formación del sistema capitalista mundial

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Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Comisión de Estudios de Postgrado; Área de Economía
Maestría de Economía Internacional
Asignatura: Economía Mundial
Versión agosto 2009
FORMACIÓN DEL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL
(Guía para estudio y reflexión)
Autor: Prof. Manuel Felipe Garaicoechea C.
I. VISIÓN PANORÁMICA DEL MUNDO EN EL SIGLO XVI
1. Los viajes exploratorios en los siglos XV y XVI y la definición del ámbito
planetario y, por tanto, limitado, del hábitat de la población mundial: un concepto
que, validado por la ciencia y las cada vez mayores incursiones del ser humano al
espacio exterior, que debe inculcarse en el conocimiento y en la conducta habitual
de los seres humanos. Ésta es una de las condiciones primarias para desarrollar
una conciencia y una actitud protectora del medio ambiente y de la biosfera en
general, en un mundo en que “...la inmensa mayoría de las personas nace, trabaja
y cría a sus hijos y concluye sus días rodeada por sus coterráneos y en el ámbito
de su propio hábitat” (Ferrer, 1996: 11), en contraste con los extraordinarios
avances de la globalización y los efectos destructivos en el medio ambiente.
Incorporación, además, en el Programa de la Asignatura del estudio de las
actividades del ser humano en el espacio extraterrestre, su importancia y su
trascendencia en los diferentes aspectos de la vida en el planeta.
2. Los cinco grupos civilizatorios (o centros de poder mundial) existentes en el
Siglo XVI, a saber: China de la dinastía Ming, Imperios Musulmanes (otomano,
persa, mongol), Moscovia, Japón de la dinastía Tokugawa y Europa occidentalcentral (Kennedy, 1989: 14-15). Fue este último el que, gracias a un conjunto de
factores histórico-económicos, socio-políticos y geográficos, se destacó, en los
siguientes siglos, como la región que incorporó mayores progresos tecnológicos,
culturales, científicos, sociopolíticos, todo dentro de un contexto de proyección
hacia el exterior que le permitió lograr grados de desarrollo que rebasaron, durante
mucho tiempo, los niveles alcanzados por los restantes centros de poder (Ferrer,
Tomo I, 1996: Introducción y Cap. I).
3. El núcleo noroccidental europeo (Países Bajos y, sobre todo, Inglaterra)
como punto de origen del desarrollo capitalista y del expansionismo europeo, con
el mercantilismo como expresión teórico-práctica en una primera fase. La
jerarquización estamental y rigidez de la estructura feudal europea, su dinámica
interna generadora de cambios y la del incipiente capitalismo comercial en burgos
y ciudades, versus el llamado “modo de producción asiático”. Las restricciones en
el mundo musulmán y en Moscovia, Japón hasta el advenimiento de las dinastía
2
Meiji, Imperios Inca y Azteca al desenvolvimiento de una dinámica de crecimiento
económico (Kennedy, 1989: Cap. I; Ferrer, 1996: Caps. II y III).
II. FASES DEL PROCESO DE FORMACIÓN DE UN SISTEMA CAPITALISTA
MUNDIAL
Construcción del Primer Orden Económico Internacional (1500 a 1750)
(Ferrer, Tomo I, Parte 3; la obra dedica la Parte 5 al Nuevo Mundo).
La fase concurrencial de las formaciones sociales capitalistas y no
capitalistas (1500 a 1750): comercio basado en política exterior belicista y
coloniaje, crecimiento de flujos comerciales y financieros, impulso a la
internacionalización.
Primera edad de oro del capitalismo (1870 a 1915): aceleración del crecimiento
económico, del comercio y de las finanzas internacionales en el contexto del
Patrón Oro. Grado más alto del proceso globalizador, con incorporación de EEUU,
Alemania y Japón. También del Tercer Mundo vía exportaciones de alimentos y
materias primas. La Tesis de J.C.Chesnais (1988) expuesta en La Revancha del
Tercer Mundo (Edit. Planeta, Barcelona, España): focos de desarrollo surgidos a
raíz de la intervención europea. (Para fase concurrencial y 1ª. Edad de oro se
recomienda Ferrer 1999, FCE, Buenos Aires, Tomo II, Caps XVII y XVIII.)
