EL LIBERALISMO INDIVIDUALISTA

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A)
EL LIBERALISMO INDIVIDUALISTA:
Concepto del Estado Liberal:
El Estado Liberal es el que surge como resultado de la Revolución Liberal
en sustitución de la Monarquía absoluta propia del Antiguo Régimen.
Es el
sistema político propio del comienzo de la Edad Contemporánea, en la nueva
formación económico social puede denominarse Nuevo Régimen o Régimen
Liberal. Su duración en el tiempo puede entenderse como continua hasta la
actualidad o limitarse hasta el periodo de entreguerras (1918- 1939), en que
entra claramente en crisis.
Juramento de los diputados de las Cortes de Cádiz en 1810.
B)
Características del Estado Liberal:
La forma de estado no es determinante para su caracterización, pues puede
ser tanto una monarquía constitucional (como en la Constitución de 1812) en
España, una monarquía parlamentaria (como en el modelo inglés que se
remonta a la Revolución Inglesa del siglo XVII) o una República (como el caso
de la Revolución Francesa).
En cualquier caso, lo que caracteriza al nuevo sistema político es el papel
del Estado Liberal como un instrumento en el triple proceso que se ha dado en
llamar Revolución Burguesa, Revolución Industrial y Revolución Liberal, de
transformación social, económica y política en beneficio de: 1) la nueva clase
dominante: la burguesía, 2) el modo de producción dominante: el capitalismo y
3) la ideología: el liberalismo.
Entre sus características tenemos las siguientes:
b.1.) La Libertad:
El Estado Liberal pretende ser, según propone el liberalismo económico
desde Adam Smith, un estado mínimo (minarquismo), que no interviene en
economía (al contrario que el mercantisimo propio del Antiguo Régimen) y que
solamente garantiza el ejercicio de la libertad individual, por ejemplo
garantizando la existencia de un mercado libre sin restricciones y un ejercicio
ilimitado de la propiedad privada. Por eso tan importante que sus primeras
medidas sean la Desamortización, la Desvinculación o la supresión de los
gremios (que incluya la prohibición de los sindicatos obreros).
Al contrario que la monarquía absoluta donde la palabra del rey es la ley, el
Estado Liberal se define como un Estado de Derecho, en que se ofrece al
individuo la seguridad jurídica de no estar sometido a la arbitrariedad del poder.
Instituciones como la tortura judicial desaparecen.
Otras nacen, como la
policía, pues la que continua existiendo (y perfeccionándose como prueba
Foucault en vigilar y castigar) es la represión de las conductas que se definen
como antisociales, incluyendo la represión política de individuos y grupos no
integrados en el sistema político o social.
Según el mismo Foucault, el
nacimiento o triunfo simultáneo de instituciones como la cárcel, la escuela y el
ejército nacional indica claramente que el ideal de libertad es el de hacer que
cada uno acabe encontrando un sitio según sus méritos y capacidades (no
según el nacimiento como en la sociedad estamental), sitio del que no podrá
quejarse ni los demás deberán sentirse culpables por ello, ya que habrá
demostrado gracias a la igualdad de oportunidades que es el que merece.
b.2.) Igualdad.
La igualdad de condiciones que se pretende para la sociedad significa que
desaparecen los privilegios y los estamentos para que exista una clara división
social en las clases basada en la riqueza, lo que se reconocen en el sistema
electoral del sufragio censatario.
Para ello, el llamado doctrinarismo o el
liberalismo doctrinario (en España Donoso Cortés) encontrará las oportunas
justificaciones ideológicas. La eliminación de los privilegios territoriales o fueros
permite la construcción de un estado-nación de dimensiones propicias para un
mercado nacional unificado, sin aduanas interiores, y que comparte moneda,
sistema de pesos y medidas y legislación mercantil.
La revolución de los
transportes que supuso el ferrocarril fue vital para esa construcción nacional,
que se ve justificada ideológicamente por los movimientos nacionalistas, como
por ejemplo en las unificaciones nacionales de Italia y Alemania, que pueden
hacer hincapié en otros factores de unificación nacional como el idioma.
Es importante resaltar que en el campo del Derecho se establecen: el
principio de legalidad y el principio de igualdad ante la ley. El primero hace
referencia a que toda obligación ciudadana estará sujeta a que esté dispuesta
en una ley, y la igualdad ante la ley quiere decir que con fundamento a la
abolición de los estamentos todos los ciudadanos serán tratados iguales ante la
ley.
b.3.) Separación de poderes:
La división de poderes de Montesquieu se aplica como garantía del ejercicio
de la libertad del ciudadano, existiendo una relación más o menos equilibrada
entre un Parlamento elegido, un Gobierno y un Sistema Judicial que aplica los
principios de la legislación basada en el Código Napoleónico. Con la separación
de poderes del Estado, disminuye el Absolutismo en Europa logrando la
creación de un gobierno más liberal y menos absoluto, que respeta las
garantías individuales.
b.4.) Separación Iglesia-Estado:
La situación de la Iglesia Católica en los países del sur de Europa se
deteriora como consecuencia de su pérdida de poder económico, político y
social (puede hablarse de un proceso de descritianización), pudiendo llegar a
una separación total entre Iglesia y Estado como ocurre en Francia, o a
modelos intermedios, como en España donde se opta por un modelo de
Concordato, en que el clero pasa a ser subvencionado por el Estado (siguiendo
el ejemplo una vez más del Imperio Napoleónico).
b.5.) La Sociedad Civil:
La aparición del Estado como un organismo autónomo dentro de la sociedad
moderna ha provocado la necesidad de distinguir lo público estatal y lo público
no estatal.
