Abrir - Biografía de Alonso Valencia Llano

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ALONSO VALENCIA LLANQ e s
licenciado en Historia de la
Universidad del Valle,
Maestro en Historia con
mención en Historia Andina.
En la actualidad es profesor
en el Departamento de
Historia de la Facultad de
Humanidades de la
Universidad del Valle. Ha
participado en diversas
investigaciones.
Entre sus publicaciones se
cuentan: Estado soberano
del Cauca: Federalismo y
Regeneración; Canto Per
Centu Moderata ganada:
Ernesto Cerruti, un
comerciante italiano en el
Estado Soberano del
Cauca: Las revueltas de los
Encomenderos en la
Gobernación de Popayán;
Resistencia Indígena a la
colonización española.
Es también miembro de la
Fundación para los Estudios
Regionales-REGióN.
EMPRESARIOS Y POLITICOS
EN EL
ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
1860 - 1895
Alonso Valencia Llano
ti
Universidad
del Valle
FUNDACION PARA LA PROMOCION DE LA [NVESTIGACION Y LA TECNOLOGIA
BANCO DE ! A REPUBLICA
Alonso Valencia Llano
EMPRESARIOS Y POLITICOS
EN EL
ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
1860 - 1895
EDITORIAL FACULTAD DE HUMANIDADES
ESENCIALIZACIÓN EN LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
HISTORIA DE COLOMBIA
EDITORIAL FACULTAD DE HUMANIDADES
DIRECTOR: JEAN PAUL MARGOT
EDITOR: WILLIAM ALVAREZ RAMÍREZ
UNIVERSIDAD DEL VALLE
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESPECIALIZACIÓN EN LA ENSEÑANZA DE LAS CLENCL^S S OCÍALES
HISTORIA REGIONAL
TfruLo: EMPRESARIOS y POLÍTICOS EN EL ESTADO SOBERANO DEL CALCA
CUBIERTA: ORLANDO LÓPEZ VALENCIA
ILUSTRACIÓN: PAISAJE EV EL VALLE DEL CAUCA
(TOMADO DE AMERICA PINTORESCA)
ISBN: 9 5 8 - 9 0 4 7 - 67 -X
© Editorial Facultad de Humanidades
© Alonso Valencia Llano
Impreso y Hecho en Colombia en En los Talleres de la Editorial de la
Facultad de Humanidades.
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo las lecturas
universitarias, sin autorización escrita de la Universidad del Valle, o del
autor.
Santiago de Cali
Agosto de 1993
INDICE
INTRODUCCION
PRIMERA
PARTE:
LA
POBLACION
DE
LA
Y
EL
TERRITORIO
CAPITULO I
LA
POBLACION
CAPITULO
EL
II
DESARROLLO
EDUCACION
LAICA
Los Mosqueristas y el desarrollo de la educación laica
(30) El liberalismo independiente y la despolitización
de la educación (35) La lucha contra la educación
laica (40) La educación regeneradora (43) El retorno
de la educación religiosa y el fortalecimiento de la
educación privada (46)
CAPITULO
LA
III
AMPLIACION
DE
FRONTERAS
De las colonias penales a las empresas colonizadoras
(53) Los empresarios territoriales (62) Los "vagos"
antioquefíos (67 ) La colonización de la Costa Pacífica
(69) La colonización del Gran Caquetá (73) Las tierras
de los resguardos indígenas (82)
C A P I T U L O IV
LOS
MEDIOS
DE
COMUNICACION
El aislamiento geográfico (93) Los proyectos de obras
públicas del Estado del Cauca: la comunicación interna
(96) El trabajo personal subsidiario (98) Privilegios
de caminos: ios empresarios privados (105) El camino
de Palmira a Cali (111) Los proyectos del gobierno
Central: los empresarios extranjeros (114) El camino
de Buenaventura (115) El camino de Barbacoas (125)
Los privilegios de navegación (130)
SEGUNDA
PARTE:
ECONOMICO
DEL
LOS COMERCIANTES
Y
EL
DESARROLLO
CAUCA
CAPITULO V
LAS
TRANSFORMACIONES
POLITICAS
Y LOS CAMBIOS ECONOMICOS
141
Los cambios en las relaciones sociales y en la
propiedad (145) La diversidad regional (154) La
subregión del norte: el Valle del Cauca (155) La
subregión del centro: el Altiplano de Popayán (161)
La subregión del sur: el Altiplano de Pasto (164) La
subregión del Quindío: la fronteraminera y de
colonización (171)
CAPITULO
LA
VI
PRODUCCION
175
Evolución económica del Cauca (175) Los renglones
productivos de las haciendas caucanas (202) La
ganadería (202) La producción cañera (206) La
producción tabacalera (208) El cacao (215) El café, el
añil y otros cultivos exportables (221) La quina (223)
La producción minera (237)
CAPITULO VII
LOS
COMERCIANTES
Y
EL
SISTEMA
BANCARIO
247
La crisis financiera y el Banco del Cauca (247) El
Banco del Estado Soberano del Cauca (264)
CAPITULO VIII
EMPRESARIOS
Y
POLITICOS
DEL
CAUCA
273
Ernesto Cerruti y Cia (278) Santiago Martin Eder
(286) Reyes Hermanos (298) La empresa familiar de
Primitivo Crespo (303) Domínguez y Cia (306) Bertin
Hermanos (312) El grupo familiar de los Uribe Uribe
(313)
BIBLIOGRAFIA Y FUENTES
317
INDICE DE CUADROS
P. 1 Población del Estado Soberano del Cauca
P.2 Población general de los Estados Unidosde Colombia
P.1.2 Población del Cauca por municipalidades
P.3 Condición social de los habitantes del Cauca (1870)
P.4 Epidemia de viruela en el Cauca 1870
E. 1 Educación primaria, pública y privada en el Estado del Cauca
E.2 Instrucción primaria pública de los Estados
E.3 Escuelas existentes en el Cauca en 1883
B.l Terrenos adjudicados en el Estado Soberano del Cauca
B.2 Cancelación de bonos de baldíos en el Cauca hasta 1900
C.l Distribución del trabajo personal subsidiado por municipios 1868
C.2 Empresa del ferrocarril Cali-Palmira
C.3 Aportes oficiales al ferrocarril del Cauca
N. 1 Movimiento de la deuda hipotecaria 1874
NP.2 Movimiento de la deuda hipotecaria del Estado Soberano del Cauca 1874
p. 1 Cantidad y Valor de productos agropecuarios en el Estado Soberano del
Cauca. 1874
P.2 Valor de las exportaciones del Cauca Año Fiscal 1878-1879
P.3 Exportaciones por la aduana de Buenaventura con destino a New York en
1882
P.4 Precios de artículos importados y de víveres en 1888
P.5 Manufacturas de la Provincia de Obando 1889
P.6 Catrasto de animales productivos. Estado Soberano del Cauca 1883
P.6.1 Catrasto de vacunos EE.UU. de Colombia
P.7 Producción de tabaco
P.8 Exportación de tabaco por Buenaventura
P.9 El movimiento comercial por el Dagua
P. 10 Exportación aduana de Buenaventura 1874-1875
P.l 1 Producción de tabaco 1875
P.12 Exportación de café por Buenaventura
P.l3 Exportación de quina
PM. 1 Títulos de minas otorgadas en el Cauca
PM.2 Producción de oro y plata en el Departamento del Cauca
PM.3 Valor de la producción de oro en Colombia 1885-1899
B. 1 Banco Hipotecario
B.2 Accionistas Banco del Estado del Cauca
INTRODUCCION
En Colombia hay Estados, hay partidos, hay diez gobiernos, y a veces
más. Hay de todo, menos COLOMBIANOS. La política de círculos, de
compañías anónimas que especuian en acciones del Gobierno, predomina, por punto general, sobre la políticarcací'cwz/, grande y elevada. Hoy
por hoy, se sirve por lo general a un interés, no a un credo; se lucha en
la sombra por algún provecho, en lugar de hacerlo a la luz del sol por un
principio La política es de mucha parte un rabulismo, cuando no una
combinación de contratos de mutuo'.
Las reseñas acerca de la historia económica del Cauca decimonónico
insisten en mostrarlo como un Estado en crisis. Esto se explica porque la
historia política regional caucana ha mostrado que los actores históricos
siempre se referían a una permanente crisis económica producida por las
frecuentes alteraciones del orden público y por el aislamiento geográfico
que lo mantenía desvinculado tanto de Colombia como del comercio
mundial. Aparte de esto prácticamente todos los proyectos políticos
construidos en el Siglo XIX introducían la promesa de asegurar la paz y
de construir una infraestructura vial como los principales puntos en
programas que ofrecían sacar al Cauca de su postración económica.
Quizás esto explique que los estudiosos de la historia caucana asocien el
desarrollo económico regional a su fluctuante vinculación con la
economía mundial, lo que sin duda se inscribe en el paradigma liberal
decimonónico que asociaba el desarrollo a las exportaciones: fueron los
fracasos en dicha vinculación los que les permite hablar de crisis2.
1 Citado en Los Principios, tt 170,Cali, 19-11-1875, p.l. Lo resaltado es del original.
2Cfr. Lenin Florez, et. '.Estudios sobre la Regeneración, Cali, Imp. Departamental,
10
Hoy la idea de crisis no es tan fácil de aceptar, pues a pesar de los
constantes problemas políticos las haciendas se desarrollaban, el comercio interno y externo vencía enormes dificultades y ponía en circulación
lo que en la época se consideraban grandes capitales y el Estado y
empresarios particulares invertían en la construcción de caminos y en el
desarrollo de obras públicas. La economía caucana era más dinámica de
lo que se piensa, lo que no quiere decir que no sufriera períodos de
depresión que coincidieron con el fin del ciclo exportador de algún
producto o con factores climáticos y naturales que se asociaban a las
consecuencias de alguna guerra.
En este texto se estudiará el desarrollo económico del Cauca
decimonónico mostrando los cambios presentados en las relaciones de
producción y en la propiedad, como consecuencia de la "crisis de la
economía colonial" y de las reformas liberales y que consolidaron lo que
José Antonio Ocampo define como una "Economía Mercantil Local",
con una producción prácticamente autártica, localizada regionalmente,
pero con un intercambio interregional importante3. También se estudiará
la evolución general de la producción para el consumo interno y la
exportación enfatizando la actividad de los comerciantes, quienes se
consolidaron a partir de la creación del Estado Soberano del Cauca, y
dinamizaron la economía caucana sin transformarla profundamente.
Esto está inscrito en otra tesis de Ocampo, según la cual los empresarios
1987; Zamira Diaz: "Guerra y F.concimía en las Haciendas. Popaván, 1780-1830" en
Sociedad y Economía...-, Humberto Vélez: "El Gran Cauca: de la autonomía relativa a la
desintegración territorial. 1810-1910. Un caso de cambio histórico en la región política",
en Estado y Economía en Ia Constitución de 1886, Bogotá, 1986; José Escorcia:
"Desarrollo político, social y económico, 1800-1854", enSociedad y Economía...",
Richard Preston Hyland: "El Crédito y la Economía" en Ibid.; Alonso ValenciaEstaífo
Soberano del Cauca: Federalismo y Regeneración, Bogotá. Banco de la República. 1988:
Luis Valdivia: "Formación Regionaleetchangements socio économiques dans le Valle del
Cauca (Colombia) au XlXé et XXé siecles", Université de Toulouse-Le Mirail, tesis de
doctorado de 3C ciclo, Toulouse, 1988. también su trabajo "El Desarrollo económico en el
Valle del Cauca en el Siglo XIX". enHistoria y Espacio, vol. IV, # 13, Departamento de
Historia, Universidad del Valle, enero-junio 1990.
3 Cfr. José Antonio Ocampo .Colombiay la Economía Mundial, 1830-1910, Bogotá,
Siglo XXI/FEDESARROLLO, 1984. pp. 28 y ss.
11
aprovecharon las pocas ventajas limitadas que ofrecía una "periferia
secundaria" para el desarrollo exportador, consistentes en:
explotar al máximo las oportunidades que ofrecían los mercados mundiales
en desequilibrio, o aquellos productos para los cuales no hubiera en el
momento una alternativa de oferta estable en el mercado mundial (los
productos forestales antes de que so iniciara su cultivo) apelando para tal
fin a condiciones de producción c explotación relativamente elementales
e incluso improvisadas4.
Lo que obedecía a un tipo de conducta empresarial que Ocampo
denomina "producción-especulación", que se desarrolló en Colombia
entre 1850 y ! 882:
El objetiv o de la "producción-especulación no era generar sectores de
exportación estables, o al menos así operaba objetivamente, sino más
bien apropiarse de la ganancia extraordinaria asociada a la escasez. Por lo
tanto no existía ningún interés en reinvertir las utilidades en el desarrollo
de lacapacidad productiva, sino en hacer ganancias fáciles bajo condiciones
en las cuales practicar cualquier tipo de producción sería rentable. Las
industrias colombianas de exportación permanecían así atrasadas con
relación a sectores productivos similares en otras partes del mundo, en
términos de su capacidad para ofrecer un producto de calidad uniforme
en el mercado mundial. La expansión de un sector de esta naturaleza
resultaba ampliamente dependiente de los precios internacionales y
entraba en crisis tan pronto como los proveedores estables y dinámicos
aparecían en el mercado mundial. Con la baja de los precios, los
empresarios no trataban de mantenerse en el sector, mejorando los
procesos productivos, sino que simplemente lo abandonaban y buscaban
otras salidas para su capital5.
Aunque en términos generales la tesis de Ocampo se cumple en el
Cauca, es necesario introducir matices que se refieren al papel de los
comerciantes. Si bien es cierto que ellos aprovecharon especulativamente
las ventajas que ofrecía la demanda coyuntura! de un artículo en el
mercado mundial -v.g. producción especulación de quina, tagua,
4 Ib,a., p. 6 1 .
5 Ib id., pp. 61-62.
12
caucho-, no es cierto que no reinvirtieran utilidades en la producción. Es
el caso de algunos comerciantes que arriesgaron capitales en ganadería,
tabaco, cacao, añil o café al comprar tierras y convertirse en empresarios
rurales encargándose de sacar al Cauca de la postración económica en
que lo sumían las guerras civiles nacionales y regionales, arriesgaron
capitales intentando construir una infraestructura vial que pusiera fin al
aislamiento geográfico interno y externo, y también participaron en
proyectos políticos cuyos programas económicos coincidían con ¡o que
elios estaban realizando.
De acuerdo con lo expuesto, este trabajo estudia el desarrollo general
de la economía tratando de mostrar el papel desempeñado por ios
comerciantes.
La investigación se planteó inicialmente como un intento por
estudiar las empresas que monopolizaron el comercio caucano durante
el Siglo XIX, pues se partía de la idea de que una de las mayores
dificultades para entender el desarrollo económico del Cauca radicaba
en la carencia de estudios respecto a ellas6. No obstante la realización de
algunos trabajos monográficos, queremos señalar que el tema había
girado únicamente en torno ai desarrollo del sector cañero durante e!
Siglo XX \
Se partía de una tesis expresada en la década de los años sesenta por
el historiador norteamericano Frank Safford quien había investigado
acerca de empresarios de Bogotá y se había sorprendido al encontrar que
"hubo colombianos en el siglo pasado que hicieron esfuerzos o en s.
propio provecho o para adelantar la economía colombiana"'
6 Esto io había señalado anteriormente cr. mi ar.ívai
Cemu per Cenia .loderata
Ganancia! Ernesto L erruti un comer..ante ita ir.: er. t L itado Sebera Je! Cauca" en
Boletín Cultural \ Bibliográfico = 1". Bogotl Banco de la República. 1983
7 V. p.e. José Marta Rojas: "Empresarios \ Tecnología en ¡a formación del sector
azucarero en Colombia, i 860-1 is.. ero iciedad > Le. norma en e'. • c¡l.e de i Cauca, cit..
> varios trabajos de grado elaborados por estudiantes de! Departamento de Historia de la
Universidad del Valle, entre los que resaltaría el de Eduardo Mejia > Armando Moncayo
"La transición de Hacienda a ingenio azucarero industrializado en e! '. alie geográfico de!
8 Frank Safford .Aspectos del Siglo XIX en Colombia. Medeliín. Ed. Hombre Nue\o
1977. p. 21, respecto alterna que se viene tratando pueden consultarse los (sigue.)
13
De todas maneras, los trabajos de Safford tuvieron la virtud de abrir
un camino que ha sido continuado por historiadores, sociólogos y
administradores de empresas, que tímidamente iniciaron sus
investigaciones en la historia empresarial. Este tardío interés y el débil
estado de las investigaciones en este campo fue señalado por Carlos
Dávila, el principal estudioso del tema, en 1985:
[...] la historia empresarial colombiana está todavía en ciernes. Las
diversas modalidades de la "bussmes history" están por desarrollarse en
nuestro país: ni la historia de empresas especificas, ni la historia de
empresarios, ni la de la formación de la industria (en regiones diferentes
de la de Antioquia) han constituido un tema prioritario de investigación
dentro de nuestra historia económica y social".
Con todo el panorama no es tan desolado. En la presente década la
temática se ha ampliado y se tienen investigaciones sobre regiones
diferentes a Antioquia y Cundinamarca, pues se han elaborado estudios
sobre los Santanderesy la Costa Atlántica, facilitándose la realización de
trabajos comparativos o, al menos, sirviendo como estímulo para
desarrollarlos en regiones -como la caucana- donde son incipientes10.
Por otra parte, un balance reciente elaborado por el mismo Dávila indica
artículos recogidos en este libro, en particular "Empresarios Nacionales y Extranjeros en
Colombia durante ei siglo XIX". También su tesis: "Comerce and Enterprice in Central
Colombia, 1821-1870", Ph. D , dissertation, Columbia University, 1965
9 Carlos Dávila Ladrón de Guevara: "Diversificación Económica y Actividad Política
del Empresariado en Colombia: Los negociantes de Bogotá y del Valle del Cauca, 18861930", en Quinto Congreso de Historia de Colombia, Bogotá, Universidad del QuindíoICFES, 1986, p. 335
10 Aparte de los excelentes estudios globales sobre historia económica colombiana
desarrollados por José Antonio Ocampo:( 'olombia y la Economía Mundial 1830-1910.
Bogotá, 1984: Salomón KalmanovitzEconomía y Nación, Bogotá, 1985: José Antonio
Ocampo (editor): Historia Económica de Colombia, Bogotá, 1987; y los que se refieren al
sector cafetero. Marco Pa!acio£/ café en Colombia. 1850-1970. una historia económica
social y política, Bogotá. 1983; Charles BergquistCcí/e y Conflicto en Colombia, 18861910, Medellín, 1981, donde en un marco global el estudio de las empresas está presente
pueden observarse los trabajos de Luis Bemal Pinilla: "Siglo XIX: los comerciantes vs
Colombia", en Revista de Historia, # 5. Bogotá, nov. 1977; Alberto Mayor Mora: Etica
Trabajo y Productividad en Antioquia Una interpretación sociológica sobre la
14
que el tema, si bien no ha sido el central, se ha abordado desde diferentes
perspectivas por muchos historiadores colombianos".
A pesar de que la mayoría de los estudios han estado centrados en los
aspectos económicos de las empresas, no deja de ser notorio que muchos
empresarios estuvieron ligados de una u otra manera a actividades
políticas en sus respectivas regiones. No obstante se debe señalar que el
énfasis economicista no ha permitido medir la influencia que empresarios
y empresas han tenido en la vida política de las regiones donde
desarrollaron sus actividades económicas. Este último aspecto se ha
dejado a los estudiosos de la historia política, perdiéndose la oportunidad
de enfrentar una relación que puede ayudar a explicar muchos aspectos
que permanecen desconocidos para la historia regional: la relación entre
economía y política.
En el caso de la historia política de la región caucana12 la relación se
ha señalado en los trabajos de historia económica y social de José
influencia de la Escuela Nacional de Minas en la vida, costumbres e industrialización
regionales. Bogotá. 1984; Manuel Rodriguezy Jorge Restrepo: "Los empresarios extranjeros
de Barranquüla. 1820-1900", enDesarrollo y Sociedad, sep. 1982; Emilio Arenas: La
Casa del Pueblo. Los Puyana: Tenencia de Tierras >' Acumulación de Capital en
Santander. Bucaramanga. 1982; Carlos Slava: El Banco de Bogotá, 114 años en la
Historia de Colombia. Bogotá, 1984; Carlos Dávila: "El empresariado Antioquefío, 17601920. Una interpretación de fuentes secundarias" en Memorias Tercer Encuentro
Nacional de Investigadores en Administración. Medeliín, 1983; Ernesto Ramírez
"Poder Económico y Democracia Política: El caso de la familia Ospina" eAíonograflas
Sociológicas. # 13, sep. 1984; Jorge Alberto Restrepo y Manuel Rodríguez: Comerciantes
de Cartagenaen el siglo XIX". enEstudios Sociales, # 1. Medeliín, 1986; David C. Johnson
"Reyes Hermanos: La formación del capital durante la regeneración en Colombia", en
Boletín Cultural y Bibliográfico, # 9, Bogotá, 1986; Luis Fernando Molina y Ociel Castaño
"El Burro de Oro. Carlos Coroliano Amador, empresario antioqueño del siglo XIX". en
Ibid.. a 13. Bogotá, 1987, Fernando Molina: "El Viejo Mainero" en Ibid., # 17; Manuel
Restrepo Yusti: "Comerciantes y Banqueros: El Origen de la Industria Antioqueña", en
Ibid.: María Mercedes Botero: "Los Bancos Locales en el Siglo XIX: El caso del Banco de
Oriente de .Antioquia, en Ibid.; Eduardo Posada y Adolfo Meisel: "Bancos de la Costa" en
11 Carlos Dávila: Historia Empresarial en Colombia: Estudios Problemas y
Perspectivas. Bogotá, U. de los Andes, 1991
12 Utilizo el concepto de región política, tal y como lo plantea Humberto Vélez en su
trabajo "El Gran Cauca, de la automía relativa a la desintegración territorial. 1810-1910
l n caso de cambio histórico en la región política", en Estado y Economía en la Constitución
Je ¡886. Bogotá. 1986
15
Escorcia, en los de historia política de Humberto Vélez, Lenin Flórez, y
en los mios, donde se ha estudiado evitando caer en los determinismos
en que incurría en el pasado una historia política excesivamente ideologizada13. Pero al no ser este el objetivo principal de nuestros trabajos el
estudio de la relación enunciada se ha quedado poco más que a medio
camino, algo que se intenta superar con el presente estudio.
Inicialmente buscaba responder una pregunta explicativa: "Por qué
existieron empresas económicas exitosas en una época en que se
arriesgaban pocos capitales debido al clima de inestabilidad política
reinante en el Estado Soberano del Cauca?". Pregunta que de todas
maneras permitió lograr los objtivos del trabajo:
1. Aclarar la evolución general de la economía caucana y establecer la
relación entre las crisis que se presentaron en ella y ios cambios políticos
2. Aclarar el importante papel desempeñado por los empresarios
nacionales y extranjeros, quienes para asegurar el éxito de sus empresas
no vacilaron en asociarse con los más destacados políticos caucanos.
Para lograr el cumplimiento de estos dos objetivos el trabajo se ha
organizado así:
En el capitulo primero se hablade 1a población caucanay su ubicación
en el extenso territorio del Estado, para señalar que a pesar de tener una
de las poblaciones más altas y con uno de los índices de crecimiento más
importantes de Colombia, lo extenso del territorio daba la idea de ser un
estado despoblado.
En el capítulo II se muestran los esfuerzos realizados por los caucanos
por lograr una educación que capacitara a los pobladores para desarrollar
la economía, los conflictos que dichos intentos produjeron y, finalmente,
la consolidación de una educación confesional y privada.
13 V. Escorcia, ob. cit; H Vélez, aparte del trabajo citado V. "Don Juan de Dios Ulloa"
en Los Constituyentes de 1856. Tomo II, Bogotá, 1986 y "La Regeneración: algo más que
un proyecto político, en Lenin Flórez y A. Atehortúa Estudios sobre la Regeneración, Cali.
1987: L. Flórez: "La Regeneración y la formación de laNación, el caso Cauca-Colombia";
"Discusiones recientes en torno a Núñez y la Regeneración" edfístoria y Espacio, # 8,
Cali, Julio 1983; "Regeneración y Modernización: Elementos para una comparación", en
Flórez Estudios..., cit.; Valencia, ob. citEstado Soberano del Cauca. Federalismo y
Regeneración. Bogotá. 1988.
16
El capítulo III aborda el tema de la ampliación de fronteras, lo que se
inscribe dentro de las políticas desarrolladas por los gobiernos caucanos
para integrar el Estado poblando las fronteras internas. En él se señalan
no sólo los esfuerzos oficiales, sino también el papel que en la colonización
tuvieron los "empresarios territoriales" dueños de terrenos baldíos.
En el capítulo IV se muestran los esfuerzos hechos para superar la
insularidad física y lograr una efectiva comunicación con los mercados
externos. También la política de integrar las diferentes poblaciones
mediante buenas vias de comunicación y modernos medios de transporte.
En él se señala la forma de participación de los empresarios de obras
públicas.
Las transformaciones políticas y los cambios económicos son
abordados en el capítulo V, para mostrar cómo las políticas desarrolladas
por los gobiernos liberales produjeron profundas transformaciones en el
Cauca, en particular en las relaciones de producción y en las formas de
propiedad. También se aborda el estudio de las diferentes subregiones
que conformaron la gran región caucana.
La evolución general de la economía se estudia en el capitulo VI, y se
señala cómo efectivamente el Cauca vivió un período de desarrollo
económico que se veía entorpecido por las evoluciones políticas. Se
señala también que dicho desarrollo sólo fue posible gracias a comerciantes
que aprovecharon la demanda de productos agrícolas para vincularse al
auge exportador colombiano. Finalmente se estudian los principales
renglones productivos.
El capítulo VII aborda el débil sistema financiero y las dificultades que
enfrentó debido a las medidas que en la materia dictaban los diferentes
gobiernos caucanos, hasta sucumbir definitivamente por las políticas
regeneradoras dictadas desde el gobierno central.
Por último, en el capítulo VIII se menciona de una manera general la
relación entre economía y política, con base en estudios de casos de
empresarios y empresas representativas.
Las fuentes utilizadas son de muy diversa índole: en lo que se refiere
a material inédito se consultaron memorias de personajes que intervinieron
17
en los procesos, registros notariales, información capitular de algunas
ciudades, informes oficiales y consulares. Respecto a lo publicado se
utilizaron biografías, informes oficiales, y lo que aparece en la prensa
regional tanto de carácter público como oficial.
* * *
En el transcurso de la investigación conté con la colaboración
generosa de muchas personas. Debo resaltar la de Jaime Londoño, un
estudioso de la empresa "Burila" y de los procesos de colonización de
Sevilla, quien me apoyó en ia recopilación de información en Manizales,
Tuluá y Cartago. Igualmente Liliana Avala y Ary Alberto Becerra
colaboraron en la recopilación de información en Roldanillo. La señora
Gladys de Cobo, me amplió el horario para que pudiera consultar la
información que reposa en la Academia de Historia Leonardo Tascón de
Buga. A los organizadores del "Instituto Municipal Archivo Histórico de
Pasto", especialmente al doctor Carlos Villareal Moreno, debo agradecer
el tiempo que me dedicaron durante mi permanencia en dicha ciudad. A
Isabel Cristina Bermúdez agradezco su colaboración en la etapa final de
la investigación y a Marta Belalcázar el haber dibujado el mapa del Estado
Soberano del Cauca que acompaña esta publicación
Mención especial debo hacer a la FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA
del Banco de la República por el apoyo
fmaciero y a su Comité Asesor poir ayudar a definir la temática y los
objetivos de la investigación. También debo resaltar la colaboración del
Dr. Jorge Orlando Meló en la revisión y corrección de la versión original
de este trabajo.
INVESTIGACIÓN Y LA TECNOLOGÍA
PRIMERA PARTF.
LA POBLACION Y EL TERRITORIO
CAPITULO I
LA POBLACION
El Estado Soberano del Cauca era sin lugar a dudas el más extenso de
los que conformaron, a partir de 1863. los Estados Unidos de Colombia,
en tanto que su superficie sobrepasaba ia mitad del de la república. Su
territorio tenía una extensión de 666.800 kilómetros cuadrados de ¡os
cuales 603.800 eran baldíos y únicamente 63.000 estaban ocupados por
una población de casi medio millón de habitantes y que en 1870 se
encontraba concentraba principalmente en unas pocas ciudades del Valle
del rio Cauca y de los altiplanos de Pasto y Popayán; el resto del territorio
estaba conformado por terrenos anegadizos y selváticos, por páramos y
por las insalubres costas sobre los océanos Atlántico y Pacífico donde se
levantaban unos cuantos pueblos de menor importancia1.
Toda esta inmensa extensión, que cubría el territorio que hoy
conforman las unidades político-administrativas de Amazonas, Caquetá.
Guainía, Vaupés, Putumayo, Nariño, Cauca, Valle, Chocó, Quindío,
Risaralda, parte de Caldas, la región del Urabá antioqueflo y terrenos que
hoy pertenecen a las repúblicas de Venezuela, Perú, Brasil y Ecuador, era
vista por propios y extraños como un inmenso desierto de incalculables
riquezas. Explotarlas implicó iniciar procesos de ampliación de la frontera
agraria que fueron sumamente lentos, pues no se contaba con la pobla1 Felipe Pérez.Jeografia Física y Política del Estado del Cauca, Bogotá, Imp. de la
Nación, 1862. p. 3. Véase también José María Samper. Ensayo aproximado sobre la
Jeografia Política y Estadística de los ocho estados que compondrán el ¡5 de setiembre
de 185' la Federación Neogranadina. Bogotá, Imp. "El Neogranadino", 1857.
22
ción que tal empresa requería (Véase Cuadro P.l).
Aunque las cifras son a menudo cálculos engañosos realizados por
los Secretarios de Gobierno, o censos incompletos y subvalorados, ellas
indican un crecimiento de la población que marchaba relativamente a
la par o incluso un poco por encima del crecimiento nacional2. La
población caucana representaba un 16.03% del total nacional lo que
mostraba al estado como uno de los más poblados de los Estado Unidos
de Colombia, tal y como lo indica el censo de 1870 (Véase cuadro P.2).
A pesar de todo, ante los ojos de los dirigentes caucanos este volumen
poblacional y su lento crecimiento no bastaba para ocupar los extensos
territorios del estado y extraer las riquezas en ellos existentes. Coincidían
en que la baja población del Cauca se debía a las constantes guerras civiles
que sus habitantes soportaron desde la independencia. En efecto, las
guerras liberadoras duraron en la Gobernación de Popayán hasta 1823;
en los años de 1839 al 40 debieron enfrentar la llamada "Guerra de los
Supremos"; a partir de 1851 una revolución conservadora y un período
de agitación social que alguien denominó eufemísticamente como "Los
retozos democráticos"; como si esto no bastara a partir de 1860 se inició
aquí una guerra que llevó a imponer la "Federación Colombiana" y que
se extendió hasta 1863, además, revoluciones menores en 1865, 1876,
1885 y 1895 para rematar con la desastrosa "Guerra de los Mil Dias"
(1899-1903)3. Al observar el cuadro P.l se evidencia que los períodos de
menor crecimiento coinciden con las alteraciones del orden público.
2 Respecto a una crítica sobre los censos y la forma de útil ¡zar los datos que ellos ofrecen
véase la obra deJorge Orlando Meló: "La evolución económica de Colombia. 18301900" en Manual de historia de Colombia, tomo II, Bogotá, COLCULTURA, 1979. Acerca
de la comparación del crecimiento de la población de los diferentes estados consúltese
su trabajo: "Vicisitudes del modelo liberal (1850-1899)", en José Antonio Ocampo (ed ):
Historia Económica de Colombia. Bogotá, FEDESARROLLO/Siglo XXI, 1987, pp. 119
y ss. Un análisis general sobre los problemas que ofrecen los censos se encuentra en
Fernando Gómez: "Los censos en Colombia antes de 1905", en Miguel llrrutia y Mario
Anub\n:Compend¡o de Estadísticas Históricas de Colombia, Bogotá, Universidad Nacional
de Colombia. 1970.
3 Al respecto pueden consultarse los trabajos de Germán Colmenares, José Escorcia,
Zamira Diaz y Francisco ZuluagaLa Independencia. Ensayos de Historia Social, Bogotá,
COLCULTURA, 1986; Francisco Zuluaga José María Obando De Soldado (sigue...)
23
La baja densidad demográfica no era ío único que permitía formarse
la imagen del Cauca como un inmenso desierto. En ello influía la
distribución de la población que desde los tiempos coloniales se
concentraba principalmente en dos regiones: El Valle con el 19.21% y
los altiplanos de Popayán y Pasto con el 48.03%, caracterizadas por
fértiles tierras y por las ventajas que ofrecían las ciudades de Cali, Buga,
Palmira, Popayán y Pasto como centros comerciales. El resto de los
caucanos se dispersaba en unas pocas poblaciones mineras de la costa
Pacífica -con el 22.61%- y de los antiguos distritos mineros de las
municipalidades de Toro (Supía y Marmato) y del Quindío (Cartago) con el 10%- donde se habían dado unos incipientes procesos de colonización, mientras que las selvas del Caquetá. el Putumayo y Amazonas
permanecían inexploradas (Véase cuadro P. 1.2).
Acerca de la ocupación de los habitantes caucanos, sólo el censo de
1870 ofrece algunos datos (V. Cuadro P.3). La mayoría de la población
estaba dedicada a labores agrícolas, mineras y artesanales, mientras que
unos pocos eran propietarios de predios rurales y ganaderos. La porción
mayoritaria de la población se dedicaba a la agricultura (32.81%), a la
artesanía (13%), labores mineras (4.9%) y como amas de casa (11.19%)
y sirvientes (3.83%). No deja de llamar la atención que las mujeres
dominaran cierto tipo de actividades importantes para la economía del
estado, tales como la minería, y que participaran en un porcentaje
importante en la agricultura y la pesca, no reduciendo su papel a tradicionales actividades como oficios domésticos, artesanales o como
sirvientes (V. cuadro P.3).
Las condiciones de vida de los sectores sociales utilizados como
fuerza laboral, como se verá después, no eran las mejores. La mayoría
Realista a Caudillo Republicano, Bogotá, Banco Popular, 1985; Gustavo Arboleda
Historia Contemporánea de Colombia desde la disolución de la antigua república de
ese nombre hasta la época presente, 6 tomos, Bogotá, Cali, s.e., 1916-1935 y
Revoluciones Locales en Colombia, Popayán, Imp. del Depto., 1907; i. León Helguera:
"Antecedentes Sociales de la Revolución de 1851 en el sur de Colombia (1848-1849), en
Anuario Colombiano de Historia Socialyde la Cultura, # 5, Bogotá, 1970; Valencia Alonso:
Estado Soberano del Cauca: Federalismo y Regeneración, Bogotá, Banco de la República.
1988.
24
estaba constituida por mestizos (conocidos como "pardos" en la época
colonial), por blancos pobres (montañeses) y por negros, antiguos
esclavos. Mientras que un gran número había encontrado un espacio
como pequeños propietarios, como administradores, como arrendatarios, como agregados o como asalariados en las haciendas, muchos de
los ex-esclavos se negaban a someterse a las condiciones laborales que
trataban de imponer los propietarios y se refugiaban en los bosques o en
la frontera del Pacífico donde desarrollaban formas de vida primitivas4.
Al respecto Felipe Pérez dice lo siguiente:
El negro desnudo, o con sólo una paruma o guayuco, es el habitador de
estas tierras feraces, las que no conoce más que en el corto trecho marjinal
de los rios, en donde tiene su choza. Sus cultivos se reducen a unas pocas
matas de plátano, caña, yuca, cacao i algo de maiz[...]
Más no sólo es la ocupación de los sembrados lo que constituye el trabajo
del negro, pues estos son insignificantes: el principal es la explotación de
los rios y quebradas, para sacar de en medio de la arena y las piedras las
partículas de oro i platina que arrastran casi todos, i que darían un gran
producto si la voluntad correspondiese a la fuerza del trabajador. Nacido
i creado éste en la soledad de las selvas no conocía otra voluntad que la
del amo o mayordomo que lo hacía trabajar; más desde que éste faltó, no
conoció ya ninguna otra, i no es perseverante en la fatiga. Empero, la
verdad es que no tiene por qué trabajar. El plátano le dá profusamente
pan, los rios pescado i las selvas tatabros i saínos; acosado por el hambre
se contenta con una mazorca de maiz o un par de plátanos, i solamente por
gusto o diversión se dedica a la cacería i a la pesca. Las mujeres
acostumbradas a estar desnudas, o cuando más con un pedazo de bayeta
quiteña, que se ciñen al cuerpo y que no les llega por lo regular a la rodilla,
no tienen ningunas aspiraciones para vestirse i vestir a sus numerosos
hijosf...] Es más común ver a las mujeres en las playas de los rios lavando
oro, que a los hombres [...]
4 Al respecto pueden consultarse las obras de José Manuel Bosh [Avelino Escobar]:
Reseña Histórica de los principales acontecimientos de la ciudad de Cali, desde el año
de 1848 hasta el de 1855 inclusive, Bogotá, Imp. de Echeverría Hermanos, 1856; Ramón
Mercado: Memorias sobre los acontecimientos del Sur de la Nueva Granada durante la
administración del 7 de marzo de 1849, Bogotá, Imp. Imparcial, 1853; Escorcia, ob. cit..
Eduardo Mejia P.: Origen del Campesino Vallecaucano. Siglos XVIII y XIX, Cali.
Editorial Facultad de Humanidades, 1993
25
Es notorio en estos habitantes del Cauca la escasez de necesidades, la
estrema ignorancia en que yacen, la uniformidad de su vida, que consiste
en comer, aunque mal, beber licores fuertes, charlar incesantemente i
bailar al son de un tambor (que no falta en ninguna parte) i de una especie
de piano, llamado marimba, instrumento de propia invención5.
Lo cierto es que muchos negros no se sometían a condiciones
laborales en las que predominaban los bajos salarios, como en el caso de
la explotación de las minas, de las vaquerías o de los cultivos de tabaco.
El barequeo del oro les permitía vivir libres, mientras que, como lo señala
el mismo Pérez "el trabajo de los bogas da a los negros $ 2 diarios, fuera
de que la pesca puede dejarles hasta S 10.000 anuales, i el jornal en el valle
llega cuando más a 30 centavos-.
Desde luego, quienes estaban vinculados directamente a procesos
productivos en el area del Valle del Cauca, no son descritos de la misma
manera por Pérez, puesto que según él "de sus brazos debe salir la
riqueza que puede rendir el cultivo de los más pingües terrenos, en
provecho positivo de los propietarios i de los labradores7.
No obstante, si se tiene en cuenta la opinión expresada en 1878 por
Manuel Dolores Camacho, uno de los ideólogos del Liberalismo Independiente Caucano, las condiciones de vida de estos caucanos tampoco
eran muy favorables:
La población agrícola se contenta con poco: una casa de guadua, un cuero
de res por cama, un vestido ordinario y otro dominguero, cuando hay
misa cerca, plátano, carne, tabaco y aguardiente. Sus sociedades y
diversiones son el fandango con machete. Si se nota algún progreso
suntuario debido a la elevación del jornal es cambiando el anisado por
brandi".
Es necesario señalar que las actividades económicas básicas se
5 Pérez, ob cit., pp. 129-130; una descripción bastante similar a ésta !a realizó
Eduardo André en "America Equinoccial (Colombia - Ecuador)" en América
Pintoresca, tomo III, Barcelona, Montaner y Simón ed.. 1884, p.795.
6 Ob cit. p. 177.
7 Ibid.. p. 135
8 El Ferrocarril, # 8, Cali, 5-IV-1878, p. 30.
26
realizaban en condiciones difíciles: los campesinos debían soportar
periódicas inundaciones y sequías y sufrir las dificultades que ofrecía el
bosque tropical húmedo con bandadas de mosquitos y zancudos,
variedades de serpientes venenosas y fieras. A esto se unían las dificultades para acceder a los pocos servicios asistenciales que brindaban los
dispersos centros "urbanos". Desde luego, en tales condiciones las
enfermedades no faltaban: las fiebres palúdicas, la lepra, el carate, el coto,
la neumonía, la disentería y el dengue eran permanentes, mientras que la
viruela regularmente recorría al Cauca sembrando la muerte en los
campos13. En el caso de las fiebres, observadores de la época, la explicaban por los hábitos de vida de los habitantes. Así Felipe Pérez
encontraba en 1861:
La parte, no diremos pobre (porque no puede haberla donde la naturaleza
es tan rica) sino de color, vive en la estación del verano casi únicamente
del pescado que recoge con una abundancia i facilidad raras; más como
en esta época se nutre el pez de vejetales podridos, o se enferma por la
impureza o estancamiento de las aguas, vense atacados de fiebres
peligrosas los que hacen uso exclusiva de esta comida. Empero es difícil
que la abandonen, pues no les cuesta trabajo alguno su adquisición10.
En 1863 respecto a la lepra -en la variedad de elefantiasis- que era muy
común en la región de San Juan, los caucanos encontraban explicaciones que buscaban defender la crítica economía caucana. Decían que la
causa era que en dicho lugar la población consumía carne traída de
Chiriquí, en la costa Atlántica, que entrabamuy rápidamente en descomposición, pues cuando consumían carnes llevadas del Cauca no se conocía
la enfermedad". Esto, desde luego, no era cierto, puesto que en Cartago
el Doctor Charles Saffray encontró lo que calificaba como el caso "más
curioso de la degeneración hipertrófica de la epidermis y de la dermis,
llamada elefancía"12, y en Cali existía desde los tiempos coloniales un
9 Hyland. ob. cit.. p. 17.
10 Pérez, ob. cit.. p. 114.
11 La Revolución. # 26. Cali. 5-VIII-1863, p. 104.
12 Charles Saffray Viaje a Nueva Granada, 2a. ed., Bogotá, ed. Incunables, 1984,
p. 221.
27
hospital de leprosos (lazareto), para atender los numerosos casos que se
presentaban13. Pero, la enfermedad más temida era la viruela. Ella se
presentaba ocasionalmente con fuerza y obligaba a tomar extremas
medidas para evitar su propagación. Los desastres causados por ella se
pueden medir en la epidemia que se presentó en 1870, cuando obligó a
que el Estado incrementara la vacunación lo que no obstante produjo
bastantes muertes como se puede observar en el cuadro P.4.
Una nueva epidemia se presentó en 1893, la cual se combinó con la
presencia de bastantes casos de dengue 14 .
Respecto al "carate" el viajero francés André encontró que era muy
generalizado en la región de Cartago donde se propagó especialmente
entre la población negra y mestiza. El coto, por su parte, no era muy
común en la zona y se afirmaba que quienes se trasladaban allí se curaban
con las aguas salobres de la salina de Burila'5. Dentro de una especie de
distribución regional de las enfermedades también encontró que en la
región sureña se presentaban las viruelas y escarlatina que hacían estragos
entre la población indígena por "la costumbre que tienen aquellos
desdichados de sumergirse en agua fría para curarse"16. Desde luego, los
blancos v mestizos no escapaban a esta emfermedad puesto que en 1876
la viruela hizo estragos en la población de San Pablo donde "niños y
adultos morían por docenas' -17 .
Todas estas enfermedades que en algunas ocasiones se volvían
epidémicas hicieron que uno de los mencionados viajeros extranjeros Isaacs F. Holton- dijera "no creo que se encuentren octogenarios de
ninguno de los dos sexos" 18 , lo que fue confirmado por don Luciano
13 Isaacs F. Holton "El Valle del Cauca", enl'iajeros Extranjeros en Colombia.
Cali. Carvajal y Cia., 1970, p. 158.
14 El Rumor, # 2, Buga, 1 l-VI-1893, pp. 9-10
15 Andre, ob. cit., p. 687. Los beneficios de la salde Burila en el tratamiento del coto,
decía Saffray, que se debían a la presencia en ella del yoduro de sodio. Estas sales eran
muy útiles también en el tratamiento de paperas en personas jóvenes. Saffray, ob. cit.,
p. 221.
16 André, ob. cit., p. 798.
\1 Ibid., p. 801.
18 Holton. ob. cit., p. 117
28
Rivera y Garrido quien dijo que en Cauca, vivir setenta años, "raya en
fenómeno"19. Desde luego, y ya para concluir, las enfermedades no
eran la principal causa de mortalidad. Más importante que ellas, ya fueran
de carácter endémico o epidémico, eran las guerras civiles. Según el
padre Federico Cornelio Aguilar las guerras civiles habían producido en
el valle del Cauca un elevado número de muertes asi: "2.200 en 1830;
3.400 en 1840; 4.000 en 1854; 6.000 en 1860 y 9.000 en 1876 [...] y esas
muertes suponen otros tantos heridos, y un doble número, por lo menos,
de huérfanos y viudas"20.
Como se ha podido ver, muchos factores conspiraban contra una
efectiva ocupación caucana de los territorios del Estado. Para el gobierno
caucano, el reto consistía en superarlos logrando que las fronteras se
incorporaran a la "civilización", es decir, a efectivos procesos productivos.
Para ello desarrolló políticas educativas para que la población participara
en esos procesos, impulsó ia construcción de caminos y medios de
comunicación por los que marchara el "progreso", y promovió la
ocupación de sus territorios baldíos impulsando la colonización individual y empresarial lo que produciría uno de los fenómenos migratorios
más estudiados en la historia colombiana: la colonización del Quindío.
Todas estas políticas llevaron a que a finales del siglo la población del
Cauca representara hasta un 20% de la colombiana (V. cuadro P.l).
19 Luciano Rivera y Garrido.Impresiones y Recuerdos, Cali. Carvajal y Cia., 1968,
p. 179.
20 Federico Cornelio Aguilar: "Despedida". er£¡ Ferrocarril, # 136, Cali, 31 -XII1880, p.2, citado por Hyland, ob. cit., p. 164.
CUADRO P.L
POBLACION DEL ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
(miles de habitantes)
Año
1843
1851
1859
1864
1865
1867
1870
1887
1898
Hombres
Mujeres
157.156
165.429
190 679
207.714
211.364
223.714
Total
Cauca*
Total
Colombia*
269
330*
385
386
398
426
435
635
800
1814
2094
Incremento
%
intercensal Nacional
Cauca
2440
2..31
1.78
0.05
2713*
3666
4183
3.28
0.68
1.85
1.87
14.82
15.75
15.81
3.01
16.03
17.32
19.12
* No coincide con los datos desagregados. V. Cuadros P.l.2 y P.2.
FUENTE: Felipe Pérez, ob. cit.; Samper, ob.cit; Informes de Secretarios de Estado
i Soberano del Cauca, 1865-1871-1872. Anibal Gai'mdaánuario Estadístico de Colombia; Jorge O. Meló: "La Evolución Económica de Colombia. 1830-1900" y "Las
Vicisitudes del Modelo Liberal".
Cuadro P-2
POBLACION GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA
1870
%
ESTADOS Y TERRITORIOS
TOTALES
Antioquia
Bolívar
Boyacá
Cauca
Cundinamarca
Magdalena
Panamá
Santander
Tolima
Ferrit. Bolívar
Territ. Casanare
Territ. San Andrés
Territ. Providencia
Territ. San Martín
Territ. Nevada y Motilones
365.974
241.704
472.475
435.078
409.602
85.255
205.22
425.427
230.891
7.751
26.066
12.54
8.28
16.19
14.91
14.04
2.92
7.03
14.58
7.91
0.26
0.89
3.530
4.056
3.673
0.12
0.13
0.12
2.916.703
99.92
TOTAL
FUENTE: Galindo, Anuario ..., cit. P.48
Cuadro P.l .2
POBLACION DEL CAUCA POR MUNICIPALIDADES
ZONA MUNICIPALIDAD
1
1
1
1
2
2
2
2
3
3
3
3
3
3
4
4
5
1851
Municipio Cabecera
Atrato (Quibdó)
San Juan (Nóvita)
Barbacoas
Buenaventura
Buga
Tuluá
Cali
Palmira
Caldas (Almaguer)
Obando (Ipiales)
Pasto
Túquerres
Popayán
Santander
Quindío (Cartago)
I oro
Caquetá
TOTALES
21.472
21.052
17.666
8.711
14.960
17.136
19.277
7.176
21.467
22.161
27.619
20.734
34.598
19.789
11.495
19.385
5.854
304.698
Total
%
1870
Total
%
zonas
zonas Municipio Cabecera zona zona
8.471
6.097
5.509
1.956 68.901
6.503
4.352
1 1 848
1.055 58.549
5.529
6.646
8.136
6.104
7.010
4.222 146.368
6.744
4.314 30.880
1.34
10.13
14.130
23.213
22.527
20.920
20.395
17.732
22.036
22.877
28.986
33.854
49.787
30.601
52.741
19.751
23.406
22.268
99.98
435.078
22.61
19.21
48.03
6.866
6.860
5.509
3.991
10.090
4.256
12.743
12.390
5.470
10.508
10.049
7.195
8.485
4.429
7.696
4.302
80.790 08.56
83.040
19.08
215.720 49 58
45.674
10.49
99.05
Zonas: 1. Costas. 2. Valle. 3. Altiplanos. 4. Distritos mineros. 5. Selvas.
FUENTE: Censo de 1870, publicado en Froilán Largacha: Informe del Secretario deGobierno a la
Lejislatura en sus sesiones ordinarias de 1871, Imp.del Colegio Mayor, Popayán, 1871. Anibal
Galindo: Anuario Estadístico de Colombia. 1875, Bogotá, Imp. de Medardo Rivas
Cuadro P.3
CONDICION
S O C I A L D E L O S H A B I T A N T E S D E L C A U C A (1870)
Profesión
Hombres
Infantes sin oficio
Empleados
Militares
Ministros de culto
Religiosos
Institutores
Propietarios
Agricultores
Ganaderos
Mineros
Pescadores
Fabricantes
Comerciantes
Marineros
Arrieros
Artesanos
Admon domestica
Legistas
Médicos
Ingenieros
Literatos
Estudiantes
Sirvientes
Vagos
Reos rematados
62.707
673
14
377
19
187
1.421
98.366
1.452
9.035
2.319
166
2.631
898
1.369
14.567
624
168
93
5
16
5.951
7.207
550
142
TOTALES
211.364
FUENTE: Galindo, Anuario, cit., p.24.
Mujeres
61.123
Total
14
123.830
673
14
377
41
265
1.987
142.779
1.626
21.715
3.419
216
3.149
898
1.380
56.56
48.703
168
108
5
16
9.216
16.695
550
156
223.714
435.078
22
78
566
44.413
174
12.680
1.130
50
518
11
42.002
48.079
13
3.295
4.488
%
28.46
0.15
0.003
0.08
0.009
0.06
0.45
32.81
0.37
4.99
0.78
0.49
0.72
0.2
0.31
13.0
11.19
0.03
2.11
3.83
CUADRO P 4
EPIDEMIA DE V IRUELA EN EL CAUCA
MUNICIPIOS
Atrato
Barbacoas
Buenaventura
Buga
Caldas
Cali
Obando
Palmira
Pasto
Popayán
Quindío
Santander
San Juan
Toro
Tulúa
Túquerres
TOTALES
PERSONAS VACUNADAS
IDEM MUERTAS
11
29
9.800
25
6.300
109
283
7
1.500
6.000
305
3.132
3.293
1.538
1870
1.300
40
200
1.559
31.563
3.468
FUENTE: Benjamín Pereira Gamba: Informe del Secretario de Gobierno del Estado
Soberano del Cauca a la Legislatura de /57/,Popayán, Imprenta del Estado, 1871.
p.32.
CAPITULO II
EL DESARROLLO DE LA EDUCACION LAICA
La importancia que la administración del Cauca concedía a la educación radicaba en que desde la colonia Popayán se había consolidado
como centro educativo1, pero esta no era la únicarazón. La educación era
también un medio de "civilización" y mediante ella se podría despolitizar
un estado donde las guerras civiles se habían entronizado dificultando el
desarrollo econom iccr. Pero vencer esas dificultades implicaba reemplazar
la enseñanza confesional heredada de la colonia por un» educación laica
y técnica que alejara a los jóvenes de !a nefasta política. En esto
coincidieron tanto mosqueristas como radicales, quienes quisieron
desarrollar un programa de educación al que se opuso el clero, por lo que
se presentó un período de inestabilidad política que llevó a la guerra de
1876. En tales circunstancias grupos empresariales que participaron en el
Liberalismo Independiente trataron de desarrollar un sistema educativo
que buscaba formar jóvenes aptos para vincularse a empresas productivas, pero que a su vez respetaran las creencias religiosas de los caucanos.
El resultado fue un enfrentamiento constante con los radicales, quienes
controlaban el aparato educativo nacional, que llevó a un paulatino
proceso de conservatización de la educación en el Cauca, el que se aceleró
después de la guerra de 1885 cuando los conservadores y el clero tomaron
el control del poder político en la república centralista creada después de
1 Frank Safford: El Ideal de lo práctico, Bogotá, Universidad Nacional/ El Ancora
ed., 1989, p. 163.
2 Frank Safford señala con certeza que dadas las dificultades para el desarrollo
económico, en lugar de empresarios económicos habían surgido "empresarios políticos'
V. ob. cit., p. 65.
30
la Constitución de 1886 que abolió el federalismo. Con ello la educación
fue encomendada a la iglesia -generalmente a comunidades extranjerasdesapareciendo los tímidos avances que se habían logrado. En
consecuencia, en este capítulo se verá por qué la educación en el Cauca
no contribuyó al desarrollo económico.
LOS MOSQUERISTAS Y EL DESARROLLO
DE LA EDUCACION LAICA
El desarrollo de la política educativa mosquerista se inició desde 1858
cuando se constituyó el Estado del Cauca en base a la ley de 15 de junio
de 1857. Así, el 7 de abril de 1858 se estableció la "Junta Administradora
del Ramo de Instrucción Pública" caucana que nombró los respectivos
inspectores para-,cada uno de los distritos en que se hallaba dividido el
Cauca y estudió los recursos con que contaba cada uno de los 5 colegios
existentes y en base a ellos organizó el sistema educativo que caracterizaría la nueva entidad política. Así, denominó como "Colegio Mayor"
(universidad3) al existente en la capital, mandando establecer en él
estudios superiores de jurisprudencia, medicina y ciencias físicas y
matemáticas; en tres de los otros colegios denominados "Académicos"
radicados en las capitales de Pasto, Buga y Quindío mandó establecer
únicamente la enseñanza secundaria. El Colegio de Santa Librada de la
ciudad de Cali se destinó para la enseñanza superior (universitaria) y
3 La Universidad del Cauca fue creada por el General Santander según decreto de
24de abril de 1827,enbasea unaley del 28de marzo de 1826 que también creabaColegios
Académicos (de segunda enseñanza) en algunas ciudades importantes del país. En lo que
respecta al Cauca se fundaron los colegios académicos de Santa Librada en Cali, de Buga.
de Cartago y de San Agustín en Pasto. En la Universidad se dictaban cursos de filosofía,
matemáticas, gramática española y latina, teología y legislación civil y penal. Esto duró
hasta laexpedición de la ley nacional de 15 de mayo de 1850 que eliminó las universidades
yestableció colegios de enseñanza secundaria y profesional loque duró hasta 1855 cuando
se traspasó a las provincias el sostenimiento de los establecimientos educativos, que llevó
a que la Universidad cambiara su nombre por el de "Colegio Provincial" lo que duraría
hasta 1858 cuando se denominó "Colegio Mayor". V. Arcesio MagbnMonografía
Histórica de la Universidad del Cauca, Tomo I, Popayán, Universidad del Cauca, 1977
31
secundaria, y se organizó el Colegio de niñas de la Merced que dependía
del mismo. En lo que se refería a la descentralización de la educación
establecida por el decreto de 18 de enero de 1858, se dejó al cuidado de
las provincias la inmediata inspección de sus colegios y el manejo y
administración de sus propias rentas. Evidentemente, en aplicación de las
ideas liberales descentralizadoras que en realidad ocultaban la incapacidad del gobierno central de administrar la educación, el decreto
mencionado había dejado al arbitrio de los distritos municipales la
administración del ramo. Si la educación secundaria se había fortalecido
en la medida en que los colegios, en la mayoría de los casos, contaban con
rentas propias4, no ocurrió lo mismo con la educación primaria cuya
administración y sostenimiento fue sumamente precaria al ser asignada
a unos distritos que no contaban ni con los recursos necesarios, ni con la
voluntad política para desarrollarla:
Desgraciadamente algunas de las corporaciones municipales cediendo al
funesto impulso de mezquinas pasiones lugareñas lejos de procurar la
creación de escuelas de instrucción primaria han hecho esfuerzos para
poner en decadencia las que existieran en regular pié sujetando los
preceptores a una ración de hambre, hasta obligarlos a dejar las laboriosas
tareas que quisieron imponerse, alagados sin duda por una justa retribución
de su trabajo5.
Este no era el único problema. Más grave era el hecho de que no se
encontraran personas aptas para el magisterio y que la mayoría de los
padres de familia se opusieran a que sus hijos concurrieran a las escuelas6.
Por otra parte, guerra civil de 1860 al finalizar, en 1863, había dejado
destruidos prácticamente todos los locales ya que en su mayoría fueron
utilizados como cuarteles. A esto se unió el proceso de desamortización
de bienes de manos muertas que dejó a muchos planteles educativos sin
4 Al respecto consúltese David Bushnell:£/ Régimen de Santander en la Gran
Colombia, Bogotá, UNAL, 1966. Los aspectos generales de la educación en Colombia
desde la independencia pueden consultarse en Safford, ob. cit.. pp. 77 y ss.
5 Manuel María Castro, Informe del secretario de gobierno del Estado Soberano
del Cauca al Gobernador. Popayán, Imprenta del Colegio Mayor. 1859. pp 41
6 Ibid. pp. 41.
32
el control directo de sus propias rentas7. Para mejorar la situación el
gobierno de Eiiseo Payán (1863-65) no sólo inició la reconstrucción de los
planteles, sino que para vencer la resistencia de los padres dio a los niños
que se matricularon ios útiles necesarios, incluidos los libros, a pesar de
que debieron vencer enormes dificultades para conseguirlo!. Sin embargo,
estos problemas no eran tan importantes si se les compara con la falta de
maestros. Al respecto. César Conto, Secretario de Gobierno del Cauca
señalaba que "en algunas localidades es forzoso echar mano de hombres
ineptos para ponerlos al frente de la enseñanza, los niños no aprenden
nada, o lo que es peor, aprenden disparates, y los padres de familia al ver
el poco fruto que sus hijos sacan de la escuela, los retiran y no cooperan
de manera alguna al sostenimiento de esos planteles"9.
Para solucionar este problema se proponía remunerar mejor la
profesión docente y crear escuelas normales en cada una de las capitales
de los municipios10. Hecho esto se notó el crecimiento numérico de los
planteles secundarios públicos que pasaron de 6 (en 1865) a 12 (en 1869)
y los privados de 2 a 8, y un aumento considerable de los alumnos, según
informaba el general Julián Trujillo en 1869: "Hay en todo el territorio del
Estado 106.694 niños y jóvenes de ambos sexos, en aptitud de recibir
educación, de los cuales han concurrido a los establecimientos de
enseñanza primaria i secundaria, poco más de 10.700, que equivalen más
o menos al 10%'".
7 V. Hyland, ob. cit.. pp. 88 y ss y 170 y ss
8 Los problemas económicos de la educación eran tamos que en 1865 el gobierno
de Eiiseo Payán resolvió otorgar la Universidad mediante contrato al doctor José
Manuel Lleras quien tem'aexperiencia en el manejode colegios privados. El experimento
de privatizar la educación superior duró hasta 1867 cuando terminó en un rotundo fracaso.
Pero existían problemas también en el orden disciplinario, que llevaron a que los
estudiantes fueran castigados con arrestos, con notas o con "el castigo de la palmeta o
férula, limitándose a ocho los golpes que podía darse a cada alumno". V. Aragón ob. cit..
pp. 132 y ss
9 César Conto: Informe que presenta a la Lejislatura del Estado Soberano del Cauca
en sus sesiones ordinarias de 1865, el Secretario de Estado encargado del despacho de
gobierno, Popayán, Imprenta del Colegio Mayor, 1865. pp. 22 y siguientes.
10 Ibid., pp. 22 y siguientes.
11 Julián Trujillo: Mensaje del Presidente del Estado Soberano del Cauca a la
Legislatura de 1869. Cali, Imprenta de Eustaquio Palacios, 1869, pp. 32.
33
Las reformas adelantadas por los mosqueristas concidieron con las
que a partir de 1870 desarrolló el gobierno central de la Unión' 2 y tanto en
el Cauca, como en la nación, se vivió un crecimiento continuo de la
población estudiantil, que se vio interrumpido solamente a partir de 1872
cuando el estado debió enfrentar la ofensiva conservadora contra la
educación laica. Aunque este problema tuvo en el Cauca características
que no tuvo en la nación, no obstante, las cifras educativas caucanas no
estaban muy alejadas de las que presentaban otros estados de la Unión,
con excepción de Cundinamarca % Antioquia13 (Véase Cuadro E.2).
Los problemas de la educación en el Cauca se complicaron mucho
más cuando en 1870 el Gobierno de la Unión intentó centralizar la
educación mediante la expedición del "Estatuto Orgánico de la Educación
Primaria" mediante el cual se quería introducir un sistema educativo
laico que correspondiera con las concepciones del liberalismo radical.
Dicho estatuto fue inicialmente rechazado por las autoridades del Estado
en la medida en que consideraban que lesionaba la soberanía caucana 14 ,
a pesar de que en términos generales su filosofía coincidía con la
expresada por Tomás Cipriano de Mosquera, Presidente caucano en
1871:
[...] hasta ahora no se ha abierto a nuestra juventud otros caminos para
conseguir honor o fortuna que los estudios de ciencias especulativas o las
carreras de la Iglesia o el foro y l;a funesta de la política que envenena sus
corazones y esteriliza sus inteligencias; pero, las industrias populares, los
conocimientos útiles que son los que engrandecen verdaderamente las
naciones, han sido descuidados entre nosotros. El país necesita más de
obreros que de escritores públicos; más de talleres que de tribunas, más
de enseñanzas industriales que de propagandas filosóficas; más de
12 Safford, ob. cit., pp. 293 y ss.
13 Al respecto pueden consultarse las obras citadas de Jorge O. Meló.
14 Véase Estado Soberano . , cit., pp. 84 y ss. El trabajo de Jane M. Loy: "Los
Ignorantistas y las Escuelas: La oposición a las reformas educativas durante la Federación
colombiana" en Revista Colombiana de Educación, Bogotá. Universidad Pedagógica
Nacional, 1982, ilustra el problema a nivel nacional. Las reformas educativas en el
nivel superior pueden verse en Safford, ob. cit., pp. 293 y ss.
34
transacciones comerciales que de combinaciones políticas. El pueblo
agoniza por falta de medios de riqueza y se desmoraliza por falta de
medios de trabajo. Si el desarrollo industrial es efectivo será rico y moral
y alcanzará no muy tarde la properidad deseada. Cada taller de industria
es una escuela de moralidad y un centro de civilización15.
No obstante, y a pesar del notorio crecimiento numérico de la
población estudiantil en el Cauca, sus dirigentes estaban de acuerdo en
que la educación no preparaba profesionales que pudieran impulsar
procesos de desarrollo económico. En consecuencia, la Legislatura del
Cauca, por medio de la ley 320 del 18 de septiembre de 1871, a la vez que
creaba una escuela de niñas en el convento del Carmen en Popayán,
autorizaba a los colegios secundarios para que otorgaran títulos
profesionales con excepción en medicina, fundaba en el Colegio Mayor
una escuela de ingeniería civil y militar y ordenaba que todos los alumnos
recibieran instrucción en "arte militar y ciencias de la guerra". También
ordenó que el Poder Ejecutivo organizara la educación primaria elemental de acuerdo al sistema adoptado por la nación mediante el decreto
del Io de noviembre de 1870, "Orgánico de la Instrucción Pública", que
establecía un sistema de escuelas normales para la formación de maestros 16 . En consecuencia, Benjamín Pereira Gamba fue comisionado para
arreglar los térm inos en que el Cauca aceptaría el mencionado decreto. El
convenio sobre instrucción primaria se celebró el 6 de marzo de 1872, lo
que permitió nombrar como director de la escuela normal al profesor
alemán Augusto Pankow 1 .
Mientras esta reforma se implementaba. no se descuidaba la
formación profesional en campos prácticos. Así, en 1873, el Presidente
Mosquera pidió autorización a la Legislatura para contratar en Europa
15 Tomás Cipriano de Mosquera: "Posesión del Presidente del Estado" e í a Estrella
del Cauca, # 27, Popayán. 19-VIIT-l 871.
16 Tomás Cipriano de Mosquera: Mensaje del Presidente del Estado Soberano del
Cauca a la legislatura de 1873. Popayán. Imprenta del Estado, 1873, pp. 9-10
17 Manuel de Jesús Quijano: Informe del Secretario de gobierno del Estado Soberano
del Cauca, a ia Convención de ¡872, Popayán, Imprenta del Estado, 1872, pp. 10 ss.
35
profesores para la cátedra de minería de acuerdo al Reglamento
Orgánico del Colegio Mayor y Académicos del Estado, "pues este
estudio es de grande importancia para un país minero como el Cauca".
La cátedra a dictarse formaba parte del curso de ingenierías civil y militar
y se abriría con un número de 18 alumnos becados que vendrían de todas
las municipalidades18.
Reformas educativas de este tipo rompían con las tradicionales
carreras que hasta el momento se habían abierto en el Cauca, pero al
contrario de quienes Safford llama "neoborbones" para Colombia
Central, los conservadores consideraban que con estas reformas se
trataba de introducir carreras ateas, por lo que el el clero fue utilizado para
promover una cruzada que recuperara la enseñanza cristiana en los
claustros oficiales. La ofensiva fue de dos tipos: atacar la educación laica
impartida por el estado y fundar colegios donde se diera enseñanza
religiosa.
La ofensiva conservadora contra las escuelas, que utilizó a los obispos
de Popayán, Carlos.Bermúdez, y de Pasto, Manuel Canuto Restrepo,
como principales agitadores, fue de tal envergadura y obtuvo una respuesta tan formidable en la población que llevó a pensar que los liberales
podían ser desplazados del gobierno. Los cálculos políticos llevaron a
desarrollar la desastrosa guerra civil de 1876 que, por el contrario,
fortaleció al grupo liberal independiente y lo llevó al poder nacional
facilitando el inicio de "La Regeneración'"9.
EL LIBERALISMO INDEPENDIENTE Y
LA DESPOLITIZACION DE LA EDUCACION
Entre las consecuencias de la guerra de 1876 estuvo que el ramo de la
educación estuviera descuidado hasta 1879 cuando el Presidente Modesto
18 Mosquera: Mensaje ..., cit., pp. 9-12.
19 Respecto a estos hechos puede consultarse mi
Cauca..., citado.
trabajoEstado Soberano del
36
Garcés reglamentó la educación devolviendo el nombre de Universidad
al Colegio Mayor y reglamentándola de acuerdo con los estatutos de la
Universidad Nacional. Estableció que los colegios secundarios estarían
supeditados a ella y que podrían otorgar títulos en derecho, aunque sólo
la Universidad podría hacerlo en ingeniería, medicinay ciencias naturales.
Un elemento importante de esta reforma radicó en el hecho de intentarse
una despolitizacíón de la educación ya que se prohibía a los alumnos de
la Universidad y de los colegios: "mezclarse en cuestiones políticas,
haciendo publicaciones, concurriendo a juntas o reuniones de carácter
público y haciendo ostensibles manifestaciones en asuntos extraños a
sus funciones de estudiantes"20.
Esta despolitización de la educación se frustró puesto que se hacía en
momentos en los que la situación política caucana era más candente por
el enffentamiento entre radicales e independientes. Esto llevó a que
cuando los liberales caucanos arreglaron sus diferencias internas mediante la "Revolución de Abril" de 1879, los liberales independientes
expidieran el decreto número 42 del 15 de mayo siguiente que reglamentó
la educación pública en el Estado en lo referente a las rentas. En la práctica
lo único que decía era que la tesorería caucana se encargaría de los gastos
que causara tanto ia educación primaria como la secundaria, hasta tanto
se reglamentara definitivamente este ramo 21 . De hecho la educación
seguía padeciendo los mismos males que la habían acompañado desde
cuando se convirtió en motivo de banderías políticas. Esta vez los
vencedores de la guerra de 1879 se creían obligados a cambiar
drásticamente todo lo hecho por los radicales en su corto período de
gobierno (1875-1879), lo que se realizó con un cargado sentido de
retaliación política22.
A pesar de las interferencias políticas la educación se desarrollaba.
Así, a principios de julio de 1879 se realizaron en Popayán los grados de
20 Aragón, ob. cit., p. 147.
21 Rejistro Oficial, # 5, Popayán, 19-V-79, p. 2
2 I b i d . , # 6 Popayán, -V-79, p. .
37
diez alumnas de la Escuela Normal de Institutoras dirigida por la señorita
Juana Sánchez, quien ajuicio de Adolfo Flórez, Secretario de Gobierno,
había cumplido con su labor "sabiendo unir a la enseñanza científica la
educación moral tan necesaria en las maestras", lo que no dejaba de ser
una critica a las concepciones que habían regido la educación hasta el
gobierno anterior. Estos resultados llevaron a que la administración
mostrara un interés que rebasaba el político. Se insistía en que los
Delegados de Instrucción Pública deberían informar del movimiento
mensual en las escuelas y elaborar resúmenes estadísticos que deberían
ser enviados al Superintendente cada tres meses, lo que de no efectuarse
ocasionaría multas23.
No obstante ser la educación primaria la más descuidada, el sector
educativo que más atención recibió por parte del gobierno fue el
secundario ya que se tenían todas las esperanzas puestas en la formación
de maestros. Para ello se real izaban constantes visitas a los establecimientos
con el fin de detectar las principales fallas y necesidades. Para el gobierno
presidido por Ezequiel Hurtado (1880) era claro que este ramo de la
educación era el más importante y. a la vez, el más frágil, teniendo en
cuenta la guerra que se le había hecho a las normales y que mantuvo en
constante alarma esta porción de la República impidiendo que se le
pusiera la atención necesaria. Sin embargo, los resultados que se
palpaban en los certámenes de graduación mostraban claros avances en
los alumnos. No ocurría lo mismo con las edificaciones y los útiles de
enseñanza: los edificios amenazaban ruina, pues las rentas del Cauca,
notablemente reducidas como consecuencia de la guerra no podían
atender oportunamente un ramo que los anteriores gobiernos habían
descuidado, este era el caso de los locales de las escuelas anexas y de la
normal de varones. Con la normal de señoritas la situación era aún más
grave, puesto que ni siquiera tenía local y el que ocupaban en
arrendamiento debería ser prontamente entregado. Todo esto obligó a
que se solicitaran auxilios extraordinarios al gobierno nacional y que el
23 Ibid., # 16. Popayán, 19-VI1-79, p. 3.
38
Presidente de la Unión de acuerdo con sus facultades otorgara un auxilio
anual de cinco mil pesos para la Escuela Normal de Mujeres con el fin de
refaccionar uno de los edificios que el gobierno poseía en Popayán. El
fortalecimiento de la educación exigía, además, que se estableciera en
Popayán una universidad, lo que había sido acogido por la legislatura de
1879 en la ley 45, que autorizó al gobierno del Estado acordar con el de
la Unión los medios correspondientes para que dicha institución tuviera
los mismos reglamentos que la Universidad Nacional y dependiera de
ella. La misma ley disponía que las escuelas normales y anexas, a su vez,
dependerían del nuevo establecimiento educativo. No sobra mencionar
que cuando dicha ley se sancionó existía en Popayán "un establecimiento de enseñanza secundaria con el carácter de Universidad, i en el cual se
sostiene un internado por cuenta del Estado", que serviría de base para
la nueva universidad-4.
El nombramiento del doctor Eustaquio Palacios -un conocido escritor
y periodista, destacado ideólogo del liberalismo independiente- como
Superintendente Genera! interino de Instrucción Pública, el 1 de julio de
1880, permitió despolitizar la educación y modificar los pénsumes de los
colegios donde se dictaron materias como Aritmética, Castellano, Francés
e inglés, Química inorgánica, Física experimental, Contabilidad,
Geometría, Dibujo, Geografía Universal y Cosmografía25
No obstante el interés manifestado por el gobierno por desarrollar la
educación despolitizándola, no dejaban de presentarse problemas que de
una u otra manera mostraban el enfrentamiento entre radicales e
independientes lo que se hizo mas evidente cuando el gobierno nacional
nombró como Superintendente en propiedad a José María Núñez -un
liberal radical- quien empezó a perseguir a los funcionarios educativos de
filiación política independiente. También prescindió por completo de
consultar sus actos con el gobierno caucano, posiblemente apoyado en
24 Ibid.. # 64, Popayán, 22-V-80.
25 "Sesión Solemne de Distribución de Premios", Popayán julio 20 de 1880. en
ibid., # 87.
39
el hecho de que no se tenía respuesta de sí habían caducado los
convenios entre el Cauca y el Gobierno Federal. Núñez procedió a
nombrar por su propia cuenta a Alcides Isaacs como Director de la
Escuela Normal de Varones, quien no era un maestro diplomado,
destituyendo del cargo al señor Augusto Pankow, en una clara y abierta
violación a los reglamentos existentes. Igual sucedió con los
nombramientos de subdirector de la misma escuela y de director de las
anexas, los que recayeron en ciudadanos sin el título que exigía la ley.
Estos antecedentes llevaron a que los estudiantes exigieron que se
publicaran los resultados de unos certámenes (exámenes) a lo que se
opusieron las autoridades del plantel amenazando con aplicar sanciones
las cuales consistían en penas de calabozo para los tumultuosos lo que no
se pudo aplicar por no existir lugar a propósito para ello. Se procedió
entonces a encerrarlos en las habitaciones custodiados por miembros de
la Guardia Colombiana Todo esto degeneró en enfrentamientos entre los
estudiantes y la guardia del que resultaron algunos estudiantes heridos,
lo que obligó a la intervención del presidente del Estado 20 .
Todo lo anterior obligó a que Ezequiel Hurtado, Presidente del Estado
retomara el control de la educación anulando todos los nombramientos
hechos por el Superintendente General, lo que en pocas palabras
significó romper relaciones, en lo que a los aspectos educativos se refiere,
con el gobierno de la Unión al considerar que se estaba lesionando la
''Soberanía Caucana" 27 .
La forma en que el Estado retomó la educación quedó plasmada en
las políticas desarrolladas por Francisco Marulanda, Superintendente de
Instrucción Pública del Cauca, quien envió una circular a las municipalidades para que destinaran una partida fija y segura al sostenimiento
de la educación, en los distritos. De esta manera, la educación no quedaría
asegurada únicamente con los dineros del Estado. Con esto no hacía más
26 Elias Ospina: "Nota del Delegado de Instrucción Pública", Buga, 17-X1-80, en
Ibid . = 90
27 Decreto #115. de 12 de noviembre de 1880, en Ibid., # 92.
40
que recordar el deber que se imponía a las Corporaciones Municipales,
por intermedio del numeral 8 artículo 28 de la ley 45 de 1879, de "aplicar
al sostenimiento de la Instrucción Pública la cuarta parte, por lo menos del
producto bruto de las rentas municipales". Esto fue apoyado por
Wenceslao Jordán, Secretario de Gobierno del Estado28.
La LUCHA CONTRA LA EDUCACIÓN LAICA
Asegurada la financiación de la educación, sólo bastaba despolitizarla
evitando futuros conflictos entre los poderes civiles y religiosos del
Estado. Este conflicto, se había materializado desde antes de la guerra de
1876, en el enfrentamiento entre las escuelas oficiales y las privadas. Para
la época, la enseñanza privada no mostraba avances significativos29. No
obstante, Wenceslao Jordán, Secretario de Gobierno, manifiesto que el
gobierno
no puede menos que ver con agrado el que los particulares funden i
sostengan por su cuenta establecimientos privados en que reciban
educación los jó\enes que por una sensible cuanto injustificable
preocupación de sus padres o acudientes se alejan de las Escuelas
oficiales en que podían recibir ¡a instrucción gratuita que el Gobierno
ofrece a los pueblos, como uno de los medios más eficaces de propender
a su engrandecimiento moral i materia!-''.
Pero también lamentaba que se viera con desconfianza los esfuerzos
hechos por el Estado para brindar una educación que correspondiera a los
derechos de los asociados y entre estos
el que garantiza el punto 16 artículo 15 de la Constitución de la profesión
libre, pública o privada de cualquiera relijión, no se opone de manera
alguna a que en sus establecimientos se dé la enseñanza relijiosa a
voluntad de los padres de los niños que concurran a ellas; i lejos de ello
28 "Comunicación del Superintendente Jeneralde II.PP ". Popayán, 16 de diciembre
de 1880. en Ibid. # 95.
29 Al respecto puede verse Ibid., #111, Popayán, 19-111-81, p.2.
3Ibid., #1
Popayán, 19-1p.
Estos problemas no hacían más que confirmar lo que pensaban las
autoridades nacionales. En efecto, el 16 de septiembre de 1881, el
Director General de Instrucción Pública Primaria de la Unión, Ricardo
Becerra, se lamentó del estado de las escuelas primarias en el Cauca:
Con pena y con sorpresa ha sabido el Presidente de la Unión que la marcha
decadente de las escuelas públicas en el Cauca proviene en gran parte de
la hostilidad que contra ellas se acentúa a nombre del interés religioso. Tal
impresión de dolorosa sorpresa se halla plenamente [confirmada] por el
criterio de la imparcialidad con que la actual administración ejecutiva ha
tratado y ha resuelto las cuestiones de gobierno que de alguna manera se
rozan con las creencias católicas de los colombianos y de los derechos
positivos de su Iglesia. Todos sus actos, y muy particularmente los que
atañen a la enseñanza nacional han obedecido a tal criterio y traducen
fielmente las firmes convicciones que la forman. Aún puede decirse sin
temor a exagerar la amplitud real de semejante conducta, que después de
establecida en las instituciones fundamentales el principio que se creyó
pacificador, de la distinción y recíproca independencia de la Iglesia \ del
Estado, el actual gobierno es. sino el único, si el que con más franqueza
ha reconocido que la religión es un poder moral de primer orden, de que
no puede hacer abstracción completa el Estado, dando de este
reconocimiento repetidas pruebas así en el ejercicio legal de su autoridad,
como en los procederes particulares de los ciudadanos que ocupan los
puestos superiores de la Administración Ejecutiva. Apenas puso mano a
la obra de organizar la enseñanza nacional fue visible, y hoy se siente de
una manera notable, el propósito fundamental que abriga de purgar la
instrucción de todo espíritu de secta devolviendo a la Escuela el carácter
de institución nacional, único que le da vida seria, capacidad regeneradora
y acción eficaz sobre las masas [...] El estado de nuestra actual organización
política no tiene dogma religioso qué enseñar y mucho menos qué
imponer a los que son objeto de sus tareas docentes; pero en virtud del
respeto por las creencias religiosas de los asociados que prescribe la ley
fundamental, y atenta la reconocida y saludable influencia que en la
marcha de las sociedades ejerce la acción tranquila y garantizada de la
moral y dogmas que ellas acatan y sostienen, se apresuró a ejercer eficaz
comunicación entre la Iglesia y la Escuela, por el intermedio de la familia,
para los efectos de la instrucción religiosa que esta elija libremente35.
35 Ricardo Becerra: "Nota relativa a la marcha de las Escuelas Primarias de! Esuc
del Cauca", en Ibid., #117. pp. 2-3.
Según Becerra, este sistema había sido probado en todos los Estados
de la Unión, pero sólo en el Cauca, que había roto relaciones con el
Gobierno Central en lo que a esta materia se refiere, se habían presentado
problemas36.
LA EDUCACION R E G E N E R A D O R A
Los avatares de la educación en el Cauca no habían terminado. En
1883 los redactores de El Cauca. Organo del Partido Liberal Independiente del Estado, criticaban el sistema educativo proponiendo
reformas que deberían hacerse con el fin de que la educación no sólo
llegara a todos los rincones del Cauca, sino que fuera útil. Una de esas
reformas se refería al presupuesto, pues afirmaban, que habían gastos de
"puro lujo" y que era necesario que se eliminaran de las escuelas
normales unas materias que eran superfluas por no tener una aplicación
inmediata o por ser tan generales que no servían a los estudiantes37.
Haciendo caso a estas críticas, el 6 de noviembre de 1883, Eiiseo
Payán organizó la Universidad del Cauca en los siguientes términos:
Facultad de Pedagogía, con las cátedras de Pedagogía, psicología.
Lógica, estética, crítica, aritmética, contabilidad oficial y mercantil,
álgebra, geometría elementa! y práctica, trigonometría, agromensura
(sic).
Facultad
de jurisprudencia y ciencias políticas y morales:
Ciencia constitucional y ciencia administrativa, pruebas judiciales, práctica forence, derecho romano y civil, nacional y del Estado. Facultad
de Medicina: Anatomía, fisiología,, patología, higiene, obstetricia.
Habría también una clase de música teórica y práctica38.
También inició una campaña de apertura de escuelas urbanas y
rurales que le permitió mostrar ciertos avances que se hacen muy
importantes si se tiene en cuenta el retroceso que se dio como conse36 ibid., pp 2-3.
37 El Cauca, # 2, Popayán, 16-VI-l 883, p. 1.
38 Rejistro Oficial. # 238, Popayán. 6-XI-83, pp. 1-2.
44
cuencia de la guerra (Véase cuadro E.3). Es importante mencionar que
antes de 1881 existían 150 escuelas, y que de las 52 que se establecieron
hasta 1883, 24 lo fueron desde abril de este año 39 .
Enfrentar solitariamente el desarrollo de la educación era prácticamente imposible aún para un Estado de tendencias tan autonomistas
como el del Cauca. Esto explica que el 12 de febrero de 1884. Payán.
solicitara al Congreso ia expedición de una ley marco de Instrucción
Pública en el país que respetara los intereses particulares de los estados
Y os digo que nada extraño os debe parecer esto, porque el Gobierno del
Cauca y su heroico pueblo han celado \ celan tanto el derecho de
soberanía, que todo lo posponen a su defensa. Y es para evitar un
conflicto, que sabe Dios a donde iría a parar, que vengo respetuoso ante
el Cuerpo Legislador de la Nación a suplicarle la enmienda de las leyes,
que han dado motivo a que el Poder Ejecutivo Nacional se crea investido
del derecho de supremacía sobre la Instrucción pública de los Estados"".
El cambio de políticas en el Cauca, seguía inscrito dentro de la vieja
discusión acerca de la educación laica impulsada por los radicales. El
liberalismo caucano no permitía exageraciones en este punto puesto que
la intransigencia radical había llevado a una guerra civil que hizo más
lejana una educación en materias prácticas. En consecuencia Payán se
quejó contra los radicales que criticaban las políticas educativas adelantadas en el Cauca por considerar que concillaban con posiciones
conservadoras:
[...] esos son los audaces que hoy se agitan en Coiombia contra los
procedimientos del Presidente del Cauca, enarbolando el sofisma de la
Instrucción Pública para hacerlo aparecer como traidor a la causa de los
principios tutelares de la República, y como sectario del oscurantismo y
del retroceso de los pueblos41.
39 Superintendencia de Instrucción Pública: "Relación de las Escuelas Oficiales
existentes en el Estado del Cauca", Popayán, 8-XI-1S83, en Ibid., # 238, pp. 2-3
40 Elíseo Payán: "Mensaje del Presidente de Estado Soberano del Cauca al Congreso
de 1884 sobre Instrucción Pública", en Ibid., Popayán, 7-II-1884.
41 Ibid.
La política educativa desarrollada por el Independentismo Liberal se
puede ver en la aprobación, por parte de la Legislatura del Estado, de la
Ley 34 de 1883 sobre Instrucción Pública Secundaria que establecía la
firma de un nuevo convenio con el Poder Ejecutivo Nacional para que
éste administrara la educación en el Cauca, conservando el Presidente del
Estado la "suprema inspección y dirección de la Instrucción Pública".
La concepción filosófica que en adelante defenderían los caucanos
estaba en contra de las ideas utilitaristas y materialistas. Así lo expresó
Payán:
¿Por qué he de permitir yo hoy que, por desgracia para Colombia, se
procura implantar en la educación pública nacional un sistema filosófico
que abate el espíritu de los pueblos y mata en el corazón los instintos del
deber, las inspiraciones del bien, para sujetar al cálculo del egoísmo las
acciones humanas...? ¿Por qué he de permitir yo, que venga a implantarse
al Cauca la desmoralización que produce en los espíritus la doctrina
materialista...?'2.
Advierte que 1a enseñanza en el Estado "...no será completamente
laica, sino religiosa para cada educandosegi/H el culto al que pertenezca,
o que sus padres exijan,"43
Pero la insistencia en una educación que respetara las ideas religiosas
de las mayorías caucanas no significaba que la educación no se dirigiera
a la formación de profesionales en campos de aplicación inmediata para
el desarrollo económico caucano. Esto, sin embargo, obedeció más al
interés de los particulares que al del Estado, ya desde 1881 se había
propuesto que
[...] siendo el Cauca el más aurífero territorio de los de ia República, sí es
de solicitarse el que laNación costee una Escuela de Minería en el Colegio
Mayor de Popayán, la que puede establecerse sin mucho costo, contando
como se cuenta en ese Establecimiento con algunos elementos44.
42 Ibid.
43 Ibid Resaltado en el original.
44 Ibid.. Popayán, 18-111-1881. p. 1.
Posteriormente, en agosto de 1884 se instaló en Pasto la Junta
Directiva del "Colegio de Agricultura" que fundó en dicha ciudad el
señor Charles de Saint Charles. Este señor, llegado de norteamerica. trajo
varias herramientas y máquinas movidas por vapor con el fin de brindar
una enseñanza moderna en su colegio. La idea fue acogida ampliamente
en Pasto por los principales personajes de la población y algunos de
Ipiales que se vincularon mediante la suscripción de acciones. Inmediatamente se contrataron maestros ebanistas para iniciar clases de
beneficio de maderas45.
