Formación docente para enseñanzas de la Historia inclusivas Alícia Graciela Funes1 Resumen: En este artículo me interesa establecer una relación entre las historias enseñadas inclusivas accionadas por profesores de la Nord Patagonia Argentina, recogidas en investigaciones desarrolladas en la Universidad Nacional del Comahue y explorar su potencialidad para la formación docente inicial y continúa en historia. Explorar, conocer y compartir las memorias pedagógicas de la historia enseñada se constituye en conocimiento sustantivo de esta didáctica especial. Palabras claves: Historia. Enseñanza. Formación docente. Resumo: Neste artigo, gostaria de refletir sobre as histórias ensinadas por professores, em especial dos de Nord Patagônia – Argentina. As reflexões giram em torno dos dados coletados em pesquisa realizada na Universidade Nacional de Comahue e objetiva explorar como se efetiva o potencial de formação de professores das séries iniciais e contínua na história. Explorar, aprender e compartilhar memórias de ensino da escola histórica constitui conhecimento substantivo do ensino particular. Palavras-chave: História. Ensino. Formação docente. 1 Profesora Titular Regular e Investigadora Universidad Nacional del Comahue. Argentina. Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 71 “Una educación que posibilite al hombre para la discusión valiente de su problemática. De su inserción en esta problemática. Que lo advierta de los peligros de su tiempo para que consciente de ellos gane la fuerza y el coraje de luchar. Educación que lo coloque en diálogo constante con el otro. Que lo disponga a constantes revisiones. A análisis crítico de sus “descubrimientos.” A una cierta rebeldía en el sentido más humano de la expresión. Que lo identifique con métodos y procesos científicos” 2. ción y la acción narrada. La narración constituye la mediación indispensable para hacer obra histórica y ligar así el espacio de experiencia con el horizonte de expectativa. En la historia, la antropología y la sociología encontramos la doble hermenéutica; es decir, el doble proceso de traducción e interpretación. La complejidad del objeto, su dimensión teórica y práctica; la articulación con el proceso socio histórico concreto; lo dicho y lo no dicho, lo percibido y lo no percibido, La tarea que desarrollo enseñando a enseñar historia en una universidad pú- hace imposible el despliegue de causas simples y de la linealidad. blica situada en la Patagonia Argentina El conocimiento histórico en los me permite reconocer que historia y su tiempos presentes, da cuenta de una his- enseñanza son actividades vitales, porque toriografía pluralista con multiplicidad todo sujeto para habitar el mundo, necesi- de interpretaciones y con el riesgo de ta tener una idea más o menos precisa de fragmentación de objetos y de métodos. quién es él y de su lugar en el mundo, es de- Hay una suerte de interhistoria, que co- cir de la búsqueda de su identidad. Indagar labora interdisciplinariamente con otras en la construcción de identidades, en tanto ciencias sociales y entraña una mayor conciencia y conocimiento de sí y, recons- preocupación de los historiadores, de to- truir el lugar de las historias enseñadas en dos los campos, por la metodología his- esa construcción es un objetivo constante. tórica, por la historiografía, por la teoría En este artículo me interesa dar de la historia; en definitiva, por el acervo cuenta de algunos núcleos temáticos en común de la disciplina. Estamos frente relación a prácticas de la enseñanza de a una eclosión de temáticas, de caminos historia inclusivas de profesores patagó- cruzados y de diversidad de interpreta- nicos y, la potencialidad de estas para la ciones del pasado; con un deslizamiento formación docente inicial y continúa. del discurso hacia modos narrativos descriptivos y con un desplazamiento hacia enfoques centrados en la individuación Historias enseñadas inclusivas del sujeto histórico, situación que muesLa historia que me interesa tiene tra una historia interesada por las temá- una doble dimensión, engloba la narra- ticas políticas y culturales que potencian el estudio de la compleja realidad social. 2 FREIRE, P. La educación como práctica de la libertad. Uruguay: Tierra Nueva, 1972. 72 Esta diversidad de temáticas, esta apuesta por construir historias inclu- Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 sivas se vislumbra en la disciplina es- Las investigaciones sobre las con- colar historia que porta la peculiaridad cepciones que tienen los profesores sobre de una contradicción entre los objetivos la historia, exploran sobre el significado disciplinares y los objetivos sociales e de la historia, construyendo tipologías identitarios. Justamente, en relación a que articulan los objetivos y significados estos desequilibrios, es indispensable re- de la historia en el plano epistemológico cuperar el vínculo con el conocimiento, y pedagógico, las convicciones que tie- entendido como herramienta fundamen- nen los docentes de cómo se construye y tal de análisis de la realidad. El conjunto valida el conocimiento, son importantes de saberes que, desde enfoques críticos, para definir la enseñanza4. democráticos y humanistas, aportan a la En el contexto político actual, el sen- historia, constituyen un insoslayable ins- tido de la historia escolar está debilitado trumento para el desarrollo de los suje- o suprimido y por ello las finalidades de tos sociales en sus diversas dimensiones, la enseñanza cobran fuerza, en tanto se así como para la potenciación de la po- considera que la enseñanza de la historia sibilidad de cambio social que beneficie es necesaria para la contribución a una a las mayorías y minorías marginales en cultura compartida y para la reflexión y cada sociedad. la acción social y política; las finalidades En este marco cobra significativi- cívicas, intelectuales y críticas, las patri- dad la relación entre el conocimiento moniales, culturales y prácticas para la histórico y la enseñanza de la historia en vida cotidiana atesoran vigencia para la las aulas. La multitud de decisiones de conciencia histórica, la conciencia cívica un profesor de historia sobre la forma y la conciencia territorial; instancias de de organizar y entender los contenidos y inclusión y pertenencia5. sobre la forma de enseñarlos dependen de la concepción de historia que se tenga, 4 sea esta implícita o explícita. La posición historiográfica de cada profesor se decide de forma aleatoria, por intuiciones, por posiciones personales sobre aspectos sociales o políticos o cuestiones puntuales en relación con el tipo de formación inicial, pero no siempre por una reflexión profunda en el ámbito académico sobre las diferencias entre historiografía y enseñanza3. 