LA EVOLUCION TECNICA y LOS RECURSOS DEL MAR POR v. PAZ ANDRADE Publicado en «Información Comerciar ~spañola •. • número 383 . julio 1965 LA EV O L UCION T ECNICA Y L O S R ECU RSOS DE L MA R Por \', PAZ A:'\DR .\ D E l .a rr:, ~ •• 1" Ift" III I" gh • .~ t h a IId "d.. "e .. Ür co n f ll e l'7.:1 e n la ll :Icliv i d adt~'" !Irm l m '!i \'a s d el m a l', 1" 11 ,'s,' fr,-nl!'; !"Conó " "c,, '!\lC " llt' n:HI SI h a ~~ "u .. n1"ld .. " e XI.lul "rile c o n IIn m(n i lll o d e ,'a ciu""li datl . :-;"1",,, las I"" 'Sflt.'1 :th·" " ~h~ . la C\'oJ " cjli n t ~c nit:a " "1','.'1(1,, a la cxtrm:c ió 11 d e IUl:I "ec lI" " US d e l lII ill' ,:.~(:J"luc UII ,'alio"" U·ahajo 1111 1:.~ ll cc m l , s l a de ""':'lIloc ld a s lI ln mcm. c u )' o n o mlll' C " " n mltln 1'" IIln's IIc ,""I"II,-,; ;, II IICIII I''' " J)ág i" a.~: V. A .. tlra d e. "";0; INTRO DUCCI O N 1. I La técnica y el hom br e. Estamos as istiendo a la más audaz aventura que ha inte ntado el corazón huma no. En rigor formal, podríamos atribu irla a la imaginación hu mana, pero e n es· te caso es el coraje lo que merece prioridad en la exaltación . Con dualismo más cnérgico que en cualq uicl' otro t ie mpo, -el hombre se nos presenta como un extraño producto de h ibridación , entre lo nat u ral y lo a r t ificia!. (1 ). Por u na parte, dotado de «endocuerpo _ - su soma y su psiqui s, su organismo mortal-, Por otra , inevitablemente vinculado a un _exocuerpo _, constituído por elementos que al nacer enc uentra preformados: la tierra y el ma r, la familia , la sociedad, el ambiente, la t radición, la religión, la cu ltura, la his toria ... Este conj unto de relaciones que le vie nen dadas, det e rm ina la ventura o la desventu ra del hombre. Constituye la trama básica de la vida, que hoy, más que nunca, está siendo interferida por la imperiosa presencia de la t écnica y sus modelos de aplicación. Ninguna persona consciente puede sentir tibieza ante semeJante macro-fenómeno social. Lo ha engendrado la actividad del homo faber -el hacedor de la máquina-, y tendrá que ser gobernado por las leyes del homo aeconomicus. Nunca la capacidad humana había alcanzado un desarrollo tan lúcido como t emerario. Tampoco había s ido sometida a tan dura prue ba. (1 ) C",,'.os M. Jb:vl .>:s: Prólogo n 'I'ff;JI CJvUi~acM". de t.e ... b loIumford ~:ml'l!é ~:'lI lores. S....... Hu en os .'\.1 1"1>11. 19·15: "íe" defenso fren te a ta n desor"bitada peripecia. Como ha señalado Sombart, en orden a1 proceso de la producción , el hombre ha crecido e n dos sentidos: Aumentando - los conocimientos relativos a las propied ades de la natura leza ... y con cuyas energías nos vemos obligados a luchar hasta el logro de nues t ros deseos_ y eleva ndo «el nivel de la propia capacidad para amoldar a n uestms deseos ... la realidad externa_ (2). l. ET A P A S DEL A « C IVllIZAC ION DE LA MAOUINA . 2. Revolución UC?tica en el maT P retendemos e n focal' el a n ális is del tema, centrándolo en una sola parcela de la acti vidad pl'oductiva . Aquella que menos desvelo me reció del hom bre antiguo. y de la cual el hombre moderno espera más. A I menos, en orden a la dotación global de a limen tos. Sobra decir que nos referimos al ma r. Tanto en el mundo sólido como en el líqu ido, la explosión de la técnica está revolucionando la econom ia y renovando la filosofía . Los s ucesivos impactos recaen e n el des t ino del hombre, q ue no es un ser tota lmente in-1 - Se m blanza de tres pe ríodos. Hace treinta años, de la técn ica aún era pos ible habla r en España con a ire de vaticinio. Au nque el profeta se llamara nada menos q ue José Ortega y Gassel. P ué en 1933 cuando el maestro de generaciones dictó s u «Meditación de la Técnica_ prelud ia ndo el d iscurso con e~tas pala bra s : - Uno de los temas q ue e n los próximos años se va a debat ir con mayor br ío es el del sentido, ventajas, daños y límites de la técn ica_ (3). F'uera de España, en la misma época, la técnica resultaba m¿J¡; propicia al trato con los pensadores. Qu ince años despu és de ItI p~imera Gran Guerra, de la téc· Olea ya no se hablaba en futul'o. Algunas ca be7.<lS hiperlúcidas ha- bían avanzado en el análisis del fe~óm.en o, investigando s us im_ p]¡caclOnes sociales y su proyec_ ción histórica. La llamada _civ ilización de la máquina», comenzó entonces a ser mordida por los reactivos de !a razón , ~anto para ajustar su mlerpret~clón sociológica, como para deshndar y d efinir Sil evolución, marcando las edades recorridas por el progreso logrado y dando a cada una su con figu_ ración adecuada. E l escocés Patrick Geddes inició la tarea. Distingue en el proceso dos grandes períodos a los que ba ut iza como paleotéenico y neoUcnico. E n esta fórm ula, el norteamerica no Lewis Munford ec~ó de menos otro perrodo, anterior y preparatorio. E l perfodo eotécnico (4). La concepción trinartita es hoy la más. difundida. Eotécnica, fKlleolümCrt y neotécnica son las etapas del movimiento innovador más penetrante y d ilatad o que ha sacudido al m·undo. La etapa primitiva que precede a la Revolución Industrial; la qUe puede identificarse con ésta, y la qu e supera, rebasa y eclipsa todos los demás complejos h istóricos. Ta n to como Jos «ú ltimos mi! años» ---cronologfa que le atribuy e el autor- , el tracto sucesivo de los tres tiempos pO<lrll1 muy blcn comnrender desde el neolítico hasta nuestros día s, Especialmente si referimos el esquema a la eX!llotación del mar corno fu en t e de alimentos, La invenfiva del hamo sGpiens floreció incluso en aouel/a remot a edad, plasmadora del anzuelo. la red, el arpón, el remo ... y otras formas instrumentales de permanente vigencia . Una a una. las fases representan _u n período de la historia humana», aplicado principalmen_ te a la sistem:ítiC3 de la producción. Se s uceden una tras otra. si n eliminación reciproca salvo oor caducidarl de métodos '¡mpro.. du" +ivos. Los elementos q u (> anortan las subsiguientes etapa s, obran por superposición antes que por expul sión , P ero hay entre ellas ciertas a finidades sitbya_ r {' ntes y hasta determimdo<: C<l. r;J{'lel es romune!';: .Cé.lda Jase ~iene su origen jo de electricidad y aleaciones .•. en clerlas regtones d efinidas, A ésta habría que agregarle hoy y muest ra una tendencia a emla energfa l1ucle<lr y s us aplicaplear ciertos recu.rsos y maciones ,pacificas. Para completar tedas primas especiales.» .Cada fase tiene sus medios e! p~rfll de cada una, son impres_ especificos de u tilizar y gene_ cmdlbles al g u n a s refe rencias más; rrLr energias y sus formas esa) La era cotécnica se cierra .peciales de prod ucción .