VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, DERECHOS HUMANOS Y EDUCACIÓN Norma López de Amatima Resumen La violencia contra la mujer constituye uno de los problemas que más afecta a las mujeres de todas sociedades del mundo, no solo por representar una flagrante violación a los derechos fundamentales sino también por sus perniciosos efectos sobre la salud pública, la paz y la convivencia. El presente artículo forma parte de una investigación en proceso sobre la prevalencia y representación social de la violencia de género en jóvenes universitarias. Presentamos algunas consideraciones relacionadas con la problemática de la violencia contra la mujer, algunas definiciones, tipología y reflexiones para su abordaje. Palabras claves: Violencia contra la mujer, derechos humanos y educación. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXVI, año 2012, Pág. 85-97. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. Norma López de Amatima. ARTÍCULOS. 85 Revista DIP DDHH 2012-1 85 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 VIOLENCE AGAINST WOMEN, HUMAN RIGHTS AND EDUCATION Norma López de Amatima Abstract Violence against women is one of the problems that most affect women of all societies in the world, not only because it represents a flagrant violation of fundamental rights but also for its harmful effects on public health, peace and coexistence. This article is part of an ongoing investigation, the prevalence and Social Representation of Gender Violence in Young University. We present some considerations related to the problem of violence against women, some definitions, typology and reflections in its approach. Key words: Violence against women, human rights and education. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXVI, año 2012, Pág. 85-97. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. Norma López de Amatima. ARTÍCULOS. 86 Revista DIP DDHH 2012-1 86 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. La tarea que enfrentan los devotos de la no violencia es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a los hombres que tienen fe en su misión. El problema de la violencia de género no solo se comete sino que se acepta como un medio para mantener y reforzar la subordinación de la mujer y sus consabidas consecuencias. Las consecuencias de la violencia contra la mujer van desde la muerte, ya sea por homicidio intencional, muerte como resultado de lesiones permanentes o debido a suicidios, usados como recursos para escapar de la violencia, hasta lesiones físicas, discapacidad, o problemas de salud mental y emocional. Por otro lado el abuso y maltrato contra la mujer no solo afecta la salud de ella sino también la de sus hijos y otras personas de su entorno. Mahatma Gandhi. 1869-1948. Político y pensador indio. “La educación es la vacuna contra la violencia”. Edward James Olmos Introducción La violencia en contra de la mujer es un problema que afecta a casi todas las sociedades del mundo. Este tipo de violencia encuentra sus raíces en la característica patriarcal de las sociedades, donde hasta hoy prevalecen estructuras de subordinación y discriminación hacia la mujer por el solo hecho de serlo; así como en la consolidación de conceptos, creencias y valores sexistas que descalifican y discriminan a las mujeres, sus actividades y opiniones. La violencia contra la mujer, la niña y la adolescente es un tema de salud pública y derechos humanos. Según datos de Naciones Unidas (2008), una de cada tres mujeres en el mundo sufre algún tipo de violencia. Enfrentar la violencia contra la mujer y asegurar un manejo adecuados de estos casos implica, entre otras acciones, introducir en los sistemas educativos los temas de género, violencia y derechos humanos de la mujer, para concienciar a la familia y la sociedad desde la escuela. Abordando la problemática de la violencia contra la mujer La violencia contra la mujer es un problema social basado en las desigualdades en los roles del hombre y la mujer y la desvalorización de lo femenino sobre lo masculino. Desvalorización que se expresa a través de estereotipos, falsas creencias, mitos, significados, representaciones, lenguaje y símbolos que se han transmitido generacionalmente, creando una concepción dominante de lo masculino sobre lo femenino que se manifiesta en las relaciones interpersonales, dentro del hogar, la escuela, la comunidad y en todos los espacios de socialización. Esta problemática que afecta a mujeres de todos los países, clases sociales, culturas y edades se remonta desde tiempos inmemoriales, La misoginia ha estado presente en la obra de connotados filósofos, en la literatura, en la religión; de allí que desde