República de Colombia Rama Judicial TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA Sala Segunda de Decisión M.P. Dr. Gerardo Iván Muñoz Hermida Neiva, dieciséis (16) de octubre de dos mil ocho (2008). Demandante: Demandado: INPEC Acción: Providencia: Radicación: LIBARDO GARCIA TORRES INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO Nulidad y Restablecimiento del Derecho Sentencia 41 001 23 31 000 2000 03725 01 Aprobada en Acta de la fecha No.108. 1.- DEMANDA. A través de apoderado judicial y ejerciendo la acción de Nulidad y Restablecimiento del Derecho, el señor LIBARDO GARCIA TORRES, solicita al Tribunal que previo al trámite de un proceso ordinario laboral en contra de LA NACIÓN – MINISTERIO DE JUSTICIA y al INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO INPEC, se hagan las siguientes declaraciones y condenas: Se declare la nulidad de la resolución No. 1180 de 17 de Abril de 2000, proferida por el Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC. Que se decrete que el Señor Director del INPEC incumplió su obligación de dar respuesta al derecho de petición incoado por el demandante, recibido vía fax por el INPEC el 12 de Junio de 2000 a las 5:54 p.m. el cual no se contestó dentro del término legal constitucional, operando por tanto el silencio positivo administrativo con favorabilidad a la petición de reintegro. Como consecuencia de las anteriores declaraciones se ordene al INPEC el restablecimiento del derecho del accionante al que deberá nombrarse en el mismo cargo del que fue declarado insubsistente o en otro de superior jerarquía o categoría. Que se condene al INPEC a pagar a favor del demandante todos los estipendios salariales y prestacionales a partir del 23 de Febrero del 2000, fecha en la cual fue suspendido en el ejercicio de su cargo de Director de la Cárcel de Garzón Huila, según Resolución No. 0883 del 23 de Febrero de 2000, hasta la fecha en la cual sea restituido. Que se repita la sanción pecuniaria contra el funcionario público que con abuso del poder causó el daño moral y material al demandante. 2.- HECHOS U OMISIONES: Expone la parte actora como supuestos de orden fáctico que el actor hizo carrera ascendente dentro del INPEC iniciándose como instructor, nombrado mediante resolución No. 1570 de Julio 23/86 orden del día No. 134. Debido a una reestructuración pasó del cargo de Instructor al de Técnico Operativo sin solución de continuidad, cargo que desempeñó hasta cuando fue promovido al cargo de Subdirector de la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva el 7 de Enero de 1998 y luego como Director de la Cárcel del Distrito Judicial de Garzón Huila, según las Resoluciones No. 0037 de enero 7/98 y No. 0991 de Marzo de 1999 del INPEC, cargos en los que tomó posesión en las mismas fechas de sus nombramientos y en continuidad del servicio que venía prestando desde 1986. El demandante en el ejercicio de sus cargos puso al servicio del Estado toda su capacidad profesional, sin que hubiese sido objeto de llamados de atención, memorandos o de investigaciones disciplinarias, y su extracto parcial de hoja de vida registra múltiples felicitaciones y menciones honoríficas. Al poderdante se le inició investigación penal por parte de la Fiscalía 18 delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón, despacho que pidió la suspensión provisional del cargo la cual se hizo efectiva mediante Resolución 0883 de Febrero 23/2000. El Director del INPEC en un clásico abuso de poder se anticipó a los resultados de las investigaciones y aprovechando que el demandante fue suspendido del cargo provisionalmente, que su cargo era de libre nombramiento y remoción y aplicando tácitamente la figura distorsionada de la discrecionalidad, resolvió castigar en forma drástica a su dependiente y subalterno por estar investigado por presuntos hechos punibles de los cuales fue relevado cuando se precluyó su investigación, debiéndose en justicia decretar no la insubsistencia del cargo, sino el levantamiento de la suspensión provisional que lo afectaba por mandato judicial en forma transitoria ante cargos infundados e improbados en el proceso penal archivado y precluido. El 8 de Junio de 2000 el poderdante dirigió una petición al INPEC, la cual fue ignorada por el Director general del INPEC, originándose con esta actitud displicente, el