—¿Cree usted en los sueños, Fifi? —Sí. —Pues anoche soñé que rae amaba usted. ¿Qué significa eso? —¡Que estaba usted soñandoi £iiiiiiuiiiiiiniuiiiimi!iiiiiimiiiiwmiiiimiiiiiiiiiimiiuim C O N C U R S O S j {"Gutiérrez" se ha vuelto loco! {{Todo el sueldo de un mes en concursos!! CUATROCIENTAS PESETAZAS que tiro por el balcón. (No le digáis nada a mi mujer.) I"Gutiérrez" se arruina: pero se vive! § ¡¡CUATROCIENTAS PESETAZAS HE DICHO!! i (Me dan vahídos). ¡ O Í D O A LA C A J A ! ¡ f | | ¡ ¡ | I L° Concurso de fotografías idiotas. res de GUTIÉRREZ emitirán su voto enviando el cu- s pon que insertamos en otro lugar. g Jóvenes sin amorl |Aprovechad, que la chica lo merece todol Cien pesetas a la carta que reúna 3 mayor número de votos. Terminado el plazo de admisión de originales para este concurso, admitiremos 3.° Y finalmente capones para la vo ación el premio hasta quince días después de publicada la última fotografía admitida. Doscientas pesetas. nada, señores, no pasa nada) al autor del mejor 2.o Concurso Cartas de amor. He aquí esta jovencita asomada a su balcón. Acaba de salir del colegio para no volver más. Tiene sólo diez y siete primaveras y un capital de Esteso, Ramper o Alady Cien pesetas. |Los ases del buen humorl s |Dos cuartillas a lo sumo a mano o una a ma- S quinal |Llueve el dinerol (de estas quedan pocas). Aviso importante.—Es indispensable a loa conSu corazón está intacto, cursantes enviar con sus trabajos (con cada uno o sea que no ha amado de ellos) el cupón que para su remisión publicanunca. ¿Quién será el mos, así como los lectores que nos honren con elegido? sus votos deben hacer uso de los cupones que a s Para tomar parte en para tal fin insertamos. 3 este concurso basta enGUTIÉRREZ se reserva el derecho de no insertar viar a esta Redacción aquellos trabajos que no se ajusten a la índole de una carta de amor (a la Revista. ella, no, que no lo saben El segundo Concurso termina el 31 de agossus padres) que no exceda de una cuartilla. to y el tercero el 30 de septiembre. La chica es muy jovial y alegre y ofrecerá su A contar del día siguiente al del fallo, los precorazón, envuelto en las cien pesetas de marras, al mios se hallarán en esta Redacción a disposición autor de la carta que más gracia le haga. Los lecto- de los agraciados. aiiiiiiiiuiiiininimminiimmiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiniiiiiiiiiiinnuHiiiiiiiiiiiiiiiiiiinniiiniiiiinmmniiiiimmininiimiiiig Año I Madrid; 24 de septiembre de 1927 Núm. 17 DIRECCIÓN GENERAL Excmo. Sr.: Grandes son las ventajas que la Medicina moderna nos reporta e inmenso el agradecimiento de los pacientes para la Ciencia médica; pero, no obstante, CUENTAS ATRASADAS excelentísimo señor, la multiplicación de específicos en estos últimos tiempos, la libertad de que sus autores disfrutan para propagar sus drogas, acarrean Negociado de Incobrables importantes perjuicios a los enfermos y similares. El Jefe que suscribe, sujeto a un régimen alimenticio de vegetales, mitad por convicción y mitad por las exigencias del sueldo de 6.000 pesetas anuales que, con descuento, viene disfrutando, convencido por la lectura de un anuncio que aseguraba que nadie debe privar a su estómago de sus caprichos y que, impunemente se pueden comer los platos más indigestos, con tal de administrarse después una cucharadita del especifico X, ingirió dos raciones de callos, una de caracoles, otra de calamares, una botella de v ino, café y copa de coñac. Inmediatamente tomó X y... a las doce de la noche el sereno le estaba haciendo la respiración artificial en la puerta de su casa. Pero nada expondría si se limitase a tal específico. Las necesidades de la vida moderna, el asedio constante del tiempo, producen en nuestros débiles cerebros cierta anemia que degenera bien pronto en neurastenia aguda. Y ella nos inclina a probar cuantas drogas se anuncian, especialmente aquellas para enfermedades cuyos síntomas Precursores de la dolencia publican. Hay especifico que, en su anuncio, inserta los siguientes: "¿Nota usted sueño después de cenar? ¿Siente usted cansancio tras un largo paseo? ¿Después de una abundante comida, nota usted falta de gana? ¿Cuando come usted bacalao a la vizcaína, siente sed? Pues bien: ¡¡¡usted tiene un cálculo en la vejiga!!!" Los síntomas son natales y, sin pérdida de tiempo, el frasco está en poder del paciente. No se llega a' dar fin de él, porque, mucho antes, otro anuncio afirma que "si le crece a usted el pelo todos los meses, si por la mañana no tiene un vehemente interés en abandonar el lecho, lo que debe tomar es H para eliminar el exeeso de fósforo" . Los que, como el que suscribe, han probado múltiples específicos, logran, realmente, una gran experiencia y saben que el tal, que se vende para curar el reuma, saca brillo a las botas, y que el cual, que se anuncia para la arterioesclerosis, descasta a l a s chinches. ¿Y para qué hablar de los que contienen un prospecto en idioma extranjero? A uno se lo recomienda un amigo, afirmando que quita los dolores de cabeza, y el día en que se lo traducen, observa que lo que uno toma, está muy indicado en los desarreglos menstruales. El que suscribe ha llegado, por este sistema, a ingerir drogas para el destete y para las madres en el período de lactancia. Por todo •,. lo cual, excelentísimo señor, y en atención al gran número de pacientes ingenuos que aceptamos de buena fe cuanto nos anuncian, tengo el honor de proponer a V. E. que la previa censura prolongue su fiscalización hasta los anuncios de específicos, reduciéndolos a términos pertinentes. Dios guarde a v. E. muchos años. Madrid, 24 de septiembre de 1927. El Jefe del Negociado de Incobrables, GUTIÉRREZ (Firmado.) Excelentísimo Señor Inspector general de Sanidad. RUTIERREZ BALDUQUE FORD, INJURIADO UN PESADO EL PEQUEÑO 1NAUD1 LA BAJA DEL JAMÓN UN CERDO OBSEQUIO DEVUELTO BOXEO i. conocido multimillonario y fabricante de automóviles mlstct Henry Ford ha denunciado por injurias, ante los Tribunales de E •Chi'cago, al financiero danés Hugo Ivantrichs, con el que, según noticias particulares, se dispone a batirse. Suponemos que no será el primer Ford que pide una reparación. hombre que más pesa del mundo es el empleado de una Cominglesa de transportes. EYi.pañía decimos que es el que más pesa porque es el encargado de la báscula. N la provincia de Lugo hay un nene- de' siete años que multiplica, E resta, divide, suma, eleva a potencias y hace extracciones de laíces con una celeridad y precisión tan fantásticas que ha sido comparado con el celebérrimo Inaudi. Verdaderamente, el caso es asombroso. Ahora bien; que tratándose de un niño tan pequeño, más que Inaudi nos parece inaudito. * * * | N sabio alemán, natural de HeLssinggford, ha descubierto un novísimo procedimiento para abaratar el jamón en dulce. El truco es sencillísimo: no consiste más que en inocular a los cerdos la diabetes. * ciudadano suizo ha estado usando durante' dos mesas ^1 mismo pañuelo, tratando de recordar ¡para qué se habría hecho e:i él un nudo. No lo ha conseguido. Y preguntamos nosotros: ¿No sería para acordarse de echarlo a la lavandera? KO e.n un diario de1 la noche que el embajador del Sudán ha devuelto la comida con que le obsequió el encargado de Negocios de Argel. Suponemos que tendría sucio el estómago- ismaros pegándonos por El Cinturón de Madrid, Y hay quien por S poseerlo aguanta impávido los golpes, sin dar importancia a Sevi-lla, ni al Guadalquivir. No sabemos si tendrá el cinturón; pero lo r;ue es