A]ío xrx. - Hemeroteca Digital

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A]ío xrx.
MADRID, 8 DE MARZO DE 1875.
C R Ó N I C A
Hoiitejnrm,
CEUEO CK « Ü N U I N
I L U S T R A D A
D E L A G U E R R A . —(DlDUíOS DEL SB. P E I - U C E B , )
MoujanilEii.
Ú l'ICO D E V I L L A T U E K T A ,
TOMADO POa SL S E O U Ü D O C U I R P O C E L E J É R C I T O D E L KüBTfi EL 2 DE KEBEEEO,
LIE LARItAUA A ÜTKIZA: raKSlRUCClUlí DE UN PUENIÜ POB LüB ISGfiSlEBOS MILITABÜS.
NÚM. IX.
jLíA jLUETrVACIOK ^SPANOLA
UÜ
Y y^MEÍ^lCAHA-
hasta el 1'2 del corriente Marzo, si ala vez se repiten fiestas
tan gratas é inofensivas como la mencionada anterionnenT E X T O . —Bovistftpnncral, [Tor r>. Luis Alfotisi.—Nuestros KrahiuloB. por
te, y si el lujo, la propiedad y gusto artístico con ipie se ha
1», En-^ei.in Mar:inr!ide ^clnaco,~ 1Í! beQElli'ii> ¡lo In Hrtn. Fos'ía, por l>on
Antonio Befla y Gíiñi.—EBUIIUIB flloliigipos: Del .lialectohlíliíinn-"if>z!lrft- representado la obra <le Offenbacb ban sido un estímulo y
b«lFirt. III , p n r D, FriiucÍBCo J . Bimonot, actidíroico correApnndieiite do
U HiBtwia.—L'n «ueflo dortuliUCorLcln-LoTLl, p o i D . Joat- C. ISnina—
bencfieio más para dibujantes, pintores é industriales de
Píiginftsrtc im libro ioédltrt: Pereí de Oliva'el MiiGsi^ro Pernnni, por IJon
• Marcelino MeiiftiilM y Pelivri>. — Una espida p o p a l a r : Meniiirias mhn,- todas especies.
r . J u ' . a d e Anstri» icoTitiiÍTiaolon;. por I), J i m n l ' e r e í <li- Gii^man —
Sucede en la gran ciudad del Sena lo que debe suceder
Poeal»»: Parn e U U n m de uim (iaraa pxtrFinjerrv, por \\ Maonel drl Pnen las grandes selvas de América, que á la vez existen en
lacio I Los (ios epitaíiOH. por D. Manuel líorcliado ; Lft oríwion. por Dun
Ensebio Síiemi. — BiWloftTafIB : <t !M E.ilnT>t<i 'U Pnlnrix, p^r D . Ildefonso ellas insectos nocivos é insectos luminosos; fieras terribles
Antonio Berttisjn).,porD. SlnolAH Mari»Serrano. —LilirD» prespntíMloí en
y preciosos pajarillos; plantas ponzoñosas y hierbas mediesta Rfiílftfciou tior untrircs ó editores, por B . M. de V . — BectiQcación.—
AílvortPncia.''.—AiiiincioH.
cinales, y donde, en suma, suele ser lo más temible y lo
GiiAiiArxm.-Cn,nicn ¡Uistradade la s u e n a (Dibnjos flel Sr. P H l l r e r i : Ceri-o ,¡t Muninin i> vici> rlf V i l U t n o r t n , tomadlo por el Bcgnndo cuerpo del más peligroBo el ser humano que en su Reno habita,
SUMARIO.
e j t r c t t o d e l í í o r t e c l 2 ríe Kehrero. llf Lan-npn d O'.-íín; WinHmcclon de
n n p u e n w p n r lnHÍní;enierot.niLmarPH. Mn-'-' J í , . ' / " ' " ' " ; " a t a r l a ahanclonadaporloncaTlista... A f í m i l a i ríe hugajes. T"f""a: Adiiiinintrftcion r^e!
correo par» el ejiriiito. 'Menit • Virtn iteneral trrmftila desd' r-l cainino i^iie
T a al intínM E ^ i u l m a . I>e l-'fnVa. 'I L"'ri;i<i: Ku murr-ha. T.n alto, t - i t o
donde aoampi'i el eji^rr^iCn en la noctio rltl I " do Fobreio, li l a v l a t a r t a
LaTTBga.—Ri3ttato ilel E í c m o . Sr. D.Franciíon de G 'ic-« Totea, Iiitcnden.
t e p e i i e r a l d o l a B e i i l C í w a y PatTÍm'jiiii>--l)cllHs unes,, f^i" lf!o\w <l^ la
ríAwífif, copia dpU-n*lro rt,; Mr. W. noK'OBkr'.-ll«trntr> lie P. A. K. dofia
María t - a i e l Franc.si'a d e Asís ríe Borlxin , ITÍI'COÍR do A«tnriaí, LondOía
v i u i l a r t e C i r g p i i t t . - í J e r t á r o e n arttMlco da i.A H.r^nLAfin^;. Burimrf: l<t
fr^/n; ilt Ini rriiulnn en el pnehlo drj Villarnura, (•(¡mixíiíiciun y dlbti]0 de
D. lídriro CHI, iLTiai-lJí acct^ítl. — l s ! a de Wv^o.: KoCrati>< dr^ Ci>leo y
Leon.íuorrilleroi'lealpa. — H a l l a n * : Acto de levantar el UBtanflnrie. r^íl
en el pnrrjitc -lo laaliel I I , y colocación de la estíitiid [lepuc^ta en IB5n.
(De íi3tograE)a,|
REVISTA GEHEFAL.
BUMARIO.
KiibcM. —Efliivins primavcralfs. — Diversiriiips pnrisim.-^cfi.—
LlnviQti.—Teatros en Miulrid,—Demitasi y triuiiír.>s.—Triigcdia (le telo» ai.lcntro.—Un nuevo pouma.—Final,
Urin, (.'apa ilc color ploinÍKo cubre; el uielo, y el motiúton»
íjiitofir tie las nnben ftmiiíi aí)lire ol piso tic MailriJi con
RVnda ilel polvo dihjincwtn puní fl t:a80, nii hlatulo y no iníemiin[)idi> lor-lazal, cuya crujicnto ¡ms^tii liorila y niatixn
líartñosaincntc las botan de los tratiBi'iiHteH.
En el horizonte, como en la atniímfem, iltítermiiiase bien
la época porque ntruveeamoa; han ilecrecitln los rigores del
invienio basta el punto de Uoniir el ambiento un liáUto libio
que anuiiuia, aunque, lejano, rl HOpln benigno y consolador
de la pntnavura; pero en canibio, ni grisiento manto que
noa envuelvo, la Ibivia. BÍ no torrenrL-ial, obatinnda y pcreiatente, el entuinocirniento de la imtiiralcKa linti árida,
aun pobre, aun trinte, denotan que no ba piiaado la estación del frió y que la tierra no ha sacudido todavía ese
letargo en que we adormece por algún tiempo para despertar Uicgo radiante de júbilo y bellc?;a, y llena del liugía
ardiente que Rada ¡uégo con el fcRtin <le colorr^ti y pcrfumcH que le tiene la primavera prepara<lo.
¡ A h f i S i nuestro pain, iieUilo por la ennleza de SUH propios olcnientOH , empobrecido por la devastiicioii do sus
hijos rebeldes, triste por lan desdichas qiio le abruman, pudiera iffualmüiile despertar nmy presto provisto de fuer/,»,
hcnrbldo dn fíozo y viviücario por el amor, á u n a primavera enriipieeida <.'Oii los matices tle la salud y los aromas de
la felicidad!
Em[)i<'Ka á ser un tanto elegiaco el tono de mi Revista^ y
fuerza es desecharlo. Racnbola en Madrid, y en cata villa
no c-s fácil qno el espíritu perturbado por individualce sufritnientoR ó por calamidades generales, yazga mucho
tiempo en las liondonadaH tenebrosas de la melancolía. Sácale presto de allí el rumor alegre de numerosas aves
qtte cantan siempre en la curte al placer y al regocijo en
BUS diversas fonnas.
Aquí cuando ya nos disponemos á beber ta copa íntal do
Un dolor eterno, nos despierta y vuelve á la vida y alienta
luiestra cRperanza, como al viejo doctor Fausto, el coro
risueño y eadencioeo con que la juventud y los amores celebran la Paacua de Rcaurretcion.
AK'jeae el sombrío pesar envuelto en las últimas bruman
del invierno ; buya cabizbaja y corrida la enojosa trÍRteza,
y cantemos al par de la Iglesia la resurreceion cercana,
pues que al propio tiempo resucita Jesús y resucita la tierra Í aquél con santa alearía de las almos piadosas; ésta con
explosión magníiica de la prirciavcra que nace,
Y á este propósito puedo, sin duda, repetir lo que en mi
anterior Rerifita consigné : que en Paria se compensan, como en todo gran espacio, los vicios y las virtudes. Poco
importa, por lo tanti>, que Giroj!f'-G¡r(i///i huya alcanzado
la eentéaima representación; que las lo calidades p a r a l a
bufonada <pte se apellida tíenmyfra de. Brabante estuviesen
comprailas todan dcbde el dia de la primera reprcueotaciun
(Al llegar aquí ere."; justo incluir en paréntesis una observación que Rc relaciona con las primeruR lineas de esta crónica, y para reconlar la ciial he de saltar bácia atrás un
o i)
.
buen trecho. Decía allí que, á lo que se afirma, ban KÍdo
Vn poema también de anuir y celos, pero de nmy distinestas lluvias generales, y su benéfiL-o irillujo se estenderá ta fonna. ha servid') de base al eminente, poeta Antonio
por todos los campos multiplicando la mies y abaratando llurtadíj para coni]->oner una es]ieeie de leyenda fantástica
el pan. Üendigamos, pues, CBas lágrimas de las nubes que titulada La Sncexi'jn de Hdax, y que leyó en una de tas
ee filtran en la tierra coiuo las del arrepentimiento en el co- agradabilí.simaa reuniíjues amono-literarias de los señores
rozotí, para fecumiarla produciendo bienes.)
barones de Cortes.
o
Eseogidisima era la concurrencia que con tal motivo lleo »
naba el salón de la elegante baronesa, cuyo trato es atracY, si mal no recuerdo, hablaba de bailes y espectácución sobrada para que no carezca jamas de concurrencia, y
los citando algunos de Paris. -Insto es que haga lo propio
de concurrencia dÍBtÍnguÍd.a. L a belleza, la elegancia, la
con loft de Madrid, —co^^fní <iuc obtiene mayor /liíei-rüs despolítica y las letras tenían idlí <ligna representación, merde que ha vuelto á ser corte.
ced á las Sras. l)u<iuesa de Hijiir, Marquesas del Pazo de la
Los úllimoR diae han sido abundatdcs cu gratas eun^cio- Merced, Uenemejís, Folleville, baronesa del Castillo de Cbines de esta especie y los amigoK de Bolaaarse en las públi- rel, scüoras y señoritas de Cánovas del Castillo, Bell, Alvacas diversioneH han estado de parabién.
rcz, Luxan, Pcneinejís, Jieltran de I-is y otras, y á los seLas ha liahido para todos los gustos y se ha recorrido la ñores Ehluayen, Al/,ugarny, Cánovas (D. Emilio), Dq»cz
escala de seusn(.-ii)iies tío esta especie coiuplcln; desde la sil- (ínijarní, C'rnzada ^"iIlaanlil, Iletes, Echevarría, ('árdenus,
ba ruidosa y írauca, liasta el ajilauso ileliraute y universal. Valeáitel, Nantivañes, Laserna, Líipez Uago, Frígola, TorEn los ámbitos tcatrnles ha reinado todo liuaje de ru- róme. Marqués de Vivel, Marquen de liencmcjís, lionu'é y
mores, y las tniisaB de la escena se ban visto cubiertas de otros.
llores y cubiertas de baldón; radiantes con la victoria y
La lectura <lel poema expresado fué un continuado y
abatirlas con el descalabro.
merecido triunfo para su autor, y seguramente que en poEüita última parte ba cuido en suerte, — excusado parece
cas deslía obras ha demostrado el Hr. Hurtado mayor bedecirlo, — al malaventurado teatro de la /'urzíicla ; no niallleza de dicción, mayor ]irop¡edad de imágenes, mayores
aventuradii porque el público lo abandone, que seria la verdotes, en fin, de versificador y de poeta.
dadera desventura del empresario, sino porque al final de
Tan gratísima velada, sazonada con un delicado fhé, no
cada temporada cómica y al verificarse el arqueo de éxitos
y derrotas, siempre resulta una gran diferencia á favor de se olvidará fácilmente por loa que eoncurrienm á ella, como
éstas; puesto que el uno por ciento BC aplauje y lo demás no olvidará, á mi entender, la literatura patria el hernioso
poema del Sr. Hurtado.
se repele ó pasa á duras penas.
o
a o
Por fortuna, suele de ven en cuando aparecer un donoso
Tras correr tanto espacio la pluma por el amable terreno
y gentil Barheñllo cwya.» coplas suspenden y cautivan al
de las fiestas y los placeres asi espirituales como sociales, en
público por tiempo bastante á suplir la falta de otros cantos,
la acepción estricta de la frasíí, n<i es fácil ni aun balngücfio,
tí
o o
obligarla á caminar ¡mr el árido é ingrato camino de la poPasando de uno á otro cxtresno, justo es, ante todo, re- lítica, de la guerra ó de otras calanúda<les semejantes, y ancordar la acdgirla, entusiasta hasta el oxtremo, cpie el piíbli- tes ipiR violentar de tal suerte sn nrr.rada naturalojia y de
co del teatro Ueal lia dÍspensar,io al (Helbi de Itossini, can- forzar la mano tjue la guia, prefiero dar término á esta crótado por la Penco y Tamberlick, y á la Fossa eu su bene- nica, eon lo cual, si yo adrpiicro ]« inapreciable ventaja de
no coiiturbur mi i'iiumo con peusainicntrís Irisles, los lectoficio.
Aquellos dos egregios artistas veteranos, ya en lashichaH res bigráran una fi>rinna aun máe estimable ; la de acabar
csciíuicas, añadieron con su canto expresivo ycnr^TgieOj con de leer mi torpe escrito.
e
o o
A estos acontecimicnloB teatrales ruidosos hay quo agregar el dei drama recientemente ratrenado, original de don
José Kcbcgaray. La Ulthntninche pnunovió cu Vxprmera
de BU representación grande conlroversia, que se ha trasladado al terreno de la prensa después, formando asi una
cortés liza donde bau blandido las artnus de su ingenio los
escritores que de distinta manera han apreciadf»^ la obra.
Satisfactorio para el poeta es, no obstante, el eouHignar
ipie apenas ba dejado un critico de concederle relevantes
facultades creadoras, acatando en él la llama del genio que
solire su frente arde.
Kn el Ínterin, el teatro del Circo, qne sacó h\pa!a, se dispone ú esconilerla y exhibir una reih>m.ú llena BÍII duda do
maravilloso filtro, con el cual se propone curar ;i todos los
habitantes de Madrid de la dolencia, para aquella empresa
digna de cuidado , y cuyos aíntomaa son asistir á otros coliseos.
5>
A la mezcla de estas alegrías y [dácctnes que la han re• voloteado como juguetoiieb pajariUos por las salas de b>h
Ya en ParÍH se ba celebrado la que pudiera Uainarno fiesta primaveral anticipada, anuncio do la estación ilorida;
el "JH del pagado Fehrern verificó su baile anual la corporaeion de (bn-istas y plumistaM, en los magnifieos salones del
Jlofel del L'inire. Se dii'i culto á la danza hasta que rayaba
el d i a ; se sirvió una cena de JIUI quinú-nfon cubiertos, y
tanto la orquesta como la diRpo.íicion general del baile fueron dígiifís por todo extremo de esa corporaeir)n ciiya industria copia y emplea lo que niiia brilla por HUS lint.aa en
f\ reino vegetal y en f\ reino animal; laR hojas de lafi flore« y Ins pbniías de las aves.
o
o o
teatros, ha cruzado como pájaro fúnebre y sombrío una noticia que heló la flonriüa en los labios de loa concurrentcB.
Tratábase de una'tragedia breve, pero terrible, verificada de telón adentro, cual suele decirse, y que se desenlazó
al cabo felizmente.
Loa celos, esa jiusion terrible qne noches antes hablan
demostrado eon la función dramática de Oleln y Dí-ndv.mmni
á qué extrenm liurríble pueden llegar, produjeron en la
vehemente eaposa de un reputado artista un rapto de furor,
en el cual apeló a un tósigo para sofocar el fuego espaiitoBO que la consumía. Por fortuna, repito, aquel arrebato no
ae fundaba en causa sólida, y así el coneuclo moral como
loa auxilios médicos resolvieron el conílit-to, desvaneciendo
laa tenebroBiw nubes que habíanse atnontonadu en aquel
hogar y aun en aípiella escena.
o
su admirable fuerza dramática una nueva y brillante págiL U I S ALFONWI.
U, Mar^n.
na al libro do sus glorijia.
La Srta. Fossa vio invertido el tablado escénico en fioreata
NUESTROS GRABADOS.
amenísima, en janlin espléndido, formado por ubuiulantc
copia de ramilletes y amplia ofrenda do coronas, bajo las
ClíriNU'A II.USTR.\D.\ DiC I.A CLICUUA.
cuales llegó á desaparecer la simpática priiun-donmi, cuyo
(DlbnjogdclSr. r e l l k e r . )
rostro profundamente alterado por la emoción se destacaba
Después de las explicaciones <pie liemoR dado en los núde aquel mati/.ado y rico follaje como «na de esas blancas
meros anteriores, no exigen otra especial los grabados do
mariposas qne se posan un momento en tembloroso tullo.
Y no se limitó á este alarde primaveral el testimonio de las páginas I l.'j, 148 y I-IU (dibujos del Sr. Pellicer). relacariño y admiración del público, sino que adaptando más tivos á las o]ieraciones nñlitares practicadas por el ejército
duraderas y provechnsaR l'ormaa, se tradujo en unos ricos del Xorte en los primeros días de Febrero,
De la eonstroccion de un puente, cerca de Larraga, por
pendientes de brillantes y lapizblzuli, en un hrajíalete de
brillantea tandúen y de turquesas, y en un soberbio abani- los ingenieros nñlitares (véase el Rcgnndo grabado de la
co, dones que, como algunas insignias y crucea, tienen el plana primera ), trataréttios detenidamente en otro número
doble valor de RU riqueza intrínseca y el de repi'esentar un próximo, con mntivo de presentar un grabado cuyo asunto
tiene íntinui relación con el del presente.
hecho muy lionroRo para quien lo lleva.
«
o o
«o •
N.* IX
J^a villa de üteiza (véase en la pág. 1411) está enclavada
en el valle de la Hiflaiia. y pertenece al piirLÍdo judicial de
Estella, de cuya ciudail dista unos 10 kilómetros, y próximamente ;Í4 de Panqdona, <-apital de la provincia.
En i;!]ó pertenecia <.)teÍKa á los monjes benedictinos del
monasterio de Iracbe, según consta de una escritura de
igual fecha ; en ]42'¿ quedó rasi dcRpoblada, á causa de una
pPRtilencia que se CCIM cruehncnte en los vecínoR, por lo
cual el rey 1). Carlos 111 la ]ierilíinó bis tributáis ipie debía;
en 1450, agitándose ya los bandos de l/pamonleKes y tifjnijíTr^jiícse.'.'. üteiza, que se bahía decKarado partidaria de esto?,
fué incendiada por los Ri>ldado3 del conde de Lerin. D. Luía
de Peaumont, jefe de los primeros, y andando el tiempo,
el líey D. .Juan I ¡ , por los buenos oficios de moRcn Fierres
de Peralta, caudillo principal de los tif/r(tmüi}tef!e!J, la dio el
título de villa y la concedió wl '¡wrpe(u\im exención <1B tributos.
Aetnalmcnte, Otciza tiene gran importancia por ser l'^
cabeza de la linea militar, defendida por el cjéi-c-ito, q>'^'
termina r^n Puente la Ueina.
N." IX
LA
£XCM(i. .SIL. II. rnANCJKCO DK {iOIGOlilirLÜTIÍA, rDTKNDKKTlí
GENERAL DE LA REAL CASA Y PATIUMUXIO.
• Entre las escoKas murccdes piibücmlas en la Gaccía de
Madrid- el dia en <irie H. M. el llpy entn'i pur priincra vez en
« capital (leí reínr), cdtiMba&o la coni;c'KÍfin do la p;i'fi" crtiü
de CiirlDs m ;il Sr. I,). Fruiitii^co de (inicíH-rmlca; y tal
iiiorcc'd diíliia RLT coTisiflerfld.i CIULH) tnsLÍiniinin de aprecio
al fioiiibre piilítieo qim, liel á Iji iloH^rniciii, liabia tr.iljajado
con abneííacinii y aijerto pnr el triunfo do la inonarquiade
^- AlfonnoXir.'
roBtcrioniiento, al ¡niciarae lii (irp:atnzacinn de la Real
CiiBu, el UIÍKHIO SI-, de (Íijiwiernii,o-a fuú tlaiiiadn para di'Sempeñar el alto uar^'o de intendente f^eneral en jnato reciJtifieisnieiifi) de [os HevvieioH por él prentados en e! uiiíínji>
I"iCKLe, entre IOK cuales t3,i;nra en primer líTiiiino la í;ran
parte ipic tuvo en la ley de \-> de Mayo de Ifií^fj, iiue TL^KHIJ'J" eon ¡liiliilUlad y fraueD seritidí) liberal laü eueatinries i|nc
'Jftliia peiidienteH entre el Estado y la lleal CaHa deade únteH
«(-•l^reitittdodeD.^ IsatKílIL
El E.\:emo. Sr. T), Francisco do Goícoerrotea, enyo retrato upftrsee en la páf?. 148, nacii> en Vitoria el 10 de Febre^" 'le 1815, y es bijo de ini alto funcionario que tanibieu
prenliifirraudew eervieios á la Real Cafa durante el reinado de
^- l'eriiandr> VIL líeeibió educación eBco;j,ida, sig'iiiiJ sua
entLidioB en la Univeraidad de Alcalá do IlenarcH, y ocupó
deapnen diíerexitea puestos al aervieio de loB rcycB.
lííisido diputado en varían legialaturas, y últimamente
*^a dtBtiiigLiido iiiieiiibro de la alta Cámara.
ÍLUSTíí^Acioist
ESPAÑOLA
Y
AfAEniCAfiA.
