africa desde cataluna

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INSTITUCIONES'
AFRICA DESDE CATALUNA
A PESAR DE LA DIVERSIDAD DEL COLECTIVO REUNIDO
EN EL CENTRO
DE ESTUDIOS
AFRICANOS,
LA INTENSA ACTIVIDAD
DE LOS ULTIMOS AÑOS HA DIBUJADO UNA COMUNION DE IDEAS
Y DE HERRAMIENTAS, IMPORTANTE PARA EL ESTUDIO
DE LAS SOCIEDADES AFRICANAS.
A L F R E D BOSCH D O C T O R E N H I S T O R I A Y P R E S I D E N T E D E L C E N T R O D E E S T U D I O S A F R I C A N O S
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un cerca y tan lejos. Este eslogan
publicitario, usado por uno de 10s
Estados del norte de África a la
hora de promocionar el turismo, podria
reflejar, también, la ambigua relación que
mantiene Cataluña con el conjunt0 de
África. Los catalanes nos jactamos de ser
un pueblo abierto, hijos de un crisol cultural y de una tierra de paso que, desde
siempre, ha acogido las influencias mis
cosmopolitas y 10s legados mis diversos.
Pero, con algunas excepciones, África es
la gran ausente en nuestra percepción
global del planeta. Más all6 del Atlas, la
visión generalizada ha sido la de un gran
agujero negro, donde no entraban ni trajinantes, ni ,pensadores, ni estadistas.
Hasta 10s años cincuenta, y en un terreno casi pintoresco, Barcelona habia sido
el foc0 de una escasa pero activa relación
comercial con la colonia española de
Guinea Ecuatorial y, en menor medida,
con el protectorado español en Marruecos. En la capital catalana habia una curiosa Casa de Guinea, que acogia a 10s
principales mercaderes de cacao y de
café. Los trabajos de arqueólogos, biólogos y etnólogos, asi como la posterior
creacidn del Museo Etnológico, fueron,
en buena medida, excrecencias intelectuales de ese intercambio de raiz material. La conexión misionera, en especial
a través de la orden de 10s claretianos,
también habia tenido su importancia.
Africanisme y franquismo
A pesar de todo, era problemático que la
intelectualidad catalana, en general antifranquista, se tomara con interés el filón
africano. Para empezar, el general Ffanco habia iniciado la rebelión desde Africa, y 10s africanos de mayor renombre
eran 10s militares rebeldes que habian
saltado a la península en 1936, acompa-
INSTITUCIONES
ñados de tropas marroquies. Franco no
entró en guerra del lado de 10s nazis debido, en gran parte, a unas reivindicaciones coloniales en África, que a Hitler
le habian parecido exageradas. El expansionismo de Franco entroncaba con
unos ideales de imperi0 hispánico dificiles de digerir entre amplios sectores académicos catalanes.
Con la derrota nazi-fascista, el africanismo oficial pas6 a ser una actitud residual,
identificada con un discurso nostálgico
que todo 10 que pretendia era la preservación a ultranza de unas posesiones exiguas. El Instituto de Estudios Africanos
(IDEA) estaba vinculado a la Presidencia del Gobierno y, por consiguiente, a
10s elementos mis inmovilistas
de la dictadura de Franco.
Durante los aííos setenta, varios
factores contribuyeron a desviar
las preocupaciones de 10s cientificos y humanistas hacia otras
latitudes. Salvo contadas excepciones, la cesión del Sáhara a
Hassan 11, la trepidación de la
transición política en España y la
actualización en materia europea, provocaron una derivación
en masa de 10s intelectuales catalanes hacia el experimento liberal y democrático del Mercado Común o, a 10 sumo, hacia
10s experimentos revolucionarios
de América Latina.
Fue el momento más bajo de 10s estudios
africanos en Cataluña. La hornada que
se habia reunido en torno a la revista misionera Agermanament y el catolicisrno
progresista, perdieron su consistencia
inicial. Similarmente, un grupo aficionado reducido trabajó algún tiempo en
el marco de instituciones de investigación, pero pronto se disolvió y optó por
una diáspora más que real: el continente africano se convirtió en su segunda
patria.