• «Cada fase crea tipos espe_ en Europa al mediar el siglo XVIII. ciales de trabajadores los es- Si quisié ramos representarla por pecializa de acuerdo ~on mo- sfmbolos, deberíamos escoger a l dalidades determinadas es- molino en t ierra y la vela de los t i?lu la ciertas apt itudes; ate- marinos en la mar. y evocar' nua otras y desarrolla Clertos la figura de cierto Obispo de aspectos de la herencia so- Utrecht, que en e~ siglo XIV incia l» (4), ventó someter a su autoridad --:supon emos que a baSe de un 3. Las economías eotécniea y t ~l buto a los usuarios- tod08 los Vientos que soplaban. en su diópaJeotécniea. cesis (5). Cualquier etapa del desar rollo Aquella fué la época de la ener_ social provocado por la técnica, gía no transferible. De origen supone una multiplicación de po- natural, animal o humano pero de res humanos. Constituye el sólo utilizable in situ . No obstand escubrimiento de mayores fa- te, el mundo de la mar resu ltó cultades de c reación de bienes y enriquecido con notables inven.. servicios, rl estinados a la satis- ciones, casi todas especificas de f~ c<: ión de 13 comunidad y al cre_ la navegación: la brújula -1 m. CimIento del nivel de la masa, portada de Ch ina por los .1 • .1_ A través de las d iversas épo- bes-, la corredera - inventada cas, el proceso de desarrollo va por Leonardo d e Vinci- el re. ga~ando en. rigor. Pierden graviloj mecánico -al parecer' Ideado Laclón el mllagro y el mito. des- en algún convento- , el timón la plazados por la experimentación rueda hidráulica, el sextante, los sistemática, por el avanCe de la portulanos, los faros .. . razón contra la revelación. Lo b) La era paleotécnica marca que ha comenzado en forma d is- el tr.ánsito de l ca r bón vegetal al continua, como hazaña individual de piedra, en la fund ición del hieaislada. se ha ido convirtiendo en rro. La energía se hace ya transun ataque general ::1 todas las po- portable. Alrededor de 1750 el sibilidades latentes, la s reservas bosque comienza a ceder su ocu ltas y los enigmas resist encia_ mada a la mina. Sobre el subles, para transformarlo todo en snelo de Gales, de los Appalaches mayor volumen de riqueza pro- y del Ruhr se funda la delantera rlu cida y demanda g lobal. O sea industrial que adquieren sobre en victoria contra el dolor la los demás pa[ses Inglaterra los breza y el hambre. . Estados Unidos y Alemanla~ RiMás fu ertes Glle las analogfas cardo formula la ley de bronce adheridas al fondo cu ltural su¡; nel salario. yacente, tran smis ible por la caE l sistema del molino artesadena de la tradición , son los fac- nal queda arrinconado poi" la sotores emergentes. Aquellos ras- lirlez de la fábrica. La bomba prigos ne di ferenci ación que sepa ran mero, y la máqu ina de vapor un nerfodo de los inmediatos. más tarde. puestas a punto por Cada é poca tiene los suyos. Pe_ James W att, en plena Guerra de ro tod;:¡s eligen, como base del tipo los Siete Años, levantan en Escorle civilización oue en ellas se des- ci a la presión dominadora del réarrolla, un;:¡ determinada clase de gimen capitalista. recursos ener.'!"ét icos v de p r ime_ ras material':. SCg\Ín ia definición 4. T~cnica y capitalismo. del pronio Mumford : «La fase eotéCtlica es un comEn efecto, con el fin d e la era pleio de agua v madera; eotécnica entró en caducidad la la fase paleoléC'TIira es un .com- economfa gremial y precapltalispiejo de c;:¡ rbón y hierro y (5) J. F . GR.o.VIEJI: P trr b et ¡, Duert 13 fase neotécnica, un Co'mple- ~'rmr.r"I.!, Plammarlón, Pa r:.-. 1947. pri_ po.: -2- r L.4. ECONOM IA 1~.4.LEO'rECNICA EN EL ;\1.o\1t Las innova ciones no sie-mlJre han llegado en su momento ta, Ni aun la iglesia parece haber sido ajena a la histórica guiñada social. Basta recordar que ,algunos autores -Coulton y Sombart entre otros (4}-- atribuyen a la orden benedictina la fundación del capitalismo moderno. Lo importante es que, desde ,entonces, la asociación del capitalismo y la téenica han dominado la marcha de la civilización. El salto de una era a otra ha venido a provocar radicales virajes en el rumbo del pensamiento y de la acción . El culto polarizado hacia el reino celestial, llevado al ápice durante la Edad Media, ablandó su tensión sobre las almas. Sin duda este fenóm eno moral contribuyó al despertamiento del espíritu de empresa. La conquista del mundo exterior y la explotación de sus riquezas ocupan después el primer plano, pero bajo formas, en general. excesivamente duras. Tan desprovistas de sentido social y cristiano que habrían de originar, como contragolpe, la interpretación materialista de la historia. La civilización de la mina reportó un grandioso desarrollo del mundo, pero tan inarmónico que engendró la lucha de clases. No se puede desconocer que fué la incubadora del marxismo . O, al menos, del estado emocional que, sin perjuicio de la frialdad del análisis, inspiró a Marx y a Engels el Manifiesto Comunista. Tampoco parece indiferente que la cuna del movimiento que postula la revolución proletaria se haya mecido en países adictos a la Reforma, Como si los principios religiosos en que se inspiraba el protestantismo no hubieran calado suficientemente la conciencia social. 5. El tránsito de una economía a otra. En el sector de la producción del mar, el advenimiento de la economía paleotécnica hubo de originar profundas evoluciones. Tanto en el instrumental de captura, como en las actividades de transformación de los recursos alimenticios. Las más relevantes podrían resumirse así: a) La adopción del vapor en la propulsión de las embarcaciones. El remo y la vela quedaron relegados a los of icios de la micro-pesca ribereña, como reliqu ia de la era primitiva . b) El material férrico, comienza a utilizarse en la construcción de los cascos. No obstante, la madera resiste, prolongando en ex-3- ceso su predominio en la Cabricación naval. c) El apa1·ejo de arrastre -trawl-, remolcado Dar embarcaciones comienza a - barrer los fondos de pesca. El cerco real, heredado de los gremios medievales, se reconvierte en cerco de jareta. Asociado a este arte, al palangre, a los trasmallos ... el casco de pino y eucalipto sobrevive en el subsector pesquero de superficie. d) La fabricación de cQrlservas al estilo de Nantes, aplicando el método de Appert hace su aparición en Galkia, á impulso de la inmigración catalana. La vieja industria de la