andanzas y muerte de luis gutierrez autor de la novela

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ANDANZAS Y MUERTE DE LUIS GUTIERREZ
AUTOR DE LA NOVELA CORNELIA BORORQUIA
GERARDDUFOUR
UNIVERSITE D'AIX-EN-PROVENCE
Para Lucienne Domergue,
agradeciéndole su generosidad.
En 1982, con motivo del Coloquio internacioral orgnizado en Madrid por el
Profesor Alberto Gil Novales sobre La Prensa en la Revolución liberal: España, Portugal y Amdrica latina , José Altabella llamaba la atenci6n de 10s investigadores sobre
un curioso personaje, Luis Gutiérrez, encabezando con 61 el largo martirologio de periodista~espaííoles del siglo XIX
En febrero de este aíío, en otro coloquio internacional igualrnente organizado
en Madrid por Alberto Gil Novales (La Revolución francesa y la Pen~hsulaIbérica),
el Profesor Altabelia present6 "Algunas precisiones en torno a la vida y obra del gacetero de Bayona Luis Gutiérrez". Como declar6 su autor, esta comunicación se fundaba en un opúsculo rarísimo, que tenia la suerte de pmer personalmente, Historia
'
'.
del Gacetero de Bayona don Luis Gutiérrez, extractado de la causa original e ilustrada con algunas notas por el DE. J.M.D., publicado en Sevilla, aíío de 1802 (sic). Las
noticias así ofrecidas al públic0 (y que se publicarán en breve en las Actas del Colo-
quio) completaban de manera importante (aunque no definitiva) 10 poc0 que hasta
ahora se sabia, por Manuel Méndez Bejarano y Juan Antonio Llorente sobre este
ex fraile Trinitario, redactor de la Gaceta de Bayona, y sobre todo autor supuesto
de una de las novelas de mayor 6xito popular del siglo XIX: Cornelia Bororquia, o la
vl'ctima de la Inquisición.
Dos días, no mis, después de oir tan interesante ponencia, tuvirnos la suerte
de haliar en el Archivo Histórico Nacional dos expedientes (Estado 29 G y Estado 5438 no 2) relativos a la prisibn, causa y muerte de Luis Gutiérrez. Por 10 general,
confirman 10 afirmado por José Altabella. Sin embargo, ofrecen algunos detalles suplementarios, y sobre todo esta incluida entre eiios una copia de la última carta de Luis
Guti6rrez que (además de su carácter patético) confirma de manera indudable a nuestro juicio, que -contrariarnente a ciertas opiniones tardías
fue efectivarnente el
'-
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(5)
La prensa en la Revolucion liberal: España, Partugal y Amdrica latina. Acras del Coloquio
Internacional que sobre dicho tema tuvo lugar en la Faculrad de Ciencins de la InformaciÓn
Universidad Complutense, 10s dias 1 , 2 y 3 de abril de 1982. Edición a cargo de Alberro Gil
Novales, Universidad Complutense, 1983, 632 p.
Altabella, José. "Notas para un elenco de un martirologio de periodistas del siglo XiX" en
OP. cit., p. 527.
Mendez Bejanano, Manuel. Liccionario de Escritores, maestros, y oradores naturales de Sevilla y su actualprovincia, Sevilla, Tipografia Gironés, 1922, 1, p. 290-291.
Llorente, Juan Antonio. Anales de la Inquisicidn de España, I, Madrid, imprenta de Ibarra
1812, p. XXI.
Vid. Brown, Reginald. La novela española 1700-1850, Madrid, 195 3, p. 6 3 que acepta, conforme con el British Museum y la Universidad de Harward, la atribución de la paternidad de
Cornelia Bororquin a Fermin Araujo.
autor de Cornelia Bororquia. Como, por 10 demás, ciertos puntos de estos dosiers deben ser aclarados o matizados a la luz de otros documentos que hemos consultado
en la preparaci6n de la edición critica de Cornelia Bororquia (cuya publicación creemos poder ofrecer pronto), presentamos ahora (a pesar del valor del trabajo del Profesor Altabeila) una nueva aproximación a las andanzas y muerte de tan extraordinario personaje.
Comto puede deducirse de una nota de la Policia francesa redactada en 1807,
nació Luis Gutiérrez en 1771 6 . Se hizo fraile Trinitari0 en Valladolid, aunque no
sabemos si de 10s Calzados o Descalzos que cohabitaban en el convento de la Santísima Trinidad de esta ciudad. SegÚn Juan Antonio Llorente, tuvo que huir a Bayona
de Francia "para liirarse de las &celes secretas de la Inquisición" Siguiendo a Gutiérrez en la causa que le fue formada en 1809, habría que situar esta ernigración a
Francia por 10s años 1799-1800 '.
