Neiva, dieciséis (16) de octubre de dos mil ocho (2008).

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República de Colombia
Rama Judicial
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA
Sala Segunda de Decisión
M.P. Dr. Gerardo Iván Muñoz Hermida
Neiva, dieciséis (16) de octubre de dos mil ocho (2008).
Demandante:
Demandado:
INPEC
Acción:
Providencia:
Radicación:
LIBARDO GARCIA TORRES
INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO
Nulidad y Restablecimiento del Derecho
Sentencia
41 001 23 31 000 2000 03725 01
Aprobada en Acta de la fecha No.108.
1.- DEMANDA.
A través de apoderado judicial y ejerciendo la acción de Nulidad y
Restablecimiento del Derecho, el señor LIBARDO GARCIA TORRES,
solicita al Tribunal que previo al trámite de un proceso ordinario laboral en
contra de LA NACIÓN – MINISTERIO DE JUSTICIA y al INSTITUTO
NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO INPEC, se hagan las
siguientes declaraciones y condenas:
Se declare la nulidad de la resolución No. 1180 de 17 de Abril de 2000,
proferida por el Director General del Instituto Nacional Penitenciario y
Carcelario INPEC.
Que se decrete que el Señor Director del INPEC incumplió su obligación
de dar respuesta al derecho de petición incoado por el demandante,
recibido vía fax por el INPEC el 12 de Junio de 2000 a las 5:54 p.m. el
cual no se contestó dentro del término legal constitucional, operando por
tanto el silencio positivo administrativo con favorabilidad a la petición de
reintegro.
Como consecuencia de las anteriores declaraciones se ordene al INPEC
el restablecimiento del derecho del accionante al que deberá nombrarse
en el mismo cargo del que fue declarado insubsistente o en otro de
superior jerarquía o categoría.
Que se condene al INPEC a pagar a favor del demandante todos los
estipendios salariales y prestacionales a partir del 23 de Febrero del
2000, fecha en la cual fue suspendido en el ejercicio de su cargo de
Director de la Cárcel de Garzón Huila, según Resolución No. 0883 del 23
de Febrero de 2000, hasta la fecha en la cual sea restituido.
Que se repita la sanción pecuniaria contra el funcionario público que con
abuso del poder causó el daño moral y material al demandante.
2.- HECHOS U OMISIONES:
Expone la parte actora como supuestos de orden fáctico que el actor hizo
carrera ascendente dentro del INPEC iniciándose como instructor,
nombrado mediante resolución No. 1570 de Julio 23/86 orden del día No.
134.
Debido a una reestructuración pasó del cargo de Instructor al de Técnico
Operativo sin solución de continuidad, cargo que desempeñó hasta
cuando fue promovido al cargo de Subdirector de la Cárcel del Distrito
Judicial de Neiva el 7 de Enero de 1998 y luego como Director de la
Cárcel del Distrito Judicial de Garzón Huila, según las Resoluciones No.
0037 de enero 7/98 y No. 0991 de Marzo de 1999 del INPEC, cargos en
los que tomó posesión en las mismas fechas de sus nombramientos y en
continuidad del servicio que venía prestando desde 1986.
El demandante en el ejercicio de sus cargos puso al servicio del Estado
toda su capacidad profesional, sin que hubiese sido objeto de llamados
de atención, memorandos o de investigaciones disciplinarias, y su
extracto parcial de hoja de vida registra múltiples felicitaciones y
menciones honoríficas.
Al poderdante se le inició investigación penal por parte de la Fiscalía 18
delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón, despacho
que pidió la suspensión provisional del cargo la cual se hizo efectiva
mediante Resolución 0883 de Febrero 23/2000.
El Director del INPEC en un clásico abuso de poder se anticipó a los
resultados de las investigaciones y aprovechando que el demandante fue
suspendido del cargo provisionalmente, que su cargo era de libre
nombramiento y remoción y aplicando tácitamente la figura distorsionada
de la discrecionalidad, resolvió castigar en forma drástica a su
dependiente y subalterno por estar investigado por presuntos hechos
punibles de los cuales fue relevado cuando se precluyó su investigación,
debiéndose en justicia decretar no la insubsistencia del cargo, sino el
levantamiento de la suspensión provisional que lo afectaba por mandato
judicial en forma transitoria ante cargos infundados e improbados en el
proceso penal archivado y precluido.