Lo público no estatal es el ámbito de la sociedad civil como
conjunto de instituciones y mecanismos de coordinación social no dependientes
del sistema administrativo estatal. Ejemplos: las ONG. El Estado se convierte
en la esfera de despolitizada de las personas y sus actividades.1
C) Transición del Liberalismo al Estado Social de
Derecho.
En las postrimerías del feudalismo es cuando se van adquiriendo las
condiciones para el advenimiento de formas estatales administrativas y militares
esencialmente, frente al poder monárquico que se ve forzado a darle paso a la
burguesía; aunque todavía la alta aristocracia tiene un dominio total de dichas
estructuras.
Este paso se constituyo a instancias del desarrollo industrial y
comercial sustentado por la burguesía, que superó el esquema gremial,
artesanal y predominantemente agrícola del feudalismo.
Adentrándonos a
dicho estudio, pudimos apreciar que la clase burguesa contaba con la
estructura parlamentaria, cuyo norte lo representaba el Parlamento Inglés, el
cual fue el modelo para que los demás países europeos siguieran y constituyo
el parlamentarismo, la estructura básica del triunfo burgués del cual se copio el
poder monárquico.
Cuando comienza el dominio en la base económica burguesa comienzan a
revelarse contra los privilegios estamentales de la monarquía y aristocracia, ya
que las mismas eran sostenidas por ellos; comienza la revoluciones burguesas
en busca de un nuevo aparato estatal con la ideología individualista y privatista
imperante de la clase triunfante.
Surgen las nuevas ideas de libertad de
contratación, de comercio, de propiedad privada centrados en la figura de la
autonomía de la voluntad, el Estado no seria más que un ente fiscalizador de
1
Callahan, Williasm J. Iglesia, Poder y Sociedad en España. 1750-1874, Madrid, Nerea ISBN 8486763-12-6
que éstas garantías individualistas se cumplieran, dejando al libre juego del
mercado (oferta y demanda) y a la iniciativa privada el motor de la economía,
supeditando al sector público a esa finalidad privatista. Ello fue así, dado que el
sector ideológico triunfante necesitaba un margen de previsibilidad acorde con
el modelo “racional” implantado a su triunfo sobre el modelo “divino”
representado por el orden feudal superado.
De este Proceso podemos destacar dos aspectos importantísimos de esta
integración del Estado en el naciente capitalismo, fenómeno eminentemente
moderno: A) la separación o delimitación entre el Estado y la Sociedad, acorde
con esa especialización que atomizó todas las áreas inteligibles del
conocimiento humano y B) la exclusión de toda reglamentación sobre el trabajo
“libremente” elegido, como conclusión lógica de todo el andamiaje ideológico
que nutrió el Estado y sus aparatos confortantes.
En cuanto al primer aspecto, la delimitación entre el Estado y la Sociedad,
consecuencia de la atomización producida por el individualismo, presentó una
faceta negativa de concertación social, ya que en el marco natural y
espontáneo de la sociedad civil, estaba en contradicción con un Estado
reglamentario, más bien, congruentemente se imponía la existencia de un
Estado Gendarme, que tuviese presente y fuera garante de conformar la esfera
privada. Por ello, no señala a la letra Manuel García Pelayo que:
“una de las características del orden político liberal era no sólo la
distinción, sino la oposición entre Estado y Sociedad a los que se
concebía entre Estado y Sociedad a los que se concebía como dos
sistemas con un alto grado de autonomía, lo que producía una
inhibición del Estado frente a los problemas económicos y sociales, sin
perjuicio de las medidas de política social y económica que hemos
denominado como factorializadas.”2
El Liberalismo marco la pauta económica por medio de la libre competencia
regulada a instancias del propio mercado, ideológicamente estructurado en el
iusnaturalismo racionalista (propiedad privada, autonomía de la voluntad),
controlando el parlamento, órgano preponderante de la burguesía, al cual sólo
tenia alcance esta clase social y con un estado abstencionista, garante del
orden burgués se estructuró el andamiaje, que muy pronto se desveló como
muy poco democrático, marcando la separación entre el liberalismo y la
democracia.
En efecto, se impuso en el mercado la estructura industrial y
comercial sobre las áreas productivas, que demostró la inexistencia de un
mercado igual en oportunidades; de igual forma, el proletariado advirtió la
imposibilidad
de
ser
propietarios,
quedándose
sólo
dos
fenómenos
diametralmente opuestos pero concomitantes en sus formulaciones, que harán
variar el curso del capitalismo:
los conflictos de clase y el imperialismo
naciente, ambos requerirán la reformulación del papel del Estado en el sistema.
