SIMPLE COMPLEJIDAD Por Juan Carlos Zaragoza García, CPIM, CIRM, MBA Todos llevamos dentro un gran emprendedor, sin embargo, cuando enfrentamos el reto de poner en marcha nuestros sueños, pronto nos damos cuenta que existe una gran complejidad en lograrlo, para lo cual tenemos que sustentar mejor los retos. Que podemos decir de los tipos de cambio en las monedas, nos ha tocado una época de recesión, en la cual es difícil poder saber que pasará mañana, difícilmente podremos saber cuál será la situación en el próximo año. Realmente si alguien lo supiera, la pregunta sería ¿porque no lo han evitado? Razones fundamentales de la complejidad en iniciar o mantener un negocio se encuentra en una excelente planeación estratégica y un impecable sistema de análisis de rentabilidad, ambos nos servirán como el mapa para llevarnos a través de las montañas y valles que debemos de cruzar para llegar a nuestro objetivo y tomar las mejores decisiones. Resumen En el presente documento introduciremos los conceptos básicos de los elementos del costo y como estos se ven afectados por las diversas variaciones afectando los resultados de la empresa. Finalmente haremos hincapié en la relevancia del análisis del rublo de gastos indirectos para tener una estructura de costos que nos de la flexibilidad para analizar la rentabilidad de los bienes y servicios producidos por la empresa. Los pronósticos de venta también obedecen a parámetros socioeconómicos fuera de nuestro control. Más aún, amañados por bonos y metas irreales, muchas veces se vuelven un lastre más que un beneficio, logrando verdaderamente un desequilibrio de la productividad. Volvamos más bien nuestra mirada a esas variables cuyo control sí queda en nuestras manos, con ello lograremos disminuir desperdicios y lograr nuestros objetivos financieros. Introducción a los Elementos del Costo ¿Qué queda dentro de nuestro control? Los conocidos como elementos del costo controlables. En pocas palabras, estos son los que forman la estructura del costo de nuestros productos y servicios, o sea, lo que consumimos para poder producir: materias primas; mano de obra directa; y gasto indirecto. A lo largo de mi trayectoria en la industria y como consultor, he podido apreciar de cerca la problemática de diversas empresas. ¿Que han tenido en común todas ellas, trátese de alimentos, automóviles, artículos de consumo o áreas de servicio? Todas ellas buscan ser las mejores y lograr grandes utilidades para poder seguir creciendo y creciendo. Realizan presupuestos con 6 meses de anticipación basándose en pronósticos, los cuales la mayoría de las veces no resultan satisfactorios. Elementos del Costo 1 Materias primas. sobresalientes para transformación, no cierto valor para Si bien, más la industria de la dejan de tener la entrega de SIMPLE COMPLEJIDAD servicios. Son todo aquello que está incluido dentro del producto que estamos produciendo, tangiblemente podemos darnos cuenta de que el artículo lo contiene. Por ejemplo, la madera en un mueble, el metal en un automóvil, el harina en las tortillas. intangible al producto. Por sentido común sabemos que en mayor o menor medida “alguien” ha intervenido para la elaboración del producto, pero no podemos verlo a simple vista. Para esto, las industrias manejan estándares, que nos indican el tiempo necesario de participación humana necesario para crear el producto. Materiales de empaque. También son perceptibles a simple vista y si bien, no agregan un valor tangible al producto, cumplen tres grandes funciones. Por un lado la protección del producto que vendemos por otro lado, hacer atractivo a la vista y tacto el producto y por último promocionar y difundir la imagen de la empresa. Por ejemplo, los laminados de un paquete de galletas no lo comemos, pero quien tenga los mejores gráficos venderá más. La caja de cartón en la que nos entregan una televisión no nos servirá para nada después, sin embargo, evitará que el producto se maltrate antes de llegar al cliente. Mano de obra directa. La mal llamada mano de obra es otro elemento. Mal llamada, porque las personas no son solo manos, afortunadamente tienen capacidad de pensar y si estos pensamientos fueran puestos al servicio de la empresa, tendríamos una cantidad inverosímil de opciones de mejora. Finalmente, los empleados y operarios también son consumidores potenciales. Este elemento es 2 Gastos Indirectos. El elemento que resulta más intangible en el producto, y sin embargo necesario para su elaboración. Este es todo aquello que la empresa utiliza para fabricar, que no pertenece