silencio administrativo positivo que se reclama conforme al C.C.A. Fue sometido a recibir más de dos sanciones diferentes por la sola imputación penal que dió como resultado la preclusión y archivo del proceso con favorabilidad al sancionado, inicialmente con la suspensión provisional de su cargo y luego la declaratoria de insubsistencia sin motivación y adelantándose a los resultados del juicio penal. Que también fue objeto de una tercera sanción, la sanción moral y el escarnio público, pues la suspensión provisional del cargo y la apertura del proceso penal en su contra, fueron noticia destacada en periódicos y radio noticieros. El exceso de poder y el abuso de sus funciones legales se materializa en el artículo segundo de la Resolución 1180 de Abril 17 de 2000, pues se desconoció el artículo 50 del C.C.A, que trata sobre los recursos en la vía gubernativa y considera válido el recurso de reposición para las providencias emanadas de los institutos descentralizados, recurso que arbitrariamente se negó en la providencia acusada de nulidad por ser injusta y por ser contraria a las normas legales y a los derechos fundamentales del trabajo, la igualdad y el debido proceso. 3.- DISPOSICIONES VIOLADAS Y FUNDAMENTO DE LA VIOLACIÓN: Se citan como fundamentos de la demanda y como normas violadas los Artículos 1, 2, 4, 6, 13, 25, 29, 209, 315 de la Constitución Política; al considerar que se excedió la autonomía funcional del Director del INPEC, como organismo descentralizado del Estado, fundamentado en el respeto a la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad para con los servidores públicos. Considera que fue desviada con ostensible intención dañina y con abuso del poder la función legal administrativa contenida en las leyes, desatendiendo los principios de igualdad, moralidad, eficiencia administrativa, economía, celeridad, justicia, transparencia, debido proceso, profiriendo decisiones al margen de las leyes, contrarias y adversas a la carta política y a las normas legales en vigencia. La ley 200 de 1995 artículos 25, 40, arguye que como consecuencia del abuso del poder el señor Director faltó al cumplimiento de sus deberes impuestos por la C.N. y por el C.C.A. quedando incurso en la violación de los numerales 1- 2- 13 – 21 – 22 y 23 entre otros. Código Contencioso Administrativo artículos 6, 41 y 50, porque no se resolvió la petición del aquí demandante, al no dar respuesta oportuna el Director del INPEC incurrió en mala conducta y se produjo el silencio positivo favorable. Culmina manifestando que tenía derecho a proponer el recurso de reposición contra la resolución 1180 de Abril 17/2000, pero el texto arbitrario del artículo segundo de la providencia que le afectó con la insubsistencia le negó arbitrariamente el derecho procedimental. 5.- TRAMITE DEL PROCESO: Admitida la demanda (f.37) por reunir los requisitos formales, se ordena su trámite por el procedimiento ordinario, así como la notificación personal del auto al señor Agente del Ministerio Público y a la entidad pública demandada Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, corriéndole traslado de la demanda y sus anexos. Fijado en lista el proceso (f.47), el demandado hizo uso del término para contestar. 6.- CONTESTACION DE LA DEMANDA. El INPEC en el traslado de la demanda, contestó y propuso excepciones (f. 56) de Ineptitud de la demanda por falta de estimación razonada de la cuantía y la innominada. Se opone a todas las pretensiones de la demanda y niega al actor el derecho por él invocado. Aduce como razones de la defensa que en los términos del artículo 10 del Decreto 407 de 1994 por el cual se establece el régimen de personal del INPEC, el cargo de Director de establecimiento carcelario es de libre nombramiento y remoción. El Director General del INPEC en ejercicio de la facultad que le confiere el Decreto 300 de 1997, nombra y remueve libremente a sus funcionarios para cumplir los fines que le ha encomendado la ley. La resolución 1180 del 17 de Abril de 2000 fue expedida con arreglo a las normas constitucionales y legales y por ende está revestido de legalidad. La declaratoria de insubsistencia es un acto condición, no reglado y por ende no debe ser motivado, contrario a la afirmación del demandante. La investigación penal a la que se vio avocado el demandante, por la cual la propia