redes culturales y cooperacion

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“Cooperación Cultural Internacional , Redes y el caso de Proyecta Cultura
como iniciativa del tercer sector”.
“ Privilegiando a la vez la autonomía, la interdependencia y la complementariedad de inteligencias individuales, la red, verdadero
acelerador de partículas, invita a producir una inteligencia colectiva, garantizando a la vez a cada miembro su identidad y su
libertad. Lo que las redes ponen en tela de juicio son las castas, los roles, las jerarquías y los estatutos.
En las redes no hay jerarquías respecto a la utilidad.
Algo es esencial o es inútil.”
Hervé Seriéyx
En el presente ensayo1 nos interesa analizar a la cooperación cultural internacional como el
conjunto de acciones de ámbito orientadas hacia el intercambio de experiencias y recursos entre
administraciones, organizaciones, gestores; desde criterios de solidaridad, equidad, eficacia,
sostenibilidad, corresponsabilidad y reciprocidad, en donde notamos que nuevos actores
protagonizan y demuestran la importancia del intercambio de información y experiencias sin
limitación territorial.
En la actualidad, a la forma clásica de cooperación cultural entre Estados se suman las aportaciones
de nuevas organizaciones civiles y privadas que actúan en el campo de la cooperación internacional
al margen de las relaciones oficiales. Las colaboraciones generadas entre uno y otro modelo de la
cooperación cultural aportan un valor añadido a un amplio sector, en el cual, tanto las políticas y los
proyectos como la creatividad y las expresiones de la cultura, se ven enriquecidas.
1
Ilustración de Eros Toppano
Si entendemos a la cooperación cultural como una estrategia fundamental para la consecucion del
desarrollo humano, es necesario tener una actitud de reflexión ante las políticas culturales ya que se
requiere tanto el replanteamiento de contenidos como el rediseño de las políticas que permitan la
participación y horizontalidad. En cuanto a los nuevos escenarios de relación internacional y las
estructuras abiertas de colaboración inter-local requieren de entornos que vayan más allá de los
estrictamente presenciales, que traspasen la limitación de lo físico. La superación del espacio, la
trasgresión del tiempo, la ampliación del territorio.
Como nos recuerda Antonio Nicolau, en el prologo del libro2 dirigido por Javier Brun,en donde plantea el
cambio que se viene construyendo en los modos del trabajo cultural a partir de la consolidación de las
redes culturales. Un cambio que sin duda está afectando a los contenidos de la construcción del discurso
de los nuevos objetivos. Existe unanimidad en el reconocimiento de que las redes culturales significan
un aporte sustantivo al desarrollo de actividades de la cooperación cultural internacional, ya que
suponen un importante aliado para la promoción del trabajo a fin de vencer el aislamiento y la
incomunicación entre los diferentes agentes y países.
El sector cultural, además de haber consolidado el sistema de redes, podríamos decir que es a día de
hoy uno de los principales generadores del mismo. Las redes culturales son instrumentos que refuerzan
las líneas de trabajo de interés común y apoyan la labor de las instituciones vinculadas. Entre sus
funciones, destacan el fortalecimiento de las diversidades culturales, la promoción y defensa de los
derechos culturales y el fomento de espacios de concertación y acción intersectorial, que sustenten el
seguimiento, la comunicación y la transferencia de resultados de las acciones bilaterales y
multilaterales. El desarrollo de las redes de cooperación internacional en materia cultural, supone un
marco próspero para este objetivo.
Nos abre la puerta para comprender una forma más amplia de apoyarnos en los procesos culturales,
para seguir buscando modos de integrarnos en una globalización más humana, más repleta de ideales
de transformación solidaria y comprometida. Seguimos, pues, en la estela de trabajar con la cultura
como herramienta de un desarrollo sostenible y a la medida de las necesidades reales de quien lo
enfrenta.