contra... —Préstame cien pesetas. Te las devolveré mañana mismo... Tienes la palabra de un hombre honrado. —En ese caso, bueno. Tráeme a ese hombre. Quejas del vecindario Un ruego atendible. Señor director de GUTIÉKEEÍJVluy señor mío: Le agradeceré publique la siguiente queja en el periódico que tan acertadamente dirige. Es el caso, señor director, que un servidor, vecino de la calle de Jesús, María y José, número 93, no puede dormir a consecuencia de los muchos ruidos que se producen en dicha calle, sin que las autoridades pongan coto a estos abusos. Un servidor, que es músico, teca el juzz-band en un bar establecido en la misma casa donde vivo, y toco para ganar el pan de mis hijos hasta las cuatro de la madrugada, hora en que me retiro para alcanzar el legítimo descanso a que es1 acreedor el que trabaja. Pero es el caso que cuando acabo de conciliar el sueño, o sea a eso de las seis, ya empiezan los vecinos a GUTIÉRREZ abrir los balcones, a sacudir las alíombras y a hacer otros ruidos, que, unidos a los gritos de los vendedores y a las bocinas de los automóviles, me desvelan completamente. Y no crea que miento, señor director; porque cualquiera que pase por la calle de Jesús, María y José b-asta las cuatro de la madrugada, puede oír el jazz-band que toca un servidor, como puedo demostrarlo. ¿No es justo que luego pueda gozar del bien ganado descanso" Gracias anticipadas de su afectísimo s. s., q. e. s. m., Bonifacio Guadarrama. • • * Señor Director de ese que, al menos cuando uno lor de muelas, no tiene gracia. Muy señor mío: Hoy me periódico sufre dopizca de han saca do una muela. Me pusieron una inyección contra el dolor, y ni mi papá, ni mi mamá, ni el dentista me han dejado quejarme, empeñadus en que no me podía doler. Y estoy que rabio... Acudo a usted para que en la Sección de Quejas me consienta escribir: "¡Ay!... ¡Ay!... ¡Ay!..." Muchas gracias y muchos besos de Pepito Bozal del Can. La nena, a la "carabina".—Como aquí todas tenemos novio, para que no haga usted mal papel la prestaré uno de los mfos. GUTIÉRREZ LA LOCURA Lo recuerdo muy bien. Aquel manicomio se llamaba "La locura eii camisa"; título arrancado, sin duda, a una obra de la Chelito. Cuando yo entré en el patio de los locos apacibles, éstos me recibieron formados en fila. Aquello me sorprendió. —¿Por qué estáis en fila?—pregunté al demente que tenía más cerca. —Porque somos alienados—me respondió muy serio. Le miré ferozmente. Luego supe que aquel loco tenía la manía de los Chistes malos, y le disculpé. Después de todo, igual manía tiene Muñoz. Seca y le dejamos andar suelto por esas calles. Durante unos minutos estuve observando a los dementes pacíficos. Todos, sin preocuparse de mi presencia, comenzaron a hacer origina- lidades. Uno de ellos enarbolaba un palo muy largo, en cuyo extremo superior hallábase prendida una tosca mariposa de papel. Durante todo el día corría incansablemente, llevando el palo en alto, y propinaba mil porrazos a la supuesta mariposa. Este loco, en su juventud, fue cazador de tigres en el África Central. Otro loco apacible permanecía junto al chorro de una fuente, tratando de llenar un cacharro sin fondo. Un tercer demente había encajado en un agujero de la pared una manivela de manubrio y la hacía girar sin descanso. Cerca de' él, varios compañeros bailaban tenazmente. En aquel momento se me acercó un demente y dijo lo que sigue: —Perdone usted si lo hacemos mal. Nosotros ponemos en estas cosas nues- Dibujo de Desmarvil. HACIENDO SS —Es la fuerza dei la costumbre, señor guardia. Soy el rotulista de las matrículas de autos de San Sebastián. tra mejor voluntad. El director nos tiene advertido que cuando venga una visita hagamos toda clase de tonterías. Ya ve usted: yo tengo que locar una guitarra sin cuerdas, y aquel otro que está allí tiene que gritar constantemente': "¡Dos y dos, cinco! ¡Dos y dos, cinco!" Esto es absurdo. El director debe estar loco. Mi asombro ante aquel extraviado que parecía decir verdades era enorme. El loco continuó sin inmutarse: —En fin, hasta que yo mé canse y me vaya de aquí, como hizo una vez un loco extranjero. Este Individuo se fugó del manicomio sin estar curado totalmente. Desde entonces escribe obras para el teatro. Se llamaba Pirandello. De pronto me señaló a otro demente: —Mire usted: aquel muchacho moreno se volvió loco por resolver problemas de' palabras cruzadas. —¡Oh! —Y aquel otro, por leer con asiduidad a Gómez de la Serna. —¡¡Oh!! Hubo una pausa. Al fin hablé yo. —Y tú, ¿por qué estás aquí? —Lo mío fue muy sencillo—respondió mientras se alejaba—. Es que de pequeño ture unas viruelas locas. Al oír esto caí en la cuenta de que aquel loco era el de los chistes malos. Seguidamente me acerqué a otro enfermo, por el gusto de hablar con él. El loco me miró con fijeza; luego indagó: —¿Tiene usted un cigarro? —No—contesté. —¡Qué casualidad!—gritó entusiasmado—. También yo soy de G-uadalajara. Interrogué a un segundo: —¿Cuántos años tienes? —Viajante de ultramarinos en general. Otro de ellos no se mostró menos incongruente!. —¿Eres español? —No lo sé—me dijo—. Yo uso calzoncillos de bayeta amarilla. Salí a la calle entristecido. Caminaba observando fijamente' los adoquines del suelo. En cada pétreo cuadrilátero creía ver representado un famoso hombre público. En aquel momento me crucé con un amigo. —¿De dónde vienes?—inquirió. —Fiat lux!—le dije. —¿Eh? —Soy del Racing. —¿Cómo? —No por mucho madrugar ce más temprano. Luis MOJíTHRO GUTIÉRREZ LA YOLA DEL CAPITÁN ARAÑOD En primer lugar, el intrépido íiavegunte Capitán Arañod, seguido de cerca por los Síes. Elcano II y Magallanes (hijo)-, que se proponen ir en 311 yola "La Pájara Pinta", desde la desembocadura de la manga de riego que hay frente al Círculo de Bellas Artes, hasta la piscina de la citada Sociedad. Anteayer saltó el capitán Arañod, tropezado con una tasca que hay en qué?... Costas las de Levante... ¡Viva con sus valerosos compañeros, a cu- el kilómetro 52 de la carretera de la Cubita libre!..." brir, a bordo de su yola ha pájara Coruña, donde expenden el vino muy El meridiano a que se refieren debe pinta, el trayecto que hay entre la fresco a diez el vaso. Si este temor ser el del kilómetro número 52. desembocadura de la manga de riego se confirma se tardará muchos días En busca de los navegantes pendiexistente frente al Círculo de Bellas en tenerse noticias de los navegantes. dos han salido varios policías de la Artes y la piscina que en el sótano Un vecino de Villalba que volvía Secreta con un barco lleno de judías del edificio posee la entidad de re- de cortar leña de un monte cercano, para que puedan alimentarse los náuferencia. declaró ayer que había encontrado fragos, que aman con locura las juDesoyendo las indicaciones del ob- tres botellas vacías que, sin duda, dias del barco- También va un sastre servatorio meteorológico, que adver- fderon arrojadas por los tripulantes para que tome las oportunas medidas tía la existencia de fuertes • núcleos de La pájara pinta. antes de que se acatarren. ventosos sobre toda la aoéra de la Contenían sendos papeles, que de- Sería una lástima que el capitán calle de Alcalá, metieron el remo los cían; "Nos amos enganchao con un Arañod hubiese perecido, porque detripulantes y desaparecieron rápida- meridiano de esos que pintan en los jaría dos hijos en La mayor miseria. mente. A causa de habeTse interpues- mapas. ¡Qué mala suerte!" Toledo, 240, casa de compra-venta to un tío con un gran, paraguas enmercantil. Los