autoridad judicial solicitó su suspensión, es independiente de la decisión administrativa de desvincularlo de la entidad en ejercicio de la potestad discrecional que tiene la administración de retirar en cualquier momento a un funcionario de libre nombramiento y remoción. Excepciona por: 1- Ineptitud de la demanda por falta de estimación razonada de la cuantía: De acuerdo con el artículo 134 E del Código Contencioso Administrativo, para efectos laborales la cuantía se determina por el valor de las pretensiones al tiempo de la demanda sin tener en cuenta los frutos, en consecuencia se debe tener en cuenta fecha de retiro del servicio, fecha de presentación de la demanda, último salario o sueldo a la fecha del retiro, tiempo transcurrido entre el retiro y la presentación de la demanda. El apoderado de la parte actora desconoció esta norma. 2- Innominada. 7.- ALEGATOS DE CONCLUSION. Agotado el periodo probatorio se dio traslado a las partes para que alegaran de conclusión (f. 85) la parte demandada hizo uso del término. La parte actora y el Ministerio Público guardaron silencio. 7.1.- EL Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC (f. 89): Presenta las siguientes consideraciones: 1) El demandante fue nombrado como Subdirector de Establecimiento Carcelario de la Planta Global del INPEC, en la Cárcel de Distrito Judicial de Neiva, y posteriormente fue nombrado en el cargo de Director de Establecimiento Carcelario de la Cárcel de Circuito Judicial de Garzón. Estos dos cargos al tenor de lo dispuesto por el artículo 10 del Decreto 407 de 1994 que clasifica los empleos, específicamente señala los de Subdirector y Director de establecimiento Carcelario como de libre nombramiento y remoción. El actor al ser un empleado de libre nombramiento y remoción no tenía el status que da la carrera administrativa y por ende no estaba amparado por un régimen especial que le garantizara una relativa estabilidad, por ello el nominador podía prescindir de sus servicios en cualquier momento, en procura de la mejor prestación del servicio público y en ejercicio de la facultad discrecional. 2) Como está demostrado dentro del plenario que el poderdante no gozaba de ningún fuero de relativa estabilidad laboral, el nominador podía desvincularlo en cualquier tiempo en ejercicio de la facultad discrecional sin necesidad de motivar la providencia, en la forma como se hizo en el acto administrativo impugnado, el cual se encuentra amparado por la presunción de legalidad y como el actor no probó lo contrario, el acto demandado permanece incólume. 3) El acto demandado no ataca en ningún momento la trayectoria del demandante dentro del INPEC, puesto que su relación laboral consistía en prestar un buen servicio, así como se le exige a todo servidor público y el hecho de que la autoridad penal le haya precluido la investigación que pesaba en su contra, no indica que le hiciera exigible el reintegro a sus funciones precisamente por ostentar un cargo de libre nombramiento y remoción. 4) Dice el apoderado de la parte demandante que la Fiscalía adelantaba investigación penal en contra de su prohijado por el punible de actos sexuales en persona puesta en incapacidad de resistir, decretó la preclusión en su favor y ante este hecho el actor en junio veintiuno (21) de dos mil (2000) dirige una comunicación al INPEC para que le restableciera el derecho, petición que fue totalmente ignorada, configurándose el silencio administrativo positivo. En los términos del artículo 41 del C.C.A. el silencio administrativo positivo opera “solamente en los casos expresamente previstos en disposiciones especiales” y ante la petición elevada por el actor para volver a su cargo, éste no se configura. 