salazón de sardina, salcochada primero y prensada después, pasa a segundo término. Pero esta serie de jnnn" .,~,,,,. nes no siempre ha sido recibida a su hora, ni siempre aceptada por las buenas. Entre la lnvt:Ución de la máquina de vapOr y su adopción en la flota pesquera ha mediado m ás de un siglo. Cuando en la segunda mitad del siglo xvu, los inmigrantes catalanes trataron de introducir los artes con E3CO -«bou» y «xavega»-, se levantó airada oposición en el país de recepción. Mentes preclaras de Galicia --como las de Cornide y Sarm iento-, apuntalaron la protesta con el prestigio de sus plumas. Rugieron en las calles al· garadas vecinales, se quenmron aparejos en los muelles y se h i· cieron populares no pocos Improperios rlmados contra los adve· nedizos. Algunos han s ido n~co­ gidos en el cancionero regional: Calulún s ue Calal u iiu, barbas d e eoello 111ilnsO, 110n r'o uh edes aos galegos, SlWS horas de ue sc;Hlso. {IU~~g:]J~i~~ <;~~::;::rl~~:nJ ifla, Hmlarán pol a ]'ilJe inr, li ta nd o pedms :ros tán s. Un siglo des pues, en Vigo, c uando e l s iglo XIX declinaba, asomó cierto d ía pOI' 111 bO<'a Sur, un par de embarcaciones, pin ta ndo a¡'abescos en el aire de la !tía con el humo de sus chimeneas, Era la prime ra pa¡'eja de pesca a vapor, qu e llega ha de l Mediterráneo. También se lcv¡mló re· vuelo popular contra el intrus is~() de los precU I'sores. Sus a pe-Iltdos -Lorenzo, Sem pnm y Pombo--, desd e el Arenal a Bou-za s, restallab... . n en 1<1.'; coplas de las - pcixeiras_ amoti nadas: Mor'I';1 SCmp rll11 que é u n e v iva ir mariner'j;], rico, que nos vellcn 11 rOllh;1 r, o pe ,xc da llOs a Hl a. Poco después, la s hostilidades se re produ jeron e n Be r meo, Lequeitio, Ondá rroa, Santurce, elcé-t~ra , con tra la fl ota de don IgmlCIO Mercader, p..... dl'e de la pesca de iu't'<lstre e n e l C;¡n1<Í bl'ico (6,. Pe ro aun h<lbían de perdurar e n Ca licia , d ura nte muchos afios, las lucha s entre el . xeito _ y la _tl'aí_ ña _, versión postrera de la pugna cntre \;.\ rutina y la inn ovación en el campo de las pesque l'Í<ls marítimas. Aquellos episodios eran a la vez un índice de la enel'g[u latente. E:n cualquiel' caso, e ncu bría n una c<lpacidad de e mulación , e inclu-so de superación, que no tanló c ~ ~jercerse con flUto . Aquella vltahelad popular, mal I:onducida, e ncontró, al fin, su cauce feClln~ do. y abrazada a las aportaciones tecnológicas, en principio com-batidas, sin tutela supel'iol', e n poco más de medio siglo. supo colocar a E:spaña entre las pri-meras potencias pesqu e ras de Occiden te. (6) J Av rER A " rElxs [RI"AR: 1,,, I ",IIM. I~'" 1'{':t' I"""" </,. A/ltlr<I ..'ti " usojf'u San Sd...",:Um. J9-1J. • 11. PRODUCCION DE LAS PESQUERIAS 6. Cuarto factor del proceso productivo. Desde Sm ith has ta Kcynes, el pr-oceso de la pl'Oducción se ha entendido como una clave de tres cuerdas, De Ull lado, dos factoI'es prima dos, pUI'OS y autóno-mas. el hombre y la naturaleza. De otl'O ]¡ulo, el ca pila l, factor del'i vado, m ixto, s ubonlinado e n su generación y e n su aplicación a aquellos factorcs básicos. Tal era la tri logia tradicional, hoy escindida para d.u' cabida a otro elemento. Conforme a la rea-Iidad actual, en e l proceso económico inter vienen c uatro factores: el hombre, la nalut'ale",a, el capital y la técnÍ(;a . Así como del hombre y la n<ltur¡¡leza del'Íva el capital , del hombl'c y el capita l deriva la técnica . El 1>,ISO de la trilogía a la tel:arquía de los factores produc-tl vOS s upone rom pimiento pl'Ofundo con los patl'Ones de vida qu e fraguara n los s iglos. Pero esto es una cosa, y otm que ha-yan de originar debilitamiento de las defensas del homure, la desin-tegración de s u sistema ecológico o de su arte de vivir. }\ I lad o de los fa clores natu ra-les, fijos, pl'cconstituídos -hombre y naturaleza-, e ntl'an en el proceso de la producción fac lores unific.:iales, móv iles emergentes -----ca pital y técn ica- en paridad con aquéllos. I<:;ste e nl'iquecimien-lo instrumental, con elementos \',ola(1os de propiedades controlaules, no debe conducir a la cie-ga acumulación confli ctiva de po-del' y riqueza. Por el contra rio, debe desembocar en un estado ~ i.a l de mayor plenitud y equ i-!Ibno, de m<Ís armónica y justa Integración humana . 7. Vinc ulación a l espacio aJi-me n tido. Decíamos que es objetivo fun-damental de la técnica el de a ument ar la capacidad del hombre para dom inar la . realidad exter-na_, para goberna r su _exocuer __ po - profuso y C<lmbiante. O sea, para reconducir cada d ía más dócilmente hacia la sa tisfacción de nuestros deseos _la naturaleza que nos rodea _o -4- En primer térm ino, este con--ceplo ha de referirse al espacio. .Sin espacio -escribió Camu&no hay inocencia ni libertad_ (7 ) . Ni pan , podriamos anadir. La vinculación más inmed iata enlaza al hombre con el espacio alimenticio asequible a sus apetitos, La idea e ngloba, t anto los r e-cursos re novables y fluyentes de la geo-esfe ra, como los auto--I'enova bies de la hidro-esfera. Y e n ambos s upu estos, abstracción hecha de cua lquier relación jurfdi-to-privada. Abarcando así e l espacio pa t l'imonial de cada pais, como las <Í reas de libre acceso a l aprovechamiento comunitario. Los textos de la teoría económi ca se h,1Il elaborado con una óptica mutilante del fact or natural eza. Este concepto se ha apli cado directamente a la tierra. El m;u', como ~ realidad extrema _ con propia s ustantividad su-jeto a ley cs bio-económicas ;adi-ca lmente distintas de las del sec-la r' lCITcs l l'e, se ha desconocido, L a p¡'etl~ dd ón se ha manten ido hasta época recien te, en el campo de la especu lación teórica (8). Algún d ía tenian que ser arran-cadas las venda s que pola ri zaban los ojos con exclusividad a la prod ucción telTestre. Dos impel'Íosos fenómenos determinaron la reconcil iadón con el ma r : el cre-cimie nto demográfico mu ndial y el de los poderes de la técnica , Ba jo ambos signos, uno de temor y otro de esplendor, la ta-bla tradicional de valores come nzó a regenerarse. Se h izo cabida en e lla , a la impor tancia real y potencia l del espacio product ivo ,efluido. Cubre el 70,8 por 100 de toda la superficie del g lobo, Le pll/tuUe 'l'erre est done en realité le planel e Océan, eSCribe Hotschi (9). Es ta inme nsa envoltura líquida es como el manto del génesis de la t ierra. De la corteza emer-gen te -29,2 por 100 restante-, es necesario deducir las extensiones estér iles. Aunque algu nas exista n también en la mar: la c-llergía biológica se di fu nde por· todo el plas ma sali no, que mide 1.370 millones de kilómetros .cú(71 AI." YR T {'A,i,, '>; : 1-;1 Vcm "o , Sur, 1l"\,IlQ" At~1I, 19.57. (M) V 1"1.