El 8 de Junio de 2000 el poderdante dirigió una petición al INPEC, la cual
fue ignorada por el Director general del INPEC, originándose con esta
actitud displicente, el silencio administrativo positivo que se reclama
conforme al C.C.A.
Fue sometido a recibir más de dos sanciones diferentes por la sola
imputación penal que dió como resultado la preclusión y archivo del
proceso con favorabilidad al sancionado, inicialmente con la suspensión
provisional de su cargo y luego la declaratoria de insubsistencia sin
motivación y adelantándose a los resultados del juicio penal.
Que también fue objeto de una tercera sanción, la sanción moral y el
escarnio público, pues la suspensión provisional del cargo y la apertura
del proceso penal en su contra, fueron noticia destacada en periódicos y
radio noticieros.
El exceso de poder y el abuso de sus funciones legales se materializa en
el artículo segundo de la Resolución 1180 de Abril 17 de 2000, pues se
desconoció el artículo 50 del C.C.A, que trata sobre los recursos en la vía
gubernativa y considera válido el recurso de reposición para las
providencias emanadas de los institutos descentralizados, recurso que
arbitrariamente se negó en la providencia acusada de nulidad por ser
injusta y por ser contraria a las normas legales y a los derechos
fundamentales del trabajo, la igualdad y el debido proceso.
3.- DISPOSICIONES VIOLADAS Y FUNDAMENTO DE LA VIOLACIÓN:
Se citan como fundamentos de la demanda y como normas violadas los
Artículos 1, 2, 4, 6, 13, 25, 29, 209, 315 de la Constitución Política; al
considerar que se excedió la autonomía funcional del Director del INPEC,
como organismo descentralizado del Estado, fundamentado en el respeto
a la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad para con los servidores
públicos.
Considera que fue desviada con ostensible intención dañina y con abuso
del poder la función legal administrativa contenida en las leyes,
desatendiendo los principios de igualdad, moralidad, eficiencia
administrativa, economía, celeridad, justicia, transparencia, debido
proceso, profiriendo decisiones al margen de las leyes, contrarias y
adversas a la carta política y a las normas legales en vigencia.
La ley 200 de 1995 artículos 25, 40, arguye que como consecuencia del
abuso del poder el señor Director faltó al cumplimiento de sus deberes
impuestos por la C.N. y por el C.C.A. quedando incurso en la violación de
los numerales 1- 2- 13 – 21 – 22 y 23 entre otros.
Código Contencioso Administrativo artículos 6, 41 y 50, porque no se
resolvió la petición del aquí demandante, al no dar respuesta oportuna el
Director del INPEC incurrió en mala conducta y se produjo el silencio
positivo favorable. Culmina manifestando que tenía derecho a proponer el
recurso de reposición contra la resolución 1180 de Abril 17/2000, pero el
texto arbitrario del artículo segundo de la providencia que le afectó con la
insubsistencia le negó arbitrariamente el derecho procedimental.
5.- TRAMITE DEL PROCESO:
Admitida la demanda (f.37) por reunir los requisitos formales, se ordena
su trámite por el procedimiento ordinario, así como la notificación
personal del auto al señor Agente del Ministerio Público y a la entidad
pública demandada Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC,
corriéndole traslado de la demanda y sus anexos.
Fijado en lista el proceso (f.47), el demandado hizo uso del término para
contestar.
6.- CONTESTACION DE LA DEMANDA.
El INPEC en el traslado de la demanda, contestó y propuso excepciones
(f. 56) de Ineptitud de la demanda por falta de estimación razonada de la
cuantía y la innominada.
Se opone a todas las pretensiones de la demanda y niega al actor el
derecho por él invocado.
Aduce como razones de la defensa que en los términos del artículo 10 del
Decreto 407 de 1994 por el cual se establece el régimen de personal del
INPEC, el cargo de Director de establecimiento carcelario es de libre
nombramiento y remoción.
El Director General del INPEC en ejercicio de la facultad que le confiere el
Decreto 300 de 1997, nombra y remueve libremente a sus funcionarios
para cumplir los fines que le ha encomendado la ley.
La resolución 1180 del 17 de Abril de 2000 fue expedida con arreglo a las
normas constitucionales y legales y por ende está revestido de legalidad.
La declaratoria de insubsistencia es un acto condición, no reglado y por
ende no debe ser motivado, contrario a la afirmación del demandante.
