INFRAESTRUCTURA, EQUIPAMIENTO Y SEGREGACI~N URBANA*

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INFRAESTRUCTURA, EQUIPAMIENTO Y
SEGREGACI~NURBANA*
Araceli Damian**
Poblaci611,gasto pbblico y servicios
Es indiscutible que la ciudad de Mtxico es la mhs importante concentraci6n econ6mico-demogr6ficadel pais y en ella se produce alrededor
del45% del Producto Interno Bruto Nacional y albergaba a1 18.5% de
la poblaci6n total del pais en 1990. En las filtimas dtcadas su dinhica
econ6mico-regional impuls6 la consolidaci6n de las relaciones con las
ciudades de Cuernavaca y Toluca, lo que ha dado a la ciudad de Mtxico
un caricter megalopolitano.
Las transformacionesque ha experimentado estiin estrechamente
relacionadas con las funciones econ6micas y la estructura social de la
ciudad. Ello ha dado como resultado la utiSici6n del suelo y de la producci6n del rnarco construido por 10s diversos agentes sociales; aspectos que se articulan hist6ricamente y determinan la constituci6n de un
espacio urbano diferenciado.
A nivel nacional el grueso de la inversi6n pbblica federal se orienta a satisfacer las necesidades de la ciudad de Mexico, lo que ha generado una inadecuada asignaci6n de 10s recursos en el resto del pais. Abn
miis, a1 interior de la ZMCM, existe una sustantiva desigualdad en la
distribuci6n del gasto pdblico, lo que refuerza la constituci6n del espacio habitable.
En el period0 1980-1990 se observ6 en la zona metropolitana de
la ciudad de MCxico (ZMCM) una fuerte disminuci6n en la tasa prome* Parte de este material se encuentra en: Gana, Gustavo y Araceli DamiBn, "Ciudad de
Mixico, etapas de crecimiento, infraestmctura y equipamiento urbano" en Schteingart,
Martha (coordinadora) Espacio y vivienda en la ciudad de MCxico, El Colegio de
Mixico y I Asamblea de Representantes del Distrito Federal, Mixico, 1991.
** Investigadora del Centro de Estudios Demogrificos y de Desamllo Urbano de El
Colegio de Mixico; miembm del Sistema Nacional de Investigadores desde 1991.
dio anual de crecimiento poblacional con respecto a la dtcada anterior,
a1 pasar de 3.3% en 1970-1980 a 1.6% anual en 1980-1990, aumentando
la poblacibn de 12.7 a 14.9 millones de habitante&').
A pesar de la disminuci6n en el ritmo de crecimiento poblacional
en la ZMCM, en 10s ochentas la concentration de la inversion pfiblica
federal aument6 del24.9% a1 30.8%(~).Merece resaltar la desigual asignaci6n de recursos entre el Distrito Federal y el Estado de Mtxico ya
que del 24.9% de la inversibn publics federal destinada a la ciudad de
Mtxico en 1980, el 21.4% correspondia al D.F. y s610 el 3.5% para todo
el Estado de Mtxico; en 1990, del30.8%, el 26.2% era para el primer0 y
el 4.6% para el ~ e ~ u n d o (La
~ )diferencia
.
en el volumen de inversion recibida entre las dos entidades no se modific6 aun cuando la tasa de crecimiento poblacional para el Distrito Federal en el period0 1980-1990
fue de -1.9% anual, mientras que para 10s municipios conurbados del
Estado de Mtxico fue del3.9%, 10s cuales albergaban el 21.4% en 1980
y 44.9% en 1990 de la poblaci6n total y recibieron tan solo el 16% y el
17% de la inversi6n publica federal total en la ciudad de Mtxico, respectivamente (ver grificas 1y 2). Si consideramos que 10s municipios de
Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcoyotl, Tlalnepantla y Toluca absorbieron el 54% de la inversi6n federal destinada a1 Estado de Mtxico, quiere decir que un buen numero de municipios conurbados reciben una
minima cantidad de recursos. Es evidente que la distribuci6n del gasto
pfiblico no responde a 10s niveles de concentraci6n demogrhfica; sin
embargo, si se quiere mejorar las condiciones de vida de un importante
porcentaje de 10s pobladores de la ZMCM, se requeriri equilibrar el
monto de recursos destinados a cada entidad, considerando la dinhica
de urbanizaci6n en esta ciudad.
