historia y cultura militar

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HISTORIA Y CULTURA MILITAR
Montevideo - República Oriental del Uruguay - Año III Marzo 2007
N*
5
Armas y Letras
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Armas y Letras
ARMAS Y LETRAS tiene como propósito estimular el estudio, la investigación y la difusión de la historia y la cultura militar, nacional y universal,
en el marco de las actividades realizadas por el Ins+ituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías",
Puede colaborar en ella todo escritor, militar o civil, oriental o extranjero, que se interese por temas relacionados con el arte, la ciencia, la
historia y el pensamiento militar de todos los tiempos,
ARMAS Y LETRAS declina en los autores la total responsabilidad de sus
opiniones.
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DEL EME.
Coronel de Caballería Rolando Dionisio Ferreira Chaves
DIRECTOR Y REDACTOR RESPONSABLE
Coronel de Artillería Arturo D. Milans
SUB-DIRECTOR
Coronel de Caballería José Carlos Araújo Sbarra
SECRETARIO
Equiparado a Capitán Ernesto Zícari
CONSEJO DE REDACCIÓN
Coronel de Caballería Sergio Otegui Machado
Licenciado en Historia Alberto Del Pino Menck
Teniente I o (Av.) Juan Maruri
Alférez de Reserva Enrique Burbaquis
CORRECCIÓN
Teniente Coronel (Int) Osear Herrera Cuña
DIAGRAMACIÓN e INFORMÁTICA
Sargento María Liria Martins
Soldado l a . Daiana Da Silva
DIBUJOS y ACUARELAS
Sr. Rivera Milans
Sgto. Daniel Cotelo
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
"Armas y Letras", Paraguay 1241, Tel. 900 19 83 - Montevideo, Uruguay.
Autorizada la reproducción de artículos, haciendo referencia a la fuente.
Armas y Letras
€n tóte número
Nos place presentar este Número 5 de nuestra publicación, cuyo
contenido es una serie de artículos monográficos dedicados a rememorar las Invasiones Inglesas al Río de la Plata, sumándonos de esta manera a la intensa actividad en materia de conferencias y publicaciones registradas en ambas márgenes del Plata, toda ella dedicada a conmemorar
los 200 años de aquel trascendental episodio de nuestra historia común.
Ya a principios del año 2006, tuvo lugar en Colonia un congreso con
diversas ponencias que versaban sobre el tema de marras. Posteriormente, en el Museo y Archivo Municipal - Cabildo de Montevideo, se realizaron entre el 11 y el 12 de agosto del año mencionado, las denominadas Jornadas "A 200 años de las Invasiones Inglesas al Río de la Plata",
organizadas conjuntamente por los Ministerios de Defensa Nacional, de
Educación y Cultura, y por la Intendencia Municipal de Montevideo, interviniendo en las mismas, cuatro miembros del Instituto de Investigación
Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" presentando los mismos
las siguientes ponencias:
Viernes 11 de agosto de 2006
• Lie José María Olivero "Una geovisión histórica de las invasiones inglesas"
• Lie Alberto del Pino y Sr. Enrique Burbaquis "Uniformes militares durante las invasiones inglesas"
• Esc Rubén Álvarez "Las banderas en la invasión británica"
Bajo el patrocinio del Departamento de Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército, el Instituto de Investigación Histórica "Coronel
Rolando Laguarda Trías" organizó otra serie de disertaciones, que contaron con una nutrida concurrencia de público, y versaron sobre los siguientes temas:
Miércoles 18 de octubre de 2006
• Lie Fabián Melogno Vélez "La reconquista a través del testimonio de un actor"
Armas y Letras
• Lie Alicia Otero "La iconografía de las Invasiones Inglesas"
• Lie José M. Olivero "La importancia de las fortificaciones españolas durante las Invasiones Inglesas"
• Cnel. Ángel Corrales Elhordoy "La Artillería de Montevideo en la
Reconquista de Buenos Aires"
Jueves 19 de octubre de 2006
• Cnel. Sergio Otegui "El Combate de San Carlos"
• Esc Rubén Álvarez Massini "El desembarco de los ingleses y la
toma de Montevideo".
• Cnel. Arturo Milans "El armamento individual en las Invasiones
Inglesas"
• Alf. (Rva) Enrique Burbaquis y Lie Alberto del Pino Menck "Uniformes de las Invasiones Inglesas".
• Dr. Augusto Soiza "Un hallazgo arqueológico en la Ciudad Vieja de
Montevideo. ¿Restos humanos de la Invasión Inglesa de 1807?"
Algunas de estas ponencias -la del Sr. Cnel. Sergio Otegui y la del
Licenciado José María Olivero- fueron reiteradas el 28 de octubre de
2006, en el Cuartel de Dragones, al realizarse una serie de actos conmemorativos de las Invasiones Inglesas a Maldonado, como colaboración del Departamento de Estudios Históricos del E.M.E., que viajó expresamente con una nutrida delegación del Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías".
Este número, entonces, recoge parte de las ponencias referidas
anteriormente, como manera de preservarlas y presentarlas al lector de
"Armas y Letras" y como forma de rendir homenaje a todos aquellos
criollos y españoles que hace 200 años protagonizaron una heroica gesta
ante un enemigo superior en número y medios materiales.
Recordamos también la importante gestión realizada por el Sr.
Coronel Hugo T. Grossi en el Instituto de Investigación Histórica y en el
Departamento de Estudios Históricos del E.M.E. y al alejarse de éstos,
le auguramos éxitos en su nueva gestión.
Orígenes de las Invasiones Inglesas
Orígenes de las
Invasiones Inglesas
Orígenes de las Invasiones Inglesas
Desde la más remota antigüedad, antes de la invención de la escritura, con la aparición de los primeros pobladores de la Tierra, debió nacer ya la necesidad de comunicarse entre ellos y probablemente utilizaron un sistema de transmisión de noticias entre los diversos núcleos de
población.
Muy importante fue también el papel representado por las órdenes
religiosas y monárquicas, por los privilegios que les fueron concedidos,
su creciente riqueza y por ser, en suma, los depositarios más importantes de la cultura en aquel momento. Esto motivó que sintiesen la necesidad de comunicación entre los monasterios transmitiéndose informaciones y conocimientos.
En todas las épocas y en todos los lugares las posibilidades de
enriquecerse ha sido una motivación importante para que la mayoría de
los mortales sea capaz de asumir riesgos extraordinarios.
Capitán Eq. Ernesto Zícari: Paspresidenfe de /a Federación Uruguaya de Filatelia y Grupo
Filatélico Temático de/ Uruguay. Jurado Internacional de Filatelia Temática de la Federación
Interamericana de Filatelia )FIAF) y de /a Organización España Améri^ca de Filatelia (ESPAMER).
Miembro de/ Institufo de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" de/ Depar-
Armas y Letras
En el siglo XIV se apaga en un triste ocaso la empresa de los
vikingos. En los mismos años, aparecen en el horizonte histórico los
primeros destellos de nuevos protagonistas, que no serán los intrépidos
nórdicos, sino otros avezados lobos de mar procedentes del sur, de la
península Ibérica, que con naves más sólidas, van internándose Atlántico adentro, dejando atrás las seguras costas europeas.
Los vascos, formidables pescadores, que desde el mar Cantábrico,
salieron en busca de ballenas, cuya carne era considerada entonces
exquisita. Después le llegó el turno al
bacalao, muy solicitado por las mesas
europeas, tras de cuyos cardúmenes
corrían intrépidos marinos vascos e ingleses.
Poco tiempo después los portugueses se hacen a la mar, con una importante innovación, ya no es una aventura,
es una verdadera empresa dirigida por
el Estado a impulso del genio del príncipe Enrique el Navegante, convertida en
un mecanismo de alta eficiencia, coherencia, conocimientos científicos, voluntad expansionista y realidad imperialista
conducida por la monarquía portuguesa.
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El principe Enrique el Navegante.
Para el príncipe cualquier dato náutico o geográfico tenía suma importancia, debiendo ser analizado, medido y
compulsado, por la imprecisión e inseguridad con que los proporcionaban los
hombres de mar.
Los horizontes geográficos del mundo comenzaron a ensancharse en el siglo XV por iniciativa de los navegantes portugueses en búsqueda de las ansiadas especies, tan de moda
en la gastronomía de las clases altas de la Edad Media.
En 1469 se produce en España un importante acontecimiento que
cambiará su destino, la unión política de dos coronas, Castilla y Aragón,
por el matrimonio de Isabel I reina de Castilla, nacida en 1451 en Madri-
Orígenes de las Invasiones Inglesas
gal de las Altas Torres, hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, con
el príncipe Fernando de Aragón.
Su reinado constituyó un período fundamental en la historia española,
desarrolló una serie de medidas encaminadas a reforzar el poder real, restaurar el orden interno, sanear el sistema monetario y reformar el clero.
Esta unión trajo consigo la adopción de una política exterior común,
que se extendió por todos los pueblos hispanos. El cambio entre la Edad
Media y la Edad Moderna, que se vivió, se manifestó también en el terreno cultural.
El acontecimiento más significativo del reinado de Isabel de Castilla,
fue la reconquista de las tierras ocupadas por los musulmanes. La toma
de Granada el 2 de enero de 1492, llevó al Papa Inocencio VIII a otorgarles el título de Reyes Católicos.
España estuvo así en condiciones de afrontar la conquista y evangelización de nuevas tierras. El descubrimiento de América, hecho de
trascendental importancia, modificó la visión del mundo conocido hasta
entonces y cambió la historia de Europa.
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, los sucesores de Cristóbal Colón, fueron en principio españoles o extranjeros al servicio de España. Quienes más se destacaron fueron el piloto mayor Juan Díaz de
Solís, que partió el 8 de octubre de 1515 del puerto de San Lúcar de
Barrameda y, tras ciento cuatro días de navegación, llegó al estuario
que por el sabor de sus aguas bautizó Mar Dulce. Allí abruptamente fue
muerto junto a seis de sus hombres en el arroyo de las Vacas, cumpliendo Solís con su cita con la historia y con la muerte. Pagó con su
vida la gloria que le cupo como descubridor del luego llamado Río de la
Plata, que se incorporó a la corona castellana.
Hernando de Magallanes, nativo de Oporto (Portugal), ofreció sus
conocimientos náuticos al emperador Carlos V de España, para hallar
el paso hacia la Especería. El rey pasó la pretensión de Magallanes a los
pilotos mayores del reino en Sevilla, quienes considerando las altas condiciones técnicas del solicitante, aprobaron el viaje. Con cinco naves,
Trinidad, Concepción, San Antonio, Santiago y Victoria, 265 hombres de tripulación, un piloto en cada barco y víveres para dos años, se
hizo a la vela, desde el puerto de San Lúcar de Barrameda el 20 de
setiembre de 1519.
Armas y Letras
Rumbo al sudoeste, la flota costeó tierra americana y el 10 de enero de 1520 llegó a Maldonado, reconoció el Mar Dulce o Río de Solís.
Prosiguiendo la exploración el 3 de febrero llegó a la bahía de Montevide-eu, continuó hasta la ensenada del río Rosario, allí ancló la flota,
despachando en son de exploración, dos embarcaciones; Santiago al
mando de Juan Rodríguez Serrano, halló la desembocadura del río de
los pájaros, pero no dando con el soñado estrecho, viró y ancló junto al
resto de la escuadra. Luego de algunos reconocimientos de las costas,
la flota movióse rumbo al Sur. Estos descubrimientos abrieron entonces
halagüeños caminos a la geografía, que posteriormente darían lugar a
las corrientes colonizadoras.
En sus anhelos de gloria, se alistaron otras expediciones para saciar la sed de oro y riquezas comerciales en las fuentes mismas, tal fue
el objetivo inmediato de, entre otros, Sebastián Gaboto, piloto mayor de
Castilla, célebre marino, alistado a las órdenes de la Casa de Contratación de Sevilla, se hizo a la mar con los navios; Santa María de Espinar, al mando de Gerónimo Caro; La Trinidad, con Francisco de Rojas;
San Gabriel y Santa María de la Concepción, con una tripulación de
230 hombres.
Diego García, portugués de origen, al mando de un navio de 50
ton., un patacho y un bergantín, seducido por las fábulas sobre la riqueza del Mar Dulce, también se hizo presente en estas costas. En 1535
arribó al estuario la expedición al mando de don Pedro de Mendoza y
los españoles tomaron posesión de la región Sur del territorio. Otra fuerte expedición española comandada por don Juan Ortiz de Zarate, fondeó en 1573 frente a la isla de San Gabriel, fundando el pueblo del mismo nombre.
El descubrimiento de las tierras americanas y la consiguiente incorporación de estos territorios a la corona española, con virreinatos y
gobernaciones, planteó una serie de dificultades y problemas, en cuanto a la llevada y traída de información y correspondencia oficial entre una
y otra orilla del Atlántico.
Muchos intentos se llevaron a cabo, debido a los frecuentes ataques de que eran objeto sus navios, esto movió a los políticos españoles a la búsqueda de soluciones, por ello adoptó medidas de defensa,
las que a veces tenían éxito, o la mayoría se echaban al olvido, dada la
política sobre todo de Inglaterra, que comenzada por la reina Isabel, fue
Orígenes de las Invasiones Inglesas
seguida por Cromwell, con la participación de los Estuardos, quienes
tutelaron y toleraron el accionar de los navios piratas en las rutas de
Indias.
Fue en tiempos de Carlos III cuando definitivamente se abordó el
proyecto de un sistema regular de comunicación entre ambas orillas
atlánticas que fuera rápido y puntual. Se organizó un sistema de navegación en convoy, cuyo punto de partida era el puerto de la Habana,
donde se reunían los navios previo a la travesía del océano Atlántico, la
que se efectuaba con la escolta de navios de guerra. A pesar de las
medidas tomadas, la defensa militar de las Indias fue insuficiente y muy
precaria durante los tres siglos que duró el dominio español.
Un técnico militar en 1607 opinaba que para trasladar una fuerza de
600 infantes era necesario contar con cuatro galeones de 450 ton. a un
costo de 150.000 ducados, más los gastos producidos por consumos,
averías y sueldos. Este prohibitivo gasto que demandaba la defensa de
los territorios americanos, dejó a los mismos en una total indefección
militar; con una absoluta carencia de medios defensivos, ante las amenazas de ultramar. A esto se sumaba en los dominios coloniales de
América Meridional, las eternas discordias e intermitentes luchas armadas, por las demarcaciones territoriales, que se suscitaban con los portugueses, enmarcados en los procesos del descubrimiento y colonización de estos territorios.
A la independencia de Portugal en 1668, se agudizaron los problemas, haciéndose cada vez mayor la penetración en Santa Catalina y
Río Grande del Sur. El 22 de enero de 1680, una expedición compuesta
por cinco zumacas y 200 hombres, encabezada por el gobernador de la
capitanía portuguesa de Río de Janeiro, Manuel Lobo, invade los dominios hispanos para usurpar sus derechos al disfrute de la cuenca del
Mar Dulce. Se funda frente a la isla de San Gabriel, la Santísima Colonia del Sacramento o Villa Lusitania, protegida por un fortín de piedras y adobe.
La consolidación y centralización de los estados nacionales, impuso un cambio de dinastía en la monarquía española. La muerte del último rey de la Casa de Austria, Carlos II, sin descendencia, plantea el
problema de la sucesión de la corona entre Felipe de Anjou y el
archiduque Carlos de Austria, dando lugar a la guerra de la sucesión.
Finalizado el conflicto con la firma del Tratado de Utrech, Felipe V es
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reconocido como rey de España. La consecuencia más importante de
esta guerra será la unificación, política, económica y administrativa de
España.
Con la llegada de la nueva dinastía borbónica al trono de España en
1700, se inicia una nueva etapa, que a largo plazo y de manera ininterrumpida, supondrá su transformación. Con la nueva concepción unitaria y uniformizadora del Estado que Felipe V traía consigo, en gran medida a imitación de lo que estaba sucediendo en la corte de su abuelo, el
rey de Francia.
Los monarcas borbones, implantaron, en el estado español, el centralismo político y nuevas formas de administración. Felipe V establece
las instituciones castellanas en todos los territorios de Aragón y Cataluña
lo que llevará consigo la reforma de las circunscripciones territoriales.
En 1702 bajo el gobierno del maestre de campo, don Alonso de
Valdez Inclán, se inicia en el Río de la Plata, el comercio negrero de
esclavos traídos de las costas de África. Debido a las súplicas y
ordenaciones se intenta vedar ese comercio. El poder real era el que
concedía permisos a diversas compañías, francesas, holandesas e inglesas y alguna de Portugal para la introducción de esclavos a tierras
americanas. Inglaterra acabó por ser el único país dedicado al tráfico de
esclavos, con cuyo comercio su marina mercante recibió un notable
crecimiento.
Habiéndose negado Felipe V en 1718 a firmar la Cuádruple Alianza
de Londres, las potencias iniciaron hostilidades en su contra por medio
de Francia e Inglaterra. Las poblaciones de Galicia, Navarra y Cataluña
fueron desvastadas por el odio franco-inglés contra el poderío español.
El monarca ante tanta destrucción aceptó firmar la Alianza de Londres.
A fines de 1724 una colonia militar portuguesa fundada por el maestre
de campo Domingo Fernández, enviado por Silva Páez, gobernador de
la Colonia del Sacramento, fue destruida por el comandante español
Esteban Del Castillo. Los intentos portugueses continuaron en su afán
de apoderarse de aquel riquísimo territorio español, eran muy de atrás y
se remontaban a mediados del siglo XVII, con las tentativas de los famosos Bandeirantes paulistas, aliados a la corona lusitana para facilitar y
consolidar sus pretensiones de predominio en el Sur. Lo cierto es que el
poco cuidado puesto por España y sus gobernadores en Buenos Aires
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para resguardar la dilatada frontera Norte de la Banda Oriental, dio pábulo a las atrevidas incursiones portuguesas hechas nada menos que a
través del territorio oriental, partiendo desde la Colonia. Esto se hacía
violando la letra y el espíritu de todos los tratados, pues aun los que
consagraban el dominio de los Braganza en la Colonia, les cerraban el
paso a mayor distancia de un radio de tiro de cañón.
Durante tres años continuó ese tráfico por tierras de España, para
arrebatar el Río Grande de San Pedro, hasta que el 19 de febrero de
1737, el brigadier José da Silva Páez, gobernador de la Colonia del Sacramento, entró en persona en la villa de San Pedro, con un gran aparato militar ante la incomprensible inacción del poder español.
Fundó fortalezas, estableció guardias en el Chuy, Merín, Santa
Ana, Jesús María y otros puntos y luego se dirigió a Santa Catalina, de
donde partió a Río de Janeiro, recibiendo honores y felicitaciones.
Un nuevo tratado se suscribe en Madrid el 13 de enero de 1750 entre
España y Portugal, con el que se pretende poner fin a los anteriores de
Tordesillas, Lisboa, Alfonza y Zaragoza, quedando estos abolidos.
El rey Carlos III, obtiene que se firme un convenio el 12 de febrero
de 1761, por el cual Portugal se comprometía a devolver al dominio hispano todos los territorios ocupados. Bandas de contrabandistas y malhechores, al amparo de las autoridades lusitanas continuaron en territorio colonial español cometiendo todo tipo de delitos, asaltando haciendas, robando ganado y caballadas.
El Pacto de Familia, célebre documento firmado por los príncipes
reinantes de la Casa de Borbón, envolvió a España en continuas guerras como aliada a Francia. No habiéndose adherido a él Portugal, la
tirantez de relaciones concluyó en un rompimiento seguido de hechos
de armas, los cuales, resonando en las colonias de ambas naciones,
reprodujeron los conflictos de siempre.
Gobernaba en el Río de la Plata don Pedro de Cevallos Cortés y
Calderón quién el 6 de junio de 1761 pone sitio a la Colonia del Sacramento con una fuerza de 1700 hombres de mar y tierra. Gobernaba esa
Plaza el brigadier Vicente da Silva da Fonseca. El fuego de cañón abrió
dos brechas en las murallas del campo, provocando con ello el desconcierto de la guarnición y la solicitud de los sitiadores de la capitulación a
los lusitanos, hecho que se produce el 28 de febrero.
12.
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Una escuadra anglo-portuguesa, al mando del almirante Jorge
Macnamara compuesta por tres buques de guerra con algunos transportes, procede al ataque marítimo de la Colonia del Sacramento ocupada por los hispanos. La nave capitana era la "Lord Clive" de 64 cañones; la "Ambuscadé' de 40 cañones, mandada por el capitán William
Roberts y la goleta portuguesa 'Gloria", piloteada por el Tte. Cnel. Vaco
Alpoim. El combate se inició, a las doce y media del día 6 de enero de
1763, el vigoroso fuego de las baterías de tierra, hizo arder y hundió a la
nave capitana junto a su almirante que murió ahogado y la flota se retiró
en derrota y con grandes averías. Fue este el segundo escarmiento hecho por Cevallos a los enemigos tradicionales.
En marzo de 1763, Cevallos se pone en marcha hacia el este, para
realizar su campaña reivindicadora de los derechos de España, con un
espíritu de empresa, el gobernador con rápidas medidas adoptadas,
requisa armas, ganados y elementos de movilidad. El Cabildo montevideano querellaba la conducta severa y autoritaria del general español.
El 8 de abril, Cevallos abandona Maldonado en marcha hacia Santa
Teresa y San Miguel, en el paraje conocido como Maldonado Chico, a
orillas del arroyo que hoy lleva el mismo nombre, funda la villa de San
Carlos. Al cabo de 8 días de marcha llega a Castillos, tras reconocer las
posiciones portuguesas, acampa en la Laguna Negra donde emplaza
su artillería bajo fuego enemigo, que al mando del coronel de Dragones,
Tomás Luis de Osorio, contaba con una fuerza de 1700 hombres. Un
hecho memorable para las armas de Castilla se produce el 19 de abril
de 1763 al capitular las fuerzas portuguesas. Pocos días después también cayó bajo las armas hispanas el fuerte de San Miguel con 55 cañones, penetrando el 24 de abril triunfantes en Río Grande. El general
Cevallos conquista la villa de San Pedro del Río Grande, sin disparar un
tiro, su gobernador Eloy de Madureira la había abandonado, ocupando el
12 de mayo la margen izquierda del Río Grande. Allí recibió la noticia de
la paz entre Portugal y España, llamada "Tratado de París", por el cual
Inglaterra acrecía su riqueza colonial a costa de Francia y se devolvía a
Portugal la Colonia de Sacramento, quedando para España, Río Grande
del Sur.
La crisis creada entre Gran Bretaña y España, a consecuencia del
movimiento de emancipación iniciado en las trece colonias inglesas de
América del Norte, llevó a las autoridades inglesas a un estado de enemistad y revanchismo contra todo lo hispano, aumentado por la invoca-
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Armas y Letras
ción del "Pacto de Familia" realizado por Francia, para atraerse a su
aliada España en una declaración de guerra a Inglaterra.
Por Real Cédula del 1 e de agosto de 1776 emitida por el progresista
rey de España, Carlos III, creó con carácter provisional y definitivo al año
siguiente, el Virreinato del Río de la Plata, la más importante de las divisiones político-administrativa establecida en América por la corona española, para el gobierno de las provincias indianas. Estaba al frente del
virreinato un destacado funcionario que con ese título, gobernaba y administraba en nombre y con autorización del rey, el Teniente General
don Pedro de Cevallos Cortés y Calderón. Esta real cédula constituyó el
punto de partida de un nuevo proceso institucional para la América meridional, su instalación institucional se produjo en 1777. Su territorio fue
desmembrado del virreinato del Perú y su jurisdicción política estaba
constituida por las actuales repúblicas de Argentina, Bolivia, Paraguay,
Uruguay, Chile y parte de Brasil.
Contaba con una población aproximada de un millón y medio de
habitantes, en su mayoría españoles europeos y españoles americanos
o criollos nacidos en tierras americanas. Los extranjeros eran escasos
pues las leyes de Indias no permitían la entrada de los mismos. La población de color constituida por negros introducidos como esclavos,
además de los indios que habían sido sometidos por los blancos.
El "Auto de Libre Internación" dictado en 1777 por el virrey Cevallos,
mejoró la situación económica del virreinato aun cuando sus posibilidades estaban sometidas a los comerciantes peninsulares.
De acuerdo con los principios imperantes en la época, España en
sus relaciones comerciales con el Nuevo Mundo, implantó el monopolio,
solamente algunos puertos de América podían comerciar con el de Cádiz
en la península. En 1778, Carlos III dictó la Pragmática de Libre Comercio que permitió a veinticuatro puertos americanos comerciar con trece
puertos de España, Mallorca y Canarias.
Para mejorar la administración del virreinato, el rey Carlos III, a quién
se deben tantas medidas progresistas, dictó la "Real Ordenanza para el
Establecimiento e Instrucción de Intendentes de Exército y Provincia",
por la que dividió el territorio del virreinato en ocho intendencias y cuatro
provincias o gobiernos militares. Al frente de los primeros estaba el gobernador intendente, que se ocupaba de hacer cumplir con mayor rapidez las órdenes del monarca.
Orígenes de las Invasiones Inglesas
Lo
San Felipe y Santiago de Montevideo, la base naval de España más
importante de este continente, con su amplia bahía, llave geopolítica de
la zona de gran valor estratégico, fue declarada como Apostadero Naval por Real Orden del 9 de agosto de 1776 con categoría jurídica e
independencia administrativa, frente a las autoridades de Buenos Aires.
Ejercía la soberanía hispana en el Atlántico Sur desde el paralelo 32
a la Antártida con once navios.
Las continuas desavenencias entre España e Inglaterra, motivadas por los Pactos, Tratados y Alianzas que ambas suscribían con diferentes aliados que los enfrentaban o unían, sumado a la permanente
agresión que sufría la marina española por parte de navios ingleses,
motivó que una vez más se declarara un conflicto entre ambas naciones europeas.
Por Real Orden se disponía la publicación en todo el virreinato la
declaración de guerra contra la Gran Bretaña, lo que se ejecutó solemnemente. Los chasques llevaron la noticia a todos los rincones de la
colonia, para que se pusieran en estado de alerta. Se solicitó al gobernador de Montevideo que comunicara las necesidades de abastecimiento
y planes de defensa al comandante de Marina, que con acuerdo del
gobernador "formase el plan de defensa del puerto de Montevideo con
las embarcaciones que existían en él". También se le ordenaba que alistara un navio de mediano porte con víveres y municiones, para llevar la
noticia de la amenaza de guerra a las islas Malvinas, dependientes del
Apostadero Naval de Montevideo.
La emisión de reales órdenes reservadas del 20 de marzo de 1781,
al virrey, gobernador, capitán general del Río de la Plata, el Teniente General de los Reales Ejércitos don Juan José de Vertiz y Salcedo, caballero comendador de Puerto Llano en la Orden de Calatrava, donde se le
precavía, de los recelos de la corte por los movimientos de los ingleses,
así como las probables incursiones a estas latitudes "Debe Usted estar
prevenido a resistirla, poniéndose a este fin en Montevideo con todas
las fuerzas que pueda juntar, pues asilo regula el rey conveniente y aún
necesario". El rey sabía cuanta importancia estratégica representaba
Montevideo, por ello ordena al Virrey que esté personalmente al frente
de estas tropas, para aguantar a pie firme la embestida británica.
Las autoridades del virreinato adoptaron con los escasos medios a
su alcance, todas las medidas conducentes a la defensa de sus territo-
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Armas y Letras
rios, completando los efectivos de sus tropas veteranas, realizando alistamientos de todos los hombres útiles del virreinato desde los 14 a 60
años, intensificando la instrucción de las milicias, reforzando los destacamentos y terminando las obras de fortificación de Montevideo,
Maldonado y Colonia del Sacramento, asegurando puestos de vigilancia
desde Castillos hasta Montevideo, unidos entre sí por chasques, para la
vigilancia del mar.
En Montevideo se habían tomado las medidas prescriptas y todas
las baterías estaban en orden, así como la orden que se había impartido
para evacuar las familias, demoler edificaciones, etc dedicándose todos los esfuerzos a reforzar la entrada del puerto. El comandante de
Marina dispuso para impedir al enemigo desembarcar libremente en las
costas de la bahía "un cordón de buques de guerra y del comercio, armados con gruesa artillería que formaban dos líneas, compuesta la primera por las fragatas del rey, Venus dotada con 26 cañones de 12 calibres y Santa Bal bina con 24 cañones de 9 calibres, los navios San
José con 8 cañones de 16 calibres y Vigilante con 9 cañones de 16
calibres; urca San Pedro con 5 cañones de 18 calibres y una lancha
cañonera; y la segunda con la fragata Rosario con 4 cañones de 16
calibres, paquete de guerra de S.M. Marte con 18 cañones de 8 calibres y dos fragatas correo con 16 cañones de 4 calibres". Con esta
disposición se logró que a la entrada del puerto se cruzasen los fuegos
a medio tiro de cañón de punto en blanco; se colocaron los buques en
tal disposición que acoderados pudiesen resistir cualquier tentativa de
los enemigos y poder cruzar sus fuegos con la batería de la isla de
Ratas, las del muelle y el fuerte San José.
Este período de zozobra finalizó con la comunicación recibida el 15
de abril de 1783, por el virrey Juan José de Vertiz y Salcedo, donde se le
comunicaba de haberse firmado el 30 de enero de ese mismo año, los
preliminares de paz, la que se consolidó definitivamente por el Tratado
de Versalles del 3 de setiembre de 1783.
Vertiz establecía en la Memoria redactada en 1784, para su sucesor Nicolás Francisco Christoban del Campo, Marqués de Loreto, "es la
plaza de Montevideo el único antemural de las provincias del Perú... su
pérdida traería un trastorno general, porque sería un anuncio fatal para
todo el reyno, no pudiéndose conservar Maldonado, ni otra parte del río,
ni del mar en la otra banda... dueños los enemigos de Montevideo, lo
serán también de los canales Norte y Sud: el despacho de los correos
Orígenes de las Invasiones Inglesas
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marítimos, si no era del todo imposible por lo menos correrían evidente
riesgo de ser tomados. Nuestro comercio se arruinaría..."
A pesar de haberse firmado la paz, los años 1785, 1787 y 1790,
fueron de alarma para el Río de la Plata; la Corte por reales órdenes
reservadas, mantuvo en esos años alerta al Virreinato a cargo del Marqués de Loreto desde 1784 y de Nicolás Antonio de Arredondo desde
1789, por medio de que "pudieran los ingleses llevar alguna ocMa idea
o proyecto, contra nuestras poseciones" dado los conflictos" europeos
entre ambas naciones.
En 1788, muerto el rey Carlos III, se hizo cargo del trono, su hijo
Carlos IV, hombre de carácter pacífico, fue fácilmente dominado por su
mujer, María Luisa de Parma. Su gobierno estuvo influido por los hechos
determinantes de la Revolución Francesa, en los que España actuó como
opositora a través de su ministro Floridablanca.
La muerte del rey de Francia, Luis XVI el 21 de enero de 1793,
provocó la declaración de guerra de las principales potencias europeas
a la nueva república; a la que se une España el 23 de mayo de ese año.
En 1795, la dirección se confió políticamente, a Manuel Godoy quién
gozaba del favoritismo de la reina. Ese mismo año medió en la primera
coalición y España firmó el Tratado de Basilea.
Las continuas vejaciones, violaciones de territorio, confiscaciones
de navios, por parte de Gran Bretaña contra España, eran motivo de
recriminaciones entre ambas naciones.
Esto se acrecienta dos años después, España se convirtió el 18 de
agosto de 1796 en aliado de Francia con la firma del Tratado de alianza
ofensiva-defensiva en San Ildefonso, pacto que era un verdadero sometimiento y que aumentó la impopularidad de Godoy y dio motivo a la
declaración de guerra a Gran Bretaña el 7 de octubre de 1796 por parte
de Carlos IV. Por este motivo el gobierno español comunicaba a las
autoridades de sus dominios americanos, las probables contingencias
con los ingleses.
El Virrey Pedro Meló de Portugal y Villena, al frente del Virreinato del
Río de la Plata desde 1795, había recibido el 23 de julio de 1796, una real
orden, donde se le prevenía que ... "estuviese en la mayor vigilancia y
cuidado, dado que el estado de los negocios en Europa se prestaban
con sobrado fundamento para creer en un próximo rompimiento de reía-
lo
Armas y Letras
dones con Inglaterra y la posible contingencia de que esta organice una
expedición militar contra los territorios americanos, agudizados con la
política llevada a cabo por los portugueses, que según informes reservados remitidos al Virrey Arredondo por los comandantes de los puestos de guardia de la frontera, fundados en 1791, sobre los desbordes
con caracteres alarmantes, producidos por los portugueses, llevó a aumentar la fuerza de dichos puestos y sus defensas, designando la Comandancia General de la Campaña, con Sede en Santa Tecla, ubicada
en plena Cuchilla Grande, al mando del Capitán Agustín Arena; estos
puestos estaban ubicados en Cerritos de Yaguarón o Guardia de la Laguna, posteriormente denominada Guardia de Arredondo, a cargo de un
subalterno y 60 plazas de Dragones y Blandengues; Guardia de San
Antonio de Quilombo, un subalterno y 70 plazas de diferentes cuerpos;
Guardia de Santa Rosa, 70 plazas; Guardia de San José, Guardia central de la línea con 40 plazas, no permitiendo que ningún español traspase sus límites."
Los graves reveses que sufrió la Armada Española originaron una
paulatina declinación de la fuerza naval más poderosa de occidente,
que ejerció su poder en la totalidad de los mares durante centurias, proyectó las tradiciones y cultura de la civilización, hasta los más perdidos
rincones del orbe, mucho antes que Inglaterra, Francia y Holanda. El
desastre de Trafalgar, opacó la acción de cabo Espartel, ganada por las
armas navales hispanas contra el eterno enemigo inglés.
El 7 de diciembre llegaba a las autoridades la noticia del arribo al
puerto de Río de Janeiro, de cierto número de naves de guerra inglesa,
lo cual ponía en alerta a la plaza y puerto de Montevideo y toda la costa
hasta Maldonado, que eran los puntos considerados más convenientes
defender en tiempo de guerra, por ser la llave de entrada al Río de la Plata.
Con la llegada en la Fragata de S.M. Santa Leocadia, del nuevo
gobernador político y militar de la plaza de San Felipe y Santiago de
Montevideo, el brigadier de la real armada don José Bustamante y Guerra, se tuvo la confirmación, que a su salida de Cádiz, del citado hecho,
disponiendo el virrey Pedro Meló de Portugal, "la adopción de las providencias y demás auxilios que se conceptuasen los mas urgentes y precisos, a cubrir dicha plaza y su campaña de toda invasión enemiga".
En carta del 7 de enero el virrey Meló comunica al rey el propósito
de crear un Regimiento para la defensa de las fronteras de la Goberna-
Orígenes de las Invasiones Inglesas
ción de Montevideo, contra el enemigo portugués, asignando la suma de
$ 30.000 para los gastos de organización.
Cuando realizaba una gira de inspección por los territorios del este
de la Gobernación, Meló de Portugal fallece, asumiendo el 12 de mayo
de 1797 por disposición de la Corona, las funciones como virrey don
Antonio Olaguer Feliú, quien recibe de Carlos IV, la aprobación real para
la creación del Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Montevideo. El
4 de setiembre Olaguer Feliú pone su firma al pie del documento por el
cual se tomaba razón de la real orden.
Para ejercer el comando de la nueva Unidad se le extendió los despachos de Comandante al Sargento Mayor don Cayetano Ramírez de
Arellano, miembro de una ilustre familia española. La oficialidad de las
ocho compañías con que fue constituido, fue seleccionada de veteranos procedentes de los dos Cuerpos de Milicias montevideanas y de los
Dragones y Blandengues de Buenos Aires y Milicias de Infantería. Estos
participaban de la característica de la Caballería y de los Dragones, estando destinados a cubrir la extensísima línea de la frontera. Para llevar
a cabo esta misión, el Cuerpo se subdividió en fracciones numerosas
para guarecer los diferentes puestos.
En 1797 don Olaguer Feliú, ante la presencia de navios de guerra
ingleses en el Río de la Plata, reunió el 17 de julio, en Montevideo, bajo
su presidencia la Junta de Guerra, que estaba integrada por el Mariscal
de Campo, don Francisco Betbeze, Comandante General del Real Campo de Artillería; Brigadier General don Miguel de Texada, Coronel del
Regimiento de Infantería de Buenos Aires; Brigadier de la Real Armada
don José Bustamante y Guerra, Gobernador Político y Militar de Montevideo y Comandante General de las Fuerzas Navales del Río de la Plata;
Coronel don José García Martínez de Cáceres, Ingeniero Director del
Real Cuerpo de Ingenieros; Coronel don Andrés Ordoñez, Jefe del Regimiento de Dragones de Buenos Aires; Capitán de Navio de la Real Armada, don Félix de Azara y Coronel Ingeniero en Jefe, don Bernardo
Lecoq.
Las fuerzas del virreinato del Río de la Plata eran unidades veteranas y cuerpos de milicias del ejército peninsular que eran relevadas periódicamente. A partir de reales órdenes, se disponía la organización de
una fuerza fija e inmovible, constituida por unidades, con instrucción, dis-
20
Armas y Letras
ciplina y organización que serían las mismas de sus similares de España, sin ser consideradas como pertenecientes al ejército peninsular.
El virrey Olaguer Feliú dicta un decreto por el cual las unidades
para el servicio de Fronteras, creadas como milicias voluntarias, se transforman en tropas veteranas.
Las fuerzas veteranas o de línea del virreinato en Montevideo, estaban constituidas por las siguientes unidades:
- Cuerpo Veterano de Blandengues de la Frontera de Montevideo
- Batallón de Infantería de Milicias de Montevideo
- Milicias de Caballería movilizadas
- Regimiento de Dragones de Buenos Aires
- Real Cuerpo de Artillería
- Guardias de la Campaña de Montevideo movilizada
Asimismo existían fuerzas distribuidas en Santa Teresa, Cerro Largo, San
Miguel, Maldonado, etc todas estas tropas de línea y milicias, en su mayoría se
encontraban en la Banda Oriental.
La intervención militar británica a
estas tierras fue influenciada por el venezolano Francisco Miranda, nacido en
y-"'
Caracas el 9 de junio de 1756, quien sirvió a la corona británica, también formó
parte del ejército de Washington; además se mezcló con la Revolución Francesa, en la guerra contra Prusia y en la
conquista de Bélgica. Impulsó ante el gabinete de William Pitt la idea de eliminar
General Francisco Miranda. Nació la presencia de España en América, proen Caracas, el 9 de Junio de 1756. poniendo una reunión llevada a cabo en
París con representantes sudamericanos, emancipar las colonias españolas con la ayuda de Inglaterra, mediante la sanción de un tratado de libertad de comercio.
*
:
•
Orígenes de las Invasiones Inglesas
££
La política de permanente agresión de la Revolución Francesa hacia otras naciones, originó la formación de una coalición integrada por
Inglaterra, Austria, Cerdeña y los Estados italianos. Al frente de la campaña de Italia se nombró a Napoleón Bonaparte. Los triunfos obtenidos
por éste determinaron la celebración del Tratado de Campo Formio el
17 de octubre de 1797 y la organización de la Campaña de Egipto, con
el propósito de destruir las rutas británicas a la India, estando a su frente
Napoleón, quien zarpó del puerto de Toulón el 19 de mayo de 1798, y
después de actuaciones acertadas, preocupado por la situación política
de Francia, confió al General Kleber el mando de las fuerzas, partiendo
rumbo a Europa.
Las tropas francesas en Egipto, luego de varios aciertos, no lograron impedir nuevos desembarcos ingleses y debieron capitular.
Mientras tanto, Francia se debatía contra la coalición conformada
por Inglaterra, Turquía, Ñapóles, Austria, Rusia y Estados Alemanes y
ostentaba un gobierno directorial, desprestigiado e incapaz de poner fin
a la guerra y al desastre financiero. Encabezado por Sieyes se configuró un golpe de estado, con la elección de un poder ejecutivo provisional
formado por tres cónsules; Napoleón, Sieyes y Hohenlinden, suscribiéndose la paz de Luneville. Inglaterra continuó sola la lucha y, si bien había
logrado apoderarse de algunas colonias francesas, su situación económica era delicada y el pueblo inglés, deseaba el fin de la guerra. Por tal
causa, el 25 de marzo de 1802 accedió a firmar con Francia, la Paz de
Amiens. España quedó libre de sus compromisos con estos imperios.
El Gabinete de William Pitt dimite a raíz de este tratado, aunque no tardó
en volver al poder, a continuar con su política anti francesa e hispana,
prosiguiendo con una serie de provocaciones y ataques contra la navegación entre las Indias y España.
El surgimiento de Inglaterra como potencia marítima; tuvo una manifestación activa e históricamente deslumbrante en el escenario europeo donde se jugaba lo esencial del proceso, pero también rozaron el
territorio americano.
No bien Inglaterra se afianza en sus ambiciones y sus posibilidades con los Tudor, se lanza golosamente al mar e inicia un infatigable y
porfiado roer del Imperio español.
