional”38, pero es un poco después, la inexistencia de un partido obrero con dirigentes fogueados y experimentados fue una característica inocultable, entonces, como conclusión se puede decir, que fue un movimiento de Frente Único, espontáneo, sin organización científica que tuvo por oposición al Imperialismo norteamericano, que incluso le arrebató tierras y culminó meses antes que se produjera la revolución de octubre en Rusia con el triunfo de los proletariados jefaturados por V. I. Lenin. También hubo cierta influencia de los anarquistas, como los hermanos Magon, especialmente de Ricardo Flores Magon, que algunos autores, identifican como “magonismo” a la corriente política que encabezó a inicios del siglo XX en México, en realidad, fue anarquista convicto y confeso, que participó directamente de la gesta mexicana, apoyó decididamente a Madero, enunciando un programa propio, convocando a los trabajadores del campo y la ciudad, fundando incluso un partido denominado Liberal Mexicano (P.L.M.). Al respecto, citemos a Armando Bartra: El PLM es la única corriente que formula en términos políticos explícitos una disyuntiva no burguesa para el ascenso revolucionario de principios de siglo en nuestro País. Es la Junta organizadora del PLM la única organización que, seriamente vinculada al proletariado, esboza una plataforma política obrera y durante algunos años, la instrumenta tácticamente con relativo éxito39. En esa época la influencia del Partido Comunista Mexicano era insignificante y todavía no se formaban las grandes centrales obreras, como va a ocurrir, posteriormente, a partir de 1924. Como contrapartida, debemos precisar que existen algunos estudiosos de la Revolución Mexicana, como el ex aprista, César Lachira, de nuestra promoción de los años 80 en la UNT, que considera que La influencia de la Revolución Mexicana... 111 Haya de la Torre “formula reflexiones de carácter general dirigido a exaltar el estoicismo del proceso, antes de ser un análisis basado en los hechos reales”40. Eso no es cierto, si sólo se revisa su libro escrito en 1928 El antiimperialismo y el Apra, de los diez capítulos que contiene, seis trata ampliamente sobre la revolución, incluso, la bibliografía que usa para sustentar sus conceptos es abundante y son cerca de 15 autores los que cita, como al líder sindical, Vicente Lombardo Toledano y su libro La libertad sindical en México, publicado por los talleres linotipográficos “La Lucha” en 1926; el escritor español de derecha Blasco Ibáñez, con su obra Militarismo Mexicano; Antonio Manero y su obra México y la solidaridad americana, subtitulado La Doctrina Carranza; Blas Urrea y su libro La herencia de Carranza, publicada por la “Imprenta Nacional” en 1920; Carlos Díaz Dufoo con su obra La cuestión del petróleo, publicada por la editorial Gómez de la Puente en 1921; Francisco Saverio Clavijero y su obra monumental Historia antigua de México; José María Luis Mora autor de México y sus revoluciones, publicada en París, en 1926, Vol. I.; además de autores ingleses como Louis Fischer su Oil Imperialism, New York 1926; Carleton Beals con su México, an Interpretation, New York, 1923; el compendio publicado por los talleres de “Revistas de Revistas” México, 1916, conteniendo temas como: “La Revolución Constitucionalista”, “Los EE.UU. y el ABC”. La biblioteca popular de Veracruz, publicó el texto en 1927 El imperialismo de EE.UU. y otros ensayos, aparte de textos de consulta obligatoria como La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos del 31 de enero de 1917; La Edición Oficial del Código Civil del distrito y territorios federales, México, 1928, entre otros, lo cual corrobora su amplio y versado conocimiento del tema. ¿Cuál es el concepto final de la Revolución Mexicana? En 1928, es decir, cinco años más tarde, Víctor Raúl, lo había identificado como una revolución social, no socialista, oponiéndose a las interpretaciones y mistificaciones marxistas, que pretendían identificarlo como comunista y trotskista, corrigiéndose inclusive él mismo. En el prólogo a la segunda edición del libro México Soviet de Julio Cuadros Caldas, publicado en 1924, citado en el libro de Pavletich, había escrito, usando como metodología al materialismo dialéctico, tan en boga por esa época: La tendencia sintética –de la Revolución Mexicana– está representada por el Agrarismo y encarna bien en Zapata…el Agrarismo es la tendencia social, económica de la Revolución. Ante la tesis democrática –Madero– y la antítesis anárquica –Villa– aparece la síntesis socialista –Zapata–. Ella constituye la esencia social, económica, de la Revolución y la liberación del campesinado mexicano su más grande conquista41. Ahora, como clasificarla, en democrática, comunista, socialista, burguesa, proletaria, de frente único, campesina, popular, o una mixtura de todas. Por ejemplo, Trotsky –célebre dirigente de la Revolución Rusa–, desterrado por orden de Stalin en México, por los años de 1928, poco antes de su asesinato lo denominó “revolución bonapartista” porque lo realizó “la pequeña burguesía”. La influencia de la Revolución Mexicana... 113 Según José Carlos Mariátegui: Se clasifica históricamente como una revolución democráticoburguesa que, atacando el latifundio por su inmovilidad feudal, en virtud de las leyes del crecimiento capitalista y de la necesidad política de apoyarse en las reivindicaciones de la masas, mantiene intacta el principio de la propiedad privada42. Pero, la denominación de “Revolución Democrático-Burguesa”, según Arnaldo Córdova, fue proclamada recién por los años de 1929, siendo tema de debate en la Conferencia Comunista Latinoamericana, realizada en Buenos Aires, Argentina, en junio de 1929 y le correspondió sustentarlo a Victorio Codovila, secretario sudamericano de la Internacional Comunista y secretario nacional del Partido Comunista en Argentina. Parece que en consonancia con ello, Mariátegui utilizó también este concepto. La cita anterior del “Amauta”, corresponde a un artículo publicado en la revista Variedades el 11 de setiembre de 1929, nótese, que la cumbre comunista en Latinoamérica había ocurrido tres meses antes, entonces, es correcto decir que, en este análisis, al definir el carácter de la Revolución Mexicana, Mariátegui aceptó la denominación democrático-burguesa, influenciado por los comunistas y para más detalle, leamos citas anteriores, como las de 1920, en la misma revista donde escribía que “La revolución mexicana –cuando su proceso se haya cumplido–, será socialista” y luego años más tarde a inicios de 1929, afirmaba: “El estado mexicano no era ni en la teoría ni en la practica un estado socialista”, insisto, aún no se conocía la denominación que le había adjudicado la Internacional Comunista, es recién en junio de 1929 que el “Amauta” aceptó utilizar esta denominación, afirmando en sus escritos: “Puesto que la revolución mexicana se encuentra en su estadío de revolución democrático-burguesa”; pero repito, el texto se llama “La Lucha Eleccionaria en México”, publicada en la revista Mundial el 27 de septiembre de 1929 y este mismo texto esta insertado en sus Obras Completas43. 114 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Pavletich, en su estudio sobre el carácter de la revolución dice: “La revolución agraria acaudillada por Zapata no fue, no pudo ser socialista, nos los dice meridianamente el más somero análisis de la situación objetiva y subjetiva de México en conjunto, del Plan de Ayala y de la práctica zapatista”44. Para sustentarlo, recurre al materialismo histórico y la teoría de la lucha de clases, para ser socialista debe ser producto del enfrentamiento de la clase obrera contra la clase burguesa y esa no fue la situación de lucha que vivió el pueblo mexicano, más bien fue una lucha predominantemente de campesinos, que tuvo éxitos, porque destruyó un ejército profesional que aliado con los hacendados, clase dominante, los oprimía y era símbolo del terror. El Amauta junto con Haya de la Torre y Esteban Pavletich,45 son, en el Perú, los estudiosos más importantes, sobre la Revolución Mexicana. Otro trujillano, Carlos Manuel Cox, residente en México, en agosto de 1928 publicó en la revista cubana Atuei, vinculada al Aprismo cubano, un interesante artículo titulado “El Mensaje Revolucionario de México”, subtitulado como “El Agrarismo y Emiliano Zapata”46. Aunque, debo escribirlo, me parece exagerado la ponencia de Ricardo Melgar Bao, presentada en el seminario internacional en homenaje a José Carlos Mariátegui al celebrarse el nonagésimo aniversario de su nacimiento, titulada “La revolución mexicana en el movimiento popular-nacional de la región andina” y lo subtitula como “La controversia: Mariátegui y Haya de la Torre” al escribir: “La revolución mexicana no fue una experiencia ajena al movimiento obrero y popular del Perú, a partir de 1915, ya ha captado atención y simpatías de la vanguardia revolucionaria del Perú”47. Por esa fecha, recordemos, aún no se decantaba su perspectiva revolucionaria, recién en abril de ese año, el ranchero Álvaro Obregón tomaba la ciudad de México y derrota a Francisco Villa en Celaya, incluso, el general Eulalio Gutiérrez se vio obligado a abandonar la ciudad de México. Venustiano Carranza, gobierna a sangre y fuego, tratando de fortalecer su gobierno con una maquillada reforma agraria. Por necesidad de sostenimiento gubernamental, busca aliarse con los sindicatos y convoca al Congreso Constituyente en Querétaro (5 de mayo de 1917) para La influencia de la Revolución Mexicana... 115 elaborar la nueva Constitución. De modo que el proletariado peruano, en realidad, poco conocía de lo que ocurría en México, aunque el intelectual comunista, Melgar Bao, cita dos textos periodísticos de Mariátegui –era la edad de piedra del amauta–: “La Nostalgia de Huerta” y un escrito sobre la mascarada ideológica de la intervención yanqui. También, cita a José Santos Chocano y Joaquín Capelo, contradiciéndose más adelante, en su mismo texto, escribe: “Solo a partir de 1925, la revolución mexicana será analizada en una óptica revolucionaria latinoamericana y que no concitó atención, en la misma medida que la revolución rusa”48. Vale recordar que esta última, sólo se realizó siete años después. José Carlos Mariátegui expone sobre la Revolución Mexicana y la labor educacional de Vasconcelos, en la décimo sexta conferencia dictada en la Universidad Popular, en diciembre de 1923. Cabe indicar que no está publicada en el volumen sobre la Historia de la crisis mundial49, pues no se ha encontrado el texto, a pesar de los esfuerzos de los compiladores de las obras completas, pero no cabe duda, que el tema fue expuesto por el Amauta en la penúltima conferencia –solo dictó 17 conferencias, entre el 15 de junio de 1923 al 30 de enero de 1924– del ciclo en las Universidades Populares “González Prada”, dirigidas en ese año, por Oscar Herrera, encontrándose deportado Haya de la Torre. Incluso el gran amigo del Amauta, Cesar Falcón, en otro estudio50 nos revela que “Esta conferencia fue expuesta con cierto atraso en la programación, por la represión política del gobierno leguiísta a que fueron sometidos los jóvenes revolucionarios”. Ahora, es importante conocer la versión original de Mariátegui, en los años de 1923 y contrastarla con la emitida en 1929, como hemos anotado líneas arriba, influido por la internacional comunista, la denomina democrático-burguesa. La reseña periodística de la conferencia del “amauta” sobre la Revolución Mexicana se registra en el Tomo 8 de sus Obras Completas, allí se hace referencia que “El estudiante Luis F. Bustamante propuso que el proletariado peruano enviara un mensaje a Vasconcelos, encargándole a Haya de la Torre sea el portador y el obrero Carbajo leyó una carta de Víctor Raúl comunicando las primeras impresiones de su estada en México que fue recibido con grandes aplausos”51. 116 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Por múltiples factores, la Revolución se estancó, o en todo caso, quedó incompleta. El problema del reparto de las tierras, durante 10 años, entre 1910 y 1926, a las justas llegó al 1.8% y las familias beneficiadas fueron de 300,000 en una población agrícola de cuatro millones de habitantes. Como afirma el escritor español, Luis Araquistáin, en su libro sobre la Revolución Mexicana, escrito en 1929, citado por Mariátegui, “la revolución mexicana dista aún mucho de estar completa”. Las interpretaciones sobre este extraordinario fenómeno deben obedecer sólo a una concepción indoamericana, rechazando la supuesta influencia de hechos anteriores y lejanos, como las revoluciones de 1905 y 1917 en Rusia o los preparativos de la primera guerra mundial. Final De lo hasta aquí expuesto, podemos formular las influencias que ejerció la Revolución Mexicana sobre la ideología y doctrina aprista: Primero: La influencia de la Revolución Mexicana, como fenómeno continental en la Alianza Popular Revolucionaria Americana (A.P.R.A.) y a los futuros partidos apristas indoamericanos fue de connotación agrarista. El problema de la tenencia de la tierra y como resolverla. Las clases explotadas, por el latifundismo e imperialismo y caciquismo local, que son –mayoritariamente los campesinos–, quienes deben de tener una ubicación preponderante dentro del Partido. Segundo: Los partidos deben ser de frente único, no exclusivos de clase. Por la existencia de obreros no ideologizados, pero aliados a los campesinos y clases medias; antigamonalistas y antifeudales, inclusive de clara tendencia anticlerical. Sin dejar de soslayar el papel de las mujeres, sectores populares, con fervor de justicia y luchando por el cambio societal. Tercero: Revolución social, no socialista, a diferencia de la de octubre de 1917 en Rusia, revolución obrera y cuya influencia fue mínima, por decir lo menos, más bien de mayor influencia fue la de los anarquistas y cuyo movimiento continental es notable. Pero la revolución para tener éxito debe contar con un programa, una ideología y buscar la alianza con los países que luchan por los mismos objetivos. 118 Víctor Manuel Ibáñez Avalos Cuarto: Desde México, el joven Víctor Raúl Haya de la Torre, visiona con mayor claridad y precisión el proceso de penetración imperialista y, cómo Estados Unidos del Norte va ejercer su poder conquistador en América Latina o Indoamérica, lo orienta en su concepción continentalista, es decir, de predicar el antiimperialismo en todos los países de Indoamérica como estrategia, para enfrentar el avance imperialista, incluso, postergando el enfrentamiento interno de clases en cada país, frente al peligro mayor y buscando aliados con los sectores medios, que más sufren el embate imperialista. Quinto: Su convocatoria a la juventud, clases obrera, campesina y media, para el cambio revolucionario, de la federación y unidad política y económica de Indoamérica, cuyas clases gobernantes en la década del 20 del siglo pasado, estaban entregadas, condicionadas y sumisas al gobierno norteamericano. Por eso se explica, que el 7 de Mayo de 1924, durante la celebración de la ceremonia de transferencia de la Presidencia de la Federación de Estudiantes mexicanos, el invitado, estudiante desterrado, Víctor Raúl Haya de la Torre, entregara la bandera unionista –“sin presumir originalidades recónditas” dice el líder trujillano– y pronunciara el discurso de llamamiento y convocatoria a la juventud, no sólo para conquistar la América unida, rechazando el nacionalismo estrecho de las viejas conductas políticas, sino también, justa y solidaria con el pueblo explotado, y naturalmente, como basamentos ideológicos, doctrinarios y programáticos de la nueva cruzada continental, vale decir, de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (A.P.R.A.). Y luego, algunos días después, el 24 de mayo, cuando los estudiantes lo despiden en su viaje a Rusia, volvería a insistir en la trascendencia de la revolución, obviamente ya, con mayor información y riguroso análisis, había completado su reflexión, citémoslo por última vez: Llevo de México un recuerdo imborrable. Y he de decirlo a vosotros estudiantes que formáis la vanguardia de la nueva generación: En esta tierra, pedazo maravilloso de nuestra América se ha realizado el experimento más trascendental de la historia contemporánea de los pueblos de nuestra raza. La generación que os ha precedido La influencia de la Revolución Mexicana... 119 supo afirmar un admirable intento renovador en ese periodo que la historia califica como la revolución mexicana. A vosotros corresponde seguir, depurar, elevar y afianzar. Es vuestra hermosa y grave responsabilidad52. “Acaso solo los indios vuelvan hacer de piedra la América, que los españoles hicieron de adobe”53. Notas 1. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Nota prologal a las Obras Completas. Tomo I. Primera Edición. Vitarte, 30 de enero de 1977. Editor, Juan Mejía Baca. Lima. Perú. 2. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Treinta años de Aprismo Segunda Edición 1986. Lima, Perú. Capítulo III. El Antifeudalismo Aprista. Página 74. 3. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Discursos. (II parte) Obras Completas. Tomo 7. Páginas 431-447. Segunda Edición. 1984. Editor, Juan Mejía Baca. Lima. Perú. 4. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Discursos. (II parte) Obras Completas. Tomo 7. Páginas 481-495. Segunda Edición. 1984. Editor, Juan Mejía Baca. Lima. Perú. 5. RAVINES, Eudocio. América Latina un continente en erupción. Editorial Claridad. Buenos Aires, primera edición, junio de 1956. Página 89. 6. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Declaración después del destierro”. En su libro Por la emancipación de América Latina. Tomo I. Obras Completas. Editor Juan Mejía Baca, 1977. Lima, Perú. Págs. 18, 19. Edición Popular. Revista ABC. 1982. También se puede ver su Edición Facsimilar de la primera edición publicada en 1995, por la Comisión Nacional celebratoria del primer centenario del nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre. 7. PERALTA RIVERA, Germán. La Ética del joven Haya publicada por la Municipalidad Provincial de Trujillo. Trujillo 1995. Editorial Publimagen. 122 Víctor Manuel Ibáñez Avalos 8. SÁNCHEZ ALBERTO, Luis. Balance y liquidación del novecientos. Editorial Universo S.A. cuarta edición. Lima. Perú 1973. Página 127. 9. Ibáñez Avalos, Manuel Víctor. Víctor Raúl Haya de la Torre en La Industria de Trujillo 1917-1923. Textos inéditos. Publicada en Trujillo 1995. Página 161. 10. Ibídem. 11. Revista Frente Único. Edición de febrero-marzo. Lima. Perú. Año 1987. Nº 44. Director Laureano Carnero Checa. 12. MURILLO GARAYCOCHEA, Percy. Historia del Apra 1919-1945. Editor Enrique Delgado, diciembre de 1976. Lima. Perú. 13. MARIÁTEGUI, José Carlos. “México y la Revolución” en Temas de nuestra América. Volumen 12. Obras Completas. Editora Amauta, 5ª edición. 1978. Lima. Perú. 14. SEMO, Enrique. Reflexiones sobre la Revolución Mexicana. Editorial Nueva Imagen. México. Publicada en junio de 1977. UNAM. Página 140. 15. PAVLETICH, Esteban. El mensaje de México. Lima, 1934. 16. CÓRDOVA, Arnaldo. México revolución burguesa y política de masas. Editorial Nueva Imagen. México. Junio de 1977. UNAM. Páginas 64-65. 17. Ibídem. 18. PAVLETICH, Esteban. El mensaje de México. Lima, 1934. La influencia de la Revolución Mexicana... 123 19. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El antiimperialismo y el Apra. Pág. 164. Editorial Siglo XXI. Edición Popular. Tomo V. Obras Completas. Lima Perú. 20. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “El monumento a Túpac Amaru” en Por la emancipación de América Latina Tomo I Obras Completas, edición de 1977. Páginas. 42-45. Edición Popular. 1982. 21. MARIÁTEGUI, José Carlos. “La Revolución Mexicana por Luis Araquistáin” en Temas de nuestra América. Obras Completas. Vol. 12 22. TOWNSEND C. William. Lázaro Cárdenas, demócrata mexicano. Editorial Grijalbo S. A. Cuarta Edición. México 1976. 23. GILLY, Adolfo. La guerra de clases en la Revolución Mexicana. Editorial Nueva Imagen. México. Junio de 1977. UNAM. Páginas 39-43. 24. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Por la emancipación de América Latina. Tomo I. Obras Completas. Pág. 32, 33, Edición Popular. 1982. 25. RAMÍREZ NOVOA, Ezequiel. “La Revolución Mexicana”. Artículo publicado en el Diario Hoy. 30 de noviembre de 1986. Lima-Perú 26. Ibídem. 27. KRAUZE, Enrique. Caudillos culturales en la Revolución Mexicana. Siglo XXI. Veintiún editores, 10ª edición. 1990. Cita a Cossío Villegas su libro La Crisis de México. 124 Víctor Manuel Ibáñez Avalos 28. ALVA CASTRO, Luis. Víctor Raúl en El Tiempo. Tomo I. Segunda Edición noviembre de 1988. Lima. Perú. Páginas 39-42 y 47-50. 29. ALVA CASTRO, Luis. Haya de la Torre, peregrino de la unidad continental. Tomo I. Fondo Editorial Víctor Raúl Haya de la Torre. Lima. Perú. Páginas 99-104. 30. Ibídem. Página 105. 31. ALVA CASTRO, Luis. Víctor Raúl en El Tiempo. Tomo I. Segunda Edición noviembre de 1988. Lima. Perú. Páginas 133-136. 32. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “La Unidad de América Latina es un imperativo revolucionario del más puro carácter económico”, diciembre de 1923. Revista argentina Córdova, 20 de febrero de 1924 en su libro: Por la emancipación de la América Latina. 33. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Mensaje a la Universidad Popular ‘José Martí, la Habana’”, febrero de 1924, en su libro: Por la emancipación de la América Latina, Edición facsimilar 1995, páginas 49-51. 34. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “Carta al grupo redactor de la Revista Claridad del Perú”, febrero de 1924 en Por la emancipación de la América Latina, Edición facsimilar 1995, páginas 53 y 54. 35. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. “A los estudiantes y obreros de Panamá”, 14 de mayo de 1924 en Por la emancipación de la América Latina. Edición Facsimilar 1995. Páginas 61-65. 36. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Por la emancipación de la América Latina. 37. GILLY, Adolfo. La guerra de clases en la Revolución Mexicana. Editorial Nueva Imagen. México. Junio de 1977. UNAM. La influencia de la Revolución Mexicana... 125 38. CÓRDOVA, Arnaldo. México revolución burguesa y política de masas. Editorial Nueva Imagen. México. Junio de 1977. UNAM. Páginas 66-67. 39. BARTRA, Armando. La Revolución Mexicana de 1910 en la perspectiva del magonismo. Editorial Nueva Imagen. México. Junio de 1977. UNAM. 40. LACHIRA SÁENZ. A. Cesar. El imperialismo y el antiimperialismo en Víctor Raúl Haya de la Torre. Librería Editores STAR Trujillo. Perú. s/a. Actualmente, Lachira, es profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de México, donde reside desde hace más de 20 años. 41. PAVLETICH, Esteban. Ibídem. Página 120. 42. MARIÁTEGUI, José Carlos. Ibídem. 43. MARIÁTEGUI, José Carlos. “La Lucha Eleccionaria en México” en Temas de nuestra América. Páginas 63-65. Vol.12 5ª Edición. Editorial Minerva 1978. Lima. Perú. 44. PAVLETICH, Esteban. Ibídem. 45. PAVLETICH, Esteban. Ibídem. 46. COX, Carlos Manuel. “El Mensaje Revolucionario de México”, subtitulado como “El Agrarismo y Emiliano Zapata”. Agosto de 1928. Revista cubana Atuei. Ver Tomo I de Haya de la Torre, peregrino de la unidad continental”. Luis Alva Castro. 47. MELGAR BAO, Ricardo. “La Revolución Mexicana en el movimiento popular-nacional de la región andina” (La controversia: Mariátegui y Haya de la Torre. Ver en: Mariátegui unidad de pensamiento y acción. Tomo II. Seminario Internacional. Lima, Perú. Ediciones Unidad. Primera Edición. Mayo de 1987. Páginas 65-104. 126 Víctor Manuel Ibáñez Avalos 48. Ibídem. 49. MARIÁTEGUI, José Carlos. Historia de la crisis mundial. Tomo 8 de las Obras Completas Editora Amauta. Lima. Perú. Cuarta edición. 1973. 50. Ibídem. 51. FALCÓN, Cesar. Maríategui: Arquitecto sindical. Amauta, enero de 1980.Lima. Perú. 52. MELGAR BAO, Ricardo. La cita se encuentra en “La Revolución Mexicana en el movimiento popular-nacional de la región Andina (La controversia: Mariátegui y Haya de la Torre. Ver en: Mariátegui unidad de pensamiento y acción. Tomo II. Seminario Internacional. Lima-Perú. Ediciones Unidad. Primera Edición. Mayo de 1987. Página 76. 53. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Ideario y acción aprista. 1930. publicado en Buenos Aires, Argentina. LA FILOSOFÍA POLÍTICA INDOAMERICANA DE VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE: EL HOMBRE QUE PUSO A PENSAR A AMÉRICA. Claudio A. Selamé Introducción S i el hijo de Dios durante sus días en la tierra pareció vencido en vida y reivindicado en su muerte ¿qué se puede esperar para la vida de un mortal que quiso elevar a su pueblo a la cima de la justicia divina y que vivió entre los suyos como un perseguido? Y es que los hombres se aferran a la injusticia, al egoísmo y al temor irracionalmente y no purifican sus corazones de aquello hasta que ven a sus héroes caídos. Cuando el héroe muere, aquellos que no tenían fe reconocen lo perdido y reivindican los valores que el héroe proclamaba con su vida. La doctrina política del pensador trujillano, Víctor Raúl Haya de la Torre es con importantes diferencias para toda América Latina, es decir Indoamérica, lo que Engels y Marx han sido para Europa. La aplicación de la lógica y la dialéctica hegeliana a los problemas sociales de Europa que persiguen los seguidores de Marx y Engels, no logra resolver los problemas europeos y menos aún está en capacidad de resolver los problemas sociales de Indoamérica. Haya de la Torre hace un uso mucho más preciso y adecuado de la dialéctica hegeliana, en lo general, y en lo particular usa la dialéctica hegeliana de una manera más relevante para la problemática latinoamericana. El pensador trujillano era conocido por los ciudadanos europeos como el presidente del Perú. A esto Víctor Raúl Haya de la Torre aclaraba que él nunca había sido presidente del Perú. En el libro Mensaje de la Europa nórdica, pág. 18-19, en la carta titulada: “Por que me llaman 130 Claudio A. Selamé ‘presidente’”, de diciembre de 1954, Haya de la Torre cita el argumento que los periodistas le brindan: “la autoridad de la Enciclopedia Británica” es en Europa indiscutida. Y –respondían los periodistas– si usted fue vencido en una elección “por métodos deshonestos” es evidente que fue elegido por su pueblo presidente del Perú.”1 Haya de la Torre continua clarificando: “En efecto en la Enciclopedia Británica, edición de 1955, vol. 11, pág. 282 se lee bajo la información biográfica correspondiente a Haya de la Torre, lo siguiente: “En la elección presidencial de 1931 Haya de la Torre se presentó contra el general Luis Sánchez Cerro, y el consenso es que el último ganó por métodos deshonestos.”2 Víctor Raúl Haya de la Torre comenta su opinión al respecto: “Pero, sin ignorar todo esto, yo que nunca he desempeñado en el Perú un solo puesto público –ni el de regidor de municipio– me he sentido y me siento siempre incomodo cuando el periodista o el profesor se dirigen a mí con el título de presidente, aunque para mi sea honroso porque no me lo dio la usurpación, ni el fraude, sino la voluntad del pueblo, que ahí está, lista a ser probada a la luz de la libertad cualquier día.”3 Hoy es el día. La legitimidad que Haya de la Torre llegó a la presidencia del Perú reside entre muchas otras cosas más, en el reconocimiento de los periodistas y enciclopedistas europeos, más allá del hecho que los libros de historia escritos por sus oponentes políticos peruanos lo admitan o no. Tal y como reza el viejo adagio, “nadie es profeta en su tierra”. Eventualmente la verdad reluce y ésta es a veces la fuerza reivindicadora de la historia. Desaparecidos los violentos agentes de las dictaduras pasadas las nuevas generaciones pueden re-descubrir la historia indagando los hechos sin pretextos. Es el papel de esta generación incontaminada y el de las que vendrán, redescubrir los eventos de aquellos años nefastos de violencia, tiranía y persecución “a la luz de la libertad”, cual arqueólogos del espacio-tiempo histórico, y poder rescatar así, en un claro contexto, sin exageraciones, ni prejuicios los aportes de los grandes pensadores políticos peruanos del último siglo, entre ellos: Manuel Gonzalez Prada, Antenor Orrego, Luis Alberto Sánchez, Víctor Andrés Belaunde, Manuel Seoane Corrales, Andrés Townsend Ezcurra y Víctor Raúl Haya de la Torre. Génesis en indoamérica El clima y el viento eran favorables para Cristóbal Colón, quien con la bendición de los reyes de España y con permiso divino navega aguas desconocidas en el siglo XV para descubrir tierras nuevas, el anfiteatro de uno de los más notables experimentos históricos de la humanidad. En este anfiteatro se han de probar los principios dialécticos por los cuales los pueblos, naciones y razas distintas y diferentes se podrían relacionar con cierta igualdad y autoconciencia. Aunque este imperativo histórico existe hoy parcialmente, los pasos para su completa realización en lo concreto se observan en los movimientos de los pueblos de las dos Américas, las inquietudes de la juventud y en el pensamiento de luminarias como Víctor Raúl Haya de la Torre. El continente americano, Norte y Sur, constituye el anfiteatro para la expresión de dos distintos fenómenos que ya existían en Europa pero en forma inconsciente o poco integrada en la autoconsciencia de los pueblos europeos. Ambos fenómenos históricos contienen diferentes formas de capacidad e incapacidad de interrelación entre las personas y los pueblos. Hegel en su bien conocida Introducción a la filosofía de la historia (1822-1823) Dover Publications, New York, 1956, pág. 84 remarca con asombrosa clarividencia que “Sudamérica fue conquistada pero Norteamérica fue colonizada”4. En América del norte los colonizadores, escribe Víctor Raúl Haya de la Torre en su libro Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano, “hay un vasto y fértil espacio. 