carta de autorización del autor para la consulta, la reproducción

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CARTA DE AUTORIZACIÓN DEL AUTOR PARA LA CONSULTA, LA
REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL, Y PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA DEL
TEXTO COMPLETO.
Bogotá, D.C.,
Marzo 27 de 2009
Trabajo de Grado
Señores
BIBLIOTECA GENERAL
Cuidad
Estimados Señores:
La suscrita MARÍA JIMENA MÚNERA ÁLVAREZ, con C.C. No. 53’176.808, autora
del trabajo de grado titulado “Las Víctimas y la Reparación en el Caso Colombiano:
una mirada crítica”, presentado y aprobado en el año 2008 como requisito para
optar al título de politóloga; autorizo a la Biblioteca General de la Universidad
Javeriana para que con fines académicos, muestre al mundo la producción
intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la visibilidad de su contenido de
la siguiente manera:
•
Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en Biblos,
en los sitios web que administra la Universidad, en Bases de Datos, en otros
Catálogos y en otros sitios web, Redes y Sistemas de Información nacionales e
internacionales “Open Access” y en las redes de información del país y del
exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.
•
Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido
de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en
formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para
cualquier formato conocido o por conocer.
•
Continúo conservando los correspondientes derechos sin modificación o
restricción alguna; puesto que de acuerdo con la legislación colombiana
aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la
enajenación del derecho de autor y sus conexos.
2
FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO
TÍTULO COMPLETO: Las Víctimas y la Reparación en el Caso Colombiano: una
mirada crítica
AUTOR: Múnera Álvarez María Jimena
DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO: Gustavo Salazar
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Politóloga
FACULTAD: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
PROGRAMA: Carrera
NOMBRE DEL PROGRAMA: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
NOMBRE Y APELLIDO DEL DIRECTOR DEL PROGRAMA: Adriana Castro
CIUDAD: Bogotá. 2008
NÚMERO DE PÁGINAS: 111
TIPO DE ILUSTRACIONES:
• Tablas, gráficos y diagramas
• Fotografías
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES:
Español
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Inglés
Conflicto……………………………………………….Conflict
Violencia……………………………………………….Violence
Guerra…………………………………………………. War
Guerra civil……………………………………………..Civil War
Justicia transicional…………………………………...Transitional Justice
Comisiones de la verdad……………………………..Thruth Commissions
Víctimas………………………………………………..Victims
Reparación…………………………………………….Reparation
Sudáfrica……………………………………………….South Africa
Argentina……………………………………………….Argentina
Chile…………………………………………………….Chile
Colombia………………………………………………. Colombia
3
RESUMEN EN ESPAÑOL:
Desde hace ya muchos años, Colombia ha sido un país azotado por un permanente
e intenso conflicto interno. “Después de las muchas guerras civiles que se
protagonizaron durante el siglo XIX, los dos partidos tradicionales tuvieron su última
confrontación armada durante los años de ‘La Violencia’ - 1946 a 1965 -” (Informe
Nacional de Desarrollo Humano Colombia, 2003, p.25). Sin embargo, el fin de la
violencia
entre los partidos liberal y conservador trajo como consecuencia
inesperada para el país, la conformación de grupos armados al margen de la ley
(guerrillas y autodefensas). Desde entonces, la guerra y la violencia han ido en
aumento, afectando así a la población civil.
En este sentido, mi objetivo principal es estudiar y analizar a fondo las falencias y
fortalezas del concepto de víctimas y de reparación que nos ofrece la Ley de
Justicia y Paz (Ley 975 de 2005) y la Comisión Nacional de Reparación y
Reconciliación (CNRR), con el fin de generar propuestas que puedan ser útiles en el
mejoramiento de dichos conceptos. Para esto primero se hará una extensa y
minuciosa revisión bibliográfica, con el fin de definir la guerra, el conflicto, la
violencia, la guerra civil, la justicia transaccional, las Comisiones de la Verdad,
víctimas y reparación, para así tomar elementos teóricos importantes que permitan
establecer una mirada crítica entre los procesos de Sudáfrica, argentina y Chile con
Colombia.
RESUMEN EN INGLÉS:
For many years ago, Colombia had been a country plagued by a constant and
intense internal conflict. "After the many civil wars that are staged during the
nineteenth century, the two traditional parties had their last armed confrontation
during the years of 'La Violencia' - 1946 to 1965 -" (Informe Nacional de Desarrollo
Humano Colombia, 2003, p. 25). However, the end of the violence between liberal
and conservative parties led to unexpected consequences for the country, the
4
formation of armed groups outside the law (guerrillas and AUC). Since then, war and
violence have increased, thus affecting the civilian population.
In this way my main objective is to study and analyze deeper the weaknesses and
strengths of the concept of victims and reparation that provides us the Justice and
Peace Law (Law 975 of 2005) and the National Commission for Reparation and
Reconciliation (CNRR) in order to generate proposals that may be useful to improve
these concepts. First of all we will make a extensive literature review in order to
define the war, the conflict, the violence, civil war, transactional justice, truth
commissions, victims and reparation, because in that way we can take a important
theoretical elements to establish a critical look between the processes of South
Africa, Argentina and Chile with Colombia.
5
Bogotá, 30 de marzo de 2009
Señores
BIBLIOTECA GENERAL
Pontificia Universidad Javeriana
Ciudad
Respetados Señores,
Me permito presentar el trabajo de grado titulado Las Víctimas y la Reparación en el
Caso Colombiano: una mirada crítica, elaborado por la estudiante de la Carrera de
Ciencia Política María Jimena Múnera A, identificado con la Cédula de Ciudadanía
No. 53’176.808, para que se incluya en el catálogo de consulta.
Cordialmente,
ADRIANA CASTRO GONZÁLEZ
Directora Carrera de Ciencia Política
6
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
LAS VÍCTIMAS Y LA
REPARACIÓN EN EL
CASO COLOMBIANO:
UNA MIRADA CRÍTICA
Jimena Múnera Álvarez
27 de mayo de 2008
TESIS DE GRADO
7
TABLA DE CONTENIDO
Página
1. INTRODUCCIÓN
10
2. CAPÍTULO I: Marco teórico y conceptos básicos
14
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
Conflicto, violencia, guerra, y guerra civil
Proceso de transición, justicia transicional y
comisiones de la verdad
Víctimas
Reparación
3. CAPÍTULO II: Visión comparada: los casos de Sudáfrica,
Argentina y Chile
3.1.
3.2.
3.3.
Sudáfrica
Argentina
Chile
4. CAPÍTULO III: El caso colombiano
4.1.
4.2.
4.3.
4.4.
4.5.
28
43
La CNRR
Definición de víctima
La reparación
Algunas observaciones
Colombiano en relación a los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile
5. CONCLUSIONES
55
6. BIBLIOGRAFIA
62
7. ANEXOS
Anexo 1
Anexo 2
Anexo 3
68
75
80
8
Anexo 4
Anexo 5
Anexo 6
Anexo 7
Anexo 8
Anexo 9
Anexo 10
Anexo 11
Anexo 12
Anexo 13
Anexo 14
Anexo 15
Anexo 16
Anexo 17
Anexo 18
Anexo 19
Anexo 20
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115
9
INTRODUCCIÓN
Desde hace ya muchos años, Colombia ha sido un país azotado por un permanente
e intenso conflicto interno. “Después de las muchas guerras civiles que se
protagonizaron durante el siglo XIX, los dos partidos tradicionales tuvieron su última
confrontación armada durante los años de ‘La Violencia’ - 1946 a 1965 -” (Informe
Nacional de Desarrollo Humano Colombia, 2003, p.25). Sin embargo, el fin de la
violencia
entre los partidos liberal y conservador trajo como consecuencia
inesperada para el país, la conformación de grupos armados al margen de la ley
(guerrillas y autodefensas). Desde entonces, la guerra y la violencia han ido en
aumento, afectando así a la población civil.
Dicha población se ha visto directamente afectada, ya que está involucrada
constantemente y, en contra de su voluntad en el conflicto, pues las masacres, los
secuestros, los reclutamientos forzosos, los desplazamientos de sus tierras y lugares
de origen han sido múltiples y con frecuencia indiscriminados. En este sentido,
podemos decir entonces, que la condición como seres humanos de la población se
ha visto cada vez más degradada, destruida y disminuida, llegando pues, según
Martha Minow, “A most appalling goal of the genocides, the masacres, systematic
rapes, and tortures has been the destruction of the remembrance of individuals as
well as of their lives and dignity” (Minow, 1998, p. 1).
En este sentido, y con el fin de encontrar una alternativa para ponerle fin al conflicto
que vive el país, retomar el sendero de la dignidad, y teniendo en cuenta que para
responder y reparar
adecuadamente
las consecuencias causadas por esta
situación, es fundamental guiarse por normas reglamentarias, se promulgó la Ley
975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz) y se creó la Comisión Nacional de Reparación y
Reconciliación (CNRR), con una vigencia de ocho años.
Fue así como se determinó que la Comisión, debía ser la encargada de dar las
pautas para reparar el daño siguiendo las normas establecidas en la Ley, así como
la cooperación para establecer o crear audiencias públicas en donde los individuos
1
0
hallados culpables, sean juzgados, defendidos y, al mismo tiempo, tengan la
oportunidad de ser escuchados.
Es por esto, que desde que se creó la CNRR, ésta ha hecho un “rico y complejo
proceso de reflexión, discusión y concertación interna que permitió finalmente
elaborar una propuesta de criterios” (CNRR, 2007, p. 11); criterios, tales como son el
de víctimas, verdad, perdón y reparación, esenciales para la implementación de un
proceso de justicia transicional.
Con respecto a esto, y teniendo en cuenta que mi principal objetivo es tratar el
problema de las víctimas, consideré importante resaltar lo que según el artículo 5°
de la Ley 975 de 2005 de Justicia y Paz, se entiende por víctima, y es la persona
que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como lesiones
transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, psíquica
y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o
menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia
de acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizadas por
desmovilizados de grupos armados organizados al margen de la ley.
Con el tiempo, dicho concepto ha sufrido cambios en aras de optimizarlo, pero...
¿Será que aún sigue teniendo falencias e inconsistencias? ¿Será entonces que el
concepto de víctima que se está empleando en nuestro proceso de justicia
transicional es suficiente? ¿Este concepto deja de lado individuos que deberían
estar cobijados por esta ley? A simple vista podemos ver que este concepto sólo
tiene en cuenta a las personas víctimas de los miembros desmovilizados de los
grupos armados al margen de la ley, y no menciona a las víctimas de los no
desmovilizados, a las víctimas del Estado o alguna de sus instituciones, como son la
Policía Nacional y/o el Ejército Nacional (ver anexo 19); en varias ocasiones, por
ejemplo, en La Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en el 2005 hubo
violación de los derechos humanos de algunos habitantes de allí por parte del
1
1
ejército1.
A partir de lo anteriormente expuesto y, teniendo en cuenta que el conflicto interno
de nuestro país ha sido muy extenso y devastador, surge mi interés por tratar de
ahondar y cuestionar un poco algunas de las variables intrínsecas. (En este caso
me voy a limitar a estudiar las variables de víctimas y reparación), en un proceso de
paz, pues es trascendental que dichas variables, estén bien estructuradas y
satisfagan las expectativas y las necesidades, tanto del proceso, como de la
sociedad civil.
En este sentido, mi objetivo principal es estudiar y analizar a fondo las falencias y
fortalezas del concepto de víctimas y de reparación que nos ofrece la ley de justicia y
paz y la CNRR, con el fin de generar propuestas que puedan ser útiles en el
mejoramiento de dichos conceptos2. Para esto primero se hará una extensa y
minuciosa revisión bibliográfica, con el fin de definir la guerra, el conflicto, la
violencia, la guerra civil, la justicia transaccional, las Comisiones de la Verdad,
víctimas y reparación, para así tomar elementos teóricos importantes y útiles en esta
investigación.
De esta forma, y teniendo en cuenta la teoría, también realizaré un estudio
cualitativo y cuantitativo de los casos de Argentina, Sudáfrica, Chile y Colombia, para
así poder extraer los elementos útiles en aras de alcanzar los objetivos de la
presente tesis.
Con base en lo anteriormente dicho, me permito presentar una corta síntesis de lo
que va a ser cada uno de los capítulos y para esto les presentaré algunas de las
preguntas que fueron surgiendo durante el proceso de investigación, a las cuales,
daré respuesta a lo largo del texto.
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El primer capítulo hace alusión a los conceptos fundamentales y necesarios para
entender el contexto general y para esto daré respuesta a las siguientes preguntas:
¿Cómo se definen conflicto, violencia, guerra y guerra civil? ¿Qué es proceso de
transición, justicia transicional y comisiones de la verdad? ¿Cómo define la doctrina
los conceptos de víctima y reparación?; en el segundo capítulo hacemos una
aproximación a los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile para así respondernos:
¿Cómo se definen las víctimas y la reparación en otros países? ¿Qué elementos
3
“para llegar a una respuesta lejos de la venganza, muchas personas, de diversas tradiciones religiosas, creen en
el perdón. La víctima no debe buscar venganza, pues de esta forma se estaría convirtiendo en un nuevo
victimario, debe es perdonar al delincuente, y poner fin al ciclo de ofensa. (...) El acto de perdonar (…) puede
curar el dolor; forjar nuevas alianzas constructivas, y romper con los ciclos de violencia”. (Minow, 1998, p. 14),
a demás de esto, es a través del perdón como se puede llegar a reconstruir la dignidad y el respeto de cada una
de las víctimas.
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“Se cumplía así, en primer lugar, con un deber moral hacia las víctimas, sus familias y sus deudos. Nos
pareció, también, que mantener estos hechos dolorosos en un silencio, más forzado que real, no contribuía a la
buena convivencia futura en nuestra patria. Estimamos, por el contrario, que colaborar con el Estado de Chile en
el establecimiento de la verdad de un modo sereno e imparcial serviría a que la sociedad asumiera una actitud de
reconocimiento de esos hechos y que se iniciara de este modo el asentamiento de una buena motivación en
contra de futuros atropellos. Así, los dolores del pasado, junto con promover el afán común de condenar lo
indefendible, aportarían su fecundidad a la obligación de evitar la repetición de lo ocurrido y provocarían, en tal
sentido, un consenso promotor de la reconciliación deseada” (“Corporación Nacional de Reparación y
Reconciliación”, 1996).
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útiles encontramos en las definiciones de dichos países?
Ahora bien, en el tercer capítulo me centré en el caso colombiano, en donde hay
cuestionamientos y respuestas, a partir de la investigación, preguntas tales como:
¿Cuáles son algunas causas del conflicto colombiano? ¿Cuáles son sus principales
actores? ¿Cómo se define víctima en el país?, ¿En qué consiste la reparación en el
caso colombiano?, ¿Qué derechos tienen las víctimas?, ¿Tienen todas las víctimas
los mismos derechos?, ¿Qué requisitos se necesitan para acceder a la verdad,
justicia y reparación?
Finalmente y a partir de la comparación de los casos ya mencionados, daré algunas
conclusiones y recomendaciones a partir de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la
situación actual colombiana?, ¿Qué vacíos presenta el concepto de victimas en
Colombia?, ¿Qué tipo de protección y garantías tienen las víctimas?, ¿El sistema
garantiza a las víctimas el acceso real a sus derechos?, ¿Qué dificultades pueden
tener las víctimas para acceder a la información que ofrece la CNRR, para reunir los
documentos que ésta exige, y para presentarse ante dicha Comisión en menos de
un año?, ¿Qué debilidades tiene el proceso de reparación en Colombia?, y, ¿Qué
elementos podríamos tomar de otras experiencias para aplicarlas a nuestro
proceso?
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO Y CONCEPTOS BÁSICOS
Como lo mencioné, mi interés principal ha sido el de revisar los conceptos de
víctima y reparación adoptados por la CNRR y por las comisiones de Sudáfrica,
Argentina y Chile, y para este fin consideré importante; primero entrar a mirar una
serie de conceptos fundamentales para comprender el contexto, sustentar mis
1
4
afirmaciones, extraer algunos elementos útiles de los otros casos estudiados y luego
sí, elaborar conclusiones y algunas recomendaciones acertadas.
En este orden de ideas, les presentaré la exposición de este capítulo, tratando
primero de establecer un concepto claro, coherente y completo sobre el conflicto,
luego sobre la violencia, seguido de la guerra y finalizando con el de guerra civil. En
el siguiente acápite, presentaré lo que significa y representa un proceso de
transición, la justicia transicional y las comisiones de la verdad; y finalmente, podrán
encontrar todo lo referente a las víctimas y a la reparación.
2.1. Conflicto, violencia, guerra, y guerra civil
En primer lugar analicemos el término conflicto, que, según Bobbio, “se está en
presencia de una situación de conflicto cada vez que las necesidades o los intereses
de un individuo (o de un grupo) no pueden satisfacerse sino en detrimento de otro
individuo (o grupo)” (2000, p.163), en donde dicha situación de conflicto se evidencia
principalmente por la competencia y posesión de un bien escaso.
Por otro lado, el conflicto, según Mario López, puede definirse como “aquellas
situaciones de disputa o divergencia en las que existe una contraposición de
intereses, necesidades, sentimientos, objetivos, conductas, percepciones, valores
y/o afectos entre individuos o grupos que definen sus metas como mutuamente
incompatibles” (López Martínez, 2004, p.149), en donde puede o no existir violencia.
También es importante tener en cuenta que para que surja un conflicto, éste debe
haber cumplido con los siguientes tres elementos: “1), los adversarios han de
concebirse en sí mismos como una entidad colectiva; 2), al menos uno de ellos ha
de estar insatisfecho con la situación presente, sentir que no tiene justificación y
creer que puede ser alterada mediante sus esfuerzos; 3), que se requieran cambios
de la otra parte y que ésta probablemente se resista” (López Martínez, 2004,
p.1090).
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5
Los conflictos pueden adquirir diferentes formas. Una de estas sería la de los
conflictos sociales y los conflictos políticos. Por un lado, los conflictos sociales “son
conflictos de intereses, luchas por el poder que se establecen entre grupos de
población por el control del estado o de las formas de administración pública con el
objetivo de establecer modelos de sociedad diferentes” (López Martínez, 2004, p.
168).
Por su parte, y con respecto a los conflictos políticos, Mario López dice que “la
política es una forma de (…) buscar soluciones pacíficas a los conflictos, (…) sin
embargo, la política suele acabar siendo también otra manera de hacer la guerra,
generar conflictos y menoscabar el bien común” (2004, p. 168), es decir que
dependiendo del uso que se le dé a la política, esta puede ser positiva o negativa.
Otra forma es la de los conflictos intraestatales, pues estos “se originan en un
Estado debilitado que no es capaz o no quiere dar seguridad a todos los que viven
en su territorio; los individuos, eventualmente, forman grupos para adquirir
armamento y proteger sus recursos y oportunidades económicas o para hacerse con
los recursos controlados por otros” (López Martínez, 2004, p.1089).
Finalmente, tenemos el conflicto armado, que es aquel en el que se puede decir que
“existen empresarios del conflicto que movilizan y dan conciencia de grupo a cierto
número de individuos apelando a su clase, religión, etnia, parentesco, etc. Para que
esto suceda tienen que existir alguno o todos de los siguientes factores, según los
casos: a) debilidad del Estado; b) crisis de desarrollo económico; c) desigualdad
horizontal latente o manifiesta; d) abundancia de recursos fácilmente apropiables; e)
uso indiscriminado de la fuerza y la violencia” (López Martínez, 2004, p.1089).
En este orden de ideas, y haciendo ahora referencia al concepto de violencia,
autores como Bobbio, Mario López y Kalyvas son pertinentes para definir dicho
concepto. Por un lado, Bobbio dice que “por violencia se entiende: a) el uso de la
fuerza física; b) intencionalmente dirigida a lograr el efecto deseado por el sujeto
activo; c) no consentida por parte del sujeto pasivo” (Bobbio, 2000, p.163). Por el
1
6
otro lado, López dice que “la violencia es vivida como la ruptura de un «orden
establecido», de una forma armónica preexistente, de unas condiciones de vida en
las que se realizan las expectativas de existencia de la especie humana” (López
Martínez, 2004, p. 1159).
Evidentemente, para Bobbio el eje central de la violencia es el uso de la fuerza,
mientras que para Mario López la violencia es el quiebre o irrupción del orden y la
armonía sin importar el medio. Por esto y para complementar la visión que tienen los
dos autores mencionados sobre el concepto de violencia, me permito reseñar a
Kalyvas, quien dice que la violencia “is the deliberate infliction of harm on people”
(2006, p.19), y que éste término constantemente se considera un sinónimo de
conflicto, revolución o guerra, sin embargo, estos son distintos. Por ejemplo, la teoría
de la guerra civil no es la misma teoría de la violencia y viceversa. De esta forma,
“intentional and physical violence takes several forms, including pillage, robbery,
vandalism, arson, forcible displacement, kidnapping, hostage taking, detention,
besting, torture, mutilation, rape, and desecration of dead bodies. (…)” (Kalyvas,
2006, p.20).
Como podemos ver, la visión de Kalyvas y Bobbio son semejantes, pues para ambos
la violencia se expresa a través del uso deliberado de la fuerza física, en donde
dicha fuerza puede tomar diferentes formas y además causar mucho daño; por el
otro lado, para López, la violencia es la ruptura del orden, las reglas y la armonía. En
este sentido y retomando elementos de los tres autores, podemos entonces decir,
que para nosotros violencia es: la ruptura del orden, las reglas y la armonía y/o el
uso deliberado de la fuerza física, en donde dicha fuerza puede tomar diferentes
formas y a causar mucho daño,
En tercer lugar, tenemos el concepto de guerra, y para definirla, Norberto Bobbio,
aunque con una visión un poco limitada, hace referencia a la definición que ofrece el
Diccionario enciclopédico italiano, en donde la guerra es una “lucha armada entre
dos o más estados” (Bobbio, 2000, p.160) en este sentido, entonces Bobbio dice que
“las connotaciones más frecuentes de guerra son tres: la guerra es, a) un conflicto,
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7
B) entre grupos políticos respectivamente independientes o considerados tales, c)
cuya solución se confía a la violencia organizada” (Bobbio, 2000, p.162).
Como podemos ver, esta visión tiene en cuenta únicamente el conflicto o lucha que
se puede dar entre Estados o grupos políticos, dejando de lado así la lucha entre
insurgentes, grupos armados al margen de la ley y el Estado, por ésta razón es
pertinente hacer alusión a Mario López.
López, con una visión un poco más completa, dice que “la guerra puede ser definida
como una forma violenta de resolver un conflicto entre grupos humanos, llámense
Estados, grupos de oposición o insurgentes, que tienen una finalidad política; su
intensidad depende de la escala de violencia utilizada y en principio debe estar
sometida a ciertas reglas jurídicas que determinen su legalidad” (López Martínez,
2004, p. 517).