a los conceptos anteriores. Por ejemplo, el salario de un Supervisor que atiende varias líneas de productos; el sueldo del Director General que tiene bajo su responsabilidad muchas unidades de negocio; la energía eléctrica que además es usada para alumbrado de todas las instalaciones; el agua empleada para el producto, pero que además se usa en las regaderas de los vestidores; y otros muchos. SIMPLE COMPLEJIDAD Quiebre de costos. Resource Planning, la manufactura esbelta y el justo a tiempo De una u otra forma, todos estamos familiarizados con estos elementos, convivimos con ellos todos los días laborables que pasamos en el trabajo. Pero pocas veces hacemos esa conexión entre ellos y el capital de la empresa. Atrás de ellos, está el impacto económico que puede hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso y es llevado en los registros contables. Estos registros nos permiten saber los inventarios de materia prima, las recepciones y consumos que hemos hecho de cada una de ellos. Nos permite conocer cuánto hemos pagado en sueldos, salarios y prestaciones. O por cuanto nos llegó el recibo de energía eléctrica del bimestre. El gasto indirecto podrá ser utilizado a nuestro favor, teniendo una forma correcta de asignarlo al producto que lo consume. Ese es el gran problema con el gasto indirecto, que por lo regular es prorrateado al no tener una forma adecuada de medir lo que justamente contiene cada artículo. Ningún proceso es perfecto como muchas veces aprendemos en las Universidades. Por naturaleza las máquinas, las operaciones y las líneas productivas formadas por ellos generan variaciones ya que están expuestos a las fuentes de variación. A esto se le conoce como merma y también debe ser considerado dentro del costo del producto. Cuando la industria inició, el 80% del costo era “mano de obra”. Recordemos el origen de los estudios de tiempos y movimientos, y la revolución industrial. Sin embargo, al pasar de las décadas, con la agigantada evolución de la tecnología, las cosas son muy diferentes ahora. En forma muy general, el 70% del costo de un producto es la materia prima y empaques, un 22% el gasto indirecto y apenas el 8% la “mano de obra”. ¿Qué nos indica el sentido común? Sin embargo, existen tendencias en ambos extremos de la balanza. En algunos casos, nuestras estructuras de costo son sumamente estrictas, como si fueran recetas de cocina y dan pie a graves errores al estipular los precios del producto, provocando pérdidas a la empresa. Otras veces por el contrario, nos “despachamos con la cuchara grande” y cargamos al producto con un precio altísimo que puede sacarnos del mercado. Mientras mejores formas de planeación y control se desarrollen para la materia prima y los gastos indirectos, mejores utilidades tendrá la empresa. Estas fuentes de variación están formadas por lo que se conoce como las 6 M´s. Materiales, Mano de Obra, Maquinaria, Medición; Métodos y Medio Ambiente. Cada uno de estos, o bien toda la gama de posibles combinaciones, afectan a la empresa. Pensemos por ejemplo en una La materia prima puede cuidarse evitando desperdicios y retrabajos, para lo cual ya tenemos grandes avances con el Enterprise 3 SIMPLE COMPLEJIDAD fresadora cuyo dado ya está desgastado tratando de hacer un trabajo en un trozo de metal de un calibre menor al necesario con un operador recién contratado que no cuenta con los calibradores para tomar lecturas de las piezas y con el ruido de otras 20 máquinas a su alrededor. ¿Logrará un trabajo de calidad? ¿Cuánto material requerirá antes de lograrlo? en cierta medida al ser humano permitió una agilización de la cantidad de productos que se pueden fabricar, el proceso dejó de ser artesanal y comenzó la producción en serie, hechos relevantes de este cambio lo tenemos en la revolución industrial. El ser humano, es desplazado y el indicador que originalmente podía ser usado para medir el costo deja de ser tan funcional y es a su vez sustituido por el tiempo máquina para llevar a cabo una actividad. Si esto ocurre con los tangibles, ¡Imagínense que tanto daño puede hacer el prorrateo de aquello que no es tangible! Tenemos entonces las dos grandes medidas que por mucho tiempo fueron efectivas para medir, evaluar y colocar precio a los productos; la mano de obra y el tiempo máquina. Evolución en la Evaluación del Gasto Indirecto En el principio de la era industrial, cuando no existía variedad en los productos que se ofrecían al público, el gran logro fue hacer accesibles con mayor comodidad artículos que antes no se podían obtener