11
Armas y Letras
El almirantazgo británico por órdenes del Primer ministro Pitt, daba
la orden el 18 de setiembre de 1804 de atacar los navios de bandera
española. Desde el puerto de Montevideo se había dado a la vela con
dirección a la península una flota al mando del Comandante de Marina
Brigadier don José Bustamante y Guerra; "Fama, Medea, Mercedes y
Flora", en un pacífico convoy, con las debidas precauciones a pesar de
existir una situación de paz con los ingleses. Tras una larga y tediosa
travesía sin mayores contratiempos, con la costa ibérica a su vista, le
cortan el paso cerca del cabo de San Vicente las fragatas inglesas;
Medusa, Libely, Anphion e Indefatigahle, al mando del comodoro Sir
Graham Moore, intimando al comandante español que se considere
detenido para ser conducido a Inglaterra según órdenes de su gobierno. La oficialidad ibérica decide,
no rendir su pabellón, entablar combate y tratar de llegar al cercano
puerto gaditano. Los ingleses inician
sin previo aviso con gran cañoneo
el combate, la voladura de la Mercedes y el incendio de la Medea
provocado por la utilización de balas rojas por parte de los ingleses,
que infringían leyes y códigos de
guerra tácitos que regían en aquella época.
El virrey Rafael de Sobremonte.
Para evitar una inútil matanza,
se arría el pabellón, las maltrechas
fragatas, con dotaciones de presa
a bordo son conducidas al puerto
de Plymouth y declaradas Buena
Presa por los tribunales ingleses.
España, Europa y aún en la misma Inglaterra Lord William Grenville
reaccionan con sorpresa y repudio contra la política belicista desplegada en Santa María por el ministro Pitt. El 14 de diciembre se declara la
guerra por España. Por Real Orden se incitaba a los particulares y marinos a organizar la guerra de Corso, como represalia contra el enemigo inglés, como un arma poderosa en las líneas vitales de comunicación marítima del Atlántico Sur.
Orígenes de las Invasiones Inglesas
23
Con la firma de una alianza entre España y Francia en 1805 se
agrava la situación, la flota inglesa bloquea el litoral hispánico, procurando cortar el vínculo de la Metrópoli con las colonias americanas.
En febrero Montevideo se vio conmovida por los hechos que estaban sucediendo en el viejo mundo, que lo afectaban directamente por la
acción de Santa María.
El Marqués de Sobremonte declara las hostilidades. Los notables y
comerciantes montevideanos comienzan la tarea de organizar el Corso de represalias. La corbeta Reparadora, ex Nuestra Señora de Dolores, al mando del francés Couraud, en su periplo atlántico logra apresar
cuatro navios ingleses. Los Corsarios de Montevideo, tripulados por notables marinos como el francés Hipólito Mordeille, con la corbeta El Dromedario, ex San Fernando, logró cortar el contrabando negrero
que realizaban buques británicos
desde África.
La efímera duración de la
Paz de Amiens, no logró detener
los ideales de Francisco Miranda, quien insiste en su ejecución.
Usando su amistad con el
Comodoro Home Riggs Popham,
se vincula con prominentes
miembros del gobierno inglés y
logra interesar al Primer Ministro
Pitt de su proyecto de realizar
una expedición para apoderarse
de las colonias españolas y holandesas, que resultaría muy provechoso para Inglaterra.
Sir Home Riggs Popham, que mandaba
la escuadra inglesa que llegó al Río de la
La corona británica acepta el
Plata en 1806.
plan de una empresa que aparentaba ser de fácil ejecución y declara la guerra a España, disponiendo el apresamiento de todo buque en
navegación. A inicios de 1806 llegan a Londres noticias sobre la débil
guarnición en el Cabo de Buena Esperanza, siendo recibidas por Popham,
quién las hizo llegar al ministro Pitt, demostrando la importancia estraté-
24
Armas y Letras
gica de esta colonia holandesa que dominaba la ruta de comunicación
marítima entre Londres y las posesiones inglesas de la India.
Se eleva al primer Lord del Almirantazgo, Henry Melville, el Memorial con la operación de conquistar la colonia holandesa del Cabo confeccionado por el Comodoro Popham. El primer ministro Pitt cursa al
general David Baird, designado jefe de las fuerzas de ataque compuesta por seis regimientos de infantena y uno de caballería, con un total de
6000 soldados. Popham recibió el mando de la fuerza naval, compuesta
por las fragatas; "Diademe, Raisonable y Diomedes' y las corbetas;
"Leda, Narcise y Encountet" y cinco transportes. Después de atravesar el Atlántico recala en San Salvador de Bahía y se dirige hacia Ciudad
del Cabo, que logra ocupar, derrotando a las fuerzas holandesas.
La victoria de Nelson en
Trafalgar y la derrota de la coalición
europea en Austerlitz, ligaba definitivamente a España con Napoleón,
estos dos acontecimientos proporcionaron a Popham la libertad de acción para ejecutar sus planes de que
los mares australes se convirtieran
en un lago británico, la caída del Río
de la Plata, significaba la dominación
inglesa de todos los estrechos, ya
que el Cabo de Buena Esperanza estaba controlado.
Retrato del general Beresford, jefe
de las fuerzas de tierra de la primera invasión y gobernador de Buenos
Aires durante 46 días.
Popham envía el 9 de abril de
1806 un comunicado al Almirantazgo
que partía a operar en las costas
rioplatenses. En Londres el sucesor
de Pitt, en el cargo de Primer Ministro, Lord Grenville, consideró como temeraria la empresa, pero apelando a
la conocida flema inglesa quedó a la
espera de los acontecimientos.
Con una fuerza compuesta por seis navios, con decenas de transportes, totalizando alrededor de doscientas bocas de fuego y una fuerza
de desembarco de 2400 infantes muy bien armados, bajo el mando del
Orígenes de las Invasiones Inglesas
25
general William Carr, Vizconde de Beresford, se lanzan a la conquista
del virreinato del Río de la Plata.
El Apostadero Naval sólo podía oponer 25 cañoneras de río, una
fragata, dos corbetas, un bergantín, una goleta y un falucho, unos 130
cañones, sin contar los de la plaza. La corona se había preocupado de
potenciar las defensas terrestres de Montevideo, no dándole importancia al incremento del poder naval del Apostadero, verdadero enemigo de
todo plan de invasión, no solo del virreinato, sino del Atlántico Sur.
A mediados de junio de 1806, se hacen presentes en las aguas
rioplatenses, las fuerzas comandadas por el comodoro Popham, pasan
frente a nuestras costas y el 25 desembarcan en Quilmes (República
Argentina), tomando Buenos Aires prácticamente sin
lucha.
Los montevideanos
deciden reconquistar Buenos Aires, con tal fin equipan a su coste una expedición de 600 hombres al
mando de Santiago Liniers,
que desembarcan en la zona
del Tigre.
Ante el embate de las
armas montevideanas, los
ingleses se ven obligados a
rendirse. La expedición había triunfado reconquistanEscudo de Montevideo
do esa ciudad. El gobernacon
las
banderas inglesas abatidas.
dor Ruiz Huidobro y el Cabildo de Montevideo, solicitan se les entreguen los trofeos conquistados a los ingleses por sus
tropas. Las autoridades portenas resuelven retenerlos y no dar contestación a las notas montevideanas, esperando que el silencio tienda un
manto de olvido a este conflicto.
Por Real Cédula se le concede a la ciudad el título de "Muy Fiel y
Reconquistadora" debiendo incorporar al Escudo de Armas las bande-
26
Armas y Letras
ras inglesas abatidas, una corona de olivo sobre el Cerro atravesada
con otra de las Reales Armas, palma y espada.
Los británicos se retiraron derrotados hacia el este, donde reciben
desde ultramar importantes refuerzos en hombres y buques, incorporándose el General Samuel Auchmuty con 4300 hombres y simultáneamente el Almirante Stirling releva al Comodoro Popham.
Toman a sangre y
fuego Maldonado, el baluarte más oriental del
virreinato, el 29 de octubre
de 1806.
El 14 de enero de
1807, Auchmuty a bordo
de la escuadra con 6000
efectivos intima la rendición de Montevideo, que es
rechazada. Con 80 embarcaciones y la protección de la artillería naval,
desembarcan, iniciando el
avance hacia la ciudad
amurallada, desde allí parte lo más florido de la sociedad montevideana, que
avanza a paso de trote hacia el Cardal donde se enfrenta a fuerzas muy superiores, debiendo realizar
una retirada general. Arrecia el bombardeo, la artillería concentra el fuego
Brigadier general sir Samuel Auchmuty.
sobre un mismo punto, loComandó la flota enviada desde Inglaterra
grando abrir una Brecha
para reforzar a Beresford y participó
en la muralla. Llega la maen la segunda invasión.
drugada del 3 de febrero,
avanzan las tropas inglesas y obligan al Gobernador a rendirse, izándose
el pabellón británico en la Ciudadela de Montevideo.
Orígenes de las Invasiones Inglesas
¿->
El general Whitelocke asume el mando supremo en el Plata. Su
objetivo tomar la capital del virreinato, allí encuentran una heroica resistencia patriota, derrotados firman un convenio, obligándose a reembarcar
sus fuerzas y entregar Montevideo. El 9 de setiembre dejan definitivamente el Río de la Plata. Quedan como consecuencia, los principios de
libertad propagados por el invasor que fueron más poderosos que sus
cañones y el primer periódico de la Banda Oriental, la Estrella del Sur.
Bibliografía
•
El Libro de! Centenario del Uruguay. 1925.
•
DE SANTIAGO, Prof. Rafael; Boletín Artiguista.
•
BERTOCCHI, Alejandro; Revista Naval.
•
ROMA, C.N. (CG) Luis R.; Revista Barlovento.
•
Crónica General del Uruguay.
•
Boletín Instituto de Numismática e Historia.
•
Crónica Histórica Argentina.
•
Enciclopedia Ilustrada - Editorial Atlántida.
•
Todo es Historia - Qué sucedió en el mundo hacia 1810.
•
Todo es Historia - Los anteriores a Colón.
•
Las Tropas del Virreinato del Río de la Plata.
•
Suplemento Diario El Día - 1781 Montevideo en estado de Alerta.
28
Armas y Letras
Inuaáícmesí Ingleáaá.
1806-1807
Armamento portátil
británico p español
Cororu>[ Mrtuw ÍD. íMiíans
Las armas británicas
(El mosquete Brown Bess
El mosquete de ordenanza británico para la infantería, Land Pattern
Musquet, Long Land Musquet, Short Land Musquet, Light Infantry Musquet,
India Pattern Musquet, comúnmente llamado Brown Bess, prestó servicios en el Ejército, Marina Real y Reales Marinos (Real Infantería de
Marina) del Reino Unido por más de 100 años sin experimentar grandes
cambios, siendo el más sobresaliente, el de cañones de distintas longitudes. Fue un arma robusta y fuerte considerada "excelente" para los
requerimientos de la época y durante el período en que fue dotación de
dichas fuerzas. Los modelos más antiguos datan del reinado de Jorge I
(1714-1727). Durante la Revolución Americana (1775-1783) el Brown
Coronel Arturo D. Milans Hernández: Coronel de Artillería. Oficial de Estado Mayor. Presentó
iniciativa y dirigió la creación de la "Batería de Artillería Ligera (1830)" en el Grupo "Bug. Gral.
Manuel Oribe" de Artillería No. 1 y de la "Compañía de Zapadores Orientales (1837)" en el Batallón
de Ingenieros No. 1, de Tradición Histórica en el Ejército Nacional (año 1976). Dirigió las exposiciones con la Evolución Histórica del armamento individual del Ejército, período 1811 a 2003,
actualmente instaladas en el Museo Militar y en el Servicio de Material y Armamento. Publicó
temas históricos en "El Artillero", 2a. época. No. 4 (1986) y No. 50 (2002). Publicó temas técnicos
e históricos en el "Boletín Informativo" del S.M.A. (1996 a 1999). Miembro del Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" del Dpto, de Estudios Históricos del Estado
Mayor del Ejército. Miembro fundador de la "Asociación de Uniformología del Uruguay".
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
29
Bess fue el arma distribuida en mayores cantidades entre los insurgentes, pues estaban en sus manos desde la época de las guerras entre
ingleses y franceses en suelo americano. Los movimientos independentistas
sudamericanos contaron también con considerable número de esta arma
debido a que Gran Bretaña era una de las potencias europeas interesadas en la emancipación de España de los territorios americanos y la
que se mostró más activa en ese campo. En nuestro propio país quedan algunos ejemplares en Museos y colecciones particulares.
Los modelos del Brown Bess
1 9 . Modelo 1720 - Calibre .75 (19 mm.) posee un cañón de 46"
(1.168 mt.) fue usado hasta el año 1760. En 1759 se hizo un modelo
llamado LIGHT INFANTRY MUSQUET para tropas que requerían
velocidad en sus movimientos. Su cañón fue acortado a 20" (50.8
cm.) y ya se producían carabinas para Oficiales, la Artillería Ligera y Dragones.
M
Figura 1.
Gran Bretaña. Mosquete Brown Bess. Calibre .753 (19.12 mm.)
Cañón de ánima lisa.
30
Armas y Letras
2°. Modelo 1760 - Igual calibre que el anterior, su cañón ha sido acortado a 42" (1.067 mt.) y como su predecesor tiene el ánima lisa. Esta
arma fue la más usada en la Revolución Americana, sin excluir los
otros modelos que aquí nombramos. En 1762 se fabricó un modelo
llamado NEW MILITIA PATTERN para ser usado por las milicias, que
venían aumentando sus efectivos desde 1750. Su principal característica: cañón acortado a 42" (1.067 mt.) y fue asignado también a
los Royal Marines, cuyos modelos 1731 y 1745, con cañones de 46"
(1.168 mt.), eran incómodos y difíciles de portar y ubicar en los
armeros, en los estrechos espacios de los navios.
3Q. A fines de los años de 1770 se fabrica un modelo cuyo cañón mide
39" (0.99 mt.), de ánima lisa, también.
42. Desde 1730 se fabricaba en la India un mosquete conocido como
INDIA PATTERN MUSQUET. Copia del original inglés, tenía tres características diferenciales:
(1 o.)
La caja era de una madera tosca con terminación inferior a la
del original.
(2o.)
Las partes metálicas, aunque funcionaban aceptablemente,
carecían de la calidad de las armas europeas.
(3o.)
Los muy reducidos costos de producción en instalaciones
rudimentarias, en gastos por jornales de los operarios indios
y en la adquisición de las materias primas, permitían obtener
en grandes cantidades, al precio quizá más bajo de entonces, una de las tres armas más importantes con que se hacían las guerras en los siglos XVIII y XIX: las portátiles de
fuego, las armas blancas y los cañones de artillería.
Características generales
a. La unión del cañón a la caja de madera no se hace por las comunes
bandas metálicas ovaladas, llamadas abrazaderas, sino que un pa-
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico •
sador cilindrico atraviesa tres orificios en línea y del mismo diámetro, desde luego, ubicados a un lado de la caja, en una placa metálica soldada en la parte inferior del cañón, y al otro lado de la caja.
b. En la parte posterior de la platina, detrás de la sujeción a tornillo del
martillo, estos mosquetes están marcados: TOWER o DUBLIN
CASTLE o GALTON, o el nombre de un fabricante privado. Delante
del martillo se encuentra estampada la corona real, y debajo de ella
las iniciales del rey, por ejemplo: G R, que significa en latín Rey Jorge, el soberano que reina en la fecha de fabricación del arma.
c
Delante de la corona, hacia la boca del arma, debajo de la cazoleta,
está estampada una flecha estilizada, significando que se trata de
un arma propiedad del gobierno británico. Esta marca, típicamente
inglesa, ha sido utilizada hasta nuestros días.
d. En la parte posterior del cañón está marcado el número del regimiento a que pertenece. La mayoría de las inscripciones están, en
números arábigos, y las excepciones lo están en números romanos. Ejemplos: 27 REGT - XX REGT.
e. Estos mosquetes no poseían gran precisión en el tiro más allá de las
100 yardas (90 metros) pero sus cañones sin estrías los hacían más
rápidos de cargar. Esto, más el hecho de que el combate de la época
exigía el mayor volumen de fuego en el menor tiempo posible sobre el
enemigo, constituía sus dos características más apreciadas.
f.
Primando la rapidez de disparo sobre la precisión del tiro (diversos
factores a través del tiempo cambiaron esta doctrina), las "líneas de
batalla", que así se llamaban las largas filas de a dos en fondo y codo
con codo, cargaban y disparaban sus armas a las voces de los oficiales, en formaciones similares a la del orden cerrado. Las salvas o
andanadas se hacían en tres direcciones: al frente, oblicuamente a
la derecha y oblicuamente a la izquierda, según se ordenara.
Todo esto, básicamente, significaba una rigurosa instrucción de
armas y movimientos para cualquier integrante de la unidad, oficiales y
tropas, a efectos que el conjunto actuara en combate con la mayor eficacia sobre el enemigo.
32
Armas y Letras
Al respecto, un tratado militar inglés exponía en 1768: "Ningún recluta debe eximirse de la instrucción de armas hasta que sea tan experto en cargar y disparar la suya 15 veces en 3 minutos y %". Esto significa sostener el fuego de un disparo cada quince segundos con un arma
que requiere múltiples movimientos antes de ser disparada.
Figura 2.
Llave de chispa de Mosquete británico Brown Bess.
Fabricación
Hemos citado anteriormente las marcas estampadas sobre las
platinas de los mosquetes, señalando el fabricante o el arsenal de origen, respecto a ello es interesante destacar que como la platina de chispa estuvo en uso en el mundo entre 150 y 200 años y el mecanismo
tenía muy pequeñas diferencias de un modelo a otro, aún en distintos
países, entre éstos comenzaron los esfuerzos para alcanzar la producción uniforme en cuanto a medidas y materiales de las piezas constituyentes, platinas, cañones y cajas de mosquetes y pistolas de uso militar. En Gran Bretaña diferentes contratistas producían las partes mencionadas y las mismas eran montadas en la gran armería de la Torre de
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
33
Londres. Estamos hablando de alrededores de 1730. El sobrenombre
Brown Bess tuvo origen entre las tropas británicas y nunca se usó oficialmente, aunque la denominación permanece en uso hasta hoy entre
coleccionistas, escritores, técnicos, historiadores, tiradores y comerciantes del ramo. Las mismas armas, tanto mosquetes como pistolas,
son igualmente identificadas con la denominación TOWER, estampada
en las platinas y referida a la ya mencionada armería real.
Al comenzar en 1793, y extenderse luego, la guerra entre la Francia
revolucionaria, Gran Bretaña y las potencias centrales europeas, el segundo país de los nombrados no contaba con el armamento necesario
para actuar en las previsibles grandes campañas futuras, como tampoco con las instalaciones capaces de absorber las demandas requeridas. Como es sabido la Compañía de las Indias Orientales además de
su propio ejército contaba con armas fabricadas en el territorio indio.
Esas factorías, entre otros artículos de uso militar, producían un mosquete de sencillo diseño pero muy confiable, con el que se armaba la
infantería, así como la caballería lo hacía con una carabina y pistola de
diseños similares. Se conocían con la denominación Modelo de la India.
También en ese país se practicaba entonces el sistema de contratistas,
sistema que se volcó a la provisión de armas destinadas al gobierno
imperial. Este a su vez, reemplazando las armas en uso las destinaba a
las tropas de Milicias, de Voluntarios, a la Reserva, a países aliados y a
las ventas en el comercio internacional. Documentos de época comprueban adquisiciones de este material bélico por parte de gobiernos
revolucionarios sudamericanos, a partir de 1810.
El Rifle Baker
Este rifle, en las pruebas correspondientes, se destacó como el
principal oponente del veterano Brown Bess debido a su mayor precisión
en el tiro, lograda por su ánima de siete estrías. Sin embargo, este adelanto hacía más lenta la velocidad de carga en el lapso de atacar el proyectil
desde la boca a la zona de contacto con la pólvora impelente. Pero una
característica técnica que puede considerarse algo negativa, tácticamente es compensada por otra ventaja, en este caso la precisión.
¿4
Armas y Letras
En el período que comprende el siglo XVIII y primera mitad del siglo
XIX, en nuestro medio no hubieron acciones bélicas en que las tropas
enfrentadas lo hicieran en líneas de batalla clásicas, como se expuso
anteriormente, en las que el fuego de las armas era de conjunto e impreciso. ¿Qué factores inciden para variar o hacer variar la conducta clásica operativa? Fundamentalmente: los medios humanos, materiales y
geográficos, además de otros factores de suma importancia, como son
los tácticos.
Figura 3.
Rifle Británico Baker Calibre .628 (15.95 mm.),
Cañón de ánima rayada, 7 estrías.
En nuestros grandes espacios casi deshabitados a principios del
siglo XIX, las operaciones bélicas fueron muy diferentes a las de los
teatros europeos, y esto fue, como lo enseña la historia, común a todos
los territorios americanos. En el tema que tratamos, acá era más importante contar con armas precisas usadas con mayor discreción (sensatez y tacto para obrar) por parte del combatiente, siempre bajo órdenes
de fuego.
Al respecto es oportuno recordar el importante trabajo publicado en
"ARMAS Y LETRAS", Año I - No. 1, sobre el rifle Baker que se exhibe en
nuestro Museo Militar, cuyo autor es el Alf. (Res.) don Enrique Burbaquis,
recomendando su lectura a los interesados.
El rifle Baker, así llamado en idioma inglés por tener el ánima rayada, doblaba en precisión la distancia del mosquete Brown Bess o Tower,
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
35
con sus 200 yardas (180 mts.), era algo más liviano, 9 libras 7 onzas
(4.284 kg.), frente al Tower de 10 libras 2 onzas (5.107 kg.), también era
menor su calibre .628" (16 mm.), siendo el Tower de .753 (19 mm.). Fue
adoptado en 1800 por ser el arma más precisa de las experimentadas.
Lograba grupos de impactos, a 100 yardas (90 mts.), de 1 Vz pie (45 cm.)
de ancho por 2 Vz pies (75 cms.), medidas aproximadas del tórax de un
hombre. Prestó servicios por alrededor de 40 años con las tropas inglesas. Completamos diferencias en el cuadro siguiente. Esta arma fue
provista a unidades de infantería ligera destinadas a abatir blancos de
importancia táctica: Oficiales enemigos, tropa de artillería, guerrilleros
emboscados, tiradores parapetados disparando sobre la infantería, formada en línea o en cuadros, blanco fácil por el volumen de efectivos.
La unidad británica que usó esta arma en las Invasiones Inglesas
fue el Regimiento 95 de Rifleros (95th Rifles Regiment) que, perteneciendo a la infantería, en lugar de la característica casaca roja usaba un
uniforme verde oscuro, similar a los Jáger (cazadores) alemanes.
Esta tropa de tiradores especiales, combatientes de tiros precisos,
fue de las más aptas con que contó el invasor en este teatro de operaciones.
Cuadro comparativo de las Armas consideradas
Calibre:
Peso Longitud Longitud
Paso de Mira en
Ibs-oz:
Total: de cañón: Estrías: Estrías: Yardas:
1) Brown Bess .753
10-2
55"
39"
- Año 1790 (mm. 19.12) (K. 5.107) (m. 1.397) (m. 0.99)
NO
2) Rifle Baker
.628
9-7
45 %"
30" <"
- Año 1800 (mm. 15.95) (K. 4.284) (m. 1.155) (m. 0.762)
7
NO
200
(m. 182.8)
!4 vuelta
200
en 30" (m. 182.8)
(1) Fabricados para la caballería de 20" (m. 0.508)
Diámetro del Proyectil
1) Brown Bess
- Año 1790
2) Rifle Baker
- Año 1800
.683'
(mm. 17 .34)
.625'
(mm. 15 .87)
Peso del Proyectil
Carga de Pólvora
480 grains
(grm. 312)
350 grains
(grm. 227)
164 grains
(grm. 10.66)
110 grains
(grm. 7.15)
36
Armas y Letras
D.COTELO
Figura 4.
Pistola Tower .69(17.53 mm.)
Figura 6.
Pistolas típicas escocesas.
La Figura 5 corresponde al modelo llamado "de cuernos de carnero" por la
forma de su culata, que ningún otro país adoptó. La Figura 6 tiene su culata de
contorno similar pero sin las dos ramas, cerrada, tipo militar.
Las dos modelos tienen en el centro de la culata, a la vista, la cabeza atornillada
de una aguja de acero que sirve para destapar el oído de la cazoleta, donde
quedan residuos de pólvora. Otra característica saliente. Su cañón era siempre
de acero, siendo la caja de metal para armas, nunca de madera. Carecían del
arco del guardamonte, quedando el disparador sin protección.
En los años de 1739 al 1776 estas armas eran provistas a los regimientos por el
gobierno.
^^
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
37
Figura 7.
Sable de Caballería Ligera Modelo 1796.
El modelo superior posee dos escudillos en el gavilán para fijar a la vaina.
El inferior carece de ellos.
Figura 8.
Sable de Dragones Ligeros.
Modelo 1788.
Figura 9.
Detalle de la empuñadura del Sable
de Caballería Ligera Modelo 1796.
Armas y Letras
Figúralo.
Sable británico para Oficial.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
39
ESPADAS DE COMBATE NAVALES
Figuran.
Figura 12.
Figura 13.
Figura 14.
Figuras 11 y 12: de Oficiales, Tipos 1796 y 1788.
Figuras 13 y 14: de la Marinería. Con hojas recta y curva, llamados "Cutlass", o sea
espadas de abordaje. La primera con hoja recta de 28" (cm. 71.12), la segunda con
hoja curva de 25" (cm. 63.50).
40
Armas y Letras
ESPADA"CLAYMORE"
V
Figura 15.
Hoja de doble filo.
Figura 16.
Hoja de un filo.
Espada escocesa "Claymore" llamada también "Broadsword", que desde 1796
sustituyó en los regimientos a las antiguas "Hanger", espadas de diferentes modelos. La Figura 15 presenta una hoja de doble filo y la Figura 16 tiene hoja de un solo
filo. Las empuñaduras son iguales en ambos modelos. Largo de hoja: 31.5" (cm.
80.00).
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
41
LA DAGA Y EL PUÑAL ESCOCES
Figura 17.
Figura 18.
Figura 19.
Figura 17: "Dirk", daga escocesa usada por los Oficiales y los gaiteros de las bandas. Va colgada del cinto del lado derecho. Posee hoja de 11.7" (cm. 29.72).
Figura 18: "Skean Dhu", puñal pequeño (tipo cuchillo de bota) usado bajo la media
alta, asomando media empuñadura, en la pantorrilla derecha lado externo. Indistintamente usado por militares y civiles con la vestimenta tradicional, de kilt. Hoja: 3.5"
(cm. 8.89).
Figura 19: El "Dirk" militar lleva en la vaina un cuchillo y tenedor pequeños utilizados
en las comidas.
42
Armas y Letras
Las armas españolas
Fabricaciones.
Desde el siglo XVI las principales fuentes de producción están
emplazadas en Placencia (Vizcaya) en las reales fábricas. Luego, desde
el siglo XVIII en Barcelona (Cataluña). Los armeros estaban agrupados
en gremios, según sus especialidades, a saber:
1 - Llaveros (fabricantes del mecanismo de disparo).
2 - Cañoneros (fabricantes de los cañones de las armas).
3 - Bayoneteros (fabricantes del arma blanca correspondiente).
4 - Cajeros (fabricantes de las cajas de madera de fusiles,
carabinas y pistolas).
5 - Aparejeros o fundidores de latón (Bronce).
El Rey no asumía directamente con los fabricantes la contratación
y demás trámites de la producción, sino que esta actividad la realizaban
los llamados Asentistas, que eran contratistas con capital que
presentaban las armas, una vez terminadas, a los representantes del
Rey para su inspección y aprobación o rechazo, según el resultado de
los exámenes. Estos representantes de la corona se denominaban
Veedores y Maestros Examinadores. Las armas aprobadas por ellos
eran enviadas a los arsenales y posteriormente a las tropas.
Este sistema se transforma en 1795 al fundarse la fábrica de armas
de Oviedo, Asturias. Anteriormente se encontraban centros armeros en:
-
Vizcaya 1568, de armas militares.
Silillos(1719, fundada por Felipe V, cerró en 1770).
Toledo (1761, fundada por Carlos III) de armas blancas.
Oviedo (1794, fundada por Carlos IV, fábrica de fusiles que en
1845 comenzó a fabricar las armas de percusión, cesando la
fabricación de armas de chispa en 1849).
- Cataluña. Armas muy finas no militares en Ripoll. Pistolas y
escopetas de caza.
La identificación de los diferentes modelos según el año de
fabricación, comienza en primer término por la Llave o Platina, luego por
el cañón, la caja y demás partes constitutivas, en todos sus detalles.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
Figura 20.
ESPAÑA. Fusil para Infantería, 1700... Bayoneta de cubo, 1700.
Figura 21.
ESPAÑA. Pistola para Dragones 1700...
43
44
Armas y Letras
Figura 22.
ESPAÑA. Pistola para Caballería. MODEL01753.
Figura 23.
ESPAÑA. Carabina para Caballería. MODEL01753.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
Figura 24.
ESPAÑA. Pistola para Caballería Ligera. MODEL01789 2da. versión.
Figura 25.
ESPAÑA. Pistola para Marina. MODEL01789.
45
46
Armas y Letras
Figura 26.
ESPAÑA. Fusil para Infantería. MODEL01801.
\1
Figura 27.
ESPAÑA. Tercerola para Caballería. MODEL01801.
Británica
Española
Figura 28.
Llaves de chispa.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
Figura 29.
47
48
Armas y Letras
ESMDA DE CABALLERÍA
172S
f
Figura 30,
Llamada "Boca de caballo" por la forma de la guarnición de chapas.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
ESPADAS DE DRAGONES E INFANTERÍA
1
B
Figura 31.
A. Espada de Dragones. 1790.
B. Espada de Oficial de Infantería. 1800.
49
50
Armas y Letras
SABLE DE DRAGONES
1804
Figura 32.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
OFICIAL DE CA1ALLI
1807
Figura 33.
51
52
Armas y Letras
Las tropas terrestres de los beligerantes.
A continuación presentamos dos listas con las fuerzas británicas y
españolas-americanas que se enfrentaron en estos territorios hace 200
años, haciendo la salvedad que dichas listas están sujetas a mayores
precisiones, frutos de nuevos aportes, siempre bienvenidos. No abundamos en este tema, como tampoco lo hacemos en cuanto se refiere al
desarrollo de las operaciones militares en esta Banda Norte del Río de
la Plata, por no ser aspectos a tratar en este trabajo, de acuerdo a lo
coordinado para esta publicación.
GRAN BRETAÑA
29-30 de Octubre de 1806. Toma de Maldonado. Comandante de las
fuerzas el Comodoro Sir Home Popham. Su segundo jefe el Coronel
John James Backhouse. La fuerza: nueve buques y alrededor de 1.400
hombres. Se produce un ataque a Montevideo y un repliegue hacia
Maldonado, población que es ocupada por los británicos.
Efectivos: (Parciales, en
algunos casos)
Unidades:
- 382 Regimiento a Pie.. (Infantería)
-
913
- 479 Regimiento a Pie
-
770
a
-
116(1 compañía)
B
-
... ("Drafts": reempla-
- 54 Regimiento a Pie
- 71 Regimiento Highlander
zos)
- 209 Regimiento de Dragones Ligeros
- 21 s Regimiento de Dragones Ligeros
Real Artillería
Total aproximado
215 (2 escuadrones)
158 (1 escuadrón)
6
2.178 (2.200 según
Álvarez Massini)
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
53
5 de Enero de 1807. Llega a Maldonado el General Sir Samuel
Auchmuty al mando de refuerzos, con la siguiente tropa a su mando:
-
Unidades:
17e Regimiento de Dragones Ligeros
209 Regimiento de Dragones Ligeros
21 s Regimiento de Dragones Ligeros
40e Regimiento a Pie
879 Regimiento a Pie
54a Regimiento a Pie
95e Regimiento de Fusileros (Rifles)
Real Artillería
- Reales Ingenieros
Total
Efectivos:
- 706 (4 escuadrones)
- 215
- 158
- 1125
- 901
- 116 (1 compañía)
- 258 (3 compañías)
- 131 (1 compañía con
sus conductores)
- ...
3.610 (3121: según
Álvarez Massini)
3 de Febrero de 1807. Toma de Montevideo. La fuerza se divide en
tres columnas y sale de Maldonado rumbo a Montevideo.
Columna Auchmuty:
- 9e Regimiento de Dragones Ligeros.
- 1er. Real Regimiento de Milicia de
SucI America
Columna Craufurd:
- 52 Regimiento a Pie
- 36 2 Regimiento a Pie
- 452 Regimiento a Pie
- 88 e Regimiento a Pie
- 952 Regimiento de Fusileros (Rifles)
- 69 Regimiento de Guardias Dragones
(Carabineros)
- Real Artillería
Total
-
712
-
Reclutado entre
los subditos británicos residentes
en Montevideo.
-
940
925
956
898
410
-
336
273
4.738
54
Armas y Letras
Columna Ackland:
- 89S Regimiento a Pie
- Real Artillería a Caballo
- ...
-1 Batería (1 "Troop"
Royal Horse Artillery)
- 500 (Destacamento de
Reemplazos)
- Drafts
ESPAÑA
Aún hoy es muy difícil dar cifras exactas de las tropas españolas al
momento de la invasión. Damos denominación de unidades presentes
y el número aproximado de su totalidad.
A)
En Maldonado: 400 efectivos.
B)
En la campaña de Montevideo y Pando:
- Real Cuerpo de Artillería. (120).
- Milicias Voluntarias de Montevideo.
- Regimiento de Infantería de Buenos Aires. Veterano, Cuerpo Fijo. (300).
- Milicias de Caballería de Montevideo.
- Tercio Auxiliares del Cordón. (150).
- Milicias de Caballería de Córdoba.
- Milicias de Caballería del Paraguay.
- Cuerpo Veterano de Blandengues de la Frontera de Montevideo.
- Húsares del Gobierno (llamados Húsares de Mordeille). (320).
- Cazadores de Magariños. (110).
- Regimiento de Dragones de Buenos Aires. Cuerpo veterano.
- Miñones de Montevideo. (150).
- Voluntario Peones de Seco.
- Milicias de Pando.
- Fuerzas menores, desplegadas en misiones de observación.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
C)
55
En la ciudad de Montevideo:
- Tercio de Gallegos y Asturianos. (130).
- Tercio de Criollos.
- Tercio de Andaluces.
- Tercio de Cántabros.
- Real Cuerpo de Artillería.
- Milicias de Artillería. (400).
- Inválidos y naturales agregados a la Artillería, (naturales: indígenas)
- Real Cuerpo de Ingenieros.
- Compañías de Pardos y Morenos Libres.
- Compañías de Negros puestas sobre las armas.
- Total aproximado de combatientes: 3.000.
Conclusiones
1 - Es muy importante tener en cuenta el conocimiento previo que tenían los británicos sobre la zona de operaciones en todos sus aspectos, a saber: geográficos (marítimos y terrestres), poblaciones
en ambas márgenes del Río de la Plata, fuerzas militares y sus
instalaciones, características políticas, sociales, económicas y recursos de las comunidades españolas platenses. Ese conocimiento
había tomado consistencia a través de información proporcionada
por viajeros, comerciantes y agentes de la corona, desde mucho
tiempo atrás, ya que, como es bien sabido, el imperio británico estaba entre las principales potencias marítimas influyentes en suelo
americano.
2 - Ese conocimiento permitió realizar los estudios previos a la invasión, visando los posibles puntos de desembarco, los terrenos más
apropiados para realizar las consecuentes marchas, los estacionamientos y sus vitales aspectos logísticos, la obtención de ganado caballar para las tropas montadas, etc Para ver con claridad
estos aspectos poco tratados, tengamos en cuenta que esa tropa
alcanzaba un efectivo cercano a los 5.000 hombres, y que, lo más
importante a considerar, eran los futuros enfrentamientos armados
Armas y Letras
con los subditos españoles, acciones muy diferentes a las que entonces se llevaban a cabo en territorios europeos.
3 - La invasión británica tuvo un principio exitoso. Una ocupación permanente hubiera requerido otros medios, otro apoyo y otra concepción política, fundamentalmente. El gobierno británico tenía que
enfrentar acontecimientos de la mayor gravedad en la propia Europa. Ello, más el esfuerzo de quienes combatieron bajo el pabellón
español determinó en menos de un año, la retirada de las tropas
enemigas del territorio del Virreinato del Río de la Plata.
4 - Culminadas las acciones bélicas y con el retiro de las fuerzas británicas, quedaron muchas y profundas experiencias, tanto políticas
como militares.
Ambas partes enfrentadas decidieron homenajear, en el momento
y con vistas a la posteridad, a los respectivos subditos que lucharan bajo sus banderas. Un país eligió los estandartes militares y el
otro lo hizo en el escudo de armas de la ciudad apostadero naval.
Muy distinguidos y permanentes recuerdos.
Gran Bretaña, como es sabido, ha instituido de largo tiempo atrás
un justo y sugerente símbolo llamado "Battle Honours", Honores de
Batalla, en las banderas regimentales. En ellas, con los colores y
diseños propios de cada Unidad, se encuentran cintas bordadas
con el nombre de la acción de guerra en la que participó el regimiento. Ver Figura 34 con los nombres PENÍNSULA, CORUNNA,
WATERLOO, por ejemplo. Entre las unidades que intervinieron en
la toma de San Felipe y Santiago de Montevideo, el 3 de febrero de
1807, recordamos las siguientes: 409, 54 e y 87e Regimientos a Pie,
95e Regimiento de Fusileros (Rifles) y 71 e Regimiento Highlander.
En la cinta bordada correspondiente se lee: MONTE VIDEO.
Del lado español el homenaje no fue menor. Luego de la liberación
de Buenos Aires ocupada por los ingleses, alcanzada por las tropas que partieran de Montevideo al mando del Capitán de Navio
Santiago Liniers (julio-agosto de 1806) el Rey confirió a esta última
el título de "MUY FIEL Y RECONQUISTADORA", facultad para que
usase de la distinción de maceros y que su Escudo de Armas añadiese las banderas inglesas abatidas apresadas en esa acción,
con una corona de olivo sobre el Cerro conteniendo el pabellón de
las Reales Armas, una hoja de palma y una espada. Todo ello dispuesto en Real Cédula de 24 de abril de 1807. Figura 35.
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
Figura 34.
Ejemplo de Bandera Regímental Inglesa.
57
58
Armas y Letras
Figura 35.
Escudo de Montevideo por Real Cédula 24 de abril de 1807,
INVASIONES INGLESAS. Armamento Portátil británico y español.
59
5 - En 1811, pocos años después de estos hechos y en el mismo escenario, los españoles criollos y los peninsulares enfrentaban armas entre sí como resultado de otra invasión: la ideológica, de las
nuevas corrientes políticas y filosóficas surgidas en Europa y Estados Unidos de América, acompañada de los enfrentamientos de
intereses entre los imperios de entonces.
"Nihil novu sub solé"...
Bibliografía
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"The Book of the Sword". Richard F. Burton. 1844. Reprinted by Dover Publications,
Inc. 1987.
•
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"American Rifleman", "Guns", "Guns & Ammo", "Guns Illustrated" magazines. Varios números.
•
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& Pierce A Chamberlain. Stackpole Books. Harrisburg, PA. 1972.
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Garreta. Impreso en España. Ed. J.S.G. 1970.
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•
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1996.
•
"Boletines Históricos del Ejército" Nos. 251-254 y 255-258: "Notas sobre el Ejército Español en la Banda Oriental". Alfredo Sansón y Rubén Álvarez Massini.
Montevideo, 1978.
•
"Boletines Históricos del Ejército" Números 294-97 (1997) 298-300 (1998), 301303 (1999), y 304-306 (2000) "Uniformes del Ejército Español en la Banda Oriental" Eq. Capitán Alfredo Sansón. Montevideo. 2000.
•
"Armamento Reglamentario y Auxiliar del Ejército Español. Modelos portátiles de
avancarga. 1717-1812" Juan L. Calvó. 1975. Dos tomos. España.
•
"Swords of the British Army. The Regulation Patterns, 1788-1914." Brian Robson.
Arms and Armour Press. London.
60
Armas y Letras
"Color Treasury of Firearms. The History of Guns." Crescent Books. Orbis
Publishing Limited. London, 1973.
"The Illustrated Encyclopedia of 19th Century Firearms". Major F. Myatt MC. Crescent
Books. Salamander Books Ltd. 1979.
"Quattro Secoli di Armi da Fuoco". A cura di Aldo G. Cimarelli. Istituto Geográfico de
Agostini S. p. A.- NOVARA -1972.
"Boletín Histórico del Ejército." Números 291-293.
"Del Buceo al Cristo. Operaciones españolas y británicas en los alrededores de
Montevideo. 1806-1807". Rubén Álvarez Massini. Montevideo. 1996.
"Tratado de Artillería para el uso de la Academia de Caballeros Cadetes del Real
Colegio Militar de Segovia". Tomás de Moría. Madrid. 1803.
Agradecimiento.
A los señores Licenciado Alberto del Pino y Alf. (Res.) Enrique
Burbaquis por sus importantes y oportunos juicios, como también por su
generosa disposición al planteárseles detalles históricos relacionados
con esta etapa de nuestro pasado que hoy nos ha convocado y ellos tanto
conocen.
El autor.