Ahora bien, Bobbio distingue cuatro tipos de guerra: “la guerra externa entre estados
soberanos, la guerra en el interior de un estado o guerra civil, la guerra colonial o
imperialista y la guerra de liberación nacional” (Bobbio, 2000, p. 163).
En este caso, la que nos interesa es la guerra civil, y ésta es aquella en la que “se
disputa fundamentalmente, el poder estatal en tanto que sirve para proteger y
organizar la producción y la apropiación de los frutos de esta, y la religión o la
ideología. No es más que la pretensión de acceso exclusivo, según determinadas
señas de identidad, a los recursos” (López Martínez, 2004, p.1089). Es decir que el
escenario por excelencia de la guerra civil es precisamente el Estado, en donde se
utiliza principalmente, y no exclusivamente, como pretexto la ideología y/o la religión
en aras de obtener algún interés particular a través del uso de la violencia.
En este sentido, un conflicto también se le puede dar la connotación de guerra civil,
pero para que esto suceda, “es necesario que éste posea, por un lado, la condición
de guerra y que, del otro, presente una serie de singularidades en cada una de las
tres dimensiones aquí señaladas: a) la naturaleza de los actores que intervienen, b)
sus finalidades y c) la dinámica interna” (López Martínez, 2004, p. 521).
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8
Por otro lado, en una guerra civil se pueden distinguir cuatro características básicas:
“1) Son conflictos violentos de masas, 2) implican a dos o más fuerzas
contendientes, de las cuales al menos una sea un ejército regular u otra clase de
tropas, tiene que estar al servicio del gobierno, 3) en ambos bandos tiene que haber
una mínima organización centralizada de la lucha y los combatientes, aunque esto
no signifique más que una defensa organizada o ataques calculados, y 4) las
operaciones armadas se llevan a cabo planificadamente, por lo que no consisten
sólo en encontronazos ocasionales, más o menos espontáneos, sino que siguen una
estrategia global” (István Kende, citado por Waldmann, 1999, p28). Sin embargo,
este concepto nos remite a otros dos de gran importancia y relevancia en el tema.
Dichos conceptos son el de las antiguas guerras civiles y el de nuevas guerras
civiles.
“La disminución de los conflictos armados interestatales y el visible aumento en la
frecuencia de las guerras civiles desde el fin de la guerra fría, ha contribuido a que
se cree una nueva oleada de interés en las guerras civiles” (Kalyvas, 2001, p.99). Ya
que las nuevas guerras civiles tienen características novedosas y particulares,
diferentes a las características de las antiguas guerras civiles o guerras entre
Estados.
Por un lado, y teniendo en cuenta la perspectiva de diferentes autores, las antiguas
guerras civiles son consideradas ideológicas, políticas, con gran apoyo popular,
colectivas e incluso con nobles causas, como por ejemplo buscar un cambio social;
así mismo, los actos de violencia en dichas guerras, eran controlados y
disciplinados. (Kalyvas, 2001, p.100-102)
Por el otro lado, las nuevas guerras civiles se caracterizan por ser criminales, en
lugar de políticas, provocadas por milicias indisciplinadas, ejércitos privados y
señores independientes de la guerra; estas carecen del apoyo popular, están
motivadas por la codicia y por motivos privados o personales y,
además “se
mantienen al rojo mediante una amalgama, difícil de estructurar, de ansias de poder
personales, convicciones ideológicas, contraposiciones étnico-culturales, así como
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9
codicia y corrupción, y a menudo se emprenden objetivos y fines que no son
reconocibles. Esta mezcla de motivos y causas hace especialmente difícil poner fin a
estos conflictos armados y establecer una situación de paz estable” (Münkler, 2005,
p.9).
Causas y motivaciones
Apoyo
Violencia
ANTIGUAS GUERRAS CIVILES
Reclamaciones colectivas
Amplio apoyo popular
Violencia controlada
NUEVAS GUERRAS CIVILES
Botín privado
No tiene apoyo popular
Violencia gratuita
Fuente: Kalyvas, Stathis. (2006), Old and New Wars, p.102
En este sentido, se puede decir entonces que la línea divisoria entre las antiguas y
las nuevas guerras civiles coincide aproximadamente con el fin de la guerra fría. Sin
embargo, “los objetivos políticos de las nuevas guerras también están relacionados
con la reivindicación del poder sobre la base de identidades aparentemente
tradicionales: nación, tribu, religión” (Kaldor, 2001, p.93). “Las nuevas formas de
lucha por el poder pueden disfrazarse de nacionalismo tradicional, tribalismo o
comunalismo, pero siguen siendo fenómenos contemporáneos, que tienen causas
contemporáneas y poseen rasgos nuevos” (Kaldor, 2001, p.94).
Así, y con respecto a las formas de movilización y captación de gente, podemos ver
que los movimientos de las nuevas guerras utilizan a la religión y expresiones
culturales tradicionales para disfrazar su ideología y sus verdaderos propósitos. Así
mismo, “numerosos estudios concluyeron que los hombres en combate usualmente
fueron motivados por grupos de presión y además fueron envueltos por la coyuntura:
1) respecto a las camaradas, 2) por respeto a los líderes, 3) preocupados por su
propia reputación y 4) por la necesidad de contribuir al éxito de su grupo.” (Kalyvas,
2001, p. 108).
Aquí es importante resaltar también las víctimas en estas nuevas guerras civiles “el
80 por ciento de los muertos y heridos son civiles, y sólo el restante 20 por ciento
corresponde a los soldados víctimas de las acciones de combate” (Münkler, 2005,
p.19), en donde “la violencia que se ejerce contra la población civil en las nuevas
2
0
guerras es sobre todo una violencia contra las mujeres. Las prácticas de la violencia
van desde estrategias de limpieza étnica, unidas a prácticas sistemáticas de
violación, pasando por la destrucción de la cohesión social y de las normas morales
de una sociedad” (Münkler, 2005, p.28). Así mismo, se ejerce el terror de Estado, el
genocidio, y el exterminio recíproco (expulsar de manera permanente o exterminar
determinados grupos de la población (Kalyvas, 2001).
En conclusión, las nuevas guerras civiles son aquellas en donde hay un alto grado
de violencia, el apoyo popular es muy bajo o inexistente, se privilegian los intereses
particulares y además la principal víctima es la población civil. En este sentido, se
puede decir que este concepto es clave, pues es en este contexto que se presentan
los nuevos procesos de transición.
2.2. Proceso de transición, justicia transicional y comisiones de la verdad
Continuando con la lógica del trabajo, es importante resaltar que en un proceso de
transición es fundamental tener en cuenta la violencia ejercida y todas sus
características, pues un proceso de transición, debe ser un compromiso nacional
en el que se encuentre la verdad, se respete la palabra, se incite el diálogo y,
sobretodo se promueva la democracia, todo esto con el fin de buscar la paz y por
ende la seguridad de la vida y el respeto por los derechos humanos.
A pesar de estos desafíos, y con la plena conciencia de todas las responsabilidades
que implica llevar a cabo un proceso de transición, numerosos países del mundo,
tras un régimen militar o una guerra civil, han buscado diferentes mecanismos, o
formas que sean alternativas, al de los enjuiciamientos en las cortes, para así
obtener justicia, esclarecer la verdad de todo lo sucedido y así tratar de encontrar
caminos que lleven a la paz. Uno de estos mecanismos es la justicia transicional,
que a través de volver al pasado, avanza hacia el futuro, buscando así responder y
encontrar soluciones a los diferentes crímenes y atrocidades que se han cometido.
Se trata de generar condiciones políticas, económicas y sociales favorables en aras
2
1
de promover y generar una transición, ya sea de una dictadura a la democracia, o de
una situación violenta a una no violenta o en su defecto a una menos violenta. En
este sentido, podríamos entonces definir a la justicia transicional como:
Aquellos procesos transicionales mediante los cuales se llevan a cabo
transformaciones radicales de un orden social y político determinado, que enfrentan
la necesidad de equilibrar las exigencias contrapuestas de paz y justicia. De hecho,
por un lado, los procesos de justicia transicional se caracterizan por implicar en la
mayoría de los casos—en especial cuando se trata de transiciones de la guerra a la
paz—negociaciones políticas entre los diferentes actores, tendientes a lograr
acuerdos lo suficientemente satisfactorios para todas las partes como para que éstas
decidan aceptar la transición. (…) Para que los responsables de crímenes atroces
decidan aceptar dejar las armas y llegar a un acuerdo de paz, resulta necesario que
encuentren incentivos atractivos para hacerlo, tales como el perdón y el olvido de sus
actos. (Uprimny y Saffon, 2005).
Sin embargo, es importante aclarar que no siempre un proceso de justicia
transicional implica una transformación radical, pues en algunos casos, (como el
colombiano), la justicia transicional más que buscar cambios políticos o económicos
radicales, busca
generar mecanismos y respuestas para enfrentar los crímenes
cometidos con el fin de reparar el daño, reconstruir la dignidad de las víctimas y
encontrar la paz a través de la verdad, el perdón3, la restitución y en una menor
medida, la justicia.
En la justicia transicional se busca reemplazar los procedimientos característicos de
la justicia tradicional, es decir el enjuiciamiento y castigo a los perpetradores, por la
verdad y por las audiencias públicas, en donde las víctimas y el victimario tengan la
oportunidad de contar su versión, y de esta forma el victimario por su parte,
reconozca el daño causado, haga el compromiso de no volver a cometer dichos
actos, pida perdón, y trate de reparar a su víctima. Por el otro lado, la víctima trata
de perdonar, “olvidar” y luego, entre todos construir memoria y sobretodo paz.
De esta forma, e involucrando a los diferentes actores, es decir víctimas, victimarios,
los organismos de control y regulación (como las Comisiones de la verdad,
organizaciones internacionales, etc.), el gobierno, entre otros, tratan de encontrar un
consenso y así crear acuerdos que satisfagan las expectativas de las diferentes
partes, en aras del bien común, la vida, la libertad y la paz.
2
2
Antecedentes y evolución
Con respecto a los antecedentes y la evolución de la justicia transicional, se podría
decir que “los orígenes de la justicia transicional moderna se remontan a la Primera
Guerra Mundial. Sin embargo, la justicia transicional comienza a ser entendida como
extraordinaria e internacional en el período de la posguerra después de 1945”
(Teitel, 2003, p. 70). A partir de esto, entonces el autor hace una genealogía de la
justicia transicional, y para esto muestra tres fases:
La fase I es la “fase de la posguerra, que comenzó en 1945. A través de su símbolo
más reconocido –los juicios de Núremberg conducidos por los aliados- ésta refleja el
triunfo de la justicia transicional dentro del esquema del Derecho Internacional”
(Teitel, 2003, p. 70), de esta forma, se puede decir que en esta fase la justicia
nacional fue sustituida o reemplazada por la justicia internacional, pues lo que se
buscó fue “delinear la guerra injusta y demarcar los parámetros de un castigo
justificable impuesto por la comunidad internacional” (Teitel, 2003, p. 72). En este
sentido, se puede decir entonces que en ésta etapa la justicia transicional se
enmarcó entre la justicia y la amnistía.
“La fase II está asociada con un período de acelerada democratización y
fragmentación política que ha sido caracterizado como la ‘tercera ola’ de transiciones
(último cuarto del siglo XX)” (Teitel, 2003, p. 71). Durante ésta época, y con el fin de
la Unión Soviética, también finalizó la dinámica bipolar del poder que se venía dando
y la influencia del Derecho Internacional en los juicios nacionales, cosa que trajo
como consecuencia una mejor comprensión de la justicia transicional en donde se
complejizó la reconstrucción de la nación y las condiciones políticas, pues se
“incluyeron interrogantes acerca de cómo sanar las heridas de una sociedad entera
e incorporar diversos valores de un estado de derecho, tales como la paz y la
reconciliación, los que habían sido tratados previamente en gran medida como
externos al proyecto de justicia transicional” (Teitel, 2003, p. 78), y además, en esta
etapa, se priorizó la visión histórica y el diálogo entre las víctimas y los victimarios
(es decir, la reconciliación) a los juicios para casos aislados.
2
3
Al final del siglo XX, surge la tercera fase de la justicia transicional, la cual se
caracterizó por la unión de la justicia transicional con el proceso de globalización, el
cual tria consigo inestabilidad política y grandes olas de violencia. En éste periodo,
“la justicia transicional se traslada desde la excepción de la norma, para convertirse
en un paradigma del estado de derecho” (Teitel, 2003, p. 72). En esta etapa se
retoma la importancia de la intervención del Derecho internacional y se crea el
Tribunal Penal Internacional4.
Por otro lado, es importante resaltar que durante la fase II (descrita anteriormente),
“el propósito principal de la justicia transicional fue construir una historia alternativa
de los abusos del pasado. Emergió entonces una dicotomía entre verdad y justicia.
Así, el paradigma de la fase II mayoritariamente evitó enjuiciamientos para, en
cambio, concentrarse en un nuevo mecanismo institucional: las comisiones de
verdad” (Teitel, 2003, p.79).
Las comisiones de verdad son organismos oficiales creados generalmente por el
gobierno nacional que actúan “en lo que puede ser llamado las circunstancias de
justicia transicional esto es, cuando se requiere que sea establecida una cultura
política democrática de derechos y responsabilidades luego de un escenario de
violaciones masivas a los derechos humanos.” (Du Toit, 2000, p. 3-4). Su principal
función es “investigar, documentar y divulgar públicamente abusos a los derechos
humanos en un país durante un período de tiempo especifico” (Teitel, 2003, p. 79)
“Conceptualmente, las comisiones de la verdad son iniciativas extraordinariamente
complejas: sus preocupaciones principales son tanto políticas como morales, de un
modo que a la vez invoca y da nueva forma a la historia y a la ley” (Du Toit, 2000,
p.1). Sin embargo, “las comisiones de verdad no están tan preocupadas con los
detalles de establecer el marco legal e institucional para un nuevo orden político,
sino más bien sirven para generar y consolidar concepciones nuevas y distintivas de
moralidad política que pueden de allí en adelante conformar la cultura política” (Du
Toit, 2000, p.6).
2
4
Dichas comisiones tienen las siguientes características: “1) las comisiones de la
verdad se centran en el pasado; 2) investigan un patrón de abusos en un período de
tiempo, en vez de un acontecimiento concreto; 3) una comisión de la verdad es un
órgano temporal, típicamente funciona de seis meses a dos años, y termina su
trabajo con la entrega de un informe y 4) estas comisiones son aprobadas,
autorizadas o facultadas oficialmente por el estado (y en ocasiones también por la
oposición armada como en un acuerdo de paz)” (Hayner, 2003, p. 121).
“Las comisiones de verdad no forman parte del paquete de arreglos institucionales
de democracias normales. Ellas pueden ser vistas como proyectos históricos
fundacionales en el contexto de transicional de introducción y consolidación de una
nueva administración democrática y/o cultura de derechos y responsabilidades luego
de un período de violaciones masivas de derechos humanos bajo un régimen
anterior. (...) En este contexto se entiende mejor a las comisiones de verdad como
expresiones de una nueva determinación democrática y voluntad política a lo que se
suma el reconocimiento público de grandes ilícitos perpetrados contra individuos y
comunidades” (Du Toit, 2000, p.59)
En este sentido, podemos decir que las comisiones de la verdad pueden cumplir un
papel muy importante dentro del proceso de la justicia transicional, ya que es gracias
a estas, a su investigación e informes, que la verdad puede ser esclarecida, las
víctimas pueden ofrecer su versión en una audiencia pública, los perpetradores o
victimarios también pueden confesar sus crímenes (esto se da gracias a las
garantías que a estos se les ofrece, tales como el perdón y la amnistía) y así
contribuir a la justicia, a la reparación de las víctimas y sobretodo ayudan a formular
recomendaciones legales para promover y encontrar una solución al conflicto y por
ende encontrar la paz.
2.3. Víctimas
Según Jon Elster, podemos distinguir tres tipos de sufrimiento o de daño por parte
de la víctima a partir de la violencia o de un régimen autoritario. En este sentido, una
2
5
persona puede entonces llegar a
sufrir daños materiales, daños y/o sufrimiento
personal y daños y/o sufrimiento intangible.
Con respecto al daño material, podemos decir que este hace alusión a la “pérdida de
propiedad” (Elster, 2004, p.168), o a la destrucción de la misma, es decir, la pérdida
o destrucción de objetos físicos (como la tierra, la vivienda, etc.), y/o de los activos
financieros (cuentas bancarias, pólizas de seguros, etc.).
Con respecto al sufrimiento o daño personal, Elster dice que aquí no solo se deben
tener en cuenta los daños físicos, pues a demás de estos, “los casos extremos de
sufrimiento personal, pueden ser causados por la violación, la tortura, los
experimentos médicos en seres humanos y la muerte” (Elster, 2004, p.175), en este
sentido, este tipo de sufrimiento también da derecho a una indemnización.
Por otro lado, y ahora refiriéndonos al sufrimiento o daño intangible, puedo decir que
ésta categoría hace alusión “a la falta o pérdida de oportunidades, (…) pues ciertas
oportunidades pueden ser negadas a todos los ciudadanos, se les niegan a grupos
específicos o se limitan a una élite privilegiada” (Elster, 2004, p.180). Así mismo, otra
forma de causar un daño intangible es señalar en algunos aspectos como indigno a
alguien. (Elster, 2004, p.180-181)
Finalmente, y según Elster, se pueden distinguir dos formas de respuesta por parte
de la víctima a causa de los daños: “en primer lugar, puede haber un deseo de la
víctima por imponer o causar un sufrimiento similar en el victimario: ojo por ojo; y en
segundo lugar puede haber un deseo por deshacer los daños, al menos en cierta
medida o en la medida de lo posible” (Elster, 2004, p.166). En este sentido, y
suponiendo que la víctima en vez de desear venganza desea tratar de reparar los
daños mediante la verdad, el perdón, el olvido y la reparación, entonces podemos
dar paso a explicar en qué consiste la reparación o restitución desde Elster y Minow.
2.4. Reparación
Inicialmente, es importante resaltar que cuando se lleva a cabo la justicia tradicional,
2
6
normalmente se le impone un castigo al victimario. “El castigo puede ser entendido
como la venganza de la víctima pero a través de un tercero, en donde este tercero
busca defender los derechos individuales y los principios de proporcionalidad. La
retribución motiva al castigo para que así haya justicia para quienes fueron
agraviados y refleja la creencia de que los culpables merecen la culpa y el castigo en
proporción directa a los daños causados” (Minow, 1998, p.12)
En este sentido y a diferencia de la justicia penal, la justicia transicional trata de
reparar la injusticia, para así compensar y corregir las relaciones sociales y el
comportamiento en el futuro, sin embargo, y para que esto sea posible, el perdón y
el arrepentimiento son fundamentales. (Minow, 1998, p.91)
Así, y en la búsqueda de una reparación integral, “los pagos monetarios a la víctima,
los servicios sociales y de salud, y otros actos de conmemoración simbólica, serían
las políticas gubernamentales en aras de restablecer a las víctimas y las relaciones
sociales violadas por la violencia y la atrocidad”. (Minow, 1998, p.91)
Sin embargo, es importante resaltar que la reparación monetaria no podría llegar a
remediar totalmente los daños no monetarios, es decir, y según Elster, los daños
personales (“como “la muerte de un niño, la pérdida de un brazo, la agonía de la
tortura, la humillación o la vergüenza de ser detenidos e internados erróneamente”)
y/o los daños intangibles, en este sentido, y teniendo en cuenta que la reparación
monetaria ayudaría tan sólo a reparar los daños o pérdidas materiales, es entonces
de suma importancia ofrecer también reparación psicológica y simbólica en donde se
trate de devolver la dignidad y las oportunidades robadas.
Para esto, se le debe dar a las víctimas y a los sobrevivientes la oportunidad de
hablar, de contar sus historias, de ser escuchados, y además de que haya un
reconocimiento público, es decir, que se reconozca y se acepte públicamente la
responsabilidad de las violaciones y los actos ilícitos por parte de los perpetradores,
en aras de saber realmente lo que sucedió, saber la verdad, y así construir memoria
y perdón.
2
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Así, “la restauración de los bienes, y la realización de gestos simbólicos en este
sentido, podría reavivar la dignidad de las personas agraviadas, y podría expresar el
compromiso de los otros a reconocer las violaciones, para enmendar y romper con la
atrocidad y su legado”. (Minow, 1998, p.110)
A manera de conclusión se podría decir que lo idóneo es realizar una reparación
integral, es decir que las víctimas sean reparadas, restituidas, rehabilitadas y que su
dignidad sea restaurada, pues la parte económica es igual de importante a la parte
simbólica, psicológica y médica, cosa que está claramente estipulada por la Oficina
de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ver anexo 4)
En este sentido, y con el fin de aplicar lo anteriormente expuesto, es importante ver y
comparar algunos casos es donde el proceso de transición ya finalizó, ya que a partir
de estas experiencias podemos retomar elementos útiles y aplicarlos a nuestro
proceso de paz.
CAPÍTULO II
VISIÓN COMPARADA: LOS CASOS DE SUDÁFRICA, ARGENTINA Y CHILE
3.1. Sudáfrica
En 1934, Sudáfrica logró independizarse de Gran Bretaña y fue a partir de esto que
los descendientes de los holandeses quedaron al mando y control de la política.
Luego, y “en 1948 subió al poder el conservador del partido nacionalista Afrikaner,
que expresó su actitud y política como apartheid. El apartheid consistió en promover
el desarrollo separado de las diferentes razas, bajo la dirección de la raza blanca,
considerada superior” (“Sudáfrica Durante el Apartheid”, 2008).
De esta forma, empezó en Sudáfrica a regir un régimen en donde las leyes raciales y
la discriminación social, política, económica y racial hacia los negros era la
protagonista. “Con esta medida se expulsó a los negros que residían en zonas
“blancas” y se crearon 10 “homelands” (o áreas de reserva) para negros” (“Sudáfrica
Durante el Apartheid”, 2008).
2
8
Como consecuencia, los africanos negros, bajo el liderazgo de Nelson Mandela
(quien estuvo encarcelado 26 años por sus actividades anti-apartheid) y de Steven
Biko, empezaron a crear un tipo de resistencia contra la política del apartheid, y para
esto, se organizaron principalmente en dos grupos: el “Congreso Nacional Africano”
y “el Partido Inkatha”. Ante esta situación de resistencia, el gobierno respondió con
represión, torturas y cárcel, en donde muchos africanos murieron.
De esta forma, y hacia los años 80, se desató una gran violencia interracial, en
donde el saldo de muertos y de heridos (mayoritariamente africanos negros) era muy
alta. Sin embargo, y gracias a los esfuerzos y presiones internacionales y de los
mismos africanos, la situación de violencia se fue controlando.