5) Tampoco puede argumentarse que como el demandante prestó sus servicios al INPEC por varios años con eficiencia y sin reproche alguno, una vez la Fiscalía precluyó en su favor la investigación que pesaba en su contra, el nominador debía reintegrarlo al cargo que ocupaba de Director del Establecimiento Carcelario de Garzón porque esa circunstancia no es óbice para adoptar una determinación de desvinculación. Conforme a reiterada jurisprudencia del H. Consejo de Estado, el buen desempeño laboral no confiere estabilidad por sí solo a un empleado ni puede enervar el ejercicio de la facultad discrecional de la administración para retirarlo del servicio, porque pueden presentarse circunstancias que a juicio de la administración, no constituyen plena garantía para la eficiente prestación del servicio y eso fue lo que sucedió en el sub lite por cuanto el Doctor LIBARDO GARCIA TORRES no ofrecía las condiciones necesarias para la continuación en la prestación del servicio a su cargo. Culmina solicitando despachar desfavorablemente las pretensiones de la demanda, porque no se probó que el acto acusado, contenido en la Resolución No. 1180 del 17 de Abril de 2000 está viciado de nulidad y de desviación de poder. Por el contrario goza de su presunción de legalidad, también está demostrado a todas luces que los cargos contra el acto acusado por violación al mismo no están llamados a prosperar. 10.- CONSIDERACIONES DE LA SALA: 10.1.- El Problema Jurídico: El demandante LIBARDO GARCIA TORRES solicita la nulidad del acto administrativo Resolución N° 1180 del 17 de Abril de 2000, expedido por el Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, mediante la cual se resuelve “Declarar insubsistente el nombramiento hecho en el cargo de DIRECTOR DE ESTABLECIMIENTO CARCELARIO, código 2220, grado 08, de la Cárcel Circuito Judicial de Garzón, al doctor LIBARDO GARCIA TORRES, identificado con la cédula de ciudadanía No. 93.082.675”. Corresponde analizar a la Corporación, si el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC al proferir la resolución No. 1180 del 17 de Abril de 2000, incurrió en las causales de nulidad que se indican en la demanda: violación de normas constitucionales y legales y desviación y abuso de poder, al declarar insubsistente el nombramiento de LIBARDO GARCIA TORRES como Director de la Cárcel del Distrito Judicial de Garzón. 10.2.- Lo probado: Dentro del recaudo probatorio allegado se tiene demostrado que el actor ingresó a laborar en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, desde el 11 de Agosto de 1986 hasta el día 17 de Abril de 2000. Que fue nombrado mediante resolución N° 1570 de 23 de Julio de 1986 como Instructor, código 4085 grado 10, de la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva, tomando posesión el día 11 de Agosto de 1986. Posteriormente fue nombrado como Técnico Operativo código 4080 grado 13, como Técnico Operativo en la misma penitenciería mediante resolución 0662 del 1 de Febrero de 1997, tomando posesión del cargo el día 13 de Febrero de 1997. Mediante la resolución 0037 del 7 de Enero de 1998 fue promovido al cargo de Subdirector de Establecimiento carcelario, código 2225 grado 06, de la Planta Global del INPEC Cárcel Distrito Judicial de Neiva. Por medio de la resolución 0670 de 22 de febrero de 1999, fue nombrado Director código 2220 grado 12 de la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva. Por medio de la resolución 0991 del 29 de Marzo de 1999 fue nombrado como Director de Establecimiento Carcelario Grado 08 código 2220, de la Cárcel del Circuito Judicial de Garzón. Del extracto (f.143 C-2) de la hoja de vida del actor se tiene que fue suspendido provisionalmente de su cargo a solicitud de la Fiscalía Dieciocho Seccional delegada ante Juzgados Penales del Circuito de Garzón Huila por ser presunto autor responsable del punible actos sexuales en persona puesta en incapacidad de resistir, que se hizo efectiva mediante resolución 0883 del 23 de Febrero de 2000. Por medio de la resolución N° 1180 de 17 de abril de 2000, se declaró la insubsistencia del demandante, proferida por el Director General del INPEC, (f.163 c2). 10.3.- LAS EXCEPCIONES PROPUESTAS POR EL DEMANDADO: 10.3.1.- Ineptitud de la Demanda por falta de estimación razonada de la cuantía: Por considerar que conforme al artículo 134 E del Código Contencioso Administrativo, para efectos laborales la cuantía se determina por el valor de las pretensiones al tiempo de la demanda sin tener en cuenta los frutos. En consecuencia se debe tener en cuenta: 1.- Fecha de retiro del servicio. 2.- Fecha de la presentación de la demanda. 3.- Último salario o sueldo a la fecha de retiro. 4.