Sobre la transformación que representó en el Estado Liberal Laissefairista, el
desarrollo de estos hechos sociales, nos expresa a la letra del autor alemán,
Reinhard Kühnl, lo siguiente:
“…el Estado ya no se podía contentar con unas normas generales, de
contenido neutral, sino que se tenia que configurar el contenido de la
esfera social, con el fin de establecer la justicia social que el mercado
liberal no era capaz de producir (…) En consecuencia, los principios
liberales tuvieron que recibir una nueva interpretación, con el fin de
defender la primacía política y social de la burguesía frente al empuje
de las masas de obreros asalariados que exigían el derecho a la
congestión.”3
2
García Pelayo, Manuel. Las Transformaciones del Estado Contemporáneo, Editorial Alianza
Universidad, Madrid, 1982, p.21.
3
Kúhnl, Reinhard, “El Liberalismo” en Introducción a la Ciencia Política, Editorial Anagrama, S.A.,
Barcelona, 1971, p. 87.
Precisando un poco más sobre estas transformaciones el mismo autor nos
dice:
“…más tarde incluso de pretendió que el Estado había de ser fuerte,
que fuese capaz de defender los intereses de los empresarios no sólo
al frente de las exigencias de los obreros en el interior, sino también
mediante la apertura de nuevo mercados en el exterior
(imperialismo).”4
Kühnl, Reinhard al analizar las consecuencias que produjeron los cambios en
el Capitalismo concluye:
“Todos estos cambios de rumbo del liberalismo significan una
manifiesta renuncia a los principios democráticos por los que la
burguesía había luchado antaño en su propio interés, pero cuya
extensión a las masas obreras no querían admitir (…) De esta forma,
a partir de los años ochenta del siglo pasado se formo una estructura
estatal y social externamente caracterizada por el incremento de la
intervención estatal en el campo económico, la cual todavía mostraba
ciertos elementos liberales, pero que en conjunto ya constituía una
fase de transición hacia sistemas de dominación cualitativamente
nuevos.”5
La clase obrera irrumpió a la vida pública con el fin de adquirir el bienestar
soñado por los revolucionarios burgueses, pero nunca implantado en la vida
diaria, por lo que luchas políticas aupadas por el proletariado tienen como
primer propósito condiciones mínimas de subsistencia, para pasar luego a
conquistas políticas, económicas y jurídicas.
Luego el Estado Liberal de
Derecho se vio obligado a cambiar su concepción abstencionista y se
reestructuro su aparato funcional para crear una mayor participación en los
aspectos económicos y sociales, a través de la nueva ordenación jurídica
naciente, reflejo de los cambios sociales. De esa transformación en el Estado
4
5
Ibidem, p. 88.
Ibidem, p. 89.
es producto la teorización y concretización del Estado Social, o su
representación anglosajona del Estado Social, o su representación anglosajona,
“Welfare State”. En ese sentido, nos expone el autor chileno Norberto Lechner,
sobre el surgimiento del Estado reglamentario y del Estado Social, pasando por
su transfondo económico, lo siguiente:
“El Liberalismo imputó al mercado la fuerza integradora. El mercado
capitalista impulsa la interdependencia funcional, pero se muestra
incapaz de absolver las desigualdades sociales. Ante los límites de la
ideología del mercado (libertad de la propiedad privada, igualdad del
cambio justo), el mismo liberalismo fomenta la integración a través de
la democracia política y el “Welfare State”.”6
Para la concepción individualista el Estado era un ente, que debía estar por
encima de la sistemática social, ya que era la sociedad la encargada de regular
sus aspectos económicos, sociales y políticos, de allí la teoría de la “mano
invisible” que consideraba que el mercado “per se” era quien regularía las leyes
de la oferta y la demanda por medio de los ciclos correspondientes. De tal
forma que el Estado era un aparato que estaba al margen de la marcha de la
sociedad, la que creaba sus propias leyes conductoras, de allí que se expone
que el capitalismo separó la sociedad del Estado. El Estado tenia funciones de
vigilante, de gestionador de obras públicas, defensa, justicia y otras que ya
hemos detallado; sin embargo, esto no quiere decir que el Estado fuera el
garante del orden general de todos los ciudadanos, que estuviera por sobre las
contradicciones
sociales,
el
Estado
construido
por
la
burguesía
era
representante de esa realidad, la burguesa y si bien no era intervencionista, si
actuaba cuando el sistema burgués era alterado, mostrando siempre un fondo
6
Lechner, Norberto y Otros. Estado y Política en América Latina, Editorial Siglo XXI, México, D.F.,
1981, p. 15.
ideológico acorde con los intereses individualista, lo cual nos deja entrever que
la afirmación de que el Estado estaba al margen de las contradicciones sociales
no es muy cierta.
Todas las grandes teorías podemos encontrarlas en tres vertientes a rasgos
modos: la primera, es aquella que conceptúa el Estado como una
superestructura, cuya base esta constituida por el sustrato económico, del cual
el Estado será fiel reflejo.
La segunda, la teoría voluntarista del Estado,
considera al mismo un instrumento que expone la voluntad de la clase
dominante, convirtiéndose el Estado en un mecanismo mediante el cual la clase
socialmente dominante ejercerá su poder.