El retraimiento del proceso globalizador (1915 a 1945): derrumbe del patrón
oro; la Gran Depresión en EEUU y sus efectos en política económica y en las
relaciones económicas internacionales (Angus Maddison, la economía mundial en
el Siglo XX, FCE, 1992, Cap. II).
Segunda edad de oro del capitalismo (1945 a 1970): crecimiento sostenido en
el contexto del Sistema Bretton Woods; efectos expansivos limitados en el Tercer
Mundo con surgimiento de plantas industriales para mercados mundiales. (Angus
Maddison, ob. Cit., Caps. VI y VII).
La fase de los objetivos borrosos (a partir de 1973), relacionada con el colapso
del sistema Bretton Woods, una caída en las tasas de crecimiento en los países
desarrollados, mayor preocupación por inflación y menor por la ocupación plena.
El autor Maddison, ob.cit., pags. 111-123, manifestaba la imposibilidad de predecir
su continuación, tratándose de un cambio en las reglas básicas.
El escenario internacional bipolar hasta 1989. El derrumbe del bloque socialista
y la reconexión de los países que lo formaban con el sistema capitalista (ahora
países en transición) en el período 1989-2009). Estudio de casos. Las nuevas
propuestas socialistas.
3
El fortalecimiento del proceso globalizador, el multilateralismo y el
regionalismo. Su estudio corresponde a otros temas del Programa.
Inestabilidad y crisis recurrentes: Las ondas largas de Kondratieff: un intento
pionero de explicación, en el largo plazo, del carácter cíclico de la evolución del
sistema, que fue objeto de criticas muy fuertes en su época, 1935. Fue una
referencia muy importante para la elaboración de la teoría del desarrollo
económico de Joseph Schumpeter, que plantea, además del rol fundamental del
empresario innovador en dicho proceso, la secuencia que va del flujo o corriente
circular = equilibrio estacionario, a su perturbación en un proceso inestable de
carácter cíclico. Fuentes para Kondratieff: buscar en “ondas largas de Kondratieff”
en Google el artículo, entre otros, de J. Martínez Sánchez. Estudio de casos.
III. NOTAS SOBRE CARACTERÍSTICAS RELEVANTES DE LA EVOLUCIÓN DE
LOS CINCO GRUPOS CIVILIZATORIOS (O CENTROS DE PODER MUNDIAL)
EXISTENTES EN EL SIGLO XVI (KENNEDY, 1989) Y SU TRASCENDENCIA
ACTUAL



El Mundo Musulmán y sus Imperios (Otomano, Persa, Mogol), China, Europa
Occidental, Japón y Moscovia
Atraso relativo en países y regiones de África, América, Oceanía, en las que
habrían predominado formaciones sociales propias (no capitalistas, ni
esclavistas, ni feudales), sin mecanismos autóctonos que dinamizaran
procesos de crecimiento. Las excepciones. Estudio de casos.
El caso de América: Entre sus características vale destacar la siguiente cita:
“La ocupación europea del Nuevo Mundo provocó, en el siglo XVI, la mayor
catástrofe demográfica de todos los tiempos” (Ferrer, 1996: 15), a lo que el
autor agrega la esclavitud y sus efectos.
