Temas 9 y 10.- METODOLOGÍA CUANTITATIVA. EL CUESTIONARIO

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Diplomatura en Trabajo Social. Primer curso.
Asignatura: “Métodos y técnicas de investigación social”
Temas 9 y 10.- METODOLOGÍA CUANTITATIVA. EL CUESTIONARIO1
9.1.- Definición del cuestionario
9.2.- Reglas básicas a seguir en la elaboración del cuestionario
9.3.- Tipo de cuestiones o preguntas
9.4.- Reglas para la formulación de preguntas
9.5.- Errores en las encuestas
9.6.- Fiabilidad y validez del cuestionario
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9.1.- Definición del cuestionario
El cuestionario es el instrumento básico de la investigación social por encuestas.
Constituye un conjunto de preguntas sobre hechos y aspectos de interés en una
investigación social.
El cuestionario simple es aquel en el que los encuestados contestan por escrito, sin
intervención del encuestador.
Hay cuestionarios que precisan de una entrevista previa, donde personas cualificadas
hacen a los encuestados las preguntas que componen el cuestionario y anotan en él las
respuestas.
La finalidad de este instrumento de investigación es obtener, de manera sistemática y
ordenada, información de la población encuestada sobre las variables objeto de estudio.
Sierra Bravo (1998) presenta de forma explícita el papel del cuestionario en la
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Las páginas que siguen están tomadas de Sierra Bravo, R. (1998): Técnicas de investigación social,
Madrid, Paraninfo.
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investigación social:
“El cuestionario cumple una función de enlace entre los objetivos de la investigación y la
realidad observada… Las condiciones fundamentales que debe reunir… se pueden sintetizar por
una parte en traducir los objetivos de la investigación en preguntas concretas sobre dicha
realidad y, por otra parte, en ser capaz de suscitar en los encuestados respuestas sinceras y
claras a cada pregunta…”
9.2.- Reglas básicas a seguir en la elaboración del cuestionario
En opinión de Mayntz (1988), en la elaboración del cuestionario hay que seguir las
siguientes reglas:
1.- Controlar la amplitud del cuestionario: la amplitud del cuestionario debe medirse
por la duración media de la aplicación del mismo, para lo que realizamos algunas
entrevistas de prueba. Aunque la duración recomendada suele ser de 30 minutos, esto
siempre dependerá de la dificultad de las preguntas y del interés de los encuestados.
2.- Tener en cuenta el efecto de irradiación: una pregunta ejerce una influencia, tanto
material como emotiva, en las cuestiones que le siguen. La técnica del embudo de
preguntas previene los resultados negativos de este efecto ordenando las preguntas
desde lo más general a lo más específico.
3.- Realizar mezclas de preguntas: cuando queremos obtener información de variables
complejas es útil utilizar varias preguntas en lugar de una sola.
4.- Emplear las técnicas de codificación de campo, filtro y horquillamiento: en líneas
generales, esta regla supone la utilización de procedimientos para secuenciar y registrar
las preguntas que se hacen al encuestado dependiendo de las respuestas que emitió a
preguntas anteriores.
5.- Incluir preguntas de introducción, de alivio y de control: con las preguntas de
introducción intentamos relajar al encuestado, situándole en el contexto de la encuesta.
Con las preguntas de alivio, lo que pretendemos es la distensión del encuestado tras
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haber dado respuestas a preguntas comprometedoras. Finalmente, con las preguntas de
control averiguamos si el encuestado ha contestado con sinceridad a determinadas
preguntas.
6.- Añadir preguntas sobre datos sociodemográficos: en todas las encuestas han de
recogerse datos personales de los encuestados; datos que en muchos casos se utilizarán
para intentar clasificar las respuestas, y que por su naturaleza de intromisión deben
situarse al final del cuestionario.
García Ferrando (1989) resume la filosofía de estas reglas cuando afirma:
“Al organizar las preguntas en un cuestionario conviene considerar tres aspectos: el logro de
una introducción apropiada, la transición fácil y razonable de un tema a otro y la formulación
de una adecuada conclusión a la entrevista”
Monzón Arribas (1987) comenta que en la ordenación del cuestionario conviene
respetar la secuencia u orden lógico y psicológico de las preguntas. Por ello, las
primeras preguntas del cuestionario deben ser introductorias, generales o de fácil
respuesta. Las preguntas difíciles deben dejarse para momentos posteriores o el final y
las preguntas de control, si son necesarias, deben colocarse a lo largo de todo el
cuestionario. Por último, la práctica aconseja, cuando la pregunta es complicada o exige
mucha memoria, ayudarse de gráficos, fichas, escalas, mapas u otros medios auxiliares
que faciliten la respuesta.
9.3.- Tipo de cuestiones o preguntas
El elemento básico del cuestionario son las preguntas. Así, la bondad de un
cuestionario dependerá de la clase de preguntas incluidas en él y de su adecuada
formulación.