tiempos ancestrales la violencia contra la mujer es considerada como parte de la cultura de casi todos los países, por decir lo menos. Afortunadamente, en la actualidad existen reglas que condenan el abuso y maltrato contra la mujer, en casi todas las sociedades. Pese a estos avances, los estereotipos, la violencia de género, los abusos y maltratos contra la mujer se hacen cada vez más evidentes, convirtiéndose en una problemática social creciente. La violencia contra la mujer mantiene altos índices de ocurrencia en las sociedades a nivel mundial. Según datos de las Naciones 87 Revista DIP DDHH 2012-1 87 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 Unidas (2008) una de cada tres mujeres sufre de algún tipo de violencia. En Venezuela, este fenómeno parece ir en aumento, En tal sentido el Diario Ciudad CCS, de fecha viernes 28 de octubre de 2011, en su página 9, señaló: Un total de 95 mil 877 denuncias de violencia contra la mujer ha recibido el Ministerio Publico (MP) desde enero hasta el 15 de octubre. La información la dio a conocer ayer la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, durante el I taller de “Evaluación del sistema de justicia de género”, que se realizó en la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicada en Caracas. Esta cifra representa un incremento de 42%, lo que se traduce en 39 mil 989 casos más que el año pasado, cuando el MP recibió 55 mil 888 denuncias de violencia contra la mujer… Este fenómeno social no solo representa una violación flagrante de los derechos humanos, sino también un grave problema de salud pública, que afecta la calidad de vida de las mujeres, las familias y la sociedad. Son múltiples los factores que inciden en la violencia contra la mujer y múltiples sus consecuencias negativas, no solo para la víctimas directas sino también para su entorno familiar y social. La violencia es un fenómeno que puede ser estudiado desde diferentes perspectivas. Asumir una definición de violencia dependerá de las disciplinas, presupuestos teóricos, objetivos de investigación que adoptemos. La Organización Mundial de la Salud (1996) la define como: “El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. Para Galtung (1995) “La violencia es un acto que tiene como consecuencia la no realización de la satisfacción de las necesidades efectivas, somáticas y mentales del individuo por causa de otro”. Galtumng identifica tres tipos de violencia: violencia directa, violencia cultural y violencia estructural. Al respecto, afirma el autor: La violencia directa, física y/o verbal, se hace visible a través del comportamiento. Pero la acción humana no surge de la nada: tiene sus raíces, de ellas son indicativas: la cultura de la violencia (heroica, patriótica, patriarcal, etc.), y la estructura violenta en sí misma por ser demasiado represiva, explotadora o alienante; demasiado estricta o permisiva para la comodidad del pueblo. (…) Es necesario rechazar el malentendido popular que asegura que la violencia es propia de la naturaleza humana (énfasis de la autora). “El potencial para la violencia, así como para el amor, son propios de la naturaleza humana; pero las circunstancias condicionan la realización de dicho potencial. Con respecto a la violencia cultural y estructural, el autor señala: “violencia cultural y estructural causan violencia directa, y emplean como instrumentos actores violentos que se rebelan contra las estructuras y esgrimen la cultura para legitimar su uso de la violencia”. Por su parte, Bautista y Muñoz (2004) observan, con respecto al tema de la violencia, que: Otra manera de ver el problema es reconocer como, en la mayoría de las ocasiones, quien la sufre (el objeto de la misma), no la percibe como tal, no tiene conciencia de su situación, porque existen mediaciones que le impiden visualizarla… Se percibe como algo natural, inmutable y, en su caso, las razones son aleatorias (mala suerte, el destino, los dioses, etc.), en consecuencia no se le opone ninguna resistencia y, paradójicamente, se colabora de manera indirecta con el mantenimiento de la situación. 