Los cambios en la estructura productiva de Catamarca en el siglo

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Los cambios en la estructura productiva de Catamarca en el siglo XX
The changes in the productive structure of Catamarca in the XXth century
Por Ariel Osatinsky
Licenciado en Economía y Doctor en Ciencias Sociales (Orientación Geografía) (Universidad
Nacional de Tucumán - Argentina). Auxiliar Docente Graduado en la cátedra Trabajo Social,
Economía Social y Políticas Económicas de la Facultad de Filosofía y Letras (UNT Argentina). Becario postdoctoral del CONICET. Miembro del Instituto Superior de Estudios
Sociales (CONICET / UNT) y del Instituto de Estudios Geográficos (UNT).
Resumen
En el Noroeste Argentino experimentó históricamente un profundo deterioro
socioeconómico. En dicha región, la provincia de Catamarca se distinguía de las restantes por
los menores niveles de pobreza que poseía en 2001.
Teniendo en cuenta el importante vínculo que existe entre pobreza y economía, el
presente artículo tiene por objeto analizar las transformaciones que acontecieron en las
principales actividades productivas de Catamarca en los distintos períodos del siglo XX.
Considerando que esta provincia se caracterizó históricamente por tener una estructura
económica tradicional y reducida, se pretende indagar sobre las continuidades y rupturas que
tuvieron los procesos económicos de la provincia a lo largo de aquellas décadas.
Palabras claves: Procesos económicos, transformaciones productivas, Catamarca.
Abstract
The Noroeste Argentino experimented historically a deep socialeconomical
deterioration. In this region, the province of Catamarca is distinguished from the remaining,
because of its minor levels of poverty, which they were having in 2001.
Having in mind the important vinculum between poverty and economy, the present
article has as object, to analyze transformations which occurred in the principal productive
activities of Catamarca in the different periods of the XXth century. Considering that this
province is historically characterized of having a traditional and reduced economical
structure, one pretends to investigate about the continuities and ruptures which were having
economical processes along those decades.
Key words: economic processes, productive transformations, Catamarca.
Introducción
El Noroeste Argentino (NOA)1 es una de las regiones más rezagadas de la Argentina,
y en las últimas décadas del siglo XX experimentó un profundo deterioro socioeconómico
(Bolsi et al., 2009). Sus estructuras productivas se caracterizaron por conservar a lo largo de
aquel siglo una participación marginal en la economía nacional (Rofman et al., 1997; Ferrer,
2008).
En ese ámbito territorial, la provincia de Catamarca se distinguía de las restantes por
los menores niveles de pobreza que poseía en 2001 (Tabla 1).
Tabla 1. Hogares y población pobres según IPMH2 en
provincias del NOA. Año 2001.
Porcentaje de Porcentaje de
hogares con población con
Provincia
privaciones
privaciones
Catamarca
50,9
55,5
Jujuy
63,1
67,0
Salta
62,2
66,9
Santiago del Estero
64,9
70,3
Tucumán
59,4
63,9
Fuente: Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
Teniendo en cuenta que “los cambios en la pobreza resultan, en gran medida, de
cambios que tienen lugar, a diferentes niveles, en el conjunto de la economía” (Lo Vuolo et
al., 2004: 125)3, el presente artículo tiene por objeto analizar las transformaciones que
acontecieron en las principales actividades productivas de Catamarca en los distintos períodos
1
Región conformada por las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, y Tucumán.
El Índice de Privación Material de los Hogares (IPMH) es la metodología de medición de la pobreza más
reciente elaborada por el INDEC. Se la implementa por primera vez en el año 2001, y considera variables
vinculadas tanto a la pobreza coyuntural como a la estructural. Para mayor información véase Álvarez et al.,
2005.
3
La actividad económica, a la vez que crea los bienes y servicios que posee una determinada sociedad, es la
fuente generadora de los ingresos con los que ella cuenta. En ese sentido, “…la forma de distribuir y el destino
dado a la riqueza generada no conforman un acto posterior a la producción: son una parte intrínseca de la
actividad económica. Por lo tanto, es ésta una parte central de la explicación de la pobreza, la ocupación y la
desocupación” (Lindenboim, 2005: 14).
2
del siglo XX. Se pretende indagar sobre las continuidades y rupturas que tuvieron los
procesos económicos de la provincia a lo largo de aquellas décadas.
La provincia de Catamarca, que concentraba en 2001 una población de 333.661
habitantes en una superficie de 102.602 km², se caracterizó históricamente por tener una
estructura económica tradicional y reducida, rasgos que conservó durante un prolongado
período. Sin embargo, una mirada de largo plazo permite observar que en las últimas décadas
se produjeron cambios significativos. En ese sentido, el artículo examina lo sucedido en
cuatro períodos diferenciados: 1880-1930; 1930-1955; 1955-1970; y 1980-2002. Los tres
primeros se corresponden con los años que la Argentina transitó el modelo agroexportador, y
las distintas etapas del proceso de industrialización sustitutiva de importaciones, mientras que
el cuarto comprende los años en los que se implementaron las transformaciones económicas
neoliberales (Rofman et al., 1997; Rapoport, 2000; Ferrer, 2008).
Marco teórico y metodología
En una economía, el concepto de actividad económica está asociado a la producción
de bienes y servicios. Conocer las características que posee dicha producción, implica
examinar la composición de la estructura económica de una determinada región, la cual
abarca una gran cantidad de actividades que pueden ser agrupadas en tres sectores:
a.- Sector primario: agrupa al conjunto de actividades vinculadas a la obtención de recursos
naturales (agricultura, ganadería, minería, etc.).
b.- Sector secundario o industrial: agrupa a las actividades ligadas a la transformación de
recursos naturales. Este conjunto incluye además de las industrias, el sector de la
construcción.
c.- Sector terciario: agrupa a las actividades de servicios (transporte, comercio,
comunicaciones, financieras, administración pública, etc.) (Barros de Castro et al., 2000
[1969], Méndez, 1997).
Estos sectores poseen diferentes combinaciones de los factores productivos4 que
utilizan. Sin embargo, en esta investigación no se profundiza en la composición factorial de
estas actividades, sino en la evolución que las mismas tienen, lo que se vincula con la
4
Los factores productivos son “…aquellos recursos o insumos que utilizan las empresas para llevar a cabo su
actividad. Es habitual la distinción entre factores originarios, que son la tierra y el trabajo, y factores derivados
de los anteriores, como el capital y la tecnología” (Méndez, 1997: 37).
composición sectorial o peso relativo que los sectores poseen en la totalidad de la economía
en diferentes momentos (Barros de Castro et al., 2000 [1969]).
Un aspecto importante a tener en cuenta es el grado de desarrollo de una economía, el
cual está sujeto a las características de su estructura económica. En general, el mayor grado de
desarrollo está asociado con un nivel elevado de industrialización y, por consiguiente, con un
peso considerable de las actividades secundarias, lo que a su vez incrementa la importancia
del sector terciario 5. En contraposición, una característica de las economías poco
desarrolladas, es el peso preponderante que poseen actividades del sector primario (Barros de
Castro et al., 2000 [1969]). En ese sentido, la industria en numerosas regiones fue el eje de
políticas orientadas a desarrollar regiones atrasadas “…mediante la concesión de diversos
tipos de ayudas públicas” (Méndez, 1997: 303).
La investigación se realizó desde una mirada crítica de la economía de mercado puesto
que el desarrollo del capitalismo ha consolidado notorias desigualdades regionales. En efecto,
“las distintas fases de desenvolvimiento del sistema económico estructuran de manera
desigual el espacio geográfico, generando así procesos de divergencia social y regional que
responden a una lógica de acumulación determinada por fuerzas tanto exógenas como
endógenas” (Velázquez et al., 2003).
