N.º 2 julio - agosto 1985 butlletí groc Divisió de Farmacologia Clínica - Institut Català de Farmacologia Universitat Autònoma de Barcelona Presentación Reiniciamos con este segundo número la publicación del BoIetín del Programa de Notificación Voluntaria de Reacciones Adversas a Medicamentos. Cada año saldrá un número indeterminado de boletines, que no sólo incluirán información sobre los datos producidos por el Programa de Notificación Voluntaria, sino que además contendrán comentarios sobre el uso de medicamentos en indicaciones clínicas específicas o en situaciones especiales, reproducciones de consultas terapéuticas realizadas en nuestro centro, así como traducciones de artículos de especial interés publicados en otros boletines o revistas médicas internacionales. Algunos antiinflamatorios no esteroides (AINE) han sido objeto de recientes medidas reguladoras. Este número está dedicado a revisar algunos aspectos que el prescriptor debería tener en cuenta respecto al empleo de estos fármacos. Seguridad y eficacia de los antiinflamatorios no esteroides En los últimos tres años los antiinflamatorios no esteroides (AINE) han sido objeto de medidas reguladoras diversas según los países. En el verano de 1982 se retiraba del mercado el benoxaprofeno, fármaco que tuvo una vida breve, que era presentado como activo sobre los procesos celulares de la inflamación; la causa: había producido un número inaceptablemente elevado de muertes por colostasis y nefrotoxicidad, sobre todo identificadas en el Reino Unido. En marzo de 1983 otro AlNE, el zomepirac, era voluntariamente retirado por el propio laboratorio fabricante a causa del riesgo especialmente elevado de reacciones anafilácticas que su uso comportaba. En febrero de 1984 se retiraba el indoprofeno, porque se sospechaba un posible efecto carcinogenético. Durante el año 1984, y en el marco del Programa Selectivo de Revisión de Medicamentos (PROSEREME), se retiraron todas las combinaciones a dosis fijas de fenilbutazona y de oxifenbutazona, a la vez que se limitaban las posibles indicaciones para las que se podían emplear estos fármacos. Otros países tomaron decisiones más drásticas: en Noruega se retiraron ambos fármacos del mercado y en la mayoría de los países europeos sus indicaciones fueron restringidas más de lo que ya lo estaban. En 1984 había 67 AINE comercializados en España en forma de varios centenares de marcas comerciales y presentaciones. La eficacia de algunos de estos productos apenas ha sido demostrada; en cualquier caso la mayoría no aporta ninguna ventaja terapéutica relevante sobre el ácido acetilsalicílico, y todos ellos pueden producir reacciones adversas potencialmente graves con mucha frecuencia. Farmacología Los AINE ejercen sus efectos antiinflamatorio, analgésico y antipirético gracias a su acción inhibidora de la síntesis de las prostaglandinas. Sin embargo, la potencia de cada fármaco para inhibir la síntesis de las prostaglandinas en modelos de laboratorio no se correlaciona con su eficacia antiinflamatoria en clínica; esto hace pensar que la inflamación estaría modulada también por otros mecanismos, además de las prostaglandinas. En 1 realidad en el tratamiento de las enfermedades reumáticas se observan más diferencias de un paciente a otro que de un fármaco a otro. Las prostaglandinas son productos moduladores de funciones fisiológicas; en el tubo digestivo habitualmente juegan un papel “protector” de la mucosa gastrointestinal. La inhibición de su síntesis es la responsable de la toxicidad gastrointestinal de los AINE. La nefrotoxicidad y las reacciones de hipersensibilidad que pueden producir estos fármacos también están ligadas a la inhibición de la síntesis de las prostaglandinas. Los AINE no alteran el pronóstico de las enfermedades reumáticas, y a pesar de su valor sólo constituyen un