Desde luego, existían también las propuestas que, aunque nunca se
realizaban, no dejaban de ser importantes como la que hiciera en 1881
Rodolfo González, un minero de Riosucio, a don Juan de Dios Uíloa,
cuando le describía las riquezas de la zona minera de Supía:
Igualmente he creído que conviene muchísimo, se establezca en Riosucio.
clima muy bueno, una escuela de minería dirigida por uno o dos
profesores competentes y que el gobierno costease la educación de
jóvenes inteligentes y juiciosos, sin separarles color político, pues
establecida en Riosucio, con la inmediata y constante práctica, pronto se
obtendrán buenos y provechosos resultados para el porvenir de todo
Colombia46.
EL RETORNO DE LA EDUCACIÓN RELIGIOSA Y EL FORTALECIMIENTO DE LA
EDUCACIÓN
PRIVADA
Los cambios en la educación oficial que buscaba el gobierno caucano
pudieron hacerse con el establecimiento de los gobiernos regeneradores
que entregaron la educación a instituciones religiosas, generalmente
extranjeras. No obstante esto no conllevó mejoras, puesto que con la
supresión de algunas rentas importantes que sufrió el Cauca a raiz de la
centralización administrativa, uno ramos de los que más sufrió ¡as
consecuencias fue precisamente el de la educación, particularmente en lo
45 V El Correo del Sur, Pasto, 1884, varios números tratan el asunto
46 El Ferrocarril, # 176, Cali, 1-XI-188I, p. 701.
que se refiere a las normales del Estado (convertido ahora en
Departamento). En efecto, el 27 de julio de 1887, don Juan de Dios UUoa
expidió un decreto por el cual clausuraba el Colegio de Señoritas que
existía en Popayán y ordenaba el pago de los viáticos para que quienes
hubieran sido admitidas en lanormal regresaran a sus pueblos. El decreto
lo expidió Ulloa aprovechando que el Gobierno Nacional abriría en
Popayán una Escuela Normal de Mujeres que empezaría a funcionar a
partir del mes de octubre47.
En las demás ciudades del departamento la situación no era mejor: un
informe del Fiscal del Circuito de Cali, elaborado en 1887, dice que en la
ciudad había matriculados 392 niños en la escuela primaria de varones,
pero sólo concurrían 250, mientras que a la escuela de niños asistían 120.
La falta de asistencia se debe "a que los padres de familia retiran sus niños
de la escuela por la fuerte estación del verano; y notable será, por la
misma causa, la falta de asistencia en el mes de agosto próximo". El
informe del Procurador permite además observar las diferencias fundamentales que se daban entre la educación de hombres y de mujeres y en
particular entre la educación técnica que buscaron los liberales
independientes y la que estaban des arrollando los nacionalistas: mientras
el pénsum de los varones se componía de Lectura, Escritura, Aritmética,
Castellano, Religión, Urbanidad, Geografía, Física, Historia Patria,
Canto, Dibujo, Objetiva y Recitación; el de las mujeres de Lectura,
Escritura, Religión, Geografía, Aritmética, Costura y Bordados como
debería corresponder a futuras amas de casa. Estas escuelas estaban
regidas desde el mes de diciembre de 1886 por las monjas francesas Clara
Ordiver y Eugenia Mazó. Existía además el colegio de Santa Librada
para varones, pero se encontraba en muy mal estado debido a los daños
que sufrió durante la última guerra (1885) cuando su biblioteca fue
destruida por los soldados.
En Cali existían además dos colegios privados uno de varones y otro
de niñas: el de varones llamado "Liceo Comercial", teníacomo profesores
47 Registro Oficial, # 98, Popayán. 27-VII-1887, p. 4.
a Evaristo de la Cadena, Carlos Delgado Carvajal y Francisco Antonio
Magaña. En él se estudiaba Español, Inglés, Francés e Italiano, Aritmética, Contabilidad, Geografía General, Historia Patria, Cosmografía,
Historia Sagrada, Religión y Dibujo. El de señoritas se dedicaba a dar
instrucción moral por medio de virtuosos sacerdotes. Este colegio se
llamaba "Sagrado Corazón de María" 48 .
Estos colegios privados tendían a fortalecerse frente a la debilidad
cada vez mayor de los públicos
[...] debido a la escases de fondos, pues que desde enero, las pingües
rentas de degüello y papel sellado vienen siendo administradas por cuenta
del Gobierno Nacional. Así pues, no contando hoy la administración
provincial más que con la renta de los derechos de registro que no paí;a
de $50 a $80 mensualmente y con la de "mortuorias" las cuales son
eventuales e inciertas, la Caja del Tesoro Provincial está exhausta y sin
medios de hacer frente a los gastos premiosos de la Administración
Pública, razón por la cual se deben los sueldos de varios meses a algunos
empleados, y especialmente a los del ramo de Instrucción Pública así
como el auxilio de 200 pesos mensuales al Colegio desde febrero49.
Por otra parte, las juntas directivas de los colegios privados insistían
en que el gobierno Departamental apoyara la fundación de colegios de
artes y oficios. Es el caso de junta directiva del Colegio de Agricultura de
Pasto que logró que la Legislatura Departamental de 1892 expidiera la
Ordenanza # 10 del mismo año, que disponía la fundación de dicha
escuela, destinando para el efecto la cantidad de $50.000.oo. Para Charles
de Saint Charles era claro que la suma aprobada era demasiado baja y
alcanzaba sólo para las construcciones locativas, pero no para
dotación. Estando aún en las discusiones iniciales del proyecto, el
Congreso aprobó la ley 48 de 1892 que señalaba a Pasto como sede para
una de las tres escuelas de Artes y Oficios que se fundarían en el país, lo
que llevó a que la Gobernación del Cauca suspendiera la ejecución de su
48 Vicente Molina:'-Informe del Fiscal del
en Ibid., # 119, pp 2-3.
49 Ibid. p. 3.
Circuito de Cali", Cali. 31-VII-1887.
proyecto. Esto sirvió para ocultar la crisis presupuestal del departamento que en realidad no contaba con los fondos sufientes para cubrir
los gastos que ordenaba la Legislatura. Ante esta situación el malestar
pastuso se expresó en el sentido de pedir nuevamente la creación del
Décimo Departamento para separarse del Cauca 50 .
La forma en que todos estos problemas se reflejaron en los resultados
de la educación en general se pueden observar en el caso de Buga "que
cuenta por lo bajo con una población de 15 a 16.000 almas [y] puede
decirse que [sólo] 3.000 saben leer" 51 .
En conclusión, al fmal del siglo la educación estaba, si no peor, por lo
menos en las mismas condiciones en que se encontraba cuando se creó
el Estado Soberano del Cauca: una educación confesional controlada por
el clero y en permanente déficit financiero. Los avances que se notaron
en la época del liberalismo independiente que buscaba una educación
más técnica se perdieron ante la ofensiva conservadora. Como se verá
después esto llevó a que el Cauca no contara con los profesionales
necesarios para desarrollar las obras de infraestructura que facilitaran el
desarrollo económico, las cuales tuvieron que ser confiadas, en la mayoría
de los casos a técnicos extranjeros'-.
50 La Unidad Nacional. # 4 1 , Popayán, 4-XI-1893. p. 1. respecto a los deseos
separatistas del sur del Cauca véase m¡ trabajo: "La Cuestión Decimista: Independencia
política del Sur de Colombia". enProyecciones. #s. ¡3-14-15-16, Pasto, 1990-91,
pp. 59 y ss.
51 V. El Rumor. # 4, Buga. 25-VI-1893, p. 26.
52 Respecto a la escasez de profesionales en el Cauca, en particular de ingenieros,
Safford dice: "En el Valle del Cauca [...] los individuos técnicamente capacitados de la
región eran demasiado pocos para poder conformar una comunidad científica [...],
ob. cit.. p. 328.
Cuadro E.2
INSTRUCCION
PRIMARIA,
PUBLICA
N U M E R O DE
ESTADOS
POBLACION
1873
1874
1874
1873
1874
1873
1874
1874
1873
365.974
241.704
472.475
434.078
409.602
85.255
205.221
425.427
230.801
TOTALES
2.87
1.627
PRIVADA
Esc.
97
52
102
135
161
49
14
92
42
47
15
33
22
95
51
3
67
7
8.782
3.065
6.071
6.624
9.265
2.306
865
5 661
2.297
744 44.936
PRIVADAS
DE NIÑAS
Esc. Alum .
DE L O S E S T A D O 1873-1874
ESCUELAS Y DE A L U M N O S
PUBLICAS
DE NINOS
Antioquia
Bolívar
Bovaci
Cauca
Cun marca
Magdalena
Panamá
Santander
Tolima
Y
DE NINOS
148
6
50
36
38
289 118.348
369
-
88
FUENTE: Galindo: Anuario Estadístico de Colombia. 1875. p. 78.
DE NIÑAS
DE NIÑOS
Alum.
Esc.
Alum.
3.323
319
1.281
1.084
2.698
155
3
9
35
53
2.905
148
138
630
40 4.246
-
Alum. Esc
4.781
1.400
1.774
1.587
4.693
662
200
3.3
525
RURALES
Esc.
DE NINAS
Alum.
Esc ,
Alum.
-
-
42
1.838
•
•
-
51
95
818
-
3.821
188
2.656
-
-
13.613
255
-
252
Cuadro E.3
ESCUELAS
DISTRITOS
Alrato
Barbacoas
Buenaventura
Buga
Caldas
Cali
Obando
Palmira
Pasto
Popayán
Qu indio
San Juan
Santander
Toro
Tuluá
Túquerres
TOTALES
EXISTENTES EN EL CAUCA EN
Escuelas
Superiores
Homb. Mujer
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
19
Escuelas
Elementales
Escuelas
Rurales
TOTAL
4
8
3
5
6
6
20
6
13
11
13
5
4
10
5
1
11
12
5
8
9
9
22
8
19
31
17
7
6
1
4
18
2
1
16
18
1883
133
32
6
18
202
FUENTE: Superintendencia de Instrucción Pública: ' Relación de las Escuelas Oficiales
existentes en el Estado del Cauca' . Popayán. 8-XI-1883. en Registro Oficial, # 238,
PP- 2-3.
CAPITULO III
LA AMPLIACION DE FRONTERAS
Si se recuerdan los bajos niveles poblacionales y lo extenso del
territorio se estará de acuerdo en que el Cauca no tenía población
suficiente para ocupar los inmensos baldíos que lo conformaban. Esto
obligó a desarrollar políticas tendientes a llevar población que explotara
las riquezas de las selvas, lo que se dió en dos estrategias: la primera
consistía en poblar las zonas de frontera con delincuentes originando la
colonia penal de Boauía en la Municipalidad del Quindío y, la segunda,
en la atracción de población de otros Estados como en el caso de los
colonizadores antioqueños a quienes se ¡es daba la ciudadanía caucana
por una vecindad mayor a seis meses y la propiedad de los lotes que
beneficiaran. En pocas palabras, sólo se orientaba la colonización del
Quindío, una frontera interna que separaba a Antioquia y Cauca en la
parte nororiental del Estado.
El Cauca tenía tradicionales relaciones comerciales con el Estado del
norte, más que con cualquier otro de 1a Unión; por el Quindío cruzaba
un camino que comunicaba con Bogotá y se proyectaba construir un
ramal que llevara a Antioquia; además allí sólo se había desarrollado la
mencionada población de Boquía, permaneciendo el resto del territorio
sin colonizar. Por otra parte estaba el hecho de que la región noroccidental
del Cauca, el distrito minero de Supía-Marmato se encontraba poblado
desde la colonia con núcleos urbanos blancos, con resguardos indígenas
y con bastante población negra y mestiza, allí habían ¡legado además,
desde los inicios de la República, unos pocos extranjeros que estaban
desarrollando la minería. En síntesis existía una importante presencia
52
caucana1.
Las consecuencias de esta política colonizadora se vieron en el corto
plazo: en la zona qumdiana se establecieron incontroladamente
cultivadores que desarrollaron una economía de subsistencia en pequeñas
parcelas que abrieron en las selvas; además la débil presencia del Estado
llevó a que se creara un sitio de inestabilidad política con alta criminalidad. A largo plazo: se creó una región cultural con muy poca
relación con la cultura dominante caucana que lograría su autonomía
política a comienzos del Siglo XX cuando encontraron en el café un
producto comerciable que los redimió económicamente2. Lo más importante es que ei proceso que se inicia como una colonia penal terminó
siendo, a partir de "La Regeneración'', un importante negocio controlado por empresarios territoriales y mineros caucanos quienes utilizan do
testaferros manizaleños se aprovecharon de las necesidades y del trabajo
de los colonos3.
1 Otic Morales Benítez ''La Colonización Antioqueña: Un aspecto de la revolución
económica de 1850". en FICDUCAL {eá.):La Colonización Antioqueña. Manizales,
Gobernación de Caldas, Biblioteca de Autores Caldenses, 1989, s.p
2 Respecto al pape! del café en la colonización y en general en la historia
económica y social de Colombia pueden consultarse los trabajos de Marco Palacios: El
Café en Colombia (1850-19 "0) l ina Historia Económica, Social y Política. Bogotá, ed
Presencia. 1979: Charles BcrgquistCafé v conflicto en Colombia. 1886-1910. la Guerra
de los Mu Dias Sus antecedentes y consecuencias, Medellín, FAES. 1981, Absalón
Machado. El café de la aparcería al capitalismo, Bogotá, ed. Punta de Lanza, ! 977, Orto
Morales Benitez
cuestiona
el papel del café como elemento dinamizador de la
colonización, a! menos en los procesos que se dieron hasta comienzos del siglo XX. al
respecto cfi. ob. cit.
3 El mejor estudio sobre la colonización en Colombia es ei de Catherine I.eGrand
Colonización y Protesta Campesina en Colombia 1850-1950. Bogotá. Universidad
Nacional de Colombia, 1988. De ella he tomado el termino "empresarios territoriales"
(Véase, pp. 61 y ss.) Fj trabajo de James J Parsons :£a Colonización Antioqueña en el
Occidente Colombiano, Bogotá. Banco de la República, 1961. sigue siendo importante, al
igual que el de Alvaro López Toro Migración y Cambio Social en Antioquia durante el
Siglo XIX. Bogotá, ed. CEDE, U. de ios Andes, 1970, Una presentación crítica de algunos
estudios sobre la colonización antioqueña fue hecha por Jaime Jaramilio Uribe: "Visión
Sintética de la tarea investigativa desarrollada sobre la región antioqueña", en FAES
Los Estudios Regionales en Colombia: el caso de Antioquia, Medellín, FAES, 1982, No
existen muchos trabajos sobre la colonización de la frontera del Quindío. no (sigue )
53
Las otras zonas de baldíos caucanos en la región de vertiente que daba
al Amazonas no habían sido exploradas, mientras que la colonización de
la frontera del Pacífico estaba asociada a explotaciones mineras, creación
de zonas de refugio para los negros esclavos de la época colonial y
libertos de la republicana y a la construcción de caminos. Existían además
otras tierras, los resguardos indígenas, que eran de propiedad comunitaria y que al estar rodeadas de baldíos tendían a seguir la suerte de estos.
DE LAS COLONIAS PENALES A LAS EMPRESAS
COLONIZADORAS
Las primeras referencias que tenemos acerca de la colonización de los
territorios que separaban al Cauca de Antioquia se remontan al año de
1840 cuando se sabía de la existencia de algunas familias antioqueñas en
el sitio de Buriticá. Luego, en 1842 se encontraba en la zona la tercera
sección del Presidio de Panamá arreglando el camino del Quindío4.
obstante se le menciona en estudios sobre la colonización en el actual departamento de
Caldas, aunque dándole a los colonos un pape! bastante heróico, pueden estudiarse en
FICDUCAL (ed ¡ La Colonización Antioqueña. Manizales, Biblioteca de Autores Caldenses, 1989; en las obras de Albeiro Valencia Llano: Manizales en la dinámica colonizadora
(1846-1930), Manizales, Universidad de Caldas, 1990, 'La apropiación de la riqueza en
el Gran Caldai". en Revista de la Universidad de Caldas, vol. 8, #s 1-3. Manizales.
Diciembre. 198 7 :y"La Colonización y el desarrollo económico-social del Gran Caldas"
en Revista de la Universidad de Caldas, vol. 5 # 2, Manizales. mayo-dic.. 1982. Una visión
un tanto diferente puede consultarse en Roberto Luis Jaramillo: "La otra cara de la
colonizacion antioqueña. Hacia el Sur". erRevista de Extensión Cultural, tt 18, Medellín,
Universidad Nacional de Colombia. 1984. El libro de KeithChristiíf/igíirca.?, Campesinos
y Política en Colombia Aspectos de la Historia Socio-política de la Frontera Antioqueña,
estudia aspectos de la colonizacion del Gran Caldas para el siglo XX. También puede
consultarse el trabajo de Roger Brew:£/ Desarrollo Económico de Antioquia desde la
Independencia hasta 1820. Bogotá, Banco de la República, 1977. Una síntesis excelente
de todo el proceso, aunque bastante apretada es la hecha por JorgeO.Meloen'Vicisitudes
del modelo liberal", citado.
4 Eliodoro Peña: Geografía e historia de la Provincia de! Quindío, Popayán, imp. del
Departamento. 1892. Joel Darío Sánchez Reyes: "Colonización Quindiana. Proceso
político-ideológico en la transformación del campesinado cafetero. 1840-1920", Tesis de
Grado, Bogotá, Universidad de los Andes, 1982. p. 52. Alfonso Valencia ZapatQuindio
Histórico (Monografía de Armenia). Armenia, 1963.
54
Posteriormente, en 1847, delincuentes de Cali y Palmira eran enviados a
que purgaran sus penas en sitios aislados de la frontera del Quindío
buscando colonizar y controlar una población negra bastante
levantisca. Esta política continuo durante los arios cincuenta y gracias
a ella se fortaleció la colonia penal de Boquía, aunque no impidió que la
criminalidad, secuela de las guerras civiles y de desórdenes sociales
generados a partir de la liberación de los esclavos, campeara en el Valle5.
El sitio de Boquía dio paso a la fundación de Nueva Salento, donde se
núcleo un buen número de vecinos6. No obstante, fue la fundación en
1850 de la Aldea de María por colonos anfioqueños y caucanos, reconocida por la Asamblea del Cauca en 1852 con el nombre de Vi lia de María,
lo que señalaría una más sólida presencia caucana en la frontera con
Antioquia.
Aparte de este proceso colonizador orientado por el Gobierno Nacional
y los de las provincias de la antigua Gobernación de Popayán. en la zona
del Quindío se presentó a partir de los años cincuenta otro proceso de
colonización, esta vez espontáneo, por colonos antioqueños que llegaban
a "tumbar monte" y a construir pequeñas unidades productivas huyendo
de las persecusiones de la empresa colonizadora "González, Salazar y
Cia."7, o atraídos por leyendas de tesoros, por las minas de oro y por la
supuesta existencia de grandes caucheras8. Su presencia permitió que el
5 Archivo Histórico Municipal de Cali (A.H.M.C.). Tomo 98. Folio 436, 1847.
Respecto a los problemas relacionados con la liberación de los esclavos en el Cauca puede
consultarse a jorge Castellanos/, a.ibolición de la Esclavitud en Popayán. 1832-1852.
Cali, UNI V Al T.K. 1980.
6 Anónimo: "Aldea de Nueva Salento en el Estado Soberano del Cauca", «Archivo
Historial de Manizales, tomo 11. # 5. Manizales. octubre de 1919. pp. 134 y ss. En adelante
el Archivo se citará: A.H.M.
7 Roberto Luis Jaramillo "La Colonización Antioqueña". en FICDUCAL (ed.), ob
cit., p. 60. Este trabajo también fue publicado en Jorge O. IVlelo (ed.): La Historia ele
Antioquia, Medellín, Ei Colombiano. 1987. Un estudio más completo de las actividades de
la empresa puede verse en Albeiro Valencia Llano.,Man iza tes en la dinámica
colonizadora .citado, pp. 43 y ss.
8 Roberto Restrepo' "El Quindío y su colonización", en A.H.M., tomo III. # 33.
Manizales, julio 1921, p. 228; Ibid.: "Colonización del Quindío". en ibid.. tomo III. » 35
Manizales, dic. 192!, p. 311.
55
Estado Nacional buscara definir una política más coherente acerca de los
baldíos al impulsar el establecimiento de poblaciones mediante la
adjudicación de lotes en propiedad a los cultivadores directos lo que llevó
al establecimiento de la primera población "antioqueña" en la frontera
del Quindío. en un sitio denominado Italia. El primero en establecerse allí
fue Fermín López, venido de lo que después sería Manizales buscando
un camino que comunicara a Antioquia y Cauca9. Por ley de 30 de abril
de 1849 se le concedió a los pobladores 12.000 hectáreas de baldíos y 200
para la población, que llevaron a que en 1853 fuera fundada
oficialmente Santa Rosa de Caba! por Candelario Rodríguez. Gregorio y
Francisco Restrepo y otros. En 1 863 !a Convención de Rionegro le otorgó
24.000 hectáreas más 10 .
I os procesos de transformación acaecidos en ia frontera quindiana
con la fundación de pueblos permitieron que el Estado caucano modificara su política de colonización en la zona. Se trataba, básicamente, de
cambiar de sitio para las colonias penales, pero no de abandonar un
programa que servía para enfrentar las enormes dificultades que ofrecía
la reclusión de los presos dada la inestabilidad del orden público y la
inseguridad de las cárceles. La población carcelaria podía seguirse utilizando para iniciar nuevos procesos en zonas aún no exploradas por los
caucanos como la frontera con el Océano Atlántico. Respecto a esto
Manuel María Alaix, Secretario de Gobierno del Cauca en 1861, proponía*
[...j que la Legislaturadispusiese e! establecimiento de nuevas poblaciones,
a donde pudiera confinarse a los reos de ciertos delitos. El Estado posee
en la costa del Atlántico fértilísimas playas que convidan al agricultor a
recoger las cosechas de una tierra firme y feraz. Toda la costa de Caimán,
regada por aguas saludables, provista de abundante y valiosa pesca y
dotada por la naturaleza con inmensas palmeras de coco, sería el lugar
9 Respecto a las andanzas de Fermín López y su papel en la colonización véase
Albeiro Valencia Llano, Manizales..., ob. cit, pp. 43.
10 Rufino Gutiérrez: Monografías, Tomo II, Biblioteca de Historia Nacional, Vol.
XXX. Bogotá. Imprenta Nacional. 1921, pp. 48-49.
56
más a propósito para establecer una nueva población.
(...] el Estado del Cauca, tendido por decirlo así. en toda la costa de¡
Pacífico y en gran parte de la dei Atlántico, no puede prometerse
conservar su territorio, sino promueve el establecimiento de posesiones
uue hagan posible su señorío Mas toda\ ía: no puede sacar utilidad de las
inmensas riquezas que contiene su suelo, y promover el comercio con el
extranjero, sino tiene en la rivera de uno y otro mar. posesiones en donde
puedan depositarse los artículos de exportación y recibirse los de
importación' .
Las posesiones caucanas en las costas eran precarias, aunque, lo
eran más en la del Atlántico que en la del Pacífico. En la del mar del Sur
estaban el Puerto de Buenaventura, con una escasa población y situado
en ía desembocadura de un rio, cuyas avenidas lo mantenían incomunicado con el interior, y el de Tumaco que no era tan importante por
carecer de un camino que lo comunicara con el altiplano sureño. Algunos
procesos poblacionales se habían dado en esta costa (Tumaco, Barbacoas,
San Juan) pero no se había avanzado en la consolidación de poblaciones
aparte de las pocas que existían desde ¡a época colonial. A pesar de la
precariedad ocupacional en esta frontera estaban los distritos mineros
más importantes del Cauca, exceptuando el de Marmato-Supía. Pero en
el Atlántico el Cauca sóio poseía en la Municipalidad de Atrato, "ei
miserable caserío de Turbo o Picicí", situado en medio de tribus salvajes
y en territorio malsano, que era explotado por habitantes de los vecinos
Estados de Panamá y Bolívar. El proyecto de Alaix, si se llevaba a cabo,
podía mostrar una presencia importante del Cauca en esta zona.
Mientras se resolvía el asunto, oleadas de colonos seguían llegando
a la zona del Quindío. La oportunidad podía ser aprovechada por
avisados empresarios que estimularan procesos de comercialización y de
valorización de tierras. Es por esto que en 1862 varios vecinos de Cartago.
entre ellos el doctor José Francisco Perc-ira, el Pbro. Remigio Antonio
11 Manuel Maria Alaix Informe deI Secretario de Gobierno a la Legislatur-,
Constitucional del Estado Soberano del Cauca en sus sesiones de 1861, Popayán. Imp
del Colegio Mayor, 1861, pp. 7-8.
Cañarte y don Félix de la Abadía concibieron la idea de fundar una
población en el sitio de la antigua ciudad de Cartago, lo que realizaron
en 1863, con el nombre de "Cartago Viejo" nombre que conservó hasta
1869 cuando se le dio el nombre de Pereira12. Los vecinos pobladores,
para consolidar la población, utilizaron ios servicios políticos del doctor
Ramón Elias Paláu, quien presentó un proyecto al Congreso para ceder
a la nueva población un área de 12.000 hectáreas de baldíos, lo que
fracasó cuando el doctor Guillermo Pereira, uno de los empresarios, alegó
que los mencionados terrenos eran de su propiedad y que ya había cedido
el área necesaria. En memorial presentado los vecinos demostraron que
los terrenos eran baldíos y que lo que Pereira había cedido eran tierras
apartadas del poblado y que lo había hecho en parientes y amigos suyos.
Paláu presentó el proyecto nuevamente en 1870 y obtuvo una adjudicación
para el vecindario de 12.000 hectáreas y de 300 para la población1'.
Con el apoyo oficial para la fundación de pueblos se iniciaron nuevos
procesos poblacionales. En 1865 se fundó Villarica con 131 habitantes
procedentes de Antioquia, situada entre los rios Chinchina y Otún. este
pueblo también pertenecía a la Municipalidad del Quindío y el Poder
Ejecutivo le adjudicó 50 hectareas de tierra para el área de la población y
repartir a los vecinos14. Posteriormente, y con ayuda de Paláu, quien
además se había convertido en empresario del camino de Boquía, se
12 El carácter de empresa comercial que se le dió a la población de los terrenos de
s Pereira. dueños de la casa comercial "Pereira Gamba y Cia " es innegable, como se
puede ver por los pleitos que se presentaron con los pobladores. Sin embargo, no deja de
ser cíettv que también se buscaba establecer núcleos políticos liberales en una zona
: je se estaba poblando por antioqueños, aunque no todos eran conservadores. Se sabe
que el carácter de fuerte político liberal era cierto para Villamaría, pueblo situado en
toda ia frontera política con Antioquia. En el caso de Pereira, la idea no están fácil
de aceptar, como sí lo hace Morales Benítez basadoen lasMemorias de Salvador Camacho
Roldar. Véase Morales, ai cit
13 Gutiérrez, ob su pp. 55 Ramón E. Paláu era un importante político, abogado y
comerciante de Cartago. que anduvo por lazona de Salento desde 1860 y obtuvo el privilegio
de mantener el Camino Nacional del Quindío. por un período de cincuenta años y en 1868
una concesión de 320 hectáreas de baldíos en la zona. Véase Sánchez, ob. cit. pp. 54 -55
1 Ibid
otorgaron 12.000 hectáreas en favor de las nuevas poblaciones Nueva
Salento, San Francisco (Chinchiná), Palestina, Nueva Segovia y El
Carmen, por 1a ley 263 de 27 de septiembre de 186915.
Por su parte el proceso de consolidación de Pereira continuaba:
El señor Guillermo Pereira Gamba dueño de un globo de tierra entre los
rios Otún, Consota en la quebrada de Goya y el límite de los terrenos de
los indígenas de ¡os Cerrillos hizo donación a los pobladores del caserío
de Pereira antes Cartago Viejo y de los individuos que hasta dentro de un
año vayan a establecerse en ese lugar un área de terreno de más de dos
leguas cuadradas que vale $4.000. Queda situado también en el municipio
del Quindío16.
Como se puede observar la política de baldíos en Colombia era algo
errática En el caso de los baldíos caucanos intervenían al menos cuatro
: lerzas diferentes: el Gobierno de la Unión estaba adjudicando terrenos
a particulares mediante la redención de bonos de deuda externa y como
concesión por la construcción de caminos y de obras públicas y
:amb;én r>ara la fundación de poblados; el Gobierno dei Cauca, al igual
que el Gobierno Central, para ei estímulo de obras públicas y la fundación
•de pueblo?, los particulares estimulando procesos empresariales que
buscaban valorizar y crear un mercado de tierras mediante la fundación
de pueblos > la ampliación de ia frontera agraria y. por ultimo, ios colonos
que trataban ¿e sacar adelante pequeñas unidades productivas.
Estas fuerzas tendían a chocar > la frontera se podría convertir en
ev entuaí zona de conflictos. Para evitarlos el Gobierno del Estado del
Cauca consideraba que el proceso de colonización de baldíos no podía
dejarse al libre arbitrio de ios colonos o a la voracidad de los empresarios.
Por ello en 1865 publico un aviso oficial en el que el Secretario de
Hacienda y Fomento comunicaba"[...] que en los asuntos de adjudicación
15 Peregrino Santacoloma: Memoria del Secretario de Hacienda del Estado
Seherano del Cauca a ¡a Convención. Popayán Imprenta del Estado, 1872. p. 6. El pap!
de Paláu como tramitador de consesiones puede verse en A.H.M.: Anónimo, cit. p
135
1 Ibid
de tierras baldías, el Gobierno del Cauca se atendrá a lo dispuesto
respectivamente por el decreto ejecutivo de 20 de agosto de 1856"' 7 .
El control directo del proceso colonizador llevó a que se realizaran
algunas adjudicaciones de terrenos que pertenecían al Estado, que se
caracterizaron por ser sumamente pequeñas (6.4 hectáreas) cuando se
trataba de colonos y mucho más generosas cuando de concesionarios se
trataba (Véase cuadro # B. 1). Esta política se vio obstaculizada por el
desconocimiento que existía acerca de la extensión de baldíos que
correspondían al Estado del Cauca. En efecto, averiguaciones realizadas
por Peregrino Santacoloma, Secretario de Gobierno del Cauca en 1872,
mostraron que el Estado no poseía prácticamente ningún terreno y que,
por lo tanto, no podía controlar la colonización. Desde este punto de
vista 1a situación era grave, pero paradógicamente, no podía ser más
ciara.
Contaba el Estado [decía Santacoloma] con 1.440 hectaras jsic] a! que le
daba derecho ia ley de 19 de mayo de 1865: pero habiéndose reclamado
la expedición dei correspondiente titulo, no pudo conseguirse porque
según lo manifestó el señor Secretario de Hacienda y Fomento de la Unión
en nota de 20 de enero de! corriente año, señalada con el número 249
sesión 3era, ramo de tierras baldías, desde ios años de 1856 y 57, se habían
librado los debidos títulos por 8.5.000 hectaras en favor de las antiguas
provincias de Buenaventura, Chocó, Pasto y Popayán, y por lo tanto
quedó únicamente en favor del Estado un saldo de 55.000 hectaras, por
las cuales se dá que habrá de obtenerse el debido titulo'8.
Sorpresa mayúscula se llevaron los funcionarios caucanos cuando
no encontraron ¡os títulos que dieran cuenta de esas 85.000 hectáreas.
Todo obedecía a las constantes cambios en la organización políticoadministrativa del Estado. En efecto, la desaparición de las antiguas
provincias y la creación de los Estados Soberanos llevó a que la información sobre Baldíos se perdiera.
17 Gacela Oficial del Cauca, Popayán. Febrero 8 de 1865. pp. 315.
18 Santacoloma, ob cit., p. 6.
Inútiles han sido las diligencias que se han practicado para descubrir en
los archivos de las gobernaciones y cámaras de las antiguas provincias el
destino que se diera a ios títulos que contenían las referidas 85.000
hectaras de tierras, de cuyo fin no ha podido obtenerse resultado alguno.
Más, incansable el Poder Ejecutivo en el camino que se ha trazado a este
respecto, se han pedido nuevos datos sobre el particular al señor
Secretario de Hacienda y Fomento de la Unión1".
Pero las sorpresas no habían terminado: de las 55.000 hectáreas
restantes al Estado no le quedaba pi ícticamente ninguna, ya que los
gobiernos anteriores había dispuesto de ellas:
Pero hay algo mas sobre este asunto: que de las 55.000 hectaras de tierras
que resultan en favor del Estado, solo le quedan hoy 500 hectaras por
haber dispuesto de las 54.500 restantes por las siguientes concesiones
1. 40 000 hectaras en favor de! señor Juan Bautista Mainero y Truco, por
Decreto Legislativo No.l 13 de 9 de octubre de 1863.
2 1.500 hectaras a favor del señor Félix de la Abadía por decreto
legislativo # 202 de 20 de agosto de 1867.
3 12.000 hectaras a favor de tas nuevas poblaciones de Pereira. Nueva
Salento. San Francisco, Palestina, Nueva Segovia y El Carmen, por la ley
263 de 27 de septiembre de 1869: y
4. 1 f.i(K) hectaras a favor del doctor Güiliento Pereira por el decreto
ejecutiv o # 30 del 21 de octubre de 1869. publicado en el # 308 de la
Gaceta Oficial de! Estado20
La situación obligaba a realizar una investigación que diera cuenta
de lo sucedido. Salta a la vista que el Estado de! Cauca dispuso de los
baldíos como si fuera un recurso ilimitado. Las adjudicaciones que se
mencionan, obedecían a la política de apertura de caminos. No obstante
esto, la adjudicación hecha a Mainero y Trueco en un volumen tan
considerable que lo convirtió en uno de los empresarios de procesos
colonizadores en la región del A trato21, es explicable si se piensa en su
19 Ibid
20 Ibid.
21 V. Luis Fernando Molina L.: "El Viejo Mainero". en Boletín Cultura! y
Bibliográfico, vol. XXV. U 17. Bogotá, Banco de la República, 1980. pp 6-7
amistad con Mosquera. Así. las relaciones políticas explican las
adjudicaciones tan considerables a los empresarios; este también es el
caso de Félix de la Abadía o Pereira Gamba. Este último era hermano de
Benjamín Pereira quien fue Secretario de Gobierno en 1871.
Las averiguaciones adelantadas en Bogotá, llevaron a que el 18
abril de 1872 se otorgaran al Estado del Cauca 57.000 hectáreas para
completar lo que se le había señalado por la ley de 19 de mayo de 1865
y a que se anularan los títulos de baldíos adjudicados a las provincias, lo
que permitió que en 1874 se recuperaran ¡as 85.000 hectáreas iniciales así:
Provincia de Buenaventura
13.000 hec. del 9-11-1856.
Provincia del Chocó
16.000 hec. de! 19- V-1857.
Provincia de Pasto
40.000 hec. del 19-II-1856.
Provincia de Popayán
16.000 hec. del 19-1II-18572;.
Investigaciones posteriores permitieron recuperar un buen volumen
de baldíos que habían sido adjudicados a empresarios de caminos que
no habían cumplido con lo estipulado en los contratos. Son los casos de
Guillermo Pereira Gamba a quien en 1876 le fueron anulados títulos por
12.500 hectareas y de Francisco Javier Cisneros a quien por Ley 25 de
1878 se le anuló una adjudicación por 200.000 hectáreas por rescisión
del contrato de construcción del Ferrocarril del Cauca. Así mismo se
anularon otras concesiones voluminosas que habían sido hechas a
políticos y empresarios importantes del Cauca (Véase cuadro B.2).
La recuperación de los baldíos obligaba a que el gobierno del Estado
tomara medidas que impidieran que estos volvieran a "desaparecer".
Para el efecto, se acogió el decreto expedido en Bogotá el 28 de julio de
1879, en el que se señalaban las formalidades que deberían ser llenadas
por quienes solicitaran baldíos:
En el caso de cultivadores, (colonos)
1. demostrar la calidad de baldío del terreno solicitado. Bastaba una
declaración de "Nudo Hecho", con base en cinco testigos idóneos.
22 Véase Francisco José Ch&uxMemoria del Ministro de Industrias al Congreso
S acional en las sesiones ordinarias de ¡931, Tomo V, Bogotá, Imp. Nacional, 1931
2. Los derechos que permitían ia solicitud del terreno eran:
1. Cuando se tienen labranzas y habitación en terreno que no han recibido
destinación de acuerdo a la ley, se adquiere propiedad de la parte
cultivada cualquiera que sea la extensión.
2. Si establece en tierras baldías dehesas de ganado o siembras de cacac
café, caña de azúcar, u otras plantaciones permanentes, tendrá derecho a
que se le adjudique una extensión igual a la cultivada.
3. En caso de que los colonos demarquen por sí mismos ¡os terrenos en
que se establezcan, siempre que loshagan con cercas firmes y permanentes
que impidan e! paso de ganados, adquirirán ¡a propiedad del terreno
demarcado.
4. Cuando además de lo anterior, ei colono haya vivido en el terreno
ocupado por más de cinco años tendrá derecho a treinta hectáreas de
terreno adicional
Si el terreno solicitado pasaba de cien hectáreas debería el colono
levantar un plano donde constaran los linderos y los nombres de los
propietarios de los lotes vecinos. Si el terreno fuera abandonado por un
término no menor de cuatro años perderá la propiedad del terreno que
revertirá en la nación. En el caso de concesionarios por títulos o por bonos
territoriales de 1a deuda externa, el procedimiento se reducía enormemente. pues sólo había que anexar la información de "Nudo Hecho" y un
plano detallado del terreno solicitado. Toda solicitud se haría ante el
presidente, el gobernador o el prefecto2'
Los
EMPRESARIOS TERRITORIALES
A pesar de los esfuerzos realizados por el estado caucano por lograr
una colonización controlada de sus territorios, la ¡legada de colonos llevó
al desarrollo de uno de los experimentos de colonización empresarial más
importantes de la historia colombiana, importancia que radicó no sólo en
el volumen de tierra que incorporó sino también en la gran cantidad de
conflictos que generó,
2? Rcisrro Oficial. • 50. Popayán, 21-11-18,SO. pp. 2-3.
Las posibilidades de un manejo empresarial de la colonización
antioqueña llevaron a que se conformara un importante grupo de
empresarios caucanos (nacionales y extranjeros, conservadores y liberales) quienes proctocolizaron en Manizales la "Empresa de Burila", el
25 de noviembre de 188424. Los antecedentes a ia empresa se remontan
hasta el 9 de octubre de 1868. cuando la tradicional familia caleña de los
Caicedo, herederos de José Ma. Caicedo Zorrilla, se reunieron en la
Notaría Segunda de Cali para dividir los bienes en 1845. Estos bienes
estaban compuestos por la Hacienda de La Paila con sus semovientes, la
Hacienda del Dovio en el Valle de Cajamarca, la mina de Santa Ana y
tierras de pan sembrar, los terrenos del Hato de Lemos o San Juan de
las Palmas, la salina de Burila, la casa en Cali,y un derecho en la casa de
los Portales ; \ De esta división correspondió a Lisandro y Buenaventura Caicedo la hacienda de la Paila que incluía el importante globo de
terreno denominado "Burila", en la parte montañosa de i distrito del
Zarzal.
Las tierras de Burila permanecían como un globo inculto donde los
propietarios explotaban una salina. Dado el desarrollo de la colonización
en el Qiiindio. en la zona se habían establecido algunos colonos que
trabajaban la tierra y algunas fuentes salobres. Lisandro Caicedo, un
importante hombre de negocios caucano, vio en la presencia de los
colonos la posibilidad de realizar un importante negocio mediante el
control de la colonización, que permitiera crear un mercado de tierras.
Para lograr esto, el 30 de junio de 1884 inició en Tuluá el proceso de
deslinde de sus terrenos, para separar de la hacienda La Paila, la porción
de Burila que comprendía las tierras que iban desde el camino público del
Valle hac ia la "S ierra de los Pijaos", primer ramal de la cordi llera Central
En la ceremonia de deslinde, don Lisandro, hizo levantar el teodolito unos
cuantos grados al nororiente y logró que la cordillera nevada de los Andes
se llamara, a partir de ese momento, "Sierra de los Pijaos", aumentando
24 Notaría Segunda de Manizales, Tomo II, 1984. folios 1.028-1.036.
25 Notaría Segunda de Cali. Tomo II, año 1868. Hscritura 127, ff. 371 y ss
de una manera asombrosa la extensión de su globo de tierras q„e a pa
de ese momento incluyó grandes porciones de baldíos nacionales
Con esos terrenos se inició 1a mencionada "Sociedad Burila" de ia
que formaron parte los hermanos Caicedo, como socios mayoritarios.
y un importante grupo de personajes del comercio y de ia política caucana
entre ellos el General Eliseo Payán, el General Miguel Hurtado, Federico
Restrepo, Manuel M. Castro, Primitivo Valencia, Joaquín de Caicedo
Caicedo, Juan de Dios Ulloa, Rafael Reyes, Eustaquio Palacios, Belisario
Zamorano, Julio Bertin, Belisario Buenaventura, C. H. Simmons, Elias
Reyes, Fortunato Cabal, José M. Rivera Garrido, José M. Domínguez,
Manuel A. Sanclemente, Manuel M. Sanclemente, ei Banco Industrial de
Manizales > el Banco del Estado del Cauca de Popayán, entre otros La
sociedad se estableció con capital limitado de S100.000 dividido en i .000
acciones, valor estimado de los terrenos que se dividieron en 200
fanegadas a $100 c/u. De ias acciones ios Caicedo se reservaron 400.
dedicando ias 600 restantes al fomento de la empresa.
Las tierras se dedicaron ai fomento de ia colonización, pero según el
artículo 40, en el lugar más adecuado de los terrenos y donde se unieran
las vías de! Tolíma, al Valle del Cauca y Antioquia se reservaba 1a
compañía un lote de 4.000 fanegadas donde se establecería una ciudad en
400 fanegadas. De ios terrenos restantes se adjudicaría a título gratuito a
ios pobladores, fueran accionistas o no, lotes de 25 fanegadas con la
condición de ocuparlas cotí cultivos y no abandonarlas. Estos pobladores tendrían también derecho a un lote en 1a ciudad con el fin de que
edificaran en él.
En la medida en que la empresa debería desarrollar pianes de
coionización buscó ei apoyo de experimentados colonizadores
antioqueños, vecinos de Manizales, tales como los miembros del concejo
directivo Manuel M. Gnsales. Simón López, y el gerente Marcelino
Arango. socios minoritarios, quienes actuaron como testaferros en la
expulsión del gran número de colonos que se encontraban ocupando ios
Zt Notaría Segunda de Manizales, Tomo 5, 1910.
baldíos como lo demuestran las diligencias que se llevaron a cabo en el
juzgado de Cartago por los agraviados y por el Procurador del Estado,
quienes desde 1887 iniciaron los pleitos contra la empresa, los que se
incrementaron a comienzos del Siglo XX1
Desde luego las demandas no frenaron la voracidad de los empresarios, lo que obligó a que se dictara un nuevo decreto, el # 20 de 7 de
octubre de 1887, que regulara la colonización, la explotación e inmigración en los baldíos caucanos. El decreto prohibía la destrucción de
caucheras, de quinas, de palmas de cera y de maderas preciosas; latala de
las selvas o el establecimiento de sementeras en la suela plana de los rios
Quindío o La Vieja, y Santo Domingo en el Quindío. Apía y la Hoya
del Risaralda en la Provincia de Toro, llanos de Curazamba en el Atrato,
""pues tales terrenos se destinan para los usos públicos que disponga el
gobierno", a quienes los ocuparan no se les daría título y podrían ser
expulsados. Exigía también el respeto de los resguardos indígenas28
Apoyados en este decreto y tratando de evitar que se destruyeran las
plantas útiles y que se explotaran clandestinamente las minas de oro y
plata, funcionarios oficiales de Riosucio denunciaron que
Asociaciones de personas de Cali y i uluá y un extranjero que ios dirige,
han invadido los bosques de la jurisdicción del distrito municipal de Toro
Provincia del Cauca y parte de los de San Juan y están destruyendo de
cuajo inconscientemente y de una manera rudimental las grandes arboledas de caucho, incienso y bálsamo, cuyos árboles derriban de raiz para
extraer las resinas [...]
Ricas minas han descubierto y sin duda descubrirán los grandes criaderos
de oro que contiene 'El Cerro Torra" cuyas riquezas pudiera explotar el
Gobierno por su cuenta [...p.
Detrás de estas act i v idades se encontraba el ya mencionado empresario
era presidente de la "Compañía Minera y Constructora del Valle del
27 Cfr. LeGrand. ob cit.
28 Registro Oficial, # 126. Popayán. 27-X-1887. p. 2.
29 Riosucio. 16-IX-1887. en Ibid.. # 137. p.2.
Cauca" 30 , quienes esperaban comprar al gobierno esos baldíos. Los
denunciantes propusieron que antes de venderlos era necesario
proceder a examinar los terrenos para detectar las posibles riquezas que
encerraban31.
La llegada de este tipo de empresarios a la zona noroccidental del
Cauca ocasionó problemas con ios colonos quienes con frecuencia se
establecían en tierras ya adjudicadas por concesión, o que no estándolo
estaban en ia mira de los ambiciosos empresarios territoriales. Por
ejemplo en 1887, en Riosucio se denunciaba que en carteles públicos ei
señor Manuel Antonio Mejia, vecino de Manizales, anunciaba haber
propuesto la compra de los baldíos de la zona de "La Habana o Aguas
Claras",
donde hay más de treinta colonos cultivadores, que no mencionó en su
denuncio y que sin embargo de no mencionarlos, les ba intimado despejo
de sus plantaciones donde tienen casas y labranzas respectivamente
cercadas por ellos; y se sabe además que en esa zona denunciada existen,
una rica fuente de sal, y una mina de oro y plata, que tampoco denunció
Las actividades de Mejia eran estrategias desarrolladas por 1a
"Compañía Explotadora de Minas" mencionada, que gerenciada por
José María Buenaventura, seguía utilizando a manizaleños en su afán de
acaparar baldíos en los distritos mineros con el fin de controlar las
minas existentes en ellos53
Desde luego, las acciones de los empresarios no se redujeron a esto.
En 1887 vecinos de Finlandia se quejaron de que algunos antioqueños
propietarios de Bonos Territoriales querían adquirir terrenos a la orilla del
no La Vieja donde estaban establecidos bastantes colonos34. Por eso
pidieron protección contra los que "prevalidos de su capital lanzan de
30 V. H\ i and. ob. cu.. pp. 210 y ss.
31 Registro Oficial # 137, citado
32 Ibid.
33 Ibid
34 Para una información más amplia sobre ias poblaciones del Quindío \ sus
problemas durante la colonización puede consultarse ia obra de Peña, citada.
esos terrenos a los padres de familia que hoy los ocupan impidiendo así
la inmigración que cada dia es más numerosa a esta provincia"35. Al
respecto los colonos optaron por pedir que se les diera el tratamiento de
"colonia", para lograr adjudicaciones por 12.000 hectáreas, y de paso
solucionar el prot: ema con los empresarios territoriales16. Algo similar
ocurrió despues de ¡a fundación de Belalcázar (1888) y en Salento desde
1889 donde los vecinos se quejaban de la tácticas acaparadoras de los
empresarios territoriales, obligando a que el Ministro de Hacienda
dictara una resolución para impedir "que unos pocos especuladores de
bonos territoriales se apoderen de grandes extensiones de terreno en
periuicio de ¡os pobladores y cultivadores establecidos allí" 37 .
Los
"VAGOS"
\ VTIOQUEÑOS
Con los de colonos también llegaron oleadas de problemas. Vamos
a referimos de ana forma muy somera, a los que se dieron en la vida
diaria y que teman que er ante todo con alteraciones del orden público.
Ya ia política nicial de colonización adelantada por el Cauca había
llevado :."• un grupo importante de delincuentes cancanos, peto la
continua llegada de v agos antioqueños" convirtió la frontera en una
zona de refugio para delincuentes paisas3"'
35 Citado por Palacios, ob. cit, p. 276.
36 Sánchez, ob. ci pp. : 5 > ss.
38 La
bibliografía más reciente sobre la colonización antioqueña hace tímidos
intentos por no presentar la como la arcadía feliz y democrática que nos trasmitiera
Parsons > que fuera aceptada si:; mucha crítica en los medios académicos hasta convertir a
la colonización en una leyenda rosa. Et primero que intentó borrar esta visión fue
Marco Palacios quien en su excelente trabajo sobre el café (citado), puso en evidencia
los conflictos que ei proceso conllevó. No obstante, la timidez mencionada lo lleva
a añrmai 'La frontera los protegía [a los colonos. A.V.] de los vaivenes de 1a política
y las guerras, del reclutamiento, las requisiciones y las tropelías, la lucha implacable contra
la naturaleza y el
aislamiento apuntalaba comportamientos toscos pero fraternales"
En realidad ios toscos comportamientos en muchos casos fueron más violentos que
fraternales, al menos eso se pensaba en ei Cauca, y como se verá más adelante, lo pensaban
también algunos antioqueños. Respecto al carácter de los colonizadores, que (sigue...)
Aunque desde 1871 se denunciaba la criminalidad en la zona de
colonización al afirmarse que en el Norte del Cauca predominaban los
delitos de homicidio y heridas39, fue con el proceso de centralización
política (que llevó a la desaparición de los Estados Soberanos) cuando la
violencia en la zona se incrementó. En efecto, en el período conocido
como '"La Regeneración", con su aparente homogeneización política en
favor de los conservadores, la colonización de ia frontera se incrementó
al desaparecer los antiguos antagonismos políticos entre los "godos"
antioqueños y ios liberales caucanos. Don Guillermo Botero, vecino de
Sonsón, en febrero de 1886 escribió una carta a El Correo del Pacífico
en laque señalaba las bondades de la colonización antioqueña en los ricos
territorios caucanos, que por disposición de ia Constitución de 1S86
habían pasado a ser de propiedad de la Nación. Mostraba como hecho
importante que "La Regeneración" había borrado los antiguos
antagonismos que exitían en el campo político entre Antioqueños y
Caucanos, pero también exponía ios problemas que ello había traído:
También reconocemos que hasta cierto punto ha habido razón para que
eí calificativo de antioqueño no goce de muy buena aceptación en el
Cauca, pues con no poca frecuencia se ha acreditado allí como simbólico
de maldad y perversidad por gente de mal pelage que a él acuden, los unos
huyendo de la acción de los tribunales, cuáles buscando teatro donde no
siendo conocidos puedan ejercer más fácilmente sus deprabadas pasiones;
y los otros impulsados por el espíritu aventurero que casi siempre no es
otra cosa que el camino que conduce a los vicios. Pero estos tales en
manera alguna no representan el carácter antioqueño y mucho menos el
colono del que hemos hablado del cual son, como se vé el tipo opuesto40.
Para 1887, existía preocupación en el Cauca por lo que estaba
puede ayudara explicarlaviolencia, Friederich vori Schenck al señalar que los habitantes
de la frontera eran prácticamente todos antioqueños, agregaba que no todos eran
los
mejores elementos de la madre patria". V. su obnVtojesporAntíoqviaen el año de l8Sf>.
Bogotá. Banco de la República. 1963, p. 48
39 Benjamín Pereira Gamba Informe del Secretario de gobierno del Estado Soberana
del Cauco a la Legislatura de 1871, Popayán, Imprenta del Estado. 1871 pp 19
40 El Correo del Pacífico. ¡t 38, Cali. 5-V-l 887. Pág. 64.
sucediendo en ias poblaciones del Quindio:
Muchos criminales profugos del departamento de Antioquia, se han
asilado en dichas poblaciones, . \ i\ en allí entregados a toda clase de
excesos \ cometiendo actos de la más repugnante inmoralidad. No
reconocen ninguna autoridad, ni tienen Dios ni Ley; y seguramente por
encontrarse en el centro de la Montaña se creen autorizados para cometer
toda clase de delitos con la más entera libertad'".
Esto obligó a que se hiciera un llamado para que el Gobierno Nacional
interviniera en la solución del problema:"El gobierno del Cauca debe
exigir a los antioqueños que vienen a situarse en los terrenos pertenecientes a este departamento un certificado firmado por las autoridades
pro', inciales ¿e An: oqu:a. rara comprobar que son hombres honrados
En consecuencia, el Gobierno del Departamento del Cauca, dictó el
Decreto # 20 de " de octubre de 1887. que entre otras cosas ordenaba:
"Todo individuo que desee avecindarse deberá traer certificado de que
no tiene causas pendientes ce ningún upo en su lugar de origen"'".
LA COLONIZACION DE LA COSTA PACIFICA
i_a colonizacion de las regiones costeras del Pacífico y Atlántico
correspondientes al Cauca sufrieron procesos ae colonización prácticamente desde ia conquista cuando se intentaron fundar ias poblaciones de
Buenaventura y Toro. Esto, desde luego, estaba asociado a la búsqueda
de una salida ai mar, pero principalmente a la explotación de los distritos
mineros de la Gobernación de Popayán. Así, en el Siglo XVIII estaban en
explotación los distritos del Chocó, del Raposo, de Barbacoas y Tumaco
y se habían establecido algunos poblados como Bebará, Quibdó, Itsmina. Tadó, Buenaventura, Guapi. Barbacoas y Tumaco 44 .
41 Ibid # 39. Cali, 26-V-1887.
42 Ibid.
43 Registro Oficial, # 126, Popayán, 27-X-1887. p. 2.
44 V Germán Colmenares: Historia Económica y Social de Colombia, Tomo II.
Poparan: Una sociedad esclavista. 1680-1800. Bogotá, Ed. La Carreta, 1979. (sigue .)
Estos poblados muestran continuidad durante el período republicano
y, por los desórdenes civiles presentados desde las guerras de
independencia y la liberación de los esclavos, aumentaron su población
con la llegada de grupos negros de otros sitios de la Gobernación. Con
todo la región no atrajo mucha población blanca dada ias difíciles
condiciones que ofrecía la selva húmeda del litoral. Esto ¡levó a que ía
población se ubicara principalmente en zonas abiertas desde el periodo
colonial y que permitieran continuar con la explotación de ios antiguos
distritos mineros, como se verá posteriormente. No obstante, algunos
grupos negros iniciaron procesos poblacionales en zonas nuevas y
aisladas.
Como en los otros sitios el Estado del Cauca necesitaba mostrar 1a
presencia caucana en estos lugares, pero no contaba con población que
pudiera iniciar ei proceso colonizador. Para solucionar esto estimuló la
colonización empresarial por medio de la concesión de baldíos a ios
constructores de caminos, quienes se encargarían, además, de atraer
colonos de otros estados. Esto se dio principalmente en el norte, en la
región del Atrato, donde la presencia caucana era más débil y donde era
indispensable construir caminos que permitieran ia vinculación con el
Océano Atlántico ya que todo ei flujo comercial de! Chocó era
capitalizado por contrabandistas y por empresarios antioqueños45.
Así el 7 de octubre de 1863 la legislatura aprobó una propuesta
presentada por José Vicente Uribe, Antonio de Jesús Uribe, Rafael
Restrepo. Juan Pablo Arango, Santiago Santamaría, todos antioqueños,
quienes apoyados por el empresario italiano Juan B. Mainero y Trueco
ofrecieron construir un camino que comunicara a Quibdó con el Atrato
Lo importante del contrato consistió en que la Legislatura Caucana Ies
concedió 40.000 hectáreas de baldíos a lo largo del camino. Estas tierras
Bernardo Merizalde del Cáime.n:Estudio de ta Casta Colombiana del Pacífico. Bogotá.
Imp. del Estado Mayor General, 1921. Mario Diego Romero "Ei PoblamientoNegreen la Costa Centro-Sur del Pacífico Colombiano. Siglo XVIII". Cali, Universidad del Valle
tesis de maestría, inédita, 1990
45 Cfr, Molina, ob. cit. p. 5
fueron utilizadas por Mainero para iniciar una empresa colonizadora que
ofrecía gratuitamente una extensión de 80 a 100 cuadras de terreno a los
colonos que se establecieran a la orilla del camino. También dotaría a cada
familia con una casa y su correspondiente cocina, con vacas y cerdos para
iniciar dehesas y con las herramientas necesarias para poner a producir
las parcelas en compañía o según el convenio que con cada familia
firmaría. Esto era ofrecido solamente a 30 familias que se comprometieran a tener desmontados en el término de seis meses 6 almudes de tierra
por lo menos y que se ubicaran en puntos equidistantes de 40 a 50
cuadras a lo largo del camino. Estos colonos tendrían la propiedad del
terreno a los cinco años de estarlo cultivando4'
Con base en estas ofertas se abrieron unas cuantas fincas por
colonos y empresarios antioqueños47. No obstante la prórroga del privilegio en 1874 y 1877, la empresa del camino y de colonización fue un
rotundo fracaso y Mainero debió devolver 39.000 hectáreas de terrenos
baldíos al Estado de! Cauca (Véase cuadro # B-2)
Otros empresarios recibieron terrenos en la costa de! Pacífico, sobre
todo en Bagado y Quibdó, cuyas concesiones estuvieron asociadas
a explotaciones mineras, pero al no poder ocupar la totalidad de las tierras
adjudicadas debieron revertir ia concesión a! Estado (V. Cuadro # B-2).
La adjudicación de baldíos no se hizo únicamente en particulares,
también se estimuló la ocupación por medio de la creación de colonias
agrícolas como la de "El Carmen", cuyos pobladores fueron dotados
con 12.000 hectáreas por ley del 27 de septiembre de 186948. El proceso
debió haber sido exitoso, puesto que sólo reintegraron al Estado la
cantidad de 1.500 hectáreas no ocupadas (V. Cuadro B-2).
L a situación de la costa continuó prácticamente igual a la de 1863
cuando se creó el Estado Soberano del Cauca. En una visita realizada a
los pueblos de la costa realizada en 1881 por Alejandro Micolta encontró
46 Una copia del contrato aparece en ibid. pp. 7-8.
47 V Ibid.. nota # 14. p 7
48 Santa Coloma, ob cit. p. 6.
que la situación había empeorado, puesto que los pueblos del litoral
Pacífico seguían basando su economía en la relación comercial con el
Valle del Cauca, en el comercio panameño y en la producción de oro de
Barbacoas y Chocó. Los censos de población hechos "al tanteo''
arrojaban que aquellos inmensos territorios, a pesar de sus riquezas sólo
albergaban 5 5.000 habitantes. En 1o que se refería al comercio encontraba
que hacía falta la creación de una Aduana en el Atrato para frenar el
contrabando que se hacía en beneficio de Antioquia y Bolívar y en
perjuicio del Cauca:
El Tantas veces caducado privilegio concedido al señor Juan B. Mainero
y Trueco está nuevamente en infusión, porque los comerciantes de ias
partes sur y occidental de Antioquia, se han apercibido de que trayendo
sus mercaderías al puerto libre de Colón en el Atlántico, pueden
introducirlas Ubres de polvo y paja por el Atrato a estos municipios y a
los Departamentos limítrofes del Estado de Antioquia. bien por la via de
Arquía, la de Quibdó o cualesquiera otras.
En efecto, hay organizadas acaudaladas compañías con tal propósito
según informes de personas competentes45.
A lo largo de los años ochentas la costa sufrió un tímido proceso
colonizador que se vió estimulado por la búsqueda de oro y por las
actividades contrabandistas. Esto llevó a que el 10 de octubre de 1889 el
fiscal de la provincia de Atrato dijera que en su jurisdicción se presentan
pleitos por tierras baldias que exigían solución:
Creo oportuno que el Gobierno debe intervenir, nombrando una comisión
para que informe detenidamente las porciones baldías, o se les adjudique
a los que han empezado a cultivar lo que les corresponda legalmente,
evitando asi desacuerdos en ios que más quieran abarcar sin título alguno,
impidiendo a otros brazos que también cultivan con provecho la agricultura50.
49 Rejistro Oficial, tf 155. Popayán, X-1881, subrayado en el original
50 Ibid, Popayán. 17-XI1-1889, p. 28.
El escrito fue remitido a las autoridades correspondientes con el ñn
de que aplicaran las leyes sobre baldíos e hicieran las listas de los
ocupantes con sus linderos, extensión, etc.. No obstante esto, la región
siguió prácticamente desocupada, en tanto que los procesos colonizadores
más importantes se seguían desarrollando en tierras que ofrecían más
favorables condiciones ambientales como las del Quindío.
LA COLONIZACION DEL GRAN CAQUETA
Mientras que el gobierno caucano dedicó todos sus esfuerzos a
controlar la colonización de la frontera quindiana y a estimular tímidos
procesos ocupacionales en las costas y en los distritos mineros, los
territorios que se ubicaban en la zona oriental del Estado entre las
estribaciones de la cordillera oriental andina y el Amazonas, permanecían
prácticamente inexplorados a pesar de que desde ia colonia habían sido
convertidos en territorios de misiones, lográndose la fundación de algunos
pueblos de indios que serían la base para que en el Siglo XIX se
estableciera la Prefectura del Caquetá, con 23 pueblos, 242 blancos y
16.791 "indios civilizados'"1.
Como en el caso del Quindío los primeros intentos de estimular la
colonización de esos territorios los dio el Estado Nacional a partir de la
expedición de la ley que creó y organizó el territorio del Caquetá,
expedida el 2 de mayo de 1845. cuando su artículo 8o autorizó al Poder
ejecutivo para que otorgara 150 fanegadas (60 Hectáreas) de tierra a cada
familia que se estableciera en él 52 . Esto no parece haber dado muchos
51 Sobre los procesos de ocupación colombiana en la región amazónica puede
consultarse Silvia Mora Sierra "Bases antropológicas para un estudio integral del
Corregimiento delaPedrera en el Bajo Caquetá", erRevista Colombianade Antropología
vol. XVIII. Bogotá, ICAN, 1975: Roberto Pineda C: "Panorama déla Historia
Económica de la Amazonia (Siglos XVII-XIX)", enBoletín de Antropología, vol. 6. #
21, Medellín, Universidad de Antioquia, 1987; del mismo autor en conjunto con Héctor
Llanos: "Etnohistoria del Gran ('aqueta". Bogotá. Fundación para la promoción déla
Investigación y la tecnología, Banco de la República, 1983.
52 Chaux, ob, cit., tomo IV, pp. 65-66.
resultados y con el paso de estos territorios al Estado Soberano del
Cauca en 1863, prácticamente, toda política colonizadora se abandonó.
No obstante, en 1865 se pudo fundar la población de San Sebastián del
Putumayo, en un territorio que encerraba grandes riquezas, especialmente tagua, caucho y algunas quinas.
Argumentando la falta de políticas colonizadoras sobre este inmenso
territorio y la necesidad de civilizar a los indígenas habitantes en él, el
Gobierno Nacional solicitó al del Cauca, en 1869, la cesión del territorio
del Caquetá, la que fue negada por ia Legislatura de 1869. En 1870 el
Gobierno Nacional reiteró su petición agregando una solicitud sobre el
territorio del Darién en el Océano Atlántico. El gobierno del Estado
consideró que no debía cederse parte alguna de los territorios caucanos.
porque eso sería renunciar a la mejora material y a la colonización, lo que
significaba ni más ni menos que regresar a la época del Centralismo.
Consideraban además que:
La constitución atribuye al poder federal y al de los Estados la civilización
de los indígenas, pero esto, no quiere decir que sea necesario ceder
porciones del territorio. El argumento de la civilización de salvajes le ha
servido al gobierno para pretender controlar ¡os territorios de San Martin.
San Andrés, y San Luis de Providencia. Casanare y Bolívar, y Tulenega.
se han solicitado también los de la Guajira y Sierra Nevada en el
Magdalena y los del Caquetá y Darién en el Cauca, io que demuestra la
tendencia absorvente de ios gobiernos centrales".
A pesar de oponerse a tendencias absorventes del gobierno central, el
Cauca, no estaba en capacidad de ocupar estos territorios, civilizar a los
indios y desarrollar efectivas políticas colonizadoras. Es por esto que las
selvas del Caquetá eran mantenidas como una reserva de donde se
podrían extraer materias primas exportables; ante ¡a falta de colonos los
encargados de hacerlo fueron compañías privadas.
Pero el Gobierno de la Unión no era el único que tenía en su mira las
extensas selvas del Caquetá, Putumayo y Amazonas. En ellas también
53 Pereira Informe del Secretario de gobierno .. citado, p. 5.
estaban interesados paises limítrofes como Venezuela, Brasil, Perú y
Ecuador con los que no se había avanzado en las delimitaciones
territoriales54. Esta situación dificultaba que se adelantara cualquier
tipo de políticas que no suscitara inmediatamente las protestas del
gobierno extranjero que se considerara afectado. Así, en 1871, el gobierno del Ecuador se quejó de que las autoridades del Caquetá habían
mandado levantar un censo de la población de Coca que aquel gobierno
consideraba perteneciente a dicha república. El problema radicaba en
que los límites entre las dos naciones, no habían sido definidos y
mientras esto ocurría el Estado Colombiano creía su deber velar por la
población de dicho caserío. Esto no dejaba de ser un problema en tanto
que el gobierno Ecuatoriano pretendía tener también jurisdicción sobre
los pueblos de San Rafael y Aguarico, donde habían mandado Jesuítas
tratando de establecer una misión, a lo que se había opuesto el Gobierno
Nacional".
Esta situación de indefinición de límites ocurría con todas las
naciones de la Cuenca Amazónica como en el caso del Brazil, que en 1869
obligó a que ia Legislatura Caucana ordenara que se derribaran los
mojones que el gobierno Brasilero había levantado en los límites con
Caquetá'
Las pretensiones de gobiernos diferentes al del Cauca sobre el
Caquetá hacia urgente el establecimiento de caucanos allí. El primero
en explorar estos territorios fue un aventurero. Rafael Reyes, representante de la casa comercial caucana "Reyes Hermanos" que, como se
verá después, estaba dedicada a la comercialización de quinas y a la
54 Respecto a este problema puede consultarse a Mora, ob. cit., pp. 37 y ss. Una
buena síntesis de los arreglos limítrofes con paises vecinos aColombiaes la de Germán
Zea Hernández: "Proceso de negociaciones de C olombia para la demarcación y
señalamiento de sus fronteras terrestres", en Nueva Historia de Colombia, tomo III,
Bogotá, ed. Planeta, 1989.
55 Las tradicionales posesiones ecuatorianas en la región amazónica puede ser
consultada en María Elena Porras P..La Gobernación y el Obispado de Mamas.
Quito. Taller de Estudios Históricos (TEHIS)/ed. ABYA-YALA, 1987
56 Pereira, Informe del Secretario de gobierno..., cit., p. 11.
importación de artículos extranjeros57. Reyes inició en 1874 la exploración de un territorio prácticamente desconocido:
En Pasto no se conocía de la región que queda al Oriente sino hasta Mocoa
y de allí en adelante el vulgo, ignorante de la geografía, creía que quedaba
Portugal; confundían este pais con el del Brasil. Poblaban osas selvas de
monstruos y de terribles fieras, algo así como en lo desconocido >
fantástico como debió ser para la humanidad los mares y las regiones que
Colón descubrió58.
Desde luego, el territorio no era tan desconocido para la población
indígena en tanto que Reyes estaba informado de que un indígena de
Tapacunti hacía viajes por el Putumayo hasta el Amazonas llevando
zarzaparrilla y trayendo sal, lo que lo animó a realizar su viaje 59 . Los éxitos
que obtuvo en su viaje por el Caquetá, Putumayo y Amazonas lo llevaron
a establecer la empresa "Compañía del Caquetá", la que para interesar
a socios europeos publicó en 1877 el Mapa del Rio Putumayo, o Iqrf
Si bien la organización de tal compañía mostraba ya una presencia
caucana que le daba posesión a tales territorios, también planteaba el
problema que el comercio exterior de la zona sólo podía hacerse por ríos
internacionales, lo que escapaba al control de los estados soberanos. Esto
57 No es de nuestro interés entrar a detallar los procesos colonizadores que se
desarrollaron en esta región del Cauca, porque la mayoría de ellos, aunque fueron
estimulados en un comienzo por la extracción de quinas, fueron realmente desarrollados
durante el "boom" cauchero de comienzos del Siglo XX Al respecto existe una amplia
y conocida bibliografía. Una buena, aunque apretada, síntesis del papel jugado por le
empresarios en la colonización de esas selvas puede consultarse en J orge Villegas >
Fernando Botero: "Putumayo: Indígenas, Caucho y Sangre". ztCuadernos Colombianos.
u 12. tomo III. Bogotá, ed. La Carreta, marzo de 1979
58 Rafael Reyes Memorias 1850-1885, Bogotá. Fondo Cultural Cafetero, 1986,
p. 109
59Andre.ob cit.,p. 771. Exploraciones del Putumayo habían sido realizadas también
por el Genera! José María Obando, quien en 1840 debió huir al Perú por esta zona. V
"Episodios de la vida del General José María Obando. Su viaje al Perú por el Putumayo y
Maraftón". en Episodios de la vida del General José María Obando, Bogotá. Biblioteca
de Historia Nacional, vol CXX1I, ed Kelly. 1973.
60 Francisco A, Bissau y Rafael Rey es.Mapa del Rio Putumayo o ic;a. publicado
por la "Compañía del Caquetá". París. 1877
obligó a que en 1880, el presidente caucano, Ezequiel Hurtado, pidiera
que el Gobierno nacional interviera en lo que era de su competencia con
el fin de sacar aquella región del atraso en que se encontraba1,1.
Como se puede observar la ocupación de este territorio implicaba
solucionar una serie grande de problemas entre los que resalta el de los
indígenas que no habían sido reducidos a ia civilización62 y que sufrían
los ataques de comerciantes inescrupulosos que los esclavizaban a
pesar de estar prohibido en Colombia. El Gobierno de! Cauca consideraba
que para lograr 1a civilización de dichas tribus se hacía necesario abrir
caminos, establecer la navegación por alguno de los rios y estimular el
comercio. Esto no lo podía hacer el Estado, por lo que era necesario que
lo realizaran los particulares con el apo\ o dei Gobierno. Respecto a esto
ya existían algunos avances: la navegación dei rio Putumayo y una via
seca controladas por una compañía comercial. De otra parte, la libre
navegación de los rios del Caquetá estaba garantizada por la ley nacional
de 24 de mayo de 18 56 y una ley nacional de i 873 había declarado francos
los puertos del territorio del Caquetá, con el fin de fomentar el comercio.
A esto se unía el hecho que el señor Rafael Reyes había obtenido del
Gobierno del Brasil la excepción del 25% en que estaban gravados los
productos de exportación que pasaran por sus aguas. Sólo hacía falta el
establecimiento de una franquicia colombiana para las mercancías que se
introdujeran por el Caquetá, estableciendo un tiempo suficiente de
vigencia de la misma 65 .
Para forzar la intervención del Gobierno Nacional, ei presidente del
Cauca transcribió un "Informe de! Prefecto de! Caquetá", Bernardo de
la Espriella, escrito en Mocoa, el 22 de febrero de 1880: Lo primero que
61 En lo que el Gobierno Nacional podía imevenir era comercio exterior, la
nevegación de rios que pasaran al territorio de una nación vecina, límites, educación,
correos, estadística, administración de bosques nacionales, ia civilización de indígenas,
62 La mejor descripción sobre el estado de desarrollo social alcanzado por los grupos
amazónicos puede consultarse en la obra citada de Reyes.
63 Rejistro Oficial tí 56, Popayán, 31-111-1880, p .i.
denuncia es el comercio de indígenas esclavos que realizaban casas
extranjeras en el territorio del Caquetá, donde habían muchas tribus
salvajes, entre ellas los Guagues, Miraflas y Huitotos. Este comercio se
realizaba así:
Por los meses de febrero y marzo entran al rio Caquetá, llamado Yapurá
en el Amazonas, treinta o cuarenta Gariteas (grandes canoas) tripuladas
por los comerciantes y algunos negros esclavos i cargadas con aguardiente,
tabaco, machetes, hachas, escopetas \ algunas bujerías; navegan en el
Caquetá por \einte dias hasta encontrar las tribus antropófagas de los
Mirañas y Huitotos con quienes tienen ajustados sus tratos de un año para
otro [...] Regularmente los comerciantes reciben los indios que pagaron
el año anterior y dejan anticipado el valor del año próximo, en la
proporción de dos hachas por cabeza. Cada canoa carga de a diez a veinte
indios, \ en ellas se les conduce asegurados con grillos o con sogas al
cuello, o de alguna otra manera, hasta el Amazonas, en donde son
vendidos como escia\ os al precio de ciento a doscientos pesos, según su
calidad [,..]64.
Según informes recibidos por De la Espriella, los indios esclavizados
no bajaban de trescientos, alcanzando el número de 10.000 los que han
sido sacados de tal manera6'.
Aparte de estos problemas se presentaba el de la in vasión de territorio
del Putumayo por los peruanos quienes llegaron a establecer un puesto
de control sobre e! mismo rio Allí se le exigió a Rafael Reyes, propietario
del vapor "Tundama". que izara la bandera de aquel pais. quien se negó
siendo perseguido por dos buques de guerra, lo que obligó a la intervención del imperio brasilero que envió barcos de guerra a proteger al
colombiano.
Según el Prefecto del Caquetá. La única forma de redimir esta región era
a través del comercio, tal y como lo ejemplificaba la "Compañía del
Caquetá" que era la que se encargaba de la extracción de quinas
ocupando dos mil indios de Sibundoy. Antes que se estableciera la
64 Ibid pp. 1-4.
65 Ib¡d. Prácticamente todo el relato que sigue está basado en este informe
empresa Moco a contaba con 4 casas y a la fecha (1880) tenía más de
40. Se había incrementado la agricultura y la ganadería y abierto algunos
caminos gracias a los impuestos al consumo que grababan las mercancías que introducía la mencionada empresa. Esto, desde luego obedecía
a la iniciativa privada, puesto que, como se mencionó antes, Rafael
Reyes, su gerente, consiguió que el gobierno del Brasil eximiera del
pago de impuestos a los productos colombianos que pasaran por sus
aguas. La tenacidad de los dueños de la empresa se nota, además, en
que cuando el vapor Tundama encayó en el Putumayo pidieron un
nuevo buque a los EE.UU. que naufragó en el mar. y a pesar de todo
tomaron buques fletados en el Brasil con los que extraían la quina,
utilizando a los diferentes grupos indígenas como mano de obra en la
extracción de cascarilla, mientras que otro grupo, los Orejones, vendían
la leña para los buques. Estos logros en la explotación de aquellas selvas,
deberían continuar, por lo que el Cauca debería proteger la mencionada
compañía en tanto que una compañía del Tolima tenía privilegio para
explotar los bosques del Caquetá en una extensión de 200.000 hectáreas.
Aunque muy importante para que el Estado del Cauca mantuviera su
nivel de exportaciones, no deja de ser cierto que quienes realmente
perdían con la colonización que allí se estaba dando eran ios indios
habitantes de las extensas selvas amazónicas. La libertad de explotación
que recibió ta "Compañía del Caquetá". si bien se tradujo en una
presencia caucana que permitía mostrar posesión del territorio, no hizo
sino esclavizar a los indios en beneficio de los aventureros empresarios
"Reyes Hermanos" y de las demás compañías accionistas caucanas y
extranjeras.
En el informe del Presidente caucano al de la Unión, resaltaba un
escrito firmado por Francisco Javier Balmaseda en el que se exponía la
necesidad de hacer algo por los indígenas de esa región puesto que era
inhumano su comercio y caza en las selvas:
Hai en las riberas del rio Caquetá muchas tribus salvajes, entre otras las
de Guagues, Mirañas i Huitotos. Las dos últimas más numerosas que las
otras, vagan por los bosques como bestias feroces, sustentándose con
animales inmundos, como arañas, gusanos, sapos i culebras, i a veces con
carne humana. Sábese por tradición e informes fidedignos, que de años
atrás los portugueses establecidos en el Amazonas, i otros comerciantes
del Brasil, han establecido con los Mirañas i Huitotos menos huraños, que
habitan a orillas del Caquetá, el inmoral i bárbaro comercio de indios que
se cazan en territorio colombiano i se llev an a vender como a esclavos al
Amazonasf...]
Este tráfico hace desaparecer anualmente más o menos 1000 colombianos. I aunque la prefactura sabe de estos horrorosos crímenes no
puede hacer nada puesto que nadie quiere ser corregidor en esas
soledades habitadas por salvajes. Queda a consideración del gobierno el
proveer oportuna y eficaz ayuda. Suplicamos al presidente que por sus
facultades mande fundar una ciudad fuertemente armada compuesta de
zapadores en tierras cercanas a las de los Huitotos i Mirañas i sería
entonces preciso conceder libertad de derechos de importación más o
menos por 10 años, repartir tierras y crear condiciones para los bancos
hipotecarios agrícolas".
Aunque el informe de Baimaseda se mostraba cargado de buenas
intenciones, lo cierto es que el Presidente Hurtado lo único que buscaba
era mantener para los caucanos el derecho de esclavizar a los indios,
máxime cuando en esa empresa tenía acciones él mismo y una importante
compañía de la que era socio: "Cerruti y Cia'" 7 . Respecto a 1a
esclavización de los indios, el caso de la "Compañía del Caquetá",
gerenciada por Rafael Reyes, es ilustrativo: todas las relaciones de
contacto estuvieron signadas por la fuerza y los grupos que no se
sometían a las exigencias de Rafael Reyes y sus hermanos eran
eliminados68.
Esta práctica colonizadora fue la que predominó en el Caquetá y
continuó aplicándose aún después de la disolución de la compañía de
Reyes en 1885, aunque con mayor violencia. En efecto, sí bien la
66 La Paz, # 45. Popayán, 4-IX-l 880.
67 V. mi articulo: "¡Centu per centu, moderata ganancia!..., cit., pp. 68-69
68 Respecto a las relaciones de contacto consúltese la obra citada de Re>e5. en
especial de la página 109 en adelante.
"Compañía del Caquetá" explotó a los indios en la obtención de Quina,
las empresas y aventureros individuales que llegaron durante la "Regeneración" y la "Hegemonía Conservadora" a explotar el caucho fueron
mucho peores, pues convirtieron la región en el paraíso de la criminalidad por la impunidad resultante de la débil presencia del estado
colombiano. Baste a modo de ejemplo el siguiente mensaje:
República de Colombia. Departamento del Cauca #4. Prefectura de la
Provincia del Caquetá. Mocoa, enero 24 de 1889. Señor Secretario de
Gobierno, Popayán.
[...] no obstante de que en estas dilatadas selvas hay un movimiento
constante (que crecerá) de la explotación del caucho de sus baldíos y otros
artículos, con notable afluencia de forasteros de casi todos los
departamentos de la República. Como tan magno tocante mal yá no tiene
remedio sino en el Congreso venidero, y como el Fiscal que ha ejercido
sus funciones ha dejado de ser. puesto que aqui no hay juzgado de
circuito para el que había sido nombrado con la esperanza de que mas
tarde lo fuera, se desea saber urgentemente como se suple a éste
empleado indispensable en la instrucción de sumarios por los delitos
que se cometan en la provincia, cuyo deber es ineludible para la
autoridad política como juez instructor. Oportunamente indicaré al
juez de circuito de Pasto ios indiv iduos que debe nombrar como jueces
municipales en los Distritos de más movimiento, aunque desempeñarán el cargo muy mal, tanto porque hasta hoy no hay ni uno idóneo, como
porque no son rentados; pero siquiera se cuenta aquí con una autoridad
judicial que conozca de las demandas de menor cuantía, que son las más.
y de los delitos leves.
Dios guarde a Usted.
Pedro I. Urrutia.
Si bien el ciclo de la quina permitió un conocimiento importante del
gran Caquetá, lo cierto es que no consolidó un proceso de colonización,
pues los aventureros abandonaban los pueblos tan pronto cesaba la
producción de cascarilla y se internaban en las selvas buscando nuevas
quineras. Lo mismo sucedió al finalizar el ciclo e iniciarse el del caucho:
fueron abandonados los primitivos pueblos y se incursionó selva adentro
hacia el Amazonas. Los procesos de colonización propiamente dichos se
darían en realidad a comienzos del Siglo XX',q.
69 V. Mora Sierra, ob. cit.. pp. 51 y ss
LAS TIERRAS DE LOS RESGUARDOS INDIGENAS
En el Estado existía un número importante de indígenas que vivían
en las selvas del Pacífico y del Gran Caquetá, en algunas haciendas de los
altiplanos de Popayán y Pasto, pero principalmente en sus parcialidades
conocidas como "resguardos". Estos estaban ubicados principalmente
en la región minera de Supía-Riosucio, en la Municipalidad de! Quindío,
y en los territorios quineros de las municipalidades de Silvia, Santander
y Popayán. Es decir, en zonas importantes, desde el punto de vista
económico, del Estado. Por lo mismo las tierras de las comunidades
indígenas siempre estuvieron en la mira tanto de empresarios como de
colonos independientes que constantemente lucharon por la disolución
de las comunidades y por el reparto individual de la tierra para que se
pudiera comprar o vender libremente. Desde luego, siendo tierras ocupadas
desde tiempos inmemoriales no era del interés dei Estado caucano
desarrollar políticas de colonización mediante la adjudicación particular
de las tierras comunitarias, más bien le interesaba que los recursos
naturales en ellas existentes fueran explotados y coadyuvaran a una
mavor vinculación caucana a la economía mundial. Se trata básicamente
de quineras, minas de oro y salinas, cuya explotación sólo sería rentable
si se encargaban de hacerlo empresarios blancos utilizando a los indios
Esto no quiere decir que no se hicieran algunos intentos por parte de
particulares con ei fin de lograr la destrucción de los resguardos para
apropiarse de las tierras indígenas, mediante un proceso que ha sido
calificado por los expertos en el tema como "la transformación de
territorios coloniales a territorios republicanos"70. La ofensiva contra los
resguardos venía desde muy atrás, pero ia defensa que de ellos habían
hecho los gobiernos caucanos también era antigua, no obstante que ella
marchaba en contravía de las ideas liberales. P.e. en 1859, el Secretario
70 V. María Teresa Findji y José María Rojas :7em;orio, Economía y Suciedad
Paez. Cali, Universidad del Valle. CIDSE, 1985. p 81
de Gobierno dei Cauca, Manuel Maria Castro, planteó la necesidad de
que se organizaran los resguardos de los indígenas pidiendo que se
conservara la comunidad de ios terrenos:"
aún a despecho de cieñas doctrinas económicas i políticas que contrarían
esta medida: prev enir la devolución a la comunidad de todas las porciones
de resguardos que indebidamente hayan sido enajenadas; darle ensanche
y representación legal a ios pequeños cabildos
Pide además que las autoridades políticas sean "protectores de esa
clase desgraciada, cuando en juicio o fuera de él se le ataquen sus
derechos"
Esta política desarrollada por los sectores dirigentes caucanos
aparentemente era contradictoria dadas sus tradicionales posiciones de
ciase: ia mayoría provenían de familias que habían sido encomenderas
durante la colonia v durante la república se habían ingeniado conocidas
formas de sujeción para mantener bajo su dominio al indígena. Por otra
parte, la llegada de ideas liberales que pregonaban el derecho a la libertad
individua! exigía que las comunidades fueran disueltas y que la tierra de
propiedad común fuera repartida individualmente para que pudieran
ingresar libremente en el mercado. Sin embargo, todo se entiende cuando
se tienen en cuenta los problemas sociales y económicos que los indios
generarían al perder sus territorios ancestrales, puesto que se disolverían
como pueblos y se retirarían a las montañas perdiéndose como mano deobra 75 . Es por esto que las autoridades de Popayán siempre actuaron
como lo hacia el Estado Español, es decir, como "protectoras de
indios".
71 Este es el caso principalmente de los resguardos existentes en tierras que posteriormente
van a pertenecer al actual Departamento de* Cauca. Al respecto puede consultarse a Findji
y Rojas, ob cit. p. 88
72 Manuel María Castro. Informe del Secretario de gobierno del Estado Soberano del
C 'auca al Gobernador, Imprenta del Colegio Mayor. Popay án 1859 pp 47-48
73 Una opinión autorizada de un representante de los sectores dirigentes caucanos
frente a este problema fue expuesta en 1828 por Tomás Cipriano de Mosquera
[. .] ¡os indígenas en un estado casi salvaje en que se encuentran por el maltrato
colonial, no han hecho otra cosa que abandonarse a sus placeres brutales, (sigue.. )
La política caucana sobre los resguardos fue expuesta durante la
Convención constituyente caucana celebrada en 1872 en un documento
que recoge las principales disposiciones sobre la materia
RESGUARDO Y PROTECCION DE INDIGENAS
Desde la época de la conquista; desde el reinado de doña Isabel doFemando. Reyes Católicos; desde Carlos V y Felipe 11 se dictaron ley es
protectoras en favor de los aborígenes, indígenas dueños dei territorio de
América, con el fin laudable y cristiano de ampararlos contra la codicia
y extorsiones de los Encomenderos, Curas y Misioneros. Estas disposic Iones están recopiladas en el Código de "Indias '; y abundan a este respecto
otras muchísimas órdenes y reales cédulas vigentes aún
El gobierno republicano, después de la Independencia, acogió y ordenó
tan sabia y humanitaria legislación, hastaque bajo el régimen de la antigua
Nuev a Granada, se autorizó a las Cámaras de provincia para ordenar, si
lo tuvieran a bien, el repartimiento de los resguardos, quedando la
porcion de estos que correspondiese a cada cabeza de familia de los
indígenas en particular, al área ó marca de población y á la Instrucción
publica primaria elemental de cada parcialidad, sujeta ai régimen de las
leyes comunes de la propiedad, para su adquisión, venta, traslado o
hipoteca.
minorarse en número i retirarse de los poblados del Cauca, luego que ¡es han cobrado
los derechos municipales, de curas i últimamente el de alcabalas a sus"> .-en - Esto
i el que alguna vez hayan sido llamados a servicios militares, han causado tal
descontento, que siguiendo ellos comprendidos en el número de los demás ciudadanos
será bastante para que dentro de medio siglo se hay an acabado [ ¡ Los hacendadc:
han perdido estos brazos i así la agricultura ha padecido mucho por esta razón Puedo
asegurar a Vs por el conocimiento que tengo del pais. que a la vez que el Estado ha
perdido en el Cauca un ingreso de 15.000 pesos anuales, se han dejado de criar por
la falta de bra/os crecidos capitales que producía a la industria por medio del trabajo
Gaceta de Colombia. Cúcuta, No* 9 de 1828, citado por Findji y Rojas, ob cit
pp. 64-65
Esto no quiere decir que sus posiciones de clase no los llevara a mantener una ofensiva
por debilitar los lazos comunitarios y las formas tradicionales de organización política
indígenas, lo que implicaba obligarlos a abandonar los "cacicazgos", es decir las formas
políticas coloniales que se basaban en la heredad de los cargos, y pasar a la constitución de
"pequeños cabildos". las formas democrático-republicanas de elección de los dignatarios,
que deberían representar en adelante a la "parcialidad", es decirlo que Findji y Rojas llaman
la "unidad indígena menor" Cfr. Findji y Rojas¿>/> cit.. pp. 68-69
Casi todas ias provincias antiguas de Nueva Granada hicieron uso de esa
autorización, menos Popayán, la de Pasto, y otras, que forman hoy el
Estado Soberano del Cauca,
Y, bajo el actual régimen de Federación, se acordó y dictó con ánimo
deliberado protector la ley 90 de 19 de octubre de 1859. sobre repartimiento de resguardos y protección de indígenas.