Entre las teorías que explican el desarrollo desigual, importa mencionar la teoría de la
dependencia, que considera que la propia lógica competitiva del capitalismo conduce a la
diferenciación de las regiones del mundo entre aquellas que componen el centro, y las demás
que constituyen la periferia. Esta separación es consecuencia del “.intercambio desigual […]
entre centros y periferias, que favorecen la acumulación de excedentes en los primeros a
expensas de las segundas, lo que imposibilita su desarrollo” (Méndez, 1997: 344). A su vez,
partiendo de este enfoque y profundizando el estudio de las desigualdades regionales, las
teorías sobre la división espacial del trabajo distinguen regiones atrasadas emergentes de
aquellas que declinan. Las primeras logran cierto desarrollo “…ya sea por la difusión de
funciones, empleos y población de centros próximos en proceso de saturación, y/o por un
mejor aprovechamiento de sus recursos, (mientras que el declive de las segundas se asocia
con el) agotamiento de antiguas áreas centrales que pierden la funcionalidad que les aseguraba
la prosperidad en períodos anteriores sin lograr sustituirla por otra capaz de generar ventajas
5
La mayor industrialización a su vez, expande el comercio y los servicios por los encadenamientos que hay entre
estas actividades en las distintas fases del proceso productivo, y por la ampliación que genera en el mercado
interno.
similares” (Méndez, 1997: 350).6 Las distintas dinámicas que tuvo la economía catamarqueña
en las diferentes etapas del siglo XX, son expresión de diversos elementos considerados por
las teorías mencionadas, como se observará en el desarrollo del artículo.
En la investigación se otorga particular interés al estudio de los años que se
corresponden con la etapa neoliberal de la economía mundial. El neoliberalismo se caracteriza
por la búsqueda permanente de nuevos mercados y negocios que permitan recuperar las
elevadas tasas de crecimiento que tuvo la economía mundial entre mediados de los ´40 y
comienzos de los ´70. En ese sentido, la apertura económica, la liberación y desregulación de
los mercados, las privatizaciones, la política económica basada en el ajuste fiscal, fueron los
instrumentos principales utilizados para lograr el surgimiento de sectores totalmente nuevos
de producción, y de nuevos mercados (Harvey, 1998 [1990])7. A su vez, estos cambios
ocasionaron, en general, una mayor concentración de la tierra en zonas rurales, del capital en
las industrias, y en distintas actividades del sector servicios, procesos que afectaron gran
cantidad de pequeños y medianos productores y empresas.
En cuanto a la metodología, se tuvo en cuenta para determinados años la composición
del Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia8. Sin embargo, este indicador brinda
información a un nivel elevado de agregación, y se trata de un promedio que surge de
diferentes dinámicas que tuvieron los partícipes de las distintas actividades productivas, las
que en general no logran ser percibidas de manera adecuada. Por ello, se consideraron
también indicadores que reflejan la dinámica que tuvieron en los distintos períodos del siglo
XX la agricultura y la ganadería, la industria manufacturera, y las actividades más importantes
del sector terciario. En ese sentido, la evolución de la superficie cultivada y de la cantidad de
ganado, la cantidad de establecimientos y de personal ocupado en el sector industrial, en el
comercio y en los servicios, son elementos que permiten conocer las características que tuvo
la economía de Catamarca en las diferentes etapas de aquel período.9
6
Las teorías sobre la división espacial del trabajo resaltan el carácter histórico que las desigualdades regionales
poseen, estando sujetas a cambios importantes “…tanto en la intensidad de los contrastes, como en las
principales causas que los generan, así como en la distribución espacial de áreas desarrolladas y
subdesarrolladas” (Méndez, 1997: 326).
7
Importa señalar que las últimas décadas del siglo XX fueron testigos de innumerables desplazamientos de
capitales. Procesos de desindustrialización de numerosas regiones, grandes grupos económicos que mudan sus
empresas hacia los lugares en donde el menor costo de la fuerza de trabajo permite producir más barato, fuga de
capitales, reestructuraciones productivas en diversas zonas por efecto de ese movimiento del capital, han sido
procesos característicos de esta época, estando en la base de los mismos la permanente búsqueda de nuevos
mercados (Harvey, 1998 [1990]).
8
El PBG es la denominación que posee el Producto Bruto Interno en el caso de las provincias.
9
En la investigación se utilizaron diferentes fuentes secundarias. La información referida a las actividades
agropecuarias provino del Censo Ganadero Nacional 1930, del Censo Nacional Agropecuario 1937, del IV
1880-1930: el retroceso económico de Catamarca
En el siglo XIX la Argentina nacía con una economía que se insertaba en el entramado
de relaciones comerciales que iba tejiendo Gran Bretaña, asumiendo en el esquema de la
división internacional del trabajo, el rol de exportador de alimentos y materias primas, e
importador de bienes manufacturados.
A partir de 1880, en los años del modelo agroexportador, el país profundizó su
dependencia económica respecto del mercado mundial. Las políticas económicas de los
distintos gobiernos tuvieron como eje el desarrollo de la producción agropecuaria destinada a
la exportación, conservando el sector manufacturero, a pesar de cierto avance, escasa
importancia en la economía nacional (Rapoport, 2000).
Desde su nacimiento, el país se caracterizó por tener profundas diferencias regionales,
siendo las provincias de la Pampa Húmeda, y en particular Buenos Aires, las que acapararían
la mayor parte de los beneficios que produjo el crecimiento del sector agropecuario. En
contraposición, el Noroeste Argentino, que en la etapa colonial se caracterizó por contar con
las actividades económicas más dinámicas, experimentó un importante retroceso en cuanto a
su participación en la producción total del país10, sobre todo en la etapa agroexportadora
(Ferrer, 2008; Velázquez, 2008).
En el NOA, en ese largo período, la economía de Catamarca fue afectada por el
estancamiento y la decadencia de varias de sus producciones.
Durante gran parte del siglo XIX la economía catamarqueña, sin alcanzar dimensiones
de importancia, mantuvo una producción diversificada y cierto dinamismo en las relaciones
comerciales11. En el transcurso de aquellas décadas la ganadería y sus derivados fueron
ganando preeminencia en la estructura productiva de la provincia, mientras que las
Censo General de la Nación (Tomo II, 1952), y de los Censos Nacionales Agropecuarios de 1960, 1969, 1988, y
2002. En referencia al sector manufacturero, los datos fueron extraídos del Censo Industrial de 1935, del IV
Censo General de la Nación (Tomo III, 1952), del Censo Industrial 1954, y de los Censos Nacionales
Económicos de 1964, 1974, 1985, 1994, y 2004/2005. De los mencionados censos de 1952, 1964, 1974, 1985,
1994, y 2004/2005 se obtuvo la información referida a los sectores comercio y servicios.
10
las provincias del Noroeste en aquella época, “…sufrieron fuertemente los problemas derivados de las guerras
de independencia al cerrarse los vínculos con los mercados altoperuanos. El Noroeste perdió su carácter de
intermediario entre la región andina y un Litoral cada vez más orientado hacia el exterior” (Ferrer, 2008: 131).
11
La existencia de cultivos de cereales, de tabaco, la elaboración de vinos y aguardientes, de tejidos artesanales,
de curtiembres y molinos, la venta de ganado, reflejaban una estructura económica caracterizada por una
importante diversificación (Caro, 2007).
