LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad INTRODUCCIÓN Objeto de la investigación Un tema que suscita particular interés a la bioética personalista, precisamente por tocar el valor fundamental que significa la vida humana y el principal derecho a la existencia, tiene que ver con el dilema ético del aborto provocado. El tema es objeto de estudio tanto por parte de la ética filosófica como teológica, y es también objeto de discusión en las instancias científicas, políticas, jurídicas y sociales. Se trata de un tema planteado como un problema moral de gran actualidad. Éste es, pues, el objeto de nuestro trabajo: precisar el valor inalienable de la vida humana desde el instante mismo de la concepción y el derecho fundamental a la misma de todo ser humano y afrontar un ensayo de respuesta desde la bioética personalista y la ética de la fragilidad, a la luz de la teología moral, al conflicto que suscita el aborto provocado. Método de trabajo Para nuestro trabajo ha resultado provechosa la variedad de consultas realizadas. Entusiasmados por la propuesta de investigación, hemos intentado consultar una amplia bibliografía en cuanto al tema en cuestión. He aquí nuestra primera dificultad ante la amplitud y variedad bibliográfica. Hemos logrado superar la dificultad luego de un adecuado ordenamiento bibliográfico, que señalamos al final de nuestro trabajo, teniendo en cuenta, ante todo, el Magisterio de la Iglesia, haciendo una minuciosa recopilación en aproximadamente doscientas cincuenta fichas de texto, y dejando como material de ayuda la bibliografía que nos ha servido simplemente de consulta. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 1 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La segunda dificultad la encontramos a la hora de ordenar el trabajo final luego de haber escrito los diversos capítulos. Nos preguntábamos cuál habría de ser el punto de arranque, si el específicamente científico y clínico, el aporte del Magisterio y de la Teología o el campo estrictamente moral. Para la superación de esta dificultad nos ha ayudado bastante la permanente consulta a las monografías de análisis de textos sobre la Evangelium Vitae, la histórico-genética y la especulativa, estas últimas versadas directamente sobre el tema de nuestra tesina, los seminarios de bioética realizados en la Facultad del Salvador como los cursos y videoconferencias a los que hemos tenido acceso en el Instituto de Bioética de la UCA, y la invalorable y permanente ayuda de nuestro Director de Tesina y del Coordinador de la Licenciatura en Teología con especialización en Moral de la Facultad del Salvador, Área San Miguel. Finalmente, luego de escribir cada uno de los capítulos y revisar uno por uno, le hemos dado el reordenamiento que hemos creído más oportuno hasta quedar definitivamente elaborado como lo presentamos ahora. Así hemos intentado abarcar el problema del aborto y la propuesta ética y pastoral en virtud de la promoción de una auténtica Cultura de la vida, tal como la ha denominado en los últimos años el Santo Padre Juan Pablo II, encontrándonos satisfechos por el trabajo realizado. Sin embargo, humildemente debemos reconocer que nuestra reflexión encuentra igualmente el límite de la ciencia en el campo específico de la biotecnología. No somos médicos ni científicos. Lo nuestro es simplemente un sencillo aporte moral basado en la bioética personalista y abierto a una propuesta moral que apunte a la formación y educación de la verdadera sexualidad humana, el sentido auténtico de la vida y la comprensión del correcto sentido del acto de amor personal conyugal y su unión indisoluble al don de la procreación. Queda abierta la reflexión a continuar profundizando la cuestión. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 2 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad División y organización del trabajo La lógica interna del trabajo que estamos presentando se divide en tres grandes partes. La primera parte, integrada por cinco capítulos, encuentra el punto de partida de la tesina centrando su mirada en la vida humana y el dilema del aborto en sus aspectos científicos y clínicos. Se presenta allí, también, un aporte moral y pastoral desde la ética de los valores que apunta a la formación de la conciencia moral y la educación en la castidad de las nuevas generaciones como respuesta a la cuestión de la vida; formación que ha de darse, ante todo, en el seno del núcleo familiar. Concluyendo la sección, se intenta dar una respuesta valorativa de promoción y cuidado del derecho a la vida frente a los desafíos científicos. La segunda parte está compuesta por cuatro capítulos; a lo largo de esta sección intentamos dar luz al origen y sentido de la vida humana desde la teología crísticotrinitaria, abordando posteriormente la cuestión del aborto en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia hasta el conocido y actual Corpus Vitae Ecclesiae conformado por la Humanae Vitae, de Pablo VI, la Instrucción Donum Vitae, y la Carta Encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II. Finalmente, la tercera parte, compuesta por tres capítulos y un anexo, aborda el dilema ético del aborto desde el punto de vista político, jurídico y social. Planteando el dilema ético que se encuentra instalado en la sociedad, se cuestionan algunas posturas específicas sin dejar de valorar lo que puedan tener de bueno y loable. En esta sección abordamos también, específicamente, el estado de la cuestión en la actualidad Argentina a raíz de la reciente Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable recientemente aprobada por el Senado de la Nación y cuyo texto adjuntamos como anexo al final del capítulo décimo. Presentadas las dificultades y analizado el dilema ético, presentamos una respuesta Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 3 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ética cristiana al conflicto del aborto en los ámbitos mencionados. Como corolario de esta tercera parte, cerramos la reflexión con una propuesta que aparece novedosa y se va instalando en el quehacer del pensar ético: la valoración de la vida humana desde la ética de la fragilidad y la categoría de los desposeídos. De esta forma hemos intentado realizar un camino de reflexión personal en torno a la temática que presentamos. Camino que no ha ahorrado dificultades, pero que nos deja sumamente satisfechos. En todo el trayecto realizado, valoramos el acompañamiento de nuestro director de Tesina, el Lic. P. Alberto Bochatey o.s.a., y de nuestros profesores Dr. P. Migue Yáñez s.j. y Dr. Omar França Tarragó s.j., como así mismo el valioso aporte que hemos descubierto en el seminario de Introducción a la Teología Moral con el Dr. P. Eduardo López Azpitarte s.j.; a ellos va nuestro más sincero y profundo agradecimiento. Queda finalmente el desafío que planteamos en la conclusión: ser profetas y testigos de la auténtica Cultura de la vida que propone el Evangelio en medio de una sociedad que pareciera estar marcada por la cultura de la muerte. El ser profetas y testigos nos obliga en conciencia a no quedarnos sólo sobre la cuestión del aborto, sin negarle la importancia que tiene la misma en su relación con la vida del aún no-nacido, y ser capaces de una autocrítica personal y comunitaria ante otros desafíos éticos que atentan contra la vida ya-nacida. Juan Francisco Tomás sdb Diciembre de 2002 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 4 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad PRIMERA PARTE EL PUNTO DE PARTIDA: LA VIDA Y EL DILEMA DEL ABORTO EN SUS ASPECTOS CIENTÍFICOS Y CLÍNICOS Y EL APORTE DE LA ÉTICA DE LOS VALORES CAPÍTULO 1: El inicio de la vida humana CAPÍTULO 2: Formación de la conciencia moral y educación en la castidad como respuesta a la cuestión de la vida CAPÍTULO 3: El aborto desde el punto de vista clínico CAPÍTULO 4: Dilemas que presenta el desafío científico respecto al inicio del proceso de generación y el inicio del derecho a la vida CAPÍTULO 5: Promoción y cuidado del derecho a la vida frente a los desafíos científicos Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 5 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 1 EL INICIO DE LA VIDA HUMANA 1. 1.1. 1.2. 1.3. 1.4. 1.5. CONCEPTOS HISTÓRICOS SOBRE EL INICIO DE LA VIDA HUMANA. La pregunta sobre el origen de la existencia humana en la Antigüedad El comienzo de la vida humana en la Sagrada Escritura Inicio de la vida humana en San Agustín El origen del hombre en Santo Tomás de Aquino Teorías de la Preformación – Postformación y origen de la embriología contemporánea 2. ¿QUÉ ES LA VIDA HUMANA? 2.1. La vida humana. 2.2. La vida humana según el Magisterio de la Iglesia. 2.3. El concepto de persona humana. 1. CONCEPTOS HISTÓRICOS SOBRE EL INICIO DE LA VIDA HUMANA. 1.1. La pregunta sobre el origen de la existencia humana en la Antigüedad Desde que el hombre es hombre, siempre se ha cuestionado sobre el origen de su existencia. Al observar el conjunto de las religiones, llegamos a un elemento común: el hombre no se da la vida a sí mismo, sino que ésta es fruto de un acto creacional de un Ser Superior al que denominamos «Dios». La misma vida prenatal siempre ha sido relacionada con este acto creador. Culturas milenarias dejaron plasmadas en la historia de la humanidad sus reflexiones tan diversas como complementarias. Los jeroglíficos egipcios, por ejemplo, expresan su concepto cultural ante la mujer en cinta y el evento del parto. En la antigua filosofía griega, siglo V a.C., la escuela hipocrática menciona el proceso de la fertilización como respuesta a las semillas masculina y femenina producidas por el hombre y la mujer que, transcurrido un tiempo determinado, favorecen el crecimiento del embrión en el cuerpo de la mujer. Un siglo más tarde, Aristóteles presentará su propia teoría en la que Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 6 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad afirma que el esperma masculino transforma la sangre de la mujer en un nuevo ser vivo. Vemos, pues, cómo desde la misma antigüedad se va intuyendo la formación del embrión y del feto mediante un proceso de desarrollo gradual. 1 1.2. El comienzo de la vida humana en la Sagrada Escritura Grande es el misterio del origen de la vida humana. Aún desconociendo certera y científicamente su origen primero, podemos afirmar que la vida se fue desarrollando desde formas muy primitivas hasta alcanzar la unidad que luego definirá al ser humano como tal. En todo este proceso, y en algún momento en particular, intervino la mano creadora de Dios elevando al hombre a la trascendencia. 2 Recorriendo las páginas de la Sagrada Escritura encontramos numerosos testimonios respecto a la creación del hombre y la trascendencia de la vida humana; basten como ejemplo los primeros capítulos del Génesis. El dato revelado nos presenta la mano de Dios en la creación del hombre (varón-mujer)3 ya desde el mismo vientre materno (cf. Jr 1). Mientras nuestra civilización occidental hace una división geométrica del ser humano, la Sagrada Escritura considera al hombre en su totalidad, o sea, “un cuerpo espiritualizado, más que un compuesto sustancial de alma y cuerpo”4. Es esta totalidad sustancial la que ha sido creada en sus orígenes a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1-2). En relación trascendente, para la Escritura el hombre aparece como un ser semejante a Dios. Es decir, el hombre surge en relación íntima con Dios, dotado de espíritu 1 Para ampliar el aspecto histórico sobre el desarrollo teórico del inicio de la vida humana, cf. “El rostro humano del embrión” presentada por el Instituto de Bioética, Facultad de Posgrado en Ciencias de la Salud, de la Pontificia Universidad Católica Argentina en su CD y manual explicativo, Buenos Aires, noviembre 2001. 2 Cf. HÄRING Bernhard, Libertad y fidelidad en Cristo. Teología moral para sacerdotes y seglares. Tomo tercero: responsabilidad del hombre ante la vida, Herder, Barcelona, 1986. Pág. 23. 3 Sobre el tema de la creación del hombre, varón-mujer: JUAN PABLO II, Varón y mujer, Teología del cuerpo, Ediciones Palabra, Madrid, 1995. 4 FABBRI Enrique, Alegría y trabajo de hacerse hombre. Ser persona, Ed. Guadalupe, Buenos Aires, 19924. Pág. 31. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 7 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad propio, por lo que su cuerpo será también una proyección de Dios; de allí que el hombre, en su cuerpo, es creado a imagen de Dios. Detengámonos por un instante en la contemplación de un detalle del fresco de la Capilla Sixtina: la creación del hombre. Miguel Ángel 5 pintó a Dios en el momento en que dota de vida a Adán. El cuerpo es, en sí, la expresión simbólica de la persona humana en su dimensión espacio temporal. Según la Biblia, Dios creó el primer hombre, Adán, a su imagen y semejanza. Este ser imagen y semejanza de Dios se refleja en el cuerpo y en el espíritu humano. El mismo Juan Pablo II se referirá directamente a este aspecto unitario personal del ser humano al afirmar: La persona –incluido el cuerpo– está confiada enteramente a sí misma, y es en la unidad de alma y cuerpo donde ella es el sujeto de sus propios actos morales. La persona, mediante la luz de la razón y la ayuda de la virtud, descubre en su cuerpo los signos precursores, la expresión y la promesa del don de sí misma, según el sabio designio del Creador. (VS n. 48 #3) Hemos de embarcarnos, pues, en una operación integrativa donde el cuerpo sea la manifestación de la calidad del espíritu que se transparenta en él. Sólo un cuerpo espiritualizado y no un espíritu desencarnado puede aspirar a la trascendencia. Es el hombre entero aquel que, en el plan amoroso de Dios, está llamado a resucitar: Miguel Ángel lo expresó simbólicamente al pintar la creación del hombre en la bóveda de la Capilla Sixtina. En lugar de la creación por medio de la palabra, aparece un contacto personal, sensible; a través de los dedos que se tocan fluye la corriente que une el cielo con la tierra. Para afirmar la reciprocidad entre Dios y el hombre, el artista no privó del cuerpo al hombre, sino que prestó uno a Dios.6 5 6 Miguel Ángel, . o Buonarroti, Michelangelo (1475-1564), es uno de los mayores creadores de toda la historia del arte. En su condición de arquitecto, escultor, pintor y poeta ejerció una enorme influencia tanto en sus contemporáneos como en todo el arte occidental posterior a su época. BOSSU H. – CHALAGUIER C., L’expression corporelle, París, 1974, pág. 334. Citado por AA.VV., Nuevo Diccionario de Espiritualidad, Ed. Paulinas, Madrid, 1983, pág. 334. Para ampliar la temática, cf. FABBRI Enrique, Cuerpo, lenguaje del espíritu, en Revista del Centro de Investigación y Acción Social, Año L, Nº 502, CIAS, Buenos Aires, Mayo 2001. Pág. 155-166. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 8 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.3. Inicio de la vida en San Agustín Uno de los temas en permanente discusión, pero particularmente en los primeros siglos de la era cristiana, es el planteo sobre el momento en que el acto creador de Dios interviene directamente y dota al ser en gestación de su elemento espiritual personal. Dando respuesta al planteo sobre la recepción del alma en el hombre, surge la Teoría de la Animación. Esta teoría tiene su origen en las ideas filosóficas de Aristóteles, en los conocimientos de Galeano y en la incorrecta interpretación, como veremos más adelante, del capítulo 21 del Éxodo, vv. 22-23. La tendencia común relacionaba la recepción del alma con la adquisición de la forma humana del ser por nacer. Esta teoría y la incorrecta interpretación del texto del Éxodo 21, influenciaron notablemente en el pensamiento de San Agustín. De allí el motivo por el cual Agustín desaprobará tanto el aborto del feto vivificado (que moría antes de nacer) como del feto no vivificado (que moría antes de vivir), aunque distingue entre ambos sexos. Para Agustín no era homicidio el aborto de un feto no formado (o no vivificado), pues aún no estaba en éste el alma espiritual. Volveremos a San Agustín en la segunda parte de nuestro trabajo. 1.4. El origen del hombre en Santo Tomás de Aquino La visión aristotélica dominaba la tendencia filosófica en el mundo del occidente conocido; será adoptada por Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII. Varios siglos posteriores a San Agustín, fue San Alberto Magno uno de los primeros en hablar de la animación al instante mismo de la concepción. Sin embargo, su discípulo, Tomás de Aquino, retoma la tradición que afirmaba la animación sucesiva o retardada: Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 9 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Siguiendo a Aristóteles, (Santo Tomás) pensó que, en el feto masculino, sucedería esto hacia el cuadragésimo día y, en el feto femenino, en el octogésimo. ... El aspecto positivo de la posición de Tomás de Aquino residía en que la totalidad de este ser se desarrolla a través de diversos estadios de trascendencia en una única síntesis entre la realidad corporal y su principio de vida.7 Lo innovador en Santo Tomás será la introducción de un nuevo concepto: el alma racional como obra directa del Creador y, en el proceso de gestación, el varón y la mujer son los colaboradores de esta obra creadora. Este es un motivo fundamental por el que afirmamos que la vida humana es originalmente un bien personal, don del Creador, por lo cual desde su propia inclinación natural el hombre no puede quitársela ni a sí mismo; principio que reafirma la inclinación innata en el hombre a la caridad hacia sí mismo. 8 La distinción entre feto formado y feto no-formado que, siguiendo una vez más a Aristóteles, acontece a los 40 días si se trata de un feto varón, mientras que sucede a los 80-90 días en las mujeres9, será una tendencia que prevalecerá en el pensamiento católico durante alrededor de once siglos, aproximadamente entre el S. VII al XVII. 1.5. Teorías de la Preformación – Postformación y origen de la embriología contemporánea. Apenas un par de siglos posteriores a Tomás de Aquino, Leonardo Da Vinci (siglos XV-XVI) dejará plasmada la posición del feto en el útero de la madre, dibujando y describiendo las etapas del desarrollo embrional y fetal de manera sumamente precisa. Más tarde, será William Harvey, entre el siglo XVI y el XVII, quien corregirá la antigua visión aristotélica acerca de la coagulación de la sangre materna mediante el esperma, dando lugar a la intuición de la producción del óvulo por parte de la mujer que, 7 HÄRING B., op.cit., p. 25 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 10 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad luego de la relación con el varón, es capaz de desarrollarse y dar origen a un nuevo ser humano; ésta fue una simple intuición, dado que los medios de la época no permitían el acceso a la demostración de la existencia del óvulo y del espermatozoide. Entre los siglos XVII y XVIII, ignorando las investigaciones presentadas por Da Vinci y Harvey, algunos filósofos difunden la «teoría de la preformación». La teoría preformista sostenía que un pequeño hombre estaba ya presente y formado en el huevo del espermatozoide, reduciendo de esta forma el desarrollo fetal a una gradual solidificación y aumento del volumen de cada parte del cuerpo preformado. Será Friedrich Wolf en el siglo XVIII el encargado de producir un cambio decisivo en la historia de la embriología. Se deja de lado la teoría de la preformación, para regresar a la “teoría de la postformación” o “epigénesis”, ya adelantada por Aristóteles y los filósofos medievales, pero con un nuevo y moderno concepto que será desarrollado como “teoría celular” un siglo más tarde. Así llegamos al siglo XIX en el cual, gracias al aporte de Hans Driesch y Hans Sperman, se puede demostrar mediante experimentación en animales que, al separar las dos primeras células del embrión, se forma de cada una de ellas un embrión completo. De esta forma se da origen a la embriología contemporánea. 2. ¿QUÉ ES LA VIDA HUMANA? 2.1. La vida humana Asistimos hoy a una corrida aceleradamente vertiginosa tras los avances científicos y tecnológicos que permiten al hombre llegar a situaciones insospechadas hace pocos años atrás. Fenómenos posibles y reales ante la vida humana como la fecundación y la fertilización asistida, el congelamiento de embriones, la clonación humana, y otros 8 Cf. SANTO TOMÁS, II, q. 64. Cit. por VIDAL Marciano, Moral de la persona. Moral de actitudes – II: Bioética, ética sexual, ética de la convivencia, Madrid, 19855, p. 203. 9 Cf. GAFO Javier, Aborto, en GAFO J., 10 palabras claves en bioética, Verbo Divino, Navarra, 1998. Pág. 62-63 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 11 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad muchos, lejos de dar una respuesta abren más y más el camino de la gran pregunta: ¿qué es la vida humana? No nos animamos a definir en sí misma la vida. Sencillamente intentamos contemplarla como don de Dios, de ese Dios que es un vivir eterno. Contemplar la vida significa simplemente un permanente descubrir y admirar, como bien dice L. Boff, “un misterio de espontaneidad, un proceso inagotable y multiforme de desdoblamientos a partir de dentro, irrumpiendo en relaciones hacia fuera”10. La vida supone organismo, autofuncionamiento, totalidad arquitectónica, reproducción, autorrealización, existencia. Está cargada de ambigüedades desde el mismo hecho de su tendencia contra la muerte. La muerte aparece ante la vida humana como el gran obstáculo imposible de vencer; el existir humano, frente al tánatos, se desarrolla en forma paulatina como capacidad de devenir hacia el proyecto de realización personal que el hombre deberá ir canalizando a lo largo de toda su existencia y desde el mismo instante de la concepción. Sobre su vida nadie tiene derecho sino solamente el mismo hombre, y éste en permanente actitud intrínseca de dependencia con el Ser que lo creó y lo dotó de aliento existencial. Su relación con la trascendencia hace de la vida humana un aspecto maravilloso de contemplación y grandiosidad. Pero, justamente los límites que el hombre encuentra desde el inicio de su proceso vital en minúscula existencia embrional o fetal hasta el desarrollo gradual y progresivo de sus posteriores y diversas etapas, es lo que lo lleva al ser humano a experimentarse frágil. Negar la fragilidad de la vida, sería negar al mismo hombre. En este sentido, son elocuentes las palabras de J. L. del Barco al afirmar: Seguramente sea necio negar la fragilidad. Seguramente sea necio, como un junco presumido desafiando altivo al viento que al final lo 10 BOFF Leonardo, La Trinidad, la sociedad, la liberación, Ed. Paulinas, Colección Cristianismo y Sociedad, Buenos Aires, 1986. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 12 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad doblará, y pone de manifiesto una actitud de avestruz, que soslaya lo palmario no prestándole atención, pero de hecho se niega con una firmeza estéril de tramposo descubierto. El hombre ha sentido siempre la seducción de la fuerza, le ha fascinado el vigor de los héroes invencibles, a los que ha compuesto loas de exaltados panegíricos, y ha cantado la dureza de los pechos irrompibles refractarios a las quiebras, como el puño encallecido abundante de asperezas, que ni vacila ni tiembla.11 La novedad maravillosa que significa toda vida humana, aún cuando está cargada de fragilidad, tiene su origen en la unión indisoluble entre el amor personal y la procreación que se da en el amor de los esposos. 2.2. La vida humana según el Magisterio de la Iglesia La vida humana halla su origen natural en el instante de la concepción. Pero lo que le da a la vida humana su plenitud y dignidad procreativa no es cualquier tipo de unión entre el espermatozoide y el óvulo, lo cual, hoy por hoy, en virtud de la biotecnología, se puede dar simplemente en un laboratorio, aunque de ello pueda salir un ser humano. La plenitud y dignidad de la procreación es consecuencia de la condición indisoluble entre el amor personal y la procreación. Entendemos por amor personal aquel que se realiza en el acto conyugal desde la totalidad de ambas personas en cuanto cuerpo, corazón y espíritu. Desde que se instaló la problemática de la contracepción por el año 1968, hasta los planteos morales sobre la clonación humana que plantean hoy las posibilidades científicas, el Magisterio ha tenido que salir permanentemente al encuentro de tales situaciones inmorales, pues van contra la ley natural y la ética cristiana en cuanto que se separa la procreación de la máxima expresión de amor personal que ha de darse en la pareja humana. 11 DEL BARCO José Luis, La vida frágil, Instituto de Ética Biomédica, EDUCA, Buenos Aires, 2000. Pág. 175-176. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 13 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad El corpus vitae de la Iglesia sostiene la indisolubilidad de la unión entre el amor personal y la procreación. La mayor expresión del corpus vitae de la ética cristiana la encontramos fundamentalmente en la tríada magisterial que conforman la Humanae vitae de Pablo VI, la Donum vitae de la Sgda. Congregación para la Doctrina de la Fe y la Evangelium vitae de Juan Pablo II. A este corpus vitae volveremos más adelante. Por ahora nos quedamos en afirmar, de acuerdo al Magisterio, que consideramos éticamente lícito sólo aquellos métodos naturales y aquellas intervenciones o técnicas que ayuden a que el acto conyugal sea fecundo y el hijo permanezca como fruto y signo del mismo amor conyugal. La inmoralidad de otros tipos de prácticas e intervenciones está precisamente en la sustitución del acto conyugal. Fruto de la unión indisoluble entre el amor personal conyugal y la procreación surge el ser humano que existe ya en el mismo embrión. El embrión no es un hombre en potencia; es en potencia un niño, es en potencia un adulto, pero es ya en acto un verdadero ser humano. Ya está plenamente la vida humana en el embrión; éste es ya persona humana en su totalidad corporal y espiritual desde el momento de la concepción. La Iglesia, al manifestarse de este modo, no pretende en absoluto invadir el ámbito de las ciencias experimentales; muy por el contrario, valorando el dato científico, la Iglesia intenta brindar su aporte respecto a la doctrina moral conforme a la dignidad de la persona humana (cf. DV, Introducción, n. 1; en DZ n. 4790). Por lo tanto, en virtud de esta valoración moral, resulta ilícito todo medio antinatural que atente contra la unidad indisoluble entre amor personal y procreación, tales como, por ejemplo, el aborto provocado, la fecundación heteróloga, la fecundación in vitro, el recurso a la madre sustituta, la clonación, entre muchos otros. Esto no es fruto de una postura caprichosa; el niño tiene derecho a nacer de un verdadero acto de amor de sus padres. El niño que está potencialmente presente en el Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 14 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad embrión, pero que desde aquel momento es ya persona humana, debe ser respetado, cuidado y protegido ya desde el primer instante de su existencia. (...) El fruto de la generación humana desde el primer momento de su existencia, es decir, desde la constitución del cigoto, exige el respeto incondicionado que es moralmente debido al ser humano en su totalidad corporal y espiritual. El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de este mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida. (DV, Primera parte, n. 1, en DZ n. 4793) Allí, en el microscópico cigoto, se inicia todo el proceso vital del ser humano; poco a poco irá desarrollándose e irá aprendiendo a descubrirse a sí mismo como persona relacional e intersubjetiva. 2.3. El concepto de persona humana. La discusión ética respecto a la vida humana no puede fundarse sólo en el aporte de la ciencia genética, mucho menos en la tecnología, sino que tiene sus raíces en el plano de lo antropológico, metafísico y moral. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de persona humana? ¿Cuándo un ser puede comenzar a llamarse verdaderamente humano? Estas preguntas son fundamentales, pues de la respuesta que cada cual dé a estos interrogantes dependerá también la valoración ética respecto a la interrupción del embarazo. A la luz de la razón, el concepto antropológico fundamental que sostiene nuestra óptica cristiana está claramente sintetizado en las expresiones de la Declaración sobre el aborto: Constituido por una naturaleza racional, el hombre es un sujeto personal, capaz de reflexionar por sí mismo, de decidir acerca de sus actos y, por tanto, de su propio destino. Es libre; por consiguiente, es dueño de sí mismo, o mejor, puesto que se realiza en el tiempo, tiene capacidad para serlo, ésa es su tarea. Creada por Dios, su alma es Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 15 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad espiritual, y, por ende, inmortal. Está abierto a Dios y solamente en él encontrará su realización completa. Pero vive en la comunidad de sus semejantes, se enriquece en la comunión interpersonal con ellos, dentro del indispensable medio ambiente social. De cara a la sociedad y a los demás hombres, cada persona humana se posee a sí misma, posee su vida, sus diversos bienes, a manera de derecho. (DA n. 8) Podríamos definir la persona en virtud de un proyecto de realización personal consciente y libre. Para ello, viene bien recordar los conceptos bíblicos, escolásticos y antropológicos de persona humana. El dato revelado en la Escritura considera al hombre en su totalidad, manifestando una clara unión de vida –en cuanto tendencia a algo y este algo es trascendente–, de espíritu –en relación intrínseca con Dios– y de cuerpo –finito y factible de corrupción física y ética, abierto a los otros y como medio de comunicación–. La escolástica, siguiendo la conocida definición de Boecio, presenta al hombre como substancia individual de naturaleza racional. Finalmente, el modelo antropológico sitúa el concepto de persona humana en una estática básica y dinámica. En su estática básica, el ser humano es cuerpo, reflexión – inteligencia–, libertad –voluntad– y responsabilidad –imaginación creadora–. En virtud de su estática dinámica, la persona humana es conformación individual interior, sociable y abierto a la trascendencia. Todo ello nos lleva a presentar la persona humana como ser autónomo –artificial, experimental y trascendente–. El hombre es, pues, imagen de Dios por su cuerpo viviente y semejanza del Creador por su espíritu viviente. Pero el hecho de definir el concepto de persona humana no basta. Al encarar la problemática del aborto e intentar dar una respuesta desde enfoques axiológicos, bioéticos Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 16 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad y filosófico-teológicos, es necesario afirmar que la persona requiere de un respeto fundamental a su condición. Para lograr este respeto fundamental existen algunos principios orientativos que lo favorecen. Entre estos principios señalamos el cuidado, la tutela y la promoción de la vida física, el reconocimiento de la libertad y la responsabilidad personal, el principio de totalidad o terapéutico, y el de sociabilidad y subsidariedad12. En el derecho inalienable a la vida y el derecho fundamental a devenir como persona humana es donde se sitúa el conflicto ético del aborto que abordamos en esta exposición. Para poder afrontar la resolución del dilema ético es necesaria una adecuada formación de la conciencia moral, capaz de educar incluso en la castidad; tema que veremos a continuación. ▲▼▲▼ 12 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Cf. BOCHATEY Alberto, Vida humana y sexualidad. San Agustín y la persona, en Vida y Ética, Buenos Aires, UCA, Instituto de Bioética, Año 2, N. 2, Diciembre 2001. Pág. 20. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 17 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 2 FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL Y EDUCACIÓN EN LA CASTIDAD COMO RESPUESTA A LA CUESTIÓN DE LA VIDA 1. NECESIDAD DE UNA MORAL AUTÉNTICA Y CONVINCENTE 2. FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA Y EDUCACIÓN A LA CASTIDAD 3. LA FAMILIA: SANTUARIO DE VIDA Y ESCUELA DE CONCIENCIA MORAL 3.1. Situación de la familia en el mundo de hoy. 3.2. La transmisión de la vida humana en el matrimonio. 3.2.1. El don de la procreación. 3.2.2. Transmisión de la vida y paternidad responsable. 3.2.3. Valoración especial de padres adoptivos y de hijos minusválidos. 1. NECESIDAD DE UNA MORAL AUTÉNTICA Y CONVINCENTE Creemos que el dilema ético que plantea la cuestión del aborto, en el fondo responde fundamentalmente a una incorrecta valoración de la vida como fruto de una inadecuada formación de la conciencia moral en grandes sectores de la sociedad, comenzando por la familia; inadecuada formación muchas veces favorecida desde los mismos ámbitos legislativos y desde la praxis de la comunicación social que, en la mayoría de los casos, sólo se limita a informar. La carencia de un adecuado diálogo en el seno de la familia entre padres e hijos, la escasez de una espiritualidad que valore la vida, la educación sexual reducida a una simple información sobre cuestiones de genitalidad como si ésta fuera la única arista de la sexualidad humana, forman parte de esta inadecuada formación. También encontramos un límite en la dificultad del egoísmo humano que, extendido socialmente, limita la sexualidad humana a simples concepciones materialistas y hedonistas que promueven el placer ante todo y el propio interés por encima del bien Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 18 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad común. En ello también interviene un estilo de formación que apunta más al yo ideal que a la autorrealización de la persona en vistas a un proyecto de vida que esté orientado a la verdadera felicidad y en el que los valores y las normas morales intervengan en una adecuada formación y desarrollo de la conciencia. Sin posibilidad de integración en la propia vida de un adecuado proyecto de vida en la formación de la conciencia personal y social, orientado a la realización personal y la felicidad verdadera, siempre se corre el riesgo de vivir una moral infantil en la que vivamos atados en vistas de un yo ideal y que, al no lograrlo, las consecuencias serán lógicamente negativas y duales sin permitirnos valorar la vida y obrando consecuentemente en contra de la misma vida humana. En efecto, desde niños vamos asimilando una moral infantil que marca el camino hacia una perfección inexistente del yo ideal que produce en el hombre la tendencia a vivir como ángeles perfectos. De esta manera, la moral se convierte para el hombre en un simple conjunto de normas que hay que cumplir para llegar a la perfección, produciendo rechazo en el corazón del hombre que, en el fondo de sí mismo, se sabe limitado y pecador. Cuando una persona quiere vivir como un ángel, corre el peligro de convertirse en una bestia. Así, centrado en un falso concepto de perfección, el hombre corre el riesgo de vivir en un estado de dualidad, muchas veces expresado en formas de vida incoherentes; así, mientras por un lado luchamos por vivir, por otra parte, en el caso de la sexualidad, subrayamos el amor sólo en su primer escala categorial de eros; no siendo capaz de ver más allá del autoerotismo y pudiendo llegar, lógicamente, a la barbaridad del asesinato del ser más inocente, indefenso y carente de autonomía como es el ser humano en su estado embrional o fetal. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 19 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Esta afirmación que puede sonar al oído como sumamente dura nos parece, sin embargo, realista. Contra ello necesitamos crear una moral convincente que sea capaz de descubrir su punto de partida en que, por el hecho de ser persona y existir, estamos llamados a ser personas serias. Podemos estar en desacuerdo o no con diversos tipos de ética, pero desde el momento en que somos persona necesitamos vivir moralmente. La razón de esto es la radical diferencia entre el mundo de los animales y el ser humano; somos radicalmente diversos. El animal, desde que nace, está regido por su propia naturaleza, tan perfectamente orientado hacia sus objetivos que lo único que necesita es dejarse orientar por la misma naturaleza. El ser humano, en cambio, nace con una cierta imperfección, aún siendo creado por Dios; la mayor parte de sus instintos está dominada por pulsiones, y la pulsión es selvática, por eso el ser humano que se deje llevar sólo por sus pulsiones y apetencias sería una perfecta bestia. Nacemos sin estar hechos; al nacer somos como un pedazo de barro; de allí que necesitamos de la educación que permita que esa realidad que somos y tenemos la podamos pulir en función de una verdadera obra de arte. El plus con el que cuenta la persona humana, y que lo diferencia radicalmente de los animales, es precisamente el espíritu. Es el espíritu el que nos da la capacidad para podernos realizar en función de nuestro proyecto. El espíritu va señalando el propio ethos de vida; el ethos es aquella realidad que nos ha sido dada de tal manera que nos encontramos ante ella con una serie de interrogantes; entre estos interrogantes está la gran pregunta sobre la vida y la muerte. Es precisamente la muerte el primer planteo para poder situarnos ante la vida, pues se trata de la negación de cualquier utopía o ilusión. Se trata del pathos que nos ha sido dado y que encontramos constantemente en nuestra vida ordinaria. Por ello que lo primero que debemos plantearnos es qué es lo que realmente queremos hacer de nuestra existencia personal humana. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 20 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Y aquí surge una concepción de la ética: fundamentalmente no es nada más que el estilo de vida que queremos darle a nuestra existencia que nos ha sido dada. La moralidad es el fruto de un trabajo añadido a la naturaleza humana con la que nacemos. ¿Qué queremos hacer de nuestra existencia? ¿Cuál es nuestro destino? ¿Qué configuración queremos darle a la vida que nos ha sido dada? Se trata, pues, de orientar el propio proyecto de vida, un intentar vivir como persona en relación con Dios por ser seres trascendentes, en relación con los demás por ser sujetos sociales y en relación con el habitat donde nos movemos y existimos. Entendida así, la moral no es algo impuesto que nos viene desde afuera, sino algo maravilloso que viene desde nuestro interior y que por la libertad y la autonomía que poseemos nos hace capaces de orientar nuestra vida y nuestra propia estructuración psicológica. Si la moral penetra en nuestro psiquismo por simple autoridad, a la fuerza, en contra de nuestro querer, se convertirá para nosotros en nuestra mayor enemiga y, por lo tanto, perdiendo nuestra verdadera autenticidad, autonomía y libertad, nos hará capaces de los crímenes más atroces, como es el del aborto. Tal vez sea este el motivo fundamental por el que pareciera que en la sociedad de hoy hablar de moral genere agresividad y rechazo13. Si en cambio la moral se convierte para nosotros en la luz que ilumina nuestra existencia y nos señala el camino de la verdad y la felicidad que nos hace libres, producirá en nosotros personas capaces de amar la vida y defenderla siempre y en todas sus etapas y condiciones. Una adecuada formación de la conciencia moral que integre todos los aspectos del ser humano, incluido el de la sexualidad y la genitalidad, hará que la moral se convierta para nosotros en una exigencia siempre presente en nuestra propia interioridad pero, que lejos de ahogarnos o limitarnos, nos permite descubrir una vida moral innata en nosotros Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 21 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad mismos que sea capaz de integrar la verdad –descubierta con la inteligencia y con la razón– con la educación de nuestra sensibilidad. Educando en este sentido la conciencia moral podemos llegar a la libertad auténtica, aquella de la que es capaz quien descubre el mayor bien posible y se transforma, por lo tanto, en una pasión por el bien. Por eso que, tal vez hoy más que nunca, necesitemos formar en una moral auténtica y convincente14. La conclusión lógica en relación al dilema que nos ocupa y que se desprende de estas reflexiones, es muy simple: a una persona moral bien formada jamás se le podrá cruzar por la mente la idea del asesinato de un ser humano inocente e indefenso, pues la misma pasión por el bien podrá ser identificada en el fondo de su corazón con la pasión por la vida, por toda vida humana. 2. FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA Y EDUCACIÓN EN LA CASTIDAD Como hemos señalado, creemos que hoy más que nunca se requiere de la familia y de la sociedad una adecuada formación de la conciencia, educando en los valores y en el verdadero desarrollo de la sexualidad y la vivencia de la castidad en los hijos, niños y jóvenes que tendrán en sus manos la responsabilidad próxima de colaborar con Dios en la creación de una humanidad donde pueda desarrollarse una auténtica cultura de vida. La vida del hombre es sagrada, pues su mismo origen se halla en la acción creadora de Dios; el ser humano está llamado a ser corresponsable de este divino y maravilloso acto de amor. Es éste uno de los motivos fundamentales por el que los padres y la sociedad han de educar a los hijos en un verdadero sentido de responsabilidad que incluya la misma educación a la castidad. 13 Cf. LÓPEZ AZPITARTE Eduardo, Cómo orientar la vida. Propuestas para alcanzar una ética profundamente religiosa y auténticamente humana, Paulinas, Buenos Aires, 2000, primera parte, p. 9-24. 14 Cf. Ibíd., segunda parte, p. 27-72. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 22 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad El sentido de responsabilidad ha de regir todas las manifestaciones de la vida, por lo tanto, y de modo peculiar, también la constitución de la familia y la procreación y educación de los hijos. La misma responsabilidad ha de estar siempre al servicio de la vida. La auténtica y responsable formación en los valores se trasluce mediante una educación progresiva, sana, serena y equilibrada. Los padres son los primeros educadores de sus hijos. La sociedad se convierte en corresponsable de los padres en la educación de sus hijos; la escuela, las instituciones y los diversos organismos que la conforman son los medios que colaboran y capacitan la misma sociedad para la formación de las nuevas generaciones. Asistimos hoy a una amplia difusión propagandística de infinidad de medios informativos que, en el caso de la sexualidad y el aborto, son los principales promotores de métodos anticonceptivos, cuando no abortivos. Paradójicamente, está ausente en la sociedad una verdadera formación de la conciencia de nuestros jóvenes que pueda desarrollar en ellos el sentido crítico, mediante la cual puedan ser acompañados en el desarrollo de su personalidad y en la que se incluya una sana y equilibrada educación sexual que forme en la castidad y les permita ser auténticamente libres para vivir el amor. No nos referimos a la castidad consagrada, sino a aquella virtud que incorpora todos los valores de la sexualidad, incluyendo la genitalidad, dándole a la totalidad de la persona la posibilidad de crecer y desarrollarse como tal, en vistas a la realización de un proyecto de vida bien orientado, en camino hacia la decisión de una opción fundamental fundada en el verdadero sentido del amor que permita al hombre descubrirse a sí mismo en su interior, y encontrándose con él mismo y con Dios en su corazón, logre vivir un amor maduro, responsable y adulto, capaz de la oblación total y plena de sí mismo, haciéndose don para los demás. Creemos que éste es, sin duda, el camino más difícil y más largo, tal Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 23 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad vez incómodo para muchos, pero el más eficaz y seguro remedio de muchos males, incluyendo el del aborto. El camino que plantea esta propuesta educativa, formadora de la conciencia moral, implica una auténtica formación en los valores. Los valores, evidentemente, no pueden estar ausentes en este camino, pues son precisamente aquellos “aspectos de la realidad que mueven la esfera emocional del hombre, llamándolo a alguna perfección; (... ) correlativos a la persona (...) se refieren también a la vida corpórea (y han de cultivarse) en vista de una vida humana más digna y de un encuentro mejor logrado con el prójimo”15. Educar en los valores incluye la formación de la afectividad. El hombre no tiene afectividad; es, también, afectividad. Por esta razón la educación afectiva es importante en el desarrollo moral, especialmente en las etapas de la infancia y la primera juventud. Es preciso integrar (la formación de la afectividad), relacionarla con los valores, hacer que lo emocional no esté divorciado del orden moral, en perspectiva de buena relación intersubjetiva. Pero implica también que el temple, la índole afectiva de cada persona, logre un buen equilibrio con todos los demás aspectos de la personalidad, dentro de los límites de la condición humana, que no puede descartar del todo ciertas contradicciones o eventuales disonancias, siquiera pasajeras.16 Educar en los valores, logrando que la persona vaya adquiriendo la capacidad de “seleccionar e integrar los elementos afectivos necesarios para su vida y para el logro de un encuentro personal con los otros”17, es todo un desafío que hemos de estar dispuestos a afrontar. En cuanto al conflicto que causa la problemática del aborto, no es éste un simple argumento más, ni mucho menos aislado; es, por el contrario, un camino que creemos eficaz y seguro, pero que requiere de la coparticipación de todos, empezando por el ámbito de la familia. 