Desde nuestro analisis, cuando nos referimos a cooperación cultural pensamos inmediatamente en
redes culturales; éstas son, generalmente, organizaciones no gubernamentales y no jerarquizadas,
de personas que se dedican de manera al sector cultural. Actúan con más rapidez y eficacia gracias a
que a la forma clásica de cooperación cultural se suman nuevos actores, como las ciudades, las ongs,
universidades y centros culturales, etc., que actúan en el enriquecimiento de los proyectos y las
expresiones culturales, descentralizando así la actividad de cooperación cultural.
Las redes colaboran para vencer el aislamiento y la incomunicación entre países y en fundar lazos de
cooperación o fortalecer los ya existentes; es así como las redes se están constituyendo en la columna
vertebral de la cooperación cultural internacional.Otra característica muy importante, es que además
de representar a los protagonistas de la vida ciudadana ante las diferentes instituciones, fomentan la
movilidad entre personas y grupos; y amplian la generación de oportunidades para el acceso, disfrutre
y desarrollo de bienes, productos y servicios culturales, convirtiendose asi en actores fundamentales
para fomertar el ejercicio y aplicacion de los derechos culturales en tanto Derechos Humanos
fundamentales.
Asi mismo, remarcamos la importancia de las redes radica en el potencial inherente a: su complejidad
(conformadas por actores nacionales, locales y regionales que representan una gran variedad de tipos,
“Redes culturales.Claves para sobrevivir en la globalización”. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo,
2009
2
tamaños y funciones), a la velocidad a la cual se transmite la información relevante, a su capacidad para
actuar como viveros de proyectos innovadores; como por el contexto que ofrecen para la confrontación
independiente y el diálogo intercultural, entre otras.
En este sentido no hablaríamos únicamente de una herramienta sino de una práctica en si,
constituyente a la concepción de la gestión cultural a partir de otros parámetros alejados de la
jerarquización y verticalidad ya que se requiere una gran aceptación del conocimiento compartido y
diverso para establecer mecanismos de comunicación y construcción colectiva3, frente a las agresivas y
constantes tendencias de privatización de la cultura.
A nuestro criterio, el trabajo en red debe implicar otra dimensión comunicativa que posibilita un margen
más amplio de libertad, autonomía e interacción. De este modo hacemos enfasis, en que los nuevos
escenarios de relación internacional requieren entornos que vayan más allá de los estrictamente
presenciales, es decir es necesario que trasciendan el límite de lo físico-temporal.
Asimismo, y como tantas veces nos ha indicado el maestro Alfons Martinell, los gestores culturales
debemos apuntar nuestras acciones hacia una visión cada vez más amplia teniendo en cuenta que
cuando hablamos de cambios en las políticas culturales, nos referimos también a cambios en nuestra
estructura, nuestros valores y nuestra forma de actuar, debemos estar dispuestos a aceptar la
evolución. Todo esto, cuando hablamos de aptitudes individuales. Sin embargo, junto a éstas y de una
forma indisoluble, debemos indicar el imprescindible cambio que deben atravezar nuestras
organizaciones para adaptarse a esta nueva situación.
Otro tanto puede decirse del rol del coordinador o dinamizador de las redes culturales.Citando a la
consultora británica Judith Staines, y con respecto a los responsables de la coordinación de redes y/o
proyectos de gestión cultural deberían tener ciertas características que faciliten su labor y optimicen el
funcionamiento de los mimos; deben ser individuos con un alto grado de motivación, dominar varios
idiomas, tener disponibilidad de movilización (estando dispuestos a viajar frecuentemente), habilidad
para la negociación y la coordinación, interés vital por la creatividad, respeto por la iniciativa a la
creatividad de ideas ajenas y finalmente una alto manejo de competencias que le permita el manejo de
herramientas asociadas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Como expresan muchos investigadores las redes son herramienta fundamental debido a su gran
capacidad para rentabilizar esfuerzos y multiplicar resultados, unos resultados que se materializan en
aspectos, entre otros, tan concretos como:
La capacidad para compartir información y experiencias, la proximidad para generar respuestas
adecuadas a las demandas ciudadanas , para representar a los protagonistas de la vida ciudadana ante
las diferentes instituciones, de conocimiento mutuo y de incorporación a las dinámicas de diálogo, de
cogestión,
para
la
promoción
y
garantía
de
la
diversidad.
