Destrucción de la Tierra como hogar del hombre

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El Hombre Destruye Su Hogar: La Tierra
Autor: Ortiz Sotelo, Pedro Manuel *
Asesor: David Auris Villegas
Master por la Universidad de
La Habana de Cuba
Desde la existencia del hombre, éste ha pasado por diversas
etapas evolutivas, desde el hombre primitivo hasta haber
adquirido tal inteligencia que originó revoluciones como la
revolución industrial; las industrias principal fuente de la economía mundial ha permitido a
las poblaciones vivir en una gran comodidad; se han inventado nuevas tecnologías que han
asombrado al mundo entero; ¿Pero todos estos inventos que impacto generan al medio
ambiente?, la mayoría de tecnologías tienen efectos devastadores tanto por vía sonora
como por otras vías como por el aire, suelo e inclusive del agua, y esto ocurre porque la
mayoría de personas no saben qué hacer con todos estos productos después de haberlos
usado, no se tiene una amplia información de cómo reciclar o quizás como a casi la
mayoría no les importa, el ser humano no hace más que aportar un granito de arena para la
devastación del planeta, y esto lamentablemente sucede a diario y en todos los rincones
del mundo.
Los grandes países desarrollados, se han preocupado en utilizar su enorme economía para
reforzar sus fuerzas militares, gastar billones y billones en viajes espaciales buscando vida
en otros planetas, si lo sé es importante para la ciencia, pero porque no invierten lo mismo
en el campo ambiental de nuestro planeta, porque no buscan solución ante esta gran
problemática.
Me acuerdo que hubo un año en que un candidato a la presidencia de los Estados Unidos
de Norteamérica en su campa política planteó ideas para frenar el calentamiento global
sustentado por varios estudios realizados por él y por el apoyo de muchos científicos más;
los grandes poderes políticos y la avaricia por seguir siendo una de las principales
potencias del mundo hicieron que el país prefiriera su economía en vez del bienestar de
nuestro medio ambiente, pero que irónico que cuando ya las cosas empeoren ese dinero
no les servirá de nada, los norteamericano eligieron a Bush y con él la guerra de las que
muchos conocen.
Ahora en nuestra vida cotidiana hacemos un gran uso de energías y de recursos naturales
de los cuales muchos no son renovables y se acabaran tarde o temprano, explotando sin
conciencia todo, perjudicando al que lo rodea. Proteger el planeta para las generaciones
futuras no significa que renunciemos a nuestras vidas o que abandonemos muchas
actividades que realizamos, debemos adoptar hábitos sencillos y de sentido común que
nos permita tener una higiene ambiental adecuada para prevenir enfermedades y colaborar
a la destrucción del planeta.
* Estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad Alas Peruanas, quien elabora
el presente artículo de opinión para la asignatura de castellano I.
Pisco, Perú – 2013.
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Ahora se leen muchos artículos donde explican que la temperatura del planeta está
ascendiendo debido al llamado Efecto Invernadero, causado por la presencia creciente en
el aire de una serie de gases que atrapan el calor impidiendo su salida al espacio exterior.
Estos gases transmiten el calor atrapado al resto de la atmósfera provocando un
incremento general de la temperatura. ¿Pero quién hace algo para contrarrestar esto? En
mi corta vida he sido testigo que solo hay un pequeño número de personas voluntarias que
apoyan a ONG´S medioambientalistas, hay grupo de ecologistas que desempeñan la gran
labor de apoyar a disminuir en minoría la contaminación y no reciben la atención de los
gobiernos para que puedan financiar sus proyectos.
Navegando por internet encontré algo curioso: Los Glaciares de Perú de están derritiendo;
decía en ese artículo que las grandes masas de hielo que forman los glaciares peruanos
cuyos núcleos se constituyeron hace más de 1.800 años, se están derritiendo de manera
irreversible en estas últimas décadas por causa del calentamiento global; ¿Qué es el
calentamiento global? ¿Qué consecuencias tiene? Desde fines del siglo XIX, los científicos
han observado un aumento gradual en la temperatura promedio de la superficie del
planeta. Este aumento se estima que ha sido de entre 0.5ºF y 1.0ºF.Los diez años más
calientes del siglo XX ocurrieron entre 1985 y 2000 y en la actualidad la ola de calor está
quitando vidas en distintas partes del mundo, el calentamiento global ha reducido las áreas
cubiertas de nieve en el hemisferio norte y ha ocasionado que muchos de los témpanos de
hielo que flotaban el Océano Ártico se hayan derretido. Recientemente también se ha
observado cómo, debido a este aumento de temperatura, grandes porciones de hielo de
Antártida se han separado de la masa polar, reduciendo así el tamaño del continente
helado.