A raiz de la crisis econ6mica del pais, y en particular de las dicultades financieras del DDF, el presupuesto anual por habitante decreci6 en ttrminos reales de 437 mil pesos en 1982 a 279 mil en 1986
(Perl6: 1989), lo que repercuti6 en el salario indirect0 de 10s trabajadores. La reducci6n del gasto publico afecta directamente a 10s subsid i o ~ (de
~ )10s bienes y servicios ofrecidos en la ciudad 10s cuales han ido
disminuyendo paulatinamente. Se ha afirmado que en la ZMCM y en
particular en el Distrito Federal, se tiene un sistema de precios preferenciales en 10s servicios urbano~(~),
per0 cabria acotar que estos privilegios benefician no sblo a1 trabajador, sino a quien la contrata y a 10s
sectores de ingreso medio y altos. Con bastante frecuencia 10s grupos
mis pobres e s t h marginados de 10s beneficios de 10s subsidios ya que,
o no cuentan con 10s servicios urbanos o tienen un acceso parcial que
por su ma1 funcionamiento en las zonas populares, 10s pobladores pobres no tan solo tienen que pagar cuotas altas, tanto por 10s servicios
formales como por 10s informales, sino que tambitn contribuyen directamente con recursos y trabajo en el acondicionamiento de 10s asentamientos donde habitan.
Algunos elementos infraestructuralesde la ciudad de MCxico
Pocas son las investigaciones realizadas sobre infraestructura y servicios
urbanos y la mayoria tienen como eje principal de anaisis la problemitica derivada de la expansi6n de la ciudad, sobre todo cuando se habla
de las formas de autoproducci6n de la vivienda, del hibitat urbano o de
10s movimientos sociales demandantes de transporte, agua o vivienda.
En lo que se refiere a la politica de servicios urbanos, s610 e n c o n t k o s
trabajos puntuales como 10s del transporte colectivo o de infraestructura hidriulica. A nivel te6rico se ha establecido el papel que juegan estos
servicios dentro de la reproducci6n social y la importancia que tienen
en la constituci6n del marco construido. No obstante pocos trabajos incorporan su anilisis a nivel empirico y determinan el impact0 que tienen en la configuraci6n segregada del espacio.
Los esquemas utilizados para describir las diferencias espaciales
en la ciudad de Mtxico se han realizado, fundamentalmente, a partir de
la informaci6n censal o wtografica, utilizando indicadores de urbanizaci6n y de satisfaccibn de ciertos elementos como el agua o el equipamiento a nivel territorial (Schteingart y Rubalcava: 1985 y 1987 y Delgado: 1990). En estos trabajos se constata que la estructura de segrega-
cibn en la ZMCM tiene un eje oriente-poniente, en el cud la primera
zona tiene fuertes carencias de 10s elementos infraestructurales y de
servicios urbanos en general.
Se ha utiliido para el andisis de la diferenciacibn urbana y de 10s
esquemas de segregacibn, la construccibn de zonas relativamente homogtneas en 10s cuales pueden ubicarse indistintamente las delegaciones del Distrito Federal y de 10s municipios conurbados del Estado de
Mtxico. Sin embargo me parece importante resaltar algunos de 10s problemas que surgen ante la constante expansibn de la mancha urbana sobre dos entidades federativas con caracteristicas politico-administrativas distintas y que, generalmente, no cuentan con 10s mismos recursos.
A continuacibn se presenta una breve descripcibn de 10s aspectos
m8s sobresalientes de la problemtitica de algunos elementos de la infraestructura y equipamientos urbanos en la ciudad de ~ ~ x i c o ( ~ ) .
El agua en la ciudad
Aun cuando la ciudad de Mtxico se encuentra en una de las principales
cuencas hidrolbgicas del pais, enfrenta una fuerte crisis en lo que se refiere a agua. Por la sobreexplotacibn de las fuentes locales(7)'se inicib la
construccibn, en 1942, del sistema Lerma que permitib aumentar el
abasto de agua a traves de su importacibn desde otra regibn. El traer
agua de regiones cada vez mas alejadas es uno de 10s principales problemas que enfrenta esta ciudad@).Asimismo, lo que la ha caracterizado es su fuerte diferenciacibn en el consumo, donde colonias del poniente de la ciudad tienen dotaciones mayores a 10s 600 lts/hab/dia y,
por otro lado, vastas zonas en el norte y oriente tienen apenas 20
lts/hab/dia (Mora: 1989).