La tercera, la que considera al
Estado con un margen de autonomía relativa, es decir el Estado en un
momento dado podrá representar y formular principios funcionales que podrían
estar en aparente contradicción con la estructura social. Debemos puntualizar
que
las
posturas
mecanicistas
hoy
ya
superadas,
que
interpretaron
matemáticamente las dos primeras teorías superestructuralistas y voluntaristas,
en el fondo se encuentran implícitas en la tercera, de la autonomía relativa,
pero sólo que su interpretación es más acorde con la realidad, formulada en
términos más dinámicos y no de manera mecánica como fue reducida por
varios de sus representantes.
Es dentro de esta última postura teórica, de la autonomía relativa, que se
pretende interpretar el paso del modelo abstencionista del Estado, el
intervencionista, aunque si bien se puede hablar de reestructuraciones jurídicas,
sociales y en parte económicas en este modelo interventor, el verdadero
sustrato capitalista, el mercado, no ha sido modificado, por lo que, en
ocasiones presenta grandes dificultades interpretar científicamente estos
fenómenos en el Estado Capitalista.
El Autor Elmar Alvater nos explica en varios puntos cuales son
las
principales áreas en que el Estado Capitalista fundamenta su sistema, en su
obra “Notas sobre algunos problemas del invervencionismo del Estado”, a
saber:
1. Creación
de
la
Infracestructura
material
para
la
producción.
2. Soporte del sistema jurídico capitalista.
3. Regulador del conflicto empleador-trabajador, inclusive
con represión contra la clase obrera.
4. Expansión del capital nacional en el mercado capitalista
mundial.”7
Nos interesa saber estas principales áreas del Sistema Capitalista para poder
confrontarlas con el Estado Social y poder apreciar sus diferencias teniendo
como punto de partida el transfondo económico mediante el cual se sustenta la
sociedad capitalista y hasta que punto pueden haber sido modificados los
aspectos políticos y jurídicos en la reordenación intervencionista.
Comenzamos la transición del Estado Social de Derecho tomando como
punto de partida al mexicano Alberto Trueba Urbina, defensor de la teoría
integral del Derecho Social que incluye su institucionalización en el Estado de
Derecho del mismo calificativo, plasma lo siguiente:
7
Cfr. Sonntang, Heinz Rudolf y Otros. El Estado en el Capitalismo Contemporáneo, Editorial Siglo XXI,
México, D.F., 1982, p. 94.
“…nuestra Constitución de 1917 transformó el Estado moderno en
político-social, imponiéndole la realización de nuevas funciones de
carácter social encaminadas hacia la protección de grupos humanos
económicamente débiles, de una clase social, la clase obrera,
integrada por trabajadores y campesinos, funciones nuevas que no
corresponden ni al tradicional derecho público ni al derecho privado,
de donde resulta una nueva función de tutela y reinvidicación de la
clase trabajadora, de las personas de derecho social, como son la
propia clase obrera y sus asociaciones, así como el Estado de Derecho
Social.
De aquí resulta la funcionalidad triple del Estado
contemporáneo político-social.”8
La vinculación conexa del Derecho Social surgido de las luchas sociales con
el Estado Social está dada conforme a la nueva concepción “social” no
enmarcada en las anteriores ramas públicas ni privadas, sino que exigía una
formulación acorde con ese sentido, de allí la necesidad de la concepción social
o benefactora del Estado, no contemplada antes por la ideología liberal. Esta
correlación Estado-Derecho Social esta imbricada de las propias raíces de la
sociedad, por ello:
“…la interdependencia en la génesis de la instrumentación normativa
(Derecho) y de la convivencia organizada (Estado), es, pues constante
histórica, pero no sólo porque se haya dado en la Historia, sino porque
es incuestionable de lo humano-social. No entramos aquí en el
protagonismo de tal génesis de que haya de primar en un momento
histórico.”9
López Mendel, Jesús en su obra: Génesis, Legalidad y Legitimidad del
Estado de Derecho nos explica que lo más acertado es tomar al Estado de
Derecho como Estado Social de Derecho, entendiéndolo como el desarrollo
permanente del Estado, superando los esquemas abstractos y formales, más
bien conceptualizándolo ahora con fines teleológicos, de allí, la exigencia de un
Derecho Social que complemente a ese Estado superior del normativista y
8
Trueba Urbina, Alberto. Derecho Social Mexicano. Editorial Porrúa, S.A., México, D.F., 1978, p. 247.
López Medel, Jesús. “Génesis, Legalidad y Legitimidad del Estado Social de Derecho”, Anales de la
Cátedra Francisco Suárez, Granada, 1971, Número 11, Fascículo I, p. 26.
9
abstracto; a continuación plasmaremos algunas de sus ideas:
“También lo Social del Estado es social del Derecho. No podemos
adjetivar o colorear el Estado con Estado Social si la instrumentación
normativa (Derecho) no lo hace parecidamente. La génesis del Estado
Social de Derecho parte, estrictamente histórica y coyuntural, sino
axiológica, en cuanto que Estado y Derecho se dan en la Sociedad. Lo
social en el Estado y lo social en la norma, no sólo justifican sino que
equilibran muchas de las insuficiencias o inconsecuencias que han
venido advirtiéndose o señalándose a la hora de las justificaciones
teoréticas sobre el Derecho y sobre el Estado.”10
II.
EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO.
a) Concepto de Estado Social.
a.1.) Origen del Estado Social.