Así, y tras 40 años de funcionamiento del sistema racista sudafricano, el Parlamento
decidió, a través
de una reforma a la Constitución, derogar las leyes
segregacionistas que legitimaban dicho racismo, cosa que ayudo a poner fin al
apartheid (el 17 de junio de 1991)
Sin embargo, y a pesar de que la violencia continuaba, en abril de 1994, se
celebraron las elecciones, las cuales “colocaron en el poder a Nelson Mandela,
Presidente del Congreso Nacional Africano. A partir de este momento la violencia
descendió sensiblemente” (Giraldo, 2004, p.189)
De esta forma, y después de su posicionamiento, Mandela, en noviembre de 1994,
presentó ante el parlamento un proyecto de ley para la “Promoción de la Unidad y de
la Reconciliación Nacional”. “Allí incluía la amnistía en los términos descritos en la
Constitución provisional e insistía en la importancia de que las víctimas pudieran
relatar la historia de sus sufrimientos y de sus luchas. Según el proyecto, para que la
amnistía pudiera ser otorgada, el victimario que la solicitara debería revelar toda la
verdad sobre el crimen para el cual solicitaba la amnistía” (Giraldo, 2004, p.190);
pues Mandela aseguraba que la única forma para alcanzar la reconciliación, el
perdón y la unidad era a través de la verdad y el conocimiento público de las
violaciones a los derechos humanos.
2
9
El 19 de julio de 1995, la Ley fue aprobada y de esta forma el gobierno de Mandela
creó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), presidida por el arzobispo
anglicano Desmond Tutu, Premio Nobel de Paz, y conformada igualmente por un
gabinete de 17 personas, quienes representaban las diversas razas, géneros,
condiciones sociales, culturas, ideologías y disciplinas. Sin embargo, “este núcleo
fue ampliado repetidas veces con colaboradores y funcionarios, tratando de seguir
los mismos criterios de representatividad, llegando a contarse, entre quienes
participaban en el staff, 540 personas (no simultáneamente) y cerca de 90
colaboradores extranjeros” (Giraldo, 2004, p.191).
La CVR tenía como principal función investigar los abusos a los derechos humanos
durante la era del apartheid (ver anexo 5 para conocer los objetivo y funciones de la
CVR) y para este fin la Comisión “fue investida de unos poderes cuasi- judiciales,
con capacidad para citar a los sindicados a audiencias públicas y con cierto poder de
decisión sobre su futuro judicial, lo que progresivamente hizo afinar los métodos
investigativos y evaluativos de la Comisión” (Giraldo, 2004, p.191)
La CVR de Sudáfrica “fue concebida y diseñada como parte de un puente para
pasar del pretérito al futuro” (Giraldo, 2004, p.191), sin embargo la Comisión no
estaba sola, pues existían otras instituciones como el Tribunal para Reclamos de
Tierras, la Corte Constitucional, la Corte de Derechos Humanos, entre otras, para
complementar y fortalecer su trabajo.
Así mismo, y teniendo en cuenta que la verdad fue lo más importante, las audiencias
también jugaron un papel fundamental, pues fue a través de estas que se conoció el
relato tanto de las víctimas como de los victimarios. En este sentido, hubo cinco tipos
de audiencias: el principal era el de víctimas (en donde siempre había ayuda
psicológica, ya que revivir los acontecimientos las afectaba), audiencias sobre
acontecimientos
que
examinaban casos
representativos
o
“casos-ventana”,
audiencias especiales, audiencias institucionales y audiencias políticas.
Teniendo esto en cuenta, se puede decir que “la mayor innovación de la comisión y
3
0
la más controvertida de sus competencias, fue su capacidad de otorgar amnistía
para los delitos de motivación política cometidos entre 1960 y abril de 1994. La
amnistía se concedió sólo a los que confesaron plenamente su participación en los
crímenes del pasado y se les demostró que fueron políticamente motivados”
(Hayner, 2002, p. 43), como se puede ver, el hilo conductor del proceso de paz
sudafricano fue la verdad.
Ahora bien, a pesar de que surgieron varias discusiones en torno a la definición de
víctima y victimario, la Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica estableció
en su informe final, que las víctimas de apartheid eran alrededor de unas 21.000, en
donde:
“una víctima, de acuerdo con la Ley, es alguien que ha ‘sufrido en forma de lesiones
físicas o mentales, padeció sufrimiento emocional, tuvo pérdida económica o
menoscabo sustancial de sus derechos humanos, (i) como consecuencia de una
grave violación de los derechos humanos, o (ii) Como resultado de un acto asociado
con un objetivo político para el que se ha concedido la amnistía’. Una violación
flagrante de los derechos humanos se define como ‘(a) el asesinato, el secuestro, la
tortura o los malos tratos graves de cualquier persona, o (b) cualquier intento,
conspiración, la tortura o los malos tratos’” (De Greiff, 2006, p. 182).
“Al mismo tiempo, el Comité tuvo que definir muy precisamente quiénes podían ser
sujeto de reparación. El Mandato había definido como ‘familiares’ y ‘dependientes’ de
una víctima: a) sus padres (o quienes actuaran en su lugar); b) su cónyuge (según
derecho consuetudinario, común, religioso o nativo); c) los hijos (dentro o fuera del
matrimonio o adoptivos); d) alguien a quien la víctima tuviera obligación de sostener
por ley o costumbre. Si la víctima había muerto como consecuencia de la violación,
esta definición de familiares y dependientes se aplicaba según la que se daba en el
momento de la muerte; si la víctima estaba viva, la definición se aplicaba a la
situación existente el 14 de diciembre de 1997” (Giraldo, 2004, p.203)
Con referencia a la reparación, la Comisión identifico “cinco dimensiones de la
reparación que ya han hecho carrera en el derecho internacional:
a) La reparación (propiamente dicha) que significa una compensación justa por
un daño irreparable;
b) La restitución, o el derecho a que sea restablecida o recompuesta la situación
existente antes de la violación del derecho;
c) La rehabilitación, o el derecho al suministro de atención médica y psicológica
3
1
y a la satisfacción de necesidades personales y comunitarias importantes;
d) La restauración de la dignidad, o derecho individual y comunitario a un
sentimiento de estima;
e) La garantía de no repetición, o conjunto de medidas estratégicas, legislativas
y administrativas, que hagan estable la reparación y prevengan contra nuevas
violaciones a los derechos.
Para poder responder a todas estas dimensiones de la reparación, la Comisión fue
diseñando la política de reparación con cinco componentes: 1) Reparación urgente
provisional; 2) Pensiones de reparación individual; 3) Medidas legales y
administrativas de reparación simbólica; 4)Programas de rehabilitación comunitaria;
y 5) Reforma institucional” (Giraldo, 2004, p.202)
De esta forma, “La ley define las ‘reparaciones’ como la inclusión de ‘cualquier forma
de indemnización, pago ex gratia, la restitución, la rehabilitación o el reconocimiento’.
La definición de la ley de ‘reparación’ es intencionalmente abierta y permite que la
CVR formule recomendaciones y definiciones concretas. La ley también hace una
distinción entre las políticas de reparación amplias y largas y esas que son políticas
de reparación provisionales y urgentes’ (De Greiff, 2006, p. 182), las reparaciones
urgentes y provisionales serían aquellas que van dirigidas a las víctimas con grandes
y urgentes necesidades médicas, emocionales, educativas, materiales y/o
simbólicas.
Así mismo, “el concepto de ‘rehabilitación’ y restauración de la dignidad humana y
civil de las víctimas figura prominentemente en toda la ley de la CVR.
Frecuentemente, la participación en la producción y la circulación de información
sobre las violaciones de los derechos humanos, ya sea a través de ‘dar a conocer la
suerte o el paradero de las víctimas’, o para permitir que las víctimas ‘relaten su
propia historia de las violaciones’, es la medida en que la CVR está facultada para
comprometerse con el ‘restablecimiento’ de la dignidad de las víctimas” (De Greiff,
2006, p. 181).
3
2
Finalmente, podemos entonces decir que la CVR propuso al gobierno reparaciones
como pagos monetarios, servicios sociales a la comunidad y actos de reparación
simbólica. A medida de que se fue avanzando en el proceso, las reparaciones se
empezaron a aplicar tanto de forma colectiva como de forma individual, y así fueron
muchos los casos de reparación por parte de los victimarios a sus víctimas. Los
victimarios a parte de reparar a sus víctimas también debían reparar a la comunidad,
ya que la comunidad
ocupaba un lugar importante como parte afectada de los
crímenes.
“Thabo Mbeki, el sucesor de Nelson Mandela como Presidente de la ANC y
posteriormente de Sudáfrica, hizo un apasionado llamamiento a la comisión de no
dejar al nuevo gobierno con el legado de los asuntos pendientes, especialmente en
lo relativo a cuestiones de amnistía” (Tutu, 2000, p.105), cosa que demuestra el
interés por esclarecer los acontecimientos, conocer la verdad y reconstruir y reparar
a la comunidad.
A manera de conclusión se puede decir que, la mayor fortaleza del proceso
sudafricano fue la importancia que se le dio a la verdad, ya que fue a través de esta
que se logró esclarecer lo sucedido, conocer realmente los daños sufridos, enjuiciar
a los perpetradores, y reparar integralmente a las víctimas, cosa que ayudo a
desarticular la violencia existente y a encontrar la paz.
3.2. Argentina
Desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983, Argentina se vio
sumida en una de las dictaduras más crueles de América. Tres juntas militares
rigieron el país durante este periodo, justificándose en la existencia de grupos y
movimientos guerrilleros urbanos, en la difícil situación económica y la falta de
autoridad del gobierno de Isabel Martínez de Perón para enfrentarse a estas
amenazas, por lo tanto legitimaron su golpe como una acción de guerra,
evidentemente innecesaria. Una vez en el poder iniciaron un proceso de
disciplinamiento que llamaron de Reorganización Nacional y crearon una doctrina
3
3
de Seguridad Nacional en la que declaran que toda forma de oposición al gobierno
militar y a la forma capitalista del mundo occidental es un ataque contra la nación.
De esta forma operaron a través de desapariciones, secuestros, torturas,
ejecuciones, confinamientos, asesinatos y toda clase de censura, justificando sus
acciones con la siguiente declaración: “la ciudadanía argentina no es víctima de la
represión. La represión es contra una minoría a quienes no consideramos
argentinos”: general Videla (diario La Prensa, de Buenos Aires, 18 de diciembre de
1977, citado por Giraldo).
En 1982 inician la guerra en las Malvinas contra Inglaterra, que en lugar de darle
más fuerza al régimen, lo terminó de desgastar y tras su derrota se disuelve la última
junta, sin embargo, y “antes de abandonar el poder, la junta militar por miedo a ser
considerados
responsables
de
sus
crímenes,
se
concede
inmunidad
de
procesamiento y dictó un decreto ordenando la destrucción de todos los documentes
relacionados con la represión militar” (Hayner, 2002, p.33).
Luego de la caída de la junta militar, asume la presidencia Reynaldo Bignone quien
inicia una transición negociada a la democracia, proceso que termina en 1983 con
elecciones democráticas y la victoria del nuevo Presidente Raúl Alfonsín (19831989).
Cuatro años después, el 5 de diciembre de 1986, Alfonsín “presentó al Congreso el
proyecto de ley llanada de ‘Punto Final’, aprobada el 23 de diciembre de 1986”
(Giraldo, 2004, p.25), en resumidas cuentas y literalmente ésta ley decía: “se
extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere cometido delitos
vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta el 10 de
diciembre de 1983” (ley de Punto Final).
Así mismo, el 13 de mayo de 1987, y luego de que se presentaran varios actos de
inconformidad por parte de las Fuerzas Armadas, el Presidente envió al Congreso el
proyecto de ley llamado de obediencia debida” (Giraldo, 2004, p.27). Básicamente
dicha ley, al igual que la de punto final, promovía y aumentaba evidentemente la
3
4
impunidad, pues lo que hacía era justificar todos los actos y violaciones cometidos
por los miembros de las Fuerzas Armadas, ya que según la Ley cada uno de estos
miembros hizo lo que hizo debido a la obediencia debida y por esto no se permitía
presentar pruebas en su contra.
Luego de la presidencia de Alfonsín, llega al poder el Presidente Carlos Saúl Menem
(1989-1999), quien tres meses después de asumir el gobierno, el 6 de octubre de
1989, “sancionó los decretos 1002, 1003, 1004, y 1005 de 1989, mediante los cuales
otorgaba indulto a los pocos militares que estaban siendo procesados en el
momento o que habían sido ya sentenciados por los crímenes de la dictadura”
(Giraldo, 2004, p.28). Con esto se puede decir que se dio fin a la búsqueda de la
verdad y la justicia, pues la impunidad fue la protagonista de dicho proceso.
Sin embargo, y como una medida esperanzadora, “el 6 de marzo de 2001, el juez
federal Gabriel R. Cavallo dictó una resolución de gran trascendencia que invalida
las leyes de ‘Punto final’ y de ‘Obediencia debida’, por ser incompatibles con varios
tratados internacionales y con la Constitución de la República” (Giraldo, 2004, p.29).
Ahora bien, en todo este proceso, “el 15 de diciembre de 1983, cinco días después
de su posesión, el presidente Alfonsín sancionó el Decreto 187/83 que creaba la
Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP)” (Giraldo, 2004,
p.30).
La Comisión estuvo conformada “por diez personas civiles destacadas en la defensa
de los derechos humanos y de gran ascendiente moral en el país, y por otros seis
miembros que debían ser designados por las dos cámaras del Congreso” (Giraldo,
2004, p.31). Básicamente la Comisión debía recibir denuncias y pruebas, averiguar
el paradero de los desaparecidos (principalmente de los niños que fueron
arrebatados del cuidado de sus padres), denunciar la desaparición de pruebas y
finalmente, debían realizar un informe, lo más completo posible, en un plazo de 180
días.
Para dichos fines, la Comisión nombró como presidente de la CONADEP al escritor
3
5
Ernesto Sábato. De ésta forma y “aunque la Comisión no celebró audiencias
públicas, mantuvo un perfil público. El personal de la comisión inspeccionó los
centros de detención, cementerios clandestinos, y las instalaciones policiales;
exiliados regresaron del extranjero para testificar, y las declaraciones fueron
tomadas en las embajadas y consulados de Argentina en todo el mundo” (Hayner,
2002, p.34).
En este sentido, “la Comisión principalmente centró las investigaciones en la
identificación de campos de detención y de tortura” (Hayner, 2002, p.34), motivo por
el cual en su informe final, la CONADEP reseñó 8960 nombres de personas que
continuaban desaparecidas (ver anexo 6), con la conciencia de que muchísimos
casos no llegaron a su conocimiento, y 340 centros clandestinos de detención”
(Giraldo, 2004, p.31). Sin embargo, en 1978 fue a Argentina La Comisión
Internacional de Derechos Humanos, con la intención de investigar lo sucedido y así
complementar el trabajo e informe de la CONADEP. El informe contundente de dicha
comisión se publicó el 11 de abril de 1980.
Este
informe
“incorporó
el
análisis
minucioso
de
numerosos
casos
de
desapariciones, asesinatos y torturas, así como las respuestas inaceptables del
gobierno.” (Giraldo, 2004, p.36). De esta forma, la comunidad internacional ratificó
que la amnistía y los indultos a los victimarios (miembros de la Fuerza Armada),
impidió en gran medida las investigaciones, las denuncias, y por ende la verdad y la
justicia, prevaleciendo así la impunidad.
Por otro lado, el informe final del CONADEP, en su primer y segundo capítulo definió
a las víctimas como aquellas personas o familiares que fueron desaparecidas
forzosamente, secuestradas, torturadas, exterminadas y/o reprimidas.
Con respecto al primer aspecto, “la ley define a las víctimas de la desaparición
forzada como aquellas personas que fueron privadas de su libertad y luego
desaparecieron, o los que se mantuvieron en los lugares clandestinos de detención
o fueron privados de su derecho al debido proceso.” (De Greiff, 2006, p. 26).
3
6
Por su lado, el secuestro fue definido como la privación ilegítima de la libertad, en
donde se actuaba clandestinamente. La CONADEP encontró “denuncias acerca de
aproximadamente 600 secuestros que se habrían producido antes del golpe militar
del 24 de marzo de 1976” (CONADEP, 1984) (ver anexo 7). De otra parte, “La tortura
fue un elemento relevante en la metodología empleada. Los Centros Clandestinos
de Detención fueron concebidos, entre otras cosas, para poder practicarla
impunemente” (CONADEP, 1984).
Por su parte, el exterminio, hace referencia a la muerte como arma política. “La
muerte a consecuencia de la tortura, del shock eléctrico, de la inmersión, de la
sofocación y también la muerte masiva, colectiva o individual, premeditada, por
lanzamiento al mar, por fusilamiento” (CONADEP, 1984), fueron masivas.
Finalmente y con respecto a la represión, la CONADEP “recibió en diversas
oportunidades denuncias y testimonios de personas que reconocieron su
participación en Grupos de Tareas y otras formas operativas en el aparato represivo.
Esas denuncias han estado vinculadas tanto al conocimiento que tenían de la
metodología represiva como de hechos referidos al secuestro, tormento y
eliminación física de personas”. (CONADEP, 1984)
Así mismo, y con respecto a la reparación, podemos decir que algunos de los
mecanismos establecidos en el orden material después de la dictadura, fueron:
jubilaciones mínimas a los familiares de desaparecidos (Ley 23.466 de 1986), e
indemnizaciones a las familias de personas fallecidas o desaparecidas, al igual que
para los ex presos políticos de la dictadura. “Los beneficiarios reciben una pensión
que equivale a la cantidad mínima ordinaria que recibe un funcionario público
jubilado. También se benefician de la cobertura social del Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, que incluye asistencia de salud y
medicamentos” (De Greiff, 2006, p. 26). Mientras, los hijos y familiares de
desaparecidos fueron exentos del servicio militar.
Como reparación simbólica, “el 10 de diciembre de 1997 varios organismos de
derechos humanos entregaron a los legisladores de Buenos Aires la petición de que
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7
se construyera un Paseo con un monumento poliescultural por los Desaparecidos,
que incluyera sus nombres, ubicado en la zona costera frente al Río de la Plata,
como lugar simbólico, ya que muchas víctimas de la represión fueron arrojadas en
él” (Giraldo, 2004, p.52-53). La creación del camino paralelo al Río de la Plata, fue
aprobada el 21 de julio de 1998 y de esta forma se conmemora la memoria de los
desaparecidos y asesinados durante la dictadura.
Igualmente, se crearon varios movimientos con el fin de recordar lo sucedido y
reclamar por las personas que aún no han aparecido, algunos de estos movimientos
son: La ronda de las Madres en Plaza de Mayo, las Abuelas de Plaza de Mayo y el
movimiento HIJOS (ver anexo 8)
En síntesis, se puede decir que lo sucedido en Argentina es un claro ejemplo del
daño que puede llegar a causar la violación a los derechos humanos, y más aún
cuando el gobierno interfiere e influye negativamente en el esclarecimiento de la
verdad y en el proceso de justicia transicional, ya que evidentemente el gobierno
difícilmente es imparcial. Sin embargo, hay un aspecto muy importante para resaltar
en el caso argentino, y es la importancia que se le dio a la construcción de memoria
y a la reparación simbólica.
3.3. Chile
En 1970 Salvador Allende inició su gobierno bajo una ideología socialista, lo que
provocó gran disgusto para Estados Unidos y para el sector de derecha del país.
Allende en su propósito de instaurar el socialismo incluyó en su agenda política una
reforma agraria y la nacionalización de industrias de cobre y de bancos, propuestas
que sufrieron fuertes críticas por parte de los gremios del país. La oposición
reaccionó de forma inmediata convocando huelgas, lo que sumado al bloqueo de
Estados Unidos, desencadenó el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 por
parte del Partido Nacional y una fracción del DC. Con el golpe militar llegó a su fin
tanto el intento de un país socialista, como la vida de Salvador Allende quien se
suicido el mismo día del golpe.
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8
Tras la caída de Allende el general Augusto Pinochet se instaura en el poder con la
ayuda directa de las fuerzas armadas. El régimen dictatorial, que tuvo gran apoyo de
los sectores de la sociedad civil, se caracterizó por la represión política dejando
cientos de muertos y desaparecidos. Los partidos de izquierda fueron prohibidos, los
sindicatos siguieron existiendo pero su participación fue muy restringida, los cargos
de diferentes sectores sociales como la educación estuvieron a cargo de militares.
En 1982 Chile entra en crisis, lo que hizo que los opositores del régimen se
levantaran y protestaran contra el gobierno, de esta forma y durante varios años, se
presentaron protestas y movilizaciones por parte de la oposición para llegar a la
democracia. Finalmente en 1988, demócratas cristianos, socialistas y otras partes de
la oposición hicieron un plebiscito, logrando así derrocar a Pinochet y dar el paso a
la democracia. Sin embargo, cabe anotar que ésta transición fue dolorosa, pues
muchas personas perdieron la vida, fueron torturadas y desaparecidas.
Con el objetivo de ponerle fin a todas estas atrocidades, el presidente de Chile
Patricio Aylwin Azócar (1990–1994), el 25 de abril de 1990, creó la Comisión
Nacional de Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig), que tenía como labor
“contribuir al esclarecimiento global de la verdad sobre las más graves violaciones a
los derechos humanos cometidas en los últimos años, sea en el país o en
el
extranjero, si estas últimas tienen relación con el Estado de Chile o con la vida
política nacional, con el fin de colaborar a la reconciliación de todos los chilenos y sin
perjuicio de los procedimientos judiciales a que puedan dar lugar tales hechos”
(“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996), es decir, que su
principal labor era esclarecer la verdad sobre todo lo sucedido durante esa época
ósea, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990.
Sin embargo, “la Ley 19.123 del 8 de febrero de 1992 creó la Corporación Nacional
de Reparación y Reconciliación y le encomendó, como una de sus tareas, calificar la
posible condición de víctimas de aquellas personas respecto de las cuales a la
Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig) no le fue posible
formarse convicción o cuyos casos no alcanzó a examinar por falta de antecedentes
3
9
suficientes” (Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1992).
De esta forma, y a pesar de que la Comisión era la encargada de redactar el
informe, la Corporación también fue un ente fundamental para complementar la
misión y el informe de la Comisión (ver anexo 9). De esta forma, y después de
muchas revisiones, se estableció que las víctimas del conflicto chileno debían ser
clasificadas en 3 categorías, para así tener mayor claridad. Dichas categorías son:
1. Las víctimas de Violaciones de Derechos Humanos, es decir, los que fueron
sometidos a:
“Desaparición forzada, esto es, desaparición luego de su detención; ejecución, en
cualquiera de sus formas; uso indebido de la fuerza, con resultado de muerte; abuso de
poder, con resultado de muerte, si el estado ha condonado el hecho o facilitado su
impunidad; tortura, con resultado de muerte; atentado contra la vida, con resultado de
muerte, cometidos por particulares bajo pretextos políticos, incluyendo actos de
terrorismo indiscriminado y selectivo, así como otros atentados; (…) y a quienes se han
quitado la vida por su propia mano, a causa de la violación de los derechos humanos”
(“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996).