con rapidez y facilidad y por consiguiente, todo lo que se fabricaba se vendía. En esas épocas, prácticamente todo era artesanal y el consumo de mano de obra era abundante para poder lograr la producción. Resulta evidente que el tiempo necesario de las personas en las actividades de transformación de la materia prima, eran un indicador completamente representativo del costo en que se incurría para la fabricación. Sin embargo, la sustitución del ser humano por máquinas en las empresas, dio pauta a una especie de renacimiento científico, y, a una velocidad vertiginosa, la tecnología avanzo aportando mejores sistemas de control, mayores velocidades, mayor flexibilidad y excelente calidad de producción en las máquinas. ¿Quién puede imaginarse actualmente que un ser humano controle la cantidad de ingredientes que se agregan a un proceso? Las máquinas pesadoras lo llevarán a cabo. ¿Quién puede imaginarse que un ser humano controle el “set point” para el calentamiento o fundición de un producto? Existen termostatos, solenoides, control numérico, control digital, y otras muchas cosas para lograrlo. Enfrentamos una época de cambio, un cambio que se lleva a cabo cada vez más rápido y que no nos permite detenernos ni perder tiempo en lo que antes era importante. Conforme los productos manufacturados y los servicios fueron incrementando su complejidad, pueden resaltarse dos grandes etapas. La era de la mecánica y la era de la electrónica. En la era mecánica, la creación de maquinas para llevar a cabo las actividades y sustituir 4 SIMPLE COMPLEJIDAD Así mismo, las comunicaciones también se han visto transformadas en las últimas décadas con la aparición de internet; fibra óptica; sistemas satelitales; computadoras, minicomputadoras y; códigos de barras, identificadores magnéticos, tarjetas codificadas; etc. Realmente vivimos en un mundo que cambia a diario. Por lo tanto, ni el tiempo hombre, ni el tiempo máquina son suficientes para poder darnos una medida exacta del costo de un producto. que queramos. Es por eso que en la actualidad una medida “simple” como el tiempo gente o tiempo máquina no es suficiente para poder determinar cuánto nos cuesta fabricar un producto o a cuanto podemos venderlo obteniendo márgenes de ganancia justos y sustentables para el negocio. A mayor complejidad de los procesos, mayor complejidad de la forma de medirlos. Era imperativo estandarizar la forma de asignar el costo correcto a los productos al tiempo que tener una herramienta que nos permitiera identificar áreas de oportunidad para agregar valor al producto, surge entonces el costeo y la administración basados en actividades, desarrollado por CAM-I por sus siglas en inglés (Consortium for Advanced Management – International), quien unifica y emite la metodología oficial. Más aún, si aplicamos los conceptos de Michael Porter respecto a lo que es una estrategia, podríamos elevar el ABM al nivel de Estrategia de Trabajo. ¿Cómo enfrentar entonces a la competencia? Porque ese es otro de los grandes cambios que hubo de los inicios de la era industrial y nuestros días. En el principio, una persona era dueña de un tipo de producto, tal como en el monopolio. En la actualidad miles de empresas pueden fabricar sin ningún problema lo mismo, o deberíamos decir, casi lo mismo. “Casi”, porque existen las llamadas ventajas competitivas, esto es, lo que distingue a una empresa de otra. Mientras más flexibilidad tenga una empresa, mayor será su ventaja; mientras menor precio pueda cobrar por sus productos, tendrá una mayor ventaja. Es importante observar que la calidad es un atributo indispensable para estar en el mercado y no una ventaja como en la antigüedad. No existe la poca calidad o la mucha calidad. La calidad existe o no existe, no hay medias tintas. Los pasos podrían parecer sencillos, lógicos e inclusive demasiado evidentes, pero solo los valientes están dispuestos a llevarlo a cabo. Lo primero que debemos hacer es identificar los recursos en los que la compañía emplea su dinero. Luego debemos saber en que utiliza estos recursos, es decir, que hace o las actividades que realiza. Finalmente, es importante conocer como las actividades generan productos. Este incremento en la complejidad de las empresas nos ha llevado a la imperiosa necesidad de desarrollar nuevos indicadores para poder medir nuestra efectividad diaria, semanal, mensual, anual, o por el periodo 5 SIMPLE COMPLEJIDAD Ahora necesitamos analizar la parte dinámica de nuestra empresa, ¿Cómo es que estos recursos y actividades se trasladan y cambian? Esto es, los