· A,."" A"t:: I'ri""¡,,¡,,s ti " 1(1 1-:('''''o",la /" '8q"f'rO. FAO. SantIago <1" Chl10',19M . 11 I IcJT~"HI: ' ''-h",,,mr N la .... ' ~ .... p' n '!nlpa,·l., "úm. 2 , vul. X, U",,&<,'O , 1960. bieos de agua. En ca mbio, de! suelo arable sólo la ca pa s uperior e s apta pa ra la producción de ali~ mentos. 8. Poblución mundia l y prod uc· ción pesque ra. Recientes estadísticas perm iten estimar en el 1,8 por 100 al año el índice de cr ecim ien to de la po-blación mund ia l. Y deducir q ue esta magnitud llega rá a los 3.000 millones de habitantes antes de l año 2000. Sólo la cosecha de recursos ali· menticios del mar aumenta en proporción superior. De 20.300.000 toneladas métricas, e n 1937, llegó a 46,4 m illones en I!J63 (lO). La producción de la tierra ex i ~ ge sie mbra, abonado, cu ltivo ... Crece mucho mas lentamente que la del m a r. Desde la pre-guerra al b ien io 1 96 1 ~62, e l pl"Omedio de unidades producidas por persona ha subido solam ente de 95 a 105 (11). Mucho me nos de la par con e l crecimiento del censo mun~ d ial de comensales. La fria ldad de semejan tes premisas basta para just ificar la rnaxi mización del esfuerzo sobre las reservas que atesoran las al forja s <1zules de l orbe. Hasta ahora , su con tribución apenas cubre e l 1 por 100 de la de manda global de a li men tos. La pl"Opol·~ ción aumenta r ía bastante referi ~ da al consumo de ulimentos nobles, ricos en proteína animal y oligoelementos m inerales. Entre la cosecha real y la po-t encia l queda mucha distancia. La presión extractiva ha gra vitado hi stórica mente sobre e l hemis· ferio Norte. Sólo desde hace pocos años comenzaron a explotarse con a lguna intens idad los mares del S ur. Las estimaciones de la FAO cifr,m e n 60-70 millones de toneladas m étricas el pronóstico de la producción mundia l de recur~ sos marinos e n 1980. Mosec r e(·oge e l cálcu lo de a lg unos exper~ tos, que hacen llega r a l OO millones e l mismo dato para el afio 2000. Graha n y Edwards calculan una disponibilidad potencial de 115.000.000 de tone ladas para l!osecha r anua lmente, tomando como base del cálculo la produc(0) ~'AO : r. '~'. 1fI0 ~. \'01. (111 ~'AO: Antm'ri" xv, ~:~la,If ~lk " d.,' I',,~· ll olJla. Hlua. l'~tfUI" lu A grkullM\l JI 1" .-\1i",../IWcj(1" . 1002. Ro· m a, HH~J . ¡.;¡ """,dial de ción pr imaria neta, estimada para todos los océanos (12). 111. LA EVOLUCION NEOTECNICA 9. Si nfonía inacabadu... El tr<Ín sito a la fa se actual del desar rollo de la técnica se h izo posible merced a la a plicación rig urosa del método cien tífico. An~ tes, la fuente del progr eso en este orden era el hallazgo empírico. Ahora , la invención fortu ita ubandonó e l t erreno a la invenc ión p¡·emeditada. Y, e n muchas ra mas, a la invención e n cadena. Las matem<Íticas superiores, la fis ica experimental, la química, la mecánicu de preci sión, . , entra r on en su apogeo. Por aportac iones directas o focalizando su es fue r~ zo sobre o bjelivos comunes, han preparado la ex plosión de la in· venti va humana en que el mundo se halla envuelto. Mientras las ems preceden tes han cubierto su <.:ido, la neo-técnica es un;] sinfonía que se est á ejecu tando alm. Una s infonía inacabada. Su a pa I·ición coincide, m<Ís que con el descubrimiento de la electt·icidad, con el comienzo de su uti lizac ión como energía de base. Este momento se ha producido cua ndo la nueva fuer-.ta entr ó en el concierto social, por consecu encias de los inventos comple mentaríos: la turbina hidráulica , e l alternador , la d ínamo, la pila, el motor, el acumulador, el con~ ductor, la lá m para ... Así como la paleotécnica rllé la época de los materiales pesados, la neotécnica provoca la invasión de los ma ter iales ligeros: nuevas aleaciones, caucho, aluminio, celuloide, plásticos, deri,·ados de res inas sintéticas, et cétera. Es ta inaca bable gama de primeras m aterias livianas se rué acumulando en oleadas sucesivas. La destilación de la gasolina fa~ cilitó la u tilización del caucho pr imero, y después, de l látex. La petroquímica enriq ueció el mer~ cado con productos y flúidos de con sumo m asivo y gener alizado. La eleclrónicll, por su partc, cn~ gend r ó u na eclosión deslu mbran~ t e en e l campo del son ido, la ima~ gen, la transmis ión a distancia. Desde el fonógrafo a la televi~ (12) E'R"· ¡ü,"~· , md Ru,,,,, .•· I{II " UZER; f'i~11 ¡ti ",,,lrlll(HI. F!shing LId .• LO/"ldo/"l, 19(11. -5- l'\t!w~ Il:Jook s Slon , las aplicaciones industriales fueron tan importan tes como la!> domésticas. Bastará citar las de más d irecto empleo en la s l-utas y los trabajos de la m a r : la son~ da ultrasonora, los d ive rsos t ipos de de tectores de pesca, el radiote léfono, el radio-gon iómetro, la aguja giroscópica , e l radar ... A través de la neotécnica, la utopla se trans formó en rea lidad tangible. La ciencia-ficción crislaliza en ciencia exac ta. Veamos más concre tam ente cómo esta revolución se produce en los d omi~ nios de la mal". 10. La vangum·di a de la ma r, E;l océano, como an tes se apll n ~ tó, ha permanecido muchos s i ~ glos a extramul"OS de la historia. Por una paradoja que hoy nos fl<Ircce increiblc, la zona mo"is pród iga del planeta, su mayor r eserva biológica, aquella donde la v idu tuvo origen, Cll1edó abandona~ \:l a a su suerte, d ivorciada del hombre, envuelta en sombras de es panto y alucinación m itológica. Cua ndo come nzó la era neot&:~ nica, la cultura l·elacionada con e l mar apenas existía . E ra inm atura y pobre. Si no era bana l. Al menos en relación a la g igan tesca d imensión, dens idad y arcano del med io que debia penetra r. Para algunos países y para muchos hombres, la conciencia del mar <1ú n s igue careciendo de profu n ~ di dad. Por fortuna, en las a va n zad i~ Has de la in vestigación cientiCi~ ca, de la tecnología y del espíritu indust rial , tas cosas ha n sucedido de otro modo. En los tres sectores, la indiferencia , la su bestimación y la fá bu la han sido canceladas hace tie m po. El mar, a horu, también tiene su \'a n gu ar~ d iu. A m edida que la era n cotéc ni· ca avanza, avanza e l volumen de lu cosecha pesquera mundia l. La h uma nidad deposita e n el hidrociclo las espera nzas que no lc per~ m ite alimentar la escasa producdón del geo-ciclo. Cada dla , nuevas arm as técnicoindust riales se aprestan a ganar. en e l espacio oceánico, la ba ta lla mundial del hombre. Una batalla de antema~ no perd ida, si sólo pudiera ser reñ ida en tierra, sobre el su rco y el prado, con la hoz, el arado y los abonos m inerales. ¿I~n qué consiste la aportaciv'h n itas ul"t:a:; dc pesca. .e erO ha01"lan u c :' UJ01,.! S ll"i:lf t:n loao t:élSO informat:lOnes ua::;H:as, para el esl. W.1IU ¡ÜUtugl"<lIIf,;O y DIO-CéonUIllI_ UC las ¿vnas lúmaUl:I::; t:omo 00Jell vo; leJ1lpCI·atunt oel agua, saunluad , ]ll"~ s ion, vewclOau oe las t:OITJl:I1tC::;, extt:nslón de aguas homogeneas, uen::;loa(i Oc sus pouJaciones, t:'u.;. lOO o) .