3 MAESTRO GONZÁLEZ, P. “Historiografía, didáctica y enseñanza de la historia”. En: Rev. Clio y Asociados. Santa Fe. Argentina, 1997; 2001. 5 EVANS, R. (1991) “Concepciones del maestros sobre la Historia”. En: Boletín de Didáctica de las Ciencias Sociales N 3 y 4. AUPDCS, SHAVER, J (2001) “La epistemología y la educación de los docentes de las Ciencias Sociales”. En: ARRONDO, C; BEMBOS, S. (comp.) La formación docente en el Profesorado de Historia. Homo Sapiens. Rosario. TUTIAUX- GUILLON, N. “Los fundamentos de una investigación sobre la concepción de las finalidades cívicas y culturales del profesorado de geografía e historia. Objetivos de esta etapa”. En: Revista Enseñanza de las Ciencias Sociales. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona, 2003; AUDIGIER, F. “Un estudio sobre la enseñanza de la historia, la geografía y la educación cívica en la escuela elemental en Francia: temas, métodos y preguntas”. En: Revista Enseñanza de las Ciencias Sociales. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona, 2002; FUNES, A. G. “Las historias enseñadas. Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 73 La educación de la ciudadanía, historia en los últimos tiempos6. como campo teórico y práctico en el que La diversificación en las formas de se traducen acuerdos y desacuerdos, con- pertenencia, está cruzadas especialmen- cepciones de la vida social y política, la te por lo que se ha dado en llamar la crisis definición de derechos, libertades y obli- de la esfera política que cuestiona anti- gaciones, la forma de pensar los conflic- guos imaginarios y sumerge en identida- tos y la forma de resolverlos, las concep- des que se definen de manera pluriesca- ciones de educación, familia, escuela y lar, situación que afecta directamente de las otras instituciones, reconocen una a las disciplinas escolares. El carácter pluralidad que adopta diversas formas y ambivalente de las posibles identidades, es pensada como identidad cultural. necesita de una actitud autocrítica, espe- La formación del ciudadano se en- cialmente en lo que atañe a la historia, tronca con la defensa del sistema de- en cuanto que su enseñanza ha formado mocrático y por ello está presente en los parte tradicionalmente de la configura- lineamientos discursivos de las reformas ción identitaria. En ellas, suelen estar educativas, en la producción bibliográ- incluidos y entremezclados elementos fica y en investigación de la historia en- cognitivos, imaginarios y emocionales. señada encontramos que la escuela se Por otro lado, muchos problemas involucra en la necesidad de fortalecer que aquejan a la práctica política en la memoria histórica en tanto se inter- nuestro país son un tema fundamental preta que la democracia y la república lo de la enseñanza de la historia y en este requieren. caso la preocupación por los derechos de La articulación de la enseñanza de los ciudadanos, en su doble dimensión la historia y la socialización política, es -la política y la comunitaria-ocupan un una relación de larga data, en tanto la lugar central. formación del ciudadano ha sido un nú- Ahora bien, sabemos que la demo- cleo que esta didáctica especial, ha teni- cracia no es una meta a la cual hemos de do muy presente y hoy vuelve al centro llegar, sino un camino que tenemos que de las preocupaciones. Es una temática recorrer siempre, una conquista ético- de complejidad y numerosos debates han surgido en torno a diversas perspectivas y enfoques, producidos en diferentes coyunturas intelectuales y políticas en la Futuros posibles” (2010). Revista Novedades Educativas 235. Buenos Aires.; FUNES, A. G. “La enseñanza de la historia y las finalidades identitarias”. Revista Enseñanza de las Ciencias Sociales Nª 8. Universitat Autónoma de Barcelona y Universitat de Barcelona. Nº9, 2010. 74 6 PAGÈS BLANCH, J. “La investigación sobre la formación inicial del profesorado para enseñar ciencias sociales”. En AAVV La formación del profesorado y la didáctica de las Ciencias Sociales. Diada Editores AUPDCS, 2003; SCHUJMAN, G.; SIEDE, I. Ciudadanía para armar. Aportes para la formación ética y política. Buenos Aires: Aique, 2007; FUNES, A.G; PAGÉS, J. “Enseñanza de la historia y socialización política”. Revista Reseña de Enseñanza de historia Nª 8 APEHUN. Córdoba: Editorial Alejandría, 2010. Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 -política de cada día, que sólo a través de y las prácticas de la enseñanza-; el prota- una autocrítica siempre vigilante puede gonismo y compromiso profesoral quie- mantenerse. Es más una aspiración que nes vivieron su época como profesores y una posesión y en tiempos de incerti- ciudadanos comprometidos con valores dumbre y riegos, el futuro es la finali- de un mundo más justo e igualitario. dad de la enseñanza del pasado y la for- Innovadores que sabían que se en- mación de la ciudadanía posibilita: una frentaban a una enseñanza tradicional, amalgama con la conciencia histórica y tanto en las formas de aprender como la identidad; construir miradas lúcidas y en el saber trasmitido, quizás hoy, las con sentido crítico respecto al mundo en coordenadas son más complejos y multi- que vivimos, responder a las preguntas dimensionales, pero la herencia recibida del mañana; brindar oportunidades para es de valor para repensar la historia en- ocuparse de uno mismo y de los otros señada. son tópicos que la escuela y la enseñanza de la historia accionada por los profeso- Herencias