2. Víctimas de la Situación de Contienda Política:
“(…) combatientes en uno u otro bando, así como no combatientes, que murieron como
consecuencia de intercambio de fuego (…); las personas que se quitaron la vida bajo
extremo acoso en un enfrentamiento armado, si las circunstancias fueron tales que, de
haber muerto en el enfrentamiento, hubieran debido ser consideradas víctimas de la
situación de violencia política; las personas que parecieron accidentalmente como
consecuencia de un enfrentamiento armado con connotaciones políticas, en el cual no
tomaban parte; las personas que murieron como consecuencia no buscada de un acto
que en sí mismo no es necesariamente ilícito, por ejemplo la persona que murió por
inhalación de gas lacrimógeno (…); las personas que perecieron mientras intentaban
defenderse con las armas de un ataque o intento de captura por parte de la DINA, de la
CNI u otro organismo de seguridad (…)”. (“Corporación Nacional de Reparación y
Reconciliación”, 1996).
3. Casos que Caen Fuera del Mandato de la Comisión:
“Además de los casos recién mencionados, (…) la Comisión ha excluido las siguientes
situaciones: los accidentes que tuvieron lugar fuera del contexto de un enfrentamiento
armado y que cobraron víctimas fatales, sea entre uniformados o entre opositores al
4
0
régimen militar, incluyendo accidentes de vehículos, disparos accidentales entre
compañeros de armas, y la detonación de explosivos que portaba la propia víctima. Un
análisis más extenso de estas situaciones se contempla en el primero de los anexos al
presente informe”. (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996).
Esta Comisión determinó, que “el número de las víctimas fatales de violaciones de
derechos humanos atribuibles a agentes del Estado en el período es superior a las
2.000, la mayoría de las cuales corresponde a víctimas de la represión política”
(“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996).
Es importante resaltar que la Comisión también tuvo en cuenta a los familiares de las
víctimas, pues evidentemente estos también sufrieron graves daños, ya que padecer
la muerte, tortura o desaparición de un familiar, también los convierte en victimas.
“Las consecuencias de estas violaciones alcanzaron a los parientes de las víctimas
alterando radicalmente sus vidas. (…) El Estado de Chile ha de volcarse hacia ellos
y obtener su perdón para la sociedad que los hirió. Esta debe imbuirse de lo ocurrido
para poder mirar limpiamente el futuro” (“Corporación Nacional de Reparación y
Reconciliación”, 1996).
La Comisión, en su preocupación por la pronta reconciliación de los chilenos, se
empeñó por elaborar un arduo trabajo, en donde el esclarecimiento de la verdad5, la
identificación de las víctimas y el proceso de reparación fueron protagonistas.
Con respecto a la reparación, “(…) se tuvo presente que una reparación cabal del daño
causado resultaba imposible y que cualquier medida de reparación que se propusiera debía
hacerse con pleno respeto de la dignidad de las personas involucradas y teniendo también
presente que el deber principal de la Comisión era el de esclarecer la verdad, materia que
tenía también innegables efectos de reparación y prevención. (…)Se formuló esta consulta a
109 Organizaciones, entre ellos a las de familiares de las víctimas, a los Organismos de
Derechos Humanos, a las principales Universidades y Centros Académicos, a los Partidos
Políticos, a las Iglesias y a otras autoridades morales.” (“Corporación Nacional de
Reparación y Reconciliación”, 1996). .
De esta forma, se puede decir que la reparación se centró más que todo en la
verdad, ya que por medio de ella se reivindicaba la dignidad y se impedía el olvido.
4
1
Pero no era suficiente, así que la Comisión presentó tres puntos más de reparación
de victimas: En primer lugar de forma institucional, se creó el Instituto de Derechos
Humanos que promovía el respeto a los derechos humanos por medio de la
educación; como un segundo punto se propuso la reparación por medio de hechos
simbólicos donde se conmemoraba a las víctimas, para esto se construyó una placa
de piedra con los nombres de los ejecutados y desaparecidos; un tercer elemento
fue la reparación de la victimas de forma individual, económica y judicial.
En 1992 se instaura una ley donde por medio de la Corporación Nacional de
Reparación y Reconciliación se dictamina una pensión mensual a los familiares de
las víctimas, quienes además tenían derecho a tener asistencia médica gratuita,
becas estudiantiles y el derecho de la no prestación de servicio militar. De forma
jurídica, la reparación se refirió al reconocimiento de la honra de las personas
ejecutadas y desaparecidas y al restablecimiento de los derechos ciudadanos de las
victimas existentes.
4
2
CAPÍTULO III
EL CASO COLOMBIANO
Como ya había dicho en el inicio de este trabajo, Colombia se ha visto sumergida
desde muchos años atrás en una fuerte ola de violencia armada. El conflicto
colombiano es uno de los más antiguos del mundo (“junto con Israel/Palestina,
Myanmar –antigua Birmania-, Sri Lanka y Sudán” (Lair, 2004, p.110) y por lo tanto
uno de los más antiguos de América.
Nuestro conflicto ha sido largo, intenso y complejo, ya que este está compuesto por
diferentes y numerosos actores, los cuales se encuentran en permanentes luchas.
Dichas confrontaciones tienen como fin último controlar y adquirir no solo diferentes
territorios y recursos, sino también conseguir nuevas fuentes económicas y de
poder, para así tener cada vez mayor reconocimiento. Los actores ilegales (guerrillas
y paramilitares) “han desarrollado una importante economía de guerra, articulada en
torno a los tráficos ilícitos y a la extorsión, la cual les ha permitido acumular poder e
influencia socio-espacial en numerosos municipios del país, así como una gran
capacidad de desestabilización bélica” (Lair, 2004, p.105), cosa que nos ayuda a
comprender la razón por la cual el conflicto se ha intensificado.
Además de esto, la desigualdad e injusticia social, la poca repuesta del Estado a las
demandas y necesidades de la población y la continua lucha por el poder, son otras
de las causas del conflicto; características que a través de los años se han
complejizado,
desencadenado
en
grandes
y
graves
consecuencias.
Aproximadamente en los “años sesenta” (Lair, 2004, p.105) y a partir de la lucha
entre los partidos tradicionales, es que surgen las guerrillas y los paramilitares
(AUC), algunos de los reconocidos actores de nuestro conflicto interno, sin embargo
“este largo conflicto entró en una fase de intensificación armada a finales de la
4
3
década siguiente” (Lair, 2004, p.105).
En este sentido, las guerrillas liberales surgieron con el fin de defender los intereses
de los campesinos que no tenían tierras propias y “como reacción a la persecución
política iniciada por el gobierno del Partido Conservador (1946-1953), que incluyó el
asesinato del candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán (abril 9/48), hecho que dio origen
(…) a un largo periodo de violencia liberal-conservadora que dejó un saldo trágico de
cerca de 300 mil muertos” (Nizkor, 2008).
Luego, y como fruto de las secesiones entre las guerrillas liberales, se crearon
nuevos grupos guerrilleros, de los cuales los principales son tres: las FARC, el ELN y
el EPL. Para iniciar, las FARC fue creado en 1964 y “actuaron en un principio en el
centro-sur del país (…) y a diferencia del ELN y del EPL, la orientación
‘revolucionaria’ de las FARC fue menos pronunciada en su imaginario de guerra”
(Lair, 2004, p.112). Luego, en la década de los años setenta, este grupo guerrillero,
construyó “una estrategia política global frente al Estado colombiano. En la
actualidad está formada por cerca de 10 mil combatientes, organizados en 70 frentes
distribuidos en todo el país” (Nizkor, 2008)
Por el otro lado, “el ELN surgió en 1964, en el Magdalena Medio santandereano, en
una región que en los años cincuenta había sido escenario de la actividad de la
guerrilla liberal dirigida por Rafael Rangel Gómez” (Aguilera, 2006, p. 214). El ELN
“trató de adoptar el modelo político-militar del ‘foco’. Vanguardia de la ‘revolución’, la
teoría del ‘foquismo’ pretendía constituir polos de resistencia, inicialmente aislados y
diseminarlos en un espiral ascendente de rebelión popular, cuya vocación era
quebrar y transformar el régimen político” (Lair, 2004, p.111). El ELN comenzó a
operar “con 18 hombres; una década después, en 1973, apenas llegaba a unos 270
guerrilleros, y, posteriormente, en 1978 sólo le quedaban 36”6, sin embargo hay
otras fuentes que dicen que “se calcula que cuenta con unos 5 mil combatientes,
organizados en 30 frentes” (Nizkor, 2008).
Lo interesante aquí, es que “la supervivencia de esa organización guerrillera se
4
4
explica por dos factores: su cohesión interna, constituida por un discurso y un
imaginario marxista-cristiano, y su capital político, representado en casi veinte años
de construcción del denominado poder popular de doble cara” (Aguilera, 2006, p.
211) (Ver anexo 10).
Por otro lado, durante la década de los sesenta, y bajo el asesoramiento de militares
norteamericanos, la Fuerza Pública y el Gobierno, se sancionó el decreto 3398 de
1965 el cual fue convertido posteriormente en legislación permanente a través de la
ley 48 de 1968, con el fin de fortalecer la Seguridad Nacional y eliminar al “enemigo
interno”, es decir, al comunismo, la subversión y la insurgencia:
“por medio de los cuales se dio el fundamento legal para la organización de la
‘defensa nacional’, la ‘defensa civil’ y la promoción en la organización de las
‘autodefensas’. Bajo el amparo de dicha normas e inclusive desbordándolas,
miembros, de la Fuerza Pública entrenaron, dotaron de armamento y adoctrinaron
habitantes en zonas de Conflicto con la finalidad de involucrar de manera directa a la
población dentro de la Confrontación y apoyar a los cuerpos oficiales en la lucha
contrainsurgente” (Nizkor, 2008).
Como es evidente, dicha ley posibilitaba y validaba la existencia legal de grupos
armados privados, es decir de autodefensas, sin embargo, en 1989 dicha ley fue
derogada, motivo por el cual, las autodefensas pasaron a ser paramilitares y con
esto, se hizo difuso el carácter defensivo u ofensivo de las mismas.
“Al margen de sus balbuceos ideológicos (“una ideología con pie de imprenta más
no una ideología real”), los hechos que protagonizaron con posterioridad a 1989,
denotan una intención de ampliar su base de apoyo regional, de diversificarse y de
proyectarse en un plano más amplio y de ponerse en sintonía con sectores de la
sociedad que se hallen particularmente afectados por el conflicto armado” (Cubides,
1998, p. 81)
De esta forma, en las diferentes zonas del país se han creado y establecido diversos
4
5
grupos de “autodefensas” (AUC), quienes tienen el “claro propósito de actuar en la
defensa y protección de intereses políticos, de proyectos económicos (explotación
de recursos naturales como el petróleo y el carbón), y la defensa de sectores
vinculados a la actividad agropecuaria y al narcotráfico” (Nizkor, 2008).
Sin embargo, es importante aclarar que la ideología, los objetivos y los fines tanto de
las guerrillas como de los paramilitares, han venido cambiando a través de los años,
pues la ansiedad de poder, la corrupción y el narcotráfico han hecho que la dinámica
del conflicto varíe. Así mismo, “para los grupos ilegales del conflicto, la guerra se ha
vuelto un verdadero modo de vida perennizado en el tiempo, ofreciendo
posibilidades de ‘carrera’ y ascenso social dentro de las organizaciones armadas, o
aún de control coercitivo sobre las poblaciones” (Lair, 2004, p.110)
Ahora bien, otros actores que podemos identificar en la violencia y en el conflicto
colombiano son: los narcotraficantes, la Fuerza Pública, El gobierno7, el Estado8 y
lamentablemente la sociedad civil9 como víctima, pues esta se ha visto involucrada
en contra de su voluntad en dicho conflicto.
Los narcotraficantes se han encargado de crear grandes y temibles carteles en
determinadas regiones del país, tales como el del Valle, y el de Medellín. Producen
grandes cantidades de droga, más que todo cocaína, y la venden principalmente en
el exterior, cosa que ha causado grandes olas de violencia. Sin embargo, la droga
también “financia en buena medida al grupo insurgente de izquierda Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a los paramilitares de extrema
derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), debido a lo cual forma parte
integral del conflicto colombiano” (International Crisis Group, 2005).
Dentro de toda esta dinámica del conflicto, y teniendo en cuenta que no solo “los
grupos guerrilleros han cometido graves infracciones al derecho internacional
humanitario, como homicidios deliberados, masacres y acciones que han
comprometido la vida y la seguridad de la población civil” (Nizkor, 2008), el gobierno
(excluyendo al de Uribe) ha demostrado grandes esfuerzos por crear espacios de
4
6
diálogo, como el Cagúan, en donde el entonces Presidente Andrés Pastrana (1998 –
2002), despejo esa zona y buscó entablar diálogos pacíficos con las FARC, sin
embargo Manuel Marulanda Vélez (Alias Tirofijo, comandante y miembro fundador
de las FARC),nunca llegó, y este mal comienzo se plasmó en la imposibilidad de fijar
agendas básicas y una metodología adecuada. Las partes no llegaron a ningún
punto de acuerdo y el proceso se convirtió en una carrera hacia la guerra, en donde
la mutua desconfianza derivó en una estrategia no cooperativa con altos costos.
Luego de esto, llega a la presidencia Álvaro Uribe Vélez, quien promete un Estado
protector y seguro, pues según él, las Fuerzas Armadas y las diferentes instituciones
del Estado llegarían a todas aquellas regiones, municipios, pueblos, caseríos… a
donde el Estado antes no había llegado y tenía abandonado. En este sentido Uribe
propone la política de seguridad democrática, la cual tiene como objetivo “reforzar y
garantizar el Estado de Derecho en todo el territorio, mediante el fortalecimiento de
la autoridad democrática: del libre ejercicio de la autoridad de las instituciones, del
imperio de la ley y de la participación activa de los ciudadanos en los asuntos de
interés común” (Ministerio de Defensa Nacional, 2003).
En este sentido, y con el fin de poder llevar a cabo los objetivos y propuestas del
Presidente electo, también se propuso la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005), y
con esta se creó la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Por su parte,
la Ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o
colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley,
garantizando los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.
La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR)
En cuanto a la CNRR, se puede decir que ésta tiene un tiempo de operación de 8
años y a su vez tiene un carácter mixto por cuanto la integran representantes de la
sociedad
civil
(5
representantes),
de
las
organizaciones
de
víctimas
(2
4
7
representantes), así como representantes del gobierno y organismos de control del
Estado (un delegado del Vicepresidente de la República -quien la preside-, en este
caso es Eduardo Pizarro Leongómez). (Ver anexo 12)
El principal objetivo de la CNRR es: “Recomendar al Gobierno la implementación de
un programa institucional de reparación colectiva que comprenda acciones
directamente orientadas a recuperar la institucionalidad propia del Estado Social de
Derecho particularmente en las zonas más afectadas por la violencia; a recuperar y
promover los derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia, y a
reconocer y dignificar a las víctimas de la violencia” (IMP, 2006), entre muchos otros.
(Ver anexo 13)
Definición de víctima
Ahora bien, “la Ley 975 de 2005, en su Artículo 5, definió la noción de víctimas en los
siguientes términos: “(…) se entiende por víctima la persona que individual o colectivamente
haya sufrido daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen
algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños
deberán ser consecuencia de acciones que hayan transgredido la legislación penal,
realizados por grupos armados al margen de la ley” (CNRR, 2007, p. 33) (Ver anexo 14).
Sin embargo, “Las víctimas que no puedan ejercer sus derechos a la verdad, a la justicia y
a la reparación a través del procedimiento previsto en la ‘Ley de Justicia y Paz’, por no ser
víctimas de los miembros de los grupos armados ilegales que se hayan desmovilizado y
acogido voluntariamente al procedimiento establecido en dicha Ley10, pueden ejercer sus
derechos por otras vías, tales como el proceso penal ordinario.” (CNRR, 2007)
La reparación
Por el otro lado, y, haciendo referencia a la reparación, se puede decir que “el
concepto de reparación con el que se identifica la Comisión asume la definición
amplia que existe en el contexto del derecho internacional, en el cual el término se
usa para designar toda aquella medida que puede ser utilizada para resarcir a las
víctimas por los diferentes tipos de daños que hubieren sufrido como consecuencia
4
8
de ciertos crímenes cometidos con ocasión del conflicto armado” (CNRR, 2007,
p.19)
En este sentido, se pueden identificar cinco clases de reparación: la reparación
individual, colectiva, simbólica, material e integral.
Con respecto a la reparación individual, se puede decir que hay dos tipos: 1) cuando
la víctima cuenta lo sucedido ante un juez, el victimario es condenado y obligado a
indemnizar individualmente a su víctima y 2) cuando un juez obliga a un actor
armado a devolver los bienes expropiados ilegalmente. Eso le corresponde
fundamentalmente a la justicia, pero la Comisión va a supervisar que la justicia
cumpla su papel” (IMP, 2006).
La reparación colectiva “se orienta a la reconstrucción psicosocial de las poblaciones
afectadas por la violencia. Este mecanismo se prevé de manera especial para las
comunidades afectadas por la ocurrencia de hechos de violencia sistemática. (Art 8Ley 975)
Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las
víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la
memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública
de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas.
(Art 8-Ley 975).
Por su parte, la reparación material es todo lo referente a la indemnización y
finalmente “el derecho de las víctimas a la reparación integral (ver anexo 16)
comprende las acciones que propendan por la restitución, indemnización,
rehabilitación, satisfacción; y las garantías de no repetición de las conductas.” (IMP,
2006).
Así mismo, la Ley cuando hace referencia a los componentes de la reparación,
estipula:
4
9
•
La restitución implica la realización de los actos que propendan por la devolución
a la víctima a la situación anterior a la violación de sus derechos. Incluye el
restablecimiento de la libertad, el retorno a su lugar de residencia y la devolución
de sus propiedades, de ser posible (Art. 46-Ley 975).
•
La rehabilitación deberá incluir la atención médica y psicológica para las víctimas
o sus parientes en primer grado de consanguinidad de conformidad con el
Presupuesto del Fondo para la Reparación de las Víctimas. Los servicios
sociales brindados por el gobierno a las víctimas, de conformidad con las normas
y leyes vigentes, hacen parte de la reparación y de la rehabilitación (Art. 47-Ley
975).
•
La indemnización consiste en compensar, a las víctimas, los perjuicios causados
por el delito. (Art 8-Ley 975).
•
Las medidas de satisfacción y las garantías de no repetición, adoptadas por las
distintas
autoridades
directamente
comprometidas
en
el
proceso
de
reconciliación nacional (Art. 48-Ley 975).
Ahora bien, “el artículo 54, bajo examen establece que el fondo para la reparación de las
víctimas estará integrado por todos los bienes o recursos que a cualquier título se entreguen
por las personas o grupos armados organizados ilegales a que se refiere la ley, por recursos
provenientes del presupuesto nacional y por donaciones en dinero o especie, nacionales o
extranjeras. (…) Así, los primeros obligados a reparar son los perpetradores de los delitos
(…). Antes de acudir a recursos del Estado para la reparación de las víctimas, debe exigirse
a los perpetradores de los delitos, o al bloque o frente al que pertenecieron, que respondan
con su propio patrimonio por los daños ocasionados a las víctimas de los delitos. El Estado
ingresa en esta secuencia sólo en un papel residual para dar una cobertura a los derechos
de las víctimas, (…) y ante la eventualidad de que los recursos e los perpetradores sean
insuficiente” CNRR, 2007, p.38-39).
Cabe anotar que hasta el día de hoy el proceso de reparación a las víctimas aún no
ha iniciado completamente, pues hasta hace muy poco fue que se creó el fondo de
reparación de las víctimas al cual llegan las propiedades que se les quita a los
victimarios a través de la extinción de dominio. Hasta el momento lo que se ha hecho
es devolver algunas tierras y casas a los campesinos desplazados.
5
0
Sin embargo, y debido al gran número de víctimas (alrededor de unas 120.000
personas), a las pocas propiedades entregadas por los victimarios (ver anexo 17), y
a la baja posibilidad de que por vía judicial se pueda reparar el daño causado a las
víctimas, el gobierno promulgó el decreto 1290 del 22 de abril de 2008 “por el cual
se crea un programa de reparación individual por la vía administrativa para las
víctimas de los grupos armados organizados al margen de la ley”. (Ver anexo 18)
Algunas observaciones
Para finalizar con lo referente al caso colombiano, es importante recordar que este
es un caso sui generis, ya que por lo general el proceso de transición y las
comisiones de la verdad empiezan a funcionar cuando una dictadura o situación de
conflicto ha llegado a su fin, sin embargo en el caso colombiano el conflicto no ha
acabado, cosa que dificulta el trabajo de la CNRR y de las entidades encargadas de
llevar a cabo el proceso de paz.
Además de esto, la mayoría de los integrantes de la CNRR son delegados del
gobierno, cosa que dificulta la imparcialidad,
“cuando se le pregunta por el balance de la CNRR, Carlos Rodríguez Mejía,
subdirector de la Comisión Colombiana de Juristas, le dice a la BBC que la comisión
ha hecho ‘muy poco respecto a su objetivo principal’.
‘La comisión tiene un mandato que podría ser muy importante ¿defender a las
víctimas-, si tuviera mayor independencia del gobierno’, señala y subraya que ocho
de los 13 miembros de la CNRR son designados por el poder ejecutivo.
Pizarro, que es el delegado del vicepresidente de la
república en la comisión, responde que tres de los
comisionados son militantes del Polo Democrático Alternativo, un partido de
izquierda que está en la oposición. Y critica la politización del discurso de defensa de
las víctimas” (Salazar, 2007).
En este sentido, se podría decir que las dificultades que se han presentado en el
proceso de paz colombiano se deben a que la CNRR aproximadamente lleva dos
años largos funcionando, que el conflicto aún permanece y que hay gran influencia
por parte del gobierno.
5
1
Teniendo en cuenta las debilidades del proceso colombiano, a continuación me
permito resaltar algunas falencias las cuales se podrían fortalecer a partir de la
experiencia de los procesos de paz llevados a cabo en los países ya mencionados.
El caso colombiano en relación con los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile
Para finalizar con este capítulo hace falta mencionar los elementos que encontramos
en los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile y que podríamos llegar a aplicar en el
caso colombiano, para que así este sea más efectivo y eficaz (ver anexo 1).
Si tomamos como ejemplo el caso sudafricano, sería fundamental darle gran
importancia a la verdad, pues como pudimos observar, en dicho país su búsqueda
fue el motor y el promotor del éxito, es decir que gracias a la importancia que se le
dio a la verdad, se esclarecieron muchos delitos. Podría decir entonces que si en el
caso colombiano se le diera la misma importancia a la verdad, habría una posibilidad
de devolver la tranquilidad y dignidad a las víctimas. Sería más fácil encontrar y
recuperar los cuerpos de todas aquellas personas que han muerto a causa del
conflicto.