UT
facilitarnos el retrato que ha servido de modelo al que da- discreción, descubriendo con ese particular instinto) de los
mos en la pág. 153), ba sido publicado en un diario poli- que viven en las selvaa, ya los escondrijos, ya las embostico de esta capital:
cadas, y a la ruta del enemigo, por la ainiple inspección de
ftEfJeata augusta ficñora una de his princeaa.« más ilua- una rama mta ó por la huella inapercibida para cualquier
tradas y notables de Eunipa. Las desgracian y viciaitiuUia otro, y una vez sobre la pista lian sido siempre de los priporque ha pasado bau dailo á RIÍ juicio la madurez que sólo meros en el ataque.
ancle adijiiirirse tras larg<ja años tic experiencia. Rodeada
Ds amboa se ciientan innumerables episodios lionorítieoa
de la aureola de la juventud, poaee ya la reilcxion de la
edad madura, y su tiaon<uriía expresiva, grave uiucbas ve- que les han valido las siete condecoraciones y a citadas, y
ces, revela desde el instante que no ha de reflejar ningún la diatincion do venir á España y aer presentados al minisvulgar sentimiento, ninguna idea poco generosa.
tro de la Guerra por el señor brigadier Acosta.
La Condesa de iiirgenti lia prnfeíiado desde niña á su
Toledo es iin diestro tirador á caballo: León sobreí^ale en
angUBto hermano el cariño más vebemcntc, correapondido el manejo del machete, y como ejemplo de su sangre fria
con entuaiafimo por nuestro ji'iven Rey.
Si tras las boraa del trabajo, las satisfaccionoR que pue- se cuenta que escaramuzando una vez á gran distancia de
den rodear un tromi y loa sinsabiires que en el mismo RC la columna, ae viii detenido por un capitán anglo-amerieauo
experimentan, neccaita nn monarca depositar ana impresio- que le liabia tomado por blanco de so riile repetidor. León,
nes en un corazón cariñoso y e.^ceutn de piíaiones mczqui- encabritando el caballo y haciéndole saltar, pero sin retnínita, la Princeaa de Astiiriaa viene á llenar cae vacio, al cedcr nn paso, sufrió todos loa disparos, coiiUlndoloa y dimismo tiempo que saÜHface el inúa ardiente deseo de su
ciendo á cada u n o : ahí ncalarm.í) Acabó en efecto sin
alma: voh-er á la l'atría querida.
EdiK^ada esta augusta señora en loa principios más seve- acertarle, y echándose encima como un rayo, para no darle
ros, deslizando au primera juventud en laa nacionoa ináa tiempo á cargar de nuevo, de un solo machetazo cortó á
libres y civiliaadas. hermana en sí la dignidad que su po- cercen ¡a cabeza dol aventurero.
sición requiere y la convicción de que los ]n'íuci|)ea MIU
En el correo del 28 de Febrero último lian marchado á la
lanto más amados de sus pueblos cuanto más amplia es la
Habana estos valientes para continuar en an ejercicio.
libertad que sabia y prudentemente les conceden.»
¡Bien venida sea la augusta señora que vuelve á pisar
eata au noble patria despnea de eeia años de deatierro!
IlABAÍTA.—ACTO DE LKVANTAR EL ESTANDARTE REAL. Y COLOCACIÓN DE LA KSTATUA DE LA REINA MADRE KN EL
PARQUE DE ISAUEL I I .
A loa acontecimientos que indicainoa en el epígrafe anterior se refieren loa dos grabados que figuran en la parto
inferior de la pág. 157.
Procedente del certamen artístico de L A iLUSTHAcmii EsEl acto de levantar el estandarte real se verificó en la
HLdH TIÍSOJIÜS DE LA AÜDELA »»
PASOLA T AMERICANA, y composición y dibujo do D. laidro Habana el 2.'5 de Enero, en el parque de Isabel II, con asisC ü r i A DEL CUADRO DE Mil. W. IIOLYOAKE.
Gil, de Burgos, es el grabado que damos en la pági- tencia del ejército y voluntarios y de una multitud inmen^ ' p i a de un bello cuadro al óleo pintado por el eminente na I5fi. Tiene por titulo La Feria de ki^ rríadan, y el Jura- sa (JUC acudió á presenciar la significativa ceremonia.
artista inglés JVtr. W. Ilolyoakc, y presentjido al púliHco en do correspondiente, al conceder á Ru autor unuccmt, esEn el dia siguiente tuvo lugar la colocación de la estatua
''i últitiia Espiwicion celebrada por la Real Academia de crihiij estas breves frases en el Acia de'iO de Mar/o do 1874: de la reina madre en au antiguo pedestal, de donde babia
Londres, ey el grabado C[ue figura en la páfí- \^i'L Titúla.se
«En La Feria de Uts criadas es bueno el dibujo, ofrecen sido depueata en ISCiO, siendo capitán general de la isla de
" '^^'iorim ,/ü la ahueJa ( Gra>ulii¿o/her'^ frm)^urex) y re- cierta amenidad lostipos, y el fondo compone muy acer- Cuba el Sr. D. Domingo Dulce : el pedestal cataba rodeado
Pfcscnta eon propic<lad y j^racia iuconiparableíi una curiosa tadamente.:»
de mía giganteaea corona real, formada con globos de cris«aceua de familia.
tal y mecheros de gas, de la manera que señala el "grabado
El asunto recuerda u n a extraña costumbre que ae viene
•-""ardaen im armario la anciana abuela, y al lado de practicando ilesde tiempo inmemorial en la provincia de correapondiente-—en el cual también puede verse, en se*"' inodento teaoro, fruto de economías domésticaH y tal Jiúrgoa, tan rica en gloriosas memorias como en poéticas gundo término, á la derecha, la facliada principal del suntuoso edificio que ocupa el Casit>/y Et^iañ/A, desde cuyos
*^z do ifínoradofi sacrificioa, una niultituil ilo objetos extra- tradtcionea.
balconea y azoteas presenciaron los solemnes actos público»
8, vicjoR^ feoR, sin valor acaso, pero que tienen á Ion
A «nos 10 kilómetros de bi ciudad, la venerable Capiit
JOR de au duefia la cualidad iutercRante de RCF inemoriaB Güsíe^íí':, bácia el Nordeate, se halla el lugar de Iheas de que quedan mencionados muchas damas de la sociedad
ináa escogida de la hermosa isla de Cuba.
•liH'ndas de la jitventuii y de amor.
Juarroa, en las márgenes del Arlanzon, y al pié de la que' n dia, tniéntrafi la buena Refiera estaba en el tcmploj brada sierra de ü ú r g o s : es un pobre pueblo que apenas
En otras poblaciones de cata se han celebrado también
doR jóvenea nietas, bemiosaB como ángeles y traviesaK cuenta 80 vecinos, sin más bienes que una eacaea recolec- públicos regocijos con motivo del advenimiento de D. Al'^tno todos loH niños, ven que cata puesta la llave del ar- ción anual de cereales, y la leña que les ofrecen, y a bas- fonso X I I al trono de sus mayorea, y justo será citar espeJifio: lanzan exclaniacionca de alegría, ciuTen en buRca tante mermada, los montes llamados de la Dehesa y Gjmu- cialmente los que tuvieron lugar, en loa primeros dias de
'-¡i» " i a m á y luTutana mayor, vuelven al bi.«tórico nmoble, nal de Juarros.
Febrero, en la bella Guanabacoa.
abren, y, entre risa y riaa, proceden á verificar un exáELMEIÍJO MARTINI':Z DE VELAÜCU.
Colindando con Ibeas están los pueblos de Villargura,
•^tin minneiiiso del abigarrado tesoro ile la abuela.
célebre por su bizantina enriita de San Bernabé; Atapucr• a j u n cw
•^'Ii Jipareceii, adeniaa de nu pafiuelo con libras y un ca , cuyos campos doa veces han sido teatro de sangrienüja
EL
BENEFICIO
DE
LA SEÑORITA FOSSA.
•ito eon ouKas uiejicanafi, i'dbums con autógrafos de los combates, y donde existen laa renombradas Cuevas, llenaa
Ks
cosiumbre
estableciiia
en
todxia lus teatros, no sabe!^ ^l'^^ conLemporáneoH de Walter 8cot, trajea y preseas de de preciosas cRtalaetitas; Arlanzon, en cuyas ccreaniaa tieCorte de -Torgo I t l , algún retrato que ostenta ej uniforme ne au origen el histórico rio que lleva tal nombre; CastrÜlb moa cuando, ni por quién, destinar en los úllinina dias de
"laniia do loa tiouipoa dcNelson, HbroB de música, en del Val, donde aun se descubren algunos reatos de eona- la tempiiraxia, á cierixjs y detemiiuados artistas, uua funcuales ne falta la ¡inproRein<libIe tauíla de walHCa titu- truceiones antiquiaimaa, <[ue debieron su fundación á los ción adjiop que se designa con el nombre de heii-rjicio.
Las leyes de la galantería, juntamente con los derc<.íioa
a JJatflc i,f Pra/ja (f[ue liizo furor en Inglaterra hacia ]OH romanos, aegun aliriiian varios cronisLaa hurgaleses.
de un mérito reconocido, debieron sin duda alguna dar
•ei'OM flñím del presento aiglo). el canario dinecado, la
No It'joa de Villargura, el primero de )os pueblos menerigen á eata coRtund)re, puesto que los beneficios, mÚH que
"^^ de (lores marcbitaa, el velo blanco tle la lioda
cionados, se eleva aún, segim queda dicho, la ermita de
iotlo lo reconocen atentamente laa alegres jóvenea, y San Bernabé, que debió do aer fundada en el siglo viii ó íx tales para el artista objeto de esta difjtincion . suelen acrlo
J;í?f),8« curiosidad ya satisfecha, ordenan de nuevo loa de la era criatiaiía, á j u / g a r por su preciosa ábside del miia y generalmente muy productivos, para li«i empresas teaJetos, cierran el armario, dejan la llave en la cerradura, puro estilo románico ( q u e üxlavía se conserva), ainopie trales.
El beneficio individual que reporían estas funciones ca
y Balen de la cRtancia más que de prisa, —porrpie roauenan después haya eaido váriaa vecea, en el ti'ascursi> de diez
^ ««calera laa tardnw pisadiiH tle la pobre abuclita, que siglos, bajo la.férula do aquellos pretendidos restauradores casi siempre puramente art,ÍBtico, mientras el beneficio ma- "
terial, positivo, metálico, para dccírio de una vez, ingre'"^Ivedeoirmísa.
de nuestros monumentos artístieos, que se complacían en recuadro de Mr. Ilolyoake ha sido muy elogiado por la vocar con gruesa capa de Manilla las severas bóvedas de sa en las cajas de la empresa,
Pero no ae crea por esto que el artista á cuyo nombro se
"^^n pcriódicíi de Londres,y creemos que trataba de ad- cierta catedral gótica, ó en picar el delicad,o foljaje de alda el beneficio sale perjudicado en sus más n4d>les y legi••'o Un opulento amateur norte*amerieano.
guna urna sepulcral, etc., etc.
timos intereses. Nada de esr). Desde el momento en qne nu
El l l de .Tunio, fiesta de San Bernabé, se reúnen alredenombre hace veces de reclamo, infiérese que aquél debe ser
dor de aquella ermita los vecinos do toilos caos pueblos, y
' i r ' •^* ^'^f^A MARÍA ISAJíKL !•'RANf: I Si'A DIÍ ASÍS,
suficientemente poderoso para excitar el interés del público
'KINfE-SA DE A.STÚItlAS, CONDKHA VIUDA DE GIRaENTI,
de oti'os niiicliiia de la comarca, con el objeto cíe feriar cria'
y atracrio en crecido miinero al teatro, de lo cual lógicaecisanurnte en la liora en que trazamos ost^nR Ifncaa daif, ca decir, de celebrar i'on ellas un coiivenio verbal, ijtie mente se deduce <jue sólo á nrtistas de sóliiia reputación CB
jja ^"^ "^iilfnda pública cii ^JLulrid la Sereniaima Somira subsiste basta igual dia del año aiguiente,en virtud ilel cual fiado prestar RU nombre pui'a una función de beneficio.
j^^- "-aria Isabel FrancÍHca de ASÍK de lioriHin y lÍorb<iii, quedan agregadas á \a familia del que las contrata para el
Así es, en efecto, y toda empresa se guardará muy bien
servicio doméaticí), y aun para las faenaa agrícolas, — me*y otra vez princesa de AsiúriaR.
de anunciar nn beneficio ai no cuenta seguramente ct>n el
diante
un
Kiilario
(jue
no
excede
segm-amentc
de
catorce
t'ii In'^'t *'' " ^ ''*" Diciendire de l-'í.-.l; lleviibala su niadncariño y conaideracinn ipie el público haya dÍHpeiiaado al
teír 1 "^''*''^"' l''*'''^ *^'''' prcHcntaila piu' prinu/ra vcv. cu eí tfi./ntday. y m\ vestíilo y zapatos micvi>s para el dia de la beni'liciado en el trascurso de la tcmptirada.
1^1 cuando aconteció aquel auccHo ominoao (juc debiera ilcpta del pueblo.
Eate ca el Dem CJ: marMiiui de esa comedia en la q u e ,
Tal es el aaunto que representa el díbuju del Esr. Gil.
,
^'*''de las págiuaa de mrestra hiatoria contemperadeapues de todo, salen gananciosos la empresa, el beneficia}j¡¿ ' ^ " ^^ ineinorable '¿ de Febrero del aBo eiguiente ; recido y el público. La emprpRa, porque se embolsa la gananCOLETO Y I.EON, QUERtllLLEROS I.HALKa Dií CUBA.
„
, '^^'-lon esmeradísima que desan'ollú BU natural intelicia material, salvo algún regalo de poca mtjiita qne es de
^
^y ^''ó á au corazón hidalgos NcntimieiituM y noble enl i a n Humado la atención estos diaa un negro de es1ji- ley entregar al héivie del eajiectáculi»; el bencliciado, pnr•lio "'i ^^"^"'•'íctci'; eontrajo niaírinmnio en \HC>H con BU [.iri- Inra gigantes<-a, esbelto y ágil, y mi mulato r]e fi¡inp;LLlc:i qne recoge el testimonio <lel cariñr, del público represcnljido
de p - ^''""^'P'' t^iiyctano María Federico de Itorbon , tJíUide ligara, que pascaban las calles de Madrid con el uniforme por aplausos, Humadas á esíjena, flores y coronas, galardón
j^l -,- •^'^''ti, heniiano del rey Francineo 11, de NápoleK y de nuestros guerrilleros de Cuba y el peobo cubierto de cru- de gran valia para quien debe estimar ante UKIO, como
lari» ' ^' '^""•"^^'^ 1" joven princesa y CRpofia debia esperar ces rojas del mérito militar. Coleto y Leeri, que así ae lla- verdadero artista, loa laureles que proporciona el mérito
"a^jn* T"*^ ^^ ventura, las t^impestjuies políticaa la conde- man ea'os valerosoa defensores de la integridad del territo- real en el arte: y el ]>úbl¡co, porque tiene ocasión dí'di'iurniijg^
'^^Btif^i'fo, y la fat-alidad á una viudez prematura, rio español, cuyos retratos publicamos con gusto en la pá- trar sus simpatíaa individuales mnrr-adns hacia nn arii^ta,
j j " ^ ^ de la horrible catástrofe de Lucerna.
gina lí17, han servido, durante toda la campaña de la insur- y tributario por este medio un voto ile gratitud y admira'^^Dro 1 , '*" li^í'^os apuntes biográlicoB, perniitaaenos rección, en la eolumn;t mandatla por el brigadier D. Fran- ción que sirve ú aquél de Raliaraccion para el prcaeute y do
'*^o r'^^^l '^'^'"'•"^ piin-ai'oa ¡leí brillante artículo que, liLu- cisco de Acosta y Alvear, inareliandi) constantemente en la estimulo para el porvenir.
fí<ua,y¡
'^'•-"•^ 1>K (iiBüENTl y firmado por Vim dama vanguardia como guías y exploradores.
Tudas las jircccdentcrf lincas, ijuc parecerán tal wy. jveU'i "lihuia M-aijra que lia tenido la galantería tle
Uno y oLrií lian daili) ivpetiilah iniit-straf- de a.igatidad V sada dígrewon, bis htuios tscrilo, t-in embargo, ...u im
CICRTAMEN
A R T Í S T I C O D E C L A ILUSTnACIONT>.
LA FEItTA DE LAS CRIADAS.
Composición y iilbu3í> do D. I^iilro Gil, (CIMÍYU aaxsif.)
m
h\
|t.usTR,AciOK ESPAÑOLA Y
J\.&\B?^ICAK\,
N.'^ IX
riarle de haber disipado, Kiipiiera una vez, v.na atinóefera deletérea, CRA Jdlattim que pesaba
Bübre el scf^urido turno, triisferniad(j,ideaÍÍ/.iMlo (si be ]n»típermite la palabra) en la noche
del jueves.
U n a concurrencia nnmeroHÍsitiia y variada, eoneurrencia
en la ipie f];^nraba desde lamáe
encopetada aristoeraeia husta el
más humilde ]>uro euluBiasta
alieionadfi, llenaba las localida(les ilel n';f;io coliseo, cual si
las jerarquías sociales todas,
movida» por el mismo linaje
de Bcntimientos, hubieran querido tributar á la bencticiada
el liomenajc de BU admiración
y siuipuiiiis.
El aniuiadíaimo aspecto que
el teatro ofrecía antes do comenzar la función daba ya la
medida del imnenso cariño que
á nuestro público ha sabido inspirar la Bcñoñta Fosea y bacía
á la vea presentir lan etícenau
de frenético entusiasmo de (^ue
la distinguida catilante habia
de Hcr objf'to.
Dos atletas LICI arte, IOB acfiorcB Tamberlick y Uoccolini, fueron los elegidos por Ift señorita
Fossa para compartir con ella
lnH i'aligas artitílicas del capeetácnlo, y no deja ciertamente de
hacer honor al discernbuieuto y
talento do la bcneñciada una
tan acertada elección.
objeto claro y deterininailo, con
el ftn dn Hci^nr á inia contliiHÍüu fáL'il (li; |iruvi!t', cual ca liv
il« <inc «I heiifliciii ili) l.-i señririta Fussa etilijca ú císta KÍiupúlica y jiJven cantante cu el número do artistas quiiriilos ilel
piiblicc tle que ántüS licnins hecho mención,
Y esto es un hecho, desile el
Tnon I unto on tpic tíl iioiiihrií (\K
Ift Srta. FoKíí,i sirve ilc garantía
al esjMjctácnlo; ties'lcel motneuto en que el voto pi'ibiico eleva
á la ili»«tjiigniila eautante á la
ínvirl¡nl)le cato^ona de artista
predilecta, cnt.<?gnría que aumenta cu vahir wi KO uonfideva
la Bcveriílftd pniverbial que preBÍ(le ííencralmetttL' á los juiciiiH
de nitentroH dilctautoH,
Si alguna duda cupiera respecto ;i la perfecta inteligeDcia
que ex inte entre éstoB y la Sofiortta FeHBa, el hcneticlíi de la
anipátita artista habrá hasLado
para desvanecerla por eonijilelOjy tanle ú niincaolvidurá ella
la «nániííiey eutiihiasta ovación
de tiuc fué objete en la noche
del jueves ülthoo, 4 del actual.
Ilápidatnente vamos á dar
cuenta á niioatroH IcctorcB del
^xito cine el beneficio do la Sefitirita FoKsa obtuvo en la noche citada; pero untes de decir
lina palabra nohro dicho acuntecitnieiito, bien será qiio imitando la' conducta Begtiitla por
todfia en eetoa caaos, depongamos á loM pirs de la Señorita
FcHsa las urinaK <le la crítica,
que tainlii<'n ésta, cuando de benelieiua ¡itipuitantes se (jcupa,
CKtá obli^^ada á seeiiudar al público on HLtR sentiiriiüiitosdega'
lanteria , cariño y consideración.
Asi es que desde el principio
de la función el entuHiasino del
público comeuaóá maniíe^tarse
ton fuerína, y las tres cavatinan
cjno respectivamente cantarou
los citadoa artistas proporcionáronles otraH tantas ovaeiuncs,
siendo de notar por lo inusitada
la que alcanzó el Sr. Boceolini,
á quien la concurrencia obligó
á presentarBC solo cu las Labias
Empecemos por consignar que
la Srta. Fossa puede vanagloESCHO. SR. D. FRASC18C0 DE GOICOEBBOTEA, INTENDENTE GENERAL DE LA REAL CASA.
. ^ f i á * ^ (í
• . MA
ILUSTUAIJA HE-LA GfRIlBA.—(Dibuitia del Sr, Pcllicer.)
1 , Monte £tqui/iiii! Batería aUaoúiJumlíi por loe coilUias, - t . Aa-mtlas üe bagajes. - 3 . Tii/<\lh! :Ailiiiiiiiaiia-:iun i.i';l correo para el Ejérdw.
N." TX
JLUSTr^ACiOH
LA
CIÍí'NTCA
II.USTlíADA
DK L A
ESPAÑOLA Y
AMERICANA.
149
G T - n i l I i A . — ( ni n r J O S I>KL S B . P E t L i C E n . )
OTEIZA. — \-tííTA fiiíNKIÍAr, TiOtAn.\ DF-KIIK KL CAMIKO (jrK VA AI, MUNTE ESQVJNZA.
'lei^pnpsdi; tertiiinfiilfn?] neto |n-iinero itc P>,IÍuU>, r\\w cnn el
^^ffiindu iionsütniün la príniora parte de Ifi fiin(*¡í*ii.
t-imihli) llrsri'i el Cr<'(h\ y ÍÍIIMI II<-I acln FiL'fíuiiilo lie l.i i'tpnrn di' l>(i|iÍ7t'Lti, i'l ili^lirid <U'I auditorio arrMliataihi por lus
^"'>Iiiiiefi ac<í(itíiH de 'r.iiiihprli<k, fiii; i,'íiia] al ijim siiniiprtí
prndiK.-o ti céiel>r(* ailinta f-n ciirlia CHCoiía, Rnlirinite pcn" Pi
fula para ¡rmitululizar en la tiapital ilu h^paila fl iininbff
«e »i] pt-mcipal é iiicomparaljli: iiitórprctft.
Haj^njiiiiR notarqiii.' la Srla. FnpRa seíiindi'i á Taiiilterlicl;
fon iiti fucíjo ilraniáticn, cfin un insijlilo ardor, con talen
íirraiwpit-R <!,. püsimí, ipH'(Imiiicstraii (.•!ociií;iiti;niüiitc? Ion
visiiih'B aiií-laiitrtH (1,. lii liciH'tiriadii.
'"'pdiiid i'l C'ntln ('(111 t'iiliisiasiiio rada vez mayor, y
enmriadtJ el neto, no rciíirdanniH id MÚIIUTO ÍUÍVI'CIS qiie
i}\ pijliliio llamó ú escena á IOR artistns lodos, Sjln \vi oidauiciH que entttfi llamadas fueron mniOias, y ipio cayeron al
eKreniii'io numerosoR raitioK de flores.
Ihdiii'^raec dielu), sin end>fti'fío, que Tiimlierlick era en
aipio] nioiijento íd [j^Micdifiíido. y en venlnil cjiíe la mayor
paile de! óxitn i'orreí^pnridia por ciitoro al pi^odi^ioBo é
¡iispinuln cantor del Crcth.
IifN]muR de c'Btu aeto, tocó fln turno ni rmiiló de la Lvna,
pieza cíegida por la Srta. FoaHa píira BU bciLPÍiein Íuil¡\iLlnal. y en la rpie la ji'íven eaiilante ilia á prí'st'utarKe li librar,
aliandiinaila i'i wns propias y OXCIIIPÍVAB fuerzas, definitiva
biitalla eon el [nildieo.