La investigación penal a la que se vio avocado el demandante, por la cual
la propia autoridad judicial solicitó su suspensión, es independiente de la
decisión administrativa de desvincularlo de la entidad en ejercicio de la
potestad discrecional que tiene la administración de retirar en cualquier
momento a un funcionario de libre nombramiento y remoción.
Excepciona por:
1- Ineptitud de la demanda por falta de estimación razonada de la
cuantía:
De acuerdo con el artículo 134 E del Código Contencioso Administrativo,
para efectos laborales la cuantía se determina por el valor de las
pretensiones al tiempo de la demanda sin tener en cuenta los frutos, en
consecuencia se debe tener en cuenta fecha de retiro del servicio, fecha
de presentación de la demanda, último salario o sueldo a la fecha del
retiro, tiempo transcurrido entre el retiro y la presentación de la demanda.
El apoderado de la parte actora desconoció esta norma.
2- Innominada.
7.- ALEGATOS DE CONCLUSION.
Agotado el periodo probatorio se dio traslado a las partes para que
alegaran de conclusión (f. 85) la parte demandada hizo uso del término.
La parte actora y el Ministerio Público guardaron silencio.
7.1.- EL Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC (f. 89):
Presenta las siguientes consideraciones:
1) El demandante fue nombrado como Subdirector de Establecimiento
Carcelario de la Planta Global del INPEC, en la Cárcel de Distrito Judicial
de Neiva, y posteriormente fue nombrado en el cargo de Director de
Establecimiento Carcelario de la Cárcel de Circuito Judicial de Garzón.
Estos dos cargos al tenor de lo dispuesto por el artículo 10 del Decreto
407 de 1994 que clasifica los empleos, específicamente señala los de
Subdirector y Director de establecimiento Carcelario como de libre
nombramiento y remoción.
El actor al ser un empleado de libre nombramiento y remoción no tenía el
status que da la carrera administrativa y por ende no estaba amparado
por un régimen especial que le garantizara una relativa estabilidad, por
ello el nominador podía prescindir de sus servicios en cualquier momento,
en procura de la mejor prestación del servicio público y en ejercicio de la
facultad discrecional.
2) Como está demostrado dentro del plenario que el poderdante no
gozaba de ningún fuero de relativa estabilidad laboral, el nominador podía
desvincularlo en cualquier tiempo en ejercicio de la facultad discrecional
sin necesidad de motivar la providencia, en la forma como se hizo en el
acto administrativo impugnado, el cual se encuentra amparado por la
presunción de legalidad y como el actor no probó lo contrario, el acto
demandado permanece incólume.
3) El acto demandado no ataca en ningún momento la trayectoria del
demandante dentro del INPEC, puesto que su relación laboral consistía
en prestar un buen servicio, así como se le exige a todo servidor público y
el hecho de que la autoridad penal le haya precluido la investigación que
pesaba en su contra, no indica que le hiciera exigible el reintegro a sus
funciones precisamente por ostentar un cargo de libre nombramiento y
remoción.
4) Dice el apoderado de la parte demandante que la Fiscalía adelantaba
investigación penal en contra de su prohijado por el punible de actos
sexuales en persona puesta en incapacidad de resistir, decretó la
preclusión en su favor y ante este hecho el actor en junio veintiuno (21)
de dos mil (2000) dirige una comunicación al INPEC para que le
restableciera el derecho, petición que fue totalmente ignorada,
configurándose el silencio administrativo positivo. En los términos del
artículo 41 del C.C.A. el silencio administrativo positivo opera “solamente
en los casos expresamente previstos en disposiciones especiales” y ante
la petición elevada por el actor para volver a su cargo, éste no se
configura.
5) Tampoco puede argumentarse que como el demandante prestó sus
servicios al INPEC por varios años con eficiencia y sin reproche alguno,
una vez la Fiscalía precluyó en su favor la investigación que pesaba en
su contra, el nominador debía reintegrarlo al cargo que ocupaba de
Director del Establecimiento Carcelario de Garzón porque esa
circunstancia no es óbice para adoptar una determinación de
desvinculación.