Cabe añadir, la capacidad de influencia ante estamentos nacionales en internacionales. La capacidad
para sortear estructuras pesadas ancladas en el centralismo y la burocracia. La capacidad para aportar
referencias conceptuales e intelectuales más amplias y diversas. La capacidad para responder conm
mayor celeridad a las necesidades de la complejidad social del momento. La capacidad de aportar
nuevas cohesiones territoriales reforzando los valores de la comunicación intercultural. La capacidad de
provocar una decisión de participación libre sin anclajes a una dirección central. 4
3
“Sabiduría de las multitudes” citado en Gestión cultural y TICs. Una perspectiva desde la web 2.0 de Oscar Martínez Ciuró y David
Casacuberta Sevilla
“Redes culturales.Claves para sobrevivir en la globalización”. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo,
2009
4
A continuación, queremos resaltar la estrecha vinculación de las redes con las tecnologías de la
información y la comunicación, para el logro de los objetivos par las que fueron creadas. En este orden
de ideas las redes serían, coincidimos con Manuel Castells, cuando las define como serie de nodos
conectados5.Tienen una gran facilidad para reinventarse mediante la incorporación de nuevos nodos y la
eliminación de aquellos que no cumplen con sus fines permitiendo así que carezcan de centro; si bien
existen
nodos
más
importantes
que
otros,
todos
son
necesarios.
Simultaneamente las redes han logrado entrar en espacios a donde generalmente no llegan las
instituciones tradicionales. Las políticas culturales deberían desarrollar estrategias para fomentar la
creación de redes sin intentar “controlar” su trabajo. Ya que la tecnología en organizaciones flexibles e
inteligentes enseña el camino a las muchas personas que trabajan en las administraciones públicas,
seguramente constreñidos en muchos casos por los rígidos procedimientos que generalmente debemos
se manejan, para abrir nuevos métodos, nuevos tratamientos de la información que faciliten el
desarrollo de productos y servicios culturales más ajustados a las necesidades de los ciudadanos 6.
Ahora bien, en el marco de esta presentación, hablaremos de dos situaciones, una, el modelo tradicional
representado por la reunión física de los agentes culturales y la otra, la estructuración de los
procedimientos a través de los recursos tecnológicos. Sin necesidad de contraponerlas, vemos que la
consolidación de estructuras apoyadas en las tecnologías digitales facilitan varios aspectos como por
ejemplo: la discusión sobre valores en un contexto intercultural, la adquisición de nuevos
conocimientos, la velocidad a la cual se transmite la información y la inclusión entre otras, sobre todo si
tenemos en cuenta las distancias físicas que separan unas realidades de las otras.
Consecuentemente, debemos potenciar, al máximo, la creación de redes ciudadanas por la cultura, que
formen a los ciudadanos en el uso de las NNTT, para acceder a todos los servicios y productos que en la
red están presentes, que participen o desarrollen proyectos culturales con otros territorios y que
consoliden internet como un espacio de cooperación en materia cultural.
Como nos marcara Javier balbuena, las tecnologías están provocando un cambio profundo en la
construcción de los sistemas de información de las organizaciones culturales, en la gestión de esa
información, en la creación artística y en la participación ciudadana en materia cultural, así como en el
papel que el gestor cultural juega como mediador entre los creadores y los públicos, exigiéndonos
buscar nuevas coordinadas conceptuales y de gestión para poder aprovechar al máximo las nuevas
oportunidades tecnológicas.