El calentamiento global ha ocasionado un aumento en la temperatura promedio de la
superficie de la tierra. A causa de la fusión de porciones del hielo polar, el nivel del mar
sufrió un alza de 4 – 8 pulgadas durante el pasado siglo, y se estima que habrá de
continuar aumentando. La magnitud y frecuencia de las lluvias también ha aumentado
debido a un incremento en la evaporación de los cuerpos de agua superficiales ocasionado
por el aumento de la temperatura.
Esto traerá un impacto negativo en nuestra salud, pues traerá como consecuencia un
aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, las enfermedades
infecciosas causadas por mosquitos y plagas tropicales, y en la postración y deshidratación
debida al calor. Los sistemas cardiovascular y respiratorio se afectan debido a que, bajo
condiciones de calor, la persona debe ejercer un esfuerzo mayor para realizar cualquier
actividad, poniendo mayor presión sobre dichos sistemas.
Este calentamiento provoca cambios profundos y perturbadores en el planeta. Si no
tomamos acciones para abatirlo, nuestros hijos y las siguientes generaciones tendrán que
vivir en un lugar muy diferente al que conocemos. El reto es muy grande y puede parecer
abrumador. Pero cuando muchas personas hacen pequeños esfuerzos, estos se suman
para generar un cambio positivo a gran escala. Lo principal es empezar por elegir
productos
y
servicios
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Quien de ustedes ha visto discurso de la activista ambiental Severn Suzuki en la Cumbre
de la Tierra de Río de Janeiro (1992) cuando contaba tan solo con 12 años quien asombro
al mundo con sus palabras.
Pero como siempre existen grupos de oposición: Aunque es una de las causas que más
fuerza ha tomado en el último tiempo, las inconsistencias de los ecologistas y algunos
planteos abstractos pueden acabar siendo cómplices del deterioro del planeta. ¿Qué es el
ambientalismo superficial?
En su nuevo libro, Los Mitos del Medioambiente, Sergio Federovisky denuncia todas las
inconsistencias del ambientalismo y, en diálogo con Infobae, explica por qué termina siendo
cómplice
del
deterioro
del
planeta
"El tema ambiental genera una profunda angustia existencial. Nos dice que el lugar en el
que vivimos se va a deteriorar al punto de impedirnos vivir de la manera en que lo
hacemos. Frente a esa angustia empiezan a surgir respuestas que se convierten en mitos,
lugares comunes y falsas verdades que calman la desesperación, pero no resuelven el
problema de fondo ni destraban el conflicto", afirma Federovisky, biólogo especializado en
ecología y periodista.
"Pero el problema tiene respuesta, por eso deberíamos despejar esos mitos y pasar a
definiciones y acciones que verdaderamente nos permitan avanzar hacia las soluciones",
agrega.
Los fundamentos que llevaron a Federovisky a escribir un libro contra lo que considera un
ambientalismo superficial son muy claros: en 2012 se cumplieron 20 años de la ECO-92, la
Cumbre de la Tierra realizada en Río de Janeiro. Allí, delegaciones de 108 países
manifestaron sus preocupaciones por el creciente daño ambiental que estaba provocando
nuestro modo de vida, y proyectaron los principales lineamientos para detener el deterioro
ecológico.
Dos décadas más tarde, todos los indicadores medioambientales empeoraron notoriamente
y ninguna de esas políticas se puso en práctica.
A pesar de su fracaso, las mismas propuestas son repetidas constantemente como la
solución a los graves problemas que afronta el planeta. ¿Por qué hay tanta insistencia en
planteos abstractos que no tuvieron correlato en la realidad?