A su vez, esta provincia tenía “hacia mediados del siglo XIX […] un comercio […] de productos agrícolas,
ganaderos y vitivinícolas. Se exportaba mulas a Bolivia y Perú, ganado a Chile, trigo y anís a Tucumán, cueros
de cabras a Buenos Aires” (Argerich, 1973: 9).Tucumán también era el destino de los vinos catamarqueños,
mientras que a Bolivia también se exportaba aguardiente. Asimismo, la zona de Cuyo seguía demandando tabaco
de Catamarca (Bazán, 2006: 33), mientras que también tenía lugar una venta precaria de tejidos artesanales a
distintas regiones del país.
producciones agrícolas, en su mayor parte, no lograban traspasar el límite del autoconsumo, o
bien se intercambiaban al interior de la propia provincia (Caro, 2007).
A partir de 1880, cuando en Argentina comienza la fase del modelo agroexportador,
Catamarca quedó marginada de la nueva realidad económica. Si bien numerosas actividades,
ya sean agrícolas, ganaderas, mineras, o producciones industriales de carácter artesanal,
tuvieron una continuidad en la economía provincial, los vínculos comerciales que había
tenido la provincia en la región y con otros países limítrofes (Bolivia, Chile, Perú) se fueron
modificando y perdiendo importancia con el desarrollo de la nueva orientación de la
economía nacional.12
En este período, la estructura económica catamarqueña no sufrió grandes alteraciones
en cuanto a las características y formas en las que se desenvolvían las distintas producciones
(Denis, 1987 [1920]).
La actividad ganadera enfrentaba en la provincia obstáculos importantes puesto que la
escasez de pasturas y agua tornaba al transporte de animales por los valles en una actividad
dificultosa, surgiendo así ciertos oasis donde se cultivaba alfalfa que servía de alimento al
ganado. A ello se sumaba los “…procedimientos […] rudimentarios y atrasados, y la
mestización muy reducida, todo lo cual contribuía a impedir el desarrollo de la ganadería
(Argerich, 2003: 157).
En el plano agrícola, los cultivos más relevantes seguían siendo la vid, la alfalfa, el
maíz y el trigo, intercambiándose todavía estos dos últimos en pequeña escala en los poblados
de los valles a través del sistema de arriendo (transporte a lomo de mula). Esta actividad
agrícola, que poseía la característica de desarrollarse en explotaciones domésticas, continuaba
realizándose con técnicas precarias, empleando un arado rudimentario y sin combinar el
cultivo con el ganado ni las siembras (Denis, 1987 [1920]).
Al igual que la ganadería, la agricultura sufría la escasez de agua. El problema estaba
no solamente en la cantidad, sino también en la desigual distribución del agua que había. Al
respecto, Denis afirmaba: “El agua no pertenece al Estado […] es del dominio privado. El
propietario usa y abusa a voluntad y la emplea libremente sobre las tierras que elige (Denis,
1987 [1920]: 84).
12
A fines del siglo XIX el engorde y comercio de ganado con Chile y Bolivia conservaba cierta importancia,
aunque fue cesando en los primeros años del siglo XX, debido a “la imposición de fuertes derechos de
aduana…” (González Sabathié, 1927: 138) en el caso de Chile, y por las pérdidas y dificultades que implicaba el
viaje de los animales a pie a Bolivia, y luego por lo costoso del traslado en ferrocarril.
Tanto la agricultura como la ganadería sufrieron en estos años un retroceso
considerable. Hubo una disminución de la superficie cultivada como así también en el número
de cabezas de ganado.13
En cuanto a la industria, existían emprendimientos textiles muy rudimentarios, que
utilizaban como insumos el algodón o la lana, y una gran cantidad de pequeñas bodegas que
conformaban la actividad vitivinícola14. Asimismo, existían ciertas producciones de alimentos
cuyos insumos provenían de la ganadería (queso, etc.), las que también estaban poco
desarrolladas.
La minería, actividad que por aquellos años parecía tener grandes perspectivas en
Catamarca, y a la que estaba asociada la cría de mulas que eran utilizadas como medio de
transporte, no logró poner en pie una actividad industrial que trascienda. “Fueron numerosos
los proyectos mineros que se pusieron en marcha en el período. La búsqueda se centró
particularmente en el oro, la plata y el cobre […]. Sin embargo, los resultados no se
compadecieron con las expectativas y la gran mayoría de las minas terminó cerrando […],
dando fin a lo que se llamó el “emporio minero catamarqueño” (Campi, 2000: 112).
Al estancamiento y retroceso de diversas actividades primarias y secundarias
contribuyó también la llegada tardía del ferrocarril a la provincia, y el hecho de que su
trayecto no alcanzaba a las regiones donde existía un cierto desarrollo productivo.15
Así, con el paso de los años “…las incipientes industrias […] desaparecieron en
algunos casos […]. En otros casos la actividad industrial experimentó disminuciones,
estancamientos o simplemente no progresó […] Las labores artesanales, principalmente las
textiles…” siguieron conservando las mismas características (Argerich, 1973: 28), aunque con
una producción menor. Sumado esto al declive de distintas actividades agropecuarias,
reflejaban el estado crítico que caracterizó a la economía catamarqueña en el período.
13
Alfredo Palacios en los años 30 realizaba una comparación de la situación catamarqueña con lo que había sido
la misma 50 años antes. En alusión a la mejor situación que se vivía al comienzo del “modelo agroexportador”,
afirmaba: “…el área agrícola […] está reducida a la décima parte de lo que era hace medio siglo. En el año 1885
[…] el censo ganadero […] dio un millón y medio de cabezas de ganado vacuno; […] se exportaban a Tucumán,
Santiago del Estero y Córdoba 30.000 toneladas de productos agropecuarios” (Palacios, 1944: 118). La provincia
contaba en las primeras décadas del siglo XX solamente con aproximadamente 220.000 cabezas (Argerich,
2003: 165).
14
“En 1908 existían 209 productores de vino con pequeñas bodegas (…) de las que evolucionaron un número
reducido aumentando su producción (Argerich, 2003: 171).
15
El ferrocarril llegó a la capital provincial en 1889 y recién en 1912 a los departamentos de Andalgalá y
Tinogasta. A su vez, la llegada de este a la capital, la desvinculó del intercambio comercial que había mantenido
con la zona de El Alto y Ancasti. En lo comercial, la llegada del ferrocarril trajo a la provincia productos más
económicos que competían con la producción local, lo que produjo el cierre de numerosos molinos harineros, la
desaparición de emprendimientos textiles artesanales, y hasta la reducción de ciertas producciones agrícolas
(Caro, 2007 sobre estudios de Lafone Quevedo, 1894 y 1896; Colombo, 2007).
La estructura productiva de Catamarca entre 1930 y 1955
La economía nacional experimentó durante la primera etapa de la industrialización
sustitutiva de importaciones, transformaciones importantes. A partir de la crisis económica
del ´30, la disminución del comercio mundial y el deterioro de los términos de intercambio
golpearon severamente al “modelo agroexportador”, perdiendo tanto el ganado como la
agricultura peso relativo en la estructura productiva del país. A su vez, hubo una mayor
industrialización a través de un proceso de sustitución de importaciones16, proceso en el que
peso fundamental lo tuvieron las industrias livianas. Esta industrialización, y la consecuente
urbanización que generó, también dio un nuevo impulso al sector terciario de la economía,
con la expansión del comercio y los servicios (Rofman et al., 1997; Rapoport, 2000; Ferrer,
2008).
En este período el país asistió a una profundización de las desigualdades regionales.