132 Claudio A. Selamé Apenas necesita adaptarse a él. No confronta mayores diferencias ni en el grado y momento de las estaciones, ni en los accidentes geográficos, ni en la visión del cielo y de sus constelaciones. De esta suerte, el problema primario y grandioso del colonizador de Norteamérica, es, imperativamente, la respuesta al reto de la extensión.”5 El ciudadano-colono de Norteamérica no busca sino expandir su dominio en las vastas y nuevas tierras de América del Norte en frente de él y trae consigo todos los talentos que ya poseía en Europa y principalmente en Inglaterra. Se declara autosuficiente, desarrolla una ética de trabajo, cree en sus derechos como individuo y los defiende con sus propias manos si es necesario. La sociedad creada por el ciudadano-colono tiene un sello europeo con estructura legal, moral y filosófica heredada principalmente de Inglaterra de donde escapaban de los límites geográficos impuestos por la isla, la falta de oportunidades y libertades que sentían en su tierra natal. La colonización de Norteamérica crea una sociedad relativamente homogénea. El ciudadano-colono no es capaz ni está interesado al principio en relacionarse con el indígena y los pueblos autóctonos. Simplemente los extermina, los aísla o segrega. No está interesado en mano de obra barata porque el colono-ciudadano está dispuesto a trabajar él mismo, valora su trabajo y demanda un pago por este. La sociedad creada por el ciudadanocolono se define por la “unidad territorial, dentro de la disparidad, muchas veces extremada, de los grupos colonizadores”6. Su lema: We The People, indica su unidad y su sentido de pueblo constituido bajo una bandera, una constitución y un interés en común: los Estados Unidos de América. En América del Sur los conquistadores encuentran grandes civilizaciones y riquezas de oro y plata. Incapaces también de relacionarse en un estado de igualdad y justicia con los pueblos indígenas, el español recurre, según Haya de la Torre: “a las sojuzgaciones –a causa de la superioridad de las armas– de los dos grandes imperios sobre cuyos ámbitos estableció España, desde la primera mitad del siglo XVI, sus virreinatos mayores: México y el Perú.”7 El ciudadano-conquistador de Sudamérica, conserva en su cultura inconscientemente hasta el día de hoy esa misma mentalidad del amo vs el esclavo, del conquistador vs el conquistado. Esta dinámica se evidencia en la vida política de la sociedad con sus regímenes autoritarios, paterna- La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 133 listas y a veces violentos y tiránicos El ciudadano-conquistador, continua diciendo Haya de la Torre, “no llegó a América para trabajar la tierra o la mina con sus manos, sino para hacerla trabajar por millones de siervos y esclavos”8. Como tal el ciudadano-conquistador tiende a perpetuar en su vida política y económica el retraso social de grandes sectores de la sociedad, que aunque no marginados o segregados como en América del Norte, sino mas bien asimilados debido a la necesidad de mano de obra barata, son cortejados y sometidos a través de mecanismos económicos y legislativos pero nunca considerados como ciudadanos de peso completo. Como consecuencia, la sociedad tiende a organizarse en estratos raciales. Luis Alberto Sánchez en su libro ¿Existe América Latina?, explica: “De esta manera, un esquema a grosso modo de América puede ser el siguiente: Blanco = propietario y alto funcionario Mestizo = artesano, pequeño propietario, empleado, obrero, funcionario de segundo y tercer orden. Indio = peón y a veces obrero”9. ¿Cómo se relaciona el ciudadano-colono del norte con el ciudadanoconquistador del sur? El reto del ciudadano-colono de Norteamérica es la expansión económica y política, una extensión de la expansión europea. Cuando se relaciona con el ciudadano-conquistador lo compara consigo mismo y siente un desprecio por lo que ve. Considera al ciudadano-conquistador un explotador, pero un necesario aliado cuando se trata de expandir sus intereses económicos. Esta expansión económica da lugar a lo que llamamos imperialismo. El imperialismo norteamericano representa la consecuencia lógica de esta expansión económica que comenzó con la colonización de Norteamérica. El ciudadano-conquistador responde a esta expansión de una forma pasiva puesto que esa es su actitud hacia el trabajo. Prefiere que otros hagan su trabajo y usufructuar de los beneficios. Por esto acepta lo que venga del país del norte con anhelo y sin dificultad. Acuerdos económicos son aceptados sin consultar a los sectores afectados, aunque estos sectores pertenezcan a los propietarios de los medios de producción también. Concesiones millonarias concedidas a capitales de países extranjeros se acuerdan sin mucha 134 Claudio A. Selamé discusión impidiendo así el desarrollo del mercado local con monopolios absurdos que duran de veinte a treinta años. Esta situación social representa un campo fértil para la expansión económica de los pueblos cuya etapa histórica es la de la expansión económica o el imperialismo. Sin duda el imperialismo norteamericano ha sido el más influyente en estos últimos tiempos, aunque otras economías como las asiáticas de China, Japón y Korea estén ganado territorio en estos momentos. En Chile y en el Perú, por ejemplo, se constatan hoy concesiones de largos decenios a capitales españoles en los ámbitos de los transportes, las telecomunicaciones y el petróleo, que no solo frustran la competencia de otros capitales nacionales e internacionales sino que condenan a los ciudadanos a precios fijos altos y monopólicos con poco o ningún control estatal. El imperialismo norteamericano encuentra en los países sudamericanos una tierra sometida, débil y apta para su expansión. No solo impone condiciones de mercado para sus productos y préstamos sino que no teme imponerse haciendo uso de su presencia militar. Los intereses de las corporaciones transnacionales de los Estados Unidos de Norteamérica son los intereses del gobierno de Estados Unidos pues estas compañías representan la sangre económica de la nación norteamericana. Son uno y el mismo interés, el interés del ciudadano-colono y sus negocios y sus organizaciones gubernamentales. En contraste, el ciudadano-conquistador vende lo que ha conquistado porque no le ha costado más que la sangre del conquistado y espera recibir un pago por lo que vende al imperialista. A grandes rasgos estas son las dos dinámicas sicológicas y sociales que existen entre los pueblos de América del Sur y América del Norte que necesitan ser comprendidas para poder forjar una conciencia política y una acción política que sea relevante en la solución de los problemas sociales indoamericanos. Estas dinámicas son el legado inconsciente y cultural de Indoamérica. Sin autoconocimiento y autoconciencia no se puede diseñar ningún plan de acción social y político, ni se puede entender cómo crear un Estado que sirva a las necesidades de los pueblos en justicia y en hermandad. Tampoco se puede inspirar a un pueblo cuando no existe entre el líder y sus seguidores una conexión interna con los principios y prejuicios que operan en sus mentes. Tal fue el llamado histórico al cual Haya de la Torre respondió con lucidez de mente y pureza de acción. Indoamérica y la dialéctica Nuestro legado intelectual y moral es indudablemente europeo, puesto que de Europa proviene la cultura, el lenguaje y la religión de nuestros pueblos. Sin embargo hay grandes sectores indígenas que aunque han aceptado la religión y la lengua del conquistador no han sido elevados a la condición de iguales, y por lo tanto no participan plenamente de la vida política del los países. Estos sectores viven una vida de ciudadanos incapaces en términos de la democracia participativa. La integración de estos sectores en la autoconciencia de los países latinoamericanos es una de las metas finales de cualquier programa político que persiga la justicia social. La integración de sectores marginados es parte importante de la solución que ofrece Haya de la Torre. El concepto de la integración es fácil de entender intelectualmente pero difícil de lograr en la realidad. La cultura y las estructuras mentales de los ciudadanos-conquistadores todavía tienen su ser en lógicas lineales en las cuales solo un sector puede existir a la vez, donde un sector es más importante que el otro. La democracia es participativa para los sectores criollos y mestizos casi exclusivamente y aún para estos últimos, con cierta dificultad. En Indoamérica la conciencia cristiana española entra en contradicción y degenera sin fin cuando enfrentada a la resistencia, aunque débil, a la conquista de parte de los indígenas. Una cultura que persigue el “amor al prójimo” termina generando atrocidades, violencias y la explotación del hombre por el hombre. Mientras el vecino del norte cual niño libe- 136 Claudio A. Selamé rado de su cuarto sale a jugar al vasto jardín del nuevo continente y con velocidad y eficiencia procura todos los bienes que su imaginación le propone construye una sociedad dinámica basada en su propia libertad, el indoamericano se encuentra, por una incapacidad real y psicológica, en eterna batalla y contradicción. El ciudadano-conquistador quiere permanecer superior y distante, utiliza la distancia del autoritarismo, como si la cercanía entre él y el indígena lo disminuyera de rango. Este temor a la relación igualitaria se materializa en clases sociales y dictamina el tono de los programas políticos de dichas clases sociales. Pierden los pueblos un encuentro enriquecedor cuando se alienan entre sí y no comparten sus tesoros, sus tradiciones y sus avances científicos sobre la naturaleza. La destrucción de los pueblos originarios constituye una pérdida al patrimonio de la humanidad de enorme importancia. A esto parece aludir Haya de la Torre cuando se cuestiona en su libro Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano: ¿Cuál es el origen de los Mayas y donde arrancan sus portentosos hallazgos en el conocimiento de la astronomía y de las matemáticas? ¿Cuándo se produce el arribo y adaptación del hombre a las mayores altitudes del Ande hasta hacer de él “una variedad climático -psicológica de la raza humana”, capaz de ser el creador de una civilización entre los tres mil y casi cinco mil metros sobre el nivel del mar? Estas y otras irrespondidas interrogantes que incitan las ruinas monumentales de pronto descubiertas; las inscripciones indescifrables las muestras de arte asombroso; los quipus incaicos; los restos de San Agustín; de Chavín y Tiahuanacu, etc., nos dejan –tal el ilustre arqueólogo indio Julio C. Tello– “al borde de un océano jamás navegado, en cuyas orillas, quienes creemos avanzar más, apenas chapoteamos”.10 La destrucción y la enajenación de los pueblos y las personas entre sí ha sido el tema abordado por filósofos en todas las edades y el tema de religiones cuyas enseñanzas no han podido cuajar en la autoconciencia de las gentes y de los pueblos. Con gran dificultad avanza la historia humana La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 137 midiendo su paso lento en periodos de más o menos cien años. ¿Podría el europeo haber poblado o colonizado Sudamérica en una manera distinta de como lo hizo? ¿Se podría haber evitado la destrucción de civilizaciones completas, la desaparición del imperio incaico y las civilizaciones andinas, si el europeo pudiera haber adoptado otro método de entrar al territorio? ¿Cuáles fueron las dinámicas que forzaron el desenlace de la historia indoamericana? Sospechamos que las mismas fuerzas que operaron en el pasado operan hoy. Por eso si somos capaces de analizar esas dinámicas en el presente, conclusiones importantes pueden identificarse y leyes del comportamiento social pueden extraerse y aplicarse a nuestras sociedades. De este íntimo conocimiento de las relaciones humanas nace el plan político y social de Haya de la Torre, plan que todavía no se ha podido integrar a la consciencia política del pueblo peruano, ni tampoco a aquella del pueblo indoamericano. Este es el tema y la preocupación de Haya de la Torre: la superación de la contradicción y alienación de los grupos sociales entre sí y la superación de la contradicción y alienación existente entre los países integrantes de América Latina. Lo curioso es que el imperialismo busca fuentes de trabajo barata en nuestros países puesto que el ciudadanocolono de EE.UU valora su trabajo por encima de la necesidad de mantener los costos de producción bajos, pero sin dejar de desear los bienes que desea, persigue obra de mano barata para continuar su estilo de vida. A esto le llama el ciudadano-colono su derecho a la libertad, libertad de vivir como él quiere. Las implicaciones morales estamos seguros no se le escapan al lector. El imperialismo es fomentado internamente por el fenómeno del consumismo que transforma en imperialista-conquistador al ciudadano-colono. Por otro lado el ciudadano-conquistador a través de su interacción con el ciudadano-colono del hemisferio norte, convertido ahora en imperialista-conquistador se transforma en ciudadano-conquistado, alcanzando tal vez su justo merecido. La pobreza económica y moral de Indoamérica radica primero en su desintegración, la división de los pueblos dentro de cada país y de los países entre sí, y en segundo lugar, en la consecuencia histórica de esta división que es el haberse convertido en terreno fértil para el expansionismo económico norteamericano. 138 Claudio A. Selamé ¿Cómo se logra la unión de los países indoamericanos? Los pueblos autóctonos de Indoamérica están distribuidos en la tierra continental sin importar a las líneas fronterizas de los países sobrepuestos en sus territorios originales. Cuando estos segmentos indígenas sean incorporados dentro de la vida política y económica del país, los lazos naturales de los pueblos indígenas autóctonos formaran un puente natural entre países. Así por ejemplo, aymaras del Perú, una vez completamente incorporados a la vida social, política y principalmente económica del Perú traerán consigo a los sectores aymaras de Bolivia. A través de los años la disolución di-facto de las fronteras entre Perú y Bolivia ocurrirá naturalmente, transformándose cada uno en estados jurídicos de una gran Unión Sudamericana, por poner tan solo un ejemplo. 1. El imperativo moral He usado los términos ciudadano-colono y ciudadano-conquistador para recalcar la diferencia sicológica que existe entre los dos hemisferios de América. Por lo explicado anteriormente cualquier modelo político en Indoamérica debe tomar en cuenta los orígenes y las dinámicas sociales y sicológicas. Los partidos políticos que han aparecido en Indoamérica han sido exportados de Europa junto con todo lo demás y por lo tanto su filosofía política no solo no calza con la realidad indoamericana sino que aparece a los ojos del pueblo como quimeras. La división de los pueblos indoamericanos entre sí y dentro de sí abre las puertas a la expansión del imperialismo consumista y su nuevo espíritu conquistador. La solución contra la conquista imperialista es la unión interna y externa de los pueblos indoamericanos. Permitir la expansión imperialista es permitir que continúe la conquista de Indoamérica no solo como antes sucedió con los indígenas y los españoles sino ahora con los criollos y mestizos involucrados dentro del proceso. Haya explica en su Antiimperialismo y el Apra, al comienzo del Capítulo III, que: “Un partido antiimperialista indoamericano con sentido de nuestra realidad social, no puede ser un partido exclusivo de clase. Menos, un partido de remedo o calco europeo. Y menos, todavía, un partido sometido a dirección extranjera.” La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 139 En una sociedad homogénea, las dinámicas sociales en juego no se distinguen claramente, es por ello que para estudiar un fenómeno social es mejor estudiarlo en casos extremos, donde las diferencias y los matices de los componentes de esas dinámicas están delineados con más claridad y distinción. Las dinámicas sociales son más evidentes en la dinámica del amo y el esclavo, del conquistador y el conquistado. Estas dinámicas sociales y sicológicas están presentes en relaciones maritales, entre empleado y empleador, entre el capitán y el soldado y en cualquiera otra relación humana donde existe una diferencia de poder. Lo que distingue la relación que existe entre el amo y el esclavo y las otras relaciones es el elemento de vida y muerte. La vida del esclavo está en las manos del amo. Otro tipo de relación puede ser abolida cuando una de las partes decide abandonar la relación. El elemento de vida y muerte que caracteriza la relación entre el amo y el esclavo le da esa urgencia que nos permite analizar la relación en su más vivo contraste y obtener más claramente los principios de comportamiento humano. Para dilucidar que ocurrió en Indoamérica cuando los conquistadores llegaron de España o lo que sucede hoy entre las clases sociales o aún entre personas involucradas en una relación donde existe esa diferencia de estatus o poder, debemos analizar el fenómeno del amo y el esclavo y extrapolar las conclusiones que van de lo particular a lo general o social. Existe una condición a priori, para llegar a una filosofía que integra la sociedad el filósofo debe estar integrado él mismo. El pensamiento fragmentado no produce frutos intelectuales íntegros. No podemos separar el pensamiento de Haya de la Torre de su comportamiento. Pensamiento y acción se reflejan el uno al otro. Por lo tanto es tan importante estudiar la doctrina y los avances dialécticos de Haya de la Torre, como estudiar su comportamiento. Recalcaba Haya de la Torre en su discurso del 12 de diciembre de 1933, pronunciado ante la magna asamblea cívica reunida en la Plaza de Toros de Lima que fue publicado el 16 de agosto de 1946 en Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas compiladas por Carlos Manuel Cox, pág. 12, “¿Y porque no pueden comprendernos? Porque no saben sentirnos. Los mezquinos nos juzgan en mezquino; los criminales 140 Claudio A. Selamé nos juzgan en criminal; los cobardes nos juzgan en cobarde. La realidad prueba, por nuestra fuerza heroica, que aquellos que nos miraban o creían mirarnos, solo se miraban a sí mismos.”11 El pensamiento filosófico y el estilo de vida son uno y el mismo. Este es uno de los problemas mayores de nuestros días en los cuales la vida fácil y la complacencia minan la voluntad de aquellos con el poder de ayudar a construir una sociedad justa. La honestidad intelectual y moral son prerrequisitos de cualquier programa o sistema político social. Víctor Raúl Haya de la Torre fue capaz de inspirar en sus amigos y seguidores una mística basada en principios morales que se encuentran tan solo en seres iluminados y este simple hecho le brinda una amplia credibilidad a su filosofía. La pobreza, la persecución, la pureza de cuerpo y alma dieron fuerza a la misión que el destino histórico le asignó a Haya de la Torre. En otra carta del mismo libro de Carlos Manuel Cox, firmada el 7 de octubre, pág. 61, dirigida a los compañeros del panóptico de Lima, Haya de la Torre exhorta a sus discípulos como un apóstol: Tengan fe. Robustezcan sus vínculos de fraternidad. Dominen cualquier desfallecimiento y nunca debiliten los nexos cordiales que entre ustedes deben existir; antes bien, que ellos sean cada vez más fuertes y más elevados. Ganen tiempo. Lean, estudien, piensen, disciplinen la mente más y más. Acrezcan los valores espirituales que son más fáciles de percibir y fortificar en el aislamiento. Que nada turbio, que nada amargo, que nada ilógico empañe o tuerza la obra tenaz de re-educadora de los espíritus que es la mejor tarea de un prisionero12. Supongamos que vamos a construir una sociedad con la mayor perfección posible para el beneficio de sus ciudadanos. Supongamos que el congreso económico nacional de Víctor Raúl Haya de la Torre se implementa junto con otras medidas económicas propuestas por él, ¿podemos pretender construir una sociedad perfecta en su legislación y sistema económico y no incluir a sus participantes? ¿Se puede crear un sistema económico sin tomar en cuenta el comportamiento de sus participantes? La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 141 Supongamos que le confiamos el gobierno a un grupo de individuos y le damos como tarea manejar el capital producido por el trabajo de nuestra sociedad. Supongamos que tenemos un grupo de leyes que aseguran que todos recibirán una porción suficiente de las riquezas del Estado y que las leyes aseguran que no existirá la pobreza ni la miseria. Supongamos que cuando llega el día de distribuir las riquezas, resulta que las arcas del tesoro están vacías, que no hay mucho que repartir porque grupos desconocidos han robado el producto del esfuerzo de toda la población económicamente activa de dicho Estado. ¿De qué sirvió la aplicación del perfecto sistema económico y político cuando el elemento humano falló, es decir saboteó al sistema? El elemento humano es complejo y multifacético y no se limita por supuesto a robar o a mentir. Para ilustrar este punto mencionemos el caso del grupo Chrysler en Estados Unidos. La empresa automovilística Chrysler ha sido rescatada de la bancarrota en el pasado y hoy la compañía alemana Mercedes Benz, que había comprado Chrysler unos años atrás, quiere deshacerse de ella. ¿Por qué? Los empresarios de Chrysler tienen una cultura empresarial que puede describirse de esta forma. Los automóviles Chrysler son diseñados con acabados estéticamente bellos y elegantes pero están producidos con una ingeniería que no es de punta y con materiales baratos. Además los precios son altos en relación a la calidad del automóvil. Como consecuencia el público, cansado de reparaciones y gastos inútiles no compra los productos y la empresa quiebra. ¿Podemos construir cosas bellas con partes mediocres o de calidad inferior y esperar que atraviesen la prueba del tiempo? Me parece que el aprismo surgió justamente primero debido a la calidad de sus fundadores y segundo debido a la solidez de sus propuestas. Bastaría que aumentara el grado de honestidad y de desprendimiento dentro de la población y en especial dentro de la clase que gobierna y administra las naciones, para avanzar en la implementación de políticas y medidas económicas que no resulten en fracasos. La conducta moral es independiente de la religiosa, puesto que una, no garantiza a la otra. Al contrario, es posible ser completamente amoral y religioso al mismo tiempo, o viceversa, ser moral y secular. La persona cristiana puede tener el aliciente de permanecer moralmente limpio puesto que la salvación de su alma y su llegada 142 Claudio A. Selamé a la vida eterna depende de ello. Pero la política no está enfocada en el mas allá o la vida eterna sino en la vida temporal, el aquí y el ahora. Por lo tanto, a la política le interesa que el individuo siga un código moral por una razón práctica y razonable, puesto que la implementación de sus programas depende de ello. Para aquellos que no están inclinados hacia la cristiandad o el teísmo, hay guías racionales y suficientes en otros sistemas filosóficos y morales. Por ejemplo, el budismo, el sistema filosófico de la India del siglo V, propuesto por Siddhartha Gautama propone los siguientes diez preceptos: Con acciones bondadosas purifico mi cuerpo Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de matar a seres vivos. Con generosidad sin límite purifico mi cuerpo Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de tomar aquello que no me pertenece. Con tranquilidad, sencillez y contento purifico mi cuerpo Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de una conducta sexual incorrecta. Con comunicación veraz purifico mi habla Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de mentir. Con palabras amables y agradables purifico mi habla Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de hablar con rudeza. Con palabras de aliento y armoniosas purifico mi habla Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de hablar de banalidades. Con palabras de aliento y armoniosas purifico mi habla Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de difamar. Al abandonar la avaricia por la tranquilidad purifico mi mente. Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de la codicia. Al cambiar el odio por la compasión purifico mi mente. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 143 Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de odiar. Al transformar la ignorancia en sabiduría purifico mi mente. Me comprometo a seguir la senda que consiste en abstenerme de tener ideas erróneas. La construcción de una sociedad justa necesita arquitectos preparados y confiables. He aquí la necesidad de no ignorar este elemento básico en el movimiento político propuesto por Víctor Raúl Haya de la Torre. El problema sin duda surgirá cuando alguien pregunte ¿cuáles son los códigos de conducta que debemos seguir? ¿Cómo sabemos si algo es permitido y otra conducta no lo es? ¿Quién decide qué es permitido y qué no? ¿Adoptamos un código existente como los diez mandamientos o el código de Buda, o debemos crear uno nuevo? ¿Y si tenemos un código en nuestras leyes, por qué no es respetado? ¿Y si no es respetado como lo hacemos respetar? Sabemos que un sistema económico injusto de distribución de las riquezas promueve los actos deshonestos en los ciudadanos, muchas veces no tanto por debilidad humana sino por necesidad material. Si el sistema económico ha creado una cultura que promueve con sus injusticias sistemáticas el robo y la mentira, y los ciudadanos han sido socializados en esta cultura, ¿quién va a cambiar el sistema? En sus discursos públicos, Haya de la Torre menciona muchas veces valores morales y guías de conducta sin mencionar una fe específica. Él practicaba lo que predicaba. Algunas personas piensan que mencionando en sus discursos a Dios o la fe que ellos profesan están promoviendo una conducta moral. En esto se equivocan puesto que la decisión de comportarse moralmente es una decisión separada y distinta. La decisión de ser religioso y la decisión de seguir un código moral son dos decisiones separadas. Uno puede tomar una decisión y no la otra. Es fácil decir que uno es religioso pero solo Dios sabe si es cierto o no. Pero si alguien dice que sigue un código moral esto se puede comprobar con la conducta que se observa en ésa persona. El rol del movimiento inaugurado por Víctor Raúl debe incluir este elemento básico moral y es el único que tal vez puede lograrlo. ¿Por qué? 144 Claudio A. Selamé Porque este movimiento no sirve a ningún interés elitista o de clases sino que promueve el bien de la sociedad como una totalidad y por lo tanto tiene un aliciente en su diseño para ser claro y transparente con todos los ciudadanos. No es un partido de esta clase social o de aquel grupo económico, sino que el Apra fue fundado para representar los intereses de la sociedad entera, justamente en oposición a los intereses de aquel grupo en particular como el imperialismo o sus aliados. La doctrina social de Haya de la Torre corrige en cierta forma el rol de las clases pudientes y defiende el rol de las clases oprimidas. Corrige el rol de las clases pudientes porque denuncia su tendencia negativa de colaborar con el imperialismo en detrimento del interés colectivo nacional. Defiende el rol de las clases oprimidas porque las levanta en su justa dignidad al nivel que merecen, de completa participación dentro de la cultura y dentro de la economía. No elimina ni la una ni la otra pero las pone en dialogo genuino. He aquí la propuesta del cuarto poder del Estado: El Congreso Económico Nacional. Por esta razón el Estado de acuerdo a Víctor Raúl difiere del Estado diseñado por otros partidos políticos. El Estado aprista es el Estado de todos los sectores de la sociedad para servir los intereses de todos estos sectores inclusivamente. Así fue propuesto por sus fundadores. En el libro Haya de la Torre: Una vida ejemplar y ejemplarizadora de Alberto Vera la Rosa, pág. 46 se explica que El Apra es un “frente único de trabajadores manuales e intelectuales contra el imperialismo y por la justicia social”13. El imperativo moral y espiritual lo proclama Víctor Raúl mismo en estas Cartas a los prisioneros apristas, pág. 70, recopiladas y anotadas por Carlos Manuel Cox y publicadas en Lima: El Aprismo le está enseñando (al pueblo) que no ha nacido para comer y dormir, para vivir egoístamente en medio de placeres inferiores y llegar a la muerte sin haber cumplido obra superior alguna. Nosotros aspiramos a que el Pueblo se dignifique y se culturice. Por eso, el Aprismo es una obra de apostolado, de educación, de ejemplo y de energía. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 145 Por eso, también, el Aprismo necesita de muchos hombres fuertes, libres de vicios, libres de ignorancia, libres de egoísmos, que se entreguen totalmente a la obra de redimir y de salvar a sus hermanos14. En otra carta publicada en el mismo libro, pág. 99 y firmada con el seudónimo de Incahuasi de septiembre 1939, Víctor Raúl describe su dedicación y promesa como líder: Juré dedicar mi vida al servicio de mi pueblo, y lo estoy cumpliendo. Juré ser leal; ser puro, ser siempre un desinteresado defensor de lo que yo creo que son los ideales salvadores del Perú, y he cumplido. Ningún halago, ninguna promesa, ninguna amenaza me han doblegado. Mi lucha es y ha sido dura porque soy pobre y he mantenido limpia la dignidad de mi pobreza. Mi única aspiración, desinteresada y legitima, ha sido y es demonstrar al pueblo y a la juventud peruana que SI es posible salvar a nuestra patria por un camino de auténtica renovación moral, en el más elevado y constructivo sentido del concepto15. El pensamiento precede a la acción. Un pensamiento claro, puro y elevado produce por ley una acción clara, pura y distinguida. 