otros dos tripulantes EJ segundo añadía: tre ellos y el Círculo, equivocaron la "El viento nos ha hecho tajaditas no importa, porque eon más ordiruta, desviándose hacia el puerto de asi la yola. Hemos cogido una tajada narios. Navacerrada, donde les sorprendió cada uno. ¿Qué van ustedes a tomar? Los restos que se. dijo ay&r tarde nuestro fotógrafo. Desde, este punto Está too pagao. Arañod," que habían aparecido en una cervese perdió el rastro de La pájara pinta, Y el tercero era menos explícito: cería de la glorieta de Bilbao, no son temiéndose que sus tripulantes hayan "A mi con limón... Bueno, ¿pa de La pájara pinta, sino de gamba». GUTIÉRREZ y mitad tambor, en el que se ocultan ciertos y determinados despojos, procedentes del nuevo matadero. Va a dar la una; podemos asegurarlo. La señora Lorenza, bosteza. Sobre el mostrador se balancean ja,WK\__^_ mones, salchichones, chorizos y longanizas, colgados de sendos ganchos. Estamos en el establecimiento car- cordón (algo así como una salchicha A lo lejos, un chico vocea "La Liberniceri} de la señora Lorenza, opulen- de seda) en la pared del fondo de la tad"; junto a él, un anciano toma el tienda, sobre la propia cabeza de la sol; esto no tiene nada que ver con ta y magra madrileña con cédula personal corriente, rédito de contri- señora Lorenza, que se alza en un nuestro saínete; pero no importa, bución indust'-Utl, corriente también. asiento vigilante y peinada "de pei- siembra ambiente y colorea. y cuenta, asimismo corriente, en un nadora" (¡todavía con bandolina!), par de Bancos céntricos. El mostra- exagerada su gordura por un blanco LA CHICA.—¡A ver qué hueso me dor, sobre el que se yergue una ba- delantal, orlado con otras iniciales va usté a dar, señor Recaredo; que lanza en pugna con una caja regis- más cabalísticas que las del difunto: el de ayer se le tuvimos que echar ai tradora—la ley y la trampa—, hállase L. E. Y., a saber: Lorenza "Ernán- "Niño de la Palma", lo cual que olerdefendido por una barandilla, dcs- dez" Yubero. (Queda acordado un le y desaparecer, todo fue uno! lumbradoramente limpia, entre cuyos voto de censura para la "traductora" RECAREDO.—Como que a nadie ee le barrotes campean estas iniciales sim- del primer apellido al bordado.) ocurre echarle "huesos" a Cayetano. bólicas: R. I. P., dulce y melancólico Recaredo, honradísimo y formalíLA CHICA.—Vamos, no se haga usté recuerdo de Robustiano Iñlguez Pé- simo hombre de confianza de la viu- el enajenao, que me refiero al "chusrez, fundador de la casa, esposo que da de Iñíguez, parte un hueso con en- quel". fue de la señora Lorenza, y concejal carnizamiento. Una chica, con un caRECAREDO.—Pues sí que tenéis un Tomanonista por el distrito, cu tiem- pacho, aguarda, empinándose sobre perro de lujo. pos pasados, que la viuda añora nos- la punta de los pies, a ser despaLA CHICA.—"Pomerania" ná más. tálgicamente, cada vez que limpia la chada. "El Piltrafa", jovenzuelo y Se le regaló a mi hermana la mayor, íevita del difunto o su retrato (el escuálido servidor de "La metida en la que trabaja en el cabaré, un chico del difunto y la levita, aquél enfun- carnes", entra de la calle, portador de Romanones; y a otras cinco tandado en ésta), que pende de un rojo de un absurdo recipievtr, mitad cubo íruistas, las regaló otros cinco "chuchos", pero de menos postín. RECAREDO.—Pá tener un disgusto familiar, si se entera su padre, de que va "dilapidando" los perros de ese LA SEÑORITA LUTGARDA, BN LA PLAYA modo. (Entregándola el correspondiente paquetito.) Vaya, chávala, toma el cuarto de filetes y el hueso. LA CHICA.—Ha dicho mi madre, que nos lo apunte usté. SAÍNETES COMERCIALES V.sfuu'\ft\\«Uu\ c u yvwvowes RECAKEDO.—De modo que tu ma- dre... LA CHICA.-—Sí, señor; mi madre. RECAREDO. — ¡Tu madre! Es un hueso. LA CHICA.—¿Eh?... RECAREDO.—Que es un hueso lo que Dibujo de Prieto. Cómo teme que la vean. Cómo espera que la vean. Cómo la ven en realidad. hay que apuntar. Y del cuarto, ¿qué te ha dicho? LA CHICA.—¡Que le ponga usté papeles, a ver si le alquila! ¡Nos ha fastidiao el adulto!... (Recaredo la mira, al parecer indignado; en realidad con delectación, porque al trasponer el umbral de la tienda, a la chica le da el sol de cara, y el "panorama" o contraluz es espléndido; la que sí interviene airadamente, es la señora Lorenza.) LORENZA.—Oye, Recaredo, ¿cuánto le tiés apuntao a esa mocita? RECAREDO.—(Después do consultar un libro, en cuyas páginas hay extracto de carne para doscientos consomés de madre lactante.)—Cuarenta y siete con veinticinco. GUTIÉRREZ LORENZA.—Buenp; pues ya no la apuntes más. Mañana, crnndo venga, rectificas la puntería y la disparas. RECAREDO.—Usté dirá. LORENZA.—La disparas esta noticia: que aquí no la fiamos ni un "cu. proníquel" más, y que le diga a su hermana, la tanguista, que tenga cuidao con la carne, que es un ene. migo del alma. RECAREDO.—(Servicial y adulón, quizás con miras al ascenso de encargado a avio, porque la señora Lorenza aún está "de buen ver".) ¡La que a usté se le escape!... EL PILTRAFA.—(Que sale de la trastienda, después de haber dejado el recipiente en ella.)—Ahí va, señor "Reca", el talón del mondongo. RECAREDO.—Dásele al ama. LORENZA.—Trae pa acá. (Después de examinarle.) ¡Señores, qué expoliación!... Bueno, es que este Ayuntamiento es una cosa seria; ¡hay que ver!... Luego quferen que una abarate el género. ¡Le digo a usté!... ¡Ay, Robustiano, Robustiano; si levantases la cabeza, la volvías a hincar, de ver cómo te han puesto la Casa de la Villa! (Sigue perdiéndose en. lamentaciones tan incoherentes, como inútiles.) DOÑA LUZ.— ¡Ah!... Y de paso, un cuarteronsito de chicharrones y otro de longanisa marca "Camero"; va. mos, de esa que pica. Pero escapaito, ¿eh? Conque, vaya, quearse con Dio. LORK:</.A.^siga usté buena, doña Luz. EL PILTRAFA.—Hasta luego, doña Luz. RECADERO.—Buenos días, doña Luz. (Doña Luz, una de las mejores parroquianas de la casa—ya lo habrán ustedes conocido por ios saludos—, se ha marchado; en el establecimiento ha quedado un fuerte olor a "TJoubigant de Cotti". "El Piltrafa" y Recaredo, mareadillos por el perfume, cabecean.) IÍORENZ A.— ¡Cámara!... ¡Vaya un olor a pachull del más caro que ha dejao esa "lagartona"! RECAREDO.—Pero, chico, ;ts ha dno un aire? ¿Dónde está lo que te había mandao hacer?... Ei, PILTRAFA.—Calle usté, hombre; si es que al entrar esa señora, me se ha caído la babilla. (Recogiéndola.) LORENZA.—Pues a ver si te doy yo dos "chuletas", por impúdico. RKeABi;uo.—Aíre.os anda, soñador, que eres el Ricardo Calvo del gremio de carnes, en punto a romanticismo. LORENZA.—Pues que se ande jugando con ser el calvo ese, y ya v.¡a qué buen pelo echa. ("El Piltrafa" lanza un prolongado suspiro y desaparece en la trastienda del establecimiento. Frente a la puerta de la calle, surge la figura de un ciego-músico, melenudo y bar. burlo, que rasca un violín; todo hace presagiar una canción recia y enérgica. De repente, lo que se escucha es: "Soy la garsón, garsón, con el pelo cortao..." (Con lentitud de ascenso por antigüedad—¡oh, la paradoja!—, cae el TELÓN Por la observación, 3. Silva ARAMBURU RECAREDO.—(A -El Piltrafa", que hojea a hurtadillas el novelón de "Luis Candelas".) Amos, chico, deja ahora la lectura, y prepara tres cuar. to s de "babilla" pa la comandanta del 27 duplicao. ("El Piltrafa", refunfuñando, comienza a ejecutar el •mandato; ahora es Recaredo el qnr; hojea el "Candelas": "igualdad, libertad, etc.") (De la calle entra, además de un calor muy regular, una mujer hasta alli (hemos señalado a Irún): es doña Luz; esbelta, guapa, simpática y... Bueno, renunciamos a la descripción, por si el lector es car. diaco.) DOÑA LUZ—{Más andaluza que Ro- sario Leonis.)