En 1980 el AUCM contb con alrededor de 50.3 metros cubicos
por segundo de 10s cuales 38.3 servian al Distrito Federal y el resto a 10s
municipios conurbados del Estado de Mexico. Para ampliar el abastecimiento de a a, en 1982 empezb a operar la primera etapa del proyecto
Cutzamala($; actualmente se consumen alrededor de 63 m3/seg en la
ciudad de Mexico. Es interesante observar que, del total de agua, el
35%, aproximadamente, se destina a 10s municipios conurbados que albergaban en 1990 al45% de la poblacibn, mientras que el Distrito Federal absorbe el 65% de la dotacibn de agua y alberga al55% de la poblacibn (ver g r s c a 3). De esta manera 10s municipios conurbados tienen un consumo promedio per cipita de 198 litrosthabldia, mientras
que para el Distrito Federal es de 303(1°) (Mora: 1989). El aumento en
el caudal no ha impedido la presencia del dtficit que en 1989 era de
10.2 m31seg de 10s cuales 2.2 correspondian a1 Distrito Federal y 8.1 a
10s municipios conurbados (ver grhfica 3).
Las diferencias, no solo son en torno a1 volumen de consumo, sino
tambitn, en lo que se refiere a las tarifas. El precio pagado bimestralmente, en 1988, por consumo de hasta 50 m3 para el Distrito Federal
era de 1,116 pesos y para el Estado de Mtxico era de 8,415 pesos (Mora: 1989). En 1990 en una zona residencial del poniente de la ciudad el
precio por litro era de 1.02, mientras que en las zonas donde no llegan
las redes de distribucibn, y que son abastecidas por medio de pipas,
cuando tstas son del programa de Solidaridad cada litro de agua tiene
un costo aproximado de 2.5 pesos y en el caso de las particulares, era de
nueve (Garcia Lascurain: 1991(").
En 1980 existian en la ZMCM 2.5 millones de viviendas de las
cuales el 67.5% se localizaba en el Distrito Federal y el 32.5% en 10s
17 municipios conurbados del Estado de Mtxico, per0 en el primer
caso, el 70% con agua entubada, mientras que en 10s 17 municipios
del Estado de Mtxico esta cifra era del62%. Aun cuando estos porcentajes son altos, el problema real, no es so10 si las viviendas cuentan
con las redes o no, ya que en diversas colonias populares, sobre todo
en la periferia, el suministro de agua es minimo, en particular en el
period0 de sequias(12).
El drenaje
Otro problema es el de las aguas residuales que afecta a la poblacion
exponitndola a enfermedades transferibles, ya sea por su deficiente desalojo o por el consumo direct0 del liquid0 o la ingestion de alimentos,
que han estado en contact0 con esas aguas. Desde tiempos remotos el
principal problema de drenaje en la ciudad de MCxico era el desalojo
de aguas pluviales, sin embargo a medida que fue creciendo la poblacion, el volumen de residuos fue mayor, por lo que fueron insuficientes
las medidas adoptadas hasta entonces. Se incorporaron a 10s conductos
de aguas pluviales 10s de las residuales, obtenitndose asi un sistema
combinado, que se ha extendido a un menor ritmo que el de la poblaci6n. Se calcula que la ZMCM genera alrededor de 40 m31seg de aguas
residuales, de 10s cuales el Distrito Federal produce 29 m3Iseg y el resto, 10s municipios del Estado de MCxico. La mayor parte del caudal se
genera en las delegaciones mds consolidadas, en el centro y en las de alta concentration poblacional como Gustavo A. Madero e Iztapalapa. El
nivel de servicio promedio es del74%, aunque en algunas delegaciones,
en el oriente Iztapalapa y en el sur Tlalpan, Tlihuac y Coyoadn, apenas
llega a1 60%. El nivel de servicio en 10s municipios conurbados es aiin
menor ya que tienen un promedio de 64%, lo que representa que casi
2.5 millones de habitantes de la ZMCM carezcan de servicio (ver graca 4).
Esta situaci6n se debe a que en 10s procesos de expansi6n popular, la poblaci6n se asienta en terrenos poco factibles, en ttrminos ttcnicos y sociales para la dotaci6n de 10s servicios de alcantarillado. Por esta raz6n las descargas se realizan al aire libre o en fosas stpticas, que
generalmente no cumplen con 10s requisitos minimos de salubridad y se
constituyen en focos.de infection. Algunas de estas zonas estdn localizadas en Areas de recarga del acuifero a1 sur de la ciudad, donde existen
lluvias abundantes y de alta permeabilidad, con lo que se constituyen en
un serio riesgo, ya que contaminan las aguas del subsuelo. El problema
del drenaje visto desde la calidad de vida es muy grave, ic6mo desalojar
10s desechos en las zonas periftricas donde 10s asentamientos pobres
pueden considerarse como una red de cloacas a1 aire libre?
