TOMO 12 letra F Grupo 09

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gándose a prever, como se lee en el artículo
47 de la Constitución soviética, para el supuesto de fracaso de las negociaciones, una
nueva revisión de la iniciativa por las Cámaras y, en último término, una decisión
de disolverlas para convocar a nuevas elecciones.
En general, los textos constitucionales
traen normas especiales de procedimientos
cuando se trata de iniciativas de excepcional importancia, como son las financieras,
las orgánicas o las de enmienda de la misma Carta Fundamental,
Aprobado un proyecto por el poder legislativo, algunos sistemas dan por finalizado el
proceso de formación de la ley disponiendo
llanamente su publicación (Constitución soviética, art. 40); pero otros preven aún la
necesidad de aprobación por el órgano ejecutivo, reconociéndole complementariamente el derecho de formular objeciones dentro de plazos breves —de diez días a un
mes, por regla general—, a efecto de que
el proyecto vuelva a ser considerado, más
otorgando, a la postre, la decisión al poder legislativo (Constituciones argentina,
art. 72; checoslovaca, art 59; norteamericana, art. 1", secc. 7*). La Constitución francesa ha creado, aunque sólo con la finalidad de velar por la constitucionalidad de
las leyes en ciertos casos, un consejo constitucional al que el gobierno puede remitir, antes de su promulgación, los proyectos aprobados por el poder legislativo (art.
61).
c) La mayor parte de los ordenamientos
constitucionales preceptúan el trámite final de promulgación y publicación, antes
de que la ley cobre fuerza obligatoria. Dichos actos finales competen generalmente
al poder ejecutivo; pero en ciertos casos, y
señaladamente cuando dicho poder deja de
ejecutarlos, se suele otorgar al mismo legislador la facultad de promulgar y mandar publicar las leyes aprobadas. Estas tienen entonces la misma vigencia que si
hubieran sido promulgadas y publicadas
por el poder ejecutivo.
Desde el momento de su publicación, o
más frecuentemente desde cierto día después de aquélla, la ley cobra plena vigencia salvo que ella misma haya señalado
término distinto para revestir obligatoriedad.
Así formada la ley, no puede ser modificada, abrogada o derogada sino a través
de trámites que las constituciones señalan
que suelen asemejarse y aun identificarse
con los que se establecen para su formación.
FORMAS DE GOBIERNO.* SUMARIO:
Cap. I. Introducción: 1. Nociones de Estado
y gobierno. Teoría del Estado, Ciencia política y Derecho político. Distinciones con el
Derecho constitucional. 2. Tipos de Estados
y íormas de gobierno. Cap. II. Reseña histórica de las formas de gobierno: A) Formas
primitivas. B) Monarquías teocráticas: 1. India, Israel y Egipto. C) Gobiernos de Asia:
1. Los asirlos. 2. Los hititas, lidios y frigios.
3. Media y Persia. 4. Fenicia. 5. China.
D) Gobiernos prehelénicos y griegos: 1. Los
egeos. 2. Los griegos. 3. Esparta. 4. Atenas.
E) Gobiernos de Roma: 1. La Monarquía.
2. La República. 3. El Imperio. F) Gobiernos de las Edades Media y Moderna: 1. Los
germanos. 2. Los francos. 3. El feudalismo.
4. El gobierno en Francia. 5. El gobierno en
España. 6. El gobierno en Inglaterra. 7. El
gobierno «n Alemania. 8. El gobierno en
Prusia. 9. El gobierno en Suiza. 10. El gobierno en Austria-Hungría. 11. El gobierno
en Suecia-Noruega. G) Gobiernos en Anéríca: 1. El gobierno en los pueblos precoloniales: a) Aztecas; b) Mayas; c) Chibchas;
d) Incas; e) Otros pueblos indígenas. 2. Colonias inglesas: a) Canadá: b) Estados Unidos. 3. Colonias espátulas. 4. Colonias portuguesas. 5. El gobierno en los países americanos: a) Argentina; b) Solivia; c) Brasil; d) Colombia; e) Costa Rica; f ) Cuba;
g) Chile; h) República Dominicana; i) Ecuador; j) Guatemala; k) Haití; 1) Honduras;
m) México; n) Nicaragua; ñ) Panamá; o)
Paraguay; p) Perú; q) Puerto Bico; r) El
Salvador; s) Uruguay; t) Venezuela. Capítulo III. Clasificación de las formas de gobiernos: A) Clasificaciones antiguas y modernas: 1. Aristóteles. 2. Polibio y Cicerón.
3. Heeren. 4. Comte. 5. Spencer. 6. Montesquleu. 7. Rousseau. 8. Bluntschtli. 9. Balbo. 10. Brunialti. 11. Orlando. 12. Burgess.
13. Raccioppl. 14. Passy. 15. Jellinek. 16. Mac
Iver, 17. Appadoral. 18. Burdeau. 19. Ugo.
20. Gareis. 21. Schanzer. 22. Moni. 23. Santamaría de Paredes. 24. Heller. 25. Xifra
Heras. 26. Biscaretti di Ruffia. 27. Alberdl.
B) Clasificaciones sociológicas. C) Función
de gobierno. D) Conclusión.
Capítulo I
INTRODUCCIÓN
1. Nociones de Estado y gobierno. Teoría del Estado, ciencia política y Derecho
político. Distinciones con el Derecho constitucional. Se ha empleado la expresión
"Formas de gobierno", en plural, atendiendo
a razones de orden práctico, pero hay que
destacar que no existe uniformidad en la
doctrina, pues el profesor doctor Segundo
V. Linares Quintana la usa en singular (criterio que se sigue en este trabajo), mientras
que el profesor doctor Carlos Sánchez Viamonte emplea la expresión en plural.
Los conceptos atribuidos a los vocablos
"Estado" y "Gobierno" han llevado a una
confusión en la terminología jurídica que es
necesario disipar.
Desde Aristóteles, la filosofía intentó pre*
Por el Sr. ANTONIO CASTAGNO.
guntarse qué es el Estado, ¡legando a la conclusión —cuando pudo ubicar al hombre en
el estudio de su naturaleza social—, que el
Estado tenía como base la persona humana
en su esencialidad, para, arribar al concepto
de que el Estado es un organismo complejo O ) . Pero es necesario destacar que Aristóteles entiende que el Estado es un ente
natural. "Entre la asociación Estado y las
demás asociaciones como la familia existen diferencias que no son sólo cualitativas.
El Estado es un hecho natural —afirma—;
el hombre es por su naturaleza un animal
político, destinado a vivir en sociedad y el
que no forma parte de ninguna polis es
o una bestia o un dios" (2).
Llegar a una definición del Estado es
tarea que demanda, sin duda, rastrear en
las profundidades de las especulaciones filosóficas lo que, ciertamente, excede de la
índole del tema y, por otro lado, actualizaría la escéptica advertencia de Federico Bastiat (3). No obstante, aparecieron antes y
después de ella, jusfilósofos que estudiaron
el concepto del Estado, aclarando su naturaleza jurídica —desde la clásica definición
aristotélica: "El Estado
es la comunidad
perfecta o soberana" ( 4 ) — hasta los conceptos de los pensadores contemporáneos de
la filosofía política (»).
(1) Aristóteles, Política, llb. 3, cap. l. 1274 b,
pág. 35.
(2) Vedia y Mitre, M.. Derecho político general.
t. 1, pág. 35, Ed. Kraft, Bs. Aires, 1952.
(3) "Yo quisiera que se Instituyera un premio,
no de quinientos írancos, sino de un millón, con
coronas, cruces y cintas, en favor de quien diese
una buena, simple e inteligible definición de esc
nombre: el Estado" (Hastial, P., L'Etat, en Obras
completas. 2' ed., t. 4, pág. 326, París. 1863).
Por otra parte, resultarían oportunas las palabras que se atribuyen a Platón: "Si evitas el preocuparte mucho de la cuestión de nombres, serás
mucho más rico en sabiduría". Realizar un estudio
de la evolución ideológica que provoca la palabra
"Estado" seria objeto de una historia de las ideas
políticas.
(4) Aristóteles, Política. lib. 1. cap. 3, 1952 b.
págs. 25-28.
Al estudiar, en sus diversas aspectos, el
concepto del Estado (causas constitutivas,
causa material, causa formal, etc.), surgen
elementos específicos que lo ubican en sus
justos límites. La materia la constituye un
con Jeremías Bentharn, James y Jolin Stuart MUÍ
que señala el término de una época; aparecen lue-
go Kant. Herbert, Spencer, Guillermo de Humboldt y Kenry Thoreau entre loa anarquistas, como Tolstoi, Kropotkin y Bakunirs. Luego Rousseau,
considerado "como el profeta da !¿ democracia",
estando fuera de toda duda —según aíirma George O. Catlin— que Rousseau preparó espiritualmente «1 camino de la revolución en Francia; Heget es considerado como un filósofo de la historia,
y es también en un sentido tal vez más profundo
que el individualista Hobbes, el filósofo del Estado
moderno, del nuevo Leviatán. Continuadores de
Hegel, piwden considerarse a Carlyie, admirador,
traductor y corresponsal de Goethe, miembro de
la Orden Prusiana del Mérito, precursora de los
nacionalsocialistas alemanes, enemigo de la filosofía utilitarista; al cardenal Newman, en quien el
escepticismo se convierte en dogmatismo.
Debe mencionarse en esta apretada síntesis a
Carlos Marx y a sus predecesores, Roberto Owen,
W. Morris, Henry George, e! conde de Saint Simón, Carlos Pourier, Proudhon. "Marx y Engels.
combinación de sutileza rabínica judía y laboriosidad germana, construyeron un sistema de filosofía de consistencia tal qxie no se le encuentra
parangón desde qxie Santo Tomás diera forma a!
suyo. El Manifiesto Comunista es su Profecía;
el Capital, su Torah, su ley, el libro por excelencia"; a Marx lo siguieron Kautsky. Lenin, Trotsky
y otros.
Jean Jacques Chevallier, en su libro Los grandes
textos políticos estudia las obras dc:;de el Renacimiento hasta nuestros días, comentando con El
Principe, de Maquiavelo; Los yeis Hbros de la República, de Juan Bodin; El Leviatán, de Hobbes;
La política sacada de Ja Santa Escritura, de Bousset: luego aparecen las obras que Chevallier considera como reacción contra la monarquía abso-
luta: el Ensayo sobre el gobierno civil, de John
Locke; El espíritu de las leyes, de Mor.tesquiflu;
Del contrato social, de Rousseau; Que es el tercer
estado, de Sieyés (que aparece inmediatamente antes de la Revolución Francesa); desnués Figvien las
obras que pueden considerarse cono las consecuencias de esa revolución: ÍES Reflexione1* sobre
la revolución de Francia, de Ednvundo Eurke; los
Discursos de la nación alemana, de Fitche; La democracia en América, de Alexis de Tocquevil'e.
Sigue la época en que aparecen el nacionalismo
Hacer una rápida síntesis del pensamiento
y el socialismo, con sus fermentos c!e pasionismo
de los filósofos políticos demandaría, no obstante,
penetrar en una disciplina que se inicia prácticamente con la aparición de La República de Platón,
intelectual y explosivo: El manifiesto comunista.
de Carlos Marx y Federico Engels; la Encuesta sobre la monarquía, de Charles Maurras; las Re~
flexiones sobre Ja violencia, de George Sorel; El
Estado y la Rerolv.ción, de Lenin; etc.
Sobre esto. trma. ver: Catlin. G. O.. Historia de
los filósofos pc.Htícos. Ecl. Petiscr, Bs. Aires, 1956;
Bcneyto Pérez, J., Historia de las doctrinas políticas, AsruiUr, Madrid, 1958; Holstein, G.. Historia
de la filosofía política. Madrid, 1955; Chevallier,
(5)
la primera obra clásica de filosofía política —según Günther Holstein—, disciplina que "pretende
llegar a aprehender el sentido último de to;lo el
ser político y obtener asi 'a normp. suprema de
todo devenir político: ambos propósitos se fundan,
puesto que ambos aspiran a ser un conocimiento
de esencia del Estado" (Holstein, G., Historia da
la filosofía política, pág. 19, Madrid, 1955).
A la filosofía del Estado en la antigüedad le si-
J. J., ¿os grandes textos políticas, Aguilar, Madrid. 1955.
gue ¡a de la Edad Media y, con la aparición del
Cristianismo la ulosofhi de los padros de la Iglesia, San Agustín, Santo Tomás do Aquino, y Francisco Suárez y Francisco de Vitoria, etc.. siguiéndoles Maquiavelo, Modino y Groeio, para llegar
a Thomas Hobbes y Locke, pasando por Montes<iuie«, Jeffer.-ion, Paine, llegando a los utilitaristas
La bibliografía puede ampliarse extensamente
consultando la que reúnen: Gómez Arboleya, E ,
Historia de la estructura y del pensamiento social.
Madrid, 1951, t. 1, especialmente sobre el tema, en
las págs. 118 y Pigs.; Labrousse, R., Introducción
o la filosofía política, págs. 315 y s!gs., Ed. Sudamericana, Bfi. Aires, 1953
conjunto de personas formando una comunidad, asentada en un territorio, como expresión de su voluntad consciente, para alcanzar un fin. Esta comunidad tiene, como
rasgo específico, el de ser perfecta y soberana. "Es soberana aquella organización
—dice Hermann Heller— a la que es inmanente el poder sobre sí misma, la que
es capaz de determinar sustancialmente sobre sí misma el uso del poder de la organización. Sólo existe un Estado allí donde el
poder .sobre la organización social territorial le pertenece a ella misma, le sea propio,
donde la decisión sobre el ser y el modo
de la organización tenga lugar dentro de
ella" («).
En cuanto a la soberanía, Bodín la define
diciendo que "es elT poder absoluto y perfecto de un Estado" ( ) , admitiéndose, al mismo tiempo, un sentido afirmativo de la soberanía y otro negativo, que significa autodeterminación constitucional y soberanía
política, con libertad
e independencia frente
a otros Estados ( 8 ).
La materialidad de los elementos constitutivos del Estado, elemento humano y territorio, necesita otro elemento, el de unión o
de orden que debe establecerse entre los
hombres, indispensable para alcanzar el fin
de la comunidad.
Pero para que pueda lograrse tal fin, debe
existir una fuerza de conexión que dirija
esa comunidad, la guíe hacia el bien común, sin la cual no podría existir el orden;
esa fuerza ha sido denominada poder político o poder del Estado (como la llama Posada) (°), exigiéndose además que el ordenamiento del Estado establezca una forma
(6) Heller, H., Teoría del Estado, 3» ed., versión
española de Luis Tobio, pág. 262, Fondo de Cultura
Económica, México, 1955.
(7)
Bodin, J., tes sil Ubres de la RépuWique,
lib. 1, cap. 9, pág. 135.
(8) Heller, H., Die Souveranitat Ein Beitrag zur
theoríe des Staaís und ülkerrechts, págs. 97 y sigs.,
Berlín. 1927.
Schmit, C., "Teología política", en Estudios Políticos, trad. de Javier Conde, págs. 48 y sigs., Madrid. 1941.
(9) "El poder del Estado al servicio de una dominación ciega y opresora será simple fuerza material; el poder del Estado, al servicio de las ten-.
dencias unificadoras que palpitan en una sociedad, para establecer un equilibrio entre las fuerzas sociales contrapuestas, será una fuerza cspiriíiia.'icotfa de significación ética, única capaz de generar un orden Jurídico, Cada interés humano,
cada fuerna social, propende, sin duda, a dominar
y aspira a ser el Estado —el mayor poder— para
dirigir, según su egoísmo, la vida social todr.; pero
en toda sociedad se propende también a resolver
Jas contraposiciones y luchas mediante transacciones y merced a ln creación de una conciencia capuz de generar nonrns y cíe establecer y sostener
un orden en las relaciones humanas (reinado del
IX-reelio)" ¡Posada, A., Tratado de Derecho politico, t. I. pílg. 77).
de gobierno. Hay que advertir, además, como lo hace Heller, que los elementos del
Estado "sólo adquieren plena verdad y
realidad en su recíproca interrelación" (1°).
Sin pretender hacer una revista de las
definiciones aparecidas, es interesante traer,
entre otras, la de Joel Tiffany, pues, al relacionar en cierto modo los conceptos de
Estado y Gobierno, los delimita: "Un Estado consiste en una asociación de individuos
unidos bajo un gobierno organizado, instituido para ayudar y proteger a sus miembros en el ejercicio de su libertad civil y
en el goce de sus justos derechos; y a este
fin tienen confiada
la ejecución de la autoridad pública"^ 1 ). El mismo autor anota
la definición de Burlamaqui, que dice: "El
Estado puede definirse como una sociedad
por la cual una multitud de pueblo se congrega bajo un gobierno organizado, a fin
de hallar, mediante su protección y cuidado, la felicidad a que naturalmente aspira" (J2).
La ubicación del estudio del Estado, dentro de las disciplinas científicas y la aparición, relativamente reciente, de cuestiones
(10)
Heller, H., Teoría del Estado, pág. 256.
Sobre el poder del Estado dice este autor: "Según es de esencia de todo poder social, el poder
del Estado, como unidad de acción, no puede ser
referido ni a los actos de los que tienen el poder
ni a los de los sometidos al mismo. La acción objetiva del poder del Estado no puede ser atribuida ni
a los subditos exclusivamente ni a un gobernante,
aunque sea el dictador más absoluto. Siempre deberá aquélla su nacimiento y su permanencia a la
cooperación de ambos. El gobernante tiene poder
en el Estado, pero nunca posee el poder del Estado.
"El análisis cuantitativo del poder del Estado ha
de conducirnos siempre, por tanto, a una cooperación causal de todos. En líneas generales se distinguen en esta cooperación tres grupos que, naturalmente, no han de concebirse como magnitudes
estáticas sino como dinámicamente cambiantes: el
núcleo de poder que realiza positivamente el poder del Estado, lo que lo apoya y los partícipes negativos que a él se oponen" (pág. 258).
(11) Tiffany, J., Gobierno y Derecho constitucional, trad. de Clodomiro Quiroga. págs. 32 y 33,
Imprenta La Unión, Bs. Aires, 1874.
"Son infinitas las definiciones que se han dado
del Estado. Al catalogarlas, Sánchez Agesta las
agrupa en tres secciones: definiciones deontológicas, sociológicas y Jurídicas" (Izaga, L. P., Elementos de Derecho político, 2' ed., t. 1, pág. 163. Bosch.
Barcelona, 1952).
"El Estado es la unidad tíe asociación dotada
originariamente de poder de dominación y formada por hombres asentados en un territorio" (Jelllnek, G., Teoría general del Estado, trad. y prólogo
de Fernando de los Ríos, pág. 133, Ed. Albatros,
Bs. Aires, 1954).
"El conjunto de totíos los fenómenos sociales,
identificándolo con la sociedad (en el sentido de
una totalidad orgánica y en consciente contraposición a cualquiera de sus manifestaciones parciales") (Kelsen, H., Teoría general del Estado, trad.
de Luis Legas; y Lacambra, pág. 4, Editora Nacional, México, 1954.
(12) Burlamaqui, Policital Law. cap. 4. pág. 2.
atinentes a la estructuración, actividad y
relaciones del Estado con manifes'oacicnes
¿el quehacer humano, han traído como
consecuencia la sistematización de otros
conocimientos agrupados en lo que se ha
llamado teoría del Estado, Derecho político,
ciencia política, etcétera. Sería interesante,
como estudio previo, analizar el concepto
de "política", en sus varios aspectos (filosófico, sociológico, histórico, jurídico, etc.),
pero esta cuestión, ciertamente, es objeto
de la voz POLÍTICA.
Una definición de la teoría del Estado
traería también el problema de su propia
denominación, ya que los autores alemanes
(como también algunos franceses e italianos) agregan el concepto de "general" (1:!),
con lo que se confundiría con el objeto de
la ciencia política; otros, por su parte, han
propuesto el vocablo estatología <.").
En cuanto al objeto propio de la teoría
del Estado, Heller opina que ella se "propone investigar la especifica realidad de la
vida estatal que nos rodea. Aspira a comprender al Estado en su estructura y función actuales, &u devenir histórico y las tendencias de su evolución" («).
(13) Ver, entre otros, Hans Kelsen, George Jellinek, León, Duguit, B. Garre de Malberg.
(14) Bigne de VUlenueve, M. de la, "Une science soclale nouvelle, la estatologie; sa métnode et
son objet". extracto cié Egypte Contemporain, en
Revue de la Société d'Econcmie Politique, de Statisque et de Lcgislaiion, El Cairo, t. 26 págs. 201
y sigs.
(15) Heller, H., op. cit., pág. 19.
El autor aclara, al mismo tiempo, qué "la Teoría
del Estado ss ha cultivado en Alemania desde hace
tiempo, como una disciplina especial que, a partir
de mediados del siglo XIX, se denomina expresamente «general» porque, desde entonces, el cúmulo
de sus problemas se restringe progresivamente, viniendo al fin a quedar reducido a poco más cié la
historia y construcción de algunos conceptos fundamentales de Derecho político.
"En cambio, la presente teoría del Estado, por
la forma como se plantean en ella los problemas,
se halla más cerca de la Política en el sentido de
Dahlmann, Waitu y Droysen o de la Enciclopedia
de las ciencias del Estado de Mohl. este último intento académico de comprender al Estado según
amplias conexiones. Semejante concepto de la Política, que los pueblos latinos e Inglaterra también
conocen bajo las denominaciones de «science politique», «scienza política», «ciencia política» y «political science», no se ha desarrollado, por desgracia, entre nosotros en Alemania" (op. cit., pág. 20).
George Jellínek sostiene —al estudiar los tipos
como objeto de la doctrina del Estado— que "el
problema de una ciencia del Estado y de las instituciones del mismo en general, consiste en buscar los elementos típicos en los fenómenos del Estado y las relaciones en que se encuentra".
Pero antes cree necesario aclarar el significado
del concepto de tipo, considerándolo "la expresión
de la más perfecta esencia del género". "Se lo puede representar de un modo platónico, como la idea
que vive en el más allá y que sólo de un modo impertecoo puede realizarse en el individuo, o concebírsele conforme a Aristóteles, como la fuerza
Posada afirma que "el objeto de la teoría
del Estado es formar o construir la idea del
Estado"; la determinación del concepto ini-
cia la labor, y trae la opinión de Garre de
Malberg, que dice: "Precisar esta idea —la
del Estado— es el objeto propio de la teoría
general del Estado. Todos los problemas que
entraña esta teoría se resumen esencialmente en la cuestión siguiente; qué es el
Estado (en concreto) o, l mejor, qué es el
Estado (en abstracto)" ( °).
Al íratar de señalar los límites precisos
de los objetos de la teoría del Estado, del
Derecho político y de la ciencia política, los
activa que crea y da forma a los ejemplares individuales de un género. El concepto de un tipo ideal
ha venido ocupando sin interrupción el pensamiento filosófico, desde Grecia hasta nuestros días,
pasando por la escolástica de la Edad Media" (op.
cit., pág. 25).
Con respecto a los tipos ideales, Jellinek distingue dos géneros: "el que es producto de la libre
especulación, como la forma de Estado de que hablan las utopias o fantasías políticas, o el que coasiste en construir tipos ideales tomándolos de Estados que existen o de instituciones particulares
de estos Estados".
Distingue, también, del tipo ideal el tipo empírico, porque "de él no surge la exigencia de expresar un ser objetivo que trasciende de la experiencia; significa tan sólo la unificación que depende
del punto de vista que adopta el Investigador".
Más adelante afirma: "El problema de la ciencia
del Estado, eu tanto no forma exclusivamente el
objeto de esta ciencia el estudio del Estado particular, consiste en hallar este tipo empírico"; y
tales tipos "habrán de hallarse por vía inductiva,
lo que equivale a decir, mediante la corporación de
los Estados particulares, su organización y sus funciones" (op. cit., págs. 26 y 27).
(16) Posada, A., Tratado de Derecho -político,
t. 1, pág. 49, Madrid, 1923.
Kelsen, por su parte, afirma: "En la exposición
de la Teoría General del Estado lo que interesa
es más bien establecer, mediante el análisis de los
problemas corrientemente tratados en torno al cual
giran todos o algunos, lo más importante de aquellos problemas, es decir, el concepto de Estado que
presupone la doctrina del poder, del territorio, del
pueblo, de la constitución, de la forma, de los órganos, de las uniones de Estados, etc. Se trata de
establecer el concepto de Estado propio de la Teoría General del Estado; y esto no es posible más
que a condición de aceptar el hecho de esta ciencia en cuanto tai, de considerar esta ciencia como
la unidad de un determinado complejo de problemas, tal como históricamente ha venido desarrollándose; dando como resultado el que tan sólo se
eleve a concepto aquella significación verbal más
adecuada precisamente a este complejo de problemas históricamente dado. Cabe esperar, sin incurrir en ciego dogmatismo, que tal ensayo no sea
totalmente estéril. De otro rnodo habría que confesar que, por falta de un objeto unitario, no era
posible vina Teoría General del Estado como disciplina unitaria. Y par» esto no es inconveniente el
que, en definitiva, no resulta precisamente un concepto único deí Estado, sino varios, los cuales, sin
embargo, hállanse íntimamente ligados unos coa
otros" (Kelsen, H., T ^oría general del Estado, tr»ü,
tle Luis Legaz y Lacambra, pág. 6, íM_ Nacional,
México, 1954).
autores discrepan en el sentido de distinguir, unos, lo teoría del Estado y la Ciencia
política "por la medida de abstracción que
comporta su objeto, aunque claro está que,
por su especialidad de prácticas, el juicio
práctico pone ese objeto en relación con
una causa final". "La Ciencia política tiene
como objeto formal el conocimiento de la
esencia del Estado, esto es de la comunidad
política perfecta, por lo que se deduce que
es una ciencia práctica y su verdad es especulativa; la teoría del Estado es el conocimiento intelectual sistematizado de la
existencia hic et nunc del Estado; mientras
que la Ciencia política es una ciencia, en su
significado riguroso, la teoría del Estado o
sociología política es un conocimiento experimental de realidades singulares y contingentes". "La Ciencia política es la parte
de la filosofía moral que tiene por objeto
el estudio de los principios universales y
abstractos del comportamiento del hombre como miembro del Estado" (Sampay).
"Siendo la teoría del Estado una de las partes cognoscitivas de la •prudencia política
arquitectónica y siendo ésta la aplicación
concreta de la Ciencia política, que como
ciencia formalmente práctica tiene una disposición intrínseca a realizarse en la existencia mediante esa aplicación, la teoría del
Estado resulta, por lo tanto, al igual que las
otras partes cognoscitivas de la prudencia
política arquitectónica y que las principales artes operativas, un conocimiento ministerial de la Ciencia política,
la cual es, en
suma, la ciencia regia..." ( 17 ).
(17)
Sampay, A. E., Introducción a la teoría
del Estado, pág. 509, Ed. Politéla, Bs. Aires, 1961.
Existe, en realidad, una ciencia política única,
¿o por el contrario, la diversidad de los conocimientos obliga también á pluralizarla? Holtzendorfí está de acuerdo con esta pluralidad de las
ciencias políticas, opinión compartida por Moni,
quien señala como ciencias políticas a: la Teoría
general del Estado, el Derecho internacional, la
Economía política, la Hacienda, la Ciencia de la
Política. Otros autores, tratando de completar este
cuadro, incluyen en él a la Historia política y a la
Estadística del Estado.
Posada oírece también un cuadi-o de las disciplinas políticas: Política, lo relativo al Estado;
Ciencia política, la teoría del Estado; Política aplicada, la teoría de la acción política; Ciencias políticas, que consideran al Estado integralmente,
desde puntos de vista totales diferentes (filosofía
política, historia política, ciencia crítica del Estado) . I» teoría del Estado sintetiza estas disciplinas y utiliza en la construcción de las doctrinas
sus métodos y sus resultados... (Posada, A., Tratado de Derecho político, t. 1, pág. 3, Madrid, 1935).
Antonio Carro Martínez acepta el carácter enciclopédico del conocimiento político, y la diversidad
de denominaciones varía como los países y los tratadistas; "por ejemplo, las terminologías más frecuentes son: en Francia, Derecho constitucional
(Droii conslltutionnel); en Gran Bretaña, Ciencia
poií'.ica iPolitical Science); en Alemania, Teoría
de! Estado (Staatslshre); y en España, Derecho
Conviene destacar, con el objeto de precisar los conceptos, que algunos autores, al
definir la ciencia política, la consideran como la ciencia del Estado (Gettell); Kranenburg, por su parte, afirma sintéticamente
que "la teoría política es la ciencia del Estado" (i»). Zachariae define a la ciencia política como la que debe exponer "en un orden sistemático los principios fundamentales, según los cuales el Estado, como un
todo, ha de organizar y ejercer el poder soberano" (i»).
El contenido de la ciencia política es un
conjunto de conocimientos que, aparentemente, no serían del todo homogéneos (2«).
Heller hace notar que el límite entre la
ciencia política y la teoría del Estado se
diluye en forma tal que no es posible establecer, precisamente, dónde comienza el dominio de una disciplina y dónde termina
el otro. Señala que "hoy predomina la opinión de que la ciencia política es una cienpolítico. Pero estas denominaciones no son las
únicas. También se han usado las expresiones de
Droit publique, Drolt politique, Droit public et
constitutionnel, Science politique, Sociología politique, Constltutional Law, Política, Government,
Staatswissenschaft, Oefíentliches Recht, Staatslehre, Staatsrecht, Staatsknust, Diritto costituzionale, etc." (Carro Martínez, A., Introducción a
la ciencia política, págs. 89 y 90, y nota, Madrid,
1957.
En cuanto a la denominación de "ciencia política" y "ciencias políticas", aunque tradicionalmente hayan sido consagradas ambas posiciones,
parece que la tendencia a agrupar todos los conocimientos en una ciencia única es la que prevalece,' si tenemos en cuenta las conclusiones a que
han arribado los congresos internacionales auspiciados por la Unesco. (V. Bulletin International
des Sciences Sociales, París, 1949, vol. 1. núms. 1-2,
págs. 106 y sigs.).
Es altamente justificativo que en nuestro país,
al constituirse la Asociación Argentina de Ciencia
Política, que agrupa a destacados tratadistas y
maestros argentinos y extranjeros, se haya adoptado la denominación en singular, aceptando la
tendencia más generalizada. Lo mismo sucede con
la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política,
recientemente fundada en Buenos Aires.
(18) . auenburg, H., Teoría política, pág. 9,
Fondo de Cultura Económica, México, 1941.
(19) Zachariae, Vierzig Biicher vom Staate, volumen 1, B. S. I.
(20) Podría clasificarse, de acuerdo con Villegas Basavilbaso, del modo siguiente: "a) organización y división del poder político; b) explicación
de esta organización del poder en sus conexiones
causales con las condiciones geográficas, raciales
y con las peculiaridades económicas, militares, religiosas, etc. de la población; c) vinculación con la
constitución jurídica y su crítica; d) organización
y acción de los partidos políticos y la influencia
de las ideas políticas en la formación de los mismos; e) relaciones de los poderes públicos con las
clases sociales, con la Iglesia, con la opinión pública, con la prensa, con las fuerzas económicas, financieras e industriales y con los sindicatos; f) relaciones con los demás Estados" (Villegas Basavilbaso, B., Derecho administrativo, í. 1, pág. 85. Ed.
Tea, Bs. Aires, 1949.
cia que se diferencia de la teoría del Estado, en que aquélla es una ciencia práctica
y valorativa y ésta teórica y libre de valoraciones". "Tal distinción —sostiene— se
apoya en la tesis de que existe una absoluta separación entre los juicios políticos
del ser y los del deber ser, lo que, en tal
forma planteado, no es exacto. Únicamente
si esa oposición significa que unos y otros
presenten distintos acentos, encerraría algo
de verdad... Pero la distinción no se refiere a la de la ciencia política y la teoría
del Estado, sino, en general, a la que existe
entre la teoría y ¡a práctica políticas. La
teoría del Estado es también una realidad,
una ciencia práctica, y no una ciencia libre
de toda valoración y de toda política; y, por
su parte, la ciencia política,
en cuanto ciencia, es también teoría" ( 21 ).
Expuestas, aunque someramente, las nociones sobre la ciencia política, es necesario
hacer algunas referencias al Derecho político, relacionándolas con el concepto de Derecho constitucional, para investigar y delimitar él objeto de sus respectivos estudios.
El Derecho político, que según Carlos
Sánchez Viamonte, puede considerarse como creación de Juan Locke y Benito Spinosa y que tuviera como iniciadores —desde
el punto de vista teológico— los estudios
de Francisco Vitoria, Francisco Suárez, Domingo Soto, entre otros, se desenvuelve, en
sus investigaciones científicas, sobre la base
de estudios relacionados con el Estado, por
lo que Pasada lo define como el Derecho
del Estado (22). pero esa relación con el
(21)
Heller, H., Teoría del Estado, pág. 68.
Pondo de Cultura Económica, México, 1955.
(22) Posada, A., Tratado de Derecho político,
í. 1, pág. 54.
"Francisco Suárez, Francisco de Vitoria, Domingo Soto, entre otros, dieron a España un lugar prominente como pensadores políticos y como Iniciadores —desde el punto de vista teológico, claro
está— de lo que luego se llamó Derecho político.
Basta recordar los títulos de sus obras .... para
advertir que en el Derecho natural por ellos presentado ponía su acento la Política, la Ciencia política o el Derecho político, que es todo una misma
cesa" (Sánchez Viamonte, C., voz DERECHO POLÍTICO y DERECHO CONSTITUCIONAL, en esta misma
Enciclopedia, t. 8, pág. 46).
Dice Izaga que el Derecho político "tiene por
objeto de su estudio la constitución fundamental
del Estado y puede definirse: la rama 'de Derecho
público que estudia la naturaleza del Estado, sus
funciones esenciales, la diversa estructura de las
formas que puede adoptar y los derechos del hombre y sus garantías".
Bluntschl! limita la aplicación del concepto "Derecho constitucional" solamente a ¡a constitución
de los países libres, haciendo una distinción en
este aspecto, en país Ubre, semílibre y no libre.
Son los tratadistas franceses, entre los contemporáneos, los que especialmente se han preocupado
en hallar distinciones entre el Derecho constitucional y el Derecho político; así Vedel dice que
Derecho constitucional "es la rama fundamental
Estado se establece en el apogeo de su organización, es decir, el estudio de las normas jurídicas concernientes al ejercicio y
transmisión del poder político, y las relaciones del Estado con sus gobernados.
"La tarea del Derecho político consiste
en crear una técnica para el logro de la
finalidad ética mediante lo institucional,
cuyos principios deben resistir victoriosamente a la confrontación de aquellos finas
humanos .que sólo se logran por los cauces
de la libertad y de la justicia" (2»),
¿Cuál es la relación que existe entre el
.Derecho político y el Derecho constitucional? No existe unanimidad en la doctrina
con respecto a establecer distinciones entre
ambos, más bien, podría decirse que se advierte una profunda divergencia, según la
opinión del doctor Sánchez Viamonte, para
quien "toda pretensión de hacer un claro y
neto distingo entre Derecho político y Derecho constitucional se frustrará en un empeño imposible. Podríamos decir que Derecho político es el Derecho constitucional
anterior a las constituciones escritas y que
Derecho constitucional es el Derecho político ulterior a ellas" (2*).
Tampoco resulta clara la distinción que
podría hacerse entre el Derecho constitucional y la ciencia política, pues según la
opinión del doctor Linares Quintana, "no solamente resulta tarea vana y utópica pretender establecer una valla que separe en
forma absoluta el Derecho constitucional
de la ciencia política sino que, aun en el
del Derecho público interno y que se refiere a los
órganos supremos del Estado"; Laferriere sostiene
que el objeto del Derecho constitucional es el estudio del gobierno; Prelot define al Derecho como
"la ciencia de las reglas Jurídicas según las cuales
se establece, se transmite y se ejerce la autoridad
política; más brevemente, el Derecho de la autoridad política".
Por último, es interesante destacar que el profesor Segundo V. Linares Quintana —después de
examinar las numerosas definiciones que considera
más ilustrativas— expone su definición de Derecho constitucional diciendo: "En definitiva, definimos al Derecho constitucional como el sistema
de normas positivas y de principios que rigen el
ordenamiento jurídico del Estado constitucional o
de Derecho y cuya finalidad suprema es el amparo
y la garantía de la libertad y la dignidad del hombre" (Linares Quintana, S. V., Tratado de la ciencia del Derecho constitucional, t. 1, pág. 342, Ed.
Alfa, Bs. Aires, 1953).
(23) Sánchez Viamonte, C., en esta misma Enciclopedia, t. 8, pág. 49.
(24) Sánchez Víamorite, C., 'op. cit., pág. 47.
El mismo autor en su obra Derecho político, expresa: "Para los europeos, el Derecho constitucional no pasa de ser el aspecto estructural del Derecho político y, para los americanos, el Derecho
político no va más allá del Derecho constitucional.
Sin embargo, ya es tiempo del Derecho político
en América latina y no será tolerable el marco de
la Constitución cuando la vida exija su ensanchamiento" (pág. 48).
caso hipotético que elío fuera posible, en
esa íorma solamente se lograría una noción
unilateral e incompleta de las instituciones
constitucionales" (*•*).
Por su parte, Villegas Basavilbaso no
acepta la equivalencia entre Derecho politico y Derecho constitucional, pues "el Derecho constitucional no es Derecho político,
sino Derecho público. El primero estudia al
Estado en concreto a través de su Constitución; el segundo al Estado en abstracto, en
relación con la teoría del Estado, según la
concepción de Jellinek" ( 2 0 ).
Relacionando el concepto de Estado con
el Derecho y con la sociedad, se infiere que
el primero se perfecciona al concebir a una
sociedad política en su integridad, organizada jurídicamente y son sus elementos: la
sociedad, su organización política y jurídica y el gobierno.
Al tener en cuenta como elemento principal a la sociedad, se deduce que el hombre en su individualidad o como parte de
la comunidad, constituye la base fundamental del Estado. Tal es así que la sociedad
crea el Estado y organiza el gobierno para
que sean los instrumentos que harán posible la consecución de su fines como sociedad, atendiendo a la concreción de los fines
humanos individuales.
En esa lucha de la sociedad para alcanzar sus fines humanos individuales y co lectivos ha de aparecer el Derecho como
factor principalísimo, para colocarse al servicio de la sociedad, estableciéndose las
normas que la misma sociedad impone a los
individuos y a los organismos. Cuando esto
sucede, cuando es esa puja de preeminencias, la sociedad consigue dictar sus propias
normas reguladoras que limitan al gobierno
y somete al Estado, entonces aparece el
Estado de Derecho.
Puede decirse que la aparición del Estado
trae como consecuencia la creación de su
Derecho; él lo crea para conseguir sus propios fines —Derecho del Estado—, que no
son ciertamente los de la sociedad; el Derecho, entonces, se halla sometido al Estado; es su instrumento.
En ciertas circunstancias, puede confundirse o identificarse al Estado con el gobierno; ello ocurre cuando el Derecho, en
vez de ser creado por la sociedad, se origina
en el gobierno, por medio de sus sujetos,
como en la monarquía de origen divino, por
ejemplo, en la que la autoridad no es otorgada por la v.oluníad de la comunidad.
Es en la democracia donde se hacen evi(2ó)
Linares Quintana, S. V., Tratado de la
ciencia del Derecho constitucional, t. 1, pág. 360,
Ed. Alfa, Bs. Aires, 1053.
(26) Villegas Basavilbaso, B., Derecho administrativo, t. 1, pág. 86, Ed. Tea, Bs. Airea, 1949.
dentes las diferencias entre Estado y sociedad, entre Estado y gobierno y donde,
también, resulta estrictamente necesario
que el gobierno se encuentre sometido a un
ordenamiento jurídico, para crear así el
Estado de Derecho.
Cuando la voluntad de los gobernantes
no tiene límites, en el sentido de limitación
jurídica, cuando aquéllos dictan sus propias normas reguladoras de su actividad y
los individuos están sometidos al Derecho
asi creado, significa la aparición del despotismo, organizando una forma de gobierno de tipo totalitario y absolutista.
"Todo Estado por la sola razón de su existencia, supone un gobierno y también el
Derecho u ordenamiento jurídico, impuesto
a los gobernados por los gobernantes. Pero
lo que caracteriza al Estado de Derecho es
un orden jurídico fundamental y estable,
impuesto normativamente al gobierno y a
¡a sociedad; a los gobernantes y a los gobernados" (2T) .
Conviene ya establecer la relación que
podría existir entre las nociones de Estado
y Gobierno, pues, aunque e! uso común las
haya confundido, deben establecerse diferencias. En un sentido, la palabra "gobierno"
significa el conjunto de los órganos por
medio de los cuales se forma o se aplica la
voluntad del Estado; en un sentido más
restringido, indica solamente aquella categoría de órganos que explica una de las
fundamentales formas de la actividad del
Estado, aquella que, teniendo carácter permanente y desarrollándose sin interrupción, aparece más estrechamente ligada
con la personalidad estatal y toma impropiamente el nombre de poder ejecutivo; en
ninguno de los casos, el Gobierno puede ser
sinónimo de Estado ("^, como tampoco el
Estado puede reducirse solamente a algunas o a todas las personas que mandan,
pues comprende tanto aquéllas como las
que obedecen y más aun el ordenamiento
que regula el mando y la obediencia.
El gobierno puede distinguirse del Estado
como una parte del todo, sin dejar de tenerse en cuenta que esa parte es la más
activa y en ciertas circunstancias la más
dirigente, la que permite aj Estado moverse
y funcionar como tal, y tanto es así qua la
(27) Sánchez Viamonte, C., El constitucionalismo, sus problemas, pág. 600, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1957.
El mismo autor, al referirse al Estado, dice: "Indiscutiblemente ei Estado no ha sido nunca más
que un organismo artificial, creado por la fuerza
dentro del organismo natural mucno más amplio
que es la sociedad" (El poder constituyente, página 211, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires,
1957).
(28) Mlceli, V. Principa di Díritto cotítíiarionale, pág. 193, Soc. Ediirice Librarla, Milán, 1S13.
vida del Estado depende del modo cómo
está organizado el gobierno.
En una palabra, el vocablo "gobierno"
tiene varios significados; indica el conjunto de los poderes públicos y ha servido, con
poco acierto, como sinónimo de poder ejecutivo.
El "Estado" tiene por elementos constitutivos la población, el territorio y la organización político,, mientras que el gobierno
no es más que este último elemento. "Gobierno quiere decir ordenamiento de un
conjunto de normas y de actos" ( 2 ").
En todas las relaciones humanas, en la
familia, en las asociaciones de cualquier
carácter y objeto, en los diversos conglomerados humanos, aparece el gobierno, como
también aparece en el Estado. Pero la nota
característica en este último caso es la
coerción, es decir, la obligatoriedad, unida
a la sanción de la fuerza pública, mientras
que en las otras uniones, el vínculo es moral, basado en el principio de la libertad.
Es dable observar, por otra parte, que en
todos los órdenes de la vida, dos elementos
fundamentales aparecen siempre unidos: la
ley y el gobierno. Tanto es así en el reino
animal como en el vegetal y también en el
mundo inorgánico; pero también es necesario destacar que el orden en estos reinos
dependen de normas y reglas fijas e inmutables, como las leyes físicas; por el contrario, en la sociedad humana y en los Estados, domina la inteligencia y priva, hasta
cierto punto, la voluntad del pueblo.
Resultaría obvio destacar la imprescindible necesidad de la existencia de un gobierno, con respecto al Estado, pues ello es una
consecuencia de la sociedad, en la cual crece y se desarrolla la actividad humana, sociedad que sirve al hombre para unir su
esfuerzo al de todos para su común protección y progreso. Pero esta sociedad, tan útil
y necesaria, no podría subsistir sin la fuerza del poder público, que coloque a cada
uno en la esfera de su propia actividad libre, no permitiéndose invadir el campo de
los demás, perturbando sus derechos.
No se ignora que a todo esto se opone la
escuela anárquica, la cual, desde un punto
de vista unilateral, preocupada solamente
por los inconvenientes y abusos que del Estado derivan, desea y pretende su abolición.
2, Tipos de Estado y forma de gobierno.
Es necesario dejar aclarada la distinción
que debe hacerse entre ambas expresiones,
usadas indistintamente por algunas corrientes doctrinarias, especialmente por los tratadistas alemanes.
(2S) II Digesto Italiano, Turin, 1900-1904, volumen 12. pág. 873.
Jellinek opina que "la determinación de
las formas del Estado y de los géneros de
este, es uno de ios problemas más antiguos
de la ciencia política. La teoría de la forma
del Estado desempeña un gran papel en
Platón y Aristóteles. Aquel considera los
Estados según que concuerden con el ideal
o se desvíen más o menos de la naturaleza
de éste. Aristóteles ve en la forma la esencia de las cosas, y trata, por tanto, de fijar
el principio determinante de las formas del
Estado. Bajo el ascendiente enorme de
Aristóteles, especialmente, se ha seguido
tratando, hasta llegar a la época contemporánea, la doctrina de la división del Estado, doctrina que nos enseña a comprender la vida y suerte de éste partiendo de un
centro inestable".
Más adelante continúa diciendo: "la
oposición entre monarquía y república aparece ya en los tiempos más remotos de la
vida del Estado. Históricamente se trata de
los dos tipos fundamentales y originarios de
Estado: la horda, que hubo de preceder al
Estado territorial, está organizada bajo los
auspicios de un caudillo o corporativamente; esto es, o bien conduce y decide una
voluntad superior a las demás, o la de la
comunidad de los miembros de la horda
iguales en facultad. La división del Estado
en monarquía y república es la división suprema. Pero ambas pueden ser subdivididas
y de este modo se pueden lograr todas las
distinciones posibles en la organización del
Estado".
Hermann Heller, por su parte, considera
que: "la manera como se distribuye el poder del Estado determina la forma del mismo. Esto es aplicable, en primer término,
a las dos formas fundamentales del Estado:
la democracia es una estructura de poder
constituida de abajo arriba; la autocracia
organiza el Estado de arriba abajo. En la
democracia rige el principio de la soberanía
del pueblo: todo poder estatal procede del
pueblo; en la autocracia el principio de la
soberanía del dominador: el jefe del Estado
reúne en sí todo el poder del Estado" ( 3 «),
En síntesis, sostienen que la forma de gobierno es inseparable de aquella del Estado; más bien observan que tampoco esta
expresión es exacta, porque la forma de
los Estados está en íntima correlación con
sus respectivas sustancias y convendría, por
ello, decir clases o especies de Estados, más
bien que formas de Estado o formas de gobierno.
Indudablemente es necesaria la distín(30)
Jellinek, G,, Teoría general del Estado, pá-
ginas 601 y 505, Ed. Albatros, Bs. Aires, 1954; Heller, H., Teoría del Estado, 3» ed., pág. 2655, Pondo
de Cultura Económica, México, 1955.
ción, pues aquellas consideraciones podrían
ser aceptadas si el gobierno ocupara todo
el contenido del Estado; pero, como aquél
no es más que uno de los elementos de éste,
así puede hablarse exactamente de íormas
de gobierno.
Carlos Ruiz del Castillo, traductor de la
obra de Maurice Hauriou, Principios de
Derecho Público y Constitucional, opina
que: "entre los varios criterios que se han
adoptado para diferenciar las formas de
Estado y las formas de gobierno, ninguno
ha conseguido la unanimidad del asentimiento. La estructura del Estado plantea
desde luego un problema más amplio que el
de la mera estructura del gobierno. En la
forma de Estado hay que determinar el
concepto mismo de soberanía en función
del territorio; en la forma de gobierno,
basta ccn determinarlo en el juego de los
órganos políticos. La forma de Estado se
mezcla con cuestiones de fondo, pues toma
en consideración la totalidad de los elementos del Estado —territorio, población,
poder—, mientras que la forma de gobierno
determina tan sólo la estructura del último de estos elementos".
"La forma del Estado —dice Posada— expresa la manera según la cual su actividad
funciona, y al funcionar se concreta en una
organización y en una estructura; refiriéndose, pues, la forma al modo estructural
mediante la cual estos poderes realizan su
respectiva acción eficaz: sus funciones".
Si se quisiera tener en cuenta los otros
elementos que constituyen el Estado, es decir, el territorio y la población, entonces sí
podría hablarse propiamente de formas del
Estado, como lo hace notar Gumplowicz,
quien, en base a aquellos elementos, distingue tres grandes categorías de Estados:
Estados mundiales, grandes Estados y pequeños Estados.
En la clasificación de los diversos tipos
de Estados se observa, en cierto modo, la
evolución de las limitaciones jurídicas y,
tanto es así, que los publicistas alemanes
han tratado de esquematizar dicha evolución, clasificando a los Estados en: Estados
patrimoniales, en los cuales los gobernantes
absolutos administran el Estado como si
fuera cosa propia; Estados •patriarcales, administrados con fuerte ingerencia en los intereses privados de los subditos y una especie de paternalismo estatal; Estados de
policía en los cuales el absolutismo de los
gobernantes se encuentra un tanto atemperado por consideraciones de bien público,
pero sin conferir a los ciudadanos ningún
derecho frente al poder público ni frente a
la administración; Estados de derecho, en
los cuales tanto los intereses privados como
la administración pública se encuentran
regulados por normas legales, otorgando a
los ciudadanos garantías jurídicas frente a
los órganos del Estado. Algunos, también,
agregan a esta clasificación, un quinto tipo,
el Estado de derecho social, en el cual el Estado se propone solucionar problemas de
desarrollo social y de solidaridad.
Otra clasificación considera: el Estado
despótico, en el cual la voluntad del Estado
no se halla limitada; el Estado absoluto,
existiendo ya un principio de limitación del
poder, que se acentúa aún más en un tercer
tipo de Estado, en el cual la limitación adquiere —por diversos modos— verdadera
consistencia jurídica; un cuarto tipo, en el
cual la limitación está formalmente determinada por el reconocimiento de los derechos públicos subjetivos de los ciudadanos,
formulada en solemnes Declaraciones de
Derechos o en las Constituciones, cristalizando el principio: "todos los hombres o
todos los ciudadanos son libres". El último
tipo es el Estado de Derecho, el más evolucionado, aunque no se halla, puramente representado, y en el cual el ordenamiento
jurídico y las garantías limita las atribuciones de los órganos, estando determinados
claramente los derechos, las obligaciones y
las garantías.
Las doctrinas jurídicas construidas alrededor de las formas de gobierno fueron
desde su origen influenciadas por preconceptos y confusiones, que llegaron hasta
hoy. En primer lugar, tal estudio se ha iniciado con preconceptos éticos y políticos y
más con el afán de averiguar cuál es ia
mejor forma de gobierno, antes que estudiar
en qué modo el gobierno se ha efectivamente organizado o puede organizarse en los
diversos países.
Las formas de gobierno se apoyan sobre
el ordenamiento de la vida social y reflejan
su índole, no podría ser de otro modo, pues
el ordenamiento estatal no es más que una
de las tantas formas del ordenamiento social in genere. Su carácter varía con el ambiente social, con las condiciones históricas
de los pueblos y no hay una forma de gobierno típica, la que pueda ser tomada come
modelo por todos los países. Sólo una concepción doctrinaria y por eso alejada de
la realidad, puede sugerir, un modelo de
este género.
Esta cuestión no excluye que en un determinado país y en determinadas condiciones
de ambiente social, pueda investigarse cuál
sería la mejor forma de gobierno. Esta investigación es siempre posible y siempre fue
realizada, en efe'cto, todas las veces que un
determinado país ha sentido la necesidad de
cambiar la forma de su organización política.
Si la forma de gobierno refleja las con-
diciones de la vida social, es evidente que
ella no puede dejar de reflejar las relaciones existentes entre las clases sociales. "Sucede en todas las formas de gobierno; aquello que varia es la dinámica de la capaci-
dad, su grado de actividad y de influencia,
el modo como ellos reflejan y representan
los intereses de los otros y el género de
intereses que harán prevalecer" ( s i ) . De ahí
deriva que, en el fondo, la participación de
las varias clases en la formación y el mantenimiento del poder, y por tal, en el ordenamiento jurídico, se 3Zdetermina por medio
de tales capacidades ( ).
Por último, cuando se dice, por ejemplo,
que un gobierno es monárquico, aristocrático o democrático, no se ha dicho nada
todavía. Basta pensar en las enormes diferencias que hay entre las monarquías
asiáticas, el Imperio Romano, el Sacro Imperio del Medioevo, las monarquías representativas, o en aquellas que existen entre
la aristocracia espartana y la aristocracia
inglesa; o, en fin, entre la democracia ateniense en tiempos de Feríeles, la democracia de los comuneros medievales o la democracia de los Estados Unidos de Norte América en la época actual. Más que una teoría
sobre las formas de gobierno, parece ser
más útil una historia de ellas o más bien
un estudio comparativo de las formas que
han existido.
De estas observaciones preliminares surge
claramente que el estudio de las formas de
gobierno es sobre todo objeto de la Ciencia Política, porque no es en el fondo más
que un examen del modo como se disponen
y operan los elementos y las fuerzas políti-
cas en las diversas formas dei ordenamiento
estatal.
Capítulo II
RESEÑA HISTÓRICA DE LAS FORMAS DE GOBIERNO
A) Formas primitivas,
Los conocimientos imprecisos de las primeras manifestaciones de sociedades humanas, han sido acompañados por conjeturas que no permiten emitir conclusiones
categóricas. De todos modos, se está en
principio de acuerdo en afirmar que hay
que llegar a la prehistoria para hallar los
primeros conglomerados humanos, sin consistencia ni organicidad.
Estas primitivas sociedades, denominadas
hordas, constituían grupos humanos reducidos, aglutinados por primitivos instintos
de mutua protección.
Estos grupos evolucionaron luego hacia el
clan, apareciendo ya la autoridad del jefe
con características especiales, mezcla de
(31)
(32)
Miceli. V., op. cit., pág. 196.
Miceli, V., op. cit.. pág. 197.
autoridad religiosa y de juez, aunque ya en
la hora existían los ancianos o gerontes con
influericia sobre los demás componentes del
grupo. Ayuda a la aparición de la autoridad
un sentimiento impreciso, pero fuertemente
incisivo, denominado culto totémico o culto
al tótem, especie de fetiche, animal o cosa,
al cual se venera como a la divinidad, personificándose finalmente con el jefe del
clan.
Es en esta formación humana, que evoluciona de la autoridad matriarcal a la patriarcal al hacerse definitivamente sedentaria, cuando comienza la vida agrícola y
pastoril, y como lógica consecuencia, la división de las familias (™).
En la evolución del clan ejerce marcada
influencia el carácter religioso y dos factores importantes concurren a la transformación de este tipo de sociedad humana para
dar nacimiento, aunque claro está en forma
muy rudimentaria, a los primeros Estados;
el primer factor, ya mencionado, el de la
división de ¡as familias por exigencias de
las labores pastoriles y la consiguiente sub(33) "No hay que pensar en una fase nómad»,
como precursora de una fase sedentaria. E! hombre, al principio, movíase despacio tras el sustento.
Luego unos hombres se hicieron sedentarios, j
otros volviéronse muy distintamente nómadas. Los
sedentarios empezaron a confiar cada ve?, más en
los cereales para su alimento; los nómadas a nutrirse en mayor proporción con leche, criando vacas que la dieran. Los dos caminos de la vida se
especializaron en opuestas direcciones. Era inevitable que nómadas y sedentarios chocaran; que los
nómadas parecieran bárbaros Indomables a los sedentarios y los sedentarios blancos y afeminado),
buen botín a los nómadas" (Wells, H. G., Esquem
de la Historia universal, t. 1, págs. 135 y 138, El
Anaconda, Bs. Aires).
"El clan es casi totalmente homogéneo, desde el
ángulo político, por cuanto los individuos no están
jerarquizados ni aun, al parecer, dotados de una
plena autonomía psicológica. Todos participan dll
un mismo espíritu o roano, transmitido con la san- i
gre materna y que el íundador de la estirpe adqui- *
rió originariamente de un ser misterioso, animal o
vegetal, llamado tótem. La soberanía, si cabe este
término en un estado tal de civilización, no pertenece & ningún Individuo, sino al mismo mana que
simboliza toda la fuerza colectiva (sobrenatural
más aún que natural)" (Labrousse. R.. Introducción a la filosofía política, págs. 13 y 19, Ed. Sudamericana, Bs. Aires. 1953).
"La familia menos incipiente, los grupos familiares reunidos en el clan, y la tribu, finalmente,
necesitan, un símbolo unlficador, y asi, un animal,
una planta, incluso fenómenos naturales como e!
sol, la lluvia, etc., se transforman en el tótem del
primitivo. El tótem es sagrado. Inviolable, tabú.
Es cifra y emblema de cuanto ama y admira, de
cuanto le da vida y fuerza. El primitivo, además,
cree descender del tótem, todo su mundo sensitivo
y mágico comprende el tótem y cuantos al mismo
tótem pertenecen. En el tótem ve una garantía de
permanencia, d« existencia, de Inalienable derecho
a la vida" (Valentín, V,, Historia universal, trad.
de Ramón de la Serna, t. 1, pág, 42, Ed. Sudamericana, Bs. Aires. 1955).
división de la tierra, y el otro factor, la.
unión de clanes, para dar nacimiento a
fratrías, tribus y ciudades o naciones. De
aquí se destaca el jefe.de clan de mayor influencia sobre los demás, apareciendo entonces el rey (•«).
Así, paso a paso, se dasarrollan los gobiernos primitivos, que varían según los
países, pero en todos resulta importante el
elemento religioso, continuando asa algunos
su marcada influencia hasta llegar a las
monarquías teocráticas, como en la India,
Israel y Egipto.
B) Monarquías teocráticas
1. India, Israel y Egipto. ""La, India no
íué nunca un Estado unificado o centralizado. La formaron numerosos reinos independientes entre sí, aunque algunas veces
tributarios unos de otros, y su forma de gobierno ha sido hasta hace poco tiempo, la
monarquía absoluta y teocrática" ( S3 ).
La forma de gobierno puede ser estudiada
al interpretar numerosas disposiciones de
un cuerpo legal denominado Leyes de Manú
que, según se supone, fuera redactado hacia
el siglo xni a. de C. y que contiene una serie de disposiciones restrictivas a la autoridad real, "por lo que se puede afirmar
que el sistema de gobierno instituido es
una monarquía limitada y constitucional
rudimentaria, y en todo caso, sui generis" (3«).
El citado cuerpo legal establecía, también,
una neta separación de los habitantes en
castas, relacionadas con el Brahama, representante de la divinidad; la primera casta
estaba constituida por los sacerdotes (que
descendían de la cabeza de dios); la segunda era la de los guerreros, que provenían
de los brazos; la tercera estaba constituida
por los agricultores y artesanos, que descendían de las'piernas del Brahama y finalmente, la casta formada por los parias.
La preeminencia de los sacerdotes no podría ser más destacada, en esta división tan
absoluta. Ellos dirigían los asuntos del Estado, porque hasta el rey era sometido a
su influencia.
Con el advenimiento de la dinastía de los
Maurias, surge en la India el Estado monárquico con características netamente absolutistas y centralizado, influenciado también por el espíritu religioso; tanto es así
(34) "Quiaá el primero que constituyó verdaderas ciudades en todo el mundo, íué un pueblo
de origen misterioso, el de los súmenos. Formábanlo probablemente hombres bronceados, de afinidades mediterráneas o dravidioas" (Wells, EL G.,
op. cit.. pág. 137).
(35) Sánchez Vlamonte, C-, Los instituciones
políticas en la historia universal, pág. 81, Ed. Bi-
que la dinastía pretendía sustentarse en el
derecho divino.
Hay que hacer notar en esta época que,
si bien es cierto que el gobierno central
ejercía toda su influencia, precisamente por
su centralismo, existían gobiernos locales,
ejercidos por jefes de región, estando las
fronteras al cuidado de guardianes designados especialmente.
Durante esta dinastía, especialmente bajo el reinado de Asoka (273 a 232 a. de C.)
se estableció un consejo de cinco miembros
para asesorar al rey, existiendo, además, un
consejo municipal para la capital (Pataliputra).
Entre los israelitas regía el régimen teocrático, pero no negando la intervención
popular y, dadas las especiales circunstancias de conservarse por escrito su tradición,
se puede asegurar que es el pueblo que presenta "con mayor fidelidad y del modo más
completo el proceso que conduce
desde el
clan al Estado teocrático" ( 3 7 ).
Abraham y Moisés marcan dos etapas bien
definidas en la historia de este pueblo. El
primero es el característico del jefe del primitivo clan, de tipo patriarcal, y en él se
hallan reunidas todas las funciones de gobierno: civiles, religiosas, militares. "Esta
forma de gobierno dura hasta el momento
en que ios hebreos regresan de Egipto, acaudillados por Moisés" y, luego de su muerte
surgen los sufetes transformados luego en
caudillos políticos hasta llegar a "la monarquía con Samuel, el último juez, y Saúl,
el primer rey, para alcanzar su apogeo con
Salomón".
El poder d£l rey (y asimismo de los jueces) se vio bastante limitado por un cuerpo
de disposiciones de carácter religioso, llamado la Biblia; y compartido en cierto modo por una asamblea de ancianos y el Sanedrín, cuerpo este último —compuesto de
70 a 72 miembros— que ejercía las funciones
dé supremo tribunal y consejo supremo.
En el orden local funcionaban sanedrines
de menor jerarquía, instalados en las ciudades de Judea y de Jerusalén.
Aunque la forma de gobierno es una monarquía, no obstante existían gobiernos locales, ejercidos por los filarcas descendientes de los patriarcas de cada tribu.
"Cada uno, en su tribu, gozaba también
de ciertos privilegios, semejantes a los del
monarca en toda la nación, como era, por
ejemplo, el de convocar la asamblea para
deliberar sobre algún asunto de importancia. Estas asambleas, ya fuesen generales
o particulares, tenían ordinariamente tres
principales objetos: escuchar, pedir y obrar.
Escuchar, cuando se tenía que comunicar
bliográfica Argentina, Bs. Aires. 1S5S.
(36) Sánchez Víamonte, C., op. cit.. pág. 84.
(37) Sánchez Vlamonte, C., op. cit.. pág. 60.
algunas órdenes de Dios o del soberano;
pedir, como puede verse algunos ejemplos
en los libros de los jueces, de los Reyes, y
de los Macabeos; y obrar, como cuando era
necesario elegir un jeíe, celebrar la elevación de un rey o concurrir a la decisión de
la paz o de la guerra" ( 3S ).
Destacada influencia ejercía sobre el gobierno el sacerdocio y tanto es así que la
consagración real debía ser efectuada por
el sacerdote. Al mismo tiempo que el "Deuteronomio" establecía los deberes del rey en
cumplimiento de la ley de Dios. Debía el
rey, al ascender al trono, obligarse a respetar las leyes fundamentales cuyos textos
se hallaban inscriptos sobre su corona.
Los diversos clanes egipcios, instalados a
nominado Egipto arcaico, hasta el Imperio
Nuevo (de 150 a 332 a. de C.).
En el primer período se produce la unificación de los clanes, constituyéndose finalmente el Imperio bajo el mando del jefe del
clan más poderoso. El segundo presenta ya
organizada la autoridad rea], rodeada de
numerosos funcionarios que cumplen fielmente sus órdenes. En el Imperio Antiguo
(tercer período) el faraón estabiliza un
sistema de gobierno que perdurará durante
treinta y cinco siglos. El monarca participa J
activamente de la administración del go- 1
bierno, eje de un complicado organismo
burocrático constituido por los visires, jueces, sacerdotes y funcionarios locales. Con-
lo largo de ambas márgenes del Nilo. Usa-
tinúan existiendo los gobiernos locales, de
acuerdo con la división política de! país, lo
que dará origen, después de un tiempo, a
contra los desbordamientos del río, pronto
concretaron la unidad política, después de
superar la etapa previa de la separación en
dos reinos, el del Norte y el del Sud; como
las rivalidades entre las provincias, que hicieron peligrar la estabilidad del Imperio.
Al final de esta etapa, la monarquía llega
a su máxima expresión. "El canciller es el
dos estrechamente entre sí como consecuencia del común afán de protección y defensa
consecuencia de la unidad, se produce tam •
bien la unidad religiosa, asumiendo la monarquía el jefe del clan más predominante,
al mismo tiempo que su respectivo Dios totémico es aceptado como divinidad superior
para toda la comunidad nacional.
"Cuando se produjo la unificación total
de los clanes y la concentración del poder
político en el faraón, la propiedad de las
cosas pasó a la pertenencia de éste, que tuvo
en sus manos toda la economía de la nación. Hasta el trabajo individua-! le pertenecía, por considerárselo expresión y obra
de la comunidad" ( 39 ).