Las preguntas, que componen un cuestionario, no son otra cosa que la expresión en
forma interrogativa de las variables empíricas respecto a las que interesa obtener
información. Estas preguntas comprenden diversas respuestas, que son los elementos de
variación o categorías posibles de la variable que deseamos medir.
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Las alternativas de respuesta o categorías deben reunir 2 condiciones esenciales:
1.- Ser exhaustivas, es decir, abarcar todo el abanico de posibles respuestas.
2.- Ser excluyentes: un encuestado no podrá elegir de forma válida dos respuestas
distintas a una misma pregunta. En otras palabras, sólo se verá identificado con una de
las alternativas de respuestas.
Recurriendo al criterio de clasificación de Sierra Bravo, podemos agrupar los diferentes
tipos de preguntas en base a 4 criterios:
a) Según la contestación que admiten del encuestado (formato de respuesta)
b) Según la naturaleza del contenido de las preguntas
c) Según su función en el cuestionario
d) Según su finalidad
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SEGÚN EL FORMATO
DE RESPUESTA
SEGÚN EL
CONTENIDO
SEGÚN SU FUNCIÓN
SEGÚN SU FINALIDAD
1.- Preguntas cerradas: sólo dan opción a 2 tipos de respuesta (la afirmativa o la negativa, generalmente: sí-no, a favor-en contra)
2.- Preguntas categorizadas: el encuestado debe responder seleccionando una de las distintas alternativas de respuesta o categorías:
por ejemplo, nivel de estudios, nivel de ingresos, etc.
3.- Preguntas abiertas: son preguntas que no establecen previamente ningún tipo de respuesta
1.- Preguntas de identificación: hacen referencia a características básicas de las unidades de información: ej: sexo, edad, etc.
2.- Preguntas de hecho: indagan sobre sucesos o acontecimientos concretos y objetivos (calificaciones académicas, etc.)
3.- Preguntas de acción: persiguen conocer las actividades de los encuestados (ej: “¿a qué se dedica usted en su tiempo libre?”)
4.- Preguntas de información: intentan averiguar los conocimientos de los encuestados (ej: “¿conoce usted las normas para prevenir
el contagio del sida?”)
5.- Preguntas de intención: pretenden conocer los propósitos de la población encuestada (ej: “¿piensa usted seguir las normas de
prevención del contagio del sida?”)
6.- Preguntas de opinión: buscan conocer el criterio o juicio de los encuestados (ej: “¿cree usted que la proliferación de casos de
sida se debe a la falta de información sobre normas preventivas?”)
7.- Preguntas sobre expectativas: indagan sobre los deseos para el futuro (ej: “¿cree usted que en un futuro próximo se descubrirá
una vacuna contra el sida?”)
8.- Preguntas sobre motivos: mediante las contestaciones de los encuestados conocemos el por qué de las acciones (ej: “¿qué
factores cree usted que motivan el rechazo de la población afectada por el sida?”)
1.- Preguntas sustantivas: básicas y referentes a las cuestiones investigadas.
2.- Preguntas filtro: se realizan previamente a otra pregunta, a fin de eliminar a los sujetos que no les afecte.
3.- Preguntas de control: persiguen asegurarse de la veracidad de las respuestas del sujeto (Ej: preguntas años que ha estado en la
cárcel, cuando lo puedes comprobar tú mismo en el propio registro de la cárcel) .
4.- Preguntas de consistencia: Ídem anterior pero para comprobar la consistencia de las respuestas. Preguntas similares pero
redactadas de manera distinta
5.- Preguntas de introducción o rompehielos: son las que se hacen al inicio del cuestionario para fomentar el interés del
encuestado.
6.- Preguntas muelle, colchón, amortiguadoras: son preguntas sobre temas difíciles que se formulan de forma que se reduzca o
amortigüe su brusquedad
7.- Batería de preguntas: conjunto de preguntas sobre un mismo tema, que se complementan y completan unas a otras.
1.- Preguntas directas: no buscan descubrir otra cosa que la que expresan.
2.- Preguntas indirectas: pretenden averiguar algo distinto de lo que se desprende de las palabras empleadas en su formulación.
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9.4.- Reglas para la formulación de preguntas
Existen, siguiendo a autores como García Ferrando y Sierra Bravo (1998), una serie de
reglas que se han de seguir en el proceso de formulación de las preguntas y que pueden
resumirse en los siguientes puntos:
1.- No hacer preguntas que obliguen a cálculos o esfuerzos de memoria.
2.- Redactar las preguntas en forma personal y directa.
3.- Formular las preguntas en forma neutra, no en forma negativa, para evitar malas
interpretaciones; ni en forma positiva para evitar sesgos.
4.- No utilizar, sin precisarlas, palabras abstractas, ni de tipo valorativo.
5.- Formular las preguntas del modo más concreto y preciso posible.
6.- Evitar el empleo de la interrogación por qué.
7.- Procurar que las preguntas, si son abiertas, no presenten opciones alternativas, es
decir que no impliquen en realidad dos preguntas distintas.
8.- Las preguntas deben ser lo más concisas posible y no deben inducir a un tipo
concreto de respuesta.