POBLACIÓN MUNDIAL APROXIMADA EN 1500 Y SU DISTRIBUCIÓN POR
GRANDES REGIONES
(Porcentajes y millones de personas)
%
MM/hab
Totales
100
500
Asia
55
275
África
20
100
Europa
15
75
América
10
50
Fuente: Enciclopedia Británica, edición 1961 (Cit. en Ferrer, 1996: 19)
4
EL MUNDO MUSULMÁN. A diferencia de la China del siglo XVI, “que se había
encerrado en si misma” a partir de la prohibición de construcción de naves para la
navegación oceánica en 1436, “fueron los Estados musulmanes los que
constituyeron las fuerzas de más rápida expansión durante el siglo XVI.......,
conjuntamente con un gran aumento de fieles en África y la India....” (Kennedy,
1988: 36). Los dominios del Imperio Otomano (1299-1923) llegaron a abarcar en el
siglo XVI desde Crimea y el Mar Egeo hasta Grecia y el norte de África y sobre el
mar Mediterráneo, sobre la base de una gran expansión de su poder militar y
naval en particular, registrando un periodo de auge y liderazgo en matemáticas,
cartografía, medicina y otros campos, así como un cuerpo burocrático para la
administración del Imperio. Sin embargo, no desarrolló en ese largo periodo de
manera concomitante a su expansión geográfica el sistema productivo, correlación
que en el enfoque de Kennedy es fundamental para poder contar con los recursos
necesarios para sostener el auge, cayendo, por consiguiente, en lo que denomina
una “híper extensión estratégica” (ob. Cit., pág. 38). La excesiva centralización, el
despotismo, el nepotismo y la corrupción que reinaron en la Dinastía Osmanlí (de
donde deriva la palabra otomano), que significaron el conservadurismo de las
élites dirigentes al no promover, por ejemplo, los cambios técnicos en su
equipamiento militar y naval que se atrasó con respecto al de Europa 8n la falsa
creencia de la superioridad musulmana, una alta exacción fiscal, los sobornos,
confiscaciones y expropiaciones que dañaban la economía campesina y de las
ciudades, conjuntamente con el “endurecimiento de las actitudes oficiales hacia
todas las formas de libertad de pensamiento” (ibid, Pág. 39) son ejemplos de
factores que explican la decadencia del Imperio y su disolución en 1922.
LA DINASTÍA MING EN CHINA (surgida en 1368, venció a sus gobernantes
mongoles y perduró hasta 1644): una sociedad de gran coherencia conducida por
una burocracia confuciana bien educada, con una administración unificada y
jerárquica, en un territorio con tierras fértiles e irrigadas (se había desarrollado un
sistema de canales desde el siglo XI), ciudades (aunque no autónomas),
comercio, viajes marítimos de exploración a través de una potente flota de buques
de guerra y de comercio, con uso de la pólvora y la brújula (entre otros inventos
como el papel y los inicios de la imprenta y el papel moneda). El desarrollo no
continúa cuando un Edicto Imperial en 1436 “prohibió la construcción de naves
para la navegación oceánica” y poco después la existencia de barcos con más de
dos mástiles (Kennedy 1988: Págs. 31-33), volcándose la visión estratégica de sus
dirigentes hacia el interior del país.
.
Factores determinantes de este cambio de orientación estratégica: la
concentración de los recursos militares en las fronteras norteñas colindantes con
Manchuria y Mongolia ante las amenazas de invasión (que implicó la continuación
de la construcción de la Muralla China); el llamado conservadurismo de la
burocracia confuciana y el consecuente descuido de actividades económicas,
entre ellas la producción de hierro, que ya existía en el siglo XI y fue abandonada
en 1736 (Ibíd., Pág. 33-36); son de destacar también las características del
5
llamado “modo de producción asiático” no generador de dinámicas internas de
crecimiento, lo cual se puede explicar en el siguiente gráfico, que comprende,
además, con fines de comparación, el caso europeo:
Gráfico N° 1: Representación simplificada del funcionamiento y de las
interrelaciones internas de los modos de producción Asiático y Feudal
Modo de producción
Asiático (MAP)
Feudalismo europeo (FE)
plenamente constituido
Comercio Exterior
Ciudades no
autónomas
Soberano
Perceptor de
Impuestos
.