Las clases sociales —originadas corno consecuencia de la división del trabajo— se
dividían en agricultores y criadores de ganado, en el campo; en las ciudades: metalúrgicos, carpinteros, albañiles, etcétera, a
las órdenes de capataces.
A cargo de las tareas administrativas oficiales, estaba la clase de las escribas, ocupando los funcionarios una clase especial
con elevada jerarquía. Los visires o ministros tenían funciones de contralor sobre los
demás funcionarios y las ejercían en nombre del monarca.
"Dado el carácter teocrático de la monarquía egipcia y la identidad del faraón con
la divinidad, los sacerdotes eran, en realidad, funcionarios públicos y desempeñaban
algunas tareas administrativas de importancia, como el cuicado de los tesoros y de
los archivos oficiales".
Suele dividirse a la historia política egip-
una especie de régimen feudal, surgiendo
más alto personaje del Estado. Los diez
grandes vasallos con los que el rey había
formado antes un consejo feudal, pasan a
formar un verdadero consejo de ministros
que preside los grandes departamentos de
la administración central, los que, a su vez,
poseen oficinas en las cuarenta y dos provincias del país, colocadas bajo la autoridad
de los gobernadores" («>).
La monarquía fue inclinándose paulatinamente hacia, el absolutismo, apoyado par
el carácter divino que se le otorgaba. Para
ello, fue necesario dejar de lado estrictas
normas de nombramiento y régimen de escalafón de los funcionarios, permitiéndose
al rey la designación de grandes funciona- ••
ríos enteramente adictos y que fueron utilizados como instrumentos del poder per-
sonal del monarca.
En el orden religioso, se llegó a identifi-d
car al rey con el Dios Ra. instalándose uní
culto propio como culto oficial del Estado,?
ejercido por un clero real, transformándose!
en santuario el palacio real. Ya la V Dinas-
tía toma netamente la forma teocrática,
constituyéndose el clero real en una oligarquía privilegiada y ejerciendo marcada influencia.
Poco a poco el clero real so va posesionando de los bienes terrenales y dueños del
culto y del poder, van asfixiando al rey y:^
es "tan poderosa que, cuando se extingue
la V dinastía es ella la que suministra, se- j
gún parece, la nueva familia soberana" y |
cia en cinco períodos que van desde el de-
ya con la VI dinastía triunfa la nobleza so- j
'ore la monarquía, apareciendo los príncipes!
(38) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pftg. 64.
(39) Sánchez Víair.onte, C., op. cit., pág. 30.
(40) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 34.
a los que se les entregan los antiguos nomos
o provincias, verdaderos feudos, transformados en principados autónomos, sustituyéndose así el sistema feudal al sistema
administrativo.
Otra característica importante la constituye la situación del ejército, puesto que
cada príncipe hace su reclutamiento por
sus propios medios.
Junto al desmembramiento del poder político real, se produce el fraccionamiento
religioso, ya que cada príncipe asegura su
independencia haciendo derivar su poder
del dios local, desconociendo así la designación del rey.
El cuarto período (imperio medio) comienza con la monarquía tebana que tuviera a su cargo la pacificación y reconstrucción de Egipto, planteándose la cuestión social, después de la profunda revolución operada en el país. "Ya no es el rey
solo el que constituye el Estado, sino la
población entera, nobles, sacerdotes, comerciantes, artesanos y labradores, son llamados a participar, no sólo de las cargas, sino
también de los beneficios
que produce la
41
explotación del suelo" ( ).
Poco a poco fueron imponiéndose por la
fuerza a todos los príncipes y reconstruyendo la unidad monárquica, esforzándose
por establecer un gobierno central. "Junto a la corte feudal aparecía un Consejo
Privado en el que se ve introducir hombres
de negocios y burgueses de las ciudades,
que llegan a ser los mejores agentes de la
política real centralizadora y de su plan
económico" (•'-').
El mistiscismo osiriano es elemento principalísimo para nuclear alrededor del rey
a todo el pueblo, al que se le exige
lealtad.
En el orden administrativo, vuelven a
aparecer los visires y se van haciendo tan
poderosos que al final uno de ellos será el
fundador de la XII dinastía. "La feudalitíad retrocede; el comercio se desarrolla, y
el derecho individualista, que ha sobrevivido en las ciiidades, se extiende, gana
a la class de los funcionarios, disloca el
sistema señorial y relaja la j e r a r q u í a
social".
La actividad militar debe ser mantenida
para rechazar a los belicosos vecinos y
cuando tal poderío guerrero decrece, se produce la invasión de los hicsos, que duró largos años, hasta que fueron expulsados por
los príncipes tebanos de la XVII dinastía
que, junto con la independencia del país,
adquirieron un enorme prestigio.
El Imperio Nuevo se denomina el quinto
período y en él se hace notar el propósito
(41)
de destacar el origen divino de la realeza,
produciéndose matrimonios con medias hermanas, nacidas de madres más nobles, para
mejorar su sangre.
Con la dinastía XVIII desaparece todo
rasgo de feudalidad, centralizándose la administración en un gran visir, secundado
por funcionarios subalternos que actúan en
nombre del rey. La justicia es administrada
por una magistratura especial; las provincias son gobernadas por nativos.
El sacerdocio de Amón es el que ejerce
ahora una poderosa influencia aumentando
su carácter político efectivo.
Bajo esta dinastía "se produce una verdadera revolución en las costumbres, y se
manifiesta en las artes, en donde el realismo impone nuevos temas, formas y colores; pero las más importantes consecuencias culturales de esta nueva modalidad
se concretan en la forma religiosa, llevada
a cabo por el faraón Amenofis IV, creador
de una nueva doctrina social solidarista,
quien, al mismo tiempo también, se propuso la unificación espiritual del Imperio,
mediante el culto del Dios Atón, representado por un dios solar resplandeciente";
se produce, pues, el primer intento de monoteísmo y de religión con alcance universal y político. Este propósito se vio obstaculizado por la oposición de la clase sacerdotal, especialmente el sacerdocio de
Amón-Ra, con asiento en Tebas, lucha que
se vio apoyada por Toutankamoón, yerno
del rey Agnatón,
Se produce luego, a partir de la XX dinastía, un surgimiento' del poder de los jefes locales, produciéndose después la invasión etiope, que se mantiene hasta el año
662. Durante la XXIV dinastía se produce
la revolución popular contra el faraón
Apríes, episodio relatado por Heródoto y
transcripto por Sánchez Viamonte ( 4 3 ).
La alianza de los pueblos egipcios e hitita
obligó a organizar el imperio mediante un
sistema de administración burocrática y
militar. Dejaron a cada población local su
propia organización, su forma de gobierno
y hasta sus gobernantes, pero bajo la vigilancia de funcionarios llamados "ojos y
oídos del rey".
El contacto con otros pueblos y las relaciones matrimoniales que efectuaron, trajeron una transformación social en el pueblo egipcio, olvidándose paulatinamente
algunas costumbres típicas y fuertemente
arraigadas, incidiendo luego en las instituciones políticas, llegándose hasta humanizar, en las representaciones, la figura del
faraón.
Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 41.
(42) Sánchez Viamonte, C., op, cit., pág. 42.
(43) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 45.
C) Gobiernos de Asia.
1. Los ¿sirios. La Mesopotamia, región
delimitada por los ríos Tigris y Eufrates,
estuvo ocupada por pueblos que formaban
ciudades organizadas en Estados, independientes entre sí, aunque confederados bajo
la influencia de alguna de ellas.
La vida de toda la región estuvo constantemente amenazada por invasiones, debido
principalmente a su situación geográfica y
la rivalidad entre las ciudades halló solución en una primera unificación política
de la región, imponiéndose la ciudad de
Akad, cuya capital era Babilonia, produciéndose la unificación del imperio caldeo
bajo el reinado del rey Hamurabí, que consiguió la implantación de su autoridad monárquica, recibida del Dios Marduk. "La
ley del rey es la expresión de la ley universal, y la autoridad real es al mismo tiempo
divina y bienechora para todo el imperio".
La monarquía ejerce pues su influencia sobre los reyes locales, creando el vínculo
que indica el carácter de unidad del imperio.
El rey Hamurabí desarrolló una labor
importante durante su gobierno, no sólo en
lo que respecta a la organización administrativa de su país, sino más bien por la obra
legislativa que emprendió, concluyendo por
legar a la posteridad el cuerpo tie normas
que luego se distinguieron como el Código
que lleva su nombre; en definitiva, dio al
pueblo caldeo una organización constitucional.
Una de las características principales que
es necesario hacer notar es la de que el
Estado tenía poca ingerencia en la vida
privada y su intervención se reducía a cuestiones puramente públicas, por lo que la
burocracia no tenía los caracteres del pueblo egipcio; pero también como en éste, la
clase de los sacerdotes ejercía su poderosa
influencia, siendo los asesores del rey en
materia financiera.
En cuanto a la justicia, en la Mesopotamia "adquiere el significado de una institución primordial e indispensable para dar
solución a los numerosos rozamientos y
conflictos que se derivan de la propiedad
privada y de su ejercicio, como así también
de la completa vida de relación, muchas
veces regida por obligaciones contractuales".
De acuerdo con el Código, la sociedad se
halla integrada por: los hombres libres,
los de condición inferior y los esclavos. Pero este cuerpo legal no se limita a establecer normas de derecho privado, como las
relaciones contractuales, las del trabajo,
el régimen de propiedad, etcétera, sino que
también trata de la fijación de las atribuciones de los funcionarios públicos y del
propio rey, a punto tal que, a partir del
Código de Hamurabí la autoridad real se
hace menos omnímoda. En el prólogo del
Código, el codificador explica la finalidad
para la cual se instituye el gobierno y por
consiguiente, la monarquía teocrática que
ejerció ( 41 ).
Del pueblo asirio puede destacarse, principalmente, que fue un pueblo esencialmente guerrero, cuyos reyes se identificaron con
el Estado, ejerciendo el gobierno' de una
manera absoluta, teniendo solamente como
propósito la conquista militar de otros pueblos para satisfacer sus apetitos imperialistas.
2. Los hititas, lidias y frigios. Los hititas
ocupaban la parte norte del Asia Menor y,
según los documentos hallados en excavaciones que se efectuaron en la ciudad de
Boghazkoi, puede suponerse que el imperio
hitita era un Estado federal, cuya autoridad era ejercida por el rey, "el gran rey de
Hatti", teniendo como vasallos reyes menores.
La autoridad real se hallaba limitada por
la asamblea de los nobles —el Pankús— a
la que debía consultar en cuestiones muy
importantes. A! mismo tiempo, reúne la
autoridad de jefe militar y jefe de la religión, por lo cual, y ejerciendo esta última
función, debía procurar para su pueblo la
ayuda de la divinidad.
Esencialmente guerrero al principio, el
rey debía convocar a ¡os nobles los que
concurrían con sus tropas, era juez supremo, administrando justicia en los casos rnás
importantes; al lado del monarca, la reina
debía cumplir algunas funciones públicas,
como presidir las principales ceremonias
religiosas y reemplazar a su esposo en su
ausencia o ejercer la regencia.
En cuanto a la legislación, se han encontrado composiciones de leyes que contienen
el derecho positivo en materia civil y penal.
"En el siglo xn a. C. cuando se produjo
la destrucción del imperio hitita, otros pueblos del Asia Menor se emanciparon, y entre ellos ocupan lugar principal la Confederación de los Moshú al este y la Lidia al
oeste. Los Moshú comprendían diversos
grupos, de los cuales el más importante
estaba formado por los frigios, venidos de
Tracia con los pueblos del norte. Un rey
(44) " . . . m e llamaron por mi nombre Hamurabí, insigne príncipe, temeroso de los dioses, para
promover el bien de los hombres, para hacer valer
el Derecho en este país, para exterminar a los perversos j los malos, para impedir al poderoso perjudicar al débil, para aparecer a los hombres como
el so! e Iluminar el país..." "Yo, Hamurabí, que...
dirijo la legislación". "Cuando Marduk me ha encomendado gobernar a los hombres, enseñar el Derecho al país, Derecho y Justicia he puesto sobre
la boca de las gentes..."
frigio, Midas, ha quedado famoso en la leyenda y en la historia. De él se sabe a
ciencia cierta que fue vencido en el año
678 a. C. y que se suicidó a raíz de la invasión de los surnerianos. Con él desaparece
la independencia de Frigia".
Más afortunado que éste, se constituyó al
oeste del Asia Menor un pueblo de origen
ario, los lidios, que se destacaron por su espíritu guerrero y su genio práctico. Se supone que bajo el reinado de su rey Giges, se
acuñaron las primeras monedas y su último monarca, Creso, dominó casi toda el
Asia Menor, luego fue hecho prisionero por
Ciro, anexando la Lidia al imperio medopersa con lo que se extinguió definitivamente la vida de este pueblo.
3. Media y Persia. Es. .Heródoto quien
aporta algunos datos que sirvieron para
conocer, aunque sea fragmentariamente, la
vida institucional de los medos, que ocuparon alrededor del año 1000 a. C. la meseta del Irán. Estaban divididos en seis
tribus; pueblo de pastores, donde ya se
hallaba organizada la familia patriarcal
y tuvo corno primera ciudad la Ecbatana.
Siempre según los relatos de Heródoto,
las medos se reunieron en asamblea, con el
objeto de tratar la situación por la cual
-travesaban, llegando a aceptar como solución, la creación de un gobierno monárquico, y designando a Deicoces, pero este
estado tuvo efímera vida, desde el 708 a
550 a. de C., pues se extinguió con la invasión de los persas dirigidos por Ciro.
Los persas también estaban divididos en
diez tribus («); su tercer príncipe conocido,
Ciro, sucedió a su padre (Cambises) y mediante rápidas e importantes conquistas
creó un inmenso imperio que se extendió
desde el Helesponto hasta las fronteras de
la India.
Dejando de lado los relatos interesantes,
pero un tanto fantásticos de Heródoto, y
atendiendo a la organización y administración del imperio, debe señalarse que estaba dividido en virreinatos o satrapías, cuya autoridad, el sátrapa, era secundado en
su funciones —percepción de los impuestos— <«) por un secretario; el mando de
(45) Pasargados, meraíios, maspianos, pantalianos, derusios, gemíanlos, daenos, mardos, drápicos
y sagartlos.
(46) "Algunos tributos en especie merecen ser
consignados como una curiosidad. Cilícla pagaba
trescientos sesenta caballos blancos; Egipto, ciento
veinte mil medidas de trigo; Babilonia, quinientos
eunucos; Media, cíen mil potros, cuatro mil mulos
y tres mil caballos; Armenia, treinta mil potros;
India, perros de caza y arenas auríferas; Etiopía,
colmillos de elefantes, maderas de ébano y cinco
niños; Cólqulda, cien muchachos y cien muchachas cada cinco años; Arabia, cien quintales de
incienso, etc. La moneda, ya usada en Lidia, y acaso en Babilonia, fue empleada por Darío, que ge-
las tropas lo ejercía el karanos. Estos tres
funcionarios recibían órdenes directamente
de la corte, medíante los medios de comunicación que unía la capital con cualquier
lugar del imperio.
Al igual que en Egipto, existían funcionarios llamados "ojos y oídos del rey" que
actuaban en las satrapías, función semejante a los missi dominici que aparecieron
eri el imperio franco con Carlomagno.
El rey, en materia de administración de
justicia, ejercia la autoridad suprema, especialmente en la aplicación de las penas, y
nombrando jueces en lo civil.
Alejandro de Macedonia, con su invasión
a Persia, dio origen a la dinastía de los
partos arsacidas; luego comienza el imperio de los sasánidas, cuya organización merece ser comentada. Existían cuatro clases
sociales; los eclesiásticos, los guerreros, los
empleados y los labradores y artesanos, sometida cada una de ellas a la autoridad de
un jefe que tenía a sus órdenes a un funcionario encargado del censo, un inspector
fiscal y un instructor de aprendices.
Después del rey, la autoridad máxima residía en el gran visir, precedido del gran
sacerdote, el guardián del fuego sagrado, el
jefe del secretariado y el jefe del ejército.
El gran visir tenía a su cargo todos los
asuntos administrados y a veces, desempeñaba también tareas de médico y de
astrólogo.
La administración estaba integrada por
oficinas, llamadas divanes, que atendían
cada una un asunto distinto y que dependían directamente de la corte. El correo era
para uso oficial y, para facilitar las comunicaciones, existían caminos bien cuidados
y destinados a ese fin.
El imperio sasánida tuvo como característica principal "la centralización de los
poderes del gobierno en manos de un autócrata, cuyo despotismo sólo podía ser atenuado por el destronamiento y la muerte,
en acecho contra los abusos y torpezas del
poder. La administración heredada de los
regímenes anteriores, conservaba antiguas
tradiciones burocráticas, de origen asirlo o
babilónico, pero estable, y los gobernadores
de provincia estuvieron más estrechamente
sujetos al poder central. Durante este período no se vio a un sólo sátrapa levantarse
contra el rey. El antiguo sistema de espionaje, organizado por los aquemenidas, funcionaba eficazmente, y era la base de la
política interior de la monarquía" («).
4. Fenicia. Los fenicios no llegaron a
neralizo su uso en piezas de oro" (Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 69).
(47) Sánchez Viamonte, C., op. cit., paga. 70
v 71,
constituir un verdadero Estado; en realidad, existieron varia-s ciudades, independientes entre sí, de las cuales una ejercía
poder sobre las otraa.
"La época más importante de la historia fenicia es el período comprendido entre el año 1000 y el 500 a. C. que corresponde al apogeo y a la expansión comercial
de Tiro, cuya influencia se extiende por
todo el Mediterráneo, en cuyas costas cuenta con colonias y factorías".
Las ciudades eran gobernadas por reyes
locales, de carácter dinástico y cuyo poder
era en cierto modo limitado por una asamblea de ancianos o senado, integrada por
los mercaderes más ricos de la ciudad; en
los últimos tiempos el poder de esta asamblea llega a ser casi igual que el del rey.
Tanto es así que dicho consejo tenía facultades para tomar resoluciones en ausencia
del monarca y, en ciertos casos, en la ciudad de Sidón, obrar en contra de la voluntad del rey.
La organización política de los fenicios
puede ser comprendida si se toma en cuenta la ciudad de Cartago, constituida en
república y de la cual se poseen la mayor
cantidad de datos. El gobierno estaba ejercido por dos sufetes, uno dé mar y otro de
tierra, y el consejo de ancianos; también
se celebraban asambleas o reuniones públicas, pero parece que no ejercían ninguna
función de gobierno. El senado estaba formado por dos cuerpos; los Ciento Cuadro
y los Treinta; en realidad, esta asamblea,
cuyos miembros eran designados y pertenecían a la clase plutocrática, constituía
una verdadera oligarquía.
Polibio y Aristóteles se ocuparon de la
constitución de Cartago y éste último dice
con respecto a ella: "Cartago goza, al parecer todavía, de una buena constitución,
más completa que la de otros Estados en
muchos puntos, y semejante en ciertos aspectos, a la de Lacedemonia. Estos tres gobiernos, de Creta, de Esparta y de Cartago,
tienen grandes relaciones entre sí, y son
muy superiores a todos los conocidos. Los
cartagineses, en particular, poseen instituciones excelentes, y lo que prueba el gran
mérito de su constitución, es que, a pesar
de la parte de poder que concede al pueblo,
nunca ha habido en "Cartago cambios de
gobierno, y, lo que es más extraordinario,
jamás ha conocido ni las revueltas ni la
tiranía.
"Citaré algunas analogías que hay entre
Esparta y Cartago. Las comidas en común,
de las sociedades políticas, se parecen a las
ñdicias lacedemonias; los Ciento Cuatro
reemplazan a los éforos, aunque la magistratura cartaginesa es preferible por cuanto
sus miembros, en lugar de salir de las cla-
ses oscuras, se toman de entre los hombres
más virtuosos. Los reyes y el senado se parecen mucho en las dos constituciones, pero
Cartago, que es más prudente y no toma sus
reyes de una familia única, tampoco los toma de todas, indistintamente y remite a la
elección y no a la edad el que sea el mérito
el que ocupe el poder. Los reyes, que poseen
una inmensa autoridad, son muy peligrosos
cuando son medianías, y en este concepto,
en Lacedemonia han causado mucho mal.
"La constitución cartaginesa, se inclina
tan pronto del lado de la demagogia como
del de la oligarquía.
"Si el gobierno, de Cartago, degenera
principalmente de aristocrático en oligárquico, es preciso buscar la causa en una
opinión allí generalmente recibida. Creen
que las funciones públicas deben confiarse
no sólo a los hombres distinguidos, sino
también a la riqueza y que un ciudadano
pobre no puede abandonar sus negocios y
regir con probidad los del Estado. Por consiguiente, si escoger en vista de la riqueza
es un principio oligárquico y escoger según
el mérito es un principio aristocrático, el
gobierno de Cartago constituye una tercera
a la vez estas dos combinaciones, sobre todo en .la elección de los magistrados supremos, de los reyes y de los generales. Esta
alteración del principio aristocrático es una
falta, cuyo origen se remonta hasta el mismo legislador.
"Las funciones públicas deben confiarse
a los más capaces, y el legislador, si se ha
desentendido de asegurar una fortuna a
los ciudadanos distinguidos, podría por lo
menos garantizar un pasar decente a los
magistrados".
5. China. Los comienzos de la historia
china se pierden en narraciones mitológicas, aunque se conservan algunos libros
antiguos como los Anales de Bambú, el
Libro de recuerdos, el Chu King, etcétera.
La historia tradicional comienza con la
etapa de los cinco soberanos y es el emperador Shun quien asume la tarea de organizar el gobierno y de atraer a las tribus
vecinas; se implanta un sistema semejante al feudalismo, quedando el imperio dividido en nueve provincias, cuya población
tiene como núcleo social a la familia poligámica, "en donde la autoridad del padre
era absoluta, como lo era en el imperio la
del monarca".
Luego de un período de anarquía, durante el cual los jefes feudales absorben por la
fuerza a los pequeños feudos, época en que
se llamó a los "Reinos combatientes", durante la cual se padece una profunda crisis
moral, China deja de ser una confederación de señoríos para convertirse en imperio, en el año 221, siendo el primer empe-
rador She Hoang Ti que obtuvo la unificación con el empleo de la fuerza y la brutalidad, en contra de la arraigada tradición china que se había caracterizado por
el empleo de los medios pacíficos para la
acción de gobierno.
En cuanto a la distinción de las clases,
es interesante destacar que desde el principio existieron cinco clases de nobles feudales, que ejercían un poder absoluto en sus
respecti%-as regiones, pero estaban obligados
a reconocer y acatar la autoridad del emperador.
En los estados feudales, el gobierno de
tipo generalmente patriarcal, era ejercido
por un príncipe ilustrado; a esta época se
debe, precisamente, el extraordinario desarrollo de las letras y de las artes.
"Hacia el año 700 a. de C., se contaban más
de 120 Estados, gobernados por jefes independientes que, como el gobernador, se hacían llamar Tien Tse, es decir: Hijos del
cielo. Tenían caracteres de reyes; nombraban sus ministros, acuñaban moneda, reclutaban ejércitos, cobraban tributos, legislaban, declaraban la guerra o hacían la
paz y eran jefes supremos de la religión
oficial de los Estados" (^s). Toda la historia política china se halla ensangrentada
por guerras y tiranías crueles, bajo el influjo de favoritas y de grupos de cortesanos.
El sistema de gobierno de la antigua China, que se prolongó hasta el año 1911 —en
que se declaró la república— fue una monarquía imperial, absoluta hereditaria, ejercida con despotismo, consideración que está
en contra de afirmaciones que hacen aparecer al emperador como paternal jefe de su
pueblo. Se fundaba en el derecho divino y
es el emperador el poder absoluto y supremo
del Estado, sin que nadie pueda limitar sus
atribuciones. Por este carácter absoluto es,
al mismo tiempo, dueño de todos los bienes,
jefe de la religión, distribuidor de mercedeSj
etcétera.
La monarquía es hereditaria, aunque hay
que hacer una salvedad; el emperador designa a quien habrá de sucederle, pudiendo
elegir entre sus hijos y nietos. "Este estado
imperial chino es —según lo afirma Veit
Valentín— la primera y más duradera organización
del poder de la historia universal" ( 4 U ). Rodeado de un mito extremadamente riguroso, el monarca es considerado
como un ser sagrado y mirado con devoción.
"Alguien ha observado que en la China a los
emperadores se los ado-ra en vida y con frecuencia se los maldice después de muertos".
Existía una organización burocrática, de(48) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 79.
(49) Valentín, V., Historia universal, trad. de
Ramón de la Serna, t. 1, pág. 59, Ed. Sudamericana, Es. Aires, 1955.
bajo del emperador y sus ministros, integrada por funcionarios denominados generalmente kuan; son los mandarines clasificados
en nueve rangos o categorías, las que a
su vez se dividen en dos clases. La más importante señal de la autoridad de estos funcionarios es el sello que emplean para autenticar sus actos, verdadera joya de oro v pie-
dras finas de jade.
D) Gobiernos pre helénicos y griegos,
1. Los egeos. El centro de la civilización
egea se hallaba en la isla de Creta, aunque
conviene hacer una distinción, en lo que
respecta a la civilización en Grecia de la
que se desarrolló en la isla. La organización primitiva se perfeccionó, siguiendo la
de otras sociedades, es decir, los clanes que
evolucionan hacia la ciudad para concretarse luego el Estado, pasando por las fratrías y tribus; pero debe observarse que en
en dos ciudades, Tirinto y Micenas, surgió
una aristocracia feudal, amante de los placeres y a veces sumamente belicosa. En Creta se sigue una vida apasible y refinada,
sustentada la organización social en una
próspera situación económica.
En la isla se produce un fenómeno de
lenta disgregación y subdivisión de los clanes primitivos, llegándose hasta la casa habitación reducida que reemplazó al lujoso
falansteric, para luego sufrir la transformación inversa, es decir, una paulatina concentración hasta formar el Estado monárquico, por medio de una unidad política que
permitió a la isla de Creta dominar el Mediterráneo, cristalizándose esta situación con
el advenimiento de Minos como rey de la
isla.
Desde entonces, puede decirse que el gobierno era una monarquía absoluta, aunque
con características del sistema feudal, aumentándose la autoridad del rey con el ejercicio de las funciones de gran sacerdote, juez
y jefe del ejército y con la posesión del
sagrado laberinto. La administración pública está manejada por funcionarios de todas
las categorías, formando una burocracia de
complejos engranajes.
Aristóteles en su obra Política, al ocuparse
de los egeos cretenses estudia su constitución política y social. Analiza las instituciones, comparándolas con las de Lacedemonia, estableciendo las analogías y diferencias. En cuanto al gobierno dice Aristóteles, que los magistrados (llamados cosmos
por los cretenses), en número de diez, se
asemejaban a los éforos; el Senado, cuerpo
colegiado de importancia, estaba integrado
por los gerentes.
2. Los griegos. Su civilización estuvo
estrechamente vinculada a la de Creta. Desde los clanes poco numerosos, gobernados
por los basileus, que constituían pequeñas
monarquías, de característica patriarcal,
se pasa a las fratrías, hasta llegar a las
tribus o philes, base esta última sobre la
cual se organizaron las ciudades5 Estados,
por la reunión de varios philes ( °).
En cada fratría se concreta la idea de la
familia, unida por el mismo culto religioso
y el héreo común, dirigida por un jefe y
con sus propias asambleas y sus fiestas.
En las más antiguas ciudades, el agora es
el centro de toda la actividad política y
social; en ella se encontraba el pritaneo, el
baleuterión, los tribunales, los templos,
etcétera.
Las características peculiares de la topografía de Grecia y la necesidad de defenderse en caso de guerra, obligaron a la
construcción de ciudades en lo alto de las
colinas, rodeadas por empalizadas o cercos
protectores, dentro de cuyo perímetro se
edificaron los palacios reales y los edificios
públicos; de ellas surge la polis griega o
ciudad alta, denominación que la distingue del asty o ciudad baja. Después, con la
preponderancia que adquiere ésta se llega
a la confusión entre la polis y el asty para
convertirse en una sola, adoptando la denominación genérica de polis (5i).
Es conveniente destacar que la gens era
la unidad de organización civil; no constituyendo la ciudad una. reunión de individuos —como lo aclara Fustel de Coulanges—
sino una confederación de grupos que existieron antes que ella. Si se sigue el desarrollo de la vida pública de un ateniense, como
sigue diciendo el autor, se verá la evolución que se ha operado en la sociedad humana; las cuatro etapas, que comienzan en
la niñez, con su admisión en la familia,
continúan con su ingreso a la fratria y por
último a la ciudad, realizándose en cada
instancia, solemnes ceremonias religiosas.
La institución familiar, por lo tanto, adquiere una gran importancia, distinguiéndose
algunas de ellas por su prestigio.
El poder público está representado por el
rey, rodeado de pequeños reyes, jefes de
los clanes, "lo que dio lugar a una forma
semifeudal, de carácter dinástico, que permitió la formación de una clase social privilegiada" y, paralela a ella, también surgió
otra clase constituida por los ciudadanos
más ricos.
Gustavo Glotz afirma que esta conformación social lleva al régimen aristocrático y
a la plutocracia; "en las innumerables ciudades en que se instala este régimen, habrá
la costumbre inveterada de confiar el poder
(50) "La primitiva monarquía de Grecia no esa un pequeño número, los oligoi. Por esto,
taba constituida por ciudades aisladas, como deslos
griegos lo llaman generalmente oligarpués de las repúblicas, sino probablemente por
quía
y no aristocracia, nombre reservado
grupos de comunidades que reconocían un gobiermás especialmente al gobierno de los meno común" (Wllson. XV.. El Estado, trad. de Allonso
Posada, pág. 67. Ed. Americana, Bs. Aires, 1943.
jores, es decir, la antigua nobleza, o según
(51) "Cuando Aristóteles trata de definir la nael vocabulario de los antiguos filósofos, el
turaleza de una polis, de explicar qué clase de
fruto de la selección moral y espiritual".
asociación es, hace la observación obvia de que se
3. Esparta. "El Peloponeso —que había
compone de ciudadanos y sostiene que si podemos
sido cuna de la civilización pelásgica y
descubrir en virtud de qué funciones es ciudadano
un hombre, descubriremos el carácter distinto de
aquea— nos ofrece, con Esparta, el fruto
una polis" (Llndsay, A. D., El Estado democrático
más calificado de la civilización doria y los
moderno, pág. 81, Pondo de Cultura Económica.
datos más antiguos relativos a la organizaMéxico. 1945).
ción política de los helenos" (™).
Roger Labrousse, por su parte, opina: "La liquidación del platonismo en el plano íilosófico, la
separación realizada entre la sophia, virtud üel
científico, y.la pftronesis, virtud del político, condujeron a Aristóteles a reformar la concepción platónica de la polis tanto en el campo de lo mejor
posible como en el de lo mejor existente. Pero no
obstante estas diferencias el fundador del Liceo
conserva, aun en tanto sociólogo, la misma añoranza que su maestro por un tipo de ciudad-estado aislado y arcaico que sólo puede encontrarse
en el pasado aristotélico o en los rincones de Grecia no alcanzados por las corrientes espirituales
de !a nueva era. De hecho la Política es como el
canto del cine de la polis griega, su expresión perfecta y última" (Labrousse, B., Introducción a la
filosofía -política, pág. 89, Ed. Sudamericana, Bs.
Aires, 1953).
"El proceso hacia la constitución de la polis
presenta caracteres peculiares —según la opinión
de Gómez Arboleya—. La polis entrañaba una comunidad de vida. Esto signiíicaba. por lo pronto,
una comunidad que venia de un todo superior a
los hombres en que reinaba una ley de armonía.
Por e.-'oo, sobre la üiZaiosync, virtud civil, estaba
la dike, diosa cósmica. El hombre no sólo participaba del todo, sino que lo declaraba. La declaración
acontecía mediante palabras y actos en la vida
pública, pero había sobre todo una palabra eminente que era como el resultado, pero ni par el
fundamento de todo: la del legislador. El legislador era saofrón, sabio, su acción era una gnomía,
un saber. En cierto sentido, de la dtke universal
procedía todo, pero en la polis no sin intermedio
de la convención o ley. La imidad de estos aspectos es lo que convirtió tocio problema constituyente en un auténtico problema radical humano.
Lo cual quiere decir que la vida de la polis era
un nuevo athos radical. La polis abrió así un conjunto de posibilidades, entre las cuales está inscrita la reflexión fundamental y fundamentante
sobre ella misma" (Cómez Arboleya, E., Historia de
la estructura y del pensamiento social, t. 1, páginas 31 y 32, Madrid, 1957).
El autor reúne «na extenso, bibliografía sobre
los caracteres de la polis, según se observa en la.
nota 58, pág. 32 de la obra citada.
(52)- Sánchez Viamonte, C.. op. cit.. pág. 109.
Por su parte W. Wilson afirma que Esparta conservó su constitución política desde casi su origen, desde Solón hasta la
decadencia del poder y de la independencia de Atenas.
El pueblo se hallaba dividido en tres clases sociales: los espartanos, los periecos y
los ilotas. Los primeros llegaron al valle
de los eurotas como conquistadores y, aunque escasos en número (probablemente no
pasaron de quince mil), vivían en medio
de una población sometida por la fuerza;
eran los únicos ciudadanos ( 5S ).
Existía entre los espartanos una perfecta
igualdad —al menos en los primeros tiempos— y era por eso considerado homoioi
(iguales); pero esta situación varió al final,
ya que los espartanos no ocupaban el mis-
mo rango político, pues algunos eran nomoioi y otros hupometones.
Periecos eran considerados los pobladores vecinos, nacidos en las regiones que los
espartanos habían conquistado y hecho
subditos, aunque gozaban de libertad, rso
obstante carecer de derechos políticos. Eran
los arcadienses, jonios, aqueos, de las ciudades mercantiles que se extendían desde
Argólida hasta Mésenla. Entre las obligaciones que soportaban los periecos se anota
la de pagar tributos y proporcionar tropas
en tiempo de guerra; por su contribución
al desarrollo del comercio y las industrias,
representaron un papel importante en la
vida espartana y tal es así que sin ellos
la evolución de Esparta no hubiera sido
tan destacada.
Los ilotas —descendientes de los habitantes originarios del país— soportaron el
enorme peso de los servicios públicos espartanos; algunos dicen que recibieron su nombre de la ciudad de Helus, que había sido
la última en someterse a loa dorios. Estaban como arraigados al suelo, corno si fueran elementos integrantes de él, ya que no
podían ser vendidos como otros esclavos
(por ejemplo los de Délos o Bizancio) y
eran transmitidos con la propiedad a la
que pertenecían; en cierta forma considerábanse propiedad del Estado, el que les
permitía, no obstante, apropiarse de parte
de los bienes que con su esfuerzo creaban
y destinados a su propia subsistencia. Siendo los motores de la producción, no podían
ser maltratados ni menos darles muerte
sin el concurso de la autoridad pública.
El gobierno de Esparta era ejercido por
(53) "Durante todo el período de la historia de
Esparta que es más conocido y más digno de serlo,
ninguna revolución democrática alcanzó éxito alguno contra aquel bando de espartanos, activos,
organizados, indomables, que estaban en un Estado como un ejército en una fortaleza" (Wllson, W., op. dt., págs. 92 y 93).
una doble monarquía y esta forma se mantuvo hasta el período de la decadencia, que
precedió a la conquista romana. El origen
de estos reyes no puede aclararse con exactitud, aunque parece que fue consecuencia
del acuerdo celebrado entre dos tribus rivales
(posiblemente entre la doria y la aquea).
Este gobierno bicéfalo trajo algunas dificultades, especialmente en los casos de
disidencia entre ellos, trabándose por lo
tanto la acción de gobierno. Al final, la existencia de ambos se convirtió en una serie
de ceremonias y honores, en los que primaba el sentimiento religioso.
Aparte de los reyes, funcionaba la Gerusia o Consejo de ancianos, que era presidida
por aquéllos, pero sin más facultades que
las que tenían los veintiocho miembros que
la componían. Podían integrar este cuerpo
solamente los nobles que hubieran cumplido
sesenta años de edad, los que eran elegidos
por vida.
Como tribunal de justicia la Gerusia tenía
jurisdicción sobre los reyes en crímenes capitales y, en su carácter de cuerpo legislativo, sus funciones eran soberanas o preparatorias. "Decidían en última instancia en
muchas materias administrativas de interés
y preparaban, por decretos preliminares, las
medidas legislativas que se someterían al voto de la asamblea popular. Dado su carácter y funciones, representaban un término
medio entre el senado ateniense del Areópago y el senado ateniense de los Cuatrocientos" ("'*) .
La Appella estaba integrada por todos les
espartanos que tuvieran treinta años de
edad; trataba solamente las cuestiones que
les fueran sometidas por la Gerusia o los
éíoros; decidían la paz o la guerra, los tratados con los países extranjeros, etcétera.
Las cuestiones sometidas a la Apella no se
discutían; sólo debían votarse "de viva
voz", pues la discusión era prácticamente
desconocida en Esparta.
Los aforos —en número de cinco— desempeñaban la función de mayor importancia
y se supone que su origen era muy antiguo,
comenzando por ser simples auxiliares de
los reyes, a los que representaban, cumpliendo además, tareas de vigilancia sobre los
demás funcionarios, cuidando del cumplimiento de la disciplina pública, convocando,
por orden real, al Consejo y a la Asamblea,
etcétera. Una serie de circunstancias y de
factores se unieron para que, lentamente,
los éforos pasaran a ser, de auxiliares y representantes de los reyes y elegidos por éstos, representantes del Estado y elegidos por
la Asamblea («»).
(54)
(55)
Wilson, W., op. cit., pag. 94.
Posiblemente "porque simpatizaban más
"Se supone que a principios del siglo vi
Es interesante destacar la forma en que
se produjo un cambio institucional de impor-, estaba dividida la región del Ática, intetancia, que consistió en sustraer a los reyes grada por comunidades reducidas o muniel nombramiento de los cinco éforos y con- cipios, cuyos habitantes pertenecían, al
vertirlos en materia de elección popular principio, a las cuatro tribus (-">») divididas,
anual".
a su vez, en tres fratrías y cada una de
Su actuación no se hallaba sujeta a re- éstas en treinta familias o antiguos claglas ni leyes, puesto que decidían los asun- nes (gene).
tos de acuerdo con su criterio; en tiempo de
Después de la monarquía, el gobierno fue
guerra asumían todos los poderes princi- .ejercido por una comisión, pasando a un
pales. A pesar de que sus atribuciones fue- polemarco las funciones militares y a un
ron cada vez más amplias, las resoluciones
arconte las civiles, hasta que, en el año
debían ser aceptadas por unanimidad y só- 752 a. de C., se realizaron cambios radicales;
lo permanecían un año en sus cargos, des- el rey, el polemarco y el arconte debían perpués del cual volvían a ser simples ciudamanecer diez años en sus funciones y este
danos, pudiendo, por lo tanto, ser juzga- último funcionario fue considerado como
5(i
dos y castigados ( ).
La administración de la justicia estaba
dividida, entre los reyes, el consejo y los
éforos. Los primeros tenían competencia
sobre cuestiones de familia, de propiedad;
el Consejo juzgaba crímenes graves y los
demás asuntos los decidían los éforos; no
existían en Esparta tribunales populares
o jurados.
Una de las características del pueblo espartano era la disciplina, cuyas normas, de
cumplimiento estricto, eran observadas fielmente, haciendo del espartano un perfecto
soldado. El Estado hacíase cargo de él a la
edad de siete año.s y hasta los sesenta vivía
en público, subordinado a las rígidas normas
que se le imponían.
4. Atenas. La organización política anterior a Solón había sido una monarquía,
luego del proceso de unificación de las aldeas, llamado sinecisma. Abolida esta forma de gobierno en los comienzos del siglo vn, por la acción de la aristocracia que
se sobrepone al poder de los reyes, redujo
a éstos al papel de simples magistrados con
atribuciones limitadas, aunque a veces buscaron —en forma demagógica— el apoyo
del pueblo para imponerse con una dictadura (") .
con los ciudadanos de los rangos de donde eran
elegidos todos los años que con los reyes que los
nombraban, en parte, porque eran elegidos por dos
reyes entre los cuales no siempre había una armonía necesaria, y por esto rara vez., mantenían una
comunidad de ideas con la administración re^il,
tomada en conjunto, los éforos se libraron ampliamente di» la vigilancia e intervención de los reyes,
hasta que al fin su poder no sólo llegó a ser Independíente de la corona, sino superior a su autoridad" (Wilson, W., op. cit., págs. 95 y 96).
(56) "Uno de los miembros del Consejo, como
uno de los arcontes atenienses, era éforo, Epónimo,
y daba su nombre al año civil" (Wilson, W., op.
cit.. pág, 96).
(57) "Codro, el último rey de Atenas, hizo, según se dice, el sacrificio de su vida en una guerra
contra el Peloponeso, enemigo de Atenas, porque
> '-.a profecía había asegurado que los enemigos de
Atenas serían victoriosos, a no ser que el rey les
diera su vida, y la tradición añade que los ate-
jefe oficial del Estado, haciéndose electivas
todas las magistraturas, hasta llegar a la
anualidad de ellas.
Se instruyó un Consejo de nueve arcontes, el arconte epónomo, el basileo —gran
sacerdote del Estado—, el polemarco y seis
arcontes tesmotetes, que de simples escribas y auxiliares llegaron a ser verdaderos
jueces, no obstante que todos los arcontes
tenían atribuciones judiciales.
Las luchas sostenidas, primero por la
aristocracia contra los reyes y luego de la
masa de los agricultores y artesanos contra,
los nobles, ensangrentaron el país, encendiendo el odio, y la venganza, apareciendo,
entonces, el legislador Dracón a quien correspondió dar leyes escritas y crear un
sistema penal célebre por su severidad. Creó
tribunales de justicia, entre los cuales estaban los efetas (compuesto por 51 miembros) integrando -un jurado en reemplazo
del Areópago. Según la opinión de Georges
Perrot, Dracón no fue investido del poder
constituyente, como lo seria Solón .después,
ni intentó modificar las organización política del Estado, En realidad, no obstante
la escasa documentación que se posee de
esta legislación, puede afirmarse que ella
se refería al Derecho penal, imponiendo
castigos severísimos hasta para los delitos
de poca importancia.
Sin lugar a dudas puede decirse que a
Solón —elegido arconte en el año 594 a,
C.—, corresponde el mérito de haber legado
a Atenas una organización de tipo constitucional, con la cual se intentaba hallar
solución a todos los problemas sociales. Comenzó la acción imponiendo las reformas
económicas, como etapa previa a ¡a reforma
constitucional que sucedería después; anuló las deudas no pagadas, liberando a los
nlenses abolieron desde entonces la monarquía hereditaria, porque consideraban que no había quien
fuera digno de suceder a Codro".
(58) Denominadas de los gedeontes, argadeos,
aigikoreos y hopliías; estas denominaciones aparecen, asimismo, en algunas ciudades jónicas.
pobres de la angustiosa situación de no
poder soportar la carga de sus obligaciones
suprimió también las hipotecas prohibiendo que la persona debiera responder por
sus deudas.
Con sus soluciones económicas ( M ) Solón logró la confianza del pueblo
y así estuvo en condiciones de emprender
la tarea de reformar el Estado y darle el
cuerpo de normas legales necesarias, estableciendo lo que Aristóteles lamo timocra<Aa, "es decir, una división en clase y una
participación en el poder únicamente fundadas en el estado de fortuna de los ciudadanos". De acuerdo con ello estableció que
los arcontes, los intendentes, como asi también los tenedores del Tesoro y funcionarios
policiales, debían ser elegidos entre la clase
más rica (los, pentacosiornedimni); "para
los nueve arcontes por ejemplo, cada una
de las cuatro tribus en que, desde hacía
tiempo se dividiera el pueblo ático, elegía
diez personas, cuyos nombres se ponían en
la urna; los nueve arcontes se sorteaban de
entre esos cuarenta nombres. Los demás
magistrados se nombraban tambián por sorteo, sin duda por un procedimiento análogo".
Pero, por sobre todas las reformas, un
conjunto de medidas hizo disminuir la influencia de los eupátridas, permitiendo que
los pobres se defendieran en igualdad de
condiciones.
La Constitución de Solón ha sido considerada como la carta fundamental de la
democracia de Atenas. En ¡as asambleas,
los pobres tenían mayoría; en el tribunal,
decidían con respecto ai honor, la fortuna
y hasta la existencia misma de los ciudadanos, siendo aplicable la opinión ilustrativa de Aristóteles, al afirmar que "cuando
el pueblo es señor de los juicios, es señor
de la ciudad" C1»). Pero las instituciones
políticas atenienses llegan a la cúspide de su
evolución en tiempos de Feríeles.
El Consejo de los Cuatrocientos experimentó las reformas solonianas; en él se
admitieron a todos los ciudadanos, salvo los
pertenecientes a los -dos últimas clases; el
mandato era anua), no admitiéndose la reelección. Este cuerpo, llamado también senado o tule, se integró por quinientos miembros, según la reforma introducida por Clístenes, experimentando una nueva modificación por obra de Arístides, en virtud de
la cual, se admitió en el senado a los ciudadanos de la última clase. Con respecto a la
(59) Entre otras, modificó la base de los impuestos, distribuyendo ias cargas íiscales entre las
tres primeras clases en que se dividía la población
con respecto a sus rentas. Las clases eran: los pera tacosiomedimni, los hippeis, los zaugitai y por último, los thctes.
(60) Sánchez Vlamonte, C, op. cit., pág. 123.
organización interna de este cuerpo, es interesante hacer notar que estaba dividido en
diez comisiones, cada una de las cuales se
hallaba formada por los cincuenta senadores de cada tribu, señalándose por la suerte
el orden en que cada comisión presidiría el
cuerpo, funciones que debería desempeñar
durante la décima parte del año. Una de
las funciones del Senado, sin duda la más
importante, era la de estudiar y preparar
los proyectos de leyes que debía considerar
la asamblea.
La Eclessia, o asamblea general de la
ciudad, era la reunión del pueblo, efectuada para elegir los magistrados, para que
éstos rindieran cuenta de sus actos, como
también para decidir sobre los proyectos
que les fueron presentados por el. senado.
Estas asambleas podrían ser regulares (cuatro por pritanía) y extraordinarias. Se estableció el procedimiento para la designación de presidente y para la realización
de la ceremonia de iniciación de la asamblea, como también, el reglamento a observar para dar cuenta de los asuntos, conceder la palabra, aplicar sanciones para mantener la disciplina y la forma de votar.
Ei profesor cubano Rafael Santos Jiménez en su Tratado de Derecho electoral afirma que la Eclessia "sirvió, en su inicio, sólo
para la elección de los primeros magistrados, utilizándose más tarde para decidir
todo género de asuntos, votando en ella
los ciudadanos mayores de treinta
años, con
excepción de los indignos" ( 01 ).
Cualquier ciudadano tenía derecho para
presentar —en la primera sesión del año—
un proyecto de ley a la asamblea, el cual
debía ser estudiado por el senado en cuya
tarea intervenían también los seis arcontes
tesmotetes. Si el proyecto era aceptado se lo
ponía a consideración de la asamblea, ante
la cual el autor del proyecto exponía su
opinión.
"Las leyes no eran modificables por la
asamblea o, mejor dicho, por nadie —al
menos en el curso ordinario de las cosas—
Cuando se producía una crisis, podía esperar una ciudad un legislador, tal como fue
Solón. Tales cosas ocurrían en las revoluciones. Ocurrían cuando una ciudad fundaba una colonia y la establecía dotándola
de una constitución. Normalmente, las leyes constituían el marco dentro del cual
promulgaba sus decretos la asamblea gobernante. Eran parte de la constitución
de la polis, o, como significa la palabra griega, su modo de ser una ciudad.
"En Atenas esa distinción entre ley y decreto tenía la salvaguardia de un progreso
(61) Jiménez, R. 3., Tratado de Derecho electo*
ral, pág. 59, La Habana, 1946.
especial, mediante el cual se podía perseguir a un orador que hubiese persuadido
a la asamblea de las leyes" («2). Esta acción se denominaba gruje paranomon o la
que podría traducirse como recurso de ilegalidad; pero ella (que si prosperaba tenía
efectos suspensivos en cuanto a los efectos
de la ley ya aprobada y en cuanto a las
deliberaciones), debía ser iniciada antes del
año, transcurrido el cual la ley se consideraba definitivamente aprobada,
El Areópago, cuerpo político y judicial al
mismo tiempo, representaba la tradición,
por lo que siempre gozó de señalado prestigio; actuaba como elemento morigerador
entre las fuerzas políticas y sus decLsiones,
basadas en la equidad
y la moral, eran acatadas con respeto (63). Este cuerpo estaba
integrado por ex arcontes que habían dejado el cargo sin censura, por considerarse
que era un instrumento de constitución aristocrática.
"Faltan datos exactos acerca del funcionamiento del Areópago, pero se sabe que
desempeñaba un doble papel, de consejo
supremo o de senado conservador, encargado de velar por el mantenimiento de las
leyes que se consideraban fundamentales,
con carácter de constitución no escrita, lo
que le permitía oponerse a la ley positiva
E las decLsiones de tribunales y magistrados,
como alta corte de casación" («*).
Los ataques contra el Areópago, principalmente la oposición de Enaltes, apoyado por
Feríeles, terminaron con la introducción de
modificaciones que le restaron casi todas
las atribuciones, especialmente con la creación del tribunal de los heliastas y el de los
efetas.
El Tribunal de los Heliastas era un gran
tribunal jurado, integrado por ciudadanos
mayores de treinta años de edad, que en
número de seis mil eran investidos para el
cargo de heliasta durante un año, después
de prestar un juramento especial, circunstancia que inclina a "algunos autores hacia
la creencia que acepta derivar de ese juramento la denominación de jurados que reci-
bían sus integrantes. Estaba dividido en
(62) Lindsay, A. D., El Estado democrático moderno, págs. 79 y 80, Pondo de Cultura Económica,
México, 1945.
"Esquines, en un famoso discurso de la corom,
pronunciado en el debate que mantuvo con De-
móstenes, establecía con precisión y energía ejemplar la diferencia que existe entre ley y decreto"
(Sánchez Vlamonte, C., op. caí., pág. 138).
(63) "Se hacia remontar su origen a la mitología, y esta antigüedad vinculada a los sentimientos religiosos del pueblo, lo rodeaba de un singular
prestigio. Se decía que babia actuado bajo la presidencia de Palas Atenea, y que hasta los dioses
habían acatado sus resoluciones" (Sánchez Viamonte. C.. op. cif., pág. 140).
(64) Sánchez Víamonte. C., op. cit., p&c. 141
diez secciones, de quinientas personas cada
una, lo que permitía mantener un número
de mil ciudadanos como suplentes.
En cuanto al origen de esta institución
existe inseguridad entre los autores, pues,
mientras unos creen encontrarlo en la legislación de Solón, otros
atribuyen a Clístenes tal iniciativa (°5). Luego de las modificaciones efectuadas por Feríeles y Efíaltes, el Areópago continúa entendiendo en
los juicios de homicidio doloso.
Existían al mismo tiempo magistrados que
cumplían funciones de arbitros, y actuaban
en las contiendas entre particulares, siendo
optativo para las partes recurrir a dichos
magistrados, ya que podían hacerlo directamente ante los heliastas, cuyas decisiones
en cualquier instancia eran definitivas.
Los arbitros, en número de cien, entendían, probablemente, en los asuntos civiles
y para desempeñar tal función era indispensable reunir condiciones morales relevantes y edad madura. Los delitos graves
eran sometidos al Areópago y a los efetaa.
"Estos últimos se reunían en distintos lugares, según se tratara de homicidio vo-J
luntario y de incitación al asesinato, o
homicidio justificado (legítima defensa)
de asesinato, estando desterrado el autor i
cuando el culpable era desconocido, o en lo
casos de muerte por accidente o por la cal-J
da de un poste. La instrucción estaba
cargo del basileus, y exigía formalidades i
iigiosas. El delincuente no podía ser persi
guido ante la justicia sino por parientes <
la víctima, porque en Atenas no había ministerio público" (««).
Al mismo tiempo, otros funcionarios, los
jueces de demos, con características de jueces de paz, ejercían sus funciones recorriendo toda la región ática.
Existía en Atenas una serie de funcionarios, llamados genéricamente magistrados,
a los que se les asignaban las tareas más
importantes de la administración. Esquines
establece tres categorías, de acuerdo con el
procedimiento empleado para su elección,
es decir, los arcontes, que eran insaculad»
(65) "Solón hizo pocas modif i raciones serias»
las funciones de los arcontes, pero sí disminuyó
radicalmente su poder, sometiendo, en la mayorh
de los casos, sus juicios a la revisión cié un tribu-
nal perfectamente democrático: Heiiaia" (Wil«on
W., op. cit., pág. 105).
"Lo más razonable es atribuir la convocatorl»
de los primeros jurados de ciudadanos a los cambios constitucionales operados por CHstenes" (Sánchez Viamonte. C., op. cit., pág. 144).
(66) No obstante esa afirmación, existía "un
colegio de magistrados llamado de los Once, qu»
tenia a su cargo perseguir a los malhechores, pero
sólo para encarcelarlos o someterlos al Jurado, actuando con funciones de ministerio público y di
policia al mismo tiempo" (Sánchez Vlamonte. C.,
op. cit., pág. 148).
en el templo de Teseo; los estrategas, elegidos en la asamblea, cuando el presidente
proponía su nombre, y, por último, los reconstructores de murallas, designados por
las asambleas de las tribus. El uso del sorteo para la designación de los magistrados
alcanzó su máxima expresión con las reformas de Clístenes.
Los arcontes eran asistidos por funcionarios letrados —los parearos^— cuando presidían los tribunales populares. Dice Sánchez Viamonte que "una ley ateniense, citada por Demóstenes, dispone que el arconte
cuide de los huérfanos, de las herederas, de
las casas abandonadas y de las viudas que
a la muerte de su marido se declaran encinta y permanecen en el domicilio conyugal, que cuide de estas personas y las defienda contra toda violencia". Las funciones judiciales del arconte basileus se relacionaban con los asuntos en que estuviera
Interesada la religión de la ciudad, juzgando especialmente los casos de asesinatos,
como actos impíos.
El polemarco ejercía- funciones militares,
continuando aun después de la creación de
los estrategas por Clístenes. Estos últimos,
en número de diez, eran elegidos por la
Eclessia anualmente y se turnaban diariamente en el mando de las tropas. Algunos
llegaron a gozar de enorme prestigio, como
Feríeles. "La evolución política ateniense
condujo a dar a los estrategas la importancia de un verdadero poder ejecutivo, con
toda la influencia política que de tal función se deriva".
Por último, es interesante destacar que
los propósitos imperialistas de los griegos,
puestos en práctica por Esparta, Atenas y
finalmente Tebas, se concretaron con el
surgimiento del imperio macedonio, significando ello, claro está, la decadencia griega. No obstante quedó de ella y se expandió
por el mundo, la fuerza dominante de su
espíritu, constituyendo el helenismo la expresión del grado de civilización y cultura
alcanzado por un pueblo que fue lo bastante
subyugante como para imponerse y sobrevivir, precisamente a través de sus propios
conquistadores territoriales.
E. Gobiernos de Roma.
1. La Monarquía. La evolución institucional de Roma presenta —en los primeros
tiempos— los mismos caracteres que la de
Grecia, pero, la modalidad distinta de los
pueblos griego y romano hizo que los resultados finales fueran también diferentes.
Las concepciones filosóficas griegas y en
forma especial, como dice Veit Valentín, el
mundo griego "aspiró a lo máximo sin llegar a la verdadera realización. Fracasó justamente en el choque con la realidad, en-
contrando su cabal -desdoblamiento en la
idea. Desde sus comienzos mismos, Eoma se
plantó con fuerza y consecuencia en el terreno de las realizaciones. El camino que
va desde el cantón minúsculo a la dominación universal se ha recorrido una sola vez
en la Historia" (<").
Con el mismo criterio, G. D. H. Colé afirma que "grandes entre todos como prácticos en el arte de gobernar, los romanos
legaron al mundo sus teorías políticas, revestidas en una forma estrictamente prácticas" (68) .
De manera, pues, que en la etapa anterior al imperio, el gobierno de Roma no se
diferenciaba mayormente del gobierno griego, aunque debe señalarse un detalle interesante, la monarquía en Grecia era mucho
menos hereditaria.
El rey tenía grandes poderes en el gobierno y aun en la legislación, y lo demuestra
el hecho que Servio Tuiio (el sexto rey romano) (o»), estableció un nuevo ordenamiento de los ciudadanos y del Estado que
lleva su nombre, sin necesitar la aprobación
del pueblo. Era el gran sacerdote de la religión, administraba la justicia y era el jefe
supremo en la guerra.
Estaba asistido por un consejo —el Sena(67) Valentín, V., op, oíí., t. 1, pág. 131.
(68) Colé, O. D. H., Doctrinas y formas de la
organización política, trad. de Alfonso Beyes, página 19, Pondo de Cultura Económica, México, 19Í4.
"La aportación más Importante hecha por Roma
al constitucionalismo se encuentra en la doctrina
romana del Derecho natural. Comienza ésta con la
concepción muy próxima a ella, del jus genttum.
Los romanos, gentes prácticas, tuvieron que idear
reglas para regular las relaciones entre hombres
regidos por sistemas diferentes"; y esa acción de
los pretores —encargados de Juzgar los conflictos
entre tales hombres— fue construyendo lentamente el conjunto de disposiciones que se llamó fus
gentium, que fue adoptándose ^en todas las regiones conquistadas, concluyendo por ser común a todos, reforzándose con la concepción del Derecho
natural. Iniciada por los estoicos, que enseñaron
la igualdad natural de los hombres. "El origen
ideal del Derecho natural dio autoridad al hecho
empírico del jus gentium" (Lindsay, A. D., £2 Estado democrático moderno, pág. 84, Pondo de Cultura Económica, México, 1945).
"Lft gran obra de la cultura política romana
consiste precisamente en el ensamblaje de diversos elementos, tan cuidadosamente concebido y
aplicado, que conduce a una situación pacífica en
la que la innovación es revolucionaria. Se unen
la libertad y la autoridad, la autonomía y la centralización. Roma no tiene inconveniente en acoger Instituciones griegas. El influjo helénico no es
sólo cultural, sino político. La hegemonía fue legalizada con pactos desiguales y sirvió de instrumento eficaz en la colonización" (Beneyto Pérez, 3., Historia de las doctrinas políticas, pág. 42.
Aguilar, Madrid, 1958).
(69) Según la tradición, los reyes romanos fueron: Rómulo, Numa Pompilío, Anco Marcio, Tulio
Ostillo, Tarquino el Antiguo, Servio Tullo y Tar-
quino el Soberbio.
ta positivo, la primera pregunta que se formula es la de su origen. "La plebe comprende tres elementos principales: las porey, sobre todo en los primeros tiempos, no blaciones conquistadas, anexionadas en el
obstante el poder de éste. Constituían el
mismo lugar (Quirinal, Viminal, Capitolio),
rey y el Senado el poder administrativo de o transplantadas por la fuerza al suelo rola ciudad-Estado; pero el consejo no poseía
mano (Arentino); ios clientes emancipa*
ninguna iniciativa, salvo en el caso de muer- dos.. ,"( 7 1 ); "eran los labradores libres el
te del monarca, circunstancia en la que el núcleo medio de la comunidad; gente vigocuerpo designaba un interrex hasta que la rosa, apta para la agricultura y la artesanía, articulada según la escala de poder
asamblea curial eligiera un nuevo rey.
Los comicios curlaáos eran la reunión de contributivo, con su asamblea popular oripatricios y plebeyos y convocados el día de ginariamente equiparada al Senado".
las calendas de cada rnes (para oír al pon"Como estrato inferior a la plebe, aun hatífice y proclamar el calendario del mismo). bía, desde los tiempos más remotos, la casta
Se lo convocaba también dos veces al año de los siervos, probable residuo de la poblapara ratificar testimonios o para otras re- ción primitiva, clase acrecida por la conssoluciones de orden religioso. Las asambleas tante afluencia de cautivos, llamados clienreunidas a7 0 este efecto, se llamaban comitia tes, desdichadas criaturas obligadas a tracaZafo¡( ). Esta asamblea curial tenía la bajar por la comida, en el campo sobre
facultad de elegir al rey e investirlo del im- todo"(").
perium, en virtud de la lex curiata de imperi.
Volviendo, ahora a la comitia centuriata,
Las funciones legislativas eran ejercidas por es interesante destacar que se reunían en
esa asamblea como así también las judiciael campo de Marte y lentamente llegó a ser
les, en grado de apelación de las sentencias una parte del mecanismo electoral y legisdictadas por el rey, y las meramente admi- lativo, apropiándose de importantes funcionistrativas, como las referentes a cuestiones nes, como la elección de magistrados, las
decisiones sobre la guerra y la paz, etcétera.
familiares.
2. La República. Después de casi un siglo
Entre las reformas de Servio Tulio se destaca la creación de otra, asamblea, la comi- y medio de monarquía, la organización potia centuriata o comicios por centuria, aun-r lítico-social de Roma sufre transformacioque hay autores que opinan que su apari- nes de importancia, como consecuencia del
ción es posterior a la época de este rey (año triunfo patricio sobre el predominio que ya
509 A. C.). En este cuerpo se hallaban reu- había alcanzado la plebe, con el afianzanidos los patricios y los plebeyos, estando miento del poder del Senado, el que es conadmitidos éstos por razones de fortuna. Para siderado la institución romana de mayor
comprender la importancia de esta refor- gravitación.
El rey fue reemplazado por* dos cónsules,
ma, se hace necesario esbozar un cuadro
de la organización social de la ciudad, en el funcionarios que se elegían durante un año
cual se destaca especialmente la división de para ejercer sus mandatos, no pudiendo
las dos clases bien definidas: los patricios ser reelectos sino después de un período de
diez años. Estos magistrados atendían a la
y los plebeyos, como asimismo, las divisioejecución de las leyes, convocaban los cones territoriales.
Los patricios eran los descendientes de micios, mandaban el ejército en tiempo de
un pater, es decir, los pertenecientes a las guerra, etcétera. Eran elegidos por la comigens (que se calculaban en trescientas), dis- tia centuriata, pero recibían su imperium
tribuidas en tres tribus (ramneses, ticios y de la comitia curiata; la limitación de su
luceres), formando las curias, agrupadas en poder resultaba de ser dos los funcionarios
número de diez por tribu. "Constituían el y de la brevedad de sus mandatos, pues,
cuerpo cívico, por el hecho de votar en los aunque cada cónsul era supremo, el poder
del uno era contrarrestado con el poder del
comicios curiados".
La plebe no formaba parte de la ciudad. otro, y no podían obrar sino de común
León Homo, tratando de estudiarla, la de- acuerdo. Podían nombrar, con el consentifine de dos maneras: "negativa y positiva"; miento del Senado, a un magistrado con el
a) la plebe se opone claramente al patri- título de dictador, que durante seis meses
ciado. El patriciado contenía un doble ele- era el monarca absoluto del Estado, sin que
mento: uno natural —los patricios por se limitara su poder, ya que se sobreponía
nacimiento— y el otro artificial —los clien- al imperium de los cónsules.
Luis B. Estrada al estudiar el Senado rotes—. Pero los plebeyos no pertenecían ni
al uno ni al otro; b) desde el punto de vis-
do— compuesto de quince a treinta jefes
de tribus, denominados pater familias, cuerpo que ejercía señalada influencia sobre el
(70) Gow, J., y Beinach, S., Minerva, pág, 204,
Ed. Jorro, Madrid, 1911.
(71) Homo, L., Las instituciones políticas romanas, pág. 18, Ed. Cervantes, Barcelona, 1929.
(72) Valentín, V., op. cit., pág. 134.
mano durante la República, está de acuerdo
con la opinión de Bouché-Leclerq en sostener que la institución llegó a personificar
el régimen republicano de Roma, y estaba
íormado por la "élite" de los hombres públicos.
Sobre su composición existe divergencia
entre los tratadistas, pues para algunos, entre los cuales se encuentran Mommsen,
Lange y casi todos los de la escuela alemana, los plebeyos integraron el Senado desde
el principio, afirmándose en la división de
paires el conscriptis. es decir, senadores patricios y plebeyos. Villems, Bloch, BouchéLeclerq. por el contrario, sostienen que sólo
los patricios pudieron integrar el Senado,
pues, al analizar la fórmula paires conscriptis, afirman que ella no expresa senadores
patricios y plebeyos, sino "senadores inscriptos conjuntamente en la lista senatorial
y que, por lo tanto, el término conscripti no
está empleado como substantivo que designa a los plebeyos, sino como adjetivo que
califica a paires, determinando una calidad
de éstos, que no es otra que la de estar
inscriptos en la lista de senadores".