y experiencias de res patagónicos que tienen presente en el historia enseñada sentido político del acto de educar. La educación para la ciudadanía, los derechos humanos y la participación ciudadana es, ante todo, cuestión de derechos y convicciones ético-políticas, de saberes, de valores y donde cada uno de estos criterios educativos se combina en la relación enseñanza y realidad social, mezcla química que posibilita la recuperación de la memoria didáctica y pedagógica que obliga a repensar en una transición histórica inédita como la actual, en las significaciones de la historia enseñada. Algunos núcleos de las tendencias pedagógicas emergentes de la décadas de 1960/70 y también de los años de la recuperación democrática (1983) pusieron en el centro del debate: la articulación escuela y sociedad; la innovación de métodos y contenidos a la vez -pensar en la forma y el contenido-; la compleja relación práctica y teoría -las finalidades En principio mencionare tres núcleos conceptuales ordenadores para pensar la formación docente en historia. El primero indica que la enseñanza de la historia tiene potencialidad en la construcción de nosotros inclusivos, es decir que existe una estrecha relación entre enseñanza, historia e identidad. El segundo refiere a la perspectiva de los sujetos que enseñan historia. En ellas hay un núcleo de tradiciones interpretativas cuya preocupación aparece orientada hacia el mundo del sujeto, y hacia el “mundo de las significaciones”7. Y el tercero marca que en una perspectiva crítica del hecho educativo, la ­­­­­­­­­­­­­­CASTORIADIS, C. El mundo fragmentado. Buenos Aires: Altamira, 1990. ______. La institución imaginaria de la sociedad. Volumen 2: El imaginario social y la institución. Buenos Aires: Tusquets Editores, 1993. ______. El avance de la insignificancia. Buenos Aires: Eudeba, 1997. 7 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 75 acción de enseñar historia es siempre un hacedores de historias locales; ya que las acto intencional en el que se conjugan y llamadas ‘fronteras’ entre la escuela y el entraman: las dimensiones socio histó- aula de historia son porosas posibilitan ricas concretas y las institucionales; la un entramado de actores y escenarios formación docente y las experiencias la- que, en ocasiones, no permite diferenciar borales; las definiciones sobre la historia cuál es su ‘adentro’ y dónde comienza el y sobre la enseñanza; la relación entre ‘afuera’; con lo cual se replantean las ma- la historia y la política; las finalidades e neras de entender la relación enseñanza- intencionalidades; los conflictos y las re- -historia-comunidad, siendo estos esce- formas -entre otras-. narios simultáneamente afectados por la Esos tres núcleos son necesarios manera en que se realizan las prácticas para orientar y abrir el trabajo de refle- pedagógicas, y entendiendo que las es- xión. cuelas en nuestras sociedades cumplen Sabemos que, el problema de la his- un papel cultural amplio. toria enseñada es complejo y amerita la La tensión entre posiciones múlti- capacidad de percibir el juego entre los ples y variadas, donde coexisten lo nuevo aspectos intelectual, moral y político y lo viejo en un mismo profesor, en un de las estructuras del saber . Las histo- mismo centro escolar, nos muestra una rias enseñadas patagónicas imbrican enseñanza viva, atravesada por vectores estas cuestiones que se materializan en con distintas orientaciones y magnitudes las prácticas escolares, en tanto cons- de fuerza, movida por sus actores, los trucciones/creaciones/opciones que los cuales a su vez tienen distintas maneras profesores desarrollaron y desarrollan de entender y realizar sus prácticas, de como posibilidad y apertura a nuevos entender y realizar los ‘cambios’. 8 horizontes en el campo de la enseñanza de la historia. Actores, escenarios y saberes adquieren rostros distintos y entre estos Cuando intentamos un acercamien- se tejen múltiples combinaciones y re- to a las diferentes maneras de ser profe- composiciones, expresión de variedad y sor de historia, resulta inevitable recono- riqueza. Formas distintas de hacer en- cer la enseñanza en plural, emergiendo señanzas, de ser profesor en historia, dis- desde las utopías y desde las prácticas. persión, arco iris de experiencias que ha- La sistematización de esta diversi- blan por sí mismas y que buscan niveles dad de experiencias pedagógicas, pue- de coordinación entre ellas para resistir de plasmarse en un mapa cuyos signos la soledad y fragmentación, para romper, centrales son: hacedores de escuela, en general, con la insularidad a que se in- hacedores de enseñanzas de la historia, tenta someter las prácticas profesorales. Conociendo algunas 8 WALLERSTEIN; I. Las incertidumbres del saber. Barcelona: Gedisa, 2004. 76 pistas de la historia enseñada en Patagonia y, a fin de esbozar algunos itinerarios en las prácti- Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 cas pedagógicas, centrando la mirada en cotidiana, eso hace que esté sometida a el valor educativo de la experiencia pro- tensiones y a contradicciones9. fesoral en enseñar historias inclusivas Entonces, la práctica docente es el en el aula en tanto permite deslizar a la proceso que se desarrolla en el contexto subjetividad que conecta con la vida so- del aula en el que se pone de manifies- cial del sujeto que enseña. to una determinada relación profesor- El tiempo en el que los profesores -conocimiento-alumno, concentrada en de historia patagónicos se constituyen el enseñar y el aprender; es un trabajo en profesores es diferente: los que lo fundamentalmente centrado en torno a hacen en la década 1960 y en los prime- los criterios de la acción pedagógica con ros años de 1970 vivieron en un mundo los que se pondrá en circulación deter- que soñaba con más autonomía; los que minado campo de conocimientos, donde se constituyen en tiempos de dictadura los objetivos y la lógica están orientados (1976) reconocen una formación sesgada al proceso de construcción de una pro- y cruzada por el miedo; los que se forman blemática pedagógica10. en la recuperación democrática (1983) Donde la enseñanza no configura apuestan a lo colectivo y participativo; y un espacio neutro, asume la praxis peda- los que lo hacen en la última década del gógica como una praxis política y puede Siglo XX conocen la fragmentación y la constituirse en ámbito privilegiado de exclusión deliberación pública, de construcción de Todos, ensayan y asumen relacio- ciudadanía y de cambios sociales. En tal nes diferentes con el conocimiento histó- sentido, la institución educativa, es un rico, con el contexto, con el poder; pro- espacio atravesado por tensiones y con- cesos diferenciales de subjetivación y de flictos que caracterizan a la sociedad y construcción de lo colectivo. donde han existido posibilidades de abrir Tal como ocurre con otras prácticas espacios genuinos de participación y de sociales, la docente no es ajena a los sig- cambio junto a las tensiones y paradojas nos que la caracterizan como muy com- que marcan el impacto de las condiciones pleja. Tal complejidad deviene en este que regulan las prácticas desde las políti- caso del hecho de que se desarrolla en cas educativas, desde el nivel organizacio- escenarios singulares, bordeados y sur- nal y burocrático, desde el nivel de con- cados por el contexto. Signada por esta creción curricular y en la multiplicidad y impronta, es evidente la imposibilidad diversidad de escenarios de las prácticas de uniformar. En su análisis se pasa de y utopías vivenciadas por los profesores. la homogeneidad a la diversidad, de la certeza a la incertidumbre, de los per- 9 files claros a otros borrosos. Las determinantes que cruzan y hacen compleja la práctica docente impactan en la tarea 10 EDELSTEIN, G. “Práctica y residencias: memorias, experiencias, horizontes”. En: Revista Iberoamericana de Educación Nº 33. OEI, 2003. ACHILLI, E. Investigación y formación docente. Rosario: Laborde Editor, 2000. Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 77 Las prácticas docentes se desarrollan en una realidad compleja, en un tes caminos, algunos muy discutibles y resistidos por ellos mismos. singular conjunto de relaciones y de ac- La enseñanza que circula en ellas ciones institucionalizadas históricamen- está interferida por las condiciones ma- te; que son espacios sociales, políticos y teriales de una sociedad esclusera, por culturales en los que se articulan tradi- las regulaciones de las autoridades edu- ciones históricas, variaciones regionales, cativas provinciales que no propician ni rasgos culturales, decisiones políticas, potencian enseñanzas y aprendizajes; administrativas, pedagógicas e interpre- por grupos profesorales heterogéneos taciones particulares. en formación académica, en experien- La crisis societal y los mecanismos cias laborales, en militancias sociales y de la globalización que se encuentran gremiales, en posicionamientos historio- yuxtapuestos, el proceso de desterrito- gráficos, pedagógicos y didácticos, con rialización y fragmentación social con- compromisos diferenciados, pero y fren- solidado durante las reformas de claro te a todos los avatares está en pie, tiene corte neoliberal golpean las instituciones vida y un grupo importante de profesores escolares y deslizan un trabajo de ense- en historia tiene la mirada en el proyecto ñar que no reconoce lo colegiado; hay y sabe que hay muchos futuros posibles que responder a situaciones más urgen- para los jóvenes y para ellos mismos. tes en tanto son realidades vitales en al- En un escenario fragmentado, en el gunos casos y en otros las instituciones que se despliegan discursos y prácticas están atravesadas por múltiples acciones de competitividad y eficiencia que pro- de protesta de los diferentes actores de la ducen rupturas en el imaginario docente, comunidad educativa que impiden el de- en la valoración de una enseñanza para sarrollo de la actividad en las institucio- la formación ético política, en el desco- nes, en las que muchas veces no se sabe nocimiento del proyecto y el futuro, los qué hacer, por dónde empezar. profesores de historia patagónicos dan La situación particular y específica cuenta de su adscripción a los proyectos de los mecanismos de regulación que im- colectivos, pieza angular de la significaci- plementa la autoridad educativa muchas ón imaginaria de la autonomía. veces acentúa el proceso de fragmenta- Es claro que las escuelas públicas de ción que por momentos se torna caótico la Nord Patagonia son muy heterogéneas en lo administrativo y en lo didáctico. y dinámicas, son instituciones enclava- La inexistencia de un diseño curri- das en una sociedad dual, de profundos cular, la imposibilidad de acuerdos mí- contrastes en las condiciones materiales, nimos y la necesidad de establecer un sociales y simbólicas. diálogo y acercamiento a los estudiantes Las experiencias profesorales pa- que habitan en aulas superpobladas, ha- tagónicas dan cuenta que la práctica cen que los profesores transiten diferen- docente es dinámica y el cambio no se 78 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 realiza de manera individual sino de los alumnos11. manera colegiada y colaborativa, en Una comunidad de aprendizaje pro- comunidades de aprendizaje profesional fesional, no es una estrategia más entre en una cultura de colaboración con una un montón de estrategias. Construir una estructura que la sostiene en el tiempo y comunidad de aprendizaje profesional las expectativas. La colaboración se con- afecta la cultura de toda la escuela por- centra en la enseñanza y el aprendizaje y que permite mostrar el interés de los en cómo mejorarlos: el foco es el proceso profesores por los alumnos y el aprecio educativo en la realidad del aula. por el trabajo de los colegas, la comuni- Si las escuelas logran constituir- dad de aprendizaje es parte de la cultura se en comunidades educativas y traba- escolar y su principal aporte es la preocu- jan para la inclusión, este proceso de pación en el aprendizaje de los alumnos y transición no se desarrolla de manera el uso de evidencias para mejorar colecti- individual sino de manera colegiada y vamente las prácticas. colaborativa. Lo