Comunidad
Rural
Ciudades
autónomas
Soberano
Señor feudal
y sus vasallos
Campesinos
individuales
Fuente: Ignacy Sachs, Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas, Jean
Chesneaux y otros (1969), El Modo de Producción Asiático, Editorial Grijalbo: México, Pág. 87
El modo de producción asiático (MPA), denominación de raigambre marxista, se
caracteriza “por la existencia de comunidades rurales indiferenciadas desde el
punto de vista de clase, comunidades que constituían cada una un microcosmo
aislado, subordinado, no obstante, al poder de un Estado despótico centralizado”
(Sachs, 1965: 74). Para una comprensión de la aplicación de este concepto al
caso en estudio, se puede señalar lo siguiente:
1. La denominación surgió en el campo marxista, con motivo de la preocupación
de Carlos Marx y sus seguidores acerca de la existencia de formaciones
sociales precapitalistas distintas a las que habrían precedido, en el mundo
europeo, al capitalismo, esto es: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo.
6
La investigación se centró, además de los pueblos germánicos en la misma
Europa, en países de Asia: China, India, Vietnam, Persia y de ahí la
identificación geográfica de que fue objeto dicho modo de producción. La
importancia del estudio de estas formaciones sociales distintas a las antes
mencionadas radica en que han estado presentes en todas las regiones del
mundo, incluida Europa y concretamente en las formaciones sociales no
capitalistas señaladas en el Cuadro N° 1. Éstas han coexistido con el
capitalismo desarrollado en los siglos que siguieron a los inicios del mismo a
partir de 1750, en el núcleo noroccidental europeo, el cual luego se extendió
a otras zonas de Europa, a sus colonias bajo la forma de enclaves en muchos
casos, pues en otras floreció con diversos grados de esplendor, hasta
abarcar el actual grupo de naciones que forman la OCDE, las países
exsocialistas en transición y, en la actualidad, aunque con la persistencia de
estructuras duales1, también en economías emergentes hasta hace poco
tiempo incluidas en el llamado Tercer Mundo. Como se explicará de seguidas,
en estas formaciones sociales precapitalistas pueden detectarse mecanismos
institucionales y de funcionamiento no favorables al surgimiento de dinámicas
sociales y económicas (similares a las indicadas en la definición del MPA)
que impliquen la ampliación de flujos productivos, comerciales, financieros y
mercados en expansión. En este sentido, es importante señalar que Marx
trató el modo de producción asiático en su bosquejo de 1859 titulado “Las
formas que preceden a la producción capitalista”, publicado por primera vez
en ruso 80 años después, en 1939. En este bosquejo y en el Tomo III de El
Capital, lo presenta como una categoría que “se caracteriza por el vigor del
control de la comunidad (Einheit) sobre los individuos, quienes reciben la
tierra por pertenecer a la comunidad2; el Estado asiático se sobrepone a
estas unidades de base, constituye una unidad superior (expresión de Marx)
que mantiene al conjunto de las comunidades aldeanas y a sus miembros en
un estado de dependencia global (“esclavismo generalizado”3) y al mismo
tiempo llena las funciones ‘reales’ de orden político y, sobre todo, económico
(los grandes trabajos)” (Chesneux, 1969: 30). Este término “unidad superior”
es útil para de por sí para significar que no constituiría, en esas sociedades,
un Estado similar al que se habría conformado en Europa a partir del Tratado
de Westfalia (1648) y que luego se perfeccionaría con su sometimiento a
normas jurídicas cada vez más avanzadas, sino a un Soberano representado
1
Nos referimos a casos en el que el desarrollo capitalista no abarca la totalidad de la sociedad, en
la medida en que subsisten amplios sectores empobrecidos y formas de organización
precapitalistas o en el rango de precarios sistemas mercantiles.