Para llegar al origen del Estado Social, la doctrina presenta varias
propuestas, ligadas cada cual a la óptica ideológica de cada uno de los
exponentes.
El predominio existente en la doctrina sobre los autores que inicialmente
expusieron el concepto de Estado Social, se encuentra en la figuras de Lorenz
Von Stein y Herman Heller. El primero expuso el término Estado Social en el
año 1850, en su obra titulada “Geschichte der Socialen Brewegung”,
conceptuándolo como expresión de la finalización de las revoluciones políticas,
las cuales cedieron paso a las revoluciones y reformas sociales, sus
formulaciones hicieron mayor énfasis en la creación de una “Monarquia Social”,
que como es de suponer, reflejaba el espacio histórico en que se exponían. En
cuanto al segundo, Herman Heller, quien expuso en sus ideas en el año 1929
en su célebre obra intitulada “Rechsstaat der Diktatur”, consideraba al Estado
Social de Derecho como una formula intermedia y salvadora entre el Estado
10
Ibidem, p. 27.
Liberal y el Estado Fascista, el que sin renunciar a los postulados del Estado de
Derecho vigente en el liberalismo, sino a que a ese Estado de Derecho se le
nutrirá de fundamentos económicos y sociales.
En cuanto al momento mismo del nacimiento del Estado Social, existen
igualmente varias posturas, que van desde la formulación de principios sociales
presentados por Robespierre a la Asamblea Nacional de Constituyente al triunfo
de la Revolución Francesa, de la Constitución de 1848 de Francia mediante la
cual la clase obrera obtiene conquistas políticas, hasta las primeras
constituciones de este siglo como lo son la Mexicana de 1817, la de la
República de Weimar de 1919, la Española de 1931, concluyendo otros que
esta expresión no se concretiza sino al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en
la Constitución de Bonn de 1949. La Francesa de 1958, la Italiana de 1947 y
otras posteriores, como la Constitución de Portugal de 1976 y la de España de
1978.
Entendemos que el Estado Social de Derecho surge cuando las clase obrera
comienza la lucha por conquistas sociales que primero se reflejan en algunas
leyes aisladas que luego se institucionaliza dando como resultado la autentica
democracia social.
Mencionaremos algunos significados presentados por diversos autores sobre
el Estado Social de Derecho. Para el autor Carlos E. Colautti, el origen del
Estado del Bienestar, como él lo denomina, se debe remontar a los últimos
años del siglo XVIII y principios del siglo XIX, ya que según su criterio, los
constitucionalistas de ese periodo además de estructurar un catalogo de los
derechos individuales y racionalizar el poder, moldeando el camino a la
burguesía en ascenso, también se preocuparon por algunos aspectos sociales.
Fundamenta su posición en que Roberspierre y el grupo radical que él
liderizaba, propuso en 1793 una seria de propuestas sociales, que en gran
parte, reformaban la declaración individualista de 1789. Entre esas propuestas
sociales se establecía el derecho al trabajo, en contraposición al derecho liberal
de trabajar, se establecía el derecho a la asistencia como un derecho
fundamental; se imponían limitantes al derecho de propiedad, que era
considerado como “inviolable y sagrado” para la burguesía, en contraposición
tenia cargas en este proyecto como el respeto al derecho ajeno; en lo relativo a
la seguridad, existencia y libertad, y su goce debía ser cumplido en cuanto a lo
dispuesto en la ley, relegandole asi ese carácter absoluto.
Estas reformas
sociales terminaron dos años después, en 1785, al ser establecida una nueva
constitución que elimino las clausulas sociales.11
Cincuenta años después, continua exponiendo el mismo autor, en la carta
de 1848 se realiza una profunda transformación en el Estado, en lo atinente a
sus funciones, ya que presenta un papel más activo en la sociedad. Carlos
Colautti afirma:
“Las normas de este documento (Constitución de 1848) implicaron un
cambio fundamental en referencia al ámbito de las funciones del
Estado. Se entendió que éste debía dejar de ser abstencionista para
convertirse en el pivote fundamental del desarrollo de la comunidad
(…) El Estado abstencionista abría así paso a la idea del estado
bienestar o Welfare State del siglo XX”.12
Este autor pronuncia dicha afirmación, ya que en el artículo cuarto se
añadieron a los principios revolucionarios de “libertad, igualdad y fraternidad”,
Cfr. Colautti, Carlos, “Las Disposiciones Constitucionales sobre el orden económico-social”, La Ley 4
de marzo de 1985, Buenos Aires, p. 2-3.
12
Ibidem, p. 3.
11
los de “familia, trabajo, propiedad y orden público”. Esto en su opinión, marca
un nuevo rumbo en estas relaciones, puesto que estarán basadas en el trabajo,
aspecto que sería recogido con posterioridad en la Constitución Italiana de
1948. Finalmente, señala que asimismo el artículo treceavo de dicha excerta,
expresa verdaderos principios sociales, tales como el trabajo, la seguridad social
y la educación”.13
Otro autor que toco el tema fue Gerardo Meil Landwerlin, quien se enfoca
en ubicar la génesis del Estado Social de Derecho en la Constitución de Weimar
y específicamente en los escritos del socialdemócrata Herman Heller, nos
presenta dos posturas contrarias ideológicamente entre sí, en su interesante
obra sobre la interpretación del Estado Social de Derecho por parte de los
autores alemanes Forsthoff Abendroth.