88 Revista DIP DDHH 2012-1 88 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. Olmo (2000), citado por Higguins (2005), señala: La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993, establece en su artículo 1, “violencia contra la mujer”: se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. La plataforma de acción de Beijing (1995), por su parte, establece: La violencia es un término ambiguo cuyo significado es establecido a través de procesos políticos (…) Se trata por lo tanto, de un término que se utiliza para significar una gran variedad de situaciones. La violencia puede clasificarse según la persona que la sufre: mujeres, niños, ancianos, etc.; según la naturaleza de la agresión: física, psicológica, sexual, etc.; según el motivo: político, racial; etc.; según donde ocurra: la casa, el trabajo, la calle, etc.; (…) Así se puede hablar de violencia de distinto orden, tales como las violencias políticas, las violencias económicas, las violencias intrafamiliares y las violencias comunes… Todas estas violencias pueden actuar interrelacionadamente con lo cual se complica su comprensión. Pero un hecho es cierto. Estamos ante una de las manifestaciones más importantes del deterioro de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades contemporáneas. La violencia contra la mujer se deriva en lo esencial de la condición de inferioridad con que se trata a la mujer en la familia y en la sociedad. Es instigada por la ignorancia, la falta de leyes que prohíben la violencia, los pocos esfuerzos que realizan las autoridades públicas para hacer cumplir las leyes vigentes y la carencia de medios pedagógicos y de otra índole para hacer frente a sus causas…la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de igualdad, desarrollo y paz. La violencia contra la mujer viola y menoscaba o impide su disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales. (…) En todas las sociedades, en mayor o menor medida, las mujeres y las niñas están sujetas a malos tratos de índole física, sexual y psicológica, sin distinción en cuanto a su nivel de ingresos, clase y cultura. A los fines del presente artículo, nos referiremos a la violencia desde el punto de las dimensiones señaladas por Olmos. Abordaremos la violencia según la perspectiva de las personas que la sufren; en este caso específicamente las mujeres. Violencia contra la mujer: algunas definiciones Continua señalando el mismo documento: La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz La violencia contra la mujer es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo. La violencia contra la mujer a lo largo de su ciclo vital dimana esencialmente de pautas culturales, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas 89 Revista DIP DDHH 2012-1 89 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 en particular de los efectos perjudiciales de algunas prácticas tradicionales o consuetudinarias y de todos los actos de extremismo relacionados con la raza, el sexo, el idioma o la religión que perpetúan la condición inferior que se asigna a la mujer en la familia, el lugar de trabajo, la comunidad y la sociedad. La violencia contra la mujer se ve agravada por presiones sociales, como la vergüenza de denunciar ciertos actos; la falta de acceso de la mujer a información, asistencia letrada o protección jurídica; la falta de leyes que prohíban efectivamente la violencia contra la mujer; el hecho de que no se reformen las leyes vigentes; el hecho de que las autoridades públicas no pongan el suficiente empeño en difundir y hacer cumplir las leyes vigentes; y la falta de medios educacionales y de otro tipo para combatir las causas y consecuencias de la violencia. Las imágenes de violencia contra la mujer que aparecen en los medios de difusión, en particular las representaciones de la violación o la esclavitud sexual, así como la utilización de mujeres y niñas como objetos sexuales, y la pornografía, son factores que contribuyen a que se perpetúe esa violencia, que perjudica a la comunidad en general, y en particular a los niños y los jóvenes” (énfasis propio). el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b) que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y c) que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que ocurra. La Declaración y el Programa de Acción de Viena (1993) plantean lo siguiente: La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (1994) establece en sus artículos 1 y 2: Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a) que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional. La violencia y todas las formas de acoso y explotación sexuales, en particular las derivadas de prejuicios culturales y de la trata internacional de personas son incompatibles con la dignidad y la valía de la persona humana y deben ser eliminadas. Esto puede lograrse con medidas legislativas y con actividades nacionales cooperación internacional en esferas tales como el desarrollo económico y social, la educación, la atención a la maternidad y a la salud y el apoyo social. La cuestión de los derechos humanos de la mujer debe formar parte integrante de las actividades de derechos humanos de las Naciones Unidas, en particular la promoción de todos los instrumentos de derechos humanos relacionados con la mujer. La