Además de estas reglas en la formulación de las preguntas, deben tenerse en cuenta
otros aspectos como el lenguaje en que se formulan o el marco de referencia del
encuestador y del encuestado. El lenguaje utilizado en las preguntas debe estar formado
básicamente por términos que pertenezcan a la experiencia común del encuestador y del
encuestado. Según García Ferrando, con frecuencia la población a la que se va a
interrogar puede tener “niveles heterogéneos de educación”, por lo que en estos casos lo
ideal es alcanzar el compromiso de utilizar un lenguaje que permita una comunicación
válida con los interrogados de niveles más bajos de educación.
Tres aspectos más que tendremos en cuenta a la hora de formular las preguntas son: el
marco de referencia de los interrogados, la relevancia que para ellos puedan tener las
preguntas y el nivel de información que tengan sobre el tema objeto de estudio.
9.5.- Errores en las encuestas
Los errores que afectan a una encuesta son, según Monzón Arribas, de 3 tipos: error
natural de la muestra, error sistemático y error de publicación. A continuación, se van a
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analizar cada uno de ellos detenidamente:
1.- Error natural de la muestra:
Toda muestra tiene error, la única forma de que una muestra no tuviese ninguna clase de
error, sería hacerla coincidir por completo con el universo total. Es un error inevitable
en toda muestra. También es conocido como error de azar y error muestral.
2.- Los errores sistemáticos:
Son aquellos que se producen a lo largo de las fases de una encuesta, incrementando el
error natural, así que pueden proceder de:
a) El planteamiento que hacen los investigadores de la encuesta: cuando
intervienen tendencias subjetivas conscientes e inconscientes de los
investigadores, cuando se dan sustituciones y cuando se utiliza una mala base
de la muestra.
b) Por el cuestionario, toda pregunta es un condicionante, un estímulo dirigido,
y si está mal hecha lógicamente la respuesta del entrevistado se apartará del
objetivo de la investigación. Cuando las preguntas son tendenciosas,
confusas, equívocas, dudosas, indiscretas, etc., obstaculizarán las respuestas
adecuadas.
c) A través del entrevistador. Si el cuestionario condiciona, el entrevistador
puede que más. Es el eslabón más débil e incontrolado de la encuesta, a pesar
del servicio de supervisión.
d) También pueden introducirse errores en la codificación, especialmente en la
postcodificación de las preguntas abiertas, en la depuración de los datos, em
el tratamiento estadístico y en la interpretación de los resultados.
3.- Errores de publicación:
Este tipo de error no es propiamente de la encuesta, pero suele añadirse a los errores
anteriores cuando se publican algunos de los datos en los medios de comunicación. Los
errores derivados de la publicación parcial de los resultados puede venir de:
a) El sesgo que se introduce en unos datos cuando estos salen de su contexto.
Se produce normalmente cuando la referencia no se acompaña de un informe
técnico: objetivo de la investigación, fecha de realización del trabajo de
campo, nº de personas entrevistadas, sistema de muestreo, etc.
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b) Puede suceder también que el medio que utiliza la encuesta o el periodista
que comenta los datos tenga una toma de posición o alineamiento ideológico
que les empuje a: no publicar todos los datos (silenciar algunos importantes,
comentaren exceso otros…) o desviar la orientación de la encuesta hacia
intereses particulares.
c) Otro fallo muy común es el de no tener en cuenta en los comentarios la
incidencia de los NS/NC, especialmente cuando estos alcanzan porcentajes
elevados.
9.6.- Fiabilidad y validez del cuestionario
Según Sierra Bravo, en el cuestionario, como en otras técnicas de investigación social,
es necesario verificar su fiabilidad y validez. Ambas verificaciones presentan la
dificultad principal de estar “observando” variables en su mayoría de carácter subjetivo
y poco accesibles.
Para estudiar la fiabilidad propone la aplicación repetida del cuestionario (mediando un
intervalo de tiempo moderado) al mismo grupo de encuestados, con objeto de medir la
estabilidad de las respuestas. No obstante, problemas de índole práctico pueden suponer
una fuerte limitación en este sentido. Algunos de estos problemas son el aprendizaje; la
falta de motivación, interés o curiosidad en la segunda aplicación; el cambio real
respecto al objetivo a medir, etc.
Por lo que respecta a la validez sugiere la utilización de diversos procedimientos:
1.- Grupos conocidos: el cuestionario se aplica a personas cuyas opiniones se sabe que
son extremas sobre el tema de la investigación. Si el cuestionario refleja esta situación,
para Sierra Bravo, es un índice de validez.
2.- Validez Predictiva: consiste en observar la conducta de los encuestados para ver si es
congruente con las opiniones reflejadas en el cuestionario.
3.- Prueba Aleatoria: consiste en situar al azar dentro del cuestionario preguntas que
informen de la consistencia de las respuestas de los encuestados.
4.- Inclusión de preguntas: que puedan ser contrastadas con fuentes independientes del
propio cuestionario.
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