síndrome de apnea obstructiva del

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SÍNDROME DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL
SUEÑO Y TRABAJO FICHA DIVULGATIVA. FD-62
Síndrome de la apnea obstructiva del sueño
(SAOS)
El síndrome de la apnea e hipoapnea del sueño está claramente
infradiagnosticada en la población, tanto en la población laboral
como en la no laboral, y constituye un factor de riesgo importante en los
conductores profesionales y en cualquier trabajador cuando se
desplaza a su centro de trabajo o a realizar desplazamientos en misión
de trabajo.
Se estima que en España, anualmente mueren 500 personas en
accidentes de tráfico cuya causa eficiente es la apnea del sueño. La
prevalencia de esta enfermedad en la población española es
importante, ya que incluye el 4% de los hombres y el 2% de las
mujeres, lo que equivale a un millón y medio de personas.
La enfermedad de la apnea del sueño es un importante problema de
salud que consiste en la oclusión o cierre intermitente y repetida de la
vía aérea superior durante el sueño. Esta oclusión se debe al colapso
inspiratorio de las paredes blandas de la faringe, lo que origina una
interrupción completa (apnea) o parcial (hipoapnea) del paso del aire.
Las personas que padecen SAOS pueden llegar a tener de 20 a 60 o
más pausas involuntarias de la respiración por hora. Estas pausas o
paradas respiratorias van acompañadas de ronquidos entre episodios
apneicos, aunque hay que tener en cuenta que no todas las personas
que roncan padecen esta enfermedad.
Debido a la mala calidad del sueño y a la imposibilidad de llegar a fases
profundas del sueño producido por los continuos despertares, el sujeto
presenta una serie de alteraciones durante el día entre las que
destacan:
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Somnolencia diurna excesiva
Sequedad de boca al levantarse
Dolores de cabeza matutinos
Aumento de la presión arterial y posibles complicaciones
cardíacas
Pérdida de reflejos y de habilidad
Disminución de la capacidad de audición
Falta de concentración y cambios de comportamiento
Las alteraciones durante el sueño incluyen:
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Alargamiento de la latencia del sueño
Ronquidos
Movimientos corporales bruscos y quemazón o frialdad en los
miembros
Fragmentación del sueño
Asfixia durante el sueño
Sensación de angustia
Existe un retrato robot de las personas que presentan esta
enfermedad, siendo sujetos de sexo masculino, con más de 45 años o
jóvenes con desviaciones en el tabique nasal, obesos y de cuello corto
y, en la mayoría de los casos, que fuman y beben.
Los enfermos conforme va evolucionando el SAOS presentan una serie
de cambios entre los que destacan: conducta irritable, disminución de
rendimiento en el trabajo, disminución de las actividades de ocio, en
algunos casos brotes neuróticos y lo que es más peligroso, un
incremento de tener un accidente laboral sea o no de tráfico.
www.carm.es/issl
Implicaciones para la seguridad vial
especialmente en conductores profesionales
El sueño como factor de riesgo constituye la causa del 20% de los
accidentes de tráfico, estando la apnea presente en torno a un 60%
de estos.
Todas las investigaciones apuntan a que la probabilidad de verse
involucrado en un accidente de tráfico se multiplica por 7 al padecer
esta enfermedad. Con un tratamiento adecuado estos niveles de
accidentabilidad se reducen hasta equipararlos casi con los de
cualquier conductor sano.
Los sujetos con SAOS no sólo van aprendiendo a conducir en
estados de semisomnolencia sino que en estas situaciones tienden
incluso a exceder la velocidad con el objetivo de incrementar la
actividad mental y por tanto intentar superar el sueño.
La causa que determina muchos accidentes de tráfico es la aparición
de microsueños, estados en los que el sujeto pasa del estado de
vigilia al de sueño durante cortos períodos de tiempo lo que provoca
salidas de la calzada y choques al invadir el carril contrario.