Más tarde, los plebeyos fueron admitidos
a las magistraturas curules, con lo que se
inicia —según Villems— el acceso de esta
clase en el Senado, hasta la ley licinia De
consulatu (año 367), que admite a los plebeyos a la primera magistratura,, disponiéndose que uno de los cónsules sea plebeyo.
La jerarquía entre los senadores está establecida por la lista que se confeccionaba,
luego de la elección (lictilis senatus). La
lista se componía del modo siguiente: 1<? los
princeps senatus; 2*? los ex magistrados curules (censores, consulares pretores y ediles) ; 3? los ex magistrados no curules o
pedarii (ediles de la plebe, tribunos y cuestores) ; 49 los no magistrados.
Las reuniones del cuerpo, efectuadas ordinariamente en la Curia Hostilia, se llevaban a cabo por convocatoria de algún magistrado, por lo que se afirma así el carácter consultivo que tenía, aunque en la práctica existían algunos medios para ejercer
por sí mismo tal facultad. El pueblo no tenía derecho a asistir a las deliberaciones,
pues las reuniones no eran públicas.
El -magistrado que había convocado al Senado presidía la asamblea y presentaba la
relatio, es decir, el asunto a someter a la
deliberación, solicitando la opinión del Senado y obtener un senatusconsulturn, que
podía ser de dos formas: por la primera, se
votaba sin debate; por la segunda, se abría
la discusión, interrogando a cada uno de los
senadores siguiendo el orden de jerarquía,
es decir, primero el princeps senatus, luego
los censorii, los consularii, etcétera, aunque
hay que hacer 'notar que el presidente no
estaba obligado a interrogar a todos y en
cuanto al orden de la lista, al fin de la
República no se observó en forma tan estricta.
El senatusconsulturn, se componía de dos
partes: el preámbulo, en que se anunciaba
el relatio, y la sentencia votada; y no era
tal si la decisión hubiera sido vetada por
alguno de los magistrados presentes con
facultad para ello (intercessio).
_
. Las atribuciones del Senado pueden sintetizarse en dos términos: auctoritas y consilium, ejercidas ya sea frente al pueblo o
frente a los magistrados.
"La auctoritas, que la ejercían por medio
de la Patrum auctoritas (autoridad de los
padres), se divide en dos períodos; en el
primero sigue las decisiones votadas por el
pueblo, leyes c elecciones; en el segundo,
precede la votación del pueblo y se ejercita
sobre las rogoMones que los magistrados someten a los comicios, o sobre las listas de
los que se presentan como candidatos a las
elecciones. Si los patres rechazan la primera
o un candidato, ni éste puede presentarse
en la elección ni los magistrados pedir la
votación de aquélla".
"El Senado como consilium tiene, ante
todo, el deber de velar por la defensa y
salud de la república. Así cuando se ve
amenazada por guerra exterior o disensiones internas, el Senado decreta medidas
que han variado en el transcurso del tiempo". Entre ellas, puede mencionarse el senatusconsulturn ultimum (lo que se llamaría
actualmente el estado de sitió); el tumultum, por el cual se disponía el alistamiento
de todos los ciudadanos, sin excepción, para
defender la República; el justitium. por el
cual se suspendían todos los asuntos privados y públicos, para facilitar el enrolamiento
(lo que podría considerarse como una especie de suspensión de las garantías constitucionales) . "En general, el Senado calificaba una situación de motines, revueltas o
conspiraciones como tumultus y ordenaba
el justitium" («).
Tenía, además, importantes atribuciones
en materia financiera, estando bajo su vigilancia el tesoro público, por lo que podía
disponer las erogaciones y votar así el presupuesto de la administración. Asimismo,
estaba encargado de las relaciones exteriores y de las cuestiones del culto.
En conclusión, "el Senado romano mantuvo la tradición desarrollando una política
conservadora, pero sin ser retógra,da".
"Dos grandes luchas sostuvo en su larga
historia: triunfó de los reyes y fue vencido
(73)
Estrada, L. B. áe, "El Senado romano bajo
la República", en Anales de la Facultad de Derecho, Bs. Aires, 1916, t. 1. 3' serie, págs. 228-230.
por la demagogia. Con stj autoridad murió
el régimen republicano y la opinión pública
de Roma".
La necesidad de atender los complejos y
variados problemas que se iban presentando
hizo posible ¡a aparición de las magistraturas; así, para atender las funciones concernientes a la religión fueron confiadas al
rex sacrorum y al pontifex máximum; el
tesoro fue confiado a los cuestores; se crearon también el tribunado de la plebe, la
censura, la pretura y los ediles curules y
plebeyos.
Con respecto a los cuestores, su número
varió a través del tiempo, comenzando sien-
do dos hasta llegar en época de Julio César
a ser noventa, cantidad que durante el imperio volvió al número de veinte, establecido por Sila.
La defensa de los plebeyos contra los magistrados patricios, lucha que fue "entre un
grupo reducido de propietarios, jurídica y
sociológicamente privilegiados, y un número
numeroso de medianos y pequeños propietarios; el precio de la lucha era la participación de los cargos, atenuación de ¡as deudas y derecho al usufructo de los bienes
comunales, sobre todo en las tierras del
botín...".
Veit Valentín dice: "Si por la delegación
de los dos cónsules —que se vigilaban mutuamente— y del Senado, el patriciado tenía el poder efectivo del Estado en sus
manos, la plebe creó con sus tribunos un
contrapeso de fiscalización ciudadana y se
reunía para sus propias votaciones en tribus
con idéntico derecho al voto". "Los tribunos
estaban investidos del derecho de oponerse
a toda sentencia dictada por un magistrado
contra un plebeyo, por medio del veto; la
persona del tribuno era inviolable por aplicación de la lex sacrata".
"La atribución que ejercía este magistrado de oponer su veto, en defensa del plebeyo, entrañaba una gran autoridad, pues
ello conservaba su fuerza inhibitoria frente
a cualquier magistrado y hasta en contra
del más arrogante cónsul. Lentamente las
exigencias de nuevas atribuciones hicieron
cada vez más difícil resistir a los tribunos,
aunque su autoridad no se extendía más allá
de una milla de los límites de la ciudad y
debía ser ejercida personalmente, de modo
que era necesario que «la puerta de su casa
quedase siempre abierta, día y noche, de
modo que su auxilio jamás pudiera faltar a
quien lo hubiera menester> ( 7 4 ) .
Como consecuencia de los cambios y reformas, surgió una nueva asamblea —oí
concilium •plebis— que los tribunos tuvieron
facultad de convocar. Los plebeyos habían
(74)
Wilson, W.. op. cit.. pá£. 131.
tenido sus curias desde largo tiempo y sus
propios tribunos; sus curias habían sido colocadas junto a las de los patricios y los
comicios curiata, después del advenimiento
de la República. En esta nueva asamblea
se sentaban separados; al principio sus decisiones obligaban sólo a los plebeyos, pero
a medida que aumentaba el predominio de
éstos, se hacía más influyente sobre el
Estado.
Los ediles eran plebeyos o curules en un
principio hasta que se produjo casi una
identidad entre ambos. Todos eran nombrados por los comicios tributos y eran funciones suyas ejercer la policía de la ciudad,
mercados, calles y monumentos públicos, estando además a su cargo, el servicio de
bomberos. "Los ediles plebeyos tenían a su
cargo los Ludí Plebeii y los Cereales; los
curules se ocupaban de los Ludí Romani, de
las Floralia y de las Megalensia. Ejercían
también jurisdicción restringida en los litigios relativos a las vías públicas y a la policía de los mercados" (~ 5 ).
Los censores eran dos magistrados elegidos por un período de cinco años, por los
comicios centuriados. Sus deberes eran:
calcular la riqueza de los ciudadanos, confeccionar los registros de las tribus, clases
y centurias, hacer la lista de los senadores
y administrar la hacienda pública.
El magistrado denominado pretor, nombrado por los comicios centuriados, tenía
jurisdicción civil en Roma; generalmente
no juzgaba personalmente, sino que interpretaba la ley e indicaba el procedimiento;
luego esta magistratura se hizo doble y las
funciones aumentaban con la anexión de
nuevas provincias, por lo que fue aumentado el número de estos magistrados. Publicaba, al comenzar a ejercer sus funciones,
los principios de derecho a los cuales iba
a ajustar sus decisiones; esta publicación se
efectuaba en unas tablillas blancas por lo
que el edicto se llamó generalmente álbum.
En conclusión, debe aclararse que los
cuerpos colegiados que funcionaban durante esta .época son: a) los comicios curiados,
asamblea integrada solamente por patricios
que tenían por función dar el imperium a
los cónsules y a los pretores; b) los comicios
centuriados, asamblea popular, de acuerdo
con la división en clase y en centurias
efectuada por Servio Tulio; elegían los cónsules, pretores y censores; c) los comicios
tributos, resultado de la transformación de
las asambleas de la plebe, generalmente se
reunían en el Poro; nombraban los tribunos,
ediles y magistrados inferiores, y a veces
un magistrado extraordinario (el prodictad¿r en el año 217 a. de C.).
(75) Sánchez Viamcnte, C.. op. cit.. pág. 187.
Dice Pedro Calmón, al referirse a la República en su Historia de las ideas políticas:
"La organización del Estado romano fue
prodigiosamente intuitiva desde el patriarcado del rey-sacerdote, hasta su supresión
por ¡a clase propietaria, que interpretó a su
manera la responsabilidad de armonizar
a los ciudadanos y engrandecer la república. Bastaba la palabra para que se tuviese
el conocimiento de la aparición de un valor
diferente: el sentido popular del gobierno,
no de uno o de unos pocos, sino de muchos
o de todos. La primera innovación introducida en ese sistema, para diferenciarlo
de la realeza derrocada, fue la anualidad,
con el poder colegiado. Se sabe por Tito
Livio que Lucio Bruto, héroe de la revolución republicana, indujo a su compañero de
consulado, Tarquino Colatino (de la -depuesta dinastía de los Tarquino), a limitar
a un año su período, a fin de que la continuidad en el poder no recordase la monarquía. La república debía ser temporaria y
era de su esencia dar al pueblo la convicción
de que una elección próxima siempre es mejor que una revolución contra el mal gobernante".
3. El Imperio. "Es imposible comprender
ni la marcha de los acontecimientos hacia
el establecimiento del Imperio, ni su alcance,
sin darse cuenta, primero, del estado de
desorden y de revolución, que preparó a
Roma para el cambio en la forma del gobierno republicano por el imperial. El Imperio no surgió de repente. La lentitud y la
obstinación habituales de los romanos, aunque degeneradas a consecuencia de las disipaciones de la conquista y del desenvolvimiento de un espíritu militar profesional,
no hubieran permitido un cambio súbito.
Sólo cedieron a un influjo que se hizo sentir
durante más de cincuenta años. Los cambios que transformaron la República en
Imperio, comenzaron con la legislación agraria de Tiberio Graco en 133 a. C. y apenas
puede decirse que estuviera terminada
a
la muerte de Augusto en el año 14" ( TC ).
Lentamente el patriotismo fue decayendo,
y la religión que no obstante sus defectos,
había sabido por espacio de varios siglos
inspirar en las clases dirigentes la virtud y
el sacrificio, había sido abandonada; la filosofía, que había colmado ¡as lagunas de
la religión, por cuanto reflejaba la moral, no
ejercía más influencia y así, a las costumbres simples siguieron el lujo y la atracción
de los placeres ( 77 ).
Esta declinación era tanto más posible
cuanto que participaban magistrados y tribunos, amparados por atribuciones mal otor-
gadas, que daban lugar a los excesos, a las
usurpaciones. Se agrega a todo ello la turbulencia de las clases romanas, sin el ele-
mento moderador de una clase media y se
explica el período de anarquía y de guerras
civiles, de corrupción en los últimos tiem pos del gobierno republicano.
"¿Podría Roma —pregunta Veit Valentín— subsistir como República aristocrática? ¿Podría sostenerse una ciudadanía ro-.
mana políticamente privilegiada que, dislocada internamente, debía no obstante alegar preeminencia frente a los aliados y sometidos? ¿Podría el senado seguir haciendo
valer una autoridad anónima frente a los
caudillos militares victoriosos, tras los cua-
les —como en el caso de Escipión, por vez
primera— se alzaría, cada vez más apremiante, la admiración de la. soldadesca, se
erguía, cada vez más vigorosa, la riqueza
y la fuerza de las nuevas provincias y territorios conquistados?"..
Este estado de cosas preparaban el terreno para un cambio de la forma de gobierno
en Roma, consistente en la concentración
del poder, ni bien surgiera la persona con
condiciones, capaz de hallar el restablecimiento —de cualquier modo— del orden
y la paa pública. Esa persona resultó Octavio a quien se le confirió el titulo de
Augusto.
Como emperador, presidía el ejército y
mandaba las mejores provincias; como cónsul, ejercía el poder ejecutivo; como tribuno, era inviolable; como principe del senado, lo convocaba y presidía las sesiones; en
resumen, ejercía las facultades que anteriormente pertenecían de derecho y de hecho a los órganos superiores de la república.
Aún bajo sus sucesores, se conservó el
senado, pero sólo para que éste por medio de favores y privilegios, consiguiera
aprobar los actos del emperador; los comicios asimismo se plegaron a la voluntad
imperial y poco a poco se hicieron esporádicas Jas convocatorias para las asambleas
de estos cuerpos. Se mantuvieron también
a los cónsules, pero solamente con sus honores, ya que prácticamente fueron despojados de sus atribuciones.
cencía), por la íalta de respeto tradicional a ios
sacra privata, al culto de los antepasados, por la
do el divorcio, repudiada ¡a pureza de los hogares,
deserción de los templos, donde los dioses olvidados perdieron su antigua fascinación, por ¡a sofistica escolar, que era la filosofía helénica Sobrepuesta a la rudeza patriarcal, por la desvaloriza.
clon poética producida por la concentración de los
poderes, hasta sti*"«surpación en dictadura prolongada" Calmón, P., Historia- de las ideas políticas,
trad. de Baúl Novarro, p&g, 32, Ed. El Ateneo,
con la corrupción de la juventud, sin treno la .H-
Bs. Aires, 1957).
(76) Wilson, W,, op. cit., pág, 147.
(77) "La decadencia romana se caraetertea por
el abandono de !as costumbres austeras, comenzando por la institución de Ja familia (generaliza-
Los primeros tiempos fueron de tranquilidad; de grandeza y de gloria; se desarrollaron los estudios históricos, la poesía, la
filosofía y el derecho, expresiones todas que
fueron impulsadas en forma notable. La
oratoria no se usaba ya en el senado ni en
los comicios, sino en los escritos y disertaciones, estando admitida la libertad de palabra y la difusión de las obras. Eran las
consecuencias de la libre organización del
período republicano, pero no podían durar
pues era incompatible can el régimen absoluto y despótico que se iba afirmando. El
poder ilimitado del emperador se desarrollaba sobre la base de una delegación de
la soberanía del pueblo.
La amplitud del imperio hizo necesario el
empleo de un gran número de funcionarios, organizándose una burocracia bastante
compleja. "Era una comunidad hija, de la
paz —dice Veit Valentín al describir el imperio—; no en vano se había erigido en el
Campo de Marte el altar de la Pax Augusta.
Se acabaron las guerras civiles del estilo de
las que ensangrentaron la época de la Revolución, se acabaron las proscripciones y
los confinamientos. Ya no existía la explotación de las provincias, ni la venalidad
grosera de ios funcionarios y los jueces. En
las provincias fronterizas se habían acantonado ejércitos de mercenarios. En Roma
misma la única fuerza era la guardia personal del emperador: los pretorianos".
Junto a la unificación política del impe-
rio, se produce lógicamente la identidad del
signo monetario, de pesas y medidas, de
normas jurídicas; florecen las industrias', se
desarrolla el comercio, se prefeccionan las
vías de comunicación; se produce, en fin,
"la romanización cultural y lingüistica de
la clase superior y la clase media, creó una
ciudadanía romana, pero no una población
romana, ciertamente". "El problema histérico-universal consistía en saber hasta dónde y durante cuánto tiempo llevaría Roma
sobre sí esta misión unificadora".
Los primeros síntomas de decadencia que
se observaban es el descenso del número dé
nacimientos, la despoblación, la afluencia
de hombres de todas partes (griegos, orientales, galos, eslavos, ilirios) que quieren llegar a Roma a probar fortuna; el desgano
y el abandono del trabajo. Los emperadores
eran impotentes para frenar la degradación
en que iba cayendo el imperio; no podían
atraer a las masas y como consecuencia,
se fermentaba en los rústicos bárbaros la
idea del levantamiento contra el régimen
de la ciudad: A ello contribuye la influencia
tíe las corrientes filosóficas que aparecieron
y un factor importante de carácter religioso que marcaría una etapa en la historia
universal, la aparición del cristianismo.
"El Imperio Romano del Mediterráneo
vio, pues, crecer dentro de sí mismo una
nueva potencia, que, surgida en Oriente,
desplazaba su acción y su influjo hacia
Occidente. Aunque espiritual y religiosa en
su origen, como organización de gran impulso y vigorosa voluntad, sobre todo en virtud
de su absoluta fe en sí misma, en sus efectos era esa potencia, a la postre... política". La réplica histórica de la Iglesia es el
germanismo.
F)
Gobiernos en las edades Media y Moderna.
1. Los germanos. Afirma Sánchez Via-
monte que Julio César, en su obra Los
comentarios, sobre la guerra de las Gallas
y Tácito en la historias (de la Germania),
informan sobre la forma de gobierno de los
germanos, ejercido por jefes, aunque es necesario hacer notar que el poder no era
absoluto, perpetuo ni hereditario, y compartido con una asamblea de hombres libres y un consejo de reyes de menor jera_quía y consejos de compañeros del rey. "Acaso en determinados pueblos germánicos la
monarquía haya tenido originariamente un
carácter de sumo sacerdocio; posteriormente fue también un cargo honorífico temporal que respondía, en lo político y religioso
al ducado en lo bélico y cuyos miembros
eran elegidos entre los más rancios y ricos
linajes".
Ya desde comienzos de nuestra era las tribus germánicas se habían organizado en
"grandes señoríos y grupos de señoríos",
constituyendo en rigor de verdad agrupamientcs de organizaciones mandadas por
reyes marciales-que cambiaban constantemente (?»).
(78) "Con el invasor germánico aparece tí tipo
antilatino del príncipe caudillo, con igualdad caballeresca y libertad natural, en la que el consentimiento afirma el poder y los deberes son de hombre a hombre en un vivir bravio. César y Tftcito
describiéronlos —fuerzas opuestas a la civilización
romana— como bárbaros seminómades, con horror a las ciudades {para ellos, semejantes a fosas
rodeadas de redes, según Amiano Marcelino), viviendo una existencia belicosa, en hordas que sus
jefí's brutales llevaban a la guerra, y, por esto, desparramadas, terribles y rústicas, por vastas regiones sin dueño".
"Sobre los límites de este salvajismo, ver el comentario de Alfonso Dopsch, Fundamentos económicos y sociales de la cultura, «De César a Gariomagno», págs. 55 y sígs, negando el nomadismo
y la comunidad de propiedad, como se quiso inferir fie los clásicos cuadros de Tácito y César. Estos
crearon la suposición humanista y latina de la
barbarie germánica en contraste con la civilización urbana, destruida por el cataclismo de las
invasiones. En Alemania, como es natural, se produjo una reacción científica contra ese simplismo
(el binomio incultura y cultura cuyo roce catastrófico produjo la Edad Media) encabezada por
Jusius Moser, que encontró en la división terrlto-
Por su parte, W. Wilson dice que "cuando
los francos, los godos y los burgundios armados, acudieron para suplantar la denominación romana, aportaron consigo en la
Europa occidental, deshecha por las discusiones romanas y la decadencia de Roma,
una individualidad propia e intacta; y jugaron un papel en la historia de las instituciones". No obstante ello, producida la invasión, los germanos no ejercieron tanta influencia como para sobreponer sus costumbres a las de los romanos; también coexistieron las instituciones políticas. Henrl Pirenne observaba coa agudeza que "nada
muestra mejor la transformación que se
opera a este respecto a lo largo de los siglos v y vi que una ojeada sobre la situación de la realeza. Los germanos, como se
sabe, tenían reyes, pero el poder real estaba entre ellos completamente subordinado
a la asamblea del pueblo, que, por otra
parte, disponía de él, puesto que era electivo. Nada de eso después de la conquista.
El rey colocado en condición de superioridad desde entonces, por el poder que la
asamblea le ha dado, posee en el hecho una
autoridad absoluta. No hay más que un poder en el Estado: es el suyo. La Constitución se reduce a un simple ejercicio de gobierno personal. Nada conserva el rey de
su origen primitivo y en realidad, ya no se
parece a sus antepasados9 germánicos, sino
al emperador romano" (? ),
2. Los francos. Uno de los grupos invasores del Imperio Romano, los francos, constituyó un reino que puede considerarse como la organización política más influyente
en la denominada Edad Media de los primitivos tiempos. El gobierno estaba desempeñado por un rey, que ejercía su poder
rlal de Westfalla señales de una vieja explotación
agraria (la marca), que unos consideran comunal
(Elchhorn, Grimm, Zeuss, Glerke), otros señorial
(Hullmann), pero en cualquier caso, significativa
de una organización ( estado) anterior a las invasiones del érea imperial (Wilde, Roth, Pustel da
Coulanges). La decantada libertad germánica es expuesta por Eichhorn, Kogge, Beseler, Waite, Koth,
GierJce, y tiene en la ideología política un valor
análogo al mito de la felicidad de los indios en
estado primitivo tan destacado en la literatura racionalista" (Colmo, P., Historia de las ideas políticas, pág. 57, Ed." El Ateneo, Bs. Aires, 1957).
(79) Pirenne, H.. Hisioire de l'Europe des tnvasions au XVI siécle, pág. 8, Ed. Aucau, París, 1936.
"Lo que sucede con la monarquía de los francos
y alemanes es semejante a lo que ocurriera en Boma: la realeza termina en consulado, el consulado
degenera en dictadura. Las leyes históricas qxia
rigen la transformación del Estado, se ejercieron
implacables en la distorsión de aquellos regímenes
de campamento. Los jefes de las hordas triunfantes —que las arrebataron a las frías planteles
orientales— se establecen en las ciudades conquistadas y aceptan de su pueblo el título de rey,
al que los eleva la gratitud de tos guerreros"
(Calmon, P., op. cit., pág. 64).
.sobre loa vasallos, bárbaros y romanos; a
cada ciudad enriaba un representante
(córate en Galla y España, duc en Lombardía), el que tenía por función convocar a
los guerreros, recoger los tributos, administrar los dóminos reales y decidir en pleitos
y crímenes («>).
.La concreción del reino franco en una
monarquía de tipo rígido,- origen de la monarquía de derecho divino, puede considerarse como la sustitución de la autoridad
imperial. "Esencial para este reino de los
francos y su ulterior destino fue la decisión de Clodoveo de adoptar el catolicismo
como religión oficial"; por fin, con el advenimiento de Carlomagno puede decirse
que con el reino de los francos se produce
la continuidad histórica. ''El Imperio Romano de Occidente tendrá aquí su continuación" («i).
Durante el período msrovingio aparece la
institución de la mayordomía de palacio,
que originariamente era el cargo del gran
maestre de la Corte y jefe de la guardia,
elevado a la categoría de lugarteniente por
la familia de los carolíngios, función semejante a la de los visires de Oriente. Esta
institución de la mayordomía fue el núcleo
alrededor del cual se concretó el imperio
de Carlomagno; eran a la vez grandes se-'
ñores y jefes militares («2),
Al reunirse bajo el imperio de Carlomagno el llamado Imperio de Occidente se lo
dividió en condados, región a cargo de un
conde representante del monarca, estando
no obstante ello, bajo la vigilancia de otro
funcionario llamado missi-dominici. Estos
condes son los antiguos compañeros del
rey; aquéllos que formaban el comitatus,
que se nuclearon alrededor del monarca
por juramento de fidelidad. Dentro del régimen carolingio, los condes reúnen las atribuciones propias, dentro de sus respectivas
jurisdicciones, de jefe del ejército, policía,
justicia, perceptor de las cargas tributarias,
etcétera.
Además de los condes, existían los du(80) "El poder verdadero del rey depende de
su energía personal. Podía ser absoluto en el caso
de un rey enérgico, como Clovis, rey de los francos, o Teodosio, rey de los ostrogodos; ríéfoil o nulo
bajo un rey débil o nulo como los últimos merovingios. Se debilitaba cuando la familia se extinguía o el titulo de rey era disputado entre varios"
¡Seignobos, O., Historia comparada de los pueblos
de Europa, pág. 69, Ed. Losada, Bs. Aires, 1940).
(81) Valentín, V., op. cit., pág. 214.
(82) Uno de los mayordomos de palacio, Carlos
Marte! (otros dos personajes extraordinarios fueron Pepino el Breve y Carlomagno) tuvo la excepcional gloria de contener ia invasión de los árabes,
en la batalla de Pitiers, alcanzando un lugar destacado en la cristiandad, y puede considerárselo,
según Henri Pirexme, el iniciador del sistema feudal.
ques y marqueses, de origen germánico éstos y latinos aquéllos, tenían la misión.
—por voluntad real— cíe cuidar las zonas
fronterizas.
Esta forma de gobierno regional o local,
desempeñado por representantes reales jerarquizados por títulos y atrüniciones importantes, permito dar ai imperio de Carlomagno una unidad política casi inalterable; unidad que se quebró con la desaparición de aquél como consecuencias de las
divergencias surgidas entre sus sucesores,
dando ocasión para que los representantes
locales se proclamaran jefes de sus respectivas jurisdicciones y mandaran de acuerdo
con su propio criterio, dando nacimiento
así a un régimen conocido con el nombre
de feudalismo (*«).
Si bien es cierto que durante su imperio
Carlomag.no trató de mantener las instituciones políticas que encontró ya establecidas, sólo a condición de garantizar su práctica honesta. Pero donde se destaca la obra
de Carlomagno es principalmente en el
campo del ordenamiento jurídico, dictando
normas escritas de estricto cumplimiento
para todos ios funcionarios; estas normas
se llamaron capitulares las que pueden clasificarse en tres tipos: a) capitularla legibus addenda, que tenia el propósito de modificar los antiguos Códigos bárbaros en
vigor; b) capitularía per se scribenda, que
trataba de todas las materias; c) capitularía missorum, especie de circulares que
contenían instrucciones para los missidominici.
Asimismo, existían asambleas en las que
se reunían los grandes señores (majores o
séniores), como asambleas generales de
hombres libres (minores), Joseph Calmette,
por su parte, asegura la existencia de una
asamblea de impuesto anual.
"Según los datos que suministra Hincmar, haMa tres clases de reuniones en el
sistema carolingio: l) el consejo de palacio, formado por los funcionarios palatinos
que rodean al emperador; 2) la pequeña
asamblea a la que concurrían solamente los
señores; 3) la asamblea general". Es interesante hacer notar la superposición que se
producía entre las funciones domésticas del
palacio y los servicios públicos, ya que sus
grandes funcionarios: el archicapellán, el
conde de palacio, el camarero, el senestral,
(83) "En resumidas cuentas se trata de un slzamiento genera! de la vieja y nueva nobleza contra el poder real con tí apoyo de los particularismos tradicionales y la superioridad de riqueza e
Influencia que se reunían en las manos de ios
grandes vasallos. Los Estados francos que habían
surgido de la división se vieron asi interiormente
paralizados en el preciso momento en que sus vecinos europeos entraban en una fase de fuerte desarrollo político" (Valentín, V., 05». eií., pág. 250).
el capero y el condestable, son, al misino
tiempo, auxiliares del monarca y ministros
del Estado,
3, El -feudalismo. No puede definirse
con exactitud este régimen político social,
ni la época exacta de su aparición ya que
su proceso fue prolongándose a lo largo de
varios siglos y sus caracteres tampoco se
presentaron en la misma forma en todas
partes. Lo cierto es que se relacionaba íntimamente con, la tenencia de la tierra,
parcelada según el grado de acercamiento
del beneficiado o señor feudal hacia el rey,
y tenía por objeto recompensar a los compañeros que habían acompañado al monarca en sus conquistas. Naturalmente, que en
esta división, de las tierras recibía el rey la
mayor parte, luego seguían los demás por
gradas. Por esto, quien había recibido grandes extensiones no podía atenderlas, por
lo que se hizo común la concesión de una
parte a otros, quienes a su vez, hacían lo
mismo, formándose así poco a poco una
escala de concedentes y concesionarios; estas concepciones fueron al principio por
vida, peroMluego se transformaron en hereditarias ( ).
El proceso de fragmentación del territorio trae, como lógica consecuencia, el mismo fenómeno en el sistema del gobierno.
La autoridad del rey llega, a veces muy
atenuada, hasta sus más inmediatos vasallos o señores, ios que a su vez, son ¡os que
ejercen la autoridad directa y efectiva sobre sus propios subditos, dentro de los limites de sus feudos. "Las relaciones entre
señores y vasallos llegaron a tejer una urdimbre complicadísima. El feudo concedido
al funcionamiento como dote del cargo y
honorario de la dignidad y el feudo concedido al. guerrero como pago de sus servicios, acabaron equiparándose, siendo ya
inesencial el origen del privilegio, creando
la vida cortesano-caballeresca en común
una nueva concesión de clase, que compar(84) "La teoría del sistema era, naturalmente,
opuesta al principio hereditario. Cada feudo no te
concedía sino bajo la condición de servicio militar, y ningún señor, ningún donante podía estar
seguro de que el hijo de su vasallo seria tan fiel
o buen servidor como su padre. Así, aunque el heredero recogiese el feudo, la práctica quiso que
pagase para heredar. El principio hereditario admitido, su corolario issevitable, fue el de la prímogenitura: el feudo y las responsabilidades no polian
distribuirse. Además, la cesión de un» parte del
feudo se prohibía, salvo el pago del precio. El fñudo debía permanecer intacto. Sin embargo, los vasallos, cuando tenían bastante tierra, se convertían on señores a su vez, otorgando porciones de
sus feudos a otros, bajo forma de tenencia militar.
análoga a la suya, lo que los hscía más poderosos,
sin librarlos de las obligaciones que habían contraído con su señor y dueño" (Wilson, W., op. c¡(..
pág. 193$.
tía el caballero con sus mayordomos y siervos" (8«) ;
"El frácionamíento político y económico
propio del sistema feudal, no sólo destruyó
la unidad inicial del Imperio Romano, sino
que pulverizó la que se había logrado con el
Imperio franco, y se puede afirmar que, no
obstante cierta simultaneidad y homogeneidad de sus caracteres generales, en toda Europa no hay en ese tiempo otro tipo
de instituciones que las puramente locales,
con un riguroso sentido, casi aislacionista,
de lo local" (»6).
Consecuencia de este sistema era la confusión que se observa entre la soberanía y
el derecho privado, pues lentamente el señor feudal va adquiriendo inmunidades y
privilegios, en virtud de los cuales ejerció
el poder público, aplicando impuestos, acuñando moneda, declarando la guerra a sus
vecinos; en retribución por tantos derechos,
estaba obligado hacia su señor, a acompañarlo en la guerra y contribuir en sus
gastos.
La soberanía se encontraba profundamente fraccionada, puesto que cada señor
feudal era soberano dentro de los límites
de su posición. "El feudalismo se extendió
tanto como para comprender todas las tierras, puesto que los pequeños poseedores
de tierras libres, que por algún tiempo permanecieron fuera del sistema, fueron por
necesidad atraídos por los grandes feudata •
rios, de quienes se declararon vasallos para
gozar de la protección que necesitaban. El
fraccionamiento del poder público se aumentaba aun más ya que la Iglesia enfeudaba sus' propios bienes, y por otra parte,
ejercía parte de la soberanía con los propios tribunales u otra forma" (").
Todo este sistema feudal, eminentemente
rural, se oponía al régimen de la ciudad,
donde nace la burguesía o clase media, y
en esa lucha de las ciudades contra el feudalismo, algunas quedaron sometidas por la
masa enorme de algún castillo feudal. "Pero en las más importantes, y de mayor poder, buena parte de la antigua independencia municipal subsistió para transmitir
a los tiempos que vieron la caída del feudalismo, algo como un recuerdo vivo de
la antigua vida comunal...".
Apareció también dentro de las ciudades
un elemento característico de esta época,
ya que de él dependía principalmente la
importancia de la ciudad y era consecuencia del comercio y • de la industria que se
había desarrollado; esa organización social
(85) Valentir V., op. cit., píg. 325.
(86) Sánchet. 1 iamonte, C., op. cit., pág. 270.
(87) 11 Digesto Italiano, dirigido por Luis Lucchini, Turín, 1900-1904, vol. 12, pág. 882, Unione
Tipográfico Editrice.
conocida como sistema de los gremios o
corporaciones (guildas), en el cual se hallaban agrupados todos los artesanos y trabajadores de la ciudad. Fueron tan importantes estos gremios que puede afirmarse
que el gobierno de la ciudad representaba
la autoridad de los gremios o corporaciones
asociados.
El comercio, por su parte, al desarrollarse,
necesitaba la protección y la seguridad,
causas por las cuales, entre otras, se crearon especies de confederaciones de ciudades o ligas, con el fin de proteger mejor sus
intereses; las más importantes de estas ligas fueron las de Hansas (formando la liga
Hanseática) (»8) y la liga Reniana.
En el aspecto político, pueden señalarse
varias clases de ciudades, según su ubicación
o su origen (alrededor de los castillos, en
campamentos militares, en centros comerciales) . Funck Brentano al explicar los orígenes de las ciudades formadas junto a los
castillos (*») llega a la conclusión que ciudad
y castillo son palabras sinónimas, teniendo
en cuenta, dice, que en el siglo xi todos los
gobiernos urbanos son gobiernos señoriales.
Las ciudades que se formaron cerca de
los campamentos militares, que recibieron el
nombre de castrum, gozaron de la protección de la guarnición y bien pronto el jefe
comenzó a ejercer funciones administrativas y judiciales, sumadas a sus atribuciones estrictamente militares.
Las que crecieron en lugares de tránsito
comercial, como los puertos, denominados
posiblemente por eso "portus", "se convierten en punto permanente de concurrencia
de mercaderías y de intercambio de ellas,
como centro de una actividad económica
nueva, que contrasta con la firma de civilización agrícola e inmóvil que la rodea".
El desarrollo de las actividades comerciales e industriales hace que, dentro de las
ciudades se distingan una clase de grandes
capitalistas, los que integran lo que podría
llamarse el patriciado burgués. Desaparece
el sentido de igualdad democrática que imperó en las corporaciones de oficios, para
surgir la diferencia entre el patrón enriquecido y ios asalariados que trabajan para
él y aumentar su riqueza.
"La ciudad medieval constituye, en medio de la región que la rodea, un ser jurídico con personalidad propia, y desde que
se franquean sus puertas se escapa a la
costumbre y a la ley rural para entrar en
un derecho de excepción. El derecho común,
que continúa rigiendo en el campo, no se
aplica a la ciudad, y ella forma una especie
(88)
"Hansas" significa compañía comercia!.
(89) Funck Brentano. P., Le moyen age. pág. 13,
Ed. Hachette, París, 1923.
de islote jurídico y goza de una verdadera
para intervenir con su autoridad en el terri-
todas las elecciones" (9i). Una variante de
este sistema aparece en Venecia, en la cual
el gobierno se halla a cargo de una clase
patricia hereditaria y protegido por un
dogo o dux.
torio del señor feudal por lo que éste detentaba todo el poder público, creándole una
especie de tribunal municipal, presidido por
vilegios ó inmunidades tenían documentos
denominados cartas (que en España se lla-
inmunidad", como había existido en el reino franco para ciertos centros. Este privi-
legio concedido por el rey inhibía a éste
e] señor en que habíase delegado la autoridad ( 90 ); este tribunal, integrado por do-
ce magistrados llamados regidores, actuaba, en nombre del príncipe, mientras la
burguesía, por su parte, también consigue
administrar sus intereses, creando una autoridad propia, los consejos o jurados, cuyo
poder fuera otorgado por la población urbana de quien depende siendo su mandatario. De aauí se pretende hacer derivar la
denominación de conjuración, para definir
el acto de acuerdo entre todos los habitantes, para hacer presión sobre las autoridades
con el objeto de obtener el gobierno propio, con la creación de estos jurados populares.
Dentro de las ciudades de la Edad Media,
los habitantes pueden clasificarse en clases,
teniendo especialmente en cuenta su fortuna, aunque hay que señalar asimismo que
los gobiernos comunales tenían características democráticas; ese mismo carácter se
fue atenuando cuando la fortuna hizo surgir las diferencias y la igualdad se hacía
cada vez menos acentuada, naciendo una
verdadera plutocracia; así se distinguieron
los mejores divites que formaban el patriciado, de los minores, psuiperes y plebei, es
decir, los que poseían menos.
En algunas ciudades el gobierno comunal
tenía algunas características singulares;
así en las de Italia el consejo era reemplazado por un funcionario llamado el poáestá, que "era un funcionario electivo, llamado de otra ciudad, provisto durante cierto tiempo del supremo poder judicial, con
un gran sueldo, casi siempre, pero de preferencia de formación jurídica universita-
ria. Su nombramiento dependía del consejo
o de una comisión de notables reunida al
efecto, procedimiento típico en Italia para
(90) "El tribunal municipal parece haber tenido origen en poblaciones carolingias de la región
del Mosa. Se cree que fue perfeccionado por Garlomagno y extendido a la mayor parte de la antigua
Francia. En Bélgica tuvo raíces profundas, y se ha
comprobado que en F'andes, tribunales de este
estilo tenían su asiento en los csstros allí existentes. Los portos o ciudades comerciales, los tuvieron
también de un molde natural, cuando fue necesario dar a la ciudad sus magistrados, y como los regidores (écherius) de los castillos, los de la ciu-
dad burguesa fueron jueces populares, reclutados
entre los habitantes, bajo la presidencia de un delegado o representante del príncipe" (Sánchez Vía.
monte, C., op. cit., pág. 308).
Las ciudades que gozaban de algunos primó cartas pueblas); tales cartas sirvieron
luego para cualquier acto que se hubiera
realizado por escrito.
"Después de siglo y medio o dos siglos de
gobiernos patricios, la rebelión de las masas urbanas —que coincidió con la de las
masas campesinas— produjo una honda
transformación en la vida de los municipios
y en sus gobiernos, que se democratizaron
sobre la base de las organizaciones gremia-
les o corporaciones de oficios pertenecientes a la clase popular" (92).
"El gobierno patricio se hizo despótico.
Acaparó los consejos, las magistraturas, los
tribunales, y tendió a transformar las cargas municipales en derecho hereditario.
Los patricios se intitularon altaneramente
los señores de la ciudad; quisieron hacer de
las señorías del Estado urbano un bien propio, una señoría reservada a su casta" ( 93 ).
En conclusión, debe señalarse que si bien
es cierto que el feudalismo dividió y fragmentó la autoridad del rey, hizo nacer y
mantener ese espíritu de individualidad,
expresión peculiar de la persona humana.
También debe señalarse que dos grandes
factores unificadores, no obstante, influyeron grandemente durante el feudalismo, la
Iglesia Católica y el surgimiento del Sacro
Romano Imperio, y entre los dos se dividían
la soberanía y el dominio del mundo. El
Papa consagraba al emperador, pero por
su parte, después del acto religioso, le rendía veneración. El emperador era el jefe de
todo el sistema feudal; en derecho lo do- j
minaba, pero en la práctica tal dominio ''
estaba muy dividido, "a pesar de las afirmaciones del rey de Francia de ser independiente de aquel, porque sus derechos
provenían de Dios y de su espada" ( 94 ).
En las repúblicas alsacianas, desapareci-
do el poder estatal, los paisanos campesinos
se reúnen alrededor de los señores en busca
de protección y esta actitud se llamó com-
mendatio, despojándose, en favor de su señor, de ciertos derechos con respecto a sus
bienes, es decir, una retribución en forma
de dinero que debían pagar anualmente al
señor.
(91) Weber, M., Historia de la cultura, pág. 271,
Fondo de Cultura Económica, México, 1941.
(92) Sánchez Viamonte, C.. op. cit., pág. 313.
(93) Davis, H. W., Europa medioeval, pág. 160,
Ed. Labor, Barcelona, 1928.
(94) II Digesto Italiano, ibíd., pág. 883.
Ellandsheer o señor encarga a un vogt la
atención de sus asuntos. Este funcionario
se ocupará después de administrar justicia
hasta la aparición de otro funcionario,
el
scultetus, asistido por asesores ( o s ). •
Las transformaciones que se producen
durante los siglos xin y xiv culminan en
el xv con el entontamiento violento de la
población burguesa con los nobles, siendo
reducidos éstos a figurar como simples burgueses, si rio prefieren ser expulsados de la
ciudad. Aparecen entonces el burguermeister y luego el stettmeister, junto con 12
regidores y 24 senadores.
Las ciudades italianas tuvieron al principio magistrados llamados cónsules que
luego se transformaron en podestá; existe
además, una asamblea deliberativa, y un
esbozo de partidos políticos en los que se
advierte la lucha del patriciado burgués con
ei pueblo (»«).
(95) "Estos asesores eran llamados tioni homíni
o rachimburgui, elegidos entre los principales habitantes del lugar eu número variable, probablemente de 7 a 12. Bajo los carolingios y merovíngios los condes que administrábala justicia eran
acompañados por consejos de ese estilo, a cuyas
decisiones debían conlormarse en la época de Carlomagno. Bajo los reyes caroiingios, esoos bani homini fueron llamados scabini, de donde vino la
palabra irancesa echavin. Este consejo de scabini
llegará a ser el núcleo de las constituciones republicanas en las ciudades de Alsacla" (Batiííol, L.,
Les anciennes répubttques alsaciennes, pág. 78, Ed.
Flammarion, París, 1918).
(96) "Cuando el pueblo llegó al poder encontró en casi todas las comunas una constitución ya
esbozada: un estatuto (status). Estas constituciones primitivas no eran en la mayor parte de los
casos más que compilaciones desordenadas de toda
especie de reglamentos, desde las más insignificantes medidas de vialidad hasta las más delicadas
definiciones de poderes de los altos magistrados.
En los comienzos, el libro de la constitución es,
sobre todo, un manual práctico, para el uso de
los funcionarios públicos; sin embargo, esos estatutos avalan un esfuerzo tenaz, para corregir, poco
a pGv,o, la íncertldumbre de las soluciones primitivas, delimitar los poderes de los diversos funcionarios y reglar sus relaciones, representar en forma
legal los principales intereses sociales y dar garantías a los cuerpos colectivos y a las personas particulares" (Luchaire, J., Les démoeraiies italíennes, pág. 68, Ed. Flammarion, París, 1915).
Para una mayor extensión de este punto, Mariano de Vedia y Mitre estudia las Repúblicas Italianas, opinando que "en la Italia septentrional
las comunas medievales evolucionaban hacia un
nuevo tipo de gobierno que tomó el nombre de
signaría . . . . que recordaba las tiranías de la Hélade". Según este autor, la primera signaría fue la
de Ferrara, donde en el año 1208 se puso al frente
de la comuna a Azzo d'Este, posteriormente reconocido como jefe de los güelfos.
"En el siglo XIII las signarías más notables eran,
aparte de aquélla, la de los Caliger o Della Scala
en Verona y la de los Torrlanl o Della Torre en
Milán. Más tarde surgieron los Gonaaga en Mantua,
-i Malatesta en Rimini, los Doria en Genova, etc.
Venena presenta la particularidad de
constituir una especie de monarquía vitalicia y electiva controlada por la oligarquía.
El dux es el jefe del gobierno, personaje
todopoderoso que transmite su magistratura a su hijo, y está en cierto modo, no obstante su autoridad absoluta, vigilado por
la aristocracia veneciana, formada por familias de ilustre estirpe, que integran el
Gran Consejo; este cuerpo ejerce el poder
legislativo y designa a todos los empleados,
con excepción de los que nombra el Senado.
Junto a esta asamblea, por lo general
muy numerosa, funcionaba un cuerpo más
reducido, el Senado, cuyos integrantes denominados pregadi, eran en un principio
sesenta, y luego, con la agregación de igual
número de zontos, llegó a reunir ciento
veinte miembros, a los que se agregan otros
funcionarios ( I J I <).
El Senado tenía a su cargo todo lo relacionado con los asuntos económico-financieros de Venecia, como asi también atendía las relaciones exteriores y decidía sobre
la guerra y la paz. Charles Diehl afirma que
el Senado veneciano era el más admirable
de los parlamentos. Lo secundaba en sus
tareas un cuerpo —el colegio— formado
La única ciudad que no se convirtió en signaría
fue Venecia.
"La signaría no reposaba en la soberanía de un
solo magistrado. Quien figuraba al frente de ella
ocupaba generalmente una de las magistraturas de
la comuna, que se convirtió generalmente en principado y significó en cuanto a un pequeño territorio la misma tendencia centralizadora de las
grandes monarquías instauradas por entonces en
Inglaterra, Francia y España. Esa institución habría de ser hasta el siglo XIX y la época del Risargimento el prototipo de los gobiernos italianos. En
ese sentido, la signaría fue un episodio de la evolución que llevó a Italia del régimen feudal a la
monarquía unitaria" (Vedia y Mitre, M., Derecho
político general, t. 1, págs. 187 y 188, Ed. Guillermo
Kraft, Es. Aires, 1952).
(97) "El dogo dux y sus consejeros, ios jueces
de la quaranta, los procuradores de San Marcos,
los seis Sabios Grandes, los tres abogados de la
Comuna, los jefes de los principales servicios públicos, los embajadores y, de regreso de sus inspecciones, los proveditori. Con todos estos elementos, la asamblea era de casi 300 personas" (Sánchez Viamonte, C., op. c-it., pág. 321).
"En el año 1927 se operó una reforma de más
significación, aunque se llamó la serrata del consiglio. La constituyó una nueva organización del
gobierno, mediante la cual alcanzó mayor poder
la clase aristocrática o patricia. En teoría todos los
ciudadanos venecianos tenían acceso al Consejo,
pues no había distinción sobre ¡as condiciones de
origen o nacimiento que debieran revestir los electos. Pero en el hecho un grupo de familias detentaban el poder al punto de que sólo sus miembros
llegaban al gobierno. En el siglo XIV, se estableció oficialmente una lista que se llamó el Libro
de Oro en la que figuraban exclusivamente los
miembros de las familias fundadoras de Venecia,
quienes sólo podían ser elegidos" ¡Vedia y Mitre, M., op. dt., pág. 190).
por 26 funcionarios, entre los cuales se encontraban los seis Sabios Grandes, que eran
los verdaderos ministros, que ejercía, junto
con la señoría, el Poder Ejecutivo.
La constitución veneciana establecía una
institución llamada el Congreso de los Diez,
cuyas funciones se fueron haciendo cada
vez más importantes, afirmando aún más
el privilegio de la aristocracia. Este cuerpo
tenía como misión principal recibir las denuncias que se formulaban contra los magistrados del Senado e inclusive contra el
mismo dux, aplicando —luego de la sustanciación de juicios sumarios y secretos—
severísimas penas por delitos de traición
y rebelión.
"Pocos regímenes han sabido mantener
el orden en el interior de la ciudad, evitar
esas perturbaciones civiles que tan gravemente padecieron otras ciudades italianas
y dar a su política exterior una más firme
continuidad como lo hizo la constitución
oligárquica de Venecia" ( 9S ).
En Florencia, se destacaba el Consejo
que tenía una composición especial, pues
estaba integrado por los priores (representantes) de las artes, llamados así los 21
gremios en que se aprupaba la población,
dividida en popólo grosso y popólo minuto,
según perteneciera a un arte mayor o menor. El Consejo designaba su presidente,
llamado gonfaloniero, quien tenía el mundo
de la ciudad, dividida ésta en cuatro cuarteles, eligiendo cada uno de ellos dos priores. Los ocho priores que ejercían la más
alta magistratura fueron los signori priori
di liberta.
Existía también un cuerpo de 16 gonfalonieros de las compañías del pueblo, y los
consejeros de la signori a, en número de
doce. También funcionaba el Senado, "cuyo
número y designación varió hasta el final
del siglo, esto es, hasta la invasión francesa
de Carlos VIII, en 1494".
Es interesante hacer notar que, de acuerdo con la división de la población, agrupada en las artes, sus representantes eran los
que efectivamente ejercían el gobierno, excluyendo a los nobles y a los plebeyos, que
no estaban representados en ningún gremio; por lo tanto, el gobierno estaba en
manos de la burguesía.
"Presa codiciada de todos los poderosos de
Europa, Italia fue teatro y víctima al mismo
tiempo de sus empresas guerreras y de
sus intrigas políticas, conservando sus instituciones locales hasta fines del siglo xvm.
Recién a mediados del siglo siguiente se
inició en ella la era del constitucionalismo,
con el Estado de Cerdeña, en 1848, que lue-
go pasó a ser la carta constitucional del
Reino de Italia" (»«).
4. El goWerno en Francia. El proceso de
unificación llevado a cabo por los Capetos
partiendo desde el ducado, favorecido por
la privilegiada posición y la fortuna, "acaban por hacer una masa compacta de los
varios trozos de la muestra feudal". Los
medios empleados para conseguir la unificación y los resultados obtenidos, que significan la concreción del reino más centralizado y unido de Europa, dan elementos
interesantes para el estudio de la historia
del gobierno.
Para ser posible la centralización en la
monarquía capeta, hubo que vencer al sistema feudal más perfecto, destruyendo el
poderío de los señores, que se apoyaban
fuertemente en el sel} government local,
"La supremacía definitiva de la corona, que
arrancó a los señores su poder, destruyó
también la autonomía local, que, en muchos casos, los señores dejaron desarrollarse,
y ni la revolución ni ninguno de los gobiernos que la siguieron, 1& volvieron su
vida real. Las libertades locales tomaron
una forma y adquirieron vigor, en el momento mismo en que el poder monárquico
se abría un camino hacia la supremacía, y
con esas libertades locales, fue con la que
los reyes tropezaron cuando acabaron la
lucha primitiva con el feudalismo. Entonces
tuvieron que destruirla definitivamente perfeccionando la 10organización administrativa
centralizada" ( °).
En los primeros tiempos de los capelos,
existían algunos funcionarios importantes
como el canciller, que cumplía las funciones
de secretario particular del rey y custodio
de los archivos y documentos de la corte;
el chamberlán, con funciones de intendente
de palacio; el senescal, que .presidia el tribunal feudal, representando al rey en la
administración de justicia; el gran mayordomo, funcionario que administraba las
propiedades del monarca.
Del desarrollo del tribunal feudal se llega
a la constitución de un consejo de gobierno
que luego se divide en comités con funciones politicas, judiciales y financieras. La
división en secciones separadas se produce
después, creándose el Consejo de Estado,
con funciones políticas; las funciones judiciales confiadas a un Parlamento, que se
conoce con el nombre de Parlamento de
París y por último, un tribunal de cuentas
con funciones financieras. Bajo el reinado
de Luis IX el Parlamento de París fue considerado el centro judicial de Francia ("»)
(99) Sánchez Viamonte, C,, op. cit., pág. 32S.
(98) Diehl, C., Une république paMcienne: Venice. pág. 118, Ed. Flammaríon,, París, 1921.
(100)
Wilson, W., op. cit., pág. 215.
(101)
Existieron también 13 tribunales Judicta-
y se hallaba dividido en cuatro secciones:
la Gran Cámara, la Cámara Criminal, la
Cámara de Instrucción o investigación (En-
quétes) y la Cámara de Demandas (JSequetes).
Al hacerse más completa la centralización de Riehelieu, surge el funcionario' llamada el intendente, agente directo del rey,
designado desde luego por él, y dueño absoluto en las provincias.
Al realizar un ligero esbozo de las formas
de gobierno de las ciudades, se aprecia que,
en líneas generales, eran iguales en todas.
Una Asamblea de Notables y otra General,
separadas entre sí, tenían cada una, funciones distintas: la primera, de aconsejar
a los magistrados municipales, los cuales
eran elegidos por la asamblea popular; los
cuerpos municipales estaban integrados por
un alcalde y por consejeros que formaban
su corps de ville.
Este sistema de autogobierno fue también
adoptado por algunas provincias, pues muchas de ellas tenían sus "Estados" particulares, asambleas integradas por tres eleme,n~
tos: la nobleza, el clero y los burgueses;
"las provincias de la antigua Francia, en
número de treinta y seis, eran entidades
feudales distintas, como los condados Ingleses" (i»2) y llegaron a distinguirse de los
demás por la denominación de paya d'Etots
(provincias con Estado).
A medida que la monarquía se iba afianzando, extendiendo su territorio, sometiendo a los señores feudales, se iban también
desarrollando las instituciones y una de
ellas, creada por Felipe el Hermoso, tuvo
gran importancia: los Estados Generales,
cuerpo integrado por notables y algunos
burgueses que hizo reunir el rey con el objeto de que afirmaran su autoridad frente al
Papa; era la primera vez que aparecía en
Francia el "tercer orden de los comunes,
que más tarde habría de arrancar su poder
al clero y a la nobleza y gobernar por si
con el nombre de pueblo". Hay que aclarar
no obstante, que los Estados Generales
nunca tuvieron carácter de cuerpo legislativo; los tres estados (nobleza, clero y burguesía) deliberaban separadamente; a veces obraban de acuerdo, pero jamás juntos;
ni podían hacer más que dar su opinión
cuando eran consultados, ni reunirse por
propia iniciativa, sino cuando eran convotes en Tolosa, Orenoble, Burdeos, Dijon, Rúan, Aist,
Eennes, Pau, Metz, Bonai, Besancon, Trévoux y
Naney.
(102) "Los Estados provinciales no eran, sin
duda, en su origen, otra cosa que consejos feuda-
les ordinarios, formados por representantes de todos ios que poseían privilegios corporativos o indlriduates, y cuyo parecer querían oír los duques
cados. "Sin embargo, sus reuniones, cuando
se efectuaban, contribuyeron a conservar
viva una forma útil de self government
que, en definitiva, dejaba ver á la nación
una libertad real y que, sobre todo, aseguraba el reconocimiento de la nación hacia
el Tercer Estado, el pueblo, cuyos miembros
más resueltos, los burgueses de la ciudad,
representaban realmente la vida política
local".
Estos Estados Generales se reúnen por
primera vez en Francia en 1302 y la última
reunión data de 1614, hasta 1789, después
de 174 años de inactividad, lapso durante
el cual el absolutismo no creyó necesario
oír la opinión de sus gobernados, pues su
poder era bastante como para no permitir
esa intervención, aunque más no sea para
compartir la responsabilidad del gobierno
en materia de impuestos y finanzas.
La evolución institucional de estos estados llega hasta la reunión, por decirlo así,
en un solo cuerpo deliberativo de los tres
órdenes en que se separaba —nobleza, clero y estado llano— por influencia y presión de este último que consigue transformar el carácter de aquellos para crear así
lo que se llamó la Asamblea Nacional, declarando que se convierte en Asamblea activa, hecho que marca la iniciación de la
revolución, completada más tarde con la
asunción de los poderes legislativos y constituyente y que culmina con la "Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano", dando nacimiento a una Francia
nueva. "Las teorías de los literatos, el ejemplo norteamericano, el recuerdo cíe las purgas del Renacimiento, de la Reforma y la
Ilustración por el hombre y el porvenir,
quedan condensados en forma de declaración y programa. La vida del individuo debía transcurrir en adelante —esta era la
general opinión— en una atmósfera segura,
santificada, respetada, independiente, den •
tro de una totalidad normal racional y naturalmente ordenada. Se creía que sólo por
la garantía de la libertad y la autónoma
dignidad del individuo alcanzaría la comunidad humana la madurez propia de una
existencia fecunda e históricamente responsable" (ios).
Sucede a la famosa Declaración de 1789
la primera Constitución de Francia de 1791,
garantizándose a la monarquía la sucesión
y ¡a intangibilidad, surgiendo así la República con un rey decorativo. "En esta primera constitución se manifestó la voluntad
del pueblo, pura y sin mistificaciones, comenzando el verdadero sistema representativo moderno" {i°*). En vez de dos asam-
o condes feudales para mayor tranquilidad y me-
(103)
to? Wentstar" (Wilson, W., op. cií., pág. 219).
(104) Arroyo Aldama, J., El sistema canxtitv-
Valentín, V., ip. cií., t. 3, pág. 285.
bleas crea una, quedando por lo tanto descartado el Senado, y el rey no conserva
más que el poder ejecutivo.
La enunciación cronológica de las constituciones francesas que siguieron a la primera manifestación de 1791 permite dividir
el proceso histórico institucional en varias
etapas, comenzando con la abolición de la
monarquía hasta el primer Imperio, lapso
durante el cual aparecieron varias constituciones: la ya citada del año 1791, la del
24 de junio de 1793 y la de 1795; "las dos
primeras —según la opinión de Posada—
apenas fueron Derecho positivo vigente, y
la tercera había de sufrir los embates que
prepararon al Imperio" (i"3). Dice Arroyo
Aldama al comentar estas dos últimas constituciones que se advierten profundas diferencias entre ambas. "Si no admite la monarquía admite el principio monárquico
bajo la forma de un Directorio ejecutivo de
cinco miembros. En la Constitución del 91,
en el proyecto de Condorcet y en el Acta
Constitucional de Eobespierre, se suprimía
el dualismo de las Cámaras, y en ésta del
año 95 reaparece. Además, se restringe el
voto de los ciudadanos" (10(S).
Con la Constitución del 13 de diciembre
de 1799 se inicia otra etapa, la del Consulado y el Imperio; esta constitución preparada
por Síeyes, fue sometida a la consideración
popular, la que se pronunció en forma favorable por la nueva constitución o»?). El
Consulado fue evolucionando desde la temporalidad hasta el Consulado de por vida,
sirviendo a Napoleón como instrumento
para el ejercicio del poder absoluto ( 10S ).
Por esta constitución queda suprimido el
sistema representativo y "no deja más que
una sombra de libertad". El pueblo va abandonando la lucha para mantener sus libertades, buscando afanoso la tranquilidad y
el bienestar, creyendo que Bonaparte puede
hacer todo para conseguir tales propósitos,
permitiéndole que se vaya encumbrando y
reformar la Constitución a su voluntad
para que le sirva mejor a sus deseos de ser
el emperador vitalicio de Francia. Así el
Senado-Consulto del 4 de agosto de 1802 y
el del 18 de mayo de 1804 convierten finalmente a la Constitución del 1799 en una
verdadera constitución imperial; pero tuvo
otoña! en las diferentes formas de gobierno, pág. 27,
Madrid, 1903.
(105)
Posada, A.. Tratado de Derecho político,
t. 2, pág. 222, Madrid, 1935.
(106) Arro5'o AMama, J., op. cit., pág. 41.
(107) 3.011.007 en favor y 1.562 votos en contra.
(108)
"Bonaparte convirtió esta Constitución
en Instrumento suyo, del que pensaba servirse,
como se sirvió después, para llegar a ser de primer cónsul a emperador de los franceses" (Arroyo
Aldama, J., op. cit., pág. 42).
vigencia hasta el 2 de abril de 1814 fecha
en que el Senado conservador resolvió "la
caída de Bonaparte, iniciándose la etapa
de la restauración. El Senado declaró que
"las leyes constitucionales habían sido violadas por Napoleón", que "el monarca no
existe sino en virtud de la Constitución o
del pacto social", y que en su consecuencia,
"Napoleón Eonaparte era destronado, quedando abolido el derecho hereditario en su
familia". Se preparaba un trono para
Luis XVIII y la Constitución del 6 de abril
de 1814, aparentemente aceptada por el
monarca permitió a éste, hábilmente, mediante algunas observaciones en la Carta
Constitucional del 4 de junio del mismo año,
que apareciera como otorgada por el rey,
por lo que no admitió su sometimiento a la
consideración popular.
Sucede a ésta el Acta adicional a las constituciones del Impelió del 22 de abril de
1815, redactada por Bcnaparte en un nuevo
intento de restablecer el imperio, ahogado
en Waterloo. En realidad, esta nueva Constitución no contiene nada original, pues es
más bien una copia de Carta anterior, aunque debe hacerse notar que comienza a
aparecer la institución de los ministros del
Estado que con algunas vanantes permanecen en las constituciones cjue se sancionaron después, pero siempre defendiendo
los actos del gobierno.
El 29 de junio de 1815 aparece la décima
segunda constitución francesa, cuyo rasgo
distintivo puede hallarse en el intento de
restablecer el sufragio universal indirecto;
como complemento del acta constitucional
aparecen las declaraciones del 2 y 5 de julio, con "los derechos del pueblo francés".
Se inicia el régimen de la monarquía liberal doctrinaria con la revolución de 1830
que concluyó con el de las Cartas; así la
del 14 de agosto de 1830 "entraña una fórmula según ia cual la Constitución escrita
es un pacto entre el rey y la Representación
nacional" 0 o »).
Un nuevo período se inicia con la revolución de 1848, apareciendo la Constitución
de la Eepública Francesa, decretada por ia
Asamblea constituyente el 4 de noviembre
de 1848; establece el sufragio universal y
directo; reduce el poder legislativo a una
asamblea única y otorga la.;, funciones de
presidente a un ciudadano elegido por un
período de cuatro años. Esta Constitución
estuvo vigente solamente tres años; el 2
de diciembre de 1851 Luis Napoleón disuelve
la Asamblea, siguiendo a este golpe de Estado la elevación del príncipe presidente a
emperador, con lo que se inicia el Segundo
Imperio, dictándose el 14 de enero de '.852
(109)
Posada. A,, op. cit.,
g. 224.
la décima quinta constitución francesa, que
estuvo vigente durante 18 años. En ella se
establece la concentración de los poderes
en el presidente que, por medio de un senado-consulto (7 de noviembre de 1852) se
convirtió en emperador hereditario. Luego
de varias reformas se convirtió en un sistema imperial parlamentario hasta la invasión alemana y el desastre de Sedán que
concluyó con el imperio (4 de setiembre
de 1870).
Aparece luego un gobierno provisional
bajo el nombre de Gobierno de la Defensa
Nacional, iniciándose los preparativos para
la reunión de la Asamblea Nacional, propósito que se veía obstaculizado por la situación bélica que, luego de firmada la paz
con Alemania, se llegó a un acuerdo entre
los integrantes de la Asamblea, divididos
en varias tendencias, en el establecimiento
y conservación de un gobierno, adoptándose
el nombre y forma de la Eepública. Pero
transcurrieron cuatro años para que se pudiera adoptar una decisión con respecto a
la organización del Estado, elaborándose las
leyes constitucionales de 1875, las que no
podían ser modiñcadas sino por un procedimiento especial, distinguiéndolas de aquellas leyes ordinarias, modificabies por el
procedimiento común.
Por aquellas leyes constitucionales (del
24 y 25 de febrero y 16 de julio de 1875) se
daban en forma sencilla las bases de la
organización y funcionamiento del gobierno: elección y facultades del presidente, el
establecimiento de la Asamblea Nacional
con dos Cámaras, delimitándose sus pode-
res y la relación entre ambas y con el presidente.
Las leyes ordinarias, por su parte, regulaban la elección de los senadores y diputados y sufrieron varias modificaciones. Posada cita la opinión de Barthélemy, en el
sentido de que "la Constitución de 1875 es,
de modo general, una transacción entre la
República y la Monarquía" "Es tal, añade,
que el día en que se hubiera llamado al rey,
bastaría modificar el artículo 29 de la ley
del 25 de febrero de 1875 diciendo: El jefe
del Estado es el rey. La realidad histórica
de esta Constitución estriba especialmente
en que es la primera vez que el régimen
parlamentario se combinó con la República:
hasta ella, en efecto, jamás había existido
régimen parlamentario sino con monarquía"^»).
Según esta Constitución, la Asamblea
Nacional es el cuerpo más absolutamente
soberano, no obstante lo cual debe reunirse
solamente para tratar dos asuntos: la re(110) Posada, A., op. cií., pág. 230.
visión de la Constitución y la elección del
presidente de la República.
El jefe del Poder Ejecutivo dura en sus
funciones siete años y, entre las facultades
que le otorga la Constitución, figuran la de
suspender las Cámaras en todo tiempo —no
más de dos veces en el mismo período por
un término que no exceda de un mes— y
con el consentimiento del Senado, disolver
la Cámara, aun antes de que finalice el
período de sesiones.