Teniendo en cuenta el auge de las nuevas tecnologías, notamos que no es solo un fenómeno que
contiene a Internet y a los nuevos medios, es un cambio que nos afecta inevitablemente de manera
social, cultural y demográfica; es una evolución estructural que afecta la manera de relacionarse de las
personas, que nos da nuevas herramientas tanto para la socialización como para la construcción del
conocimiento y compartirlo.
En este sentido se revela la importancia de la construcción de un espacio público digital que incentive a
la libertad de la palabra, la producción de contenidos, y la exploración de nuevas oportunidades de
gestión
de
proyectos
culturales,
entre
otros.
Considerando el papel protagónico que desempeña la cultura en estos nuevos medios, tiene la
oportunidad aportar creatividad, experimentación y sobre todo valores. En este sentido es muy
importante resaltar la responsabilidad que tiene el sector cultural al adaptar los usos de la tecnología
para transformar, los valores éticos y estéticos de nuestra sociedad. Razón por la cual, las
oportunidades que nos ofrecen las nuevas NTICS dependen, del uso que hagamos de ellas, en pro de la
diversidad, el respeto y el diálogo.
5
6
(Un nodo es el punto donde se da la intersección de la curva)
En, “Las Nuevas Tecnologías Como Herramientas ParaLa Gestión Cultural” De Javier Valbuena Rodríguez
El reto como gestores culturales está entonces, en tomar como propias las nuevas tecnologías para
desarrollar redes y articular alianzas que incluyan a sectores como universidades, empresas de
desarrrollos de contenidos y especialmente a l@s jovenes, para el creacion y distribución de software
libre que atiendan nuevas necesidades de comunicación y formación antela resignificación del tiempo,
las fronteras y los nuevos lenguajes, entre otras muchas.De modo que el permanente desarrollo e
incremento de información y utilizaciones que se le da a la Web, genera la necesidad de capacitarnos
todo el tiempo para estar al tanto de las actualizaciones que se dan en la “comunidad virtual”.
El siguiente punto trata de tan nombrada Web 2.0; desde nuestra perspectiva consideramos que más
que una “nueva tecnología”, es un actitud hacia el uso de la misma, teniendo como lineamiento la
flexibilidad y la interacción con el usuario. Como podemos ver en casi todos los servicios que utilizamos
en la Web, la aplicación de clasificar, etiquetar, calificar y comentar están presentes y se toman como
sugerencias y mensajes de apoyo para que los autores de estos contenidos puedan tener el feedback de
su trabajo y haya diferentes metodologías de trabajo compartido. Este accionar permite que personas
con los mismos intereses coincidan es así como se forman las dichas comunidades o redes virtuales.
A traves de este ensayo pretendemos apostar por la construcción de una ciudadanía cultural, dejando
de ser meros consumidores o a lo sumo usuarios a convertimos en prosumidores7. Aunque este
término suene moderno se puede encontrar una similitud con el modelo comunicación de Jean Cloutier
donde se menciona que cualquier usuario puede ser a receptor y emisor a la vez. Es evidente que la
tendencia de producir y consumir no solo es aplicable a la red sino a todas las nuevas tecnologías que
ofrece compartibilidad con el usuario.
Asi mismo nos proponemos exhortar a la construcción de una ciudadanía cultural, de una sociedad civil
cultural cohesionada e inclusiva, como ingrediente fundamental del proyecto político, implicándola
decididamente en la definición estratégica de unas nuevas políticas públicas para la cultura.
En consecuencia coincidimos con Eduard Miralles8 cuando plantea que , y sin ningún afán por ser
exhaustivo, se han de invertir recursos suficientes en la creación de instancias públicas estables y
permanentes para la investigación, el desarrollo y la innovación de las políticas culturales existentes,
bajo la denominación de observatorios, laboratorios, centros de recursos, etc. desde las cuales puedan
sistematizarse procesos como la producción de la información necesaria para la toma de decisiones
estratégicas, la capacitación permanente de los responsables políticos y técnicos del sector cultural
institucional o el ensayo en condiciones de bajo riesgo de estrategias innovadoras para la intervención
en el sector cultural.