—Güeñas tarde. RECAKi CI ) 0 .^ PeUceSj U o n a L u z LORENZA.—Hola, doña Luz. EL PILTRAFA.—(Mirando el busto de la dama en cuestión, y dejando caer lo que tiene entre manos.)—Pero que muy buenas, doña Luz DOÑA Luz._Mira, niño, me vas a subí unos filemos de lomo bajo, y un kilito de puntas para el cosido; pero volandito, volandito, ¿en?... RWJAWCDO.—SI señora, dolía Luz. EL PILTRAFA.—Ya lo creo, dofia Luz. LORENZA.—Lo que usté quiera, doña Luz. LA HIJA DEL NUEVO RICO —¿Qué diablura has hecho que te has convertido en rubia? —Ya oíste al médico: que debía oxigenarme. QUTIEIMEZ 10 ENCUESTA DE GUTIÉRREZ ¿Cómo lo llamaban a usted en su casa cuando era pequeño?—Era muy pequeño y no me acuerdo. ¿Qué plato le gusta más?—El de Talavera de la Rehuí. ¿Prefiere usted los toros o el fútbol?—Los toros (pero el solomillo). ¿Qué opina usted del matrimonio?—¡¡Hombre, estupendo!! ¡¡Monu. mental!! ¡¡Brutal!! (Por si pica alguno.) ¿Cuánto fue lo primero gue ganó?—Cuatro pesetas treinta céntimos. ¿En qué lo invirtió?—En unos calzoncillos cortos. Si pudiese cambiar de profesión, ¿qué quisiera ser?— Empresario de "El sobre verde". ¿Recuerda alguna anécdota curiosa de su vida?—Una vez. en Segovin (tenía diez y seis años), eran tan enormes los sueldos que ganaba..., que una noche, aprovechando el dulce sueño de mi patronn, envolví mi equipaje en un periódico y huí protegió por las sombras de la noche, y can. tando..., y iodo a media luz... Autocaricatura de Lino Rodríguez. ¿Cómo le llamaban a usted en su casa cuando era pequeño?—Don Alvaro. ¿Qué plato le gusta más?—El arroz. ¿Prefiere usted los toros o el fútbol?—Todo menos el }ut. ¿Qué opina usted del matrimonio?—Magnífico. ¿Cuánto fue lo primero que ganó?—Treinta duros. ¿En qué lo invirtió?—En dulces. SI pudiese cambiar de profesión, ¿qué quisiera ser?—Lo de siempre, político. ¿Recuerda alguna anécdota curiosa de sai vida?—Ninguna. Ce -d2 de Romanones. Autocaricatura le Luis de Tapia. i Cómo le llamaban a usted en su casa cuando era pequeño?—Me lia. maban a gritos, porque cuando yo era pequeño aun no se había inven, tado el lenguaje articulado. ¿Qué plato le gusta más?—El plato de Talavera. ¿Prefiere usted los toros o el fútbol? — Cuando torca Belmonte, me gustan los toros; cuando torea el Oallo, me gusta el fútbol. ¿Qué opina usted del matrimonio?—No puedo opinar. Soy casado. ¿Cuánto fue lo primero que gañó?—Una monedita de dos reales por felicitar, en verso, a una tía mía. ¿En qué lo invirtió?—En nada, porque la moneda resultó falsa, y mi tía, tambiénSi pudiese cambiar de profesión, ¿qué quisiera ser? Escritorcillo he nacido, porque así lo quiso Dios; si de profesión cambiase, quisiera ser... escritor. ¿Recuerda alguna anécdota curiosa de su vida?—Algunas recuerdo; pero como aquí no , • se me pide que las relate, pues I me callo, y en paz. GUTIÉRREZ Dibujo de Tono. —Este loro, aquí donde usted lo ve, tiene ya ciento siete años. •*-Pues se conserva muy verde todavía. GUTIÉRREZ 12 EL FILÁNTROPO En aquel pueblo hicwron dos des-lado "El analfabeto que todo lo aprencubrlmientos: un pozo artesiano y un dio en los labros", filántropo. El último llenó de felici- —¡Hay que hacer hospitales!—didad al vecindario, y los dos bandos jeron las damas de la localidad. Ya políticos se aprestaron a conquistarlo que este es el grito indicado al despara sí. cubrir un filántropo. Le descubrieron su filantropía en ,7-Sí, hay que hacer hospitales— que costeó la edición de un libro es- respondió la gente, crito por el maestro de escuela, tituPero, desgraciadamente, aquel pue- —Sí; este bodegón es una vulgaridad, pero llevo aquí uno que definitivo. Lo titulo "Yo, comiendo". —¡Hombre! Lo que no sabia es que eras futurista. blo era tan sano, que no contaban con enfermos aptos para inaugurar el establecimiento. Sin embargo, había que hacer algo; no se tiene un filántropo a mamo todos los jueves, y el "Círculo del Orden público" propuso la creación de un "Asilo para hijos de padres bizcos". Cuando el dinero ya estaba a punto de ser entregado, la izquierda trajo su petición: creación del "Colegio de niños ateos de Nuestra Señora de las Nieves". Se hizo mucha política sobre el asunto, y el filántropo tuvo que guardarsp el dinero para no crear trastornos internos. Las Damas Feas no se conformaron con eso, y en todas sus juntas siguieron diciendo: —¡Hay que crear hospitales! Ellas fueron las que al poco tiempo propusieron la "Vaquería modelo de Madres lactantes"; pero tampoco pudieron llevarla a buen fin, porque la "Asociación de Viudas de Padre desconocido" intentó la institución "El Biberón de Oro", para entregárselo cada año al niño que hubiese llorado menos. El filántropo estaba ya molesto; él tenía siempre su dinero a la disposición de la gente; pero las dos presiones eran tan fuertes que no hallaba manera de darlo. Por otra parte, tanto los unos como los otros le guardaban rencor a cada nuevo fra^ caso de su idea, y llegó un momento en que los dos bandos le pedían dinero con odio y nada más que por cumplir, sabiendo cada cual que el contrario había de impedir su entrega. A raíz de las dos últimas intentonas de construir el "Asilo para Niños que van a ser huérfanos" y del "Conservatorio de Tartamudos de la provincia", el alcalde se personó en el domicilio del hombre desprendido. Fue una conversación cortés; pero en ella el alcalde le hizo ver a qué extremo habían llegado las cosas a causa de sus ofrecimientos. —-De seguir así, antes de un mes empezarán los atentados personales. —¿Entonces debo marcharme?— preguntó el buen señor. El alcalde asintió con la cabeza. —Sí-^dijo al fin—. Es lo más filantrópico... BdgKT NBVIIiLHi 13 GUTIÉRREZ SU C E S OÍS LADRONES AUDACES En el barrio de Salamanca sé ha cometido esta noche un extraño robo, cuando la luna se escondió, no sabemos a qué, detrás de una nubécula. En aquel instante los ladrones forzaron la puerta con una llave de lata de sardinas y penetraron eu un hermoso solar, sito en la calle de Lista. Como en ol terreno no había absolutamente nada, los ladrones rollaron el solar — valorado en 30.000 duros—como si íueTa una estera, Be lo llevaron y volvieron a cerrar tranQuilamente. Parece que la Policía sigue de cerca a los cacos, aunque es una contrariedad que se hayan llevado el soI*r, porque con él se habrán ido alBunas pisadas delatoras. RELOJ ROBADO El lector que haya creído que vanaos a contar que a un señor le han robado un reloj, ha picado. Su suspicacia fracasó esta vez; sí, sefior. Se trata solamente de 'in sencillo reloj que marchaba muy bien, y que de Pronto su dueño le advirtió de °.ue le faltaban veinticinco minutos, lúe1 le hacían ir veinticinco minutos retrasado. Avisada la Policía y un perito re'ojero, se sospecha del reloj de cuco • de l comedor, de malos antecedentes, Que tiene las manillas muy largas y lleva unos días que corre excesivamente, como si fuera un reloj "nuevo rico" y le sobrara tiempo—tiemP° Para correr, naturalmente. SUICIDIO POR AMOR Palencia.