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NOTAS PARA UN SEMINARIO SOBRE LA
HISTORIA DE LA EPOPEYA ESPAI\IOLA *
Dr. Manuel A r, rór~lirós Rodríguez
**
l. INTRODUCCION
La primera manifestación de la poesía castellana propiamente dicha, corresponde a
la epopeya. La epopeya medieval castellana es anónima y tradicional, trovadoresco-juglaresca y casi rudimentaria en algonos aspectos; consistía en extensas narraciones en las que
se cantaban las gestas o hazañas de los héroes tradicionales en las plazas públicas o en los
patios de los castillos. Sin perder por eso su carácter nacional, aparece como creación de
Castilla frente al reino de León. Su carácter guerrero impidió a los castellanos toda
manifestación de intimidad lírica, floreciendo ésta en una poesía refinada de galanterías y
amores en los pueblos alejados de la batalla como Galicia, Cataluña y el sur de Francia.
Menéndez Pidal ha demostrado su procedencia germánica, propiamente gótica, a
cuyo fondo vino a agregarse desde mediados del siglo XI, época de Alfonso VI, una
influencia francesa.
11. LAS CRONICAS
Las gestas quc nos han llegado son solamente: el Poema del Cid, 100 versos del
Cantar de Roncesvalles y el Cantar de Rodrigo o Mocedades del Cid. Todas las demás han
desaparecido y nos podemos dar cuenta de su existencia y contenido a través de las
"crónicas", de las cuales las más importantes son las siguientes:
. La Pseudo-Isidoriana (siglo XI),
La Chronica Gothorum (siglo XI),
La Crónica Silense (siglo XII),
La Crónica Najerense (siglo XII),
La Crónica de Lucas de Tuyo Tudense (Chronicon Mundi) (siglo XIII),
La Crónica de Rodrigo Ximénez de Rada o Toledana (siglo XIII),
La Primera Crónica General de Alfonso el Sabio (1221-1284),
La Crónica General (1344),
Crónica de los 20 Reyes (1360).
..
Estas notas sirvieron como "trabajo de Seminario" dirigido por el Prof. Dr. Bodo MUller: "Ejercicios sobre la historia de la lengua castellana", en el Instituto de Filosofía Románica de la Universidad de Heidelberg, República de Alemania (1968).
El autor es Profesor del Departamento de FilOlogía, Lingüística y Literatura de la Facultad de
Ciencias y Letras de la Universidad de Costa Rica.
211
111. LAS GESTAS
Estas crónicas o prosificaciones, sobre todo la Crónica General, nos dan noticia de
las siguientes gestas:
1. Cantar de la hija del Conde don Julián y de la pérdida de España o Cantar de don
Rodrigo.
2. El Conde Fernán González.
3. La Condesa Traidora y el Conde Sancho GarcÍa.
4. Romanz del! Infant García Fernández.
5. Gesta de Ramiro y GarcÍa, hijos de Sancho el Mayor.
6. Sancho II de Castilla y Cerco de Zamora.
7. Primera gesta de los Infantes de Salas o de Lara.
8. Poema de mio Cid.
9. Cantar de la Mora Zaida.
10. Cantar de Roncesvalles.
11. Bernardo del Carpio.
12. Peregrinación del Rey de Francia.
13. Refundición de Mio Cid (1260).
14. Refundición del primer Bernardo del Carpio.
15. Segundo Cantar de los Infantes de Lara.
16. Gesta del Abad don Juan Montemayor.
17. Adaptaciones de gestas carolingias francesas (siglo XIV).
18. Cantar de Rodrigo o las Mocedades del Cid.
IV. PERIODOS DE LA EPICACASTELLANA
En Espafia, exceptuando el caso de Fernán González que tiene un descendiente en
la Condesa Traidora, y el Cid, eje del cantar del mismo nombre y figura relevante en otros
poemas, como en el de Sancho II y en el del Cerco de Zamora, no se podría
específicamente hablar de ciclos épicos, como sería el caso de Francia. En España, fuera
de las excepciones arriba mencionadas, lo que hay solamente son cantares independientes.
Por lo cual Menéndez Pidal, antes de hablar de ciclos épicos, prefiere hablar de cuatro
períodos o épocas en la producción de los cantares de gesta castellanos:
1.
2.
3.
4.
1.