15 LEOCATA Francisco, Valores y formación de la afectividad: desafíos actuales, en YÁÑEZ Miguel, Desarrollo moral y educación afectiva. V Jornada de Reflexión Ético-Teológica, San Benito, Buenos Aires, 2002, p. 32. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 24 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Este camino orienta el trayecto de la persona hasta la vivencia de una ética sexual adulta, madura y responsable. Aparece en el trayecto la experiencia amorosa; se requiere durante el camino una progresiva purificación personal que vaya siendo capaz de renunciar a la plenitud de la edad infantil para abrirse a la gratuidad de la experiencia afectiva en totalidad de entrega y apertura hacia los demás, para llegar al gozo de una fidelidad definitiva en el amor que se desarrollará en la elección de la propia vocación y la decisión de la opción fundamental. 3. LA FAMILIA: SANTUARIO DE VIDA Y ESCUELA DE CONCIENCIA MORAL 3.1. Situación de la familia en el mundo de hoy. La familia es el santuario de la vida, primera escuela de formación para la conciencia moral, célula primera y básica de la sociedad. Entendemos por familia aquel concepto que definiera Juan Pablo II en la Centesimus annus: La familia fundada en el matrimonio, en el que el don recíproco de sí por parte del hombre y de la mujer crea un ambiente de vida en el cual el niño puede nacer y desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse a afrontar su destino único e irrepetible. (CA n. 39) Es este santuario del ser humano el que hoy se halla particularmente afectado y sumergido en crisis. La crisis no es ni buena ni mala; surge allí donde nace una novedad. La novedad que presenta la cultura y la sociedad actual es la que precisamente pone en crisis a la familia de hoy. La crisis no puede asustar; hay dos formas de salir: o negándola o asumiéndola. Si nos animamos a asumir la crisis, a discernir sobre ella y buscar los caminos más adecuados para superar el conflicto que produce la crisis, apostamos a la esperanza de que la familia vuelva a ser lo que está llamada a ser: imagen y semejanza del 16 Ibíd., p. 34 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 25 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad misterio de Dios, porque “Dios, en su misterio más profundo, no es una soledad, sino una familia”18. En medio de esta crisis, la familia presenta hoy aspectos positivos y aspectos negativos. Los primeros, son verdadero signo del amor de Dios y de la acción salvadora de Cristo que se derrama abundantemente en vida y gracia. Los segundos, son el rechazo del hombre que se opone al amor de Dios y a la gracia santificante de Jesucristo en el Espíritu Santo. Juan Pablo II, en la Familiaris consortio, señala los signos positivos y negativos que constatamos en la familia del mundo de hoy: Existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, a la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable (...) Por otra parte no faltan, sin embargo, signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia de los cónyuges entre sí: las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la transmisión de los valores; el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad anticoncepcional. En la base de estos fenómenos negativos está muchas veces una corrupción de la idea y de la experiencia de la libertad, concebida no como la capacidad de realizar la verdad del proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia, sino como una fuerza autónoma de autoafirmación, no raramente contra los demás, en orden al propio bienestar egoísta. (FC n. 6) Notamos como entre los aspectos preocupantes, se detallan la plaga del aborto, el recurso a la esterilización y la mentalidad anticoncepcional. Es llamativo, pues, cómo el 17 18 Ibíd., p. 39 Juan Pablo II, al acompañar la IIIª Conferencia Episcopal Latinoamericana, en la homilía pronunciada en el Seminario Palafoxiano de Puebla (México), el 28 de enero de 1979, expresó: “nuestro Dios en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la Familia divina, es el Espíritu Santo. El tema de la familia no es pues ajeno al tema del Espíritu Santo.” (DP, Homilía... n. 2, p. 34) Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 26 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad hombre se enfrenta al conflicto de no realizar las condiciones humanas más auténticas y la tentación a limitar, suprimir o anular las fuentes de vida; tal es el caso del aborto (cf. CA n. 39). Esta situación influye cada vez más en la conciencia de la sociedad, incluso en los mismos fieles cristianos, y por ende también en la misma familia que se encuentra muchas veces presionada por esta mentalidad cultural y la invasión de los medios de comunicación social (cf. FC n. 7). Frente a ello, es necesario acrecentar la valoración positiva de la familia, la necesidad de sabiduría interior y el desarrollo gradual de un verdadero proceso de conversión a favor del Evangelio de la Vida (cf. FC n. 8-9). 3.2. La transmisión de la vida humana en el matrimonio. 3.2.1. El don de la procreación: Entre las características que identifican la misión de la familia cristiana fundada sobre la base del matrimonio sacramentado, señalamos el servicio a la vida como distintivo fundamental (cf. FC, nn. 6, 7, 9 y 11). El matrimonio tiene por fines propios el amor de los cónyuges y la procreación responsable y educación de la prole. El matrimonio y el amor conyugal se coronan, pues, con la procreación y educación de los hijos. Los esposos, al entregarse mutuamente entre sí en don amoroso y responsable, dan más allá de sí mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, síntesis viva e inseparable del padre y de la madre. “Todo niño –imagen de Jesús que nace– debe ser acogido con cariño y bondad. Al transmitir la vida a un hijo, el amor conyugal produce una persona nueva, singular, única e irrepetible” (DP n. 584). El cometido fundamental de la familia es, por lo tanto, el servicio a la vida, realizando a lo largo de la historia la bendición original del Creador: “Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla...” (Gn 1, 28). El amor de los esposos se Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 27 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad convierte así en participación especial del misterio del Dios de la Vida y del Amor. De allí la necesidad que encuentra la Iglesia en proteger y custodiar la dignidad matrimonial y su responsabilidad en la transmisión de la vida. 3.2.2. Transmisión de la vida y paternidad responsable: Es unánime la expresión del Magisterio de la Iglesia al declarar que el amor conyugal debe ser plenamente humano, exclusivo y abierto a la transmisión de la vida.19 El hombre aumenta cada vez con mayor exactitud su dominio sobre la naturaleza; pero esta posibilidad a la que llega mediante el continuo avance científico y tecnológico, lo pone también ante la encrucijada que genera la angustia cada vez más profunda ante el futuro. Esta es precisamente otra de las causas que ha colaborado en el surgimiento de una mentalidad contra la vida, alimentada, por ejemplo, por los estudios de ecólogos y futurólogos sobre la alta densidad demográfica que suelen presentar como peligroso para la calidad de vida el alto índice de natalidad en algunas partes del mundo.20 De allí el surgimiento de campañas, muchas veces financiadas por organismos internacionales – públicos y privados –, para reducir los nacimientos, independientemente de la licitud de los métodos propuestos. Es precisamente frente a esta situación cuando los esposos deben asumir su vocación a la paternidad responsable. Se trata de comprender que ser padres o no, tener más o menos hijos, no depende de decisiones caprichosas, sino del verdadero reconocimiento de los deberes para con Dios, para con ellos mismos como esposos, para con la familia y para con la sociedad. Tener más hijos de los que se pueden criar, es una verdadera irresponsabilidad. Pero negarse a tenerlos, simplemente respondiendo a un amor 19 Cf. GS n. 51; HV n. 10; FC n. 30; CCC nn. 372, 2214, 2270, 2271, 2372, 2378; JPII, Carta a las familias nn. 8, 11, 21; EV nn. 3-5, 8, 11-30, 20, 43, 58, 62;; SD, Conclusiones, nn. 219, 223, 224. 20 Cf. SD n. 215, 219; FC n. 30. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 28 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad egoísta y cerrado, también es una irresponsabilidad. No son ni el Estado, ni la Iglesia, ni los parientes quienes han de decidir cuántos hijos deben tener los esposos; sólo ellos son quiénes deben decidir en este aspecto. Pero al discernir en conciencia sobre el deber de la procreación que les compete, han de tener en cuenta diversos factores condicionantes para poder llegar a una adecuada decisión. Entre estos factores, mencionamos, por ejemplo, las condiciones físicas y psicológicas de los mismos esposos, la situación económica de la familia, los otros hijos ya nacidos, la realidad social que los rodea, el conocimiento de las leyes biológicas de la procreación responsable. La conclusión de lo expresado es lógica y la podemos sintetizar en dos aspectos: el amor conyugal debe compaginarse con el respeto a la vida humana (cf. GS n. 51) y la urgencia de volver a la familia como santuario y sede de la cultura de la vida (cf. CA n. 17). 3.2.3. Valoración especial de padres adoptivos y de hijos minusválidos: Finalmente, en el marco de la paternidad responsable, merece una valoración ética muy particular la situación de los esposos que asumen la especial vocación de ser padres de hijos adoptivos y de niños minusválidos. En ellos se pone de manifiesto de manera muy significativa la verdadera vocación al amor a la que se han consagrado como esposos: La Iglesia está cercana a aquellos esposos que, con gran ansia y sufrimiento, acogen a sus hijos gravemente afectados de incapacidades, así como agradece a todas las familias que, por medio de la adopción, amparan a quienes han sido abandonados por sus padres, debido a formas de minusvalidez o enfermedades. (EV n. 63) Los aspectos expuestos respecto a la formación de la conciencia moral, valorando la familia como primera escuela de educación moral y santuario de vida, salen en respuesta Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 29 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad al desafío que se plantea hoy en la sociedad ante el dilema del aborto y las cuestiones en torno al inicio de la vida humana. A continuación, a fin de captar mejor la problemática, abordaremos directamente la cuestión del aborto desde el punto de vista específicamente clínico. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb ▲▼▲▼ 30 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 3 EL ABORTO DESDE EL PUNTO DE VISTA CLÍNICO 1. TIPOS DE ABORTO. 1.1. Aborto terapéutico. 1.2. Aborto ético o humanitario. 1.3. Aborto psicosocial. 1.4. Aborto eugénico. 1.5. Formas encubiertas de aborto. 2. EL DIAGNÓSTICO PRENATAL. 2.1. Tipos de técnicas utilizadas. 2.1.1. La amniocentesis. 2.1.2. La biopsia de vellosidades coriales. 2.1.3. La ecografía. 2.1.4. La fetoscopia. 2.1.5. El proyecto genoma. 2.2. Valoración del diagnóstico prenatal. 3. SITUACIONES MORALES ESPECIALMENTE COMPLEJAS. 3.1. La indicación terapéutica y el conflicto de valores. 3.2. Aborto eugénico. El caso de la anencefalia. 3.2.1. Valoración ética del aborto eugénico. 3.2.2. El especial caso de la anencefalia. 3.3. Razones humanitarias. 3.4. Conclusión ética objetiva ante estas situaciones. A continuación nos centramos en la cuestión del aborto específicamente desde el punto de vista clínico: el tema del aborto en cuanto tal, los diversos tipos de aborto practicados en la actualidad, las técnicas del diagnóstico prenatal más utilizadas y los planteos morales que presentan algunas situaciones especialmente complejas. Entendemos por aborto la interrupción del embarazo en el seno materno cuando el feto todavía no es viable; tradicionalmente se admite que el feto es viable a las 28 semanas aproximadamente. Tanto a nivel teórico como práctico, el aborto es un interrogante planteado a la conciencia humana de todas las épocas y sociedades. En los tiempos actuales el problema adquiere cada vez mayor amplitud y gran profundidad de planteamientos; la abundancia bibliográfica al respecto demuestra la importancia actual del problema que atrae tanta atención. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 31 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Es imposible ignorar la existencia del hecho del aborto cuyo número e importancia tienden a aumentar. En pro de su difusión se invierten impresionantes sumas de dinero destinadas, por ejemplo, a la obtención de productos farmacéuticos que posibilitan la muerte del feto en el seno materno sin necesidad de recurrir a la ayuda del médico. Se puede afirmar, incluso, que pareciera que la misma investigación científica pareciera estar aún más preocupada en la obtención de productos cada vez más simples y eficaces contra la vida, evadiendo toda forma de control y responsabilidad social (cf. EV n. 13). 1. DIVERSOS TIPOS DE ABORTO Médicamente se distinguen dos clases de aborto: el aborto espontáneo, es decir, aquel que se produce por causas naturales sin intervención especial humana, y el aborto provocado, llevado a cabo por explícita intervención del hombre 21. El aborto provocado es precisamente el que, moral y legalmente, plantea numerosos interrogantes. Desde el punto de vista jurídico puede ser legal si está tolerado por la ley, o criminal si no está permitido por la ley. Desde el punto de vista moral, es considerado desde la perspectiva de la responsabilidad y del valor objetivo; la moral católica clasifica al aborto provocado como directo, cuando es directa y explícitamente querido, o indirecto, cuando se permite buscando directamente una finalidad buena. Tanto desde el punto de vista moral como legal, suelen distinguirse cuatro tipos de aborto: terapéutico, ético o humanitario, psicosocial y eugénico. 1.1. Aborto terapéutico: Se entiende por aborto terapéutico aquel que se realiza con el fin de salvaguardar la vida o la salud de la madre. El aborto terapéutico prácticamente ya ha sido superado por el Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 32 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad progreso de la medicina, aunque quedan algunas situaciones excepcionales que incluyen también la inviabilidad del feto; tal es el caso del embarazo ectópico (cuando el embarazo se da fuera del útero, por ejemplo, en las trompas). 1.2. Aborto ético o humanitario: Se da el nombre de aborto ético o humanitario, también llamado criminológico, a aquella intervención que se realiza para interrumpir el embarazo cuando éste es fruto de una acción delictiva (por ejemplo, producto de una violación o de relaciones de incesto). 1.3. Aborto psicosocial: El aborto psicosocial es aquel que se practica por razones de índole personal, familiar, económica o social de la mujer. Es el caso del aborto como control de la natalidad, cuando se interrumpe el embarazo para no aceptar la carga social o económica que comporta, o el aborto falsamente ético, es decir, cuando con la interrupción del embarazo se pretende paliar un fallo moral o eliminar una deshonra social. 1.4. Aborto eugénico: El aborto eugénico, o también denominado de indicación fetal, es el que se practica cuando corren serios riesgos de afección por anomalías o malformaciones congénitas. Es el caso, por ejemplo, del aborto que muchas veces se indica ante un diagnóstico de anencefalia, situación que analizaremos más adelante. 21 Cf. GAFO Javier, Aborto, en GAFO J., 10 palabras claves en bioética, Ed. Verbo Divino, Navarra, 1998, pp. 44-46. SGRECCIA Elio, Manual de Bioética, Ed. Diana, México, 1999, pp. 364-373 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 33 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.5. Formas encubiertas de aborto: Finalmente conviene indicar también que, tanto en el plano científico como en el social, existe una clara tendencia a enmascarar el término de aborto con otros nombres, menos alarmantes, en forma confusa y engañosa. Mediante el uso de fármacos, por ejemplo, se difunde actualmente una conciencia antigestativa o abortiva encubierta; así lo señala E. Sgreccia: Los antigestativos o abortivos más difundidos en la actualidad son: la píldora de bajo contenido en progesterona (la llamada minipíldora); las inyecciones trimestrales y las inoculaciones subcutáneas de progestógenos o estro-progestógenos; el dispositivo intrauterino, o espiral; la vacuna anti-hCG; la llamada píldora del día antes; las prostaglandinas y los fármacos luteolíticos (entre ellos el RU486). El uso de estos métodos no requiere, en la mayoría de los casos, la hospitalización de la mujer.22 2. EL DIAGNÓSTICO PRENATAL 2.1. Tipos de técnicas más utilizadas El avance tecnológico y científico en la genética permite que hoy día podamos tener una aproximación más o menos exacta al conocimiento del no-nacido. A esta aproximación de conocimiento se llega mediante las denominadas técnicas de diagnóstico prenatal. Entre estas técnicas podemos citar la ecografía, el estudio del líquido amniótico o de alfa-proteína materna, el análisis citogenético de las células cultivadas procedentes del líquido amniótico, la biopsia de las vellosidades coriales, el estudio de sangra fetal, el análisis genético y bioquímico de material cromosómico de las células del líquido amniótico, el estudio directo de células aisladas tomadas del blastocisto o mórula de 22 SGRECCIA Elio, Manual de Bioética, Diana, México, 1999, p. 382-383. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 34 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad embriones in vitro con posibilidad futura de terapia genética.23 Veamos, pues, el comportamiento de estas técnicas. 2.1.1. La amniocentesis: La amniocentesis consiste en extraer una pequeña cantidad del líquido amniótico para su posterior cultivo y estudio de células fetales. Se realiza en torno a las 20 semanas. El riesgo de pérdidas embrionarias es del 0,25 al 0,50%, contra el 1 al 1,5% de riesgo en el estudio de sangre fetal. Mediante esta técnica se puede diagnosticar cualquier anomalía cromosómica del feto como, por ejemplo, el síndrome de Down o las anomalías de cromosomas sexuales. Mediante el análisis de los niveles de la alfa-fetroproteína, esta técnica permite el diagnóstico de un relevante riesgo de anencefalia o de falta de cierre del tubo neutral que originará un niño nacido con spina bífida; también se puede realizar el diagnóstico de probabilidad de enfermedades metabólicas que va a padecer el niño. Junto al estudio de sangre fetal se complementan por el estudio del ADN de células fetales, lo que sirve para diagnosticar algunas enfermedades hereditarias, como son, entre otras, el Tay-Schs, la fenilcetonuria, la hemofilia, la distrofia muscular, la fibrosis cística y las hemoglobinopatías comunes. 2.1.2. La biopsia de vellosidades coriales: La biopsia de vellosidades coriales consiste en un raspado sencillo del corion (estructura externa del huevo compuesta por células fetales). Se realiza en torno a las 12 semanas de gestación. El riesgo de pérdidas embrionarias va hasta el 1,5%. 23 Cf. GAFO J., op.cit., pp. 46-50 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 35 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Esta técnica, de manera similar a la amniocentesis, permite la detección de anomalías cromosómicas. 2.1.3. La ecografía: La ecografía se realiza mediante ondas sonoras y permite conseguir imágenes del feto. Posee un amplio campo de posibilidades diagnósticas, sin conformar ningún riesgo ni para el feto ni para la madre. Entre los diversos diagnósticos, puede mostrar la existencia de defectos funcionales y estructurales y permite seguir el curso de enfermedades del feto como, por ejemplo, de la hidrocefalia, como así mismo diagnosticar anomalías cardíacas. Es una técnica de diagnóstico de gran seguridad en el caso de anencefalia. 2.1.4. La fetoscopía: Finalmente, la fetoscopía consiste en la introducción de un aparato óptico en el interior de la bolsa amniótica que permite visualizar el feto. 2.1.5. El proyecto genoma: Hoy la ciencia genética avanza a pasos acelerados en el proyecto genoma. Mediante sondas genéticas, por ejemplo, se puede tomar un embrión de pocas células y extirpar una, congelando el resto. Se puede, así mismo, determinar el sexo del embrión, evitar el desarrollo de embriones del sexo masculino afectados por hemofilia o distrofia muscular de Duhcenne, determinar si es portador del gen causante de la enfermedad de Tay-Sachs o de la anemia falciforme. También se puede analizar toda una gama de agentes teratogénicos que puedan afectar a la mujer embarazada o a una probable Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 36 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad malformación del niño, determinar y prevenir enfermedades como la rubeola, la toxoplasmosis, la sífilis y el SIDA. En el caso del SIDA, cabe aclarar que la madre portadora de HIV corre un riesgo del 25 al 30% de dar a luz un niño portador de HIV. Últimamente ese riesgo desciende hasta el 8 al 10% si se recurre al tratamiento triple de la mujer durante el embarazo. 2.2. Valoración del diagnóstico prenatal Las técnicas de diagnóstico prenatal, en caso de ser positivas, no siempre concluyen en aborto; generalmente salvan más vidas que las que acaban en el aborto y pueden servir para que los padres se preparen al nacimiento del niño o a la atención inmediata del recién nacido en un centro perinatológico. En casos muy excepcionales estas técnicas diagnósticas permitirán la ulterior posibilidad de tratamiento in utero. Es más, puesto que “la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción” (CCC n. 2274) y que el embrión ha de ser “defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano” (CCC n. 2274), podemos afirmar que estas técnicas son no sólo moralmente lícitas sino hasta recomendables y necesarias siempre que se guarden y prevengan los parámetros de la integridad de la vida del embrión y del feto humano y se orienten hacia su protección o hacia su curación. En conclusión, el diagnóstico prenatal está permitido moralmente siempre que se respete la vida y la inviolabilidad del embrión y del feto humano y se efectúe con vistas a la protección y el cuidado del embrión individual24. El mismo Papa Juan Pablo II, tres años antes al documento citado, ya había realizado una valoración ética de estas técnicas en la Evangelium vitae: Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 37 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Son moralmente lícitas cuando están exentas de riesgos desproporcionados para el niño o la madre, y están orientadas a posibilitar una terapia precoz o también a favorecer una serena y consciente aceptación del niño por nacer. (EV n. 63) Sin embargo, existen situaciones en las cuales el diagnóstico prenatal y las técnicas utilizadas son ilícitas y condenables. Es el caso de cualquier acción favorable a una conexión entre el diagnóstico prenatal y el aborto en donde se recurra, por ejemplo, a la insistencia de sometimiento a un diagnóstico prenatal con el objeto de eliminar fetos con malformaciones o enfermedades hereditarias, favoreciendo así el surgir de una mentalidad eugenésica que acepta el aborto selectivo para impedir el nacimiento de niños afectados por varios tipos de anomalías (cf. CCC n. 2274; DV, I, 2). En consecuencia, el diagnóstico prenatal está en oposición con la ley moral cuando contempla la eventualidad, dependiendo de los resultados, de provocar un aborto. En esta misma línea de calificación moral ingresan aquellos programas civiles, sanitarios o de organizaciones científicas que interpreten dichas técnicas como camino probable hacia una mentalidad abortista25. 3. SITUACIONES MORALES ESPECIALMENTE COMPLEJAS La medicina y la genética han logrado avances tales que, situaciones que antiguamente llevaban consigo la dramática alternativa de tener que elegir entre la vida de la madre y la del feto, hoy hayan quedado prácticamente superadas hasta brindar la posibilidad de salvar ambas vidas. Es cierto que existen embarazos de riesgo; sin embargo, se ha llegado a lograr que tales situaciones, en su inmensa mayoría, no lleven al extremo de semejante conflicto. Pero hemos de reconocer que igualmente quedan aún algunos pocos 24 Cf. PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LOS AGENTES DE SALUD, Carta de los agentes de salud, Buenos Aires, Paulinas, 19982. En adelante: Carta de los Agentes de Salud 25 Cf. Carta de los agentes de salud, n. 61 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 38 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad casos en que se da tal conflicto, en los cuales mayormente se da también la condición de inviabilidad fetal. Dos ejemplos de esta última situación son, entre otros, el caso del embarazo ectópico, es decir, aquel en el cual la implantación del embrión se da fuera del útero, especialmente en las trompas, y el caso del desarrollo de un proceso tumoral, por ejemplo, en los ovarios, con afección o no del útero materno, que pueda derivar en la urgente extirpación del tumor y, como consecuencia, la interrupción del embarazo. Es la situación que ubicamos dentro de la categoría de aborto terapéutico. 3.1. La indicación terapéutica y el conflicto de valores El aborto de indicación terapéutica es el que se realiza con el fin de salvaguardar la vida o la salud de la madre. En este caso se aplica el denominado principio del doble efecto, al admitir que intervenga directamente una terapia para curar a la mujer, aunque la consecuencia indirecta, no querida pero prevista, sea interrumpir el embarazo. Se trata, pues, de un aborto indirecto, es decir, siendo curativa la acción médica, deriva indirectamente en el efecto occisivo del feto. Es el caso mencionado de un proceso tumoral uterino. Similar conflicto lo plantea el caso del embarazo ectópico, cuando la implantación del embrión se da fuera del útero materno, especialmente en las trompas. Ante esta situación se ha llegado a afirmar que era preferible dos muertes a un asesinato. Posteriormente, teniendo en cuenta el principio del doble efecto, se llegó a calificar el efecto occisivo del feto como aborto indirecto, entablándose, así, una discusión sobre el carácter directo o indirecto del aborto, lo cual representa los límites del principio mencionado. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 39 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La respuesta de la teología moral católica a los límites del principio del doble efecto consiste en la sustitución del mismo por la figura del conflicto de valores. Se critica desde esta concepción el principio del doble efecto, dado “su extrincesismo a la hora de calificar el carácter bueno (curativo), malo (occisivo) o indiferente de la acción puesta, su intencionalidad26 y su alambicamiento27”.28 Atendiendo a esta visión crítica, la postura de la bioética personalista se inclina por afrontar la situación especialmente compleja desde el conflicto de valores, “reconociendo que existen acciones humanas que poseen en sí mismas un doble significado o sentido y que pueden realizarse cuando el significado positivo supera o es equiparable al negativo”29. 3.2. Aborto eugénico. El caso de la anencefalia. 3.2.1. Valoración ética del aborto eugénico: Otra situación especialmente compleja es el caso del aborto eugénico, o denominado también preventivo o de indicación fetal. Es la práctica efectuada cuando se corre el riesgo altamente probable de una grave afección del feto que originará un niño con importantes anomalías o malformaciones. Justamente aquí es donde los grandes avances de la fetología permiten diagnósticos prenatales tan detallados que a veces puedan transformarse en dramáticas decisiones contra la vida en gestación. Una primera valoración ética nos lleva a afirmar que, si bien los diagnósticos prenatales pueden ser tan completos como cuasi perfectos, también ha de considerarse que la medicina se mueve dentro de márgenes de probabilidades mayores y menores. Desde esta perspectiva podemos afirmar que provocándose abortos masivos como consecuencia de tales diagnósticos, se corre el riesgo de suprimir fetos normales. Por otra parte, la gran 26 Tanto en el aborto directo como en el indirecto, el agente quiere la supresión del embarazo. El médico se encuentra ante una única y compleja situación, en la que es artificial distinguir si la acción médica es primero occisiva o curativa, o al revés, en el orden causal. 28 GAFO J., op. cit., p. 78 27 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 40 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad pregunta es hasta qué punto se pueden suprimir vidas humanas llamadas a nacer y cuyo derecho no puede depender de determinadas anomalías. La dignidad humana del naciente no puede depender de su integridad física o de sus condiciones intelectuales, ni aquellos que nos consideramos “normales” tenemos derecho alguno para suprimir vidas desde nuestros propios parámetros de normalidad. Por ejemplo, si consideramos el caso de fetos portadores del síndrome de Down, nos encontramos evidentemente ante un futuro niño que no llegará al desarrollo de un determinado nivel intelectual. Pero, ¿podemos por ello suprimir la vida de niños que tendrán un importante desarrollo personal y afectivo? Y si el motivo de la decisión abortiva no radicara en el presente, sino en un futuro probable que conlleve la ausencia de sus padres, ¿no sería mejor pensar en el desafío social que implica el asumir estas vidas, aún cuando falten sus padres, antes que negarles el derecho a nacer? En el fondo, una mentalidad abortiva en tales casos no es otra cosa que una mentalidad falsamente perfeccionista entre ciudadanos que intentan crear, consciente o inconscientemente, una sociedad altamente elitista. 3.2.2. El especial caso de la anencefalia: Un ejemplo mucho más dramático es el caso de la anencefalia, enfermedad, ésta, que consiste en la mal formación de la masa encefálica que será incompatible con la vida. El feto anencefálico puede vivir en el útero materno, pero, una vez nacido, no podrá sobrevivir fuera del mismo más allá de 24 horas; se calcula aproximadamente un promedio de cinco horas de vida post parto. 29 Ibíd., p. 78 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 41 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad El diagnóstico prenatal permite detectar el problema. Generalmente, una vez que los padres reciben el resultado del diagnóstico, suele generarse en ellos dramáticas crisis con fuertes golpes emocionales y afectivos en el grupo familiar. Desde el punto de vista médico, la posibilidad, hoy menos probable, de utilizar sus órganos o tejidos para transplantes, especialmente para receptores bebés, alimenta la ilusión de seguir adelante con el embarazo en vistas a este fin, pero sin esperar la muerte cardiorespiratoria, pues se correría el riesgo de perder los órganos; por esta razón, aún estando atentos al paro cardiorespiratorio, algunos admitirían el aborto directo sin esperar al nacimiento del bebé. Por otra parte, desde una base filosófica y antropológica, la pregunta puede surgir desde la misma definición de persona dada por Boecio respecto a la naturaleza racional. Si un niño no tiene cerebro, no puede razonar; por lo tanto, no sería un ser humano; en consecuencia, ¿qué es? Desde nuestra posición, aún ante el drama existencial y psicológico que cualquiera pueda experimentar frente a la existencia del feto o bebé anencefálico, afirmamos que estamos ante un ser humano. Diversos son los motivos que nos llevan a esta afirmación. Ante todo, es un ser humano porque es el fruto de una relación humana y tiene forma humana. Más filosóficamente podemos afirmar que desde el principio, teleológicamente, cuenta con su proceso vital propio y, mientras está en el útero, se va desarrollando normalmente; por lo tanto, ha de respetárselo como persona humana. Por otra parte, la caracterización de Boecio respecto a la racionalidad no hace precisamente referencia tanto al aspecto racional en acto sino en potencia, pues no es cierto que como seres humanos pensemos en forma permanente. Vale aquí el argumento de Santo Tomás al expresar la naturaleza essendi propia del ser humano; es decir, ontológicamente es permanente al hombre su condición racional como propio de su naturaleza esencial. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 42 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Una postura científica médica, compatible o no con la mencionada más arriba, afirmaría que mantener con vida un feto anencefálico sería un método desproporcional en virtud de la madre, la cual no cumpliría otra función que la de ser un soporte mecánico de un bebé que no va a vivir; entonces, ¿ qué sentido tiene seguir adelante con el embarazo? Ante este último planteo, dos respuestas nos parecen sumamente válidas. Ante todo, no se trata de un método mecánico sino natural; el feto vivirá nueve meses dentro del seno materno, lo que no es comparable con ningún tipo de método mecánico. En segundo lugar, no podemos comparar un embarazo en tales condiciones con un método que podrá ser aplicado más adelante, pues el tiempo de vida anterior es natural y no artificial. No dejamos de reconocer que la anencefalia es una situación límite; pero esto no nos autoriza en absoluto ni a crear una categoría biológica o jurídica particular para estas personas, ni a provocar la interrupción del embarazo. Estamos, pues, ante dos pacientes: la madre y el bebé. El caso admite diversos conflictos de valores en los cuales no podremos detenernos ahora, pues no es el objeto de nuestro estudio. Sin embargo, queremos dejar asentado que en el fondo se trata de la opción por la búsqueda de medidas pedagógicas para el bien de la mamá y el bien del bebé. Una medida pedagógica podría consistir, por ejemplo, en que mientras se hace un serio acompañamiento médico, psicológico, incluso espiritual, de la madre, se pueda así mismo concluir en la decisión de adelantar el parto, aún sabiendo la incompatibilidad con la vida del naciente, pero dejando en claro que lo que se busca con la inducción al parto no es la muerte del bebé sino su vida y que viva su escaso tiempo de la mejor manera posible, evitándole todo tipo de medios desproporcionados como puedan ser, por ejemplo, el hecho de vacunarlo o de sacarle sangre. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 43 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 3.3. Razones humanitarias Finalmente, el tipo de aborto que hemos denominado ético, humanitario o criminológico, es decir, cuando el embarazo es consecuencia de una acción delictiva, nos presenta un nuevo caso dramático puesto que se trata de una consecuencia que no resulta como fruto del amor sino de un acto que está en sus antípodas. Como ejemplo podemos citar el caso del Zaire, en la década del 60: ante la violación sufrida por diversas religiosas, se llegó a la aceptación generalizada de uso de medidas preventivas anticonceptivas. Es más, incluso entre los mismos teólogos católicos hay quienes consideran que en estos casos puede ser lícita la aplicación de inmediatas medidas de posible acción antianidatoria realizables dentro del plazo de las dos primeras semanas. Estamos nuevamente ante un serio conflicto de valores y un dramático conflicto de derechos. Por un lado, el derecho de la mujer a no quedar embarazada violentamente, y, por otra parte, el derecho a la vida del nuevo ser. Mientras que en el primer caso estamos ante un verdadero y cierto derecho, en el segundo se dan numerosos interrogantes. El argumento ético que orienta nuestra oposición a la ejecución occisiva del feto parte de la necesidad de salvaguardar la vida del naciente que se va gestando y que no es culpable ni responsable de la acción delictiva. El derecho básico a la vida del ser con destino humano ha de prevalecer sobre el derecho de la mujer a no quedar embarazada violentamente. 3.4. Conclusión ética objetiva ante estas situaciones Las situaciones morales especialmente complejas que hemos presentado orientan la necesidad de plantear una conclusión ética objetiva respecto al aborto terapéutico, que también puede aplicarse en rigor al aborto eugénico o de razones humanitarias. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 44 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Ante todo, “es deber del médico sostener la vida tanto de la madre como la del niño y proporcionar todos los medios terapéuticos para que ambos se salven”30. La muerte directa, sea de la madre o del niño, no es ni un acto médico ni un acto ético aceptable. La vida humana es potencial de deterioro, pero ello no quiere decir que se la pueda suprimir, incluso bajo la apariencia de causas razonables, pues no existe razón alguna que esté por encima del valor trascendente de la misma vida. Puede darse el caso en que se prevea a primera vista que la madre corra serios riesgos de morir si se continúa con el embarazo, incluso con la esperanza de salvar al hijo. Aún ante esta dramática situación no podemos optar por salvar la vida de la madre actuando directamente para suprimir la vida del hijo, pues no hay derecho a elegir sobre la vida ajena. E. Sgreccia propone diversas alternativas al respecto: Se puede ciertamente intentar practicar una cesárea, que es una intervención normal, cuando hay esperanzas de salvar al hijo, en una mujer que está a las puertas de la muerte; pero, si es posible esperar hasta el momento de la muerte clínica con la utilización del respirador, se debe esperar a la muerte natural de la madre. Es posible incluso que haya necesidad de mantener «en vida» artificialmente a una mujer embarazada con muerte cerebral, a fin de hacer que el feto llegue a una etapa de desarrollo que pueda permitirle una vida autónoma fuera del útero.31 Frente al desafío ético que plantea la problemática del aborto, es necesario buscar respuestas claras, precisas y objetivas. Es objeto del capítulo siguiente volver al tema de la vida, pero esta vez desde su promoción y preservación, para luego realizar una reflexión ética ante los desafíos científicos como corolario de la primera parte de nuestra exposición. ▲▼▲▼ 30 31 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ SGRECCIA E., op. cit., p. 372 Ibíd. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 45 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 4 DILEMAS QUE PRESENTA EL DESAFÍO CIENTÍFICO RESPECTO AL INICIO DEL PROCESO DE GENERACIÓN Y EL INICIO DEL DERECHO A LA VIDA 1. 1.1. 1.2. 1.3. 1.4. 1.5. 1.6. 1.7. 1.8. 2. 2.1. 2.2. 3. 3.1. 3.2. 3.3. INICIO DEL PROCESO DE GENERACIÓN. Diversas opiniones sobre el inicio del proceso de generación. Al instante de la fecundación. Al momento de la anidación. Al finalizar la organogénesis. Ante la viabilidad del feto o el nacimiento. Los criterios relacionales. La teoría escolástica de la animación. Reafirmación del derecho a la vida desde la fecundación. EL RECIÉN CONCEBIDO A LA LUZ DE LA GENÉTICA Y DE LA BIOLOGÍA HUMANA Un nuevo proyecto-programa individualizado. El principio de autonomía y la extrínseca dependencia intrauterina. EL CARÁCTER HUMANO DEL EMBRIÓN. Unidad de naturaleza entre corporalidad y humanidad. El hombre como totalidad unificada en el proyecto creacional de Dios. El estatuto del embrión. Hemos iniciado nuestra presentación refiriéndonos al carácter de la vida humana y los grandes interrogantes que el hombre de todos los tiempos se plantea ante la misma, centrándonos en su fragilidad y en el concepto antropológico de la persona humana y la necesidad de una adecuada formación de la conciencia moral en estas cuestiones. Posteriormente abordamos directamente la problemática del aborto desde el punto de vista clínico en el contexto actual. Abordaremos a continuación los dilemas éticos que confluyen desde los desafíos científicos respecto al inicio del proceso generativo y al inicio del peculiar derecho a la vida, completando la respuesta ética en el capítulo siguiente a éste, desde la bioética personalista, apuntando a la promoción y preservación de la vida desde su estado inicial. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 46 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1. INICIO DEL PROCESO DE GENERACIÓN 1.1. Diversas opiniones sobre el inicio del proceso de generación Sobre la base de los derechos y los deberes de la persona humana, la moral tiene la misión de iluminar las conciencias de manera que la sociedad sea capaz de promover y preservar los derechos fundamentales del hombre, y entre ellos, en primer lugar, el derecho a la vida como “condición para todos los demás” (DA n. 11). El planteo consiste en cuándo podemos decir que comienza el derecho a la vida. “El respeto a la vida humana se impone desde que comienza el proceso de generación” (DA n. 12). Ahora bien, ¿cuándo se inicia este proceso de generación? Y es ante esta pregunta donde las opiniones se dividen. El siguiente cuadro de J. Gafo32 nos ayuda a obtener una síntesis de las principales opiniones: Comienzo del derecho a la vida Fecundación Anidación Fin de organogénesis Viabilidad Nacimiento Criterios relacionales Fase Embrionaria Zigoto Blastocisto Feto Niño prematuro Recién nacido ? Día o mes Primer día 14 días Dos meses 21 semanas 9 meses ? Brevemente nos detenemos a explicar el cuadro precedente. 