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas
OÍ
€1 ^Ipopo Hogístíco
en las
Intmátonesí Inglesas
Teniente Coronel Osear fíerrera
ANÁLISIS CON RESPECTO A COMO PUDO HABERSE REALIZADO
EL APOYO LOGÍSTICO EN MALDONADO Y MONTEVIDEO CUANDO LA INVASIÓN BRITÁNICA 1806-1807
I-
Introducción
Lo que se pretende es demostrar como pudo haberse concretado
el apoyo logístico a las fuerzas que se enfrentan durante la invasión
británica a Maldonado el 29-Oct-1806, el asalto y posterior ocupación de Montevideo el 03-Feb-1807.
En primer lugar se entiende oportuno hacer un comentario muy resumido sobre la importancia actual que tiene la Administración
Tte. Cnel. Osear Herrera Cuña ingresó al Ejército el 1S. de abril de 1961 como Soldado de 2S.
en el fleg. "BA".C. No. 1. Ascendió a Sargento 1a. de Caballería el 1B. de febrero de 1974, a Alférez
de Intendencia el 28 de noviembre de 1977 y a Tte. Cnel. el 1S. de febrero de 1995 pasando a
situación de retiro voluntario en octubre de 1998.
Desde 1998 al 2003 dictó clases de Táctica y Técnica de Apoyo Administrativo en el IMAE a los
alumnos de 2a. Año del Escalafón de Apoyo (Adm.). Desde 2004 dicta clases de Administración
Militar, Táctica y Técnica de Apoyo Administrativo en la E.M. a los alumnos de 1S. y 2S. Año del
Escalafón de Apoyo (Adm) respectivamente. En el año 2006 dicta clases de Administración
Militar yTáctica y Técnica de Apoyo Logístico al C.C. para Oficiales en el IMAE. Miembro del
Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" del Dpto, de Estudios
Históricos del Estado Mayor del Ejército.
62
Armas y Letras
tar y la Logística en el tema que se desarrollará y para lo cual se
recurre a lo establecido en los Reglamentos de Administración Militar (RT-29-26) y El Apoyo Logístico a las Fuerzas Terrestres (RC13-1) vigentes en nuestro ejército y en base a lo que allí se determina y lo extraído de documentos de la época, hacer una comparación de cómo pudo haberse tenido en cuenta y cómo pudo haberse
concretado el apoyo logístico de las fuerzas que se enfrentaban.
A- Administración Militar y Logística
Es sabido que desde tiempos muy remotos, quienes, de una manera u otra se vieron involucrados en diferentes conflictos bélicos
debieron de recurrir a la estrategia y a la táctica para lograr una
planificación y utilización adecuada de los medios disponibles.
Al realizar el análisis de esos medios, se debe de recurrir indefectiblemente al término Administración Militar que se define como:
"dirección, conducción y operación de todo asunto militar que
no está incluido ni en la táctica ni en la estrategia" y que tiene
como una de sus ramas fundamentales a la Logística: que cuenta
con definiciones en el Moderno Diccionario Español, en el Manual
Internacional para el Desarrollo de Sistemas Logísticos, del Ejército
francés, del General Patton, de la Escuela de Logística del Ejército
Español, pero finalmente recurrimos a la establecida en el Manual
de Administración Militar RT.29-26 que la define como: "la rama de
la Administración Militar que procura satisfacer las necesidades físicas de las tropas mediante recursos que obtiene, administra y provee"
Es indudable que con respecto a la actual importancia adquirida
por la logística en el mundo moderno, existe una infinidad de comentarios y definiciones que la ubican en la misma línea de la Estrategia y de la Táctica porque cuando se planifica una determinada
operación, se debe de tener en cuenta que la capacidad de las fuerzas de combate se verán limitadas en su accionar, actuarán con
retardo, o por un corto periodo si no cuentan con un apoyo logístico
adecuado, en el momento oportuno, en el lugar indicado y en la cantidad necesaria.
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas
Basado en estos conceptos y analizando cada uno de los temas
desarrollados en el ciclo de conferencias organizado por el Departamento de Estudios Históricos del EME. con motivo de los 200 años
del acontecimiento histórico del título, a continuación se realiza un
resumen de cómo pudo haberse concretado el apoyo logístico durante la invasión británica a Maldonado y Montevideo por parte de
los invasores y los defensores.
II- Desarrollo del tema
Finalizada la introducción y el comentario general relacionado con
Administración Militar y Logística, a continuación, teniendo en cuenta la importancia que adquiere esta última durante el desarrollo de
un conflicto bélico, en cualquier teatro de guerra (tierra, agua y aire)
se realizará el análisis de cómo participaron y/o intervinieron cada
una de las funciones logísticas de: Abastecimiento, Mantenimiento,
Sanidad, Transporte y Asuntos Varios con respecto al apoyo logístico
en Maldonado y en Montevideo.
En el siglo XIX, y concretamente cuando se lleva a cabo la invasión
británica, ninguna de las fuerzas participantes contaban con una
idea definida sobre: áreas de servicios, disposiciones que se establecen para su instalación, medios para su conformación, ubicación, dimensiones, factores que influyen en su localización, etc y
que en cambio en la actualidad merecen ser analizadas sin descuidar el más mínimo detalle. Se sabe que las tropas beligerantes de la
época no contaban con medios sofisticados o de última tecnología
como en la actualidad. Las tropas terrestres, para llegar a destino,
no se desplazaban por caminos de mejor tránsito, utilizaban aquellos más cortos, porque su objetivo siempre fue llegar al lugar indicado de la forma más rápida y sin ser detectado por el enemigo.
Para vadear ríos y arroyos utilizaba los pasos y/o picadas y era de
vital importancia el conocimiento del terreno por el cual se desplazarían. Las tropas inglesas antes de entrar a Maldonado no previeron encontrarse con un gran bosque de tunas largas y entremezcladas que les impedía una buena visibilidad y un rápido desplazamiento, tampoco previeron en su primer intento de tomar Montevideo la poca profundidad de las aguas donde actuarían.
64
Armas y Letras
Se puede decir que durante la invasión británica debe de haber influido tremendamente en los defensores, el haber enfrentado al enemigo en un teatro al cual no estaban acostumbrados, pues no disponían de montes espesos, cuchillas, ríos, etc, donde por lo general siempre obtuvieron ventajas y sacaron provecho mediante la sorpresa y el conocimiento que tenían del medio rural, lo que queda
demostrado cuando se dice "que en el Combate del Cardal los ingleses demuestran una serena precisión profesional al inutilizar la
artillería de los defensores mediante la eliminación de los caballos
de tiro, conductores v artilleros enemigos"
A- Medios de información y de trasmisión utilizados
La descubierta, el baqueano, el bombero o mangrullo, guardias, (yh
gías: que resultan de mucha importancia las ubicadas en el Cerro
de los Toros, Cerro de Piedras de Afilar, Barra del arroyo Pando en
el Médano mas alto y desde donde se realizaban anuncios relacionados con los movimientos del enemigo provocando "humaredas
durante el día y fogatas por la noche" mediante la quema de huesos
que recogían de diferentes establecimientos ganaderos "uno de ellos
fue la estancia de Gutiérrez" Existen documentos que establecen
que el vigía del Cerro de los Toros, y ante la proximidad del enemigo,
enciende tres fogatas, que de acuerdo al código establecido significaba que se acercaban mas de 20 embarcaciones "se dice que se
quedó corto con el mensaje porque las embarcaciones que aparecieron en la línea del horizonte fueron mas de 100". Con respecto a
otros medios utilizados, hay antecedentes del pedido de un "Interprete inteligente y un Piloto con anteojo" (para interrogatorio a prisioneros extranjeros y observar la presencia enemiga a mayor distancia. respectivamente)
El chasque o estafeta, fue uno de los medios de la época más
utilizados para llevar mensajes o comunicaciones sobre el enemigo. Se menciona la participación de Manuel Mendoza Estremera.
de apenas 14 años, hijo del carnicero de Maldonado, Manuel
Mendoza, que hacía saber a los españoles sobre las actividades y
movimientos de los ingleses. Se dice que "el Niño Chasque debió
en cierta oportunidad, recorrer a caballo un largo y azaroso camino
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas
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Primer número de "La Estrella del Sur".
65
66
Armas y Letras
para entregar el mensaje que llevaba cosido en su gorra, a los españoles acampados en Pan de Azúcar"
Otro medio de información utilizado fue el periódico bilingüe "La
EsIreJMdeLSuí' que se publicó entre el 09-may/04-jul-1807, se editaron siete números sin el nombre de sus redactores, "sus artículos
eran anónimos, a cuatro columnas: 2 en inglés, bajo el seudónimo
"Ventas" y 2 en español con avisos variados sobre la venta de cacerolas, de vacas, de esclavos, de casas y una prédica constante
contra la falta de libertad del régimen español".
B- Funciones logísticas y Clases de abastecimientos utilizados
durante la invasión británica a Maldonado y Montevideo.
La ocupación y permanencia de los británicos en Maldonado se lleva a cabo por ser un lugar estratégico, con el fin de estudiar el terreno, reagruparse, esperar refuerzos y también basados en que esa
zona contaba con mucho ganado y una gran cantidad de chacras
"pródigas en hortalizas y legumbres (tales como verduras, granos,
carne blanca, huevos, manteca, forraje, etc."todos artículos indispensables para su reaprovisionamiento. El enemigo obtiene en San
Carlos los víveres, caballos, bueyes, trigo, harina, etc que necesitaba, ofreciendo a los pobladores un precio justo por su pago "pero
que si los propietarios no lo aceptaban serían obligados por la fuerza o les incendiaban el pueblo"y fue así que durante tres días, mediante el registro de las casas toman prisioneros a los hombres,
proceden al saqueo, amenazas, insultos y golpes para por este
medio apropiarse de ropa, alhajas, utensilios varios, dinero {eUM
los pobladores) porque el caudal del Rey ($6.051) había sido retirado en forma anticipada por don Rafael Pérez del Puerto. Se dice
que también destruyeron efigies e imágenes santas y todo aquello
que no les resultaba de utilidad, etc
Recurriendo a la consulta de diferentes documentos de la época y
realizando un análisis de los mismos, a continuación se menciona
como pudieron concretarse o llevarse a cabo cada una de las "actuales" Funciones Logísticas y sus respectivas Clases de abastecimiento durante el desarrollo de las operaciones, enfrentamientos,
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas
t>/
etc. que tuvieron lugar hace 200 años cuando la invasión británica a
Maldonado y Montevideo:
Abastecimiento:
Comprende-" El cálculo de necesidades, obtención, almacenamiento, transporte, distribución, seguridad, administración, colección
y distribución del material.
CJaseJ:
Carne roja y blanca, agua, galleta, yerba, "Aguardiente de buena calidad
para emplearlo en fines quepueden producirvtilidad"cognac, jerez vino,
cerveza, verduras, granos, harina, sal, huevos, manteca, forraje, etc
C!a§ejl:
Uniformes, cartucheras, calzado, imprenta "con la letra "ñ" que era ajena al alfabeto inglés" papel y útiles para escribir, tambores, gaitas, banderas, ollas de hierro, cubiertos, lozas, hojalata, acero, hierro, etc
Ciase]»:
Leña, carbón, huesos (estos últimos fueron muy utilizados por los vigías).
CiaseJV:
Palas, picos, azadas, maderas, útiles de Gastadores, cueros "cortes^
tos últimos, y de ios existentes en las barracas de García de Zúñiga y
Vilardebó, se pudo tapiar en algo la brecha abierta en uno de los muros
de la ciudadela por parte de los ingleses. También con cueros de lobo
se construyen botes y así se fugan 37 prisioneros que tenían los ingle-
Clase V:
Municiones y explosivos, "Seis docenas de Cohetes, la mitad con estruendo y la mitad sin el, pero todos con Luces".
CJaseVI:
Tabaco, Golosinas, etc
CjaseVM:
Baterías y trenes de artillería, cañones, obuses, fusiles, rifles Baker pistola
(con el sistema de llave de chispa), mosquetes y carabinas Brown Bess,
trabucos, lanzas, sables corvos, chuzas, espadas, cuchillos, bayonetas.
68
Armas y Letras
Ciase VIII:
Sanidad humana y animal (se concreta después de los combates) aunque se mencionan en ciertos documentos "cajas de medicina" e "instrumentos para cirugía".
Clase IX:
Corresponde a repuestos (cuando se menciona lanzas, utilizadas por
los defensores, se habla de los repuestos para éstas).
Clase X:
Corresponde a operaciones de Asuntos Civiles: semillas, maquinaria
agrícola, etc (no fue tenida en cuenta).
Título: "Corral de ganado y pisadero de barro."
Abajo del grabado: The method of mixing Clay for Bricks. The particular manner of
Killing Builocks. And the female Missionary House appointed by the French for/ their
reception near Monte Video.
Autor. [William Gregory.] Pub: en "A Visible Display of Divine Providence or the Journal
of a Captured Missionary Designated to the Southern Pacific Ocean In the Second
Voyage of the Ship Duff. Commanded by Captain Thomas Robson, captured by le gran
Buonaparte, off Cape Frío...; London. Printed by T. Gillet, 1800".
Grabado.
Dimensiones". 99 x 165 mm.
Museo Histórico Municipal.
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas
69
Mantenimiento
Comprende: Las inspecciones, pruebas, verificaciones, reconstrucción reparación del material.
La aplicación de esta función se concreta, fundamentalmente, antes de los enfrentamientos y mediante reparación, limpieza y distribución del armamento. Durante el combate no se realizaba la evacuación
del material y equipo, etc dañado debido a que los equipos y personal
de mantenimiento no estaban en el campo de batalla para encarar su
reparación o decidir su evacuación.
Sanidad
Comprende: El tratamiento, evacuación y hospitalización del personal y animales heridos o enfermos.
Durante los enfrentamientos llevados a cabo en Maldonado y Montevideo, ninguno de los contendores contaba con Puestos de refugio, Puestos de socorro, Estación de tratamiento y clasificación, Punto de reunión
de muertos, que permitiese la atención y evacuación de heridos y muertos (lo más primordial o urgente habrá sido atender algún herido retirándolo del lugar de pasaje, sacarlo del camino, etc) Esta operación se concreta mayoritariamente después que se acuerda un alto en el combate y
pasa a ser una responsabilidad de las fuerzas que conformaban los Puestos de avanzada quienes se encargaban del traslado a los lugares indicados: "heridos a las salas del Hospital de la Caridad, los muertos eran
enterrados en el recinto de la Matriz, otros en el jardín del edificio y otros
en el cementerio o campo santo similar a una fosa común).
Transporte
Comprende: El movimiento de personal, ganado y material por agua,
tierra y aire, incluyendo la operación de los medios, la planificación de los movimientos, control de tránsito y circulación.
Los transportes terrestres y navales que se utilizaron en Maldonado y
Montevideo fueron en su mayoría: caballos, bueyes, muías, carros, carretas
y carretillas, goletas, lanchas cañoneras, botes de remo, botes construidos
con cuero de lobo, navios, fragatas, corbetas, barcos menores y bergantín.
Asuntos varios
Comprende: Construcciones, explotación de los recursos locales, administración de inmuebles, mano de obra, actividades fiscales y finan-
Armas y Letras
cieras, recuperación de abastecimientos, organización y administración logística, protección de las líneas de comunicaciones e instalaciones administrativas y control de daños en el área de retaguardia.
Realizando un análisis de alguno de los puntos referidos en esta función
logística, al respecto, se concluye que:
- se realizan construcciones con fines militares (los__defensoresjvaliz
zan la reparación de las murallas que conformaban el sistema defensivo de la Ciudadela),
- se explotaron los recursos locales existentes, mayoritariamente con
respecto a construcciones,
- obtención de alimentos (los defensores realizan un acopio considerable de sus raciones, principalmente de yerba y carne ya la vez previeque capituló eI30~oct. 1808, en cambio los británicos ocupan Maldonado
a los efectos de estudiar el terreno, reagruparse, esperar refuerzos y
[eagro}!üsionarse_dejvíyeresJL
- medios de transporte (los defensores lograron reunir, mediante el apoyo
de particulares y estatales una cierta cantidad de barcos),
- se recurre al empleo de mano de obra civil para incrementar el esfuerzo militar (se dice que los defensores lograron crear una escuela de
artillería a los efectos de instruir a los voluntarios},
- con respecto a las actividades fiscales y financieras, se controla y
documenta lo adquirido, fue una preocupación el pago anticipado a las
tropas antes del combate (tos defensores fijaron una especie de cuota
mensual entre los vecinos para con ello pagar los sueldos a los soldados y voluntarios),
- referente a la protección de las líneas de comunicaciones, instalaciones y control de daños en el área de retaguardia, (existió buena disposición y preocupación de parte de los defensores pero finalmente, diferentes circunstancias, motivos y/o acontecimientos que se fueron
sucediendo durante el desarrollo de las operaciones pueden haber
influido en lo que a la postre culmina con su derrota).
III- Conclusión
Para concluir con el análisis respecto a como pudo haberse realizado el Apoyo Logístico en la ocupación de Maldonado y Montevideo es
El Apoyo Logístico en Jas Invasiones Inglesas
/-'
indudable que se debió de recurrir a diferentes reglamentos y documentos de la época relacionados con el tema y a la vez realizar un resumen sobre el contenido de cada uno de los temas desarrollados por los
disertantes del ciclo de conferencias organizado por el Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" del Departamento
de Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército, con motivo de conmemorarse los 200 años de este acontecimiento histórico. Tratar de
insertar ese posible Apoyo Logístico, durante la invasión británica a
Maldonado y Montevideo en 1806-1807 no puede resultar un tema complejo si se tiene en cuenta que han existido infinidad de conflictos bélicos
que relacionan o involucran a la logística en los mismos. Basados en
ese concepto, tomamos como punto de partida la importancia de ésta
en la derrota de Gran Bretaña cuando la Guerra de Independencia de
los Estados Unidos.
Pasaron muchos años y a pesar de su importancia, la logística recién comienza a ser considerada, analizada y aplicada a partir de la
experiencia que nos dejaron la primera y la segunda guerra mundial.
Actualmente los medios que conforman un apoyo logístico, deben de
enfrentar el desafío de entregar los abastecimientos a fuerzas desplegadas a grandes distancias, en diferentes teatros de operaciones, con
misiones diferentes, etc lo que impone realizar una planificación detallada para permitir el cumplimiento de la misión asignada.
Teniendo en cuenta estas aseveraciones se puede afirmar que resulta imposible que la Logística en forma aislada pueda ganar una guerra, pero es totalmente seguro que al estar ausente, ser insuficiente,
mal utilizada, nos provocará una segura derrota.
Bibliografía
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Apuntes y Documentos personales del autor.
Archivo Artigas Tomo III.
Invasiones Inglesas-Crónicas anónimas de dos ingleses sobre Monte Vídeo y
Buenos Ayres - Prólogo Lie. Ana Ribeiro, Ediciones El Galeón.
Manual Internacional para el desarrollo de Sistemas Logísticos Mar/1988.
Maldonado Histórico (Realidad) Edición Especial del 12-Ago-2005, No. IV.
RC-13-1 El Apoyo Logísticos a las Fuerzas Terrestres.
RT-29-26 Administración Militar 2005.
Revista de las Armas y Servicios del Ejército Español No.618/Jul.991.
72
Armas y Letras
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jfotttfttadoneá Cépañolasí
en laá Snbaátoneá Sngleáaá
Cap. (Tx[.) Lie. José María Olivero Oreccltia
INTRODUCCIÓN
En nuestro país pocos se han dedicado al tema fortificaciones
con persistencia y método, limitando la bibliografía previa que se puede
consultar. Como referentes en este campo surgen inmediatamente en
la mente el historiador Horacio Arredondo, factótum, junto a los Grales. y
Arquitectos Alfredo R. Campos y Alfredo Baldomir de la reconstrucción
de las fortalezas de Santa Teresa, San Miguel y Gral. Artigas (del Cerro),
Juan Alejandro Apolant y sus contribuciones sobre Montevideo, el Cap.
Mariano Cortes Arteaga, entre otros, con su monografía sobre la Fortaleza
Gral. Artigas, el Cap. Alfredo Travieso con su atlas con mapas de
Montevideo del siglo XVIII, o Cnel. Rolando Laguarda Trías con su
importante obra referida a un aspecto específico, los ingenieros militares
que actuaron en la época hispana, dando una trayectoria vital a lo que
hasta ese momento eran solo nombres.
José María Olivero Orecchia: Licenciado en Historia egresado de la FHCE, Universidad de
la República. Profesor de Historia Militar y de los Conflictos Armados egresado del Instituto
Militar de Estudios Superiores (IMES). Profesor Militar (IMES). Asesor en Museología (certificado
de ICOM). Equiparado a Capitán, Jefe de División Historia en el Dpto, de EE.HH. del EME.
Docente de Geografía Histórica en la Universidad de Montevideo. Docente en Historia del
IMES. Asesor en el Área Geografía del Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando
Laguarda Trías". A realizado diferentes publicaciones y conferencias sobre tema de heráldica,
vexilología, museología, historia militar y geografía histórica. Miembro de la "Comisión Proyecto
para el estudio de la Historia del Ejército".
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
73
En la senda de investigación actualmente se pueden mencionar
en forma relevante al Cnel. Ángel Corrales, con diferentes trabajos
relacionados, al Esc Rubén Álvarez Massini, el más constante en la
investigación de este tema, o el Esc Raúl Baroffio dedicado al estudio y
rescate de los restos que quedan de las fortificaciones de Montevideo.
En una concepción más amplia, no solo militar, de la
recuperación del pasado recordemos los recientemente fallecidos
historiadores Femando Assungao y su trabajo en la Colonia del Sacramento y la Dra. Florencia Fajardo Terán con respecto a la historia de
Maldonado.
Una vez hecha esta necesaria referencia, en la cual estoy seguro
he olvidado injustamente nombres, comencemos a instrumentar este
tema: que rol cumplieron las fortificaciones españolas en la invasión
inglesa.
Al seleccionar el núcleo de interés a desarrollar, resultó de
inmediato evidente la necesidad de considerar diferentes niveles de
análisis en el estudio de las fortificaciones que se planteaba, y a la vez,
dejar de lado puntos, que son de indudable interés, en beneficio de la
unidad y claridad de exposición.
El tema de las fortificaciones en nuestro territorio y en el momento
en que se producen las invasiones inglesas es de por sí vasto.
Recordemos que el gobernador de Montevideo había sido encargado de
la defensa costera hasta la fortaleza de Santa Teresa, luego asumida por
el propio virrey Sobremonte. Debemos marcar también que es la
guarnición de la fortaleza de Santa Teresa la que apresa a los primeros
ingleses, un oficial y dos marineros desembarcados del "Leda" en
diciembre de 1805, dando el primer anuncio cierto de una invasión inglesa.
En consecuencia, al verme obligado a decidir, por la extensión
de este artículo, que óptica tomar, si simplemente una enumeración de
defensas, o en cambio y basándose en las fuentes una evaluación de
las mismas, opté por lo segundo.
Por esta causa, y ya desde el inicio, aclaro la metodología que
utilizaré:
En primera instancia me dedicaré fundamentalmente a las
defensas fortificadas de Maldonado y Montevideo, principales lugares
donde las fortificaciones tuvieron una acción relevante en relación a su
importancia material.
Armas y Letras
Si bien en estas emergencias se planifican reparaciones en varias
fortificaciones, como la batería de Santa Rita en Colonia 1 , es en
Montevideo y Maldonado donde se ve con mayor claridad una posible
intervención inglesa luego de reconquistada Buenos Aires.
En segunda instancia, y buscando el marco de referencia claro
introductorio que me propongo, si bien mencionaré diferentes fuentes,
utilizaré solo las que considero más representativas y claras para mi
tema.
Una vez planteados los parámetros que limitan el tema, realizaré
el análisis en base a una serie de elementos esenciales que todos los
ingenieros militares de todas las épocas han considerado y que superan
la simple estructura material de las defensas.
Siguiendo una acepción clásica de fortificación el investigador
español Carlos Díaz Capmany define como fortificación "...es el arte
que enseña a disponer una posición para que pueda ser defendida
contra un enemigo superior. El verdadero objeto de la fortificación
es combinar los obstáculos o accidentes del terreno con las obras,
disponiéndolas de modo que favorezcan al defensor y sean
desfavorables al enemigo,.."2
En la estructura resultante, el primer lugar lo ocupan cuatro
elementos: las murallas, el foso, el camino cubierto3 y el glacis4, que
como veremos, ni en Maldonado ni en Montevideo estaban completos.
Para aclarar algunos conceptos incluyo un esquema de corte de
muralla de un clásico de la fortificación Pedro de Lucuze "Principios de
la Fortificación ", 1772, reproducido en el referido libro de Capmany.
Sin embargo, no por mejor construidos los muros estos son
mas fuertes si fallan los otros factores de la ecuación: la calidad y
Nota del 6 de octubre de 1806 del Virrey Sobremonte al Comandante de Armas de Buenos Aires
en Arredondo (h), Horacio "El Brigadier de Ingenieros Don Bernardo Lecocq", Montevideo
IHGU, Revista del IHGU, 1925, Tomo IV,vol. 1, p 258.
Díaz Capmany, Carlos "La fortificación abaluartada: una arquitectura militar y política", España,
Ministerio de Defensa, 2004, p. 25.
Camino cubierto: corredor al nivel superior de la contraescarpa que rodea la fortificación, de
unos 10 metros de ancho, quedaba cubierto de ataque exterior por un parapeto que formaba la
parte superior del glacis. Servía para vigilancia y podía actuar como línea exterior de defensa.
Glacis o explanada: espacio allanado y en declive que se extendía desde el camino cubierto hasta
la campaña. Protegía las murallas de los disparos enemigos, y al mismo tiempo permitía a la
artillería propia actuar sin obstáculos.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
efectividad de la artillería con la cual se actúa y los hombres encargados
de defender sus muros y de aprovechar su protección para vencer al
enemigo actuando en partidas extra muros.
AX. Nivel de la Pkza./ ÁBHF. Muro principal (tenapíéa más revestimiento}/ A3. Base de!
ttumplénj AF. Declivio interior del terraplén./ AE, Base de esK declivio./ EF. Atora dsi
«rapten./ Fa Cítmmo deí terraplén, adarreJ a t e . Banfpaaiab. Sabida a la banqueta./*. Su
atara./ <td Su hsxj be. Cnmno de la banquea./ gHLK. Parapeto revestido./ HL. Su altura
exterior./ Kg. Su alturaffltetior,/eK. Declivio interior./ eg. Su base./ Kt. Declivio superior./ R
El eordóa./ MH. Aliara del m-estünientoy HO. La escarpa../ MO. Base de h «carjaj 1 R,
EsEribo o contraíber»./ OS. Rodapié dei muro o tableta * cimieso./ BOGC. El ib»./ T. La
cuntía./ NC. Altara del fxo.1 GC. Contraescarpa./ GN. Base del dxliwo de b. cemSnoaapiiJ
Q. Estribo dí h coaasescaipa./ C. Lfaes de la contraescarpa./ CD. Camino cubierto con
tanqueta./ Z. EstKada o palizada./ VDX. Parapeto del cárnico cubierto./ DV. Su altura./ VX.
Explanada, o glacis./ DX. Base de la explanada.
Esquema de corte de muralla del libro clásico sobre castrametación de Pedro Lacuze
"Principios de la Fortificación", 1772, donde se observa la variedad de elementos
que componen el sistema defensivo antes de llegar a la muralla misma.
Si alguno de los factores fallaba, el éxito de ia defensa y el posible
contra ataque peligraba.
Se plantea un escenario donde los diferentes actores ocupan
su lugar.
Acto I
DESARROLLO INICIAL
Las llamadas invasiones inglesas, recordemos que es solo una
en dos etapas, pautó un doble examen:
Desde el punto de vista español constituyó el momento de prueba
para estas fortificaciones, su artillería y sus hombres pues se enfrentaron
76
Armas y Letras
a un ejército organizado, poderoso y con un concepto de superioridad
que les daba una gran confianza al momento de evaluar las debilidades,
reales o ficticias, de su enemigo.
Los invasores ingleses, por su lado, a pesar de estos prejuicios,
no son ciegos llegado el momento de analizar y reconocer las fortalezas
y debilidades de las defensas españolas y evaluar los aciertos y errores
propios como condicionantes para la victoria.
Antecedentes en los planteos defensivos contra una invasión
Resulta difícil considerar la selección de los antecedentes que
se deben considerar, en especial desde 1770 se producen alarmas de
invasión, y se repiten las prevenciones sobre la falta de preparación para
la misma. Tampoco es fácil limitar la profundidad con la cual los podemos
tratar pues un artículo de la extensión planteada impide realizar el análisis
interno extenso que merecen muchos documentos.
Por esta causa trataremos algunos elementos, en especial las
Juntas de Guerra que se suceden en el último cuarto del siglo XVIII. En
esta tónica profundizaremos el análisis en las últimas a considerar por
su proximidad cronológica a la invasión inglesa y los tiempos de
aprobación, implementacíón y realización de muchas de las obras
solicitadas, que en realidad nunca pasaron a la faz práctica.
Una advertencia previa sin embargo, pero que siempre es
necesario hacer cuando se trata de edificaciones: Los planos, por mas
perfectos que sean, no deben ser considerados como una representación
de la realidad sino una aproximación a ella. Si el lector analiza muchos
planos del siglo XVIII va a encontrar que se contradicen con lo que
transcribo de las Juntas de Guerra e informes contemporáneos de las
autoridades españolas. Este hecho se produce pues la calidad
constructiva del proyecto puede no cubrir las necesidades de fortaleza
que exige éste, dando una construcción débil o de fácil deterioro. Otra
causa puede ser dada pues el lector desprevenido no toma en cuenta
que en los planos no solo está lo construido, sino lo proyectado y que
quizá nunca se concretó.
En los planos a color es fácil reconocer cada parte, la construida
y la proyectada, pues los españoles usan un código de colores.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
7/
Lamentablemente en este país nos seguimos manejando en
muchos casos con materiales en blanco y negro, que impiden ese
análisis. Este mismo factor ha limitado el uso de planos en este artículo
evitándose aquellos que incluyan obras en realización o proyectadas
salvo que expresamente sean estas las que nos interesan.
1776
Se crea, para controlar el Atlántico Sur, el Apostadero Naval de
Montevideo, con lo cual esta ciudad no solo se convierte en un punto
fuerte del dominio español en la Banda Oriental, como antemural de los
territorios platenses, sino en un punto estratégico naval activo, con
capacidad, si bien limitada, de actuar en el Río de la Plata y el océano
Atlántico.
Debemos recordar que se viven años difíciles con actividad cada
vez más agresiva por parte de los ingleses, que en 1765 realizan la
primera conquista británica de las islas Malvinas que le daban una base
en el Atlántico sur, fundando el 8 de enero de 1766 Port Egmont.
Abandonadas estas islas las retoman desde 1771 al 74.5
1781
En el marco de la revuelta de Tupac Amaru en el Perú y de Tupac
Catari en la actual Solivia y ante el aviso desde España de una posible
expedición inglesa apoyada por información del ex jesuíta Arismendi, el
virrey Vertiz y Salcedo fortalece las defensas de Montevideo y las del
área del Río de la Plata en general. Es especialmente importante este
antecedente pues se planifican dos grandes formas de acción:
1. Cerrar el puerto de Montevideo utilizando los buques y
cañoneras, (embarcaciones que normalmente portaban de 1 a 3 cañones
de a 18 ó 24 libras) colocadas como una verdadera muralla flotante entre la isla de Ratas, protegida a su vez por una batería, y la ciudad de
Montevideo. Este planteo se desarrollará y profundizará en proyectos
posteriores a lo largo del siglo XVIII y comienzos del XIX. Siempre quedaba
el problema pendiente de una batería desde el lado del Cerro de
Montevideo, ya planificada en los primeros proyectos para Montevideo
del ingeniero militar Domingo Petrarca,
5
Caillet Blois, R. y otros "Temas de historia marítima argentina", Buenos Aires, FACM, 1970, p. 73.
78
Armas y Letras
2. Crear una primera línea de fortificaciones que subsanara la
evidente debilidad táctica del lugar donde se habían construido las
fortificaciones por el lado de tierra, dominadas por las alturas cercanas.
Allí se opusieron las ideas de una fortificación continua, forma aceptada
tradicionalmente como la mas efectiva, o la innovadora idea, planteada
por el ingeniero militar José María Cabrer, de crear fortificaciones
avanzadas que cerraran el paso al enemigo, no por una muralla continua, sino por el aprovechamiento del cruce de los fuegos, obteniendo
una efectiva seguridad además de reducir costos, uso de tropas y tiempo
de construcción. Si bien no se concretaron las nuevas fortificaciones,
Este plano, al igual que el que se encuentra en la página siguiente, es producto de
las previsiones realizadas en 1781, en la primera observamos la línea de naves que
debía cerrar la bahía, actuando con los cañones de la isla de Raías y la ciudad. En la
segunda el proyecto del ingeniero militar Cabrer, no el único pero si el mas original.
Otro proyecto dei mismo período marcaba una línea de murallas continuas. El primer proyecto va a ser la base de posteriores dispositivos defensivos, el segundo,
muestra una necesidad, que con diferentes formas se repiten hasta el proyecto del
ingeniero militar José del Pozo y Marquy en 1812.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
79
X
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1781 - Proyecto Cabrer
fue una advertencia que produjo a lo largo del tiempo diferentes planteos
para solucionar este grave defecto en el entramado defensivo de la
ciudad. Adelantándonos ai momento que nos interesa, indudablemente
los ingleses no tomaron por sorpresa a los españoles con su uso del
terreno, faltaron posibilidades materiales de solucionarlo.
En este punto es interesante el informe de Cabrer sobre medidas
generales de defensa y estado de las fortificaciones de Montevideo
elevado al Virrey el 26 de abril de 1781. Allí este ingeniero militar plantea
la visión defensiva española, que no cambiará en forma radical luego,
dejando numerosos huecos para la acción inglesa.
Se considera, en primera instancia, que aunque el enemigo tome
el puerto de Maldonado, poco provecho va a obtener pues mas que un
puerto "...es una canal algo reservada y aun no para tiempo
deshecho, no pueden subsistir las embarcaciones, ni menos lograr
sus fines, a causa de exponerse a perder la retirada y faltarles víveres
de subsistencia..." al tomarse las previsiones de sacar los ganados
oí)
Armas y Letras
del área, las baterías, de la Aguada y Punta del Este, les causarían bajas.
Notemos que considera solo un ataque por la boca chica, una vez
tomadas, tampoco les servirían para defensa. Por otro lado queda
demasiado lejos de Montevideo para usarla de base de operaciones
desde tierra. Al tratar a Montevideo, considera determinante para evitar
un desembarco por la costa Este la batería de Santa Bárbara "a una
milla de distancia de Montevideo, no les dará lugar para usar las
dos pequeñas playas que flanquea". Nuevamente, no toma en cuenta
playas mas alejadas como ocurrirá efectivamente. Por otro lado, una
batería sin apoyo efectivo para cruzar fuegos con otra fortificación y para
defenderse de un ataque combinado por mar y tierra, nunca puede ser
considerada una buena defensa. Cabrer considera en consecuencia
esencia evitar que el enemigo entre al puerto.
Con respecto a las defensas por tierra, no se les tiene mucha
confianza pues "Forzado el puerto, le queda libre [al enemigo] el
desembarco por la parte del Norte y del Este para atacar la ciudad,
y queda ésta muy expuesta por la falta de tropa y sus endebles y
mal construidos muros, sin terraplén en la mayor parte, y su
ciudadela en muy mal estado, con el uno de los baluartes que por
instantes se viene abajo.
"Si intenta el ataque por mar, el recinto sólo está resguardado
de un simple parapeto sin muralla, para sólo impedir un golpe de
mano...."6
1794
En la junta de guerra del 6 de setiembre realizada en Montevideo
se encuentra referida al peligro de ataque francés o inglés por haberse
divisado una flota extranjera.
Allí se insiste sobre las debilidades de las fortificaciones de
Montevideo, considerando el mal estado de las mismas afectando incluso
la disposición de la artillería montada en la medida "...que permite la
situación..."
6
Beverina, Juan "El Virreinato de las Provincias del Río de la Plata: su organización militar",
Argentina, Círculo Militar, 1992, Anexo documental N°5, p. 379-8.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
81
También se marca lo expuesto que se encuentra el puerto a un
ataque enemigo, cerrada la boca de la bahía por el fuerte de San José
pidiendo nuevamente la construcción de cañoneras.7
En el expediente consecuencia de esta junta, se refuerza la idea
de una batería de morteros en la falda del cerro de Montevideo, ayudando
a cerrar, con el cruce de sus fuegos con la isla de Ratas y el fuerte de
San José, la boca de la bahía.
1796
Diez años antes que se produzcan las Invasiones Inglesas, el 7
de diciembre se establece una junta de guerra en Montevideo para
analizar el peligro de una invasión portuguesa, una inglesa, o de ambos
países juntos. En el documento que emana de esa junta, tenemos varios
aspectos interesantes:
Se insiste en el problema de las murallas por tierra de Montevideo
considerándose explicarlo explícitamente, permítaseme a su vez poner
un acento en el tema pues es relevante para los hechos posteriores,
"...su fortificación por parte de tierra consiste en una ciudadela
colocada en el centro de su frente con los dos flancos, dos
reducidos semibaluartes o especie de plataforma, a sus lados y
dos cubos circulares a los extremos, con una muralla corrida en
los intermedios de esta obra: la ciudadela, pequeña; uno de sus
baluartes, sin terraplén, por no poder aguantar los empujes de las
tierras; agrietados los tres restantes y sin ninguna obra a prueba
[de bombas] para descanso de la tropa; uno de los dos expresados
semibaluartes o plataformas sin que pueda servir para defensa,
por estar sirviendo de Parque de Artillería a pesar de lo reducido
de él y de la incomodidad que se experimenta para el trabajo y
colocación de los pertrechos que le son anexos; el otro semibaluarte
o plataforma esta sin terraplén y, por consiguiente, inútil para la
defensa; los dos cubos de los extremos, sumamente pequeños y
de poca resistencia; y la muralla que intermedia entre las citadas
obras es sencilla, de poca altura, de mala construcción y sin
terraplén, estando toda la parte expresada de esta fortificación sin
foso, a excepción de la fortaleza que no tiene camino cubierto ni
otra obra exterior...."
7
Op. cit, Anexo Documental N. 16, p.430-31.
82
Armas y Letras
i
- 5
s
Este plano de la ciudad y sus defensas de Montevideo en 1783 muestra la estructura básica de las fortificaciones que se mantendrá, salvo mejoras en el sector
Norte del frente de tierra, hasta las invasiones inglesas. Pero aquí lo más interesante, es que se muestra claramente el desnivel que tiene la línea fortificada del frente
de tierra, quedando dominada por las alturas que se encuentran enfrentadas a
ellas por la grave falla en el lugar elegido para construirlas.
Se argumenta a favor de batería en la falda del cerro de
Montevideo propuesta en 1794 "...una batería provisional de morteros,
que debía colocarse en la falda del Cerro con una guardia, cocina y
repuesto de pólvora; esta batería, en dictamen de la junta, no solo
debe ser de morteros sino también de cañones de grueso calibre,
colocándola en el paraje más a propósito para que sus fuegos se
crucen con los de la Isla de este Puerto y los de la batería de San
José, y cuando no alcancen, no por eso dejará de ser muy útil para
incomodar y perjudicar en gran medida a las embarcaciones
enemigas, que huyendo de los fuegos de las baterías de la Plaza,
quieran separarse de ellas, abrigándose de la costa del Cerro (que
forma la bahía), en donde se debe colocar la expresada batería,
esto es, pudiéndose facilitar artillería y gente para su defensa,
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
oo
advirtiendo que sin ella estará expuesta a ser tomada por la gola si
el enemigo determina algún desembarco..."
También se sostiene en el documento la importancia de las
cañoneras, no solo como parte del dispositivo defensivo, sino subsanando
la falta de defensas de tierra pues "...equivaldrían seguramente a la
mejor batería y podrían usarse de ellas con el mas ventajoso éxito
por la calidad de su fondo, en que varan las embarcaciones..."8
1797
Una nueva junta de guerra solo un año posterior a la que ya hemos
visto, es otro punto de especial interés por las observaciones y
recomendaciones que se realizan.
Realizada en Montevideo el 17 de julio de ese año, para estructurar
la información que podemos extractar de ella considerando la lógica de
este artículo, según el cual Maldonado se estudia primero pues fue la
primera plaza fortificada tomada (en el documento de la junta aparece
referida en diferentes partes) tomemos en consideración ésta en primera
instancia.
Consideran las autoridades españolas en Maldonado el ataque
por tierra de parte de los portugueses, el del mar por los ingleses o uno
combinado.
El panorama que aquí nos interesa es el del ataque ingles, para
lo cual plantean "Que en el puerto de Maldonado, situado en la entrada
de este Río de la Plata, es un asilo que puede tener el enemigo, ya
para unirse en él y prepararse para venir a la Plaza, y ya para una
arribada de su escuadra, que habiendo entrado en el río, se vea
precisada por los vientos contrarios que suelen soplar con fuerza,
o a tomar el espresado puerto, o ai desembarcar por el riesgo que
ofrece la costa: por este motivo es indispensable que se pongan
en el mejor estado las baterías que hay en aquel Puerto y su isla,
construidas por el Exmo. Sr Virrey anterior Dn Pedro Meló de Portugal, con hornillos a bala roja y con el número de tropas que
permitía la fuerza de la de esta clase, víveres y demás necesarios
para su subsistencia, "9
8
9
Op. cit., Anexo Documental N.6, p. 382-3.
Op. Cit. Anexo Documental 7, p. 389.