Ernest Forsthoff, ubicado políticamente en la derecha, es decir con criterios
diametralmente opuestos a Wolfgang Abendroth, conceptúa el contenido social
en el engranaje administrativo de una manera técnica y formalista, a partir de
la formación del Estado Social en la Constitución, expresión de un normativismo
inobjetable.
Para él, lo social tiene como punto de origen la máxima
“fraternite” de la revolución francesa, la que al no ser presentada en el derecho
desapareció. Por otro lado, señala que el autor Lorenz Von Stein, en su obra
“Verwaltungslehre” (1869) el primer exponente del Estado Constitucional Social,
formulado dentro de una monarquía, a la que denominaba Monarquía Social,
correspondiendo a la Administración por consiguiente, la satisfacción de las
13
Ibidem, p. 3.
necesidades sociales de las mayorías.14
Independientemente
de
las
posturas
ideológicas
de
los
autores,
consideramos que todo el proceso de desarrollo de la cuestión social dentro de
un camino histórico determinado, que bien puede ser su antecedente las
propuestas de reforma de la Declaración de los Derechos del Hombre, ya que la
constitución del Estado Social, que institucionaliza los derechos sociales,
concretados mediante la lucha clasista, es un punto en ese camino iniciado por
reformas sociales mínimas para la subsistencia del proletariado.
a.2.)
Welfare State (Estado de Bienestar).
Esta expresión tiene sus raíces en la Gran Bretaña de manos de Sir Williams
Beveridge, creador de un informe famoso que lleva su apellido, (“Beveridge
Report”, 1942), en el cual explicitó lo que el llamó “Social Welfare”, el cual
sirvió de base para la implementación de los principios modernos de Seguridad
Social en diversas legislaciones. De la misma manera es de gran importancia
que la teoría económica del inglés John M. Keynes utilizó este vocablo; razón
por la cual muchos han identificado ideológicamente el “Welfare State” con el
keynesianismo; es por eso que algunos autores como Jesús Antonio de la Torre
Rangel siguen posiciones economicistas sobre la expresión Welfare State y
afirman lo siguiente:
“…de la estructura del Estado de Bienestar Social, fácilmente se
deduce la estrecha conexión existente entre esta forma de
organización estatal y la vida económica. El Estado de Bienestar
Social está ligado íntimamente a la economía.”15
14
Ibidem, p. 212.
Torre Rangel, Jesús Antonio de la; Hacía una Organización Jurídica del Estado, Solidaria y
Liberadora, Editorial Jus, México, D.F., 1977, p. 178
15
La formulación del Estado de Bienestar (Welfare State) se ha desarrollado
concretamente a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial en los
países de Europa Occidental, que presentan el desarrollo de políticas sociales
mínimas en los aspectos de seguridad social, educación, salubridad, etc.,
destinadas a los sectores de menos recursos o indigentes, surgidos de los
problemas de la desocupación y desorganización social producto de esta
guerra. Sin embargo, pasados los años el burocratismo y el contexto burgués
en que se desarrolla esta política, situación criticada por sectores doctrinales,
ha preservado el “status quo” y aún más, señalan estos sectores críticos, ha
traído como consecuencia la despolitización y desideologización de la clase
obrera, producto del espejismo de bienestar.
Estos aspectos contradictorios del Welfare State hace que nazcan a la
palestra una serie de teorías, muchas de las cuales se presentan opuestas entre
sí, asi por ejemplo, para el autor británico Cronsland, el “Welfare State” en
conjunción con otros elementos de ruptura del sistema constituyen el fin del
capitalismo; para otros autores vinculados a la administración social del Estado
de Bienestar, representa la satisfacción de necesidades y bienestar del hombre;
finalmente para escritores como Carrier y Kendal, el “Welfare State” es un
concepto surgido de la necesidad social y constituye el correspondiente dominio
sobre los recursos a fin de satisfacer esas necesidades.16
Luego viendo todas estas teorías y sus limitaciones surge la posición de Ian
Gough:
“La idea común a todas estas definiciones es que el propósito del
Estado del Bienestar es el aumento del bienestar humano, la
16
Cfr. Gough, Ian; Economía Política del Estado Bienestar, H. Blume Ediciones, Madrid, 1982, p. 49.
imposición de valores civilizados sobre valores del sistema de
mercado capitalista.”17
Para Ian Gough los elementos esenciales que conforman el Estado de
Bienestar son: la provisión estatal de servicios sociales a los grupos
necesitados, fundamentalmente lo concerniente a los derechos sociales,
representados para el autor en la seguridad social, sanidad, beneficencia,
vivienda y educación; y la reglamentación estatal de la actividad privada
individual o corporativa que atente contra los servicios sociales mínimos
establecidos.18
Luego Gough hizo una división en tres tipos de grupos que engloban la
teoría del Estado Bienestar, que son: teorías funcionalistas del Estado
Bienestar, teorías económicas de la política gubernamental y teorías pluralistas
de decisión política.
principios
Estas tienen como fundamento, en el mismo orden,
tecnológicos,
respectivamente.
principios
económicos
y
principios
políticos,
Gough critica en estas teorías el reduccionismo que estas
hacen del “Welfare State”, conceptuándole como una política tecnicista del
Estado, lo que limita evidentemente, su visión sobre este tipo de Estado.19
Para concluir el autor inglés Ian Gough nos afirma que para poder hacer un
concepto del “Welfare State” debemos contemplar sus aspectos positivos, como
el mejoramiento del bienestar de la clase obrera y sus aspectos negativos los
cuales pueden ser reasumidos en el mantenimiento del sistema de mercado y
su consiguiente represión social. Así nos dice:
“…engloba, simultáneamente tendencias a aumentar el bienestar
social, al desarrollo de la capacidad de los individuos, al control social
17
Ibidem, p.49.