Así mismo, y teniendo en cuenta la coyuntura colombiana (parapolítica y farcpolítica)
sería importante también, como dijo Mancuso, darle la oportunidad a los
congresistas que se incorporen a la ley de justicia y paz, ya que son estos quienes
tienen gran parte de la verdad.
Igualmente, es fundamental retomar del caso sudafricano la importancia que se le
dio a la restitución, a la rehabilitación, la restauración y a la garantía de no
repetición, ya que todas y cada una de ellas es igual de importante en un proceso de
transición. En este sentido, podemos ver que hace falta más compromiso por parte
del gobierno y la CNRR para restablecer la dignidad humana y para crear servicios
sociales con la comunidad. Finalmente, sería fundamental que en nuestro país se les
exigiera a los victimarios además de la reparación a sus víctimas, la de toda la
comunidad, así como sucedió en Sudáfrica.
5
2
Recogiendo por otro lado, el caso argentino, podríamos asumir la política
experimentada en este país, para impedir que el gobierno pueda interferir en las
investigaciones y en el esclarecimiento de la verdad, en donde la CNRR se valiera
de la ayuda de organismos internacionales en las investigaciones, de esta forma, el
proceso tendría mayor legitimidad y credibilidad.
Así mismo, sería también importante diferenciar y aclarar cada una de las variables
que componen la definición de víctima, esto con el fin de ser más exactos, precisos e
impedir malos entendidos.
Con respecto a la reparación, es muy importante retomar de Argentina 2 aspectos:
1) El de la reparación simbólica y 2) la creación de una memoria histórica. Con
respecto a la reparación simbólica podemos ver que ésta es fundamental en el
momento de reparar integralmente a las víctimas y devolverles así su dignidad, pues
como vimos, la creación del caminito de plata fue una forma de demostrarle a los
familiares de las víctimas que lo sucedido siempre será recordado y que además eso
no volverá a suceder.
En cuanto a la construcción de la memoria, aun cuando esto está relacionado con la
reparación simbólica, la creación de algunos movimientos (como madres y abuelas
de la plaza de mayo y el movimiento HIJOS) también me parece fundamental, pues
con estos se demuestra, año tras año, que la población civil se resiste al conflicto y a
las violaciones de los derechos humanos.
Por último y con respecto al caso chileno, podemos ver que allí también se cuidaron
en ser extremadamente claros al momento de definir a las víctimas, cosa que como
ya dijimos, hace falta en Colombia
Así mismo, es fundamental también que tomemos como ejemplo a los chilenos y
busquemos la verdad no sólo dentro de Colombia, sino que también en el exterior,
ya que muchas de las víctimas han buscado refugio en otros países. Igualmente, y
así como hicieron los chilenos, sería trascendental ofrecer a las víctimas asistencia
5
3
médica gratuita y becas estudiantiles, cosa que demuestra la gran preocupación por
restaurar la dignidad de las víctimas; esto también se puede lograr, entre otras
cosas, a través de la reparación simbólica y la construcción de memoria, cosa que
se dio en chile a través de la construcción de la placa con los nombres de las
víctimas.
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta todo lo expuesto en los capítulos anteriores, puedo concluir que
Colombia se encuentra inmersa en una situación no sólo atípica sino también
compleja, ya que no es fácil categorizar o definir lo que está sucediendo, pues las
dinámicas y características de nuestra situación puede ser estudiada, interpretada y
categorizada de diferentes formas, según las perspectivas y el sesgo teórico.
En este sentido, y teniendo en cuenta a los autores que utilizamos para definir cada
uno de los conceptos básicos, podemos decir que Colombia es un país en donde por
un lado, existe un conflicto de carácter social y armado, en donde hay grandes olas
de violencia y por el otro lado, la situación colombiana presenta sin duda alguna las
características de guerra civil y por ende de guerra.
5
4
Como primera medida, decimos que Colombia ha vivido y aún está viviendo un
conflicto, ya que las necesidades de un grupo, en este caso los grupos armados al
margen de la ley, cuando satisfacen sus intereses afectan los intereses de otro
grupo (el Estado y la población civil); así mismo, los intereses, las necesidades, los
objetivos, las conductas y los valores de cada uno de los actores del conflicto
colombiano son diferentes, motivo por el cual se presentan disputas, expresiones
violentas y por ende situaciones conflictivas, en donde la lucha por el poder y la
implantación del miedo son los principales protagonistas.
Ahora bien, según la descripción que di de cada uno de los tipos de conflicto en el
primer capítulo, puedo decir que el conflicto que vive Colombia es tanto social como
armado; social ya que entre los diferentes actores (grupos insurgentes, Estado,
gobierno, mafias, etc.) existe un conflicto de intereses, en donde cada uno de estos
busca establecer un modelo de país y de sociedad de acuerdo a sus intereses
particulares.
Por el otro lado, el conflicto también es armado ya que existen empresarios del
conflicto (ELN, FARC, AUC, Fuerzas Armadas), los cuales movilizan y dan
conciencia de grupo a la población civil, a la cual tienen acceso, esto con el fin de
propagar su ideología y así aumentar su número de integrantes.
Así mismo, y teniendo en cuenta los factores característicos de conflicto armado que
da Mario López, podemos ver: 1) que a través de la historia, el Estado colombiano
se ha caracterizado por ser débil, ya que éste ha estado muy centralizado, es
clientelista, corrupto, además de que sus partidos políticos son débiles y
fragmentados, las peleas y disputas por el poder (entre los mismos políticos) es
“sucia”. 2) La situación económica de Colombia nunca ha sido la mejor, pues el
Estado colombiano no le ha dado la suficiente importancia al desarrollo económico
del país, cosa que se ve reflejada en los altos índices de pobreza, de desempleo, de
hambruna y analfabetismo. 3) En algunas ocasiones, hemos visto que el Estado
colombiano ha abusado del poder, y por lo mismo, ha utilizado indiscriminadamente
5
5
la fuerza y la violencia (ver anexo 19).
Ahora bien, como ya dijimos,
es pertinente también decir que si aplicamos el
concepto de violencia que expusimos anteriormente, evidentemente en nuestro país
hay grandes olas de violencia, pues la armonía y el orden se rompieron desde hace
mucho tiempo, los actores armados utilizan y dirigen intencionalmente la fuerza
física y violenta, no sólo contra sus contrincantes, sino también contra la sociedad
civil, retroalimentando así, la violencia, el resentimiento y los deseos de venganza,
cosa que aumenta el conflicto.
Como segunda medida, y ahora retomando la definición de guerra que nos da Mario
López, podríamos decir que la situación colombiana también cabe dentro de la
connotación de guerra, ya que como ya dijimos, aquí hay un conflicto, y este
conflicto implica violencia, violencia con fines políticos y económicos que es ejercida
entre los actores del conflicto.
Así mismo, podríamos decir que la situación colombiana es una guerra civil, pues
Colombia cumple varias de las características que nos da Kalyvas con respecto a
ésta categoría: 1) hay un conflicto violento de masas, 2) hay más de dos fuerzas
contendientes, en donde una de estas es un ejército regular que está al servicio del
gobierno, 3) cada una de esta fuerzas contendientes tiene organización centralizada
de su lucha y 4) las operaciones armadas de las diferentes fuerzas contendientes
son planificadas y además siguen una estrategia global.
Sin embargo, es importante aclarar que la guerra civil colombiana es atípica, y por
ésta razón cabría mejor dentro de la denominación de “nueva guerra civil”, pues la
guerra colombiana es criminal, en donde la mayoría de los actores son ejércitos
privados o señores de la guerra, que están motivados por la codicia e intereses
particulares, no tienen gran apoyo popular y además la principal víctima es la
población civil.
Ahora bien, desde hace algunos años, hemos visto que el Gobierno Nacional ha
5
6
buscado iniciar un proceso de transición, en donde se ha tratado de incitar el diálogo
y promover la democracia, en aras de encontrar la verdad, la paz y el respeto por los
derechos humanos. Para esto, el gobierno se ha valido de la justicia transicional y de
la ley de justicia y paz para pasar así de una situación violenta a una menos violenta.
En este sentido y, teniendo en cuenta las variables intrínsecas tanto en un proceso
de justicia transicional como en la ley de justicia y paz (verdad, justicia, víctima,
perdón, impunidad, reparación), entonces ahora sí vamos a centrar nuestra atención
en el proceso de paz como tal y sobre todo en el concepto de víctima y reparación.
Como primera medida y teniendo en cuenta la definición de víctima que ofrece la ley
de justicia y paz, podemos ver que dicha definición deja claro que las víctimas que
tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación son tan sólo aquellas personas
que sufrieron algún tipo de daño por parte de los grupos armados ilegales que se
hayan desmovilizado, pues los requisitos fundamentales para que una víctima sea
reconocida como tal y tenga derecho a la verdad, la justicia y la reparación son:
primero, que sea víctima de un miembro desmovilizado de un grupo armado, y
segundo, que el nombre del victimario esté en la lista que tiene el gobierno de los
desmovilizados que se acogieron en el proceso de paz.
Como podemos ver, estos requisitos dejan por fuera del derecho a la verdad, la
justicia y la reparación a un gran número de víctimas, ya que aquellas personas
víctimas de los grupos armados que aún siguen alzados en armas, deben acogerse
al proceso penal ordinario, motivo por el cual estas personas no solo deben esperar
más tiempo para que se les reconozca su estatus de víctima, sino que también
quedan exentas del proceso de reparación.
Así mismo, la ley tampoco menciona a aquellas personas que sufrieron algún tipo de
daño por parte de algún miembro de las Fuerzas Armadas, pues como ya dijimos en
el tercer capítulo, han sido varias las masacres y los crímenes que ha sufrido la
población civil a manos del Ejército Nacional y de la Policía Nacional.
5
7
En este sentido y teniendo en cuenta todo esto, queda claro que no todas las
víctimas del conflicto colombiano tienen los mismos derechos, pues evidentemente
no todas son tratadas de igual forma, ni todas tienen los mismos beneficios.
Igualmente y desde mi punto de vista, el concepto de víctimas es excluyente y por lo
tanto se encuentra incompleto. Esto en el sentido de que aún le falta incluir a
muchas personas que también son víctimas de conflicto.
Ahora bien, si tenemos en cuenta los pasos que debe seguir una víctima para poder
acogerse al proceso jurídico y al proceso de justicia y paz, podemos observar que
estos son muy complejos, pues se debería tener en cuenta que en Colombia: 1) no
todas las personas tienen cédula, 2) el nivel de analfabetismo es muy alto, 3) la
presión y las amenazas que ejercen los grupos armados aún alzados, es muy fuerte,
motivo por el cual no todas las víctimas accederán a denunciar las violaciones, 4)
hace falta que el gobierno genere más confianza de las víctimas en las instituciones,
y, 5) faltan garantías de seguridad para las víctimas, ya que en algunos casos estos
servirán también de testigos.
En referencia a la reparación, podemos advertir que la Ley asume una definición
amplia e integral de reparación, es decir que la reparación involucra restitución,
rehabilitación, indemnización y garantías de no repetición. Sin embargo, y teniendo
en cuenta que el proceso de paz hasta ahora está empezando, hemos podido notar
que con respecto a la reparación el gobierno ha privilegiado o dado mayor
importancia a la indemnización; pareciera ser que el gobierno cree que tan solo con
la reparación económica, las víctimas van a recuperar su dignidad.
Así mismo, y como especificamos en el capítulo III, hay cinco clases de reparación:
individual, colectiva, simbólica, material e integral, de las cuales la individual y
económica son las que el gobierno ha priorizado a lo largo del proceso de paz, pues
hasta ahora no es mucho lo que se ha hablado sobre reconstrucción psicosocial de
las poblaciones, ni de memoria histórica, sin embargo es importante resaltar que
algunos puntos estipulados en la reparación integral se están tratando de llevar a
5
8
cabo.
Cabe anotar aquí,
que cuando decimos que el gobierno prioriza la reparación
económica e individual, no quiere decir que esto ya se haya llevado a cabo y que
dichas reparaciones han sido eficientes, pues hasta ahora, el gobierno ha
presentado serias dificultades para reparar a las víctimas también en este aspecto.
Por ejemplo y con respecto a la reparación económica, la Ley estipula que las
víctimas se deben reparar con los bienes que se le incautan a los victimarios y que el
gobierno ayudara económicamente cuando este fondo sea insuficiente, hasta ahora,
se dice que los bienes entregados por los desmovilizados son insuficientes y es por
esto que el gobierno ha decidido iniciar un proceso de reparación por vía
administrativa, es decir, reparar económicamente a las víctimas con fondos del
gobierno.
En este sentido y teniendo en cuenta lo anteriormente dicho y lo expuesto en la
parte final del capítulo III, para fortalecer el proceso de paz colombiano es importante
tener en cuenta los siguientes elementos que se dieron en los casos estudiados: con
respecto a Sudáfrica: la importancia que se le dio a la verdad en aras de restablecer
la dignidad humana, la obligación al victimario de reparar no sólo a la víctima sino a
toda la comunidad y además darle igual significación y relevancia a la restitución, a
la rehabilitación, a la restauración y a la garantía de no repetición.
Con respecto a Argentina: sería importante que la CNRR se valiera de organismos
internacionales para esclarecer la verdad, así mismo, la definición de víctima debería
diferenciar las variables y ser más específica, y con respecto a la reparación, darle
más importancia a la reparación simbólica y a la creación de memoria histórica, todo
esto como sucedió en Argentina
Finalmente y con respecto a chile: se debe definir minuciosamente el concepto de
víctima, buscar la verdad no sólo dentro del país, sino que también en los posibles
países en donde se haya podido refugiar la población y además ofrecerle a las
víctimas medicina y estudio gratuito.
5
9
Ahora bien, como consideración final y teniendo en cuenta lo sucedido el día 13 de
mayo de 2008, es decir la extradición de los 13 jefes paramilitares a Estados Unidos
(ver anexo 20), y las connotaciones anteriores, se podría decir que el gobierno
colombiano hasta ahora ha demostrado darle una mayor importancia a su relación
con Estados Unidos y a esclarecer y condenar al narcotráfico, en vez de tratar de
fortalecer y legitimar el proceso de paz colombiano.
Con la extradición de la cúpula de los paramilitares, el proceso de reparación a las
víctimas estaría en peligro, pues cada uno de estos ya no sólo estaría dejando de
responder ante la justicia colombiana por cometer crímenes de lesa humanidad, sino
que estos 13 paramilitares dejarían atrás sus compromisos con el proceso de paz,
ósea que dejarían de contar su versión, de decir la verdad, pedir perdón y
comprometerse a no volver a repetir dichos actos.
Así mismo, es importante resaltar que aún no es claro si los extraditados salieron o
permanecen dentro de la ley de justicia y paz, cosa que vuelve aún más confuso y
ambiguo el proceso de paz, y sobre todo la reparación a las víctimas; además que a
esto se le suma que estamos dependiendo de la voluntad y los designios de la
justicia norteamericana, ya que de estos depende que los extraditados puedan
responder también ante la justicia colombiana.
En este sentido, podría cerrar esta investigación diciendo que el proceso de paz
colombiano es muy vulnerable, débil y tiene muchas falencias, sin embargo es
importante también ver que dicho proceso está muy joven y por esta razón aún tiene
la oportunidad de fortalecerse, rediseñar los aspectos que lo ameritan y aprender de
los otros procesos de paz, cosa que con voluntad política, organización por parte de
las víctimas y la unión de la sociedad civil se puede llegar a alcanzar.
6
0
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ANEXOS
ANEXO 1
CONCEPTO
COMISIÓN DE
VERDAD
TRANSICIÓN
COMPOSICIÓN
DE LA
SUDÁFRICA
ARGENTINA
CHILE
COLOMBIA
Comisión de la
verdad y
reconciliación
(CVR)
Comisión
Nacional sobre la
Desaparición de
Personas
(CONADEP)
Comisión Nacional de
Verdad y
Reconciliación
(Comisión Rettig) Y
Corporación Nacional
de Reparación y
Reconciliación
Comisión nacional
de reparación y
reconciliación
(CNRR)
Dictadura y
racismo –
democracia e
inclusión
Dictadura democracia
Dictadura democracia
Situación conflictiva
– menos conflictiva
Un gabinete de
17 personas,
quienes
representaban las
diversas razas,
géneros,
condiciones
sociales, culturas,
ideologías y
por diez personas
civiles destacadas
en la defensa de
los derechos
humanos y de
gran ascendiente
moral en el país, y
por otros seis
miembros que
Raúl Rettig Guissen,
Presidente (jurista, ex
parlamentario,
militante radical);
Jaime Castillo
Velasco (jurista,
militante
democratacristiano);
José Luis Cea Egaña
tiene un carácter
mixto por cuanto la
integran
representantes de
la sociedad civil
(5representantes),
de las
organizaciones de
víctimas (2
6
7
COMISIÓN
TIEMPO DE
OPERACIÓN
MANDATO
disciplinas.
debían ser
designados por
las dos cámaras
del Congreso
(jurista de
centroderecha, actual
integrante del
Tribunal
Constitucional);
Mónica Jiménez de la
Jara (cientista
político,
independiente
vinculada a la DC);
Ricardo Martin Díaz
(ex ministro de la
Corte Suprema y ex
senador designado);
Laura Novoa
Vásquez (jurista
destacada); Gonzalo
Vial Correa
(historiador y jurista,
ex ministro de
Pinochet, de ideas
conservadoras);José
Zalaquett Daher
(jurista, vinculado a la
izquierda);
Secretario: Jorge
Correa Sutil (jurista,
democratacristiano,
miembro del gobierno
de Lagos).
representantes) y
representantes del
gobierno y
organismos de
control del Estado
(un delegado del
Vicepresidente de
la República
(quien la preside),
por el Procurador
General de la
Nación o su
delegado; por un
delegado del
Ministro del Interior
y de justicia, o su
delegado; por el
Ministro de
Hacienda y Crédito
Público o su
delegado; por el
Defensor del
Pueblo; y por el
director de la
Agencia
Presidencial para la
Acción Social ,
quien ejerce las
funciones de
Secretaría
Técnica).
5 años
1 año
1 año
8 años
Arzobispo
anglicano
Desmond Tutu
Ernesto Sábato
Raúl Rettig Guissen
Eduardo Pizarro
- investigar los
abusos a los
derechos
humanos durante
la era del
apartheid
Recibir denuncias
y pruebas,
averiguar el
paradero de los
desaparecidos
(principalmente
de los niños que
fueron
Contribuir al
esclarecimiento
global de la verdad
sobre las más graves
violaciones a los
derechos humanos
cometidas en los
últimos años, sea en
Recomendar al
Gobierno la
implementación de
un programa
institucional de
reparación
colectiva que
comprenda
- Trazar el cuadro
6
8
OBJETIVOS
más completo
posible de
causas,
naturaleza y
alcances de las
más graves
violaciones a los
derechos
humanos
arrebatados del
cuidado de sus
padres),
denunciar la
desaparición de
pruebas y
finalmente,
debían realizar un
informe, lo más
completo posible,
en un plazo de
180 días.
el país o en el
extranjero, es decir,
que su principal labor
era esclarecer la
verdad sobre todo lo
sucedido durante esa
época, ósea, entre el
11 de septiembre de
1973 y el 11 de
marzo de 1990.
acciones
directamente
orientadas a
recuperar la
institucionalidad
propia del Estado
Social de Derecho
particularmente en
las zonas más
afectadas por la
violencia; a
recuperar y
promover los
derechos de los
ciudadanos
afectados por
hechos de
violencia, y a
reconocer y
dignificar a las
víctimas de la
violencia
La herencia del
apartheid y todas
las violaciones de
los derechos
humanos
cometidas tanto
para defenderlo
como para
desafiarlo.
Desaparición
forzada,
secuestro,
torturas,
exterminios,
represión.
Violaciones a los
derechos humanos
Los asesinatos, las
masacres, las
desapariciones
forzadas, los
secuestros, las
minas
antipersonales y las
violaciones
sexuales.
Una víctima, de
acuerdo con la
Ley, es alguien
que ha ‘sufrido en
forma de lesiones
físicas o
mentales,
padeció
sufrimiento
emocional, tuvo
pérdida
El informe final
del CONADEP,
en su primer y
segundo capítulo
definió a las
víctimas como
aquellas personas
o familiares que
fueron
desaparecidas
forzosamente,
Las víctimas de
Violaciones de
Derechos Humanos
(más de 2.000
víctimas, la mayoría
de las cuales
corresponde a
víctimas de la
represión política);
víctimas de la
situación de
Se entiende por
víctima la persona
que individual o
colectivamente
haya sufrido daños
directos tales como
lesiones transitorias
o permanentes que
ocasionen algún
tipo de
discapacidad física,
- Establecer o
hacer conocer la
suerte o paradero
de las víctimas,
restaurando la
dignidad humana
y civil de las
mismas y
dándoles
oportunidad de
relatar por sí
mismas las
violaciones de
que fueron
víctimas y
recomendando
medidas de
reparación
DELITOS
INVESTIGADOS
DEFINICIÓN DE
VÍCTIMA
6
9
CONCEPTO DE
REPARACIÓN
económica o
menoscabo
sustancial de sus
derechos
humanos, (i)
como
consecuencia de
una grave
violación de los
derechos
humanos, o (ii)
Como resultado
de un acto
asociado con un
objetivo político
para el que se ha
concedido la
amnistía’. Una
violación flagrante
de los derechos
humanos se
define como ‘(a)
el asesinato, el
secuestro, la
tortura o los
malos tratos
graves de
cualquier
persona, o (b)
cualquier intento,
conspiración, la
tortura o los
malos tratos’
secuestradas,
torturadas,
exterminadas y/o
reprimidas.
contienda política; y
aquellas víctimas que
caen fuera del
mandato de la
Comisión
psíquica y/o
sensorial (visual y/o
auditiva),
sufrimiento
emocional, pérdida
financiera o
menoscabo de sus
derechos
fundamentales. Los
daños deberán ser
consecuencia de
acciones que
hayan transgredido
la legislación penal,
realizados por
grupos armados al
margen de la ley
La ley define las
‘reparaciones’
como la inclusión
de ‘cualquier
forma de
indemnización,
pago ex gratia, la
restitución, la
rehabilitación o el
reconocimiento’.
La definición de la
ley de
‘reparación’ es
intencionalmente
abierta y permite
La reparación en
Argentina fe de
forma integral, ya
que se le dio igual
importancia a la
restitución,
rehabilitación,
restauración y
reparación.