Armas v Letras
Como se observa, no consideran un desembarco, sino un ataque
naval, presumiendo bien defendida la bahía. Para un ataque combinado,
prevé en las posibilidades detener a las fuerzas de tierra, que suponen
portuguesas, antes de llegar a la ciudad. Si bien se establece en el mismo
documento que de producirse, se debería actuar en conjunto
fortificaciones y fuerzas volantes, sin embargo no se especifican medidas
prácticas o cambios de tácticas.
En esta misma junta de guerra se establece "Que en el paraje
más elevado de las inmediaciones de Maldonado se construya una
vigía de la altura proporcionada a descubrir desde ella toda la
distancia posible a la mar, para dar con anticipación los avisos
convenientes a prepararse y ponerse en esta Plaza en estado de
defensa..,"10 Ya volveremos luego a la torre que se construyó en
consecuencia.
Con respecto a Montevideo, entre las varias medidas
consideradas, tomemos tres:
1. Debe formarse una línea de lanchas cañoneras entre el fuerte de
San José y la playa del Cerro "...poniéndose en los pasajes que
sean preferibles hornillos para bala roja: con estas fuerzas deben
impedirse a la escuadra enemiga su entrada al puerto, y que en
el caso de haberlas superado y que intenten hacer desembarco
en el Muelle, sus inmediaciones o recinto, lo estorbarán las
baterías colocadas en estos parajes, estando a prevención en la
Plaza toda la Infantería veterana y de Milicias y la parte de la
Caballería que se considere necesaria, para que haga su deber
al tiempo de estar los enemigos inmediatos a tierra."n
2. Con respecto a las fortificaciones de Montevideo se mantiene la idea
que es el punto más defendible, pero a la vez estratégicamente el
que indudablemente será atacado primariamente en caso de una
invasión. Este concepto, que se mantiene luego estaba equivocado..
Encarado el problema práctico de la defensa, se planteaban
numerosos problemas para optimizar ésta. En el análisis que se
hace de factibles peligros, se sigue considerando que un intento inglés
l0
Op-cit., p. 393
' Op. cit., p. 388-9.
1
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
OD
se va a basar en un ataque por mar con desembarco en la misma
ciudad, como veremos esto es cierto en el primer ataque, mostrando
una gran adaptabilidad Así esta ciudad "...que como la mas
expuesta, la mas defendible y la que probablemente debe ser
atacada con preferencia por su situación local y otras
circunstancias, se reúna en ella toda la tropa veterana, que es
bastante escaza; que se construyan dos baterías provisionales,
una en el Baluarte del Norte y otra en el extremo de su cortina
que sale al Oeste, propuesta anteriormente en la otra Junta de
guerra; que se pongan merlones a la batería del Muelle; que se
suba el glacis de la del Fuerte de San José para remedio del
inconveniente que se nota en ella por estar a barbeta, y construir
un espaldón para evitar que esté enfilada como lo está; que se
compongan las embrasuras y otros pequeños reparos que
necesitan las demás baterías del recinto; que se pongan en buen
estado de servicio las de Santa Bárbara y de la Isla de Ratas;
que se construyan a proporcionadas distancias tres pequeños
repuestos para pólvora y demás utensilios de las citadas baterías
del recinto; que se recomponga otro que ya está hecho, por ser
indispensables los cuatro, y que se cierre con tapia de ladrillo el
terreno señalado en la anterior Junta [de 1796] para depósito de
leña, que es preciso acopiar con antelación, "12
3.
Llegado el momento, se consideran planes de contingencia para
seguir luchando en el área y convertir a los conquistadores en sitiados
" Que en caso de ser atacada esta Plaza por mar y que el enemigo
intente hacer desembarco en su recinto, se deberá poner todo
el esmero posible para su defensa, oponiéndose hasta el último
extremo a que se verifique, pero llegado el punto de ser
imposible el evitarlo y que de ningún modo pueda dejar de ser
perdida la Plaza, teniéndose de antemano tomadas las
correspondientes precauciones y providencias, se evacuará la
Plaza, saliendo su guarnición a la campaña a unirse con el Tren
de Artillería y demás tropas de Caballería que habrá en ella, a
fin de conservar al Rey las únicas fuerzas que tiene en estos
dominios y maniobrar con ellas de modo que, encerrados los
enemigos en la Plaza, no puedan apoderarse del resto de la
_ _ _ _ _ _
86
Armas y Letras
Provincia y se vean precisados a valerse solamente de los
víveres que hayan traído..."."13
Déjeseme hacer una última observación de interés, pues en este
plan, menos de 9 años anterior a la invasión efectiva por parte de los
ingleses, se plantea también la situación de Colonia del Sacramento,
prestándole poca preocupación pues "...situada en esta banda a
cuarenta leguas de la Plaza de Montevideo en lo anterior de este
Río de la Plata, en frente de la Capital de Buenos Aires, no puede
ser atacada con facilidad por embarcaciones grandes, a causa del
poco fondo del río en algunas partes, sin embargo se ha verificado
llegar allí un navio inglés que hizo fuego a Colonia, por cuyo motivo
es preciso que la batería que hay establecida en aquel destino se
ponga en estado de poderse usar de ella con facilidad." u
Como veremos en 1806 se establecerá la reparación del baluarte de
Santa Rita en esa ciudad.
Con estos antecedentes se puede comprender los lineamientos
principales defensivos españoles, que se mantendrán, pero que deberán
sufrir las carencias de recursos y las limitaciones propias de sus
fortificaciones, de los cuales estaban muy informados.
1804
La situación del Río de la Plata es delicada. Como expresa el ex
Virrey D. Rafael de Sobremonte, Marqués de Sobremonte en su
"Representación" a la Corona española el 8 de setiembre de 1808, la
cual aparece escrita en terceras persona:
"El 22 de Abril de 1804 tomó el mando del Virreynato, y al
siguiente día representó al que fue Generalísimo de España, y a los
demás Ministros del Rey, el estado débil de defensa en que se
hallaba, y solo se le contestó por el primero la imposibilidad de
enviar los refuerzos solicitados; conocía los que el País tenía en
aquella época por una persuacion de seguridad local, y arraigado
sistema..." w
13
14
15
Op. Cit., p. 394
Op. Cit., p. 390
S.a. "Memorias de ios virreyes del Río de la Plata", Buenos Aires, Bajel, 1945, p. 546.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en Jas Invasiones Inglesas
87
Las fortificaciones, ya de por sí problemáticas, no reciben el apoyo
necesario desde la metrópoli para su recuperación y mejoras. España
en realidad no podía efectivizar tal apoyo, pues el mar ya antes de
Trafalgar estaba prácticamente dominado por los ingleses.
Situación general en el proceso hacia el ataque ingiés
En esta sección debemos considerar los antecedentes de las
invasiones inglesas inmediatos particulares y generales por lo cual
comenzamos en el mismo año 1804 que dejamos en la sección anterior.
1804
Napoleón se convierte en Emperador de los franceses, consagrado
por el Papa el 12 de diciembre, mientras expande su influencia por Europa.
Comienza la guerra efectiva de Gran Bretaña con España ai
atacar cuatro fragatas españolas que transportaban los caudales de la
Real Hacienda desde Montevideo a Cádiz. La batalla de Santa María
constituyó no solo un elemento de crisis entre los dos países europeos
sino en toda la sociedad rioplatense y en especial montevideana, pues
allí murieron comerciantes y familiares de estos que viajaban en las naves
hispanas.
En oficio del 23 de noviembre, Godoy, Príncipe de la Paz, notifica
al virrey Sobremonte que la guerra con Gran Bretaña es "no solo inevitable, más como si estuviese ya declarada..:"16
En ese mismo año se presentan 8 proyectos para una
intervención inglesa en Sudamérica. Se fortalece la idea de una acción
en tres frentes: Capitanías Generales de Venezuela y Chile y Virreinato
del Río de la Río de la Plata o al menos ataque a Venezuela y/o el Río de
la Plata.
16
Best, Félix "Preparativos en el Plata desde 1805 hasta el 25 de junio de 1806 para repeler
agresiones británicas", en "II Congreso Internacional de Historia de América", Buenos Aires,
Academia Nacional de Historia, 1938, t- IV. p.512.
oo
Armas v Letras
1805
Ei plan del comodoro Popham es aprobado preparándose la
invasión a Venezuela, pero éste cambia con autorización del gobierno el
plan, decidiéndose a tomar la colonia holandesa de El Cabo, devuelta por
Gran Bretaña en 1802 a sus antiguos dueños. Al mismo tiempo planifica
una posible invasión a Buenos Aires si fracasan las negociaciones de
paz con España.
En el Río de la Plata se refuerzan las medidas de seguridad,
mientras se arman corsarios para atacar naves inglesas.
La Junta de Guerra del 2 de abril de 1805 establece partidas
volantes encargadas de vigilar cualquier desembarco.
Entre mayo y junio un barco inglés sondea los canales de acceso
a Buenos Aires a la vista de los españoles, estudiando la accesibilidad
para la flota al mismo tiempo que vigila a los españoles.
El punto clave de la visión defensiva española se encuentra en
Montevideo y sus murallas, donde esta el Apostadero Naval y la mayoría
de las fuerzas de tierra, que son reforzadas. Esta visión defensiva
contrasta con la visión ofensiva inglesa, que deja de lado el difícil centro
militar montevideano y se centra en el foco administrativo y político, la
capital virreinal de Buenos Aires, donde además se encuentran las arcas
financieras del virreinato.
Entre el 10 de noviembre y el 26 de diciembre la flota inglesa
hace escala en Bahía en camino a El Cabo, que se rinde el 18 de enero
de 1806 luego de varios combates que se suceden desde el 4.
El virrey del Río de la Plata, marqués de Sobremonte, informado
de la escala en Bahía, teme que la flota se dirija al Río de la Plata.
1806
En Gran Bretaña se siguen presentando planes para invadir la
América española, uno sin fecha de Súllivan al ministro Windham propone
invadir por Buenos Aires, Valdivia y Centroamérica, mientras otro de
James Workman, tomado como propio por Windham, propone atacar
por el Río de la Plata, Chile, Perú y Florida. Como se ve se siguen los
lineamientos de los planes de 1804 con ataques en múltiples frentes.
Original en la última propuesta es la posibilidad de utilizar tropas
irlandesas católicas para minimizar la resistencia por la afinidad religiosa.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
Se prepara la defensa del Río de la Plata, el virrey Sobremonte
establece que de fondear alguna escuadra francesa en puertos del Brasil,
se les pida como aliados ayuda. Mientras tanto se activan diferentes
avisos tempranos y se prepara la reducida armada española en el río.
Al mismo tiempo, el virrey considera inevitable que los ingleses
ataquen la principal fortificación de la zona, Montevideo.
Ya nos encontramos en los momentos mismos de la invasión, a
la cual no ingresaremos por la extensión de este trabajo. Sin embargo
debemos hacer una última observación, el fracaso final del ataque inglés
no significa el fin de la acción inglesa. Considerando el aspecto
geohistórico solamente, los intereses considerados permanentes en el
área eran demasiado importantes, explicando la continua planificación
británica que no descartó una nueva invasión, hecho sobre entendido
por los españoles, recordemos que la Fortaleza Gral. Artigas, del cerro
de Montevideo, se realiza para cerrar el puerto en caso de una tercera
invasión inglesa.
1806 Buenos Aires
La capital virreinal constituye una presa especialmente tentadora para los ingleses
pues no tiene importantes fortificaciones defensivas, a la vez que es la capital
administrativa del territorio mientras Montevideo es la militar.
Armas y Letras
Acto II
EL MOMENTO DE LA VERDAD:
LAS INVASIONES INGLESAS
Efectividad material de las defensas
Si analizamos las memorias inglesas, las evaluaciones son
diferentes entre autores, pero también con respecto a qué fortificaciones
se refieren. En general se aprecia las de Montevideo, marcando sus
debilidades, mientras se minimizan las de Maldonado.
Solo como una muestra, en las anónimas "Notas sobre el
Virreynato de la Plata en América del Sur" al tratar la toma de Maldonado,
simplemente se dice con respecto a las fortificaciones luego de tomada
la ciudad; "..Al alba del día 30 se destacó al teniente coronel Vassal
para tomar posesión de las baterías pesadas que se encontraban
en la playa del puerto de Maldonado. Estas se rindieron sin
condiciones,, junto con la fortificada isla y puesto de Gorreti [sic]
que dominaba el puerto y estaba defendida por piezas de 20 y 24
libras y una guarnición de más de 100 hombres." u
Con respecto a Montevideo, el mismo autor muestra una
ambivalencia de opiniones
"La información que el general pudo obtenerle indujo a creer
que Monte Video tenía defensas débiles y que la guarnición no estaba
en modo alguno dispuesta a oponer una tenaz resistencia; pero
por otro lado se enteró de que las baterías, ciertamente respetables,
contaban con 160 cañones y estaban competentemente defendidas.
"La península sobre la que se levantaba Monte Video y la
ciudadela estaba tan fortificada y su puerto tan protegido por sus
formidables baterías más las de la isla de Ratas..."18
17
IS
Ribeiro, Ana (Prol.) "Invasiones Inglesas: Crónicas anónimas de dos ingleses sobre Monte
Video y Buenos Ayres", Montevideo, El Galeón-Fundación Prudencio Vázquez y Vega,
2001, p. 117
Op.Cit, p. 121.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
Maldonado19
Maldonado, a diferencia de Montevideo, no constituía una ciudad
amurallada. Se encontraba situada más allá de las dunas de arena que
cubrían la orilla. Allí encontramos dos edificaciones con uso militar:
• Considerada una construcción militar, aunque no en realidad una
fortificación, encontramos la Torre del Vigía. Sin fecha exacta de
realización, entre 1797-1800, cuando en las instrucciones dadas al
comandante de las cañoneras enviadas a la bahía se ordena se
establezca un atalaya, en el punto con tierra firme mas cercana a la
bahía, para realizar un aviso temprano ante cualquier ataque.
Construcción ésta de ladrillo, de 5 metros de lado y 13 de altura,
imagen reconocida de la ciudad.
• En la misma ciudad, pequeña como todas las de la Banda Oriental, podemos considerar como un punto fortificado importante, pero
no una fortificación en sí, el cuartel de Dragones. Iniciado en 1771
como construcción de fajina, pero para ese momento ya una sólida
construcción cuadrangular en piedra y ladrillo que ocupaba toda una
cuadra cerca de la plaza principal y que podía ser utilizada en el
marco de una resistencia organizada.
• No consideramos las otras edificaciones utilizadas para
parapetarse por los defensores pues no fueron construidos como
edificios para un uso defensivo y su uso militar es solo episódico.
Con respecto a posibles túneles que podrían haber servido en
las invasiones inglesas para facilitar movimientos de autoridades y
fuerzas, argumento que resurge cada tanto tiempo, no se han localizado
' 9 La investigadora Florencia Fajardo Terán, de la cual hemos hecho referencia y lamentablemente
fallecida, ha dejado diferentes trabajos de referencia sobre el área, incluida sus fortificaciones,
son de especial interés "El puerto de Maldonado y sus fortificaciones", en Arteaga, JJ. Y
otros "Uruguay: Defensas y comunicacviones en el período hispano", España, CEHOPU,
1989, p. 81 a 108 y "La indiana región de Maldonado", Montevideo, Dpto. EE.HH del EME,
Boletín Histórico del Ejército, 2004, n. 319-322 y 2005 n. 323-26, números totalmente
dedicados a esta obra. Otros autores con muy buenos trabajos sobre las fortificaciones de
Maldonado son Arredondo, Horacio "Maldonado y sus fortificaciones", Montevideo Sociedad
Amigos de la Arqueología, Revista, t. III, 1929, p. 293-447 y De Santiago, Rafael
"Fortificaciones de la bahía e isla de Maldonado", Montevideo, Dpto. EE.HH del EME,
Boletín Histórico del Ejército, n.27J-74, 1986. p. 67 a 152
92
Armas y Letras
hasta el momento, pudiéndose repetir las expresiones del Arq, Fernando
Capurro en su obra "San Fernando de Maldonado" editada en 1947 "...en
cuanto a los subterráneos, uno de ellos que debía comunicar la
casa del Gobernador con el Cuartel de Dragones y de éste al mar,
parecería que existen solamente en la leyenda, fueron sin duda
proyectados pero no se realizaron; tal fue el resultado de las
canalizaciones para las obras de saneamiento precisamente en toda
la zona central de la plaza ,no habiéndose encontrado rastros de
ninguna especie de obra subterránea"20
La protección de baterías artilladas, en una lógica de ataque por
mar, se concentraban sobre la boca chica de la bahía, la de mas fácil
acceso y que permitía protegerse a los buques al resguardo de la isla
Gorriti. Estas se dividían en dos grandes grupos:
® Las de la costa, llamadas baterías de "tierra firme" se encontraban
las baterías destinadas a cruzar sus fuegos con las de la isla Gorriti:
la "de la Aguada" (también llamada San Juan Tadeo), en la actual
playa de las Delicias al noreste de la isla, la "del medio", ubicada en la
zona media entre la "de la Aguada" y Punta del Este, que a su vez
tenía una batería que cerraba la "boca chica" de la bahía.
•
Las de la isla Gorriti llamadas por su nombre vernáculo, variaron varias
veces de nombre oficial: Al oeste la batería "de la Boca Grande", al
norte "la del cañón", al este la "de la Boca Chica" y al sur la "del
Puerto"
» Cada batería de la costa tenía, según el informe del virrey Sobremonte
del 30 de diciembre de 1806, 4 cañones con calibre de a 24 libras o
mas, mientras la isla Gorriti. en momento del ataque inglés completaba
100 hombres, contaban con 18 cañones de 24 libras o mas.21 Según
aparece en mucha bibliografía posterior, empezando por Francisco
Bauza en Gorriti solo tendría 9 cañones22
iü
21
22
Capurro, Fernando "San Fernando de Maldonado", Montevideo, Monteverde, 1947 (en tapa
aparece 19489, p. 51.
Beverina, Juan "Las invasiones inglesas al Río de la Plata", Buenos Aires, Círculo Militar.
1939, T. I, p. 108-9.
Bauza, Francisco "Historia de la dominación española en el Uruguay", Montevideo, El
Demócrata, 1929, T. I y II, p. 410.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
Se proyectaron mejoras y soluciones a problemas graves que
presentaban las baterías, pero la falta de recursos y de tiempo se
combinaron para evitar que se obtuviera la optimización de la defensa
de la bahía.
- i
Mapa realizado por Agustín Ibáñez y Bojors este mapa de la bahía nos muestra
claramente la situación de desprotección en la cual se encontraba la "boca grande" de la bahía y la Punta Ballenas, en cuyas inmediaciones el mismo Ibáñez y
Bojors considera muy factible un desembarco.
En este punto hubiera sido de gran interés el fuerte planificado
en la isla de Gorriti en 1769, una construcción rectangular abaluartada,
más parecida en su forma al fuerte de Buenos Aires que a la Ciudadela
de Montevideo, el cual hubiera permitido una mejor defensa organizada
que la basada en una serie de baterías separadas, pero que también
presentaba el problema de, por su proyectada situación central en la
isla, resultara afectado por los aspectos topográficos de la misma en la
efectividad de sus fuegos.
94
Armas y Letras
En 1800 el ingeniero militar don Agustín Ibáñez y Bojons realiza
un viaje desde Maldonado a Montevideo, dejando un muy interesante
diario23. Este ingeniero, encargado de estudiar posibles desembarcos
enemigos en la costa, pone énfasis por un lado en que la isla Gorriti
Detalle del mapa anterior con la situación de las baterías españolas
en la "boca chica" de la bahía.
presenta problemas pues sus baterías están mal colocadas, dejando
casi desguarnecido el NW y con médanos en la playas de la isla que
permitían un desembarco enemigo. Con respecto a las baterías costeras
las considera bien colocadas, pero en lugares muy bajos, con muros
muy endebles y con el grave peligro de tener las espaldas, sus golas
23
Ibáñez y Bojons, Agustín "Diario de viaje entre Maldonado y Montevideo en el año 1800",
Montevideo, Dpto. EE.HH del EME, Boletín Histórico del Ejército, n. 33, junio 1948, p. 21
a 34.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
J<J
están abiertas. Este ingeniero, muy buen observador, apreció también
algo muy importante, el lugar mejor de desembarco para fuerzas enemigas
era en la playa cerca de la Punta Ballena donde el terreno es mas firme.
En ese punto fue precisamente donde desembarcaron los ingleses.
Cuando ya se esperaba una invasión británica, a fines de 1805 es
enviado el brigadier Francisco de Orduña, comandante del Real Cuerpo
de Artillería, para analizar las obras de fortificación de Maldonado.
Como consecuencia de su estudio, este militar eleva un informe al
Virrey el 27 de marzo de 1806 donde realiza un estudio del estado de las
baterías, encontrándolas en situación de servicio, pero al mismo tiempo
observó numerosos problemas "Noté que las baterías de tierra no
pueden entre socorrerse en caso de atacar una de ellas el enemigo,
quien puede tomarlas todas con facilidad por la espalda, hallándose
abiertas en ella. Que las de la Isla padecen el mismo defecto, no
prestan ningún resguardo a la gente de su servicio, y que logrado
aquél poner el pie en tierra, que podrá acometer muy bien por
cualquier accidente, como es noche obscura o tempestuosa, bajo
de una densa niebla, etc., quedan las baterías sin uso alguno, y, de
consiguiente, dueños de ellas y de toda la Isla, que les facilita el
Puerto, con un seguro abrigo para sus ulteriores hostiles ideas. "24
Como soluciones Orduña propone entre otras medidas construir dos
fortificaciones cuadradas en la isla de Gorriti, una en el lugar de la batería
de la Punta y la otra en el cuartel de artillería. Con respecto a las baterías
de tierra firme, propone cerrar sus espaldas, para evitar un golpe de
mano desde tierra.
Lamentablemente para los intereses españoles, tampoco se llegó a
construir una batería prevista en otros proyectos en la Punta Ballena,
que hubiera ayudado a cerrar el circuito defensivo y por donde, ante la
falta de protección y suelo propicio, desembarcaron los ingleses.
Como establecen en la "Exposición de los vecinos de Maldonado al
Cabildo de Montevideo sobre la conducta de los ingleses", luego de
establecer claramente que habían tenido voluntad de defenderse y haber
advertido que este puerto era "ia llave del Río de la Plata" pidiendo
apoyo ante lo desguarnecido de su situación, apoyo dado en forma
24
Beverina, Juan "El Virreinato de las Provincias del Río de ia Plata: su organización militar",
op. Cit., p. 93.
96
Armas y Letras
insuficiente por haberse priorizado la defensa de Montevideo, establecen
las medidas de defensa de la ciudad, y lo que nos interesa, llegado el
momento del desembarco ingles y bajadas las fuerzas hasta las baterías,
donde los ingleses "...estaban desembarcando como aun tiro de
cañón de la primera de nuestras baterías, una legua corta al
Sudoeste de esta..."25 Así queda claro como el desembarco se produce al límite de las posibilidades de la mas exterior de las baterías
defensivas.
Cuando es tomada Maldonado por los ingleses, este hecho constituye
un hecho de profunda conmoción y preocupación, pues se ha perdido
un punto importante de defensa costera, un puerto que si bien no es tan
bueno como el de Montevideo puede servir de base a una flota invasora
y en la puerta del océano Atlántico.
A la vez preocupa en que medida los asaltantes han podido conservar
el dispositivo defensivo de la bahía, por el cual, en caso de un improbable contra ataque español, podrían repelerlo desde tierra.
El ya referido presbítero Pérez Castellanos muestra su amargura en
su "Memoria de las Invasiones inglesas":
"Perdido el Pueblo de San Fernando y las baterías que defienden
el Puerto y que están en la Playa bien distantes del Pueblo, era casi
necesario que se rindiese la Isla de Gorriti, pues tenían mas de cien
hombres de guarnición. Así sucedió á los dos o tres días después
de la regular defensa que pudieron hacer, quedando prisioneros
de guerra todos los de la isla."
En las "Apuntaciones" de Sainz de la Masa se marca esa
preocupación y búsqueda de información
"Día 30- [Octubre] (...) En este día se tubo Noticia de q.e habían
tomado a Maldonado aunq.e sin saber en q.e términos no con q.e
Jente. Salió Vera a noticiarze.
Día 31-Hubo noticia de q.e la toma de Maldonado havia sido
con 1500 hombres, q.e nuestra Jente se havia retirado los q.e
pudieron escapar a Mataojo los demás fueron pasados a cuchillo
salbaron los caudales y el tren Botante menos dos Obuses y
Bauza, Francisco, Op. cit., T.III, Documentos de Prueba p. 377
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
J'
clavaron la Artillería de las Baterías. No los pasaron a cuchillo ni
clavaron la Art.a"26
Como comentario de interés, en realidad se pudo "clavar" parte de
los cañones.27
Nuevamente retornando a la exposición de las vecinos de Maldonado,
ya referida, según estos, las acciones inglesas aparentemente no
consideraron las defensas españolas de Maldonado, dedicándose a
destruirlas:
"Por lo dicho [el saqueo indiscriminado de las tropas inglesas] se
infiere el daño que hacían, en todo lo que conocían pertenecía a
nuestro soberano. Saquearon en los Quarteles tanto de la Ciudad
como de la Isla todo cuanto encerraban, tomaron todos los
Repuestos de pertrechos, municiones y demás útiles, de que
estaban abundantemente provistas las tres baterías de la costa
firme, y las cuatro de la Isla. Arruinaron las explanadas, barbetas y
merlones. La Artillería toda fue inutilizada: Las cureñas, desechas
y quemadas, siendo todas estas ruinas, testimonio auténtico del
furor, de que estavan animados. Las embarcaciones, efectos y útiles
de la Compañía Marítima de la pesca de Ballena [situados en la isla
Gorriti] fueron dados por buena presa."28
Sin embargo, por otras fuentes encontramos, que fuera de los
desmanes producto del saqueo inicial de Maldonado, hubo un
reforzamiento de las fortificaciones, lógico si hemos de considerar que
si bien era muy difícil esperar una sorpresa por mar, debían establecerse
puntos seguros, y que la isla de Gorriti, con sus fuentes de agua dulce,
podía ser una base de operaciones aún perdida nuevamente la tierra
firme.
26
27
28
Sainz de la Maza, Santiago "Apuntaciones para una Memoria sobre las invasiones inglesas".
Montevideo, IHGU, Revista del IHGU, 1926, tomo V, vol 2 p. 666
El "clavar" un cañón constituía el acto de colocar un largo clavo el en oído del arma, con este
medio se impedía el uso de esta arma al constituir una pieza única cargada por la boca. Con el
oído clavado no se podía cebar el cañón y en consecuencia no se podía disparar. Para desclavarlo
se debía realizar una trabajosa operación con taladro manual que dejaba inhabilitada el arma
por varias semanas.
Bauza, Francisco "Historia de la dominación española en el Uruguay", op. cit., Tomo III,
Documentos de Prueba p. 378
Armas y Letras
El 20 de diciembre de 1806 el ya referido Pérez Castellanos
transmite información que se conocía en Montevideo "...por lo que toca
a los enemigos sabemos que están fortificando la isla de Gorriti, á
cuyo fin han pasado á ella toda la cal que han podido recoger en
Maldonado y sus inmediaciones: y que solo de la Fábrica de su
Matriz han llegado 500 fanegas, que havia en su obra para
continuarla."
A continuación plantea las dificultades de expulsarlos ante el
poder terrestre y naval, apoyado también en las fortificaciones "Así
juzgamos que en la actualidad nos es moralmente imposible
arrojarlos de aquel punto, en donde se han atrincherado por tierra
con mucha artillería; y por mar con la isla, y con su escuadra
respetable..."29
Montevideo
Indudablemente las defensas hacia tierra, fueron las más
criticadas y donde las deficiencias de ubicación y construcción,
produjeron el ingreso del enemigo, a ellas nos dedicaremos en
consecuencia.
Según el informe del militar español Francisco de Orduña del
armamento en Montevideo el 31 de diciembre de 1806, del cual luego
volveremos a hablar, se encontraban artillados, formando un cinturón
entorno a la ciudad y en situación de defenderla: el muelle, la batería de
San Francisco, el Fuerte de San José, el baluarte de San Carlos y su
ángulo, la batería de San Joaquín, la batería de Santo Tomás, sus flancos
y sus ángulos, la batería de San Juan y sus ángulos, el Cubo del Sur, el
Parque de Artillería, que conformaba otra batería por el lado de tierra, el
baluarte de San Sebastián, la Ciudadela, el baluarte de San Luis, el
baluarte de San Pascual, el Nuevo baluarte del Cubo del Norte (todavía
sin terraplenes) Fuera de la ciudad se encuentra la batería de Santa
Bárbara, la Peña de Bagres y la isla del Puerto (actual de Ratas o Libertad)
El Cubo del Sur que se menciona en esta lista, no es el que se
conserva, sino uno más pequeño, que permitía solo dos piezas de artillería
29
Pérez Castellanos, José Manuel "Memoria de las Invasiones Inglesas" en "Selección de
Escritos", Montevideo, Biblioteca Artigas, Clásicos Uruguayos, 1968, p. 92.
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Batería de San Francisco
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Parque de Artillerí- -S
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En este plano superpuesto, podemos encontrar una idea general del cinturón de murallas de la península montevideana así
como de la situación de la Ciudadela en el marco de la "Ciudad Vieja" actual. Se han colocado los nombres solo a las
baterías y fortificaciones que enumera Orduña, marcando cuales efectivamente contenían artillería para repeler fuerzas
por mar o tierra.
100
Armas y Letras
y que luego de las invasiones inglesas fue sustituido por el que hoy
conocemos.
Debemos hacer notar también que la batería de Santa Bárbara,
en la que confiara tanto el ingeniero militar Cabrer en su informe de 1781
para evitar un desembarco enemigo, además de estar aislada de la
ciudad, sin posibilidades de cruzar fuegos con otra fortificación o de una
defensa en solitario, tenía en ese momento solo dos cañones de a 24,
marcando una insuficiencia en el poder de fuego poco menos que
preocupante.
Por otro lado el cerro de Montevideo, a pesar de los numerosos
planes, no contaba con ninguna fortificación, si bien desde 1799 había
un vigía que anunciaba por sistema de banderas el arribo de naves,
sirviendo para un aviso temprano, y tenía construido ya el faro desde
1802, pero sin una fortificación como la que hoy lo rodea, realizada a
partir de 1809
A la vez, las fortificaciones de la ciudad y la isla de Ratas se
encuentran con grandes necesidades de reparación.
Sin embargo en este marco negativo, debemos marcar algo
positivo, pues se había empezado a trabajar en reforzar las defensas,
reconstruyendo parcialmente la muralla por tierra comenzando por el
área Norte, cambiando el viejo e insuficiente Cubo del Norte redondo por
otro de base cuadrangular, construyendo las bóvedas, hoy quedan 2
pero eran originalmente 34, que servían de depósito, polvorín y base
para sustentar artillería, y que llegaron a cumplir la función de hospital
durante el asedio.
A la vez se estaba construyendo fosos en el mismo sector que
servían para detener parcialmente algún ataque enemigo.
Debemos marcar que en un cuarterón de la bahía de Montevideo
que aparece en una carta inglesa del Río de la Plata de 1809 el cual
reproducimos, donde expresamente hay referencias de aprovechamiento
de los conocimientos obtenidos en las invasiones inglesas, mientras en
frente por tierra al norte, aparece una claridad junto a la muralla que
indica un desnivel importante, en la zona sur, aparece la muralla sin
ninguna defensa exterior cortando un relieve natural.
A la vez, si estudiamos en plano de planta de la ciudad que
aparece debajo de la "Vista de la ciudad y puerto de Montevideo" grabado
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
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Este cuarterón, extractado de una carta del Río de la Plata realizada en 1809 en
Gran Bretaña, se observa como se representa solo en sistema defensivo de la
ciudad, sin interesar su interior, marcando en el detalle del relieve cual parte del
frente hacia tierra tiene una preparación del terreno en el exterior y cual se asienta sobre el relieve sin prepararlo para una mejor defensa. Una de sus copias se
puede consultar en la mapoteca del Departamento de Estudios Histórico de la
Armada Argentina, la "Casa Amarilla" en Buenos Aires.
por J. Merigot y fechado en 1807, observamos frente al lienzo de muralla
entre el Cubo del Norte y el baluarte de San Pascual una defensa exterior
dibujada como un muro. Este plano también es interesante, nos muestra
la utilización real del suelo en la ciudad, no cayendo en el cuadriculado
uniforme de otros planos dibujados por los ingleses en la época.
Por otro lado en un plano de Montevideo realizado por el ingeniero
militar José del Pozo y Marquy en 1808 (no confundir con el de 1812
donde ya aparecen parcialmente construidos), un año después de la
ocupación inglesa de la ciudad, los fosos en todo el frente terrestre,
202
salvo la ciudadela, aparecen solo como proyectos. Consecuentemente,
si bien hay una defensa exterior a los muros en el sector norte, no estaba
completa. Este plano se encuentra en los fondos del Servicio Geográfico
del Ejército Español.
Considerando esta situación, se comprenderá porque el ataque
inglés se concentró en el sector sur de las defensas por tierra, mucho
mas débiles y peor preparadas ante un ataque de un enemigo decidido.
Mientras se esperaba el ataque inglés desde Maldonado, el 4 de
diciembre de 1806 el Virrey Sobremonte realiza una Junta de Guerra
con los jefes y oficiales superiores en el Fuerte (Casa del Gobernador).
El tema dominante a tratar es la fortificación y defensa de la plaza de
Montevideo. La conclusión es clara, la situación de las fortificaciones es
deplorable y debe comenzarse inmediatamente las reparaciones para
hacerlas viables para una defensa exitosa de la ciudad. Para este fin, y
ante la falta de mano de obra, debían tomar parte las tropas de la ciudad,
a la cual se le pagaría extra por ese trabajo que no entraba en sus
obligaciones.
La situación no permite demoras como las ocurridas hasta el
momento y con fecha 6 de diciembre de 1806 el virrey decreta:
"Trasladólo a V.S. [se refiere al gobernador Pascual Ruiz Huidobro]
para su inteligencia y la de los oficiales del Real Cuerpo de
Ingenieros de su mando que concurrieron a la citada Junta, y a fin
de que desde luego, y sin pérdida de momento, disponga V.S. la
ejecución de las obras acordadas para mejorar en cuanto el tiempo
lo permita, el deplorable estado de defensa en que se halla esta
Plaza, a pesar de las representaciones hechas por este Gobierno al
Superior de la Provincia, consiguiente a las repetidas del
Comandante de Ingenieros de ella y de las obras de fortificación;
contando V.S. para dichos trabajos con toda la tropa de esta
guarnición, que puede destinarse a tan importante objeto, sin
perjuicio del servicio de Armas, y que deben ser gratificados
diariamente con cuatro reales los Cabos y Soldados, cinco los
Sargentos y ocho los Oficiales pues así esta mandado por S.M. en
el Artículo 4, Título 5, Reglamento 3 de la Ordenanza del citado
Cuerpo de Ingenieros. " 30
30
Arredondo (h), Horacio "El Brigadier de Ingenieros Don Bernardo Lecocq", op. cit., p. 270.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas ÍUD
Están dadas las órdenes y dispuesto que personal debe actuar,
ahora se deberá proceder con la mayor premura, pues faltan materiales,
y en especial lo mas valioso, tiempo.
En enero de 1807 los Ingenieros militares Brig. Bernardo Lecocq
y el coronel José del Pozo y Marquy son designados comandantes
respectivamente de la Ciudadela y del fuerte de San José.
Todas las medidas sin embargo resultaron inútiles, faltaban
medios y personal y como hemos dicho, tiempo.
Se realizaron reparaciones, pero ni siquiera se logró fortalecer
fortificaciones avanzadas que, como se había previsto tantas veces,
subsanaran la posición subordinada de las fortificaciones de tierra frente
a las alturas vecinas dando la ventaja al sitiador.
Luego de tomada Montevideo, el presbítero Juan Manuel Pérez
Castellanos marcó, como la mala colocación de las defensas de
Montevideo llevaron a facilitar su toma. Marca el artículo 4 de la "Proclama
de los Generales ingleses", que transcribe en su "Memoria sobre las
Invasiones Inglesas" por el cual quedan libres todas las propiedades
"...exceptuando sólo aquélla o aquéllas, cuyos terrenos se necesiten
en lo sucesivo para levantar fortalezas para la defensa y seguridad
de la Plaza"3'
A este artículo Pérez Castellanos comenta, y permítaseme una
trascripción algo extensa pero que bien lo vale al constituir una mirada
acertada de época a la vez que con la pasión y amargura de los errores
que costaron demasiado caro. "Por el artículo 4g se hecha bien de
ver que los ingleses han considerado la Vice Parroquia nueva del
Cordón y otras casas que hay en sus entornos, por perjudiciales a
la defensa de la Plaza; pues aún cuando no se hiciese la fortaleza
en alguno de esos parajes dominantes, como parece necesario,
los edificios que hay en ellos no sólo han servido de cuarteles
cómodos a los enemigos de la Plaza sino que con ellos abrigaron a
sus baterías, y las pusieron a cubierto de nuestros fuegos según la
experiencia lo ha acreditado bien a costa nuestra.
Pérez Castellanos, José Manuel "Memoria de las Invasiones Inglesas", op. cit, p. 118.
204
Armas y Letras
Desde que se fundó Montevideo y se hizo la Ciudadela por
los años de 40 a 44 del siglo pasado, gritaban todos, chicos y
grandes, que se situaba mal por estar muy dominada de la loma
inmediata, y que se debía situar por donde está el horno de Martín,
que ahora es de los herederos de Don Melchor de Viana. Este grito
general creció siempre con el tiempo, y la experiencia nos ha
hecho ver que era fundado, que si la Ciudadela se hubiese
colocado donde los dictaba el sentido común y se hubieran tendido
las murallas a uno y otro lado de mar a mar, con sus baluartes y
plataformas, los enemigos no hubieran establecido sus baterías
contra la Plaza con la facilidad con que las establecieron, y con
muy poco peligro de que les matasen gente. Además de esto,
nuestros fuegos hubieran alcanzado el seno de la Punta de
Carretas, en donde se abrigaban las fragatas enemigas, hacían
sus embarcos y desembarcos y nos ofendían impunemente con
sus fuegos por elevación. Este que fue siempre el grito general y
el parecer de todos, no lo fue de nuestros ingenieros, que se
separaron de él porque lo inspiraba a todos la razón y porque era
un parecer común; pues tal es la flaqueza o la pequenez de los
hombres que son facultativos en algún ramo, se consideran como
degradados si en sus pensamientos y producciones no se
distinguen de los que no lo son. "32
Ya con anterioridad el mismo Pérez Castellanos había
expresado que el 1 de febrero, se había establecido una batería en la
esquina de Pesoa para batir la enemiga en el Espaldón, pues no se
podía hacer desde el Cubo del Sur y desde el Parque de Artillería pues
las fuerzas hispanas quedaban expuestas al enemigo, señal de la
posición dominante de la batería extramuros. Por otro lado, aclara, que
en esa sección, la muralla era sencilla, sin foso por fuera ni terraplén
por dentro, o que no solo se encontraba dominado por el fuego sitiador,
sino que presentaba una débil defensa frente al bombardeo.
Op. Cit, p. 119-20.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
lUb
La cobertura artillera
No trataremos en detalle este aspecto pues otro investigador se
dedicará en este mismo número al tema de las armas de fuego, pero
debemos plantearlo siquiera someramente pues es un factor que
faltando, dejaría incompleto este análisis
En el caso de Maldonado como hemos visto, la cobertura artillera,
fuera de la isla Gorríti, no tuvo efecto, esto cambia si consideramos
Montevideo.
Como expresa el presbítero Manuel Pérez Castellanos en su
Memoria, la acción de la artillería fue una de las determinantes para que
fracasara el primer ataque inglés, el 28 de octubre y basado en la flota,
previo a la toma de Maldonado "...Duró el fuego de una y otra parte
poco más de una hora hasta que viendo el general inglés inútil su
tentativa, y que las balas rojas que se tiraban de la Plaza podían
incendiarle las naves, hizo señal de retirada y viró la escuadra para
fuera, después de haber disparado contra la Plaza de 750 a mil balas,
las más por elevación, sin haber habido por nuestra parte otro daño
que algunas caras lastimadas y haber una bala quebrado un pie a
una pobre mujer..."
En su ya referido informe del 31 de diciembre de 1806, Francisco de Orduña establece una relación detallada de la artillería (cañones,
obuses y morteros) presente en Montevideo para la defensa, totaliza
166 piezas, muchas de sitio. Los cañones, de avancarga, iban de 24
libras a las 4 libras pasando por los de 18, 16, 12 y 8 libras, calibre de
piezas reglamentarias en el ejército español. Los obuses son de 6
pulgadas y los morteros de 12, 9, 8 y 6 pulgadas.
En general las piezas se encuentran en buenas condiciones de
uso. con las cabrías para elevar la pieza y las cureñas necesarias.
Tampoco falta munición, incluyendo balas rojas destinadas a
optimizar el ataque a los barcos enemigos y pólvora, sin embargo, como
veremos, si bien en lo material hay abundancia, falta personal capacitado.
El sitio definitivo en enero-febrero de 1807 marcó también un
uso acertado de la artillería a pesar que el enemigo dominaba las alturas,
creándose baterías en el interior de la ciudad que suplían la situación
206
Armas y Letras
desprotegída en que quedaban parte de las fortificaciones impidiendo
que la artillería y sus servidores actuaran desde allí sin grave peligro.