—El joven Amadeo Expósito, de distinguida familia castella, na, ha pretendido poner fin a su vida al enterarse) de que los papas de su amada, señorita Cecilia Expósita, se oponen a sus relaciones. Para ello fue al estanco, eligió una buena caja de cerillas—la mejor entre las mejores—-, haciéndolas sonar todas a su oído y gustando con la puntita de la lengua algunas cabezas, e ingirió todos los fósforos metidos en una barrita de viena. Dichos fósforos, al rascar en uno» percebes con piel que se había merendado Amadeo, se inflamaron y organizaron tal llamarada que su efecto único ha sido el de1 que se haya encendido más y más el amor del novio. La ciudad está consternadísima y, lo que se dice, pasando un verdadera mal rato. Dibujo de K-HitoElla (desmayada).—¿Do me lleváis, don Arnulfo? £1.—Al mesón de Arístides. —¡No, por Dios, que tuve una bronca con un camarero el sábado pactado! GUTIÉRREZ 14 La señora de la casa, al 'convidado.—¿Un poquito más de pescado, para pasar 'esa mayonesa?... El niño.—A mí, mamá, me puedes poner un poco de pescado y otro poco de mayonesa para pasar.este poco de Pan- encuentra un diccionario en el despacho de su padre. —Papá. ¿Qué quiere decir Víctor Hugo 1802-852? —Debe ser el número de su teléfono. El pequeño Salomón, con sus cinco años, sabe ya lo que son negocios. Vn amigo de su padre le ofrece un billete de veinticinco pesetas. —¿Qué vas a hacer con ¿I? ¿Le guardarás o comprarás un juguete? —No, señor—dice el pequeño—. Voy en seguida a cambiarlo por cinco duros. Estos duros los cambio por pesetas; las pesetas, en monedas de dos realltos; éstas, en cuproníquel, y, finalmente, las monedas de cuproníquel en piezas de diez céntimos. —¡Pero, tú estás loco I ¿Qué vas a ganar con toda esa serie de operaciones? —¡Ya lo creo! Será muy raro que con tanto cambio no haya alguien que se equivoque y me di alguna moneda de más. Carlos V, que no era alto, decía de uno de esos cortesanos pasteleros que a cada instante doblan el espinazo hasta tocar el suelo con la cabeza: —Yo no comprendo cómo puede ser eso; ese hombre es un gigante, me lleva lo menos la cabeza y, a pesar de ello, siempre que me habla me tengo que agachar para oírle. ustedes un par de reales... —¿Está fuerte en meteorologia? —No sabe una pst'abra de eso, pero como es reumático, es el que hace aqui los pronósticos del tiempo. • » Víctor Couailhac, da por auténtica en su libro "La vida del teatro", la siguiente tarifa de un jefe Je claque, que GUTIÉRREZ se apresura (i poner en conocimiento de los del gremio: Francos Salva ordinaria 5 Cuplé ensalzado 15 Salva redoblada 20 Tres salvas 25 Llamamiento simple.. 25 Llamamientos Ilimitados 50 Efectos de horror 5 Murmullos de entusiasmo indicando que ya faltan las fuerzas para aplaudir 15 Aplausos contrarrestados al principio y luego súbitamente elevados, como st la parte sana del público apabullase a los reventadores 35 Largo gemido al final de una escena ¡le muerte, seguido de aplausos 12,50 Movimientos de contento 5 Francos «fías Risas francas Exclamaciones: S 10 "¡Ahí ¡Oh! ¡Bravo! 15 Exclamaciones; "¡Oh, qué gracioso! ¡Estupendo! 2<" Exclamaciones: ¡Coló sal /Brutal! /Formidable! /Qué lio ríe más gracia! 30 • ** La esposa, asomada a una venuiua: —¡Pepel ¡Pepe! ¡Vn aviador acaba de caer aqui delante!. •—¡Caramba! /Qué culástrofe!—responde el marido, acudiendo. —Si—añade la esposa—. Ha resbitiutío con una cui icza uc plátano. * * • El jefe del servicio meteorológico : Cuas veraneantes preguntan al dueño de la casa: —¿Cree usted que lloverá? Vamos a dar un paseo largo y como el tiempo está tan inseguro... •—Eso se lo dirá en seguida el señor Matías. Le dan Habiendo cenado una vez Julio César en casa de uno de sus generales, al final de la comida, después de jugar un poco a los dados, César se levanta y va a coger su casco, que habla sido colgado en una percha demasiado elevada para él, que era de pequeña talla. Un oficial de su escolta, hombre de soberbia estatura de casi dos metros, se adelanta as coger el casco, diciendo: —Perdón, señor. Yo soy más grande que tú. Julio César se vuelve vivamente y le mira sonriendo: —Querrás decir que eres más largo. —¿Qué vas a ser cuando seas mayor? —Yo haré lo mismo que papá. —¡Ah! ¿Serás banquero? —No lo sé; pero telefonearé todas las tardes a las ocho diciendo que tengo que asistir a una cena de negocios y que no me esperen en casa. Gutiérrez, antes de salir de casa, encierra todos los días una mosca dentro del azucarero. Cuando vuelve levanta la tapa para ver si su criada le roba el azúcar. * * * El yerno a la suegra.—¡Oh! Estos parajes le gustarán a usted mucho. Además, los alimentes son sanísimos. —Este dedo—dice el maestto al niño—se llama auricular, porque es el que se suele meter en el oído. ¿Comprendes? —Sí, señor. —¿Y éste?—le pregunta el profesor, enseñándole el índice. —Pues eie... el nartzcnlar. 15 GUTIÉRREZ FALLECIMIENTO DISTINGUID O —¿No encuentran ustedes la causa que produce tanto pinchazo? —Tal vez sea el refresco de zarza y la media docena de agujas de ternera que tomamos esta mañana para desayunar. Anteanoche falleció en Madrid la bellísima, y distinguida señorita María de la O Ruipérez y Rejiménez de la Osa Pulgar-Ruiz de los Madrazo, conocidísima entre la alta sociedad. La difunta resaltaba su natural belleza con un elegante vestido de cliar. metise negro adornado con malinas, que entonaba sobriamente con la albura de la valiosísima caja de raso blanco con artísticos adornos de plata oxidada. Al acto del entierro asistió lo mas selecto de la sociedad distinguida madrileña, prestándole un severo ambiente aristocrático. Satisfecha puede estar la lamilla de la señorita Ruipérez del éxito del acto, que ha puesto de manifiesto las muchas simpatías de que goza. Para matar el tiempo y.. al autor DOS PÁJAROS DEJ CUENTA 1.»: Añadiendo una sílaba resulta una agudeza cuyo diminutivo se da en el tresillo. 2.«; Afirmación del Sur. 2.*, 3.*: Cinematógrafo; pero no to da la palabra, ¡eh! l.«, 4.*: Desarmonía eclesiástica. l.«, 1.a: se come al 3.', 3.*; o, al menos, eso es lo que hacía falta. 4.«: Fin del dinero. Todo: En coche. Solución (no la digo todavía; piénsenlo un rato... ¿Se dan por vencí, dos?... ¿Sí?... Pues ahí va): co-ciNK-BO. Explicación: Añadiendo "do" a •"co", resulta "codo", que es agudo. Diminutivo: codillo. Afirmación del Sur (o andaluza): "ci". Fin del dinero: "ro"; de "dine-ro". El todo "en coche", porque hoy día quienes mejor viven son los cocineros; ¿no tengo razón? ¡Pues claro, •hombre!... CHARADA l.«: Cómo em(pezó GUTIÉRREZ. 2.a: Que yo sepa, nada.. 3.*, 4-*: Percha para los sombreros. Todo: Yo no sé cómo explicarme. Pero bueno, es una cosa así como hule para forrar sillones. Mejor será decir la solución, y asi no hay duda, ¿verdad? Solución: GU-TA-PBB-CHA. «XVII. £1 hombre que ha leído muchas revistas humorísticas.