Reina Maraz es condenada por mujer, pobre

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03-11-14
Eugenia Lara
http://www.anred.org/spip.php?breve10209
Reina Maraz es condenada por mujer, pobre, indígena y
migrante que no habla castellano
La mujer boliviana que pasó un año y medio en prisión sin poder comunicarse en su idioma
ni entender lo que firmaba, luego de 4 años de encierro fue condenada a prisión perpetua
acusada de matar a su marido. El Tribunal Oral en lo Criminal Nro 1 de Quilmes,
conformado por las juezas Silvia Etchemendi, Marcela Alejandra Vissio y María Florencia
Butiérrez no dio a conocer los fundamentos de la sentencias.
Desde la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres se repudia un fallo
que no escuchó la voz de Reina, ni tomó en cuenta las violaciones y vejaciones a las que
fue sometida por su marido, su vecino y a partir de su detención.
(Buenos Aires, 3/11/14) Tras conocerse la sentencia a prisión perpetua por “homicidio
doblemente calificado, premeditado y por alevosía” contra Reina Maraz Bejarano, mujer
migrante boliviana acusada de asesinar a su marido Límber Santos en complicidad con un
vecino, la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres convoca a repudiar
esta decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 1 de Quilmes, por violar la legislación
argentina de violencia de género y todas las garantías procesales.
“Este es un fallo racista. Reina estaba condenada de antemano por la Justicia por ser una
mujer pobre e indígena”, denuncia Eugenia Lara, integrante de la Campaña Nacional contra
las Violencias hacia las Mujeres, al referirse a la sentencia dictada por las juezas Silvia
Etchemendi, Marcela Alejandra Vissio y
María Florencia Butiérrez y cuyos fundamentos se conocerán el próximo 11 de noviembre.
Reina Maraz Bejarano estuvo en prisión un año y medio sin poder comunicarse con su
defensor ni con ninguna autoridad, porque sólo habla quechua. La encerraron sin haberse
asegurado de que ella comprendiera lo que estaba sucediendo. Límber Santos, el marido de
Reina Maraz, la entregaba como forma de pago para ser violada por su vecino "Tito" Vilca
Ortiz cuando contraía deudas y con quien fue visto Límber con vida por última vez”. Vilca,
principal acusado, murió antes del juicio en la Unidad 23 de Florencio Varela.
La Campaña contra las Violencias relevó al menos cinco tipos de violencias prohibidas por
la ley 26.485 que se ejercieron sobre Reina Maraz:
1.-Violencia física y psicológica: ya que su marido Límber Santos obligó a Reina a migrar a
la Argentina en 2009 desde la localidad rural de Avichuca, en Bolivia, bajo golpes y
amenazas de quitarle a sus dos pequeños hijos. Además, su familia política le sustrajo los
documentos para que no pudiera volver a su país. Ya en la Argentina, la única forma de
comunicarse con el resto era a través de Límber, quien hablaba castellano, por lo cual la
dependencia de su marido era aún mayor.
2.-Violencia sexual: Límber Santos la entregaba para ser violada como forma de pago de
sus deudas con su vecino Tito Vilca.
3.-Violencia institucional: fue detenida embarazada y la mantuvieron en una comisaría, sin
aire ni luz ni posibilidades de cuidado durante siete meses. Todo ese tiempo no pudo hablar
con nadie en su idioma para que le explicaran qué sucedía. Luego fue trasladada a la
Unidad 33 de Los Hornos, donde siguió sin que se ejerciera su defensa hasta la intervención
de la Comisión Provincial por la Memoria, que con muchas dificultades logró que pusieran
un intérprete. Y durante todo este tiempo fue desvinculada de sus dos hijos mayores.
4.-Violencia económica: por su condición de mujer pobre e indígena sólo podía contar con
los recursos públicos para su defensa, que demoraron casi tres años en llegar.
5.-Violencias simbólica: es colocada como victimaria en un proceso judicial plagado de
irregularidades que, sin perspectiva de género, reproduce sólo la versión del fiscal basada
en una endeble prueba, obtenida con una cámara gesell al hijo mayor. Esta prueba es
cuestionada por las tres psicólogas peritos intervinientes, ya que el niño de cinco años de
edad sólo hablaba en quechua y balbuceaba muy poco castellano mientras la entrevistadora
completaba e interpretaba sus frases sin conocer el idioma.
La Dirección de Litigio Estratégico y el Programa de Pueblos Originarios de la Comisión
Provincial de la Memoria (CPM) indicaron en el Amicus Curiae presentado que “la
situación de vulnerabilidad en que se encuentra Reina Maraz debería acarrear una mayor
protección y un plus de cuidados y garantías de parte de los actores estatales intervinientes,
según se desprende de numerosos pactos y tratados internacionales”.
A pesar de todo esto, Reina Maraz fue condenada a prisión perpetua. “¿Por qué me
condenan, si yo no he hecho nada?”, preguntó Reina a su intérprete, en quechua, al conocer
el fallo. El próximo martes 11 de noviembre se conocerán los fundamentos de las juezas. El
defensor oficial Jose María Mastronardi aseguró que apelará la sentencia.
“Desde la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres denunciamos lo
racista e injusto de este fallo, donde una vez más una mujer víctima de violencia es
colocada en el lugar de culpable – señaló Eugenia Lara-. Seguiremos luchando hasta lograr
la absolución de Reina Maraz”, concluyó.
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