2. El origen filosófico del pensamiento de Haya de la Torre El pensamiento de Haya de la Torre nace de la dialéctica hegeliana, se concretiza con el relativismo histórico de Toynbee y encuentra apoyo teórico en la física de Einstein. Podemos encontrar el origen del concepto del espacio-tiempo histórico en Hegel. En su libro La filosofía de la historia, pág. 72, edición Dover, publicado en inglés en New York en 1956, leemos: “History in general is therefore the development of Spirit in Time, as Nature is the development of the Idea in Space.”16 Traducido se lee: “La Historia en general es, por lo tanto, el desarrollo del Espíritu en el Tiempo, así como 146 Claudio A. Selamé la Naturaleza es el desarrollo de la Idea en el Espacio”. Las mayúsculas de las palabras, tiempo y espacio, pertenecen al texto original de Hegel. La definición de dialéctica como bien se sabe viene de los filósofos griegos y se deriva del término “conversar” o “diálogo”, tratándose del arte de intercambiar argumentos lógicos para encontrar la verdad. El inventor de la dialéctica fue al parecer Zeno, el Eleático, cuyo método era el de tomar la hipótesis de la persona opuesta y llegar a dos conclusiones que se contradicen entre sí y por lo tanto llegar a un absurdo. El método socrático también utiliza el juego de los opuestos para llegar a una conclusión verdadera o demostrar una falsa. La dialéctica usa pares de opuestos en diálogo e interacción para llegar como resultado a un tercer argumento que avanza el tema de estudio hacia la verdad que se busca. George W. Hegel (1770-1831) descubrió la dialéctica y la aplicó al desarrollo histórico humano en su relación con la manifestación de lo divino. La manifestación del espíritu divino en la creación eleva a la humanidad a un plano divino o encarna lo divino en lo humano, transformando los dos elementos de esta interacción en una síntesis más elevada. Esta síntesis no elimina o niega ninguna de las partes pero las transforma. Hegel también analiza el rol del Estado en la sociedad. Hegel utiliza la dinámica del amo y el esclavo para ilustrar su tesis. Hegel en su Fenomenología del espíritu17 de 1807, en el capítulo titulado: “La Verdad en la Auto-Conciencia” describe fenomenológicamente el proceso que se observa cuando dos objetos se confrontan el uno al otro. Esta obra magistral está dividida en tres partes que corresponden a las tres fases por la cual la conciencia humana transcurre. La primera parte es la conciencia: el descubrimiento de que existe un objeto separado del yo y confrontado con el yo. La segunda parte corresponde a la autoconciencia: la realización que uno está en frente del objeto. La tercera parte es la Razón: que es la síntesis de la objetividad y la subjetividad. Cada parte contiene varias partes y subdivisiones. La fenomenología de Hegel incluye: procesos sicológicos, lógica, filosofía, la filosofía de la historia y la ética; pero es mayor que la suma de todas esas partes. La fenomenología hegeliana es una descripción profunda del proceso relacional que ocurre entre objetos particulares, entre grupos de objetos y finalmente entre la humanidad y lo absoluto. Estos tres procesos La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 147 relacionales son examinados en la dinámica del amo y el esclavo, en la dinámica del Estado y en la manifestación de lo absoluto en la humanidad. La manifestación de lo absoluto en la humanidad puede interpretarse como la manifestación de lo divino, pero Hegel parece no pronunciarse al respecto. La dinámica entre el amo y el esclavo está descrita en la segunda sección de la Fenomenología del espíritu, una subdivisión llamada: “Independencia y Dependencia de la Auto-Conciencia: el Amo y el Esclavo”. Este capítulo de la “Fenomenología del Espíritu” es clave para entender los avances de la sicología clínica contemporánea, la filosofía de Haya de la Torre y la de Marx y Engels. Hegel quiere desarrollar un concepto dialéctico del Estado, cuyos elementos son la familia, la sociedad civil y su síntesis, el Estado. Las siguientes preguntas deben ser respondidas si uno desea entender el devenir histórico presente y poder predecir lo que viene en el futuro. ¿Cómo es posible que a mediados del siglo XIX, Hegel en la Introducción a su filosofía de la historia, pág. 86, pueda predecir que “América es la tierra del futuro, donde, en las edades que vienen, el peso de la Historia Mundial se revelará –tal vez– en una confrontación entre Norteamérica y Sudamérica”18. Víctor Raúl Haya de la Torre inserta esta misma frase en su libro: El antiimperialismo y el Apra. Hegel puede ver el futuro devenir histórico puesto que entiende el devenir dialéctico de la historia. En las ciencias naturales como en las ciencias sociales se juzga la calidad de una teoría por su capacidad de explicar y predecir eventos. Para entender el orden vertical que ofrece el sistema capitalista, debemos analizar cómo este sistema pone a los individuos de la sociedad en relación unos frente a los otros. Es decir, debemos entender cómo se relacionan los ciudadanos dentro de un sistema capitalista, particularmente, los que participan en la producción. La dinámica entre el amo y el esclavo nos permite analizar esta relación en contraste. ¿Qué sucede entre el amo y el esclavo, como se podría describir esa relación? ¿Por qué el sistema capitalista es un orden social vertical, y porque un sistema inspirado en el marxismo producirá esencialmente el mismo orden vertical en la sociedad? ¿Por qué la dialéctica de Haya de la Torre traducida a la arena política y económica ofrece un orden social primero vertical y luego en segundo lugar, un orden social horizontal? 148 Claudio A. Selamé Tradicionalmente la tensión que existe entre el amo y el esclavo introduce el tema histórico del dominio vs la obediencia y la sumisión. Esta relación aparentemente simple es la que Hegel remonta al campo filosófico y al campo de la filosofía de la historia. Hegel introduce esta relación en toda su complejidad. La dinámica de dominio versus sumisión es analizada cuidadosamente y se descubren importantes verdades en ella. 3. La relación entre el amo y el esclavo Para Hegel la relación entre uno mismo y lo otro, un objeto, o el otro si se trata de otra persona es lo que caracteriza la conciencia humana y su actividad en el mundo. Uno puede ser atraído o puede ser repelido por el otro, o lo otro, que tiene delante de uno. Cuando somos conscientes que existe una realidad fuera de nosotros, independiente de nosotros, que representa un obstáculo o ventaja para la realización de nuestros anhelos y deseos, experimentamos un despertar de la conciencia propia. De pronto el objeto, en su amplio sentido, que se presenta frente a nosotros nos hace conscientes de nosotros mismos. Despertamos a la realidad que no existimos exclusivamente solos pero que estamos enfrentados a algún otro y que ese otro puede ser beneficioso o dañino. También sabemos que no podemos destruir o abolir al otro. Si intentamos abolir o destruir al otro, destruimos nuestra autoconciencia, puesto que nuestra autoconciencia es una conciencia en relación al otro. En consecuencia nos relacionamos con ese objeto que se le presenta a nuestra conciencia. Esto sucede con el amo y el esclavo. Ambos se enfrentan desarrollando cada uno, una conciencia propia y definiéndose cada uno dentro de dicho intercambio. ¿Qué sucede en este intercambio de auto-conciencias entre el amo y el esclavo? Idealmente el intercambio entre dos auto-conciencias que se enfrentan una a la otra es reconciliación o síntesis. Pero en el caso del amo y el esclavo la relación permanece irresoluta, porque ni el esclavo ni el amo pueden alcanzar reconocimiento del otro como legítimo. Dos conciencias, una frente a la otra necesitan reconocimiento mutuo para ambas alcanzar La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 149 su auto liberación y su auto realización. Si las conciencias no pueden obtener legitimación en la relación dentro de la cual participan, el otro permanece como un obstáculo para la auto-realización o manifestación plena de sí mismo. ¿Cómo sucede esto? Hegel describe el problema que ocurre cuando dos conciencias se enfrentan una a la otra en forma fatal o violenta como ocurre en el conflicto entre “vida o muerte”. Cuando hay un conflicto de vida o muerte, una de las dos auto-conciencias se somete a la otra por el miedo a la muerte. ¿Qué ocurre? En el caso del esclavo, este se somete al amo y desarrolla un talento y un dominio sobre la naturaleza. El esclavo desarrolla una relación con la naturaleza que es única y experta y que crea un valor en sí mismo. Por el otro lado, el amo pone en riesgo su vida enfrentándose a la otra auto-conciencia (el esclavo) con violencia y crea el simulacro que su vida no es importante y que su bienestar tampoco es importante. Pero cuando el otro se somete, el amo recibe el mensaje de la otra autoconciencia que él es libre. El amo se piensa que es libre porque el otro se ha sometido. Pero este reconocimiento que el amo recibe del otro que se sometió a su voluntad es incompleto. Es incompleto porque para ser completamente libre y autónomo la auto-conciencia necesita un reconocimiento auténtico de su autonomía. Existe un reconocimiento tácito de las dos auto-conciencias que la relación entre ellos es asimétrica, fuera de balance e injusta. De pronto el amo se encuentra dentro de la situación en la cual él es dependiente del esclavo. El amo es entonces un ser dependiente puesto que necesita un constante reconocimiento de su propia libertad que recibe del esclavo sometido. Por el otro lado, el esclavo ha desarrollado una relación con la naturaleza y con los medios de producción que el amo no tiene. El amo se ha enfocado en dominar al esclavo y es por lo tanto ignorante de las capacidades que el esclavo ha desarrollado. El amo se vuelve el esclavo del esclavo y el esclavo el amo del amo, por el estado de dependencia que se ha desarrollado entre ambos. Si el esclavo fallara, el amo dejaría de existir. En verdad el poder sobre la naturaleza reside en el esclavo. Pero así mismo, el esclavo no sería tal sin el amo que lo sometiera. Gracias al amo, el esclavo desarrolla su talento y domina la naturaleza y asegura su lugar dentro del orden social. Aunque ambos, el amo y el esclavo, están alienados de ellos 150 Claudio A. Selamé mismos, establecen una relación social que se transforma en un sistema económico y político. Históricamente este tipo de relación asimétrica ha empapado las sociedades de Europa. Los Estados Unidos en su etapa expansionista o imperialista vigente demuestra este mismo problema. Aquí se encuentra el secreto y la base fenomenológica del orden vertical de la sociedad actual. La solución que Hegel propone para esta relación entre el amo y el esclavo incluye un proceso en el cual la autoconciencia debe avanzar a través de etapas que incluyen el estoicismo, el escepticismo y la autoconciencia infeliz antes de llegar al uso de la razón. El estoicismo es la etapa en la cual la auto-conciencia –del amo y del esclavo– toleran sin miedo y temor aparente –represión– esta relación desequilibrada. El escepticismo permite a las autoconciencias –del amo y del esclavo– la duda que el mundo podría ser mejor de lo que es. Finalmente, la autoconciencia todavía se siente infeliz y descontenta porque la relación de dominación versus sumisión en la cual se encuentra es asimétrica y no se soluciona con ajustes sicológicos, culturales o ideológicos. Este proceso se produce individualmente entre amo y esclavo e históricamente entre las naciones a través de los tiempos. Este proceso necesariamente conduce a la autoconciencia, a buscar una solución basada en la razón. Hegel soluciona este impase en el capítulo: “Espíritu Objetivo: El Orden Ético”. En el orden ético encontramos al hombre trabajando libremente sirviendo las necesidades de la sociedad y no las necesidades del amo sino obedeciendo la disciplina que impone la razón. Hegel propone la antigua democracia de Grecia como ejemplo de este desarrollo. Eventualmente esta democracia se desvanece cuando se enfrenta con la ley divina como fue descrito en el mito de Antígona. Pero en cuanto a la inmediata solución al problema de esta relación asimétrica entre el amo y el esclavo, dentro de esta relación de dominación y sumisión, el “Orden Ético” representa la solución para Hegel. Solo la Ética para Hegel puede extender la libertad a ambos, al amo y al esclavo, sustituyendo esa relación de dominación y dependencia por una de reconciliación y de mutua libertad. Karl Marx trata de solucionar esta relación asimétrica de otra forma: con la dictadura del esclavo que es en sus propias palabras, la dictadura La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 151 del proletariado. En esto se basa Marx para fundar su tesis política y darle una ideología a seguir a los desencantados con el resultado de la Revolución Industrial. En 1847 Marx se suma a la Liga Comunista los cuales le encargan que escriba con Engels el famoso Manifiesto Comunista de 1848. La dialéctica hegeliana tiene un uso mucho más amplio y rico que lo que el marxismo pretendió. Víctor Raúl Haya de la Torre entendió esto muy temprano dentro de su investigación. En verdad, la forma en que Marx usa la dialéctica es restringida y sirve a una política de coyuntura como explicaremos más adelante. Marx introduce la dialéctica a la ideología comunista y le imprime una base filosófica más o menos coherente al Partido Comunista. El peruano Haya de la Torre utiliza el análisis dialéctico de una manera más coherente y convincente. 4. La dialéctica en la naturaleza Sabemos por experiencia y simple observación que el mundo natural está constituido en pares de opuestos: luz y tinieblas, bien y mal, macho y hembra, positivo y negativo, etc. La interacción de estos opuestos produce muchas variaciones y matices que contienen ambos elementos en diferentes medidas. Por ejemplo, antes de que caiga la noche, la luz se desvanece lentamente durante el día mientras que la noche alcanza su máxima expresión cuando el sol está en el lugar más oculto de su trayectoria orbital. Este proceso se repite diariamente y nunca se agota. Ambos elementos son necesarios para producir el efecto visual que llamamos noche y día. Ningún elemento es destruido ni congelado por la presencia emergente del otro. Se puede comparar a una danza celestial en la cual cada elemento tiene su lugar, su medida y su tiempo para poder manifestarse. La sicología humana presenta también elementos opuestos en interacción constante y dialéctica. Sabemos que la personalidad contiene elementos femeninos y masculinos tanto en el hombre como en la mujer. Esto lo sabemos porque si no fuera así, el hombre no podría complementarse con la mujer ni la mujer con el hombre. Por ejemplo, 152 Claudio A. Selamé los seres humanos podemos relacionarnos con los perros y gatos y otros mamíferos porque somos mamíferos también. Como tales tenemos padres y madres y nacemos del vientre de una hembra. Los mamíferos tienen dos progenitores. Tenemos mucho en común con los mamíferos pero no así con los insectos. No dudamos en aplastar a un insecto y sin mucha compasión porque no podemos relacionarnos íntimamente con ellos puesto que tenemos poco en común con dicha especie. Por esta razón no pensamos que matar a un insecto sea de mucha crueldad pero sí pensamos que matar a un mamífero es cruel. De manera que los elementos femeninos y elementos masculinos en la personalidad humana conviven y tienen una dinámica especial. Examinemos ejemplos de la dialéctica o diálogo de estos elementos en la personalidad humana, tomando como ejemplo la relación que existe entre un hombre y una mujer. Supongamos que un hombre y una mujer desean desarrollar una relación romántica de naturaleza duradera. Esta relación puede desenvolverse de estas dos formas: En la primera, el hombre y la mujer establecen una relación romántica cuyo fruto resulta en tener uno o más hijos. Sin embargo, la relación íntima entre la pareja no se profundiza más allá del enlace sexual y amistoso y los dos permanecen más o menos intactos tal y como eran antes de conocerse. Cada cual es el individuo que era antes a pesar de ahora tener hijos en común. Si aplicamos el modelo de la dialéctica hegeliana sería algo así: el hombre –tesis– y la mujer –antítesis– y la –síntesis– los hijos. Los hijos contienen en sí mismos los elementos de los padres sin ser ellos. En la segunda forma, el hombre y la mujer establecen una relación duradera que adquiere a través de los años una vida propia. Estas parejas parecen tener algo especial entre ellos. Pareciera que hasta los rasgos físicos cambian y cada uno de ellos adquiere elementos del otro. Cuando caminan en la calle de la mano después de varias decenas de años juntos, estas parejas a veces ya ancianos maravillan a los transeúntes con ese elemento nuevo que transmiten. Ese elemento nuevo es la relación que ahora se puede entender como el elemento esencial del matrimonio. El matrimonio es la síntesis de esta relación y no los hijos. Los hijos por su lado tienen que enfrentarse a esa síntesis que sus padres despliegan. Una síntesis creada por la relación dialéctica entre el hombre y la mujer. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 153 La reacción de los hijos al matrimonio de los padres es independiente y no es una condición necesaria para la relación matrimonial. ¿Cuál de estas dos relaciones entre el hombre y la mujer describen la dialéctica hegeliana? ¿Cuál de estas dos relaciones manifiesta una verdadera dinámica dialéctica de los aspectos femeninos y masculinos que se encuentran en la personalidad humana? El primer ejemplo revela un entendimiento mecánico, materialista y superficial de la dialéctica hegeliana. La relación descrita en el ejemplo número uno produce una síntesis material que posterga la posibilidad del crecimiento humano. El hijo, o hijos, de esa relación deben entonces empezar de cero, puesto que sin tener el ejemplo de sus padres frente a él debe buscar su propio camino. No hay evolución a un plano superior. La relación entre el hombre y la mujer del ejemplo número dos logra un estado superior de conciencia y de existencia y culmina en sí misma la relación dialéctica. El fenómeno superior del matrimonio constituye la síntesis, la evolución cualitativa. Los elementos de la personalidad deben coexistir en gran armonía sin que uno elimine al otro pero complementándose mutuamente y en su debida medida. Este equilibrio es fluido y en cambio constante, es decir, es una relación dialéctica viva y dinámica. Es esta dialéctica la que crea una síntesis superior en relación a los elementos que la constituyen y a su paso cambian los elementos que la forman. Es decir, la dialéctica no solo forma una síntesis superior sino que eleva a un plano superior los elementos que la constituyen. La dialéctica crea un desarrollo cualitativo. Cada elemento aporta algo diferente a la ecuación de la personalidad. Una personalidad madura incorpora los dos elementos en forma especial. Este no es el lugar para explicar cómo estos elementos de la personalidad actúan en cada ser humano pero es una ilustración de un intercambio dialéctico verdadero. Volvamos al campo de la sociología y de la economía. La solución dialéctica para los problema de la sociedad en términos de la economía no es la lucha de las clases y su superación con el socialismo y después el comunismo sucesivamente, sino la incorporación de los elementos de la sociedad en una interacción madura, equilibrada y gobernada por un tercer elemento que es el derecho de cada país. Volviendo al ejemplo 154 Claudio A. Selamé de la personalidad. Si usáramos el modelo marxista para resolver la dialéctica de la confrontación entre el hombre y la mujer ocurriría de la siguiente manera. Un varón se sometería a lo femenino esclavizando así su personalidad al aspecto femenino. Esto equivaldría a la dictadura de lo femenino. La promesa sería que al final se llegaría a un estado ideal a través del conflicto creado artificialmente. Como se ve claramente este tipo de “solución dialéctica” es absurda. Esta “solución dialéctica” sería anti-dialéctica en la medida que produciría más enfrentamiento, conflicto, trauma y ninguna síntesis. Hegel busca una solución perenne e equilibrada al problema de las interacciones dialécticas sociales. Haya de la Torre tuvo la lucidez de descubrir este problema en el marxismo de principios del siglo XX. En su libro Espacio-Tiempo histórico, publicado en Lima, 1948, Víctor Raúl quiso distanciarse del marxismo y de su materialismo histórico postulando una nueva doctrina política propia, genuina, netamente indoamericana. Haya de la Torre encontró en el concepto espacio-tiempo-histórico el ingrediente necesario para deshacerse de la influencia marxista que parecía haber contaminado la sociedad europea con su ideología agresiva. El pensador indoamericano reconoció que dentro del marxismo estaba su propia negación. Leemos en la pág. 23 de Espacio-Tiempo histórico: “Como la teoría marxista no puede ser una anti-dialéctica verdad eterna, en la esencia misma de su filosofía está su negación”19. Víctor Raúl escribe en el prólogo de su importante obra, EspacioTiempo histórico, pág. 16-17 el siguiente párrafo: En mi libro El antiimperialismo y el Apra, escrito en México en 1928, ensayo una interpretación histórica de la evolución económica-social de los pueblos de Indoamérica y sostengo, en el capítulo VI, que el Aprismo es “una metódica confrontación de la realidad Indoamericana con las tesis que Marx postulara para Europa y como resultado de la realidad europea que él vivió y estudio a mediados del siglo pasado”; en el Capítulo VII subrayo que “nuestro proceso histórico tiene su propio ritmo, su típico proceso, su intransferible contenido”. Más adelante, en el mismo capítulo, añado que “Nuestro Tiempo y nuestro Espacio económico nos se- La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 155 ñalan una posición y un camino” Y en el capítulo final del mismo libro: “Observando seriamente la realidad social y económica de Indoamérica, salta a la vista un problema político vasto y nuevo cuyas formulas de solución no tienen cabida ni alcanzan ajuste en los conocidos moldes ideológicos europeos”20. El fenómeno marxista, de acuerdo al concepto del pensador trujillano, era un fenómeno enlazado a su propio espacio-tiempo, es decir, pertenecía a Europa y no tenía cabida en América Latina. Los países latinoamericanos tendrían que forjar su propio destino con sus propias doctrinas y métodos sociopolíticos. Por todo lo expuesto se puede afirmar que Haya de la Torre nunca fue marxista, puesto que el marxismo no encaja con la realidad de América Latina. La adopción de la solución dialéctica propuesta por Carlos Marx en Europa está relacionada con el deseo de ciertos intereses nacidos en la cuna europea de adquirir el poder financiero y político sin importar los medios, ni aspirar al bien común. Marx ofreció una solución ideológica al parecer elegante y simple para las masas y les dio la justificación filosófica que buscaban. En tiempos anteriores, Voltaire en Francia durante la Revolución Francesa ofreció el mismo servicio a las masas revolucionarias. En verdad no faltan las justificaciones cuando existe la intención o la necesidad de producir una revolución. 5. Las anti-soluciones europeas Europa ha producido dos respuestas políticas influyentes al problema social para construir una sociedad más justa, más prospera e integrada. Coincidiendo con Haya de la Torre son anti-soluciones. Una es la lucha de clases propuesta por el marxismo y la otra es la lucha de razas y de naciones propuesta por el fascismo o nacional socialismo. Si bien nos parece evidente que la lucha de las razas no puede resolver equitativamente el conflicto entre sectores sociales, así como más veneno no puede ser la cura para el envenenamiento, la lucha de clases todavía atrae a ciertos sectores políticos, como una solución para el problema de la injusticia social. Debido a esta situación resulta 156 Claudio A. Selamé necesario estudiar de dónde viene esa concepción que la dictadura del proletariado, corolario de la lucha de las clases, puede producir en su desenlace una sociedad justa. El mérito de Marx y Engels no se encuentran tanto en su método de análisis del capitalismo, sino en el movimiento político que ambos promovieron con sus tesis. La contribución de ambos pensadores, Marx y Engels, para ser exactos es una contribución política y social; fue el aguijón que la autoconciencia europea necesitaba para despertar de su estupor explotador y destructivo. El movimiento que ellos forjaron despertó la autoconciencia de las clases sociales. Federico Engels en el prefacio de Das Capital, volumen II, titulado: “El proceso de circulación del capital”, pág. 14, expresa su mortificación frente al hecho que los economistas alemanes fueran completamente ignorantes con respecto a la literatura anti capitalista que se producía en Inglaterra, la sede del capitalismo más feroz. Para probar esta ignorancia, Engels incluye en la pág. 28 del prefacio una cita del libro de William Thompson titulado: Una exploración de los principios de distribución de las riquezas publicado en 1822 y que dice lo siguiente: “El esfuerzo constante de lo que se ha llamado sociedad ha sido engañar e inducir, aterrorizar y obligar al trabajador para que trabaje por la más pequeña porción posible del producto de su propio trabajo”. Continua diciendo en la pág. 32: “¿Por qué no darle al trabajador la porción completa del fruto de su trabajo?”. La cita de Thompson subraya en la página 125 que: Esta cantidad de compensación, exigida por los capitalistas de los trabajadores productivos, bajo el nombre de rentabilidad o ganancia, es justificada en el uso de la tierra u otros artículos… En todas las materias físicas gracias a las cuales, o por medio de las cuales, sus poderes productivos pueden ser puestos a disposición, estando en las manos de otros con intereses opuestos a los suyos, y siendo el consentimiento de estos un preliminar necesario antes de cualquier esfuerzo de su parte, acaso no está, y acaso no debe siempre permanecer, a la merced de estos capitalistas para cualquiera que sea la porción de los frutos de su propio trabajo que ellos consideren apropiado dejar a su disposición en compensación por sus trabajos?21. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 157 La economía aborda el tema de las relaciones que existen entre las clases responsables de la producción de los bienes de consumo. El tema de las relaciones laborales en las clases sociales, el tema de la distribución de las riquezas, el tema de la regulación o de la falta de regulación estatal. En general la economía aborda el tema de la justicia social necesaria para el bienestar del individuo, la familia y la sociedad. La complejidad de estas relaciones es enorme puesto que existen diferentes enfoques que se pueden tomar al abordar el tema. Autores como Adam Smith, Ricardo, Marx y Engels aportan conceptos a la complejidad de la economía y se puede encontrar en ellos grandes progresos en pos de una mejor compresión de los múltiples procesos colectivos de la producción. Cada uno aporta algo nuevo al entendimiento de estos procesos colectivos y cada cual tiene sus limitaciones. Marx no es ninguna excepción como se verá a continuación. 6. La teoría de la plusvalía o valor agregado y la teoría del trabajo de Marx y Engels ¿Cuáles fueron las contribuciones de Marx en asuntos económicos? Ciertas contribuciones de Marx fueron absorbidas tan rápidamente por la comunidad intelectual y los economistas que ahora esos conceptos nos parecen comunes y corrientes. Ciertos conceptos que ahora usamos cuando hablamos del trabajo, del valor agregado y del dinero son conceptos que fueron desarrollados por Marx en el siglo XIX. El concepto de la plusvalía ya existía en tiempos de Marx, pero él lo desarrolló más que ningún otro autor eliminando las inconsistencias. Engels en el prefacio al Das Capital, vol. 2, pág. 16, explica que Marx para entender que cosa era el valor agregado tenía que encontrar cual exactamente era el valor de una cosa. ¿Qué determina el valor de un producto? No es lo mismo el precio de un objeto que el valor de este mismo. Karl Marx expone que existe una gran diferencia entre el valor agregado de la producción y la ganancia que se obtiene con la venta de los productos. Nos vamos a limitar a los conceptos principales de 158 Claudio A. Selamé la economía marxista. Estos conceptos principales son los que llevan a Marx a desarrollar la doctrina de la dictadura del proletariado, como paso necesario aunque imperfecto, para llegar al comunismo auténtico. El concepto del valor agregado a la mercancía fue desarrollado por Karl Marx y expuesto en su Crítica a la economía política y en el primer volumen de Das Capital. La palabra mehrwert en alemán significa valor agregado o plusvalía. El concepto del valor tal como fue definido por Smith, Ricardo y la teoría clásica representa la cantidad de trabajo que contiene un artículo o una mercancía. La escuela de Ricardo consideraba el trabajo la medida del valor. Marx explica que no es la actividad concreta de trabajar, lo que explica el valor de un producto, sino la fuerza laboral o capacidad laboral. El concepto de la “fuerza laboral” es un concepto abstracto y variable, mientras que el trabajo propiamente tal es un concepto concreto que se puede medir individualmente. Por ejemplo, hoy en día usamos dicho concepto abstracto, cuando decimos que existe una fuerza laboral cara o barata en diferentes países o regiones de un país. Por citar un ejemplo la fuerza laboral en la industria de los zapatos es más barata en Trujillo que en Lima. Los empresarios que buscan emplear una fuerza laboral más barata tendrían que poner sus fábricas en departamentos como Trujillo. La fuerza laboral para Marx se convierte así en una mercancía que está a la venta dentro del mercado, como lo están los edificios, las herramientas y la materia prima. Se trata de un concepto económico abstracto. El concepto de trabajo como mercancía resuelve las contradicciones que existían dentro de la teoría clásica de la economía. La teoría clásica de la economía establecía que el valor de un producto se definía por el valor del trabajo. Podíamos expresar el valor del trabajo solo en términos de trabajo. Pero no sabíamos cuál era el verdadero valor de una hora de trabajo puesto que esta era definida en término del mismo trabajo. Caíamos así dentro de un argumento circular en el cual una hora de trabajo equivalía a una hora trabajada, pero nos quedábamos sin saber cuál era el valor real del trabajo. La teoría clásica trató de resolver este dilema afirmando que el valor de una mercancía era igual al costo de su producción. Pero Marx hizo la siguiente pregunta: ¿Cuál es el costo de producción del trabajo La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 159 mismo, no el costo de la fuerza de trabajo? El costo de producción del trabajo mismo consiste para la economía clásica en todo lo necesario para mantener al trabajador vivo, trabajando y reemplazarlo cuando esté ausente por razones de salud, edad o muerte. Marx reemplaza este concepto concreto del trabajo por un concepto abstracto que se aplica a diferentes sociedades y condiciones del mercado. El aporte de Marx es valioso en la medida que puede explicar la variedad en los costos del trabajo, o más precisamente en el lenguaje de Marx, la variedad en el costo de la fuerza laboral en diferentes circunstancias dentro o fuera de la misma sociedad. 7. La plusvalía o valor agregado Federico Engels describe en su introducción al manuscrito de Marx Trabajo asalariado y el capital, cómo se acumula valor agregado o plusvalía en los productos. Dice así: Supongamos que nuestro obrero –un mecánico ajustador– tiene que hacer una pieza de una máquina, que acaba en un día. La materia prima, hierro y latón, en el estado de elaboración requerido, cuesta, supongamos, 20 marcos. Al consumo de carbón de la máquina de vapor y el desgaste de ésta, del torno y de las demás herramientas con que trabaja nuestro obrero representan, digamos –calculando la parte correspondiente a un día y a un obrero–, un valor de un marco. El jornal de un día es, según nuestro cálculo, de tres marcos. El total arrojado para nuestra pieza es de 24 marcos. Pero el capitalista calcula que su cliente le abonará, por término medio, un precio de 27 marcos; es decir, tres marcos más del coste por él desembolsado. ¿De dónde salen estos tres marcos, que el capitalista se embolsa? La Economía Política clásica sostiene que las mercancías […] se venden, unas con otras, por su valor; es decir, por el precio que corresponde a la cantidad de trabajo necesario encerrado en ellas. Según esto, el precio medio de nuestra pieza –o sea 27 marcos– Claudio A. Selamé 160 debería ser igual a su valor, al trabajo encerrado en ella. Pero de estos 27 marcos, 21 eran valores que ya existían antes de que nuestro ajustador comenzara a trabajar. 