\ Tg".·\S TI<:CXIC.-\ S I)I~ l'HOS[>.~CC IOX Ji.'l ecosonda, con oltciwyrofo, y el jJ«lic/U1Qr dc de la era neotécnica, a tan ambicioso empeilo humano ? La materia resulta de masiado compleja para ser sometida a un aná lisis elemental. Aun reducida al sector de las pesquerías, las posiciones ya ocupadas, y las que se vislumbran e n la t:oyuntura presente, obligan a la selección de los aspectos de mayor traseendencia y novedad, dosificando en lo posible s u análisis. Este, aun siendo sumario, tendrá que encarar el problema bajo varios á ngu los: la investigación científica aplicada a la mar, los medios de prospección, los nuevos procesos de conservación, la reestructuración de los equipos de (."aptura y los cambios con secutivos en la est rategia operativa. 11. Super-objetivos de la investigación. La economía pesquera mundial es deudora de la investigación científica. Le debe subsidios de alto valor. Singularmente, a la explotación oceanográ fi ca y submarina. Han sido obtenidos a costa de pacien tes pesquisas y de teme rarias inmersiones, no siempre asistidas por la abundancia de me(1 3) JA'" Qu,F T"" UH" and N ","n F u · Ireuarc!l VU'C¡ De~f gn, fo'AO, Roma, 1961 ~l ."' A ill l· /,1l8G<1 dios. Los utilizados con mayor constancia han sido los buques de investigación (researeh v e_ ssel (13), los laboralOrios costeros y la actividad de los hombresrana. Todos los tl'abajos emprendidos dentro del marco tradicional pueden c ualquier día resultar descartados. Se a nuncia la construcción de estaciones submarinas, dotadas de persona l encargado de la investigación, y de transmitir a tierra los resu ltados, Sin llegar a tanto, otras innovaciones sensacionales se preparan: a) Satélites de exploración submarina, - Alverson y. Wili_ nousky (14), e n el ú ltimo Congreso Internacional de Artes de Pesca (Londres, 1963), han señalado algunas posibilidades de futuro, verdaderamente fulguran tes. No están al alcance de todos los países, pero aquellos que detentan la energía del átomo podrán ponerse en pI·áctica el día menos pensado. Si se han lanzado satélites espaciales hasta la luna ¿por qu é no se han de lam,ar satélites submarinos, de más modesta órbita, para arrancar todos sus secretos a la entraña del océano? No hay seguridad de que pudieran acusar directamente la presencia de poblaciones vírgenes, en incóg( 14) .J~i. hinll" News.; .Itod " rn F lshln" 01 lI,e World . 2. La ndan . Jun e . 1964. G~llr - 6 - lJlu /,Jucw';lón I.H"Hjicial ae «upwe¡Ü¡¿g».-Ld cOHqulsta oceanogl"af¡ca más ltIteresante de la epOl." a prc-<llomlC<l, paret:e haber sido la revelación del mecanis mo de la foto-slIllesis. Tiene su asie nto en la wlla fótH.:a, formada por las capas ilum madas del mal'. y funCiOna en el micro- mundo de las algas verdes, sensibles a la ca ricia del sol. l)l'OCeSO clave en la generación del plane.ton, que es como el maná de los peces. De s u grado de concentración depende el volumen de las biO-masas a capturar. S~ los fondos de Grande SOle, Terranova O Sudá(rica están densamente poblados, no es por el núme ro de seres que allí nacen, sino por el de los que pueden alimentarse y sobrevivir, Si el mejillón cultivado en las Rías Gallegas, alcanza talla comercial en la te rcera parte del tiempo que necesita en el Mediterráneo o en el Mar del Norte, se debe a la misma poSibilidad de sobreaJimentarse. O sea, a que en las áreas favorecidas la productividad primaria del mar -autorregene_ rador del fitoplancton- es mucho más elevada. Si nos referjmos a este fenómeno, no es por el placer de relatarlo, es porque apunta en el horizon te la posibilidad de reconducirlo y enriquecerlo, mediante la acción del hombre. Para la fru ctificación de la foto-sintesis marina no basta el ayuntamiento del 'agua y el sol. Además, el medio liquido habrá de contener en la proporción necesaria sales nutrientes en suspens ión, Se trata de reconvertir sustancias minerales e n materia orgánica. Sustancias que tienden a quedar depositadas o s uspendidas sobre el fondo. Es neceSario provocar su ascensión (<<upwellingl ) a la zona Cótica, para que la energía solar haga el resto (15). {Hll S"':RPRU I', J ORHSOl< y 1'h t {XtO"S. Prent lc:e Hall. I ne. 1946. ~'Lal>Ul<G: N"w_York. r¡ Agen tes hid r omecán ü:os n,1tural es ejercen ya la l función impelen te. La s corrientes y contracorrientes s ubma r inas, el descenso por e nfda miento de aguas supe rfi ilia les pobres. con simu ltáneo ascenso de las profundas y más r icas, el a rado de la su pe rficie del mar por la reja de los vientos, etc., son otl'OS tantos ractoreli qu e la na tu ra leza pred ispuso pa ra ta les in terca mbios. Pe m no tardará el d ía e n que cl hombre inten te e n mendal· la plan;:1 a la natura lcí',a, en este tel"I"e no. Median te la inmersión de reactores nuele;:u·es en el piso bentónico, pa ra e ngendrar oleadas ascendenteS de calor a tómico, se pl"Ovocaril el 1LIJwe llin g arti fi cia l. De este modo Se podrá aume nta r la fl oU.l ci6n su perficial de nutrie ntes , e nriqu ecer la producción de fitoplan cton y multiplicar la cosecha de especies comest ibles. Se a bre así u n hor izon te des· lumbrador a la producci ón dc recu rsos ma ri nos comestibles. A 1;1 abunda ncia na tural , vincu lada a determinados para jes del océano, pod l·á su marse la abundancia provoc'lda. e n lugares hastll a hora cscalk'lmentc productivos. Con el emp leo del instrume n · to nuclea r. pod rá llegarse a la localización d iscrec ional de las bio· masas ca plurables. e n alb''l.lnOS casos. A reas actua lment e empobrecidas podr<í n recobra r exhube ra ncia biológica. Aquéllils cuyo b<ljo n ivel de productividad pr ima ria obedezca a ine rcia na t ural e n l<l d inám ica de los sed im cn tos , pod rán quedar I'Ic poblactas. Las d el MeditelTíi nco 1Hl vez pud iera n t ene r esta pe rspectiva de futuro e nriquecim ie nto. 12. Avance en los med ios de prospección. DeSile los tiempos biblicos, la pesca milagrosa se h izo cada d ía menos frecue nte. De un a r te mágico fué convi rtiéndose e n u n a rte racional, metód ico. Pero e n el rel:tblo industrial. como figu ra de t ransición , s urgió la del 1J~l tró1! (fe l)eScfl. Profesional por inst into. úllimo mago de la ma r . La imaginación d e los pue blos mar ineros, propensa a l deslumbramiento, lo ha e rigido en héroe oe las copadas mas ivas. En verdad. e ra un héroe de la orfa n- ,I~,\ U E' r E ('( 'IO:\' I) IJ: ¡'OS IIHJ1J:s E m;s(Jr·reeqi / llr <Id «: II:!irW/'lr d e ¡ICIICU », !!itmll/Q el ! lu viseru (le ú! ref/ dad t écni ca, un PrometeJ oc la i.nvidencia en lucha contra el Lcvia t han azu l. Su reinado de bía termi nar con el perfecciona miento de los d ispositivos de sonda. Pero fué u n pe rsonaje de la estirpe ilu mi nada -el sk-i-pper Hall.'