Este era el nuinieido Bolcmne, ésta ej'a la parte principal
d(d eapeetúeiiki, pnesto i^ne el rundo de la Liuia M^'nifiea-
iia, mi'ia i^ne artihtico Umr (}e forcé, parént(?RÍB afectuoso
dc'Hlitiai!<i á poner al pñlilico cu eoninnieaeimí aislüda y directa cr>n mi principal objetivo, con la beiielieinda.
I-Kpcribir el entusiasmo, el frenesí que se apoderó de todíi, aliBfdutftnientetiwlo el aiiditfií'io, ruando terminó el lonlió, noria pnnt.o inéuos <]iie imposible. I^ia wntinuentoB de
cariño y admirae¡<in de niilea de CMpectailureB liieíeron exploRion eou terrible estrépito.
Iniminerables raiufís do Hori.^ y lujosas y eleífantes coronas cayeron á los piéa tle la Srta. l''o«n:i: preeiosan paloutae
atravesaron con temeroso vuelo c! teatro ; algnnaa cayi'i'on
en la escena í otrap m perdieron en palcos por aBientoR y
paraíso, y una du ellas ae posó erí^uida y ort^rnllosa en el
paleo rígiü de {^ala, desde el eniil oí pobre animalito pa-
1. De Tafalla (i tarraga: en murcUa.— ! , Un alto,—3. A lü vMa i)o Lrirrogíi: sitio dontlo acampó e] ejír-ito en la uaehedol 1." de Febrera,
150
LA
recia tnmfir p a r t e . y f^oxar on <?1 triimfr> íle la lieneficiada.
Los aplanai'>R y exclamaciones núcJosas del público alto,
do esc admirable pi'iblico que no tiene otra moneda i"[iie !a
noble c imtiaciilarla moneda del aentiuiiento artístico, ac
desplomaban con ruiíloBO eslFhípito, manifestando á la seííorita Fosaa que su victoria era completa, lo mismo abajo que
íurriba, igualmente en el público elegante y oúmoiio, romo
en el que bulle y so agita en lae infernales regiones del
paraÍBo.
La Srta. Possa, conmovida profundamente, no encontraba medioH para manifestar su inmensa graiitu<l; carp^ada
materialmente de tloreft y coronas, la Rimpútica ai-tista diri^ia á todas partos 6na miradas, liaria li todos participes
de BUS expresivas mitcstraB de agradecimiento, y agobiada
por et peso de tanta conwderacion, de cariño tanto, ya besaba con frenesí nn ramo de ilores extendiéndolo despapa y
mostrándolo á todo el público, ya llevábase la mano al corazón saludando A todas partea con emoción pnifnnda.
Kste conmovedor etípectiiculo RC prolongii durante im
cuarto de l'ora ( n o exageramos) y en este intervalo de
tiempo snlÚLí y baji'i el telón ocho ó diez veces, Hicmpro en
medio de los aplanaos y exclaioacionea entusiastaíi de Uídu
el piiblico.
Los obsequiofi que la Srta. FoRsa recibió de BUR admiradorpR fueron mncboH y de gran valor algunos. Kntrc GIIOR
rcconlamoR los RÍgninutcR:
Un magnifico ramo de Mores remitido por el es-presidente del Consejo de Ministros Sr. Sagasta, entnsiaKta diletante y admirador de la beneficiada.
Una elegantiaima corona del genera! Pavía, corona qnc
ocultaba entre su variado follaje u n a rica pulsera de tiirqnesae y brillanteB.
Un aderezo de piedra ónice y brillantes, del ñr. Eoblep.
Un prncioRo abanico con plumas, regalo de un abonado.
Pos magniflcos ramos de camelias, obsequio de la señora
Busbental.
Una preciosm corona de la Sra. de Cuzzani y otraR muchas coronas é infinidad de ramilletes de los muchos admirftdnrcH <le la Iwííeficiada, entre loa cuales notílbase entro
lodoR la familia de loa Sres. TIuqueR de Fernan-Nnf5e?;, di¡p;nos y dc'flintsn^sados protectores del arte y de los artistas.
Al tcrminarRO bv fnm^'ion con el acto cuarto d« La Africann, en el qnc obtuvieron ronatautop a])lanRns la beneficiada y el Sr. Tamberiik, rcpitiéroUBi^ las ovaciones, y iiinbns
artifitas tuvieron que salir RCÍS VCCOR á escena, acompañados por las demostraciones de cntiiBÍaBmo de toda la concnrrencia.
Y al terminar cfitos detallcR del beneficio, no qneremoB
dejar paRar cu siloiicio utio do ellna, que pndíeron presenciar los espectadores sEtuadns en las localidades de la extretna iíiquií'rda del teatro, y que demuestra en la Srta. Fossa sentimientos tan dignos, respetuosos y delicados, que
noR creemos en ol deber de revelar á nuestros lectores.
Tamberlick. artista grande en todos sua actos, so refástia
A ealir ¡i escena al finalizar la función, deseando dejar integro este honor á la Srta. Fossa, cu su cualidad de beneficiada, lista se reeistia tenazmente y luchaba á brazo pnrtido con el gran artista, oblig.indnlo ii acompnííarla. Consígniído siempre á costa de gr.indcR cafnerzos, pero la últiína ven que se levantó el ieiou , Tamberlick corrii'i á ocultarse y sólo de cKta manera pudo lograr que la Srta. Fossa
Baludiira sola al púbUco, que la acogió con un frenético
grito de entusiasmo.
Tal ha sido el beneficio de la Srta. Fossa. triimfo grande
y legítiuio, corona de inmensa valia con qne el cariño del
público madrileño ha ceñido las sienes de la joven y distinguida cantante.
Infatigable como pocaa, y como pocas celoaa en el curaphmiento de s« deber, la Srta. F o s e a b a soportado con un
valor incrcible el trabajo abrumador qne sobre ella ha pesado en la actual temporada, y ni el cansancio natural, ni
los dolores físicos, la han impcilido sacriticarBO nn aras del
piddico.
Éste lo ha visto ; este ha aprecia<lo en lo mncbn que vale
la conducta ejemplar de la Srta. Fossa ; sabe que la señorita
Foasa es jí'jven y honrada, y lo sabe, cmnn lo sabemos noBotros, por la voz pública que todo lo propaga.
Y el beneficio de la Srta. Fossa, no lo dude la simpática
artista, indica en primer término la gratitud del público
por la laboriosidad verdaderamente excepcional de la cantante, y es al mismo tiempo elocuente estímiilo, significa
que el diletantismo madrileño ba dado carta de naturaleza
á la Srta. Fossa, cuya escritura para la pní.vima temporada
estaba sancionada á priori por el voto unánime del público.
Qne ésta se muestre siempre digna del cariño indiscutible que éste la ha manifestado, y que las dotes artísticas
de la distinguida cantante, al par que sus virtudea privadas,
la alienten á recorrer cou gran éxito los difíciles senderos
del arte.
J1I-.S hmga, vita hrefíix. La honradez, la conciencia y la
laboriosidad, son tres armas con que la Srta. Fossa podrá
siempre vencer á sus más encarnizados enemigos. Adelante, pnea, y todo por el arte y para el arte.
NosotroB no podemos ofrecer á la Srta. Fossa ricas joyas,
ni elegantes coronas que conmemoren el memorable beneftcio de la simpática artista, pero ofrca'tnGsla afcctiioBa-
JLUSTÍIACIOÍÍ,
ESPAÑOLA
Y
y^mEi^iCAiscA.
mente lo fmioo que ofrecerla podemos: este modesto articulo, expresión fiel de nuestros sentimientos, y en el que
si faltan brillantes alhajas literarias, no asi la más plausible de las intenciones y el más desinteresado de loe cntusiaRmos,
Si el todo puede llegar á constituir una pobre corona,
noRotros se la arrojamos gustosos á la Srta. Fossa, dejan<lo
li la rcptitaila cantante, fiup- pf.rmvnJinptite fíti coiwrritoK^^tíi
/mírrmoí, apreciar, en lo que valga, nuestra buena fe c Íniparci alidad.
H." IX
f'rrfeUn, etc. Y ademas la noTnenclamra técnica de esta
obra es casi exelusivamcute latina, por donde se ve qne el
traductor ó compilador no quiso verterla al arábigo, anmiue
en este idioma no faltan vnnalilos adecuados para expresar
exactamente tales nominoa. por un curioBÍsimo catálogo de
dicha nomenclatura, hecho segim creemos por el diligente
t^aairi, qne hemos tenido la buena suerte de consultar, veuioB <pic excepto loR vocablos '._ ¿. = ..,.r1 úxcnf, obispo, y
di
^Jí
1=—i' (ilsaathrán,
metropolitano, y la voz bílunda
^a.,1 íírcíií-tíZííwa ó arcipreste, loR demás son latihos
ó hispauíi-latinoB, escritos con caracteres arábigos. Sirvan
ESTUDIOS FILOLÓGICOS.
de ejemplo los siguientes : ,»soJ:
. ^ . J nrrhkUácmo^
ar-
cediano ; SLtoLs^/rnífí/iít, firmeza, ^ ^ /'f/íc/í, lego : js.";•,• •»
Jl//,/Yí., misa, SjJajjifrí/íí'jíff, patena; i J L i l , rpf/ida, regla;
h^jl)
//M-iítííwír, tribuna, y ^¿ij-Jj:.. •'•almii-lftp, salmisIIL
j
ta. El cridicc hil'lico matritense, aun<|ue ]>or la naluraleza
Esimlndable, pues, que Alvaro de O'irdoba, en su fervor religioso y patriiHico. exageró la decadencia y desuso de Ru contenido carece de nond>rcs técnicos, ileja ver algude la lengua y literatura latina entri:' sus compatriotas. Uo- nos vocabkis pertenecientes á la lengua bispano-latina, y
liaae, con razón, aquel varón insigne de que lus; cristianoa, viVrias notas margiiuiles csci'itaa en latin y en caracü'TCS
cediendo al pn.'stigio de la grandeza y civilizaciDu nmwli- gótic<ia, relativas id texto arábi.!ío. Lo ]iropio se celia de
mica, se dedicasen con demasiada afición y peligro de su ver en los eódicea mozárabes de psalmos y evangelios que
fe á Us letras de sus dominadores, superamlo á I<is miRUios se guardan en la biblioteca del museo británieo (4).
mnstdmanes en la prosa y el verso arábigo. El mianm AlFinalmente, en cuanto á los nombres propios arábigos
drete lo reconoce asi en las siguientes palaiiras: «También
usados por uuesti'os mozárabea, croemos que no debe darse
se considere como Alvaro nos llama iMÜno» y nuestra progran importancia á este nao, siendo asi que tand>icTi hay
pia la lengua latina: El íiiiíjnttm }>roi>riafíi. non nilvertimt.
noticia de m-Unbres latinos i'i gi'itieoR que llevaron hasta los
La.tim.Ti Ello ea <.\\\c movidos p o r l a novedad y deslund^raúltimoB tiempOK muchos cspañ<iles de aquel linaje. La necedos por el aparente mérito y csplcmlor de la literatura /u-ásidad de tratarse con árabes y moros, que dificümente pohiga, la cultivaban los moKárabes sin olvidar p'ir ello la
diaii protmnciar los nombres extranjeros, hizo que luucbos
snya propia. Asi consta, por ejemplo de Ilahi-hen-!íaid (Ue.
mozárabes, principalmente los que defiempeñaban cargos
ccmnndo) que nn siglo después sobresalió «m el cultivo de
públicos, civiles ó eclesiásticos, adoptasen nombres arábiandias. literaturas ; tíEi lilenit opiime, íartí noíttromm quajn
gos (no umslinncos), sin dejar por cao el suyo propio crisipmiM jntn' q/mn vpi'nnhainr, Unf/nir Aínhiea! inuf.ructiiK's,
tiano y nacional. Así, iiur ejemplo, vemos tjuc el ce!ebra<li>
como escrilie nn autor alemán coetáneo (1). Las notas y eaJuan el Hispalense se llamaba por los árabes S<i¡ihA¡m<icolioH arábigos qne se bailan en mnchoR ci'nlices latinos <h'
ihran (ó Said ol metropolitano) (fj), y que el Obispo lhd>¡los mozárabes prueban que hasta los arabizados enteudian
bcn-Zaid,que sobrcsalii'i en el RÍglo X jior ana (•(inocimieidos
y ]nanejabau los textos escritos en lengua latina (2).
aatronómicos, llevaba el nombre gótici> do llecenunidit. Asi
Lo qne decimos respecto á las qut'jas de Alvaro, puede también en el Oriente el célebre Fjiitiquifi, patriarca ^l^^ Aleexti'iidi'rae á las contenidas en el códice cBcurialense do las jandría, usaha, el nondu-e arábigo de Snítl-hen-AU/fitJiric.
hjyes visígi'iticas. Estedocumerdo, citado por Martincíí MaPero ¿será licito colegir de i'Stos y aquellos datos ([ue los
rina, para proiiar el olvido de la lengua latina entre los mozárabes españnh's hallaban el árabe eomo dialecto vulmozárabes, nos suministra raüoncs en pro de su conserva- gar y estudiaban el bitin como lengua religiosa y Kábin^
ción. Porque, primeramente, el códice de qne se trata con- Eí^ía suposición es insostenible, ai se tiene en c u é n t a l a
tiene el texto original del Fan'o J-uc(fo, precedido de nn mayor parte de los datos que dejamos expuestos; pues las
compendio de leyes, redactado, sogim parece, por un juris- inscripciones sepulcrales, la nomenclatura geográfica, los
consulto mozárabe en un latin bastante culto para aquél nombres de plantas y medicamentos que citan los autores
tiempo, Y en segundo lugar, no se habla alli de nn olvido arábigo-hispiiiKis, ]<is apellidos y apodos, y las voces hiscompleto, sino de que «pené of^ «hUnimem durta psii>rtiic.a pauodatinas que aquellos escritores ponen en boca de alLafiaiianh, afirmándose cpie el clero la usaba en sus preces gunos persotiajes de raza ospnFiola, y otms nmnumentos sey liturgia. Ademas, el mencionado códice to!e<lano-mozii- mejantes, prueban el uso vulgar de la lengua latina, njás ó
rabe que comprende varios tratados gramatieales, prueba nunma filleraila. No Rolamente los mozárabes, sino también
que nobabia caido en total desusfi e! estudio de la gramá- los mulladíes ó españoles ¡whnnizados, conservaron durante
tica latina.
algunasgeneracionoa el idioma propio de la raza á que p<'rPero ¿qné extraño es qne la lengua latina se couRervn.'ie tenecian ; mas éstos no debieron conservarle como lengua
tenazmente por los mozárabes españoles en medio de tan erudita y culta, sino como dialecto vulgar. Este lenguaje
dura senddunrluv, de tardos estragiíS y ruinas, sí subsiKtii'i vulgar latino-bispano se iniiltn') entre los moros y árabes
por espacio de muchos siglos en el África romana, en ihm- españoles. El docto orientalista Mr. lítdrdiart Dozy, traíande la dominación sarracénica se arraigó más profundamente do de loa cri>nistas arábigos de la escuela cordobesa, y desque en nuestro suelo, y en donde deaaimreMó más rápida- pués de afirmar con censurable ligereza que los árabes immente la perseguida cristiandad ? El geógrafo Jdrisi, que pusieron su lengua á los cristianos sometidijs, modifica alescribía por los años de 11ÍJ4 de nuestra era, asegura que gún tanto este aserto, diciendo : « Sin embargo, áui! en bis
la mayor parte de loa habitantes de Capsa (en el África altas claaea de la sociedad arábiga, había personas que no
propia) eran romanos africanog üJi,'_i^V A^JJ\ y usaban ignoridiaii del toilo el romance.» Cita luego la anécd<da tic
Alulerahman l i l y sus guazires, y continúa asi: «Y en lo
como vulgar y corriente la lengua latino-africana : ' ^ A J ^ L tocante á los analistas de Córdoba, no hay f]iu'- filvidar que
por su mayor parte no ernn ile origen arábigo, sino di' es• ^ 1 ,
, . 1 ,
^.y i'T ,JJ-íl. J.
pañol. El árabe era ciertamente su lengua materna; jiero
En cuanto á las versiones arábigas, bíblicas y canónicas, sus abuelos habían hablado el romance, y sus amigos i'i sus
deben atribuirse al celo previsor del episcopado y clero deudos le hablaban aún. Ibn-Hayyan (G) era tnndiien de
mozárabe que quiso acudir con anticipado remedio á la de- origen español, y me parece cierto que sabia el romance,
cadencia y desuBo del latín, facilitando á loa pocos ó mu- puesto que refiere una frase de esta lengua pronunciada por
chos cristianoB arabizados el estudio y manejo de libros tan Ornar-ben-Hafsun ; y ademas porque sus dntrta sobrcí la aninilis]>ensableR y contribuir á la conversión de los mismos tigua iiislorin lie León son demasiado exactos para bebimuslinu'R. Acaso este último fué el propósito del famoso dos únicamente en la tradición oral (7).-n En el pocnm <lcl
.loan llispulense, cuya exposición de las Sagradas Kscñtu- Cid se hace mención de un moro Inlinadn que andaba al
raa ha dado tanto en qué pensar á loa e^uditl^s, si no es qne servicio del regulo de Molina, y que habiemlo entendido
íioreciú en época harto máe reciente de lo que hasta ahora ciertos pérfidos designios de los infantes do Carrion. los
se ha creído.
denunció á su amo.
Pero aun de los miamos documentos arábigos que se con« Quando esta f alseilad dizicEi los de Onrrion
servan del puelilo hispano-moz.árabe, si bien se examinan,
Un Moro latiuatJo bien ge lo entendió, i>
pu(>íleri sacurae pruebas en favor de la conservación del
Do cuyo dato colige Martínez Marina qne á fines de' silatin. ICn el códice canónic<i escurialense se encuentran los
noudircK do las awles episcopales escritos, no sólo en carac- glo xt era comuu y vulgar en Castilla el lenguaje latino;
teres arábigos, sino también on giUicos de antiquisima for- pero, á nuestro juicio, ni en las Castillas ni en la Bética se
m a , como Ausona, Egara, Elatla,
Eaipurlafi, Dertom¡ hablaba ya el latiii antiguo, sino nn romance ^•ulgar que
llevaba el nondíre de su lengua madre. Fiíialmcidc, :'f un
DKL DIALKCTO RtffPANO-MOZÁHAliE.
(1} El antor de la Vida de Jim Jtian tle- Gorz.
(4) Acerca de todos estos monumcntoH literarios, véanse
(2) Véanse á este propc'isíto nuestros ExtvdUis Jiinfértom y
nuestros mencionados JC*tii-dwx fiixiórÍA^os yjtloliiff-icim, y seíiafiloUgivfi* iofivr Ifi- hterntnra ari'ihi^o-mtiTáralii:, art. m .
(3) Lex iiahitanU dr- rette -rilU- xvnf dcren-HPx Jierhevc» (xrlaifamente el art. Iir.
(ü} i^iii fih Ara-hihiis (^aeit Ahnatran rorahatw. Rodr, XiiHint herhr.rigex); In. ¡fliipari ,i' entri-ev.r pn.'imt la tanque lativ-e-nfrU'iiinf. VerHion francesa de Mr. línzy. Véase Ja Di^xr-rip- mencB. Dr ¡iihtix Hijipíinifr.
(tt) Principe de lua hÍRt.ori.adoi-ea arábigo-hispanos, que tloñmi del África- y lU la. Expaña dnl. Idrií^i, publicada por loa
Sre^. Dcay y de íioeje, papa. 1IH-HI5 ilel texto arábigo, y pá- rcció en el w^lo XI de nuesiira era.
(7) Do7.v, lii-fhrrvhex. I, 9;í-!i4.
pioa \2'i de la traducción con la nota adjunta.
N.<> I X
LA
romance vnlf^ar y no ni Inliii chLsir'O, .iliulcu fmlinnnanieiite loa cscritniTS nniliigo-liispaiiria ctiandu citAn ntimeroaoB vocabloB pertenecientcR ¿ Ift aljftiiiia españolii: i-~^^
•_
'
,
•
;
Y no podía Rcr ilo otm inndo. Pegenerado y corrHpto andaba ya fl líitiii en boca de loe pRpañnlcB al t i a n p o AG la
iiTupcinii sarracénica (1). Ibernfi, celtas, fenicios, caiiafrineeoft, fjriefíOB, judíos, vieigodoB, eiievos, vúmlaloB y otros
puebloH, máfió mtnoa cnllon, asi naturalee como advenedizos, Imbiernn de prestar edementoR á la lengua vnlgar de
loR ('«pañnles. simpUticando la aMificioKa RJntáxtB latina, é
nUroíincii'ndo en este idioma nmcbos vocalikiH que cotiRtan
fn aritiquÍHÍiiioR docnnicntoH bispano-latinna (2), y que pur
ciertn no proceden del Lacio. Asi enipcKi') la J'iihioii de idiomoH en nncKtra Península y la natnral dcpconiposicion del
latid I eBpecialinentc en la Ijoea del vulgo , al recibir tan vánae y exóticas inilnencias. Ailulterüae más y más la leiígna
de 1()8 t'Hpanolen (leude la invaaion a^^arcna con el deeainiR'iito di' lofl estudioR grainatii'alcs y ehífiicos en medio de
tantos cHtragoH y ruinaR. y con la iin>vitablc iníhiencía del
'dioiiia y litcruinra de lus árabes. Kn los nniinnrienioR litefarHis íM pueblo mozárabe bailamos notablcnionte oltera" 1 la Rintáxia y ]n. misma propiedad de las palabras l.tti^^f*; y basta en laa obras de loa doctorcR cordoT>eseR, para
^^ 'lablnr de los niominieiit<iB arqucnlófricoB y otros escritoK
f'fn mayor desalifnf, almndan lus !i¡R¡)anisnioR y corruptc^ilR, acreditando la existencia de un romance vulgar, de
•^•"ya iiiiliicneia n(] jiodiati librarfic tí>talinente loe autores
">¿B cultos y doctos (;!).
Le (•Rto dialecto vulgar hisimnodatino-niozárabe liemoR
bftllado nnichos datos y vestigioa en diversos ílocumentoB
íini duRlímicoR como críatianos, que noR pentiiten apreciar
•íi'niplidamente BU carácter é Índole especial, como lo haréi^os, Difia ineiiiante. en otra ocasión, demoRtrando juntamente la inihrcucia que el ]>ueblo mozíirabe ha ejercido en
^f* progresos y fiirmncion de In lengua castellana.
F. .1. PlíTOSKT.
«•a*»
UH
SDEÑO
DORADO.
SECiVXDA PAUTE.
L A R E A L I Z A C I Ó N OEI_ S U E Ñ O .
(Concluaion.)
711.
U n a v i s i t a á D. J u a n .
Lae
^ae Cflporanzas ae iban desprendiendo del corazón de
• uan cd-|„() ^ dosprenden las bojas de tnia planta cuyo culi^**.''"''i isn vez de regarlas con agua natural, se equivoca y
"t'ga con un agua mortífera.