Aquí tomemos la voz de un testigo inglés, un joven soldado del 71 de
Higlanders: "...Mientras estábamos apostados ante la ciudad, los
proyectiles de la artillería enemiga a menudo cafan cerca de donde
yo me encontraba; uno, en particular, pareció como si fuera a caer
a nuestros pies. Un joven oficial corría hacia atrás y hacia adelante,
como si quisiera esconderse; un viejo soldado le dijo, con la
gravedad de un turco "No necesita esconderse, señor; si hay algo
allí para usted, pronto habrá de encontrarlo". El joven oficial pareció
confundido, se puso en guardia, y nunca vi a verlo parecer
agitado..."33
El factor humano: la acción o inacción de los defensores
Maldonado
Si bien las fuerzas españolas lucharon valientemente, aun con
algunos puntos débiles, en la toma de Maldonado, las fortificaciones
cumplieron un limitado efecto pues los ingleses atacaron por el lado
más desguarnecido, la punta oriental de la boca ancha del puerto, cerca
de Punta Ballena, donde encontraron suelo relativamente firme para su
artillería, mientras las baterías españolas protegían la boca chica y se
centraban, en la costa, sobre el centro-este de la bahía.
Ante el ataque inglés, las baterías quedaban dando la espalda al
enemigo, sin protección por un ataque por tierra, mientras la isla Gorriti
se encontraba rodeada por mar y tierra, en un espacio reducido, sin
protección para su guarnición, y sin poder esperar apoyos inmediatos.
Ya se ha hecho referencia al presbítero Pérez Castellano y la toma,
de la isla Gorriti, a continuación éste explica que desde Córdoba, el virrey
Sobremonte previamente había mandado sacar los cañones y guarnición
33
Ribeiro, Ana (Prol.) "Invasiones Inglesas: Crónicas anónimas de dos ingleses sobre Monte
Video y Buenos Ayres", op. Cit, p. 222-3
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
LO/
de la isla Gorriti ante la imposibilidad de defenderla, pero luego de la
reconquista de Buenos Aires y al pasar el virrey a Colonia, ordenó se
volviera a montar la artillería y pasaran 100 hombres a guarnecerla. Eso
hizo pensar que el mismo virrey se dirigiría hacia la zona con refuerzos,
tal cosa no ocurrió, afincándose en Montevideo.34
Este movimiento, y lo entendían muy bien en la época, permitía
así colocar una defensa importante en la isla, pero que solo resultaba
realmente operativa frente a un ataque sostenido si contaba con apoyo
operativo en tierra firme que complementara la defensa de la isla e
impidiera al atacante concentrarse solo en ella. Sin este apoyo, era muy
difícil que tuvieran éxito en la defensa de ésta.
En el desembarco inglés, sin embargo, el subteniente don Manuel
Fajardo intenta disparar a una de las fragatas inglesas desde la batería
de la Aguada, la mas cercana, pero sea el Comandante Moreno o el
Capitán Carbajo, se lo prohibe.35
Montevideo
En Montevideo, principal plaza amurallada española del Atlántico
Sur, en cambio, podemos hacer una crítica mayor a la acción de las
fuerzas defensoras pues, fuera de fallas de la fortificación, actúa el
descuido humano.
En el ataque del 28 de octubre de 1806 Pérez Castellanos marca
que el enemigo no pudo desembarcar por mantenerse las partidas extra
muros firmes, según supieron por algunos prisioneros y desertores
ingleses: "...el enemigo hizo un ataque con la esperanza de
desembarcar su tropa por la playa mas inmediata a la Plaza, luego
que se retirasen a su defensa los campamentos que había
extramuros; pero viendo que éstos no se movían, y que sin su
auxilio se defendía la Plaza con viveza, desistió de su idea
disparatada..."36
34
33
16
Pérez Castellanos. José Manuel "Memoria de las Invasiones Inglesas", op. cit... p. 90.
Pérez, Apolinario "El amanecer de la Orientalidad", Maldonado, IMM-Comité Patriótico
departamental, 1977, p. 31.
Pérez Castellanos, José Manuel "Memoria de las Invasiones Inglesas", op. cit.., p. 88.
20o
Armas y Letras
El ya referido Orduña en su informe del 31 de diciembre de 1806
plantea la falta de personal en caso de uso intenso de la misma:
"6B~ Que contándose en el día con cuatroscientos milicianos,
a corta diferencia, y sobre cien individuos veteranos del Real
Cuerpo (de Artillería), de todas clases, cuando el buen activo manejo
y servicio de la expresada totalidad de piezas exige, a lo menos,mil
doscientos hombres, se deduce la notable falta de gente para un
solo turno en que aquéllas se hallan si llega el probable caso de
operar todas a un tiempo, lo que en parte se remediaría si se
hiciesen venir acá a toda prisa hasta mil indios de Misiones para
sirviente, y que de todas suertes nunca sobrarían aquí. Mientras,
es forzoso contar para el servicio de las baterías, hasta donde
alcance, con los esclavos que haya dentro de la Plaza, para lo cual
sería el caso alistarlos y que los domingos concurriesen a hora
cómoda ainstruirse algo siquiera en el manejo del espeque, para
evitar la confusión y retardos que deben, de lo contrario,
experimentarse en la acción."*7
En este ámbito se entienden las palabras de Pérez Castellanos
cuando establece con respecto al ataque inglés del 28 de octubre que la
defensa había sido apoyada por toda la población pues "... Hasta mujeres
y niños acudieron a las baterías a alcanzar los cartuchos, tacos y
balas para el servicio de los cañones..."33 Esto no constituye una
mirada poética, era simple fruto de la necesidad.
Es en el segundo ataque en 1807 luego de la derrota del Cardal,
que impide cualquier intento de defensa extra muros, como escribe el
mismo Pérez Castellanos, se permitió el envolvimiento por el cubo del
sur aprovechando la bajamar a la vez que el ataque por la brecha:.
"Día 3{de febrero] después de medianoche nos asaltaron los
enemigos por la brecha que habían abierto destruyendo el Portón
nuevo y el muro que lo sostenía, que era sencillo, sin foso por fuera,
y sin terraplén por dentro, y también se escabulleron por entre el
Cubo y el mar. Los nuestros no los sintieron cuando se acercaron
31
38
Beverina, Juan "El Virreinato de las Provincias del Río de la Plata: su organización militar",
op. Cit., p. 400-401
Pérez Castellanos, José Manuel, Op. cit, p. 88.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
luÍ7
al muro porque no había la vigilancia necesaria." Agrega mas
adelante como conclusión "En fin, sea por esto, por otra falta, o por
muchas, o porque es en vano que el hombre vele en guardar la
ciudad cuando Dios no la guarda, lo cierto es que los enemigos se
hallaron dentro de la Plaza sin ser sentidos, y que algunos como a
los dos Gómez y a Don Bernardino Ortega, capitanes de infantería,
los pasaron con las bayonetas dormidos al socaire del muro. Con
los primeros golpes, empezaron los nuestros a despertar y a
defenderse, trabándose un tiroteo muy repetido por diversos
puntos de la muralla...."39
Mucho más escueto, pero no por ello menos testimonial, en sus
"Apuntaciones para una Memoria sobre las invasiones inglesas", Santiago
Sainz de la Maza establece
"Día 2 {febrero]-Siguieron el fuego vibo de la nueba Batería y
habrieron brecha p.r el Portón q.e se procuro tapar con cueros y la
noche de este día entraron p.r asalto a las tres de la mañana haviendo
muerto mucha de nra. Gente durmiendo en las Baterías y muralla"10
Hubo una reñida defensa una vez conocido el ataque, pero a la
vez una falta de coordinación inicial que hipotecó la posibilidad de una
defensa efectiva.
Las fuerzas volantes que debían actuar en extramuros, por su
lado no mostraron las potencialidades que tenían. El combate del Cristo
había minado las fuerzas y quitado muchos defensores a la ciudad,
bajando la moral, pero este solo elemento no debe considerarse causa
absoluta.
El reconocido investigador uruguayo Rubén Álvarez Massíni, en
su ponencia presentada para el " 1 S Seminario Regional de Ciudades
Amuralladas" expresaba, resumiendo esta debilidad: "Tan poca
" Op cit, p.115-16.
Sainz de la Maza, Santiago "Apuntaciones para una Memoria sobre las invasiones inglesas".
Op. Cit., p. 677. Se debe aclarar que el autor define el asalto el día dos pues era costumbre
considerar el comienzo del día con el amanecer, no la media noche.
40
1W
Armas y Letras
confianza tenían los militares en la solidez de la defensa de
Montevideo, que cuando se hizo manifiesta la agresión inglesa se
pensó inmediatamente que la ciudad no podía presentar una
resistencia muy prolongada. Por ello cuando se hizo evidente que
ella iba a ser un objetivo del enemigo se diseño una estrategia
consistente en mantener un importante cuerpo de tropas móviles
en la campaña ("campos volantes"), lo suficientemente fuerte para
hostilizar a los sitiadores, desgastar sus fuerzas y obligarles a
levantar el sitio. Lamentablemente las desinteligencias entre el
gobernador de la plaza, Ruiz Huidobro, y el jefe de los "campos
volantes", el marqués Rafael de Sobremonte, provocaron tal
descoordinación que el sistema fracasó. De modo que Montevideo
debió resistir en solitario el peso de la importante fuerza
expedicionaria enemiga."^
CONCLUSIONES
•
En la geovisión inglesa, Buenos Aires, como centro político y administrativo, donde se encuentran los caudales españoles y al mismo
tiempo es la ciudad menos defendida de las dos principales que hay
en el Río de la Plata, es el foco de atención. Montevideo se considera una presa difícil por sus fuertes murallas y su importante guarnición, que solo parcialmente correspondía a la realidad.
•
Se esperaba en consecuencia, que, conquistada la cabeza del
virreinato, se lograse su rendición o al menos se lograse limitar su
capacidad de reacción.
4
' Álvarez Massini, Rubén "Montevideo ¿por que plaza fuerte" Ponencia el I o Seminario Regional de Ciudades Amuralladas, Montevideo, Espacio Cultural Al Pie de la Muralla, 6 y 7 de
abril 2005, presentación de las ponencias en CD. Del mismo autor existe un muy interesante
trabajo que cubre también aspectos relacionados a este artículo "Del Buceo al Cristo: Apuntes sobre las operaciones españolas y británicas en los alrededores de Montevideo 18061807", Montevideo, Dpto. EE. H. del EME, Boletín del Ejército, 1996, n. 291-93, p. 31 a 87.
Otro artículo del mismo autor, en coauton'a con el Cnel. Fausto González "Algunas noticias
sobre las fortificaciones en la Banda Oriental en la época colonial" , Montevideo Círculo
Militar, Boletín Artiguista, Nos 91.92 y 93, 1996 constituye un material muy bueno para una
primera aproximación sobre el tema.
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en las Invasiones Inglesas
A la vez el poder español en el Río de la Plata no se encontraba
inactivo, si, indudablemente, limitado por la falta de apoyo desde la
metrópoli y las carencias del mismo medio.
Se demostró las carencias de las fortificaciones de Maldonado y
Montevideo, que no lograron detener el embate de un enemigo bien
organizado que supo aquilatar sus debilidades. Esto nos abre una
puerta muy interesante de investigación a futuro, considerando en
que medida se habían cumplido los lineamientos aceptados para
fortificaciones en las realizadas en el territorio de la Banda Oriental,
superando este test específico que hoy estudiamos.
En el caso de Montevideo, se produjo el aceleramiento de las mejoras, en especial en el frente por tierra, donde se reconstruyó el Cubo
del Sur. En el área adyacente, a la vez se construía una fortificación
en la cúspide del Cerro, que permitiera proteger el faro, el vigía e
impedir el uso de este espacio como base de operaciones enemiga
si bien no cumplía la función de cruzar fuegos con la isla de Ratas.
Plano de planta que aparece debajo de una "Vista de la ciudad y puerto
de Montevideo" fechado en 1807 y grabado por J. Merrigot.
112
Armas y Letras
Haá Sitüaétoneé
®na miraba moberna
a la Icono grafía trabtctonal
Lie. Mida (B. Otero
INTRODUCCIÓN
Hace algún tiempo se ha puesto de moda la expresión "mirada",
y esta reflexión no es una crítica, sino un público reconocimiento de lo
que me ha motivado e elegir este tema.
Las interpretaciones históricas por lo general no cambian con el
transcurso del tiempo, a no ser que medie el descubrimiento de nuevas
pruebas documentales o gráficas que nos impulsen a un revisionismo
histórico, por lo general la historia es historia.
Los que si cambiamos o evolucionamos somos los actores de
los hechos históricos, y es así como viene a colación el término mirada.
La distancia temporal de los hechos que estudiamos nos permite ver a los mismos bajo una nueva perspectiva, y descubrir las sutiles
diferencias que separan el mero impulso del voluntarismo de una ideología o de la mentalidad de una época.
Las Invasiones Inglesas, pueden considerarse desde una moderna perspectiva un factor acelerante que actuó como bisagra entre el
ser, el deber ser, el poder ser y el querer ser.
Licenciada Alicia B. Otero: Licenciada en Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias.
Investigadora del Dpto. EE.HH. del E.M.E. Posee cursos de Conservación de Bienes Culturales
y Museologia, desarrollando actividades en varios museos del país habiendo sido becada a
nivel nacional e internacional. Ha realizado diferentes publicaciones sobre temas de historia
nacional e internacional.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
113
¿A qué nos estamos refiriendo con estas expresiones?
Sin duda alguna a las incursiones que llevó a cabo Inglaterra en
las costas platenses en los años 1806-07 que pusieron de manifiesto
varias de las falencias que el sistema hispano tenía para con sus colonias. Mostraron a los criollos sus propias capacidades y finalmente dividieron la opinión pública de los coloniales hispanos en pro y en contra
del sistema colonial que los amparaba pero que al mismo tiempo los
asfixiaba.
Si analizamos estos hechos desde una moderna perspectiva,
cabría preguntarse como se manejó la información, es decir, como los
protagonistas manejaron a nivel conciente e inconsciente estos hechos,
y es mas, como se formó la opinión respecto a los mismos.
En la actualidad, es muy fácil acceder a las noticias, basta con
encender un televisor, una radio, un computador, o para los más tradicionales comprar un periódico. Pero si nos situamos en la época de las
invasiones inglesas, donde la técnica no era tan sofisticada, la inmediatez no era lo predominante en la formación de la opinión pública. Los
medios de los cuales se valían eran menos glamorosos que los actuales, pero para la época igual de efectivos, estamos hablando de las publicaciones periódicas, libros, relatos y de las pinturas y grabados de
época, fuentes inagotables de información para sus contemporáneos, y
sinceramente, para los estudiosos actuales joyas inapreciables de nuestro cofre de tesoros.
Por otro lado, el estudio de estas fuentes nos lleva a las "re visiones" que se dieron en épocas posteriores y que ignoraron o relativízaron
la importancia de esas fuentes y les otorgaron significados distintos.
Antes de seguir avanzando, en nuestro estudio debemos definir
el objeto del mismo: La Iconografía. Es esta la descripción de imágenes,
retratos, cuadros o monumentos.
La iconografía de las Invasiones Inglesas es muy rica y vanada,
incluyendo dentro de su órbita de estudio imágenes, mapas, numismática y uníformoiogía; pero como esta investigación se centra en la influencia de estas obras en la opinión pública, me concentraré principalmente en el análisis de los grabados y caricaturas.
Se han realizado diferentes estudios parciales con respecto a la
iconografía de las invasiones inglesas, siendo uno de los más comple-
114
Armas y Letras
tos el que llevó a cabo en la década de 1920 el historiador Horacio
Arredondo.1
En su artículo ha estudiado la iconografía de las invasiones inglesas desde una perspectiva de veracidad y reconstrucción histórica,
el autor identificó el momento preciso e individualizó a los protagonistas, pero como en el presente estudio estamos hablando de miradas,
en ello nos concentraremos.
Arredondo al hacer un juicio de valor de cada obra nos ofrece
una forma de interpretación, una mirada heroica basada mas que nada
en la validez de la reconstrucción de un momento histórico preciso. A
pesar de esta primacía de lo histórico no perdió de vista que muchas de
estas obras, en especial las basadas en dibujos realizados por los actores de las invasiones, podían presentar posibles intencionalidades propagandísticas.
Es así que al comentar acerca del espíritu que llevó a algunos
oficiales ingleses a realizar bocetos y dibujos de lo que observaban nos
dice: "Este grabado, como casi todos los de la época, tenían como
objeto, no el entretenimiento de los ocios de espíritus más o menos artistas, sino el mas positivo de propaganda activa en el centro de recursos del poderoso Imperio inglés, cuyos dirigentes deseaban divulgar, por medio de la estampa, la importancia de las
conquistas que las tropas británicas alcanzaban en los dominios
españoles del Plata..."2
En el presente trabajo, retomo una idea que Horacio Arredondo
expresó hacia 1927, pretendo explorar la misma en toda su potencialidad. Si nos preguntamos como influyeron estas piezas iconográficas a
nivel de la opinión pública de sus respectivos países (entiéndase a nivel
europeo Inglaterra-España, en América Montevideo-Buenos Aires), en
que medida gestaron y formaron un hito en la historia de las mentalidades. Es así que intento realizar un análisis que vaya más allá de la reconstrucción o interpretación de un evento histórico particular, mi búsqueda se enfoca en descubrir como estas huellas de las invasiones
inglesas gestaron conciencia y opinión, como de una u otra forma influ-
1 ARREDONDO, Horacio "Iconografía de Montevideo: Grabado de las invasiones inglesas",
en Revista de la Sociedad de Amigos de la Arqueología" T.I, Montevideo, 1927.
2 op.citp.174.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
225
yeron con posterioridad en la formación de políticas de estado por parte
de sus protagonistas.
He de aclarar también que no pretendo abarcar el estudio de las
miradas y re miradas de todas las fuentes, porque la riqueza de material
que tenemos de este período es inmensa, tanto en Montevideo como en
la vecina orilla, haciéndose necesario realizar una selección.
Es por ello que concentraré mi análisis en las pinturas y grabados de época, a los que se agregaran algunos ejemplos de nuevas
miradas, aquellas que nos ofrecen artistas que nos han legado interpretaciones, algunas muy posteriores a los hechos, pero no por ello menos
valiosas.
Al realizar una clasificación de los grabados se me ha planteado
una primera dificultad, concentrar mi estudio solo en la toma de Montevideo o ser fiel al hecho histórico y estudiarlo como lo que realmente
fue: un evento conjunto.
He llegado a la conclusión que no podemos cercenar esas miradas rioplatenses diciendo que unas son "argentinas" y otras "uruguayas", mas cuando en esa época no existía el concepto de nación dividida que tenemos en la actualidad. Por esto al estudiar las miradas de las
invasiones inglesas he decidido analizarlas como un conjunto dividiéndolas solo cuando corresponden a interpretaciones posteriores que refuerzan el concepto naciente de singularidad nacional.
En las miradas que nos ofrecen los artistas plásticos, hemos
podido localizar varias tendencias de las cuales han seleccionado cuatro interpretaciones:
- La mirada heroica inglesa
- La mirada satírica
- La mirada exótica
- La mirada heroica hispano rioplatense y la estética patriota.
A la vez, y en búsqueda de una comprensión clara en los límites
que impone un artículo, dentro de cada una de estas visiones, sin agotar
las posibilidades, he seleccionado las más representativas por lo cual
no se agota el número de ejemplos que podrían haber sido tomados.
226
Armas y Letras
LA MIRADA HEROICA INGLESA
"Asalto de Montevideo 3 de febrero de 1807"
"Asalto de Montevideo 3 de febrero de 1807".
Grabado a color de Eduardo Orme, sobre un dibujo original de
George Robinson. Obra dedicada al General Samuel Auchmuty y a los
oficiales de Gallant & Ever. Dimensiones 515 x 657 mm. Pertenece al
acervo del Museo Histórico Municipal.
El grabado presenta un esquema que se repite con variantes en
otros: una escena principal el asalto; una dedicatoria y dos escenas
secundarias: una vista de la bahía y un plano de planta de Montevideo.
Existe aparentemente, otra copia de este grabado en el Museo
Histórico Nacional (Argentina), aunque si bien se reconoce que el dibujo
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
227
original es de George Robinson el grabado es atribuido a Clark y Duburg3.
Esta obra (la copia existente en Argentina) es mencionada y descrita por
Miguel Ruffo en un artículo publicado por el Museo Histórico Nacional
argentino, aunque lamentablemente dicha investigación no ofrece láminas para poder comparar las dos obras.
Es interesante que como en otros casos, aparece como dibujante el oficial George Robinson, Teniente de la Marina Real Inglesa,
quien fue parte de las tropas invasoras, conociendo de primera mano la
zona. Ese mismo George Robinson aparece esporádicamente en la
zona, previo a la invasión en 1804 en Puerto Rico en operaciones llevadas a cabo por el buque Stork. Con posterioridad a la invasión, en 1808,
lo encontramos como segundo oficial del buque Amaranthe, y actúa como
el primer oficial en el buque Circe en Martinica.
Este es un grabado inglés, donde se recrea el ataque a Montevideo por las tropas del Graí. Auchmuty. La escena es vista desde fuera
de los muros, en perspectiva se aprecia la playa donde actualmente se
encuentra la Rambla Sur y el sector sudeste de la ciudad colonial.
Las fuerzas inglesas atacan la ciudad, concentrándose los esfuerzos de los sitiadores y sitiados en la brecha que la artillería inglesa
había abierto en la muralla el 1Q de febrero al concentrar sus fuegos en la
zona comprendida entre el Cubo del Sur y el Portón de San Juan.
La ciudad sitiada se defiende con valor, se aprecia el humo del
cañoneo y de las descargas de fusiles principalmente en la zona donde
se ubica el Cubo del Sur. En la bahía se observan embarcaciones inglesas atacando a la ciudad. El despliegue de tropas invasoras que se
aproximan a la ciudad después de haber desembarcado en la playa de
los ingleses ei 16 de enero de 1807 y batido en el combate del Cardal
(20 de enero) contra las tropas montevideanas simbolizan algo más
que una amenaza, preanuncian la caída de la plaza sitiada.
Esta escena tiene varias lecturas que van más allá de lo puramente
anecdótico de la obra. Si la estudiamos desde una perspectiva amplia, lo
primero que surge es la situación del momento, el enfrentamiento de Inglaterra con Francia y sus aliados, tuvo repercusión en las colonias francesas
y españolas. Luego de la victoria inglesa en Trafalgar y de la conquista de
Ciudad del Cabo (Sudáfrica), era natural que Inglaterra afirmara su predo3 RUFFO, Miguel, "Iconografía de las Invasiones Inglesas", Bs. As., Museo Histórico Nacional, 2a Época, año 8, N° 6, mayo del 2005. pp. 131 -32.
iío
Armas y Letras
minio naval. La conquista del Río de la Plata era un punto importante para el
mantenimiento del control de los mares, y era éste un sitio geopolíticamente
adecuado para ejercer su influencia sobre el resto de los dominios españoles. A estos hechos de gran peso en las consideraciones estratégicas se
agregaba el atractivo de ser una magnifica zona de recalada para los navios que pretendiesen cruzar el estrecho de Magallanes.
La importancia de esta zona era reconocida no solo por el gobierno británico sino por el mismo gobierno español, que muchos años
antes de estos hechos nos deja una reflexión en la persona de don Juan
José de Vertiz segundo Virrey del Río de la Plata al entregar el mando a
su sucesor el marqués de Loreto en 1784: "Es la plaza de Montevideo
el único antemural de las Provincias del Perú por la parte del Norte
y su pérdida traería un trastorno general, porque sería un anuncio
muy fatal para todo el reino no pudiéndose conservar Maldonado
ni otra parte de las orillas del Río [de la Plata] ni del mar en la otra
banda, por quedar cortada la correspondencia directa con Europa
y con precisión de haberse de hacer por el tardo rodeo del Brasil o
por el Reino de Chile y Cabo de Hornos; pues dueños los enemigos de Montevideo, lo serán también de los canales de Norte y
Sur; el despacho de los correos marítimos, si no era del todo imposible, por lo menos correrían inminente riesgo de ser tomados.
Nuestro comercio se arruinaría y el considerable producto de nuestras minas pasaría a manos extranjeras, cuya industria descubriría
el tesoro que está escondido entre nosotros por inacción o poca
pericia."4 Esta advertencia de la importancia estratégica de la zona va
mas allá de los motivos que tenía España para conservarla, que eran
evidentes, analiza también las ventajas que el enemigo obtendría, un
enemigo que basaba su riqueza mas que en la producción de metales
en la producción de manufacturas, y que estaría ávido de obtener primero estas ventajas estratégicas para así asegurarse las comerciales y
por ende económicas.
No es de extrañar, que esta obra le fuese dedicada al Gral. Auchmuty,
dado que la posesión de estos territorios, en especial Montevideo, sede del
Apostadero Naval y centro de poder militar español en la zona era sin lugar
a dudas un hecho de prestigio en la foja de cualquier militar.
4 BEVERINA, Juan."El Virreinato de las Provincias del Río de la Plata su Organización Militar:
contribución a la Historia del Ejército Argentino", Bs. As., Circulo Militar Argentino Biblioteca del Oficial, Gráficas Vivern, 2a e. 1992, pp. 82-83.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional US»
Otra lectura, que nos ofrece este grabado es el problema de la
veracidad histórica. A simple vista el Montevideo hispano, una ciudad
pequeña en un área subdesarroliada de las posesiones españolas, pero
el grabado nos muestra una ciudad más monumental de lo que realmente fue. Tomemos como ejemplo la Catedral, si bien un edificio imponente para el entorno, aquí aparece mucho más dominante de lo que
es. Pero no nos extenderemos mucho en esta consideración, que también puede tener otra lectura, dado que reservamos un comentario más
extenso del tema para el estudio del próximo grabado.
Esta forma de representación desmedida de una ciudad se puede atribuir a desconocimiento del tema o a una tendencia a engrandecer
la empresa como demostración cabal de la magnificencia del enemigo
abatido, las dificultades de la operación y lo que sin duda era innegable
(al menos para el inglés promedio), lo valiente, eficiente e inteligente que
era el ejército ingles. En otras palabras, siguiendo la tradición romana,
si mi enemigo es tan poderoso, yo su vencedor lo soy aún más.
Un elemento que objetivamente podemos observar en esta obra,
que también comparte con la próxima que estudiaré, es la posición dominante en alturas que tenían los ingleses con respecto a los defensores de
Montevideo. Esto no es un elemento más tendiente a marcar una superioridad de los atacantes, es un hecho real producido por una deficiencia en
la elección del lugar de construcción de las murallas. De esta deficiencia
los mismos españoles eran conscientes, como lo demuestra en un documento muy anterior a las invasiones, en el cual el entonces Gobernador
de Buenos Aires Juan José de Vertiz y Salcedo comenta hacia 1770:
"Se celebró de mi orden en aquella plaza una junta, presidida por su gobernador y compuesta de varios ingenieros y oficiales
inteligentes, y se graduó él todo de la fortificación por notablemente defectuosa, como construida contra los preceptos del arte por
faltar a la magistral el grueso proporcionado a su altura para sostener el empuje de las tierras, por carecer de estribos interiores, de
oficinas precisas para comodidad y descanso de la guarnición,
mayormente en caso de sitio, y, finalmente, de firmeza, como lo
acreditan los demás baluartes en los continuos reparos que se
hacen para cerrar los pelos y aberturas que se notan en ellos"5
5 BEVERINA, Juan. "El Virreinato de las Provincias del Río de la Plata ..." op. Cit. p. 82.
220
Armas y Letras
Otra de las críticas de veracidad histórica que se le puede hacer
a este grabado radica en el episodio de la brecha, que según fuentes de
la época no transcurrió tal como se acostumbra a representar pero eso
lo dejaremos para más adelante.
"Asalto de Montevideo 3 de febrero de 1807"
Más abajo del título se lee
"London. Pub. Sept.r 1.1815 by
J.Jenkis, 48 Strand", a la izquierda se lee "W. Heat del.t", a la derecha "T. Sutherland scultp."
Es este un grabado en
colores realizado sobre la base
de un dibujo de William Heath, el
grabador fue T. Sutherland, preEsquema compositivo
"Asalto de Montevideo 3 de febrero de 1807"
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
121
sentando las siguientes dimensiones 184 x 220 mm, según consta en
publicaciones recientes6 existen dos copias de la misma, una pertenece al acervo del Museo Histórico Nacional, y la otra al Museo Histórico
Municipal.
Sobre esta obra ha opinado el ya referido historiador Horacio
Arredondo: "Esta escena de guerra, este episodio sangriento en el
cual se templara el valor nativo -accionado por vez primera en un
vasto escenario, defendiendo la heredad de sus mayores bajo las
banderas del Rey- ha sido tratada con bastante fidelidad histórica,
presentando una composición de dibujo aceptable; desentonando
en la discreción del conjunto y para el conocedor del terreno, alguna limitación de perspectiva quizá disculpable, dada la falta de luz
en la trágica hora que se trata de evocar."7
Fuera de la característica topográfica acertada y justeza histórica, la imagen es claramente de propaganda inglesa. Ante un enemigo
parapetado tras sus murallas se produce un heroico ataque contra la
Plaza.
Este grabado presenta varias lecturas, según nos concentremos en la escena principal o en las secundarias, pero cada una de ellas
ofrece un innegable sentido de autovaloracion y exaltación nacionalista
inglesa.
Se puede captar incluso una clara referencia a la confrontación
religiosa por el elemento monumental que representa la catedral católica, la cual aparece fuera de perspectiva. Puede esto considerarse un
error del dibujante, o efecto de la compresión de la perspectiva al representar el paisaje, pero estoy convencida que tiene una finalidad de propaganda e identificación del otro. Más cuando esa iglesia aparece casi
como un monumento medieval, cuya masa parece confirmar la oscuridad en la cual se mueven los enemigos.
Actualmente puede parecemos extraña esta referencia religiosa, pero recordemos que era un elemento muy presente en su momento, e incluso los ingleses en uno de sus planes de ataque plantearon
6 PIROTTO. Armando y otros "Iconografía de Montevideo", Montevideo, I:M:M, 1976, p. 82.
7 ARREDONDO, Horacio, op. Cit. p.171.
IZA
Armas y Letras
utilizar en la invasión soldados de origen irlandés católico ante la posibilidad que se plantease también una confrontación religiosa.
Recordemos también que fuentes de la época han registrado
este problema, tal es el caso de las "Memorias de un Soldado del Batallón 71". En este relato se señala que la preocupación principal de la
familia española que lo alojaba (al soldado inglés) era que se mantenía
en el equívoco religioso en el cual vivía. Pero dejemos que el propio
narrador de esta historia nos cuente sobre el enfrentamiento de la religiosidad hispana e inglesa: "María [la viuda en cuya casa se alojaba]
estaba preocupada de que yo fuera un hereje y mucho deseaba
que cambiara mi religión y me convirtiera en católico como mi única
vía de salvación..."Finalmente convencen al soldado de que vea a un
sacerdote, y ante su negativa a convertirse "... María se sintió muy
decepcionada porque no fui convertido en el acto y su padre,
Santanos, dijo que no tenía duda de que aún me convertiría en un
buen católico y que permanecería entre ellos. Mas los amaba por
su desinteresado celo: su único deseo era su bienestarB
En otro nivel de lectura, podemos observar un ejército inglés,
aguerrido y superior con sus soldados perfectamente organizados, sus
oficiales arengándolos para avanzar y teniendo las banderas desplegadas, enfrentando el peligro sin miedo. A esto ayudan anécdotas secundarias, como la entrada de los soldados con un oficial en el margen
inferior izquierdo de la obra. El oficial aparece señalando con su dedo
índice para el avance mientras que con la otra mano levanta la espada,
seguido por sus tropas veteranas, se observa también la presencia de
un joven tambor, soldado bisoño, al cual no se le aprecia el rostro, pero
su actitud corporal sugiere una mezcla de temor y fascinación por el
combate que presencia.
Completando la escena el acento central, con el claro del humo
de las descargas en las murallas, símbolo de destrucción del enemigo,
se toca con la bandera inglesa flameante que avanza victoriosa hacia la
brecha. La muerte heroica no está ausente en esta obra, cuerpos de
S.A., "Diario de un soldada del 71 Regimiento de Glasgow, Infantería Ligera de las Tierras
Altas de Escocia", publicado en RIBEIRO, Ana (Prologuista), "Invasiones Inglesas: Crónicas
anónimas de dos ingleses sobre Monte Video y Buenos Ayres", Montevideo, El Galeón, 2001,
pp.225-26.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
223
soldados cayendo estrepitosamente al ser rechazados por el ejército
sitiado, dan un acento aún más dramático a esta escena.
La escena ofrece, como observamos en el esquema
compositivo, una estructura triangular, en la cual la brecha aparece como
el vértice (casi en el centro de la composición), el ascenso de las fuerzas inglesas en escalones, ofreciendo una sensación de penetración
imparable, en la cual las oleadas de invasores vencen esos muros que
se le resisten.
Las escenas secundarias, por un lado el escalado del muro a la
izquierda, y por otro el rebase por la costa del Cubo del Sur a la derecha de
la obra, están ahí para fortalecer la imagen de victoria del ataque principal.
"Asalto de los ingleses en la brecha de la Ciudadela el 3 de
febrero de 1807".
Es esta una acuarela cuyo autor es E. F. Burney, sus dimensiones son 215 x 430 mm y pertenece al acervo del Museo Histórico Municipal 9
"Asalto de los ingleses en la brecha de la Ciudadela el 3 de febrero de 1807"
9 PIROTTO, Annando y otros "Iconografía de ...", op. Cit. p. 86.
124
Armas y Letras
A primera vista se entabla un diálogo heroico entre la
monumentalidad de la muralla de la ciudad sitiada representada en un
escorzo forzado y los atacantes ingleses que están penetrando a la misma por la brecha.
En un primer plano tenemos hacia el centro de la obra un triángulo conformado por tres oficiales ingleses que están dirigiendo el ataque.
En el vértice derecho de la obra, encontramos a un oficial moribundo sostenido piadosamente por un marinero. El mismo, en gesto
heroico señala a otro oficial con su espada, el cual porta una bandera
inglesa flameante en una mano y en la otra un bicornio señalando a las
fuerzas invasoras la entrada a la brecha. Esta figura predominante en
primerísimo plano constituye el vértice superior, su mirada esta fija en
las tropas avanzando pero también en un tercer oficial que cierra el triángulo guiando con su espada y gestos presurosos a las tropas que vienen detrás de él. La espada de este tercer oficial tiene un doble mensaje, moviliza el accionar del ataque pero al mismo tiempo señala directamente a la bandera inglesa, motor que los ha dirigido y guiado.
El oficial que porta la bandera se encuentra en el centro de la
obra, formando un eje divisor entre lo dramático y lo heroico. A la derecha de este personaje el ataque de los barcos ingleses a la ciudad, en
especial al Cubo del Sur señalero monumental de la empresa, la misma
presencia de embarcaciones da una pauta de lejanía de la patria, desamparo, esto último resaltado por la figura del oficial moribundo prestándole
sus últimos servicios a la empresa.
A la izquierda del abanderado británico el mensaje triunfal de los
conquistadores, avanzando en apretada marea humana por la brecha
en busca de asegurar la innegable victoria.
En un segundo plano, mas elevado, mirando por sobre la muralla ambas escenas los defensores de la ciudad de Montevideo, encerrados en una monumentalidad que no pudo finalmente defenderlos del
invasor.
Con respecto a la veracidad histórica de esta acuarela Carlos
Roberts nos ha proporcionado un relato descriptivo del tema, casi podríamos decir que pintó con sus palabras la escena de la brecha:
"El regimiento 40, debía marchar a cierta distancia de la
columna de asalto y entrar a la ciudad por la brecha.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
Algo antes de la madrugada, como a las tres y media, se dio
la orden de avance. Al llegar muy cerca de la muralla, la cabeza de
la columna fue descubierta y recibida con un nutrido fuego de cañones y fusilería, no solo de su frente, sino de los flancos, la batería del cubo del Sur, y la del bastión del parque. Para mayor desventura, en la obscuridad, la cabeza no dio con la brecha y, en total
estuvo bajo fuego por quince minutos, antes de que el capitán Renny
y el teniente Harry Smith la descubriesen, y al subirla con su compañía, cayera muerto el primero y herido el segundo.,.'n0
Un hecho interesante, referido a la veracidad histórica, es que el
autor de la obra buscando marcar la escenificación de los personajes
presenta un ambiente con cierta luminosidad. El antes citado Roberts
ubica este ataque antes de la madrugada, y una fuente contemporánea
al mismo nos dice: "... la noche era en extremo oscura y la cabeza de
la columna no pudo distinguir la abertura [la brecha]. Cuando se
aproximaron a ella estaba tan tapiada que se confundía con el muro
atrincherado. En esa situación las tropas estuvieron expuestas a
fuego violento durante un cuerto de hora, hasta que el Capitán
Renny de la 40 infantería ligera descubrió el hueco, lo señalo y cayó
gloriosamente al atacarlo..."^1
"Vista de la ciudad y Puerto de Montevideo"
Es este un grabado en colores de J. Merigot, sus dimensiones
son 333 x 562 mm y forma parte del acervo del Museo Histórico Municipal.
Al pie de la obra aparece la siguiente inscripción: "A Viewofthe
town and Harbour of Monte Video /Taken from the Spot where the
Troops under the Command of Sir Samuel Auchmuty/ were
encamped previons to de Afsault which took place ou the morning
ofthe 3r. of Frebraury 1807. "[sic] (Tomada del lugar en que las tropas
bajo el mando de Sir Samuel Auchmuty estaban acampadas antes del
asalto que tuvo lugar en la mañana del 3 de febrero de 1807).
10 ROBERTS, Carlos. "Las invasiones inglesas del Río de la Plata", Bs. As., Peuser, 1938, p. 212.
11 s.a "Notas sobre el Virreinato de la Plata en América del Sur" op. Cit. p. 123.
226
Armas y Letras
En la parte inferior del grabado un plano de la ciudad de Montevideo en donde se enumeran las fortificaciones y las principales edificaciones de la ciudad.
Vista de la ciudad y Puerto de Montevideo
Esta obra presenta una serie de pistas interpretativas que la hacen muy interesante, en principio ofrece una vista de la ciudad y de la
bahía de Montevideo que por la perspectiva general de la obra ubican al
dibujante próximo al Cristo, donde se produjo el combate del Cardal.
Una de las primeras cosas que llama la atención es que pese a
la proximidad al sitio del combate, las edificaciones que aparecen en
primer plano hacia la izquierda de la obra no presentan daños salvo un
techo derruido que puede ser por la lucha o por el simple pasaje del
tiempo. En general la tónica de la obra es de gran tranquilidad y placidez, con dos soldados de infantería inglesa que montan guardia en el
camino tranquilamente conversando. No se observan tampoco humaredas por los cañoneos, o una acción bélica en desarrollo, a pesar que
según el título de la obra fue realizada antes del asalto del 3 de febrero.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
Iz/
En una observación más profunda se destacan algunos detalles
que hacen de esta obra un claro ejemplo del afán inglés por magnificar
la ciudad sitiada. El Cerro de Montevideo aparece por su volumen y altura casi como una pequeña montaña con laderas abruptas, y no como lo
que realmente es un cerro. En su cúspide el dibujo representa en forma
borrosa una construcción que podría ser el faro o el mástil que se usaba
para comunicarse con el sistema de banderas.
Si observamos la bahía, la isla de Ratas muestra una construcción que se asemeja más a un fuerte que a una batería de cañones, que
era lo que realmente se ubicaba en ella. En cuanto al puerto, su tamaño
no concuerda con la realidad, su boca es mas angosta en el grabado.
Con respecto a la ciudad en sí, llama la atención no encontrar la
ciudadela, lo que revela una vez más, la deficiencia en la construcción
de las defensas de la ciudad, pues quedan cubiertas por las alturas
utilizadas por los ingleses para sus baterías. Este hecho ya lo hemos
analizado en el grabado anterior, pero resulta interesante verlo expresado en forma tan gráfica. Otro detalle que llama ia atención es la representación de la catedral, que en este grabado aparece dominante sobre
las demás construcciones, pero ya no con esa desproporcionada
monumentalidad con que la vimos en los dos grabados anteriores.
LA MIRADA SATÍRICA
Las miradas satíricas sobre las invasiones inglesas están dadas principalmente por los ecos de la sociedad, \a prensa escrita sale al
ruedo, recogiendo descontento social, burla, escándalo, ira pero también exaltaciones que llegan a la autocomplacencia patriótica y al desprecio del otro. Los caricaturistas toman estos elementos y lo transforman en una imagen desdibujada de sí misma, a la que le dan un contenido que sigue los vaivenes de la opinión popular. Para lograr este fin el
arte se vuelve en parte cómplice de esta nueva mirada, y dándole un
abrazo a la tecnología encuentra una nueva forma de expresión a través
de las publicaciones periódicas, que difunden a gran escala estas creaciones.
i.¿.o
Armas y Letras
La caricatura ha sido desde el comienzo de la historia un tipo de
representación exagerada de personajes o hechos con el fin de poder
trasmitir un mensaje, una idea, la mayoría de veces sarcástica sobre
una cuestión determinada.