Conforme a reiterada jurisprudencia del H. Consejo de Estado, el buen
desempeño laboral no confiere estabilidad por sí solo a un empleado ni
puede enervar el ejercicio de la facultad discrecional de la administración
para retirarlo del servicio, porque pueden presentarse circunstancias que
a juicio de la administración, no constituyen plena garantía para la
eficiente prestación del servicio y eso fue lo que sucedió en el sub lite por
cuanto el Doctor LIBARDO GARCIA TORRES no ofrecía las condiciones
necesarias para la continuación en la prestación del servicio a su cargo.
Culmina solicitando despachar desfavorablemente las pretensiones de la
demanda, porque no se probó que el acto acusado, contenido en la
Resolución No. 1180 del 17 de Abril de 2000 está viciado de nulidad y de
desviación de poder. Por el contrario goza de su presunción de legalidad,
también está demostrado a todas luces que los cargos contra el acto
acusado por violación al mismo no están llamados a prosperar.
10.- CONSIDERACIONES DE LA SALA:
10.1.- El Problema Jurídico:
El demandante LIBARDO GARCIA TORRES solicita la nulidad del acto
administrativo Resolución N° 1180 del 17 de Abril de 2000, expedido por
el Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario
INPEC, mediante la cual se resuelve “Declarar insubsistente el
nombramiento hecho en el cargo de DIRECTOR DE ESTABLECIMIENTO
CARCELARIO, código 2220, grado 08, de la Cárcel Circuito Judicial de
Garzón, al doctor LIBARDO GARCIA TORRES, identificado con la cédula
de ciudadanía No. 93.082.675”.
Corresponde analizar a la Corporación, si el Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario INPEC al proferir la resolución No. 1180 del 17
de Abril de 2000, incurrió en las causales de nulidad que se indican en la
demanda: violación de normas constitucionales y legales y desviación y
abuso de poder, al declarar insubsistente el nombramiento de LIBARDO
GARCIA TORRES como Director de la Cárcel del Distrito Judicial de
Garzón.
10.2.- Lo probado:
Dentro del recaudo probatorio allegado se tiene demostrado que el actor
ingresó a laborar en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario,
INPEC, desde el 11 de Agosto de 1986 hasta el día 17 de Abril de 2000.
Que fue nombrado mediante resolución N° 1570 de 23 de Julio de 1986
como Instructor, código 4085 grado 10, de la Cárcel del Distrito Judicial
de Neiva,
tomando posesión el día 11 de Agosto de 1986.
Posteriormente fue nombrado como Técnico Operativo código 4080
grado 13, como Técnico Operativo en la misma penitenciería mediante
resolución 0662 del 1 de Febrero de 1997, tomando posesión del cargo el
día 13 de Febrero de 1997.
Mediante la resolución 0037 del 7 de Enero de 1998 fue promovido al
cargo de Subdirector de Establecimiento carcelario, código 2225 grado
06, de la Planta Global del INPEC Cárcel Distrito Judicial de Neiva. Por
medio de la resolución 0670 de 22 de febrero de 1999, fue nombrado
Director código 2220 grado 12 de la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva.
Por medio de la resolución 0991 del 29 de Marzo de 1999 fue nombrado
como Director de Establecimiento Carcelario Grado 08 código 2220, de la
Cárcel del Circuito Judicial de Garzón.
Del extracto (f.143 C-2) de la hoja de vida del actor se tiene que fue
suspendido provisionalmente de su cargo a solicitud de la Fiscalía
Dieciocho Seccional delegada ante Juzgados Penales del Circuito de
Garzón Huila por ser presunto autor responsable del punible actos
sexuales en persona puesta en incapacidad de resistir, que se hizo
efectiva mediante resolución 0883 del 23 de Febrero de 2000.
Por medio de la resolución N° 1180 de 17 de abril de 2000, se declaró la
insubsistencia del demandante, proferida por el Director General del
INPEC, (f.163 c2).
10.3.- LAS EXCEPCIONES PROPUESTAS POR EL DEMANDADO:
10.3.1.- Ineptitud de la Demanda por falta de estimación razonada de
la cuantía:
Por considerar que conforme al artículo 134 E del Código Contencioso
Administrativo, para efectos laborales la cuantía se determina por el valor
de las pretensiones al tiempo de la demanda sin tener en cuenta los
frutos. En consecuencia se debe tener en cuenta: 1.- Fecha de retiro del
servicio. 2.- Fecha de la presentación de la demanda. 3.- Último salario o
sueldo a la fecha de retiro. 4.- Tiempo transcurrido entre el retiro y la
presentación de la demanda. Arguye que el apoderado de la parte actora
desconoció completamente está norma.