Pero luego la lev 283 de 26 de ma> o de 1871 (Codigo civ i!) dispuso otra
cosa, mandando distribuir ¡os resguardos, como se ha ejecutado en el
resto de ¡a República, en los términos que se expresan en los artículos
2.407 a 2.410 inclusive del mismo código civil.
Por último, la Legislatura del Estado, en sus ultimas sesiones, ordenó
suspender ¡os efectos del artículo 2.403 de! dicho código civil, y además
ordenó que continuara vigente la ley 90 sobre resguardos y protección de
indígenas, según así consta del artículo 5 de ia ley 328 del 21 de septiembre
de 1871, adicional a la 382.
Tal es, señores Diputados, el estado actual de la legislación del Estado
vigente sobre un ramo tan importante de ¡a administración publica, que
afecta los más caros intereses, la igualdad, !a caridad y ¡a protección de
una clase desgraciada de la sociedad, que parece todavía condenada a ser
explotada y avasallada.
La premura dei tiempo y otras circunstancias no me permiten entrar en ei
desarrollo y en otras graves consideraciones que tienen relación con los
reguardos y protección de indígenas.
Cumple á mi deber haceros presente, llamando a! mismo tiempo vuestra
atención sobre la nulidad del artículo 11 de la lev 90 de 19 de octubre de
1859, "sobre protección de indígenas": resuelta por el Senado de
Plenipotenciarios er. sus sesiones de! presente año, que se ha comunicado
a esta Secretaría por la del Senado en oficio de 21 de mayo último, número
372. que es ei documento número 30.
Ei pormenor de este ramo, en cuanto a la protección de indígenas, se os
presentará, no lo dudo, por el señor Procurador Genera! de! Estado,
protector natura! de esta clase desv alida de la sociedad74
En contravía de esta política se encontraban los empresarios caucanos,
tanto quineros como mineros y, desde luego, colonos independientes.
74 M de J Quijano. ob cit
Los primeros, al fracasar en sus intentos por apropiarse las tierras de
comunidad optaron por mecanismos que los llevaron a contratar a los
indios como fuerza laboral barata en ia extracción de quina, mientras que
¡os segundos intentaron, por todos los medios a su alcance, lograr
que los indios vendieran sus tierras para acceder a ias minas en ellas
existentes.
Las principales quineras estaban en los territorios indígenas de
Ambaló, Pitayó, Jambaló, Asnenga, Zumbico, Totoró y Puracé, Es
sabido que desde 1852 los esclavos de Julio Arboleda, administrados
por una empresa conformada por Carlos Michelsen y un señor de
apellido Chaux, estaban recolectando cascarilla en Pitayó y jambaió lo
que suscitó pleitos con los indios de Pitayó quienes no reconocían que
Arboleda tuviera derechos sobre los terrenos explotados sino sobre una
salina existente en Asnenga. El pleito, a la vez que muestra la
precariedad de los títulos de propiedad dada ta indefinición de linderos
tanto de ias propiedades particulares como de los resguardos indígenas,
permite ver que a ios empresarios no les interesaba la tierra sino los
recursos que en ella se encontraban, pues los contratos pa;a la
extracción de quinas sólo se hacían "por todo el tiempo que haya quinas
en los bosques de Asnenga". No obstante, las expectativas que el
mercado quinero generó llevaron a que algunas tierras de resguardo
pasaran a manos privadas por medio de arrendamiento. \ enta o donación,
lo que llevo a intentar desarrollar la política de no otorgar propiedad sobre
los resguardos a las comunidades que no tuvieran títulos legales, sino
posesión "sin garantizarles propiedad alguna en los bosques de quinas
y demás sustancias preciosas, propias para la exportación", puesto que
era un hecho que "muchos negociantes se han apoderado de algunas
porciones de los terrenos de ios indígenas"7'. Con esto se podría
presen ar la propiedad comunitaria y, a ia vez, el Estado podría arrendar
directamente la explotación de ios bosques y minas aumentando sus
recursos fiscales.
75 Findji y Rojas, ob. cu. p. 85.
En lo que se refiere a la ofensiva sobre los resguardos existentes en
los distritos mineros, ia actitud de los empresarios se expresa en la
petición que hiciera en 1881 Rodolfo González, un minero antioqueño,
vecino de ia Municipalidad de Toro:
Que se reforme la ley bárbara que pretende dar protección a los indígenas,
poniendo restricción para la v enta de sus propiedades, con lo cual a quien
se da protección es a utios pocos explotadores de! Cantón, que median
con los pleitos y cuestiones que se suscitan constantemente76.
Lo ocurrido en las parcialidades indígenas existentes en la Municipalidad de Toro en 1880. es ilustrativo: Allí, los colonos antioqueños,
apo\ ados por un empresario territorial, el político caucano Ramón Elias
Paiau que tenía experiencia como tramitador de concesiones de baldíos
en el Quindío, lograron que se vendieran algunas tierras indígenas, lo que
fue denunciado en el periódicoLa Pa: de Popayán y citamos en extenso.
¿QUE HAY EN RIOSUCIO?
El pueblo me lo contó
I yo a! pueblo se lo cuento,
1 pues la historia no invento,
que mienta el pueblo i no yo.
Los pueblos que se encuentran al norte del municipio de l oro han sido
conocidos de antiguo con el nombre de Cantón Supía. Tiene este
municipio cerca a la ciudad de Toro, tres pueblos pequeños:
El liato, El Hatillo i Ansermanuevo, luego sigue un terreno montuoso i
selvático i después se encuentran unos pueblos abandonados por e!
Gobierno Central que se encuentran en unas condiciones particulares.
La propiedad territorial en aquellos pueblos se encuentra bajo condiciones especiales. 1 ína pequeña parte pertenece a particulares i ei resto a
las parcialidades de indíjenas, que son numerosas, pues en los diversos
pueblos de Marmato. San Juan, Supía, Riosucio, Quinchía, Guática i
Anserma-viejo se encuentran las parcialidades de Supía, Cañamomo,
San Lorenzo. La Montaña. Guática, Quinchía, Tachiquí, Tabuyo í Arrayanal; i cada una de estas tiene sus terrenos llamados resguardos.
Durante el gobierno español los resguardos no se podían vender, pero
durante la República se autorizó que ios indios podían vender sus
76 El Ferrocarril, # 176, Cali. 18-X1-1881. p 701
terrenos, ¡o que ocurrió en algunos estados como Boyacá, Cundinamarca
i Tolima.
En el Cauca estuvo prohibida la venta de los resguardos hasta que ia
1
.ejislatura de 1873. llevada de una falsa idea o miserablemente sorprendida, espidió la lei 44 "sobre administración i división de ios resguardos
de indígenas", en virtud de la cual se han estado haciendo los padrones
de ¡OS indígenas i las mesuras de ¡os terrenos necesarios para el repartimiento. a fin de que una vez verificado este, pudieran entrar en ia
facultad de enajenar sus respectivas porciones de resguardos; lei que fue
derogada por la 41, espedida por la Lejislatura de 1879, en la cual se
dispone que los indios no puedan vender sus resguardos hasta después
de cincuenta años.
censurables sobre la materia. Se asegura que el señor Ramón E. Palau.
Jefe municipal, ha sido apoderado de ¡os indíjenas para abogar por los
derechos de estos, i que lejos de patrocinarlos ha obrado en sentido
contrario, que los indíjenas \ eian se hacían ventas por su apoderado, , .'
precio de ellas no aparecía ni se les daba la parte que ¡es correspondía,
que se ¡es adjudicaba a los expresados indíjenas su respectiv a porción en
los yermos i eriales de las estériles montañas: todo io cuai los ha tenido
quejosísimos deseando buscar un medio de mejorar su situación.
Todo esto llevó a que se produjeran algunos lev aniamientos de indígenas
en Riosucio, aprovechando que aún tenían las armas con que se les d
cuando entraron a Antioquia en la pasada revolución [la de ¡876. A. Y.]"
Los intentos por disolver los resguardos en ningún momento contaron con el apoyo oficial. Tanto es así que cuando se abolió el régimen
federal, Juan de Dios Ulloa, Gobernador del Cauca, solicitó al Consejo
Nacional Constituyente, por pedido de los mismos indios, que expidiera
una ley que protegiera a las comunidades impidiendo la venta de los
resguardos:
Señor Ministro de Gobierno, Bogotá.
Aprovechando la feliz oportunidad de hallarse reunido el honorable
Consejo Nacional legislativo, he creído conveniente dirigirme a S.S. para
que si el Supremo gobierno encontrare acertadas y útiles las indicaciones
77 La Pa:. # 38. Popayán, 17-VU-1880, p. 3.
contenidas en el presente oficio, se sirv a recomendar a aquella respetable
corporación la expedición de una ley que remedie la necesidad de que vo\
Conforme a la legislación de! extinguido estado, la raza indígena, que en
este departamento se ha conservado así separada de! resto de población
manteniendo sus costumbres y hábitos peculiares, particularmente en los
que se relacionan con la propiedad de sus resguardos o terrenos que se
les habían señalado desde la época colonial. Debido a la protección que
desde que se constituyó el extinguido listado recibieron los indígenas
para organizar y administrar sus comunidades, ellos no se han visto
despojados de sus terrenos, y en la actualidad son dueños de lo que
necesitan para sus labores y para mejorar su condición social.
Con tanto interés se miró aquí la suerte de la raza indígena, que se creyó
necesario expedir una ley "sobre protección de indígenas", el 19 de
octubre de 1859, cuyos preceptos se han observado casi sin variación
alguna por un espacio de tiempo de 27 años, produciendo los mejores
resultados de ta! manera que los individuos pertenecientes a la raza
conservan la independencia social que da la posesión de! suelo, y se ven
a cubierto de ias calamidades que afligen hoy en otros departamentos a
los descendientes de los primitivos pobladores de la República.
Obedeciendo, pues, a un sentimiento de fhumajnidad, y atendiendo, a ias
numerosas solicitudes que he recibido de varias parcialidades [roto] a
S.S. con el objeto de recabar se [adopjte por el honorable Consejo
Nacional, la ley del extinguido Estado dei Cauca sobre protección de
indígenas o se dicte una disposición general que ampare y proteja los
derechos que. conforme a aquella legislación, habían adquirido los
indios. De lo contrario, se considerará sometido estos a la legislación
común, la suerte de ellos en este Departamento será miserable y tan triste,
como en el resto de la República, y el nuevo sistema político seria, a su
juicio, ia causa de su may or desastre.
Dios guarde a S.S.
Juan de EJius \ Jlloa7"
Como consecuencia de esto el congreso reconoció, "provisionalmente". la existencia de los resguardos y sus "pequeños cabildos"
78 Registro Oficial, ü 149, Popayán, 14-1-1888. pp 2-3.
7" Findji y Rojas, ob. cit. p. 81
pero el problema de la presión sobre los territorios indígenas siempre
estuvo presente en el Cauca y fue causa de no pocos conflictos. P.e. en
: ¡erradentro, en 1890, se presentaron problemas entre los indios y los
vecinos blancos. Para averiguar ios hechos fueron comisionados Alejandro
Rada y Angel Córdoba, quienes escribieron un informe desde Avirama.
el 12 de febrero de 1890, en el que decían que ei sitio principal del conflicto
fue Pueblito donde los comisionados se reunieron con los representantes indígenas para que expusieran sus quejas, de esto resultó que
los indios de tiempo inmemorial han tenido la costumbre de llevar de la
salina de Avirama, ei domingo de cada semana el agua salada para
servirse de ella en sus alimentos. Los arrendatarios de esta salina, sin
preveer las consecuencias, impidieron a los indios de una manera
violenta la extracción de dicha agua. Irritados estos se armaron de bejucos
v en número de 400 poco mas o menos, vinieron, rompieron ia puerta de
la salina, y llevados por la v enganza azotaron a varias personas intimando
destierro a todos los vecinos blancos [...]so.
Esto se solucionó cuando el administrador de la saiina, Justo Charr..
autorizó a los indios para que llevaran el agua, pero ios hechos coincidieron
con una orden dada por cabildo para que se midieran y valoraran las
tierras de los resguardos lo que llevó a que los indios pensaran que les
quitarían sus tierras, pensamiento que ñie estimulado por los encargados
de medir las tierras con "notoria malicia"81.
Mientras tanto, en ei vacío jurídico que se presentó mientras se
dictaban leyes de acuerdo con la nueva constitución, en 1890 algunos
indios del resguardo de "El Zarza 1". provincia del Tambo, vendieron sus
tierras lo que obligó a que las autoridades del cabildo solicitaran al notario
público de Popayán que no registrara escrituras de venta de tierras de
dicho resguardo en tanto no se llenaran las formalidades de ley, ni se
obtuviera el consentimiento de todos ios comuneros para la venta pues
personas inescrupulosas están vendiendo tierras y engañando a los
80 Registro Oficial. # 32. Popayán, 26-11-1890. p. 125
81 ibid
compradores. Esto se hace porque la ley actual ¡guala a los indígenas a los
demás colombianos y por lo tanto ¡os reguardos son abolidos. Para que
las tierras se puedan vender es necesario hacer primero el
empadronamiento de vecinos > la medición y valoración de las tierras®2.
La ofensiva particular sobre los resguardos llevó a que ios empresarios buscaran su abolición definitiva, para lo que en 1893 presentaron un
proyecto que fue rebatido en unos términos que se inscriben en forma
coherente dentro de la tradicional posición de los sectores dirigentes
caucanos frente al problema:
Esas porciones de terreno son blanco de muchos propietarios que
acechan el momento que pueden para apoderarse de ellas... quitar a los
resguardos ese carácter de propiedad excepcional que está en el uso de ios
hombres > que sin embargo no es trasmisible ni enajenable... Tendría una
consecuencia tan negativ a como la que señala él vendrán a quedar en la
el pan quedando a merced de la altivez de los propietarios que ostentan
sus comodidades aún su lujo sobre las ruinas de los desgraciados indios.
No reduzcáis ciudadanos diputados a tan triste condición a los indígenas
dei Cauca [...l*3.
Desde luego, muchas de las ofensivas contra ias tierras comunitarias indígenas no fueron exitosas. Más importante será la que desarrollará la hacienda de terraje de comienzos del Siglo XX. Con todo, y según
se ha visto, a pesar de su importancia económica para el Cauca, no
podemos decir que actividad de los empresarios en los reguardos de
indios haya desarrollado procesos efectivos de colonización.
82 Ibid.. # 50. Popayán. 5-IV-1890. p 199.
83 Citado por Findji y Rojas, ob. cit, pp. 85-86.
Cuadro B.l
TERRENOS ADJUDICADOS EN EL ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
AÑO
1827
1835
1856
1857
1858
1864
1867
1868
1869
1871
1872
NOMBRE DEL
ADJUDICATARIO
José Francisco Pereira
Juan Manuel Arrubla
José Gregorio Arango
Anselmo Delgado y Matías F. Soto
Luis Fernández
Rafael Idrobo
Manuel José Perea
Fruto Ruiz
Pedro N. Turtavino
Doroteo Aguirre
Martin Castrellón
Mauricio Diaz
Juan José Espada
Jorge Portocarreño
José A Quijano
Juan de la C. Rada
Casimiro Reina
Ramón Reina
Santiago Salas
Damián Córdoba
Ventura Diaz
Sandalio García
Santos Mena
Antonio Mendoza
Juan de D. Murillo
Pobladores de la Villa de María
Daniel Meza y 4 cultivadores más
Encamación Molineros
Justo P. Alvarez
Manuel de J. Sanz
Manuel Arizala
Ramón E. Paláu
José Ma. Moreno
Marcos Arroyo y 18 cultivadores
Gaspar Rosero
Gaspar Rosero
Félix de la Abadía
Avelino Malo
Mainero y Trueco Juan B.
EXTENSION
Hect.
Mtrs2
2710
24448
6
1280
6
421
6
6
6
6
6
6
416
6
462
6
6
6
6
6
6
6
4
2
3
32
6
6
322
6
320
101
121
1
6
1500
2
40000
NATURALEZA
DELOS TITULOS
2400 Deuda Pública
id.
4000 De concesión
De concesión
4000 Cultivador
8750 No consta
4000 De concesión
4000 Cultivador
4000 Cultivador
4000 Cultivador
4000 Cultivador
4000 De concesión
Id.
4000 Cultivador
De concesión
4000 Cultivador
4000 Cultivador
4000 Cultivador
4000 Cultivador
De concesión
4000 Id.
Id.
Id.
Id.
3000 Id.
7680 Id.
Cultivadores
4000 Cultivadora
4000 Id.
3700 De concesión
4000 Cultivador
De concesión
1200 Id.
6000 Cultivadores
6000 De concesión
4000 Cultivador
De concesión
8193 Id.
Id.
1874
1877
1878
1880
1881
1882
1883
Tomás C. de Mosquera
Manuel Meza y 4 cultivadores
Juan Merchancano y Lucas Obando
Rudecindo Ospina
Juan B. Plata y Federico Hurtado
Pobladores del Carmen
Juan Santos y 4 cultivadores
Domingo Churta
Miguel. Manuel y Mariano Diaz
Hortensio Ferrer
Antonio F Segura
Vecinos de! Distrito de Pereira
H. Duran y Lorenzo Cuellar
Pió Jiraldo
Manuel A Hurtado
Felipe Meléndez
Rudecindo Ospina
Juan de D Ulloa
Baltasar Gutierrez
Mariano Carvajal y Dolores Toro
Juan M. Nlarulanda
Bonifacio Jiraldo, Marín J.
Vicente y Dolores Toro
2700
32
12
10000
10000
2000
31
6
18
6
6
12000
60000
200
1275
1000
10000
598
200
600
500
750
8000
500
4000
60
4000
4000
2000
420
Id.
Id.
Id.
De concesión
Id
Id.
Cultivadores
Id.
Id
Id
Id
Concesión especial
Dinero y Concesion
De concesión
Id.
Id
Id.
Id.
Id.
Id
Id
Id
FUENTE: Benjamín Pereira Gamba: Informe drtSecretario de hacienda a ta Lejislatura
de 1869, Imprenta del Colegio Mayor.Popayin.1869. pp. 88 Recopilación de ¡as Leyes
y Disposiciones Vigentes sobre Tierras Baldías. Bogotá,Imp. de Medardo Rivas. 1884
Cuadro B.
CANCELACION DE BONOS DE BALDIOS EN EL CAUCA HASTA 1900
FECHA
BENEFICIARIO
TAMAÑO
FAVORECIDO
SITIO
Cauca
Condina
100
Félix de la Abadía
1 -VII-1872
5000
Popayán.
21-VIII-1872 Gral. Mosquera
Juan B. Mainero T.
39000
Cauca
Chocó.
23-IX-1872
Cauca
Chocó.
1500
El Carmen
24-V-1873
Ansermanuevo
Rudesindo Ospina
10000
Cun\marca
4-X-1874
Salento.
200
Pió Giraldo
22-X-1878
Papagalleros.
550
18-VT-1880
Juan de dios L'lloa
s.d.
Páez.
Manuel A Hurtado
22-IX-1880
Pereira.
200
Baltasar Gutiérrez
2-VII-1881
Pereira.
600
Mariano Carvajal
27-XI-1882
100
Pereira.
21-VIII-l 883 Juan María Nlarulanda
Pereira.
200
José Tomás Rodríguez
28-1-1884
1000
Salento.
Juan de J. Valencia
4-II-1884
Pereira.
200
30-VI-1884
Delfín Cano
1000
Magdalena
Cartago.
Carlos Vélez
16-VI-1886
En aplicación del art.202 de la constitución del 86 se incineraron títulos en favor del
Estado del Cauca por 96.000 hectáreas.
Filandia.
500
8-II-1887
Pobladores
Salento.
500
29-111-1889
Rafael Ocampo y otros
1000
Cun\marca
José M. Mejia
10-V-1890
Tolima
100
Ibid
100
Ibid.
3000
Julio Liévano Risaralda.
Juán B. González
12-V-1890
Risaralda.
4500
13-V-1890
José Tomás Henao
Yumbo-Pavas
3400
10-IX-1891
Elias Reyes
3900
Bagado.
Epifanio González
30-IX-1891
Francisco González
4000
Bagado.
27-X-1891
s.d.
Quindío.
Manuel M. González
27-\T-1892
Belalcázar.
4400
Rodolfo González
13-X-1892
Cajibío.
100
29-XII-1892 Manuel M. Daza
Grl.Mosquera Atrato.
linos. Toro
3 l-X-1894
5000
Quibdó.
13-XII-1894 Villa y Hernández
La Victoria.
920
25-X-1895
José Pablo Gil
Roldanillo.
1000
J.Liévano
Jesús M. Barbosa
1-III-1896
J. Liévano
Rolda nillo.
1000
3 0-VII1-1896 Gabriel Gordillo
Panamá
Bagado.
2000
Carlos Restrepo C.
3-II-1899
1000
Marmato.
Carlos Gautier
11-IV-1899
FUENTE: Francisco José Chaux: Memoria del Ministro de Industriasal Congreso
Nacional en las sesiones ordinarias de 1931, Tomo V, Bogotá, Imp. Nacional, 1931.
C A P I T U L O IV
LOS MEDIOS DE C O M U N I C A C I O N
EL A I S L A M I E N T O G E O G R A F I C O
Cuando Eduardo André llegó al Cauca en 1876 expresó su opinión
acerca de los caminos del Estado, que no se diferenciaban mucho de los
demás de Colombia:
[...J el eterno problema de todo viaje por la Cordillera consiste precisamente en avanzar. Este problema se resuelve: pero renace sin cesar como
un fénix fatídico. De esas admirables regiones en donde ia naturaleza ha
agotado todas sus complacencias, solo el hombre parece destinado a ser
excluido [...] Los valles más fértiles están cerrados entre los Andes, sus
vericuetos son impracticables, innavegables sus ríos y sumergibles sus
play as. Además, no parece sino que los hombres de la conquista se
pusieran de acuerdo con las razas autóctonas para trazar ios caminos por
los parajes más difíciles y más propensos a deteriorarse con el transito.
Sería, en verdad, curiosa una monografía completa de los caminos de ia
Cordillera de los Andes: y sépase ahora que si insisto tanto en esta parte
dolorosa del viaje es porque de ella depende principalmente el porvenir
de Colombia1.
Por su parte. Phanor Eder el biógrafo del Cónsul norteamericano en
el Cauca. Santiago Eder. señalaba que los caminos eran la necesidad
prioritaria para el desarrollo económico del Cauca
[...] aislado como estaba el Valle del Cauca del mundo exterior, por la
formidable barrera de la cordillera, la única esperanza que podia abrigar
para el progreso de sus tierras, ¡a valorización de la propiedad raiz y las
1 André, ob. cit.. p. 718.
utilidades mercantiles, estribaba en la mejora de los medios de
comunicación.
No importaba la fecundidad de ía capa vegetal: la abundancia de
productos del suelo, podía ser poco menos que inútil si no había manera
de transportarlos'.
Igualmente, cuando Felipe Pérez publicó en 1862 su Je o ¿rafia del
Estado Soberano del Cauca, señalaba lo que a su juicio constituía el
principal problema económico del Cauca:
La parte navegable descrita [del río Cauca. A.V.] sólo se aprovecha
actualmente en el Estado para llevar madera y otros artículos a Cali, pues
los 25 miriámetros de buena navegación del último trecho (en el cual el
Cauca no sólo lleva un gran volumen de agua, sino que se desliza por un
plano apenas desnivelado) influyen poco en el comercio, porque de Cali,
que sería el centro natural del tráfico, no se esporta nada para ei estranjero
a causa de que los fletes lo absorverían todo por las dificultades que se
presentan en el tráfico del Dagua a la Buenaventura".
Desde el punto de vista dei desarrollo económico este era sin duda ei
principal problema: el Cauca se encontraba aislado. Los pocos caminos
existentes eran transitados, con extrema dificultad, por recuas de muías
pero, principalmente, por cargueros humanos quienes eran encargados
de dinamizar una economía que se negaba a estancarse4. Un buen
ejemplo de esto se tiene en el camino de Túquerres a Tumaco donde Pérez
encontró que
Diariamente bajan de estas elevadas alturas por una \ ereda de precipicios,
cargadas como muías, más de 70 personas, cuyo v iaje redondo pasa de
2 Phanor J. Eder: El Fundador. James M. Eder. Cali, ed. Velasco Madriñán, 1958.
p 91. n
3 Pérez. ob .cit., p. 43.
4 Buenas descripciones de! estado de los caminos caucanos en diferentes épocas fueron
hechas por los viajeros extranjeros que visitaron el Cauca durante el Siglo XIX. Sobre el
del Quindío pueden consultarse Safray, ob . cit., pp. 277 y ss.; Andropi. cit. pp 618 y
ss. y 670 y ss. Sobre el Dagua puede consultarse a Gaspar Mollien "Por el Dagua hacia
el Chocó", en Viajeros Extranjeros en Colombia. Calí, Carvajal y Cia.. 1970, pp. 29-47
y André, ob. cit.. pp. 800-801 Sobre el de Barbacoas, V. el mismo André, pp. 786 y ss
95
! 5 dias. Lleva cada uno de estos hombres, por término medio, un capital
de $6, lo que hace $420 diarios, o sean $151.200 al año".
En estas condiciones la mayor parte de lo que se producía durante los
años 60's era dedicado al consumo local, y iólo se lograban ganancias
ocasionales en el comercio cuando algún hecho coyuntural producía un
incremento en la demanda. El caso de Pasto es ilustrativo:
Cuando hai tropas en Pasto, los pastusos están seguros de tener comercio
i dinero: cuando estas faltan, inmediatamente escasea el numerario, bajan
de valor los frutos, no quedándoles para espenderlos más que conducirlos
por caminos fragosísimos a quince dias de distancia, i sin obtener
ganancia aiguna. La guerra pues lleva a Pasto la prosperidad i la dicha,
aunque esto parezca un contrasentido''.
Según esto, el principal problema que debieron afrontar los caucanos
consistió en que el Cauca estaba completamente aislado del resto de la
Unión por la cordillera Central y del mar Pacífico por la Occidental. Así,
paradójicamente, la cordillera de Los Andes, que permitía la conformación de los nichos ecológicos de los altiplanos, de los valles profundos o
de los piedemontes era, a su vez, el principal obstáculo a su desarrollo,
pues ai dificultar el comercio no permitía que se canalizaran las energías
hacia actividades realmente productivas desde el punto de vista capitalista o que facilitaran el desarrollo económico. Desde esta perspectiva lo
más apremiante era vencer ias dificultades en las comunicaciones internas y externas.
El problema de ias comunicaciones internas fue afrontado por el
Estado Caucano de dos maneras: la primera era conservando los cam inos
existentes y construyendo puentes mediante la utilización del presidio y
de la Renta de Trabajo Personal Subsidiario. La segunda consistía en
estimular la apertura de nuevas vías de comunicación mediante la
adjudicación de contratos a compañías y empresarios particulares,
5 Pérez, ob. cit., p. 75
6 Ibid., p. 88,
Veremos entonces a mineros, políticos, hacendados y comerciantehaciendo escuela de empresarios en las obras públicas que necesitaba el
Estado para su desarrollo. En lo que se refiere a las comunicaciene
externas y las que interesaban a más de un estado, se puede decir que de
estas se encargaba el Gobierno de la Unión y aunque en la mayoría de las
veces ellas fueron iniciadas o concluidas por compañías extranjeras, lo
cierto es que, de alguna manera, vincularon personal colombiano que
hizo así no sólo una escuela práctica de ingeniería, sino que obtuvo
también una formación empresarial que les permitió contratar y terminar
obras públicas de importancia.
LOS P R O Y E C T O S DE O B R A S PUBLICAS
DEL E S T A D O C A U C A N O
LA COMUNICACIÓN INTERNA
Para lograr una más efectiva vinculación con los mercados mundial
y nacional, los caucanos decimonónicos, como en tantas partes de
América, pusieron sus esperanzas en los ferrocarriles que los comunicaran
con el mercado mundial y en los vapores y caminos carreteros y de muías
que entrelazaran los mercados internos, y aunque invirtieron capitales y
esfuerzos siempre hubo un factor que impidió que la infraestructura vial
se desarrollara: la inestabilidad del orden público7. Esto llevó a que la
búsqueda de la paz se convirtiera en el principal objetivo de los diferentes
gobiernos y que las promesas de realización de obras públicas se utilizaran como banderas políticas8. Todo esto dificultaba la construcción de
7 André, quien "sufrió" los caminos caucanos en 1876. dice respecto al estado y la
soledad de los caminos que era " . consecuencia inevitable de la apatía de los naturales,
y aun debe añadirse que del gobierno, el cual, absorto en las complicaciones de la infernal
política, no se cura ni poco ni mucho de mejorar las vías de comunicación". Ob. cit., p. 737
8 La utilización política de las obras viales fue muy visible en el enfrentamiento
entre los radicales y los independientes en la decada de los 70. Para estos últimos la
en su programa quedo reflejada en el nombre de los periódicos que lo publicitaron
"El Telégrafo" (Palmira 1875) > "El Ferrocarril" (Cali 187S). V. mi trabaja£Wo
Soberano del Cauca . citado, pp. ! 69 y ss
caminos, ferrocarriles, vapores o puentes, y llevó a que el Estado se viera
obligado a estimular la participación de empresarios particulares mediante la concesión de privilegios de cobro de peajes unidos a la
adjudicación de grandes extensiones de baldíos a lo largo de los caminos.
En aquellas obras donde la participación de los particulares no era
posible, el Estado utilizaba el presidio, mientras que las municipalidades
aplicaban la renta de "Trabajo Personal Subsidiario".
Se podría decir que los caminos caucanos hasta 1860 eran prácticamente los mismos de la época colonial9. Se trataba básicamente de un
camino que entrelazaba a las poblaciones del Sur (Pasto, Ipiales) con
Popayán y Santander donde se bifurcaba avanzando uno por el valle
hasta Candelaria y Palinira, cerca al piedemonte de la cordillera central y
continuando hacia las demás poblaciones del norte (Buga, Tuluá, Cartago)
hasta conectar con el camino del Quindío que llevaba a los vecinos
estados de Tolima y Cundinamarca, y el otro, el camino de Occidente
que llegaba a Cali avanzando por el pié de monte de la cordillera
occidental que comunicaba con Roldanillo, Toro, Anserma y Cartago,
para continuar hasta el distrito minero de Supía y Marmato y conectar
con Antioquia. Desde Tuquerres salía una trocha que comunicaba con
Barbacoas y desde allí por río con Tumaco. Desde Popayán salía otro que
comunicaba con el Tolima por Guanaeas, y desde Cali el camino de
Buenaventura que llevaba al mar Pacífico10. Con ia creación del Estado
estos caminos pasaron a ser conocidos como "Caminos del Estado",
mientras que los que comunicaban con el mar se consideraban "Caminos
Nacionales".
No obstante las enormes dificultades del Siglo XIX, tímidos avances
se habían dado en la construcción de un cam ino carreteabieque comunicara
9 Respecto a los caminos coloniales en ía Gobernación de Popayán puede consultarse
a Eneyda Tamayo Suelto: Los Caminos Coloniales en el Valle del Cauca", Cali.
UN1VALLE, Departamento de Historia, trabajo de grado, 1980.
10 Esta situación se aprecia en toda su dimensión si se tienen en cuenta las enormes
distancias existentes entre las diferentes poblaciones del Cauca. Para estudiar este
problema puede consultarse el Itinerario de distancias de las poblaciones de Colombia.
Bogotá, s.i.. s í.
con Buenaventura que debió suspenderse por motivo de la guerra del
60. El atraso económico que esto significaba llevó a que en 1861 el
Secretario de Hacienda Froilán Largacha dijera: "La guerra todo lo ha
paralizado: nada importante ha podido hacerse en materias
económicas'"11.
EL TRABAJO PERSONAL SUBSIDIARIO
La creación del Estado Soberano del Cauca, llevó a que las políticas
acerca de los caminos aplicadas en el Cauca fueran prácticamente las
mismas que se seguían en toda la Unión colombiana, pues tal y como lo
señala Jorge Orlando Meló:
Dada la existencia de mercados locales relativamente autosufícientes, las
posibilidades de una especialización productiva regional parecerían
depender, ante lodo, de ia apertura de mercados extemos, y por ello ¡a
mayoría de ios proyectos de desarrollo en ias v ías de comunicaciones
durante el Siglo XIX se orientaren a la búsqueda de aquellas rutas que
unieran en 1a forma más rápida y eficiente las diversas regiones del pais
con el extranjero12.
Aparte de esa autosuficiencia regional, el problema de las
comunicaciones se hizo más grave dadas ias difíciles condiciones
económicas en que encontró el Cauca como consecuencia de la guerra
de! 60, pues no estaba en capacidad de iniciar la construcción de caminos
por su propia cuenta. Es por esto que, como se verá después, concedió
una serie de privilegios para que ios particulares se encargaran de hacerlo
Lo que sí hizo fue encargarse del mantenimiento de ios caminos existentes
mediante la utilización de los presidiarios y ia aplicación de la renta de
Trabajo Personal Subsidiaria, que se cobraba anualmente (Un ejemplo
i 1 Froilin Largacha: Informe del Secretario de Hacienda a la Lejislatura del Eslado
Soberano del Cauca en sus sesiones ordinarias de 1861, Popayán, ímp. del Colegio
Mayor, 196!
! 2 Meló: "Las Vicisitudes ", cit.. p. 127. En este trabajo puede consultarse una buena
síntesis del desarrollo del pais en materia vial durante el siglo pasado. V "El aislamiento
geográfico y el sistema de transportes ", pp. 127 y ss.
del rendimiento de la renta se puede observar en el cuadro C. 1.) También
se encargó de ia construcción de puentes y de apoyar la creación de
empresas anónimas para el desarrollo de las comunicaciones que
correspondieran tanto al Estado como a la Nación.
Una buena muestra de la forma en que ei Estado organizaba el
mantenimiento de los caminos se puede observar en la iey # 16 de 13 de
agosto de 1881 de la Legislatura del Estado que dispuso la composición
general del camino del Estado, comprendida desde la ciudad de Cartago
hasta la quebrada de La Honda y se ordenó la apertura del camino de
Juntas del Tamaná con parte de la 4a. sección del Presidio. Para lo que se
destinaron los siguientes recursos: Io Las maderas finas de los bosques
vecinos al camino. 2 '$ 1.200.oo del tesoro del Estado. 3°. La 4a. sección
del presidio. 4° Los auxilios que quieran aplicar las municipalidades del
Quindío y Tuluá y los cabildos de Cartago, Obando, La Victoria y Zarzal.
5o Los condenados a presidio en los municipios de Atrato, San Juan, Toro
y Quindío a una pena que no sea menor a seis meses ni mayor a
dos años, se destinarán a la apertura del camino de Juntas del Tamaná 1;
Aunque este tipo de medidas se venían aplicando desde la creación
del Estado, la situación de los caminos del Cauca nunca fue buena. Esto
se puede evidenciar en una circular de 1881 dirigida por el Presidente
Ezequiel Hurtado a los senadores y representantes por el Cauca:
[...] El Cauca no tiene más remedio para salir de su postración que el
ferrocarril de Buenaventura: hacer que el concesionario de aquella
empresa se traslade al Puerto é inspeccione la vía férrea, para darle mayor
impulso a la obra, cuyos trabajos avanzan hoy hacia Sucre y la carrilera
se haya en Córdoba, sería un paso que no comprometería los intereses del
Cauca; porque pretender la rescisión del contrato es, además de arriesgado, un golpe mortal para esta importantísima vía.
El camino de Túquerres a Barbacoas, que llega ya a más de la mitad de su
tray ecto, debido a la acción convergente del Estado y de la Nación, y los
esfuerzos que los caucanos han hecho por esta em presa de vital importanci a
para el Sur del Estado, merece llamar la atención dei Gobierno, pues los
13 Rcjistro Oficial, tt 115. p. 2.
100
fondos se agotan > es preciso darle término antes que perder lo>
sacrificios que se han hecho para llev arla a cabo.
El camino de "Las Delicias" que pondrá en comunicación la capital del
Cauca con ía de la República, por una vía más corta, cómoda y segura, es
tan importante como el de Barbacoas; pues que en vano nos pondríamos
en relación con el extranjero, si nosotros mismos no nos unimo
acercándonos más y más al centro del Gobierno nacional, para no alejar
ia comunicación interior y estrechar los vínculos de la Unión colombiana.
Los rios que como el del Cauca bañan territorios de más de un Estado, se
hayan bajo el imperio del Gobierno Nacional; pero se hace preciso que ia
nación permita ai Estado conceder y reglamentar la navegación en la parte
que baña su territorio. Si esto no se hace así. el Cauca no podrá dictar
providencia alguna eficaz para el efecto de navegar el río que le dá su
nombre, como se solicita hoy por varias compañías de patriotas caucanos.
Y no sólo el Cauca, los grandes ríos que bañan el territorio del Estado,
como el San Juan, el Atrato. el Patía, el Telembí, el Mira, el Caquetá, ei
Putumayo, lejos están de las miradas del Gobierno nacional, que no
puede apreciar las ventajas de que el comercio retirará inmensas utilidades.
En el vasto territorio caucano, los puntos principales de población están
situados en el Norte, Centro y Sur de! Estado, urgente se hace la pronta
comunicación entre estos tres grupos tan distantes y casi incomunicados,
por estar separados por ríos y montañas de difícil acceso. Eil telégrafo
hacia el Sur, hasta poner la línea en la frontera del Ecuador, como lo está
con Venezuela, es una necesidad premiosa para el Cauca, como lo es ia
comunicación telegráfica con el vecino Estado de Antioquia. Es extraño
que no tengamos esa pronta comunicación con los estados vecinos con
los cuales mantenemos relaciones comerciales de mucha monta.
1-..J Ezequiel Hurtado. Presidente14.
En la medida en que las comunicaciones por los caminos del Estado
se dificultaban enormemente porque el cruce de los ríos y caños se
volvían imposibles de vadear durante los largos inviernos que se
llevaban o deterioraban los puentes de madera, el gobierno del Cauca
invitó a una licitación pública por 60 dias para que se construyeran los
siguientes puentes de hierro:
14 Ibid. 18-111-1881. p. 1.
PASO
CAMINO
Los dos Rios
Quilcacé
El E)esbaratado v Bolo
Amaime
Ib.
Tuluáy La Paila
Buga!agrande, el Mico
La Vieja y Otún
Buga (conclusión)
Pueden hacerse otras propuestas.
FUENTE: Registro Oficial
Pasto-Popayán
Popayán-Santander
Santander-Palmira
Palmira-Buga
Buga-Cali
Cartago
Buga-Cartago
Municipio de Quindío
Buga
* 287. Popayán, 7-11-1884, p. 4
Este tipo de medidas no variaron con ¡a reforma poiitica de 1886, que
eliminó la "Soberanía de los Estados" y creó ios departamentos que
dependían de un gobierno centralizado en Bogotá, pues ios gobiernos
caucanos continuaron aplicando ios mismos escasos recursos al
mantenimiento de los caminos, aunque se intentó hacer una más racional
administración de ellos. Asi, en 1887 Juan de Dios Ulloa dictó el
"Reglamento dei Trabajo Personal Subsidiario" por Decreto # 11 de 22
de agosto de 1887, que obedecía ai hecho de que las Corporaciones
Municipales habían desaparecido por la nueva constitución y que ellas
habían estado encargadas de reglamentar dicha renta. Una síntesis del
reglamento es 1a siguiente:
CLASES
la.
2a.
3 a.
4a.
5a
6a.
CAPITAL
Más de 10.000
5.000 - 10.00
2.000 - 5 000
500 - 2.000
Menos de 500
Sin capital
JORNALES
7
5
4
3
2
Estaban obligados a pagar la contribución todos ios varones mayores
de 18 años y menores de 60 en la sexta clase y todos ios mayores de
veintiún años que manejen libremente sus intereses en las otras, sean
102
varones o mujeres
En la sexta clase la contribución puede ser pagada en dinero o en
trabajo, en el segundo caso no podrá obligarse a trabajar a una distancia
mayor a dos leguas de 1a ciudad de residencia. En caso contrario podrá
pagar los jómales correspondientes.
Para ia calificación de ias personas se tendrá en cuenta las listas de
contribución directa, en caso de que no existan 1a calificación se hará
"verdad sabida y buena fé guardada" hasta que se levante el catastro
correspondiente.
La aplicación de ia contribución será en las obras públicas en el
siguiente orden:
1. El mantenimiento de los edificios públicos.
2. Continuación de obras empezadas como locales de escuelas
cárceles, etc.
3. Composición y mantenimiento de los caminos más transitados y
apertura de nuevos
Las jornadas de trabajo para cada individuo serán de ocho horas
diarias
La negativa a pagar la contribución acarreará penas de arresto de uno
a tres dias. debiendo pagar, además, un día extra de trabajo por cada dia
que falte.
Se puede pagar la contribución en dinero consignando el valor de ios
jornales correspondientes en la tesorería, la demora en hacerlo acarreará
intereses de! 25% mensual
Para vigilar el pago de la renta se nombra un inspector de caminos de
libre nombramiento por el alcalde. Es de forzosa aceptación. Se nombrará
un inspector por cada dos leguas de camino y su período será de un año.
El tesorero debe rendir cuentas mensuales al concejo sobre los
dineros recibidos por este concepto'5,
Pero, como ya se mencionó a pesar cié la aplicación de estas rentas el
estado vial caucano no era ei mejor. A modo de ejemplo puede verse un
15 Registro Oficial, # 111, 6-IX-1887, pp. 1-2
informe escrito en 1887 por el fiscal del circuito del importante municipio
de Cali en el que se quejaba de que con los inviernos los caminos
desaparecían siendo prácticamente imposible comunicarse con las vecinas
poblaciones de Palmira y Candelaria. Para la mejora de los caminos la
municipalidad sólo contaba con la renta del Trabajo Personal Subsidiario que no alcanzaba para tales fines. Por otra parte, ni la Municipalidad
de 1886 la reglamentó, ni el Concejo de 1887, de tal suerte que los únicos
que arreglaban el camino que conducía al norte eran los soldados del
Batallón Junín 16 .
Esta situac ión llevó a que para 1888 las vías de comunicación construidas
o mantenidas por el gobierno fueran:
I o . La de occidente que comunicará está ciudad con la de Cali pero con
una distancia más corta que la que hay, se empezó con el contrato firmado
el 22 de enero de 1887 ante la adición pasada, pero como el gobernador
veía que gravaba los intereses del Departamento y que el sistema de
economías no llenaba satisfactoriamente el proyecto prescindió dei
contrato y dispuso que esta empresa se llevara más adelante por el sistema
de administración que ha dado muy buenos resultados pues los gastos
que se ocasionan son mucho menores que antes. Este camino tendrá
mucha valía para el Departamento porque con la terminación de la
reedentora obra del ferrocarril y ia empresa de navegación del Cauca por
vapor hasta el Tolima. podrá convertirse éste camino en vía férrea hasta
la capital
2o. La dei sur que comunica Túquerres y Obando con la de Barbacoas se
originó con la ley 357 de 1872 y se suspendió por ias revueltas políticas
y de la inexactitud de los contratistas en ei lleno de sus obligaciones, se
invirtió un poco más de $100.000 en lo que entonces se hizo, suma que
perdió el Departamento por los pésimos trabajos ejecutados que
empeoraron el tránsito por las lodazadas que se formaron. Con el Decreto
51 de 28 de enero de 1888 el gobernador dispuso una inspección científica
para verificar si los terrenos eran sólidos y continuar con ei camino, se
encargó al ingeniero Julián Cribe quien dió su visto bueno para construir
un camino de herradura amplio y estable y que disminuiría la distancia
entre Túquerres a Barbacoas. El costo de ia empresa no ascendería de
$80.000.
16 Pedro Antonio Molina "Informe", Cali. 31-VII-1887,/&«/., # 119, p. 2.
104
3°. El camino de Guanaeas que comunica con el Tolima y con la capital
de ía república que estaba abandonado: la administración actual celebró
contratos para ponerla en utilidad: con el señor Rafael Varona el 17 de
marzo de 1887 para construir tres tambos en los puntos de Chuscalito,
Cazadores Corrales para dar abrigo y seguridad a los transeúntes; ¡os
cuales se ejecutaron a satisfacción. Con el señor Manuel Maria Lanza el
22 del mismo mes para la composición de todo el trayecto entre el Alto
de la Laguna y La Ceja al otro lado de la cordillera; éstos trabajos
también se recibieron a satisfacción. Con el señor Vicente Quirá el 4 del
corriente mes para el trayecto entre el Alto de la Laguna y el de Gabriel
Lope? en ésta pane de ia cordillera.
4o El camino que parte de Benalcázar pasa por Supía y va a terminar en
el limite con ei Departamento de Antioquia Esta víamostrarásu importancia
cuando sea term inado el ferrocarril de Buenaventura a Caii y la navegaci ón
a vapor por ei río Cauca. Ei Gobernador ya ha destinado fondos
suficientes para este camino.
OBRAS PUBLICAS
Se ha consuuido el puente de fierro sobre el río Amaime que comunica
ias Prov incias de Palmiray Buga y se dió a servicio el 4 de enero de i 888.
Se construirá otro puente de idéntica especie entre Buga a Cali por "la
barca de la I orre en el río Cauca': ios materiales ya están depositados
en el lugar donde se hará el puente.
Otro puente también de fierro sobre el rio Bolo entre Pradera a Palmira
(.-y as obras no se han podido iniciar por la difícil canalización que está
practicando ei ingeniero señor Rafael González.
Se reparó el puente sobre el rio Juanambú que sufrió enormes daños en
el invierno pasado y que de no habérsele puesto remedio se habría
perdido una de las mas valiosas obras. Se contrató al señor Angel María
Ordoñez ei 7 de diciembre de 1887 y en este mismo contrato >e
comprenuio la reparación del puente sobre el río Buesaquillo construido
en madera cubierto con teja y estribos de cal y canto17.
A pesar de las buenas intenciones de los funcionarios, es obvio que
el papel del gobierno caucano no fue más allá de mantener los viejos
caminos. Las principales obras viales de! período fueron realizadas ante
todo por empresarios de obras públicas, como se verá a continuación
17
Ibid.
# 51, Popayán, 12-IV-1890. p. 201.
10
PRIVILEGIOS DE CAMINOS
L o s EMPRESARIOS PRIVADOS
Como se mencionó antes, el Estado otorgó privilegios para la
construcción de caminos a empresarios caucanos y extranjeros. Así, en
septiembre de 1858 se le concedió privilegio al señor Camilo González
para que reparara la vía del Guanacas que comunica con el Tolima y en
enero de 1860 se le concedió privilegio a Ramón E. Palau para abrir un
camino de herradura que comunicara a Cartago con Cundinamarca, por
el paso del Quindío, lo que, como se vio en el capítulo anterior, lo
convirtió en un importante empresario territorial en la zona 18 . Igualmente,
en 1860 se otorgó privilegio para construir barcas movidas por cables en
los pasos de los ríos Cauca y Darién19.
Entre las empresas particulares inás importantes encontramos las de
los empresarios territoriales, como ía del señor Juan Bautista Mainero y
Trueco quien tenía el privilegio del camino de Quibdó a Antioquia,
otorgado el 16 de julio de 1867, con el que se esperaba que el Cauca
tuviera una presencia importante en sus territorios del norte. La labor
desarrollada por Mainero llevó a informes desfavorables por parte del jefe
municipal de Atrato y del visitador fiscal de los municipios del norte,
Manuel Antonio Scarpetta, por lo que no se le pudo poner en posesión
del privilegio ni de las tierras baldías que se le otorgaron con las que estaba
desarrollando empresas de colonización en el Atrato20. El mismo Ramón
E. Paláu, pidió privilegio en 1865 para abrir un camino a Salento logrando
vincular a los habitantes del pueblo ¡i tal empresa. Esto le permitió lograr
una prórroga de dos años en el privilegio del camino del Quindió en
186721. El señor don Guillermo Pereira Gamba no se quedó atrás y solicitó
dos privilegios: el primero el 4 de marzo de 1868 para abrir un camino de
herradura de Ansermanuevo a Chinchiná uniendo los caseríos de
18 Largacha, ob cit., pp. 11-12.
19 Alaix. ob. cit., p. 6.
20 Pereira: Informe del Secretario de Hacienda. . cit., pp. 57-58.
21 A.H.M.. # 5. tomo II, p. 137.
106
Gutiérrez, Nueva Segovia, San Fracisco y Palestina, y el segundo de
Pereira al límite con el Estado del Tolima para comunicar el municipio del
Quindío con lbagué "por la antigua vía que ha descubierto, i que estuvo
en uso desde 1541 hasta 1707". También el señor Santiago Tasara, de
nacionalidad italiana, pidió privilegio para comunicar a Buenaventura
con San Juan por el Istmo de Guineo22.
No sólo los particulares solicitaban privilegios, también algunas
municipalidades lo hicieron. Es el caso de la de Cali que solicitó el 25 de
septiembre de 1868 un privilegio para abrir un camino de Cali a Palm ira.
carretero hasta el río Cali y de herradura en la parte restante, incluyendo
el derecho de poner una barca en el río Cauca y cobrar los impuestos
correspondientes. La concesión de este privilegio llevó a que el señor
Martínez Benitez. empresario de las barcas privilegiadas, reclamara al
gobierno debido a que se violaban sus derechos2
La política vial no se reducía únicamente a otorgar privilegios o
mantener los caminos. También estimulaba proyectos, algunos bastante
utópicos dadas las condiciones de la época, presentados por particulares. Este es el caso del ingeniero Enrique Meiggs quien había estado
encargado de la construcción de ferrocarriles en Perú y Chile. En 1869,
este señor ofreció al General Mosquera estudiar y trazar una línea de
ferrocarril de Buenaventura a Cali, pero sus planes no terminaban allí:
propuso 1a creación de una red vial compuesta por la "combinación de
un gran ferrocarril interoceánico que partiendo de Tumaco en el Pacífico
nos ponga en relaciones inmediatas con el Magdalena, sobre las costas
atlánticas". En el Cauca, según este plan podría construirse una vía férrea
de Jelima al Patía, establecerse la navegación por vapores por el Cauca
hasta Cartago, y unirse el municipio de Quindio con el ferrocarril de
Antioquia al Magdalena, por una carretera24. Lo que la realización de
esta propuesta significaba para los caucanos, que refleja nítidamente el
22 Pereira: Informe del Secretario de Hacienda..., pp. 59-60.
23 Ibid., pp 59-60.
24 Ibid , p. 46.
10
significado de los caminos no sólo como medios de redención económica sino también de civilización, se puede medir en las palabras que
pronunciara el Presidente Julián Trujillo cuando la presentó a la legislatura:
lia obra] ser» iría sin duda de freno a las revoluciones que han venido
devorándonos, abriría un ancho campu a la industria y al comercio, y por
su engrandecimiento nos traerá el ensanche del bienestar común, la
tranquilidad social y los recursos vitales de que hoy carecemos, cuya falta
Aunque la propuesta no se aceptó, lo cierto es que los diferentes
gobernantes caucanos la tuvieron como guía en la realización de obras
públicas. Es el caso de Mosquera quien, convencido de que una de las
vías mas expeditas para salir al mar era por el valle del Patía, promovió una
suscripción v oluntaria de fondos para explorar el camino de! Castigo a
Nulpl. El 27 de junio de 1868 se organizó esa exploración y el 4 de julio
se contrató con el señor Roberto B. White y su socio el General Miguel
Quijano su realización. Los señores Ezequiel Hurtado, Miguel Quijano,
Juan de Dios Ulioa y Juan B Marroquín habían pedido privilegio para la
apertura de este camino desde 1866. las que les fue concedida el 19 de
nov iembre de 1868 y estos hicieron cesión a la sociedad organizada por
Mosquera- Al mismo tiempo, otra salida al mar se estaba explorando
en el Sur donde el señor Rafael Rodríguez estaba promoviendo la
25 Julián Tru . .c Mensaje del Presidente del Estado a la Lejislatura de 1869, Cali,
imp. de Eustaquio Palacios. 18o9. p, 32.
26 Rufino Gutierrez trae la siguiente narración sobre dicho camino:
Ei General José Ma. Obando sabía que la ruta más fácil y económica para comunicar
a Popay an con el Oceáno era por el Patía. La Legislatura del Cauca por decreto de
20 de ma>o de 185 i ie dio privilegio para abrir el camino al rio
El General no hizo provecho de ello. Pero la idea lanzada desde 1801 por el sabio
Caldas quien pensaba también que esa :ra la vía más natural entre Popayán y el Oceáno
hizo eco, pues el Congreso por ley de 30 de abril de 1869 autorizaal Gobierno Nacional
para emprender la empresa de abrir camino de algún puerto navegable al Rosario y
allí a Popayán. En el mismo año se apropiaron fondos para la obra.
A través de la ley de 5 de junio de 1871 la corporación volvió sobre el asunto y mandó
fomentar una carretera del Castigo a Popayán.
(Sigue )
10
construcción de un camino de herradura para comunicar el altiplano del
sur con Barbacoas. Para el efecto "se ha organizado una compañía
empresaria con un capital de $100.000 habiéndose suscrito en acciones
hasta el 13 de febrero de 1869 la cantidad de $60.100". Por otra parte, la
cuarta sección del presidio fue encargada de la apertura del camino de
Toro a Antioquia y de Ansermanueva a Nóvita. y en lo que se refería a
caminos internos, se celebró contrato con el ingeniero Roberto B. White
el 17 de junio de 1868 para que explorara y midiera la linea de Silvia a
Inzá y estudiara ia viabilidad de la obra-7.
Las solicitudes de privilegios de caminos se dieron también sobre
zonas marginales del Cauca, pero que empezaban a interesar por las
posibilidades de extraer productos exportables. Tal es el caso del
Caquetá que ai sufrir procesos exploratorios que llevaron a la exportación de quina y caucho, debía ser vinculado al Estado. Los primeros
intentos fueron hechos desde 1874 por los hermanos Reyes, quienes
buscaban una ruta para conectar al altiplano del Sur con el Atlántico28.
Con este raismo objeto, el 28 de mayo de 1881, Manuel José Ortíz Durán,
vecino de Neiva, en el Estado del Tolima, pidió privilegio para abrir un
camino entre el Salado o Rioblanco, distrito de Campoalegre, en el
Tolima, y que terminara en las cabeceras del río Yarí, tributario del
Caquetá7 .
Tres años después, en octubre de 1874 el Gobierno de la Unión aprobó $10.000 en
acciones a la empresa del camino, pagaderos en mensualidades de S! 000 y creó la
plaza de ingenieros con un sueldo de $1.500 anual
Los Ingenieros Belden y Samnis exploraron el terreno e informaron al Presidente del
Estado que lo encontraban favorable para abrir camino, ios trabajos empezaron pero
se suspendieron a causa de la guerra, apenas llevaban 3 leguas de banqueo y un gasto
de $32 176 50 de los cuales eran del Tesoro $11 200
No se volvió a pensar en Popayán. ni en buscar salida al mar por el Patía y se fijaron
en la ruta del Micay movidas por el deseo de reexplotar las minas que allí existían en
la colonia.
Rufino Gutiérrez: Pasto y las demás Provincias del Sur de Colombia Sus relaciones
políticas y comerciales con el Ecuador Bogotá, Imprenta de la Luz, 1896, pp. 52-53.
27 Pereira: Informe del Secretario de Haciendo , pp 46-57
28 André. ob. cit. p, 771.
29 Popayán. 28-05-81. enRejistro Oficial. # 113, pp. 2-3.
10
Por otra parte, las dificultades que se presentaron en la
construcción de caminos en la municipalidad de! Toro fueron
superadas en ia década de los años ochenta gracias a que su
construcción fue emprendida por mineros de la zona. Así en 1881 se
anunció que el camino de Belalcázar se había construido y estaba fisto
para que por él transitaran vehículos cargados. El camino que beneficiaba a las municipalidades de Toro y del Quindío fue realizado por el
contratista Rodolfo González, quien tuvo por representante al minero
Bartolomé Chávez30. Esto llevó a que en eí 83 se le diera al mismo
González la construcción de un camino de Belalcázar que pasara por la
Aldea de La Paz, en el Quindío. para loque sedio un piazo de tres años 31 .
También en la zona se había iniciado desde 1881 la apertura del camino
entre Supía y el límite con antioquia que empezaba en el sitio del Calvario
y comunicaba con Caramanta en el Estado de Antioquia. El director de
los trabajos fue Manuel María Franco ayudado por Bartolomé Chávez
quien actuó como pagador32.
En 1884 se entregaron tres leguas del camino del sur entre "La
Yegua'' y "San Francisco". En la empresa trabajaban 150 obreros, bajo
la dirección del norteamericano Samuel M. Brown, experto minero de
Barbacoas, quien estaba acompañado de M. Finlav en la dirección
de los trabajos 33 .
En 1887. don Sergio Arboleda, Miguel Medina, Gregorio Arboleda,
Polidoro Velasco, y Ricardo Vejarano, en representación de una compañía anónima, solicitaron al gobierno nacional que autorizara al del
Cauca para que se creara la compañía anónima del Camino del Micay 34 .
Sin embargo, sólo el 13 de Enero de 1888 el decreto # 45, aprobó la
empresa otorgando un privilegio por 60 años, basado en la ley
nacional # 26 de 1873. con la salvedad de que el Cauca no podía
30
31
32
33
34
Ibid. # ¡55, p. 3.
Ibid.. H 237, Popayán. 7-IV-1883, p. 1
Informe del jefe municipal de Toro Riosucio 17-VI-82
El Ciudadano, Barbacoas, 1-IV-1884, p. 2.
Registro Oficial. # 143. 21-XI-1887, p. 3
10
otorgar los baldíos que se le habían pedido con el privilegio porque por
la centralización política la nación los había recuperado3'
Aunque, como se ha visto, la mayoría de las obras estaban en manos
de empresarios particulares, no puede decirse que el gobierno cancano
no estuviera comprometido directamente con eilas. Su compromiso se
puede medir en casos puntuales mediante ias mencionadas concesiones
de privilegios por licitación, por la cesión de algunas ae sus rentas .
mediante la vigilancia del cumplimiento de los contratos otorgados. P.e.
ia ley 299 de 1871 concedió privilegio de apertura de un camino de
herradura en el municipio de Toro, pero no se presentó ningún postor.
Por el decreto No. 300 se destinó en favor del camino de! Quindio la mitad
de ¡o que corresponde al Estado por la venta de sal de ias salinas
nacionales. La ley 301 "sobre caminos del Estado" destinó el 10% dei
producto líquido de ias rentas para la composición, mejora y conservación de los caminos, y ordenaba que se crearan juntas municipales
para que administraran ias obras, pero ei déficit presupuestal que se sintió
en 1872 impidió que se invirtieran ios dineros que esta iey mencionaba.
En vista de esto ia ley 304 cedió en favor de los municipios la Renta del
Trabajo Personal Subsidiario para que la invirtiera en ¡as vías de comunicación. La ley 308 concedió privilegio parala apertura de un camino de
herradura entre los municipios de Toro y San Juan por la montaña de
Tamaná pero tampoco se presentó postor. También se intentó mejorar ia
comunicación por los caminos existente para lo que se construveron
puentes en ¡os ríos Palo, Juanambú, Guabo, y Pususquer, en Piendamo,
y sobre e! rio Ei Molino. La vigilancia sobre el cumplimiento de las
propuestas hechas por ¡os empresarios llevó a que el 31 de diciembre de
1871 se ordenara la suspensión del camino del Castigo. A Félix de ia
Abadía se le notificó que el camino de Cartago a Manizales no se
encontraba en buen estado y que no iienaba ¡as condiciones de! privilegio, lo que se notificó al Procurador de! Estado para que tomara ias
35 Recopilación de Ordenanzas del Cauca, tomo 1, Edición Oficial, Imprenta dei
Departamento. Popayán. 1892, p.78
1
medidas pertinentes. No obstante, las buenas relaciones políticas llevaban a que los incumplimientos fueran rápidamente olvidados y se
otorgaran nuevos privilegios. Este también fue el caso de Juan Bautista
Mainero y Trueco a quien se le adjudicó la construcción del camino de
Bolivar a pesar de haber incumplido en la construcción del camino del
Atrato36.
EF. CAMINO !)E PALMIRA A CAI I
Como se pudo observar en lo anterior las ciudades caucanas no sólo
estaban aisladas del mercado mundial, sino que también se encontraban
prácticamente incomunicadas entre sí. El caso y que presentamos a
modo de ejemplo, es el de el caminoi entre las ciudades de Cali y Palmira.
Según Isaacs F. Holton este era "el peor de los caminos del mundo""'7,
mientras que para Santiago Eder "era el peor que existía en toda la
República", situación que no varió hasta 1867 cuando inició un
movimiento cívico que buscaba mejorarlo. En 1867 Eder, escribió a
David Peña, ei Jefe Municipal de Palmira:
Dá tristeza, señor. \er que Cali, la primera ciudad del Valle no tiene
comunicación con las ciudades \ pueblos que ia rodean y que le dan vida
como Palmira. Candelaria, etc., porque estos últimos tendrán muy
pronto como y a ha sucedido, que dejar a un lado a Cali y pasar por su
camino natural "Las Pavas" para hallar el Pacífico.
[-]
No es mi deseo hablar de las caballerías que anualmente se pierden en los
fangales, las velas que diariamente se consumen para santos, pues es un
hecho que no hay persona que venga de Cali a Palmira o visceversa que
no tenga que referir un escape milagroso. Fste es el camino más
importante de los dos pueblos en una distancia de cuatro leguas y cuya
composición y mejora podrá hacerse con una pequeña suma o con el
trabajo subsidiario de los dos municipios en un año.
Si las municipalidades de Cali y Palmira se ponen de acuerdo para hacer
el gasto de un ingeniero, se logrará una trocha de línea recta que no costará
36 Santacoloma, ob. cit.. pp. 6 y ss.
37 Holton, ob. cu p. 153.
12
sino unos ciento cincuenta pesos y que será un trabajo de ocho dias3i.
La propuesta fue presentado por Peña a vecinos influyentes de Cali,
quienes se comprometieron a colaborar, lo mismo que ¡as municipalidades de Cali y Palmira. Como tesorero fue nombrado Eder. Todo esto
sirvió para que el señor Robert B. White trazara la trocha % la completara
a principios de 1868. permitiendo que en verano el señor Eder \ ¡ajara a
Cali en su coche, primer vehículo de ruedas utilizado er. ei transporte de
pasajeros conocido en el Valle y cuy a utilización se buscaba generaliza
[...] el inolvidable danés Jacobo Jensen y el laborioso norteamericano
Juan Me. Cune, comenzaron los primeros a emplear ios carros en esta
ciudad para e! acarreo de maderas, con provecho manifiesto de todos los
consumidores de este artículo. Esos extrranjeros murieron y con ellos
terminó la empresa de carros. Hoy mismo ei ilustrado y progresista hijo
de Rusia Santiago Eder, ha construido un coche para uso suyo y de su
familia en ei municipio de Palmira: pero desgraciadamente, ni Jensen ni
Me. Cune tuvieron imitadores en Cali, ni Eder ha tenido en Palmira
Será que no se medita en ¡a incalculable ventaja de ese medio de
locomoción?
En Cali nos causa admiración ver lo que cuesta la construcción ce un
edificio, debido en su mayor parte a las dificultades que presenta el
acarreo de materiales. La piedra negra para cimientos, la cantera, ei adobe,
el ladrillo, ¡a teja, la madera, ¡a cal y la arena, todo se conduce en bestia
y a veces a hombros de un muchacho. Estos acarrean en una semana lo
que un carro de regular tamaño tirado por un caballo acarrearía en un
La falta de mantenimiento de la carretera llevó a su deterioro, situación
que continuó asi hasta 1880, cuando el tema de la obra volvió a tocarse,
esta vez dentro de un gran proyecto que buscaba desarrollar las
comunicaciones dentro dei Cauca:
El Canal de Panamá, la navegación del Río Cauca y la conclusión dei
ferrocarril de Buenaventura son las grandes empresas que ocupan ia
38 Eder. ob. cit. pp. 103-105.
39 El Ferrocarril. Cali. 23-V-1884
113
atención de los Gobiernos Nacional y del Estado. Su realización implica
llevar a cabo otras empresas que serían su complemento, la principal es
la de mejorar nuestras \ ias de comunicación muy especialmente la que va
de Cali a Palmira.
Estas dos poblaciones y además centros comerciales importantes se
necesitan mutuamente y no tienen un camino que los une ni por tierra ni
por agua40.
Dada la fiebre ferrocarrilera que se vivía como consecuencia de
los pocos avances en la construcción del ferrocarril del Cauca, los
caucanos ya soñaban con ver todas las ciudades del Estado
entrelazadas por caminos de rieles. Palmira no fue la excepción pues el 4
de julio de 1880, se reunió una junta para tratar sobre la construcción de
un camino de rieles de Palmira a Cali. Entre los asistentes estuvo el Pbro.
Federico C. Aguilar, Eder y Faustino Fajardo quien era el Presidente41.
Como consecuencia de esta reunión se creó una compañía con 3.781
acciones por un valor de $18.905.oo distribuidos entre 12 accionistas,
siendo los extranjeros lo que mayores acciones suscribieron (véase
( uadroC.2r La idea fue acogida rápidamente por la ciudadanía, loque
llevó a que el numero de acciones se eievaraa 11.714 por $ 58.570.oo en
el término de un mes4 . pero como ocurría casi siempre, la empresa no se
realizó
Evidentemente se necesitaba un buen camino y esto no podía
depender únicamente de la buena voluntad de los vecinos como había
sucedido con el que impulsara Eder y con la idea del ferrocarril. Era
necesario que una compañía con recursos suficientes se encargara no
sólo de la construcción sino también del mantenimiento. La municipalidad de Palmira tomó cartas en el asunto y el 16 de junio de 1881, celebró
contrato con Primitivo Orejuela, ipara la limpia y canalización de los
40 La Paz, #35. Popayán. 26-VI-1880.
41 Ibid.. n 38, Popayán, 17-VI1-1880. p. 3
42 El Ferrocarril. # 112. ¡6-V11-1880, pp. 446-47
Ibid.
- I - 1 8 8 , p.
ríos Bolo y Guacha) cuyas avenidas inundaban el camino y terrenos
aledaños44. También por medio de la ley número 15 del 13 de agosto de
1881, la Legislatura del Estado, concedió privilegio a la "Compañía del
Camino Central dei Cauca", para abrir un camino carretero de Palmira
a Cali. Por la misma se autorizó al poder ejecutivo del Estado para
que tomara en ella un número de acciones cuyo valor no excediera los
8.000.oo pesos 4 '. Las obras no parecen haber avanzado mucho porque
en Bogotá el 26 de mayo de 1886. Francisco Valencia en nombre propio
y en el de los señores Dentón, Davis & Co. de New York y J.E. Davis
Director General del Tranvía de Bogotá, solicitó privilegio exclusivo para
construir un tranvía o ferrocarril de sangre entre Palmira y Cali. El
privilegio fue pedido por un término de treinta años, loque fue negado por
Carlos Albán, quien argumentó que la situación de guerra no permitía un
privilegio de esa clase 46 .
Como sucedió con la mayoría de las obras importantes, Palmira y Cali
debieron esperar hasta el siglo XX para que se construyera la "Carretera
Directa" entre las dos ciudades.
LOS PROYECTOS DEL GOBIERNO CENTRAL
LOS EMPRESARIOS EXTRANJEROS
Como hemos visto, el gobierno del Cauca aparentemente no se
preocupaba mucho por la construcción de caminos que conectaran a
los mercados del Cauca con el exterior, sino por los que permitirían
crear tanto un mercado interno como con los demás estados de la Unión
La explicación es bien sencilla: la comunicación con los puertos marítimos o con otros paises correspondía desarrollarla al Gobierno de la
Unión que estaba encargado de administrar las relaciones exteriores y ias
aduanas. Precisamente buena parte de los recursos que generaban las
44 Palmira, 16-VI-81. en Rejistro Oficial, # 114, pp. 2-3.
45 Ibid. # 115. p. 2.
46 El Correo del Pacífico. Popayán 31-V1I-1886, p. 20.
aduanas era destinada para la construcción de caminos, de ferrocarriles
o para el dragado y establecimiento de la navegación a vapor por ¡os
ríos nacionales, todo con el fin de estimular las exportaciones.
En el Cauca, el Gobierno de la Unión se encargaba de la construcción
de dos vias una que comunicaba con Buenventura y otra que
conducía al puerto de Tumaco. Posteriormente se le vió impulsando la
navegación a vapor por el río Cauca.
EI. CAMINO DE BUENAVENTURA
En buena parte, el desarrollo económico de Cali, desde la época
colonial, se explica por la existencia del Puerto de Buenaventura, es
por esto que los caleños y posteriormente los caucanos del siglo XIX
ponían todas sus esperanzas de redención económica en una vía que los
comunicara ágilmente con el mar'47. Esfuerzos en este sentido se venían
dando desde mediados de siglo, cuando una compañía anónima
estimulada por los avances en la construcción del ferrocarril de Panamá
que permitiría una más fácil comunicación entre el Pacífico y el Atlántico, intentó transformar el viejo e intransitable camino colonial en un
camino carretero48. Para el efecto, Julio Arboleda y Tomás Cipriano de
Mosquera se asociaron con notables caucanos de la época y lograron
reunir un capital accionario de $60.000 que no se pudo invertir. Más
tarde Mosquera financió un estudio realizado por el ingeniero
47 Respecto al significado de la comunicación con el mar Pacífico para Cali puede
concultarse mi artículo: Encomiendas y Estancias en el Valle del Cauca". eHistoria
y Espacio, # 12, UNIVALLE, 1988. Una buena síntesis de la difícil comunicación de
Cali con el mar desde ei siglo XVI es la que realizó Phanor Eder, en su obra citada, pp. 91
y ss. En base a ella se elaboró el presente punto. El trabajo más conocido sobre el tema es
ei de Mariano Arguelles: La carretera al mar, Cali, lmp. Departamental, 1946. El mejor
trabajo reciente es el de James Neal: "The Pacific Age Comes to Colombia: The
Construction of the Cali-Buenaventura Route. 1854-1882", Tesis de Ph D . Vanderbildt
üniversity , 1971. Hay algunas descripciones del estado del camino hechas por viajeros. La
más cercana a la época que tratamos es la de Saffrav, ob. cit.. pp. 311 y ss
48 Respecto a los esfuerzos por construir un camino al mar puede consultarse
a Piedad Gómez Benitez: "Ei Camino de Buenaventura", Cali, UNIVALLE.
Departamento de Historia, trabajo de grado. 1979, especialmente el capítulo III, PP 61 y
Estanislao Zawadzki, quien publicó un prospecto en el que se señalaba
el significado de la obra para los caucanos:
I lagamos un camino de ruedas al Pacífico y todos cuantos somos seremos
más ricos y más felices, porque tendremos quien consuma lo que
produzcamos, y podremos todos trabajar más, producir más y ganar
más... el mar es el mercado para todos los productos de las provincias del
Sur. La obra importará $600,000 más o menos... acaso superior a nuestras
fuerzas, si se exigiese que los contribuyentes ia dieren de una vez... pero
se dividen en 12.000 acciones de a 50 pesos cada una pagaderas en cir.c
o seis años... (habrá mercado para ios azúcares, los c¿:'¿s. ¡os animales,
los anises, cacaos, tabacos, etc del Valle). E • numero ce cargas que „¡a
hoy en el pésimo camino entre Buen.av entura y C'a se puede calcular en
9 a 10 mi! o sea 200.000 quintales al año. se calcula la suma de ios
productos anuales [en] S85.O00:
$60.000".
Aunque como en todos los prospectos empresariales del siglo XIX
y en especial los de caminos, a menudo eran más las ilusiones que las
bases reales de la empresa, lo cierto es que ¡a cita refleja nítidamente
las esperanzas de los dirigentes caucanos por vincularse efectivamente al
mercado mundial Pero hay una anotación importante: a la empresa se
vincularían empresarios nacionales y extranjeros -Pedro A ¡cántara Herrán,
un expresidente de la República, y Mr. J. Stephens, Vicepresidente de la
Compañía de! Ferrocarril de Panamá- y lo que era "mucho" más
importante para garantizar la realización de la obra: "Entre los miembros
del consejo administrativo figuran personas que por su calidad de
extranjeros no pertenecen a ninguno de ios dos partidos"50.
Gracias a esto, el 31 de agosto de 1850, se pudo establecer una
compañía con privilegio exclusivo de la que formaban parte entre otros,
las siguientes personas, que en adelante figurarán como importantes
empresarios caucanos: Federico G. Byrne (presidente), Manuel M.
Mallarino y José Sanclemente (vicepresidentes); Pedro Pablo González
(secretario); Eusebio Borrero, Tomás Cipriano de Mosquera, Manuel
49 Citado por Eder. ob. cu . p. 97
50 Ibid.. p. 97.
Antonio Sanclemente, Jorge H. Isaacs, Manuel de Jesús Quijano,
Antonio Olano. Manuel Santos Caicedo y Estanislao Zawadzky, entre
otros. De los estudios de factibilidad de la obra se encargó la "Comisión
Corográfica", lo que llevó a que en 1855 por orden de la Cámara
Provincial se publicara un folleto escrito por Agustín Codazzi5 \
Esta sociedad, constituida como "Compañía Empresaria del camino
carretero de Buenaventura a Cali", contrató en 1858 al ingeniero J. D.
Williamson quien se encargó también de realizar un estudio sobre la
factibilidad técnica dei camino 52 . Williamson recomendó la realización
de un camino de "tablón", conocido técnicamente como de "Me.
Adams". e inicio los trabajos respectivos con la ayuda de algunos
ingenieros norteamericanos53. La empresa contó con el apoyo del gobierno del Cauca, desempeñado por Mosquera quien le traspasó sus
acciones e hizo que aumentara el capital a $ 1.000.000 siendo el Estado
el principal accionista. Esto llevó a que la Legislatura de 1860
expidiera los decretos 44 y 56 reconociendo la sociedad anónima del
camino de ruedas de Buenaventura y aprobando un contrato entre ella
51 Agustín Codazzi: informe del ingeniero Sr Agustín Codazzi sobre la
construcción de un canino carretero del Valle del Cauca a la Bahía de la Buenaventura,
Cali, imr de Velasco. 1855
52 V Luis Enrique Paez Lope/, y Jaime Mogollón Herrera "La Construcción del
Ferrocarril dei Pacifico una obra anhelada 1878. 1915'', Cali. UNI VALI.I-i. Monografía
degrado. 1988. p 34 El mejor trabajo sóbrela obra del ferrocarril sigue siendo el
de Alfredo Ortega Ferrocarriles Colombianos, Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional,
1920 - 1932
53 Los trabajos del ingeniero fueron publicados en 1859 para promocíonar la
obra. Se trata básicamente de tres informes: "Relación de una investigación
preliminar del camino de planchas ó Me-Adams de CALI A BUENAVENTURA
hecho bajo la autoridad del JEN ERAL TOMAS C. DE MOSQUERA por el Capitan
J.D. Williamson. Ingeniero en jefe de la Investigación, a los SS. MOSQUERA I
COMPAÑIA", donde describe la exploración realizada; "Observaciones sobre el camino
de tablones i Mc-Adams entre BUENAVENTURA I CALI, i sobre los RECURSOS Y
PRODUCCIONES DE ESA SECCION de Nueva Granada favorecidas por dicho camino",
donde señala la importancia para la obra desde el punto de vista de explotación de
recursos; y. desde luego el "Presupuesto para el camino de Planchas o Mc-Adams entre
Buenaventura I Cali" Estos tres estudios acompañados por un "Resumen" fueron publicados
por Manuel Santos Ca\ct&o.Relación, observaciones i presupuesto sobre el camino de
tablón i Mc-Adams de Cali a Buenaventura, Cali, Imp. de Velasco, 1859.
lis
y el Estado. Gracias al empeño del gobernador Mosquera se lograron
construir 10 miriámetros de camellón pero la guerra del 60 obligó a que
esto se paralizara acabando, de paso, con la confianza de los accionistas 54 . Todo ésto llevó a que la obra se mantuviera con el sostenimiento
del presidio para que no decayera del todo. En tales circunstancias el
Congreso Nacional de 1863, autorizó al Poder Ejecutivo a contratar
un empréstito por $1.000.000 en el extranjero con el fin de terminar el
camino carretero, ofreciendo privilegio por 12 años y garantizando el
pago con el 15% de las entradas del Ferrocarril de Panamá y del
impuesto sobre la sal. Esto permitió conseguir en Londres £200.000
con las que se reinició la obra bajo la superintendencia del general Julián
Trujillo, quien después de construir algunos kilómetros debió abandonarla, al organizar con los peones un batallón de soldados, para enfrentar
una rebelión conservadora en 1865. Esto hizo que se encargara de los
trabajos Santiago Eder. quien tuvo un salario de $1.500 al año e inició
la construcción del primer tramo de un camino de rieles en Buenaventura. Su labor se puede medir en que para 1866 ya existía un buen camino
de herradura que permitía evitar la navegación por el Dagua dando
seguridad al transporte de mercancías desde Juntas hasta Buenaventura, y se anunciaba la próxima utilización de carros desde la hacienda
de Dagua55.
En 1869 la construcción del camino a Buenaventura se le dio a los
hermanos Juan de Dios (Emiro Kastos) y a Juan Jacobo Restrepo en el
tramo de Dagua a Juntas, asignándoles un sueldo de $250 mensuales para
ambos y una recompensa de $4,000 a la conclusión satisfactoria de la
obra. Se les anticipó además $600 para el traslado de 50 operarios
antioqueños "habiendo sido la suma invertida por esta cuenta, según el
informe del señor tesorero general, una cantidad mal gastada, que no
dio otro buen resultado que el de convencernos que no hai mejores
obreros que los caucanos ",6.
54 Alaix, ob cit p. 6.
55 Eder, oh cit. pp. 99 y ss.
56 Pereira: Informe del Secretario de Hacienda , p 43, subrayado en el original
Para 1870 la situación de la empresa se hizo critica en tanto que el
Gobierno Central, desempeñado por Manuel Murillo Toro quien no
simpatizaba mucho con el Estado Caucano y en particular cuando era
administrado por los mosqueristas. utilizó en gastos generales del gobierno el empréstito conseguido para 1a carretera, lo que llevó a que la
obra prácticamente se abandonara".
En 1872 se concedió una prórroga a la compañía empresaria del
Camino de ruedas de Buenaventura y se ie autorizó para transformar la
empresa en una de ferrocarril. En consecuencia el Gobierno Nacional
firmó un contrato con los señores David R. Smith y Frank B. Módica,
que fue sancionado por el decreto legislativo # 365 de 4 de septiembre
de 1872. Ei mismo año el Congreso aprobó las modificaciones al
contrato celebrado con ia compañía denominada ''The Cauca Valley
Minnig and Constrution Company", sociedad anónima del Estado de
Illinois y se autorizó ai señor Smith para que iniciara los trabajos. La
opinión que el contratista tema de los caucanos fue expresada en los
siguientes términos:
Aunque parezca paradójico, hay un pueblo muy emprendedor y prestamente comprará acciones en cualquier cosa que comprenda y haya visto
funcionar [...] Y ellos comprarán acciones en el ferrocarril con el mismo
entusiasmo tan pronto se familiaricen con el silbido de la locomotora...
Pero en cuanto sea del resorte de esta particular empresa del Valle del
Cauca, lo empujaremos ahora o nunca porque en ia medida que el camino
de herradura ha progresado hacia la costa, así sus ojos se están abriendo
a los hechos de su posición: ellos entienden ya por completo el asunto
y es solamente el hábito que han adquirido a través de siglos de
encerramiento, de considerarse cortados del mundo e impotentes en
estos asuntos, lo que les impide tomar este asunto en sus propias manos'*.
57 Respecto a ¡a posición del Gobierno Central frente ai del Cauca puede
consultarse mi trabajo: Estado Soberano del Cauca, citado, en particular los capítulos
11 y 111. La posición de Murillo frente a la carretera es referenciada por Eder, ob. cit, p
102.
58 Citado y resaltado por Hyland, ob. cit., pp. 220-221.
En todo este proceso, la relaciones de Eder, el cónsul norteamericano, con los políticos colombianos, fue decisiva en la aprobación de
los contratos, hay que resaltar en particular su relación con Mosquera5
Esta compañía pronto entró en dificultades con el Gobierno Nacional
dado que pasaba el tiempo y no iniciaba sus trabajos. En vista de esto,
en 1875, en Popayán se organizó una compañía nacional para construir
el ferrocarril del Cauca, empresa que contó con enormes dificultades para
conseguir recursos debido a la imagen de malos deudores que tenían las
repúblicas latinoamericanas en el mercado de capitales de Londres. En ei
caso colombiano la fama había sido bien lograda y estaba ampliamente
justificada entre los "bondholders" extranjeros. Prácticamente ninguna
compañía extranjera creía en los provectos colombianos. Basten los
siguientes ejemplos para ilustrar el asunto:
En 1873 Juan de Dios Restrepo (conocido empresario caucano de
origen antioqueño asociado con Adolfo Blum) escribía desde Londres,
donde se encontraba comprando mercancías para sus almacenes:
Aunque los amigos Blum me escriben que tendremos ferrocarril, yo no
lo creo, ni nadie en ios Estados Unidos y Europa; con quienes he hablado
creen que esos señores no pueden llevar a cabo semejante obra. Los
capitales están hoy muy desconfiados para empresas de ferrocarriles
sobre todo en la América dei Sur.
Con capitales americanos es imposible, y de Londres no sacan dinero para
esas empresas. Mi opinión es que ellos pueden hacer unos miliares como
59 Tomás Cipriano de Mosquera: Mensaje del Presidente del Estado Soberano
del Cauca a la Legislatura de 1873, Popayán, Imprenta del Estado. 1873. pp. 13-14
Rufino Gutiérrez dice la respecto lo siguiente:
El Presidente de ia República doctor Manuel Murillo Toro acordó las bases de un
contrato, en junio de 1872. con los americanos David R Smith y Frank B. Módica
como apoderados de la compañía The Cauca Walley (sic)Minningandconstruction
Company. y fueron aprobados por la ley 66 del mismo mes sobre la construcción
de una vía férrea entre la bahía de Buenaventura y el rio Cauca.
El desarrollo de las negociaciones puede seguirse en los informes consulares de Eder
Los americanos recibieron privilegio por 60 años después délos cuales la obra y sus activos
revertirían al Estado gratuitamente Se concedió un millón de hectáreas de baldíos con un
precio de 25 centavos cada una y se concedió la explotación de las minas de carbón y
minerales existentes en el trayecto de la obra. V. Eder. ob. cit.. pp 115 y ss.
base de operaciones de bolsa y de combinaciones posteriores. Deseo
sinceramente equivocarme10.
Igualmente, en 1874, cuando la Railroad Gazette, periódico americano, refería artículos publicados en Londres para p r o m o c i o n a r el
Ferrocarril del Cauca, en el que se señalaba que el Gobierno nacional
garantizaba la obra hipotecando sus rentas de aduanas, un corresponsal
llamó la atención sobre el hecho
[...] de que ios Estados Unidos de Colombia no han pagado los intereses
sobre los bonos emitidos en 1868 desde el 1" de julio de 1872 ni tampoco
ha pagado las amortizaciones convenidas; así. pues, la garantía no parece
tener gran valor6'.
También, el Barón Max von Thielmann, un alemán de visita en el
Cauca en 1876, veía difícil la realización de ia obra dadas las difíciles
condiciones financieras del Cauca: "Me parece que es de todo
imposible que ei ferrocarril pueda obtener rentas suficientes para
cubrir siquiera los gastos de explotación; por ende no podrá obtener
capital extranjero"62
Ante las dificultades por las que pasaban las compañías extranjeras,
los caucanos consideraban que debería ser una compañía nacional la
que se encargara de la obra, por lo que se hizo un llamado a que se
suscribieran acciones de un valor de mil pesos cada una. Entre los
accionistas se encontraban: Modesto Garcés, Buenaventura Reinales,
Eliseo Payán, Elias Reyes, Santiago Eder, Manuel María Castro,
Clímaco Lloreda, Julio Lloreda, José Ignacio Delgado, Plata Hermanos,
Gonzalo Diez, Miguel Arroyo, Aparicio Rebolledo, Jaime Córdoba,
Tomás Joaquín Renjifo, y José Ignacio Trujillo63. Estos empresarios, a
60 Juan de Dios Restrepo carta a Santiago Eder, Londres, 15 de agosto de 1873,
61 Railroad Gazette, 12-XII-1874, cit., por Eder. p. 119.
62 Barón Max von Thielmann: VierWege durch Amérlka. Leipzig, 1879 pp 382385, citado por Eder, ob cit p. 119.
63 Ferrocarril de! Cauca. Popayán, l-X-1875; Los Principios, # 205. Popayán
1875, p. 48.
122
pesar de sus buenas intenciones, no estaban en capacidad de enfrentar
a las compañías extranjeras. En el caso de "The Cauca Valley" la pelea
sería larga pues redobló esfuerzos hasta lograr conseguir capital en
los EE.UU., lo que de todas maneras no fue aceptado por el Gobierno
Nacional que ya se encontraba adelantando conversaciones con el
empresario cubano-norteamericano Francisco Javier Cisneros quien, en
1878, anunció que el 17 de septiembre iniciaría trabajos desde el puerto
de Buenaventura, para abreviar el plazo en la construcción del ferrocarril 64 . En esta obra actuó como ingeniero el norteamericano Robert
Blake White.
