Valorizar productos que a día de hoy se consideran residuos y se descartan Uno de los fundamentos de la economía circular consiste en ofrecer a los productos una segunda vida. En lugar de descartar productos que no cumplan con las normas de comercialización, sus usos alternativos son ya una práctica bien asentada. Estos productos son transformados y pueden destinarse a la industria alimentaria y/o a la alimentación animal y la bioenergía. De otro modo se los incorpora al suelo para aumentar su contenido en materia orgánica, con lo que se mejora la calidad del suelo. Resulta primordial seguir desarrollando nuevas salidas para la agricultura y la silvicultura. La investigación y la innovación para sustentar el «enfoque de las seis erres» Repensar, rediseñar, reducir, reutilizar, reciclar, recuperar recursos = las seis erres. Esta visión constituye el núcleo de la economía circular. La investigación y la innovación impulsan el enfoque circular en los sectores agrícola y silvícola, a través de la aparición de nuevas ideas, así como del avance de las ya existentes. Deben reconocerse los esfuerzos realizados por las organizaciones y cooperativas agrícolas y silvícolas a la hora de poner en práctica la investigación aplicada y de facilitar la transferencia de conocimientos a sus socios. Los agricultores y los silvicultores precisan de apoyo no sólo para adquirir las capacidades y los conocimientos correspondientes, sino también para acceder a la investigación y la innovación que tan necesarias son. Estrategias a largo plazo para las cadenas de valor que promuevan la economía circular La aplicación de la lógica circular a las cadenas de valor agrícolas y silvícolas, desde la producción primaria hasta el consumidor, precisa de respaldo mediante estrategias a largo plazo. Una cadena de valor sólida permite lidiar mejor con retos como el cambio climático o la volatilidad de los precios. Las estrategias que permitan maximizar el valor por unidad de un recurso y, al mismo tiempo, reducir los costes y los riesgos de la producción, son la respuesta a la escasez, cada vez más acusada, de recursos naturales. De esta manera, tanto agricultores como silvicultores podrán «producir más con menos». Copa - Cogeca 61, Rue de Trèves B - 1040 Bruxelles Tél 00 32 (0) 2 287 27 11 Fax 00 32 (0) 2 287 27 00 www.copa-cogeca.eu EN(14)3380:4 LWK Stei ermark Reforzar la contribución de la agricultura y la silvicultura a la economía circular Mensajes clave del Copa-Cogeca Economía circular: reforzar un concepto clásico en agricultura y silvicultura La agricultura y la silvicultura se fundamentan en ciclos naturales. El agua, los nutrientes, el suelo, el viento y la energía solar son factores clave para la producción. El fomento del enfoque circular, mediante la mejora de la productividad y, a la par, la utilización eficiente de los recursos naturales disponibles, aporta beneficios económicos significativos. La optimización posterior presenta un enorme potencial en el contexto actual, caracterizado por la especialización de la producción, tanto vegetal como ganadera. El sector agrícola cada vez presta más atención a cerrar los ciclos naturales. Para ello, los esfuerzos se concentran en generar crecimiento económico gracias a una gestión eficiente de los recursos. Recurrir a sinergias para cerrar los ciclos mediante el fomento de los sistemas agrícolas integrados Se debe prestar más atención a los sistemas agrícolas integrados que permitan una reducción del uso de insumos externos como los fertilizantes, la energía y los productos fitosanitarios. La tecnología de precisión es uno de los instrumentos utilizados para aplicar el enfoque de la economía circular, con vistas a una utilización más eficiente de los recursos. Debe seguir promoviéndose el uso responsable del agua, reciclaje incluido, así como la utilización eficiente en la explotación de estiércoles y subproductos. Otro ejemplo de ello es el uso de tortas de soja para alimentar al ganado. El recurso a sinergias más allá de la explotación, gracias a la colaboración entre agricultores y ganaderos para optimizar la utilización de fertilizantes orgánicos o diversificar significativamente la producción, contribuye a reducir los impactos medioambientales, en paralelo a una reducción de los costes de producción. La economía circular consiste en optimizar los sistemas de producción y consumo, no sólo en reducir los residuos Para los agricultores, los silvicultores y sus cooperativas, es prioritario evitar el desperdicio de recursos. La demanda mundial de alimentos, piensos, combustibles y fibras va en aumento, mientras que los recursos naturales son cada vez más escasos. Es imperativo preservar las tierras productivas gracias a una reducción significativa del sellado del suelo. Los nutrientes recuperados, como por ej. el fósforo de las aguas residuales o el compost de los alimentos que se desperdician, deberían reutilizarse en las tierras productivas, siempre y cuando su producción haya sido segura. Es fundamental fomentar el enfoque de la economía circular con el fin de alcanzar un consumo y una producción más sostenibles. En particular, se podría conseguir mediante el fomento de unos contratos justos en las diferentes cadenas agroalimentarias. La finalidad es emplear de la mejor manera posible las tierras productivas y ayudar a los consumidores a optar por un estilo de vida sostenible y saludable. La educación del consumidor reduce significativamente el desperdicio de alimentos La población urbana, cada vez más numerosa, no comprende los procesos naturales. Este hecho, combinado con ciertas ideas preconcebidas acerca de la calidad de los productos (por ej. forma, color y tamaño), contribuye al fenómeno del desperdicio de alimentos. La educación del consumidor es primordial para que los aspectos relacionados con las cualidades nutricionales y gustativas adquieran una mayor relevancia y visibilidad. A lo largo de toda la cadena de abastecimiento se dan oportunidades para reducir el desperdicio de alimentos, desde la explotación hasta la transformación y la distribución. Por ejemplo, una campaña informativa orientada a mejorar la capacidad de los consumidores a la hora de entender las fechas con que se etiquetan los productos alimentarios ayudaría a reducir la cantidad de alimentos que se desechan sin necesidad. Nuevos modelos empresariales agrícolas y silvícolas Es posible dar con nuevos modelos empresariales gracias a la optimización del uso y de la reutilización de los recursos. La utilización de los residuos procedentes de las operaciones iniciales de la cosecha, así como los coproductos de la transformación, en tanto que materias primas para otras actividades empresariales, es una perspectiva prometedora que debería promoverse. La economía circular representa una verdadera oportunidad para desarrollar y gestionar eficientemente productos y procesos alternativos; también para acceder a nuevos mercados. El enfoque de la economía circular debe atraer a más pequeñas y medianas empresas, con el fin de aprovechar al máximo su potencial de innovación y hallar salidas para los co-productos y subproductos; lo que les permitiría, a su vez, ser más competitivos, mantener el empleo y crear puestos de trabajo a favor del crecimiento de las zonas rurales. Bioeconomía - una utilización inteligente, sostenible e inclusiva de las energías renovables La bioeconomía permite un uso eficiente de las energías renovables, gracias a los productos y co-productos agrícolas y silvícolas. Mediante la utilización de estos recursos y su aprovechamiento máximo, la bioeconomía se posiciona como núcleo de la economía circular. Contribuye a la reducción del uso de materias primas fósiles, así como a la producción de bioenergía y bioproductos estrechamente vinculados a la producción alimentaria. En consonancia con esta orientación, los agricultores y las cooperativas agrícolas se han iniciado en la producción y utilización de fuentes de energía alternativas, en particular biogás, energía eólica y energía solar.