Se tuvo presente que
una reparación cabal
del daño causado
resultaba imposible y
que cualquier medida
de reparación que se
propusiera debía
hacerse con pleno
respeto de la
dignidad de las
personas
involucradas y
teniendo también
presente que el deber
principal de la
el concepto de
reparación con el
que se identifica la
Comisión asume la
definición amplia
que existe en el
contexto del
derecho
internacional, en el
cual el término se
usa para designar
toda aquella
medida que puede
ser utilizada para
resarcir a las
7
0
que la CVR
formule
recomendaciones
y definiciones
concretas
REPARACIÓN
ECONÓMICA
pagos
monetarios,
servicios sociales
a la comunidad
Comisión era el de
víctimas por los
esclarecer la verdad, diferentes tipos de
materia que tenía
daños que hubieren
también innegables
sufrido como
efectos de reparación
consecuencia de
y prevención. (…)Se
ciertos crímenes
formuló esta consulta
cometidos con
a 109
ocasión del
Organizaciones,
conflicto armado
entre ellos a las de
familiares de las
víctimas, a los
Organismos de
Derechos Humanos,
a las principales
Universidades y
Centros Académicos,
a los Partidos
Políticos, a las
Iglesias y a otras
autoridades morales.
En el plano
Internacional, la
comunicación fue
enviada
principalmente a
aquellos Organismos
Intergubernamentales
o Privados con mayor
experiencia en la
protección o
promoción de los
Derechos Humanos
Jubilaciones
mínimas a los
familiares de
desaparecidos
(Ley 23.466 de
1986), e
indemnizaciones
a las familias de
personas
fallecidas o
desaparecidas, al
igual que para los
ex presos
políticos de la
dictadura. “Los
una pensión mensual
a los familiares de las
víctimas, quienes
además tenían
derecho a tener
asistencia médica
gratuita, becas
estudiantiles y el
derecho de la no
prestación de servicio
militar
$ 18'460.000 para
quienes sufrieron
homicidio,
desaparición
forzada y
secuestro. Y hasta
esa cantidad a
quienes quedaron
incapacitados física
o sicológicamente.
$ 13'845.000 para
quienes padecieron
tortura,
reclutamiento
7
1
beneficiarios
reciben una
pensión que
equivale a la
cantidad mínima
ordinaria que
recibe un
funcionario
público jubilado.
También se
benefician de la
cobertura social
del Instituto
Nacional de
Servicios Sociales
para Jubilados y
Pensionados, que
incluye asistencia
de salud y
medicamentos”
De Greiff, 2006, p.
26). Así mismo,
los hijos y
familiares de
desaparecidos
fueron exentos
del servicio
militar.
REPARACIÓN
SIMBÓLICA
El 10 de
diciembre de
1997 varios
organismos de
derechos
humanos
entregaron a los
legisladores de
Buenos Aires la
petición de que se
construyera un
Paseo con un
monumento
poliescultural por
los
Desaparecidos,
forzado de
menores y delitos
contra la integridad
sexual. La violación
a las mujeres fue
una agresión
frecuente en sitios
como Norte de
Santander, para
provocar a los
adversarios.
12'460.500 quienes
fueron obligados a
abandonar sus
tierras por alguno
de los grupos
violentos. No es
clara la cifra de
desplazados.
13'845.000 este
será el monto
máximo para
quienes sufrieron
lesiones personales
y sicológicas que
no causaron
incapacidad
permanente.
se construyó una
placa de piedra con
los nombres de los
ejecutados y
desaparecidos
Se entiende por
reparación
simbólica toda
prestación
realizada a favor de
las víctimas o de la
comunidad en
general que tienda
a asegurar la
preservación de la
memoria histórica,
la no repetición de
los hechos
victimizantes, la
aceptación pública
de los hechos, el
7
2
que incluyera sus
nombres, ubicado
en la zona costera
frente al Río de la.
Plata, como lugar
simbólico, ya que
muchas víctimas
de la represión
fueron arrojadas
en él” (Giraldo,
2004, p.52-53).
La creación del
camino paralelo al
Río de la plata,
fue aprobada el
21 de julio de
1998 y de esta
forma se
conmemora la
memoria de los
desaparecidos y
asesinados
durante la
dictadura.
perdón público y el
restablecimiento de
la dignidad de las
víctimas
Así mismo se
crearon varios
movimientos con
el fin de recordar
lo sucedido y
reclamar por las
personas que aún
no han aparecido,
algunos de estos
movimientos son:
La ronda de las
Madres en Plaza
de Mayo, las
Abuelas de Plaza
de Mayo y el
movimiento
HIJOS
7
3
ANEXO 2
http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/justicia/2008-0327/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4037911.html
eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia
Marzo 26 de 2008
Ordenan captura de 15 militares por masacre de S. J. de Apartadó
En la masacre murieron Luis Guerra, su compañera Beyanira Areiza y su hijo Deyner
Guerra. También Alfonso Bolívar, su esposa Sandra Graciano, Natalia y Santiago,
hijos de la pareja, y Alejandro Pérez.
Para la Fiscalía es claro que la acción de San José de Apartadó buscaba imponer el
miedo y el terror entre los civiles de esa comunidad.
Fiscalía le pidió al general Montoya que realice las detenciones. Luego, serán oídos
en indagatoria. Nuevo testimonio de un ex 'para' señala que, en asocio con Auc,
ejecutaron a 3 niños y 8 adultos de la comunidad de paz. Ya hay un capitán
detenido.
7
4
"Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 o 6
años y el peladito también era curiosito (...) Propusimos a los comandates dejarlos
en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían
guerrilleros en el futuro (...) 'Cobra' tomó a la niña del cabello y le pasó el machete
por la garganta".
El testimonio, fechado el pasado 30 de enero, es de Jorge Luis Salgado David, un ex
'para' oriundo de Carepa (Antioquia), quien contó cómo fue la cruel masacre,
ocurrida el 21 de febrero del 2005, en la comunidad de paz de San José de
Apartadó.
Ese día, los cuerpos mutilados y decapitados de tres niños y ocho adultos quedaron
abandonados en medio de la selva y en fosas a medio tapar.
Todas las víctimas eran miembros de un grupo que se declaró neutral dentro del
conflicto armado colombiano y que venía pidiendo afanosamente protección
especial.
Aunque, desde un comienzo, testimonios indicaban que los responsables de estos
hechos eran miembros de la Brigada XVII del Ejército y hombres bajo el mando de
Diego Murillo, 'Don Berna', esta es la primera vez que alguien que estuvo en las filas
de los verdugos narra la historia.
"Ninguno de nosotros sabíamos hasta dónde llegábamos, solo que teníamos que ir a
la vereda La Resbalosa y recorrer la zona en compañía del Ejército", dice el ex
'para'.
En la mira, tres subtenientes
Su testimonio, acaba de precipitar varias decisiones de fondo en este caso
emblemático que ya llegó a tribunales internacionales.
Hace 12 días, la Fiscalía le envió una comunicación al comandante del Ejército,
general Mario Montoya, en la que le solicita que ordene, a quien corresponda, las
capturas de 15 miembros activos de ese cuerpo armado que en el 2005 estaban
asignados al área de los hechos.
En la carta, la Fiscalía advierte que inicialmente los uniformados serán escuchados
7
5
en indagatoria.
Pero uno de los investigadores le aseguró a EL TIEMPO que se ordenó su detención
"porque existen indicios suficientes para presumir su responsabilidad en los hechos
de Apartadó".
En la lista que recibió el general Montoya hay tres subtenientes, cuatro sargentos y
ocho cabos.
Ya en noviembre del 2007 había sido capturado por estos mismos hechos el capitán
del Ejército Guillermo Armando Gordillo Sánchez.
El oficial, varias veces mencionado dentro del expediente, optó por guardar silencio
durante toda la diligencia de indagatoria que se le adelantó hace unos meses. Y
aunque su defensa alegó plena inocencia, la Fiscalía optó por acusarlo de homicidio
en persona protegida, concierto para delinquir y terrorismo, en calidad de coautor.
El operador de radio de Héroes de Tolová, Adriano José Cano Arteaga, le aseguró a
la Fiscalía que el grupo de Gordillo había salió a patrullar varias veces con los
paramilitares.
Cayó 'Cobra'
Su testimonio y el de Jorge Luis Salgado David permitieron que, hace diez días, un
fiscal especializado les dictara medida de aseguramiento a los dos ex jefes 'paras'
señalados de participar activamente en la masacre.
Se trata de Joel José Vargas Flórez y de José Clímaco Falco, alias 'Cobra', el
hombre que supuestamente degolló a la pequeña Natalia, de 5 años.
Y mientras la Fiscalía les define la situación jurídica a los militares implicados,
abogados de familiares de las víctimas están pidiendo acceso a los testimonios
'paras' sobre los desgarradores hechos de hace tres años.
Salgado David, por ejemplo, cuenta que el padre de la niña degollada les suplicaba
de rodillas que no mataran a los menores. Además, que la niña creyó que se trataba
de un paseo y le guardó a su hermanito una muda de ropa para el viaje.
7
6
"Le decía adiós con la manito", recuerda el ex 'para'.
Y añade que la violencia del ataque fue con tal sevicia que cuando se topó con el
cadáver de un hombre, presunto guerrillero, casi trasboca.
"Quedó partido, destrozado por el estómago (...) se le veían las tripas y una cosa
blanca. Yo me había comido una jamoneta y me dieron ganas de vomitar".
Protección para testigo
Hoy, paradójicamente, Jorge Salgado David, está pidiendo protección.
Un grupo de desmovilizados ha intentado asesinarlo en al menos dos ocasiones
porque se está negando a entrar a 'las Águilas Negras', grupo paramilitar emergente
con tentáculos en todo el país.
Por suerte, las autoridades ya están tras la pista de los hombres que lo quieren
matar.
"Quedó partido, destrozado por el estómago (...) se le veian las tripas. Yo me había
comido una jamoneta y me dieron ganas de vomitar".
San José: una comunidad de paz
La masacre ocurrida en el 2005 en San José de Apartadó, y la situación de
señalamiento y de estigmatización que derivó de ese hecho en esta comunidad de
paz, es uno de los casos que ONG han llevado ante estrados internacionales para
acusar al Estado colombiano de no trabajar por la defensa de los derechos
humanos.
De hecho, desde el 2002, esta comunidad del Urabá antioqueño tenía medidas
cautelares emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
El organismo internacional le había exigido al Gobierno colombiano medidas para
preservar la vida e integridad de los miembros de esa comunidad de paz.
Hoy, más de tres años después de los hechos, este caso y el de otros 170
asesinatos cometidos desde 1997 en San José de Apartadó, se encuentran en
7
7
trámite en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington.
El caso deberá pasar luego a la Corte Interamericana, con sede en Costa Rica, que
deberá falla
Además, informes de algunos de esos crímenes han sido enviados a la Corte Penal
Internacional, al Parlamento Europeo, a la Oficina de la Alta Comisionada de
Derechos Humanos de la ONU y a otros organismos internacionales.
Los uniformados requeridos
En la carta enviada al general Mario Montoya, la Fiscalía solicita las capturas
inmediatas de los subtenientes Alejandro Jaramillo Giraldo, Jorge Humberto Milanés
Vega y Édgar García Estupiñán.
También figuran los sargentos segundos Ángel María Padilla Petro, Henry
Guasmayán Ortega, Darío José Brango Agamez y Óscar Jaime González. Además,
los cabos Sabaraín Cruz Reina, Ricardo Bastidas Candia, Héctor Londoño Ramírez,
Luis Gutiérrez Echeverría, Jesús David Cardona Casas, Yuber Carranza Rodríguez,
Ramón Mican Guativa y José Carmona.
Extraoficialmente se supo que ya se hicieron efectivas cinco capturas.
Ya en noviembre del 2007 había sido capturado por estos mismos hechos el capitán
del Guillermo Armando Gordillo Sánchez. El oficial tenía bajo su mando a la
Compañía Bolívar, perteneciente al Batallón Vélez de Carepa (Antioquia), que
realizaron la operación 'Fénix' durante los días en los que ocurrió la masacre.
Para el organismo investigador "es claro e innegable su presencia en circunstancias
de tiempo y lugar". Por eso, se le negó la libertad provisional y permanece tras las
rejas desde noviembre del año pasado.
En su contra rezan varios testimonios que señalan que el oficial acordó patrullajes
conjuntos con 'paras' del bloque 'Héroes de Tolová', que se desmovilizó en medio
del proceso de paz con el Gobierno.
Uno de los testigos es Adriano José Cano, quien fue radioperador de esa facción
'para', quien contó a la Fiscalía que, luego de la masacre, el capitán recriminó a los
7
8
'paras' por lo que habían hecho. "Les dijo que fue una embarrada muy grande",
sostuvo, y agregó que los militares no hicieron nada para evitar el crimen ni para
perseguir a los responsables.
El ahora ex 'para' aseguró que los miembros de las Auc eran los guías del Ejército,
pero cuando llegaron a las viviendas de los campesinos "entraron a las casas,
intimidaron, torturaron y mataron" usando machetes y armas de fuego.
ANEXO 3
PREGUNTA PROBLEMA
¿Cuáles son los alcances y limitaciones de los conceptos de víctima y reparación adoptados
en la ley de Justicia y Paz colombiana?
OBJETIVOS
Principal:
Estudiar y analizar a fondo el concepto, las falencias y fortalezas del criterio de
víctimas y de reparación que nos ofrece la ley de justicia y paz y la CNRR, con el fin
de generar propuestas que puedan ser útiles en el mejoramiento de dichos criterios.
Específicos
• Describir que es un conflicto armado.
•
Definir qué es la justicia transicional.
7
9
• Estudiar diferentes casos de justicia transicional, con el fin de contrastar y
extraer los elementos necesarios para fortalecer los conceptos de víctimas y
reparación que maneja la CNRR, ya que estos son esenciales en un proceso
de justicia transicional.
• Establecer cómo podríamos implementar en nuestros conceptos, los
elementos que se encuentran ausentes.
ANEXO 4
Fuente: http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/h_comp49_sp.htm
Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas
de delitos y del abuso de poder
Adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de noviembre
de 1985
Acceso a la justicia y trato justo
4. Las víctimas serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad.
Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la justicia y a una pronta
reparación del daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación
nacional.
5. Se establecerá y reforzarán, cuando sea necesario, mecanismos judiciales
y administrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante
procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos
y accesibles. Se informará a las víctimas de sus derechos para obtener
reparación mediante esos mecanismos.
6.
Se
facilitará
la
adecuación
de
los
procedimientos
judiciales
y
8
0
administrativos a las necesidades de las víctimas:
a) Informando a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo
cronológico y la marcha de las actuaciones, así como de la decisión de sus
causas, especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando hayan
solicitado esa información;
b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean
presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre
que estén en juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con
el sistema nacional de justicia penal correspondiente;
c) Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el proceso
judicial;
d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas,
proteger su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como
la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de
intimidación y represalia;
e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la
ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a
las víctimas.
7. Se utilizarán, cuando proceda, mecanismos oficiosos para la solución de
controversias, incluidos la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia
consuetudinaria o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación
en favor de las víctimas.
Resarcimiento
8. Los delincuentes o los terceros responsables de su conducta resarcirán
equitativamente, cuando proceda, a las víctimas, sus familiares o las
personas a su cargo. Ese resarcimiento comprenderá la devolución de los
bienes o el pago por los daños o pérdidas sufridos, el reembolso de los gastos
realizados como consecuencia de la victimización, la prestación de servicios y
la restitución de derechos.
9. Los gobiernos revisarán sus prácticas, reglamentaciones y leyes de modo
que se considere el resarcimiento como una sentencia posible en los casos
penales, además de otras sanciones penales.
10. En los casos en que se causen daños considerables al medio ambiente, el
resarcimiento que se exija comprenderá, en la medida de lo posible, la
rehabilitación del medio ambiente, la reconstrucción de la infraestructura, la
8
1
reposición de las instalaciones comunitarias y el reembolso de los gastos de
reubicación cuando esos daños causen la disgregación de una comunidad.
11. Cuando funcionarios públicos u otros agentes que actúen a título oficial o
cuasioficial hayan violado la legislación penal nacional, las víctimas serán
resarcidas por el Estado cuyos funcionarios o agentes hayan sido
responsables de los daños causados. En los casos en que ya no exista el
gobierno bajo cuya autoridad se produjo la acción u omisión victimizadora, el
Estado o gobierno sucesor deberá proveer al resarcimiento de las víctimas.
Indemnización
12. Cuando no sea suficiente la indemnización procedente del delincuente o
de otras fuentes, los Estados procurarán indemnizar financieramente:
a) A las víctimas de delitos que hayan sufrido importantes lesiones corporales
o menoscabo de su salud física o mental como consecuencia de delitos
graves;
b) A la familia, en particular a las personas a cargo, de las víctimas que hayan
muerto o hayan quedado física o mentalmente incapacitadas como
consecuencia de la victimización.
13. Se fomentará el establecimiento, el reforzamiento y la ampliación de
fondos nacionales para indemnizar a las víctimas. Cuando proceda, también
podrán establecerse otros fondos con ese propósito, incluidos los casos en
los que el Estado de nacionalidad de la víctima no esté en condiciones de
indemnizarla por el daño sufrido.
Asistencia
14. Las víctimas recibirán la asistencia material, médica, psicológica y social
que sea necesaria, por conducto de los medios gubernamentales, voluntarios,
comunitarios y autóctonos.
15. Se informará a las víctimas de la disponibilidad de servicios sanitarios y
sociales y demás asistencia pertinente, y se facilitará su acceso a ellos.
16. Se proporcionará al personal de policía, de justicia, de salud, de servicios
sociales y demás personal interesado capacitación que lo haga receptivo a las
necesidades de las víctimas y directrices que garanticen una ayuda apropiada
y rápida.
17. Al proporcionar servicios y asistencia a las víctimas, se prestará atención
a las que tengan necesidades especiales por la índole de los daños sufridos o
8
2
debido a factores como los mencionados en el párrafo 3 supra.
ANEXO 5
Los principales objetivos de CVR eran:
1) “Trazar el cuadro más completo posible de causas, naturaleza y alcances de
las más graves violaciones a los derechos humanos, perpetrados entre marzo
de 1960 y el 10 de mayo de 1994, incluyendo antecedentes, circunstancias,
factores, contexto, perspectivas de la víctima y móviles y perspectivas de los
responsables, mediante el desarrollo de investigaciones y la realización de
audiencia” (Giraldo, 2004, p.191).
2) “Facilitar la concesión de amnistía a personas que hicieren plena revelación
de todos los hechos relevantes relacionados con acontecimientos asociados a
móviles políticos, según los requerimientos de la ley” (Giraldo, 2004, p.192).
3) “Establecer o hacer conocer la suerte o paradero de las víctimas, restaurando
la dignidad humana y civil de las mismas y dándoles oportunidad de relatar
por sí mismas las violaciones de que fueron víctimas y recomendando
8
3
medidas de reparación. (Giraldo, 2004, p.192)
4) “Elaborar un informe lo más completo posible de las actividades y veredictos
de la Comisión” (Giraldo, 2004, p.192)
ANEXO 6
Fuente: Informe Nunca Más, de la CONADEP)
• Cuadro por edad de los desaparecidos
De 0 a 5 años: 0,82%
De 6 a 10 años: 0,25 %
De 11 a 15 años: 0,58 %
De 16 a 20 años: 10,61 %
De 21 a 25 años: 32,62 %
De 26 a 30 años: 25,90%
De 31 a 35 años: 12,26%
De 36 a 40 años: 6,73%
De 41 a 45 anos: 3,40%
De 46 a 50 años: 2,41 %
De 51 a 55 años: 1,84%
De 56 a 60 años: 1,17%
De 61 a 65 años: 0,75%
De 66 a 70 años: 0,41 %
Más de 70 años: 0,25 %
8
4
TOTAL: 100,00 %
Analizando estos porcentajes, comprobamos que la mujer también sufrió en gran
medida la acción represiva. Es de destacar que el 10% de las mujeres
desaparecidos (3% del total) estaban embarazadas.
Mujeres desaparecidas: 30 %
Varones desaparecidos: 70 %
Mujeres embarazadas: 3 %
ANEXO 7
Fuente: informe Nunca Más, de la CONADEP
•
Cuadros de los secuestrados
Detenidos en su domicilio ante testigos 62,0 %
Detenidos en la vía pública 24,6 %
Detenidos en lugares de trabajo 7,0 %
Detenidos en lugares de estudio 6,0 %
Desaparecidos que fueron secuestrados en dependencias Militares, Penales, o
Policiales; estando legalmente detenidos en esos establecimientos 0,4 %
ANEXO 8
Desde fines de abril de 1977 se creó la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, “el
movimiento (en palabras de Chela Sosa de Mignone) nació por iniciativa de Azucena
Villaflor (desaparecida en dic/77), quien, junto con María Adela Gard de Antokoletz y otras
pocas madres de detenidos-desaparecidos, comenzamos a reunirnos semanalmente en la
Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. Nuestro objetivo era llamar la atención de la
8
5
población hacia la creciente desaparición de personas y reclamar la libertad de nuestros
hijos. Poco después se decidió encontrarnos los jueves a las 15.30h., modalidad que ha
perdurado hasta el presente, dado que jamás hemos sido informadas acerca del destino de
esos seres queridos, que continúan desaparecidos” (Giraldo, 2004, p.41)
Igualmente, en 1977 se conformó la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, pues
“el hecho de que muchos niños fueron desaparecidos junto con sus padres y otros
hubieran nacido en cautiverio sin que se supiera nada de su suerte al ser
desaparecidos sus padres, motivó a muchas abuelas a organizarse para buscar a
sus nietos”. (Giraldo, 2004, p.46)
Finalmente y con respecto al movimiento HIJOS, uno de sus miembros dice: “a
medida que los muchos hijos de desaparecidos, presos y exilados vamos creciendo,
la inquietud por saber qué ha pasado con nuestros padres también va creciendo (…)
y así va surgiendo en nosotros el deseo de reunirnos para poder hablar de esos
temas (…) Entonces nace HIJOS, cuyas siglas significan Hijos por la identidad y la
Justicia y contra el Olvido y el Silencio” (Giraldo, 2004, p.51).
ANEXO 9
Fuente: http://www.derechos.org/nizkor/chile/datim4.html
Algunos datos estadísticos sobre la impunidad en Chile.
Extraídos del Anexo número 1 "Estadísticas", de la
Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación.
Análisis de las denuncias reconocidas por el Estado.
Elaborado por el Equipo Nizkor.
21 de septiembre de 1996
Las estadísticas que la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación publicara en
su informe, han sido consolidadas por la Corporación Nacional de Reparación y
Reconciliación después de procesar la información de sus archivos.
Cuadro 15. Denuncias investigadas por el estado.
Total denuncias recibidas.
Procedentes de la Comisión Nacional de Verdad y
3.550
8
6
Reconciliación
Presentados a la Corporación Nacional de
Reparación y Conciliación
1.200
Total denuncias investigadas
4.750
Cuadro 16. Víctimas declaradas por el Estado.
Comisión Nacional de
Verdad y
Reconciliación
Corporación Nacional
de Reparación y
Reconciliación
Muertos
1.319
776
2.095
Desaparecidos
979
123
1.102
Total
2.298
899
3.197
Total
Cuadro 16. Clasificación de los casos de víctimas declaradas por el Estado.