-rtiB canipeRinoB, que antes eran sus francos amigos y
• 'Pslieros, le saludalian con una cierta reserva que pare"]a del respeto, pero no de aquel mismo carifioBU reaM ^^^^ T'« aaludaban d L. ,luan.
de* l"'' "^"^ ""'^ eoliorte de adtiúradorcs, creia liaber beclio
dio '^^ "^'"^ ¿ntes eran sua hermanos un pueblo de envit,^.i'^''^*^'*^^ *1"^ ^" fortuna liabia eatieado la desgracia de
^•^jos aquellos infelices.
1 , ? ^^^'^^ de su conciencia le atni-mentaba de tal modo que
"'^lera querido reiinirlea y decirles:
tro*^ •^'' ^^"'"^"'^'' ]nios, no me envidiéis, por ]~)io8! ¡VOBOten -^'^ '*^^ í'eliceB! Yo cambiaría en este momento la exisde l"^ '^"^ arrafitro por la vida que lleváis. Mi tiumilde sillón
]]j, '™^'-'s podía servinnede lecho cuando me sentaba en él
dad"
*''if"^iiTieio, pero también lleno de salud. La felicino está en los aparatos cxternoa, sino dentro de nosotroa
^ -"' que padece un dolor moral ó físico va siempre triario v'"] ^'^"'^ eonauclo en ninguna parte: al que camina BÜde í- "^ ''^''^ "TI pe<lazo de pan le sirve de festín, un pedazo
. p^'^^ |e satisface como el máf mullido lecho.n
San
" "^ ^"^ decirles todo estoy Pocos le hubieran dudosa v " ^ ereido y I» mayoría le íiubiera tachado de hipiicriPi' J^
hubii-ra imaginado qoe si él no seguía e! ejeuiplo
porque ae liallaba materialmente imposibilitado ¡i ello.
tifi.1,'^ ''"an hubipra cambiado tan pronto de opinión no
"^"^ nada de extraño.
^
^
tina " '^'"'•""ifiiies aobre ciertos princÍpÍoa llegan á ser eterevi(j P"'''!','^ |a verdad no aparece en ellas de una manera
(.Qj. . - 1 ""áteHR (lo la existencia del sol entre una persona
'eriii' , J ' " " <-'i''g" de naeinjíento: la diseusion será innpaijl'í^
",P'^^''" désele v¡nta al cíego y acabará instantii¿ jn ]~^ {
bombre que cierra IOB ojos de la inteligencia
'^de la rjizon, tío quiere comprender ciertas verdadea
ípájíR '},^^"''"1'*''<' cnifrlhinn, como ya lo notAc! sabio Aldrcte
los l^jií-h ^ ^'^ '^*^ "TI citada olirn), comenzó con la invasión de
^^^ tn-f "'^^ ^'^^ Norte, ai (lar con el italiano y otros dialectos
villa "'''° origen. Kn prueba de ello cita it San Isidoro de Henecientp^^?^^ AYivjiíj/íi^ffls aparecen ya muchas vocea perte'•""ífi » " "•' ^*'"'atmc como }iaiti--ln* {XKST'phaí^rUi»') bajel, Ifa-rra;
ycHcii" ^'í"*''^''*"*TOÍaa: frtjTj/í(fí, cárabo; eiittix, gato; e-xci/,
"'"^ttim
"' '"'Icun ; / w r » , hurón; ffali:nis, Tiento pallepo;
""Sniti ' '^^''''*^ I i»-<iii;y)a, madera ; íTííítííj, el cnirir rosado;
^^«fibraa""' ! ' * ' ' " ' ^ ^ " ' ' f'"llo,et.c. Lo propio so advierte en
lientos ."^^ . "^^^'i^ y litúrgicas, códigos legales y otros monu.
{•i\ Y'•"'^'•'toa de la época visigíiua,
visieíiua,
Bobro
t.'i^f?'
'^''' Fernandcj;
Fernandez Guerra
Guerra en
en ÍBUS excelentes eetodios
bre ;,7
/¿^ *'*' ^'•'^) El Dr I ' i t ' '^'^'^'''' T'¿B«- 'I" y *'•
'"íiiice tuv
'"^.^•'^ o)iserva con razón (pág. l.W), que el ro.
doriile cun r / ' ^ r^iií'h'i" en la pente popular y ordinaria, (5e
^'""liabcr rt •"'^'^^*'*''"^'*^P'^'' l^odoa, lo cual íné muy apricHa,
^^ 1^ buen '^T'^'* ST'andemente en aquellos siglos los csturtioB
ÍLUSTR^ACIOPÍ,
ESPAÑOLA
y
151
AMEI^ICAKA.
que más tarde la experiencia le demneatra de un modo palpable. Pero, desgraciadamente, la experiencia se venga con
crueldad de los que no han querido ver la luz de la razón,
y les enseña el paraÍBo desde un balcón delinlierno. Sido le
queda entonces la satisfacción de aconsejar á los otros; pero
los otros, á BU vez, los cierran lo mismo , y asi vaii IOB hombres, y asi van los pnebloa y así va el mundo.
Dios, que todo lo puede, les enseña á esos pneblos la
base de la verdadera felicidad y no la aiguen ; loa hombre.'*,
que nada pueden, les enseñan la de un falso placer y ciegamente la aceptan, siendo lo máa horroroso de todo esto
que biégo culpan á Dios de las funestas conaecneiicias de
8118 locuras.
Juan había comprendido la felicidad cuando ya no estaba en eiia manos gozar de ella. La fantasía habia ahogado
BU corazón. Su corazón qneria imponerse á su fantasía; pero
era tardo.
En cuanto á la necia fatuidad del efecto que iban á producir sua vestidos en la admiración del pueblo, también Se
trasformó en deBcngaño. La primer vez que salió le miraron
con curiosidad ; la segunda le miraron, y nada más; la tercera narlie ae cuidó de reparar en lo que ya iiabian visto
doB veces en poquísimo lienipo.
[joa miia exquisitoB inanj.ires le parecieron tan apetecibleB
conni los otma que no eran exquiaitos, deade que se acoslumbi'ó á ellos.
&Jlo liiiBcalia afectos y no podia saber cuáles eran los
verdaderoa y cuáles loa falsos. Más aún, todos le parecian
falBos. y de"este modo hacía una injusticia á rnuchos y JUBticia á no pocos.
En cada padre do familia que le saluda cariñosamente
le parecía ver el ofrecimiento de una mano femenina, por
via de negocio, ó la petición de algnn favor para el hijo
menos afortunado.
Hubiera dado sus liquezas presentea por su pasado bienestar; pero quedarse pobre, eiu saluit y sin afecciones, era
una idejí que le at<irnientaba sin ceBar. Kn cada mirada un
poco seria, creia ver, pues, la de nn envidioso declarado de
su fortuna; en caíia infeliz que llegaba al pueblo, un eecunz del orador de la tribuna ^-erde.
El pensamiento de que podrían despojarle de cuanto tenía tt nombre de la ignaldad , era el gusano más hambiento
de todos los qne devoraban BU corazón.
L a imagen de Carolina no ae separaba de él, pero ante
Ift perspectiva de tantos otros tormentos, palÍLlccia algún
tanto.
El tiempo que habia fraacurrido desde la visita hecha al
mágico, no lo podia saber; ya le parecía nn mes, y a un
año, ya un siglo, según le atiuian las dolorosas ¡íleas ton
máa ó menos intenaidad.
No Be acordaba de haber dormido ni uno sola noche. ¿Era,
pues, aquello un eterno día?
NoHotroB no lo sabemos.
En cierta ocasión pegó un grito terrible.
Los domésticos acudieron.
El infeliz continuó gritando.
— ¿Qué tenemoB , señor?
— [Un médico! — exclamó—¡un médico al i n p t a n t e l y
se apretaba un brazo contra otro.
El médico llegó.
— Es la primera vez que entraÍB en mi casa, y espero que
sea con fortuna—le dijo.
— Asi también lo espero.
—Vuestra pronta llegada me aatiaface en extremo.
— Vengo de ahí enfrente. El Sr. D. J a a n acaba de caerse
y se ha roto un brazo.
— ¿ El izquierdo?
— Precisamente.
— ¿Y qué haheia hecho con él?
— KntabUllárBelo.
— En ese caso haced lo mismo con el m i ó , — y le presentó el brazo izquierdo.
— Pero, ei no tenéis nada — dijo sonriendo el médico.
—Tengo un dolor tan fuerte, que si lo sintierais en la
punta de la lengua, no liablariaís de ese modo.
r>ita \-ev. el métiico no se sonrió.
— ¿Con qne me lo entablilláis?
— De ninguna manera. ¿Desde cuando un dolor de muelas ae cnra como una pulmonía, y la rotura de un brazo
como un dolor reumático?
— En ese caso, dejadme, qne para nada os neceaito.
El médico le bizíj un aalndo, yac alejó diciéndole;
— Creedme, amigo mío, una aola cosa no teneía sana en
vuestro cuerpo y es la cabeza.
T,os dolores le siguieron con alteniativas y se le aliviaban ó empeoraban, según le Btieedia á su vecino,
Apenas BC encontró un poco mejor se decidió á í r á verlo.
Don .luán le rccibiiV con nn afecto y con una dulzura que
contrastaba hasta el exceso con la idea que él se había forjado de cómo iim á ser recibido.
—Mi estimado J u a n ^ l e dijo—sé, aunque ignoro el
motivo, qne no he tenido la fortuna de agradarte ; lejos do
culpar por eso á la naturaleza de baberine dadti una ÍIRÍUIOinia tan poco simpática y nn carácter tan pocri agradable,
me he esforzado en hacer cnanto era imaginable á fin de
neutralizar las malas cualidades de ambos, y nivelanne ú
la generalidad. Viéndote en mí casa, comprendo que has
adivinado los propósitos de mi corazón, y te lo agradezco.
— I Vuestros padecimientoR son crueles !
— No lo salieÍB muy bien. Sufro horriblemente; pero óun
hay quien sufre más.
No se ha conocido todavía, mi querido -luán, el último eslalMín de la cadena de los dolores, A ^•ecea el que pa^
rece más abatido lleva en BU seno un consuelo que le hace
menos deagraciado que otros á loa cualea creemos felices.
El que teme ser asesinado de un momento á otro, siente
hunitirse el puñal á cada instante en au corazón y vive as*sinado, por decirlo aai. Kn cambio, los mártires llegalian
hasta á ereersí? felices en aquellos horribles tormentos cuya
Bola descripción nos hoce tend)lar.
— ¡Pobre señor!—numnnró Juan en voz liaja.
— En cuanto á tí, ya veo que Dios te bailado fortuna, y
puedes creer que nie alegro de t/ido corazón.
—j Fnjrtimft!—exclamó J u a n — \ v í la lio perdido!
—," Qué dicea?
^ F i j a o s en mi semblante. ¿No veía en él las huellas de
los más profundos sufrimientoa?
— Veo, en efecto, que no eres el mismo.
— Padezco mucho.
— Harfls Veces laa riquezas vienen exentaR de dolorea.
En cuanto á m i , espero en breve el más dulce de todos
loa conRuelos, la-curación de todos los malea.
—¿Itecís fonnalmente toilo eso? pregunt''i Juan, en cuyo
corazón hrilli'i la más seductora de tas esperanzas.
— Sin duda alguna.
— ¿Y cuál OH el consuelo que esperáis?
— La muerte,—exclamó el anciano con una aonrÍBa tan
natnral y tranquila que heló la sangre de BU ilusionado interlocutor.
— ¡La muerte! repitió J u a n . — ¿ Y i e a o llamáis un consuelo ?
— Creo en la segunda vida y espero en Dios.—No creo
en loa placereR de la presente, y nada espero de loa lionibres. ;,Sería lógico, pues, preferir vivir donde ae inuere á
morir donde se v i v e ?
— ¿ Pero es que yo?.,...
— T ú eres joven aún ; la esperanza puede sonreirte y los
amores halagarte. Tú pucíles todavía venei^r ri la naturaleza ; yo be sido ya vencido por ella. ICn la senda de la vida,
para tí todo ea futnro, para mi toiio es pasadn.
— ¡Alt! yo no quiero que muráis, ni vos ílebeÍB desearlo.
— t>eHeo la muerte, pero no la busco. Klla vendrá cuando DioR quiera. En cuanto al ínteres q u e p o r m i ilenineslrns,
no haces miiíi que pagarme.
— ¿Lo deeis de eoraüon?
— He liablado siempre con él. Yo be procurado hacer tu
felicidad material, y si jamas te Ío he dicho, ea porque deseaba que recihieraa el regalo cuando yo no hubiera podido
recibir la expresión de tu agradecimiento.
D. Juan tocó unacarnpanilla, y como apareciera inmediatamente á ia puertea un ayuda de eámara ,
—-laime,— le dijo,— toma esta llave, abre mi carpeta y
tráeme un pliego cerrado que hay en el cajoncito seeretn.
.Jaime volvió á los pocos instantes trayendo lo que le habían pedido, y se retiró después de haber hecho un saludo.
— T o m a , .Tuan, líbrelo tú mismo ; lo que boy te ofrezi'O
en ese papel no tiene ya valor alguno ; tú posees mucho
nías, pero ello te probará que cuando me creías tu enemigo,
yo trabajaba para desvanecer ese error, buscindote aquello
en que fundabas la felicidad.
— ¡Dios mío! — exclamó Juan, fijando una ardientemírada en el contenido del pliego encerrado en aquel aobre.—
¿ Yo vuestro heredero ?
— Lo que estás leyendo es la pura verdad. Amé á Carolina, y Carolina me rechazi'i. Si yo hubiera sido envidioso,
hubiera desplegado todo el imán de las riquezas para viciar BU alma,yaque no podiaconquistarme au corazón. Pero
comprendí que todos no éramos iguales, que los placeres
están repartídoa como los dolores, y que yo en aquel momento debía aufrir un dolor.
Reprimido el primer ímpetu de aquel amor, acostumbrado como yo estaba a dominarme por la razón y á no dejarme arrebatar por la fantaaia, todo empecé á verlo de otro
color y bajo otro aspecto. Lejos de despreciarme, Carolina
no había querido causar mi infelicidad ni faltar á una promesa. Estas eran dos virtudes que un buen corazón debía reconocer y apreciar- Calmada, puea, la fantasía. e]npecé á
ver una bija en la que esperaba ver lina esposa. Tú la amabaa de fueraa de fe, y no podia desear para mi hija im mejor partido. Lo que contieno esc pliego te dice íiien claro
lo demaa.
Y el pobre anciano dejó caer dos lágrimas confundiéndose con las de Juan que se habia lanzado en sus brazos, no
ya como en los del nuígico, tras la esperanza de las riquezas, sino, como en los de un padre á quien se implora
perdón.
VIIL
Los d o s c a d á v e r e s .
La existencia de nuestro protagonista era casi inconcebible. Todo lo que paBaba á BU vecino se reflejaba en él como en un espejo; pero ni ambos pensaban del iniamo modo,
ni todos BUS actos eran enteramente iguales. La igualdad
Completa, idéntica, hubiera sido imposible, no aiilo de realizarla, sino aun de concebirla.
En efecto : dos personas que pensasen del miamo modo,
(lue hicieran lo mismo, que se movieran guiadas por un
igual impulso, ([ue ocuparan el mismo witio, cpie Be sometieran á (gualea accidentes, equivaldria á u n a sola alma en
dos cneipos. lo ([ue, volvemos á repetirlo.no es concebible.
Y este sólo be!i.;b<j liastaria para desvanecer eae funesto
error de la repartición de los bienes y de todo lo que exista,
reilexíonandií un aolo instante que siendo diferentes por la
naturaleza la mayor parte de las tendenciafi y de las aspiraciones, que el roble no eíi la violeta, que el lobo no es la
oveja, que el sahjo no es el necio, que la juventud no ea la
vejez, que el enfermo no es el aano, que la virtud no es el
vicio, etc., etc., y que loa malea ó los bienes at)eialea son
enteramente relativos, no solamente en la hipotética repartición habria también perjudicado , sino que AA enfermo rbiria sua riquezaa al que pudiera darle salud, el vicioso la
candiiaria p<jr Hatisfacer sus vicios y así de los demás, establc<::¡éudose otra vez y en seguida la mmjietmacion, que
es, connj dijo muy oportunamente el solitario de la choza,
la verdaíhTa igualdad.
En cnanto á J u a n , ya nn podía soportar tampoco aqnel
eterno dia, como él le llamaba; comía poco y bebía minos:
su estomago le rechazaba loa manjares más apetecibles, y
no tenía un solo mí.mento de repoao ni de quietud.
Aquello no era vivii'. Ya le parecí* qne todaa las eacenas
por laa cnales pasaba eran un e/injunto simultáneo de acontocimientoH á cual máa extraordinarioa, yaqoeentj'e el uno
y el otro mediaba una eternidad.
Paseándose por su cuarto y viendo si podía dormir, cerró las ventana.1 á fin de figurar la noche que no llegaba
nunca ])ara él. y se echó Sfjbre ]a cama después de haber
encendido una hií!.
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«5
BELLAS ARTES.— tLOS TESOBÜS DE LA ABUELA», COPIA DEL CCADHO DE UR. AV, HOLYOAKB.
N.o IX
LA
ÍLUSTfí.AcioiN[,
ESPAÑOLA
Y
AMER^ICAKA.
153
154
LA
A loB pocoB itih-tíintcfl apareció un criado en el dintel de
la puerta y ac acercó á la cania,
— Señor,—dijo al quo en ella CBtaba,— si r¡HoreÍBhalilar
por riltima vez con viiestrn vecino corrud á BU cusa.
— ,;PiieK qnv fiuce!Íe?
— (i\m oBtii en laH últimas.
— ¿ Eti lítH últiinaa? No ea poBÍble.
— Kt medico le da trefl horas de vida.
•Tiinn quiai) levantarae, pem un pudo hacerlo. L a máa
completa postración BC hahia apoderado de todos aus miembros.
El criado BO retiró cerrando la puerta.
— ¡ Ah!—Be decia el enfermo,—no calió duda. Yo voy á
siiciiuihir también. Un solo suspiro cerrará tiueetroB labios,
un «cdn j^olpe lie la terrible guadaña cortaríi nueatran doB
exiHtenciaa fatalmente ligadas por el uiás execraljle de los
caprichos. Y, ain embargo, D. .Itian mucre tranquilo y yo
eti la más terriide ile las agitaciones. El ha gozado en su juventud y la muerte le sfirprende i.-n la vejez ; y yo muero
envejeci<lo en to ¡iiejnr de mi juventud. ¡Si pudiera levantanrie y correr en IjuBca del mágico! Kl todo lo puede,parece no tener mal corazón y tal vez mis siipHcas, mis lágriiiinR y mi arrepentimiento, podrian ai)landar su corazón.
Dice que las bnenan nceíones le salvan, y ninguna mejor que
la de hacerme feliz
Pero
¿Dónde enccrntrarley ;,Conoxco yo por ventura la senda que oondnce áau morada?....
Todo OH inótil
To<lo está perdi<lo,.... Nadie puede salvamio.
Y al decir esta palabra, hvillftron sus ojos como on loa
licinpoB en qtie era feliz. La joayor de las i-speranzas partió de BU corazón,y atravesando por aquel laberinto de iileaa,
pawonea y afectoa que Inillian en la mentf del jiiven como
atraviesa la luz el uiunda <le las tinielilas, vino á dibujar en
el envejccidn rostro del enfermo todo el vigor de la juventud , toda la fuerza del amor.
fil alquimista que deseoao de hallar una nueva combinación científica deBcidjriera la piedra filosofal, el matemático que ocupado en reaolver un problema descubriera la
cuadratura del circulo, no Bentiria niáa aatisfacciou id may o r entnsiaemo que .Juan experimentó al hallar entre laB
ideas que le atomientaban una sola palabra.
— I UioBÍ....[Dios! — volvió á exclamar—Tú eres el que
eneorraste « aquel fantasma condenado por ti á una exiateneitt lie expiación. Tú eres el ÚUÍCO que puedes salvarle, y
yo torpe de mí he petiido protección al esclavo que no puede nada, olvidándome del Señor que todo lo puede. Iba á
Iiiisear en aquella gruta bis últimas gotas del raudal de au
coiiBiielo cuya serpiente se halla dentro de mi propio aér.
No oigaB mis palabrap, porque yo no sabría que «lecirte;
penetra en nii corazón, y BÍ hatlaa en él un solo átomo de
hipocreaia ó de doblez, castígame. Dios mió, con todo tu rigor ; pero si recon<iceB que mi arrepentimiento ea verdadero, ciiviame un consuelo hijo de tu perdón y de tu infinita
bondad.
Habia logrado incorporarse algim tanto en la cama, cuando á loa pies de ella, j como si estuviera en el aire, le ]iareeió ver un cuadro de la Virgen , bellísima imagen, que era
el más querido objeto de su antigua babitaeion.
— Te reconozco, Madre niia, exclamó con la voz caai
apagada.—Tú cseuchaate mis primeros rezosy presenciaste
aquella terrible noche, mi conato de suicidio. Desde entonces no te he vuelto á ver ni ante mis ojos ni en mi corazón.
¿Me has olvidado tandiicn 'í
—^No, te i'cBpondió una dulcísima voz.
— ¿Puedo aalvarme?
— Sí; ten f e , y en la otra vida a e r ^ dichoeo.
— ¿ Me lo prometeB, Madre ndaV
El cuadro habia desaparecido, pero no la fe del corazón
del moribundo.
Algunos minutoB después todo esfuerzo era inútil; sintió lielársele la sangre, y la rigidez de la niuerte auatituyó
á la ilexibilidad <le la vida.
duun era un cadáver.
IX.
Epílogo.
Aquella noche la entrada de la calle principal del pueblo de Ix estai).*! iluminada por un resplandor siniestro. Loa
blandones que alumbraban á loa doa cadáveres, pues don
'lu.in tampoco exiatia y a , ae comunicaban mutuamente so
claridad por los abiertos balconea.
J u a n , sin embargo, Bcguia pensando, y lo que ea más,
seguía viendo conm si sua cerrados párpados fuesen de
gasa.
Loa que venían á visitar su eailáver lo liacian llorando
con verdadero dolor, y él lloraba también de agradecimiento sin que ana lágrimas traspasaran el dintel de sus njos,
A hi hora de irlos á enterrar, se apoderó de su corazón
la imis terrible de IUB amarguras.
— Estoy vivo, — quería decir,— pero todo esfuerzo era
inútil.
Cerraron la caja y condujeron los cuerpos al cementerio.
Allí abrieron una fosa sumamente profunda.
— Ahonda, ahonda,—decía un sepulturero al otro,—qne
cuando viene agua se lleva la tierra y se quedan la» cajas
á descubierto, y cada vez qne -loan oía eata palabra de:
<Lahini(hi ». hubiera querido responder al sepulturero:
^ ¿ i j u é vas á hacer? (, Pretendes dejarme para siempre
en el seno de la tierra"? ¿No ves que eatoy vivo?
(Itra aeTisaoion de dolor le eaperuba aún.