Un gabinete integrado por los ministros
constituye el elemento que relaciona al presidente con las Cámaras y las funciones
políticas del cuerpo constituye el rasgo característico del gobierno en Francia; por
lo demás, hay que hacer la distinción entre
este gabinete y el Consejo de ministros,
aunque ambos estén integrados por las mismas personas. En tanto que el gabinete es
un cuerpo netamente político, el Consejo
ejerce funciones administrativas, revelándose con ello el doble carácter que tienen
los ministros. Estos, como gabinete, representan a las Cámaras y generalmente se
eligen de entre sus miembros; tienen la
obligación de asistir a las sesiones e intervenir en los debates. Como miembros del
Consejo, los ministros están subordinados
al presidente y son de derecho miembros
del Consejo de Estado, el más alto tribunal
de la República en cuestiones administrativas.
En conclusión, pueden anotarse algunas
consideraciones tendientes a aclarar la situación de los ministros en su doble papel
de miembros del Gabinete y del Consejo;
éste es un cuerpo reconocido por la ley y no
es más que el conjunto de los ministros deliberando sobre cuestiones que atañen a su
gestión política; con relación al presidente
puede señalarse, por último, que como Consejo son, hasta cierto punto, su creación;
como gabinete son en cierto sentido, los
amos. Los ministros son nombrados por el
presidente, pero debe nombrar a los que
estén de acuerdo con la mayoría de las Cámaras; son responsables ante ellas sólo de
los actos que ejecuten en el ejercicio de sus
funciones; dicha responsabilidad nace de
la ley, estando destinada al fracaso cualquier gestión de un ministro que no goce
del asentimiento del Parlamento y tan es
así que, derrotado en este sentido, sólo le
queda el camino de la renuncia.
En resumen, "el pueblo francés ha estado
un siglo entre la República, el Imperio y
la Monarquía batallando y luchando por
encontrar su mayor bienestar" (i 11 ).
Por su parte, el maestro Bielsa al hacer
una apretada síntesis de la evolución ins(111)
Arroyo Aldama,,J., op. cií., pág. 54.
titucional de Francia a través de sus constituciones, señala que "desde 1791 hasta
1852 tuvo trece constituciones, a saber: la
de 1791, monarquía constitucional; la de
1793, democrática representativa (jacobina) ; la de 1795, republicana; la de 1799,
consular (triunvirato dictatorial); ¡a de
1802, consular vitalicia; la de 1804, imperial
autocráíica, la de 1814, monárquica constitucional; la de 1815, imperial constitucional; la de 1830, semejante a ésta con algunas variantes; la de 1848, republicana democrática; la de 1852, dictatorial por diez
años; la de noviembre de ese año, imperial
democrática; la de 1860, 13
imperial con tendencia parlamentaria" O ) rigiendo actualmente la constitución que fue sometida
al referéndum el 28 de setiembre de 1958.
5. El gobierno en España. Afirman algunos historiadores que, si bien es cierto que
el territorio de Sa península ibérica tenía
ya moradores en las lejanas épocas prehistóricas, en la transición a la época histórica aparecen los íberos que procedían del
Sur. A ellos siguen" los celtas, de características arias, y de cuya unión surge la raza
celtíbera, que se gubdivide en varias tribus:
cántabros, astures, galaicos, lusitanos, turdetanos, que dan nombre a sus respectivas
regiones.
Luego de la aparición de fenicios, griegos
y cartagineses, llega la dominación romana
que se mantiene durante seis siglos, dividiéndose la península en dos partes; con el
imperio se crearon tres provincias: Tarraconense, Lusitania y Bélica a las que se
agregaron luego otras. Roma deja en España varios elementos sociales, aparte del
régimen de gobierno representado por los
pretores y luego por el proconsulado; entre
estos elementos pueden mencionarse: el
idioma latino, el Derecho romano, el régimen municipal, base del gobierno local y
la religión cristiana.
La caída del Imperio Romano provoca la
invasión de los bárbaros a España, penetrando los suevos, alanos y vándalos, que
fueron vencidos por los visigodos, cuyo primer rey, Ataúlfo, se instala en Barcelona.
Los visigodos constituyeron la monarquía
española, de carácter atemperado y electivo,
tendiendo a convertirse en hereditaria; ese
carácter electivo eraren cierto modo formalista ya que la obtención del poder se efectuaba generalmente en forma violenta, tratándose luego de cumplir con el requisito
de la elección, la que no se regía, a pesar
de ello, por normas establecidas hasta el
VIII Concilio de Toledo, "el cual exigió en
el candidato que fuera de buenas costum(112) Bielsa, B., "Cuestiones de actualidad", en
lo Ley. t. 88, pág. 826.
bres, prohibiendo el trono a los sediciosos.
La elección tenía lugar en Toledo o en el
lugar donde hubiera muerto eí rey anterior.
La aclamación popular, el juramento del
monarca obligándose a guardar y cumplir
las leyes, y la bendición religiosa, completaban la elección" ("3>.
Aparece, pues, esta institución de los concilios que restringieron la autoridad real,
como el famoso Concilio IV, canon 75, que
establece que los reyes no sentencien por
sí solos en causas capitales o de intereses.
En cuanto a la elección establece que,
"muerto el rey, los obispos y los nobles, de
acuerdo, procedieran a elegir sucesor. Con
Leovigildo, la monarquía goda adopta el
tipo romano y se rodea de gran esplendor" («*).
Hay que destacar la importancia que adquirieron como instituciones políticas estos
concilios de Toledo, convocados por el rey
y a los que asistían, además de los representantes de la nobleza y del clero, los go-;
bernadores de provincias, sin que el pueblo]
estuviera representado por personaje al-|
guno. "Funcionaban estos concilios comoj
asambleas eclesiásticas y como órgano legislativo secular. En el primer conceptoj
promulgaban cánones en materia de fe y|
de disciplina eclesiástica, con intervención <
exclusiva de los dignatarios de la Iglesia.
En el segundo concepto, daban leyes de
carácter secular, que el monarca confirmaba. Este solía entregar un escrito, llamado
tomo regio, en el que señalaba los asuntos
que sometía a las deliberaciones de la
asamblea.
"Podían los monarcas dar leyes por si
solos, pero procuraban apoyarse en la autoridad y sabiduría de estos concilios, que no
sólo fueron para la realeza un sostén, sino
también un freno moral, social y religioso" («5) .
:;
De estos concilios nacieron generalmente j
los fueros, como el de León del año 1020, y
el Fuero de Compostela de 1114. Le suceden
los primeros concilios de la Reconquista,
convocados y presididos por el rey. Estos
concilios bifurcaron con el.correr del tiempo la consideración de los asuntos, pues poi
un lado se realizan concilios para tratar
cuestiones exclusivamente eclesiásticas y
por otro lado nace una institución que ha
de adquirir mucha importancia en la historia española: las Cortes. "Algunas opinan
que las Cortes proceden de las curias plenas,
ampliación o forma solemne de la curia o
consejo real".
(113) Eneida-pedia Universal ¡lustrada EsposoCulpe, t. 21, pág. 510.
(114) Minguljon y Adrián, 8., Historia del Derecho español, pág. 49, Kd. Labor, Barcelona, 1933.
(115) Minguijon y Adrián, S. op. cit., pág..51,
Una característica relevante presenta la
constitución de las Cortes; los tres elementos integrantes de ellas son el clero, la nobleza y el pueblo que aparece con Ja representación de los consejos. Minguijón y
Adrián sostiene que, a pesar de que el rey
podía convocar a una o dos de las tres órdenes que integraban las Cortes, no existen
verdaderas cortes sin la presencia de los
representantes populares, Continúa el autor
enumerando las condiciones para que una
ciudad o villa tuviera el derecho de enviar
representantes a las Cortes, forma de elección de ios procuradores, retribución que
percibían, facultades e inmunidades de que
gozaban, etcétera ("«).
Por su parte el profesor Claudio Sánchez
Albornoz, al estudiar las asambleas populares denominadas conventus populi o conventus puUicus, que se reunían —en el período post visigótico— en las plazas con el
fin de presenciar la ejecución de sentencias,
afirma que tales asambleas fueron reemplazando a la intervención del pueblo en
los municipios de tipo romano ( < « ) ,
Es interesante destacar la distinción que
existe entre ios llamados Fueros y las Cartas Pueblas o Cartas de Población. Los primeros son esencialmente pactos que se realizan entre el señor y sus vasallos, aunque
aveces impuestos a aquél; constituyen concretamente un cuerpo de legislación para
ciudades ya constituidas, teniendo especialmente carácter dé legislación comunal.
Las Cartas Pueblas son conjunto de condiciones con que se va a fundar una población, estableciéndose concretamente las
ventajas que se ofrecen.
De su condición estrictamente ¡ocal y comunal, los Fueros van extendiendo su alcance y así aparecen Fueros para todo un
reino, como el Fuero de León (1017 a 1020),
señalando el Fuero Real de Alfonso X el
instante de mayor importancia en la historia jurídica de Castilla, que reúne en forma
más o menos orgánica las principales materias legislativas, "no sólo como reflejo del
Derecho romano y del canónico, sino también de la tradición jurídica española". A
esta misma época (1254-1255) pertenece
también el Espéculo, considerado como
un antecedente de las Siete Partidas. De
acuerdo con la autorizada opinión del doctor Manuel Ossorio y Florit (us> ai referirse a los fueros españoles y al sistema o
(116) Minguijon y Adrián, S., op. cit ..pág9. 88
a 101.
(117) Sánchez Albornoz, C., Ruina y estentión
del municipio romano en España e instituciones
que lo reemplazan, Facultad de Filosofía y Letras,
Bs. Aires, 1943.
(118) Ossorio y Florit, M.. DEEECHO FOBAL, en
esta mismo Enciclopedia, t. 7, pág. 174.
Derecho foral que con ellos se forma, "se
está aludiendo a ios fueros de Aragón, de
Cataluña, de Valencia, de Navarra y de las
provincias vascongadas".
Volviendo a la organización del gobierno
en la época de los visigodos, puede decirse
muy poco, dada la inseguridad de los datos
históricos que se han recogido. Se cree, no
obstante, que la nobleza, integrada por los
séniores (que formaban las antiguas asambleas) , los optimates, ios primates, etcétera
participaban de las funciones del gobierno,
ya que la Curia o Corte del rey estaba integrada por ellos, formando en conjunto el
Oficio palatino, cuerpo que intervenía en la
legislación, gobierno y elección de ios reyes ("»).
Con respecto a la organización administrativa los visigodos mantuvieron la qae
habían implantado los romanos, estando
las provincias a cargo de u-n gobernador
(duque), quien era substituido en caso de
necesidad por un funcionario llamado gardingo y sobre el cual existe una duda entre los autores con respecto a su origen y
funciones; las ciudades eran gobernadas
por condes, con atribuciones especialmente
civiles y administrativas y las villas y demás
lugares por propósitos o villicos. El régimen
municipal también se conservó y en cierto
modo quedó asegurado especialmente con el
Breviario de Alarico,
Con la invasión árabe y la reconquista de
España se produce ¡a dualidad de instituciones correspondientes a la España musulmana y a la cristiana.
La época que podría denominarse musulmana presenta varios periodos (12í!), que
comienza con el emirato (711 a 756); los
emires, con funciones de gobernadores generales, dependían de! califato de Damasco, instaurándose luego el emirato independiente, con características de poder unitario, con la única limitación impuesta por
(119) "Acerca de tas asambleas políticas entre
los visigodos, se discute por los autores. La opinión
más moderna y general es la que el antiguo placitum o reunión de todo el pueblo sólo se conservó
en las ciudades, desapareciendo el general o de toda
la nación por la imposibilidad de reunirlo una vez
abandonada la vida de tribu; a este placitum general substituyeron las asambleas de séniores, que
Alarico modificó, añadiéndose la representación del
episcopado y de los electores provinciales, y que
terminaron «Se reunirse con la calda de la dinastía
Baltha. En cambio, desde la conversión de Recaredo empiezan a adquirir carácter político los Concilios de Toledo, que llegan a ser asambleas mixtas (religioso-políticas), formadas por el clero y la
nobleza y que tuvieron ciertas atribuciones de carácter religioso, así la Iglesia y el clero entran a
constituir (como ya lo habían sido el politeísmo
y el arrianismo) un elemento político" (Enciclopedia Espasa-Calpe, t. 21, pág. 510).
(120)
E! emirato (711 a 756), el califato (756
a 1031) y el de los reinos de taifas (1031 a 1492).
los preceptos religiosos; la forma monárquica era hereditaria y electiva; el califa
designaba su sucesor quien debía ser aceptado por los principales funcionarios del
Estado y los jeques de tribus.
Las instituciones políticas subordinadas
al califa se pueden agrupar en dos órdenes,
el espiritual y el temporal. Entre las primeras se encuentran: el presidente o director de la oración pública, el muíti, especie
de pretor cuyas decisiones en asuntos privados podían considerarse como verdaderos
edictos preteríanos perpetuos, el cadiazgo o
institución judicial, el director de ¡.a guerra santa, el jefe de la policía armada, que
desempeñaba a veces funciones judicales en
materia criminal. Entre ¡as segundas pueden distinguirse la administración central
de la provincia, confiada a los ministros
que se dividían los asuntos y se relacionaban con el monarca por intermedio de uno
de ellos, especie de chambelán; existía asimismo un cuerpo con carácter de Conseio
de Estado que asesoraba al califa en ios
asuntos graves.
En las provincias existia un gobernador,
con dependencia directa del califa y tenía
bajo su autoridad a los lugartenientes de
distritos y a los comandantes de fortaleza;
en las ciudades también existía un gobernador y una asamblea de notables.
El período que podría llamarse de la
España cristiana, se caracteriza por la
existencia de diversos reinos independientes que se regían por una legislación
local y por costumbres "tan arraigadas en
el sentimiento de los respectivos pueblos,
que perduraran pese a la unificación de España en tiempos de los Reyes Católicos"
(121).
Es importante señalar que el poder real
de cualquiera de los reinos independientes
no era absoluto; no sólo las leyes limitaban la autoridad del rey, sino también las
costumbres, A ello se agrega la descentralización del poder en varias jurisdicciones,
posibilidad del ejercicio de un poder supremo por parte del monarca. Por lo demás, las decisiones del rey debían ser respaldadas por la aprobación de los nobles y
del pueblo para que pudieran tener fuerza
de ley.
Con la unificación de los reinos españoles
consolidada con la toma de Granada (último baluarte de la dominación árabe) y la
anexión de Navarra, comienza la etapa que
concluirá con el reinado de Felipe II, que
instituye un gobierno de características absoluta y personal.
"El régimen monárquico, bajo su forma
autop.rática y centralizada, fue establecido
(121) Gssorio y Florit, M., op. cit., pág. 174.
en el hecho por Fernando e Isabel la Católica. Carlos V lo perfeccionó todavía más,
y Felipe II le dio fuerza y forma defintiva,
que debía conservar en España hasta la extinción de la dinastía de los Habsburgo. Y
esta autocracia castellana sirivió de modelo
a todas las casas reinantes de Europa" ( m ).
El rey absorbe bajo su poder algunas de
las facultades que pertenecían a los señores
feudales y va ejerciendo las atribuciones
que le confiere el patronato en materia religiosa, restringiendo las facultades comunales, anulando en todo lo posible la influencia de las Cortes. "Sin embargo, sería
un error creer que la monarquía llevada
en esta forma, no encontraba limitación
alguna en el ejercicio del poder. En realidad
esa autoridad, al parecer absoluta, se estrellaba con una multitud de trabas y restricciones, una multitud de pequeñas influencias locales, que se obstinaban en no
abdicar, y que sólo aguardaban la ocasión
para recobrar su completa independencia".
Los Reyes Católicos organizaron su gobierno creando Consejos (de la Santa Hermandad, de la Inquisición, de las Ordenes
Militares y de las Indias) que se sumaron
a los otros cuerpos: Consejo de Estado, de
Justicia y de Hacienda; este aparato gubernamental fue completado en tiempos de Felipe II por ios Consejos de Castilla, Aragón, Flandes e Italia. En cuanto a las facultades y atribuciones de estos Consejos, es
necesario destacar que sóio podían emitir
su opinión al ser consultados, siendo el rey
el que decidía en defintiva.
Posteriormente, en época de los reyes pertenecientes a la casa de Austria, aparecen
en el escenario del gobierno unos personajes que fueron denominados válidos o primeros ministros, quienes prácticamente'
marón la conducción del país.
Con el advenimiento de los Borbones.
monarquía española presenta otras características, estudiadas por Luis Bertrán!"
"La monarquía española va pareciéndose
más y más al prototipo francés, en cuanto
¡a centralización gubernativa se hace más
completa a expensas de los privilegios regionales y con la abolición del virreinato.
Los validos son reemplazados por ministros
regulares, y los consejos y juntas ceden su
sitio a verdaderos ministerios".
Adolfo Posada al estudiar el Derecho constitucional de España, expone una síntesis
cronológica de los acontecimientos y factores que influyeron en las variaciones operadas en el Derecho constitucional español;
establece que: "España ha tenido su rao(122) Bertrand, L., Historia de España, trad.de
Ernesto Montenegro, pág. 348, Santiago de Chile,
1937.
narquía absoluta hasta 1808; sus primeros
tanteos de régimen constitucional en Bayona (1808) y en Cádiz (1812) ia restauración del absolutismo (1814), una nueva iniciación del régimen constitucional en 1820,
otra reacción absolutista apoyada por una
Intervención francesa en 1823, y la implantación del régimen constitucional atenuado
en 1834, con la afirmación más franca de
este régimen en 1836 y el cual toma luego
diversas formas —constituciones de 1837, de
1845 y nonnata de 1856—. En 1868, una revolución antidinástica implantó nuevo régimen constitucional de tendencias democráticas y más netamente representativo,
elaborándose la Constitución de 1869, que
establece la forma monárquica, eligiéndose
rey a Amadeo I de Saboya; como consecuencia de la renuncia de éste, proclamaron
las Cortes de República —la primera República— en 1873, que no logró consolidarse.
Un movimiento militar —un pronunciamiento— realizó la restauración borbónica
(1874-75), entrando en Cortes la Constitución de 1876, vigente hasta que, roto por el
rey el pacto constitucional de 1823, quedó
aquélla en suspenso, no siendo posible reanudar su vigencia en 1930 —al caer la dictadura—, y realizándose en 1931 un fuerte
movimiento de opinión que provocó la proclamación de la Segunda República (abril
de 1931), que ordena su legalidad con la
Constitución de 9 de noviem. de 1931" (123).
6. El gobierno en Inglaterra. "La historia del gobierno de Inglaterra, como en
Alemania, comienza con la política primitiva de las razas teutónicas" (121). En la
antigüedad se supone poblada por una raza
de "íberos morenos", comerciantes, que vivían en forma primitiva, organizados en
clanes y tribus. Las sucesivas invasiones que
soportaron las islas fueron dejando un sedimento de cultura, de costumbres que al
fin, unido a las peculiaridades de los primitivos habitantes y modelados por nuevas corrientes a través de los siglos, hacen
de Inglaterra un pueblo de definida individualidad. Wlnston S. Churchill afirma
—refiriéndose a la isla y al pueblo— que
"Quienes la habitan, no son insensibles a
cualquier desplazamiento de poder, cambio
de fe o aún de moda en el continente; pero a cada práctica o doctrina que les viene
del exterior, dan su giro y sello peculiar. Una
provincia del Imperio Romano, aislada y
abandonada en las aguas de la gran convulsión de la edad de las tinieblas; unida de
nuevo con la cristiandad y casi arrancada
otra vez de ella por el danés, pagano; victoriosa, unida, pero exhausta, rendida casi
(123) Posada, A,, op. cií., t. 2, págs. 259 y 280.
(124) WlJson, W., op. cií,, pág. 351.
sin resistencia al parecer ea la augusta estructura del feudalismo católico, pudo, sin
embargo, reaparecer con su individualidad
propia. Ni su civilización ni su lengua son
del todo latinas ni del todo germánicas.
Posee un cuerpo de costumbres que, cualquiera sea su origen en definitiva —derecho
popular traído de allende el mar por los
daneses y por los sajones antes que ellos,
máximas de jurisprudencia civil tomadas
de los Códigos romanos— se 2está organizando en un derecho único" O »).
A la invasión romana le siguen los nórdicos y anglosajones, llegando luego los daneses y normandos.
Las primeras instituciones teutónicas comienzan por ser locales, por tribus; los
hombres se gobiernan por familias, siendo
la aldea la base de la vida política. De.
esta época puede considerarse la primera
reunión de los hombres libres —vülage
meeting—. Además existía una organización más amplia, ya que las comunidades
se hallaban reunidas en centurias, hundred, de la reunión de estas centurias se
constituían los pequeños reinos (126) los
cuales poseían un Consejo General que se
reunía bajo la presidencia del rey; luego
esos reinos se redujeron a la categoría de
condados y sus folk moots se convirtieron
en shire-moots presididos por el sherif como representantes del rey; también en esa
asamblea se hallaban presentes la Iglesia
por medio de un obispo, el caldorman que
representaba a la tribu, integrando asiraís^mo el cuerpo los landowners, propietarios
de los condados, el bailio, el sacerdote y
cuatro representantes de cada towship, más
doce de cada hundred.
Aparece también una asamblea de carácter nacional, el
Witenagemot, o asamblea
de los sabios (127). Entre sus muchas atribuciones, poseía la tan importante prerrogativa de elegir y destronar al rey. "Era
el Tribunal Supremo del reino, para los
(125) Churchill, W. S., Historia de ínglaterra.
y de los pueblos de habla inglesa, pág. 13, Ed, Peuser, Bs. Aires, 1958,
(126) "El hunáred, como las unidades más pequeñas del sistema, esto es, las numerosas aldeas,
las comunidades locales, tenían su moot o asarnblea, compuesta por el sacerdote, el reeve y cuatro representantes de cada aldea comprendida en
los límites territoriales. Por encima de «sta asam-
blea estaba el folk-moot" (Wilson, W., op, cií., página 353).
(127) No existen datos seguros con respecto a
las facultades de este cuerpo, aunque se supone
que poseía las mUsmas características de las asambleas a las que reemplazó. Estaba integrado por el
rey, sus ministros, altos dignatarios de la Iglesia,
nobles, grandes propietarios y demás personajes
distinguidos. Se discute si intervinieron en su composición los simples ciudadanos libres; Stubbs no
lo niega; Freeman sostiene que al principio no tomaron parte, pero pu«de suponerse que poco a
procesos civiles y criminales. Participaba
con el rey, en el poder de hacer las leyes,
de nombrar funcionarios y determinar los
impuestos. Cuando el poder e influjo del rey
aumentaron, la cooperación del Witenagemot en materia judicial y legislativa, se
hizo
cada vez más cosa de mera forma" O 28 ).
La conquista llevada a cabo por los normandos, provocó en Gran Bretaña un cambio importante en todas las instituciones
políticas, "Jamás la conquista de un país
—afirma H. Pirenne— ha sido acompañada
de una perturbación tan completa de las
instituciones políticas y de toda organización
del Estado", con excepción de la conquista
del mundo cristiano por los árabes.
Teniendo en cuenta la forma de la conquista normanda efectuada por Guillermo,
debía éste sostenerse por la fuerza, por lo
que necesariamente debía reunir un poder
tal que no permitiera la actuación de las
asambleas del pueblo; la constitución debía ser, por lo tanto, marcadamente monárquica. "Estaba reservado a un gran vasallo del rey de Francia crear la monarquía
más vigorosa de Europa" (12»).
Estableció un régimen feudal pero que se
diferenciaba notablemente del sistema de
Francia, ya que no otorgó a nadie las prerrogativas del régimen, sino que mantuvo
bajo su poder toda la propiedad de las tierras del reino, las que distribuyó entre sus
principales príncipes normandos, otorgándoles nada más que la tenencia.
Hay que señalar, como una característica
de la evolución institucional de Inglaterra,
que el desenvolvimento se ha ido efectuando en una forma tan imperceptible que es
muy difícil establecer exactamente la fecha de una modificación; de todos modos,
debe hacerse notar que la evolución sigue
el proceso siguiente: el Gran Consejo (nacional) se convierte en Parlamento del reino; los miembros de aquél formaron un
Consejo real permanente, del cual se originó laego el Consejo privado moderno y por
último el gabinete. Los miembros del Consejo permanente se fueron separando de los
otros, desempeñando funciones distintas y
creando cuerpos como los tribunales del
Exchequer de la Cancillería y del Common
Law.
El Consejo permanente, compuesto en la
época de los normandos por los dos arzobispos de Canterbury y de York, el justicia,
el tesorero, el chambelán, el mariscal, el
canciller, el senescal, el mayordomo y otros
funcionarios, constituían un cuerpo de consulta del rey y era, en cierto modo, una
poco algunos fueron invitados a participar en la
asamblea.
(128)
(129)
Wilson, W., op. cit,, pág. 354.
Sánchez Viamonte, C., op. cit., pag. 353.
parte escogida del Consejo Nacional. Sus
atribuciones eran extensas y tanto que el
rey hacía de él "su agente administrativo,
judicial y legislativo".
De este Consejo permanente —como queda dicho— se derivó el Consejo privado, que
apareció en el reinado de Enrique VI (14221461); resultaba ya un tanto incómodo para
el rey poder manejar un cuerpo tan numeroso como el Consejo permanente, por lo que
optó por formar uno más reducido, cuyos
miembros fueron sacados de aquél, constituyéndose en el principal cuerpo administrativo y de gobierno.
Con el correr del tiempo se produce una
nueva modificación en el Consejo privado
—la tercera redxicción—, apareciendo un
cuerpo elegido por el rey que hizo de él su
confidente especial, tomando sus miembros
del cuerpo general de los consejeros; reuníanse aparte, no en la gran Cámara del
Consejo, sino en una pequeña pieza o gabinete («O).
Con el advenimiento de Enrique II —el
primero de los Platagenet en el trono de Inglaterra— se inicia una etapa de gran evolución de las instituciones políticas y en la
legislación, unificando las costumbres que
conducen a la formación del Common Law.
Creó una monarquía poderosa, suprimiendo
casi completamente el sistema feudal, pero
pronto sintió la oposición de la nobleza
—obligada a pagar impuestos elevados— y
de la Iglesia; "a la que impuso las constituciones de Clarendón, mediante las cuales
(130) El desenvolvimiento del Gabinete íué descripto por H. D. Traill en Central Government (En-
glis Citizen Seríes), págs. 23-25: "1) Primeramente
encontramos el gabinete bajo la íorma de una camarilla, pequeña, informe, singular, elegida libremente por el soberano de entre tos miembros del
cuerpo más amplio, formado por el Consejo privado, consultado por la Corona.
"2) Ese Consejo consultivo toma «1 título especial de Gabinete, pero sin tener situación reconocida, sin reemplazar de una manera permanente al
Consejo privado.
"3) Guillermo III íorma un ministerio representante, no de varios partidos, sido del dominante
en el Estado. Si bien el Gabinete permanece ignorado por la Constitución, llegó a ser, aunque no de
derecho, de hecho el único y verdadero Consejo
consultivo supremo, la única autoridad consultiva
del Estado.
"4) Por último, a íínes del siglo XVIII Ja concepción del Gabinete corno cuerpo del Estado,
compuesto necesariamente: a) por miembros del
Parlamento; b) por los que tienen las mismas
ideas políticas y son elegidos en el partido que
tiene mayoría en la Cámara de los Comunes;
constituye un cuerpo que persigue una política de
armonía, bajo una responsabilidad común, que se
resuelve en una dimisión colectiva en caso de censura del Parlamento; y, por último, un cuerpo que
acepta la subordinación del ministro principal, se
inspira definitivamente en las teorías constitucionales modernas".
se subordinaba ¡a jurisdicción, eclesiástica
al control de los agentes reales".
Los sucesores de Enrique II no pudieron
mantener el absolutismo real cuya resistencia había sido encabezada especialmente
por la Iglesia, Ello produjo como consecuencia la imposición de la Carta Magna.
Es interesante detenerse un momento para
recoger la opinión de algunos autores, referente a este famoso documento, que signi-.
fica una evolución muy importante en la
historia de la instituciones inglesas, como
también constituye un elemento característico de la fisonomía del gobierno.
Henri Pirenne dice: "la fuerza de los señores contra Juan consistió en que expresó
las demandas de las clases que se habían
unido, y en ese sentido la Carta Magna, que
fue obligado a conceder, fue un estatuto
nacional. Fue, en realidad, sólo «na expresión de las demandas de aquellas clases a
favor de sus libertades, aunque esa misma
demanda abrió el camino para obtener más
tarde mayores concesiones. Esa fue la vía
que condujo al futuro. La historia postuma de la Carta habría de tener una extraordinaria importancia
en el desarrollo de la
libertad inglesa" O 3 *).
Por su parte, Winston Churchill expresa:
"Con el rey Juan, entramos en un siglo de
experimentos políticos; quienquiera que haya oído desde la niñez hablar de la Carta
Magna, que haya leído hace poco del interés y la reverencia con que recibieron en
Nueva York una copia de ella y que se ponga
ahora a estudiarla, por primera vez, se sentirá acaso un poco desilusionado y coincidirá
con el historiador que propuso transformar
su titulo llamándola, no Gran Carta de las
Libertades, sino la Larga Lista de los Privilegios. .., privilegios de nobleza a expensas del Estado. Esto se debe a que tenemos
una idea del derecho completamente diversa de la que abrigaban nuestros antepasados. Nosotros lo vemos como algo que cambia de continuo para hacer frente a circunstancias nuevas; criticamos a un gobierno
cuando se tarda en dictar nuevas legislaciones. En la Edad Media las circunstancias
cambiaban muy poco; el molde de la ciudad
estaba fijado por la costumbre o por decreto divino, y los hombres se imaginaban
la ley como un patrón fijo para imponer o
determinar los derechos y deberes de todos
en caso de injusticia o disputa.
"Por lo tanto, la Carta Magna no constituye un instrumento legislativo o constitucional en el sentido moderno. Es una
declaración convenida sobre lo que es de-
recho, entre el rey y sus barones; y muchas
de las cláusulas que nos parecen ínfimas y
puramente técnicas, indican los puntos en
que el soberano se les había entrometido en
los antiguos fueros. Quizá a su vez los barones victoriosos se entrometieron más182de
lo justo en los derechos de la Corona" ( ).
Más adelante continúa el autor: "Está
hecha bajo la forma que se parece a un
contrato legal y consta de sesenta y una
cláusulas, cada una referente a los pormenores que encarna. Carece enteramente de
una amplia declaración de principios del
gobierno democrático y de los derechos del
hombre. No es una declaración de doctrina
constitucional, sino un documento práctico
para remediar
abusos corrientes del sistema
feudal" (i 8 »).
Después de la Carta Magna, los autores
hacen iniciar en la historia institucional
inglesa un período o etapa que abarca hasta
la dinastía Tudor. En esta época el Derecho
público inglés ofrece relevantes progresos.
A comienzos del 1264 eí Parlamento recibe
a los comunes, es decir, la participación de
representantes de las ciudades y burgos.
Bajo el reinado de Eduardo III (1327-1377)
el clero menor no aparece ya en la asamblea
nacional y los prelados junto eor¡ los barones forman las dos cámaras; se reconoce
el principio de la responsabilidad de los ministros, confirmándose otras garantías. En
conclusión, al fin del período puede asegurarse que el rey no podía dictar leyes sin
e} consentimiento del parlamento y que debía observar las normas legales, de cuyo
cumplimiento se responsabilizaba a los ministros.
No obstante lo expuesto, quedaban aun al
rey importantes facultades: convocaba y
disolvía las asambleas, representaba al Estado ante los estados extranjeros, era comandante de las fuerzas militares, ejercía
el derecho de gracia, poseía un patrimonio
con abundantes entradas, etcétera.
Sucede una época de peligro para la Constitución; los gobiernos de Enrique VIII y
de Elisabeth fueron arbitrarios, debiéndose
hacer notar que durante el gobierno del
primero, el parlamento había caído en un
período de servilismo, aunque todavía no
puede decirse que las instituciones libres
hayan sido avasalladas. Las cámaras —en
el reinado de Enrique VIII— fueron convocadas para deliberar sobre los negocios más
graves, y entre ellos, con respecto al cambio
de la religión.
Jacobo I pretendió imponer la idea de
que las libertades públicas fueran concesiones del príncipe y fue a,poyado por juris-
(131) Plreime, H., Histoíre de l'Europe Oes «n-
rxtstons nú XVJs, aiécie, p&g. 191. Ed. Alean, Pa-
(132)
ria, 1936.
(1.33)
ChuroUU!. W. 8., op. cit., págs. 19 y 20.
Cburchtll, W.,"op. cíí., pág. 220.
consultos y teólogos, los que intentaran haello se produce como consecuencia de vacer prevalecer el principio a Deo rex; a rege rias causas, entre las cuales se destacan la
lex. Contra las arbitrariedades del monarca dificultad del idioma que padecieron los
y de sus sucesores se alzaron las protestas sucesores de Guillermo y María, el desarrode los comunes, reivindicando los derechos llo de las riquezas de los terratenientes, etdel pueblo. En 1622 declararon solemnemen- cétera. Se va desarrollando el régimen de
te que sólo el parlamento tenía facultades
gabinete, que se afirma después con la llepara dictar leyes, tomar las providencias gada de Pitt al poder, para alcanzar su
necesarias para evitar los abusos y declarar máxima importancia con la reina Victoria.
la, inviolabilidad de los miembros de la CáLa influencia de la aristocracia sobre el
mara de los Comunes. Aparece en esta épo- poder público se atempera con la preponca la Petición de Derechos, que constituye
derancia que adquieren las otras ciases, coel segundo acto importante dentro del De- menzándose a verificar este proceso con la
recho público inglés, proclamándose el prin- reforma electoral de 1832 y continuada con
cipio que ningún tributo podía existir, aun las de 1867, 1884 y 1885, coincidiendo con
bajo el nombre de benevolencia, como tam- análogas reformas introducidas en las adpoco podría establecerse ningún empréstito ministraciones de los burgos y condados, y
sin el consentimiento del parlamento, ni así la preponderancia de la Cámara de los
podía estar el ciudadano sujeto a leyes mi- Lores pasó a la clase media y a la Cámara
de los Comunes, con tendencia cada vez
litares especiales.
Después del reinado de Carlos I que in- más popular.
tentó gobernar sin el parlamento y restauEl gobierno inglés continuó siendo una
rada la monarquía. Carlos II y Jacobo II monarquía hereditaria, pero restringiendo
que se sucedieron en el trono defraudaron su poder, comenzando así un tipo de conslas esperanzas en ellos depositadas, olvi- titucionalismo que adquirió una caracterísdando el debido respeto a las instituciones, tica propia con la creación del parlamento
lo que provocó el tercer acto fundamental que paulatinamente va absorbiendo todas
del Derecho, es decir, la aparición del Habeas las funciones del gobierno.
Corpus en 1679, garantía de la libertad perOtra característica del sistema inglés apasonal que protege plenamente al ciudadano rece en el poder ejecutivo, constituido por
inglés, que posibilitó, con la revolución de el soberano y el gabinete de ministros.
1688 y el advenimiento al trono de Guiller- "Toda la autoridad real pertenece al gabimo y María de Orange, que apareciera la nete aunque los ministros no sean legalDeclaración de Derechos de 1689. Este do- mente más que los consejeros del soberano,
cumento se limita a enunciar los abusos an- y los asuntos se dirigen en su nombre. El
teriormente cometidos y formula aquellos verdadero papel del soberano en este sisteque deben ser los principios de la Consti- ma es de un consejero hereditario, distintución; limitando las facultades del rey, guido e influyente, cuya oposición tiene un
dispone que éste no podrá por sí dictar le- peso particular merced a la consideración
yes ni suspender su aplicación, como tam- elevada de que goza y a la familiaridad que |
poco imponer tributos ni efectuar recluta- tiene con los grandes negocios del Estado. '
mientos militares de ciudadanos. No podrá
El rey es, de hecho, aunque no en la teoría
el rey establecer tribunales especiales, re- legal, un ministro permanente, diferente de
conociéndose el derecho de petición, la li- los otros, principalmente por no ser responbertad de elección del parlamento, el libre sable ante el parlamento por sus actos y
uso de la palabra en las deliberaciones; se porque, en rigor, es menos poderoso que
establecen, además, otras garantías en ma- ellos" (i**).
teria judicial y penal.
El gobierno local en Inglaterra, extreAparece luego, siguiendo el orden crono- madamente complejo, ha nacido y se deslógico, otro acto fundamental para la Cons- arrolló lentamente, como las otras institutitución inglesa; los estamentos de 1700, es- ciones inglesas. En términos generales puede
tableciendo el Parlamento, con respecto a decirse que en casi toda la historia de Inla sucesión de la corona, que en caso de glaterra, exceptuando los períodos primitique los reyes Guillermo y María no tuvie- vos, los condados y ciudades han sido ¡as
ran sucesores, debía llamarse a la princesa principales unidades del gobierno local; las
Sofía, descendiente de una hija de Jacobo I, parroquias —divisiones de los condados—
declarándose al mismo tiempo el principio fueron absorbidas por el régimen feudal
de que la corona inglesa debía ser ocupada conservando sólo una pequeña parte de sus
por un soberano protestante.
atribuciones.
En esta época se produce una mutación
Los condados, con su influyente juez de
en la preponderancia que ejercía el rey so- paz, y sus amplias funciones administratibre los órganos del Estado, influencia que
comienza a ser ejercida por la aristocracia;
(134) Wllaon, W., op. cit,. pág. 363.
vas, son centros de la vida rural inglesa,
representando los distintos reíaos sajones
de la época de la heptarquía, aunque su
forma de gobierno haya variado fundamentalmente quedando pocas huellas de la primitiva, no obstante lo cual puede afirmarse
que los actuales órganos descienden de las
antiguas instituciones sajonas,
7. El gobierno en Alemania. Desde qwe
Luis el Germánico recibió las tierras al
oeste del Rhin, como consecuencia del tratado de Verdún que dividió el imperio carolingio, puede referirse, en rigor de verdad, a
Alemania.
El régimen feudal había hecho posible la
subdivisión de la tierra en forma, tal que
existían aproximadamente 300 soberanos, los
que a su vez dividían aun más sus posesiones para adjudicarlas a sus hijos; el feudalismo germano no se asemejó al de Francia,
pues no existía en Germania ninguna población sometida o romanizada.
Con el objeto de facilitar la tarea de
gobernar, los reyes francos delegaron sus
funciones, en cada región, en representantes
—los condes o Grafen— que tenían funciones en materia judicial, militar y financiera; pero esta autoridad debía respetar, por
su parte, las pretensiones de los príncipes
de las provincias y "recoger las reivindicaciones de los propietarios territoriales que
reclamaban una jurisdicción especial independiente" (i»»). Así, pues, junto al representante del rey, estaba el propietario territorial, que dio origen a la creación de dos
magistraturas, una de oficio y otra de propietario. "El Graf gobernaba en virtud de
su cargo, el barón en virtud de sus posesiones territoriales; había señores con privilegios y señores por comisión o encargo".
Con el tiempo, ambas magistraturas tendieron a confundirse, produciéndose una
transmutación, es decir, que el Graf llegó a
señor territorial hereditario y éste logró las
funciones de conde o poderes semejantes.
Junto a estas jerarquías estaban los más
antiguos príncipes de las tribus, con los que
se completa el cuadro de los grandes señores.
Este estado de cosas permite la generalización del sistema feudal en Alemania,
hacia el siglo xm, notándose la presencia,
junto con los príncipes, duques y barones,
de obispos y abades, que también se habían
convertido en grafen y barones.
La independencia feudal en Alemania se
vio favorecida por la aparición de un funcionario —el margrave o graf de la marca
o frontera— encargado de la defensa del
reino contra las invasiones enemigas; dado
su carácter eminentemente militar, el mar(135) Wllson, W., op. cií., pág. 253.
grave debía poseer aptitudes relevantes y
estaba dotado de prerrogativas importantes;
"era en realidad un dictador en la región
mal sometida y mal determinada, que tenía
que defender contra todo ataque exterior;
se le dejaban todos los territorios que podía
conquistar y formar bajo la autoridad nominal del rey. Así se creó al nordeste la
Marca de Brandeburgo, que.más tarde había de ser un gran reino, y así fue como la
Ostmark establecida por Carlomagno, acabó
por constituir el gran estado que se llamó
Austria" (ise).
A pesar del desmembramiento del imperio
que Carlomagno logró reunir, quedó latente
el espíritu imperial y tanto es así que una
familia de principes sajones, la casa de
Franconía primero, y después los Hohenstaufen, intentaron reconstruir el imperio;
por último, la casa de Hasburgo consiguió
construir un reino en las fronteras meridionales de Alemania, donde la Ostmark se
había convertido en Austria.
Un proceso notable es necesario destacar:
mientras el poder imperial iba decayendo,
nacían las ciudades libres —"estados independientes en medio de sus débiles vecinos"—. Estas ciudades se dividían en dos
clases, según la subordinación a que estaban
sometidas; unas lo estaban directamente al
emperador y las otras a algún señor feudal.
La relativa libertad de que gozaban las ciudades sometidas al emperador fue convirtiendo a éstas en ciudades libres imperiales
hasta que lograron una representación en
la Dieta del Imperio.
Mientras se afianzaba el poder de Austria
en el norte se fortalecía la marca de Brandeburgo, que comprendía a Prusia. En 1640
Federico Guillermo aparecía para hacer de
su potencia uno de los elementos políticos
dominantes de Europa. Su hijo Federico
fue el primer rey de Prusia.
Luego de las conquistas napoleónicas y
de su creación de la Confederación del
Bhin, con el objeto de aislar a los dos grandes estados germánicos —Austria y Prusia— se crea la Confederación Germánica
en 1815 con la presidencia de Austria. El
gobierno pertenecía a una dieta de embajadores, enviados por los treinta y nueve
estados signatarios; pero esta unión no tenía carácter nacional, a pesar de la dominación de Austria, ya que cada estado podía
realizar sus propias alianzas, emprender sus
guerras, siempre que defendieran contra
toda injusticia a ios confederados y a los
intereses de la Confederación.
En 1848, la mayoría de los estados conceden a sus pueblos el gobisrno constitucional, reuniéndose ese mismo año un parla(188) Wilsoa, W., op. Cít., pág. 255.
mentó nacional alemán en Francfort. "En
1850 Prusia recibió de manos de su rey las
formas, al menos, de up gobierno liberal
con instituciones parlamentarias; esas concesiones que al principio no exan-más que
una apariencia, acabaron por servir de base
substancial para las libertades populares".
En 1868 se produce la ruptura abierta entre Austria y Prusia, quien forma la Confe-.
deración alemana del norte, quedando 'Aus- •
tria excluida de los asuntos políticos de
Alemania.
La guerra franco-prusiana de 1870-1871
fue el motivo que despertó el sentimiento
de unificación alemán, concretándose en el
imperio que se proclamó en el Palacio de
Versalles el 18 de enero de 1871. Este imperio constituía un Estado federal compuesto de cuatro reinos, seis grandes ducados, cinco ducados, siete principados, tres
ciudades libres y el dominio de AlsaciaLorena, "estando unidos esos países en una
gran corporación de Derecho público bajo
la presidencia hereditaria del rey de Prusia.
Su emperador
es su presidente no su monarca" O 37 ). Como emperador ocupa un
cargo hereditario; la soberanía no reside en
él, sino "en la unión de los príncipes federales alemanes y de las ciudades libres". Es
el principal funcionario de una gran corporación política, cuyo objeto es "constituir
una unión perpetua, para la protección del
reino y asegurar el bienestar del pueblo
alemán". Sus facultades son importantes:
convoca, abre, suspende y cierra ambas
cámaras legislativas, el Bundesrath y el
Reichstag; nombra y remueve al canciller
imperial; dirige los asuntos extranjeros,
manda las fuerzas militares, etcétera. Su
poder como emperador está limitado, lo que
pone en evidencia el carácter federal del
imperio.
El órgano central y característico es el
Bundesrath o consejo federal —compuesto
de embajadores de los estados— que puede
considerarse como el sucesor de la antigua
dieta de la confederación. "Es una concepción fundamental de la constitución alemana, que el cuerpo formado por los soberanos
alemanes y los senados de las tres ciudades
libres, considerados en conjunto, es el depositario de la soberanía imperial; el Bundesrath es el órgano de ese cuerpo".
Los estados no se encuentran representaLos cuatro reinos son: Prusia. Eaviera,
Sajonia y Wurtenberg; ¡os grandes ducados: Badén,
Hesse, Mecklenburgo-Schwerin, Sajonia -Welmar,
Oldenburgo y Macklenburgo-Strelitz; los ducados:
Brunswich, SaJonia-Meiningen, Anhalt, SajonlaCobxirgo y Sajonia-Altemburgo; los principados:
Walcleclc-Sippe, Schwarburg, Rudrestad. Schwerzburg-Sondershausen, Beuss-Schleiz, Schaumburg,
Sippe y Eetiss-Greiz; las tres ciudades libres:
KaÍT.burgo, LubecJc y Brema.
dos en este cuerpo en igual forma, sino en
proporción a sus respectivos territorios ( 13R ).
En cuanto a las funciones de este cuerpo,
es posible hacer notar una cierta analogía
con el senado romano; en él se depositan
todas las funciones que no están especialmente encomendadas a otra autoridad constitucional y es a Ja vez cuerpo legislativo,
administrativo y judicial. Con respecto a
sus funciones legislativas, preside la formación de las leyes, estableciéndose al efecto
el procedimiento para la presentación de
proyectos, facultad de iniciativa y sanción
por ambas cámaras.
"Las funciones administrativas pueden ser
resumidas en las palabras inspección o in- *
tervención. Revisa los reglamentos administrativos deí imperio, interviene en el nombramiento de los miembros del tribunal de
cuentas, del tribunal supremo —el Reichgericht— y de la cámara disciplinaria, como
también de otros funcionarios del imperio".
Puede declarar culpable a un Estado y decretar las medidas que deberán tomarse;
interviene en los conflictos entre estados o
entre el gobierno imperial y un estado,
cuando se trata de cuestiones de Derecho
público".
El Bundesrath —como todas las asambleas legislativas— forma en su estructura
interna varias comisiones o comités que en
este cuerpo son solamente tres las permanentes: la de la Constitución, de AlsaciaLorena y del Orden de los asuntos. Existen
también otras ocho comisiones, de las cuales dos las nombra e! emperador (la de ejército de tierra y de fortificaciones y la de
marina); cinco las nombra anualmente el
mismo cuerpo (la de tarifas e impuestos,
de comercio, ferrocarriles, correos y telégrafos, de justicia y de cuentas); la octava -4a
más importante— es la de asuntos extranjeros, se compone de representantes de Baviera, de Sajonia y de Wurtenberg, con
otros dos miembros elegidos por el Bundesrath.
El Reichstag representa a todo el puebla
alemán, sobre la base de una cantidad de
habitantes por cada miembro, elegido por
distrito y por un período de cinco años,
Cada año inicia sus sesiones previa convocatoria del emperador; elige un presidente
de entre sus miembros y demás autoridades; aunque este, cámara popular debe intervenir necesariamente en la sanción de
las leyes, en realidad el que gobierna es el
Bundesrath que tiene el derecho de iniciativa y que presta su asentimiento cuando
el emperador se propone disolver la cámara
(138) Prusia, 17 votos; Bavlera, 6; Sajonia y
Wurtenberg, 4 cada «no; Badén y Hesse, 3; MecltlembOTgo-Schwerin y Brunswich, 2; los otros dieciséis Estados, 1 voto cada uno.
popular y convocar a nuevas elecciones sí
no cuenta en dicha cámara con la mayoría
que necesita.
"El imperio tiene sos propios órganos administrativos distintos, por medio de los
cuales toma, ya por mera vigilancia, ya por
acción directa, una parte muy importante
y de alta inspección en los asuntos; al frente de esa administración está el canciller
imperial, funcionario que no tiene semejante en ningún otro gobierno constitucional" (i»»). Las funciones del canciller lo
colocan en una posición destacada en la
organización del gobierno, pues se halla
entre el emperador y el Reichstag, como si
fuera el apoderado responsable de aquél, no
reconociendo la Constitución de! imperio
más que un solo jefe administrativo, el
canciller imperial (>•»<>),
Las funciones del canciller con respecto
a los Estados pertenecientes al imperio y
a la aplicación de las leyes, ofrecen la característica de que no mantiene relaciones
directas con los funcionarios administrativos de aquellos, sino con sus respectivos gobiernos, pues el canciller debe vigilar el
cumplimiento de las disposiciones legales
que se dictan en el imperio. "Cuando obra
en calidad de presidente del Bundesrath el
canciller no es más que un funcionario prusiano, no es imperial. Kepresenta, no al emperador, porque éste como tal no tiene
nada que hacer en el Bundesrath, sino al
rey de Prusia".
La organización del Imperio alemán, surgido del convenio entre los ¡Estados, dio
motivo para discutir la naturaleza jurídica
de esta unión de Estados, especialmente al
dilucidarse el problema planteado por la
doctrina, al indagar si de la unión surgía
un nuevo Estado sin anular a los Estados
primitivos, o si la Constitución de 1871 creaba un nuevo Estado distinto pero que continuaban siéndolo los Estados que concurrieran a formarlo.
"La solución del problema —dice Posada— se contiene en la doctrina del Estado
federal, doctrina que se había elaborado
especialmente en el proceso histórico de la
República norteamericana; lo característico de tal sistema estriba sin duda, en la
afirmación de la substantividad del Estado,
que se constituye por la unión de Estados
que persisten como tales a la vez que son
elementos y miembros del Estado fede(139) Wüson, W., op. cit., pág. 270.
(140) Los comentaristas alemanes del Derecho
público del Imperio ubican al canciller dentro de
la organización administrativa en ¡a siguiente forma: 1) canciller; 2) los funcionarios administrativos; 3) los independientes (es decir, los especiales) de Hacienda; y 4) los Judiciales.
rai"( !41 ). Más adelante ei autor afirma,
luego de algunas consideraciones respecto
al estudio jurídico-sociológico del Estado federal y de la Confederación de Estados,
trayendo la opinión de varios tratadistas,
que: "El Imperio alemán, sin embargo, bajo
la Constitución de 1871, no realiza de un
modo orgánico el tipo del Estado federal,
que entraña y exige un equilibrio de fuerzas concurrentes, de elementos relativamente ponderados. Por otra parte, la existencia del pueblo alemán no aparecía íntegramente recogida en el imperio, ni actuaba en ella el pueblo con acción específica
decisiva".
Este problema de la naturaleza jurídica
del Estado alemán se renueva a través de
las sucesivas constituciones que aparecen
(de 1871 a 1919S, aunque se advierte una
tendencia hacia el centralismo en el periodo de postguerra (1918-19) en detrimento
áe ios Lander.
Las etapas del proceso constitucional
alemán —de acuerdo con Posada— indican
claramente las transformaciones operadas
en un Estado en formación, proceso que se
diferencia del ocurrido en Francia o España, donde se trata de cambios constitucionales en Estados ya formados. La primera
etapa comprende desde 1808 a 1814, régimen
de la Confederación del Rhin, con marcada
influencia francesa; la segunda, de 1815 a
1866, régimen de la Confederación germánica, con predominio de Austria; la tercera
etapa, de 1866 a 1871, régimen de la Confederación de Alemania del Norte, durante
la cual Prusia desplaza a Austria que queda
excluida; la cuarta, de 1871 a 1918. régimen
del Imperio, bajo la dirección prusiana y
afirmación del sentimiento nacional; la
quinta, a partir de 1818, régimen de la
Constitución del Reich de 1910 —la República— que llega hasta 1933 año en que se
suprime el régimen constitucional en Alemania.
8. El gobierno en Prusia. El estudio de
la organización prusiana está íntimamente
ligado al de Alemania, por la razón de que
el rey de Prusia era el emperador, y Prusia
el Estado director y eje del imperio, ofreciendo una avanzada organización administrativa.
La evolución institucional puede considerarse desde la época en que sólo constituía la marca de Brandeburgo, donde la influencia cada vez más poderosa del Gran
Elector, impone la centralización fácilmente
en las ciudades, pero no sin esfuerzo en las
provincias, donde se debió dominar los privilegios locales.
(141) Posada, A., Tratado de Derecha politia
t. 1, pág. 237.
Antes de 1917 el gobierno era una mo- 1) la provincia; 2) el distrito de gobierno;
narquía constitucional hereditaria; rey- 3) el círculo (Kreis) o condado; 4) el muemperador inviolable e irresponsable, no nicipio rural y el urbano. En las provincias
obstante lo cual, para los actos de gobierno existían dos clases de órganos de gobierno:
necesitaba el asentimiento de sus ministros. uno representaba al Estado y el otro a la
Las íunciones legislativas estaban ejerci- provincia y su self government; el primero
das por el Landtag compuesto por dos Cá- de los órganos está integrado por un Premaras, una Alta (Herrenhaus) (i«) y otra sidente Superior y un Provinzialrath. El
de diputados (Abgerdnetenhaus). La Cáma- Presidente Superitar entiende en las cuesra de los señores se componía de los miem- tiones que interesan al imperio, como las
bros que solamente el rey nombraba, con que conciernen a las instituciones públicas,
derecho hereditario o vitalicio. La orde- obras y servicios públicos, como también le
nanza real del 12 de octubre de 1854 desig- corresponde la vigilancia de la administranó primeramente a los príncipes de la casa ción del distrito y tiene jurisdicción en los
real y después distinguió los miembros he- conflictos entre las administraciones de disreditarios de los vitalicios. En total, compo- trito, o entre éstos y los funcionarios encarnían esta Cámara 300 miembros, de los gados de misiones especiales.
cuales una tercera parte pertenecía a la
El Provinzialrath o Consejo administratiaristocracia.
vo se compone del presidente, de un funcioLa Cámara de Diputados que fue aumen- nario profesional civil nombrado por el mitando el número de sus miembros de 350 nistro del Interior y de cinco miembros elehasta 443, en virtud de una ley de 1906, es- gidos por el comité provincial. Es necesaria
taba integrada por diputados elegidos por la aprobación del cuerpo de toda ordenanza
votación indirecta y duraban cinco años en expedida por el Presidente Superior.
sus funciones.
Los órganos que representan a la provinAmbas ramas del Landtag monárquico cia y el self government son: el Landtag
eran convocadas por el rey en forma simul- provincial, el Comité provincial y el Landtánea, y tenía asimismo facultad para di- eshautmann o Landesdirktor, El Landtag
solverlas, pero luego debía convocar a nue- provincial o cuerpo legislativo está integravas elecciones. Las Cámaras dictaban sus do por representantes elegidos.en los círcupropios reglamentos, decidían de la validez los o comités por las Dietas de estos círculos,
de la elección de sus miembros, establecían en cuanto al self government, "la provin
el orden de labor y elegían sus propias au- cía es una unión de círculos y no de distritoridades; las sesiones eran públicas y la tos; las facultades del Landtag se refieren
votación de los miembros no estaba sujeta a la distribución de los impuestos, al exaa ningún mandato imperativo, gozando de men del presupuesto, a la administración
las inmunidades y privilegios que se cono- de la propiedad provincial y a la elección
cen en el derecho parlamentario moderno. de ciertos funcionarios. El Landtag elige
En conclusión, pueden destacarse "dos ca- el comité provincial y el Landeshauptmann,
racterísticas de la antigua Cámara de Dique son los órganos ejecutivos del self goputados prusiana: a) que no procedía del vernment provincial. El Landeshauptmann
voto directo; b) que como base de su or- y el comité tienen, entre si relaciones análoganización electoral aceptaba no la distri- gas a las que existen entre el Presidente
bución en distrito de población, sino en cla- Superior y el Provinzialrath, o entre el
ses para los electores primarios".
Prefecto francés y su Consejo de prefectura;
La Constitución de noviembre de 1920 que el Landeshauptmann es el órgano ejecutivo,!
derogó la de 1850, introdujo modificaciones él Comité consultivo de la self administraimportantes, adoptándose la forma de go- ción local, aunque en realidad, dirige muy
bierno republicana, ejerciendo la Dieta el a menudo los actos de aquel" (ws).
poder legislativo, con el nombre de Landtag,
Existen, además, Distritos de Gobierno,
creándose un Consejo de Estado, el Staats- pero que rio tienen órganos de self governrat, elegido por las asambleas .de provincias. mennt; son meras divisiones administratiLos miembros de la Dieta eran elegidos por vas del Estado y cuyos funcionarios forman
el voto secreto y directo y duraban cuatro lo que se denomina la Administración —Reaños en sus funciones. El Consejo de Estado, gierung—; encargados de atender los asunpor su parte, tenía como función aconse- tos que son de la competencia de los minisjar a la Dieta y controlar las disposiciones terios del Interior, de Hacienda, de Comerque dictara, pudiendo rechazarlas.
cio, de Otaras Públicas, de Agricultura, de
La organización, del gobierno local era Cultos y de Enseñanza y de Guerra.
El Comité de Distrito —Bezirksausschuss—
compleja y presentaba el siguiente cuadro:
Integrado por dos miembros profesionales
Recibió este nombre por ía ley del 30 de
mayo de 1855.
(143)
Wílson, W., op. di., pág. 286.
nombrados por el rey en forma vitalicia y 1803 reformó la Constitución y aumentó &
por cuatro miembros elegidos por el comité 19 el número de los cantones, que luego
provincial, es el tribunal administrativo del llegaron a 22 con los .distritos que se habían
distrito por lo que sus funciones judiciales anexado a Francia, anulándose el sistema
son importantes.
establecido por Napoleón; sin embargo, hasPor último, es interesante destacar, den» ta 1848 no se estableció la constitución sotro de la organización del sistema del selí bre sus bases actuales, consolidándose en
government, que todo este sistema descansa 1874 al adquirir la constitución la forma
sobre una estructura denominada de Círcu- que actualmente tiene, en cuanto a sus
lo con. su Landrath y su Dieta, cuerpo este principios fundamentales.
último que representa a los grupos de inteLa Constitución suiza se estructuró tereses y basado en las relaciones económicas niendo como base firme el sistema federal
y sociales del pueblo; la representación de de gobierno, declarando que "la Constitula Dieta es de dos clases: la de la ciudad ción suisa ha adoptado la Constitución siy del campo, que comprende esta última guiente con el objeto de establecer una
dos categorías: la de los municipios rurales unión —Bund— entre los confederados y
y la de los grandes propietarios.
conservar y aumentar la unidad, el poder
"La Dieta del Círculo nombra el Landrath, y el honor de la nación suiza"; habla de
elige los Comités de Círculo y en unión con Confederación que supone realizada por el
las Dietas de los otros Círculos de la pro- pueblo de los veintidós cantones suburbavincia eligen el Landtag provincial; éste, a nos y declara que "los cantones son soberasu vez, elige el Landeshauptmann y el Co- nos mientras su soberanía no esté limitada
mité provincial que elige cinco de los siete por la Constitución federal, y ejercen, comiembros del Provinzialrath y cuatro de mo tales, todos los derechos que no pertelos seis del Comité de Distrito. Cada Comité necen al poder federal".
provincial elige, por término medio, dos
Pero la organización federal de Suiza no
Comités de Distrito. Sólo en un sentido muy puede comprenderse si no se llega hasta las
restringido puede llamarse a esto una in- instituciones políticas cantonales, para estervención popular en los asuntos locales. tudiar su estructura y su funcionamiento,
El pueblo está muy distante del Comité de ya que el gobierno federal presenta analoDistrito" (!«).
gías con los gobiernos locales en muchos
9. El gobierno en Suiza. Puede decirse aspectos. "Hay una gran variedad de orgaque el régimen feudal en las ciudades y nizaciones de gobierno en los cantones.
comarcas que luego formaron Suiza, estuvo Cada cantón tiene su propia historia partivigente hasta el siglo xiv, ya que en 1309 cular, y en una cierta medida ha elaborado
comenzaron a producirse los acontecimien- su propio método político. Pero hay un puntos que debían crear el país actual; los to en el cual reina una perfecta uniformicantones de Schwyz, Uri y de Unterwalden, dad: el Legislativo de cada cantón consiste
consiguieron sus respectivas independen- en una sola cámara. Las dos Cámaras del
cias, concedidas por el emperador Enri- Legislativo federal han sido hechas según
• que VII. Estos tres cantones están conside- un modelo extranjero, no según el suizo.
rados como los fundadores de la Confedera- En Uri, en Unterwalden, Glavis y Appenzall
ción, aunque debieron pasar varios siglos un cuerpo legislativo singular es la Landsantes de que el desarrollo se completara, gemeinde, la Asamblea libre de todos los
puesto que dos elementos distintos forma- ciudadanos con voto, la asamblea legislatiban parte, en último análisis, de diciía Con- va; pero en los otros cantones la asamblea
federación: ciudades libres, fuertes y aris- legislativa es representativa. Sus representocráticas y democracias tranquilas de gen- tantes son elegidos por el voto popular dites rurales. Necesariamente tenía que pasar recto en todos los cantones, y así en casi
mucho tiempo antes que los peligros y los todos en votación secreta" (no),
intereses comunes pudieran impulsar a
En la mayoría de los cantones la asamcantones activos como Berna y a ciudades blea legislativa se llama el Oran Consejo,
aristocráticas como Ginebra, a entrar ea cuyas funciones son muy características en
relaciones cordiales con los tres cantones la organización suiza, pues además de las
fundadores, proceso de unificación que se funciones legislativas específicas, eligen funva produciendo lentamente.
cionarios administrativos y cumplen tareas
En 1515 se amplió la Confederación, que de vigilancia de los negocios públicos.
quedó integrada por trece cantones; la doCon respecto al Poder Ejecutivo hay que
minación francesa se mantuvo por un lapso destacar el rasgo de la colegialidad, euyos
de siglo y medio, hasta que en 1789 se for- integrantes son elegidos, en algunos cantomó la República Helvética. Napoleón en nes, directamente por el pueblo o por la
(144)
Wilson, W., op, cít., pég, aso.
(145)
WÜ80H, W., op. Cit,, pág. 302.
asamblea legislativa, en otros; sus miembros participan en la elaboración de las le-
yes y en el debate del Gran Consejo. En la
mayoría de los cantones se considera a este
cuerpo casi como un Consejo de Administración.
L? participación del pueblo en la acción
le*g. -.tiva se realiza en forma evidente, no
obstante que esa facultad la haya delegado
en asambleas representativas; esto puede
hallar explicación por la densidad demográfica que presenta el país y la inclinación
propia de los ciudadanos de interesarse vivamente por ¡os negocios públicos, ejercicio
de prácticas democráticas que se ponen en
acción mediante instituciones peculiares
como el veto, el referéndum y la iniciativa,
en las que el ciudadano con derecho a voto
debe participar en forma voluntaria o por
imposición legal.
Sin duda alguna resultará interesante
hacer algunos breves comentarios acerca de
estas instituciones suizas que, en mayor o
menor grado han adoptado algunos países.
El veto popular puede ser ejercido contra
una disposición, dentro de los treinta días
de ser ésta promulgada, a pedido de una
cierta cantidad de ciudadanos (cincuenta,
en algunos cantones); "sin embargo la ley
sólo se rechaza cuando la mayoría real de
todos los electores inscriptos se hubiera decidido en contra de ella. Los que no votan se
consideran favorables a. la ley" (»o).
La iniciativa en Suiza representa en forma más pronunciada el derecho de petición
consagrado en casi todas las constituciones
democráticas y fue adoptado este derecho
por primera vez en el cantón147
de Vaud, por
su constitución del año 1845 í ) y consiste,
dentro del Derecho constitucional suizo, en
la facultad que puede ejercer el ciudadano
de promover una reforma legislativa o constitucional, o en general, una medida de gobierno i"»), para Duguit la iniciativa "es
el derecho de proponer resoluciones y de
hacer que se voten, transferido de la Asamblea ordinaria al cuerpo electoral en general". Este derecho <Je iniciativa está consagrado en los artículos 120 y 121 de la Constitución federal suiza 49
de 1874, reformada el
5 de juli'n de 1881 O ). Se ha usado muy
(148) El subrayado es nuestro.
(147) Sánchez Viamonte, O., El Poder constituyente, pág, 113, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs.
Aires, 1957.
(148) Posada, A., op..tít., t. 2, pág .451.
(149) Según el art. 120, "cuando una sección
de la Asamblea federal decreta 3a revisión de la
Constitución federal y la otra no consiente en ello,
o bien cuando §0.000 ciudadanos suizas, con voto,
piden la revisión, la- cuestión de saber si la Constitución suiza debe ser revisada, será sometida, en
xino y otro casa, a la votación del pueblo suiaio,
por sí o por no..." El art. 121 dispone que "la re-
poco en la práctica, ya que esta institución
ha quedado en parte substituida por el re-
feréndum. "Allí donde se ha empleado no
ha producido ningún progreso ni mayor luz;
ha inducido a hacer experiencias de dudoso
resultado, más que una legislación útil. En
los dos grandes cantones de Zurich y de
Berna, los más poblados e influyentes de
la Confederación, ha servido para abolir la
vacuna obligatoria" («o).