Cfr., Ibidem, p. 51-55.
19
Ibidem, p. 55-56.
18
sobre el juego ciego de las fuerzas del mercado; y tendencias a la
represión y control de la gente a que los trabajadores se adapten a los
requerimientos de la economía capitalista.”20
a.3) ESTADO SOCIAL:
El termino Estado Social, conjuntamente con el de “Welfare State” o su
traducción castiza, son los que hemos aceptado como más adecuados para
representar el fenómeno de la socialización estatal, al igual que gran parte de la
doctrina, ya que son los más utilizados por ella. Sin embargo, debemos aclarar
que el concepto de “Welfare State” lo aceptamos en su propuesta progresista,
es decir, cuando se plantea dentro del contexto histórico en que se ha
desarrollado, no así, en la visión economista y burguesa expresada en la
práctica, concretamente en los casos de Inglaterra y los Estados Unidos de
América. Esta visión reducida y empirista del “Welfare State” ha contribuido a
una critica severa de una parte de la doctrina, y con justificada razón, ya que
limita su actuación a una política social del Estado.
El español Manuel García-Pelayo es partidario de la denominación Estado
Social antes que usar “Welfare State”, al cual identifica, como la simple
formulación de una política estatal dirigida al bienestar social o material, sobre
todo en servicios sociales y económicos en general.
García-Pelayo afirma lo siguiente:
“La denominación y el concepto de Estado Social incluyen no sólo los
aspectos del bienestar, aunque éstos sean uno de sus componentes
capitales, sino también los problemas generales del sistema estatal de
nuestro tiempo, que en parte pueden ser medidas y en parte
simplemente entendidas.”21
Otro autor fue el alemán Jorg Kammler, que estima que el Estado de
20
21
Ibidem, p. 64.
García_Pelayo, Manuel. Ob. Cit. P. 14.
Bienestar o Estado Benefactor “Welfare State” es una variante del Estado
Social, dentro del cual está contenido, ya que el primero enfatiza la garantía de
un nivel mínimo de vida para los trabajadores y desarrolla la seguridad social,
aspectos estos contenidos en el Estado Social. Así nos presenta el porqué de
su preferencia por el término Estado Social:
“La denominación y el concepto de Estado Social incluyen no sólo los
aspectos del bienestar, aunque éstos sean uno de sus componentes
capitales, sino también los problemas generales del sistema estatal de
nuestro tiempo, que en parte pueden ser medidas y que en parte
simplemente entendidas.”22
También el alemán Jorg Kammler estima que el Estado de Bienestar o
Estado Benefactor “Welfare State” es una variante del Estado Social, dentro del
cual está contenido, ya que el primero enfatiza la garantía de un nivel mínimo
de vida para los trabajadores y desarrolla la seguridad social, aspectos estos
contenidos en el Estado Social:
“…por añadidura, este concepto no sólo contiene la exigencia de
organizar el Estado, sino también sobre la base de una interpretación
democrática del Estado de derecho que trascienda la limitación
liberal, la exigencia de organizar democráticamente la sociedad, esto
es: el proceso de reproducción económica de la sociedad, para
concretizar con ello una auténtica igualdad de oportunidades en la
codeterminación de todas las cuestiones fundamentales para la
sociedad.”23
a.3.1.) CARACTERISTICAS DEL ESTADO SOCIAL.
Entre las características del Estado Social tenemos:
1. Es un producto de las transformaciones del
sistema capitalista de producción.
2. Constituye el medio de institucionalización y
22
23
Kammler, Jorg. Ob. Cit. P. 92.
Kammler, Jorg. Ob. Cit. Pag. 92.
desarrollo de los derechos sociales.
3. Es
un
factor
de
distribución,
regulación
y
orientación del proceso económico en los países
en que se ha implementado.
4. Tiene como objetivo político, la instauración de la
Democracia Social.
5. Sujeción de la actividad estatal a normas que
garantizan:
a) la separación de funciones de los órganos de
poder.
b) El ejercicio de la autoridad sobre las personas
conforme
a
disposiciones
conocidas
y
no
retroactivas.
c) El respeto a los derechos y libertades individuales.
d) La
reinvidicación
y
tutela
de
grugos
económicamente débiles.
e) El desarrollo del pluralismo como instrumento de
la sociedad para expandir sus prerrogativas y
controlar los órganos de poder.
El modo de producción capitalista ha sido el hilo conductor por el cual se
formula el Derecho Social y el Estado Social y sobre ellos hemos ahondado en
este trabajo.