2
Mientras que en el modo germánico, sostenía Marx, el individuo sólo se integra a la comunidad
(Einingung) cuando es dueño de una tierra (Chesneux, 1969: 30). MFG: esta nota y la número 3 no
forman parte de la cita de Marx.
3 Es decir, no existe un ejercicio de propiedad privada
sobre las personas individualmente
consideradas y sean, por tanto, sometidas a una condición de dominio total por parte de otros
miembros particulares de la sociedad catalogados como esclavistas.
7
por un Emperador, un Rey, Faraón, Zar, Inca, Monarca, que se liga a la
divinidad y al que iría asociado una corte o un vasallaje, como fue el surgido
en el feudalismo europeo.
2. Esta explicación es la que se trata de reflejar en el Gráfico N° 1 en el que la
Comunidad Rural del MAP, a través de funcionarios públicos, paga, de
manera conjunta, impuestos, en términos de exacción, al Soberano, detentor
del dominio sobre toda la sociedad y de la propiedad eminente sobre el
conjunto de las tierras (Chesneaux 1969: 30). Las interrelaciones de las
aldeas con las ciudades, numerosas en China; pero sin una base propia de
desarrollo autónomo (en virtud de no ser asiento de actividades comerciales y
económicas abundantes y/o de un poder municipal, o de no ejercer un rol
articulador de aldeas circundantes), eran prácticamente inexistentes, a
diferencia del caso europeo. En éste, los señores feudales y sus vasallos4
detentaban la propiedad y el control de la tierra y de los siervos de la gleba
(es decir, de los terrenos de las cuales dependían y podían ser vendidos con
ellas), por encima de los cuales el Soberano constituía una instancia máxima
representada por las monarquías, feudales en un comienzo y luego
autoritarias. Las ciudades europeas jugaban un rol mucho más independiente
que en el modo asiático, pues en ellas, aun siendo dominios de los señores
feudales (los Burgos medievales), surgieron desde el Siglo XI (siglo5 a partir
del cual tuvo lugar un proceso de relativo apogeo del feudalismo y de cambios
sociales importantes) bases para el futuro desarrollo de la burguesía como
agrupamiento social de los propietarios de las diversas formas del capital,
concebido como clase en la visión marxista. Esto como resultado de la
progresiva y lenta concentración, durante la baja Edad Media, en los centros
urbanos, de los mercaderes, los artesanos libres, miembros de las ferias y
casas de bolsa, gobernantes de ciudades-estado, quienes, separados de la
nobleza,
lucharon por establecer bases jurídicas protectoras de sus
actividades gremiales, productivas y comerciales, y, más adelante, las
financieras y contables, así como también para el establecimiento de un
nuevo régimen municipal en villas y ciudades. De esta manera, se fortaleció la
posibilidad de expansión del comercio exterior y las finanzas en el ámbito
privado, con protección primero de monarcas y, luego, en la fase del Primer
Orden Económico Internacional que va del siglo XV a mediados del XVIII
(Ferrer, 1996), de organismos estatales en crecimiento, en un proceso
4
El vasallaje consistía en una relación jurídico-política de apoyo y fidelidad (inclusive en
actividades bélicas) entre el Señor feudal y sus vasallos (y de éstos, cono señores, con respecto a
otros vasallos), en la que el primero concedía un feudo con sus siervos.
5 La primera mitad de toda la Edad Media (que va desde el año 500 d. de C. al 1500 d. de C), o
sea hasta el año 1000, fue de transición desde el sistema anterior fundado en el esclavismo, de
estancamiento por las invasiones, también llamadas migraciones masivas, de los pueblos bárbaros
y de constitución de las formas organizativas del feudalismo, que alcanza su plenitud en la
segunda mitad de ese periodo, y luego su decadencia en el siglo XIV
(http://es.wikipedia.org/wiki/Edad_Media (visitado el 01-09-2009).