Carolina llegii á aquel aitio y con loa ojos liínehadoa por
el llanto pidii'i (pie le dejaran abrazar nn cuerpo cuyo coraz(m era parte del auyo.
No hubo luáa remedio que concsdóraelo, y Juan se vio
abrazado muerto por quien no habia querido abrazarle
cuando estaba en vida.
Ambas cajas fueron ecliadaa en la fosa. Luego las cubrieron de tieira.
íluan oyi'i bien claro los primeros golpes de los pieones;
luego, menos
luego menos
y luego nada.
No habla perdido la f e , al contrario, era la i'mica que le
conser^'aba aquel átonm de vida ; pero al verse en aquel
sitio y esperando que en breve dejaría de pensar, quiso hacer nn esfuerzo supremo y vio qne le era posible. Lleni> de
TLUSTF^ACION:
ESPAÑOLA
Y
AwEfí^icAKA.
esperanza, abrió con fuerza los brazos y no toci'ilas paredes
de la caja.
Siguió palpando el fondo de la niisma y sintió que se
agrandaba. Llevúao las luanoa á los ojos como si quisiese
ver algo, pero la oscuridad no le penidtia; tocó au cuerpo,
y en vez (le ballartie vestido, BC bailó casi desnudo: procura levantarse y lo logra; empieza á andar por una especie
de bóveda, encuentra un cerrojo, lo abre, penetra la luz
del sol, y Juan cae sin sentidos ante el cuadro de la Virgen
quo habia visto poco antea.
Estaba en su primera habitación; todo había sido un
sueño, un terrible y beneficioso sueño producido por el
vino y prolongado por la buena de Berta que durante dos
días no había querido despertarle.
Desde aquel momento .luán fué otro hombre. Su vecino
le recibió con el cariño de un padre, y él correspondió con
el afecto de nn hijo.
Carolina, hermosa como aiempre, obtuvo de sus padres
máa de lo que deseaba, y los tie J u a n se volvieron al pueblo y arrepeniidos de no haber sitio los primeros en formar
la educación del único hijo que Dios les hahia otorgado,
dieron gi-aciaa de todo corazón á la Providencia por haber
hecho sus veces. La nsociacion de la }gua!iku! continuó
proS[ierando en Madrid á costa siempre de loa ingenuos,
en provecho de los máa astutos envídiosoa y en detrimento
y ruina de toda la nación. Piíro este maléfico árbol no pudo extender sus raicea hasta el dichoao pueblo de I x . que
hoy todavía, al baldarle de tan belhia sofismas, exclama:
— SiunoB demasiado felices para quererlo ser más. ETI
cnanto al suefio llorado qne nos ofrecéis no lo deseamos,
pues más qne un sueño de ITO es un suerio de (huliUt.
Un Año después, y cuando Carolina vestida de blanco
daba au mano de eaposa al qne ya quería todo el pueblo
como á su hermano, preguntó D. Juan al novio :
— ¿Sigues todavía en hv idea de que se realice tu fluefío
florado ?
—Señor,— le respondió, — la vida es nn sueño, pero ahora fundo el mió en bases nniclio nnís sólidas.
'^" miramlo con cierto aire de dulce reconvención á sus
padres y abriiznndo tier[iamente á Carolina, exclamó:
— E) cariñrt de uiís padres, el amor de mi esposa y la
educación de mis hijos. Hé aquí mi nucTin dm-ndo.
JOSIÍ C. ÜKUNA.
H»*-
PÁGINAS DE IIN LIBRO IHEDITO.
f H B E Z DE OLIVA ( B;L MAESTRO
FEUNAN).
Vamos á exponer brevemente cuantas noticias biogrúficas y bibli(ígráiicaa hemoa podido adquirir relativas al inBÍgne humanista, cuyo nombre encabeza estas líneas, catedrático que fué de filosofía moral en la Universidad de Salamanca, y rector de aquellas aulas famosísimas.
El maestro Fernán Pérez de Oliva, vastago de una de laa
más nobles familias cordobesas, nació en la ciu.lud <le loa
Abderrhamanes, por los años de 14Ü-Í. Su padre Fenian
Pérez de Oliva, escritor docto, autor de una obra geográfica
inédita titulada fmá/jen del Mviidn ( 1 ) , procuró darle una
carnerada educación literaria. De ana estudios nos da cuenta en el liazfmamiento qvf, hizo en Salamanra el día de la
lÍ£Íon de oposición de !(i cátedra de jjMlompliia moral: «Yo,
aeñorcB, desde mi niñez he sido aiempre ocupa<lo en letraa
con luuy buenas provisiones y aparejo de segirirlas. Y primero oi la Gramática de bnenoe preceptores que me la enseñaron ; después vine á eata Universidad de Salamanca, y
oi tres años artes liberales con el fnicto que innclios aquí
saben. Y de aquí fui á Alcalá, donde oí nn año en tiempo
que habia excelentes preceptores y grande ejercicio. De ahí,
creBciéndome el amor de las letras con el gusto de ellas, fui
á París, do estuve entonces doa años oyendo. Y si era bien
estimado entonces, algunos lo saben de los que me oyen.
De París fui a Roma, á un tio que tuve con el Papa León, y
estuve tres años en ella, siguiendo ejercicio de piíilosopiíia
y letras humanas, y otraa díseiplinaa que allí se ejercitaban en el estudio público <]ue entonces florecía más en liorna que en otra parte de Italia. Muerto mi tio, el l'apa León
me recibió en su lugar y me dio sus beneficios, y estaba tan
bien coloc-adn que cualquier cosa que yo con modestia pudiera querer, la podía esperar. Pero porque me parecia que
sería aquella vida ocasión <le d e j a r l a s letras que yo más
amaba, me volví á París, do leí tres años diversas liciones,
y entre ellas las Küran de Ariniáfeles y otraa muchas ]iartea
de su disciplina y HIC otros anthores graves y excelentes,
de tal manera que el Papa Adriano, siettdo informado de
eatoR mis ejercicios, me proveyó, estando yo en Paríe, de
cien ducados de pensión, con propósito, según decía, de loa
conmutar en otra merceil de máa calidad. Mas él murió y
yo vine á España sei.'í años liá, poco más, y los quatro de
ellos he estado en esta Univeraidad, aiempre en ejerc cíos de
letras. Aasi que, pues me conceden que no carezco de ingenio y como han , señorea, oído, to<la la vida he pasado en
los máa nobles estudios del mundo, aiempre atentísimo á
mis estudios y ejercicios de ellos, por fuerza es que haya
hecho fructo, puea trabajando y perseverando con ingenio,
se alcanzan las letras, Y si no es así yo querría que alguno
me dijese ile qni' otra manera se suelen alcanzar. ¿Mas qué
es menester persuadir por razones lo qtie por experiencia he
mostrado? Vuestras mercedes han visto si sé hablar en Romance, que no estimo yo por pequeña parte en el que h a d e
(1) Ambrosio de Morales, Antigüedadex de España, fól. fi.
Nicolás Antonio, BiHwfhera hin'jiíiaa mira, tomo l , fól. 3S7.
N." IX
hacer en el pni'bln friicio con sus disc¡plitias,ytanibien si se
hablar Latin para las escuelas, do las seieiiciaB se discuten.
De lo que supe en Dialéctica muchoa son testigos. En Mathemáticas toílos mis contrarios porfían que sé mucht^ asi
como en Geometría, Cosmograpbia, Arquitectura y Perspectiva, qne en aquesta l'niversidad he leído. También he
mostrado aqui el largo estudio que yo tuve en Philoaophía
natural, assí leyendo parte della, cuales son los libros de
Gencrat¿''/iii: y de Artiiud, como philosopbando cosas muy
nue\-as y de grandísima dificultad, cuales han sido los tratados que yo he dado á mis ovcntcs escritos de íipere ¡niellecius, de Inmine et specie^ de niai/tiete y otros do hien se
puede haber eonoscido qué noticia tengo de la Pliiloaophia
natural. Pues de Theología no digo más sino que vuestras
mercedes me han visto en disputas públicas unas veces resillo nder y otras argiíir en diversas materias y difieiles, y
por allí me pueden juzgar, pues por loe hechos públicoa se
conoscen las personas y no por las liablillaB de los rincones.
Alleníle desto, señores, he leido mnclnja dios de loa cuatro
libroa de sentencias, siempre con grande auditorio, y si se
perdieron los oyentes que me han oido, vuestras mercedes
lo saben. Pero porque nuestra contienda ea sobre la lición
de la Pliilosophíamoral de Aristóteles, diré de ella en especial. Vuestras merceiles saben cuántos liem|ioB han pasado
que en cáthedra ningún lector tnv<i auditorio síuo sólo
Maestro Gonzalo, do bien se ha mostrado que es eosa de
gran dificultad leer bien la doctrina de Aristótelew en lo
moral, que no lo puede hacer sino hombre de muchas partes y de especial suficiencia. Y también vuestras mercedcB
saheu qne no hay lición nnia impropia para leer extraordintiria qne la philosophia moral de Aristóteles, como quiera
quo no la reputen connmmento necesaria para los intentos
que loa estudiantes tienen. Pues si yo lie leído muchas veces eata lición extraordinaria, y no con mcnoa oyentes que
el Maestro Gonzalo tuvo, cuando tenia máB, verosímil cosa
es que para esta lición tengo yo la suficiencia que ea menester. Asi que en eete paso yo no alego mis ejercicios en
tan diversas disciplinas ni la experiencia (pie <le ellas he
dado, para qne por conjeturas vuestras mercedes sepan lo
que podría hacer en esta cáthedra, mas alego experimentos
que ya de mí he dado en lo que ella está fundada
Alegaré que leyendo á AristótelcR henchía el auditorio y le hacia
cada día crecer más así en tbeólogoa como de otras personas graves y doctas y generoBoa principales
Hasta aquí
he dicho, señores, de la doctrina y lengua que eran dos
partes para esla lición necesarias; agora iliré en breve de l a
experiencia que ea la tercera. Yo, señores, anduve fuera de
mi tierra por los mayores eatudiosdel mnn<lo y por las mayores cortes. Los estudios fueron Salamanca, Alcalá, Rom a , París; y las cortes la del P a p a , donde estuve muchos
diaB, y la de España y la de Francia, y andttve do propósito
á ver toda la ItaUa, y no cierto á mirar los dijes, sino l't
considerar las costumbres y las industrias y las disciplinas.
Y BÍ sé hacer relación de todo esto, bien lo saben los que
conmigo comunican. Mar, tien-a y cortes y estudios y muy
diversos estadofi he conocido y inezcládome con ellos, y
hallo en mí cuenta bien averiguada que fuera de España
anduve para esto tres mil leguas de caminos, Ins cuales creo
yo que son má» á propósito de tener experiencia que no tres
mil canas nacidas en casa. Y esta experiencia que con los
ojos he ganado, la he ayudado siempre con lición de historia'lijres, ponpie ninguno hay de los aprobados antiguos
que no haya leitlo. Asi, aunque dicen que soy hombre mancelm, con diligencia he anticipado la edad. Otra parte habia para el propósito de esta lición que era, como «lije, el
uso de la virtud; pero desta no me es lícito decir nada ni
áun qoerria, porque en tal caso el vituperio sería impertinente y el alabanza gran vanidad : pero dejando esto y acabando aquí lo que de mi peraona habia de decir perteneciente á la suficiencia que es menester para esta cátedra,
quiero agora responder a l o que por obscurecerla suelen decir algunos, los cuales cnanto yo he sido oBtndioso en saber
y en declararme, tanto ellos han sido diligentes en buBcar
calumnias contra mi
Unos dicen que soy gramático, otro»
qne soy rethórico, y otroa qne soy geómetra, y otros que
aoy astrólogo, y uno dijo en un conciliábulo que me bahif»
hallado otra tacha más, que sabia arquitectura. Yo, respondiendo á eato, cuanto li lo primero digo, peñr>rea, quo entre
los houdíres BabioB con quien yo he conversado, nunca vi
qne á nadie vituperasen de docto aino do ignorante. Yo
nunca oí qne con decir «no sé», quieran los hombres hacerBc opinión de sabios. Yo digo, en verdad, a vuestras mercedes que aé todo cnanto ellos dicen, y que antes ea argumento qne yo había de tomar para defenderme, porque sí en B ^ '
tórica y Matemáticas que TIO OÍ á preceptor ni lei en escuelas sino raras veces, como todos han visto, los qne me han
siempre conversado, dicen qne m- tanto, ¿ qué no sabré cu
laa otras disciplinas qne tantos años he ejercitado en eacueUB? NO saben cierto estoa hombres lo qne inventan, y q"^'
riéndome oprimir me ensalzan. Mas pregimto á vuestras
mercedes; Aristóteles que escribió eatoa libros que habemus
de leer de philosophia moral, ¿ sabía Retórica ? Si, puea q"*'
la escribii'i, y de au eseelencia en saVicrla «e maravilhi Marco
Tulio, ¿Suliia Mathemáticas? Si sabía, puea están sus idirflfl
Síimhradas de excelentes primores dellas. Luego yo en saber
para exponer á Arisfi'>te]es lo que él sabía para escribir, u»
N." IX
LA
TLUSTRACIOH
JpSPAÑOLA Y
inn
AMERICANA.
perderé nada, piicp nn jmoili^ ser mus ronvetiifTitc cxpnaitor »limpiopor diversas conchisioncs; y cuanto á la conversa- conocemos laa iniciales, bizo u n a cnriosa edición «rreglada
que t'l Kpniejantc fil autov. Ciiiintn más qiiG laa tJisciplinfts »ciou con los hombres está muy extensaincnte declarada la á la ]irini¡liva, Lle^-a el siguiente titulo: i>.Los Oln-o» del
no Be impiden utiAs a otrnFi antes ae ayudan como bien pa- apolítica y Gconi'imíca, de manera que todoa somos en muy -»Mae.strt> Fernán Pertz de Olira, natural de Oirduba, Kccfor
rece, mirando todos los eabioe antiguos, cuan imiversales «grande cargo al autor que primero la escribió en latin, y á j>de la (Tnií^erxidíul deSakini/mcn y rnthejlrático de Tlieohgia
lueroii,)) El liif^ar es prolijo, pero muy aporttmo para ma- "oFrancisco Cervantes de Salazar, puca como hombre muy ven ella, y juntamente quince discursos sobre diversas inalufestur la iriinnnsa iTiuücinn que eu tun jicicos ¡tfins Biyni »h'ido y amador de su nación la comunicó á loa suyos, uterias, compuestos por su sobrino el célebre Ambrosio de
acandular e] MaiiKtm Oliva. Fiu; su ojuihiitur en la cátedra iiexpreaando cada cosa muy enteramente, guardando como nMoralea, cronista del Católico rey D. Felipe IT, la Derisa
(le nliiKof¡a moral un fray Almiso f|ne buida siilo BU miieatro nfiíd intérprete la sentencia y palabras de Luis Vives donde Dque hizo para el Rr. 1_). Juan de Austria, la Tabla de Ceben,
de li'i^iea : pero fueron tan brillantes IOH ejercicios de Fer- )'sí,io menester, y como muy ejercitado paraphraste, aña- «qne trasladó de griego en castellano, con el argumento y
nán i'ercz que el voto unánime de loB jueces le confirió adiendo de nuevo al propósito de cada cosa lo necesario, «declaración i¡ue hizo della y un discurso del L¡cencia<lo
•iqnclla cátedra que, como dice el mismo Oliva, «hacía mu- »todo muy conforme y dependiente. En la impresión se tuvo uPedrode Valles sobre el temor de la mueri.e y deseos de
cboa anos que por provihioneH apasionadas estaba cecnreci- »niiramientn que lo que ea de Luis Vives se pone de letra Tila vida y representación de la gloria del cielo. Dirigidas al
da y qnasi enterrada», habiendo sido iníJtituida como fuen- »algo nías crecida y Ío añadido va de letra y renglones algo sllustriaimo Señor el Cardenal de Toledo, D. G-aspar de Quíte de virtiidea, adonde todos vinieaon á aprenderlaa y smenores, porque de otra manera fuera casi imposible co- sroga. Dalos á luK en esta segunda edición 1>. A. V. C. Con
tomar luz de idlas. (Í FU^'' el maestro Oliva, dice su sobrino •imocer la <liferencia de lo uno á lo otro, tanta es la aimilítud «licencia del Consejo. En Madrid, en la imprenta de Benito
Ambrosio do Morales, lionibre gravisimo y de singular au- «de lo nuevo con lo viejo, tan sutil y <lclicada la contextura «Cano. Año de 1787.» 2 tomos en 8." con un prólogo del
toridad, imiy celebrado y reverenciado de todos los que le i>de lo q u a l j i i s Vives escribió y dolo que sobre el afiadió editor. Ambas ediciones contienen un lema latino de Amconocieron, y por ella mereció primero ser, en 1524, rector «Francisco Cervantes de Sabwar. Ksta obra, como todas las ! brosio de Morales : líincprincipium, huc refer erííum. j ; IHS.
de la Univermdad de Salamanca, cargo que no ae da sino í)dcmaa, BO publica para gloria de nuestro señor y general ^i fe Principium, tibi deitinet, Dulce mihi mliil enfifípre^cor ai
^ nijoa de seaores, y después poco luitors que muriese esta- «provecho de la ebristiaua república. Imprímíaae en esta iioraen Je»u iltdce alisU, cum nH Imc fine dulce nihil. Dedicaña Kf.'fialado, como es notoriu, para ser maestro del rey «casado Alcalá, á IH de dimío, afio de nuestra salvación toria. «Al Ibiatrísimo y Keverendísimo Señor el Cardenal
»D. Gaspar de Quiroga. arzobispo de Toledo, Primadíi de
niiestrii Nefior, que entonces era nifio.« Á deshora vino li cor- llde MDXLVI.»
tar tantas esperanKas eu arrebatada nnierí.e, acaecida en
De las obras de Francisco Cervantes de Salazar hizo una Jilas K.Hparias, ChancÜlor mayor do ('astilla,InqnÍRÍdor ge1-J.n, á la temprana ndiid de treinta y nueve afit)s. Nicfylás bellísima edición, en MTl, P . Antonio de Sancha (1). I*re- «neral en tedos los reinos y señoríos del Rey nuestro Señor y
Antonio, en eu Blhliothpca nom (tomo i, p i g . 387, oolum- cédela una doctísima advertencia srdire esta nueva ini- de sil consejo de » t a d o , Andu'osio de Morales, Coronísla
naHegniida), cierra así el elogio de nucKtro autor: «.Vir preaion , eserita por D. Francisco Cerda y Rico, que ílustni d(d Rey nuestro &jñor, iiesando [mmildemente sus Ilustri/ « ' í mmvio hco ae preíio hihilvíi ^ tjuibmcvm
rersnhafur, con notaa de escogida y peregrina enidicion el Di*ilugo df. aimos manos, le ofrece las ubras del maestro Oliva, au tío.
"'"'•Mna, ¡irnilflnfui: cA fjrnviUitix iiomim: 'jua rirluiítm rmn- la tlíffmdad del hombre y e] Api'dngn (fe lu (iriosUia/i y el IX' Córdova y Marzo de 1582.«
Al lector. Advertencia de Ambrosio de Morales.
^""xhdanepronmi/iit
tlidtar PhiÜpo / / , innc in mcrinpa- iraiKiJo. Añadii'> el texto latino de la Introducción y camino
Tituli, quilus Maffisfev Fernandinm Oliva Corduvetutin,
ff-rinK cnnxlituto Hüeyariim riuvinler f/eili»nr¡, mt>¡:i tamenpara la mhiditriit, conforme en un todo con la edición
^^'mmf(,rtmuv. ahntjilf, viinoirm (ul/nic qiinih-iujniayio fum de 1544, corregida y alimentada por e! mismo Luía Vives Gimnasia Salmaniicenaia Ac.adenwe dintinxii et insiifnií'it,
Juhen^ e rita dfcc^lfí-e.y
y hecha en Brujas, ciudad de Flándes, y no en Burgos, cum Rectoril/us Academúepnruget. Armo Dúmiaí, I52Í*.
Diálogo entre el cardenal .luán Maitinez Üi^liceo, la AritliI-oa híjroB del maestro Oliva queda-on inéditos al tiempo como erradamente pensaron el raiamo Cerda y otros bi*^c BU miierte. El ctdebre cronista Ambrosio do Morales, bliófilos. Al pié de las páginas anotó puntualmente loa va- mética y la Fama, OBcrito en p,alabraB que son d la vez cas'^tihvino de Fernán PfreK, recogió sus obras y las dispuso riantes que ofrece el te.-tto do esta edición cotejada con las tellanas y latinas. Lo compuso y publicó el maestro Oliva
para la impresión qi.o se I1Í7.0 en 1585, Pero ya treinta y demás que ae han hecho do este precioso tratado, y eape- en Paris, siendo discípulo del cardenal Sílices, al frente del
f^-if' míos ¡hites babia hecbo sudar las prensan c<nnplnteDsefi cinlmente con la de Basilea, 15G5, que contiene todas las Trata/hi de Aritméfim de este último (Paria, 1518). A su
imitación escribió Ambrosio de Morales una carta dD.-Iuan
''I laníDso Diálogo <h> la dignidad del hombre, encabezan- obras del íili'isol'o valenciano.
do la preciosa colección de obras propias y ajenas que,
Antea <le 154G corrían imjiresas des traducciones de pie- de Austria « amonestándole á toda grandeza y animándide
dedicadas ú D. ITernando Cortés, Manpiés del Valle, des- zas dramáticaa griegas y latinas, hechas por el maestro lien sus estudios del Latín y suplicando á nuestro Señor por
cuhndor y conquistador de Nueva España, dio á la estam- Fernán Pérez de Oliva. Ea tal la rareza de estas primeras n el buen suceso dellos. » La inserta á continuación del diápa el joven toledano Francisco Cervantes Salazar. Salieron ediciones, que se han ocultado A la diligencia de todos nnes- kigo de su tío.
'"^ Con el siguiente título: Obran que, Fcaficiii<'» Ct^'t'án^•^ "1^ Huhizar ¡III ticfhi', (ilostiiín y iraihirirki. « La primera
es un Diálnfjú t/e la ílUpiiilad i¡f! fmmhrfi, donde por ma*nera de dÍKpnta so trata do las grandezas y maravillas que
niy en el hombre, y por el contrario de RUS trabajos y mi"fterias, comenzado por el maestro Oliva y acabado pur
* í rancisco Cervantes de Salnzar. La segunda es el Aiióhign
fc la (if/f,ii//!f)f¡ y fj tr'ilm'io, inlitulndo I^nhri':/'/ Portamhi.