Comisión Nacional
de Verdad y
Reconciliación
Corporación Nacional
de Reparación y
Reconciliación
Total
Violación Derechos
Humanos
2.130
644
2.774
Violencia política
168
255
423
Total
2.298
899
3.197
Cuadro 17. Denuncias investigadas y víctimas declaradas por el Estado,
según el año en que ocurrieron los hechos.
Cuadro 18. Denuncias investigadas por el Estado. Distribución territorial.
Año
Denuncia
Víctimas declaradas
por el Estado
Región
Denuncias
1973
2.249
1.823
I
107
1974
567
421
II
151
1975
243
150
III
49
1976
245
164
IV
61
8
7
1977
84
44
V
318
1978
64
21
VI
63
1979
70
22
VII
135
1980
80
27
VIII
440
1981
82
44
IX
280
1982
53
14
X
305
1983
156
94
XI
23
1984
156
90
XII
36
1985
143
79
Subtotal
1.968
1986
113
67
Metropolitana
2.646
51
Fuera del país y
otros
1987
110
1988
115
48
1989
93
33
1990
14
5
Otro
113
0
Total
4.750
3.197
Total
130
6
4.750
8
8
ANEXO 10
La guerra popular prolongada según el ELN
Fases
I. Acumulación
de fuerzas
Características
•
•
II. Equilibrio
dinámico de
fuerzas
•
•
•
Defensiva
estratégica.
Ofensiva táctica
favorable al
enemigo
Lucha
estratégica.
Ofensiva táctica
Equilibrio
dinámico
Modalidad de
Guerra
• Guerra de
guerrillas
Objetivos Militares
•
•
•
•
Guerra de
movimientos.
Guerra de
guerrillas
•
•
•
•
•
•
Acumular fuerzas y
dispersar al enemigo
Formar embriones de
poder popular
Disputar territorios
Consolidar la guerrilla
Enfrentar las fuerzas
acumuladas con las
del enemigo
Integrar frentes de
guerra
Ampliar las zonas de
retaguardia
Crear cuerpos de
Ejército
Formas Organizativas
de Masas
• Organizaciones
amplias
• Organizaciones
político-militares
• Autodefensas
•
•
•
•
Construir milicias
Autodefensas
Organizaciones
políticas de masas
estables
Organizaciones
amplias
desarrolladas
8
9
•
III. Ofensiva
general y toma
de poder
IV. Defensa de
la revolución
•
•
Ofensiva
estratégica.
Ofensiva táctica
favorable a la
revolución.
Consolidación
estratégica.
Ofensiva táctica
favorable a la
revolución.
•
•
•
Guerra de
posiciones
Guerra de
movimientos
Guerra de
guerrillas
•
•
•
Usar recursos bélicos
a gran escala
Desintegrar y derrotar
Fuerzas armadas
Combinar la
insurrección con la
guerra
Destruir en estado
burgués
Guerra regular • centralizar el poder
popular en los
Guerra de
ámbitos regional y
posiciones
•
nacional
• Guerra de
• aniquilar resistencia
movimientos
contrarrevolucionaria
• Guerra de
• defender la soberanía
guerrillas
nacional
• milicias
Fuente: Aguilera Peña, M. (2006), ELN: entre las armas y la política, Bogotá, Editorial Norma
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Órganos de poder
popular
Organizaciones
amplias de masas
Organizaciones
políticas de masas
Autodefensas
Milicias
consolidar todas
las formas de
poder popular
ANEXO 11
http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/exclusivo-rcn-entrevistaa-francisco-santos/
Exclusivo RCN... Entrevista a Francisco Santos
Triste es que los malos del paseo acabemos siendo
nosotros”.
Fecha de última actualización : 2008-04-25 20:42:36
9
0
Bogotá, Colombia (RCN) – El vicepresidente de la República Francisco Santos,
habló en exclusiva para Noticias RCN en entrevista con Álvaro García, acerca de la
“Farc-Política” y otros temas de la actualidad nacional.
El director de Noticias RCN pregunta a Francisco Santos: “Hay dos hechos
recientes, un desmovilizado acusa al presidente Uribe de haber planeado junto con
otras personas la masacre del Aro y anoche (este jueves) otro desmovilizado
denuncia que ha recibido ofertas de dinero y de exilio en el exterior para él y su
familia, a cambio de atestiguar en contra del Presidente e incriminarlo en temas
relacionados con paramilitares”.
A lo que el Vicepresidente respondió: “En el caso del ex paramilitar que se refiere al
caso del Aro, es que no le cuadran ni las fechas, había un muerto, entonces ahí hay
unos errores muy grandes que la justicia en su poder de verificación y su obligación
de verificación de testimonios tiene que ser muy clara y muy cuidadosa. No se olvide
que aquí el principio es el de la presunción de la inocencia, por eso a mí por
ejemplo, en el tema de lo sucedido frente a la Embajada de Costa Rica, donde hubo
lo más cerca de un linchamiento moderno a la salida del señor Mario Uribe, que
tomó una decisión equivocada, pero que la tomó en un momento de crisis, lo deja a
uno sorprendido, si el movimiento de víctimas que lidera Iván Cepeda cree que ese
tipo de linchamientos es el principio de reparación, estamos metidos en un lío porque
aquí la reparación es un inicio de la reconciliación”.
Que cree que va a pasar con las investigaciones por “Farc- Política”, pregunta Álvaro
García a Santos.
La combinación de las formas de lucha, es en el caso de las Farc, el partido
Comunista, del cual surge las Farc, trabajando legalmente como partido Comunista e
ilegalmente como las Farc. Esa es la combinación, una pata legal y una pata ilegal…
…Aquí tengo un librito, que se llama “La combinación de todas las formas de
luchas”, entrevista de Marta Harnecker con el secretario general del partido
Comunista, Gilberto Vieira y donde dice en su introducción: Es el único partido
Marxista en América Latina, que durante más de tres décadas, es decir, treinta años;
ha impulsado el desarrollo de los grupos armados en el campo, al mismo tiempo que
desarrolla una lucha política legal o semi-legal…
…A la gente se le olvida, y eso es increíble, que miembros del Comité Central del
partido Comunista, hacían parte del secretariado de las Farc, que las juventudes
comunistas que usted ve hoy, usted ve a Cano, ve al “negro Usurriaga y esos eran
formados desde la juventudes comunistas, al mismo “Raúl Reyes”, salidos de allá.
9
1
Los mejores exponentes de esta combinación de las formas de lucha como Miller
Chacón o como Manuel Cepeda; hoy hay frentes de las Farc que llevan esos
nombres. Afortunadamente, y creo que en hora buena, Iván Cepeda le pidió a las
Farc que le quitaran el nombre de su papá a ese frente. Pero la historia de la
combinación de las formas de lucha, la historia de la “farcpolítica”, ¿qué es eso?,
aterrizando el nombre es la Farc política y el ELN política, es una historia que tiene
este país que saber, sino no vamos a superar la violencia.
En mayo del 2007 cuando usted dijo que el tema de la “parapolítica” iba a terminar
con 30 a 40 congresistas en la cárcel y muchos otros procesados. En ese momento
el mundo casi se le viene encima porque consideraban que eso era un cálculo
absolutamente apocalíptico y hoy vemos que usted tenía toda la razón. Yo quería
respecto a eso hacerle la siguiente pregunta ¿Con base en que información o que
percepciones usted hizo esos cálculos?, preguntó García.
A lo que responde Santos: “Con base a la historia, no es difícil uno conocer que una
cantidad de gente que se dejó expósita en las regiones, que un paramilitarismo que
no se combatió. A mí me indigna que este el Gobierno a la defensiva en un tema
frente a la opinión pública internacional, porque en Colombia la gente sabe cómo es
la cosa, la gran mayoría con excepción de un sector poco radical, si uno mira una
foto de la revista Semana, una foto, todos los líderes paramilitares en una fiesta,
encorbatado, en el matrimonio de Carlos Castaño, felices en el 2001. Un año antes,
menos de un año antes de que llegáramos nosotros, eso era lo que estaba pasando
en Colombia con el paramilitarismo”…
…”Está en matrimonios, en sus lugares de protección, y andaban matando
colombianos por otro lado. Ahora están todos en la cárcel, desmovilizados; sí, hay
grupos emergentes que les estamos dando garrote todos los días y obviamente
cuando se genera esa seguridad, cuando se combate ese fenómeno, pues
veinticinco años de porquería, pues obviamente lo que está saliendo es producto de
lo que estamos haciendo; del fortalecimiento de la justicia que nosotros hemos
hecho, nosotros somos los que hemos producido este gran destape, pero lo que sí
me parece absolutamente vergonzoso, triste, es que los malos del paseo acabemos
siendo nosotros y que sectores serios de la izquierda colombiana, absolutamente
radicales, acaben en ese mismo discurso, cuando por primera vez se combatió el
paramilitarismo y lo que está saliendo es producto de esa derrota, absoluta, militar y
política del paramilitarismo”
9
2
ANEXO 12
9
3
Convenciones
•
•
•
•
•
•
línea punteada = relación de coordinación sustantiva
línea sólida = relación de coordinación funcional
terminación en punto = colaboración
terminación en flecha = directriz
azul = sustantivo
verde = funcional
Fuente: http://www.mujeresporlapaz.org/pdf/Organigrama.pdf
ANEXO 13
Estructura funcional de la CNRR
9
4
Funciones
LEY 975-05
1. Recomendar al Gobierno la
implementación de un programa
institucional de reparación colectiva que
comprenda
acciones
directamente
orientadas
a
recuperar
la
institucionalidad propia del Estado
Social de Derecho particularmente en
las zonas más afectadas por la
violencia; a recuperar y promover los
derechos de los ciudadanos afectados
por hechos de violencia, y a reconocer
y dignificar a las víctimas de la
violencia.
DECRETO 4760-05
1. La Comisión recomendará al
Ministerio Público el diseño de
programas de divulgación, promoción e
información general de los derechos de
las víctimas.
3. Presentar un informe público sobre
las razones para el surgimiento y
evolución de los grupos armados
ilegales.
3. La Comisión Nacional de Reparación
y Reconciliación, para el ejercicio de
sus funciones, en especial de las que
tratan los numerales 52.1, 52.3, 52.4 y
52.6 del artículo 51 de la Ley 975 de
2005, solicitará a las autoridades
competentes su intervención o la
realización de las investigaciones
correspondientes, según sea el caso,
así como el suministro de la
información necesaria y pertinente que
se requiera, salvo que se encuentre
sometida a reserva legal. Las
respectivas entidades deberán tramitar
la solicitud y prestar la colaboración
necesaria.
2. Con el fin de materializar el derecho
a la reparación, la Comisión Nacional
de Reparación y Reconciliación y las
autoridades administrativas exhortarán
a los miembros del grupo armado
organizado al margen de la ley, para
que lleven a cabo actos preprocesales
de restitución de bienes directamente a
2. Garantizar a las víctimas su las víctimas, los cuales serán tenidos
participación
en
procesos
de en cuenta como parte de la reparación
esclarecimiento judicial y la realización al momento de proferir la sentencia
de sus derechos.
respectiva.
4. Hacer seguimiento y verificación a
los procesos de reincorporación y a la
labor de las autoridades locales a fin de
garantizar la desmovilización plena de
los miembros de grupos armados
organizados al margen de la ley, y el
cabal
funcionamiento
de
las
instituciones en esos territorios. Para
estos efectos la Comisión Nacional
Reparación y Reconciliación podrá
invitar a participar a organismos o
personalidades extranjeras.
4. Propiciará la colaboración armónica
5. Hacer seguimiento y evaluación entre las entidades y órganos del
periódica de la reparación de que trata Estado relacionadas con la aplicación
la
presente
ley
y
señalar de las leyes previstas en el numeral
9
5
recomendaciones para su adecuada anterior, para lo cual propondrá
mecanismos expeditos de interlocución
ejecución.
con el fin de que las actividades sean
6. Presentar, dentro del término de dos desarrolladas de manera oportuna y
años, contados a partir de la vigencia eficiente.
de la presente ley, ante el Gobierno
Nacional y las Comisiones de Paz de 5. Diseñará un mecanismo idóneo,
Senado y Cámara, de Representantes, transparente y ágil para la recepción de
un informe acerca del proceso de solicitudes, peticiones y/o quejas de las
reparación a las víctimas de los grupos víctimas y las encausará remitiéndolas
armados al margen de la ley.
a las respectivas instituciones o
autoridades competentes con el fin de
7. Recomendar los criterios para las que estas les brinden el trámite
reparaciones de que trata la presente adecuado. Igualmente realizará el
ley, con cargo al Fondo de Reparación seguimiento del mismo.
a las Víctimas.
6. Diseñará un Programa de Restitución
8. Coordinar la actividad de las de Bienes, con el concurso de las
Comisiones
Regionales
para
la Comisiones de Restitución de Bienes,
Restitución de Bienes.
el cual servirá de base para la labor de
las autoridades nacionales y locales
9. Adelantar acciones nacionales de competentes.
reconciliación que busquen impedir la
reaparición de nuevos hechos de 7. Propondrá cuando lo estime
violencia que perturben la paz nacional. oportuno,
programas
restaurativos
dirigidos a atender el desarrollo
10. Darse su reglamento.
humano y social de las víctimas, las
comunidades y los ofensores, con el fin
de que se restablezcan los vínculos
sociales
y
se
posibilite
la
reconciliación, los cuales se podrán
implementar con la colaboración del
Gobierno Nacional, las autoridades
locales, las organizaciones de la
sociedad civil, las organizaciones
religiosas y organismos de cooperación
internacional y podrán ser operados por
la Defensoría del
Pueblo, por
organizaciones civiles autorizadas por
el Gobierno Nacional, casas de justicia
o centros de convivencia ciudadana,
entre otros. Cuando así lo decida y
cuente con el presupuesto requerido, la
Comisión
podrá
implementar
directamente algunos de los programas
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6
restaurativos.
8. Podrá solicitar informes a las
diferentes autoridades, los cuales serán
tenidos en cuenta para la formulación
de las recomendaciones que lleve a
cabo. Igualmente, para tal fin, podrá
solicitar información pertinente a las
organizaciones internacionales con las
cuales
las
diferentes
entidades
estatales hayan celebrado convenios
de cooperación.
9. Tendrá acceso permanente al
sistema de información para la
reparación de las víctimas, de que trata
el artículo 18 del presente decreto.
Fuente: http://www.mujeresporlapaz.org/pdf/Funciones.pdf
ANEXO 14
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7
• Igualmente se considerarán como víctimas a los miembros de la Fuerza Pública
que hayan sufrido lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de
discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual o auditiva), o menoscabo de sus
derechos fundamentales, como consecuencia de las acciones de algún integrante o
miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley.
• Asimismo, se tendrán como víctimas al cónyuge, compañero o compañera
permanente y familiares en primer grado de consanguinidad, de los miembros de la
fuerza pública que hayan perdido la vida en desarrollo de actos del servicio, en
relación con el mismo, o fuera de él, como consecuencia de los actos ejecutados por
algún integrante o miembros de los grupos organizados al margen de la ley.
• Tendrán la calidad de víctima quienes se encuentren en las situaciones previstas
en el artículo 5 de la Ley 975 de 2005, incluyendo a las víctimas del desplazamiento
forzado ocasionado por las conductas punibles cometidas por los miembros de los
grupos armados organizados al margen de la ley. Para el ejercicio de sus derechos
dentro del proceso, la víctima deberá acreditar sumariamente su condición de tal, la
cual, de ser procedente, será reconocida por la autoridad judicial. (Art. 11 Decreto
4760/ Parágrafo)
En este sentido, las víctimas que hoy reclaman sus derechos son personas que
tienen las siguientes características:
- 77% son mujeres.
- 59% con primaria o primaria incompleta.
- 42.5% tienen pareja (cónyuge o compañera/o permanente)
- 75% en un rango de edad de los 31 a los 70 años. Promedio de 47.5 años.
- 83.4% hace parte del núcleo familiar primario o básico (madre, hermano, padre,
hijo, cónyuge, compañero/a permanente, víctima directa).
- 25% tienen múltiples afectaciones, es decir, han sufrido más de una violación de
sus derechos.
- 57.1% no trabaja (ama de casa o desempleado). 26.5% empleo informal.
Fuente: http://www.ipc.org.co/page/index.php?option=com_content&task=view&id
ANEXO 15
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Fuente: http://www.cnrr.org.co/new/interior_otros/cartilla.pdf
Requisitos para ser considerado víctima ante la “Ley de Justicia y Paz”
Para ejercer sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación en el procedimiento
de esclarecimiento judicial que adelantarán la Fiscalía General de la Nación y las
Salas de Justicia y Paz de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, Usted debe
ser reconocido como víctima por la “Ley de Justicia y Paz”. Esto quiere decir que:
• Los delitos de los que Usted es víctima los cometieron miembros desmovilizados
de grupos armados al margen de la ley, mientras pertenecían a esos grupos y que
se acogieron voluntariamente a la “Ley de Justicia y Paz”.
• Que los nombres de los miembros del grupo armado al margen de la ley están
incluidos en la lista que el gobierno nacional debe remitir a la Unidad de Justicia y
Paz de la Fiscalía General de la Nación. Usted puede verificar la lista en la página
web de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación: www.cnrr.org.co en
“Información para las víctimas” escoja la opción “Lista de postulados”.
Pasos para participar en el proceso jurídico
1. Denunciar ante la Fiscalía General de la Nación los hechos cometidos y si tiene la
información, denunciar a los miembros de los grupos armados al margen de la ley
que cometieron contra Usted o contra su familiar o familiares, los delitos.
2. Hacerse parte en el respectivo proceso de esclarecimiento judicial que adelante la
Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación y las Salas de Justicia y
Paz de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, en contra de los miembros del
grupo o grupos armados al margen de la ley que cometieron el delito.
3. Acreditarse como víctima previamente –para intervenir en las investigaciones–
ante el fiscal delegado de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la
Nación que conozca de la investigación. La acreditación se hace presentando al
fiscal delegado la identificación personal y la demostración sumaria del daño sufrido
como consecuencia de los delitos cometidos por el o los miembros del grupo armado
al margen de la ley. La demostración del daño Usted puede hacerla mediante alguno
de los siguientes documentos:
• Copia de la denuncia de los hechos que causaron el daño ante alguna autoridad
judicial, administrativa o de policía. Si no ha presentado denuncia y ésta fuese
necesaria puede acudir a la autoridad respectiva.
• Certificación expedida por un juez o el fiscal, o la alcaldía, la policía o el Ministerio
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Público, en donde puede informar los hechos que le causaron el daño;
• Copia de la decisión judicial por medio de la cual se ordenó la apertura de la
investigación, se impuso la detención del sospechoso, o se profirió resolución de
acusación o sentencia condenatoria, o el registro de audiencia de imputación,
formulación de cargos o individualización de pena y sentencia, relacionada con los
hechos que causaron el daño;
• Certificación sobre la vecindad o residencia respecto del lugar y el tiempo en que
presuntamente ocurrieron los hechos que produjeron el daño, que deberá ser
expedida por autoridad competente del orden municipal, es decir, el personero
municipal, alcaldía municipal, inspectores de policía.
• En caso de ser familiar de la víctima se necesita la certificación que demuestre el
parentesco y que deberá ser expedida por la Registraduría.
Requisitos para hacer efectivo el derecho a la reparación
• Que Usted, como víctima, el Fiscal del caso o la Procuraduría a nombre suyo,
soliciten, ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial, la
apertura del incidente de reparación integral de los daños causados con el crimen,
previsto en la “Ley de Justicia y Paz” en el procedimiento de esclarecimiento judicial
que esta Ley regula. Cuando tiene lugar el incidente de reparación integral la víctima
tiene derecho a proponer diferentes formas de reparación y a indicar las pruebas
que soporten su solicitud.
• Que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial respectivo
dicte sentencia condenatoria por el (los) delito (s) cometido (s), en la que además de
fijar la pena privativa de la libertad, incluya las obligaciones de reparación integral
(materiales y morales, individuales o colectivas) a favor de la víctima. En el caso de
que Usted pueda probar que ha sufrido daños ocasionados por un grupo armado al
margen de la ley, beneficiario de la “Ley de Justicia y Paz”, pero el Estado no pueda
identificar al autor, Usted también puede reclamar sus derechos.
El Tribunal ordenará la reparación a cargo del Fondo de Reparación a las Víctimas
creado por la “Ley de Justicia y Paz”, una vez termine el proceso. Para garantizar el
ejercicio de sus derechos, los funcionarios encargados de la aplicación de la “Ley de
Justicia y Paz”, adoptarán las medidas adecuadas y todas las acciones pertinentes
para proteger su seguridad, su bienestar físico y psicológico, su dignidad y su vida
privada.
Documentos e información que debo presentar
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Cualquiera que sea el caso o la institución a la que acuda, Usted, como víctima,
debe entregarle al funcionario que le atienda la siguiente información si la conoce:
• Su nombre, apellido, número de cédula, dirección y teléfono en donde lo pueden
contactar.
• Datos completos de la víctima (nombres, apellidos, número de cédula) si es usted
un familiar cercano.
• Las circunstancias de tiempo (día, mes, año) en que ocurrieron los hechos.
• El lugar en que ocurrieron los hechos (departamento, municipio, vereda).
• Su versión del hecho de acuerdo con lo que le consta (qué ocurrió, cómo ocurrió, y
las razones por las cuales ocurrió, si las conoce).
• Los presuntos autores del hecho (grupo, frente o bloque), si los conoce o sabe
quiénes son.
• En caso de que la investigación por esos hechos esté cursando en una Fiscalía
ordinaria, debe proporcionar el número de expediente o copia de la denuncia, si lo
conoce.
Además, debe diligenciar, con ayuda del funcionario que le atienda, el formato de
“Registro de hechos punibles atribuibles a los miembros de los grupos armados al
margen de la ley”, diseñado por la Fiscalía General de la Nación, guardando una
copia del mismo. Este formato no tiene ningún costo y lo encuentra en las oficinas
nacionales, regionales y municipales de la Fiscalía General de la Nación,
Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, Personería Municipal,
Acción Social, y Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.
Documentos e información que me deben entregar las autoridades
Una vez puesta la denuncia, las autoridades, de acuerdo con sus obligaciones,
deben entregarle:
• Número de radicación de la denuncia.
• Copia de la denuncia, y del formato del “Registro de hechos punibles atribuibles a
los miembros de los grupos armados al margen de la ley”, que usted diligenció.
• Información oportuna acerca del estado del proceso y de los mecanismos para
hacer efectivos sus derechos.