tratamiento sintomático. Ensayos clínicos a un fármaco que a otro, y se dice que la fenilbutazona estaría indicada en los pacientes resistentes a los demás fármacos. No obstante, es difícil imaginar un cuadro inflamatorio que no haya cedido después que se hayan probado tres o cuatro medicamentos diferentes, sobre todo si se considera que (dada la prolongada vida media de estos fármacos) se necesitan como mínimo 5 o 6 días de administración para saber si un fármaco es efectivo o no lo es. El piroxicam es promovido como antiinflamatorio especialmente seguro, de cómoda administración gracias a su prolongado tiempo de vida media. La elevada frecuencia de reacciones adversas notificadas en los países en donde está comercializado (véase también la tabla 2) parece desmentir su pretendida seguridad. Además, el Iaboratorio preparador suele dar una vida media de 45 horas, pero diversos estudios indican que este es un valor meido, y que el t1/2 del piroxicam oscila entre 14 y 158 horas.4 Por lo tanto la variabilidad interindividual puede ser amplia, y no se ha detectado ningún factor (como por ejemplo la edad) que se asocie a un alargamiento de su tiempo de vida media. Se han realizado centenares de ensayos clínicos en los que se comparan los efectos de dos o más AINE en el tratamiento de enfermedades reumáticas. Estos ensayos han revelado muy pocas diferencias de un producto a otro. De hecho, una reciente revisión ha puesto de relieve las deficiencias de la metodología utilizada en estos ensayos, que parecen más diseñados para no encontrar diferencias que para encontrarlas. 1 Las combinaciones de más de un AINE y las combinaciones de un AINE con un analgésico-antitérmico no están nunca justificadas, y deberían ser retiradas del mercado. Algunos comentarios específicos Efectos indeseables La oxifenbutazona es un metabolito de la fenilbutazona (Ciba-Geigy ha anunciado recientemente la retirada del mercado de la oxifenbutazona en todos los países). Estos dos fármacos parecen tener una especial tendencia a producir retención de sodio y agua, particularmente peligrosa en pacientes de edad avanzada. Se les atribuye, en comparación con los demás AINE, un riesgo especialmente elevado de discrasias hemáticas, en particular anémia aplásica. El fabricante, el prospecto oficialmente aprobado y algunos reumatólogos recomiendan la fenilbutazona para el tratamiento de varios cuadros, pero sobre todo de la crisis aguda de gota y de la espondilitis anquilosante. En el tratamiento de la gota cualquier AINE puede ser efectivo, a condición que se administre de manera precoz y a las dosis suficientes.2 Para la espondilitis anquilosante diversos ensayos clínicos indican que no existen diferencias entre la fenilbutazona, el naproxeno, la indometacina, el sulindac, el tolmetín y el flurbiprofeno. Una reciente revisión concluye que a pesar de que la fenilbutazona y la indometacina fueron los primeros productos que demostraron su eficacia en esta enfermedad, actualmente existen fuertes razones para comenzar el tratamiento con un fármaco asociado a una menor incidencia de reacciones adversas.3 La suxibuzona y la piracinobutazona se deben considerar equivalentes a la fenilbutazona, y por lo tanto no son de primera elección. Apesar de que los AINE son probados en ensayos clínicos en personas jóvenes, sin antecedentes de enfermedad ulcerosa crónica, después de su comercialización se utilizan a menudo en personas de edad avanzada, a veces con antecedentes de ulcus. Por eso la incidencia “real” de reacciones adversas es superior a la observada en ensayos clínicos.5 La experiencia acumulada con cada AINE tiene una duración diferente: el AAS se utiliza desde hace 100 años, la fenilbutazona fue comercializada en 1952 y la indometacina en 1963 (1965 en España). Por lo tanto, por lo que se a los efectos indeseables