Como ocurría generalmente el empresario no sólo debía enfrentar
obstáculos naturales sino también financieros, puesto que el gobierno
constantemente incumplía los pagos, es por esto que en 1881 el
Gobierno del Cauca -desempeñado por Ezequiel Hurtado- atendiendo
reclamos hechos por Cisneros dispuso que al Ingeniero Residente se
le entregaran mensualmente la suma de $3.000;
$1.000 para cubrir las mensualidades que el Gobierno anterior dejó de
pagar. y $2.000 para el servicio corriente; esta suma debía erogarse en
billetes del Estado, único recurso creado por la Lejislatura para atender a
los gastos de Administración y al pago de la deuda pública, aumentada
considerablemente por causa de la guerra [de 1879 A.V.]. Más después
de algunos meses el señor ingeniero manifestó al Gobierno que el señor
Cisneros no convenía en esos términos de pago, y devolvió los billetes
que había recibido.
Fué entonces que, para activar la amortización de ios billetes del Estado
y atender al pago de las mensualidades de la empresa del ferrocarril,
aunque fuera en parte, se celebró el contrato dei Banco del Cauca; pero
los gastos urgentes que fue preciso hacer durante algunos meses para la
conservación del orden público, impidieron que se cumpliese a la
64 El Emisario, # 4, Buga, 4-IX-1878, p. 13. Todo el proceso de construcción
del ferrocarril aparece disperso en el periódico El Ferrocarril. La recopilación
de ese materia! aparece en Jaime Alonso Calero Sanz y Nelly Galvis: "Efectos Socioeconómicos de la salida al mar. El Ferrocarril del Pacífico. 1880-1915". Calí.
UNI VALLE, Departamento de Historia, trabajo de grado, 1987
empresa con la regularidad deseada, y últimamente el incendio ocurrido
en el importante puerto de Buenaventura privó al Gobierno de todo
recurso, y lo obligó, como era natural, a tomar del mismo Banco la suma
indispensable para auxiliar a las víctimas de aquel desastre [...]65.
Solucionados los problemas referidos, el 20 de julio de 1882 se
inauguró el transporte de pasajeros entre Buenaventura y Córdoba
(20 Kms), acortando a dos horas un viaje que anteriormente duraba
quince. También se inauguró un muelle en Buenaventura -que fue
considerado una pésima inversión en tanto que no era apto para barcos
de gran calado. Prácticamente esto fue lo máximo que logró Cisneros
pues no pudo conseguir financiación para el resto del trayecto lo que,
ante la "impaciencia caucana", llevó a que el Gobierno rescindiera el
contrato. Los motivos reales tienen que ver con la participación política
de los representantes de la empresa en los acontecimientos ocurridos
entre 1883 y 1885, cuando se unieron a la causa radical. La liquidación
de la empresa mediante arbitraje llevó a que el Estado colombiano
pagara a Cisneros $1.780.882 y a que este devolviera los terrenos
baldíos que había recibido6". Aparte de esto, la obra había costado a la
Nación $611.789.42*' (véase cuadro C.3).
Un contrato celebrado con el Conde de Goussencourt el Io de julio
de 1886, fue rescindido en 1889 por desavenencias con el Gobierno y
por dificultades financiera . Lo mismo ocurrió con el que se firmó con
James L. Cherrv, el 27 de agosto de 1890 que fue rescindido en 1895
a pesar de haber reconstruido el tramo construido por Cisneros y
haberlo prolongado 15 kilómetros más. Esto dio pie a un nuevo laudo
arbitral que. como siempre, perdería Colombia68. Este tipo de problemas
65 Rejistro Oficial, # 115. Popayán, 4-VIII-81, p.3.
66 Respecto a la participación política de Belisario Zamorano y F.J. Cisneros, V
Valencia. Alonso: "Política y Economía durante la Regeneración en el Valle del Cauca,
1875-1890". Banco de la república, 1983 (inédito), ademásEl Ferrocarril. # 275, 91-1885, pp. 272-73-74 y Eder.oé. cit. p. 124.
67 Ei Ferrocarril, # 213, ¡8-VIII-1882, p. 850. Neal,ob. cit.
68 V. Eder, ob. cit., pp. 124-13
124
llevó a que sólo a comienzos del Siglo XX se pudiera construir el
ferrocarril que llegó a Cali en 1915.
La experiencia empresarial que se obtuvo en el Cauca con la
presencia de las compañías extranjeras, permitieron no sólo que los
colombianos iniciaran sus propias empresas, sino que se formaran
ingenieros capaces de sacar adelante las obras que aquellas compañías
iniciaban y nunca terminaban. Desde luego el objetivo de las
compañías extranjeras no era precisamente permitir el desarrollo
económico del Cauca, sino entrar en complicadas especulaciones
financieras que, invirtiendo muy poco dinero, les permitiría llenar los
bolsillos. La experiencia colombiana en este sentido fue descrita así
por don Miguel Samper:
La celebración del respectivo contrato no ofrece dificultades; al contrario urge que salgan a lucir en el Diario Oficial el patriotismo, el
espíritu progresista y la consumada habilidad del Ministro.
La inauguración se divide en tres escenas: el Poste, el Almuerzo y el
Telegrama. Se dá por inaugurado el ferrocarril cuando, congregados el
contratista, ia primera autoridad del lugar y los más entusiastas partidarios de la obra, se dirigen al punto de la estación principal, la cual queda
bautizada con el nombre glorioso del Ministro. De allí pasa la comitiva
al salón en que la espera el almuerzo, y cuando los brindis han dejado
todo en seco, se redacta el telegrama: "Ferrocarril es un hecho. Acábase
inaugurar. Nombre de su Señoría transmitido posteridad por primera
estación".
Los trabajos quedan iniciados con la colocación del poste, pero se
suspenden mientras el contratista emprende viaje a su tierra natal con el
objeto de organizar la Compañía empresaria. Vano intento. Los bonos del
Gobierno se cotizan al 18%, o no se cotizan y el contratista sólo es
conocido del Ministro. Hay por allá tantos Cankers. El nuestro, sin
embargo, no se desalienta y logra formar un comité que asume el título
de The Colombian Interfantastic Railroad Co. el cual aparece izado en
la ventana de un trabuco de 6° piso. Alléganse una docena de cajas de
herramientas y un libreto de esqueletos de letras de cambio a cargo de la
Interfantastic, y regresa el empresario a proseguir los trabajos. Acógelo
a su llegada un grito de triunfo y de entusiasmo, que el telégrafo transmite
al impaciente Ministro, poco más o menos así: "Aquí Mr. Canker. Palas,
125
picas y azadones, dos millones rieles, locomotoras y carros atrás. Valle
entero alborozado".
Algunas letras colocadas permiten al empresario desplegar en guerrilla
unos pocos peones, a fin de llegar pronto al término del kilómetro 1,
término también de sus afanes, pues confia en que el Ministro no
conseguirá los respectivos veinte mi! dólares de la subvención, dado que
para ello el ferrocarril y el contratista forman legión y repican desde el
Meta hasta el Lebrija, y desde allí hasta Puerto Berrío, La Dorada,
Girardot, Buenaventura, Cartagena y Santa Marta, para volver a Soacha.
Obtenida la demora en la subvención, empieza la trifulca entre el
público, que se impacienta al ver que los trabajos no adelantan; e!
contratista que se disculpa con que no se les paguen los ya hechos, y
el Ministro que no puede hacer remesas a todos los puntos del
horizonte y que también malicia algo sobre la realidad de los trabajos. Al
fin llega la crisis, la deseada rescisión. La cláusula que la contiene,
innecesaria cuando se trata de una empresa productiva y de un
contratista serio, nunca se puede redactar en términos que excluyan la
comprobación de ciertos hechos, cuya exactitud se disputa y siendo el
Gobierno la parte contratante que declara la rescisión, se pretende por el
contratista que es victima de un goipe de autoridad, y ocurre a la
protección diplomática. El reclamo, según escena del último acto, se
formula con los ceros que han formado ei capital del contratista, más no
aislados, como figura en su balance, sino precedidos de la unidades
necesarias para elevar la cantidad a millones. Ya el Ministro de Fomento
descansa, pues los afanes pasan a su colega el de Relaciones Exteriores,
quien, después de inútiles esfuerzos, se ve precisado a firmare! convenio
de indemnización, con el cual cae el telón, dejando apenas entrever el
semblante aterrado del Ministro del Tesoro'''.
EL C A M I N O DE B A R B A C O A S 7 0
Otra obra importante para el desarrollo económico del Sur del Estado
era la comunicación con e! mar. Para ello se utilizaba un viejo camino
69 Miguel Samper: Escritos Político-Económicos, pp 234 y ss Citado por Eder,
ob. cit., pp. 120-121.
70 Prácticamente todo el estudio que sigue está basado en el trabajo de Rufino
Gutiérrez: Pasto y las demás Provincias del sur de Colombia.... cit.
126
colonial que llevaba de Túquerres a Barbacoas y de allí por río a Tumaco.
Con el objeto de promover la construcción de un camino moderno la
Cámara de Provincia de Pasto había establecido por decreto del 2 de
octubre de 1834 dar los terrenos a los individuos que se establecieran
en la ruta y dispuso, el 6 de dicho mes, conceder privilegio a quien abriera
camino por el Nulpe. Posteriormente, el Congreso de la Nueva Granada
expidió el Decreto de 28 de mayo de 1841 por el que se dispuso
naturalizar a los extranjeros que se domiciliaran en las montañas de
Barbacoas por seis años y que los nacionales establecidos allí
quedarían libres por veinte a ños de pago de la contribución directa y
de la decimal (por los frutos de sus sembrados), y del servicio militar;
también se les daba 150 fanegadas de baldíos por cabeza. Igualmente
mandó el 5 de octubre de 1843 construir por administración o por
contrato un camino en piedra o en madera hasta el Chucanés de dos y
media varas de ancho. Si se hacía por contrato se daba el privilegio
por veinte años y derecho de cobrar peaje de 10 ctvos por cada arroba
de los artículos que transitaran. También el Congreso autorizó al Ejecutivo por ley de 9 de junio de 1849 para hacer la mejora del camino y
garantizar interés del 10% del capital que se invirtiera hasta la suma de
$50.000. Según Rufino Gutiérrez, "nada se hizo entonces, y el Congreso
tal vez avergozado de que figurara como propiedad de la República
aquella vía, declaró por decreto de 25 de mayo de 1849, que no era
camino nacional". En igual fecha la corporación autorizó al Gobierno
para construir un nuevo camino. Esta autorización se retiró más tarde,
pero en su virtud, por ley 7 del 20 de noviembre de 1866, la administración
Mosquera celebró con el General Leonardo Canal contrato para abrir
camino y establecer la navegación a vapor por el río Patía. El empresario
trató de formar una compañía anónima para explotar las arenas
auríferas. Este contrato fue revocado en 1867 después del derrocamiento de Mosquera.
Por la ley del 22 de abril de 1872 el Congreso cedió al Estado del
Cauca la hacienda Chaitán, en la mesa de Túquerres para que su valor
127
fuera invertido en los trabajos del camino; lo cual animó a la
Legislatura del Cauca que resolvió por ley 357 de 1872 empezar la obra
por contrato de administración. La ley 26 de 1873 de la misma corporación dispuso que el camino se realizara por contrato. Para el efecto, el
Presidente del Estado Julián Trujillo. trajo de los Estados Unidos a
los ingenieros Enrique Stiles y Enrique Finlay para hacer el trazado,
pagándoles $ 10.000. Estos apenas llenaron a medias el contrato de la obra
que costaba $200.000. Un nuevo contrato se celebró el 31 de diciembre
de 1873 con César Castro y los dos ingenieros americanos mencionados
según el cual en un término de 3 años se comprometían a entregar
construido el camino. Recibirían S 140.000 por las 29 leguas que calculaban había entre Túquerres y Barbacoas. Los trabajos empezaron en 1874
y sólo empeoraron las condiciones del tránsito a pesar de que se gastaron
$150.00071.
Por ley del 17 de julio de 1876 el Gobierno general apropio SI 00.000
pagaderos con el 20% de la aduana de Tumaco para ayudar con los
gastos dei camino y se envió a Túquerres un cuerpo de zapadores. Con
todo los costos de la obra eran tan considerables que obligaron a rematar
por S37.866 ia hacienda de Chaitan, en marzo de i 881. También la ley 5
del mismo año, apropió S30.000 en el presupuesto nacional. En correspondencia la Legislatura del Cauca nombró en 1881 un superintendente que vigilara los trabajos con $100 de sueldo. En 1882 el señor Stiles
se retiró del contrato, pero el Presidente no aceptó, como tampoco
había aceptado la solicitud de rescisión que le hiciera Castro el 3 de
noviembre de 1879. Sin embargo ambos se retiraron dado que los auxilios
nacionales no se hacían efectivos. Todo quedó igual hasta que en 1887
el administrador de la aduana de Tumaco denunció que los habitantes del
sur hacían todo su comercio por el Ecuador por falta de un camino a
Barbacoas.
71 Eran tales las dificultades para transitar este camino, que sólo se podía andar
con indios cargueros, quienes lo bautizaron con el nombre de "camino de los pájaros'
V André, ob cit. p, 793, En esta obra se encuentra una buena descripción sobre las
condiciones de este camino para 1876
128
En ese mismo año el ingeniero americano Mr. Charles De Saint
Charles, ei coronel Gustavo Guerrero, los señores Bernardo de la
Asprielia y Anselmo Figueroa promovieron la formación de una compañía anónima para construir un ferrocarril hasta el Telembí por lo que
pidieron a la gobernación que cediera las rentas del camino y que ellos
sufragarían la mitad de los gastos. No fueron atendidos. Las
consideraciones de la solicitud, presentada el 10 de agosto de 1887, eran
El comercio del sur no tiene hoy estabilidad ni solidez, expuesto como
están los miembros de él en ese fuego de suerte y azar al que se
entregan con el contrabando: y aunque esto sea ilícito siempre tendrá ia
simpatía de aquellos pueblos que ven en él el único medio de consumir
barato. No hay un camino propio por donde pueda hacerse un camino
de mercancías: y este tiene que buscar la única vía accesible. Las
mercaderías introducida ilícitamente por la vía de Ipiales. tienen que ser
recargadas con dos impuestos aduaneros, uno en Guayaquil y otro en
nuestra frontera. El pueblo se resiste a pagar tantos recargos no se
conforma con ser de peor condición que los menos favorecidos en ei país,
y estimulan y aplauden el contrabando. Todos ios males apuntados y
otros más que dejamos a la ilustrada penetración del gobierno no tienen
otro origen que el aislamiento de que hablamos72.
Mientras tanto, se hicieron esfuerzos por arreglar el camino de
herradura, en el que estuvo trabajando por aquel tiempo el señor José
María Cantera quien hizo tan poco que en 1889 se decía que sólo
arregló 53 cuadras con un gasto de más de $20.000.
Por decreto del 28 de enero de 1888 la asamblea del Cauca nombró a
don Julián Uribe para que hiciera una inspección de la ruta conocida
y estudiara otra que se proyectaba a Pasto. Los considerandos de!
decreto decían que se habían invertido $130.000 "sin provecho alguno"
que convirtieron al camino en "intransitables lodazales". El señor Unbe
informó que por !a vía de Túquerres se podría construir un camino de
herradura amplio y estable que no costaría más de $80.000. En consecuencia el 16 de octubre de 1888 la Legislatura destinó $160.000 parala
72 Registro Oficial. # 107, Popayán. 10-V11-18S7, p. 1.
129
apertura del camino y se dispuso que si la obra se hacía por privilegio
se concedería por 90 años y el gobierno tomaría $60.000 en acciones.
En 1891 Uribe entregó la obra concluida hasta Altaquer y el 25 de agosto
se inauguró el tramo75. El 10 de agosto. Uribe, Carlos Fletcher y
Nemesio Rodríguez llegaron a caballo hasta Barbacoas, este fue otro
grande acontecimiento para aquel puerto fluvial, pues era la primera
vez que gentes de caballería entraban a la ciudad. El pueblo se agolpaba
a conocer lo que creían vacas sin cuernos^4.
A pesar de la dirección de Uribe la obra no tenía cuando finalizar pues
no llegaban los dineros o se les daba diferente destinación, se sacaban
los obreros para luchas eleccionarias o no se pagaban salarios. El
Gobernador Primitivo Crespo dio un paso decisivo en 1892: para
concluir la obra celebro un contrato con el señor Ignacio Muñoz "el
más atrevido y más cumplido de los contratistas del país". Para el
efecto este señor llamó al señor Uribe para que se encargara de la obra.
Algunos meses después con 1.000 peones estuvo terminada la obra
que se consideró el mejor camino que tuvo Colombia. El General Rafael
Reyes lo recorrió y el 30 de noviembre de 1893 publicó sus
impresiones en La Unidad Nacional, de Popayán:
Rccorr; -dice- el camino de herradura que la Regeneración ha abierto
de Barbacoas a Túquerres: es el mejor que hay en la República: mide
más de 30 leguas, con amplio desmonte de 30 metros, y 3 metros
de verdadero macadams de cascajo de primera clase, con pendiente
máxima de 15 por 100. y éstas son muy escasas; de suerte que puede
andarse en ruedas, y si no lloviera, podría recorrerse todo él con
zapatos de baile -tan bueno así es ei piso. Lste camino cuesta al tesoro
¡o menos medio millón de pesos; y su conservación anual, no menos
de 540.000; estas cifras dicen elocuentemente que esa vía no se ha
construido y no se conserva solamente para proveer de queso y cecina
a los barbacoanos. que para este servicio bastaba la antigua vereda
de a pie caminos como este se hacen para despertar y fomentar el
73 El Obrero. Pasto, septiembre de 1891. p. 60.
130
comercio y la industria de pueblos numerosos, como son los que están
desde el Mayo hasta Quito; para todos ellos la salida al mar más
económica y pronta es el camino de Barbacoas; y es tiempo de que se
aperciban de esta verdad, y de que sepan que ninguna de las comarcas que
tienen poblaciones en las cimas de los Andes, en todo el continente,
[tiene] m ej or comunicación con el Oceáno que ellas, y que, en consecuenci a
pongan en actividad sus notables condiciones de laboriosidad y de
economía para entrar con firmeza por la vía del progreso75.
LOS PRIVILEGIOS DE N A V E G A C I O N
En lo que se refiere a la navegación a vapor puede decirse que
desdeel 12demarzode 1867 el ingeniero prusiano Maximiliano de Kraut,
pidió privilegio para establecer una línea de vapores entre Tumaco y
Barbacoas que pudiera extenderse a Patía, y el 4 de enero de 1869 el
señor Roberto B. White pidió privilegio exclusivo para canalizar y
navegar por vapores los ríos Patía y Telembí, que le fue concedido
debido a que estos ríos se en contraban dentro de los límites del Estado
y por lo tanto no necesitaban del visto bueno del Gobierno Central.
Respecto a la navegación en el Cauca no era mucho lo que podían
hacer los gobiernos caucanos, dado que era considerado como río
nacional porque atravesaba varios estados. No obstante, el Estado del
Cauca era el más interesado en desarrollarla en tanto que en el curso
alto de este río, es decir, la parte que baña al valle geográfico (220 kms).
era la más apropiada para el efecto, aparte de la más necesitada ante la
dificultad que presentaban los caminos.
El desarrollo de la navegación en el Cauca ha sido dividida en tres
períodos: Los comienzos (1883-1896), el auge (1905-1924) y la declinación (hasta 1930)76. En este trabajo nos referiremos sólo a la primera
etapa.
75 Citado en Ibid.
76 V . Germán Patiño: " C .H. Simmonds y los comienzos de la navegación a
vapor en ei alto Cauca", en Boletín Cultural y Bibliográfico, vol. 26, # 2 1 , Bogotá,
1989, pp. 37 -38.
131
Los esfuerzos caucanos por establecer la navegación a vapor
tuvieron que esperar hasta los inicios de "La Regeneración", cuando
se logró que ei Congreso Nacional expidiera la ley 41 del 21 de julio de
1880, mediante ia cual ordenó al Poder Ejecutivo que realizara "una
exploración científica en el río Cauca, entre el paso denominado 'La
Balsa' o 'Panezo' y los saltos existentes en el municipio del Quindío"
con el objeto de estudiar los obstáculos que existen al libre curso de
las aguas y que producen inundaciones77. A esto se unió el establecimiento de la "Compañía de navegación por vapor de! Río Cauca",
en Cali el 25 de octubre de 1880, gracias a la iniciativa del General
Julián Trujillo. Entre los socios se encontraban representantes de las
más importantes casas comerciales del Cauca, empresarios de obras
públicas, terratenientes y mineros: Carlos H. Simmonds y Tomás
Renjifo, Dr. Miguel Guerrero como apoderado de Francisco Sinisterxa
y Cia., José M. Rivera G., Domínguez E. y Cia.; Dr. León Solarte como
apoderado de Ruiz y García; Dr. Beiisario Zamorano como apoderado
de Francisco Javier Cisneros; Luis Fis'ner como apoderado de Santiago
Eder; Carlos Delgado C. como apoderado de Fuljencio Olave. El
apoderado de la compañía y Gerente fue Julián Trujillo. quienes se
asociaron por 20 años prorrogables, con un capital de 80.000 dividos
en acciones de a $4.000 c a"\
El establecimiento de esta empresa sirvió de estímulo para que la
navegación ha vapor se estableciera en otros lugares del Estado. Así,
el 19 de agosto de 1882. se anunció la salida del nuevo vapor "Colombia"
desde Tumaco por los rios Patía > Teiembi hasta Barbacoas. El barco
pertenecía a una empresa formada por los señores General Prado, FI.
Finlay - T. Clark quien era el gerente. El barco tenia 40 toneladas de
registro > un calado de 2 \ medio a 3 pies y era capitaneado por el señor
Enrique A \guiiar quien contaba con diez tripulantes79. Con esto se
77 La Pa: = 38. Popayán. 17-VIM880, p. 2.
•8 Rejistro Oficial. U 92, Popayán, 22-XI-1880, pp. 2-3
79 Ibid.. t 213. Popayán, 4-XI-82.
132
mejoraba la circulación interna de mercancías y se facilitaba la exportación, aunque seguía subsistiendo el mal servicio en los puertos marítimos en tanto que los barcos sólo entraban a Buenaventura y Tumaco
dos veces por mes, lo que llevaba a que se represara la exportación de
mercancías y a que los fletes fueran excesivamente altos en relación
con los que se cobraban en los puertos del Atlántico80. Esto, a su
vez, llevó a que el gobierno del Estado celebrara contrato con los
señores José María y E. Cortés para que estos e stablecieran dos
buques que serían construidos en un plazo de un año. De esta manera
los puertos quedarían cubiertos por 4 buques81.
Por algún motivo, "La Compañía de Navegación por Vapor" no
prosperó, lo que llevó a que en 1883 se creara otra asociación con el
mismo objeto y con el mismo nombre, aunque no exactamente con los
mismos socios. El Ferrocarril reseñó así el hecho:
Hoy tenemos la gratísima satisfacción de comunicar a nuestros lectores
que la compañía que debe realizar la navegación por vapor en el Río
Cauca, está yá constituida, y que la respectiva escritura está otorgada.
De ese interesante documento tomamos únicamente los siguientes datos,
que son los fundamentales y los que mas importa conocer: los socios que
han suscrito la escritura de la compañía son los señores Carlos H.
Simmonds, Santiago M. Eder, Angel María Borrero, Juan de Dios Ulloa.
Belisario Zamorano, Bartolomé Chavez, Carlos Greiffenstein, Francisco
Sinisterra, Borrero y Cía., José María Cabal Hoyos, Rodolfo González y
José María Domínguez, Escovar y Cía.
La cantidad suscrita está dividida en accciones de mil pesos cada una. El
período de duración de la compañía es de diez años, prorrogables a
voluntad de los socios. La Junta Directiva de la compañía residirá en Cali.
Tales son las cláusulas más importantes. Juzgue el lector por la calidad de
estas firmas si la empresa será cosa seria y si tendrá visos de realizarse
pronto: entre los socios hay alguno capaz de comprar él solo el famoso
Leviatán, y le sobra dinero...
Cuando el camino de rieles de Buenaventura llegue a Cali, encontrará ya
80 El Cauca, # 2, Popayán. 6-VI-1883, p. 1
81 Ibid., 7-VII-l883. p. 2.
133
servido por vapor el camino de agua desde Jeüma hasta Virginia mas
allá de Cartago.
Mejoras como ia del ferrocarril de Buenaventura y la de vapores en
nuestro gran río son elementos de orden y prosperidad. Realizadas
estas empresas se alejarán por largos años las revoluciones y será
necesario que la fatalidad suscite gigantes guerreros de la talla de Atilas
y Tamerlanes para que pueda ser turbado el orden público82.
Las dificultades de la empresa eran muchas, entre ellas sobresale el
tener que importar el buque y traerlo desarmado por el puerto de
Buenaventura hasta el Valle cruzando la cordillera. Pero, según Rufino
Gutiérrez, en 1885 una compañía bugueña -la "Sociedad de Navegación
por el Río Cauca"- se les adelantó pues hizo traer el "vaporcito" Caldas
desde San Francisco en California, el que fue armado por Felipe Orosti
un italiano, que hizo un trabajo tan defectuoso que sólo realizó un viaje
a Cartago y otro a Cali, y al volver a zarpar del puerto de Buga se fue a
pique En 1887 el señor Carlos Simmonds. a nombre de la sociedad
"Simmor.ds. Chavez y Cia "'. trajo el vapor Cauca, que fue echado al
agua el 17 de diciembre e inaugurado el 29 de febrero de 188883, gracias
a la labor de! Ingeniero Carlos Hardy
La importancia de esta obra radicaba en que pondría en comunicación a las municipalidades más importantes del Valle integrando su
comercio. Por la banda oriental del Cauca quedarían unidas Santander,
Pradera, Palmira, Buga, Tuluá y Cartago, y por la occidental Cali, Vijes,
Yotoco, Roldanillo, Hato de Lemos, Toro y Riosucio. Estos municipios
deberían a su vez construir algunas obras complementarias tales como
buenos caminos entre ellas y el río y un buen atracadero de manera que
el transporte de las mercancías fuera ágil y seguro 85 . Produjo a su vez el
establecimiento de una empresa de coches, establecida por Don Salvador
82
83
84
85
Ei Ferrocarril, Cali. 16-111-1883.
Gutiérrez: Monografías, cit., p. 104.
El Ferrocarril. tí 269. 16-X1I-1887, p. 1.181.
Ibid f 297. 23-XIM887, p. 1 185
134
Depons y su hermano Anastasio, ciudadanos franceses con casa de
comercio en París, que contaba con 4 coches que comunicaban a la
ciudad de Cali con el paso del comercio, lugar hasta donde llegaba
el vapor86.
Según un informe del Gobernador del Cauca en 1890, Juan de Dios
Ulloa, "La Sociedad de Simmonds, Chavez y Cía. organizada por el
primero de éstos ha conseguido la navegación del Cauca con su excelente
vapor traído de los Estados Unidos y con el cual ha recorrido la media
distancia entre el paso del Comercio y el paraje de la Virginia que se han
llamado ahora "Puerto Simmonds" y "Puerto Chavez"". Esto permitió
que se desarrollara otro tipo de empresas: p.e. el dragado del río, que
garantizaba la permanencia de la navegación, fue otorgada mediante
contrato celebrado el 8 de marzo de 1890 al subdito inglés Alfredo S.
Hodges, quien se comprometió a la canalización, dragado y extracción de
arenas auríferas del río Cauca. La empresa tenía un privilegio de treinta
años para explotar las arenas auríferas, el estado colombiano se
comprometió con una suma de $ 100.000 para dicha obra. Igualmente, y
gracias a los empresarios particulares, se buscó desarrollar la
navegación en otros ríos del Cauca: "La casa 'Otero y Cía' con el Vapor
Balboa que navegaba por el rio San Juan en el trayecto Sipí a
Churambirá entraba además al Pacífico hasta Buenaventura, Tumaco
y [¿Barbacoas?]"87.
Uno de los pioneros en la navegación, Bartolomé Chavez, trajo en
1894, "El Chaves", para navegar el San Juan pero no tuvo fuerza
suficiente para remontar el río por lo que fue traído al Cauca, donde fue
mal armado y prestó poco servicio, hasta ser finalmente vendido como
86 Ibid, # 302, 27-1-1888, p. 1.205.
87 Registro Oficial, # 51, Popayán, 1 2 - I V - 1890, p. 201. Respecto a la
canalización del Cauca, bien poco fije lo que se hizo, puesto que el Congreso de 1893
aprobó la partida de $100.000. Algún observador señalaba que ese dinero no alcanzaría
para nada y no se equivocaba, puesto que el dinero nunca se invirtió pues la penuria
presupuestal no alcanzaba para cubrir dicho gasto. Vía Unidad Nacional. # 63.
Popayán, 21 -IV-1894, p. 1.
135
material de desecho. Por el mismo tiempo don Luis Fischer, comerciante alemán establecido en Cali, trajo una lancha rápida cuyo motor
no pudo con la corriente del Cauca por lo que fue enviado a Buenaventura. Sólo a comienzos del siglo XX la navegación a vapor dio
algún resultado88.
En la medida en que los contemporáneos han exagerado el papel de
la navegación en el Cauca > en particular el desempeño del vapor
"Cauca", vamos a copiar en extenso algunas de las impresiones de los
viajeros al respecto
En 1891, las condiciones de la navegación eran las siguientes, según
Brisson:
Una legua separa a Cali del puerto de embarque [Puerto Simmonds] en
el Cauca, en donde se toma el pequeño v apor flu\ ial. que en tres dias baja
hasta Cartago [Puerto Sucre], Desgraciadamente el Cauca no tiene en
todas las épocas del año una cantidad de agua suficiente, y la navegación
se halla a menudo interrumpida, como por ejemplo actualmente desde
hace dos meses. Sin embargo, la salida está anunciada para esta semana.
Somos una docena de pasajeros, y -cosa digna de risa- ciento veintidós
hombres de tripulación y empleados, un poco menos que en los grandes
vapores de la Costa del Pacífico, que tienen 30. El precio del pasaje es de
$9 de Cali a Cartago, en primera clase, sin camarote ni comida.
[...]
A las 10 almorzamos, y el almuerzo está a la altura del vapor, es decir,
malísimo: plátanos asados, fritos, tostados, enteros, partidos por la mitad,
en ruedas, bajo todas las formas: la sopa de yuca y arracacha, que
reemplazan aquí la papa, que es muy cara, y arroz cocido en agua.
Estos manjares con la carne, que algunas \eces es de buena calidad; el
tradicional cacao, molido con un poco de azúcar o panela y cocinado con
agua; la leche; una especie de queso fresco y duro, que se parece más bien
a leche cuajada; y la arepa, o pan de maiz, son las bases de la alimentación
en estas tierras. El pan de trigo es por aquí un artículo de lujo y casi no se
halla sino en las ciudades; se hace, en general, con harina americana;
cultivan el trigo casi únicamente en Cundinamarca y en Boyacá.
88 Gutiérrez: Monografías,
Tomo II , p. 104.
136
Hacia las 12 paramos para hacer leña; los lugares de las riberas en donde
el leñador corta y amontona la madera para abastecer los vapores de
combustible [...] se llama leñateo. El metro cúbico vale aquí seis reales
(60 centavos)89.
Pero el vapor no era el único medio de transporte aún se conservaba
el de las balsa por el río Cauca, que permitía llevar las mercancías de Cali
a Cartago y que estaba vigente desde la colonia:
Encontramos a menudo grandes balsas de guaduas que trasladan
mercancías: cacao, café, cueros, etc., o artículos de importación para los
negociantes del interior. Estas balsas son conducidas por bogas, que se
sirven para dirigirlas de largos remos de guaduas y palancas que apoyan
sobre las orillas o en el fondo. Estas balsas son provistas en el centro de
un rancho o techo de cañabrava. Estas embarcaciones bajan casi con tanta
rapidez como el vapor, pero emplean para subir un tiempo triple o
cuádruplo90.
Para 1892, según Roberto Vélez Triana, las condiciones no habían
mejorado:
Era un beneficio para mi, nada acostumbrado a la vida militar, obtener un
camarote, comer a horas fijas y acortar el camino. Cuán vana fue mi
esperanza, amigo mió! Los zancudos no me dieron reposo un momento,
la techumbre del vapor no era impermeable a la lluvia y los hornos, con
su creciente calor, más vecinos a mi camarote de lo que conviniera, me
ocasionaron una fiebre que no quiero recordar. Agregue usted a esto el
inmoderado precio de transporte. Ciento veinte reales por ser pasto de
crueles alimañas y por viajar expuesto a la interperie. Y fuera de
alimentos, por supuesto: son ellos como extras que deben pagarse a un
empleado ad hoc".
Esto, desde luego, contrasta con lo que decía un abanderado del
progreso caucano como Eustaquio Palacios, el director del periódico "El
Ferrocarril", quien viajó por el río en 1896:
89 Brisson. ob cit., pp. 40 y ss.
90 ibid.. pp. 46-47.
91 Roberto Vélez Triana. T a r t o a un amigo de Bogotá. Quito. Imp. del Cier:
1892. P 8.
137
Lo primero que hicimos en seguida fué examinar nuestra vivienda: el
'"Vapor Cauca" es una casa pequeña, cómoda y aseada; tiene dos pisos:
en el inferior están ias bodegas para depósito de carga, la cocina, la
despensa, el departamento de los marineros y la hornilla con cuyo fuego
se calienta la caldera. El piso superior consta de un buen camarote á la
popa, luego un saloncito. después el comedor espacioso, y á los lados de
éste varios camarotes, todos con sus respectivas cerraduras; más allá la
gran caldera y por último, otro camarote en la proa. Allá, en el extremo
delantero dei buque está el timón, y sentado junto a éste, el timonel o
práctico, que no desampara ni un instante su puesto y que dirige la nave,
rija ¡a mirada inteligente en la porción del río que tiene delante, hasta
donde alcanza su vista. Cuando divisa allá a lo lejos gentes en canoa, toca
el pito, para que tomen pronto la orilla, pues los grandes oleajes que
despide el Vapor hasta una cuadra de distancia, volcarían la canoa sin
remedio. En la parte exterior de! segundo piso, hay barandas con pasadizo
alrededor, desde donde los pasajeros van contemplando ias riberas9:.
El Vapor Cauca naufragó ei 23 de julio de 1896, luego de 8 años
continuos de servicio, '"en un punto llamado Bumbún, abajo del paso de
Buga..."'".
92 El Ferrocarril.
Cali. 21-11-1896.
93 Ibid. 31-VII-1896.
Cuadro C
DISTRIBUCION
DEL
TRABAJO
POR
MUNICIPIOS
PERSONAL
SUBSIDIARIO
MUNICIPIO
ciudadanos
CLASIFICAD
Atrato
Barbacoas
Buga
Buenaventura
Caldas
Cali
Obando
Pasto
Popayán
Palmira
Santander
Túquerres
Tu lúa
Quindío
Toro
jornal
CANTIDAD TOTALES
APAGAR
EN DINERO
S 2,40
3048,40
2642
0,30
1124,70
0.30
5949,30
1074.70
918,30
5400,00
5432
19831
3249
300,50
50,00
97,00
4364
8745
17540
2441
5529
19491
0.30
0.15
0,40
2623,50
2631,00
976-40
0,30
1658.70
16956,60
61084
8898,30
FUENTE Persira: Informe del Secretario de Hacienda..., cit.
Cuadro C.2
EMPRESA
ACCIONISTA
SanUago M Eder
Julio Berlin
Elisa de Eider
José M. Domínguez
Varios (8 personas)
DEL
FERROCARRIL
a DE ACCIONES
1.000
1000
100
100
1.581
%
4.44
26.44
2.64
2.64
41.81
FUENTE: El Ferrocarril, # 112, 16-VII-1880.
CALI - PALMIRA
CAPITAL
5.000
5.000
500
500
7.905
%
26.44
26.44
2.64
2.64
41.81
$ 2,40
3048,40
1124,70
5400,00
5949,30
1074.70
918,30
300,50
50,00
97,00
2623.50
2631,00
976-40
1658,70
25854,90
Cuadro C. 3
APORTES
OFICIALES
PROCEDENCIA
Aduana de Buenaventura
Aduana de Túmaco
Estado S. del Cauca
Camino de Buenaventura
Estado S. de Antioquia
TOTALES
FUENTE: El Ferrocarril, # 213.
AL
FERROCARRIL
CUANTIA
S 378.688.47
100.344.00
24.699.00
54.719.65
53.338.30
611.789.42
DEL
CALCA
%
61.89
16.40
4.03
8.94
8.71
100.00
SEGUNDA PARTE
LOS COMERCIANTES V EL DESARROLLO
ECONOMICO DEL CAUCA
CAPITULO V
LAS TRANSFORMACIONES POLITICAS
Y LOS CAMBIOS ECONOMICOS
El Siglo XIX fue un período de grandes transformaciones para
los habitantes de los territorios que conformarían a partir de 1858 el
Estado del Cauca: desde 1810 hasta 1823 vivieron las guerras de
independencia; los años de 1839 a 1841 son un período conflictivo
que culminó con la llamada "Guerra de los Supremos" y la década de
1847 y 1856 fue de insurgencia social que culminó con la liberación
de los esclavos y la ruina definitiva de los viejos esquemas de dominación
coloniales. Por tanto, no es difícil entender que la instauración de la
soberanía en el Cauca se hizo en medio de una de las tantas crisis
económicas que lo afectaron durante el Siglo XIX. La explicación es
obvia: su "soberanía" política la logró después de una guerra que duró
desde 1860 a 1863.
En lo social el Cauca era bastante complejo: estaba dominado por
familias tradicionales cuyos orígenes se remontaban a la colonia y que se
establecieron en alguna de las viejas ciudades como Pasto, Popayán,
Cali, Caloto, Buga, Toro o Cartago, donde habían construido sus espacios de dominación política, económica y social (haciendas, minas y
cabildos) apoyándose en las relaciones sociales construidas mediante las
viejas instituciones coloniales (encomiendas, concertaje y esclavitud),
que les permitió alcanzar para el Siglo XVIII un desarrollo importante
dentro de todo el espacio colonial español al establecer una economía que
urna espacios subregionales lejanos integrando laproducción hacendataria
de las ciudades con los distritos auriferos situados en la frontera minera1.
Véase Germán Colmenares Historia Económica y Social de Colombia,(Sigue...)
142
Las guerras civiles que siguieron a la independencia y las reformas
que desarrolló el estado republicano, mostraron la crisis de dicho desarrollo económico y el debilitamiento de mineros y hacendados como
sectores dominantes. También las guerras permitieron una mayor
movilidad social al facilitar el surgimiento de sectores sociales que
empezaron a disputar el poder político y económico. Se trataba en lo
básico de blancos pobres, como Julián Trujillo, Eliseo Payán o David
Peña, o negros como Manuel María Victoria, quienes aprovecharon
el escalafón militar para ascender socialmente y consolidarse económica y políticamente. Otros aprovecharon las reformas liberales para
dedicarse al comercio y acumularon el capital suficiente para controlar en
la práctica la economía caucana durante el federalismo, pero principalmente durante "La Regeneración". Esta complejidad social se
puso de manifiesto durante la guerra del sesenta, cuando los sectores más
tradicionales-conservadores dirigidos por Tomás Cipriano de Mosquera o por José María Quijano; liberales como José María Obando, José
Hilario López o Benjamín Pereira Gamba- se unieron a sectores nuevos
de procedencia popular -conservadores como Julián Trujillo o liberales
como Eliseo Payán- para construir un esquema social basado en los
principios liberales que se plasmaron en la Constitución de Rionegro
y que preconizaban la plena vigencia de las libertades individuales.
Este acuerdo se hizo como único medio de sacar adelante la economía
y lograr una efectiva vinculación con el comercio exterior. Para lograrlo
los caucanos buscaron ante todo consolidar "La Pax Caucana" -basada
en una combinación de represión e indulto, como correspondía a un
esquema político de corte draconiano- para construir el "Estado Soberano del Cauca" con unas instituciones republicanas sólidas y con una
buena infraestructura económica. Esto contrastó con la posición que
asumieron los sectores liberales, radicales liderados por Manuel
Murillo Toro en Bogotá, quienes siempre buscaron desestabilizar los
1537-1719, Medellín, Ed. La Carreta. 1975 fopayán: una sociedad esclavista.. , cit .Cali
terratenientes, mineros y comerciantes. Siglo XVIJI,
Cali, Universidad del Valle, 1975
143
gobiernos caucanos mediante intervenciones en los asuntos internos
y el estímulo a los levantamientos de los radicales del estado. Ante
esto, la actitud de los dirigentes caucanos fue la de aislarse de los
Estados Unidos de Colombia encerrándose en las fronteras de "su"
estado, buscando conservar la paz como condición sine qua non para
el desarrollo económico. Esto lo lograron sólo parcialmente puesto
que el Cauca debió enfrentar revoluciones conservadoras en 1865 y
1876, y revoluciones contra los liberales radicales en 1879 y 1885,
la primera interna y la segunda nacional, aparte de un sinnúmero de
alteraciones del orden público que entorpecieron el normal desarrollo
económico.
A pesar de los desastres causados por las guerras, el Cauca era
considerado, por propios y extraños, un territorio con amplias
posibilidades económicas, dados sus abundantes recursos vegetales
y minerales, su variedad de climas y la fertilidad de sus tierras2. Es
por esto que los caucanos describieron su situación económica como
crítica no tanto por la inestabilidad del orden público, sino como
consecuencia de no encontrar un producto cuya comercialización los
uniera establemente a la economía mundial y les permitiera superar la
producción para el autoconsumo io que se explicaba por el aislamiento
geográfico. Felipe Pérez, un liberal radical, exponía así ia situación:
[Los terrenos] se dedican sólo al cultivo de ios productos de primera
necesidad, porque no hai mercado para el espendio. ni pueden llevar sus
productos ai otro lado de la cordillera, a causa de que el valle del
Magdalena es igualmente óptimo en cosechas. Hacia el Chocó tampoco
pueden llevarlos porque no hai camino para recuas; i finalmente a! puerto
de Buenaventura menos todavía, pues los fletes serían mayores que e!
valor intrínseco de los objetos del comercio.
Esta es también la causa que impide dar el ensanche debido a las haciendas
de caña i cacao, i de que ni aún se piense en las de algodón, añil i café,
frutos todos de una demanda activa en el estranjero. Asi pues, lo poco que
2 V. Joaquín de Caicedo. Perrería en Cali, hoja sueita publicada en Cali el 24
de febrero de 1869.
144
se cultiva es para el consumo del pais i no para esportarlo fuera de él3.
Aunque Pérez encontraba explicaciones que tenían que ver ante
todo con factores estructurales, Federico Aguilar, un importante ideólogo
del liberalismo independiente caucano, encontraba en 1881 que el atraso
se explicaba por la mentalidad señorial heredada de la colonia, que no
había podido ser vencida a pesar de los avances de las actividades
comerciales:
[Cali:] ciudad del siglo XIX, pero ciudad perteneciente a la edad media,
por su atraso, quietismo, preocupaciones feudales y entera carencia de las
comodidades, adelanto y espíritu de la época actual. Cali se ha quedado
nueve siglos atrás. Buga: [...] cuyo atraso quietismo y pobreza acusan bien
alto la pereza, el espíritu de partido y las guerras civiles que se han fijado
endémicamente en esta deliciosa comarca [...] Palmira no obstante su
calor y desventajosa situación en el centro de una llanura monótona y sin
agua, aunque si cubierta por arboledas, es un oasis en todo este dilatado
Valle. Allí desaparece ei quietismo tradicional: allí no se ven tantos
hombres ociosos, como en las demás ciudades del Cauca [...] En Palmira
hay comercio y movimiento y sin Palmira el Valle fuera un panteón de
momias, fumantes y bostezantes4.
La crisis fue descrita también por viajeros extranjeros, como el
alemán Friederich Von Schenck, quien en 1880 se quejaba de la escasez
de alimentos, lo que mostraba una crisis en la producción para el
consumo interno: "Tuvimos que llevar provisiones porque el camino
hasta Tuluá era conocido como muy desprovisto de estas y, además, el
viajero nunca está seguro de encontrar hospedaje entre la escasa y
muy poco amable población negra [...]'.
Todos dieron diferentes explicaciones que combinaban la pereza
tropical del caucano, la facilidad para la obtención de alimentos y la
3 Pérez, ob cit., pp. 136-137.
4 Federico Aguilar. "El Valle del Cauca", en El Ferrocarril, # 143, Cali, 1811-1881. p. 571.
5 Schenk, ob cit. pp. 52-56.
145
intolerancia política que llevaba a las guerras civiles, con sus secuelas de
irrespeto a la propiedad privada, constantes expropiaciones y empréstitos forzosos sin contar los destrozos cometidos, que impedían la
inversión de capitales en la producción.
Lo cierto es que la economía caucana se desarrolló a pesar de la
"pereza" de los caucanos. de su intolerancia política y de las guerras,
permitiendo que la sociedad se mantuviera y reprodujera. Lo que hay
que tener en cuenta es que quienes se quejaban de la situación estaban
buscando una más efectiva vinculación con la economía mundial como
en el caso de Pérez y Aguilar, o llegaron al Cauca cuando apenas había
finalizado una de las frecuentes guerras civiles, como la "Revolución del
21 de abril de 1879" en el caso de Schenck. Hubo desde luego, períodos
de crisis tanto en la producción de bienes de consumo como en la de
bienes de exportación que se explican por las mencionadas guerras
civiles; por la inestabilidad climática; por pestes en los vacunos; por
plagas estacionales de langosta, que afectaban de manera desigual las
diferentes subregiones caucanas; o por la contracción de la demanda
mundial sobre determinada materia prima. No sobra decir, que la mayoría de los periodos críticos fueron compensados por el intercambio
regional, que tenía que vencer enormes dificultades en la comunicación
interna.
LOS CAMBIOS EN LAS RELACIONES SOCIALES
Y EN LA PROPIEDAD
Las alteraciones del orden público que siguieron a la revolución de
independencia fueron consecuencia, en muchos sentidos, de las
transformaciones que se estaban dando en la sociedad caucana cuyos
sectores dirigentes buscaban una participación más ventajosa en la
república que se estaba creando. En efecto, la independencia no hizo más
que agravar la crisis que vivía la sociedad señorial sostenida en la
economía hacendataria y minera y que se aferraba a la esclavitud como
146
el único medio para sostener sus viejos esquemas de dominación. Pero
en medio de la crisis los señores de la antigua Gobernación de Popayán
se hallaban en condiciones políticas ventajosas para negociar su
vinculación a la Nueva Granada o a la naciente República del Ecuador.
Cuando en 1830 se decidieron por la vinculación a la Nueva Granada,
lo hicieron en el convencimiento de que sus intereses no serian
afectados. La "Guerra de los Supremos" (1839-1840) mostró que el
estado republicano no podría tocarlos impunemente6.
A partir de esa guerra se inició en las provincias de Popayán un
periodo de inestabilidad del orden público que obligó a que sectores
liberales en el gobierno central decretaran la abolición de la esclavitud
como el medio más efectivo para debilitar a los señores esclavistas. Las
consecuencias de esta medida se vieron en dos órdenes: en el político,
al iniciarse un período de guerras civiles que duraría de 1851 al 52 y
una revolución social que iniciada en 1849 se prolongó hasta 1854,
conocida como "la época del perrero" o, eufemísticamente, como "los
retozos democráticos", mediante la cual el liberalismo pudo construir
sus bases políticas en el Cauca7. En lo económico, la medida sirvió
para consolidar procesos de campenización que transformarían la
vieja hacienda colonial -caracterizada por utilizar fuerza de trabajo
esclava8 y por la integración de producción agropecuaria y
producción minera- en hacienda republicana que debía dedicar sus
productos a un inestable mercado urbano y al autoconsumo. Sólo unos
pocos renglones productivos, tales como el tabaco, algo de cacao, de café
y los cueros, tendrían aceptación en el mercado mundial.
Las transformaciones en las relaciones laborales implicaron un
gran reto para los hacendados tradicionales quienes debieron
6 V. las obras citadas de Arboleda, Helguera, Escorcia y Flórez.
7 V. Bosh, ob. cit.; Helguera, ob. cit.. Interpretaciones diferentes por apuntar más
a la "historia de las mentalidades" que a la política se encuentran en Margarita Pacheco:
La fiesta libera! en Cali 1848-1854, Cali, UNIVALLE, 1992.
8 Para 1843 los esclavos en Colombia sumaban 26.778, de los cuales 12.800
estaban en los territorios que más tarde conformarían el Estado Soberano del Cauca
V. Kalmanovitz, ob. cit.. p. 107
147
ingeniarse formas para conservar cautiva una mano de obra que a pesar
de la crisis de la economía hacendataria y minera tendía a escasear. En
efecto, la liberación de la esclavitud permitió una mayor movilidad de
los trabajadores negros quienes pudieron iniciar procesos de colonización al emigrar a las fronteras, al permanecer en los distritos mineros
donde iniciaron procesos económicos independientes que llevaron al
surgimiento de pequeñas unidades productivas autosuficientes y a la
comercialización de pequeñas cantidades de oro obtenidas por
mazamorreo; o al ocupar los ejidos de las viejas ciudades donde
construyeron pequeñas fincas o se vincularon al espacio urbano. Esta
movilidad de la fuerza laboral ha sido señalada como una consecuencia
negativa de la abolición de la esclavitud y como la principal causa de la
crisis que en el Cauca siguió a las reformas liberales, principalmente
porque profundizó las diferencias sociales, tal y como lo señaló en
El Neogranadino Bernardino Torres Torrente, administrador de aduanas de Buenaventura:
Allí el hombre de color, libre, no presta sus servicios a otro porque juzga
que a los esclavos solamente está reserv ado el trabajo: el blanco no se
dedica a elaborar la tierra, ni a cultivar las artes u oficios, porque la
noblezamna tales ocupaciones como un signo de ignominia: el favorecido
por la naturaleza en sus facultades intelectuales no encuentra estímulos si
no pertenece a familias nobles; es vejado continuamente por los que
ostentan esa nobleza y capacidad intelectual (el más precioso don del
cielo) hace en tal posición el tormento de la vida, sin que quede otro
recurso que expatriarse9.
Estos problemas fueron enfrentados de diferente manera por los
hacendados, quienes desde épocas anteriores modificaron las relaciones
laborales al convertir a algunos de sus esclavos en agregados de sus
haciendas. Asi los antiguos lotes que cultivaban los negros desde la
época colonial y que garantizaba su subsistencia les fueron dados
como base para sus unidades familiares, debiendo prestar su fuerza de
9 Tomado de El Seogranadino. # 39 por Hyland, ob. cit., p. 36
148
trabajo a la hacienda10. De esta manera los antiguos esclavos podían
comercializar algún excedente en los pueblos vecinos e iniciar
pequeñas parcelas de cultivos altamente comercializables como el tabaco
y el cacao". Las relaciones laborales se caracterizaron por la aparcería
que mantenía cautiva la mano de obra e impedía que los trabajadores
marcharan a las fronteras a iniciar procesos de colonización. De esta
forma se garantizó la supervivencia de la población campesina en el
Valle del Cauca y la mano de obra necesaria para las faenas agrarias12.
Estos cambios transformaron también las costumbres de los hacendados quienes ya no podían confiar únicamente en sus administradores, como durante la época colonial, sino que tenían que habitar en
la hacienda con el fin de vigilar el desarrollo de sus cultivos al no contar
con "un mayordomo fiel, como los que a veces se encuentran al oriente
del Quindío"13.
La forma en que estas transformaciones se materializaban se tiene
en una de las grandes haciendas coloniales como en el caso de "La Paila"
perteneciente a los Caicedo -una de las tradicionales familias del Valleque fue descrita por Isaacs Holton: la hacienda se extendía desde el rio
Las Cañas hasta el rio Murillo. Su anchura era de unas 7 millas y su
longitud desde el rio Cauca hasta las montañas del Quindío, de unas
10 V. Diaz, ob. cit., p. 39.
11 Moncayo U. Armando, Mejia P. Eduardo. "La transición de la hacienda a
ingenio azucarero industrializado en el Valle geográfico del rio Cauca 1850-1923",
Cali, UNI VALLE, trabajo de grado. 1986. p.32.
12 V. Ibid. p. 34. Un muy
buen ejemplo de estas relaciones se dieron en las
haciendas de Japio, La Bolsa y Coconuco.V. al respecto el estudio hecho porKalmanovitz,
ob. cit., pp. 156-164. Diego Carvajal ilustra bastante bien el proceso para el actual
Municipio del Cerrito, allí los negros se convirtieron en terrazgueros, en peones y los
má s independientes fueron sometidos mediante conciertos forzosos V. "El Siglo XIX en
la Historia del Cerrito", Cali, UNIVALLE, Departamento de Historia, trabajo de grado,
1983, pp. 41-42. Igualmente Harrison mencionaque enPalmiraseutilizaron
delincuentes
como trabajadores forzados para el tabaco. V. John P. Harrison, "La Evolución de la
comercialización del tabaco colombiano hasta 1875", en Jesús A. Bejarano: El Siglo XIX
en Colombia visto por historiadores norteamericanos, Bogotá, ed. La Carreta, 1977, p. 77
Puede consultarse también Mateo Mina Esclavitud y Libertad en el Valle deI rio Cauca.
Bogotá. La Rosca, 1975, pp. 65-66.
13 Hoiton, ob. cit., p. 128.
149
30 millas; su extensión no era menor de 500 millas cuadradas. Durante
la colonia llegó a albergar "36.000 cabezas de ganado vacuno y 800
yeguas, hoy las yeguas son apenas un número muy pequeño, y el
ganado no llega a un décimo de lo que fué". Para explotar este terreno
los hacendados tenían una serie de casas en el sitio conocido como
"El Medio", habitada en su mayoría por mestizos blancos. Cerca al
rio la Paila había otro núcleo poblacional compuesto en su mayor parte
por mestizos negros, conformando ambos núcleos un grupo de "vaqueros
de todo color". Esta distribución poblacional permitía establecer diferentes funciones: así, los toros y potros eran criados por los que vivían
en los llanos mientras que de los cerdos se ocupaban quienes estaban
establecidos en las riberas boscosas del rio. Prácticamente todos eran
aparceros y pagaban su renta en servicio personal que se prestaba
generalmente los días viernes y sábados, y en su mayor parte como
vaqueros a caballo. Existían también arrendatarios que pagaban renta
en dinero entre un peso con sesenta centavos a tres pesos con veinte
centavos anualmente. Sus parcelas de cultivo estaban en los bosques y
medían de medio a dos acres permitiéndoles iniciar procesos de
acumulación de capital, tal y como lo describe el mismo Holton: "En la
orilla sur del rio, al borde de la selva, vive Sánchez, ei manco. Es el
arrendatario más próspero de la hacienda: tiene caballos, vacas, cerdos,
y cultivos extensos, incluyendo un cacaotal"".
La racionalidad de mantener agregados, arrendatarios y terrazgueros, radicaba en que, de esta manera, los hacendados no necesitaban
disponer del muy escaso numerario para contar con trabajadores en sus
haciendas, las que generalmente se dedicaban a la ganadería, como en el
Valle, o al cultivo de alimentos vegetales, como en los altiplanos, los
que contaban con una demanda reducida. Desde luego, esta racionalidad no se aplicaba únicamente en las haciendas coloniales, las nuevas
haciendas surgidas de la disolución de los antiguos latifundios seguían
los mismos derroteros. Por ejemplo "La Manuelita", una de las hacien14 Ibid. pp. 128-135
150
das más estudiadas del Valle porque en ella se construiría en el Siglo XX
un ingenio con el mismo nombre, y que pertenecía a Santiago Eder, uno
de los más destacados comerciantes del Valle15, en 1872 tenía establecidos pequeños fundos que los patrones entregaban a terrazgueros
quienes prestaban servicio personal o pagaban terraje a cambio del
usufructo de la tierra. Estos cultivaban productos de pancoger a
pequeña escala para el mercado local y cacao y tabaco para el comercio
interregional e internacional, que era vendido a Eder. El terrazguero
tenía propiedad sobre el cultivo más no sobre la tierra y el propietario
se veía obligado a reconocerlo legalmente por escrito, lo que implicó
una evolución en las relaciones terrazguero-propietario, pues antes los
contratos se hacían "de palabra":
Comparecieron los señores Climaco López, Peregrina Escobar y Octavio
Fernández [...] el primero López es dueño de las dos fincas de campo
ubicadas en este distrito, en terrenos de la hacienda la Manuelita [...] la
primera que hubo por compra que de ella hizo al señor Manuel Dolores
Arce (escritura pública No.13 de esta misma notaría-enero de 1896), [...]
se compone de una casa pajiza con sus respectivas puertas y cerraduras
en buen estado, construidas sobre paredes de embutido, plaza y media
poco más o menos, cultivada de platanal y cafetos, encerrada bajo cercas
propias de piñuelo en buen estado [...] la segunda se compone de rancho
pajizo, unas pocas matas de plátano y otras de café [...]".
Este tipo de campesino no era el único que existía en el Cauca. Con
los grandes terratenientes coexistían los pequeños propietarios de
derechos en las grandes haciendas afectadas por complicados procesos
hereditarios. Conocidos como "indivisos" estos eran grandes fundos
vinculados anteriormente a mayorazgos; al abolirse este en 1824
habían pasado de sucesión en sucesión sin entrar en el proceso legal
de división. Al cabo de los años la división era prácticamente
imposible dado el crecido número de herederos con derechos, muchos
15 V. Moncayo, et. al., ob. cit.-, Eder, ob cit.-, Rojas, ob cit..
16. Notaría Segunda de Palmira, 1872, # 62, 8 -11-1872. (copia).
Manuelita S.A. Citado por, Moncayo et.al., ob. cit., pp. 73-74.
Archivo
151
de ios cuales no esperaron la resolución legal del asunto sino que
ocuparon la extensión de tierras que consideraron corresponderles; al
morir dejaban esos predios a sus herederos quienes seguían la misma
conducta de sus antecesores. Este campesino, generalmente mestizo
blanco, fue el que estuvo más vinculado a la producción para la exportación, pues en sus pequeñas huertas se produjeron buenos volúmenes
de tabaco y cacao, y no obstante su aparente autosuficiencia se veía
obligado a vender ocasionalmente su fuerza de trabajo a los
hacendados o a comerciantes recién convertidos en empresarios agrarios.
La llegada de empresarios agrarios también significó un cambio
importante en el Cauca. Aunque desde tiempo atrás representantes de
las familias tradicionales se dedicaron al comercio 17 , en él participaban
sectores sociales nuevos y, en particular, muchos extranjeros y
colombianos recién establecidos en el Cauca, quienes después de acumular capital decidieron invertirlo en tierras tratando de sacar adelante
cultivos exportables o de una mayor comercialización como el aguardiente o el café. Estos empresarios llegaron a ser propietarios de
diferente manera: unos aprovecharon el proceso de desamortización
de bienes de manos muertas y compraron propiedades arruinadas por
los censos; otros compraron derechos en los "pro-indivisos" y otros
aprovecharon la ruina de las viejas familias para rematar sus bienes
por un tercio de lo que valían en realidad, como se verá más adelante.
Con todo, a pesar de las reformas liberales, acceder a la tierra no era
fácil, pues aunque se presentaron períodos de crisis que harían pensar
que los propietarios estarían siempre buscando la coyuntura favorable
para vender, lo cierto es que ellos se aferraban a la tierra no sólo por una
cierta actitud señorial, sino porque en medio de las crisis políticas era
lo único seguro, así no produjera una renta alta. Por otra parte, las
familias tradicionales en períodos de apremio económico preferían
recurrir a préstamos de capital interfamiliares que a la venta de po
!" \
Colmenares. Cali
terratenientes.
152
rciones de terreno18. Es por esto que en las notarías sólo se registran
esporádicas ventas, referidas básicamente a derechos en propiedades
indivisas, quizás porque los propietarios no querían iniciar los largos
y costosos pleitos sucesoriales y preferían que otros con más capital
18 Cfr. Hyland, ob. cit. Posiblemente el sistema crediticio intrafamiliar
que
reemplazó al que controlaba la iglesia explique por qué el número de transacciones
hipotecarias fuera
relativamente tan bajo, como se puede observar en los cuadros
siguientes. Desafortunadamente ellos no permiten ver que si bien el Cauca tenía la
segunda deuda hipotecaria más alta del pais, ello se debía no tanto a hipotecas sobre
propiedades rurales, sino sobre minas.
Cuadro N.l
MOVIMIENTO DE LA DEUDA HIPOTECARIA. 1874
ESTADO
Antioquia
Boyacá
Cauca
Cundinamarca
Magdalena
Panamá
Santander
VALORDE
HIPOTECAS
151.208
61.773
694.425
813.640
4.905
150.420
104.047
CANCELACIONES
7.226
21.143
122.737
301.446
1.157
4.000
10.170
FUENTE: Anuario Estadístico. 1875.
Cuadro NP. 2.
MOVIMIENTO DE LA DEUDA HIPOTECARLA
DEL ESTADO SOBERANO DEL CAUCA. 1874
VALOR DE
HIPOTECAS
Cartago
Buga
Santander
Tulúa
Toro
Barbacoas
Pasto
Quibdó
Túquerres
TOTAL
7.218
15.474
1.040
10.939
37.362
29.322
24.002
4.150
2.280
31.040
23.952
539.350
2.967
694.425
FUENTE: Anuario Estadístico,
CANCELACIONES
10.166
77.900
122.737
1875.
153
líquido los enfrentaran. Un buen ejemplo es el caso de don Lisandro
Caicedo: Como heredero de la hacienda "Cañasgordas" -la del "Alférez Real"- procuró detener el proceso de fragmentación inorgánico,
iniciado tras la muerte de don Manuel Joaquín Caicedo, con el fin de
que la propiedad no saliera del seno familiar. Por el contrario, en
propiedades donde la "presencia histórica" de la familia no era tan
importante, como en el indiviso "La Paila", que estaba afectado por
bienes de manos muertas y permanecía como un globo indiviso de varios
de sus familiares, no tuvo ningún problema en iniciar procesos de
colonización al convertir sus derechos en el fundo en acciones de la
empresa colonizadora "Burila" 19 . También vendió porciones a James
Eder, mientras que una de sus parientes vendió derechos indivisos a
don Tomás Uribe Toro un antioqueño recién llegado, en el sitio del
Overo20.
Ante las dificultades que ofrecía el débil mercado de tierras era más
fácil pensar en el arrendamiento, lo que tampoco se daba con mucha
frecuencia, como lo demuestra el que entre 1861 y 1872 sólo se encontraran en la Notaría Primera de Cali un total de 4 contratos de arrendamiento. Estos contratos no dejan de ser interesantes pues muestran
cómo los terrazgueros se incluían como si fueran bienes de las haciendas.
P.e. en un contrato firmado entre el franciscano León Sardi y Rosa
Larrahondo de Córdoba, el 21 de febrero de 1866. sobre la hacienda de
"La Viga", se establecía que doña Rosa arrendaba a Sardi la hacienda
por seis años a cambio del pago de la mitad de las ganancias obtenida por
la venta de madera y materiales de construcción, y se agregaba como
parte del pago "la mitad de los terrajes que paguen los inquilinos o
agregados de la expresada hacienda". Pero el pago real se haría de
manera diferente puesto que ei arrendamiento se hacia "con el muy
19 Hyland. oh. cit., pp. 210-212
20 Julián Uribe: "Memorias", inéditas. Agradezco al profesor Roberto Luis
Jaramillo, de la Universidad Nacional de Medellín. el haberme facilitado la consulta
de este material.
154
especial objeto de moralizar a los inquilinos o agregados, haciéndoles que
reconozcan como legítimo dueño a la señora Larrahondo, y que paguen
puntualmente en trabajo o dinero la cuota que por terraje se hubiere
previamente estipulado". Poco después el fraile celebró un contrato de
asociación con Rafael Ríaseos Molina, yerno de doña Rosa, con el
objeto de operar y "montar en compañía un alambique de destilación
de aguardiente en la hacienda bajo la obligación de partir por mitad
los gastos como las utilidades."21 Este contrato deja ver otra función
de los terrazgueros: servían para justificar la propiedad de porciones
de terreno sobre las que los títulos no daban mucha claridad como ocurría
con las propiedades de origen colonial.
Las diferentes modalidades de fuerza laboral hacen que el estudio
de las relaciones sociales de producción sea sumamente complejo
debido a las combinaciones que se presentaron en las diferentes
subregiones caucanas. Una idea clara de tal complejidad se intentará
en el punto siguiente.
LA DIVERSIDAD REGIONAL
La economía dei Cauca asumió diferentes características según las
subregiones en que se encontraba dividido, es por esto que podemos
encontrar un conjunto de economías diversas y complementarias que
conformaban el espacio económico regional. Según esto encontraríamos cuatro subregiones económicas: la del Valle -conocida por las
autoridades del Estado como el Norte-, la de Popayán -el Centro-, la del
altiplano de Pasto -el Sur- y la del Quindío y los distritos mineros, cada
una de las cuales estaba dominada por una de las viejas ciudades
coloniales pero estaban conformadas de tal forma que integraban sierra
y costa, aprovechando una diversidad de nichos ecológicos que les
permitía tender a la autosuficiencia, no obstante lo cual mantenían un
intercambio interregional muy importante. A las subregiones las
21 Hyland. ob. cit. pp. 204-206.
155
caracterizaba también la dominación de alguna de las relaciones sociales
de producción mencionadas anteriormente.
La variedad de productos, su cantidad y valor calculados para 1874,
que se producían en todo el Cauca, se pueden ver en el cuadro P. 1.
LA SUBREGIÓN DEL NORTE: EL VALLE DEL CAUCA
La subregión del norte, la del Valle del Cauca con las municipalidades
de Cali, Palmira, Buga y Tuluá conformaba el espacio económico más
dinámico en la medida en que estaba vinculado al comercio de exportación-importación, es por eso que a ella aparece anexa la municipalidad
de Buenaventura, pues por allí se exportaban los productos no sólo del
Valle, sino del centro y del norte del Estado.
A lo largo del Valle, siguiendo el eje longitudinal del rio Cauca, se
encontraban las viejas haciendas coloniales productoras de animales, de
granos y de mieles. El ganado era comercializado a sitios distantes como
Antioquia y Panamá, a los distritos mineros de la Municipalidad del
San Juan, a la del Quindío para abastecer las zonas de colonización o a
las del Sur donde siempre había demanda de carne. Otro renglón
importante de producción era el ganado caballar y mular con que se
abastecían las otras regiones y que era fundamental para facilitar el
tránsito y la circulación de mercancías en unos caminos que no podían
ser transitados por otros medios.
Una descripción realizada por el viajero francés Charles Saffray da
cuenta de la producción del Valle a comienzos de los años sesenta:
En el Valle del Cauca se produce cacao, tabaco y caña de azúcar, patatas,
habichuelas y trigo en las partes altas. La agricultura se ha descuidado
debido a la falta de caminos para la exportación de los productos. La
\ ainilla. el índigo > el algodón crecen libremente. La v ainilla es una planta
trepadora que se enrosca en los arboles y sus frutos se hacen, entonces
difíciles de alcanzar, convirtiéndose en una de las comidas preferidas de
los monos. El cultivo de la vainilla en campos abiertos daría buenos
resultados a pesar de las pésimas vías de comunicación.
La principal activ ¡dad en el Valle es la ganadería de bueyes y cabras, los
ganaderos más ricos cuentan en miles sus animales y los humildes tienen
156
gran cantidad. El ganado queda todo el año libre; el dueño acompañado
del mayordomo y otros hombres recorren mensualmente los pastos para
repartir la sal al ganado, marcarlos y curarlos de las larvas. La sal que se
les dá contiene sulfato de magnesio para purgarlos y engordarlos; durante
la guerra civil esta sal encareció mucho llegándose a vender en 10 y 12
pesetas la libra.
En el Cauca los caballos son bien adiestrados aumentando su fama en los
Estados vecinos; los potros viven salvajes hasta los cuatro años haciéndose
un poco difícil luego su amaestramiento.
Tiene más importancia la cría de muías pues dá mejores resultados,
aunque los asnos de buena calidad son escasos y los que hay son a altos
precios y se hace necesario importarlos de Europa. Una muía joven de
carga cuesta entre 300 y 400 pesetas, las de montar 600 o 1.000 pesetas.
Los caballos y las muías pastan libremente en grupos de 20 y 3022.
Buena parte de las tierras de las haciendas se dedicaban a la
producción de cañas con el fin de producir mieles y guarapos de los que
se destilaba aguardiente que, como se verá después, era uno de los
principales artículos de comercio ya que era demandado por todas las
otras subregiones caucanas; las cañas eran además un alimento
fundamental para la cría de cerdos.
A partir de 1854 el Valle vivió un proceso de ampliación de los hatos
ganaderos, lo que implicó la construcción de nuevos potreros mediante
la siembra de pastos como el pará y la guinea. Una descripción de la época
muestra cómo se tipificaban las relaciones de producción mencionadas
anteriormente y cómo al desmonte se asociaba la siembra de productos
de pancoger: para la siembra de rozas se escogían terrenos selváticos
vírgenes aledaños a la cordillera donde pudieran ser bañados por los rios
que bajaban. Los bosques eran derribados, por jornaleros "Desde las
5 de la mañana la cuadrilla de peones comandados por el ajustero salían
con su rudimentario vestido encaminándose al bosque, llevando en sus
guambias su alimento constituido por plátano y tasajo, después del
desayuno con chocolate y plátano; su herramienta de trabajo consta de
22 Sañray, ob. cit., pp. 224-228.
157
un hacha y un machete"; 15 ó 20 días dura el desmonte, después se
incendiaba toda la vegetación tumbada. Al comenzar el invierno comenzaban las siembras de platanales, y posteriormente dehesas de pará 23 .
Estas actividades eran vigiladas por los propietarios vallunos quienes,
según un viajero, "eran muy parecidos a los antioqueños, excepto en que
a los primeros les gusta más la vida al aire libre" 24 .
Como se puede observar los trabajos eran realizados mediante
contratos celebrados con "un ajustero", que se encargaba de dirigirlos
y de conseguir los peones. Estos eran campesinos que vivían en
'chagras" surgidas a partir de posesiones de terreno que se componían
de unas cuantas fanegadas de tierra, sembrados de pará para sostener una
docena de vacas, un platanal, una plantación de caña y frutales y una
habitación con techo de paja. Estas posesiones se encontraban en medio
de la hacienda "diseminadas sin concierto". Aunque esta mano de obra
había surgido de los ex-esclavos que se ofrecieron como jornaleros en las
haciendas25, lo cierto es que la fuerza de trabajo para la expansión
ganadera era escasa, como lo demuestra el hecho de que el padre de
Luciano Rivera y Garrido se viera obligado a traer niños de Bogotá para
que trabajaran como sirvientes en la hacienda de "La Isla" en la
Municipalidad de Buga 26 Quizás esto explique que más tarde aparezcan
los trabajadores como mano de obra sujeta de diferentes maneras a las
haciendas.
La presencia de agregados, terrazgueros y arrendatarios fue
permanente en el Valle a lo largo del siglo. En los informes elaborados en
1874 con el fin de que Aníbal Galindo construyera su Anuario Estadístico, se informaba acerca de las relaciones laborales que existían en las
municipalidades del valle, con excepción de Palmira y Tuluá. Así en un
informe elaborado en Cali el 30 de julio de 1874 las autoridades
municipales decían que las pequeñas propiedades no estaban tan bien
23
24
25
26
V. Rivera, ob. cu., pp 141-142.
Saffray, ob. cit., pp. 224-228.
Rivera, ob. cit., pp. 154-155.
V. Idem., pp. 40; 63; 151; 154, 155.
158
cultivadas como las grandes haciendas, aunque la condición de sus
dueños era buena pues se dedicaban junto con sus familias a la
ganadería, a pesar de producir menos que las grandes haciendas ganaderas: "son personas que en lo general gustan de los mejores alimentos
que ofrece el país, que visten bien y que casi siempre les queda un
sobrante para emplearlo en gastos extraordinarios de consideración en
las numerosas fiestas de nuestro país" 27 .
En Cali los pocos colonos pagaban en dinero por anualidades o
en algunos dias de trabajo. No se practicaba el sistema de partir o vender
los frutos al propietario y los asalariados ganaban 56 centavos diarios.
Tampoco se practicaba el sistema de tareas, pero "si el de contratos que
se aplica atodos los trabajos como el cultivo y elaboración de la caña, del
cacao, del maiz y a la limpieza de terrenos, a la siembra de pastales etc".
Esta situación se podía presentar en Cali donde existía una gran cantidad
de tierras ejidales que llevó al aumento de "pequeños tenedores y en
consecuencia pocos colonos", como puede verse en los informes recogidos por Tomás Rengifo:
En este municipio no hay casi colonos que vivan en tierra ajena, porque
la mayor parte de los pequeños agricultores ocupan tierras de propiedad
del municipio [ejidos], otros tienen terrenos propios, y muchos otros que
no están comprometidos en estas condiciones no pagan nada. Los pocos
colonos que existen en el municipio y que pagan su arrendamiento lo
hacen en dinero por anualidades o en algunos días de trabajo; no
practicándose los sistemas de partir o vender a precio determinado los
frutos. En nuestro concepto, los arrendatarios gozan de todas las garantías
de estabilidad requeridas y cuando se les exige el terreno que ocupan, que
pocas veces sucede, son justa y equitativamente indemnizados de las
mejoras, o bien se les permite vender sus fincas a otros; y ha sucedido
varias veces que los simples colonos han adquirido un capital,
convirtiéndose más tarde en propietarios28.
27 Departamento de Historia. Sección
de Microfvlmación y Archivos,
Universidad del Valle. Archivo Central del Cauca: "Estadísticas del Cauca 1874", rollo
93, s.f. En adelante se citará: MUV. ACC. Estadísticas dei Cauca, 1984, Rollo 93.
28 Hvland, ob. cit. p. 204-208. V. También MUV, ACC., Estadísticas ..., s.f.
159
Los informes enviados por las autoridades municipales no hablan de
las relaciones laborales en la municipalidad de Palmira, pero esta fue
descrita en los contratos de venta que se mencionaron anteriormente y en
el proceso de ampliación del hato ganadero. Se puede observar que la
aparcería estaba fuertemente arraigada y, como veremos después
fueron los aparceros junto con los cultivadores de las huertas de Palmira,
los que se encargaron del grueso de la producción tabacalera que
realizaron en las poblaciones del Bolo, Pradera, Florida, el llano de
Candelaria y las riberas del Amaime. Estos vivían en sus pequeñas
posesiones compuestas por campos de cultivo de frutales, café y
cacao, y las huertas para el cultivo del tabaco, cuyas hojas eran beneficiadas
en sus caneyes que a la vez servían de viviendas29.
Esto se combinó con varios sistemas de trabajo, pues la actividad
ganadera permitió al propietario la utilización de poca fuerza de trabajo
(el uso del terrazguero y un número muy reducido de peones) Cuando
la explotación de la tierra se hizo más intensiva, hacia la década de los
ochenta, con plantaciones de café o con el incremento de la producción
azucarera y de aguardientes, los empresarios agrarios se vieron obligados a la contratación de peones permanentes que vivían en las instalaciones de la hacienda. El peón no poseía parcela para su usufructo y
recibía una paga estipulada en dinero pero que en realidad se daba en
productos y en billetes3"
La situación de Buga era diferente: "No es Buga ciudad comercial
como Cali. Es ciudad de hacendados, centro social de pastores y
agricultores, cuyas familias tienen alli su residencia habitual pero que
pasan con tanta frecuencia a acompañarlos en el campo, que algún
ingenio burlesco la llamó la'ciudad ausente"' 31 . Allí se cultivaba la
caña de azúcar, aunque en su mayoría los terrenos se dedicaban a la
ganadería. En menores proporciones se encuentra cacao, café, maiz,
29 Eder. oh cu., p. 274
30 Moncayo et a!, ob cit., pp. 118-122.
31 Martin Restrepo Mejia: Desde muy lejos. . Cali. ed. América, 1937, p. 3
160
yuca etc. y "el plátano [que] parece haber constituido siempre la base
de la alimentación"32. La fortaleza de Buga como región ganadera se
puede medir en dos hechos: el primero es que allí es donde primero
existen referencias de ampliación de las ganaderías, como en el caso de
"La Isla" que describe Rivera y Garrido, y el segundo, en que "el señor
Francisco Rivera González trajo 50 vacas de raza holandesa mezclada
con ganado antioqueño que quería cruzar con ganado caucano"3'.
La división de la propiedad, como en otros sitios de la subregión,
implica vocaciones agropecuarias distintas: los hacendados, que en
1881 eran en total noventa, dedicaban sus tierras a la ganadería -que
empezaba a utilizar pastos artificiales como pará y guinea y mejoraba
lentamente el pié de cría-, y a cultivos de caña donde daban trabajo a
"numerosos jornaleros", mientras que las tierras con cultivos de pancoger -como sementeras de plátano, cacao, yuca, arracacha, etc.estaban "distribuidas entre gran número de labriegos de pocos recursos,
y establecidas en las márgenes del rio Cauca" 34 .
En el caso de Tuluá se presentaron las formas de sujeción de la fuerza
laboral que se mencionaron en la hacienda de "La Paila", situada en su
distrito, pero lo que cambia un poco las cosas es la presencia de un
número muy grande de pequeños propietarios ubicados a las orillas
de los rios, particularmente del Cauca, en los distritos de Roldanillo,
Pescador (Bolívar) y Rioffío, donde desarrollaron estancias de cacao
que permitieron el desarrollo de un intenso comercio interregional, en
particular con Antioquia y con la frontera interna del Quindío. Estos
campesinos eran poseedores de lotes en los indivisos de "Guabinas",
32 Luciano Rivera y Garrido: "Los Terrenos de Buga" en El Observador # 2,
Buga, agosto 20 de 1881, p.9. Respecto a la base de la alimentación André dice: "[...]
en Buga donde el maiz tiene proporciones desusadas, es para amasar pan. hacer puchero
arepas y chicha es decir es la base de la alimentación. Esta variedad produce espigas
largas enormes, compactas, de grano apretado, blanco y traslúcido, cubierto de unas bráctea
s violeta oscuro. Esta variedad es digna de ser introducida en Europa". V. Andrmé. cit
p. 695.
33 Rivera, "Los terrenos..." p. 11.
34 Luciano Rivera y Garrido: El Observador, # 4, Buga. 4-IX-1881, p.25
161
'•La Paila" y "Cimarronas".
Una situación que es relativamente general para todas las poblaciones del Valle era la de los productores artesanales. Nos referimos
básicamente a la producción de cigarros, cuyo único destino era el
consumo del pais 35 . También se producían sombreros en ias poblaciones
del norte del Valle, en particular en el Hato de Lemos (La Unión), én
Roldanillo y en El Hatico, donde la maestría de los artesanos llevó a que
en 1869 se pensara en desarrollar 1a fabricación de sombreros de jipijapa
o de paja toquilla trayendo maestros de Aguadas y Soasa 36 . Además en
San Vicente, municipalidad de Tulúa, se fabricaban ladrillos y tejas 37 ,
en una tradición artesanal que continúa aún viva.
LA SUBREGIÓN DEL CENTRO: EL ALTIPLANO DE POPAYÁN38
La subregión de Popayán estaba compuesta por las municipalidades de Popayán y Santander de Quilichao, zonas predominantemente indígenas a pesar de que en Santander existían algunos núcleos
negros. Aunque no presentó el dinamismo del Valle del Cauca, tampoco
se vio tan afectado por la abolición de la esclavitud, en tanto que lo
dominante era la mano de obra indígena y mestiza 39 . Esta subregión
combinaba la producción de diferentes nichos ecológicos, al integrar
las tierras montañosas con las calentanas del Patía donde se criaban
ganados.
La industria agropecuaria producía muy pocos artículos para exportar. pero de las selvas cordilleranas, en especial de Silvia y Pitayó se
extraían las mejores quinas de Colombia, que permitieron participar en
el auge agroexportador del Cauca. Por otra parte, en la cordillera central
35 Brisson , ob. cit.. p. 44
36 Pereira: Informe de! Secretario de Hacienda
p. 80.
37 André. ob. cit.. p. 684.
38 Un estudio sobre esta región, aunque sin las referencias documentales necesarias
es el de Pablo Rodríguez: "Las estructuras agrarias en el Cauca, 1800-1880'', eií/7
Congreso de Historia Colombiana. Memorias. Medellín. Departamento de Historia,
Universidad de Antioquia, 1981
39 Díaz. ob. cit.. pp. 42-44.
162
y occidental, principalmente en la Municipalidad de Santander, se encontraban minas de oro del que se dedicaba una parte a la exportación y
la otra para atender las necesidades del comercio.
Según los informes para la Oficina de Estadísticas Nacionales, en la
Municipalidad de Popayán lo dominante fueron los grandes
latifundios de las haciendas tradicionales, pero subsistían pequeñas
propiedades que estaban mejor cultivadas que las haciendas y eran
más productivas a pesar de que éstas contaban con agregados o
arrendatarios. Los pequeños propietarios eran numerosos y "su bienestar estaba limitado a sus escasos recursos". Se cultivaba prácticamente para el autoconsumo, pues "la agricultura está muy atrasada
y rinde poco porque se usaba muy poco el arado". Las condiciones
de los arrendamientos eran establecidos por los dueños de la tierra,
quienes exigían que la renta se pagara en trabajo principalmente,
aunque la renta en especie o en dinero no dejaba de presentarse. Al
contrario del Valle del Cauca, donde los contratos de arrendamiento o
de aparcería aparecían legalmente registrados, los contratos en
Popayán "tienen por garantía de estabilidad la voluntad y buena fé
del dueño de la tierra y del colono", lo que se prestaba para no pocos
abusos. Los jornales promedio estaban establecidos en 40 centavos en
los centros de población y 30 centavos en los campos, siendo muy
raro el sistema de tareas, "más generales son el sistema de contratos en
el que se paga por el valortotal de la obra, y el de simples jornales, en que
día por día se paga el trabajo", siendo este último el que más se aplica a
la agricultura40.
Desde 1860 se había detectado en Popayán un comercio poco
desarrollado. Aparte del trigo y algo de café del Tambo con los que
abastecían el Valle del Cauca, no exportaban otros productos agrícolas.
Tampoco las artesanías tenían gran desarrollo, pues, "la ciudad es el
depósito de mercancías de Quito y Pasto tales como tejidos, tapices,
ruanas, pinturas al óleo y objetos enlacados. Recibe de Cali artículos
40 MUV, ACC, Estadísticas del Cauca, microfilm # 93. f. 212.
163
europeos y la industria es casi nula" 41 . Esta situación de las industrias
artesanales llama la atención en tanto que en 1827, el coronel
Hamilton había encontrado que "los indígenas extraen de las
montañas vecinas una resina elástica en estado líquido semejante a la
crema de leche un poco más oscura., obtenida a través de incisiones en el
árbol que lo produce, la cual envasan en cañas huecas y la llevan a
Popayán. Este caucho es utilizado para hacer bombas, y ruanas o abrigos
impermeables al agua" 42 .
En la Municipalidad de Santander, al contrario que en la de
Popayán, las pequeñas propiedades estaban en peor condición que
las grandes haciendas, aunque estaban bien tenidas, lo que se explica
porque sus propietarios combinaban su trabajo con la minería lo que
mejoraba sus condiciones de vida dándoles cierta independencia, esto
no impedía que se presentaran arrendamientos de tierras (conocido en
este sitio como "colonato") siendo pagada la renta en dinero o en
trabajo. Otra producción importante era la de aguardiente: "La condición moral consiste en la práctica de actos religiosos en provecho de
los curas sin que deje de haber por eso una gran parte desmoralizada
por el vicio de la aguardiente resultado consecuencial de los
alambiques establecidos en gran número en el municipio."43
Esta misma situación se vivía en el distrito de Buenos Aires, donde
la población se dedicaba a la minería, cultivando sólo lo necesario para la
subsistencia. No deja de ser interesante mencionar que los pocos
arrendamientos que existían en este distrito se pagaban "con trabajo de
minería". 44
La situación variaba en las zonas indígenas: p.e. en Corinto, Caloto,
Celandia, Caldono, Jambaló, donde no había minería, era numerosa la
presencia de los pequeños propietarios dedicados a la agricultura de
subsistencia. En Celandia habían unos pocos arrendatarios que
41
42
43
44
SafTray, ob. cit.. p. 267.
Hamilton, ob. cit., p. 48.
MUV, ACC. Estadísticas del Cauca 1874, microfilm # 93, s.f
Ibid.
164
pagaban renta en dinero, mientras que en Jambaló la situación de los
arrendatarios era la peor del Cauca: "Las condiciones de los arrendatarios
son gravosas pagan en trabajo; no tienen garantía de estabilidad; son
despojados de las tierras sin que se les indemnize mejoras ningunas; y
su condición física y moral es buena" 45 .
En Toribío las cosas no variaban: "la condición de sus habitantes es
miserable. La condición de los colonos es similar a la de Jambaló".
En prácticamente toda lamunicipalidad de Santander el jornal valía
40 centavos, pero en Jambaló se pagaban jornales a 30 centavos. Sólo
en Celandia se utilizaba el sistema de tareas en los trapiches. No había
medianeros, ni pago de renta en especie.
LA SUBREGIÓN DEL SIR: EL ALTIPLANO DE PASTO
La subregión del Sur compuesta por las municipalidades de Pasto,
Caldas, Túquerres y Obando constituía quizás la más rica del Cauca.
Absolutamente autosuñciente, combinaba de manera efectiva la
producción de todos los nichos ecológicos al integrar los espacios
selváticos del Putumayo y Caquetá. la región minera de Barbacoas y
la costa del Pacífico mediante el control del comercio que se desarrollaba
por el puerto de Tumaco.
Aparte de desarrollar una agricultura sumamente variada con artículos
que se exportaban a Popayán y al Valle, el Sur era una zona artesanal
muy importante que abastecía los sectores pobres de todo el Cauca:
Hay en la ciudad de Pasto algunas industrias. La principal consiste en la
fabricación de cobijas, con las cuales se hace un gran comercio en Pasto
y sus alrededores. Las hay de lana y de algodón, y tienen fama por su
durabilidad y brillo de los colores dados por sustancias colorantes traídas
del Caquetá por los indios Mocoas y los pastusos las preparan con lejía
común, jugo de limón silvestre, azufre y ácido sulfúrico. El azufre se
extrae del volcán de Pasto. La segunda industria es el barniz, sustancia
gomosa producida por una planta de la familia de las rubiáceas que
importan de la cordillera oriental46.