Mientras la región Pampeana concentraba la mayor parte de los bienes de exportación y del
creciente sector industrial (Girbal-Blacha, 2001; Gómez Lende et al., 2008), el Noroeste
continuó teniendo una participación marginal en la economía nacional.17
En estos años, la economía de Catamarca continuaría siendo afectada por notables
dificultades.
En 1937 la provincia poseía 7.002 explotaciones agropecuarias (EAPs), las que
abarcaban más de 3 millones de hectáreas de superficie. Diez años más tarde, las EAPs
llegaban solamente a 4.733, ocupando éstas una superficie de 2.294.475 hectáreas.18
La superficie cultivada también tuvo un retroceso por aquellos años. Entre 1914 y
1947 la misma se redujo de 76.372 a 52.989 hectáreas19. En cuanto a la actividad ganadera,
durante el período 1930-1947 la cantidad de ganado experimentó una disminución de 35%20.
La relevancia de dicho retroceso se explica por la importancia que tenía la actividad ganadera
en Catamarca.
16
Dicho proceso tuvo limitaciones importantes puesto que se trataba de un crecimiento de la industria que no
había sido planificado por el gobierno, sino que tuvo lugar como consecuencia de la coyuntura que atravesaba el
país.
17
En 1953 el NOA representaba el 6% de la estructura productiva nacional, mientras que dicho valor para la
región Pampeana era 81% (CFI – Instituto Torcuato Di Tella, Relevamiento de la estructura regional de la
economía argentina, Buenos Aires, 1963, vol. II. Citado por Rofman et al., 1997: 193).
18
Datos de: Censo Nacional Agropecuario 1937, y IV Censo General de la Nación. Tomo II, 1952.
19
Datos de IV Censo General de la Nación, Tomo II.
20
Entre 1930 y 1947 la cantidad total de ganado se redujo en Catamarca de 1.026.751 a 666.969 cabezas (Censo
Ganadero Nacional 1930; IV Censo General de la nación, Tomo II). Estos retrocesos estaban vinculados a la
mayor competencia que hubo de productos ganaderos pampeanos que, ante las dificultades que afectaron las
exportaciones a partir de los años 30, se orientaron hacia los distintos mercados regionales del país (Bolsi, 1997).
En aquellos años la industria catamarqueña, a pesar de experimentar un crecimiento
tanto en el número de establecimientos como en el personal ocupado, conservó el peso
marginal que tenía en el sector manufacturero nacional (Tabla 2).
El hecho de que el 86% de los establecimientos manufactureros de la provincia no
contasen con personal obrero o tuviese hasta 10 obreros ocupados, es un indicador de la
pequeña dimensión que tenía dicho sector.21
Tabla 2. Establecimientos y personal ocupado en el sector industrial. Catamarca.
1935, 1946 y 1954.
Participación en la industria
nacional (País = 100)
Año
1954
1954
1935
1946
1935
1946
645
0,4
Establecimientos
233
351
0,6
0,4
3.708
0,3
Personal ocupado
1.394
3.918
0,3
0,4
Fuente: Censo Industrial de 1935; IV Censo General de la Nación, Tomo III; Censo Industrial
de 1954.
Catamarca también tenía una participación marginal en la estructura nacional del
sector comercio. Su actividad comercial en 1946 abarcaba solamente 1.531 establecimientos y
2.250 personas ocupadas.22
La Tabla 3 muestra el PBI per cápita y la composición que tenían las estructuras
productivas de Catamarca y el país en 1953.
Tabla 3. Producto Bruto Interno 1953 (Composición porcentual (%)).
Catamarca y la Argentina
Catamarca
Total país
18,8
19,8
Agricult., ganad., y pesca
0,6
0,7
Minería
8,4
26,1
Industria
16,4
5,1
Construcción
33,8
38,7
Servic. No Gubernam.
22
9,6
Gobierno
TOTAL
100
100
0,3
Partic. en el PBI nacional
100
37
Producto per cápita
100
Fuente: CFI – Instituto Torcuato Di Tella, Relevamiento de la estructura regional de
la economía argentina, Buenos Aires, 1963, vol. II. Citado por Rofman et al., 1997:
193.
21
En 1946 el 29% de los establecimientos manufactureros de Catamarca desarrollaba su actividad sin contar con
personal obrero, mientras que un 57% de los mismos contaba con menos de 10 obreros (IV Censo General de la
Nación Tomo III, 1952).
22
Datos IV Censo General de la Nación Tomo III, 1952.
A pesar de haber transcurrido más de 50 años del siglo, y más de 20 años del inicio de
la etapa sustitutiva de importaciones, la economía catamarqueña conservaba su característica
de marginalidad en el plano nacional. Por entonces, mientras que en la economía argentina la
industria tenía una participación superior al 20%, en la estructura productiva de Catamarca
sobresalían
otras
actividades:
la
construcción
(obras
públicas)
y
los
servicios
gubernamentales.
El hecho de que actividades mencionadas explicasen casi el 40% de la economía
provincial, reflejaba el escaso desarrollo que caracterizaba a la misma a mediados del siglo
XX.
1955-1970: expansión de ciertas actividades en un contexto de estancamiento económico
Las tendencias que emergieron a partir de la crisis del ´30 en la economía argentina,
tuvieron continuidad entre mediados de los años 50 y 1970. Así, el sector manufacturero
incrementó su peso relativo en la estructura productiva, mientras que la actividad
agropecuaria disminuyó aún más su participación. A su vez, las actividades terciarias, como
los servicios y el comercio, son las que aumentaron en mayor volumen, y es lo que explica su
mayor peso en la economía nacional (Rofman et al., 1997; Rapoport, 2000; Ferrer, 2008).
Sin embargo, a diferencia de la etapa anterior, la mayor parte de los gobiernos del
período orientó la economía hacia la búsqueda de una mayor modernización y la eficiencia
del sector productivo, lo que se tradujo en un fortalecimiento de los sectores más
concentrados de la economía, y una participación creciente en la producción de empresas
transnacionales, siendo perjudicados numerosas pequeñas y medianas empresas, y gran
cantidad de pequeños y medianos productores (Rofman et al., 1997; Rapoport, 2000; Zarrilli,
2001).
Este proceso de modernización e industrialización con preeminencia del capital
multinacional produjo “…el crecimiento de determinadas provincias o regiones, en tanto otras
se rezagaban considerablemente. Así, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe […] crecieron al
ritmo de la expansión industrial, en tanto las provincias del Norte del país […] vivieron una
situación de relativo estancamiento…” (Aroskind, 2003: 75-76).
En ese contexto, la economía de Catamarca, si bien tuvo un desempeño económico
regular
23
23
y conservó su peso marginal en la producción nacional24, tuvo algunas
En la década de 1960 el PBG de Catamarca tuvo un crecimiento promedio ínfimo, “superando apenas el 1%
anual acumulativo” (Miatello, 1973: 215).
transformaciones en los sectores primario y terciario que adquieren relevancia al considerar el
retroceso económico que caracterizó a la provincia en la primera mitad del siglo XX.
El sector agropecuario de la provincia tuvo en la década de 1960 un importante
incremento en la cantidad de EAPs (de 7.789 a 10.401) y en la superficie cubierta por éstas
(Tabla 4)25. La mayor parte de éstas estaban dedicadas a la producción ganadera, que tuvo en
aquellos años un incremento en la cantidad de cabezas de ganado26. Hubo también un
importante aumento de la superficie cubierta por pasturas, las que poseían un peso
mayoritario en el total de superficie cubierta por las explotaciones agropecuarias (Tabla 4).
La cantidad de hectáreas ocupadas con cultivos se incrementó notablemente en la
provincia, aunque seguía siendo baja27. Las sequías y falta de riego, y la desigual distribución
de la tierra28, seguían siendo problemas característicos del sector (Argerich, 1973).