>, de Grca t Ya rmout h- , el pr ime ro q ue inte rpret ó los ·'ruidos extraños de l a parato de sondeo visual" y tra dujo los ecos e n se ii a lcs a nu nciadoras del pescado (lG). A pan ir d e est<l expe r ie nc ia empírica, los ciw tíficos desarrolla r on la gamél actual de sondadorf1.'1 p I,,. (' CO. tan to de pa n ta ll a CO Ill ( l reg is t radores sobre papel, dí' haz ve rt ica l, hor izonta l o ambiva len tes. E l menos difu ndido . .Y aC,tSO el más eficiente, es el nór dico SOII{//". Descubierto d uran te la Lllt im<.; Gran Gue rra, comenzó e mpleándose en la persecución de submar inos. "Pe r mi te ... a los p !!sradores "ver " lo que hay en e l agua . y no sólo en la parte que t ie nen de bajo. s ino h acia adelante y a los lados (1 7). La más recient e ad ic ión a h nu mer osa ser ie de aparatos (!eleclores es la 7!et zsonde. l~st e (6) ~" .. ió" '·01. ~. ~'AO, AIII"""s ",.""" ' ''1 d c /"'"',/1. de /" /' '''I("fr • • Holl'Hn n ú m s. 3 y 4 . .J01 ' .~'; ".~, .lfr. T. FA O . • !\"ot!(-h)~ •. \"(J;. y .;; ; ""i o . IH64 , R o m ~. ( 7) P EYTOS - ( ' ..\I " I·U IU, S 7- ,I(~ Pl'SC"a ~. n("I .... lh·r~ dU 5. n(un. 3 1. "m· nomb:-c r ~ ~ p on d e a s u inserción e n el a parejo de a rl"as tre, sobre la reli nga superior. Se destina a orientar la red hacia la bio-masa captura ble. o a registra r e l volu men de la misma que t iene e ntrada en e l copo. Al margen d ~ esta evoluc ión instru menta l, la tecnología busca ou·os proced im ient os de pros pectal" y de tecta r la presencia de los "stoc ks" vivie ntes en el mar. Aún no se utilizaron con tal finalidad los ·rayos i nfra.·rojos, pero alguien con fía e n aplicarlos pi.l ra deslinda r masas homogéneas de agu il y conocer su índ ice tér m ico, al ohjeto de ave riguar las poblacion es qu e a lojan. Un au tor s ugie re el e mpleo de h aces de lla d e una sola longitud de ond<l , para obtener la vis ibi'jci ad del medio opaco. y descubrI r bancos de peces hacta pr ofundidades d ~ 200 me tros A mo,lo d e u na veulall(L lu minosa que se a briera sobre el fondo oeeán ico. ¡" a ltaba aún prescindir del sonido y de la luz, para de tectar por e l olfato. Alve rson y su colaborador ,. tambié n, defie nden la via bilidad de un espectro-fotómel ro, registrador de olores orgán icos e n e l mar. Parece qu e los pec ~ s. como cie n os animales terrestres, se guían por el olfato. Pos~ en J" in o- l rop i ~ m 0 positivo y nc- - - -----.- gativo, para dejarse atra er por el ceb,) o para alejarse de sus p tedadores. De este oato se deouce la posiblidad de producir olores arÜficiales, y e mplearlos en la faena de captura, a fin de concentrar manadas de atún, caballa, sardina u otras especies pelágicas. 13. . Procesos evolucionados de conservación. sos de ]Jaste·urizaci6n pur inadia_ d6n.., antes del empaque en hielo, para prOlOngar la preservación durante un mes o más. Cuando el cost~ de instalación resulte asequible, el buque trad iCIOna l pod r ía adquirir mucha mayOl" ericacia. 14, Re modela miento del equipo de producción , La evoluc ión técnica ha revisado la concepCión y la estr uctura de los equipos de captura, con e nérgica tendencia innovadora. Princi palmente el dise ño del casco, el tamaño, la capacidad y la confortabi lidad d el buque, y su eficiencia como máquina produc. tor3, han experimentado cam bios ustancia les. s Tápida del pescado a bordo, rué El princip io de la especializa· demolida en pocos años. Actua lción, en la construcción tradiciomente, el siste ma está en auge, nal de nav[os de pesca , apenas se utilizando túneles con circulación forzada de aire gélido, o armarios reducía a separar los de altu ra de <..'osta, y los arrastreros de placas de contacto. Cuantos de los los demás. Ha llegado ahora pr'ejuicios se invocaban para fre- además netas definicion es. Por un nar la evolución, quedal"On des- lado , cre¡mdo t ipos nuevos, como vanecidos ante la elocuencia eco- el buque-factoría, autónomo o con nómica de los resultados, floti lla auxili<lr; el a r rastrel'O Entre el hielo rragmentado y congelador, con o s in d ispositivo la congelación rápida ha surgido a popa para la maniobra del arun método intermedio, En de la t e; el marisquero congelador, pacons!:! l"vación de l pescado o el ma- ra crustáceos d e fondo; el "purse risco en tanques de agua de mar seiner" o de cerco, pa r'a túnidos refr igerada, E ste procedim iento u ot ras especies de super·Cicie, resulta especialmente t'ttil para con halador automático para la embarcacion es de tamaños infe- !'cd; el buque mixto o polivalenriOl'es al del arrastrero auto-con- te, susceptible de adaptarse a cu alquier tipo de apa rejo. gelador. Por otro lado, dobündo a las En la pri me r'a Exposición Mundial de la Pesca en Londres. se unidades de los sistemas más e voh icieron demostraciones de un lucionados de orientación y se. nu evo sisWma (jQnservador-re- /:,'U ridad en la navegac ión, aulod uctor. E l de la deshidratación matización de ope raciones, cletecde Jos -alimentos naturales (free re_ ción de bancos de pesca, etc. La d1'lJing). P ermite rebajar el volu- incorporación del rada r, el Decca, m en en proporción impresiona n- el piloto automático, el cuentate, lo mismo \.Que el . peso. Las millas eléctrico, etc., al cu art6 d e p iezas, s in me ngua de sus pro· derrota o a l puente del buque de piedades típicas -sabor', conte- pesca. revela n la capacidad y nido nutrit ivo, visualidad-o re- avance de la t ransformación esoperada en esta induscobran el estado de fr escura y tructural peso normales, al ser sometidas t ria. Debe reconocerse que ha s ido en tierra :'1 la