que más promueve el Frente a los diferentes signos de cambio positivo y lo que puede beneficiar los tiempos, los profesores patagónicos a todos los alumnos es lo que se ha dado se reconocen con estatura intelectual en llamar las “comunidades de aprendi- ya que tanto la relación con el conoci- zaje profesional”. Las comunidades de miento, como la relación con el objeto aprendizaje profesional tienen cuatro di- mismo de conocimiento, en este caso la mensiones; la primera es que se trata de historia, está signada por el quehacer de un grupo de profesionales, docentes y a su profesión, es decir por el objeto espe- veces otros profesionales que no son do- cífico de la enseñanza12 que el docente centes, que trabajan colaborativamente, no busca el saber por el saber mismo, o no individualmente en una cultura de co- por satisfacción personal; si profundiza laboración. Segundo, la mayor parte de el conocimiento de un objeto a enseñar; esta colaboración se concentra en cómo se aventura en terrenos en gran medida mejorar la enseñanza y el aprendizaje. vedados para descubrir vías de acceso a Tercero, todos ellos usan evidencia e in- una realidad impensada, para ofrecer a formación como base de sus decisiones, otros la misma posibilidad, vale decir, no sólo intuición, no sólo experiencia. En el re-descubrimiento de la realidad, del cuarto lugar, está el proceso de revisión sentido de las cosas, la relación profunda para considerar cuán efectivo está siendo entre los saberes heredados de distintas el docente y cuán efectivos están siendo culturas; con una propuesta desde otra los cambios que el docente está haciendo en la escuela. Hay mucha evidencia que cuando se tiene una comunidad de aprendizaje profesional en la escuela, se crea una gran diferencia en los logros de HARGREAVES, A. Profesorado, cultura y posmodernidad. Barcelona: Morata, 2007. 12 SALEME, M. Decires. Córdoba: Navaja Editora, 1997. 11 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 79 forma de conocer, desde nuevas estrate- de la política -en tanto juego institucio- gias de conocimiento. nalizado entre actores políticos-; a los La intención profesoral de cons- sentimientos, deseos e intenciones de truir contra hegemonía en los diversos sujetos comprometidos con la historia, la ámbitos de la actuación profesoral, sea educación y la enseñanza. ésta áulica, institucional, gremial, de Enseñanza, historia y política es un educación no formal y siempre con el ob- trío educativo con una larga tradición, jetivo de enseñar a pensar críticamente. ellas han estado presentes en las diversas Remarcando una vez más que la finalidades educativas sean éstas: forma- educación es fundamentalmente asunto tivas o instruccionales con propuestas de carácter social, político y cultural y es de socialización política de ciudadanos en este ámbito complejo, en el que se si- patriotas, ciudadanos nominales, ciuda- túa el análisis de las experiencias profe- danos democráticos, ciudadanos plenos, sorales. La conexión pedagogía, política ciudadanos[…]. e historia tiene larga tradición en la en- Las investigaciones en la historia señanza y se inscribe en la significación enseñada nos indican que en la mayoría de autonomía individual y colectiva que de los países del mundo, en los tiempos corresponden al proyecto democrático que corren, la concepción dominante es y emancipador. Los profesores de his- la posición conservadora. Éste es el pro- toria saben que encuentran su rumbo blema real de la enseñanza de las ciencias en el proceso mismo de transformarse, sociales y la que cuestiona el futuro de ta- porque allí está el sentido potente de la les enseñanzas, porque esta concepción historia y de su enseñanza. ni cree en la democracia como forma de En la trama profundamente com- vida, ni cree en el valor que las ciencias pleja de enseñar historias, es importante sociales pueden tener para formar en los reconocer no sólo los nuevos requeri- jóvenes una profunda conciencia demo- mientos del lugar del docente sino tam- crática. bién la complejidad propia de la en- Éste es el reto del presente y hay que señanza de la historia que en el plano de afrontarlo con una clara visión de futuro. la historia deseada invita al diálogo pre- Si las escuelas pudiesen convertirse sente, pasado, futuro; a la problematiza- en foros democráticos, la enseñanza de ción de la enseñanza; a la construcción la historia ocuparía un lugar importante del conocimiento. en la formación democrática. Apostan- Cuando los profesores relatan acer- do por una democracia de la diferencia ca de lo político se refieren a sus expe- frente a la democracia homogeneizado- riencias ciudadanas; a los sentidos de lo ra; por un alumnado, que pueda utilizar político -entendido como el vasto y di- los conocimientos históricos para inter- fuso campo de ideas y representaciones pretar y participar en su mundo como respecto al orden colectivo y al poder- y ciudadano crítico, con opinión propia, y 80 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 con clara conciencia de que el futuro le ventanas a los complejos mundos cam- deparará muchos cambios. Y que uno biantes y dinámicos que nos preceden de estos cambios será, sin duda, el de la y con criterio nos provee herramientas existencia de una realidad cada vez más para la construcción de proyectos socia- diversa y plural ante la cual no hay histo- les y colectivos, de futuro. rias ni humanidades comunes sino pro- La complejidad del presente, indica blemas comunes de hombres y mujeres, que el aula de historia puede ser un espa- en definitiva, diversidad cultural de ayer, cio óptimo para desnaturalizar lugares hoy y mañana13. comunes. La presencia omnipresente del Una democracia de la diferencia presente, valga la redundancia, da cuen- apuesta a la formación política de las ta del carácter naturalizador del mismo, nuevas generaciones, atañe a la historia y si naturalizamos el presente, también enseñada bucear en vivencias y experien- lo hacemos con el pasado y para que se cias y en nuestro país interesa construir produzca el dialogo se hace necesaria la explicaciones para las