20 marcos se contenían en la materia prima, un marco en el carbón quemado durante el trabajo o en las máquinas y herramientas empleadas en éste, y cuya capacidad de rendimiento disminuye por valor de esa suma. Quedan seis marcos, que se añaden al valor de las materias primas. Según la premisa de que arrancan nuestros economistas, estos seis marcos sólo pueden provenir del trabajo añadido a la materia prima por nuestro obrero. Según esto, sus doce horas de trabajo han creado un valor nuevo de seis marcos. Es decir que el valor de sus doce horas de trabajo equivale a esta cantidad. Así habremos descubierto, por fin, cuál es el “valor del trabajo”. –¡Alto ahí! –grita nuestro ajustador–. ¿Seis marcos, decís? ¡Pero a mí sólo me han entregado tres! Mi capitalista jura y perjura que el valor de mis doce horas de trabajo son sólo tres marcos, y si le reclamo seis, se reirá de mí. ¿Cómo se entiende esto? Engels continúa explicando: Si antes, con nuestro valor del trabajo nos movíamos en un círculo vicioso, ahora caemos de lleno en una indisoluble contradicción. Buscábamos el valor del trabajo, y hemos encontrado más de lo que queríamos. Para el obrero, el valor de un trabajo de doce horas son tres marcos; para el capitalista, seis, de los cuales paga tres al obrero como salario y se embolsa los tres restantes. Resulta, pues, que el trabajo no tiene solamente un valor, sino dos, y además bastante distintos. Esta aparente contradicción, ¿cómo se soluciona? Lo que los economistas consideraban el costo de producción del trabajo no era el costo de producción del trabajo sino el costo del trabajador mismo. En verdad lo que el trabajador vende al capitalista es su capacidad de trabajo, su fuerza laboral en potencia no su trabajo puesto que los bienes no se han producido todavía. Esta fuerza laboral para Marx se encarna, viene a La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 161 ser parte del trabajador mismo individualmente y de la clase trabajadora como clase social, y dicho potencial de trabajo se hace realidad cuando el trabajador –y la clase trabajadora– se pone a trabajar y produce bienes de consumo. Por esto dice Marx que la clase trabajadora como clase social es la única clase que imparte valor a los bienes de consumo. Engels afirma en la introducción al manuscrito de Marx: Trabajo asalariado y el capital lo siguiente: “Tal es el régimen económico sobre el que descansa toda la sociedad actual: la clase obrera es la que produce todos los valores, pues el valor no es más que un término para expresar el trabajo, el término con que en nuestra actual sociedad capitalista se designa la cantidad de trabajo socialmente necesario, encerrado en una determinada mercancía”22. El subrayado es del autor. ¿Cómo explica Marx la plusvalía o el valor agregado? Marx, explica en el vol. II de Das Capital, que el capital se compone de las materias primas, herramientas de trabajo, y los medios de subsistencia de todo tipo, que son empleadas en la producción de nuevas materias primas, nuevas herramientas, y los nuevos medios de subsistencia. Todos estos componentes del capital son el producto de la mano de obra del trabajador. En el mismo volumen de Das Capital Marx explica: “El proceso de circulación del capital”. Uno de los puntos centrales de esta obra es demonstrar que el proceso de producción capitalista incluye a la fuerza laboral (un concepto abstracto de la capacidad de trabajo del obrero) como factor básico, una mercancía que el capitalista compra. La fuerza laboral como bien básico, pasa a ser parte integrante de la producción capitalista. El concepto de fuerza laboral de Marx se contrapone al concepto de trabajo de Ricardo. Marx presenta a la fuerza laboral como otro factor básico de la producción y no como una fuerza fija en la producción. Ricardo tiene un concepto más simple del trabajo como labor concreta y específica del trabajador. La fuerza laboral de Marx, por el otro lado, es un concepto abstracto que está sujeto a las fuerzas de la demanda, las condiciones del mercado, las leyes laborales, como el salario mínimo, etc. En segundo lugar, el producto final retiene labor congelada que el capitalista no paga y retiene para sí mismo. En otras palabras, como dicen 162 Claudio A. Selamé los que invierten en inmuebles, la ganancia o plusvalía se produce cuando se compra, no cuando se vende la propiedad. El capitalista paga al obrero menos de lo que el trabajador aporta con su trabajo al producto y por lo tanto el capitalista acumula plusvalía del factor trabajo. Por ejemplo, si la jornada laboral es de 10 horas y en 5 horas el obrero ha producido el valor equivalente a su fuerza de trabajo, la cantidad de plusvalía que se le quita es de 5 horas. Uno de los puntos centrales de la interpretación del proceso económico hecha por Marx es demonstrar el fenómeno de la plusvalía como algo intrínseco al capitalismo, cuya injusticia parece evidente estudiado bajo la óptica marxista. 8. ¿Quién es el trabajador? Carlos Marx ignora que el capitalista también trabaja y que no solo aporta el capital para la producción. El capitalista trabaja con su intelecto y también con sus manos y por ende también aporta fuerza laboral al proceso productivo. Esta fuerza laboral que representa el trabajo del capitalista, este factor dentro del proceso de producción capitalista, Marx no lo toma en cuenta. Ni siquiera lo menciona. La clase obrera no es la única clase social que agrega valor a través de su trabajo a los bienes de consumo. El capitalista también trabaja e incluye su trabajo en la producción. Si vemos las cosas de esta manera el costo de la fuerza laboral incluye a la clase capitalista y no la excluye. En otras palabras la fuerza laboral incluye el trabajo de la clase obrera en potencia y la fuerza laboral del capitalista. Cuando consideramos que la fuerza laboral incluye al capitalista, empresario o inversionista, la contradicción cesa de existir. Es justamente este elemento el cual pone equilibrio a la interacción entre el capitalista y el obrero. Cuando Marx utiliza la dialéctica de Hegel para resolver la relación asimétrica que existe entre el esclavo y el amo tampoco logra resolverla. La relación continúa siendo asimétrica en la dictadura del proletariado, Estado que se puede a su vez llamar Estado-capitalista o “capitalismo de Estado”, citando a Haya de la Torre, porque se trata de un Estado que controla los medios de producción y la distribución de La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 163 la riqueza. La razón fundamental del error es no considerar a la fuerza laboral del empresario e inversionista como parte de la ecuación y solo considerar al capital que ellos aportan. El capital que el empresario o inversionista aporta es trabajo acumulado. Cuando se ignora el trabajo que el empresario contribuye a la producción y sólo su capital se toma en cuenta resulta fácil pensar en despojarlo de sus bienes o de pensar automáticamente en él como un explotador. De aquí nace la idea que el empresario no trabaja y que sólo explota a los trabajadores. Esta idea errónea ha sido divulgada en panfletos, artículos, canciones y poemas, dentro y fuera de círculos comunistas. Pero si tomamos en cuenta la fuerza laboral de ambas clases sociales, y el capital que el empresario contribuye a la producción de los bienes, esto nos obliga a pensar en cómo los salarios y la plusvalía pueden ser distribuidos entre el obrero y el capitalista. El empresario potencialmente puede ganar más, porque aporta más dentro de la producción. También el empresario puede perder más. Cuando el obrero termina su jornada se va a su casa. El empresario en cambio continúa su trabajo intelectual, proyectando cómo alcanzar más mercados y como optimizar sus productos y cómo distribuirlos. Si los productos no se venden el empresario-capitalista pierde su capital y el trabajo invertido. Si se cierra la fábrica, el obrero pierde su salario. 9. ¿La fuerza laboral es una mercancía? El segundo problema fundamental en la concepción del trabajo como mercancía tanto en el capitalismo de libre mercado, como en el capitalismo de estado, o fascismo, es que bajo esa óptica al trabajador se le trata como a un objeto y no como a un ser humano. También lo señala Haya de la Torre en su libro Plan de Acción, pág. 44: “el ciudadano como cantidad, no como calidad”23. Las decisiones respecto al valor de su trabajo y a sus condiciones laborales son tomadas sin considerar las necesidades humanas del trabajador. Este error lo comete el capitalista por excelencia, pero el marxismo no lo soluciona sino que lo confirma. 164 Claudio A. Selamé El papa Pio XI en su encíclica Quadragesimo anno reafirma uno de los méritos de la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII cuando dice: “83. El trabajo no es una vil mercancía, sino que es necesario reconocer la dignidad humana del trabajador. Por lo tanto, el trabajo no puede ser comprado o vendido como una mercancía cualquiera.” Hugo García Salvattecci en su excelente libro: El Aprismo y la doctrina social de la iglesia, pág. 33 acertadamente concluye que “es nuevamente la teoría del mercado aplicada a la esfera del trabajo la que genera los desencuentros sociales.”24 En resumidas cuentas, los objetos de producción acumulan plusvalía (valor agregado) de trabajo. Esta plusvalía de trabajo es la que determina el valor de los objetos e incluye en sí misma, aquella parte de la fuerza laboral que aporta tanto el empresario, como el obrero. La pregunta de: ¿cuánto más debe ganar el empresario que el trabajador? es el núcleo del problema. El que arriesga más merece ganar más no solo por razones de equidad sino también para poder continuar la inversión en la producción misma. ¿Puede el obrero invertir en la producción de la misma forma que el empresario puede hacerlo? ¿Cómo y en qué medida puede el obrero invertir en la producción de bienes? Estas preguntas encuentran su respuesta una vez que se estudia e interpreta la interacción económica entre el capitalista y el trabajador, como una relación de cooperación dialéctica, fecunda para ambos. Cuando la clase empresarial-inversionista obtiene el poder político absoluto en el Estado tiende a explotar a la clase trabajadora. Esto ocurre no porque los productos finales contengan valor congelado que pertenece al trabajador, sino porque el sistema económico no distribuye la plusvalía que se acumula durante el proceso productivo. Si consideramos a la fuerza laboral como a una fuerza abstracta en la que intervienen ambas clases sociales, la empresarial y la trabajadora, de ello se desprende que la plusvalía debe ser distribuida entre ambas clases proporcionalmente. En los países más desarrollados esta plusvalía se colecta a través del sistema impositivo y es distribuida entre la población a través de beneficios de salud, desempleo, incapacidad, etc. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 165 10. La lucha de clases La perenne confrontación entre el rico y el pobre se ha producido durante siglos. El libro de Jesús ben Sirach, uno de los libros de la sabiduría en la Biblia lo expresa claramente. Sirach escribe en Eclesiásticos: ● El rico agravia, y encima se envalentona; el pobre es agraviado, y encima pide disculpas. ● Mientras le seas útil, te explotará, pero si no tienes nada, te abandonará. ● Si posees algo, vivirá contigo y te despojará sin lástima. ● Cuando te necesite, tratará de engañarte, te sonreirá y te dará esperanzas; te dirigirá hermosas palabras y te preguntará: “¿Qué te hace falta?”. ● Te comprometerá con sus festejos hasta despojarte dos y tres veces, y al final se burlará de ti; después, cuando te vez, pasará de largo y meneará la cabeza delante de ti. ● Presta atención, para no dejarte engañar ni ser humillado por tu insensatez. ● Cuando te invite un poderoso, quédate a distancia, y te invitará con más insistencia. ● No te precipites, para no ser rechazado, ni te quedes muy lejos, para no ser olvidado. ● No pretendas hablarle de igual a igual ni te fíes si conversa demasiado: él te pone a prueba con su locuacidad y te examina entre risa y risa. ● El que no se modera al hablar, es un despiadado, y no te ahorrará ni los golpes ni las cadenas. ● Observa bien y presta mucha atención, porque estás caminando al borde de tu ruina. ● Todo animal quiere a su semejante y todo hombre, al de su misma condición; ● todo ser viviente se une a los de su especie y el hombre, a uno semejante a él. Claudio A. Selamé 166 ● ¿Qué tienen de común el lobo y el cordero? Así pasa con el pecador y el hombre bueno. ● ¿Qué paz puede haber entre la hiena y el perro? ¿Y qué paz entre el rico y el pobre? ● Los asnos salvajes en el desierto son presa de los leones: así los pobres son pasto de los ricos. ● La humillación es abominable para el soberbio: así el rico abomina del pobre. Esta cita ilustra claramente la eterna problemática o la eterna confrontación entre ricos y pobres, también denominada “lucha de clases” en el siglo XIX por Marx. Lo que verdaderamente debe ocupar el trabajo de los filósofos y pensadores actuales es cómo encontrar una solución real a esta problemática. 11. El asunto del Estado El Estado puede ser simple o complejo. En sociedades primitivas comunitarias donde la propiedad de la tierra era propiedad común y el trabajo era colectivo y la distribución de lo obtenido equitativo, el Estado propiamente no existía. A medida que el trabajo permite la acumulación de los bienes y riquezas, nace el hombre rico en la sociedad. El pobre aparece cuando el rico requiere del trabajo ajeno para producir y multiplicar sus bienes y por lo tanto tiende a querer pagarle el mínimo al trabajador, para así poder servir a sus propios intereses de multiplicar sus riquezas. Con el surgimiento de la relación asimétrica en la sociedad, la justicia social desaparece y surge una tercera entidad que es el Estado. Una sociedad moderna puede tener tres tipos de Estados: 1) Un Estado moderador de la relación dialéctica entre las clases sociales que asegura la distribución de la plusvalía en la economía; 2) Un Estado que administra los medios de producción y distribuye las riquezas de acuerdo a un plan establecido; La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 167 3) Un Estado que representa y promueve el desarrollo de la clase capitalista con la esperanza que la clase capitalista cree puestos de trabajos y riquezas para el resto de la sociedad. 12. El Estado como controlador de los medios de producción ¿Hacia dónde nos llevan los principios económicos de Marx? Marx y Engels creían que la historia humana era la historia de un progreso dialéctico desde un comunismo primitivo hacia un comunismo desarrollado. Su visión lineal era el motor generador que propulsaba la acción de la clase revolucionaria, el proletariado, definiendo su destino, En “La pobreza de la filosofía”, Marx establece que la clase revolucionaria es la clase productiva por excelencia. Basándose en los principios económicos explicados anteriormente, Marx piensa que el capitalismo con su tendencia a una contradicción intrínseca permite el despertar de la autoconciencia de la clase trabajadora. El proletariado toma conciencia de su existencia –tal y como fue explicado en la fenomenología del amo y el esclavo de Hegel– y de su rol en la revolución pero según Marx el proletariado se organiza, toma el poder y guía a la sociedad entera hacia una sociedad más justa y sin clases. El Estado mientras tanto, guiado por los principios del proletariado, cumple con su función de regular la creación y la distribución de las riquezas; administra la justicia y promueve el avance ordenado hacia el comunismo desarrollado. Siguiendo la reflexión de Marx podríamos preguntarnos: ¿Por qué los representantes del proletariado en la clase gubernamental y estatal van a tener la motivación de establecer una sociedad sin clases cuando una vez en el poder tienen el poder sobre los medios de producción y las riquezas? ¿No corresponde más a la naturaleza humana que una vez en el poder esta nueva clase o estrato se transforme en otra clase de poder? ¿Cuando los bienes y el poder económico se trasfieren de unas manos a otras cual es el incentivo para compartirlos? ¿Qué nos enseña la historia acerca de la atracción que generan las riquezas, o acerca de los “nuevos ricos” que aparecen en cada generación? ¿Cuánto tiempo tardará en formarse una nueva aristocracia después de la revolución? La solución dialéctica de Haya de la Torre Volviendo al tema de nuestra reflexión: ¿cuál es la visión dialéctica que Víctor Raúl Haya de la Torre propone como solución al problema de la injusticia social y de la pobreza en Indoamérica y de su avance al desarrollo económico? Siguiendo el ejemplo de Engels y Marx, que aplican la lógica y la dialéctica de Hegel al proceso histórico de la sociedad inglesa, aunque con errores fundamentales, Haya de la Torre es el primer pensador en aplicar la dialéctica hegeliana a Indoamérica. Víctor Raúl señala que mientras para el capitalismo en general, el imperialismo de los Estados Unidos en particular es la última fase del capitalismo, para Indoamérica el imperialismo es la primera fase de desarrollo económico que confronta. La expansión imperialista sobre las tierras de Indoamérica constituye para Latinoamérica la primera fase económica después del feudalismo de los ciudadanos-conquistadores. El imperialismo es un fenómeno muy diferente al capitalismo aunque encuentra su origen en él y esta realidad explica que la solución a los problemas económicos de Indoamérica debe ser distinta de aquella que Engels y Marx propusieron para el capitalismo europeo. Esta verdad aunque aparentemente evidente escapa a la mayoría de grupos políticos de izquierda marxista latinoamericanos que insisten en soluciones propuestas para el capitalismo europeo, sin darse cuenta que nuestro problema no es el capitalismo, sino el imperialismo. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 169 En su ensayo: Sobre la historia del comunismo en América y una rectificación, publicado en los Cuadernos Americanos, compilados por Luis Alva Castro, pág. 288, Haya de la Torre escribe: “Cuando, por primera vez, Lunacharski me preguntó en Rusia, en 1924, por que no ingresaba al comunismo, le respondí con mis objeciones basadas en Marx, en lo atañedero a la realidad socioeconómica indoamericana: el imperialismo económico es la primera etapa del capitalismo en Indoamérica”. El Aprismo de Haya de la Torre según su propia definición en Cuadernos Americanos es: “un movimiento, no de una sola clase sino un frente único de clases que –muy anti-marxistamente– llama el Aprismo “frente único de trabajadores manuales e intelectuales”25. La influencia del imperialismo en Indoamérica requiere una respuesta que tome en cuenta tres factores. El primero: sería las consecuencias de la influencia imperialista. Segundo: la composición de la sociedad en cada uno de los países indoamericanos, puesto que cada país es diferente. Tercero: una solución verdaderamente dialéctica y por lo tanto inclusiva y participativa de todos los sectores de la población económicamente activa. Haya de la Torre propone establecer un aparato estatal para facilitar esta relación entre las clases sociales y solucionar la alienación entre ellas. Haya de la Torre propone el tan debatido Congreso Económico Nacional como cuarto poder del Estado con participación de todos los sectores de la producción incluyendo como uno de los representantes de la economía a la Iglesia católica. Esta solución es una solución horizontal. Es decir, una solución que convoca al dialogo equitativo y productivo entre todos los agentes de la producción. Con esta propuesta, el fundador del aprismo coloca al hombre al centro de la economía como lo hacía Hegel. Este orden social propuesto por Haya de la Torre permite a sus participantes una relación basada en la ética, en el derecho, en el diálogo abierto y en la participación colectiva y representativa. La alienación de las clases sociales se resuelve dentro de este modelo. Karl Marx y la doctrina marxista colocan al capital al centro de la economía y al hacerlo sólo reemplazan un orden vertical por otro. Es por esto que inevitablemente un sistema que se organice con principios marxistas termina, como ha sido demostrado por la propia historia contemporánea, en un estado burocrático vertical igual o peor que el orden capitalista que intenta reemplazar. 170 Claudio A. Selamé En El plan de acción, vol. IV, pág. 44, Haya de la Torre expresa su visión del nuevo Estado: “Nosotros los apristas propiciamos un nuevo tipo de Estado, basado no en el ciudadano como cantidad sino en el ciudadano como calidad. Por eso nuestro Estado tenderá a ser un Estado de participación de todos aquellos que en una forma o en otra contribuyan con trabajo, es decir a la formación de la riqueza nacional.”26 1. El pensamiento de Haya de la Torre en nuestros días ¿Cuál es el motivo por el cual ciertos grupos sociales en el Perú se oponen tan violentamente a estas ideas de cambio y de justicia social? ¿Cuáles son los grupos que rechazan esta doctrina y cuáles son sus motivos? Los dos grupos que rechazan esta doctrina dialéctica son precisamente los dos grupos que desean el poder para sí mismos, los sectores capitalistas recalcitrantes, internos y externos aliados al imperialismo que desean permanecer en el control de la riqueza y no compartirla, y también los grupos totalitarios que desean controlar la economía nacional. En general, los sectores capitalistas y marxistas promueven la lucha de clases, uno queriendo mantener una relación asimétrica en la sociedad y el otro usando la falta de equidad para levantar revoluciones violentas. Muchos otros, confundidos con la propaganda, cegados por la ignorancia y laxos por la apatía y el desencanto buscan sin verdadera conciencia, pensamientos incompletos de políticos no purificados con el estudio y la auto reflexión. Sin duda, el primer gran aporte del pensador indoamericano trujillano es la implantación de la universidad popular a través de la cual los trabajadores pueden instruirse en todo tipo de materias filosóficas y económicas y tomar decisiones educadas respecto a su futuro. En su artículo: “El partido como taller y como escuela” de 1934, Víctor Raúl Haya de la Torre, escribe: “Las Universidades Populares González Prada y los seminarios de capacitación y especialización dan al aprismo su misión de partido-escuela en el que la obtención de una buena cultura general es, socialmente considerada, como un imperativo de justicia.”27 El segundo gran aporte que hace Haya de la Torre en El plan de acción, pág. 109-110, es promover la introducción de las cooperativas en La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 171 la economía: “Tanto en la pequeña agricultura –comunidades, yanaconaje, chacras, fundos, etc.– como en la pequeña industria y comercio, el cooperativismo es posible como un medio de inmediata reorganización económica tendiente a la elevación del índice de producción, ampliación del radio de trabajo, más fácil circulación y más barato consumo de la riqueza.”28 El tercer gran aporte de Víctor Raúl es el enfoque antiimperialista del aprismo que equivale a un énfasis en la protección interna de las economías nacionales, economías que sin caer en el aislamiento o encierro deben ser vigiladas por el Estado. Un Estado concebido con cuatro poderes que a través de su democracia funcional modera la influencia necesaria pero peligrosa del capital y de la inversión extranjera. El cuarto gran aporte de Haya de la Torre es el Congreso Económico Nacional que según él es: “un gran propósito de coordinación de las dos economías, de las dos velocidades, de las dos direcciones dentro del Estado, y con intervención de todos aquellos factores que determinan esas dos velocidades, esas dos economías, esas dos direcciones. Nuestra formulación sobre el Congreso Económico se refiere al ABC de toda economía; separar y distinguir lo que es economía y lo que es finanzas; delimitar los campos y, enseguida dentro del campo de la economía, formular estas preguntas permanentes que tienen hoy la misma vigencia que hace quince años: ¿Cuántos somos?, ¿Qué necesitamos?, ¿Qué producimos?, ¿Qué consumimos?, ¿Qué consumimos de lo que producimos?, ¿Qué importamos para consumir?, ¿qué debemos o no debemos importar?, ¿Qué debemos exportar?, ¿Qué no debemos exportar?, ¿en qué debemos invertir?”29 Los principios de Víctor Raúl Haya de la Torre son principios políticos democráticos, de una democracia funcional y participativa que se reflejan en su concepción del Estado que sirve sin hacer diferencias a todos los sectores de la sociedad y de la economía. En la práctica, la filosofía política de Haya de la Torre incorpora a todos los elementos de la personalidad humana –el elemento individual, social y moral– y también incorpora en la sociedad a todos sus elementos constituyentes, a todos aquellos entes que participan de la economía dentro una organización original y visionaria del Estado. 172 Claudio A. Selamé. Finalmente, a la integración de todos los entes que forman parte de la economía nacional le sigue como corolario necesario, la integración de los países indoamericanos. La integración latinoamericana es la consecuencia lógica del pensamiento dialéctico de Haya de la Torre. La armonía entre las clases sociales, entre países y economías vecinas y entre continentes destruye la división engendrada por el imperialismo, el feudalismo y las causas íntimas de la naturaleza humana. De la misma manera que la división y la confrontación destruyen la tan anhelada unión entre los pueblos, las clases sociales y los hombres de buena voluntad. Queda mucho por desarrollar en los planos concretos de la economía y de la ciencia política pero los principios fundamentales ya han sido cimentados por el filósofo y fundador del aprismo indoamericano. El trabajo de las generaciones que siguen es el de tomar las riendas y desarrollar esta filosofía política cuyo destino es ser implementado por la necesidad histórica del pueblo-continente indoamericano. El primer visionario de nuestra era en alzar la bandera “de la nueva generación hispanoamericana”, la bandera de una Indoamérica unida fue un estudiante peruano de veinte y nueve años, exiliado en México, un 7 de Mayo de 1924, su nombre: Víctor Raúl Haya de la Torre, como dijo el ex presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer en 1979: “Víctor Raúl fue el hombre que puso a pensar a América.”30 Notas 1. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica, Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. 2. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica, Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. 3. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Mensaje de la Europa nórdica, Ediciones Continente, Buenos Aires, 1956. 4. HEGEL, Federico. Filosofía de la historia, Dover Publications, New York, 1956. 5. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Editorial Monterrico, 1955. Pg. 212 6. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Editorial Monterrico, 1955. Pg. 220 7. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Editorial Monterrico, 1955. Pg. 222 8. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Editorial Monterrico, 1955. Pg. 228 9. SANCHEZ, Luis Alberto. ¿Existe América Latina? Edición Luis Alva Castro. Lima, Perú, 1991. 174 Claudio A. Selamé 10. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Toynbee frente a los panoramas de la historia – Espacio-Tiempo histórico americano. Editorial Monterrico, 1955. Pg. 227 11. COX, Carlos Manuel. Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas. Editorial “Nuevo Día”, Lima. 1940. pág. 12 12. COX, Carlos Manuel. Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas. Editorial “Nuevo Día”, Lima. 1940. pág. 61 13. VERA DE LA ROSA, Alberto. Haya de la Torre una vida ejemplar y ejemplarizadora. Segunda edición. 2007. 14. COX, Carlos Manuel. Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas. Editorial “Nuevo Día”, Lima. 1940. pág. 70. 15. COX, Carlos Manuel. Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas. Editorial “Nuevo Día”, Lima. 1940. pág. 99. 16. HEGEL, Federico. Filosofía de la Historia, Dover Publications, New York, 1956. 17. HEGEL, Federico. Fenomenología del Espíritu. Traducida del Alemán por A.V. Miller, Oxford University Press, 1977. 18. HEGEL, Federico. Fenomenología del Espíritu. Traducida del Alemán por A.V. Miller, Oxford University Press, 1977, pág. 86. 19. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico, Lima, 1948. 20. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Espacio-Tiempo histórico, Lima, 1948. La filosofía política indoamericana de Víctor Raúl Haya de la Torre 175 21. MARX, Karl. Das Capital, Karl Marx. The Process of Circulation of Capital. Edited by Frederick Engels. International Publishers, New York, 1967, Printing 11th, 1984. 22. MARX, Karl. Trabajo asalariado y el capital, Karl Marx, Edited by Frederick Engels. Londres, Abril 30, 189. 23. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción, vol. IV, Ediciones Pueblo, Lima, 1961, pág. 44. 24. SALVATTECCI, Hugo García. El Aprismo y la Doctrina Social de la Iglesia. Intropesa, editores. Lima, 1988. 25. ALVA CASTRO, Luis. Cuadernos Americanos, compilados primera edición, Lima, 1990. “Sobre La Historia del Comunismo en América y Una Rectificación”, pág. 288. 26. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción, vol. IV, Ediciones Pueblo, Lima, 1961, pág. 44. 27. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El Partido como taller y como escuela. Lima, agosto de 1934. 28. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción, vol. IV, Ediciones Pueblo, Lima, 1961, pág. 109. 29. HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. El plan de acción, vol. IV, Ediciones Pueblo, Lima, 1961, pág. 174. 30. RICARDO, Nique Cornelio. Blog Cuadernos sobre Víctor Raúl Haya de la Torre. Dirección web: http://ricardoniquecornelio. blogspot.com/2007%20(2”http://ricardoniquecornelio.blogspot. com/2007. 