212
Epoca Primitiva, (hasta la mitad del siglo XII): Don Rodrigo, Fernán González,
Infantes de Lara, Condesa Traidora, Infante GarcÍa, Cerco de Zamora.
Epoca de apogeo, (mitad del siglo XII a principios del siglo XIII): Cantar o Poema
del Cid, Roncesvalles, Bernardo del Carpio, Peregrinación del Rey de Francia, la
mora Zaida.
\ Refundiciones y prosificaciones, (mitad del siglo XIII a principios del XIV). Los
temas son los mismos pero re elaborados con una amplitud cada vez mayor y son
prosificados por las crónicas generales.
Epoca de decadencia, (mitad del siglo XIV y principios del siglo XV). Aquí las
gestas admiten cada vez con mayor profusión elementos fabulosos: Cantar de las
Mocedades del Cid.
Epoca primitiva:
En la crónica Silense, hacia 1115, se relata por primera vez la aventura del rey godo
don Rodrigo con la hija del Conde don Julián y como consecuencia de eso, la
pérdida de España que cayó en manos de los Moros. También en la crónica
Pseudo-Isidoriana podemos reconocer huellas sobre este asunto. Es ésta la leyenda
más antigua conservada por la tradicion.
Gracias a la cromca Najerense, escrita hacia 1160, primera cromca redactada en
Castilla, podemos conocer algunas narraciones relativas a los condes de Castilla:
a.
Leyenda del Conde Fernán Conzález (932- 970), preso en Cirueña por d rey
García de Navarra (960) y sacado por la infanta doña Sancha, hermana de
García, la cual hace antes jurar al prisionero que la tomaría por mujer cuando
lo haya libertado.
Femán González es ya en esta crónica el personaje legendario que exime a los
castellamos de la dominación leonesa. Este mismo tema aparece después
incluído en el poema de Femán González, escrito en estilo de clerecía hacia
1250.
b.
La Condesa Traidora o del Conde Sancho Carcía, el de las Blancas manos:
deseando la Condesa Traidora casarse con el rey moro Almanzor, alimenta
mal el caballo de su marido, el conde Sancho García (970-995), avisa luego
a Almanzor quien lo ataca desprevenido y a causa de la debilidad de su
caballo es matado. La condesa intenta luego envenenar a su hijo don Sancho,
pero éste la obliga a beber el veneno y luego pelea con Almanzor y lo vence.
En la Primera Crómca General se encuentra también esta leyenda.
Romanz dell Infant Carcia: último conde de Castilla (1017-1029), quien
c.
yendo a León para casarse con la infanta doña Sancha, fue muerto por su
padrino, el conde don Vela. La refundición de este relato aparece en la
Historia del Arzobispo Toledano, en la Tudense y en la Primera Crónica
General de Alfonso el Sabio.
d.
Cesta de Ramiro y Carcía: hijos del rey Sancho el Mayor de Navarra. El hijo
mayor acusa de adulterio a su madre, el hijo bastardo la defiende y entonces
ella lo adopta como hijo suyo. El relato aparece en la Historia del Arzobispo
don Rodrigo y en la Crónica General de 1344.
Sancho JI de Castilla y Cerco de Zamora: la gesta primitiva debió de
e.
pertenecer a fines del siglo XI o principios del XII.
A la muerte de Fernando 1, Sancho II (1065-1072), quebrantando el
testamento de su padre, usurpa los reinos de sus hermanos Alfonso y GarcÍa )
pone cerco a Zamora, donde reside doña Urraca, siendo muerto por Bellido.
Los castellanos acusan a los zamoranos de traición. El Cantar debía terminar
narrando cómo al volver Alfonso de Toledo, El Cid, antiguo caballero de don
Sancho, le hizo jurar, con gran enojo del nuevo rey, que no había intervenido
en la muerte de su hermano. Este cantar ha sido reconstruido con fragmentos
de la Crónica general y de la Crónica particular del Cid.
f.
Los Siete Infantes de Laro: de este poema existieron dos gestas, una del siglo
XII que pasó a la Primera Crónica General, y otra pasada a la Crónica de
1344, y debió de escribirse a raíz del suceso ocurrido en 974. En la tremenda
historia es difícil separar lo cierto de lo imaginario, aunque el carácter es
realista e histórico y el suceso impresionó en su tiempo al pueblo castellano.