—Yo avisaría a los bomberos pero, ¿y si luego resulta que es alguien que está fumando en pipa? GUTIERRE 16 CRÓNICA DE LA GUERRA HAN KAUFOS Y LUCRACIOS LLEGADO A LAS MANOS, A PESAR DE TODAS LAS FORMULAS DE ARREGLO Dijimos ayer que el ala derecha del ejército del rey de los kaufos iniciaba un avance hacia Masgorfa (población que no encontramos en «1 mapa y la situamos a ojo) y que los lucracioe, al mando del generalísimo Malvavisco, abandonaban dicha ciudad para ofrecer combate al enemigo. Los últimos telegramas anuncian la llegada de los kau- En la zona Sur hubo anoche un combate muy reñido, llegando a hacer uso de las armas blancas, sin abandonar por ello las de fuego, como lo demuestra el hecho de haber resultado herido con un soplillo un sargento mayor y el caballo que montaba. En el Norte, el generalísimo Lucracio recibió un ladrillazo en pleno rostro, seguido de otro, en cuestión de minutos de diferencia. Esto, según los partes de última hora, hizo que los lucrados redoblaran su ardor en el rnmm £J£KCiro KAt/fV. a toe/v Kl emperador de Lucrada, i'n traje de buena sociedad. fos a Masgorfa y la de los lucracios a Sedamen, poblad:» de donde partieron aquéllos. No es raro el caso en los anales de la guerra; sin duda se han cruzado y no se han visto. Troqui* del campo de operaciones, tomado al oído por un "botones" de nuestra Redacción, distinguido radioescucha. S. M. el rey de los kaufos, que figura al frente de sus tropas. ataque, llegando al paroxismo. (Tampoco está en el mapa; dehe ser un poblado sin importancia.) Entre los desaparecidos figura un coronel kaufo y uno* calcetines de rombos propiedad de su majestad. El coronel ha sido hallado posteriormente en un merendero próximo, tomando bacalao frito. Ha sido preciso administrarle fuertes dosis de bicarbonato. Se hacen gestiones con el enemigo para recuperar lo» calcetines. No sería aventurado suponer que la guerra toca a su fln, pues, según se desprende de los últimos despachos, el guarda de aquellos íugarfis ha dicho que no permite más escándalos. ' ''' GUTIÉRREZ 17 E L T E S O R O , POR MI HURA 1.—¡Ah, viejo avaro, dices que sólo tienes dos duros en el bolsillo, cuando sé que ocultas una fortuna de ochocientas mil pesetas!... 2.—¡Dime dónde las guardas, o te mataré como a un perro!... 3.—¡¡No!! Lo diré. Ve a mi tinca del Molino... 4.— ... entra por la puerta del jardín y coges por la derecha... 5.— ... después tuerces por la izquierda. Cuentas seis pasos y encontrarás un arbolito... 6.—Desde allí vuelves a contar ocho pasos a la izquierda y das la vuelta. 7.—Cuentas cinco cuartas al frente, y en línea recta hacia la derecha... 8.— ... cuentas quince pies y siete dedos. 9.—Vuelves a torcer a la izquierda... 10.— ... y a los siete pasos escarbas, y allí está el dinero... 11.—. 12.—Bueno, bueno. ¿Y en qué bolsillo dice usted que tiene esas diez pesetas? GUTIÉRREZ 18 LA SEÑiAL DEL PAÑUELO Pasé dos días malos, y el lunes me Recibí la carta de mi amigo. Dedesperté muy temprano. Lo peor era cía así: "Amigo Fernando: Camino de Avi- que el tranvía no pasaba basta las la irá un compañero mío en rt tren ocho de la noche. Pero no importaba. tranvía del lunes. Te lleva los cua- A las nueve y media de la mañana renta duros que te debo. Al pasar por pasaba un mixto. Me ensayaría con la estación de Robledo, te los lará. él. A las nueve y cuarto estaba paPara que sepas quién es, te advierto seándome por el andén, con las maque va en segunda, y en la estación nos cogidas atrás. Cuando llegú el de tu pueblo tendrá uh pañuelo en mixto, y antes de parar, mi mirada la mano. Tú, entonces, le enseñaras se movió ligera tres o cuatro veces esta carta, y te será entregado al di- en abanico, buscando un segunda. Lo vi, lo agarré, lo seguí trotando, conero. Tuyo, Ramón." ¿Por qué se me nublaron loa ojos gido al hierro, como si hiciera volde pánico? No lo sé. ;Soy tan tímf- teo a caballo, y de un salto me puse do! Además, estas entregas de dine- de pie en el estribo. ro, cuando vienen retardadas, son ya Cuando el tren se detuvo, ya estatan difíciles como el "20" de las bar- ba yo, como un policía, o un ladrón, quilleras; vienen inciertas. ¿No ten- o un consumero, escudriñando los vagones; jugando a que buscaba un go razón? El niño.—Ahora sí que podemos tener pinchazos; fíjate cuántas ruedas 'levamos de repuesto. señor qué llevara el pañuelo en la mano. No lo había, naturalmente; pero yo ya sabía perfectamente mi obligación, en busca de las doscientas pesetas. A las siete estaba otra vez on la estación. Comí un bocadillo paseando por el andén. Me registré; Heraba todo: la carta de Ramón y la cartera para el dinero. Me senté en los bancos, que Je regletean a uno, o le ondulan la espalda, y yo no sé cuántas cosas más. Volví a pasear. La campana sonó, y sonó en mi corazón. Era tal mi inquietud, que todavía visité la casetita chica por última vez. El tren apareció fogoso, como si viniera orgulloso de traerme las doscientas pesetas. Desde mucho antee de llegar, yo empecé a andar en su dirección, pero mirando hacia atrás. Es postura de ir a coger el tren andando. ¡¡El "segunda"!! Rápido, con una agilidad de vendedor de periódicos, me planté en la plataforma de delante. Abrí la portezuela, y con la inquietud se me olvidó cerrarla. Aún iba el tren a buena marcha, y el vendaval de la velocidad movió todos los periódicos que eran leídos. Un caballero, subiéndose el curllo, me gritó: —¡En! ¡Caballero! ¡¡La puerta!! Volví sobre mis pasos; cerré la portezuela, que era de esas difíciles y rotas, que entretienen un rato. Cuando quise recorrer el vagón, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho señores, y otros que sentimos no recordar, tonían un pañuelo en la mano, un inquieto constipado en las narices y un gran rencor hacia mí en el gesto. No quise preguntar a nadie. ¡Soy tan tímido!... La ira y la mala suerte hacían que mis piernas temblaran. Todos los pañuelos del "segunde" parecían iguales. Bajé los ojos... y salí por la plataforma posterior, cuando el tren se ponía en marcha de nuevo. Se me enganchó un tacón, y caí. Pude aprovecharlo para suicidarme, ¿verdad? Pero como no lo tenía pensado, no lo hice. Femando PAN tiro ele fusil La señora.—Nueve años buscando trabajo y sin encontrar absolutamente nada. ¡Cómo puede ser eso! El pobre.—Pues... teniendo una suerte extraordinaria. America's Humor. —Me he venido a comer aquí, porque tengo una mujer que sabe cocinar, pero uo quiere. —Pues yo como aquí, porque mi mujer no sabe, pero se empeña en guisar. The Passing Show, Londres. La distraída profesora de niñas.— Bueno, vaya; pero no tarde. Sondagsnisse-Strix, Estocolmo. Mientras la doncella sirve el café, el dueño de la casa lee el periódico local. Dirigiéndose a su esposa.—Dice nqui, querida, que la Delegación de Vigilancia ha acordado poner un guardia de servicio permanente precisamente en esta esquina. La doncella, suspirando.—¡Oh, sefloí, qué gusto! The Passing Show. —Acaso usted no me recuerdo a mí, empezó diciendo uno a otro (hombre de negocios este último); pero hace veinte años, cuando yo era un pobre muchacho, me di> usted una carta para que la llevara. —Si, si—contesta el negociante distraído- —; ¿dónde está la contestación? Bison. —José, ¿has llevado el ramo de rosas a mi novia? —Si, señor. —¿Y qué te ha dicho? —Quería darme dos pesetas; pero yo no las he querido, advirtiéndola que el ramo había costado mucho más, y que, además, para la cuestión del precio, se entendiera con usted. Pele Hele. SECRETO BIEN GUARDADO —¿Qué edad tiene? —Nadie lo ha sabido jamás. —¡Y luego dicen que las mujeres no son capaces de guardar un secreto! Dimanche ¡Ilustré, París. —¡No, Roberto, n o ! ¿Cuántas veces quieres que te diga que no? Además, papá y mamá se oponen a nuestras relaciones. —-Bueno, entonces..., ¿roe puedes dejar cinco duros? El Espectador, Bogotá. •—Xo está lejos el día en que haya más "autos" que peatones. '—I Un horror! Ya hay lo que se dice una mayoría aplastante. Pele Melé, Paris. El agente de una librería.—Yo deseaba venderle a usted una enciclopedia, caballero. El nuevo rico.