8
conjunto de apoyo mutuo que, en el largo plazo, sirvió para robustecer tanto
la sociedad civil como el entramado jurídico-político de los estados-naciones
europeos. Repúblicas como Pisa, Génova, Venecia en el Mediterráneo y las
ciudades de la Liga Hanseática al norte de Europa (Hamburgo, Lübeck,
Danzing, Brujas, para citar sólo algunas) son ejemplos de un amplio e intenso
comercio en sus regiones y entre ellas a través de vías de transporte y
comunicación marítimas y terrestres. En cambio, en el MPA la conexión de
actividades comerciales con el exterior nacía de la estructura gubernativa
central, radicadas, en ciertos casos, en ciudades con características
especiales (por Ej. situación geográfica favorable), sin que éstas se
convirtieran en centros de atracción para los habitantes de los campos y
aldeas y surgieran en ellas grupos sociales precursores de una clase
burguesa, aplicando la terminología marxista. Es notable que en muchas
regiones y países del mundo subdesarrollado han subsistido hasta el presente
sociedades, algunas de tipo tribal, otras con características similares al patrón
del modo despótico-tributario, con altos porcentajes de población rural y
regímenes políticos por lo menos de alto grado de centralización si no
despóticos, que en el pasado padecieron, como colonias, de los rigores de la
penetración del capitalismo extranjero esencialmente europeo6.
3. El cognomento geográfico del MPA es también importante tenerlo presente
por cuanto en el ámbito de las actividades de la Tercera Internacional
Comunista, se pensaba en 1920-1925 que
“el centro de gravedad de la
lucha revolucionaria mundial parece –se decía en esos años- desplazarse
hacia el Oriente”, tendiéndose, en círculos no adscritos a la preferencia oficial
hacia los cinco estadios de la visión europocentrista7 del desarrollo histórico,
“a considerar el modo de producción asiático como una formación social
original, propia del Asia, que se inserta históricamente entre la comunidad
primitiva y el capitalismo; según esta tendencia, Asia no conoció ni la
esclavitud ni el feudalismo” (Chesneux, 1969: 33 y 34). Este planteamiento de
Chesneux responde a la búsqueda de un enfoque más amplio del proceso
histórico que el de la sucesión lineal europocentrista de los cinco estadios ya
mencionada, que debería, en cambio, comprender las diversas formaciones
sociales que habrían surgido a partir de las comunidades primitivas, no solo
en Asia sino en Europa, África y América. En estos dos últimos continentes, a
diferencia del primero,
se habrían mantenido durante largo tiempo
formaciones sociales, componentes de los posteriormente llamados tercer y
6
Chesnais, en su obra La Revancha del Tercer Mundo (1987), contraargumenta que el surgimiento
de <nuevos países industrializados> en el tercer mundo, una “noción política nacida de la guerra
fría”, pondría en evidencia que “esa división del mundo ha saltado en pedazos” (Pág. 152) para dar
entrada a grandes países de América y de Asia (los mutantes, hijos de Europa), con dos tercios de
la población mundial.
7 La secuencia comunidad primitiva-esclavismo-feudalismo-capitalismo-socialismo era preferida por
ser más útil para tratar de poner en evidencia la inevitabilidad del advenimiento de esta última fase
como resultado de una pretendida ley histórica de validez universal.