Diferentes investigaciones, tal como la realizada por la NHTSA
(National Higway Traffic Safety Administration), coinciden en que la
falta de sueño y, en especial la apnea del sueño provocan trastornos
sensorio motores comparables a aquellos provocados por el
consumo de alcohol con niveles equivalentes a 0,8 gramos de alcohol
por litro de sangre.
La evaluación de riesgos siempre debe ser realizada por personal técnico especializado
También se ha desarrollado un software que puede confirmar casos de
SAOS mediante el reconocimiento de una huella de voz específica y
común a todos los afectados del síndrome, una huella de voz que, por lo
que se piensa, está relacionada con la inflamación crónica de las
cuerdas vocales debida a las apneas sufridas durante el sueño.
El tratamiento incluye:
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En algunos casos se recomiendan dispositivos intraorales
sobre todo en apneas moderadas.
Dormir con el compresor de respiración asistida (CPAP) es
uno de los métodos más eficaces.
Por último se puede recurrir a tratamientos quirúrgicos como
la gastroplastia de opinión controvertida.
Recomendaciones preventivas:
Otra de las grandes alteraciones que se producen sobre el conductor
es la hipersensibilidad a la distracción: el sujeto debido a ese estado
de somnolencia tiende a distraerse continuamente, y en especial
consigo mismo, cometiendo graves errores y, sobre todo, aquellos
relacionados con la toma de decisiones en las situaciones de
emergencia.
En la fase post-accidente otra de las manifestaciones que produce la
apnea del sueño es la pérdida de memoria. El conductor tiene
problemas para recordar el recorrido realizado y los sucesos ocurridos
antes del accidente.
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Reducción de peso.
Seguir siempre la misma rutina a la hora de acostarse.
No beber y no fumar.
No dormir en posición de decúbito supino (boca arriba).
Acciones de la Unión Europea
Diagnóstico, tratamiento y prevención
Ante la sospecha de padecer un SAOS hay que consultar con el
médico de familia o con el médico del trabajo del Servicio de
Prevención que tenga concertado la empresa; nos recomendarán pedir
una cita con el neumólogo de zona o con el que tenga concertado la
Mutua Laboral.
En la gran mayoría de casos en el Servicio de Neumología se les
realiza una exploración polisomnográfica, para la que son
necesarias ocho horas, tanto como dura el sueño de la persona a la
que se realiza, y que determina largas listas de espera. Con esta
prueba se determina el tipo de apnea que padece el enfermo.
Afortunadamente, comienza a emplearse un sistema alternativo a la
polisomnografía, que con ciertas limitaciones permite descartar el
SAOS incluso en el domicilio de la persona afectada. Se trata de la
poligrafía respiratoria con detección automatizada de la presión de
aire que necesita la persona que se somete a la prueba. Es una prueba
mucho más sencilla y barata que la polisomnografía, aunque resulta
insuficiente para los casos más dudosos.
Desde hace años hay una serie de acciones emprendidas en toda
Europa para hacer frente al problema del SAOS y a sus consecuencias
para la seguridad vial. Un ejemplo de esto es la Acción B26 del marco
de trabajo europeo para la Cooperación en la Investigación Científica y
Técnica, el COST, que ha denunciado la falta de consenso entre los
estados de la UE a la hora de abordar el problema del SAOS y ha
instado al Consejo Europeo que agilicen los procedimientos para
evitar que quienes no han sido diagnosticados circulen por las vías
públicas sin restricción alguna.
Como en la UE no hay consenso, el procedimiento es distinto según los
países, así por ejemplo en Finlandia tienen tolerancia cero hacia el
conductor durmiente y los médicos están obligados a declararlo a las
autoridades; en España, el asunto se deja a la voluntad del conductor,
ya sea porque renuncia a conducir o porque declara su estado cuando
tiene que renovar el permiso de circulación.
Hasta que el sujeto afectado de SAOS sea consciente de su problema,
el sentido común de quienes lo padecen o de su pareja o familiares
es la mejor estrategia a favor de la seguridad vial, porque por cada
minuto que pasen al volante sin haber recibido tratamiento, estarán
poniéndose en riesgo a sí mismo y a todos los que se crucen en su
camino.
FD-62 2011
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