- Tiempo transcurrido entre el retiro y la presentación de la demanda. Arguye que el apoderado de la parte actora desconoció completamente está norma. El artículo 134E inciso segundo prescribe: “En las acciones de nulidad y restablecimiento no podrá prescindirse de la estimación razonada de la cuantía, so pretexto de renunciar al restablecimiento”. Estima la sala que si bien no se incluyó en el líbelo en forma expresa la estimación razonada de la cuantía, de la interpretación que se hace de la demanda en su contexto total se infiere la misma, máxime que para la fecha en que se presentó la demanda el señalamiento de la cuantía era necesario para determinar tan solo la aplicación del principio de la doble o única instancia, mas no para determinar la competencia teniendo en cuenta que todavía no se habían autorizado el funcionamiento de los Jueces Administrativos; en consecuencia el cargo no puede prosperar. 10.3.2.- De la Innominada: No encuentra la Sala demostrado ningún supuesto de hecho del cual se pueda declarar probada alguna excepción de oficio. 10.4.- El caso concreto: La Sala estudiará los cargos formulados por el actor, en contra del acto administrativo que lo declaró insubsistente, los cuales no se encuentran expresamente consignados en el líbelo, pero que de su lectura, se extrae que son violación de normas superiores y desviación y abuso de poder. 10.4.1.- Violación de normas superiores y desviación de poder: Expone la demanda que el acto administrativo acusado es violatorio de normas superiores, al infringir los artículos 1, 2, 4, 6, 13, 25, 29, 209 y 315 de la Carta Política, al desconocer estos preceptos constitucionales al expedir el acto acusado. El decreto N° 407 de 1994 expedido por el Ministerio de Justicia y del Derecho, por el cual se estableció el régimen de personal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, en el artículo 10 preceptuó la “CLASIFICACIÓN DE EMPLEOS”, según su naturaleza y la forma como deben ser provistos, en de libre nombramiento y remoción y de carrera. Determinó que eran de libre nombramiento y remoción los siguientes empleos: “Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, Secretario General, Subdirectores, Jefes de Oficina, Asesores, Directores Regionales, Jefes de División, Directores y Subdirectores de Establecimientos Carcelarios y los demás empleados de Jefe de Unidad que tengan una jerarquía superior a Jefe de Sección y los de tiempo parcial, entendiéndose por tales aquellos que tienen una jornada diaria inferior a cuatro (4) horas”. (Negrilla y subrayado fuera de texto). Para la Sala el cargo no puede prosperar por cuanto el actor no demostró los supuestos de hecho que desvirtúen la legalidad del acto acusado, para que se pueda predicar que el mismo es contrario a la Constitución Política. Efectivamente no se tienen los supuestos de hecho para afirmar que se haya violado el artículo 1º sobre el respeto a la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad para con los servidores públicos. El acto administrativo demandado no ha sido declarado contrario a la ley y al derecho, razón por la cual no está en contravía con los fines esenciales del Estado de derecho del artículo 2º. Tampoco se ha vulnerado el artículo 4º constitucional ni se ha puesto por encima de la Constitución Política la voluntad del Director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, al no conceder recursos legales dentro de la vía gubernativa al acto de declaración de insubsistencia, por cuanto la reglamentación de los recursos en la citada vía gubernativa ha dispuesto como regla general en los artículos 49 y siguientes del Código Contencioso Administrativo, la procedencia de los recursos de reposición y apelación en la expedición de los actos administrativos de carácter individual y como excepción, cuando contra ellos no proceda ningún recurso como lo reglamenta el artículo 62 ibídem. No se expone en la demanda ni se demuestra en el proceso respecto de que situación de hecho se ha infringido el derecho fundamental a la igualdad del artículo 13 constitucional, como tampoco del artículo 25, sobre el derecho al trabajo, puesto que el actor tiene la posibilidad de brindar su fuerza de trabajo a otras instituciones tanto públicas como privadas, no se observa violación al derecho. En la medida en que no se precisa la violación del derecho al debido proceso con la expedición de la resolución 1180 de 2000, pues teniendo en cuenta que el actor era un funcionario de libre nombramiento y remoción, el Inpec ha hecho uso de la facultad no habiéndose demostrado en el proceso de su declaración de insubsistencia