historias recientes traducción, en tanto estamos frente a un de la Argentina. objeto extraño. Otro nodo que organiza la historia Las experiencias profesorales dan enseñada es la temporalidad, en muchas cuenta de sus memorias ciudadanas y propuestas se visualiza un interjuego pedagógicas, del lugar de observadores diacrónico y sincrónico que pone énfasis participantes del proceso sociohistórico en los cambios y continuidades posibili- y pedagógico y saben que en la realidad tando establecer una relación dialéctica social se juegan diferentes conflictos y entre pasado y presente. Enfoque que que poner en cuestión la enseñanza de constituye un buen aprendizaje de los los sentidos del pasado, permite el análi- cambios y de las duraciones que se dan sis de consideraciones políticas o sociales en el seno de diferentes sociedades y problemáticas y se convierte en un lugar acompañado de un trabajo destinado a conflictivo y de disputas, ya que las lu- la progresiva construcción de un mapa chas por el pasado son en realidad luchas temporal basado en la cronología y en un por el presente. modelo de periodización Partir del tiem- Las decisiones de la enseñanza, po presente convoca a una historia, que como las decisiones sobre las cuestiones nos involucra a todos, nos posibilita un sociales, comprenden cuestiones mora- diálogo permanente con el pasado, abre les, interrogantes sobre los propósitos sociales de la enseñanza e interrogantes 13 PAGÈS BLANCH, J. ¿Hacia dónde va la enseñanza de la Historia y de las Ciencias Sociales? Apuntes para la comprensión de un debate. En: ESTANY, A.; IZQUIERDO, M.; SELLÉS, M. A. (ed.): Éndoxa. Ciencia y Educación. Series filosóficas 14. UNED. Facultad de Filosofía.2001. referidos a los valores, la empatía y el significado existencial para estudiantes y docentes. Una práctica de la epistemología o un enfoque del saber acerca de las prácticas debe abarcar una racionalidad Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 81 de fines que indique ¿qué espera la socie- mentativa de las finalidades socializado- dad de las escuelas? y ¿de la enseñanza ras o contra socializadoras sostiene que de la historia? en la enseñanza de la historia el futuro es Rozada Martínez (1997) 14 utiliza la finalidad de la enseñanza del pasado. el concepto de ideal de formación de Al bucear en el sendero de desen- Blankertz - aquellas características bá- trañar las legitimidades de enseñar sicas de un modelo didáctico basado en historia, resulta claro que éstas no son la formación- y asigna al ideal político de estáticas ni monolíticas por lo cual hay ampliar al máximo la democracia el sen- que considerarlas en el proceso de mo- tido de los foros permanentes de partici- vimiento propio de la realidad social y pación en los que cada profesor somete de amalgamas cambiantes de subgrupos a deliberación pública su ideal de forma- y tradiciones, que influyen mediante el ción; esto es la exposición de la finalidad enfrentamiento y el compromiso en la principal de la enseñanza que posibilita dirección del cambio. dilucidar dilemas o incertidumbres que Formación docente continúa se presentan en la acción docente. Es claro que las finalidades formativas se ligan siempre a los valores domi- El sentido univoco de la escuela y la nantes de una sociedad particular. Joan enseñanza de la historia pertenece al pa- Pagès (1998; 2007) se pregunta si la es- sado y hoy, en la nueva coyuntura, cuan- cuela y la enseñanza de las ciencias socia- do el destino y el mandato crujen dan les, por ende, si la historia tiene que ¿so- paso al deseo, en una perspectiva más cializar o contrasocializar? Entendiendo abierta y libre, generando nuevas res- socializar como la transmisión de los va- ponsabilidades y niveles de participaci- lores hegemónicos, y contra socialización ón y creatividad difícilmente concebible entendida como la educación en valores en términos conscientes. La historia y la alternativos. Siguiendo con la línea argu- enseñanza de la misma aparece conden- 15 sada en las formas culturales que dotan ROZADA MARTINEZ, J. Formarse como profesor. Akal. Madrid, 1997. 15 PAGÈS BLANCH, J. “La investigación sobre la formación inicial del profesorado para enseñar ciencias sociales”. En: AAVV La formación del profesorado y la didáctica de las Ciencias Sociales. Diada Editores AUPDCS, 1998. _____________ . “La educación para la ciudadanía y la enseñanza de la historia: cuando el futuro es la finalidad de la enseñanza del pasado”. En: AVILA RUIZ, R; LOPEZ ATXURRA, R; FERNANDEZ DE LARREA, E. Las competencias profesionales para la enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Sociales ante el reto europeo y la globalización. AUDPCS. Bilbao, 2007. 14 82 de sentido las acciones, una parcela de esa historia sedimentada y reescrita por estos profesores patagónicos es lo que me interesa que circule como herencia y experiencia. Se por vivencia y experiencia que la escuela pública del nivel medio en la Nord Patagonia resistió en pie el temporal producido por la implementación de las políticas neoliberales, sean éstas receptoras de alumnos de clase media o empobrecidos o directamente excluidos Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 y con profesoras y profesores cuya ads- desescolarización, contra las que hay cripción teórica, historiográfica, peda- que luchar también sutilmente, esto es gógica o política no importa, todos dan sabiendo como sabemos históricamente, cuenta del desmoronamiento de la es- que los procesos de escolarización obli- cuela media y de los esfuerzos de algunos gatoria en la era del capitalismo no han colectivos profesorales por sostenerla en sido ni son garantía de emancipación pie. social ni intelectual de las clases subalEscuelas que están fragmentadas, ternas. Precisamente el pensar históri- quebradas y que necesitan otra agenda camente ayuda a defender estratégica- si desean responder a: ¿para que sirve la mente una escuela pública justamente escuela? Para pensar este interrogante para imaginar su superación en tanto propongo utilizar el método de la críti- forma jerárquica y disciplinaria de distri- ca histórico conceptual, a fin de que los bución del conocimiento. Y en esta bús- profesores que se inicien adviertan como queda del pensar históricamente anudan dice Paulo Freire los peligros de este los caminos de la arqueología y la genea- tiempo y ganen fuerzas y coraje para logía de la escuela. luchar por otra escuela. Entonces, preguntar qué puedo haque cer, genera una cadena de interrogantes a veces es necesario restaurar conceptos Dice Pierre Bourdieu (2003) desde el sencillo ¿por qué? al conflictivo para hacerlos más precisos, pero tam- ¿para qué? se forma el docente. Situar el bién para hacerlos más vivos, y tambi- problema significa pensar en la historici- én quizás para posibilitar un cambio dad y en la ubicación espacial del proceso de sentido que implica desde el inicio de formación docente. 