Tabla 4. Superficie cubierta por las EAPs según su uso.
Catamarca. 1960 y 1969.
Var. %
1960
1969
1960-69
Ha.
%
Ha.
%
14.227
1
42.330 1,4
197,5
cultivos anuales
cultivos perennes
bosques y montes
pasturas
Total
14.146
264.725
962.878
1
30.129
1
18,5 991.599 32,2
67,1 1.596.730 51,9
113,0
274,6
65,8
1.433.955 100 3.078.239 100
114,7
Fuente: Censos Nacionales Agropecuarios, 1960 y 1969.
La industria mantuvo su nivel de atraso, conformada en su mayoría por
establecimientos pequeños que no generaban una demanda importante de mano de obra. En
24
Entre los años 1953 y 1970, la producción catamarqueña aportó el 0,3% de total de bienes y servicios
producidos en el país (Datos de CFI, 1963, en Rofman et al., 1997: 193; y de CFI, Producto Bruto Geográfico
1970-1980).
25
Los datos de la Tabla 4 hay que tomarlos con cautela ya que los Censos Agropecuarios de 1960 y 1969 no son
estrictamente comparables al haber realizado los respectivos relevamientos de formas diferentes. En función de
ello, para el año 1969 tanto para Catamarca como para Tucumán, se tuvo en cuenta el total de superficie apta
ocupada por las EAPs.
26
La ganadería experimentó en dicho período un incremento en la cantidad de cabezas de ganado, de 515.714 a
635.388 (Datos de los Censos Nacionales Agropecuarios, 1960 y 1969).
27
Las forrajeras ocupaban más del 30% de la superficie con cultivos, mientras que los cereales concentraban
más del 20% de la misma, destacándose la alfalfa y el maíz en los grupos de cultivos mencionados. A ello se
sumaba la vid y las hortalizas con casi un 15% y un 20% de la superficie cultivada (Censos Nacionales
Agropecuarios 1960 y 1969).
28
En 1960 las EAPs de hasta 25 hectáreas, que eran el 74% del total, cubrían el 2,1% de la superficie total. Por
el contrario, las explotaciones de más de 1000 hectáreas, que representaban el 3,7% del total, abarcaban el 77,8%
de la superficie total (Censo Nacional Agropecuario 1960).
En 1969 las EAPs de hasta 25 hectáreas representaban el 71,5% del total, y ocupaban el 1% de la superficie
cubierta. Por su parte, las explotaciones de más de 1.000 hectáreas, que solamente representaban el 5,1% del
total de EAPs, representaban el 83,5% de la superficie ocupada (Censo Nacional Agropecuario 1969).
1963 la manufactura provincial mostraba disminuciones de los establecimientos y del
personal ocupado en ellos respecto a la situación existente diez años atrás (Tabla 5)29. En
1970, la industria todavía mantenía sus niveles artesanales, teniendo una dimensión muy
reducida en la provincia (Osatinsky, 2011).
En el sector terciario, el comercio y los servicios privados tuvieron una expansión. En
1964 había en la provincia 3.193 establecimientos y 5.928 personas ocupadas en estas
actividades. Diez años más tarde, los establecimientos sumaban 3.992, los que ocupaban un
total de 8.051 personas.30
Tabla 5. Establecimientos y personal ocupado en industria
manufacturera en Catamarca. 1953, 1964.
Participación en la
industria nacional
(País = 100)
Año
1954
1963
1954
1963
Establecimientos
645
603
0,4
0,3
Personal ocupado
3.708
2.664
0,3
0,2
Fuente: Censos Nacionales Económicos, 1954 y 1964.
La Tabla 6 muestra la composición del PBG catamarqueño en distintos momentos del
período, lo que refleja en gran medida la dinámica que se ha señalado para los distintos
sectores.
Tabla 6. Estructura del Producto Bruto Geográfico
entre 1953 y 1970 (%, años seleccionados)
Grandes divisiones
1953
1961
18,8
12,6
Agropecuario silvicultura, caza y
pesca
0,6
1,6
Minas y canteras
8,4
7,7
Industria manufacturera
16,4
8,5
Construcción
/
3
Electricidad, gas, agua y servicios
sanitarios
/
2
Transporte
/
2,1
Comunicaciones
/
9,2
Comercio, restaurantes y hoteles
/
6,9
Establec. financieros, seguros, bs.
inmuebles y servicios a empresas
55,8*
46,6
Servicios
29
de Catamarca
1965
20,7
1970
16
0,48
8,7
4,71
1,7
6
5
12
1
2,8
2,1
9,4
4,3
5
15
5
45,1
35
En aquel año había en la provincia 417 establecimientos que ocupaban a 2.473 personas, mientras que en 1953
esos valores habían sido 645 y 4.408 respectivamente (Censos Nacionales Económicos, 1954 y 1964).
30
Datos de los Censos Nacionales Económicos, 1964 y 1974.
* La fuente únicamente diferencia entre servicios no gubernamentales (33,8%) y
gobierno (22,0%). / no discriminado.
Fuentes: 1953: CFI – Instituto Torcuato Di Tella, 1963. Tomado de Rofman et al.,
1997 [1973]: 193; 1961-1970: Dirección de Estadísticas y Censos de Catamarca,
s/f.
Durante gran parte del período los sectores agropecuario y manufacturero mantuvieron
el mismo peso relativo que tenían en la estructura productiva desde mediados de los 50,
decayendo levemente hacia fines de los años 60. A su vez, en el sector secundario era la
construcción la actividad que tenía mayor importancia, probablemente debido a las obras
públicas realizadas por el gobierno. En cuanto al sector terciario, si bien los servicios
vinculados al sector público mostraban una tendencia decreciente en su peso relativo, la
participación que alcanzaron en la economía provincial en todo el período fue mucho mayor a
la que tenían en los primeros años de la década de 1950 (22%).
Es decir que Catamarca consolidó aún más el mayor peso de las actividades
vinculadas al Estado dentro de la estructura productiva. En 1970 aproximadamente la mitad
de su PBG era generado por la construcción o los servicios del sector público. Asimismo el
sector manufacturero poseía en aquel año un peso relativo muy bajo, mientras que las
actividades agropecuarias, que habían experimentado ciertos desarrollos, conservaban su peso
en la estructura productiva provincial.
La economía de Catamarca en la etapa neoliberal
En las últimas décadas del siglo XX la economía argentina fue afectada por profundas
reformas estructurales. Un proceso de desindustrialización alimentado por la desaparición de
numerosos pequeños y medianos establecimientos industriales; crisis profundas de pequeños
y medianos productores vinculados a diversas actividades agropecuarias que destinaban su
producción al mercado interno, lo que ocasionó a su vez una mayor concentración de la tierra;
retroceso de actividades que demandaban tradicionalmente gran cantidad de trabajadores o
empleados, como son los casos del comercio o la construcción, fueron algunos de los cambios
negativos que ocasionó la orientación económica neoliberal que se impuso desde mediados de
la década de 1970. En contrapartida, los servicios y las actividades agropecuarias vinculadas
al mercado externo adquirieron mayor peso en la estructura productiva (Rofman et al., 1997;
Rapoport, 2000; Ferrer, 2008).