El hombre desde la antigüedad ha recurrido al arte como medio
para trasmitir ideas y así llegar a un mayor número posible de espectadores a los que convencer de tales ideas, pero para que el mensaje
fuese comprendido por todos era necesario que primase la simplicidad
del trazo y la composición, he aquí el origen de la caricatura.
El investigador Enrique Peláez Malangón, quien ha realizado una
extensa obra sobre el tema nos ha dejado una visión acertada de lo que
era la caricatura en el siglo XIX, visión de la cual he seleccionado algunos fragmentos para compartir y pensar con ustedes:
"La ilustración en el siglo XIX viene determinada por la invención de la litografía en 1796 por Aloys Senefeider, esto supone
un giro importante ya que hasta entonces el artista dejaba sus dibujos en manos del grabador de reproducciones lo cual comporta
un peligro por el debilitamiento del rasgo que esto suponía; ahora
el artista trabaja directamente sobre el soporte, controlando por
este motivo hasta el último momento todo el proceso de reproducción.[...] procedimiento lleguen con una mayor facilidad a un número mayor de personas.
Pero la característica general de este periodo será la difusión y generalización de la prensa, vehículo fundamental para el
desarrollo y expansión de este género, de tal modo que es en este
siglo en donde asistimos a una mutación del artista-caricaturista
al caricaturista-periodista, esto es, a partir de ahora el caricaturista
se convierte en un periodista que va a utilizar una serie de medios
a su alcance (la imagen por ejemplo) para poder llegar a las masas,
masas que en el siglo XIX en su mayoría no sabe leer ni escribir, de
ahí el papel fundamental de este medio que se convertirá en el único capaz de utilizar un lenguaje popular y asequible para todos.[...]
[...] Durante los siglos XVII y XVIII la caricatura inglesa tiene
prácticamente todas las características Holandesas debido a los
muchos contactos, sobre todo comerciales que existen entre los
dos países, ambas caricaturas durante estos siglos mantienen un
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
229
contenido moral, bastante más acusado en el lado inglés, que irá
dando paso conforme nos adentramos en el siglo XIX a un contenido político y es en estas fechas y por este motivo por el que ambas
caricaturas comenzarán a distanciarse habida cuenta de que las vicisitudes políticas serán diferentes en cada uno de estos países... "12
El período de las invasiones inglesas fue muy rico en la producción de caricaturas dedicadas a la sátira política, y no sólo referidos al
Río de la Plata, el caricaturista era el artista que con ironía y sentido del
humor decía en sus dibujos lo que muchos periodistas no podían expresar claramente con palabras, no porque no supieran hacerlo, sino porque la crítica abierta podía acarrear consecuencias poco deseables para
quienes las realizaban
La situación en Europa debido al conflicto entre Inglaterra y Francia puede definirse como una fiesta para los caricaturistas, con respecto
al tema que nos compete, las invasiones inglesas y los oficiales que actúan en ellas no quedaron fuera de esta afilada forma de crítica política.
Dentro de este análisis de las caricaturas podemos distinguir
tres etapas:
• La primera de ellas está dirigida al análisis de la situación en Europa
en el ámbito de las guerras napoleónicas, crítica mordaz al conflicto
donde la figura de Napoleón es el principal blanco de críticas, aunque no se salvan los propios políticos ingleses por más prestigiosos
que sean.
• La siguiente etapa es de exaltación nacionalista, las conquista de
Ciudad del Cabo y la posterior conquista de las posesiones españolas del Río de la Plata, en especial después de la llegada del botín de
guerra obtenido tras la conquista de Buenos Aires, despertaron un
sentimiento triunfalista entre los ingleses.
•
La tercer etapa está dada por la reacción que tienen los ingleses
ante este fallido intento de controlar la región del Virreinato del Río de
la Plata, se concentran principalmente en la estrategia empleada,
falta de información real sobre la población y sus verdaderos sentimientos hacia la corona española, y principalmente en los protagonistas de esta empresa.
12 PELAEZ MARAGON, ENRIQUE J., "Historia de la Caricatura", en "Historia del Arte"
Proyecto Clio www.clio.rediris.es.
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Armas y Letras
"Política! Ravishment The OldLadyofThreadneedle-Street
in danger"
Es este un grabado en colores de James Gillray publicado por
Hannah Humprey el 22 de mayo de 1797. Esta obra, anterior a las invasiones inglesas, la incluí porque no hay que olvidar que por esas fechas
ya existían planes de una invasión al Río de la Plata. Incluso en el
Virreinato ya se tenían noticias de esto y se estaban preparando para
repelerla.
Political Ravishment.
En esta caricatura se satiriza al Primer Ministro Inglés y su necesidad de obtener recursos para financiar las guerras napoleónicas.
Me pareció interesante incluir este grabado por la descamada
crueldad con que Gillray se refiere a un momento específico de la historia Inglesa. Los gastos de guerra pesaban enormemente sobre el presupuesto británico, y su Primer Ministro Pitt estaba dispuesto a cualquier sacrificio para llevar a cabo sus planes.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
L¿L
William Pitt aparece representado con una complexión extremadamente delgada y alargada, presumiblemente por tanto estirar el presupuesto destinado a combatir a Napoleón, aunque su cara regordeta
no condice con su cuerpo. Pitt intenta besar a una anciana sentada sobre el cofre cerrado que simboliza como lo dice la leyenda al Banco de
Inglaterra. Es este un gesto de seducción pero al mismo tiempo de distracción mientras busca algo en los bolsillos del vestido de la dama, tal
vez las llaves del cofre. Sobre el piso aparece el tricornio de Pitt tirado
boca arriba, cubriendo parcialmente un documento donde se destaca la
palabra LOANS clara alusión a la intención del caballero de conseguir
un empréstito para proseguir con la guerra contra Napoleón.
En este entorno se comprende la alegría rayana en la euforia
que produjo la llegada del dinero de la conquistada Buenos Aires, pero
este tema será tratado en el análisis de una caricatura directamente
relacionada al tema.
"The Plums - Pudding in Danger: or State Epicures taking
unPettitSouper"
La anterior caricatura no es la única que este talentoso artista
inglés James Gillray13dedica a la temática del reparto mundial y las guerras napoleónicas, es de destacar el aguafuerte coloreado titulado "The
Plums - Pudding in Danger: or State Epicures taking un Pettit Souper"
popularmente conocido como "Apetitos Insaciables".
Este grabado fue publicado por Hannah Humprey el 2 de enero
de 1805, es una sátira referida a las insinuaciones que Napoleón hiciera
por esas fechas al rey Jorge III sobre la paz, al preguntarse si el mundo
no era lo suficientemente grande para los dos.
Debemos considerar la fecha del grabado, está muy cercana a
que se produzca la invasión inglesa del Río de la Plata. Ya en octubre de
1804 cuatro fragatas españolas que provenían de Montevideo con caudales del virreinato, habían sido tomadas por buques británicos en el
combate de Santa María, los ingleses temían se utilizaran estos fondos
para pagar a Napoleón la ayuda económica comprometida en sustitución de la contribución militar por la alianza entre ambos países.
13 Este artista británico nació en Chelsea el 13 de agosto de 1757, y muere el I o de junio de
1815, siendo considerado una de los mayores expositores en su género.
232
Armas y Letras
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Apetitos insaciables
Aquí Gillray muestra a dos potencias representadas por Pitt y
Napoleón dividiéndose el globo terráqueo como si fuera una comida.
Inglaterra toma los mares, en tanto que Napoleón se sirve un generoso
trozo de Europa. Este intento de paz no pasó de meras palabras, porque en realidad Napoleón animaba al rey de España a declarar la guerra
a Gran Bretaña, como realmente lo hizo el 12 de diciembre de 1804,
entrando en una alianza España y Francia en enero de 1805.
"Caricaturas del Capitán Dennis Packydeí Teniente Jenvich
quienes intervinieron en las invasiones inglesas"
Es este un grabado en colores de Dighlon, Londres. Una copia
de este grabado se encuentra en el Museo Histórico Nacional Argentino.
Es este dibujo previo a que se produzcan las invasiones Inglesas, como lo demuestra su representación como Capitán, (durante la
conquista de Buenos Aires ya ostenta el grado de teniente coronel), el
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
133
mismo es un buen ejemplo de como el público en general percibía a los
militares ingleses.
Capitán Dennis Pack y Teniente Jenvich
134:
Armas y Letras
Dennis Pack había servido durante diez años en la caballería
antes de ascender a Teniente Coronel y convertirse en jefe del Regimiento 71 Highland Light Infantry. Después de la conquista de Buenos
Aires Beresford nombra a este oficial comandante de la guarnición para
así poder dedicarse (Beresford) a los asuntos inherentes al gobierno
civil de la ciudad. Dennis Pack fue uno de los Oficiales ingleses que tras
la reconquista de Buenos Aires estuvo prisionero en Lujan.
En esta caricatura aparece vestido como oficial de caballería
porque se lo toma con el destino anterior a su llegada a Buenos Aires,
es este un buen ejemplo de como se realiza la representación de los
oficiales ingleses. Pack aparece representado alto desgarbado, los rasgos de su cara sumamente afilados dando la sensación de un ave de
presa. Escudándose detrás de él, y siendo al mismo tiempo llevado por
su superior jerárquico tenemos al Teniente Jenvich, su estatura es menor y sus formas más robustas y redondeadas que las de Pack. El contraste de estos dos personajes ofrece una imagen casi cómica, en el
siglo XX este tipo de juego de figuras entre dos personajes se convirtió
en una formula mágica del humor, sobre el cual basaron sus éxitos
actores como Laurel y Hardy o Abbot y Costello.
Caricatura y versos publicados en Londres con motivo de la
conquista de Buenos Aires "Dollars Üf Buenos Aires".
Grabado en colores de F. Evans, publicada en 1809.
Sobre esta caricatura Roberts nos da una precisa mención del
momento histórico que pretende recoger esta imagen, recuerden que
anteriormente ya había aludido al agotamiento del tesoro inglés producto de sostener la guerra contra Napoleón.
"Al llegar el Narcissus a Portsmouth, el 12 de septiembre
de 1806, dispuso el capitán Donelly el traslado del tesoro tomado
en Buenos Aires, desde ese puerto a Londres. El 17 de setiembre
se desembarcó, se cargó en ocho carros, llevando cada uno cinco
toneladas de pesos plata, y arrastrado por seis caballos. Los carros tenían pintada la palabra Treasure a cada costado. En el primero flameaba la bandera española que fue arriada en el fuerte de
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional 2 3 5
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Tíien diinT . aniiiíng'to G cor ye oufking',
Ajid Ib.c Bollara pf Ducnoí Ayves .
"Dólares en Buenos Aires"
Armas y Letras
Buenos Aires, y en los demás banderas inglesas. Cerraban la columna dos cañones de bronce tomados en Quilmes, escoltados
por piquetes de marineros de Pophan que se habían uniformado
de rojo para engrosar como infantes el ejército de Beresford... [el
día 20]... marchó por Parliament Street y por Pall Malí hasta la Plaza Saint James, donde la señora del coronel Davidson, que mandaba la columna, colocó en los carros banderas azules con inscripciones alusivas en letras doradas y circundadas por laureles, tales
como Buenos aires, Popham, Beresford, etc. Entre un público entusiasmado siguió después de la columna hasta el centro de la City
y al Banco de Inglaterra, donde se depositó el tesoro."14
Bartolomé Mitre al tratar el tema del traslado del tesoro de Buenos Aires a Londres hace una reflexión profunda de como era vivida la
conquista de los territorios platenses por la población londinense: "...
Con esta solemnidad fue depositado el dinero en el Banco de Londres, en medio del entusiasmo popular, que aclamaba los nombres de Popham y Beresford, imaginándose que el Río de la Plata
era el antiguo Eldorado, según la expresión de un historiador de la
época. Como lo había calculado Popham al preparar este espectáculo, los refuerzos pedidos fueron inmediatamente acordados, y el
comercio inglés se apresuró a expedir sus cargamentos de mercaderías...."15
El grabado en sí es muy sugestivo, en un primer plano un joven
marinero inglés sentado sobre un tonel donde aparece la palabra dollars.
Este marinero, podemos definirlo como tal a pesar de que no existía un
uniforme oficial, pues algunos capitanes propiciaban el uso de uniformes de pantalón y casaca azul con sombrero tronco cónico negro en el
cual muchas veces se ponía una divisa con el nombre del barco. En
este caso, lo único que llama la atención es el pantalón a rayas, que
también era de uso común entre los marineros. Este en particular se
encuentra en actitud sumamente festiva, su lenguaje corporal es de
descanso y felicidad, sosteniendo en una mano una copa y en la otra
una larga pipa mientras exhala humo por la boca, todo esto emblemas
14 ROBERTS, Carlos, op. cit. p. 190.
15 MITRE, Bartolomé "Historia de Belgrano y de la independencia argentina", Biblioteca
Argentina N° 23, Bs. As., La Facultad, 1927, T. I , p. 124.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
237
convencionales que expresan felicidad. Nuestro personaje no tiene preocupaciones gracias al botín de guerra arrancado a Buenos Aires.
En segundo plano aparece apenas esbozado una escena que
recuerda claramente el origen de esta bonanza económica, el desembarco inglés y la lucha de sitiadores y sitiados por la ciudad. En el dibujo
no aparece ninguna referencia ni topográfica ni escrita que aluda a Buenos Aires, podría representar los beneficios económicos de la conquista
de cualquier otra región, mas si recordamos que Buenos Aires no era
una ciudad amurallada, lo que convierte a este grabado en material que
puede ser reutilízado para otros casos.
Es el poema debajo del grabado el que nos da la pauta real de lo
que significa el dibujo, este con sus rimas festivas completa y pone el
punto final a la obra donde se repite la felicidad por el dinero obtenido de
Buenos Aires.
Caricatura del General Whitelocke titulada "The Ghostof
Byng": "ElEspectro de Byng"
Grabado en colores publicado por W. Fores, Picadilly, el 28 de
marzo de 1808, una copia del mismo se haya en el Museo Histórico
Nacional Argentino.
Cuando el Gral. Whitelocke regresa a Londres en noviembre de
1808, cabe recordar que los ingleses ya habían sido expulsados de los
territorios españoles del Río de la Plata, el gobierno lo sometió al juicio
de un Consejo de Guerra Especial. Los cargos que le imputaron fueron:
el haber adoptado medidas poco convenientes para la marcha y ataque
de Buenos Aires, haber perdido contacto con sus tropas durante el combate y haber capitulado sin necesidad devolviendo al mismo tiempo la
ciudad de Montevideo.
El Consejo de Guerra Especial lo sentencia a ser expulsado del
ejército, declarándolo "...inepto e indigno para servir a su Majestad
en capacidad militar alguna..."16
16 ROBERTS, Carlos, ibid, p. 296.
238
Armas y Letras
Con respecto a la presencia del Almirante Byng en este grabado
como figura contrapuesta a Whitelocke el mismo Roberts nos explica
el por qué: "Hemos visto una curiosa correspondencia durante los
preliminares del juicio y antes de la llegada a Inglaterra de
Whitelocke, que prueba el interés que tenía la familia real en la suerte
de su presunto pariente Whitelocke, interés que posiblemente lo
haya salvado de ser fusilado, como lo fue el almirante Byng, en
1757, sobre el alcázar de su propia capitana, al fracasar en la
expedición de Menorca, por faltas similares a las del general
Whitelocke.""7
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"El Espectro de Byng"
Con respecto al grabado en sí mismo la escena se desarrolla
con un Whitelocke sentado en un sofá, observando con expresión de
horror al fantasma de Byng que se le presenta con rostro cadavérico
increpándolo para que sea condenado a muerte ya que ambos cometie-
17 ROBERTS, Carlos., ibid, p. 296.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
ron el mismo crimen. Es esta una clásica caricatura y digna representante de la mentalidad inglesa, en el colectivo de la sociedad británica
las obras de William Shakespeare estaban fuertemente arraigadas, no
es de extrañar que esta composición nos recuerde a Macbeth o al Hamiet
de este autor, donde los fantasmas vienen a reconvenir a los vivos por
sus actos.
Este no será el único grabado satírico del Gral. Whitelocke, también encontramos una caricatura del mismo titulada "Winging a Shy Cock"
(Cortándole las alas), es este un grabado en colores publicado por S.
W. Fores en Picadilly el 29 de marzo de 1808. En él se hace referencia
a la pérdida de su grado militar y la degradación que esto le acarreó.
Otra caricatura de igual tono y tema es la titulada "The Bell Weather an
the Bell Hanger or the Chesunt Black Smith Atue Story" (Rasgo de un
Herrero), grabado en colores publicado también por S. W. Fores en
Picadilly el 16 de marzo de 1808.
LA MIRADA EXÓTICA
Dentro de los preconceptos del europeo del siglo XIX, se encontraba el considerar que el mundo extra europeo occidental debía ser
necesariamente y por definición diferente al propio medio.
Las fantasías creadas en torno a esa América española, comentada por muchos pero conocida por pocos, ampliaban el margen de
fantasía con la cual se podía "rememorar" ese medio.
A esto agreguemos que dentro del ámbito de la literatura popular
aventurera, sobresalían las historias de los piratas enmarcados en un
mundo tropical caribeño que parecía extenderse a todo el continente.
Esta visión exótica del Río de la Plata no era algo nuevo, podemos encontrar alguna imagen anterior, que intenta reestructurar el plácido paisaje uruguayo dándole mayor magnificencia como es el caso
del grabado de 1799 titulado:
140
Armas y Letras
"View of the High Mountain the Missionary Ship Dufafter
her Capture and Harbour of Monte Video. Rió de la Píate.
Spanish South América".
Cerro de Montevideo
Esta obra perteneciente al acervo del Museo Histórico Municipal
de Montevideo, es un grabado de William Gregory cuyas dimensiones
son 124 x 172 mm, y que es denominado simplemente "El Cerro de
Montevideo". Aquí tenemos una representación del Cerro como una
monumental montaña que custodia la bahía, y la anécdota de esta
representación se refiere a la captura por corsarios franceses del buque
Duff, el cual era un barco misionero, sus tripulantes fueron liberados en
Montevideo. Este episodio, en apariencia simple dio lugar a una imagen
exótica del mismo, la cual abonó el terreno para las posteriores que se
produjeron durante las invasiones.
Así en 1807 nos encontramos con un grabado realizado por F. L.
Sarjent "El Cerro de Montevideo", cuyas dimensiones son 113 x
173 mm, del cual en nuestro país encontramos dos ejemplares, uno
perteneciente al Museo Histórico Nacional y el otro a la Biblioteca Nacional respectivamente.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
141
Esta representación ofrece sin lugar a dudas una visión "extremadamente" exótica de la ciudad de Montevideo. En un primerísimo plano, a la izquierda de la obra, nos presenta palmeras tropicales irrumpiendo
agresivamente sobre la escena. El cerro, a espaldas de la ciudad se
eleva como una montaña que pretende ser altura protectora de la ciudad y la bahía, constituyendo esto una licencia geográfica del dibujante.
Cerro de Montevideo
Licencias que se siguen sumando si tenemos en cuenta que
representa a Montevideo como una ciudad marítima, volcada hacia el
centro del puerto y no en una península de éste. Es bien sabido que
nuestra ciudad fue construida como ciudad terrestre, según las normas
de las Leyes de Indias, con su iglesia, y plaza principal ubicadas en el
centro de la misma y no mirando hacia el puerto como en las ciudades
marítimas. Hilando un poco más fino, no se reconoce ningún otro Edificio, compárese nuestra Catedral con los grabados sobre la Toma de
Montevideo.
La figura que aparece en primer plano junto a las palmeras completa la escena al brindarnos la escala humana para comparar las alturas y distancias.
242
Armas y Letras
LA MIRADA HEROICA HISPANO-RIOPLATENSE Y
LA ESTÉTICA PATRIOTA
Es necesario dar una breve explicación respecto a que nos referimos cuando hablamos de la mirada heroica hispano-rioplatense, porque en realidad vamos a tratar aquí dos temáticas íntimamente relacionadas.
En principio estas interpretaciones plásticas se concentraron en
exaltar la heroicidad de los protagonistas que defendieron la ciudad de
Buenos Aires.
Acto realmente encomiable dado que al ser tomada Buenos Aires en 1806, se puso en movimiento un factor nacionalista hispánico,
que motivó el apoyo masivo de la población, en ésto se enmarca también, las acciones que tomaron los gobernantes de Montevideo para
socorrer en la expulsión del enemigo inglés y liberar a la capital virreinal.
Otro tanto hará Buenos Aires, cuando en 1807 los ingleses tomen por
asalto Montevideo y se establezcan en la ciudad como antes lo habían
hecho en la otra orilla.
Montevideo y Buenos Aires lucharon con esmero y valor para
repeler a los invasores y recuperar estos territorios para su auténtico
soberano: el Rey de España. Sin embargo esta mirada patriótica arranca cuando ya se contempló la separación en estados entre Argentina y
Uruguay. Por lo cual, es cultivada en la margen argentina con más fuerza, olvidándose la conjunción de intereses existentes en la época colonial, llegándose a anular o ignorar en algunas ocasiones el protagonismo
y participación de la otra banda del río.
Esta dicotomía se ve acrecentada por el hecho que Uruguay
como estado no ha rescatado hasta ahora la real dimensión que las
invasiones inglesas significaron para su proceso de formación nacional.
Prácticamente un año duró la acción inglesa en algunas zonas de nuestro
territorio. Esto implicó un principio de despegue de la realidad desde lo
supra o extra hispano, influyendo indudablemente en la mentalidad de
aquellos que más tarde llevarían sobre sus hombros la gesta
emancipadora.
En Uruguay, no se ha cultivado una estética patriótica con respecto a las invasiones inglesas, se reconoció la importancia de la publicación de "La Estrella del Sur" pero se tomó como una derrota la ocupación inglesa de Montevideo.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
243
A la vez por nuestra dependencia de los intereses británicos en
el siglo XIX y comienzos del XX promovieron que se tratara de olvidar un
hecho (la invasión) que representó un enfrentamiento con dicha nación.
Pongamos un ejemplo, cuando se trató el tema de recuperar el
escudo hispano de Montevideo para utilizarlo como escudo departamental, en una nota fechada el 11 de enero de 1895 dirigida a la Junta Económica Administrativa José M. Montero dice:
"Las banderas inglesas abatidas son trofeos de guerra que
el rey de España pudo hacer figurar en uno de sus escudos coloniales, pero que, si bien fueron conquistados por habitantes de Montevideo, también es cierto que lo fueron á la sombra de la madre
patria y con su apoyo; esas banderas son insignias de una nación
amiga, que no pueden figurar rendidas en el escudo de una ciudad
americana." w
Otro ejemplo de la visión uruguaya que tomó el hecho invasiones inglesas despojándolo de connotaciones patrióticas, lo encontramos en un cuadro (de gran formato) que se conserva en los depósitos
del Cabildo de Montevideo. A la primera mirada se destaca en su parte
superior el escudo departamental de Montevideo, y las siglas de su Junta Económico Administrativa. Con respecto a lo que nos ofrece a continuación, nos encontramos con un mapa de las acciones inglesas destinadas a conquistar Montevideo, el mismo se realizó en 1907, primer
centenario del evento, y nos muestra una visión descriptiva, basada en
los documentos de época, sin darnos ningún mensaje favorable o
desfaforable respecto a sitiados o sitiadores.
Con respecto a la que ocurrió en la vecina orilla esto es otra
historia, a partir de las invasiones inglesas y en torno a ellas se empezó
a formar una "estética patriota".
Al acercarnos a la celebración del centenario de la Revolución
de Mayo de 1810 en Argentina, comienza a surgir toda una corriente que
reivindicó las invasiones inglesas como elemento catalizador del movimiento independentista. Así en una carta del director del Museo Históri-
18 LAMAS, Andrés. "El escudo de armas de la ciudad de Montevideo: Estudio histórico del
Dr. Andrés Lamas y documentos a que dio mérito", Montevideo, Barreiro y Ramos, 1903,
p. 111.
244
Armas y Letras
co Nacional argentino Adolfo P. Carranza éste nos dice: "Creo que no
existe para los argentinos, ningún deber de glorificación a los actores de los sucesos que se desenvolvieron en la época colonial entonces no había patria, los criollos eran como los peninsulares,
vasallos del rey de España, y las invasiones inglesas estuvieron
mas bien para alentar a los precursores de nuestra independencia,
para robustecer sus medios de acción, para demostrar cuanto valían y cuánto podían los colonos, si deseaban emanciparse, a lo
que contribuyó sin duda la política hábil que desarrolló el conquistador, dando franquicias y libertades, que negaba la metrópoli y
cuyas ordenes cumplían con estrictez sus representantes en América.
No soy de los que lamentan el fracaso de dichas invasiones
y reconozco que hubo entusiasmo para resistirlas, pero sí de los
que piensan que siendo el origen de nuestra nacionalidad el movimiento de Mayo de 1810, a nosotros sólo nos pertenece lo bueno y
lo malo que desde entonces haya sucedido dentro de las fronteras
territoriales que marcó la acción de nuestras armas..."™
Es realmente clara la opinión que refleja esta carta, y es así que
comienza un proceso de recuperación histórica. Podemos tomar como
ejemplo la página del Atlas Histórico de Juan José Biedma, publicado en
1909, titulada: "Primera invasión de los ingleses en 1806, la
reconquista de la ciudad de Buenos Aires".
En esta página, de origen cartográfico encontramos incluidos
sendos grabados dedicados a la lucha con los ingleses en Buenos Aires, agregando incluso dibujos en perspectiva para que el lector comprenda mejor el paisaje en el cual se desarrollaron los combates.
Esta recuperación histórica apoyándose en lo visual no llega a la
categoría estética de una obra de arte, pero se entronca en ese intento de
sumar esa experiencia considerada heroica al ser nacional argentino.
19 RODRÍGUEZ AGUILAR, María u otro "Charles Fouqueray, la plástica de las invasiones
y los valores de la nacionalidad" en www.invasiones-inglesas.org/ Carta de Adolfo P.
Carranza a la Comisión Nacional de la Defensa y Reconquista de Buenos Aires, 11 de agosto
de 1899, en Archivo de Documentación del M.H.N.
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Reconquista de Buenos Aires.
246
Armas y Letras
En esta autoafirmación patriótica se destacan las obras encargadas al artista plástico francés Charles Fouqueray20 por el gobierno
argentino y Ángel Estrada en vísperas de cumplirse el centenario de la
Revolución de Mayo.
Pero cómo se entiende esto, si se está por celebrar el centenario de un hecho revolucionario, nacimiento de la nación Argentina, ¿por
qué óleos sobre las invasiones inglesas? La Lie María Rodríguez Aguilar
nos responde a esta pregunta "Semánticamente, el óleo se mueve
entre la hispanidad reivindicada en la derrota de los ingleses y lo
británico como aporte a la desarticulación del poder español y al
decir de Ferns, como hecho, en el que se descubre la ecuación
política de las relaciones argentino británicas: libertad política para
la América Hispana y concesiones al capital y comercio inglés... el
óleo se nos presenta como la rememoración de acontecimiento
bisagra entre el fin de la dominación española y el inicio de la dominación americana ..." 21
Fouqueray se trasladó a Buenos Aires a principios de 1909 para
realizar un estudio adecuado de la temática que debería representar, es
así que produce dos obras claves de la iconografía argentina "La Reconquista de Buenos Aires" y "La Defensa de Buenos Aires". Con respecto a la segunda obra de este autor, me referiré a ella pero por razones de espacio, no la trataré en profundidad.
"La Reconquista de Buenos Aires"
Óleo sobre tela, esta obra forma parte del acervo del Museo Histórico Nacional argentino, el autor hace una reconstrucción del momento de la capitulación de las fuerzas inglesas, luego de los combates que
se produjeron entre La Recoba y el Fuerte. Al centro de la composición
se encuentra el comandante de las fuerzas británicas William Beresford,
que rinde su espada ante el héroe de la Reconquista Santiago Liniers,
este último en actitud caballerosa permite que Beresford conserve su
espada. Se produce un contraste entre el bullicio de la victoria y la resig20 Charles Fouqueray nació en Francia en 1869, estudio en la Escuela de Bellas Artes, en el
atellier de Cabanell y Corman. Este pintor era especialista en temas de guerra y marina.
Participó también en la ilustración de varios libros, destacándose "La vuelta al mundo en
ochenta días" de Julio Verne. Muere en 1956.
21 RODRÍGUEZ AGUILAR, María u otro , op. cit.
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
247
Reconquista de Buenos Aires.
nación de los oficiales ingleses cuyas cabezas están bajas. La ferocidad del combate esta dada por el cadáver que aparece en primer plano
así como la cantidad de heridos simbolizados en los personajes con
cabezas vendadas. La alegría por la victoria se entremezcla por la tensión de la batalla, la ira reflejada en algunos rostros, a lo que acompañan
las condiciones climáticas, nubosidad lluvia y fango.
Al darnos una reseña de esta obra el historiador argentino Miguel
Rufo nos dice: "El óleo de Charles Fouqueray se inserta dentro del
conjunto de las denominadas pinturas de historia. Se trata de producciones pictóricas cuyo asunto (tema) es un acontecimiento
social. Forman parte de un programa iconográfico destinado a evocar los acontecimientos del pasado..."22
22 RUFO, Miguel J. op. cit, p. 143.
148
Armas y Letras
Esta obra fue culminada por Fouqueray a fines de 1909, siendo
entregada al gobierno argentino que la exhibió en una de las salas de la
Casa Rosada, siendo trasladada posteriormente , el 26 de diciembre de
1946, al Museo Histórico Nacional en calidad de préstamo, es ubicada
en un sitial de honor en la sala dedicada a las invasiones inglesas.
Al comparar "La Reconquista de Buenos Aires" con "La Defensa de Buenos Aires de 1807", obra posterior del mismo autor, nos
encontramos que ofrece un dramatismo más crudo. En vez de un sólo
cadáver nos aparece un conjunto de los mismos hacia el extremo inferior izquierdo de la obra. Whitelocke aparece en el centro de la composición mirando hacia la derecha donde se encuentra la figura de Santiago
Liniers, presenciando la rendición de los ingleses.
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La Defensa de Buenos Aires de 1807
VJ
Las Invasiones Inglesas: Una mirada moderna a la Iconografía tradicional
149
Este óleo es donado por los descendientes de Liniers al Museo
del Cabildo "en memoria de nuestro abuelo Ángel Estrada, quien lo
recibió (en 1912) después de haber cumplido con su gestión diplomática como embajador Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante la Santa Sede"23
Las obras de Fouqueray, como ya lo hemos señalado, son claros símbolos iconográficos testimoniales del surgimiento del sentimiento patriótico argentino, existen también otras obras que han contribuido
al tema como el óleo de Pablo Ducros Hicken "Entrega de los prisioneros de guerra ingleses al cabildo de Lujan" o la aguatinta de José Cardano
"Los ingleses atacan Buenos Aires y son rechazados en 1807".
A MODO DE REFLEXIÓN
Los aniversarios, más cuando son múltiplos de cien, parecen
llenar de nuevos significados a los hechos históricos, estamos prestos
a hablar y escribir sobre ellos, pero conmemorarlos, en las diferentes
formas en que es posible, no nos debe hacer olvidar que son acontecimientos que forman parte de un entramado histórico que nos han llevado a ser lo que hoy somos
En esta recuperación de un hecho histórico a través de las
imágenes relacionadas a las invasiones inglesas, he tratado de plasmar
la variedad de visiones que podemos encontrar tanto contemporáneas
a las mismas como retrospectivas.
Como ya he comentado al principio, estamos hablando de miradas, y a lo largo de este análisis, nos hemos topado con distintas formas de ver, entender y sentir los hechos que los artistas plasmaron en
sus obras.
Hemos hablado de las posibles intencionalidades de los mismos, de los sentimientos que despertaron en los distintos actores, de
23 RODRÍGUEZ AGUILAR, María, op. cit.
150
Armas y Letras
las manipulaciones ocultas tras una simple obra de arte, muchos son
los elementos a considerar. Algo nos queda claro es que estas obras
contribuyeron a la formación de la mentalidad de una época y al anclaje
de una historia regional y nacional, con un fuerte componente militar,
que las contó entre sus hechos paradigmáticos.
AGRADECIMIENTOS
Cuando uno realiza una investigación, siempre será injusto en
los agradecimientos pues, un investigador que se precie de tal, consulta
a diferentes especialistas e instituciones. Es especial mi agradecimiento a la Lie Mireya Pintos, de la Biblioteca Nacional, a la Lie Gloria Franco del Cabildo de Montevideo y a los funcionarios que amablemente
contribuyeron con su tiempo y paciencia a este trabajo, sin cuya colaboración éste no hubiera obtenido los frutos que considero se han logrado.
Las Invasiones Inglesas en Maidonado (1806-1807)
252
Haá Snüaátoneá
en jUalbonabo
(IS06-IS07)
2)r. yernanío Cairo
Situación de la población de Maidonado
al momento de la ocupación británica
Maidonado fue fundado
en 1755 por el Gobernador
de Montevideo el Cnel. José
Joaquín de Viana. En 1757
se cambió el emplazamiento inicial (en el Rincón del
Diario) al actual. Del primigenio núcleo de trece vecinos,
su población creció a través
del tiempo; incluso con la incorporación de indios cristianizados venidos de las Misiones Jesuíticas.
La ciudad de Maidonado
contó con Cabildo en 1784.
Entrada Cuartel de Dragones
(parcialmente demolido, el Cuartel aún
muestra sus características de fortificación)
Doctor Fernando Cairo Sola. Nacido en Maidonado. Abogado. Investigador en temas históricos.
Autor de las siguientes obras: "Comentario Histórico-Jurídico de la Ley de Creación del Pueblo de
Punta del Este" (1987); "Conmemoraciones del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América
(1892) en Maidonado, Pan de Azúcar, Rocha y Castillos" (1992); "Sucedió en Punta del Este... La
Batalla del Río de la Plata y otros aportes para la historia del Balneario" (1994); Fascículos:
"Maidonado Histórico" (I a IV); "Semanario Realidad" (2005). Articulista en revistas y diarios
locales. Miembro del Centro de Documentación Histórica Departamental (Maidonado). Miembro
de la Comisión Museo Mazzoni (Maidonado).
Armas y Letras
Desde 1759 existieron cuarteles en Maldonado, primero de fajina,
luego de adobe (1768) y finalmente de piedra de sillería que son los que
se conocen. En 1771 el Gobernador de Buenos Aires don Juan José de
Vértiz ordenó la construcción del cuartel de piedra, un edificio programado para albergar de 500 a 600 soldados.
En 1764, por orden del Gral. Pedro de Cevallos se comenzó la
construcción de las baterías de la costa e isla Gorriti. Se trataba de un
corredor de defensas, llamadas baterías, dispuestas tres en la costa y
cuatro en la isla Gorriti. Cada batería contenía un conjunto de piezas de
artillería preparadas para hacer fuego.
En 1778 se instaló en Maldonado don Rafael Pérez del Puerto en
calidad de Pagador e Interventor de las Reales Obras de fortificación del
Puerto de Maldonado.
Hacia 1796 se finalizaron las obras de construcción del denominado Cuartel de Dragones y en 1797 pasó a ser sede del Cuerpo de
Blandengues de la Banda Oriental.
Entre 1799 y 1800 se construyó la Torre del Vigía, que cumplía la
misión de puesto de vigilancia (atalaya) desde donde se controlaba el
ingreso de las naves al Río de la Plata.
Desde 1792 se instaló en Maldonado la Real Compañía Marítima,
dedicada a la pesca y caza de ballenas en el Atlántico Sur. Su instalación determinó que Maldonado quedara habilitado como "puerto menor"
y que se designara a Pérez del Puerto como Ministro de la Real Hacienda de Maldonado. Se incrementó entonces, notablemente, el comercio.
A fines del siglo XVIII se habían incorporado a la población 52 familias españolas provenientes del fracasado plan de poblar la Patagonia.
Hacia 1801 comenzó la construcción de la iglesia de Maldonado
(actual Catedral), cuya edificación se encontraba bastante adelantada
en 1806 (las paredes a la altura de las bóvedas).
Los ingleses en Maldonado
Una vez derrotadas las fuerzas británicas en Buenos Aires (agosto de 1806) se dirigieron a Montevideo, atacando la plaza-fuerte desde el
mar, aunque sin lograr rendirla. Decidieron entonces dirigirse a
Maldonado y tomar la ciudad.
Las Invasiones Inglesas en Maldonado (1806-1807)
253
En octubre de 1806 la situación de Maldonado era desesperada.
En el mes de julio, los vecinos y el Cabildo fernandino habían solicitado al
Gobernador de Montevideo don Pascual Ruiz Huidobro incrementar las
fuerzas militares para que protegieran el pueblo, el puerto y la isla Gorriti.
Únicamente se enviaron cien hombres para defender Gorriti, a cargo del
Capitán Agustín Leyes. El vecindario de Maldonado inició entonces la recolección de un "donativo voluntario a favor de S.M. en razón de las atenciones y necesidades.,.". El mismo alcanzó a la suma de $ 224 y 1 real.
La intención de los británicos al ocupar Maldonado fue utilizar ese
estratégico lugar para el reagrupamiento de sus fuerzas y aguardar los
refuerzos oportunamente solicitados a Londres. Asimismo debían
reaprovisionar la escuadra; la zona de Maldonado era propicia para encontrar ganado con el cual satisfacer las necesidades de la marinería y
de la tropa. Al mismo tiempo que el cinturón de chacras de la población,
pródigo en hortalizas y legumbres, abastecería en abundancia de verduras, granos, carne blanca, huevos, manteca, forraje, etc
Desembarco y toma de la ciudad por parte de los ingleses
El 29 de octubre de 1806, la población de Maldonado, contempló
absorta el cómodo desembarco de las tropas inglesas en la playa situada entre la cañada del Molino y Piedras del Chileno, fuera del alcance del
fuego de las Baterías. La escasa guarnición de Maldonado intentó impedir el desembarco. Salió al paso de los ingleses con un grupo de pobladores y soldados con un tren volante de artillería de cuatro piezas al
mando del Subteniente don Francisco Martínez. La primera refriega se
produjo a la altura del actual barrio Iporá, debiendo los femandinos replegarse hacia el pueblo. Sobre las 17 horas, los ingleses penetraron a la
ciudad por las actuales calles Pérez del Puerto, 25 de Mayo (entonces
la calle Real) y Florida, produciéndose una tenaz resistencia por parte
de la población y de los 230 milicianos comandados por el capitán de
Blandengues don Miguel Borras. Fueron numerosas las bajas para ambas partes. Se luchó desde las azoteas, desde el Cuartel, desde el edificio de la Real Hacienda (donde actualmente se encuentra la Jefatura
de Policía) y desde lo alto del edificio de la Iglesia en construcción. Para
la noche del 29 la ciudad había sido tomada y librada al saqueo por los
invasores. Numerosas familias huyeron con lo puesto hacia la campaña
o a la vecina Villa de San Carlos. El Comandante Militar de Maldonado y
Armas y Letras
el Ministro de la Real Hacienda don Rafael Pérez del Puerto escaparon
con los caudales del Rey, además de "...una carretilla que pedí a su
dueño para poner en ella cuatro cajones de cartuchos de fusil, que
sirviesen al más pronto proveimiento de la tropa en caso de acabarse
sus dotaciones, una carreta con pertrechos para surtir también los
carros de municiones del tren en caso de que faltaren, y hasta seis
carretas más, que con algunos bueyes del Rey estaban fuera. De los
individuos que de mi dependen salieron conmigo el expresado subalterno don José Fonseca, el cirujano del Hospital don José Díaz, los
Capataces y peones de carretas, el de los caballos del Diario, el Maestro Armero y Carpintero, Patrón y algunos Marineros del bote..." (del
oficio de fecha 30/10/1806 enviado por Pérez del Puerto al Virrey).
Versión española de la toma de Maldonado
Transcripción parcial de oficio de fecha 30 de octubre de 1806
remitido a Buenos Aires por el Ministro de la Real Hacienda don Rafael
Pérez del Puerto y dirigido al Virrey (copia en archivo del autor):
"Exmo. Señor: Ayer como a las 10 de la mañana se avistaron siete Buques, que de la parte del Oeste se dirigían como al
Puerto o rumbo del Este para salir del Río, y después se vieron
otros más como de la propia dirección con cuyo motivo se tomaron las providencias respectivas a la precaución y defensa. Se
acercaron y fondearon varios de ellos en la Playa del Este de Punta
de Ballena por el paraje que llaman el Molino. Se le hizo la oposición con la Tropa Veterana y demás auxilios posibles durando hasta
entrada la noche que no habiendo podido ser rechazados se apoderaron de la Plaza, y por consiguiente del Pueblo. Durante este
tiempo procuraré por mi parte dar cuantas providencias podrían
ser oportunas al mejor éxito, hasta que apoderados de la Plaza no
viendo ya de utilidad alguna, y yo entre las balas salí fuera del
Pueblo a incorporarme con el Comandante Militar, con quien juntamente con el tren y gente que pudo salvarse me dirigí a la Villa
de San Carlos que era el punto de reunión en el caso de retirada,
donde llagamos tarde de la noche, y esta mañana nos dirigimos a
este punto que dista como 9 leguas del Pueblo de Maldonado,
habiendo podido salvar el caudal del Rey ($6.011), siendo cuanto
por ahora puedo noticiara Ud. en cumplimiento de mi obligación..,".