Una misma ciudad, dos sistemas de transporte
La demanda en servicios de transporte esth intimamente ligada a1 explosivo crecimiento de la ciudad de Mtxico, sin embargo, su funci6n articuladora, tambitn es diferencial en el espacio. En primer ttrmino,
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-mmnmm auay seIIa ap oqen:, 'pepn!3 el e osame uauag anb seiajarl
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(£1)
como destino el centro de la ciudad, debido a la alta concentracidn de
funciones urbanas que alin existe en la ciudad. Si bien estos datos corresponden a 1983, supondremos que si la tasa de crecimiento es mayor
en 10s municipios conurbados y absorbe a un mayor porcentaje poblacional en 1990 (45%), el volumen de viajes producidos tambitn han adquirido una mayor proporcionalidad, y que esta demanda es atendida
principalmente por autobuses suburbanos y "colectivos", que generalmente tienen tarifas mayores que las que rigen en el Distrito Federa1(16). Los autobuses suburbanos dan servicio en aproximadarnente la
cuarta p a t e de la ZMCM dentro de 10s municipios conurbados; tradicionalmente penetraban al Distrito Federal hasta el centro y se extendian hacia 10s municipios conurbados. A1 expandirse el metro entre
1977 y 1985, la mayor parte de las rutas se relocalizan llegando a estaciones como la de la Merced, Tlatelolco y Tacubaya. En 1986, ante la
presidn pdblica por las inversiones ttrmicas y la competencia con 10s
autobuses del Distrito Federal, se limit6 su entrada a la entidad, volviendo a relocalizarse las terminales de autobuses suburbanos, que expandieron el servicio a Areas de reciente creacidn en el Estado de Mtxico. Son estos autobuses 10s que han integrado las zonas perifkricas de
vivienda, con la actividad econ6mica (Legorreta: 1989).
El costo del transporte en la ciudad es relativamente bajo(17), pero a causa del numero de trasbordos que se realizan, este representa del
7% al20% del gasto familiar. El Estado de Mtxico, con un importante
porcentaje de la poblacidn de bajos recursos, es atendido por autobuses
suburbanos, 10s cuales tienen tarifas mAs elevadas que 10s de la ciudad
de Mtxico: en 1985 10s autobuses Ruta-100 en el D.F. tenian un precio
de 3 pesos, mientras que la de 10s suburbanos, provenientes del Estado
de MCxico, fluctuaba entre 22 y 80 pesos; en 1988 la tarifa era 100 6 300
pesos para 10s de la Ruta-100, mientras 10s suburbanos tenian un costo
de entre 250 y 800 pesos (Legorreta: 1989).
El proceso de metropolizacidn segregado se ha ido redefiniendo
en el tiempo, buscando racionalizar el espacio productivo, sin embargo,
la 16gica de expansi6n ha derivado en dos problemas bdsicos en torno a1
transporte: el primer0 se refiere a su costo y el segundo con 10s tiempos
de traslado que desgasta fisica y emocionalmente a la poblacidn.
La ciudad y sus equipamientos
Los equipamientos urbanos (abasto, educaci6n, salud) tienen, asimismo, una distribuci6n diierencial en la ciudad de Mexico. Los grandes
complejos de equipamiento se han localizado a lo largo de la historia de
la ciudad, partiendo del centro hacia la periferia. Sin embargo, su ritmo
de crecimiento y cobertura es menor en la zonas de reciente incorporaci6n. Se observa tambitn que a medida que se expande la poblaci6n en
el territorio, zonas que en sus origenes eran predominantemente habitacionales, se convierten en Breas de servicios y comercio. Ello genera una
subutilizaci6n de 10s equipamientos, por tanto, encontramos que algunas zonas e s t b sobrequipadas, en contrapartida con keas con altos dtficits de estos componentes urbanos (Delgado: 1988). Continuando con
el planteamiento de la existencia de diferencias entre el Distrito Federal
y el Estado de Mexico, segtin 10s cBlculos realizados por Delgado
(1988) sobre k e a de equipamiento en la ZMCM, en 1987 el 76% se
ubicaba en el primero, mientras que el 24% en el segundo (ver g r s c a
5). Considerando que el 45% de la poblaci6n y el 48% del Brea urbana
se localizaban en 10s municipios conurbados, podemos afirmar que las
diferencias son significativas en tCrminos cuantitativos, quedando pendiente lo referente a la calidad.