Resolución 29.45 de la Organización Mundial de la Salud (1988) reconoce y proclama: 90 Revista DIP DDHH 2012-1 90 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. la violencia contra la mujer es un “problema de salud pública”… La violencia contra la mujer está presente en la mayoría de las sociedades pero a menudo no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido. La información de que se dispone sobre el alcance de esta violencia a partir de estudios científicos es todavía relativamente escasa. Sin embargo, la violencia contra la mujer en el hogar se ha documentado en todos los países y ambientes socioeconómicos, y las evidencias existentes indican que su alcance es mucho mayor de lo que se suponía... La violencia anula la autonomía de la mujer y mina su potencial como persona y miembro de la sociedad (…) La violencia contra la mujer también puede tener repercusiones intergeneracionales. Por ejemplo, los varones que son testigos de las golpizas que sus madres reciben de sus compañeros tienen mayor probabilidad que otros niños de usar la violencia para resolver desacuerdos cuando sean adultos. Las niñas que presencian el mismo tipo de violencia tienen mayor probabilidad que otras niñas de establecer relaciones en las que serán maltratadas por sus compañeros. Por lo tanto, la violencia tiende a transmitirse de una generación a la siguiente. (énfasis propio). influenciada y sostenida por una sociedad discriminatoria entre hombres y mujeres. En la acción violenta hay un acto de dominación por parte del hombre, una acción de control e imposición. Por eso la violencia contra las mujeres es la máxima expresión del poder de los hombres, un poder que busca dominar, coaccionar y eliminar a las mujeres, en la creencia de que éstas son inferiores, objetos y posesiones de los mismos. La naturaleza de los actos de violencia hace referencia a la manera como son afectadas las víctimas. La Organización Mundial de la Salud señala cuatro categorías: física, sexual, psicológica y privaciones o descuidos. Por su parte, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) establece diecinueve (19) formas de violencia de género contra las mujeres, las cuales se detallan a continuación: 1. Violencia psicológica, catalogada como: (…) toda conducta activa u omisiva ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante, aislamiento, marginalización, negligencia, abandono, celotipia, comparaciones destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres víctimas de violencia a, disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo, a la depresión e incluso al suicidio. Por su parte Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) establece en su artículo 14: 2. Acoso u hostigamiento, presentada como: La violencia contra las mujeres a que se refiere la presente Ley, comprende todo acto sexista que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado. (…)toda conducta abusiva y especialmente los comportamientos, palabras, actos, gestos, escritos o mensajes electrónicos dirigidos a perseguir, intimidar, chantajear, apremiar, importunar y vigilar a una mujer que pueda atentar contra su estabilidad emocional, dignidad, prestigio, integridad física o psíquica, o que puedan poner en peligro su empleo, La violencia contra la mujer implica una relación de dominación-subordinación, 91 Revista DIP DDHH 2012-1 91 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 promoción, reconocimiento en el lugar de trabajo o fuera de él. persona con quien hace vida marital o mantenga unión estable, de hecho o no, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o introduzca objetos, sea cual fuere su clase, por alguna de estas vías”. 3. Amenaza definida como: “el anuncio verbal o con actos de la ejecución de un daño físico, psicológico, sexual, laboral o patrimonial con el fin de intimidar a la mujer, tanto en el contexto doméstico como fuera de él”. 8. Prostitución forzada entendida como: “la acción de obligar a una mujer a realizar uno o más actos de naturaleza sexual por la fuerza o mediante la amenaza de la fuerza, o mediante coacción como la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la opresión psicológica o el abuso del poder, esperando obtener o haber obtenido ventajas o beneficios pecuniarios o de otro tipo, a cambio de los actos de naturaleza sexual de la mujer”. 4. Violencia física, tipificada como: “toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o sufrimiento físico a la mujer, tales como: lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su integridad física”. 