'^"lule BU fi-jit;^ i.(m maravilloso ostiln de los gran<les males
*de \n, ociosidad, y pi>r el contrario, de los provechos y bienes del trabajo, •eompuesta por el protonotario Luis Mexia,
Rlesado y moralizaíío por Francisco Cervantes de Salazar,
'^11 tercera ea la Introducción y camino para ia mhifhíria,
'Hunde So declara qué cosa sea, y se ponen grandes avisos
pfifa la vida humana, compuesta en latín por el excelente
^'firon Luis Vives, vuelta en castellano con muchas adicio^•^8 qiie al propósito hacia, por Francisco Cervantes tic Sa»]azari.; 1 timto en i.** Pro':ede al IIÍIUOÍÍO un discui'so de
And)roBÍr> do Morales sobre la lengua castellana, reproducido con adiciones y variantes al frente de laB obras de su
'" (edición de 1585). Sirve do introducción al apólogo
^^ la ociosidad y el trabajo un erudito prefacio del raaes^ Alejo de Vünegas, refundido y acrecentado en 15Ó2
P'^J'aqiiepn-cefhcra ú la «moral y muy graciosan Ui'fi<¡ria del
''*mo, compuesta por León ííaptista Allk'rto Floreuiin,y
•"asliitlftiía al castellano por AiiguBtin do Abnazan (Alcalá
*•« Henares, 15,03.—Madrid, 159ft). Ai fin <lel Apóluy, se
e: «A gloria y alabanza de Dios Todopoderoso y de la
' '^'''•"•tisima Virgen Santa María , Señora Nuestra, ae acaba
pi'esfüíte obra intitulada AjMlnija líe la onnuifin/! y el
"^J", niaravilhisamente compuesto enalto estilo y graoartilieii). KI^ ,]pa pri)riinda imaginación para <loctrina,
provecho y giiKto del lector, ilonde liallará grandcR secre1 ii'Si de bistiirias sagradas como profanas }• iicciones
''ticas, mucha erudición de varias ciencias y coSas ge •
ales muy declaradas en philoaophía natural, documens muy excelentcBen la ethíea, moral, politieay todo gé, " ^^^ gobernación, todu muy sabiamente aiií>tado y <le11 ''^ P"*"* Francisco Cervúcites de Salnjíar. Itiiprimíase en
ala de Henares, en casa de J u a n de lirocar, en el año
lUeKtra salvaciiui de I54li años, en el mes de Mayo.»
i'ilf '*^
'"^ //jíjTjf/uri?/'/?i y camino para la nahiduría^
í"ta obra contenida en el tomo, ae halla una nota del
l e í '^'*"^' ' ' " ^ ^ '^'^ Broear, que no merece ser omitida. «Al
>•: «Van en eate volumen, christiano lector, tres trataj
'
cuales el presente, que se intitula Introducción
IroH bibliógrafos antiguos y modernos, i!^abcmos positivamente BU existencia por el testimonio irrecusable de Antoiiiri de Morales, en su Dixt-urs^o nohre la lentjna ca^telkiiia.
«Para esto se ejercitó pritneni en trasladar en castellano
algunas tragedias y comedias griegas y latinas, lan t¡uale»
(iTulan ya dnximpi'eaai'.v Bn antiguos índices de la Biblioteca
íTacional se cita La V^(/afí,':a da Agamenón ( q u e ea la
Elri'tra de Sófocles) impresa en Ssvüla, 1541, en 4.**; pero
en tiempo de Cerdú y Rici) liabia ya desaparecido. Quizá
sea la oirá El A riiitrion df Plauio, que tradujo Fernán Pérez
durante sn residencia en (d extranjero, dedicándola ú su
sobrino Agustín de Oliva, Por su escaso volumen se hubieran perdido los escñtoa del Maestro Oliva, impresos antes
de 1585, si au sobrino Antonio cíe MoralcR no loe bubieae
reunido con el mayor esmero y diligencia en colección preciosa que dedicó al cardenal D. (raspar de Quiroga, arzobispo de Toledo. Se comenzó la impresión de estas obras
en Salamanca y a'^ acabó en Ci'irdi>ha por G-ftbriel liamos
üejarano, tiriuidose sólo mil quinientos ejemplares,
JCdicion principe. Obras del Ttuiesti-n Fernán Tere.-: de Oliva, con alifuMis de j{mljro>tiri de Moraleii, sohrino svyo. Eo
Ci'irdoba, 158G. (Otros ejemplares dicen, eu Salamanca,
15ÍÍ5.) Oilnfon. «Acabóse de imprimir este libro en la muy
«noble ciudad de Córdoba, en casado Gabriel Ramos Beja«rano, impresor de libros, á costa de Francisco Iloberto,
TniKírcader de libros. Kn el mes de Diciembre del año de
ftMin-XXXv. Sígnese esta advertencia; Al lector, Ciabriel P a smos Bejarano. Este libro se comenzó á imprimir en Sala«manca y después fnénocesjario passarloáCórdova, habiénndose impreso allá no más que hasta el argumento del Diúl-o-flffo de la dignidad del linmhre., en cuatro pli egos. Todo lo
i>demas se acabó en Córdova. Mas porque en Salamanca no
sseimprimieroninasdc qiiinientfje, se imprimieron otros mil
»enteros en Córdova. Por esto tendrán unos libros diferentes
sprincipios de otros, y podriasse pensar que fnesseii dos iin«preaBÍones y no es sino l<ido una ndsma, como por lo dicho
use entienden 4.'', SS.'i folios. El privilegio está dado á 19 de
Junio de. I5fi4. Estas obroa, dechado de la pureza, majestad y energía de la lengua castellana, apta como ninguna
para tratar con dignidad y alteza las materias filosóficas,
sufrieron, no sabemos por (pié, las mutílacionoB inquisitoriales, como fácilmente verá (¡nien examine con detención
los anriguoa índices Expurgatorios del Santo (Ificio. T^stíj,
unido á l.-i escasez de ejemplares impreaos, bizo muy raras
laa obrna del maestro Oliva, liaata que á fines del siglo pasado 86 levantó la prohibición, y un bibliófilo, de quien sólo
MA,ncELiNO MKSENDRZ Y PEI.AYO.
(Se coti-tinwará.') •
UNA ESPADA POPULAE.
MRHORIAS aOBRK POS .TltAN DE ArSTF.tA.
(Oantiniia'ioii.^
A las turbaciones de Sicilia sucedieron otras más graves
en Ñapóles, empujadas por la intriga do Francia y Roma.
Deade las dos de la tarde del domingo 7 de Julio de 1047,
turbas desarrapadas de nuijerzuelas y nnicliaebos de varia
edad se aiTeniolínaron en turno al palac¡r> de D. Roilrigo
Ponee de León, duque de Arcus y virey de aquel reino
por el monarca de Es]>afia, Al principio no gritaban inúa
qne «/ Viva Dios, rivn el Rey y muera el mal yohieaudyt y como el pretexto del comenzado motín no era otro que el triliuto impuesto sobre laa frutas, cuando el Virey se asomó á
tmo de los balcones de palacio ú indagar las cauaaa del alborot-o, prorntnpió la plebe en voces de «¡Señj-'r, xeñnr, Tr,iítcricordia, nmericordia! ¡Quilennn V. E. enfa f/nbda.'j' El Virey
ofreció quitársela, pero la oleada de li>miiflie(himbre era cada vez mayor; había comenzado en algunas partes sus venganzas con indómita furia, y cuando ae presentí'j en las calles
el mismo Duque de Arcos á calmar en persona la Redición,
tuvo que ampararse de prisa á un convento inmediato, desde donde por puerta secreta se trasportó en silla de manos
á encen'arse en Castil-Kovo, Púsose al frente de la revuelta
Tomáa Aniello de Amalfi, conocido con el nond>re vulgar
de Másamelo, y como éste por intercesión del cardenal Filomarino, arzol^ispi» de Nápolca, finnase con el Virey ciertas capitulaciones de paz en 13 de Julio, apoderóse de él el
pueblo, matándolo á sus manoa, y eligiendo por jefe á don
Francisco Toralto di Aragona, príncipe de Maesa, con ohjetn de asaltar aquella fortaleza. Aceptó el príneii>e napolitano, con intento de buscar avenencia nois stjlidn enti'e la
plebe y el Virey ; pero aquélla, atizada por mil extrañas iofluencias, también vengó con su muerte su infidelidail á ia
rebehon, eu tanto qne recibía con grande aplauso y aun acuñaba moneda en aii obsequio, al Duque de Guisa, Enrique II
de Lorena ElÍHcuf, que vino expresamente de Roma para
dirigir el tumultíj. Entretanto que esto Biicedia en llalla, llegada á Madrid la noticia, BO lluctuaba entre ]uíl opueatas
opÍni<mes acerca de la manera cfuiio se ocurriría á tan arriesgado suceso, cuando llegó carta de Ñapóles en qne se
decía terminantemente: «Si S. M, no envía armada real y
»con la autoridad del Sr. D. .Juan de Aastria á ajuatar al
a)nmoj)ar„ la mhiduria, compiisulo on latín el exce«pueblo con la nobleza, están loe cahalleroR de manera
j j *^ •^'aron, dechado de toda virtud, criulieíon y bondad,
(1) Obras que Franeiaco Gervántí's de Salaaar ha hecho, «que. liabíendo perdido sna haciendas, desesperados se darán
jrloRSfKiii
y
traducido.
li/iih^o
lic
lii
/¡i^nidnd'id
lumhrc,
j-'or
i,p " Liiiiovico Vives. Tradncii'do después y adieiomdo
el M. Oliva y pnr CerTátites. A¡i'\li>¡)i> Á? la cñoíiidad y d trit-nal francos, al turco ó al diablo," Entre los Djnsejr.sde EsHe ^''^'^'^'^ CVrvi'uitcs de Rahizar. Ksía olira es toda de sen- hijo, intitiilndo Lnhriric Portinuhi, p i r Luis Mo3:l.^, glossarlo tado é Italia había grandes diferencias, porque aquél que*Cii ^^-^^ ^ "^üncluaíones, llenas de verdad que nos abren el por F. Cervúntes. Jntrt'dvccíi-n- y camino partí (a mhiilH- ría se nombrase virey nuevo y éste no. No estaban más
''Cal "^'^ '^'^ ^* sabiduría, eu lo que toca particularmente ú Ha, compuesta en latin como va ahora por Juan Luis Vives, acordes entre sí los mismos «insejeros de Estado, y ae
Yuelta en castellano eon muchas adicionei por el mismo
»ant"^ '"^" ^ " BíiB costumbres, donde toda la Étinca de los Cervantes. Con liccnciíi. Kn Madrid. i>nr 1). Antonio de San- perdía el tiempo en dÍBCUtir quién sería más idóneo para el
'ííuos y la Tíicnlogia cbrístíana se liallaráTi sacadas en cha, MDCCI.XXII.
CERTAMEÍs' ARTÍSTICO DE «LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA».
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B U R G O S . — LA FERIA DE LAS CKIADAS KN EL PUEBLO DE VILLAP.GUEA, COmposícioii J- diblíjo d e D . Isíclro G í ! . — { C í i a r t o
accésit.)
K° IX
LA
ILUSTÍIACIOK
J^SPAÑOLA
Y
157
y\.MERICAKA.
que iridnjcron a peoruB Hospecliai*. Vivía
en N;Ípf>le» con alto trédiln y ;ícneral veneración Juné de llilíera, jiinter insifínr,
conucidij culi el subre 1101 ubre del EnjHU'ít.lelo. Di pnelilo lo conjparsba con (.Jiiiiio
lieiii, pero lo atiialia nnis cjue ú Guido , y
en ijii estudio se odoctriiialia en el divino
art'j una iiunioroüa juA'entud, que scnUa
el ddble íwtítiiulo del entusiasmo y d é l a
jíloria, Cuandii Rurgieron las revueltas de
Ma«anielo, tudoB km dineípnli's de liivcra
abraüaron la cansa que nqHesentatuí la
fTimneipaeion do los dolores ()e la patria,
y aiüKjiie el Ef/Kfñol^lo era máa bien conceptuailo italiano que espaB()l,¿I perinaneció (iel á la tradición y á I4 lealtad debida íi Espafia. Después del triunfe, el
auKU' (pie t(idi)s le profcüabau, la popularidad (]ue dubia al inéritn de sus <ibras, y
sus altas prundas de carácter, ie llevaron
á presenciado D. Juati de Austria, el cual,
ulfí» aficionado á la pintura, ofrccié visitar
MU estiiilio. I Aciaga ji^aUínleria! Kn él conoció (d bantardu ¡i las diis bijas del pintor, Anniea y María ISlauca, y concibiendo
por ésta una ardiente jiasiien. que fáeillueiit^trastiiitió á la ¡jiexperLa jiJvcn eoncl
¡iiHuju que daban al amante BU juventud,
el triunfo reciente, la cuna do donde provenía y el esplemlordo que se bailaba rodeadd, llevó su audacia basta arrebatarla
eruebucnte del palernn bof^ar. AfíudÍBÍuto
fué id dolor dol l^njniüalelt), que desesperado buyo de Ñapóles, para no dejar á la
posteridad en sn desesperación la huella
de su último suspiro, y el pueblo núró con
encono á aquel que pagaba con tanta impiedad la deuda del af^radeeiiiiiento, Pero no sólo con este a<;to cansú el enojo del
Ouide de Uñate y de los domas gravee niiniscroB que le asistían: iiuipiíiadameiite
llegó á manos du éntos una correspondencia clandestina, por medio de la cual se
CasL'IÜDilrii^r,, ('j L,] (1^ Muiilvi'n'V. Al c;il>ii
ií« iiimnlú it I), .[iifui lii; AiisLdií <[itij si; liiiit'wj á ]ii ^x-la iiái'ia NJÍJUIIUH, y di; llniíi.-i
a^! tiiaiuli'i Y¡ii¡i.'!ii; ¡i la iiiiania ciudad el
Pííi'L'ííio Cutulcdu Uñiilx!, O. ifíi-ii Vulüü do
tiuevara, t:l iiiozn , iKiiidiru dy iiindiiro
aeiío y oxperlo uit ardu.is iriatcrias de politiL-a y di! I']st;idi>. Lirpfos cviui (ÍBIOH ¡in>c^cdimientoH, y el jieii^ri> du Ni'ipaU's iimiineiitu ; niiiw [r.n- fortuna ijl liiitiiio dií liíS'
fevoltoKdH iii> c'Ktalhi IHÍJUMH dcsucorde.
ri'aiivia balda enviailo ú ílnÜ;; iriia aruiacla i.hrl'a vanfis du frncrra y 5 do fiic^"; pc"^ciiiiLyíríso Maüziiniiodu qiiu CJIIÍLKIHÜ du
Ciuisa su alsiUHü cíJiL lacunnia ilü ai[HL!l rul^0|diii únluii ix¡ aliiLÍrMiiLt; du 4111.1 mi le
•lyiiiliiHi.', Piir ii[i-a partí', la ]ik*li,i aiiuHiua>^'i «idialiidmdividLdawdni partidiiiÍDS \\A
l->ii(]ij(;do Oiii'atiH, Juan IlaiilisLa (JanLüii
í'e Orlcaiis, y purlidiirins dul Paiia, qiio á
iaKuzon ora IinnjutLciii X ; (luiéiu'H iirocliiJiialiaii Uiíy airi-iiicipüTuiiris du Baboya;
íiutéues i[iicriaii tina repúMiiTa al ojüinidi.)
de la do (Júuifva ú VciiL'cia. Eslu fiiú causa dt¡ -[lie al Ik'^^^iu- ¡í Ná]Kili'K la ariuada
^*^ 1*. Jiiaii, i;ii Ktiorij do ICiiH, citcojitraisi;
diviilidna y casi vn completa ciiciiLÍntad al
Duijiie dt! IJiñfiay al eaiidillo del piiublit
íjeinmrtí Aiine-aai, y auiiiiiiií destUiiyú al
DtUiiiij do AvcfíB cwi ct auxiliu del colRto"•íil, apiTBiin^íu ií venir ul Cifndc de Oñato,
^'»t 18i>.(i(Ki dLicadufl en nictálici.> ipie dií^tribiiyij al ejúrcito, y (xm piidcireH sidicientijH para JKKIUI-desplumar al eumpkUi
'(>a retiirsiis du su encr^;ia.
Ni'qmlcH fic rindió, después de una nrdientü hiulia en quo fpicdú prLBiííncrtj G1
^^><|iio de (Juina, y tauíliien á ü . Juan se
atribuyú el iiiírito de la victoria; pero
pi'eiitfj la<lcKlnwtní cutí actos que relajaron
^^ l>rill(j de >>n gratitud háeía los que pcrluanceicron leales, y cun otrau tentativas
IST,A DE CUIÍA.—rfil.RTO V LKriN', CrF.HUTJ.LTíüOR LEALES.
rt_:rJ-Í.-;> F ^ = ^ ^ ^ - - ^ ^ - ; - ^ j ^ ^ J ^ ^ ^ ^ ^ ^ g ' . -
l l A i í A N ' A . — A i : i i j UE LliVAN-IAR t í . libTAKLiAILTt: KfcAL líK i:i. rALiyi.h lUi íüAbt.L JJ, Y cuLOCACioW DÜ LA ESTATUA UEFÜLBTA EN ItMj'J.
138
LA
TLUSTI^ACION:
ESPAÑOLA
Y
entendía con los rübeklea al poder tic España, y por ella muy enendgo de U. J u a n , hí/o aígnnoB años después el slcomprendieron íjue trataba nada mÓTios que de ponerse al gULOUtC
SdKKTO.
frente do nna nnevíi conmoción, lialañíKli^ por las promce&% que so le liacian, de ser apoyndo por la Señoría de VcneAl enredo tdcailo de sj-r tTo-ndií en la ciiiin D. .Tiinii i'.e Austria por ul
Principo U, finltas-at Cárliw.
cia, Roma, las Altezna Scirt'nisinias de Floreticin y P.irma,
loH DuqiicK de M()dena y Mantua, la repiíblica ile tlénova,
La tramoya de ser D. Juan trocado
1A Scfioria de Liica, el principe soljerano de Haboya, el rey
Con Baltasar, y ser Borbon iufanlü,
de Purtiiífal. ia república do Holanda, el mismo eitiporndor
íjiiicre el bastai'do lleven adulante
y el rey de Francia: CB decir, todos los enemigos enmascaPor verse Rey de España Cdrruiado.
Confidentes aai^iten á PU lado
radoR ó descubiertos del poder de España. Oíiato escribió
Para que el pueblo crédulo levutite
¿ Madrid dando cuenta de lo que sueedia y aconsejaba
Handera con su VOK, quede él triuuraiiio
abrir ;'» aquel señor ujut comnn como uu jtlato.
Y el legítimo CLÍI'IOS despojado.
No quiso darse Felipe IV por entendido con su bastardo
Mas todiiH cuantos son al \{Qy leales,
de la dcslealtad de K»B penfiainientos; pero al momento
Cardenal, confesor, con gran juicio
Desprecian que tan falsa voz se esparza.
mandóle venir á la campaña de Cataluña que con éxito sosPorque D. .luán descubre en trueques tale-s
tenía el Marqués ilc Mortara, I>. FranciHco de Orof^en, con
Toda la pinta del materno olicio,
cuyo motivo se encontró en el sitio de liarcelono, Al frente
Por ser su enredo propio ile la farsa.
do esta plaza se mantuvo espectaníe y ein ilar p^randen prueEn estos asuntos perdia el licnqio y las campaFias, hasta
b a s d e valor, bien que tratando S6]Q de reconciliarse con su
pudre, cuyo enojo le llegó ¿ ser conocido, y tantas artca de que en la tercera, teniendo ya et^lragados los pueblos do
lÍBonja empleó para ello que.il cabo logvi'i triunfar de su Extremadura basta bacer que por todas partes se nninnurcHcntiiniento, en ocasión en qne Felipe lY fnvo de nnevn raBe que era menestn-jterder un reino para recobrar otro, sunocesiiiad <le sus nervieios, pfU' la autoridad del nombre qne frió nueva y más dnlorosa derrota, de la qne él miamf> sallevaba, (.inbernaba loa i'aises Bajos de Flándes el Arebidu- li<j fugitivo basta Arronchez, dcB<le donde satistixo su deaque Leopoldo (iníllcrmo, y, lleno de diversos achaques, pi- pecho con escribir contra los soldados eastellanoa al Rey
dió al Rey con repetidas instancias licencia para retirarse Felipe una enría de iiiEames vituperios, que causé) el efecto
en BU obtspaílo de Alemania de la política y la3 armas. contrario del que imaginaba, pues éste, viendo que era cosa
Creyendo ol Iley que D. -luau lo podria snplir en parto, punto menos que imposible meter en cintura á au bastardo,
mandóle ¡nmediatamente embarcarse en Barcelona en las quitóle de nuevo las armas y le recluyó á Consuegra, con
{.'.•lleras de (¡énova y tomar el derrotero de Italia, para ir ánimo de no iiaecr en él más cxperiineiitos.
por Milán á aquel fíobierno, donde á la sazou servian el
Ni aun con tales desaires de la fortuna escarmentó don
Principe de Ciindé, Enrique de Bnurbim, el de Li,!íTiy, y Juan. Desde que salió del ejército, tres cmpeñns tonuj soentre otros ilustres extranjeroa el líey de Inglaterra, Car- bre si con el tesón que era propio de BU carácter. Fl de (jblos I I , prófugo d e a u patria, durante el gobienio despótico tenor su residencia en Madrid, como la halda disfrutado el
do Cromwell. Al principio , dejándose cnnducir de loa con- Príncipe Filiberto de Saboya; que se le diese asiento en el
sejos del Marqués de Caracena, D. Luis Carrillo de Toledo, consejo de Estado y que se tratase de su casamiento. En
y do la experiencia del Principe de G m d é , atcansió D. Juan vano interpuso para esto íin con el Roy el influjo de las
el lauro del socorro de Valcncieunes, con bastante prestigio personas que máü pesaban en su aprecio, A todo prestó F i de su f.-iina ; pero pronto su arTOgancía le puso en hostili- lipc sordo oído, ajeno déla sorpresa que entre tanto D, -Tnan
dad abierta citn lo» que hablan de ser sus consejeros, y le preparaba ilesde Consuegra. En efecto : un la primavera
después de una campaña de tnny vario íxito ^ por no seguir de ISiJó, hallándose el líey en Aranjuez, recibió carta de
los acertados dictámenes de aquéllos, ni esperar la llegada su hijo pidiéndole licencia para llegar á besarle la niano y
de la artillería, sufrió la derrota de las líurias de Dunquer- presentarte un lienzo de su propia ingeniatura que se liabia
quc', acorralado y batido por el Mariscal de Francia Knriqnc atrevido á pintar. Condescendió Felipe á su ruego; ¿pero
de la Tour d' Auvcrgne, Vizconde de la Turenne. A aquel qué maravilla no le causarla el cuadro en cuestión, al verdescalabro sucedieron otros mayores en los extravíos jiive- se en él representado en figura de Saturno, bendiciendo la
iiÜeH á que constantemente se abandonaba. Así,pues, razmi unión matrimonial d e s ú s hijos y esposos Júpiter y Juno,
bay que conceder al cronista que acerca de cate espacio de en cuyos roarroa se conocían los retratos tie la infanta dotieuipo de su vida escribió: v:Fu¿t ia Bel-gia D. Jotvtnes ña Margarita y del mismo D. J u a n de Austria? Compreninitio omnihits adinódum acepphts, oh jn-v^peros
amarum dió de un golpe el Rey la indirecta, y menos cornphieíenle
SHccesos, q-uaniquam omnig rei bene gesta canti-ihuf.hatu,r con el bastardo que los teólogos <le Lovaina y Iíi>!na, á
Pñiidpc Gmila» et marchioni .(U Caracena
i> Este mis- quienes desdo Flándes consultó, volvióle la espalda, ]uanmo escritor pondera después que bajo su mando no se pa- dándolo decir con un gentil-hombro do su cátnara tornase
gaba á lossíddados, aun sabiéndose que se recibían fre- á BU destierro y que nunca nnis intentara verle. Granrle fué
cuentes y firiiesaí* cauridadea de Kspafia é Italia, y critica el desconcierto do D. Juan con eléxiti) de su tan trabajada
que su tienda en los campamentos estuviese conatantemcn- obra; pero no creyó que la entereza del Iley llegara ú siu'te visitada por nnn liona nota Ttiidieribusi. Finalmente, con Ic tan severa hasta en el mismo lecho de muerte. Poco despresuntuoso orgullo hirió al de Conde que le llamaba de pués Felipe, de regreso en Madrid, adoleció gravemente
buria D. Juftniaimo ; del mismo nmdo disputaba el lugar al de la enferaiedad que le condujo al sopulcrd. Don Juan, so
Iley proscripto de la Gran Bretafia y meditaba desairea pa- pretexto de recibir au bendición, mas con ánimo de obtera los demás grandes señores de aquella corte y ejército. Su ner para si alguna parte en el gobierno de la minoría, se
terca manía do ceñir corona habia variado deobjetivo, pcj'o prcsentíj en palacio cuando el padre luchaba con los últi«o de ardor, y cuando llegaron las noticias del nacimiento mos alientos ilo la vida. No faltó tpicn se acercase á la cadel príncipe Felipe Próspero, prohibió qne se liieiesínion nia del moribundo con la noticia <le que D. Juan espiTaBruselas públicos festejos, y hacia decir á sus adictos entre ba en la antesala; pero el Rey lo despidió hruscamcrito
los soldados: «.¿Qué más Principe que el que tenemos m el diciendo; Decidle que se vuelva, que ae vueh'a á Consuegra.