El referéndum consiste en la facultad que
tienen los ciudadanos de aprobar o rechazar
las leyes que se dicten («i). Dice Posada
que "el referéndum es una de las formas
históricas de la intervención directa del
cuerpo electoral —representación del p*ueblo
no el Pueblo mismo— en la sanción de las
leyes o en determinadas manifestaciones del
gobierno. Más Pueblo es la Landsgemeinde
y, sin embargo, no es el pueblo: el referéndum no elabora la ley; es medio de expresión de la opinión pública, pero con eficacia
limitada como de veto o sanción" (W}.
Puede hacerse una clasificación del referéndum en facultativo y obligatorio, general y particular, constitucional y legislativo; Hauriou admite la clasificación de los
referéndum administrativos y financieros,
qae se usan en algunos estados de Norteamérica, el consultivo, el de veto y el de
ratificación.
Es necesario hacer algunas referencias al
gobierno local que funciona en los cantones;
se basa en dos divisiones: el Distrito y el
Municipio. Una de las funciones ejecutivas
del primero (vigilancia de policía y ejecución de las leyes cantonales) la ejerce un
solo funcionarlo, elegido por el pueblo del
Distrito y nombrado por uno de los Consejos centrales del cantón, la asamblea legislativa o el Consejo administrativo; "en algunos cantones hay asociado a él un Consejo de Distrito o de Condado".
El Municipio —Qemeinde— tiene como
especial característica su amplia facultad
de determinación y es por decirlo así, "la
familia política central de Suiza". Ejerce
las funciones de policía dentro de su territorio, actuando en la atención de ios negocios de la comuna por medio de una asam•vísión párelas debe tener lugar, sea por Iniciativa
popular, sea según las formas establecidas por la
legislación federal. La iniciativa popular consiste
ea una demanda presentada por 80.000 ciudadanos suizos con voto, reclamando la adopción de im
nuevo articulo constitucional, o la derogación o
modificación de determinados artículos de la Constitución vigente".
(150) Wilson, W., op. cit., pág. 306.
(161) "El término referéndum proviene del siglo XVI, y contiene una reminiscencia de los comienzos estrictamente federales del gobierno de
Jos cantones actuales de la Confederación: Graubtinden y Valaís" (Wilson, W., op. ctt., pág. 307.
(152) Posada, A., op. cit., t, 2, págs. 452 y 453.
blea de todos los ciudadanos; es además
una subdivisión electoral:
En la organización del gobierno federal
suizo se hace evidente la influencia cantonal en la característica que presenta el Poder Ejecutivo colegiado, ya que pertenece
a un Consejo, compuesto de siete miembros
elegidos por tres años y dirigido por un presidente y un vicepresidente, designados por
la asamblea federal por el término de un
año.
"La preeminencia del Presidente del Consejo es puramente formal; no es en manera
alguna jefe del Ejecutivo. Representa al
Consejo cuando recibe los representantes de
las naciones extranjeras" («">»).
Este Consejo tiene ias características de
un gabinete ministerial y, aunque el propósito de la Constitución consistía en que el
Consejo reunido realizara toda la tarea ejecutiva, en la práctica resultó imposible, por
lo que se crearon departamentos, estando
cada miembro del Consejo al frente de «no
de ellos.
Resulta un poco confusa la distinción de
las funciones ejecutivas, legislativas y judiciales en Suiza, ya que el Consejo ejecutivo central posee atribuciones de carácter
legislativo y judicial. Puede presentar a las
Cámaras proyectos de leyes, como también
opina sobre las que son enviadas por éstas
o por los cantones; en materia económica
y financiera presenta el presupuesto de la
Confederación y dirige ¡os debates sobre leyes financieras. En ejercicio de sus facultades judiciales, puede examinar los acuerdos
concertados entre ios cantones o los efectuados con Estados extranjeros y "de obrar
como juez acerca de su conformidad con la
ley fundamental federal".
Sus funciones estrictamente ejecutivas
son las siguientes, entre otras: nombra los
funcionarios cuya designación nc esté regida por otro procedimiento; inspecciona
la hacienda pública; dirige las relaciones
exteriores; hace ejecutar las sentencias del
tribunal federal; puede llamar ciudadanos
para el servicio militar, ejerciendo esta facultad en forma restringida.
El Poder Legislativo federal lo <ferce la
Asamblea compuesta por dos Cámaras, el
Consejo Nacional y el Consejo de Estado;
el primero, que es la Cámara popular, está
integrado por representantes de los cincuenta y dos distritos federales electorales; el
Consejo de Estado lo componen dos representantes de cada cantón. En rigor de verdad puede decirse que el Poder Legislativo
constituye el órgano de más importancia
de la Confederación y, aunque resulta difícil clasificar las funciones de las Cámaras,
(153)
Wilson, W., op. oit., pág. 320.
puede intentarse una agrupación de ellas,
de acuerdo con ia adoptada por W. Wilson:
1) ejercen la soberanía de la Confederación
en sus relaciones con los Estados extranjeros; 2) mantienen la autoridad federal
frente a los cantones; 3) velan por el cumplimiento de ia Constitución federal; 4) votan el presupuesto y realizan la gestión
económica-financiera; 5) organizan el servicio federal; creando departamentos, nombrando funcionarios, etcétera; 6) vigilan la
acción federal administrativa y judicial;'
7) junto con el pueblo revisan la Constitución.
Para completar el cuadro de organización
del gobierno federal debe mencionarse asimismo a la administración de justicia, teniendo ios cantones amplia libertad para
organizar sus respectivos tribunales, aunque
hay que hacer notar que existe una cierta
uniformidad en la organización de la justicia cantonal, existiendo dos tribunales: el
de Distrito y un Tribunal Superior cantonal, como tribunal de apelación.
En el orden federal funciona un Tribunal
Federal —creado por la Constitución de
1848— compuesto por nueve miembros elegidos por la Asamblea federal y duran tres
años en sus funciones. Su jurisdicción se
extiende al conocimiento de numerosos
asuntos, como las cuestiones que se suscitan entre cantones (contratos, límites, conflictos de autoridades, extradición, etc.);
los procesos relativos a los derechos constitucionales de los ciudadanos, etcétera. "Se
estima que el campo propio y natural del
Tribunal federal en Suiza abarca la defensa
del pueblo y de los ciudadanos, contra los
abusos del poder, provengan éstos de las
autoridades federales o de las cantonales".
Conoce también en los conflictos referentes a la ciudadanía entre municipios o
entre cantones, "porque la ciudadanía de
Suiza es, ante todo, municipal. El municipio
es, por decirlo así, la unidad base, cuando
de ciudadanos se trate, y sólo teniendo la
ciudadanía J M
municipal se puede tener la
cantonal" ( ).
10. El gobierno de Austria-Hungría. La
monarquía austro-húngara, integrada por
la reunión de elementos étnicos a través de
un largo proceso histórico, no puede considerarse una unidad desde el punto de vista
territorial y legal, sino "la unión real de
dos Estados constitucional 55
y administrativamente independientes" (* ).
(154) Wilsón, W., op. cit., pág. 322.
(155) "La Constitución no reconocía nada más
que ia unión de Austria y Hungría. Bohemia, a pesar de su individualidad tan especial, no obstante
la historia tan hermosa de su 'independencia, fue
absorbido por Austria; Jos magiares de Hungría
fueron los únicos, entre todas las razas que íor-
Después de haber regido la unidad política alemana hasta 1866, Austria se decidió a
reunir la monarquía doble con Hungría.
El país magiar, por su parte, luego de haber
soportado la invasión de los bárbaros y
consolidar su monarquía hasta la caída en
manos turcas, pasó al poder de los Habsburgo, apoderándose así Austria en forma
permanente de Hungría; pero, el pueblo
magiar —como lo afirma W. Wilson— no
obstante ser vencido en las luchas militares, se había asegurado en la monarquía
doble, un lugar destacado.
"Por más que Hungría haya sido durante
largo tiempo un país donde sólo el noble era
ciudadano, ha sido un país de libertad política, durante casi el mismo tiempo que
Inglaterra misma. Los nobles de Hungría
recibieron de su rey Andrés II, en 1222, una
Bula de.. Oro que era una verdadera Carta
Magna" (w«); limitaba el servicio militar,
regulizaba los impuestos, garantizaba a los
nobles el juicio de sus pares, etcétera.
La Constitución de 1867 organizó políticamente la doble monarquía de AustriaHungría en forma más o menos liberal, teniendo el derecho constitucional como base
fundamental los privilegios que otorgaba la
Corona,; tal derecho agrupaba las normas
legales siguientes: 1) la pragmática de 1713,
"que fue fornmlmente adoptada por la representación de los Estados húngaros", y las
leyes comunes a Austria y a Hungría, votadas en 1867, que establecen las relaciones
entre los dos reinos, y organizan la administración de los asuntos comunes; 2) el
derecho constitucional de Austria, compuesto por decretos reales, "diplomas", etcétera, y entre los cuales se encuentran
cinco leyes de diciembre de 1887; 3) el derecho constitucional de Hungría se basa en
la "Bula de Ora" de Andrés II, relativa a los
privilegios y a la organización de los poderes del gobierno; existen, además, otras leyes sobre la responsabilidad ministerial,
reuniones del Keichstag, etcétera.
El gobierno está encabezado por el emperador que además ostenta los títulos de
rey de Bohemia y rey "apostólico" de Hunmaron el imperio heteogéneo de los Habsburgo,
que han conseguido para si; reino tina situación
de igualdad al lado de Austria" (Wilson, W,, op.
cít., pág. 327).
(156) "Los nobles hicieron también reconocer
su derecho a ser personalmente convocados al
Reichstag nacional, firmes sobre estos privilegios,
pudieron vencer durante largo tiempo hasta el
absolutismo de los' monarcas de Austria. Fernando I no logró el trono de Hungría sino después
de haber aceptado su Constitución: solo después
de cien años fue cuando la corona se hteo hereditaria en la casa de Austria, y sólo desde 1887 fue
cuando el antiguo derecho de resistencia armada
dejó de tener su base en la ley" (Wilson, W., op.
cit., pág. 328).
gría. Sus facultades le permiten hacer las
leyes que las legislaturas aprueban y, aunque la ley limita sus extensas facultades,
el desenvolvimiento histórico del derecho
constitucional ha puesto en evidencia que
esas limitaciones a las facultades imperiales
sólo eran las que el monarca accedía a establecer.
Secundaban al rey tres ministros y un
Tribunal de Cuentas: el Ministerio de Negocios Extranjeros, el de Guerra y el de
Hacienda, que se ocupaban de sus funciones
peculiares, todo bajo la dirección del emperador.
El rasgo característico de la organización
de] gobierno es la existencia de una institución denominada Delegaciones, una de
Austria y la otra de Hungría, que constituyen comités de las respectivas Asambleas
legislativas, compuesta cada una de sesenta
miembros, considerándose cada Delegación
representante del reino de donde proviene;
actúa como cuerpo independiente; se reúnen y obran separadamente y examinan
cada una el presupuesto de la administración común, el derecho de interpelar, el de
iniciativa, etcétera, haciéndose notar que
sus atribuciones son concurrentes, no conjuntas (157).
El Poder Ejecutivo —como ya se ha expresado— pertenece al emperador, quien
ejerce también todos los poderes que legalmente no hayan sido confiados a otros;
dirige la administración, nombra los miembros vitalicios de la Cámara Alta; pero debe
actuar en asuntos administrativos a través
de sus ministros, y en la legislación, por el
Parlamento. "La firma de los ministros se
ha hecho necesaria por la ley para la valiC-ez de sus actos y el consentimiento del
Reichstag, es indispensable para la determinación de la política y del contenido de
toda la legislación".
El Ministerio, integrado por un ministro
presidente
y por ocho jefes de departamento (158), tiene como función: actuar como
consejero del emperador, presentar en su
nombre proyectos al Reichstag, y asistir a
las Cámaras para defender la política del
Ejecutivo.
Con respecto a las legislaturas nacional
y provinciales hay que hacer notar que el
cuerpo nacional es el Reichstag y existe ea
cada una de las diesiciete provincias un
(157) Sin embargo, hay atribuciones que son
ejercidas en. forma conjunta; si después de un triple cambio de resoluciones no se ha llegado a un
acuerdo entre las dos Cámaras, se realiza una
reunión de ambas para que, mediante una votación (sin debate), se encuentre la solución al problema planteado.
(158) Los departamentos son: Interior, Defensa Nacional, Religión y Educación, Comercio, Agricultura, Hacienda, Justicia y Ferrocarriles.
Landtag, El cuerpo nacional es bicameral,
pues se compone de una Cámara de señores y .otra de representantes. "A la Cámara
de señores van los príncipes de sangre real
que han llegado a la mayoría de edad y
ciertos obispos, nobles de alto rango, que
han adquirido hereditariamente asiento en
la Cámara, y ¡os miembros vitalicios que
el emperador quiera nombrar, en reconocimiento de especiales servicios al Estado, a
la Iglesia, a la ciencia o al arte, A la otra
Cámara asisten los representantes nombrados por cinco clases de electores: los
grandes propietarios territoriales, las ciudades y mercados, las cámaras de comercio, ios municipios rurales y una quinta
clase general, que comprende, en substancia, a todos los hombres que no pertenezcan
al servicio doméstico" (i&»).
En el gobierno local aparecen el Landtag
como órgano principal unicameral, el stafcthalter o Landespraesident cuyos poderes
son muy amplios, y en el interior de la provincia existen distritos o círculos y municipios.
Por último, hay que destacar que en la
organización del gobierno de Hungría, aparece la Dieta —Országgyüles— compuesta
por una Tabla de representantes y otra da
magnates; en ésta figuran los dignatarios
de la Iglesia, los pares hereditarios que pa- .
gan una contribución anual de 3.000 francos, otros vitalicios nombrados por el rey,
etcétera; la Tabla de representantes se
compone de miembros elegidos por el voto
directo (i««).
El gobierno .Soca! de Hungría está dividido en condados, ciudades y municipios.
En cada distrito —excepto el municipio—
hay un presidente que representa al gobierno central; en todos hay un comité
administrativo que constituye la representación ejecutiva del cuerpo local, y una
asamblea, en parte representativa, en parte
primaria —porque los mayores contribuyentes asisten a ella— encargada de la dirección general de los asuntos.
11, El gobierno en Suecia-Noruega. El
proceso de unificación de la doble monarquía de Suecia-Noruega comienza muy atrás
en el tiempo, desde la época de los daneses,
aunque de la vicia de la antigüedad sólo
existen —en el caso de Suecia— los relatos
consignados en las sagas.
Como todos los países, especialmente germanos, Suecia y Noruega comenzaron por
estar divididos en varias partes, unidas entre sí por débiles lazos, iiasta que graduai(159)
Wilson, W., op. cit., pág. 334.
(180) Ordinariamente el número de sus miembros es de 413, pues 40 representantes son de Croacia-Eslavonia, que votan solamente en las cuesMon«s nacionales que se relacionan con su provincia.
mente fue consolidándose la unión que se
concretó en los reinos, proceso que cristalizaron los matrimonios reales y las luchas.
"A veces los matrimonios o las intrigas colocaron a Suecia y a Noruega bajo un mismo monarca; a veces también el poder danés se extendió a la península escandinava;
y la casa de Dinamarca tuvo una1 6parte
en
la distribución de la autoridad" ( 3 ).
En 1327 se decretó en Kalmar (Suecia)
la unión de ios tres reinos: Suecia, Noruega
y Dinamarca, como resultado de la reunión
del Consejo Mixto integrado por diputados
de los tres reinos y como consecuencia directa del matrimonio del rey de Suecia y
Noruega con Margarita, de Dinamarca; se
convino el reconocimiento de un rey común,
la forma de la sucesión y la condición que
cada reino conservaría sus leyes y sus instituciones.
Esta unión duró hasta 1523 en que Suecia
logró separarse en forma definitiva, guiada
por Gustavo Erikson o Gustavo Wasa, de
cuya familia real descendió eí famoso caudillo Gustavo Adolfo, "la heroica figura de
la guerra de los Treinta años"; puede decirse que cor. él se inicia la historia nacional de Suecia.
La Constitución sueca, durante el largo
período que llega hasta 1818, "pasó por una
serie muy curiosa de oscilaciones, con tendencias unas a la supremacía del monarca
y otras a las del Consejo real. Según que
el influjo personal del rey era grande o pequeño, el poder real aumentaba o disminuía".
Para completar el cuadro de ¡a organización, del gobierno, se establecían junto al
rey un Consejo de nobles y una Asamblea
de los Kstadcs, llamada Riksdag, integrada
por los nobles, los burgueses, el clero y los
paisanos.
En el transcurso de doscientos años las
influencias van cambiando la fisonomía del
Derecho constitucionaí. La política de Gustavo Adolfo (1611-1632) consigue que cada
orden que compone el Riksdag obre en forma separada y luego, con la política de Carlos XI (1872-1697) el poder real ¡lega a
hacerse absoluto, sucediéndose las oscilaciones hasta eí cambio operado en 1814, en
que la Convención de Mesa y el Congreso
de Viena separaron a Noruega de Dinamarca y la unieron a Suecia.
Con el propósito de señalar algunos rasgos interesantes dei Derecho constitucional
de Suecia y Noruega, puede dividirse el
mismo en tres partes: 1) las leyes constitucionales de Suecia; 2) las leyes constitucionales de Noruega; 3) las Riks-Akten imperiales de agosto de 1815 que colocan a ambos
(.161)
WUson, W., Op. Cit., pág. 337.
países bajo el gobierno de an monarca común. Hay que destacar, con respecto a estas
últimas que, en realidad, sólo para Noruega
forman parte del Derecho constitucional, ya
que han sido adoptadas por el Storthing,
mientras que para Sueela no son más que
simples tratados.
Al mismo tiempo es notable la diferencia
que existe, en cuanto al carácter que tiene
el poder real en los dos reinos. "Las leyes
fundamentales de cada reino, forman una
monarquía limitada, pero sólo en Noruega
es donde el íin principal de las disposiciones
parece haber sido limitar el poder real" (« 2 >,
Esta diferencia se observa ea la elaboración de las leyes, ya que las funciones del
rey son más extensas en Suecia que en Noruega; en aquélla solamente el rey puede
elaborar "leyes económicas" (leyes administrativas, que reglamentan las cuestiones del
comercio, del trabajo, etc.). Asimismo, interviene exclusivamente en reglamentos de
policía, de edificación, de higiene e incendios. En las demás, no obstante la intervención del Biksdag, mantiene el derecho de
veto.
"El Riksdag puede, naturalmente, dar
consejos al rey, en lo que concierne a la
legislación económica y administrativa confiada a él exclusivamente; pero no puede
ejercer sino una acción de mero consejo.
La.única intervención que puede tener en
semejante caso, se desprende de los poderes
que posee en materia financiera; puede negar el dinero necesario para la ejecución
de ordenanzas administrativas
o económicas dictadas por el rey" (16S).
En Noruega los poderes legislativos del
rey se hallan notablemente restringidos, y
sólo puede ejercerlos en los casos de suspensión del Storthing y con respecto al veto,
su efecto es sólo suspensivo (*«),
El manejo de los negocios comunes a ambos países es objeto de un acuerdo entre
ellos, pero, a pesar de que el rey, haciendo
uso de las facultades inherentes a su cargo,
puede declarar la guerra, pactar la paz, de(162) Wilson, W., op. eit., pág. 341.
(163) Wilaon. W., op, eit, pág, 342.
(164) El veto pierde su eficacia cuando e! mismo texto legal tuese mantenido por tres Storthing
sucesivos. "Esto, naturalmente, hace la «topetón
de las leyes, contra la voluntad del rey, imiy lenta
y difícil, y de ordinario, en el ca«o de qu© el
Síorthing vote una disposición muy urgente, se
llega a «na inteligencia, a menudo sugerida espresamente por e! rey. Sin embargo, en tíos ocasiones notables —la abolición en 1821 de los títulos de nobleza, posteriores a la adopción de 1»
Constitución democrática de 1814, y el establecimiento de la representación ministerial en el Storítoíng (1814)— se pasó por encima del veto, conforme a las medidas constitucionales, gracias a la
persistencia del Storthing" {Wilson, W., op. eit.,
pág. 342).
signar o retirar embajadores, no significa'
que ambos reinos pierdan su individualidad
en lo que se refiere a las relaciones internacionales. El rey puede celebrar tratados con
otros países, en nombre de uno sólo de los
reinos; pero ea cuestiones de pas o guerra,
es necesario hacerlo en nombre de ambos.
"Si, cuando el rey ejerce sus prerrogativas
internacionales, se suscita la cuestión de la
guerra, debe oír a un Consejo mixto de ios
dos reinos, pero íegalmente no está obligado a seguirle. Debe asumir la plena responsabilidad de la decisión".
Las cuestiones de la legislación común,
que están fuera de las prerrogativas reales,
son reguladas por normas comunes o idénticas, pero votadas en forma separada por
el Riksdag y el Storthing, como sucede, por
ejemplo, eon el sistema monetario, que a
pesar de existí^ uno distinto en cada país,
se establece un Sistema de cambio, mediante
una ley comü»,.
La acción legislativa en asuntos extranjeros que el rey puede -desarrollar, no significa un ejercicio arbitrario, sino que debe
obrar de acuerdo con ías leyes fundamentales de los reinos.
Aparece en esta monarquía doble un complejo sistema de Consejos de Estado mixtos,
especie de ministerio común, encargado de
asesorar al monarca en cuestiones que interesen a los dos reinos. "Cuando quiera que
se examinan, en el Consejo de Estado sueco
de Estocolmo, cuestiones que importan también a Noruega, el ministro residente de
Noruega, y los dos consejeros que normalmente ayudan al rey, deben ser convocados,
y cuando es posible se debe pedir informe
a toda la administración noruega. Por otro
lado, cuando se debatan cuestiones que interesen directamente a Suecia, el Consejo
de Estado noruego debe también llamar a
su seno a los tres ministros suecos" (««S.
Es notable la distinción que ofrecen ambos reinos en cuestiones de legislación y
administración interior; cada uno tiene su
ejército, su marina, su organización administrativa, su tesoro propio, etcétera.
' El gobierno de Suecia descansa sobre dos
instituciones importantes: el ejecutivo y el
legislativo. El poder judicial, que en teoría
es ejercido por el rey, está integrado por
jueces tan independientes que hace suponer
que aquella teoría sea la. más perfecta realidad.
El ejecutivo presenta rasgos peculiares;
el rey, encargado de la • Intervención general, liega hasta los detalles de la administración; los ministros ejercen, especialmente, las funciones de consejeros del rey, tienen asiento en el Biksdag, intervienen ea
(165)
Wilson, W., op. eit., pág. 344.
El gobierno local noruego está organizado
los debates y pueden ejercer el derecho de
iniciativa, presentando proyectos de leyes. 'de acuerdo con leyes dictadas en 1837; el
Con respecto al Ejecutivo, "Suecia puede país se divide en distritos y municipios, y
considerarse como colocada entre Inglate- aunque son designados por la autoridad
rra y Francia, de un lado, donde los minis- central, ejercen atribuciones muy importros son absolutamente responsables ante tantes de inspección y fiscalización.
una de las Cámaras del legislativo, y AleG) Gobiernos en América
mania, por el otro, donde los ministros no
son responsables ante ninguna, y sí ante
1. El gobierno en los pueblos precoloniael soberano".
les. Los europeos que llegaron a América
Las dos Cámaras que componen el Riksen la época del descubrimiento, encontradag están integradas por representantes. ron civilizaciones muy evolucionadas, en
Los miembros de la Cámara Alta son nom- pueblos que presentaban una organización
brados por los cuerpos representativos de social y política bien cimentada. Con sólo
los condados y los Consejos de las grandes mencionar las civilizaciones azteca, maya,
ciudades. La otra Cámara está integrada
la cultura de los chibchas, estudiar la orgapor representantes de las ciudades y dis- nización de los incas, bastaría para comtritos rurales, elegidos mediante votación probar lo dicho anteriormente. Pero, a pesar
directa o indirecta (según lo prefieran los de que resultaría interesante esbozar alguelectores). Ambos cuerpos componen un co- nos comentarios sobre esas culturas, solamité mixto, organismo que tiene por fun- mente se trazarán unos pocos rasgos caracción dirigir la labor legislativa y, en caso terísticos de la organización política de esos
de divergencia en cuestiones financieras, se pueblos y la forma de su gobierno.
trata de hallar acuerdo, en una reunión
a) Aztecas, En el valle de México se
conjunta de ambas cámaras.
asentaron, según las viejas crónicas, siete
Con respecto al gobierno local en Suecia, clanes: los yopicas, los tlacochcalcas, los
hay que hacer notar que persisten a través heitznahuacas, los cihuatecpanecas, ios
del tiempo algunos vestigios de las ins- chalmecas, los tlacatecpanecas y las itztituciones germanas. El pueblo actúa di- cuintecatls. Estos clanes primitivos fueron
rectamente en los municipios y circunsevolucionando en forma tal, que en época
cripciones. Los condados son divisiones más de la conquista, se observan veinte calpurecientes y dirigidos por funcionarios nom- llls, descendientes de aquéllos y que consbrados por el rey, existiendo, además, Con- tituían el llamado "Imperio azteca", con
sejos de representación popular que desemcaracterística de división geográfica, y sopeñan una labor de intervención y control. bre los cuales se organizaba toda la esEn cuanto al Ejecutivo de Noruega, pue- tructura política, social y económica del Esde decirse —de acuerdo con W. Wilson—
tado-ciudad.
que el rey ejerce la autoridad máxima. "En
El calpulli, propietario de la tierra, tenía
Noruega, como en Suecia, debe pedir su
derecho a elegir los funcionarios del goopinión a los ministros, sobre las cuestiones
bierno, gozando de autonomía económica y
públicas, y cuando está en Suecia, rio puede militar, por lo cual tenía dos autoridades
tomar ninguna decisión sobre asunto de superiores: un jefe civil y otro militar.
Noruega, sin oír a tres! consejeros
noruegos,
Completando el cuadra de organización,
que están a su lado" ( « 6 ).
junto con esos funcionarios, un consejo de
Por su parte, el Storthing, yunque es un ancianos, también electivo, pudiendo ser
cuerpo único, se encuentra dividido en su integrado por cualquier miembro del calorganización interna, en dos partes: el Lag- pulli.
thing y el Odelsthing; sus miembros repre"El soberano azteca era un funcionario
sentan a las ciudades (un tercio) y a los
electivo que ejercía el poder militar supredistritos rurales, el resto. "Esta proporción
mo con ciertas limitaciones, asistido por un
está fijada por la ley y no puede modifi- consejo". "El cargo no era hereditario, pero
carse sino por una reforma constitucio- se lo elegía entre los miembros de una misnal" (167);
ma familia".
"Además del monarca ---jefe militar y po(166) "El Consejo de Estado noruego se comlítico— existía en México un funcionario,
pone de dos partes: a) un ministro de Estado y
un tanto misterioso y mal conocido, suerte
dos consejeros, los tres colocados cerca del rey;
b) el «gobierno» propiamente dicho, compuesto de
un ministro de Estado, de un primer ministro y
de seis o siete ministros, según que el primero
tenga o no cartera".
(167) "El sufragio descansa en una condición
de propiedad, y el voto es indirecto. En las ciudades, los electores de segundo grado se eligen en la
proporción de uno por cincuenta electores; en los
de eminencia gris, que ejercía el poder civil.
Parece haber tenido igual jerarquía que el
propio soberano; estos dos mandatarios
ejercían el poder ejecutivo del Estado, asisdistritos rurales la proporción es de uno por ciento" (Wilson, W., op. cit., pág. 347).
tidos por el Consejo tribal, constituido por
representantes de los veinte calpullis, cuyas
íunciones se asemejaban más bien a las de
un poder legislativo" (i«s).
b) Mayas. Los estudiosos, desde hace muchos años, investigan apasionadamente la
brillante civilización maya, nombre bajo el
cual se reúnen en realidad varios pueblos
de culturas afines e idioma común (i").
Muy poco puede decirse con respecto al
viejo imperio, aunque por los datos recogidos, puede suponerse que algunas ciudades
florecieron extraordinariamente, ejerciendo una especie de hegemonía sobre los pueblos tributarios.
En el Nuevo Imperio que se desarrolló en
el norte de Yucatán, existían tres grandes
ciudades que habían alcanzado un desarrollo notable (Mayapán, Chitchen Itza y TJxmen), aunque debe destacarse que no existían verdaderas ciudades-estados.
El gobierno de los mayas del norte parece
haber sido encabezado por un funcionario
llamado halach uinio, a quien sucedía un
segundo jefe, el baten, "a quien nombraban
gobernador, pudiendo el cargo ser heredado por sus hijos, siempre que el halach uinic estuviera conforme con sus servicios".
Seguía en el orden jerárquico otro funcionario denominado ahkulel especie de
intendencia general, y por sus funciones
servía de nexo entre el gobernador y el
pueblo, recogiendo los tributos (aves, miel,
maíz, ropa, etc.) que se utilizaba en la casa
de su señor. Además existían otros funcionarios, el nacón, cargo electivo y temporario, cuyas funciones se relacionaban con la
organización del ejército, en lo concerniente
a la alimentación y armamento ("O).
c) Chíbchas. En América del Sur floreció una brillante cultura, la de los pueblos
(168) Aparicio, F. de, "Los aborígenes de América del Norte y América Central", en Historia de
América, dirigida por Bicardo Levene, t. 1, páginas 211-214, Bs. Aires, 1940.
(160) "La historia de los mayas puede dividirse, según Spinden, en siete períodos cuyas fechas
correlacionadas con el calendario cristiano serían
las siguientes: 1?) período protohistórico de 613
a. C. a 176 d. C.; 2") período inicial tíe 176 a 373;
3?) período intermedio de 373 a 471; 4») gran periodo de 471 a 629; 5?) período de transición de
629 a 964; 6') período de la Liega de 964 a 1191;
y 7») periodo Nahualt de 1191 a 1437". Resumiendo
la opinión de las principales autoridades de la his-
toria antigua de los mayas —Morley, Spinden, Tozzard—, el problema puede simplificarse asi:- "1») el
Viejo Imperio, desde el comienzo de nuestra era
hasta el año. 030; 2?) el Nuevo Imperio, desde 360
hasta ¡a ocupación definitiva del Yucatán por los
españoles en 1541" (Aparicio, P. de, Los aborígenes
de América del Norte y America Central, pág. 370).
(170) Durante los años que desempeñaba su
cargo estaba sometido a xina rigurosa disciplina,
que prohioía su relación hasta con su propia mu-
jer, estableciéndose además un régimen de comidas y normas en su casa habitación.
chibchas, reunión de varios estados bajo la
dirección de Bogotá, cuyo jefe de gobierno
—el zipa— ejercía la supremacía sobre los
demás caciques menos poderosos.
La sucesión del zipa seguía la línea materna y al mismo tiempo tal sistema se
empleaba para los caciques. Los estudios
realizados por Vicente Restrepo, advierten
que existían excepciones a esta regla de la
sucesión; una era que el que sucediera al
zipa debía además de ser sobrino materno,
haber desempeñado las funciones de cacique de la ciudad de Chía; la otra excepción
aparecía en la designación del sugamuxi
que era colectivo.
Los psihipcuas, nombre que recibían ios
caciques vasallos, se reclutaban entre los
miembros de las familias que formaban la
aristocracia; "su poder era una especie de
reducción del que tenía el cacique independiente".
d) Incas. El Imperio de los Incas, de
cuyos orígenes existen grandes dudas, constituyó un Estado colosal, que se extendía
por los actuales países de Perú, parte sur
de Ecuador, B Olivia y norte de Chile, llegando hasta el río Maule.
La compleja organización del Imperio se
hallaba reflejada también en la jerarquización de las clases sociales y en la complicada actividad de la vida civil, que obligaba,
a usar distintas vestiduras y atavías, especialmente al inca, personificación de la más
alta jerarquía de toda la organización. Podía suponerse que su autoridad sería absoluta; no obstante, ha podido establecerse
que para resolver los asuntos de mayor gravedad era asesorado por un consejo compuesto por cuatro funcionarios, representantes de cada una de las regiones del imperio, los que a su vez estaban asistidos por
numerosos secretarios.
Del boato y las complicadas ceremonias
que debían observarse cuando intervenía el
inca, dan cuenta los cronistas que se ocuparon de describir la vida en la corte, que
según algunos, ascendía a ocho mil personas, como del proceso que debía seguirse
para la selección del nuevo inca, el que se
sometía a diversas pruebas físicas, como
también a una esmerada educación, confiada ésta a ios amautas, "sacerdotes sabedores de las gestas heroicas en las que estaban
comentadas las tradiciones que' constituían
el acervo cultural y moral de los incas" ( m ).
Si bien es cierto que la soberanía era hereditaria, el inca podía elegir de entre sus
hijos al más capaz para sucederle. Los otros
cargos del gobierno y de la administración
(171)
Márquez Miranda, P., "Los aborígenes en
América del Sur", en Historia de América, t. 2,
págs. 159 y 160.
del imperio, eran ocupados por los "miembros del clan incásico y de las noblezas
locales, de las provincias sometidas".
Los funcionarios destinados a las provincias —veedores y visitadores— debían ser
designados entre los jóvenes nobles que hubieran rendido satisfactoriamente las rigurosas pruebas a que eran sometidos, después de sus estudios en las escuelas que
funcionaban en el Cuzco. De lo dicho se
desprende que en las provincias existían dos
clases de funcionarios del gobierno: "los del
clan incásico (representantes personales del
soberano) y los curacas (antigua nobleza
local) que el inca mantenía, al menos aparentemente, en sus funciones como medida
de buen gobierno".
El imperio recibía el nombre de Tahuantisuyo, es decir, de las cuatro regiones o
partes del mundo, y estaba organizado administrativamente en .varios órdenes que
agrupaban una cantidad determinada de
familias. "Los hombres que trabajaban la
tierra, que pagaban el tributo o prestaban
el servicio personal, que se constituían en
jeíes de familia, eran los que tenían de 25
a 50 años. Estaban divididos en grupos de
diez, de los cuales el llamado chunka kamayu tenia autoridad sobre los nueve restantes. Cada cinco de ellos, tenían jefe, el
•pichka-chunka-kamayu. Dos grupos de éstos eran mandados por el pachka-kamayu;
cada cinco de estas agrupaciones (mil familias) que uno de ellos gobernaba, llamadas waranka recibían órdenes de un waranka-kamayu. Cada diez mi] familias tenían
por superior a un hunu-kámayu, eufónimo
nombre que quiere decir el que todo lo
ve. Este —según la región— sólo recibía
órdenes de uno de aquellos cuatro personajes que formaban el consejo del inca" ("2).
Las funciones de inspectores del imperio
eran desempeñadas por personajes de la
entera confianza del soberano, quien, ade-
más, enviaba inspectores secretos a las distintas regiones; el mismo inca, al desplazarse frecuentemente de un lugar a otro, se
convertía en el inspector supremo.
Esta compleja organización administrativa supone la existencia de una burocracia
numerosa a tal punto que según Eaudín
existían unos 1331 funcionarios por cada
10.000 hogares o familias.
e) Otros pueblos indígenas de América
del Sur. Para completar el cuadro de los
pueblos precoloniales de América, se debe
mencionar a los calchaquíes, atacamas,
omaguacas, diaguitas, comechingones, todos
en el noroeste y centro argentino. Los sambaqui y guaraníes en el litoral; y los arau(172) Márquez Miranda, F., op. cit., pág. 170.
canos, huarpes, pampas, patagones, etcétera en ¡a región meridional,
En general, puede decirse que todos estos
pueblos indígenas estaban sometidos a la
autoridad del cacique, de origen hereditario, con funciones eminentemente militares, asesorado casi siempre por un consejo
de ancianos, influenciado fuertemente por
las predicciones de magos. No siempre estas
formaciones indígenas constituían una unidad ligada por la autoridad del cacique,
sino que la componían varias tribus mandadas por sus propios caciques y que se
unían en alianzas guerreras al mando de
uno de ellos ( i ™ ) .
2. Colonias inglesas. La expansión colonial inglesa llevó el predominio del imperio
a casi la mitad del mundo, en dura competencia con los afanes coloniales de las
otras potencias de Europa, Holanda, España y Portugal —sus rivales en la conquista
del Atlántico— consiguiendo el predominio
de vastas regiones, lo que permite dividir
a las colonias inglesas en dos grupos: 1)
las del self-government y 2) las de la Corona. Entre las primeras se ubica a Canadá,
Terranova, Cabo de Buena Esperanza, cuatro colonias del oeste y del sur de Australia,
Tasmania y Nueva Zelandia; entre las colonias de la Corona se encuentran Santa
Elena, Gibralíar, Trinidad, Jamaica, islas
Bahamas y Bermudas.
a) Canadá. El gobierno de Canadá fue
establecido por Inglaterra en 1854 mediante
una ley, aunque debió concretarse más tarde con la British North American Act de
1867, cuando las colonias fueron reunidas
por la Constitución federal; esta ley es la
actual Constitución del Dominion of Canadá.
"Según ella, las siete provincias de Ontario, Quebec, Nueva Escocia, Nueva Brusnwich, Manitoba. Colombia Británica e isla
del Príncipe Eduardo tienen su respectivo
parlamento y su respectiva administración".
En el Dominio la Corona está representada por el gobierno general, que ejerce las
las funciones de aquélla en el reino, en lo
que respecta a la administración colonial.
Está dirigida por un gobernador general,
secundado por un gabinete (el Consejo privado del rey). El parlamento se compone
de dos cámaras, el Senado y ¡a Cámara de
los Comunes; el Senado, de miembros nombrados en forma vitalicia por el gobernador general —"de hecho por los ministros
del Dominion—; la Cámara de los Comunes, integrada por miembros elegidos por
(173) Existe una extensa bibliografía que permite el estudio exhaustivo de estas civilizaciones;
pueden consultarse fácilmente las obras que se
mencionan en las noticias bibliográficas que aparecen al final de este trabajo.
las provincias, y e] consejo o gabinete,
compuesto por catorce ministros" í1?4).
b) Estados Unidos de Norteamérica. "Lasinstituciones políticas de los Estados Unidos
son, en definitiva, las de Inglaterra —dice
W. Wilson— transplantadas por la colonia
inglesa a un suelo nuevo, y que han revestido nuevas formas características, merced
a un desenvolvimiento particular".
Hay que señalar que los ingleses al llegar a América no fundaron estados, sino
que crearon establecimientos aislados entre sí y éstos, luego de un proceso más o
menos rápido pero debido a su propio
esfuerzo, se convirtieron en estados. "En
todos los establecimientos se adoptaron
formas ingleses análogas, pero no idénticas".
El centro del gobierno fue la ciudad —the
town— núcleo que reunía a los hombres
que, generalmente, habían llegado a las
costas de Nueva 'Inglaterra por motivos
religiosos ( m ). Así las diferentes partes de
la costa se fueron ocupando por grupos
independientes de colonos. Las ciudades,
luego, fueron agrupándose en colonias y
posteriormente formaron la Unión; pero
debe señalarse que algunas grandes colonias fueron en sus principios más que liga
de ciudadanos, Town Leagues, y también,
que varías ciudades, no obstante la unión,
fueron celosas de su propia autonomía, especialmente en lo que se refiere al mantenimiento del gobierno municipal, con carácter netamente descentralizado.
En el gobierno de la ciudad prevaleció
sin embargo el espíritu inglés; se tornaron
los nombres de los funcionarios de los burgas, y se les concedió, adaptándose a las
circunstancias, las mismas atribuciones; los
habitantes de la ciudad se reunían en el
town meetiny, 'que elegían los selectmen o
funcionarios encargados de los negocios públicos de la ciudad. Cuando las ciudades se
reunieron para formar las colonias, aparecieron otras instituciones, como las asambleas generales, compuestas por representantes de los hombres libres, aumentando
(174) Un presidente del Consejo y primer mi*
nistro, un secretario de Estado y ministro de Comercio Interior y Exterior, de Justicia, Marina y
Pesca, Ferrocarriles y Canales, Milicia y Defensa,
Hacienda. Agricultura, Obras Públicas, Interior, un
jefe de Correos y dos ministros sin cartera.
(175) ""Los antecedentes del nacimiento de Nueva Inglaterra —dicen Carey Hockett y Maíer Schlelíngsr— están en la historia religiosa de la madre
' patria. La Iglesia anglicana, que se había separado de la católica romana bajo Enrique VIII, asumió forma definitiva bajo Isabel (1558-1603). Al
establecerse signó un compromiso e incluyó elementos católicos y protestantes" (Carey Hor.kett,
H,, y Meier Schlesinger, A., Evolución política
y social-de tos Estados Unidos, trad. cié J. A. Bouso!. t. 1, pág. 27, Ecl. Kraft, Bs. Aires, 1954).
en importancia estas asambleas a medida
que la colonia se iba desarrollando.
Pero una gran diferencia de organización
presentan ¡as colonias del sur. "Los colonos
de Virginia no eran refugiados religiosos y
habían llegado con el objeto de fundar una
organización política, o mejor, social, y no
en virtud de diferencias de religión, y la
costa a que habían abordado, en lugar de
ser rocosa y desolada,-era baja y fértil, con
un clima dulce, ríos profundos, amplias
extensiones de terrenos atractivos y con indicaciones favorables a una producción fácil" ("6).. Otras razones, asimismo, configuraron el conjunto de características que
hicieron el contraste de las colonias del sur
con las de Nueva Inglaterra, la variedad de
clases que se unieron, los unos distinguidos,
los otros, gente humilde, con hábitos y costumbres lógicamente distintos,, pero que a!
final dieron a Virginia una fisonomía análoga a la Inglaterra rural. Otro rasgo característico de estas colonias es la introducción
de esclavos que con su esfuerzo contribuyeron en gran medida a desarrollar el sistema
de las plantaciones, produciéndose una profunda separación entre los propietarios y la
clase trabajadora.
La organización del gobierno de Virginia
descansaba en los condados, al frente de los
cualas se encontraba un lugarteniente, cuyas funciones se asemejaban al del lordlugarteniente de Inglaterra; el otro funcionario importante del condado era el sherifí.
El lugarteniente, nombrado por el gobernador, era el jefe militar. Había también
"una comisión de paz, compuesta por jueces y comisarios, autorizados para celebrar
audiencia en el condado, y para conocer en
los procesos ordinarios y de importancia
media,, para cobrar los impuestos del condado, nombrar inspectores", etcétera.
Para, tener una idea de la estructura dtl
gobierno colonial, Alfonso Gourd analízalos
seis elementos que a su juicio han formado
el Derecho constitucional de 3as colonias inglesas en América; "1°) la costumbre inglesa; 2?) los usos que encontramos netamente establecidos en ciertas épocas en casi
tedas las colonias, sin que sea siempre
posible decir qué circunstancias le dieron
nacimiento ni conocer el momento preciso
en que comenzaron a ser practicadas; 3?) las
leyes hechas por el parlamento inglés, ya sea
(176) Wilson, W., op. cit,, pág. 417.
"En ¡a evolución de Virginia no se encuentra e!
fenómeno de la colonización por grupos como ocurrió en Nueva Inglaterra; ¡as concesiones de tierras
se daban directamente a individuos, no a sociedades. La población diseminada requería una jurisdicción gubernativa íccal muy extendida territorialmente, sin permitir nada semejante a los sexmos de Nueva Inglaterra" (Carey Hockett, H., y
Meier Cclüesinger, A., op. cit., pág. 47).
para todo el imperio o solamente para las
colonias; 4°) las, leyes hechas .por las asambleas locales pronto establecidas en todas
las colonias; 5°) los actos emanados del rey
de Inglaterra, en virtud de su sola autoridad o, todo lo más, con el acuerdo de su
consejo privado, cuando se proponía otro
objeto que no íuese el de definir, como en
una verdadera constitución, todas las reglas o las principales reglas de una forma
de gobierno. Por ejemplo, los actos reales
para establecer un impuesto o crear un monopolio; 6?) las constituciones, o cuerpos
de regla de Derecho público, emanadas del
pueblo o de sus representantes, del rey y
también de personas o de corporaciones a
las cuales había concedido poderes considerables sobre los habitantes, junto con la
propiedad del suelo. Cuando las constituciones no provenían del pueblo, llevaban el
nombre de Cartas-patentes, Actas de concesión, Formas o planes de gobierno y, lo más
a menudo, el de Cartas, El nombre de Comisiones O' Instituciones reales era, como se
sabe, más particularmente reservado a los
actos por los cuales el rey definía los principios reales como representantes directos
de la Corona y esencialmente revocables.
"Se ha podido ver —prosigue el autor—
que Ips establecimientos ingleses de América
del Norte fueron regidos por tres distintas
formas de gobierno antes de 1776: a) los
principales atributos del poder público pertenecían, junto con la propiedad del suelo,
a personajes determinados o a compañías;
b) esos atributos los ejercía el pueblo; c) el
rey delegaba su ejercicio a simples íuneionatíos que eran sus representantes y que
recibían de su persona directamente esos
poderes. La primera forma, el gobierno de
los propietarios; la segunda, el gobierno de
las cartas; la tercera, el gobierno de provincias reales. Se debe recordar que, a excepción de Connecticut y. Rhode Isíand, todas las colonias tuvieron ai principio la
primera forma, y que tres —Maryland,
Pennsylvania y Delaware— la conservaron
hasta la emancipación de los Estados Unidos. La segunda forma prevaleció desde su
origen en Connecticut y Rhode Isíand, y a
partir de 1691. en Massachussetts. En los
primeros años del siglo xvm y aun a fines
del siglo precedente, las otras colonias recibieron la tercera forma, para conservarla
desde entonces sin interrupción. Se ha visto, además, que en una cierta época, éste
fue el régimen provisorio de Maryland, Massachussetts, Pennsylvania y Delaware" O").
(177) Gourd, A., Leí charles coloniales et les
Constítutions des Etats Unís áe l'Amérique du
Nori, t. 2, pág. l, Imprimerie Natlonnle, París, 1886.
"En la época de la guerra de la rex'otación — según afirma John Plsk«— había tres formas ete
Con respecto a las Cartas, es interesante
anotar también la opinión del consíitucionalista Sánchez Viamonte, que dice: "Según
las cartas coloniales la atribución de legis-
lar correspondía unas veces a los propietarios, otras a propietarios y colonos y otras
a los colonos, sin que alguno de estos tres
titulares la ejerciera de un modo exclusivo,
desde que expresa o implícitamente tenían
intervención el rey, el parlamento y las cortes de justicia de la metrópoli.
"La primera forma, es decir, la atribución
legislativa reconocida ai propietario o propietarios con exclusión de ios colonos, se
halla en el texto de las primeras cartas de
Carolina, Virginia y Nueva Inglaterra y en
las últimas del Maine. La segunda forma, es
decir, la atribución legislativa compartida
por propietarios y colonos, se hallan en las
cartas de Virginia en 1621, de Maryland en
1632, del Maine en 1839, de Carolina en 1663,
de Nueva Jersey en 1884, de Pennsylvania
Estados en Sas colonias americanas. Eran éstas:
primera, las colonias republicanas, en las que los
gobernadores eran elegíaos por el pueblo, como pasaba con Bhode Isíand y Connecticut; segunda, las
colonias propietarias, en las que los gobernadores
eran designados por propietarios hereditarios, como eran Maryland, Fennsylvanla y Delaware; tercero, las colonias reales (o como algunas veces
eran designadas provincias reales), en las que los
gobernadores eran designados por la Corona, como
sucedía en Georgia, las dos Carolinas, Virginia,
Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts y Nueva
Hampshlre. Es costumbre distinguir las colonias
republicanas como colonias de cartas, pero ésta no
es una distinción exacta, desde que las colonias
propietarias tenían también sus cartas. Entre las
colonias reales, Massachtisetts, que originariamente
había sido una república, tenía todavía una carta
en la cual sus derechos estaban definidos de tal
modo que la colocaban en una posición algo diferente de las demás colonias reales, de modo que el
proíesor Alexander Johnson, con ciertos \*ísos de
razón, la clasifica en «na clase propia, denominándola una colonia semírreaL
"Como se observará, estas diferencias se referían
ai carácter y al método de lleifer si cargo de gobernador. En las colonias republicanas el gobernador, naturalmente, representaba los intereses del
pueblo; en las colonias propietarias, era el agente
de Jos Penn o de los Calvert; en las colonias reales
era el agente del rey. Todas las colonias tenían una
asamblea legislativa semejante elegida por el pueblo. La base de la representación podía ser distinta en las diversas colonias, como hemos visto
que sucedía en Massachusetts, donde los delega •
dos representaban a tos municipios, en tanto que
cu Virginia representaban a los condados, pero en
todas ellas la asamblea era igualmente un verdadero cuerpo representativo, siendo en todas ellas
Igualmente e! cuerpo que controlaba los gastos <ie
los dineros púbíicos. Estas asambleas representativas surgieron espontáneamente porque los fundadores de las colonias americanas eran ingleses
habituados desde tiempo Inmemorial a establecer
para si impuestos y & gobernarse por si mismos"
(Fiske, J., El gobierno civil en los Estados Unidos,
trad. de Julio Carrié, págg. 180 y 181, Bs. Aires,
1900).
en 1681 y de Nueva York en 1884, 1687
y 1884.
"El tercer sistema, es decir, de reconocer
el poder de legislar a ios colonos lo encontramos en Massachossetts desde 1629, en
Connecticut desde 1638 y en Rodhe Island
desde 1643; la actuación de estos colonos se
produce de dos maneras: en comicios generales directamente o en asambleas representativas". Siguiendo con la- opinión de
Sánchez Viamonte, hay que destacar que: •
"En aquellas colonias en donde la función
legislativa ¡a compartían propietarios y colonos, los propietarios podían dictar, por su
sola autoridad, ordenanzas en ciertos aspectos, semejantes a las leyes propiamente
dichas y también tenían sus representante*
o delegados en el seno de la asamblea representativa. En Maryland parecen haber conservado los propietarios la iniciativa de mlas
leyes hasta mediados del siglo xvín" ( ),
La función legislativa atribuida por las
cartas a propietarios y colonos, a las asambleas del pueblo o a las de representantes,
no se hallaba organizada en la misma forma en todas las colonias («»). De todos modos, tomando especialmente las cartas de
algunas colonias (Massaehussetts, Connecticut y Rhode Island) pueden sintetizarse las
principales atribuciones de las asambleas
legislativas: en materia judicial, organizar
el poder correspondiente, establecer penas,
reglar el procedimiento criminal; regular la
forma de nombrar y otorgar las facultades
a los funcionarios públicos, fijar los impuestos y, en general, organizar, la administración pública. En esta función legislativa
intervenía, por su parte, el gobierno de la
metrópoli, mediante la intervención de los
funcionarios que habían sido nombrados
desde Londres y que asistían a las asambleas.
(178) Sánchez ¥iarnonte, C., Las instituciones
políticas en leí Historia universal, págs, 472 y .473,
EB. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1958.
(179)"En Nueva Plymouth (1620), en Provederjeia y Rhode Island (1641 y 1646), en Nueva Hampshire (1879) y en Pennsylvanía (1682, 1683 y 1696)
los colonos se adjudican y reciben el derecho de
.dictar las leyes; en Connecticut (1638) y Nueva
Jersey occidental (1676) se reconoce a los colonos
el derecho de reglar por medio de leyes los asuntos públicos o el ejercicio del gobierno; en Pennaylvania (1701) los colonos tienen todos los poderes y privilegios ordinarios de una asamblea legislativa. La Carta de Pennsylvanía (1696) y la de
Pennsylvanla y Deiaware (1701) recomiendan al
legislador usar su, poder muy especialmente para
corregir imputaciones, y la de Massachusetts (1629
y 1691). Connectlcut (1662), Rhode Island (1603),
la "cozpisión" de Nueva Hampshíre (1679) y las
leyes constitucionales de Pennsylvania (1672) exhortan a servirse del poder legislativo para establecer un gobierno pacifico y religioso, apto para
civilizar y garantizar la seguridad pública" (Sánchez Viamonte. C., op. cit., pág. 473).
Los colonos mantuvieron su calidad de
ciudadanos ingleses y esta calidad sirvió
para que en el momento oportuno, se desconociera alguna disposición legal que había
sido dictada en Inglaterra sin la aprobación de sus representantes; ello fue creando
un clima en cierto modo de franca oposición a ¡a metrópoli, fermento psicológico
que preparó el camino hacia la emancipación.
Si bien es cierto que el sistema representativo fue adoptado preferentemente, hay
que hacer notar también que la función
legislativa del pueblo en forma directa no
fue abandonada, puesto que se conservó la
práctica de reunirse los habitantes de cada
>^urgo para debatir cuestiones locales y de
interés para todos. "Las asambleas populares —dice Sánchez Viamonte— desarrollaron
la capacidad política del pueblo americano
y le aseguraron el éxito para su emancipación y para su organización en nación independiente".
Las asambleas representativas recibieron
distintas denominaciones según las colonias
y en casi todas se hallaban integradas por
dos cámaras; una, con los miembros del
consejo de Gobierno, y la otra, con los representantes populares, los que debían reunir varias condiciones sociales y morales,
como también religiosas; debían poseer la
calidad de freeman (hombre libre) y no
ejercer ciertos menesteres demasiado humildes, como tampoco estar comprendidos
en las incompatibilidades que se señalaban,
como el ejercicio de algunos cargos públicos (miembro del Consejo, procurador del
Estado, sheríff}.
No obstante las variantes observadas en
la organización del poder ejecutivo en las
colonias, puede afirmarse que, por regla general, estaba desempeñado por un funcionario —gobernador— al que rodeaba un
consejo de Estado o de Gobierno y otros
funcionarios de menor jerarquía. "En ¡as
colonias de Carta el gobernador era elegido
por el pueblo (Connecticut y Rhode Island),
en donde las elecciones no requerían ni la
aprobación real".
"Es posible que en todas partes los colonos empezaron por elegir ellos mismos a sus
funcionarios, del mismo modo que dictaban
sus leyes, pero el derecho de designar al
jefe del poder ejecutivo fue objeto de numerosas discusiones entre los colonos, los
propietarios y el rey. Las Ordenes Fundamentales de Connecticut de 1638 establecían que el gobernador fuese elegido entre
personas que hubieran ejercido antes alguna magistratura en la colonia y que profesaran alguna de las religiones reconocidas
por el Estado. La Carta de Connecticut de
1692 y la de Rhode Island de 1633 exigían
que la elección de gobernador recayese únicamente sobre los freernsn. El cargo no era
desempeñado por más de un arlo o a lo
sumo dos, cuando se trataba de gobernadores elegidos por el pueblo, como eran los de
Conneeíicut y Bhode Island. Se sabe que
en Virginia, en cierta época, un gobernador
fue nombrado por toda la vida" («o).
Con respecto a sus funciones, las Cartas.
no las establecen con claridad, aunque indudablemente, su principal función era asegurar la ejecución de las leyes y, según la
autoridad de la cual emanaba su designación, era de aplicación la norma legal que
establecía sus funciones. Si lo nombraba el
rey, las Instrucciones reales determinaban
las funciones del gobernador; si era designado por los propietarios, las ordenanzas
eran de aplicación al respecto y, cuando el
gobernador era elegido por el pueblo, las
leyes que dictaba la asamblea legislativa delimitaban las funciones. La destitución del
funcionario por incumplimiento o mal desempeño de su cargo respondía a la regla
general según la cual quien lo había designado debía removerlo.
Un consejo de Estado o de Gobierno funcionaba junto al gobernador con el'objeto
de asesorarlo y colaborar con él en las tareas
públicas. El número y la forma de designación de estos funcionarios eran muy variables; en algunas colonias el número de
consejeros era de seis; en otras, de nueve, y
en algunas colonias llegó a setenta y dos.
"Algunas Cartas designaban las personas
que por un tiempo determinado debían componer el primer consejo (MassachussettsBay 1629, Connecticut 1862, Rhode Island
1663). En Carolina del Sur y Nueva Hampshire, la primera organización se hizo designando a seis miembros y dejando la
elección de tres más ai gobernador y a los
seis ya nombrados. A veces concurrían a los
nombramientos, por partes iguales, los propietarios y la asamblea legislativa, y en algunos casos el gobernador proponía al rey
candidatos y éste los nombraba. En general,
la designación emanaba de una sola autoridad: el rey, los propietarios, el gobernador,
la asamblea legislativa o el pueblo" O 8 »).
Una serie de funcionarios completaba el
cuadro de organización del gobierno, apareciendo el teniente gobernador, el secretario, los stewars, los prebostes, los sheriffs,
los constables, etcétera, todos bajo la dependencia del gobernador y del consejo.
W. Wilson —al referirse a los orígenes de
las formas constitucionales de la colonia—
dice: "Sean cuales fueran las formas de las
constituciones coloniales, sus bases y prin(180) Sunche;! Viamonte, C., op. cit., pág. 477.
(18Í) Sánchez Viamonte, O., op, oit,, pág. 478.
cipales rasgos eran paramente ingleses.
Realmente, y hasta cierto punto, las formas
mismas de las leyes constitucionales podrían
ser consideradas como inglesas, porque era
una costumbre inglesa, conceder por escrito
privilegios a las colonias lejanas. Las relaciones que median entre el Derecho colonial
de] Canadá y Australia y el de la madre
patria, son análogas a las que se advierten
entre los derechos de las colonias de América y aquel bajo el cual fueron creadas.
En las constituciones de la época colonial y
revolucionaria, por lo menos, se siguió con
fidelidad estricta los' precedentes del Derecho inglés. El caminan law de Inglaterra siguió a los ingleses hasta el fin del mundo.
Las comunidades inglesas de América no
eran sino como la prolongación de la gran
comunidad inglesa; las leyes relativas a ¡as
relaciones privadas y personales, vigentes
en Inglaterra se reconocían y aplicaban
también en la colonia; y cuando en la época
de la revolución las colonias tomaron de
sus cartas las constituciones, que debían
regirlas como repúblicas independientes, su
primer cuidado fue adoptar el common law,
bajo el imperio bajo el cual habían vivido.
Se introdujeron, es cierto, importantes modificaciones en la, ley adoptada; se la purgaba de todo privilegio de clase, de todas
las prerrogativas eclesiásticas, de todo ¡o
que era incompatible con la sociedad puramente democrática del Nuevo Mundo; pero
en el fondo no se tocaba a los principios,
a las prácticas y precedentes legales ingleses"
(1«2).
Para tener un concepto de la formación
de la Unión, debe partirse del principio de
que las colonias, aunque reconocían la existencia de un gobierno común en Inglaterra,
no presentaban .fuertes lazos de unión entre
ellas, pues todas eran igualmente independientes. Cada una tenía sus propios funcionarios, sus tribunales, su parlamento, sin
relación de dependencia con los funcionarios de las demás,
No .obstante esa separación, algo superior
las unía: "Aparte de que eran de la misma
sangre y hablaban la misma lengua, tenían
las mismas ideas políticas; sus peligros, ya
vinieran de las agresiones de los franceses,
ya de los indios, que amenazaban sus libertades, los corrían juntos; todos estaban
igualmente interesados en el desenvolvimiento del nuevo país que habían hecho
suyo, así como en el liberalismo de su gobierno" (1S3) .
Puede decirse que el proceso se inicia prácticamente en 1763, cuando en Inglaterra reinaba ya Jorge III, que se había propuesto
(182)
(183)
Wilson, W., op, cit., pág. 428.
Wüson, W., op, cit., pág. 429-30.
gobernar ea forma más efectiva que sus
predecesores alemanes (i*-*); los hechos desencadenantes —e! impuesto del papel sellado (Stamp Actj y el gravamen al té—, pueden considerarse como pretextos, pues no
fueron los factores económicos las causas
de la emancipación.
Los acontecimientos se van sucediendo rápidamente: "El estado de Virginia suministró los principales dirigentes dei movimiento revolucionario: Jorge Washington, que
tuvo a su cargo la dirección de la guerra
de la Independencia, y Tilomas Jefferson,
que le marcó rumbos en materia institucional"!1*5).
La Declaración de la Independencia de
1778 Impulsa a ios trece estados a resolver
el problema de la unión de todos,. lográndose ei acuerdo que se llamó "Artículos do
Confederación y Perpetua Unión entre los
Estados", que tuvieron vigencia reden en
1781, "Los Artículos de la confederación
—dice Wilson— otorgaban de hecho el ejercicio de las funciones federales a' un con-
. greso completamente análogo a los congresos continentales; es decir, a un congreso
compuesto de delegados de Jos diferentes
estados, y de cuyas decisiones éstos debían
tener un voto igual en absoluto. Ningún es.tado, se disponía, tendría voto en el congreso si no estaba representaba por dos delegados a lo menos, y ningún estado podía
enviar más de siete delegados, pero con dos
o con siete, sólo había lugar a un voto; era,
(184) "Flgurówie qu« en las colonias americanas, y en general, en todas las posesiones de ultramar, que, o no tenían Constitución propia o la
tenían bastante indefinida, podría la Corona reclamar la suprema autoridad y obtener recursos
y poderes que la aristocracia inglesa, fuerte y celosa de sus derechos, le negaba en absoluto. Esto
fue causa de que muchos nobles del partido whíg
o liberal, que de otro modo no lo habrían hecho,
mostrasen sus simpatías por los colonos. No es que
ellos se opusieran, nt encontrasen censurable la
explotación d« las colonias en interés de las empresas príi'adas inglesas, pero si se oponían al robustecimiento de la Corona que esta explotación
vendría al cabo a suponer, con !a secuela d« que
ESÍ podría también la Corona ¡legar a Independizarse de ellos" (Wells, H. G., Esquema de la Historia universal, t. 2, pág. 10, Bs. Aires, 1947).
(185) "Sánchez Viamonte, C., tas instituciones
políticas en la Historia universal, pág. 493.
Por otra parte, analizar las causas de la emancipación americana seria tarea- interesante, pero
que escaparía a la índole del tema. Nicolás Mwrray Butler estudia la cuestión en forma exhaus-
tiva en Los constructores de los Estados unidos,
trad. de J. Roa, La Habana, 1933. Lord Mansíield
expone su doctrina constitucional, considerando
imposible e! ejercicio del gobierno por las colonias,
y negándoles, por ¡o tanto, e! derecho de revolución. Esta doctrina jurídica ítté rebatida ampliamente por Sacmel Adame, q«« negó los fundamentos de la doctrina de Mansíteld, emitiendo un informe claro y preciso sobre la posición de los colono».
pues, preciso que los delegados se pusieran
de acuerdo. El gobierno así constituido se
designaba oficialmente como: Los Estados
unidos reunidos en Congreso. Ei ejercicio
de las funciones representativas estaba, liberal y completamente asegurado. Los diversos estados, en cuanto se refiere a sus
relaciones con las potencias extranjeras, le
estaban totalmente subordinadas; sólo él
debía dirigir las negociaciones ínternacionacionales y sancionar las inteligencias pactadas con el extranjero; tenía la dirección
del ejército y de la flota de la Confederación; gestionaba la Hacienda federal, ¡os
empréstitos y los gastos necesarios para el
gobierno común; fijaba el valor de la moneda y el patrón de pesas y medidas, siendo
el arbitro en las querellas entre los Estados;
en suma, constituía la única autoridad superior en las materias importantes de interés para los Estados todos de la Confederación; su posición representativa era eminente y completa" (!Wi).
"El Congreso constituía —dice Alberto Demichelli— una -verdadera asamblea de plenipotenciarios, careciendo de Gobierno Ejecutivo y de Poder Judicial. Los Estados Uni-
dos adoptaron así una de las dos grandes
enseñanzas de Mpntesquieu —la federativa—, deshechando, en cambio, el principio
correlativo de la división de poderes, isque
completa su verdadera teoría integral"( ").
Pero estos Estados, reunidos en Congreso,
no tenían poder de ejecución; solamente
formaban un Consejo consultivo, no obstante haberse formado un comité de ¡os
Estados o Junta de Comisionados, como
agente ejecutivo que representaba a todos,
nombrado por el Congreso durante su receso. "Esta circunstancia lo privaba ya de
aquel carácter (de Poder Ejecutivo), desde
que la fundamental característica del Ejecutivo es su coexistencia con el Legislativo.
Ei comité era, por tanto, una comisión parlamentaria de funcionamiento esporádico
y de carácter- tan deliberativo como el propio Congreso". Ello impulsó a los Estados
a reunirse para organizar ana nación y,
vencidas las dificultades que se oponían,
pudo por fin reunirse la Convención de
Filadelfía en 1787 <188) y, "al calor de un
-largo debate, fundió las cláusulas que dominaban en las tradiciones inglesas y coloniales, para constituir el gobierno de los
Estados Unidos".
(186) Wilson, w., op. eit., pág. 430.