"El discurso ecológico cala bien en los sectores medios porque es políticamente correcto,
porque no pone en riesgo las verdaderas bases del sistema. Yo lo comparo mucho con lo
que ocurre con la pobreza. ¿Quién va a estar en desacuerdo discursivamente con
combatirla? Ahora, una cosa es ayudar a los pobres que en definitiva siguen siendo pobres,
y otra cosa es aceptar que eso implica modificar la distribución de la riqueza. Una cosa es
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decir que hay que reducir la contaminación y otra es que hay que cambiar la matriz
productiva", responde Federovisky.
A continuación, los diez grandes mitos del medio ambiente a la luz de su testimonio y de
algunos extractos de su libro, Los Mitos del Medioambiente. Mentiras, lugares comunes, y
falsas verdades.
Desarrollo sustentable: "Entre los mitos que originalmente podrían haber sido considerados
verdades, pero que el tiempo y el uso los fue deformando, los principales son el desarrollo
sustentable y la conciencia ambiental", explica el autor.
"Evidentemente hay una intencionalidad positiva a la hora de intentar definir un modelo que
tenga simultáneamente la posibilidad del crecimiento económico y de la conservación del
ambiente. Es loable. El punto es que no existe y termina conformando un oxímoron. Pero
eso tiene que ver con el sistema en el cual se quiere aplicar el desarrollo sustentable,
porque en el capitalismo el desarrollo está asociado al crecimiento económico y al fin de
lucro, por lo tanto, va anulando progresivamente la posibilidad de la sustentabilidad",
agrega.
Conciencia ambiental: "Es cierto que tiene que haber conciencia para ejecutar un cambio
de conducta como el que reclama una práctica ambientalmente sustentable -dice
Federovisky. Pero en lugar de ser una receta se ha convertido en una coartada. Detrás de
la idea de que todos somos responsables se esconde el verdadero responsable, que no da
la cara. Y detrás de la idea de que lo que va a cambiar las prácticas es la conciencia, se
esconde la coartada para no aplicar políticas de estado".
"Lo ambiental depende de manera imprescindible de lo que haga el Estado -continúa-,
incluso antes que de la conciencia. Tendría que haber una política que reduzca la basura,
que promueva prácticas sustentables en detrimento de otras que deberían prohibirse, que
subsidie una energía en detrimento de otra. Esas son políticas de estado que no se pueden
esconder detrás de la necesidad de que haya conciencia".
Impacto ambiental: "En términos de contaminación, al tratarse de diferentes parámetros,
así como de distintos umbrales de aceptación, nadie puede establecer como dictamen
certero que algo contamina sí o no, como si fueran absolutamente distinguibles los dos
estados, sin admitir que a partir de la presencia de un emprendimiento industrial todo es
según el color del cristal con el que se lo mire o, para ser más exactos, del límite que se
adopte (…) Al no existir el impacto nulo, siempre existirá contaminación".
"Los umbrales aceptables (o aceptados) de los distintos agentes químicos o físicos se
construyen conforme a una convención (…) ¿Quién puede asegurar que tal cantidad de
sustancia, que actualmente es considerada apta y permite declarar que tal emprendimiento
no contamina, no será declarada cancerígena dentro de quince años?".
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Equilibrio con la naturaleza: "¿Quién dijo que debemos alcanzar un equilibrio con la
naturaleza? ¿Quién dijo que estar en equilibrio es bueno por sí mismo? ¿Alguien sabe cuál
es el equilibrio correcto, dado que hay tantos equilibrios como se nos ocurran o sean
capaces de alcanzar ambas partes? (…) ¿El equilibrio al que aspiramos supone una
sociedad 'equilibrada' consigo misma para poder estarlo con la naturaleza o se lo plantea
sin modificar esta sociedad disgregada, desigual, inequitativa, con diferencias abismales y
crecientes en el acceso a los bienes que derivan de la explotación de los recursos
naturales?".
Crisis ecológica: "La época actual es recurrentemente identificada por la crisis ecológica.