Sr. D.Jtian?y>
JUAN P , DK GUZMAS.
Cuando o c u m ó la muerte del Principo D. Baltasar Carlos, D. Juan creyó con toda fe en los vaticinios de los asti'ólogoa de Sicilia, y no quedando á su padre más hijo que
la infanta Margarita, elevó consulta á los tetdogos de Lovaina y aun á los de lloma preguntándoles si por la conservación de un reino sería lícito el matrimonio de dosiiernianos. Itecogió los dictámenes que se le dieron, que fueron
luucboB y de opintonea encontradas; más como en esto le
sobrecogió el enojo f[ue en cI Iley caixík) la <lcri'i(ta de las
Dunas, y su conlinamiento á Consuegra en castigo ríe sus
faltas, con orden de que m» pasase por Madrid, amainó por
entonces el humo de ans pasiones, hasta eapiar ocasión
máft propicia. Pudo serio, en efecto, la campaña de Portugal.
El Duque de Medina de las Torres trabajó tanto el ánimo
remiso del Rey en pro de su bastardo, que al cabo se obtuvo
le confiase el mandi) de aquellas armas, con la esperauí^a
de que en Portugal restauraría la reputación perdida en
Fláiules. ¡Imitil deseo 1 En Poitiigal no trató más que de
dividir al ejército, sembrando entre loa soldados el fuego
de la discordia. Contando siempre de su parte d los italianos, bizo cundir entre ellos que D, -loan no era tal D, Juan,
sino el Príncipe Don Baltasar Carlos, á quien !«e lloraba
muerto, pues según eonfesidu del Duque de Híjar im su
lecho de nmerte, siendo niños uno y otro principe fueron
trocadiíS en la enría. Los s<i|ilad'is c:astelUnoB defiíuemiau
esta invención, que unos hicieron objeto de sus sátiras y
epigramas y otros de disputas y reyertas, y un poeta granadino, Pedro de Liévana, que era á la aazon soldado y
{Se continuará.^
PARA EL ÁLBOM
Da TJSA DAMA EXTRANJERA,
E n alta mar se encuentran ilos navios,
Y el pabellort izandi>,
Se detienen, se nnrari, y se ah;jfLn
i -"^y • ¡pa™ siempre acaso !
Asi en el mar revuelto de la vídií
Tú y yo nos encontramos.
V cambiando un saludo, proseguimos
Tú al puerto, yo al naufragio!
MANLII'X I>KL PALACIO.
LOS DOS EPITAFIOS.
^ Al er-miTiierio uy.'r fin',
Y en dos túimihis cercanos,
Díuide yacen dos liertnauos.
Estos renglones leí;
«_Aqui reposa,— decía
Fl epitafio primero,—
Uno que.
ricolianiiuero.
En la opulencia vivía.
La suerte lo arrebati)
Su fortuna en un momento,
Y él, al triste ¡H'iisamicnt<i
De la pi)lireK.n, nuirii'i."
«Aquí reposa,—decía
Kl epitaJio aegun<lo,^
Dno que en dolor profimdo
N.° IX
AJSIEXÍICAHA.
Y di.' limosna vivin.
La suerte lo convirtió
I'o mendigo en opulcntn,
Y él, al triste pensamiento
I>e la ríiiucKa, nnn-ii'i. n
Así, el uno al otro junto.
Los epitafios leí,
Y desde entt''nceH, asi
A mi ra/i)n le preguiittt;
«.Puesto que mata un jx'sar
Lo Ttiismo qup uua alegría,
¿ l í e de reir todo el diaV
^Tfidoel dia he de llorar Vi»
Y en lan grande mi iní^í.^t^uieia
En preguntarlo, qne sueh>
Figurarme que CNÍO el cíchk
Me responde en la conciencia ;
«Aparéjate á reír
<'inunlo enqdeces li llorar;
r'iiaiulo enqiieces á goxar,
Aparéjate á sufrir.
Poi'qnc es rápido el vaivén
De tu mundo, y sempiterno
En él, peitinaz y eterno.
Sólo existe im punto : ici^ nilüN.i)
MAKUKL ConciiALo.
LA ORACIOIÍ.
Siguiendo stt c a i n r a majestuosa
Ke esconde el sol tras el lcian<j monte,
Y cu cambiantes de péirpura y de rosa
Se tiñe el horizente;
Tro])el di> nubes tiensas
De grana y de topacio,
Ocultan con su velo las imnensas
l'>ítroIlas que tachonan el espacio;
Por el jirón ([uc se abre refidgente
Entre una y <il]'a nube.
Antea que el crudo cierzo las reúna,
Pasa tínjidamente,
Üatido pálida luz al puro ambiente.
Un débil rayo de la cfwta luna.
I Nada turba la noche niaieütuosa!
¡'IVKIOCS silencio y calma!
Naturaleza próviila reposa,
Y en tanto tormentosa
líuge la tempestad dentro del alma.
Un pensamiento impío,
Ai'ariciado por mi mente loca.
Me sepulta en funesto desvarío,
Y liando á la razón torpe» agravios,
Satánico cidoea
Las palabras del reprobo en mis labios;
Y tema forma, y crece,
Y torturando el corazón desbecbo,
Me arrastra, me cnloijuece
Y hace hervir un vulcan <lentro del pecho,
Sin r¡ni-, idsentato, en t^fui terrible prueba
La fe en mi auxilio acuda,
Un vértigo me lleva
Por el erial desierto de la duda.
Quiero vencerle; influjo soberano
Ejerce sobre mí [ei'iu'l toj'uieníol
Lucho, vuelvo á luchar ;todo es en vano!
¡Es más tuerte que yo mi jiensaniiento !
,;Qué delirio eeráñco me acosa
(,'ne aun pien.io en el mañana
Y liuye de mí la duda pavorosa ?
Un nñsterío fatal, indeíiníilo.
Que mi razón tan torpe como vana
A coinprender no acierta.
Me hace oir el tañido
De lúgubre campana,
Y del letal marasmo me despierta.
¡ Es la oración ! Y llena el ancho ambiente
Con au eco religioso :
Pavura y soledad el alma siente
En tan terrible extremo,
Cine ese acento sencilhi y majestuoso
Es la voz del Señor Otmdpotente
Quo va á sellar los laljioa del blaafcnio.
¡ Perdón ! ¡ Perdón si en loco des^'an'D
Acarició mi mente
Un pensanuenío iui]iír>!
Yo mi' postro cu tu alfar, Scfmr, ily binejoG,
Llena el alma de fi. pura y anlientc
Y arrasados en lágrimas los ojea.
Pi.'rdoiia mi dcnoun-ia
,
Y mi liíco extravío:
No apagada la voz de mi concit-ucia
í*or huracán bravio,
Yo admiro tu clemencia,
Yo respeto, S(íñr)r,tu omnipotencia,
;Yo creo en tí. Dios nsio!
FuSKBn> SlKILRA.
BIBLIOGRAFÍA
LA
KSTAt'ETA
Di'!
PALAtJIO,
I 'fu:
D. ILDEFONSO ANTONIO PERMEJQ.
La Enlitfeia (Je Pnlarw del enidito escritor Rr, Benuejo
es no st'do una biíitoria, sino un libro de meditación y estudio, que da en qué pensar al ánimo atentíj, si-guruíle
llegar á esta cierta conclusión; irlas revolnciftncs las engendran torpes ideas y las llevan á cabo oeados aventureros, iiúmoti en quienes no caben la» generosas idean de lo
N.' IX
LA
ILUSTRACIÓN,
ESPAÑOLA
V
y^MEi^iCAKA.
d e l Sr. B e r m e j o ; l i b r o a d e m a » i n s p i r a d o e n l a h o n r a d e z d e
u n escritor iriodesto, q u e n o t u v o p o r fin a d u l a r á u n r e y ,
s i n o e n s e ñ a r p r e c i o s a s leccionea d e s a b e r y d e e x p e r i e n c i a
U i i i t i l e s c o m p p u d i i i r e n b r e v e s lincaR y ileiitrn d e l o s á u n p r i n c i p e d e s g r a c i a d o .
L e c c i ó n e s p o r d e m á s e l o c u e n t e la m e t ó d i c a y v i v a reserediicidfis limitoB d e u n m\iy lu-tieiilo bib]if>grá!ico law b c lleaan d e unji obra y el m é r i t o d o u n libro dehlinailo á Kcr- ñ a d e u n r e i n a d o c o m o e l d e D.* I s a b e l 1 1 , lleno d e espi•yir d e i m p e r e c e d e r o m o n n n i e u t o li l a l e a l t a d <le poeo» y á n o s a s c o n t r a r i e d a d e s y p l a g a d o d e a m b i c i o n e s injustificad a s , e n el c u a l j a m a s l l e g a n m á t é r m i n o l a s n o b l e s a s p i r a la s o b e r b i a d e loa máfi.
c
J e n o d o l a r g o y d e s u y o espinnao y difícil es e l q u e c o n i o n e s d e l c o r a z ó n m á s m a g n á n i m o , n i s u s l e a l e s y m á s
Imbil y tiiaestra p l u m a h a &abidn t r a z a r bajo e s p í r i t u d e r e s p e t a d o s c o n s e j e r o s lt>graron r e a l i z a r l a d e s e a d a a r m o n í a
rectitud é i m p a r c i a l i d a d liiBti'irica, a l p a r q u e c o n a g r a d a b l e e n t r e l a l i b e r t a d y e l o r d e n , l a religión y l a M o n a r q u í a
auienidaf], el a « t o r d e La E«tafflit >h PaUv-y,. Si es i u d i s - c o n s t i t u c i o n a l , p o r l a a m b i c i ó n d e l o s u n o s , l a i m p a c i e n p u t a b l e ipte á t o d a i>bra l i t e r a i i a ' l a n tle a c o m p a ñ a r l e l a s cia d e l o s otros y l a f a l t a d e h á b i t o s p o l í t i c o s e n l o s m á s .
T a n v a r i a d o s como extraordinarios sucesos b a i l a n u n
l o t e s d o laK g a l a s y d e l a n o v e d a d corao i n s e p a i a b l c s
C'ialidaduH q o e Ja deKtiticn á v i v i r v i d a liir^'a y p r ó s p e r a <lcsarrollo q u e a d m i r a , e n l a o b r a del Sr. l i e m i e j o , r e s p l a n en la raeiuoria d e l a s fícneracioneBj e s e n v e r d a d i n n e g a b l e d e c i e n d o e n t o d o el p e n s a m i e n t o filosófico d e l a u t o r , q u e
1UC el s a b o r clásico á e l a o b r a t[ue a t e n t a m e n t e a c a b a m o s n o en m e r a r e l a c i ó n , sino c o n p e n s a d a y p r o f o n d a f r a s e
e leer y \¿\ denarrollo liistúrico d e é p o c a t a n a z a r o s a c o m o v a a n a l i z a n d o u n o p o r u n o l o s beelios unís n o t a b l e s , c o m o
» 'lUG al)arca e n BU laerüLado p l a n , mi p a s a r á c o m o t a n t a s q u i e n s e i n s p i r a p a r a c s c a n n e n t a r c o n s u s l e c c i o n e s d i o s
t r a s prfiduccioncR d e u n ¡lia, á u t e a bien «erií c o u n c i d o t e s o - o l i g a r c a s d e t o d o s los m a t i c e s , y a l e n t a r á l a v e z á l o s p o ••» donile lii c i e n c i a c u g e n e r a l , y pitií:rul.'irmentc l a p o l í t i c a , c o s b u e n o s , q u e n i i m p a c i e n t e s n i d e s e s p e r a n z a d o s confiaban en la seguridad de l a restauración.
at-uilau ú c o n s u l t a r asi liuy c o m o en lo p n f v e n i r .
tíiicnn y do lo mvntií, y t o r a z o n e s anKÍosoB d e r e n d i r culto
iieíaiidn ú l a a n i b i u i o i ] , (^uc cníoi^uece ú l a s o l v i d a d a s iiiedianias.'»
r..s p o r dctLiaB tríate f|UO e n n u e s t r a p a t r i a ni IOH d i a r i o s
políticos l l e n e n e l l u g a r d e l a a a n t i g u a s c r ó i i i c a e , n i a l a
*íevura ó enperficial r e l a c i ó n d e éstaei 6o h a y a s e g u i d o l a
^ m e n t e d e otros pueblos d a d o s e x t r e m a d a m e n t e á laa
^ Icnvir'íUít^ íibras fiitili>s l a s u n a s , m á s estimablcK l a s o t r a s ,
SKpiiLTa p o r s e r v i r d e fácil y m e t ó d i c a ¡tiduí^acion d e r i c a s
y n'iténticas fitentes.
•No b a t i r á sid<i p e q u e ñ a p a r t e á l o s g r a n d e s e s f n c r / o s q u e
**' a u t o r do Lti Esio/f-fa
de Palacio l i a n e c e s i t a d o l l e v a r á
'i ^0 esta f a l t a d e o b r a s sobro los sucesos eonteiuporáueofl,
í es tampoco observación q u e la critica puede pasar en
ilenciOj d a d o caao q u e si n o e s la p r i m e r a d e l a s Mciiiürias
'oriteiiipiiránciis os sin d i s p u t a l a jiriinera b i s t o r í n ,
•Ni log jieriiidicois non f u e n t e s d o v e r d a d liii^tiVrica, c o m o
j a eseri[>ii) el i n m o r t a l l i á l m e s , ni el e r u d i t o M a r q u e s d e
•yirallnroR, n i L a f u e n t e , n i A n m t , n i A l a r e o n , n i o t r o s d i fíenles pscritores ofrecen m á s q n e r e l a c i o n e s sobre a s u n ílcterniinados y sucesos especiales, siendo empresa nuea p a r a el Sr. l í e n n e j o l a d e r e l a t a r e n o r d e n a d o m é t e d o
autos y t.iti v a r i a d o s a c o n t e c i m i e n t o s c o m o l a s f a l s a s i d e a s
C u a n d o e n lo p o r v e n i r s e a necesario v o l v e r ú t r a z a r l a
historia c o n t e m p o r á n e a , será indispensable consultar en
p r i m e r t é r m i n o esta o b r a , y c u a n d o d e n u e v o l a soberliia y
la andñcion, q u e n o sosiegan jamaa, intenten criminales
p r o p ó s i t o s , l a s p á g i n a s d e La Eskifeftt
de Palar.ir> e n s e ñ a r á n al p u e b l o c o m o se v a s i e m p r e á l a t i r a n í a p o r el c a m i n o
d e l a d e m a g o g i a , y c ó m o loa r)Iigarcas d e a y e r , c u a l l o s d e
s i e m p r e , n o t i e n e n en e s t i m a d a h e r e n c i a p a r a l a p l e b e , s i n o
palabras de adulación y hechos d e despotismo; como á s u
vez l a a u t o r i d a d y l a r e l i g i ó n s o n l o s i'micos á n g e l e s t u t e l a r e s d e los p e q u e ñ o s y d e los g r a n d e s .
S i s ó n d e b i d o s cu p u r i d a d d e j u s t i c i a m e r e c i d o s e l o g i o s
á l a o b r a del S r . B e r m e j o , p o r lo q u e a t a ñ e á s u p l a n y
exposición, n o menos justos los alcaníia p o r s u correcto estilo. K e e u e r d a su l e c t u r a l a rica h a b l a d e C e r v a n t e s , y
muéstrase d i g n o r i v a l , e n m á s d e u n p a s a j e , d e l ilustre
F a j a r d o e n s u s Etn/yi-ems políticas,
y d e ! chisieo l l i v a d c n e i r a e n su Principe
Cristiano.
159
y C a s t a ñ e r a , c a t e d r á t i c o d e derecho canónico en l a Univeri>idad d e V a l e n c i a . — U n l o n i í t o de •iri'2 páirinas q u e HC v e n d e a l
precio d e 8 rs. en Valencia, Librería d e D. Pascual Aguilar i. Caballeros, 1) y de 10 rs. e u las p r i n c i p a l e s de l a P e n í n s u l a .
E. M. HK V .
RECTIFICACIÓN.
E l Sr. D . E v a r i s t o d e C l m r m c a , i n g e n i e r o d e C a m i n o s
Canales y Puertos, q u e proyectó la iglesia de G n a y a m a
(Puert.ii-llico ) y d i r i g i ó l a s o b r a s d e l a n d s m a d e s d e 1 8 7 0
b a s t a fjnero d e 1873, n o s h a r e m i t i d o u n a a t e n t a c a r t a p a r a
rectificar c i e r t a e r r a t a m a t e r i a l (conqu-ensilde á p r i m e r a v i s t a ) q u e se deslizó e n l a p á g . '.)'^ d e L A lL.its'rRA(;ioK,a] t r a t a r
do dicho t e m p l o y s e g ú n l a c u a l e l i m p o r t e d<> l a c o t i s t n i c eion y m e j o r a s del ediíicío se liacia e l e v a r á iKKlXKHi pc-son,
en ven d e í)0.('f)0, corno n u e s t r o c o r r e s p o n s a l e s c r i b í a e n s n s
a p u n t e s . O p i n a el Sr. C l m r r u c a «pie e l coste t o t a l d e l a s e x presadas obras n o e s probable haya llegado á la décima
p a r i ^ d e l a c o n s i d e r a b l e s m n a p r i m e r a m e n t e i n d i c a d a , si
b i e n n o p u e d e precisar c o n e s a c t i t m l l a c i f r a , ptirque l a
adndnistracion d e aquellas estaba á cargo d e u n a -Junta delegada del Municipio, y c o n entera independencia d e la
facultativa.
T a m b i é n c o n s i g n a el Sr. C h u r r n c a q u e l a s o b r a s a r r u i n a d a s e n 1K60, so l l e v a r o n Á c a b o m u c h o s afios a n t e s d e q n e
se c r e a r a l a I n s p e c c i ó n g e n e r a l d e O b r a s piibÜeas d e l a
I s l a , Con ]iersonal d e l C u e r p o d e I n g e n i e r o s d e O u m i n o s ;
q n e á su t í t u l o d e I n g e n i e r o d e dicho Cuerpo n o reutie e l
d e A r q u i t e c t o , y q u e el a y u d a n t e d e fJhras Pi'iblicas I ) . A n t o n i o A l o n s o y H e r r e r o , r e s i d e n t e e n (.iunyauía, t u v o g r a n
parto y cooperó eficazmente a l mejor resultado d e l a const r u c c i ó n d o la n u e v a i g l e s i a .
í/'SfevS*»ADVERTEHCIAS.
R o g a m o s á l o s Sres. S u s e r i t o r c s q u e , a l h a c e r a l g u n a r c clanmeion ó renovar su ab(mo, acompaRen siempre u n a d e
l a s f a j a s i m p r e s a s c o n q u e r e c i b e n el p e r i ó d i c o , p o r q u e o»
el nro<lo d e p o d e r s e r v i r l e s c o n m a y o r p r o n t i t u d ; y s i l a r e c l a m a c i ó n s e h i c i e r e p o r m e d i o d e t a r j e t a p o s t a l , delien e x p r e s a r c l a r a m e n t e el númer'i q u e t e n g a l a r e s p e c t i v a faja,
t o d a v e z q u e n o es p o s i b l e e n t o n c e s a g r e g a r é n t a , á l a t a r jeta.
C o n o c i d a s .ion d e la i n m e n s a m a y o r í a d e n u e s t r o s l e c t o rcB laa e x c e l e n t e s c o n d i c i o n e s m a t e r i a l e s d e l a o b r a , p a r a
El A d m i n i s t r a d o r d e L A ILUSTHAI'ION E S P A S O L A Y A M K lan p r e p a r a d o , a l e n t a d o l a p a s i ó n d e t o d o s l<is p a r t i d o s y q u e h a y a m o s m e n e s t e r e l o g i a r l a i m p r e s i ó n , g r a b a d o s , p a - litCANA s u p l i c a A l o s s e ñ o r e s a b o n a d o s q u e s i e m p r e q u e n o pel y p r e c i o s e c o n ó m i c o s c o n q u e h a s a b i d o d a r á luz e l t e n l a f a l t a d e a l g ú n n i i m c r o h a g a n l a petición d e él d e n t r o
evado á cabo los nucvns ]iretnriauos.
Estafeta del p l a z o d e u n m e s , c o m o niáxiin<i, y lea será servido g r a A b a r c a ¿ f t ÍJ«íq/íiífi rfá/'rrírirío el d e s a r r o l l o d e l a e d a d i n t e l i g e n t e y a c t i v o e d i t o r D, R o q u e L a b a j o s La
Palacio.
tis; porque l a E m p r e s a , en vista d e las continuada» faltas
l e r n a en E s p a ñ a , q u e n o otro s e n t i d o e s el q u e dea- de
Xii-in.ÁP M A R Í A S R R R A N O .
.
q u e e n Correos se c o m e t e n , h a d i s p u e s t o h a c e r i m p r i m i r
u v u e l v e n laa p á g i n a s p r i m e r a s d e l t o m o i , corno p a r a e n u n a c a n t i d a d d a d a d e e j e m p l a r e s cfui d e s t i n o e x c l u s i v a m e n >!ar e n v a s t a s y a t r e v i d a s g e n e r a l i z a c i o n e s l o s sucesoB d e
t e á este o b j e t o .
p a s a d o s siglos c o n l o s liecbos d e l p r e s e n t e ; y líalo, e n v e r LIBROS PRESENTADOS
" j conseguiílo id e r u d i t o a u t o r , d a n d o s e ñ a l a d a s ]>rucbaB
Laa r(!elamacioneH q u e s e h a g a n f u e r a d e l t c n u i n o n i c u KM TCS'r.\ llK.nAi GION r i j K Al'TOIlKH ó EDETOriKS.