(187) Demicheli, A., Formación consíiíticioiwl
rioplatense, t. 1, pág. 60, Ed. Depalma, 1955.
(188) De la invitación formulada por Vlrglnl»
para la reunión de Annápolia, surge luego la ide>
de convocar a una gran reunión a celebrarse en
Filadelíta ea mayo de 1787, "para estudiar siguí»
cambios «n el Reglamento que lucieran de la com-
"Por primera vez en la historia de la humanidad se estructuraí3a una república democrática, sobre la base de la soberanía
popular y de los derechos del hombre, de
acuerdo con los siguientes principios: a)
una Constitución escrita o ley fundamental
creadora del orden jurídico y del sistema
de gobierno; b) un gobierno formado por
tres poderes, con carácter de poderes constituidos, respecto del poder constituyente y
subordinados en su funcionamiento a los
preceptos constitucionales; c) la soberanía
popular como fuente de todo poder; d) la
igualdad ante la ley; e) los derechos politicos para todos los ciudadanos; f) los
derechos del hombre relativos a la libertad
para todos los habitantes; g) gobierno representativo por elección popular directa
o indirecta en sus tres poderes; h) división
e interdependencia de los poderes del gobierno; i) periodicidad en el ejercicio de
las funciones políticas; j ) responsabilidad
de todos los funcionarios públicos; k) pu-'
blicidad de los actos; 1) independencia del
poder judicial como poder público; 11)
atribución del poder judicial de declarar
la mconstitucionalidad de leyes y decretos;
m) limitación de las facultades de todos los
funcionarios; n) gobierno' de la ley y no el
de los hombres encargados
de cumplirla o
de hacerla cumplir" C- S!I ).
tituciún del gobierno federal un instrumento adecuado a las exigencias de la Unión".
En verdad, esta resolución de Annápolís se formuló independientemente de la conservación del
Congreso, por lo cual éste se encontró en la obligación de cursar las invitaciones, apareciendo como si fuera una resolución surgida de su seno.
"Cuando llegó el momento de ia reunión, once
Estados habían elegido sus delegados. Nueva Hampshire dilató su acción hasta junio; solamente Rhode Islar.d no envió representante. La mayor parte
de los cincuenta y cinco miembros eran ya bien
conocidos".
Virginia estuvo representada por su gobernador,
Edmundo Randolph, y por Washington, Madison
y Masón. Permsylvania envió a Franklin, Roberto
Morris, Gouverneur Morris y James Wilson. Nueva
York estuvo representada por Alexander Hamilton;
Delaware envió a Dickinson, Massachusetts a El-
brlge Gerry, Rufus King y Nathaniel Garham; etcétera.
"Aunque la Convención no era una asamblea de
semidioses, como la llamara Jefferson, el veredicto
de la historia está de acuerdo con el comentario
de Masón: Ciertamente en esta ocasión Norteamérica alistó a sus primeras personalidades. Pero no
puede decirse que estos hombres presentaran la
demanda popular de un nuevo gobierno" (Carey
Hockett, H., y Meier Schlesinger. A., op. oit., t. 1,
págs. 239 y 249).
(189) Sanche?, Viamonte. C., op. cit., págs. 515
1 518.
"La distribución de poderes entre el gobierno federal y el de los Estados, con acción compulsiva de
las leyes de ambos (siempre que no estuvieran en
conllicto) sobre las mismas personas —en. una palabra, la creación de un gobierno dual— fue la
gran obra de la Convención, y llevándola a cabo,
Se establece así en América una nación
que adopta el sistema federal, con una organización central y otras locales pero no
los partidarios de los planes de Virginia y Nueva
Jersey se unieron sin gran dificultad. La controversia más seria de la Convención se inició a raíz
de un asunto de importancia secundaria: habiendo
decidido que el país necesitaba un gobierno nacional efectivo, los delegados que habían apadrinado las resoluciones de Randolph deseaban un
Congreso bícameral y ramas separadas para lo judicial, lo ejecutivo y lo legislativo, según el modelo tradicional. Más aún, siendo representantes
de Estados populosos, recurrieron a un argumento
anterior de Fraukim que sostenía que los Estados
no debían tener representación igualitaria en el
Congreso, como ocurriera con el Reglamento, y
propusieron que en ambas Cámaras los votos estuvieran en proporción a la población o a la contribución al tesoro nacional. Los miembros de la
Cámara baja debían ser elegidos por los votantes
de los Estados y los de la Cámara alta por la Cámara baja a propuesta de las legislaturas locales.
"Los delegados de ¡os pequeños Estados urgieron n¡ira que la ampliación de ¡os poderes de la
Confederación contemplaran todas las exigencias
de la Unión. El plan de Nueva Jersey aceptaba,
sin embargo, la separación de las ramas judicial
y ejecutiva como dos nuevos poderes, pero sostenía ¡a idea de un Congreso unicameral y la representación igualitaria de los Estados.
"No había, pues, en los planea, como podemos
ver, nada que pudiera impedir el acuerdo, como no
fuera la diferencia concerniente a la igualdad de
representación eu la legislatura. Los pequeños Estados sostenían que la igualdad del voto era la
esencia del federaiismo, pues temían un sistema
nacional dominado por los grandes Estados, que se
verían ayudados por la representación proporcional" (expresión cuyo significado debe adecuarse a
la época, no confundiéndola con ¡a que se refiere
•actualmente a la representación de los partidos
políticos, de acuerdo con los votos obtenidos) (Carey Hockett y Meier Schlesinger, op. cit., t. 1. página 246).
Dice G, W. Paschal que "la idea de crear un
gobierno, que no operase sobre los Estados, sino
sobre los individuos, y d-e investir al Congreso con
poderes plenos para ejecutar sus leyes, se pretende
que fue originada por Noah Webster, en un panfleto publicado por él eu 1784-85 titulado Sketches
of American Plicy, un ejemplar del cual fue llevado por el autor al general Washington en Mont
Vernon. Así aparece que la idea de un gobierno
ejecutivo por sí mismo (self excecuting) fue concebida y discutida mucho tiempo antes de la reunión de la Convención.
"Jefferson tenía una concepción clara d« vin gobierno para relaciones exteriores, modelado sobre
el mismo plan que xin gobierno de Estado, con
Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial" (Paschal,
G. W., Anotaciones a la Constitución de Estados
Unidos y concordancias con la Constitución argentina de N. A. Calvo, r, 2, págs. 7 y 8, Ed. Peuser,
Bs. Aires, 1880).
Por su parte John Piske asegura que "siempre
liubo una circunstancia importante que propendió a la unión de las trece colonias americanas en
una nación federal. Todos los habitantes constituían, sustancialrnenfce, un mismo pueblo. Es cierto que en algunas de las colonias había muchas
persoiias que procedían de antepasados que no
eran ingleses, pero e¡ tipo inglés ios había .absorbido y asimilado a todos" (Piske, J., op. cit.. página 234).
consideradas como dos gobiernos, sino como
un gobierno doble; las dos partes son distintas pero no separadas.
El gobierno federal establecido por la
Constitución se organiza con un Congreso
que ejerce las funciones legislativas, un
presidente que deberá ejecutar las leyes
sancionadas y un tribunal supremo, encargado de las funciones judiciales. En realidad, la Constitución da las bases del sistema, pero no contiene todas las normas
"sobre las cuales están fundada la organización del gobierno federal".
El Poder Legislativo está ejercido por un
Congreso bicameral: el Senado y la Cámara
de Representantes; la característica mas
saliente de ambos cuerpos se halla en la representación que invisten; en el Senado
están representados los Estados que componen la Unión, mientras que en la Cámara
de Representantes, sus miembros representan al pueblo norteamericano. Podría pensarse que los miembros del Senado, por ser
representantes de los Estados, recibieran
instrucciones de sus respectivos gobiernos,
que regularan su actividad en la Cámara
y limitaran en cierto modo su ubre determinación o dirigieran su pensamiento. Los
senadores no son representantes de los gobiernos estatales, sino que representan al
pueblo de los Estados organizados, como entidades políticas.
La organización interna del Senado está
regulada por sus propias autoridades y sus
miembros se reúnen en comités permanentes (comisiones internas) que se dividen
la tarea específica del cuerpo, estudian los
isuntos que les competen e informan al
Senado sobre el resultado de sus consideraciones, aconsejando el temperamento a
adoptar. "La organización de los comités,
puede estimarse como la esencia de la acción legislativa del Senado, porque la dirección que se impone a ese cuerpo legislativo es la esencia de su método y tiene que
afectar por modo necesario no sólo a la
forma, sino al total carácter de su actividad".
El pueblo de los Estados Unidos está representado en la Cámara de Representantes, pero éstos llegan al cuerpo en número
proporcional a la población de cada Estado,
decidiéndose por ley la proporción y el
número de representantes, como la forma de la elección y la duración del mandato.
Las reglas de organización interna de la
Cámara establecen la creación de varias
comisiones o comités permanentes, cuyos
miembros son designados por el presidente
del cuerpo, funcionario denominado "Speaker", con atribuciones tan importantes que
lo convierten en uno de los más influyen-
tes del gobierno (190). Uno de los comités
más importantes es el de reglamento, integrado por el speaker que ejerce la presidencia y dos miembros más, siendo este
comité el que dirige la Cámara, en lo que se
refiere al empleo del tiempo; otro comité,
también importante, es el de gastos, encargado de estudiar los proyectos de erogaciones destinadas a cubrir las necesidades del
gobierno, y casi tan importante como este
comité es el de vías y medios, cuya función
consiste en estudiar el régimen impositivo.
El Poder Ejecutivo está ejercido por un
ciudadano con el nombre de presidente,
elegido por votación indirecta, y tiene a su
cargo la ejecución de las leyes y la dirección de la actividad administrativa, para
lo cual está secundado por jefes de departamentos. Es el comandante de las fuerzas
armadas del país, dirige las relaciones exteriores, nombra a todos los agentes de la
administración, ejerce el derecho del indulto, etcétera. Algunas designaciones de
altos funcionarios deben hacerse con el
acuerdo del Senado (embajadores, jueces
y principales jefes de las fuerzas armadas,
(190) El nombre de speaker dado al presidente
de la Cámara de Representantes está tomado del
uso de la Cámara de los Comunes Inglesa; "el pre-
sidente de la cual se llama asi porque, siempre
que la Cámara, en otros tiempos, se presenta!»
al rey para plantearle alguna cuestión o para responder a una convocatoria de la Corona, el presidente era el que tomaba la palabra —spoksm/m
o speaker—, del que lleva la palabra. Este nombre
se emplea también en los cuerpos legislativos de
las colonias Inglesas, en aquellos, al menos, que
han heredado las prácticas legislativas de Inglaterra" (Wilson, W., El Esta&o, pág. 493).
"Un rasgo peculiar de los gobiernos americanos
y algo que es difícil de entender por los europeos
—dice Fiske— es la casi completa separación que
existe entre los departamentos ejecutivo y legislativo. En los países europeos, los grandes funcionarios ejecutivos son, o miembros de la legislatu- '
ra, o en todos los casos tienen derecho a estar presentes en sus reuniones y de tomar parte en su»
deliberaciones; y como ellos, por lo general, tienen un programa político que defender o que caer
con él, han adquirido el hábito de Iniciar la legislación y guiar el curso de la discusión, Pero en
América las legislaturas carecen de semejantes
puntos centrales a cuyo alrededor se reúnen sus
fuerzas; llevan adelante su obra en una especie
de marcha, sin propósito ni rumbo fijo por ínter- /
medio de muchas comisiones permanentes. Cuando se propone una medida, se pasa a una de estas
comisiones para que la estudie antes de que la
Cámara se ocupe de ella de manera alguna. Este
examen preliminar, como es natural, es necesario
cuando hay una gran cantidad de trabajo legislativo pendiente. Pero la forma reservada y desordenada en que se ¡leva a cabo la tarea de estas
comisiones,, propende a impedir las discusiones *
amplias e instructivas en el seno de la Cámara,
haciendo además de la masa de legislación siempre un extremo caótico, algo más caótico aún, facilitando también el intercambio de favores (lonf
rolling y el lobbying" (Fiske, J., op. cit., págs. 186
y
197).
Jeíe de Correo, de Aduana, etc.). Para auxiliar en sus tareas al presidente, existen
varios departamentos, cuyo número ha variado con el tiempo.
La organización del gobierno de ¡os Estados está basada en una constitución y
puede decirse que existe una gran similitud
en la estructura de todos los gobiernos estatales. "Uno de los puntos de analogía más
evidente, es la separación completa, ai propio tiempo que la coordinación perfecta,
de los tres grandes departamentos de la
acción gubernamental: e! legislativo, el ejecutivo y el judicial; están los tres separados
y organizados especialmente en las Constituciones de los Estados, y con mayor especificación que en las disposiciones de la
Constitución federal" («>).
Dentro del juego armónico de las dos
jurisdicciones del sistema federal, lógico es
que, los Estados ejercen la facultad dé legislar sobre asuntos que no son de competencia federal; "los legisladores de los Estados pueden considerarse, desde el punto
de vista general, como teniendo todos los
poderes legislativos que no pertenecen a,l
Congreso".
La Legislatura de cada Estado se compone de dos Cámaras, un Senado y una Cámara de Representantes, notándose aquí que
no existe, como en jurisdicción federal, la
diferencia de representación, ya que los
miembros de ambas cámaras representan
al pueblo del Estado (1*2).
La organización interna de las cámaras
responden al mismo criterio que la del Congreso federal; el speaker también preside
la Cámara de Representantes y el Lieutenaut —gobernador— ocupa análoga posición en el Senado.
En lo que respecta a la organización judicial, existe una gran variedad en la legislación de los Estados, no obstante lo cual
puede decirse que aparecen rasgos comunes que permiten describir, aunque en forma somera, la organización judicial. Todos
(191)
Wilson, W., op. cíí.. pág. 452.
(192) "No existe ninguna razón histórica que
Justifique la existencia de dos Cámaras de los Estados, como ocurre en el caso del gobierno fede-
ral. El objeto d«I sistema federal, es la representación de los dos elementos sobre los cuales está
basado el gobierno nacional, a saber: la voluntad
popular y una unión federal de Estados. Las legislaturas de los Estados tienen dos Cámaras simplemente, en atención a las exigencias de una buena
legislación, esto es, porque se requiere que ésta
pase por los debates de dos grupos coordinados,
que representan dos colegios electorales algo diferentes, aunque ambos provienen directamente del
pueblo, esperando así evitar tos errores debidos a
la precipitación que podría temerse de parte de
una sola Cámara popular omnipotente. La organizaclón doble no representa un principio, sino tan
sólo una medida d« prudencta" (Wilson, W., op.
cit., pág. 455).
¡os Estados tienen un Tribunal Supremo,
así como tribunales inferiores, permitiéndose el recurso a los tribunales federales en
los casos perfectamente establecidos; "uno
de los rasgos más característicos de los tribunales de los Estados, es lo que se puede
llamar su adscripción local"; son más bien
órganos locales ya que los jueces son elegidos por los ciudadanos del distrito o circuito en el que deben administrar justicia.
Generalmente existen grados de jurisdicción; 1) los jueces de paz; 2) los tribunales de condado o municipales; 3) los tribunales superiores y 4) los Tribunales Supremos.
3. Colonias españolas. "La organización
del Nuevo Mundo —dice Ricardo Levene—
comenzó antes de su descubrimiento, en las
famosas Capitulaciones firmadas por los
Reyes, Católicos y Colón, del 17 de abril en
Santa Fe y del 30 del mismo mes y año de
1492 en Granada, cinco meses y días antes
de que los navegantes españoles desembarcaran en tierra del Nuevo Mundo" (i»s).
Ello da nacimiento a una serie de normas
legales, las instrucciones, impartidas a Colón y las Reales Cédulas, conjunto de disposiciones que llevan a asegurar que al Nuevo Mundo se extiende la organización legal
de Castilla, a cuya corona se incorporan las
Indias como consecuencia de las Bulas concedidas a los Reyes Católicos " y a sus herederos y sucesores los Reyes de Castilla y de
León" (i»4).
El rey, en su carácter de monarca repre-.
sentante del absolutismo, encabeza la organización política y, para el gobierno de las
(193) Levene, E., Las indias no eran colonias,
págs. 14 y 15, Ed. Espasa-Calpe, Bs. Aires, 1851.
(194) Ricardo Leven*, el distinguido maestro
recientemente desaparecido, afirmaba, en contra de
la opinión generalizada, que las Indias no eran
colonias, sino "provincias, dominios, reinos, repúblicas (en el sentido etimológico esta última denominación) . Las Leyes de Indias de los siglos XVI
y XVII nunca hablaron de colonias, y por el contrario, una especialmente (lib. IV, tit. I, ley VI)
mandó excusar la palabra conquista y en su lugar
se usan las de Pacificación y Población" (Levene, B., op, cit., pág. 20).
El trasplante de las instituciones castellanas a
Indias es probado por este autor en la siguiente
forma: "Los títulos de almirante, virrey y gobernador general discernidos a Cristóbal Colón y de
adelantado a Bartolomé Colón ya previstos en las
leyes españolas; el Consejo de Indias como el de
Castilla; los cabildos nacientes como los consejos;
los corregidores y gobernadores para las ciudades
cabeza de provincia a imitación de lo previsto en
España; ias audiencias como las Cnancillerías Reales; las universidades de Santo Domingo, Perú y
México con ¡os privilegios y honores de la universidad de Salamanca; el Consulado de Sevilla instituido como el de Burgos y creados en Lima y México; toda la organización de Castilla y León se
trasladaba a Indias, donde se transformaría y se
adaptaría al medio, reajustándose a su influencia"
(op. cit., págs. 33 y 34).
Indias se halla secundado por varias insti- administrativa, legislativa y militar, y su
tuciones y magistraturas que se rigen por origen divino (i»»).
un conjunto de normas legales, alguna de
Para atender los asuntos de Indias, al
las cuales no son más que pequeños cuer- principio fue encomendada tal misión al
pos orgánicos que contenían un conjunto de Consejo de Castilla hasta que Carlos V en
disposiciones afines, aunque abarcaban ma- 1524, en consideración a la variedad y comterias diversas de gobierno; tal conjunto plejidad de los asuntos, creó el Consejo de
de normas se fue incorporando luego a la indias, organismo separado de aquél, y que
Recopilación de 1680. "Podría decirse de ella funcionó hasta 1812 en que fue reemplaque constituye el núcleo vital a cuyo zado por el Consejo de Estado. Este cuerpo
alrededor fue vigorizándose y desenvol- estaba integrado por seis ministros conseviéndose la legislación y gobierno de Amé- jeros, uno de ellos presidente, que formaban
rica" (ios).
la Cámara del Consejo; un gran canciller
La organización política de los pueblos que guardaba el sello real; un fiscal, un tehispanoamericanos, no obstante las pecu- niente del gran canciller, tres relatores, dos
liaridades regionales, presenta caracterís- secretarios, un escribano, un tesorero, cuaticas comunes durante la dominación es- tro contadores y dos solicitadores; además,
pañola. Luis R. Longhi al referirse a esta aparecían como funcionarios subalternos, un
cuestión afirma que "en el orden del go- cronista mayor y cosmógrafo, un catedrático
bierno metropolitano referido a la América de matemáticas, un Iniciador de proceso, un
española, todos sus diversos órganos desde capellán y un abogado procurador de pobres.
el rey para abajo, fueron
comunes para los
Su actividad se extendió a toda América y
distintos virreinatos" (1!>«).
reunía las facultades legislativas, ejecutivas
Las instituciones y magistrados que creó judiciales y militares; tan es así que la ley
España para América pueden dividirse pa- decía: "El Consejo de Indias descubiertas
ra su estudio en dos grupos, atendiendo al y que se descubrieran, con facultad de orlugar de su asiento natural: autoridades denar, previa consulta, las leyes, pragmáresidentes en España y autoridades resi- ticas y provisiones generales y particulares
dentes en América,
que por el tiempo y para el bien de aquellas
El primer grupo se hallaba encabezado provincias conviniere" (i»»). Además,'tenia
por el rey, al que seguían el Consejo de facultad de rechazar o aprobar las disposiIndias y la Casa de Contratación. En cuan- ciones legales dictadas por las autoridades
to a las autoridades residentes en América residentes en América y asesoraba al rey
pueden ser agrupadas de acuerdo con las cuando se solicitaba la erección de cabildos
funciones que ejercían; pero de todos mo- o audiencias, o cuando se necesitaba efecdos, la autoridad máxima era el virrey, fun- tuar algún nombramiento de funcionarios,
cionario que aparece en 1776 en el Río de la proponiéndose al rey el nombre de los canPlata con la creación del Virreinato.
didatos. Sus funciones judiciales se ejercían
"Según fueran las funciones delegadas en primera instancia o en grado de apelaque ejercían, las autoridades locales se pue- ción. "Fallaba en primera tostatvda, It»
den dividir en ejecutivas, judiciales, judi- asuntos fiscales provenientes de la Aduana
ciales- mixtas, municipales, militares y de de Sevilla, los sumarios elevados por el fis-
hacienda. De acuerdo con esa áivisioft y ett
el orden en que fueron implantadas, incluí- pleitos que versaban sobre asuntos cuyo vamos entre esas autoridades residentes —dice lor fuese superior a 6.000 pesos fuertes, veLuis R. Longlií— a los adelantados, los go- nidos de las audiencias americanas; los
bernadores, los intendentes, los virreyes, los asuntos eclesiásticos, decominosos y contraalcaldes, las audiencias reales, el consulado, bandos confiscados y juzgados en primera
los cabildos, los comandantes de armas y las instancia por la Casa de Contratación de
juntas de real hacienda. Existen, además, Sevilla" (200).
Por decreto real del 20 de enero de 1503
otras autoridades ocasionales o estables,
la Casa de Contratación de Seirique tenían a su cargo funciones de control se creó
201
M7
ZZaí
),
organismo que al principio tuvo
o meramente ceremoniales" ( ).
El rey, como se ha dicho, representaba la
(198) '"El rey, cabeza de la estructura política
máxima autoridad dentro del cuadro de or- fuente única del Derecho público y privado, es í
ganización institucional; se caracterizaba
por su absolutismo, la concentración en sus
manos de las funciones ejecutivas, judicial,
'(195) "¿ereHe, *R.. "op. 'ett.,
(196)
.
Longni, L. R., Derecho constitucional, to-
mo 1, pág- 121, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs.
representante de Dios sobre la tierra y, por su de
legación, gobierna a 'les pueblos y realiza el idea
de justicia sintetizado ca la rancia fórmula ar!s
totélica de «a cada uno su derecho»" (Laíont. J. B
Historia de la Constitución argentina, t. 1, pág- 9(
Bs. Aires, 1950).
(199) Ley I, tít. I, lib. U.
(200) Lafont, J. B., op. ett., pag. 91.
como función la de depositario de ¡as mercaderías que provenían o se remitían a
América y estaba atendida por tres funcionarios: un contador, un factor y un tesorero.
La importancia de los negocias de América impulsó el desenvolvimiento de esta institución que se convirtió en el principal órgano de la colonización, pues era imprescindible su intervención en la organización de
expediciones a las Indias, asignándole más
tarde funciones judiciales en materia comercial, entre navegantes y cambistas. Este
organismo llegó a su máximo desarrollo e
importancia durante el siglo xvi, al punió
de ser considerado como Tribunal de Justicia e instituto de enseñanza técnica —ya
que habla organizado cátedras de cosmograíía y matemáticas— hasta que, iniciada
la época de la organización jurídica y política de América hispánica, su apogeo lúe
eclipsado por el Consejo de Indias que absorbió buena parte de sus facultades.
Las primeras autoridades españolas residentes en América, después de Colón, son
los Adelantados, funcionarios surgidos en
España en la época de la reconquista, con
carácter eminentemente militar, ya que "se
adelantaban a la conquista". Tenían funciones civiles, militares y judiciales, que
ejercían en las tierras que conquistaban. "La
legislación de Indias reglamentó sus funciones y atribuciones en su libro IV, tanto
para los descubrimientos por mar y tierra,
como para los descubridores, pacificadores y
pobladores. En virtud de esas disposiciones,
los adelantados ejercían el gobierno civil,
judicial y militar de las tierras dés-eubiertas
y pobladas, pudiendo designar autoridades
en las ciudades que fundaban, dictar ordenanzas, fijar2 límites y hacer repartimientos
de tierras" ( «-').
Con el objeto de que fueran atendidos los
diversos asuntos de las tierras ya conquistadas y pobladas, como también, para terníinar con los excesos a que llegaban las
rivalidades entre los adelantados y compañeros de expedición, los reyes designaron, a
propuesta del Consejo de Indias, funcionarios que recibieron distinta denominación, encargados de la administración de las
provincias. "En el virreinato del Río de la
Plata se denominaron Gobernadores —origen de nuestra actual institución provincial—; en el Perú, Corregidores, y en Nueva España, Alcaldes Mayores" (*>3).
Estos funcionarios, que duraban de tres a
cinco años en sus funciones, tenían atribuciones políticas, judiciales y militares; debían jurar cumplir fielmente sus funciones, administrando con honradez y justicia, hacer inventario de sus bienes y someterse al juicio de residencia.
Los Intendentes aparecen con la creación
de la división territorial denominada Intendencia, que en el Virreinato del Río de la
Plata se produce por Real Cédula de 1782.
Entendían en cuestiones de hacienda, policía, justicia y guerra, teniendo en materia de recursos, la función de recaudar y
disponer de los propios y arbitrios, de los
tributos de los indios, venta de papel sellado, tabaco, etcétera; del impuesto denominado de "lanzas", que se cobraba a los
nobles y del de "media anata", descuento
que se hacía a los empleados públicos "por
mercedes, cargos u oficios que no fuesen
eclesiásticos". Se sumaban a las atribuciones de carácter financiero, las de policía
administrativa, como el cuidado de la higiene de las ciudades, dictando ordenanzas
y efectuando inspecciones para vigilar las
costumbres y la seguridad; sus atribucio-
nes en materia de guerra se concretaban
a mantener y cuidar la subsistencia del ejército de la guarnición, ya que eí mando efectivo correspondía al virrey.
"Del cuadro de las instituciones coloniales, las intendencias como los cabildos y los
gobernadores, fueron las únicas autoridades que subsistieron después de la Revolución Mayo" (2«4),
El más alto funcionario de América, que
continuaba la persona y autoridad del rey,
aunque sus atribuciones estuvieran iímitadas por la Audiencia, y por los intendentes, se denominó Virrey, aunque debe hacerse notar, de acuerdo con Solórzano, que
"el título no es exótico sino que está dentro
de Castilla". Sus funciones judiciales se reducían a presidir a veces las Audiencias
(audiencias virreinales), teniendo la facultad de conmutar penas y conceder indultos. Como capitán general tenía el
mando militar de las fuerzas y ejercía las
atribuciones de justicia militar, de acuerdo
con las ordenanzas.
Duraba tres años en sus funciones y al
finalizar su período
estaba sometido al juicio de residencia ( 2Wi ).
La administración de justicia en América
exigió con el correr del tiempo, la instalación de tribunales locales de alzada que
(204) íxsnghi, L. B.. op. cit., pág, 127.
tltnción también se denominó "Casa del Océano"
o "Casa de Indias" (Levene, U., "Estudio deS Derecho indiano", en Anales de ¡ti Facultad de Derecho,
(205) Este juicio de residencia había perdido
toda su eficacia durante el reinado de Carlos XI,
aunque íué substanciado estrictamente en épocas
Bs. Aires, 1918. pág. 323).
¡202} Longhi, L. B., op. cit.. págs. 125-6.
(203) Lolighi, L. R., op. ctt., pág, 128.
anteriores, y tanto que Victoriano de Vlüalba, juea
residenciador, eireió sentenciado a Esp&ña al mar-
qués de Loreto.
sirvieran para aliviar la tarea del Consejo tor— que los cabildos tenían una especie de
de Castilla y la del de Indias, después. Estos representación sui géneris, ya que, no obs-'
tribunales se llamaron Audiencias y se ins- tante carecer el pueblo del derecho de elegir
talaron por primera vez en América en el a los miembros, podían hacer oír sus reclaaño 1511 (en Santo Domingo). Algunos au- maciones y quejas, para lo que el organismo
tores hacen una clasificación de las audien- se convertía en cierto modo en caja de recias, atendiendo a la jerarquía del funcio- sonancia y, a veces, esas aspiraciones popunario que las presidia (*>«).
lares eran escuchadas; concluye el doctor
Este organismo estaba integrado por tres Longhi afirmando que: "los cabildos coloo cinco oidores, presididos por el virrey o niales del virreinato del Río de la Plata aún
por el gobernador; además, formaban parte en las épocas que no ocurrieron convulsiones
un fiscal, un alguacil mayor y otros fun- políticas o circunstancias trascendentales
cionarios de menor jerarquía, todos desig- que autorizaran la reunión de los Ayuntanados por el rey .
mientos en Cabildos abiertos, constituían
Además de sus funciones eminentemente formas irregulares del gobierno representajudiciales, tenía ¡a de reemplaza* al virrey; tivo de las ciudades o villas y que, llegado
en caso de ausencia temporal, el oidor más el caso, asumían e! carácter de pequeñas
antiguo lo substituía, pero cuando la acefa- asambleas políticas para la defensa de allía era definitiva, la Audiencia en pleno se guno de los pocos derechos civiles que la
hacía cargo del gobierno.
legislación española reconocía a los habiEn materia administrativa, tenía como tantes de la colonia y que los gobernadores
función intervenir en el manejo de la real locales, no sabían o no querían respehacienda en los casos de-patronatos y diez- tar" (20»).
mos, autorizando al virrey en el uso y disTranspíantada a América la institución
posición de los fondos.
municipal española, conservó solamente las
Los oidores estaban sujetos al juicio de funciones edilicias y judiciales, pero no el
residencia y en caso de delitos graves, po- carácter representativo que en cierta fordían ser detenidos por orden del presidente ma tenían en la metrópoli. El cargo de
del cuerpo y con la aprobación de los otros miembro del cabildo —regidor— se obtenía
oidores,
por elección de los miembros salientes y
La actividad del conlerclo en la colonia, debía recaer en los considerados "vecinos",
en constante desarrollo, hizo necesaria la es decir, en los que fueran propietarios y
creación de un organismo con funciones de gozaran de prestigio.
tribunal mixto —administrativo y judicial—
No hubo, en cuanto al número de regidoen materia comercial que se llamó Consu- res, una norma invariable, ya que, de acuerlado. Estaba compuesto por dos cónsules, do con la importancia de la ciudad, los
nueve conciliarios, un síndico, un contador, cabildos eran integrados por cuatro,-seis y
un tesorero y un secretario; el organismo hasta por veinticuatro regidores.
estaba presidido por un funcionario denoLa práctica de elección de los cabildanminado prior ( 2 0 7 ).
tes por los regidores que cesaban' en sus
La institución más típica del gobierno cargos, fue desvirtuándose a partir de 1560,
de las colonias españolas en América es con los Borbones, llegándose al sistema de
sin duda el Cabildo. Sobre el carácter de la venta de los cargos. "La avaricia de la
esta institución mucho se ha debatido, conCorona llegó al extremo de expedir la Real
siderándose por unos, como Juan B. Alberdi, Cédula de 1581, por la que, en lugar de
como órgano de características democráti- venderse los cargos para toda la vida del
cas y representativas, criterio combatido por comprador, se la extendió por otra vida
del Valle al afirmar que "ni el pueblo ele- más, finalmente y a partir de los primeros
gía, que es la base del gobierno representa- años del siglo xvn, los compradores podían
tivo democrático", ni los cabildos tenían to- transferir su título sin limitación alguna:
das las facultades que se les atribuían. Por aparecieron así ios regidores perpesu parte, Longhi dice que "los cabildos no tuos" (210).
constituían una forma regular de gobierno
El organismo era presidido por el goberpopular, democrático y representativo" í2*6). nador a quien reemplazaba el alcalde de
Debe observarse —siguiendo al mismo au- primer voto y en ausencia de éste, el de
segundo voto; asimismo, formaban parte
del cabildo otros funcionarios de menor je(208) Audiencias -virreinales, presididas por el
virrey; pretoriales, por el gobernador, y subordinararquía, como el procurador general, el esdas, con un presidente togado.
(207)
Este cuerpo sa .Instaló en Buenos Aires
por real cédula del 28 de «aero de 1794, aunque
comenzó sus tareas recién, el 2 de junio; su primer
secretarlo fue don Manuel Belgrano,
(SOS) Longhi, L, B., op. ett., pág. 132.'
(209) Longhi, L. B., op. cií., pág. 188.
(210) Los regidores duraban un año «n sus íiuisiOD.es, renovándose en el Cabildo -de' Buenos Aires
el día 19 de enero {Longhi, L. B., op. oít., pág. 131;.
cribano público, el alférez real, el oficial de
justicia, el juez de menores, etcétera.
Las funciones de los cabildos pueden
agruparse en tres materias: municipales,
policiales y judiciales. Eran funciones municipales la atención de los servicios de
higiene y abasto de la ciudad; las policiales, en lo concerniente a la seguridad pública; y las judiciales, actuaba como tribunal contencioso administrativo, en grado
de apelación de las resoluciones de los alcaldes.
Los recursos del cabildo se denominaban
propios y arbitrarios; los primeros estaban
formados por las propiedades y rentas municipales; los bienes mostrencos ubicados
dentro de la jurisdicción, etcétera; los arbitrios eran las recaudaciones provenientes
del cobro de tasas y patentes aplicados a
comerciantes, vendedores, etcétera.
Las cuestiones político-sociales que a veces alteraban la normal actividad de la
institución municipal y los graves asuntos
que debieron resolverse, hicieron aparecer
una modalidad extraordinaria en las reuniones de la institución, ya que, junto con
los miembros oficiales, se reunían otros vecinos de caracterizado prestigio; estas reuniones se llamaron cabildos abiertos, distinguiéndose de aquellas otras que se sucedían normalmente.
Ninguna norma legal establecía el funcionamiento del cabildo abierto, aunque
desde muy antiguo (siglo x a xni) la costumbre había impuesto en el régimen municipal de León y Castilla la reunión de
consejos abiertos, asamblea de todos los
vecinos, según Posada. En el Virreinato del
Río de la Plata tales reuniones extraordinarias se efectuaron con frecuencia y las
crónicas y actas capitulares registran los
cabildos abiertos celebrados en distintas
épocas, los que siguieron las normas que
habían impuesto la costumbre y el uso, en
lo que se refería a la autorización del virrey, a la invitación y al número de asistentes. Pero una alteración en los usos imperantes se produjo en los famosos cabildos abiertos de la época revolucionaria (1°
de enero de 1809 y 22 de mayo de 1810), ya
que se instalaron sin tener en cuenta la
autorización del virrey y del propio cabildo,
invitando a un número de personas muy
elevado en relación con las que concurrieron a otras reuniones, la calidad de los
concurrentes, todo lo cual hace que dichos
cabildos abiertos se aparten del tipo clásico, hallándose otras diferencias importantes, en, las consecuencias políticas que
produjeron, en el tono de las deliberaciones
y en el carácter de las resoluciones adoptadas, que hacen a estos cabildos "el rudimento de verdaderas asambleas políticas y
representativas de mandato popular implícito" (2").
4. Colonias portuguesas, Portugal, lanzado también como España a la aventura
conquistadora, de posesiones, llegó a las
costas del Brasil ( 212 ) cuando por casualidad Alvarez Cabral en abril de 1500 las descubre, tres meses después que lo hiciera el
español Pinzón. El conflicto entre ambas
potencias se creyó solucionado cuando el
Papa Alejandro VII dispuso el trazado de
una línea que dividía las posesiones, límite
que luego se modificó en el tratado de Tor- desillas.
Se inicia con don Juan III, aconsejado
por don Diego de Gouveia, dividiéndose el
territorio en capitanías hereditarias (lotes
de cincuenta leguas de costa) que se fueron entregando a los hidalgos que desearan emprender la enorme tarea de la colonización, "La división en capitanías respondía a una reminiscencia caballeresca, honrosa para los donatarios, práctica y baratapara el rey que la concedía". Cada uno de
ellos sería en América, un señor feudal,
dueño para siempre de un verdadero reino
y, si afortunados, reunirían caudales capaces de dar envidia a los soberanos del vie-
jo mundo" (2i3). i>e todas las capitanías
establecidas sólo dos prosperaron, Pernanbuco y San Vicente, las otras se malograron,
por distintas causas, entre las cuales puede
mencionarse la hostilidad de los indios y
la incapacidad de los propietarios.
Se produce luego el establecimiento del
gobierno central en Bahía, con la adquisición de la capitanía por don Juan III a
los sucesores del donatario, con lo qué puede considerarse el principio de la colonización oficial.
Este gobierno general, no obstante su
característica eminentemente militar, reconocía los gobiernos locales y el derecho
de las capitanías de carácter hereditario,
independientes entre sí, organizadas en villas, y cuyo sistema municipal debía ser
respetado por el donatario. Este sistema al
permitir la relación directa de cada capitanía con el rey, reflejaba un carácter típicamente descentralizado.
(211)
Longhi, L. B., op. cit., pág, 3.86.
(212) "El nombre derivó del palo tintóreo que
allí abundaba. Era una madera ibirápitanga, excelente para teñir telas, en substitución de la púrpura levantina, y, con la designación de «verzil»,
«bragil» o «brazil», la Europa medioeval la importaba mucho del Asia. Otra versión atribuye el
nombre del palo a su color «brasa», de donde deriva el calificativo «brasil». Sea como fuere, el primitivo colono lo prefirió para llamar, a un misma
tiempo, al país y a su-producto" (Historia de Amé-
rica, dirigida por Ricardo Levene, t. 4, pág. 7, Bs,
Aires, 1940).
(213)
Historia de América, pág. 14.
El rey nombraba por tres, años un gobernador, encargado de hacer cumplir en su
nombre las disposiciones y órdenes reales,
y asegurar la paz y la justicia en el país.
En el orden local, la institución municipal —el Consejo— representaba los intereses lugareños, caracteriaándóse por su autonomía. "Gracias a la sinceridad y altivez
de la institución comunal, prevaleció ella
sobre caprichosas autoridades, habló altivamente y logró imponer los derechos y las
reclamaciones de los colonos, cuando capitanes generales, prepotentes y parciales,
pretendían menoscabarlos" í214).
Estos Consejos, verdaderas villas al despotismo se componían de un juez ordinario,
de dos concejales y un procurador, y asistidos por el almotacén y el alcalde. El juez
era el magistrado popular con funciones de
prefecto y duraba un año en su cargo. El
organismo tenía facultades en la vigilancia
del orden social, en la construcción de obras
públicas, en el control de los gremios nombrando los jueces de las profesiones, en la
aplicación de los impuestos, para lo cual eí
rey debía oír al Consejo antes de ponerlos
en vigor. "Para este efecto, llamaba al gobernador a una junta, a los procuradores
de la,s viilas, cabezas de comarcas, y de los
demás que fuere necesario llamar en semejante ocasión, para que, oyendo a ¡os que
representaran y haciendo las conferencias
necesarias, se escoja algún medio que parezca más conveniente..." "Para resolver
graves asuntos se convocaba a la población
a juntas de pavo".
En materia judicial, el oidor general era
la principal autoridad (21») estableciéndose
la Cosa de supücagao de Lisboa para atender los recursos de apelación. En la colonia,
seguían en. jerarquía al oidor general los
oidores de comarca; a partir de 1696 existieron los corregidores de comarca (juizes
des fóra). Posteriormente aparecieron jueces del crimen, de huérfanos, etcétera.
La Carta del 20 de enero de 1600 creó capitanes mayores en villas y feligresías, los
que fueron nombrados, hasta 1709, por los
gobernadores y después por las Cámaras;
tenían funciones de policía en las circunscripciones y debían cumplir las disposiciones del gobierno.
"Esta distribución de autoridades, aprovechando los aristócratas y latifundistas locales, no solamente consolidó el régimen,
sino que unificó naturalmente la colonia,
(214) Historia de América, t. 4, pág. 64.
(215) "En 1609 fue creado un tribunal de Justicia en .Bahía, extinguido en 1626 a consecuencia
de la guerra holandesa, y restablecido en 1653.
Otros tribunales se crearon: en Rio de Janeiro,
«n 1751; en Marañen, en 1812; en Pernanbuco,
en 1821" (Historia de América, pág. 67).
formando al mismo tiempo una clase de señores territoriales poderosos, de cuyo apoyo se valió la corona para administrar, someter y pacificar las provincias americanas" ( 2 i6).
La inminencia de la invasión napoleónica
provocó el traslado de la corte portuguesa
a Brasil, llegando a Bahía en enero de 1808.
El emperador, Juan VI, instalado en Río de
Janeiro, declarada capital del nuevo Imperio, organizó su gobierno al mismo tiempo
que la administración nacional ( 217 ). Trasladó, pues, a América, la tradicional forma
de gobierno, instalando en el Brasil la monarquía, igual a la que existia en Lisboa,
con la vida palaciega y los mismos usos,
con el objeto de "equipar inicialmente la
colonia a la metrópoli a efecto de transformarla en otro reino de Portugal".
Rápidamente fueron instalándose las instituciones y organizaciones que estructuraron el gobierno y atendían los asuntos de
la administración. Por decreto del 1"? de
abril se crea el Consejo de Estado, y luego
fueron instalándose la Mesa de Conciencia
y Ordenes, el Consejo de Hacienda, la Junta de Comercio, la Intendencia General de
Policía (ais).
En el orden judicial se elevó el tribunal
colonial de segunda instancia de Río de
Janeiro, a Casa de Apelación, "organizándose e¡ Tribunal del Palacio Desembargo
do Paco, análogo al que funcionaba en Lisboa", con lo que completaba la independencia de la justicia.
Habían pasado siete años desde la llegada
de la Corte portuguesa a Brasil, cuando se
eclipsa la estrella guerrera de Napoleón y
Portugal consigue volver a manos nativas.
(216) Historia de América, t. 4, pág. 68.
(217) "El choque que produjo,en Europa el
viaje de la corte portuguesa fue profundo. Por primera vez una dinastía abandonaba su reino para Ir
a hospedarse en aquella bravia e ignota América.
Diríase que el mundo se remoideaba y, con los fugitivos navios de don Juan, era la Europa que se
trasladaba al otro lado del Atlántico, a fin de recomenzar una civilización interrumpida por la catástrofe ... Por lo demás, cuánto duraría la ausencia del regente, ni qué suerte le estaría reservada
a Portugal. Puede decirse que don Juan no se
ocultaba en el Brasil, sino que substituía a Portugal perdido por el nuevo Imperio que iría a crear..,
don Juan llegó a Bahía como un providencial patriarca que trae en su bagaje los materiales de un
Estado. Al desembarcar, elevaba la colonia en sucesora de la extinguida metrópoli. La independencia de Brasil empezaba allí" (Historio de América,
t. 2, págs. 91 y 92).
(218) "El mayor peso de la administración recaía en el ministro de Guerra y Negocios Extranjeros, verdadero primer ministro"; Importantes funciones desempeñaban también el ministro de Marina y el de Hacienda e Interior. La organización
de la administración se completó con la creación
de un archivo militar, la Imprenta real, la acade-
mia de marina, la fábrica de pólvora, etc.
Se planteaba entonces al rey el problema
de continuar manteniendo la sede del gobierno en Eío de Janeiro o satisfacer las
aspiraciones de los nobles y del pueblo portugués, en el sentidos de que volviera a
Lisboa.
En marzo de 1817 se produce sorpresivamente la sublevación de Pernambuco de
carácter profundamente nativo, que obliga
al gobernador a abandonar el cargo, formándose una Junta revolucionaría que trata de extender la acción emancipadora a
otras provincias, pero al fin quedó sofocada por las fuerzas de don Juan, quien,
mostrando una severidad inconmovible,
mandó ejecutar a los principales personajes
de la revolución.
En Portugal, un movimiento constitucio-
nal iba desarrollándose hasta hacer eclosión violentamente en agosta de 1820 con ¡a
rebelión de la guarnición de Oporto; se
formó una Junta que aspiraba a abolir el
régimen absolutista, implantando principios
liberales, reconociendo los derechos del
hombre, instalando el Parlamento y depositando en el pueblo la plena soberanía.
Este movimiento llegó a Brasil buscando
adhesión, Ja que no tardó en producirse; en
Para e inmediatamente en Bahía fueron
depuestas las autoridades reales, instalándose juntas gubernativas, como luego sucedió también en Rio de Janeiro.
"Evidentemente la revolución no era brasileña, ni significaba una reivindicación
americana. Venía de Europa, correspondía
a una exaltación ideológica de las minorías
letradas del viejo mundo. Hasta podía contrariar la evolución y los intereses del Brá •
sil, porque al final pretendían los portugueses obligar el regreso de la familia
real" («i»).
El levantamiento constitucionalista consiguió por último vencer la oposición del
rey, quien influenciado por su hijo Pedro,
consintió en respetar la Constitución,
haciéndolo también la familia real. "Así
vencía sin oposición y sin sangre, el levantamiento de Oporto, y Portugal iba a experimentar el dominio de un parlamento retórico e idealista" (220).
La corte decide por fin el regreso a Lisboa, impulsada ahora por los acontecimientos inquietantes que se producen, provocados por ideas revolucionarias y separatistas.
Don Juan se aleja del Brasil dejando a su
hijo Pedro como representante del principio monárquico en la republicana América
y heredero legítimo de la corona.
Se van desatando las pasiones movidas
por intereses en pugna; por un lado ios par(219)
Historia de América, t, 8, pág. 358.
(220)
Historia de América, t. 8, pág. 259.
tidarios de las Cortes portuguesas bregaban
por el regreso del regente a Portugal, primer paso para la posterior dominación de
la colonia, retrotrayendo la situación a la
época de dominación colonial; por el otro,
los patriotas brasileños que se nuclearon
alrededor de don Pedro con el objeto de
lograr la emancipación total. El príncipe,
vacilante al principio, no puede soportar la
influencia tie los patriotas y decide por fin
quedarse, desobedeciendo la orden de regresar impartida por el Congreso de Portugal,
con lo qué se colocaba enfrente de los militares de las guarniciones
a los que se preparaba para combatir í 2 2 *).
Con la proclamación de don Pedro como
rey del Brasil, título qae luego fue cambiado por el de emperador, se funda eu diciembre de 1822 el Imperio Brasileño, aunque
limitado solamente a las provincias de Rio
de Janeiro, Minas y San Pablo, comenzando
la lucha para la conquista de las provincias
dominadas por los portugueses. "Después
de la lucha, la organización. Luego de la
guerra, la estructuración constitucional. Separado de Portugal, como única monarquía
americana, iba a afrontar las tempestades
políticas de un reinado dramático y atribulado".
Al mismo tiempo que ia guerra' de la
Independencia proseguía, reunía ana Asamblea Constituyente para resolver el problema de la organización constitucional de la
monarquía. Pero ya desde ías primeras deliberaciones y resonando aun en el recinto
las palabras qae pronunciara el rey en ei
acto de la instalación, en que insinuaba
que sólo aprobaría una constitución "digna
del Brasil y de él", se puso en evidencia el
conflicto que no podía ser evitado: "el trono no creía en la soberanía de la Constituyente y la Constituyente dudaba de la
autoridad del trono" (222); la Asamblea
pronto dejó de cumplir con su objeto, desvirtuando el motivo de su convocatoria,
dejó de ser constituyente en la práctica,
pues se dedicó a resolver cuestiones sin importancia o inoportunas, descuidando la
sanción de la Constitución.
Por fin fue elaborado un proyecto "Influido por el ofrecido a las Cortes de Lisboa
y las ideas en boga después de la restauración francesa"; pero no alcanzó a ser san(221) Mientras don Pedro procura vencer la resistencia de los partidarios portugueses de las ciudades por ellos dominadas, en Rio de Janeiro qiiedo su esposa en la regencia y su destacado ministro José Bonifacio de Azufrada e Silva, quien, alarmado por las noticias que llegan de Portugal, envía
una nota a don Pedro instándolo a una ruptura
total, se produce, al recibo'de dicha nota, el episodio que ha recogido ía crónica, conocido eoaao el
grito de Ipiranga: "Independencia o muerte",
(222)
Historia de América, t. 8. pág. 271.
clonado, pues rápidamente crecía la rivali- gobernadas por un presidente libremente
dad del emperador y la Asamblea, que cul- nombrado por el emperador".
Funcionaba en el orden local un Consejo
minó con la disolución del cuerpo. El triunfo del monarca le permitió organizar un provincial electivo "y las Cámaras prosenuevo Consejo de Estado a quien encargó guirían . su histórico destino de gobierno
la elaboración de un proyecto de Constitu- autónomo para los asuntos estrictamente
ción, en el que se advierte la influencia de municipales".
las ideas francesas a las que, según parece,
Pero este régimen unitario fue modificado
era afecto el emperador. Puede notarse co- posteriormente, luego que don Pedro I demo característica de este proyecto, aunque -|ase el trono en 1831 para entrar en un
no difiere fundamentalmente del elabora- semifeudalismo hasta 1889. Se creó para las
do por la Asamblea, la división de la fun- provincias una asamblea legislativa la que
ción pública en cuatro poderes, "como re- se encargaría de elaborar la legislación locomendara Benjamín Constant".
cal; la policía militar, el tesoro provincial,
Sometida, al solo efecto de cumplir con la justicia municipal; se implantó la ensealgún formulismo, a la consideración de ñanza primaria y secundaria; pero el prelas Cámaras Municipales, estas se apresu- sidente provincial seguía siendo designado
raron a aprobarla, siendo finalmente pro- por la Corona, la Asamblea de Rio de Jamulgada por don Pedro 1 el 25 de marzo neiro tenía facultad para anular las decide 1824.
siones de la legislatura local, y el emperaDe acuerdo con los principios liberales dor podía intervenir en las provincias, en
franceses y americanos, imponía la sepa- forma simulada y permanente, por medio
ración de poderes, la soberanía representa- de comisiones enviadas a las provincias y
tiva; "los senadores y diputados eran au- comarcas perturbadas por agitaciones po- I
gustos y dignísimos representantes de la ¡íticas. "Pero el Imperio del Brasil es una
Nación Brasileña". "El principio monárqui- federación, dijo a un brasileño Jules Verry,
co residía moderadamente en el poder del luego de enterarse de la organización del
soberano vitalicio y hereditario y en la vi- país bajo la corona de don Pedro I".
talicidad del Senado". "Ella aseguraba la
5. El gobierno en los países americanos. .
aristocracia, sin ia cual no hay forma de Las ideas de independencia y libertad se •
gobierno monárquico; y la reglamentación fueron esparciendo por las colonias como ;
de las funciones imperiales permitía que si todos los hombres se hubieran puesto de j
ellas se combinasen con los preceptos de- acuerdo para pensar y obrar del mismo ]
mocráticos consagrados" (2«s).
modo, cuando en realidad, pensaban y obra- i
El Poder Legislativo se componía de dos ban aislados y no se conocían, ni habían '
Cámaras: la de Diputados, de representa- oído hablar uno del otro. Esas ideas fueron
ción popular y temporal, y el Senado, de encendiendo cientos de focos que irradiaban
carácter vitalicio, cuyos miembros eran ele- la luz de la libertad para estos pueblos que
gidos por el emperador y representaban a querían ser independientes y nacer como
naciones soberanas, regirse por sus propias
las provincias,
El Poder Ejecutivo estaba desempeñado leyes y ser gobernadas por sus propios hijos.
"La lucha por la independencia, en Amépor un ministerio designado por el empe•
rica
—dice Enrique de Gandía— no fue en
rador, quien se colocaba por encima de los
otros poderes para no soportar la censura realidad por la independencia, sino por la
del Parlamento, responsabilizándose a los libertad".
Sea como fuere, los principios de la emanministros ante la Asamblea.
cipación
americana se hallaron fuertemente
E! Poder Judicial se organizaba coa un
por acontecimientos políticos
Supremo Tribunal de Justicia y tribunales influenciados
y
sociales
y
por
las doctrinas que llegaban
de relación en las provincias, comple- a estas tierras, que
formando lentatándose el cuadro con los jueces de derecho mente la concienciafueron
emancipadora.
Obvio
amovibles.
sería aquí pretender pasar revista a las
No aparecía en esta Constitución, aunque causas extrínsecas e intrínsecas de la inse trató de corregir con el Acta adicional de dependencia americana; sólo es necesario
1834, el criterio federalista que hubiera ser- destacar que las nuevas naciones se fueron
vido para aquietar los ánimos de las pro- erigiendo, teniendo en cuenta los límites de
vincias que no gozaban de una efectiva las antiguas gobernaciones, intendencias y
autonomía. "Su unitarismo fue riguroso. virreinatos y, a pesar de proclamar su liLas provincias conservaban ei nombre que bertad en nombre de un rey cautivo, ello
tenían desde 1818, cuando las capitanías solamente fue el primer paso hacia la total
coloniales se denominaban así, pero serían y definitiva creación de naciones soberanas,
Dice el doctor Andrés María Lazcano y
Mazón al referirse a las naciones america(223) autoría de América, t. 8, pág. 299.
ñas que "al surgir como tales a la vida del
derecho y en el concierto de sus iguales,
han marcado en el reloj del tiempo una
época, que puso fin a la dominación colonial y dio vida a una era de gobierno, el demócrata y republicano, que es el existente
en los estados libres de este continente".
Más adelante continúa, con respecto a la
estructura de las constituciones: "las constituciones de este continente contienen una
parte que puede llamarse orgánica, en la
cual organizan los Poderes del Estado de
que se componen sus gobiernos, se determinan los órganos que han de integrarlo, el
tiempo de duración de los mandatos de sus
funcionarios y empleados, sus atribuciones
y todo aquello que señala hasta dónde llega la esfera de -acción de sus funciones;
constan también de otra parte de carácter
dogmático, llamada «bilí de derechos», porque determinan y definen los derechos que
a todo individuo se le reconocen como garantía individual y delimitan hasta donde
puede llegar cada Estado, en relación con
tales derechos garantizados; y por último,
contienen también la parte que se reconoce
con el nombre de «cláusula de reforma»
mediante la cual se organiza el Estado, y
desiena los órganos a quienes confiere la
modificación de su ley fundamental" (™).
a) Argentina. Los acontecimientos que
culminaron con la instalación del primer
gobierno nativo, el 25 de Mayo de 1810, veníanse gestando lentamente en el tiempo y
sólo la precipitación de los hechos ocurridos
en España y los que se produjeron en Buenos Aires, hicieron oportuna la eclosión
libertadora.
Instalada la Primera Junta, aparece el
primer texto constitucional argentino, que
legal o ilegalmente impuesto, alcanzó a regir por breves días la actividad de la Junta.
El artículo 1? establecía que la Junta estaría formada por los miembros que habían
sido proclamados por e! pueblo; el segundo
disponía el juramento de la Junta; por el
tercero se "ligaba el juramento de las corporaciones y su obediencia a la nueva Junta, como depositarla de la autoridad superior del virreinato, hasta la congregación de
la Junta Central del Virreinato". El articulo cuarto —que se diferencia del artículo
.correspondiente del reglamento del día
24— (22«) facultaba a la Junta para cubrir
por sí sola, cualquier vacante que se produjera en ella; por^el artículo quinto se faculta al Cabildo a reemplazar a los vocales
(224) Lazcano y Mazon, A, M., Constituciones
políticas de América, t. 1. págs. 3-6, La Habana,
1912.
(225) Dictado por el Cabildo cuando decidle,
como golpe contrarrevolucionario, crear la Junta
presidida por Cisneros.
de la Junta que faltaran a sus deberes; ios
restantes artículos (del seis al doce) son
exactamente los mismos del reglamento del
día 24, destacándose que la interpretación
de los artículos 10 y 11 (reiteración de los
artículos 11 y 12 del reglamento anterior)
surge la grave divergencia de los, miembros
de la Junta" (228).
Reunidos los diputados provinciales en
Buenos Aires exigen su incorporación a la
Junta de Gobierno, como así creían entender de acuerdo con lo que expresaba la circular del día 27 de mayo. La incorporación
de los diputados modifica en forma interna
y externa la constitución del gobierno. En
lo interno, porque la Junta se convertía en
un cuerpo que absorbía las funciones ejecutivas y legislativas y, según la opinión de
Longhi, "de esta manera, con o sin derecho
para hacerlo, las ciudades del interior y de
la capital, reunidas, en una Junta de gobierno pluripersonal, echaban las bases de
un federalismo de facto, reclamado y adelantado como aspiración nacional el mismo
día 18 de diciembre de 1810 (en que se trató
la incorporación de los diputados). Por primera vez en el país, las ciudades del interior coparticipaban en la función del gobierno central, contrastando así, con la
práctica de tres siglos y con el primer gobierno patrio. Él antecedente más remoto
de un esbozo de la teoría y aun mismo de
la práctica del sistema federal argentino,
si bien revistiendo el aspecto de un federalismo municipal, debe buscarse entonces, en
la reorganización del 18 de diciembre, en
la que se constituyó la Segunda Junta o
Junta Grande como también
se la designa
en la historia argentina" ( 22 ?). En lo externo, aumentó considerablemente el número de los miembros elevándose a veintidós,
(226) "Art. 11. Que los referidos señores despachen sin pérdida de tiempo órdenes circulares
a los jefes del interior y demás a quienes corresponda, encargándoles muy especialmente y bajo
responsabilidad, hagan que los respectivos cabildeo
de cada uno, convoquen por medio de esquelas la
parte principal y más sana del vecindario, par»
que formando un Congreso de solo los que e».
aquella forma hubieran sido llamados, elijan sus
representantes, y éstos hayan de reunirse a la mayor brevedad en esta capital, para establecer !a
forma de gobierno que se considere mas conveniente.
"Art. 14. Que elegidos así el representante de
cada ciudad o villa, tanto los eíeptos como los Individuos capitulares, la otorguen poder en pública
forma, que deberán manifestar cuando concurran
a esta capital, a fin de que se verifique su constancia jurando en dicho poder no reconocer otro
soberano que el señor don Fernando VII y sus legítimos sucesores, según el orden establecido por
las leyes y estar subordinado al gobierno que legítimamente los represente".
" (227) Longhi, L. B., Derecho constitucional argentino y comparado, t. 1, pág. 249, Ed. Bibliográfica Argentina. Bs. Aires, 1945.
con lo que aumentaban las dificultades para la rápida solución de los asuntos de gobierno que debían resolver,
-No seria necesario ni pertinente esbozar
la historia constitucional argentina, con el
objeto de seguir la evolución de las ideas
que se pretendieron cristalizar en las diversas iniciativas de organización institucional que aparecieron. Solamente a título
ilustrativo se mencionarán los sucesivos
cuerpos orgánicos, señalándose en cada uno
los artículos o disposiciones en los cuales
se especifica la forma de gobierno a adoptarse.
Según Ricardo R. Caillet Bois ( 22S ), el
primer ensayo constitucional argentino es
el Reglamento de la división de poderes de
22 de octubre de 1811, que redactó la Junta
Conservadora y que el Triunvirato pasó a
consideración del Cabildo. Conviene destacar que este reglamento al organizar el
Poder Ejecutivo (sección segunda, art. 10)
tiene en cuenta el decreto del 23 de diciembre de 1811 que creaba el Triunvirato —de
carácter provisorio— y luego de consignar
sus atribuciones, lo hace responsable ante
la Junta Conservadora de su conducta pública (art. 13). Luego organiza el Poder
Judicial, del cual dice que es "independiente" y encargado de juzgar a los ciudadanos,
con arreglo a las "leyes generales, las municipales y los bandos de buen gobierno
(que) serán las regías de sus resoluciones"
lart. 2?).
El Triunvirato, disconforme con las normas proyectadas por la Junta pa,sa el reglamento a revisión del Cabildo, y una comisión especial lo declara nulo, a pesar de
que los asesores reconocen facultades a la
Junta. Por fin, el Triunvirato deroga el Reglamento y disuelve la Junta (decreto del
7 de noviembre); dándose el Estatuto Provisorio del Gobierno Superior de las Provincias Unidas del Río de la Plata —seguido
de los decretos de seguridad individual y libertad de imprenta— (26 de octubre a 23 de
noviembre de 1811).
En nueve artículos el Triunvirato establece las normas a que se ajustará ei gobierno, precedidos de un extenso preámbulo
en el cual se trata de explicar los hechos
que dieron motivo a la disolución de la Junta. Establece como novedad que los vocales
del gobierno se turnarán cada seis meses en
el ejercicio de la presidencia, disponiéndose
al mismo tiempo el procedimiento a observarse para la elección del miembro que deba
(228)
Caillet BoSc. S. R., prólogo al vol. 23 de la
serie "Documentos para la Historia Argentina", E»tatutos, Reglamentos y Constituciones Argentinas,
publicado por la Facultad de Filosofía y Letras,
pág. 7, Instituto d« Historia Argentina "Dr. Emilio Ravígnani", Bs. Aires, 19S6.
substituir al vocal saliente. También consigue dictar, a pesar de los graves conflictos políticos por los que atravesaba, dos importantes decretos: uno sobre libertad de
imprenta, del 26 de octubre y el otro, sobre
seguridad individual del 23 de noviembre
de 1811, auténticos antecedentes constitucionales, ya que han sido incorporados, especialmente el último, a la Constitución vigente (arts, 18 y 23) («»).
(229) No se resiste la tentación, a riesgo de
caer en lo abusivo, de transcribir ese lamoso decreto sobre seguridad Individual, en el que aparecen ciaros principios democráticos que algunas veces es necesario recordar.
"Si la existencia civil de los ciudadanos Be abandonase a los ataques de la arbitrariedad, la libertad de imprenta publicada en 26 de octubre de!
presente año, no sería más que un lazo contra los
incautos y un medio indirecto para consolidar las
bases del despotismo. Todo ciudadano tiene un
derecho sagrado a la protección de su Fida, de su
honor, de su libertad y de sus propiedades. La posesión de este derecho, centro de las libertades civiles y principio de todas las instituciones sociales, es ¡o que se Itania seguridad individual. Una
vez que se haya violado esta posesión, ya no hay
seguridad, se adormecen los sentimientos nobles
del hombre libre, y sucede ¡a quietud funesta del
egoísmo. Sólo la confianza pública es capaz de
curar esta enfermedad política, la más peligrosa
de los Estados, y sólo una. garantí» afianzada en
una ley fundamental es capaz de restablecerla.
Convencido e! gobierno de la verdad de estos principios, y queriendo dar a los pueblos americano»
otra prueba positiva y real de la libertad que preside sus resoluciones, y de las ventajas que les prepara su independencia civil, si saben sostenerte
gloriosamente y con honor contra los esfuerzo»
de la tiranía, ha venido a sancionar la seguridad
individual por medio del siguiente decreto:
"Artículo 1. Ningún ciudadano pueda ser penado, ni expatrlado sin que preceda forma de proceso y sentencia lega!.
"Art. 2. Ningún ciudadano pu«ds ser arrestaos
sin prueba, al menos semiplena, o Indicios vehementes de crimen, que se harán constar en proceso
Informativo dentro de tres días perentorios. Efc el
mismo término se hará saber al reo la causa de su
detención y se remitirá con los antecedentes al
juez respectivo.
"Art. 3. Para decretar al arresto de un ciudadano, pesquisa de sus papeles, o embargo de bienes, se individualizará en el decreto u orden que
se expida, el nombre o señales que distingan su
persona, y objetos, sobre que deben ejecutarse la¡
diligencias, tomando Inventario que firmará el
reo, y dejándose copia autorizada para su resguardo.
"Art. 4. La casa de un ciudadano es un sagrarlo, cuy» violación e» un crimen; sólo en al caso
de resistirse ei reo, refugiado, a la convocación del
juez, podrá allanarse; su allanamiento se hará con
la moderación debida, y personalmente por e! juez
de la causa. Si algún motivo urgente impide tu
asistencia, dará al delegado una orden por escrito; dando copia de ella al aprehendido y al dueño
de la casa si la pide.
'
"Art. S. Ningún reo estara incomunicado después de su confesión, y nunca podré ésta dilatarse
más alia del término de diez días.
"Art, 6. Siendo las cárceles para seguridad y no
para castigo de los reos, tocia medida que, a pre-
Luego, el Triunvirato el 19 de febrero de
1812, se dicta el "Reglamento que da forma
a la Asamblea Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata enunciada
en el Estatuto de Gobierno de 23 de noviembre de 1811'; según ¡a opinión de Carlos
Alberto Silva, "los principios de separación
de poderes no existen; la preeminencia del
Poder Ejecutivo es ya dictatorial. No hay
en realidad en Congreso; es un conglomerado que el Triunvirato se propone mover
díscrecionaimente, ai punto de que, por decisión propia, riada puede hacer. La veda
es total; la dependencia absoluta" (2:!0).