Ningún documento comprueba la aseveración de Liorente y concretamente
no hubo ninguna alegación fiscal del Tniunal del Santo Oficio de Vailadolid contra
Gutiérrez 9. Pero si la cosa hubiera liegado a tal extremo, no hubiera podido escaparse. Además, a finales del siglo XWII, Bayona era el "santuario" de 10s que no querian
varselas con la Inquisición: asi es como enconiramos allá por ejemplo en 1800 a TomAs Valencia que "se hallaba cursando en la Universidad de Valladolid" '. Es que la
Inquisici6n, por aquellos años, no era Únicamente el tribunal moderado y esencialmente encargado de la censura de libros citado por Jean-Frangois de Bourgoing en su
Nouveau voyage en Espagne ou Tableuu de I'dtat actuel de cette monarchie, publicacado en 1789 ". Altamente elocuente del miedo que podia infundir el Santo Tribunal y de sus métodos es la protesta que el labrador Joseph Antonio Escola, vecino de
Villa de Tordera, corregimiento de Gerona, dirige al Cobierno el S de abril de 1800,
exponiendo que:
'.
'
"A primeros del mes de Febrero del año pasado se ha116 sorprendido una noche por el Santo Tribunal de la Inquisición de Barcelona, en cuyas cárceles fue conducido por 10s agentes del misrno en
donde permanecido por espacio de casi un año en tero sufiiendo las
mas horrendas calamidades en aqueilos oxuros calabozw y entre
otras a mas de estar privado de toda comunicacion humana, la de no
darle comida que de vein ticuatro a veinticuatro horas" '.
'
----Archives Nationales de France (en adelante, A. N. I'.) F 7- 2241.
Llorente, Juan Antonio, op. cit., p. XXI.
Vid. infra.
Archivo Histórico Nacional (en adelante, A. H. N.) InquisiciÓn 3730-3731 (Alegaciones
fiscales Valladolid).
(10) A. H. N., Estado 3008, carta a Urquijo del 14 de abril de 1800 en la cual protesta en contra
de las crrlurnnias que profiere el C6nsul en Bayona.
(1 1) P. 354 del tcrno I de la 2a edicidn, París 1797.
(12) A. H. N., Estado 3008.
(6)
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(8)
(9)
De todas formas el carácter clandestino de la llegada de Luis Gutiérrez a Francia no ofrece la menor duda, ya que no hallamos ninguna huella de ella en 10s papeles
de la Policia del departamento de Basses-Pyre'nBes de 10s años 1790-1800 3 . Tan discreta fue la publicación de la novela Bororquia o la vl'ctima de la lnquisición que salió
de una imprenta parisina en 1801, sin que hiciera menci6n de ella ni el journal typographique de P. Roux
ni el journal Gknéral de litteiature de la France de 10s iibreros-impresores Treuttel y Wiirtz '. Otras dos ediciones con el titulo ya de Cornelia
Bororquia, en 1802 y 1804, asi como una traducción por el "ciudadano Duclos" en
1803, tampoc0 fueron mencionadas 6 . Y sin embarg, esta traducción iba dedicada
"au C. Lucien Bonaparte grand Officier.de la Légion d'honneur, Rdsident du Tribunal,
Section de l'Int&rieur, ex-Ambassadeur pres de S. M. Catholique". Tampoco había escatimado el autor, en su nueva versión, "revista, corregida y aumentada" 10s elogios al
Consul Vitalicio y, según 81, su obra magna, el Concordato, "obra maestra de poli-
'
'
'
'
tica, capaz por si sola de inmortalizar ai Rey que le (sic) ha concebido y practicado" 1 7
Nos consta que en el verano de 1803, en Bayona, dio un ejemplar de Bororquia
o la vl'ctima de la lnquisición a un tal Josd Ramon Echevarria * .Primer indicio (casi
suficiente) de que 61 era el autor. El aiío anterior, participó sin duda en la creación de
10 que se conoció con el nombre de Gaceta de Bayona y se llamó en realidad El Cwreo
de Bayona (y que no hay que confundir ni con la Gaceta de la libertad y de la lgualdad,
publicada, en edición bilingue france's y español, por el año de 1790 9 , ni con La Ga-
'
'
----(13) A. N. F., ~ 7 - 3 6 8 56 .
(14) J o r n a l typographique e t bibliographique publid par P.R w , tomo 111-tolnos 111-VI11 (1°
venddmiaire an VIII-30 fructidor an XIII, o sea 22 de septiembre de 1799-21 de septiembre de 1805).
(15) Journal général de la littdramre en France... Paris, chez Treuttel et WurtL, an VIII-an XII
(1800-1804).
Las
ediciones de Cornelia fi ororquin publicadas en vida de Luis Gutiérrez fueron las siguien(16)
tes:
1°/ Bororquia O la v~ktimade la Inquisicidn, Paris, 1801 in 80 (120) 141 p..
2O/ Cornelia Bororquia. Segunda edición revista corregida y aumenrada, París, aiío de 1802,
in 8O, XIV-196 p.
3O/ Cornelia Bororquia. Tercera edición, revista corregida y aumentadn, año XII (1804) in
8O, 178p. La traducci6n se prcsentaba así: Bororquia ou la victime de I'lnquisition, fait historique traduit de I'espagnol, dddié au C. Lucien B onaparte, grand Officier de la Légion
d'honneur, Président du Tkibunal, section d e I'lntdrieur, ex-Ambassadeur pris de S. M. 01tholique, par le Citoyen Cuclos, Professeur de langue espagnole, e t traducteur de plusieurs
ouvrages en cene langue, Senlis, de L'imprimerie du Tremblay, an XI-1803, in- 8O, 162 p.