No obstante, vale la pena recalcar que el proceso evolutivo
iniciado con las luchas político-sociales del proletariado confluyen en su
exposición jurídica, primero mediante leyes dispersas, luego en normas más
sistematizadas
para
finalmente
elevarse
a
la
categoría
de
preceptos
constitucionales.
Es importante destacar que a pesar de no contener un catalogo preciso
sobre los derechos sociales, el estatuto fundamental alemán de 1949, contiene
una norma que abre las puertas a medidas socializadoras y transformistas, el
cual transcribimos a continuación:
“Artículo 15: Con fines de socialización, y mediante una ley que
establezca el modo y el monto de la indemnización, la tierra y el suelo,
las riquezas naturales y los medios de producción podrán ser
convertidos en propiedad colectiva o en otras formas de economía
colectiva. Respecto a la indemnización se aplicará mutantis mutandis
lo establecido en el artículo 14, inciso 3, frases 3 y 4”.
El autor Villacorta, considera que lo fundamental en un Estado Social, más
que la exposición de un articulado de derechos sociales, es la nivelación de las
desigualdades y una acción decisiva del Estado. De tal forma que:
“…se pretende corregir en el Estado Social las desigualdades de
hecho, única forma posible de hacer al propio tiempo efectiva, de
permitir, la generalización de la libertad (…) El destino del Estado
Social en la moderna sociedad pluralista, no debe ser otro, que, el
potenciar al máximo la libertad y la igualdad, mediante su actuación
en las diversas esferas de la vida pública”.24
En lo referente a los derechos sociales y su implementación en acciones
estatales concluye afirmando que:
“La particularidad de los derechos sociales y aquí radica su
significación esencial, reside en el hecho de que su materialización
necesita una acción estatal, bien en forma de prestaciones materiales,
bien a través de obligaciones impuestas por el legislador estatal a
determinados particulares”.25
24
25
Ibidem, p. 76.
Ibidem, p.77.
Para finalizar nuestra referencia a los aspectos que contempla la
Constitución de Bonn de 1949, como Estado Social, resulta oportuno destacar la
norma contemplada en el artículo 95 de ese estatuto fundamental, que cobra
una singular importancia, dado que la Doctrina critica en las Constituciones
modernas que se precian de sociales las pocas garantías que brindan para que
los derechos sociales sean cumplidos. Este artículo contiene la creación de un
Tribunal Social Federal:
“Artículo 95: (1) Para los sectores de las jurisdicciones ordinarias,
administrativas, financiera, laboral y social creará la Federación, con
carácter de Tribunales Supremos, el Tribunal Federal, el Tribunal
Administrativo Federal, el Tribunal Federal de Hacienda, el Tribunal
Federal del Trabajo y el Tribunal Social Federal”.
Continuando con las constituciones que han elevado el Estado a la categoria
de Social, entramos a considerar la Constitución Italiana de 22 de diciembre de
1947, producto, al igual que la Constitución Francesa de 1946, de una
constituyente en donde convergen todas las fuerzas politicas italianas,
mayormente representadas en la Democracia Cristiana, el Partido Comunista y
el Partido Socialista, que producen la incorporación en su articulado de los
derechos sociales. En tal orden, queda regulado el Derecho al Trabajo bajo
condiciones justas, la libertad de emigración, la obligatoriedad por parte del
Estado de tutelar el trabajo en todas sus formas, la protección laboral de las
mujeres y niños, la igualdad de salario, la no discrminación laboral, se integra la
seguridad social al Estado, el Derecho a la libre sindicalización, exigiendose una
regulación democratica a nivel interno de las organizaciones sindicales, el
derecho a la huelga según las prescripciones legales, el derecho de los
trabajadores en la colaboración de la gestión empresarial, se reconoce la
función social de las cooperativas y crea el “Consejo Economico y del Trabajo”
como instituto consultivo y de participación de los estamentos productivos de la
sociedad italiana.26
Concluyendo, esta somera breve revisión de las constituciones que
proclamaron al Estado como Social, nos toca hacer referencia a la Constitución
Española de 1978, que es la más reciente en proclamarse como social. Al igual
que otro de los casos a los cuales hemos hecho alusión en este aparte, en
España también existe un antecedente de primer orden, cual es la Constitución
de 1931 establecida por un espacio democratico resultado de la Segunda
República, al cual introducia principios sociales y abria al marco legislativo en su
articulo 46, aspectos como el trabajo de las mujeres, jóvenes, la jornada
laboral, el salario mínimo y familiar, las vacaciones anuales remuneradas, la
relación económico-jurídica de los sectores de producción, los seguros de
enfermedad, accidentes, paro forzoso, vejez, invalidez, muerte y todo lo que
pudiese afectar la defensa de los trabajadores; aparte de definir, este mismo
artículo 46, a España como una República democrática de trabajadores de toda
clase.
Al triunfar al Franquismo de corte fascista, hay que reconocer que luego,
por influencias ideológicas diversas se dan algunos avances en la legislación
social de España. No es sin embargo, a la muerte de Franco y finalizada la
dictadura, que bajo el marco democrático se constituye España como un Estado
Social.
26
Cfr. Freixes Sanjuán, Teresa. Ob. Cit., p. 62-64
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