45 Ibid.
46; André. ob . cit., p. 755.
165
Del trabajo artesanal de la madera y el barniz salían también los
enseres de uso diario: "También hay artistas escultores de madera, que
es la industria más importante, fabrican cofrecillos, copas, platos las
cuales cubren con una resina llamada Barniz"47. Esta producción artesanal
se combinó con la elaboración de sombreros que caracterizó a algunos
distritos: "En el Distrito de La Unión hay numerosos pequeños propietarios y la condición de sus propiedades no es buena por haberse
dedicado los vecinos a la construcción de sombreros"48.
Desde el punto de vista comercial tenía intercambio con el Valle de
donde se traían ganados y se llevaban tejidos y algunos productos
agrícolas, y con el Ecuador con el que realizaba una importante
actividad contrabandística de productos europeos que entraban por
los puertos de Guayaquil y Esmeraldas para ser distribuidos en todo
el Cauca. A Barbacoas y Tumaco se enviaban quesos y cesina, no
obstante que muchos de los artículos de primera necesidad de estos
lugares como "harina, azúcar, pescado, garbanzos, manteca, velas
esteáricas y querosene son introducidos de California, New York, Chile
y Ecuador49. Con las poblaciones indígenas del oriente -Mocoa y
Putumayo- también se mantenía un activo comercio: "encontramos dos
indias mocoanas a las cuales el padre Lazo hizo algunas preguntas y dijo
la más joven tener 20 años y que trabajaba con su madre en el oficio de
cargueras llevando periódicamente a Pasto por los caminos barniz,
zarzaparrilla, tinturas, hamacas y otros objetos recogidos o fabricados
en tierras calientes50.
En Pasto la tierra era explotada en una combinación de grandes
haciendas con pequeña propiedad, pero la gran hacienda no era tan
productiva como la pequeña propiedad que era cultivada con mayor
esmero, tal y como ocurría en el distrito de Florida: "En este Distrito
casi todas las propiedades son pequeñas porciones de terreno
47
48
49
50
Saffray, ob cit., p. 261.
MUV, ACC. Estadísticas del Cauca 1874. microfilm # 93, f. 135
Ibid.. ff. 59-60.
André, ob. cit., p. 762.
166
esmeradamente cultivadas por sus dueños ya en sementeras, como en
prados para la cria de ganado que se produce de regular calidad
En los distritos de Florida y Yacuanquer, había muchas haciendas
grandes pero en ellas se trabajaba con colonos "que pagan en dinero
y en servicio personal alguna parte". El valor de los jornales era el
más bajo del Cauca, pues valía "10 centavos diarios dándole 3 veces
de comer y dos reales [20 centavos] sin esta circunstancia". Se
acostumbraba el sistema de tareas para trabajos determinados "donde
ganan el duplo y triple que el jornal". No había cosecheros ni medianeros.
En Pasto, la cabecera municipal, existían numerosas pequeñas
propiedades con terrenos bien cultivados al igual que las de las grandes
haciendas, pero se presentaba con mayor frecuencia el arrendamiento
de tierras. Además, "Hay dos clases de peones, conciertos y semanales,
los primeros devengan cinco centavos diarios, que tienen muchas
ventajas lo que en un termino medio les dá un diario de treinta y cinco
centavos, los segundos devengan diariamente 30 centavos"52.
En las tierras calientes como en el distrito de Llanos, en la hoya del
rio Guaitara, con tierras fecundas y extensas, productoras de maiz,
tabaco, azúcar, añil, quina y demás frutos de climas cálidos, "el jornal
vale 15 centavos (y no lo es muy común) porque ia mayor parte de los
habitantes en la mayor parte del rio son concientes que valen 5
centavos". Allí se presentaba el arrendamiento de tierras de las grandes
haciendas tales como: Sandoná, Consacá y Bomboná. siendo los
arrendatarios "un sin número de hombres y familias enteras que se
mantienen con comodidad a costa de muy poco: sólo se nota una
completa [falta'1 A.V. ] introducida generalmente por los arrendadores
que siendo de grande trascendencia hay necesidad de ponerlo en
conocimiento del gobierno y es que los inquilinos son espelidos sin las
indemnizaciones del caso y a voluntad de los arrendadores". Los
51 MUV, ACC. Estadísticas del Cauca. Microfilm, # 93. f. 137.
52 Ibid., f. 138.
167
inquilinos pagaban el arrendamiento en servicios personales y en
dinero53.
En La Unión, distrito mayoritariamente compuesto por haciendas
ganaderas, la situación variaba un poco: "La condición agrícola es
ninguna, porque en esta clase de haciendas no más se contraen a la cría
de ganados; el grado de comodidad del propietario es superior, las
condiciones del arrendamiento es pagar un día de trabajo cada mes
hasta que el dueño lo permita. La condición física y moral de estas
personas manifiesta ser buena; el término medio del jornal son 2 reales
por día y no por tarea, se aplican dichos reales a zanjar, sercar y
rodeos" 54 .
En algunas haciendas cobraban 3 pesos anuales de arrendamiento.
La situación de la agricultura desarrollada por los pequeños propietarios no era buena porque se habían dedicado a la elaboración de
sombreros de paja. Los pocos que se dedicaban al jornal ganaban 20
centavos55.
Aunque en general la población del sur era, en su mayoría de
procedencia indígena existían municipalidades como la de Caldas donde
se destacaban distritos compuestos por resguardos habitados por
indios, mestizos y blancos como el de Bolivar, allí las formas de trabajo
eran, por supuesto, diferentes:
La propiedad territorial es común a casi todos los habitantes, de suerte que
el colonaje casi es desconocido, siendo raro el arrendamiento, pero
cuando éste se efectúa se paga con dos [pesos] con cuarenta centavos por
una extensión en que pueda sembrarse una arroba de maiz, de maní, etc.
o sea dos cuadras cúbicas. Cada uno es dueño del producto de sus
campos, pues no se practica el sistema de cosecheros. Casi todos los
habitantes blancos, mestizos, e indios son jornaleros agricultores que en
tareas ajenas exigen un diario de 40 centavos, y toda sementera apenas
produce lo bastante para el consumo de la familia56.
53
54
55
56
Ibid
Ibid.,
Ibid.,
Ibid.,
f.
f.
f.
f
131.
139.
135.
147.
168
No había ricas propiedades a excepción de la hacienda de Mazamorras que se dedicaba a la cría de ganados. En general los terrenos se
encontraban mal cultivados, aunque producían anís, trigo, cebada, maiz
y legumbres; ésto en la parte oriental, en la occidental se daba la cria de
ganado vacuno, caballar y lanar, el arroz, el maiz, yuca y frutas. En ei
distrito se preparaba la sal llamada de "Capellanía", de "Mazamorras",
etc. La región era rica en minas de oro, y en los bosques de la
Cordillera Occidental se extraía quina".
En lo que se refiere a Túquerres, las pequeñas propiedades eran
mejor cultivadas que las haciendas y por lo tanto rendían proporcionalmente más. "Esta clase de propietarios compone aproximadamente las dos terceras parte de la población del municipio" y
gozaban de mediana comodidad y bienestar. Según las autoridades,
las condiciones del arrendamiento eran las que establecía la ley civil
pagándose la renta en dinero. El jornal era de 15 centavos y se
utilizaba el sistema de tareas en el cultivo de caña y plátano, y en la
elaboración de panelas y azúcar. No había cosecheros ni medianeros 8.
Como algo curioso, sólo en este sitio se encontró que la tierra fuera
trabajada con arado "empleándose buenas rejas y excelentes aperos"' 9 .
También en este sitio se desarrollaba en muy buenas condiciones una
ganadería de tierra fría, que permitía sostener un importante comercio de
quesos con las regiones costeras de Barbacoas y Tumaco 60 .
Formaban parte de esta subregión las poblaciones de Barbacoas
y Tumaco, situadas en la frontera minera. En Barbacoas a pesar de
enormes dificultades se desarrollaban algunos cultivos de "plátanos
ordinarios, el maqueñu, o plátano enano de China, mayores que los
de la variedad común (guineo) son del tamaño del puño y muy
sabrosos", que formaban parte esencial de la dieta diaria61.
57
58
59
60
Ibid f 14"
Ibid. f: 179-204.
André. ob cit p. "77
Ibid
61 Ibid.,
p.
788
169
No conocemos mucho de las relaciones laborales en la costa, una
descripción que dá cuenta de formas de trabajo es la que hace André:
Los negros de la costa, surgidos de la mezcla de negro con indio son ios
únicos que pueden vivir en las condiciones insalobres de la región "sus
cultivos se reducen a las plantaciones de maiz hechas de una manera
bastante rara, pues en vez de sembrar las semillas a debida distancia unas
de otras, como en todas partes, las arrojan a granel como el trigo, después
de haber incendiado un rincón del bosque a orillas del rio, y cerca de las
chozas que habitan. El resultado de semejante cutivo es que las plantas,
demasiado espesas nacen y crecen endebles de modo que las mazorcas
aunque numerosas son pequeñas y de mala calidad. Pero el trabajo
principal de esas miserables gentes, que pasa la mayor parte del día en sus
canoas por temor a las fieras es el lavaje del oro.
Mientras los hombres, araganes si los hay, descansan tranquilamente o
a lo sumo se dedican a la caza y pesca, enteramente desnudos o cubierta
apenas su cintura con un pedazo de tejido llamadoParuma o Guayaco,
las pobres mujeres van con sus totumas o grandes calabazas en busca de
arenas auríferas, que sus esposos venden después a los indios de la
costa"2.
Jorge Brisson. un ingeniero civ 1 extranjero que recorrió el Cauca en
1891, resumió así la economía de la región del sur:
La fortuna de esta gente es el producto de su agricultura, que comprende
todos los frutos de los climas frios y templados, con los cuales abastecen
a Barbacoas; además la abundancia del ganado, los tejidos de lana,
consistentes en ruanas capisayos y pellones; los rosarios y juguetes que
hacen de tagua; y los artículos de paja y de arcilla. Llevan a Pasto víveres
que cambian por barnices y plata; a Barbacoas frutos también, sombreros
que cambian por mercancías extranjeras, cocos y pescado, y al Ecuador
muías y plata que cambian por sal, bayetas, pinturas y otros artículos61.
Aunque ya se han mencionado los niveles de intercambio entre
las municipalidades del sur y de este con otras subregiones, no deja
de ser interesante mencionar el comercio que se realizaba con la vecina
62 Ibid. p. 795.
63 Brisson, ob. cit., p. 14.
170
república del Ecuador, que era io que le daba a la subregión el carácter de
autosuficiente y que señala un hecho que se retomará más adelante: la
importancia de la producción aurífera para mantener el comercio exterior
cuando no se cuenta con suficientes productos exportables. Por
ejemplo en 1870, Ramón Pérez, uno de los principales expertos en
relaciones entre Colombia y Ecuador, decía respecto al comercio entre
las dos repúblicas;
Poquísimos son los productos colombianos que llevamos al Ecuador.
Algunas partidas de muías, no muchas, pocas de poiros, algunas cargas
de azúcar en tiempos de escasez y uno o dos centenares de sombreros de
paja; todo lo que apenas merece la pena mencionarse. Lo que les
enviamos es oro. oro en abundancia, por el cual nos vienen de retomo
bayetas burdas, lienzo basto, alfombra pabilo, encauchados y otros
artículos de la misma clase, que sólo se consumen en el Cauca y producen
al Ecuador, por 1o menos, medio millón anual. Ese oro colombiano única
moneda que circula allá, sirve a los pueblos ecuatorianos de la cordillera
para sostener su comercio de mercancías europeas con Guayaquil, y a
Guayaquil para sostener sus bancos y su tráfico comercial. Es cosa sabida
que en todo Ecuador, aún en su puerto principal, jamás se vé una moneda
europea, y por rareza una moneda peruana o chilena: la nuestra es la que
exclusivamente sostiene el tráfico en aquel pais, donde no hay minas ni
casas de amonedación. Suspéndase el comercio con Colombia y las
fábricas tendrán que cerrarse, los cambios se harán muy difíciles si no
imposibles, y el comercio de Guayaquil se resentirá profundamente por
falta de remesas y pagos del interior; mientras que nosotros bien podemos
vivir sin bayetas y lienzos, que reemplazaríamos luego con mejores telas
auropeas y norteamericanas.
De Ecuador también se traen productos agrícolas del Carchi y Chota para
ser expendidos en la región del sur y de Colombia se exportan los brazos
para la agricultura del Gua;- as, donde se produce cacao, café, algodón y
caucho64.
64 Ramón Pérez, El Tratado con el Ecuador, Popayán. Tip. de Balcázar. 1870. p. 8.
171
LA SUBREGIÓN DEL QUINDÍO: LA FRONTERA MINERA
Y DE COLONIZACIÓN
Esta subregión estaba compuesta por las municipalidades de
Quindío (Cartago), Toro, San Juan y Atrato e integraba zonas fundamentales para la economía caucana: la de colonización que separaba
a Cauca y a Antioquia y los distritos mineros del Chocó, de Supía,
Marmato, Anserma y Riosucio; algunos distritos como Cartago y
Toro, tenían también tierras sobre la suela plana del Valle del Cauca.
La economía estaba dominada por la extracción de oro, pero también
se producía una buena cantidad de alimentos y de ganado que pastaba
en las tierras planas del Valle que correspondían a los municipios de
Cartago y Toro. Desde el punto de vista comercial el dominio estaba
en Cartago desde donde se distribuían alimentos, artesanías y aguardientes producidos en las otras subregiones caucanas y que se
destinaban al consumo de la zona de colonización, los distritos mineros
y el vecino Estado de Antioquia:
El comercio se hace con mercancías europeas que traen de Cali o de
Antioquia. Otros productos importantes son el cacao y el tabaco. Las
pulperas son jóvenes casadas o aveces viudas su comercio es lucrativo
y en su establecimiento se ven artículos como candelas, confites, tabaco,
maíz, sal, chocolate, ron, chicha, anísela, queso, canela, espejos, betún,
quincallería65.
Como en los otros sitios del Cauca que se han mencionado, la
combinación de relaciones laborales era sumamente compleja y variaba
de un distrito a otro. Don José María Murgueitio, alcalde de Cartago,
respondía en los siguientes términos el cuestionario enviado por Aníbal
Galindo:
1. La condición agrícola de las pequeñas propiedades cultivadas por sus
propios dueños, es en general la de colonos, y están mejor cultivadas que
las grandes haciendas: en conjunto esas propiedades por ser muy
numerosas esa clase de propietarios produce o rinde más su agricultura
65 Saftray, ob. cit., pp. 215-216.
172
y el grado de comodidad y bienestar satisface sus necesidades personales.
2. La condición general del arrendamiento es la cuota convenida entre ei
dueño del terreno y el arrendador anualmente; no es honerosa actualmente
sino un precio cómodo en proporción de lo que ocupa ajeno; el arrendador
goza de estabilidad en el contrato: como no son lanzados de los terrenos,
tampoco llega el caso de indemnizar las mejoras que hacen: su condición
física y moral es buena.
3. El término medio actual de un jornalero es de 4u centavos diarios
aunque algunos alcanzan a 50 centavos. No deja también de acostumbrarse
por tareas y su aplicación es la mayor parte en los campos, su resultado
favorable para que se produzcan los artículos de primera necesidad y la
mejora de la población de este Distrito.
4. En este Distrito no se ha acostumbrado el sistema de cosecheros, por
cuyo motivo los frutos que produce el agricultor los vende o consume
libremente
5. Tampoco se ha puesto en planta en este Distrito el sistema de
medianeros, dividiendo el arrendador con ei dueño del predio, los frutos,
sino que su obligación se limita a cumplir con ei pretconvenido [sic] entre
ambos en las épocas en que quedan obligados5'.
Esta situación era más o menos general en las zonas de
colonización como María, Nueva Salento, Santa Rosa y Pereira donde
la existencia de los baldíos hacía innecesario el arrendamiento de tierras
y donde el salario tendía a subir por la falta de brazos. Pero en las partes
planas del Valle, como los distritos de El Naranjo (hoy Obando) y La
Victoria sí se presentaba el arrendamiento cuyo valor era de 1 peso con
60 centavos por cuadra y se pagaba en dinero. Ei único sitio de colonización donde se encontró arrendamientos fue en María, donde "los pocos
arrendamientos que hay se pagan por 1/8 ó 1/2 de la producción y en los
mismos frutos obtenidos". De los distritos mineros, como San Juan de
Marmato, sólo podemos decir que "no se cultiva nada en agricultura ni
en ganadería"67.
En el Chocó, compuesto por las municipalidades de Atrato y San
Juan no se producía prácticamente nada en 1o que a la agricultura se
66 V. MüV. ACC, Estadísticas del Cauca 1874. microfilm # 93. f. 19
67 Ibid.
f.
187
173
refiere dada la alta humedad pues "de los doce meses del año llueve
trece" 68 . La mayoría de la población se dedicaba al mazamorreo de los
suelos y rios que eran ricos en oro. No obstante esto, San Juan fue el
único sitio del Cauca donde se encontró el peonaje por deudas,
asociado a la producción minera por concertaje. A pesar de que los
conciertos fueron abolidos por la ley nacional del 16 de abril de 1846 lo
cierto es que continuaron vigentes muchos años después, puesto que el
jefe municipal de San Juan en el Chocó, el 31 de mayo de 1865 hacía
anotar que:
el indio es hoy en casi todos los puntos del San Juan y quizás en todo
el Chocó de peor condición que un esclavo. Los empleadores les
dan unas pocas varas de lienzo, unas cuantas chaquiras y una que
otra herramienta, cargándoles todo a un precio triple y aún
cuadruplo del verdadero, y enseguida los obligan a que les trabajen
para pagar "el debe que ya tienen" cuidando siempre de abonarles
por su trabajo una cantidad que no alcanza a ser ni la mitad de lo
que justamente valen69.
Respecto a la comercialización de productos diferentes a los
producidos en el Valle, vale la pena mencionar que en los distritos
cordilleranos de la municipalidad del Quindío, en la zona de colonización, se beneficiaba la palma de cera:
La recolección de la cera se verifica de dos modos distintos. El primero,
tan bárbaro como expeditivo, consiste en derrivar el árbol y raspar la
corteza a riesgo de hacer desaparecer la especie de la comarca.
El segundo es más racional y honrado, raen la cera encaramándose en los
árboles como salvajes del Amazonas recogiendo el vino de las palmeras,
se pasan una correa por la cintura y la fijan al tronco, y al bajar van
recogiendo en un delantal la cera raspada por medio de una rasqueta, la
capa cerosa tiene un espesor que varía entre un tercio de milímetro y
medio milímetro y está cubierta en ocasiones por una capa rojiza de
liquen. Cada árbol dá 8 o 10 kilogramos de cera blanca o amarilla y un
operario recoge de 8 a 10 arrobas en un mes; en Ibagué se vende a 7 pesos
sencillos arroba o sea 2 francos cuarenta y cinco céntimos de kilogramo.
68 André, ob. cit. p 700.
69 Cit. por Hyland, ob. cit.. p. 119.
174
Es utilizada para fabricar cerillas™.
También producían unos pocos cereales que vendían en el Valle
como trigo y maiz"1. En las partes calientes de la zona de colonizacion
se producía también la hoja de tabaco que "vienen a comprar los
mercaderes de Cartago que la suelen pagar a real la libra, un franco el
kilogramo"72.
71 Ibid
p. 680.
72 Ibid,
p
683
CAPITULO VI
LA PRODUCCION
EVOLUCION ECONOMICA DEL CAUCA
Joaquín de Caicedo y Caicedo, un destacado empresario caucano,
describía en 1869 las riquezas del Cauca en los siguientes términos:
Nuestro Cauca es un pais privilegiado por la naturaleza: en él se verifica
el raro fenómeno de fructificar en un mismo sitio las plantas de todos los
climas, creciendo los manzanos, los duraznos, el trigo y la cebada, al lado
del arroz, la caña de azúcar, el maiz y las plataneras; tenemos minas de oro,
plata cobre, hierro carbón, nuestros ganados se propagan maravillosamente. casi de una manera espontánea y salvaje, tenemos maderas de
construcción que rivalizan el hierro; tenemos plantas como el cacao, el
café y el plátano, que fructifican sin interrupción durante todo el año, y
en los que no se distingue la época de la cosecha, sino por la mayor
abundancia en el fruto; y otras como el maíz y el añil, que se pueden
cosechar dos y aún tres veces en el año. Nuestra posición geográfica, y
laconstrucción topográfica del terreno, son los más propios que imaginarse
pueden para el desarrollo de la industria y el comercio: tenemos un valle
extenso, capazde contener algunosmillones de habitantes, que distribuidos
en centros de población y enlazados por ferrocarriles y telégrafos,
vendrán a formar una gran familia de hermanos, estrechados entre sí por
la comunidad de intereses sociales, políticos y comerciales. Estamos
colocados a lo largo de las costas del Océano Pacífico y tenemos en el Río
Cauca un canal natural hacia el Atlántico, y para que nada faltase, la
providencia ha cuidado de dotar este bello país con un buen clima y una
perspectiva encantadora1.
1 De Caicedo, ob. cit.
176
Si esta no era la descripción optimista de un empresario, se puede
pensar que desde e! punto de vista de la producción se habían logrado
sorprendentes avances. En efecto, las consecuencias de los conflictos
políticos mencionados a lo largo del trabajo forzosamente debieron
reflejarse en la producción. Sin embargo, la información con que se
cuenta muestra que en el período anterior a 1860, se presentó un ciclo
de bonanza económica que estuvo asociado a la paz interna que se vi\ ió
en el Cauca entre 1854 y 18602. Esto que muestra una gran capacidad
de recuperación de la economía caucana se explica por la reactivación
de la economía hacendataria, ya que se introdujeron mejoras consistentes en ia siembra de dehesas artificiales y la apertura de nuevos
campos de cultivo (rozas) que implicaban una ampliación de la frontera
agraria con el consiguiente desmonte5. También se reactivó la
comercialización de productos tradicionales como el cacao y el tabaco,
que lograron buenos precios en los mercados norteamericanos
europeos y a su vez estimularon el surgimiento de cultivos como el
añil y el café. Al mismo tiempo se reactivó la comercialización de
productos de extracción como la quina, ia tagua y el caucho.
Pero mientras renglones altamente comercializables de la industria
agropecuaria se desarrollaban en el Valle del Cauca. Hyland encontró
que en otras regiones se vivían períodos de estancamiento:
En Popayán era difícil encontrar artesanos competentes: la agricultura de
subsistencia estaba en un estado de abandono; y mientras 1a agricultura
comercial parecía expandirse, era hacia ia producción de anís y caña de
azúcar para alimentar el consumo en ascenso de aguardiente. Todas las
pruebas señalaban una decadencia decisiva del comercio interno en fav or
de la producción para ia exportación extranjera*.
Lo que ocurría era que los empresarios agrarios estaban inviniendo
únicamente en renglones seguros. No lo hacían, por ejemplo, en la
producción de alimentos vegetales porque, al contrario de lo que dice
2 Al respecto pueden consultarse las obras citadas de Rivera y de Schenck
3 Cfr. Rivera ob. cu., pp. 141-142.
4 Hyland. ob cit. p. 122.
177
Hyland y como se mencionó en el capítulo anterior, existía en todo el
Cauca una muy bien desarrollada economía de subsistencia que debilitaba su demanda. Los empresarios preferían invertir en artículos de
seguro comercio como el ganado, el tabaco de Palmira, o el cacao de
Roldanillo, como el aguardiente y azúcares de los valles del Cauca y del
Patía, o los tejidos y el anís de Pasto cuya exportación a otras regiones
del Cauca o de Antioquia producía rápidas ganancias. Algo similar
ocurría con la quina, que en esos momentos tenía una buena demanda
internacional. Estos artículos no sólo producían ganancias para los
comerciantes, sino también para los campesinos y para todos aquellos
que vivían de la circulación de los productos como "mulateros, arrieros
y posaderos".
Los comerciantes que así actuaban estaban inscritos en lo que José
antonio Ocampo denomina producción-especulación5, lo que se puede
ver en lo que dijera Sergio Arboleda en 1857 cuando criticaba el que
se invirtiera en empresas en las que no se arriesgaba demasiado:
Por esto los capitales no se fijan de una manera visible ni se emplean en
industrias de las cuales no se los pueda retirar fácilmente, por esto se han
dirigido de preferencia al comercio exterior a fin de precaverlos de las
expoliaciones revolucionarias del interior; por esto no se han perfeccionado nuestros mejores ramos de industria, pues nadie quiere exponerse
a las pérdidas que ocasiona los ensayos en un país que no dá garantías para
mañana; por lo mismo no ha abaratado el precio de los productos, pues
los consumidores tienen que pagar el riesgo que corren los capitales
empleados, y por esto, en fin, los hombres tímidos han tratado de situar
sus ahorros en fincas urbanas, porque las revoluciones, dicen, no podrán
llevar los edificios6.
Aunque la ganadería y el aguardiente se mantuvieron como la
principal producción comercializable de las haciendas, poco a poco el
tabaco y el cacao producido en las pequeñas propiedades y
posesiones campesinas iban ganando precio y consolidándose como
artículos comerciales. Por otra parte, funcionarios oficiales como
5 Ocampo, ob. cit., p. 61.
6 Citado por Hyland, ob. cit., p. 123.
178
Froilán Largacha, Secretario de Hacienda del Estado en 1861,
informaba a la Legislatura que en la provincia del Atrato, el caucho,
la tagua y el palo "mora" se habían convertido en artículos de exportación que dejaban grandes utilidades a los comerciantes al por mayor
quienes los colocaban en los mercados extranjeros; por lo tanto, decía,
"convendría gravar la estracción de esos artículos con un módico
derecho, por lo menos, para tener oportunidad de [obtener] todos [los]
datos estadísticos de esa nueva fuente de riqueza, que con el tiempo
puede ser muy valiosa"7.
Para los funcionarios del estado era claro que el repunte
económico no sólo debía beneficiar a los comerciantes. El muy loable
propósito de tener datos estadísticos de la exportación podía convertirse; como en efecto se convirtió, en una fuente rentística que podría
ayudar a financiar el aparato estatal y las obras públicas.
Negociaciones que en este sentido se hicieron ante el gobierno central
sirvieron para financiar caminos por los que se pudieron exportar
algunos frutos caucanos como el tabaco, el cacao y la quina sobre los
que descansaría prácticamente todo el desarrollo económico. Las
expectativas creadas por las exportaciones de tabaco se pueden medir
en el informe de Benjamín Pereira Gamba, Secretario de Hacienda del
Estado en 1869. Al contrario que Froilán Largacha, Pereira, como buen
liberal libre cambista y digno representante de una de las más importantes casas comerciales de Colombia -Pereira Gamba & Cia.-, no era
partidario de la intervención del gobierno en el libre desarrollo de la
economía:
[...Jconforme a nuestras instituciones i a los principios que las han
inspirado no tiene el gobierno, ni debe tener, entre sus facultades, la de
ocuparse en empresas de agricultura y en el laboreo de minas, ni en la
fabricación de manufacturas, ni en las operaciones del comercio; tampoco
es de su competencia fomentar esas industrias por medio de una intervención directa. Su iniciativa, es puramente extraoficial, y su ingerencia debe
limitarse a respetar la propiedad, a remover obstáculos, a dar seguridad
7 Largacha, ob. cit., p. 12.
179
a todos los intereses legítimos y ano entorpecer su libre desenvolvimiento
por el empleo de trabas artificiales o por la adopción de ruidosos
gravámenes o de violencias, que difundan la desconfianza, estravíen el
curso de los capitales, restrinjan las franquicias del cambio, o establezcan
el monopolio8.
Es por esto que en su informe sobre el desarrollo de la economía
caucana agregaba:
Inútil me parece encareceros que consideréis únicamente estas noticias
como una señal de incipiente progreso y no como un descubrimiento de
fuentes de otros impuestos o de arbitrios rentísticos.
¡Que la mano del fisco no toque esas semillas depositadas en un suelo que
apenas acaba de orearse la sangre de los combates, ni vaya a segar las
renacientes mieses, cultivadas con el sudor de los inválidos, de las viudas
y de los huérfanos, aniquilando así los renuedos de la producción!9.
En el Cauca existía un ambiente de progreso. Lo que se hizo más
patente cuando en 1869, el doctor Joaquín de Caicedo Caicedo se dedicó
a promocionar la creación de una Ferrería en Cali. Para el efecto, publicó
una hoja volante en la cual planteaba así el asunto:
El seflor Jacob Jensen, ciudadano danés residente en el Cauca desde hace
varios años, escribió a Herr. Andersen que posee una ferrería en
Kopenhague acerca de levantar una de tales fábricas en el Valle, recibiendo
una respuesta favorable, ya que en Dinamarca había personas interesadas
en viajar a América, máxime si se sabía que en el Valle había hierro y
carbón en abundancia. Exigían, eso sí, que Jensen fuera a hablar con
ellos10.
De Caicedo decía que era necesario reunir el capital para traer 12
artesanos que se necesitaban para instalar la fábrica ya que había
abundancia de los recursos necesarios para ponerla a funcionar:
[...] una ferrería es, relativamente a otras fábricas, una empresa poco
costosa; y todavía menos donde todo está a la mano como aquí: hierro,
8 Pereira: Informe del Secretario de Hacienda..., p. 72.
9 Ibid., p. 73.
10 De Caicedo, ob. cit.
180
carbón, cal, arena, agua, ladrillos, tejas, piedra refractaria, barro magnífico
para la construcción de ladrillos refractarios; y hasta el Kerosine (sic) para
el alumbrado, pues nos aseguran que con sólo practicar algunos agujeros
superficiales en las paredes de ciertas peñas, se obtiene este aceite por los
lados de San Fernando i La Chanca; [...]".
Las ventajas adicionales se sentirían en la inmigración danesa, en la
construcción de ferrocarriles, la introducción de herramientas y
maquinarias que revolucionarían la producción, etc. por lo que exhortaba a que las gentes de Cali aportaran para reunir los 500 pesos que se
requerían para enviar a Herr. Jensen a Dinamarca12.
Aunque la construcción de la ferrería no prosperó, si prosperaron
otros proyectos desarrollados por los empresarios como la "Sociedad
de Fomento Industrial" que se dedicó a la promoción de cultivos
exportables. Sus éxitos, como se verá después se sintieron en el
estímulo al cultivo del tabaco de Palmira, al repartir semillas mejoradas.
Los niveles de producción que alcanzaron los productos de exportación se pueden medir en que desde 1872 se vivió una época de
carestía explicada por la insuficiencia de la mano de obra rural para la
producción de alimentos, ya que los campesinos se dedicaron
principalmente a cultivos comerciales como el tabaco, el cacao o la
producción de aguardiente:
En Palmira se impulsan los cultivos de tabaco y Cacao. El tabaco se ha
acreditado en Europa y se han hecho magníficas ventas esto ha hecho que
su cultivo sea el obj eto casi exclusivo de nuestros labradores, principalmente los pobres. Hoy se compra la arroba a cuatro y medio pesos sencillos,
y no es aventurado anunciar que subirá de ese precio. Pero como los
brazos que se entregan al cultivo del tabaco, que tan laborioso es, se
separa del de la caña, añil, maíz, platano, etc. la mayor parte de las fincas
de alguna importancia se hallan sin trabajadores y los empresarios en un
estado desesperante, siendo fácil prever que los artículos alimenticios que
provienen del cultivo de la tierra, tengan un alza [de precio]13.
11 Ibid.
12 Ibid.
13 La Juventud Católica, # 10, Cali, 3-X-1872, p. 73.
181
Pero no fue solamente esto. La construcción de obras públicas
donde se pagaban salarios más altos que en el sector rural, también
estaba compitiendo como mercado de fuerza laboral con los productores de alimentos. Esto lo reseñó el Boletín Industrial, en los
siguientes términos:
la falta de brazos es un obstáculo contra el cual se estrellan los esfuerzos
de nuestros más activos empresarios y produce de paso la carestía de los
víveres. La producción de la miel y del azúcar se halla suspendida en la
mayor parte de los establecimientos por falta de peones y los empresarios
que no han interrumpido su tarea, se ven en el caso de aumentar los gastos
y afanes para tenerlos en ejercicio[...]
En el Cauca se siente la carencia de víveres lo que no tiene una explicación
lógica dado que el Estado no los está exportando, ni hay una situación de
guerra. Lo que ocurre es que "se trabaja poco". Un novillo de regular
tamaño cuesta entre 65 y 70 pesos, un quintal de carne y el de queso
cuestan 40 fuertes cada uno. Las papas se venden a 20 fuertes el quintal14.
A esto se unió la disminución momentánea de los precios de los
productos exportables caucanos, como los cueros, la quina o el tabaco 15 ,
haciendo más complicada la situación; no obstante, los caucanos
seguían aferrados a la producción para la exportación e invertían
esperando que la situación mejorara. Desde luego también se hicieron
algunos esfuerzos por producir lo que antes se importaba como en el
caso de la cerveza, que en 1875 empezó a ser producida en la fábrica de
"Oriente" por la compañía "Meyendorff i Plass"16.
El ciclo de recuperación económica que se presentó entre 1854-1875
permitió que el Cauca participara en el auge agroexportador colombiano del Siglo XIX y se debió básicamente a que los mosqueristas
14 Boletín Industrial, # 5, Buenaventura, 28-XII-1873, pp. 18-19. Desde luego,
existían factores naturales que ayudaban a entender el alza de precios de alimentos como la
carne, pues desde 1870 se presentó la epizootia en las dehesas situadas al sur de Cali que
produjo pérdidas en ganados y caballos que en 1872 se acercaban a los $ 10.000. V. La
Juventud Católica, # 6, Cali, 5-1X-1872, p. 1.
15 El Telégrafo, # 1, Palmira, 11-11-1875, pp. 1-2.
16 Ibid., # 37, Palmira, 9-XII-1875, p. 145.
182
habían logrado imponer un proyecto político que permitía posponer
las diferencias internas con el fin de desarrollar la economía. Esto
significaba, en pocas palabras, que los sectores tradicionales -militares
y hacendados- de procedencia conservadora habían logrado construir
un proyecto estatal e imponerlo a sectores nuevos -básicamente
jóvenes abogados liberales- que defendían en el Cauca las banderas
del radicalismo. En consecuencia, los mosqueristas, antiguos
conservadores, gobernaron el Cauca a nombre del liberalismo, excluyendo del poder a conservadores y a liberales recalcitrantes; esta situación
llevó a la reorganización del partido conservador y a la profundización
de la división liberal entre mosqueristas y radicales. No obstante el
temor a la reorganización conservadora, que amenazaba con la guerra
civil, llevó a que los jóvenes radicales caucanos -liderados por César
Conto, Modesto Garcés y Jorge Isaacs- accedieran al poder político en
1875. Estos hechos, que se desarrollaron en medio de la inestabilidad
del orden público y se reflejaron inmediatamente en la economía al
profundizar la crisis que ya se sentía en las exportaciones, produjeron
en 1875 el surgimiento de un grupo político nuevo: el Liberalismo
Independiente, un grupo empresarial organizado en torno al periódico
El Telégrafo con sede en Palmira. Del nuevo grupo formaban parte
empresarios importantes del Cauca como Teodoro Materón, Juan de
Dios Restrepo, Manuel Dolores Camacho y James Eder, quienes
construyeron un programa político que prometía dotar al Cauca de una
infraestructura económica sólida para facilitar el desarrollo del comercio
estimulando la producción en medio de un clima de paz.
A pesar de los esfuerzos hechos por las élites caucanas por evitar
que una guerra se presentara en el Cauca, la combinación de una serie
de factores políticos -entre los que se destacan los esfuerzos de los
radicales por mantenerse en el poder- llevaron a que en 1876 esta fuera
inevitable. El deterioro del clima político había venido acompañado por
la crisis de los mercados externos para el tabaco, la quina y el añil, lo
que hizo más complicada la situación. Lo más grave fue la destrucción
183
de las unidades productivas. Según Schenck en una hacienda de Bugalagrande fueron talados 60.000 árboles de cacao y cerca a Palmira los
cercos de las haciendas fueron destruidos, lo que obligó a sus dueños
a colocar cercas vivas. Haciendas como "La Paila", que antes de la
guerra tenía mas de 15.000 cabezas de ganado, además de grandes
plantaciones de cacao, quedó en una completa ruina, de tal manera que
el inventario vivo presentado por el dueño fueron dos caballos y una
vaca17.
Para la economía caucana esto no era lo peor. La guerra llevó a
recordar abusos cometidos en épocas anteriores cuando el liberalismo
radical construía sus bases políticas en el Cauca y la inseguridad era
un hecho permanente. Para colmo de males esta inseguridad se reflejó en
las medidas que tomaron las autoridades radicales del estado, que
recurrieron a empréstitos, a expropiaciones y a contribuciones
forzosas para financiar la guerra, anulando el derecho de propiedad.
James Eder, el Cónsul Norteamericano en el Cauca, en informe enviado
al Secretario de Estado Adjunto, Mr. Hunter, le decía al respecto:
La manera de levantar los medios de llevar a cabo la guerra por el
gobierno me parece que es única en este país:
1. El Gobierno ha embargado todo el ganado, de manera que a los dueños
no les está permitido vender o matar para su uso particular. Las reses se
llevan a los mataderos públicos por cuenta del Gobierno, y según la
práctica del país, el ganado que pertenece a extranjeros también se
embarga.
2. Todos los caballos y muías de cualquier dueño los toma el Gobierno
en calidad de préstamo, pero a la fuerza.
3. Todas las mercancías de cualquier clase y naturaleza las puede tomar
el gobierno, llamando a eso expropiación, sin hacer por el momento pago
alguno, y sin distinción ya sean sus dueños nacionales o extranjeros.
4. Contribuciones forzosas que deben ser en efectivo[...]".
17 Schenck, ob. cit., pp. 52-53.
18 Eder, ob. cit., pp. 246-247.
184
La desconfianza que estas medidas despertaron hicieron que los
hacendados no invirtieran en sus tierras más que lo necesario para
sostener un lánguido comercio, a lo que se unió el hecho de que la
producción desarrollada por los pequeños propietarios también había
entrado en crisis, no sólo por los reclutamientos militares, sino también
porque sus huertos de cacao habían sido destruidos, como ocurrió en el
indiviso de "La Paila" que ya se mencionó, y por la crisis en los precios
internacionales de tabaco que cerraron el comercio de la hoja disminuyendo su ingresos monetarios. En tales condiciones los campesinos
tuvieron enormes dificultades para recuperar la producción de sus parcelas y sembraban únicamente las plantas necesarias para sostener los
contratos que previamente habían firmado con los comerciantes. El
Ferrocarril, un importante periódico caucano fundado por los
"independientes" en 1878, describía así la situación:
Hasta ahora se han visto obligados los agricultores a limitar sus productos
de sus sementeras a la demanda de los consumidores que son los mismos
habitantes del Valle con excepción de unos pocos que [envían] al
extranjero algunos pocos de aquellos productos demasiado insignificantes
por cierto, si se atiende a la poderosa fuerza productiva del terreno. Así,
por ejemplo son pocos los que exportan el tabaco de Palmira, lo cual hace
que los habitantes de aquel municipio extiendan sus plantaciones hasta
donde es necesario solamente para dar cumplimiento a los contratos que
de antemano celebran con los exportadores. Lo mismo sucede con los
ngenios de azúcar, cuando el empresario fabrica una cantidad mayor que
la que pueda consumirse en el estado, hace una pérdida segura porque no
podrá colocarla a ningún precio [...]".
La limitación de los cultivos no provenía únicamente, según lo
anterior, de la inseguridad (aunque es innegable que este era un factor
importante), sino que también se presentaba por la falta de demanda
comercial. Es necesario recordar que la reactivación económica de los
años sesenta se debió a la actividad de los comerciantes, que habían
encontrado demanda para productos caucanos en estados vecinos de
19 El Ferrocarril, # 1, Cali, 14-11-1878, p. 1.
185
Antioquia y Tolima o en la República del Ecuador. Ahora la situación
era bien diferente, porque si bien en el Cauca la guerra finalizo rápidamente, en el más importante mercado comercial caucano, el conservador
Estado de Antioquia, la guerra continuaba y existía una particular
animadversión contra los caucanos "liberales y ateos", que no sólo lo
habían invadido y vencido sus ejércitos, sino que controlaban su gobierno. Algo similar ocurría con el Ecuador, donde el gobierno conservador
de Gabriel García Moreno ofreció asilo político a los conservadores
caucanos. En tales condiciones la demanda de la producción se
restringía al consumo interno, lo que creaba dificultades adicionales
dada la frugalidad de los consumos. Manuel Dolores Camacho, uno
de los pincipales líderes liberales caucanos, creador del liberalismo
independiente, escribía sobre la necesidad de instruir a la gente para
que produjera y consumiera más, para lo que era era necesario cambiar
los hábitos de vida de la población, pues:
la población agrícola -decía- se contenta con poco: Una casa de guadua,
un cuero de res por cama, un vestido ordinario y otro dominguero,
cuando hay misacerca, plátano, carne, tabaco y aguardiente. Sus sociedades
y diversiones son el fandango con machete. Si se nota algún progreso
suntuario debido a la elevación del jornal es cambiando el anisado por
brandi20.
Esta frugalidad se confirma cuando se observa que la ración de
los obreros del ferrocarril, relativamente alta, por cierto, se componía de
7 libras de carne fresca, 12 onzas de sal, 1 libra y 8 onzas de arroz, [¿?]
20 Ibid. # 8, 5-IV-1878, p. 30. La frugalidad en los consumos se nota también
en los "más civilizados" campesinos de la frontera antioqueña:
Llegados a Salento nos hospedamos en la posada de Liborio Arango, quien después
de ver nuestra carta de recomendación nos atendió con una sabrosísima cena: tortillas,
pan de trigo, chocolate. La sala tenía piso enladrillado y tenía un hermoso mobiliario,
todo muy bien aseado; los cubiertos consistían en platos de loza, cucharas y tenedores de
estaño, lienzo a manera de servilletas y copas de cristal para el agua. Todo ello revelaba
civilización de la cual andabamos alejados lo cual expresé al señor Liborio. -Somos
antioqueflos dijo orgulloso. Los habitantes de esa región de Colombia son superiores a
los que habitan en otros estados del país, distinguiéndose por su amor al trabajo, su
aseo, su industria y su buen gusto. André, ob. cit., p. 679.
186
panelas y 36 plátanos21.
Pero las consecuencias de la guerra no fueron lo único que dificultó
la recuperación económica: 1877 y 78 fueron años de sequía y en 1876
y 1878 se produjo una invasión de langostas que acabó con los pocos
cultivos existentes entre el Patía y el Valle:
De Patía a Tamarindo, siguiendo siempre por las lomas de un país
desierto, o bien por arenales apenas cubiertos por secas gramíneas,
pasamos por Herradura envueltos en nubes de langostas. Estos insectos
adultos -que también los había observado en Quilcasé- desaparecieron y
les sucedieron millares de langostas jóvenes que arrasaban los campos
completamente devastados, las hambrientas larvas roían toda planta,
hoja, tallo22.
Todo esto llevó al abandono de los campos y a la emigración a los
centros urbanos, donde el hambre hizo estragos en la población pues
hasta el 9 de noviembre de 1878 murieron 51 personas23. Narciso
Ríaseos describió la situación: "Destruidos los campos, los trabajadores,
nuestros labriegos los abandonan, vienen a las ciudades a pedir
trabajo y pan; y las ciudades están con miseria y hambre: sus
habitantes mueren en número considerable de enfermedades producidas por una irregular y escasa alimentación24.
Todo esto llevó a que las autoridades caucanas solicitaran al gobierno
nacional el envío de alimentos para ser vendidos al costo y que ampliara
el apoyo a la empresa del ferrocarril para que se generara más empleo25.
La escasez de productos alimenticios elevó escandalosamente los
precios de los artículos de primera necesidad. Una comparación del
valor de los alimentos antes y después de la guerra del 76 ilustra la
situación: el plátano que en 1876 costaba de 3 a 4 pesos la carga, subió
en 1878a lOy 12. El maízdeSl,el almud (10 kilos) a cerca de $2,40 y
21
22
23
24
25
El Ferrocarril, # 3, 1-1II-1878, p. 12.
André, ob. cit., p. 744.
El Ferrocarril, # 38, 9-XI-1878.
Ibid., # 4, 8-1II-1878, p. 13.
Ibid.
187
la carne de $2 a $2,40 la arroba subió en 1878 a $2 y $2,40 reales
lalibra 26
Respecto a esto, Julián Trujillo el Presidente de la Unión en 1878,
decía:
Afligido ese hermosos pais por los desastres de una de las guerras más
costosas y sangrientas que hallan asolado a nuestra patria, talados luego
sus fértiles campos por la formidable plaga de la langosta que ha destruido
todas las sementeras y agotado hasta los elementos de su reproducción,
a tiempo que el largo verano a contruibuído a prolongar la permanencia
de la plaga y a perjudicar y a entorpecer las labores reproductivas de la
agricultura, la situación del Cauca se ha presentado en extremo
desconsoladora y lamentable. Y si a esto se agrega para colmo de
infortunios, el cúmulo de calamidades de todo género que forman el
cortejo obligado de la guerra y del hambre, es todavía si cabe, más digno
de conmiseración el cuadro aflictivo que presenta ese Estado27.
Desde luego, los comerciantes también sufrieron las consecuencias
de la guerra: la crisis de las exportaciones no les permitió colocar
gruesos volúmenes de mercancías que tenían compradas y la conse26 Ibid., # 37, l-XI-1878, p. 147. Los "reales" se convirtieron a peso, de acuerdo
con el valor tradicional: 1 real= 10 centavos. Que la situación fuera general lo explica
la siguiente lista de precios alcanzados por los alimentos en Buga en el mismo año:
Precios corrientes en Buga:
Azúcar @
4,80
Arroz @
1.80
Almidón @
4.80
Carne
1.40-1.60
Maiz.
1.20
Panela.
2.40
Manteca de cerdo
7.50
Cacao
4.80-7.50
Café
4.80
dos x 0.05
Plátanos (escasos)
2.50
Queso
Papas.
3.20-4.80
NOTA: "No hay casi víveres de procedencia extranjera, y los del pais tienen
tendencia a subir, en particular el maiz, el azúcar, el cacao y el aiToz". El Emisario,
# 4, Buga, 4-IX-1878, p. 15.
27 El Emisario, # 4, Buga, 4-1X-1878, p. 15.
188
cuente falta de moneda circulante no permitió que las mercancías que
tenían en los almacenes se vendieran con prontitud. Respecto a esta
situación Eder informaba a las autoridades norteamericanas: "Para el
año de 1874-1875 el comercio decreció en un 30% por lo menos. El año
de 1875-1876 hubo una pequeña mejoría. El de 1876-1877 fue un año
de revolución y violencia y por consiguiente el comercio desapareció
casi totalmente [...]28.
Y continuaba explicando las causas de la crisis en los siguientes
términos:
Primera: La revolución de 1876-1877 obligó la fuga de capital y capitalistas del país, empobreciendo así la región, destruyendo la confianza y
ocasionando una general desmoralización.
Segunda: La langosta que ha invadido al país en los dos últimos años
devorando todo cuanto encuentra a su paso, especialmente la caña de
azúcar, el maíz, plátano y cacao.
Tercera: La sequía; las estaciones secas han sido inusitadamente largas y
fuertes durante los dos últimos años29.
La crisis hizo entender a los caucanos que sus problemas económicos no serían solucionados si no se superaba el aislamiento geográfico
regional. Es esto lo que explica que a pesar de las dificultades económicas en 1878 se iniciara la obra vial más ambiciosa: el Ferrocarril del
Pacífico. Igualmente desde finales de la década anterior se había
iniciado la construcción de los caminos Cali-Buenaventura y CaliPalmira, y se hablaba del establecimiento de la Empresa de Vapores
del Cauca. También se había instalado el telégrafo.
Esto fue obra de comerciantes que al ver cerrado el comercio para
los capitales los colocaron en empresas viales, que les eran
adjudicadas por concesiones de privilegio. Para esto muchos de los
comerciantes caucanos participaron en el Partido Liberal Independiente. Como ya se mencionó, este grupo político existía desde 1875
28 Eder, ob.cit., pp. 146-147.
29 Ibid., p. 147.
189
cuando llegó a controlar las municipalidades de Cali y Palmira. Algunos
liberales independientes comandados por el Dr. Eustaquio Palacios
publicaron en 1878 el periódico El Ferrocarril, mediante el cual
promocionaron lo que constituía su programa político: la búsqueda de
la paz mediante la tolerancia religiosa y el abandono de posiciones
sectarias y excluyentes; y su programa económico: el desarrollo de una
infraestructura vial que sacara a laregión de su aislamiento impulsando
el cultivo de nuevos productos exportables y capitalizando la
agricultura mediante la fundación de un Banco Hipotecario. La realización de este programa chocaba con los intereses políticos de los
radicales quienes no estaban dispuestos a ceder el poder fácilmente.
Es esto lo que explica que los independientes solicitaran "una tregua en
las hostilidades mientras llevamos a cabo las urgentes mejoras del camino
de rieles, los buques de vapor en nuestro río y el Banco Hipotecario. Esa
tregua producirá indudablemente una paz duradera"30.
En un ambiente político tan convulsionado las obras impulsadas
por los independientes se convirtieron en piedras de choque, de tal
forma que se les podía considerar como banderas políticas, lo que
llevó a que el gobierno radical del estado se mostrara negligente frente
a ellas, y que desde el partido radical se acusara a los independientes
de utilizarlas políticamente en su provecho. Para los independientes
era claro que la redención del Cauca sólo se lograría si se construía
un ferrocarril que comunicara las principales ciudades con el mar,
sacando a la región de su aislamiento. Igualmente se pensó en integrar
las poblaciones del Valle del Cauca mediante vías carreteables de las
cuales las más importantes fueron el camino Cali-Palmira, el de PalmiraCórdoba, y la utilización del Río Cauca como medio de comunicación
con el establecimiento de una compañía de vapores. También se intentó
integrar al Cauca con el resto del país y con el exterior mediante una red
telegráfica y un cable submarino, pues hasta el momento sólo existía
el antiguo camino colonial que "unía a Pasto con Popayán continuaba
30 El Ferrocarril, # 10, 19-IV-1878, p. 37.
190
a Cali y eventualmente, bordeando el Cauca hasta el norte de Cartago
y luego alejándose de éste para ascender la cordillera conducía a Santa
Fé de Antioquia y Medellín"31. Ahora el reto era superar este sistema
vial por medios modernos que permitieran la comunicación eficaz y
segura, tanto interna como externa.
De todo esto resultó que en la década de los ochenta los caucanos
tuvieran la navegación a vapor, 20 kilómetros de ferrocarril y la
comunicación telegráfica. Las obras tuvieron el carácter de empresa
privada y se efectuaron por medio de compañías de accionistas, tanto
nacionales como extranjeros, que lograban algún subsidio estatal
cuando los gobiernos pignoraban algunas rentas y conseguían empréstitos en el extranjero32. Un ejemplo de la vinculación del gobierno
central a estas obras se tiene en el caso del camino Cali-Buenaventura,
en el que se invirtieron 2.000.000 de pesos provenientes de impuestos
al consumo de la sal en Cundinamarca y Boyacá.33 Los gobiernos
caucanos, particularmente los dirigidos por los radicales César Conto
y Modesto Garcés (1875-1879), asumieron una posición bien distinta,
en particular éste último quien incumplió sus compromisos con el
Ferrocarril al negarse a contribuir con los auxilios que había prometido34.
Además la obra fue convertida en motivo de discusiones políticas:
los radicales acusaron al candidato independiente, Ezequiel Hurtado,
de promocionar su candidatura por medio de la empresa del Ferrocarril 35 ; igualmente movilizaron a los bogas de Dagua para que entraran
en huelga y entorpecieran los trabajos de los obreros de la empresa
ferroviaria, lo que produjo varios enfrentamientos entre cuadrillas de
ambos bandos 36 .
31 Meló, La Evolución.., p. 54.
32 V. OspinaV., ob. cit., pp. 267 y ss.
33 Miguel Samper: "La protección", en Selección de Escritos, Medellín, Bedout,
s.f,p. 103. Puede consultarse también enEscritos Político-Económicos, tomol, Bogotá,
Banco de la República, 1977, p. 198.
34 Eder, ob. cit., p. 123.
35 El Ferrocarril, # 29, 6-IX-1878, p. 113.
36 Ibid.» 40,22-XI-1878, p. 158.
191
La oposición del gobierno radical del estado al proyecto que
desarrollaban los independientes debió resolverse por medio de la
guerra, pues dada la falta de apoyo popular, el gobierno de Modesto
Garcés perdió el poder dias después de que el general Eliseo Payán se
declarara "Jefe Civil y Militar del Cauca", e iniciara la "Revolución del
21 de abril" de 1879.
Aunque esta guerra fue de muy corta duración, sus conductores
tuvieron un comportamiento muy diferente al que había caracterizado
las guerras anteriores. Por ejemplo, anteriormente los ejércitos contendores confiscaban los mulares y caballerías necesarios para el
sostenimiento y movilización de las tropas. Esto se prestó para ¡numerables abusos, pues oficiales de alto rango optaban por vender los
animales confiscados apropiándose el dinero de la venta; para evitar
esto, el gobierno de Eliseo Payán dictó el 14 de mayo de 1879 un decreto
que prohibía que los oficiales vendieran caballerías "sin la presencia de
las autoridades políticas del municipio ante las cuales deberá el
vendedor acreditar plenamente el derecho de propiedad que tenga
sobre las bestias vendidas"37.
La guerra también afectaba el suministro de carne vacuna a la
población, pues los ganaderos, por temor a las expropiaciones
escondían los ganados. El caso de Santander de Quilichao (16-V-1879)
ilustra la forma en que el gobierno actuaba en estos casos:
1. Se tomarán los ganados que tengan los enemigos del actual orden de
cosas, i cuando falte este, se tomarán por contratas a los amigos que los
tengan, dándoles el derecho de expender por su cuenta las reses que
contraten, i el producto que se consignará en la Administración Municipal
se le reconocerá al propietario del ganado, hipotecando las rentas del
Estado.
2. Los ganados que se tomen ya sean de los amigos, que no se espendan
con las condiciones arriba espresadas, se venderán en subata formando
grupos hasta de tres reses para que sea regular [...]
4. Asígnase como precio fijo e invariable en la venta de carnes dos pesos
37 Rejistro Oficial, U 5, Popayán, 19-V-1879, p. 2.
192
por arroba.
5. Todo el que pese ganados por su cuenta se considera de contrabando(sic)
i será decomisado en favor del fisco [...]38.
La tarea inmediata de los independientes se concentró en
normalizar el desarrollo económico. Para ello era necesario restablecer
la confianza de los empresarios rurales, muchos de los cuales habían
visto afectados sus intereses por los decomisos que sufrieron durante
la guerra de 1876. Es esto lo que explica que Eliseo Payán dictara un
decreto sobre devolución de propiedades raices urbanas y rurales, bienes
muebles e inmuebles que hubieran sido expropiadas durante la guerra
de 1876. Los dueños legítimos deberían ser indemnizados y todos
los remates que de ellos se hicieron fueron considerados nulos 39 .
A pesar de la expedición del decreto, el gobierno de los independientes no podía prescindir de las expropiaciones debido a su precaria
situación fiscal. Si bien un gobierno que se mostraba como respetuoso
del derecho de propiedad no podía hacer uso del decomiso de bienes
de los particulares, si encontró medios para disfrazar sus acciones. El
caso de las carnicerías de Buenaventura, mayo 26 de 1879, muestra
cómo actuaba el gobierno y cómo disfrazaba sus acciones para que no
parecieran arbitrarias:
lo. Decláranse por cuenta del gobierno las carnicerías públicas del
municipio desde esta fecha en adelante; en consecuencia no podrán
expender carne los particulares sino cuando no haya ganados del Gobierno.
[...]
2o. Deseando el gobierno evitar las expropiaciones, se toman en compra
por cuenta del mismo Gobierno los ganados de los particulares amigos de
la causa o estranjeros, con las condiciones siguientes:
Primera: se recibe cada res por lo que produzca en la pesa pública,
deducidos los gastos i derechos fiscales;
Segunda: Que pagará sus valores tan luego como la situación del Erario
público cuente con fondos disponibles;
38 Ibid., # 6, Popayán, 26-V-1879, p. 2.
39 Ibid., # 8, Popayán, 5-VI-1879, Decreto # 55 de 30-V-1879, p. 1.
193
Tercera: que para dicho pago compromete las rentas del Estado40.
Narciso Riascos, Procurador del Estado, denunciaba que por
Decreto # 67 de 7 de julio de 1879, el Jefe Municipal de Cali, había
"asignado un tres por ciento en especie sobre los ganados existentes
en el municipio. Por este decreto se impone una contribución denominada forzosa y general de guerra, según la cual los dueños de los
ganados deben dar en especie un tres por ciento de los que posean".
El decreto se justificaba por una necesidad apremiante, pero era violatorio de la Constitución y de la ley, pues los Jefes Municipales no
tenían autoridad para imponerlos en ningún caso. Según el
Procurador: "Para quitar la propiedad ajena por cuenta del Gobierno,
es indispensable comprobar la necesidad, fijar el precio de la cosa
y pagarlo previamente, aunque el pago en caso de guerra, puede no ser
previo" 41 .
En el caso de las expropiaciones que se mencionan los dueños
no pudieron intervenir en la fijación del precio, y no recibieron pago
alguno. Por este conducto se recibieron cerca de mil reses que fueron
vendidas sin que se llevara cuenta de cuanto produjo cada res, sin que los
expendedores firmaran las cuentas, y sin que fuera fiscalizado el
asunto por funcionario público alguno. Por esto en las listas de entrega de
ganados aparecen registradas unas trescientas reses sin que se conozca el
dueño respectivo. Al mismo Procurador le quitaron un número
indeterminado de reses, que no apareció registrado en los documentos,
por lo que no podían hacer ninguna reclamación42.
Cuando las cosas se normalizaron los independientes adelantaron
una política completamente distinta a la de los radicales, pues se dedicaron a la construcción de obras públicas, continuando con lo iniciado en
1878, cuando la municipalidad de Cali, dominada por ellos, aprobó
colaborar con $ 100.000 pesos para la construcción del Ferrocarril,
40 Ibid., # 1 1 , Popayán, 21-VI-1879, p.4.
41 Ibid., # 82, Popayán, 24-IX-80, pp. 2-3.
42 Ibid., # 82, Popayán, 24-IX-80, pp. 2-3.
194
destinando para ello las rentas que antes se dedicaban a la construcción
y mejoras de caminos -exceptuando la renta de la barca del paso del
comercio y la de reparación de puentes-, y hasta 500 hectáreas en las
tierras de ejidos o de otras tierras si el Ferrocarril no pasara por
aquellas; propuesta que fue presentada por los independientes
Avelino Escobar y Cenón Caicedo43.
La importancia que este sector político concedió a estas obras se
puede observar en la participación de sus dirigentes en ellas:
a. En el Ferrocarril: Cenón Caicedo, Juan de Dios Ulloa, Francisco
Copete, Julián Trujillo.
b. En la navegación a vapor por el Cauca: Francisco Eliseo Copete,
Julián Trujillo.
c. Camino Cali-Palmira: Cenón Caicedo, Juan de Dios Ulloa.
d. Camino Palmira-Córdoba: Evaristo León de la Cadena.
e. Camino Cali-Buenaventura: Julián Trujillo, Eliseo Payán, Carlos
Delgado Carvajal, Cenón Caicedo44.
Lo que estas empresas significaron para el Cauca se puede medir
en el incremento de las exportaciones pues entre el día de la
inauguración del ferrocarril, el 4 de julio, y el 29 de diciembre de 1882
se transportaron por él 35.051 bultos de mercancías de importación
y 103.533 de exportación de los cuales 92.771 fueron de café45. No
obstante esto, los medios de comunicación no bastaban para sacar al
estado de su crisis. Las exportaciones no se realizaban sencillamente
porque no había qué exportar, aparte del café que era un producto nuevo.
El Cuadro P.2 muestra el movimiento de las exportaciones realizadas
en el año fiscal 1878-1879 en las aduanas del Cauca: en él es posible
ver como las exportaciones del sector agropecuario son muy pobres,
apenas un 27.78%, y todas se realizan por la aduana de Buenaventura,
43 El Ferrocarril, # 1, Cali, 14-11-1878, p.2.
44 Respecto a estas personas consúltese: Gustavo ArboledaDiccionario biográfico
y genealógico del antiguo Departamento del Cauca, Biblioteca Horizontes, Bogotá,
1962.
45 El Ferrocarril, # 230, 29-XII-1882, p. 916.
195
lo que indican que se producen principalmente en el Valle. Las materias
de extracción, por su parte, tienen el peso porcentual más alto, un
68.58%, puesto que con ellas se trató de compensar la pérdida de
mercados que sufrió el tabaco en un año en el cual los precios
internacionales de la quina y el añil empezaban a caer con su
correspondiente cierre de mercados para la exportación colombiana46.
También continúa la exportación de metales preciosos, tanto en polvo
como amonedado, en una época en la cual había disminuido el dinero
circulante en el Cauca, debido a que con ellos había que compensar la
balanza de pagos; en este período se exportaron metales preciosos por un
valor total $ 99.000, lo que representa un 14.98% de las exportaciones.
Dada la caída de los precios internacionales para la quina, el añil, el
tabaco, y el azúcar, los independientes con su empuje empresarial
característico, se dedicaron a buscar los productos que pudieran
reemplazarlos. Para lograr esto iniciaron una campaña de promoción y
estímulos al café, al cacao y la coca. El primer producto que tenía
amplias posibilidades comerciales era el cacao. Se inició entonces una
campaña de promoción, educando a los agricultores sobre las técnicas del
cultivo, cosecha, posibilidades de mercadeo, etc. 47 . De hecho, el cacao
ya estaba siendo demandado, junto con cueros y café, para ser
exportado por la firma "Gavina e Hijos" 48 , y para 1879 había
alcanzado un precio alto en los mercados internacionales, puesto que
se cotizaba a 35 centavos de peso la libra49.
El café fue otro producto cuyo cultivo fue estimulado. El recién
inaugurado gobierno Independiente -presidido por Ezequiel Hurtado,
un importante político y comerciante socio de Ernesto Cerruti- logró
que la legislatura estatal, por medio de la ley 5 del 25 de junio de 1879,
retribuyera con dinero a los cultivadores de este grano a razón de 50
46
47
48
49
V. Ospina, ob. cit., p. 273.
V. El Ferrocarril, #s 56, 59, 60, 61.
Ibid., # 63, 6-VI-1859, p. 252.
Ibid., # 64, 13-VI-1879, p. 254.
196
pesos por cada 500 árboles sembrados50. Este artículo estaba catalogado, junto con el cacao, como de clase superior en los mercados
extranjeros y se cotizó en 1879 a razón de 22 centavos la libra51. Sin
embargo, la "Revolución de Abril" de ese mismo año afectó
negativamente los precios que cayeron en los tres años siguientes hasta
alcanzar 11 centavos la libra52.
La hoja de coca también fue promocionada por su fácil cultivo y
cosecha y, además, por su potencial demanda, pues: "su mercado lo
forman todas las repúblicas del sur y su precio es fabuloso; apenas puede
creerse. En Lima es de 1 peso la libra y en Bolivia $ 1.20 a 1.40 la libra; e
igual si no mayor es el que tiene en Chile y en las repúblicas del Plata [...]".
La hoja empezaba además a ser conocida en Europa de tal manera que se
podía asegurar "que dentro de pocos años, será un artículo de comercio
europeo [ .]" 53 .
El comercio se restableció finalmente gracias a la prolongación del
período de paz que se había iniciado en 1879, de tal forma que a finales
de 1880 la recuperación económica era evidente: "Los comerciantes
ponen en giro sus capitales, y la abundancia de mercancías extranjeras
introducidas en los últimos meses es tan notable, que ha habido comerciante que ha pagado él sólo, derechos a la aduana de Buenaventura
más de cincuenta mil pesos. Esta abundancia hace que las mercancías
hayan bajado notablemente de precio y que los consumidores puedan
vestirse bien y a poco costo" 54 .
También se reactivaron la cría de ganados, estimulada por la
exportación de cueros, y la minería mediante la búsqueda de nuevos
yacimientos55.
Los indicios de prosperidad que se dejaron sentir provenían del
50 Ibid., # 71, 8-V-1879, p. 284.
51 Ibid.
52 Eder, ob. cit., p. 102.
53 El Ferrocarril, # 64, 13-VI-1879, p. 254
54 Ibid.
5Ibid.
197
desarrollo de las explotaciones agropecuarias en base a los cultivos que
los independientes habían promocionado, particularmente del cacao y
del café56. Así el mercado de la ciudad de Roldanillo, que era el centro
cacaotero más importante del Cauca, necesitaba un capital superior a
los $ 100.000 para comercializar su cosecha 57 . Igualmente, el café que
se estaba produciendo en el Valle resultó de mejor calidad que el del
Tambo en Popayán y empezaba a ser exportado en buenas cantidades,
puesto que en el último semestre de 1882 alcanzó la cifra de 92.771
bultos por la aduana de Buenaventura58.
Ante las halagüeñas perspectivas de la agricultura Federico Reinel
expresó la esperanza de que:
En un lapso de tiempo de solo 10 años, puede experimentar el Cauca una
transformación completa, si con ahinco e imperturbable trabajo, nos
dedicamos al cultivo del cacao, del café, de la caña de azúcar y del tabaco.
Estos cuatro artículos de fácil producción, por la bondad en nuestros
terrenos, traerán al país fuertes capitales y capitalistas, que especulan con
ellos en mercados conocidos59.
El repunte económico se vio claramente en las exportaciones que
se hicieron en 1882 por la aduana de Buenaventura60 que alcanzaron
ese año el peso de 703.342 libras, con un valor de $ 449.038.80, de las
cuales 310.494 correspondían a productos de extracción, con valor de
$ 126.780.80 (28.23%). Es decir, el 71.76% del valor total exportado
provenía de las industrias agropecuarias (Véase Cuadro P.3), lo que
señala un cambio frente a lo que ocurría en la década anterior (Véase
cuadro P.2)
56 El gobierno nacional también estimuló el cultivo de nuevos productos. Para
lograrlo, expidió el Decreto 514, que llevó a que el 17 de junio 1880, se estableciera
en Popayán la "Sociedad Agrícola" presidida por el señor Manuel María Mosquera,
vicepresidente doctor Pablo Diago y secretario doctor Domingo Rojas. VIM Paz, #
35, Popayán, 26-VI-1880, p. 2.
57 El Ferrocarril, # 159, 17-VI-1881, p. 635.
58 Ibid., # 230,29-XII-1882, p. 916.
59 Ibid., # 164,26-V1II-1881, p. 655.
60 Ibid, # 240,16-111-1883, p. 957.
198
Gracias a la recuperación agropecuaria surgieron plantaciones
nuevas en sitios diferentes al Valle. Un ejemplo se tiene en la inversión
hecha en 1883 por el comerciante Francisco Menotti, italiano, y los
señores Ignacio C. Cárdenas y Martín Lobo, sandandereanos, quienes
establecieron una hacienda en el Valle del Patía, municipio de Popayán,
denominada "Sicilia". El dueño era el italiano mientras que los
santandereanos eran sus agentes. La hacienda no sólo se dedicaba a
la ganadería tradicional del Patía, sino a la agricultura en gran escala:
uva, plátano, cacao, café, vainilla, tabaco, caña de azúcar, maiz, yuca,
arroz. No deja de ser interesante que en esta hacienda se cultivaba con
"máquinas y una multitud de aparatos para el trabajo, la destilación
de licores, preparación de azúcar, potreros cerrados, etc." 6 '.
El dominio de la agricultura sólo se veía dificultado por los
impuestos del estado que gravaban tanto el consumo como la circulación. Ya se mencionó que Pereira Gamba prevenía a los legisladores
para que el repunte económico no fuera visto como la oportunidad
para crear nuevos impuestos que ahogaran las nacientes industrias,
pero de todas maneras, y como se verá después, se cobraban
impuestos que llegaron a dificultar la circulación de algunos productos.
Es el caso de la ganadería que en 1884 presentó dificultades para la
exportación a Panamá, debido a las altas tarifas que se cobraban. Ante
las protestas de los comerciantes el gobierno del Estado expidió el
decreto # 903 de 30 de octubre de 1884 que rebajó los derechos de peaje
que pagaban los ganados que transitaban por el camino a Buenaventura con destino a Panamá, con el fin de estimular la industria
pecuaria en el Valle. El peaje quedó a 0,70 cvs. por cabeza62.
Este dominio de los productos agropecuarios continuó hasta antes
de la guerra de 1885, cuando los radicales iniciaron un movimiento
revolucionario con el fin de derrocar a los independientes quienes,
a su juicio, estaban entregando el poder al conservatismo. En el Cauca,
61 El Cauca, # 4, Popayán, 2-VII-1883, p. 4.
62 Rejistro Oficial, ti 351, 1 l-XII-1884, p. 1.
199
el movimiento fue instigado y financiado por comerciantes de la plaza
de Cali, dirigidos por el ciudadano italiano Ernesto Cerruti, gerente de
un grupo comercial que llevaba su nombre y en el que aparecían
vinculados importantes políticos caucanos63.
La guerra conllevó que la recuperación económica se detuviera,
pues la destrucción de la economía, común a toda guerra, produjo
un período de escasez con su correspondiente alza de precios: Los
productos de primera necesidad costaban "El cacao 6 reales la libra,
el maíz 24 reales la arroba; p látanos 8 por real" 54 . La guerra no es,
desde luego, el único factor que explica la carestía puesto que a ella se
unieron la langosta, la cambiante situación climática, el insuficiente
sistema vial, la falta de capitales y técnicas de cultivos y la acción de los
acaparadores65. La industria pecuaria, por su parte, también entró en
un período de decadencia debido a la presencia de la epizootia, que en
1887 acabó con unas 30.000 reses en el Valle del Cauca 66 y obligó al
gobierno a firmar contrato con la Sociedad de Medicina del Cauca para
que la controlara67. También se estimuló la siembra de pastos nuevos
como el micay 68 , que se extendió hasta el Quindío y permitió superar
la desconfianza que se venía creando frente al pará 69 .
Para complicar las cosas el invierno no permitió que la agricultura
se desarrollara: en 1887, las inundaciones como consecuencia de las
lluvias estacionales, destruyeron grandes plantaciones de cacao y de
café que estaban a punto de cosecharse70. Esto llevó a que Eustaquio
Palacios encontrara como única solución a este problema seguir el
63 V. mi artículo: "Centu per centu Moderata Ganancia!...", cit.
64 El Ferrocarril, # 288, 21-X-1887, p. 1.149.
65 Ibid.
66 Ibid., # 281.2-IX-1887, p. 1.122.
67 Registro Oficial, # 140, Popayán, 10-XII-1887, p. 3.
68 Gutiérrez: Monografías, Tomo II, p. 49.
69 La Prensa, # 4, Cali, 22-1X-1887, p. 1.
70 El Ferrocarril, # 288, 21-X-1887, p. 1.149; No. 289, 28-X-1887, p. 1.153.
Según Felipe Pérez: "En el valle del Cauca llueve en marzo, abril y mayo; los meses
de junio, julio y agosto son de verano; llueve nuevamente en setiembre, octubre y
noviembre; y diciembre enero y febrero son de verano", ob. cit., p. 173.
200
ejemplo de los colonizadores antioqueños, y cultivar los piedemontes
cordilleranos que rodean al Valle. Decía: "Hay que volver los ojos a
las montañas, allá está la esperanza de la generación presente; allá el
porvenir del hombre laborioso"71.
La única inversión de cierta importancia que se advierte en esta
época se dio en la minería, con la introducción de maquinaria moderna
a las minas de Cali. El montaje, que permitía operar varias minas a la
vez, valía 20,000 pesos y garantizaba una producción diaria de 14 a 20
libras de oro. El inversionista fue un ingeniero californiano, señor A. B.
Simmonds. Esta inversión produjo una fiebre de oro que llevó a que
se descubrieran minas en Papagayeros, Dagua y Cali, para la explotación de las cuales se esperaba la vinculación de mineros y capitalistas
americanos.
La economía en general fue en franca caída. Las mercancías extranjeras alcanzaron precios escandalosos debido a las fuertes tarifas de
aduanas que estaba cobrando el gobierno con base en su política
proteccionista, los víveres también tenían precios altos dado el marcado
abandono de la agricultura (Véase Cuadro P.4).
Dada las divisiones subregionales la crisis no afectó a todas las
municipalidades por igual. Así, mientras el Valle y las subregiones que
subsistían gracias a su comercio entraron en crisis, en el Sur la
situación era diferente. Allí las industrias artesanales se desarrollaban,
lo mismo que la producción de alimentos. El cuadro P.5, muestra que la
producción de frazadas, bayetas, bayetones, ponchos, lienzos, chales, y
alfombras, tejidos en telares artesanales seguía siendo importante en la
provincia de Obando72, mientras que en 1892, Vélez Triana, describía así
la región del Sur:
No me creerá U. que Pasto es una de las Provincias más ricas de Colombia.
¡Qué abundancia de víveres, amigo mió! A su mercado concurre lo que
uno pueda desear: harinas de superior calidad, carne de exquisito sabor,
maiz, papas, arroz y frutas de zonas distintas; todo a un precio que pasa
71 El Ferrocarril, # 298, 30-XII-1887, p. 1.189.
72 El Meridional, Pasto, 18-XI-1889. p. 67.
201
de exiguo. Figúrese que, en tiempos de escasez, la arroba de excelente
harina no vale más de diez reales; la de papa cuatro reales; la de carne diez
y seis; y así de todo lo demás. Lo único caro es la sal.
' [•••]
En Túquerres se ceban ¡numerables ganados. La tierra aparte de su
fecundidad para los pastos, es propicia a todo cultivo [...]73.
En contraste, según una resefia elaborada por Luciano Rivera y
Garrido, la situación del Valle, en 1893, era desesperante: escasez de
alimentos y abandono parcial de los cultivos de caña en favor de la
ganadería, pues años antes "...se observa que el número de pastores,
aunque considerable, era mucho menor relativamente hablando, que el
de agricultores. Por un hato de 50 a 100 cabezas de ganado de cría, había
15 ó 20 estancias de plátano, maíz, arroz, yucas, arracachas". Mientras
que ahora no había cambiado mucho, pero grandes extensiones de
terreno adecuados para la agricultura se convertían en cultivos de pará,
disminuyendo, en consecuencia las sementeras de maíz, arroz, plátano,
cacao y café74.
Por otra parte los pequeños productores campesinos continuaban
reduciendo su producción al mínimo necesario para su subsistencia:
Estas riberas [del rio Cauca], como casi todo el suelo caucano, son muy
feraces, la naturaleza con poco trabajo produce en abundancia lo que el
hombre ha menester para vivir. El hijo de las regiones del sur es indolente:
bástale su platanera y una docena de cafetos. Por lo demás la industria en
general, ha permanecido estacionaria: salvo aquellos artículos de necesaria importación, el Cauca elabora lo indispensable a las necesidades del
pueblo: sombreros, mantas, alpargatas y bayeta burda son sus producciones
más notables
Una nueva guerra, la de 1895, iniciada por los liberales contra la
hegemonía conservadora que se había organizado en torno al proyecto
73 Roberto Vélez Triana: Cartas a un amigo de Bogotá, Quito, Imp. del Clero,
1892, pp. 15-17.
74 Rivera y Garrido, El Rumor, # 2, Buga, ll-VI-1893, pp. 9-10.
75 Vélez Triana, ob. cit., p. 9.
202
"regenerador", profundizó aún más la crisis. Tratando de sacar al Cauca
de su postración económica la Asamblea Departamental intentó subsidiar algunos cultivos como el algodón, pero el deterioro del clima
político llevó a la guerra de los mil dias que sumió definitivamente al
Cauca en la crisis.
LOS R E N G L O N E S
PRODUCTIVOS
D E LAS H A C I E N D A S C A U C A N A S
LA GANADERÍA
Después de los conflictos que se presentaron en la llamada época
del "perrero", cuando los negros recorrían el valle tumbando cercas y
castigando con sus látigos de arriar ganado (perreros) a los terratenientes, la ganadería volvió a aparecer como la principal actividad
agropecuaria, pues el ganado cebado con pará y guinea tenía mejores
precios que el que se criaba cimarrón en las haciendas más tradicionales75.
Esto significó una mejora tecnológica importante puesto que se superó
la vieja costumbre de renovar los pastos mediante el incendio77 y una
especialización en los potreros puesto que las dehesas de grama común
se utilizaron para ganado de cría y el de pará y guinea para ceba 78 . Por
otra parte, ya se mencionó que la ampliación del hato ganadero implicó
76 La importancia de la ganadería como actividad productiva tradicional del
Cauca se puede medir en los datos que ofrece la Comisión Corográfica del número de
animales domésticos existentes en el Cauca en 1852:
Reses vacunas
347.000
Ovejas
65.000
Cabras
12.500
Cerdos.
134.000
Caballos
102.000
Muías
22.000
Burros
2.000
Total de cabezas
684.500
Cálculo que fue considerado equivocado por Felipe Pérez. V . ob. cit., p. 189.
77 André, ob. cit., p. 691.
78 Restrepo Mejía, ob. cit., p. 29.
203
a su vez una ampliación de la frontera agraria al derribarse los bosques
y establecerse rozas con cultivos de pancoger que precedían las siembras
de pasto, lo que mostraba una actividad que infundía confianza en las
inversiones económicas79. Aparte de esto, el ganado valluno volvió a
ser demandado por los habitantes de los distritos mineros del Chocó,
Supía y Marmato, por los colonizadores de la frontera del Quindío
y por los habitantes del vecino estado de Panamá, de tal manera que
la demanda no se reducía únicamente al consumo interno.
Como un subproducto del ganado, en la década de los setenta
empezaron los cueros a ser exportados, lo que permitió obtener
beneficios adicionales. Tradicionalmente los cueros tenían muy variados usos: "[..] se les emplea para tapizar mesas, sofás, sillas y camas,
lo mismo que para fabricar lazos, rejos y petacas... botellas para envasar
vino, aguardiente y chicha y hasta se consigue fabricar un sustituto
aunque inferior, naturalmente de la carretilla metálica, para el transporte
de tierra o arena 80 .
Las nuevas inversiones estaban estimuladas por la presencia de
comerciantes que en sus contratos de compra exigían que el ganado fuera
de ceba. Por ejemplo el contrato entre José M. Cabal y el agente de la
casa Ducruete & Cía., Angel M. Domínguez, exigía que Cabal cuidara
y mantuviera el ganado en sus tierras durante un año partiendo de la fecha
al cabo de la cual Ducruete pagaría el precio convenido. Otros comerciantes franceses y antioqueños también estaban interesados en el ganado
valluno: "... León Duay, Máximo Huertematte & Cía. (Tiberio Sánchez
era su agente en Cali), Alfredo Warnier y Fidel Lalinde (hijo de Nazario
Lalinde, un comerciante antioqueño)"81.
Esta reactivación agropecuaria llama la atención dada la crisis que
se presentó en el Valle después de la abolición de la esclavitud. Para
Hyland el repunte representado en nuevos pastos y nuevas técnicas
en la cría del ganado no era más que "una forma segura de inversión y
79 Carvajal, ob. cit.
80 Hamilton, ob. cit., p. 96.
81 Hyland, ob cit., p. 111.
204
era una clara adaptación de parte de muchos terratenientes a las
incertidumbres de la economía regional"82. Esto significaba que se
estaban superando las secuelas de la abolición de la esclavitud que afectó
el mercado de carne cesina que se llevaba a los distritos mineros,
cuando los negros no solamente construyeron pequeñas parcelas sino
que además criaron sus propios ganados 83 . Pero al mismo tiempo los
colonizadores antioqueños estaban creando un importante mercado en la
frontera del Quindio, comercio que hizo surgir, según el mismo Hyland
una serie de grupos empresariales "dominados por extranjeros, comerciantes antioqueños y de manera creciente [por] comerciantes con base
en Manizales"84.
Aunque se habla de ampliación del hato ganadero, es necesario tener
en cuenta que el repunte de la producción ganadera no parece haber
alcanzado los volúmenes que existían antes de 1860. En efecto, si se
comparan las cifras ofrecidas por la Comisión Corográfica para el hato
ganadero de 1852 y las que ofrece el Anuario Estadístico para 1883 se
podrá observar que, a pesar de la ampliación que se mencionó, el número
de animales era considerablemente reducido en el último año, no
obstante el Cauca ocupaba el segundo lugar entre los estados ganaderos
de la Unión después de Antioquia, aunque su ganado tenía mejores
precios (V. cuadro P.6).
Desde luego, la situación de la ganadería no siempre fue boyante.
Ya se mencionó que durante las guerras quienes más sufrían eran los
ganaderos por el decomiso de reses o por el abasto obligatorio a precios
fijados por las autoridades como ocurrió en las guerras del 76, del 79
y del 85. Con todo, este no fue el principal problema. Mucho más
grave fue la mencionada presencia de la epizootia, que en 1887 acabó con
unas 30.000 reses en el Valle del Cauca 85 , obligando al gobierno a
encargar a una comisión de la Sociedad de Medicina del Cauca,
82
83
84
85
Ibid., p. 116.
Al respecto consúltese a Mejía P„ ob. cit.
Hyland, ob. cit., p. 117.
El Ferrocarril, # 281, 2-IX-1887, p. 1.122.
205
compuesta por los doctores Leonardo Tascón, Heliodoro Cruz, y Saturnino
Quintero, el estudio del problema. El informe que rindieron menciona
las características de la enfermedad, sus síntomas, algunas fórmulas
para combatirla y su cobertura86, llevó a que el gobierno firmara con
ellos un contrato para que vacunaran las reses existentes en el departamento 87 .
Pero este no fue el único problema. La ignorancia de los ganaderos
llevó a que se culpara a los nuevos pastos de todas las desgracias que
ocurrían al ganado. El más perjudicado fue el pasto pará, ya que se
le adjudicaba el desarrollo de muchas enfermedades, una falsa gordura
en los animales llamada "gordura de pará" y se decía, además, que la
leche que producían las vacas almentadas con él era acuosa y
enfermaba a los niños, aparte de que los temeros nacían debiles y
cotudos. También se decía que los caballos perdían su resistencia, y
que presentaban enfermedades parecidas a las de los vacunos. Esto
también obligó a que la Sociedad de Medicina del Cauca estudiara el
problema88.
La ganadería caucana era un sector muy dinámico que superaba con
rapidez las diferentes crisis que lo afectaron. En el caso de la desconfianza hacia los pastos artificiales, el problema se superó rápidamente
como lo demuestra el hecho de que para 1891 en el Quindío y el Tolima
se construyeran cebaderos para el ganado del Valle con potreros de pará
y guinea 89 . También es de destacar el empuje de empresarios recién
llegados al sector, como don Elias Reyes, quien introdujo el pasto Micay,
encontrado en el Valle del rio con el mismo nombre, y lo sembró en su
finca "La Elvira" de donde se extendió hasta el Quindío 90 .
Pero el hato ganadero no estaba compuesto únicamente por
vacunos. Los caballos y en especial las muías del Cauca constituían un
86
87
88
89
90
Registro Oficial, # 123, Popayán, 19-X-1887, pp. 2-3.
Ibid., # 140, Popayán, 10-XII-1887, p. 3.
La Prensa, # 4, Cali, 22-1X-1887, p. 1.
Brisson , ob. cit., p. 48.
Gutiérrez: Monografías, Tomo II, p. 49.
206
importante renglón productivo para los hacendados. En especial las
muías eran imprescindibles para conformar las recuas que movilizaban
las mercancías por los pésimos caminos del estado y constituyeron un
renglón de exportación sobretodo para las municipalidades del Sur que
las enviaban al Ecuador.
Los cerdos eran también importantes dentro de la diversificada
economía de las haciendas que aprovechaban los subproductos de los
trapiches para engordarlos91 y llevarlos a la frontera. Algunos empresarios como Julián Uribe, hicieron sus primeros pesos, llevando piaras
de cerdos vallunos hasta Manizales y Neira y en haciendas
tradicionales como "La Paila", existían aparceros que pagaban sus
servicios engordando cerdos en los bosques.
La PRODUCCION CAÑERA
El repunte agropecuario se sintió también en las haciendas de
trapiche que se dedicaron principalmente a la producción de aguardiente.
Estas haciendas pudieron superar el problema laboral generado por la
abolición de la esclavitud al inyectar más capital en modernos alambiques que podían ser abastecidos de caña con una mano de obra
concertada "por medio de un sistema de servicio obligatorio de tiempo
parcial en las tierras de la hacienda", como lo ejemplificó Michael
Taussing en la hacienda de Japio donde la tierra y los montes se
dividían entre los libertos mediante el pago de terrajes o arrendamientos
en efectivo o con diez días de trabajo en tierras de la hacienda92.
Como es sabido la hacienda cañera no era nueva en el Cauca
puesto que existía desde la época colonial, cuando se aprovechaban las
óptimas tierras del Valle para la producción de la gramínea, lo que no
91 Hamilton, ob. cit., p. 75.
92 Michael T. Taussing: "Rural proletarianization: A social and historical
Enquiry into the commercialization of the Southern Cauca Valley, Colombia" .
unpublishedPh. D. Dissertation, Univ. ofLondon, 1974. Citado por Hyland, ob. cit. p. 117
Acerca de los cambios en las relaciones laborales en las haciendas tradicionales V. Mina,
ob. cit.
207
quiere decir que fuera un cultivo exclusivo de esta zona. Por el contrario,
cañales existían en casi todas las zonas templadas y cálidas del Cauca,
pero no todas se podían utilizar en la producción de mieles. Se sabe,
según el cuadro P. 1 que aparte del Valle, se producían azúcares en
algunas municipalidades del Sur, pero la caña también se producía en la
costa del Pacífico, donde alcanzaba gran desarrollo, pero con ellas
"no se puede fabricar sino aguardiente, mieles y guarapo, i no azúcar o
panela, porque estas jigantescas cañas tienen, a causa de la constante i
poderosa humedad del pais i de lo graso de la tierra, proporcionalmente demasiadas partículas acuosas i poco azucarinas"93.