(17) P. 7 de la quinta edición, Paris, 1819.
(1 8) Domer gue, Lucienne. Des calas en la censura dieciochesca (Cadalso, Rousseau, Prensa periódica), Universite de Toulouse-Le Miraii, 1981, p. 62.
(1 9) Vid. Paz y Melia, A. Papeles de Inquisicidn, catálogo y extractos; segunda edicidn por Ramon
Par, Madrid, 1947, p. 173.
de Comercio, Literatura y Poll'tica de Bayona de Francia que se fundó en
1807 . Este Correo de Bay ona, como demostró Lucienne Domergue, se habia creado
con vistas a su venta en Espaiia. En conformidad con la legislación vigente, las Autoridades no concedieron la licencia pedida pero el10 no impidió la difusión del peri6dico
en España .
cera
'
Segin declar6 ante sus jueces en 1809, durante cinco d o s se mantendrá Luis
Gutierrez como redactor de la Gaceta de Bayona 2 . Abandorarrl el oficio en 1807 y
el 8 de noviembre de este aiio, la Policia apunta en sus registros que acaba de instalarse
en Paris c d e de Lilie, no 38. Viene de Bayona y se declara profesor de idioma. Conservari este domicilio hasta el 11 del mes'de diciembre del mismo aiio 3 .
A partir de aquí, le perdemos de vista. Ya no figura en 10s papeles de la Policia
francesa consagrados a 10s Espaiioles desde el aiio XIII (1905) hasta 1813 . Tampoco solicita ningún pasaporte .
''
Reaparece en enero de 1809 en Lisboa donde se le conoce por el nombre de
Don Franciqco Godínez. Le acompaiia un supuesto secretari0 suyo, que pretende llamarse Don Enrique Ramirez, y es en realidad un tal Juan Enrique Goicochea.
Por casualidad, se descubre que el liarnado Godínez lleva una carta del Secretario de Estado inglés Canning, carta fechada en Londres, de donde afiiman proceder 10s
dos individuos, aunque no tienen pasaportes británicos. Tal descubrimiento infunde 16gicas sospechas, y no se tarda en averiguar que el susodicho Godinez ha sido redactor
de la Gaceta de Bayona.
Se decide &entoncesaveriguar sus intenciones: se les expide sendos pasaportes
para Sevilla. Pero; en vez de encaminarse hacia la capital andaluza, toman la dirección
de Oporto y de Galicia, 10 que motiva que se les haga inmediatarnente prisioneros.
Son incautados:
- falsos papeles.
- "Un sello de armas reales con un lema que dice 'sello privado de Fernando 70'
y su estampado en lacre en un sobrescrit0 y papel".
- Una cantidad de 32.000 reales.
- Una carta supuestamente firmada por Fernando VI1 y otra igualmente atribuida al Infante Don Carlos, ambas dirigidas al Virrey de Mdxico. La carta de
Femando VI1 lleva la fecha del 13 de Agosto de 1808. En ella, expresa su volurltad de que el Virrey cree una Regencia y, en caso de que Josd Bonaparte
se. mantenga en el trono espaiiol, que cese toda relacibn con la metrópoli. Pero, la firma, a todas lues, ha sido imitada.
----(20)
(21)
(22)
(23)
(24)
(25)
Sanchez Aranda, José Javier. "Napoleón y la prensa afrancesada en Espaiia" in Les Espagnols etNapdéon, Université de Provence, 1984, p. 86.
Domergue, Lucienne, op. cit., p. 117-120.
Vid. infm.
A. N. I'., ~ 7 - 2 2 4 1 .
Ibid.
A. N. F.,~ 7 - 3 5 7 0Police
:
Génkrale. Demandes de passeports ( 1 793-1818) (letra "GM).
A la vista de tales pruebas de su impostura, 10s prisioneros quedan inmediatamente incomunicados. "Este enredo, urdido con cierta arte, parece merecer la más seria atencibn porque se presenta apoyado en negociaciones con el gobierno ingiés y en
la mediacion de la Rusia" comenta el autor del oficio que se manda a la Junta Central
sobre este asunto el 2 de febrero de 1809.
Inmediatarnente, Luis Gutierrez adopta el sistema de defensa que mantendrl a
10 largo de su proceso y a f m a en su interrogatori0 que "todo es una tramoya dirigida
a vengarse del gobierno frances". Lo Único que consigue, es dejar a sus interrogadores
en la mayor perplejidad. "Son conocidarnente falsarios, tal vez, espias asalariados par
el enemigo", a f m a el redactor del oficio ya citado. Y añade:
"Si es cierto lo que Godinez alega de que todo este enredo se dirige a
vengarse del Gobierno frands entonces el plan es un proyecto fa tuo
de estafas y delirios ambiciosos; pero si no es asi, tendn'a una significacibn mas seria, tai vez dirigida por 10s enemigos para desanimar a
la España en un caso extremo con semejantes movimientos en las Colonias".