—De ningún modo. Precisamente me ha dicho el médico que necesito andar. Leicester Malí. , — ¿Para qué te has puesto el viejo uniforme? —Tenemos una fiesta conmemorativa, y vamos a beber unos vasos en recuerdo de los pobres camarades caldos. —Oye, ¿cuántos pobres camarades caídos aproximadamente? Nagel's Luslige Welt, Berlín. —¿Hace mucho tiempo que está usted sin trabajo? —¡Oh, buena señora, desde que murió mi pobre madre. —¿Y hace mucho que murió? —Ai darme a luz. Pele Melé, Paris. GUTIÉRREZ, que revisa con amor los originales que se le envían, no mantiene correspondencia acerca de ellos. Cuando un autor vea inserto uno de sus trabajos, que pase por esta Redacción (Paseo de San Vicente, 20) los lunes, de 6 a 8, a cobrar su importe. IMister Heupeck (despertando) ¡Sí, mujer, si!... Ahora mismo voy a preparar el café. The Passing Show, Londres. OUTIERREZ 20 Los números atrasados de GUTIÉRREZ se venden, al precio corriente, en el kiosco de la calle de Alcalá, frente al Teatro Alkázar. extranjeros Andes. Con gran estupefacción vio que el águila, después de planear algunos instantes' en el espacio, se volLA VIDA CARA vió a su jaula: habia sentido el vértigo. * ** ¿Volveremos a ver los jardines colVerduras.—Pimientos verdes, 0,25; gantes, análogos a los de Babilonia, encarnados, 0,30; color tango, 0,35; DE TODAS que los antiguos consideraban como patatas holandesas, con zuecos y to- P A R T E S una de las maravillas del mundo? do, 0,50; fritas a la inglesa, a 0,10 Se están celebrando actualmente en Una ciudad de Escocia ha aumen- un campo de aviación de Wilcousin Ja bolsa. Huevos. — Frescos, 0,25; menos tado considerablemente sus ingresos ensayos muy curiosos. Sobre una gran frescos, 0,20; absolutamente pútridos, aprovechando los perros vagabundos plataforma metálica se han trazado para la publicidad. especiales para enfermos, 0,15. verdaderos jardines con praderas y Les sujetan a las patas cuatro se- macizos de flores, y hasta con árboPescados.—Bonito (bueno y barallos de caucho, que se humedecen me- les, sujetos con pernos a la plataforto), 0,75; calamares, especiales para estilográficas, 2,00; merluzas, 3,00. diante un tubo que parte de un de- ma. Varios aeroplanos gigantes elepósito de tinta colocado sobre el lo- van todo este tinglado, y después de (Los sábados a cualquier precio.) mo del animal. En sus paseos por la pasearlo a una altura media de dos Bacalao, a 1,50, bien solo o bien a la vizcaína. (De todos modos está población, los perros van estampan- mil metros, aterriza en el punto de do en el suelo el nombre de los gé- partida. Este invento cambiará por bien.) Matadero. — Ayer fueron sacrifica- neros que los comerciantes quieren completo nuestros hábitos lie turisdas doscientas vacas y mil terneras, anunciar. mo y transformará radicalmente la que por cierto se mostraron bastan• ** propiedad, pues los bienes raíces pate apesadumbradas ante su espantoUn jardinero de Potosí (América sarán a ser bienes muebles. so fin. del Sur), que había criado un águi* ** la en una jaula de conejos, la soltó Los matarifes dieron la vuelta al Un ingeniero checoeslovaco propoel otro día sobre la cordillera de los ne cubrir a los agentes encargados rupdo y devolvieron prendas. de la circulación, de aparatos1 fosforescentes de colores diversos. Se evitarán de este modo los gastos de adquisición, instalación y entretenimiento de las señales luminosas que gravan actualmente el presupuesto d<? la villa de París. * ** Existe en este momento en les as. rededores de Delhi un fakir que e; • canta a los microbios con un saxofón. Al son del instrumento, ellos solitos se precipitan en una preparación antiséptica. Multitud de curas lleva obtenidas por este procedimiento. * * • En Nouya-Kiva (Alta Guinea), el robo es una profesión reconocida oficialmente. Para ejercerla, basta con pagar al gobernador (bouftonj una patente (gá- lett). No podemos, aunque este artículo Ella (presidenta de la Sociedad "Odia al delito y compadece al dees puramente de información, dejar lincuente")-—¿Qué le parecería a usted, director, instalar la radiotelede hacer algunas consideraciones pofonía en las celdas de los presos? líticas que nos permitan alabar la El director de la cárcel.—Me parece una crueldad innecesaria. profunda sabiduría del gobernador de Nouya-Kiva: en vez de retribuir, como nosotros, una policía que no imEN B R E V E A P A R E C E R Á pide los latrocinio", recupera, gracias a la patente, una parte de lo robado—lo que es moral—, y se ahorra la policía—lo que es w.omVmico. Gabriel TIMMORY SEMANARiO ESPAÑOL DE CINEMATOGRAFÍA Diario de mercados 1\ GUTIÉRREZ CONSECUENCIAS DENUESTROS CONCURSOS C A R T A N U M . 38 Señorita: Va soii unos días los que llevo sumido en una horrible ungustia, y es desde que, ruis dos lindos ojos (no está Ijien que yo lo diga, pero tongo unos ojos como dos luceros) se fijaron en su cara de eotolina; mi corazón palideció al ver que por los escalones juinas por nadie hollados que a él conducen, subía un alguien del que sólo supo definir era como un ángel, Águila. Si yo íiura n;:ir.':;!Í i;1:;. la diría que suy un barco de veía (¡ue navega a merced del aire de s¡is suspiros, y i[iií' sn cara es bonita cual lo:; hlaiv. os cascos de las "porras", i't.ro como no soy asi, me conformo con decirla con !a mano puesta en el cuarto espacio intercostal izquierdo, que la amo y que soy de Lugo. Que aunque no soy rico sé bailar la sardana. Y aunque no lie atravesado el Atlántico, soy franco. Pero j.ii .mcjoi condición es que soy feo; pues ¡os hombres guapos se comparan con las mariposas, y si son bonitos, hay que escabecharlos. Asi es que, si ustí.d me da un sí, me hará (esto de me hará no es nada malo) el hombre más !'e!i/.; pero si me da un no, no. No la olvida.—/.«¡s Miirdi/imaln. CARTA NUM. 40 Valencia... tus mujeres tienen todas de las Mores c! color, a 16 de junio de 1927. Señorita Tigelina Rascacielos (a) Gutiérrez. — ¿Y ora verdad ti cuento que os contó? —No lo sé, porque estábamos a oscuras. jMadrid. Con el alma en un hilo y este hilo en su correspondiente carrete... pero ca relentaora está usted y qué descansada so quedaría su mamá de usted cuando la echó al mundo..., porque despide usted una cantidad de categoría madrileña por los poros de su epidermis, más fina que la de un camión viudo in estada de efervescencia, que aton'.ni mn y agorriuniza. —¿Qué quieres que te regale en tu simio, amigo Lcsmes? —Regúlame un paquetito (b'l .-ivlccto "Café Veré". 10;l. FUENCA'rlRAL, 103- CAMBIO DE DOMICILIO Nuestro particular amigo el notable señor D. Ático del Portal lia trasladado su aristocrática residencia, en unión de su distinguida familia, dé la calle del Conde, 53 duplicado, donde vi-vían, a la amplia vía Paseo de las Delicias, 1.826 triplicado, piso cuarto bis, derecha, corredor 1, letra D, donde ha instalado definitivamente su suntuoso mobiliario. La nueva casa tiene luz eléctrica, escalera hasta ni mismo piso, cocina para cuando haya que guisar y agua en una fuente que' hay en la esquina próxima. Aunque, por modestia, el señor Del Portal quiso en un principio ocultar su nuevo domici'lio, sin duda algún indiscreto lo descubrió, y parece que al saberlo los tenderos del antiguo barrio donde vivía piensan ir <?u masa a visitarle, lo que no nos extrafia, porepe. i">- Ático deja siempre recuerdo indeleble por donde pasa. FOTOGRAFÍA IDIOTA NUM. 62 Remitida por Ramón Cáselas. quien con su cara y su... cuerpo de Venus arruinada le enajenó, y aprovechando esta debilidad traspasó los umbrales del templo perturbado por primera vez; y ahora él i llora!, ¡llora como si estuviera herido! Jamás fui víctima de esc dios del Amor, y al fln... caí en sus brazos, i Sí! I Se lo cunOeso! Era pura mi un galardón decir que no había estado enamorado; ¡mas!... sus ojos brujos de mujer hechicera que adornan su carita halagadora han sido para mí como espinas que hirieron mi alma, y esc capital de cien blancas que la adorna traspasó mi vida. Señorita, déme usted un sí acompañado de esas cien preciosas y relucientes pesetas, y seré el hombre más feliz de este picaro mundo. Su adorador, que s. p. h-, Pimío. Ferrol, 27-6-27. ¡ CARTA NUM. 39 Mi muy respetada señorita: Tres meses ha que estoy más loco que Linbergh. Tres meses que Cupido me ha rejoneado al estilo Cañero en la parle izquierda del pecho, conforme se baja. Y todo desde el día que la vi. Aquel día quedé anonadado al ver su "rectilíneo" cu'cpo y su cara bonita, haciendo juego con su cabellera dorada como la cerveza del FOTOGRAFÍA IDIOTA NUM. 63 Remitida por Manuel Antolín López. Créame, desde que vi su figura reproducida en el fino y satinado papel de GUTIÉRREZ (no es coba), no como ni bebo, hago una vida camaleóniea del todo. "Colegio San Ignacio", 1.a y 2. a enseñanza ratorios de Ciencias y Letras en la Universidad por personal competente Director: D. IGNACIO GARCÍA ALBERICIO » Preparación para el bachillerato elemental y univer-itario y los prepaPrecios modw.idos. COSTANILLA DE LOS ANGELES, 3. 