El poema nos cuenta cómo Ruy Velázquez, para vengar una afrenta inferida a
su mujer, doña Lambra, en ocasión de sus bodas con él, envía a Gonzalo
Gustioz, padre de aquéllos a la corte de Almanzor, rogándole a éste en
secreto, qué le decapite, y cómo más tarde matan a sus siete hijos. Sus cabezas
con llevadas delante del padre. Años después, Mudama, hijo ilegítimo del
padre de los Infantes de Lara y de la mora que Almanzor le había puesto a su
servicio, vengará a sus hermanos, matando a Ruy Velázquez y quemando viva
a doña Lambra. El poema ha sido reconstruído por Menéndez Pida!'
2.
Epoca de apogeo, de 1140 a 1236. El florecimiento es debido en partc al contacto
con la juglería francesa.
213
En este período hay dos clases de gestas: una indígena y antigua, representada por
los poemas breves, y otra, extensa, influída por las "ehansons de ge~te", cuyo
mayor representante es el mio Cid.
Otros poemas tomados del ciclo carolingio son:
a.
El cantar de Roncesvalles, hacia 1220. En este poema, Carlomagno aparece
como reconstructor del camino de Santiago ("adobé los caminos del Apóstol
Santiague "), pero en el poema español, ya los juglares trataban la materia
carolingia con la misma independencia y libertad que nos sorprende en los
romances del siglo XVI.
Esta discrepancia se aumenta extraordinariamente en la otra adaptación, esto
es en el poema de,
b.
Bernardo del Carpio, conocido ya en carias formas por el obispo Tudense,
hacia 1236. Este poema inventa un héroe español cristiano vencedor de
Roldán en Roncesvalles. El Bernardo del Carpio está prosificado en la Crónica
General. Existían varias versiones de la leyenda a principios del siglo XIII.
c.
El Mainete, se refiere a la fantástica estadía de CarIo Magno en Toledo cuando
éste era mozo y sus aventuras con Galiana.
d.
La Peregrinación del rey de Francia, sugerido por el "Pélerinage de
Charlemagne": si bien el cantar alude al viaje que hizo a Compostela el rey
Luis VII. También en esta época se escriben cantares en su primera redacción
que en su mayor parte se han perdido; entre otros:
e.
La Mora Zaida, y sus amores con Alfonso VI, ocurridos en 1090. Aquélla se
había enamorado del rey castellano sin haberle nunca visto y sólo por la
buena fama que de él oyera; ella logró que el cristiano rey la tomase por
mujer.
El cantar está resumido en las historias del Tudense, el Toledano y en la
Primera Crónica General.
3.
Epoca de prosificaciones, desde 1236 a 1350. Es la época de la utilización de los
cantares en las crónicas como material histórico. La primera que lo hace es la
Tudense, terminada en 1236. Al Tudense sigue el Toledano.
En 1270 Alfonso el Sabio se ocupa en hacer sacar copias de libros para redactar su
primera Crónica General. Los juglares fueron luego explotados en la continuación
de la Crónica General, durante el reinado de Sancho IV. Los cronistas e
historiadores se dan cuenta del gran valor histórico y humano que los cantares de
geiita encierran y los copian y los incorporan a sus obras. (A veces esta labor
prosificadora no es tal, y el cantar pasa al texto de la crónica en fragmentos
rimados, tales corno recitaba el juglar o se leían en las copias manuscritas).
4.
Epoca de decadencia. Se extiende esta época desde 1350 a 1480; es una decadencia
o evolución de los cantares de gesta. La atención de las gestas se desvía hacia los
relatos en prosa, y los juglares se limitan a arreglar, haciendo nuevas refundiciones.
El cantar de gesta antiguo se va mistificando cada día con elementos imaginativos;
la historia se hace leyenda.
Las crónicas que aprovechan estas refundiciones son:
1.
Crónica de los 20 reyes (hacia 1360),
2.
Tercera Crónica General,
3.
Historia de la Casa de Ayala,
4.
Un arreglo del siglo XV de la Crónica de 1344,
5.
El Compendio historial de Diego Rodríguez AlmeIla que trae la prosificación
del Cantar del Abad Juan de Montemayor. Esta crónica, según l\1enéndez
Pidal, e~ la última refundición de las Mocedades del Cid, y que en su
decadencia, representa el proceso de transición a los romances del siglo XVI.
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