9. Esclavitud sexual, señalada como: 5. Violencia doméstica establecida como: “la privación ilegítima de libertad de la mujer, para su venta, compra, préstamo o trueque con la obligación de realizar uno o más actos de naturaleza sexual”. “toda conducta activa u omisiva, constante o no, de empleo de fuerza física o violencia psicológica, intimidación, persecución o amenaza contra la mujer por parte del cónyuge, el concubino, ex cónyuge, ex concubino, persona con quien mantiene o mantuvo relación de afectividad, ascendientes, descendientes, parientes colaterales, consanguíneos y afines”. 10. Acoso sexual, previsto como: “la solicitud de cualquier acto o comportamiento de contenido sexual, para sí o para un tercero, o el procurar cualquier tipo de acercamiento sexual no deseado que realice un hombre prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o análoga, o con ocasión de relaciones derivadas del ejercicio profesional, y con la amenaza expresa o tácita de causarle a la mujer un daño relacionado con las legítimas expectativas que ésta pueda tener en el ámbito de dicha relación”. 6. Violencia sexual asumida como: “toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no solo el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la violación propiamente dicha”. 7. Acceso como: carnal violento, 11. Violencia laboral, comprendida como: entendida “forma de violencia sexual, en la cual el hombre, mediante violencias o amenazas, constriñe a la cónyuge, concubina, “la discriminación hacia la mujer en los centros de trabajo públicos o privados que obstaculice su acceso al empleo, ascenso o estabilidad en el mismo, tal como exigir requisitos sobre el estado civil, la edad, la apariencia física o buena presencia, o la solicitud de resultados de 92 Revista DIP DDHH 2012-1 92 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. 15. Violencia como: exámenes de laboratorios clínicos, que supeditan la contratación, ascenso o la permanencia de la mujer en el empleo. Constituye también discriminación de género en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual salario por igual trabajo”. mediática, determinada “la exposición, a través de cualquier medio de difusión, de la mujer, niña o adolescente, que de manera directa o indirecta explote, discrimine, deshonre, humille o que atente contra su dignidad con fines económicos, sociales o de dominación”. 12. Violencia patrimonial y económica, considerada como: 16. Violencia como: “toda conducta activa u omisiva que directa o indirectamente, en los ámbitos público y privado, esté dirigida a ocasionar un daño a los bienes muebles o inmuebles en menoscabo del patrimonio de las mujeres víctimas de violencia o a los bienes comunes, así como la perturbación a la posesión o a la propiedad de sus bienes, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades; limitaciones económicas encaminadas a controlar sus ingresos; o la privación de los medios económicos indispensables para vivir”. institucional, precisada “las acciones u omisiones que realizan las autoridades, funcionarios y funcionarias, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tengan como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta Ley para asegurarles una vida libre de violencia”. 17. Violencia simbólica, propuesta como: “Todo mensaje, valores, iconos, signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad. 13. Violencia obstétrica, señalada como: “la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”. 18. Tráfico de mujeres, niñas adolescentes sentenciado como y “Todos los actos que implican su reclutamiento o transporte dentro o entre fronteras, empleando engaños, coerción o fuerza, con el propósito de obtener un beneficio de tipo financiero u otro de orden material de carácter ilícito”. 14. Esterilización forzada, definida como: “la realización forzada, sin brindarle la debida información, sin su consentimiento voluntario e informado y sin que la misma haya tenido justificación, un tratamiento médico o quirúrgico u otro acto que tenga como resultado su esterilización o la privación de su capacidad biológica y reproductiva”. 19. Trata de mujeres, niñas y adolescentes establecida como: “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de mujeres, niñas y adolescentes, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza o de otras 93 Revista DIP DDHH 2012-1 93 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre mujeres, niñas o adolescentes, con fines de explotación, tales como prostitución, explotación sexual, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”. Los efectos de esta violencia contra la mujer son devastadores, no solo para ellas sino para la sociedad en general. De allí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya considerado la violencia contra la mujer como un problema de salud pública. Estos efectos van desde los homicidios al suicidio, lesiones físicas, alteraciones funcionales, discapacidad, embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, trastornos ginecológicos, abortos peligrosos, estrés postraumático, depresiones, angustias, estados de pánico, alteraciones del sueño, temores, disfunción sexual, trastornos alimentarios, baja o escasa autoestima y autoconcepto, entre otros. También producen consecuencias negativas en el seno familiar, que afectan principalmente a los hijos e hijas de la mujer violentada; estos incluyen problemas emocionales, aumento de la angustia y de miedos, ira, aumento MITO/CREENCIA “Las mujeres golpeadas son masoquistas”.