Las Invasiones Inglesas en Maldonado (1806-1807)
155
Versión inglesa del ataque
Extraído de "Las Memorias del Teniente R. N. Samuel Walters",
testigo inglés presencial de la ocupación de Maldonado por los británicos, en Boletín Histórico del Estado Mayor General del Ejército
Nos. 108-111:
"...El Ejército inglés fue desembarcado al S. W. de la ciudad,
dirigiéndose de inmediato hacia ella. El Coronel Backhouse había
recibido buena información en el sentido que la mayoría de las
tropas que había en la ciudad habían evacuado con la mayoría de
los habitantes hacia la campaña. Se envió de inmediato un parlamentario para pedir la rendición a las tropas británicas y no recibiéndose respuesta, las tropas marcharon hacia la ciudad.
El informe recibido por el oficial en Comando probó ser falso, porque los únicos que habían evacuado eran los habitantes y
las tropas (que ciertamente en su mayoría eran populacho) se
habían instalado en las azoteas, donde permanecieron echadas
hasta que nuestros muchachos se encontraron justamente debajo de ellas, en su marcha por las calles. A la entrada de la ciudad
había un bosque de tunas, de hojas tan largas y entremezcladas
que era imposible descubrir si del otro lado había algún hombre o
no. Sin embargo, ello probó que las tropas que según lo informado
habían abandonado la ciudad, estaban emboscadas ocultas por
los tunales y, al aproximarse los ingleses, los españoles abrieron
fuego desde allí. Nuestros bravos muchachos exasperados por
este mal proceder avanzaron desalojándolos a punta de bayoneta. Un cierto número de los nuestros fue muerto y otros heridos,
pero cuando nuestros muchachos pasaron esta espesura y cargaron sobre ellos, muchos habían huido (...) Como hemos observado anteriormente, las azoteas estaban cubiertas de hombres
armados e inmediatamente que nuestros camaradas entraron en
la ciudad, comenzaron a disparar sobre éstos por lo cual un gran
número de los nuestros cayó.
Se dieron órdenes para dispersarse y penetrar en cada casa.
Así un gran número de defensores fue muerto aunque tratando de
llegar a las azoteas, por ser estas chatas con una abertura para
penetrar en ellas desde el interior, un gran número de nuestros
camaradas también cayó. A la hora esta terrible escena de sangre comenzó a apaciguarse; el silencio sucedió el tremendo ruido
Armas y Letras
de la mosquetería y sólo se oían los quejidos de los moribundos y
los lamentos de los sobrevivientes por la pérdida de sus queridos y
cercanos deudos, para los cuales la vida había sido tan amarga...".
Hechos posteriores
Los ingleses saquearon la ciudad durante tres días. Se destruyeron los archivos locales, se incendiaron casas, se vejaron mujeres, se
ocuparon bienes y haciendas de los habitantes de la ciudad. Maldonado
sufrió el exceso de las tropas británicas, las que realizaron toda clase
de tropelías y barbaries contra los vecinos de la ciudad.
"Desde ese momento -refiriéndose a la derrota- empezó el
más inhumano saqueo. Principiaron el registro de las casas, haciendo prisioneros todos los hombres que encontraban, aún a los
más ancianos. Después de amenazas, insultos; y golpes nos conducían y encerraban en la crujía y calabozos de este Cuartel. En
esta noche horrorosa no sólo robaron ropa, alhajas y utensilios,
hicieron pedazos los muebles, y todo lo que no era útil, destrozaron muchas esfinges e imágenes Santas en las casas, en que
encontraron, sino que también en algunas de ellas registraron sin
el menor rubor las mujeres por si tenían algún dinero oculto, y a
algunas les quitaron parte de la ropa que tenían puesta abusando
de otras por fuerza sin respeto a las lágrimas, suplicaciones, y a
la edad avanzada ni a la virginidad. Se alumbraron para cometer
estas inhumanidades terribles con la cera que encontraron en la
Iglesia, de la que sin duda, no sacaron otras cosas porque con
tiempo nuestro Cura Vicario, el Dr. Dn. Manuel Alberti las había
extraído y ocultado. Se concedió esta bárbara licencia de saqueo,
en los tres días consecutivos con sus noches, no sólo a los tres
mil y más de tropa, que ocuparon esta Plaza, sino también a la
marinería de los setenta y más buques que tomaron nuestra bahía. A su habitual inmoralidad añadían el estar ebrios; variaron en
ellos escenas de impiedades, que el pudor y las lágrimas nos hacen dejarlas en silencio..."(transcripción parcial de la "Exposición
de los vecinos de Maldonado al Cabildo de Montevideo sobre la
conducta de los Ingleses", manuscritos de la Biblioteca Nacional).
Hacia los primeros días de noviembre la situación comenzó a normalizarse; se liberaron los prisioneros cautivos en el Cuartel de Dragones y se impartió la orden al Cabildo para que continuara funcionando.
Las Invasiones Inglesas en Maldonado (1806-1807)
257
Se designó al Teniente Coronel Spencer Thomas Vassal como Gobernador de Maldonado,
El Comodoro Sir Home Popham se instaló en la casa de don Manuel
Fernández, emplazada en las actuales calles 25 de Mayo esquina Dodera.
Casa donde se alojó Sir Home Popham (foto tomada en 1928, posteriormente el
edificio fue demolido).
Casi de inmediato las tropas inglesas se abocaron a requisar el
ganado existente en las inmediaciones de Maldonado, haciéndose imprescindible obtenerlo para abastecer sus fuerzas y hacer acopio para
el futuro, ya que estaban a la espera de refuerzos desde Sudáfrica.
En la zona de Pan de Azúcar se instaló el campamento de las
fuerzas españolas, desde donde partidas guerrilleras hostigaron al enemigo el abastecimiento y arreo de ganado.
El 7 de noviembre una partida inglesa, compuesta de 100 húsares
de a caballo y 200 hombres de infantería, se encontraba en las inmediaciones de San Carlos exigiendo a los vecinos la entrega de víveres, caballos y bueyes. Fue entonces que una división española de 400 hom-
158
Armas y Letras
bres de tropa, al mando del Teniente Agustín Abreu, atacó a los invasores produciéndose el llamado "Combate de la Loma", que puso en fuga
a los ingleses, quedando sitiados en el pueblo de Maldonado.
Los ingleses colocaron trincheras en todas las bocacalles de la
ciudad y fortificaron varias casas para asegurar su protección.
El comando inglés dispuso un edicto por el cual llamó a la pacificación de la población y prometió la tolerancia religiosa, colocando un centinela en la puerta de la Capilla provisional de la población -que funcionaba en el
Cuartel de Dragones- "...para asegurar el libre ejercicio del culto católico...".
El cura párroco de Maldonado Dr. Manuel Alberti protestó portal medida que
sólo buscaba vigilar a sus feligreses y evitar conspiraciones contra el invasor. Finalmente Alberti fue expulsado del pueblo por considerarlo sospechoso de haber mantenido correspondencia con Montevideo y Pan de Azúcar.
Las fuerzas enemigas que tomaron Maldonado fueron el Regimiento 71 de Infantería Escocesa, el 20 de Dragones Ligeros y el Regimiento
de Santa Elena.
Inmediatamente de tomada la ciudad llegaron refuerzos de Sud
África y otro contingente militar llegó a Maldonado el 3 de diciembre de
1806 desde Inglaterra. El 13 de enero de 1807 los ingleses, fuertemente
reforzados, abandonaron Maldonado y se dirigieron a Montevideo, la que
cayó en su poder el 3 de febrero de 1807.
Los ingleses permanecieron ocupando Maldonado desde el 29 de
octubre de 1806 hasta el 13 de enero de 1807.
Las fuerzas británicas fueron finalmente expulsadas del Río de la
Plata, luego de haber fracasado en un nuevo intento por tomar Buenos
Aires, abandonando definitivamente el estuario el 15 de setiembre de 1807.
Bibliografía
•
CAIRO SOLA, Fernando. Las Invasiones Inglesas en Maldonado, Fascículo IV
Edición Especial Semanario Realidad, 12 de agosto de 2006.
•
FAJARDO TERÁN, Florencia. El Niño Chasque (Maldonado y las Invasiones Inglesas 1806-1807), Museo Didáctico Artiguista, 1991.
•
KLEIMAN COSARINSKY, Fabián S. Breve aporte para la historia de las Invasiones
Inglesas (1806-1807), Editorial Dunken, 2005.
•
PÉREZ, Apolinario. El amanecer de la Orientalidad, Comité Patriótico Departamental, Intendencia de Maldonado, 10 de marzo de 1977.
•
ZUBILLAGA BARRERA, Carlos A. Episodios en tomo a la ocupación inglesa de
Maldonado en 1806, Centro de Estudios del Pasado Uruguayo, Montevideo, 1970.
Las Invasiones Inglesas en Maldonado (1806-1807)
Mapa que muestra la bahía de Maldonado y las operaciones inglesas
de desembarco y toma de Maldonado. (Basado en Juan Beverina, ha sido
corregido de errores que presenta éste).
259
260
Armas y Letras
>an Carloá
V las;
Snüaétonesí
Coronel Sergio JlCfrecfo Oteffui íMac/tado
Antecedentes.
Abocado el Virrey don Nicolás de Arredondo a la solución del problema del arreglo de las tierras de la Banda Oriental y al de dar destino
definitivo a los pobladores peninsulares, existieron durante su gobierno
tres decretos relativos al tema y vinculados a la región de Maldonado.
Ellos son:
1.- Decreto del Virrey Arredondo, del 5 de Enero de 1792, para formar
tres poblaciones.2.- Decreto de la Junta Superior de Real Hacienda, del 24 de Marzo
de 1792, sobre el mismo tema y cometido a Pérez del Puerto (Ministro de la Real Hacienda de Maldonado).
3.- El decreto del 30 de Setiembre de 1792, de la Junta Superior de
Real Hacienda, dictado en base a las conclusiones tomadas por
el Ministro, sobre las tierras inspeccionadas desde el Solís Grande a Santa Teresa, disponiendo considerar pueblos de nueva creación a San Carlos y Maldonado, incorporar a su vecindario las familias peninsulares y dotar al pueblo de todos los elementos de
Coronel Sergio Alfredo Otegui Machado. Profesor diplomado de Historia Militar. Dicta
clases en la Escuela Militar, Instituto Militar de Estudios Superiores y Centro Militar. Miembro
del Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" del Dpto, de Estudios
Históricos del Estado Mayor del Ejército.
San Carlos y las Invasiones Inglesas
Luí
que carecen de acuerdo a las leyes de Indias, ordenando su planta urbana, y además fundar una tercera población en el pago de
Rocha, para colocar en ella, familias pobladoras peninsulares en
depósito transitorio.
Nacida en 1763, la Villa de San Carlos, cumplía el medio siglo de
existencia. Exuberante de vecinos pacíficos y laboriosos, se desarrollaba próspera y fecunda. Era el símbolo de prosperidad y trabajo regional.
Desde sus inicios, los vecinos azorianos y españoles sembraban sus
tierras, cosechaban y habían establecido telares mezclando con su labor serena y paciente de hombres de la tierra, las inquietudes militares,
porque estaba muy cerca la Comandancia de Maldonado, que solicitaba
su colaboración y también la zona Este, que consitituían las tierras en
disputa entre los monarcas españoles y lusitanos.
Las autoridades virreinales, habían reconocido a la villa como uno
de los dos graneros mas importantes de los territorios españoles.
En este acontecer del año 1806, no solo estuvieron presentes las
milicias Carolinas en aquel infausto 29 de Octubre en la Torre del Vigía, primer y fracasado escollo opuesto al invasor sino también en la electrizante
lucha en la plaza de San Fernando, frente al Ministerio de Hacienda, la Comandancia, el templo en construcción y el histórico Cuartel.
En este año de 1806 eran integrantes de las milicias Carolinas los
siguientes vecinos:
Capitán Manuel Correa, Sargento Faustino Acosta, Manuel Tejeyra,
Juan Rada, Vicente Araújo, Narciso Araújo, José Huertas, Cabo Juan de
la Llana, Juan Gutiérrez, José de la Rosa, Cabo Salvador Morales,
Mauricio José Baliero, Manuel Baliero, Juan Chavez, José Puerto, Joaquín Correa, Rosendo Vázquez, José Dutra, Amador Domingo, Antonio
Méndez Borba, Antonio Farías, Antonio Umarán, Manuel Méndez,
Laurencio Dutra, Antonio Acosta, José Correa Armada, Francisco Méndez
Borbar, Jerónimo García, José Núñez y Francisco Corbo. En total treinta
plazas.Luego del saqueo llevado adelante por el invasor en Maldonado,
durante los tres últimos días del mes de Octubre de 1806, el cual fue
dirigido directamente contra la población civil, los mandos continuaban
necesitados de víveres frescos, preferentemente, carne para el perso-
162
Armas y Letras
nal y trigo para sus caballos cuidados a pesebre,dentro de las casas
desalojadas por el invasor. También estaban necesitados de caballos.
Los históricamente afamados trigales de la villa, sus plantaciones
de maíz, ya fuera en grandes áreas o en cultivos menores o familiares,
quedaron a merced del enemigo. Promediando Enero de 1807 y en vísperas de embarcar rumbo a Montevideo, procederán a su corte, estando aún verdes sus espigas.-
El Combate Campal del Paso Real
del 7 de noviembre de 1806
A partir de la aparición de los ingleses en la bahía de Maldonado el
29 de Octubre de 1806, derrotados en Buenos Aires, a raíz del heroico
episodio de su Reconquista con la colaboración de tropas orientales,
comenzarán los sucesos en la ciudad de Maldonado, que luego se extenderán a la Villa de San Carlos.
Apenas registrado su arribo, los ingleses marcharon de inmediato
sobre la ciudad de Maldonado, al no haber sido contenidos por las fuerzas de su Comandancia. Su preocupación era el avituallamiento de sus
hombres y un puerto seguro para sus naves.
Como consecuencia del ataque a la ciudad se registran tres días
de saqueos: 29, 30 y 31 de Octubre, lo que nos explica el hecho posterior e inmediato de que las familias de San Carlos, se retiraron de la Villa
hacia sus estancias y chacras, mas allá de Rocha y de las Cañas, para
defenderse de seguros atropellos de los ingleses.
La mayoría de los vecinos de Maldonado, salieron de la ciudad a
pié, sin mas que lo puesto huyendo de la furia de los enemigos y encaminándose a la Villa de San Carlos; entre ellos el Comandante Militar, el
Ministro de Hacienda y demás familias, oficiales y tropa.
Mientras tanto en la Villa, ya se preveía el arribo de los ingleses.
Desempeñaba por entonces el cargo de Alcalde de Hermandad
(máxima autoridad de la villa) don Juan Correa, destacado militar, y por
San Carlos y las Invasiones Inglesas
26o
esa época Capitán de Milicias quien por orden del Virrey delegó su mando en Don José Lozada, el día 1 9 . de Noviembre.
Al día siguiente, llegaron los ingleses a la Villa, entre las dos y las
tres de la tarde encontrándose al frente el Comodoro Sir Home Popham
y sus dos hijos, también lo acompañaban el Comandante de la Plaza de
Maldonado y seis o siete oficiales.
Sus tropas estaban constituidas por Húsares de a caballo que se
formaron en ala sobre las primeras casas de la Villa y otras en retaguardia, en el Paso del Arroyo, en número superior a doscientos.
Salió a recibirlos el Alcalde José Lozada, con algunos vecinos viejos en la bocacalle de la entrada del camino de Maldonado a esta Villa.
Los ingleses procuraban ganado , imprescindible para el mantenimiento de sus tropas, que ocupaban Maldonado o estaban a bordo de
los navios de su Escuadra. En varias oportunidades así lo hicieron, arriando cientos de animales, salvo que la pericia de los pobladores de la Villa
lograran dispersarlos antes.Pero lo que se considera el día trágico para la Villa, lo fue el 7 de
Noviembre de 1806, día en que en sus aledaños se econtraron en formación de combate las tropas orientales y las inglesas.
Las autoridades de la Plaza Fuerte de Montevideo enteradas de
los episodios de Maldonado, envían en calidad de Ejército de Observación a 400 hombres, integrados por Voluntarios de Caballería de Montevideo, de Córdoba y Dragones, al mando del Teniente de Fragata Don
Agustín Abreu.
El día 6 de Noviembre, llegan a las proximidades de Maldonado, concretamente a la estancia de Don Benito Brioso, sobre el arroyo Sauce.
El Teniente de Fragata Don Agustín Abreu, presumía el choque
campal con el enemigo.
Encontrándose en la estancia de don Benito Brioso, recibió la noticia de algunos vecinos del Pueblo Nuevo (San Carlos), de que los ingleses, en número de doscientos a trescientos, se dirigían al Pueblo para
saquearlo..
Habiéndose asegurado con anterioridad de la veracidad de la información, animó a su gente al ataque, advirtiéndoles que todo se debía de
264
"ms-
Armas y Letras
San Carlos y las Invasiones Inglesas
165
hacer de espada en mano, pues se tenía conocimiento fidedigno, que
una parte de la caballería inglesa en número de seiscientos a setecientos hombres, se preparaban fuera de la ciudad de Maldonado, en condiciones de apoyar a sus fuerzas en San Carlos.
El 7 de Noviembre, antes de salir el sol, ya estaban en la loma los
ingleses en número de unos 100 Húsares de a caballo y 200 hombres de
infantería ubicados sobre las primeras casas del pueblo. Se formaron en
dos alas, una de Húsares y otra de Infantería sobre la retaguardia.Bajaron al pueblo, un Coronel de Infantería, un Comandante de
Húsares a la izquierda y un comisario a la derecha, con su escolta y batidores correspondientes, preguntando por el Alcalde, contestándosele que
una partida de dragones españoles lo habían llevado la noche anterior.
El Coronel amenazó con que prendería fuego a su casa y que si no
aparecía el Alcalde tomaría posesión de la Villa y sus funciones, que
usaría además la tropa si no se le aprontaba para el día siguiente sábado, o mas tardar el domingo, víveres, caballos y bueyes.
Se retiraron a la formación, y cuando estaban el comisario y alguno de los pobladores de la Villa (obligados por la fuerza) contando algunos animales, que estaban en el corral del matadero de la Villa, para
llevárselos, y esperando a otros que habían ido a juntar algunos caballos
con el mismo fin, bajó desde los Ceibos una partida de españoles al
mando de Don Agustín Abreu, su Comandante, que luego de pasar el
Paso de Maldonado, subieron las barrancas y la loma y se presentaron
al momento que el enemigo se retiraba de la Villa a distancia de seis a
ocho cuadras de ésta.
Los españoles con sable en mano y sin echar pie a tierra, los enfrentaron.
En la primera descarga del enemigo, quedó herido de un balazo en
la ingle el Comandante Agustín Abreu, que tuvo valor para continuar y
ponerse al frente de los Dragones, manteniéndose inicialmente a caballo y cayendo luego en tierra desde donde animó a sus combatientes
gritándoles: "A los muchachos, los uno desfilándose por la loma mas
alta de los médanos y los otros en ataque con los ingleses de Infantería y Húsares enemigos, desparramados" Encontrándose en tierra, le dieron al Comandante Abreu, unos
sablazos en la cabeza, que lo dejaron al borde de la muerte.- Inmediata-
266
Armas y Letras
mente fue trasladado por los vecinos en un cuero hacia Pueblo Nuevo,
en donde fue atendido.
En la Villa de San Carlos, fallece cuatro días después como consecuencia de las heridas recibidas.
También el Segundo Comandante, el Capitán de Dragones don
José Martínez fue herido gravemente en un brazo y retirado a una estancia de las cercanías.
También algunos oficiales, salieron levemente heridos y contusos.
Después de este choque sostenido por el Comandante Abreu, que
puede ser considerado como una victoria, se aprecian cambios fundamentales tanto en la estrategia militar, como en el aflorar de opiniones y
juicios.
Habiendo fallecido el Teniente de Fragata Agustín Abreu, y quedado mal herido el Segundo Comandante Capitán don José Martínez, le
cupo asumir el mando transitoriamente al Comandante de Escuadrón
don Sebastián Rivera,
Esta situación forzó al Virrey (el marqués de Sobremonte) a designar un nuevo Comandante, recayendo la designación en el Teniente Coronel de Infantería Juan José Moreno, que se desempeñaba como Comandante Militar de Maldonado.
Este militar no había caido prisionero de los ingleses, el 29 de Octubre, pues con parte de la tropa se había replegado hacia la Villa de San
Carlos.
COMENTARIOS Y REFLEXIONES
1.- Producido el fracaso de la invasión inglesa a Buenos Aires en 1806,
éstos procuran rehabilitarse, atacando inicialmente, aunque no en
forma decidida a la ciudad de Montevideo y continuando luego su
progresión hacia Maldonado, procurando mayoritariamente obtener
apoyo logístico, en especial víveres para sus tropas y forrajes para
sus caballos. También procuraban el enlace y apoyo con otras fuerzas británicas, que se presumía próximas a arribar.
San Carlos y las Invasiones Inglesas
267
2.- Los efectivos de la Guarnición de San Carlos, eran menguados y
mal armados, pero se destacaba la Villa por su abundante producción ganadera y de cereales (particularmente trigo y maíz).
3.- Los efectivos enviados de Montevideo al mando del Teniente de Fragata Agustín Abreu, combatieron heroicamente, logrando dispersar
al enemigo y produciendo su alejamiento de la Villa.4.- Lamentablemente queda en el campo de batalla, herido de muerte,
el Comandante Abreu, falleciendo cuatro días después del enfrentamiento, el 11 de Noviembre de 1806. También es herido, aunque
salva su vida el Segundo Comandante, el Capitán de Dragones José
Martínez, siendo designado finalmente como Comandante, el Teniente Coronel de Infantería Juan José Moreno, por entonces Comandante Militar de Maldonado.5.- Es de destacar la valentía de las tropas orientales, que en inferioridad numérica y de armamentos, obligan al enemigo a dispersarse,
retirándose así de la Villa de San Carlos.-
Bibliografía
•
El Niño Chasque, Maldonado y las Invasiones Inglesas (1806-1807).
•
Boletín del Instituto Histórico y Geográfico No. 28.
Armas y Letras
Cerros
Sr. "Eduardo O. íPanizza !%ei/es
'ctubre de 1806, Cornwall, Reino Unido.
La Armada Británica, a órdenes del General Achmuty, zarpa del
Puerto de Falmouth los primeros días de octubre de 1806. Veintidós
naves con ciento catorce cañones en total y una fuerza de tres mil efectivos componen el segundo gran contingente que se dirige al Río de la
Plata.
Ese mismo año, Montevideo, la "Muy fiel y reconquistadora" en un
acto de heroísmo tal, hizo replegar desde Buenos Aires, a la fuerza
marítima más importante del mundo en una breve y rápida acción constituida en su mayoría por sangre criolla. Según dice Bauza: "La expedición para la reconquista se levantaba, costeaba y equipaba en el Uruguay por el pueblo sin distinción de clases y fortunas, concurrían con su
persona o sus bienes al logro de aquel esfuerzo,...."
Beresford cae prisionero.
Señor Eduardo O. Panizza Reyes: Miembro Colaborador del Instituto de Investigación Histórica "Coronel Rolando Laguarda Trías" del Departamento de Estudios Históricos del Estado
Mayor del Ejército.
Cerros Señaleros
El Comodoro Popham aún no escarmentado, toma Maldonado y
permite el mayor atropello durante tres días, propio de la piratería de
aquellos tiempos, contra una población de paz.
El Marqués de Sobre Monte organiza un cuerpo de tropas al mando del Tte. de Fragata D. Agustín Abreu de cuatrocientos hombres para
hostilizar a los invasores. En San Carlos cae herido igual que su segundo D. José Martínez. Los Igleses se encierran en Maldonado.
El desequilibrio de fuerzas es enorme, no obstante las "Partidas"
a órdenes del Tte. Cnel. D. José Moreno le harán sentir a los invasores
las mayores penurias.
El Comodoro, sin reconocimiento alguno, es relevado del mando
de su escuadra por el Contralmirante Stirling. Había llegado en la goleta
"Sampson" adelantándose al grueso del contingente, junto con otras
naves veloces, trayendo familiares y logística para la nueva aventura.
Es el fin de Beresford y de Popham, dos jefes derrotados cuyo
único mérito había sido la supremacía de fuerzas.
Esta segunda flota británica, reaprovisionada en Río de Janeiro se
dirige al Plata a fines de diciembre, recibiendo el año siete en altamar.
El cinco de enero a las nueve de la mañana la vigía del Cerro de
Los Toros, por órdenes de Miguel de La Vega, encendió fogatas, anunciando así a la de Piedras de Afilar, y ésta a la de la boca del Arroyo
Pando. Dos fragatas venían en dirección este desde la Isla de Flores, y
otra desde el oeste, anclando las tres frente al puerto de Maldonado a
las cinco de la tarde.
Un poco más tarde, "A las cinco y media se descubrió por el sur
de la Punta del Este una división de veintidós buques, que se dirigen a dicho puerto. El viento es nornordeste fresco y muy cerrados
los horizontes, por cuyo motivo no he podido distinguir todos los
buques ni aún los fondeados en el puerto. Esto es dirigido a las seis
de la tarde". Según relato del piloto del Cerro de los Toros.1
1
El Niño Chasque (Maldonado y las Invasiones Inglesas) - Dra. Florencia Fajardo Terán.
270
Armas1
En Maldonado, las Partidas errantes habían logrado impedir el ingreso de víveres, y el invasor comenzaba a sentir el efecto del hambre y
la deserción.
Tal como lo advirtiera oportunamente el Coronel Allende, el ataque
a Montevideo era inminente y se realizaría por mar y no por tierra.
No obstante era tal la subestimación hacia Montevideo que el propio Virrey Sobre Monte estaba convencido de que el invasor nuevamente estaría organizando la toma a la Capital Virreinal.
Octubre de 1806, Montevideo.
El Ayudante Mayor D. José Artigas figura como presente en el Cordón, en la lista de revista del mes de octubre del Cuerpo de Blandengues de Montevideo.
Catorce de octubre: "Ocho Compañías, ciento treinta plazas.
Cadete Juan Manuel Pagóla: combaleciente en el Canelón, algunos efectivos en la Ciudadela, otros en el Cordón, en la Plaza, en
la Guardia de Mosquitos, en comisión en Rocha, alguno en el Hospital, otro enfermo en su casa, otros en la cavallada, algún Ranchero y otros en el calabozo. Un Agregado y en la Plana Mayor el
Ayudante Mayor Don José Artigas. Tres altas y cuatro bajas, una
por muerte y tres por deserción".2
Catorce de noviembre: "Don Santiago Alejo de Allende al Señor
Virrey Marqués de Sobre Monte acusa recibo de su oficio de la misma
fecha en el que le comunica su resolución de realizar una expedición a
Maldonado, para cuya organización y dirección ha sido designado, otorgándole la facultad de exponer sus puntos de vista, una vez orientado al
respecto. Juzga necesario que el contingente de hombres que a ese
Archivo Artigas, Tomo III, Capítulo VIL "Actuación de José Artigas en el Resguardo de la
Jurisdicción del Cordón y Peñarol y durante las Invasiones Inglesas".
Cerros Señaleros
171
punto se destinen, no debe bajar de mil unidades, que debe acompañar
la expedición un intérprete inteligente y el piloto con el anteojo y que el
Cuerpo de Dragones lo mande el Capitán D. Florencio Núñez. Pide además, se ponga a su disposición "para Aiudantes, y otros fines", a D.
Joaquín Álvarez y D. José Artigas, se le franqueen carretas para el transporte de efectos necesarios que detalla y se designe otro Capellán del
Cuerpo, indicando que sea el Presbítero D. Pedro Vidal".3
El mismo día catorce, "el Virrey Marqués de Sobre Monte a D.
Santiago Alejo de Allende informándole haber dado órdenes al
Brigadier D. Bernardo Lecoq para que la transmita al Mayor General Francisco Javier de Viana a efectos de que apronte seiscientos cuarenta y dos hombres; haber dispuesto se busque un
intérprete, así como el destino de otros oficiales, pero no el de D.
José Artigas que se halla con una tropa de Caballería que queda
en la costa. Hace mención del envío de diversos útiles de guerra
expresando que en el carácter de Capellán podrá llevar al Padre
D. Pedro Vidal".4
También el día catorce "el Gobernador de Montevideo D.
Pascual Ruiz Huidobro a D. Santiago Alejo de Allende respecto
del destino que se daba en esa fecha a varias fuerzas, oficiales,
en los cuales se menciona a D. José Artigas, material de guerra y
otras cuestiones de carácter militar".
"100 hombres de aumento de fusil".
"48 por la baja de los de Córdoba".
"Un intérprete".
"Un piloto con anteojo".
"Completo de Oficiales".
"Don Florencio Núñez".
"Don Joaquín Álvarez de Ayudante y Don José Artigas".
"Repuesto de lanzas".
"Cajas de Medicina".
"Capilla".
3
4
Ver nota 2
Ver nota 2
tí
a
J
Croquis de un fragmento del itinerario seguido en enero de 1784 por ios demarcadores de límites españoles entre
las posesiones de España y Portugal en América del Sur (desde la ciudad de Montevideo al campamento de Piedras
de Afilar). Sin firma. Atribuido al ayudante de Ingenieros Militares José María Cabrer.
O)
U
Desde Piedras de Afilar a Maldonado (quinto campamento).
J~ / 4
Armas y Letras
"Ocho carretas".
"Una de Aguardiente buena".
"Don Pedro Vidal de Capellán".
"Municiones para la tropa a cargo de la que mande la Artillería".
"Palas, picos, Azadas y 6 docenas de cohetes la mitad de estruendo y la mitad sin el: pero todo de luces".
"Pagamento por todo el mes".
"A Larrauri que se le presente".s
Todo apunta al proyecto del Virrey de dar guerra al enemigo invasor y expulsarlo de Maldonado. No en vano elige como Jefe a un excelente militar, el Coronel Allende que lamentablemente algunos años después perderá su vida en ün múltiple fusilamiento dispuesto por Buenos
Aires.
El tres de diciembre de 1806 el Coronel Santiago de Allende acampa
muy cerca de la Guardia de Solís Grande, tiene en abundancia leña y
agua. Decide reorganizar sus fuerzas y se dirige al campamento de
Pan de Azúcar. Recorre los alrededores de Maldonado y releva las posibilidades que tienen los Ingleses de avanzar por tierra hacia el oeste. Supervisa el accionar de las Partidas que hostigan eficazmente al invasor
cuando necesitan reponer ganados. Dispone el enlace mediante fogatas y humaredas entre el Cerro de los Toros y el Cerro de Piedras de
Afilar.
Cerro de los Toros
Posiblemente muchos años antes, el Cerro de los Toros sirviera
de vigía a nuestros indígenas para otear el horizonte.
Refiriéndose a la Guardia de Pan de Azúcar, Eduardo Martínez
Rovira expresa6: "Desde este lugar del campo de Pan de Azúcar es
muy poco el horizonte que se atalaya, cerrado como está por los cerros
5
6
Ver nota 2.
A pie y a Caballo - Apuntes del campo de Maldonado - Eduardo Martínez Rovira.
Cerros Señaleros
275
y cuchillas que lo circundan. El emplazamiento de la guardia en sitio
bajo, sobre el camino real, a muy pocas cuadras del paso del arroyo y
en la boca misma de la Estancia del Rey, si bien facilitaba la vida de la
guarnición y el control del campo, obligaba en cambio a sus hombres,
que también tenían como cometido la vigilancia marítima, a efectuar
diariamente con ese propósito la ascención al Cerro del Toro o al del
Inglés -el actual San Antonio de Piriápolis-, tal como lo consigna Joaquín
del Pino en su conocido informe del año 1785",
Una extensa visión hacia el este y el oeste le darán el privilegio de
encender la primera fogata. La que anunciaba el inminente peligro. Dicha Guardia había sido dispuesta por Don Juan José Moreno, pero por
aquellos días estaba a cargo Don Miguel de la Vega.
Tres de diciembre: "elpiloto de la Vega anuncia que "catorce velas
mayores" desde el este se dirigen al puerto de Maldonado donde
fondearán a las once y media de la mañana". Más tarde reportará:
"cinco navios, cuatro fragatas, seis corbetas y una balandra". Suman
cuarenta los barcos fondeados en el puerto de Maldonado.7
Así los objetivos del Virrey Sobre Monte de reconquistar Maldonado
se frustran e inmediatamente le ordena replegarse. Allende hace retroceder sus tropas hacia Pando y permanece en Solís Grande con su
Ayudante de Campo y cuatro Soldados en su calidad de Mayor General
de la campaña de Maldonado. Cambia la organización y algunas guardias, entre ellas el Campamento de Pan de Azúcar.
Cerro de Piedras de Afilar
1784
Diego de Alvear en su "Diario de Viaje de Montevideo a Santa Teresa" en forma quizás premonitoria, aunque veintidós años antes, un día
13 de enero pero de 1784 relata: "A las 10 millas de Pando, por un rumbo casi del E. cortamos el día 13 el arroyo de Solis chico, otro después,
7
El Niño Chasque (Maldonado y las Invasiones Inglesas) - Dra. Florencia Fajardo Terán.
276
Armas y Letras
el de los Mosquitos. Que baxan ambos del NO. Y alas 5 Vz de este
último se hizo noche sobre las faldas del Cerro de las Piedras de afilar,
llamado asi porque las tiene muy superiores y en abundancia. Este Cerro
es bastante elevado y como se halla muy cerca de la costa del Río déla
Plata, descubre un dilatado horizonte, y se conserva en él de ordinario
un Vigía q'avisa á la Plaza de Montevideo con mucha anticipación las
entradas de las embarcaciones".
En 1790 se estableció una guardia en los ranchos de Juan Antonio
de Haedo, en el paraje de Piedras de Afilar, situado entre las guardias de
Solís Grande y de Pando, a cinco o seis kilómetros de la costa del Río
de la Plata y a unos 15 kilómetros del actual pueblo Soca.
En julio de 1793, el Sub Gobernador Delegado Antonio Olaguer
Feliu, con el Ministro de la Real Hacienda firman un documento que dice
entre otras cosas: "he recibido la relación de los parajes a proposito
para vigías formada conforme a los prolixos reconocimientos practicados por el Ingeniero Don Bernardo Lecoq y otros oficiales de toda la
costa que media entre esta Plaza y el Puerto de Maldonado..." "prevengo a V.S. poner desde luego dichas vigías en los mismos parajes, y
establezca los demás puestos necesarios para facilitarla pronta llegada
de los Partes que se an de dar por no poderse expresar suficientemente
por señales las particularidades que contengan y conduzcan al conocimiento de V.S. quien en este concepto instruirá de las que devan hacerse según el numero parte, rumbo y demás circunstancias, que se observen en los Buques que se descubran para tener asi anticipadas estas noticias Ínterin le lleguen las que deven individualizarse en los Partes, y para que estos no se retarden y que se den con toda expresión y
claridad conbenientes, cuidara V.S. de surtir unos y otros Puestos de
los Cavallos y de mas necesario, y de destinar a ellos Individuos de
despejo y conocimiento..."
Con fecha 4 de julio de 1797, el Sargento Francisco González, del
Regimiento de Dragones de esta Provincia y Comandante de la Guardia
de las Piedras de Afilar certifica que el Maestro Ignacio Clavero construyó el rancho y cocina de esa guardia con las mismas dimensiones que
se expresan en la antecedente relación habiéndose invertido en esta
obra noventa y tres pesos y tres reales corrientes.
Cerros Señaleros
1//
18068
Cinco de diciembre: "D. Santiago Alejo de Allende al Marqués
de Sobre Monte comunica que, en cumplimiento de sus órdenes,
se ha dirigido al Cerro de las Piedras de Afilar, reconociendo ser
este lugar apropiado para responder a las señales que se hagan
desde el Cerro de los Toros. Propone destacar un vigía en el Buceo u otro paraje de sus inmediaciones para que advierta dichas
señales. Al margen se anota que se librará orden al Ayudante Mayor Don José Artigas para lo relativo al paraje del Buceo".
Seis de diciembre: "Don Santiago de Allende al Marqués de
Sobre Monte, contesta su oficio de la misma fecha relativo a las
señales de fuego y humo establecidas para la pronta trasmisión
de noticias sobre movimientos de los enemigos y propone que se
encienda una fogata para indicar que se avistan siete buques, dos
a un tiempo y a alguna distancia hasta el número de catorce, y
tres cuando pasen de veinte y agrega que ha ordenado hacer una
experiencia para comprobar la eficacia del sistema de señales
propuesto".
Duna más alta en la boca del Arroyo Pando
Aníbal Barrios Pintos9 refiere que "En 1772 se levantaron
construcciones en esta última guardia reinstalada ya en junio de
ese año. Se conocen las dimensiones de sus instalaciones al ser
entregadas en el mes de agosto al Alférez José Martínez: un rancho para la tropa de unos 5 metros de largo por otros 5 metros de
ancho, otro para el oficial de 4,70 por 3,60 y una cocina de unos
4,50 por 3,60. Al frente de los ranchos había un palenque de siete
postes sin cintas, para atar los caballos y arretaguardia de los
mismos, a una distancia de unos veinte pasos, se hallaba el corral para los caballos con 59 postes y tres cintas de cuero. Los
alojamientos se erigieron sobre la margen occidental del arroyo
8
9
Ver nota 2.
Ver nota 2
178
Armas y Letras
Pando, según lo consigna el marino Andrés de Oyarvide en su
Memoria Geográfica el 10 de enero de 1784".
1806 10
Ocho de diciembre: "D. José Artigas al Marqués de Sobre
Monte, en virtud de su orden sobre las señales de fuego que deben ser observadas desde Cerro de los Toros y Piedras de Afilar
y trasmitidas a la Plaza, expresa que a las ocho menos cuarto
avistó un fuego escaso al que contestó desde Carrasco y luego
desde el saladero de Seco. Destaca la dificultad que existe para
que se hagan visibles las señales debido a la distancia y aconseja
establecer otra guardia en la barra de Pando".
Nueve de diciembre: "D. Santiago de Allende al Marqués de
Sobre Monte, contesta su oficio del 8 de diciembre en el que se le
comunica que en razón de la gran distancia existente entre Piedras de Afilar y puntas de carrasco o Buceo, ha ordenado establecer otro puesto de señales en la barra de pando o en el médano
"que enfrenta con la fragata inglesa varada" y le encarece que se
sirva ordenar al Ayudante Don José Artigas "como práctico" de
las costas, la eleción del paraje en que pueda establecerse con
ventajas, otra guardia de señales de fuego, la que podía hacerse
depender de la instalada en Pando".
Diez de diciembre: "El Marqués de Sobre Monte a D. José
Artigas adjunta un oficio del Mayor General D. Santiago de Aliende para que "con concepto a él, y a los conocimientos que le asisten", establezca una guardia de señales de fuego entre las que
existen en el Cerro de Piedras de Afilar y el Buceo".
Once de diciembre: "Don José Artigas al Marqués de Sobre
Monte comunica haber establecido la guardia ordenada en la barra de Pando, sobre el médano más alto, la que ha dejado a cargo
Ver nota 2.
Cerros Señaleros
279
280
de dos hombres solamente y haber dispuesto que el sargento de
aquel lugar convocara algunos vecinos para elevar el número destacado, a cuatro hombres y un cabo".
Doce de diciembre: " Don Juan Ramírez al Virrey Marqués de
Sobre Monte, comunica que en cumplimiento de sus órdenes trasmitidas por el Ayudante Don José Artigas, ha franqueado dos hombres para la guardia que debe establecerse en la barra de Pando.
Pide se le envíe una carreta para transportar huesos de la estancia de Gutiérrez y obtener de ese modo fuego de duración y ocho
hombres para el puesto, los que, turnándose puedan observar las
señales durante toda la noche. Agrega que las fuerzas del puesto
a su cargo se reducen a seis hombres, número que resulta insuficiente, ya que es la guardia más importante en el servicio de
chasques y correo, debiendo solicitar el auxilio de algunos vecinos por intermedio del juez Comisionado del partido".
En la madrugada del trece de enero los Cerros Señaleros ardieron a pleno. Ramas, osamenta y todo lo combustible servía para que las
fogatas, de acuerdo al código de señales dado por Allende, le anunciaran en su campamento del Buceo que las naves británicas ponían proa
hacia la Isla de Flores.
El catorce más de cien velas entre navios, fragatas, transportes y
buques menores, distribuido en dos divisiones una desde la Isla hasta
Punta Carretas, la otra desde la boca del puerto hacia el Cerro conformaban el imponente paisaje.
Lejos de amedrentarse frente a la portentosa marina británica, la
defensa generó en el criollo un sentimiento del ser natural de esta tierra
tan al sur de América, que prometía para sus hijos un futuro de patria y
libertad hasta entonces avasallado.
Las fogatas señaleras aún hoy están prendidas, el combustible ha
sido el hierro y la sangre de los que nacimos aquí, "los hijos del terruño".
Quién encendió las dos primeras y cuándo, no sabemos; la de Pando
sí, fue el Ayte. Mayor ARTIGAS.
*******
n
Acuarela realizada por el Sr. Jorge Aramendía Payssé - Cuadro 0.65 x 0.50 Colección "Iconografía del Bicentenario de las Invasiones Inglesas al Río de la Plata".
I—I
í oZ
Armas y Letras
Bibliografía
• Diario de Don Diego de Alvear.
• Archivo Artigas Tomo III.