El trabajo en red como filosofia de una practica cotidiana: El caso de www.proyectacultura.org
Proyecta cultura, es una plataforma de gestores culturales de diversas latitudes y experiencias,
reunidos con el objetivo de construir mecanismos de gestión cultural, programas y proyectos culturales
de base local, enriquecidos por una amplitud de visiones y una propuesta cooperativa global.
En un mundo cada vez más competitivo y diverso los miembros de esta comunidad hemos logrado
imaginar, planificar y desarrollar acciones solidarias basadas en una nueva mentalidad de trabajo; de
esta manera logramos maximizar nuestras individualidades volcándolas a un proyecto compartido.
El objetivo es doble: trascender la labor cotidiana y fortalecer el rol profesional del gestor cultural
articulando nuestras agendas, relaciones, experiencias y saberes para hacer posible la realización de
7
Este concepto viene de la unión de las palabras PROductor y CONsumidor y hace alusión al doble rol que desempeñamos en la
Web cuando intercambiamos información ya que de esta manera nos volvemos productores de lo que consumimos.
Redes como Prosurnet se han creado con el propósito de facilitar la consulta a todos los prosumidores del planeta y convertirse en
el primer sistema de compras inteligentes donde se busca envés de comprar-pagar accionar un sistema activo como es el de
comprar-pagar-promover-ganar.
8
Eduard Miralles, conferencia Congreso Argentino de Cultura, agosto 2006
proyectos de cooperación que incluyan la oportunidad de involucrar de manera voluntaria a una
diversidad personas, amalgamando, de este modo, especificidad e integralidad.
Proyecta cultura, es un espacio de intercambio de valores comunes, de comunicación, de libertades, de
innovaciones; es, a su vez, un punto de encuentro y la formalización de la esperanza de transformación
de la realidad y del compromiso que entendemos en cuanto protagonistas de la historia (individual y
colectiva).Partimos del reconocimiento de las propias diversidades para convertirnos en un núcleo de
reflexión -acción, de cuestionamento, de ruptura y de cambio; que se nutre de la reciprocidad, de la
consideración del otro, de su saber y de su valor intrínseco.
Fundamentalmente, es una comunidad de personas y no de instituciones, de trabajadores de la cultura,
de ciudadanos de una generación que ha hecho el proceso paralelo de acción y formación, de
investigación a través de pequeñas y/o grandes buenas prácticas. En este sentido proyecta cultura es un
instrumento de comunicación, de creación, una herramienta que nos permite compartir reflexiones
sobre una gran diversidad de experiencias artísticas y culturales sobre sus orígenes y métodos de
trabajo, sobre la esencia y contexto socio-político en el cual se manifiestan.
Porque no queremos perder de vista la realidad como germen y sentido de nuestra acción cultural,
asumimos el desafío de provocar visiones alternativas sobre lo posible y lo deseable, estimulando la
crítica y la reflexión, promoviendo la reconsideración de las premisas y valores establecidos, para
ampliar así el percepción de respuestas posibles y, de esta manera contribuir a que la compresión que
como sociedad tenemos de nosotros mismos sea, cada vez, más profunda.
Proyecta Cultura es una Plataforma Internacional Independiente de cualquier gobierno, que no se
encuentra encorsetada por ninguna ideología política, o credo religioso
Mg. Romina Bianchini, con la colaboracion de Silvana Vargas Ordeñez
El presente documento es un remix de ideas y experiencias propias y ajenas, vividas desde la propia experiencia de dinamización
de redes o extraídas de recursos que se encuentran en web a traves de aportes, colaboraciones y publicaciones realizadas por
expertos, activistas y actores sociales diversos.
Ha sido realizado bajo licencia creative commons
Para mayores informaciones, consultas o sugerencias: www.proyectacultura.org
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