La interpretación en los destinos turisticos Noviembre 2014

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La importancia de la interpretación en
los destinos turísticos
Por: Licda. Ena López
Técnica Sectorial
Célula de Turismo
Dirección de Innovación
y Calidad
De acuerdo a los principios del turismo
sostenible, la Organización Mundial de
Turismo reconoce que la interpretación
en los destinos consiste en acercar al
público un lugar de importancia, ya sea
natural o cultural.
La Interpretación en los productos como:
rutas,
senderos
e
itinerarios
interpretativos busca posicionar en el
centro del mensaje a la identidad que
diferencia al destino.
Se entiende como “El arte de compartir”
el significado e importancia de los
productos históricos y naturales al
visitante para que lo comprenda, lo
aprecie, disfrute y contribuya a su
conservación.
En este caso, la interpretación del
patrimonio se conoce como “un conjunto
de técnicas de comunicación”.
Por lo que es importante que se
organicen los destinos, para ofrecer algo
nuevo, distinto y enriquecedor, con lo
cual se obtiene lo siguiente:
1.
Comunicar el significado del lugar
de forma interesante y efectiva.
2.
Contribuir a la satisfacción de las
necesidades del visitante, por lo que es
significativo conocerlo en todos los
aspectos para ajustar a su medida el
lenguaje a utilizar.
3.
Proteger el recurso, conservarlo
para que pueda seguir siendo utilizado
en el tiempo y el espacio.
4.
Mejorar la vida de los lugareños,
en la medida de lo posible la
interpretación debe servir para darle
valor a los aspectos culturales y sociales.
Son las rutas y senderos en donde más
se utiliza la interpretación, permiten
conocer los valores de un lugar de una
forma amena, relevante, participativa y
ordenada. De esta forma, se posibilita la
interacción de las personas con el medio
y los visitantes se convierten en actores
de su propia experiencia.
A la hora de planificar los senderos se
debe mostrar a los visitantes los lugares
singulares y las características más
sobresalientes de cada lugar, evitando
las zonas peligrosas o sensibles a la
acción humana, delimitando así el límite
de carga aceptable.
Los itinerarios interpretativos siempre
son temáticos.
Las paradas se
configuran alrededor de un tópico (el
bosque, el humedal, la desertificación o
la conservación) se concreta en una
frase o tema, como por ejemplo: “este es
un bosque primario”; “los humedales son
imprescindibles para nuestra vida”; “la
conservación de esta área aumenta la
calidad de vida de la población local”, y
demás.
2. Didáctico: diseñado con la finalidad
de que los visitantes conozcan
determinados aspectos del área. Las
etapas están pensadas de forma
secuencial para lograr un aprendizaje
significativo, siendo así que el orden para
abordar los contenidos es fundamental.
3. Turístico/recreativo: pensado para
que los visitantes tengan una experiencia
gratificante en el lugar. El diseño está
basado en la sorpresa, la singularidad de
algún rasgo y en potenciar la
participación de los visitantes.
En cada parada se aborda el tema desde
distintas perspectivas o subtemas para
reforzar y profundizar en la idea principal
del recorrido.
La ruta tiene que estar planificada (debe
ser un relato lógico y ordenado) para que
las personas puedan entender la
importancia de ese lugar; para eso se
diseña un itinerario en paradas
temáticas. En cada parada debe haber
una introducción, un cuerpo y una
conclusión.
El diseño también se debe basar en la
inclusión de las emociones, en la
concepción de la satisfacción del turista,
particularmente a que la mayoría de los
servicios se basan en experiencias,
participación o vivencia (Benkenstein,
Yavas y Forberfer 2003).
Las partes de una parada temática
pueden ser las siguientes:
1. De relato o de lugar: dan a conocer la
importancia del lugar, o de alguna
característica del mismo, a través de una
historia o de las características de
distintos rasgos del recorrido (la flora, la
fauna, el paisaje, la cultura de la zona,
etc.). En las paradas se abordan distintos
aspectos que ayudan a recrear el tema
del itinerario. El orden de las paradas se
puede variar manteniendo el objetivo de
la interpretación.
4. Cognoscitivo: son las rutas que se
diseñan para comprender un proceso
natural, presentando los elementos de
forma interesante. El orden de los
contenidos responde al proceso que se
va a presentar.
Se recomienda evitar las rutas lineales
que comienzan en un punto y terminan
en otro alejado, así como los itinerarios
que van y vienen por el mismo camino;
estos últimos son poco aconsejables
cuando la ruta es muy frecuentada,
porque los visitantes tienen sensación de
saturación al cruzarse constantemente
con los otros turistas que interfieren
negativamente en su experiencia.
En este caso, es mejor diseñar itinerarios
circulares de una dirección, en los que se
sale y se vuelve al mismo sitio y los
visitantes no se encuentran unos con
otros. El mejor diseño es en “ocho”, lo
que permite varias alternativas de visita o
incluso acortar la ruta.
Los itinerarios pueden dividirse en
guiados y autoguiados, teniendo en
cuenta si el grupo cuenta con el apoyo
de un guía o realiza la visita de forma
autónoma.
En los recorridos guiados, el guía
adquiere un protagonismo especial
porque es quien conoce el lugar y la ruta
preestablecida; un buen guía pasa a
segundo plano, dándole protagonismo al
lugar y a los visitantes. Su función,
además de garantizar la seguridad de los
visitantes,
es
facilitar
información
relevante de forma atractiva.
físico, limitaciones de movilidad, etc. a la
vez, pueden buscar alternativas en caso
de algún contratiempo (lluvia, accidente o
indisposición de un turista, mal estado
del camino, etc.)
Contar con un guía tiene un costo extra
y no debería trabajarse con grupos de
más de 15 personas. El número de
itinerarios que se ofertan en un día es
limitado, están sujetos a los horarios
preestablecidos y el ritmo de la ruta y los
contenidos se ajustan a los intereses de
la mayoría.
Si el recorrido es auto guiado deberá
estar debidamente rotulado (vías de
acceso,
puntos
de
reunión,
recomendaciones, señalización, etc.),
cuando se realiza de esta manera, se
deberá conocer el número de personas
que están realizando esta actividad por
su propia cuenta.
Es complejo establecer hasta qué punto
la imagen de un destino está conformada
por aspectos cognitivos o por aspectos
emotivos, por lo tanto la interpretación
del destino turístico debería tener ese
doble componente (cognitivo-afectivo).
Son muchas las ventajas de los
itinerarios guiados ya que facilitan el
contacto personalizado con el objeto
patrimonial,
posibilitan
observar,
manipular, interaccionar, responder a
dudas, identificar especies, entender
procesos o hechos que acontecen, etc.
En resumen, las experiencias de los
turistas en los destinos deben ser
agradables, seguras, enriquecedoras y
educativas. Para lograr esto, los destinos
deben brindar los insumos necesarios
para la satisfacción de los turistas. De
esta manera, se obtiene una fidelización
y nuevos turistas en los destinos.
También adaptan el recorrido a los
intereses y características del grupo
como la edad de los participantes, estado
Ena López
Técnico Sectorial
Célula Inventa Turismo
Dirección de Innovación y Calidad
Edición: Nelson Alfaro
Ministerio de Economía
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