2 de agosto del 2007. EL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO EN HAYA. HAYA EN LA EMPRESA Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego Introducción E l pensamiento administrativo surge en los inicios de la civilización, a partir de herramientas de control de las tareas productivas, elaboradas en el quehacer del día a día. Este pensamiento, se ha desarrollado en la práctica concreta de las organizaciones, y se ha enriquecido con las teorías filosóficas, que han ido surgiendo a lo largo del tiempo. Haya, como pensador, es parte del fenómeno de desarrollo del pensamiento administrativo. Sus teorías, surgidas en los albores de los años treinta del siglo veinte, se han integrado a la práctica gerencial y decisional. En la actualidad, su visión, sus conceptos y sus enfoques han asumido vida propia y se han asimilado a las nuevas corrientes de gestión empresarial. Varios modelos diseñados por Haya, son de plena vigencia y han sido incorporados en diversas escuelas de administración. Sus propuestas, ampliadas y adaptadas en ambientes disímiles, forman parte del anhelado nuevo pensamiento administrativo latinoamericano, indoamericano en otro contexto. Varias escuelas han asumido sus enfoques, han sistematizado los mensajes y diseñado herramientas para el manejo de las actividades funcionales, la mejora y enriquecimiento del trabajo, el diseño e instalación de sistemas complejos de producción, modelos de procesos y sistemas, incluso, dentro de las teorías especializadas de la ingeniería, ha surgido una línea filosófica para el macrocambio y mejora de la productividad. 180 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego Haya es uno de los primeros autores que introduce el pensamiento de sistemas. Concibe los sistemas de trabajo como procesos en cambio continuo, que se sustentan en la teoría del reto-respuesta, conformando estructuras que son parte de sistemas mayores. Complementariamente, aporta herramientas para describir, entender y resolver situaciones amorfas, indefinibles o de difícil percepción en las organizaciones. La relatividad de la percepción de los hechos, derivado de la ubicación del decisor en un eje de coordenadas, permite la complementariedad de varias perspectivas, facilitando la comprensión de diferentes opciones en la solución de problemas, reduciendo la confrontación y enfocando los esfuerzos en la acción, por encima de concepciones o visiones particulares. En el devenir del pensamiento indoamericano, Haya, explícitamente afirma que no existen soluciones mágicas ni recetas importadas, por el contrario, señala que existe un abanico de soluciones adecuadas, deseables y sostenibles, dependiendo del problema concreto, los objetivos grupales, los intereses particulares y la coyuntura que se intenta superar. La teoría del relativismo de Haya, enriquecida con el aporte sustantivo de Orrego, representa la síntesis de las principales corrientes académicas de la administración. Las dimensiones conceptuales espaciotiempo y conciencia-historia (también llamado ser histórico-historia) se enlazan entre sí, horizontalmente a través de flujos tangibles e intangibles (bienes e información) y verticalmente mediante los niveles de resolución que van de lo abstracto y general a lo concreto y específico (nivel ideológico-conceptual, nivel estratégico-directivo, nivel tácticooperativo). El modelo sociotécnico que integra el eje técnico (físico) y el eje social, se enmarca dentro del concepto de Haya, y se define como el medio en el que los hombres combinan cooperativamente sus esfuerzos, utilizando herramientas y máquinas para alcanzar metas. En el ámbito empresarial, los componentes sociales y técnicos son cuatro. Las dimensiones del relativismo se convierten en los componentes del modelo sociotécnico: Estructura-momento y persona-proceso. La dimensión espacio es el componente estructural. En las organizaciones se refiere a los factores ambientales, que incluye insumos, materiales, edificaciones y medio geográfico. Comprende el enfoque El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 181 cuantitativo-estructural que aplica los principios de la física y las ciencias exactas en la administración, incluye la investigación de operaciones, los métodos cuantitativos y la teoría de las decisiones, que enfatizan el diseño de reglas de gestión y decisión, estables y generales. La dimensión histórica es el componente proceso. Se refiere al trabajo y la organización productiva, donde se ejecutan las actividades funcionales. Comprende el enfoque input-proceso-output, incluye las escuelas clásicas de la administración científica y las ciencias de la dirección, la técnica de administración por objetivos y los avances recientes sobre estrategia. Se puede considerar que adelanta la llegada de la teoría de sistemas y su vulgarización que es la reingeniería. La dimensión del ser histórico es el componente humano. A lo largo del eje social, es el extremo opuesto al componente proceso. Se considera a la persona como elemento clave, en su doble rol activo/pasivo, para la transformación de insumos en productos y para la mejora del ambiente. Incluye las escuelas de relaciones humanas, de la conducta y comportamiento y del desarrollo organizacional, en los noventa se ha enriquecido con el aprendizaje organizacional, cuyas herramientas y técnicas fueron inicialmente aportadas por Haya, cuando organizaba las primeras Universidades Populares. La dimensión tiempo es el componente momento. A lo largo del continuum del eje técnico, momento es el extremo opuesto a estructura. Comprende el horizonte y plazo de actuación y las fuerzas internas/externas que presionan para el cambio. Incluye diversos aportes agrupados en la “jungla administrativa”, el enfoque de la contingencia, como un intento de considerar la incertidumbre como parte del objeto y tareas directivas. También considera a la teoría general de sistemas, como el intento definitivo para desarrollar una teoría holística, cuyas leyes y principios abarquen, indistintamente, a las ciencias exactas y las ciencias sociales. Conforme se desciende en el nivel de resolución, va cambiando la denominación de las dimensiones y los conceptos se tornan operacionales, hasta llegar al nivel operativo, donde se manejan las variables del puesto de trabajo: ambiente laboral-tiempo de operación y operario-tarea. Desde el origen, se implantó una práctica y gestión del aparato organizativo del partido basado en la esperanza, la buena fe y el aporte 182 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego personal, plasmando una organización viva, vigente y evidentemente exitosa, medido en su capacidad de supervivencia por casi un siglo, generador de cultura y de prácticas singulares. El partido se sustenta en un cuidadoso y sostenido mantenimiento de mitos, visiones, creencias y misiones comunes, complementado con paradigmas de sacrificio y logros políticos, lo que ha llevado a la aparición y consolidación de un tipo particular de gestor administrativo: el aprista de partido, gregario, automotivado, poco comprendido y menos estudiado. Este ensayo es una manera de entender el mensaje de Haya, es un modelo mental para indagar y resolver cuestiones de la práctica empresarial, bajo el paraguas del pensamiento de Haya. Es la visión de técnicos que han aplicado los conceptos de Haya en ambientes de empresa que pretenden no conocerlo. Paradójicamente, muchos académicos que utilizan sus teorías y sus concepciones, desconocen el grado de influencia que Haya ha ejercido en la praxis administrativa. Es casi como decir que son apristas sin saberlo, como aquel que habla en prosa, sin proponérselo. Por tal razón, es probable que nuestra visión de Haya, su mensaje y su aporte en la teoría y práctica empresarial, colisione con concepciones tradicionales de administración. Si así fuere, bienvenido, será una señal. Señal que estamos en la trocha correcta. La trocha que Haya construyó para enseñarnos a aceptar el otro reto. Ese reto de trabajo manual e intelectual referido a discernir entre la tensión dialéctica de mantener la estabilidad y orden del ambiente y promover el cambio y renovación, dentro de la segunda tensión dialéctica que trae el reto social y la misión personal para elegir lo correcto y hacerlo bien. El concepto del relativismo de Haya 1. Las diversas interpretaciones del relativismo La teoría del relativismo de Haya, que se plasma en la concepción del Espacio-Tiempo histórico, es una cosmovisión, global y totalizante. El modelo es completo, diverso y cubre los temas críticos de la realidad. Por su amplitud, es casi imposible abarcarlo y entenderlo en su plena complejidad, por lo que, los estudiosos han investigado y entendido solamente una porción del todo. Una parte del todo, no es el todo El todo es la verdad y una parte del todo no es toda la verdad. Por añadidura, muchos investigadores asumen una posición riesgosa. Dentro de la amplia y compleja obra de Haya, rechazan o minimizan lo que no entienden, y explican solo aquello que les resulta familiar y comprensible. Es como el cuento de los que describen al elefante, cada quien, según su propia y parcial percepción, alguien dirá que el elefante asemeja una boa constrictora, otro dirá que es plano y delgado como una gran hoja, alguno que asemeja una mole de columnas inamovibles, otro que es un gran hueso pulido, curvo y duro, mas allá describirán el familiar sonido de una trompeta. Todos aportan una porción de la verdad, no la verdad completa. Pero, otros, asumen una posición aún más peligrosa: interpretar a Haya. 184 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego Interlocutores, no intérpretes El resultado de la multiplicidad de intérpretes del pensamiento hayista, es previsible: profusión de propuestas disímiles, confusión conceptual, conclusiones y aportes contradictorios entre sí. Un ejemplo paradigmático se encuentra en una antigua monografía sobre el Congreso Económico Nacional, concebido por Haya de la Torre como un arreglo de procesos (que ahora se llamaría organización horizontal) que aplica el concepto del tiempo regulado, en su ritmo, secuencia y velocidad de avance limitada por restricciones, fue interpretado por un académico que propuso una confusa maraña de estructuras funcionales, burocráticas y redundantes, paralelo ante el poder legislativo, técnicamente impracticable y costoso. Para captar las cuatro dimensiones se ha de entender la geometría del espacio de Euclides, también las leyes del movimiento y la gravitación universal de Newton, la teoría de la relatividad física de Einstein, la teoría del tiempo de Hawking1. Se deben considerar los escritos filosóficos de Engels y Marx, la visión política de Lenin, los estudios de la historia de Toynbee, entre otros. Para la propuesta indoamericana de Haya se deben considerar, paralelamente, los aportes de sus pares locales, aquellos que complementaron y avanzaron en la misma dirección. Además de Haya, deben estudiarse los escritos filosóficos de Orrego, como el ser histórico2 y el pueblo continente, los de Seoane referidos a las economías y los mercados globales frente a la internacionalización, Villanueva sobre los mecanismos para la integración social y las fuerzas del antiimperialismo. Se ha de conocer, también, la descripción de la prehispania de Rostworowski, el nacimiento del Perú de Porras, las taras de la nueva república de Basadre, la velada crítica y burla de las costumbres de Palma, la degeneración de un cuerpo enfermo de González Prada, la realidad peruana según Mariátegui y Belaúnde, la visión de Sánchez sobre el Perú adolescente, la revolución aséptica de Miró Quesada, hasta los discursos prestados de Velasco y el sutil polpotianismo de Gutiérrez. Debe estudiarse a los autores que han asumido como propios los conceptos de Haya y le han dado aplicación económica, empresarial El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 185 o política, como la propuesta del capitalismo de Estado de Keynes, la teoría de la dependencia y el estructuralismo de la CEPAL y Prebisch, la mejora del trabajo y las actividades funcionales en la empresa, sintetizado por la OIT. Discípulos no intérpretes Para entender a Haya, no se requieren intérpretes. Solo se requiere leerlo en sus fuentes, sin intermediarios. Porque entendiendo el mensaje, se pueden diseñar las herramientas que faciliten llevar a la práctica las propuestas. 2. Configurando la teoría, desde sus fuentes Las cuatro dimensiones La geometría euclidiana de tres dimensiones explica la gran dimensión del espacio, donde se ubica la masa. Se enriquece con los aportes de Newton que añade las fuerzas gravitacionales y las leyes del movimiento, la teoría de Einstein, que explica que la energía es la masa en movimiento, el ensayo de Hawking sobre el universo finito y el tiempo con ciclos de expansión y contracción, los que conforman la segunda dimensión del tiempo. Ambas dimensiones constituyen los extremos del continuum físico, que es el eje del universo, del entorno que nos rodea. Esto es, el espacio-tiempo. Espacio donde se ubica la masa, tiempo donde se ubican las fuerzas y el movimiento. Este eje físico existe de por sí, pero solo adquiere trascendencia cuando el ser humano, que piensa y actúa, lo percibe, lo enfrenta y lo domina a través de su actuar social. El continuum social, donde el ser humano le otorga significado al entorno, está constituido, en sus extremos, por el espíritu y la razón. Haya define estas dimensiones como la conciencia y la historia. La conciencia es la virtud y la moral del pueblo, definido como el conjunto de personas agrupadas con un fin y a la historia como la acumulación de los logros en los campos económico, cultural, social y tecnológico. 186 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego El eje de la acción social, de los individuos como conciencia y de la historia como actividad humana. Es la conciencia-historia. La primera dimensión es el espacio que comprende la tridimensionalidad de segundo nivel. La segunda dimensión es el tiempo que incluye las tres fuerzas del movimiento y la gravitación. La tercera dimensión es la historia que incluye los hechos relevantes de una sociedad. La cuarta dimensión es la conciencia histórica que imprime el ritmo de cambio social mediante su misión y compromiso. Cada dimensión, dentro de sí, se esquematiza como un arreglo de dimensiones de menor nivel (concepto de teoría de sistemas que requiere mayor elaboración). La propuesta de Haya identifica que la conciencia es a la historia lo que el tiempo es al espacio. De esta manera, ubica el punto de encuentro, integrando la ley física con la ley sociológica, con lo cual aplica los principios de la física relativista a los conceptos de conciencia e historia. Ésta es la construcción teórica básica del relativismo social de Haya, complementada con el aporte sustantivo de Orrego. Completando el modelo relativista de Haya Dentro del eje social del modelo relativista, la historia se refiere a los acontecimientos, los logros y los procesos de actividad humana relevantes, que han permitido el dominio del hombre sobre la naturaleza y han contribuido al desarrollo y cambio de la realidad, en su facetas económica, social, política y tecnológica. En el otro extremo del eje social, la conciencia es la síntesis étnica y cultural de un pueblo, se refiere a la psicología, la religión, la ética y los valores. Cuando esta conciencia adquiere pasionaridad y actitud dinámica, deviene en el poder creador que impone velocidad y ritmo al cambio histórico, que es la diferencia de las sociedades estáticas frente a las dinámicas. La conciencia histórica3 es el compromiso personal que asume la misión de generar el cambio y trabajar en equipo para superar la situación de atraso económico y social en la que viven las clases explotadas y trabajadoras. Un buen ejemplo de ritmo de cambio lo brinda El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 187 la nación norteamericana que abrevia el tiempo (llegar rápido, hacerlo rápido) y gana espacio (acortar distancias). Complementariamente, Orrego plantea el concepto del ser histórico, que es el individuo que adquiere conciencia sobre su rol histórico, derivado del conocimiento de la realidad, innovada concepción del tiempo, visión de futuro y de la asunción de compromiso como participante activo de la historia. El ser histórico de Orrego es el nuevo indoamericano surgido bajo el crisol del mestizaje, es el nuevo hombre de esta América4, que ha de posibilitar el ascenso civilizador, la superación del envejecimiento de los pueblos mediante una dirección humanista y tecnologista. El factor indio, el mestizaje y las transculturización, son los elementos relevantes para la nueva dinámica de las sociedades indoamericanas. El concepto de ser histórico, comprende la conciencia histórica, el individuo comprometido como átomo social, a lo que se denomina Persona. Eventualmente, a la persona e historia se les ha llamado la parte subjetiva y objetiva, términos que no utilizaremos para evitar la profusión de denominaciones. Cuando Haya expresa que la conciencia es a la historia lo que el movimiento es a la materia y la energía, y éstas al espacio y al tiempo, está formulando que el protagonista es a la acción, lo que el ser histórico es a la acción histórica. En otros términos, lo que la persona es a la historia. El Espacio-Tiempo histórico conforma un triángulo cuya cara opuesta es el triángulo espejo conformado por el espacio-tiempo personal, mejor dicho, espacio-tiempo ser histórico. De esta manera, se unen las dos caras de la concepción relativista: hacia un lado, la acción histórica sobre el eje del espacio-tiempo y hacia el otro lado, la conciencia personal sobre el mismo eje del espacio-tiempo. El vínculo entre tiempo y espacio es el ritmo físico de las fuerzas, el cambio en el ámbito espacial está determinado por la magnitud de las fuerzas que imprimen velocidad y aceleración. El vínculo entre conciencia e historia es la misión y objetivos que las personas establecen para sí. El cambio histórico depende de la misión asumida y la magnitud de las metas y el compromiso, dentro del marco de la ley del reto-respuesta5, que imprime velocidad al cambio social y la evolución humana. 188 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 3. Entendiendo las coordenadas del modelo relativista La visión del mundo es relativa porque cada sociedad, cada grupo social y cada individuo, posee una perspectiva que varía por su ubicación geográfica y su propio devenir histórico. La percepción del entorno de un brasileño de Bahía es diferente a la de un japonés de Okinawa, ambos están ubicados en diferentes ejes de coordenadas. Para elaborar un eje de coordenadas Por su sencillez y ser plenamente conocido, se toma como ejemplo el modelo de los cuatro puntos cardinales. En términos de relatividad, los cuatro puntos cardinales es un modelo simplificado bidimensional (plano) del original modelo tridimensional de la tierra. Este ejemplo está enmarcado dentro de la dimensión espacio. Toda persona (o grupo) ha de considerar los siguientes criterios: 1°) Esté donde esté, haga lo que haga, el yo de referencia se ubica en el centro del eje de coordenadas. 2°) El yo es función del grado de trascendencia: Yo es yo solo (egoísmo pleno). Yo es Nosotros: mi familia, mi pueblo, mi país, mi partido. Yo somos todos (trascendencia). 3°) Se tienen dos continuos o ejes en cuyos extremos se ubican las cuatro dimensiones (Norte, Sur, Este, Oeste). El primer eje es vertical Norte-Sur (N-S), el segundo eje es horizontal Este-Oeste (E-O). 4°) Se elabora el gráfico de coordenadas, mediante la intersección de los dos ejes, formando una cruz que separa cuatro áreas o centros de gravitación. 5°) Ubique el yo de referencia en el punto central. Analice en función de la posición defendible, por cada centro gravitacional. 6°) Elabore su estrategia espacial. Por ejemplo. Un vikingo del año 1500 d.C tendría una visión geográfica amplia que determina una estrategia para cada centro gravitacional. El área N-E comprende las tierras frías del noreste, pobres y no apetecibles, el área N-O El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 189 son los mares del norte ricos en pesca que se debe controlar, el área S-E son los pueblos europeos con territorios a ocupar y riquezas a despojar, el área S-O es el mundo desconocido y las tierras por descubrir. En contraposición, George Bush del año 2002 tendría la visión geopolítica siguiente: el área N-E son los socios que me apoyan y ayudo financieramente, el área N-O son los enemigos económicos a controlar, el área S-E contiene el diablo a destruir, el área S-O corresponde al patio trasero. Las coordenadas del modelo relativista Las cuatro direcciones y las cuatro áreas gravitacionales: Espacio-histórico, tiempo-histórico, espacio-personal, tiempo-personal, permiten entender la concepción y vislumbrar la forma gráfica del modelo de Haya. 1°) Se considera dos continuos: físico y social, en cuyos extremos se ubican las cuatro dimensiones. El eje físico espacio-tiempo (E-T) es vertical, el eje social ser histórico - hacer histórico o personahistoria (P-H) es horizontal. 2°) El gráfico de coordenadas se elabora por la intersección de los ejes, formando una cruz que separa cuatro centros de gravitacionales. 3°) El Espacio-Tiempo histórico conforma un triángulo con dos áreas que son el espacio histórico y el tiempo histórico, específicos para cada sociedad. El espacio físico es el ambiente geográfico, cuyas medidas son válidas para todos, pero el espacio histórico es diferente. Para el Imperio Británico del siglo dieciocho que poseía una visión global de su centro y su periferie, frente a la percepción reducida de una tribu selvática que solo entiende la posesión física de unas cuantas hectáreas del bosque que lo rodea. El tiempo cronológico mantiene una secuencia de cambio, sostenida y permanente, pero el tiempo histórico se percibe diferentemente. El desarrollo en tecnologías de información en Palo Alto, California, posee una dinámica y velocidad de cambio que supera, por ejemplo, a la modernización de la agricultura en la zona rural de Puno, Perú. 190 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 4°) El espacio-tiempo personal conforma el triángulo espejo, complementario al Espacio-Tiempo histórico, con dos áreas que son el espacio personal y del tiempo personal, diferentes para cada grupo humano. Estas áreas consideran la conducta personal, virtudes, necesidades e intereses individuales, y su relación con el compromiso y la misión personal de cada uno. Comprende aspectos culturales comunes pero que afectan la conducta y la acción individual, como el mestizaje, creencias, tradiciones. El espacio personal sería la respuesta del grupo social a los fenómenos del espacio histórico, por ejemplo, la manera en que los pueblos enfrentan el fenómeno de la globalización y la explotación de los recursos naturales. El tiempo personal es la parte individual que sustenta los resultados históricos, por ejemplo, el desarrollo empresarial de los Estados Unidos tiene su correlato en la cultura emprendedora, la perseverancia y el individualismo de los grupos asentados en este país. 5°) Como práctica, ubíquese al centro de su propio eje de coordenadas y ubique a su oponente al centro de su particular eje de coordenadas. Elaborará sus propios razonamientos con mayor acuciosidad y conocimiento integral del asunto, entenderá los razonamientos del contrario y estará en la capacidad de negociar con mayores argumentos. 4. Una reflexión simple sobre mitología aprista Según la mitología cristiana, Dios ha creado el infinito y la eternidad, conceptos incomprensibles. El infinito es el todo y la nada, sin fronteras ni límites. La eternidad es el devenir sin principio ni fin, sin antes ni ahora ni después. Luego, Dios creó al ser a su imagen y semejanza, al que llamó hombre. Le insufló espíritu y lo puso en el mundo, para alabar su grandeza y para ejercer su libre albedrío. Para que perciba su grandeza, Dios le brindó al hombre una porción del infinito al que llamó universo y una porción de la eternidad a la que llamó tiempo. Este ser, ejerce su libre El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 191 albedrío mediante su hacer, sus acciones llamadas virtudes y pecados, según sean beneficiosas o perjudiciales para éste. Según la mitología aprista, Víctor Raúl ha expuesto la teoría del Espacio-Tiempo. El espacio es la dimensión que comprende a las tres dimensiones volumétricas6 que cobijan a todos los seres. El tiempo es la dimensión del espacio en movimiento, con las tres fuerzas que unen a las cosas, gravitacional, electromagnetismo y nuclear y que permiten la secuencia de los ciclos temporales y la actividad humana. Luego, Víctor Raúl unificó a sus discípulos, bajo la misma visión y con las mismas creencias, los agrupó en una organización a la que llamó partido. Le otorgó una misión y metas y lo puso a caminar, para cumplir su objetivo de salvar el país y para llegar a la conciencia del pueblo, que es lo más valioso. Al entorno físico le llamó espacio, al tiempo le llamó tiempo, a la toma de conciencia y compromiso social le llamó conciencia o ser histórico y a las acciones las llamó acción histórica o historia. Esta narración, en su sencillez, muestra los dos ejes sobre los que actúan las personas y las sociedades. El eje metafísico del infinitoeternidad deviene en el eje físico del espacio-tiempo. El eje abstracto del ser-hacer se convierte en el eje social del ser histórico-historia. El eje físico se refiere al entorno en el que se desenvuelve el ser humano, se siente a través de sus dimensiones espaciales y a través del cambio perpetuo que es el tiempo, complementado por fuerzas que unen y separan. En un extremo del espacio se encuentran los seres y cosas, la masa (m). En el otro extremo se ubica la energía que es una forma de masa en movimiento (mc2), la diferencia entre uno y otro es solo cuestión de ritmo y velocidad de las fuerzas físicas que presionan m. El espaciotiempo es un continuum que rodea y limita las acciones del hombre. El eje social se refiere a las personas y su acción en el ambiente. El ser humano vive y sobrevive y le otorga sentido a su entorno, el ambiente espacial con sus fuerzas restrictivas, es adaptado y transformado a través del hacer. El ser-hacer conforma un continuum, en un extremo se ubica la persona, como individuo o grupo social y en el otro extremo se ubica la actividad humana que tiene la finalidad de modificar y dominar el ambiente. La acumulación y registro de actividades, conforma los hechos históricos, lo que se denomina historia. Relativismo y teoría administrativa Haya, como pensador, ha participado en el desarrollo del pensamiento administrativo. Sus teorías, surgidas en los años treinta, han generado toda una práctica gerencial y decisional. Su visión y concepción, forman parte de las teorías de la administración, varias escuelas han asumido sus enfoques y sus propuestas. Haya es una de las claves para la gestación del nuevo pensamiento administrativo7, parcialmente creado y fragmentariamente aplicado, en este fascinante campo de praxis social que es la América Latina, la Indoamérica de Haya. 1. Haya dentro del pensamiento administrativo El pensamiento administrativo se ha desarrollado a partir de técnicas y modas, luego corrientes, luego escuelas administrativas. Cada escuela evidencia su preferencia por un aspecto parcial del quehacer administrativo, de manera que los problemas han adolecido de soluciones parciales. Si bien, durante un tiempo se obtiene mejoras, a la larga surgen deficiencias que requieren drásticos replanteamientos de los criterios. Después de las pirámides, el avance administrativo se vislumbra con los empíricos y la escuela clásica de Taylor y Fayol enfocados en el puesto de trabajo y las funciones administrativas. El enfoque de procesos El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 193 surge con la escuela clásica de la administración científica y las ciencias de la dirección. Continúa con la administración por objetivos, el planeamiento estratégico, la administración y dirección estratégica, llegando a los enfoques prescriptivos de Porter y Mintzberg sobre estrategia y desarrollo competitivo. Sobre las raíces clásicas y la teoría de sistemas, aparece el concepto de la reingeniería que lleva al extremo el foco en los resultados y en el valor económico de los procesos. Con Babbage y la Armada de EE.UU (en la II Guerra Mundial), se configura el enfoque cuantitativo-estructural que intenta aplicar las ciencias exactas y los principios de la física en el manejo administrativo, desarrolla la investigación de operaciones, los métodos cuantitativos y la teoría de las decisiones. También aparece el pensamiento que lleva a la teoría general de sistemas como el intento definitivo para desarrollar una teoría holística, cuyas leyes abarcarían, indistintamente, a las ciencias exactas y las ciencias sociales. Por otro lado, deriva hacia técnicas de medición y control de calidad, que se ha reorientado hacia el movimiento de la calidad total. El enfoque humano surge con los estudios de Hawthorne, donde se observa que las personas elevan su rendimiento a medida que sienten que son tomados en cuenta. Se desarrollan las escuelas de relaciones humanas, de la conducta y comportamiento y del desarrollo organizacional. En años recientes, este enfoque se ha enriquecido con el aporte de Senge y el aprendizaje organizacional, que integra las personas, los procesos y el cambio, a la vez. Cuando Haya organiza las Universidades Populares, diseña el modelo completo de aprendizaje organizacional, incluyendo herramientas específicas como el uso de medios audiovisuales y técnicas que ahora, son presentadas como la novedad para la enseñanza virtual, enfatiza el trabajo en equipo, la superación de individualismo y el aprendizaje permanente, buscando formar un perfil de estudiante. Además, planteó la vigencia e importancia de los valores, las creencias, la conducta y las virtudes, en la vida diaria. Allí está la obra, solo hay que retomarla. Con la Teoría General de Sistemas viene el enfoque de la contingencia, a fin de considerar la incertidumbre y el cambio como parte de la preocupación directiva. Este enfoque se consolida con los trabajos 194 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego independientes de varios autores. Aunque Haya, en diversos escritos, ha ido desarrollando el enfoque de sistemas cuya génesis integradora es el concepto reto-respuesta, que es el input-output sistémico. 