9
cuarto mundos, caracterizadas por el dualismo aldeas/estados sui géneris8
centralizados De ahí que hayan surgido otros términos sustitutivos del
apelativo asiático originalmente asignado a este modo de producción, como el
de modo de producción tributario que enfatiza el carácter de exacción que
tenían los tributos, o el de despótico-tributario, que, además. deja ver la
sujeción a un poder central omnímodo o también el de despotismo hidráulico9
para significar el control del agua (sistemas de canales, vías de comunicación:
grandes trabajos a cargo del poder centralizado) como medio de sujeción al
déspota. A ello debe agregarse la no existencia de una verdadera propiedad
privada sobre la tierra (más bien el usufructo), característica esta señalada por
Marx, en correspondencia con Engels (Chesneaux 1969: 31) , como “la llave
de todo el Oriente”, así como también escasas división del trabajo y
diferenciación entre agricultura e industria. Como hipótesis podría señalarse
que el “presidencialismo” típico en las Américas (atenuado en Estados Unidos
por la influencia europea) y los regímenes centralizados en otras latitudes
subdesarrolladas o en vías de desarrollo, tendrían bases históricas muy
profundas, si observamos
que no existieron en los orígenes de la
conformación de los órdenes mundiales y de los procesos globalizadores a
partir del siglo XV, instituciones y dinámicas que, como en Europa,
favorecieran el surgimiento y desarrollo de sistemas sociales y políticos
autóctonos con mayor grado de pluralismo, diversificación y dinamismo
económicos y de participación conjunta de estamentos y clases, que, a modo
de contrapesos, debilitaran la tendencia centralizadora predominante en otras
partes del mundo y promovieran el desarrollo del sector privado o, mejor, de la
sociedad civil en su conjunto, en las actividades económica, social, cultural en
su más amplio sentido. Ello no implica dejar de tomar en cuenta otros
factores, como el lado destructivo de la penetración colonial europea, las
condiciones en que se han realizado en ellos la inversión extranjera o el
hándicap histórico que representan las diferencias en desarrollo institucional o
tecnológico, en los procesos de conformación de estas naciones y en sus
perspectivas de desarrollo futuro.
4. El nombre de Edad Media que se le dio al periodo cumplido en Europa
desde el siglo V al XV, surgió10 de su consideración como un tiempo
intermedio entre dos épocas de cierto grado de brillantez: la Antigüedad
8
Se ha utilizado este término para destacar que esos organismos gubernativos centrales y sus
normas han constituido formas estatales distintas a la surgida en Europa.
9 http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_hidr%C3%A1ulico (Visitado el 04-09-2009)
10 “Aunque hay algunos ejemplos de utilización previa, el concepto de Edad Media nació como la
segunda edad de la división tradicional del tiempo histórico debida a Cristóbal Cellarius (Historia
Medii Aevi a temporibus Constantini Magni ad Constantinopolius a Turcis captam deducta)(Jena,
1688)”. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Edad_Media, visitado el 27-08-2009 para esta cita y las
siguientes consideraciones de esta parte del texto. También
http://es.wikipedia.org/wiki/Feudalismo#Econom.C3.ADa_feudal (el 29-08-2009)
http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_econ%C3%B3mico-medieval
10
Clásica que alcanzó su plenitud con las civilizaciones griega y romana en el
periodo que va de los siglos V a.c. al II d.c., y la Edad Moderna, que
comienza, con el Humanismo y el Renacimiento, en el siglo XVI, restituyendo
e idealizando los valores de aquellas civilizaciones. De allí que durante cierto
tiempo se le considerara una edad oscura, sumida en el retroceso intelectual y
cultural, cuando en realidad “todos los conceptos asociados a lo que se ha
venido en llamar modernidad aparecen en la Edad Media, en sus aspectos
intelectuales con la misma crisis de la escolástica”. También se pueden
señalar progresos en otras esferas cruciales como en:
 las labores agrícolas y de artesanía en las se fueron lentamente
introduciendo, a partir del siglo XI, mejoras en los procesos de producción
(molinos de agua, acequias para riego y drenajes, más tierras roturadas
con aumento en la eliminación de los bosques europeos, enganches de los
animales, uso instrumentos de hierro, rotación de cultivos, etc.) y en las de