1.2. Al instante de la fecundación. En la fecundación se constituye la realidad biológica del cigoto; es allí cuando se fusiona el óvulo y el espermatozoide. No es tanto un instante preciso, sino que “la singamia o unión del complemento cromosómico de las células germinales masculina y femenina dura hasta unas 24 horas”33. Se trata de un salto cualitativo, equiparable al del 32 33 Cf. GAFO J., op.cit., p. 50 GAFO J., op.cit., p. 50 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 47 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad recién nacido, por cuatro razones: la información genética en la célula huevo es humana y solamente humana (realidad biológica humana), se prefigura desde allí el individuo humano, se trata de una realidad biológica diversa a la del organismo materno, y desde este momento se instaura el proceso de continuidad del desarrollo embrionario. En la opinión oficial de la Iglesia católica, aquí inicia el comienzo del derecho a la vida. 1.3. El momento de la anidación. Algunos autores, incluso católicos, subrayan, sin embargo, que el derecho a la vida se daría recién a partir de la anidación, es decir desde que acontece la fecundación en el tercio superior de las trompas en un proceso que dura de tres a cuatro días aproximadamente, hasta penetrar en el útero en cuyo lumen quedará libre por tres o cuatro días más y, finalmente, inicie la anidación o implantación en el endometrio donde continuará su desarrollo posterior. Las razones de esta posición responderán a que recién allí se daría la posibilidad de división del nuevo ser, al elevado número de abortos espontáneos (alrededor del 70%) que se dan antes de finalizar la anidación, y a que el primer esbozo del sistema nervioso –o sea la constitución de la línea primitiva o cresta neural– se daría alrededor de los 14 días. 1.4. Al finalizar la organogénesis. Otros sostienen que el derecho a la vida se inicia cuando haya acabado el proceso de constitución de los órganos humanos, precisamente allí donde la medicina deja de hablar de embrión para comenzar a llamar feto al nuevo ser; esto es, al finalizar el proceso de organogénesis. En esta etapa también se da inicio a la actividad eléctrica del cerebro. Estamos hablando de un promedio de tiempo aproximado a los dos meses. En el primer mes se van construyendo los cimientos del futuro niño (forma alargada, apéndice cefálico, Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 48 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ojos, corazón, hígado, columna vertebral); en el segundo mes, el aspecto externo es ya claramente humano. Pareciera que el valor antropológico que subsiste a esta postura se impone por la fuerza de la sensibilidad ante un ser cuya apariencia ya es indiscutiblemente humana. 1.5. Ante la viabilidad del feto o el nacimiento. Finalmente, otras posturas son las que tienen que ver con la viabilidad (cuando el nuevo ser tiene la capacidad de poder vivir fuera del útero materno, aún cuando requiera apoyatura médica externa), y el nacimiento (es la postura del Derecho Romano y que no se diferencia radicalmente de la anterior a excepción de la asistencia brindada al prematuro). 1.6. Los criterios relacionales. No tan frecuente, pero posturas al fin y muy discutibles por cierto, son los que sostienen que el derecho a la vida parte de los criterios relacionales. Esta posición critica el hecho de intentar delimitar la realidad humana a los aportes de la biología (fecundación, anidación, EEG, etc.) y considera que se es humano, más allá de las estructuras biológicas, en la medida en que se de la posibilidad de relaciones interhumanas sin las cuales no puede existir proceso de personalización. Desde nuestra opción fundada en la ética cristiana y la bioética personalista, de más está decir que nos oponemos radicalmente a tal postura dado que, de acuerdo a esta mentalidad, no se le reconoce el derecho a la vida a quien no ha sido deseado o no ha sido procreado intencionalmente. Con el mismo criterio podríamos aceptar que el minusválido, el anciano o el enfermo terminal es un ser que ha de ser eliminado si no es aceptado por la sociedad. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 49 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.7. La teoría escolástica de la animación. Párrafo aparte merece la teoría escolástica de la animación que mencionáramos en el primer capítulo de nuestro trabajo. Nos remitimos a expresiones de E. López Azpitarte: De acuerdo con la teoría hilemórfica, el alma racional no estaría presente en los primeros estadios de la gestación hasta que la materia con la que debe unirse para formar el compuesto humano, no tuviese la preparación suficiente y adecuada. La teoría de la animación retardada fue defendida por muchos teólogos, que no concedían su infusión de inmediato, sino que otorgaban un plazo de cuarenta días, si se trataba de un embrión masculino, o de ochenta para el caso de que fuese mujer.34 Pese a la diversidad de opiniones encontradas entre los teólogos, aún en este caso, la Iglesia siempre condenó el aborto de fetos inanimados. Más detenidamente abordaremos esta cuestión al abordar la cuestión del aborto en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. 1.8. Reafirmación del derecho a la vida desde la fecundación. Ante tan diversas posturas, amparados incluso por el beneficio de la duda, reafirmamos el derecho a la vida desde el momento de la fecundación. Si esa realidad embriológica es humana es siempre digna de un absoluto respeto e inviolabilidad ya desde el primer instante de su existencia física. Se trata no tanto de una respuesta simplemente biológica, sino metafísica: “la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción” (CCC n. 2270). El motivo de esta respuesta lo expresa la Declaración sobre el aborto y lo retomará el mismo Juan Pablo II en su encíclica Evangelium vitae: Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. No llegará a ser nunca humano si no lo es ya entonces. (DA n. 12; cf. EV n. 60) 34 LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida. Desafíos actuales, San Pablo, Madrid, 19904, pág. 130 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 50 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2. EL RECIÉN CONCEBIDO A LA LUZ DE LA GENÉTICA Y LA BIOLOGÍA HUMANA 2.1. Un nuevo proyecto-programa individualizado. Es indiscutible ya, desde la genética, que el momento de la fertilización, es decir, desde el instante en que el espermatozoide penetra el óvulo, se conforma una nueva entidad biológica mediante los dos gametos de los padres. A esta nueva entidad se la denomina cigoto, y éste ya lleva en sí mismo, desde ese momento, un nuevo proyectoprograma individualizado. Estamos ante una nueva entidad individual.35 Las dos respectivas células gaméticas tienen en sí un patrimonio bien definido, el programa genético, recogido en torno a los 23 pares de cromosomas: cada una de las células gaméticas tiene una mitad del patrimonio genético respecto de las células somáticas del organismo de los padres, y con una información genética que es cualitativamente diversa respecto de las células somáticas del organismo paterno y materno. Una vez unidos estos dos gametos – diversos entre sí y diversos también de las células somáticas de los padres, pero mutuamente complementarios–, activan un nuevo proyecto-programa que determina e individualiza al recién concebido.36 Es de notar que se trata de un nuevo proyecto que se construye a sí mismo; él es el actor principal. Desde el inicio rige, también, el principio de autonomía, pues no se trata de un programa inerte ni ejecutado por el organismo materno, sino que, si bien necesita de dicho organismo, el mismo cigoto lleva en sí todo el proyecto-programa que caracterizará su propia individualidad humana y que potencialmente podrá seguir, si no se le impide, su propio proceso de desarrollo. Siguiendo el esquema del documento del Centro de Bioética de la Universidad Católica italiana, podemos afirmar que este proceso de desarrollo cuenta con tres 35 Un análisis más exhaustivo, desde el punto de vista de la ciencia embriológica y biomolecular, lo podemos encontrar en FRANCA TARRAGÓ Omar y Colaboradores, Ética al inicio de la vida, en Anales de Ginecología y Obstetricia, 38 (1), Montevideo, 2000, pág. 5-13. 36 SGRECCIA E., op.cit., p. 338 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 51 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad propiedades biológicas particulares; ellas son la coordinación, la continuidad y la gradualidad. Así lo expresa científicamente el mencionado documento: Coordinación. En todo el proceso, desde la formación del cigoto en adelante, se da una sucesión de actividades moleculares y celulares guiadas por la información contenida en el genoma y bajo el control de señales originadas por interacciones que se multiplican incesantemente a todos los niveles, dentro del embrión mismo y entre éste y su ambiente. Precisamente de esta guía y de este control deriva la expresión coordinada de miles de genes estructurales que implica y confiere una estrecha unidad al organismo que se desarrolla en el espacio y en el tiempo. Continuidad. El nuevo ciclo vital que se inicia en la fertilización procede –si se satisfacen las condiciones requeridas– ininterrumpidamente. Cada uno de los eventos, por ejemplo la replicación celular, la determinación celular, la diferenciación de los tejidos y la formación de los órganos, aparecen obviamente como pasos sucesivos. Pero el proceso en sí mismo de la formación del organismo es continuo. Es siempre el mismo individuo el que va adquiriendo su forma definitiva. Si este proceso se interrumpiera, en cualquier momento, se tendría la muerte del individuo. Gradualidad. Es ley intrínseca del proceso de formación de un organismo pluricelular que éste adquiera su forma final mediante el paso de formas más simples a formas cada vez más complejas. Esta ley de la gradualidad de la adquisición de la forma definitiva implica que el embrión, desde el estado de célula en adelante, mantenga permanentemente su propia identidad e individualidad a través de todo el proceso.37 El proceso se ha iniciado, pues, en aquel momento en que se unieron las gametas y a partir del cual se desencadenó un desarrollo continuo y ordenado. Allí se inició la nueva vida que tendrá la herencia genética y citoplasmática de la gameta materna, el ovocito, y de la gameta paterna, el espermatozoide. Estos aportes materno-paterno forman el patrimonio biogenético del nuevo ser, el cual también participa durante todo el proceso de su desarrollo. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 52 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.2. El principio de autonomía y la extrínseca dependencia uterina. En base al principio de autonomía, que lleva intrínsecamente grabado en sí mismo en forma cuidadosamente rítmica y ordenada, el nuevo ser va autoconstruyéndose, se impone su propia dirección, se va diferenciando en su estructura molecular y va realizando su propia calidad de crecimiento, siempre de acuerdo a la caracterología del genoma que ha quedado inscrito desde la fertilización. De esta manera se va realizando el proceso de histogénesis, regionalización y morfogénesis. Nos referimos a una autonomía que no es absoluta; nunca lo será. Incluso, cuando estemos ya frente al ser humano física, psicológica y espiritualmente desarrollado y maduro, jamás podremos hablar de una autonomía absoluta, pues todo hombre es un seren-relación-con. En el caso del cigoto o del embrión, de hecho, su autonomía quedará trunca si al llegar la blástula al útero se encuentra con que éste no está lo suficientemente preparado por los estrógenos para aceptar la anidación. Pero aún así, esta dependencia materno-uterina será igualmente extrínseca. Así como el adulto depende del ambiente, el embrión necesitará que el propio ambiente materno le proporcione nutrición y oxigenación y al mismo tiempo aleje todo aquello que pueda resultarle nocivo en su desarrollo. Pero queda claro que la composición autogenética del propio embrión es la que dará calidad, impulso y dirección de desarrollo; ello no depende de la directividad de los órganos maternos. Por lo tanto, he aquí uno de los primeros argumentos científicos a favor de la vida intrauterina: el embrión no es una parte del organismo materno de cuyo crecimiento y desarrollo la madre pueda disponer como de sí misma y a su propio arbitrio. Incluso las mismas pruebas biológicas, como las que se dan, por ejemplo, en el modo de fertilización 37 CENTRO DI BIOETICA, UNIVERSITA CATTOLICA DEL S. CUORE, Identidad y estatuto del embrión humano, 22.6.1989, «Medicina y Ética», 1990, 1, 1, p. 123. Cit. por E. Sgreccia, op.cit. p. 340-341. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 53 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad in vitro –aunque no entraremos aquí en su valoración ética–, nos dan la certeza que la dependencia del embrión respecto al útero materno es siempre extrínseca a sí mismo. 3. EL CARÁCTER HUMANO DEL EMBRIÓN 3.1. Unidad de naturaleza entre corporalidad y humanidad. En lo dicho ya hemos podido observar que, desde el primer instante, no estamos ante una masa de células sin unidad ni determinación. Muy por el contrario. (El embrión) es un organismo en rápido y ordenado desarrollo, organizado en una sola unidad morfológica y funcional. Tanto en la forma como en la posición de las células que se generan, desde el cigoto, se observa un orden que se repite. Existen uniones citoplasmáticas e intercambio de señales bioquímicas que marcan el destino de cada célula.38 Aquí surge una nueva pregunta: los estadios o aspectos biológicos primigenios del nuevo ser, ¿son ya de naturaleza humana en sí mismos? El aporte de la biología afirma que la realidad biológica del nuevo ser es siempre la misma que se desarrolla y se transforma. Por otra parte, el fruto de la concepción no puede ser separado de lo que es humano. La antropología filosófica contemporánea afirma también que lo que es humano en el hombre es inseparable de su corporeidad. Teniendo en cuenta estos presupuestos, los principios biológicos nos muestran que desde la concepción, la especie humana evoluciona por medio de un principio intrínseco, unitario y de actualización de sus propias capacidades, de acuerdo a las características del desarrollo del recién concebido que ya hemos mencionado: coordinación, continuidad y gradualidad. 38 “El rostro humano del embrión”, exposición presentada por el Instituto de Bioética, Facultad de Posgrado en Ciencias de la Salud, de la Pontificia Universidad Católica Argentina; manual explicativo, Buenos Aires, noviembre 2001, p. 11. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 54 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Si nos referimos a la naturaleza humana del embrión, es necesario también aclarar el sentido del término naturaleza al que hacemos referencia. La traducción latina del término natura deriva de los términos griegos physis, es decir, el mundo físico, material, lo complejo de la naturaleza general, y phisis, lo que refiere a la esencia de algo. Cada ser tiene una naturaleza (phisis) que determina su lugar entre los seres y su forma específica y propia de actuar. En este sentido, el hombre no es algo ya hecho, sino que es aquello que se está haciendo, es decir, una estructura abierta, dinámica, transformante. Podemos concluir, entonces, que el hombre es hombre porque tiene precisamente naturaleza humana. El hombre es porque efectivamente posee el acto de ser por medio del cual su naturaleza humana subsiste, siendo sujeto de sus propios actos, lo que significa que es una persona, ser humano individual. La definición de Boecio, “sustancia individual de naturaleza racional”, es importante en este aspecto, ya que nos hace ver por qué en la filosofía judeo-cristiana el hombre es persona. 3.2. El hombre como totalidad unificada en el proyecto creacional de Dios. Desde el punto de vista teológico, sin desconocer el aporte cierto de la bioquímica y la biología, y en diálogo con la filosofía, es importante el concepto de hombre como ser pro-creado en su unidad y trascendencia. En esta línea de pensamiento subyacen los principios antropológicos que fundamentan el juicio moral; entre ellos, el principio fundamental de la distinción entre alma y cuerpo, pero ambos constituyendo una totalidad unificada; por lo tanto, el cuerpo no es un simple conjunto de tejidos, sino componente esencial del mismo hombre. Así mismo, la originalidad en la transmisión de la vida humana deriva de la misma condición del ser racional; un ser humano nunca es producto de la técnica o la casualidad, sino de la donación en el amor entre el hombre y la mujer. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 55 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad El concepto antropológico de hombre como ser pro-creado lo encontramos plasmado en la Sagrada Escritura al afirmarse que la persona se configura mediante una íntima relación entre la criatura humana y su Creador: “en su mano está el respiro de los vivientes y el aliento de la carne de cada uno” (Jb 12,10). Es la misma mano del Creador que plasma al hombre, varón-mujer, a su imagen y semejanza, otorgándole el poder de colaborar con Él en la procreación mediante la generación de la vida humana (Gn 1,26). Desde la gestación en el seno materno el hombre es llamado por Dios a ser persona que, libre y responsablemente, colabore con Él en el proyecto redentor y salvador de la misma humanidad (cf. Sal 22,11). Volveremos a este aspecto en la segunda parte de nuestro trabajo. 3.3. El estatuto del embrión La reflexión nos abre ahora el camino a una nueva pregunta: ¿cuál es el estatuto que debemos reconocer en el embrión humano? El planteo es reiterativo si lo encaramos éticamente ante los desafíos que plantea hoy la ciencia genética, planteos que nos ubican ante fenómenos como el aborto, la reproducción asistida, la clonación o la experimentación con embriones. Existen diversos niveles o perspectivas para analizar la vida de un individuo de la especie humana. Por un lado, el nivel biológico, con los aportes brindados desde la ciencia embriológica y molecular; a ella corresponde describir la realidad de los hechos biológicos en cuanto tal. Por otra parte, el aspecto jurídico, al que corresponde ver hasta qué punto y en qué medida le corresponde a la ley proteger al no nacido, y el aspecto ontológico-ético que analizará cuál es el deber moral frente a la realidad del aún no nacido. Vale aclarar que al hablar de embrión nos estamos refiriendo directamente a un nuevo individuo humano que desde su concepción continúa su propio camino vital. Su Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 56 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad proceso biológico de desarrollo es ininterrumpido, no actúa en él ninguna mutación cualitativa intrínseca, ni tampoco se requiere de ninguna intervención posterior que lo origine. Esta nueva entidad individual, efectúa su autogénesis de manera tan admirable que ninguna fase posterior puede eliminar la anterior; por el contrario, toda fase en el proceso de su desarrollo es absorbida y desarrollada según una ley biológica individualizada y activamente controlada. La figura humana aún no es reconocible en el embrión. Como bien afirma E. Sgreccia: “son cientos de miles de células musculares las que hacen ya latir un corazón primitivo; decenas de millones de células nerviosas, las que se ensamblan en circuitos y se disponen a formar el sistema nervioso de una persona determinada”39. No vale, pues, hablar de una línea divisoria cualitativa que marque una distinción entre ser humano y ser humanizado, como tampoco distinguir entre ontogénesis y filogénesis. No se trata de una opinión más, sino de un dato científico innegable. Este argumento nos permite afirmar que toda opinión que se niegue a aceptar el propio estatuto individual del embrión, considerándolo como una simple parte del organismo de la madre y, por ende, sujeto a ser abortado, no es sólo una ofensa a la moral sino una ofensa a la misma seriedad científica. En fin, el embrión humano debe ser tratado con el máximo y absoluto respeto. Sobre la base de los principios expuestos, nos detenemos a continuación en presentar nuestra reflexión ética sobre el aborto ante los desafíos científicos que se plantean en la actualidad. ▲▼▲▼ 39 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ SGRECCIA E., op.cit., p. 342 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 57 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 5 PROMOCIÓN Y CUIDADO DEL DERECHO A LA VIDA FRENTE A LOS DESAFÍOS CIENTÍFICOS 1. 1.1. 1.2. 2. 2.1. 2.2. 2.3. 3. 3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 3.5. 3.6. 4. NECESIDAD DE UNA DISCUSIÓN ÉTICA SERENA Y EQUILIBRADA Razones que subyacen a la problemática del aborto. Respuesta desde los valores y la verdad objetiva. RESPUESTA ÉTICA AL PLANTEO SOBRE EL INICIO DE LA VIDA HUMANA El planteo filosófico y moral sobre el inicio de la vida. Una respuesta desde la evidencia en su relación con el recién nacido. Respeto e inviolabilidad absoluta de la vida en gestación. RESPUESTA ÉTICA RESPECTO AL INICIO DEL DERECHO A LA VIDA Desde el instante de la concepción. Desde el momento de la anidación. Desde la evidencia de la existencia corpórea. Desde la viabilidad del feto. Desde los criterios relacionales. Desde el inicio de la actividad cerebral. UNA PALABRA RESPECTO AL TRASPLANTE DE CÉLULAS EMBRIONARIAS O DE TEJIDO FETAL 5 CONCLUSIÓN ÉTICA ANTE EL DESAFÍO CIENTÍFICO 5.1 Destino humano del feto. 5.2. El principio de indefensión. 5.3. El privilegio de la duda. Acabamos de exponer el dilema ético que presenta el desafío científico respecto al inicio del proceso de generación y al inicio del derecho a la vida. A continuación, desde la bioética personalista y completando lo expresado anteriormente, apuntamos a la promoción y preservación de la vida desde sus inicios, intentando ofrecer una reflexión ética frente a los desafíos mencionados. 1. NECESIDAD DE UNA DISCUSIÓN ÉTICA SERENA Y EQUILIBRADA 1.1. Razones que subyacen a la problemática del aborto Frente a la controversia entre el inicio de la vida y el problema del aborto, hoy se hace cada vez más difícil una discusión serena y equilibrada sobre los aspectos éticos subyacentes en esta cuestión. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 58 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La razón de tal complejidad responde a los numerosos factores que entran en juego; entre ellos, los datos de la ciencia, la criteriología religiosa, los análisis sociológicos, los aspectos éticos, las argumentaciones políticas y la diversidad de interpretaciones jurídicas. Entre estos factores dominantes, no hay que eludir el dilema que plantea la tentación demagógica para apoyar o defender el propio pensamiento, recurriendo incluso a la ironía, la caricaturización o el lenguaje injurioso, despectivo e injusto40. 1.2. Respuesta desde los valores y la verdad objetiva La respuesta metodológica a las dificultades que plantea la discusión actual sobre el aborto provocado, la encontraremos sólo en la medida en que seamos capaces de movernos en el plano de los valores y de la verdad objetiva, superando la tentación del relativismo y de las responsabilidades subjetivas. Es necesario realizar una clara opción ética que sepa considerar siempre la realidad objetiva por encima del momento subjetivo. De acuerdo al marco de los valores y de la verdad objetiva, es importante también basarnos en los resultados de la biología y de la genética moderna. Ello radica en que podemos encontrar en la misma ciencia un punto de encuentro clave para definir la ética profesional del médico y poder valorar el tema en discusión; incluso las mismas repercusiones, tanto en el plano del comportamiento, como en el de la ley y de las costumbres, podrán hallar en este punto de encuentro elementos fundamentales para el diálogo41. En cuanto a la ética profesional del médico, el tema de la íntima relación entre los valores y la verdad objetiva es fundamental. Es sumamente necesario en el facultativo la combinación entre los estratos propios de la personalidad –actos, hábitos y carácter–, los objetivos 40 educacionales propios –conocimientos, habilidades y actitudes–, las Cf. LÓPEZ AZPITARTE Eduardo, Ética y vida..., p. 125-126 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 59 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad metodologías bioéticas –principios/consecuencias, virtudes/vicios, hechos/valores– y la duración temporal de las decisiones a adoptar en los posibles tratamientos. Nos parece oportuna la afirmación que, en relación a lo dicho y al respecto de la genética, señala D. Gracia: Cada uno de estos niveles tiene distinta importancia según el tipo de asistencia que se realice. En la asistencia primaria, el sanitario asiste a sus pacientes durante un gran período de tiempo, y realiza con ellos todo un proceso de educación que no es sólo sanitaria, sino también axiológica. Cabe decir, por ello, que en la asistencia primaria el tema ético fundamental es la educación en el carácter y en la virtud. Por el contrario, en la asistencia terciaria, en la que el contacto con el paciente es muy breve, el nivel de las actitudes es poco importante. El conflicto ético en los hospitales suele estar en el nivel de los principios y las consecuencias, y tiene que ver con la posibilidad o no de realizar ciertas acciones técnicas ... Para esto el método más adecuado es el que analiza principios y consecuencias. Él es el mejor a la hora de tomar decisiones rápidas.42 Estas apreciaciones nos parecen importantes; pues, si bien están enfocadas en torno a la ética médica en sí misma, a la hora de considerar una respuesta metodológica a la discusión ética sobre el aborto, la articulación axiológica entre valores y verdad objetiva ha de tener mucho que ver con la ética de los principios que articule elementos como los que acabamos de mencionar. 2. RESPUESTA ÉTICA AL PLANTEO SOBRE EL INICIO DE LA VIDA HUMANA 2.1. El planteo filosófico y moral sobre el inicio de la vida La pregunta sobre el inicio de la existencia humana requiere ante el aborto una respuesta peculiar, ya que no podemos hablar de un atentado contra una vida humana anterior a su existencia. Aún sin negar el valor de la ciencia, esta pregunta no puede ser 41 Cf. SGRECCIA E., op.cit., p. 336. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 60 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad respondida sólo ni estrictamente desde un punto de vista biológico y científico, pues contiene fundamentalmente conceptos filosóficos y morales. Se trata de ver a partir de qué momento se puede comenzar a hablar de la existencia de un ser propiamente humano. En el fondo, como expresa J. Gafo, el interrogante básico frente al ser en gestación es el siguiente: ¿Le compete un derecho fundamental a la vida, tal como la atribuimos al recién nacido, o existe un fundamento objetivo para conferirle un valor menor o incluso ninguna relevancia ética jurídica? Plantear la discusión desde los conceptos de persona, ser, o vida humana lleva fácilmente a una estéril reflexión ya que los contenidos incluidos dentro de esos términos son imprecisos y divergentes. ... Es un logro de nuestra civilización el que hayamos llegado a una época histórica en que se afirma que el recién nacido tiene un derecho fundamental a la vida, equiparable en principio a la del adulto.43 Plantearnos moralmente esta pregunta desde la etapa cronológica más cercana al no-nacido puede ser acertado. Desde la convicción ética que impone el respeto a la vida del ser humano recién nacido, podemos acceder más fácilmente a la misma convicción respecto al ser en gestación. 2.2. Una respuesta desde la evidencia en su relación con el recién nacido Si observamos al recién nacido, descubrimos importantes resonancias éticas. Se percibe claramente su cuerpo humano, una vida con destino humano, en un ser radicalmente indefenso y falto de total autonomía. La evidencia genética responde, sin dejar lugar a dudas, que desde el momento de la fusión del óvulo y el espermatozoide comienza una vida nueva que pertenece con seguridad a la especie humana. Se trata de una realidad microscópica, aparentemente 42 GRACIA Diego, Bioética clínica, Ed. El Búho, Bogotá, 1998. P. 96. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 61 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad insignificante, de la que no nacerá algo sino alguien, y ese alguien será un ser humano. En el zigoto está ya el patrimonio cromosómico que contiene el programa biológico personal que será patrimonio único y exclusivo de ese ser humano. Hasta la misma singularidad se encuentra fuertemente marcada, aunque no definitivamente, desde el primer instante de la concepción. Esta afirmación es sostenida desde el Magisterio en la Declaración sobre el aborto (cf. DA n. 13). 2.3. Respeto e inviolabilidad absoluta de la vida en gestación El problema no está en la evidencia sino en “saber si esa realidad humana, en el sentido explicado, es digna de un absoluto respeto e inviolabilidad desde el primer momento de su existencia”44. Si nos remitimos al dato de la evidencia científica, “lo menos que se puede decir es que la ciencia actual, en su estado más evolucionado, no da ningún apoyo a los defensores del aborto” (DA n. 13). De cualquier manera creemos que no es precisamente a la ciencia a quien corresponda dar un juicio decisivo sobre cuestiones que son específicamente filosóficas y morales. Desde el punto de vista moral es objetivamente grave atentar contra el fruto de la concepción, aún cuando puedan existir dudas sobre si ya es persona humana. Como diría Tertuliano: “es ya un hombre aquel que está en camino de serlo”45. Teniendo como marco de referencia el triple trasfondo ético del recién nacido, podemos afirmar exactamente lo mismo respecto a la criatura por nacer. Es evidente que en el ser en gestación existe idéntico trasfondo de principios: corporeidad, destino humano y dependencia materna y autonomía/indefensión. Es decir, estamos ante la evidencia del 43 44 45 GAFO J., op.cit., p. 68 LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida..., p. 130. TERTULIANO, Apologeticum, IX, 8. Cf. versión: TERTULIANO, Apología contra los gentiles en defensa de los cristianos, en versión castellana según traducción de MANERO Pedro, en Colección de Espiritualidad Cristiana, Editora Cultural, Buenos Aires, 1943. Cap. IX, p. 58-60. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 62 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad hecho fundamental que radica en la continuidad del proceso que concluirá en una vida claramente humana desde todo punto de vista ético. La respuesta es evidente. Como hemos dicho más arriba, no se trata de una opinión más, sino de un dato científico innegable, por lo cual, negarlo, no es sólo una ofensa a la moral sino una ofensa a la misma seriedad científica. La respuesta metafísica y moral concluye, pues, que se ha de respetar de manera absoluta la vida de cualquier criatura humana (cf. DZ n. 4792s), por lo cual nadie tiene derecho de matar a una criatura humana inocente (cf. DZ 4792; 4991s). Pero he aquí que nos encontramos ante otro cuestionamiento: ¿cuándo comienza el derecho a la vida? 3. RESPUESTA ÉTICA RESPECTO AL INICIO DEL DERECHO A LA VIDA La divergencia de opiniones que hemos presentado respecto al inicio de la vida humana, lleva necesariamente al planteo ético sobre cuándo comienza el derecho a la vida. Y es aquí donde nuevamente se dividen las opiniones girando en torno a diversas etapas evolutivas en el proceso de gestación. De acuerdo a cada postura, el derecho a la vida dependería precisamente del momento propio de cada una de estas etapas o procesos. 3.1. Desde el instante de la concepción Ante todo, cabe aclarar que no nos referimos tanto a categorías temporales que puedan delimitar con exactitud cronológica el instante en que se pasa del no-ser-humano al ser-humano. No se trata de marcar una línea clara entre un antes, donde la realidad es puramente biológica, y un después, donde la realidad es ya vida humana. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 63 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Desde el primer instante existe un destino propiamente humano que eleva el nuevo ser a la categoría de persona. No se trata tanto de un salto cualitativo, cuanto de un aumento y desarrollo cuantitativo que se irá completando y transformando durante todo el tiempo futuro de ese ser con destino humano. Algunos podrán cuestionar este planteo, pero he aquí donde surge el beneficio de la duda que hace más lógica la opción por la defensa de la vida que por su eliminación. Fundándose sobre el dato científico, E. López Azpitarte señala un motivo ético fundamental que sostiene la defensa unánime de la Iglesia respecto a la vida desde el instante de la concepción: Cuando la Iglesia católica exige un respeto absoluto a la vida desde el momento de la fecundación no se está dejando llevar por prejuicios atávicos, consideraciones cómicas o motivos irracionales, como algunos han designado a esta postura, sino que se apoya también en datos científicos de los que hace una lectura que le parece más razonable. Con ello ha querido prestar un servicio incondicional al hombre. Precisamente porque nadie puede probar con certeza que sólo a partir de un estadio posterior se hace presente lo humano, son muchos los que optan con firmeza por el camino más seguro.46 Tras esta afirmación fundada sobre el dato científico, surge un nuevo motivo ético que tiene que ver con la no-discriminación y con el principio de individualidad que se halla en el patrimonio genético personal. Así lo manifiesta la Declaración sobre el aborto: Una discriminación fundada sobre los diversos períodos de la vida no se justifica más que otra discriminación cualquiera. ... El respeto a la vida humana se impone desde que comienza el proceso de la generación. Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. No llegará a ser nunca humano si no lo es ya entonces. (DA n. 12) 46 LOPEZ AZPITARTE E., op.cit., p. 136 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 64 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 3.2. Desde el momento de la anidación Quienes sostienen que el derecho a la vida comienza al momento de la anidación, se basan en dos fenómenos fundamentales. En primer lugar, se cuestionan acerca del carácter existencial absoluto previo a la anidación, pues constatan que muchas veces los óvulos fecundados no llegan a anidarse en el útero materno y se pierden sin que ni siquiera la madre tome conciencia de su existencia, pasando tan inadvertido como si fuese una simple menstruación. En segundo lugar, refieren al principio de la individualidad. Se basan en el concepto escolástico de persona humana individual47, y en el hecho de la presencia de diversidad de mosaicos y quimeras existentes previos a la anidación que pueden dar origen o no a uno o más embriones. Basados en este principio, afirman que no puede haber persona humana previa a la anidación –pues no existiría naturaleza individual–, y, por lo tanto, no se podría hablar hasta ese momento de un derecho propio a la vida. La respuesta ética ante estos argumentos radica en que los mecanismos previos a la anidación no dejan de tener igualmente una finalidad vital y personal, aunque no se logre aparentemente comprender su significado. Estamos hablando de un ser dotado de todo lo necesario para llegar a su destino final que será absolutamente vida humana–personal– individual. 3.3. Desde la evidencia de la existencia corpórea Otros argumentan que el derecho a la vida comienza cuando se tiene la evidencia de la existencia corpórea. Para ellos no se puede hablar de vida propiamente humana con anterioridad y, por lo tanto, podría estar sujeto a eliminación. 47 Recordamos lo expresado al presentar la definición de Boecio –“substancia individual de naturaleza racional”–. Los exponentes de la teoría que fundamenta el derecho a la vida a partir de la anidación, fundamentándose en este concepto de persona, subrayan que la unidad del ser y la separación de cualquier otro es exigencia para considerar la naturaleza personal. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 65 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Ante estos argumentos, reconocemos la evidencia que la apariencia específicamente humana, marcada claramente cuando finaliza el proceso de la organogénesis, que tendrá al cabo de los dos meses de gestación apenas un tamaño de 14 centímetros y 13 gramos de peso, nos sitúa con certeza ante un ser humano. Si nos proyectamos a siete meses después, estaremos ante un niño recién nacido, con una configuración corpórea muy precoz. Se puede percibir en ambos casos su cuerpo como verdaderamente humano y que tendrá, sin duda, un destino propiamente humano. Pero aún reconociendo la evidencia, respondemos a los partidarios de esta teoría que lo que marca el derecho a vivir no puede ser jamás la apariencia corporal humana. El hecho de que el embrión o el feto, previo a completar la organogénesis, no posea una clara distinción corpórea, no da lugar a negarle su derecho a existir. Es más, precisamente su ser tan diminuto, indefenso y dependiente hace que necesite aún mayor protección. ¿O acaso lo que mueve las conciencias para que sólo se pueda hablar de derecho a la vida a partir de su diferenciación corpórea es simplemente el sentimiento que despierta al poder palparse, aún mediante aspectos disminúsculos y ayudado por la tecnología, un cuerpo humano? Nuevamente, ¿no es acaso hombre el que está llamado a serlo? Aunque la configuración corpórea humana sea muy precoz, y pese a que apenas un par de semanas antes la medicina comience a llamarlo más propiamente de feto, estamos ante un ser con destino humano que maravillosamente estaría realizando su continuidad evolutiva en el propio proceso de desarrollo y reconocimiento ya iniciado en el instante de la concepción. 3.4. Desde la viabilidad del feto ¿Y qué decir ante quienes sostienen que el derecho a la vida comienza desde la etapa en que es viable? Para ellos no habría vida propiamente humana ni derecho a la Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 66 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad misma antes de que el feto esté ya en condiciones de vivir o sobrevivir fuera del útero materno. En esta línea de pensamiento no habría gran diferencia entre los partidarios de esta teoría y quienes niegan que el feto sea un ser distinto a la madre. Sin quitarle importancia a la trascendencia que tiene de por sí el momento del nacimiento, no se puede justificar bajo ningún aspecto que sólo a partir de entonces tenga derecho a vivir. Las razones en defensa del derecho a la vida del aún no nacido dadas hasta ahora son más que evidentes. Sería arbitrario e injusto reconocer el derecho a la vida sólo desde el principio de viabilidad, pues siempre estaremos ante un ser personal humano, idéntico consigo mismo e individual. 3.5. Desde los criterios relacionales Más discriminatoria y arbitraria es la actitud de quienes sostienen el derecho a la vida desde los criterios relacionales. Según esta teoría, los criterios relacionales son los que dan el fundamento del derecho a la vida propiamente humana en la medida que el ser sea aceptado, querido y reconocido. Para ellos, “un ser no se hace humano por el tamaño de su cuerpo o el desarrollo de la corteza cerebral, mientras no se den aquellos elementos afectivos de acogida y aceptación que son los que fundamentalmente otorgan ese carácter”48. Es cierto que para un adecuado proceso de personalización se requiere de las relaciones interhumanas; pero “¿cómo valorar la capacidad de humanización o personalización existente en la realidad humana no-nacida?”49. Si siguiéramos la lógica de estos argumentos, con el mismo criterio podríamos aprobar la eutanasia en niños minusválidos o en ancianos que ya no resultan productivos para la sociedad, o simplemente 48 49 LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida..., p. 132 GAFO J., op.cit., p. 75. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 67 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad el infanticidio cuando ante la ausencia de los propios padres nadie quiera hacerse cargo del niño. El ser humano, como hemos dicho al inicio de nuestro trabajo, es un ser en relación autotrascendente e intersubjetiva. Sin embargo, los criterios relacionales no dan derecho a admitir que, ante la ausencia de relaciones personales, el ser humano pierda su fundamental derecho a la vida. Pero aún cuando haya quienes hablen de criterios relacionales humanos, y aún cuando no haya posibilidad de relaciones interpersonales, siempre existirá para el hombre la posible y real relación trascendente con el Creador que lo eleva a la máxima condición de su dignidad humana. Por lo tanto, la condición humana que da al ser el derecho propio a continuar su vida incipiente, no puede depender en absoluto de la voluntad y la aceptación de otras personas, aunque ello sea necesario para su proceso de personalización. 3.6. Desde el inicio de la actividad cerebral Finalmente, uno de los más controvertidos criterios respecto al comienzo del derecho a la vida es el que tiene que ver con la ausencia o el inicio de la actividad cerebral. Para quienes sostienen este criterio, no se es propiamente hombre hasta que no surgen, al menos, los primeros indicios de actividad eléctrica del cerebro. La misma definición escolástica de persona en cuanto naturaleza racional, mal interpretada, es utilizada para fundamentar esta teoría, afirmando, como señala J. Gafo, que “únicamente cuando existe una actividad eléctrica cerebral en el nuevo ser, se puede hablar de una verdadera existencia humana”50. En base a este criterio diagnóstico se suele relacionar el inicio de la existencia humana con el final de la misma. En efecto, en el final de la vida nos encontramos con el 50 Ibíd., p. 56. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 68 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad diagnóstico del deceso mediante la constatación de la muerte cerebral: aunque esté latiendo el corazón, frente a enfermos en coma irreversible y profundo, mediante un electroencefalograma (EEG) plano, notándose ciertas características propias, como por ejemplo la falta de reflejos en el sistema nervioso y la ausencia de respiración espontánea, y luego de reiteradas pruebas y de un tiempo específico, se constata la muerte cerebral, donde el proceso es ya irreversible. Estamos ante un cadáver aunque su apariencia pueda ser vital. Es cierto que el cerebro es el órgano más específicamente humano, dado que éste posibilitará el desarrollo de la psiquis. La naturaleza racional de la persona hace necesaria la existencia de esto órgano fundamental. Si nos remitimos a la misma ciencia, es posible constatar una cierta actividad eléctrica cerebral y realizar un EEG no-plano cuando aún se no ha alcanzado la fase fetal, es decir, hacia los 43 o 45 días posteriores a la fecundación, aunque sea aún un diagnóstico muy prematuro. Pero superando el propio dato científico, aunque valorando el cerebro como órgano específicamente humano, sostenemos que no se pueden establecer idénticos parámetros entre el inicio y el final de la existencia humana para afirmar, mediante el diagnóstico de la actividad eléctrica cerebral, la existencia o no de un ser verdaderamente humano. En primer lugar, desde la interpretación escolástica, al hablar de naturaleza racional no nos referimos tanto a la actividad cerebral, sino más bien a la naturaleza potencial y real que tiene el hombre de desarrollar su psiquismo propio y ejercer las cualidades propias del pensamiento. En el caso del ser en fase pre-fetal o fetal, estamos ante un ser con destino indiscutiblemente humano; filosóficamente, utilizando las categorías aristotélicas de acto y potencia, estamos ante un ser potencialmente racional que lo será en acto a la hora del inicio de la actividad propiamente cerebral. Obviamente son situaciones absolutamente Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 69 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad distintas. El nuevo ser no está al final de su vida sino al inicio de su existencia humana; posee un dinamismo interior y eficaz en su proceso evolutivo individual que lo llevará a alcanzar el nivel propiamente humano, si no existen factores externos que lo eliminen. En segundo lugar, si a los ojos de la ética no es lícito aplicar la muerte a un anciano o a un enfermo terminal e irreversible, y si a los ojos del sentimiento humano hasta pareciera ilícito “acabar con la vida” de aquel ser en coma irreversible y en estado de muerte cerebral, que para la ciencia ya es cadáver, ¿podría ser acaso lícito dar muerte a un ser que está en continuo proceso biológico de evolución natural, que tiene todas las características de alguien propiamente humano y que concluirá siéndolo si no se lo impide o elimina? 