la violación reclamada. De los elementos de prueba no se puede afirmar que el acto administrativo demandado haya desatendido los principios de igualdad, de moralidad, de eficacia administrativa, de economía, de celeridad, de justicia, de transparencia y del debido proceso por haberse dictado al margen de la ley, contraria o adversa a la Carta Política, en contra del artículo 209 de la Constitución Política como lo afirma la demanda. Dentro de la misma causal y con el mismo fundamento jurídico afirma la demanda que el acto administrativo demandado, ha incurrido también en desviación y abuso de poder, el cual se configura en aquellos eventos en los que la Administración, al utilizar sus poderes, actúa pretendiendo alcanzar un fin diverso al que en derecho correspondiere de manera general, o a dicha autoridad en particular. Tiene como característica fundamental el hecho de que el acto nace a la vida jurídica con una apariencia extrema de legalidad. Es fundamentalmente subjetiva, en el de las personas que llevan su representación.1 La carga de la prueba consagrada en el artículo 177 del C.P.C, en la jurisdicción Contenciosa Administrativa, aplicable por expresa remisión del artículo 267 del C.C.A, cuando se enjuicia la validez de una decisión de poder de esta naturaleza, es rigurosa, pues como lo advierte el doctrinante Pedro Antonio Lamprea Rodríguez: “…exige no solo la prueba de la inexactitud del motivo alegado, sino, ante todo, la prueba del fin real propuesto por el administrador. De no probarse fehacientemente el desvío de Tratado de Derecho administrativo Autor: Jaime Orlando Santofimio G. Universidad Externado de Colombia 1 poder, prevalecerá la presunción de que la actuación del servidor público estuvo ajustada rigurosamente a los mandatos legales, pues la deficiencia probatoria confirma el supuesto de la conducta pública ajustada a derecho, aunque exista razonable sospecha de que ello no ocurrió así”.2 Considera la Sala que no se probó por parte del actor la mencionada desviación y abuso de poder; además conforme al Decreto 407 de 1994, tratándose de un cargo de libre nombramiento y remoción como era el ocupado por el demandante, la resolución que lo declaró insubsistente no requería ser motivada y no es objeto de recursos. Por último, con relación al citado artículo 315 de la Constitución Política, hace referencia a las atribuciones de los alcaldes municipales y no tienen nada que ver con la materia en estudio dentro del presente proceso. 10.4.2.- De la violación de normas legales: Acusa la demanda al señor Director del INPEC de haber violentado los artículos 25 y 40 de la ley 200 de 1995, por su conducta abusiva y haber extralimitado sus funciones por omisión, por arbitrariedad o por exceso, faltando al cumplimiento de sus deberes al proferir el acto administrativo violatorio del derecho y contrario a la Constitución Nacional y leyes pertinentes. Considera la Sala que en la medida en que los cargos se enuncian en contra del señor Director del INPEC y no en contra del acto administrativo, no se revisarán en esta providencia, pues el actor tenía la posibilidad de formular la queja disciplinaria ante la misma entidad o a la Procuraduría General de la Nación. En conclusión, para la Sala en conclusión que no se probó en el proceso por parte del demandante la violación de normas superiores y la desviación y abuso de poder a que hace mención, quedando por el contrario demostrado que el actor desempeñaba un cargo de libre nombramiento y remoción, razón por la cual se deben negar las pretensiones de la demanda. 10.5 DECISIÓN. En mérito de lo expuesto, el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila, Sala Segunda de decisión administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, F A L L A: Primero: Se niegan las pretensiones de la demanda Segundo: Devolver a la parte demandante la suma que resulte a su favor del valor que fue consignado para cubrir los gastos del proceso. 2 Anulación de los Actos de la Administración Pública, 1ª edición, Doctrina y ley, santa fe de Bogotá. Tercero: En firme la sentencia, se archivará la actuación, previa las anotaciones de rigor en el software de gestión. Cópiese y notifíquese. GERARDO IVÁN MUÑOZ HERMIDA. Magistrado JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO. PINO. Magistrado. RAMIRO Magistrado. APONTE