Las vocaciones se afianzaron rnás bien
de forma individual y en su modalidad
laica, es decir, la del aprendizaje y la
evangelización intelectual. La prioridad
era probar sobre el terreno !as esperanzas y las frustraciones del Africa independiente. Y la conexión con el mundo
académico, visto el panorama desolador
de las universidades catalanas -donde
tard6 en inaugurarse una asignatura sobre la historia de África, por ejemplo-,
se establecia más bien con 10s especialistas de las viejas metrópolis de tradición colonial.
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El Centro de Estudios Africanos
Además, la escuela africanista de BarceLa dispersión, si algo permitió, fue hacer lona ha conseguido cierto reconocimientabla rasa del pasado. El desconcierto ge- to en el marco europeo. El CEA se conneral de 10s Estados, y en especial de las virtió, en 1991, en uno de 10s miembros
economías, del África negra, animaron a fundadores de la Asociación Europea de
10s exiliados a regresar. A fines de 10s Centros Africanistas (AEGIS), que en la
aííos ochenta, se creó en la Universidad actualidad agrupa a siete instituciones
de Barcelona el Grupo de Estudios Afri- procedentes de siete Estados comunitacanos, que pronto se convertiria en un rios. Sin falsa modestia, puede aventucentro autónomo, el CEA. Los repatria- rarse que la singular línea de trabajo de
dos coincidieron con un conjunt0 de an- 10s expertos catalanes ha sido acogida
tropólogos y de historiadores radicados con admiración por 10s colegas europeos.
en Barcelona, y con una segunda generación de africanistas que apenas des- Africa y el hecho diferencial catalán
puntaba con fuerza, formada por licen- A pesar de la diversidad del colectivo
ciados o estudiantes.
reunido en el CEA, la intensa actividad
En pocos años, el CEA iba a desencade- de 10s Últimos aííos ha dibujado una comunión de ideas y de herramientas en el estudio de las sociedades africanas. En primer
lugar, la distancia ideológica respecto al periplo colonial espaííol
ha facilitado una perspectiva
desvinculada de intereses e intenciones neocoloniales -algo
nada obvio en París, Londres,
Lisboa o Madrid-. Mientras que
10s africanistas de la capital han
tenido que sudar para deshacerse del lastre franquista y del faU
riseismo del antiguo IDEA, en
Cataluíía, el problema ni se ha
planteado. La raquítica presencia colonial de España en Áfrinar una pequeíía revolución en el terreno ca, por poner un ejemplo, o la obsesión
de 10s estudios africanos. En la Facultad por la defensa del hispanismo en Guinea,
de Geografia e Historia, las ediciones por poner otro, han tenido muy poca reanuales de la Semana de Estudios Afri- levancia en 10s trabajos producidos descanos iban a permitir invitar a 10s más de aquí.
destacados expertos de todo el mundo. Una segunda linea de complicidad inteLa revista Studia Africana iba a formar lectual, que ha desmarcado esta escuela
un fondo de artículos de investigación de 10 que se estila en el centro peninsucomo nunca se habia hecho en nuestro lar y en la mayoría de capitales europepaís. Los grupos de trabajo en el seno del as, ha sido el desarrollo de una Óptica
CEA, agrupados por áreas de interés ge- singular ante cuestiones de identidad o
ográfico o temático, iban a imprimir un de etnicidad. Mientras que otros tendían
firme dinamismo al debate intelectual.
a observar el fenómeno étnico como una
El contexto catalán ha ayudado, sin duda fuente de confíictos -es decir, como un
alguna, a consumar este resurgimiento. problema-, desde Cataluíía se ha obserLa cooperación con África, tanto institu- vado mis como un componente de realicional como no gubernamental, ha resul- dades plurales, como un elemento que
tado ser un campo en plena expansión. habia que entender antes que condenar.
Algunos conflictos regionales -Liberia, Huelga decir que la realidad catalana,
Somalia, Ruanda- han catapultado de- sentida y vivida con naturalidad, ha sido
terminadas realidades a una triste cele- decisiva a la hora de fomentar tal sensibridad periodística. Y el aumento espec- bilidad.
tacular del turismo cultural, ecológico o
de safari, a pesar de sus limitaciones, ha El Centro de Estudios Africanos es una
contribuido a introducir el continente ve- asociación sin Animo de lucro que tiene
cino en 10s álbumes fotográficos y en la su sede en Via Laietana, 54, 4" 3", 08003
imaginacidn de muchos catalanes.
Barcelona. Teléfono y fax: 319 40 08.
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