•^ Ri!r c o n o c e d o r d e n u e s t r a Ijtstoria.
eiftnado n o p o d r á n s e r a t e n d i b l e s «in q u e a c o m p a ñ e al p e P r o g r e s o s i n d u s t r i a l e s ( 1 8 7 5 ) , p o r P , O u m e r s u n l o Vi" ¡ i d a iiii'iH oierto qiic p a r a a b a r c a r eott m i r a d a s e g u r a l o s
c u ñ o , inirt'uicro y catedrático de la Unlvcrsiilsd de Madriib— d i d o el i m p o r t e del n ú m e r o ó n ú m e r o s qtie s e Roli»;¡ten.
es IIIJI p r e s e u t e Kca n e c e s a r i o i n d a g a r hin oi'igeues y
KsLíi i t i l e r e s a u t e o b r a , asequible á profanos, escrita c l e m e n l a l P o r e s t e m e d i o loa Sres. S u s c r i t o r e s p u e d e n t e n e r l a s e g u ^auHan d e aipiéllos, c o m o a o e r t a d í i m e u t e ki h a b o c h o el s e - m e n t e y sio t é r m i n o s pcdanu;scos. contiene u n prólnpo, nueve r i d a d d e c o n s i d e r a r s i e m p r e c o m p l e t a su c o l e c c i ó n , p u e s l a
curiosos a r t i c u l e s acerca d e los m á s i u q i o r t a n t e s adeiant.üs de
r í ' e r m e j o , ¿ o t e s d e c o l o c a r s e e n e l niomcnti> h i s t ó r i c o Ift inílualria, y seis cartaa q u e t r a t a n del porvenir d e l a i n d u a t r i a K m p r e s a e s l a q u e s e i m ] ) o n e el saci'iiicio d e d u p l i c a r (gra'^m c o n c r e t o p e n s a m i e n t o e n loa d i a s d e D . " I s a b e l J I , l a española. Consta de viii-320 pá[:inas en 8,". y se v e n d e á ít rea. t u i t a m e n t e laa f a l t a s o r i g i n a d a s e n el servicio tle O i r r e o s .
en Mndriil y 10 p a r a proviucias e n l a s ¡irincipnles l i b r e r i í i a y
" i f o r L u n a d a d e l a s r e i n a s ¡iioecntea.
Al iiiisuio t i e m p o se h a c e p r e s e n t e q u e se d a r á c u e n t a a l
dirijíiéndoae A los edílorcs Sres. Medina y N a v a r r o i Ituhio, :!5>.
•líedactada la o b r a e n f o n u a e p i s t o l a r y d i r i g i d a a l r e p r e M . D u p o n t , p o r Paul d e K o c k . — Kate nuevo libro, uno de Sr. D i r e c t o r g e n e r a l d e C o m u n i c a c i o n e s d e ! p u n t o en d o n t l e
' ' i t a u t e del p o d e r d e h e c h o , e n t r o n i z a d o á l a sa/.on bajo e l
liia m á s o r i p i u a l e s y característicoff del p o p u l a r escritor fran- o c u r r a n l a s f a l t a s , p a r a q u e se i m p o n g a el c o r r e c t i v o n e c e P"lJcip(. i t a l i a n o V. A m a d e o d e S a b o y a , r e ú n e á l a g r a v e - cés, f o r m a el v o l u m e n Ü8." d e l a Jiihlhifrrit fextirfí q u e pnlili- s a r i o á l o s q u e a p a r e c i e r e n r e s p o n s a b l e ? .
c a n ]oB laboricsoB ciiitores Sres. Mcilitia y N a v a r r o . Hrccio:
' del a s u n t o l a anienida<l d e l a f o r m a , y n o s e o c u l t a , 4 ra. e u ^Madrid y !> r s , en proviticia.s, e u l a s principalca libreEL ADHUnSTIlADOB.
1 es Se r e v e l a e u c a d a p á g i n a , el espíritu itigno d e l a u t o r , rías, i'liaf^iendo el pedido á l a Adniitiistracion de diclia JiiIdii'trrn (KUIJÍO, 25J,
I 6 n i d e j a d e c e n s u r a r a l p o d e r o s o n i d e e l o g i a r al caiilu,.
B o U v i a , a p u n t e s geográficos, estadlstieos, de coBtumbree,
wra d e m i s t e r i o s o s e n t i d o p a r a e l p r i n c i p e i t a l i a n o , n o
deacriptivoB <• h i s t ó r i c o s , p o r D. J o w Dominfio Cortés, ex.diPodría d e s c u b r i r e n yus p á g i n a s s i n o e l f o n d o d e l a h o r r i b l e reclor pcuernl ile l a s Bibliotecas dn líulivia. (París, t i p , L a h u " a q u e i n s p i r a n los s u c e s o s e n ella r e l a t a d o s ; d e u n a ri', lS7Ji.) E s t a obrito, n o obat-mte s u s pcqiiefiaa dimensiones
EL DIPLOMA DE MÉRITO
(HiS pAgiaaa e n H."), contiene todos c u a u í o s datos p u e d a n d e P^tte la r e v o l u c i ó n e n g e n d r a n d o t o d o l o q u e e s suyfi, el searse acerca d e l a r e p ú b l i c a d e Bolivia, o r d e n a d o s con exceEN LA
_ w d e n , l a i r r e l i g i ó n y l a b a n c a r o t a ; d e o t r a p a r t e e s e lente m é t o d o . 8 u a u t o r , el Sr. L>. .José D o m i n g o Cortés, es u n o
aulü d e ciesventuraa c l a m a n d o p o r el d i a d e la r o s t a u - de loB publicistas m á s d i s t i n g u i d o s de América, p u e s e n el espacio d e trece a ñ o s h a dado á l a l u z pViblica m á s d e q u i n c e
de Viena,
'"ocion,
obras hiaíórieas, filost'ifica* y literarias, y a c t u a l m e n t e está puiin, Rido concpdido por el jurado
i ^ u i é n s a b e si m e d i t a n d o e n s i l e n c i o s o r e t i r o el d e m o - blicando u n i m p o r t a n t e DiJ-rAnnurin hUigráJicn ii.nierirtiiw y
o t r a s notabU'R, Se vende á m ó d i c o precio e n las principales litieu M o n a r c a s o b r e c i e r t a s i d e a s d e La Estafeta
de Pa- b r e r í a s de A m é r i c a ;
^ c o n ü n n a r i a a l g u n a resolución ¡rrevocablel
p o r su m a r a v i l l o s a
A r t e d e h a c e r v i n o s . M a n u a l tcórico-práctico del arte d e
^ ' d e a s , m;'i8 podci-osaH s i e m p r e q u e el i m p e r i o d e l a c n i t i v a r las v i ñ a s , p o r U. Nicolás d e lliistamaute. ( Barcelona,
* , lio o b t i e n e n r u i d o s a s a c l a m a c i o n e s , p e r o s o n ú l a s 1^75,—P. Manuel S a u r i , editor.)— Esla curiosa o b r a , <le 23lí
pAiriuas en 4.", i l u s t r a d a con l á m i n a s , contiene d a t ^ s p a r a el
"8 S1IB t r i u n f o s m á s elicaces <iue l o s d e a q u é l l a .
cultivo y aífono de laa tierraa ; elfccion y p l a n t a c i ó n d e las ceiSÍUien s a b e , re[)etLmos, l o riut¡ p o d r i a e n e l á n i m o d e l p a s , Rua enfermedades y m o d o de c u r a r l a s ; t r u t a do l a p o d a y
''^fca l a e x p o s i c i ó n d e l a v e r d a d , w u a t l u l a c i o n y s i n c a v a , del mtHlo d e hacer el v i n o naLural y ¡irtilicial, de la m a AGUA DR TOlLKTTfi DE LAS HADAs.
n e r a <le mejorarlo, e t c . — Véndese e n l a s p r i n c i p a l e s librerías
temor!
43, r u é Richer, París.
d e B a r c e l o n a a l precio d e 12 r s , , y 14 fuera.
B ' '^ar el u l t i m o adiós á la n n m a r i | u í a s a b o y a n a , e l s e Pov nuiynr en Miulrid, Agencia Iranco-DSftiüola, Bflrdo, l i l .
L a s o r d e n a n z a s d e a d u a n a s , a d i c i o n a d a s con lodos los
, '^i'Uiejii. (;r(n l ó g i c o crileri'i, t r a n a b a el c u a d r o del p o r Df¡-"r,ili> pKi-l'ciilnr en loditi lim pfr/um^ia*
y peluqaeriat de
frotlnd»*
decretos y cireulai'cs publicado-s p o r el J l i n i s t e r i o de H a c i e n d a
5 rfi-i ff<rii.n)fro.
' d e [al a n e r t e , y s o n t a l e s l a v e r d a d y e x a c t i t u d q u e y Dirección general d e A d u a n a s h a s t a 1." d e F e b r e r o d e lílTij.
Por n . A . C. d e M . ~ ( B a r c e l o n a , 1875.) — E s t a colección q u e
Preoio: pesetas, 7,50.
tit
" P^oiifts se r e v e l a n , q u e b i e n m e r e c e r í a n l l e v a r p o r
f o r m a un folleto de l.'>2 páírs. en 4.", ádfis c o l u m n a s , es el t o ^^ " a l g u n a s d e s u s c a r i a s , M e n m r i a ü d e nltrn, tumlia¡ d e m o p r i m e r o d e u n a Ji'Mli'tff.ii. íc.gal. vitiHtím.a y mn-rint.>.l q u e
VERMOUTII DE SAUl^S.
'^ ' ' " ' ' ' ' ' " " " l a r q n i a d e m n c r á t i e a , v e r d a d e r o s a r c a s - haemiicr.ado .1 ]iuhlicaraeen l a capital del Principado c a t a l á n .
i S e h a l l a e n P a r w d o t i a , e n l a s principales liUrerlas, n\ j)recio d e
^
l a niiiriarquia y c i m a m o n á r q u i c a d e la r e p ú b l i c a .
P r e m i a d o por el ilnstre ('olegio d e farmac^uticíis con m e d a SUrs.—Pedido-^ al A d m i n i s t r a d o r , calle de íianta MiVuica, n ú Ha de p l a t a : e n l a Exposición m a r í t i m a e s p a ñ o l a de 1872, c o n
ed't "'^^^'""'^'^J ^ P"*'!^. " s i e l e r u d i t o a u t o r c o m o e l d i l i g e n t e m e r o ;; (/'í«), pral.
m e d a l l a cié b r o n c e . A p r o b a d o y r e c o m e n d a d o p o r l a m u y ilus,
' a i n e v i t a b l e c a í d a d e aijiiel p o d e r , a p a r e c e d e d i c a d o
E l M a r , por .T. Micbelet, t r a d u c c i ó n de D . M a r i a n o Blanch.
t r e A c a d e m i a de Medicina d e Barcelona, I n s t i t u t o Médico y
—Ootí
eslji
¡nteriísantc
obr.T,
u
n
u
de
las
mejores
iiroduccioncs
d e ? " " ! " '^*^ ^ " ' ^"''íf^''-'- ' ' f P'í!arl'-, á R. A . el P r i n c i p e
/ t u n a s D , A l f o n s o d e Biirbon, c o n t a n t a oi)i)rt.unidad V literarias de aquid populaír h i s t o r i a d o r y filósofo f r a n c é s , h a o t r a s corporaciones científicas, como túnico, higiénico, c a t o m i i n a u p n r a d o el editor barcelonés Wr. Llordacha l a publicación quico r corroborante.
«Uf
' ' ^'^^' '''I'*'"^^ l i ^ alcanz.ido el t i e n i p o p a r a n a r r a r los de u n a JiiJrliuffira ffli-ríet-, q u e deaeamfis obtcnpia buen éxito,
Con e l UPO fie r s t c v i n o se c u r a n r a d i c a l m e n t e t o d a s l a s a í e c K
o r m a u n bello tomo de viii-3üli páginas, y se v e n d e a l precio
]
^^ d e s d e liiB a c i a g o s d i a s ilel f e d e r a l i s m o a n á r q u i c o
[le m re. e j e m p l a r en ta librería del L'dit'>r f P a r c e l o n a , p l a x a d e cienes del e s t ó m a g o .
J ' i y l nionictiío d e l a p r o c l a m a c i ó n d e L>. vMfonso X I L San ¡Setíastian, .'>>. También puede a<]quirirse en J l a d r i d , liDepiisitoa e n Madriil: Prast, Ari nal, S; l l e g a l a d o , Mayor, 39;
n a f. °'*, "''"'^ rdVeecrán a l j o v e n M o n a r c a t a n s a n a d o c t r i - b r e r í a s <le los Hres. T,ope?. ( Carmen, l^í) y J u b o r a ( Bola, H;,
He¡»t«yro, I m p e r i a l , ?.: Arana, Preciados, 1t; I>OK ¡Siglos, SeviU n 1*^ **' ^j^niplos t a n vi^-os y e l o c u e n t e s y p r i n c i p i o s
E l M e n t o r d e l a s f a m i l i a s , m á x i m a s y reflexiones q u e lia, I n : Sau J a u m e , H o m o d e l a M a t a , 15.
•^ t^vadoH d e l ditii.il a r t e d e g o b e r n a r c o m o Lo Estafeta p a r a Ld gobieriio de la vida h u m a n a h a e s c r i t o 1>. J u a n J u s e u
P e d i d o s a l p o r m a y u r , iSalvadvr Saiíét, p o r b a r c e l o n a , tíam.
ANUNCIOS.
Exposición Universal
A SARAH
FÉLIX,
EAU mFÉES
(AGUA DE LAS HADAS).
LA
KiO
MOUSSARD
CRÉMÉ-ORIZAíí
CONSTRUCTOR .:>E COCHES, EN P A R Í S
A".
7, AV d e s
¡•'lOTif'riori
'ji'raiilkla.
2iJE
de olusicurs
Coii[íí
lM)ISI'tKSll!Lt: \ LAS SEAUIMS
CHAMPS-ELYSÉES. Cusj priiu-iiial.
nuevos.
• :
fr.
Liinl«
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Shlon! V VidflM,! . ; tfilfO
Cnií'sii. '
: o.«(K)
(:ii|«; el 5 / i . . . . i . . . .
£^G^D,PARFtJiííf
ourn '^setT
N." IX
ÍLUSTÍ^ACION; ESPAÑOLA Y AMER^ICANJI.
—Mtnlclu^
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fr.
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fr.
i,:iin) j ÍÍJKIO
:>.(HMf ; rt,i(H>
i.lKH) i 4,[»((()
5,400 \ 4,000
LECHE DE IRISL.T.PIVER^'
UMi:.\ !ir\isTiiiA I>I;T. sn:i.i,n IIKI, INVENTÜH
LOCIÓN
MARAVILLOSA
P u r a Ijlangucar l a Tez
Huit-reBBorts, B e r l i n a s , Omnüjus, F a e t o n e s , P a n i e r s . Ducs, B r e a c k s , etc,,eic.
S:HONORE_^
K>l« i CiTiii ii í i l i k
|)ri-|i,irjiC'iii
i's ijiiiiios.i y M: liii'ili; m u L u i l n i i i 1
lili Iri'-miM y l i n l h u l i ' / iil t u t i - ,
iiii|>iil>' (¡tic su riirmiüi JirniüMs LTI
('I, V i l i f t r u j t ' V hnt'e I I O I I I M I C I I Í I
liis i|iri; SL- n , m fin-iiiii'lii s u , y c u » -iT^ii l:i lirr iiiusui'a ti.J^U l a eil.'K]
tii.'i< . l l a l l i . I l l a .
ILS nUl
UJLUUUUlUJIlliUllllllUlUlUtlKllKJ
ÍAGUA DIVINA!
i E.GOUDRAY i
3 LLAMADA AGUA DE SALUD 6
í'nji;uiii/-iJd iiiir;i d IHCHIM, cniísuna rim^LililciripiUc
l.i liiH'iiri ili! I.i.liimitíiil,
y liiwcnj di; Ja l'c-ili; y dd 0)li;r,i riiurb.
i ARTÍCULOS RECOMENDADOS E
; G O T A S C O N C E N T R A D A S p.indpjüirelo,:
I J A B O N D E L A C T E I N A p i r j a i tuüadoc. ;
; O L E O C O M E para ¡a licrmosiu-a da los cibellos.!
• E L I X I R D E N T Í F R I C O vara siQear la iota.'
, V I N A G R E d e V I O L E T A S para ul tocador;
_^E VENDEN
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PARÍS
EN LA j f ' í " ' " * ^ ^
13, rué á'Enghíen, 13
PARÍS
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lii;|ii''Sil'i-; cu caídas iK; ILS |iriiii'iii:ili'S I'' |•|l;Inlí-ll^,
lldi:,ir¡iií; y l\i'ii|iii;nis ili'aiiili.K Aniúriüas.
•H 1 1 I I I I I I m i lI I I I I I I I I I I I 1 1 I I I I I I I I I m - ?
A
JABÓN REAL DE THRIDACE
iDiPaLjdD f i r V I O L E X
rrrfinijrj »i fíris
JIE, E L U N T I O RtCUMENriAnil PQH LAS "-Cut-ECBI "Al'ES MEDICALES PAFIA
LA + í n i l t H » : , L» jSuAVlUAU » LA jF«kSCIJKA Ui; L* l ' l t L .
HPI.,isiri« e n ti"l:i<
MALIE-GÜÍRE
las T i i pfnifis H Í I Mn-uh
EXPOSICIÓN
BÉTICO-EXTREMENA
Medalla d e p r e m i o y
r.iiy) )»riH;iii,'Hili' iH1 fivmirus,
V i'l |ii'sii <\i; ;i2 kiIi'K- L'S s i n
iiiii :ini:i i.liiilat;h'mÍ<^iui|'ai'ulo
r
|ili'l.>. i|iii! iiuüdi; |n'(»ilii-
BELLEZA NATURAL-
I 11 ¡ I isUirLU'Limiiri icii tL-lUiriiritü
riiicliiis itnos y HÍII niiiKiin
|(li^;it>, iiioriloiii.'í; JÜ hitlo d
jM/.ríiiiUi ij cOntimus el kilóg.
A/uocuBH y glL-crliL!» Coki-Ccn:»
LLOKniU, INVHW'J'UIL.
SONDA BARREDERA C>:,^?'rr^,'
rücok''-'!' l'jilos lii-i iidji'iii^. ¡nlheiiilos ,L 01.
CEBOSYAPARATOSAIRHIDRICQS
ilni" iinv" insvtiitiruiainenlc! á las inin;»s y a
¡vii'a
lis ruriiL.'iliis .1 r.iiiiliniiui n clistaticiu ijiio se tiy.llüti,
6in iiucLíSJilii.lilc hi uliii:irk'ii.L;i(l.
J.-B. TOSELLI, aiil¡í)«i> ofidiil lic ingenieros
813, R u ó Lafftyistte, en París.
Iligierie,
dniscpv.idor), diilziirii il In tez.
La caja 3 pesetas.
raencion
D E1874,
hcnorlfica.
El Secreta do Lal i, fxtracto do
LltiFllIL', JNVKSTOR.
Dhiiico I uatiirnl \ Wui JO y tatiptlco
II I» t/^í.
El frasco 5 pesetas.
OPRESIONES
Tí>s, í;i>xsTir.\i>i>í!,
Aspií'iiiiilii r l liilltiD. pcni'li;! i.'it el ri'CJiíi, riilinii ul SÍB[I>IIIÍI IK^I'\nis(í. rLH'iliUi lii r\[ji}clorucluii y fíivircdi? J;is íiiiioinrins ili" l'>sj
i'fgiun's ri;spLr;il(»rios.
¡Exi¡/tr c / ' i firwfi : J. liSlMC.i
* r i : . í » |iiii' i i i i i i n r J . | ' : H P i f ' . ICH^ r i i i ' Miiinl-l.iiV'i'i')'- l*ui'i^^ I'11 l.i.s pilni'jp.ili'.-s r;iriii;ii'iíis d u iiin A n u T h . ' . i s , — Ü I r . I i i i ' U J í ' -
MIGN ONE.
¿aakx
Para bacer par si oiisma isiUataDeameiite, por
rnedio ilü u n a simple il;s(ilijc¡ori cu ajfii.i
Cria Tíiíii Íi/Ua tiniliida.
negra, y <:oti la
vetitnjndc no oxida'' iaa pininas ni da m a n cfíiir lai t(3l,iíi ; nsia tinta SR rniínrva nontin u a m e n i e o.n <:\ liiitcrn, ;i<licc ion ando un
poco *Jii agita, h.ista al complcín .agntami0nr,o del producto. Por conaigníoinc es
ma-'í b-irataque ninguna otra. Indispeaaabk
ati Jos paiat's calitlus,
Vettia a¿ p.ir mayor A. T. TiWlO,
iO, me 'iaUdoul, París.
Do|H*ili) 111 MhUrií!, í'iiiii L.i-., \'l, )iíiiii-i|inl, y i-u jiriivincianí y Aiii.'-riiM ni'il» h |..-ili.1iis Uis njfnitvs tairi'<.'-[ioüMtes de L A ] LL ÍI-BA^-W' ti-^AKCiLA T AUOUC'ANA.
LlíiiíiíLiTins la atención Í\ÍÍ los IcctorcB luiuia «stfi nin;víi niá'jiiiiia (lu fCHiT, Á RAvrn'Jí TUINT iNDÉx_:i_?üSAiíLE,pa]TitnK fíimiJias, cstaideciiTiionios decfinft'Cfion,coK(nrt'i'n«, oto, KlL-irtnliza
«11 progreBO inmenso, y eiencio BU precio líJO francos, es fie; una
Iicrfucciiín tfll, que su UMO resiiltíi Ricnipre; fácil, dunuiero y
vctttajoao.
AVISO Á LOS SKÑORES COMPRADORES.
N o !iny n i n í j i i n a ex.níri>rneiori e n este A n u n c i o , y los señorcR
c(nu]iríiili.>rcB y coiiiiNiíiriiKtíia .i qniviieK st; liajían ]n>r o t n i p a r t e
coudit-iiiiii'K csin'i'iiili'H, |iiii'd(!ri r^tiir s<'^''ttniK d e qiiu Hi'ilu tuildriin m o t i v o s pUJa ícliuitai-Hu ]nir tiHÍoü ciniccptoH ni iJiri¿ruii lobi pcíliilíis a l
R0I.O rABKKJANTK l'IKiriKTAniO,
I'ISC'.WIJK,
"¡, riii-
C'iii/i'l'i,
'I'
•
J'i/ii.-!
lADlLit).
Jiit)i|i'l'lJi V
. J'l. Li;iiiiili|>iii, ilrAlllfuu / V,
swxaiiiei lio Eívadmieyriil.
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