4. UNA PALABRA RESPECTO AL TRASPLANTE DE CÉLULAS EMBRIONARIAS O DE TEJIDO FETAL En torno a la problemática del aborto, un tema que no podemos dejar de mencionar, aunque sea de manera muy breve, es el dilema ético que plantea el uso de células embrionarias o de tejido fetal para trasplantes.51 La posibilidad de este tipo de trasplantes, hoy día es técnicamente posible y, de hecho, se realiza. Luego de la experimentación en animales, se ha llegado a la práctica experimental en seres humanos. La aplicación de tejido embrionario a diversas patologías es de uso corriente en numerosas partes del mundo, como también la realización de trasplantes de órganos en niños utilizando fetos como donantees. Para que la práctica sea de amplia posibilidad de éxito, se debe realizar una vez que las neuronas embrionarias se hayan dividido, lo cual nos llevaría a encontrarnos con el 51 Para una mayor ampliación del tema remitimos a CARRASCO DE PAULA I. – COLOMO GÓMEZ J., Trasplantes de tejido fetal, en El valor fundamental de la vida humana, p. 193-201. Nota: lamentablemente no hemos podido acceder a mayores datos bibliográficos sobre esta cita. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 70 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad embrión entre su 8ª y 9ª semana de vida. El problema se plantea precisamente porque, además del uso de fetos que proceden de abortos espontáneos, se puede recurrir de hecho a otros procedentes de abortos voluntarios, incluso para lograr tejidos en óptimas condiciones, y para ello hay quienes proponen programar el momento y la técnica abortiva en función del trasplante. Clínicamente se ven ventajas múltiples en orden al uso de células, tejidos y órganos fetales, dado que crecen rápidamente, se adaptan con facilidad y, convenientemente tratados, casi no provocan reacción inmunitaria en el receptor. Además, en el caso del trasplante pediátrico, esos órganos poseen las dimensiones anatómicas apropiadas. Moralmente, éste es uno de los problemas más graves dado que plantea numerosos interrogantes éticos; una respuesta ética ampliamente adoptada nos pone ante la conveniencia de actuar con máxima cautela, mientras se buscan soluciones alternativas a la cuestión. En principio, y siempre que se observen las condiciones debidas a la salud y la vida del donante y las peculiaridades del mismo, no se ve ningún motivo a priori por el que no sea éticamente correcto realizar la misma intervención en un feto. Refiriéndonos a fetos procedentes de abortos espontáneos o indirectos, lo primero a tener en cuenta es el estado vital del donante: si vive y es viable, debe hacerse todo lo posible por salvarle; si no es viable, habrán de aplicarse las medidas y curas paliativas del caso, suspendiendo o no iniciando ningún otro tipo de intervención referida al trasplante, mientras no se haya diagnosticado con certeza la muerte del feto, en cuyo caso, el feto sin vida ha de ser tratado con igual respeto y dignidad que el cadáver de un adulto. Además, deben observarse las condiciones propias de la Ética Médica, a saber: 1) La intervención ha de ser necesaria. 2) La técnica utilizada ha de haberse experimentado suficientemente en animales. 3) No debe mediar ninguna retribución económica ni ventaja de ninguna clase. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 71 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4) El equipo que practica la intervención de la que indirectamente se va a seguir un aborto que no se puede evitar ha de ser distinto del que después realizará el injerto o trasplante. Pero el principal problema moral surge ante la posibilidad del uso de material embrionario con implicancias éticas diversas a las que normalmente se plantean en otros tipos de trasplantes; nos referimos específicamente a procedimientos de reproducción artificial que posibilitan la fabricación de embriones con fines experimentales o terapéuticos o a una legislación que patrocine la legalización del aborto en vistas a la creación de una fuente abundante y a bajo costo de material fetal. Teniendo en cuenta que lo que hemos expresado respecto al inicio de la vida humana y el consecuente derecho a la misma, el dilema ético encierra en sí mismo la respuesta lógica de la moral objetiva respecto a la licitud o ilicitud de la utilización de sus tejidos u órganos para trasplante. Aún valorando los aportes de la genética y la embriología, es necesaria una seria reflexión de tipo filosófico-ético y jurídico. Esta reflexión nos ubica ante el estatuto del embrión que provienen de su misma naturaleza humana. Respecto a la utilización de tejidos fetales procedentes de abortos voluntarios, convenimos que el principio de la promoción y salvaguarda de la vida humana y de la integridad de la persona tiene un carácter primario y absoluto; no debe, por tanto, conocer excepciones. Pero nos podemos preguntar si, eventualmente, es lícito el uso de tejidos fetales provenientes de abortos voluntarios manteniendo ciertas condiciones. La primera respuesta es que el aborto voluntario y directo es absoluta y moralmente inaceptable. Sin embargo, son dos cuestiones diversas: una cosa es el aborto voluntario y directo, y otra la utilización terapéutica de despojos fetales; de lo primero no se deriva necesariamente lo segundo. Pese a esta afirmación, concluimos que es desaconsejable recurrir a estos tejidos Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 72 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad para trasplantes, aunque en presencia de un estado de necesidad, y cumpliéndose las oportunas condiciones éticas, no podría excluirse a priori su licitud. Al respecto, la valoración moral consiste en la defensa de la vida y de la integridad del ser humano no nacido. Por ello, es ilícito y moralmente inaceptable el uso de tejidos u órganos fetales si constara que los mismos hayan sido obtenidos de acuerdo a las siguientes condiciones: 1) Si su utilización ha favorecido o influido positivamente en el aborto. 2) Si la petición del consentimiento ha influido en la mujer para que ésta tome la decisión de abortar. 3) Si la posibilidad de la utilización del feto como donante ha impedido que la mujer revocase su decisión de interrumpir el embarazo. 4) Si la mujer tiene alguna relación directa con la persona que se habrá de beneficiar por el trasplante. 5) Si la mujer ha recibido o recibirá algún tipo de compensación o beneficio o actúa bajo presiones externas. 6) Si el aborto ha sido programado en orden a la funcionalidad del trasplante. En caso de que ninguno de estos impedimentos se diesen y que, efectivamente, pueda realizarse la práctica en cuestión, y en orden al carácter prudencial, conviene tener en cuenta algunas otras consideraciones como la dificultad de la independencia efectiva entre ambos equipos actuantes, la dificultad de cumplir con todos los condicionamientos éticos y la consecuente y probable instauración de abusos, el peligro de rebajar el sentido moral común a una visión utilitarista del hombre y a la desconsideración y desvalorización del no-nato, y los efectos negativos que puedan surgir sobre la práctica clínica en su aspecto individual y social. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 73 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 5. CONCLUSIÓN ÉTICA ANTE EL DESAFÍO CIENTÍFICO Frente a los desafíos científicos expuestos y a la opinión común y la práctica subyacente tras estos desafíos, presentamos algunos criterios éticos ante el aborto. Nuestra respuesta apunta, brevemente, a tres aspectos: el destino humano fetal, el principio de indefensión y el privilegio de la duda. El presentar estos aspectos aquí nos permitirá el acceso a una orientación ética objetiva. 5.1. Destino humano del feto. Hemos visto ya la complejidad del concepto de persona, tanto desde el punto de vista filosófico como moral. Es difícil, casi diríamos imposible, llegar a una definición de persona que sea unánimemente aceptada por todas las corrientes antropológicas. Si a ello le sumamos los límites de la fetología, a quien no corresponde definir el concepto de persona sino abordar directamente el dato científico de la vida, la respuesta es aún más compleja. Ante tamaña complejidad, lo que podemos afirmar desde la bioética personalista es que estamos ante una vida de indiscutible destino humano. Es vida con destino humano, capaz de devenir persona. ¿Cómo no maravillarnos ante la evidencia de un ser vivo que oculta el profundo misterio de la persona individual que se está gestando? ¿Cómo no mantenernos en actitud contemplativa ante un ser que enciende un profundo misterio de trascendencia y que concluirá, si no se lo impedimos, en un ser verdaderamente humano –que por otra parte ya lo es–? Ante lo indiscutible de esta realidad, ¿es posible que hoy, incluso desde el mismo dato científico, podamos continuar debatiendo si este ser con destino humano tiene derecho a vivir? ¿Somos árbitros, acaso, para dictaminar si le compete o no el derecho fundamental a la vida de esa criatura minúscula e indefensa? Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 74 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 5.2. El principio de indefensión. Si comparamos la raza humana con sus seres más próximos del reino animal, notamos que el ser humano, prácticamente, es prematuro en un año en relación a los demás mamíferos. El dato es simplemente evidente: recién después de un año el niño adquiere en su condición de mamífero lo que otros de su género poseen al nacer. Como señala E. Fabbri, “este contacto temprano con el mundo, de un ser desprovisto de medios suficientes, significa que el hombre, por esencia, sólo puede sostenerse en la reciprocidad humana.52 La apreciación nos parece válida a la hora de hablar del principio de indefensión, pues precisamente una de las características biológicas del ser humano, en cuanto partícipe del reino animal, es su gran inmadurez y, en consecuencia, la profunda dependencia de sus padres. Esto hace que el niño, prematuro en relación a otras crías mamíferas, requiera poder desarrollar tanto su capacidad cerebral como el resto de sus potencialidades en un ambiente que le sea rico en estímulos. Estamos, pues, ante un ser escaso de autonomía y totalmente indefenso. Si es así el niño recién nacido, ¿qué decir del aún no nacido cuya actividad cerebral es apenas incipiente y el ambiente de estímulos queda reducido a la bolsa amniótica? Pero esta afirmación no nos permite, sin embargo, justificar una actitud que sostenga que su vida tenga un valor inferior a las demás. Muy por el contrario, precisamente su gran indefensión y la ausencia de autonomía nos lleva a afirmar que requiere una actitud de mayor defensa y cuidado. No es un ser distinto aquel que nace de quien se ha ido desarrollando hasta el momento del parto, de allí el argumento para promulgar la defensa y el cuidado de la vida del ser humano indefenso, en gestación o recién nacido. 52 FABBRI Enrique E., ¿Qué tipo de hombre construye un mundo mejor? La educación afectiva: un itinerario antropológico, en YÁÑEZ Humberto Miguel, Desarrollo moral y educación afectiva. V Jornada de Reflexión Ético-Teológica, San Benito, Buenos Aires, 2002, pág. 13. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 75 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En el trasfondo de toda esta argumentación hay un hecho fundamental: la continuidad del proceso que lleva al nacimiento de un nuevo ser, cuya vida nos parece totalmente respetable desde el punto de vista ético. ... no es otro ser el que nace y el que se desarrollo previamente. Es la misma identidad humana. ... el mismo ser en sus diferentes fases, en un creciente y progresivo proceso de complejidad creciente. La continuidad del proceso que arranca de la constitución del nuevo ser nos lleva a afirmar que el derecho a la vida, que atribuimos al recién nacido, debe extenderse a las etapas previas de constitución del individuo humano.53 No por nada las mismas leyes humanas, fundándose precisamente en el principio de indefensión, sostienen jurídicamente una especial defensa respecto a la vida naciente. 5.3. El privilegio de la duda. Ya hemos dicho algo respecto al privilegio de la duda. Si tomamos como dato la diversidad de criterios para definir el inicio de la vida humana, y en consecuencia el comienzo del derecho propio a la vida, se podría concluir que no tenemos un dato cierto sobre el instante propio del inicio de la existencia definitivamente humana. He aquí que estamos ante un gran dilema: ¿por qué criterio definirnos?, ¿a partir de que momento daremos derecho a la vida del ser humano? En el fondo, lo que está en juego es el valor fundamental de la vida humana sostenido por el primerísimo de todos los derechos: el derecho a vivir. No nos corresponde a nosotros, sino a quien admite el aborto, “probar que existen argumentos para afirmar que se puede dar al no-nacido una categoría distinta a la que atribuimos al ya-nacido”54. En tanto esta prueba no exista, y no vemos que haya forma de evidenciarla, nos abriga el privilegio de la duda. Estamos ante un proceso continuado de diversas fases vitales en el que no se dan diferenciaciones cualitativas. Precisamente, por ser la vida humana el valor ético fundamental, se justifica el beneficio de la duda. 53 GAFO J., op.cit., p. 73. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 76 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Por lo tanto, no tiene fundamento sólido aquella postura que sostenga una clara diferenciación entre una vida sub-humana –respecto al no-nacido– y una vida auténticamente humana –respecto al ya-nacido–. Por otra parte, si hacemos una comparación con el final de la existencia humana y el transplante de órganos, notamos que para extirpar órganos especialmente vitales no nos vale una simple probabilidad del deceso del donante, sino que se requiere de criterios estrictos de máxima seguridad sobre el verdadero fallecimiento de la persona. ¿No debería existir, entonces, la misma y estricta seguridad respecto al no-nacido? Desde la ética cristiana, desde la bioética personalista, el privilegio de la duda nos permite, pues, sostener siempre la defensa del no-nacido desde el instante mismo de la concepción. Volveremos a los diversos dilemas que plantea la cuestión del aborto; dilemas que muchas veces sobre la base de lo científico sostiene la discusión de diversos planteos políticos, jurídicos y sociales; pero, antes de hacerlo, creemos necesario presentar en la segunda parte de nuestra exposición los criterios teológicos y éticos en pro de la vida que sostienen la fe, la tradición y el Magisterio de la Iglesia en respuesta al problema del aborto. ▲▼▲▼ 54 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Ibíd., p. 74 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 77 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad SEGUNDA PARTE FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS Y DOCTRINALES QUE VALORAN LA VIDA Y CONDENAN EL ABORTO CAPÍTULO 6: Visión de la vida a la luz de la teología crístico-trinitaria CAPÍTULO 7: El aborto en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia CAPÍTULO 8: El Magisterio de la Iglesia ante el conflicto ético del aborto CAPÍTULO 9: El aborto visto desde el Corpus Vitae Ecclesiae Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 78 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 6 VISIÓN DE LA VIDA A LA LUZ DE LA TEOLOGÍA CRÍSTICO -TRINITARIA 1. LA VIDA DESDE EL MISTERIO TRINI-UNITARIO DE DIOS 1.1. Ubicación de la temática desde el dogma Trinitario 1.2. Comprensión de la vida al interior de la Trinidad 1.3. La vida del Dios proto-amor, el eternamente viviente 2. JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO Y ENCARNADO 2.1. Valoración de la vida desde el conocimiento de Cristo 2.2. El Hijo de Dios encarnado, modelo del hombre acabado 3. EXPERIENCIA ORIGINARIA Y TEOLOGAL DE LA SEXUALIDAD HUMANA 3.1. El categorial amor desde el misterio Trinitario 3.2. Transmisión de la vida como manifestación del misterio Trinitario 3.3. Espiritualidad de la sexualidad humana 1. LA VIDA DESDE EL MISTERIO TRINI-UNITARIO DE DIOS 1.1. Ubicación de la temática desde el dogma Trinitario Aunque el tema que ocupa nuestra reflexión sea muy específico, nos parece fundamental el recurso a la dogmática, pues nuestra fe crístico-trinitaria encuentra en el conocimiento de la vida trinitaria de Dios y del Verbo encarnado la escucha inmediata y directa de la autorrevelación histórico-salvífica de Dios en la que Él nos comunica el verdadero sentido y destino de la vida humana. En la cuestión de Dios está implicada la cuestión del hombre. Si el hombre niega a Dios, se niega a sí mismo; y si se niega a sí mismo, está negando a Dios. Aceptar al Dios proto-amor eternamente viviente, es aceptar al hombre en la totalidad de su existencia que, en cuanto vida, deriva de Dios. El Dios revelado (Deus revelatus) es el mismo Dios oculto o misterioso (Deus absconditus); es el Dios infinito y siempre superior al ser humano (Deus semper maior). Para nosotros, cristianos, es un Dios único en su esencia y trinitario en las Personas. A su vez, la vida humana es también misterio: misterio de unidad en sí misma, con Dios y con los demás hombres; misterio de infinita inferioridad respecto a Dios, pero de Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 79 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad maravillosa semejanza en relación directa al mismo Creador y de igualdad en derechos y deberes respecto de sus semejantes. La vida humana encuentra en la esencia trinitaria de Dios el origen de sí misma y el motivo del desarrollo de un proyecto en tendencia innata y permanente al encuentro con el autor de la vida. El misterio de Dios y el misterio del hombre hallan su expresión en la experiencia de Alianza en continua relacionalidad entre la autorrevelación de Dios como creador, redentor y reconciliador de los hombres –tal es la oferta de Alianza con Israel y su automanifestación como Padre de Jesucristo–, el reconocimiento reflejo de la autoapertura histórica de Dios en Jesús de Nazaret, en su Palabra y en su esencia –revelada mediante la encarnación y la misión escatológica del Espíritu–55, y la apertura del hombre a este don de la Gracia crístico-trinitario que le permite descubrirse a sí mismo en su esencia verdaderamente humana y llamarlo a Dios Abba. 1.2. Comprensión de la vida al interior de la Trinidad La comprensión clásica del Misterio de Dios nos presenta tres niveles. Primero, el acontecimiento trinitario, como base del cristianismo; Dios se ha hecho presente en la historia; Dios se ha revelado; Dios nos ha dado en Cristo la salvación. En un segundo momento o nivel, surge el kerygma trinitario, anunciado por la Iglesia, centro de su fe y sentido de su misión, se da por el testimonio. Finalmente, el tercer nivel, corresponde a la teología trinitaria: la Iglesia reflexiona, estudia, interpreta y explicita la experiencia divina; se trata de una explicitación más académica debido a las respuestas que requieren las controversias.56 55 56 Cf. MÜLLER Gerhard Ludwing, Dogmática, teoría y práctica de la teología, Barcelona, Herder, 1998, p. 417-418. La comprensión clásica del misterio trinitario de Dios la podemos encontrar en una tríada excepcional de encíclicas de Juan Pablo II en las que se expresa el vínculo de amor que afecta a la Trinidad: la Redemptor hominis (1979) – encíclica programática de su pontificado en vistas al Jubileo del Año 2000, centrada en Cristo, Hijo y Salvador–, la Dives in misericordia (1980) –clave de reflexión teológica a la luz de la misericordia de la paternidad-maternidad de Dios–, y la Dominum et vivificantem (1992) –destacando en el quehacer teológico la reflexión sobre el Espíritu como don-amor–. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 80 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En las relaciones intratrinitarias constituye la esencia de Dios, y la esencia de Dios es el amor. La trinidad es el modus essendi de Dios como amor en actitud de entrega generosa que se revela en Jesús. A su vez, las relaciones extratrinitarias nos llevan a contemplar el cómo se revela Dios al mundo: el Amado (Hijo) revela al Amor (Padre) y comunica ese Amor (Espíritu Santo). Podríamos decir con razón que la clave de lectura para abordar el misterio de Dios es el amor. Pero nos preguntamos, ¿qué es “Amor”? 1.3. La vida del Dios proto-amor, el eternamente viviente La continua afirmación bíblica sobre la creación del hombre por Dios, hecho a su imagen y semejanza, sale en respuesta a la permanente pregunta del hombre sobre el origen de su existencia. Las respuestas al origen del hombre desde la creación como efecto de una causalidad trascendente, y desde la evolución o generación como también efecto de una causalidad inmanente, son compatibles entre sí; como bien dice J. L. Ruiz de la Peña: “la cuestión del origen del cuerpo es entregada a la jurisdicción de las ciencias, mientras que la fe se reserva el pronunciamiento sobre el origen del alma”57. La causalidad inmanente nos lleva a considerar que el hombre es individuo de una especie, procede de un acto biológico generativo cuyo fin es la multiplicación de la misma especie, es repetición de algo ya existente diferenciándose entre sí numéricamente. Pero el hombre no es sólo biología, sino y particularmente trascendencia. Precisamente, la causalidad trascendente permite ver al hombre como persona, como algo totalmente nuevo, singular e irrepetible, dotado de un valor absoluto, no relativo, querido como fin en sí mismo y no como sólo medio de propagación de la especie. Es esta visión trascendente la que permite al hombre elevarse por encima de las demás criaturas de la cadena biológica, 57 RUIZ DE LA PEÑA Juan Luis, Imagen de Dios. Antropología teológica fundamental, Sal Terrae, Santander, 1988, p. 255. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 81 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad como fruto de la creación inmediata de Dios, que lo llama por su nombre y lo quiere en su peculiaridad única e irreductible, haciéndolo interlocutor de un diálogo permanente. Esta valoración ético-teológica nos permite arribar a una visión de la vida que va más allá de la biotecnología. El hombre es fruto del Dios proto-amor58 y por ello, su ser personal, es teocéntrico. El Dios proto-amor no es “amor porque nos ama (como si nosotros fuésemos necesarios para que Él sea el amor), sino que es el amor en sí mismo, el Amor por antonomasia, el eterno e incomprensible dar e intercambiarse”59. El Dios proto-amor es un vivir eterno, es pura y simplemente el viviente. Del Dios viviente se desprende la vida humana como el gran don-promesa que Él hace al hombre y que hallará su máxima expresión en la misma persona de Jesucristo. Centrar nuestra atención desde esta óptica nos permite valorizar la vida humana desde el primer instante de su existencia. Desde la ética de la fragilidad –entendiendo la vida humana como frágil–, y desde la categoría de los desposeídos –ubicando en ella al ser humano incipiente y, también en muchos casos, a la mujer embarazada–, podemos encontrar en el Dios proto-amor, eternamente viviente, el creador y primer protector y defensor de la vida humana en todas sus dimensiones, particularmente de quien se encuentra en su estado de mayor indefensión y falto de autonomía, tal es el ser en estado embrional o fetal.60 El Dios proto-amor y eternamente viviente, nos invita a conocer la misma persona de su Hijo Unigénito y amarle en Él. Desde la ética cristiana, a fin de fundamentar la 58 59 60 Cf. VON BALTHASAR Hans, La verdad es sinfónica. Aspectos del pluralismo cristiano, Ed. Encuentro, Madrid, 1979. Ibíd., p. 62. Al respecto, señala L. Boff: “Por ser la naturaleza íntima de Dios, la vida constituye la gran promesa que Dios hace a los hombres y el don supremo que concederá a sus amigos. Todos los hombres que se sienten amenazados en su vida pueden contar con el apoyo de Dios (cf. 1 Sam 17, 26.36; Dt 6, 21; Os 2,1). La opción preferencial por los pobres encuentra su fundamento en la propia naturaleza divina. Dios, en sus entrañas, se siente atraído por los oprimidos e injustamente empobrecidos. La ofensa que se les hace es una ofensa a su naturaleza y a su gloria. Es explicable entonces la frecuencia de las tomas de posición de Dios en favor de los que ven violados sus derechos: «El Señor hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, libera a los cautivos, da vista a los ciegos, endereza a los curvados, protege a los extranjeros, sustenta al huérfano y ampara a la viuda» (Sal 146, 7-9; Prov 14, 31; 17, 5; 22, 23; Dt 10, 18; Jer 22, 16)”. BOFF L., La Trinidad, la sociedad, la liberación, Ed. Paulinas, Colección Cristianismo y Sociedad, Buenos Aires, 1986, p. 154-155. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 82 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ponderación de una nueva Cultura de la Vida, y consecuentemente reafirmar la defensa del ser humano desde el instante mismo de la concepción, nos parece conveniente tener claro el dato de la fe sobre el que basamos nuestra concepción moral respecto a la problemática encarada. 2. JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO Y ENCARNADO 2.1. Valoración de la vida desde el conocimiento de Cristo Al propulsar una cultura que valore la vida humana, es necesario volver nuestra mirada a Jesucristo, Hijo de Dios encarnado, verdadero Dios y verdadero hombre, salvador y liberador del ser humano en su totalidad. Es necesario conocer a Cristo en su humanidad y divinidad integradas en el misterio salvífico-liberador que se manifiesta en la historia humana. Conocerlo en su experiencia humana y religiosa como dimensión fundamental de su humanidad y descubrir su autoconciencia humana como lugar de revelación del Padre. Conocerlo en su vida en cuanto actitud fundamental basada en su esperanza radical respecto al Padre y en su entrega solidaria en favor de la humanidad. Conocerlo en su opción de solidaridad encarnatoria que invita al cristiano a vivir la misma opción solidaria y salvadora del género humano. Conocerlo en su experiencia fundamental de hombre que tiene plena conciencia de filiación respecto al Padre y participa al mismo hombre a vivir esta experiencia por su vocación originaria. Es en el conocimiento y seguimiento de este Cristo en donde el hombre encuentra el fundamento de su libertad para vivir en el amor a Dios y al prójimo, convirtiendo así su acto de fe en praxis moral concreta. Sobre la base del propio acto de fe, vivir el amor a Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 83 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Dios y al prójimo lleva necesariamente a la aceptación y defensa, ante todo, del primer e inalienable derecho humano: el derecho a la vida.61 La fe en Cristo es una actitud acompañada del sentido de gratitud, pues el mismo Señor es la prueba del amor que Dios nos tiene; prueba que se expresa hasta la muerte de sí mismo por nuestra salvación (cf. Rom. 5,8). La fe agradecida del ser humano se manifiesta también en la esperanza de libertad fundada en el amor de Cristo. Entendida así, la fe se traduce como don y tarea. Es don como gracia recibida, regalo del amor de Dios en forma absolutamente gratuita. Es tarea porque requiere siempre de la respuesta libre y responsable del hombre. Es la fe la raíz y el fundamento de la salvación y de la verdadera libertad cristiana que nos permite amar y defender la vida como el primer y fundamental fruto del don de Dios. 2.2. El Hijo de Dios encarnado, modelo del hombre acabado Desde el dato revelado en la encarnación del Hijo de Dios, la cristología nos permite captar la antropología que subyace en el fondo de la opción cristiana por la vida humana y la condena de todo atentado hacia ella. El motivo teológico que sostiene esta opción radica en el Jesús histórico. En Él se identifican Persona y Gracia, por lo cual el misterio de la encarnación es la clave hermenéutica para una moral cristológica que valore la vida: “la Encarnación es el misterio de la Unión Personal del Verbo con la humanidad; es una inefable comunicación del ser personal del Hijo de Dios a la naturaleza humana”62. Además, es mutua la relación de proyección entre gracia y encarnación, “en cuanto que 61 Señala B. Häring: “En su absoluta libertad para amar a los pecadores, para morir por aquellos que le habían ofendido y para orar por quienes clavaron sus manos y pies en la cruz, nos ha mostrado Jesús el tipo de libertad para el que nos ha liberado. Es la libertad para amarnos unos a otros en Cristo, con Cristo, y a la manera de Cristo, cuyo amor de entrega le llevó incluso a morir en la cruz. El fundamento de esta libertad es la fe en Dios que es amor y en aquel que revela para nosotros en toda su extensión el amor del Padre. No se contenta Jesús con llamarnos a esta libertad – «amaos los unos a los otros como yo os he amado»– , sino que nos hace libres para recibir su amor y para amar con él.” HÄRING B., Libertad y fidelidad en Cristo, Teología moral para sacerdotes y seglares, Barcelona, Ed. Herder, 19903. Tomo I, Los fundamentos, p. 145. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 84 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ésta «implica la suprema trascendencia y la suprema inmanencia de la gracia». En Cristo la naturaleza humana ha llegado a la plenitud personal y a la máxima experiencia de Dios”63. En Cristo, Hijo de Dios verdadero y verdadero hijo de María, radica la riqueza de reunir en la unidad de una sola Persona la totalidad de lo humano y la totalidad de lo divino. Él es el modelo de hombre acabado. En los Evangelios de la Infancia, el anuncio de la vida que se hace de modo admirable con el nacimiento del Redentor, se contrapone fuertemente a la amenaza a la vida, una vida que abarca enteramente el misterio de la Encarnación y de la realidad divino-humana de Cristo. El Verbo se hizo carne (cf. Jn 1,14), Dios se hizo hombre. A este sublime misterio se referían frecuentemente los Padres de la Iglesia: "Dios se hizo hombre, para que el hombre, en El y por medio de El, llegara a ser Dios". Esta verdad de la fe es a la vez la verdad sobre el ser humano. Muestra la gravedad de todo atentado contra la vida del niño en el seno de la madre. ... Pensando exclusivamente en la satisfacción, se puede llegar incluso a matar el amor, matando su fruto. Para la cultura de la satisfacción el "fruto bendito de tu seno" (Lc 1,42) llega a ser, en cierto modo, un "fruto maldito".64 Es necesario, como hemos anunciado, centrar nuestra mirada en Jesucristo, Señor y dador de Vida, Palabra eterna del Padre que da la Vida. Es la propuesta que realiza Juan Pablo II al mirar la persona de Jesús como verdadero Hombre que lleva a término el auténtico sentido de la vida en la precariedad de la existencia humana. Dios resplandece en el hombre, por eso la vida siempre es un bien, y es el hombre quien, a través de la promoción y la defensa de la vida, testimonia al autor de la vida. En el centro del Evangelio de la Vida está el mensaje liberador de Jesús. Su nacimiento, celebrado con alegría en la Navidad, “pone de manifiesto el sentido profundo 62 ALFARO J., citado por YAÑEZ Miguel en Esperanza y solidaridad. Una fundamentación antropológico-teológica de la moral cristiana en la obra de Juan Alfaro, Madrid, Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas, serie Estudios, 71, 1999, p. 207 63 YAÑEZ M., Esperanza y solidaridad..., p. 207 64 JUAN PABLO II, Carta a las familias, n. 21 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 85 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad de todo nacimiento humano, y la alegría mesiánica constituye así el fundamento y realización de la alegría por cada niño que nace”(EV n. 1). Él trae la vida nueva y eterna, que es comunión con el Padre, vocación gratuita que recibe todo hombre en Cristo por acción del Espíritu. Es allí, en la nueva vida, donde todos los aspectos y momentos de la vida del hombre encuentran pleno significado. 3. EXPERIENCIA ORIGINARIA Y TEOLOGAL DE LA SEXUALIDAD HUMANA 3.1. El categorial amor desde el misterio Trinitario A la luz del Dios proto-amor, cuya máxima expresión la encontramos en encarnación y entrega del Hijo, podemos dar respuesta ético-cristiana a la pregunta fundamental sobre el amor. Dos polos encontramos entre las dimensiones del concepto: el amor como eros y el amor como ágape. El amor eros sería la dimensión más captativa (de allí que lo erótico forma parte del amor), donde juega un papel muy importante el yo (gratificación personal); se trata de una dimensión más bien subjetiva. El amor ágape, en cambio, tiene un carácter dinámico y oblativo; es capacidad de ofrenda, de salir de sí mismo para hacer feliz al otro; capacidad de entrega, abandono, donación; dimensión más objetiva. Este amor ágape es creativo, está abierto a la vida; por eso no puede haber dualidad en el amor; siempre tiene que haber trinidad (apertura a un tercero). De allí que el categorial amor habla también de eternidad de Dios como diálogo gratuito entre las Personas. Ni carencia, ni ley, ni vida alguna puede atar el amor. Dios es pura relación en cuanto apertura-diálogo (ágape). La persona humana encuentra su ser persona en el amor de Dios, y desde allí crece y se plenifica en su esencia. Hay algo interno que nos trasciende cuando experimentamos el amor, y esto es lo que nos abre a la alteridad que crea comunidad. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 86 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En el trasfondo de la reflexión se da el modelo trinitario como misterio de comunión interpersonal y participación de su divinidad a la criatura. Desde allí podemos afirmar que es justamente en la comunidad humana (comunión interpersonal de apertura) donde se da, se expresa y se desarrolla la vida humana. Este modelo inspira e ilumina todo el cúmulo de las relaciones interpersonales del ser humano, y de manera especial aquella relación íntima en la pareja que tendrá como característica esencial la unidad entre el amor personal y la procreación. 3.2. Transmisión de la vida como manifestación del misterio Trinitario Es precisamente en la familia, como veremos más adelante, donde, desde una perspectiva trinitaria, se descubre la trascendencia de la experiencia humana, que para los creyentes es sacramento, como signo o manifestación del Dios Uno y Trino. La vocación humana del varón y de la mujer al amor es realidad ontológica en el ser humano: “Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1Jn.4,7-8). A lo largo de toda su vida el hombre intenta descubrir el amor que lleva dentro y podarlo de toda forma de egoísmo para encontrar la felicidad. Es precisamente esta misma vocación realizada en clave de reflexión antropológica la que nos remonta nuevamente al misterio trinitario de Dios en cuanto relación de amor. Las características del amor reveladas por Dios son misericordia, alianza, fidelidad, fecundidad, totalidad, donación hasta la muerte y muerte de cruz. Estas características iluminan la experiencia del amor humano asumidas por Cristo y elevadas al orden de la gracia por el sacramento del matrimonio. Su sustento teológico se basa en la comunión interpersonal que se da en el misterio de Dios. En el misterio comunional de Dios encontramos el fundamento en defensa de la vida humana desde el primer instante de su Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 87 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad existencia como fruto del amor de Dios y de la unión amorosa del varón y la mujer, ambos imagen y semejanza del Creador. En el amor revelado de Dios, Él se presenta a sí mismo como el Dios vivo, cariño para los débiles, los indefensos y los pobres, engendrador de vida y defensor de los que tienen su vida amenazada. Como bien dice L. Boff: “cuando se habla del Espíritu que actúa en la creación, que revoluciona la historia, que potencia la vida humana, siempre nos encontramos con esta idea del Dios vivo, vivificante y vivificador”65. Todo lo que encierra y supone la vida humana, encuentra precisamente en el misterio del Dios revelado su origen y su tendencia final y definitiva que permite al hombre realizar el camino de su realización personal para alcanzar la verdadera felicidad. Valorizar así el amor del Dios eternamente viviente y su don expresado a los hombres en transmisión amorosa de la vida, requiere de la vivencia de una espiritualidad que integre toda la persona, experiencia que podemos también llamar espiritualidad de la sexualidad humana66. 3.3. Espiritualidad de la sexualidad humana Si nos remitimos a la sabiduría oriental, la sexualidad es expresada como manifestación de la energía básica de la vida humana y también de toda la vida y movimiento del universo. En la concepción oriental se marcan distintos pasos de ascensión de esta energía hasta lograr la conjugación entre la energía cósmica y la energía personal y penetrar en el reino de la libertad y de la conciencia total (Nirvana). La espiritualidad, de acuerdo a este modelo, representa un verdadero proyecto de vida que implica ternura, 65 66 BOFF L., La Trinidad, la sociedad y la liberación ..., p. 155. Cf. Gn 1,2; Sal 104, 29-30; Ez 37. Cf. BOFF Leonardo, La dignidad de la tierra. Ecología, mundialización, espiritualidad. La emergencia de un nuevo paradigma, ed. Trotta, Madrid, 2000. Cap. III, Profundizar la espiritualidad, alimentar la mística, p. 139-174. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 88 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad afirmación de la vida de los otros seres humanos, especialmente de aquellos cuya vida está siendo maltratada, y apreciar la vida en todas sus manifestaciones cósmicas. Siguiendo la línea del pensamiento oriental, L Boff explica que la energía cósmica se manifiesta también mediante la sexualidad, no solamente en el ser humano sino incluso en todas las formas de vida como irradiación de cada elemento de la creación. Traduciendo esto a la tradición cristiana, existe para nosotros una categoría que interpreta la vitalidad humana y cósmica: es el Espíritu Santo, si bien la tradición latina –a diferencia de la ortodoxa– tendió más para una visión de Dios como Ente que como energía y relación. Citando directamente este autor, podemos descubrir la experiencia originaria de la sexualidad humana vivida a la luz de la espiritualidad penetrada por el mismo Espíritu de Dios: El Espíritu y sus energías penetran al ser humano, se desdoblan en las variadas manifestaciones de la energía vital y lo espiritualizan. Solamente así la retórica del ser humano como templo del Espíritu (1 Cor. 3, 16; 6, 19) adquiere consistencia. Espiritualidad significa, en este contexto, la capacidad de experimentar el Espíritu Santo en toda la energía cósmica, en la energía vital, en sus distintas formas hasta la iluminación integradora. (Se trata de la activación) de toda la fuerza interior para que ella vitalice a todo el ser humano hasta su comunión plena con la energía cósmica radical, con el Espíritu Santo, aquel principio que sustenta a todos los seres en su capacidad de relación, haciendo que, como nos lo enseñan los físicos atómicos, todos (incluso las partículas elementales subatómicas) existan en los demás, para los demás, con los demás, en una red universal de relaciones.67 En la riqueza del pensamiento del autor, es necesario vivir una espiritualidad que sea capaz de sintonizar con el Espíritu que está en todo y en todos, y desde esa energía de fuerza comunicadora, de comunión y ascensión en todas direcciones, llegar a vivir como seres humanos en una fuerte experiencia de trascendencia capaz de superar todos los 67 BOFF L., La dignidad de la tierra..., p. 172-173. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 89 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad límites y sumergirse en algo distinto que lo expande en su humanidad hasta la explosión de un amor fecundo y apertura a la totalidad cósmica y universal. Las dos caras de esta energía radical son justamente la sexualidad y la espiritualidad, ambas integradas entre sí en maravillosa experiencia de amor ágape. Finalmente, poder descubrir y expresar a Dios en la riqueza de dos formas de comunión y de co-existencia, masculina–femenina, permite que la experiencia de Dios pueda ser más completa e integradora; desde esta experiencia de fe, descubriendo la paternidad y maternidad de Dios68, podemos aún más llegar a valorar el sentido de la vida humana, amarla en su totalidad y comprometernos en el desarrollo de su existencia en todas las etapas de la vida desde el instante de la concepción. Descubrir el origen de la vida humana en Dios desde la valoración ética de la corporeidad humana implica todo un modo de hacer teología69. Mirando así la vida humana naciente, ¿no es maravilloso contemplar la vida emergente en el seno materno, y contemplándola, valorarla, amarla y defenderla ya desde la incipiente vida embrional o fetal? El desafío que debemos enfrentar consiste en integrar sexualidad y espiritualidad. Para ello, como hemos anticipado en el desarrollo del capítulo segundo de nuestro trabajo, se requiere una experiencia de fe unida a una adecuada formación de la conciencia moral que incluya una educación en la sexualidad que valore la castidad. Para ello podrá ayudarnos también la concepción de la vida humana que descubrimos en la Tradición de la Iglesia y en su Magisterio, tema que desarrollaremos a continuación conjuntamente con la postura oficial y permanente del Magisterio ante la cuestión del aborto. ▲▼▲▼ 68 69 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Cf. BOFF L., La Trinidad, la sociedad y la liberación ..., p. 150-152. Un maravilloso análisis de la vida del hombre, varón y mujer, a la luz del misterio Trinitario de Dios y de acuerdo al dato revelado, y que nos permite una reflexión teológica de la corporeidad humana, lo podemos encontrar en: JUAN PABLO II, Varón y mujer... Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 90 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 7 EL ABORTO EN LA SAGRADA ESCRITURA Y EN LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA 1. EL ABORTO EN LA SAGRADA ESCRITURA. 1.1. En el Antiguo Testamento. 1.1.1. El texto del Éxodo 21,22-23. 1.1.2. El texto de Amós 1, 13. 1.1.3. Conclusión ética sobre la base del Antiguo Testamento. 1.2. En el Nuevo Testamento. 1.2.1. El texto de Gálatas 5, 20. 1.2.2. Los Evangelios de la Infancia. 1.2.3. Carácter bíblico categórico del respeto a la vida. 2. EL ABORTO EN LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA. 2.1. En los orígenes de la Iglesia. 2.1.1. La Didajé. 2.1.2. La Carta de Bernabé. 2.1.3. Tertuliano. 2.2. El pensamiento de San Agustín. 2.2.1. El bautismo del feto abortado. 2.2.2. La realidad y la crueldad del aborto entre los cristianos. 2.2.3. La Teoría de la Animación. 2.2.4. El status del feto. 2.2.5. Sobre la resurrección de los fetos abortados. La Iglesia católica, que por vocación propia es fiel promotora y defensora de la vida humana en todas sus expresiones, no puede estar ajena a la reflexión ética que plantea la problemática del aborto. La abundante documentación existente manifiesta claramente su postura anti-abortiva a lo largo de toda su historia. Una correcta argumentación en defensa de la vida, y a su vez condenatoria de toda práctica de aborto directo, requiere, al menos sucintamente, una exposición históricogenética de dicha problemática en la reflexión teológica desde sus orígenes. Con el objeto de fundar sólidamente los argumentos de la teología moral, desde la visión de la bioética personalista y su clara valoración ética ante el problema del aborto, presentamos a continuación un recorrido histórico-genético sobre la reflexión bíblica y el planteo de dicha cuestión en la Tradición y en el Magisterio de la Iglesia. Evidentemente Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 91 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad no pretendemos agotar el inacabable tesoro de la temática reflexionada a través de veinte siglos, sino realizar un breve recorrido con el que intentamos esbozar la postura de la Iglesia católica en este aspecto moral. Creemos que ello nos ayudará a comprender con mayor exactitud las conclusiones morales que presentamos a lo largo de nuestra reflexión. 