Abasto
La concentracibn econ6mica de la ciudad de Mexico la ha convertido
en el principal centro de distribuci6n de productos alimenticios, sin embargo se sabe poco de su estructura y funcionarniento. El estudio del
abastecimiento de alimentos en la ciudad de Mexico es de gran relevancia pues existen importantes interrogantes sobre su funcionamiento.
Aqui se mencionarin finicamente algunas de sus caracteristicas principales.
La principal caracteristica del abasto en la ciudad de MCxico es
la existencia de un sector tradicional frente a uno moderno, donde el
primero se ha expandido en relaci6n diiecta a la extensi6n de la mancha urbana, a traves de pequeiios comercios, junto con la ubicacidn
de grandes centros comerciales que solo lo hacen en zona de ingresos
medios y altos.
El sector comercial en el Distrito Federal se compone de gram
des cadenas de supermercados que comercializan alrededor del34%
del total de alimentos, de tiendas y mercados publicos que absorben
el 23%, de pequefias tiendas de abarrotes que representan el 22% y
de mercados sobre ruedas y tianguis que comercializan el 20% (Rello
y Sodi: 1989).
La infraestructura para su almacenamiento y distribucibn comercial esti constituida por la Central de Abastos de la ciudad de Mexico,
298 mercados publicos, 56 mercados sobre ruedas organizados por la
Comisibn de Abasto del Departamento del Distrito Federal (Coabasto), 833 tianguis en convenio con Coabasto, 363 concentraciones comerciales de abasto, 417 tiendas de a u t o s e ~ c i o
pfiblicas y privadas y 33,069
establecimientos comerciales detallistas (Rello y Sodi: 1989).
Aun cuando no se conoce bien la estructura de abasto en 10s municipios conurbados del Estado de Mexico, se puede suponer que se
orienta a satisfacer la demanda de 10s sectores con ingresos medios y altos, dejando con una menor atenci6n a ias zonas perifkricas, donde las
formas tradicionales de comercialiicidn (minoristas y de atencibn personalizada) desempeiian un papel importante en la distribucibn de alimentos, sobre todo en las ireas alejadas del comercio moderno. De esta
manera tenemos que mientras en 1975 las ventas en el sector tradicional
del Estado de Mexico representaba el 54%, para 1985 aumentb al68%;
en el Distrito Federal la participacibn de este sector disminuyb del68%
a1 63% en el mismo period0 (ver g&ca 6). Esto quiere decir que el
sector comercial tradicional que esti mas ligado a1 abasto en zonas populares, tiene un mayor dinamismo dentro de 10s municipios conurbados, sobre todo en Ecatepec, Nezahualc6yot1, Cuautitlin, Chimalhuac h , Tlalnepantla, Atizaph y Coacalco (Rello y Sodi: 1989).
La distribucibn comercial de alimentos en la ZMCM privilegia a
las zonas de menor densidad demogrhfica per0 con mayor ingreso pro-
medio, por lo que la distribuci6n de habitantes y de productos de primera necesidad no concuerdan: el 75% de la venta de alimentos se lleva
a cab0 en seis delegaciones del Distrito Federal, aun cuando en ellas se
encuentra menos del50% de la poblaci6n metropolitans.
Servicios educativos
En terminos cuantitativos, el servicio educativo en la ciudad de Mexico,
en 10s niveles elemental, medio y superior, es el mis completo del pais.
Ello puede ser resultado de la concentracibn economics, tanto de recursos destinados a este servicio, como por la demanda de personal capacitado que ha generado el fuerte desarrollo de las actividades en la
capital del pais. No fue sino hasta 1978 cuando se inicia un proceso de
descentralizacibn de 10s servicios educativos a nivel elemental y medio,
situaci6n que no sucede a nivel superior, sino hasta mediados de 10s
ochenta.