Finalrnente, no sabe a que' atenerse, y concluye interrogándose sobre si se trata de una
maniobra de 10s Franceses, si 10s Ingleses tienen algo que ver en eso, o si el supuesto Godínez tan s610 es un impostor 6.
En un oficio que redact6 para Martin de Garay el 28 de abril de 1809, Don
Ramon Navarro y Pingarrón, Gobernador de la Sala del Crimen de Sevilla se mostrar i más perspicaz:
"Esta causa es muy interesante... porque contiene especies de gravi'sima importancia relativas a 10s designios de Napoleón para revolucionar las Amkicas, designios que es preciso contrarestar por 10s
medios que V. M. tenga a bien" '.
Varios son 10s indicios que permiten llegar a esta conclusibn. Primero, la suma
de que disponían Gutiérrez y Goicochea era bastante considerable y es poc0 verosímil
que un individuo aislado (o dos individuos) hayan podido acumularla Únicamente para
vengarse de un gobiemo extranjero; 32.000 reales, era casi el doble de la renta anual
media de un canónigo, o de un Oidor de la Audiencia de Barcelona *. Suponia casi
el doble de 10 que seguia cobrando un inquisidor donde no se habia hecho caso del decreto de Chamartín de1 4 de diciembre de 1808, como en Mallorca 9 . Eran 2.000 reales mis de 10 que iba a cobrar al año un Comendador de la Real Orden de España que
(26) A. H. N. Estado 5438 exp. n o 2.
(27) Ibid.
(28) Vicens Vives. Historia socinl y econ6mica de España y Amiica, N , Barcelona, 1961, p. 252.
(29) Roura i Aulinas, Lluis. L 'Antic rigim a Mallorca abast de la conmocw dels anys 1808-1814,
Conselleria d'Educaci6 i Cultura del Govern Balear 1985, p. 5 15.
fundaria Jose I0 en septiembre de 1809 3 0 . Tal suma suponía una fmanciaci6n oculta
que s610 podia proporcionar un gobiemo. Los contactos con Inglaterra y mis concretamente con el secretari0 de Estado lord Canning, a pesar de la carta descubierta (quizás tambidn falsa) tarnpoco parecen muy verosímiles, aunque seguirl Gutierrez reivindicindolos hasta el final, como veremos: despuds del decreto imperial del 21 de noviembre de 1806 que establecia el famoso bloqueo continental y prohibia el comercio,
la correspondencia y cualquier contacto con las Islas Británicas o cualquier sdbdito inglés , rnuy difícil le hubiera sido a Gutiérrez pasarse desde Francia a Inglaterra. Adem h , sus declaraciones posteriores (se@n comprobaremos mis adelante) hacen aÚn menos probable tal viaje. La dirección que tornaron 10s dos hombres, encaminándose hacia Oporto y Galicia en vez de ir a Sevilla tampoco deja lugar a dudas: asi podian esperar dar con el ejército de Soult, que habiendo entrado en Lugo el 9 de enero, obligaba
a 10s Ingleses a retirarse sobre Portugal que 10s franceses se disponian a invadir por el
Norte 32. Finalmente, y sobre todo, tal estratagema correspondía perfectarnente a la
política que Napoleón, a pesar de sus declaraciones oficiales, ya tenia concebida desde 1808
e hizo notificar al Cuerpo Legislativa por su Ministro del Interior, Conde
& Montalivet, el 12 de diciembre de 1809 4 .
'
"
Por orden de la Junta Central, se trasladó a 10s dos prisioneros de Lisboa a Sevilla. En coche, vgilados por Joaquin Vázquez y "dos hombres de confianza", con
escolta de ocho hombres a caballo, se pusieron en camino el 10 de marzo de 1809. Pocas ilusiones se hacía Gutiérrez sobre la suerte que le esperaba. Sabia que este viaje le
conducia al cadalso y difícilmente pudo soportarlo: "sali6 de aquella prision enfermo
y demente, pero la ventilacion del camino le ha restituido su salud y razdn" coment6
Vázquez, avisando a la Junta Centml, el 10 de rnarzo, que había Ilegado a El Ronquillo. A esta distancia de Sevilla (unos cuarenta kil6metros) Vázquez no supo muy
bien qui hacer. En un oficio que mandó este dia a Martín de Garay, Vocal de la
Junta Central, manifest6 que esperaria sus ordenes en las inmediaciones de la casa de
este pueblo donde se había parado después de caminar "sin el menar tropiezo". En
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(33)
(34)
Dufour , Gérard. J uan Antonio Lloren te en France ( 1813-1822). Contribu tion d l'étude du
Libiralisme chrétien en France et en Espagne au début du XIXO siicle, Geneve, Droz, 1982,
p. 27.
6uNerin des Lois de L'Empire francais, tome V, contenant les Lois rendues depuis le lojuin
jusqu au dernier jour du mois de Ldcembre 1806, no 96 i 130, Paris, Imprimerie Impériale,
janvier 1807, buiietin no 123, decret no 1998, p. 57 1. Incluso se prohibia chalquier correspondencia en lengua inglesa.
Thuy, Jean. La Guerre d'Espagne, Paris, ed. Berger-Levrault, 1965, p. 323.