16 el des-ocultamiento de las presiones de La educación se convierte así en un distinta índole que condicionan sin ex- punto fundamental, y es necesario defi- presarlo con claridad, las líneas matrices nir nuevamente el quehacer de la educa- que a manera de urdimbre, sustentan la ción, sobre todo en el campo específico formación docente en historia que vista del enseñar historia, tanto en los diseños en retrospectiva conducen a mirar hacia de las prácticas como a la investigación delante y requieren imaginación para re- de sus problemas conocer nuestra autentica realidad. En referencia al diseño de las prác- Algunos autores sostienen que los ticas iniciales de los profesores de histo- sistemas educativos de nuestro mundo ria y en articulación con la investigación, quizás estén usando formas sutiles de me interesa pensar en un espacio de formación docente continúa que colo- 16 BOURDIEU, P. “Doxa y vida cotidiana. Una entrevista”. En: ZIZEK, S. Ideología. Un mapa de la cuestión. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2003. que a los profesores noveles y a los experimentados en diálogo constante unos con otros y que los disponga a constantes revisiones, a análisis críticos, en fin, que Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 83 los identifique con el proceso de cons- la vida en las aulas de historia en ese es- trucción de conocimientos para que se pacio de formación docente, es restaurar constituyan en docentes que dominen y hacer más vivo el lugar de la transmisi- las estrategias de conocimiento, que es- ón, del orden de las sucesiones, del linaje tén preparados para hacerse preguntas, y de la herencia en el sentido más amplio para interpelar al objeto de conocimiento del término17. y al conocimiento mismo, sin abandonar Enseñar supone transmitir una cul- por ello la tarea específica, ni la condici- tura y ayudar a otro a incorporarse en ón docente. una tradición, reconocerse en un linaje y Ese espacio de formación lo imagi- en una historia. Es una tarea compleja, no como una red, en tanto la imagen que ambigua, que no se resuelve en formas evoca da cuenta de una forma de organi- cerradas y universales, sino que nos vuel- zación donde se rompen las jerarquías y ve a plantear cuestionamientos e inquie- se promueven las relaciones horizontales tudes una y mil veces18. y, su actividad y existencia depende de la La cuestión de la transmisión cobra iniciativa de cada una de sus partes y no presencia cuando un grupo o una civili- de una instancia central única. zación han estado sometidos a conmo- Los profesores, organizados en ciones más o menos profundas, como las redes comparten experiencias, saberes, vivenciadas en el Siglo XX y, se trata de preguntas, búsquedas, pero también po- una preocupación que no surge en cual- nen en marcha proyectos de enseñanza, quier momento de la Historia. Se parte de sistematización, escritura, innova- de una profunda perturbación interior ción, investigación, se apropian de su en la que la sociedad debe encontrar trabajo, lo documentan, lo piensan y se razones para reanudar sus lazos con el piensan a sí mismos individual y colec- pasado, clarificar el presente a través de tivamente. De esta manera se configuran una historia a fin de proporcionar nuevas comunidades de saber pedagógico. raíces al porvenir. El trabajo académico en red cons- La transmisión de una cultura, una tituye una importante estrategia organi- creencia, una filiación, una historia, du- zativa que permite, en todos los niveles rante mucho tiempo pareció funcionar educativos y aun en los ámbitos de la por sí misma. Parecía algo natural, es- educación no formal, potenciar la adqui- pontáneo, una generación reproducía las sición de conocimientos mediante formas horizontales y menos rígidas de los tiempos y espacios en que tienen lugar los procesos formativos. Las redes constituyen medios para tener acceso a nuevas opciones de formación docente. Un núcleo conceptual para pensar 84 BOURDIEU, P. Miseria del mundo. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2000. 18 DUSSEL, I. “La transmisión de la historia reciente. Reflexiones pedagógicas sobre el arte de la memoria”. En: GUELERMAN, S (Comp.) Memorias en presente. Identidad y transmisión en la Argentina posgenocidio. Buenos Aires: Grupo Editorial Norma. Buenos Aires, 2001. 17 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 creencias, el modo de vida, el dialecto o deseo que intenta situar al sujeto en el la lengua de las que la habían precedido espacio de su verdad, de su vida, de su integrando lentamente las nuevas ad- existencia. Además, transmitir equival- quisiciones Esta visión idílica está sin dría tal vez a tener en cuenta que jamás embargo contradicha por los hechos y en evitaremos a nuestros descendientes el cada uno de nosotros palpita la necesi- hecho de que su camino esté sembrado dad de transmitir íntegramente a nues- de obstáculos cuando intenten conciliar tros descendientes aquellos que hemos la historia pasada con lo actual de su de- recibido. seo subjetivo. Jacques Hassoun (1994) dice que Es necesario entender la transmi- somos todos portadores de un nombre, sión como un ofrecimiento de algunos de una historia singular (biografía) ubi- elementos que cada uno de los miem- cada en la Historia de