La educacibn primaria es uno de 10s niveles con m6s elevada cobertura en el Distrito Federal, ya que atiende al 98% de la demanda
educativa; sin embargo, segiin datos del censo de 1980 la ZMCM tenia
14.6% de poblaci6n de diez aiios y mis, que carecian de instrucci6n primaria; la educacidn secundaria tiene una cobertura del 100% (Cervantes: 1987); a nivel superior se estima que se cubre alrededor del88% de
10s requerimientos en este nivel de educaci6n (DDF, sf.). En relaci6n
a1 nivel superior, existe una distribution desigual en la ciudad; la mayor
parte de las universidades publicas y privadas se localizan en la zona sur
del AMCM; en el norte s61o nos encontramos con las instalaciones del
Politkcnico y las ENEP y m k recientemente en Huixquilucan y Tlalnepantla, con universidades privadas que atienden la demanda de ingresos
medios y altos del Estado de Mexico. Si bien es cierto que en la ciudad
existe una gran capacidad para la atenci6n educativa, nos encontramos
con keas desigualmente atendidas, sobre todo las keas perifkricas
donde 10s equipamientos educativos generalmente son escasos o existen
frecuentes casos de deserci6n educativa por la necesidad de incorporar
a 10s niiios como fuerza de trabajo desde temprana edad (lava coches,
vendedores ambulantes, etc.).
El numero de analfabetos, se@ el censo de 1980, en el Distrito
Federal, era del9% muy inferior al nacional(21%), mientras que en el
Estado de Mkxico era de 19% (ver grxtca 7). Se advierte que en el interior de la ciudad de Mexico existen diferencias cuantitativas en las tasas
de analfabetismo siendo mayores en las delegaciones y municipios como Milpa Alta, Xochimilco, Cuajimalpa y Tlahuac (entre 14% y 18%),
tenitndose tasas muy sirnilares en seis municipios conurbados del Estado de Mtxico (Chimalhuacin, Chalco, Chicoloapan, Chiautla, Chiconcuac, y Tepotzotltin). Por otro lado, las delegaciones centrales como
CuauhtCmoc, Benito Jukez y Azcapotzalco y 10s municipios mas consolidados, Ecatepec, Tlalnepantla, Atimptin, Coacalco, Huixquilucan, y
Tultitltin tienen tasas inferiores a1 promedio, de entre 5% y 8%.
El sistema de salud
El problema de la atenci6n a la salud en una ciudad con una concentraci6n poblacional como la de la ZMCM, se vuelve compleja. Existen diversas instituciones encargadas de la prestaci6n de este servicio, las
principales son: Secretaria de Salud (SSA); Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de 10s
Trabajadores del Estado (ISSSTE) y Sistema Nacional para el Desarro110 Integral de la Familia (SNDIF), entre 10s principales. Todos estos
organismos tienen su sede administrativa y se concentran principalmente en la ciudad de Mtxico.
El Distrito Federal en 1980 contaba con un total de 1,068 unidades mtdicas; como resultado de la destrucci6n de hospitales de la ciudad ocasionada por 10s sismos de 1985 se perdi6 una quinta parte de las
instalaciones mkdicas, y para 1989, habia un total de 723 de ellas. La capacidad de oferta de servicios mkdicos en el Distrito Federal se estima
que puede atender a una poblaci6n mayor a la que tiene, per0 esto es
asi porque las instituciones de salud atienden tambikn a un gran n h e ro de pacientes del interior de la Republics.
Segun datos de la Secretaria de Salud (1985) de 10s dos hospitales
ubicados en esta ciudad el 77.4% de 10s pacientes atendidos residia en
el Distrito Federal, el 19.2% provenia de 10s estados circunvecinos y el
3.4% del resto de 10s estados.
En lo que se refiere al numero de mCdicos en 10s municipios conurbados del Estado de MCxico, en 1985 habia 3,899 mtdicos, 10s cuales
representaban el 17% del total de la ZMCM, que en ttrminos estrictamente territoriales, debe atender la demanda del45% de la poblaci6n
asentada en esa porci6n de la ciudad; el Distrito Federal con mas del
80% de mkdicos, atiende a155% de la poblaci6n.
Considerando la cobertura de 10s servicios pilblicos de salud, se
obsema que a h cuando se dio un rapid0 crecimiento de la ciudad de
Mkxico a partir de 10s aiios cuarenta, la localizaci6n de las instalaciones
medicas se dio fundamentalmente en el centro, en torno a las partes
m6s antiguas y de mayor ingreso. En contrapartida, 10s nuevos asentamientos, sobre todo en el este, sureste y nordeste no contaron con este
tipo de equipamientos, hasta mediados de 10s sesenta (Ward: 1989).