Pasando por alio los acontecimientos históricos que se sucedieron, se llega a la instalación de la Asamblea General Constituyente del año 1813, como un intento más de
convertir en realidad el deseo de todos de
constituir un gobierno y organizar 3a nación. Una de las medidas de importancia
que adopta es, posiblemente a iniciativa del
triunvirato, crear el Directorio y el Consejo
de Estado, dándole un reglamento provisorio; pero no llega a sancionar el texto
constitucional, a pesar de que se elaboraron
proyectos, uno por la Comisión Especial
nombrada por la Asamblea, otro redactado
por la Sociedad Patriótica. Algunos autores,
entre ellos Luis R, Longhi, mencionan otros
dos proyectos que fueron hallados en posteriores búsquedas, como así también lo
añrfnaba el doctor Ravignani en su monumental obra Asambleas Constituyentes Argentinas.
El proyecto presentado a la Asamblea
por la Comisión Especial consta de 277 artículos agrupados en 22 capítulos, de los
cuales el IV, traía específicamente del gobierno, y expresa en el articulo 1<? que "¡as
Provincias del Río de la Plata, forman una
república libre e independiente" y está integrada (según, el cap, II) por las provincias
de Buenos Aires, Córdoba, Salta, Potosí,
Charcas, Cochabamba, La Paz, la de Cuyo
texto de precaución, sólo sirva para mortificarlos.
será castigada rigurosamente.
"Art. 7. Todo hombre tiene libertad para permanecer en «1 territorio del Estado, o abandonar
cuando guste su residencia.
"Art. 8. Los ciudadanía habitantes del distrito
de la Jurisdicción del gobierno, y los que en adelante se establezcan, están inmediatamente bajo
su protección en todos sus derechos.
"Art, 8. Sólo en el remoto y extraordinario caso
de comprometerse la tranquilidad pública o ¡a seguridad de ¡a patria, podrá «1 gobierno suspender
este decreto mientras dure la necesidad dando
cuenta inmediatamente a la asamblea general con
Justificación de los motivos, y quedando responsable en todo tiempo de esta medida".
(230) Silva, C. A., JBÍ Poder Legislativo de la
Unción Argentina, t, 1, 1» parte, pág, 43, Bs, Aites, 1937.
y Banda Oriental y la del Paraguay, si
adoptase la presente Constitución.
El proyecto de la Sociedad Patriótica, de
213 artículos y 25 capítulos, comienza por
sostener que "las Provincias de América de!
Sud que se han unido con las del Eio de la
Plata y éstas, se hallan congregadas en un
medio de sus legítimos representantes"
(art. 19).
En lo tjue respecta a ia organización del
Estado, hay que señalar una diferencia
entre ambos proyectos; mientras que el
proyecto de la Comisión no la define con
claridad, aunque a veces pareciera inclinarse hacia un federalismo un tanto atemperado, e! proyecto de la Sociedad Patriótica se inclina, aunque no lo dice tampoco
claramente, hacia la organización unitaria; ello parecería desprenderse del capítulo XX, ei que establece que en cada provincia existirá un Prefecto nombrado por
el Presidente de la República. Ambos proyectos coinciden en establecer el sistema
de Poder Legislativo blcameral (cap. VIII,
art. 1"? del proyecto de la Comisión y 79 del
de la Sociedad).
Como consecuencia de la caída del gobierna del general Carlos de Alvear asume
la autoridad del país el Cabildo de Buenos
Aires, qae expide un bando el 18 de abril de
1815, "en el que se determinaba la necesidad y el procedimiento a seguir para la
elección de un gobierno provisional, hasta
tanto se reuniera el Congreso General de
las Provincias, que debería ser precisamente convocado, a los dos días de la instalación del nuevo gobierno". Se encarga asimismo, a una Comisión —Junta de Observación— especie de cuerpo moderador del
Ejecutivo, compuesta de "ciudadanos virtuosos que se hallasen por conveniente", la
tarea de redactar un Estatuto Provisorio
"capaz de contener los grandes abusos que
hemos experimentado, para restituir la libertad de imprenta, reclamando la menor
infracción enérgicamente" ( 2:íl ).
De inmediato comienzan las tareas de ¡a
Junta, en ¡a redacción del "Estatuto Provisional para la dirección y administración
del Estado, formado por la Junta de Observación nuevamente establecida en Buenos
Aires, el 5 de mayo de 1815".
Aunque este Estatuto no llegó a regir, hay
que notar que varias de sus disposiciones
e parecí e ron en los proyectos posteriores;
según la opinión de Silva, este Estatuto
"regla la existencia del gobierno de Buenos Aires, que fue apropiado campo experimental para evidenciar su ineficacia" (:¡!!-).
(231) Registro Oficial de la República Argen~
'Una., t. 1, pág. 809.
(232) Silva. C. A., op, cit., pág. 152.
Luego se convocó a elecciones para el
Congreso que debía reunirse en Tucumán,
En la sesión del Cabildo del día 13 de febrero de 1816, convocado en la Iglesia de
San Ignacio, se- resuelve modificar el Estatuto, nombrándose al efecto una comisión (2»3), Asimismo se crea una comisión
de vigilancia, compuesta por tres miembros.
La reforma del Estatuto, cuya redacción
se atribuye al Dean Punes, fue sometida
a consideración del Congreso de Tucumán
(que se instaló el 24 de mayo de 1816), pero
no alcanzó a considerarla. Este Congreso
Constituyente, luego de tomar diversas resoluciones, designó Director Supremo al coronel Juan. Martín de Pueyrredón; asimismo resuelve darse un orden de asuntos a
considerar, nombrándose una comisión encargada de redactar un plan de trabajo;
el que incluye, entre otros asuntos fundamentales, la adopción de la forma de gobierno que sea más adecuada (punto 5).
Dicho plan fue aprobado en la sesión del
día 9 de julio; prosigue luego con la aprobación del acto más importante de sus deliberaciones: la declaración de la independencia.
La consideración del punto 5 del plan trae
al Congreso la oposición de dos tendencias:
una, que se inclina por la forma republicana inspirada en el ideario dé Moreno y
de la Revolución de Mayo y la otra, se inclina por la forma monárquica; asimismo,
dentro de la tendencia democrática, se observan las ideas federales y las unitarias,
y dentro de la monarquía, se dividían sus
adeptos en aceptar, unos, la forma constitucional a semejanza de la inglesa, inclinándose otros por la más absoluta, la monarquía de tipo borbónico.
Trasladado a Buenos Aires, el Congreso
continúa sus deliberaciones, llegando a considerar un proyecto de Reglamento Provisorio presentado por la comisión especial,
en la sesión del 27 de setiembre de 1816 (2^)
en su sede de Tucumán, quedando sancionado el 22 de noviembre de 1816. Luego de su remisión al Director Supremo para su conocimiento, vuelve a discutirse en
el Congreso, atendiendo las observaciones
que formula la comisión revisora, hasta que
(233) Integrada por Manuel Antonio Castro,
Gregorio Punes, Tomás Antonio Valle, Luis José
Chorroarin y Domingo Victorio Achega.
(234) "Mereció preferente atención el capítulo
que habla del establecimiento de un Senado en la
Capital. Este punto íué materia de larga discusión,
sobre si debía suprimirse, supuesta la resolución
de trasladarse el soberano Congreso a Buenos Aires, o si ínterin se verificaba la traslación, se nombrarían individuos de fuera de su seno que lo íor~
masen provisoriamente" (Silva, C. A., op, cit., páginas 228 y 229).
obtiene sanción definitiva el 3 de diciembre
de 1817.
Este reglamento sigue la orientación que
se observa en el Estatuto de 1815 y hasta su
misma división en secciones, pues ambos
constan de siete, que agrupan diversos capítulos. En lo que respecta a la forma de
gobierno, hay que señalar que este Reglamento, a igual que el anterior Estatuto, no
se define claramente aunque surge del espíritu de sus disposiciones la tendencia unitaria, la que es enérgicamente combatida
por los caudillos del interior, que da motivo para que se inicie una época de darás
luchas por el predominio político, entre las
provincias mandadas por los caudillos y el
gobierno .de Buenos Aires.
En esta situación inicia sus deliberaciones
el Congreso, que había suspendido sus sesiones, abordando la consideración del proyecto de "Constitución de las Provincias
Unidas de Sudamérica" que finalizó con la
sanción del 22 de abril de 1819.
Es interesante la exposición de la comí- ,
sión referente a la forma de gobierno que
adopta, poniendo en evidencia que las ideas
monárquicas continuaban preocupando a ,
los diputados y aceptaban como un princl- :
pió de solución para organizar definitiva- ;
mente el país. Así la comisión expresa que ;
"ha llevado la idea de apropiar al sistema
gubernativo del país las principales ventajas de los gobiernos monárquicos, aristocráticos y democráticos, evitando sus abusos"; y agrega: "el gobierno monárquico
es ventajoso por la unidad de los planes,
por ¡a celeridad de la ejecución, y poi el
secreto, de modo que tan respetable a los
agitadores del orden público como a los
enemigos exteriores, con una mano previene los complots que amenazan interiormente y con la otra contiene las invasiones
de afuera. El gobierno aristocrático es ventajoso porque los negocias-públicos son mane jados pqr hombres eminentes y distinguí- .
dos que han tenido proporciones para edu- ;
carse brillantemente, y adquirir los talen- |
tos necesarios para desempeñar sus cargM ?
con acierto y esplendor. El gobierno democrático es ventajoso por la elevación y seguridad que Inspira a todos los ciudadanos ¡
el derecho de tomar parte en la formación |
de las leyes que han de obedecer, en lai I
elecciones, y demás transacciones pública
en que se hallan altamente interesa
dOS" (233) .
(235) En el extenso manifiesto con que st
acompañó la publicación del texto constitucional ¡
—que erróneamente se atribuyó en un principio
al deán Gregorio Funes— se dice textualmente:
"que la presente Constitución no es n! la dono- ,
cracia fogosa de Atenas, ni el régimen monacal iH
Esparta, ni la aristocracia o la efervescencia plfr ^
Esta Constitución adopta eí sistema blameral para la organización dei Poder
Legislativo y las normas que señalan las
atribuciones de ambas Cámaras significan
on apreciable progreso en la materia, no
obstante el poco acierto que puede señalarse en lo que respecta a la composición
del Senado, de tendencia aristocrática ( 2:ífi ).
Otro rasgo original de esta Constitución
es el que, por primera vez se crea una Corte
Suprema de Justicia que ejerce el Poder
Judicial del Estado, compuesta por siete
jueces y dos fiscales, nombrados por el
Director Supremo con acuerdo del Senado
(artículos XCII y XCIV).
No obstante su acertada técnica y los
propósitos de servir al país, que animaban
a sus redactores, no era la Constitución que
el país necesitaba; no se adaptaba al ambiente, pues estaba en pugna con el espíritu
democrático que imperaba y constituía un
desafío al federalismo que (mal interpreta-
do a veces pero vivo) representaban los
caudillos del interior. En conclusión, la
Constitución de 1819 fue motivo para encender la guerra civil en defensa del federa. •
lismo y que se refleja en la aparición
de
las constituciones provinciales (237) que
buenas o no se ratificaba en ellas la continuidad histórico-política de la Revolución.
"Cada provincia, con su Constitución al
ít'ente, por convicción o por presión de sus
respectivos caudillos —ello no importa—
se sintió fortalecida en su posición de Estado provincial soberano constituido e independiente pero integrantes de ¡a Unión
de Provincias". "Hay, pues, demasiada injusticia, cuando se condena a aquellos tex-
tos constitucionales de las provincias, atenbleya de Boma, ni el gobierno absoluto de Rusia,
ni el despotismo de Turquía n! la federación complicada de algunos Estados. Pero es sí un estatuto
que se acerca a la perfección: un estado medio entre la convulsión democrática, la injusticia aristocrática y el abuso del poder ilimitado".
(238) "Artículo X: Formarán e¡ Senado los se-
nadores de provincias, cuyo míraero será igual a]
de las provincias; tres senadores militares, cuya
graduación no baje de coronel mayor; wn obispo
y tres eclesiásticos; «n senador por cada Universidad, y el director del Estado, concluido el tiempo
de su gobierno".
(237) Santa Pe se había dado con anterioridad
una Constitución de fecha 26 de agosto de 1819.
La» Constituciones provinciales son las siguientes:
Constitución de la "República de Tucumán, deí
6 de setiembre de 1820. Constitución de la "República" de Córdoba, del 3 de enero de 1821. Constitución de la Provincia tle Salta y Jujuy, del 9 de
agosto de 1821. Constitución cié ¡a Provincia de Corrientes, del 11 de diciembre de 1821. Estatuto Provisorio Constitucional de la Provincia de Entre
Kos. del 4 de marzo de 1822. Reglamento Constitucional de la Provincia de Catamarca, del 11 de
íttllo de 1823. Carta de Mayo de la Provincia de
San Juan, del 13 de julio de 1825. Las demás provincias sancionan leyes orgánicas.
diendo más a la letra que a la continuidad
histórica argentina" ( 2 3»),
Dice Carlos A. Silva a! referirse a esta
época: "A los diez años de la Revolución,
los pueblos del interior se encuentran bastamente evolucionados. No sólo avanzan
en su organización sino que, aunque defectuosamente, van implantando formas estatales que constituyen el primer paso hacia
el afianzamiento de la aspiración suprema: la autonomía. El federalismo no surge
como imposición doctrinaria; no va más
allá de la. concreción de las ideas democráticas que tan generosamente desparramaba
Moreno desde los albores de la patria libre.
Son ios pueblos que forman conciencia de su
soberanía, igualdad y valimiento, como partes integrantes de la nacionalidad" (239).
Los dos errores en que se incurre: el propósito de instaurar una monarquía y el sistema unitario propiciado por la Constitución de 1819, hacen fuertes a las montoneras que elevan a los caudillos y éstos, al
levantar el emblema del federalismo, se
convierten en los ídolos de sus pueblos que
ven en ellos los defensores de la libertad.
"La muchedumbre, la democracia, sigue la
bandera del federalismo para mejor defenderse y triunfa. Es la anarquía, dice entonces la minoría centralista. Es el pueblo,
responden los caudillos".
Pero, a pesar de la anarquía que impedía todo intento de acercamiento entre los
pueblos con eí fin de organización nacio-
nal y, precisamente, apelando a esa aspiración, logra el gobierno de Martín Rodríguez, mediante ¡a ley del 27 de febrero de
1824, "invitar a los pueblos de la Unión a
fin de reunir lo más pronto posible, la representación nacional". "Ninguno de los
Congresos argentinos cuenta con mejores
auspicios para su gestión que el del 1824.
La iniciativa de la Junta de Representantes de Buenos Aires resume los anhelos reiteradamente manifestados por las provincias, que ansian ver organizada la Nación,
declarándose prontas a rendirle acatamiento, pero sin delegar
de las propias autonomías estatales" ( 24 °).
La primera sesión preparatoria se celebra
el día 6 de diciembre, iniciando sus deliberaciones el día 16. Una de las sanciones más
importantes que produce el Congreso es la
denominada Ley Fundamental, que significa un pacto de unión entre las provincias,
consolidándose el espíritu federalista que
parece imperar entre los congresales y que
indicaría desde ya el carácter que tendría,
(238) Longhi, L. H., op. cii., pág. 390.
(239) Siva, C. A., op. cit., pág. 366.
(240) Silva, C. A., op. cit., t. 1, 1? parte, página 479.
en este sentido, la organización del Estado.
Esta ley, asimismo, establece el Poder Ejecutivo unipersonal (aunque provisorio) y
la denominación oficial de Provincias Unidas del Río de la Plata. El 28 de enero de
1826, el diputado Bedoya insiste en su anterior moción en el sentido de nombrar en
forma permanente la persona que ha de desempeñar el Poder Ejecutivo, con el nombre
de presidente: esta ley, llamada "Ley de
presidencia" es sancionada el 8 de febrero,
con algunas modificaciones, señalándose la
adición que propone el diputado Agüero al
final del artículo 4 que trata del juramento,
que dice: "que defenderá y conservará la
integridad e independencia del territorio
de la Unión, agregándose: "tejo la forma
representativa republicana". También se
aprueba la ley de ministerios, constituyéndose cinco departamentos: de gobierno,
negocios extranjeros, guerra, marina (que
luego se reforma nombrándose un solo ministro) y hacienda.
En la sesión del día 7 se procede a la
elección del Presidente de la República, resultando elegido don Bernardino Rivadavia.
Cuando ya el Congreso, después de cuatro meses de deliberaciones, considera que
ha llegado el momento de comenzar con su
tarea específicamente constituyente, se encuentran en las mismas vacilaciones que los
anteriores, en lo que respecta a ¡a- forma de
gobierno. La propia Comisión de Negocios
Constitucionales no se definía, conviniéndose consultar a los pueblos, como medida
previa a la redacción del proyecto de constitución (2«). Después de recibidas las respuestas, la Comisión creyendo interpretar
la voluntad de los pueblos y entendiendo
hallar la mejor solución al delicado problema, se decide por la forma representativa republicana, consolidada en unidad de
régimen, la que es adoptada por 42 votos
a favor y 11 en contra.
Por fin la Comisión presenta su proyecto
de Constitución el que comienza a tratarse
el 1<? de septiembre, adoptándose como base la Constitución de 1819. El texto definitivo, en su sección tercera, artículo 7"? se
define por la forma de gobierno representativo, republicano, consolidado en unidad
de régimen; un Poder Legislativo bicameral (art. 90), el Poder Ejecutivo unipersonal
(Presidente de la República), de elección indirecta (arts. 73-80) dura en sus funciones
(241) Las provincias se expiden de ¡a siguiente
íorma: Córdoba, Mendoza, San Juan y Santiago
del Estero, por el gobierno representativo republicano federal, Salta, Tucumán y La Kloja, por el
sistema unitario. Catamarcs, Corrientes y San Luis,
por el que adopte el Congreso. No se pronuncian:
Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Pe, Banda Orien-
tal y Misiones.
cinco años y no puede ser reelecto; el Poder
Judicial ejercido por la Alta Corte de Justicia, Tribunales Superiores y demás juzgados (art, 110).
La Constitución, sometida a la consideración de las provincias fue rechazada por
ellas, a pesar del esfuerzo realizado por las
comisiones enviadas por el Congreso, el que
clausura sus deliberaciones el 18 de agosto
de 1827.
Comienza una etapa de descomposición
institucional que abarca el lapso comprendido entre los años 1829 y 1852, durante el
cual la anarquía primero y la dictadura
después, van alejando la idea de una definitiva organización.
Pero por fin se llega a vislumbrar la posibilidad de concretar tal aspiración, llegándose al "término del gran drama argentino, abierto en la semana de mayo de 1810
y recargado de cuadros sombríos durante
cuarenta y tres años de estériles y sangrientas luchas en ¡os que, en el afán de superación puesto al servicio de un ideal supremo,
se perdieron de vista las modalidades de un
pueblo reclamadas por sus sentimientos de
unión nacional dentro de su propia individualidad histórica" (212) _
El Congreso General Constituyente al que
concurren las provincias menos Buenos
Aires, en cumplimiento del artículo 5? del
Acuerdo de San Nicolás, "es uno de los más
gloriosos cuerpos deliberativos argentinos",
que inicia sus sesiones preparatorias el 15
de noviembre, en Santa Fe. En la sesión del
24 de diciembre de 1852 el diputado Leiva
pide el nombramiento de una comisión que
tendrá a su cargo la redacción del proyecto,
que resulta integrada por el mismo Leiva,
Gutiérrez. Gorostiaga, Díaz Colodrero y Ferré, a quienes se unen después Derqui y
Zapata. La comisión presenta su proyecto
el 18 de abril, acompañada de un informe,
en el que expresa que el sistema federal es
la base del proyecto elaborado, en cumplimiento del artículo 2° del Acuerdo de San
Nicolás y del artículo 16 del Pacto Federal
de 1831. Las provincias conservan su "soberanía e independencia"; se gobiernan según sus propias instituciones y la elección
de magistrados y legisladores se verifica
exclusivamente por la libre voluntad de sus
habitantes.
Adopta el sistema bicameral en la organización del Poder Legislativo; el presidente
de la Confederación es electo por el pueblo
por votación indirecta: el Poder Judicial es
ejercido por la Corte Suprema y demás tribunales inferiores.
Concluido el debate en general y particular el 30 de abril se resuelve que al día
(242) Longhi, L. R., op. cit., pág. 529.
siguiente se lea ei texto aprobado y se procedu a la firma, lo que así sucede, quedando
sancionada la Constitución de la Confederación Argentina.
Las posteriores reformas introducidas en
1860, 1866 y 1898 no alteraron su espíritu
y, en lo que se refiere a ¡a forma de gobierno se mantuvo, lógicamente, la forma
representativa, republicana federal, y así rige y preside el destino del país, puesto que,
como decía Fray Mamerto Esquiú en su
magnífico discurso: "la vida y conservación
del pueblo argentino dependen de que su
Constitución sea fija, que no ceda al empuje de los hombres".
b) Bolivia. La actual República de Solivia había integrado, con la denominación
de Alto Perú, el Virreinato del Río de la
Plata, luego de ser separado del virreinato
del Perú.
La organización institucional, propia de
la dominación española, con su característica presión sobre el nativo, configura un
cuadro social en el cual el espíritu de rebeldía espera hacer eclosión para liberarse de
la carga.
Factores diversos van preparando el ambiente adecuado; los acontecimientos de
Europa, las consecuencias de las invasiones
inglesas a Buenos Aires, son utilizados hábilmente por los precursores de ¡a revolución, que desde la Universidad de Charcas,
especialmente, comienzan a agitar a las
masas y a influir con sus ideas en el propósito emancipador.
Los movimientos de Chuquisaca y La Paz,
del 25 de mayo y 18 de junio de 1809, respectivamente, señalan el comienzo de la
gesta libertadora y, aunque en La Paz tuvo
más éxito, puesto que logró establecer
—aunque precariamente— un gobierno nativo, y establecer algunas bases que pueden
considerarse como un pían de gobierno,
compuesto por 10 capítulos, uno de los cuales disponía la creación de una Junta Tuitiva, al fin fue dominada nuevamente por
las fuerzas españolas y ahogado en san •
gre (2-is).
Posteriormente, la revolución producida
en Buenos Aires y los acontecimientos militares que se sucedieron precipitan los pronunciamientos rebeldes, iniciándose la lucha armada contra el poderío español hasta
conseguir el cese de ese predominio, con la
victoria de Ayacucho el 9 de diciembre de
1824. "Así, a los quince años de la revolución de Chuquisaca, terminó la implacable
lucha entre los americanos y españoles; el
(243) Los principales propulsores de ¡a revolución fueron ahorcados; Murólo, el jefe, pudo expresar momentos antes de morir estas palabras:
"La tea que os dejo encendida, jamás so ha de extinguir".
Alto Perú, cuna de la revolución, fue
la
tumba de la dominación española" C2**),
Los sucesivos pronunciamientos espontáneos de la ciudades, como Cochabamba, La
Paz, Chuquisaca, etcétera, convirtieron de
hecho al país en estado independiente, por
lo que Sucre, al entrar a la ciudad de La
Paz, dictó el 9 de febrero de 1825 un decreto convocando a todas las provincias a
una asamblea que debía reunirse en Oruro
el 10 de abril; pero la reunión tuvo lugar
el 10 de julio en Chuquisaca presidida por
el doctor Mariano Serrano. Este célebre decreto "es el primer documento institucional
de Solivia. Está noblemente inspirado; reconoce la soberanía del pueblo, consagra
principios básicos de Derecho público para
concluir colocando la piedra fundamental
sobre la que se levanta la independencia
del país: la Asamblea General de Representantes del Alto Perú deliberará acerca
de los destinos de las provincias y sobre su
régimen provisorio de gobierno. Reconocimiento explícito de la autodeterminación
de los pueblos, que permitió la fundación
del nuevo estado" (~^>).
En la asamblea se pusieron a consideración tres proposiciones, triunfando la que
expresaba que "los departamentos del Alto
Perú se erigirían en Estado soberano e independiente de todos los monarcas, tanto
del viejo como del nuevo mundo", naciendo
así un estado libremente erigido, que se
denominaría República de Bolívar (decreto del 10 de agosto), nombre que luego se
cambió per el actual. Al mismo tiempo se
encargaba a Bolívar la redacción de ¡a. primera constitución, texto que fue recibido el
14 de junio de 1826, junto con el decreto del
reconocimiento de la independencia, por
parte del Perú.
La Constitución redactada por Bolívar
—de efímera vigencia— adoptaba el régimen unitario, con un gobierno popular, re(244) Heras, C., "Independencia del Alto Perú.
Creación de la República de Bolivia". en Historia
de América, dirigida por Ricardo Levene, t. 6. .página 49, Bs. Aires, 1940.
(245) Trigo, C. P., Derecho constitucional boliviano, págs. 108 y 109, Ed. Cruz del Sur, La Paz,
Bolivia, impreso en Bs. Aires en 1952.
El citado autor, distinguido constitucionalista
boliviano, reúne en su bien documentada obra la
bibliografía sobre la historia y el Derecho constitucional de su país, de la cual puede verse: Carrasco, J., Estudios constitucionales, vol, 4, Ed.
González y Medina, La Paz, 1920; Gutiérrez, J. R..
Las Constituciones políticas que ha tenido la República boliviana (1826-1868), Imp. de El Independiente, Santiago, 1869; Monje Gutierres, T., Derecho público constitucional boliviano, Ed. Trabajo.
La Paz, 1946; Sanjines, J., Las Constituciones politicas de Bolivia (Estudio histórico comparativo).
La Paz, 1906; Trigo, C. F., Reseña constitucional
boliviana. Universidad Mayor de Snn Andrés, I-a
Fa?, 1950.
presentativo, con un presidente vitalicio e
irresponsable, un vicepresidente hereditario
y tres ministros.
"La presidencia vitalicia con un vicepresidente hereditario daba- a la Constitución
un carácter semi monárquico, en pugna con
los principios democráticos inspiradores de
la revolución americana".
"Se ha controvertido acerca de si Bolívar
deseaba implantar una monarquía o una rer
pública democrática. En la esencia, nos encontramos ante una organización sui géneris, en la que predominan las características de una república oligárquica. Propiamente se consagró, con el título republicano de presidente, a causa de su duración,
un monarca constitucional electivo. Esto
muestra que los principios imperantes en
Inglaterra parecen haber inspirado el pensamiento del Libertador" ( 2 4 6 ).
El Poder Legislativo estaba compuesto por
tres cámaras: tribunos, senadores y censores. Los primeros, tenían la iniciativa en
cuestiones económicas, militares y de relaciones exteriores; los senadores, en las correspondientes a la justicia y a la administración eclesiástica y los censores, que eran
vitalicios, estaban encargados de velar por
el cumplimiento de la constitución y de las
leyes y en toda lo referente a la legislación
sobre cultura e instrucción pública.
Otra novedad digna de destacarse en este proyecto es que aparece, además, el Poder Electoral.
La Asamblea se dedicó a la consideración del proyecto, al que introdujo pocas
modificaciones, corno la que se refería a la
religión católica que adoptaba como religión del Estado. La Constitución fue jurada el 9 de diciembre, segundo aniversario
de la batalla de Ayacucho.
En el curso de la historia constitucional
boliviana, las revoluciones, al cambiar por
la fuerza a los gobernantes, producía como
consecuencia una nueva constitución política. Así apareció la de 1831, que limitó el
periodo presidencial a cuatro años y amplió
la característica de la forma de gobierno,
estableciendo que es republicano, popular
representativo, bajo la forma de unidad; se
suprime el poder electoral; adopta el sistema bicameral; se crea el Consejo de Estado.
La Constitución de 1834, mantiene los mismos principios que la anterior; la de 1839,
que presenta diferencias notables, suprime la vicepresidencía de la Nación, introduciéndose por primera vez la sección que
se refiere a los Consejos Municipales, la
Constitución de 1843 amplía las facultades
del presidente, cuyo período amplia a 8
(246) Trigo, O. P., Derecho constitucional boliviano, pág. 123.
años, no pudiendo ser reelecto; se establece un procedimiento especial para la reforma a la Constitución, pero no puede comprender a la forma de gobierno ni a la
independencia de la República. La Constitución de 1851 se caracteriza por haber
legislado en su primera sección sobre el
derecho público de los bolivianos, el período presidencial se reduce a 5 años, pudiendo
el presidente ejercer facultades extraordinarias en caso de declararse la patria en
peligro. La Constitución de 1861 "significa
un notable- progreso con relación a las precedentes"; se establece el sistema unicameral del Legislativo y un Consejo de Estado
de 15 miembros, el período presidencial dura
3 años, no pudiendo ser reelecto el presidente sino después de un período; se fijó en
cuatro el número de ministros. La Consti
tución de 1868 establece el sistema bica
meral, el período presidencial se fija ea
cuatro años, reelegible, estando el Pode
Ejecutivo ejercido por el presidente y por
los ministros del Estado que forman su
binete. La Constitución de 1871 introdujo
varias reformas a la de 1861, entre ¡as cuales puede mencionarse la reducción a nueve
de los miembros del Consejo de Estado,
manteniéndose el régimen unitario, despuél
de un histórico debate. La Constitución de
1878 se caracteriza por su espíritu liberal;
en su redacción colaboraron notables publicista y parlamentarios; establece el Poder Legislativo bicameral, el Poder Ejecutivo
se ejerce por el presidente, que dura cuatro
años y no puede ser reelecto inmediata»
mente, y los ministros; se crea la vicepreí
sidencia. En 1880, como consecuencia de la
guerra con Chile se reúne la Convenció!
nacional e introduce reformas a la Constitución de 1878, estableciendo dos vicepresh
deneias. En esta Convención se debatió la
cuestión de implantar una dictadura par*
hacer frente a la situación difícil que sí,
soportaba.
En la Convención nacional de 1899 se discutió el problema de la adopción del régimen unitario o federal manteniéndose el
primero, y por la ley del 23 de octubre
de 1899 se adoptó la Constitución de 1880.
Por la ley del 24 de enero de 1921 se constituyó la Convención nacional, que declaró
vigente la Constitución de 1880, suprimiendo una vicepresidencía.
La revolución del 25 de junio de 1930 se
propuso realizar varias reformas constitucionales, las que se sometieron a un referendum el 11 de enero de 1931, y habiendo
sido aprobadas, fueron incorporadas a la
Constitución, por el decreto-Iey del 23 de
febrero.
La Constitución de 1938 fue la duodécima
en orden cronológico e incorpora nuevas
secciones, como la denominada "Régimen
económico y financiero", "la familia", "etcétera, advirtiéndose la intervención del Estado en apoyo y seguridad de los intereses
colectivos.
La Constitución de 1945, en realidad, reforma la de 1938, y entre las modificaciones puede señalarse la que otorga derechos
políticos a la mujer, se establece el fuero
sindical, el matrimonio de hecho, etcétera.
Por último, la Constitución de 1947, cuyo
texto oficial ordenó publicar el Congreso el
15 de octubre de 1948, es la decimocuarta
Carta Fundamental boliviana. Adopta la
forma de gobierno democrática representativa, como lo establece el artículo 1?, constituyendo una república unitaria. Por el artículo 29 se dispone que el poder reside en
el pueblo, delegado al Legislativo, Ejecutivo
y Judicial; establece el sistema bicameral
siendo el Poder Ejecutivo ejercido por el
presidente de la República, elegido por sufragio directo, juntamente con los ministros de Estado (art. 83). El período presidencial dura seis años, no admitiéndose la
reelección inmediata. Los ministros, cuyo
número es establecido por ley, son responsables de los actos que realicen en sus respectivos departamentos, junto con el presidente y solidariamente de los. que legalicen
con consejo de gabinete (arts. 97 a 105); del
Poder Ejecutivo, composición; forma de elección del presidente y facultades, disponen
los artículos 83 a 96.
El Poder Legislativo está tratado en la
sección quinta (arts. 46 a 58), la que dispone sobre su composición, funcionamiento y
atribuciones de las Cámaras; también se
establecen las atribuciones de cada cámara,
es decir, el régimen interior del Congreso,
en la sección sexta (arts. 59 a 63); la sección séptima y la octava tratan, respectivamente, de la Cámara de Diputados y de
la de Senadores; los primeros son elegidos
por votación directa a simple pluralidad de
sufragios, renovándose la Cámara por mitades cada dos años; los segundos representan a los Departamentos y ejercen sus
funciones durante seis años, pudiendó ser
reelectos (como también los diputados), renovándose la Cámara por tercios cada tres
años.
El régimen interior —gobierno departamental— está a cargo en lo político y administrativo de prefectos, subprefectos y corregidores, cuyas atribuciones están determinadas por ley (art. 108).
El Poder Judicial está tratado en la, sección decimosexta (arts. 137 a 150), estando
ejercido por la Corte Suprema, las Cortes
de distrito y demás tribunales y juzgados
que establezcan las leyes; la administración
de justicia es gratuita (art. 137) y los jue-
ces'inamovibles, siendo esencial la publicidad en los juicios, suprimiéndose el secreto
de la prueba en las causas penales. Los ministros del Poder Judicial (Corte Suprema)
son nombrados por el Poder Legislativo. La
Cámara de Diputados los elegirá, por mayoría absoluta de votos, de las ternas-propuestas por el Senado (art. 67); las atribuciones de la Corte Suprema están determinadas en los doce incisos del artículo 145,
estableciéndose en el Inciso 10 el llamado
recurso de amparo contra resoluciones del
Poder Legislativo
que afecten derechos concretos (2«) . Asimismo tiene atribuciones para resolver las cuestiones que se puedan
suscitar entre municipalidades y provincias
o departamentos (incs. 9 y 11), como también compete a este Alto Tribunal las facultades de casación.
El artículo 140 establece las atribuciones
que corresponden a las Cortes de distrito,
además de las fijadas por la ley; entre
aquéllas figura la de juzgar a los alcaldes
municipales y miembros de los consejos deliberantes, por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones y conocer de la nulidad de las elecciones, quedando los subpre-
fectos sujetos a la misma jurisdicción.
c) Brasil. Nace a la vida independiente
en 1822, cuando el regente asume la dirección del imperio en forma pacífica, dándose
una constitución el 25 de marzo de 1824,
modificada en 1834.
La República de los Estados: Unidos del
Brasil surge en 1889, promulgándose la
constitución el 24 de febrero de 1891, de
carácter federal, que implantó el régimen
presidencial, aboliendo la monarquía autolimitada.
En 1934 se sanciona una nueva Constitución, apareciendo luego la Constitución de
tipo corporativo de 1937, y por último, la
Constitución del 18 de setiembre de 1946,
vigente.
En el artículo 19 se define la forma de
gobierno que adopta, es decir, que "conser-
van, bajo el régimen representativo, la Federación y la República". La Unión está
integrada por los estados, los territorios y
el distrito federal, que es la capital de la
Unión, la que, según el artículo' 4? de las
disposiciones transitorias, será trasladada ai
altiplano central del país.
El Poder Legislativo es ejercido por un
Congreso bicameral (art. 37), cuyos miembros son elegidos simultáneamente en todo
(247) Es interesante destacar que en Argentina
ha sido reconocido, en fallos recientes de la }orte
Suprema de Justicia de la Nación, el receso de
amparo contra los ataques a las libertades públicas
reconocidas en la Constitución Nacional. Dichos
fallos han provocado los comentarios de los más
distinguidos juristas. (V. La Ley, 31-3-959).
el país. En cuanto a la elección de diputa-
dos, la Constitución establece la representación proporcional, disponiéndose en el articulo 59 las atribuciones que son exclusivas
del cuerpo. Los senadores, en cambio, son
elegidos por el sistema de mayoría, a razón
de tres senadores por cada estado y la misma representación tendrá el distrito federal; los mandatos de los senadores duran
ocho años, renovándose la cámara cada
cuatro, alternativamente por una y por dos
terceras partes. Las atribuciones del cuerpo
están establecidas en los artículos 62, 63 y
64, entre las que se destaca la de suspender
la ejecución en todo o en parte de ley o decreto declarados inconstitucionales por decisión deíinitiva del Supremo Tribunal Federal.
Los artículos 78 y siguientes tratan del
Poder Ejecutivo, el que será ejercido por el
presidente de la República, disponiéndose a
continuación el orden en caso de acefalía;
el periodo presidencial dura 5 años, admitiéndose una norma, el artículo 84, que establece que será declarado vacante el cargo
si el presidente o el vicepresidente no asumen sus respectivas funciones antes de los.
treinta días fijados; esta declaración será
efectuada por el Superior tribunal electoral.
Los 19 incisos del artículo 87 establecen las
atribuciones del presidente, y la responsabilidad establecida en los artículos 88 y 89;
este último tipifica los delitos de responsabilidad del presidente, que son los que atenten contra la Constitución, la existencia de
la Unión, el libre ejercicio de ¡os poderes
constitucionales y sociales, etcétera, disponiéndose al final que estos delitos serán
definidos por una ley especial, que establecerá las' normas de procedimiento.
El Poder Judicial está ejercido por el Supremo Tribunal Federal, compuesto de 11
miembros, el Tribunal Federal de Apelaciones, y demás jueces y tribunales militares,
electorales y del trabajo. Se disponen las
facultades y prerrogativas de que gozan los
jueces, como la inamovilidad, la irreductibilidad de sus sueldos, disponiéndose también las normas prohibitivas, como ¡a de
ejercer cualquier otra función, intervenir en
actividades políticas y partidarias, etcétera.
La Constitución, además, establece normas para la organización del Poder Judicial de los Estados; éstos, dice el artículo
18, regirán por la Constitución y las leyes
que adopten, observando los principios establecidos en el pacto federal. Con respecto a
esta cuestión, cabe notar que los Estados se
reservan -todos los poderes que implícita o
explícitamente no hayan cedido al gobierno federal.
Se organiza el ministerio público Federal
a cargo de un procurador general, cuyo
nombramiento corresponde aprobar al Senado; tiene como función representar a la
Unión en juicio, pero la ley puede encargar
esta función al ministerio Público local, en
las regiones del interior.
d) Colombia. Las causas, tanto generales como particulares, externas e internas,
de la emancipación americana, influyen
también, lógicamente, para que el Nuevo
Reino de Granada se emancipe de la corona
española; ello se produce el 20 de julio de
1810, luego de varios años de intentonas revolucionarias, alentadas por los precursores
como Nariño, José Antonio Galán, Morales
y otros.
En el acta, documento inicial de la independencia, que redactara uno de los regidores, Acevedo y Gómez, interpretando los
sentimientos populares, se registraron, los
acontecimientos producidos en el cabildo
abierto que resolvió la caída del régimen
español; en el juramento que se obligó a
prestar a las autoridades españolas y a los
miembros de la Junta Suprema, "se precisa la declaración de que se respetaba la
voluntad del pueblo respecto de la forma
de gobierno provisional establecido y debía,
en los términos acordados, conservarse la
libertad e independencia de la Nueva Granada".
Se suceden luego episodios en que las disidencias entre "federales y centralistas provocan distanciamientos y circunstancias de
zozobra que son aprovechadas por el bando español para intentar la reconquista.
Varias provincias, ante el fracaso del primer Congreso General de Santa Fe, deciden
constituirse en forma autónoma; asi surgen
los Estados de Cundinamarca, Cartagena,
la República de Aníioquía, la de Tunja, los
Estados de Neira y Mariquita, que se dan
sus propias constituciones, como la que se
dio en Cundinamarca el 4 de abril de 1881.
El Congreso de Angostura dictó el 17 de
diciembre de 1819 la ley fundamental por la
cual se unen las repúblicas de Nueva Granada y Venezuela y forman la Gran Colombia y posteriormente, ante la necesidad de
dar a la naciente república un estatuto legal, se reunió en Cúcuta el Congreso, dictando la Constitución del 30 de agosto de
1831, de carácter unitario. "La ley fundamental de la unión de los pueblos de Colombia se inspiró en la declaratoria de que
ellos se reunían en un cuerpo de nación
bajo el pacto expreso de que su gobierno
sería entonces y siempre, popular y representativo" (2") .
La Constitución garantiza todos los de(248)
Kivas, R, "Emancipación y organización
constitucional de Colombia", en Historia de América, t. 4, pág. 235, Bs. Aires, 1940.
rechos individuales, pero organizó el país
en forma demasiado centralista.
Disuelta la Gran Colombia, el Congreso
constituyente de Valencia, sanciona la Carta Fundamental, para el Estado de Venezuela, mientras que el de Riobamba hace lo
mismo para Ecuador. Quedaban solamente
las provincias centrales, las que se organizaron en estado, con el nombre de Nueva Granada, dándose su constitución el 29
de febrero de 1832, de marcada tendencia
democrática; prohibía la reelección del
presidente, limitaba las atribuciones de ias
Cámaras de provincias aumentando las del
Consejo de Gobierno.
A esta Constitución le suceden la conservadora de 1843 (revisada en 1851) y la
constitución liberal de 1853. El triunfo federal de 1857 hace posible la sanción de la
Constitución de 1858 que, establece la Confederación Granadina; después aparece la
de 1863 de tendencia federal y socialista,
hasta llegar a la Constitución de 1886 que
ha sido
modificada en varias oportunidades ( 24 '->), restaurando las garantías que habían sido suprimidas por las anteriores, limitando a 6 años el período presidencial,.
entre otras cosas.
La Constitución vigente establece en su
artículo 1"? que la Nación se "reconstruye en
forma de República unitaria" y su territorio se divide en departamentos, intendencias y comisarías, los que a su vez, se dividen en municipios o distritos munipales.
Establece la división de los poderes en las
ramas legislativa, ejecutiva y judicial, con
un Congreso bicameral, constituyendo el gobierno, según lo dispone el artículo 57, el
Presidente de la República, y los ministros
del despacho o los jefes de departamentos
administrativos, y en cada negocio particular el presidente y el ministro o el jefe
del departamento administrativo correspondiente.
Con respecto a las atribuciones del Congreso (artículos 68 a 73), la Constitución
establece que se reunirán por derecho propio, admitiendo así el derecho de autoconvocatoria, sin perjuicio de que el gobierno
también podrá convocar al Congreso a sesiones extraordinarias; esta facultad de
reunirse se halla reforzada por el artículo
70 que dispone que la ceremonia de apertura
de las sesiones por el presidente o sus ministros no es esencial, consagrándose de
este modo una notable independencia de
poderes. Durante el receso del Congreso se
podrán nombrar comisiones permanentes
(2tó) Desde la ley 41 de 1894, ley de 1898, Actos legislativos núms. 4, 5, 8 y 10 de 1905: 1? y 2
de 1908; 4 y 10 de 1909; 3 de 1910; acto de 1914,
hasta el acto legislativo del 16-2-945,
para estudiar cuestiones pendientes, aunque
no se dispone2I5 sobre su constitución ni sus
atribuciones ( <>).
El Presidente de la República es elegido
en votación popular, no siendo reelegible en
ningún caso para el período inmediato (art.
129), estableciendo la Constitución un régimen presidencialista aunque un tanto atenuado, según puede apreciarse por las atribuciones que la ley le acuerda (arts. 120,121,
181, etc.) el período dura 4 años, eligiéndose
por el Congreso un funcionario con el nombre del designado que durará 2 años, para
reemplazar al presidente en caso de ausencia (art. 124).
Una ley especial determinará el número
de ministros, siendo éstos los órganos de comunicación del gobierno con el Congreso y
obran por delegación de acuerdo con la ley,
declarándolos responsables (art. 135). Asimismo, se establecen la existencia de un
Consejo de Estado, cuyos miembros en número que establece la ley, son elegidos por
ias Cámaras, de ternas presentadas por el
Presidente de la República. Este -consejo
actúa como cuerpo supremo consultivo del
gobierno en asuntos de la administración,
pero sus dictámenes no son obligatorios, salvo en el caso del artículo 212 de la Constitución (2oi). Además, tiene la función de preparar los proyectos de Códigos y leyes y actuar como Tribunal Supremo de lo contencíoso-administrativo, de acuerdo con ¡a
ley. Este cuerpo puede servir de freno al
presidente, características del presidencialismo atenuado que presenta la Constitución
colombiana.
La administración de justicia está ejercida
por ¡a Corte Suprema, los tribunales superiores de distrito y demás tribunales y juzgados que establezca la ley (art. 58), la que
además determinará el número de miembros
de ¡a Corte, la dividirá en salas señalando
a cada una los asuntos que atenderán; los
magistrados de la Corte Suprema son elet250)
"La Comisión permanente, como Institu-
to constitucional, tiene su antecedente en el Derecho español. Con el nombre de Diputación Permanente de Cortes aparece en la Constitución de
Cádiz de 1812, en ¡a de 1886 (art. 47) y en la
de 1931 (art. 62)". También figura en la Constitución de México (arts. 78 y 79) (Muñoz, L., Comentarios a las Constituciones políticas &e Iberoamérica, t. 1, pág. 506, Ed. Jurídica Herrero, México, s/f).
(251) "Art. ¿12; Cuando haya necesidad de hacer un gasto imprescindible a juicio del Gobierno,
estando en receso las Cámaras y no habiendo partida votada o siendo ésta insuficiente, podrá abrirse un crédito suplemental o extraordinario. Estos
créditos se abrirán por el Consejo de Ministros.
instruyendo para ello expediente y previo dictamen favorable del Consejo de Estado. Corresponde
al Congreso legalizar estos créditos. El Gobierno
puede solicitar del Congreso créditos adicionales al
presupuesto de gastos"
gidos por cinco años por las Cámara, pudiendo ser reelectos.
e) Cosía Rica. En 1824 comienza la vida
independiente de Costa Rica como parte
integrante de las Provincias Unidas de
América Central, sancionando su primera
Constitución en 1825, aunque con anterioridad se había dado las Bases provisionales
de 1823, y la Constitución de la Federación
de 1824.
La separación de Costa Rica de la Confederación se produce en 1829, apareciendo
más tarde las constituciones de 1844, 1847
y 1848, la de 1859, 1869 y 1871, hasta la vigente del 7 de noviembre de 1949.
Se organiza una república democrática
libre e independiente según el artículo i<?;.
se establece que el gobierno es popular, representativo, alternativo y responsable, ejercido por tres poderes distintos e independientes: legislativo, ejecutivo y judicial
(art. 9).
El poder legislativo está ejercido por la
Asamblea Legislativa, compuesta de 45 diputados, y en ella el pueblo delega la potestad de legislar; los artículos 105 al 122 establecen las condiciones para ser diputado,
las incompatibilidades, funcionamiento de
ia asamblea y sus atribuciones.
También se observa en la Constitución
de Costa Rica que la Asamblea Legislativa
tiene la facultad de autoconvocarse (art.
118) aunque asimismo el Poder. Ejecutivo
podrá convocar a sesiones extraordinarias;
las atribuciones de la asamblea están enumeradas en los 24 incisos del artículo 121.
El Poder Ejecutivo lo ejerce, según el artículo 130, el presidente de ía República
junto con los ministros de gobierno; el período presidencial dura 4 años, existiendo
dos vicepresidentes quienes reemplazarán
al presidente. Se tipifica el delito de traición a la República y es cometido por los
funcionarios que violen el principio de alternabiiidad en el ejercicio de la presidencia o el de la libre sucesión presidencial; la
responsabilidad es imprescriptible (art. 134).
Se confía a una ley especial la determinación del número de ministros que se encargarán del despacho de los negocios que
correspondan al Poder Ejecutivo anotándose la característica siguiente: los vicepresidentes pueden desempeñarse como ministros, de acuerdo con lo dispuesto" por el
artículo 143. Además se organiza un Consejo da Gobierno, formado por el presidente
de la República y los ministros y ejerce las
funciones enumeradas en el artículo 147.
La Constitución establece la responsabilidad del Poder Ejecutivo y del presidente,
en el ejercicio de las atribuciones y deberes
que les competen y cada ministro, según el
artículo 140, es responsable con el presiden-
te, siendo solidaria ía responsabilidad del
Consejo de Gobierno.
El Poder Judicial se ejerce por la Corte
Suprema de Justicia y demás tribunales que
establezca la ley; la Corte está integrada
por 17 magistrados elegidos por la Asamblea
Legislativa, por el término de ocho años,
considerándose reelegido, salvo que en votación no menor de las dos terceras partes
del total de los miembros de la Asamblea
Legislativa se acuerde lo contrario.
A los efectos administrativos, el territorio de Costa Rica se divide en provincias,
cantones y distritos (art. 168), estando facultada la Asamblea Legislativa para crear
nuevas provincias y cantones, al gobierno
municipal le corresponde la administración
de cada cantón, asegurándose en el artículo 170 la autonomía municipal.
Los distritos están representados por un
síndico ante la municipalidad del cantón;
dicho funcionario, de acuerdo con el artículo 172, tendrá voz sin voto; el artículo siguiente trata sobre los acuerdos municipales que podrá ser vetados por el funcionario
que indique la ley y recurridos por los interesados. Los presupuestos de las municipalidades serán sometidos para su aprobación
a la Contrataría General, requisito indispensable para que dicho presupuesto pueda
entrar en vigencia (art. 175).
Por último, es interesante hacer notar
que la Constitución vigente reconoce el llamado recurso de amparo, "para mantener
o restablecer el goce de los derechos consagrados en esta Constitución"; existe,
además, una ley de Amparo que rige desde
el 2 de junio de 1950. Podrá ejercitar este
recurso cualquier persona y procederá contra cualquier autoridad.
f ) Ctíba. El doctor Antonio Lañéis relata
el cese de la soberanía española y ei comienzo de la de Estados Unidos. "El primer
día del año 1899, a las doce meridiano, el
general John Brooke, del ejército americano, recibía en el viejo palacio de ¡a Plaza de
Armas, de manos del general español Adolfo Jiménez Castellanos, el gobierno y administración de la Isla de Cuba, que hasta
ese momento había correspondido a ia antigua metrópoli" (2M).
En orden cronológico debe mencionarse
como la primera constitución que tuvo la
República de Cuba la de 1901. No obstante,
es necesario hacer notar que en el periodo
que el profesor cubano Rafael Santos Jiménez llama "Fase Colonial: La República
en armas", aparece la Constitución de
Guáimaro del 10 de abril de 1869, "destina(252) Lañéis y Sánchez, A., Elecciones y administración en la República, pág. 5, La Habana,
1953.
da a regir lo que durase la guerra de la
independencia, que concedió un valor preponderante al Poder Legislativo, que residía
en una Cámara de Represéntanos del Pueblo. En efecto, su artíeul,» 7 establecía que
la Cámara de Representantes nombraba al
presidente encargado del Poder Ejecutivo",
destacándose el sistema de representación
regional en la formación de la Cámara,
puesto que a ella "concurriría igual representación por cada uno de los cuatro estados en que quedaba dividida la isla".
"La Constitución de Jimaguazú —continúa el profesor Jiménez— del 18 de setiembre de 1895, redactada por los Representantes de la Revolución electos en Asamblea Constituyente, determinó que el Gobierno Supremo de la República residiría en
un Consejo compuesto de un presidente, un
vicepresidente y cuatro secretarios de Estado, y en el inciso 8 del artículo 3°, señaló
como atribución de dicho Consejo de Gobierno ordenar la elección de cuatro representantes por cada cuerpo de ejército, cada
vez que de acuerdo con la Constitución fuese necesario
la convocatoria de Asamblea" ( 25S ). También el citado profesor menciona la Constitución de la Yoya, del 30 de
octubre de 1897, "que representa un gran
paso de avance con respecto a las anteriores".
La Convención Constituyente que reunía
"el selecto grupo de cubanos que ¡a integraban se dio a organizar el nuevo Estado,
ante la vista del interventor americano",
que quedó constituido el 20 de mayo de 1902,
"al tomar posesión de la presidencia de la
República un meritísimo cubano que había
ocupado ya ese mismo cargo en la manigua
redentora: don Tomás Estrada Palma" (2»-*).
A pesar del periodo que sucede, durante
el cual 253
se desataron en Cuba tres guerras
civiles ( ), la Constitución no fue objeto
de modificaciones; con la derrota del quinto
presidente de Cuba, general Gerardo Machado y Morales el 12 de agosto de 1933, se
inicia el período denominado de los Go(253) Jiménez, B.: S., Tratado de Derecho electoral, págs. 398-400, La Habana, 1946.
Para un estudio profundo de ¡a historia y de!
Derecho constitucional cubanos, puede consultarse
la completa bibliografía que reúne este autor; ade-
más wr: Santoveuía, E. S., Vida constitucional de
Cuba, La Habana, 1933; Hernández Corojo, E., Organización civil y política de las revoluciones cubanas, 'l& Habana, 1929; Gu«ra Sánchez. R,; Pérez
Cabrera, J.; Remos.J. J., y Santo Venia, E, S., Historia de la Nación cubana, La Habana, 1052; Varona. E. J., De la colonia, a la. República, La Habana, 1919.
(254)
Lañéis, A., op. cit., pág. 13.
(255) La primera, conocida por la guerra de las
razis, entre blancos y negros; la segunda, niotiyada por la reelección del general Menoea!, y otra
producida por los veteranos y patriotas contra el
doctor Zayas.
biemos Provisionales, que se extiende hasta
el 10 de octubre de 1940.
Durante este período, aparece el Estatuto
para el gobierno provisional de Cuba, del
14 de setiembre de 1933, la Ley Constitucional del 3 de febrero de 1934 ( 2 -' G ), la Ley
Constitucional de la República promulgada
el 10 de octubre de 1940, que "recogió todos
los avances de la ciencia política"; "recogió
latidos profundos de la conciencia pública
cuando hizo figurar entre sus preceptos,
varios de ellos dirigidos a darles seguridad
y garantías extraordinarias
a los procesos
electorales futuros" ( 2r>? ).
Posteriormente, aparecieron ios Estatutos del 4 de abril de 1962 tendientes a introducir modificaciones al texto constitu-
cional, aunque, según la opinión autorizada
de varios eonstitueionalistas cubanos, entre
ellos el doctor Lañéis, "no se puede hablar
de una modificación constitucional". Por
lo tanto, se tomará en cuenta la Constitución de 1940 que, en rigor de verdad, no
fue alterada en la parte referente a la forma de gobierno por los citados Estatutos
de 1952, por lo menos en su texto escrito.
El artículo 1° establece que Cuba es un
Estado independiente y soberano, organizado como república unitaria y democrática.
El Estado ejerce sus funciones, dice el
artículo 118, por medio de los
poderes legislativo, ejecutivo y judicial ( 258 ). El Legislativo, compuesto por dos Cámaras —la de
Representantes y el Senado— que juntas
reciben el nombre de Congreso. El presidente es el jefe del Estado e integra el Poder
Ejecutivo junto con el Consejo de Ministros; "el presidente de la República —dice
el artículo 138— actúa como poder director
moderador y de solidaridad nacional" (- 59 ).
Es elegido por sufragio universal, igual, directo y secreto, en un solo día, para un
periodo de cuatro años; en igual forma será elegido un vicepresidente, el que deberá
reunir las mismas condiciones que se exigen para el presidente, tendrá la misma
(256)
Reformada el 5 de marzo, el 2, 10 y 27
de abrü, el 30 de raayo, el 31 de julio, el 10 y 15
de noviembre, el 21 y 22 de diciembre y el 4 tíe
mareo de 1935, hasta su derogación el 8 de marzo
siguiente.
(257) Lancls, A., El proceso electoral de 1S54,
pág. 24, La Habana, 1956.
(268) E! Estatuto de 1952 establece que el Gobierno está constituido por el presidente de la República, un Consejo de Ministros que designa el
presidente de la República y un. Consejo Consultivo.
(259) "El régimen Implantado de Presidente de
la República y Consejo de Ministros, está contenido en la Exposición de Motivos y Bases para reformar la Constitución formulada por el ilustre hombre público doctor José Manuel Cortina y García"
(Lazcano y Mazon, A. M., Constituciones políticas
de América, t. 1, pág. 445, nota 464, La Habana,
1942).
¡.irohibición de reelección y reemplazará al
presidente ea caso de ausencia, incapacidad
o muerte.
El Consejo de Ministros, presidido por el
presidente de la República o en su ausencia
por el primer ministro, estará integrado
por un número de miembros que establecerá
una ley especial; el primer ministro representa la política general del gobierno y lo
representa ante el Congreso. El Consejo será responsable de los actos que acuerden
o autoricen —responsabilizándose personalmente a los ministros—; y tanto el presidente como el Consejo de Ministros serán
responsables ante la Cámara y el Senado.
Con respecto a la organización del Poder
Judicial, la Constitución dispone en el articulo 171 que se ejercerá por el Tribunal
Supremo de Justicia, el Tribunal Superior
Electoral y los demás tribunales y jueces
que la ley establezca.
Se acuerda la autonomía municipal, estando el gobierno municipal investido de
todos los poderes necesarios para resolver
libremente los asuntos de la sociedad local.
En el título XVI de la Constitución se
dispone sobre las normas pertinentes al
Régimen Provincial, disponiéndose que cada
provincia estará regida por un gobernador
y un Consejo Provincial; el gobernador será
elegido por un período de cuatro años, por
sufragio directo y secreto (art. 235); en los
artículos siguientes se detallan sus atribuciones y facultades. El Consejo Provincial
estará formado por ¡os alcaldes municipales de la provincia, estableciéndose las funciones que les corresponde (arts. 242 y sigs.).
g) Chile. "Los historiadores chilenos del
siglo pasado concibieron la revolución de
la Independencia de las antiguas colonias
de España en América como el resultado
de un proceso de honda agitación de los
espíritus y como la suprema expresión del
descontento que se había2(í<ido acumulando
a lo largo de los siglos" ( >).
(260) Donoso, K., Las ideas políticas en Chile,
pág, 27, Pondo de Cultura Económica, México, 1946.
Además puede consultarse de la extensa bibliografía histórico política, chilena, la Siguiente: Amunátegu! Solar, D,, Génesis líe la independencia de
Chile, Imprenta Universo, Santiago, 1824; Amunátegui, M. L., Los precursores de la independencia
de Chile, 3 vals,. Santiago, 1870-1871; Bríseño, B.,
Memoria histórica crítica del Derecho político chileno, desíe 1810 hasta nuestros días, Santiago,
1849; Holdári, A., Las primeras «sambiess nacionales. Aftas de 1811 o 1814, Imprenta Cervantes, Santiago, 1890, y "Los primeros documentos constitu-
El Reglamento Constitucional de 1812 es
el primer ensayo de cuerpo orgánico, aunque, como medida precautoria, para no provocar hostilidad, se reconocía la autoridad
de Fernando VII, que en su nombre gobernaría una Junta de tres miembros, que duraría tres años; creaba también un Senado,
que estaría compuesto de siete miembros,
estableciéndose las atribuciones que se le
confiaban; dos secretarías de Estado tendrían a su cargo las cuestiones relacionadas
con la administración.
Como consecuencia de los triunfos militares que quebró el poder militar de los españoles, "el primer acto de verdadera importancia internacional —dice Ricardo Donoso— realizado por los gobernantes chilenos, entre el tiempo corrido desde las
batallas de Chacabuco y Maipú, fue la solemne proclamación y jura de la Independencia de Chile, el 12 de febrero de 1818,
que constituye verdaderamente un acta del
nacimiento de la nación a la vida independiente y libre". En ese documento se afirmaba que Chile adquiriría la plena capacidad para adoptar la forma de gobierno
más conveniente.
La Constitución promulgada y jurada el
23 de octubre de 1818, había sido previamente sometida a un plebiscito, del que resultó que el pueblo por unanimidad la aceptaba (-'«). "Era la consagración legal de la
dictadura de don Bernardo O'Higgins, concentraba la autoridad en una sola persona,
prescindía del control de otro poder y las
libertades públicas y garantías indispensables del individuo ocupaban un rango secundario". "El régimen que emanaba de la
Constitución de 1818 recordaba a! implantado por el espíritu absorbente y dominador del consulado francés veinte años antes"
(2«ü).
No establecía término al período durante
oí cual debía ejercer su mando el Director
Supremo, siendo tan amplías sus facultades que hasta lo facultaba para abrir la
correspondencia de los particulares, delante
del fiscal, del. procurado* de la ciudad y
del administrador de correos, "cuando la
salud del Estado y el bienestar general lo
reclamasen".
El Senado estaba integrado por personas
seleccionadas por el Director Supremo y
tenía funciones legislativas y era necesario
su acuerdo para resolver "los grandes negocios del Estado".
cionales de Chile", en Revista Nueva, 1901, t. 6;
mentas de Derecha constitucional chileno, Santia-
Edwards, A., La organización política de Chile, Ed.
Difusión, 1943; Galdames, L., Evolución constitucional de Chile, Talleres Gráficos Balcelles, Santiago. 1$25; Donoso, E, Desarrollo político y social
de Cftiíe de la Constitución de 1833, Imprenta Unixersitaria, Santiago, 4942; Estévez Gazmuri, C., Elc-
go, 1949.
(261) Se habían abierto dos libros de ílrmas,
uno para los que aceptaban el proyecto y otro para ios que lo rechazaban; este último quedó en
blanco.
(262) Donoso, R., op. cit., pág. 50.
A pesar de que esta Constitución puede
considerarse como un progreso en el derecho público chileno, 110 establecía en ninguna de sus disposiciones la forma de gobierno que debía darse al país.
La Constitución del 30 de octubre de 1822,
redactada por el ministro de Hacienda de
O'Higgins, José Antonio Rodríguez Aldea
parecía inclinarse hacia una forma republicana representativa, pero lo evidente era
que se pretendía buscar una sustentación
legal a la dictadura del Director Supremo,
"a quien se declaraba inviolable y se le
autorizaba para designar un regente".
Con la renuncia del Director Supremo el
28 de enero de 1823, se inicia una etapa de
ensayos en la organización política, que
van desde la república federal a la unitaria, y llega a sancionarse la Constitución
que fue jurada el 29 de diciembre de 1823,
cuyo proyecto elatiorara don Juan Egaña,
figura descollante de la intelectualidad chilena de esa época, y que el Congreso Constituyente aprobara, sin discusión.
En esta Constitución se destacan la centralización administrativa, la debilidad del
Poder Ejecutivo, con un Senado de origen
aristocrático, estableciendo además un conjunto de asambleas y consejos de difícil armonización ('-«•'!). En contacto con la realidad social, las disposiciones constitucionales
no satisfacían ¡as necesidades del pueblo,
de ahí su rotundo fracaso, a pesar del apoyo
que le brindaba la clase aristocrática, llamada "los pelucones", hasta que el Congreso, en su sesión del 29 de diciembre de 1824,
la declaró nula.
La controversia con respecto a la forma
de gobierno se hace apasionada y desde las
columnas periodísticas se sostienen las ideas
¡adérales y unitarias para la organización
ix>lítica del país. El Congreso reunido con
el objeto de establecerla, sancionó el 11 de
julio de 1826 un proyecto mediante el cual
se disponía que "la República de Chile se
constituye por el sistema federal, cuya Constitución se presentará a los pueblos para
(263) "La obra de Egaña era el fruto de sus
lecturas jurídicas y filosóficas y la debilidad y
consistencia con que se organizaba el ejecutivo la
expresión de! recuerdo que el despotismo militar
de don Bernardo O'Higgíns había dejado en los
chilenos. Pero nada caracterizaba mejor ese conjunto de disposiciones legales, que su tendencia
religiosa y ética, manifestación de la convicción
arraigada del legislador de la capacidad d° las leyes para hscer a los hombres virtuosos, y de que
la unidad de credo constituía la base insubstituipie de la moralidad y del bien público. El título de
la Constitución sobre la moralidad nacional era
del que sa sentía más orgulloso, y sus instituciones
de la censura, del mérito cívico y de los beneméritos los consideraba los más eficaces para hacer
ia felicidad c.e sus compatriotas" (Donoso, B ov
"t-, pag. 67).
•
r
su aprobación", pero el proyecto de constitución federal no llegó a obtener sanción
legislativa, desvaneciéndose el entusiasmo
federalista y comenzando a surgir algunos
sintonías de anarquía.
Una nueva tentativa para sancionar la
Constitución se realiza en el Congreso convocado al efecto, que inició sus sesiones el
25 de febrero de 1828, nombrando una comisión encargada de redactar, en el menor
tiempo posible, un proyecto de constitución,
"En sesión del 12 de ntarzo, después de un
apasionado debate sobre la forma de gobierno que debía tener el país, se pronunció por la popular representativa y republicana", promulgándose por fin la Constitución el 8 de agosto de 1828.
Esta Constitución es considerada por su
estructura y por su mecanismo, muy superior a sus anteriores, y a ello se agrega
la concisión y claridad de sus disposiciones.
Pueden señalarse, como características, entre otras, la adopción de un sistema seniiunitario, ya que las ocho provincias tenían
una legislatura local, pero los gobernadores eran designados por el presidente, de
una terna confeccionada para el caso.