El artículo 134E inciso segundo prescribe: “En las acciones de nulidad y
restablecimiento no podrá prescindirse de la estimación razonada de la cuantía,
so pretexto de renunciar al restablecimiento”.
Estima la sala que si bien no se incluyó en el líbelo en forma expresa la
estimación razonada de la cuantía, de la interpretación que se hace de la
demanda en su contexto total se infiere la misma, máxime que para la
fecha en que se presentó la demanda el señalamiento de la cuantía era
necesario para determinar tan solo la aplicación del principio de la doble o
única instancia, mas no para determinar la competencia teniendo en
cuenta que todavía no se habían autorizado el funcionamiento de los
Jueces Administrativos; en consecuencia el cargo no puede prosperar.
10.3.2.- De la Innominada:
No encuentra la Sala demostrado ningún supuesto de hecho del cual se
pueda declarar probada alguna excepción de oficio.
10.4.- El caso concreto:
La Sala estudiará los cargos formulados por el actor, en contra del acto
administrativo que lo declaró insubsistente, los cuales no se encuentran
expresamente consignados en el líbelo, pero que de su lectura, se extrae
que son violación de normas superiores y desviación y abuso de poder.
10.4.1.- Violación de normas superiores y desviación de poder:
Expone la demanda que el acto administrativo acusado es violatorio de
normas superiores, al infringir los artículos 1, 2, 4, 6, 13, 25, 29, 209 y 315
de la Carta Política, al desconocer estos preceptos constitucionales al
expedir el acto acusado.
El decreto N° 407 de 1994 expedido por el Ministerio de Justicia y del
Derecho, por el cual se estableció el régimen de personal del Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario, en el artículo 10 preceptuó la
“CLASIFICACIÓN DE EMPLEOS”, según su naturaleza y la forma como
deben ser provistos, en de libre nombramiento y remoción y de carrera.
Determinó que eran de libre nombramiento y remoción los siguientes
empleos:
“Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC,
Secretario General, Subdirectores, Jefes de Oficina, Asesores, Directores
Regionales,
Jefes de División, Directores y Subdirectores de
Establecimientos Carcelarios y los demás empleados de Jefe de Unidad
que tengan una jerarquía superior a Jefe de Sección y los de tiempo
parcial, entendiéndose por tales aquellos que tienen una jornada diaria
inferior a cuatro (4) horas”. (Negrilla y subrayado fuera de texto).
Para la Sala el cargo no puede prosperar por cuanto el actor no demostró
los supuestos de hecho que desvirtúen la legalidad del acto acusado,
para que se pueda predicar que el mismo es contrario a la Constitución
Política.
Efectivamente no se tienen los supuestos de hecho para afirmar que se
haya violado el artículo 1º sobre el respeto a la dignidad humana, el
trabajo y la solidaridad para con los servidores públicos.
El acto administrativo demandado no ha sido declarado contrario a la ley
y al derecho, razón por la cual no está en contravía con los fines
esenciales del Estado de derecho del artículo 2º.
Tampoco se ha vulnerado el artículo 4º constitucional ni se ha puesto por
encima de la Constitución Política la voluntad del Director del Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, al no conceder recursos
legales dentro de la vía gubernativa al acto de declaración de
insubsistencia, por cuanto la reglamentación de los recursos en la citada
vía gubernativa ha dispuesto como regla general en los artículos 49 y
siguientes del Código Contencioso Administrativo, la procedencia de los
recursos de reposición y apelación en la expedición de los actos
administrativos de carácter individual y como excepción, cuando contra
ellos no proceda ningún recurso como lo reglamenta el artículo 62 ibídem.
No se expone en la demanda ni se demuestra en el proceso respecto de
que situación de hecho se ha infringido el derecho fundamental a la
igualdad del artículo 13 constitucional, como tampoco del artículo 25,
sobre el derecho al trabajo, puesto que el actor tiene la posibilidad de
brindar su fuerza de trabajo a otras instituciones tanto públicas como
privadas, no se observa violación al derecho.
En la medida en que no se precisa la violación del derecho al debido
proceso con la expedición de la resolución 1180 de 2000, pues teniendo
en cuenta que el actor era un funcionario de libre nombramiento y
remoción, el Inpec ha hecho uso de la facultad no habiéndose
demostrado en el proceso de su declaración de insubsistencia la violación
reclamada.