“A las mujeres les gusta que le peguen”, “ellas lo buscan”, “ellas lo merecen”. del riesgo de abusos, dolores, repetición de comportamientos abusadores durante la infancia y la adultez. El hombre maltratador no escapa de sus efectos; algunos estudios demuestran que se produce en él un aumento de la creencia de que el poder y el control son alcanzados por la violencia, aumento de comportamientos violentos, aumento de problemas emocionales, disminución de la autoestima. Finalmente, el problema de violencia contra la mujer produce en la sociedad un aumento del crimen, aumento de las creencias de que la gente no es igual, sensación y percepción de injusticia, falta de paz, bienestar y satisfacción colectiva. Ante este panorama alarmante no basta con la denuncia y la aplicación efectiva de las sanciones legales existentes. A esta problemática de la violencia contra la mujer y a su práctica nefasta es necesario atenderlas desde sus raíces, promoviendo estrategias, reflexiones y acciones educativas, desde la educación formal y la no formal, para prevenirla, promover relaciones más sanas y saludables, basadas en el respeto mutuo, la convivencia pacífica, la igualdad, la justicia, la equidad, la solidaridad, la diversidad; en fin, el respeto a los derechos humanos. Por ello consideramos importante develar algunos mitos y prejuicios sobre la violencia contra las mujeres, que se han creado y transmitido, y que intenta justificarla, minimizarla y esconderla. REALIDAD Estas creencias están muy relacionadas y solo tratan de asociar un trastorno psicológico como el masoquismo con la violencia contra la mujer. La mujer víctima de la violencia no siente placer sino dolor, sufrimiento, angustia, miedo y en ocasiones puede llegar a morir. Por otro lado, la mujer que permite una relación caracterizada por la violencia la continúa por razones que nada tienen que ver con el gusto de ser maltratadas; muchas se ven forzadas por temor, intimidación, dependencia afectiva y económica, exigencias sociales del continuar con una relación violenta. Además, nadie merece ser abusado. Todos tenemos derecho a una vida libre de violencia y maltrato. 94 Revista DIP DDHH 2012-1 94 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. “Si la mujer es maltratada es porque algo habrá hecho”. Ninguna persona tiene derecho a maltratar a otra, de igual forma que no existen excusas validas, de ningún tipo, que justifiquen el maltrato o violencia contra una persona. “El hombre tiene derecho a maltratar a su esposa/mujer/concubina, para eso es su marido”. Ninguna legislación moderna otorga al hombre el derecho de maltratar a su pareja. La violencia contra la mujer es un delito y una violación a los derechos humanos de la mujer. “La mujer maltratada, si tiene hijos, debe permanecer en el hogar, lo más importante es la unidad familiar”. Ningún ambiente violento puede lograr el desarrollo integral (físico, psicológico, intelectual, y social) que todos los integrantes de la familia necesitan para desarrollar familias y sociedades sanas. Los efectos de la violencia contra la mujer y la violencia doméstica rompen cualquier unidad familiar posible. “Si tu marido, pareja o novio te cela o te pega es porque te ama”. Nada más absurdo y alejado de la realidad que este argumento para justificar el maltrato contra las mujeres. El “demonio” de los celos, como lo califica Mira y López (1969), no es más que una “perseverante y compleja frustración…y no consiste en actos sino sentimientos…” “La ropa sucia se lava en casa” o “en los problemas de pareja no conviene meterse”, “la violencia contra la mujer solo concierne a las mujeres”. La violencia contra la mujer y la violencia intrafamiliar son delitos de orden público y por tanto es un problema de todos y de todas. Ningún problema que afecte a la sociedad debe ser visto como ajeno, Las víctimas de la violencia, deben tener y sentir el apoyo social para que, de esta manera, pueda ponerse fin a esta problemática social. “La violencia contra