raros (por ejemplo las discrasias hemáticas), los AINE más viejos son los mejor conocidos. Las fechas de comercialización en España de los demás AINE más importantes son las siguientes: ketoprofeno 1974, naproxeno, fenoprofeno y diclofenac 1975, sulindac 1977, fenbufeno e ibuprofeno 1979, flurbiprofeno y tolmetín 1980, piroxicam 1981. A continuación sólo se comentan los efectos indeseables más frecuentes. En todas las enfermedades inflamatorias puede haber, sin embargo, pacientes que respondan más 2 Todos los AINE pueden producir efectos indeseables gastrointestinales. Se dice a menudo que la toxicidad Gl del ácido acetilsalicílico (AAS) a dosis altas (5-6 g al día) podría ser superior a la de otros AINE (por ejemplo naproxeno, fenoprofeno o piroxicam), pero no hay datos que indiquen que la incidencia de hemorragia gastrointestinal sea superior con el AAS que con los demás AlNE cuando se comparan dosis equivalentes.6 Todos los AINE pueden inducir reacciones de hipersensibilidad, que son de dos tipos: síndrome de urticaria con angioedema y crisis de broncoespasmo en pacientes con rinitis vasomotora, poliposis nasal y asma bronquial. Un 10 a 30% de los asmáticos presentarían broncoespasmo inducido por AAS, por pirazoIonas o por cualquier otro AINE. Por este motivo el empleo de estos productos está contraindicado en pacientes asmáticos. De los diversos cuadros de nefrotoxicidad que pueden ser inducidos por los AINE, el más frecuente es una insuficiencia renal aguda de instauración insidiosa. Este efecto suele ser reversible. Está relacionado con la inhibición de la biosíntesis de las prostaglandinas en el riñón, que sería también causa de la retención de sodio y agua a que pueden dar lugar los antiinflamatorios. Esta es particularmente peligrosa en cardiópatas y en pacientes de edad avanzada, en los que puede precipitar una insuficiencia cardíaca. La inhibición de la síntesis de las prostaglandinas puede ser peligrosa hacia al final del embarazo: produce relajación del útero y puede provocar el cierre precoz del ductus arteriosus del feto. Las discrasias hemáticas, y en particular la anemia aplásica han sido causa de preocupación. Prácticamente todos los AlNE han sido asociados con casos de anemia aplásica. Esta ha sido descrita sobre todo en relación con la fenilbutazona y la oxifenbutazona y también, aunque en menos casos, en relación con la indometacina. Con los datos disponibles no se puede asegurar que el riesgo de anemia aplásica asociada a los AINE de más reciente introducción sea inferior, pues se necesaria una mayor experiencia de uso. En cualquier caso es conveniente indicar que no se ha descrito una asociación entre el empleo de ácido acetilsalicílico y la anemia aplásica. caciones en las que cada AINE era citado como fármaco sospechoso. Los productos para los que hemos recibido más notificaciones son la indometacina (19), el piroxicam (19) y el diclofenac (13). En la tabla 2 se indica la distribución de los acontecimientos notificados, según los aparatos y sistemas afectados (el número de acontecimientos es superior al de notificaciones, pues una notificación puede incluir más de un acontecimiento), para estos tres productos. Obsérvese la elevada proporción de reacciones gastrointestinales al piroxicam (entre las que hay 6 hemorragias gastrointestinales y 4 ulcus duodenales); el hecho es interesante, porque este fármaco es presentado como especialmente seguro en comparación con otros AINE. Obsérvese también la elevada proporción de reacciones neurológicas a la indometacina (que están generalmente descritas en los textos de farmacología y de terapéutica) y al diclofenac (que son menos conocidas). En conjunto, se han recibido notificaciones sobre 162 episodios clínicos, de los que 84 fueron digestivos, 28 dermatológicos, 15 neurológicos, 13 generales y 