ANEXO 16
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Son actos de reparación integral los siguientes:
- La entrega al Estado de bienes obtenidos ilícitamente para la reparación de las
víctimas. (Art. 45.1)
- La declaración pública que restablezca la dignidad de la víctima y de las personas
más vinculadas con ella. (Art. 45.2)
- El reconocimiento público de haber causado daños a las víctimas, la declaración
pública de arrepentimiento, la solicitud de perdón dirigida a las víctimas y la promesa
de no repetir tales conductas punibles. (Art. 45.3)
- La colaboración eficaz para la localización de personas secuestradas o
desaparecidas y la localización de los cadáveres de las víctimas. (Art. 45.4)
- La búsqueda de los desaparecidos y de los restos de personas muertas, y la ayuda
para identificarlos y volverlos a inhumar según las tradiciones familiares y
comunitarias. (Art. 45.5)
ANEXO 17
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Nacional
Informe especial RCN… Entrega de bienes a víctimas de la violencia
http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-especial-rcn-entrega-de-bienesa-vctimas-de-la-violencia/
Los inmuebles de "macaco" suman un estimado de
4350 millones de pesos.
Bogotá, Colombia (RCN) - Uno de los temas más
preocupantes en todo el proceso de desmovilización
de las autodefensas, es el de hacer efectiva la
reparación a las víctimas. De hecho, la extradición de
alias "macaco" está suspendida para que cumpla con
ese requisito.
Precisamente con alias "macaco" noticias RCN empieza una serie de informes
especiales sobre cómo avanza la entrega de bienes. "Macaco", por ejemplo, ofreció
una finca que cuesta 220 millones de pesos pero tiene una hipoteca por 180
millones.
En las imágenes (disponibles en video), se presentó la Urbanización Juan Carlos
Jiménez, uno de los predios más sorprendentes que entregó “macaco” y no por su
lujo o extensión de 78 mil metros cuadrados, si no porque es un complejo de
viviendas que “macaco” mandó a construir para desmovilizados de las autodefensas
mientras era jefe paramilitar.
“… construidas para desmovilizados con discapacidad, pero que posteriormente
decidió entregarlas para la reparación de las víctimas” dijo Marlene Mesa, del Fondo
para la reparación de victimas.
Con manzanas que van desde a A hasta la X, a esta urbanización en Cáceres,
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3
Antioquia, pensaba albergar hasta 500 familias, pero solo se alcanzaron a construir
100 viviendas de 48 metros cuadrados, cada una con dos cuartos, sala, comedor,
baño y cocina.
Las Margaritas era la finca personal de alias “macaco”. Una lujosa propiedad de 277
hectáreas, en Buena Vista, Córdoba. Con nueve habitaciones, cada una con baño
privado, dos establos, una corraleja, salón de hidromasaje, piscina y un altar para el
Divino Niño. Además una hipoteca de 180 millones de pesos.
Pero al parecer Carlos Mario Jiménez era además era un acaudalado ganadero, con
2615 reses que fueron entregadas al fondo de reparación.
Alias “macaco” entregó cinco fincas que suman 1077 hectáreas. El Fondo de
Reparación recibirá en mayo otros bienes de alias “macaco”, pero aún no se sabe
nada de una supuesta mina de oro de la que el mismo Gobierno ha hablado.
En total los inmuebles del ex jefe de las AUC suman un estimado de 4350 millones
de pesos, la cifra más alta de bienes entregados entre todos los paramilitares
desmovilizados.
Informe especial RCN… Entrega de bienes parte II
http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-especial-rcn-entrega-de-bienesa-vctimas-de-la-violencia/
El Fondo de Reparación sólo ha recibido tres terrenos
que cuestan 150 millones de pesos
Fecha de última actualización: 2008-04-24 21:26:16
Bogotá, Colombia (RCN) - Los jefes paramilitares no
han cumplido con todo lo que prometieron en torno a la
entrega de bienes. Varias de las propiedades devueltas
por Salvatore Mancuso, “el alemán” y Guillermo Torres están en alto grado de
deterioro y tienen problemas de sucesión.
Mancuso prometió bienes por un valor de 25 millones de dólares, pero el Fondo de
Reparación sólo ha recibido tres terrenos que cuestan 150 millones de pesos, sin
embargo el desmovilizado dice que ya entrego 280 bienes que están en estudio para
ser aceptados.
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“El alemán”, por su parte entregó motores fuera de borda, que sólo sirven como
chatarra.
La primera de ellas es la finca el escondido que en realidad es un lote baldío de 39
hectáreas, también están las haciendas Villa Rosa y San José, abandonadas y cuya
mayor parte de la construcción está en ruinas, tierras, que por demás, ya fueron
reclamadas por los verdaderos dueños y que serán restituidas en los próximos
meses, es decir las entregas de Mancuso son igual a cero.
“Predios con transiciones de títulos que no están claros, donde no se sabe quién es
el dueño verdadero, han pretendido aportar predios que tienen arrendatarios o
contratos de arrendamientos a varios años, han pretendido incautar predios que ya
están incautados, con procesos de extinción de dominio en estupefacientes, eso no
se puede aceptar” confirmó, el ministro de agricultura, Andrés Felipe Arias.
Fredy Rendón Herrera alias “el alemán” ha entregado 550 millones de pesos en
bienes, un apartamento, una camioneta blindada, dos motos de alto cilindraje, pero
además cuatro motores aeronáuticos sin lanchas, que no funcionan y se dan como
chatarra.
“Eso no se puede tolerar, eso es hacerle conejo al Estado, es hacerle conejo a
Colombia”, dijo Arias.
José Baldomero linares alias “Guillermo Torres”, entregó la única propiedad con un
proyecto productivo, se trata de la Hacienda Lucitania dedicada a la siembra de
palma africana, en total lucitania tiene 400 hectáreas y aunque sería una importante
fuente de desarrollo económico, la palma está mal sembrada y agrícolamente no
sirve.
Guillermo torres también entregó una casa en Puerto López, Meta y en total sus
bienes suman 850 millones de pesos.
Informe sobre la entrega de los bienes de “macaco”
http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-sobre-laentrega-de-los-bienes-de-macaco/
Dentro de los bienes entregados por “macaco” se
encontraron dos helicópteros Bell Ranger 206.
Fecha de última actualización: 2008-04-25 20:36:44
Bogotá, Colombia (RCN) - Además de los 4.350 millones
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de alias “macaco” comandante del Bloque Central Bolívar, esta división de las
autodefensas entregó algunos de los bienes más llamativos al Fondo de Reparación
a Victimas.
Uno de ellos es la Hacienda la Orquídea en Puerto Berrio, Antioquia de 40
hectáreas, esta finca era propiedad común de alias “macaco”, y los también jefes
desmovilizados Guillermo Pérez Alzate alias "William Naranjo" y Rodrigo Pérez
Alzate alias "Julián Bolívar”.
La hacienda avaluada en 220 millones de pesos tiene una casa principal y 3 casas
auxiliares, pero además varios campamentos para albergar hasta un centenar de
trabajadores.
Al parecer allí se realizaba ganadería altamente tecnificada: con zona de gestación y
parideras para ganado y un espacio de preceda porcicola.
La Hacienda La Victoria, de todos los muebles entregados por paramilitares es la
que más ha asombrado a los funcionarios de acción social, avaluada en 467
millones de pesos y tiene una hipoteca por 81 millones de pesos.
La finca de 277 hectáreas, era la finca de los hermanos Guillermo y Rodrigo Pérez
Alzate.
La piscina, el sauna o el turco no eran el mejor espacio de esparcimiento, también
había un polideportivo que ya está en ruinas, una discoteca y una sala de proyección
para cine.
En la desmovilización colectiva del Bloque Central Bolívar, se recibieron los bienes
más costosos de toda las entregas voluntarias, 2 helicóptero Bell Ranger 206, cuyo
precio comercial podría alcanzar los 2 millones de dólares.
“En este momento lo que dice el concepto técnico es que no se pueden volar, que
no se pueden prender”, aseguró Marlene Mesa del Fondo de Reparación a víctimas.
Lo paradójico es que según el informe de la Fuerza Aérea, los helicópteros no tienen
matriculas ni placas y tampoco se ha logrado establecer las horas de vuelo por lo
que no se pueden volar.
Exclusivo RCN… Propiedades que entregó alias "Cuco Vanoy”
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http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/exclusivo-rcnpropiedades-que-entreg-alias-cuco-vanoy/
La clínica hoy está desprovista de
hospitalarias pero cuenta hasta con morgue.
máquinas
Fecha de última actualización : 2008-04-27 08:51:49
Bogota. Colombia (RCN) - El paramilitar alias "Cuco
Vanoy" tenía entre sus bienes una hacienda de más de
mil trescientas hectáreas y un hospital que se presume
fue el centro de urgencias de las Autodefensas.
Alias “Cuco Vanoy” ex comandante del Bloque Mineros de las Autodefensas, tenía
entre sus bienes una hacienda de 1.338 hectáreas y un hospital que se presume fue
el centro de urgencias de los paramilitares.
RCN obtuvo en exclusiva los videos de estas y otras propiedades que el
desmovilizado entregó para la reparación de víctimas.
Mil 110 millones de pesos ha entregado el ex jefe paramilitar en el proceso de
Justicia y Paz. Ramiro Vanoy Murillo era propietario de la hacienda más grande
entregada por los paramilitares desmovilizados: la finca “La cagada" en Antioquia,
tiene mil 338 hectáreas y una ostentosa casa de 250 metros cuadrados, que por
demás es la única amoblada que haya entregado voluntariamente un ex jefe de las
autodefensas.
“Lo proyectado es enajenarla o venderla para que el producto de esta venta, siga
produciendo dinero para la reparación de las víctimas”, declaró Marlene Mesa del
Fondo de Reparación de víctimas.
Pero Vanoy Murillo no solo concentró su poderío en Antioquia, también su
patrimonio. Además de la finca tenía una gigantesca tienda de abarrotes en Cáceres.
Abastecedora la hacienda funcionaba en una manzana completa del centro del
pueblo y se dedicaba a la venta de productos de supermercado, ferretería, carnicería
y abarrotes. Pero de todos los bienes entregados por “cuco Vanoy” hay uno sobre el
que aún quedan varios interrogantes. Se trata de la clínica Nueva Luz en el
corregimiento del Guaimaro en Tarazá, Antioquia, y se presume que esta era el
centro de urgencias de los paramilitares.
La clínica hoy está desprovista de máquinas hospitalarias pero cuenta con un salón
de urgencias, sala de espera, salón de partos, sala de cirugía, cinco habitaciones,
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tres consultorios y hasta morgue. Todo distribuido en 3.600 metros cuadrados de
construcción.
Actualmente, la clínica funciona como un modesto centro de salud atendido por una
antigua enfermera de la institución.
eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia
Abril 15 de 2008
Congresistas acusan al Estado de abandonar a víctimas de los paramilitares
En un debate en la Comisión Primera del Senado, el congresista Armando Benedetti
pidió la renuncia del Presidente de la Comisión de Reparación, Eduardo Pizarro, y el
Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez.
Benedetti aseguró que si se reparará a las 125.368 víctimas con lo entregado por los
paramilitares, les corresponderían 7 mil pesos a cada una.
Según Benedetti, de 3.257 paramilitares postulados para Justicia y Paz, sólo 12 han
entregado bienes.
Entre estos se cuentan 652 prendas de vestir y 70 pares de zapatos en regular
estado, 4.518 vacas, 19 caballos, 12 predios rurales, 4 lotes urbanos, 5 vehículos,
859 millones de pesos en efectivo y un televisor de 29 pulgadas en mal estado.
El senador de 'la U' lamentó que las víctimas estén en tal estado de abandono.
"Ellas dicen que las van a matar y no se hace nada", dijo.
Al referirse al Defensor del Pueblo, el congresista aseguró que desde hace dos años
el funcionario dejó de asistir a las víctimas, lo que redundó en que estuvieran a la
deriva, pese a que la Ley se lo exigía.
Abril 18 de 2008
Esto es lo que los 'paras' han entregado
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'Macaco': un televisor, 2.614 semovientes (ganado y equinos), 5 predios rurales y 2
vehículos. Su bloque entregó 2 helicópteros.
Mancuso: 3 predios rurales.
'El águila': 120 millones de pesos.
'El alemán': 397 semovientes, 2 predios urbanos, 3 vehículos y 4 motores fuera de
borda.
'Pablo' o 'William Naranjo': un predio rural, 400 semovientes.
'Lorenzo González' : un predio.
'El Colorado': dos predios.
'Vanoy': Dos predios y 19 semovientes.
'El pirata': Dos predios rurales, 3 urbanos, 154 semovientes y 500 millones de pesos.
'Chatarra': 2 vehículos, 32 millones de pesos.
Juan Francisco Prada: 80 millones de pesos. Otros dos han entregado 7 millones de
pesos.
ANEXO 18
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DECRETO 1290 DEL 22 DE ABRIL DE 2008
CAPÍTULO PRIMERO
PROGRAMA DE REPARACIÓN INDIVIDUAL POR VÍA ADMINISTRATIVA
- PRINCIPIOS RECTORES Y DEFINICIONES
ARTÍCULO UNO. CREACIÓN DEL PROGRAMA. Créase un PROGRAMA DE
REPARACIÓN INDIVIDUAL POR VIA ADMINISTRATIVA PARA LAS VÍCTIMAS DE
LOS GRUPOS ARMADOS ORGANIZADOS AL MARGEN DE LA LEY, el cual estará
a cargo de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación
Internacional – Acción Social. Este programa tiene por objeto conceder un conjunto
de medidas de reparaciones individuales a favor de las personas que con
anterioridad a la expedición del presente decreto hubieren sufrido violación en sus
derechos fundamentales por acción de los grupos armados organizados al margen
de la ley a los que se refiere el inciso 2 del artículo 10 de la Ley 975 de 2005.
ARTÍCULO DOS. DEFINICIONES. Para los efectos del presente programa se
adoptan las siguientes definiciones:
REPARACIÓN INDIVIDUAL ADMINISTRATIVA. De acuerdo con el principio de
solidaridad, se entiende por reparación individual administrativa el conjunto de
medidas de reparación que el Estado reconozca a las víctimas de violaciones de sus
derechos fundamentales, por hechos atribuibles a los grupos armados organizados
al margen de la ley; sin perjuicio de la responsabilidad de los victimarios y de la
responsabilidad subsidiaria o residual del Estado.
DERECHOS CUBIERTOS POR El PROGRAMA. El presente programa comprende
los siguientes derechos fundamentales que hubieren sido objeto de violación:
a) Vida
b) Integridad física
c) Salud física y mental
d) Libertad individual
e) Libertad sexual
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eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia
Abril 18 de 2008
Así será la compensación económica a las víctimas
$ 18'460.000 para quienes sufrieron homicidio, desaparición forzada y secuestro. Y
hasta esa cantidad a quienes quedaron incapacitados física o sicológicamente.
$ 13'845.000 para quienes padecieron tortura, reclutamiento forzado de menores y
delitos contra la integridad sexual. La violación a las mujeres fue una agresión
frecuente en sitios como Norte de Santander, para provocar a los adversarios.
12'460.500 quienes fueron obligados a abandonar sus tierras por alguno de los
grupos violentos. No es clara la cifra de desplazados.
13'845.000 este será el monto máximo para quienes sufrieron lesiones personales y
sicológicas que no causaron incapacidad permanente.
Nacional
Avanza reparación de víctimas por vía administrativa
http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/avanza-reparacin-devctimas-por-va-administrativa/
Este mecanismo de indemnizaciones no priva a las
víctimas de su derecho de demandar a los victimarios.
Fecha de última actualización: 2008-04-22 15:42:28
Bogotá, Colombia (RCN) - El Gobierno expidió el decreto
de reparación por vía administrativa a las víctimas de
grupos ilegales. Esta norma permitirá indemnizar con
recursos del Estado sin tener que esperar fallos judiciales.
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El decreto le permitirá al Gobierno reparar por vía administrativa y en forma ágil a las
víctimas de la violencia que ahora no deberán recurrir a demandas ni esperar fallos
judiciales.
“Tanto las víctimas de cualquier grupo alzado en armas, al margen de la ley, como
los desplazados”, aseguró Carlos Holguín, ministro del Interior y Justicia.
Sin embargo, este mecanismo de indemnizaciones no priva a las víctimas de su
derecho de demandar a los victimarios si consideran necesario.
“El esfuerzo que está haciendo el Gobierno colombiano es de unas dimensiones sin
precedentes tanto en calidad, en términos comparativos, como en profundidad en el
proceso de reparación”, sostuvo Francisco Santos, Vicepresidente de la República.
Tampoco suspende los procesos judiciales de justicia y paz que obligan a los jefes
paramilitares a reparar con sus bienes a las víctimas.
Se calcula que cien mil víctimas y cuatrocientas cincuenta mil familias desplazadas
podrán recibir los beneficios del decreto de manera inmediata.
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ANEXO 19
http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/justicia/2008-03-27/ARTICULO-WEBNOTA_INTERIOR-4037911.html
eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia
Marzo 26 de 2008
Casos con miembros de la Fuerza Pública involucrados
JAMUNDÍ
El pasado 18 de febrero, el coronel Byron Carvajal, ex comandante del Batallón de
Alta Montaña No. 3, y 14 de sus hombres fueron condenados por un juez de Cali por
el asesinato de diez policías y un informante en zona rural de Jamundí (Valle del
Cauca).
La condena se conocerá el próximo 21 de abril, pero se estima que no estará por
debajo de los 25 años. En el caso del coronel, quien al parecer planeó el hecho, no
se descarta una pena de 40 o 60 años.
RETOMA PALACIO DE JUSTICIA
La Fiscalía ordenó la captura del coronel (r) Alfonso Plazas Vega, a mediados de
julio del 2007, en el proceso por la desaparición de Carlos Rodríguez y Cristina
Guarín, empleados de la cafetería del Palacio de Justicia, y de Irma Franco,
guerrillera del M-19.
Dentro del proceso por los desaparecidos fueron capturados los sargentos (r)
Antonio Jiménez y Ferney Causalla, miembros, para la época, del B2 del Ejército,
que participó en la retoma del Palacio.
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MASACRE DE MAPIRIPÁN
El Coronel Lino Sánchez fue condenado a 40 años de prisión por la masacre,
ocurrida entre el 15 y el 20 de julio de 1997, en ese municipio del Meta y que dejó
más de 49 muertos. La misma condena la recibieron como coautores indirectos los
sargentos Juan Carlos Gamarra Polo y José Miller Urueña Díaz.
En el 2003, la Fiscalía llamó a juicio al general Jaime Alberto Uscátegui, pero fue
absuelto en noviembre del año pasado por un juez de Bogotá.
ANEXO 20
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Mayo 14 de 2008
¿Tras extradición de jefes paramilitares habrá verdad, justicia y reparación?
Fiscales coinciden en que los mandos medios y no los jefes 'paras' son quienes
conocen los crímenes cometidos, pero representantes de las víctimas dicen que será
casi imposible seguir investigaciones.
Una vez conocida la entrega de Salvatore Mancuso, Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40),
Diego Fernando Murillo ('Don Berna), Hernán Giraldo, alias 'Pablo Sevillano' y
Ramiro 'Cuco' Vanoy, entre otros, a la justicia de E.U. en la madrugada de este
martes, varias voces vaticinaron el rotundo fracaso del proceso de Verdad, Justicia y
Reparación.
Sin embargo, fiscales manifestaron cierta tranquilidad en torno al tema, aunque
reconocen que el escenario les cambió totalmente.
"Es claro que los mandos medios son los que saben por qué mataron, a quiénes
mataron y dónde enterraron", dijo uno de ellos, que advirtió que, en todo caso, habrá
que esperar cómo reaccionan los lugartenientes ante el envío de sus jefes.
De hecho, desde hacía 8 meses, todos los ex jefes paramilitares venían pidiendo
que los trasladaran a las cárceles donde estaban sus hombres, para poder
reconstruir con ellos las masacres, las listas de asesinatos selectivos y la cadena de
atrocidades, atropellos y robo de tierras cometidos durante su militancia en las Auc.
Batalla de víctimas en E.U.
Pero los representantes de las víctimas son más escépticos: "Este es un golpe a las
víctimas -dice Eduardo Carreño del colectivo de abogados José Alvear-. Los casos
quedan debilitados, será casi imposible investigar lo que pasó".
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Por eso, tanto él como Iván Cepeda (del Movimiento de Víctimas) anunciaron que no
solo contactarán a abogados y a organizaciones sociales en E.U. para que
intervengan en las audiencias de juzgamiento, sino que, además, insistirán para que
la Corte Penal Internacional (CPI) asuma la defensa de los afectados por las
atrocidades de las Auc.
'Seguirán rindiendo versiones'
Ante la incertidumbre generada entre las más de 118 mil víctimas de las Auc, el
propio presidente Álvaro Uribe explicó ayer que E.U. aceptó que Colombia pueda
enviar representantes a los juicios que se adelanten en cortes federales, a fin de
continuar en la búsqueda de la verdad.
Y agregó que también quedó previsto que todos los bienes que los extraditados
entreguen, irán al fondo de reparación.
El ministro del lnterior, Carlos Holguín, añadió que en las resoluciones de extradición
quedó claro que las autoridades de E.U. garantizarán la continuidad de las versiones
libres.
Además, que a los extraditados les conviene el cumplimiento de ese compromiso
para ponerse a salvo, en un futuro, de la CPI.
El fiscal general, Mario Iguarán, que de entrada dijo que respetaba la autonomía,
competencia y potestad del Ejecutivo en este proceso, advirtió que todo dependerá
de la voluntad de la cooperación judicial.
"Lo que le corresponde a la Fiscalía es seguir con los procesos judiciales e insistir
para que a través de esa cooperación, nuestros fiscales y representantes de
víctimas y testigos puedan asistir a las diligencias que impliquen el proceso de
Justicia y Paz".
Y recordó que ya se había logrado la recuperación de 1.400 cadáveres, la confesión
de 5.800 hechos y la inminente entrega de 4.500 bienes para reparación de
víctimas.
La Comisión Nacional de reparación y de Reconciliación (CNRR) también insistió en
la necesidad de la cooperación judicial e incluso propuso firmar pactos adicionales
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entre E.U. y la Fiscalía para que los derechos de las víctimas ocupen un lugar
central en la agenda judicial y para que se tenga la certeza de que las víctimas y las
asociaciones de víctimas puedan adelantar demandas civiles y penales contra los
extraditados.
¿Y la 'parapolítica?
El expediente de la 'parapolítica' -impulsado por algunas versiones de los
extraditados- también quedó dependiendo de la cooperación judicial.
"El próximo jueves -narró un fiscal delegado ante la Corte- 'Don Berna' se iba a
referir a dos políticos de Antioquia- y ahora tendremos que esperar".
EL TIEMPO supo que uno de ellos es Rubén Darío Quintero, senador ya detenido.
El otro tan solo tiene una preliminar. Además de 'Berna', Salvatore Mancuso y
Hernán Giraldo habían sido citados varias veces como testigos y no se descarta que
deban recurrir nuevamente a testificar.
Ante este panorama, el presidente de la Corte Suprema, magistrado Francisco
Ricaurte, manifestó que la Sala Penal establecerá en su momento los mecanismos
que deberá adoptar para recibir las declaraciones de los jefes extraditados, razón
por la cual confían plenamente en el compromiso adquirido por el Gobierno
Nacional.
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