Alimentación - Observatorio de Salud de Asturias

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Alimentación1
Documentos de referencia:
Informes breves de la ESA 2008 sobre Alimentación I
Informes breves de la ESA 2008 sobre Alimentación II
Informe breve de la ESIA2009 sobre Alimentación y Nutrición I
Informe breve de la ESIA2009 sobre Alimentación y Nutrición II
La población asturiana tiene el hábito generalizado de desayunar. No obstante, una de
cada 25 personas declara no hacerlo (3,8%).
Entre los hombres la proporción sube a un 5,3% y en las mujeres se reduce al 2,5%
Por edades, la tendencia a no desayunar es inversa a la misma (cerca de una de cada
once personas jóvenes no desayuna).
El desayuno tipo más frecuente en Asturias consiste en tomar café, leche, chocolate,
cacao o yogur (91,4%), con pan, tostadas o cereales (53,5%). La bollería o galletas se
incluyen en más de un tercio de los casos (33,4%) y no suele ser frecuente la ingesta de
huevos, jamón o queso (5%). Uno de cada cuatro asturianos/as toma a diario fruta o
zumos (27,6%).
Por sexos, se observan diferencias en los alimentos que se ingieren. Las mujeres
incluyen en su desayuno habitual más veces que los hombres: café, leche, chocolate,
cacao o yogur (93,2% vs. 89,3%,); y pan, tostadas o cereales (59,3% vs. 47,1%) así como
piezas de fruta o zumos (29,7% vs. 25,3%).
Cuanto mayor es la población mayor tendencia se aprecia a tomar pan, tostadas o
cereales y café, leche, chocolate, etcétera. Por el contrario, la bollería o galletas son
alimentos más frecuentes en los desayunos de la población más joven, de 16 a 29 años
(44,4% de los hombres y 36,3% de las mujeres, frente a unos totales por sexo de 33,3%
y 33,5%, respectivamente). Los jóvenes toman más fruta o zumos que el resto de las
personas pero no hay una diferencia significativa.
Por edad y sexo, se observa que a cualquier edad los hombres toman más pan,
tostadas y cereales, que el consumo de bollería y galletas es especialmente alto en
hombres jóvenes (44%), que las mujeres de edades medias consumen mucho más
fruta y zumos que los hombres, que el consumo de huevos, jamón y queso es más
frecuente en hombres a partir de los 30 años y que hasta un 11% de los hombres
jóvenes no desayunan habitualmente.
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Información extraida del Informes breve de la ESA 2008 sobre Alimentación I
realizado por Mario Margolles e Ignacio Donate
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Por nivel de estudios, consumen más café, chocolate, etcétera las personas con
estudios primarios, lo mismo que pan, tostadas y cereales. Por el contrario, las
personas universitarias consumen más fruta y zumos (35% por un 23% en estudios
primarios). La bollería y galletas son consumidas más frecuentemente en personas con
estudios medios. Las personas con estudios medios son las que más frecuentemente
NO desayunan (4%).
Por tipo de hábitat, consumen más todo tipo de alimentos y bebidas las personas que
viven en la zona rural. A veces considerablemente más (pan/tostadas/cereales, 63%;
fruta/zumos, 39%), excepto para huevos, jamón… que es más frecuente en zona
centro (5%). En este último hábitat no desayuna un 4% de la población.
Por Área Sanitaria, destaca la alta frecuencia de consumo de pan/tostadas/cereales en
las Áreas I y II (77%) respecto al 43% del Área VI. En las mismas Áreas hay un alto
consumo de frutas/zumo (52%) y escaso en el Área VIII y III (alrededor del 20%). Es alto
el consumo de huevos/jamón en Área IV (8%) por un 1% en Área I. Un 5% de las
personas de Área IV no desayuna.
Por clase social, sólo se observan diferencias en el consumo de zumos/frutas con
mayor presencia en clase I (42%) y de ahí disminuye con el estrato social hasta un 22%
en clases IV y V.
Por estado civil, las personas que menos café/leche/chocolate toman son las personas
divorciadas (88% por un 96% de las viudas). Estas últimas son las que más
frecuentemente consumen pan/tostadas/cereales (63% por un 47% de las separadas).
El consumo de bollería/galletas es más frecuente en personas solteras si bien las
diferencias no son muy grandes. El consumo de huevos/jamón/queso es más frecuente
en personas casadas (7%) por un 1% de las separadas. No desayunan más de un 7% de
las personas solteras y de las divorciadas.
Contestación a la pregunta: ¿Con qué frecuencia consume cada uno de estos
alimentos?:
La frecuencia semanal de ingesta de los distintos tipos de alimentos en la dieta de los
asturianos/as es: diariamente fruta fresca (68,4%), lácteos (81,4%) y pan o cereales
(82,3%), tres o más veces por semana: carne (57,4%), pasta, arroz o patatas (49,0%); y
una o dos veces por semana: huevos (50,9%), legumbres (48,2%) y pescado (43,3%).
Un tercio de la población asturiana consume dulces a diario (33,3%) y la misma
proporción consume verduras u hortalizas diariamente (32,1%) mientras que el 38,0%
lo hace tres o más veces a la semana.