No obstante que se lograron exportar unas pocas cantidades de
azúcar (Cuadro P.2) que según Vergara y Velasco no superaron las
20.000 toneladas entre 1830 y 189894, en el período de estudio la producción de aguardiente parece haber constituido el renglón principal, por
encima de la producción de mieles lo que explica que para 1874 en
Jamundí se estuvieran levantando nuevas plantaciones95. La Juventud
Católica comentaba así esta utilización de caña: "Entre los artículos
que prosperan mucho en nuestras haciendas se cuenta el del aguardiente, pues ya casi no se vé un trapiche que no tenga al lado el
efectivo alambique, y cada uno de estos, según los recursos del propietario, suele producir 2 o trecientas botellas diarias" 96 .
Lo que también fue observado por viajeros extranjeros que hicieron
buenas descripciones del proceso de producción:
Los habitantes pobres del Cauca, tanto en las cabaflas como al aire libre
destilan el aguardiente de caña. Los alambiques primitivos construidos
sobre tres piedras forman la tulpa; una olla ordinaria que en su parte
ventruda, cerca al cuello tiene un orificio con un tubo de bambú encajado
cuyo agujero exterior cae sobre un plato de cacharrería. Sobre la olla,
medio llena de jugo de caña fermentado y puesta a la lumbre, se coloca
93
94
95
96
Pérez, ob. cit., p. 144.
Francisco Javier Vergara. Nueva Geografía de Colombia, Bogotá, 1901, p. 780.
MUV, ACC, "Estadísticas del Cauca, 1874", microfilm ti 93, s.f.
La Juventud Católica, ti 10, Cali 3-X-1872, p. 37.
208
una marmita de cobre llena de agua fria que hace las veces de condensador.
El alcohol gotea sobre el plato y de allí pasa a ser recipiente por otro tubo
cubierto con un poco de algodón en rama para impedir que el vapor
escape"97.
En las haciendas grandes la producción era más sofisticada como
ocurría en la hacienda Corinto del general Julián Trujillo, donde André
dice: "vi gran espectáculo, una destilería en plena cordillera. No alcanzo
a imaginar cómo trajeron hasta aquí la maquinaria necesaria para su
establecimiento. Estos aparatos rinden diariamente hasta 15 arrobas de
alcohol" 98 .
La producción cañera sólo encontró un problema para su
desarrollo: la expansión ganadera mediante el establecimiento de de
hesas y el proceso continuado de producción de mieles y guarapos,
llevó a la eliminación paulativa de los bosques, privando a los
trapiches del combustible necesario para sus labores, lo que obligó a
los trapicheros a comprar "derechos de bosques"99.
LA PRODUCCIÓN TABACALERA
El tabaco también era tradicionalmente conocido en el Valle desde
la colonia cuando el estanco restringió las zonas de cultivo a la joven
ciudad de Palmira 100 . Expectativas frente a su posible exportación venían
desde los años 50's pues su calidad había sido mencionada por
visitantes nacionales y extranjeros. Por ejemplo, Isaacs F. Holton decía
que dada la calidad de la hoja
su cultivo podría convertir a la Nueva Granada en un gran centro
productivo; su cultivo no requiere de técnicas avanzadas y su precio
permite rescatar los altos precios del transporte. En el Valle del Cauca esta
industria tiene debida importancia debido a la excelencia del terreno, a la
97 André, ob. cit., p. 711.
98 Ibid., p. 716.
99 Carvajal, ob. cit. p. 36.
100 V. Beatriz Patiño Millán: "Economía del tabaco en la Gobernación de
Popayán, 1764-1820", Cali, UNI VALLE, trabajo de grado, 1974.
209
regularidad de las estaciones y la temperatura cálida. No abundan las
orugas, no graniza y la mano de obra es abundante101.
Otro extranjero, el viajero francés Charles Saffray, mencionaba la alta
comercialización del tabaco caucano en los distritos mineros, en la
frontera o en Antioquia, lo que convertía a Cartago en el principal
centro de distribución. Allí "se vendía hasta hace pocos años a dos
cuartos la libra, variando entre 4 y 6 reales el tipo en épocas
ordinarias", y agregaba que al contrario de los tabacos producidos en
El Carmen o en Ambalema, que exportaban para Alemania, el tabaco
que se producía en Palmira "abastece el mercado interior, si llegara a
tener un buen camino al Pacífico le abriría las puertas al mercado
europeo 102 .
Phanor Eder, en su biografía sobre don Santiago, también resalta
las calidades del producto:
Camacho Roldán había fumado tabaco de Palmira, tan bueno como el
famoso vuelta abajo de Cuba. Algunos conocedores no querían creer que
fuese originario de allí. La planta que se cultiva en las riberas del rio Bolo,
y en los rios Fraile y Amaime llega a tamaño monumental: de 5 a 6 1/2
metros de altura lo cual contrasta con el de Ambalema, de superior calidad
es cierto, de 1.50 a 1.80 m. Por consiguiente el rendimiento eramayor: mil
plantas en Ambalema producían de 10 a 12 arrobas; en Palmira de 80 a
100103
Aunque las mencionadas cualidades del producto pueden haber
sido exageradas, lo cierto es que el tabaco de Palmira vivió lo que Ocampo
llama una bonanza "tardía" respecto al boom tabacalero colombiano
y en cierto momento llegó a tener una demanda preferencial en los
mercados europeos, a pesar de lo cual su participación en las exportaciones nacionales no superó el 10% promedio. Su importancia como un
producto de exportación empezó a sentirse desde 1851/52 cuando se
101 Holton, ob. cit., p . 242.
102 Saffray, ob. cit., p. 239.
103 Eder, ob. cit., p. 353.
210
exportaron 155 toneladas por Buenaventura, lo que creció a partir de
1865, al abrirse el camino de Buenaventura, hasta alcanzar su nivel más
alto en 1874 cuando se inició la depresión que lo llevó casi a desaparecer
de los cuadros de exportación hacia 1881 104 .
Según el informe de Benjamín Pereira Gamba, Secretario de
Hacienda del Cauca en 1869, el cultivo del tabaco constituía casi la
única industria de los habitantes de Palmira y era preferido en los
mercados de Londres y de Hamburgo: "Se produce en tal abundancia decía- que hace ventaja a los de Ambalema y Girón pues por datos
publicados últimamente, mientras que en Girón, cada mil matas dan
de 5 a 6 arrobas, i en Ambalema de 10 a 12, en Palmira a orillas de!
Bolo, producen de 80 a ciento; habiéndose mejorado su calidad, en
términos de que el de olor, cultivado en las huertas equipara en
suavidad y fragancia al renombrado de la "vuelta de abajo [en Cuba]" 105 .
Para estimular y mantener la calidad del producto en 1869 se fundó
en Cali la "Sociedad de Fomento Industrial", la que se consagró a la
propagación del cultivo del tabaco en el Estado y especialmente en
Cali:
Obtenida la mejor semilla de Palmira, se repartió profusamente, entre
pobres y ricos, con una instrucción impresa; y se exitó por medio de
circulares a los curas y alcaldes de las parroquias, para que despertaran
el espíritu público, en favor de este nuevo elemento de trabajo.
Posteriormente ha recibido 7 botellas de superior semilla de la isla de
Cuba, que ha comenzado también a propagar con esmero106.
La sociedad también formó semilleros que alcanzaron un millón de
colinos y distribuyó sumas de dinero entre vecinos laboriosos y
conocedores del negocio para impulsar su cultivo. Esto llevó a que en el
marco de la población pasaran de 20 mil las plantas sembradas y de 100
mil las de todo el municipio. En este programa se remitían semillas a los
municipios que lo solicitaran, en especial a Pasto. En Buga se estaba
104 Ocampo, ob. cit., pp. 245-247.
105 Pereira, ob. cit., p. 64.
106 Ibid., p. 74.
211
cultivando en condiciones similares a las de Palmira y se preparaban los
primeros cargamentos para la exportación. Igual sucedía en la fábrica del
Peñón (Pasto), donde se estaba produciendo un tabaco de excelente
calidad, y en los llanos del Patía se obtuvo un tabaco de olor similar al de
Palmira107.
La forma en que los comerciantes participaron en el negocio del
tabaco se puede ver en la obra de Hyland:
Muchos comerciantes vallunos participaban del comercio del tabaco,
especialmente Pío Rengifo que dejó una herencia de 123.464 pesos; la
familia Sinisterra, comerciantes residenciados en Cali y con grandes
conexiones en Palmira y Buga. Para ¡lustrar esta información tenemos el
siguiente contrato entre "los hermanos Sinisterra (Ramón, Francisco y
Primitivo) y Rafael Plaza, de Palmira, que suministra una revista informativa del mercado del tabaco:
"...Para que les venda (a nombre de los hermanos) mercancías al
menudeo en la plaza de Palmira ganándoles el seis por ciento, siendo de
cargo de los primeros el pago del arrendamiento de la tienda, y para que
les compre tabaco de primera calidad, propio para exportar al precio de
plaza, por cuya compra le pagan cuatro reales por arroba, siendo de cargo
de Plaza el pago del empaque y de los Sinisterra el gasto de cueros y de
prensa. Además, por este negocio les abonará Plaza dos pesos de ocho
décimos por mes por almacén... Para mayor claridad en la comisión de
compra de tabaco, es sólo a cargo de Plaza el pago de empacadores, y
después el gasto de cueros, fletes, derechos y demás gastos que se hagan
son a cargo de los Sinisterra"108.
Los altos volúmenes de tabaco producido en las zonas aledañas a
Palmira muestran un hecho incontrovertible: a pesar de la importancia
de la exportación, la hoja se destinó mayoritariamente al consumo
interno. Desde luego, el tabaco no se dedicaba únicamente a la exportación puesto que existía una alta demanda interna que llevó a un
incremento continuado de la producción (Cuadros 7-8), que en 1869,
empezó a verse entorpecida por los impuestos que se cobraban. En
107 Ibid., pp. 74-75.
108 Hyland, ob. cit., pp. 105-106.
212
efecto, cuando se trataba de exportar a otros Estados de la Unión, se
cobraba un impuesto de $ 2 por carga, pero cuando la extracción se
realizara para otros municipios del mismo Estado, se cobraban $ 12.
Esto dificultaba la comercialización en municipios como Barbacoas,
Buenaventura, San Juan y Atrato -principales mercados interiores- y
obligó a que el Secretario de Hacienda pidiera su rebaja argumentando:
Vosotros sabéis que este impuesto que nos hacen tributarios de nuestros
propios productos y de nuestra propia industria ha venido a detener el
desarrollo de uno de los pocos ramos de la agricultura Caucana, que nos
quedan para alimentar el comercio exterior y el cambio en el interior.
Palmira ha debido su prosperidad al tabaco, y Cali busca hoy en ese
cultivo una fuente de producción y de vida propia que le reponga los
capitales retirados del mercantilismo, de que antes era centro y depósito109.
A pesar de esta realidad las casas comerciaiizadoras se dedicaban
principalmente a financiar siembras de tabaco para la exportación 110 . La
que sufrió precios bajos en 1872-73, cuando justamente estaba alcanzando el nivel más alto de exportación y era prácticamente el responsable
de la llegada de buques al puerto de Buenaventura1". La caida de los
precios fue comentada en El Boletín Industrial. "El tabaco de Palmira,
cuyo único mercado es en Alemania, desmerece cada dia más por el
poco cuidado en el beneficio..."112. Esto obedecía a errores que se han
señalado para el manejo del producto en otros sitios del país y que se
explican por el agotamiento de los campos por falta de rotación en
los cultivos y mal beneficio, pero principalmente por errores de comercialización -mala clasificación de las hojas, descuido en el embalaje de
los zurrones, intentos de fraude por parte de los transportadores, etc-
109 Pereira, ob. cit., p. 13.
110 Carvajal, ob cit., p. 84.
111 La importancia de las exportaciones de tabaco para la llegada de los buques
se puede medir en el hecho de que en el vapor que salió de Buenaventura el 9 de febrero de
1873, se embarcaron 4.537 bultos procedentes del interior de los cuales4.000 fueron de esta
hoja. V. La Juventud Católica, # 29, Cali, 20-11-1873, p. 2.
112 Boletín Industrial, # 5, Buenaventura, 28-XII-1873, pp. 18-19.
213
algo que hubiera sido fácilmente evitable por parte de los empresarios" 3 .
El pánico que produjo la caída de la demanda llevó a que rápidamente
se buscara la solución que permitió la recuperación de los precios, según
informaba la casa comercial "Pereira Gamba & Cia.":
El tabaco de Palmira ha vuelto a recuperar en Bremen su antiguo i
merecido puesto. Las últimas remesas de que tenemos noticia han
resultado excelentes; i si se sostiene la esportación de la hoja de
buena calidad, las impresiones desfavorables causadas por el envío
de mal tabaco, se disiparán pronto i el Cauca no perderá tan valioso
artículo. Sin embargo, el Cauca debe ir buscando otras plazas para
este i otros de sus magníficos frutos: el Perú, Chile, California, por
ejemplo i todos los países que están sobre el grande Océano, son i
deben ser sus mercados naturales"4.
La recuperación fue sólo temporal, puesto que para finales de 1874
El Telégrafo hacía notar que en los mercados externos se presentaba
una nueva baja en la demanda de tabaco de Palmira, aunque existía la
esperanza que para el año nuevo se reanimaran las ventas "aunque
será sumamente dudoso si podrán sostenerse los últimos precios pagados en vista de la inferioridad de las llegadas por los últimos vapores,
las que tanto en hoja i color como jeneralmente en su clasificación deja
mucho que desear". Un buen ejemplo de la situación se tiene en que a
Buenaventura llegaron 681 zurrones de tabaco de los cuales se
vendieron solamente 325" 5 .
113 Para una visión general de la forma en que se manejó el cultivo y la
comercialización en todo el pais puede consultarse Ocampo, ob cit, (Sigue...)
pp. 203- 254; La obra de Luis Femando Siena: El Tabaco en la economía colombiana
del Siglo XIX,
Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 1971, sigue siendo
fundamental, lo mismo que el libro de David Church Johnson Santander Siglo XIX
Cambios Socioeconómicos, Bogotá, Carlos Valencia ed., 1984: también el de Jesús A.
Bejarano y Orlando Pulido Ch.: El tabaco en una economía regional: Ambalema Siglo
XVIII y XIX, Bogotá, CID, 1986. Algunos aspectos sobre el tabaco en el Cauca son
tratados en Harrison, ob. cit. Problemas sobre la comercialización del tabaco caucano
son mencionados en Eder, ob. cit., pp. 356 y ss.
114 Boletín Industrial, # 1, Bogotá, Casa Comercial Pereira Gamba & Cia., 1-V1873, p. 3.
115 El Telégrafo, # 1, Palmira 1 l-II-l875. pp. 1-2.
214
Los errores en el beneficio y la comercialización continuaron
presentándose, incrementando la dificultad para colocar la hoja en el
mercado europeo, como lo prueba el comentario hecho por los redactores de El Telégrafo a propósito de una carta enviada el 30 de diciembre
de 1875 por los señores Granen & Rieke de Bremen:
Sentimos profundamente la continuación de la baja de nuestro tabaco que
tan buena colocación tuvo en años pasados. -Si nuestros cosecheros no
se persuaden de la obligación que tienen de beneficiar el tabaco empleando
un sistema de selección en la hoja que destinan para el estranjero; i la que
se consume en el interior; i los exportadores no emplean el mismo sistema
desechando la hoja que resulta mala, este artículo que tanto promete para
regularizar nuestras transacciones manteniendo el nivel de la producción
i el consumo, hará que continúe la crisis monetaria que diariamente se
acentúa i hace casi imposible el ensanche de las empresas mejor establecidas i el aniquilamiento total de las de segundo i tercer orden116.
Es por esto que recomendaron inteligencia, honradez y escrupulosidad a los cosecheros en los empaques para exportar, pues "así se
atrae la moneda antes que alejarla" 117 .
El tabaco se exportaba en rama; era realmente poco el que se enviaba
manufacturado al exterior (V. cuadro P.10). En cambio el que se
dedicaba al consumo interno era convertido en cigarros, labor
desempeñada por las mujeres caucanas, en particular las jóvenes
conocidas como "ñapangas", quienes, según Saffray eran mal
remuneradas118. El consumo de estos cigarros llegó a ser tan generali116 Ibid. # 1, trimestre I, Palmira, 11-II-1876.
117 Ibid.
118 Saffray hace una hermosa descripción de las jóvenes caucanas:
La ñapanga es simpática y bonita, su traje es sencillo algo coqueto y consiste
en una falda y blusa que deja desnudos cuello y brazos, ambas prendas de muselina blanco
o rosado con algunas partes bordadas; usa alpargatas y cinturón de colores; para salir a
la calle usan un pañuelo o chai de lana sobre la cabeza y el pecho; sus adornos consisten
en pendientes de filigrana en oro, en el cuello un rosario del mismo estilo y en los dedos
sortijas con esmeraldas. Tocan la guitarra y les gusta la poesía "hablan bien y escuchan
mejor".
V. ob. cit., pp. 233-4.
215
zado que en 1873 en Palmira existía una fábrica de Cigarros de propiedad
de Román Arrubla, quien aprendió el negocio en Ambalema y nombró
como su agente para que se encargara de la comercialización en
Palmira a Rafael Gonzales M. 119 .
Para 1891 a pesar de que la producción parece haber decaído, el
consumo interno era bastante generalizado, y se seguía exportando a
estados vecinos como Antioquia. Esto lo relata Brisson:
[...] los cigarros que allí se fabrican no se destinan sino al consumo del
pais [...]
Cargamos 200 zurrones de tabaco en hojas, cosidos en cueros de res, con
destino a Antioquia. A medida que bajamos hacia el norte el tabaco se
vuelve más y más caro; aquí está baratísimo y le dan a uno 50 tabacos
bastante buenos, por 20 centavos papel; así que todos fuman por aquí, el
pobre como el rico, las mujeres como los hombres, y he visto a menudo
señoras y señoritas fumar tabaco en los balcones de sus casas'20.
EL CACAO
Entre los productos de más alta comercialización de las haciendas
se encontraba el cacao que a pesar de haber sido exportado en algunas
ocasiones, se dedicaba principalmente al consumo interno y al comercio
interregional: "Este producto ha estado destinado al consumo interior
y ai del Estado de Antioquia. En los municipios del norte se consecha
abundantemente en el resto del Estado crece y fructifica"121. La
extensión de su cultivo se puede medir en que Brisson encontró que
estaba sembrado en todas las vegas del Cauca, siendo Cartago uno de
sus principales centros comerciales 122 . Este, si bien era sembrado en
buenas cantidades por los hacendados, puede decirse sin lugar a dudas
que fue el cultivo principal de los campesinos en sus pequeñas propiedades y posesiones. Desde este punto de vista el cultivo del cacao
estaba más extendido que el del tabaco por las facilidades que
119
120
121
122
El Noticioso, # 10, Buenaventura, 12-X-1873.
Brisson , ob. cit., p. 44.
Pereira, ob. cit., p. 79.
Brisson, ob. cit., p. 47.
216
brindaba su cultivo y su beneficio: "El cacao plantado en el monte, como
él plátano, produce abundantes mazorcas a los tres o cuatro años, i su
duración es de 60. La distancia de una mata a otra, es de mas de 6 metros,
produciendo cada planta 3 kilogramos de fruto anualmente, de una
excelente calidad 123 .
Aunque el cacao se encontraba en todas las tierras calientes del
Cauca, lo cierto es que existían unas zonas con una mayor dedicación.
Se trata de la subregión del norte, en particular en la municipalidad de
Tuluá, pero principalmente en todos los distritos cercanos a Roldanillo.
Allí se encontraban unidades productivas de pequeños propietarios
en indivisos como "Palominos", el de "La Paila" en Zarzal; el de
"Garcías", en el distrito de La Victoria de la vecina municipalidad
del Quindío, situados en la banda derecha del Cauca; en la izquierda
se encontraban el de "Pescado", cerca al pueblo de Pescador, hoy
Bolívar; el de "Balderramas", el de "Higuerón" y el de "Quintero",
cercanos a Roldanillo124. Estos campesinos habían llegado a poseer
porciones pequeñas de terreno en los indivisos, la mayor parte por
herencia, y otros por la compra de derechos125, cuyo tamaño parece
haber sido bastante reducido, no obstante lo cual permitía levantar
fincas con una producción relativamente diversificada y que incluía
productos comerciales como el cacao y el coco, de subsistencia como
el plátano, materiales de construcción y potreros con pastos
artificiales. Un buen ejemplo se tiene en las ventas efectuadas entre
miembros de la familia Urdinola, los mayores comerciantes de cacao en
Roldanillo, el 12 de febrero de 1863: Francisco Urdinola vendió a José
123 Pérez, ob. cit., p. 144.
124 Notaría Unica de Roldanillo, Protocolos de 1862 a 1871.
125 No deja de llamar la atención que algunos indivisos lueron organizados en forma
de sociedades accionarias. Así una venta realizada en Roldanillo en 1871, por Cipriano de
La Cruz consistió en "una acción o derecho de tierra del valor nominal de veinte pesos de
ley en el Distrito de Bugalagrande jurisdicción del Circuito de Tulúa". El globo en general
tiene los siguientes linderos: por el oriente la cordillera alta, por el poniente el rio Cauca,
por el sur con terrenos de "La Pontezuela" y por el norte con terrenos de La Paila "nombrado
Caicedo". Todo esto se encuentra en el indiviso de "El Obero". V. Ibid., Protocolos de
1871, #226, folio 270.
217
Antonio Urdinola "una estancia de cacaotal; platanal, una palma de coco
i la casa que se haya en la misma estancia...", que había adquirido en el
terreno de "Baldeiramas" por compra de un derecho de veinte varas.
También vendió un pedazo de estancia "compuesto de cacaotal y
cañadulzal" y otro pedazo de estancia "compuesto de cacaotal, una
mata de guadua y un potrero cultivado con pará y un solar situado en
Roldanillo, todo en ochocientos cuarenta pesos de ley 126 .
En el caso de campesinos pobres la tendencia a la diversificación
no variaba. Es más, a pesar de ser el cacao el cultivo más comercializable, también sembraban caña y tenían trapiches artesanales para la
obtención de mieles. Esto se puede notar en testamentos y ventas de
posesiones efectuadas en 1864. Así, el 21 de mayo, Juan de Dios Rojas
declaró por bienes suyos la posesión en que habita, compuesta por
casa, cocina "platanal, una mata de guadua, una suerte de caña dulce,
i un mangón de pará" 127 . El 5 de junio, José Manuel Patiño vendió una
posesión en "proindiviso o terreno comunero de Balderramas
denominado así por haber pertenecido a aquella familia. Que dicha
posesión se compone de platanal, cañadulzales, ramada de trapiche,
hornilla con dos fondos de cobre, cercos de guadua i un derecho de tierras
en el mismo proindiviso128, también el 3 de octubre, Ramón Quintero
Patiño declaraba una estancia de cacaotal en las orillas del rio Cauca con
un molino de caña 129 .
Aunque no contamos con datos suficientes para hablar de volúmenes de comercialización, si podemos hablar de la forma en que el
comercio se realizaba. La venta estaba asociada a la función del cacao
como dinero: prácticamente todas las deudas que se reconocieron en el
período estudiado (1862-1871) tenían el pago estipulado en cacao.
Esto lo realizaban tanto los comerciantes como los pequeños produc126 Ibid., Protocolo de 1863. # 6,ff.23 yss.
127 Ibid., Protocolos de 1864 # 6, f. 28r.
128 Ibid., Protocolo de 1864, # 8, f. 36. Para más ejemplos ver Protocolo de
1864, # 12, f. 55; Protocolo de 1869, # 41, f. 145; Protocolo de 1870, # 225, f. 267.
129 Ibid., Protocolo 1864, # 10,f.43.
218
tores. Un caso de deudas pagadas en esta forma entre comerciantes se
puede observar en las transacciones entre Francisco Urdinola y Trinidad
Ramírez quienes reconocieron deber al señor losé Antonio Urdinola
cuarenta cargas de cacao pesado en libras de diez i ocho onzas con su
corrido natural y cada carga de ocho arrobas suelto, dicho cacao nos
comprometemos a pagarlo de mancomún [...] el mencionado cacao nos
comprometemos a irlo dando todo el que nos resulte de nuestras estancias
que actual poseemos y de las que en adelante adquiramos, pues prometemos por nuestra palabra de honor de no disponer de una sola libra hasta
tanto no hallamos cubierto las cuarenta cargas ya dichas; advirtiendo sí,
que el plazo que tenemos para acabar de entregar el cacao, es el de dos
años contados desde el ocho de mayo del corriente año sin mas plazo ni
demora, pues de haberla pagaremos el cacao al precio que mi acreedor
deje de venderlo; por dicho cacao tenemos recibido su valor a nuestra
entera satisfacción, que ha sido la suma de mi! pesos sencillos o lo que es
lo mismo ochocientos pesos de a diez décimos, que sale cada carga a razón
de veinticinco pesos sencillos130.
En el caso de los pequeños productores, los testamentos muestran
deudas cuyo pago también se establecía en cacao. Aunque los documentos no estipulan su origen se puede presumir que se trata de
adelantos en dinero por compra anticipada de cosechas. Por ejemplo,
en varios testamentos se reconocieron las siguientes deudas: José
Mejía declaró deber "al señor Domingo Mejía dos cargas seis arrobas de
cacao sueltas pesadas de ocho arrobas carga, en libras de diez i ocho
onzas, a Josefa Millana tres pesos fuertes i una arroba de cacao [...] al
señor Julián Montoya dos cargas de cacao sueltas [...]". Cayetano
Dávalos una arroba de cacao a Salvador Molina. Juan Antonio Mondragón a José María Albán una cargay a Teresa Otálvora dos arrobas 131 .
El 9 de octubre de 1864, Bernardo Aponte reconoció las siguientes
deudas: "al señor José Antonio Urdinola dos cargas cinco arrobas de
cacao del peso de nueve arrobas cada una i sueltas, en romana española.
Mas al mismo Urdinola veinte i dos pesos cuarenta centavos. A la señora
130 Ibid., Protocolo de 1863, # 6, ff. 31-31v.
131 Ibid., Protocolos de 1863. # 9, f. 43v; # 13, f. 68; # 14, f. 77.
219
Teresa Otálvora 8 pesos fuertes. Al señor Ezequiel Arango tres arrobas de
cacao [...] A Juan Bautista Aponte una carga de cacao 132 .
Una deuda contraída desde 1861 y reconocida el 14 de octubre de
1863, deja ver que compras de cacao eran realizadas por comerciantes de
Antioquia quienes no sólo adelantaban dinero sino también mercancías
extranjeras con el fin de asegurar el suministro constante y períodico del
producto durante las diferentes cosechas: José Antonio Mondragón y
Ramona Daza cónyuges reconocieron que debían al señor Juan Cárdenas Lozano vecino de Antioquia "i del comercio del mismo" 440 pesos,
"procedentes de dinero usual i corriente i efectos de mercancías extranjeras las que confiesan recibieron a su entera satisfacción desde el año de
1861". Pagaran de la forma siguiente:
en la próxima cosecha del mes de diciembre del presente año dos cargas
de cacao sueltas del peso de nueve arrobas en romana granadina cada
carga. Mas tres cargas de cacao del mismo peso las que darán en el mes
de junio de mil ochocientos sesenta i cuatro, más tres cargas que debemos
darle en el mes de diciembre del mismo año de mil ochocientos sesenta
i cuatro i de igual peso; i en el mes de junio del año de mil ochocientos
sesenta i cinco le darán otras tres cargas de cacao todo suelto i cada una
del mismo peso de nueve arrobas que todas forman el total de once
cargas.
El cacao se pagaría al precio de la plaza en el momento de la entrega
y el señor Lozano estaría obligado a recibirlo ya que en caso contrario se
le pagaría en dinero siempre y cuanto alcanzara la suma expresada 133 .
La producción de cacao se destinaba principalmente a la comercialización con el vecino Estado de Antioquia. Sólo unas pocas cantidades se
dedicaban a la exportación. La demanda de cacao caucano en los
mercados externos empezó en 1868 cuando en las Bodegas de Pureto,
junto al rio Dagua se reportó la exportación de 71 bultos entre agosto del
68 y mayo del 69, esto llevó a que en 1869 Pereira Gamba lo ubicara entre
los artículos con posibilidades de exportación (Véase Cuadro P.9).
132 Ibid , Protocolo de 1864, # 11, f. 48v.
133 Ibid., Protocolo de 1863, # 32, f. 154.
220
A pesar del impulso propagandístico que recibió el producto, que
llevaron a que todavía en 1874 en sitios como Jamundí se estuvieran
levantando "bastantes plantaciones de cacao", este no obtuvo una
colocación muy amplia en los mercados mundiales, quizás porque no
estaba en capacidad de competir con los cacaos del Guayas en la vecina
República del Ecuador.
Por otra parte, ya se mencionó que las guerras, en particular la del 76,
afectaron particularmente este producto en dos sentidos: en el reclutamiento de los productores y en la destrucción de los cacaotales, muchos
de los cuales estaban en indivisos cuyos dueños mayoritarios eran
hacendados de procedencia conservadora como sucedía por ejemplo
en "La Paila" cuyo globo principal de tierras pertenecía a la familia
Caicedo. En este caso los liberales no tenían en cuenta que muchos
de los cacaotales eran propiedad de los arrendatarios y propietarios
de pequeños fundos dentro de la hacienda. Aparte de esto en 1877 y 78
se presentaron plagas de langosta y veranos e inviernos fuertes que
redujeron bastante la agricultura, no obstante, los incompletos datos
con que se cuenta muestran que cacao para la exportación estaba siendo
demandado por la firma "Gaviria e Hijos" y que había alcanzado un
precio de 35 cvs. la libra en los mercados externos 134 , lo que llevó a que
durante el año económico de 1878-79 las exportaciones por Buenaventura alcanzaran el valor de $2.500 (V. Cuadro P. 4), en momentos en
que la escasez para el consumo interno elevó los precios a cifras que
fluctuaban entre $4,80 y 7,50 la arroba 135 . El aumento de precios llevo a
que la cosecha dejuniode 1881 deldistrito de Roldanillo alcanzara la cifra
de $ 100.000136, y a que en 1882, se exportaran a New York 780.705
libras por un valor de $210.320,75, lo que constituyó el 45.83% de las
exportaciones que con dicho puerto se realizaron durante ese año
(V. Cuadro P.3) 137 .
134 El Ferrocarril, #s. 56; 59; 60; 61.
135 El Emisario, # 4, Buga, 4-IX-1878, p. 15.
136 El Ferrocarril, # 159, 17-V1-1881, p. 635.
137 Para una idea de lo poco representativo del cacao como producto de (Sigue...)
221
La guerra de 1885 afectó nuevamente la producción y nuevos períodos
de invierno fuertes destruyeron plantaciones que estaban a punto de
cosecharse en 1887. Esto explica que desde 1885 el cacao hubiera alcanzado
el precio interno de 15 pesos la arroba 138 . Pero en adelante no contamos con
más datos acerca de su comercialización.
EL C A F É , EL A Ñ I L Y O T R O S C U L T I V O S E X P O R T A B L E S
Lo que la comercialización del tabaco significó para el Cauca se puede
ver en el mencionado informe de Pereira Gamba. Su papel como elemento
dinamizador de la economía se reflejó en la inversión de capitales para la
implantación de nuevos productos como el café, cuyo cultivo había sido
considerado por£/ Agricultor como de preferencia para el Cauca, ya que
se adaptaba a casi todo el territorio particularmente a los altiplanos de
Pisojé, Popayán y El Tambo; a las tierras templadas de Pabas, Dapa y
Pichindé, y a las costas de Patía y de Tumaco.
Para estimular el cultivo, a finales de 1867 se publicó en Cali una
memoria sobre el cultivo del café donde se mostraban las ventajas de
sustituir por él la caña de azúcar. Por otra parte, las facilidades para la
exportación estaban dadas en que el comercio del grano era baratísimo en
el Cauca, hasta el punto de que el excelente café de El Tambo se consiguía
al por menor entre 80 centavos y 1 peso la arroba, lo que lo hacía
competitivo con el café de Costa Rica. Hasta el momento el café caucano
sólo se exportaba en pequeñas cantidades a Chile donde se vendía a 22
pesos el quintal, y a New York donde se vendió entre 9 y 10 centavos la
libra. Las dificultades para la exportación del grano radicaban en las vias
de comunicación y en el mal sistema de empaque que dificultaba su
comercio, no obstante un periódico local anunciaba en 1874 que había
buena demanda de café y que sería fácil colocar en los mercados externos
las cantidades que llegaran 139 .
exportación de los EE. UU. de Colombia V. Ocampopfc. cit., pp. 100-101-103.
138 V. El Ferrocarril, #s 288-289.
139 El Telégrafo. # 1, Palmira 11-II-1875, pp. 1-2.
222
Como se vio antes, la importancia del café se vino a medir a partir
de la inauguración del ferrocarril cuando empezó a ser exportado en
volúmenes realmente importantes llegándose a convertir, durante la
época de La Regeneración, en el sustituto de productos exportables
caucanos (V. cuadro P.12). Como es ampliamente conocido, esto tuvo
profundas repercusiones internas al transformar las fincas autosuficientes
de la frontera en unidades productivas con altos índices de
comercialización. Pero las exportaciones cafeteras caucanas de los años
setenta constituyeron una verdadera sorpresa pues aunque un buen
volumen de lo exportado debió haber llegado de la municipalidad del
Quindío a través del rio Cauca, lo cierto es que el grano era producido
en las pequeñas unidades productivas del Valle. Sólo se sabe de un
intento por levantar cafetales a gran escala como el caso de Santiago
Eder en la Hacienda "La Rita" y que en el distrito de Jamundí se
estaban sembrando muchas plantaciones en 1874 140 .
Pero el cultivo que mejor perspectivas tenía para la exportación era
el añil, ya que en 1869 se organizaron las siguientes compañías: en el
distrito de San Pedro, en la Municipalidad de Buga, la de los señores
Fernandez Matías de Soto, Luciano y José Ma. Rivera. En Guacarí, en
el mismo municipio, la del señor Cayetano Delgado; en estos obrajes se
produjo índigo de excelente calidad. En Vilela, Distrito de Palmira, la de
los señores José Ma. Patiño y Elias Reyes, "que está inconcluso, pero
que con poco gasto puede ponerse en un pie brillante. Ha producido
índigo de calidad muy regular". También se estaban construyendo los
siguientes obrajes: en Agua Clara, también en Palmira, del señor Tiberio
Hernández. En Cañasgordas, Distrito de Jamundí, Municipio de Cali, el
del señor Jaime Córdoba; en Pance el del señor Rafael González Umaña.
Juan Neponucemo Bejarano montaba uno en Caloto. Los señores Jesús
Navia y Rafael Salcedo estaban preparando uno pequeño en Guacarí; en
el mismo distrito en la Hacienda de San Lorenzo, construía uno el señor
Angel María Domínguez en compañía de Juan Antonio Ducreet, lo
140 Quijano: "Informe...", p. 74.
223
mismo realizaba en Buga el señor Fortunato Cabal. Aparte de esto "En
muchas haciendas del Valle se ha principiado a hacer ensayos y a plantar
semilleros, entusiasmados los propietarios por la patriótica iniciativa y
fructuoso éxito de los señores Cayetano Delgado y Matías Fernández de
Soto'" 4 1 .
Pero no era el Valle el único sitio donde el añil se sembraba, en
Chuspirumi, Distrito del Peñón, en Pasto, Nicanor Hurtado produjo
índigo puro y selecto que se vendía en Quito a 4 pesos la libra y el señor
Roberto B. White en su exploración del Patía encontró terrenos aptos
para sementeras de añil que para 1869 había empezado a exportarse 142 .
Inicialmente el producto obtuvo unabuena colocación en los mercados
externos, pero aunque la demanda no era muy alta su existencia en los
puertos se agotaba. Así en 1874, £7 Telégrafo, informaba que el añil y el
índigo continuaban con precios firmes y que "de clase colombiana no
queda existencia por ahora i sería bien vendible lo que de ella llegara sobre
todo de clase fina"143.
También se promocionó el cultivo de la morera para la explotación del
gusano de seda que había sido introducida por Roberto B. White 144 .
La Quina
Uno de los productos más estudiados por los interesados en la historia
económica colombiana es la quina, lo que haría prácticamente irrelevante
iniciar un estudio sobre este producto para el caso del Cauca, dado que
las condiciones de extracción de cascarilla fueron prácticante iguales para
toda Colombia 145 . El sentido de abordar el tema en este capítulo no es otro
que el de mostrar con base en nuevos documentos algunas modalidades
141 Ibid., pp. 75-77.
142 Ibid
143 El Telégrafo, # 1, Palmira U-U-1875, pp. 1-2.
144 Ibid., pp. 77-78.
145 El mejor trabajo sigue siendo el de Ocampo, cit. pp. 255-300. Una versión reducida
fue publicada con el título "La quina en la historia colombiana", eüevista de Extensión
Cultural, #s. 9-10, Medellín, Universidad Nacional, septiembre- diciembre de 1980, eneroabril de 1981.
224
de actuación de los empresarios frente a las quinas existentes en los
resguardos indígenas y a las que existieron en los baldíos nacionales.
De nuevo hay que decir que como casi todos los productos que se
colocaron en el mercado mundial, la quina era conocida desde la Colonia.
En la época republicana el coronel Hamilton describía la de Pitayó
("Pitoya" según él) como "la mejor quina de América" 146 . Por su parte
Saffray decía respecto a Popayán que era:
una de las regiones más ricas en quinquinas de la especie pitayó, crece
entre 2.000 y 3.000 metros de altura. Los indios que se ocupan de su
explotación son llamados cascarilleros. Hoy día la arroba se paga entre 16
y 18 francos la arroba. En Europa se venden más caras la obtenida de las
raíces que la de ramas y tallos. Las producidas en Almaguer son poco
apreciadas pero aún se venden en Estados Unidos147.
Este prestigio hizo que la cascarilla lograra buenos precios y que se
exportara en cantidades relativamente grandes por los puertos del
Atlántico148. Cuando se creó el Estado Soberano del Cauca, el gobierno
regional vio en la quina la oportunidad de obtener ingresos adicionales,
pues en 1862 las de Pitayó produjeron $ 150.000149; es por esto que en
1863 solicitó al de la Unión la cesión de todos los terrenos en que se
producía la quina. Esto lo justificaba en que la propiedad de los bosques
de la nación y de los particulares no podía ser debidamente protegida de
los explotadores de quinas quienes la sustraían de terrenos ajenos. La
idea era establecer el monopolio de la exportación, ya que si sólo el
gobierno podía exportar quinas sólo él explotaría los bosques; así,
cesando el provecho para los particulares cesaría también los peijuicios
aunapropiedad mal asegurada. La argumentación se hizo en los siguientes
términos:
Para qué sirven a la nación sus baldíos?. Para venderlos nadie los compra,
porque es mejor comprar la quina dejando a otros el trabajo de estraerlas.
146 Hamilton, ob. cit., pp. 49; 60.
147 Cfr. Saffray, ob. cit., pp. 268-9.
148 Ocampo, "Colombia...", cit., 271.
149 Pérez; ob. cit., p. 212.
225
La prueba de que esto es así, es que en tantos años de que ha gozado el
comercio de quinas, de tan buenas condiciones, el gobierno no ha
vendido baldíos con quinales. Si pues, ningún provecho saca de esos
bosques, nada pierde con cederlos al Cauca que sí está en capacidad de
obtener grandes ventajas, que también lo son para los intereses nacionales,
que no son otros que los de los Estados150.
A pesar de este argumento, lo cierto es que la mayoría de los bosques
quineros en explotación estaban en poder de particu lares, sea incorporados
a los indefinidos límites de las grandes haciendas cordilleranas o a los
resguardos de los indios. Los "cascarilleros" no respetaban la propiedad
que sobre dichos bosques existía y penetraban a las propiedades
derribando los árboles y agotando los quinales. A la larga el agotamiento
de los bosques de particulares presionó para que los comerciantes
explotaran las quineras existentes en los baldíos propiedad de la nación.
Para evitar esto, el poder ejecutivo del Estado presentó un proyecto de ley
que organizaba la explotación monopólica de quinas en favor del Cauca.
En su Artículo Primero decía que el Cauca contrataría con la nación el
arrendamiento de los bosques nacionales por 25 años, dando por arrendamiento el 5% del producto libre de las quinas que se extrajeran de dichos
bosques. También se reglamentaron la exportación y el comercio de las
quinas. Este monopolio fue propuesto por el procurador del Estado
Manuel Dolores Camacho como único remedio posible a la deficitaria
situación presupuestal consecuencia de la guerra de 1860 151 .
La extracción de quinas en el Cauca estuvo localizada en la zona
andina, principalmente en las montañas de las subregiones del Centro y
del Sur. La principal zona productora era la del centro, en particular en las
zonas indígenas de la municipalidad de Santander: allí se explotaron los
bosques de los distritos de San Francisco, Tacueyó y Toribío donde ios
empresarios tuvieron que contratar con las comunidades la explotación
de la corteza. Por ejemplo, Manuel Antonio Tello, un político local de
150 La Revolución, # 16, Cali, 5.-V-1863, p. 63.
151 Ibid., p. 101.
226
Santander de Quilichao, contrató con los cabildos de Toribío y San
Francisco la extracción de quinas de los resguardos, lo que debió ser
sometido a la aprobación de la Municipalidad de Santander, de acuerdo
con el Artículo 6 o . de la Ley 90 del 19 de octubre de 1859. Para lograr la
aprobación, Tello se valió de uno de sus socios, el señor Jesús Méndez,
concejal como él, quien justificó la aprobación argumentando "...La falta
de visión del indígena y su poco interés por el progreso, [que] les impide
el buen uso que debe tener este importante recurso" 152 .
El contrato celebrado entre los concejales y el Cabildo dice:
En el Distrito de Toribío, jurisdicción del Circuito de Santander a los 8
dias del mes de junio de 1864, ante mí, José María Paz, notario público,
i de los testigos que se nominarán, parecieron presentes, Manuel José
Achicué Gobernador de la Parcialidad de Toribío, el Capitán Isidro
Ulcué, Alcalde Esteban Méndez, alguaciles Sebastián Canás i Deonisio
Opocué, fiscales Joaquín Corpus, Luis Ascué que componen el cabildo
de indígenas del mencionado pueblo i ígnacio Nuscué Gobernador, el
Capitán Luis Ul, Manuel José Mestizo alguacil Cruz Mestizo y Patricia
Medina fiscal, a quienes convoco y son los que componen el cabildo
indígena de San Francisco i dijeron: que por la presente i su tenor, dan a
favor del señor Manuel Antonio Tello y Jesús Méndez, las montañas de
sus respecivas parcialidades por el término de tres años que se empezarán
a contar desde el Io de julio próccimo para que puedan extraer quinas de
ellos, con toda libertad i por la cantidad de ochentaidos pesos de ocho
décimos por año de por mitad para cada parcialidad, cuyo pago se hará
en estos términos: veinte i seis pesos que al contado ha recibido cada
cabildo i quince pesos que recibirá cada cabildo al concluirse el ciño, si les
va bien en la extracción seguir en el arrendo por los otros dos años, como
seguir así mismo arrendándolos por más tiempo [de] dos años, Que a la
seguridad de lo expuesto, obligan cada uno de los indígenas de los
cabildos de las parcialidades mencionadas sus personas i bienes en
general, ofreciendo no arrendar a otras personas las montañas dichas, ni
impedir de ninguna manera la extracción de la quina, que no hablarán a
sus arrendatarios de la nulidad, dolo ni engaño, en este contrato, ni usarán
de los recursos que les dan las leyes para la recición. Los señores Tello
152 Archivo del Consejo Municipal de Santander, expediente # 2, legajo 1, Año 1864.
227
i Méndez, impuestos que fueron de esta escritura dijeron aceptarla y la
aceptaron, ofreciendo cumplir con las condiciones del pago de la
cantidad como lo deja dicho. Así lo dicen, otorgan i firman por las
parcialidades los señores José Agustín Girón i Timoteo Tello, siendo
testigos los señores José Féliz Bohmer i Damián Delgado153.
Este contrato fiie aprobado por el Cabildo de Santander el 9 de abril
de 1869 154 .
Otras personas andaban también tras del negocio, como lo demuestra
la petición que el mismo día hiciera Manuel Antonio Fernández, para que
se aprobara un contrato sobre unos bosques que, según decía, ya estaban
prácticamente agotados:
Manuel Antonio Fernández, vecino del Distrito de Toribío de este
Municipio, ante Ud. respetuosamente digo que adjunto con este memorial
presento en tres fojas útiles el orijinal de un contrato que he celebrado con
los indíjenas de San Francisco de este distrito arrendando por un año i
nueve meses los bosques de sus resguardos para extraer algunas pocas
arrobas que aún puedan hallarse.
Siendo las quinas en estas montañas ya demasiado escasas i trabajosas
para hallar pues que casi han desaparecido por las estracciones en años
anteriores, el precio que he venido pagar al cabildo menor de San
Francisco es el más alto que pudiera darse por unas pocas faldas
montañosas que son las que componen los bosques de dichos resguardos
i por la misma razón le ha parecido a los indíjenas, del espresado pueblo
la mencionada suma mui satisfactoria porque ellos mismos ya no estraen
estas quinas, i las pocas que pueden hallarse son robadas por personas
estrañas sin que obtengan los poseedores remuneración alguna.
Por todas estas razones, i agregando a la contrata el reconocimiento
judicial que han hecho los contratantes o arrendadores de sus fincas i de
la validez del contrato me atrevo a pedir a V. Señor Presidente i demás
miembros honorables de esa corporación municipal, se dignen prestar a
dicho contrato su aprobación, para que conforme a la lei del Estado sobre
Resguardos, tenga fuerza legal i sea asegurado mi derecho, con el fin de
153 Notaría Unica de Santander, Protocolos de 1860-1865, tomo único, f. 25.
154 Archivo del Concejo Municipal de Santander, 1869.
228
poder hacer uso de él en los términos convenidos, suplicando que se
sirvan UU. dictar su resolución en una de las más próximas secciones de
ese cuerpo legislativo del municipio.
Toribío abril 8 de 1869 (fdo) Manuel Antonio Fernández"''55.
Un forcejeo entre Mariano Salazar y Angel Córdoba, por los contratos de los indígenas deja ver, que estos politicos locales no eran más
que intermediarios que actuaban en favor de comerciantes extranjeros:
[...] Anjel Córdoba, vecino del municipio i residente en Tacueyó,
haciendo uso del derecho que me concede el No. 12 del artículo 11 de la
Constitución del Estado ante vosotros represento:
Que el señor Mariano Salazar, vecino de Toribío ha hecho firmar o que
firmen por los indíjenas de Tacueyó un contrato de arrendamiento de sus
resguardos para poder estraer la quina que en ellos se encuentra.
Ese contrato es desventajoso para dichos indíjenas pues les priva de un
mejor arrendamiento que yo les he propuesto. Mi contrato concebido en
los mismos términos del Sr. Salazar, tiene sobre ese la ventaja que yo pago
ciento sesenta pesos cuando él solamente paga 120 o 130: que yo doi cien
pesos de contado cuando él da solamente una pequeña parte; que el Sr.
Salazar aunque ofrece comprar a los miembros indíjenas la quina que
ellos estraigan, al precio de plaza; ese precio no será otro que el que el
interesado ha establecido, cinco pesos cuatro reales; mientras que yo
según las instrucciones que tengo de mi comitante, señor León Duai la
ofresco comprar a siete pesos de 8/10 o más.
Estas ventajas que pierden los indíjenas deben ser estimadas por la
honorable corporación para no impartir la aprobación a tal contrato de
acuerdo con la terminante disposición del parágrafo único del artículo 5 o .
del la lei 90, que previene: que la municipalidad al aprobar los contratos
de arrendamiento que hagan los cabildos de indíjenas, procederá en
conocimiento de la necesidad i utilidad del arriendo, i tomando todas las
instrucciones que crea convenientes. Para daros algún conocimiento
sobre las desventajas del contrato del señor Salazar es que os hago esta
representación.
Impuestos de lo que dejo relacionado, i siendo el señor Duai el que hasta
155 Ibid., Sección de Comunicaciones, 1869.
229
hoi tiene arrendados esos resguardos: Os solicito que no impartaís
vuestra aprobación al mencionado contrato, si lo estimáis justo; al menos
mientras yo presente el contrato que a nombre del señor Duai tengo
iniciado con la parcialidad de Tacueyó en los términos que dejo enunciados^...]
Santander 16 de Noviembre de 1869. (fdo) Anjel Córdoba156.
Angel Córdoba se dirigió nuevamente a la municipalidad, con una
argumentación que deja ver la forma en que los contratos se efectuaban
y la importancia del Cabildo para obtener los monopolios de explotaciones
quineras:
Sujestiones de personas interesadas han impedido que los indíjenas de
Tacueyó, representados por su pequeño cabildo, celebren conmigo el
arrendamiento de sus bosques quiníferos, renovando el contrato que
existe hoi entre ellos y yo por tres años i que termina en el mes de agosto
del entrante año de 1870. Pero vijente como está ese contrato que aprobó
la corporación que vosotros formáis i del cual debiste dejar constancia
espero que ordenéis por una resolución especial que se me conserve en
su goce quieto y tranquilo contra toda pretensión y molestia.
I como el nuevo arrendamiento que ha logrado recabar de los indíjenas
el señor Mariano Salazar no ha sido celebrado con el cabildo de la
parcialidad que es el que puede celebrarlo, conforme al artículo 5 o . inciso
6 o . de la Lei 90, vosotros no podéis aprobar tal contrato i mucho menos
en perjuicio de los indios, porque siendo mil veces mas ventajosa mi
propuesta, la municipalidad en observada de la lei i protejiendo los
derechos de aquellos seres desvalidos no puede desecharla para aceptar
la del señor Salazar. Si los indios como se ha avanzado dichos señores
manifestar no tienen voluntad en tratar conmigo es porque están supeditados por su influencia, porque de otra manera no se puede explicar las
circunstancias estravgante de rechazar al que los beneficia para aceptar al
que los perjudica. I por otra parte los indios no tienen voluntad propia a
los ojos de la lei supuesto que esta los ha puesto a merced de la
corporación municipal en sus contratos, como su protectora, determiando
que sin su previa aprobación no se puede consumar ni llevar a efecto
contrato alguno de tales individuos.
Esto supuesto i deseando hacerles bien propongo darles por el
156 Ibid.
230
arrendam iento de que se trata, la suma de 170 pesos de 8/10 para continuar
de agosto venidero en adelante como arrendatario por dos años más. I
como el señor Salazar solamente les da por el mismo tiempo 130 pesos
de 8/10 mi propuesta los mejora en 40 pesos más; i por lo mismo i sin
contradición debe prevalecer i ser acogida por la municipalidad que es la
que en último resultado contratará por los indios. Así os lo ruego que
resolváis porque así cumpliréis con la lei i con vuestra conciencia.
Santander, 26 de noviembre de 1869. (fdo) Anjel Córdoba157.
Lo que se ocultara detrás del enfrentam iento de estos señores eran
poderes políticos locales que respaldaban a empresarios extranjeros.
Don Mariano Salazar era corregidor del Distrito de Toribío y trabajaba
para el señor Félix Bohómer, importante empresario quinero y minero de
la zona, mientras que el señor Córdoba había sido juez suplente del
mismo distrito a cuyo ejercicio había renunciado por residir en Tacueyó
y ser el agente del señor León Duai. Es esto lo que explica que el contrato
lo tuviera Salazar, a pesar de ser desventajoso para los indios:
Mariano Salazar, vecino de Toribío, ante Uds respetuosamente
comparesco y digo: que con fecha l°de noviembre tomé en arrendamiento
y por dos años los bosques correspondientes al Resguardo de San
Francisco i por 100 pesos, para estraer de ellos algunas quinas. Contrato
que celebré con el respectivo cabildo de indíjenas, entregándoles el
dinero porque lo necesitaban con urgencia para construir la iglesia de su
pueblo.
Para que los efectos de la lei 90 sean cumplidos en todas sus partes, ocurro
a donde Uds. suplicándoles se sirvan impartir su aprobación al referido
contrato, para lo cual acompaño el contrato original.
Santander, noviembre 16 de 1870, (fdo) Mariano Salazar'58.
CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE TIERRAS QUINERAS
Conste por el presente documento, que por una parte el cabildo menor de
indíjenas del pueblo de San Francisco, compuesto del gobernador
Raimundo Ul, Alcalde Sebastián Coicué, capitanes Guainás, Antonio Ul,
alguaciles Salvador Coicué [...] hemos celebrado un contrato bajo las
157 Ibid.
158 Ibid., año 1870.
231
siguientes condiciones:
1. El cabildo a nombre de la parcialidad de indíjenas que representa, da
en arrendamiento a Salazar, por el término de dos años, todos los bosques
de sus resguardos que contengan quinas y por los linderos que desde
tiempo inmemorial tienen reconocidos.
2. El cabildo se compromete a nombre de la misma parcialidad que
representa, a que todas las quinas sin limitación que de su resguardo
saquen los indíjenas de ese pueblo, los vendan únicamente al señor
Mariano Salazar o a sus ajentes al precio de plaza, i además a vigilar los
bosques a fin de que no se estraigan fraudulentamente y que todos vayan
a poder del señor Salazar.
3. Salazar toma en arrendamiento' los bosques [...] con el objeto de estraer
las quinas que tengan, por cuyo aiTendamiento a pagado al mismo cabildo
100 pesos de lei que tienen recibidos a su satisfacción en monedas de oro
usual y corriente.
4. También se compromete Salazar por su parte ano traer peones de otras
partes y que puedan más tarde causarle perjuicio en sus labores a dichos
indíjenas de la parcialidad de San Francisco, que en caso únicamente que
estos no quieran ir personalmente a estraer de dichos bosques, llevará
Salazar peones conocidos y formales e incapaces de causarles daño al
estraer dichas quinas {...]
San Francisco 1 de noviembre de 1870159.
Una buena muestra de la actividad de los comerciantes como
empresarios quineros la constituye la empresa "Reyes Hermanos" de
Popayán, que en 1869 decidió participar en la exportación de quinas que
era laprincipal actividad económica de la capital del Cauca. El negocio en
la ciudad se encontraba monopolizado por dos respetables políticos y
comerciantes: el doctor Antonino Olano y don Marcos Valencia, quienes
extraían quinas de Silvia y de Caldas. La nueva empresa de la compañía
se iniciaría explorando nuevas zonas situadas al sur del Estado con el fin
de ampliar la frontera de extracción. Las nuevas zonas fueron los bosques
del Patía, de Túquerres, de Ipiales y de Santa Rosa, pues habían recibido
informes de que en un pueblito conocido como El Diviso habían
15 Ibid.
232
depositadas importantes cantidades de quina esperando comprador. En
este negocio participó como socio Leónidas Pardo 160 .
El negocio se inició como una actividad de comerciantes típicos, es
decir comprando cantidades ya existentes sin invertir en la extracción.
Así Rafael Reyes compró las quinas que había acumulado don Juan
Martín Caicedo en la Municipalidad de Caldas, las que se pagaron a $ 30
bulto y se vendieron en el exterior a 60. Igualmente en el pueblo de La
Cruz compró 500 bultos en buenas condiciones que les permitió una
ganancia de cerca de $20.000 oro y en El Diviso compró 1.000 bultos de
quina a un señor Moncayo 161 .
Según Reyes "el negocio de quinas era como una especie de campaña,
tanto en las selvas vírgenes de donde se extraía como en las poblaciones
donde se compraba", pues los empresarios que se movían con gruesas
sumas de dinero debían enfrentar bandas de delincuentes y una
competencia donde se imponía la ley del más fuerte, en un estilo que
reflejaba ciertas similitudes con el "far west" norteamericano162.
Agotadas las quinas que se habían acumulado en los pueblos en
espera de comprador, los Reyes intentaron controlar el negocio desde la
extracción hasta la exportación y venta en Europa. Para el efecto en el
pueblo de Buesaco alquiló y explotó las montañas de Tasajeras obteniendo
grandes utilidades que sobrepasaron los 40.000 pesos oro. Dados los
buenos resultados de la empresa exploraron por su cuenta y explotaron
bosques quineros en las montañas de El Patía, en Potosí en la región de
Pasto y en las montañas de Tajumbina cerca a La Cruz, donde no
obtuvieron buenos resultados163.
Hacia 1871 exploraron las montañas de Santa Rosa donde encontraron quina de muy buena calidad ya que contenía
el tres por ciento de sulfato de quinina y como la que daba uno por ciento
se vendía a sesenta pesos el bulto, esta se vendería al triple; que los
160 Reyes, ob. cit., p. 71.
161 Ibid., pp. 72-74.
162 Ibid., p. 75.
163 Ibid., pp. 75-78.
233
bosques que había recorrido en Santa Rosa tendrían árboles para producir,
por lo menos, unos cinco mil bultos de quinas, en los cuales el mínimo
que podríamos ganar, sería de cien pesos oro en cada uno o medio millón
de pesos en todo164.
Los logros obtenidos en estas empresas convirtieron a Rafael Reyes
en socio industrial de "Reyes Hermanos" con el cincuenta por ciento de
utilidades, pero dada la envergadura que las operaciones estaban
adquiriendo se vieron obligados a asociarse con la compañía de "Pardo
y Hurtado" (Leónidas Pardo y Simón Hurtado). Rafael y Simón se
encargaron de organizar la empresa, mientras que de la contratación de
peones en el Tambo y Puracé se encargaron los contratistas Zenón
Muñoz y Rafael Valencia respectivamente. La casa principal de la
agencia la establecieron en el punto del Bongo a la entrada de la montaña,
turnándose cada uno la administración de ella cada mes. De la organización
de la extracción en el Patía se encargaron Enrique, otro de los hermanos
Reyes, Polidoro Velasco y Vicente Crespo 165 .
Los éxitos de los hermanos Reyes llevaron a que en Santa Rosa se
establecieran después las casas de "Lorenzana y Montoya" y otra casa
de Bogotá manejada por César Castro. Estas quinas de Santa Rosa
produjeron más de 15 mil buhos por valor de más de 2 millones de pesos,
mientras que las del Patía dieron un millón de pesos lo mismo que las de
Tasajeras y Aponte 166 . Esto convirtió a la compañía de los Reyes en la
principal empresa comercializadora de quinas en el Cauca 167 .
Como se puede observar el funcionamiento general de las empresas
quineras de los Reyes se podrían resumir en exploraciones realizadas por
los empresarios, enganches de trabajadores por medio de contratistas y
gerencia y supervisión por parte de los empresarios. Para la exportación
contaron con el señor Miguel V. Mercado quien actuaba como comisionista
permanente de la casa en el puerto de Buenaventura quien se encargaba
i 64 Ibid., p. 87.
165 Ibid., pp. 84-88.
166 Ibid., p. 89.
167 Eder, ob. cit., p. 361.
234
de enviar los cargamentos a los consignatarios europeos 168 .
Desde luego los bosques de los reguardos indígenas no estaban
agotados, pues en 1873 se fundó la sociedad "E. Cerruti & Cía", que
contaba con un capital de $20.000 y que debería dedicarse a la compra de
quinas en los mismos lugares de producción. De ella formaban parte Don
Ernesto Cerruti, un conocido comerciante extranjero, y tres importantes
políticos caucanos: los Generales Ezequiel Hurtado, Lope Landaeta y
Ezequiel Hurtado. Este último desarrollaba sus actividades políticas en
Cali y en las zonas quineras de Almaguer, Silvia y Pitayó. Gracias a los
vínculos políticos de los socios, el gobierno caucano elevó al Distrito de
Páez en Territorio y nombró como prefecto a Vicente Garcés C. quien
consiguió que los cabildos de Vitoncó, Mososcó, Lame, Calderas, Huila,
Toes y Tálaga, le arrendaran a la compañía los bosques por $84 pesos
anuales cada uno, con el compromiso de emplear a los indios como
cascarilleros sin utilizar peones de afuera. Este contrato fue modificado
por orden del General Mosquera, quien arregló que en lugar del pago
estipulado, los indios recibirían 5 centavos por cada kilogramo de quina
que se extrajera. Ante la necesidad de aprovechar al máximo la demanda
existente del producto, la empresa introdujo peones de afuera lo que
llevó a que los indios atentaran contra Lope Landaeta quien actuaba
como gerente y contra don Ezequiel Hurtado 169 .
Por su parte, dejando organizadas las empresas con base en el
esquema mencionado, Rafael Reyes emprendió el 5 de febrero de 1874,
la exploración de las tierras de Caquetá y Putumayo donde estableció una
ruta de vapores para exportar e importar por el rio Amazonas y Putumayo
utilizando a los indios como abastecedores de leña y de quina y
caucho 170 . La empresa, conocida como "Compañía del Caquetá", se
anotó algunos éxitos iniciales, pues los cargamentos de quina produjeron
más de cien mil dolares en 1876 171 ; pero debió suspender temporalmente
las actividades por persecuciones políticas que sufrieron los socios al
168 Reyes,ob. cit., p. 90.
169 V. mi artículo: "¡Centu per centu, moderata ganancia!...", p. 60-61.
170 Reyes, ob. cit., pp. 158 y ss.
235
haber ayudado con armas a los conservadores durante la guerra de 1876.
Los hermanos Reyes junto con sus sobrinos se ocuparon de la
extracción de quina y caucho y a la vez hacían exploraciones: Enrique
exploró los "ríos Yuruá, Yavarí, Huallaga, Ucayali, Purús, Tonantins y
Singú, y Néstor las del Putumayo, Ñapo, Caquetá y sus afluentes", que
duraron desde 1875 hasta 1884. Las condiciones de trabajo eran peores
que en otros sitios del Cauca por la gran humedad, los mosquitos, las
enfermedades tropicales y el enfrentamiento con grupos indígenas
caníbales. Para lograr el éxito de su empresa Rafael utilizó a menudo la
violencia sobre los indígenas lo que le permitió contar con mano de obra
suficiente tanto para la extracción de cascarilla, caucho y de combustible
para los vapores, como para el transporte de los productos desde el centro
de acopio a los puertos, trabajo que se hacía a lomo de indio:
el transporte de este cargamento era en extremo laborioso, porque desde
el lugar en donde se extraían las quinas hasta el puerto de Guineo, gastaba
un trabajador llevando un quintal o un quintal y medio de quina en sus
espaldas ocho días, y c o m o el cargamento del vapor era de mil quinientos
quintales había necesidad de un gran número de aquellos para preparar
en la fecha ñ j a d a dicho cargamento 1 7 2 .
Para 1884 el precio de la quina decayó y la casa Elias Reyes &
Hermanos quebró. Enrique prosiguió con los trabajadores en la extracción
de caucho en Yuruá y Yavarí hasta que la fiebre lo mató en 1886. Néstor,
otro de los hermanos, había muerto en las exploraciones del Putumayo
y Caquetá, junto con un sobrino de nombre Alejandro Plazas Reyes y un
primo, Nemesio Reyes. Elias se estableció en Popayán a causa de una
afección cardíaca1 n .
La explotación de los árboles quineros tendía a la destrucción de los
bosques, lo que se explica por la alta especulación de su comercio que
llevó a que los empresarios trataran de extraer el máximo en el menor
tiempo posible. Una queja de Bernardo de la Espriella, Prefecto del
171 Ibid., pp. 184-185.
172 Ibid., p. 209.
173 Ibid., p. 239 y ss.
236
Caquetá, muestra que los Reyes no actuaron en forma diferente. De La
Aspriella buscaba que con los árboles de caucho no ocurriera lo mismo
que había ocurrido con los de quina:
Si cuando en Pitayó y otros puntos se hallaron los ricos bosques de quina,
se hubiera reglamentado la explotación, sin destruir los árboles, tendríamos
hoy una fuente inagotable de riqueza; y tal vez las fuertes compañías
inglesas que hoy se ocupan del cultivo en grande escala en la India, no
habrían pensado siquiera en dicha especulación, toda vez que nuestros
bosques hubieran podido llenar el consumo con la observancia de un
método racional, semejante al que hoy se practica por los empresarios
ingleses. Estos grandes empresarios cuando transportaban la semilla
recogida en nuestro suelo dijeron, que no solamente iban a realizar una
gran explotación, sino a salvar a la humanidad doliente, conservando un
producto tan precioso, que sin duda aquí tendría que desaparecer174.
El llamado del prefecto se justificaba en que las explotaciones de
quina y caucho realizadas por los Reyes, podrían hacer que las
caucheras de la zona corrieran la misma suerte que las existentes en Turbo
y el Chocó que ya habían empezado a desaparecer. Decía además que se
debería proteger los cauchales dando premios en metálico a quienes
administraran bien los árboles 175 .
La finalización del ciclo exportador de la quina disminuyó las
extracciones de cascarilla. Aparte de haber dinamizado la economía
caucacana al permitir el ingreso de mercancías y facilitar la financiación
de otras actividades productivas no produjo transformaciones profundas
en los centros de acopio, aparte de elevar coyunturalmente los ingresos
de cascarilleros y de permitir la iniciación de unos tímidos procesos
colonizadores en las montañas del centro y sur del Cauca. En las selvas
del Caquetá permitió un mayor conocimiento de la zona y facilitó la
penetración de las compañías caucheras y de "siringueros" que se
encargarían de explotar el producto en las primeras décadas del Siglo
XX 176 .
174 El Cauca, # 4, Popayán, 2-VII-1883, p. 3.
175 Ibid.
176 V. Pineda et. al: "Etnohistoria..."
237
LA P R O D U C C I Ó N M I N E R A
Los territorios caucanos que conformaban anteriormente la Gobernación de Popayán, fueron famosos por el desarrollo del sistema esclavista
pero fundamentalmente por poseer una de las más ricas fronteras minera
de todo el imperio español. Aunque esta minería entró en crisis a finales
del Siglo XVIII, y se resquebrajó definitivamente con la independencia
y las reformas liberales, lo cierto es que ella fue responsable de sostener
la crítica economía caucana de principios del Siglo XIX, esto fue posible
gracias a la introducción de tecnología y capitales ingleses y franceses y
a la presencia de mazamorreros independientes que se encargaron de
continuar con la labor que desarrollaron los señores esclavistas de la
Gobernación de Popayán 177 .
Al contrario de lo que afirma Jorge O. Meló, con la abolición de la
esclavitud la minería caucana no se redujo "a una actividad ocasional de
ios lavadores independientes"178, por el contrario, con la creación del
Estado Soberano del Cauca, la minería buscó nuevos desarrollos,
impulsada por las políticas de los mosqueristas quienes estaban señalando
la existencia de diferentes clases de minas y la necesidad de organizar su
explotación que estaba en manos de mineros que no contaban con títulos
legales para hacerlo. Para el efecto, fijaron el término de un año para que
los poseedores registraran los títulos en la Secretaría de Hacienda. Este
plazo se venció el 15 de octubre de 1860 y sólo 4 propietarios llenaron el
requisito, lo que llevó a que la mayoría de los mineros perdieran sus
derechos. Ante esto Froilán Largacha propuso que se diera una prórroga
de un año debido a que posiblemente la guerra impidió que el requisito
se llenara 179 .
177 La minería colonial en Popayán puede consultarse en las obras citadas de
Colmenares. Estudios sintéticos sobre la materia fueron elaborados por Meló, "Vicisitudes
...", cit., pp. 164 y ss. y Ocampo, "Colombia ...", cit., p. 350. La obra más general sobre
la materia es la de Vicente RestiepoEstudios sobre las minas de oro y plata de Colombia,
Bogotá, imp. de Silvestre y Cía., 1888.
178 Ibid. p. 164.
179 Largacha, ob. cit, pp. 12-13.
238
En un principio ios avances en el desarrollo de la minería fueron
bastante tímidos, pero suficientes para que en las fronteras minera y de
colonización se ampliara la demanda de alimentos que fue responsable
del ciclo de bonanza que se vivió en el Cauca desde que finalizó la guerra
del 60 hasta la de 1875. Para 1866, César Velasco, Secretario de Hacienda
del Cauca, informaba a la legislatura que la industria minera "se desarrolla de una manera fabulosa" pues se había incrementado el registro de
minas y mineras alcanzando a 168 el número de títulos solicitados, no
precisamente por mineros independientes, sino por representantes de
compañías entre los cuales resaltaba uno de la "Compañía de Mariquita
y Nueva Granada" cuya mina de oro y plata estaba en Marmato; otro del
presbítero Manuel Bravo de una mina de oro en el Distrito del Peñón en
Pasto; otra de Cenón Caicedo sobre una mina de carbón en Cali y otro del
empresario quinero Félix Bohómer sobre una de oro en el municipio de
Santander180. Esto no hizo más que llamar la atención sobre las minas del
Cauca y produjo una fiebre de oro que llevó a que en 1866 se presentara
una emigración de mineros de California a trabajar en los aluviones de
Barbacoas pero tuvieron que regresaran porque no trajeron instrumentos
creyendo que venían a "un edén donde no tendrían que hacer más que
agacharse a recoger el oro" 181 .
A pesar del fracaso de la inmigración extranjera a los distritos
mineros, la minería caucana seguía desarrollándose lo que se puede mirar
en el registro permanente de títulos (ver Cuadro PM.l) en las oficinas de
la Secretaría de Hacienda del Estado y en las notarías. Por ejemplo en
1870 se registraron los derechos y acciones del señor Juan Aquiles
Pichevín, esposo de Ana Byme, en la mina de plata del "Salado" en el
Distrito de Toribío, de la que eran socios León Doway, José Félix
Bohómer, Eugenio Larrabune, Joaquín Prado, Joaquín Valencia, Carlos
A. Fletcher, Tiberio Sánchez y Federico Guillermo Byrne 182 . En 1872 se
180 Gaceta Oficial del Cauca, Popayán, abril de 1866, p. 562.
181 Gutiérrez: Pasto y..., p. 77.
182 Notaría Primera de Cali, 1870. tomo I, f. 164.
239
autorizó la explotación de 6 minas 183 . Posteriormente, en 1873, según La
Estrella de Panamá, don Pablo Reinel vendió la mina de "Yacula" por
$ 75.000 oro a la casa "Genty y Mac Brown" de San Francisco. Esta era
una mina que mostraba los adelantos que se habían introducido en la
explotación pues funcionaba con tres monitores de la compañía y uno del
doctor James Weaver 184 .
A pesar de las esperanzas que tenía puestas el gobierno del Cauca
en el desarrollo de la minería su intervención, en la práctica, se limitó a la
concesión y al registro de títulos, pues sus políticas tenían que adecuarse
a la legislación nacional sobre la materia. No obstante por la Ley 59 de
1873 intentó reglamentar la explotación de minas, lo que fue declarado
vigente por la Corte Suprema de Justicia:
I o . Con escepción de sal gema, depósito de huano i minas de carbón
mineral, que se ha reservado la Nación; de las minas o mineras que se
hallen en los baldíos, las que coiTesponden al Estado, i de las minas o
mineras rejistradas en terreno ajeno o las que se rejistren en virtud de los
denuncios dados hasta la publicación de esta, todas las minas o mineras
son de propiedad del dueño del terreno en que estén1".
El Artículo Segundo decía que las minas o mineras rejistradas en
terreno ajeno pertenecerían a los denunciantes hasta que las abandonaran cuando pasaban a ser propiedad del dueño del terreno. Se entendía
por abandonada cuando no se trabajara durante un año, lo que debería
comprobarse ante un juez 186 .
Estas excepciones hacen evidente que el gobierno caucano no podía
intervenir en el desarrollo minero. Su interés no podía ir más allá de
estimular la búsqueda de minas y registrar las encontradas, en tanto que
las nuevas minas, según el cuadro anterior (PM.l) se encontraban en
terrenos baldíos, la mayoría de los cuales pertenecían a la nación. Así las
minas que se encontraron en la frontera del Quindío (municipios de
183 Ibid., 1872, Tomo II, f. 269.
184 Gutiérrez, ob. cit., p. 77.
185 Rejistro Oficial, # 50, Popayán, 21-11-1880, p. 2.
186 Ibid.
240
Quindío, y Toro), las de Barbacoas y buena parte de las de Buenaventura,
las de San Juan y de Atrato, es decir, prácticamente todas, entraban
dentro de la esfera del gobierno nacional que era la entidad encargada de
impartir las licencias respectivas. Al Cauca sólo le quedaron los veneros
y aluviones en tierras de las municipalidades, a las que nos referiremos
después, o los aluviones que estuvieran en rios no nacionales como el San
Juan o el Patía o en todas los rios y quebradas menores. Por ejemplo, en
1880 se concedió licencia a una compañía formada por los señores
Vicente Restrepo. Juan N. Núñez U., y José M. Núñez U. de Bogotá, y a
Octavio Hurtado y Pompeyo Guzmán de Nóvita para extraer oro y
platino de los rios San Juan, Sipí y Timaná, por medio de dragas movidas
por vapor. El 10% de las utilidades serían para el gobierno. Este permiso
se otorgó por cuatro años prorrogables ajuicio del gobierno. Durante su
vigencia nadie más podría sacar oro de dichos rios en las porciones que
la compañía demarcara187. Igualmente en 1883 comerciantes como el
señor Ernesto Cerruti recibieron licencia para sacar minerales preciosos
en las arenas del Patía desde el Quilcace hasta el Telembí 188 .
En el caso del distrito minero más famoso del Cauca, el de Marmato
y las municipalidades de Toro, Quindío y San Juan, la situación era bien
diferente: no obstante no estar situadas las minas en territorios nacionales,
el gobierno del Cauca no podía intervenir en su administración porque el
gobierno central las venía administrando desde los orígenes de la república. Ante esta situación Ezequiel Hurtado, Presidente del Estado, escribió
al Congreso de 1881:
Bajo el régimen central y cuando la República era dueña de las minas de
Supía y Marmato, ubicadas en el antiguo Cantón Supía (hoi municipio de
Toro), i siendo Secretario de Hacienda el señor José María del Castillo,
celebró este un contrato de arrendamiento de dichas minas con los
señores B. A. Goldschmidt i compañía, firmado el 18 de abril de 1825,
firmando para la duración de tal contrato el término de veinticinco años
forzosos i cincuenta voluntarios.
187 Ibid., #74, Vil-1880.
188 Gutiérrez, ob. cit., p. 77.
241
En el año de 1858, i cuando aún no se había verificado la prórroga del
arrendamiento de esas minas en los términos prescritos en el artículo I o .
del contrato, es decir, cuando este había caducado, se sancionó la
Constitución de la Confederación Granadina en la cual se instituyó en los
incisos 3o i 4o de su artículo 6°, que no quedaban de propiedad de la
República otras minas que las de esmeraldas y las de sal jema, consideradas como patrimonio de la nación; desprendiéndose esta sin reserva
alguna i en favor de los Estados, de las demás minas que antes eran suyas.
El artículo 30 de la Constitución de Rionegro en nada altera esta
disposición.
En este estado de cosas y violando abiertamente la Constitución, los
legisladores de 1871, prorrogaron el arrendamiento de dichas minas.
Por tales motivos el contrato firmado entre el señor Secretario de
Hacienda de la Unión i el señor Percy Brandon i aprobado por la lei 53 de
1871, se resiente de inconstitucionalidad [...]189.
Basado en esto, Hurtado pidió que se indemnizara al Cauca por lo que
había dejado de percibir en el arrendamiento de dichas minas; que se
declarara que ellas eran propiedad del Cauca y que en lo sucesivo
corresponderían a este Estado los derechos de que hasta el momento
gozaba la nación 190 .
Este problema continuó vigente por muchos años, puesto que el 5 de
diciembre de 1887, durante el período de La Regeneración, el Gobernador
Juan de Dios Ulloa se quejó ante el Ministro de Fomento:
Las minas que, bajo la denominación de Supía y Marmato, dió la Nación
en arrendamiento desde 1825, a la casa B. A. Goldschmidt, y cuya
diligencia de posesión se encuentra publicada en el "Diario Oficial"
número 7.025, han sido objeto siempre de grandes molestias, de repetidas
y apremiantes reclamaciones y acaso de perturbaciones dañosas y
represivas para el desarrollo de la industria. En todo tiempo la mayor parte
de esas minas, sino todas han permanecido en completo abandono o sin
laboreo alguno; y cuando los vecinos del antiguo Cantón Supía tratan de
hacer a los alrededores de ellas algún descubrimiento de oro o plata que
por allí tanto abundan, al instante la compañía arrendataria se opone
189 Rejistro Oficial, Popayán, 16-111-1881.
1Ibid.
242
decididamente y con el acomodo de una información de dos o tres
testigos, quizás interesados o sin el suficiente conocimiento de los hechos
sobre que deponen, reclama y es atendida al instante por las autoridades
superiores, sin dar siquiera audiencia a los individuos contra quienes la
querella versa'91.
Ulloa denunciaba que el procedimiento de la compañía extranjera, se
utilizaba para incluir como suyas minas que no le correpondían, lo que
entorpecía el desarrollo de la minería en aquella región. Por lo mismo
pidió que se definieran los límites de las minas antes mencionadas 192 .
Aún no se conoce mucho acerca de la producción de oro en el Cauca
pero se puede decir que ella fue fundamental en el contexto de la
economía caucana. Aunque no contamos con datos seguros para
mencionar la producción de oro durante el período de la Federación, se
puede decir que ella era importante no sólo para las actividades
comerciales, sino también porque los mineros financiaron con sus
capitales las obras públicas que se mencionaron en la primera parte de
este trabajo. Igualmente en 1878-79 se registró la exportación de oro por
$ 99.000 y Barbacoas produjo 1.200 libras en 1881 193 . Para el período de
La Regeneración la producción de oro fue bien importante y se mantuvo
estable desde 1887 hasta 1889 cuando la producción registrada estuvo
por encima de $ 1.400.000 anuales, sin contar con lo que salía de
contrabando, lo que se explica por el descubrimiento y la explotación de
minas y aluviones en la frontera de colonización y por haberse sostenido
la producción en la frontera minera (V. Cuadro PM.2). Esto permite ver
que la producción minera caucana seguía siendo importante dentro del
contexto nacional, pues las cifras oficiales muestran que al menos
durante los tres años para los que se cuenta con información la producción caucana representó más del 40% de la producción nacional (V.
Cuadro PM.3)
191 Registro Oficial, # 141, Popayán, 13-X11-1887, p. 1.
192 Ibid.
1 Gutiérrez, ob. cit., p. 77.
243
Durante este período se vivió una especie de "fiebre de oro" que
llevó aque se organizaran sociedades accionarias para explotarminas. Es
el caso de los señores Genaro Otero y de Benito Chapperon quienes en
1887 buscaban conformar una sociedad para explotar las minas de
"Peón" y "Peoncito" 194 . El mismo año Charles Astié y el General
Martiniano Rodríguez establecieron en Panamá una sociedad
denominada "The American Mining Company", con un capital social
de $ 20.000 195 . Este mismo año Enrique Polo vendió a diferentes
compradores acciones en las minas del "Piñal" que poseía en sociedad
con Primitivo y Rafael Orejuela, en el Distrito del Salado, cerca a Cali 196 .
La organización interna de este tipo de sociedades se puede ver en
"La Sociedad Minera de las Guabas", de la que formaban parte
respetables empresarios como Carlos H. Simmonds, Belisario Suárez y
Modesto García. El objeto era explotar por su cuenta, vender o arrendar
las minas de filón o veta de oro y plata en el sitio la "Loma de las Yeguas"
en el Distrito del Salado, de la cual los socios poseían 8 acciones que
conformaban el capital social de la empresa. Los gastos para la explotación
estarían a cargo de Simmonds, mientras que el socio García dueño de los
terrenos donde estaba la mina los cedería lo mismo que los materiales
necesarios para el beneficio y Suárez aportaría $ 1.000 en efectivo197.
Empresas similares se establecieron en la provincia de Caldas 198 y sobre
las minas de "Vitachf' y "El Aguila", en la provincia de Santander 199 .
A este desarrollo minero estuvo vinculado el capital de los empresarios
más importantes del Estado como Cerruti, Eder, Simmonds, o Reyes.
Aunque como se verá después la vinculación de Cerruti no fue exitosa,
no puede decirse lo mismo de los otros, según se les vió formando parte
de difentes sociedades mineras: en 1888 Enrique Polo vendía acciones de
194 Notarial deCali, 1887, Tomo II, f. 417-418.
195 Ibid., 1887, Tomo IV, f. 1.071.
196 Ibid., 1887, tomo IV, ff. 1.024-1.026; 1.037-1.038; 1.055-1.056; 1.058-1.061.
197 Ibid, 1888, tomo IV, f. 963-955.
198 Ibid., 1888, tomo I, f. 127-133.
199 Ibid., 1888, tomo I, f. 217-219.
244
las minas de oro y plata "El Piñal", "Santana", Zanjón del Mondal" y
"Loma Alta", que tenia en sociedad con Simmonds, Elias Reyes y
Rafael Orejuela, entre otros 200 . El 5 de abril de 1888 Elias Reyes, Carlos
H. Simmonds, Santiago M. Eder, Enrique Polo, Fernando Alomia y Julio
García, fundaron la "Sociedad Minera de Vitaco", para explotar minas
de oro y plata que tenían en el Distrito del Salado. Eder, Reyes y
Simmonds actuaron como financiadores de las operaciones, mientras
que los otros ponían las minas, tierras y enseres 201 . El mismo año
Simmonds y sus dos socios Suárez y García fundaron la "Sociedad
Minera de Simmonds y García" para explotar otras minas descubiertas
en Vitaco 202 .
La presencia de estos capitalistas llevó a que a la minería se vincularan
técnicos que mejoraron las explotaciones. Así el 13 de abril de 1888 Elias
Reyes, a nombre de la sociedad minera de Vitaco, contrató a Joseph
Magin, de origen alemán, para que explorara y dirigiera los trabajos de las
minas "Recodo del rio Vitaco", "Plazo Largo", "Plaza del Bejuco",
"Alto de Cresta de Gallo", "Horqueta de Cresta de Gallo", "Loma de
la Puerta" y "Loma de Cresta de Gallo" de propiedad de dicha
compañía, hasta obtener las muestras necesarias del mineral que
permitieran organizar una compañía extranjera para la explotación de
dichas minas o para venderlas. También debería colaborar en la formación
de la mencionada compañía en los Estados Unidos o en Europa con el
capital necesario para explotar estas minas. La compañía le entregó a
cambio el 40% de las acciones de la empresa 203 . Igualmente en la sociedad
minera "La Clara" que establecieron Reyes y Eder con Gabriel F.
Echeverri, antioqueño, y Thomas Davies, inglés, el 11 de agosto de 1888,
se establecía que en 6 meses se debería poner en funcionamiento
maquinaria importada de EE.UU., cuyo valor se estableció en $ 12.000
200 Ibid., 1888, tomo 1, f. 267. A estos mismos se Ies vió formando sociedades para
explotar minas en Cali, y en Buga. En estas últimas Eder y Reyes estuvieron asociados con
el minero antioqueño Gabriel F. Echeverry. V. Ibid., 1888, tomo II.
201 Ibid., 1888, tomo 1, ff. 370-372.
202 Ibid., 1888, tomo I, ff. 372-375.
203 Ibid, 1888, tomo II, f. 400.
245
oro americano 204 .
Todo esto llevó a que en 1895 se exportaran 25 mil pesos mensuales
de oro en polvo por promedio, sin incluir las remesas que comerciantes
y otras entidades particulares hacían directamente sin el debido registro
a Panamá, Guayaquil, España, ni las grandes cantidades que negociantes
de Guayaquil y Quito venían a comprar directamente205.
Después de la guerra de 1895 la situación cambió radicalmente debido
al deterioro permanente del orden público que llevó a la guerra de "Los
mil dias", puesto que desde Barbacoas se anunciaba que se beneficiaban
pocas minas y que no había más oro que el que lavaban los negros, pues
"la mayoría de los buenos mineros han emigrado a Ecuador donde hay
minas bien montadas"206. También el inglés Alfredo Hodges, administrador
de la mina "El Socorro", informaba que la utilidad no había sido mayor
debido a la dificultad de conseguir más peones; así mismo que la
explotación de la mina sólo había sido posible gracias a un préstamo
concedido por el inglés Arthur Bennett 207 .
204Ibid., 1888, tomo IV, f. 1.012-1.013.
205 Gutiérrez, ob. cit. p. 77.
206 Ibid.. pp. 77-78.
207 El presidente de lajunta de accionistas de esta mina era el señor Juan de Dios Ulloa,
quien habia sido Gobernador del Cauca£/ Ferrocarril, 16-VII-1896, p. 2.604.
Cuadro P.l
CANTIDAD Y VALOR DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS EN EL ESTADO SOBERANO DEL CAUCA, 1874
BARBACOAS
CALDAS
Arroz
550
Azúcar
51
Cacao
Café
89
20
Cebada
Garbanzos
Miel
1100
Ñame
Papas
580
Panela
1030
Trigo
2070
Ají
Cañas(guadua)
Cocos (gruesa)
Canoas
Maderas
Brea
Leche (litro)
Leña (Millar)
Carbón ( « )
Huevos(doc)
caza
Pescado
Caña (aguard)
Guarapo
Aguardiente
Oro en polvo (lib)Paja toquilla
Tabaco
Palo Barniz
7450
Plátanos
3640
Maíz
Yuca
2200
1224
890
60
4440
2320
12360
16560-
-
TUQUERRES
30.5
2400
0.5
180
2984
147
25840
3
1027
5804
4085
770
3576
5646 31698
4182 22123
6730
2350
5291
13126
11210
41091
70
3
2800
150
2
8
363
5836
140
10
4293
100
1248
POPAYAN
3179
45
59
219
45
25
3297
9
4678
1628
22166
929
5500
3457
220
130
19556
22
27286
16386
SAN JUAN
TORO
_
10
SANTANDER
200
-
-
395 12200
48
5
150
7500
240
1132
100
200
-
-
-
48
270
500
367
5000
3670
-
-
10000
1000
2050
5234
916
351
3477
2000
100
9788
25
32SC
<0468
5496
561
13908
400
400
78304
200
QUINDIO
200 1600
1050 56000
13 210
2
20 4366
-
PASTO
BUGA
2050
9356
646
170
. . -
63950
64916
43140
2940
344 2210
-
1800 4333
201 2461
5343 10389
20 200
15585 6032 26034
50
150 9181 11260
550
1329 5420
18357
585 1565
12236 25971
2300 1667 23619
73888
2295 8650
300
-
4917
1000
100
720
156
106
2
2000
9216
7944
2800
52
5220 33940
36
360
97300
1140
1560
11406
1171
146
20800
14560
1200
900
2000
800
3650
2800
1920
2900
40800
74600
7400
3500
2000
7500
20
1095
624
3421
5775
7300
3120
4368
4800
5000 130000
14900
29120
5000
10000
16000
4000
1000
12800
16000
800
80
Frisóles
480
5250 3600 1658
3036
900
8
160
5
1600
Sombreros
Sal
Frijoles
Algodón
14400
Añil
200
906
2629
-
•
.