22 GUTIÉRREZ CARTA NUM. 41 1.» CONCURSO Fotografías idiotas COMISARIA KS1 KCIAL PARA EL l-'OMEXTO V CRIA DE LA KARABA CUPÓN Interpretación Voto por la fotografía p.iblicada con el n.° Correspóndame, porque como yo se le ofrecerán muy poquitos; soy una buena proporción, he visto la "Montería" "Marina" y ci "Chanchullo", y además me seco con polvos de talco y me lavo los gruyeres dos veces al dia, porque, eso si, si fuese yo a Escocia, iban a bajar considerablemente los precios del bacalao y los trajes a cuadros. Pero, a pesar de eso, tengo una región cardinc.-i más grande que el "raid" ParísTokio, y tokio el acordeón macanudamente. Con todo esto creo que nio hice acreedor a convertir sus sentimientos en una masa más flexible que el estómago de un concejal de los antiguos, y no dudo me concederá su blanca si que también acaramcio-amalgamada mano, y si en... el plazo ríe dos veces quince días no me contesta, que dejo el trabajo del disgusto es más vetusto que mi carcomida abueia. Jíspero aquí en la ciudad de las llore;;, rodeado de ídem; donde de puro chulos, nos subimos ios pantalones con ascensor. Suyo el viva la Virgen, K. MelandoÑola—Si llega la carta sin sello, no haga usted caso, que se me olvidó; además aquí le somos asín. HOMBRES Ayer, ventrudo; hoy, enjuto; es que uso la faja de Justo. JUSTO JUAN. Carmen, 10 iT| i : ;: de Lenguas. CUPÓN Las fotografías idiotas publicadas en este número son las últimas admitidas a concurso. Hasta el día 15 de octubre, a las ocho de la noche, recibiremos los cupones para la votación del premio. Cuando terminemos la publicación de las Cartas de Amor, indicaremos la fecha en que cerraremos la admisión de cupones para la votación del premio de este concurso. Voto por la epístola amorosa publicada con el n.° (Firma.) "jlaii-Hhi-Xc, tiene en Thron-Cho una "fábrica de detectores de galena. Soy "su único heredero, y cuando le atice "el nirvana heredaré más de cien millo"nes de candarines, con los que montaré "en la calle del Tribuirte una fábrica "de perlas que, según un secreto de "Coní'ucio, deiben hacerse con ojos ele "besugo cocido, alas de mosca y tintura "de almejas de La Corulla. "Seremos, si me quieres, ricos y feli"ces, y te ruego, con el hígado en la iz"quierda, me des el "Sí" con tus labios "más rojos que las majuelas. "¡Por Budha, compadécete de mi! "Dame el " s í " , o moriré de apendicitis." Dios guarde a usted muchos años. Madrid, 3 de junio de 1927.—Por el comisario especial, Pegege. Señor Director del semanario (¡nií:- "te colme líe salud! ¡Que el Solitario de "los Sakias aleje de ti el nirvana y te RIÍKZ. "conceda apetito, pulso y arroz bomba! "Yo, Thau-Thau, el míís indigno e "idiota de todos los chinos, te pido en "matrimonio, mujer pálida e hija de "Gutiérrez. Esta semana ha publicado "Llegué a Madrid en el año de la "canastera, y en esta ciudad maravillos a vendo collares para las doncellas y "boquillas para los varones. "Mi pueblo es Thron-Cho, gran pueblo "a orillas del rio Amarillo; pero yo no un original del gran escritor "quiero volver a Thron-Cho, porque tú "habitas esta ciudad, y la flecha de ese Pío Baroja, titulado "djos Cupido que tenéis se hundió en mi "corazón hasta las plumitas. "¡Oh, mujer blanca!, soy un chino "joven, más madrileño ya y más chulo "que las gambas. Mira, blanca, \ a sé "uecir: "Si no complas colar, pol algo Precio: 30 céntimos. "selá", "coblando peleta al del pelo "lalgo" y "achanta, que s'ha mueito pi"chi". Compro todas las semanas Gu"TÍKHREZ, y me lavo la cara con saliva. Kivader.eyra (S. A.).—Madrid. "Mi padre, el gran mandarín Thon- LA NOVELA MUNDIAL LA DAMA DE URTUBI ttttxtt uiii.iiu.iuiw. Gutiérrez | Cartas de amor Me es grato transmitir a usted traducción de la carta recibida en esta Comisaria del vendedor ambulante y subdito chino Thau-Thau: "Señorita de Gutiérrez: ¡Que Budha (Firma.) PARA 2.° CONCURSO Hay un membrete que dice; Redacción y Administración: PASEO DE SAN V I C EN T E , 20 M AD R I D i: PRECIOS ;: Madrid .... '.'• Provincias ! • Extra n ero a::»»t»»t»m DE 7,50 8,00 3,00 i SUSCRIPC'ON semestre 14 año 1) i5 e • 24 * BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN Don que vive en núm. • , calle de , se suscribe por GUTIÉRREZ, - , — al semanario para lo cual remite importe de pesetas _ por - - ,a de de 192 (FIRMA): LA LA NOVELA MUNDIAL MEJOR PRESENTADA PRECIO: .'. 3 0 LA MÁS ECONÓMICA C É N T I M O S Si quiere leer a los escritores de mayor prestigio: Baroja, Bueno, Camba, Car rere, Castro, Insúa, López deHaro, Pérez de Ayala, Valle-Inclán, Zozaya, etcétera, etcétera, CÓMPRELA TODOS LOS JUEVES En el tercer concurso, entre otros, regala una magnifica pianola-piano de la acreditada marca THE AEOUAN COMPANY. —Avenida del Conde de Peñalver, 24, Madrid. GABRIELA IMPORTANTÍSIMO A todo comprador de los cuadernos de Gabriela que remita a la terminación de la obra todos los cupones numerados, se le canjearán por un número para el sorteo de los siguientes espléndidos regalos: 1." Una máquina de hacer medias, calcetines y toda clase de géneros de punto, marca OSCA, de venta en la Casa (HISTORIA DE UNA POBRE MUJER) POR EL GRAN NOVELISTA IGNACIO SANZ. M. Fernández y González Hortaleza, I I y 13, Madrid. 2.° U n magnífico aparato de radio, marca GRILLET, de venta en la Casa SÁNCHEZ RAMOS Y SIMONETTA, Ingenieros. Esta obra constará aproximadamente de AVENIDA DE Pi Y MARGALL, 5, MADRID Precio de cada cuaderno, 25 céntimos. Suscripción por cada mes, UNA peseta. 3.° Un valioso mantón de Manila.—4." Una máquina de coser SINGER—5.° Un aparato de cine KOK.—6.° Una bicicleta de acreditada marca.—7." Un gramófono.—8." Una cama.—9.° Un juego de café,—10. Otro juego de café.— 11. Una mesilla de noche.—12. Otra mesilla de noche.— 13. Una sillería.—14. Una vajilla.—15. Un juego de t e ló al 55. Una máquina PRO-CALCULO para sumar, de venta en España, en la PIDA ORATIS EL PRIMER CUADERNO CASA MENZEL.—Calle de Londres, 10, Madrid. 3O CUADERNOS publicándose por cuadernos semanales. rniifer dtorero —'toro MOVOA TO Los dos éxitos insuperables El ne<? F el ttna de ALBERTO INSÚA Precio de cada tomo, 5 peseta». PIDA ESTAS OBRAS EN TODAS LAS LIBRERÍAS ADMINISTRACIÓN: R I V A D E N E Y R A , S . A . , PASEO DE SAN VICENTE, 20, MADRID —Sí, señora. Porque yo el otro día compré unos collares para mí y para las niñas, esa orgullosa de la de Baldúquez, para no ser menos, quiere ahora que su marido le compre un chino.