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Refiriéndonos a los refrescos con azúcar, el 13,9% los consumen a diario y en torno al
12% señala las restantes frecuencias de consumo. Un 46,2% de la población indica que
no los consume nunca o casi nunca.
Por sexos, las mujeres dicen consumir con mayor frecuencia que los hombres fruta
fresca, verduras y hortalizas, productos lácteos, pescado, y dulces, al tiempo que los
hombres afirman consumir más a menudo carne, huevos, pasta, arroz o patatas,
embutidos y también pan o cereales.
Los hombres, por su parte, consumen refrescos con azúcar a diario en mayor medida
que las mujeres (16,3% frente al 11,7%).
En las frecuencias de consumo de 3 veces a la semana o superiores para cada
alimento, se observan tendencias crecientes con la edad en el consumo de fruta fresca
y pescado, al tiempo que disminuye con la edad el consumo frecuente de carne, pasta,
arroz o patatas, embutidos y dulces.
Por edad y sexo, la frecuencia de consumo habitual de alimentos determinados (≥3
veces/semana) no presenta muchas diferencias entre hombres y mujeres, quizá
debido a que la comida es un hecho social y como tal se comparte entre varias
personas, generalmente entre personas de los dos sexos. No obstante se observan
algunas tendencias en determinados alimentos. El consumo de fruta fresca es más
frecuente con la edad en ambos sexos. El consumo de carne disminuye con la edad
pero siempre es muy superior en hombres que en mujeres. Igual hecho sucede con el
consumo de huevos y de pasta/arroz/patatas. Las legumbres se consumen
relativamente a cualquier edad y en ambos sexos, lo mismo que sucede con los
productos lácteos. En cambio, existe un marcado mayor consumo de pescado en
mujeres que en hombres en todas las edades incrementándose con los años. De
manera opuesta sucede con los embutidos/fiambres: consumo mayor en hombre en
todos los tramos etarios y descenso con la edad. El consumo de dulces es similar en
ambos sexos y edades pero en general disminuye con la edad. Los refrescos con azúcar
son consumidos con la misma frecuencia por ambos sexos y desciende su consumo
con la edad.
El nivel de estudios condiciona el consumo de alimentos siendo mucho más
frecuentemente consumidos por personas universitarias productos como la fruta
fresca (88%), los huevos (33%), las verduras (74%), los lácteos (94%). Por el contrario,
en las personas con estudios medios abundan más la carne (76%), las legumbres (40%),
la pasta (72%), los embutidos (43%), los dulces (54%) y los refrescos con azúcar (31%).
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Por tipo de hábitat, en zona rural son más consumidos la carne (79%), el pescado
(69%), los embutidos (54%), los dulces (73%) y los refrescos con azúcar (52%). En el
centro, los huevos (33%) y pan/cereales (92%). Y en las cuencas mineras es más
frecuente consumir verduras/hortalizas (78%), legumbres (56%), pasta/arroz/patatas
(71%) y productos lácteos (93%).
Por Área Sanitaria, las personas de las Áreas I, II y VIII son las que más frecuentemente
toman fruta fresca (93%), cifra alejada del 76% de las residentes en Área V. Similar
circunstancia sucede con la carne (83% en esas tres Áreas). Los huevos son consumidos
más frecuentemente en las Áreas IV y V (más del 34%) por solo un 18% en el Área II. El
consumo de verduras y hortalizas remeda al de la fruta fresca solo que con niveles
inferiores (82% en esas tres Áreas y solo un 54% en Área V). Las legumbres se
consumen preferentemente en cuencas mineras (Áreas VII y VIII, más del 53%) y poco
en el Área V (23%). Los lácteos se consumen más en Área IV (95%) y menos en Área VI
(85%). El pescado se consume más en Áreas I y II (77%) y mucho menos en Áreas como
la V (27%). Situación similar sucede con el consumo de dulces (alrededor del 80% en
Áreas I y II y solo del 34% en Área V). El consumo de refrescos con azúcar es
especialmente alto en las Áreas II y VIII (57%) y muy bajo en el Área V (14%).
Por clase social, el consumo de fruta fresca es más frecuente en clase I (89%) y menor
en la clase III (80%). Las carnes se consumen más en clase III (77%) y menos en clase V
(69%). Los huevos son consumidos por igual en todas las clases sociales. Las verduras y
hortalizas son más frecuentemente consumidas en clase I y menos en clase IV. El
consumo de legumbres es más alto en clase IV y menor en clase I. Los lácteos se
consumen más en clase II, lo mismo que el pescado. El consumo de embutidos y
fiambres es más alto en clase I (43%) y menor en clase V (35%). El consumo de pan y
cereales es relativamente estable en todos los estratos sociales. El consumo de
refrescos con azúcar es mucho más alto en la clase social III respecto de la clase social
V (34% vs. 22%)
Al ser la alimentación una práctica con una importante vertiente social, el estado civil
tiene relación con el consumo de determinados alimentos. Se aprecian diferencias en
cuanto a la frecuencia de consumo de determinados alimentos en detrimento de otros
que están influenciados por el hecho de que la persona esté casada, soltera, separada
o viuda y también la edad que condiciona claramente el estado civil.
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