comercio y finanzas;

la vida urbana y la atracción que ello generó (reflejada en
el Gráfico N° 1) sobre los feudos en el periodo de la Plena Edad Media
(PEM) del siglo XI al XIII y en el siglo de su crisis: el XIV (en especial
ciudades/ estado, de las cuales se señalaron ya las de la Liga Hanseática y
las repúblicas de Italia y el Mediterráneo);

el desarrollo, a lo interno del feudalismo, de agentes como
los siguientes: económicos provenientes de la incipiente, pero creciente
actividad empresarial y de gremios, con incremento paulatino de las rentas
disponibles de los siervos; políticos por el desarrollo y defensa de la
autonomía a nivel municipal; monarquías feudales convertidas
progresivamente en autoritarias que sentaron bases para el surgimiento del
estado moderno); socioculturales (progresos artísticos y arquitectónicos
diversos, fundación de numerosas universidades, en las cuales, a pesar del
control derivado del régimen escolástico, tuvieron lugar importantes
debates y reflexiones que condujeron al surgimiento de la defensa del
conocimiento basado en la experimentación)
Todo lo anterior ocurrió dentro de un proceso caracterizado por el
predominio del cristianismo como poder unificador que, sin embargo,
recogía en su seno fuerzas y movimientos dispares que contribuyeron al
florecimiento del nuevo sistema económico, el capitalismo, surgido, en
parte, de las mismas entrañas del feudalismo. Ello como resultado de un
proceso de contradicción entre la cerrada organización feudal de la
economía11 y, de otro lado, la actividad de aquellos agentes económicos y
políticos (mercaderes, artesanos libres, miembros de las ferias y casas de
bolsa, gobernantes de ciudades-estado y comerciantes en expansión, etc.)
interesados en extender el radio de acción de sus intereses y negocios,
11
El pensamiento económico medieval estaba centrado en aspectos éticos tales como el precio
justo, la condena de la usura y de la competencia substituida por el progreso colectivo VERIFICAR,
todo bajo el principio de autoridad característico de la escolástica.
11
contradicción que se intensificaría en el periodo de decadencia del
feudalismo, en el siglo XIV y en los siguientes.
El incremento en el subarrendamiento de feudos por dación sucesiva de
feudos a vasallos, complicó el pago de las prestaciones feudales a los
señores y los reinos y tendieron a predominar los pagos en dinero, lo que a
la larga significó la erosión del sistema del vasallaje, así como también el
rol de la caballería que comenzó a ser substituido por soldados
profesionales y mercenarios. El uso preferente del dinero, al que se le
consideraba en la visión escolástica-feudal como estéril, implicó un
resquebrajamiento, lento pero progresivo, de los principios y valores de
esta visión, según la cual el trabajo era considerado como un castigo
(ganarás el pan con el sudor de tu frente); el cobro del interés como usura
al igual que el beneficio, el cual solo procedería obtenerlo del trabajo
efectuado en transporte y almacenamiento de bienes; el precio como
resultado del intercambio de equivalentes, lo que lleva al principio del
precio justo, y a la condena de la especulación, y a la distribución del
ingreso de acuerdo al mérito. Sin embargo, esta última regla entraba en
franca contradicción con las rentas feudales que obtenían los reyes, el Alto
y Bajo Clero y la nobleza, que constituían los estamentos privilegiados
receptores de la renta feudal proveniente fundamentalmente del trabajo
agrícola de los siervos de la gleba y eximidos del pago de impuestos.
Frente a estos, los estamentos no privilegiados, a saber: la burguesía, los
artesanos, los sirvientes y los campesinos, constituían realmente los
grupos sociales que sostenían la arquitectura piramidal feudal y su
funcionamiento.
Se destacan todos estos elementos para poner en evidencia la existencia
en la Europa feudal de dos grandes procesos que condujeron al cambio hacia
el sistema capitalista: de un lado, la dinámica generada en las ciudades en la
Baja Edad Media en interrelación con los feudos y el campesinado de las
aldeas y, del otro, la incapacidad del rígido sistema feudal plenamente
constituido para satisfacer las necesidades derivadas del incremento de las
transacciones comerciales y de la circulación monetaria en el seno del
feudalismo, que terminó con su caída.
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