2. El enfoque relativista y el desarrollo de la sociedad Bajo la óptica de las dimensiones físicas y sociales, es posible afirmar que, en los albores de la humanidad, se presenta un fuerte énfasis en los elementos espaciales. Los grandes imperios de la antigüedad realizaron construcciones monumentales, que significaron el levantamiento de la infraestructura física, necesaria en esa etapa del desarrollo. El mejor ejemplo es Roma, que impulsó y consolidó su fortaleza económica y militar a partir de la construcción de caminos, edificios, viaductos, escuelas, etc., sentando las bases para la vida moderna. En esta etapa, la producción era artesanal, la fuerza de trabajo era el esclavo y el lapso entre decisión y acción era medido en meses y años. Cuando el avance técnico lo posibilitó, surge la preocupación por la actividad humana, cuyo resultado es la revolución industrial, donde las tareas manuales se tornan en fabriles y el consumo de productos artesanales deviene en masivo. Se establecen los conceptos de capital, capitalismo, empresario; la industria deviene en el proceso y el sector más importante de las naciones. En los países con infraestructura poderosa (EE.UU, Europa) surge la gran producción fabril, y en los países pequeños de pobre desarrollo (América Latina) recién se instala el énfasis en las carreteras, vías ferroviarias, centrales hidroeléctricas, medios de transporte, como estructura económica fundamental para la naciente industrialización. En esta etapa, la producción es masiva, la fuerza es el trabajo asalariado y el lapso decisión-acción se reduce a semanas y días. Casi paralelo a la revolución industrial, se percibe la importancia del trabajador, en una época de mercados crecientes donde el personal tecnificado escasea, se requiere elevada capacidad de consumo. La preocupación por las personas, trae las relaciones industriales a las empresas. Aparece el término sociotécnico dentro del ámbito de taller, para integrar recursos en la línea de producción. Este enfoque se ha subordinado a la El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 195 tarea, se le considera un factor higiénico, importante en la medida que sus deficiencias afecten la labor y los resultados. Su gran debilidad estriba en su enfoque exclusivo de las relaciones humanas como fin, descartando la tarea y afectando los resultados. En estos años, se observa una profusión de modas y corrientes, que surgen y desaparecen con celeridad, la producción es global y la comunicación es instantánea. El trabajador deja de ser importante y deviene en un recurso sustituible. El énfasis en las novedades conceptuales y la presión del tiempo, es sintomático de tiempos de cambio. El lapso entre decisión y acción es prácticamente cero, instantáneo. El énfasis estructural dura casi cinco mil años, la revolución industrial, bajo enfoque de proceso, se mantuvo vigente por algo más de cien años. En los últimos treinta años se han promovido diversas etiquetas, de corta duración como sociedad postindustrial, sociedad de los servicios, sociedad de la información, sociedad del conocimiento. Esta descripción, ejemplifica la influencia de Haya. Si se relee, se percibe que se sigue la secuencia espacio (estructura) → hacer histórico (proceso) → ser histórico (persona) → tiempo (contingencia). 3. El relativismo en las corrientes de dirección El modelo relativista de Haya ha sido utilizado, con diferente grado de énfasis, en el desarrollo de la teoría y la práctica en la administración y dirección. Para obtener una comprensión plena del aporte inmerso en el concepto relativista, identificar las cuatro dimensiones, y para calibrar su potencial en la indagación y solución de problemas de empresa, se presenta una somera descripción de la aplicación del concepto. Las filosofías de la dirección de personal Dentro de la corriente académica conductista, se definen los factores de dirección de personal y los objetivos para alcanzar resultados8. Se identifican tres filosofías de dirección y una fuerza generadora de cambio: la ingeniería industrial, la teoría de la organización y la ciencia de 196 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego la conducta, como filosofías y el PET y el enriquecimiento del trabajo como fuerzas generadoras de la acción y el cambio. El ingeniero industrial se enfoca en el componente estructural de la tarea (dimensión espacio) se preocupa por el mecanicismo de la labor y la economía del procedimiento, se enfoca en los incentivos y el diseño de condiciones de trabajo para la utilización eficaz de la máquina humana. El teórico organizacional se interesa en el componente proceso, se enfoca en el pragmatismo y en la mejor adecuación de la tarea, de manera que se obtenga la máxima eficiencia en el flujo de trabajo. El conductista se concentra en el componente humano, la formación de grupos, el ambiente social y las relaciones humanas para inducir al logro dentro de un ambiente organizacional favorable. Este triángulo, se complementa con la fuerza motriz del cambio: la motivación mediante el enriquecimiento del trabajo, la consecución del producto completo y la técnica PET física o psicológica, de tipo negativo o positivo, que se utiliza según las circunstancias y el objetivo deseado. El autor, considera los tres componentes como filosofías establecidas, y agrega un cuarto componente que es la motivación del cambio y mejora, dentro de un contexto específico y temporal. Las perspectivas de la dirección Según Huse y Bowditch, la organización empresarial ha sido un problema durante siglos. Para resolverlo, han surgido diversas perspectivas o escuelas de dirección, que se fueron desarrollando al interior de entornos sociales y empresariales particulares. La primera perspectiva se denomina estructural. Se refiere a la forma en que las organizaciones deben ser ordenadas internamente, utilizando tres puntos de vista diferentes y complementarios: la escuela de los principios universales de dirección de Fayol, la escuela estructuralista de Weber y la escuela de dirección científica de Taylor. La segunda perspectiva se denomina del proceso. Se enfoca en el flujo de trabajo, el manejo de la información, y se amplía con las técnicas de mejora del trabajo de la OIT, la productividad de los factores y la herramienta de reingeniería de Hammer. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 197 La tercera perspectiva es la humana. Se orienta hacia el grupo de trabajo y las relaciones. Las escuelas son las relaciones humanas y el desarrollo organizacional, posteriormente se amplía con la psicología organizacional y el proceso de aprendizaje, sus autores principales son Mayo, Roethlisberger, Lewin, Herzberg, Senge. La cuarta perspectiva es de la contingencia, considera que las perspectivas anteriores no son recetas exactas, su eficacia depende de las circunstancias y de las fuerzas que facilitan o impiden su aplicabilidad. Según Lawrence y Lorsch, el directivo del futuro debe estar capacitado para ocuparse del conflicto y el cambio y tolerar la ambigüedad, por su lado, Forrester afirma que el tema básico es la interpretación del comportamiento de los sistemas sociales. El líder como agente de cambio En sus trabajos sobre el clima social, Lewin indica que el estilo del líder crea las condiciones para implantar diversos arreglos organizativos e incentivar determinados patrones de comportamiento. Los factores a manejar son tres: estructura y jerarquía de la organización, relaciones interpersonales y tipo de trabajo. Según la estructura y jerarquía de la organización, las decisiones de la alta dirección (exclusivas o con participación de los afectados), la clara percepción del lugar de cada uno y las concesiones particulares de los ejecutivos, son las variables que influyen en la combinación: trabajo en equipo e individualismo. Según las relaciones interpersonales, el grado de confianza o desconfianza que practica la dirección (participación o conflicto) define, la cooperación o la competencia, la socialización de los nuevos o el “sálvate como puedas”, estas variables consideran la preeminencia del bienestar propio. Según la naturaleza del trabajo, los recursos proporcionados por la dirección, determinan el tipo de relaciones industriales, la percepción el trabajo como estimulante o aburrido, la rigidez o adaptabilidad de los puestos, las recompensas hacia la rutina o hacia la innovación, y si se gratifica el solo hacer el trabajo o el hacerlo bien. 198 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego En este enfoque, se estima que el tipo de dirección de estructuras jerárquicas, las relaciones interpersonales y el trabajo, afectan la eficiencia de la organización, independientemente de la productividad y los resultados. 4. Otras visiones apristas del mundo La visión del mundo según FMQC El filósofo peruano Francisco Miró Quesada Cantuarias9, define dos conceptos clave del aprendizaje: empírico y no empírico. El primero se refiere a los objetos que se pueden percibir por medio de los sentidos, tal como una manzana, la música, una piedra. El segundo es aquel cuya explicación es posible a partir de una cosmovisión o visión fundamental. Bajo este segundo concepto, FMQC plantea que en el mundo occidental (a diferencia del mundo oriental), existen tres cosmovisiones que se oponen entre sí. Son el nacionalismo el racionalismo y el cristianismo. El nacionalismo se refiere al territorio como símbolo de la patria y como espacio para el desenvolvimiento de la sociedad, sustenta las teorías del espacio físico vital y la ampliación del territorio. El racionalismo, bajo el pretexto de la ciencia y la razón, frecuentemente se tergiversa y se aplica para soluciones “pragmáticas” y de conveniencia de grupos particulares. Aunque, está conduciendo a la humanización de la sociedad y a la democracia. El cristianismo se refiere a la persona y la vida en común, aunque como religión ha sido de gran utilidad, como instrumento de dominio y explotación. Graficando estas cosmovisiones, se tendría un triángulo, cuyos vértices serían nacionalismo, racionalismo, cristianismo, equivalentes a las dimensiones relativas de espacio, historia y conciencia. No se contempla el tiempo. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 199 Lo pequeño es hermoso Schumacher, al plantear la cuestión del tamaño, describe los tres conceptos con los que fue educado: familia, país grande, industrias y empresa, y libertad. Estas enseñanzas son coincidentes con los componentes de persona, estructura, proceso y cambio. Perspectiva de persona. Históricamente, fue la familia, luego se reunieron y formaron las tribus, un cierto número de éstas formaron una nación, agrupadas formaron la unión, luego los Estados Unidos y finalmente un solo gobierno mundial, es lo previsto y esperado. Segundo, para ser prósperos, los países deben ser grandes, cuanto más grande mejor (ejemplo: el Reich de Bismarck). Tercero, las economías de escala son la tendencia natural de las industrias y empresas, a mayor tamaño, mayores economías de escala, por ende, menores costos y mayores ganancias. Perspectiva estructural. Plantea que, en este mundo todo tiene que tener una estructura. No hay una única respuesta, ya que el ser humano necesita muchas estructuras diferentes, tanto grandes como pequeñas, selectivas o de gran amplitud. Uno de los principales elementos estructurales es el Estado y las fronteras nacionales que delimitan el poder político, la influencia tecnológica y se convierten en las barreras económicas del comercio. Perspectiva de proceso. Plantea que la economía absorbe totalmente la ética y su evolución es de carácter patológico y de múltiples raíces, uno de los más visibles son los grandes avances en la tecnología moderna de transporte y comunicación. En las empresas, se afirma que las organizaciones gigantescas son una necesidad ineludible, pero, se observa, que una vez que se ha creado algo de gran tamaño, a menudo se realizan esfuerzos para conseguir la pequeñez dentro de la grandeza (por ejemplo, el éxito de Sloan fue convertir al gigante GM, en una federación de firmas de tamaño razonable). Perspectiva de cambio. Plantea que, en los asuntos humanos, parece existir la necesidad de dos cosas aparentemente incompatibles y mutuamente excluyentes, libertad y orden. Relativismo y praxis administrativa 1. La operacionalización empresarial del concepto relativista En la práctica administrativa, han ido surgiendo diversas corrientes que han elaborado nuevos conceptos, modelos y herramientas, a fin de entender y explicar la compleja problemática de las organizaciones y para la mejora del desempeño directivo y operativo, bajo el enfoque que la mejor perfomance empresarial, a nivel micro, coadyuva a mayor desarrollo nacional, a nivel macro. En el contexto de la Academia, estas corrientes definen los elementos relevantes para el manejo de las organizaciones, los combinan e integran, diseñando herramientas de análisis e identificación de problemas y alcance de las soluciones. Se busca nuevos mecanismos para la creación de sinergias y para consolidar beneficios en las empresas. Los elementos relevantes, son cuatro. Coinciden plenamente con las dimensiones del modelo relativista de Haya. Son los siguientes: 1) El componente espacial o estructural referido al ambiente físico externo, los equipos, edificios, la inversión. 2) El componente proceso o trabajo, referido a la acción sobre el ambiente, con el fin de alcanzar un objetivo, meta o tarea. 3) El componente humano o persona, con sus necesidades, motivaciones, intereses y predisposiciones. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 201 4) El componente de cambio o momento, referido al horizonte de acción y las fuerzas de cambio y renovación tecnológica. La combinación de estos cuatro componentes, con diferente grado de énfasis (según las circunstancias, nivel decisional y tipo de problema), ha surgido por la necesidad de resolver cuestiones de ejecución de las tareas del trabajador (eje persona-tarea) dentro del ambiente físico del puesto de trabajo y las restricciones de tiempo (eje espacio-tiempo). Estos ejes se refieren al continuo social (motivación y productividad), bajo las restricciones del continuo físico (ambiente laboral y tiempo asignado a la tarea). En el primer tercio del siglo veinte, Haya concibió la teoría filosófica sobre la que se asientan diversas concepciones de administración, las que aparecieron posteriormente, y se consolidaron en la segunda mitad del siglo pasado. El concepto filosófico de Haya ha crecido y, con cada nueva corriente académica, se alcanza un ámbito de aplicación mayor. Paulatina e imperceptiblemente, las ideas y los conceptos de Haya, se han internalizado en estas corrientes. Casi como decir que se han tornado en apristas, sin saberlo y a veces, sin reconocerlo. De lo general y abstracto del relativismo histórico, se ha pasado a lo enfocado y concreto de la labor operativa. Bajo la jerga administrativa, a las dimensiones se les llama componentes. En la empresa, el espacio y el tiempo se convierten en la estructura y el momento, la conciencia y la historia se convierten en persona y proceso. De esta manera, los conceptos relativistas del eje físico espacio-tiempo y el eje social ser histórico-hacer histórico se tornan amigables y se operacionalizan, se concretizan. 2. El relativismo en la praxis de la ingeniería Bajo la óptica de la ingeniería en planta, surge el concepto sociotécnico. El modelo sociotécnico se refiere a los componentes técnicos y los componentes sociales que permiten la ejecución de la tarea, en el puesto de trabajo. 202 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego Los elementos de ingeniería de los sistemas industriales Ingeniería es la aplicación metódica del conocimiento científico con fines utilitarios. Sistema consiste en objetos, ideas o actividades organizados como un todo coherente10. La ingeniería se encarga de las ramas físicas de la especialidad, en sus variables espaciales (mecánica, civil, electrónica, etc.) y de las fuerzas físicas que las transforman (gravitacional, electromagnetismo, etc.). Para el funcionamiento de los procesos de transformación consideran al hombre como el componente clave para la orientación y control de los sistemas productivos. Para la comprensión de las complejas interacciones que surgen sinérgicamente en los sistemas, se esquematiza un diagrama de cuatro vértices. El primero, se refiere a la ingeniería física que incluye los proyectos de máquinas, proyectos de dispositivos mecánicos y la planificación de complejos de maquinas. El segundo, opuesto al anterior, se refiere al control de la energía que permite que los dispositivos mecánicos funcionen. El tercero se refiere a los seres humanos individualmente o en grupo, incluyendo fisiología, psicología y medicina. El cuarto se refiere a la labor donde se planifican los sistemas de actividad humana sean tareas, procesos o redes complejas. Estos cuatro vértices, visualizan los componentes físicos y los componentes de actividad humana, que se interrelacionan mediante flujos tangibles de materiales o flujos intangibles de información, dando como resultado un producto o bien preciado. Macrocambio y filosofías de incremento de la productividad Un macrocambio se define como el esfuerzo planeado para toda la organización, dirigido desde los altos niveles para aumentar la eficiencia y el vigor de la organización a través de intervenciones planeadas en las personas, los procesos y los recursos físicos. Existen tres planteamientos de macrocambio, orientados al incremento de la productividad: del potencial humano, de la calidad y sociotécnico. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 203 Cambio y potencial humano. Contempla la perspectiva de las ciencias del comportamiento. Se sustenta en los siguientes supuestos: la gente es creativa y desea mejoras, la naturaleza (formal o informal) de la interacción personal, el funcionamiento eficiente se basa en la confianza, apoyo y cooperación. Se ha verificado que la actitud de los empleados, la productividad y el desempeño financiero mejoran. Se concluye que las competencias ganar-perder y todo-nada son de discutible utilidad, aunque se le critica porque se concentra en la actitud del trabajador mediante la satisfacción, participación laboral y compromiso, dejando de lado los objetivos de servicio, innovación, rotación y producción. Cambio y calidad de recursos. Se sustenta en dar al cliente lo que requiere: productos que cumplan los requisitos de calidad. Se enfoca en cuestiones estructurales como el diseño del producto, procesos estandarizados, capacitación para alta calidad, manejo de expectativas, solución de problemas técnicos. Los principales obstáculos para implantarlo se ubican en la estructuración de la gerencia: organización con excesivos niveles para las decisiones, infraestructura organizacional deteriorada por sistemas operativos atrasados, comunicaciones discordantes. La solución considera la elevación del control de las características técnicas del producto. Cambio y modelo sociotécnico. No es posible alcanzar mejoras de productividad cuando las cuestiones tecnológicas, del trabajo y sociales, se manejan por separado. Se requiere la integración de lo técnico con la tarea y lo social. Contiene tres mensajes: primero, las características tecnológicas y sociales del trabajo no están separadas, se integran e interactúan como sistemas; segundo, existen diferentes niveles, configurando sistemas dentro de sistemas, tercero, los trabajadores deben conocer y comprometerse con las metas. Los problemas de este enfoque son delimitar las fronteras del problema a resolver, entender las soluciones factibles (técnica) y deseables (social), ubicar el nivel de resolución y la capacidad de influencia, encaminar las energías y habilidades según el sistema de recompensas. Preparación para el cambio. Para realizar macrocambios que lleven a mejores resultados, se sugiere la integración de tres aspectos: a) estructural: la organización esté preparada para aceptar modificaciones, asignar recursos y sostener el flujo de recursos, b) personas: coherencia 204 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego con el clima y cultura, adoptar sistemas de contratación, selección y socialización, sistemas de recompensa c) procesos: planear detalladamente el cambio, diseñar mecanismos para observar y controlar lo efectuado. 3. La relatividad del tiempo en las decisiones directivas Para la dirección, el componente momento es la dimensión del tiempo relativo, es oportunidad y renovación. Se sustenta en la definición básica del cambio, que conlleva, las ideas de devenir y modificación. Bajo esta dimensión, la dirección empresarial se enfoca en los temas que permiten trascender del tiempo presente, intentando cubrir tres fines: a) proveer la percepción del lapso de tiempo que es necesario para iniciar, ejecutar y culminar una acción de cualquier tipo, puede referirse a un cronograma, un pert de tareas o diagrama de micromovimientos, un plan de desarrollo empresarial o un espacio histórico de desarrollo (para una nación), b) permitir y facilitar la determinación de los elementos para el cambio continuo o discreto, de los componentes sociotécnicos, c) brindar criterios y técnicas que permitan la elaboración de herramientas de prospección, facilitando la proyección de escenarios y la previsión del riesgo e incertidumbre. El cambio en la empresa, se maneja en tres niveles de resolución: – – – Nivel conceptual-ideológico, a cargo de la alta dirección que diseña el futuro. Se refiere a las ideas de renovación y cambio, tendencias y prospección, secuencia de macrodecisiones, visión a largo plazo y percepción de oportunidades. Nivel estratégico-directivo, a cargo de las gerencias que asignan recursos. Comprende los estilos de manejo, modelos de dirección, mitos directivos, límites del crecimiento, virajes estratégicos, visión de desarrollo empresarial, incertidumbre y riesgo, escenarios y brechas. Nivel táctico-operativo, a cargo de las jefaturas intermedias y supervisión. Comprende las ideas-fuerza, creencias vigentes, prácticas de negocio, técnicas de microcambio, decisiones operativas de continuidad, programación detallada. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 205 El tiempo empresarial es percibido, por los directivos, como el gap entre la percepción del problema y la acción de cambio, después de la decisión. De esta manera, el tiempo cronológico, único y sostenido, se relativiza en la organización. Se acelera o retrasa, dependiendo del grado en que las fuerzas competitivas del ambiente, presionan y obligan a una respuesta empresarial. Un sector monopólico o de burocracia estatal, tendrá un tiempo relativo más lento y relajado, un sector en competencia efervescente, tendrá un tiempo relativo acelerado, tenso, que exige decisiones y respuestas rápidas y eficaces. El tiempo empresarial, a pesar de su diferente presión competitiva, conlleva varios preceptos inamovibles, que pautan la eficacia directiva. 1° La función de cambio es invisible y sutil, es una fuerza que determina que todo cambie, aunque no sea perceptible por los sentidos. 2° Sin pausa y sin prisa, el cambio es sostenido y permanente. 3° Las presiones del cambio no están sujetas a la decisión directiva, existen de por sí, 4° El directivo sólo puede tomar medidas para atenuar o acelerar la presión del cambio, no puede eliminarla. 5° El cambio genera permanentemente escenarios alternativos posibles que se evalúan bajo la cuestión: “¿qué pasaría si...?”. 6° Siempre están surgiendo ventanas de oportunidades que permiten replantear una decisión anterior inadecuada, hacia una nueva decisión y acción más conveniente, que reoriente el sentido y la tendencia de las variables críticas (empresariales, sectoriales, económicas u otras). 7° Las empresas y personas son capaces de decidir, adaptarse y crecer en un ambiente hostil. 8° Siempre existe el cambio. 4. La gestión del cambio en la empresa La dirección empresaria se concentra en entender y aplicar los conceptos de cambio. Comprende modelos mentales, muy estables en su defini- 206 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego ción, pero sumamente flexibles para identificar las variaciones críticas del entorno y establecer acciones de adaptabilidad de las personas a un nuevo entorno. La definición del cambio se deriva del concepto momento, sus variables son: a) b) c) d) e) El movimiento y su dirección (+/-, arriba/abajo, avance/retroceso), El tiempo y su registro (pasado, presente, futuro), Los escenarios, el devenir y la incertidumbre, La oportunidad para iniciar, acelerar o culminar un evento, Sus efectos, considerando velocidad, aceleración, fricción, inercia, continuo-discreto. La gestión del cambio en las empresas, se rige por el siguiente decálogo. 1° No existe nada estático, en el devenir todo cambia y se transforma. 2° El tiempo es lineal y es movimiento, por ende es cambio. 3° Existe una inercia de cambio, aunque no se tomen decisiones, éste se va dando, espontánea y emergentemente. 4° El cambio tiene una velocidad diferente, según las fuerzas del ambiente, se acelera si las condiciones mentales (personas) y físicas (entorno) lo incentivan, se desacelera si las fuerzas en contra dificultan el avance 5° Existe una fricción derivada del rechazo al cambio o a las variaciones en su velocidad, a partir de la confrontación de las fuerzas a favor y las fuerzas en contra. 6° El cambio es causal, un evento es consecuencia de un evento anterior y a su vez es origen de otros eventos. Uno o más eventos previos, pueden originar cambios en uno o más eventos posteriores. 7° El cambio es continuo o discreto. Las empresas y personas son más adaptables y el cambio es continuo e imperceptible. Las estructuras (poder, gobierno) son reacias e intentan que las variaciones se “acomoden” dentro de parámetros y fronteras institucionales, aquí los cambios son discretos y traumáticos. 8° El cambio y el devenir tienen diversas formas de presentación. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 207 Asume diferentes ropajes y se manifiesta con diferentes comportamientos: a) Una línea recta, horizontal y continua. El modelo occidental del tiempo. b) Ciclos de avance ondular. Los ciclos económicos y los ciclos de vida c) Ciclos de forma circular, a modo de espiral que crece o se comprime, sube o baja, avanza o retrocede. Círculo virtuoso o círculo vicioso. d) Ciclo pendular que es una forma de cambio repetitivo sin renovación. En este caso debe delimitarse la frontera de análisis. e) En temas sociales, es posible que situaciones dadas anteriormente, se vuelvan a presentar, en otro tiempo y en otro nivel. La historia se repite. 9° El cambio tiene cuatro momentos: devenir, reproducción, evolución y revolución. Cada momento tiene sus propias fases. 10° El cambio es un proceso que puede tener diferente signo (+/-), en el extremo se puede dar situaciones de regresión y retroceso social, tecnológico o estructural, como ejemplo, la etapa oscurantista de la Edad Media. Ambiente, trabajo, trabajador Las técnicas especializadas en la mejora del trabajo, se sustentan en la concepción relativista de los ejes técnico y social y en la clasificación del trabajo manual y trabajo intelectual de Haya. 1. Trabajo manual, trabajo intelectual Desde el lado político, Haya define que las clases trabajadoras, como clases explotadas, deben organizarse en un frente único que permita enfrentar la explotación y el atraso. Desde el lado técnico define que el trabajo es de dos tipos: trabajo manual y trabajo intelectual, diferenciados por el grado de esfuerzo físico del primero, frente al mayor componente de diseño del segundo11. Todo trabajo es manual e intelectual Todos los puestos de trabajo, poseen una combinación de tareas que involucran ambos tipos de trabajo. El obrero de la planta fabril ejercerá una pequeña porción de su tiempo en preparar los moldes, materiales y hoja de ruta, previo al inicio de su operación normal en planta, el ingeniero diseñará los planos de edificios con acuciosidad y detalle, durante meses, luego ejecutará labor manual de El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 209 supervisión durante el proceso de instalación de equipos y levantamiento de edificios. El profesor elabora las sesiones de clase con detalle, programa exámenes, contenidos y formas de evaluación, lo que se tipifica como labor intelectual. También asiste a la escuela, controla asistencia, cumple turnos de supervisión de aula, que son formas de trabajo manual. Los principios de administración económica Para la administración de industrias, se han elaborado dos principios de aplicación general en todas las organizaciones: Principio 1: La eficiencia y la economía con que se lleva a cabo una actividad están en razón directa con el grado de esmero que se haya puesto en las actividades conexas precedentes. Principio 2: El insumo de recurso físico requerido para una producción determinada de bienes o servicios tiende a ser inversamente proporcional al insumo de esfuerzo intelectual previamente realizado. Las funciones intelectuales y manuales en la empresa La OIT12 reconoce la importancia de la clasificación del trabajo y lo amplía a las funciones de la empresa. Identifica que los directivos, que aplican los principios y prácticas generales de dirección, necesitan saber algo acerca de la empresa. La empresa es un todo sistémico conformado por actividades funcionales, un marco que restringe su accionar y el elemento humano. La empresa ejecuta actividades de planeamiento directivo y de ejecución operativa, a las que se llaman actividades intelectuales y actividades manuales, respectivamente. Las actividades funcionales intelectuales, también de preparación son: idea, estudio, diseño e investigación y perfeccionamiento. Las actividades funcionales manuales o de ejecución son: aprovisionamiento, producción o explotación, comercialización y distribución física. Estas actividades funcionan en un ciclo circular de transformación, cambio y mejora permanente. 