un país, de una re- bros de una descendencia recibe y, que gión, de una civilización. recompondrá a su manera y que será sin 19 Somos sus depositarios y sus transmisores. Somos sus pasadores. Pero lo ninguna duda sometido a su vez a nuevas modificaciones. que hemos heredado es constantemente La prueba que la travesía de ese modificado de acuerdo a las vicisitudes pase ha sido lograda se encuentra en ese de nuestra vida, de nuestros exilios, de mínimo desplazamiento: eso es lo que se nuestros deseos. llama subjetivar -individualizar- una he- Lo que le resulta apasionante en la aventura de la transmisión, es precisa- rencia a fin de poder reconocerla como propia. mente que somos diferentes de quienes Entrar en contacto con lo nuevo que nos precedieron y que nuestros descen- se presenta, ser profesora o profesor en dientes es probable que sigan un camino historia, busca reconocer allí una parte sensiblemente diferente al nuestro y, sin de familiaridad. Es a partir de la herencia embargo es allí, en esta serie de diferen- que me ha sido transmitida que puedo, al cias, en donde inscribimos aquello que superarla, participar de situaciones nue- transmitimos. vas que a priori me resultarían descono- Una transmisión ofrece a quien la cidas. No existe lo inaugural, y las prác- recibe un espacio de libertad y una base ticas de la enseñanza nunca lo son, todo que le permite abandonar (el pasado) acto fundador supone la existencia de la para (mejor) reencontrarlo pero proba- transmisión -aunque sea evanescente- blemente siempre existe un desgarro en en el orden de la subjetividad humana. la tensión existente entre una transmi- Pero cuanto más la transmisión sión, por más lograda que ésta sea, y un tome en cuenta la situación nueva, menos será una pura y simple trasposición 19 Hassoun, J. Los contrabandistas de la memoria. Buenos Aires: Ediciones La Flor, 1994. del pasado y mas podrá inscribir al suje- Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 85 to en una genealogía de vivientes a fin de político se constituye en un texto de las realizar, no un recorrido circular, eterno historias enseñadas, y la dimensión po- retorno, sino un trayecto susceptible de lítica e ideológica del acto de educar se crear un campo de afluencia, un delta en materializa en las finalidades de la en- donde se articulen culturas heterogéneas señanza y en las prácticas de la historia, que se revitalicen mutuamente. que las sabemos heterogéneas. En síntesis, transmitir es ofrecer Ofrecer el corpus analítico -frag- a las generaciones que nos suceden un mentos de entrevistas y documentos saber-vivir, término que debemos tomar educativos- como así también el encuen- en su acepción más fuerte. No en el sen- tro cara a cara con profesoras y profeso- tido de un intento desesperado de crear res posibilitara a estudiantes y/o profe- una identidad-calco entre los predece- sores noveles, analizar los cambios y las sores y los descendientes sino al modo permanencias en las finalidades formati- de un discurso que sería procesado de vas de la historia enseñada. aquello que se ofrece como herencia. Reflexionar sobre la elección y la Apropiarse de una narración para acción de ser profesores de historia, es hacer de ella un nuevo relato, es tal vez el un esfuerzo por quebrar la clausura en recorrido que todos estamos convocados la que necesariamente estamos siempre a efectuar. Las palabras a lo mejor son capturados como sujetos, la figura del in- siempre las mismas, pero existe un estilo telectual crítico, es la de un profesional que le es particular al grupo de profeso- que participa activamente en el esfuerzo res de historia, que permitirá que cada por develar lo oculto, por desentrañar el uno retome por su cuenta, las experien- origen histórico y social de lo que se nos cias y herencias de los que enseñaron en presenta como “natural”, por conseguir otras épocas, ellos están dispuestos a ser captar y mostrar los procesos por los que pasadores de sus memorias pedagógicas, la práctica de la enseñanza queda atra- a dar y recibir en esta quimera de en- pada en pretensiones, relaciones y expe- señar más historias. riencias de dudoso valor educativo. Todo Sus memorias pedagógicas son una esto supone, normalmente, un proceso reconstrucción de las historias enseña- de oposición o de resistencia a gran parte das, en esa reconstrucción cobra una de los discursos, las relaciones y las for- importancia vital la ubicación de la tarea mas de organización del sistema escolar. del profesorado de historia en los con- Posicionarse en prácticas que propicien textos políticos en los que ejerce su en- valores emancipatorios, desafiar los con- señanza. Las experiencias y vivencias de tenidos instituidos, reconocer el sentido profesores y profesoras pueden ayudar político de la enseñanza es parte de la a los estudiantes de profesor de historia construcción de estos docentes. actuales a comprender la naturaleza po- La docencia es, se quiera o no, una lítica e ideológica de su tarea. El contexto parte cardinal del proceso de conocer la 86 Cad. Pesq. Cdhis, Uberlândia, v.25, n.1, jan./jun. 2012 historia, salvo que se niegue su carácter so- DUSSEL, I. “La transmisión de la histo- cial, reduciendo el saber histórico a la pura ria reciente. Reflexiones pedagógicas so- erudición. La enseñanza de la historia, y bre el arte de la memoria”. En: GUELER- sus comunidades de aprendizaje, es una MAN, S (Comp.) Memorias en presente. actividad creativa y difícil que condiciona, Identidad y transmisión en la Argentina y retroalimenta, la fase investigadora del posgenocidio. Buenos Aires: Grupo Edi- proceso de reconstrucción del pasado. torial Norma, 2001. Referencias bibliográficas EDELSTEIN, G. “Práctica y residencias: ACHILLI, E. Investigación y formación docente. Laborde Editor. Rosario. 2000. AUDIGIER, F. Un estudio sobre la enseñanza de la historia, la geografía y la educación cívica en la escuela elemental en Francia: temas, métodos y preguntas. En: Revista Enseñanza de las Ciencias Sociales. Universidad Autónoma de Barcelona. 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