Aymes, Jean-René. "Napoléon et le Mexique" en Tilas, Strasbourg, no XI (197 I), p. 49 y Penot, .lacques, "Les Hispano-américainset Napoléon" en Les Espagnols e t Napoléon, op. cit.,
p. 61.
Penot, Jacques, Ibid., p. 60. Del mismo autor, vid. también Les Relations entre la France e t
le Mexique de I808 d 1840, Paris, Libraiie Honord Chanlpion, 1976, p. 61-146.
otro pliego, mandado a Maxirniliano Gil de Banave, afnmaba que "par evitar algun
insulto" se proponia adelantarse hasta Santiponce, a donde llegaria a las tres de la
tarde. Allí, esperaria las 6rdenes para saber si debía entrar en Sevilla de noche, en
coche, con sus dos hombres de confianza y la escolta entera. Como respuesta, la
Junta Central dio "arden al Tribunal de Sewridad publica para que comisione a uno
de sus Ministros para incorporar a los r e a y conducirlos a esta ciudad de noche, can
la prevencidn de que evite el tribunal de que ni antes ni después se sepa la llegada
de estos rea".
Ya que don Juan Paez de la Cadena y Don Josef Maria de Manesau no habian tomado posesión de su cargo en el Tribunal de Seguridad pública, fue encargado
de la causa el Gobernador de la Sala del Crimen, Don RamÓn Navarro y Pingarrón.
Martin de Garay queria concluir 10 m h brevemente posible. Asi 10 expred a Navarro y Pingarrón el 7 de abril:
"Uno de 10s primeros objetos que tuvo presentes S. M. al establecer
este tribunal, f i e que tales causas de aquellos r e a que atentaban
can ka la seguridad y la libertad de la Pa tria fuesen juzgados hreve
y sumariamente, para que el pronto y ejemplar castigo de tan atroces delitos sirviese de escarmiento a los malos y de confianza a
10s buenos esparioles. Par eso y parque la que estd fcumando el
tribunal ai ex fraile Dn Luis Gutikrrez y Dn Juan Enrique de Goicochea es tal vez la mas grave que puede presentarse en su clase, qukre S. M. que V. S. disponga un hreve despacho dando menta par mi
conducto de su estado actual".
Le contest6 al dia siguiente Navarro, afumandole que el Sumario había sido concluso
y estaba en manos del Fiscal desde el 26 de febrero (sic) y que la causa habia sido
examinada sin "prescindir de la observancia de l a tramites legales. .. haciendolo con
la rapidez y prontitud pas'ble"
.
De hecho -si no de derecho- la causa ya estaba juzgada. El proceso y la sentencia ya no constituían sino nieros "trámites legaies" como decia Navarro. Veremos
adelante que Luis Gutiérrez no se hacia la menor ilusión a este respecto.
En su audiencia, el Tribunal oyó a 10s acusados. "D. Luis Gutikrrez en su dedaracidn expuso su estado y ocupaciones, manifestando que había cosa de dkz a i i a que
marchd a Bayona de Francia dimitiendo las persecuciones de 10s Fraiies después que
supieron que habla querido secularizarse y que el Obispo de Bayona admiti6 su Bula
de secularización". M i m 6 tambien que había sido interprete de la Plana Mayor del
Mariscal Ney y que su hermano se habia puesto al servicio del Rey Jose', "de donde le hizo salir indignidad de las vexaciones que cometl'an en Espaiia". Interrogado
por sus jueces, afirmi, "que fue Redactor de la Gaceza de Bayona c a a de cinco aiios,
obrando en 10s dos primeros con absoluta 1ibertad;pero cuando el establecimiento del
imperi0 se le destino par censor al Su bprefecto quien le designaba 10s artfculos de P e
licia, abandono este oficio". Confed también que, por orden de Azanza, había traducido al español un texto atribuido a Fernando VII, redactado en realidad por Talleyrand, en el cua1 se exortaba a 10s Americanos a obedecer fielmente a José Bonaparte.
Este texto, añadía no había sido publicado, pero el había sido amenazado de muerte si
revelase el asunto. Por fm, intent6 justificarse, pretendiendo de nuevo haber actuado
por vengarse de 10s Franceses 6.
No sabema qué opinaron 10s jueces de tales declaraciones ni hasta qué punto
erm sinceras. Notemos que no se mostrd prolijo Luis Gutiérrez en la presentación
de sus ocupaciones y estado. Intent6, eso sí, dar una visión canónicamente aceptable
de su separación de la Orden Trinitaria. Una versibn que no podia verificarse y que nosotros tampocohemos podido comprobar. Obsememos sin embargo que si hubiera
obtenido bula pontificia de secularización, no vemos por que' el Obispo de Valladolid
se hubiera negado a aceptarla y que, por otra parte, en Francia, en 1799 o 1800, nadie iba a exigirsela.