la mujer es provocada por el alcohol y las drogas”. El alcohol y las drogas son factores de riesgo que pueden acelerar o desencadenar o aumentar el grado y frecuencia de acciones violentas; sin embargo, muchos golpeadores y maltratadores no abusan ni de las drogas ni del alcohol y muchos abusadores de drogas o alcohol no son violentos. Son dos problemas separados que deben ser tratados por separado. “La violencia contra la mujer es un problema de familias pobres y sin educación”. “Las víctimas de violencia por sus parejas, maridos o novios, son mujeres pertenecientes a los estratos sociales bajos”. La violencia intrafamiliar y la violencia contra la mujer se produce en todos las países del mundo sin distinción alguna de clases sociales, factores raciales, económicos, educativos o religiosos y edades. “La violencia doméstica sucede solamente una o dos veces en unas relaciones”. “Con el tiempo la violencia tiende a desaparecer”. “La violencia contra la mujer y la violencia domestica son poco comunes”. Lo cierto es que la mayoría de las golpizas suceden una y otra vez y tienden a empeora con el tiempo. Datos de la OMS afirman que una de cada tres mujeres sufre algún tipo de violencia en todo el mundo. 95 Revista DIP DDHH 2012-1 95 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 “La furia causa la violencia doméstica”. “Los abusadores ‘pierden el control’ sobre su temperamento”. Todos sentimos furia pero no tenemos que expresarla abusando y maltratando a los otros. Tratar de justificar la violencia con la pérdida de control no es más que negar o esconder el verdadero propósito de la violencia, como es el ejercicio del poder y del control del hombre sobre la mujer. “La violencia contra la mujer más común y peligrosa es la violencia física”. Todo acto de violencia tiene repercusiones negativas en quienes la reciben. La violencia contra la mujer puede ser verbal, emocional, económica, sexual, patrimonial y psicológica, y por lo tanto con frecuencia es “invisible”. Es siempre el atentado de un miembro de una pareja para controlar al otro. La violencia contra la mujer es “innata o natural”. La violencia doméstica es una conducta aprendida que con el tiempo aumenta en frecuencia y severidad. “El verdadero abuso contra la mujer ocasiona que la víctima se aleje o separe de su agresor”. Hay muchos factores que dificultan que la víctima de violencia de género se aleje, separe o escape de su agresor: problemas financieros, separación de la familia, dependencia afectiva, impacto sobre los niños, presión de los familiares, temor de violencia futura, o la muerte, como represalia del agresor. La violencia contra la mujer se acaba una vez que termina la relación con el abusador. Lamentablemente, la mayoría de las mujeres que han huido de la violencia en casa siguen siendo manipuladas por sus excompañeros. Después de la separación el maltratador suele adoptar actos como el espionaje, destrucción de propiedad, amenazas, y aun asesinato. Además, los sentimientos de vergüenza y aislamiento pueden continuar por años después de salir de una relación abusiva. Estas falsas creencias, resistentes al tiempo y al razonamiento y que forman parte de las convicciones sociales y del imaginario colectivo tienen un enorme peso, desde el punto de vista cognitivo, afectivo y actitudinal, influyendo en la forma como se establecen las relaciones interpersonales. Estos prejuicios, mitos, falsas creencias, se expresan cotidianamente en frases, refranes, dichos populares y terminan aceptándose como “verdades” entre hombres y mujeres, justificando al agresor y culpando a la mujer. Por ello es necesaria la revisión, identificación, cuestionamiento y erradicación de tales creencias, para atender la multicausalidad de la violencia y la multiplicidad de los efectos en la comunidad y en las mujeres que la sufren y para posibilitar así una ayuda efectiva tanto a las víctimas como a los agresores, que redunde positivamente en la sociedad. 96 Revista DIP DDHH 2012-1 96 06/11/13 13:54 Norma López de Amatima. Referencia Delors, J. et al (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre educación para el siglo XXI. Ediciones UNESCO. López, N (2011). Prevalencia y representación social de la violencia de género en jóvenes universitarias. Proyecto de Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para la obtención del grado de Magíster Scientiarum en Ciencias de la Educación. Núcleo Regional de Estudios Avanzados. Caracas. Perretti, M (2010) Violencia de género. Instrumentos internacionales, legislación nacional y foránea, doctrina, jurisprudencia y artículos de la Web. Editorial Liber. Caracas. Venezuela 97 Revista DIP DDHH 2012-1 97 06/11/13 13:54