210 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 2. Ambiente de trabajo e interfaz hombre-máquina El concepto relativista, se plasma en la actividad central de toda empresa: la operación en marcha, donde se ejecutan los procesos y se modifica el entorno. Para alcanzar resultados satisfactorios, se debe prestar atención a las cuestiones sociales, a las cuestiones tecnológicas y a las cuestiones del trabajo en sí. Por separado para conocer su alcance y limitaciones e integralmente cuando interactúan para transformar un flujo de recursos y materiales en bienes y productos. La ejecución de toda tarea, contempla los cuatro aspectos de la operación que conforman un modelo sociotécnico, a nivel de taller de trabajo. El elemento máquina y el ambiente Referido a los dispositivos mecánicos operadores de recursos o información y las fronteras físicas del sistema, cuyas entradas y salidas principales son materiales o datos. Su característica relevante es su incapacidad de autocontrol, su rigidez operacional y la respuesta determinística ante las entradas de información. El elemento humano Referido a las personas y los grupos de trabajo, como componentes dotados de energía y control propios. Se caracteriza por su flexibilidad para soportar una gran variedad y modalidades de entradas y salidas de información (visual, auditiva, sensorial, mecánica), por su creatividad, por su capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y el amplio abanico de respuesta probabilística ante diversos estímulos y presiones externos. La interfaz hombre-máquina Referido al área de contacto directo entre el hombre y la máquina con el fin de palanquear la capacidad humana para producir el resultado esperado. Esta interfaz es la síntesis entre el trabajador, la máquina y el El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 211 ambiente. La eficaz interacción entre estos componentes determina la calidad del producto. El cronograma de tarea Que se refiere a la secuencia de pasos programados, para ser ejecutados en tiempos estimados. Este modelo sociotécnico permite diferenciar e integrar los componentes para alcanzar un resultado final deseado: eficiencia en la ejecución de los procesos, eficacia en la elección de la línea de actuación y capacidad de dominio y mejora del ambiente. 3. Las preguntas clave para la mejora del trabajo En el estudio del trabajo13, se utilizan diferentes técnicas para mejorar los procesos, con el objeto de eliminar, combinar, ordenar o simplificar las actividades. Una de las técnicas más empleadas, para la mejora de métodos, es el cuestionario a profundidad, cuyas preguntas son: – – – De propósito: como enlace entre los componentes, en busca de la misión. ¿Qué se hace? ¿Por qué se hace? ¿Qué otra cosa podría hacerse? ¿Qué debería hacerse? De espacio: para identificar el lugar y ambiente físico que limita la tarea ¿Dónde se hace? ¿Por qué se hace allí? ¿En qué otro lugar podría hacerse? ¿Dónde debería hacerse? De tiempo: para identificar el momento y la secuencia de ejecución de la tarea 212 – – Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego ¿Cuándo se hace? ¿Por qué se hace entonces? ¿Cuándo podría hacerse? ¿Cuándo debería hacerse? De operario: para identificar al trabajador, sus capacidades y competencias ¿Quién lo hace? ¿Por qué lo hace esa persona? ¿Qué otra persona podría hacerlo? ¿Quién debería hacerlo? De tarea: para identificar el trabajo específico ¿Cómo se hace? ¿Por qué se hace de ese modo? ¿De qué otro modo podría hacerse? ¿Cómo debería hacerse? Estas preguntas, en este orden, se efectúan sistemáticamente en todo estudio que se refiera a la mejora de métodos y procesos. El “barrido” completo de los cuatro componentes es la clave para un buen resultado. Un hermoso ejemplo de aplicación concreta de las cuatro dimensiones, se presenta en el estudio de la economía de movimientos. Sus principios se clasifican en cuatro grupos: a. Utilización de cuerpo humano (persona). b. Distribución del lugar de trabajo (estructura o espacio). c. Modelo de máquinas y herramientas para un mejor trabajo (proceso). d. Economía del movimiento (objetivo de simplificación). 4. El trabajo intelectual de la dirección de empresa Todo directivo adquiere una perspectiva y una visión sobre el manejo empresarial y las decisiones de estrategia, a partir de la cual asume posición y compromiso sobre los componentes sociales y técnicos y El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 213 determina el derrotero de las opciones de la empresa. La perspectiva de la estabilidad Es una posición conservadora o estructural. El directivo considera que las decisiones han de enfocarse en el orden y la continuidad, las estructuras organizativas y de poder habrán de ser estables y los cambios imperceptibles y a largo plazo, o deben evitarse, moderarse o postergarse indefinidamente. Dado que las variaciones por las fuerzas externas no son desechables, se busca sistematizar los eventos, de manera que las variables no controlables se desenvuelvan dentro de márgenes previsibles. Cuando las variables bajo control se reducen, aumenta la posibilidad de conflicto y la necesidad de modificaciones (atenuadas por la fricción de las fuerzas +/-). Si la turbulencia se acelera, los cambios se realizarán con alto riesgo y con puntos de quiebre en las tendencias. Esta perspectiva sustenta que el cambio se acepta mientras no afecte las posiciones de poder y autoridad, se debe evitar el desorden y la posibilidad de situaciones que afecten el orden establecido. La perspectiva del cambio Es una posición renovadora y de manejo de momentos. El directivo acepta la coyuntura y turbulencia, el devenir es sostenido y el cambio es permanente. La principal preocupación es poseer la capacidad para sobrevivir el día a día, superando las fuerzas de la inestabilidad. Las personas se adaptan a lo diferente, a través del control del medio. Se busca el dominio del ambiente para minimizar el efecto del cambio, reduciendo las variaciones y atenuando los ciclos extremos. Esta perspectiva sustenta que el cambio es una condición externa siempre presente, que apertura ventanas de oportunidades para eliminar las situaciones indeseadas. La perspectiva de la tarea productiva Es una posición empresarial y de proceso. El directivo prioriza la productividad del puesto de trabajo (tiempo productivo, tiempo ocioso, mejora 214 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego de métodos), las habilidades y las competencias del personal, interesa la eficiencia del flujo productivo, considera el enriquecimiento y la mejora del trabajo mediante equipos, training, modelos organizativos, los que llevan a mejoras de producto y calidad de servicio. Se concentra en la eficacia para satisfacer las necesidades internas del trabajador y las externas del cliente. Esta perspectiva enfoca la obtención de resultados, sustentados en la producción y la efectividad organizacional. La perspectiva de trabajador Es una posición de humanista y de persona. El trabajador es un ser humano que ejerce su voluntad, es dirigente y dirigido, se gobierna por su voluntad y autocontrol. Requiere democracia y participación en las decisiones que permitan mejorar la perfomance (teoría X-Y14, APO15, enriquecimiento, motivación), se consideran las capacidades y predisposiciones para la capacitación orientada al desempeño y competencias. El trabajador no necesita estar motivado ni participar en las decisiones, sólo requiere saber hacer, o sea, entrenamiento y desarrollo de habilidades. Estas técnicas para la mejora de las organizaciones, el estudio del trabajo, el contenido del trabajo, las tareas directivas, se van renovando y sofisticando, aunque siempre, bajo la óptica del pensamiento de Haya. Modelo sociotécnico y modelo relativista El modelo o sistema sociotécnico es la unidad de análisis-síntesis, que contiene al hombre y al trabajo, enmarcados en un ambiente y un horizonte temporal, necesarios para obtener logros. Es la unidad básica que integra la relación recíproca, entre los sistemas naturales y el tiempo, con los sistemas humanos y sistemas de transformación, que interactúan a diferentes niveles, para alcanzar fines superiores y cumplir las metas establecidas. Este modelo se ha estructurado sobre trabajos de campo sociológicos y de ingeniería, durante los años sesenta, aunque explícitamente no se indique la fuente primigenia del modelo, su concepción se enmarca dentro de la teoría del relativismo. Su lectura permitirá constatar la fundamental influencia del pensamiento de Haya en el ámbito de la ingeniería. Vaill, en su estudio sobre sistemas sociotécnicos dice: “como cualquier enfoque, el sociotécnico es, en último análisis, una forma de conciencia16”. 1. El eje social y el eje técnico del modelo sociotécnico Un sistema sociotécnico se sustenta en dos ejes, el social y el técnico, los cuales delimitan a sus cuatro partes o componentes. El eje técnico comprende dos componentes: el ambiente de tarea y la restricción de tiempo, a los que se denomina estructura y momento. El 216 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego eje social comprende dos componentes: la tarea y el operario, a los que se denomina proceso y persona. Estos componentes están organizados en diferentes niveles de resolución y funcionan y enlazan entre sí a través de flujos que se modifican y se transforman. Los planos de resolución directiva son tres: a) Plano conceptual e ideológico, donde se maneja modelos mentales y abstracciones; b) Plano estratégico-directivo, donde se diseñan las líneas de acción y decisiones de largo plazo; c) Plano táctico-operativo, donde se manipulan los recursos para producir bienes o servicios, es el plano tangible del mundo real en el que se ejecutan las tareas. Los componentes sociotécnicos mantienen, entre si, relaciones de dos tipos: relaciones dentro del mismo componente en diferentes planos de acción, y relaciones con los otros componentes en el mismo plano de resolución. El componente estructural se refiere a los elementos físicos del entorno inmediato. En el trabajo con materiales el resultado será inmediato, en el trabajo sobre la geografía natural el cambio será más lento y arduo, sus efectos se verificarán a plazos mayores. El componente de procesos comprende el trabajo y la organización productiva, donde las personas tienen la convicción de efectuar tareas útiles, es la posibilidad de aprender y obtener recompensas. Se puede afirmar que el trabajo dignifica y mejora al hombre, porque permite autonomía para tomar decisiones propias, ejercitar aptitudes y obtener logros que brindan satisfacción. El componente humano se refiere al hombre y su significado para sí mismo, es un factor activo o pasivo para cambiar el medio y para mejorar la vida. Es la persona, con diversos grados de compromiso, respecto a los fines comunes de supervivencia, adaptación y crecimiento, a nivel de individuo, grupo y sociedad. El componente momento se refiere a las fuerzas y energía motriz para la operación de los componentes físicos. Fuerzas de la motivación, incentivos y fijación de metas, cuando se refiere a las personas y los sistemas de actividad humana. Dentro del plano conceptual-ideológico, los componentes se refieren a sistemas generales y modelos mentales abstractos. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa – – – – 217 La estructura se refiere al ambiente de los sistemas naturales, físicos y la tecnología. El momento se refiere al concepto de cambio relativo, devenir y previsión de futuro. Las personas, referido a los aspectos sociales individuales y grupales. Los procesos, referido al rol de transformación en empresas o instituciones. 2. Los componentes tangibles del modelo sociotécnico Un sistema sociotécnico comprende una cara visible y corpórea que contiene los componentes tangibles, por ejemplo una planta industrial, también comprende una cara invisible o no tangible que son conceptos y modelos mentales, como el plan layout de una línea productiva. De igual manera, los flujos son tangibles cuando se refieren a materiales o insumos de producción, y son intangibles cuando se refieren a información o mensajes. El componente estructural Conforma el marco estático sobre el que se ubican los procesos y actúan las personas, su función es mantener la unidad física del conjunto y relacionar las partes como un todo operativo. Comprende todos los elementos permanentes y estables, o sea, los factores ambientales. A más sencillo, mejores serán los resultados, a más complejo, se requerirá mayor coordinación y esfuerzo. La estructura se organiza en una jerarquía arriba-abajo de tres niveles: – – – Sistemas ambientales y ecológicos, en un espacio geográfico con fronteras definidas. Organización industrial de sectores productivos, instituciones y fuerzas vivas. Medios de producción, unidades de producción ubicados dentro de edificios, incluye el microambiente donde se desenvuelve el trabajador (ambiente de tarea y puesto de trabajo). Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 218 Este componente cumplen tres finalidades: a) Delimitar las fronteras físicas y el marco de acción del sistema sociotécnico, que puede ser el puesto, función, proceso o redes de procesos; b) Proteger las partes, dentro de las fronteras establecidas, para preservar su operatividad, amortiguar la influencia ambiental y reducir el riesgo de agresión externa, alteraciones o mal uso; c) Interrelacionar las partes mediante vínculos fijos o en movimiento, bidimensionales o tridimensionales, contenedores de materiales o actividades, y vías para el flujo de materiales, energía e información. Las estructuras físicas son permanentes, su cambio implica un gran esfuerzo (sólo perceptible en el largo plazo). Cumple el rol adicional de corporizar los símbolos de una sociedad. Ejemplo, Macchu Picchu refleja la grandeza incaica, la estatua de la libertad representa a la tierra de las oportunidades, la torre Eiffel es el landmark de Paris. El componente de procesos También se le llama sistema de actividad humana, conforma el proceso de transformación de insumos en productos. Es el corazón de la creación de riqueza. Enfoca la acción de transformar los elementos, originando cambios de posición, lugar, forma o químicos. Es el valor agregado requerido por los clientes. Sus niveles jerárquicos, son tres: – – – Sector industrial, sectores de producción, cadenas productivas y de servicios. Sectores de negocio, clusters menores, redes complejas, cadenas de suministro. Sistema empresarial, unidad productiva, actividades funcionales, proceso horizontal. Los procesos pueden ser activos o pasivos. Los activos son dinámicos e implican un cambio, una operación o una secuencia ordenada de tareas. Los pasivos son estáticos, receptivos e implican cambios lentos, casi imperceptibles en el corto plazo. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 219 Existen cinco clases de proceso activo: 1) Movimiento: desplazar una unidad sin alterarla, puede ser traslativo, rotativo y combinado. 2) Transformación: toda modificación de forma, sin cambiar la naturaleza del material, puede ser dobladura, torcimiento, aplastamiento, estiramiento, reordenamiento (de datos). 3) Transmutación: se modifica la naturaleza y propiedades del material, formando parte de procesos de mayor nivel, puede ser bombardeo nuclear, calentamiento, magnetización. 4) Separación: una unidad se divide en otras unidades: rotura o separación, limado o agujereado, desensamblado de partes, división de fluidos, descomponer por reacción química. 5) Combinación: lo inverso de separación, puede ser simple o compleja. Los tres primeros mantienen la cantidad unidades, los dos restantes cambian esta cantidad. Los procesos pasivos son cinco: 1) Almacenaje: se guarda en un contenedor, en espera. 2) Preparación: se realizan ajustes previos a una manipulación. 3) Receptáculo pasivo: de una acción como paciente en cirugía. 4) Recuperación: para reponer las condiciones originales. 5) Demora: retraso que no corresponde al proceso en sí. El componente de personas Es la unidad sico-biológica indivisible que cumple el doble papel de operador y objeto del sistema sociotécnico, a la vez. Se refiere a los individuos y grupos que ejecutan tareas, actuando sobre estructuras y materiales, dentro de un proceso productivo. El elemento humano se agrupa (espacialmente) en países, regiones, ciudades y familias. Lo que representa una jerarquía de tres niveles: – – – El país y territorio nacional, donde se asientan las estructuras naturales o artificiales y las riquezas. Simbolizan la identidad nacional y los valores de una nación. La región y ciudades, es el ambiente que cobija a las personas en sociedad, donde realizan actividades y donde se crean y recrean las relaciones productivas y sociales. Grupos y familia como unidad básica social, con sus propias necesidades, intereses y motivaciones, que adquiere las capacidades para enfrentar los retos del entorno. Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 220 El componente de momento Es la porción del cambio que se percibe y que se intenta controlar. Donde, instante a instante, un ente pasa de un estado inicial a un estado final diferente (deja de ser algo para ser algo nuevo). El momento se sustenta en un modelo conceptual del cambio y se enfoca en hechos relevantes (hitos), brindando la contingencia y el devenir que complementa al espacio. El cambio es la esencia de la estructura en movimiento, es el complemento y opuesto, si éste representa la estabilidad y el orden, el primero representa el cambio y el desorden. Comprende cuatro orientaciones: a decisiones, a hechos presentes, al pasado y al futuro. El momento comprende tres niveles de resolución: – – – A nivel estadista, mirando al país, enfocado en modelos mentales, planeación interactiva y tiempo no lineal. Se refiere a la historia, movimientos migratorios, ciclos económicos, la secuencia hitodecisión, que se concreta en planes de gestión del futuro. A nivel estratega, considera la personalidad corporativa, límites del crecimiento y planeación proactiva para el desarrollo empresarial. Se refiere a la visión de los fundadores, ciclo de vida, historia empresarial, planes estratégicos, proyecciones. A nivel administrador, contempla hacer bien lo que le compete, crecimiento de corto y medio plazo, solución de problemas y planeación reactiva para superar problemas. Considera perfil directivo, sociogramas, proyectos, planes de negocio y resultados. Cumple tres fines: a) muestra los hechos de creación de organizaciones en el ámbito estructural, empresarial o social, definiendo una secuencia histórica de los hitos del desarrollo, b) muestra las tendencias a través de ciclos lineales, circulares o pendulares, c) presenta la permanente secuencia hecho-decisión-hecho que facilitan la percepción del desarrollo. El momento también se refiere a las fuerzas físicas de transformación, que son los flujos. Los flujos son los elementos que cohesionan El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 221 los componentes y empujan el cambio, se transforman en el proceso o brindan energía para la operatividad. Pueden ser de tipo discreto (lotes) o continuo (energía eléctrica). Son de tres categorías: materia, datos y energía – – – La materia comprende los insumos, partes, subproductos que ocupan espacio, son manipulables, sufren transformación en el proceso y requieren soporte físico (vegetales, minerales, sólidos, líquidos y gaseosos), incluyendo seres vivos (animales, personas). Los datos son archivos físicos con material básico de información, sea papel, audiovisuales o medios magnéticos que circulan a través de redes interconectadas, como caminos virtuales. La energía permite que los componentes funcionen y los flujos se trasladen y modifiquen, las principales son: la electricidad, combustible fósil y nuclear. También comprende la energía de animal y humana (tecnológicamente superados), que aún son utilizados en algunos entornos donde existen excedentes. Los flujos no físicos están implícitamente unidos a los flujos físicos y son de tres categorías: información, conocimiento y mensajes. – – – Información comprende dato más significado, o sea, datos procesados con instrucciones, para controlar desviaciones o para modificar comportamiento. Conocimiento es el valor adicional que llega con el flujo de materiales o datos, es un elemento inmaterial y simbólico, que se capta a través del aprendizaje. Mensajes referidos al intercambio invisible de creencias y visiones, paralelo al intercambio de materiales, productos o información. Conlleva la emisión y la percepción de valores, creencias, visiones y conductas, es el germen del cambio social y del progreso cultural de las naciones. Los componentes actúan en función de los flujos, físicos o no físicos, que circulan entre ellos y sobre los cuales se efectivizan los procesos. Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 222 3. El concepto de desarrollo: una muestra parcial del modelo sociotécnico A modo de ejemplo, incluimos la introducción del estudio sobre Desarrollo de la Sociedad de la Información, el cual se describe bajo el esquema sociotécnico. Una visión sociotécnica del desarrollo El desarrollo se define como un proceso de crecimiento económico y bienestar social, en la búsqueda de la mayor riqueza. El desarrollo de las naciones es un proceso permanente de mejora, acumulativo, que se cumple mediante ciclos repetitivos, en una espiral de mejora. Cada cambio implica un paso hacia un estadio superior que conlleva una mejora en la calidad de vida, perceptible por nuevas formas de satisfacer las necesidades humanas. Su fórmula simplificada sería: Desarrollo = Crecimiento Económico + Bienestar Social Conceptualmente es un proceso por etapas, donde cada etapa significa un escalón superior que aprovecha la experiencia y el aprendizaje anterior. Al afirmar que la producción fabril define el concepto capitalista de creación de riqueza, se supera la anterior concepción medieval, donde la posesión de tierras y bienes materiales representaba la riqueza. El enfoque de moda en cada etapa del desarrollo Dependiendo del grado de avance socio-económico de las sociedades, los esfuerzos para el desarrollo se han concentrado en uno de los componentes sociotécnicos, sean las estructuras (construcciones), los procesos (formas de trabajo y organización) o las personas (motivación e incentivos). En el proceso de cambio y crecimiento, el foco de la inversión va cambiando, en función a los requerimientos específicos del ambiente, posteriormente, este foco se repite, pero a un nivel superior. El cambio de El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 223 enfoque, de una perspectiva a otra, no significa dejar de lado lo ya aprendido, sino tomarlo, asumirlo como propio, acumularlo y mejorarlo. Por ejemplo, en la antigüedad el énfasis estructural implica construcciones estáticas como las pirámides egipcias, los templos de la antigua Grecia, los palacios reales de Babilonia. En la actualidad el foco estructural se concentra en la creación de infraestructura que permita el funcionamiento de otras actividades productivas, como las vías de comunicación, el saneamiento ambiental, las complejas redes de datos interconectadas. Enfoque de estructura En los albores de las grandes civilizaciones, la riqueza y el poderío económico se sustentan en la posesión de recursos materiales, o sea, tierras y oro. En esta etapa es importante la construcción de grandes estructuras estáticas como monumentos y palacios de poca utilidad económica. Posteriormente, con Roma se inicia la civilización occidental moderna, mediante las grandes construcciones generadoras de riqueza cuyos primeros ejemplos son acueductos, caminos y canales romanos. Las naciones poderosas, expolian a las naciones pobres, extrayendo minerales preciosos o cobrando cupos y tributos y transfiriendo excedentes económicos o productos agrícolas, para financiar el poderío militar y para distribuir a la población. Los imperios centrales y las colonias periféricas, inician una relación comercial desigual, basada en el intercambio de productos por vía marítima. Enfoque de proceso Durante el siglo diecisiete, se inicia el sistema económico capitalista que se catapulta con la Revolución industrial, caracterizada por la explosión de la productividad, la producción en gran volumen de mercancías y el consumo masivo de nuevos productos, que satisfacen necesidades crecientes. Después de la etapa industrial, viene lo que se ha denominado la etapa post-industrial, donde el intercambio internacional abarca también a los 224 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego servicios, eliminándose todas las barreras tecnológicas. La prioridad se concentra en las labores y la forma en que se ejecutan las tareas, la infraestructura más importante es el capital tecnológico que permitió el segundo boom de la productividad con el advenimiento de la computadora. Los países ricos mantienen relaciones de dominio con los países pobres mediante regulaciones internacionales asimétricas y a través de sus empresas que importan materias básicas y exportan productos industrializados de alto valor agregado. El intercambio físico de los productos se realiza por mar, para carga y productos no perecibles y por vía aérea, para personas y productos perecibles. Enfoque humano La persona humana adquiere importancia a partir de los años treinta del siglo I. La propuesta cristiana, ampliada y difundida por sus seguidores en los siglos venideros significó un cambio trascendente en la percepción de la persona, se dignificó el trabajo, se valoró las virtudes al unificar comportamientos disímiles bajo la consideración de un único Dios al que se debe rendir cuentas de todos los actos, lo que permite el establecimiento de una estructura de reglas de conducta personal (lo que te hace daño es pecado) y reglas de conducta social (respeto a los demás, caridad, laboriosidad y frugalidad personal), lo que llevó a nuevos niveles, el desarrollo de la sociedad humana. Su equivalente moderno lo representan los sistemas de seguridad social, el enfoque de las relaciones industriales en las empresas. En la actualidad, este enfoque ha devenido a menos, debido al fenómeno económico del exceso de recurso, donde la oferta de recursos humanos supera la demanda de las empresas. Enfoque del cambio Para finales del siglo XX, los países desarrollados estiman que, habiendo superado los temas de inversión y producción, la siguiente etapa es enfocar el intercambio de bienes (comercio mundial) y el intercambio de información (telecomunicaciones) como nuevos pilares del desarrollo de la sociedad. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 225 El intercambio físico (mercancías y personas) se sigue basando en medios de transporte marítimo y aéreo, el intercambio no físico (datos e información) se basa en infraestructura de telecomunicaciones, interconectada e integrada con tecnologías de información, computación y media. El flujo ilimitado de datos e información sustentado en redes mundiales integradas (Internet, telefonía, satélite) trae preocupaciones nuevas como la globalización cultural, la asimilación de costumbres foráneas, el poco apego a los valores tradicionales, los nuevos valores económicos y la ética de conveniencia en los negocios. Dentro de esta perspectiva, surge el nuevo concepto de desarrollo: los modos de producción mundial han cambiado y la medida clave del desarrollo es la inclusión, medido por la brecha digital. Los nuevos excluidos del desarrollo son aquellos países y grupos poblacionales sin acceso a la información, los infopobres17. 4. La importancia del modelo sociotécnico El modelo sociotécnico que integra el eje técnico (físico) y el eje social, se enmarca dentro del concepto de Haya, y se define como el medio en el que los hombres combinan cooperativamente sus esfuerzos, utilizando herramientas y máquinas para alcanzar metas. El concepto sociotécnico surge en los años sesenta, su esencia es la relación recíproca entre la organización técnica y la humana, o los sistemas de trabajo y el comportamiento, cuya génesis data del año 1934 con los estudios de Mayo en la Universidad de Harvard. Coincidentemente, cercano a los años de gran fecundidad intelectual de Haya, donde sienta las bases del relativismo aprista. Los diversos autores del concepto han analizado la relación de la estructura con la tarea y con las necesidades y expectativas de los individuos18 que les ha llevado a las conclusiones siguientes: – El sentido de la tarea, que ofrece la oportunidad permanente de aprender, que se refleja en el deseo de ejecutarlo eficientemente y la asignación de importancia de la calidad, de su autonomía y de ejercitar las aptitudes que posee. 226 – – – Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego La pertinencia de los factores ambientales, a mayor complejidad de la tarea, menor importancia de la supervisión directa y frecuente y mayor necesidad de conversar y formar grupos informales. El significado del hombre para sí mismo, a medida que aumenta la complejidad y la dificultad de una tarea, el hombre se ve a sí mismo, cada vez más, como sujeto y no como objeto, como “factor activo” más que pasivo. A mayor simplicidad de la tarea, no se suscita compromiso real. Las implicaciones del modelo señalan tres comentarios sobre el accionar del trabajador: – Pasar de la indiferencia a la adhesión de las metas. – Pasar de analista técnico a colaborador comprometido. – Pasar de fuente de conflictos a solucionador de conflictos. Todo esto implicaría que, de la conciencia individualista, el trabajador ha de pasar a la conciencia histórica y al compromiso, que es la fuerza de la renovación que mueve el cambio histórico. Tipos de apristas Los capítulos anteriores, se han basado en el razonamiento de Haya, la manera en que ha sistematizado las dimensiones del espacio-tiempo y la conciencia-historia y las diversas teorías y escuelas administrativas que, a partir de estos cimientos, han ido surgiendo para resolver problemas de desarrollo y empresa que, por lo demás, Haya ya había vislumbrado. Pero, el presente capítulo difiere de los anteriores. No se refiere a modelos cuyos elementos son conceptos e ideas, sino, se refiere a una organización cuyas variables son personas y circunstancias, con eventos externos probabilísticos y conductas individuales no determinísticas y medianamente predecibles. El Partido Aprista no es una construcción mental derivada de visiones personales de academia, sino es la elaboración de un grupo de personas, sin experiencia previa y mediante el incrementalismo pragmático derivado de la praxis diaria, del tanteo y el método prueba-error. 1. Como se ve a los apristas, desde afuera El Partido Aprista, desde sus inicios, se construyó a partir de un estilo de comportamiento y de actuación identificados e identificables, a la par de un pensamiento y unas creencias que, consistentemente, se han manifestado con simbologías y señales, conocidos y perceptibles por los apristas, pero invisibles y desconocidos por los que no son, ni han sido apristas. 