NUESTRO MUNDO Angélica López // // Twitter: @lopgan Don Quijote para criminales En su tercera captura, este nuevo estudioso de El Quijote, creerá que esta novela no lo retrata. Sin embargo, Guzmán Loera, estará equivocado porque existen muchos pasajes en los que puede sentirse identificado E ntre las preguntas que a nadie se le ocurriría hacerle de hacer de él después de muerto? Lo de desuellacaras al Chapo Guzmán, uno de los criminales más bruta- trae a la memoria lo que hicieron los zetas en los primeles y astutos de México, sería sobre cuáles han sido los ros días de enero de 2010 en Culiacán, Sinaloa: le desotres libros que han marcado su vida. Se prejuzga que él llaron la cara a Hugo Hernández, de 36 años de edad, y no lee, por eso causó sorpresa que en su cama se encon- la cosieron a un balón de futbol. El sadismo del martirio trara el libro Zero Zero Zero, del escritor italiano Rober- de san Bartolomé común en nuestros días. Y la pregunta to Saviano. También se informó que ahora que está de ante el asesinato sobre qué se hace con el muerto. Fuego. nuevo en prisión le han regalado El ingenioso hidalgo Sierra. Ácido. Fosa común. Los narcos saben qué hacer. don Quijote de la Mancha. Pon, ¡oh miserable y endurecido animal! Ladrón desueEn su segunda estancia en la cárcel del Altiplano, se llacaras. Enemigo del género humano… aseguró que este narco comenzaría a escribir sus memoSe volvió loco, y arrancó los árboles, enturbió las rias. El Chapo apenas terminó la primaria y le acompañan aguas de las claras fuentes, mató pastores, destruyó muchas faltas de ortografía y pocas palabras, pero podría ganados, abrasó chozas, derribó casas, arrastró yeguas convertirse en un célebre escritor. En su tercera captura, e hizo otras cien mil insolencias dignas de eterno nomeste nuevo estudioso de El Quijote, creerá que esta nove- bre y escritura? Allí, el lector se recordará a sí mismo y la no lo retrata. Sin embargo, Guzmán Loera, estará equi- traerá a la memoria el fuego como origen de su estirpe: la vocado porque existen muchos pasajes en los que puede quema, en Sinaloa, de cultivos de amapola ordenada por sentirse identificado. Enseguida cito algunos ejemplos. el gobierno y el incendio de pueblos enteros de Durango En un pasaje, don Quijote observa que un maleante perpetrado por sus enemigos los zetas. En ese pasaje, va más esposado que los demás: traía candados y grille- don Quijote vagaba por Sierra Morena (la sierra, el hotes en el cuello, en la cintura, en las manos y en los pies y gar del cártel de Sinaloa) y hablaba de uno que usaba más una cadena tan grande que se la liaba por todo el cuerpo, de tres nombres distintos. de tal forma que ni con las manos podía llegar a la boca El lector podrá divertirse con el licenciado y cura Peni podía bajar la cabeza a llegar a las manos. Pregunta dro Pérez, que salvó a don Quijote de los cuadrilleros de por qué iba aquel hombre con tantas prisiones. A lo que la Santa Hermandad, evitando que lo hicieran preso. El el guardia responde que tenía aquél solo más delitos que licenciado Pérez aparece travestido, lo que entonces se todos los otros juntos y que era tan atrevido y tan gran be- decía “ataviado en hábito de doncella”; se leerán versos llaco, que, aunque le llevaban de aquella manera, no iban reconfortantes: Busco en la muerte la vida, / salud en seguros de él, sino que temían que se les había de huir huir; un la enfermedad, / en la prisión libertad, / en lo cerrado arcaico pero fiel retrato del capo en cuestión. Allí mismo se salida / y en el traidor lealtad… apunta: y que harta ventura tiene un delincuente que está ¿Y dónde has visto tú o leído jamás que caballero anen su lengua su vida o su muerte, y no en la de los testigos y dante haya sido puesto ante la justicia, por más homiprobanzas. En efecto, su comunicación (su lengua) lo privó cidios que haya cometido? Muchos criminales, por más de la bonita libertad, como diría el devoto al subterráneo. asesinos que sean, se sienten como don Quijote: protecCualquier narcotraficante mexicano encontraría fra- tores de los desposeídos. Y prosigue: Probásemos otra ses que le recordarán su oficio como: que tanta mano ha vez la suerte de buscar más aventuras; y si no nos sucequerido dar a este desuellacaras en su casa. […] que le diese bien, tiempo nos queda para volvernos a la jaula. mates, como yo pienso que quieres hacer, ¿y qué hemos T Tal vez eso ya no será posible. Tal vez. 60 • SIGLO NUE V O