En este período, las desigualdades regionales que se fueron consolidando en el país
desde el siglo XIX, se mantuvieron. La mayor parte de los bienes y servicios producidos en el
país continuaron concentrados en la región Pampeana, mientras que el NOA conservó su
participación marginal en el PBG argentino.31
Si bien las transformaciones económicas mencionadas estuvieron presentes en las
distintas economías provinciales, no se desarrollaron de igual modo y a un mismo ritmo en
todas éstas. En ese contexto, el caso de Catamarca es significativo por el menor impacto que
tuvieron allí -en comparación con lo acontecido en la mayoría de las provincias del país- las
transformaciones económicas regresivas mencionadas.
En ese sentido, ya en la década de 1970 la economía de Catamarca tuvo una expansión
mayor que el promedio del país, incrementando el peso que tenía en el PBG de la Argentina,
aunque sin perder el carácter marginal de dicha participación.32
En aquellos años las actividades más importantes que componen el PBG de Catamarca
experimentaron una expansión (Tabla 7).
Tabla 7. Evolución de las principales actividades del
PBG de Catamarca. 1970, 1975, y 1980 (Índice 1970
= 100)
Sectores
Años
1970 1975 1980
Agricultura, Caza, etc.
100
138
213
Industria Manufacturera
Construcción
100
100
133
133
640
209
Comercio
Transporte
Servicios Financieros
Servicios
Total
100
100
100
100
100
173
117
128
169
148
125
129
152
179
194
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Consejo
Federal de Inversiones, Producto Bruto Geográfico 19701980, CFI, Tomo II, pág. 153, 249, 273, 173, 269 y 293.
El crecimiento del sector agropecuario de Catamarca se explica por el incremento que
tuvieron en dicha provincia la superficie sembrada, la producción agrícola y el valor de la
31
En los años 80 y 90 el 75% de la estructura productiva nacional estuvo concentrada en la región Pampeana,
mientras que el Noroeste mantuvo una participación en la misma de 5% (Osatinsky, 2011, sobre la base de datos
del Consejo Federal de Inversiones y del Ministerio del Interior de la Nación).
32
En los años 70 la economía catamarqueña tuvo una tasa de crecimiento anual de 6,9%, siendo dicho valor para
el caso de la Argentina igual a 2,5%. Así, entre 1970 y 1980 la participación de su economía en el PBG del país
aumentó de 0,3 a 0,5% (Manzanal et al., 1989: 18).
producción agropecuaria entre comienzos de los años 60 e inicios de la década de 198033. Sin
embargo, en dicha evolución hay que tener en cuenta que se partía en los ´60 de una
superficie cultivada reducida34. A su vez, cabe destacar que la actividad pecuaria conservaba
en 1980 un peso relevante en el sector agropecuario.35
El sector industrial, si bien poseía en 1974 solamente 522 establecimientos y un
personal ocupado de 2.052 personas (Censo Nacional Económico 1974), tuvo una notable
expansión en el período 1975-1980, la que se explicaba por el régimen de promoción
industrial, al que se hará referencia más adelante.
En cuanto a la construcción y los servicios, el crecimiento se vincula con la importante
presencia que tenía allí el Estado.36
En la década de 1980, a contramano del proceso que experimentaba la economía
nacional37, el PBG de Catamarca tuvo una nueva expansión, llegando a ser en 1989 un 63%
más grande que en 1980.38
Ya en los años 90, la economía provincial acompañó la dinámica de la economía
nacional, atravesando una etapa de crecimiento hasta el año 1998, y un período de caída a
partir de 1999 (Osatinsky, 2007).
La expansión señalada implicó un leve incremento de la economía catamarqueña en
cuanto a su peso en estructura económica del país, aunque éste continuó siendo marginal39. Sin
embargo, en el período 1980-2002 acontecieron transformaciones relevantes en sectores
productivos relevantes (agropecuario, la industria, el comercio, y los servicios), cuyo análisis
en particular nos permitirá lograr una mayor comprensión de los procesos económicos que
acontecieron en la provincia.
Los cambios en la distribución de la tierra y evolución de los cultivos
33
Entre 1959/63 y 1979/82 la superficie sembrada se incrementó 97% en Catamarca. En cuanto a la producción
agrícola, aumentó 224%, mientras que el valor de la producción agropecuaria tuvo un crecimiento de 149%
(Rodríguez Sánchez, 1987: 22 y 27, citado por Manzanal et al., 1989: 29-30).
34
A fines de la década de 1960 la superficie cultivada en Catamarca no llegaba a las 100.000 hectáreas (Datos
del Censo Nacional Agropecuario 1969).
35
La actividad pecuaria representó el 44,5% y el 37,3% del sector agropecuario en 1960 y 1980 respectivamente
en Catamarca (Bolsi et al., 2009: 153).
36
Los servicios comunales, sociales y personales representaban el 35% y el 37% de la estructura productiva de
Catamarca en 1970 y 1980, respectivamente (Manzanal et. al., 1989, sobre la base de datos del Consejo Federal
de Inversiones, 1983).
37
Entre 1982 y 1990, el PBI del país tuvo un descenso anual promedio de 0,3% (Gatto et al., 2003, p. 13).
38
A precios constantes de 1970, el PBG catamarqueño creció de 45.028.000 a 73.596.000 pesos entre 1980 y
1989 (Osatinsky, 2007, sobre la base de datos del Consejo Federal de Inversiones, s/f).
39
Catamarca entre 1990 y 2001 pasó de representar el 0,5% al 0,7% de la producción nacional de bienes y
servicios (Datos del Consejo Federal de Inversiones, s/fa).
Catamarca tuvo históricamente una distribución desigual de la tierra (Rivas, 1997).
Dicha desigualdad continuó siendo característica a fines del siglo XX, aunque en el período
1988-2002 el proceso de concentración de la tierra no alcanzó la magnitud que tuvo en el caso
de la Argentina, reflejado ello en el hecho de que en Catamarca el número de EAPs se redujo
en un porcentaje menor que la superficie que ocupaban, mientras que en el país la cantidad de
explotaciones agropecuarias disminuyó un porcentaje superior a la caída que tuvo la
superficie ocupada por éstas (véase Tabla 8).
La reducción del número de EAPs en Catamarca se explica por la importante
disminución que hubo en la cantidad de explotaciones pequeñas (hasta 25 hectáreas), la cuál
fue menor a la disminución promedio que hubo en las explotaciones del país (Tabla 8). A su
vez, si bien las explotaciones de más de 1000 hectáreas son las que experimentaron una
mayor reducción en la superficie ocupada, simultáneamente otras medianas y grandes EAPs
(de 200 a 1000 hectáreas) aumentaron la superficie que ocupaban (Tabla 9)40. Por ello, si bien
la distribución de la tierra conservó importantes niveles de desigualdad, la concentración de
este recurso no avanzó en la provincia en la magnitud que lo hizo, en promedio, en el
conjunto de las explotaciones del país.41
Tabla 8. Variación porcentual de las EAPs según tamaño.
Catamarca y la Argentina. 1988-2002.
Tamaño de
Catamarca
Argentina
las EAPs
EAPS
Sup.
EAPS
Sup.
0-5 ha.
-2,4
3,7
-28,2
-28,4
5,1-25 ha.
-16,6
-20,7
-26,1
-24,9
25-100 ha.
-8,8
-7,5
-26,4
-26,5
100-200 ha.
7,3
14,7
-26,5
-25,7
200-1000 ha.
46,6
53,1
-10,5
-5,9
más de 1000 ha.
16,3
-30,1
5,8
2
Total EAPs
-3,0
-22,3
-21,4
-1,5
Fuente: Censos Nacionales Agropecuarios, 1988 y 2002.
Tabla 9. Participación relativa de las EAPs según tamaño.
Catamarca. 1988-2002.