El patr6n de ubicaci6n de instalaciones de salud en la periferia es
bastante disperso y depende del tipo de instituci6n: el ISSSTE y el
IMSS se han preocupado mPs por 10s grandes conjuntos de especialiicion y hospitalizaci6n que por las clinicas en zonas suburbanas pobres,
a pesar de que un buen porcentaje de sus derechohabientes viven en
esas areas. De esta manera tenemos que el total de hospitales del ISSSTE se localizan en el Distrito Federal, de sus clinicas principalmente
en la zona tan so10 el 9.8% se ubican dentro de 10s municipios conurbados del Estado de Mtxico. El IMSS es el que mayormente atiende 10s
municipios conurbados ya que en ellos se localiza el 27.6% de sus hospitales y el 43.9% de sus clinicas (ver grifica 8). La SSA y 10s Servicios
Mtdicos del DDF son 10s que han facilitado el acceso y han ofrecido
servicios de salud en la periferia del Distrito Federal; sin embargo, no
logran atender la demanda generada en esas zonas, ni tampoco localizan sus servicios dentro de 10s municipios conurbados de! Estado de
Mtxico.
Lo anterior da una visibn cuantitativa del comportamiento del
equipamiento de Salud dentro del AMCM, donde es clara la diferencia
entre el Distrito Federal y el Estado de Mtxico; desde un punto de vista
cuantitativo segfin datos sobre atenci6n primaria a la salud(18), la pro-
porci6n de la poblaci6n que utiliza el servicio entre la que lo requiere, a
nivel nacional es del 65.9%, el Distrito Federal esti por encima de la
media con el 83.2% y el Estado de Mexico por debajo con el 59.7%. Es
claro, entonces, que es necesario aumentar la cobertura, sobre todo en
el Estado de Mexico.
Conclusiones
La expansion metropolitana en la ciudad de Mexico, que tuvo sus inicios en 1950 cuando la mancha urbana absorbi6 a1 municipio de Tlalnepantla, continuar6 teniendo 10s ritmos de crecimiento poblacional m6s
elevados dentro del 6rea que corresponde a1 Estado de Mexico. A pesar de que se habla de la necesidad de solucionar las fuertes contradicciones en la ciudad, el Distrito Federal ha tenido mejores condiciones
(o a1 menos indicadores) en lo que se refiere a satisfactores urbanos; resultado de un tratamiento diferencial, que ha conformado un espacio
urbano segregado, que tiene un fundamento politico. La acci6n estatal
en materia de infraestructura y equipamiento no alcanza a cubrir las necesidades generadas por la expansi6n urbana, sin embargo, 10s mayores
rezagos se presentan dentro de 10s municipios conurbados. En parte,
porque su dotacion requiere de una gran cantidad de recursos, 10s cuales son limitados en comparaci6n con 10s que recibe el Distrito Federa1(19)y, en parte, porque la politica urbana no ha podido pasar por alto
10s limites administrativos, aun cuando esto sea necesario para la soluci6n de 10s llamados problemas urbanos. Dificil sera mantener esta politica si consideramos que tan solo en una dtcada el porcentaje de poblacidn que habita en 10s municipios conurbados pas6 del21% a1 45% y
que ante el fuerte control del mercado del suelo urbano en el Distrito
Federal, la poblacion de menores recursos tender6 a localizarse principalmente dentro de 10s municipios del Estado de MCxico, 10s cuales seguirin presentando 10s mayores deficits en lo que se refiere a infraestructura y servicios urbanos.
Notas
1. Las cifras que se sefialan para la poblacibn de la ZMCM para 1980
fueron calculadas con base a la tasa promedio observada entre 1950 y
1990. Esto se debi6 a la dificultad de comparar 10s datos censales de
1980 y 1990.
2. Datos elaborados con base a Informes Presidenciales,1980 1990.
3. Ibid.
4. Se@n Per16 (1989), la introducci6n de energia elkctrica se subsidia
en un 50%; el boleto del metro, con un precio de 100 pesos, tenia un
costo de 1000 y, por cada metro ciibico de agua, con un precio de 317
pesos se subsidiaba con 618 pesos.
5. Por ejemplo, en 1989 el costo en transporte en las ciudades de Cuernavaca y Guadalajara era de 300 pesos, en Monterrey de 350 y en el
Distrito Federal de 100 pesos (Perlo: 1989).
6. Como se verd en el texto existe un tratamiento desigual en lo que ser
refiere a cada uno de 10s componentes de la infraestructura y el equipamiento, ello se debe a dos aspectos fundamentales. El primero tiene
que ver con la importancia que tienen en la configuracibn y segregaci6n
del espacio, por otra parte, existe un nivel de conocimiento diferencial
de cada uno de estos temas.