568800
7662
327
100650
200100
7662
8600
3980 106200
141
111
37
854
3470 26000
2690 18800
-
10489
2506
13
609
4388
2599
199098
3247
19
28952
121444
8615
42672 825598
14672 25777
2396 2514
3560192280
17229 32624
26605 53727
-
1514
56
338
70
576
3528
48872
252
2006
5560
8336
22499
16139 322780
3990
3990
970
970
1170 70200
6851 137020
7139 10708
825
1000
386
2590
5500
347 3512
900
- 9464 28690
-
34300
7662
327
2013
10005
3690
100
CALI
1500
Almidón
Canime
Anís
Habas
Uyucos
Arvejas
Ocas
Linaza
Maní
Yuca
Zanahoria
Vacuno
Lanar
Cabrio
Mular
Caballar
Cerda
Asnal
Yegüerizo
Pollino
OBANDO
10648
5320
6300
50
6618
20
20947
70
15
6
273
45
109
6300
150
6618
80
16378
4380
258
320
75
942
45
109
875 13690 13719 1425
2430 16862 38024
1000
14
16 2187
2126 310 516
5720 290 18079 8200 338000 2228124798
30100 4818 74169 15810 277300 13016315576
12500 3769 10473 18663 41160 15544 19596
57 2423
708 9926
FUENTE: Archivo Central del Cauca: "Archivo Muerto". Estadísticas del Cauca, 1874. Puede consultarse también en Universidad del valle. Departamento de Historia, Sección de Microfümación y Archivo* Rollo 93.
Cuadro P.
v a l o r de l a s exportaciones d e l cauca año f i s c a l
1878-1879
Productos
exportados
Aduana
Tumaco
Total
Aduana
Buenaventura
Agropecuarios:
Tabaco
Azúcar
Añil
Cacao
Cueros
165.000
5.000
5.000
2.500
6.000
Total
183.500
De Extracción:
Caucho
Oro en Polvo
Quina
Tagua
Maderas
Subtotales
76.000
63.000
52.000
5.000
5.000
51.000
12.000
189.000
201.000
252.000
Dineros:
Oro amonedado
Plata amonedada
12.000
12.000
Total
24.000
Total por Aduanas
-0-
225.000
Total Exportación
FUENTE: Samper, ob. cit., p. 125.
%
27.78
68.58
3.63
435.500
660.500
100
Cuadro P.3
exportaciones por la aduana de buenaventura
con destino a new y o r k en 1882
PRODUCTOS
Cacao
Cueros
Quina
Caucho
Café
Crin
Totales
PESO EN LIBRAS
780.705
550.010
210.400
100.094
61.283
850
1.703.342
FUENTE: El Ferrocarril, # 240.
%
45.83
32.29
12.35
5.87
3.59
0.04
100.00
VALOR
$210.320.75
101.381.00
90.025.00
36.755.80
10.400.25
156.00
449.038.80
s
46.83
22.57
20.04
8.18
2.31
0.03
100.00
Cuadro P.
precios de viveres y de a r t i c u l o s importados 1888
ARTÍCULO
ANTES DE 1888
Botines
Sombreros
Pantalones
Corbatas
Flor de adorno
Pañolon fino
Maíz 'á
Plátanos (carga)
.Arroz @
Panela %
$3.00
2.80
6.40
1.00
.60
10.00
.30
1.20
1.20
.40
EN 1888
AUMENTO %
$ 9.00
7.00
12.00
4.00
3.00
50.00
4.00
16.00
300.00
250.00
187.50
400.00
500.00
500.00
1.333.30
1.333.30
* *
2.40
600.00
* Valor promedio.
** No hay dato por deterioro del documento.
FUENTE: El Ferrocarril, U 279-310.
Cuadro P.5
manufacturas de la provincia de obando 1889
DISTRITOS
Ipiales
Pupiales
Cariosa ma
Cumbal
Guachucal
Gualmatán
Contadero
lies
Potosí
Puerres
Pastas
Totales
FUENTE: El Meridional,
TELARES
COMUNES
TELARES
ARTIFICIALES
150
26
30
45
21
23
28
18
32
35
31
439
Pasto, 18-XI-1889, p. 67.
29
11
15
18
5
35
20
11
11
20
2
177
Cuadro P.6
c a t r a s t o de animales productivos
estado soberano d e l cauca 1883
ESTADOS
Y TERRITORIOS CLASE DE ANIMALES
Ganado Vacuno
"
Caballar
" mular
"
cabrio
"
lanar
" de cerda
" asnal
Bestias
Perros
Gatos
Curies
Loros
Aves de corral
DE 71
DISTRITOS
TOTALES
FUENTE: Anuario Estadístico,
NUMERO
174.205
48.742
11.703
7.057
23.494
71.620
253
18.210
6.484
1.750
5.450
40
1.152.570
1.521.278
VALOR
$3.486.314,80
1.822.068,00
574.098,00
7.792,40
35.133,30
514 811,30
17.065,00
625.372,00
11.015,00
720,00
257,50
12,00
551.722,00
7.646.381,30
1882, p. 61.
Cuadro P.6.1
c a t a s t r o de vacunos eeuu. de colombia
ESTADOS Y
TERRITORIOS
Antioquia
Bolívar
Boyacá
Cauca
Cundiría marca
Magdalena
Panamá
Santander
Trtlima
San Martin
TOTALES
FUENTE: Anuario Estadístico,
NÚMERO
212.626
83.884
37.679
174.205
101.569
17.299
77.130
101.109
i n nii
8.500
949.072
1882, p. 61.
VALOR
$3.504.655,70
1.719.950 ,00
675.347,10
3.486.314,80
2.180.969,50
335.373,80
930.267,20
1.994.329 ,00
•> inn
AÍ\
137.700 ,00
17.065.472,50
Cuadro P.7
PRODUCCION DE TABACO
(TONELADAS)
PRODUCCIÓN
TOTAL
AÑOS
1835/6-44/5
1846/7
1848/9
1852
1855
1858
1862
1865
1874
1.418.9
2.156.5
2.516.1
3.000.0
6.975.*
7.500*
9.995.*
6.354.3a
%
%
VALLE DEL
CAUCA
100
100
100
165.0
360.4
264.1
11.62
16.71
10.49
100
100
1.870.0
3.250.0
18.70
51.14
* Sobreestimado,
a. Subestimado.
FUENTE: Ocampo, ob.cit., pág. 228.
Cuadro P 8
EXPORTACION DE TABACO POR BUENAVENTURA
(Toneladas)
AÑOS
1865/6
1867/8
1868/9
1869-70
1870-1
1871-3
1872-3
1873-4
1874-5
1875-6
1887
1891
1897
1898
EXPORTACIÓN
NACIONAL
%
4.917,1
100
6.142,7
5.317,0
4.800,6
4.449,6
6.114,8
5.845,3
8.129,4
5.790,9
2.998,1
3.838,3
3.250,0
6.212,5
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
FUENTE: Ocampo, ob. cit., p. 238.
EXPORTACIÓN POR
BUENAVENTURA
216.5
n.d.
469.9
442.9
490.1
545.8
522.3
1121.6
785.5
865.5
184.5
20.7
31.1
33.5
%
4.40
7.64
8.32
10.20
12.26
8.54
19.18
9.66
14.94
6.15
0.53
0.95
0.53
Cuadro P.
el movimiento comercial por el dagua
(bodegas de pi reto) a r t i c u l o s exportados
de a g o s t o 1868 a mayo de 1869 por b u l t o s
Tabaco
Quina
Víveres
Aguardiente
Azúcar
Cera laurel
Café
Cacao
Encerados
Cigarros
Añil
TOTAL DE BULTOS
10.257
6.414
1.454
968
220
694
168
71
107
28
14
Bayetán
Vaquetas
Sombreros
Piedras volcán
Prensas
Costales
Papas
Almidón
Jabón
Quesos
Carne
Cueros
20.823
Ganado Mavor
Ganado menor
119
665
TOTAL CABEZAS
784
Fuente: Pereira Gamba, ob. ciL.
CUADRO P. 11
produccion de tabaco 1875
ESTADOS
TOTAL
Bolívar (El Carmen)
Santander (Girón)
Cauca (Palmira)
Candelaria
Tolima (Ambalema)
TOTAL
FUENTE: Anuario Estadístico.
1875.
194.140
54.200
200.000
60.000
2.600
510.940
80
40
3
4
2
2
7
4
4
148
119
15
Cuadro P.1
exportacion aduana de buenaventura 1874-1875
ARTICULOS
BULTOS
KILOGRAMOS
VALOR
Azúcar
Añil
Cocos
Caucho
Cueros de toda clase
Café
Cañas
Dinero(oro amonedado)
Maderas
Oro en polvo
Piñuelos
Plantas
Quina
Sal
Tabaco en rama
Tagua
Tabaco manufacturado
Varios Artículos
64
39
144
418
4.556
1.235
400
2
1.110
13
600
16
8.200
10
12.850
19
30
67
4.128
1.839
125
56.123
35.318
93.823
1.500
1
70.500
29
20.900
365
511.287
500
785.485
1.000
2.052
15.773,500
714,60
3.677,20
48,00
34.772,60
20.570,05
34.771,10
80.00
1.223,00
1.801,00
18.426, 00
270.00
1.120,00
255.779.70
100,00
411.188,00
380,00
1.970,00
2.682.95
TOTALES
29.773
1.600.748,500
789.574,20
Cuadro P.12
exportacion de cafe
POR BUENAVENTURA (MILES DE SACOS)
AÑOS
1872/3 -75/6
1887/8
1891
1896
1897
1898
FUENTE: Ocampo, ob. cit, p. 322.
%
1.2
3.9
14.5
22.8
20.6
23.7
Cuadro P. 13
exportacion de quina
(TONELADAS)
AÑOS
1851/2
1865/6
1867/8
1868/9
1869/70
1870/1
18712
1872/3
1873/4
1874/5
1875/6
BUENAVENTURA
31.0
215.6
n.d.
310.3
429.6
575.8
497.4
658.1
402.1
511.3
253.6
TUMACO
575.6
94.3
138.3
286.1
144.4
200.8
207.0
256.6
250.6
141.7
101.8
TOTAL
COLOMBIA
658.1
(557.5)a.b.
1224.6
1204.2
2347.9
3309.3
4150.0
4066.8
(3422.8)a.b
(3457.6)a,
a. Total nacional incompleto.
b. Tomado del cuadro de exportaciones por articulo. No coincide con la suma de los diferentes puertos.
FUENTE: Ocampo, ob. cit., p. 238.
TOTAL
CAUCA
%
309.9
47.09
596.4
394
776.6
704.4
914.7
652.7
48.70
32.71
33.07
21.29
22.04
16.04
355.4
Cuadro
P.
t i t u l o s de minas o t o r g a d o s en el cauca
MINA
MUNICIPIO
BENEFICIARIO
Telembí
Carmen Barrancón
La Conga
San Francisco
San Jorge
Piedragrande
Ceibo
Sta.Marta, S. Camilo
Natividad
Chontaduro
San Vicente
Barbacoas
San Juan
Buenaventura
Barbacoas
Toro
Id.
Id.
Barbacoas
Id.
Toro
Buenaventura
Dos de Oro
San Antonio
Timbiquí
San Jorge Nuevo
Opiramá
Obispo
Caimana
Dolores
Obispo nueva
Libia
Terreno Mineral
Terreno Minera!
San Antonio de Guapi
Mina de PlaU
Mina de PlaU
Venero
Chaburgía
Piedra Labrada
Ventanillo
Taconcito
Guelmonbí
Del Aguacatal
La Libertad
Tutumendo
2 de veta
Toldafría
La Bolsa
Pali
Buena Vista
Canalón del Puente
del Yanki
Las Cabras
Qu indio
Barbacoas
Buenaventura
Toro
Id.
Id.
Id.
Barbacoas
Toro
Id.
Barbacoas
Id.
Buenaventura
Huila
Id.
Barbacoas
Toro
Id.
Id.
Id.
Barbacoas
Toro
Barbacoas
Atrato
Toro
Quindio
Toro
Barbacoas
Quindio
Tomás Estacio y Cía.
Juan Catalino Asprilla
Luis Ramón Hurtado
Carlos Cabezas
Persy Brandon
Persy Brandon
Persy Brandon
Marcos del Castillo y Hnos
Juan Sevillano
Daniel V. Arango y Cía.
Lusiano Mancilla y Antonio
María Jorí
Mariano Hormaza y Cía
Rafaela Ortiz
Tomás C. de Mosquera
Persy Brandon
Guillermo Martín
Persy Brandon
Id.
Manuel F. Chávez y Hnos.
Francisco Senen Tascón
Id.
Antonio Mazo Cortés
Benigno Angulo
Celestino Torres
José Félix Bohómer
Id.
Carlos Cabezas
Bartolomé Chávez
Id.
Id.
Id. y Macario Cárdenas
Faustino Landázurí
Percy Brandon
Pedro J, Castillo
José Gregorio Fernández
Julio Ritcher y P. Brandon
Eusebio María Gómez
Francisco Mejía
Sebastiana Castillo
Manuel M. Fernández de S.
El Rosario
Buenaventura
Toro
Id.
FECHA
24-06-71
30-07-71
01-08-71
01-08-71
26-08-71
26-08-71
Id.
09-09-71
29-09-71
06-09-71
01-12-71
21-12-71
29-12-71
30-12-71
17-01-72
17-02-72
17-01-72
Id.
15-03-72
04-04-72
Id.
06-04-72
Id.
09-04-72
06-04-72
16-04-72
3-V-1872
20-VI-72
Id.
Id.
Id.
9-VI11-72
9-XI-72
9-XI-72
5-XII-72
6-II-73
3-IV-73
21-V-73
5-IX-73
26-XI-73
Percy Brandon
27-XI-73
Francisco Salas y Rudecmdo27-XI-73
Santos
Rufino Arboleda y otros
18-XII-73
Santa Zoilita
Del Medio
Boquía
Barbacoas
San Juan
Toro
San Francisco
Mercedes en Tacón
Mina de "Carbón"
Id.
Id.
Id.
Monte Alto
Tapada
Pali
Chachajó
TorTá
De carbón
dos Id.
Cuatro id.
Soroba
Cerrillo
La Cardenal
Guadualejo
Monchique
hierro y carbón
San José de Timbiqui
El Salto
Vende Cabezas
Sordo
Loaisa
Los Novios
El Mestizo
Llano-Grande
Guaimoral
Guerrero
De Carbón
El Barro
San Miguel
Barbacoas
Popayán
Barbacoas
Id.
San Juan
Toro
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Santander
Cali
Buenaventura
Toro
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
Id.
La Providencia
fin
OU
Las Vetas
Dojurá
Id.
Rio Yácula
Cerro Gordo
San Tomás
Rioverde
Aguase lar as
Barbacoas
Caldas
Supia
Zarzal
Marmato
FUENTE: Rejislro
Riosucio
Atrato
Ofieiai,
James Veaver y socios
5-VI-74
Natalia Lozano
6-VI-74
Manuel Francisco, Mariano 17-VI-74
Martínez, J.de D. Suarez y
Angel M. Alzate
Francisco Cenón Tascón
17-VI-74
Liborio Gutiérrez y socios 17-VI-74
Celestino de la Rocha y
I -11-75
José María Vallejo
Faustino Arias
ii-m-75
Emilio Lémos
l-IV-75
Manuel Ponte y Socios
9-IV-75
Maximiliano Chávez
26-VIII-7J
Cia. de Minas de Torra
26-VIII-75
Manuel Antonio Castaño
30-VIII-75
Lorenzo Villa
30-VIII-75
Lorenzo Villa y socioc
30-VIII-75
Rudecindo v José Ospina
31 - VIII-75
Id.
id.
Id.
id.
Sinforoso Tovar y socios
2-XII-75
Manuel Antonio Prado y soc. 7-1-76
Dorotea Jensen de Payh
8-VI-76
Marciano Arias
28-VÜ-77
Francisco Salas Santiago
31-1-78
Eloi García
27-XI-78
Id.
Id.
Miguel Antonio Palau
16-IX-79
Eustaquio Tascón
16-IX-79
Id
l-X-79
Ramón E. Palau
22-X-79
Bartolomé Chávez
15-1-80
Clemente Diaz
7-VII-80
Vicente Largo y Soc.
7-VII-80
Vicente de la Cuesta
7-VII-80
Ramón E. Palau y
7-VI1-80
Hermógenes Rosas
Guillermo Santacoloma, Soc. 2 8 - V I I José James
4-DC-80
Manuel A Arriaga, Salomón
5-V-81
Posso y Eduvin H. Prindle
Pablo Reinel (dragas)
1-III-82
Patricio Bermeo
7-X-87
Aureliano Durán y socios
18-XII-89
Aureliano Jaramillo y cia. 23-XI-89
Federico Delgado: The Western
Andes Mining Co. Limited 12-VII-9®
varios años; Informes de S«creíanos de Hacienda.
Cuadro P .
produccion de o r o y p l a t a
en el departamento d e l cauca
(PESOS DE ORO)
PROVINCIAS
Barbacoas
Buenaventura
Caldas
Popayán
Quindio
San Juan
Santander
Toro en plata
Id. en oro
DISTRITOS
1887
1888
300.000 300.000
75.514
73.470
12.600
14.400
14.100
14.100
Pereira
28.000
28.000
Santa Rosa
10.000
10.000
10.800
San Francisco 10.800
María
125.000 109.000
Salento
32.356
32.356
125.857 122.450
74.880
74.880
160.000 160.000
525.770 525.770
TOTALES
1889
PARCIAL TOTAL
900.000
300.000
70.629
219.613
39.600
12.600
14.100
42.300
28.000
84.000
10.000
30.000
10.800
32.400
102.000 336.000
32.356
97.068 579.468
117.715
366.022
74.880
224.640
160.000 480.000
525.770 1577.310 2057.310
1494.877 1475.226 1458.850
4428.953
No figuran las provincias de Alrato y Caquetá por no haberse obtenido datos. En las de
Buga, Cali, Obando, Palmira, Pasto, Tuluá y Túquerres, no ha habido minas en
explotación en estos años.
FUENTE: Registro Oficial, #82, Popayán, 12-VI-1890.
Cuadro P . 3
v a l o r de la produccion de o r o en colombia 1885-1899
(miles de pesos oro)
AÑO
1885
1887
1888
1889
1890
1891
1893
1896
1897
1898
1899
COLOMBIA*
2.500
3.000
1.500
3.430
3.695
3.472
2.893
3.000
2.227
2.159
1.845
CAUCA**
1.494 8
1.475.2
1.458.8
FUENTE: * Ocampo, ob. cit, p. 352. ** Cifras oficiales.
Registro Oficial, #82, Popayán, 12-VI-l 890.
•i
49.82
98.34
42.53
CAPITULO
LOS COMERCIANTES Y
EL
VII
SISTEMA
BANCARIO
LA CRISIS FINANCIERA Y EL B A N C O DEL C A U C A
Hasta antes de la guerra del 60 la cantidad de monedas existente en el
Cauca era suficiente para sostener el comercio interno y externo, pues
circulaban monedas nacionales y extranjeras de buena ley. Pero con la
llegada de tropas nacionales que habían hecho la campaña sobre Bogotá,
el Cauca, se inundó de moneda lisa, por las remesas que desde aquella
ciudad se hacían para pagar los gastos militares1. Esta moneda, de forzosa
aceptación, era difícilmente recibida en el comercio, a pesar de un
descuento que fluctuaba entre el 20 y el 25%, lo que constituía una
pérdida salarial para los empleados del gobierno y dificultaba las transacciones comerciales. Esto produjo la queja de los redactores de El
Cauca: "Ya no puede el Cauca soportar por más tiempo la gran cantidad
de moneda lisa que mandó la Tesorería General; justo i urgente es que el
Congreso presuponga la suma bastante para reacuñar la que circula
trabajosamente en el estado; i que la operación se verifique por la casa de
la moneda de Popayán"2.
El sistema monetario fue reglamentado por Ley de 24 de octubre de
1867 que estableció las siguientes "leyes monetarias":
la de 900 milésimos para el peso: la de 835 milésimos para el medio peso,
para los dos décimos y para el décimo: la de 666 milésimos para el medio
décimo y para el cuarto de décimo. En cuanto al peso, ordenó, que la
unidad tuviera 25 gramos, y que dos medios pesos 5 monedas de a dos
1 Respecto al manejo monetario en los momentos posteriores a la guerra V. Guil lermo
Torces García: Historia de la Moneda en Colombia, Medellín, FAES, 1980, pp. 66 y ss
2 El Cauca, # 8, Popayán, 15-IV-1866, p. 2.
248
décimos, diez décimos, 20 medios décimos, y 40 cuartos de décimo
pesaran también 25 gramos. Por el artículo 18 se mandó que fuera forzosa
en todas las transacciones privadas la circulación y admisión por su valor
nominal de las monedas referidas3.
Pero la reglamentación no logró poner orden en el sistema en tanto
que los comerciantes se negaban a recibir moneda colombiana por la
abundante falsificación que de ella se hacía y preferían las monedas
extranjeras. De todas maneras, las monedas falsificadas circulaban y su
valor se tasaba de acuerdo con la cantidad de metal fino que contenían4.
Una idea clara de los valores necesarios para la circulación monetaria se
tienen en el hecho de que en el año económico de 1873-74 se amonedaron
en dobles Cóndores de oro 107.047,819 y en medios pesos de plata
5.991,1285.
Unanoticia que prometía poner orden a la circulación monetaria la dio
el Boletín Industrial, el I o . de Mayo de 1873, al anunciar el establecimiento del Banco del Cauca:
Este nuevo e importante plantel establecido por las personas más
respetables i capitalistas de Cali, comenzará sus operaciones el I o . de
enero de 1874. Con un capital de $ 75.000 en dinero sonante i 225.000 en
billetes, respondiendo los accionistas por un capital de $ 300.000.
Sólo faltan por colocarse 15 acciones de a $ 500 i acabar de aprobar los
estatutos, para proceder a otorgar la respectiva escritura.
También se espera la lei que se está debatiendo en la lejislatura del Estado
relativa a las garantías i otras prerogativas que debe conceder el Gobierno
a esta clase de asociaciones6.
Para apoyar la fundación del banco la Legislatura por medio de la Ley
21 del 20 de septiembre de 1873 autorizó al poder ejecutivo a depositar
en él los fondos que mantuviera a su cargo, e igualmente lo autorizó para
que emitiera una cantidad de billetes que fuera igual al triple de lo que
4 Ibid.
5 Gal indo, ob. cit., p. 217.
6 Boletín Industrial. # 1, Bogotá, Casa Comercial Pereira Gamba & Cia., l-V-1873,
p.3.
249
constituyera su capital social7.
Las expectativas de los caucan os frente al Banco eran tantas que
inmediatamente abrió operaciones comenzaron las críticas a través de la
prensa. Los redactores de La Unión Liberal, se quejaron de que el Banco
del Cauca puso a sus operaciones muchas restricciones, por lo que no
estaba respondiendo a las esperanzas que en él se habían fundado:
Un banco, según nos parece, es una casa de comercio como cualquiera
otra cuya mercancía es el dinero, i ésta mercancía es exactamente un valor
como es el de los jéneros i el de los demás artículos de comercio. El dinero
es una mercancía de que hai actualmente escasez por cierto; pero con ella
se debe...[roto] racionalmente debiendo exigir más en cuanto a seguridades que lo que exige una casa cualquiera de comercio, que marcha con
regularidad y orden en sus negocios, en la venta de sus géneros y en sus
operaciones en jeneral, porque éste establecimiento, así como todos los
que derivan su existencia y su provecho del favor público, debe halagar
a éste presentándole las mayores facilidades posibles8.
La queja consistía en que el banco no estaba aceptando giros,
libranzas, letras u órdenes de pago acorto plazo que vinieran con una sola
firma solidaria, lo que se consideraba una desconfianza excesiva en tanto
que don Federico Guillermo Byrne, quien en ausencia de bancos había
manejado la mayor parte del comercio de letras en Cali, si las recibía y no
había tenido mayores problemas9.
Pero los problemas no terminaban allí. Los caucanos no estaban
acostumbrados a la utilización de billetes por lo que su circulación se
dificultaba. En algunos sitios circulaban con descuento, pero en centros
comerciales como Palmira no circulaban de ninguna manera 10 . En Buga
también se sentían las dificultades para la circulación de los billetes a lo
que se unía la escasez de monedas, pero se esperaba que con la apertura
del Banco de Buga el problema se solucionara. Dicho banco abrió
7 El Ferrocarril. # 76, Cali, 12-IX-1879, p. 301.
8 La Unión Liberal, Cali, 15-IV-1874, p. 19.
9 lbid
10 El Telégrafo, # 1, Palmira, 11-II-1875, p. 1.
250
operaciones el 1 de febrero de 1875, con un capital en metálico de S
24.856,52 y con un capital suscrito en acciones que alcanzó la suma de S
129.000". Dichas operaciones consistieron en brindar créditos con un
interés del 10% anual, con plazo de seis meses y admitiendo un "fiador
de quiebra"; y en la emisión de billetes que circularon a la par con el
dinero12.
En una sociedad tan ruralizaday tan recientemente abierta al comercio
mundial como la caucana, la circulación de billetes tenía que vencer
enormes dificultades. Hasta el momento las transacciones se realizaban
en efectivo o a crédito con base en letras respaldadas por firmas
responsables. Así ganaderos y comerciantes tradicionales confiaban más
en dichas firmas que en el respaldo que podía brindar una recién creada
organización bancaria:
aquí es cosa sabida que hay hombres de negocios, hacendados ricos, que
no solamente no los reciben, sino que estipulan la condición que no se les
pague en billetes. Para esos hombres el valor de un objeto, de un novillo,
de una muía, etc. no puede estar representado en un papelito que se llama
billete de banco; y sin embargo ese mismo hombre para quien cien mil
pesos en billetes no valen nada, guarda con mucho gusto otro documento
que se llama documento contra Mengano, y en el valor de ese documento
que tal vez no se le paga nunca, sí cree, y ese medio pliego de papel sellado
sí representa para el que lo posee el valor del ganado, o del azúcar, o de
las mercancías fiadas13.
Todo esto conspiró en contra del buen desarrollo del sistema bancario,
y en especial del Banco del Cauca que, en 1875, al cumplir el primer año
de fundación fue acusado por el periódico La Escuela Liberal de
Popayán, de no haber sabido explotar el crédito bancario. En realidad el
desarrollo de las actividades del banco durante el año que llevaba
funcionando había contado con innumerables obstáculos, según se
puede observar en la defensa que de la institución hizo el periódico
11 V. Los Principios, # 169, Cali, 12-11-1875, p. 4.
12 El Telégrafo, tt 1, Palmira, 11-II-1875, p. 1.
13 Los Principios, # 170, Cali, 19-11-1875, p. 101.
251
conservador Los Principios:
Establecido el Banco del Cauca en un pais que no había conocido ni
conoce el comercio del dinero y de crédito, confundía y confunde todavía
el billete de banco con el papel moneda y los diversos documentos de
crédito y deuda pública, mandados timbrar y recibir forzosamente por el
Gobierno. Generalmente hablando, para el pueblo de Colombia un billete
de Banco era una cosa parecida a la deuda consolidada Granadina, o
billetes diferidos o de manumisión, o billetes de tesorería, o bonos, todos
los cuales han sido o son un signo de descrédito para el Gobierno; porque
un billete de manumisión no era sino un esclavo de valor de $200
convertido en un papel de $25 pesos valor efectivo, eventualmente
pagados; y un bono es el certificado de que las manos vivas pueden
comerse los bienes de las manos muertas por un 90% menos de lo que
dichas propiedades valían en realidad. En cuanto a los billetes emitidos
por don Tomás Mosquera, no hay quien no sepa en la República aquel
verso que decía:
Diga el General Mosquera
Con que moneda es que paga
Si con cóndores que come
O con billetes que ...
Por eso no faltaron comerciantes de parroquia que los recibían con
descuento, para reembolsarlos inmediatamente; hacendados que
expresamente estipulaban que no se les pagaría en billtes; labradores,
jornaleros y pulperas que los rechazaban en sus pequeñas transacciones,
y lo que es peor, hasta empleados notables creían que no se podían pagar
sueldos con billetes.
El cambio de billetes ha sido abrumador en las oficinas de los bancos del
Cauca y Buga. Los billetes queman en las manos del portador, y tan pronto
como salen del Banco vuelven a solicitar su conversión en dinero. Las
operaciones se traducen inmediatamente a moneda metálica, a simple
usura con fuertes gastos de administración; luego no ha existido ese
crédito que se supone. Desde que el billete se reembolsa se produce en el
Banco un retiro súbito del depósito que el banquero creía que se había
constituido al ponerlo en circulación.
El comercio en general ha hecho esfuerzos para circularlos; pero estos
esfuerzos han sido combatidos y frustrados por la necesidad de hacer
pagos en el exterior con metálico, extrayéndolos del Banco, supuesto que
252
las exiguas producciones del Cauca no permiten colocar fondos en
Europa para que pudieran pagar, girando sobre ellos. Las oficinas
productoras de papel amenazadas con un cambio inmediato, casi por el
total importe de sus cédulas, ¿de qué crédito es que han podido y no han
sabido hacer uso para producir lujosos dividendos?14.
Según el balance de operaciones del Banco del Cauca publicado en
Los Principios # 181, el movimiento crediticio en el año de operaciones
no fue despreciable: $1.992.813. La oficina de Buga, por su parte realizó
operaciones por $351.258. Todo esto apesar de las dificultades que se han
mencionado15.
Para complicar las cosas, el mismo año de 1875 el Gobierno del
Estado exigió al Banco del Cauca que cumpliera con los términos del
contrato celebrado con él. Según este contrato el Gobierno depositaría en
el Banco todos los fondos disponibles y giraría contra ellos; el Banco, por
su parte, se comprometió a abrir una sucursal en Popayán con todos los
fondos del caso. Esto último no se había podido realizar porque no se
habían consolidado las operaciones. Influyó en esto la escasez de metálico
y los bajos capitales del Banco, en tanto que este "no había sido creado
por capitalistas, sino por individuos que, en lo general, eran de mediana
fortuna, que fueron los que más respondieron a la patriótica invitación de
los fundadores principales". El gobierno amenazó con que de no abrirse
la sucursal no depositaría dineros en el banco, ni recibiría sus billetes en
el pago de contribuciones16.
Poco después, aproximadamente una cuarta parte de los que tomaron
acciones en el Banco del Cauca, exigieron que se abriera una agencia del
banco en Palmira quejándose de la apertura de la de Popayán donde no
había buenos negocios y se habían presentado graves problemas con el
gobierno, y de la de Buga donde tampoco se movía mucho dinero. En
Palmira en cambio había negocios, se producía y comerciaba tabaco y
14 X.Y.Z.: "Banco del Cauca", Buga, l-VI-1875¿<u Principios, # 182, p. 167.
15 Ibid.
16 "El Gobiero del Estado y el Banco del Cauca", Cali, 20-11-1875, e í o j Principios,
# 171, pp. 106-107.
253
hacía más falta estimular la circulación monetaria' 7 . Por otra parte, el 4 de
marzo de 1875, unos "accionistas pobres" expresaron una opinión
distinta a la oficial del banco. Para ellos era claro que el Decreto sobre el
contrato con el Estado había sido bien acogido por el directorio del Banco
y Julián Trujillo, Presidente del Estado, había mostrado su intención de
proteger y ayudar al establecimiento. Para ellos era un hecho, además,
que se podía haber abierto una agencia en Popayán y que el banco tenía
en metálico el soporte suficiente para hacerlo sin necesidad de recurrir a
los fondos que debería depositar el Estado 18 .
El agitado debate en que se vio envuelto el Banco del Cauca tiene una
explicación simple: aparte de la tendencia a una economía natural en
muchos sectores caucanos, lo cierto es que se estaban empezando a sentir
los efectos de las limitadas ventas de quinas y tabacos en el exterior, lo que
se tradujo en la escasez de letras de cambio en el Cauca obligando a la
exportación de oro amonedado y de plata para pagar las importaciones,
lo que limitó aún más las operaciones de los bancos 19 . Esto coincidió con
la guerra civil de 1876-77 y con el período de crisis general que se
describió anteriormente. Esta crisis, como es obvio, afectó de una manera
especial al aparato fiscal pues los comerciantes se negaron a pagar
impuestos, por otra parte, no existían productos para gravar mediante el
impuesto al consumo, o a la extracción y nadie pagaba contribuciones
directas. En consecuencia, los empleados tampoco recibían sueldos en
metálico, sino en órdenes de pago de difícil realización. Eustaquio
Palacios comentó el significado de esto en el Municipio de Cali:
El patriotismo lo suple todo, pues sólo por patriotismo pueden haber
empleados públicos consagrados, en un municipio como éste en que no
hay rentas con qué pagar sueldos y en esta época de calamidad: cada uno
recibe su orden de pago para guardarla, o para ver si puede negociarla por
algo a los que tienen que pagar algún impuesto, pues el comercio no la
17 El Telégrafo, # 2, Palmira, 17-11-1975, pp. 6-7.
18 Ibid., # 6, Palmira, 18-111-1875, p. 22.
19 Los Principios, # 208, Cali, 19-XI-1875, p. 61.
254
toma a ningún precio: tal es la suprema desconfianza que les tienen 20 .
La situación preocupó de manera especial a los liberales independientes, quienes aparte de estimular la búsqueda de nuevos productos
pensaban que era necesaria la creación de un Banco Hipotecario que
dotara de capitales a las empresas que se emprendieran y, especialmente,
a las agrícolas puesto que sin capitales de nada valdría promocionar
nuevos productos. La idea de un banco de esta clase fue expuesta en el
periódico El Ferrocarril, como un complemento a las obras de
infraestructura vial y tocó al General Julián Trujillo adelantar las acciones
para llevarla a cabo. Luego de expuesta fue acogida por ciudadanos de
Cali, Palmira y Buga y por algunos vecinos de la capital de Antioquia. En
estos lugares se recogieron suscripciones distribuidas tal como se vé en
el Cuadro B.l.
Como se puede observar la idea tuvo gran acogida, sin embargo no se
concretó por lo pequeño de los aportes; hacían falta capitales más
grandes, pero estaba de por medio el hecho de que estos "han emigrado
en masa" 21 . Obsérvese que la suma total de aportes que se relacionan ($
81.670.oo) estaba muy por debajo de lo que el Banco del Cauca tenía
colocados en créditos ($ 140.000)22. De tal forma que no se podía esperar
la fundación de un banco con capitales tan pobres. Es innegable que la
falta de dinero circulante impedía la iniciación de este tipo de empresas,
y que la desconfianza en que vivían los accionistas del Banco del Cauca
no facilitaba que los habitantes pudientes del Valle arriesgaran capitales
más grandes23.
Por otra parte, la fundación de un nuevo banco agravaría la ya crítica
situación del Banco del Cauca, que ni siquiera había logrado emitir el
triple de su capital en billetes, como era su prerrogativa: "El capital
20 El Ferrocarril, # 30, Cali, 8-XI-1878, p. 151.
21 Samper, ob. cit. p. 102.
22 El Ferrocarril, # 76, Cali, 12-IX-1879, p. 301.
23 Para citar un ejemplo: El monto de los capitales ofrecidos en Cali era muy pequeño:
solamente uno, el de laCasa Comercial Sánchez Hnos, ofreció $ 2.000y 11 ofrecieron $ 1.000
y el resto de allí para abajo predominando los que solo alcanzaban a $ 200. Cfir. El
Ferrocarril, # 1, Cali, 14-11-1878, p. 301.
255
consignado hasta ahora por los accionistas en el Banco del Cauca, es de
100.000 pesos; mientras que la suma que hay en circulación en billetes,
sólo es de 32.000 pesos. De manera que el negocio va al revés: en vez del
triple de la suma, sólo hay en billetes la tercera parte" 24 .
La situación se hizo aun más complicada con el desarrollo de la
"Revolución del 21 de Abril de 1879", que llevó a los independientes al
poder, pues el poco circulante que quedaba se esfumó, lo que impidió que
los bancos recogieran el capital que tenían puesto en créditos y que las
transacciones comerciales se desarrollaran libremente.
De hecho la economía se veía entorpecida por la insuficiencia de
dinero circulante y el gobierno debió sufrir también las consecuencias de
la guerra al presentársele dificultades para sostener el ejército. Por esto,
dictó una medida que habría de dificultar aún más el desarrollo del sector
financiero: el 23 de mayo de 1879 expidió un Decreto "Sobre emisión
de billetes del Gobierno del Cauca", cuyo contenido general era el
siguiente:
1 Emítase y póngase en circulación una suma hasta de ochenta mil pesos
($ 80.000) en documentos de crédito contra el Tesoro del Estado, que
serán de obligatorio recibo dentro de éste, en todas las transacciones que
se verifiquen en él, sujetas a su jurisdicción.
2o. Dichos documentos tendrán el nombre deBilleíes del Gobierno del
Cauca, que se repartirán así:
De a cinco centavos (5 cvs.)
10.000
De a diez centavos (10 cvs.)
10.000
De a veinte centavos (20 cvs.) ...10.000
De a veinticinco centavos (25)... 10.000
De a cincuenta centavos (50) ....10.000
De aun peso ($ 1)
10.000
De a cinco pesos ($ 5)
10.000
De a diez pesos ($ 10)
10.000
3 o . Los espresados billetes, además de ser de obligatorio recibo desde la
fecha de su emisión, i por su valor nominal en las transacciones de que
habla el artículo I o , lo serán también para todos los empleados i
24 lbid., # 76, Cali, 12-IX-1879, p. 301.
funcionarios públicos del Estado en los pagos que deban hacérseles con
fondos de sus Tesoros, pero en el pago de las rentas i contribuciones del
Estado, sólo serán admisibles, por su valor, en la proporción de un
veinticinco (25%) de ellas.
4 o . Los Administradores municipales de Hacienda i los Tesoreros
municipales, podrán cambiar a los particulares dichos documentos por
dinero, en sus oficinas, empleando para ello hasta un veinticinco por
ciento del producto de las rentas i contribuciones que recauden.
5 o . El texto de los mencionados documentos será el siguiente:
BILLETES DEL GOBIERNO DEL CAUCA
Clase única
Número
Por $
El Estado Soberano del Cauca pagará al portador, la suma de $ la cual es
de obligatorio recibo por su valor nominal, en las transacciones que se
verifiquen en el Estado i en los pagos que deban hacerse con fondos
públicos; siendo además admisible en el pago de un veinticinco por ciento
(25%) de todas las rentas y contribuciones que se causen i que es el fondo
destinado para su amortización (Decreto número 50, de 23 de mayo de
1879).
El Secretario,
El Procurador Jeneral,
N.N.
N.N.
El Administrado Jeneral del Tesoro
N.N.25
Como una medida concomitante, y para fortalecer su política monetaria, el gobierno de Eliseo Payán dictó otro Decreto, mediante el cual se
derogaba el que hacía de obligatorio recibo en las tesorerías del Estado los
billetes de los bancos del Cauca y de Buga 26 . Siguiendo con su política de
entronizar a toda costa los llamados "billetes del gobierno", Payán
expidió otro decreto mediante el cual los poseedores de "Libranzas al
Portador de la. clase" deberían presentarse antes de dos meses para
cambiar sus libranzas por los mencionados billetes, en la siguiente forma:
25 Registro Oficial, # 7, Popayán, 31-V-1879., p. 1.
26 Ibid., # 8, 5-VI-1879, p. 1.
2
2 o . Dicha conversión se hará por el capital que la respectiva libranza
representa, más el 40% en dinero; de manera que, por cada cien pesos en
libranzas consignará el tenedor $ 40 en dinero, y recibirá ciento cuarenta
en "Billetes del Gobierno del Cauca", de la Administración Jeneral del
Tesoro, a la que toca hacer la operación de la conversión. [...]
3 o . En consecuencia se suspende la admisión de dichas "Libranzas al
Portador" en la recaudación de todas las rentas y contribuciones, i no se
darán en pago a los empleados del Estado, ni en los demás pagos que
deban hacerse con fondos del Estado. [...]
5°. A virtud de la operación fiscal prevenida, se destina como fondo de
amortización de los "Billetes del Gobierno del Cauca", el 40% de todas
las rentas i contribuciones del Estado, en los términos del artículo 11 del
Decreto número 50 de 23 de mayo último que queda así reformado[...f7.
De esta manera el gobierno caucano aseguraba que sus billetes
circularan, recogiendo, de paso, el dinero circulante que los caucanos
tenían guardado y se negaban a poner en circulación. De todas maneras,
y a pesar del empeño puesto en colocar los billetes y en que fueran
ampliamente aceptados lo cierto es que los particulares se negaban a
recibirlo, o cobraban una sobretasa por hacerlo. Esto obligó a que el
gobierno tomara otras medidas:
Tiene conocimiento el Gobierno de que algunos particulares alzan el
valor de los efectos i víveres a los compradores que pagan estos en Billetes
del Gobierno del Cauca. I siendo esta una medida que perjudica al crédito
i a la circulación de dichos billetes, el Gobierno la considera como una
hostilidad hecha a él i declara que: el individuo que alce el precio común
i corriente en las plazas a los víveres i demás efectos de comercio, por el
hecho de pagarse estos en billetes del Estado del Cauca, queda incurso en
la multa del doble del valor del billete o billetes [...] aplicables a los fondos
de gastos de guerra [...]2*.
Esto creó aún más dificultades al gobierno y llevó a que el poder
ejecutivo por medio de la Ley 10 del 21 de agosto de 1879, emitiera la
27 Ibid., # 9. Popayán. 9-VI-l879, p. 1.
Ibid., # , Popayán, 1 - - 1 8 , p. .
28
cantidad de $100.000 en billetes "para atender a los gastos que demanda
la administracción pública del estado". Estos billetes se denominarían
"billetes del Estado del Cauca", y serían recibidos en pago de todas las
rentas y contribuciones establecidas o que establecieran. Para lograr esto
se ordenó explícitamente: "Los administradores y colectores no recibirán
en pago de las rentas y contribucciones otros documentos que los billetes
a que esta ley se refiere, hasta tanto no se haya amortizado toda la
emisión" 29 .
Esta emisión, que debía haberse hecho por medio del Banco del
Cauca, según la Ley 21 del 10 de septiembre de 187330, fue muy
perjudicial para la citada entidad, puesto que los billetes del Estado del
Cauca, entraron a competir con los suyos, haciendo tan difícil su situación,
que se llegó incluso a rumorar su liquidación3'. En tales condiciones la
emisión de billetes, que buscaba darle capacidad de funcionamiento a la
administracción pública, solo logró empeorar la situación económica y
fiscal del Cauca. Esto fue dibujado por Eustaquio Palacios en un cuadro
tan deplorable que hace sobrar todo comentario:
La escasez de moneda metálica raya en falta absoluta.
La moneda fiduciaria, billetes de banco, apenas existe en los Municipios
del Valle, y es tan poca que no alcanza a satisfacer las necesidades de un
medio en el mercado circulante. La moneda extranjera de 900 milésimos
se extrae toda del país.
La situación fiscal es deplorable en extremo. El gobierno no tiene recursos
para vivir la vida ordinaria.
Sus principales rentas están comprometidas para el pago de una gran
parte de la deuda que ocasionó la guerra; y en seis meses, no podrá
disponer el gobierno de todo su producto.
Los bancos tienen créditos, sus billetes en los Municipios expresados,
circulan como moneda; pero no pueden ensanchar su circulación, porque
a mayor circulación corresponde mayor cambio; y como los pagos son
lentos y difíciles todavía, los bancos no podrían conservar su encaje legal.
29 El Ferrocarril, # 75, 5-IX-1879, p. 299.
30 Ibid., H 76, 12-IX-1879, p. 301.
31 Ibid., p. 300.
El crédito del gobierno ha sufrido mucho, con el ensayo del papel moneda
-"billetes del gobierno"-. Apenas emitidos sólo valían el 60%, luego el
50% y hoy el 30%.
Negocio para los agiotistas, pérdida para el pueblo, representada en el
sueldo del empleado, el alquiler de bestias para el servicio público, la
ración del soldado, etc.32.
El descrédito de los "billetes del gobierno" obligó a que el Estado se
decidera a apoyar al Banco del Cauca, para lo cual se comprometió a abrir
una cuenta en dicho establecimiento por valor de $ 60.000 durante un
término de 16 meses. Esto permitiría al banco emitir una cantidad de
billetes por el doble del monto de la cuenta, manteniendo el encaje legal.
De otra parte, el gobierno se comprometió a no emitir billetes de ninguna
clase y a admitir billetes del banco en pago de rentas y contribuciones en
su tesorería, suspendiendo la emisión hecha en 187933.
La situación del banco se vio afectada también por el hecho de que en
\ isla de la dificil situación económica, la Legislatura "autorizó a los
deudores para presentar en pago, al ser ejecutados, aún los objetos menos
realizables, por ejemplo algún derecho de tierras en la Patagonia; esta
mora de los deudores impidió al Banco hacer uso del derecho de emitir
una suma en billetes triple del capital sonsignado"34. De esta manera el
banco no podía adelantar ejecuciones contra sus deudores porque se
llenaría de terrenos inútiles. Aparte de esto, el banco había sido saqueado
el 24 de diciembre de 1876 y debió reconocer el valor de sus billetes
cuando salieron al mercado35. Un balance de 1877 muestra que se le debía
la suma de $ 140.000 de los cuales $ 32.000 correspondían a intereses sin
posibilidad de recuperación36. En tales condiciones el banco era un mal
negocio para sus accionistas:
Los accionistas no reciben, desde 1876, ni un sólo centavo como crédito
de sus capitales colocados en el Banco, de suerte que paira ellos esa
32 Ibid.
33 Ibid., # 123, l-X-1880, p. 491.
34 Ibid., # 76, 12-IX-1879, p. 301.
35 V. Sinisterra, ob.cit.,y El Ferrocarril, los números
36 El Ferrocarril, # 76, 13-IX-1879, p. 301.
correspondientes al año 1878.
empresa ha sido hasta ahora un negocio pésimo, porque casi se ha
convertido en simple establecimiento de beneficiencia y no hay siquiera
seguridad de recuperar el capital37.
Cuando cesó el gobierno provisorio de Eliseo Payán, subió al poder
el general Ezequiel Hurtado, quien continuó enfrentando el problema
monetario del Cauca. El 6 de julio de 1881 escribió a la Legislatura del
Estado anunciándole el envío hecho por el Poder Ejecutivo Nacional de
una remesa de S 40.000 en moneda de niquel, emitida con base en la
autorización de la Ley 39 que creó el Banco Nacional, y que él habia
solicitado que el dinero se enviara mitad en níquel, mitad en plata "esto
por el temor fundado de que la circulación de una suma considerable de
moneda de nikel en el Estado presentase grandes inconvenientes". Pero
la remesa contó con mala suerte:
Según informes recibidos en la secretaría de Hacienda, una parte de ese
ausilio se perdió en el incendio de Buenaventura i otra se calcinó por el
fuego; i aunque se autorizó al Señor Administrador principal de Hacienda
Nacional de Cali para hacer los gastos de limpia, recuento i separación de
dichas monedas, aún no se ha podido saber qué cantidad se perdió, ni cual
haya sido inutilizada por el fuego. [...]
Ultimamente, i por telegrama del dia 2 del mes en curso, se ha sabido que
el poder ejecutivo nacional comunicó al señor Administrador de
Buenaventura, una orden para que sólo recibiese la moneda de nikel en
el 10% de los pagos que se hagan por derechos de importación3'.
Lo grave del asunto radicó en que estas monedas no tuvieron
aceptación dado el porcentaje tan bajo en que eran recibidas por la
recaudación pública, lo que obligó a expedir el Decreto # 23 de agosto de
1881, que dispuso que la moneda de nikel fuera recibida en las oficinas
de Hacienda del Estado en la misma proporción en que lo eran en la
Hacienda Nacional, es decir en el 25%, de la misma manera se daría a los
37 Ibid., Véase Hyland, ob. cit., pp. 213 y ss.
38 Ezequiel Hurtado: "Mensaje del ciudadano Presidente a la Honorable Lejislatura
del Estado", Popayán, 6-VII-81, en Rejistro Oficial, # 114.
acreedores del Tesoro39. Lo que no solucionó el problema, puesto que el
público siguió rechazándolas, especialmente en Cali y Palmira donde las
protestas no se hicieron esperar40, encabezadas por el gerente del Banco
del Cauca, Miguel Guerrero quien, el 5 de octubre de 1881, envió el
siguiente telegrama al Secretario de Hacienda del Estado:
Comerciantes introductores rechazan nikel. Comercio empiezaarechazarlo.
Podrá el Gobierno Nacional recoger el poco que circula en la Aduana y
suspender la emisión?
Descontento público41.
El Jefe Municipal de Cali, Benjamín Núñez, envió otro:
Comercio rechaza nikel y particulares no quieren recibirlo por lo mismo.
Puede obligarse recibo de acuerdo ley 178 de policía? Espero instrucciones
para procurar salvar esta situación difícil. Hay alarma y descontento. Es
urgente42.
El jefe municipal de Palmira, envió otro el dia 7:
Desde ayer se rechaza moneda nikel. Disgusto popular puede ocasionar
disgustos graves, por ser única moneda que circula en pequeñas
transacciones.
Enemigos de política actual, atizan discordia
Hoy reuniré junta comerciantes para acordar algo que salve situación43.
Telegramas igualmente alarmantes llegaron de Cali donde la junta de
comerciantes se negó a recibir las monedas y pidió que fueran recogidas.
Ante esto el Presidente Rafael Nuñez ordenó el cambio de níquel por
dinero en Cali y Palmira, comisionando a la Casa de "Gaviria e Hijo",
lo que no se pudo efectuar por no contar con fondos suficientes44.
En el fondo de todos estos problemas se ocultaban diferencias
políticas. Los fundadores del Banco del Cauca eran destacados
comerciantes conservadores y radicales que vieron en el gobierno
independiente un peligro para sus actividades económicas. Es esto lo que
39 Decreto # 80 de 13 de agosto de 1881, en Ibid., # 115, p. 2.
40 Popayán, 13-X-81, en/tó/., # 155, p. 2.
41 "Alcance al Rejistro Oficiar, # 155, Popayán, 15-X-81, p. 1.
42 Ibid.
43 Ibid
44 Ibid.
explica que los problemas del banco se agravaran a raiz de la guerra de
1885, cuando sus directivos fueron acusados de haber financiado la
revuelta de la Guardia Nacional en Cali. Esta fue una de las principales
acusaciones que se hicieron a don Ernesto Cerruti, uno de sus directivos:
En 19 de enero de 1885, el dia mismo del pronunciamiento de la Guardia
Colombiana que mandaba el Jefe traidor Guillermo Márquez, el señor
Cerruti proporcionó a los rebeldes y traidores fondos del Banco del
Cauca; y continuó proporcionándoselos después, en dos ocasiones
distintas. El empréstito no se solicitó por memorial escrito, según los usos
del Banco, sino por solicitud verbal hecha por el señor Cerruti a nombre
de los revolucionarios, entre ellos el que hacía de Jefe Municipal, y fue
directamente entregado, por lo menos gran parte, no a los solicitantes sino
a los empleados rebeldes, y sin que haya prueba de fuerza mayor45.
Esto fue confirmado por don León Solarte comerciante caleño, el 5 de
octubre de 1885, cuando dijo que el dia que se rebelaron los soldados
se presentó en casa del exponente el Señor Ernesto Cerruti, llevando un
rollo de billetes del Banco del Cauca, firmados por el Gerente y el
Inspector, y con falta de la firma del declarante, quien era Presidente del
Directorio del Banco, y después de ofrecerle sus servicios como amigo y
por sus influencias y relaciones entre los rebeldes, para que lo ocupara en
caso de que tuviera necesidad de ellos por considerarlo en mala situación
por ser partidario del Gobierno caído en ese dia, lo cual le agradeció
debidamente, le dijo: que desde ese dia él (Cerruti) sería quien lo hacía
todo en el Banco; que el Gerente estaba asilado en su casa; que se
necesitaba la suma de cinco mil pesos para gratificar a los que habían
hecho la rebelión y que era necesario tomarla del Banco, procurando sí
que fuera con las seguridades convenientes, y que para ello se contaba
con las firmas de los señores Gavirias [e hijos], Argaez, Ramírez, Lalinde
[hermanos] [Restrepo y Mendoza] y otros; que de este modo se evitaría
que pretendieran algún atentado en contra del Banco, pues se temía que
quisiesen saquearlo [...]46.
Declaró además que sabe que posteriormente Cerruti sacó cinco mil
pesos más y que después retiró otros mil y que esos billetes los firmó el
45 Registro Oficial, # 398, Popayán, 13-11-1886, p. 1.
46 Ibid., # 398, Popayán, 13-11-1886, p. 2.
mismo Cerruti en calidad de Vicepresidente del Directorio47. Entre los
comerciantes que aparecieron firmando pagarés se encontraban Fidel
Lalinde y Gaviria e hijos, Ricardo Gaviria, Aristipo Mazuera, Pedro
Antonio Córdoba y Jacinto González.
Otro pagaré aparece firmado por Evaristo y Neponuceno García,
Rafael Argaez 48 . En su declaración Belisario Buenaventura, Gerente del
Banco, dijo:
Juzgué conveniente llamar y llamé al señor Cerruti, Vicepresidente del
Directorio en su condición de extranjero y relacionado con personas que
figuraban en primera escala en la revolución como los señores Gaviria y
porque siendo accionista por una gran suma el señor Cerruti, naturalmente
debía tener gran interés por el establecimiento, para suplicarle que fuera
a salvar aquellos intereses que tenía yo el deber de salvar [...]49.
Aparte de la financiación del golpe, a Cerruti se le acusó también de
haber negociado con dineros de empréstitos forzosos:
Un cheque contra el banco girado con fecha 5 de febrero para el pago
de una contribución forzosa impuesta por los rebeldes, aparece endosado
al dia siguiente en favor del señor Cerruti quien pretendió cobrarlo mucho
tiempo después de ocupada Cali por fuerzas del Gobierno 50 .
Todo esto, unido a la fundación del Banco del Estado y a la conversión
del Banco Nacional en el único con privilegio de emisión llevaron a que
el Banco del Cauca, por disposición del Gobierno Nacional, se viera
obligado a recoger los billetes que había puesto en circulación. Esto
produjo escasez de circulante en los municipios del norte y obligó a que
el Banco del Estado abriera una sucursal en Cali. La tarea de recoger el
circulante no era sencilla y por lo mismo se le dio al Banco del Cauca un
plazo de dos años para realizarla51.
47 Ibid., # 398, Popayán, 13-11-1886, p. 2.
48 Ibid., p. 2.
49 Ibid.
50 Registro Oficial, # 398, Popayán, 13-11-1886, p. 1.
51 El Ferrocarril, Tomo 3, 19 de enero de 1889, p. 1.364
EL BANCO DEL ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
En 1881 se hizo una reforma a la Ley #21 de 1873 sobre Bancos que
ordenaba que en adelante todas las compañías bancarias se deberían
constituir con un capital en metálico que no bajara de $ 25.000, declarando
una exención de impuestos por los primeros seis años, e impidiendo que
adquirieran más bienes inmuebles que los necesarios para las oficinas,
exceptuando los que recibieran en pago de algunas deudas. El Artículo
Io fue objetado por E. Hurtado dado lo bajo del monto del capital, el cual
debería elevarse por lo menos hasta $50.000".
No se conoce que amparados de ella se hubiesen establecido más
bancos, pero en la medida en que ni el Banco del Cauca ni el de Buga
lograron satisfacer las necesidades de la economía caucana, el 22 de
febrero de 1884 se expidió el Decreto #21, "Orgánico del Banco del
Estado Soberano del Cauca"53. El banco se creó a partir del Io de marzo
de 1884 como sociedad anónima de capital ilimitado por parte del Estado
y limitado para los accionistas, con domicilio en Popayán y con una
duración de cincuenta años prorrogables, pudiendo hacer emisión hasta
por las dos terceras partes de sus existencias en metálico respondiendo el
Gobierno del Estado por la solvencia del establecimiento. "En
consecuencia compromete para ello todas sus rentas, sus acciones en el
Ferrocarril del Cauca y demás propiedades, y se declara que dichos
billetes son documentos de crédito que otorga y emite el Gobierno del
Estado, amortizables con el veinticinco por ciento de sus propias rentas
destinado a la formación del Banco". Estos billetes serán recibidos como
"dinero sonante en pago de todas las rentas y contribuciones del Estado,
y pagados a la vista cuando por tal objeto se presenten al Banco".
El carácter de banco oficial quedó ratificado en el Art. 8 o : Todas las
Adm inistraciones de Hacienda del Estado se considerarán como sucursales
52 Popayán, 6-VIII-81, en Registro Oficial, #115.
53 Para una completa historia de este banco V. Diego Castrillón Arboledatfiíforá del
Banco del Estado y la moneda rodando como propiedad privada, Bogotá, Ed. Tercer
Mundo, 1983.
del Banco, para el pago o cambio en dinero de sus billetes en cada mes,
hasta el cupo del veinticinco por ciento del producto bruto de las rentas
que recauden; a cuyo efecto por cuenta del capital del Banco mantendrá
este, en cada oficina de las expresadas, la suma necesaria para dicho
cambio, calculada por el poder ejecutivo en vista del último producido
mensual de dichas oficinas. Esta conseción puede retirarla el Directorio
cuando lo estime conveniente54.
El gobierno se comprometió a mantener en el banco una cuenta
abierta y a adelantar las acciones necesarias para que lo mismo hicieran
los gobiernos de la Unión y de otros Estados. Los billetes serían de
obligatorio recibo como dinero contante y sonante por otros bancos, pero
no ocurría lo mismo en caso contrario si se sospechaba la insolvencia de
las otras instituciones.
El Capital era de 75.500 pesos así: 50.000 que puso el Estado en dinero
y 25.500 valor de 255 acciones que podían ampliarse hasta un número de
mil a un precio de 100 c/u. Ningún accionista particular podría tener más
de cien acciones. El banco ejecutaría todas las operaciones de descuento,
préstamo, emisión, giro, depósito y todos los otros que permitieran las
leyes. A ninguna persona se le prestaría más de cinco mil pesos 55 .
El 29 de febrero de 1884 la Junta de Accionistas del Banco nombró a
Manuel Dolores Camacho y Rafael García U. como miembros principales
del Directorio y a Jeremías Cárdenas y José María Iragorri como suplentes.
De Inspector Abogado principal se nombró a Joaquín Valencia y suplente
a Joaquín Martínez E. En estos nombramientos no figuraron los votos del
Gobierno. Presidió la Junta el Secretario de Hacienda Ramón M. Arana 56 .
El directorio definitivo quedó integrado así:
Ramón M. Arana, Secretario de Hacienda, Presidente.
Eudosio Constata, Procurador General del Estado.
Joaquín Valencia, nombrado por la Legislatura.
Manuel Dolores Camacho y Jeremías Cárdenas por los accionistas.
54 Registro Oficial, # 292, Popayán, 27-11-1884.
55 Ibid.
56 Registro Oficial, # 293, Popayán, 3-III-1884, p.l.
La elección de func ionarios del Banco fue realizada por este Directorio
en la siguiente forma:
Gerente
Federico Restrepo
Cajero
Eduardo Holguín
Tenedor de libros Cándido Sánchez
Secretario
Miguel L. Guevara
Oficial Escribiente...Rafael Quijano M.
Portero y Citador Antonio Figueroa57.
Para asegurar el funcionamiento del banco, la Secretaría de Hacienda
resolvió en noviembre de 1885 que las monedas de 500 milésimos y el
papel del banco de 10 y 20 centavos, emitidos por el Gobierno del Estado,
serían recibidos como dinero corriente en todos los pagos oficiales y
privados. Esta emisión se hizo a raiz de la guerra de 1885 y el gobierno
argumentó que la respaldaba en las rentas del Estado. El Gobierno
Nacional apoyó esta medida58.
El monopolio oficial de los bancos quedó establecido en la Ley 27 del
18 de febrero de 1887, que eliminó todos los privilegios de cualquier clase
que hubieran sido concedidos a los bancos particulares. También ordenó
que dichos establecimientos deberían publicar avisos en los que
anunciaran que recibirían en todas las operaciones los billetes del Banco
Nacional. Los que se negaran a hacer esto "quedarán incapacitados para
verificar otras [operaciones] que no sean las conducentes a su inmediata
liquidación"59, lo que cerró definitivamente el Banco del Cauca y llevó a
que Aquilino Aparicio, Gobernador del Departamento, enviara un mensaje
al Directorio del Banco del Estado en el que expresaba que el gobierno
había concedido prerrogativas que le habían permitido salvarse de la
bancarrota en los momentos de crisis monetaria que vivía el Cauca, por
lo tanto se veía obligado a apremiarlo para que abriera una agencia en Cali,
sitio donde más se sentía la escasez de moneda 50 , lo que se efectuó el 3
57 Ibid. ,# 293, p. 1; # 294, Popayán, 8-III-1884, p. 1.
58 Ibid., # 382, Popayán, 27-XI-1885, pp. 1-2.
59 Ibid., # 59, Popayán, 28-11-1887, p. 4.
60 Ibid., # 85, Popayán, 18-VI-1887, p. 1.
de septiembre de 188761.
Concomitante con esta política de monopolio bancario marchó la del
privilegio de emisión, que hizo de curso forzoso los billetes del Banco
Nacional. Esto fue a regañadientes aceptado en todo el Cauca, máxime
si existía una tan marcada escasez de numerario. Sólo en las regiones del
Sur la medida no fue aceptada. En 1887, Pedro Antonio Molina,
Gobernador del Cauca, envió una circular a los prefectos de las provincias
de Pasto, Túquerres, Obando y Barbacoas, en la que ordenaba que se
diera cumplimiento a los decretos que sobre moneda había dictado el
Gobierno Nacional con el fin de lograr que los billetes del Banco Nacional
y del Estado tuvieran aceptación en dichas provincias. Decían también
que la contravención de la ley daría lugar a sanciones en cárcel o a multas
en metálico". El 30 de agosto de 1887 Maclovio Gutiérrez, alcalde del
Distrito Municipal de Tumaco envió una circular a los comerciantes del
puerto en la que decía que debido a la última guerra el Gobierno Nacional
se vio obligado a recurrir a la emisión de papel moneda y citó la siguiente
disposición del Consejo Nacional Legislativo: "Art. 15. Los billetes del
Banco Nacional continuarán siendo la moneda legal de la República, de
forzoso recibo en pago de todas las rentas y contribuciones públicas, asi
como en las transacciones particulares, subsistiendo la prohibición de
estipular cualquier otra especie de moneda en los contratos de contado o
plazo" 63 .
A pesar de esta medida en 1890 en el Sur circulaban los billetes con
enorme dificultad. Allí la situación era así: El papel moneda no circulaba,
la moneda de plata de 0,500 y las de níquel tampoco. Sólo se encontraban
las antiguas monedas nacionales de plata, "pesos fuertes de 8 reales,
pesetas de 5,4,2 reales, reales sueltos y medios y cuartillos. Y eso con la
condición de que estén bien selladas todas esas clases de monedas, pues
de no ser así tampoco se reciben en ninguna clase de negociación". Por
eso el comercio de la región estaba en crisis pues no existía sino una
61 El Ferrocarril, U 283, 16-IX-1887, p. 1.129.
62 Circular # 4. Popayán 16-V1II-1887, en Registro Oficial, # 102, p. 3.
63 Maclovio Gutiérrez: "Circular # 17", Tumaco, 30-V11I-1887, eiibid., # 119, p. 4.
pequeña cantidad de "moneda lisa", que era recibida con un descuento
del 35% 64 . Todavía en 1891 la situación era difícil, puesto que Jorge
Brison dice que a pesar de circular el papel moneda con descuento,
circulaban otras monedas extranjeras: "El dinero colombiano en
circulación es el papel-moneda; "peso fuerte o de ley", que se subdivide
en fracciones de "medio peso", o cinco reales, dos reales, un real, como
el "nacional" de la República Argentina. Los soles de plata del Perú, de
Chile y del Ecuador tienen una prima de 40% al cambio. El oro está a
84%65.
Y a pesar de que las monedas circulaban con prima, lo cierto es que
su circulación no era tampoco nada fácil:
[,..]eran insufribles para mí las condiciones del comercio cuanto a la
moneda. Si está recientemente acuñada; si cedió al deterioro de los años;
si tiene, en fin, un puntito que no venga del molde, U. se morirá de hambre
en medio de la opulencia66.
Como se ve, la situación monetaria del Cauca seguía siendo difícil, a
pesar de que el Banco del Estado se mostraba como un negocio exitoso.
La pregunta es ¿cómo sus directivos lograron que no siguiera la misma
suerte de los otros establecimientos?. La respuesta no puede ser más
sencilla: Las relaciones políticas de su directorio, compuesto por
conservadores e independientes, con el gobierno regenerador caucano
llevaron a que el banco financiara al gobierno en momentos en que el
Banco del Cauca había utilizado sus capitales para financiar a los rebeldes
radicales. Esto se puede comprobar en el reconocimiento por parte del
gobierno del Departamento de una deuda por $ 426.386,100 en favor del
Banco y cuyo pago estaba garantizado por el Gobierno Nacional de
acuerdo a la Ley 124 de 1887: "El origen de este crédito data de la
revolución de 1885, para afrontar la cual hubo el Gobierno del extinguido
Estado, imperiosa necesidad de apelar al Banco en solicitud de aquella
64 El Meridional, # 11, Pasto, 25-11-1890, pp. 87 y ss.
65 Brisson, ob. cit., p. 17.
66 Vélez T„ ob. cit., p. 17.
2
suma, porque no bastaban para el objeto expresado los demás arbitrios
de que echó mano o que le facilitaron los patriotas agrupados alrededor
de su autoridad para sobreponerla de las insanas pretensiones de los
revoltosos" 67 .
El éxito del banco se puede ver en el informe que su gerente, Aquilino
Aparicio, presentó el 27 de diciembre de 1889:
Los resultados para los accionistas han sido del orden del 211%, en el
espacio de 5 y medio años.
Cuenta el Banco con con verdadera solvencia y sus billetes gozan del
privilegio de ser recibidos en todo el Departamento a la par que los del
Banco Nacional. Además la ley 124 de 1887 (13 de junio) en su artículo
primero incluyó en los doce millones de pesos que podía emitir y poner
en circulación el Banco Nacional los $ 700.000 en billetes emitidos por
este Banco hasta el 7 de septiembre de 1886 fecha del decreto ejecutivo
por el cual se declaró restablecido el orden público.
En cumplimiento del artículo 2°. de la citada ley 124 se hizo por el
Ministerio del Tesoro un arreglo de cuentas con el gobierno del
departamento; y resultando de él que la suma de billetes que este Banco
emitió y dió en préstamo para el restablecimiento del orden público en el
año de 1885, fue la de $ 420.586,700, se dictó el decreto número 576 (27
de agosto de 1887) por el cual se ordenó convertir dicha suma en billetes
del Banco Nacional [...]68.
En vista de esto se pidió que el banco abriera más oficinas en los
municipios del Norte y del Sur 69 .
Las dificultades económicas para el gobierno regenerador caucano
no habían terminado con los éxitos del banco. Por el contrario, para 1894
el proyecto económico regenerador había hecho crisis. Las acusaciones
sobre emisiones clandestinas por parte el Banco Nacional se dejaban
sentir en la prensa y sus billetes se desvalorizaban rápidamente. La
economía entraba en crisis. Un buen retrato de la situación fue hecho en
67 Informe del Secretario de Hacienda a la Asamblea Departamental del Departamento
Nal. del Cauca en sus sesiones ordinarias de 1888, p. 10.
68 Registro Oficial, Popayán, 1889, pp. 47-48.
69 Ibid.
la Unidad Nacional de Popayán:
El alto cambio de las letras sobre los mercados europeos hace que los
artículos de primera necesidad para la vida, hayan alcanzado enormes
precios. Por la misma razón han disminuido las importaciones de
mercaderías extranjeras y esto ha determinado notable baja en las rentas
de aduanas, la más considerable de la república. El Tesoro Nacional está
exhausto y las Cajas del Departamento no están llenas [...]
[...] ¿qué es lo que detiene en el extranjero a esos capitales colombianos?
Si aquí hubiera abundancia de moneda y no hubiera negocios que hacer,
se explicaría fácilmente su forzada permanencia en el exterior: no vienen
porque no hay en qué emplearlos y allá ganan un interés aunque muy
pequeño. Pero sucede al revés: Nos falta dinero y la industria y el
comercio están pidiendo a voz de cuel lo para poder moverse y desarrollarse,
de suerte que ios que se emplearan en nuestro suelo crecerían a ojos
vistas: el organismo económico está ávido de dinero. Si miramos otras
condiciones actuales del pais veremos dos cosas que son las que
espantan: el peligro de una guerra civil y el peligro de una mayor
depreciación del Billete del Banco Nacional. Ante esa cruel expectativa
prefieren naturalmente quedarse casi improductivos pero si seguros en el
extranjero a venir a Colombia a convertirse en billetes de banco que
pueden llegar a ser de valor puramente nominal, o a arrivar a tiempo de
guerra y perderse por completo.
Y aquí encontramos la cuestión económica ligada a la cuestión política,
y tan estrechamente unidas entre sí que parecen una sola: si no hay paz no
hay trabajo y por consiguiente no hay riqueza.[...]
Asegurada la paz que por si sola es ya un gran remedio, especialmente
para las dolencias económicas, nos queda, sin embargo, otra necesidad
debida a las circunstancias especiales del pais: sostener y levantar el
crédito del billete, porque pensar que podamos volver pronto a la
circulación de moneda metálica es pensar en lo excusado. Hay quienes
temen que en vista de la escasez de numerario en las arcas nacionales
quiera el Congreso en sus próximas sesiones ordenar una nueva emisión.
No tenemos datos para juzgar si el pais está en capacidad de recibir la
nueva emisión de papel moneda sin gravísima perturbación; pero creemos
que no sería prudente desatender esa instintiva y general repugnancia con
que se mira aquella, pues que abierta una vez la puerta de las nuevas
emisiones sería muy difícil cerrarla, porque las exigencias en materia de
2
dinero nunca son pocas70.
Las expectativas ante una nueva emisión se cumplieron cuando se
descubrió que el gobierno había hecho emisiones clandestinas de billetes
contraviniendo lo que decía la "Ley de Regulación del Sistema
Monetario" expedida en 1892:
Art.10. Mientras el Banco no abra el cambio de sus billetes, sólo podrá
emitir de sus propios billetes, para operaciones bancarias, una cantidad
igual a la que tenga en sus cajas en oro o plata. Sólo la ley podrá modificar
esta proporción.
Igualmente podrá emitir billetes en cambio de los depósitos que hagan los
particulares o el Gobieno en barras de oro o plata a ley no inferior de
0.835; pero tales billetes se retirarán de la circulación cuando se retiren los
depósitos, los cuales estarán siempre a la orden de sus dueños, pudiendo
estos retirarlos en todo o en parte71.
Las emisiones clandestinas se hicieron a pesar de que el Presidente
Miguel Antonio Caro aseguró que nunca se harían. Esto restó credibilidad
al gobierno en momentos en que se rumoraba que los liberales se
lanzarían a la guerra, como en efecto lo hicieron en 1895, señalando el
fracaso definitivo del proyecto económico regenerador.
70 La Unidad Nacional. # 64, Popayán, 28-IV-1894, p. 1.
Ibid.
Cuadro B.l.
banco hipotecario
PROCEDENCIA
NO. SUSCRIPC.
Cali
Buga
Palmira
Medellin
Totales
FUENTE: El Ferrocarril
43
60
27
19
149
%
APORTE TOTAL
28.85
40.26
18.12
12.75
100.00
$ 21.420
21.300
9.550
29.400
81.670
%
26.22
26.08
11.69
35.99
100.00
# 1, Cali, 14-11-1878, p. 301.
Cuadro B.2.
accionistas banco d e l estado del cauca. 1884
SUSCRIPTOR
Carlos Albán
Arquímedes Angulo
Leónidas Ayerve
Rafael A Arboleda
Ernesto Arboleda
María I.V.de Mosquera
Rafael Bedoya
Angel María BorTero
Fermín Beltrán
Hermán G. Bohomer
Bartolomé Chávez
José L. Carvajal
Eduardo Castro
Teodomiro Calderón
Jeremías Cárdenas M.
Joaquín Caicedo C.
A Caicedo
Jerónimo Caicedo
Eudocio Constaín
José M. Cabal H.
Juan Castillo e Hijo
Hipólito Castrillón
Juan Cerón
Clemente Diaz
Carlos Greiffenstein
José M. Domínguez
ib & Cia.
Gregorio J. Eguizabal
PROCEDENCIA
ACCIONES
Popayán
Palmira
Huila
Popayán
Popayán
Popayán
Popayán
Cali
Roldanillo
Santander
Supía
Palmira
Ipiales
Buga
Popaván
Cali "
Ipiales
Popayán
Popayán
Buga
Popayán
Popayán
Popayán
Riosucio
Supía
Cali
Cali
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1
1
Faustino Gordillo
Segundo Gutiérrez
Ignacio Gordillo
Rodolfo González
Pantaleón González
Rafael González
García U. Rafael
Heribeito Hurtado
Pedro A Holguín
José M. Iragoni
Benito López
Belisario Lozada
Antonio Lemos
Pedro P. López
Ignacio Muñoz
Francisco Muñoz
Emiliano Mosquera
Mercedes Muñoz e hijo
Manuel Mejia
J.R. Monzón
Pedro A, Molina
Pastor Mera
Lino Mejia
Ulpiano Obando
Martín Ortiz
Joaquín Ortiz
Elíseo Payán
Aparicio Paz
dionisio Pérez
José A Pinto
Miguel A Palau
Ricardo Quintero
Federico Restrepo
Elias Rentería
Sánchez Segundo
•Alejandro Santander
J.María Taborda
Tascón & Hijos
Francisco Tascón
Juan de Dios Ulloa
Demetrio Urizar
Dámazo Zapata
Primitivo Valencia
Eladio Valencia
Avelino Vela
Pedro A Balcázar
José Fernández
SUMAS
Hato de Lemos
Hato de Lemos
Hato de Lemos
Buga
Buga
Buenaventura
Popayán
Barbacoas
Palmira
Popayán
Buenaventura
Buga
Popayán
Popayán
Popayán
Popayán
Popayán
Ipiales
Santander
Barbacoas
Buga
Pasto
Roldanillo
Popayán
Barbacoas
Roldanillo
Popayán
Popayán
Bugalagrande
Tutuá
Riosucio
Buga
Popayán
Tuluá
Ipiales
Pasto
Riosucio
Supía
Supía
Popayán
Popayán
Bogotá
Popayán
Popayán
Ipiales
Popayán
Popayán
FUENTE: Rejistro Oficial, # 292, Popayán, 27-11-1884, p. 5
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259
CAPITULO
EMPRESARIOS Y
VIII
POLITICOS
DEL C A U C A
A finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta se nota en
el Cauca el surgimiento de compañías comerciales que se dedicaron a
especular con productos de exportación1, lo que las puso en contacto con
casas extranjeras situadas en Panamá y Europa. Fue precisamente en esta
época cuando los comerciantes caucanos entraron en la lógica de circulación del capital comercial que convirtió al Cauca en región exportadora
de materias primas.
Ante la ausencia de grandes capitales los productos de exportación
eran consignados a empresarios europeos que enviaban en retomo
mercancías extranjeras. También y gracias a la presencia de un grupo
pequeño de extranjeros, que llegaban sin capital monetario pero apoyados en cartas de crédito de casas comerciales de Panamá, los caucanos
conocieron un sistema financiero -que suplía la falta de bancos y que
estaba llamado a reemplazar el sistema crediticio heredado de la Colonia
y monopolizado por las instituciones religiosas y los terratenientes a
través de capellanías y censos-, que les permitía comprar giros y cartas
de crédito sobre casas europeas para facilitar sus viajes al antiguo
continente e importar mercancías. Desde este punto de vista la presencia
de extranjeros fue fundamental para el desarrollo de las exportaciones.
Aparte de esto, al ver la debilidad del comercio prácticamente todos
los extranjeros fundaron casas comerciales asociados con comerciantes
caucanos que aportaban no sólo capital sino también el conocimiento de
la región y, lo que es más importante, relaciones políticas que daban
1 Cfr. Hyland, ob. cit., p. 108.
ventajas al capital al facilitar negociados con los gobiernos del Estado. A
su vez, el extranjero poseía relaciones internacionales, el conocimiento
del sistema comercial y también la seguridad que brindaba a los comerciantes caucanos -casi todos activistas políticos- su nombre como razón
social, ya que al pertenecer a un extranjero sus bienes no serían tocados
por los gobiernos de turno. Muchos caucanos escondían capitales en
empresas de este tipo.
Curiosamente, quienes se asociaron con los extranjeros fueron los
comerciantes que estuvieron matriculados en alguna de las facciones
liberales. Esto posiblemente se debía a que nadie mejor que ellos podría
explotar las ventajas que ofrecían los vínculos con el gobierno para
lograr contratos de importación y de obras públicas, para rematar bienes
decomisados, para arrendar bosques quineros, para rematar rentas, etc..
También se podría pensar en la afinidad que daba el pertenecer a las
logias masónicas. No debe olvidarse que las principales autoridades del
Estado, tales como Mosquera, Trujillo, lo mismo que destacados extranjeros como Eder o Cerruti eran masones. Esto era tan de conocimiento
público que en 1872 en La voz del Cauca apareció el siguiente verso a
propósito de una nueva candidatura de Trujillo a la presidencia caucana:
Voy a ser miembro de "La Luz Masónica"
para encontrar auxilio y protección
y haré negocio con los fondos públicos,
que esto en el Cauca es gloria y es honor.
Si el jefe de Gobierno cual un déspota
quiere obligarme a renegar de Dios,
estoy dispuesto a obedecer sus órdenes,
[,..?A.V.] pues es la utilidad2.
Como se verá más adelante, asociaciones entre liberales y extranjeros
llevaron a intervenciones descaradas en política como en el caso de
Ernesto Cerruti y sus amigos radicales y mosqueristas, asociados en "E.
Cerruti & Cia." -que produjeron negociados con armas; especulación
2 La Voz del Cauca, # 16, Popayán, 6-II-1873, p. 3.
con artículos de primera necesidad como la sal; acusaciones de inaugurar
"gobiernos por escritura pública", etc.-, creando tal animadversión que
finalmente provocaron el decomiso de los bienes de la empresa por parte
de la coalición de independientes y conservadores que instauró "La
Regeneración". Intervenciones más discretas las realizó Santiago M.
Eder al camuflarlas en el apoyo a cuanta "empresa de progreso"
inciaban sus amigos liberales independientes liderados por Julián Truji11o, lo que le valió persecuciones y decomisos de bienes por parte de
grupos políticos y económicos rivales. Este activismo moderado lo
siguió practicando durante "La Regeneración" cuando se le vio asociado a líderes locales del "conservatismo histórico", como Elias Reyes,
con quien realizó explotaciones mineras y a quien alquiló sus tierras para
evitar que fiieran expropiadas por los intolerantes gobiernos conservadores de Caro y Holguín.
La conducta de los comerciantes conservadores fue diferente en tanto
que no tenían acceso al poder. En el caso de la empresa de los hermanos
Reyes -Elias y Rafael- sus actividades económicas las realizaron en
regiones periféricas a las explotadas por los grupos económicos controlados por liberales, lo que le produjo ganancias extraordinarias al ampliar
la frontera de extracción de materias primas al sur del Cauca y a la región
del Caquetá. Las intervenciones en políticas las realizaron durante la
guerra del 76 al introducir armas para los conservadores por la frontera
brasilera, lo que no les reportó ninguna ventaja económica y más bien los
perjudicó al obligarlos a salir del país. Una nueva intervención en política
se produjo durante la guerra de 1886 cuando fracasada "La Compañía
del Caquetá", Rafael se vinculó a los ejércitos regeneradores en campañas tan exitosas que finalmente lo llevaron a ser delegatario al consejo
constituyente, a ocupar ministerios y, finalmente, ya en el Siglo XX, a la
Presidencia de la República. Su hermano Elias, por su parte, se convirtió
primero en un importante líder local de "La Regeneración" y después
en uno de los principales "conservadores históricos". No contamos con
evidencias de que hubieran aprovechado la política en beneficio de sus
empresas.
Otro conservador fue José María Domínguez, importante empresario
buguefto, quien estableció diferentes estrategias para competir como
comerciante durante la intolerante hegemonía liberal. Para ello se escudó
tras el nombre del comerciante francés Julio Bertin; así Domínguez
aparecía únicamente como apoderado del francés y sus bienes quedaron
amparados por la bandera francesa y protegidos contra posibles expropiaciones por parte de los liberales. Al considerar que en el conflictivo
Cauca decimonónico cualquier precaución era poca, decidió vincular a su
empresa a un político liberal que lo mantuviera informado de las medidas
del gobierno y que a su vez la protegiera durante las guerras civiles. Para
el efecto se asoció con Federico Alejandro Uribe, un liberal antioqueño
residente en Buga, con fuertes vínculos con los liberales caucanos hasta
el punto de ser nombrado secretario del presidente Modesto Garcés. La
relación se protocolizó mediante la creación de la empresa "Bertin y
Uribe", en la cual los bienes de Domínguez corrieron grave peligro, no
tanto por parte de gobiernos liberales, sino por los manejos de su socio.
Pero si Domínguez no pudo aprovechar muy bien las ventajas que
brindaba el asociarse con liberales, si aprovechó, y bastante bien por
cierto, la llegada del régimen conservador. En efecto, su participación en
la guerra de 1885 lo llevó al generalato y lo convirtió en un político
conservador importante que asociado con el italiano Francisco Menotti
logró la adjudicación del monopolio de la sal cuyo manejo le trajo
problemas con grupos económicos rivales.
Como se ha visto hasta ahora, prácticamente todo el desarrollo
económico del Cauca estuvo en manos de empresarios nacionales y
extranjeros, que en la mayoría de los casos hicieron sus capitales en el
comercio. En este capítulo se van a estudiar algunas empresas comerciales que se han considerado como más representativas para el caso
caucano. De ellas trataremos de mostrar no sólo las actividades principales, sino también las estrategias que les permitieron obtener ventajas
que estaban vedadas a la competencia. Se trata básicamente, como se
pudo ver en lo inmediatamente anterior, de mencionar la participación
política de los socios, generalmente "socios industriales" que aportaron
más que un capital monetario o en especie, un "capital político" que
protegía las empresas de posibles exacciones durante las constantes
alteraciones del orden público, o que permitían realizar ventajosos
negocios con los gobiernos de turno, en particular rematando bienes
expropiados, baldíos, rentas o en jugosos contratos de suministros de
alimentos, armas o vestidos para las tropas.
Para lograr esto se ha hecho una clasificación de las empresas que
sigue el siguiente derrotero:
1. Las empresas de los extranjeros asociados a políticos liberales
caucanos. Es el caso de "Ernesto Cerruti y Cia.", que provecho todas las
ventajas que le brindó el cargo consular que ocupaba y el estar asociado
a los más importantes políticos caucanos.
2. Las firmas de extranjeros que servían para ocultar capitales caucanos y protegerlos durante las contiendas civiles: las del cónsul americano
James Eder, que a la vez fue un paladín del progreso.
3. Las empresas de los conservadores "puros", quienes no participaban abiertamente en política durante la hegemonía mosquerista, pero
si dominaron el panorama político durante y después de "La Regeneración". Es el caso de la firma "Elias Reyes y Cia.". En ella, aparte de
Elias y Rafael Reyes, participaron caucanos que se ampararon en firmas
de menor importancia económica tales como la de empresa familiar de
"Primitivo Crespo y. Cia.", cuyos miembros fueron políticos importantes después de la caída de los liberales.
4. Las empresas de los comerciantes conservadores que se asociaron
con extranjeros para proteger sus intereses bajo banderas de naciones
amigas, como en el caso de "José María Domínguez y Cia.", quien se
asoció con 1a firma francesa de "Julio Bertin". En tomo a ella giraron
empresarios Derajes antioqueños emigrados al Cauca, tales como el
grafio familiar de los Uribe Uribe, quienes al no tener capitales grandes
protegían la empresa de embargos y decomisos en tiempos de guerra.
pudo ver en lo inmediatamente anterior, de mencionar la participación
política de los socios, generalmente "socios industriales" que aportaron
más que un capital monetario o en especie, un "capital político" que
protegía las empresas de posibles exacciones durante las constantes
alteraciones del orden público, o que permitían realizar ventajosos
negocios con los gobiernos de turno, en particular rematando bienes
expropiados, baldíos, rentas o en jugosos contratos de suministros de
alimentos, armas o vestidos para las tropas.
Para lograr esto se ha hecho una clasificación de las empresas que
sigue el siguiente derrotero:
1. Las empresas de los extranjeros asociados a políticos liberales
caucanos. Es el caso de "Ernesto Cerruti y Cia.", que provecho todas las
ventajas que le brindó el cargo consular que ocupaba y el estar asociado
a los más importantes políticos caucanos.
2. Las firmas de extranjeros que servían para ocultar capitales caucanos y protegerlos durante las contiendas civiles: las del cónsul americano
James Eder, que a la vez fue un paladín del progreso.
3. Las empresas de los conservadores "puros", quienes no participaban abiertamente en política durante la hegemonía mosquerista, pero
si dominaron el panorama político durante y después de "La Regeneración". Es el caso de la firma "Elias Reyes y Cia.". En ella, aparte de
Elias y Rafael Reyes, participaron caucanos que se ampararon en firmas
de menor importancia económica tales como la de empresa familiar de
"Primitivo Crespo y. Cia.", cuyos miembros fueron políticos importantes después de la caída de los liberales.