Tamaño de
Número de
Superficie de
las EAPs
EAPs
las EAPs
1988
2002
1988
2002
hasta 5 ha
55,59
55,95
0,35
0,46
40
Osatinsky, 2009, sobre la base de datos de los Censos Nacionales Agropecuarios, 1988 y 2002.
Cabe destacar, como se observa en la Tabla 8, que las pequeñas EAPS fueron menos afectadas en Catamarca
respecto a lo sucedido para el conjunto del país. A su vez, las grandes EAPs en la Argentina, aumentaron tanto
su número como la superficie que ocupaban, lo cuál como se dijo, no sucedió en Catamarca.
41
5,1 a 25 ha.
25,1 a 100 ha.
100,1 a 200 ha
200,1 a 1000 ha.
más de 1000 ha
TOTAL EAPs
23,58
9,17
3,57
4,89
3,2
20,27
8,62
3,94
7,38
3,84
0,96
1,61
1,75
7,74
87,59
0,98
1,92
2,63
15,2
78,81
100
100
100
100
Fuente: Censos Nacionales Agropecuarios, 1988 y 2002.
A diferencia de lo que ocurría con la cantidad de hectáreas ocupadas por las EAPs, la
superficie cultivada tuvo en Catamarca un nuevo incremento en el período 1988-2002, debido
al notable aumento de las producciones orientadas al mercado externo (oleaginosas, cereales,
y frutales) (Tabla 10).
Tabla 10. Superficie implantada según grupo de cultivos.
Catamarca. (1988-2002).
Participación de
Tipo de
los cultivos en la
Variación 1988/2002
superficie imp.
cultivo
Sup. implantada (%)
1988
2002
Catamarca
25,73
16,68
117,56
Cereales
10,94
16,81
415,88
Oleaginosas
11,9
1,16
-64,53
Industriales
21,77
44,07
579,27
Forrajeras
4,54
1,52
12,73
Legumbres
10,92
2,72
-16,26
Hortalizas
11,18
15,25
357,53
Frutales
Total cultivos
100
100
Total
Superficie
53.854,7 180.719,5
235,6
Fuente: Osatinsky, 2009, sobre la base de datos de los Censos
Nacionales Agropecuarios, 1988 y 2002.
La evolución que tuvieron las oleaginosas se explicaba por la expansión del cultivo de
soja. A su vez, el incremento de los cereales fue consecuencia de la mayor superficie con
trigo, el cual se utiliza como cultivo de rotación en las tierras con soja. Por su parte, el notable
incremento de los frutales se vincula con la expansión que el olivo tuvo a partir de los años 90
en la provincia, con la Ley de Diferimientos Impositivos (Rofman et al., 2007) (Tabla 11).
Tabla
11.
Superficie
implantada
(hectáreas) por cultivos seleccionados.
Catamarca. 1988 y 2002.
Cultivo
1988
2002
5.876,5
30.164,0
Soja
589,3
18.448,0
Trigo
Tabaco
Vid
Nogal
Olivo
1.354,7
3.526,9
3.437,4
951,8
511,0
3.450,5
4.389,6
16.354,3
Fuente: Censos Nacionales Agropecuarios 1988
y 2002.
Entre las producciones tradicionales, cuyo destino era el mercado interno, hubo
comportamientos disímiles. Los cultivos industriales y las hortalizas tuvieron un retroceso
importante, mientras que las forrajeras incrementaron notablemente su ya destacado peso en
la superficie total implantada en Catamarca, cubriendo en 2002 casi el 45% de ésta (Tabla
10). Este último desarrollo estuvo ligado al importante crecimiento que tuvo la actividad
ganadera en aquellos años en la provincia.42
En el caso de la vid y el nogal, dos cultivos tradicionales y de relevancia orientados al
mercado interno, que integran el grupo de los frutales, no tuvieron el retroceso que caracterizó
a diversas producciones tradicionales de otras provincias (Tabla 11).
En síntesis, entre fines de la década de 1980 y 2002 en Catamarca, la expansión de
ciertas producciones agrícolas y ganaderas, y una desigualdad en LA distribución de la tierra
que no avanzó en la dimensión que lo hizo en el país, expresaban procesos atenuantes ante el
retroceso que tuvieron las EAPs en aquellos años.
Dinámicas diferentes de la industria, el comercio, y los servicios
En los 20 años que transcurren entre 1974 y 1993 el sector industrial de Catamarca
experimentó un importante crecimiento en su personal ocupado, aunque se partía en 1974 de
un nivel muy reducido de ocupación43. Asimismo, la cantidad de establecimientos se redujo
notablemente entre 1974 y 1985, incrementándose luego aunque sin alcanzar el número que
había a mediados de los ´70 (Tabla 12).
Tabla 12. Establecimientos y personal ocupado en el sector industrial. Catamarca.
(1974-1993)
Año
Variación Relativa
1993
74/93
1974
1985
74/85
85/93
428
-18,0
522
395
Establecimientos
-24,3
8,4
6.659
224,5
2.052
4.099
Personal ocupado
99,8
62,4
42
En Catamarca las 10.214 explotaciones ganaderas y las 260.904 cabezas de ganado existentes en 1988,
ascendieron a 15.108 EAPs con 593.723 cabezas de ganado en 2002. Por entonces, el 76% de la s (Censos
Nacionales Agropecuarios, 1988 y 2002).
43
“…hasta 1974 […] la actividad industrial era prácticamente nula o más bien de características artesanales (en
Catamarca)” (Reyes et. al., s/f: 37).
Fuente: Censos Nacionales Económicos. 1974, 1985 y 1994.
La expansión de los ocupados en la industria catamarqueña se vincula con la política
de promoción industrial que desenvolvió el Estado Nacional desde los ´70, y la provincia desde
198244. Ésta, mediante el otorgamiento de importantes beneficios, atrajo a un conjunto de
medianas y grandes empresas se instalaron en la provincia45. Por ello hubo un aumento en el
total de ocupados del sector, a pesar de la desaparición de un número importante de pequeños
establecimientos, que fueron marginados de la actividad fruto de la coyuntura económica
desfavorable de los años 80, y del ajuste estructural de los ´90.
Si consideramos en conjunto la actividad comercial y los servicios, se observa en este
período un incremento en el número de establecimientos y en la cantidad de personas
ocupadas46. Sin embargo estos dos sectores no tuvieron la misma dinámica en aquellos años.
En efecto, la Tabla 13 muestra como entre 1985 y 1993 el comercio tuvo un retroceso
en cuanto al personal ocupado y la cantidad de establecimientos que lo componían. Por el
contrario, los servicios experimentaron en aquellos años una importante expansión, sobre todo
en el total de ocupados en la actividad.
Tabla 13. Establecimientos y personal ocupado en los sectores comercio y
servicios. Catamarca. 1985 y 1993.
Establecimientos
Personal ocupado
Var. %
Var. %
1985
1993
85/93
1985
1993
85/93
6.373
-5,9
-10,8
3.423
3.222
7.141
Comercio
6.174
974
1.609
1.854
65,2
233,0
Servicios
Fuente: Censo Nacional Económico 1985, Censo Nacional Económico 1994.
Probablemente la disminución que tuvo la actividad comercial se vincule con ciertos
períodos recesivos que vivió la economía en los años ´80 y los planes de ajuste
44
En 1974 mediante el Acta de Reparación Histórica, se buscó beneficiar con inversiones a las provincias de San
Luis, La Rioja y Catamarca, lo que luego se materializó en las leyes 22.021 y 22.702. A ello, se agrega en el caso
de Catamarca la Ley de promoción Industrial Nº 20.560 de 1982 (Reyes et. al., s/f).