adición de agua. menos ace ntuada e n los modelos La restaurac ión dura menos de de artes de pesca. No as í en los un minuto. E l ahorro de espacio materiales, pues la sustitución de permitiría mul t iplicar la capaci- las fibras vegetales por las sintédad de almacenam ien to a bordo ticas, la eliminación del nudo en sin aumentar los costes de trans~ las redes. e l monofila mente. et. fercn cia. cétera. constituyen 'mejoras poPodían ci tarse aún los proce- sitivas. El ciclo d e hielo tritlll'<.tdo t<lffibién está aprox imándose a su fin. Al menos para las pescas a larga d istancia. La era neotécnica ha redimido ya a la industria de tan limiléltiva ser vidumbre. La barrera del costo de instalación, opuesta a la congelación -8- Otras innovaciones en materia de anes ue pesca , se nallan en vías de definitiva ¡¡climatacion. El aparejo de a rrastre a medias aguas (ftoating tmwlJ, la pesca con luz, y borniJa par¡¡ la succión directa del cardumen y la pesca eléctrica. La prim er· modalidad parece arra igar en Bscand inav ia. La segunda cs ya clásica en el f..'l ar Caspio, para la pesca del espadín . La tercera com renza a utilizarse con éxito en varios pa íses, para lcvantar ·del fango los bancos de ca marón , med i¡¡nte campos eléctricos extendidos sobre el fondo, a fin de colocarlos al alc¡mce de la red . Pero e l futuro de la era neotécnica nos reser va mayores sorpresas. Una de ellas pudiera ser la indepe ndización, a bsoluta o relativa, del buque y el arte. Se trata del aparejo auto-propulsado y teledirigido, con sustitución de las actuales puertas por grupos mot orizados. 15. Cam bi.os de la es trategi.a ope r a tiva, A medida que la explotación pesquera rué alargando su radio, la empresa armadora hubo de aumentar pl"Oporciona lmente el volumen de la inversión . La relación capital-producto se vió e ntonces interferida por el incremento de los cos tes, tanto de producción como d e transfer'encia, Causados por sueldos, salarios y participaciones e n el ingreso bruto, o por consu mos, repa raciones, seguros, gastos de comercialización, e tc. La gravitación del pr o-blema exigía cambiar la estrategia tradicional en los movimientos de la fl ota. E l nuevo objetivo a c ubl"ir se d irigía a la reducción de t iempos pasivos e incremento d e los activos. El pleno empleo del bu que pescador en la faena especírica , y no en los v iajes a base m uy distante. Partiendo de una premisa económica tan e lemen tal, se per fil aron dos modelos mixtos de e xplotación : e l trasbordo a bugue de t ransporte en p roximidad al caladero y la operación en fl otilla, a base ele buques-madre congeladores o de buques-factoría . De este modo, e l volu men del costo un itario desciende notableme nte, al ser referido a un númc- ~------------------~ ro mucho mayor de toneladas d2 pescado. que las proporcionadas por cadil expediciun en viilje redondo, Otras rorlllas de maxim izal· los beneficios, a base de la compresión del costo unitario - no propia mente global- , se han lograd ) directam ente en ciertos tipos d e buqu ss. Bastará citar dos eje mplos típicos. E n los arrastreros. los dispositivos de latlzi.ltl1ie nto y recogida de l arte por la popa. reducen notablemente el tiempo de ambas operaciones. '['<1ll1bién pl1ede n economizar mano de obra . En todo caso, permite aume ntar el nllmero de l,lnces pOI" jornada. Estas ventajas aún res ultan más ostensibles e n los buqu es con arte de cerco, d ot ados de puwcr block. Pero la estrategiil nueva ta mbién puede penetrar en el rondo de los mares para someter il la obediencia , pre v ia al sacrificio. las formaciones de especies pelágicas. Antes se ha citado la pesca por ilbsorción ligada al empleo de luces concentradora s. Tam bién s e ha citado la utilización de redes eléctricas. Podt"ia añadirse aún la cortina de burbujas. producida por aire comprimido en circulación por un tubo perforado que se s u merge y tiende c n el fondo. Como en e l caso de la pesCiJ eléctrica, la cot'tinil de burbujas permite conducir los c¡¡rdúmenes detectados hasta el lugar propicio a la captura. Este procedim ie nto ha sido ya e xperimentarlo con éxi to en la pesca del arenque. confond uvec ct!lIe de la multipli c<ltion des richesses" (18). Pero las a rmas de la nu eva técnica son de dos filos. O por imperfecto manejo de s us resol'tes, o por falta de control sobre s us efectos, o por de'sv iación de los imperativos soc iales. pu eden ser empleadas negativa menle. Para destruir más qU 2 para fomentar . Para esclavixa!" al hombre más que para emanciparlo. La larea de prevenir y evitar se mejante riesgo incumbe al capitalismo. Sin su arrollador impulso, ni la ciencia se hubiera convertido e n técnica. ni la técnica habría llegado a ponerse en órbita . El cap italismo y la técnica son los dos ejes h is tór icos en torno a los cuales gira la civilizadón occidental. Que tampoco es a hora, como ilat:e un siglo. la civi lizildón de la mina y la ley de bronce del sal'l'·b. 8s la civi lización neot ecn i ca , que exige un capi ta lismo a tono, mucho más evolucionado y sensible. mucho menos acumulativo y estático. Un neoca pitalismo dinámico. Es dedr. no un régime n instrumentado paril la polal'ización de pode r y riqleza hacia los grupos de presión. Por el contrario, un s istema mucho más a bierto. orientado a la red istribución, la inlt."-graciótl. y la relativa paridad. Un movimien to de vanguardia, más qu e de retaguardia , decididam ente comprometido a eliminar la {¡e rencia social en que ha pl"Oliferado el marxismo. comenzando por hacer inaperante la lucha de clases. O sea. intenta ndo jubilar definitivamente la clase ociosa y facilitar la conversión del proletariado e n clase med ia . En todo caso. como meta impostergable, habrá de disponerse a radiar e n pocos años la pobreza .Y el hambre, que aún gravitan sobre los dos tercios de la población de mundo. Es, precisamente en los dos te rcios de su extensión. cubienos por e l manto del génesis. donde deposita mos la fe más firme en \rirtud multip licadora de la técnica, t eniendo como beneficiario la despensa de toda la humanidad necesItada. S~ N ecesita d6 u.n neocapiwliamo dinámico Lo que sí subemos es que el apogeo de la técnica no h<l veni do solo. 1-1 <1 venido he r manado con e l apogco de l capital ismo. Y más que saber. palpamos cómo en el seno de la s ociedad humana un nuevo sistema de p!'Oducción 'ha s ido instalado. No responde. sin ciurla. ,1 una filosofía de la historia coherente y a,·ticulada . pero puede estar a punto de adquirirla. Los dogmas de la econom ía clásica está n en liquidación por deCONClUSION rril)Q. Sobre base especial más completa, y mayor clarificación E l tiempo en qu e vivimos, pa!'