1. EL ABORTO EN LA SAGRADA ESCRITURA Sería anacrónico pretender encontrar textos de la Sagrada Escritura que condenen explícitamente la práctica abortiva, pues no era éste un problema moral específico en los tiempos y en la cultura en que fueron escritos los libros sagrados. Sin embargo, podemos encontrar delineados argumentos explícitos e implícitos a favor de la vida humana mediante los cuales podemos descubrir horizontes que iluminen la valoración de la teología moral al respecto. En efecto, tal como lo expresa la Declaración sobre el aborto, Dios “lo que ha querido sobre todo es la vida y, en el universo visible, todo ha sido hecho con miras al hombre, imagen de Dios y corona del mundo (Gn 1, 26-28)” (DA n. 5). Por el pecado entra la muerte en el mundo (Sab 2, 24) y por la resurrección de Cristo se confirma que la muerte ha sido definitivamente vencida (1 Cor 15, 20-27). Dios es, pues, el Dios de vivos y no de muertos (Mt 22,32)). “La vida humana, incluso sobre esta tierra, es preciosa. (...) El cristiano sabe que la vida eterna para él depende de lo que habrá hecho de su vida en la tierra con la gracia de Dios (Cf. Gn 2, 7; Sab 15,11, Gen 4, 10; 9, 5-6; Ex 20,13; Mt 25,1430” (DA n. 5). Cabe en este momento citar a Juan Pablo II: Los textos de la Sagrada Escritura, que nunca hablan del aborto voluntario y, por tanto, no contienen condenas directas y específicas al respecto, presentan de tal modo al ser humano en el seno materno, Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 92 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad que exigen lógicamente que se extienda también a este caso el mandamiento divino «no matarás». La vida humana es sagrada e inviolable, también en el inicial que precede al nacimiento. El hombre desde el seno materno, pertenece a Dios que lo escruta y conoce todo, que lo forma y lo plasma con sus manos, que lo ve mientras es todavía un pequeño embrión informe y que en él entrevé el adulto de mañana ... Incluso cuando está todavía en el seno materno (...), el hombre es término personalísimo de la amorosa y paterna providencia divina. (EV n. 61) 1.1. En el Antiguo Testamento Como hemos mencionado, ningún texto bíblico condena clara y explícitamente la práctica del aborto. Incluso es clara la coincidencia de los exegetas al expresar que el autor sagrado, al presentar el quinto precepto del Decálogo, el “no matarás”, ni siquiera pensaba referirse al tema del aborto. 1.1.1. El texto del Éxodo 21,22-23: Hay un solo caso en el Antiguo Testamento que ha dado lugar a interpretaciones posteriores como si resultare ser una situación abortiva: Cuando en una pelea entre hombres alguien golpee a una mujer encinta, haciéndole abortar, pero sin causarle ninguna lesión, se impondrá al causante la multa que reclame el marido de la mujer, y la pagará ante los jueces. Pero cuando haya lesiones, las pagarás: vida por vida. (Ex 21, 22-23) Estamos aquí ante el caso de la pena de muerte como sentencia para el hombre que, en reyerta, hiere a una mujer embarazada provocando involuntariamente el aborto. Este texto ha sido utilizado incorrectamente por la tradición de la Iglesia como fundamento escriturístico para condenar el aborto. Los exegetas modernos coinciden en que una correcta traducción del texto veterotestamentario presentaría dos posibles penas impuestas: una multa cuando Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 93 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad únicamente provoca el aborto, o la ley del talión si la mujer embarazada, además, sufre alguna lesión. Hoy queda superada la incorrecta traducción de la versión alejandrina de los VXX, influenciada evidentemente por los conocimientos médicos de la época y el pensamiento de Aristóteles. Según esta versión se aplicaría la pena de la multa si el feto abortado carece de forma humana, o la ley del talión si ya tenía forma humana. Esta traducción tendrá su impacto en la Iglesia hasta la versión de la Vulgata. De cualquier manera, queda claro que “únicamente se impone una multa en el caso del aborto involuntario”70. Finalmente nos parece justo y oportuno citar la respuesta que nos hiciera llegar recientemente O. França Tarragó, cuando le consultamos su opinión ante este texto del Éxodo: Parece claro que quien castiga a una mujer debe pagar "vida por vida" en caso de que el niño del vientre resulte muerto. Es un reconocimiento explícito del valor de la vida no nacida. Cierto que, de acuerdo con los conocimientos embriológicos de la época, sólo se consideraba ser humano al que tenía forma exterior humana. Pero ese desconocimiento científico sólo ampara al aborto del feto que «científicamente» -según la época- se consideraba como «no humano».71 1.1.2. El texto de Amós 1, 13: Otra expresión del Antiguo Testamento que también ha dado lugar a interpretaciones incorrectas es la siguiente: Así dice el Señor: A Amón, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque abrieron en canal a las preñadas de Galaad, para ensanchar su territorio. (Am 1, 13)72 70 GAFO J., op.cit., p. 61 Dr. P. Omar França Tarragó sj, en nota que nos envió desde Montevideo con fecha 05/08/2002. 72 «‘al biq’am harôt haggil’ad lema’an harbîb ´et gebûlam» 71 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 94 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad El profeta Amós es un pastor y cultivador de sicómoros, judío de Jerusalén, cuyas profecías se ubican aproximadamente entre el 760 al 750 a.C.; perteneciente al reino del Sur, predica en el reino del Norte. Si bien el contexto histórico es el de una época tranquila y próspera, pareciera que desde el punto de vista político hay grandes diferencias entre ricos y pobres. Estamos, pues, ante una crítica profética de fuerte contenido social. Al comentar este texto de la Escritura, expresa J. L. Sicre: La práctica de matar a las embarazadas es algo de lo que se vanagloria Tiglatpileser I (1100 a.C.) y cita Homero en la Ilíada (VI, 57s; XX, 163s). Eliseo prevé que Hazael actuará de ese modo con Israel (2 Re 8,12) y Menajem castigó así a Tifsa y su comarca (2 Re 15,16). La gravedad del pecado parece provocar una ampliación del castigo. La guerra contra Amón será más terrible que las otras, en medio de alaridos y en el torbellino de la tormenta. No sólo los hombres, también la naturaleza luchará contra Amón.73 En realidad, el texto veterotestamentario nos sitúa ante un pecado de codicia manifestada en los deseos de ampliar el territorio; codicia que va acompañada de la crueldad más terrible. En este contexto podemos afirmar que el versículo se ubica dentro del marco de un juicio entablado contra las naciones limítrofes de Israel (en este caso, contra los ammonitas), razón por la cual podemos afirmar que tampoco éste sería un texto explícitamente condenatorio del aborto, sino más bien una descalificación del comportamiento ambicioso de los ammonitas que abrían en canal a las mujeres de Galaad para que no tuviesen descendencia y de esta manera pudiesen ocupar fácilmente su territorio. 1.1.3. Conclusión ética sobre la base del Antiguo Testamento: En síntesis, desde la reflexión sobre los ejemplos de los dos textos analizados, podemos concluir que, aunque no existan textos veterotestamentarios explícitos que Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 95 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad condenen la práctica del aborto, la reflexión moral posterior, fundada sobre el dato revelado, verá siempre que todo atentado contra la vida humana está en lógica incompatibilidad con la fe cristiana y el derecho natural. Esto nos permite comprender la consecuente condena unánime del aborto en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia y su incompatibilidad con la fe cristiana74. 1.2. En el Nuevo Testamento Recorriendo el Nuevo Testamento, tampoco encontraremos en él textos explícitamente condenatorios del aborto. Sí, en cambio, aparecerán señalas claras respecto a la valoración y defensa de la vida humana desde sus orígenes. 1.2.1. El texto de Gálatas 5, 20: Al igual que en el Antiguo Testamento, encontramos algún texto neotestamentario de interpretación incorrecta. Tal es el caso de la carta a los Gálatas: Las acciones del instinto son manifiestas: ... Idolatría, hechicería, enemistades, reyertas, envidia, cólera, ambición, discordias, facciones,75 ... Os prevengo, como os previne, que quienes practican eso no heredarán el reino de Dios. (Gál 5, 19-21b)76 Nos referimos al verbo pharmakeia que encontramos en el versículo 20. Erróneamente se lo ha traducido como producto de prácticas abortivas. En realidad, si bien el verbo pharmakeia puede significar la aplicación o el uso de medicamentos77, la 73 SICRE José L., Con los pobres de la tierra. La justicia social en los profetas de Israel, Cristiandad, Madrid, 1984. Pág. 99. GAFO J., op.cit., p. 61. Así lo podemos encontrar expresado en la vocación de varios profetas del Antiguo Testamento como también, por ejemplo, en el Salmo 139, 13: «Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno». 75 είδωλολατρία, φαρμακεία, έχθραι, έριςξηλος, θυμοί, εριθειαι, διχοστασίαι, αιρέσεις (idolatría, hechicería, enemistades, contienda, celos, arrebatos de ira, rivalidades, divisiones, partidismos). Traducción de LACUEVA Francisco, Nuevo testamento interlineal griego-español, CLIE, Barcelona, 1984, p. 755 76 Gal 5, 19-21 77 Según PABÓN S. DE URBINA José M., en Diccionario manual griego-español, Biblograf SA, Barcelona, 1983, p. 617: “Φαρμακεία: aplicación o uso de medicamentos; empleo de encantamientos; encantamiento, hechizo, arte mágica, magia; fig. corrupción intelectual o moral, seducción.” 74 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 96 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad tendencia dominante de la exégesis actual, en el contexto de la carta paulina, hace más bien referencia a la práctica de la hechicería o de la magia, muy frecuente por entonces. Como refuerzo de esta interpretación, podemos agregar que estas sustancias aparecen condenadas cuatro veces más en el libro del Apocalipsis (cf. Ap 9,21;18,23;21,8;22,15). Por lo tanto, descartamos que el texto citado se refiera a la condena de prácticas abortivas. 1.2.2. Los Evangelios de la Infancia: Observando los Evangelios de la Infancia, descubrimos cómo en la misma narración del nacimiento de Jesús se encuentra ya latente el peligro de la privación de la vida del naciente. Un claro ejemplo lo encontramos en las palabras que el profeta Simeón pronuncia respecto al Niño al referirse a él como «luz y signo de contradicción», y aquellas que dirige a su madre: «En cuanto a ti, una espada te atravesará»(Lc 2, 32-35). También el Evangelio de Mateo presenta las asechanzas tramadas contra Jesús por Herodes (cf. Mt 2, 2) que se siente amenazado en su poder y ordena matar a todos los niños menores de dos años. Jesús escapa de las manos de Herodes gracias a una particular intervención divina y a la solicitud paterna de José, que lo lleva junto con su Madre a Egipto, donde se quedarán hasta la muerte de Herodes. Después regresan a Nazaret, su ciudad natal, donde la Sagrada Familia inicia el largo período de una existencia escondida, que se desarrolla en el cumplimiento fiel y generoso de los deberes cotidianos (cf. Mt 2,1-23; Lc 2,39-52).78 En el valor y el derecho a la vida de la misma persona del Hijo de Dios queda de manifiesto el valor ético de la vida naciente. 78 JUAN PABLO II, Carta a las familias, Roma, 1994. N. 21. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 97 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.2.3. Carácter bíblico categórico del respeto a la vida: Concluyendo, podemos afirmar que en el fondo de los textos sagrados, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, se encuentra el carácter unívoco y categórico del mandamiento de la Ley de Dios: “no matarás” (Ex 20,13). Si bien, como subrayamos, no existe texto bíblico alguno que en forma explícita condene el aborto, se puede afirmar igualmente lo que definirá el mismo Magisterio de la Iglesia: ninguna legislación humana puede admitir la licitud del derecho a matar o reservarse para sí el derecho a legislar sobre la licitud de la interrupción de la vida desde el instante mismo de la concepción. 2. EL ABORTO EN LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA Es notable la influencia que han ejercido los textos de los Evangelios de la Infancia en la actitud antiabortiva de la Iglesia primitiva. Los diversos documentos que nos han llegado mantienen entre sí una indudable convergencia y manifiestan claramente la actitud humana y cristiana del respeto a la vida. En la sociedad del mundo greco-romano contemporánea al nacimiento de la era cristiana, estaba muy difundida la práctica del aborto y del infanticidio. Desde que la Iglesia entró en contacto con esta sociedad, se opuso radicalmente, tanto en su doctrina como en su misma praxis, a esas costumbres sociales79. Veamos el testimonio de algunos textos de la Tradición de la Iglesia. 79 Afirma la Declaración sobre el aborto, n. 6: “La tradición de la Iglesia ha sostenido siempre que la vida humana debe ser protegida y favorecida, tanto en su comienzo como en las diversas etapas de su desarrollo. Oponiéndose a las costumbres del mundo grecorromano, la Iglesia de los primeros siglos ha insistido sobre la distancia que separa en este punto tales costumbres de las costumbres cristianas.” Cf. Didaché, 2, 2; Bernabé, Ep. 19, 5; Epístola a Diogneto 5, 6; Tertuliano, Apol. 9, 8. Cf. Didaché, V.2; ATENÁGORAS, En defensa de los cristianos, 35; Carta a Diogneto, V, 6 (se dice de los cristianos: “ellos procrean niños, pero no abandonan los fetos”); TERTULIANO, Apologeticum, IX, 8. Cf. CCC 2271. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 98 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.1. En los orígenes de la Iglesia 2.1.1. La Didajé: Como hemos dicho, la influencia de los evangelios de la infancia ha sido muy fuerte en la actitud de la Iglesia primitiva ante el aborto. Así lo demuestra, por ejemplo, la Didajé al expresar la irreconciliabilidad del aborto con la ética cristiana. La Didajé, o Doctrina de los doce apóstoles, presenta dos caminos posibles pero notablemente diversos entre sí: el camino de la vida y el camino de la muerte. El primer camino, el de la vida, se sintetiza en el mandamiento del amor: Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos caminos. Ahora bien, el camino de la vida es éste: en primer lugar, amarás a Dios, que te ha creado; en segundo lugar, a tu prójimo como a ti mismo. Y todo aquello que no quieras que se haga contigo, no lo hagas tú tampoco a otro.80 Es en el segundo mandamiento donde la Doctrina de los doce apóstoles se refiere explícitamente al aborto como contrario e irreconciliable con el camino de la vida. No matarás, no adulterarás, no corromperás a los jóvenes, no fornicarás, no robarás, no practicarás la magia ni la hechicería, no matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido, no codiciarás los bienes de tu prójimo.81 En oposición, el camino de la muerte es claramente diferente: Mas el camino de la muerte es éste: ante todo, es camino malo y lleno de maldición: muertes, adulterios, codicias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias, hechicerías, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, doblez de corazón, engaño, soberbia, maldad, arrogancia, avaricia, deshonestidad en el hablar, celos, temeridad, altanería, jactancia.82 80 Didajé, I, 1-2. La versión castellana según RUIZ BUENO Daniel, Padres apostólicos, edición bilingüe completa, B.A.C., Madrid, 1950. Pág. 77 ss. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 99 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.1.2. La Carta de Bernabé: Otro de los textos primitivos que recibió directa influencia de las fuentes citadas es la Carta de Bernabé. En ella también hallamos un claro y explícito testimonio respecto al aborto. El autor hace referencia a no matar al hijo en el seno de la madre ni quitarle la vida una vez nacido, ubicando este precepto también en relación al mandamiento del amor a Dios y al prójimo, sujeto de amor superior al de la propia vida. No vacilarás sobre si será o no será. No tomes en vano el nombre de Dios. Amarás a tu prójimo más que a tu propia vida. No matarás a tu hijo en el seno de la madre ni, una vez nacido, le quitarás la vida. No levantes tu mano de tu hijo o de tu hija, sino que, desde su juventud, les enseñarás el temor del Señor.83 2.1.3. Tertuliano: Para Tertuliano, “también es hombre el que lo va a ser, igualmente que todo el fruto que ya está contenido en la semilla”84. En su Apología de los cristianos contra los gentiles denuncia los delitos que se cometen entre los paganos: Que estos delitos de que infaman a los Cristianos los cometen los Gentiles, unos en secreto, otros en público. Para refutar llanamente estos delitos falta probar que vosotros los hacéis sin temor alguno de castigo, unos en secreto, otros en público, y aun por saberlos hacer los habéis creído de nosotros. En Africa85 públicamente hasta el Pronconsulado de Tiberio. (...) Tragose Saturno a sus hijos86, y aun le dura el hambre de los ajenos. Los mismos padres los sacrificaban tan gustosamente, que poniéndolos en el Ara los acariciaban con halagos para esperar la muerte con la risa, reputando el sacrificio más alegre y placentero por más grato. Decid, pues, ¿cuál es mayor delito, ser homicida del 81 Ibíd., II, 1-2 Ibíd., V, 1 Carta de Bernabé, 5. Versión castellana según RUIZ BUENO Daniel, Padres apostólicos, edición bilingüe completa, B.A.C., Madrid, 1950. Pág. 807. 84 Cit. por GAFO J. en op. cit., p. 62 85 El uso de sacrificar los hijos a Saturno prevaleció en África. El que no tenía hijo lo compraba. 86 Es conocida la fábula de que Saturno se tragaba sus mismos hijos y cómo se escapó de su voracidad su hijo Júpiter fingiendo un niño de piedra, que se lo tragó pensando que era el hijo propio. 82 83 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 100 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad hijo ajeno, o ser parricida del propio? Los Galos, hombres mayores, sacrificaban a Mercurio87. (...) Si decís que el título de Religión con que sacrificáis los hijos sirve al delito de excusa (a más que el parricidio que admitís es más enorme que el homicidio que imputáis) quiero hacer investigación en vuestro pueblo para saber el rito con que os mata.88 En el marco de su Apología, Tertuliano expone la doctrina cristiana en defensa de la vida ya desde el seno materno. Para él, el aborto es un asesinato. Según sus expresiones, al cristiano no sólo no le es lícito matar a un niño, sino que tampoco ha de impedir su nacimiento ni maltratarlo en el seno de su madre: Los que procuran los abortos no negarán que los matan; sólo dirán que les dan la muerte más benigna que los Cristianos. ¿Y no es mayor crueldad entregar un niño a un perro que a un cuchillo? Que hombres mayores, a quien en la condenación dejaron elegir la clase de muerte, eligieron por más benigna la del hierro. A nosotros no es lícito no solamente matar hombres o niños, pero ni desatar aquellas sangres que en el embrión se condensan. La ley que una vez nos prohibe el homicidio, nos manda no descomponer en el vientre de la madre las primeras líneas con que la sangre dibuja la organización del hombre; que es anticipado homicidio impedir el nacimiento. No se diferencia matar al que ya nació, y desbaratar al que se apareja para nacer; que también es hombre el que lo comienza a ser, como fruto de aquella semilla.89 Si bien podemos observar en el texto precedente una muy rudimentaria concepción de la vida humana en el seno materno, es manifiesta la concepción del respeto por la vida naciente y la prohibición del aborto directo en todas sus expresiones. 87 Cuando los varones galos sacrificaban sus hijos, los acariciaban primero las madres. TERTULIANO, Apología contra los gentiles..., en versión presentada por MANERO P. ... p. 58-60. 89 Ibid., p. 60-61 88 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 101 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.2. El pensamiento de San Agustín 2.2.1. El bautismo del feto abortado: Analizando el pensamiento de San Agustín, vemos que su preocupación responde más a la salvación eterna que a la misma vida física del feto. La doctrina del pecado original influía notablemente en el pensamiento de Agustín que le hacía temer por la condenación del inocente asesinado en el seno de su madre. De allí su preocupación por el bautismo del feto90. “El tema de su tiempo no era tanto discutir sobre el matar o no la vida del feto, y mucho menos el derecho al aborto, sino la salvación de cada una de las vidas humanas, desde que eran tales.”91 El problema del aborto que se practicaba en el mundo pagano llega ahora al mundo cristiano. La cuestión no es extraña debido al ingreso de conversos paganos al cristianismo y a la relación cada vez más profunda entre las diversas culturas. Y, si bien en los inicios el aborto se procuraba ante situaciones de violación o adulterio, posteriormente se fueron incorporando otros motivos como los expuestos en la primera parte de nuestro trabajo. 2.2.2. La realidad y la crueldad del aborto entre los cristianos: San Agustín denuncia la existencia de esposos que rechazan el nacimiento de sus hijos, hasta el punto de cometer obras malvadas mediante el uso de medios que eviten el nacimiento de la nueva criatura: (Esta) cruel voluntad los empuja hasta el punto de procurarse sustancias anticonceptivas y, en caso de fracaso, a matar de alguna manera dentro del útero a los fetos concebidos y evacuarlos, queriendo que el propio hijo muera antes de vivir o, en el caso que ya viviese en el útero, a que sea asesinado antes de nacer»92 90 El tema del bautismo del niño por nacer permanece incluso hoy en la Iglesia católica. Así lo afirma, por ejemplo, el actual Código de Derecho Canónico, c. 871: «En la medida de lo posible se deben bautizar los fetos abortivos, si viven». Esta idea es retomada por la Carta de los Agentes de Salud, n. 146: «Hacia los fetos abortados los agentes de la salud tienen obligaciones particulares. El feto abortado, si está aún vivo, en los límites de lo posible, debe ser bautizado.» 91 BOCHATEY Alberto, Vida humana y sexualidad. San Agustín y la persona, en Vida y Ética, UCA, Instituto de Bioética, Buenos Aires, Año 2, N.2, Diciembre 2001. Pág. 37-38. 92 SAN AGUSTIN, De nupt. et concup., 1, 15, 17. Cit. por BOCHATEY A. en op.cit., p. 38 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 102 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.2.3. La Teoría de la Animación: Llaman la atención en el párrafo precedente estas palabras: “en el caso que ya viviese en el útero”. Precisamente, uno de los temas de discusión en la tradición de la Teología Moral es el de la Teoría de la Animación. La Teoría de la Animación, referida al concepto de la recepción del alma racional en el hombre, tiene su origen en las ideas filosóficas de Aristóteles, en los conocimientos de Galeano y en la incorrecta interpretación del Éxodo 21, 22-23. La tendencia común relacionaba la recepción del alma racional con la adquisición de la forma humana del ser por nacer. “De ahí surge la distinción entre feto formado y feto no-formado que, siguiendo una vez más a Aristóteles, acontece a los 40 días si se trata de un feto varón, mientras que sucede a los 80-90 días en las mujeres”93. Esta tesis de la animación retardada prevaleció en el pensamiento católico durante alrededor de once siglos, aproximadamente entre el S. VII al XVII. Esta teoría y la incorrecta interpretación del texto veterotestamentario del Éxodo, influenciaron notablemente en el pensamiento de San Agustín; de allí que entendemos el motivo por el cual desaprueba tanto el aborto del feto vivificado (que moría antes de nacer) como del feto no vivificado (que moría antes de vivir), aunque distingue entre ambos sexos. Para Agustín no era homicidio el aborto de un feto no formado (o no vivificado), pues aún no poseía alma espiritual. 2.2.4. El status del feto: Existía en la antigüedad una incorrecta interpretación sobre la individualidad del feto; se consideraba que no era un individuo sino simplemente una parte de la madre. Esta 93 GAFO J., op.cit., p. 62-63 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 103 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad consideración motiva a San Agustín a presentar su concepto sobre el status del feto94, afirmando que para los cristianos el feto se diferencia de la madre, incluso en el mismo vientre materno. Para explicar su afirmación, Agustín utiliza un argumento pastoral vinculado al bautismo intrauterino, deduciendo desde allí un argumento teológico: La justificación es la siguiente: si lo concebido fuera parte de la madre, no se bautizaría al niño mientras la madre lo lleva en su vientre, si ella ya está bautizada. Pero la práctica es bautizar a esos niños, sin que se considere un segundo bautismo de la madre. Y esto es así porque cuando un niño es concebido, se lo considera un hijo de Adán y sujeto de pecado original.95 2.2.5. Sobre la resurrección de los fetos abortados: Finalmente, San Agustín cree que el feto está llamado también a la resurrección96. Desde esta percepción escatológica podemos deducir también la trascendentalidad del hombre en cuanto que es la totalidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, la que está llamada a resucitar en Cristo y con Cristo. Pese a las dudas existentes de su tiempo respecto al inicio de la vida humana, Agustín no ve excepción alguna en la resurrección de los fetos, pues todo lo que ha muerto resucitará, si bien también aquí incorpora la idea de la Teoría de la Animación97. Sobre la resurrección del feto formado, (San Agustín) no presenta interrogante; pero sobre el feto no formado, se inclina a pensar que su muerte es como la del semen derramado que no llegó a concebir. No se plantea tanto si la no resurrección es por falta de alma, sino que no ve cómo pueda participar de la resurrección de la carne quien no ha llegado a tenerla. 94 Cf. SAN AGUSTIN, Contra Iulianum 6, 14, 43 BOCHATEY A., op.cit., p. 39 96 Cf. SAN AGUSTÍN, De civitate Dei 22, 13, 14; Enchiridion 85 y 86 97 Cf. BOCHATEY A., op.cit., p. 39, y del mismo autor., Bioética y teología moral, Paulinas, Buenos Aires, 1994, p. 28-29 95 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 104 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad A continuación, en el próximo capítulo, sobre la base de la Escritura y la Tradición, podremos notar las definiciones claras y unánimes del Magisterio de la Iglesia a lo largo de su historia hasta nuestros días. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb ▲▼▲▼ 105 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 8 EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA ANTE EL CONFLICTO ÉTICO DEL ABORTO 1. TESTIMONIOS DEL MAGISTERIO HASTA EL SIGLO XX 2. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA DURANTE EL SIGLO XX 3. EL PENSAMIENTO DEL CONCILIO VATICANO II. 3.1. El aggiornamento de la teología moral. 3.2. Valoración de la vida desde la concepción y condena del aborto. 3.2.1. Defensa de la vida humana desde su concepción. 3.2.2. Responsabilidad moral del amor conyugal. 3.2.3. El aborto y el infanticidio como crímenes abominables. 4. DEFINICIONES POSCONCILIARES SOBRE EL ABORTO 4.1. El Catecismo de la Iglesia Católica. 4.1.1. Respeto y protección de la vida humana desde la concepción. 4.1.2. Gravedad del aborto provocado. 4.1.3. El derecho inalienable a la vida. 4.1.4. Valoración ética del diagnóstico prenatal y de las intervenciones embrionarias 4.2. El Código de Derecho Canónico. 4.2.1. Imposición de la pena canónica. 4.2.2. La figura del delito. 4.2.3. Sanción especial para clérigos y religiosos. 4.2.4. El bautismo de fetos abortivos. 4.3. La Carta de los Agentes de Salud. 4.3.1. Presentación de la Carta. 4.3.2. Valoración ética del diagnóstico prenatal. 4.3.3. Denuncia de una cultura abortista. 4.3.4. Preocupación por los casos límites. 4.3.5. El pecado y la pena de excomunión. 4.3.6. Deberes cristianos para con los fetos abortados. A la luz del concepto teológico de vida humana que halla su fundamento en el dato revelado y continuando la posición heredada desde la misma Tradición, atenta a los aportes correspondientes con el avance de la ciencia genética, el Magisterio de la Iglesia siempre ha afirmado unánimemente la ilicitud ética del aborto. Así lo confirman numerosos documentos al expresar, por ejemplo, que entre los deberes y derechos en relación con el cuerpo y el bienestar corporal del prójimo, en primer lugar surge el derecho a la vida, siendo éste un bien moral fundamental (cf. DA, n. 11 en DZ 4552). Hablamos de bien fundamental, pues todos los demás bienes de la persona se basan en este bien esencial y, a partir de él se desarrollan (cf. DV, III, en DZ 4807). De allí que se Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 106 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad debe respetar de manera absoluta la vida de cualquier criatura humana desde el mismo momento de la concepción o de la formación del cigoto (cf. DV, Introducción, 5, en DZ 4792). Así, pues, bajo ninguna circunstancia nadie puede arrogarse el derecho de matar a una inocente criatura humana (cf. DV, Introducción, 5, en DZ 4792), no correspondiendo ni a la sociedad ni a la autoridad pública conceder a unos el derecho a la vida y negárselo a otros (cf. DA n. 11, en DZ 4552). En consecuencia, es lógico que el Magisterio de la Iglesia repruebe como asesinato la occisión del feto98, aún cuando se efectúe con fines terapéuticos (cf. HV n. 14, en DZ 4476), e, incluso, reprobando la defensa del propio honor abortando99. Ante los numerosos documentos y la imposibilidad de detenernos en cada uno de ellos, nos limitamos a exponer algunas de las expresiones relevantes a lo largo de la historia del Magisterio de la Iglesia que nos puedan ayudar a tener un panorama de sus definiciones esenciales respecto al aborto provocado. 1. TESTIMONIOS DEL MAGISTERIO HASTA EL SIGLO XX Si nos remitimos a la tesis dominante durante siglos de la animación retardada, recordamos lo expuesto por la Declaración sobre el Aborto: Es verdad que, cuando en la Edad Media era general la opinión de que el alma espiritual no estaba presente sino después de las primeras semanas, se hizo distinción en cuanto a la especie del pecado y a la gravedad de las sanciones penales. ... Nunca se negó entonces que el aborto provocado, incluso en los primeros días, fuera 98 Cf. ESTEBAN V, Carta Consuluisti de infantibus, en DZ 670; Sesenta y cinco proposiciones condenadas en el decreto del Santo Oficio, 2 de marzo de 1679, en DZ 2134s; Respuesta del Santo Oficio al Arzobispo de Cambrai, 14 de agosto de 1889, en DZ 3258; Respuesta del Santo Oficio al Arzobispo de Cambrai, 24 de julio de 1895, en DZ 3298; Respuesta del Santo Oficio al obispo de Sinaloa (México), 4 de mayo de 1898, en DZ 3337; Respuesta del Santo Oficio a la Facultad de Teología de la Universidad de Montreal, 5 de mayo de 1902, en DZ 3358; PÍO XI, Encíclica Casti connubi, 31 de diciembre de 1930, en DZ 3719-3721; Gaudium et Spes, n. 27, en DZ 4327; PABLO VI, Encíclica Humanae Vitae, n. 14, en DZ 4476. 99 Cf. Sesenta y cinco proposiciones condenadas en el decreto del Santo Oficio, 2 de marzo de 1679, en DZ 2134 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 107 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad objetivamente una falta grave. Esta condena fue de hecho unánime. (DA n. 7) Yendo a la historia del Magisterio, el Concilio de Maguncia, celebrado el año 847 en Alemania, sanciona con una penitencia rigurosa “a las mujeres que provoquen la eliminación del fruto concebido en su seno”100. El Papa Esteban V, que gobernó la Iglesia entre el 885 y el 891, será centro de referencia del Decreto de Graciano que dictaminará que “es homicida quien hace perecer, por medio del aborto, lo que había sido concebido”101. Este Decreto es claro ejemplo de importantes conclusiones que podemos encontrar durante siglos tanto en la literatura canónica como en la práctica eclesial: El aborto practicado antes de la animación o recepción del alma racional será calificado como «quasi homicidium», «tendit ad homicidium»... y las penas canónicas impuestas tenderán a ser menores que si se realiza después de la adquisición de la forma humana. Otra repercusión importante será la práctica eclesial de la no-administración del bautismo a fetos vivos abortados, carentes de forma humana.102 Más tarde será Santo Tomás quien continúe con la tesis de la animación retardada al afirmar que la recepción del alma racional acontece posteriormente a la adquisición del feto. Para el autor angélico el aborto es un pecado grave, contrario a la ley natural 103. Este pecado será condenado severamente algunos siglos más tarde por el Papa Sixto V, en el Renacimiento, mediante la Constitución Effrenata104. Por el año 1677, el Papa Inocencio XI, de tendencia rigorista, recibe una delegación de la facultad teológica de Lovaina para proponer la condena de diversas proposiciones 100 Concilio de Maguncia, c. 21 (Mansi 14, 909). Cf. Concilio de Elvira, canon 63 (Mansi 2, p. 16), Concilio de Ancira, canon 21 (Mansi 2, 519); decreto de Gregorio II (Mansi 12, 292, c.17). Cit. por DA, n. 7 101 GRACIANO, Concordantia discordantim canonum, c. 20, C. 2, q. 2. Cit. por DA, n. 7 102 GAFO J., op.cit., p. 63 103 Remitimos a lo expuesto en el capítulo primero de nuestro trabajo. Cf. SANTO TOMAS, Comentario sobre las Sentencias, libro IV, dist. 31, exposición del texto. 104 Cf. Constitución Effrenata en 1588 (Bullarium Romanum, V, 1, pp. 25-27; Fontes Iuris Canonici, I, n. 165, pp.308-311) Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 108 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad dogmáticas y morales. Por decreto del Santo Oficio del 2 de marzo de 1679, Inocencio XI reprueba a aquellos canonistas laxistas que procuraban disculpar el aborto provocado antes del momento de la animación espiritual. La condena de Inocencio XI se refiere concretamente a dos proposiciones: Es lícito procurar el aborto antes de la animación del feto, por temor de que la muchacha, sorprendida grávida, sea muerta o infamada. (DZ 2134) Parece probable que todo feto carece de alma racional, mientras está en el útero, y que sólo empieza a tenerla cuando se le pare; y consiguientemente habrá que decir que en ningún aborto se comete homicidio. (DZ 2135) Finalmente, aún teniendo en cuenta las dificultades planteadas en la distinción entre feto formado y no-formado, vemos cómo desde la misma Didajé y durante todo el transcurso de la historia de la Iglesia, no cabe duda en considerar que el aborto es un acto incompatible con la ética cristiana. Hay, sí, una consecuencia relevante ante el caso dramático que ponga en peligro la vida de la madre y cuando el feto aún no está formado. Al respecto, J. Gafo nos ofrece esta excelente síntesis: Un pequeño grupo de autores –entre ellos el llamado «Doctor navarrus», Martín de Azpilcueta, y el famoso moralista jesuita Tomás Sánchez– afirmará como probable la legitimidad de tal tipo de aborto. Todavía San Alfonso María de Ligorio considerará la postura de Sánchez como menos probable. Desde el siglo XIX, la tesis contraria de la animación inmediata –que ya había comenzado a apuntar en el siglo XVII por influjo especialmente de algunos médicos: Fyens, Gassendi, Zacchia– se hace claramente dominante en la tradición católica. En cualquier caso, la tesis de la animación retardada se mantiene minoritariamente dentro del neotomismo. El Código de Derecho Canónico (1917) ya no aludirá a la distinción entre feto formado y no-formado.105 105 GAFO J., op.cit., p. 63-64 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 109 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA DURANTE EL SIGLO XX El Papa Pío XI106 rechazó claramente las pretendidas justificaciones del aborto dando respuesta explícita a las objeciones más graves: Todavía hay que recordar ... otro crimen gravísimo con el que se atenta a la vida de la prole, escondida aún en el seno materno. Hay quienes pretenden que ello está permitido y dejado al arbitrio del padre y de la madre; otros, sin embargo, lo tachan de ilícito a no ser que existan causas muy graves, a las que dan el nombre de indicación médica, social y eugénica. (...) Ya se cause a la madre, ya a la prole, siempre será contra el mandamiento de Dios y la voz de la naturaleza que clama: «¡No matarás!» (Ex 20,13). Porque cosa igualmente sagrada es la vida de entrambos y nadie, ni la misma autoridad pública, podrá tener jamás facultad para atentar contra ella.107 Posteriormente, Pío XII108 excluye todo aborto directo, es decir, aquel que se realiza como fin o como medio: Mientras un hombre no sea culpable, su vida es intocable, y es por tanto ilícito cualquier acto que tienda directamente a destruirla, bien sea que tal destrucción se busque como fin, bien sea que se busque como medio para un fin, ya se trate de vida embrionaria, ya de vida en camino de su total desarrollo o que haya llegado ya a su término.109 Finalmente, Juan XXIII110 recordará la sacralidad de la vida que siempre, desde su inicio, requiere de la intervención creadora de Dios. El pontífice se encuentra ante la difícil situación que atraviesa el mundo de la posguerra y el problema demográfico de su época. Ante las diversas y conflictivas alternativas en respuesta al problema demográfico, expresa: 106 El Papa Pío XI fue Pontífice desde el 6 de febrero de 1922 al 10 de febrero de 1939 PIO XI, Encíclica Casti connubis, AAS 22, 1930, 562-565; Cit. de DZ 3719-3720 108 El Papa Pío XII fue Pontífice desde el 2 de marzo de 1939 al 9 de octubre de 1958 109 PIO XII, Discorsi e radiomessaggi, VI, 183 ss, cit. por Declaración sobre el Aborto, según versión presentada, en nota 14 al nº 7 110 Juan XXIII, conocido como el “Papa Bueno”, tuvo la misión de dar continuidad a la idea de su predecesor en convocar al Concilio Ecuménico Vaticano II; gobernó la Iglesia Católica desde el 28 de octubre de 1958 al 3 de junio de 1963. 107 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 110 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Dios, en su bondad y sabiduría, ha otorgado a la naturaleza una capacidad casi inagotable de producción y ha enriquecido al hombre con una inteligencia tan penetrante, que le permite utilizar los instrumentos idóneos para poner todos los recursos naturales al servicio de las necesidades y del provecho de su vida. Por consiguiente, la solución clara de este problema no ha de buscarse fuera del orden moral establecido por Dios, violando la procreación de la propia vida humana, sino que, por el contrario, debe procurar al hombre, con toda clase de procedimientos técnicos y científicos, el conocimiento profundo y el dominio creciente de las energías de la naturaleza.111 Aun concediendo que estos hechos sean reales, declaramos, sin embargo, con absoluta claridad, que estos problemas deben plantearse y resolverse de modo que no recurra el hombre a métodos y procedimientos contrarios a su propia dignidad, como son los que enseñan sin pudor quienes profesan una concepción totalmente materialista del hombre y de la vida.112 Para Juan XXIII, así como para sus antecesores, es claro que la vida ha de propagarse mediante la familia, cuyo fundamento uno e indisoluble es el matrimonio, que en el caso de los cristianos ha sido elevado al grado de sacramento. En la familia y, desde ella, en la sociedad, la vida humana ha de considerarse como algo absolutamente sagrado teniendo su origen en la acción creadora de Dios113. Es, pues, un derecho y un deber de formación cultural y religiosa, que nace ante todo en los propios padres, inculcar “un profundo sentido de responsabilidad en todas las manifestaciones de la vida y, por tanto, también en orden a la constitución de la familia y a la procreación y educación de los hijos”114, tema éste que hemos presentado ya en el capítulo segundo de nuestra exposición. 111 JUAN XXIII, Encíclica Mater et Magistra, n. 189. Seguimos la versión presentada por FARREL Gerardo T., Manual de la Doctrina Social de la Iglesia, Ed. del Encuentro, Buenos Aires, 19933, en versión digital adjunta al texto. Ibíd. n. 191 113 Cf. Ibíd. nn. 193-194 114 Cf. Ibíd. n. 195 112 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 111 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 3. EL PENSAMIENTO DEL CONCILIO VATICANO II 3.1. El aggiornamento de la Teología Moral115 El Papa Juan Pablo II, en los albores del nuevo milenio, vuelve su mirada al Concilio Vaticano II116, valorando en él la riqueza de innovación que manifiesta la totalidad de sus contenidos y doctrina: “la enorme riqueza de contenidos y el tono nuevo, desconocido antes de la presentación conciliar de estos contenidos, constituyen casi un anuncio de tiempos nuevos”117. Dos son los aspectos que marcan el significado general del Vaticano II en lo que se refiere a la moral: favorecer el avance de la reflexión teológico-moral con aires nuevos de renovación eclesial y el abandono del modelo casuístico que caracterizaba la vida y la reflexión moral católica desde el Concilio de Trento. El Vaticano II no puede ser definido como un Concilio de Moral. No encontraremos frecuentes ni concretos planteos morales de los problemas. La época histórica durante la que se desarrolló el Concilio no se caracterizaba por una eclosión de cosas nuevas relativas a la moral, sino más bien por intentos de consolidación de aspiraciones y realidades ya existentes en la Iglesia. La culpa no era, pues, del Concilio, sino del estado de reflexión eclesial en que se encontraban en ese momento los planteos morales. Sin embargo, el mismo Concilio será un gran aporte a la renovación de la moral. Por un lado, porque se respira entre los padres conciliares un ambiente que acepta y exige la renovación. Por otra parte, algunos documentos, aunque no son directamente de índole 115 En el desarrollo de esta presentación respecto al Vaticano II, seguimos los comentarios aportados por: VIDAL Marciano, Nueva moral fundamental. El hogar teológico de la ética, Desclée de Bouwer, Bilbao, 2000, cap. VII; también LOPEZ AZPITARTE Eduardo, Fundamentación de la ética cristiana, San Pablo, Madrid, 1990, cap. I, La crisis actual de la moral. 116 El Concilio Ecuménico Vaticano II, idea original de Pío XII, convocado por Juan XXIII y concluido durante el Pontificado de Pablo VI, abrió las puertas con la realización de su primera sesión el 11 de octubre de 1962, celebrando su clausura el 8 de diciembre de 1965. 117 JUAN PABLO II, Tertio millennio adveniente, n. 20. Cit. por VIDAL M., en op.cit., p. 511. El mismo Concilio ya había sido valorado como “una inmensa gracia” de Dios al siglo XX por el Sínodo extraordinario de los Obispos en 1985 a los 20 años de su conclusión. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 112 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad moral, se constituyeron en valiosos aportes para la ética cristiana. Señalamos, por ejemplo: la Lumen Gentium, que orienta la comprensión de una moral eclesial; la Dei Verbum, que invita a una fundamentación bíblica de la moral; la Sacrosanctum Concilium, en relación al tono mistérico y sacramental del comportamiento cristiano. En la Lumen Gentium encontramos un primer y fundamental ensayo respecto a la comprensión de una moral de caridad integral (cf. LG n. 39-42). Pero es especialmente en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes donde podemos ver la clara exposición de principios de moral social a nivel mundial, razón por la cual este documento puede considerarse como un tratado concreto de ética social. Especialmente en la segunda parte de esta Constitución Pastoral encontramos un tratado de valores que refieren a la vida familiar, cultural, económica, social, política e internacional. Con el aporte de la Gaudium et Spes se deja de lado un modelo exclusivo de valores morales individuales y casuísticos, y se abre el camino hacia valores humanos y culturales, una moral unida a otros valores como los intelectuales, los afectivos y los sociales, en un correcto enfoque comunitario. Se ve la necesidad de reformas estructurales que harán posible los imperativos morales, para lo cual es necesario el diálogo entre la teología y las ciencias humanas. Se respetan la familia, la cultura y la política como realidades autónomas humanas con fundamento propio. El aporte específico de la moral cristiana se basa en el enfoque, el dinamismo y la fuerza que emanan de la fe, de la caridad y de la gracia, siendo éstas aquellas virtudes que permiten al hombre autónomo, individual y socialmente, descubrir el sentido profundo de su existencia, valorar su propio ethos humano y ver como posible su capacidad de superación. Durante el desarrollo del Concilio se va viendo cada vez con mayor claridad la opción decisiva e inequívoca por el aggiornamento de la Teología Moral. El gran texto conciliar que convoca a este aggiornamento lo encontramos en la Optatam Totius: Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 113 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Téngase especial cuidado en perfeccionar la Teología Moral, cuya exposición científica, nutrida con mayor intensidad por la doctrina de la Sagrada Escritura, deberá mostrar la excelencia de la vocación de los fieles en Cristo y su obligación de producir frutos en la caridad para la vida del mundo. (OT n. 16) Si bien no es objeto de este trabajo profundizar en la metodología y sistematización de la teología moral conciliar y posconciliar, nos pareció oportuno exponer esta síntesis como para poder comprender el contexto en que se ubica la postura del Vaticano II y sus consecuencias en la posterior teología moral católica respecto al aborto. 3.2. Valoración de la vida desde la concepción y condena del aborto 3.2.1. Defensa de la vida humana desde su concepción: Fiel a la tradición y atento a la renovación de la teología moral que se venía gestando, el Vaticano II hace una clara defensa de la vida humana desde su concepción. En el número 51, las Actas conciliares muestran cómo se modificó un texto previo en el que se decía: «la vida ya concebida en el útero ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado...». Se corrigió y se puso en su lugar: «desde la concepción» para evitar que la defensa de la vida sólo fuese obligatoria a partir de la anidación en el útero.118 El Concilio marca la actitud de respeto hacia la persona humana en todos sus aspectos y etapas evolutivas, “de forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe considerar al prójimo como otro yo, cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente” (GS n. 27). Con una mirada sobre la realidad, y recordando las palabras de Cristo: «Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40), continúa el texto conciliar: 118 GAFO J., op.cit., p. 64 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 114 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Cuanto atenta contra la vida (...), cuanto viola la integridad de la persona humana, (...), cuanto ofende a la dignidad humana, (...), o las condiciones laborales degradantes, (...) son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador. (GS n. 27) 3.2.2. Responsabilidad moral del amor conyugal: El deber de la fecundidad radica, ante todo, en el matrimonio, donde el amor conyugal está ordenado por su propia naturaleza a la procreación y educación de los hijos. Los esposos cristianos se convierten de esta manera en los colaboradores e intérpretes del amor de Dios en su acto creador. De allí la obligación moral del matrimonio en la formación de un recto juicio de conciencia (cf. GS n. 50). Desde el ejercicio del deber y del amor conyugal, los esposos, aún cuando deban pasar por situaciones difíciles, están siempre llamados a vivir genuinamente la dignidad de su sexualidad, a cultivar la mutua fidelidad en el amor y a transmitir responsablemente la vida siempre que les sea posible y guiándose para ello con criterios objetivamente morales. 3.2.3. El aborto y el infanticidio como crímenes abominables: De acuerdo a lo expresado, el Concilio se define claramente respecto el aborto y al infanticidio, considerando ambos como crímenes abominables: La vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables. La índole sexual del hombre y la facultad generativa humana superan admirablemente lo que de esto existe en los grados inferiores de vida; por tanto, los mismos actos propios de la vida conyugal, ordenados según la genuina dignidad humana, deben ser respetados con gran reverencia. Cuando se trata, pues, de conjugar el amor conyugal con la responsable transmisión de la vida, la índole moral de la conducta no depende solamente de la sincera intención y apreciación de los motivos, sino que debe determinarse con criterios objetivos tomados de la naturaleza de la persona y de sus actos, criterios que mantienen íntegro el sentido de la mutua entrega y de la Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 115 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad humana procreación, entretejidos con el amor verdadero; esto es imposible sin cultivar sinceramente la virtud de la castidad conyugal. (GS n. 51) 4. DEFINICIONES POSCONCILIARES SOBRE EL ABORTO En las cuatro décadas posteriores al Concilio Vaticano II la Iglesia ha continuado su reflexión sobre el inicio de la vida humana y su relación con la problemática del aborto. Abordaremos específicamente lo que consideramos como el Corpus Vitae Ecclesiae en el próximo capítulo. Ahora nos remitimos a considerar tres documentaciones de singular importancia y en clara unidad con este Corpus Vitae: el Catecismo de la Iglesia Católica119, el Código de Derecho Canónico120 y la Carta de los Agentes de Salud121, dejando para la tercera parte de nuestro trabajo, en el capítulo once, las consideraciones del episcopado latinoamericano y argentino. 4.1. El Catecismo de la Iglesia Católica 4.1.1. Respeto y protección de la vida humana desde la concepción: El concepto de respeto y protección de la vida humana que ha marcado el pensamiento de la teología moral de todos los tiempos, aparece nuevamente reflejado en el Catecismo de la Iglesia Católica: La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida. (CCC n. 2270; cf. Jr 1,5; Sal 139, 15; Instr. DV, I, 1) 119 Utilizamos en nuestro trabajo la versión del CCC de la Iglesia Católica, correspondiente a la publicación de la CEA, Buenos Aires, 2000.2 120 Utilizamos en nuestro trabajo la versión del Código de Derecho Canónico, correspondiente a la publicación de la B.A.C., Edición bilingüe comentada, Madrid, 19856 121 Utilizamos en nuestro trabajo la versión del PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LOS AGENTES DE SALUD, Carta de los agentes de salud, correspondiente a la publicación de Paulinas, Buenos Aires, 19982 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 116 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4.1.2. Gravedad del aborto provocado: Recordando la enseñanza de la Iglesia desde sus orígenes (cf. CCC n. 2271), el Catecismo afirma la gravedad de la cooperación formal al aborto y recuerda la pena canónica impuesta, aunque ello no pretende restringir la acción de la gracia misericordiosa de Dios sino manifestar la gravedad del crimen cometido (cf. CCC n. 2272). 4.1.3. El derecho inalienable a la vida: “El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación” (CCC n. 2273). De esta manera no hay lugar a dudas que este derecho inalienable no pertenece ni a los padres ni a la sociedad, sino que es propio de la naturaleza humana, inherente a la persona por el mismo acto creador de Dios. Se trata del derecho primero y fundamental “a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte” (CCC n. 2273). 4.1.4. Valoración ética del diagnóstico prenatal y de las intervenciones embrionarias: De este derecho se desprende el respeto, cuidado y defensa del embrión humano en su totalidad. Como lo expresará la Donum vitae, atenta igualmente contra este derecho toda técnica de diagnóstico prenatal, que se realice con fines a la provocación del aborto: Puesto que debe ser tratado como una persona desde la concepción, el embrión deberá ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano. El diagnóstico prenatal es moralmente lícito, si respeta la vida e integridad del embrión y del feto humano, y si se orienta hacia su protección o hacia su curación... Pero se opondrá gravemente a la ley moral cuando contempla la posibilidad, en dependencia de sus resultados, de provocar un aborto: un diagnóstico que atestigua la existencia de una malformación o de una enfermedad hereditaria no debe equivaler a una sentencia de muerte. (CCC n. 2274; cf. DV, I, 2) Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 117 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Sin embargo, y siempre que se respete la vida e integridad del embrión humano y éste no se exponga a riesgos desproporcionados, el Catecismo afirma la licitud de las intervenciones sobre el embrión humano. En tanto, tales intervenciones serán inmorales cuando se considere al embrión humano como simple material biológico disponible: Se deben considerar lícitas las intervenciones sobre el embrión humano, siempre que respeten la vida y la integridad del embrión, que no lo expongan a riesgos desproporcionados, que tengan como fin su curación, la mejora de sus condiciones de salud o su supervivencia individual. Es inmoral producir embriones humanos destinados a ser explotados como 'material biológico' disponible. Algunos intentos de intervenir en el patrimonio cromosómico y genético no son terapéuticos, sino que miran a la producción de seres humanos seleccionados en cuanto al sexo u otras cualidades prefijadas. Estas manipulaciones son contrarias a la dignidad personal del ser humano, a su integridad y a su identidad. (CCC n. 2275; cf. DV, I, 3.5.6) 4.2. El Código de Derecho Canónico 4.2.1. Imposición de la pena canónica: La pena canónica a la que refiere el Catecismo de la Iglesia Católica, se encuentra expresada en el Código de Derecho Canónico. Ya el Código de 1917 había dejado de lado la distinción entre feto formado y noformado. Omitiendo esta distinción, el nuevo Código establece: “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae” (CIC, c. 1398). Obsérvese que la sanción de la falta es mediante la pena latae sententiae, pues de lo contrario, considerando que muchos abortos se realizan en la clandestinidad, la pena perdería su eficacia. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 118 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4.2.2. La figura del delito: Se penaliza, por consiguiente, el delito del aborto provocado, insertándolo en la tradición legislativa de la Iglesia y siguiendo la unanimidad del Magisterio. En dicha legislación, la figura del delito comprende dos elementos fundamentales: a) El autor puede ser individual o en cooperación necesaria (c. 1329); es decir, de aquellos sin cuya cooperación directa no se hubiera podido realizar el delito; b) El hecho delictivo consiste en procurar el aborto y que éste se verifique, ya que de lo contrario no estaríamos ante un delito consumado, sino ante un delito frustrado o de tentativa.122 La sanción canónica se aplica tanto para quien ha cometido el aborto, como para quienes han cooperado positivamente en el delito. 4.2.3. Sanción especial para clérigos y religiosos: En el caso de los clérigos, la pena impone el impedimento canónico para recibir o ejercer las órdenes recibidas (cf. CIC, c. 1041 y 1044), estando reservada su dispensa a la Sede Apostólica (cf. CIC, c. 1047, 2, 2º; c. 1047, 3), pero pudiendo dispensar el Ordinario cuando el caso es oculto y aplicándose para el caso oculto muy urgente el sistema de dispensa automática con la carga del recurso (cf. CIC, c. 1048). En el caso de los religiosos, se establece la pena especial de expulsión del Instituto Religioso al que pertenece (cf. CIC, c. 695). 4.2.4. El bautismo de fetos abortivos: Finalmente, siguiendo con la tradición del Magisterio, el Código establece que, “en la medida de lo posible, se deben bautizar los fetos abortivos, si viven” (CIC, c. 871). Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 119 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4.3. La Carta de los Agentes de Salud 4.3.1. Presentación de la Carta: En la tríada que venimos presentando, queda señalar la Carta de los agentes de salud, del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes de Salud, del año 1994. A nuestro juicio, esta Carta es un excelente código deontológico para los agentes sanitarios; en ella se logró una perfecta simbiosis entre la profundidad de las definiciones del Magisterio y la claridad, síntesis y sencillez que hacen de la misma una lectura amena y de fácil comprensión. Compartimos plenamente las expresiones del Cardenal Fiorenzo Angelini al sintetizar las expresiones del Magisterio y presentar la Carta. Para Angelini, se trata de intervenciones que demuestran hasta la evidencia cómo la posición de la Iglesia sobre los problemas fundamentales de la bioética, manteniendo firmes los límites insuperables de la promoción de la vida, es altamente constructiva y abierta al verdadero progreso de la ciencia y de la técnica, cuando éste se une con el de la civilización.123 4.3.2. Valoración ética del diagnóstico prenatal: En cuanto a nuestro tema, la Carta realiza primeramente una valoración ética de las técnicas de diagnóstico prenatal. Se valora positivamente aquel diagnóstico que se realiza en beneficio del niño y de la madre, en tanto que se reprueba cuando está en clara oposición con la ley moral; se declara su ilicitud cuando el diagnóstico conlleva la intención de aborto124. 122 Comentario al c. 1398, en versión mencionada, p. 682. ANGELINI Card. Fiorenzo, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes de la salud, presentación del documento (Carta de los agentes de salud, p. 8 de la versión menciona) 124 Cf. Carta de los agentes de salud, n. 61. 123 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 120 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4.3.3. Denuncia de una cultura abortista: En clara continuidad con el Magisterio de Juan Pablo II, la Carta denuncia la existencia de una cultura abortista de grave indiferencia ética al respecto 125, manifestando su clara oposición contra toda propuesta abortiva y haciendo un llamado al ejercicio fiel y responsable por parte de los profesionales médicos y sanitarios: La Iglesia, como toda persona amante de la vida, no puede acostumbrarse a esta mentalidad y alza su voz para proteger la vida, en particular de aquella que es indefensa y desconocida, cual es la vida embrionaria y fetal. Ella invita a los agentes de la salud a la fidelidad profesional, que no tolera ninguna acción supresiva de la vida, no obstante «el riesgo de incomprensiones, de malos entendimientos, de tergiversaciones, e inclusive de pesantes discriminaciones» que puede conllevar esta coherencia126. La fidelidad médico-sanitaria deslegitima toda intervención, quirúrgica o farmacéutica, directa a interrumpir la gravidez en cada estadio.127 4.3.4. Preocupación por los casos límites: Con todo, la Carta manifiesta también su preocupación en los casos límites. Nos referimos específicamente a aquellos bienes importantes que puedan resultar perjudicados en caso de rechazar el aborto, tales como la salud de la madre, las graves dificultades de recibir un nuevo hijo, severas malformaciones fetales o casos de violencia sexual. Realizando una valoración ética, la Carta expresa: No se puede desconocer o minimizar esta dificultad y las razones que la sostienen. Pero se debe afirmar igualmente que ninguna de esas puede conferir objetivamente el derecho de disponer de la vida de otros, aunque sea en la fase inicial. «La vida, en efecto, es el máximo bien fundamental para que pueda ser confrontada con ciertos inconvenientes también gravísimos»128. 125 Cf. Ibíd. n. 139 Cf. JUAN PABLO II, A las Asociaciones médicas católicas italianas, 28-dic-1978, en Insegnamenti, I, p. 438; Declaración sobre el aborto, n. 24 127 Carta de los agentes de salud, n. 140. Respecto a la fidelidad profesional y la objeción de conciencia, remitimos a los nn. 142-143 de la misma Carta. 126 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 121 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 4.3.5. El pecado y la pena de excomunión: Denunciando la injusticia legal que pareciera estar en vigencia en nuestro tiempo129, la Carta expone el tema del pecado y la pena de excomunión que lleva el aborto provocado y que comentáramos en el punto anterior130. 4.3.6. Deberes cristianos para con los fetos abortados: Finalmente, se exponen los deberes cristianos para con los fetos abortados. Fundamentalmente, se presentan tres obligaciones: el bautismo del feto abortado en los límites de lo posible si aún está vivo, el respeto que merece como cadáver humano y su adecuada sepultura, y el deber moral de no instrumentalizar indignamente la vida humana convirtiendo al feto “en objeto de experimentaciones y de resección de órganos, si se ha hecho abortar voluntariamente”131. Cerrando el marco de nuestra exposición doctrinal, a continuación centramos nuestra atención sobre el Corpus Vitae Ecclesiae al que hemos hecho mención. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ 128 Ibíd., n. 141. Cf. Declaración sobre el aborto, en AAS 66 (1974) 739. Cf. Carta de los Agentes de Salud, n. 144 130 Cf. Carta de los Agentes de Salud, n. 145 131 Ibíd., n. 146 129 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 122 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 9 EL ABORTO VISTO DESDE EL CORPUS VITAE ECCLESIAE 1. EL MAGISTERIO DE PABLO VI EN LA HUMANAE VITAE 2. LA INSTRUCCIÓN DONUM VITAE 3. JUAN PABLO II Y LA CULTURA DE LA VIDA 3.1. Presentación de la Evangelium Vitae 3.2. La Evangelium Vitae ante el drama de una cultura abortista 3.2.1. Una conciencia cultural que atenta contra la vida del hombre: 3.2.2. La Evangelium Vitae y la Teoría de la Animación: 3.2.3. Denuncia de la anticoncepción y del aborto como males específicamente distintos: 3.3. Gravedad moral del aborto provocado en la Evangelium Vitae 3.4. Una palabra acogedora y el llamado a la conversión para la mujer que abortó Cerrando ya esta segunda parte de nuestro trabajo en la que hemos presentado el pensamiento de la Iglesia católica a lo largo de la Tradición y del Magisterio, exponemos a continuación algunas cuestiones puntuales manifestadas en lo que llamamos Corpus Vitae Ecclesiae, entendiendo por esta expresión la tríada de documentos magisteriales que han marcado el camino de la Iglesia en los últimos años respecto a los temas que tienen que ver con la vida humana, la procreación y el respeto y cuidado de la salud y su relación con la biotecnología. Integran esta tríada la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, la Instrucción Donum Vitae de la Sgda. Congregación para la Doctrina de la Fe, y la Encíclica Humanae Vitae de Juan Pablo II. 1. EL MAGISTERIO DE PABLO VI EN LA HUMANAE VITAE Correspondió a Pablo VI acompañar prácticamente el Vaticano II durante la mayor parte de su desarrollo. Fiel a la tradición, a sus predecesores y al mismo Concilio, Pablo VI sostiene que la enseñanza de la Iglesia respecto al aborto no ha cambiado en su esencia y Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 123 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad permanece inmutable; consideraciones éstas que han quedado plasmadas en su Encíclica Humanae Vitae como expresiones de verdadero anuncio profético para nuestro tiempo132. Ya el Vaticano II, especialmente en las deliberaciones que dieron lugar a la Gaudium et Spes, había discutido cuestiones de planificación familiar y de control de la natalidad. Posteriormente al Concilio, numerosas han sido las reuniones de comisiones para dar forma a un documento que refiera directamente a estos aspectos. Finalmente, Pablo VI promulgará la Encíclica Humanae Vitae133 en la cual, si bien han sido numerosas las intervenciones de expertos, la forma definitiva del texto procede esencialmente del mismo Papa. En dicha Encíclica, Pablo VI revaloriza el amor y el acto conyugal (cf. HV n. 9-11). El Pontífice resalta, así, el acto conyugal como un verdadero ejercicio de amor humano, sensible y espiritual, caracterizado por la entrega total en un acto fiel y exclusivo propio de los esposos. En conformidad con estos principios, surge, a nuestro juicio, lo novedoso de la Encíclica: la claridad con la que el Pontífice se refiere expresamente a las formas lícitas e ilícitas del control de la natalidad. Excluyendo toda forma ilícita, especialmente el aborto provocado, ofrece la licitud de los métodos naturales como forma para vivir la sexualidad matrimonial en forma absolutamente amorosa, libre y responsable. Respecto a la ilicitud de determinados métodos de planificación familiar y regulación de la natalidad, señala el Pontífice: Hay que excluir absolutamente, como vía lícita para la regulación de los nacimientos, la interrupción directa del proceso generador ya iniciado, y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas. 132 Cf. PABLO VI, Alocución Salutiammo con paterna efusione 9 de diciembre de 1972. Cit. por DELARACION SOBRE EL ABORTO, n. 7 133 La Encíclica Humanae Vitae fue promulgada el 25 de julio de 1968 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 124 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Hay que excluir igualmente, como el magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer. Queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación. (HV n. 14; en DZ 4476) Muchas veces existen motivos realmente serios y objetivos que lleven a la decisión de espaciar o evitar nuevos nacimientos. Estos motivos pueden responder a diversas razones, sean éstas físicas, psicológicas o externas. La respuesta que este aspecto requiere, encuentra en Pablo VI una presentación positiva respecto de los métodos naturales de regulación de la natalidad: Es lícito tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las funciones generadoras para usar del matrimonio sólo en los períodos infecundos y así regular la natalidad sin ofender los principios morales que acabamos de recordar. (HV n. 16, en DZ 4477-4478) Finalmente, Pablo VI realiza una valoración moral objetiva desde la ética cristiana al relacionar y diferenciar entre sí los métodos lícitos e ilícitos de regulación de la natalidad: La Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito el recurso a los períodos infecundos, mientras condena siempre como ilícito el uso de medios directamente contrarios a la fecundación, aunque se haga por razones aparentemente honestas y serias. En realidad, entre ambos casos existe una diferencia esencial: en el primero, los cónyuges se sirven legítimamente de una disposición natural; en el segundo, impiden el desarrollo de los procesos naturales. (...) Es verdad que, tanto en uno como en otro caso, los cónyuges están de acuerdo en la voluntad positiva de evitar la prole por razones plausibles, buscando la seguridad de que no se seguirá; pero es igualmente verdad que solamente en el primer caso renuncian conscientemente al uso del matrimonio en los períodos fecundos cuando por justos motivos la procreación no es deseable, y hacen uso después de los períodos agenésicos para manifestarse el afecto y para salvaguardar la mutua fidelidad. Obrando así, ellos dan prueba de Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 125 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad amor verdadero e integralmente honesto. (HV n. 16, en DZ 44784479) 2. LA INSTRUCCIÓN DONUM VITAE Ya finalizando el siglo XIX la ciencia genética había iniciado la posibilidad de la inseminación artificial humana mediante la introducción artificial del semen masculino en el conducto genital femenino. La Iglesia se pronunció por la ilicitud y prohibición de tales prácticas; así lo demuestran, por ejemplo, la intervención de Pío XII ante el cuarto Congreso Internacional de Médicos Católicos el 29 de septiembre de 1949134 y Juan XXIII en su Encíclica Mater et Magistra del 15 de mayo de 1961135. Posteriormente, Pablo VI, en la Humanae Vitae, se refirió a la moralidad de la procreación humana sobre la base de la integridad biológica del acto sexual. En continuidad con esta línea eclesial, surge la Instrucción Donum Vitae, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, promulgada el 22 de febrero de 1987. La instrucción no se limita sólo a condenar la fecundidad heteróloga, sino también la fecundación homóloga in vitro con transferencia de embriones (FIVET) (cf. DV, II, 5, en DZ 4803). La condena establecida por la Instrucción tiene su punto de partida en una cuestión claramente moral: el lazo de unión indisoluble entre procreación y acto conyugal o amor personal entre los esposos (cf. DV, II, 4). De allí se desprende que todo intento de anticoncepción es obviamente ilícito, pues atenta moral y directamente contra la unión íntima que ha de existir entre el amor personal dado en el acto conyugal y el fin procreativo del mismo. Siguiendo la tradición de la Iglesia y los criterios morales fundamentales que la sostienen, ante la investigación biomédica y las prácticas procreativas, la Instrucción 134 Cf. AAS 41 (1949) 557-561. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 126 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad declara el respeto absoluto que ha de brindarse a los embriones humanos y realiza una valoración ética de los métodos y técnicas aplicados por la biotecnología, incluyendo el diagnóstico prenatal (cf. DV, I), realiza un análisis ético de las intervenciones sobre la procreación humana partiendo, como hemos dicho, del lugar propio que le corresponde en el matrimonio (cf. DV, II), para llegar, finalmente, a ofrecer un claro panorama frente a la legislación civil y los valores morales que ésta ha de respetar (cf. DV, III). Finalmente vale resaltar el reconocido derecho propio a nacer y a vivir una existencia digna: El hijo tiene derecho a ser concebido, llevado en las entrañas, traído al mundo y educado en el matrimonio: sólo a través de la referencia conocida y segura a sus padres pueden los hijos descubrir la propia identidad y alcanzar la madurez humana. (DV, II, 2, en DZ 4799) 3. JUAN PABLO II Y LA CULTURA DE LA VIDA Juan Pablo II, en continuidad con la Tradición y el Magisterio, ofrece una rica enseñanza a lo largo de todo su pontificado. Para conocer su pensamiento, bastaría, por ejemplo, situarnos ante sus expresiones en ocasión de la celebración de los cien años de la Rerum novarum136. En dicha ocasión, al presentar la familia como estructura fundamental para el amor, la verdad y el bien y observar las tentaciones a no realizar las condiciones humanas auténticas, Juan Pablo II desafía a la familia a volver a ser santuario y sede de la cultura de la vida (CA n. 39). Con el fin de no extendernos, entre los numerosos testimonios del Magisterio de Juan Pablo II respecto a la problemática que nos atañe, nos referiremos a continuación a la 135 136 Cf. AAS 53 (1961) 447. La Encíclica Rerum novarum, promulgada por el Papa León XIII el 15 de mayo de 1891, da origen a la Doctrina Social de la Iglesia. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 127 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Carta Encíclica Evangelium Vitae137. Esta Encíclica, que de alguna manera cierra la tríada del Corpus Vitae Ecclesiae hasta el presente, constituye la más excelente síntesis del pensamiento del actual Pontífice respecto al valor de la vida humana. 3.1. Presentación de la Evangelium Vitae El centro del mensaje de Jesús, herencia asumida por la Iglesia, es el anuncio del Evangelio de la Vida. Juan Pablo II así lo entiende, y en su Encíclica presenta «la» propuesta de Vida que hace la Iglesia, encarnando el mensaje del Salvador, a toda la humanidad. La Encíclica marca toda una propuesta que se convierte en desafío para el hombre de hoy: se trata de formar una conciencia personal y social a favor de la vida en un mundo que pareciera estar signado por lo contrario. Frente a las distorsiones del mundo actual, el Santo Padre denuncia las nuevas amenazas contra la vida humana y anuncia el Evangelio de la Vida como mensaje de alegre esperanza que el hombre debe saber conservar y proclamar. Haciendo una continua referencia a la Sagrada Escritura y partiendo especialmente del análisis del primer fratricidio que encontramos en el Génesis, llega al mensaje central del Cristo vivo que, en su evangelio, propone lo que el Papa llama la cultura de la vida, de la que todo cristiano ha de ser artífice y portavoz en un mundo marcado por la cultura de la muerte. En su Encíclica, Juan Pablo II propone una seria reflexión sobre el tema de la vida del hombre que encuentra su origen y fin en el mismo autor de la vida que lo creó. Pero esta reflexión va mucho más allá de una simple exposición; pretende ser una propuesta de cambio cultural, un desafío a amar, respetar y defender la vida, toda vida humana. 137 La Carta Encíclica Evangelium Vitae sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana, fue promulgada por Juan Pablo II el 25 de marzo de 1995. Los textos que ofrecemos en el presente trabajo han sido extraídos de la versión presentada por Editorial Claretiana, Buenos Aires, 19953 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 128 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La encíclica consta de cuatro partes. Luego de realizar un minucioso análisis de las actuales amenazas a la vida humana, cuyas raíces se encuentran en la violencia contra la vida y donde ésta llega a su eclipse por una perversa idea de libertad, llevando al eclipse del sentido de Dios y del hombre, en la segunda parte el Papa presenta el mensaje cristiano sobre la vida. Centrando su mirada en Jesucristo, Señor y dador de Vida, Palabra eterna del Padre que da la Vida, Juan Pablo II reflexiona sobre la persona de Jesús como verdadero Hombre que lleva a término el auténtico sentido de la vida en la precariedad de la existencia humana. Dios resplandece en el hombre, por eso la vida siempre es un bien, y es el hombre quien, a través de la promoción y la defensa de la vida, testimonia al autor de la vida. Esta presencia de Jesús y la respuesta del hombre, lleva al mismo hombre a una profunda veneración y amor por la vida de todos, asumiendo responsablemente su libertad ante la vida. Finalmente se destaca la dignidad del niño aún no nacido y la vida en la vejez y en el sufrimiento, dejando abierta la esperanza escatológica que nos lleva de la Ley del Sinaí a la Ley del Espíritu, y encontrando el cumplimiento del Evangelio de la Vida en el mismo árbol de la Cruz de Cristo. La tercera parte de la Encíclica es un análisis de la Ley de Dios desde el quinto mandamiento: «No matarás». El creyente alcanza la vida en Dios a través de la vivencia coherente del Evangelio –que recibe y anuncia– y la práctica de los mandamientos. Las consecuencias lógicas que se desprenden del Evangelio de la vida tienen que ver directamente con temas como la sacralidad e inviolabilidad de toda vida humana, los graves problemas del aborto y la eutanasia, y el llamado a una seria reflexión y toma de conciencia por parte de la ley civil y la ley moral. Juan Pablo II exhorta una y otra vez al cristiano intentando que asuma su vocación de promotor de la vida. En la cuarta y última parte de la Encíclica descubrimos la cálida y Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 129 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad sentida propuesta del Santo Padre: somos el pueblo de la vida y para la vida, estamos llamados a ser artífices de una nueva cultura de la vida humana. En primera instancia, Juan Pablo II sitúa al creyente y a todo hombre de buena voluntad en la vivencia de tres verbos: anunciar, celebrar y servir el Evangelio de la Vida. Al hacerlo, resalta el valor preponderante de la familia. Yendo más allá de la familia, la Encíclica hace referencia a la ciudad de los hombres que requiere un urgente cambio cultural. Concluye el Santo Padre con una analogía entre la maternidad de María y la maternidad de la Iglesia, meditando sobre la señal que surge en el Apocalipsis 12. Allí, donde la vida es amenazada por las fuerzas del mal, brilla el esplendor de la Vida y la Resurrección. La vocación a la que está llamado el hombre desde el mensaje liberador de Jesucristo, da relieve de grandeza y valor a toda vida humana, incluso en su fase temporal. Por eso se puede decir que la vida es una realidad sagrada que el hombre debe saber custodiar con responsabilidad y llevar a la perfección en el amor y la entrega del mismo hombre a Dios y a sus hermanos. Este valor sagrado abarca la totalidad de la vida humana, desde su inicio hasta su término, por lo que cada hombre debe ser respetado en este derecho inalienable y primario. En este sentido, podemos denominar también al Evangelio de la vida como “Evangelio del amor de Dios al hombre, Evangelio de la dignidad de la persona” (EV n. 2). 3.2. La Evangelium Vitae ante el drama de una cultura abortista 3.2.1. Una conciencia cultural que atenta contra la vida del hombre: La Iglesia se siente afectada en su propio corazón por toda amenaza que atenta contra la dignidad y la vida del hombre, y siente en sí misma el llamado a su vocación Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 130 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad profética de proclamar el Evangelio de la Vida a toda la humanidad. Haciéndose eco de esta vocación profética, Juan Pablo II hace suyas las palabras del Concilio: Todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al creador. (EV n. 22) El Papa enmarca la denuncia del Concilio en el contexto contemporáneo, con la preocupación que trae el hecho del delineamiento y consolidación de una nueva situación cultural. Esta situación se caracteriza por la justificación de diversos atentados contra la vida en los distintos extractos sociales y legislativos, opciones delictivas e inmorales que llegan a ser socialmente respetables, una medicina que muchas veces se contradice a sí misma, graves problemas demográficos, sociales y familiares, y el hecho de que, muchas veces, la misma conciencia humana no llega a distinguir entre el bien y el mal en lo que hace al valor de la vida humana. 3.2.2. La Evangelium Vitae y la Teoría de la Animación: Creemos que lo dicho hasta aquí nos permite aproximarnos ya a las conclusiones de la Encíclica respecto al aborto. Pero antes de presentar estas conclusiones, queremos recordar lo expresado anteriormente respecto a la Teoría de la Animación. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 131 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La Evangelium Vitae “aborda el problema de si se puede hablar de vida humana personal desde la fecundación y la problemática sobre la recepción del alma racional”138. Esta aclaración es válida, pues al hablar de la posición de Juan Pablo II ante el aborto, se ha de tener en cuenta que estamos siempre hablando de la occisión de una persona humana. El Papa concibe que se ha de realizar un coherente discernimiento racional sobre la presencia personal desde el primer surgir de la vida humana; el fruto de la generación humana debe encontrar desde su primer instante el respeto incondicional a su vida. Algunos intentan justificar el aborto sosteniendo que el fruto de la concepción, al menos hasta un cierto número de días, no puede ser todavía considerado una vida humana personal. En realidad, «desde el momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces. A esta evidencia de siempre ... la genética moderna otorga una preciosa confirmación. Muestra que desde el primer instante se encuentra fijado el programa de lo que será ese viviente: una persona, un individuo con sus características ya bien determinadas. Con la fecundación inicia la aventura de una vida humana, cuyas principales capacidades requieren un tiempo para desarrollarse y poder actuar» (DA n. 12-13). Aunque la presencia de un alma espiritual no puede deducirse de la observación de ningún dato experimental, las mismas conclusiones de la ciencia sobre el embrión humano ofrecen «una indicación preciosa para discernir racionalmente una presencia personal desde este primer surgir de la vida humana: ¿cómo un individuo humano podría no ser persona humana? (EV n. 60) 3.2.3. Denuncia de la anticoncepción y del aborto como males específicamente distintos: Juan Pablo II denuncia las grandes cantidades de dinero que se utilizan para facilitar la difusión del aborto con ingentes sumas destinadas a la producción de fármacos abortivos bajo el pseudo nombre de anticonceptivos, pero que en el fondo, muchos de ellos, no son otra cosa que ofrecer la posibilidad abortiva sin siquiera recurrir al médico. Incluso preocupa la misma investigación científica y genética que, si bien muchas veces se 138 GAFO J., op.cit., p. 66 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 132 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad orienta al servicio de la vida, otras tantas intenta sustraer el aborto a toda forma de control y responsabilidad social. El Papa hace una clara diferenciación entre anticoncepción y aborto, los cuales, desde el punto de vista moral, son males específicamente distintos: Se afirma con frecuencia que la anticoncepción, segura y asequible a todos, es el remedio más eficaz contra el aborto. Se acusa además a la Iglesia católica de favorecer de hecho el aborto al continuar obstinadamente enseñando la ilicitud moral de la anticoncepción. (...) Los contravalores inherentes a la mentalidad anticonceptiva – bien diversa del ejercicio responsable de la paternidad y maternidad, respetando el significado pleno del acto conyugal– son tales que hacen precisamente más fuerte esta tentación, ante la eventual concepción de una vida no deseada. ... Anticoncepción y aborto, desde el punto de vista moral, son males específicamente distintos: la primera contradice la verdad plena del acto sexual como expresión propia del amor conyugal, el segundo destruye la vida de un ser humano; la anticoncepción se opone a la virtud de la castidad matrimonial, el aborto se opone a la virtud de la justicia y viola directamente el precepto divino «no matarás». (EV n. 13) La mentalidad que se esconde tras la defensa de la anticoncepción y del aborto, revela en el fondo una cultura de raíces hedonistas e irresponsables: A pesar de su diversa naturaleza y peso moral, muy a menudo están íntimamente relacionados. ... (Pese a que muchas veces) se llega a la anticoncepción y al mismo aborto bajo la presión de múltiples dificultades existenciales, que sin embargo nunca pueden eximir el esfuerzo por observar plenamente la Ley de Dios, ... en muchísimos otros casos estas prácticas tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de libertad que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad. Así, la vida que podría brotar del encuentro sexual se convierte en enemigo a evitar absolutamente, y el aborto en la única respuesta posible frente a una anticoncepción frustrada. (EV n. 13) La Encíclica condena este tipo de mentalidad, y, al hacerlo, condena también aquellos métodos anticonceptivos que impiden el desarrollo embrionario desde sus Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 133 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad primeras fases, citando, por ejemplo, la píldora abortiva y el DIU. También refiere a muchos otros aspectos respecto a la mentalidad abortiva, su relación con la intervención sobre embriones humanos y técnicas de diagnóstico prenatal, la fecundación in vitro y los órganos o tejidos utilizados para transplantes (cf. EV n. 63). 3.3. Gravedad moral del aborto provocado en la Evangelium Vitae Los números 58 y 59 de la Evangelium Vitae merecen un trato particular en nuestra exposición por enfocarse directamente sobre el problema en cuestión. Juan Pablo II no titubea al denunciar la mentalidad abortista y la gravedad moral del aborto provocado, citando al mismo Vaticano II que lo define como crimen nefasto. Es alarmante, según la Encíclica, el hecho de que se haya llegado, incluso, a debilitar en la conciencia social la gravedad de semejante crimen: Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto procurado presenta características que lo hacen particularmente grave e ignominioso. El Concilio Vaticano II lo define, junto con el infanticidio, como «crímenes nefastos» (GS n. 51). Hoy, sin embargo, la percepción de su gravedad se ha ido debilitando progresivamente en la conciencia de muchos. La aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el derecho fundamental a la vida. Ante una situación tan grave, se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de autoengaño. (EV n. 58; cf. Is 5,20) Así mismo, señala el Papa la ambigüedad que se utiliza en la terminología aplicada a este campo. Contra estas especulaciones, se ha de hablar con claridad en qué consiste verdaderamente aquello que se intenta atenuar u ocultar: Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 134 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En el caso del aborto se percibe la difusión de una terminología ambigua, como la de interrupción del embarazo, que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión pública. ... El aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento. (EV n. 58) Por consiguiente, el aborto provocado no tiene justificación alguna y posee la máxima calificación de gravedad moral. Los motivos de tal gravedad responden, entre otros, a la inocencia del débil e indefenso que está dado en guarda a la protección de la madre en su propio seno (cf. EV n. 58). Señala el Santo Padre que el drama del aborto adquiere especial intensidad porque lo acepta la mujer, que debería ser la primera llamada a la protección de la vida. Aún cuando la situación para la madre sea dramática y dolorosa, incluso previendo preservar bienes importantes, nunca es justificable ni lícita la práctica abortiva (cf. EV n. 58). Concluye esta parte Juan Pablo II, marcando la grave responsabilidad que les compete a cuántos procuran el aborto, además de la madre. Se responsabiliza al padre del niño que hiere mortalmente a la familia y profana la naturaleza de la misma, a los familiares y amigos por las presiones que ejercen para tal determinación, a los médicos y personal de la salud que contradicen su vocación a ser promotores de la vida, a los legisladores y administradores de estructuras sanitarias, a los medios que favorecen la difusión de una mentalidad abortista mediante el permisivismo sexual y el menosprecio de la mujer y de la maternidad, y a las instituciones internacionales, fundaciones y asociaciones que mantienen una encarnizada lucha para la legalización del aborto en el mundo (cf. EV n. 59) Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 135 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 3.4. Una palabra acogedora y el llamado a la conversión para la mujer que abortó Finalizando con la presentación del pensamiento de Juan Pablo II que hemos canalizado en su Encíclica Evangelium Vitae, nos parece oportuno resaltar su actitud de paterna solicitud, acogida y respeto y el llamado a la conversión que dirige hacia la mujer que ha abortado. Luego de animar a reconocer y expresar el verdadero espíritu femenino, recuerda a las mujeres la llamada del Concilio para que ellas sean instrumento de reconciliación de los hombres con la vida139, y enfatiza la especial comunión que ha de existir entre maternidad y el misterio de la vida que madura en el seno de la mujer140. Tras esta positiva exposición, se dirige específicamente a las mujeres que han abortado. Se manifiesta en las siguientes expresiones, la actitud de una Iglesia acogedora, solícita y amorosa, al mismo tiempo que un ferviente llamado a la conversión: Una reflexión especial quisiera tener para vosotras, mujeres que habéis recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre. (EV n. 99) 139 Cf. Mensajes del Concilio a la humanidad (8 diciembre 1965): A las mujeres, n. 5: “Vosotras, las mujeres, tenéis siempre como misión la guarda del hogar, el amor a las fuentes de la vida, el sentido de la cuna. Estáis presentes en el misterio de la vida que comienza. Consoláis en la partida de la muerte. Nuestra técnica corre peligro de convertirse en inhumana. Reconciliad a los hombres con la vida. Y, sobre todo, velad, os lo suplicamos, por el porvenir de nuestra especie. Detened la mano del hombre que en un momento de locura intentase destruir la civilización humana”. En Documentos del Vaticano II, Constituciones, Decretos, Declaraciones, BAC, Madrid, 197631. P. 623-Números 140 Cf. Carta ap. Mulieris dignitatem (15 agosto 1988), 18: AAS 80 (1988), 1696. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 136 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Sobre la base de la rica reflexión que podemos realizar desde la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, desarrollada en esta segunda parte de nuestro trabajo, nos abocamos ahora al último módulo de nuestra reflexión situándonos ante el dilema del aborto que plantea el debate político, jurídico y social que plantea la cuestión del aborto provocado y buscando las respuestas ético-pastorales posibles a semejante dilema. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb ▲▼▲▼ 137 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad TERCERA PARTE EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO EN LOS PLANTEOS POLÍTICOS, JURÍDICOS Y SOCIALES, Y LA RESPUESTA MORAL DESDE LA BIOÉTICA PERSONALISTA Y LA ÉTICA DE LA FRAGILIDAD EN DEFENSA DE LOS DESPOSEÍDOS CAPÍTULO 10: El dilema ético del aborto instalado en la sociedad actual ANEXO: Texto de la Ley Argentina de Salud Sexual y Procreación Responsable CAPÍTULO 11: Respuesta ética cristiana al conflicto del aborto en el ámbito político, jurídico y social CAPÍTULO 12: Valoración de la vida desde la ética de la fragilidad y la categoría de los desposeídos Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 138 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 10 EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO INSTALADO EN LA SOCIEDAD ACT UAL 1. EL PROBLEMA ÉTICO Y LAS MOTIVACIONES PARA EL ABORTO 2. EL CONFLICTO ÉTICO DESDE EL PLURALISMO SOCIAL 2.1. Pluralismo social: realidad, desafíos y consecuencias. 2.2. Influencia de los Medios de Comunicación 3. EL PROBLEMA JURÍDICO Y LAS EXIGENCIAS MORALES. 3.1. Tolerancia civil y exigencias morales. 3.2. Legalización y penalización. 3.2.1. Argumentos a favor de la legalización / despenalización del aborto: 3.2.2. Argumentos en contra de la legalización / despenalización del aborto: 4. EL ABORTO: UN TEMA INSTALADO EN LA ARGENTINA 4.1. El contexto legislativo. 4.2. Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable. 1. EL PROBLEMA ÉTICO Y LAS MOTIVACIONES PARA EL ABORTO Diversas son las motivaciones a favor del aborto que responden a un intento de evitar consecuencias negativas y obtener bienes que suelen parecer buenos y deseables. Es allí donde se da un conflicto de valores, pues el problema ético no existe tanto frente a la elección entre algo bueno y algo malo, sino más bien a la hora de optar entre dos cosas o aspectos buenos de la realidad. Entre los conflictos de valores está el que se da ante motivaciones de tipo terapéutico, eugenésico o social. El conflicto por indicación terapéutica se plantea frente al interrogante sobre la licitud del aborto cuando está en juego la protección o defensa de la vida de la madre, aunque de ello se derive la occisión del feto. El conflicto por motivación eugenésica surge frente a la cuestión sobre si no es mejor evitar una existencia inhumana y desgraciada. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 139 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Otra línea de conflictos se da ante las llamadas motivaciones de tipo social. Estas motivaciones resaltan lo problemático que pudiera resultar para la mujer la graves consecuencias debidas a inconvenientes sociales o familiares o a ciertos condicionamientos que harían muy difícil y lamentable la vida para el mismo niño. Ante razones de tipo dramático, ciertos sectores sostienen que rechazar el aborto puede perjudicar bienes importantes, como pueden ser, por ejemplo, la vida de la madre o la salud del niño. También surgen motivaciones derivadas de movimientos en pro de la emancipación de la mujer o de la reivindicación de la libertad sexual. Y finalmente, encontramos el conflicto que trae aparejado el avance científico y biotecnológico y los derivados de ciertas políticas que plantean determinadas formas de regulación de la natalidad en relación directa con sistemas de paternidad responsable. 2. EL CONFLICTO ÉTICO DESDE EL PLURALISMO SOCIAL 2.1. Pluralismo social: realidad, desafíos y consecuencias. Uno de los desafíos más grandes que a nuestro juicio se plantea hoy a la ética cristiana, incluyendo al ámbito de la pastoral, es el gigantesco pluralismo que existe en la sociedad y en la misma Iglesia y que afecta, no sólo al pensamiento, sino también a la vida misma de las personas. Este pluralismo provoca dudas, incertidumbre e inseguridades. Asistimos hoy a una conciencia social de profundos cambios de enfoques sobre determinados temas o situaciones. El doble aspecto científico y ético del problema del aborto nos sitúa en medio de este pluralismo de diferencias y enfoques contradictorios; esto hace difícil el diálogo social sobre aspectos como el del aborto ante puntos de partida tan divergentes141. 141 Cf. LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida..., p. 141-142 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 140 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.2. Influencia de los Medios de Comunicación En relación con el gigantesco pluralismo social y el dilema ético del aborto, ubicamos la influencia notable de los Medios de Comunicación Social (MCS). En efecto, el tema del aborto muchas veces está favorecido desde los mismos Mass Media. Buscando el liderazgo del raiting, el acercamiento ideológico de una u otra línea política, desde la óptica empresarial, siempre tras un objetivo económico, aunque éste vaya en desmedro de la misma sociedad a la que dicen defender, en no pocas oportunidades los MCS se convierten en los principales promotores de mentalidades hedonistas y políticas antinatalistas y abortistas. La promoción del placer sexual sin ningún tipo de formación auténtica en la verdadera sexualidad humana, la mentira oculta tras determinadas formas de propagandas, la mentalidad hedonista escondida en la promoción de todo tipo de productos, el ocultar deliberadamente los efectos nocivos o contraindicaciones de determinadas medicaciones contraceptivas o productos para la relación íntima, la propaganda de pseudo-clínicas o pseudo-tratamientos para la genitalidad tanto masculina como femenina, parecieran reinar en muchos MCS y ser el objeto más buscado por varones y mujeres de todas las edades, especialmente por adolescentes y jóvenes, y sin protección real de la infancia. En todo esto no podemos olvidar, particularmente hoy, la amplia producción que se da mediante internet y la violación al derecho de privacidad del individuo cuando entran en las casillas personales sin ningún tipo de aviso ni solicitud de permiso. De allí a la promoción del aborto hay solo un paso... o tal vez ni siquiera uno. El egoísmo tanto del que vende como del que compra es expresión del gran negocio y señala los signos de una cultura hedonista y de muerte. Es propio de la cultura de la muerte suscitar miedo, y el miedo es lo que muchas veces reina tras este tipo de campañas. Claro está, nunca dirán: “haz el amor y mata un inocente” y siempre estarán escondidos Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 141 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad tras pseudo-campañas de formación e información de la población. Cualquier excusa es buena si sirve para vender el producto. Es cierto que no todas las propuestas que nos vienen por los MCS son nocivos; las hay también muy buenas y verdaderas formadoras de conciencia; pero, lamentablemente, no son las que más abundan. También ante esto hay una respuesta ética que veremos en el próximo capítulo. 3. EL PROBLEMA JURÍDICO Y LAS EXIGENCIAS MORALES. El dilema que se plantea entre lo estrictamente jurídico y lo moral también hemos de verlo en el marco del pluralismo social y el uso e influencia de los MCS que hemos expuesto. En el caso del aborto, lo que se evalúa y se discute a la hora de legislar tiene un carácter muy peculiar, pues lo que está en juego es la interrupción del embarazo que, para muchas conciencias, aún cuando objetivamente no deja de ser un hecho criminal, ante situaciones límites y dramáticas, no siempre se evalúa como algo ilícito que necesariamente deba ser penalizado. El problema ético en la cuestión política, jurídica y social surge a la hora de plantearse si la despenalización del aborto atenta contra la moralidad o constituye siempre un acto criminal. 3.1. Tolerancia civil y exigencias morales. Ante todo, hemos de ubicar el problema moral que se plantea respecto a la tolerancia civil desde una perspectiva ética. Es necesario, para una correcta resolución del conflicto, distinguir bien entre lo ético y lo legal; no todo lo legal es ético. Es el conflicto que muchas veces se plantea entre la ley humana y la ley natural: Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 142 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad La ley humana es impuesta a una multitud de hombres, de los que la mayor parte no son perfectos. Por ello, la ley humana no prohibe todos los vicios de los que se abstienen los hombres, sino sólo los más graves, de los que sí pueden abstenerse la mayor parte, sobre todo si van en perjuicio de los demás, pues sin la prohibición de éstos la sociedad humana no podría conservarse... Por tanto, la ley humana no puede prohibir todas las cosas que prohibe la ley natural.142 Siguiendo estos argumentos, la tradición de la Iglesia siempre ha distinguido entre tolerancia civil y aprobación moral de un determinado hecho, sabiendo que no siempre aquello que es lícito legalmente lo sea también éticamente. A veces, tolerar una acción o conducta, aún cuando no sea lo adecuadamente ético, puede resultar más aconsejable que su prohibición con el fin de evitar males mayores. La Iglesia católica tiene en cuenta estos aspectos, pero, “en el caso del aborto, está en juego el valor social primario de la vida humana, que debe estar siempre protegido, incluso jurídicamente”143. Es aquí donde entra en juego una suerte de inacabable discusión entre quienes se inclinan por un marco de tolerancia en determinadas situaciones y quienes optan por la penalización en todos los casos. En el marco de la tolerancia en determinadas situaciones, podemos citar, a modo de ejemplo histórico, una de las 65 proposiciones condenadas en el decreto del Santo Oficio del 2 de marzo de 1679 que, desde una moral más laxa, señalaba la licitud del aborto en defensa del propio honor: “es lícito procurar el aborto antes de la animación del feto, por temor de que la muchacha, sorprendida grávida, sea muerta o infamada” (DZ 2134, #34)144. 142 SANTO TOMAS, ST, I-II, q. 96, a. 2. Cit. por LÓPEZ AZPITARTE E. en Ética y vida..., p. 142-143. GAFO J., op.cit., p. 83. 144 La facción de la facultad teológica de Lovaina que simpatizaba con el Bayanismo había enviado a Roma algunos delegados, en el año 1677, para proponer la condena de diversas proposiciones dogmáticas y morales. Con el Papa Inocencio XI, que se inclinaba al rigorismo, los delegados tuvieron éxito en cuanto a las doctrinas morales, pero no en cuanto a las proposiciones sobre las ayudas de la gracia. Inocencio XI se contentó con condenar degeneraciones de la doctrina moral. 143 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 143 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En cuanto a los argumentos en torno a la penalización, un ejemplo de actualidad lo podemos encontrar en el llamado a la denuncia de la injusticia legal, presentado como un signo de fidelidad profesional por la Carta de los Agentes de Salud: Además de ser un signo de fidelidad profesional, la objeción de conciencia del agente de la salud, auténticamente motivada, tiene el gran significado de denuncia social de una injusticia legal perpetrada contra la vida inocente e indefensa.145 3.2. Legalización y penalización. Aunque parezcan sinónimos, legalización y despenalización son dos términos distintos. Despenalizar el aborto no significa legalizarlo. Santo Tomás de Aquino señala esta diferencia y observa que el legislador ha de mirar el bien común sin desentenderse de los valores éticos. Despenalizar determinadas infracciones éticas podría significar una opción por el mal menor o el mayor bien posible. Por otra parte, aunque el nivel ético no coincide con el legal, las opciones legales están condicionadas por las convicciones éticas. Hecha esta aclaración, presentamos algunos argumentos a favor y en contra de la legalización y la despenalización del aborto. Para ello, seguimos la exposición de J. Gafo146. 3.2.1. Argumentos a favor de la legalización / despenalización del aborto: Son particularmente cinco los argumentos más utilizados a favor. El primer argumento tiene que ver con el pluralismo social al que ya hemos dedicado parte de nuestra reflexión en este capítulo. Es positivo, en principio, contemplar la diversidad y el pluralismo. El conflicto ético que lleva al debate se plantea frente al enfrentamiento entre la opción pro choice –derecho de la mujer a regular la natalidad como 145 146 Carta de los agentes de salud... n. 144. Cf. GAFO J., op.cit., p.82-87 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 144 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad superior a la del embrión– y la opción pro life –que considera el aborto como éticamente inaceptable. Atendiendo al pluralismo social, los que están a favor de la legalización / despenalización del aborto, sostienen que la regulación de la natalidad es un derecho que le compete a la mujer y que está por encima de los derechos del embrión. El segundo argumento apunta a la no-discriminación social. Este argumento tiene que ver mucho con el aspecto económico y las diferencias sociales que colocan una brecha entre mujeres de mayor o de menor poder adquisitivo. Argumentan que legalizar / despenalizar el aborto, favorecería que quienes no tienen suficiente poder económico como para asistir a determinadas prestaciones, puedan hacerlo; de esta forma se evitarían situaciones que muchas veces concluyen en la esterilización o la muerte de mujeres de bajos recursos. Muy ligado al anterior y como desprendiéndose de él, surge el argumento que plantea los riesgos del aborto no-clínico, que suelen concluir en consecuencias serias para la vida y la salud de la mujer. Otro argumento tiene que ver con la inevitable realidad de los abortos clandestinos. Esta realidad social se podría regular si se legalizara el aborto. Es el argumento conocido como regulación del hecho social del aborto. Finalmente, los partidarios de la legalización / despenalización del aborto refieren al irrealismo de una legislación restrictiva del aborto. Un ejemplo de este irrealismo es el caso español de los años 90: “¿tiene sentido mantener una legalización restrictiva del aborto cuando se puede conseguir a no muchos kilómetros de nuestras fronteras?”147 A estos argumentos se agrega un último elemento: aquel que se plantea ante los casos de indicación terapéutica, criminológico o eugénico. Estos casos requieren de la 147 Ibíd., p. 84. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 145 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad mujer una actitud heroica. “De ahí surge la pregunta de si puede caer sobre ellas todo el peso de la ley penal y exigirles un comportamiento de altísimos niveles éticos”148. 3.2.2. Argumentos en contra de la legalización / despenalización del aborto: Señalamos tres argumentos fundamentales utilizados por quienes están en contra de la legalización / despenalización del aborto. En primer lugar, la multiplicación de las cifras de aborto. La experiencia de muchos países que han legalizado / despenalizado el aborto, dice a las claras que en lugar de reducirse las cifras de abortos, por el contrario, se han incrementado notablemente. Lo que comienza como una forma de regular socialmente el hecho y disminuir riesgos y casos, tarde o temprano concluye en una práctica que depende únicamente de la voluntad de la mujer para quien constituye un verdadero derecho. El segundo argumento es aquel que sostiene el valor proclamatorio de la Ley. El legislador no puede sancionar sólo en vistas al mal menor; tiene el deber de expresar los valores propios de la sociedad a quien representa y para la que está legislando. A ello se suma que muchas veces, el ciudadano común, tiende a considerar como ético aquello que está permitido por la ley. Si se desvirtúa el valor proclamatorio de la Ley se puede llegar a consecuencias insospechadas. Finalmente, el argumento de mayor peso es el del valor de la vida humana. Hemos hablado bastante, aunque nunca lo suficiente, respecto al valor que sostiene esta postura. Nos parece oportuno sintetizarlo en las mismas palabras de J. Gafo: Aunque no pueda estimarse a la vida humana como un valor absoluto y sea legítimo hacer consideraciones sobre la calidad de vida, es indiscutible que el respeto de la vida humana es un valor básico en todo orden legal y en toda convivencia interhumana. ... Admitir la legitimidad del aborto supone una quiebra de un valor 148 Ibíd., p. 84-85. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 146 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ético básico. ... El que la vida humana deje de ser un valor del que no se puede últimamente disponer puede llevar a abusos en su valoración, acentuados además por vivir en una sociedad en que la calidad de rendimiento o productividad se ha convertido en un punto de referencia muy importante en la evaluación de la vida humana.149 4. EL ABORTO: UN TEMA INSTALADO EN LA ARGENTINA 4.1. El contexto legislativo. Brevemente queremos detenernos en el estado actual de la cuestión sobre el aborto en nuestra patria. Si observamos el contexto legislativo en lo que va del Período Parlamentario 2002, encontramos diversos proyectos presentados ante la Cámara de Diputados o del Senado de la Nación en relación directa con nuestro tema150: Declarar de interés parlamentario la celebración del Día del Niño por Nacer.151 Manifiesta preocupación ante la resolución del Parlamento europeo recomendando la legalización del aborto.152 Expresa preocupación por el fallo de la Corte Suprema que prohibe la venta de la píldora del día después.153 Repudio al fallo de la Corte Suprema prohibiendo la fabricación y comercialización de la píldora del día después.154 En cuanto a los temas de salud reproductiva y esterilización, se han presentado los siguientes proyectos: 149 Ibíd., p. 86. COMISIÓN AD-HOC DE SEGUIMIENTO LEGISLATIVO, COMISIÓN EPISCOPAL DE FE Y CULTURA, 1er Informe – Período Parlamentario 2002, Cámara de Diputados de la Nación, Senado de la Nación, p. 2-3. (Esta documentación ha sido facilitada por el Prof. Lic. A. Bochatey en el Seminario de Orientación Global, Licenciatura en Teología con especialización en Moral, USL, Área San Miguel). 151 Dos proyectos: Nº expte. 178-D-02, TP/DAE 4/2002, de Castellani C.A. por Rep. de Sta. Fe.; Nº expte. 624-D-02, TP/DAE 13/2002, de Figueroa J., por Mov. Pop. Unido de Sgo. del Estero. 152 Nº expte. S-1504/02, TP/DAE 171/2002, de Negre de Alonso L., por PJ de San Luis. 153 Nº expte. 305-D-02, TP/DAE 6/2002, de Bortolozzi de Bogado A., por PJ de Formosa. 154 Nº expte. 743-D-02, TP/DAE 15/2002, de Bordenave M.A., por FREPASO de Buenos Aires. 150 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 147 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Expresar repudio y preocupación por el fallo del titular de Juzgado de Primera Instancia en lo Civil N 34 que declara inconstitucional la ley 418 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de salud reproductiva y procreación responsable.155 Sobre maternidad responsable.156 Sobre el régimen del derecho personalísimo a disponer sobre el cuidado del propio cuerpo (en relación a la temática específica de la esterilización).157 Sobre la incorporación del art. 19 bis del proyecto 3944-D-00 a la ley 17132, sobre la regulación del ejercicio de la medicina y métodos anticonceptivos quirúrgicos.158 Vemos, pues, que, tácita o explícitamente, a veces en rechazo y otras ocultamente a favor, el aborto es un tema actual, instalado en el ámbito parlamentario de nuestra nación. 4.2. Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable. Párrafo aparte merece la reciente Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable, sancionada por el Senado de la Nación el pasado 30 de octubre, y que responde al Proyecto de Ley Nº 16/01159. En síntesis, la ley apunta siete objetivos específicos: a) Alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable con el fin de que pueda adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia; b) Disminuir la morbimortalidad materno-infantil; c) Prevenir embarazos no deseados; d) Promover la salud sexual de los adolescentes; 155 Nº expte. 742-D-02, TP/DAE 15/2002, de Bordenave M.A., por FREPASO de Buenos Aires. Nº expte. S-1033/02, TP/DAE 119/2002, de Arancio de Beller L.M., por UCR de Jujuy. 157 Nº expte. 1499-D-02, TP/DAE 30/2002, de Zuccardi C., por FREPASO de Mendoza. 158 Nº expte. 3562-D-02, TP/2002, de Milesi M.S., por UCR de Río Negro. 156 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 148 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad e) Contribuir a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión sexual, de vih/sida y patologías genital y mamarias; f) Garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable; g) Potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación responsable. El programa apunta a toda la población sin ningún tipo de discriminación, incluyendo la necesaria satisfacción del interés superior del niño en pleno goce de sus derechos y garantías, aludiendo incluso a los Derechos del Niño, por encima incluso de la patria potestad. Así mismo se prevé la capacitación de personal idóneo en diversas áreas a fin de garantizar el ejercicio de la Ley, transformar el modelo de atención reforzando la calidad y cobertura de los servicios sanitarios, incluyendo el suministro de métodos y elementos anticonceptivos de carácter reversible no abortivos y transitorios –y contradictoriamente se respetan los aprobados por la ANMAT– en el Programa Médico Obligatorio, sin dar lugar a objeción de conciencia del facultativo, a excepción de aquellas instituciones privadas confesionales a las que les sea aprobado el fundamento de sus convicciones, y la obligatoriedad del cumplimiento de las disposiciones de la Ley en todas las instituciones educativas públicas de gestión privada confesional o no. El efecto de contestación a la Ley no se dejó esperar en la Argentina; inmediatamente surgieron numerosas reacciones tanto de la Iglesia como de otros organismos, tema que presentaremos a la hora de dar una respuesta ética a la cuestión en el próximo capítulo. En las páginas que siguen nos parece oportuno adjuntar el texto completo de la Ley mencionada. 159 El trayecto, resultado y texto completo de la Ley lo adjuntamos como ANEXO al final de este capítulo. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 149 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ANEXO AL CAPÍTULO 10 CAMARA DE DIPUTADOS - 16/01 PROYECTO DE LEY 160 Tema: PROYECTO DE LEY EN REVISION SOBRE CREACION DEL PROGRAMA NACIONAL DE SALUD SEXUAL Y PROCREACION RESPONSABLE . Autor/es: CARRIO Y OTROS Mesa de Entradas Dado Cuenta Nro. de D.A.E. 20-abr-01 03-may-01 26 Dirección Comisiones Ingreso Dictamen 20-abr-01 19-nov-01 15-ago-02 Giros a las Comisiones Comisión Fecha Ingreso Fecha Egreso ASISTENCIA SOCIAL Y SALUD PUBLICA 23-ABR-01 19-NOV-01 FAMILIA Y MINORIDAD 23-ABR-01 19-NOV-01 PRESUPUESTO Y HACIENDA 23-ABR-01 19-NOV-01 ASISTENCIA SOCIAL Y SALUD PUBLICA 10-DIC-01 15-AGO-02 FAMILIA Y MINORIDAD 10-DIC-01 15-AGO-02 PRESUPUESTO Y HACIENDA 10-DIC-01 15-AGO-02 Ordenes del Día Número De Fecha Estado Anexo 1106/01 19/11/01 CT Sin Anexo 700/02 16/08/02 AP Con Anexo Fecha Moción de Preferencia: 23/10/02 Resoluciones Senado: 30/10/02 - APROBO Nota: ley Fecha de Sanción: 30/10/02 - Ley Nro.: 25673 Resoluciones P.E.N. Poder Ejecutivo: PROMULGO 21/11/02 Observaciones P.E.N.: DE HECHO Observaciones: P.34/01 - P.42/01 - O.V.191/01 RELACIONADO CON ESTE EXPEDIENTE.TENIENDO A LA VISTA S.447, 1191/01 Y S.1034/02. 160 Texto completo tomado de página web del Senado de la Nación. Búsqueda en http://senado.gov.ar . Página web: http://proyectos.senado.gov.ar/web/owa/web_proce.texcompleto?origen=CD&numexp=16/01&tipo=PL&tipdoc=TD Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 150 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Numero de Proyecto :16/01 Tipo de Proyecto : PROYECTO DE LEY ARTICULO 1 .- Créase el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud. ARTICULO 2 .- Serán objetivos de este programa: a) Alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable con el fin de que pueda adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia; b) Disminuir la morbimortalidad materno-infantil; c) Prevenir embarazos no deseados; d) Promover la salud sexual de los adolescentes; e) Contribuir a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión sexual, de vih/sida y patologías genital y mamarias; f) Garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable; g) Potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación responsable. ARTICULO 3 .- El programa está destinado a la población en general, sin discriminación alguna. ARTICULO 4 .- La presente ley se inscribe en el marco del ejercicio de los derechos y obligaciones que hacen a la patria potestad. En todos los casos se considerará primordial la satisfacción del interés superior del niño en el pleno goce de sus derechos y garantías consagrados en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Ley 23.849). ARTICULO 5 .- El Ministerio de Salud n los Ministerios de Educación y de Desarrollo Social y Medio Ambiente tendrán a su cargo la capacitación de educadores, trabajadores sociales y demás operadores comunitarios a fin de formar agentes aptos para: a) Mejorar la satisfacción de la demanda por parte de los efectores y agentes de salud; b) Contribuir a la capacitación, perfeccionamiento y actualización de conocimientos básicos, vinculados a la salud sexual y a la procreación responsable en la comunidad educativa; c) Promover en la comunidad espacios de reflexión y acción para la aprehensión de conocimientos básicos vinculados a este programa; d) Detectar adecuadamente las conductas de riesgo y brindar contención a los grupos de riesgo, para lo cual se buscará fortalecer y mejorar los recursos barriales y comunitarios a fin de educar, asesorar y cubrir todos los niveles de prevención de enfermedades de transmisión sexual, vih/sida y cáncer genital y mamario. ARTICULO 6 .- La transformación del modelo de atención se implementará reforzando la calidad y cobertura de los servicios de salud para dar respuestas eficaces sobre salud sexual y procreación responsable. A dichos fines de deberá: a) Establecer un adecuado sistema de control de salud para la detección temprana de las enfermedades de transmisión sexual, vih/sida y cáncer genital y mamario. Realizar diagnóstico, tratamiento y rehabilitación; Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 151 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad b) A demanda de los beneficiarios y sobre la base de estudios previos, prescribir y suministrar los métodos y elementos anticonceptivos que deberán ser de carácter reversible, no abortivos y transitorios, respetando los criterios o convicciones de los destinatarios, salvo contraindicación médica específica y previa información brindada sobre las ventajas y desventajas de los métodos naturales y aquellos aprobados por la ANMAT; c) Efectuar controles periódicos posteriores a la utilización del método elegido. ARTICULO 7 .- Las prestaciones mencionadas en el artículo anterior serán incluidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), en el nomenclador nacional de prácticas médicas y en el nomenclador farmacológico. Los servicios de salud del sistema público, de la seguridad social de salud y de los sistemas privados las incorporarán a sus coberturas, en igualdad de condiciones con sus otras prestaciones. ARTICULO 8 .- Se deberá realizar la difusión periódica del presente programa. ARTICULO 9 .- Las instituciones educativas públicas de gestión privada confesionales o no, darán cumplimiento a la presente norma en el marco de sus convicciones. ARTICULO 10.- Las instituciones privadas de carácter confesional que brinden por sí o por terceros servicios de salud, podrán con fundamento en sus convicciones, exceptuarse del cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 6 , inciso b), de la presente ley. ARTICULO 11.- La autoridad de aplicación deberá: a) Realizar la implementación, seguimiento y evaluación del programa; b) Suscribir convenios con las provincias y con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que cada una organice el programa en sus respectivas jurisdicciones para lo cual percibirán las partidas del Tesoro nacional previstas en el presupuesto. El no cumplimiento del mismo cancelará las transferencias acordadas. En el marco del Consejo Federal de Salud, se establecerán las alícuotas que correspondan a cada provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. ARTICULO 12.- El gasto que demande el cumplimiento del programa para el sector público se imputará a la jurisdicción 80 - Ministerio de Salud, Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, del Presupuesto General de la Administración Nacional. ARTICULO 13.- Se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a las disposiciones de la presente ley. ARTICULO 14.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb ▲▼▲▼ 152 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 11 RESPUESTA ÉTICA CRISTIANA AL CONFLICTO DEL ABORTO EN EL ÁMBITO POLÍTICO, JURÍDICO Y SOCIAL 1. OBJETIVIDAD Y JERARQUÍA DE VALORES 2. RESPUESTA A LOS DILEMAS ÉTICO-SOCIALES 2.1. Ante las motivaciones de tipo social a favor del aborto. 2.2. Ante el gigantesco pluralismo social. 2.3. Ante el dilema ético que surge desde los MCS. 3. LEGISLACIÓN Y CONCIENCIA MORAL CRISTIANA 3.1. Acción de la conciencia moral cristiana en la sociedad. 3.2. La conciencia y sus instancias de libertad y verdad. 3.3. Ley de aborto y objeción de conciencia. 4. RESPUESTA ÉTICA A LA LEY ARGENTINA DE SALUD SEXUAL Y PROCREACIÓN RESPONSABLE 4.1. ¿Inconstitucionalidad de la Ley? 4.2. Valoración ética del estado de la cuestión en la Argentina. 1. OBJETIVIDAD Y JERARQUÍA DE VALORES A la hora de dar una respuesta ética al conflicto del aborto en el ámbito político, jurídico y social, el problema radica, como bien dice E. López Azpitarte, “en discernir cuál es el valor superior y más importante, aquel que se ha de buscar por encima de todo, de acuerdo con una determinada jerarquía”161. Se trata de un verdadero conflicto; pues, aunque parezca una verdad de perogrullo, no todos aceptan que la vida incipiente es un valor superior a todos los demás valores. Ubicar cada valor en su justo lugar de jerarquía es fundamental para poder ser objetivos. Hemos de saber superar todo tipo de complejidad afectiva que, aunque pueda ser aceptable, nos puede impedir, sin embargo, una respuesta objetiva a valorar ante todo la vida incipiente. 161 LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida..., p. 138-139 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 153 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad A la hora de ser objetivos en la jerarquía de valores, hablamos del valor absoluto de la vida humana respecto a la persona inocente. El primer derecho de la persona humana es el derecho a la vida; por lo tanto, la vida humana es absolutamente inviolable desde el mismo instante de la concepción (cf. DA n. 11, en DZ 4552). En razón de la objetividad y de una correcta jerarquía de valores, se deriva una primera conclusión lógica: el derecho a la vida de todo individuo humano inocente es un bien moral fundamental que, juntamente con los derechos de la familia y del matrimonio, conforma el conjunto de los valores morales fundamentales, por propia condición natural y vocación integral de la persona humana. De allí que la sociedad civil y el orden jurídico han de velar por defender y mantener estos valores (cf. DV, III, en DZ 4807). 2. RESPUESTA A LOS DILEMAS ÉTICO-SOCIALES 2.1. Ante las motivaciones de tipo social a favor del aborto. Como hemos mencionado en el capítulo precedente, son muchas y variadas las motivaciones a favor del aborto, incluso con objetivos que pueden juzgarse como buenos. Es allí donde surge el conflicto de valores. Frente a las motivaciones de tipo social podemos hallar la respuesta ética en la misma Declaración sobre el aborto: Debemos proclamar absolutamente que ninguna de estas razones puede jamás dar objetivamente derecho para disponer de la vida de los demás, ni siquiera en sus comienzos; y, por lo que se refiere al futuro desdichado del niño, nadie, ni siquiera el padre o la madre, pueden ponerse en su lugar, aunque se halle todavía en estado de embrión, para preferir en su nombre la muerte a la vida. ... La vida es un bien demasiado fundamental para ponerlo en balanza con otros inconvenientes, incluso más graves. (DA n. 14) Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 154 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Si nos situamos ante las motivaciones que orientan a aquellos movimientos que promueven la libertad sexual y la emancipación de la mujer, en tanto tiendan a liberar a la mujer de toda injusta discriminación, obtienen nuestra valoración moral positiva. Pero a las motivaciones que estos movimientos suelen presentar para la aceptación del aborto, habría que recordarles que la libertad tiene un límite; ese límite es precisamente el propio derecho de los demás. Es correcto respetar el derecho de la mujer a no quedar embarazada; pero este derecho queda absolutamente limitado ante el derecho inalienable a la vida del ser débil e indefenso que se encuentra en estado embrionario o fetal (cf. DA n. 15). En cuanto al patrocinio de reivindicación de la libertad sexual, si ello fuera en pro del dominio de la propia sexualidad que deriva del uso de la razón y del amor auténtico, sin menospreciar el placer pero tampoco dejándose llevar por los impulsos instintivos, podemos calificarlo positivamente. Si por el contrario, promulgar la libertad sexual significa que tanto el hombre como la mujer puedan hacer lo que quieran, incluyendo la supresión de una vida en gestación, ello no puede tener aprobación moral alguna (cf. DA n. 16; GS n. 48). Otro de los conflictos mencionados surgía ante el progreso científico y tecnológico. Nuestra respuesta valora el progreso de la ciencia y de la biotecnología, recordándole que el mismo ha de estar siempre al servicio del ser humano, colaborando a su desarrollo en todos los aspectos que le son propios, pero con la misma fuerza reprobamos todo tipo de avance científico, mal llamado “progreso”, que tienda a manipular la vida humana con fines que no son propios a la naturaleza dada. En cuanto al conflicto que se da ante el problema de la superpoblación mundial, ninguna política tiene derecho a utilizar el aborto como medio de regulación de la natalidad y, por supuesto, este medio va contra todo auténtico sentido de paternidad responsable (cf. DA n. 17-18). En el fondo, estas políticas contra la natalidad son opresoras e intolerantes y Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 155 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad coartan la verdadera libertad de las personas. “Se trata de políticas que con técnicas nuevas extienden su radio de acción hasta llegar, como en una guerra química, a envenenar la vida de millones de seres humanos indefensos” (CA n. 39). 2.2. Ante el gigantesco pluralismo social. El Evangelio de la Vida que propone Jesucristo, y sobre el que tanto insiste el Papa Juan Pablo II especialmente en el conjunto de su Encíclica Evangelium Vitae, no intenta tanto explicar verdades, sino que, dando por supuesto que la persona conoce o acepta esas verdades, ayuda a que la persona viva de acuerdo a la Verdad. Es la Verdad la fuerza inspiradora y parenética de una moral manifestada en solidaridad, amor, respeto, justicia y defensa por la vida. El conflicto ético se produce, justamente, en el pluralismo que acabamos de mencionar. Hoy existe más que nunca la necesidad de tener claro nuestro punto de partida, el llamado a ser persona seria por el mismo hecho de existir, llamado que se manifiesta desde el instante mismo de la existencia humana. El plus que agrega el espíritu del Evangelio de la Vida a esta verdad, y que nos diferencia del animal, es la capacidad de generar el propio proyecto de vida y realizarnos como personas. Es precisamente aquí donde la ley de Dios respecto a la vida humana se nos presenta unívoca y categórica (Ex 20, 13), pues no podrá realizar su proyecto de vida aquel a quien no se le ha respetado su propio derecho a existir, ni tampoco quien niegue ese derecho fundamental162. Frente al pluralismo social, aún valorando las diversas manifestaciones de pensamiento y acción en cuanto nos ayudan a crear un mundo verdaderamente humano donde prevalezca la unidad aún en la divergencia, no podemos admitir, sin embargo, un 162 Cf. JUAN PABLO II, Carta las familias, Roma, 2 de febrero de 1994. N. 21. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 156 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad diálogo que concluya en la negación del derecho fundamental a la vida humana. Es cierto que frecuentemente surgen situaciones difíciles, muchas veces inhumanas, que desaniman al hombre hasta el punto de negarse a realizar condiciones auténticas de reproducción humana y que lo llevan a orientarse más bien por criterios sentimentales o de experimentación que por razones de realización personal y vitales. Pero es justamente ante esas situaciones donde el ser humano está llamado a vivir su compromiso de realización personal, de fundar el amor, la verdad y el bien sobre la estructura familiar y engendrar nuevos hijos (cf. CA 39). En el marco de estos conceptos es donde ubicamos nuestra defensa por la vida humana desde el instante de la concepción, aún en medio del pluralismo social, negándonos a todo tipo de cultura antinatalista que deriva de la indiferencia ética fundamental y de la mentalidad abortista163. En medio del gigantesco pluralismo que caracteriza hoy a la humanidad, es importante ejercitarnos en el diálogo basado sobre los principios de la escucha y el respeto mutuo entre las personas. Al respecto, E. López Azpitarte presenta una elocuente reflexión que transcribimos a continuación: Cuando se actúa con honradez y sinceridad y no intervienen otros intereses ocultos bajo la máscara benevolente de la ayuda y protección, toda persona tiene derecho a exponer con seriedad científica sus propios argumentos, sus motivaciones, su visión antropológica y religiosa en la que se fundamenta su opción particular. A lo que no hay derecho es a que, cuando una persona opta en función de su reflexión ética o de su conciencia religiosa por una postura favorable o contraria al aborto, no tengamos otro vocabulario para expresarle nuestro desacuerdo, desde un lado, que el llamarla criminal, nazi, salvaje y asesina; o juzgarla, desde el otro, como hipócrita, estúpida, troglodita, irracional y cómica... Recuperar el respeto a la conciencia sincera del otro no es un cobarde conformismo ni una falta de convencimiento personal, sino un gesto de educación cívica. Si todos manifestamos el deseo de respetar la vida, aunque las soluciones adoptadas sean divergentes, nadie tiene 163 Carta de los agentes de salud... n. 139. Cf. SANTA SEDE, Carta de los derechos de la familia, art. 41a; GS 51. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 157 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad derecho a creer en esa afirmación si no somos capaces de respetar también la sinceridad del otro.164 2.3. Ante el dilema ético que surge desde los MCS. Nuestra respuesta ética quiere llegar también al ámbito de los MCS con absoluto respeto y sinceridad. Valoramos el esfuerzo que algunos MCS realizan para promover una verdadera cultura de la vida en medio de la amplitud de pensamiento y diversidad de creencias e ideologías. Sin embargo no nos parece suficiente. Es necesario dar un vuelco importante desde la misma comunicación social, incluyendo las grandes ventajas que podría brindar hoy día la informática. Es absolutamente indiscutible el gran poder mediático que ejercen hoy los MCS. ¡Cuánto bien haría si este poder fuese puesto al servicio de la cultura de la vida! La dimensión social de la persona humana resalta la condición constituyente de su vocación comunitaria. Esta condición antropológica se convierte en tarea de construcción de la convivencia social en espíritu de comunidad humana; éste es todo un desafío éticomoral. Para ello ha de saberse distinguir entre realidad interpersonal y realidad social. Mientras la realidad interpersonal hace referencia a la condición de la persona; la realidad social nos presenta el contexto en el cual se sitúa la persona. La apertura al otro –relaciones interpersonales– se hace estructura, sistema y cultura. Es precisamente en el “hacer cultura” donde entra particularmente el servicio que han de brindar los MCS. Podemos afirmar que los MCS tienen una verdadera vocación de servicio en virtud de la cual tienen la “obligación de dar a tiempo y honestamente las informaciones que se refieren al bien general y responden a las inquietudes fundadas de la población” (CCC n. 2498), entre las cuales resalta en primerísimo lugar la valoración y el respeto absoluto de la vida, de toda vida humana. 164 LÓPEZ AZPITARTE E., Etica y vida..., p. 142 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 158 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Si bien es una realidad que hoy los MCS no prestan adecuada atención a los signos positivos actuales, y en este sentido estarían contradiciendo su vocación de servicio, hacemos un llamado positivo a los comunicadores a fin de que sean capaces de presentar ejemplos nobles y testimonios positivos en pro de fomentar una auténtica cultura de la vida (cf. EV n. 26 y 98). 3. LEGISLACIÓN Y CONCIENCIA MORAL CRISTIANA 3.1. Acción de la conciencia moral cristiana en la sociedad Ante el conflicto ético que se plantea en torno al aborto, cuestión instalada en el ámbito político, judicial y social, nos preguntamos: ¿es posible hoy dar una respuesta moral positiva y convincente a favor de la vida humana en su estado embrional o fetal? Desde una visión humanista y cristiana no se puede admitir ningún tipo de atentado contra la vida incipiente. Las continuas y unánimes declaraciones del Magisterio de la Iglesia respecto al aborto, así lo manifiestan. Sin embargo, esto que es tan claro desde la ética cristiana, no siempre es fácil defender desde la ética política, aún cuando el legislador sea cristiano o mantenga una convicción similar. Ello se debe a que el legislador ha de legislar siempre teniendo en cuenta los fundamentos jurídicos y los hechos sociales, observando las consecuencias que de tal o cual ley se deriven, atento al mayor bien posible y a la fe y la conciencia de los individuos de una determinada sociedad165. Teniendo en cuenta el estado pluralista de la sociedad, el cristiano ha de saber asistir a las reglas del juego democrático, y he aquí dónde surgen nuevos interrogantes éticos. ¿Cómo hemos de intervenir, desde una ética cristiana, en una sociedad pluralista que muchas veces manifiesta expresamente posturas antinatalistas o abortistas? En 165 Cf. LÓPEZ AZPITARTE E., Ética y vida..., p. 148. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 159 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad democracia, ¿cómo entra en juego el problema de la objeción de conciencia ante leyes abortistas y antinatalistas? En el legislador, sobre todo si es cristiano, ¿dónde queda ubicada la conciencia y las instancias de libertad y verdad? ¿La ley es normativa y vínculo de conciencia moral? Los cristianos y la Iglesia deben intervenir en el debate con los mismos derechos que cualquier otra persona e institución. Si estamos de veras contra el aborto, se podrá trabajar contra su legalización o contra una ley que se juzgue demasiado tolerante; denunciar los intereses políticos y económicos de muchas campañas; descubrir la justificación egoísta que convierte en situaciones límites las que no dejan de ser normales y superables. Pero tal vez habría que luchar con mayor fuerza por una sociedad más justa y solidaria, donde los abortos no llegaran a considerarse como necesarios. Es mucho más fácil y cómodo lanzar una condena que comprometerse en serio a procurar un ambiente que nos sensibilice y nos predisponga a todos, sin acudir a falsificaciones o sentimentalismos, a la defensa de lo que juzgamos un derecho: la vida de un ser que ya tiene, por lo menos, un destino irrevocablemente humano.166 3.2. La conciencia y sus instancias de libertad y verdad. La vida y la muerte, el inicio y el final de la existencia, afectan a la conciencia humana en sus niveles más profundos. Estos temas, muchas veces difíciles de abordar, afectan las emociones y las actitudes, alterando a menudo los más vivos sentimientos. En el fondo de todo este cúmulo de sensaciones se esconde el sagrario más profundo que es la conciencia del ser humano y sus instancias de libertad y verdad. El Concilio Vaticano II ha definido la conciencia como “el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquella” (GS n. 16). En ella se halla escrita la ley de Dios y es la conciencia la que “da a conocer esa ley, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prójimo” (GS n. 16). Sólo en la fidelidad a la conciencia los cristianos podrán vivir 166 LÓPEZ AZPITARTE E., Etica y vida... p. 150. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 160 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad unidos entre sí y con los demás hombres en busca de la verdad y de la resolución de los problemas morales que afectan a la humanidad. Podemos realizar un razonamiento lógico deductivo en relación al aborto. Desde una concepción antropológica definimos también la conciencia como “el juicio racional, más o menos sistemático o intuitivo, sobre el valor de una determinada acción” 167. Si, además, tenemos que el valor moral tiene su fundamento en la verdad ontológica, es decir, “la verdad objetiva vincula a la razón, y la razón vincula a la conciencia”168. Si la verdad objetiva es el valor-hombre, y el juicio de la razón es recto y sincero, la conclusión ética, en nuestro caso, es muy simple: no matar la vida humana inocente. Si al razonamiento presentado agregamos el concepto de conciencia expuesto por el Concilio, nos encontramos, pues, con el valor absoluto que es Dios, por lo cual nuestra conciencia queda garantizada por el dato de la fe revelada, lo que hace que al simple razonamiento humano de “no matar” se sume la fuerza de la objeción de conciencia del hombre de fe que nos lleva a “obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hc 4, 19). Obviamente que seguir la voz de la propia conciencia en obediencia a Dios es un camino nada fácil y muchas veces requiere actitudes heroicas, pero “la vía del verdadero desarrollo de la persona humana pasa por esta constante de fidelidad a una conciencia mantenida en la rectitud y en la verdad” (DA n. 24). Es precisamente obedeciendo la voz de nuestra conciencia, en fiel y recta atención a la verdad, cómo encontramos el camino de la auténtica libertad. Es en esta libertad donde descubrimos el gozo de la paz y la felicidad interior. Este aspecto de la conciencia y sus instancias de libertad y verdad, es sumamente válido ante el conflicto que se plantea entre aborto y objeción de conciencia a la hora de tomar una decisión. 167 SGRECCIA E., op.cit., p. 374 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 161 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 3.3. Ley de aborto y objeción de conciencia. Es innegable que uno de los elementos constitutivos de la sociedad civil y de su legislación es el derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida (cf. CCC n. 2273). Este derecho nace en el instante mismo de la concepción. Por lo tanto, como todo derecho inalienable, ha de ser reconocido por la autoridad civil y su legislación (cf. DV, III; CCC n. 2273). El derecho inalienable a la vida prima sobre cualquier otro y, por lo tanto, obliga en conciencia. El conflicto surge precisamente ante situaciones límites como las del aborto, a las que puede verse sometido tanto una mujer como un facultativo de la salud, o quienes tienen el deber de legislar e implantar justicia. ¿Cómo nace y se justifica el conflicto entre conciencia moral y ley humana?; si existe la obligatoriedad ética de la objeción de conciencia por parte del médico y de cuantos son llamados a colaborar en la acción abortiva frente a la solicitud de aborto, ¿cuáles son la extensión y las complicaciones de la objeción de conciencia en esta materia?169 Si una ley priva a algunos individuos de la protección que el orden civil les debe, es el mismo Estado el que está negando la igualdad de todos ante la ley. ¿Qué decir, entonces, si el que es privado de protección es el individuo más inocente e indefenso? “Cuando el Estado no es capaz de poner su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho” (cf. CCC n. 2273). Ante ello, el legislador, aludiendo a la propia objeción de conciencia, no puede aprobar una ley como la del aborto, pues el mismo Estado ha quebrantado los fundamentos que lo constituye democráticamente. 168 169 Ibíd. SGRECCIA E., op.cit., p. 374 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 162 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Leyes inicuas y corruptas, cuyo origen se halla muchas veces en una mentalidad hedonista instalada, son las que favorecen una disminución del respeto a la vida o, lo que es peor, la condena a morir. Se trata de elementos destructivos de la confianza que se requiere en toda sana convivencia social. Así lo denuncia Juan Pablo II al expresar que “las leyes que autorizan y favorecen el aborto y la eutanasia se oponen radicalmente no sólo al bien del individuo, sino también al bien común y, por consiguiente, están privadas totalmente de auténtica validez jurídica” (EV n. 72). El cristiano está llamado por vocación propia a no cooperar formalmente con leyes o prácticas que, aunque sean legalmente permitidas, se opongan a la Ley de Dios. Desde el punto de vista moral, en conciencia, no es lícito cooperar formalmente en el mal. La objeción de conciencia es también un derecho fundamental que debería ser previsto, garantizado y protegido por la misma ley civil. “Quien recurre a la objeción de conciencia debe estar a salvo no sólo de sanciones penales, sino también de cualquier daño en el plano legal, disciplinar, económico y profesional” (cf. EV n. 74). Si trasladamos el recurso a la objeción de conciencia al campo de los profesionales de la salud, y el respeto a dicha objeción que ha de garantizar el estado, la conclusión es la misma. E. Sgreccia tiene palabras sumamente claras al respecto: En cuanto hombre, el médico no puede llevar a cabo una acción (o colaborar en ella directamente) para suprimir la vida de un individuo humano, aunque se esté formando; y en cuanto médico, está llamado por la profesión y por su propia deontología a cuidar y a sostener la vida y a ser respetado en su propia autonomía. ... La autoridad política no puede imponer a un médico que haga una intervención quirúrgica que él considere que no es necesaria o es perjudicial; mucho menos puede la ley imponerle suprimir una vida.170 En conclusión, creemos fundamental, tanto para los individuos como para quienes han de legislar o asistir a la salud, una recta formación de la conciencia moral que permita Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 163 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad a la persona llegar al sano juicio mediante un adecuado discernimiento. Este camino el hombre lo puede realizar solo, siempre con la ayuda de la gracia que actúa en su corazón. Pero el hombre, varón-mujer, está llamado a vivir en relación-con; esta vocación de comunión y solidaridad está dada desde el mismo acto creador de Dios (cf. Gn 1-3). Por lo tanto, el hombre, varón-mujer, necesita de los otros para vivir esta relación y en ella avanzar en el sano discernimiento que lo llevará a correctas actitudes y decisiones, y el primer lugar dónde realizar este camino es en la familia y en el amor conyugal; tema éste al que ya nos hemos referido en nuestra exposición. 4. RESPUESTA ÉTICA A LA LEY ARGENTINA DE SALUD SEXUAL Y PROCREACIÓN RESPONSABLE Como hemos dicho, múltiples y diversas han sido las reacciones ante la aprobación de la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable por parte del Senado de la Nación el pasado 30 de octubre. Entre ellas, diversos organismos católicos también hicieron llegar su repudio a la ley desde la óptica de una ética cristiana. Así lo manifiesta, por ejemplo, un comunicado de la ONG Pro-Vida, cuyo presidente, el doctor Roberto Castellano, considera la Ley como una norma “inconstitucional que busca satisfacer el ánimo de lucro de algunos y los intereses de otros, preocupados porque nuestros recursos no se destinen a desarrollar y atender nuestra población sino al pago del endeudamiento externo”171. Igualmente, la Asociación Pro-Familia, en la voz de su director el doctor Oscar Botta, ha hecho llegar al presidente de la Nación el pedido de vetar dicha Ley por considerarla “inaceptable tanto jurídica como moralmente”, presentando un recurso de 170 171 SGRECCIA E., op.cit., p. 377. AICA, Buenos Aires, Año XLVII, Nº 2394, pp. 228. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 164 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad “ilegitimidad” de la resolución de la ANMAT que permite la venta de todo producto que contenga “Levonorgestrel”, un fármaco de carácter abortivo.172 4.1. ¿Inconstitucionalidad de la Ley? En el fondo, nuestra oposición al aborto no refiere sólo a una postura ético– religiosa, sino fundamentalmente a un derecho natural que no admite fundamento jurídico alguno que justifique el aborto. A nuestro juicio, la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable no sólo es inmoral sino también inconstitucional. Basamos esta afirmación en tanto que la misma Constitución Nacional173 eleva al rango constitucional algunas leyes o tratados del derecho positivo internacional, como son, por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos –Pacto de San José de Costa Rica–, la Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos, y la Convención sobre los derechos del niño174. La Ley mencionada, en tanto patrocina tácitamente posibles situaciones abortivas como las que hemos denunciado, está atentando contra estos Derechos, Tratados o Convenciones de carácter constitucional para la Nación Argentina, cuyos articulados expresan claramente: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.175 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.176 172 Cf. AICA BAIRES, Servicio Nacional por Internet, Viernes 22 de noviembre de 2002, Asunto: [sintesis]AICA021122VI.SER - Síntesis El texto de la Constitución Nacional que utilizamos en nuestro trabajo corresponde a la versión: MIGNONE Emilio F., Constitución de la Nación Argentina, Manual de la Reforma, ed. Ruy Díaz, Buenos Aires, 1994. 174 Cf. Constitución de la Nación Argentina, IV, Art. 75, n. 22. 175 Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948, art. 3º. En MIGNONE E., op.cit., p. 99. 176 Ibíd., art. 6º. 173 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 165 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho está protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.177 Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.178 Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la integridad de su persona.179 El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.180 El niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento.181 4.2. Valoración ética del estado de la cuestión en la Argentina. Desde una valoración ética, nos preguntamos: ¿no será esta nueva Ley una manera oculta de procurar o promover una forma de aborto encubierto? ¿La legalidad con la que los organismos externos y la industria farmacéutica pueden avanzar e intervenir sobre la familia, incluso haciendo caso omiso de la patria potestad, no sitúa esta Ley en el marco de una verdadera inconstitucionalidad? ¿Por qué el Senado no votó en forma nominal, dejando oculto de registro la forma en que votó cada legislador? ¿Por qué no estuvo presente en la votación la autora del único dictamen en disidencia total con el proyecto182? A nuestro juicio, todo este planteo que se da hoy en nuestra Patria, aunque nos cueste asumirlo en un país que por tradición se llama mayoritariamente católico –incluso en sus propios representantes–, nos lleva a pensar que no estamos lejos de situarnos entre aquellos países que obran en pro de la legalización y la despenalización del aborto. Ante 177 Ley 23.054, Convención Americana sobre Derechos Humanos –Pacto de San José de Costa Rica–, suscripta en esa ciudad el 22 de noviembre de 1969, art. 4º, inc. 1. En MIGNONE E., op.cit., p. 108. Ibíd., art. 5º, inc. 1. 179 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la IX Conferencia Internacional Americana, Bogotá, 1948, Art. 1º. En MIGNONE E., op.cit., p. 103. 180 Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos, Parte III, Art. 6º, inc. 1. En MIGNONE E., op.cit., p. 130. 181 Ley 23.849, Convención sobre los derechos del niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York el 20 de noviembre de 1989, Preámbulo. En MIGNONE E., op.cit., p. 171. 178 Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 166 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad ello se levanta fuertemente una vez más la voz de la Iglesia que, siempre a favor de la vida, condena toda mentalidad antinatalista y abortista. El desafío que hoy encontramos como cristianos y ciudadanos argentinos es el de convertirnos en portadores de una auténtica cultura de la vida. Para ello, atentos a nuestra conciencia cristiana, hemos de hacer madurar nuestro sentido crítico, fundado sobre los auténticos valores y las verdaderas exigencias morales que promueva una ética de la fragilidad en defensa de los desposeídos. ▲▼▲▼ 182 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Nos referimos a la senadora Liliana Negre de Alonso, por el PJ de San Luis. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 167 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CAPÍTULO 12 VALORACIÓN DE LA VIDA DESDE LA ETICA DE LA FRAGILIDAD Y LA CATEGORÍA DE LOS DESPOSEÍDOS 1. DESDE LA CATEGORÍA ÉTICA DE LOS DESPOSEÍDOS 1.1. El concepto del categorial “desposeído”. 1.2. Los desposeídos en la Sagrada Escritura. 1.3. La respuesta de Dios al clamor de los desposeídos. 1.4. El desafío ético para el cristiano. 2. DESDE LA ÉTICA DE LA FRAGILIDAD 2.1. La fragilidad del espíritu en el hombre. 2.2. Necesidad de un accionar desde la ética de la fragilidad. 2.3. El derecho inalienable a la vida del ser humano más frágil. 2.4. La ética de la fragilidad requiere de respeto y diligencia contra la violencia y la negligencia. A lo largo de nuestra reflexión hemos aludido en reiteradas oportunidades a la ética de la fragilidad y la categoría de los desposeídos. Como corolario de nuestra reflexión, llegando ya al final de la misma, queremos detener nuestra mirada ante la vida humana y la problemática del aborto vista desde esta perspectiva ética. 1. DESDE LA CATEGORÍA ÉTICA DE LOS DESPOSEÍDOS 1.1. El concepto del categorial “desposeído”. Últimamente, en el quehacer de la reflexión ética surge como un grito desgarrante de la tierra la categoría de los desposeídos. Frente al hombre que sufre, ante el flagelo de la pobreza social y mundialmente extendida, miramos una humanidad empobrecida, incapacitada en grandes sectores para alcanzar la satisfacción de las necesidades humanas más importantes. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 168 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Es desposeído quien está afectado por la pobreza tanto en el sentido estrictamente económico como en la amplitud de su significado. El desposeído carece de medios económicos que le permitan acceder a la adquisición de lo necesario para vivir y desarrollarse como persona, tales como el alimento, la vivienda, la educación y la salud. Es desposeído también quien, aparentemente teniendo los medios económicos necesarios, sufre el flagelo de la pobreza moral y espiritual. Desposeído es la persona en particular y la sociedad en su conjunto. El desposeído sufre las carencias muchas veces por sus propios límites personales, producto de una vida que es frágil por el propio pecado o por aquellas situaciones involuntarias que tengan que ver con cuestiones de salud física o mental. Pero muchas otras veces, y parecieran ser las más en la sociedad actual, queda desposeída como consecuencia de sistemas totalitarios y liberales injustos, opresores, afanados en el poder económico y político, que desarraigan al hombre y a las sociedades más empobrecidas de sus propios valores, de su ethos, de los frutos de su trabajo y hasta de la misma tierra en que vieron la luz. La categoría de los desposeídos aparece con mayor fuerza cuanto mayor es el poder económico, político o empresarial que domina a los pobres de la tierra. Dentro de la categoría de los desposeídos ubicamos a los más pobres y desprotegidos, aquellos que en su debilidad e indefensión más necesitan del cuidado y la tutela de sus semejantes. Y evidentemente aquí es donde podemos mencionar fundamentalmente, sin lugar a dudas, al ser humano en su estado embrional o fetal y, muchas veces también, a la mujer embarazada. En efecto, nadie más débil e indefenso que quien en la escasez de su autonomía necesita del seno de su madre para subsistir, crecer y desarrollarse, máxime si su vida no responde a un acto de amor, y la mujer que debe luchar contra grandes presiones sociales o familiares para dar a luz al ser que lleva en su seno. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 169 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.2. Los desposeídos en la Sagrada Escritura. Pero el categorial no es nuevo. Efectivamente, lo podemos encontrar ya en el antiguo oriente y la Sagrada Escritura. Tomando como punto de partida la Palabra revelada, vemos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la constante preocupación por la justicia social, por la consideración por los derechos humanos de todos los hombres, en especial por los derechos y necesidades de los miembros más débiles de la sociedad. Los desposeídos de la Biblia son mencionados muchas veces, sea haciendo mención al pueblo exiliado como también a diversos sectores sociales como son las viudas, los huérfanos y los pobres. El problema de la justicia social que se daba en el antiguo oriente –Egipto y Mesopotamia–, también lo sufre el pueblo de la Alianza en sus diversas etapas de conformación. Si bien estamos ante un sistema social básicamente igualitario y los miembros más débiles son normalmente protegidos, no es una sociedad sin problemas. En la época de los Patriarcas, por ejemplo, encontramos los conflictos por los pozos de agua o por los problemas de herencia. Más tarde, en la época de los Jueces, encontraremos el problema por el reparto de la tierra o las diferencias económicas o sociales. A las diferencias económicas y sociales se sumarán las dificultades por el pago de los tributos o impuestos en la época de la Monarquía, aumentando la burocracia, el lujo de la corte y la parcialidad en la administración de la justicia durante el reinado de David. Finalmente, acercándonos más a la llegada del Mesías prometido, los grandes problemas del pueblo elegido serán el latifundismo generado por el estallido social, el reparto de la tierra y el patrimonio de la corona, la incapacidad de una sana administración de la justicia mal organizada y corrompida y el comercio desmedido. Acompañando todo el proceso de la Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 170 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad conformación del pueblo de la Alianza se encuentra también el problema particular de los esclavos.183 1.3. La respuesta de Dios al clamor de los desposeídos. Frente al grito desgarrador de los oprimidos, la conciencia de Israel basa su fe y su esperanza en que Dios escucha el clamor de los oprimidos y desposeídos de la tierra (cf. Ex 2, 24s; 3, 7-10; 4, 31), y la respuesta de la promesa se encarna en Jesucristo. El Hijo de Dios encarnado y nacido de María, realiza en sí mismo el cumplimiento de la promesa. Su nacimiento, su vida, sus milagros, su predicación y, esencialmente, su misterio de pasión, muerte y resurrección son la respuesta de Dios al grito desgarrante de los sufrientes y desposeídos. También Cristo experimentó el sentirse desposeído. Lo vemos en su nacimiento en la pobreza del establo de Belén, lo encontramos en el exilio junto a su familia al país de Egipto, lo descubrimos allí donde se siente sólo y abandonado de sus amigos en el huerto de Getsemaní, y lo experimentamos en la entrega generosa de su propia Madre al discípulo amado –y en él a toda la humanidad– (Jn 19, 26-27) y en su palabra desgarradora desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?” (Mc 15, 34) entregando a Dios su espíritu (Lc 23, 46). El Cristo sufriente y desposeído, que llega incluso a la aparente pérdida de su dignidad humana, revela a los más pobres el camino del Reino proclamando feliz a los desposeídos (Mt 5, 1 ss.//) y alabando al Padre porque se revela fundamentalmente a los pobres y a los sencillos (Mt 11, 25-27; Lc 10, 21-24). 183 Para una lectura comprensiva al respecto, remitimos a SICRE José L., Con los pobres de la tierra. La justicia social en los profetas de Israel, Cristiandad, Madrid, 1984. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 171 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 1.4. El desafío ético para el cristiano. Hoy, dos mil años después, frente a los desposeídos y sufrientes, nos toca como cristianos el desafío de llevar la Cultura de la vida a las estructuras sociales en todas sus dimensiones. Promover la valoración, el cuidado y la defensa de la vida desde sus inicios, esforzarnos para que los avances biotecnológicos apunten hacia la preservación de la vida y la salud del niño en gestación y de la madre embarazada, y este avance llegue a todos los sectores, especialmente a los más pobres, luchar desde la no-violencia, pero con firmeza, desde la palabra y el testimonio, para que los organismos internacionales dejen de ser medios de control de la natalidad o de imposición y tiranía sobre los países más pobres o las clases sufrientes, son aspectos de la alternativa que podemos ofrecer a la sociedad desde la ética cristiana en respeto de la dignidad de todas las personas, especialmente de los más débiles e indefensos. Ello requiere renovar muchas propuestas en virtud de una verdadera ética de la fragilidad, lo cual es aplicable también a la bioética. 2. DESDE LA ÉTICA DE LA FRAGILIDAD 2.1. La fragilidad del espíritu en el hombre. La categoría de los desposeídos que acabamos de presentar nos sitúa inmediatamente ante la fragilidad humana. Compartiendo las expresiones de D. Gracia, podemos afirmar incluso que el espíritu del hombre “se manifiesta no sólo como poder sino también como debilidad. Aún más, es en ésta donde el espíritu muestra su rostro más específico”184. Una de las expresiones de la debilidad humana se manifiesta, por ejemplo, mediante la risa y el llanto. Sólo el hombre es capaz de reír y llorar. Si nos remontamos a 184 GRACIA Diego, op.cit., p. 33-34. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 172 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad los inicios de la vida humana, ¿quién no ha festejado alguna vez la risa de un niño o a quién no le ha llamado alguna vez la atención su llanto? Son éstas las frágiles e incipientes formas mediante las cuales el ser humano, al principio de su existencia, es capaz de abrir su espíritu y comunicarse con su exterior. Si avanzamos aún más en las etapas evolutivas del desarrollo humano en relación a la conformación de la conciencia moral, veremos también cómo la propia moralidad siempre estará unida a la experiencia de la fragilidad y la deficiencia personal. Lo que hemos mencionado de los límites de la educación patrocinante del yo ideal, las actitudes y los actos que revelan la miseria y el pecado que están muchas veces ocultos en el interior de la persona, la conciencia de finitud y de muerte que altera en ocasiones la propia existencia, son reflejo de esa fragilidad y deficiencia personal. Si todo esto sucede en el que ya nació, cuánto más marcada es la experiencia de fragilidad en la vida que se encuentra en estado embrional o fetal. Y si nos detenemos ante la gran fragilidad en este estadio de la vida, cuánto más es la necesidad de acunar el ser en gestación que necesita de todo tipo de cuidados y protección, hasta el punto que no podrá llegar a la viabilidad y al nacimiento si previamente no valoramos y cuidamos de su existencia en su estado más incipiente. 2.2. Necesidad de un accionar desde la ética de la fragilidad. Es por ello la urgencia de pensar y actuar desde la ética de la fragilidad en todos los campos que acuden a la vida naciente, desde la medicina, la ciencia genética, la bioética y la psicoética, hasta el simple acompañamiento de la mujer embarazada, la pastoral y el fundamental sector de la familia y el rol que le compete a la pareja humana respecto a la procreación y la paternidad responsable. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 173 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Hoy suena en todo el mundo una permanente campana de alerta. Millones de indefensas e inocentes criaturas en gestación claman por vivir. Mientras estos gritos surgen desgarradores desde el seno de la tierra, el hombre se continúa cuestionando sobre el origen de su existencia y el momento de inicio real de la vida propiamente humana. Este interrogante, lógico, necesario y positivo de por sí, favorece, sin embargo, que muchos, ocultos en las tinieblas de falsas y mediocres campañas, acrecienten su pensamiento hedonista, antinatalista y abortista. Frente al conflicto ético que plantea el problema del aborto, la Iglesia no sólo no puede ni debe callarse, sino que además, desde la teología moral y la bioética personalista, tiene una respuesta positiva para su resolución. No se trata de una postura cerrada; por el contrario, es una propuesta abierta, positiva, que invita a la creación de una nueva Cultura de la vida, cuyo maravilloso ejemplo lo encontramos en la Encíclica Evangelium Vitae, de Juan Pablo II, que, a nuestro juicio, es un excelente tratado de ética cristiana. 2.3. El derecho inalienable a la vida del ser humano más frágil. Habiendo abordado la problemática del aborto desde las más diversas ópticas y teniendo en cuenta el maravilloso aporte de la ciencia genética, concluimos una vez más en lo que tantas veces hemos expresado: todo ser humano posee el derecho inalienable a la vida que nadie ni por ninguna razón puede quitarle, menos aún cuando este ser humano es aún incipiente y se encuentra en pleno desarrollo embrional o fetal, es decir, cuando el ser humano se encuentra en su estado de vida más frágil. La Organización Mundial de la Salud, en 1993, centró sus reflexiones sobre la fragilidad de la vida humana en rechazo a la violencia y a la negligencia. Si la vida es frágil, como hemos afirmado más arriba, cuánto más podemos decir de la extrema fragilidad del ser en gestación que sólo podrá desarrollarse como ser humano incipiente en Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 174 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad la medida en que sea salvaguardado, cuidado y protegido por otros, especialmente por quien lo lleva en su seno. La relevancia antropológica y ética del concepto de fragilidad exige respeto del otro, particularmente del más débil y desposeído que, precisamente por ser más frágil aún, debe recibir mayor respeto y diligencia. Paradójicamente, muchas campañas antinatalistas y abortistas alzan su voz precisamente en defensa de la mujer y de los pobres; es así como hasta el mismo Estado, y lo podemos constatar en nuestro país –por ejemplo, en la reciente Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable que hemos analizado–, ofrecen métodos anticonceptivos contrarios a la ley natural, cuando no abortivos, considerando que de esta forma se colabora con quienes no tienen suficiente poder adquisitivo para determinado tipo de prácticas y concluyen en terapias clandestinas con graves y trágicas consecuencias para la salud y la vida de la mujer, o, contrariamente, se proclaman defensores de “pobres” mujeres que traen cada vez más hijos al mundo con el consecuente problema de no poder criar luego a los hijos de sus entrañas. A nuestro juicio, en el mejor de los casos, no son más que cuestiones paliativas frente a la fragilidad y a los desposeídos de la tierra; también, muchas veces, son formas ocultas de proponer medidas inhumanas y asesinas de seres indefensos; propuestas que no se animan a llamar por su verdadero nombre y confiando en la aparente ignorancia de los ciudadanos comunes. En el fondo, no son más que falsas y mediocres medidas para no afrontar realmente el problema de fondo: la erradicación de la pobreza en todos sus niveles y la defensa del derecho inalienable a la vida sin ningún tipo de discriminación étnica, sociológica, económica, política o religiosa. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 175 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad 2.4. La ética de la fragilidad requiere de respeto y diligencia contra la violencia y la negligencia. Si es cierto que “la vida moral ha de basarse en el respeto escrupuloso de la vida corporal y espiritual de las personas, incluidas sus creencias religiosas, morales, culturales, políticas, etc.”185, nos preguntamos, entonces, ¿por qué no plantearnos el mismo argumento ante la gestación de un ser humano y su derecho inalienable a la vida? La cuestión del aborto abre el camino a la reflexión ética en todos los ámbitos de la sociedad, pero particularmente en aquellos que tienen más directa relación con la vida humana tales como la familia –en primerísimo lugar–, las iglesias en sus diversos credos, las instituciones educativas y sanitarias, y los organismos judiciales, legislativos y políticos, entre muchos otros. En este camino la Iglesia católica siempre se ha manifestado y continúa manifestándose a favor de la vida. Es precisamente cómo, atenta a la vida, observando la fragilidad humana y en su opción por los más pobres y desposeídos, la Iglesia no cesa en presentar un llamado constante a forjar una verdadera Cultura de la vida. Esta Cultura de la vida requiere sabiduría, y la sabiduría se adquiere mediante una adecuada formación que incluya la moral, en la que se eduque en los valores, incluso los valores de la sexualidad humana, en un clima sereno, respetuoso, positivo. Una formación que incluya, por sobre todo, el respeto y la diligencia hacia el más débil e indefenso. En el fondo, la Cultura de la vida requiere, simplemente, amor. Y con esperanza realista apostamos al amor que, como dice P. Chauchard: “llegará un día en que la principal enseñanza impartida a los hombres será esta ciencia del amor, esta agapología 185 Ibíd., p. 37. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 176 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad prospectiva al servicio del verdadero progreso humano. No simplemente una ciencia del amor, sino una técnica de la amorización”186. Cuando llegue ese día, escucharemos otros tantos millones de indefensas e inocentes criaturas en gestación que danzando en el seno de sus madres podrán entonar un canto nuevo: gracias por permitirme vivir! ▲▼▲▼ 186 ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ CHAUCHARD P., Necesitamos amar, Herder, Barcelona, 1969, p. 20, cit. por CABADA CASTRO Manuel, en La vigencia del amor. Afectividad, hominización y religiosidad, San Pablo, Madrid, 1994, p. 24. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 177 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CONCLUSIÓN VALORACIÓN ÉTICA DE LA VIDA Y ABORTO AFIRMACIÓN DEL DERECHO A LA VIDA EMBRIONARIA, REFLEXIÓN AUTOCRÍTICA Y PROPUESTA PASTORAL ESPERANZADORA DE FORMACIÓN Y EDUCACIÓN EN EL VERDADERO SENTIDO DE LA SEXUALIDAD HUMANA Y LA PROCREACIÓN RESPONSABLE Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 178 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad CONCLUSIÓN Cuando nuestros coterráneos de mediados del siglo XXI recuerden a nuestra generación y observen la sociogeometría del aborto –tal como se da en algunas legislaciones nacionales actuales– seguramente se compadecerán de nosotros y exclamarán con cierta pena: “¡Qué primitivos eran en el siglo XX los hombres occidentales que permitían el cruento método del aborto y no protegían al embrión humano, teniendo a disposición –como tenían– otros muchos métodos para evitar que fueran concebidos los niños no deseados!”. Probablemente, los seres humanos de mediados del siglo XXI –que presumiblemente tendrán mucho más sensibilidad que nosotros para cuidar la naturaleza, proteger a los animales y a los seres humanos indefensos– mirarán con cierta compasión a nuestra generación y pensarán respecto a nosotros, lo mismo que nosotros ahora pensamos cuando nos acordamos de nuestros antepasados de apenas 100 años atrás que tenían esclavos en sus casas...187 En el transcurso de nuestra reflexión ética hemos puesto la mirada ante el maravilloso mundo que se encierra en torno a la vida humana, particularmente en los inicios de su existencia, como fruto del acto creador de Dios que se manifiesta mediante la unidad del acto conyugal en expresión de amor mutuo y apertura a la procreación. Consecuentemente fuimos analizando el dilema ético que plantea la cuestión del aborto. Al hacerlo, hemos intentado abordar los más diversos aspectos que van desde la controversia moral hasta la valoración positiva de la vida desde las distintas ópticas que presentan los desafíos científicos biotecnológicos, políticos, jurídicos y sociales. En el fondo de nuestra opción ética cristiana, en el marco de la bioética personalista y la ética de la fragilidad, se encuentra la valoración moral de la vida humana que subyace tras una visión teológica y moral que descubrimos a lo largo de la rica tradición de la Iglesia y su Magisterio. 187 FRANCA TARRAGÓ O., Ética Montevideo, 2000, pág. 12. al inicio de la vida, en Anales de Ginecología y Obstetricia, 38 (1), Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 179 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Es innegable la evidencia de la práctica abortiva y de legislaciones que favorecen la licitud y despenalización de la misma. Es el rostro de una cultura de muerte que caracteriza la sociedad posmoderna. Es el grito desgarrador de millones de seres humanos débiles e indefensos que surge desde lo más profundo de la tierra y que claman por vivir. Es la pregunta de Dios que, hoy como ayer, cuestiona permanentemente al hombre: “¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo” (Gn 4, 10). Como expresa Juan Pablo II, la pregunta que Dios dirige a Caín y que éste no puede esquivar, “se dirige también al hombre contemporáneo para que tome conciencia de la amplitud y gravedad de los atentados contra la vida, que siguen marcando la historia de la humanidad” (EV n. 10). Pregunta que incluye una mayor gravedad, cuánto más frágil es el ser humano objeto de occisión. Pero también es innegable el triunfo del bien sobre el mal. La voz de la ética en pro de la defensa de los más desposeídos e indefensos, tal es el ser humano incipiente en su estado embrional o fetal, se alza fuertemente a favor de la creación de una nueva Cultura de la vida que incluye la valoración y el cuidado de la misma desde sus estadios más incipientes. Creemos que este llamado incesante halla su eco en los más diversos sectores, allí y siempre donde haya un ser humano capaz de amar, cuidar y respetar la vida, y que es el gran desafío que el cristiano y todo hombre de buena voluntad hoy debe enfrentar. Partiendo del principio de que la plenitud y dignidad de la persona humana halla su origen en el acto íntimo de la pareja humana, cuya condición indispensable radica en la unidad que se ha de dar entre el amor personal y la apertura a la procreación, y que desde el primer instante de su existencia es un ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, afirmamos la ilicitud de todo acto que atente contra la vida humana desde sus inicios; atentado contra la vida que es intrínseca y moralmente malo e inaceptable. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 180 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad Como hemos afirmado, el embrión no es un hombre en potencia; será en potencia un niño, un adulto, pero es en sí mismo y en acto ya un ser humano al que le competen todos los derechos atribuibles a cualquier ser humano. Es persona humana en su totalidad corporal y espiritual desde el instante mismo de la concepción, con la diferencia que lo distingue del resto de los humanos en cuanto que es el ser más indefenso y falto de autonomía y que, como tal, merece aún mayor respeto, cuidado y protección. Entender así al ser humano en gestación invita a una profunda propuesta pastoral que apunte a la familia y a la educación de los niños y de los jóvenes en el verdadero sentido de la sexualidad humana y la procreación responsable; propuesta pastoral que incluya la formación de los médicos y de los esposos sobre la dignidad humana. No se puede dejar al libre arbitrio de una mentalidad materialista, empírica o superficial sobre estas cuestiones. No es suficiente una catequesis superficial ni tradicional en estos temas. Hoy más que nunca, tanto al interior de la Iglesia como en el conjunto de la sociedad, vemos la necesidad de realizar una formación auténtica y objetiva sobre la dignidad del hombre que incluya una profunda antropología en vistas a los desafíos que presenta la biotecnología. Sin esta opción por una formación ética seria y responsable respecto a la vida humana y su dignidad es imposible que triunfe la Cultura de la vida sobre una cultura de muerte que sólo busca el avance tecnológico basado en una mentalidad tecnócrata, materialista, hedonista y cientificista. En vistas al logro de una fecunda evangelización más profunda sobre la dignidad natural y sobrenatural del hombre, se requiere de esta formación antropológica profunda sobre los aspectos de la procreación, el acto conyugal y el amor de pareja. En este campo encuentra su lugar específico la bioética desde donde que educará fructuosamente en la medida en que sea capaz de profundizar los fundamentos, sea desde el punto de vista filosófico como desde el punto de vista teológico. Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 181 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad En unión con la propuesta pastoral en vistas a una sólida formación moral, creemos que también debemos hacer un examen de conciencia como Iglesia. Nos referimos a la conciencia que hemos de tener respecto a la necesidad de coherencia ad intra y ad extra frente al respeto de toda vida humana. Sin dejar de lado el respeto a la vida humana aún no nacida, debemos reflexionar también sobre las diversas actitudes que tenemos en lo personal y en lo comunitario frente a otros problemas en que la vida humana es cuestionada. A modo de ejemplo baste preguntarnos: ¿qué opción asumimos frente a la pena de muerte?, ¿respetamos la dignidad humana del delincuente pese a su condición de no-inocencia?, ¿cómo salimos al encuentro de situaciones como la desnutrición, la pobreza y la injusticia social?, ¿qué percepción y acompañamiento realizamos respecto de la mujer embarazada y en dificultad? La autocrítica se basa en que detrás de la problemática que plantea el aborto, existen otros causales de responsabilidad social tales como el de discriminaciones injustas de la madre soltera o el de la pobreza y la marginación que lleva a muchas mujeres a optar por el aborto. Si afirmamos el valor de la vida no-nacida con claro destino humano, debemos ser sensibles también al valor de otras vidas ya-nacidas y cuyo destino humano es también amenazado. Con todo el amor y el respeto que tenemos por Ella, creemos que la actitud de nuestra amada Iglesia, hoy más que nunca, requiere de su vocación profética más que de planteamientos políticos. Constatamos la existencia de profetas y testigos en el seno de la Iglesia. Esta percepción la evidenciamos, por ejemplo, en maravillosos gestos y expresiones de los Pontífices de las últimas décadas, tales como el llamado de Pablo VI a la generosidad y al sacrificio hasta el heroísmo (cf EN n. 48) que incluya el testimonio de vida que, hoy más que nunca, “se ha convertido en una condición esencial con vistas a una eficacia real de la predicación” (EN n. 49); o el mismo testimonio de la incansable Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb 182 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad lucha de Juan Pablo II valorizando y promoviendo el llamado continuo a una Cultura de la vida que abarque la totalidad de los sectores y de la actividad del hombre. Entonces sí, como hemos dicho, escucharemos millones de indefensas e inocentes criaturas en gestación que danzando en el seno de sus madres podrán entonar un canto nuevo: ¡gracias por permitirme vivir!, mientras otros tantos humanos ya-nacidos podrán gozar de la vida que algún día les ha sido gratuitamente dada. Será el día en que brille el esplendor de la resurrección porque ya no habrá muerte (Ap 21, 4), porque habrá sido vencida por el poder de la vida. En ese cielo nuevo y en esa tierra nueva (Ap 21, 1) encontraremos que la causa de la vida ha tenido sentido. Acoger, anunciar, celebrar y testimoniar la vida tras la defensa de niños a los que se le impedía nacer o de hombres sumergidos en la categoría de los desposeídos habrá tenido sentido. Entre tanto, nos corresponde vivir nuestra vocación profética desde el testimonio y la palabra, valorando el avance científico, pero atentos a los desafíos éticos para que todo avance biotecnológico y toda legislación humana sea capaz de valorar, promover y defender de la vida en todas sus expresiones y en todos sus estadios de desarrollo. ▲▼▲▼ ▲▼▲▼ Tesina de Licenciatura en Teología con especialización en Moral Juan Francisco Tomás sdb ▲▼▲▼ 183 LA VIDA HUMANA Y EL DILEMA ÉTICO DEL ABORTO Análisis ético-teológico a la luz de la Bioética Personalista y la Ética de la Fragilidad BIBLIOGRAFÍA DOCUMENTOS DEL MAGISTERIO ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA, Declaración sobre la producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales embrionarias humanas, en Vida y Ética, Buenos Aires, UCA, Instituto de Bioética, Año 2, N.1, Junio 2001. Pág. 85-93. Catecismo de la Iglesia Católica, Buenos Aires, C.E.A., 2000. 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