La confesión de que estuvo de interprete en la Plana Mayor de Ney parece en
cambio verosimil, ya que no facilitaba, ni mucho menos, su defensa. Efectivamente,
Ney había llegado a España en agosto de 1808 ', 10 que hacia totalmente imposible
el viaje a Londres en 1808 al que ya se había referido y al que aludirá l u e p Gutidrrez
como verema. Además, el puesto de interprete de una Plana Mayor necesitaba, con
toda evidencia, un hombre de confianza, de cuya lealtad 10s franceses tenían que estar
totalmente seguros.
Semajante impresión trasluce de las contestaciones al interrogatori0 complementari~.Que Taileyrand haya imaginado fabricar una carta de Fernando VI1 no
debe extraiiarnos demasiado: ya sabemos el valor que en su propaganda 10s franceses
concedian ;i las declaraciones (verdaderas o supuestas) del monarca espaiiol
Y
obsememos que, efectivamente, en mayo de 1808 el propio Napoleón dio orden a
su Mininstro de Asuntos Exteriores, Conde de Champagny, de mandar a las autoridades españolas de Amdrica cuantos documentos (cartas de Carlos N, de Fernando,
de Azanza, O'Farril, de la Junta Suprema de Gobierno ...) justificaran el cambio dinistico decjidido en Bayona 9. Pero si no es de descartar que Talleyrand haya querido cometer una impostura, la elección del traductor tampoc0 podía ser gratuita.
Incluso si afiima Gutiérrez que se le amenazb de muerte si revelara la mis mínima
'.
----(36)
A. H . N . Estado 5438 exp. NO 2.
Napier, GénBral W. F. P. Histoire de la Guerre de la Péninsule, (1807-1814). Traduit de
I'angiais par Mathieu Lurnas, VOLI , Paris, ed. Champ Libre, 1983, p. 249.
(38) Vid. Nellero (= Llorente) Memoires pour servir d la r~volutiondlEspagne, avec des piices
justificatives, tome premier, Paris, J. -G Dentu 1814, p. 107. Vid tambidn Dufour, GQard,
OP. cit., p. 69-75.
(39) Penot, Jacques. "Les Hispano-américains et Napoléon", op. cit., p. 53.
(37)
palabra a propósito de esta empresa, era necesario llamar a un hombre de total confianza, del cual se sabia que sus convicciones politicas -o su interds- le harian conservar
un silencio absoluto y acallarían su escrúpulos. Dicho de otra manera, un hombre ya
muy conocido y apreciado por 10s altos políticos franceses o afrancesados. Un hombre
en una palabra que, podria transformarse en agente secreto. Otro ejemplo tenemos de
español afrancesado que aceptó servir de espia a Napoleón: el famoso viajero Badia y
Leblich 4 0 . Notemos por fm, que tanto en su declaración como en sus contestaciones,
no se puede ver ningun motivo concreto y personal que justifique que, para vengarse
de 10s Franceses, haya tenido Gutierrez que inventar tan enrevesado y pebgroso enredo.
La rapidez con que se desarrollaba el proceso confirmaba a Luis Gutikrrez en sus
aprehensiones. El 12 de abril, intent6 una Última treta: una carta que escribió a un tal
Sandher's, c d e de Manchester, no 74, en Londres. Como comprabarán después 10s
agentes de la Junta Central en Londres a petición de Martin de Garay, siexistia esta
c d e , pero su último número era el 34, y en toda Manchester street, no vivia ni un s610
Sandher's o persona que llevase un apellido semejante. En realidad, Gutiérrez sabia que
su correo seria leido e intent6 acreditar su supuestos contactos con 10s ingleses o quizas, simplemente, ganar tiempo esperando que mientras tanto se apoderarían de Sevilla 10s Franceses.
En esta carta, Luis Gutiérrez se mantenia f e l a su sistema de defensa: no fue
todo sino un intento de vengarse de 10s franceses. Y con cierta habilidad, se perrnite inclusa la elegancia de afirmar que ya que 10s íraicionó una vez, no quiere repetir semejante vileza. Sobre todo, intenta convencer de que estuvo en Inglaterra el año pasado y
que allí mantuvo conversaciones políticas con Canning. Finalmente, afirmaba que
conocia tremendos secretos de alta política que llevaria consigo a la tumba: finico medio que le quedaba para prolongar su existencia, si llegaban a credrselo 10s miembros de
la Junta Central
Pero tampoc0 se hacia.Luis Gutidrrez muchas ilusiones sobre el dxito de esta
jugada. Y al mismo tiempo que urdia esta desesperada maniobra, compuso, para s i
mismo, quizás para la posteridad, el personaje que queria representar en el dia, ya próximo, de su muerte. En esta carta, afnma una entereza que dist6 mucho de ostentar
cuando salió de Lisboa camino de Sevilla y un total menosprecio a la muerte. Pero sobre todo, rechaza la calificacibn de agente del enemigo o de espia por la cual seri ejecutado. No quiere la muerte de un traidor a su patria, sino la de un Filósofo, victima
del fanatismo. A 10 largo de esta carta, insiste en este tema, y sus ultimas palabras en
esta especie de testamento espiritual son para declarar que desapareceri, "victima del
.
fanatismo en el siglo XVIII"
Reconocemos, en taies afirmaciones de odio al fanatismo, 10s acentos de Cor-
'
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(41)
Vid. Garcia Wehbe, Anny . Contribu tion d I'étude biogrnphique de L omingo Ladia y Leblich (prdsentation d e documents). Thise pour le L~octoratde spécialité(30 cycle), Universit6 Pau1 ValQy-Montpellier 111, 1 9 7 3 , 4 5 5 4 5 p. mecanografiadas.