drivers o generadores, que a la vez nos servirán como indicadores de desempeño. Los últimos ingredientes son la cantidad o volumen de producción y la capacidad para poder determinar el costo unitario y medir la rentabilidad. Todo esto se realiza bajo un marco perfectamente estructurado de implantación de proyectos. Resultados con la nueva estrategia. Administración exacta del costo en un escenario multidimensional, al poder diferenciar el costo por cliente y canal.el gasto en que se incurre al enviar producto a diferentes ubicaciones y por diferentes medios origina que este sea diferente, por lo que el manejo de las variables múltiples permite conocer cuanto más nos cuesta un lugar que otro, dándonos información para poder tomar decisiones en cuanto a la rentabilidad y poder así aceptar o no las negociaciones en determinados lugares. Detección de productos subsidiados.con la asignación tradicional se corre el peligro de que productos que no dejan utilidad o inclusive pérdida, aparezcan como buenos para la empresa. Por el contrario, al cargar con los costos de los que no dejan utilidad, productos que realmente son excelentes para la empresa pueden verse como lastres. Empresas importantes que han implantado el costeo y administración basados en actividades han podido lograr una o varias de los siguientes resultados: Asignación exacta de los costos a cada producto.- la identificación de materias primas y mano de obra normalmente es sencilla y se utiliza el ERP, sin embargo, con el ABC es posible hacer rastreables costos que antes eran prorrateables. 6 Mejoras en la planeación estratégica.al identificar la rentabilidad real de cada producto, es sustancialmente posible enfocar los esfuerzos en los productos que son rentables para la empresa y descontinuar aquellos que no son redituables. Eliminación de actividades que no agregan valor.- al realizar un buen levantamiento de las actividades que realiza la empresa es factible encontrar que muchas de ellas se hacen por tradición más que por necesidad. Introducción de nuevos productos con alta rentabilidad.- puesto que se puede conocer el costo real de un producto, SIMPLE COMPLEJIDAD Referencias del Autor esta estrategia de trabajo ha permitido determinar si un nuevo proyecto es viable o no, antes de incurrir en la pérdida. Así mismo, nos permite identificar si un producto puede o no ser cargado con un precio “plus”. Juan Carlos Zaragoza García es Ingeniero en Alimentos egresado de la UDLAP y con Maestría en Administración de Empresas de la misma universidad. Cuenta con 2 certificaciones de Apics: Administración de Producción e Inventarios; y Administración Integrada de Recursos. Ha laborado para la industria por más de 23 años en puestos tanto operativos como administrativos, en donde destaca su participación en las áreas de operaciones; producción, logrando grandes desarrollos en optimización y administración de personal; planeación y logística; contabilidad de costos y sistemas ERP. También ha sido ponente en universidades como la UPAEP y la UIA y titular de cursos a distancia para la UDLAP. Conclusiones. Su trayectoria en consultoría y capacitación también es basta, tanto en grupos cerrados como abiertos. Periodo en el cual se ha desempeñado en el Capítulo Puebla-Tlaxcala de Apics, así como en forma independiente enfocado siempre a la eficiencia de la cadena de valor, eliminación de desperdicios y rentabilidad de las empresas. En el mundo moderno, debemos emplear estrategias y herramientas modernas para obtener ventaja competitiva y garantizar tanto la participación de mercado y utilidad en el corto plazo, como el logro de las metas estratégicas y permanencia indefinida de la compañía en el largo plazo. El conocimiento de los elementos del costo que componen el producto o servicio que ofrecemos es básico para la toma de decisiones. Con Baker Tilly ha participado en los proyectos de implantación de costeo basado en actividades en el IMSS. El identificar con exactitud y oportunidad los costos incurridos por cada producto, no es una tarea fácil, sin embargo, con el costeo basado en actividades, hemos logrado un importante avance hacia este fin. El costeo basado en actividades no solo nos brinda la ventaja de asignación de costos, sino que también nos permite identificar aquello que no agrega valor, medirlo y plantear acciones que nos permitan eliminarlo. Las compañías precavidas que se preparen desde ahorita para enfrentar el futuro desarrollarán una ventaja competitiva que los hará superiores y les permitirá lograr cuanto deseen. 7