Asimismo, casi todas las situaciones de explotación de los recursos naturales son
descriptas, casi por reflejo automático, como crisis ecológica. El concepto de 'crisis
ecológica' es sobre utilizado en episodios en los que no aparece con contundencia el
sustrato biológico o eco sistémico que justifique tal predicado (…) Denominando a todo
como emergente de una 'crisis ecológica' y tiñendo la actualidad con semejante definición
taxativa, flota la sensación de que se ocultan y se mantienen en un discreto segundo plano
elementos que hacen al actual estado de las cosas" .
Minería responsable: "Los mitos que son verdaderamente mentira son la minería
responsable y la soja sustentable, porque son prácticas que de manera antonomástica se
oponen a la posibilidad de la sustentabilidad", afirma el biólogo.
"Resulta impensable suponer que puede ser ambientalmente responsable una actividad
que necesita volar una montaña y pasarla por una sopa química para obtener de ella un
porcentaje de metal precioso que no supera el 2 por ciento de lo que era la montaña. No es
posible", agrega.
El reciclaje: "La basura provee, gracias a los buenos oficios de las organizaciones
ambientalistas, uno de los mitos más instalados y quizá más necesarios de derribar, el de
'basura cero': un oxímoron en tiempos en que el capitalismo estimula el mayor consumo y,
con él, la generación de residuos".
"La consigna 'basura cero', además de inaplicable, conlleva la utopía de presuponer que
puede configurarse una política sobre residuos que niegue el sistema económico en que se
desarrolla la actividad de la población. Quienes postulan la lógica de 'basura cero'
pretenden que la sociedad de consumo niegue el consumo".
Las energías alternativas: "Cuando se miran los números de verdad a escala mundial se
descubre que ese dios llamado 'energías alternativas' no tiene ninguna presencia en la
realidad y apenas es testimonial: 0,2 por ciento de la energía que consume la humanidad
proviene de la fuente eólica y 0,1 de la energía solar. Y eso que el planeta está lleno de
viento y que, aunque no lo veamos, el sol siempre está".
"Invirtamos en energías limpias, dicen los popes del mundo y sus efebos intelectuales, los
ecologistas. ¿Es esa la salvación? ¿Puede seguir considerándose solución viable un
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instrumento de cuya pertinencia nadie duda pero que no ha sido puesto en práctica durante
más de cuatro décadas?"
Vida sana: "¿Te dedicas a la ecología y fumas habanos? ¿Te importa el medio ambiente y
no salís a correr? Estas son dos de las preguntas más taradas que he escuchado. Y sigo
sin saber qué relación existe entre mis pulmones y el calentamiento global o entre mi
abdomen y la desaparición de los arrecifes de coral"
La crisis ambiental existe. ¿Tiene solución?
"Estos mitos tienen un aspecto positivo que uno no puede soslayar. Tomás Maldonado, un
argentino que vive en Milán, escribió un pequeño libro que se llama Ambiente humano e
ideología, donde dice que la cuestión ecológica es una moda y que hay que tratarla como
tal. Es algo que no resuelve estructuralmente el problema, pero como toda moda, una vez
que pasa deja cosas positivas en términos de cambio de conducta", dice Federovisky.
¿Pero cómo se resuelve un problema como el ambiental, tan arraigado a nuestra
organización social y al modo de vida que supone? ¿Hasta dónde pueden llegar los
cambios de conducta?
"Si bien el sistema de producción es de algún modo culpable del deterioro, se puede hacer
mucho dentro de sus marcos. Quizás no encontrar la solución definitiva, pero sí hacer
muchas cosas. Eso depende básicamente de la existencia de políticas de estado que
vayan en una dirección y castiguen la contraria", responde el periodista.
"Si el Estado considera que está prohibido cruzar con luz roja, multa a ese que cruza con
luz roja -continúa-. Así cuida el bien común. Esto es lo mismo: si entiende que la energía
basada en el petróleo atenta contra el bien común porque pone en riesgo el hábitat en el
que estamos a través del calentamiento global, debería tomar políticas que castiguen,
sancionen o prohíban ese daño".
"Y hay que dejar de sufrir la extorsión de que esas políticas van a atentar contra el
progreso, porque uno de los debates que nos debemos en relación al medio ambiente es si
esto que estamos viviendo es progreso", concluye Federovisky.
Ciudad de Pisco – Perú, Julio de 2013
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