A. H. N. Estado 5438 exp. no 2. Vid. infra, documento.
nelia Bororquiu. La similitud de su situación personal con la de su heroina, y quizis la
del personaje histórico a partir del cua1 hagin6 su relato, se hace en 81 obsesiva: como
Bororquia, en 1559, por luteranisme 2 , como su Cornelia, víctima & 10s irnpuros deseos de un Inquisidor General, Luis Gutiérrez esta en una cárcel de Sevilla, y en una
plaza de Sevilla ha de sufiir el Último suplicio. En el postrer trance de su vida, llega a
persuadirse de que es tarnbién Cornelia Bororquia, otra victima de la intolerancia, que
no sufrirá un castigo infamante, sino que recibiri la buena muerte, la de 10s mdrtires
de la razón y,& la libertad de pensamiento.
El 28 & abril de 1809 con la frialdad propia de su cargo, Navarro Pingarr6n
comunicaba a la Junta Central la conclusi6n de este asunto:
'W Tribunal de Seguridad pdblica, en vkta de la Causa y de lo alegado por una
y otras partes, condend a Don Luis Gu tierrez y Don Juan Emique Goicochea en la pena de muwte en garrote en atención al cardcter sacerdotal del primer0 y notoria hidalguia del segundo, ejecu tindose dichas penas en 10s t6rminos acostumbrados por el
Tribunal, precediendo con aquei la degadación a cuyo fin se pasase el Oficio conveniente al Exmo Sor Arzobispo y que los bienes de 10s dos se confiscasen para la Cámara de S. M. Tuvieron efecto las dos penas impuestas al Guti4rrez y Goicochea en 14 y
1 8 de Abril, hahidndose hecho la ehcucion a las doce de la noche dentro de la cdrcel,
y coloca'ndose en seguida sus caddvaes en el tabladiilo del Garrote dispuesto en la Plaza de San Francisco, con un letrero en el pecho en que manifesta ban sus delitos" 4 2 .
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Llorente, Juan A n t o n i ~ .Histoire cntique de I'inquisition dEspagne, 28me édition, Paris,
Treuttei e t Würtz 11, p. 293.
A. H. N. Estado 5438 exp. no 2.
DOCUMENTO
LA ULTIMA CARTA DE LUIS GUTIERREZ
(Este documento est6 consemado en el expediente no 2 del legajo 5438 de la sección & detado &I Archivo Hist6rico Nacional. No es original, sino copia, como
consta al principio &I texto. Respetarnos en la transcripción la ortografia, a veces
bastante curiosa, &i original.)
[Ir.1
Dans ma prison de Seville, /e 12 avril 1809.
Vous serez d4d instruit, rnon cher Sandher's par la lettre que je
vous écrivis de ma prison de Lisbonne de toutes les vexations qu'on nous y a
fait souffrir. Par celleci je viens vous apprendre qu'apre's avoir dtt? conduits ci
Seville chargds de fer comme si nous étions les plus gands brigands de la terre
on connenGa quelques joun aprks notre arrivde dans cette ville par instruire le
prods et quoique je ne sache pas avec toute certitude quel sera /e rdsultat je
puise en juger par la prdcipitation avec le quelle on agit envers nous et par plusieurs autres apparence qu'il sera le plus funeste. /I parait que la junte Centrale veut ma mort. Elle n'est pas asser dénud des bons sens pour ne pas connaitre
pbr I'ensemble de mes papiers mes bonnes intentions. Mais je doit 6tre une victime voueé d un monstre qu'on appelle fanatisme. /e me rappelle, rnon cher ami,
de vos reproches lorsque je vous parlais de vouloir me servir de ce ressort pour
mettre en avant de vuas politiques capables de contrarier celles de Bonaparte. /I
semble que la Providence a voulu me punir d'avoir trahi ma conscience, mes nobles sentiments et mes opinons libdrales, La mort mon cher Sandher's, ne
m'effraye point. je me sens avec assez de fermetéet de tranquillité d'cime pour
la souffrir et je monterai a' 1Vchafaudavec le noble courage de l'innocence, car
quel prix peut avoir la vie pour votre malheureux ami, se voyant infirme, l'ordre des iddes bouleversde et réduit presque a' /%tat d'un paralytique? Si les fran~ a i sfussen arrivés ci Seville ces jours derniers, comme i1 y avait tout lieu de
craindre, j'aurais peut-6tre obtenu la grace de L'Empereur car enfin je ne lui
avais fait encore aucun mal, mais quel rdle affreux aurais-jejoué par la suite
[ I v.] m'ayant autant avili aux yeux de tous mes amis. / Probablement un coup de
pistolet eut alors termine' mes jours. Si j'avab rdussi dans mes projets, si votre
gouvernement avait voulu me seconder, on ni 'auratit aisdment pardonn4 puisque je suis espagnol. Aujourd 'hui je suis plus d plaindre de me voir chargd
d'oprobe et d'ignonninie par ceux-ld mgme qui par leur propre avantage devraient me proteger et auraient eu pour moi et pour mon frei-e les plus grands
égards si nous étions rest& fidiles b son service.