7. Que actualmente se calcula la sobreexplotaci6n de las fuentes locales
en un 50% (Mora: 1989).
8. El 70% del agua consumida en la ciudad de Mexico corresponde a1
acuifero del valle de Mtxico y 30% se importa de otras cuencas ( Mora:
1989).
9. Se calculaba un costo promedio de casi 75 millones de pesos por cada
metro cubico de agua proveniente del Cutzamala en 1988 (Linares: 1990).
10. El esquema de segregaci6n es claro en lo que se refiere a1 agua, porque ademds de las diferencias en el consumo entre las dos entidades federativas, a1 interior del Distrito Federal, la zona centro y poniente tienen un consumo mayor a1 promedio (303 litros/habitante/dia), mientras
que en el norte y oriente es de alrededor de 250 litros.
11. La dotaci6n de agua es muy compleja ya que nos encontramos con
un sistema burocratizado y segmentado. Existe, en primer ttrmino, una
Secretaria responsable de la dotaci6n a nivel nacional (SARH); en segundo lugar, existe una Comisi6n Regional, Comisi6n de Aguas del valle de Mexico (CAVM) que controlan el agua en el Valle de Mtxico; en
tercer tirmino tenemos a las comisiones de agua del Departamento del
Distrito Federal y del Estado de Mexico y, por bltimo, a la Tesoreria del
DDF y las receptorias de rentas de 10s municipios que realizan el cobro
por el agua. La situaci6n anterior ha ocasionado un verdadero caos en
la producci611, explotaci6n, extraccibn, ditribuci6n y cobros, generando
gastos innecesarios en obras que deberian ser concebidas bajo la perspectiva de un sistema hidrhulico comtin. Con el fin de organizar esta situaci6n se cre6 en 1989 la Comisi6n Nacional de Aguas, sin embargo
aun queda por estudiarse el impact0 en el suministro de agua causado
por la creaci6n de esta instituci6n.
12. Garcia Lascurain (1991, en prensa), expone que en dos colonias del
estado de Mkxico se llega a tener periodos en 10s que tan solo se consumen de 4 a 14 litros diarios por habitante.
13. A1 interior de 10s asentamientos populares, como Chalco, las calles se
convierten en grandes terregales o charcos que son a1 mismo tiempo dep6sitos de desechos que afectan fuertemente la salud de sus pobladores.
14. Para 1988 existian 141 kilometros distribuidos en 8 lineas y 125 estaciones y en 1991 se cuenta con una linea de tren y una de metro ligero.
15. En primer lugar, 10s autobuses urbanos Ruta-100, que transportaban
5.3 millones de usuarios, mientras que, en autom6viles particulares, se
desplazaban diariamente 4.7 millones de personas, constituyendo el segundo modo de transporte. Cabe aclarar que del total de vehiculos de
la ZMCM alrededor del80% trasladaba s610 el 15% del total de viajes
generados. Buena parte del total de viajes se realizaba para ir a1 lugar
de trabajo ( %%), Por lo que el transporte de personas, asi como el de
carga de mercancias conformaban el metabolismo urbano fundamental
para la producci6n industrial y las actividades comerciales y de servicios. Del resto de 10s viajes, el 18% eran con destino a la escuela, el 8%
"otros" y el 49% "de regreso".
16.A1 interior del D.F. tambiCn existen amplias zonas, sobre todo en el
oriente y noreste donde no se cuenta con lineas del metro y el transporte publico es insuficiente.
17. El Metro y la ~uta-100tienen una tarifa de 300 pesos, mientras que
en 10s colectivos varia de 500 a 1000 pesos (octubre, 1991).
18. Entendiendo como atenci6n primaria a la salud, como la asistencia
en salud esencial a1 alcance de todos 10s individuos y familias a un costo
que tanto la comunidad como el pais pueden sostener. Se incluye a1 menos atenci6n al parto, planificaci6n familiar, orientacibn nutritional, vacunaci6n, tratamiento enfermedades endkmicas, atenci6n a urgencias,
aprovisionamiento de agua y eliminaci6n de desecho, educaci6n para la
salud, distribuci6n de medicamentos esenciales (Valencia, et al: 1991).
19. Considerando 100% el gasto publico federal destinado a1 DIF y a1
Estado de Mexico, este ultimo recibi6 el 16.3% y el 17.6% en 1980 y
1990 respectivamente.
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