45
A comienzos de los ´80 se radicaron diversas empresas. Entre estas, tres grandes vinculadas al rubro textil que
ocupaban un total de 507 personas, una empresa de cemento que empleaba 354 trabajadores. A ello se sumaba
una empresa de gran envergadura fabricante de golosinas que se radicó al sur de la provincia. En total, hasta el
censo económico de 1985, se habían instalado 40 empresas con la promoción industrial, que empleaban 2.384
personas (Reyes et. al., s/f).
46
En 1974 Catamarca tenía en comercio y servicios un total de 3.940 establecimientos que empleaban a 8.393
personas. Veinte años más tarde los establecimientos ascendían a 4.831 mientras que el personal ocupado
sumaba un total de 12.547 empleados (Censos Nacionales Económicos, 1974 y 1994).
implementados en los ´90. A su vez, tal vez el proceso de terciarización47 sea el que explique
la mejor dinámica que caracterizó al sector de servicios en la provincia.
Las recesiones que la economía experimentó entre 1994 y 200248, seguramente
afectaron a la industria, el comercio, y los servicios de Catamarca. “Sin embargo, el nuevo
censo económico recién se realizó con posterioridad a 2002, cuando ya había cambiado la
coyuntura económica49, por lo que no es posible conocer con certeza cuál fue la evolución de
dichos sectores en ese período. Pese a ello, los datos del Censo Económico de 2004/05
permiten establecer una serie de hipótesis…” (Osatinsky, 2012) (véase Tabla 14).
Tabla 14. Establecimientos y personal ocupado en los sectores industria, comercio, y
servicios. Catamarca. 1993, y 2003.
Industria
Comercio
Servicios
Establec.
personal
ocupado
Establec.
personal
ocupado
Establec.
personal
ocupado
1993
428
6.659
3.222
6.373
1.609
6.174
2003
Var (%)
1993/2003
522
7.436
3.192
7.880
2.129
6.889
22
11,7
-0,9
23,6
32,3
11,6
Fuente: Censo Nacional Económico 2004/2005.
Las tasas de crecimiento positivas que se observan en las actividades analizadas, están
vinculadas al nuevo ciclo de crecimiento iniciado en la segunda mitad de 2002, etapa en la
que comenzó a revertirse, de un modo parcial, del deterioro ocasionado por las recesiones
antes mencionadas. De ahí que los valores que tenían los tres sectores económicos
considerados en 2003, no estaban muy alejados de los que poseían en 1993 (Osatinsky, 2012).
De conjunto, considerando la industria, el comercio, y los servicios, es claro que este
último sector es el que tuvo la mayor expansión, mientras que fue la actividad comercial la
que experimentó la mayor caída. En cuanto al sector manufacturero, si bien no se puede
afirmar que Catamarca haya alcanzado un verdadero desarrollo por efecto de la promoción
47
El proceso de terciarización de la economía tuvo lugar en diferentes países a fines del siglo XX. El mismo
consiste en la expansión de las empresas de servicios mediante la realización de diversas tareas que antes
realizaban los establecimientos industriales. Éstos, en pos de ahorrar costos de personal, tendieron a contratar
dichas empresas de servicios (Méndez, 1997).
48
La primera tuvo lugar entre 1995 y los primeros meses de 1996. La segunda, de mayor duración e intensidad,
aconteció entre 1998 y 2002.
49
El Censo Nacional Económico 2004/2005 contiene datos referidos a 2003, año que forma parte de la nueva
coyuntura económica que tuvo lugar tanto en el país, luego de la devaluación de 2002, como a nivel mundial.
industrial50, si fue menos afectada que otras provincias por el profundo proceso de
desindustrialización que afectó a todo el país en aquellos años.
Reflexiones finales
El hecho de que en 2001 la pobreza en Catamarca, a pesar de afectar a un elevado
porcentaje de su población (Tabla 1), alcanzara los menores niveles de la región NOA, está
vinculado, entre otros factores, a los cambios que atravesó su estructura productiva en el largo
plazo.
La economía catamarqueña, que había mantenido durante el siglo XIX cierta
diversificación productiva, y ciertos intercambios comerciales con otros países y regiones
argentinas, experimentó un declive notable en la fase del modelo agroexportador. Sus
producciones agropecuarias sufrieron un retroceso mientras que la industria, el comercio y los
servicios no se desarrollaron prácticamente. De esa forma, Catamarca profundizó su
participación marginal en la economía nacional, integrando el conjunto de provincias del
interior más rezagado.
En el período 1930-55, la ganadería, que tenía un peso importante en la economía
provincial, tuvo una reducción considerable. Ello, sumado a la disminución de la superficie
cultivada, influyó en el descenso de la cantidad de explotaciones agropecuarias. Por su parte,
el sector manufacturero y el comercio de la provincia conservaban un tamaño reducido. Ante
el escaso desarrollo de las actividades primarias y secundarias, el Estado incrementó su peso
en la economía a través de los sectores construcción y servicios.
Desde mediados de los años 50 la economía provincial, integrada por producciones de
poca relevancia, experimentó cierta expansión de actividades primarias y terciarias. Si bien
tanto las producciones agrícolas, el comercio y los servicios privados, mantuvieron una
reducida dimensión, la superficie cultivada aumentó notablemente en la provincia (al igual
que el número de EAPs y la superficie que ocupaban), a la vez que hubo una expansión de las
actividades terciarias (comercio, servicios privados), mientras que el sector público, a través
de sus servicios y de su presencia en la construcción (obra pública), consolidó la importancia
que tenía en la estructura económica provincial.
La mayor parte de estas expansiones tuvieron continuidad en las últimas décadas del
siglo XX, a lo que se sumó una mejora relativa en el sector manufacturero provincial.
50
Los beneficios otorgados por la promoción industrial incrementaron “las ganancias de poderosos grupos
nacionales o multinacionales que, en muchos casos, interrumpieron luego su ciclo inversor o generaron una muy
limitada capacidad de entrelazamientos o encadenamientos hacia atrás o hacia delante, actuando entonces como
verdaderos ‘enclaves’ productivos en las áreas promovidas” (Rofman, 1999).
Si bien Catamarca conservó una profunda desigualdad en la tenencia de la tierra, la
misma no avanzó en la magnitud que lo hizo, entre 1988 y 2002, en el conjunto de las EAPs
del país. A su vez, los cultivos orientados al mercado interno no fueron tan afectados por las
transformaciones regresivas que el neoliberalismo impuso en la actividad agrícola. En cuanto
a las producciones ligadas al mercado externo, tuvieron una expansión importante.
En el sector industrial, Catamarca triplicó entre 1974 y 1993 la cantidad de personal
ocupado. Así, en el marco del profundo proceso de desindustrialización que afectó a todo el
país en aquellos años, Catamarca sufrió sus consecuencias en menor medida.
En el sector terciario, el comercio y los servicios tuvieron diferentes dinámicas. La
primera de estas actividades experimentó un retroceso, mientras que los servicios se
caracterizaron por una notable expansión.
Es decir que Catamarca, que mantuvo hasta la década de 1970 una economía de
característica marginal y conservó un prolongado estancamiento en su estructura productiva,
comenzó a experimentar en las últimas décadas del siglo XX ciertos desarrollos en
actividades agropecuarias, manufactureras y terciarias (servicios) que, sin ser de gran
magnitud, si representaron un impulso importante para una producción provincial que se
había mantenido durante décadas en niveles muy bajos. Estos incipientes desarrollos, que
permitieron ampliar el mercado interno, actuaron como factores atenuantes de las
transformaciones neoliberales de las que Catamarca no estuvo exenta.
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