Establecía un Poder Legislativo bicameral, enumerándose cuidadosamente las atribuciones de cada Cámara; el presidente duraba cinco años en sus funciones y las mismas se hallaban limitadas "según los principios más liberales del régimen constitucional".
La Corte Suprema, junto con las Cortes
de Apelación y juzgados de primera instancia, formaban el Poder Judicial. El gobierno de las provincias era ejercido por
intendentes y asambleas locales, pero a
aquellos, como a los viceintendentes, los
designaba el Poder Ejecutivo por el término
de tres años, a propuesta en terna de la
misma asamblea.
El 17 de febrero de 1831, en una solicitud
del Cabildo de Santiago, se manifestó la
primera idea de reformar la Constitución
de 1828, y la misma idea se presentó como
moción clara y concreta en el Senado por
don Manuel Ganderillas el 8 de junio del
mismo año, lo que dio motivo a un largo y
apasionado debate, culminando en la ley de
setiembre de 1831, por la que se declaraba
la necesidad de la reforma, dando lugar a
la reunión de la Gran Convención Constituyente, que comenzó su labor el 21 de octubre de 1831, resolviendo pasar a una comisión el estudio de la reforma. Dicha comisión se expidió casi un año después, ocasión en que volvió a reunirse la Convención
para tratar el proyecto. Al mismo tiempo
se presentaba el que redactaba don lariano
Egaña, como "voto particular", de tendencia monárquica, tendiente a fortalecer el
predominio político y social de la clase más
adinerada.
"No fue extraño que esa reacción de tendencia esencialmente monárquica, que traducía fielmente el fondo del pensamiento
de los dos Egaña, encontrara fuerte resistencia en el seno de la Convención, por
cuanto importaba la derogación de doctrinas y garantías que podían considerarse
incorporadas en el derecho público chileno
desde los días de la Independencia, y que
se traducían en la aceptación de la fórmula de gobierno popular representativo, fuera o no el pueblo capaz de elegir a sus mandatarios
y de ejercer en realidad la sobera64
nía"^ ). Luego de largos debates se llegó a sancionar la, nueva Constitución que
fue promulgada el 25 de mayo de 1833.
Establecía en sus primeras disposiciones
que el gobierno de Chile era popular representativo y la República era una e indivisible. La Legislatura quedaba subordinada
al Poder Ejecutivo ya que el Senado lo
formaban veinte miembros elegidos por votación indirecta. "Constituyó así un cuerpo
de exclusiva designación del ejecutivo, organización que tuvo hasta la reforma de
1874".
El presidente era designado como jefe Supremo de la Nación; tenía la facultad de
ejercer el veto absoluto durante un año, de
leyes sancionadas por el Congreso. Por todas
sus facultades fue considerado como "un
monarca con titulo republicano" ( 2( «).
La primera tentativa de reforma constitucional aparece en el programa eleborado
por la oposición en agosto de 1849; el dipu-
tado Federico Errázuriz presentó el 10 de
julio de 1850 un proyecto de reforma que
perseguía la reducción de ¡as facultades del
Presidente de la República.
El 22 de julio de 1858 los diputados Las-
tarria y Santa María presentaron un proyecto de reforma constitucional, que so(264) Donoso. R., op. cít., pág. 107.
(265) "Los historiadores chilenos reconocen que
la Constitución de 1833 dio forma Jurídica a la
realidad social y que Chile constituiría desde entonces una república basada en la influencia de la
aristocracia terrateniente y de la tradición colonial, y en e! ejercicio efectivo de su poder politico" (Donoso, R., op. cit., pág. 114).
Diversos estudios y comentarios sobre esta Constitución pueden consultarse en: Roldan, A., "El
centralismo en la Constitución de 1833", en Revista Chilena de Historia y Geografía, núm. 79,
mayo-agosto de 1933; Huneeus Gana, A., "La Constitución de 1833", en Revista Chilena cié Historia
y Geografía, núm. 79; Carrasco, A. M., Comentarios
sabré la Constitución política de 1833, Imprenta y
Librería dt?l Mercurio, Valparaíso, 1858, y 2? ed.,
Santiago, J874; Oaldames. L.. "Los dos primeros
años de la Constitución de 1833", en Revista Chilena de Historia y Geografía, núm. 79; Guerra, O.,
"Origen y caída de 1?. Constitución de 1833", en.
Revístii de Historia ;/ Geografía, núm. 79.
metido a un largo debate fue finalmente
rechazado. El diputado Melchor de Santiago
Concha —luego de haberse opuesto tenazmente a la prórroga de las facultades extraordinarias— presenta a fines de 1860 un
proyecto de reforma a la Constitución, inspirado en ideas liberales; pero ni fue leído
en la Cámara. "En tres puntos fundamentales el señor Concha se adelantó a su épo*ca, propiciando reformas que se encararían
en el tiempo: la tolerancia religiosa, las incompatibilidades parlamentarias y la refor-
ma del Senado".
En el año 1864 tres proyectos de reformas
se presentaron, el de Ricardo Claro, el de
Melchor de Santiago Concha y el de Pedro
Félix Vicuña, que pasaron a la Comisión
de Constitución que sostuvo la necesidad
de la reforma, especialmente del artículo 5<?
La discusión de la reforma sa reanudó en
el Congreso de 1867, presentándose al Senado en la sesión del 14 de agosto un proyecto por el cual se declaraba necesaria
la reforma, el que fue aprobado en la misma
sesión, y por unanimidad en la Cámara de
Diputados el 20 de agosto, promulgándose
la ley el día 28, correspondiéndole al Congreso de 18TO pronunciarse sobre los artículos de la Constitución sujetos a re-
formas.
Un sentimiento popular animaba la reforma a la Constitución, fomentado por la
propaganda tenaz del Club de la Reforma
que reunía a los opositores más recalcitrantes.
Una de las reformas más importantes se
refiere a la reducción del mandato presidencial a cinco años y la no reelegibilidad
del mismo, proyecto que se tramitó por separado; se aprobó en el Senado y en Diputados en agosto de 1871, promulgándose el
8 de ese mismo mes.
En la sesión de la Cámara de Diputados
de 1871, se presentó el proyecto de Antonio
Matta, que "contenía la expresión de su
ideal republicano".
El presidente Errázuriz en su primer mensaje al inaugurar las sesiones de 1872 auspi-
ció una reforma a la Constitución y pocos
días después se daba cuenta en Diputadas
del informe de la Comisión de Constitución y Justicia, en el que proponía la reforma a los artículos "reformables y reformados ya por el Senado"; y aunque dicho
informe fue aprobado, el Congreso no tuvo
tiempo de realizar la reforma, labor que
encaró el Congreso de 1873, sancionándose
una ley relativa al quorum de ambas Cámaras. La discusión de la reforma comenzó
el 8 de septiembre de ese año y se aprobaron varias enmiendas, con respecto a la
naturalización de extranjeros a la base de
representación de ios diputados, al derecho
je asociación y de reunión, y especialmente, las reformas relativas a la composición
del Congreso aumentando su influencia, restringiendo las atribuciones del Presidente de
la República. El Senado se ocupó de ias reformas en las sesiones de 1874, sancionándose tres leyes separadas, "Pero de todas
estas reformas, las que tenían mayor trascendecia política y afectaban a la estructura misma del régimen eran las relacionadas con las facultades extraordinarias
la organización del Senado y las incompatibilidades parlamentarias".
Por último, el 18 de septiembre de 1925
se promulga la Constitución, 3a que es reformada por la ley 7727 del 23 de noviembre de 1943.
El artículo 1<? establece que el Estado de
Chile es unitario y el gobierno, republicano y democrático rei>re,sentativo y está organizado por un Congreso Nacional bicameral; los diputados y senadores elegidos
por un procedimiento que asegura la proporcionalidad de la representación de los
partidos políticos.
El Presidente de la República es el jefe
supremo de la Nación, dura en el cargo
seis años y no puede ser reelegido para el
período siguiente, dictándose normas detalladas con respecto a la elección (arts,
63 y sigts.).
Existe, además, un tribunal Calificador
de Elecciones, como justicia electoral y actúa como jurado y tribunal de derecho.
En cuanto al gobierno interior, el territorio se divide en provincias, departamentos,
subdelegaciones y distritos; con respecto al régimen administrativo interno, se divide en provincias y éstas en comunas. El
intendente es el jefe del gobierno de cada
provincia y es agente natural del Presidente de la República. Las Asambleas provinciales están integradas por representantes nombrados por las municipalidades provinciales; la administración local de cada
comuna o agrupación de comunas reside en
una municipalidad (art. 101); se establece
el voto acumulativo, sistema por el cual caria ciudadano elector tiene tantos votos como representantes haya en cada circunscripción o distrito y puede distribuir ¡os votos, ya sea entre los candidatos que elija o
depositándolos a uno sólo, con lo cual se
tiende a una representación proporcional,
aunque no puede decirse que se halla siempre asegurada. Del funcionamiento de las
Asambleas provinciales, de sus atribuciones
y disolución y de las ordenanzas y resoluciones tratan los.artículos 97 a 100.
h) República Dominicana. La historia
política dominicana registra épocas de turbulencia extrema, rica en antecedentes
constitucionales que se inician poco des-
pués del descubrimiento, jalonada por la lucha constante entre las dos partes de la
isla hasta su separación definitiva..
A pesar que el acta de la Independencia
de la República Dominicana aparece en
1821, pero queda anexada al año siguiente
a Haití, por lo que rigen en toda la1 isla las
constituciones haitianas de 1816 y 1843, hasta que acontece la independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de
1844, sancionándose el 6 de noviembre de
ese año la primera Constitución. A este
cuerpo orgánico le siguen las dos de 1854,
la del año 1858 de tendencia federalista.
El 18 de marzo de 1861 el presidente Santana entrega la república a España, presionado por los constantes ataques de negros
haitianos que lo- obligan a solicitar la ayuda española, pero dos años más tarde los
patriotas dominicanos, logran restaurar la
independencia, produciéndose en 1865 el
definitivo abandono de la isla por parte de
España.
En 1885 se sanciona una nueva Constitución, iniciándose las guerras civiles y nuevos intentos de organización constitucional,
hasta 1866 en que se dicta otra Constitución, la que es reformada en 1868 y 1872.
Con la presidencia de Ignacio María González se inicia en 1874 una nueva etapa,
sancionándose la Constitución, pero es reformada casi anualmente como consecuencia de las revoluciones y golpes de Estado
que se sucedieron, sometiéndose posteriormente al pueblo a un régimen dictatorial
que abarca ei lapso que se extiende entre
los años 1883 a 1889, al que pone fin la
muerte del que detentaba el poder, general
Ulisis Henreaux. En este periodo aparecen
ias constituciones de 1887 y 1896.
La Asamblea Constituyente convocada en
1902, restablece la Constitución de 1896, pero cinco años más tarde, en 1907, se sanciona una nueva constitución, que tuvo vida
efímera, pues al año siguiente aparece un
nuevo Código político.
La invasión norteamericana se extiende
hasta 1923, en que se vuelve a poner en
vigencia la constitución de 1908; luego se
suceden las constituciones de 1924, 1927 y
las dos de 1929, hasta la proclamación de
la Constitución del 10 de enero de 1947.
Comienza ésta disponiendo que el pueblo
de Santo Domingo es una nación que se
organiza en Estado libre e independiente
y su gobierno esencialmente civil, republicano, democrático y representativo, dividiéndose en legislativo, ejecutivo y judicial.
Luego de establecer enfáticamente la soberanía del pueblo en el artículo 12, pasa
a tratar del Poder Legislativo, bicameral,
compuesto de un Senado y de una Cámara
de Diputados, elegidos por el voto directo,
y por un período de cinco años.
El Poder Ejecutivo es ejercido por el
Presidente de la República, elegido por el
voto directo por un período de cinco años.
Sus atribuciones y facultades, entre las cuales se halla la de nombrar —siguiendo en
esto a todos los regímenes presidencialistas— los secretarios de Estado cuyo número
es establecido por una ley, están claramente
detalladas, como asimismo se lo faculta para
atender todo lo relacionado con la administración pública.
El Poder Judicial se ejerce por la Suprema Corte de Justicia, las Cortes de apelación, los tribunales de tierras, los juzgados
de primera instancia, los juzgados de paz y
los demás tribunales del orden judicial creados por las leyes (art. 57). En el título IX de
la Constitución se establece la composición
y facultades de cada órgano, anotándose como novedad el artículo 34, inciso c) que
otorga a la Suprema Corte de Justicia la iniciativa en la formación de las leyes en asuntos judiciales.
También se crea una Cámara de Cuentas
compuesta por cinco miembros que dura
cinco años en sus funciones y tienen la obligación de examinar las cuentas generales
y particulares de la República.
Las comunas se rigen por los ayuntamientos, cuyos miembros son elegidos por el voto
directo. Las provincias son administradas
por un gobernador designado por el Poder
Ejecutivo.
i) Ecuador. Dice Osear Efrén Reyes al
estudiar el proceso de la emancipación de
Ecuador, que el movimiento del 10 de agosto de 1809 fue "la revelación del criollismo
aristocrático (y) quedaba consumada en
todos sus pasos (sin) ninguna hostilidad
persona!, ninguna actitud injuriosa; al contrario, en todo, una elegante urbanidad y
un completo señorío" (2««). El mismo autor
denomina ciclo heroico el que transcurre
entre los años 1810 y 1812, señalando que
la revolución de Quito se desarrolla en dos
etapas bien definidas: la primera va desde
diciembre de 1808 hasta octubre de 1809,
con su fecha culminante el 10 de agosto;
la segunda trascurre hasta diciembre de
1812, "con sus tragedias, heroicas luchas y
fracaso definitivo".
La actuación de la Junta Soberana de
Quito, presidida por el marqués de Selva
Alegre, se extiende hasta el 28 de octubre,
(266) Efrén Beyes, O., "El proceso de la emancipación en la Presidencia de Quito, hoy Ecuador",
en Historia de América, dirigida por Ricardo Le-
en que una serie de circunstancias adversas
acabaron materialmente con ella, pero no
consiguieron aventar las ideas emancipadoras que surcaban los ámbitos de hispanoamérica.
"El eco del movimiento del 10 de agosto
en América fue decisivo —escribe Leopoldo
Benites—. Despertó las conciencias y desató el aluvión contenido. En el posterior
de Caracas, en la repercusión en Bogotá, se
marca la influencia del movimiento que dio
a Quito —con legítimo título— el nombre
hermoso de Luz de América. En medio de la
noche colonial, el 10 de agosto fue llamarada encendida sobre los Andes para iluminar el camino de la libertad" C-w). Un nuevo intento- para conseguirla se encarna en
el coronel Carlos Montúfar, hijo del marqués de Selva Alegre, pero esta vez la lucha
se inicia no contra España, de la que trataba de emanciparse, sino precisamente
contra las fuerzas militares del virrey del
Perú.
El 4 de diciembre de 1811 se reúne en
Quito el primer Congreso de los pueblos li- *
bres de la presidencia, que declaró el dia de
11, ¡a Independencia. En dicho congreso el
diputado Calixto Miranda de Ibarra presentó
un proyecto de constitución de tendencia
monárquica constitucional, que organizaba
el Reino de Quito, con un Senado Supremo
Conservador del Reino, considerándose a
Fernando VII el monarca natural del Reino; este proyecto no fue aprobado. Distinta
suerte corrió otro proyecto inspirado en las
mismas ideas monárquicas, pero que no obstante aparecían pensamientos revolucionarios corno los "sagrados derechos del hombre", etcétera. Este proyecto fue aprobado el
15 de febrero de 1812, denominado "Artículos
del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de
Quito". Acepta que la soberanía tiene origen divino y otorga al "Estado de Quito'1
—afirma Ramiro Eorja y Borja— las calidades de popular y representativo, es decir,
la de democrático; y consecuentemente hace del sufragio popular el medio directo o
indirecto —aunque cabe sostener que sólo
indirecto'— el medio idóneo para designar
a los Órganos Estatales superiores cuyo
ejercicio de la actividad estatal determina
(267)
Benites, L., Ecuador: drama y paradoja,
pág. 169, Fondo de Cultura Económica, México,
1950.
Dentro de la bibiografía ecuatoriana, ver: Andrade, R., Historia del Ecuador, 7 ts. Guayaquil;
Jacome, R., Derecho constitucional ecuatoriano,
vene, t. 6, pág. 166, Es. Aires, 1940. También puede
Imprenta de la Universidad Central, Quito, 1941;
Jaramillo Alvarado, P., Estudio histórico, Quito,
1943, y La Asamblea liberal, sus aspectos políticos,
verse del mismo autor; Breve historia del Ecuador,
2 ts., Imprenta de ¡a Universidad, Quito, e Historia
de vida independiente, Imprenta Escuela de Artes
de la República, Imprenta Nacional, Quito, 1931.
y Oficios, Quito.
Quito, 1924; Orellana, G., El Ecuador en cien ota
directamente; en realidad, organiza una
monarquía democrática.
En los órganos estatales superiores reside, pues, el ejercicio del poder que se divide
en: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; un
soberano Congreso tenía como función vigilar el cumplimiento de la Constitución,
"protección y defensa de los derechos del
pueblo, enmienda y castigo de los defectos
en que resultaren culpables los miembros
del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial,
al tiempo de su residencia" fart. 10).
Se destaca en esta Constitución la composición del Poder Ejecutivo, que tiene a
su cargo la actividad administrativa, compuesto por "un presidente del Estado, tres
asistentes y dos secretarios con voto informativo" (art. 9).
Afirma el doctor Borja y Borja. con respecto a esta Constitución, que ella "merece mencionarse, más bien porque —salvo
tal vez el ya anotado punto de divergencia
sobre forma de gobierno, el que acaso no
era sino válvula de escape para rivalidades
personales— expresa las ideas políticas de
los iniciadores del movimiento emancipador de la Nación Quiteña, que porque contenga caracteres fundamentales que se hayan conservado a través de las múltiples
constituciones de! Ecuador".
Se organiza, pues, un gobierno popular,
electivo, representativo y responsable, pero
el gobierno revolucionario fue derrotado,
terminando "en piena revolución el monarquismo en la presidencia de Quito".
La revolución del 9 de octubre de 1820 en
Guayaquil tuvo como consecuencia la reunión de un cabildo abierto que dio forma
al movimiento, nombrándose jefe político
al poeta José Joaquín Olmedo, quien, dias
después, convocaba a una "Asamblea de
Representantes de toda la presidencia de
Guayaquil, o Colegio Electoral", para que
ella decida la forma de gobierno que convenía adoptar, reuniéndose el día 8 de noviembre y alcanzando a dictar el Reglamento o Carta política fundamental de la
.Provincia; reorganizó el Cabildo de Guayaquil y designó el gobierno, desempeñado
por una Junta de tres miembros.
La Constitución Granaolombiana de 1821
también reconoce el origen divino del Estado civil, estableciendo una forma popular
y representativa de gobierno, organizándose dentro del régimen presidencial, aunque
un tanto atenuado, al no establecer la responsabilidad de los ministros del Estado.
El presidente y el vicepresidente de la
República son elegidos por asamblea de
electores, estableciéndose, por lo tanto, la
elección indirecta o de segundo grado. La
función legislativa la ejerce un Congreso
bicamcral, cuyos miembros son designados
por ios departamentos o las provincias, según se trate de una u otra cámara. La
Alta Corte de Justicia ejerce la función
judicial, con miembros electivos que ejercen su función mientras dure su buena conducta. Un Consejo de Gobierno —cuerpo
asesor y consultivo del presidente— es presidido por el vicepresidente de la República y reemplaza al jefe del Estado en caso
de ausencia.
Debe hacerse mención también de la
Constitución Grancolombiana de 1830, que
tiene mucho de común con la de Cúcuta,
pero con diferencias notables hay que destacar que la de 1830 da más importancia al
régimen municipal; establece que las provincias elegirán los miembros de las dos
cámaras que componen el Congreso; se
ocupa especialmente del Ministerio Público:
"determina que para el nombramiento de
los miembros de la Alta Corte de Justicia
coopere el presidente de la República y una
de las cámaras del Congreso —Senado—";
no establece duración en el cargo; faculta
al presidente para nombrar libremente los
ministros de Estado, notándose una tendencia al régimen presidencial, en cuanto
se refiere a la responsabilidad del presidente y de los ministros.
,
Afirma Ramiro Borja y Borja que esta
Constitución Grancolombiana. de 1830 es
extensa y minuciosa, como la anterior de
1821, aunque se nota una mejor técnica
en su redacción, siguiendo también la tendencia individualista.
La lucha armada, provocaba desastrosos
resultados para las ideas emancipadoras
hasta que, superada la etapa adversa, llega
el triunfo de Pichincha el 24 de febrero
de 1822, que asegura definitivamente la independencia del Ecuador, refirmada el 13
de mayo de 1830 con la constitución en
Estado libre, separándose de Sa Gran Colombia. En agosto de ese año se reúne en
Ríobamba la Asamblea Constituyente y dictó la Carta Magna eligiendo presidente al
general Juan José Flores.
Esta Constitución reconoce el origen divino del Estado civil y su autoridad al sancionarse "en nombre de Dios", determinando, como las demás constituciones ecuatorianas, que el Ecuador es una República
democrática.
Divide la actividad del Estado en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial, estableciendo en forma dogmática el principio
de la separación de los poderes. El Poder
Legislativo está desempeñado por la Asamblea Nacional, unicameral, cuyos miembros
—los diputados— son nombrados cada cuatro años, renovándose la cámara por mi-
tad cada bienio, por medio del sufragio popular indirecto. Establece un Tribunal Su-
perior de Justicia y juzgadas especiales de
Hacienda Pública: el contador general de
rentas, nombrado por el jeíe del Estado con
acuerdo del Senado y contadurías departamentales.
En conclusión, hay que destacar que en
esta Constitución el Ecuador es una República presidencialista, pero con una novedad: uno de los ministros (que son dos)
"sea sólo de nombramiento y no de remoción del jefe del Estado", es decir, -que no
puede removerlo, sino sólo suspenderlo, con
acuerdo del Consejo de Estado y llevarlo
ante el tribunal competente para su juzgamiento.
El jefe del Estado es elegido por el Congreso, por un período de cuatro años, no
pudiendo ser reelecto sino después de dos
períodos.
El 22 de julio de 1835 se reúne en Ambatc
una Convención Constituyente, que dictó el
30 del mismo mes la Constitución de la
República del Ecuador, "en el nombra de
Dios, Creador y Supremo Legislador del
Universo".
Establece que el gobierno es "popular, representativo, electivo, alternativo y responsable" (art. 14), y divide el Poder Supremo
en: legislativo, ejecutivo y judicial (art. 15).
Establece el sistema bicameral en la organización del Congreso que se reunirá cada
dos años por un lapso de noventa días. El
Senado se compondrá de quince senadores, cinco por cada departamento (Quito,
Guayas y Azuay); ia Cámara de Representantes se compondrá de veinticuatro miembros.
Igual que las constituciones posteriores,
denomina al jefe del Estado presidente de
la República (art. 54), quien responde por
sus actos en el ejercicio de sus funciones
ante ei Senado, que lo juzga, previa acusación de la Cámara de Representantes.
Un cuerpo consultivo asesora al presidente, denominado Consejo de Gobierno
(art. 73), y estará integrado por el vicepresidente, los secretarios del despacho y
de un eclesiástico, "de luces y reputación".
El Poder Judicial lo ejerce una Corte
Suprema y demás tribunales y juzgados
que establesca la ley (art, 75); los magistrados de la Corte serán designados por
el Senado de una terna presentada por el
Poder Ejecutivo a la Cámara de Representantes, que ha de reducirla a dos (art. 77).
El interior de la República se divide en
provincias, cantones y parroquias; un gobernador ejerce el poder político en cada
provincia, como agente inmediato del Poder Ejecutivo. Los cantones están administrados por un regidor y las parroquias por
tenientes (art. 82),
Por decreto del mes de octubre de 1842
se convocó a una convención que debía
reunirse el 15 de enero de 1843 en Quito;
dicha convención dictó el 31 de marzo una
constitución que organiza un gobierno popular, electivo, representativo, alternativo,
responsable y distribuido para su ejercicio
en tres poderes (art. 3). El Poder Legislativo es ejercido por un Congreso bicameral
que se reunirá cada cuatro años, aunque
no haya sido convocado. El Poder Ejecutivo
lo ejerce un presidente elegido por el Congreso para un período de ocho años; en
caso de ausencia o impedimento lo reemplaza el vicepresidente o, en su defecto, el
presidente del Senado o el de la Cámara
de Representantes. Los tres ministros secretarias de Estado atienden ias funciones
de la administración y juntos con el vicepresidente de la República forman ei Consejo de Gobierno. La Justicia está ejercida
por una Corte Suprema, compuesta por
cinco ministres y un fiscal, nombrados por
el Senado a propuesta del Poder Ejecutivo,
y por los demás tribunales y juzgados que
establezca ia ley.
"Prescinde del origen de la soberanía
—según la opinión de Ramiro Borja y
Borja— asemejándose en esto a la de 1861";
"se distingue por ía longitud del período
durante el cual conservan sus cargos los
titulares de los altos órganos estatales",
Como novedad, debe señalarse que se crea
un órgano especial, la Comisión Permanente, compuesta por cinco senadores. Esta comisión funciona durante el receso del Congreso. "La Comisión Permanente, en receso
del Congreso, coopera con el presidente de
ía República para cjue -se produzca la ampliación extraordinaria del marco dentro
del que debe ejercer el segundo su cargo".
"En la Constitución de 1843 se atenúa notablemente la tendencia democrática".
A raíz de la revolución del 6 de marzo
de 1845, el Triunvirato convoca a una convención que se inaugura en Cuenca el 3 i
octubre, concluyendo su labor con la sanción de la Constitución ei 3 de diciembre y
la elección del presidente de la República.
Esta Constitución establece que ¡a soberanía reside en el pueblo, organizado en gobierno popular, representativo, electivo, alternativo y responsable (art. 14).
El 25 de febrero de 1851 se dicta una
nueva. Constitución que organiza el gobierno con una Asamblea Nacional unicameral, en cuya función legislativa se siente
ia influencia del presidente de la República., especialmente en lo que respecta a
la promulgación de las leyes, puesto que
sólo el presidente • puede ejercer tal función, aunque es un deber hacerlo y responde ante la Asamblea Nacional por el incumplimiento.
Crea el Consejo de Estado —aumentó la
influencia del presidente— y le correspon-
de velar por eí cumplimiento de la Constitución y leyes.
El 30 de agosto de 1852 concluyó la labor
de la Convención que sancionó la Constitución que difiere solamente en algunos
puntos de ¡a de 1845, Con respecto a la
elección del presidente dispone que deberá
efectuarse por asambleas de electores, los
que a su vez, son designados por sufragio
popular directo. En cuanto a la forma de
gobierno, mantiene la que adoptaron las
constituciones anteriores, es decir, que es
popular, representativo, electivo, alternativo y responsable (art. 14), El Congreso es
bicamerai y se reunirá anualmente sin necesidad de convocatoria, durante sesenta
días, prorrogables por quince días más
. (art, 19).
La Convención reunida ea Quito el 10 de
enero de 1881 elabora una Constitución que
quedó sancionada el 10 de marzo del misino año. Es la primera que implanta el sufragio popular directo, adoptando, en cuanta a la forma de gobierno, la misma expresión que las constituciones anteriores
(art. 13).
El Poder Legislativo es ejercido por un
Congreso bicameral que se reunirá cada
dos años; el Senado se- compondrá de dos
senadores por cada provincia y la Cámara
ds Diputados por los que nombren las provincias.
El Poder Ejecutivo será ejercido por el
presidente cíe la República, elegido por el
voto secreto y directo de los ciudadanos,
junto con ei vicepresidente; ambos durarán
en sus funciones por un período cíe cuatro
años y no podrán ser reelegidos sino después de un período {art. 62).
La Constitución organiza un Consejo de
Gobierno compuesto por: el vicepresidente
de-la República, los ministros, un vocal de
la Corte Suprema, un eclesiástico y un propietario; estos tres últimos serán designados por el Congreso,
"Contempla o establece la Constitución
de 1861 —dice Borja y Borja— la posibilidad de que el Ecuador deje de ser Estado,
entrando por pacto en una Confederación
con otros estados sudamericanos; pudiendo
asi en beneficio de esa Confederación perder las cualidades de Ubre e independiente,
señaladas para él; el artículo 131 dice: "SÍ
las secciones en que se dividió la antigua
Colombia u otros estados sudamericanos
manifestaren deseos de confederarse con eí
Ecuador, el Poder Ejecutivo podrá acordar
las bases de la confederación y las someterá al Congreso para que con su conocimiento se resuelva lo conveniente".
La Constitución de 1889 sancionada por
la Convención convocada el 16 de mayo de
ese a,ño ae inspiró en un proyecto de García Moreno, quien ejercía gran influencia,
a punto tal que logró ser designado nuevamente presidente de la República el 29
de julio, un día después de haberse sometido a votación popular la constitución sancionada. No modifica la fórmula adoptada
por las anteriores sobre la forma de gobierno, aunque hay que destacar que alarga el período de los miembros del Con~
greso: los senadores son. elegidos por nueve
años y los diputados por seis. "Es corta,
clara, y sencilla, y en conjunto muy favorable a la democracia", aunque podrá hacerse notar el fortalecimiento de la autoridad presidencial, no prohibiéndose la reelección inmediata del presidente por otro
período cíe seis años.
El 6 de abril de 1378 ía Convención convocada-por Vemtemilía sanciona una nueva
Constitución política para la República del
Ecuador. "Delimita más que ninguna de las
constituciones anteriores la posición del
presidente de la República en cuanto a la
ampliación extraordinaria del marco a que
está sujeto en. el ejercicio de su cargo".
Se establece que el presidente, los senadores, los diputados y demás autoridades
serán elegidos por votación directa y secreta.. Corno nota relevante hay que destacar que ei presidente —cuyo mandato dura
cuatro años (art. 72)— será subrogado por
uno de ¡os tres Designados que, por mayoría absoluta, elija el Congreso en cada reunión ordinaria (art, 66); no admite esta
Constitución la reelección presidencial, ¡sino después de un período (art. 72), También se establece el voto de censura, por el
cual los ministros del Estado responden
ante el Congreso, ¡o que puede llegar hasta
hacer perder el cargo al ministro responsable e inhabilitarlo por cierto tiempo. "Lo
notable de la Constitución de 1878 es su
parte dogmática. Su parte orgánica es semejante en mucho a la de la Constitución
de 1861".
Eí íl de octubre de 1883 se inician en
Quito las deliberaciones de la Convención
que sanciona una nueva Constitución el 4
de febrero de 1884, "que es la que más debilita la posición del presidente de la República con respecto a la ampliación extraordinaria de! marco a que está sujeto en
el ejercicio de su cargo". Crea nuevamente
él cargo de vicepresidente, que preside el
Consejo de Estado y reemplaza al presidente, el que será elegido —corno también
el vicepresidente, los senadores y diputados— por votación secreta y directa (arí.
38); los senadores son elegidos por cuatro
años y los diputados por dos; ambos son
reeleglbles indefinidamente, no así el pre-
sidente y el vicepresidente, cuyos respectivos mandatos duran cuatro años. Dispone
esta Constitución, como las anteriores de
1830, 1845 y 1852, que el Congreso se reúna
anualmente.
Con respecto a la organización del Poder
Judicial, hay que destacar que esta Constitución establece el jurado, como lo hace
también la de 1897, tendiendo ésta a fortalecer la autoridad presidencial, siendo la
primera, por otra parte, en establecer la,
garantía absoluta de la vida, que se conserva en las constituciones posteriores. En
la parte orgánica sigue en algunos puntos
a la de 1878 y en otros a la de 1884, apartándose de ésta en lo que respecta a la
relación del Estado con la Iglesia, semejándose, en cuanto a su espíritu anticatólico, a la de 1843.
El 23 de diciembre de 1906 la Convención
sanciona una Constitución que adopta para
el gobierno de Ecuador la forma republicana, representativa y democrática. "En
consecuencia, éste es popular, electivo, alternativo y responsable" (art. 4).
La Constitución de 1929, sancionada el
26 de marzo por la Convención en cuyo
seno se advierte la influencia de la concepción o tendencia política colectivista, es
la primera "en ocuparse del sistema mediante el cual se han de condensar los resultados del sufragio o sistema electoral:
prescribe la representación de las minorías, si bien sólo refiriéndose a la elección
de diputados".
En cuanto a la forma de gobierno, establece que el Estado ecuatoriano es democrático y representativo, y su gobierno; republicano, electivo, alternativo y responsables (art. 4). Hay que destacar que esta
Constitución es ia primera en establecer
que una parte de ios miembros del Congreso sea de "elección funcional". El Senado
se compone de senadores provinciales y
funcionales, que representan estos últimos
a las universidades, al profesorado en cada
ciclo, al periodismo y academias y sociedades científicas, a la agricultura, al comercio, a la industria, al obrerismo, a los campesinos, a los militares; y un senador para
la tutela y defensa de la raza india (art. 33,
incs. 3"? y 4<?). Los diputados son de elección
popular directa, admitiéndose la representación de las minorías (art. 42); la ley de
elecciones deberá disponer la forma en que
se efectuará ia elección de presidente de
la República, adoptándose para ese efecto
el sistema de elección secreta y directa.
Limita el período presidencial a cuatro
años, no admitiéndose la reelección; dispone asimismo el procedimiento para reemplazar en sus funciones al presidente y
señala el funcionario qxie lo subrogará en
cada caso.
Establece esta Constitución que el presidente de la República nombrará ios ministros, cuyo número será establecido por
ley, y todos formarán un Consejo de ministros cuyo funcionamiento se determinará en la ley de Régimen Administrativo interno (art. 93). Se organiza también un
Consejo de Estado compuesto por el presidente de la Corte Suprema, de dos senadores y dos diputados, del procurador general de la Nación, del decano de la Facultad de Jurisprudencia tíe la Universidad
Central, del inspector general del Ejército,
del contralor general, de un representante
de la educación pública y de un ciudadano
que reúna las condiciones para ser senador {art. 115). "La Constitución de 1929
es la, primera en ocuparse especial y siste- •
inaticamente del Ministerio Público, asemejándose en esto a la Constitución Grancolombiana de 1830".
El 5 de marzo de 1945 se aprobó definitivamente la Constitución, por la Convención que inició en Quito sus deliberaciones
el 10 de agosto del año anterior. Con respecto al sistema electoral, debe observarse
que es más amplia que la Constitución de
1929, disponiendo que la "ley garantizará la
representación efectiva de las minorías."
(art. 19) en las elecciones directas e indirectas, y crea un Tribunal Superior Electoral para eontroíar las elecciones. "Es la
primera Constitución en referirse de manera especial a ¡os partidos políticos y crea,
como novedad, cuerpos consultivos especiales: la Comisión legislativa permanente
(art. 49), estableciéndose su composición
y atribuciones, como también organismos
técnicos asesores de la función ejecutiva,
adscriptos a cada ministerio (art. 82) y un
Tribunal de Garantías Constitucionales
(art. 159).
La función legislativa será ejercida por
un Congreso unicameral, cuyos miembros
serán elegidos por sufragio popular y secreto; el Presidente de la República será elegido por votación secreta y directa por un
período de cuatro años. "No conserva la
Constitución de 1945 los elementos de parlamentarismo que introdujo la Constitución
de 1929, y vuelve al régimen presidencial
levemente mitigado por la existencia del
voto de censura, que es el régimen de las
de 1878, 1884, 1897 y 1906".
ES 10 de agosto de 1946 inaugura sus sesesiones la Convención convocada para sancionar la Constitución, la que es dictada el
31 de diciembre de ese año, actualmente en
vigencia. Esta Constitución, como ¡a de
1945, no habla de "poderes", sino de "funciones", "sufriendo, empero, como ella, la
influencia de¡ dogma de ia separación de
poderes, y aun en mayor grado, puesto que,
a veces, incurriendo en discordancia, llama
Ejecutivo al órgano superior a quien dice
asignar toda la función ejecutiva". Establece órganos especializados en la función legislativa: la Comisión Legislativa y el Consejo Nacional de Economía. Restablecen la
Vicepresidencia de la República y el Consejo de Estado.
Con respecto a la forma de gobierno, el
artículo 2? dispone que la República de
Ecuador es unitaria, soberana, independien •
te y democrática; y su gobierno es popular,
representativo, electivo, responsable y alternativo.
Organiza el Congreso en dos cámaras, las
que podrán instalarse por sí mismas, abrir
y clausurar sus sesiones el mismo día y funcionar en una misma población, y sólo, de
común acuerdo, podrán trasladarse a otro
lugar o suspender sus sesiones por más de
tres días (art. 31). Los senadores son elegidos por votación popular directa para un
período de cuatro años, designándose además senadores funcionales, elegidos por las
Universidades, periodismo, enseñanza particular, industria y fuerza pública.
Los diputados son elegidos por las provincias, de acuerdo con la ley de elecciones;
duran dos años y pueden ser reelegidos. Se
establece una Comisión Legislativa, compuesta por cinco miembros, que tendrá por
objeto el estudio de proyectos de reformas
o de interpretación constitucional o de legislación general. Para el estudio de los
problemas económicos se establece el funcionamiento de un Consejo Nacional de
Economía.
La función ejecutiva, dice el artículo 81,
la ejerce el Presidente de la República, elegido por cuatro años, mediante votación
directa y secreta y no puede ser reelecto
sino después de un período.
Los ministros de Estado son designados
por el presidente, dejando librada a la ley
la determinación del número de ministros
y las ramas y atribuciones de cada uno.
"Una manifestación de lo que ha dado en
llamarse neopresidencialismo se encuentra
en el artículo 11, que permite la posibilidad
de que los ministros de Estado puedan ser
censurados por el Congreso, empero, no habrá, se dice, voto de desconfianza" (- o s ).
La función judicial está encomendada a
la Corte Suprema, Cortes Superiores y demás tribunales; los ministros de la Corte
Suprema durará.n seis años en sus cargos y
nodrán ser indefinidamente reelegidos. Co(268) Muñoz, L.. Comentarios o las Constitu-
ciones políticas de Iberoamérica, t. 2, Ediciones Jurídicas Herrero, México.
rresponde al Congreso Pleno ¡a elección, como también la de las Cortes Superiores,
pero estas últimas, durarán cuatro años en
sus funciones.
El territorio se divide en provincias, cantones y parroquias, existiendo un gobernador en cada provincia, designado por el presidente, un jefe político en cada cantón y
un teniente político en cada parroquia. En
cada provincia funciona un Consejo provincial, cuyos miembros son elegidos'por votación popular directa. Cada cantón constituye un municipio y su gobierno está encomendado a los Consejos cantonales o municipales.
Además, ia Constitución establece el Consejo de Estado que velará por el cumplimiento de la Constitución, el ministerio
Público, la Contraloría General y Superintendencia de Bancos.
j ) Guatemala. Hasta el año 1847, en que
Guatemala rompe la Federación Centroamericana para nacer como Estado independiente, es larga y convulsionada la etapa qué han soportado los pueblos de América Central, entre luchas y dictaduras. Rafael Carreras consigue aquella liberación,
aunque tuvo que soportar, como consecuencia, la invasión de Honduras, y El
Salvador, derrotándolos en 1851.
Ese año se puso en vigencia la Constitución (la primera se había sancionado el
22 de noviembre de 1824 para la República
Federal), designándose a Carreras, presidente vitalicio, cargo que ejerció hasta 1865.
"Desde 1873 a 1885 gobierna el país una dictadura liberal encabezada por Barrios". En
realidad, puede decirse que hasta 1879 no
se aprueba una nueva Constitución, a pesar
de que, en 1876, se había reunido la Asamblea Constituyente. Esta Constitución fue
reformada en varias ocasiones, soportando
el país en ese lapso, dos períodos de gobiernos dictatoriales: el de Estrada Cabrera, desde 1898 hasta 1918, y el de Ubico,
desde 1931 hasta 1944. La revolución permite el llamado a elecciones, triunfando
Juan J. Arevalo, sancionándose el 10 de enero de 1945 una nueva Constitución y por
último, la Asamblea Nacional Constituyente
decreta el 2 de febrero de 1956 la Constitución, que rige desde el 1<? de marzo.
En 245 artículos y ocho disposiciones transitorias, se dispone sobre la organización
política del país, derechos humanos, garantías individuales, .etcétera agrupados en 12
titulos.
Comienza por declarar que "Guatemala es
una Nación soberana, libre e independiente,
organizada para garantizar a sus habitantes
el respeto a la dignidad humana, el goce
de los derechos y libertades fundamentales
del hombre, la seguridad y la justicia, el des.-
envolvimiento integral de la cultura y para
crear condiciones económicas que conduzcan
al bienestar social".
La Nación se organiza adoptando el sistema republicano, democrático y representativo; el poder es ejercido por los organismos legislativos, ejecutivo y judicial. Se advierte, como en la Constitución de Honduras,
que Guatemala aspira al restablecimiento
de la Unión Centroamericana "y se esforzará
por lograrlo total o parcialmente sobre las
bases justas y populares, que garanticen el
respeto a los derechos fundamentales del
hombre. Mientras tanto cultivará relaciones
fraternales con los otros Estados que formaron la disgregada Federación" (art. 49).
El título V trata del Organismo Legislativo, correspondiendo al Congreso —unicameral— la potestad legislativa; los diputados son elegidos en sufragio directo, por un
período de cuatro años. Las reuniones ordinarias se realizarán sin necesidad de convocatoria, estableciéndose la fecha de iniciación! (1<? de marzo). Para las sesiones extraordinarias es necesaria la convocatoria de la
Comisión Permanente o del Organismo Ejecutivo, aunque quince o más diputados podrán solicitarlas; dicha solicitud deberá
concederse si cuenta con el voto de la mitad
más uno de los diputadas.
La Comisión Parlamentaria funciona durante el receso parlamentario, está integrada por ocho diputados, elegidos anualmente por el Congreso y presidida por el
presidente del Organismo Legislativo; tie-
ne, entre otras atribuciones, tramitar los
asuntos que quedaron pendientes en el Congreso, convocarlo a sesiones extraordinarias, como también las atribuciones señaladas en los incisos 2<? y 49 del artículo 148,
con respecto a sus miembros.
Las funciones ejecutivas son ejercidas por
el Presidente de la República, elegido directamente, a simple mayoría de sufragios, y
para un período improrrogable de seis años.
El artículo 161, al establecer quiénes no podrán ser electos, incluye en el inciso a) al
"caudillo o jefe del golpe de Estado o revolución que altere el orden constitucional, para el período, durante el que se hubiera interrumpido el régimen constitucional o el
siguiente. Tampoco admite la reelección presidencial en los dos períodos siguientes. En
caso de ausencia, temporal o definitiva, lo
substituye el "Primer Designado a la Presidencia, y en defecto de éste el Segundo
Designado", funcionarios que serán elegi-
dos por el Congreso de una terna enviada
por el Presidente de la República, y no podrá" aubti,'irse del territorio de Centro-
américa sin permiso del Congreso o de la
Comisión Permanente.
En el orden administrativo, se designan
ministros de Estado, cuyo número será determinado por una ley especial: la reunión
de los ministros se denomina consejo y es
presidido por el Presidente de la República. Dispone el artículo 178 "que cuando
el Congreso emitiere un voto de falta de
confianza contra un ministro, éste presentará inmediatamente su dimisión, la que
deberá ser aceptada o no, por el presidente,
de acuerdo con la cantidad de votos emitidos por los diputados al ratificar su decisión.
La función judicial es ejercida por la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Apelaciones, los jueces de primera instancia y jueces menores y por los demás tribunales. "La
administración de justicia —dispone el artículo 187— es obligatoria, gratuita e independiente". Será pública, cuando la moral
o el interés nacional no exijan reserva. El
Congreso elige al presidente del Organismo
Judicial y a los magistrados, los que permanecen cuatro años en sus funciones; si son
elegidos durante dos períodos consecutivos,
ejercerán su cargo hasta los setenta años
de edad. Los jueces de primera, instancia,
los de paz y otros jueces menores son designados por la Corte Suprema.
Se crea también un tribunal de cuentas,
integrado por tres jueces elegidos por el
Congreso, permaneciendo cuatro años en
sus funciones, y una Contraloría, institución técnica que fiscaliza los ingresos y
egresos del Estado; su organización, funcionamiento y atribuciones sean determinadas por una ley; el jefe de esta institución es nombrado por el Presidente de la
República,
El territorio se divide para su administración en departamentos y éstos en municipios. El gobierno departamental está a
cargo de un gobernador nombrado por el
presidente. Se establece la autonomía del
régimen municipal y será ejercido por una
corporación integrada por el Alcalde, los
síndicos y los concejales.
k) Haití. La República nació a la vida
libre en 1859, pero no sin antes soportar,
como casi todas las repúblicas americanas,
luchas por la independencia y revoluciones
para alcanzar el poder, y tanto es así que
la mayoría de los gobernantes han llegado
a desempeñar el cargo luego de triunfar
en una revolución. Las ideas liberales y absolutistas se alternaron en dar la orientación al gobierno y ello sucedió antes de la
era republicana, precisamente con las Constituc'ones imperiales de 1805 y 1849, no obstante haberse proclamado en. 1806 una Constitución republicana.
Después de 1859 y 1860, en que se sancionan leyes constitucionales, se suceden las
constituciones de 1867,1874, 1879 (reformada
en 1880, 1883, 1884, 1885, 1888 y 1889.
Esta república debió soportar también la
intervención militar norteamericana desde
1915 a 1934, lapso durante el cual aparecieren las Constituciones de 1918, redactada
por Roosevelt y reformada en 1928, la Constitución de 1932, Posteriormente se sancionó
la de 1935, que fue modificada en 1939 y
1944, hasta que por último se llega a la
Constitución del 25 de noviembre de 1950.
Se inicia este Código político proclamando a Haití como república indivisible, soberana, independiente, democrática y so e! al.
En el título III, al tratar de la soberanía,
y de los poderes, cuyo ejercicio es delegado,
establece tres ramas: Legislativa, Ejecutiva
y Judicial, presentando el gobierno las características propias de un gobierno civil, democrático y representativo, reconociéndose
la independencia y separación de los poderes y prohibiendo ¡a incompatibilidad.
El Poder Legislativo está formado por las
Cámaras de Diputados y Senadores; los
primeros son elegidos por cuatro años y
pueden ser reelectos y los senadores ejercen
su mandato durante seis años, gozando también de la indefinida reelección. Ambas
Cámaras se reúnen en Asamblea en los casos previstos por la Constitución y por propia iniciativa y separadamente para celei orar reuniones ordinarias, dictando cada
j una su propio reglamento interno, su organización interior y las medidas necesarias para la observancia de la disciplina.
1 El Presidente de la República ejerce, de
f acuerdo con lo dispuesto por el artículo
76, el Poder Ejecutivo, cargo en el cual permanece durante seis años, no permitiéndosele la inmediata reelección. Entre otras
atribuciones, tiene la de designar a los
secretarios de Estado, como también a los
funcionarios y empleados de la administración pública. Si el presidente se encuentra
imposibilitado temporalmente de ejercer su
mandato, el Consejo de los Secretarios se
i hace cargo de la autoridad, mientras dure
J la imposibilidad del presidente. Cuando la
ausencia es definitiva, sus funciones las
, ejerce el Presidente de la Corte de Casación o en su defecto el vicepresidente; en
ausencia de ambos, el juez más anciano de
la Corte de Casación, quien convocará de
inmediato a las Asambleas primarias para
j la elección de un nuevo Presidente de la
f República, que será elegido por votación
directa.
El número de Secretarios de Estado debe
estar determinado por una ley especial, aurii que la Constitución ya establece que no
| podrá ser inferior a cinco. Se reúnen en
Consejo bajo la presidencia del Presidente
de la República. Existe, además, un ConseI
jo de Gobierno, compuesto de nueve miembros, nombrados por el presidente y tiene
por función el estudio de los proyectos de
leyes que se le sometan; en una palabra, es
un cuerpo consultivo en materia de legislación y en asuntos administrativos.
El Poder Judicial es ejercido por una
Corte de Casación, Cortes de Apelación y
tribunales inferiores. El presidente nombra
a los jueces de las cortes y tribunales y.a
las oficiales del ministerio Público; los jueces de la Corte de Casación y de apelaciones permanecen en sus funciones durante
diez años y los de los tribunales civiles, son
nombrados por siete años.
La Constitución establece en el título IV
el régimen comunal, disponiendo su autonomía, dejando librada las condiciones y
los límites de esa autonomía, a una ley
especial. El Consejo Comunal es elegido por
cuatro años y sus miembros pueden ser
reelegidos indefinidamente.
Se crea ia institución prefectoral con
asiento en cada Departamento, siendo el
prefecto el funcionario civil que representa
directamente al Poder Ejecutivo, estando
determinada por ley su facultad, como el
lugar de su residencia. Funciona asimismo
un Consejo de Prefectura, integrado por el
Prefecto, los magistrados comunales, jueces de paz, inspectores de escuelas, funcionarios de los servicios públicos, etcétera.
1) Honduras. El 15 de setiembre de
1821 la Junta presidida por Gainza declaró
la independencia de Honduras,, legada históricamente a la Federación de los cinco
Estados centroamericanos, con Guatemala,
El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La
República Federal duró de 1825 a 1827, disolviéndose en 1828 como consecuencia de
la guerra civil; un intento vigoroso por conseguir la unión es promovido por Francisco
Morazán pero la cuestión es resuelta violentamente por sus enemigos el 15 de setiembre de 1842.
El procedimiento de revoluciones y asesinatos políticos, tan común en los países
americanos, resulta normal en Centroamérica y Honduras no escapa a la regla.
Desde la primera Constitución, que aparece el 11 de diciembre de 1825, se suceden
la de 1839, 1848, 1865, 1873, 1880, 1894, 1924,
1936, hasta la que rige desde el 21 de diciembre de 1957.
La Constitución vigente establece en el
artículo i<? que Honduras constituye una
República democrática, para asegurar el
goce de la libertad, la justicia, eí bienestar
social y económico y la superación individual y colectiva de sus habitantes.
Asimismo establece en el articulo 3? que
el gobierno, a través del sistema democrático, republicano y representativo, se ejer-
ce por tres poderes complementarios e independientes entre sí: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Una nota característica de
esta Constitución es, sin duda, el artículo
4? por el cual se reconoce el derecho de revolución, que se ejerce, en forma de insurrección popular, motivada por la violación
de la norma que dispono la alternabilidad
en el ejercicio de la presidencia, suprimiendo así expresamente, por lo menos en el
texto, todo intento de perpetuación en el
poder. Debe destacarse, asimismo, la declaración formulada en el articulo 10, en el
sentido de reconocer como "necesidad primordial" volver a la unión con uno o más
Estados de la antigua Federación.
El título correspondiente a los poderes del
gobierno comienza con la organización del
Legislativo, el que se ejerce por un Congreso de Diputados, adoptándose por lo
tanto el sistema unicameral; los representantes son elegidos mediante sufragio diré eto por cinco años y no podrán ser reelectos; se establece la facultad de autoconvocatoria, ya sea para las sesiones ordinarias, de prórroga o extraordinarias, aunque el Poder Ejecutivo también puede hacerlo.
Se crea una Comisión Permanente, organismo formado por siete diputados titulares y siete suplentes, que funciona mientras el Congreso está en receso, y cuyas
atribuciones están detalladas en los trece
incisos del artículo 192.
El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República, y en su ausencia,
por uno de los Designados; estos mandatarios serán elegidos conjunta y directamente
por el pueblo, a simple mayoría de sufragios, estableciéndose que el periodo presidencial es de seis años, no admitiéndose la
reelección inmediata. En cuanto a la ausencia definitiva del presidente (la Constitución dice "falta absoluta"), se prevé su
reemplazo por uno de los Designados sorteados por el Congreso, deduciéndose por
el artículo 201 que son tres estos funcionarios, pues la norma expresa: "Pero si
también faltaren de modo absoluto los tres
Designados, el Poder Ejecutivo será ejercido por el Consejo de Ministros, el que deberá convocar a elecciones presidenciales
dentro de los quince días siguientes".
La administración general del país está
confiada a los Secretarios de Estado, los
que, en número no inferior a nuevs, se
distribuirán los asuntos públicos, siendo
responsables solidariamente con el presidente por los actos que autoricen; forman
el Consejo de Ministros el que es convocado y presidido por el Presidente de la
República.
El Poder Judicial se ejerce por una Corte
Suprema de Justicia, por las Cortes d
Apelaciones y por los juzgados que la
establezca. La Corte está formada por c¡n<
co magistrados titulares (propietarios) j
tres suplentes y son elegidos por el Coa
greso Nacional por un periodo de seis añoi
En cuanto al régimen departamental j
municipal, la Constitución establece en el
articulo 332 que el territorio nacional
divide en departamentos, éstos en municipios autónomos, representados por municipalidades elegidas por ei pueblo, asegurándose la autonomía económica por medio de un Banco Municipal Autónomo, cuya organización y funciones se determinarán por ley. Las municipalidades nombrarán a los empleados de su dependencia j
los agentes de policía que costeen con sm
fondos propios.
Por último, y como nota que es interesante destacar, se establece en el artículo
340 que la Constitución no perderá su vigencia aun cuando por alguna rebelión o
golpe de Estado, por no haberse reunido A
Congreso en la fecha señalada en la mi»
o por cualquier otra causa, se interrumpí
su observancia.
m) México. El Plan de,Iguala del 244
febrero de 1821 proclama la independentír
de México y contiene tres garantías fun-i
damentales; preservación de la Iglesia Ctl
tólica, absoluta independencia de Méxicoj
amistad entre españoles y mexicanos.
En 1824 la Constitución organiza un go-t
bierno republicano, representativo, popula
y se inclina hacía el régimen federal; esto
Constitución federalista es sustituida pur
las bases del 23 de octubre de 1835, qot
acepta la organización centralista, con i
poder conservador integrado por tina
miembros "elegidos por las Cámaras 4
acuerdo con listas propuestas por las yatas departamentales"; el órgano ¡egislatln
era bicameral, el ejecutivo era ejercidop«
un presidente con mandato durante ocl»
años, nombrado por las juntas depártame»
tales, de ternas presentadas por la Corteii
Justicia y las Cámaras; existe tambiénff
Consejo de Gobierno de trece miembros; i:
creaban cuatro ministerios cuyos titulan
eran designados por el presidente; la Coit,
de Justicia se componía de once miembn:
y un fiscal. Los departamentos estaban administrados por gobernadores.
>
El 12 de junio de 1843 se sanciona irf
Constitución de tendencia centralista, q»
algunos llaman "las bases orgánicas 4
Santa Anna". Dice al respecto Silvio i
Zavala: "de 1824 a 1855 hubo 45 periodí
presidenciales definitivos e interinos; el número de los pronunciamientos se acera
a la centena; y contamc.j ya con tres »
tituciones". La de 1843 mantiene el sistenu
Wcameral del Poder Legislativo; los senadores, cuyo número se determina en setenta
y tres, san nombrados de la siguiente manera: dos tercios por las asambleas departamentales y el otro tercio por la Cámara
de Diputados, el Presidente de la República
y la Corte de Justicia. Se fija el período presidencial en cinco años, se mantienen cuatro ministros y un Consejo de Ministros,
compuesto de 17 vocales nombrados por el
presidente.
La Corte Suprema de Justicia se integra
por once ministros y un fiscal; y las asambleas departamentales por más de siete y
menos de once miembros.
El movimiento federalista iniciado en
Guadalajara por Gómez Parías, secundado
en la capital por el general Mariano Salas
reimplanta la Constitución de 1824.
"Las ideas de los prohombres de la reforma en el orden político universal y aplicadas al medio mexicano, se manifestaron
elocuentemente en las sesiones del Congreso que aprobó la carta del 5 de febrero
de 1857" (-«'). Se establece que la república
es representativa, democrática y federal; el
legislativo se convierte en unicameral (suprimiéndose el Senado); los diputados se
elegirán en votación indirecta y el mismo
sistema se adopta para la elección del presidente, cuyo período se fija en cuatro años.
La Corte Suprema de Justicia se compone
de "once ministros propietarios, cuatro supernumerarios, un fiscal y un procurador
general". Esta Constitución tuvo, aproximadamente 25 reformas.
Luego, las luchas armadas, medio por el
cual se trata de alcanzar el destino de
México desde enero de 1862 hasta el 31 de
mayo de 1863 en que el gobierno de Juárez
abandona la ciudad. El día 10 de julio se
implanta la monarquía hereditaria, con el
príncipe católico Maximiliano de Austria,
el que fue derrotado el 15 de mayo de 1867
y fusilado el 19 de junio, poniéndose así
término al período de la monarquía mexicana. "Los liberales habían conquistado no
sólo el derecho de gobernar al país sino el
de redactar su historia".
De Tejada, que sucedió en la presidencia
a Benito Juárez y que gobernó de 1872 a
1876, había incorporado en 1873 las leyes de
(269) Zavala, S. A., "México contemporáneo",
en Historia de América, t. 11, pág. 58, Bs. Aires.
1MO.
Puede también verse: Pasquel, L.. Las Constituciones de América, México. 1943: Herrero, V., La
organización constitucional de Iberoamérica; Latís
Duret. M.. Derecho constitucional mexicano, México, 1944: Gamboa. J. M.. Leyes constitucionales de
Hético durante el siglo XIX, México, 1901; Melén-
reformas a la Constitución, la que fue reformada nuevamente en 1877, para permitir la reelección del general Porfirio Díaz,
después del segundo período de detentar el
poder; en 1892 se aprobó la reelección indefinida y desde 1904 los períodos presidenciales se ampliaron de cuatro a seis años.
El 20 de noviembre de 1910 se inicia la
revolución contra el régimen porfirista, encabezada por Madero, su oponente en las
elecciones que se habían realizado poco antes. "Díaz convencido de la inutilidad de la
resistencia, renunció al poder y murió en
el destierro". Francisco León de la Barra
se hace cargo provisionalmente del gobierno y se convoca a elecciones, venciendo
Madero, que asume la presidencia el 6 de
noviembre de 1911.
El Congreso reunido en Querétaro en diciembre de 1917, promulgó una nueva Constitución el 5 de febrero, la que ha sido modificada en varias oportunidades70hasta la
última el 17 de octubre de 1953 (- ).
Mantiene la forma de gobierno republicana representativa democrática y federal,
y la división de los poderes en Legislativo,
Ejecutivo y Judicial. El Legislativo es bicameral, cuyos miembros son elegidos —los
diputados por tres años y los senadores por
seis— en votación directa, lo mismo que el
presidente, que durará seis años; ninguno
podrá ser reelecto (arts. 59 y 83). El 22 de
enero de 1927 el Congreso modificó el artículo que prohibía la reelección del presidente, reforma que quedó sin efecto después de 1928.
El Poder Judical de la Federación es ejercido por una Suprema Corte de Justicia,
Tribunales de Circuito, Colegiados en materia de amparo y unitarias en materia de
apelación, y en juzgados de distrito. La
Suprema Corte se compone de 21 ministros
y cinco supernumerarios; serán nombrados
por el Presidente de la República con aprobación de la Cámara de Senadores. Los magistrados de Circuito y jueces de Distrito
serán designados por la Suprema Corte.
La Constitución establece el recurso de
amparo "medio de control constitucional
ejercido por órganos jurisdiccionales en vías
de acción". Las sentencias sen individuales;
dice el artículo 107, II que "la sentencia
será siempre tal que se ocupe de individuos
particulares; limitándose a ampararlos y
protegerlos en el caso especial sobre el que
verse la queja, sin hacer una declaración
general respecto de la ley o acto que lo
motivara".
En cuanto a los Estados, la Constitución
(270) Según la publicación de la Constitución
dez. J. T., Historia de la Revolución mexicana, Mé-
política mexicana, con reformas y adiciones al día.
jico, 1936; Palavicini, P. F., Mistaría de la Constitución de 1917, México, 1938.
Anotada y concordada por Manuel Andrade, México, 1956.
dispone que adoptarán, para su régimen in
tenor, la forma de gobierno republicano,
representativo, popular, teniendo como base la de su división territorial y de su organización política y administrativa, el Municipio Libre, que será admitido por un
Ayuntamiento de elección popular directa,
otorgándose el voto a las mujeres. "El Municipio en México no es una comunidad natural, sino más bien una creación legal, y
así se dice que los municipios están investidos de personalidad jurídica, de suerte que
como base de división territorial son meros
distritos de gobierno" (2?i).
n) Nicaragua. El 8 de abril de 1826 la
Asamblea Constituyente que reúne a los
representantes del pueblo de Nicaragua,
sanciona la Constitución Política del Estado, como parte integrante de la Confederación de Centroamérica. Declara que "el
Estado es libre, soberano e independiente
en su gobierno y administración interior;
y su soberanía e independencia se limitan
por las restricciones establecidas a cada
uno de los Estados, en la Constitución Federal de la República" (art. 4). Adopta la
forma republicana popular representativa
para el gobierno del Estado (art. 40). El
Poder Legislativo reside en una Asamblea
compuesta por diputados y "lo ejerce con
la sanción del cuerpo moderador" (art. 42).
El Poder Ejecutivo es ejercido por un jefe
nombrado por el pueblo (art. 43). El Poder
Judicial, por tribunales y jueces nombrados de acuerdo con lo dispuesto por la Constitución y las leyes.
Dice el profesor Emilio Alvarez Lejarza
que "la Constitución del Estado de Nicaragua de 1826 estaba calcada tn los mismos
términos que la federal" (refiriéndose a la
Constitución Federal de Centroamérica de
1824), de la que opina: "Todos los tratadistas y los historiadores están de acuerdo
en que la primera Constitución de Centroamérica, por sus idealismos y principios
irrealizables, fue una de las causas de la
ruptura de la Federación".
La Constitución de 1826 rigió hasta el
30 de abril de 1938 en que, por decreto de
la Asamblea Constituyente reunida en León,
se declara el Estado libre, soberano e independiente, "sin más restricción que la que
se imponga en el nuevo pacto que celebre
con los otros Estados de Centroamérica,
conforme a los principios de un verdadero
federalismo". La Constitución Política fue
sancionada el 12 de noviembre.
Conserva la denominación de Estado de
Nicaragua, pero, a diferencia de lo estable(271) Muñoz, í., Comentarías a las Constituciones poíííicas de Iberoamérica, t. 2, pág. 1186,
Ed. Jurídicas Herrero, México, 1854.
S
i g u i e n t
cido en el artículo 1 de la Constitución de
1826, al declarar que "corresponde a la Federación". Adopta la misma forma de gobierno, es decir, republicana, popular y representativa (art. 49) y divide la soberanía
del Estado para su ejercicio en los poderes
Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Hay que
destacar que en la Constitución de 1826 "la
soberanía reside en todo en el Estado", y
en la de 1838 declara que la soberanía pertenece al Estado (art. 5). El Poder Ejecutivo
será ejercido por un Supremo Director, y el
Judicial será desempeñado por los tribunales y jueces del Estado. Tanto los diputados y
senadores serán eíegidc-s por las Juntas populares y de distrito, existiendo para los
senadores, además, juntas de departamento,
El Supremo Director —dice el art. 125— será
nombrado por el pueblo del Estado y será
elegido por dos añas, no admitiéndose la
reelección inmediata (art. 132).
El 17 de julio de 1842 se dicta en Chinandenga la Constitución Política de la Confederación Centroamericana, formada por las
Repúblicas de Nicaragua, El Salvador y Honduras.
El gobierno de esta Confederación será
ejercido —dice el art. 14— por medio de
delegados. El Poder Ejecutivo lo ejercerá
un Supremo Delegado, con un Consejo consultivo, compuesto por un representante de
cada Estado (art. 15).
En 1854 se promulgó una nueva Constitución Política para la República de Nicaragua, que no llegó a estar en vigor a causa
de la revolución que estalló en mayo de
ese año.
El artículo 29 disponía que la soberanía
reside en el pueblo y la ejerce la universalidad de los ciudadanos por la libre elección
de las autoridades en la época y forma que
la Constitución establece. El gobierno es
democrático y representativo y se dividí
en tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
El Poder Legislativo lo ejerce un Congreso
bicameral, cuyos miembros serán elegida
por Juntas electorales de cantón y de distrito. El Poder Ejecutivo lo ejerce el presidente de la República, elegido por cuatro
años, no pudiendo ser reelecto inmediatamente. El Poder Judicial lo ejerce una Corte Suprema dividida en dos Secciones y 1»
demás tribunales y jueces que establezca
la ley.
El 19 de agosto de 1858 la Convención
Constituyente sancionó una nueva Ley Fundamental, "en cuya redacción —dice el profesor Alvarez Lejarza— por esos design
de Dios, tomaron parte precisamente muchos de los que se opusieron a la que
propuesto el general Fruto Chamorro
1854 y, mutatis mutandi, redactaron la mise
P á g i n a
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