4. Las empresas de los comerciantes conservadores que se asociaron
con extranjeros para proteger sus intereses bajo banderas de naciones
amigas, como en el caso de "José María Domínguez y Cia.", quien se
asoció con ¡a firma francesa de "Julio Bertin". En torno a ella giraron
empresarios liberales antioqueños emigrados al Cauca, tales como el
grupo familiar de los Uribe Uribe, quienes al no tener capitales grandes
protegían la empresa de embargos y decomisos en tiempos de guerra.
ERNESTO CERRUTI Y CIA.3
Ernesto Cerruti nació en Turín el 14 de septiembre de 1844. En 1869
emigró a Panamá encontrando trabajo en la casa "Ferrari & Cía.". En
1870 pasó a Buenaventura como cónsul de su país cargo que desempeñó
hasta 1882.
El seguimiento de las empresas de don Ernesto nos lleva hasta
Buenaventura en 1865, cuando un comerciante italiano, don Sebastián
Tassara dio poder a Francisco Rodas para que representara la casa
"Tassara y Cía." y demandara a todos sus deudores desde el Dagua
hasta Cali4. La casa de Tassara era una de las principales de Buenaventura y realizaba negocios de importación-exportación aprovechando
la apertura del cam ino del Dagua. La importancia de la casa en la presente
investigación radica en que ella sirvió de base para que el señor Cerruti
construyera sus empresas. Así, en 1870 aparece como empleado de la
casa Tassara, pero el 7 de enero de 1871 se vio al recién llegado dando
poder a su patrón para que lo representara en Buenaventura y sobre todo
ante la administración de la Aduana, que exigía fiadores a los comerciantes que entraban en negocios de importación-exportación. Estos
fiadores deberían garantizar el pago de todos los impuestos5
Los negocios entre Tassara y Cerruti, se desarrollaron de tal forma
que el 7 de marzo de 1871 el primero vendió al segundo su casa en
Buenaventura con "todas las mercaderías que me quedaron existentes y
que me correspondían de acuerdo con una liquidación verificada por la
disolución de la casa comercial que giró bajo la razón social de "Tassara
y Cía", y del mismo modo he vendido los derechos y acciones que me
correspondían en dicha casa, créditos activos y pasivos, los cuales ha
3 Para evitar repeticiones excesivas en las citas, aclaro que esta parte de este
capítulo se basa en mi artículo sobre Ernesto Cerruti: "Centu per Centu moderata
ganancia...", citado.
4Notaria Unica de Buenaventura, tomo del año 1864-1867, libro de protocolos de 1865,
# 36, f. 137.
5 Ibid., tomo del año 1870-1873, libro de protocolos de 1871, f. 1.
aceptado y hecho suyos propios el comprador Cerruti; todo a sido
vendido y comprado por la cantidad de $ 20.000 que confiesa deber el
comprador Cerruti y cuya suma se obliga y compromete a pagar en 4
contados de a $ 5.000 cada uno" cada 1 de noviembre a partir de 1872.
En estos negocios Cerruti fue respaldado por la casa Ferrari de Panamá,
sus antiguos patrones6.
En 1871 se trasladó a Cali y fundó la casa comercial "Ernesto
Cerruti" que administraba Pacífico Orejuela un respetado militar
caucano7. Abrió otra en Palmira con el nombre de "Ernesto Cerruti &
Cía." en sociedad con Fernando Ayala y Vicente Guzmán y mantenía su
almacén en Buenaventura que era administrado por Virgilio Quintana;
aparte de esto sus antiguos patrones, Tassara y Ferrari le abrieron amplio
crédito en Buenaventura y Panamá que lo llevó a convertirse en el mayor
introductor de mercancías extranjeras al Cauca. El mismo año casó con
Emma Davies Mosquera, nieta del general Tomás Cipriano de Mosquera
quien desempeñaba en esos momentos la Presidencia del Estado
Soberano del Cauca.
A partir de ese momento Cerruti fue uno de los comerciantes más
sólidos y se le vio realizando operaciones como compras de
propiedades urbanas en el puerto, como la casa que compró el 13 de
marzo de 1872 a Pacífico Orejuela por $1.840; u otorgando poderes, en
el mismo año, a su hermano Enrique Cerruti para que lo representara ante
la Aduana Nacional y la Administración del Estado; dando poder a
Tomás Davies para que cobrara a Vicente Acuña lo que debía a su casa
o vendiendo mercancías al por mayor y con plazos no mayores a los 8
meses lo que se respaldaba con hipotecas8.
6 Ibid., f. 25.
7 Pacífico Orejuela (Cali 1827-1883). Estudiante de Santa Librada, intervino desde
1851 en las contiendas civiles; en el 60 fue Jefe del Estado Mayor de la Tercera Legión; en
el 61 tomó a Buenaventura; en 1867 fue Diputado a la Legislatura caucana; en 1872
vicepresidente de la Constituyente; en 1876 Comandante del Departamento Militar de
Occidente. Administradorde Hacienda de Atratoy Buenaventura, Gobernador de Buenaventura
y más tarde Jefe Municipal de ella y de Cali, en 1879 Presidente de la Municipalidad de Cali,
en 1881 fue senador federal. V. Gustavo \tbo\edaDiccionario Biográfico y Genealógico
del Antiguo Departamento del Cauca, Bogotá, Biblioteca Horizontes, 1962, p. 321.
Pero los grandes negocios de Cerruti se hicieron cuando aprovechó
sus relaciones y en particular su alianza matrimonial, pues el 19 de marzo
de 1872 empezó a importar armas para el ejército caucano lo que le
permitió obtener una utilidad superior a los $ 10.0009. También en 1872
Cerruti se vio involucrado en el delito de falsificación del sello de la
aduana de Buenaventura pero gracias a sus amigos políticos fue sobreseído.
Para aprovechar las ventajas que ofrecían las relaciones con los
políticos en 1873 formó una sociedad con el nombre "E. Cerruti & Cía."
con duración de 3 años y en la que participaron como socios industriales
los generales Jeremías Cárdenas, Lope Landaeta y Ezequiel Hurtado con
un capital de $ 20.000 que debería dedicarse a la compra de quinas en los
mismos lugares de producción. Don Jeremías era hijo adoptivo y yerno
de Mosquera y había desempeñado la Presidencia del Estado; Lope
Landaeta era un militar venezolano que había llegado al Cauca para
ayudar a Mosquera en la guerra del 60 y era casado con una hermana de
Hurtado, y don Ezequiel era el más importante de los radicales caucanos
con un poder electoral muy fuerte en Cali y con amplias redes cliente8 Notaría Unica de Buenaventura, Tomo del año 1870-1873. Libro de Protocolo 1873,
ff. 27; 33; 40v; 72.
9 La forma en que se hizo el negociado fue la siguiente: Ernesto Cerruti por sus propios
derechos y el señor Pacífico Orejuela en representación del Gobierno del Estado celebraron
contrato para comprar armamento de la fábrica de Remington de los Estados Unidos del
Norte. Cerruti se comprometió a comprar y traer por su cuenta, costo y riesgo hasta el puerto
de Buenaventura "quinientos rifles de la mejor clase y calidad de los que usa el Gobierno
de dicha nación para su defensa y cien carabinas más Remington, con las dotaciones de
cápsulas para cada rifle y carabina". El gobierno pagaría a Cemiti el 10% a que asciendiera
el valor y gastos de transporte en el momento de la entrega del armamento. El resto del pago
se efectuaría a los 12 meses con la mitad de lo producido en la Administración de
Buenaventura, cuyo valor se retendría a partir del momento en que se aprobara el contrato
por el Ejecutivo y se le consignaría a Cerruti el día en que entregara el armamento en puerto;
además se le abonaría el 6% anual sobre el valor de la factura y los gastos después de
verificada la liquidación de los intereses.
De los expedientes resulta que el administrador general del tesoro objetó la cuenta
porque faltó la factura original que debía remitir la casa vendedora, ya que la cuenta se recargó
en $ 1.826 por el premio de oro americano computado al 5% cuando solamente se debía sumar
el 4%, quedando reducida la suma a $ 1.460,84. La cuenta fue objetada además (Sigue...)
28
listas en las regiones quineras de Almaguer, Silvia y Pitayó10. La influencia política de los socios fue aprovechada por la empresa para lograr que
el Distrito de Páez fuera erigido en territorio del Estado y que se nombrará
como prefecto a Vicente Garcés C. quien les facilitó la explotación de los
bosques quineros de la Cordillera Central al conseguir que los cabildos
de Vitoncó, Mososcó, Lame, Calderas, Huila, Tóes y Tálaga, le arrendaran los bosques por $ 84 pesos anuales, cada uno, con el compromiso de
no emplear mano de obra diferente a la de los indígenas. Objetado el
contrato por Mosquera, la compañía se vio obligada a pagar 5 centavos
por cada kilogramo que se extrajera y no el precio antes mencionado. La
empresa introdujo peones de afuera lo que llevó a que los indios atentaran
contra Lope Landaeta y don Ezequiel Hurtado.
La casa que también actuaba en la Municipalidad de Caldas donde
tenía como representante a Procopio Hurtado, aparte de la quina especulaba con artículos de primera necesidad como la sal que era importada del
Perú. Para esto desde 1874 actuaba como subsidiaria de "Ernesto
porque Cerruti cobró, aparte del 10% de gastos, el 5% para pagar a la casa comercial que
hizo la compra, la casa "Goudley & Cía.", que compró el armamento por cuenta del señor
Angel Ferrari de Panamá.
El negocio se complicó aún más porque los rifles tenían que ser de la calidad que los
que usaba el gobierno de los Estados Unidos para su defensa, y que por lo tanto debían haber
sido comprados a la casa Remington, pero "Remington A. Sons" avisó al Secretario de
Hacienda del Cauca no haber vendido al señor Angel Ferrari el armamento que había llegado
al Gobierno del Estado. Lo que quedó en claro fue que el armamento que llegó era reformado
lo que le restaba calidad y que costaron a la casa "Goudley & Cía." los rifles a $ 21 y las
carabinas a $ 16,50, a lo que sumados costos y primas suben a un precio por rifle de más de
$ 70 lo que se consideraba exagerado ya que un Remington nuevo costaba $18.50". Mínales
de la Legislatura, # 22, Popayán, 2-X-1875, pp. 5-6.
lOEzequiel Hurtado (Silvia 1825-Popayán 1890). Doctoren derecho de laUniversidad
del Cauca en 1852. Participó en las guerras del 51 y 54. En 1860 era coronel al servicio de
Mosquera, y fue gobernador de la provincia de Caloto. En 1876 fue Jefe del Estado Mayor
del Ejército caucano. En 1863 diputado a la Convención de Rionegro, Agente General de
Bienes Desamortizados y senador, diputado a las legislaturas de 1867, 69, 71, 72, 75;
Representante a la Cámara en 1868,69 y 76; senador del Congreso Nacional en 1878 y 84;
magistrado del Tribunal Superior del Cauca y de la Corte Suprema de Justicia; Ministro de
Guerra; Presidente del Cauca en 1879 a 1873; Presidente de la República por designación
en 1884. En 1885 participó en la guerra contra el gobierno de Núñez. V. Arboleda:
Diccionario. , cit., pp. 212-213.
28
Cerruti" que tenía el monopolio del producto e importaba la sal en tanto
que "E. Cerruti y Cía." actuaba como distribuidora para los municipios
del centro y norte, lo que les permitió hacer escasear y subir el precio con
las consiguientes protestas de la ciudadanía caucana. La forma en que
funcionaban las empresas de Cerruti se hace evidente en el manejo de la
sal: "Ernesto Cerruti" de Buenaventura introducía el producto, mientras
que "E. Cerruti & Cía." de Cali servía como fiador por los impuestos que
debía pagar y como comisionista expendedor.
La empresa "E. Cerruti & Cia." resultó ser exitosa por lo que el 15
de junio de 1875 fue prorrogada hasta el 31 de diciembre de 1878, los
socios industriales se encargarían de manejarla con obligación de rendir
cuentas al capitalista cada mes y un balance semestral; don Ernesto
conservaba la dirección general pero como viajaría a Europa los socios
podían decidir por mayoría las operaciones a realizarse siempre y cuando
no pasaran de $ 5.000 caso en el cual se impondría la unanimidad.
El 16 de junio de 1875 Cerruti estableció otra sociedad -"Ernesto
Cerruti & Cía."- en la que se refundían los almacenes que poseía en Cali
y Buenaventura entrando sus administradores, Pacífico Orejuela y Virgilio Quintana, como socios industriales continuando cada uno con la
administración de cada almacén. La administración y duración sería en
los mismos términos que "E. Cerruti & Cía.". El capital inicial fue de $
2.000 más los balances que arrojaran los almacenes de don Ernesto al 31
de diciembre de 1875. El 11 de marzo de 1876 entró a la sociedad como
socio industrial el italiano Raimundo Doria.
En 1876 después de un apresurado viaje a Europa que debió interrumpir debido a la difícil situación política del Cauca, don Ernesto, aparte de
participar en política, abrió una subsidiaria de "Ernesto Cerruti & Cia."
en El Cerrito gerenciada por su antiguo socio Vicente Guzmán quien se
dedicaría a la compra de tabaco para la exportación y a la venta de sal y
mercaderías en general.
Aunque don Ernesto había participado en política desde 1873 cuando
fundó "E. Cerruti & Cía", lo cierto es que su participación más evidente
28
se dió en los hechos de 1876-1877 cuando se vio involucrado en la
expulsión del Obispo Carlos Bermúdez; también vendió armas y pólvora
al gobierno liberal aparte de ésto sus socios participaron activamente en
los ejércitos. La utilización política de los socios se puede ver en que
entre los meses de abril y julio de 1877 el general Jeremías Cárdenas
remató para la casa comercial 100 cargas de quina que habían sido
expropiadas a conservadores con el compromiso de entregar el valor a
una casa importadora de armas con sede en Panamá. Igualmente el
general Ezequiel Hurtado remató otras 60 cargas de quina que habían
sido expropiadas.
En 1877 Cerruti renovó la asociación con sus socios Ayala y Guzmán
con capital de $ 25.000 que fue ampliado a $30.362 en 1879, capital
aportado integramente por Cerruti: la sociedad duraría hasta el 31 de
diciembre de 1881 y la mitad de las utilidades sería para los socios
industriales. El 28 de junio de 1879 renovó "E. Cerruti & Cía." con
Cárdenas, Hurtado, Virgilio Quintana y don José Quilici un ciudadano
italiano, Lope Landaeta había salido del Cauca. Cerruti aportó $ 106.322
mientras que los otros eran socios industriales; en el fondo común de
utilidades entraba la mitad de las que produjera la compañía establecida
en Palmira. Las utilidades se repartirían en 100 partes de las cuales 30 eran
del capitalista y 17.5 de cada socio. Cerruti podía retirar $ 800 mensuales
y sus compañeros $ 150 cada uno, que se deducirían de las utilidades. La
sociedad duraría 5 años.
Esta compañía abriría almacenes en Cali administrados por Quilici,
en Buenaventura y Córdoba por Virgilio Quintana, y en Popayán por
Cárdenas, quienes serían los gerentes respectivos, Cerruti sería el gerente
general con sede en Europa o en cualquier lugar del Cauca y recibiría
informes mensuales y balances semestrales. Se advertía que los bienes de
la empresa estaban "amparados con la garantía internacional que representaba don Ernesto como dueño del capital"11. En esta empresa actuaba
como socio minoritario un empleado de Cerruti, el señor José Rossi,
11 Notaría Primera de Cali, tomo de 1879, 28-VH-1879.
28
quien recibiría un 3% del fondo común de utilidades. Esta sociedad fue
renovaba el 2 de octubre de 1884.
En 1879 Cerruti compró a Belisario Buenaventura "la hacienda de
'Salento' situada en el distrito de Yumbo compuesta de una casa de
paredes de piedra, adobe y bahareque, cubierta de teja, un horno de
calcinación, un potrero de pasto artificial denominado 'la guinea de los
toros', uno nuevo que está a continuación del anterior, dividido en dos
departamentos por un cerco de guadua, cultivado el primer departamento
en guinea su mayor parte y el segundo de pará, un mangón de pasto
común, inmediato a la casa, cercado de guadua; unos 100 cabros, poco
más o menos, 10 caballerías de brosa, la herramienta existente, el
moviliario que existe en la casa y el terreno que constituye la referida
hacienda [...] el precio de venta fue de veinte y cuatro mil pesos
recibiendo en parte de pago la casa de José Quilici"12.
En estas empresas agrícolas Cerruti entró en sociedad con el General
Tomás Renjifo, con quien compró "Salento" a Buenaventura, "La
Burrera" a don Vicente Rengifo y "El Jagual" o potrero de "La Torre"
al doctor Joaquín de Caicedo y Caicedo. La hacienda siguió explotando
renglones tradicionales como la ganadería, comercializando la caliza que
poseía en la Cordillera Occidental y explotando un galpón ladrillero.
En 1884 Cerruti incursionó en la minería haciendo venir de los
Estados Unidos al ingeniero de minas John Hays Hammons quien
mostró que la empresa no era rentable.
Los problemas políticos de Cerruti se iniciaron en 1879 cuando
Jeremías Cárdenas fue electo a la Presidencia del Estado, de quien Carlos
Holguín afirmaba que su gobierno se había establecido "por escritura
publica" pues estaba gobernado por la casa de Cerruti. El escándalo se
inició cuando en julio del 79, un mes antes de posesionarse de presidente,
Hurtado apareció firmando una circular de la casa de Cerruti. Para
complicar las cosas en 1880 el Presidente fue nuevamente acusado de
"cemitismo" porque había propuesto "el establecimiento de un puerto
12 Notaría Segunda de Cali, tomo de 1879, # 1.062, f. 269.
28
nacional en el Caquetá y la franquicia de los artículos que por él se
introduzcan en un determinado radio de consumo", pues se argumentaba que esto obedecía a "combinacitónes de la casa Cerruti interesada en
obtenerla". En el periódico "La Paz" que defendía el presidente se
argumentaba que "Cerruti & Cía." no formaba parte de la "Compañía
del Caquetá" de los señores Reyes Hnos., y que sólo Jeremías Cárdenas
tenía allí unas acciones particulares13.
El 12 de abril de 1881 se produjo un incendio que destruyó el Puerto
de Buenaventura. Los comerciantes perdieron $ 207.581 perdiendo
Cerruti $ 39.000 en mercancías generales y $22.800 en casas y muebles.
En total perdió $ 61.800 lo que, según Carlos Albán, procurador del
Estado lo llevó a suspender "sus pagos en Europa desde 1881, lo cual
constituye una quiebra que la ley manda considerar como fraudulenta,
mientras no se pruebe lo contrario"14.
En 1882 cuando entregó su cargo consular intervino en las elecciones
para Presidente del Estado apoyando a Tomás Renjifo, candidato
radical; por este activismo fue acusado de dar armas a David Perea y a
Ramón Morales para que se sublevasen, las que posteriormente fueron
devueltas a Ricargo Gómez su mayordomo15. La campaña política debió
suspenderse por la muerte de Renjifo.
En adelante Cerruti no contó con tan buena suerte pues a partir de
"La Revolución de Abril de 1879" los independientes se consolidaron
en el poder frenando todas las posibilidades a los radicales. A finales de
1884 la situación política en Cali presagiaba la guerra lo que se complicó
cuando el 19 de enero de 1885 el batallón de la guardia colombiana
comandado por el coronel Guillermo Márquez se "vendió" a unos
comerciantes radicales, iniciándose la guerra de 1885 en la que participaron como rebeldes sus socios Ezequiel Hurtado y Virgilio Quintana 16 .
13 La Paz, #38, Popayán, 17-VII-1880.
14 Registro Oficial, # 398, Popayán 13 II 1886.
15 Vicente Restrepo: Documentos Relativos al arbitramento de la reclamación
Cerruti, Bogotá, Ministerio de Relaciones Exteriores, 1889, p. 23 bis.
16 Aureliano González T. El General Elíseo Payán, Vicepresidente de la República,
Bogotá, Imp. de La Luz, 1885, p. 176.
286
Cerruti fue implicado en el asunto y acusado de ser quien compró al
coronel pues "proporcionó a los rebeldes y traidores fondos del Banco
del Cauca; y continuó proporcionándoselos después en dos ocasiones
distintas'"7. Todo esto llevó a que las propiedades de Cerruti fueran
allanadas y confiscadas !o mismo que los activos de todas sus empresas18,
lo que daría pie a un conflicto con el gobierno italiano que llevó a
declaraciones de guerra y a que el gobierno colombiano se viera obligado
a pagar una cuantiosa indemnización.
SANTIAGO MARTIN EDER 19
James Martin Eder nació en Mitau, Ducado de Curlandia en las
Provincias Bálticas (Letonia), el 24 de junio de 1838. En 1861 llegó a
Buenaventura donde trabajó como abogado en compras de acreencias y
en remates de bienes y como representante de compañías panameñas. En
1862 tuvo sociedad con el español José Ramón García actuando como
comisionistas e importadores de vinos y mercancías generales. El 17 de
septiembre de 1864 compró una casa a Femando Salcedo por $ 238,
situada en el punto del cementerio del modo siguiente:
[...] mi casa de habitación por vía de venta por la suma expresada por
deuda que a él debo. Obligándome a pagar a dicho señor Eder $ 10, hasta
que se concluya la suma expresada, y cubierta que sea, queda con la
obligación el señor Eder de devolvérmela de nuevo la referida venta.
Otorgándome a mi favor otro documento en que conste que antes tenía
dicha casa20.
Sus negocios en el valle los inició en compañía de don Pió Rengifo
con quien, el 29 de marzo de 1864, firmó una sociedad por documento
\1 Registro Oficial, # 398, Popayán, 13-11-1886.
18 Gustavo Arboleda: "La reclamación Cerruti", cnBoletin Histórico del Valle,
Academia de Historia del Valle del Cauca, Cali, abril de 1933, p. 253.
19 Esta no es más que una síntesis general de 1a obra de Eder, citada. Sólo se hacen
referencias donde se considera indispensable y donde se introduce información que no
provenga del autor mencionado.
20 Notaría Unica de Buenaventura, tomo del afío 1860-1867, f. 53r.
287
privado para comprar acreencias sobre la herencia de don Jorge Enrique
Isaacs. Las reglas principales del convenio eran las siguientes: rematarían
las haciendas de "La Rita" y "La Manuelita"; Rengifo daría el dinero
para hacer frente a las demandas de Francisco José Escarpeta por $ 2.000;
otra en favor de los señores Sinisterra por $ 4.000; la de Rafael González
Umaña por $ 1.000, más los intereses que hubieran ganado hasta el dia del
remate. Aportaría también un documento en favor de María Rosario
Rodríguez de Caicedo e hijos por $ 16.077. Ambos deberían pagar al
abogado Carlos Guerra la suma de $ 3.000. Por su parte Eder se
comprometía a administrar la finca llevando los librqs y dando informes
cada tres meses mientras Rengifo actuaba como agente principal por
haber dado fianzas y procurado los documentos; los socios esperaban
que de los productos se pagarían las deudas. Se estableció además una
duración de 6 años; que no se podrían vender los derechos a persona
diferente al socio y que "La finca quedaba hipotecada hasta que se
cubrieran todas las deudas y el capital que haya desembolsado cada socio
y verificado esto queda la finca de ambas partes [...] por mitad. Este
contrato se elevará a escritura pública cuando lo exija cualquiera de los
socios [...] pues el remate lo deben hacer el señor Santiago M. Eder en su
nombre y mantener la finca como suya, para evitar expropiaciones y, en
caso que las haya, hacer el reclamo como extranjero". Ninguno de los
socios podría poner en la finca otros animales que los de la compañía a
no ser por convenio mutuo 21 .
Phanor Eder dice respecto a esto último: "Era costumbre en aquellos
días en Colombia, como lo fue también en otros paises de América en
general, en épocas de revolución poner los bienes muebles e inmuebles
en cabeza de extranjero para evitar que fuesen incautados por los
políticos de un bando como represalia contra los del bando opuesto" 22 .
El remate de los bienes se celebró el 20 de abril de 1864, Eder hizo
postura por las 2/3 partes del avalúo que le fue adjudicado por $ 34.000,
de los cuales $ 12.000 se pagaron en efectivo y el resto en los pagarés que
21 Eder, ob. cit., pp. 75-76.
288
había conseguido Rengifo.
El 23 de octubre de 1865, en plena sublevación conservadora, se
firmó otro documento privado entre Rengifo y Eder en el que este
declaraba haber comprado las haciendas "La Rita", "La Manuelita",
"El Oriente" y una casa en Palmira sobre las cuales pesaban algunas
hipotecas. También reconocía la deuda que tenía con Rengifo. Poco
después firmaron otro documento "para el caso de que sobre las citadas
fincas y semovientes recaigan empréstitos, suministros y expropiaciones
por consecuencia de los transtornos públicos que puedan surgir de la
política del pais". Eder se comprometió en su calidad de extranjero a
hacer los reclamos ante el Gobierno Nacional recibiendo un 15% de lo
reclamado como honorarios. Siendo Rengifo conservador se aclaró que
las expropiaciones, empréstitos y suministros que afectaran a Rengifo
eran imputables solamente a su capital, pero cuando no se designara
persona tocaría a Eder hacer valer sus derechos como extranjero23.
Pasados los trastornos, en enero de 1866 se firmó la escritura de sociedad
entre Eder y Rengifo. Para esta época, Eder era ya propietario de la
hacienda "El Oriente", la que había comprado por $ 4.000 24 .
En 1865, su amistad con Mosquera y con Julián Trujillo, lo llevaron
a que fuera nombrado Superintendente del Camino de Buenaventura,
22 Ibid.. p. 76.
23 Los temores ante las consecuencias de una nueva guerra civil entre conservadores
y liberales fueron planteados por el Ministro norteamericano Burton al Secretario de Estado
Seward, el 3 de noviembre de 1865:
Otra guerra civil como la de 1860-1863 no podría menos de traer tristes, si no fatales
consecuencias al país, el cual se halla en las más deplorables condiciones que empeoran día
por día. Sus finanzas ya no tienen solución; se abandonatoda clase de empresas industriales
y lamiseriay lapobreza son generales; el patriotismoy las virtudes públicas se han debilitado
mucho: son casi inexistentes: una terrible desmoralización se apodera de todas las clases
sociales; la ley es letra muerta, y los nexos más fuertes que existen entre la sociedad los forma
la afinidad surgida de la depravación y el crimen, por una parte; y de ladesdichay laopresión
por otra. Indudablemente este cuadro le parecerá exagerado; no obstante es estrictamente
verídico.
Eder, ob. cit., p. 239.
24 Esta hacienda fue vendida poco después a Constantino Meyendorf quien llegó a
Colombia en 1864 y trabajó en la Hacienda "La Manuelita" como asistente de Eder
encargándose de la administración general en 1867. En 1863 don Constantino había fundado
289
obra que avanzó un buen trecho bajo su dirección, tal como se vio en la
primera parte de esta investigación, y el 23 de julio de 1866 fue nombrado
cónsul de los Estados Unidos en Buenaventura y, por la misma época,
vicecónsul de Chile en en el mismo lugar25.
En 1867 volvió a ejercer las mismas actividades que había desarrollado en Buenaventura pues se le vio comprando propiedades rematadas
por procesos de quiebras como las de Mariano Valencia y actuando como
representante de acreedores tales como Adolfo R. Blum. Como en el caso
de la herencia de Isaacs, las compras de acreencias las hacía obteniendo
grandes descuentos.
El 19 de agosto de 1867, luego de un viaje a los Estados Unidos obtuvo
con sus hermanos el dinero suficiente para ofrecer a Rengifo la compra
de su parte en la sociedad, este le dió unas condiciones de pago generosas
de tal manera que todos los bienes quedaron hipotecados en la cantidad
de S 25.000 en favor del vendedor. Poco después Rengifo murió sin testar,
circunstancia que fue aprovechada por Eder para aplicar la misma
fórmula que utilizó cuando compraba acreencias, es decir logró una
rebaja sustancial cuando el 12 de mayo de 1868 se comprometió a
cancelar la deuda a los herederos con un descuento de $ 6.000 26 . Esto
convirtió a Eder en un importante empresario rural, que se dedicó a
especular con productos de exportación y a iniciar un proceso de
una sociedad en Guayaquil pero cuando llegó aColombia formó sociedad con Carlos Belden.
un ingeniero norteamericano que había trabajado en el ferrocarril del Cauca, con quien
compró a Santiago la hacienda "El Oriente", posteriormente compraron "Belén" y "El
Sauce" ingresando a la compañía el comerciante inglés José Alfredo Wheeler. La empresa
se llamó "Meyendorf, Bendel & Wheeler" VJbid., pp. 38-39.
25 Buenaventura fue clasificado como un consulado hasta 1885 cuando fue abolido.
Respecto al desempeño consular de Eder puede consultarse su biografía. Algunos detalles
adicionales, no muchos, se encuentran en los informes consulares que contienen información
sobre, economía, condiciones sociales y políticas en Colombia. V. "Despatches from United
States Consuls in BuenaventuraColombia, 1867-1885", The National Archives Washington
1948, Microfilm # 140, UN1VALLE, Biblioteca Centra).
26 Eder, ob. cit., pp. 185-187. Los herederos de Rengifo establecieron una sociedad por
acciones y Eder se comprometió a pagarlas en contados de $ 8.333, según escritura otorgada
el 19 de agosto de 1867, pagaderos cada 19 de agosto en años sucesivos hasta completar la
suma de $20.000, a que ascendió el capital más los intereses. Notaría Primera de Cali, 1871,
tomo II, # 302, ff. 350-351.
290
concentración de tierras.
En esas empresas rurales Eder se comportó igual que cualquier
empresario caucano, pues no entró en innovaciones profundas ni en los
técnicas ni en las relaciones de producción. Es por eso que en sus tierras
consintió el colonato: "El señor jesús Saavedra...dijo: que en terreno de
la Hacienda de la Manuelita, de propiedad de Santiago M. Eder y con
permiso de éste, sembró matas de guadua las que hoy se encuentran
frondosas y extendidas..."27. También participó en la ganadería tradicional tanto en sus haciendas de Palmira como en la hacienda de "El
Guavito", parte del antiguo fundo de "La Paila", que fue comprado en
1883 a Belisario Caicedo y protocolizado por Lisandro Caicedo en 188428.
Su participación en el comercio la hizo en el mismo sentido que
cualquier empresario caucano. Así en 1872 formó una sociedad con el
nombre de "Eder, Manrique & Cía" con el señor Antonio Manrique.
Eder puso un capital de $ 5.000 y las demás sumas que llegaran a
necesitar, mientras Manrique actuaba como socio industrial. La compañía se dedicaría a la compra de tabaco especialmente y de otros
artículos comerciales; duraría 4 años. Estos negocios dieron pérdidas y
la sociedad se disolvió en 1874 por mutuo acuerdo. Santiago logró poner
el negocio de tabaco en manos de los Blum con quien tenía amistad29.
Esta primera quiebra incrementó los apremios económicos de Eder
que lo llevaron a que constantemente buscara apoyo en el capital de sus
hermanos. Ya desde 1868 había suplicado a la firma de "N. Brandon &
Co." para obtener algunos pagos. En 1874 debió pagar deudas a casas de
Panamá que fueron canceladas con giros contra "D. M. Eder & Co.".
Ese año Santiago debía a su hermano Henry 4.000 dólares suma que
todavía estaba debiendo en 1884 cuando la ascendió $ 70.000 sobre los
que Eder pagaba 40 libras cada mes. También la firma "Rosing" le
protestó unos giros por sus incumplimientos, lo que llevó a que su
27 Notaría I de Palmira, tomo de 1902, # 4,11-1-1902, citado por Mejiapé. cit, pp.
58-59.
28 Notaría Segunda de Palmira, 1884, tomo I, # 92, 24-IV-1884, ff. 251v-254.
29 Eder, ob. cit., pp. 322.
291
hermano David le aconsejara que ena mejor no tener tantos negocios para
tener menos preocupaciones. Phanor le aleccionó: "no veo como pudiste ser tan descuidado. Pero ya pasó la cosa y no hay remedio; en el futuro
debes tener mayor cuidado"30.
Sus dificultades para mantener al corriente sus negocios se pueden
ver en el hecho de que el 26 de junio de 1874 Isaacs Asch de Panamá le
protestó un giro a cargo de "Samuel Pisa & Co.": "es estrafio que usted
no nos compra mercancías al contado; después promete enviar la cantidad por el vapor próximo, y lo demora meses y al fin nos envía una letra
sin valor" 31 . Esta deuda por 130 dolares fue pagada por Ernesto Cerruti
quien también pagó otros acreedores por valor de 1.234 dólares. Para
ayudarle a solucionar sus problemas en 1880 durante su visita a Colombia, su hermano Phanor "financió a Santiago de manera sustancial", sin
embargo, sólo a partir de 1896 cuando los negocios de mercancías fueron
manejado por su hijo Henry la solidez financiera de Eder fue inquebrantable.
Aunque Eder, como a tantos caucanos, lo afectaron las crisis
generales que afectaron al Cauca, lo cierto es que muchos de los
problemas que tuvo que enfrentar se debieron a descuidos como comerciante y principalmente como "productor especulador", lo que se
patentiza en sus negocios de tabaco, pues no fue un cultivador a gran
escala pero sí un importante exportador a Londres donde consignaba a
"Vogl Bros." y "D.N. Eder & Co.", la empresa de su hermano; también
vendió en Panamá, Jamaica y París. Los envíos a Londres lograron
buenos precios al comienzo pero, hacia 1870, el producto comenzó a
tener dificultades en su venta:
uno de los mayores inconvenientes es encontrar en el centro de los
paquetes muchas hojas comidas por orugas (inclusive va una muestra),
y muchas hojas pequeñas. Esto naturalmente reduce el precio y toca a Ud.
juzgar si no sería mejor escoger el tabaco y despachar por separado las
hojas grandes sedosas y morenas, que se podrían vender a 12 y medio a
30 Ibid., p. 356.
31 lbid., p. 356.
292
13 y medio peniques, y paquetes de hojas pequeñas y dañadas, de segurdi
calidad, que producirían 6 y medio peniques o más. Se emplea el tabaco
de Palmyra (sic) principalmente para la cubierta y para este objeto son
inútiles las hojas pequeñas, y como el comprador no puede inspeccionar
todos los bultos, juzga mal la calidad si encuentra hojas pequeñas32.
A pesar de todo las ventas aumentaron logrando buenos precios pero,
de un lote de 27 bultos se dijo "es el mejor de esta clase que ha llegado
a este país desde hace mucho tiempo pero desgraciadamente está mojado
y muchas de las hojas podridas". De otro lote se dijo "de calidad muy
superior a los despachos anteriores; los anteriores llegaron muy dañados". El control de la calidad llevó a que en 1871 se le dijera "la demanda
del tabaco de Palmira es muy activa". En 1872 se volvieron a presentar
problemas "un precio extraordinario; la calidad muy buena, pero se
empacaron húmedos y por consiguiente mostraron algún daño del país.
Recomendamos de nuevo no empacar húmedo el tabaco, lo cual hace
podrir las hojas y reduce el valor". Con el tabaco que se vendió en
Bremen ocurría algo similar: el tabaco alcanzó buenos precios pero
llegaba "con daños del país".
En 1873 perdió dinero porque no tuvo en cuenta las advertencias de
sus hermanos de que el precio del tabaco bajaría, lo que se complicó con
la mala calidad del producto y el descuido en los empaques. Ya para
finales de 1873 mucho de su tabaco permanecía en Bremen sin vender,
"nuestros manufactureros desde hace algún tiempo desdeñan el tabaco
de Palmira y hay grandes existencias; el precio tendrá que bajar antes de
atraer de nuevo la atención de compradores". Esto continúo hasta 1884
cuando se decía "el tabaco de Palmira permenece en el más completo
abandono por parte del consumidor, y hace meses que ninguna venta de
aquella clase a ocurrido".
Aunque, como se mencionó antes, Eder siempre tuvo apremios
monetarios hasta finales de siglo cuando Henry se hizo cargo de los
negocios, Phanor, su hijo y biógrafo dice que su padre pudo salir a flote
bid., p.
.
293
gracias a la "diversificación de inversiones: ganado, café, azúcar y
negocios generales", lógica empresarial que los caucanos venían aplicando desde el siglo XVIII 33 . Esta diversificación se dio de diferentes
modos: ejerció el oficio de abogado para cobrar acreencias en concursos
de bienes, como lo hizo por ejemplo el 15 de junio de 1868 cuando
representó a "De Francisco & Cía.", en el concurso de bienes de
Mariano Valencia34. Inició el cultivo de nuevos artículos exportables
como el añil, al ser estimulado por la firma "H. Rozier & Cía." de
Burdeos cuyos socios le escribieron el 29 de abril de 1869:
De acuerdo con la muestra de añil que su hermano M. Henry Eder envió
a nosotros, vemos en efecto que el producto de su región es excelente y
no podemos menos que estimular sus proyectos de organizar una
compañía y dedicarse al cultivo de dicha planta. Podremos comprar su
cosecha venidera, pues es nuestra especialidad comercial, y tenemos gran
demanda para este producto. Hemos sabido por el Sr. H. Eder que sus
cultivos de añil están yá en marcha35.
La plantación de Eder quedaba en la hacienda "El Albergue'" cerca
a Buga, donde tenía sociedad con Mariano Olarte quien era uno de los
grandes deudores de "N. Brandon & Co." cuyo principal accionista era
David Eder. El primer despacho hecho en 1869 dejó mucho que desear
pero logró venderlo a 7 francos la libra. A pesar de las críticas al producto,
Rozier lo siguió estimulando para que se dedicara al cultivo logrando
Eder algunas ventas sucesivas.
En 1873 formó sociedad con Theodor Schmidt, llamada "Santiago
M. Eder & Company", y se anunciaban como comisionistas, importadores y exportadores en general y agentes de la "Hamburg American
Steamschip company" cuya representación les fue quitada en 1874
cuando pasó a Adolfo R. Blum. Esa sociedad tuvo participación en el
buque Elvira el que se hundió. En el mismo año aparece como fundador
del Banco del Cauca, pero parece no haber tenido muchos negocios con
33 V. la obras citadas de Colmenares.
34 Notaría Unica de Buenaventura, tomo del año 1868-1869, f. 69.
35 Eder, p. 389.
294
él aparte de negociar dos o tres hipotecas, pues estaba dedicado a la
compra y venta de divisas extranjeras y a los descuentos de letras y
préstamos de dinero a sus amigos y clientes. Desde 1870 vendía giros
sobre Londres que eran pagados por su hermano.
En lo que se refiere a explotaciones agrarias no mencionadas se puede
decir que Eder fue un innovador como lo demuestra el hecho de que
intentara levantar una gran plantación de café. También instaló alambiques logrando un buen margen de comercialización de los producido
en sus haciendas. Desde luego también mantuvo los renglones tradicionales de producción como ganadería, caña para trapiches y alambiques y el tabaco que ya se mencionó. Aunque siempre mostró un
interés muy alto por concentrar propiedades territoriales, ocasionalmente vendió o alquiló terrenos. Un caso de venta ocurrió el 31 de agosto
de 1881 según registro # 172 de la Notaría de Palmira, cuando vendió a
Luis Molina 35 fanegadas de terreno en Palmira por $ 350. El precio tan
bajo se explica porque Eder los había adquirido en pública subasta el 9
de diciembre de 1876 en una ejecución promovida contra Molina para
pagar un empréstito "con el fin de atender los gastos premiosos de la
guerra civil". Pero, de todas maneras, siempre buscó concentrar en sus
manos el mayor volumen de tierra posible. Así el 20 de octubre de 1883
compró la hacienda "El Guavito" en el sitio de "La Paila". La hacienda
tenía una área original de 7.000 plazas pero por el hecho de haber sido
ocupada por colonos solamente pudo obtener 5.000 plazas en total.
También en 1894 Eder compró la hacienda de "Balsora" en Candelaria
con 685 plazas a Manuel de Jesús Molina; los terrenos estaban cubiertos
de selva y sólo 200 plazas con pastos artificiales, pequeños cultivos de
plátano y café y 25 plazas con cacao, en un precio total de $ 28.000.
También en el mismo año compró "La Honda" a Pedro Pablo Caicedo
porS 14.000.
Como se vió en el capítulo IV, Eder fue también un paladín del
progreso y estuvo presente en cuanta obra de beneficio público se inició.
Pero lo más exitoso fue su participación en las empresas de vapores que
295
era principalmente controlada por Julián Trujillo y Carlos Simmons. Los
intereses en juego se pueden ver en la carta que le escribiera Trujillo,
desde Salento, la hacienda de Cerruti, el 19 de octubre de 1882:
debo también poner en su conocimiento que en Buenaventura conseguí
un accionista más para nuestra empresa de navegación. Hoy sigo para Cali
e inmediatamente me ocuparé de discutir las bases ganerales de asociación para proceder a otorgar la escritura pública correspondiente. Pero
es bueno que sepa usted desde ahora que el doctor Miguel Guerrero,
apoderado de los señores Cabal, Sinisterra y Rivera tienen la idea que las
acciones sean del valor de $ 1.000 y que de $ 1.000 puedan en consecuencia aumentarse hasta 80 el número de los accionistas. Como Ud. vé, si este
pensamiento se adopta queda destruido por completo nuestro plan de
reducir al menor número posible el número de los accionistas, por las
dificultades que hay en este país de conseguir una reunión oportuna de
varias personas cuando son muchas las que deban componerla.
Con tal motivo me atrevo a proponer a Ud. que si no puede concurrir
personalmente a la discusión de las bases, le comunique instrucciones a
su apoderado para que en las reuniones que tengamos sostenga que los
accionistas no pasen de 20 y que en este caso el valor de cada acción sea
de $ 4.000 con lo cual quedará llenado el propósito de hacer subir el
capital a $80.000"36.
Otro renglón en el que incursionó fue el de la compraventa de
propiedades: en 1884 Eder aparecía como agente en Palmira de las
Empresa Burila y en 1891 aparece vendiendo propiedades urbanas como
en el caso de Manuel de Jesús Molina a quien negoció una casa con una
hipoteca abierta que debería ser pagada con toros, vacas, muías, terneros
etc. por un valor total de $ 7.333, cláusulas que se estipulaban con el fin
de proteger los ganados de posibles incautaciones en caso de revolución.
Una empresa más en serio la inició en 1893 con Manuel de Jesús Molina,
la "Compañía Constructora de Palmira", con el propósito de construir
casas en el área urbana. En los años siguientes Eder compró más tierras
en Palmira donde ya había adquirido un buen número de propiedades
urbanas.
bid., p.
.
296
En lo que se refiere a relaciones políticas, se puede decir que este fue
un ramo que en ningún sentido fue descuidado por Eder. Su participación
en las logias masónicas, lo llevó a mantener una estrecha amistad con
Mosquera y Julián Trujillo, este último, el político más importante y
poderoso del Cauca desde 1865 hasta 1882, fue además su socio en
algunas empresas de fomento como ya se mencionó. También fue amigo
de destacados políticos conservadores como Sergio Arboleda quien en
1870 le propuso participar en negocios junto a Carlos Sicard, o como
Rafael y Elias Reyes. Esto, desde luego, lo mantenía protegido contra
posibles abusos por parte de las autoridades lo que no obstante no
impedía que algún jefe local o grupos comerciales contrarios conspiraran
en su contra. Por ejemplo el 9 de marzo de 1872 Ernesto Cerruti, escribió
al Departamento de Estado "ciertas personas bien conocidas como
bribones se proponen obtener para un tal Enríquez el nombramiento de
cónsul de los Estados Unidos en Buenaventura"37.
Su condición de extranjero no impidió que sufriera expropiaciones y
persecusiones en tiempos de guerra, como durante la de 1876 cuando el
gobierno embargó todo el ganado tanto de nacionales como de extranjeros. También en tiempos de paz se vió envuelto en problemas con la
justicia, como cuando dio muerte a Julián Paz Córdoba en 1869, lo que
produjo algunos desórdenes en su contra38. Igualmente, en carta escrita
el 17 de octubre de 1884 a William L. Scruggs, Ministro de los Estados
Unidos, se quejó de que a pesar de haber vivido 20 años en el Cauca sin
haberse mezclado nunca en política, envidiosos de su negocio gritaron
"mueras a los extranjeros" nombrándosele a él en particular.
El lOde abril de 1885 escribió almismo Scruggs agradeciéndole haber
intervenido ante el gobierno de la Unión para que se respetaran sus
intereses. Eder se refería a una carta enviada a Nemesio Colmenares, jefe
municipal de Palmira, en la que se quejaba de que sus peones habían sido
reclutados impidiendo el desarrollo de las labores en su hacienda, tam37 Eder, pp. 27-28.
38 V. Al honorable William H. Seward, Secretario de Estado, Washington D.C., Marzo
4 de 1869, en "Despatches ...", microfilm # 140.
297
bién le fueron decomisados algunos caballos. A Eder le fiieron incautados 18 caballos y se le perdieron de su hacienda 40 vacas en 1885 por un
valor de $ 4.480. En el mismo año le fueron incautados 88 cabezas en la
finca de "Balsora" por un valor de $ 3.666 y también 7 cabezas en el
potrero de "Guavitas" por $231.
Una incautación similar en la Hacienda de La Luisa, de propiedad de los
señores Uribe, ciudadanos colombianos, entre el 10 de febrero y el 1 de
junio de 1885, de 149 cabezas de ganado a $ 32 -total $ 4.768-. Se alega
que los señores Uribe que tenían una deuda de $7.510 con el Sr. Eder, se
comprometieron el 5 de agosto de 1884 a vender cierto ganado para
pagarle con el producto de la venta y de no haberlas vendido en término
de 6 meses, de entregarle el ganado a Eder. El 4 de diciembre de 1884
habiendo estallado la insurrección, el Sr. Eder fue a la hacienda y a buena
cuenta de ladeudarecibió 100 cabezas de ganado y 132 temeros, avaluado
todo en un total de $4.480. Señaladas con una marca las dejó en la
hacienda. Los Uribe tomaron parte en la revolución contra el gobierno,
y sus propiedades inclusive el mencionado ganado, les fueron secuestrados. Eder protestó. El Magistrado que practicó la incautación contestó que
la transacción por haber sido hecha con el enemigo era ilegal si no penal,
y por consiguiente era nula según términos de la disposición oficial.
La cuestión de Uribe ha quedado consignada en algunos documentos
notariales. El 5 de agosto de 1884 se firmó en Cali un instrumento privado,
en el cual se daba fe de la deuda de los Uribe con Eder. Se hizo un pago
a buena cuenta en ganado el 4 de diciembre de 1884 por un total de $ 4.484;
el instrumento que tal reza fue protocolizado el 19 de marzo de 188539.
Eder esperó que se le pagaran sus reclamaciones, lo cual no logró. El
19 de octubre de 1896 escribió desde Nueva York: "me agradó saber que
mi amigo Rafael Reyes es candidato para la Presidencia. Si él está en el
poder tengo esperanzas de que será pagada mi reclamación; bien
manejado el asunto, estamos seguros de obtener el pago" 40 .
Durante el período de "La Regeneración", las inversiones en sus
haciendas tampoco fueron muy rentables, lo que se explica en parte,
porque Eder no contó con mucho apoyo por parte de los liberales
39 Eder, ob. cit., pp. 282-3.
40 Ibid., p. 283.
298
independientes y algunos jefes conservadores. Esto lo llevó a que el 7 de
julio de 1888 arrendara la hacienda "La Manuelita" a una sociedad
llamada "Buenaventura y Cia.", formada por Belisario Buenaventura,
Elias Reyes y Belisario Zamorano, tres buenos amigos suyos y personajes importantes del nuevo régimen41.
Como se mencionó en un capitulo anterior, por esta misma época
incursionó en explotaciones mineras en la "Sociedad Minera de Vitaco", de la que formaban parte, entre otros Ellas Reyes y Carlos H.
Simmonds42. También formó otra sociedad con Elias Reyes y Gabriel F.
Echeverri para explotar la mina "La María" en el Distrito de Buga 43 .
Volviendo a las empresas agropecuarias de Eder, resta por decir que
sólo fueron prósperas a comienzos del siglo siguiente cuando logró poner
en marcha su ingenio azucarero "La manuelita", bajo la administración
de su hijo Charles y utilizando máquinas de vapor 44 .
REYES HERMANOS.45
En 1868 Rafael Reyes viajó al Cauca desde Boyacá, llegando a
Popayán el 28 de noviembre donde se instaló en la casa de Elias su
hermano, quien era socio de Leopoldo y Juan Bautista Pombo, de
"Pardo y Hurtado" (Leónidas y Primo Pardo y Simón Hurtado), de
Polidoro Velasco y de César Castro.
Elias también procedía de Boyacá y al llegar al Cauca se había
establecido en Palmira donde participó en la guerra del 60 como ayudante
del general conservador Jacinto Córdoba. En la cárcel de Cali estuvo
preso con Miguel de Angulo quien años después sería suegro de Rafael.
Pasada la guerra continuó con negocios entre Palmira y Popayán y
41 Notaría Primera de Cali. 1888, tomo IV, # 450, f. 1.064.
42 Ibid., 1888, tomo I, # 109, ff. 370-372.
43 Ibid., 1888, tomo II, # 205, s.f..
44 ibid., p. 415 y ss.
45 Esta parte se basa en las "Memorias" de Rafael Reyes, citada. Por lo tanto sólo se
harán las citas imprescindibles y las referencias a información diferente a la contenida en
dicha obra.
299
haciendo viajes a Panamá. Estas actividades comerciales le permitieron
reunir capital y crédito suficiente para viajar a Europa en 1868 de d o n d e
introdujo un gran volumen de mercancías con las que a la llegada de
Rafael había abierto un gran almacén en Popayán, de ventas al por mayor,
que competía con el de Antonino Olano, único existente entonces. El
comercio al por menor era controlado por las señoras de las mejoras
familias de la ciudad.
Rafael se inició en los negocios como contador en el almacén de su
hermano, lo que le permitió relacionarse con las personas más prestantes
de la ciudad. Su desempeño llevó a que en 1869 entrara como socio
industrial en el almacén con un 20% de las utilidades y una mensualidad
de $ 100. Aparte de esto decidieron traer a sus otros hermanos, lo que les
permitió incursionar en empresas agrarias al comprar la hacienda "La
Trinidad" en el Valle del Cauca, para ocupar a Enrique, uno de los
hermanos, quien se dedicaría a levantar una plantación de cacao.
Los hermanos Reyes se dieron cuenta que el negocio de exportación
en Popayán consistía en quinas que se extraían de Silvia y de la provincia
de Caldas que estaban casi agotadas y monopolizadas por el doctor
Olano y don Marcos Valencia. Para competir con ellos, Rafael propuso
explorar los bosques del Patía, de Túquerres, de Ipiales y de Santa Rosa,
pues había averiguado que existían importantes cantidades de quina
depositadas en un pueblecito llamado El Diviso, entre La Cruz y Buesaco.
En este negocio Elias Reyes invitó como socio a Leónidas Pardo.
En la provincia de Caldas, Rafael compró a don Juan Martín Caicedo
una fuerte cantidad de bultos de quina a $ 39 que se vendieron por el doble
en el extranjero. En el pueblo de La Cruz compró 500 bultos en buenas
condiciones que les dejaron una ganancia de cerca de $20.000 oro. En el
Diviso compró 1.000 bultos de quina a un señor Moncayo. Según Rafael
"el negocio de quinas era como una especie de campaña, tanto en las
selvas vírgenes de donde se extraía como en las poblaciones donde se
compraba", pues el comprador debía no sólo moverse con rapidez frente
a otros competidores, sino también enfrentar grupos de forajidos.
300
Agotadas las quinas que estaban depositadas en las bodegas de los
pueblos, Rafael optó por alquilar y explotar directamente los bosques de
las montañas de Tasajeras en el pueblo de Buesaco, al Sur del Cauca, que
dejó una utilidad de más de $ 40.000 oro.
Posteriormente buscaron quinas en las montañas del Patía, en Potosí
(Pasto) y en las montañas de Tajumbina (La Cruz) donde no obtuvieron
mayores resultados. En 1871 continuaron con la exploración de las
montañas de Santa Rosa donde encontraron quinas de muy buena
calidad, puesto que contenían "el tres por ciento de sulfato de quinina y
como la que daba uno por ciento se vendía a sesenta pesos el bulto, esta
se vendería al triple; que los bosques que había recorrido en Santa Rosa
tendrían árboles para producir, por lo menos, unos cinco mil bultos de
quinas, en los cuales el mínimo que podríamos ganar, sería de cien pesos
oro en cada uno o medio millón de pesos en todo" 46 .
A partir de ese momento Rafael entró como socio industrial de la
empresa con el cincuenta por ciento de utilidades. Dada la envergadura
del negocio tuvieron que asociarse con "Pardo y Hurtado" (Leónidas
Pardo y Simón Hurtado) de Popayán. Rafael y Simón se encargaron de
organizar la empresa consiguiendo peones en el Tambo y Puracé, con
Zenón Muñoz y Rafael Valencia respectivamente. La casa principal de la
agencia la establecieron en el punto del Bongo a la entrada de la montaña,
turnándose cada uno la administración de ella cada mes. Mientras tanto
la empresa en el Patía era dirigida por Enrique Reyes con Polidoro
Velasco y Vicente Crespo.
La producción de quinas en Santa Rosa fue muy alta, pues aparte de
los Reyes se establecieron las casas de "Lorenzana y Montoya" y otra
de Bogotá manejada por César Castro, que obtuvieron más de 15 mil
bultos de quina por valor de unos 2 millones de pesos; mientras que las
del Patía produjeron un millón de pesos, lo mismo que las de Tasajeras
y Aponte.
El 5 de febrero de 1874 emprendió Reyes la exploración de las tierras
bid., p.
.
301
de Caquetá y Putumayo donde estableció una ruta de vapores para
exportar e importar por el rio Amazonas y Putumayo utilizando a los
indios como abastecedores de leña y de materias de extracción compuestas de quina y caucho. También fundó la "Compañía del Caquetá" que
se encargó de explotar esas selvas. Los primeros cargamentos de quina
produjeron más de cien mil dólares en 1876 y permitieron comprar el
vapor "Colombia" que se hundió en el Atlántico.
Los hermanos Reyes en compañía de sus sobrinos se ocuparon de
la empresa de quina y caucho a la vez que realizaban exploraciones:
Enrique exploró los "ríos Yuruá, Yavarí, Huallaga, Ucayalí, Punís,
Tonantins y Singú, y Néstor el Putumayo, Ñapo, Caquetá y sus afluentes". Estas exploraciones duraron desde 1875 hasta 1884 y en ellas
murieron estos dos hermanos, un sobrino de nombre Alejandro Plazas
Reyes y un primo Nemesio Reyes. Trabajaron además con ellos en estas
empresas:
Elias Reyes, principal de la casa comercial que suministró los fondos
para las exploraciones (Boyacá) 1877.
José M. Calderón Reyes (Boyacá) 1875.
Gabriel Escobar (Cauca) 1875.
Alfredo Simson,de la Sociedad de Geografía de Londres, 1876.
Capitán portugués Francisco A. Bisao, 1878.
Gabriel Pinedo (Santa Marta) 1877.
Florentino Calderón Reyes (Boyacá) 1877-1884.
Juan Reyes Valderrama (Boyacá).
Antonio de Angulo (Popayán) 1877.
Ricardo Bejarano (Popayán) 1878.
Demetrio Salamanca (Boyacá) 1877.
Rafael Bonilla Estela (Cauca) 1877.
Bernardo y Gerardo de la Espriella (Cartagena) 1878.
Dario Rojas (Boyacá) 1877.
Julio Larroque (Pará) 1877.
Eduardo Holguín (Cauca) 1881.
302
Andrés Reyes (Boyacá) 1879-1884.
En 1884 el precio de la quina decayó y la "Cia. del Caquetá" quebró.
Enrique prosiguió con los trabajadores en la extracción de caucho en
Yuruá y Yavarí hasta que la fiebre lo mató en 1886. Elias se estableció en
Popayán a causa de una afección cardíaca, mientras que Rafael se hizo
cargo de las acreencias que cayeron sobre "Reyes Hermanos".
Como se mencionó antes, don Elias había incursionado en negocios
agrarios. En 1870 era dueño de la hacienda "La Trinidad", comprada a
Carlos Patiño, que pasó luego a Rafael. La hacienda tenía un potrero
hipotecado en $ 1.700 en favor de Santiago Eder. También compró
propiedades urbanas en Palmira, en 1875, donde tuvo relaciones comerciales con Eder: "El 17 de enero de 1870 Reyes le escribe probablemente
excusándose de no poder hacer ciertos pagos a Santiago: 'por la postración en que se encuentra esta plaza (Popayán) y la extrema escasez de
numerario'" 47 .
En 1872 Elias Reyes aparecía como representante de la casa de "P.
L. Merino" de Panamá.
En una perspectiva diversificadora los hermanos Reyes incursionaron en explotaciones mineras como se mencionó en el capítulo anterior
y como empresarios territoriales cuando en 1884 aparecen Elias y Rafael
como socios fundadores de "La Burila"48.
En lo que se refiere a la política los Reyes eran conservadores y
estaban relacionados con los principales dirigentes de dicho partido en
Popayán y Pasto 49 . Esto los llevó a que que en 1876 tuvieran que salir del
pais al ser acusados de haber introducido por el Caquetá armas para los
ejércitos conservadores. También en 1885, durante la revolución radical
47 Ibid., p. 361.
48 Empresa de Burila. Escritura de Asociación, estatutos y reglamento. Compañía
Anónima de Fomento, Colonización y Explotación y Compra-venta de tierras, Manizales,
Imp. de Manizales, 1884.
49 Como en Popayán, en Pasto Rafael se hizo amigo de los más prestantes personajes
del lugar, todos ellos afiliados al partido conservador: el obispo Manuel Canuto Restrepo.
Juan Bautista Astorquiza, Sixto Guerrero, Modestoy Angel Zarama. V. Reyeíji cit., p. 77.
303
contra los liberales independientes Rafael entró al ejército, iniciando
una brillante carrera militar y política que lo llevaría a la Presidencia de
Colombia. Por su parte Elias, comprometido en un principio con el
proyecto regenerador hasta el punto de que había fundado el periódico
La prensa en unión de don Manuel Carvajal y D. Eduardo González para
el "sostenimiento de los intereses populares y de la causa de la
Regeneración"50, fundó en mayo de 1991 junto con don Juan de Dios
Ulloa y Manuel Carvajal V., el periódico La Opinión para apoyar la
candidatura de Marceiiano Velez51.
LA
EMPRESA FAMILIAR DE PRIMITIVO CRESPO52
En las empresas quineras y caucheras de los hermanos Reyes participaron dos hermanos: Vicente y Carlos Crespo, hijos de Primitivo
Crespo, un comerciante bugueño. Don Primitivo empezó a trabajar
desde los 10 años de edad, cuando llevaba partidas de cerdos al Chocó.
En Tuluá conoció a un comerciante venezolano llamado Gabriel Salom
quien le ofreció trabajar como dependiente en un almacén de mercancías
en Buga, allí aprendió comercio "ocupación que entonces daba pingües
resultados"53. Posteriormente se independizó pero era "un poco iluso en
los negocios, y por ese motivo tuvo inertes descalabros" pues tuvo la
idea ñja de invertir en negocios "de campo" para lo cual no tenía buenas
dotes: "cada vez que se arruinaba en el campo se reparaba en el comercio,
pero volvía a las andadas"54.
Don Primitivo era conservador y en 1876 sufrió persecuciones por
parte del gobierno liberal que lo obligó a fingirse enfermo por período de
un año cuando se trasladó a Palmira en busca de tranquilidad, "pues el
50 Gonzalo Córdoba,Réplica, Bogotá, septiembre de 1888.
51 La Opinión, 7 de mayo de 1891.
52Estos datos biográficosse basan en las memorias de Carlos Crespo: "Reminiscencias",
inéditas. Agradezco a doña Gladys Ascárate de Cobo, Secretaria de la Academia de Historia
Leonardo Tascón de Buga y Directora de los Archivos, el habérmelas facilitado.
53 Crespo, ob. cit., f. 4v.
Ibid., . .
304
jefe municipal de aquella Provincia, señor Juan Conde no fue tan cruei
con los conservadores, como lo fue el de Buga señor Federico Pizarra
quien extremó todas las medidas de violencia que se usan en nuestras
guerras civiles" 55 .
La participación política de la familia durante la guerra fue bien
curiosa: Vicente, uno de sus hijos, servía de secretario a don Sergio
Arboleda, comandante de los ejércitos conservadores, mientras que
Primitivo, el hijo mayor, era Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas
Legitimistas del Gobierno en ei Tolima; es decir, uno era revolucionario
y otro gobiernista. Vicente y Primitivo habían sido enviados antes de
1876 a Panamá, Ecuador y Perú para que se ocuparan en negocios de
comercio "al efecto, llevaron allá (Perú) tabaco del muy bueno que
entonces se cosechaba en el Cauca, en la Provincia de Palmira y de allá
mandaron vinos y no sé que otros artículos"56.
Después de la guerra Vicente permaneció en Garzón y de allí pasó a
Popayán donde "entró en relaciones comerciales con la casa de "Elias
Reyes Hnos". Por cuenta de esta casa explotó quinas en las montañas
vírgenes de Patía, en la región de Castigo, negocio en el cual obtuvo
buenas ganancias; caído el artículo resolvieron explotar caucho, que
alcanzaba buenos precios en los mercados europeos, y en ésta empresa
entró ya no como agente sino como socio.
Por su parte Carlos, el hermano menor, en 1883-84 manejaba una
tienda de mercancías que su padre y Primitivo abrieron en Florida.
Después fue llamado por Vicente a trabajar en la empresa de caucho del
Castigo
en esa región semisalvaje permanecí 18 meses contraído al manejo del
tambo principal que se denominaba don Elias nombre que le puso
Vicente en honor de don Elias Reyes, socio de la firma comercial Elias
Reyes Hnos. A otro tambo se le denominó don Rafael, también con
idéntico propósito [...]".
55 Ibid., ff. 6-10.
56 ibid., ff. 10-11.
57 Ibid.. f. 22v.
305
Vicente trabajó en el Castigo durante 8 años consecutivos. En 1883
"estaba la empresa de caucho bien establecida y se contaba con un
número de trabajadores fijo de 300, a quienes se les tenía, a cada uno por
separado una cuenta corriente que hacía algo dispendiosa la contabilidad". Como socio de "Reyes Hermanos" sufrió pérdidas con la caída
de los precios del caucho en Europa, debido a la abundante producción
que de ésta goma exportó el entonces Imperio del Brasil58. A pesar de ello
no quedó en mala situación, porque había tenido el juicio y prudencia de
emplear las economías de sus sueldos anteriores en ganado "especie que
ha constituido siempre en el Cauca un pingües negocios"59.
Rafael Reyes y Vicente estuvieron en la guerra de 1885 al lado del
General Payán. Al final de esta el General Rafael Reyes, Ministro de
Fomento de Rafael Nuñez lo nombró inspector de la Carretera de
Cambao y posteriormente le dieron la administración por contrato.
Estuvo también en la guerra del 95 y murió en 1898 en Bogotá. Alcanzó
el grado de General de Brigada de manos del doctor Carlos Holguín.
Primitivo después de la guerra del 76 estuvo vendiendo partidas
de muías en la insalubre región de Córdoba y tuvo un almacén de
mercancías en Florida que servía para "comprar tabaco que enviaban
al Estado del Tolima"60. Después de 1881 abandonó los negocios y
se marchó a trabajar al Patía con Pedro Vicente Martínez y allí permaneció hasta que llamó Eliseo Payán para que desempeñara el cargo
de administrador de la Aduana de Buenaventura, cargo en que lo
sorprendió la guerra de 1885 aunque pudo escapar de los revolucionarios gracias al apoyo que le brindó el cónsul italiano Francisco
Menotti; posteriormente participó en la guerra bajo el mando del coronel
Ramón Ulloa. Después de la guerra volvió a encargarse de la Aduana
de Buenaventura y fue nombrado prefecto de la ciudad. Aquilino
Aparicio, Gobernador del Cauca, lo nombró Secretario de Hacienda
58 Ibid., f. 14
59 Ibid., ff. 14r-14v.
6 Ibid., . 2.
306
en 1888. También fue representante al Congreso por el Circule
Electoral de Buga, Ministro de Gobierno y de Guerra y Gobernador
del Cauca. En 1895 fue Intendente General del Ejército del Cauca.
Durante la guerra de los "mil días" fue oposicionista al gobierno de
Sanciónente por lo tanto se le miraba con desconfianza, aunque fue
nombrado auditor general de guerra.
Otro de los hijos de don Primitivo, Maximiliano, profesó el sacerdocio en 1866 y llegó a ser obispo y Rector de la Universidad del Cauca;
mientras que a Carlos lo nombró Rafael Reyes primer telegrafista de
la Central de Bogotá junto con Rufino Gutiérrez.
DOMINGUEZ Y
CIA.
La empresa de "Domínguez y Cia.", era de José María Domínguez
Escobar, vecino de Buga, quien se inició como empresario en 1865
con los bienes que le entregó su padre, el antioqueflo José María
Domínguez Molina. Posteriormente fundó la casa llamada "José Ma.
Domínguez E. y Cía." que desde 1873 servía de intermediaria con casas
europeas. Siendo conservador y ante las dificultades políticas que se
presentaban constantemente en el Cauca contra miembros de ese
partido, Domínguez se asoció con Julio Bertin, un empresario francés
quien además participaba en "Bertin Hermanos", con el fin de que sus
intereses aparecieran protegidos con la bandera francesa.
Los datos que tenemos sobre este empresario provienen de un pleito
que tuvo con el grupo familiar de los Uribe, empresarios de origen
antioqueño, del que formaban parte Julián y Rafael Uribe Uribe, ampliamente conocidos en Colombia. Este pleito es importante porque hizo
públicas las estrategias de que se valían los empresarios para proteger
sus intereses en un ambiente político tan complejo como el caucano del
Siglo XIX.
El problema consistió en que los Uribe debían a la casa "Depons
y Cía." de París la suma de 14.000 francos por mercancías despachadas
307
en 1876. La casa encargó a José Ma. Domínguez el cobro de la factura,
por haber sido él quien recomendó a los Uribe, quienes no pagaron a
tiempo. Ante el cobro, Federico Alejandro Uribe, tio de Julián y Rafael,
acusó a Domínguez de haber ascendido en los negocios gracias a su
respaldo, lo que se publicó en marzo de 1879 en un panfleto en el que
decían:
Domínguez nos acusa de enemigos del Gobierno, trata de malquistarnos
con las autoridades y de granjearnos peligrosos enemigos con las hojas
sueltas que publica y hace publicar por los cuales se hace un crimen de
nuestro antioqueflo origen y de nuestras oposiciones políticas y en que se
incita al pueblo para que nos lapide, nos abofetee y nos suprima61.
Se referían a un volante publicado por Domínguez con el título:
"De afuera vendrá quien de tu casa te echará"62, en el que se les
atacaba en los siguientes términos:
El señor Federico A. Uribe es conocido en Palmira, en donde después de
darla de liberal independiente y de orador en la sociedad de este partido,
clandestinamente se fue a Buga y Tulúa a tratar de disuadir a su hermano
Gabriel que se había declarado defensor de la Constitución y aumentando
su inconsecuencia y su falsía (naturales de todo antioqueño) se hizo poner
preso en Buga y de allí salió con el título de Secretario de Gobierno. Se
presentó el 21 de abril en las márgenes del Amaime intimando rendición
por medio de una nota al pueblo de Palmira; y sin esperar respuesta atacó
a esta en la convicción de que por falta de elementos de guerra como él
lo sabía, no podría resistir63.
Como se puede ver en el enfrentamiento seguía presente la vieja
enemistad entre antioqueños y caucanos, lo que fue explotado por
Domínguez:
No soy yo quien ha hecho un crimen de su origen antioqueño: son sus
mismos paisanos los que nos han hecho creer que el anlioqueñismo
61 José María Domínguez E.: Cuestión Domínguez Uribe, Buga, 31-III-1880,
Imprenta de Eustaquio Palacios, Cali, 1880, p. 4.
62 Ibid., p. 4.
Ibid., p. .
308
imprime carácter; pues se ha dicho, y hoy mismo se repite por hijos os
Antioquia Ic que dijo el Bardo de esas montañas, como si hubieraquer.eefotografiar a los señores Federico A. y Juan María Uribe:
"Raza de mercaderes que especula
con todo y sobre todo, raza impía,
por cuyas venas sin calor circula
la sangre vil de la nación judía;
y pesos sobre pesos acumula
el precio de su honor, su mercancía;
y como sólo al interés le atiende
todo se compra allí, todo se vende"64.
Aparte del cobro de la deuda de "Depons", las acusaciones de
los Uribe contra Domínguez se basaban en lo siguiente: Domínguez
administraba como apoderado de Julio Bertin los bienes de la casa
"Bertin & Uribe" en asocio de Federico A., pudiendo ambos liquidar
la compañía. Como se presentaron diferencias para hacerlo, Uribe
pidió que la liquidación la hicieran arbitradores y en forma amigable
bajo una sanción de $ 400 para quien no lo acogiera65.
Los antecedentes al pleito son los que arrojan luces sobre el funcionamiento de las empresas y a ellos nos referiremos a continuación: En
octubre de 1876 le escribe el señor Federico A. Uribe a Domínguez a
París proponiéndole negocios en compañía. Domínguez aceptó y le
prestó algunos servicios. Regresó de Europa en septiembre de 1877 a
administrar la casa que desde 1873 tenía Julio Bertin y a manejar los
bienes de este señor en Colombia por un poder general que le dio 66 .
Desde mi llegada al Cauca concebí la idea de ensanchar de nuevo los
negocios de mi socio y poderdante, si podía unir a la bandera liberal, a fin
de evitar, caso de guerra, expropiaciones que pusieran a mi poderdante
en el deber de hacer reclamos al gobierno de mi patria, y pensando en ésto,
recordé en cada hora la propuesta de D. Federico A. Uribe: me dirigí
64 Ibid., pp. 7-8.
65 Ibid., p. 10.
66 Ibid., pp. 26-27.
309
entonces a una tienda que tenían estos señores en Buga para detallar
mercancías y les propuse la asociación: al proponérsela brillaron sus ojos
de alegría como los del naufrago ante la única tabla de salvación que se
le presenta, y me preguntaron, ¿qué busca usted en nosotros?, yo les
contesté, busco en ustedes bandera, más capital y ayuda para ensanchar
los negocios67.
Firmaron el pacto el 27 de abril de 1878, creando la sociedad "Bertin
y Uribe", de la que Domínguez era el gerente68. La empresa tenía
almacén en Buga, Palmira y Cali y exportaba frutos del pais a New York,
Bremen y París69, manteniendo en Buga a los señores Lucindo Sanclemente, José Joaquín Guerrero y Joaquín Varela como agentes
comisionistas, que se encargaban de comprar y vender previa la comisión
respectiva. El señor Varela, además, actuaba por cuenta de "Bertin y
Uribe" en Roldanillo70.
Aparentemente Domínguez había acertado al escoger sus socios,
puesto que los Uribe tenían importantes conexiones con sectores radicales del liberalismo hasta el punto de que Juan María y Federico A.
fueron secretarios de Tomás Renjifo y de Modesto Garcés, el primero
Presidente de Antioquia y el segundo del Cauca y por lo tanto vivían
informados de posibles trastornos políticos. Es por esto que en la
práctica, el único capital que los Uribe aportaron a la empresa fue el
político, el que no dio mayores según se pudo en octubre de 1878 cuando
Juan María Uribe manifestó a Domínguez:
que estábamos en vísperas de un transtorno público, que en su opinión
la guerra era inevitable y que era indispensable que combináramos un
plan para poner a salvo los intereses. Posteriormente el señor Federico
A. Uribe confirmó en sus temores [por carta] que me dirigió de Cali; y
como yo tenía derecho a creer que esos dos altos personajes estuvieran
al cabo de la situación política, llegué a abrigar serios temores de que el
67
68
69
7
Ibid.,
Ibid.,
Ibid.,
Ibid.,
p. 27.
p. 11.
p. 15.
p. 2.
310
orden público sería turbado entonces, en previsión de lo que pod _
suceder y para poner en salvo los intereses de '"Bertin y Uribe". ordere
al señor Joaquín Varela el empaque y envío de las mercancías de "Bertin
y Uribe" a Buga donde permanecieron en poder del señor Lucindo
Sanclemente un mes poco más o menos71.
Pero los problemas comenzaron poco después y no fueron
precisamente por las temidas expropiaciones de guerra. Como el señor
Domínguez debería viajar a Europa encargó a su socio de administrar
sus negocios y de proveerlo de fondos y recursos enviándole "remesas
sucesivas en productos del país" 72 . El señor Domínguez viajó y,
según él, Uribe aprovechó la situación para privarlo de sus propios
bienes:
antes de irme para Europa consigné al señor Federico A. Uribe 22.000 y
tantos pesos en mercancías mías para su venta y le encargué el cobro de
algunas cantidades, con orden de remitirme mensualmente a Europa el
producto de las ventas que se hicieran y lo que se recaudara de los
créditos. El señor Uribe vendió más de $ 10.000, recibió algunas cantidades por su cuenta y en lugar de cumplir mi orden y abusando de la
confianza en él depositada, invierte esos fondos en tabaco, cacao y
cueros, exporta esos productos y gira sobre sus embarques para tener él
aquí con que pagar sus deudas personales, como lo hizo, y privarme a mi.
de mis propios recursos, llevando su atrevimiento hasta el extremo de
extender sus letras de cambio sobre los esqueletos litografiados con mi
nombre para poder comprometer mi crédito y servirse, aunque indirectamente de mi firmat—]73.
Como la mayoría de los grandes comerciantes conservadores caucanos, don José María participó en política al cambiar la situación para su
partido en 1885, cuando en compañía de Rafael Reyes derrotó al coronel
Guillermo Márquez, acción que le valió ser ascendido a general por
Eliseo Payán y que fuera nombrado jefe del Estado Mayor General
71 Ibid. pp. 25-26.
72 Ibid., p. 12.
73 Ibid., pp. 14-15.
311
del Estado. También llegó a ser diputado a la Asamblea del Cauca y
representante a la Cámara. Participó en la guerra de 1895 y en la de "Los
Mil Dias" en la que fue hecho prisionero por el General Rafael Uribe
Uribe74.
En lo que se refiere a la diversificación de actividades don José
María no fue precisamente destacado, sólo se le encuentra en 1884, como
casi todos los políticos y empresarios caucanos, constituyendo la
"Sociedad Burila". Prácticamente toda su actividad se redujo al comercio y la política, lo que supo combinar bastante bien durante el
período de "La regeneración" para obtener monopolios como el de la
sal con exenciones de impuestos, lo que suscitó un debate
escandaloso con panfletos, como el que ya había sostenido con los Uribe.
El problema empezó en 1887 cuando el genera! Domínguez hizo
saber al público, por intermedio de Lisandro Navia, que daría a la venta
más de 200.000 piedras de sal a $0.70 la arroba, pero el precio real de
venta fue de $1.40 75 . Todo esto aparece en un folleto publicado por
Domínguez en 1888 y titulado "La respuesta ofrecida", para contestar
un volante que el señor Gonzalo Córdoba publicó el 7 de febrero de 1888
referente a la administración de la sal 76 . Los ataques provenían de grupos
comerciales rivales como el formado por Primitivo Crespo, Elias Reyes,
C. H. Simmonds y Gonzalo Córdova, quienes publicaron en el periódico
La Prensa:
La sal vendida por el señor general Domínguez, de los 270.000 piedras
que ofreció y que el gobierno eximió del derecho correspondiente, ha
sido poca. Según cartas de Buenaventura, en las listas de compradores
figuran todos los empleados del señor general Domínguez y del señor
Menotti, su socio. ¡Cómo se juega con los gobiernos y con los pueblos!77.
En efecto, en la lista de compradores aparecían "Pitigua un peón o
doméstico de la casa del señor don Francisco Menotti, comprando diez
74 Arboleda, Diccionario..., citado, p. 147.
75 Las Victimas, (hoja suelta), Cali, 24-XII-1887.
76 General José Ma. Domínguez: La Respuesta ofrecida, 7-11-1888, s.e.
77 Gonzalo Córdoba Réplica, Bogotá, IX-1888, s.e.
312
mil kilos de sal"; otro implicado en el negocio fue Alfonso Menotti.
hermano de Francisco.
Bertin Hermanos
Para la época estudiada "Bertin Hermanos" no es una de las
grandes empresas del Cauca, según las pocas referencias que de ellos
se tienen. Se sabe por lo que se ha mencionado antes que Julio, el único
de los hermanos que aparece con nombre, había puesto su firma para
proteger a Domínguez de posibles expropiaciones por parte de los
gobiernos liberales, algo muy común en la época y que fue constantemente practicado por Eder, por ejemplo. No contamos con información
para saber cuánto era la comisión cobrada o si sólo se reducía a negocios
de descuentos de giros o de consignación de mercancías.
La poca información con que se cuenta acerca de esta firma aparece
en el libro de Phanor Eder quien dice que el 29 de enero de 1870 sus socios
le habían a su padre dado este excelente consejo:
como amigos sinceros tomamos la libertad de aconsejarle a Ud. de no
emitir JAMAS su parecer en cuanto a las cosas que tocan el porvenir de
este país, y en cuanto a los acontecimientos que lo tienen agitado;
nosotros, extranjeros, a pesar de tener predilección por esta tierra y de
estar dispuestos a prestar nuestro contingente para hacerla progresar,
debemos forzosamente callarnos78.
Y en 1880 le habían escrito a su padre: "querido Santiago: el país se
encuentra en una situación bastante alarmante; le aconsejamos no quedarse por ahora en su hacienda. Vaya Ud. con su familia a Buga hoy
mismo" 7 9 .
Hacia 1884 también aparecen constituyendo la "Sociedad Burila".
78 Eder, ob. cit., p. 307.
79 Ibid., p. 241.
313
El Grupo Familiar de l o s Uribe Uribe
La familia Uribe viajó al Cauca el 2 de diciembre de 1873, cuando don
Tomás Uribe Toro había comprado tierras en el indiviso del "Overo" a
la familia Caicedo 80 . Allí estableció explotaciones ganaderas que
combinó en 1875 con algunos contratos realizados con la municipalidad de Buga para construir un acueducto. La Municipalidad daría
$3.000 y el suscriptor daría $200 por cada paja de agua. Aunque el
contratista llevó el agua hasta la plaza, no se terminó porque la municipalidad sólo pagó dos contados de $600 al considerar que el contratista
no había cumplido. Posteriormente en 1876 el general Federico Pizarro
pagó con un lote de muletos que luego de la guerra debieron ser devueltos
por poder judicial ya que habían sido expropiados a don Rodolfo
González 81 .
Dada su posición liberal, y el hecho de que sus hijos habían participado en la guerra del 76, a don Tomás se le daban bestias de conservadores para que los hicieran pasar por suyos evitando así los embargos 82 .
Después de la guerra de 1876 el odio entre antioqueftos y caucanos
se incrementó lo que hizo difícil la posición de los Uribe en Buga 83 .
Por otra parte, dificultades técnicas en la construcción del acueducto
de la ciudad se combinaron con el hecho de que sus amigos
conservadores le volvieron la espalda, y se negaron a cancelar el pago
80 Gonzalo e Inés de la Paz Caicedo vendieron el 2 de enero de 1874 a Tomás Uribe
Toro vecino de Medellín, "unos derechos que los vendedores poseen proindivisos en el
globo de tierra denominado "El Overo", sito en el Distrito de Bugalagrande en el Municipio
de Tulúa, que linda por el oriente con la sierra alta del Pijao; por el occidente con el rio Cauca;
por el sur con la quebrada del Overo; y por el norte con la quebrada de Murillo; o sea de ancho
una legua, o por donde tenían su antiguo curso las dos quebradas citadas". La seflora Inés
de la Paz Caicedo obtuvo la propiedad redimiendo un principal de $ 400 que gravaba el
terreno en el tesoro nacional el 26 de octubre de 1868. Los otros derechos por lo que les
correspondan a los otorgantes por título de familia, la venta se hace por $ 2.400. El señor
Uribe debe pagar $ 800 el 15 de abril de 1874, $ 800 el 15 de diciembre de 1874, $ 800 el
15 de agosto de 1875. Por lo que hipoteca los mismos terrenos. Notaría del Circuito del
Quindío (Cartago), escritura # 1„ tomo de 1874,2-1-1874, f. 33.
81 Julián Uribe: "Memorias", inéditas, p. 55.
82 Ibid., p. 76.
Ibid., p. .
314
de las pajas de agua argumentando que ellos "no tomaban agua liberal".
Todo esto llevó a que Uribe no pudiera terminar la obra, cuyo contrato fue
rescindido por la Municipalidad el 27 de abril de 1883, al revocar la
ordenanza# 11 del 17de julio de 1875. Además se ordenó que don Tomás
debía reintegrar a la Municipalidad los fondos que le fueron dados y dejar
tapados todos los huecos de las calles que dejó en mal estado84.
Al Cauca también viajaron Federico A. y Juan María, hermanos de
don Tomás quienes no sólo participaron en política, sino que, como en
el caso de Federico, lograron asociarse con la casa comercial de Domínguez
y Compañía, como ya se mencionó.
Los hijos de don Tomás fueron Julián, Heraclio y Rafael. Rafael
y Julián fueron alumnos en Buga de Federico Soto en matemáticas;
gramática con Santos Moncayo y Luciano Rivera y Garrido; geografía,
algebra y geometría con Modesto Garcés y con Aquilino Aparicio;
contabilidad con Federico Pizarro, los tres últimos importantes políticos
liberales caucanos85.
En lo que se refiere al presente trabajo, el más importante de los hijos
de don Tomás, Julián, participaría como ingeniero en una serie de obras
públicas. Por su parte Heraclio se dedicó a fundar pueblos en la frontera
y a dirigir empresas colonizadoras, mientras que Rafael se dedicaría
principalmente a la política llegando a ser el más importante dirigente
liberal colombiano de finales del Siglo XIX y comienzos del XX.
Los primeros negocios de Julián fueron pequeñas compraventas de
marranos, sal y tabaco "...los marranos los vendía al fiao a pesadores que
eran generalmente mujeres que los expedían a las pulperas"86. En 1877
llevó una partida de 204 marranos a Manizales, los que comprados a$8.00
vendió a $10.0 en Neira a crédito; había financiado la compra con un
préstamo de un banco de Medellín, pues el de Buga le negó el favor87.
84 Archivo Capitular de Buga, Ordenanza # 19, Buga, 27 de abril de 1883.
85 Uribe, ob. cit., p. 49.
86 Ibid., p. 75.
7 Ibid., p. .
315
Un tío político de Julián, el ingeniero Robert B. White, a quien
vimos como explorador y como empresario de obras públicas en la
primera parte de este trabajo y como minero en el capítulo respectivo88.
Don Roberto, quien calificó a los ingenieros caucanos como "ingenieros de guadua" ai considerarlos bastante ineptos89, se encargó del
trazado del ferrocarril a órdenes de Cisneros. En 1878, Julián empezó
a trabajar como su ayudante a pesar de no tener estudios en ingeniería
como Heraclio. Allí aprendió a nivelar los caminos y debió enfrentar la
rebelión de los bogas del Dagua quienes veían que el ferrocarril perjudi-
88 Robert fue íntimo amigo de Santiago Eder quien lo contrató en muchas ocasiones
para obras de ingeniería. Nieto de Sir Thomas White; vino a Colombia en 1886 con su
hermano Franklin, cuatro años más tarde llegó otro hermano John Henry White. Su principal
trabajo fue la re-explotación de la mina "Frontino & Bolivia" salvada de la bancarrota
por banqueros colombianos en 1873, permaneció en este puesto hasta 1885; en 1887 fue
nombrado superintendente paraque informara sobre los yacimientos minerales en el Tolima.
El y su hermano Henry se establecieron en Colombiay se casaron con las hijas de Juan Uribe,
nietas de Juan de Dios Uribe, otra hija de Juan Uribe, María Luisa se casó con Tomás Uribe
Toro hacendado de Buga (hda. "El Guavito" (Overo) en Bugal agrande) y vecino de
Santiago.
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"Informe sobre las minas del Medio", 1879, en Memoria del Secretario de Hacienda
y Fomento para el Congreso de 1880.
"Informes sobre los distritos metalíferos del Tolima", Diario Oficial y Registro Oficial
del Tolima.
"La explosión del 4 de octubre de 1869", (Puracé).
V. Eder, ob. cit., pp. 122; 133.
89 Uribe, ob. cit., p. 56.
316
caba sus intereses90.
Después de 1886, y gracias a lo que habia aprendido con su tío
.Julián se encargo de la construcción del Camino de Barbacoas91.
90 En efecto, en los 80's los bogas del Dagua ganaban en un viaje redondo entre 80 y
100 pesos oro. Esto los llevó a enfrentarse a los constructores del ferrocarril. Hubo combates
y resultaron algunos heridos. No faltó quien dijera que los comerciantes de Buenaventura
habían armado a los bogas, pues eran enemigos de la empresa del ferrocarril. Uribe, p. 100132; ver también Hyland, ob. cit., pp. 102-103.
91 Uribe, ob. cit., p. 168.
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VILLEGAS,
EMPRESARIOS Y POLÍTICOS
EN EL
ESTADO SOBERANO DEL CAUCA
EN este texto se estudia el
desarrollo económico del
Cauca decimonónico
mostrando los cambios
presentados en las
relaciones de producción y
en la propiedad, como
consecuencia de la "crisis
de la economía colonial" y
de las reformas liberales y
que consolidaron lo que
José Antonio Ocampo
define como una "Economía
Mercantil Local", con una
producción prácticamente
autártica, localizada
regionalmente, pero con un
intercambio interregional
importante. También se
estudiará la evolución
general de la producción
para el consumo interno y
la exportación enfatizando
la actividad de los
comerciantes, quienes se
consolidaron a partir de la
creación del Estado
Soberano del Cauca, y
dinamizaron la economía
caucana sin transformarla
profundamente.
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