- doctrinal, se ed ifit:¡l la economia cela trepidante de la industria llIoderna. El mar. del bra;m de la u ni versal. luce sobre su frente un técnica, e ntra en eIJa definitivat itulo que obliga a mucho: tiem- mente. El m,.II'. espacio mayoripo del apogeo de la técnica . Co- tario donde es pnxluctiv<l has ta nocemos sus períodos de incuba- la terce ra dim ensión. 81 mar, aución, el deslinde de las etapa s Su- toconvertidor de la ene rgía biocesivas. algún anticipo de las ve- lógica en recursos viv ientes, mánideras .. . De las últimas fases. ximo depositario de pr incipios e l d~c1inio y el fin de la trayectoria emprend ida .. .. nada se vis- minerales y especies aliment.icias. lu mbra todavía. Ni tampoco de El mar . llamado a compe nsar el cuál será el grado de ca pacitación :léficit que e l crecimiento rlemade l hombre y cl nivel medio de gráfico agudixa cada día sobre lu satisfa cción social al tér mino "Be tierra. " L'histoire de !'industrializatan espectacu laJ· proceso d e destion -escriben Seott y Lyntonarrollo. -9- ( I H) J" .. Ó~ " ~-. ScOTT y H. P. L V",TQ"': "'. /!r"yr" ~ d"rc, I'~r( s. /("("I"'1l1 ft H153. n r¡"tcgrn/lnn so ~------------------~ ro mucho mayor de toneladas de pescado. que las proporc ionadas por cada e xpediciun en viaje re· dondo, Otras formas de maximizal· los beneficios, a base de la compre~ sión del costo unitario - no propia mente global- , se han lograd ) directam ente en ciertos tipos d e buqu ss. Bastará citar dos ejemplos típicos. En los arrastreros, los dispositivos de lanzamie nto y recogida del an!! por la popa. reducen notablemente el tiempo de ambas operaciones. También puede n economizClr mano de obra . En todo CClSO, permite i;lllme ntar el nllmc1'0 de lances por jornada. Es tClS ve ntajas aún resultan más ostensibles en los buqu es con arte de cerco, dotados de fJu'Wcr block. Pel'O la estrategia nueva también pued e penetrar en cl fondo de los mares para someter a la obediencia. pre via al sacrificio. las formaciones de especies pelágic;¡s. Antes se ha citado la pesca por absorción ligada al empleo de luces concentradora s. Tam bién se ha citado la utilización de redes eléctricas. Podria añadirse aún la cort ina de burbujas. producida por aire comprimido en circu lación por un tubo perforado que se s umerge y t iende en el fondo. Como en e l caso de la pesca eléctrica, la cortina de burbujas permite conducir los cardúmenes detectados hasta el lugar propicio a la captma. 8ste procedim ie nto ha sido ya e xperimentado con éxi to en la pesca del arenque. S~ .-\I·OG I';O O E l •.'\ ' l' EL' :\' It':\ N ecesita de un neocapiw.liamo dinámico Lo que sí sabemos es que el apogeo de la técnica no ha veni do solo. I-I a venido he r manado con e l apogeo de l capitalismo. Y más que saber. palpamos cómo en el seno de la s ociedad humana un nuevo sistema de pl'Oducción 'na s ido instalado. No responde . sin duda . ¡l una filosofía de la historia coherente y ,u·ticulada , pero puede estar a punto de adquirir la. Los dogmas de la econom ía clás ica están en liquidación por deCONClUSION rril)(l. Sobre base especial más completa, y mayor clarificación 8 1 tiempo en que vivimos. pa !'- doctrinal, se ed ifit:;¡ la economia cela trepidante de la industria moderna. El mar. dcl braw de la universal. luce sobre su frente un técnica, e ntra en ella definitivatitulo que obliga a mucho: tiem- mente. El mar. espacio mayoripo del apogeo de la técnica . Co- mrio donde es pnx!uctiV<1 hasta nocemos sus períodos de incuba- la tercem dim ensión. 8 1 mar, aución. el deslinde de las elapas Su- toconvertidor de la energía biocesivas. algún anticipo de las ve- lógica en recursos viv ientes, mánideras. .. De las ú ltimas fases. ximo depositario de pr incipios e l d ec1 inio y el fin de la trayectoda emprendida .. . , nada se vis- mine!'ales y especies alimenticias. lumbra todavía. Ni ta mpoco de 81 mar. llamado a compe nsar el cuál será el grado de ca pacitación :léficit que e l crecimiento rlemode l hombre y el nivel medio de gráfico agudixa cada día sobre lü satisfa cción social al térm ino "Be tierra. " L'histoire de !'industrializatan espectacu lal· proceso d e destion -cscl'Í ben Scott y Lyntona rrollo. -9- confond avec ct!lIt! de la multíplication des richesses" (18). Pero las armas de la nu eva técnica son de dos fi los, O por imperfecto mancjO de s us resortes, o por falta de control sobre s us efectos, o por de'sviación de los imperativos soc iales, pu eden scr empleadas negativa menle. Para destruir más qU 2 para fomentar . Para esclavixa!' al hom bre más que para emanci parlo. La tarca de prevenir y evitar semejante riesgo incumbe al capitalismo. Sin su arrollador impulso, ni la ciencia se hubiera conver t ido e n técn ica. ni la técnica habl'Ía llegado a ponerse en órbita . El cap italismo y la técnica son los dos ejes his tóricos en torno a los cuales gira la civi lización occidental. Que tampoco es ahom, como <lace un siglo, la civilización de la mina y l<t ley de bronce del sa13'·i'J. Es la civi lización neoteen i ca , que ex ige un capitalismo a tono, mucho más evolu cionado y sensible, mucho menos acumulativo y estático. Un neocapitalismo dinámico. Es decir. no un régime n instrumentado para la polarización de pode r y riql.eza hacia los grupos de presión. Por el contrario. un s istema mucho más abierto. orientado a la rerl istribución. la intt..... graeión. y la relat iva paridad. Un movimiento de vanguardia. más que de retagu ardia , decididam ente comprometido a eliminar la "(¡e rcncia social en que ha prol iferado el marxismo. comenzando po!" hacer inopera nte la lucha de clases. O sea. intentando jubilar dennitivamente la clase ociosa y facilitar la conversión del pl"Oletariado e n clase media. En todo caso. como meta impost ergable, habrá de disponerse a radiar e n pocos años la pobreza .Y el hambre, que <tún gravitan sobre los dos tercios de la población de mundo. Es, precisamenle en los dos te rcios de su extensión. cubie rtos por e l manto del génesis. donde deposita mos la fe más firme en \rirtud multiplicadora oc l,l técnica, t eniendo como beneficiaria la despensa de toda la humanidad neces itada, ( 111 ) J" .. Ó~" ~-. Rcorr lA' /!r"yré~ /1''''';'1'' 6 l't ,'¡"'C, I'arf s. Irl,';¡, y H . P. Ln<TQ.\I: r¡,,/cgrn/lfH! so