6 hematológicos. De 98 notificaciones de reacciones adversas en las que había suficiente información para evaluar su gravedad, 2 fueron mortales y 14 amenazaron directamente la vida del paciente (la mayor parte de estas reacciones graves fueron hemorragias digestivas y discrasias hemáticas). Estos datos ponen de relieve la especial toxicidad digestiva de los AINE, que con frecuencia es grave. Parece conveniente insistir en la necesidad de reservar estos fármacos para el tratamiento de cuadros de inflamación, y utilizar sólo analgésicos simples para el tratamiento del dolor. Bibliografía Durante dos años hemos recibido un total de 1001 notificaciones (533 en 1983 y 468 en 1984). En 102 (10%) el fármaco indicado como más sospechoso ha sido un antiinflamatorio. Un 40°% de estas notificaciones hacían referencia a pacientes de más de 60 años. En la tabla 1 se indica el número de notifi- 1. Bland JM, Jones DR. Bennett S, Cook DG, Haines AP, Macfarlane AJ. Br J CIin Pharmac, 19:155-160,1985. 2. Hart FD, Huskisson ED. Drugs, 27:232-255,1984. 3. HiIl AGS. A Ankylosing spondylitis, dir por E Moll (pp 163-175). Churchill Livingstone. Edimburgo, 1980. 4. Porter RS. Drug Intell Clin Pharm, 18:42-51,1984. 5. Coles LS, Fries JR, Kraines RG, Roth SH. Am J Med, 74: 820-828,1983. 6. Hadler NM. Drug Intell Clin Pham, 18: 34 38,1984. Tabla 1.- Reacciones adversas notificadas a antiinflamatorios no esteroides (1982-84) Tabla 2.- Reacciones adversas notificadas a indometacina, diclofenac y piroxicam (1982-84) Los antiinflamatorios en el programa de la tarjeta amarilla Acetilsalicilato de lisina 4 Salsalato 1 Eterilato 2 Naproxeno 8 lbuprofeno 3 Flurbiprofeno 5 Ketoprofeno 2 Benoxaprofeno 1 Ácido tiaprofénico 2 lndometacina 19 Sulindac 1 Oxametacina 1 Diclofenac Fentiazac Bencidamina Fenilbutazona Oxifenbutazona Piroxicam lbuproxam lsonixina Piproxeno Total 13 1 1 8 7 19 2 1 1 102 indometacina diclofenac piroxicam n (%) n (%) n (%) Gastrointestinales 20 (62,5) 5 (26,3) 22 (73,3) Piel y faneras 1 (3,1) 5 (26,3) 4 (13,3) Sistema nervioso 6 (18,7) 3 (15,7) 1 (3,3) Cardiovasculares 1 (3,1) 0 2 (6,6) Generales 2 (6,2) 3 (15,7) 1 (3,3) Hematológicas 1 (3,1) 0 0 (-) Otras 1 (3,1) 3 (15,7) 0 (-) (-) (-) 3 Qué debería ser notificado El Programa de Notificación Voluntaria de Reacciones Adversas estimula la notificación de todos los efectos adversos observados en la asistencia hospitalaria y extrahospitalaria, y en particular los siguientes: Todas las sospechas de reacciones observadas en pacientes tratados con fármacos de reciente introducción en terapéutica. Todas las sospechas de reacciones que - sean mortales - pongan en peligro la vida del paciente - provoquen ingreso en el hospital - prolonguen la estancia en el hospital - provoquen ausencia laboral o escolar - sean malformaciones congénitas - sean otros efectos irreversibles Durante el año 1985 el Programa de Notificación Voluntaria se ha extendido a las Comunidades Autónomas de Cantabria y Navarra, con lo que se comienza a configurar el Sistema Español de Farmacovigilancia. Con la información recogida, en la que se asegura la confidencialidad del nombre del paciente y del nombre del médico notificador, nuestro centro contribuye, junto con otros 25 centros de sendos países, al Programa Internacional de Farmacovigilancia de Ia OMS, que ha acumulado ya cerca de 400.000 notificaciones de sospechas de reacciones adversas a fármacos. Sólo la acumulación de un número elevado de notificaciones puede ayudar a descubrir nuevas asociaciones hasta ahora no identificadas entre el uso de un fármaco y la aparición de una determinada patología. Hi ha una versió d’aquest Butlletí en català. Si desitgeu rebre informació de manera regular en català, comuniqueu-ho per telèfon (93-358.28.52) o per correu. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios 4