228 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego Este desconocimiento, hace suponer que, si hubiere un aprista dentro de un ambiente, probablemente existirán muchos más, porque “están muy organizados” y, en grupo, podrían copar las esferas de control de la organización. De allí, surge el mito del “sectarismo aprista” y el mito de que los apristas solo defienden y ayudan a los apristas. Otra creencia, considera que el aprista es una persona con alta preparación política que subordina todos sus actos a los fines comunes y es capaz de cualquier acción, santa o non sancta, para alcanzar los objetivos establecidos por el Partido. El mito derivado es que, todo aprista se convierte en un potencial elemento disociador, distorsionador del orden y altamente peligroso para la organización. Independientemente de la veracidad o falsedad de estas afirmaciones, se asume que todos los apristas son iguales, tienen el mismo perfil y el mismo comportamiento. Si alguien actúa en forma diferente a lo esperado, solo hay dos posibilidades: no es aprista o está disimulando. Lo real es que no existe un solo tipo de aprista, existen varios, es más, el perfil de los diferentes tipos apristas ha ido variando con el tiempo, aunque, por los años ochenta empieza a aparecer un nuevo perfil que, para el 2000, se ha consolidado como muy exitoso. Aquí, nos referiremos al aprista de partido, aquel que milita, cotiza y participa activamente en los procesos eleccionarios, muchas veces como candidato. Los otros tipos de aprista, los no carnetizados, los que creen y tienen fe y los que solo esperan que el partido defienda a los trabajadores, porque para eso está, no serán considerados, ya que son variados, su conducta es diversa y sus motivaciones, muchas veces, son incomprensibles. 2. El proceso de convertirse en aprista Las dimensiones definidas por Haya Para evitar disquisiciones estériles y largas discusiones, se intenta identificar las dimensiones definidas por Haya, sobre las cuales se realizará la definición de los tipos de aprista19. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 229 A los hechos se contraponen las ideas. A la realidad indeseada y agresiva se contrapone la voluntad de cambiarla, de manera que el alcance de una nueva realidad va de la mano con la fuerza creadora. Éstas son las dos dimensiones de la realidad y el pensamiento creador que se ubican en un continuo Realidad-Idea. A la realidad objetiva, externa, que existe independientemente, se opone el pensamiento, interno, que percibe los hechos del mundo real a través del cristal de sus propios modelos mentales. Es el eje que contrapone los hechos a los conceptos y se denomina Realidad-Pensamiento. El cambio de la realidad implica un sentimiento y un compromiso de los que asumen el reto de este cambio, así, en los militantes se sucede el fenómeno de convertirse de espectador que observa sin tomar parte directa, en actor y protagonista de los eventos que llevarán a la nueva realidad. El observador percibe sensaciones preliminares, entiende pero no asume compromiso, el protagonista es aquel que se involucra y decide tomar acción. Al observador que analiza y descompone los eventos, se opone el actor que sintetiza, define problemas y los resuelve. Este eje contrapone al observador imparcial con el decisor comprometido, se denomina eje protagonista-espectador. Estas dimensiones del aprendizaje aprista, brindan dos ejes de coordenadas, cuya intersección conforma cuatro campos de actuación. El primer campo combina realidad social y económica con la observación de los fenómenos de esa realidad, es el campo de la descripción y la amplitud para percibir una variedad y multiplicidad de estímulos. El segundo campo integra la observación con las concepciones e ideología del espectador, es el campo de la abstracción y el análisis sistemático. El tercer campo relaciona la concepción y capacidad creadora con las decisiones del protagonista, es el campo del enfoque y lo concreto en la fijación de problemas. El cuarto campo comprende las decisiones de cambio cuando son aplicadas a la realidad, es el campo de la praxis y la acción emprendedora. Estos campos, son los centros de gravitación, cuyo énfasis es determinante en el futuro de la organización. Adquieren mayor o menor importancia, según la coyuntura y los problemas que se enfrente. Su composición y equilibrio, gravitan en la definición de la forma de en- 230 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego frentar los retos, la manera de resolver problemas, la distribución de los beneficios cuando los resultados son favorables y de equilibrar perjuicios o externalidades colaterales. El ciclo de crear conciencia histórica Cuando una persona toma conciencia de la realidad, estará en capacidad de describir el mundo real, percibirá las situaciones indeseadas y el ambiente social de su entorno. Inicialmente será un mero espectador que se dará explicaciones intuitivas y preliminares y justificará lo que observa, luego, en su íntimo ser, aceptará o rechazará ese mundo real, e intentará conocerlo para adaptarse o mejorarlo, desmenuzará la situación en sus componentes a fin de entenderlo, esa comprensión se convertirá en un modelo mental de la realidad y formará parte de su pensamiento racional que direccionará la toma de posición en el futuro. Si considera que los hechos no lo afectan, serán aceptables e intentará asimilarse al medio y mejorar su posición y vida personal, pero, si ese entorno es indeseable lo rechazará y buscará el cambio, como protagonista, sus decisiones se dirigirán a mejorar la situación de otras personas, su grupo familiar, su región o su país. Para esto utiliza toda su creatividad y el conocimiento de esa realidad. Los resultados originarán algún cambio incremental, que se percibirá nuevamente en el mundo real, reiniciando el ciclo. Esta secuencia circular de realidad, espectador, pensamiento, protagonista, nueva realidad, presentada en forma idealizada, tiene su propio ritmo, según la capacidad creadora, deseo de asimilación y grado de compromiso de cada persona, además, se enmarca dentro del ambiente específico y de las necesidades que se desea resolver. El ciclo de convertirse en aprista Cualquier joven estudiante, cuando empieza a enfrentar la realidad del país, se plantea interrogantes y buscará las respuestas, en diferentes fuentes y entornos. En los años treinta, los jóvenes ligados por lazos familiares a los grupos oligárquicos de poder, probablemente estudiarían en la universidad elitista de aquel entonces y los jóvenes El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 231 del pueblo, nuevos trabajadores, posiblemente busquen entender esta realidad insana a través de la concepción que les brindaba el autor de El antiimperialismo y el Apra. Así, el primer aprendizaje, del subdesarrollo y del capitalismo, será a través de la visión hayista del Perú. Esta primera percepción, será preliminarmente aceptada, pero, luego, se confrontará con otras concepciones, algunas ligadas a la concepción elitista de la denominada derecha, otras serán versiones copiadas de otras realidades, también podrían aparecer versiones extremas, de los grupos que consideran que no existe salida manejable y que la mejor opción es destruir lo poco bueno que exista. Lo más probable será que amplíe la visión tercermundista que le brinda el Aprismo, asumirá que el cambio de la realidad se sustenta en ideas fuerza como el pueblo continente, la universidad popular, el frente único de clases explotadas y la lucha contra todo imperialismo, también que la praxis es variada, no es estática, y que se debe amoldar a las contingencias del ambiente y el momento. También es probable que considere que debe prepararse para la acción y para el futuro. Deberá seguir estudios universitarios o una carrera técnica de nivel superior, luego pasará a conformar la pléyade de los trabajadores manuales e intelectuales, base del Partido Aprista. Para entonces, habrán transcurrido varios años. Paralelamente, se habrá dado un proceso de madurez biológica y madurez social. En este momento será un aprista con todas las de la ley, ha participado, ha ido aprendiendo en la experiencia, ha adquirido las costumbres, buenas y malas de los apristas, tendrá esos tics, jergas, actitudes y cuentos apristas, que solo los verdaderos apristas conocen y aceptan. Aprista de partido Todo lo anterior, constituirá el bagaje personal y grupal. Lo que se plasmará en las conductas aceptadas, las expresiones comunes, los eventos rituales como el día de la fraternidad, el primero de mayo, fundación del partido, todo lo cual es parte de la praxis formal del Partido Aprista. Circunstancialmente, se ubicará en una posición dentro de la jerarquía partidaria y alcanzará distancia y acercamiento al círculo de Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 232 manejo del aparato central del partido, lo que le otorgará alguna capacidad negociadora y cierto empoderamiento, muy preciados, porque le servirá para la obtención de beneficios y ventajas, el acceso a información privilegiada interna o la ubicación en posiciones que, otro, difícilmente podría conseguir. En cualquier lugar en que se encuentre, ha de ofrecer algo al partido, como líder que ocupa posiciones políticas y públicas, como técnico que aporta conocimiento y expertise, o como militante que solo brinda fervor y fe. 3. El partido es hechura de sus fundadores Toda organización social va definiendo su personalidad en los primeros años de su creación. Todo cambio posterior es más de forma que de fondo. La personalidad del partido es fruto de la labor de las generaciones iniciales. Para describir cada uno de los campos gravitacionales, se ha tomado, como base de descripción, el perfil público de los líderes más representativos20, porque al fin y al cabo, el partido es lo que son sus dirigentes Los cuatro campos gravitacionales Estos campos han tenido gran importancia en el desarrollo del partido. – El primer campo realidad-espectador es el ámbito de la ideología y el cambio. Las personas poseen amplitud de visión e intereses muy amplios, aparentemente inconexos. El principal exponente es Haya, que supo compendiar esta realidad política, social y económica y plantear una ideología que la explique y una doctrina que la cambie y la mejore, definiendo que la aspiración suprema del aprismo es el triunfo de las ideas y la edificación de una sociedad más justa y libre. Otro representante medular es Orrego, cuya visión filosófica complementó la construcción conceptual que desarrolló Haya. Han existido otros menores, como Sánchez, El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa – – – 233 pero su aporte va mas por el lado de desarrollar las ideas de Haya y el academicismo de aula. Este campo sienta las bases sobre las que se desarrolló el edificio partidario21. El segundo campo espectador-pensamiento es el ámbito de la visión analítica, la previsión y el estudio sistematizado. Es el pensamiento abstracto con capacidad de análisis predictivo, característico de los intelectuales. Además de Haya se integraron estudiosos y pensadores jóvenes que construyeron los cimientos para las estrategias de la teoría aprista. Haya señala que el trabajo en equipo representa el futuro de las organizaciones y que el espíritu solidario y la cooperación serán la base para el desarrollo22. Llevándolo a la práctica, se organizaron los círculos de estudios, la Universidad Popular González Prada, los Coloquios de Víctor Raúl, uno de los logros más querido para Haya, donde tocaba temas tan amplios como el antiimperialismo o el futuro de las computadoras y los ordenadores como elementos tecnológicos del siguiente milenio, medio siglo por delante. Por su perfil y predisposición al estudio, se ubicaría a Armando Villanueva, pero, las fuerzas y coyunturas lo llevaron hacia el campo opuesto, para ocupar el espacio de un líder clave. El tercer campo pensamiento-protagonista es el ámbito de la organización de recursos y la estabilidad. Las personas se enfocan en los temas concretos y la solución de problemas. En esta área se desarrolla la estructuración del partido como organización política, la preocupación de enlazar y operativizar ideas diversas, a veces encontradas y de consensuar a personas con intereses diferentes, muchas veces contrapuestos. El principal exponente es Prialé, conciliador, concertador y carismático, supo utilizar las capacidades de los grupos técnicos del partido, integrar diversas corrientes personales, unificar esfuerzos y encontrar el lado pragmático de la acción del Partido Aprista. Poseía una rara habilidad para minimizar situaciones de conflicto, de unir los contrarios y de estar a favor y en contra al mismo tiempo, lo que, en otras épocas habrían generado posibilidades de crisis. El cuarto campo protagonista-realidad es el área de la síntesis emprendedora y la praxis política. Las personas tienen la habilidad de Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego 234 asumir ideas, buscar y captar oportunidades y de llevarlas a la práctica y la acción concreta. El exponente es Seoane, que poseía la capacidad de percibir oportunidades, de encontrar el mejor camino para ponerlas en práctica, empezar a caminar y hacer funcionar organizaciones. Tenía la virtud de saber generar compromiso para ejecutar acciones y lograr objetivos. Es la acción y praxis política superior, pero, su desaparición tuvo que ser cubierta por un líder de igual tamaño, Villanueva, que sacrificó su natural predisposición al estudio y la investigación, por la acción y organización política partidaria. Los cuatro perfiles de apristas La visión gráfica de estos campos de gravitación, permite identificar cuatro tipos de aprista: – – – – El ideólogo doctrinario de amplia visión, que describe la realidad e intenta cambiarla. El estudioso académico de capacidad analítica, que es el estratega orientado a la sistematización proyectiva. El organizador solucionador de problemas, integrador y negociador que busca la estabilidad. El emprendedor de elevada capacidad de síntesis, es el estratega orientado a la decisión y la acción. El ideólogo y el organizador son contrarios dialécticos, se contraponen y se complementan. El primero tiene amplia visión, es abstracto y busca el cambio, el segundo prefiere el enfoque de los temas, los asuntos concretos manejables y operacionales, para estabilizarlos. El organizador brinda las raíces y la serenidad para que el ideólogo permita que su imaginación levante vuelo. El estudioso y el emprendedor también son contrarios y complementos dialécticos. El estudioso es un pensador analítico que maneja hipótesis y marcos conceptuales racionales, su proyección es sistemática y prefiere los pasos secuenciales programados, sin saltar etapas. El emprendedor es un ejecutor que sintetiza hechos con propuestas, decisiones y consecuencias, es intuitivo y, aparentemente, actúa sin información El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 235 completa. El estudioso brinda la pausa y el raciocinio para que el emprendedor considere la sensatez y la prudencia, previo a la acción. Complementariedad de los perfiles apristas De los cuatro perfiles, los dos primeros se orientan al diseño de propuestas, los dos últimos se orientan a la estrategia y la praxis. Este modelo de perfiles sustenta que el político de partido tendrá una mayor eficacia decisional, cuando su perfil se ajuste a la problemática vigente y a las presiones de los grupos de poder. Un perfil no es más o menos importante que otro, no se suplementan entre sí, se complementan. 4. La contingencia de los perfiles apristas La postura dirigencial en el tiempo Este estudio sobre los perfiles aún es preliminar y se ha dejado inconcluso, adrede. El siguiente paso sería identificar la secuencia histórica de crecimiento y consolidación del partido, el rol de los dirigentes y su postura en momentos coyunturales específicos, se ingresaría al campo de la especulación que no es nuestro tema23. Es parte de otro estudio, aún en el tintero. El Eros y el Tánatos del perfil aprista La descripción del modelo de cuatro perfiles, daría la sensación de un grupo social integrado y perfecto, donde todos los miembros cumplen una función que lleva al alcance de los objetivos planteados. No es tan así. El Partido Aprista es una organización humana, con grupos de interés que tienen diferente origen, diversas percepciones y concepciones sobre los mismos fenómenos sociales y que difieren en muchos aspectos, incluso en la praxis. Además, se agrupan de manera que defienden intereses que se confrontan entre sí, cuando tienen el mismo mercado elector. Es una agrupación de personas, como tal, perfectible. 236 – – – Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego En el campo de la realidad y el espectador se presentan dos perfiles. El primero es el perfil del ideólogo que asume compromiso doctrinario e integra múltiples enfoques teóricos dentro de una diversidad de visiones y weltanschauungs. El segundo perfil es de aquel fantasioso, incapaz de ubicar el punto focal en el que se debe formular las opciones políticas, aquí se encuentran aquellos que se suben a “modas” revolucionarias, o fungen de ministros en gobiernos de facto, confundiendo conveniencia personal con principio ideológicos. No es un tema de transfugismo (los que se venden por razones económicas) sino, es un caso de dispersión mental. De ideólogo doctrinario se pasa a saltaperico fantasioso. En el campo del espectador y el pensamiento se presentan dos perfiles. El primero es el perfil del estudioso que investiga la realidad, el planeador metódico que plantea opciones para la mejora del mundo real, factibles de llevarse a la práctica. El otro perfil corresponde al soñador, el teorizante iluso que crea castillos en el aire, elabora propuestas sin rigor académico, sin sustento técnico ni investigación seria, cuyas soluciones devienen en impracticables o, en caso de llevarse a cabo, generarían perjuicios y externalidades, antes que beneficios. No es cuestión de mala fe, puede tener las mejores intenciones pero sin la seriedad conceptual ni la experiencia que se exige. De estudioso académico se pasa a soñador chiflado. En el campo del pensamiento y el protagonista se presentan dos perfiles. El primero es el perfil del organizador que focaliza los temas críticos, define las alternativas, soluciona problemas y lleva a la práctica las medidas convenientes. El otro perfil corresponde a los que les gusta entrometerse en todos los temas, incluso los que no le competen, a veces descuidando lo que está a su cargo, la cuestión no es resolver problemas sino parecer que resuelve, su intervención no ayuda, por el contrario, estorba, muchas veces origina conflictos interpersonales. No se considera que es un tema de quitar piso a otros, es un deseo psicológico de dar la cara y “salir en la foto”, parecer sin ser. De organizador y solucionador se pasa a atarantador métome-en-todo. El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa – 237 En el campo del protagonista-realidad se presentan dos perfiles. El primero es el perfil del emprendedor que ejecuta acciones, sabe integrar las personas con los recursos escasos para alcanzar metas, es la necesidad de logro personificada. El otro perfil corresponde a los que ejecutan tareas y consiguen lo que se proponen a cualquier costo, sin que les interese si se perjudica a personas o grupos relacionados. En este perfil, las cuestiones de ética, honestidad o lealtad, son rémoras que retrasan el logro de los objetivos, si es necesario eludirlos se hace. Se relaciona a la amoralidad y el cinismo, donde “el fin justifica los medios”. De emprendedor estratega se pasa al pragmatismo cínico. El futuro, ¿partidario o cliente? Muchos jóvenes que se abren a la vida y empiezan a asumir su conciencia social, buscan las diversas interpretaciones de la realidad, entre ellas el Aprismo, fatalmente no la conocen por sus fuentes, sino, por la lectura de los muchos intérpretes que han interpretado a Haya. Craso error. De esta manera, el Partido Aprista ha perdido muchos jóvenes de gran potencial. Resultan incomprensibles las farragosas explicaciones, dizque aclaratorias, de lo dicho y escrito por Haya. Mas fácil, sería poner en sus manos los escritos originales, en ediciones resumidas. Otros jóvenes, resultan apristas, mas por la fe que por la razón, lo cual no deja de ser bueno, pero puede llevar a posiciones contrapuestas y conductas amorales, que es lo que pasa cuando las convicciones son ligeras y superficiales. Alguno puede pasarse a las antípodas ideológicas, cuando se pierde la esperanza. Pero otros seguirán en el partido, ya no por la razón ni por el sentimiento, sino por las conveniencias. Les conviene ser apristas porque obtienen algunas ventajas económicas que no alcanzarían en otras circunstancias. Ha ido surgiendo un nuevo perfil de aprista: el mercenario contratado, el que se convierte en aprista según el monto de las ganancias o el sueldo, casi como aquel ministro que renunció a su militancia porque le ofrecieron un jugoso puesto público, cuando finalizó su contrato, intentó retornar a su partido. Como si los principios 238 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego fueran un ropaje indeseado del que se desembaraza a voluntad, según las conveniencias del momento. Esta situación también se presenta en otras agrupaciones. Los partidos van perdiendo, paulatina y sostenidamente, la vigencia de antaño. Sus causas se relacionan con los dos mundos que cobija el Perú: el Perú moderno urbano y exportador que se beneficia del crecimiento económico y la modernidad, el Perú invisible de las provincias y la sierra sur, inexistente para el Estado y que busca una opción de salida y un liderazgo trasgresor del orden, con la esperanza de que los cambios le traigan mejoras. En este accionar, los partidos se ven superados por los liderazgos regionales y por las organizaciones sociales con financiamiento internacional, cuyo fin es reemplazar a los liderazgos centrales de los partidos. Los partidarios, ya no actúan igual, la lealtad y la fidelidad partidaria toma formas diferentes. Ya no es cuestión de fe política, sino, es asunto de servicios y beneficios24. El partidario, como que ya no es partidario, es cliente. A modo de conclusiones Este ensayo, es una manera de entender el mensaje aprista, es un modelo mental para indagar y resolver cuestiones de la práctica empresarial, bajo el paraguas del pensamiento de Haya. Es la visión de técnicos que han aplicado los conceptos de Haya en ambientes de empresa que pretenden que no conocen a Haya. También es la percepción de trabajadores manuales e intelectuales, ambos a la vez, en estos tiempos en que los términos de trabajador, empleado u obrero ya no se estilan. Ahora se es gerente, empresario, partner, socio, o colaborador. El pensamiento administrativo se ha desarrollado a partir de modas, luego corrientes, luego escuelas administrativas. Cada escuela, ha evidenciado preferencia por un aspecto parcial del quehacer administrativo. Algunas corrientes han operacionalizado las dimensiones espacio, tiempo, conciencia e historia, mediante variables manejables de ambiente, cronograma, trabajador y proceso, de manera que han diseñado modelos y herramientas de gestión, derivados de la teoría del relativismo, el que Haya enunció en los aurorales años treinta. Por la congruencia conceptual y la elaborada construcción teórica, parecería que estas escuelas y propuestas fueran repetición del pensamiento de Haya, con otra terminología, otras palabras y otros fines. Es correcto. Cada vez que, en nuestro trabajo manual e intelectual de empresa, aplicamos herramientas de mejora de procesos, de incremento de productividad, de organización y gestión, lo complementamos con los conceptos 240 Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego y teorías de Haya. Y cada vez que, en el trabajo intelectual de consultoría, enfrentamos un reto inédito, recurrimos a fuentes filosóficas, entre ellos, Haya. Allí encontramos la manera de enfrentar problemas nuevos. A pesar del tiempo transcurrido, estamos en el proceso de aprendizaje de Haya, ya que su obra, se amplía y cambia, en la medida que el mensaje que contiene, va siendo recibido y aceptado. Como todo mensaje superior, no es posible entenderlo y asimilarlo en su plenitud. Es como la medicina al moribundo, hay que administrarla y recibirla poco a poco, porque este cuerpo enfermo que es el Perú, no se encuentra en condiciones, aún, para soportar el vigor creciente de la conciencia social que conlleva la obra de Haya. Pocos han podido asimilar la total concepción del mensaje, no es cuestión de racionalidad, basta con tener fe. Porque en la obra de Haya se encuentran las respuestas correctas. Para encontrarlas, es cuestión de formular las preguntas adecuadas. Por eso, aquel que dice que Haya ha ido cambiando en el tiempo, no es verdad. Realmente es aquel, el que ha ido cambiando, con el aprendizaje de Haya. Y tú viejo, cuando en el umbral del viaje a las estrellas, un periodista te preguntó cómo quisieras que te recuerden el siguiente siglo, le respondiste, humildemente. Quizás ni me recuerden. Yo te contesto, viejo, que te recordaremos eternamente. Porque la eternidad, que es el cambio continuo, es lo único que, probablemente, no cambie. Notas 1. La teoría de la expansión y contracción del universo que Hawking explica en su ensayo sobre el principio del tiempo (2001), coincide con la ley de la expansión social de Haya, enunciada en 1945. 2. El ser histórico de Orrego es el ser humano que adquiere conciencia de su espacio histórico y asume su rol social, es el concepto de la conciencia histórica de Haya. 3. Bajo el mismo concepto de conciencia histórica, Haya describe el tiempo-histórico objetivo y el tiempo-histórico subjetivo. Para evitar la profusión de términos, se emplea tiempo-conciencia histórica como equivalente al tiempo-histórico subjetivo. 4. Orrego, plantea este concepto dentro de la visión del pueblo continente, como la respuesta social de los pueblos explotados ante el fenómeno económico del imperialismo. 5. Haya dice que la velocidad del tiempo histórico es función de la creatividad y progreso tecnológico, que interactúa en el contexto de un espacio histórico específico. 6. Con el mismo criterio de la jerarquía de sistemas dentro de sistemas, la dimensión Espacio está compuesta por tres dimensiones de menor nivel, que se denominan las variables físicas de largo ancho, altura. La síntesis del foco de estudio se percibe claramente en las páginas 380-381 del tomo IV de sus obras completas, cuando afirma que “cada proceso histórico tiene su propio ritmo, su típico proceso, su intransferible contenido”, esto es, el contenido se ubica en un ámbito espacial, el proceso que cambia es la historia, a su propia velocidad de cambio o ritmo. 7. Las diversas corrientes de administración se organizan en cuatro grandes escuelas, que, coincidentemente corresponden a cada una de las dimensiones de la teoría del relativismo planteada por Haya. Las escuelas de la corriente estructural se refieren al manejo de las organizaciones mediante reglas mecanicistas estables derivadas de las ciencias exactas. Los autores de la corriente del proceso y tarea, 242 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Adolfo Oswaldo Acevedo Borrego enfocan la acción y desarrollo a través de la mejora, el logro y los resultados, es el progreso. Las escuelas de la corriente humana se enfocan en la mejora de la persona, su motivación, conducta, aprendizaje y valores, las virtudes y el compromiso son la esencia de la dirección. Las escuelas de la contingencia aún están en evolución y no tienen una línea de desarrollo clara, son el intento para dosificar el cambio frente al caos o el anquilosamiento, el riesgo frente a la incertidumbre, es el cambio y el movimiento. Herzberg, uno de los principales académicos conductistas, define los factores higiénicos y motivacionales de la dirección de personal. Diario El Comercio, sección editorial, sin fecha. Blair y Whitston, definen que la ingeniería es la aplicación metódica del conocimiento científico con fines utilitarios. Definen que un sistema consiste en objetos, ideas o actividades relacionados, que se identifican como un todo coherente. Concepto aceptado por la Organización Internacional del Trabajo, y aplicado dentro de su Programa de Perfeccionamiento del Personal de Dirección, a partir de 1966. Organización Internacional del Trabajo. OIT. Introducción al estudio del trabajo, Ginebra, 1957. Teoría X-Y del personal. Teoría X: el trabajador es ocioso y evita las responsabilidades, trabaja por sanciones y por el salario. Teoría Y: el trabajador es responsable y se realiza con el trabajo, se automotiva y el salario es complementario. APO. Administración por Objetivos. Técnica enfocada en la teoría Y, de la que derivó el planeamiento estratégico y la posterior administración estratégica. Vaill, Peter. La ingeniería industrial y los sistemas sociotécnicos, p. 172. García se torna en exponente de esta corriente, cuando describe los efectos de la globalización y del desarrollo de la comunicaciones en la nueva configuración mundial del comercio y la producción, en su libro Modernid@d y polític@ en el siglo XXI, 2003. Vaill, Peter. La ingeniería industrial y los sistemas sociotécnicos. Estas dimensiones se encuentran definidas por Haya de la Torre, en El pensamiento administrativo en Haya. Haya en la empresa 20. 21. 22. 23. 24. 243 su Obra Completa, Tomo I. En sus palabras, para crear una nueva realidad, se cuenta con las fuerzas creadoras de las personas, su capacidad creativa y pensamiento y con el sentimiento de convertirse de espectadores, en actores y protagonistas. Se ha considerado a los dirigentes paradigmáticos de la primera y segunda generación. No se ha considerado a los dirigentes actuales por cuanto la cercanía temporal impide perspectiva sobre sus acciones y logros. No se ha considerado al Presidente, por la misma razón anterior. Haya indica que el hombre es a la sociedad, como la célula es al organismo: tiene una función que cumplir en función del todo. Premonitoriamente, anuncia que el individualismo debe morir. Se evita el fácil recurso retórico de asignar todas la virtudes a Haya, minimizando y hasta eliminando el aporte de otros líderes. Indudablemente Haya fue el ideólogo bajo cuyo paraguas doctrinal se cobijó la práctica partidaria. Pero, también es creación en el día a día de cada uno de los líderes, también es praxis, de cada uno de los militantes. Todos han aportado algo a la creación y funcionamiento de la organización. También se incluiría a muchos dirigentes y se dejaría de lado a otros tantos, lo cual traería indeseado maltrato y comprensible rechazo. Alan García, en su libro Modernidad y política en el siglo XXI, vislumbra la estructura de la organización de los partidos del futuro: un núcleo central esencial, militante y permanente y diversos grupos temporales que se unen a modo de usuarios para solicitar un servicio del partido, se juntan o separan según sus necesidades e intereses. Bibliografía ACEVEDO, Adolfo. Los ejes sociotécnicos dentro de la acción y espíritu del trabajo directivo. ALEGRÍA, Ciro. El mundo es ancho y ajeno. ALVA CASTRO, Luis. Haya de la Torre y la integración indoamericana. ARISTÓTELES. Ética. BASADRE, Jorge. La promesa de la vida peruana y otros ensayos. BELAÚNDE, Víctor Andrés. 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