/e n 'ai point oublié les conseils que vous me donncites avant rnon départ dlAngleterre, mais je ne pouvais pas faire aucune ddmarche auprgs de la
cour de Sicile, ne voulant pas violer la parole d'honneur que j'avais donnc! d
cet égard 2 M. Canning. Et puisque je n'avais pas m6me parléd I'Embassodeur,
comment pouvais-je y aller? / e prdferais venir en Espagne croyant trouver dons
La junte Centrale des gens entreprenans, raisonnables, éclairés et au fait des révolutions, mais a' rnon arrivde a' Lisbonne, on me détrompa tout d fait, et je fus
tellement dtfcouragd que je perdis la carte. Nous eumes /e malheur de trouver
pour Agent Espagnol ce forcene' fanatique que je vous ai si bien dépeint dans
ma dernie're. Peut-i1 exister, rnon cher ami, dans le sie'cle que nous vivons un
6tre pareil? Mais n'en parlons plus de cette homme: mon coeur se seigne encore en se rappellant de ses iniquitds envers moi; de su cruotd envers /e jeune et
malheureux Henry, et de sa conduite ignoD!c et indigne d'un Gentilhomme.
j'ai malgré tout le mal qui nous a fait et Iu haine implacable qu'il nous a j u r i
la générositd de tout /ui pardonner. A Séville au moins on nous a trait6 avec
plus d'humanitd quoique nous n'ayons point de communication avec personno.
[2 r.] Ces messieurs sans doute nous regardent comme / des gens trei d craindre. Cela peut suffire pour vous faire une idée de leur caractire ombrageux et mtffiant.
Aussitdt que la nouvelle de ma mort vous sera parvenue, vous voudre bien la faire inst?rer dans les journeaux de Londres, en rendant d la mimoire de votre meilleur ami tout l'honneur qu'elle mirite. Vous Qtesle seu1 dispositaire de mes secrets; personne donc mieux que vous ne connaissez mon ddvoument i la famille Royale, au gouvernement Anglais et /e vif intdret que
j'attachais au sort des Amériques. Si en embrassant cette cause j'ai manqui de
noblesse d'ame, s'il y est entrt? de la vengeunce, ces faiblesses sont a' la fin
pardonnables étant espagnol. Aussi j'ai sacrifié mon bien-Etre, mes amis et en
1
un mot tout ce que j'avais de plus cher au monde.
j 'ai parli avec M. Canning ovec assez de franchise relativement aux
Amériques ayant plus d'une raison pour craindre qu'elles deviennent francaises.
Cependant je ne lui ai point dit des choses frappantes qui /ui auraient bien
fait perpser. Votre gouvernement aura un jour sujet de se rappeler de moi
et des services que je voulais /ui rendre. Les A mériques, mon bon ami, suivront
/e sort de la -Métropole. Cela ne doit point surprendre les personnes qui connaissent notre Nation et ceux qui la gouvernent, les quells d'apris tout ce sui se
passe n'ont pas l'air d'6tre bien versés dans la politique et ses grands myst2res. J"avais I'orgueil de me croire capable de ddlivrer les Amdriques du joug de
Bonaparte car personne mieux que moi ne pouvait savoir les ressorts dont i1
fallait se servir pour arriter l'impétuosité de la politique francaise et ses ruses
toujours renaissantes, mais puisqu'on m'a aussi horriblement tourmenté, i1 est
[2 v.] assez naturel pour / un. homme qui a quelque caract6re d'ensevellir e'ternellenement des secrets aussi importants.
Quant aux manuscrits que j'ai laissi en votre pouvoir, veuillez faire
l'usage que je vais vous indiquer. Les trois qui sont relids vous les enverret par
le canal dJHolande d M. Louis Fauche, Ndgociant d Bayonne. 11 est comme
vous mon bon ami, et i1 saura faire l'usage qu 'i1 convient. A propos de ceci, i1
est bon de vous faire observer qu'un brouillon d'un de ces ouvrages que mon
domestique a mit par mégarde dans ma malle m'a fait plus de tort que toute ma
mission et les papiers y relatifs. A l'égard de celui qui a pour titre Historia de 10
acaecido en Bayona en 1808, je vous prie de bien vouloir le bruler. /'ai trahi
une fois le gouvernement fran~aiset je neveux point le trahir une seconde fois.
A Dieu mon cher Sandhers: recevez pour la derniire fois mes tendres emhrassements. Ayez autant de fermete'd apprendre ma mort que j'aurai de csliruqe d /i1
supporter: banissez les regrets qu'elle va vous donner. Vous aurez tolijours
la consolation de dire que si votre ami Gutierrez est mort innocent, et si vous
/ui donnez quelques larmes, que cela soit pour avoir étC victime du fanatisme
dans le 79e sigcle. A Dieu, mon tendre Ami, A Dieu.
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