• Épocas Militares de los Países del Plata - Eduardo Acevedo Díaz.
• El Virreinato de las Provincias del Río de la Plata - Su Organización Militar - Juan
Beverina.
• Historia de la Dominación Española en el Uruguay - Francisco Bauza.
• El Gobierno Colonial en el Uruguay y los Orígenes de la Nacionalidad - Pablo
Blanco Acevedo.
• Invasión Inglesa en el Río de la Plata - A.N. Pereira.
• Crónicas de la época de la Invasión Inglesa - Juan Carlos Pedemonte.
• El Amanecer de la Orientalidad - Dr. Apolinario Pérez.
•
El Niño Chasque (Maldonado y las Invasiones Inglesas) - Dra. Florencia Fajardo Terán,
• A pie y a Caballo - Apuntes del campo de Maldonado - Eduardo Martínez Rovira.
•
Uruguay - Defensas y Comunicaciones en el período hispano - Las guardias
hispánicas de la Banda Oriental - Aníbal Barrios Pintos.
• Artigas olvidado ~ Eleuterio Fernández Huidobro.
•
•
Invasiones Inglesas - Crónicas anónimas de dos ingleses sobre Monte Video y
Buenos Ayres.
Diccionario geográfico - Orestes Araújo.
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
ío
Ha ^etonquísíta
be puenoá ñíuü tu el
teáttmonto be un protagonista
Licenciado Rabian íhíeíogno Vé
(2El 12 de agosto de 1806, se verifica la rendición de las fuerzas inglesas que ocupaban desde el 27 de junio Buenos Aires, en virtud del exitoso operativo de reconquista, organizado en Montevideo y cuyas fuerzas
partirán de esta ciudad, bajo las órdenes del Capitán de Navio Don Santiago de Liniers.
Las autoridades de Montevideo, entendieron que la Capital del
Virreinato había soslayado el papel protagónico que le cupo en la ReLicenciado Fabián Melogno Vélez: Nació en Montevideo en 1941. Estudió Abogacía y
Diplomacia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República
y se graduó de Licenciado en Historia en la Universidad Católica del Uruguay "Dámaso
Antonio Larrañaga". Es miembro de Número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.
Miembro fundador del Instituto Sanmartiniano del Uruguay (ha integrado su Directiva en varios
períodos), miembro fundador del Instituto de Estudios Genealógicos del Uruguay (integró su
Directiva y ejerció la Presidencia en el bienio 1995-1996). Miembro de la Asociación de
Amigos del Museo de Blandengues y Asesor Histórico del Regimiento de Blandengues (20002004). Miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de España (designado
por ésta para integrar la Comisión encargada de redactar el Diccionario Biográfico Español).
Miembro correspondiente del Instituto Histórico y Geográfico Brasileño, de la Academia de la
Historia de la República Argentina, del Instituto Histórico del Río de la Plata "Brig. Gral.
Enrique Martínez", del Instituto de Estudios Genealógicos y Heráldicos de la Provincia de
Buenos Aires, de la Comisión Argentina de Historia Militar, de la Academia Portorriqueña de
Historia, de la Academia de Historia de la República Dominicana, de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Ejerció la docencia en Institutos oficiales de Enseñanza de 1971
al 1985. Es autor de más de 80 publicaciones editadas en diarios, revistas y libros de la
capital, interior y de la República Argentina.
Es miembro correspondiente del Centro Histórico y Geográfico de Soriano. Miembro correspondiente del Instituto Argentino de Estudios Artiguistas. Ha sido designado como Miembro
de la Comisión encargada de redactar la Historia del Ejército Nacional (Orden del Comando
General del Ejército No. 10.395 el 28.XII.2005).
2o4
Armas y Letras
conquista a aquella ciudad y por ello resolvieron despejar dudas, como
expresó su Cabildo en la sesión del 7 de enero de 1808 por: "... la envidia de aquella Capital que ha procurado y procura obscurecer el mérito
de esta ciudad mediante plumas infieles..."y disponen que: "... el caballero Síndico Procurador (que lo era el Dr. Don Tomás García de Zúñiga)
tome sobre sí el interesante trabajo de crear con la posible brevedad un
expediente que aclare las dudas y disipe totalmente las nubes que tienen obscurecido el resplandor del mérito de esta ciudad por medio de
los respectivos informes, justificaciones y declaraciones que tomará de
todos los esfuerzos que hizo esta ciudad y su comercio, para el logro y
apronte de esta expedición que salió de ella á reconquistar la Capital".
El testimonio de un protagonista
de la Reconquista
Entre los distintos informes que se incorporaron a este expediente
que mandó formar el cabildo montevideano, se destaca el de un Capitán
del Regimiento de Dragones de Buenos Aires: el Capitán José de Espina, quien en forma sencilla y clara, con fecha 23 de junio de 1808, dará
testimonio de los pasos de la expedición reconquistadora de la que formó parte, hasta la rendición del Gral. Beresford, en la jornada gloriosa
del 12 de agosto.
El Capitán Espina, era natural de la Villa de Ampuero en el Obispado de Santander, donde nació el 18 de marzo de 1767.
Eran sus padres: el Teniente Coronel de los Reales Ejércitos Don
Bartolomé de Espina y Doña Teresa Barbosa. Espina llegó al Río de la
Plata como Teniente de Fragata de la Real Armada, pasando luego al
Ejército como oficial del Regimiento de Dragones. El 8 de julio de 1801,
contrajo matrimonio en Montevideo con Doña Francisca Vázquez Pagóla,
hija del gallego Manuel Vázquez, natural de la Parroquia de San Nicolás
en La Coruña y de la montevídeana María Josefa Pagóla. Fueron testigos de la boda del Capitán Espina: Don José Prego de Oliver, Administrador de la Aduana de Montevideo y su esposa Doña Gertrudis Boisseaux
de Chateaufort. Espina alcanzará el grado de Teniente Coronel, como lo
pone de manifiesto el testamento que otorga su esposa, antes de embarcarse para España, en 1821.
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
Loo
Luego de estos datos filiatorios del personaje en cuestión, pasaremos a estudiar su testimonio: "D.n José Espina, Cap.n del Rexim.to de
Dragones de Buenos Ayres, de acuerdo y conformidad con el Cap.n de!
mismo Cuerpo D.n Ambrosio Pinedo. En virtud de orn del Señor
Govemador de esta Plaza q.e se me ha comunicado por el Com.te accidental de dho Cuerpo:
Certifico q.e hallándome de Guarnición en ella, acontesio la invasión
de una Esquadra británica en este Río de la Plata, y la rendición de
Buenos Ayres á sus Tropas mandadas por el Gral. Beresford en 27 de
Junio de 1806.
Desde luego q.e se tubo aqui noticia de tan funesto suceso, el S.or
Gov.or D.n Pasqual Ruiz Huidobro, el Ilustre Cavildo, y el Pueblo todo,
resolvieron la reconquista p.a cuio efecto es indecible la dedicación de
todo genero de personas á concurrirá los aprestos, y á tomar partido en
la empresa: era gral el deseo y nadie quería eximirse de tener parte."
Destaca el Cap.n Espina que se realizaron varias juntas de guerra,
presididas por el Gobernador Ruiz Huidobro, a quien se resolvió confiar
el mando de la expedición, pero que habiendo arribado a Montevideo el
Capitán de Navio Don Santiago Liniers, quien se trasladó desde la capital del Virreinato, en procura de ayuda para reconquistarla se designó a
éste para comandar la empresa.
El 22 de julio partirán de Montevideo en dirección a Canelones, distante 9 leguas de aquella. Un fuerte temporal de viento y lluvia, les obligará a permanecer en Canelones hasta el día 26. Subraya Espina: "El
Exto. se componía entonces de algunos setecientos hombres, entre
Infantería, Dragones, Blandengues, Voluntarios de Infantería de esta ciudad, Migueietes de la misma, y los Artilleros y sirvientes necesarios
para tres Cañones de Campaña y dos Obuses."
El 26 cruzan en botes el río Santa Lucía y acampan a orillas del río
San José. El 27 pasan este último río en jangadas y acampan en el río
Rosario y el 28 arribarán a la Colonia del Sacramento... Allí los aguardaba una pequeña escuadrilla: "destinada á la misma Expedición q.e bajo
un temporal salió de este Puerto el 23, á prima noche, á la vista de la
Esquadra inglesa q.e lo bloqueaba y llegó sin otra desgracia q.e el haber
zozobrado en la Costa dos Chalupillas de las que mandaba D.n Hipólito
Mordeill, salvándose toda su tripulación."Aclaramos que Hipólito Mordeill
era un corsario francés, al servicio de España, apodado "Maincourt"
porque le faltaba un brazo, que tendrá una distinguida actuación en la
286
Armas y Letras
Reconquista y al año siguiente: en la defensa de Montevideo, donde morirá
heroicamente.
En Colonia se les incorporan dos compañías de Milicias de Caballería al mando de los Capitanes Benito Echain (por Chain) y Don Pedro
Manuel García, agregamos los nombres de los oficiales de éstas que no
nombra Espina: Teniente Antonio Villalba y Alférez Casimiro Camacho (en
la de Chain) y Teniente Martín Albin y Manuel Gregorio Luque (en la de
Pedro Manuel García). El uniforme de estos milicianos fue costeado por
suscripción popular, a cargo de la esposa del Comandante de la Colonia,
a la que contribuyeron entre otros Juan de Altolaguirre (Comandante del
Resguardo) y el Cap. de Fragata Don Juan Gutiérrez de la Concha.
Estando prontos a partir, arriba a Colonia Juan Martín de Pueyrredón
que trae la noticia de la derrota de los bonaerenses en el Campo de
Perdriel, el 1o. de agosto. Destaca el Cap. Espina que: "Nuestro Gral.
en vez de apocarse con tan infausta noticia, dio muestras de la magnanimidad de su corazón, diciendo con alegre semblante: no importa, nosotros bastamos para vencerlos".
En Colonia dispuso Liniers "la reseña de todas sus fuerzas y la
forma de batalla que se debía tomar al desembarco y es como sigue:"
DosComp.s
c
Grans.
c
Blan.s
Fusileros
Gran.s
Migueletes
déla
de
8
Volunt.s
S
de
Volunts
de
de Mont.o
de Drag.s
Colonia
Dragones
Buenos
de
Inf.a
Un obús
Mont.
Ayres
Mont.o
57
105
93
65
110
56
100
110
de
uou
Milicias
uou
Comp.a
de Gran.s
Cuerpo de Reserva
Una Comp.a de Drag.s
Un Cañón
Una Comp.a de Blandengues
Repuesto de Municiones, con agreg.s
Marina
6 Zumacas y Goletas armadas
6 Cañoneras del Rey
3 Lanchas particulares armadas
10 transportes
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
ZZ__
Señala Espina que: "Regulando en ciento diez hombres las dos
Comp.s, de Drag.s y Blandeng.z del Cuerpo de Reserva, asciende la
fuerza de línea á ochocientos hombres, y computando a cien Indiv.s al
servicio de la Artll.a y del Repuesto y en servicio el Capital de Tropa y
Tripulaciones de los buques, asciende el número de plazas á mil seiscientos onze."
"Dimos á la vela desde la Colonia el día 3 de agosto con viento
favorable aunque con mal cariz de tiempo. El 4 amanecimos á la vista
de Buen.s Ay.s cerca de los Baxeles Ingleses de su bloqueo y tanto por
esto como porq.e iba aumentando el temporal hizimos rumbo al Puerto
de las Conchas distante siete leguas de la Capital, donde fondeamos
felizmente á las nueve de la mañana."
A las 10 a.m. desembarca el ejército con su artillería y Liniers dispone que se bajen dos cañones de a 18 (que estarán presentes en la
decisiva jornada del 12 de agosto, emplazados en las calles de La Merced, hoy Reconquista y de Las Torres hoy Rivadavia). Reciben allí, la
valiosa colaboración del vecino de Las Conchas Martín José de Goyechea,
un guipuzcoano casado con una montevideana.
Al día siguiente, 5 de agosto se traslada el ejército reconquistador a
San Isidro, donde un recio temporal de viento y agua los obligó a replegarse al interior de esta población. Allí permanecerán hasta el día 9 en
que se trasladan a la "Chacarita de los Colegiales", a tres leguas de la
ciudad (Las Conchas distaba 7 leguas de la ciudad). El día 10, es domingo y el Capellán del Ejército, Presbítero Dámaso Antonio Larrañaga
celebró Misa. Partirán inmediatamente para los Mataderos de Miserere
(zona conocida hoy como el Once), desde allí Linierse envía a uno de
sus Edecanes: Don Hilarión de la Quintana a intimar la rendición del
Gral. Beresford, quien rechazó la intimación. En Miserere dice Espina
que: "comenzó á acompañar mucho Pueblo... seguimos por entre Quintas y Pantanos á cituarnos mas cerca de la Ciudad, rodeando asi a la
Recoleta en cuio transito nos fue el Pueblo de mucha utilidad y ayuda,
pues contríbuio con sus esfuerzos áq.e nuestra Art.a no se embarrase
en los lodazales y malos pasos q.e tubo q.e superar. Al entrar en la calle
de cercados q.e guía á dho convento de Campo, el Edecán D.n Juan
José Viamont, q.e acababa de recorrer el Retiro, avisó al Gral. q.e
concideraba oportuno atacar aquel Puesto, asi por su localidad mas
ventajosa á la Ciudad, como por estar guarnecida de poca Tropa. El
Gral. lo estimó conven, te, y marchamos hacia alia. El Puesto del Retiro
288
Armas y Letras
q.e tiene en su centro la Plaza de Toros construida de material, consiste
en una grande arca, situada al norte de la Ciudad, rodeada de cercados
de Quintas por el Oeste y Sur, y de edificios en la parte superior de las
barrancas del Rio por el Este entre los quales se encuentran los almacenes de la Arta. Dan ingreso a el 9 bocacalles en toda su circunferencia, las unas saliendo de la ciudad, y las otras entrando del campo, y
subiendo del bajo del Rio, su distancia de la Plaza mor es la de 12
Quadras de 15 varas."
El ejército avanzó en dos columnas por las calles del Oeste, llevando a la vanguardia 120 miñones comandados por el Teniente Rafael de
Bufarull y el Subteniente José Grau y Font (Unidad organizada en Montevideo por estos dos catalanes, con sus paisanos, para combatir contra
los ingleses), segundados por la Compañía de Granaderos de Infantería y
con dos obuses. El operativo culminó con éxito derrotando los miñones
de Montevideo a los 200 ingleses que custodiaban el Parque de Artillería.
Beresford intentó recuperar el lugar y salió del Fuerte a la cabeza de 500
efectivos y con algunos cañones de campaña, pero el comandante de la
Artillería, reconquistadora Don Francisco Agustini abrió fuego con sus dos
obuses contra aquellos y "el General inglés se vio en la necesidad de
emprehender su retirada aceleradam.te con gran pérdida de los suíos."
Recuerda Espina que en la mañana del 11 llegaron al Retiro los dos
cañones de a 18 que se habían desembarcado en Las Conchas, conducidos por "un tal Gaona" y como sus cureñas no eran apropiadas para
manejarlos en tierra, Liniers le encomendó hacerlos montar en cureñas
de plaza, lo que se realizó con material depositado en el Almacén de
Artillería, recién capturado, colaborando como carpinteros los miñones.
Con ellos, recuerda Espina, se destruyó una cañonera inglesa y se abatió la bandera de una fragata británica.
El día 10, luego de la toma del Retiro, por la tarde, se habían presentado el Cadete de Voluntarios de Montevideo D. Juan Vázquez (hermano de Santiago y Ventura), "capitaneando un trozo de gente mal armada, tremolando una bandera blanca y roja, y a nuestra retaguardia
entraron también unos cincuenta vecinos de á caballo que nos habían
seguido desde Las Conchas y pertenecían á los Cuerpos batidos de
Puirredon y D. Pedro Núñez y una pequeña partida mandada por D.n
Lucas Vivas..." Espina subraya que con los soldados que se les
incorporararon al día siguiente, el total de incorporados ascendía a 500 ó
600 hombres.
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
El día 12 recuerda Espina que "... creció tanto de punto la audacia
victoriosa de los miñones q.eá las 9 de la mañana se habían apoderado
del Quartel de la ranchería, distante dos cuadras de la Plaza Mayor, y
tuvieron el atrevimiento de echarse sobre uno o dos de los cañones
abocados sobre una entrada de la misma Plaza, pero hubieron de retroceder porque los enemigos cargaban y á ellos se les acababan las
municiones. Los continuos avisos de estos sucesos y continuada solicitud de municiones, y de refuerzos resolvieron á nuestro General á
enviarles de auxilio la Comp.a de Granaderos de Dragones, y en seguida á empeñar una acción decisiva, y habiendo dado las correspondientes órdenes, se emprendió la marcha por la calle del Puente, y poco
después se dividió el Exto. en varías columnas dirigiéndolas á un mismo tiempo por todas las calles q.e terminan en la Plaza Mayor, donde á
mas á uno de los lados la Fortaleza, tenían establecido los enemigos su
apostadero gral. defendido con numerosa artillería en todas sus avenidas, y la entrada de ellas, y toda la circunferencia de la Plaza coronada
de fusileros en sus azoteas."
Vamos a dar alguna información complementaria que Espina omite. Ese día 12 amaneció Buenos Aires envuelto en una densa neblina
invernal, ello determinó a los impetuosos miñones de Bufarull y a los
marineros de Hipólito Mordeille a deslizarse sigilosamente hacia la Plaza Mayor, cuando solicitaron refuerzos porque se les acababan las municiones, Liniers les mandó a las Milicias de Caballería de Colonia y a una
Compañía de Dragones. Liniers pensaba atacar al mediodía, pero esta
actitud audaz de los miñones, le obligó a adelantar el ataque general.
Los ingleses se hallaban distribuidos entre la Fortaleza (artillada
con 35 piezas), los altos del Cabildo y azoteas de la Recova, en este
último punto se hallaba el Gral. Beresford, rodeado de su Estado Mayor,
dirigiendo la resistencia, espada en mano, además resguardado por el
pórtico de la Catedral, se hallaba un cuerpo de reserva.
Señala Espina que: "El Gral. eligió para sí la calle de la Merced á la
cabeza de tres compañías de Drag.s con dos piezas de Arta y un cañón de á 18 y un obús de a 6 pulgadas. Comenzó la brava y bizarra
acción á las nueve y media de la mañana. En la calle de la Merced (hoy
Reconquista) sufrimos la primer descarga de la Arta enemiga, pero
nuestros gruesos cañones la hizieron callar en breve, y dieron lugar á
nuestro Gral. p.a enviar la Compañía de Dragones de D.n Florencio
Núñez á reforzar otros puntos con un cañón de á cuatro, mi Comp.a y la
290
Armas y Letras
de Ambrosio Pinedo, permanecieron con el Gral. en aquel puesto hasta
que la rapidez de las demás partes del Exto. que obraban al mismo
tiempo, atropellando la artillería enemiga, y desalojando a los ingleses
de todos sus puestos, los obligaron a encerrarse en la Fortaleza, siguiéndolos hasta los fosos y puente levadizo.
Aterrados los enemigos por el estruendo de las armas, y con el
feroz clamor de los combatientes, y del Pueblo, arbolaron bandera parlamentaria. El Gral. envió á su Edecán D.n Hilarión de la Quintana á
intimar la rendición, y mandó entre tanto cesar el fuego, pero no pudo
hacerse entender de los nuestros, y el Gral. enemigo tuvo que enarbolar el Pabellón Español, y rendirse á discreción. Nuestro Grai. por un
rasgo de su marcialidad les concedió los honores militares, y mil y seiscientos fusiles enemigos con quatro Banderas fueron rendidas á nuestras Armas."
Complementando estos detalles que expone el Cap. Espina, debemos señalar que la fuerza de reserva que los ingleses tenían guarecida
detrás del pórtico de la Catedral, fue la primera desalojada por la Compañía de Infantería de Don Juan Balbín González Vallejo, apoyada por
una porción de la marinería de Gutiérrez de la Concha, mandada por el
Teniente de Fragata José Posadas (quien el 18 de mayo de 1811, ya con
el grado de Capitán de Fragata se enfrentará a Artigas en la batalla de
Las Piedras). Don Juan Balbín González Vallejo, certifica en este expediente que mandó formar el Cabildo montevideano, el comportamiento
del Cabo 1o. Pedro Rosende quien: "Ha dado pruebas de grande valor,
distinguiéndose en hacer fuego al enemigo en la calle de la Catedral,
siendo el primero que se apoderó de un Obús que tenía el enemigo en la
bocacalle de la Catedral, dándolo el solo vuelta para el enemigo, pasando al cajón de municiones, llamando en ayuda á sus compañeros para
operar con dicho obús contra el enemigo."
Del Cabildo fueron desalojados por los Blandengues de Buenos
Aires con el apoyo de la marinería de Gutiérrez de la Concha. Los ingleses se habían replegado hacia la Recova y el Capitán de Milicias de
Colonia Don Benito Chain, luego de obtener el apoyo de las compañías
de Infantería que lo rodeaban, para atacar la Recova, se lanzó impetuosamente al galope con su Compañía, hacia el arco grande de la Recova,
tras él se precipitaron infantes y jinetes tomando la Plaza Mayor.
Beresford que contemplaba estas acciones, colocó su espada sobre el
brazo izquierdo que era la señal para que sus tropas emprendieran la
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
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Manuscrito original sobre la Reconquista, en la "Historia de la dominación
española en el Uruguay" del Dr. Francisco Bauza. A.G.N. - F.A.P.C. 122.
292
192
Armas y Letras
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
retirada hacia el Fuerte, lo que hicieron en buen orden, a paso ligero,
recuerda Liniers y Beresford fue el último en entrar al puente levadizo.
Cuando el Edecán de Liniers fue en nombre de éste a intimarle la rendición al Gral. inglés, éste quiso entregarle la espada a lo que Hilarión de la
Quintana, caballerescamente se rehusó.
Beresford, desde los altos del fuerte gritó en portugués a la muchedumbre que vociferaba, "No mais fogo" (literariamente traducido: alto al
fuego).
El Cap. Espina da la nómina de las distintas unidades militares
que participaron en la reconquista y de sus oficiales, con excepción del
regimiento de Blandengues de Buenos Aires, de los que declara no recordar el nombre de sus oficiales:
Estado Mor del Exto
Gral. en Gefe D.n Santiago Linires
Edecanes los Then.s D.n Hilarión de la Quintana y D.n Juan José Viamont
Real Cuerpo de Artillería
Comandante D.n Francisco Agustini
Subten.te de Inf. Agreg.do D.n José de Elorga
Cadete de Inf.a Im D.n Ambrosio Agustini
Capn D.n Rafael de Zufriategui
Guarda Parque D.n Manuel Acuña de Figueroa
Infantería Veterana
Cap.n de Granad.s D.n José Ignacio Gómez
Ten.te de Im D.n Francisco de Vera
Subten.te Im D.n Matías Larraya
Agreg.do D.n Pedro Maciel Ten.te retirado de Blandeng.s de Montevideo
294
Armas y Letras
Dragones
Sarg.to mor Com.te Coronel D.n Agustin de Pinedo
Ayud.te mor D.n Manuel Garayo
2S El Alférez D.n Ramón Vázquez
I
Calle
de la Merced
Portaguiones los Cadetes D.n Agustin de Pinedo y D.n Enrique Martínez
Cirujano D.n Ángel Refojo
Comp.a de Granad.s
Cap.n el Then.te Coronel D.n Agustin Arenas
Then.te D.n Vicente Alagon
Alfer.z D.n Andrés Ordoñez
{
alaccalle
déla Catedral
Cap.n D.n José Espina
Then.te D.n José Arena
Im agreg.do D.n Blaz Pintos
Alférez D.n Mariano Miler
Calle
de la Merced
2?
Cap.n D.n Florencio Núñez
Then.te D.n Manuel Pérez
Alférez D.n José Azeves
A la calle
de las Torres
Cap.n D.n Ambrosio Pinedo
Then.te D.n Bartolomé Rondeau
Alférez D.n Juan Zamudio
í Calle de la
Merced
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
Volunt.s de Inf.a de Mont.o
Granaderos
Cap.n D.n Joaquín de Chopitea
Then.te D.n Juan de Ellauri
Sunten.te D.n Juan Méndez Caldeira
1=
Cap.n Com.te D.n Juan Valvin Vallejo
Then.te D.n Cristóbal Salvañac
Im agregado D.n Jayme Ferrer
Im Im D.n Jayme Illa
Im Im D.n Gerónimo Olloniego
Subten.te D.n Teutonio Méndez
Im agreg.do D.n Victorio Garcia
Capellán de todo el Exto el Presbítero D.n Dámaso de Larranaga
Milicias de la Colonia
Cap.n D.n Pedro Garcia
Im D.n Benito Echain
Migueletes
Com.te El then.te de Exto. D.n Rafael de Bufarull
2o. el Subten.te de Exto D.n José Grau
Marina
Com.te el Cap.n de Fragata D.n Juan Gutiérrez de la Concha
El Then.te de Navio D.n Joaq.n Ruiz Huidobro
El Then.te de Navio D.n Juan de Vargas
El Then.te de Fragata D.n Cándido Lasala
El de Im. D.n José Posadas
El de Im. D.n José de Córdova
El Alférez de Navio D.n Benito Correa
El de Im. D.n Manuel de la Iglesia
El de Im. D.n Joaq.n Toledo
El de Im. D.n José Miranda
El de Fragata D.n Federico Lacos
Agrad.dos muchos Cap.s mercantes
196
Armas y Letras
Liniers recibió tres balazos que milagrosamente perforaron su
casaca sin impactar en su cuerpo. Habrá pensado que la Virgen del
Rosario a quien prometió entregar en ofrenda, las banderas británicas
que capturase, lo había preservado.
Beresford también aspiró el hálito de la muerte: vio perecer a su
lado al Capitán de Ingenieron George Kennet, su Ayudante, en el arco
grande de la Recova.
Al final de su testimonio, el Cap. Espina hace una evaluación del
compartimento de las unidades militares que estuvieron presentes en la
Reconquista, destacando que: "...debemos expresaren honor de /ajusticia que el prest de la acción correspondió a la Plaza de Montevideo.
Ésta hallándose bloqueada se desprendió de la mejor parte de su guarnición p.a ocurrir á tan importante empresa y si fuera permitido, sus
habitantes en masa la hubieran abandonado para socorrer a su amada
Capital. La alegría con q.e en el rigor del invierno un Pequeño Exto compuesto de Soldados y de vecinos sufrió la rigidez de los temporales y de
la intemperie, á pie desde las Conchas, y sin tiendas ni bagaje en todo
su tránsito: el haber despreciado generosamente los inmensos obstáculos y peligros q.e fue preciso superar en toda la marcha, el haber sido
este Exto el q.e comenzó y concluió todas las acciones de armas hasta
la rendición de ia guarnición inglesa.
¿quien puede dudar de la pertenencia á Montevideo de esta Corona cívica?"
Aludiendo a las unidades militares, subraya Espina: "...los
Migueletes, y Voluntarios de Montevideo, las Milicias de la Colonia, y la
Marinería merecen particular alabanza por su bravura y comportación
militar que le ha grangeado el renombre dé expertos y valerosos.
D.n Rafael de Bufarull, D.n José Grau, D.n Juan Valvin Vallejo,
sus Subalternos D.n Joaquín de Chopitea y sus Ofic.s rompieron la marcha á la Vanguardia, y el Presbiterio D.n Dámaso Larrañaga, sacerdote
virtuosos, sabio, y distinguido, se halló siempre en medio de los maiores
riesgos movido de sus piadoso celo y de su decidido patriotismo."
El 30 de junio de 1807, Don Santiago de Liniers publicó en la Imprenta de los Niños Expósitos de Buenos Aires, un folleto en que
transcribe el parte elevado por el Comodoro Popham al Lord del Almirantazgo Guillermo Merseden Escudero, redactado a bordo del navio
"Diadema", el 25 de agosto de 1806.
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
Dicho parte está glosado por Liniers quien refuta las maliciosas
inexactitudes del marino de la Rubia Albión, quien trata de justificar la
gestión del Gral. Beresford y la suya propia con lo que Liniers califica de
"groseros embustes". Concluye Liniers este folleto con estas reflexiones: "Un español que sirve a su Rey por amor, defiende su religión, su
familia, su patria, sus propiedades, por los principios del honor que le
son característicos, vale por veinte mercenarios inmorales, contenidos
sólo bajo de sus banderas por la disciplina más feroz de la que no hay
exemplo entre ninguna de las naciones antiguas ni modernas."
La Reconquista, es indudablemente, un capítulo de la hermandad
ríoplatense, pero al momento de repartir los laureles de la victoria se
transformará en la manzana de la discordia entre Montevideo y Buenos
Aires. Las autoridades de Buenos Aires soslayaron el papel protagónico
de Montevideo, fundamentalmente el cabildo de la capital del Virreinato.
Paul Groussac, un francés que llegó a Buenos Aires con 18 años
y desempeñará alli altos destinos: Inspector Nacional de Educación,
Director de la Biblioteca Nacional, en su obra: "Santiago de Liniers Conde de Buenos Aires", luego de reconocer la Historia del Dr. Francisco
Bauza, como la mejor sobre este episodio de la Reconquista, le reprocha que con lo que califica de "patriotismo de campanario", pretenda
justificar los reclamos de Montevideo ante las autoridades de Buenos
Aires por su papel capital en estos acontecimientos bélicos.
Groussac, defendiendo a Buenos Aires, o mejor dicho a sus autoridades, dirá que a las fuerzas de Montevideo se les otorgaron premios y
recompensas, pensiones a las viudas, que al Cap. Don Benito Chain de
las milicias de Colonia, se le entregó una espada de honor, para compensarlo de la pérdida de la suya, en la jornada del 12 de agosto, en la
que la fusilería inglesa partió su sable cuando se lanzó al galope sobre el
arco mayor de la Recova. También recuerda que el Cabildo de Buenos
Aires envió al cabildo de Montevideo una nota congratulatoria. Pero que
los montevideanas fueron insaciables y exigieron los trofeos arrebatados a los ingleses. Las banderas británicas, estaban prometidas por
Liniers, cuando se embarcó para Montevideo, a solicitar apoyo para la
Reconquista, a la Virgen del Rosario, de la que era devoto. El Padre
Pérez Castellano, reflexiona que esta promesa de Liniers a la Virgen del
Rosario, bien la pudo cumplir en Montevideo, en que también en la Matriz, había una buena imagen de la Virgen del Rosario. En cuanto a los
198
Armas v Letras
DONSANTIAGOLINIERS Y BREMONT, CABALLERO
• del Orden de San Juan., Capitán de Navio de la Real Ar; triada y.Comandante General en Xefe de las fuerzas de Mar
•;";•'• y Tierra deflánadas á la Reconquifta de Buenos-Ayres.
Certificado suscrito por el Capitán de Navio Santiago de Liniers el 29 de agosto de
1806, a favor del Sargento veterano de la Compañía de Granaderos del Batallón de
Voluntarios de Infantería de Montevideo D. José Luis de Breque, haciendo constar
su participación en la Reconquista de Buenos Aires.
La Reconquista de Bs. As. en el testimonio de un protagonista
299
cañones y obuses, es indudable que fueron los miñones de Montevideo
los que se apoderaron de dos piezas de artillería, en aquella neblinosa
mañana del día 12 de agosto y que el Cabo de 1 a . Pedro Rosende arrebató a los británicos un obús apostado en una de las bocacalles de la
Catedral, según certifica su jefe, el Cap. Juan Balbín González Vallejo.
Además el vecindario de Montevideo, aportó $252.000 para financiar la Reconquista, según lo recuerda Bauza en su "Historia de la dominación española". La toma del Parque de Artillería en la jornada del 10 en
el Retiro, estuvo a cargo de esta Compañía de Miñones de Montevideo y
fueron ellos los que precipitaron el ataque general del día 12, al lanzarse
impetuosamente, amparados por la neblina hacia la Plaza Mayor, apoderándose del Cuartel de la Ranchería, a dos cuadras de aquella. Las
fuerzas de reserva inglesa que se guarecían detrás del Pórtico de la
Catedral fueron desalojadas por la Compañía de Infantería de Montevideo que comandaba Juan Balbín González Vallejo y fue Benito Chain,
cuando se lanzó con su Compañía de Milicias de Caballería de Colonia
contra el arco mayor de la Recova, seguido por las compañías de Infantería, el que precipitó la retirada de los británicos hacia el Fuerte.
Fuentes Documentales y Bibliográficas
•
•
•
•
•
•
•
•
BAUZA, Francisco: Manuscrito original sobre la Reconquista, en la "Historia de la
dominación española en el Uruguay". A.G.N.-F.A.R- Caja 122, Carpeta 12.
A.G.N.-F.A.G.A. Lo. 165.
Archivo del Cnel. Ángel Corrales Elhordoy.
APOLANT.Juan A.: "Génesis de la familia uruguaya" 2 a . Ed. Montevideo, Imp.
Vinaak, 1975.
GROUSSAC, Paul: "Santiago de Liniers Conde de Buenos Aires", Buenos Aires,
Erre Eme S.A. 1998.
MITRE, Bartolomé: "Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina", Buenos Aires, CADEL S.C.A., 1967.
PÉREZ CASTELLANO, José Manuel: "Selección de escritos, Montevideo, Barrreiro
y Ramos 1963.
VÁLGOMA Y DÍAZ VÁRELA Y BARÓN DE FINESTRAT: "Real Compañía de Guardias Marinas y Colegio Naval", To. IV, P.145, Exp. 3250, Madrid, 1945.
200
Armas y Letras
ponaparte
(1769-1821)
•elección be penáamtentoá
Coronel de RrtiÜéría Arturo (D. íMiíans
"Los Generales en Jefes son guiados por la experiencia o por el genio.
La Táctica, las evoluciones, la ciencia del ingeniero y del artillero pueden
aprenderse en los tratados, más o menos como si fuese Geometría. Pero el
conocimiento de la parte más elevada de la guerra sólo se adquiere por
medio de la experiencia y del estudio de la Historia Militar, y de las batallas
de los Grandes Capitanes: Gustavo Adolfo, Turena y Federico, igual que
Alejandro, Aníbal y César, todos han operado sobre la base de iguales
principios."
"Lean y relean las campañas de Alejandro, Aníbal, César, Gustavo Adolfo,
Turena, Príncipe Eugenio y Federico, tómenlas como modelo. Es el único
medio para llegara ser un gran General y para descubrir los secretos del
Arte de la guerra."
Napoleón Bonaparte (1769-1821)
201
83- Abandonadas a sí mismas la infantería y la caballería, no producen resultados definitivos; pero con el apoyo de la artillería, y tratándose de fuerzas iguales, la caballería debe destruirá la caballería enemiga.
84- La artillería es el todo para una batalla y para un sitio: una vez
empezado el combate, el arte consiste en hacer converger un gran
número de fuegos sobre el mismo punto, sin que el enemigo pueda preverlo.
85- Es una regla fija que el ejército deberá constantemente conservar
sus columnas reunidas, de manera que el enemigo no pueda
introducirse entre ellas. Si por razones especiales infringimos esta
regla, es necesario que los cuerpos separados operen independientemente, y se dirijan a un punto fijo, sobre el cual convergerán
sin vacilaciones ni nuevas órdenes.
86- La víspera de un ataque no se debe jamás separar nada de un
ejército, pues todo puede cambiaren un instante. Un batallón puede decidir de la suerte de un día.
87- En campaña, ningún jefe debe dormir en una casa, y sólo el General en Jefe, a causa de sus mapas, deberá tener tienda.
88- El mayor peligro aparece en el momento de la victoria.
89- A un enemigo que huye, hay que tenderle un puente de oro, ni
oponerle una muralla de acero. (1813. Asunto Vandamme).
90- La política y la moral rechazan, al unísono, el saqueo.
91 - La artillería es aún excesivamente pesada y complicada. Hay que
procurar simplificarla y reducirla.
92- La amabilidad, el agrado, honran al vencedor y deshonran al vencido, que debe permanecer solo y no deber nada a la piedad. (1798.
Carta a Kléber).
93- Aníbal forzó los Alpes; yo, por primera vez, los rodeé.
202
Armas y Letras
94- No se hallan personas intrépidas entre aquellas que tienen algo
que perder.
95- El peligro provoca el ingenio de los franceses.
96- Mi más hermosa campaña fue la del 20 de Marzo, en la cual no se
disparó un solo tiro.
97- La igualdad sólo existe en la teoría.
98- M el nombre ni la forma de gobierno significan nada, con tal de
que los ciudadanos sean iguales en derechos y la justicia se administre equitativamente.
99- Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los
gobiernos, para adormecer a sus gobernados.
100- La ley social puede conceder a todos los hombres los mismos
derechos; la Naturaleza no los dotará jamás de iguales facultades.
101 - La monarquía está fundada en la desigualdad de las condiciones
existentes en la Naturaleza, y la República, en la igualdad, cosa
imposible.
102- Jamás escogerá el pueblo verdaderos legisladores.
103- Nada debe asemejarse menos a un hombre que un rey.
104- Dentro del sistema del poder absoluto, basta una voluntad para
destruir un abuso; en el sistema de asambleas, se necesitan quinientas.
105- El fundamento de toda autoridad está en las ventajas obtenidas
por el que obedece.
106- ¿Queréis contar a vuestros amigos? Caed en el infortunio.
107- £/ poder absoluto ha de ser esencialmente paternal; en otra forma
sería destruido.
Napoleón Bonaparte (1769-1821)
203
108- Bajo un amo la sola frase "Derechos del Pueblo" es un crimen en
política.
109- Un soberano no debe jamás prometer sino aquello que quiere
cumplir,
110- La humanidad de los intereses es lo que constituye la fuerza de un
gobierno.
111 - La buena política es hacer creer a los pueblos que son libres; el
buen gobierno, hacerlos felices, como quieren serlo.
112- El tormento de las precauciones es superior a los peligros que
hay que evitar; es preferible entregarse al propio destino.
113- Un príncipe que tiene miedo es destituible a cada instante.
114- El descrédito llega tanto por un pecadillo como por un golpe de
estado; cuando se conoce el arte de reinar no se aventura el crédito sino con absolutas garantías.
115- Un gobierno recién nacido debe deslumhrar.
116- Los pueblos necesitan fiestas brillantes, pues los tontos gustan
del ruido y las muchedumbres son tontas.
117- La conciencia del Jefe del Estado es la previsión de los hechos:
en el momento en que es más bienhechor, se le acusa de tiranía.
118- Es necesario que el Jefe de un Estado no sea jefe de partido.
119- La altura del soberano depende de la altura de su pueblo.
120- Un gran soberano es aquel que prevé los resultados a cada momento.
121 - Un soberano que se afilia a una fracción hace inclinarse la barca y
apresura el naufragio.
122- En todos los actos públicos, es preciso fuerza, consecuencia y
unidad.
Armas y Letras
157- Si la perfección no fuera una quimera no obtendría tantos triunfos.
158- Quién retiene más imágenes en su memoria es el que tiene mayor imaginación,
159- No hay leyes posibles contra el dinero.
160- Nos burlamos de muchas cosas fingiendo no verlas.
161 - La política, que no puede ser moral, debe hacer triunfar a la moral.
162- Nada más imperioso que la debilidad, cuando se siente apoyada
por la fuerza.
163- La envidia es una declaración de inferioridad.
164- La perversidad no es jamás colectiva.
165- Hay que reconocer las debilidades humanas, y es mejor disculparlas que combatirlas.
166- ¿ Podemos nosotros, aquí abajo, hacer de Dios un objeto de nuestras discusiones?
167- La astucia no indica siempre debilidad.
168- Quien sabe adular sabe calumniar.
169- El dinero es más fuerte que el despotismo.
170- Los tratados se cumplen mientras los intereses están de acuerdo.
171- Imponer condiciones excesivamente duras es dispensar de su
cumplimiento.
172- Los ancianos que conservan las aficiones de la edad juvenil pierden en serenidad lo que ganan en ridículo.
173- El trabajo es la hoz del tiempo.
Armas y Letras
20/
Inhítt
Pág.
Portada
1
En este Número
3
Orígenes de las Invasiones Inglesas. Cap. E. Zícari
5
Invasiones Inglesas. El Armamento Portátil Británico y
Español. Cnel. A. Milans
28
El Apoyo Logístico en las Invasiones Inglesas.
Tte. Cnel. O. Herrera
61
Una Visión de las Fortificaciones Españolas en
las Invasiones Inglesas. Cap. (Eq.) Lie. J. Olivero
72
Iconografía de las Invasiones Inglesas.
Tte. 1o. (Eq.) Lie. A. Otero
112
La Invasiones Inglesas en Maldonado. Dr. F. Cairo
151
San Carlos y las Invasiones Inglesas. Cnel. A. Otegui
160
Cerros Señaleros. Sr. E. Panizza
168
La Reconquista a través del testimonio de un actor.
Lie. F. Melogno
Napoleón Bonaparte (1769-1821). Selección de
Pensamientos. Cnel. A. Milans
índice
183
200
207
NUESTRA PORTADA: Acuarela basada en la estatua símbolo de la
Fuerza, ubicada en el Obelisco a los Constituyentes de 1830.
Esta Obra se terminó de imprimir
en el Departamento de Publicaciones del
Estado Mayor del Ejército
en el mes de mayo de 2007.
Tiraje: 250 ejemplares.
Depósito Legal: N° 334.924/07
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