De los elementos de prueba no se puede afirmar que el acto
administrativo demandado haya desatendido los principios de igualdad,
de moralidad, de eficacia administrativa, de economía, de celeridad, de
justicia, de transparencia y del debido proceso por haberse dictado al
margen de la ley, contraria o adversa a la Carta Política, en contra del
artículo 209 de la Constitución Política como lo afirma la demanda.
Dentro de la misma causal y con el mismo fundamento jurídico afirma la
demanda que el acto administrativo demandado, ha incurrido también en
desviación y abuso de poder, el cual se configura en aquellos eventos en
los que la Administración, al utilizar sus poderes, actúa pretendiendo
alcanzar un fin diverso al que en derecho correspondiere de manera
general, o a dicha autoridad en particular. Tiene como característica
fundamental el hecho de que el acto nace a la vida jurídica con una
apariencia extrema de legalidad. Es fundamentalmente subjetiva, en el de
las personas que llevan su representación.1
La carga de la prueba consagrada en el artículo 177 del C.P.C, en la
jurisdicción Contenciosa Administrativa, aplicable por expresa remisión
del artículo 267 del C.C.A, cuando se enjuicia la validez de una decisión
de poder de esta naturaleza, es rigurosa, pues como lo advierte el
doctrinante Pedro Antonio Lamprea Rodríguez: “…exige no solo la prueba
de la inexactitud del motivo alegado, sino, ante todo, la prueba del fin real
propuesto por el administrador. De no probarse fehacientemente el desvío de
Tratado de Derecho administrativo Autor: Jaime Orlando Santofimio G.
Universidad Externado de Colombia
1
poder, prevalecerá la presunción de que la actuación del servidor público estuvo
ajustada rigurosamente a los mandatos legales, pues la deficiencia probatoria
confirma el supuesto de la conducta pública ajustada a derecho, aunque exista
razonable sospecha de que ello no ocurrió así”.2
Considera la Sala que no se probó por parte del actor la mencionada
desviación y abuso de poder; además conforme al Decreto 407 de 1994,
tratándose de un cargo de libre nombramiento y remoción como era el
ocupado por el demandante, la resolución que lo declaró insubsistente no
requería ser motivada y no es objeto de recursos.
Por último, con relación al citado artículo 315 de la Constitución Política,
hace referencia a las atribuciones de los alcaldes municipales y no tienen
nada que ver con la materia en estudio dentro del presente proceso.
10.4.2.- De la violación de normas legales:
Acusa la demanda al señor Director del INPEC de haber violentado los
artículos 25 y 40 de la ley 200 de 1995, por su conducta abusiva y haber
extralimitado sus funciones por omisión, por arbitrariedad o por exceso,
faltando al cumplimiento de sus deberes al proferir el acto administrativo
violatorio del derecho y contrario a la Constitución Nacional y leyes
pertinentes.
Considera la Sala que en la medida en que los cargos se enuncian en
contra del señor Director del INPEC y no en contra del acto
administrativo, no se revisarán en esta providencia, pues el actor tenía la
posibilidad de formular la queja disciplinaria ante la misma entidad o a la
Procuraduría General de la Nación.
En conclusión, para la Sala en conclusión que no se probó en el proceso
por parte del demandante la violación de normas superiores y la
desviación y abuso de poder a que hace mención, quedando por el
contrario demostrado que el actor desempeñaba un cargo de libre
nombramiento y remoción, razón por la cual se deben negar las
pretensiones de la demanda.
10.5 DECISIÓN.
En mérito de lo expuesto, el Tribunal Contencioso Administrativo del
Huila, Sala Segunda de decisión administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley,
F A L L A:
Primero: Se niegan las pretensiones de la demanda
Segundo: Devolver a la parte demandante la suma que resulte a su favor
del valor que fue consignado para cubrir los gastos del proceso.
2
Anulación de los Actos de la Administración Pública, 1ª edición, Doctrina y ley, santa fe de Bogotá.
Tercero: En firme la sentencia, se archivará la actuación, previa las
anotaciones de rigor en el software de gestión.
Cópiese y notifíquese.
GERARDO IVÁN MUÑOZ HERMIDA.
Magistrado
JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO.
PINO.
Magistrado.
RAMIRO
Magistrado.
APONTE
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